Ejemplos de Referencias para Fuentes de Información

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EJEMPLOS DE REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

SOBERANES FERNANDEZ, José Luis, Historia del derecho mexicano, 6a. ed., México, Porrúa,
1998, 200 pp.

LA CRUZ BERDEJO, José Luis, et.al, Derecho de Familia, 4ª. ed, Bosch, Barcelona, 1997. 150 pp.

EJEMPLOS DE REFERENCIAS HEMEROGRÁFICAS (ENCICLOPEDIA)

GARAMENDIA, Pedro, “Víctor Hugo”, Enciclopedia Universal Ilustrada, vol. 28, Madrid, Espasa-
Calpe, 1975, pp. 612-616.

EJEMPLO DE REFERENCIA HEMEROGRÁFICA (ARTÍCULO DE REVISTA)

BARAJAS MONTES DE OCA, Santiago, “Empresa, trabajo y productividad”, Boletín mexicano de


derecho comparado, México, nueva serie, año XXVII, núm. 79, enero-abril de 1994, pp. 15-34.

EJEMPLO DE REFERENCIA HEMEROGRÁFICA (ARTÍCULO DE PERIÓDICO)

JIMÉNEZ, Gerardo, “Padece el norte del D.F mayor porrismo”, Reforma, México, 3 de julio de
1998, p. 3-B.

EJEMPLO DE REFERENCIA DOCUMENTAL ESCRITA

ALAMAN, Lucas, Oficio a Joel R. Poinsset, México, Archivo Histórico de la Secretaría de


Relaciones Exteriores, 19 de agosto de 1925, legajo, 7-II-40, fol. 4.

EJEMPLO DE REFERENCIA FUENTES VIRTUALES

PÉREZ DUARTE Y NOROÑA, Alicia Elena, El impacto de las nuevas tecnologías reproductivas en
la familia: presente y futuro, [en línea] Cuadernos de estudios interdisciplinarios en Salud y
Derechos Humanos. Genética Humana y Derecho a la Intimidad, [Consultado 10 de enero de
2006] UNAM, México, 1994, Formato html, disponible:
http://www.bibliojuridica.org/gen/cita.htm.)

BRENA SESMA, Ingrid y Carlos María Romero Casabona, comps. Código de Leyes de Genética
Tomo I, [en línea], México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2006, UNAM, [citado 13-04-
07], Formato html, Disponible en Internet: http://www.bibliojuridica.org/libros/libro.htm?
l=2292, ISBN 970-32-3645-6.
EJEMPLO DE REFERENCIAS DE OBRAS DE CONSULTA

Diccionario Médico Enciclopédico, Taber’s, Manual Moderno, México, 1997.

Diccionario Médico Larousse, Tomo I, Oxford, Argentina, 2000.

EJEMPLO DE REFERENCIA DE OTROS DOCUMENTOS

Carta de los Derechos, Billl of Rigts, Parlamento Inglés. Guillermo y María príncipes de Orange.
Presentada en 1688, aprobada el 13 de febrero de 1689, Inglaterra.

Declaración Universal de los Derechos Sexuales, Asamblea General de la Asociación Mundial de


Sexología, Declaración del XII Congreso Mundial de Sexología, 1997, Valencia, España, Revisada
y aprobada en el XIV Congreso Mundial de Sexología, 26 de agosto de 1999, Hong Kong.

Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos, Organización de las Naciones Unidas de 16 de


diciembre de 1966 y entró en vigor el 23 de marzo de 1976. Vinculación de México 23 de
marzo de 1981, Adhesión, entrada en vigor el 23 de junio de 1981, publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 20 de Mayo de 1981, Fe de erratas 22 de junio de 1981.

EJEMPLO DE REFERENCIA DE LEGISLACIÓN

Código civil para el Distrito Federal, 37ª ed, Delma, México, 2000.

Norma Oficial Mexicana de los Servicios de Planificación Familiar D.O.F 20 de abril de 1994.
EJEMPLOS DE CITAS O NOTAS DE PIE DE PÁGINA

Como primera aproximación al tema, se recoge la idea común, de que la


fecundación implica dar origen a un nuevo ser. Se trata de un proceso que dura
aproximadamente entre 24 y 36 horas. Cuando se hace referencia a la especie
humana se habla de reproducción o procreación humana, 1 término que en adelante se
aludirá.

Representa un proceso por el que se genera una vida, a partir de la relación


sexual entre un varón y una mujer, al fecundar o llevar a cabo la fusión de un óvulo y
un espermatozoide. Desde la perspectiva biológica, la unión de las células germinales
de un hombre y una mujer durante la fecundación generan un nuevo ser, donde la
fisiología y anatomía del organismo sexual expresan toda su causalidad.2

La reproducción humana se vinculó durante mucho tiempo con el concepto de


sexualidad, porque se consideró como un fin de aquella. 3 Se entiende aquí, que se
trata más bien de una relación causa-efecto, es decir, un hecho “el ejercicio de la
sexualidad”, que da como resultado otro hecho, “la procreación”.

Desde una visión conservadora la esencia humana no se agota ni en lo


masculino ni en lo femenino por separado, sino que se encuentra en la unidad, esa
plenitud humana no se encuentra en un hombre o una mujer aislados sino en la unión
de las personas.4
1
Fecundación significa e implica activar un nuevo ser, un nuevo hombre o una nueva mujer, cuando se trata del ser
humano, la fecundación es sinónimo de procreación, Véase Sgreccia, Elio, Manual de Bioética, Diana, México, 1989,
p. 395.
2
Cabe aclarar que reproducción y fecundación en principio se confunden, sin embargo, la distinción radica en que la
primera es todo el proceso biológico y la segunda es sólo la unión de los gametos. Ídem.
3
La procreación es un fin de la sexualidad, es decir, la sexualidad tiene un doble significado el subjetivo y el
objetivo, el primero es la entrega plena entre el varón y la mujer, también es llamado unitivo, porque entabla un nivel
de unión entre los cónyuges, en muchos planos; y el significado objetivo o procreativo, que tiene como resultado la
unión de los gametos, se traduce en un fin natural, sin éste, el fin subjetivo no podría ser pleno en la pareja, ese
significado objetivo o procreador genera una vida humana. Véase Adame Goddart, Jorge, Filosofía Social para
juristas, Mc Graw-Hill, UNAM, México, 1998, p. 140. Es importante señalar que desde el punto de vista jurídico
también se vinculan ambos conceptos, ya que de los derechos sexuales y reproductivos se deriva el derecho a la
libertad reproductiva, que implica que las decisiones sobre la vida reproductiva forman parte del ejercicio y goce de
la sexualidad, como se puede apreciar en las diversos documentos de protección de los Derechos Humanos, por
ejemplo la Declaración Universal de los Derechos Sexuales, Asamblea General de la Asociación Mundial de
Sexología, Declaración del XII Congreso Mundial de Sexología, 1997, Valencia, España, Revisada y aprobada en el
XIV Congreso Mundial de Sexología, 26 de agosto de 1999, Hong Kong. Además como señala Gloria Careaga, el
vincular los derechos sexuales con los reproductivos, lleva a que se mantenga la concepción de que para éstas (las
mujeres) uno de los fines principales de la sexualidad, sino es que el más, es la reproducción…Véase Careaga Pérez,
Gloria, El Closet de Sor Juana/Pueg. Retos Feministas. La sexualidad, en Revista Cotidiano Mujer no. 34, III Época,
Año 2001, Montevideo, Uruguay. p. 24.
4
Cabe aclarar que la postura del autor es afín a los preceptos de la Iglesia Católica, por ello enfatiza el vínculo entre
sexualidad y procreación como fines del amor conyugal, a partir del matrimonio, Véase Adame Goddart, op. cit. p.
128.
Sin embargo, en pleno siglo XXI se lucha en defensa del laicismo, para evitar
que la fuerte presencia política de posiciones conservadoras como la de la Iglesia
católica, controle y limite la autonomía de los hombres y las mujeres en las decisiones
relacionadas con su sexualidad y su reproducción, acentuando la separación entre
ambos fenómenos, postura que se apoya en este trabajo.5

En tal virtud, se considera que hablar de reproducción humana antes que nada,
implica una decisión que puede originarse en el ejercicio de la sexualidad. Una
afirmación que conduce este argumento es que la decisión depende de muchos
factores o condiciones que forman parte de la moral existente, como son los sociales,
institucionales, individuales o psicológicos y además, se agregaría culturales e
ideológicos, que en mayor o menor grado influyen.6

Sin embargo, dicha atribución de valor, también se manifiesta desde el punto


de vista individual y surge desde épocas primitivas, porque se considera que la
reproducción, permite prolongar la trascendencia de una persona y además porque
permite demostrar al resto de la sociedad la capacidad reproductora de los hombres y
las mujeres o de la pareja que la lleva a cabo, entendida como la capacidad fisiológica
del ser humano para reproducirse7 o bien se trata de “la confirmación de nuestra
trascendencia, de que podemos crear vida y a través de ella, prolongar la nuestra”.8

Están arraigados en los principios más básicos de los derechos humanos y los
intereses que protegen son diversos, abarcan dos principios: el derecho a la atención
de la salud reproductiva y el derecho a la autodeterminación reproductiva, 9 ésta última
se traduce en lo que se conoce como libertad reproductiva o de procreación.

Es posible pues, ubicar a la libertad de reproducirse dentro de los llamados


derechos reproductivos que incluyen el derecho a fundar una familia, el derecho a
casarse, el derecho a la protección y fomento de la familia, el derecho a la protección
de la salud, el derecho a la protección materno infantil, junto con el citado derecho a la
reproducción, que en México se ha traducido como un derecho de todos los hombres y
las mujeres.

5
Véase Mejía María Consuelo, La defensa del Laicismo desde una perspectiva ética católica y feminista, Católicas
por el Derecho a Decidir, México, 2001
6
Supra Capítulo III, p 156.
7
Véase Soto Lamadrid, Miguel Ángel, Biogenética, filiación y delito, la fecundación artificial y la experimentación
genética ante el derecho, Astrea, Buenos Aires, 1990, p. 3.
8
Ibídem, p. 11.
9
Waisman, et. al, Derechos reproductivos 2000: Hacia adelante, Centro Legal de Derechos Reproductivos y Políticas
Públicas (CRLP), México, 2001, p. 8
La salud reproductiva es un aspecto fundamental del bienestar del ser humano,
y en este caso específicamente de las mujeres.10 Es evidente que las mujeres se
vuelven vulnerables a enfermedades y complicaciones de la salud sin un acceso a
servicios seguros y de alta calidad, llegando incluso a la muerte. En concreto el
concepto de salud reproductiva se incorpora formalmente en este país a partir de la
implementación del Programa de Salud Reproductiva y Planificación Familiar 1996-
2000. Es de reconocerse que se han observado esfuerzos muy importantes en la
prestación de servicios de salud sexual y reproductiva y logros relevantes en los
procesos de reorganización de instituciones; sin embargo, una gran parte de los
sectores de la población, y un gran número del personal que trabaja en las
instituciones de salud no han alcanzado en su totalidad la comprensión del concepto
de salud reproductiva.11

Es importante, que la investigación en salud reproductiva como fenómeno


social multifactorial se aborde desde diversas perspectivas, ya que existen muchos
aspectos importantes que requieren atención.12

Sin duda, la solución médica que se manifiesta, podría ser la más adecuada,
ya que encierra la posibilidad de las parejas de tener vínculos genéticos con sus hijos
e hijas, sin embargo, surgen repercusiones en el ámbito jurídico, debido a la falta de
regulación de algunas de las formas de reproducción asistida13 y, obviamente en el
ámbito moral debido a una serie de interrogantes en la vulneración de los derechos
humanos de los involucrados y de los problemas de orden psicológico, social y
económico que dicha aplicación puede generar.

Se ha dicho que el concepto clásico de procreación ha sufrido


variaciones a lo largo del tiempo, con los avances de la ciencia y la tecnología,
que han permitido crear mecanismos o procedimientos artificiales para generar
vida, en principio con fines terapéuticos, es decir, fungiendo como auxiliares de
las parejas para procrear, ante problemas de esterilidad; sin embargo, en
ejercicio del derecho de toda persona a la libertad de procreación, contrario a lo

10
Ídem.
11
Véase Palma Cabrera, Yolanda y José Luis Palma Cabrera, Salud reproductiva. La sustentabilidad de los
Programas de Salud Reproductiva, Investigación en salud y demografía SC. Conapo. México. 2005, P. 4, [En línea]
Formato Pdf, [Consultado el 11 de agosto de 2007], Disponible en
http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/Otras/Otras4/PDF/05.pdf
12
Lartigué, Teresa et. al. Retos actuales en la investigación en Salud reproductiva, Sexualidad y Reproducción
humana en México, Vol. II, Teresa Lartigué y Héctor Ávila comps., Plaza y Valdés eds. México, 1996. p. 225.

13
Infra Capítulo II.
que opinan algunos autores, 14 no solo debe ser un método terapéutico, sino
que debe traducirse también en un método alternativo.

14
La inseminación artificial es un procedimiento creado para remediar los problemas de esterilidad, por tanto, en
ningún caso, debe tener como fin sustituir la relación sexual natural, es decir, nunca debe ser considerada como medio
alternativo de procreación, Cfr. Brena Sesma Ingrid, Algunas consideraciones en torno al derecho a la reproducción
por medio de inseminación artificial, Boletín Mexicano de Derecho Comparado, No. 82, México, 1995, p. 74.

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