Uncion de Lo Enfermos
Uncion de Lo Enfermos
Uncion de Lo Enfermos
CICLO : II
GRUPO : A
INTEGRANTES :
AYACUCHO – PERÙ
2016
DEDICATORIA
A los maestros que nos están formando profesionalmente, porque cada uno de
ustedes nos motivan en nuestros sueños y esperanzas lo que la vida nos tiene
preparado para nosotros para el futuro.
INTRODUCCIÓN
Alguno de vosotros quizás leyó, en fechas recientes, este titular en los periódicos:
“El Papa Juan Pablo II confirió el sacramento de la Unción a cien inválidos romanos”.
De esta confusión viene el pánico que muchos cristianos sienten hacia él. Hay
quienes lo consideran “el sacramento, antesala de la muerte”. No es extraño, por
ello, que el sacerdote sea recibido con frialdad cuando va a impartir este
sacramento. Constituye una especie de certificado de defunción inminente. Cuando
a alguien le dan la “Unción”- es la opinión más frecuente- parece que le están
diciendo que hay que ir preparando la caja y la sepultura...
Pero el Concilio Vaticano II nos ha dejado ya muy clarito que este sacramento no es
para los moribundo sino una sacramento de apoyo y ayuda para los enfermos y
débiles físicamente. Es un sacramento que no se da para prepararse a la muerte
sino para vivir plenamente nuestra enfermedad y debilidad física. De ahí que se
haya cambiado hasta el nombre. Del temible nombre “Extremaunción” se ha pasado
a llamar “Unción de enfermos “el sacramento de la Unción es la fuerza que recibimos
de Dios para vivir levantados, nunca encogidos o de rodillas. Desde él la Iglesia nos
dice: “Levántate. No tengas miedo. Dios está contigo”. Y, además, nos ofrece su
gracia, su fuerza sacramental, su Espíritu Santo, para afrontar las dificultades
propias de la enfermedad o debilidad física. El Sacramento de la Unción de los
enfermos, es, por tanto, es la fuerza que nos concede para atraer sobre aquellos
que lo reciben la salud de espíritu y de cuerpo.
Desde él, el cristiano recibe consuelo, paz, ánimo y el perdón de todos sus pecados,
si no ha podido participar en el sacramento de la penitencia.
- Cristo durante su vida siempre mostró un gran amor por aquellos que padecían
algún mal, que tenían alguna enfermedad o dolor.
Recuerda que el Evangelio nos cuenta cómo Jesús curó a paralíticos, ciegos y otros
enfermos.
- Esta preocupación del Señor por los enfermos, se la comunica a sus discípulos.
Jesús, en dos momentos del Evangelio, les dice lo que debían hacer con los
enfermos: y ungiendo con óleo a muchos enfermos, los curaban.¨ (S. Marcos, 6,13)
pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos se encontrarán bien.¨ (S. Marcos,
16,18)
- El apóstol Santiago nos cuenta en la Biblia, la costumbre que ya existía entre los
primeros cristianos con estas palabras: ¿Alguno entre ustedes enferma? Haga
llamar a los presbíteros de la Iglesia, y oren sobre él, ungiéndole con óleo en el
nombre del Señor, y la oración de la fe salvara al enfermo, y el Señor le hará
levantarse, y los pecados que hubiere cometido le serán perdonados.¨
(Santiago, 5 14-15)
¿QUÉ PIENSA JESÚS SOBRE EL DOLOR?
- Jesús nunca se quejó, nunca se rebeló ante el sufrimiento, ante el dolor del alma o
del cuerpo.
- Desde entonces el cristiano sabe que la enfermedad no es una maldición, sino que
puede ser un MEDIO PARA SANTIFICARSE, un medio para acercarse más a Dios.
Una persona puede ofrecer su enfermedad por su salvación o por la de otros
hombres.
- La enfermedad puede ser también algo que nos ayuda a preparar mejor nuestra
alma para dar cuenta a Dios de nuestra vida. Jesús quiso dejarnos el
SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS para vivir mejor estos
momentos.
- ¿Se puede recibir varias veces este sacramento? Sí, cuando después de haberlo
recibido, la enfermedad se agrava.
- Primero debes saber que solo el SACERDOTE puede dar este sacramento.
- No es bueno pensar que este sacramento debe darse cuando ya se está muriendo
la persona, pues la Iglesia recomienda que se reciba al comienzo de la enfermedad,
para que la persona lo reciba con lucidez, o sea, que sé de cuenta, y con fervor,
porque la unción ayuda también si así Dios lo quisiera, para curar la enfermedad.
3) Cuando un hombre no tiene pecado se dice que esta ¨ en gracia ¨. Pues la unción
de los enfermos, si el enfermo esta en gracia, aumenta esa gracia.
- Este sacramento nos ha hecho reflexionar que la vida del hombre no acaba aquí en
el mundo, sino que sólo es el camino para alcanzar la verdadera vida: la VIDA
ETERNA, la vida para siempre con Dios en el cielo.
Esto nos hace pensar ¿De verdad vivo mi vida preparándome para ese día en que
me voy a encontrar con Dios, para ese momento que se llama MUERTE?
- Hay algunas personas que creen que el llevar un sacerdote a un enfermo para que
le dé la unción de los enfermos, sólo le va a asustar más, porque va a creer que se
está muriendo.
- Si conoces alguna persona enferma o algún viejito en peligro de muerte, habla con
él sobre todo lo que has aprendido de este sacramento.
“Con la sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros, toda la
Iglesia entera encomienda a os enfermos al Señor sufriente y glorificado para que
los alivie y los salve. Incluso los anima a unirse libremente a la pasión y muerte de
Cristo; y contribuir, así, al bien del Pueblo de Dios” (LG 11).
“¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que
oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe
salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometidos pecados,
le serán perdonados” (St 5,14-15).
El sacramento de la Unción de los enfermos tiene por fin conferir una gracia especial
al cristiano que experimenta las dificultades inherentes al estado de enfermedad
grave o de vejez.
El tiempo oportuno para recibir la Santa Unción llega ciertamente cuando el fiel
comienza a encontrarse en peligro de muerte por causa de enfermedad o de vejez.
Cada vez que un cristiano cae gravemente enfermo puede recibir la Santa Unción, y
también cuando, después de haberla recibido, la enfermedad se agrava.
d) El texto que comentamos dice: “El Señor lo levantara” (griego, erguiré). ¿En
qué sentido? Ciertamente este Sacramento obtiene también, si así conviene al alma,
la salud del cuerpo, pero el texto de Santiago no pone ninguna limitación ni
condición, sino que afirma, como algo propio del Sacramento, que el Serlo levantará
al enfermo.
El verbo griego “egerein” se emplea en los textos relativos a la resurrección con el
sentido claro e indudable de resucitar. En estos textos, del significado de “despertar”
(por ejemplo en S. Mt 8,25, los discípulos despiertan a Jesús dormido en la barca),
se pasa al de “despertar del sueño de la muerte”, o sea resucitar:
· Mt 10, 8 (resucitar – griego egerete – muertos).
· Jn 5, 21 (Como el Padre resucita –egerei – los muertos...).
· Hc 5, 30 (Dios... levantó, resucitó –egeiren – a Jesús).
· I Cor 6, 14 (Dios resucitó –egeiren– al Señor y también nos resucitará-
exegerei– a nosotros).
ANEXOS
BIBLIOGRAFÍAS
1. http://www.archimadrid.es/nsmoraleja/hojas/UNCION-ENFERMOS.pdf
2. https://es.wikipedia.org/wiki/Sacramento_de_la_unci%C3%B3n_de_los_e
nfermos
3. http://www.laverdadcatolica.org/F19.htm
4. http://campus.uladech.edu.pe/pluginfile.php/2169100/mod_resource/cont
ent/1/TEXTO%20DOCTRINA%20SOCIAL%20DE%20LA%20IGLESIA%20I
%202014.pdf
5. http://idd0098d.eresmas.net/nbse21.htm