La Bolsa Evidente - Javier Alfayate - Tomo 1
La Bolsa Evidente - Javier Alfayate - Tomo 1
La Bolsa Evidente - Javier Alfayate - Tomo 1
Esta publicación está diseñada para proporcionar una información concreta y compe-
tente de la materia tratada. Se vende bajo el entendimiento de saber que ni el autor ni
el editor están obligados a rendir servicios legales, contables o de cualquier otra índo-
le profesional. Si se necesita asesoría legal o la asistencia de otro experto, se deberán
buscar los servicios de un profesional.
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11
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mercados. Algo de lo que en muchas ocasiones carece el análisis macro que si bien se
centra en estadísticas, busca poco la correlación directa con los mercados.
Y esta visión es la que configura la teoría que se desarrolla en la Bolsa Evidente
ofreciendo una herramienta que permite al analista técnico encontrar una mayor con-
vicción y apoyo en sus decisiones. Otra de las grandes piedras angulares de la actitud
que debemos desarrollar.
“El mayor problema al que se enfrenta un trader es la confianza en su propio
método” Curtis Faith
La confianza es una actitud que debemos desarrollar y que no podemos apren-
der. La experiencia y la práctica es la que nos permite adquirirla. Una confianza que
difícil de conseguir y muy fácil de perder. Cuando usted comenzó a montar en bicicle-
ta, tuvo su primera prueba de confianza. Sin ella le hubiera sido imposible conseguir
hacerlo. Y este libro le aportará la confianza que aporta el entender el entorno macro-
económico.
El primer libro de Javier me aportó grandes conceptos a mi forma de operar que
he incorporado, pero este libro ha abierto mi perspectiva.
Es un libro que me ha hecho entender que es necesario ampliar nuestra perspec-
tiva para comprender mejor el entorno en el que nos movemos. Como analista técnico
debería pensar que todo está contenido en el gráfico, es una de las premisas de esta
disciplina. Y es cierto los gráficos incorporan toda la información. Pero no solo en los
gráficos de bolsa, también lo está en los gráficos de tipos de interés, también lo está
en los gráficos de los bonos, también lo está en los gráficos de las materias primas.
Todos esos gráficos serán nuestro mejor analista fundamental e incluso otros merca-
dos donde operar.
Le permitirá entender la situación macro desde los gráficos y no desde la infor-
mación de medios de comunicación que nos llega. No olvide nunca esta frase:
“Cuando todo el mundo sabe algo, no merece la pena saberlo” Stan Weinstein.
Porque en este libro tendrá lo mejor del análisis técnico aplicado a la visión
macroeconomía. Algo poco habitual en los libros de macro economía. Las siguientes
páginas probablemente le hagan tener cada vez más en cuenta un concepto importan-
te que son las correlaciones. Nos invita a conocer las correlaciones que existen entre
los mercados y los más importantes datos económicos. Unas correlaciones que se
resumen en el Flujo del Dinero. Un concepto que nos invitará a pedir que nuestras
estrategias estén confirmadas por este concepto.
Pero no es nada que no incorporará Dow en su teoría, donde nos explicaba que
los movimientos importantes tienen que confirmarse. Que no vale un solo índice para
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confirmar un movimiento, si no que tendrán que ser varios los que nos permitirán llegar
a esa conclusión. El flujo del Dinero nos hace extender esa confirmación a más merca-
dos, como son los de los Tipos de Interés, las Divisas, La Deuda Corporativa, las
Materias Primas y la política monetaria. Que tiene mucho sentido salir de nuestro grá-
fico para entender este entorno. Que tendremos más oportunidades de éxito si a nues-
tro valor no solo le pedimos que tenga una excelente estructura técnica, sino que se
encuentre en un sector que también la tenga y con un correcto entorno macroeconómi-
co (Flujo del Dinero). Que tenemos que abrir nuestra perspectiva.
Porque en muchas ocasiones tendremos movimientos perfectamente estructura-
dos en el aspecto técnico, pero que no tendrán sentido en el contexto macroeconómi-
co, y quizás en esos momentos es donde nuestra gestión de capital tiene que tener
especialmente cuidadosa. Y son movimientos que pueden parecernos desde un punto
de vista técnico perfectos, aunque desde el punto de vista fundamental, no lo sean.
Movimiento que también deberemos aprovechar conociendo dónde estamos y sabien-
do que tienen una fecha de caducidad mas cercana. Porque todo volverá en algún
momento a tener sentido, aunque pueda tardar tiempo. Como diría Keynes:
“El mercado puede permanecer irracional durante más tiempo que el que uno
puede permanecer solvente.”
La segunda parte del libro nos introduce en la historia de las crisis financieras.
Esa lectura que nos permite entender que las crisis no son eventos esporádicos, sino
eventos mucho más probables de lo que uno pueda esperar. Es una de las enseñan-
zas que nos dejan estos años de turbulencias, donde los modelos de riesgo tradiciona-
les han fracasado porque no contemplan esta realidad. Crisis que vacían la piscina de
la liquidez y permite descubrir aquellos que estaban nadando sin traje, aquellos que
estaban desnudos y que el mercado expulsará en situaciones de este tipo.
No todas las crisis son iguales, pero no por ello debemos caer en una de las fra-
ses que más problemas ha traído en muchos ámbitos “Esta vez es diferente”. Porque
vistas todas con la perspectiva que ofrece el libro, podrá encontrar las similitudes que
tiene la crisis actual con las anteriores. Incluso podrá pensar en cual podría ser la
siguiente crisis. Todo esto le permitirá entender el entorno sin olvidarse en las peculia-
ridades del momento actual, porque en los mercados los detalles son importantes. Son
tan importantes que incluso conociendo el posible escenario, sin una buena ejecución
de nuestra estrategia no tendremos nada.
Por eso en el mundo profesional distinguen entre analistas y traders, porque es
difícil encontrar en una sola persona cualidades para ambas tareas
Y en este entorno de incertidumbre es donde usted deberá moverse, donde uno
solo puede aspirar a tener razón algunas veces. Y eso debe contar con ello, y no con-
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vertir de cada inversión una cuestión de vida o muerte, porque si no morirá muchas
veces.
Este libro debería ser la razón para ampliar su perspectiva en los mercados. Su
lectura que le ahorrará todo el esfuerzo que Javier ha realizado para escribirlo, y será
el punto de partida para seguir profundizando en el tema. Probablemente no encuentre
un mejor punto de partida para ampliar su perspectiva del mercado.
Y no podía acabar este prologo sin hacer una referencia personal con el autor.
No creo que deba restarle más tiempo para comenzar a leer el libro. Los mercados
requieren de cada uno la excelencia para poder tener alguna oportunidad de ganar de
manera consistente. Este libro nace desde una persona que es un gran profesional de
los mercados, y del que no he dejado de aprender desde que coincidimos profesional-
mente. Sus resultados le avalan, pero probablemente esto no sea tan importante para
el cómo ser cada vez un mejor trader. Y ese tipo de personas suelen tener una gran
capacidad de generosidad, como lo tiene Javier en el día a día en su web y con su libro.
Porque el mercado, ante todo, es un reto.
“It’s not about the money, it’s about the game, the game between people”, Wall
Street II.
“No es una cuestión de ganar dinero, es una cuestión de competir contra
otras personas.”
Prólogo escrito por mi amigo Jesús Pérez, CEO de bolsa.com y autor de especu-
lación.org, además de ser participante de cursos, charlas y tertulias económicas y de
radio.
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INTRODUCCIÓN
Este libro está dedicado a todos los traders. ¿Qué son los traders? se dice en
inglés del inversor que opera aprovechando las pistas que le da el mercado y que tiene
un plan de inversión para mercados alcistas y bajistas. Su horizonte de inversión va del
intradía al de más largo plazo que se mide por la duración de la tendencia. En especial
está dedicado a los foreros de “Águila Roja” y a los lectores de accionesdebolsa.com,
que tanto nos han apoyado y que con su insistencia nos han convencido de que estos
sistemas de inversión tenían que ser dados a conocer a todos los traders. Sobre todo
lo dedicamos a los que siguen buscando el secreto de la inversión en bolsa y a los que
todavía no han comenzado, para que lo hagan con alguna ventaja competitiva más de
las que el autor tuvo.
Ed Seykota (considerado el padre mentor de los traders) le contaba a un colega
que una vez en las islas Bermudas se le acercó un trader novato que quería saber los
secretos mágicos del trading de los que nunca se hablaba. Seykota condujo al novato
hasta la próxima playa y allí estuvieron mirando romper las olas en la orilla. El novato
insistía, “Dígame, dígame ¿Dónde está el quid de la cuestión? Y Seykota le pidió: “Baje
hasta la misma orilla e intente sincronizarse con las olas hacia dentro del mar y hacia
fuera”. Después le gritó “¿Siente como consigue llevar el ritmo con las olas? Déjese lle-
var, déjese guiar”.
En este libro le diremos cómo conseguirlo y con qué herramientas debe contar
para seguir la tendencia de los mercados (mareas) y las pequeñas fluctuaciones (olas).
Lo que no nos dice nadie a los traders es qué hacer si las mareas y las mansas
olas se convierten en marejada y aun peor si estalla el temporal. En este libro también
se lo diremos. Pero nunca a un novato le pueden dar una recomendación mejor, lo que
suele ocurrir es que se dan y se reciben tantos consejos que es posible que nos que-
demos todos con el último, si todavía no tenemos criterio propio.
Para no diluir el efecto de la recomendación de Ed Seykota, que coincide plena-
mente con una de las claves de nuestra obra, solamente añadiremos un aviso a nave-
gantes:
“Un objetivo ambicioso requiere una dedicación completa”
Dedicación completa hasta que, como mínimo, domine todos los matices de su
sistema y opere tanto al alza como a la baja, relajadamente y sin tensión.
Si su objetivo es vivir de los beneficios que obtenga de la bolsa, o ya tiene expe-
riencia o tiene que dedicarle muchas horas, no menos de 10 a la semana. Así lo entien-
den los deportistas o los artistas desde su más tierna infancia. ¿Sabe cuántas horas se
entrena un tenista o un golfista en formación o al principio de temporada? y ¿un pianis-
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ta que va a estrenar una nueva obra? Como mínimo 6 horas diarias. Así lo entendieron
desde niños Rafael Nadal, Manuel Orantes y Severiano Ballesteros. Mucho más toda-
vía tiene que trabajar un pianista para preparar su primera interpretación de una obra.
Se lo tengo que comentar, cuando lo vea, a mi amigo Agustín Serrano, virtuoso pianis-
ta y aficionado al tenis.
Los traders se van a encontrar con adversarios tan fuertes como un fondo de
inversión o un banco, que compra o vende lo mismo que ellos o haciendo justo lo con-
trario. Si el fondo o el banco quieren vender, ¿le recomendarán a usted que haga lo
mismo? Si nos ponemos todos a vender al mismo tiempo ¿Quién les comprará a ellos
las acciones?
No hace muchos meses en una cena de amigos en La Zenia (Alicante) salió la
conversación sobre la bolsa. Hubo coincidencias que yo apuntaba mentalmente. Todos
sin excepción coincidían en:
- Nunca habían mirado un gráfico.
- Nunca habían usado un stop de pérdidas.
- Ninguno daba una razón técnica para comprar los valores que tenían o habían
tenido en cartera. Lo que sí exponían era alguna razón inconcreta de análisis fun-
damental, por ejemplo, esa sí es una gran empresa, sin conocer ni PER (relación
precio beneficio), BPA (beneficio por acción), etc.
- Todos eran inversores a largo plazo, que es en lo que se convierten los traders
que compran cuando el mercado y sus acciones están en tendencia bajista y
deciden mantenerse en el mercado sin vender asumiendo pérdidas. Inversores a
largo plazo es en lo que se convirtieron tras la crisis de octubre de 1987.
En aquel momento de la conversación, tengo que reconocer que a mí se me ocu-
rrió un mal símil que exponerles, pero no me resisto a incluirlo en esta introducción, ya
que aquí resultará menos rudo que decírselo a la cara a un amigo. No se me ocurrió
más que comparar lo que ellos hacían con un pasajero de un vuelo transoceánico que
llama a la puerta de la cabina de los pilotos y les pide que por favor le dejen pilotar la
nave un rato porque él es un gran aficionado a la aeronáutica.
El objetivo de la inversión en bolsa es ganar dinero por la diferencia que se obtie-
ne entre el precio de abrir una posición y posteriormente cerrarla. Para tener éxito y
conseguir el objetivo, mejor será que el principiante y el inversor anárquico sepan que
no se consigue sin un sistema de inversión probado.
Si quiere ganar dinero en la bolsa, forzosamente tiene que trabajar con uno o
varios sistemas y al contrario de lo que se recomienda, nosotros creemos que los tra-
ders tienen que seguir buscando un sistema mejor hasta que trabajen con uno que le
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permita abrir y cerrar posiciones en los dos o tres primeros días de un giro de merca-
do y mejor si es el primer día o un día antes. Esta recomendación es posible que no la
hayan oído antes ni siquiera muchos de los traders experimentados. Por cierto, en esos
días los fondos y los bancos de inversión son los que se están anticipando al mercado
o quizás sean los creadores del giro de mercado.
Este libro, a diferencia de lo que se encuentra en la bibliografía sobre inversión
en bolsa, está dedicado a presentar al lector, de cualquier nivel de conocimiento, dos
sistemas de inversión rentables y alguna otra propuesta de sistema.
También trataremos sobre la gestión del capital, cómo disminuir las rachas de
pérdidas y en qué cuantía son esperables. De lo que no hay apenas bibliografía es de
los flujos del dinero, es decir, donde colocan los grandes inversores su dinero cuando
no lo tienen en la bolsa. En este libro y en los dos anteriores del mismo autor encon-
trará las respuestas a estos dos temas.
Los productos de inversión de los que trataremos serán valores e índices de mer-
cados regulados, en los que los traders puedan comprar y vender desde un ordenador
instalado en su propia casa.
Del objetivo que nos proponíamos y de un proyecto anterior felizmente conclui-
do, devino el título de: “ENSÉÑAME LA PASTA”. La frase original está tomada de la
película Jerry Maguire escrita y dirigida por Cameron Crowe e interpretada por Tom
Cruise.
De lo que no trataremos aquí será de la psicología aplicada a la inversión ni de
la técnica de comprar y mantener, esperando que la situación económica mejore y los
beneficios de las empresas que tenemos en cartera hagan lo mismo. Trataremos, en lo
posible, de no cansar con las ondas de Elliot aunque sea una de nuestras bases de
partida. De estos temas ya se ocuparon casi todos los autores que nos han precedido.
Para comenzar, haciendo honor al título y también a diferencia de la mayoría de
los analistas, nuestros sistemas dan señal de entrada en el mercado en los giros que
suponen cambios de tendencia o fin de la corrección.
En los cambios de tendencia, por ejemplo, largos en el de marzo de 2003 y en
el de marzo de 2009 o cortos en noviembre de 2007 y en mayo de 2008. Al final de las
correcciones, por ejemplo, en agosto de 2004. Las posiciones abiertas se mantienen
hasta que llegan las correcciones generalizadas de orden mayor, tal como las de marzo
a agosto de 2004, marzo a mayo de 2005, la de mayo a julio de 2006, etc., etc.
Las razones que nos han llevado a publicar este libro han sido sobre todo las de
orden moral, porque cuando se ha sentido miedo al abrir una posición en el mercado,
se ha cerrado por falta de paciencia con escasos beneficios y el índice o subyacente
sigue dando beneficios a los que la mantuvieron, se llega a dudar de todos los indica-
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dores y de todos los sistemas. Los traders que hemos aprendido perdiendo y no hemos
dejado de buscar un sistema mejor tenemos que dar la razón a quien dijo “el éxito con-
siste en afrontar los fallos y aprender de ellos sin pérdida de entusiasmo”, Sir Winston
Churchill.
Cómo está estructurado el libro y en qué aspectos del trading le puede ayudar:
Los capítulos van de menor a mayor profundidad técnica del uno al cuatro. El
cinco está dedicado al análisis técnico basado en los indicadores de amplitud, el seis
trata sobre la selección de valores sin el Market Timing mientras que el ocho tratará de
otra selección de valores pero esta vez teniendo en cuenta el Market Timing. Mientras,
el capítulo siete versara sobre la inversión a la baja o bajista.
Los capítulos van madurando ideas y sistemas desde una primera exposición
hasta su desarrollo y comprobación de resultados. Sintetizadas, estas ideas se conci-
ben para detectar:
- Los cambios de tendencia de bajista a alcista.
- El comienzo de las correcciones.
- El final de las correcciones.
- Los cambios de tendencia de alcista a bajista
Como en todo el libro, tratamos desde una nueva perspectiva el trading, reco-
mendamos su lectura comenzando desde el Capítulo 1, aunque en muchos casos los
lectores conocerán mucho de lo allí tratado.
Si el lector es uno de los traders que se plantea preguntas que no le ha respon-
dido el análisis técnico basado en los gráficos de precios y en el volumen, en este libro
encontrará respuestas a las preguntas: ¿hasta dónde llega una corrección? y si las
correcciones son el momento de abrir nuevas posiciones ¿cuándo entrar en el merca-
do durante una corrección?
Una corrección, que no sea la última de una tendencia observada en un índice
representativo de un mercado, tiene un mínimo o máximo desde donde el mercado
arranca para proseguir con su tendencia. Esta misma observación la podemos hacer
con la mayoría de los componentes del índice que desde su mínimo (máximo en ten-
dencia bajista) retoman la tendencia para seguir haciendo máximos más altos o más
bajos que los anteriores. Este fenómeno, que se justifica por estadística de funciona-
miento de un índice, si lo sabemos aprovechar ya nos otorga la primera ventaja para
competir en los mercados con el resto de los participantes.
Es como si a un tenista que pretende mejorar su servicio, la fuerza de la grave-
dad le concediera el privilegio de que al lanzar la pelota hacia arriba esta se quedara
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suspendida en el aire el doble o el triple de tiempo de lo que habitualmente lo hace. En
términos de trading este privilegio nos lo conceden siempre al final de una corrección
de un mercado, que coincide con el final de la corrección de la mayoría de sus compo-
nentes, pero no de todos. Algunos llevan días esperando en sus mínimos y otros harán
mínimos dos o tres días después.
En este libro pretendemos descubrir cómo sincronizarnos con los mercados, lo
que en inglés se conoce como “Market Timing”, para mantenernos en seco siguiendo
de cerca el comienzo y el final de las mareas y que la última ola no nos moje.
Estableceremos la diferencia, mediante pruebas empíricas, de aplicar un sistema de
trading sin sincronización con respecto a otro que sí lo esté. Esto lo estudiaremos en
los capítulos 6 y 8.
Las mariscadoras gallegas se dedican a la extracción, a la limpieza, al acondicio-
namiento, a las siembras del marisco e incluso a la vigilancia de las costas para que
ningún furtivo se lleve lo que les pertenece por derecho. Nuestro trabajo es más fértil,
pero al igual que las mariscadoras solamente podemos sembrar y recolectar con la lle-
gada de la bajamar.
Por último, recuerde que los capítulos han sido enriquecidos con notas y aporta-
ciones de colaboradores que en ocasiones han sido extensas. Puede ser que en cier-
tos momentos se hable en primera persona de experiencias que lógicamente por edad,
yo no he podido vivir. En cualquier caso, lo importante es comprender que son anécdo-
tas y que siempre tendrán una valiosa lección.
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CAPÍTULO 1:
LA IMPORTANCIA DE VER MÁS ALLÁ DE LA ACCIÓN:
EL TODO DE LA EVIDENCIA.
Ana Lucía (hablando a Sawyer): “Si te digo que camines, tú cami-
nas. Si te digo que corras, tú corres. Si te digo que pares, tú paras.
Si te digo que saltes, ¿qué dices?”
Sawyer: “Tú primero.”
Perdidos – Lost.
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En muchas ocasiones se me ha preguntado acerca de este término y su sentido.
Realmente, es un término que define de manera sencilla el flujo del dinero o los cana-
les de inversión del capital que finalmente afectan a la bolsa y a los demás productos.
Bauticé a todo esto como evidencia porque al final, tras un estudio pormenorizado, lle-
gué a comprender que todo estaba ahí desde el principio, esperando a ser descubier-
to. Llegados a este último punto, todo resultaba tan sencillo, claro y evidente que no
merecía otro término que el de la Evidencia en la bolsa.
Mis estudios sobre la evidencia se remontan al 2003, hace siete años desde la
fecha actual de esta edición. El mercado bajista de las punto com me había cogido en
su fase final, y la puntilla fueron los fatídicos atentados del 11 de septiembre. Por aquel
entonces aún estaba estudiando mi carrera universitaria y, en este ambiente tan disten-
dido, donde hay tiempo para pensar, comencé a fijarme en los tipos de interés, tanto
de USA como de Europa. Algo había leído sobre esta materia. Decían que, si los tipos
de interés subían, era malo para la economía y, si bajaban, era una magnífica noticia.
La evidencia todavía no era tan evidente para mí, ni para nadie que se creía que lo
sabía todo y que comenzaba a estudiarla.
¿Cómo era posible que si los tipos bajaban, la bolsa siguiera cayendo?, ¿el mer-
cado no se movía sólo por los datos de paro, o de PIB?, ¿acaso había entendido mal
la teoría?, ¿había algo más que yo no sabía? Por supuesto que sí, había muchas cosas
que desconocía. Por tanto, era necesario identificar las fuerzas externas que movían a
la bolsa haciendo cambiar el flujo del dinero. Cuando este flujo se secaba, la bolsa caía,
mientras que cuando este flujo de capital era máximo, la bolsa ascendía. Sin duda algu-
na, el combustible de la bolsa era el capital y su apetito por rentabilizarse a través de
la inversión en bolsa. De esta manera, lo barato y lo caro deja de tener sentido y cede
su puesto al análisis de los flujos de capital o de la evidencia en sí misma.
LA BASE DE LA EVIDENCIA
Kostolany, a lo largo de sus enseñanzas, comentaba dos factores de importancia
a tener en cuenta en el análisis bursátil: el factor dinero y el factor psicológico. El fac-
tor dinero era positivo cuando los tipos de interés eran tan bajos, que la actividad vol-
vía a reactivarse y el mercado tenía más dinero a su disposición. Este precio del dine-
ro tan bajo hace que la rentabilidad en productos de ahorro caiga de manera importan-
te, de tal manera que la única alternativa de inversión queda en la bolsa y en las mate-
rias primas refugio, como el oro, la plata o el platino. Kostolany, a través de sus ense-
ñanzas, nos está diciendo de manera clara que la base de la evidencia son los tipos de
interés y el sentimiento general de las personas, otro componente a tener en cuenta.
Podríamos estudiar el componente psicológico como el dibujo que va dejando el gráfi-
co a medida que pasa el tiempo. En estos gráficos o charts, somos capaces de ver per-
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fectamente las fases de miedo extremo y euforia desmedida que caracterizan a las eta-
pas de los mercados. De esta forma, podemos conocer el estado de la psicología de
las masas.
Tenga en cuenta que el tipo de interés es un participante directo en el mercado y
que marcará la evolución de las acciones a través del flujo del dinero o de la evidencia.
Podríamos catalogar como evidencia directa a aquellos productos que se ven inmedia-
tamente influenciados por los tipos de interés: bonos, materia prima, divisa y finalmen-
te la bolsa.
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Estos cuatro subyacentes podríamos decir que son las vías de escape de la gran
tubería de la liquidez o flujo del dinero. Hay que pensar en el sistema como una gran
tubería, de donde salen cuatro tomas principales. Además, indirectamente, existen
otros factores a tener en cuenta en el ciclo del dinero que tienen que ver más con el
factor psicológico que mencionaba el gran “Kosto” y son: el MACD, la MM30, la situa-
ción de los Blue chips y SmallCaps y los ciclos en los sectores. Conocer el factor dine-
ro (bonos, materia prima, divisa y bolsa) y conocer el factor psicológico del mercado
(MACD, MM30, Blue chip y SmallCaps y ciclos en sectores), hará que las posibilidades
de acertar a la hora de comprar y/o vender acciones individuales aumenten de mane-
ra exponencial.
INTERRELACIONES ENTRE EVIDENCIAS
Si hay cuatro productos que dependen directamente del flujo del dinero o de “la
presión en las tuberías”, es claro que entre ellas habrá ciertas relaciones. Cuando la
fábrica de billetes está a plena potencia, el valor del dinero caerá y por tanto, la presión
en la tubería aumentará, al haber más billetes circulando por estos conductos. Esto
suele ocasionar inflación y en consecuencia el precio de las materias primas aumenta.
Si esta inflación no se contiene, es de prever una subida de tipos, por lo que los bonos
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suelen descontarlo subiendo sus rentabilidades y haciendo que su precio caiga. Si la
rentabilidad de los bonos sube, es más rentable invertir en bonos y en materia prima
que en bolsa, y ya tenemos el inicio de las crisis o escasez de liquidez para la tubería
de la bolsa y de la divisa. La relación es clara y simple. A partir de ahora, cuando hable
de divisa, generalmente hablaré de la reina de las divisas: el dólar. En la mayoría de
mercados que negocian materias primas, se intercambian dólares y por esto es mucho
más relevante hablar de dólar cuando hablamos de relaciones entre divisa y materia
prima.
Aunque será explicado con detalle posteriormente, puede aprenderse estas rela-
ciones de manera sencilla. Normalmente cuando el dólar en concreto asciende, la
materia prima suele caer y esto genera un precio del bono alcista y, por ende, una bolsa
alcista, ya que no es rentable comprar oro, plata, cereales etc. ya que sus precios están
en declive, mientras que la rentabilidad del bono también cae. Por tanto, sólo queda
comprar dólares y/o comprar bolsa, lo que produce un efecto retroalimentado, ya que
nuevas compras en el dólar, hacen subir su valor, y de nuevo la materia prima cae. Así,
las expectativas de subida de tipos se alejan, ya que la inflación estará controlada. Todo
esto dependerá también de la fase de mercado en la que nos encontremos, por tanto,
estas generalidades en ocasiones no se cumplen y es precisamente cuando un inex-
perto en evidencia se pierde.
Necesitará saber que un precio del bono en alza, hace que su rentabilidad dismi-
nuya. Así pues, cuando hable del bono, tiene que conocer con precisión si le estoy
hablando de su rentabilidad o de su precio. Una parte de las preguntas que me envían
a mi correo, se centran en el bono y los motivos por los cuales si su precio aumenta,
eso es positivo para la renta variable. La evidencia en bolsa, al principio, no es nada
evidente, pero simplemente precisa entender que el dinero únicamente sirve o está
para hacer más dinero y si uno o varios de los productos expuestos en el gráfico 1-2
no es rentable, automáticamente fluye hacia el que es más rentable y así, cuando la
bolsa sube, no es por ciencia infusa precisamente, sino porque en ese momento las cir-
cunstancias o la evidencia apuntaban a ello. Descubrirá cómo en cada inicio de perio-
do alcista, la rentabilidad del bono se sitúa en zona de mínimos. Normalmente la mate-
ria prima se mantiene estable o en ligero descenso.
LA EVIDENCIA ES SIMPLE Y NO PRECISA DE ELEMENTOS TÉCNICOS
Cuando vaya ahondando en el conocimiento sobre el flujo del dinero, se dará
cuenta de que simplemente hay que conocer el estado de la presión en cada cañería,
para adivinar cómo irá el mercado en los meses siguientes. Generalmente todas las cri-
sis, las grandes y las pequeñas, han surgido por alguna inestabilidad precisamente en
alguna de las cañerías mencionadas.
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No se moleste demasiado en poner indicadores a los gráficos del oro, o al bono,
o al de tipos de interés. Esto le ayudará, pero necesita tener claro los tiempos, ciclos
en el mercado y por supuesto el entorno en el que se mueve. Cuando la fase es al alza
y está situado en un mercado alcista clásico (bono alcista, materia prima neutral o bajis-
ta, dólar alcista, MM30 alcista, MACD alcista etc…), sólo tiene que vigilar cada cierto
tiempo los elementos de la evidencia y actuar en consecuencia. Si el bono sigue en
ascenso, pero el mercado es correctivo en el corto plazo, tiene que seguir confiando en
el mercado, ya que seguramente esté ante una corrección sana y normal, un alto en el
camino.
Un conocimiento profundo sobre el flujo del dinero o sobre la evidencia (bono,
dólar, materia prima y bolsa) combinado con un estudio sobre la situación particular de
cada periodo económico (mercado inflacionista, clásico alcista/bajista, súper
alcista/crack), le proporcionará las señales de alerta cuando las cosas dejen de ir bien
o confirmará su hipótesis de mercado. Estas señales suelen ser tempranas y servirán
para actuar a tiempo. No se imagina qué sustos me ha evitado tener este conocimien-
to y ponerlo en práctica. No le volverán a pillar en un mercado bajista como el del 2001
o el del 2007, y podrá mantener sin nervios posiciones al alza que se desarrollan con
el paso de los meses y de los años. Pondrá en práctica aquello de dejar correr las
ganancias y cortar las pérdidas.
EL FIN DE ESTE LIBRO
Este libro será diferente al anteriormente escrito por mí (Aleta de tiburón), y dife-
rente a los clásicos sobre bolsa e inversión. Aquí no hay una regla de oro con la que
actuar, sino multitud de escenarios en los cuales nos moveremos como traders. Desde
mercados súper alcistas, hasta entornos inflacionistas, o mercados clásicos alcistas y
bajistas, se tendrán en cuenta y se hará un estudio exhaustivo de ellos, tanto a través
de la evidencia como desde el punto de vista técnico; aunque algo de pasada, ya que
este aspecto es tratado en Aleta de tiburón: tácticas de un operador en bolsa.
Por tanto, al final, seremos capaces de predecir con cierto grado de acierto con-
vulsiones en el mercado, proyecciones temporales en las alzas y en las bajadas y como
novedad, descubriremos al completo, el ciclo de la bolsa y de los sectores, algo que sin
duda, interesará a más de uno. Conocer cómo y cuando se dan el testigo los diferen-
tes sectores en las diferentes fases de mercado, le ayudará enormemente a acertar
una vez conoce la situación de la evidencia y del entorno. Descubrirá cómo las proba-
bilidades del casino juegan a su favor.
Este libro le aportará algo que ningún otro libro le dará: criterio global del merca-
do. A lo largo de mis años en bolsa, lo que he descubierto es que lo realmente impor-
tante y lo que no falla en bolsa es el estudio sobre el flujo del dinero y cómo éste influ-
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ye en los precios de los bonos, en la materia prima, en el dólar y finalmente en la bolsa.
Estamos acostumbrados a fijarnos únicamente en su relación con la bolsa y obviamos
otros tres grandes mundos donde precisamente su estudio intensivo nos dará una ven-
taja competitiva frente a los demás participantes del mercado. Mientras el resto única-
mente se queda analizando valores individuales y algunos sectores de importancia, se
suelen perder lo que realmente importa y mueve al mercado global, tanto de acciones
como de otros tipos; se pierden el origen del movimiento en sí mismo.
EL FACTOR DINERO Y EL FACTOR PSICOLÓGICO:
ALGO MÁS QUE UNA COINCIDENCIA
Si partimos de la base de que todos los elementos de la evidencia están relacio-
nados y que, por ejemplo, la marcha del bono afecta directamente al comportamiento
de la bolsa, podremos afirmar que realmente esta relación (que primero se ve en la evi-
dencia directa o del dinero) acabará mostrándose en la evidencia de las masas o en
ese factor psicológico que mencionaba con anterioridad. La forma de detectar esto es
a través del empleo de las herramientas técnicas de giros de mercado y fases. Las que
yo recomiendo siempre son las divergencias en el MACD, la pendiente de la MM30 (o
media ponderada de 30 semanas) y la situación de los grandes y pequeños valores.
Como puede esperar, la confirmación viene dada por estas herramientas técni-
cas, pero siempre están precedidas por los componentes de la evidencia. Por ejemplo,
si la evidencia sigue siendo positiva, pero el mercado hace una corrección que no se
ajusta a la realidad o a la evidencia, probablemente sea un susto y la tendencia del
mercado se reanude al alza. Pero si la evidencia comienza a ser negativa y el merca-
do sigue ascendiendo, hay que estar atentos ya que las primeras señales de alerta del
flujo del dinero siempre son confirmadas a posteriori por los indicadores técnicos. Esto
nos permite tener una rapidez decisiva a la hora de operar largos o cortos según con-
venga aplicando la evidencia.
Lo que quiero que entienda es que la evidencia es como un semáforo. Si usted
ve el semáforo en ámbar, no se detendrá al instante, podrá juzgar si es conveniente o
seguro cruzar la calle o le dará tiempo a frenar sin que el que venga detrás le pase por
encima. Es decir, estudiando la evidencia somos capaces de distinguir el panorama
global del flujo del dinero, y aunque a veces parezca algo confuso, si el semáforo está
en ámbar, coincidirá conmigo en que acabará poniéndose en rojo en algún momento.
Esa es la clave, no se detenga cuando el semáforo esté en ámbar, pero actúe con pre-
caución. En otras ocasiones, y siguiendo con la analogía del semáforo, la señal es
verde nítida o roja chillona, por tanto no se despiste si en ocasiones no sabe si cruzar
la calle o no, el semáforo o la evidencia estará siempre presente. Espere a una señal
clara y actúe.
19
GRÁFICO 1-3 Ejemplo de evidencias en mercado: Índice, CRB y USD
20
da o es ligeramente bajista, los tipos de interés se tornan al alza y el dólar sube. Esta
situación de contención de precios, crecimiento sostenido y real en la economía, impul-
sa las alzas en las bolsas de manera segura y controlada. Estos mercados suelen durar
cuatro o cinco años.
Un mercado bajista clásico, tiene la peculiaridad de su duración y su proyección
a la baja. Si no es un mercado de crack, las caídas suelen durar entre uno y dos años
y no suponen caídas mayores al 30% desde máximos. La mayoría de los giros de mer-
cado a la baja siguen este patrón temporal y de esa magnitud porcentual. Su caracte-
rística más importante suele ser un bono bajista en sus comienzos o lo que es lo
mismo, una rentabilidad del bono al alza. En la fase intermedia, la materia prima, en
especial el oro, puede revalorizarse en momentos concretos de pánico en la bolsa pero,
sin embargo, un mercado bajista no tiene por qué implicar un mercado de materias pri-
mas a la baja. Si bien es cierto que una vez los tipos caen (debido al enfriamiento de
la economía), los precios de las materias primas suelen caer debido al menor consu-
mo. Sin embargo no es una regla que funcione siempre. Si esta materia prima cae, el
dólar naturalmente comenzará a recuperarse. Por lo general, se produce antes la subi-
da del dólar, para afectar de manera decisiva a la caída de las materias primas.
Un mercado súper alcista, se suele generar cuando el crecimiento económico es
real, es decir, la inflación está controlada, el PIB asciende de manera importante y los
salarios aumentan, de tal manera que el consumo y la situación global son claramente
positivos. Estos mercados suelen generar burbujas; sin embargo son altamente renta-
bles. La diferencia con respecto al mercado alcista es la duración de la fase y la orien-
tación de la evidencia. Un mercado súper alcista puede durar más de 10 años y todos
los componentes de la evidencia serán alcistas, exceptuando la materia prima, que
incluso caerá de precio. Sí, una materia prima a la baja puede suponer un mercado
alcista, a pesar de la situación generada en 2003, cuando materias primas y bolsa
ascendían. Bonanza significa altos beneficios, con empleo y consumo elevados, mien-
tras el poder adquisitivo sube claramente a pesar de precios al alza.
Un mercado de crack, es un mercado bajista clásico pero que se puede prolon-
gar por tres años o más. Las proyecciones en las caídas suelen ser superiores al 50%.
Este tipo de mercado se da cada varias décadas. Suelen ser generados por crisis de
capital o financieras donde la liquidez se seca en extremo y el sistema parece detener-
se. Las señales de alarma son las mismas que en un mercado clásico bajista: precio
del bono a la baja, dólar bajista, mercado de materias primas al alza en un principio,
pero que sufre un crack en la parte intermedia del mercado de crack, y movimientos en
los tipos de interés extremos, con intervenciones de bancos incluidas.
Un mercado inflacionista, se identifica por un entorno lateral o de alzas muy con-
tenidas en bolsa. La materia prima asciende de manera clara y subsector a subsector
21
se van pasando el testigo. Generalmente el oro comenzará a ascender, seguido del
petróleo, metales preciosos, resto de componentes energéticos y finalmente precios de
las materias primas agrícolas. En la historia hay ejemplos de mercados inflacionistas,
siendo los más destacados el de la década de los 70 y el de 2003. Hay que entender
este escenario como enormemente limitante para un mercado al alza clásico de accio-
nes. Si hay un limitado crecimiento del PIB, lo único que se logra es un empobrecimien-
to general que influye negativamente en bolsa, mientras que si hay crecimiento eleva-
do de PIB con hiperinflación, se consiguen mercados alcistas mediocres y de poco
recorrido, como el que hubo en 2003. En estos mercados, los tipos de interés suelen
ascender para controlar el alza de las materias primas, lo que supone una subida de la
divisa y una caída de los bonos que cada vez comienza a ser más peligrosa. Más ade-
lante entraremos en detalle.
LA EVIDENCIA HABLA TODOS LOS IDIOMAS
Seguramente esté planteándose la idea de si esto es extrapolable a los demás
mercados. Como ya le contaba en “Aleta de Tiburón”, los sentimientos y la psicología
es la misma para todos, por tanto, el factor psicológico será igual tanto en China como
en América, pasando por Europa, Australia etc. El dinero es junto con las matemáticas,
un lenguaje común a todas las nacionalidades. Todos queremos ganar siempre el máxi-
mo posible con nuestro dinero, por tanto los flujos de capital también estarán presen-
tes en todos los mercados en los que haya un banco central que imprima billetes y los
inyecte en el sistema.
Así pues, se podría afirmar que todos los mercados tienen el mismo sesgo y, aun-
que algunos suban o bajen más que otros, la inercia general será la misma mundial-
mente ya que los problemas de USA acaban siendo los problemas del mundo, de forma
que la relación y dependencia entre economías es cada vez más evidente y avanza con
la globalización. Por tanto, podríamos pensar que la caída de los bonos en Alemania
no afectaría a USA, y quizás directamente no, pero indirectamente sí. Tenga en cuen-
ta que el dinero es libre de fluir en cualquier dirección y los inversores extranjeros pue-
den aprovecharse de mayores rentabilidades en el rincón que sea. Lo aprovecharán y
por tanto los flujos acaban por convertirse en inmensas cañerías donde el dinero tiene
diferentes siglas, pero siempre busca el fin último para el que se concibe: rentabilizar-
se.
El Gráfico 1-4 muestra las diferentes bolsas mundiales y cómo aunque cada una
tiene una situación de la evidencia particular, con sus bonos, su inflación y su divisa, la
tendencia es a moverse en la misma dirección, precisamente porque los flujos de dine-
ro acaban siendo los mismos en todos los lugares del mundo. En ocasiones pueden
encontrarse diferencias en la cuantía de los avances o los retrocesos, sin embargo difí-
22
cilmente se encontrarán diferencias de ciclo. No podremos ver un Nikkei alcista duran-
te años mientras el mercado de USA ha caído un 50% por ejemplo. El marco temporal
escogido es justamente el giro de 2007 a la baja, para que se compruebe de un vista-
zo que lo mismo dio analizar el mercado español, el europeo o el asiático que el ame-
ricano. Todo estaba en sintonía y apuntaba bajadas. Si bien es cierto que en ocasiones
hay mercados que tienden a descorrelacionarse, estas anomalías tienden a corregirse
y no son prolongadas en el tiempo.
23
LOS ANALISTAS DE TRAJE Y CORBATA
Antes de pasar al resumen de los breves puntos que hemos visto en la introduc-
ción, me gustaría advertirle sobre los analistas repeinados y engominados que salen
en los medios de comunicación. Aún recuerdo cuando en una calle céntrica de Madrid,
a mediados de 2009, tenía una cita con uno de estos reputados analistas. Habíamos
quedado para discutir sobre la marcha de la bolsa y de la economía. Imagínese mi des-
propósito al intentar explicar a un señor de libros y estudios económicos que por
muchos datos de paro malos y consumo que mire, realmente lo importante estaba en
el flujo del dinero.
Sabía que sería misión imposible, sin embargo decidí acudir para pasar un rato
agradable o al menos interesante. Era mediados de julio de 2009, y el mercado había
subido desde mínimos durante el transcurso de uno de los peores mercados bajistas
jamás recordados en un 50%. El citado analista, defendía con especial énfasis la mani-
pulación actual del mercado y aludía a fuerzas ocultas e intereses oscuros para justifi-
car la subida de la bolsa. En cualquier caso, era una subida sin volumen que desem-
bocaría en una vuelta a mínimos como poco, argumentaba él. Además, aportaba los
malos datos que no paraban de salir al mercado, y que éstos parecían tomarle el pelo
al sentido común, siendo incluso indignante, un auténtico despropósito.
Como supuse, fue algo parecido a hablarle a una pared, por más que argumen-
taba que el flujo del dinero estaba volviendo a la bolsa motivado por una caída en la
rentabilidad de los bonos bastante fuerte y un mantenimiento en las materias primas, y
que sólo quedaba la especulación en bolsa y en divisa para rentabilizar una inversión
y, por tanto, el dinero fluía hacia el mercado de valores. Las noticias no importaban,
eran ruido. La evidencia era claramente positiva. Su mirada era como la de alguien que
piensa: “pobrecito, no comprende”. La ignorancia más profunda en ocasiones puede
surgir en las mentes más supuestamente preparadas y estudiosas. Por tanto la eviden-
cia, precisamente por ser tan clara y sencilla, muchas veces se escapa o es descarta-
da por mentes estudiosas.
Entiendo que los movimientos en bolsa, en muchas ocasiones, parecen imprede-
cibles, sin embargo, siempre cumplen una tendencia fijada por el flujo del dinero.
Recuérdelo, si todo es favorable para atraer un flujo de capital mayor, la bolsa acaba-
rá subiendo, salgan las noticias que salgan y diga lo que diga el analista de turno en la
televisión o en la radio. Me despedí de este analista con una sonrisa, convencido de
que su opinión sería la de muchos otros, y que muy probablemente no se cumpliría: no
sólo porque iba en contra de la evidencia en la bolsa, sino porque, además, sólo por
cuestión de opinión contraria, muchos estarían ya en posiciones bajistas esperando
este recorte “lógico”, y la bolsa ya había absorbido esta expectativa bajista descontan-
24
do así, un escenario negativo. La bolsa continuaría subiendo meses después, muy a
pesar del citado analista y corroborando mi teoría sobre lo evidente de la bolsa.
LA DISTRIBUCIÓN DEL APRENDIZAJE
No quería comenzar con la teoría pura y dura sin antes introducirle poco a poco
en la evidencia. Con este fin había ideado capítulos de aproximación y de lecciones
básicas que le proporcionarán piezas básicas que irá uniendo en progresivos análisis
de flujos de liquidez para así completar el puzzle entero del conocimiento en bolsa.
Así, en el capítulo dos, tendrá ocasión de comprobar cómo el estudio de la evi-
dencia en su base le advirtió de los peligros que se estaban formando a finales de
2007. Le sorprenderá el parecido asombroso que tuvo con respecto a otras crisis que
irá descubriendo en los ejemplos de los siguientes capítulos. Además, indagará en las
señales de confirmación técnicas y cómo éstas le aseguran lo que ya anticipaban las
anteriores evidencias. Podrá estudiar los motivos reales por los que los grandes valo-
res suelen ser los primeros en ascender en las fases alcistas y cómo y por qué los
pequeños valores o chicharros son vapuleados previamente a las fases bajistas. Todo
está relacionado, y en este capítulo podrá comprobar cómo al estudiar los movimien-
tos en estos grupos de valores podemos obtener cierta ventaja para la toma de deci-
siones. Finalmente se hará una relación entre Small, Medium y BigCaps (Blue chips)
con respecto a la línea de avance y retroceso, tan vigilada por las grandes institucio-
nes.
El capítulo tres versará sobre los detalles de los ciclos en los tipos de interés y su
estrecha relación con el mercado de bonos, materia prima, divisa y bolsa. Una vez estu-
diado con detenimiento su influencia y los tiempos en los que reacciona cada eviden-
cia, estaremos en disposición de formular la teoría de ciclos con gran detalle y cómo
podemos aprovecharla al máximo.
Con la lectura del capítulo cuatro descubrirá los detalles de cómo la bolsa se ve
influenciada por el mercado de bonos. Los ciclos y los detalles de esta relación en cada
fase de mercado quedarán al descubierto para que usted los estudie. La huella del
dinero queda bien definida en el mercado de los bonos y sus rentabilidades.
En el capítulo cinco, se tratará el estudio de la materia prima y su influencia clave
en los precios y por tanto en la inflación. Esto será importante a la hora de clasificar el
tipo de mercado en el que se mueve la bolsa: mercado clásico, mercado súper alcista
o mercado inflacionista entre otros. Además, al ser un factor clave en la economía y por
tanto en los tipos de interés, es inevitable que, como componente en el flujo del dine-
ro, afecte de manera directa e indirecta a la bolsa. Se estudiarán estas relaciones y
cómo operar en los diferentes tipos de mercado.
25
Irá descubriendo más evidencias con la lectura del capítulo seis. En esta ocasión
podrá comprobar cómo el dólar afecta de manera indirecta a la bolsa. Los flujos están
todos relacionados, y un indicio de estrechez de liquidez en uno o más de estos cana-
les puede alterar el flujo en las demás cañerías o sumideros de liquidez. Así pues, com-
probará cómo el dólar afecta de manera directa a la materia prima, ésta a su vez a los
bonos y finalmente éstos acaban influyendo sobre la bolsa. En este capítulo acabará
descubriendo el todo y los motivos por los que el sistema funciona de la manera en la
que está concebido.
En el capítulo siete podrá conocer más sobre los indicadores de amplitud como
el McClellan y otros psicológicos o de sentimiento bursátil. MACD y MM30 (media pon-
derada de 30 semanas) serán los elementos que trazarán en el medio plazo la tenden-
cia y la psicología de masas. Mientras la evidencia nos ayudará a predecir el futuro flujo
del capital, estos indicadores confirmarán la marcha de las tendencias vigentes en el
mercado. Este capítulo le ayudará a emplear estos indicadores de manera individual y
ver cómo al final están también relacionados estrechamente con la evidencia. Irá des-
cubriendo nuevas fichas de un puzzle que cada vez es más extenso, hasta ocupar una
superficie grande, pero abarcable por el conocimiento y el estudio. Finalmente se hará
un estudio de los indicadores económicos más importantes y que le pueden ayudar en
su toma de decisiones.
El capítulo ocho será el nexo de unión de todos los capítulos precedentes.
Pondrá de manifiesto todas las relaciones e interrelaciones existentes y cómo éstas se
mueven y se comportan en los diferentes escenarios de mercado desde 1600 en ade-
lante. En este capítulo se tratarán al detalle los diferentes ciclos económicos y sus
fases. Conoceremos con cierta exactitud los movimientos más probables de cada sub-
yacente sólo con mirar el ciclo de Kondratieff y cómo funcionan las evidencias en cada
fase.
Finalmente, en el anexo del libro, se hará un resumen de los elementos más
importantes de la evidencia y de las relaciones existentes en todos ellos. A través de
esquemas sencillos, podrá interpretar de manera correcta todas las fases y situaciones
que se han dado en el mercado a lo largo de décadas pasadas. Comprobará cómo la
evidencia ha estado siempre presente, esperando a ser descubierta. Además he aña-
dido otros gráficos de interés que mostrarán detalles y le aportarán información adicio-
nal y naturalmente descubrirá los libros de referencia en la bibliografía.
El gráfico 1-5 le enseña cómo están relacionados los diferentes elementos que
componen la bolsa y su análisis. Muchos traders se conforman con estudiar el elemen-
to más básico del esquema: las acciones. Como imaginará, estudiar únicamente el ele-
mento más simple y central no le ayudará a ganar mucho dinero. Las acciones indivi-
duales se ven muy influenciadas por la marcha del sector al que pertenecen y a su vez
26
GRÁFICO 1-5 Esquema analítico de grupos de análisis.
estos sectores son afectados por la situación de los índices globales en casi todo
momento. Lo que este libro tratará de introducir en su conocimiento bursátil será qué
elementos influyen en los índices y cómo estos elementos “ocultos” para muchos
podrán ayudarle. Este libro no pretende ser un sustitutivo de otras técnicas de
medio/corto plazo. Véalo como un suplemento a su criterio general de los mercados.
La persona que decide operaciones de compra o venta y que mira simplemente
una acción, puede tener suerte y ganar cuando el mercado está en tendencia, pero
cuando el mercado se complica o el sector no es favorable, los trades o negocios de
ese individuo suelen resultar en pérdidas. El mercado concede ocasiones suficientes
para ganar dinero en todos sus entornos, por complicados que sean.
¡Venga que comenzamos!
27
RESUMEN DE LA EVIDENCIA
- La evidencia se sale del análisis técnico tradicional. Es ir más allá. Lo más impor-
tante es estudiar los flujos de capitales que sustentan la evidencia.
- Desarrollar y entender la evidencia trae consigo muchos años de trabajo y esfuer-
zo, incluso algunas equivocaciones.
- Las evidencias más importantes y que dependen directamente de los tipos de
interés son: bonos, materia prima, divisa y bolsa. Después, las evidencias “técni-
cas” apoyarán a estas primeras, como son: MACD, MM30, Small & Medium Cap
(valores pequeños y medianos), Blue chips (valores de gran capitalización) y
ciclos en sectores.
- Existen relaciones directas entre evidencias que varían en función de la fase
actual de mercado. Un dólar bajista suele conllevar una materia prima alcista
mientras que un bono al alza, suele implicar una materia prima a la baja. Hay
mercados, como el inflacionista, donde pueden convivir un precio del bono alcis-
ta y una materia prima al alza a pesar de la subida de tipos llevada a cabo por los
bancos centrales. Es necesario distinguir los entornos de mercado, aunque en
ocasiones pueden sorprendernos.
- Los mercados donde existen flujos de capitales y de liquidez están expuestos
entre sí y están estrechamente relacionados. Ningún mercado se mueve al mar-
gen de los demás por mucho tiempo y generalmente sus evidencias coinciden en
forma y en tiempo.
- Debe predominar un análisis de flujos de capitales o de la evidencia frente a noti-
cias de cualquier índole que sólo agregan ruido a un análisis correcto de la situa-
ción actual y futura de los mercados. Confíe antes en sí mismo que en personas
supuestamente de renombre o con experiencia no demostrada o que no operen
en mercado y sólo ofrezcan recomendaciones. Primero viene la advertencia en
la evidencia, después la noticia. El dinero es inteligente y siempre busca la mejor
manera de rentabilizarse.
He aquí un ejemplo de cómo funciona la materia prima (segundo gráfico, $CRB)
y la divisa (primer gráfico, $USD), en este caso el dólar. Una de las relaciones más fie-
les con independencia de otros factores de mercado es la relación dólar/materia prima.
A primeros de abril de 2003, el dólar seguía con su tendencia bajista acusada, lo que
provocó un alza continuada en la materia prima, mientras el valor del dólar caía sin
parar.
28
GRÁFICO 1-6 Ejemplo dólar-materia prima.
Recuerde que un dólar bajista augura un entorno inflacionista, al ser el dólar más
barato, los exportadores de materias primas deben subir sus precios para así no per-
der beneficios reales ya que éstos cobran en los mismos dólares que cada vez valen
menos. Generalmente, un dólar alcista es bueno para la bolsa y para la economía, ya
que augura un entorno de precios controlado, pero es tarea de los bancos centrales el
hacer que esta posible subida del dólar no afecte al crecimiento. Como supone, todo
esto lo descuenta la bolsa unos meses antes con el mercado de bonos y de tipos de
interés. La bolsa no es realidad sino expectativa de realidad futura.
29
CAPÍTULO 2:
EL CRACK DEL 2007 Y SU PERSPECTIVA DESDE LA EVIDENCIA.
Todos somos muy ignorantes, lo que ocurre es que no todos igno-
ramos las mismas cosas.
Albert Einstein.
LAS FASES DE UNA CRISIS: UNA ETAPA DE OLVIDO PARA MUCHOS
Sin duda, uno de los más grandes mercados bajistas sucedió en 2007. Una pin-
celada de evidencia fue suficiente para darnos cuenta de que algo grande estaba por
llegar. El mercado alcista previo al crack del 2007 fue un mercado alcista clásico infla-
cionista. En este entorno de mercado, el dólar cae sin parar mientras la materia prima
presiona los precios al alza. Primero suele ser el oro, después el resto de metales pre-
ciosos, precios energéticos y finalmente el resto de materias primas agrícolas y softs
(zumo de naranja, algodón, madera etc.).
En este entorno de precios al alza y de crecimiento limitado, bono y bolsa van de
la mano, siendo el bono el indicador líder sobre la bolsa. Mientras el bono suba de pre-
cio, la liquidez del mercado está yendo hacia la bolsa y hacia la materia prima, ya que
la rentabilidad del bono cada vez es menor. Todo este mercado inflacionista se sostie-
ne hasta que el flujo en una de las cañerías comienza a ser llamativo: sí, ha acertado,
todo subirá hasta que la rentabilidad de los bonos comience a ser tan elevada, que no
compense seguir invirtiendo en bolsa. Desde este momento, los profesionales de la
bolsa comenzarán a vender todo tipo de valores, pero primero los de baja capitaliza-
ción (medianas y pequeñas empresas).
Aunque lo estudiaremos más adelante, un dólar bajista de medio plazo no es
positivo para la bolsa. Al final lo que genera es inflación y subida de tipos de interés,
ahogando la liquidez del mercado y haciendo que todos los flujos de capital acudan a
la “tubería” del mercado de bonos y al “sumidero” de la materia prima, dejando a la
bolsa con una más que evidente falta de liquidez.
Cuando el mercado bursátil se queda sin liquidez, se genera un efecto colateral
y retroalimentado por el cual los participantes en el mercado tienden a ahorrar y a guar-
dar su dinero en productos “asegurados” o de rentabilidad baja pero segura (depósitos
o bonos estatales de alta calidad). Cualquier otra cosa es más rentable que una bolsa
en declive o que no termina de avanzar. Este efecto huída, hace que los primeros valo-
res en ser liquidados o en ser despedidos de la cartera de los profesionales sean los
dudosos. Estos valores de dudosa reputación y fiabilidad suelen ser los de pequeña y
mediana capitalización. Ya puede usted imaginar el recorrido que tenían muchas
pequeñas empresas del mercado español a mediados de 2007.
31
Por muy extraño y sencillo que parezca, estudiar estos pequeños detalles hace
que tengamos ventaja frente a todos los demás participantes. Sea cual sea el entorno
de mercado, si éste se queda sin liquidez por los motivos expuestos con anterioridad,
vaya preparándose para salir del mercado. No conozco ninguna crisis de importancia
que no haya sido provocada por una súbita desaparición del flujo del capital hacia la
bolsa. La temida caída de 1987 tuvo el precedente de una súbita caída de los precios
de los bonos (o aumento en las rentabilidades), lo que provocó una huida masiva hacia
otros mercados de divisa y bonos mayormente.
En 1990, antes de la gran debacle japonesa, sus bonos cayeron más de un 10%
en pocos meses. Imagínese que su banco pasa de ofrecerle un 3% al año a darle más
de un 10% en concepto de intereses por su riesgo en deuda (bonos corporativos).
Usted y yo quizás dudaríamos de esta inversión, sin embargo el inversor profesional
mueve su dinero en poco tiempo. Precisamente cuando muchos de estos inversores
cualificados se ponen de acuerdo en liquidar posiciones en bolsa y mover su dinero al
mercado de bonos, la crisis está servida.
Todos estos mercados bajistas serán estudiados con detenimiento, pero en este
capítulo y como introducción, quiero ofrecerle mi visión con detalle sobre la crisis más
grave en décadas que nos tocó vivir hace no mucho tiempo; 2007. Puede ser una suer-
te o una desdicha el haberla vivido, pero si usted sobrevivió, es probable que haya
aprendido nuevos conocimientos, ideas y conceptos que le servirán en el futuro y en
próximas crisis.
UNA DE LAS CLAVES: EL BONO
Esta es una de las evidencias más importantes a tener en cuenta. Mientras que
el sistema económico no cambie, habrá una lucha entre los cuatro grandes sumideros
de liquidez (bono, bolsa, materia prima y divisa). Al tener cuatro mercados diferentes,
es crucial conocerlos todos, aunque mirando el precio del bono, en gran medida nos
haremos una idea de la salud de las fases vigentes.
Conocer estas cuatro evidencias es conocer el entorno de mercado en el que nos
movemos, de forma que podamos adaptar mejor las estrategias de inversión. Aunque
será explicado con detalle en el capítulo cuatro, en esta parte sólo nos centraremos en
el estudio del final del ciclo inflacionista de 2003-2007 y sus movimientos concretos en
2007. Examine el gráfico 2-1. Aunque quizás necesite un ojo más entrenado, se puede
apreciar cómo desde octubre de 2005 hasta julio de 2007, el mercado de bonos sufre
una liquidación de 14,000 puntos básicos, desde 124,000 hasta 110,000. Esta caída
cercana al 12% del precio del bono, representa un aumento de rentabilidades impresio-
nante (el precio de los bonos y su rentabilidad mantienen una relación perfectamente
inversa).
32
GRÁFICO 2-1 Bono y Bolsa: el final del ciclo alcista de 2003-2007
33
caso de que el mercado sea de este tipo, puede darse la rara situación en la que con-
viven una bolsa alcista, un bono alcista y un índice CRB o de materias primas alcista.
Ahora bien, el dólar debe estar cayendo.
Esta anomalía o excepción es cierta hasta la fase final del mercado inflacionista.
El ejemplo más claro ocurre en 2007 cuando el bono no puede seguir manteniendo
unas expectativas de rentabilidad bajista (precios alcistas de los bonos), ya que la infla-
ción de las materias primas presiona al banco central y éste sube los tipos de interés,
y con ello las rentabilidades de las demás deudas vinculadas a los tipos oficiales. Llega
un momento en que el precio de los bonos cae de forma constante y así se alcanzan
rentabilidades atractivas como para atraer dinero de la renta variable. Este umbral
dependerá del tipo de interés.
Observando el gráfico 2-2, se puede ver cómo el bono deja de subir a finales de
2007. Esto es positivo para la materia prima, la cual sigue su relación inversa tradicio-
nal y acaba ascendiendo. El dólar era un auténtico desastre desde 2007, sin conseguir
frenar una caída que parecía no tener fin. Se estaba avecinando una bajada de tipos
por parte de la FED y esto lo manifestaba el mercado de divisas, en especial el dólar.
El valor o precio del dinero caería y, con esto, habría más dólares para comprar mate-
ria prima.
34
EL DÓLAR APOYABA UNA TESIS BAJISTA EN EL MEDIO PLAZO
Espero que usted no se haya perdido aún. Recuerde que durante un mercado
inflacionista, la bolsa sube, el bono sube, la materia prima sube y el dólar cae. Lo que
le he explicado es cómo funcionan las evidencias en las últimas etapas de este merca-
do inflacionista y cómo se pudo apreciar de manera clara en 2007, el final de este mer-
cado.
Un elemento de importancia clave son los tipos de interés. Por lo general, un tipo
de interés a la baja augura una situación complicada, por lo que no es nada positivo
para la bolsa en el medio plazo, aunque se celebre con alzas en bolsa en el cortísimo
plazo. Un tipo de interés al alza está mostrando un crecimiento elevado que es nece-
sario controlar. Recuerde que el que decide sobre los tipos de interés es el banco cen-
tral, y se supone que éste tiene mucha más información de la que usted y yo podamos
conseguir en ningún momento de nuestra vida. Así pues, si estudia el gráfico 2-3, verá
cómo hay algo extraño. Los tipos en USA se bajaron del 5,25% al 4,75% en junio de
2007. ¿Acaso la FED estaba detectando un bajón en la economía? Probablemente sí.
35
Especialmente vulnerables a esta política de tipos son la divisa y el mercado de
bonos. Un tipo de interés al alza, por lo general, supone un aumento del precio del dine-
ro y por ende debe redundar en una subida del dólar y seguidamente en una caída de
la materia prima (excepción de mercado inflacionista). Además, si los tipos de interés
suben, las rentabilidades de los bonos deberían ascender y, por tanto, los bonos caer;
sin embargo ya sabemos que esto no es cierto hasta la fase final de mercado alcista.
Más adelante y en el capítulo destinado a los bonos, veremos cómo en función de los
diferentes vencimientos (3 meses, 1 año, 5 años, 10 años etc.) existen formas de inter-
pretar esta evidencia, pero la que se ha estado usando hasta ahora es el Bund y el TBill
con vencimiento a 10 años.
En el momento en que los tipos de interés suben, probablemente estemos en un
mercado alcista. El banco central considera que el crecimiento debe ser controlado ya
que está provocando inflación y por tanto sube el precio del dinero. Más adelante, en
el gráfico 2-4, se puede observar cómo, aunque la FED subía los tipos de interés, no
era capaz de hacer subir al dólar, lo que provocaría un aumento del precio de las mate-
rias primas y redundaría en un mercado inflacionista. Alguien podría pensar que hubie-
ra sido necesaria una subida de tipos mayor, pero el problema está en que si se hace
eso, la rentabilidad de la deuda acabaría por subir en exceso, penalizando el crecimien-
to y adelantando la siguiente crisis.
Lo bueno y grande de las evidencias es que están relacionadas entre sí y, por lo
general, todo gira en torno a los tipos de interés, que afectan a los flujos de capital y
que a su vez acaban afectando a la bolsa.
ACERCÁNDONOS AL DETALLE: TIPOS DE MERCADO
Aunque en este capítulo no se estudiarán en detalle los tipos de mercado que
podremos encontrarnos, es evidente que el mercado 2003-2007 fue un mercado alcis-
ta clásico inflacionista, donde además los bancos centrales no fueron capaces de con-
tener la inflación sin limitar el crecimiento.
Se podría sumar a esta crisis, otras tantas, como la crisis financiera de los ban-
cos y aseguradoras, la crisis inmobiliaria y la crisis de confianza general que puso en
duda el sistema económico vigente en algunos momentos de 2008, especialmente con
la caída de Lehman Brothers. Quizás vimos la peor crisis desde 1.929, año en el que
igualmente se juntaron en el mismo momento, crisis clásicas que se dan cada cierto
tiempo. La peor de todas es la de confianza y la de liquidez, ya que hacen temblar las
bases del sistema general.
Una vez determine con éxito el tipo de mercado, simplemente deberá aplicar una
serie de “recetas” a los diferentes mercados o sumideros de capital, aunque por lo
general siempre habrá algo en común: el bono.
36
GRÁFICO 2-4 Dólar y materia prima en el ciclo 2003-2007
En este gráfico podemos ver cómo la relación inversa del dólar con respecto a la
materia prima se cumple de manera extraordinaria. En este caso, el dólar es el indica-
dor líder, mientras que el CRB sigue un poco la estela. A medida que el dólar hace nue-
vos mínimos (enero 2004, enero 2005 y finales de 2007), vemos cómo el índice CRB
hace los máximos justamente unas semanas después. Incluso el año que el dólar sube
desde 82 hasta 92 (año 2005), vemos cómo esta subida no tendría repercusión hasta
medio año después, con la caída de las materias primas del 20% desde máximos. El
gráfico nos muestra cuál era la situación en 2007. Aunque las primeras señales de aler-
ta se activaban a finales de año, en el caso del dólar y de la materia prima, no se verí-
an afectados hasta pasados ocho meses. Una vez el mercado era plenamente bajista,
entonces el ciclo en esta interrelación cambió. Confirmaron la fase bajista que estaba
por venir. Más adelante, cuando examine el gráfico de ciclo de mercado inflacionista,
comprenderá que la materia prima no desciende hasta que el mercado ya es claramen-
te bajista. Es la última de las evidencias en girar en el sentido de la marea o tendencia
de mercado.
37
En el gráfico 2-5, puede ver cómo el índice CRB y dos de sus componentes
importantes, siguen la misma tendencia. Oro, petróleo y CRB subían, dándose el testi-
go en cada onda al alza. Tradicionalmente, cuando esto acontece en un mercado alcis-
ta, aparte de ser un clásico mercado alcista inflacionista, tiene mucho sentido que ocu-
rra de esta manera. El flujo de capital acude a la bolsa y a la materia prima, ya que el
dólar está en continuo descenso mientras que los bonos no son rentables. De esta
forma, bolsa y materia prima ascienden.
El mercado alcista ideal o mercado súper alcista ocurre cuando se produce cre-
cimiento real en la economía, y una divisa fuerte puede convivir con un mercado alcis-
ta. Los precios están controlados y la economía crece a buen ritmo. Aunque ya tratare-
mos ese punto más adelante. Ahora lo importante es ver todos y cada uno de los pun-
tos o evidencias que nos ayudaron a predecir el mercado bajista de finales de 2007 y
2008. Recuerde que todo suma y es importante, aunque en ocasiones basten un par
de vistazos a dos o tres activos importantes para darse cuenta de un cambio en la
base. Lo último en lo que hay que fijarse, antes del inicio de las caídas en un mercado
bajista, es en los índices small caps y medium caps (valores pequeños y medianos),
estrechamente relacionados con las líneas de ascenso y retrocesos y con los indicado-
res de nuevos máximos/mínimos.
LA CONFIRMACIÓN: SMALL CAPS, MACD Y MM30
Una vez las evidencias son suficientemente relevantes como para llamarnos la
atención, lo que debe vigilar a continuación son precisamente los valores pequeños y
otros indicadores técnicos como el MACD y la MM30 o media semanal ponderada.
GRÁFICO 2-5 Materia prima CRB, Oro y petróleo en el ciclo 2003-2007
38
Si el bono cae de manera profunda y la bolsa sigue ascendiendo, ahí tiene su pri-
mera señal de peligro. Generalmente se dan un par de señales de peligro antes de los
giros bajistas de medio plazo. Le enseñaré cómo diferenciar estas supuestas señales
de peligro de las que no lo son. Cuando la situación sea demasiado clara, comience a
liquidar primero los valores pequeños de su cartera. Lamentablemente, esta venta en
los valores pequeños suele venir sin previo aviso, y coge a muchos de improviso. Al
final de las etapas alcistas, usted sólo debería conservar valores grandes o de alta capi-
talización. Siempre tienen que ser los últimos en ser liquidados, y son los únicos que
suben en las etapas finales de mercado alcista, haciendo divergencias en las líneas de
ascenso/descenso. No se preocupe si aún no sabe lo que son estas líneas, serán expli-
cadas a continuación.
En el gráfico 2-6, puede apreciar los gráficos de small cap y del medium cap
durante 2007. Como puede ver, a finales de octubre, estos índices no son capaces de
superar sus máximos precedentes logrados a mediados de 2007. Esto es especialmen-
te relevante si lo comparamos con el Ibex35 (gráfico 2-7), en el cual el Ibex35 sí que
superaba los máximos anteriores. La señal era clara: los grandes estaban liquidando
sus valores pequeños o de poca confianza, mientras seguían comprando un puñado de
valores supuestamente de calidad.
39
Una vez han caído la mayoría de valores pequeños y medianos, el gran público
comienza a perder dinero en estas inversiones que tanto le gustan y, para compensar,
vende los valores de mayor calidad que aún no han caído. En esta fase es cuando los
últimos alcistas siguen entrando en el mercado movidos por la codicia y con motivo de
noticias supuestamente positivas. Aún recuerdo cuando estábamos por zonas de
15.500: la FED continuaba bajando sus tipos de interés (algo se olían de la crisis que
se avecinaba) y sin embargo todo eran noticias sobre grandes beneficios, ganancias
futuras y demás. La evidencia y el flujo del dinero iban en una dirección, mientras las
noticias y los rumores corrían en sentido contrario.
Creo que sobra decirlo, pero le recomiendo que siempre haga caso a lo que le
dice la evidencia y el análisis técnico e ignore otros comentarios y demás ruido de mer-
cado que no son más que bombas de humo que le impiden ver la realidad.
Estudiando el gráfico 2-8, puede determinar de manera sencilla cuándo un índi-
ce comienza a ser más débil que el mercado y de esta manera saber con exactitud el
momento de su huida del mercado. En esta ocasión, se ha empleado el RSCMansfield
expuesto en Aleta de Tiburón (mi anterior libro) sobre un gráfico semanal. Este indica-
dor ha sido configurado para 52 semanas y compara la situación del índice small cap
con respecto al Ibex35.
GRÁFICO 2-7 Ibex small y medium cap frente al Ibex35 durante 2007
40
En el momento en que este indicador cruza cero, es un indicador de peligro.
Como usted sabe, durante las fases alcistas del mercado, los valores pequeños ascien-
den en las fases intermedias-finales del ciclo. En el momento en que dejan de compor-
tarse mejor que el mercado, quiere decir que la bolsa o los índices están siendo soste-
nidos por unos pocos valores. Esta situación no es nada positiva y, de hecho, una vez
el RSCMansfield cruza cero a mediados de septiembre, lo peor estaría por llegar. La
mayoría de valores pequeños ya tenían severas correcciones del 20% o más desde
máximos a mediados de septiembre, mientras que la bolsa hacía nuevos máximos.
Una situación extraña que se solventaría con un mercado a la baja global desde prime-
ros de 2008.
Naturalmente, el que los valores pequeños se comporten peor que el mercado
global durante una fase alcista es una importante señal de alerta. Si piensa que sólo se
produjo en España, está muy equivocado. El gráfico 2-9 le muestra este mismo suce-
so en el mercado SP500.
La línea punteada del gráfico 2-9 muestra el SP Small cap y la línea continua es
el SP500. En ambos casos, mientras el SP500 lograba llegar a sus anteriores máximos,
los valores pequeños ni se acercaron. Estaban siendo liquidados en la sombra.
Mientras, en el gráfico 2-10, puede apreciar cómo en marzo, agosto y noviembre, la
línea A/D (indicador que mide los valores que avanzan menos los valores que retroce-
den) hace mínimos, coincidiendo con retrocesos del mercado. A finales de 2007, la línea
41
GRÁFICO 2-9 SP small cap frente al SP500 americano en 2007
A/D aún estaba haciendo niveles de -100 o -150, mientras el SP500 seguía en zonas
altas. Algo olía mal en el mercado, y la alerta también pudo verse en estos indicadores,
aunque visualmente llamaba la atención la dirección de los small caps y los grandes.
En el siguiente apartado, verá cómo se suceden las señales cronológicamente y
los motivos por los que me posicioné corto a tiempo mientras liquidaba todas mis posi-
ciones alcistas a finales de 2007, saliéndome por la puerta de atrás del mercado. Las
últimas evidencias que quedan por tratar son el MACD y la mm30. No se vea sobrepa-
sado si ha sido demasiada información en pocas páginas. Estoy resumiéndole en ape-
nas diez páginas más de seis meses, en los que las señales se sucedían como un reloj
marca las horas.
42
En alguna ocasión, los giros de mercado no fueron advertidos por las divergen-
cias en el MACD, ahora bien, prácticamente todas las divergencias desembocaron en
un mercado bajista. Después de muchos años estudiando el MACD, he llegado a la
conclusión de que las divergencias en este indicador muestran visualmente lo que no
podemos apreciar en la fuerza o en la pendiente de la subida. Normalmente cuando un
impulso alcista decimos que es débil, lo decimos porque comparativamente con los
anteriores ha sido de menor envergadura. Cuando este indicador diverge, quiere decir
que algo no funciona en los últimos impulsos alcistas del índice. En resumen, se está
subiendo con debilidad, sin determinación.
En el gráfico 2-11, se puede apreciar cómo, desde los puntos A y B del MACD, el
índice hace nuevos máximos de forma clara y, por tanto, el MACD consigue alcanzar
nuevos máximos mientras el índice también lo hace. En cambio no sucede lo mismo
desde el punto B al C, donde mientras el mercado marcaba nuevos máximos, el MACD
se desplazaba a la baja marcando una peligrosa divergencia.
No hay que tener vista de águila para darse cuenta de que los precios no son
capaces de subir con determinación una vez se superan los 15.000 a mediados de
noviembre de 2007, volviendo a caer de nuevo a zonas ya superadas con anterioridad.
Lo que determinaba el MACD fue un fallo alcista claro. Además, la pérdida de la mm30
43
por parte de los índices suele ser el desencadenante de las fatales caídas, una vez
todos los indicadores de la evidencia están en sentido bajista.
El índice pierde la mm30 en mayo de 2006 [1] y previamente en años anteriores.
Debe saber que esto es normal, pero no tiene que preocuparse mientras las demás evi-
dencias, como el bono, sigan en zonas de máximos sin inmutarse. De hecho, estas caí-
das leves son provocadas por caídas esporádicas del bono que, sin embargo, se recu-
peraba rápidamente. En agosto de 2007 [2], la mm30 también se perdería, pero no
tenía el precedente de la divergencia bajista en el MACD, aunque sí es cierto que el
bono ya estaba advirtiéndonos de la caída tres meses antes. Si hubiera sido un inver-
sor de perfil arriesgado, hubiera entrado corto en agosto de 2007 una vez se perdió la
mm30 en valores pequeños y medianos y, a pesar de que el mercado recuperara un
10% desde entonces, hubiera ganado dinero. La clave es saber cómo se producen las
caídas y dónde tiene que estar, aunque se generen trampas de mercado bajista tem-
porales.
En mi caso, no sólo deshice posiciones en agosto de 2007, sino que además, en
septiembre, una vez el mercado recuperaba, comencé a vender al descubierto o poner-
me corto en valores pequeños del estilo Sniace, NH Hoteles, Sol Meliá, la Seda, etc.
todos ellos pertenecientes, por cierto, a sectores que comenzaban a ser bajistas, espe-
cialmente el sector hotelero. Esto es un pequeño ejemplo: naturalmente había cente-
nares de opciones bajistas en Europa, USA, Japón, China etc. y al final todos se mue-
ven de la misma manera, como ya sabe.
Por tanto, creo que razones no faltaban para al menos liquidar largos y, en caso
de no entender la operativa bajista, estar al margen de la bolsa por un tiempo.
Recuerde que todo tiene su tiempo; hay momentos para sembrar y momentos para
cosechar, y estos momentos son claramente visibles estudiando la evidencia. Me gusta
mucho hacer símiles con estas situaciones, y no me puedo resistir a ponerle uno más.
Entienda la evidencia como el clima en las estaciones. Habrá veranos frescos o invier-
nos templados, pero estará de acuerdo conmigo en que, por lo general, en invierno
hace más frío que en verano. Si estudia estos factores, podrá determinar en qué esta-
ción está. Recoja su cosecha antes del invierno y siembre en los inicios de la primave-
ra y, aunque algo tarde, también en verano.
Algo tan tonto como esto es una de las grandes lecciones en la inversión en
bolsa. Las estaciones cambian con el tiempo, no pasará del verano al invierno en una
semana pero, si percibe en la evidencia claros signos de empeoramiento de las condi-
ciones, recoja y asegure parte.
En este libro, le dedicaré un capítulo entero a los ciclos y a cómo las evidencias
se van dando el testigo de una manera sincronizada, dependiendo también del merca-
do en el que se encuentren. Recuerde que hay cuatro tipos de mercado: clásico alcis-
44
ta, clásico bajista, inflacionista y superalcista. Cada uno tendrá sus características, aun-
que verá que son similares en ciertos aspectos.
Antes de pasar al siguiente capítulo, quería mostrarle cómo es un ciclo genérico
y cómo es el ciclo de la bolsa de manera global. Luego podrá examinar cómo y bajo
qué circunstancias el flujo del dinero o evidencia se dan el testigo en un mercado infla-
cionista y cómo el guión fue seguido a la perfección en 2007, que es el año que atrae
nuestra atención y nuestro análisis.
CICLO DEL FLUJO DEL DINERO: UNA APROXIMACIÓN
Imagino que conocerá que la naturaleza está repleta de ciclos y relaciones. Las
mareas se producen cada cierto tiempo, las estaciones se suceden una tras otras en
un ciclo sin final mientras los ciclos reproductivos de otras especies igualmente siguen
patrones bien definidos. ¿Realmente la bolsa sigue algún tipo de ciclo? Claro que sí.
Aunque los ciclos de largo plazo los estudiaremos algo en detalle, hay extensos libros
y fórmulas que tratan de darle un sentido, nosotros nos centraremos en los ciclos de
medio plazo que se producen en bolsa y su relación con las evidencias. Podrá estudiar
casos reales en el capítulo 8.
Una subida de seis años y una caída de un año y medio, ya es un ciclo. Sólo con
entender bajo qué circunstancias se siembra y bajo que otras circunstancias se reco-
ge, es suficiente para ganar dinero de manera constante en la bolsa. Lógicamente todo
esto debe regarse con una gestión de capital óptima tal cual se explica en otros libros
y que por su extensión no detallaré en este. Por ejemplo Trading con Gestión de Capital
de Oscar G. Cagigas.
Como ya conoce, 2003-2007 fue un ciclo dentro de un entorno inflacionista, bajo
el cual la bolsa ascendía a la vez que la materia prima y el bono. El perdedor fue el
dólar, que no paraba de caer. Cuando inflación y crecimiento se juntan, no se sabe muy
bien si el crecimiento del PIB es real o es solamente un espejismo. Si ese crecimiento
se emplea para pagar el alza de la vida, al final la sociedad o la economía no avanza
y se queda en el mismo lugar en el que estaba. Por esto es por lo que suelo decir que
un mercado inflacionista, por lo general, conlleva un mercado alcista torticero o limita-
do en gran medida. En otras ocasiones, si el mercado es inflacionista, incluso el mer-
cado se mantiene lateral por muchos años.
El gráfico 2-12 muestra un ciclo 1 a 1, donde el periodo de cada fase es exacta-
mente igual y alzas y bajas se suceden de manera indefinida. Esto es suponiendo que
el sistema en el que estuviera este ciclo fuera perfecto. En el campo de la física hay
muchos sistemas de este tipo pero, como imaginará, la física es una ciencia, mientras
que la bolsa es en muchas ocasiones un arte, una “pseudo-ciencia” que trata de expli-
car el estado psicológico de los inversores.
45
GRÁFICO 2-12 Ciclo natural 1 a 1 frente al ciclo bursátil 1 a 4
46
Además, por lo general, un mercado clásico bajista tarda entre uno y dos años
en cumplirse, mientras que un mercado de crack puede prolongarse a tres años, como
el que hubo en 2001, tras diez años de subidas prolongadas en la década de los 90.
Un mercado alcista clásico tiene una duración típica de cuatro a seis años, mientras
que un mercado super-alcista lo normal es que dure en torno a una década.
El ciclo 1 a 4 del gráfico 2-12, si lo examina con detenimiento, debería estar ses-
gado al alza. Esto es así porque los índices tienen una tendencia a ser alcista de largo
plazo y, por tanto, su ciclo normal es de caer rápidamente pero no volver a niveles
superados previamente unas décadas anteriores, mientras que, cuando asciende,
generalmente suele subir a niveles nunca vistos.
Casualmente las mejores noticias suelen coincidir con el final de la fase alcista,
mientras que las peores noticias se suelen dar cuando la bolsa ya ha iniciado la recu-
peración. No será hasta que la fase alcista de mercado está en vigor, cuando las noti-
cias buenas comienzan a salir a la luz y será entonces cuando el movimiento de la
bolsa tenga sentido. En efecto, como esperaba, la bolsa en muchas ocasiones predice
la salud en la economía. Sucede repetidamente, es algo que maravilla a muchos y que,
sin embargo, tiene la explicación de que los mejores informados son los que mueven
el mercado y por tanto los que aprovechan las imperfecciones del sistema para lucrar-
se.
En el gráfico 2-13, podrá comprobar cómo es un mercado inflacionista y cómo
sus evidencias se van mostrando una tras otra. Aunque ya puede imaginar el orden, se
lo repetiré gráficamente para que lo compare con el final de ciclo alcista 2003-2007 que
es el que hemos estudiado con detalle. Las zonas en gris oscuro de los círculos son los
periodos de noticias malas, y los que están en gris claro, son los periodos de noticias
buenas.
La fase última del ciclo alcista inflacionista, tiene como primera señal de alerta el
bono. Todo marchará bien mientras las rentabilidades de la deuda sean pequeñas. En
el momento en que el bono comienza a subir de precio, el flujo del capital empieza a
cambiar.
47
GRÁFICO 2-13 Ciclo de mercado hiperinflacionista
48
LOS GRANDES CICLOS DE KONDRATIEFF
Nikolái Dimítrievich Kondrátieff (1892-1938), fue un famoso economista ruso. Su
fama se debe por ser quien formuló la teoría del ciclo económico largo, cuya duración
fluctúa entre 48 y 60 años.
La fase alcista de la primera gran oscilación comprende el periodo de 1789 a
1836, es decir, 47 años. Su descenso se inicia en 1836 y termina en 1845, o sea, un
periodo de 9 años. Por tanto el ciclo se completa con 56 años.
El ascenso del segundo ciclo comienza en 1845 y termina en 1873, siendo su
duración de 24 años. El descenso con 23 años de duración se inicia en 1873 y acaba
en 1896. La longitud total del segundo ciclo es de 47 años.
Las alzas se retoman en el tercer ciclo de Kondratieff en 1896 y dura hasta 1929,
un total de 33 años. El ciclo bajista se toma 20 años, hasta 1949. El ciclo completo se
desarrollaría en 53 años.
El inicio del cuarto ciclo comenzaría en 1949 y duraría hasta el año 2000. En total
fueron otros 51 años de mercado al alza. La reacción bajista debería durar entre 15 y
20 años para completar un ciclo más largo de lo normal entre 66 y 71 años cuando lo
habitual es entre 50 y 60 años.
Siguiendo esta teoría de grandes ciclos, el inicio del nuevo mercado al alza esta-
rá estimado entre 2015 y 2020. La gran dificultad de este método es saber determinar
la duración estimada de cada ciclo. Para esto el autor definía cuatro estaciones con sus
características bien diferenciadas. Así, las fases al alza comenzarían con la primavera
o “Spring”, la seguiría el verano o “Summer”, luego el otoño o “Autumn” para cerrar el
ciclo con el invierno o “Winter”. Sabiendo determinar las características de estación,
sabremos con cierto tino la duración de cada fase y la estimación final de la longitud de
cada periodo de 50 a 60 años.
49
GRÁFICO 2-15 Ciclo de mercado de primavera o “Spring”. Longwave grp
50
GRÁFICO 2-16 Ciclo de mercado de verano o “Summer”. Longwave grp
El Gráfico 2-19 le muestra cuatro ciclos de Kondratieff desde 1770 hasta 2009.
Lo verdaderamente interesante de este gráfico será la relación que existe entre los dife-
rentes productos y evidencias y cómo funcionan como un reloj a la hora de determinar
su evolución futura. Este gráfico lo recuperaremos en el capítulo 7 para dar explicación
a sucesos históricos. Si estudiamos el pasado podremos anticiparnos al futuro y sobre
todo entender el presente.
Ahora mismo sólo debe interesarle la parte del gráfico que muestra las fases de
Kondratieff y el gráfico del S&P500. Por una parte en el gráfico está representado el
PPI índice de precios al productor, que después pasaría a ser el TR/Jefferies CRB
Index (índice de precios de las materias primas). Además está dibujado en la zona
media del gráfico el bono del tesoro americano a 10 años y el bono triple A corporativo
para que vea cómo estos bonos nos indican la fase en la que estamos y su importan-
cia en el estudio de fases.
El gráfico del S&P500 está expresado en escala logarítmica de manera que lo
importante son los avances en términos porcentuales. Así es como deben leerse los
gráficos históricos para evitar distorsiones en la valoración.
54
Los sucesos que marcan los acontecimientos y que debe conocer son:
- La guerra de 1812: fue una guerra que enfrentó a los Estados Unidos contra el
Reino Unido y sus colonias canadienses, que lucharon entre 1812 y 1814 por tie-
rra y mar. Estados Unidos declaró la guerra a Reino Unido el 18 de junio de 1812.
- La guerra civil de 1861: La Guerra de Secesión o Guerra Civil Estadounidense
(American Civil War) fue un conflicto significativo en la historia de los Estados
Unidos de América, que tuvo lugar entre los años 1861 y 1865. Los dos bandos
enfrentados fueron las fuerzas de los estados del Norte (la Unión) contra los
recién formados Estados Confederados de América, integrados por once estados
del Sur que proclamaron su independencia.
- La Primera Guerra Mundial o Gran Guerra fue un conflicto armado que tuvo lugar
entre 1914 y 1918 y que produjo más de 10 millones de bajas. Más de 60 millo-
nes de soldados europeos fueron movilizados desde 1914 hasta 1918. Originado
en Europa por la rivalidad entre las potencias imperialistas, este conflicto se
transformó en el primero en cubrir más de la mitad del planeta. Fue en su
momento el conflicto más sangriento de la historia.
- La guerra de Vietnam: Llamada también Segunda Guerra de Indochina, fue un
conflicto bélico que enfrentó entre 1956 y 1975 a la República de Vietnam, o
Vietnam del Sur, apoyada principalmente por los Estados Unidos, y la República
Democrática de Vietnam, o Vietnam del Norte, apoyada por el bloque comunista,
en el contexto general de la Guerra Fría. Tras el fin de la guerra, con el triunfo del
norte comunista sobre el sur, la guerra de Vietnam quedó marcada en la moral y
la opinión pública como la segunda derrota en la historia militar de los Estados
Unidos, después de la de Guerra de Corea.
Si se fija, el final de todos estos conflictos marca el inicio de los mercados super
alcistas propios de la estación de otoño de Kondratieff. El final de la guerra de 1812, el
final de la guerra civil de EEUU, el final de la primera guerra mundial y el final de la gue-
rra de Vietnam son los desencadenantes o chispas que generan las alzas. Para finan-
ciar estas guerras es típico la emisión de papel moneda y por tanto el aumento de pre-
cios en las materias primas, además de la inestabilidad creada. Igualmente el movi-
miento en los bonos o en la deuda estatal será importante. Los estados requerirán
financiación y así el coste de endeudarse puede aumentar en el corto plazo.
55
CONCEPTOS BÁSICOS DEL CAPÍTULO
- El bono es una de las formas de materializarse los títulos de deuda, de renta fija
o variable. Pueden ser emitidos por una institución pública, un Estado, un gobier-
no regional, un municipio o por una institución privada, empresa industrial, comer-
cial o de servicios. También pueden ser emitidos por una institución supranacio-
nal (Banco Europeo de Inversiones, Corporación Andina de Fomento...), con el
objetivo de obtener fondos directamente de los mercados financieros. Son títulos
normalmente al portador y que suelen ser negociados en algún mercado o bolsa
de valores. El emisor se compromete a devolver el capital principal junto con los
intereses, también llamados cupón. Este interés puede tener carácter fijo o varia-
ble, tomando como base algún índice de referencia como puede ser el euribor.
- Cuando hablamos de materias primas siempre solemos referirnos al índice CRB de
Thomson Reuters Jefferies. Este índice se creó en el año 1958 y aunque original-
mente comprendía a 28 materias primas cotizadas en los mercados de futuros o
contado de materias primas o “commodities”. Actualmente este famoso índice reco-
ge a 19 materias primas cotizadas en los 5 principales mercados de commodities
del mundo. Incluye tres tipos de materias primas distintas, el petróleo y derivados,
los metales y los granos o productos agrícolas. Aunque lo diferenciaremos del CRB
Index y del CCI por su composición. Será tratado al detalle en el capítulo 4.
- El Sistema de Reserva Federal (Federal Reserve System, informalmente FED)
es el sistema bancario central de los Estados Unidos. El Sistema de Reserva
Federal, es un banco privado encargado de guardar todos los fondos privados de
los bancos del sistema bancario norteamericano.
- Tipo de Interés es el precio que se paga por el dinero. Cuando los tipos de inte-
rés son altos, a las empresas y a los particulares les sale mucho más caro pagar
un crédito o hipoteca, así que la actividad económica tiende a mantenerse en
niveles moderados; al mismo tiempo, y al no haber una gran demanda de bien-
es, los precios tampoco aumentan en exceso. Cada país o agrupación de merca-
dos establecen y modifican el tipo de interés en función de diferentes variables y
aspectos socio-económicos.
- El bund es el futuro sobre el bono aleman de renta fija a 10 años. Ese bono, es
un cupón que da una rentabilidad del X% anualizada durante 10 años.
- T-BILL, es un bono emitido por el Departamento de Tesoro de los Estados
Unidos. Los T-Bills son instrumentos de deuda- utilizados por el gobierno para
financiar los servicios gubernamentales. Cuándo hay un déficit, el gobierno tiene
que recaudar capital, y lo hace publicando la deuda. Los T-Bills se venden a los
ciudadanos de Estados Unidos, así que si usted compra un T-Bill, usted le está
haciendo un préstamo al Gobierno de los Estados Unidos.
56
RESUMEN DEL CAPÍTULO
- El mercado de la bolsa lucha contra otros mercados de capitales para atraer liqui-
dez y extraerla del sistema. El medio que tiene es a través de la rentabilidad por
dividendo. Si ésta es baja o equivalente a otros productos de menor riesgo es
cuando se genera la fuga de capital desde la bolsa a otros activos de menor ries-
go.
- Antes de generarse un mercado bajista se producen señales de advertencia.
Estos indicadores pueden ser diferentes en función de la fase de mercado, ahora
bien, por lo general el que no falla es el precio del bono y el tipo de interés.
- El precio del bono y la evolución del dólar suelen ser elementos adelantados. La
confirmación se buscará en otros elementos técnicos como la media de 30 sema-
nas (MM30), las divergencias en el MACD y/o la línea A/D que tiene su fiel refle-
jo en los small, medium y big caps (Blue chips). Los ciclos por lo general tienen
un ritmo donde las evidencias van tomando su papel en cada momento concre-
to.
- Los grandes ciclos de Kondratieff es una teoría formada por 4 estaciones o
pequeñas fases. La duración de cada mega ciclo es de 50 a 60 años. De prome-
dio cada estación dura 14 años y es conveniente estudiar al detalle las caracte-
rísticas de cada etapa y cómo se comportan las evidencias.
A continuación tiene recogido con detalle el factor dinero de cada estación. Este
esquema le servirá para ponerle sobre aviso de cómo funcionará la liquidez en el sis-
tema económico. Naturalmente habrá ocasiones en las que no se cumpla la regla esta-
blecida, especialmente si los agentes externos o bancos centrales se empeñan en ello
aplicando políticas anti-cíclicas. Tampoco se preocupe por esto porque serán meras
excepciones.
Recuerde que estas son reglas generales y seculares (de largo plazo). Es impor-
tante diferenciar entre este tipo de normas y las que siempre o casi siempre funcionan
en el corto plazo. Este último tipo de normas serán descritas en el resumen del capítu-
lo 3 con el mismo estilo de esquema que los mostrados a continuación.
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PRIMAVERA DE KONDRATIEFF Y LAS “TUBERÍAS” DE LA LIQUIDEZ
58
VERANO DE KONDRATIEFF Y LAS “TUBERÍAS” DE LA LIQUIDEZ
El verano dará comienzo una vez la rentabilidad de los bonos haya ascendido y
se generen los primeros niveles de equilibrio entre rentabilidad de esta deuda y la de
la bolsa (a través del dividendo). En esta etapa, el exceso de liquidez, hace que el flujo
de capital salga de todos los mercados y compre especialmente materia prima.
Los bancos centrales tienen que subir tipos y por tanto cerrar el grifo del dinero
al máximo con el fin de controlar la inflación. Las divisas como el dólar caerán fuerte-
mente mientras que las rentabilidades en los bonos ascenderán como la espuma (su
precio volverá a caer más rápidamente que antes). En esta etapa la bolsa sufrirá caí-
das periódicas y no llegará a rebasar nunca sus máximos. La pérdida de fuerza y fuga
de capitales hacia las materias primas resulta evidente y en este mercado sólo ganan
aquellos activos que estén protegidos de la inflación como el oro.
59
OTOÑO DE KONDRATIEFF Y LAS “TUBERÍAS” DE LA LIQUIDEZ
El otoño llegará una vez las medidas para frenar los excesos de la especulación
y de una economía recalentada cesen. En esta ocasión las rentabilidades de los bonos
comienzan su declive (precios de los bonos al alza) y las materias primas sufren una
caída lenta pero constante. El dólar y/o las divisas de referencia son consideradas bue-
nas inversiones en este entorno y recibirán subidas en sus cambios.
La bolsa será la gran beneficiada con la inyección de liquidez y de dinero en el
sistema de las “tuberías”. Debido a que bonos, bolsa y divisas drenan liquidez del sis-
tema (ascienden de precio por la demanda), la inyección de los bancos centrales será
generosa prolongando esta situación, reduciendo el precio del dinero de manera evi-
dente y a favor de una economía que necesitará de más estímulos.
60
INVIERNO DE KONDRATIEFF Y LAS “TUBERÍAS” DE LA LIQUIDEZ
61
CAPÍTULO 3:
LOS TIPOS DE INTERÉS Y SU RELACIÓN CON BONOS,
MATERIA PRIMA, DÓLAR Y BOLSA: EL GRAN CICLO DEL DINERO.
Los inversores, a diferencia de los especuladores, son los grandes
jugadores. Tras hacer una apuesta, se aferran a ella y si la opera-
ción es perdedora se arriesgan a perderlo todo.
Sólo hay un lado del mercado, y no es el lado alcista ni el lado
bajista, sino el lado correcto.
Jesse Lauriston Livermore.
64
la, pero también realizaban pagos en cupones que se utilizaban para pagar a los fun-
cionarios, y así sucesivamente. Los detalles no son importantes; el caso es que llegó
un momento en el que había en circulación un número relativamente reducido de cupo-
nes, demasiado pocos, de hecho, para atender las necesidades de la cooperativa.
El resultado fue peculiar. Las parejas que creían tener unas reservas insuficien-
tes de cupones estaban preocupadas ante la posibilidad de no poder disponer de can-
guro y se volvieron reacias a salir. La decisión de salir de una pareja abría la puerta a
otra para hacer de canguro, de manera que las oportunidades de hacer de canguro
comenzaron a escasear y las parejas fueron aún más reacias a utilizar sus reservas
excepto en ocasiones especiales, lo cual hizo que las oportunidades de hacer de can-
guro se redujeran aún más...
En resumen: la cooperativa entró en una recesión.”
De nuevo, el miedo a quedarse sin reservas o sin dinero, hace que la sociedad
de los canguros o una sociedad cualquiera se paralicen. Por tanto, es necesaria una
figura arbitraria, que sea capaz de imprimir esos vales o billetes de curso legal, de
manera que no se den situaciones de extrema escasez. Naturalmente, tampoco se
podrían imprimir demasiados, ya que entonces hacer de canguro tendría tan poco valor
que nadie se ofrecería, y la demanda quedaría sin cubrirse. Por tanto, la figura que
actúa de coordinadora será el banco central de cada país o región y tendrá la potestad
de cambiar en todo momento el valor del dinero y de imprimir los que necesite el siste-
ma en cada ocasión.
Por lo general, un tipo de interés al alza, no es bueno para la bolsa en el largo
plazo aunque confirma la mejora de la previsión económica; es bueno para la divisa,
malo para el precio del bono y malo para la materia prima. Debido a que en la situación
económica intervienen muchos factores, siguiendo esta teoría, pueden darse situacio-
nes que nos podrían parecer anormales. De momento, los tipos de interés se suben en
todas las fases alcistas del mercado, debido a que la economía comienza a tomar dina-
mismo y es necesario controlarla. Esta subida de tipos de interés no afecta inmediata-
mente de forma negativa, como cabría esperar, al precio del bono o inversamente a su
rentabilidad. Sin embargo, es muy probable que las rentabilidades de los bonos sigan
cayendo hasta la parte media del ciclo alcista del mercado, justo cuando la economía
parece crecer sin parar.
Un precio del dinero alcista, además de confirmar la fortaleza de la divisa y de la
economía, refleja que los bancos dejen de imprimir billetes al ritmo que lo hacían antes,
y de esta manera la confianza en que la economía se recuperará mejora. Existe la
excepción del mercado inflacionista, donde aunque los tipos de interés ascienden, la
divisa sigue sin revalorizarse, lo que continúa generando una presión inflacionista que
65
sólo se puede soportar con elevado crecimiento del PIB. Lamentablemente, cuando el
crecimiento es grande, la sociedad y la economía tienen el virus de la inflación y, sin
control, puede ser muy perjudicial.
Por tanto, los bancos centrales luchan de manera constante contra la recesión o
contra la inflación. Un crecimiento excesivo genera inflación, mientras que un creci-
miento negativo puede llegar a generar deflación. Cuando la inflación deja de ser el pro-
blema, por lo general es porque la economía no anda bien, y el desempleo ha aumen-
tado. De esta manera, los bancos centrales pasan de tomar medidas anti-inflacionistas
a tomar medidas a favor del dinamismo económico. Así, cuando se dan los menores
síntomas de enfriamiento en la economía, los bancos centrales inyectan liquidez al sis-
tema bajando el precio del dinero.
LOS TIPOS DE INTERÉS Y EL BONO DEL ESTADO Y CORPORATIVO
Llegados a este punto, será necesario distinguir entre productos de deuda. No es
lo mismo deuda a tres meses que a 30 años, ni es lo mismo una letra o bono del teso-
ro de un país que un bono de una empresa. Existen infinidad de productos asociados
a la deuda, pero por lo general tienen tendencias similares en el entorno impuesto por
el tipo de interés que a su vez está dictado por el banco central que toma decisiones
según el ciclo económico.
Todos estos productos tienen sus peculiaridades, aunque ciertamente el instru-
mento que nos guía de una manera más clara en el medio plazo suele ser la deuda
soberana a 10 años. Puede ser un Treasury Bill 10 years americano, o un Bund o bono
alemán a 10 años. Será importante tener presente la deuda de corto plazo igualmente,
ya que genera señales interesantes en giros de mercado. En ocasiones se han llega-
do a producir situaciones en las que la deuda de corto plazo era más rentable que la
de largo plazo (técnicamente, inversión de la curva de tipos de interés). Cuando se pro-
duce esa anomalía, el mercado actúa histéricamente, en un clímax vendedor altamen-
te aprovechable.
Cuando los tipos de interés son modificados por el banco central, naturalmente
la deuda de corto plazo es la que sufre mayores variaciones en ese preciso momento
ya que por lo general, la deuda de medio y largo plazo son instrumentos que descuen-
tan escenarios con anticipación. Examinar las diferencias de reacción en la deuda de
diferentes plazos puede darnos pautas interesantes en el medio plazo.
En el Gráfico 3-1, se muestra la evolución del precio del bono alemán a 10 años
(bund) frente al Euribor, que es una deuda de corto plazo a 3 meses. Debido a la natu-
raleza de corto plazo del Euribor, normalmente las bajadas y subidas de importancia se
producen con decisiones sobre tipos del banco central europeo. La deuda reacciona
con importantes gaps al alza o a la baja según sea la decisión en ese momento. Le
66
GRÁFICO 3-1 Bono a 10 años frente Euribor y tipos de interés (cifras en gris)
67
GRÁFICO 3-2 Bono a 10 años frente Euribor (deuda a 3 meses): 2007-2008
Así pues, lo natural sería esperar que ambas deudas fueran a la par, al fin y al
cabo son el mismo instrumento. Sin embargo, examinando el Gráfico 3-3 se puede
observar cómo hay momentos en los que esta relación no es exacta y genera precisa-
mente las señales de giro.
Por lo general, la subida de las rentabilidades de los bonos se considera negati-
va para la bolsa en el medio plazo. Si esta subida de rentabilidades (caída en el precio
de bonos) se realiza más rápidamente que en la deuda de corto plazo, el mercado está
actuando de forma normal, es decir, se premia con mayor rentabilidad al plazo de
mayor vencimiento. Esto, que nos parece tan normal, lógico y sensato, no tiene por qué
ser cierto en todo momento. En el gráfico a continuación, se ha representado el
RSCMansfield del bono a 10 años con respecto al Euribor. De esta manera podemos
examinar la evolución y la variación de cada subyacente en un año ó 52 semanas.
A primeros de 2008, la curva del RSCMansfield sobrepasa cero de manera clara.
En este escenario, la deuda de corto plazo ha subido sensiblemente su rentabilidad
frente a la deuda de largo plazo (rectángulo gris en el gráfico); es una señal de que las
cosas no van bien. Justamente en 2008 fue cuando se iniciaba un mercado bajista que
supondría caídas superiores al -60% desde máximos. La otra señal de miedo extremo
68
se genera a finales de 2008. Acababa de caer Lehman Brothers y nadie quería oír
hablar de bancos ni de seguros ni de hipotecas. El gobierno estaba interviniendo la eco-
nomía y el ambiente era de extremo pesimismo. Justamente pasado abril de 2009, el
panorama cambiaría radicalmente y la bolsa iniciaría uno de los mayores rebotes de su
historia.
Pueden extraerse valiosas conclusiones de la lectura de los 2 instrumentos de
deuda, que supuestamente están estrechamente relacionados, a través de las diferen-
cias en su forma de subir y bajar. Es importante distinguir los tipos de bonos en deuda
de corto y largo plazo y sobre todo en si es deuda estatal o soberana o deuda corpo-
rativa. Por la complejidad de la deuda corporativa, en este libro no trataremos sobre
ella. Una vez conoce al detalle el bono, a continuación podrá examinar el gráfico de los
tipos de interés de otros países y los bonos. En este caso es el TBill americano a tres
meses y un bono del mismo estado a 10 años. Examine el gráfico 3-4, en gris la deuda
de corto plazo y en negro el bono a 10 años. La escala en el caso de la deuda de corto
plazo es en porcentaje de caída.
En este caso podemos ver cómo la tendencia de las rentabilidades de las deu-
das es la misma, salvo que se producen determinadas aproximaciones (1.993, 1.998,
2.003 y 2.009) que son precisamente los puntos de vuelta bajista a alcista del merca-
do. Cuando el miedo es excesivo, se llegan a pagar sumas similares por la misma can-
GRÁFICO 3-3 Bono a 10 años frente Euribor (deuda a 3 meses): 2006-2010
69
GRÁFICO 3-4 “Yield” o rentabilidad del bono a 10 años USA frente a TBill 3M
tidad de dinero, sea para tres meses o para años. Esta situación, que no tiene sentido,
suele marcar la vuelta de los mercados a alcistas. Cuidado cuando las rentabilidades
de 3 meses y de 10 años se aproximan mientras la bolsa lleva subiendo durante bas-
tantes meses o años. Recuerde que la rentabilidad del bono es inversamente propor-
cional a su precio, por lo que en estos casos, una rentabilidad de la deuda a 10 años
bajista (precio de los bonos al alza), suele conllevar mercados alcistas. Esto lo veremos
un poco más avanzado este capítulo.
Por tanto, el tipo de interés afectará de manera directa a la deuda de corto plazo
o de tres meses por la propia naturaleza de esta deuda. Además será especialmente
interesante su estudio en los giros al alza de los mercados. Tener en cuenta la deuda
de corto y medio plazo le concederá pistas importantes sobre la salud real y la marcha
de la economía. Por lo general, un tipo de interés oficial elevado garantizará una ren-
tabilidad de los bonos alta y por tanto una fuga de capitales hacia ese mercado.
La situación ideal para la bolsa se genera cuando los tipos de interés están bajos,
la inflación está controlada y la divisa de referencia no sufre volatilidad y tiene una ten-
dencia alcista suave, lo que genera políticas monetarias controladas.
Existe otra relación entre bonos que suele ser muy certera. En este caso el
Gráfico 3-4 bis le muestra el resultado de dividir la rentabilidad del bono a 10 años fren-
te a la rentabilidad obtenida con un bono a 2 años (primera línea negra). Los puntos 1,
2, A y B son los realmente interesantes. 1 y 2 representan la señal de giro a la baja para
el medio plazo cuando la rentabilidad a 10 años se iguala con la de 2 años. No me inte-
70
GRÁFICO 3-4 bis A “Yield” del bono a 10 años USA frente al 2 años USA
resan ahora mismo los motivos de esta inversión en la curva de tipos, sino las conse-
cuencias importantes que tiene para el devenir de la bolsa.
En los puntos A y B la situación es la contraria. La rentabilidad de la deuda de
corto plazo UST2Y cae más que la de largo plazo, de forma que la reactivación econó-
mica vuelve y la curva de tipos deja de estar invertida. Puede ser que las expectativas
económicas retornen y así el mercado gira al alza definitivamente.
El Gráfico 3-4 bis B muestra esta misma relación desde 1960. Como puede ver,
el poder predictivo de este ratio sobre las recesiones es bastante llamativo. La línea
continua negra representa los tipos de interés de la FED mientras que las montañitas
es la resta o diferencia entre la rentabilidad del bono a 10 años y el bono a 2 años ame-
ricano. Cuando esta diferencia es negativa, la curva de tipos queda invertida y es más
71
GRÁFICO 3-4 bis B “Yield” del bono a 10 años USA frente al 2 años USA
rentable el corto plazo frente al largo plazo. Justamente cuando esto sucede y la curva
se “desinvierte” es cuando la recesión hace acto de presencia y las bolsas caen (antes
y durante la recesión).
En el momento en que la diferencia es positiva y alcista, el mercado tiende a
ascender, aunque hay que prestar atención cuando esta montaña comience a descen-
der tanto que toque el nivel cero de nuevo. La verdadera señal es el paso a negativo
de la curva. Quizás necesitaríamos más datos históricos, pero como ve, todas las rece-
siones desde que tengo datos vinieron acompañadas de esta señal.
Antes de continuar con la teoría sobre bonos, me pongo en la necesidad de mos-
trarle la verdadera curva de tipos, pues lo anterior sencillamente muestra el resultado
o bien de dividir un bono de largo plazo frente a uno de corto, o bien restar estos dos
mismos bonos. Bien es verdad que a través del cociente o de la diferencia se puede
saber si la curva está invertida, ahora bien, existe un gráfico directo donde se puede
ver este fenómeno de manera clara.
En el gráfico que sigue se ve claramente cómo la rentabilidad de la deuda de
corto plazo supera a la de largo plazo. A la derecha está representada la rentabilidad
mientras que abajo está mostrado el vencimiento de la deuda en concreto. Este caso
es algo extremo ya que por lo general la rentabilidad del bono a 30 años superará ala
de 3 meses. Sin embargo en este caso se ve cómo esa anormalidad en la curva resul-
72
CURVA DE TIPOS INVERTIDA
ta evidente, a juzgar por el gráfico que se obtendría de una curva de tipos normal mos-
trada unas líneas más abajo.
Vamos ahora a determinar la relación que existe entre el tipo de interés que
marca la FED y los precios en las materias primas. Como supondrá, la existencia de
liquidez circulante marcará en buena medida el nivel de precios. Las políticas de los
bancos centrales estarán centradas en el equilibrio de precios. Evitarán a toda costa la
deflación y la súper inflación. En medio de todo esto tendremos a la bolsa y a los bonos
que tendrán su papel importante.
CURVA DE TIPOS NO INVERTIDA O NORMAL
73
era igualmente bajista o neutral. Tipos a la baja presionan la divisa (dólar) a la baja y
finalmente deben ocasionar inflación. A veces las relaciones entre evidencias son más
complejas de lo que pensamos y esto es lo que más quebraderos de cabeza nos puede
producir, pero salvo que estemos en un mercado inflacionista cíclico, que se genera
cada cierto tiempo, la idea de un mercado alcista para la bolsa no incluye un mercado
alcista para la materia prima o CRB. Si el mercado es sano, el precio del bono sigue
ascendiendo y esto presiona a la baja la materia prima ya que es más rentable com-
prar bonos, hasta cierto punto o momento.
El Gráfico 3-5 muestra el gráfico CRB de materias primas (primera línea negra)
frente al tipo de interés simulado por el TBill a 3 meses (segunda línea). Se puede apre-
ciar el “lag” o retraso que hay entre estos dos índices. Por lo general, el tipo de interés
reacciona después de una subida previa de las materias primas.
Un índice de materias primas al alza genera expectativas al alza de precios y esto
debe ajustarse con un tipo de interés alcista. La economía no puede caer en una espi-
ral alcista de precios y esto se soluciona con una política estricta de control de la liqui-
dez en el sistema. Esta relación fue especialmente relevante en la década de los seten-
ta, cuando la rentabilidad de los bonos llegó a ser superior al 14% y los tipos oficiales
o tasa de descuento oficial rondaban ese nivel.
GRÁFICO 3-5 CRB versus TBill 3M, histórico de 20 años
74
Como puede comprobar, el mercado súper alcista de la década de los 80 y 90 se
desarrolló con una materia prima de medio plazo bajista y un tipo de interés y por ende
rentabilidad de la deuda a la baja.
La política monetaria juega un papel fundamental en la marcha de la economía y
de los mercados. Entre los años 1991 y 1996 (Gráfico 3-6), tenemos dos tendencias
bien diferenciadas en el tipo de interés (2ª línea negra). Cuando los tipos de interés ofi-
ciales tienden a caer, el dinero fluye al sistema y acaba generando subidas en las mate-
rias primas. Así, en octubre de 1992 [1], el mercado de tipos estaba tocando mínimos.
Los tipos bajos reactivan la economía, lo que hace que haya más demanda de mate-
rias primas y que el precio de estas suba. Una vez los tipos vuelven al 6,00% [2], puede
imaginar lo que ocurrirá después.
Aunque es bastante sencillo de ver, quiero que quede plenamente convencido de
que en el caso de las materias primas, los tipos de interés juegan un papel fundamen-
tal. Corría el año 2000 (Gráfico 3-7), las tecnológicas lideraban los avances en todo el
mundo y ciertamente todo era de color de rosa. Un año después el panorama cambió
de forma rápida y el banco central lo único que podía hacer para combatir la repentina
crisis de las “punto com” era bajar el precio del dinero. Así, del 5,75% descendería
hasta cerca del 1,00%. Aunque este dato ya lo ha visto en páginas anteriores, fíjese
GRÁFICO 3-6 CRB versus TBill 3M, 1991-1996
75
cuán importante es en la evolución del índice CRB o de materias primas con una subi-
da importante desde 2002.
Un tipo elevado durante el 2000, hizo que el dinero saliera de la inversión en
materias primas. Los precios estaban controlados y ciertas materias primas comenza-
ron a caer. Como ya sabe, las materias primas suelen caer después de los inicios de
los mercados bajistas y son la confirmación de esta nueva tendencia. Así ocurrió en
2008 y en muchos otros mercados como el bajista de 2001. Fíjese en cómo a partir de
un tipo cercano al 2%, la materia prima cesa en su caída e inicia un mercado alcista,
adelantándose en un año y medio al mercado de acciones. El mercado de materias pri-
mas comenzó una fase al alza claramente identificable en los estudios de ciclo. El mer-
cado cogió el virus de la inflación.
Seguramente será un caso que estudiaremos con detenimiento, pero quiero ade-
lantarle el gráfico del crack del 87 (Gráfico 3-8). Durante el 83 y hasta octubre del 84, la
tendencia de los tipos de interés fue al alza, desde un 7,50% hasta niveles cercanos al
10,00%. Bajo estas circunstancias, la inflación volvía a estar controlada y así las mate-
rias primas iniciarían un descenso cercano a 100 puntos desde los máximos en 280.
La historia se repite en cada ciclo y, así, la materia prima no comenzaría a revalo-
rizarse hasta que el precio del dinero hiciera fluir la liquidez al sistema de nuevo. La tasa
GRÁFICO 3-7 CRB versus TBill 3M, 2000-2005
76
de interés pasó del 5% al 7% (de 50 a 70) en apenas un año y en octubre del 87 se gene-
ró el caos, ya vaticinado por un bono a 10 años que cayó desde la cota de 98 a cerca de
76, casi un -25% (no representado en el gráfico), un crack en el mercado de deuda que
traería consecuencias para la bolsa. ¿Qué ocurrió en el mercado de las materias primas?
Casi nada en absoluto. El tipo estaba cercano al 5,00% semanas después del crack del
87, lo que seguiría animando las cotizaciones de las materias primas y lo que, a su vez,
daría algo de confianza al mercado. Al no producirse un mercado bajista en las materias
primas, el lado bajista del mercado de acciones no se confirmó, y dos años después las
cotizaciones volvían a estar en niveles previos a octubre de 1987.
LOS TIPOS DE INTERÉS Y EL DÓLAR O DIVISA DE REFERENCIA
La relación esperada y observada entre los tipos de interés y la moneda de refe-
rencia es la de una relación directa y generalmente proporcional. Cuanto más se suban
los tipos, mayores serán las restricciones al crédito y a la liquidez en el sistema y más
valorada estará esa moneda frente a las demás. Lógicamente en la valoración entran
muchos otros factores, como las demás políticas monetarias de las diferentes mone-
das, pero, como norma general tipos bajos generan debilidad en la moneda y tipos al
alza generan fortaleza y apreciación de esa misma moneda. Los tipos de interés mar-
can el atractivo que siente el público por la divisa.
GRÁFICO 3-8 CRB versus TBill 3M, 1983-1988
77
El Gráfico 3-9 muestra cómo cuando los tipos de interés (simulados por el TBill a
3 meses en la segunda línea) descienden, el dólar cae y, cuando los tipos van al alza,
el dólar se fortalece. Naturalmente esta relación tiene sus vaivenes y es más tortuosa
de lo deseable, pero nos sirve para extraer una norma general.
En esta valoración entra la marcha de otras monedas y economías. Debido a que
muchas materias primas cotizan en dólares, el estudio de la situación del dólar será
vital para conocer los escenarios en otros activos como el índice CRB.
El gráfico del dólar suele ser algo más complejo de analizar, pero es vital enten-
derlo, ya que nos indica claramente la situación de la economía y de la inflación. Un
dólar débil creará presión alcista en las materias primas, mientras que un dólar fuerte
hará caer a las materias primas. Hay diversas explicaciones de este fenómeno, pero
para que usted lo entienda; un dólar que cae de valoración es un dólar débil. Esta debi-
lidad puede ser provocada por una inyección de liquidez en el sistema, haciendo que
su valor caiga, o también por la situación de otras economías de los socios comercia-
les de EEUU, como consecuencia de la globalización.
Sea como fuere, un dólar bajista hace que los productores de materia prima ten-
gan que subir los precios para no dañar su cuenta de resultados. Además, un dólar
barato o fácil de conseguir, suele conllevar aumentos de exportaciones y pedidos de
GRÁFICO 3-9 Dólar versus TBill 3M, 1983-2001
78
fábricas aprovechando esta coyuntura, lo que genera un alza en la demanda y, por
tanto, nuevamente en los precios. El Gráfico 3-10 muestra un entorno bajista de tipos
desde el 91 hasta el 93 (segunda línea negra). En un entorno así, es de predecir una
caída del dólar. Sin embargo pueden darse situaciones contrarias a las esperadas, pre-
cisamente por el retardo que puede tener esta relación. Lo que hace el banco central
es analizar el mercado de materias primas en busca de inflación y las economías en
busca de crecimiento. En el momento en que constata que la liquidez es excesiva o
escasa, toca los tipos de interés oficiales según convenga, aunque no pierde de vista
el crecimiento. De hecho, la FED se creó para preservar el crecimiento ante todo.
Acuérdese de la historia de la cooperativa de canguros y los vales. En el momen-
to en que hay escasez de vales, nadie quiere hacer de canguro y hace acopio de los
mismos para cuando los necesite. De esta manera la actividad de los canguros puede
verse seriamente reducida si todos hicieran lo mismo. En la economía pasa algo simi-
lar. La FED es la que controla los vales, en este caso el dinero y, si es necesario impri-
mir más, lo hará sin dudarlo.
Así pues, ¿qué va antes?, ¿los tipos de interés o el gráfico del dólar? La respues-
ta es el tipo de interés. Como norma general, un tipo al alza es alcista para el dólar,
mientras que un tipo a la baja es bajista para el dólar. En ocasiones parecerá que van
GRÁFICO 3-10 Dólar versus TBill 3M, 1991-1996
79
descorrelacionados; la causa puede ser el retardo que existe entre ambas o incluso por
otros motivos externos. Examine sino el Gráfico 3-11. Los tipos comenzaron a caer
desde el 2001 y, aunque a priori no significaron caídas de importancia para el dólar,
desde abril de 2002 el panorama comenzó a cambiar. El dólar no podía sostenerse por
más tiempo al alza y tras una caída de la tasa de interés del 5,75% hasta entornos del
2,00%, el dólar caería fulminado. Si mira el gráfico de las materias primas, justamente
desde 2002 iniciaron un gran mercado al alza, coincidiendo con la venta de dólares.
¿Quién tuvo la pista definitiva de este movimiento? El tipo de interés.
Es probable que se pregunte sobre la marcha del dólar durante la década de los
80, el Gráfico 3-12 resolverá sus dudas. Como puede apreciar, el tipo de interés cayó
del 10,50% hasta entornos del 6,00%. En estas circunstancias no podemos esperar
más que un dólar bajista, justo después de las primeras caídas de tipos. Desde 1987,
el tipo ascendería del 5,00% al 7,00%, sin embargo tendrían que pasar algunos meses
más para que el dólar hiciera un suelo relativo.
Desde 1983, el mercado era plenamente alcista, hasta que vino el crack del 87,
motivado por un precio del bono netamente bajista, un dólar bajista y una materia prima
que curiosamente era también bajista. Algo no olía bien, y esta situación se saldó con
caídas cercanas al -30% en pocas semanas, un auténtico crack de la bolsa que coge-
GRÁFICO 3-11 Dólar versus TBill 3M, 2000-2004
80
ría a muchos desprevenidos. Más adelante veremos la historia de los cracks, ahora lo
importante es ver las evidencias por separado.
CARRY TRADE: DÓLAR, EURO Y YEN
Uno de los factores más importantes en el movimiento de las divisas es el carry
trade u operaciones de diferencia de cambio entre dos monedas. Esto puede afectar a
las monedas casi de la misma manera que la economía o la inflación. El juego es sen-
cillo. Si usted puede obtener créditos fáciles y baratos en yenes al 1% ó 2%, lo más
lógico sería poner este dinero en bonos o empréstitos americanos, obteniendo un 5%
ó 6%. De esta manera grandes y pequeños inversores obtienen ganancias aparente-
mente seguras sin el menor esfuerzo. Los yenes obtenidos del préstamo, se venden
para comprar dólares y así invertirlos en empréstitos americanos. Esto produce una
apreciación del dólar y depreciación del yen. Cuando se cierran las posiciones, se pro-
duce el movimiento contrario.
Conseguir un 7% a cambio de tener que pagar un interés de por ejemplo el 1%,
es un buen negocio. El problema está en que el día que el yen sufra una variación vio-
lenta, todos aquellos que hayan tenido la misma idea podrían verse obligados a vender
sus bonos de EEUU, haciendo caer su precio y elevando sus rentabilidades. Por lo
tanto, tenga en cuenta que un movimiento del yen al alza puede hacer que los intere-
GRÁFICO 3-12 Dólar versus TBill 3M, 1983-1988
81
ses pagados en yenes sean más caros, hasta tal punto que no sea rentable mantener
un préstamo para obtener una rentabilidad fijada en el mercado de bonos. Así pues,
este movimiento en el yen podría generar un aumento en estas rentabilidades que ya
sabemos que secan la liquidez en el mercado y finalmente afectan a la marcha de la
bolsa de manera negativa. No subestime la relación de las divisas con los tipos de inte-
rés y en especial con la bolsa. Kostolany en su libro El arte de reflexionar sobre el dine-
ro menciona un suceso durante 1994, cuando la Reserva Federal aumentó ligeramen-
te los intereses en el mercado de bonos. Una cuantía de miles de millones, destinada
a la compra de empréstitos o bonos, se había financiado con créditos baratos a corto
plazo en dólares. A eso le siguió un verdadero pánico y unos días en los que no se
podía comprar ningún bono de EEUU. Un hedgefund perdió una suma millonaria.
Súbitamente durante el año 94 el interés pedido por el dinero de corto plazo (el
de 3 meses o $IRX según la plataforma de stockcharts.com) pasó del 3% a casi el 6%
en apenas un año. Esto generó una oleada de ventas de bonos, haciendo que éste
pasara de una rentabilidad del 8% hasta casi el 16%. Tenga en cuenta que el que con-
trató una línea de crédito al 4% para obtener una rentabilidad del 8%, pasó a pagar casi
el 7% en forma de intereses. La inversión ya no era nada rentable y la liquidación de
esa posición generaría un mercado apático en la bolsa y, hasta que la presión sobre el
factor dinero no se redujo, la bolsa no continuó su escalada alcista. Por lo tanto, estu-
diar las divisas y en especial el carry trade, concede importantes pistas, aunque hay
imponderables en el propio sistema bursátil difíciles de medir pero que afectan a la psi-
cología de los inversores y de la masa.
LOS TIPOS DE INTERÉS Y LOS DIVIDENDOS: UN ESCENARIO COMPLETO
Hasta ahora, la norma general que puede aplicar es que con tipos de interés ele-
vados, la rentabilidad de los bonos acaba yendo al alza. De esta manera, el dinero pasa
del mercado de las acciones y de la rentabilidad por dividendo hacia el mercado de
bonos y deuda. No hay un número mágico que represente un tipo de interés elevado o
bajo.
Cada circunstancia de mercado impone un número distinto y diferente a lo que
representa una rentabilidad tan elevada de la deuda como para ser más rentable que
el mercado de acciones y por tanto esperar un mercado bajista en la renta variable. No,
en efecto no hay una cifra clave en la rentabilidad o “yield” de los bonos para liquidar
largos y ponerse cortos, ahora bien, hay un escenario que sí puede ser estudiado: la
rentabilidad histórica media por dividendo.
Como es de esperar, un entorno de elevados dividendos en las acciones posibi-
litará un entorno de rentabilidades anuales en la deuda más elevado. Lo que quiero que
entienda es que un tipo a corto plazo del 4,00%, puede ser elevado o bajo en función
82
del entorno. Si las acciones devuelven de promedio el 7,00%, el mercado de acciones
seguiría teniendo base para ser alcista, mientras que si devuelven de promedio un
3,00%, la liquidez podría fugarse rápidamente al mercado de deuda. Un mismo tipo de
interés tiene dos lecturas diferentes en función del entorno en el que nos movemos,
¡ésa es una de las claves!
Aunque no es necesario que se lo demuestre, quiero que todas sus dudas que-
den solventadas de la mejor manera: gráficamente. A continuación, podrá estudiar cua-
tro gráficos (3-13, 3-14, 3-15 y 3-16) que mostrarán la clave de lo que le estoy explican-
do. Examinando el 3-13, podrá ver cómo la rentabilidad de las acciones mediante sus
dividendos era cercana al 7,00% durante primeros de los 50. En un entorno de tipos de
interés de corto plazo al 1,75% (3-14) y una rentabilidad del bono corporativo cercano
al 2,50% (3-16), sólo se puede esperar que el dinero fluya a la bolsa. Únicamente man-
teniendo acciones se estaba ganando una cifra muy elevada en comparación con otras
formas de inversión.
El índice S&P500 pasó de 16 a 60 puntos en diez años, multiplicando casi por
cuatro su valor. Fíjese que un entorno de dividendos elevados se generó a finales del
82 (3-13). Ahora bien, el escenario no era parecido, ya que los tipos de interés eran ele-
vados (3-15) al tener una fase de inflación casi descontrolada en la década de los 70.
Fíjese en las fases donde la rentabilidad media por dividendo no llega ni al 3% (3-13).
Esos años son 1.962, 1.965, 1.967, 1.972 y 1.987, justamente los periodos en los que
se generan caídas de importancia para la bolsa. La rentabilidad del bono corporativo
pasaba el 10% (3-16).
No todos los cracks vienen precedidos por caídas en la rentabilidad por dividen-
do, pero todas las caídas del dividendo medio ofrecido por el S&P500 acaban en mer-
cados bajistas para la bolsa en mayor o menor medida y es precisamente por el entor-
no de fuga de capitales de la bolsa a otros mercados más rentables. Recuerde que el
dinero es inteligente y buscará siempre la mejor manera de rentabilizarse, aunque
luego se busquen excusas vanas para los movimientos de corto plazo.
LOS TIPOS DE INTERÉS Y LA BOLSA
A continuación podrá examinar y estudiar otros mercados vistos únicamente
desde la lente de los tipos de interés. Como ha podido comprobar, es importante tener
en cuenta el entorno de dividendos de la bolsa para así determinar si los tipos de inte-
rés son elevados o bajos. Un tipo al alza muestra una economía creciente que debe ser
controlada adecuadamente. Cuando los tipos ascienden demasiado, la economía se
resfría e inicia una fase de corrección, estancamiento o recesión. De nuevo, unos tipos
a la baja, acabarán por reanimar a la economía y harán de la bolsa un mercado más
atractivo.
83
GRÁFICO 3-13 Rentabilidad de las acciones SP500, 1948-1991 (invertido)
84
GRÁFICO 3-16 Rentabilidad de la deuda corporativa AAA, 1919-1991
El nivel de los tipos de interés suele tener un retraso con respecto a los merca-
dos alcistas, mientras que tiende a adelantarse a los mercados bajistas. Es decir, cae-
rán antes anticipando un mercado bajista, y subirán más tarde, confirmando un merca-
do alcista, máxime en un mercado de ciclo inflacionista.
El Gráfico 3-17 le muestra el historial de los tipos de interés (simulados con la
deuda a corto plazo de 3 meses) y la bolsa en general vista desde el gráfico SP500.
Los tipos extremadamente elevados de la década de los 70 fueron necesarios para
enfriar una economía que había entrado en la espiral inflacionista llevada al extremo.
Esta subida de tipos no supuso grandes cracks para la bolsa pero sí una década per-
dida.
Un entorno de tipos altos puede verse como un entorno difícil para la bolsa, ya
que precisamente los productos de renta fija y de deuda pueden resultar más rentables
que la inversión en bolsa o, más concretamente, la inversión en acciones de alto divi-
dendo de la bolsa. Cuando los tipos de interés descienden desde una zona de máxi-
mos puede ser que un mercado bajista esté naciendo. Sin embargo, si la economía
crece a buen ritmo con una inflación controlada, se pueden producir mercados súper
alcistas con niveles de tipos altos que hoy nos sorprenderían.
A continuación examinaremos estos detalles en los gráficos históricos de diferen-
tes entornos de mercado y extraeremos conclusiones. Recuerde que el entorno histó-
85
GRÁFICO 3-17 SP500 versus Tipos de interés 1980-2001
rico estará afectado de una manera importante por el entorno de los tipos de interés
que afectará a otros productos clave y finalmente a la bolsa.
Justamente a mitad del año 90, se produjo la crisis de los bonos japoneses y su
mercado comenzó a caer. Los tipos habían subido desde el 5,75% del 88 a cerca del
7% en el 90. Esta crisis provocó que el tipo de interés se redujera rápidamente, tal cual
se muestra en el gráfico. No sólo no se produjo un mercado bajista sino que este entor-
no reducido de tipos de interés seguía premiando la inversión en bolsa frente a cual-
quier otro producto. La materia prima seguía controlada y la inflación no era problema.
Por esto es por lo que tiene que ver el entorno económico y global como la suma
de varios factores e indicadores. Emplear una sola evidencia para concluir en juicios
alcistas o bajistas del mercado puede ser insuficiente para lograr el éxito en las inver-
siones.
En el año 94-95 el entorno de tipos fue ascendiendo paulatinamente; la econo-
mía marchaba bien. No sería hasta que estos tipos tocaron máximos, cuando la bolsa
definitivamente hizo un suelo en los 450 y seguiría subiendo, dando forma a uno de los
mayores mercados súper alcistas de la historia. ¿Por qué el mercado no se fracturó tras
la bajada de tipos desde el 95? La respuesta a esta pregunta reside en otra de las evi-
dencias: la inflación y la materia prima.
86
GRÁFICO 3-18 SP500 versus Tipos de interés 1991-1996
A finales de 1.999-2.000 el aspecto del mercado era bien distinto. Todos los infor-
mes de bolsa rebosaban optimismo y exuberancia. Más de 15 años de avances era
todo un logro. Los tipos de interés andaban por el 5,50-5,75% y el mercado tecnológi-
co parecía no tener techo. Las causas de la crisis de las punto com son muchas y varia-
das, yo se las enumeraré desde el punto de vista que trata este libro, desde el punto
de vista de la evidencia.
El entorno de tipos era el más alto desde hacía 8 años, el precio en los bonos
comenzó a caer rápidamente durante el 2.000 y así su rentabilidad avanzaba. Además,
las materias primas comenzaron a mostrar buenos avances desde los mínimos en
1.999. Se avecinaba un entorno inflacionista con una rentabilidad de los bonos en
aumento, justamente el peor escenario para la bolsa y, a la postre, una burbuja a punto
de estallar.
La medicina en este caso era sencilla. Los tipos de interés fueron descendiendo
y la materia prima hizo un amago de caída. Sin embargo, con unos tipos bajistas y un
dólar bajista, al mercado le entró el virus de la inflación y comenzaríamos una década
perdida tal cual pasaría durante la década de los 70. Hasta que los tipos no estuvieron
lo suficientemente bajos, la bolsa no rebotaría.
87
GRÁFICO 3-19 SP500 versus Tipos de interés 2000-2004
88
GRÁFICO 3-20 SP500 versus Tipos de interés 1983-1988
89
alcistas a finales del 83. Estos casos fueron predecibles y muy aprovechables, por muy
místicos que puedan parecernos.
LA INFLACIÓN COMO ELEMENTO RETARDADOR DE LA BOLSA
Los motivos por los que un entorno inflacionista limita los avances en bolsa son
numerosos. Le citaré los casos que tienen relación con la Evidencia, que es sobre lo
que trata este libro. El efecto inflacionista se genera por el ciclo económico. Este ciclo
se manifiesta en la caída del dólar y la subida del mercado de las materias primas. La
consecuencia directa es un cambio de flujo del dinero desde el dólar hacia la materia
prima como el oro, metales preciosos en general, energía y finalmente hacia los pro-
ductos agrícolas que dependen de los primeros.
Este cambio de presión en las cañerías del dinero, en principio no genera una
reducción de flujo de capital hacia la bolsa, pero tiene un efecto directo en las expec-
tativas de los tipos de interés. Una inflación galopante y una economía recalentada
deben ser calmadas con subida de tipos. Esta subida en el precio del dinero hace que
la liquidez o presión en las cañerías disminuya, suban las rentabilidades de los bonos
y de la deuda y finalmente, acaba afectando a la bolsa.
Este proceso se tiene que ver como algo que lleva su tiempo. Si los dividendos
en bolsa siguen altos, aunque los tipos vayan en aumento, el pueblo o la masa segui-
rá invirtiendo en acciones, haciéndolas subir, aunque la materia prima siga revalorizán-
dose. Este fenómeno es el típico mercado donde todo sube: bolsa, materia prima e
incluso el bono (en su fase inicial-intermedia). Comprobará como el final de este mer-
cado viene cuando es más rentable invertir en deuda que en bolsa y mientras la mate-
ria prima sigue ascendiendo.
Con una reducida presión en el flujo del dinero o liquidez del sistema y, una deri-
vación hacia la materia prima, la bolsa no consigue hacer nuevos máximos y aunque
las noticias sean buenas o muy buenas, la gasolina principal de la bolsa es el dinero,
y si no fluye al mercado de acciones se acabó el juego. Esto es lo que quiero y nece-
sito que comprenda. Todo puede sonar maravilloso y estupendo en las juntas de accio-
nistas, en los periódicos o en la radio, pero si el dinero encuentra otro modo de renta-
bilizarse sobre la bolsa, ésta no subirá y generará un mercado bajista.
El mejor entorno para la bolsa es crecimiento sin inflación o con inflación contro-
lada en el 1-2%. Todos los mercados súper alcistas tienen en común un crecimiento
elevado con tasas de inflación menores al 2-3%. Incluso si esta inflación es superior,
generalmente el PIB crece mucho más. Cuando se generan tasas de inflación cerca-
nas al 5-6% con crecimientos del 6-7%, como ocurrió en EEUU durante el ciclo infla-
cionista del 2000, entonces realmente es como si el crecimiento fuera cercano a cero
y la bolsa lo reflejaría con una década perdida.
90
GRÁFICO 3-21 Histórico Dow Jones 1900-2009
91
GRÁFICO 3-22 Histórico Precios al productor 1913-2010
Es típico que los mercados seculares bajistas tengan una tasa de inflación eleva-
da, lo cual retrasa y limita las subidas en bolsa. La excepción a esta norma fue el crack
del 29. Los precios caían y sin embargo no pudo evitarse un colapso total de la econo-
mía. También hay que decir que las herramientas de las que disponían en aquella
época distan de las actuales. Ahora es difícil que un banco quiebre y por ello la descon-
fianza en el sistema financiero no llegará nunca a ser tan baja como en aquella época,
donde existen numerosas fotos de colas enormes de gente deseosa de recuperar sus
ahorros. Siguiendo con el análisis del Gráfico 3-22, lo ideal sería que el gráfico estuvie-
ra en escala logarítmica, ya que lo que nos interesa es el avance porcentual de los pre-
cios al productor. Pero al no ser posible, tendremos que hacer un esfuerzo de análisis.
Del 1.915 a 1.921, se genera una subida del 50% aproximadamente. Del 1.972 hasta
1.982 la subida es del 150%. Desde el 2.000 hasta el 2.009, se genera otra subida de
precios de casi el 100%. Lo que quiero que vea de estos datos es que, por lo general,
un nivel inflacionario demasiado alto, acaba con los mercados alcistas de largo plazo
en la bolsa e incluso genera recesiones justo en el punto álgido de los precios.
Las zonas que están sombreadas, marcan periodos de recesión en la economía
donde el PIB desciende. Si se fija, hay muchos más periodos de recesión y más pro-
longados desde 1.910 hasta 1.940. Después el panorama se va despejando y el creci-
miento se hace más evidente, sin embargo es un crecimiento con inflación y recuerde
que esto tiene una doble lectura.
En la economía actual y anglosajona, lo que interesa es el crecimiento frente al
control de la inflación y es por esto que serán más frecuentes elevadas tasas de creci-
92
miento con inflaciones igualmente altas. En la economía “antigua” o Keynesiana, se
defiende un modelo de crecimiento sostenido, estable y moderado con una inflación
controlada férreamente. En realidad los grandes avances bursátiles se han dado con el
primer método de organizar la economía, aunque habría que ver la cifra del crecimien-
to real y aquí está la paradoja.
Una vez conocemos el ciclo de crecimiento-inflación, tenemos constancia de los
grandes ciclos bajistas o “bear secular markets”, incluso podemos calcular la extensión
de mercados alcistas y súper alcistas, y ya pasaremos al estudio del siguiente ciclo
importante donde se detallarán los pasos de la Evidencia y cómo detectar los giros más
destacables de mercado. En ocasiones alguna Evidencia no seguirá el patrón o guión
establecido, pero la suma de las evidencias una a una darán como resultado importan-
tes señales. Esta teoría es perfectamente complementaria al análisis técnico que,
desde mi punto de vista, mide una parte del aspecto psicológico de la masa. La huella
del dinero o factor dinero se podrá localizar estudiando e investigando la situación de
cada una de las evidencias. La teoría completa podrá entenderla una vez termine este
libro e incluso podrá mejorarla con el paso de los años.
93
EL CICLO DE LAS EVIDENCIAS: FASES IMPORTANTES
Comenzaremos por un gráfico simple con el que explicaré las fases más senci-
llas de tres de las evidencias más claras. No he incluido el dólar porque es una eviden-
cia especial que prefiero tratar cuando ahondemos en detalle en las fases del ciclo de
evidencias.
El Gráfico 3-23 muestra el desarrollo curvo de la fase expansión-recesión del
ciclo económico, definido por una sinusoide o gráfico de ida y venida. Cuando la curva
se dirige hacia arriba, la economía está expandiéndose, mientras que cuando se dirige
hacia abajo el sistema tiende a contraerse o entrar en recesión. El gráfico se ha dividi-
do en seis fases bajo las cuales alguna de las evidencias cambia de sentido y apoya
un posible giro en la tendencia del ciclo económico.
La idea del gráfico es mostrar de un simple vistazo la relación existente entre evi-
dencias, sus tiempos y los pasos en los que la presión de las tuberías se da el testigo.
Este desarrollo es el teórico, más adelante veremos algunas excepciones y ampliare-
mos la definición de ciclo de la evidencia.
94
Fase1: Bonos bajistas, acciones y materia prima al alza.
Bonos
En este momento es cuando los bonos comienzan a hacer techo y nuevos avan-
ces de la bolsa no se ven reflejados en la evolución de los bonos. Todo lo contrario,
comienza a notarse que bolsa y bonos distan cada vez más. Esta señal es de vital
importancia ya que tienen un poder predictivo impresionante para la mayoría de mer-
cados bajistas.
Acciones
Las acciones medianas y pequeñas suelen ser las reinas de la fiesta alcista en
este momento de mercado. La Fase1 terminal alcista se define por un clímax compra-
dor en los valores pequeños y medianos que previamente ya vienen haciéndolo bas-
tante bien al final de la Fase6. En este punto se nota un notable mejor comportamien-
to de los valores y sectores dependientes del ciclo de los tipos de interés. Aunque
hablaremos más en detalle sobre este fenómeno cíclico entre sectores, acciones per-
tenecientes a sectores aseguradores, bancarios, eléctricos/utilities y servicios financie-
ros como firmas de brokers o financieras en general experimentarán buenos avances.
Otras evidencias
Por lo general, el dólar lo hará mal en esta fase, mientras la materia prima ascien-
de. Sin embargo, es necesario concretar en qué parte del ciclo secular o de largo plazo
estamos para determinar correctamente la marcha más probable de estas evidencias.
Liquidez
En esta fase del ciclo, los tipos de interés ya han estado subiendo y esto afecta-
rá de manera directa al retorno obtenido en depósitos y bonos. En este punto de mer-
cado, las rentabilidades ofrecidas por otros productos diferentes de la bolsa tienden a
subir y a competir con el dividendo de las acciones. De esta manera, aunque la econo-
mía muestre buenas noticias y el mercado puede seguir subiendo, ya se notan ciertas
presiones.
Lo normal es que la FED, o cualquier banco central, siga aumentando el precio
del dinero de manera que se trate de frenar el recalentamiento de la economía. La liqui-
dez en el mercado poco a poco se drenará, aunque la bolsa parezca no hacerle dema-
siado caso.
95
Fase2: Bonos y acciones bajistas, materia prima al alza.
Bonos
Los bonos aunque ya han iniciado su tendencia a la baja en la anterior Fase1, en
esta Fase2 se nota cómo la caída de los precios en los bonos (aumento de rentabilida-
des) se agudiza, mientras la materia prima continúa con un ascenso que cada vez pare-
ce mucho mayor. Lógicamente, el dinero ya está huyendo de la renta variable hacia
inversiones en otros mercados que continúan siendo alcistas.
Acciones
Las acciones pequeñas y medianas, que antes eran las reinas, sufren severas
caídas. La fiesta ha terminado y nadie quiere ver a los borrachos ni a los que están tira-
dos en el suelo (valores pequeños y que han subido demasiado, emborrachados de
optimismo). Aunque no todas las acciones harán techo a la vez, el primer aviso de peli-
gro son las primeras pérdidas de soporte y comportamientos pobres en los “chicha-
rros”. Otros valores sin embargo podrían mostrarse fuertes e incluso hacer nuevos
máximos. Estos casos son las acciones que se benefician de la inflación, como pueden
ser productores de materias primas, mineras etc…
Cuando la mayoría de los valores no avanzan y son unos pocos los que sostie-
nen el índice, tenga cuidado y limite sus inversiones en bolsa. La música empieza a
sonar más lentamente y puede ser buen momento de salir por la puerta trasera.
Otras evidencias
Los smallcaps y mediumcaps dan las señales de alerta que suelen ser confirma-
das por divergencias bajistas en el MACD semanal en los índices. La línea de
avance/retroceso y los nuevos máximos muestran la realidad del mercado. Nunca es
tarde para salir del mercado. Los tipos de interés podrán ser bajados antes o después
de la caída de las materias primas, dependiendo del nivel o presión inflacionaria pre-
sente en el ciclo económico concreto.
Liquidez
En esta fase de mercado sólo es rentable invertir en materia prima, ya que dólar,
bolsa y bonos son bajistas. Bajo este panorama de caída de bolsas y aumento de ren-
tabilidades en depósitos, el dinero huye hacia la renta fija, mercados de materias pri-
mas y sectores/valores que dependan del precio de los recursos naturales que explo-
tan. Los precios suben y su beneficio también. Los tipos de interés de corto plazo
comienzan a ser más atractivos.
96
Fase3: Bonos, acciones y materia prima a la baja.
Bonos
Aunque hay momentos en los que el bono parece hacer suelo y su fuerza bajis-
ta decrecer, su tendencia sigue siendo bajista y hasta que no deje de caer, la renta
variable no tendrá ninguna oportunidad para resurgir. En este momento de mercado es
cuando los bajistas se ponen las botas y los medios de comunicación difunden pési-
mas noticias y tienen una explicación negativa para cada movimiento en bolsa.
En este momento sigue siendo pronto para comprar bonos y lo mejor que se
puede hacer en este mercado es adquirir renta fija o deuda corporativa de máxima cali-
dad. Las rentabilidades ofrecidas superan con creces a cualquier producto y el riesgo
no tiene por qué ser elevado.
Acciones
En esta fase de mercado no se salva ninguna acción. Ya todas caen y, aunque
algunas resistieron los primeros envites de la tempestad, acaban rindiéndose a la evi-
dencia bajista. Los primeros sectores en caer tras la debacle de los chicharros son pre-
cisamente las acciones o sectores dependientes de los tipos de interés. Así pues, ban-
cos, utilities, aseguradoras y brokers son los que sentencian al mercado. Es lógico que
esto sea así, ya que son los valores que más ponderan en los índices y los que deben
ser vendidos para que los mercados adopten tendencias bajistas de medio plazo.
No es momento de invertir en acciones y aunque se ponen de moda los valores
defensivos, de calidad o de alto dividendo, es ridículo plantear inversiones para perder
menos que el mercado. Cuando no hay que estar en bolsa es justo en este momento
en que todos los mercados caen. Por muy bien que suene invertir en el valor X porque
haya caído un 70% desde máximos, no debe comprarlo y menos componer a la baja
(seguir comprando a medida que cae un activo).
Otras evidencias
En este momento los tipos de interés suelen caer y el dólar recupera posiciones
tras las caídas precedentes. Las tendencias en divisas se invierten.
Liquidez
Todo el flujo de capital va al mismo lugar y se refugia en renta fija, y así llega un
momento en que la curva de tipos se invierte, dando paso a la Fase4.
97
Fase4: Bonos alcistas, materia prima y acciones a la baja.
Bonos
Si todo el dinero o flujo de capital se dirige a la deuda estatal y corporativa de
máxima categoría, los emisores de deuda pueden empezar a colocar deuda de mane-
ra más favorable para sus intereses (pagarán menor rentabilidad a los prestamistas o
bonistas). Así es como el precio en los bonos comienza a subir y sirve como punto de
inflexión para el mercado.
Esta señal tan importante que he mostrado en anteriores capítulos, es la base de
la evidencia y explica por qué funciona tan bien en el mercado. Llega un punto en que
la rentabilidad ofrecida por los bonos se iguala a la rentabilidad de las acciones en
bolsa y esto será el inicio de la siguiente Fase5 de mercado. Este escenario de recu-
peración en los bonos, suele adelantarse a la recuperación bursátil en unos 3-9 meses.
La economía seguirá mostrando un aspecto débil y la recesión seguirá vigente.
Justo en el peor momento económico es cuando el bono se comporta como lo expre-
sado en líneas anteriores.
Acciones
El mercado de acciones sigue en una tendencia bajista que parece eterna, aun-
que no todas las acciones o grupos sectoriales muestran debilidad. En la mayoría de
ciclos de mercado, los primeros grupos sectoriales que salen del agujero suelen ser las
utilities o grupos sectoriales que reparten un buen dividendo, como bancos y algunos
medios de comunicación. Tenga en cuenta que los primeros valores en hacer suelo
serán, generalmente, los que provean seguridad y dividendo al accionista tras un perio-
do duro de caídas, y además de los valores que sean capaces de sostener al índice y
finalmente girarlo de tendencia. Salvo algunos sectores específicos, no es momento de
comprar.
Otras evidencias
Los tipos de interés siguen a la baja aunque el dólar puede seguir al alza.
Liquidez
Ni la bolsa ni las materias primas son interesantes, por tanto persistirá la huida
de capital hacia renta fija y otros mercados. Se puede optar por instrumentos de deuda
a un año para obtener algo de rentabilidad mientras se espera a que la situación mejo-
re. Los cortos en acciones siguen funcionando bien.
98
Fase5: Bonos y acciones al alza, materia prima a la baja.
Bonos
Los precios de los bonos siguen en racha y sus rentabilidades disminuyen ya que
en el mercado aún hay analistas y gurús que afirman que el mercado está experimen-
tando un rebote y que por tanto no hay que fiarse del mismo. Esta situación de descon-
fianza de expertos y de gran público hace que se siga demandando deuda y renta fija.
Esta situación se puede prolongar durante años y aunque la confianza mejore, siempre
habrá participantes de mercado huyendo de la bolsa al haber salido escaldados.
En este momento es mejor pasar de bonos a bolsa, aunque ambos mercados
comienzan a ser alcistas. Justo cuando nadie quiere invertir en bolsa, pero ésta sigue
subiendo, es cuando hay que dar el paso.
Acciones
Ahora es cuando el dinero inteligente comienza a dirigir dinero y liquidez de
bonos y de la seguridad de depósitos a la renta variable. Predican un escenario de
dudas y negatividad pero sus acciones los delatan. La mano fuerte deja mercados no
tan atractivos pero demandados por la mano débil, para meterse en renta variable. Los
primeros grupos sectoriales donde el dinero inteligente acude es a los bancos, asegu-
radoras, eléctricas y financieras en general. Lógicamente, está adelantándose a una
expectativa de aumento de intereses.
Una vez el mercado alcista comienza, ocurrirán varios periodos de dudas, pero
el patrón de las fases casi siempre se sigue al pie de la letra. Esto le ayudará a man-
tener acciones cuando sea necesario.
Otras evidencias
En este punto es cuando los tipos suelen estar en mínimos. Una subida de los
mismos confirmará la fase alcista, al igual que la Fase1 bajista (en la evidencia) viene
precedida por la caída de los mismos. El dólar hará techo por esta fase o en la ante-
rior, dejando paso a la recuperación en las materias primas.
Liquidez
Los tipos de interés estarán al mínimo y es por esto que la liquidez abundará en
el sistema. Si las rentabilidades de los bonos o de la renta fija a corto plazo siguen
yendo a la baja, será momento muy oportuno para que esta liquidez fluya hacia la ren-
tabilidad de los dividendos de las mayores acciones bursátiles.
99
Fase6: Bonos, acciones y materia prima al alza.
Bonos
Aún hay expertos que pronostican grandes techos, gigantes cracks y ondas
surrealistas. Por esta causa el mercado de bonos sigue siendo el lugar preferido para
el dinero miedoso. Así, las grandes corporaciones obtienen liquidez a buen precio. Esto
es un clásico dentro de los mercados alcistas. Si detecta que el bono sigue con su ten-
dencia al alza y las voces de los bajistas van en aumento, no se preocupe, el mercado
tendrá gasolina extra cuando esos cortos sean cerrados con nuevas compras y los
bajistas vuelvan a perder la camisa.
Acciones
En esta fase casi todos los sectores ascienden, aunque aún se nota cierta debi-
lidad dentro de los valores pequeños. Durante esta fase, los suelos durmientes y las
figuras de giro son las que abundan en gráficos de pequeños y medianos valores. Se
sigue notando cierta fuerza en valores directores o de gran capitalización.
Los buenos tiempos regresan y cada vez más inversores toman riesgos en bolsa.
Este hecho hará que los valores de mayor riesgo o chicharros despierten. Hasta un
niño de 8 años es capaz de ganar dinero en esta fase. No confunda cerebro con fase
alcista.
Las acciones mineras aprovecharán las subidas de las materias primas para
tomar un especial protagonismo. Ya no sólo suben los sectores o acciones dependien-
tes de los tipos de interés.
Otras evidencias
El mercado ya es alcista y además el MACD semanal y mensual suelen hacer
divergencias y cruce al alza en la Fase5 ó 6. Los tipos de interés tenderán al alza para
contener el recalentamiento de la economía. El dólar caerá mientras la materia prima
seguirá subiendo.
Liquidez
En esta fase de mercado tener dinero en liquidez es la peor opción ya que todos
los mercados que tenemos a nuestra disposición ascienden. En esta etapa la rentabi-
lidad de la deuda a corto plazo irá al alza, pero en ningún caso será inconveniente para
las alzas del mercado. El dinero está ocupado generando burbujas y euforia.
100
RESUMEN DE LAS DIFERENTES FASES Y EVIDENCIAS
En este cuadro tiene descritas gráficamente las relaciones entre las diferentes
fases y las evidencias.
UNA EXCEPCIÓN AL CICLO DE LAS EVIDENCIAS: SUPER ALCISMO
El Gráfico 3-24 muestra un ciclo clásico de evidencias dentro de un mercado
inflacionista. Todo cuadra con exactitud. Tipos de interés al alza anuncian tiempos
mejores y tipos de interés a la baja aconsejan prudencia y liquidación de posiciones.
Cuando el mercado tiene que lidiar contra un escenario de inflación, la economía
es muy previsible y las actuaciones de la FED y demás bancos centrales más aún. En
el gráfico a continuación, se han resumido todas las evidencias que intervienen en el
proceso alcista-bajista del ciclo económico.
El Gráfico 3-25 muestra la excepción a esta norma. Es curioso ver libros de auto-
res americanos en los que no se menciona nada de mercados súper alcistas y sin
101
embargo hacen gráficos de fases parecidos a los nuestros. Sí, la teoría funciona mien-
tras haya una inflación que controlar. Cuando el problema no es la inflación sino el cre-
cimiento, la norma y las reglas cambian. Quiero que preste especial atención a lo que
le voy a contar porque esto es casi lo más difícil en cuanto a Evidencia se refiere.
Pueden darse mercados en los que los tipos de interés vayan a la baja pero la
bolsa siga ascendiendo, como si esto fuera notable y positivo. Lógicamente esto suce-
de en mercados súper alcistas. Si hay crecimiento sin inflación se genera un idilio entre
economía y bolsa. Todo marcha a la perfección, las empresas ganan dinero, el desem-
pleo cae a mínimos, el consumo está en niveles altísimos y las décadas pasan a lla-
marse felices 20, felices 50, felices 90. Si estudia el gran ciclo secular o de largo plazo,
podrá saber en qué momento la regla general deja de cumplirse, para ser adaptada a
un entorno especial.
Si examina el Gráfico 3-25, podrá darse cuenta que realmente lo que cambia es
el escenario de tipos. Todo lo demás sigue vigente, los bonos darán las señales princi-
pales de alerta, el dólar y la materia prima seguirán con su relación inversa tan estre-
cha. Lo que cambia como es natural, será la manera en la que el mercado caerá y
sobre todo en la cuantía o profundidad de los ciclos bajistas.
Una corrección en medio de un mercado súper alcista, no suele ser mayor de un
-25%/-35% aunque es frecuente que en este tipo de mercados haya vueltas violentas,
estilo crisis del 87. En cualquier caso si detecta un mercado súper alcista de ciclo, ven-
derá cuando el bono sufra severas caídas y volverá a confiar en el mercado cuando
éste haya caído ese 25 ó 35%.
La duración de los mercados súper alcistas puede venir definida por ciertas pau-
tas que Samuel T. Benner trata de predecir en su libro Business Prophecies of the
Future Up san Downs in Prices. Sin embargo, personalmente, no he llegado a ninguna
102
conclusión al respecto, salvo que por analogías, un mercado súper alcista dura entre
18 y 24 años, mientras que un ciclo inflacionista dura entre 13 y 16 años. Dentro de
estos mega ciclos, tenemos los mercados clásicos de cuatro años alcistas por uno
bajista y otras pautas de mercado, como los alcistas de nueve años por tres bajistas,
estilo 1.920-1.929 ó 1.991-2.000, por poner algunos ejemplos.
Durante estos ciclos al alza, la materia prima no tiene avances considerables y
esto suele ser posible por subidas en el dólar que tienden a controlar la inflación y los
excesos de la economía.
LA OTRA EXCEPCIÓN EN LAS EVIDENCIAS: LA DEFLACIÓN
Si hay que hacerle una pequeña mención a los ciclos inflacionarios que preceden
a los grandes ciclos súper alcistas, igualmente de importante o más es la mención que
debe hacerse a los ciclos deflacionarios que, aunque menos prolongados, se producen
después del mercado súper alcista.
Por lo general, un ciclo deflacionario viene siempre o precediendo una gran caída
para la bolsa y/o se genera durante la caída de la misma. Se produce cada 50-70 años
y causa graves consecuencias en la economía. Ya sabe que la economía es un ente
que gusta de renacer de sus cenizas y es capaz de lo mejor y de lo peor, por lo que
tiene que saber cómo enfrentarse a ella en caso de producirse o de que haya riesgos
elevados de su aparición, generalmente en los inviernos de Kondratieff (vea final de
capítulo 2).
La deflación es una situación especial que debe tratarse con detenimiento. Por lo
general, se produce una caída en todos los precios salvo en el oro, en las acciones del
oro y de metales preciosos y además la Evidencia del bono se comporta de una mane-
ra especial. Aunque aún no sabe cómo se comporta el bono con respecto a la bolsa,
103
debe tener claro que si hay deflación su precio ascenderá. El miedo es libre y el dine-
ro únicamente compra metal precioso y deuda de estados, además de cambiar sus
monedas por divisa considerada como segura, lo que genera crisis monetarias.
Aunque me estoy adelantando, en caso de tener deflación o un invierno de
Kondratieff, no debe utilizar la Evidencia del bono como se usa normalmente en el resto
de ciclos con respecto al resto de evidencias y especialmente con respecto a la bolsa.
Consulte el capítulo 2 sobre estos ciclos de Kondratieff ya que tiene todo bien explica-
do.
Estas excepciones son importantes a la hora de tratar de adelantarse a los movi-
mientos en bolsa. Entender la economía no es sencillo, pero hay ciertas normas o
patrones que se suelen repetir eso es lo que tenemos que aprovechar.
104
RESUMEN DEL CAPÍTULO
- Los tipos de interés marcan las expectativas de inflación y son las herramientas
más eficaces de los bancos centrales para controlar la evolución de le economía.
- Existen diversos tipos de bonos con diferentes vencimientos. Estudiar la deuda
de corto y largo plazo estatal puede generar buenas señales de vuelta en índi-
ces.
- Un tipo de interés al alza genera expectativas alcistas en la inflación y es por esto
que las rentabilidades del bono acaban ascendiendo, la divisa (dólar) cayendo y
la materia prima yendo al alza. En este caso es de vital importancia el estudio del
ciclo inflacionista.
- El Carry Trade puede llegar a provocar crisis financieras.
- Los dividendos en bolsa y la rentabilidad obtenida de la deuda son clave para
asegurar un flujo de dinero o liquidez hacia la bolsa. Si los dividendos bajan
demasiado o la rentabilidad de la deuda asciende rápidamente, el flujo del dine-
ro puede secarse y desencadenar caídas para la bolsa.
- Los grandes mercados bajistas de largo plazo o “bear secular markets” son pre-
decibles y generan fases laterales en bolsa que pueden durar de 13 a 16 años.
Una vez el mercado se cura del virus inflacionista se generan los mercados súper
alcistas.
- Las principales evidencias tienen fases descritas en función de la situación del
mercado de largo plazo. En cualquier caso los mercados alcistas están anticipa-
dos por subida de bonos, posteriormente de acciones y por último de materias
primas. Los mercados bajistas vienen anticipados por la caída de los bonos, des-
pués de las acciones y por último de la materia prima.
- Si el mercado es súper alcista (otoño de Kondratieff), el ciclo en las principales
evidencias se ve alterado (tipos de interés, dólar y materia prima). El escenario
ideal son tipos de interés a la baja o mantenidos, dólar alcista y materia prima a
la baja o sostenida. Si el dólar cae y la materia prima sube, es probable la crea-
ción de crisis en acciones como la del 87. El mercado de bonos sigue siendo un
elemento anticipativo, sin importar el tipo de mercado en el que estemos (merca-
do de crack o súper alcista).
- Si el mercado es deflacionista trate de manera especial a las evidencias.
105
FACTOR DINERO EN SITUACIONES PRE-CRACK
Una de las normas a corto plazo que funcionan muy bien es precisamente la
mostrada en el gráfico del pre-crack. En el momento en que el precio del bono comien-
za a caer, su rentabilidad aumenta rápidamente y por tanto lucha contra la rentabilidad
ofrecida por el dividendo en la bolsa.
Por tanto, en una situación normal de mercado, la distribución de las “tuberías”
de la liquidez tiene las características de un tipo de interés al alza, una rentabilidad del
bono ascendente (precio del bono bajista), una materia prima ligeramente bajista o que
ha descendido y una divisa de referencia o defensiva al alza. Puede ser que ocurra una
caída importante en el dólar (crack de 1987) años atrás, pero por lo general la señal de
salida lo marcan nuevos máximos en bolsa que no son seguidos en los precios de los
bonos (divergencia bajista fuerte).
El desencadenante del crack puede ser cualquier shock externo como una crisis
en algún país periférico o una guerra. Las consecuencias inmediatas en el flujo de capi-
tal se muestran en el siguiente diagrama de flujos.
106
FACTOR DINERO EN SITUACIONES POST-CRACK
Una vez se produce la crisis, la bolsa caerá rápidamente mientras que el dinero
resultante buscará refugio en las materias primas y en las divisas de referencia. Si la
crisis es de corto plazo, la rentabilidad del bono caerá rápidamente y sus precios se
recuperarán a niveles anteriores a la crisis.
El factor dinero en los bonos será clave y fundamental para estimar la duración
de las crisis o de los cracks y sobre todo en si irán a más o se quedarán en un susto.
Lo importante es combinar el conocimiento que adquirirá de los ciclos seculares con
sencillas reglas de corto plazo que le ayudarán en sus inversiones.
El ejemplo más claro que puede tomar es el crack de 1987 y la crisis de 1998 con
las economías asiáticas y posteriormente la rusa. Todos estos mercados fueron pausas
a una tendencia alcista secular que se prolongaría hasta finales del 2000 y comienzos
del 2001.
107
EL FUNCIONAMIENTO DEL FACTOR DINERO EN LOS 50 CONTRA LOS 70
Años 50 Años 70
Rentab.Div. S&P 7% (<= mejor opción) 3,5%
Tip Int. C/P 1,75% 6%
Rentab. Bono 2,5% 8% (<= mejor opción)
Corporativo
Aunque hay más evidencias en juego, básicamente el dinero fluye según estas
tres premisas. Una rentabilidad por dividendo elevada seguramente conceda un ratio
precio dividendo elevado y por tanto la preferencia del capital por el mercado de accio-
nes (años 50). Cuando el tipo de interés y/o la rentabilidad de los bonos del gobierno
son elevados, el dinero sale de la bolsa hacia otros mercados más atractivos. Un tipo
elevado en EEUU facilita el carry trade y la apreciación del dólar frente a otras mone-
das. El capital por tanto preferirá monedas fuertes o los bonos para rentabilizarse.
(años 70).
108
ORGANIGRAMA SOBRE EVIDENCIAS SEGÚN EL TIPO DE MERCADO
109
CAPÍTULO 4:
LOS BONOS Y SU ESTRECHA RELACIÓN CON LA RENTA VARIABLE.
Para hacer dinero en el day-trading, se necesita la combinación de
un doctorado en matemáticas, el tiempo de reacción de un piloto
de combate y la estabilidad emocional de un negociador
de rehenes.
David Schehr
111
EL BONO ALEMÁN HIZO SUELO EN 2002 Y LAS ACCIONES EN 2003
GRÁFICO 4-1 Bono alemán a 10 años desde finales de 1999 hasta 2003
112
EL BONO ALEMÁN ALCISTA PROPICIA ACCIONES ALCISTAS DESDE 2003
Recuerde que si el ciclo es inflacionista y la fase es al alza, es muy probable que
bono, bolsa y materia prima asciendan. Esto se estudiará en el siguiente capítulo que trata
sobre la materia prima y su relación con el resto de productos: bolsa, bonos y divisa.
Como puede constatar en el gráfico 4-2, bono y bolsa siguen una relación direc-
ta y generalmente proporcional. Las caídas eventuales en el bono, son seguidas por
recortes sanos y normales en bolsa. En este entorno de mercado, los tipos comenza-
ban a subirse en 2004-2005 y esto acabaría afectando a los bonos y a su rentabilidad.
Sin embargo, para que el bono tenga implicaciones bajistas y directas en la bolsa y
cambie así la fase de mercado, la cotización del bono tiene que sufrir alguna corrección
superior al 10% desde máximos.
Bonos y bolsa tienen un desfase que es necesario medir y estudiar.
EL BONO Y SU ESTRECHA RELACIÓN CON LA BOLSA EN LOS 90
Durante los 90 se produjeron varios episodios de pánico vendedor, especialmen-
te para la renta variable nipona. Este caso lo veremos más adelante en el capítulo 8.
GRÁFICO 4-2 Bono alemán a 10 años desde finales de 2003 hasta 2006
113
Verá lo sencillo que fue predecir su marcha. La crisis del 98 fue un crack de repentina
desconfianza en ciertas divisas asiáticas y después en el rublo ruso y el peso mejica-
no. Si estas repentinas vueltas no son anticipadas por un bono bajista, lo natural es que
las bolsas se recuperen del susto, y así pasaría años después, con un mercado hacien-
do máximos durante los años 1999 y 2000.
El Gráfico 4-3 muestra una situación muy interesante y a la vez peculiar. Como
puede comprobar, el bono cae desde niveles cercanos a 101,50 (enero del 94) hasta
cerca de 88, lo cual es una caída superior al 13%. A priori esta situación debe ponerle
en guardia y de hecho supone una caída para la bolsa cercana al 15%. Luego compro-
bará cómo el desenlace no fue un mercado bajista o de crack. Esto fue debido princi-
palmente a la rápida recuperación posterior del bono a niveles cercanos a 103, lo que
alejaba indudablemente los nubarrones y planteaba la continuación del mercado súper
alcista de ciclo. Las evidencias funcionan cuando se aplican conjuntamente y no por
separado o individualmente.
En el Gráfico 4-4 se aprecia la continuación de la década hacia el 2000, justo
antes del crack del 98. Fíjese cómo bono y bolsa van de la mano y, a pesar de la duda
del 96, donde el bono cae un 5,50%, la bolsa continuaría haciendo máximos acompa-
GRÁFICO 4-3 Bono alemán a 10 años desde finales de 1992 hasta 1995
114
GRÁFICO 4-4 Bono alemán a 10 años desde finales de 1994 hasta 1998
ñada de nuevos máximos para el bono. Fíjese que estamos hablando de un DAX ale-
mán que pasa de 2.000 a casi 6.000 puntos en apenas tres años. Eso representa
auténticas fortunas para algunos.
La clave de esta técnica está en saber distinguir los mercados alcistas cuando el
entorno de tipos no sea tan favorable como hasta ahora. Una rentabilidad de la deuda
que tiende a cero hace que el ingenio del dinero brote. Rentabilizar capitales cuando
sólo tenemos como alternativa la bolsa es algo complicado. Muchos gestores tienen
que arriesgar más de lo que les gustaría en renta variable ya que pocos son los mer-
cados que les representen alta rentabilidad con riesgo reducido.
Aunque lo veremos más adelante, puede examinar los Gráficos 4-6 y 4-7 para
constatar el entorno en el que estamos y el que se vivió en los 40-50 y los 80-90.
Entendiendo los diferentes escenarios pasados podrá plantear estrategias ganadoras
en el futuro.
Mediante el Gráfico 4-5 y para acabar con la serie de bonos europeos de 10
años, he querido mostrarle casi 8 años de relación entre bono y bolsa. Lo más impor-
tante de este gráfico ocurre en los años 94 y 98. Durante los 94, la caída del bono no
115
GRÁFICO 4-5 Bono alemán a 10 años desde finales de 1994 hasta 2001
genera un mercado bajista para la bolsa. Esto es debido a que el bono hace suelo rápi-
damente y a la bolsa no le da tiempo a reaccionar a la baja. Es típico que en los mer-
cados súper alcistas, las caídas de mercado estén limitadas a pequeñas y sobre todo
repentinas vueltas.
En el 98 como ve, la caída brusca del -30% del DAX alemán y de los principales
índices mundiales no es vaticinada por el bono. No sólo eso, sino que además segui-
ría ascendiendo, mostrando claramente que lo que ocurría en la bolsa era producto de
histeria y pánico colectivo y no por razones de peso o económicas. En 1999 el flujo del
dinero seguía fluyendo a la bolsa mientras el precio de los bonos caía estrepitosamen-
te, creando una clara divergencia bajista.
Por último, el crash de la tecnología del 2000 sí que fue vaticinado por el bono.
Como vemos, el bono hace justamente lo contrario a la bolsa unos 6 meses antes. A la
bolsa le quedaba poco recorrido y esto era más que evidente tanto en el bono como en
otras evidencias. De nuevo el equipo funcionó.
EL ENTORNO DE RENTABILIDAD Y DIVIDENDOS MARCA LA DIFERENCIA
¿Tendrá algo que ver el entorno del “yield” o de la rentabilidad ofrecida por bonos
del estado o por las corporaciones con los mercados alcistas o súper alcistas?
116
Naturalmente que sí, pero veremos cómo esta relación en ocasiones ha dependido de
las expectativas de que el nivel de los “yields” decreciera. En otras ocasiones del nivel
bajo en estos retornos y en otras ocasiones directamente ha dependido de la rentabili-
dad de los dividendos en bolsa.
El Gráfico 4-6 muestra la rentabilidad histórica del bono americano a 10 años. Los
principales mercados bursátiles alcistas sucedieron en la década de los 20, del 43 al
65 y del 83 al 2000. Ayudándonos de los Gráficos 4-6 y 4-7, podemos ver cómo el mer-
cado alcista de la década de los 20 y el mercado secular al alza del 83 hasta el 2000
se da con un entorno bajista de la rentabilidad en bonos. El periodo histórico alcista del
43 al 65 se genera con un aumento de la rentabilidad, aunque también hay que decir
que no fue exagerada.
Así podemos concluir que un entorno de rentabilidades de bonos elevadas pero
con dividendos en bolsa altos es sostenible y, siempre que haya expectativas de que
esta rentabilidad de bonos tan extrema vaya a reducirse, pueden suceder mercados
súper alcistas. Lo sencillo está en el periodo alcista del 43 al 65, donde un entorno de
elevados dividendos en bolsa y reducidas rentabilidades en bonos acompañadas de
tipos bajos propiciaron un mercado alcista sin casi obstáculos. Es algo parecido a lo
que está sucediendo en los tiempos actuales (2010).
Actualmente (año 2010) el entorno de la rentabilidad de bonos corporativos y de
deuda están en niveles bajísimos, a la vez que la rentabilidad por dividendo está
aumentando. Las empresas ganan más al haber ahorrado costes y esto hace que el
mercado no tenga inconvenientes en ascender a pesar del pesimismo.
GRÁFICO 4-6 Rentabilidad o “yield” histórica del bono a 10 años desde 1962
117
GRÁFICO 4-7 Rentabilidad o “yield” histórica del bono corporativo AAA
Existe una relación interesante que conecta el precio de la bolsa con los dividen-
dos. Al igual que el PER u otros ratios, se puede relacionar los dividendos de las empre-
sas con respecto a su precio. Esta relación es especialmente influyente sobre los flu-
jos de capitales y de ahí su importancia. No es sólo que la empresa vaya bien y gane
dinero, sino que lo realmente importante es cómo de generosa es la empresa repartien-
do estas ganancias entre los que un día confiaron en ella. Se trata del ratio precio-divi-
dendo y ya lo estudiaba el señor Stan Weinstein en su libro Los secretos para ganar
dinero en los mercados alcistas y bajistas. Una empresa que reparte dividendos lo hace
porque puede, es decir, gana suficiente capital como para crecer y devolver dinero en
forma de rentabilidad anual. Si sumamos todas las empresas de los índices podemos
llegar a un promedio de rentabilidad por dividendo de la bolsa. Este promedio está dis-
ponible en la página de Barron’s.
118
Para lograr el parámetro que relacione precio y dividendo, sencillamente es divi-
dir el precio del índice entre los dólares que se reparten de promedio (Divs $). Así,
según el DJ Ind Avg, el ratio precio-dividendo será de 36,59 veces (10.143,81 / 277,17).
Para el S&P500, el ratio precio-dividendo será de 47,62 veces. También se puede cal-
cular dividiendo 100 entre el porcentaje de rendimiento (Divs Yield %). En principio
119
estas cifras ahora le significarán poco, pero observe el Gráfico 4-10 donde están
expuestos los ratios históricos para que lo compare con el mercado.
Lógicamente el dinero sirve para hacer más dinero y un ratio precio-dividendo
superior a 30 quiere decir que por cada dólar invertido, precisará 30 años o más para
obtener ese dólar de beneficio además del que invirtió. Esto a efectos prácticos no es
120
interesante para los grandes capitales y, por tanto, acudirán a otros mercados que no
sea la bolsa. Sin embargo, rentabilidades que se recuperan en 10 o en 15 años (ratios
de 10 a 15) son las verdaderas oportunidades que trata de encontrar el dinero inteli-
gente.
Esta teoría falla cuando los dividendos caen y no se sostienen en el tiempo o
cuando la economía entra en situación de burbuja, como lo acontecido desde 1990. El
dinero confía excesivamente en la nueva tecnología que era Internet, espera obtener
grandes beneficios de ella pero lo cierto es que los dividendos medios caían mientras
los precios de la bolsa ascendían, aumentando de este modo el ratio precio-dividendo.
Esto generaba una situación insostenible en el ratio precio-dividendo y creaba dislates
económicos. La gente invertía su dinero con el fin de recuperarlo en casi 90 años (pico
máximo de la burbuja); en definitiva, había muchísimas alternativas de inversión más
rentables que esa, y así el dinero y los capitales se fueron a crear otras grandes bur-
bujas con esta premisa: inmobiliarias y materias primas.
Por tanto, este indicador precio-dividendo es una medida objetiva de decir si el
mercado está caro o barato, ya que medimos únicamente los años que precisa el capi-
tal inversor para recuperar su dinero exclusivamente vía dividendos. No es de extrañar
que cuando los ratios se han situado en niveles cercanos a 15-20, la bolsa acabara
reaccionando de manera impulsiva al alza. En el Gráfico 4-10 he marcado los principa-
les giros de mercado. Vigilando un poco este ratio, se puede anticipar lo que está por
venir, aunque siempre en un marco temporal amplio, alejado del ruido del corto plazo
o intradía. Zonas entre 20-30 son niveles medios, mientras que valoraciones cercanas
a 30 marcan los inicios del peligro de la sobrevaloración en bolsa. Aún en 2010, el mer-
cado global sigue siendo caro hasta que no aumenten los dividendos o caiga la bolsa.
Por el contrario, cuando el coste de invertir un dólar y obtener otro dólar a cam-
bio son más de 30 años, el dinero acude a otros mercados. Así pues, el entorno de divi-
dendos pasa a ser importante, no sólo por las implicaciones que tiene para la bolsa en
el largo plazo sino también por su relación con otros productos como los bonos. Piense
que es un entorno competitivo donde todos quieren ganar dinero con sus ahorros.
Antes de continuar, quiero que examine el bono americano en periodos más con-
cretos y compruebe cómo es un termómetro muy eficaz para controlar las subidas y
caídas de la bolsa. El bono americano ha estado muy vigilado y controlado por fuerzas
que son poderosas y tienen intereses económicos.
La línea gruesa negra representa el bono americano a 30 años, mientras que la
línea punteada de los gráficos listados a continuación, será el índice de precios del
SP500. Como puede verse en el Gráfico 4-11, el mercado sigue la pauta que le marca el
bono. No le he puesto el gráfico del bono a 10 años porque quiero que vea cómo incluso
de otros bonos con vencimientos a más años, pueden obtenerse valiosas conclusiones.
121
EL BONO AMERICANO HIZO SUELO EN 1981 Y LAS ACCIONES EN 1982
GRÁFICO 4-11 Bono americano a 30 años desde los 80 hasta el 87
122
EL BONO AMERICANO AL ALZA EN LOS 90
GRÁFICO 4-12 Bono americano a 30 años desde los 90 hasta el 94
haciendo máximos y usted sólo esperaría la siguiente liquidación del bono para poner-
se en guardia.
En el Gráfico 4-13 tiene un ejemplo de que ninguna fórmula o regla funciona a la
perfección. A comienzos de 1996 el precio del bono sufrió una caída de importancia cer-
cana al 13%. Esto no supuso recorte alguno para la bolsa, sino un periodo de ligeras
dudas. En ocasiones los mercados súper alcistas tienen tanta fuerza que son capaces
de desafiar a la base de la evidencia. Aún así, no se preocupe, porque lo peor que
podía haberle pasado era haber estado un año o un año y medio sin operar esperan-
do la caída del mercado. Una vez el bono vuelve a máximos el semáforo se puso en
verde para usted.
La crisis del 98 apenas se notó en el mercado americano de acciones, y menos
en el bono, que continuaba haciendo máximos, lo que dio una clara señal de que todo
estaba controlado y la crisis de confianza determinadas monedas asiáticas y el rublo
ruso sería pasajera.
Lo que no debe obviar es la caída que comienza a experimentar el bono desde
112,000 (en octubre del 98) hasta 90,000 (en octubre del 99), casi un 20%. Aunque el
mercado siguió ascendiendo (divergencia bajista con respecto al bono), algo muy malo
estaba cerca de ocurrir, y ya a primeros de 2000 el bono cotizaba en mínimos mientras
123
GRÁFICO 4-13 Bono americano a 30 años desde los 96 hasta el 2000
la bolsa ascendía sin límites, sucediendo lo mismo en otros mercados, como se puede
comprobar con el bono alemán a 10 años y el DAX en el gráfico 4-5. Lo que ocurrió
después ya lo sabe, y no sería hasta que el bono tocara nuevos máximos recuperan-
do todo el terreno perdido que la bolsa americana consiguiera hacer suelo en 2003 y
remontar.
CRACK DEL 87 ANUNCIADO POR EL BONO AMERICANO
Aunque en el Gráfico 4-14 pueda parecer un movimiento pequeño dentro de una
tendencia alcista clara, lo cierto es que el S&P500 sufrió una de sus peores caídas en
muchísimo tiempo.
Pero, como siempre, el bono tenía la clave. La caída previa de más del 20%
desde máximos (mediados del 87) y la consecución de nuevos máximos en bolsa anun-
ciaba el peor de los pronósticos (divergencia bajista de nuevo). Lo complicado de este
crash es que colocando indicadores técnicos, fue demasiado repentino para reaccionar
a tiempo. En esta ocasión sólo pudo salvarle su estudio sobre la evidencia. No hay
nada más rápido y más sencillo que extraer un gráfico de bonos y uno de bolsa y visual-
mente determinar si la tendencia alcista es sana o no.
En el siguiente capítulo podrá comprobar cómo la materia prima también tuvo un
papel importante en la crisis del 87, no como provocador pero sí como jugador intere-
124
GRÁFICO 4-14 Bono americano a 30 años desde los 85 hasta el 89
sante. Si continúa examinando el Gráfico 4-14, verá cómo el bono, una vez se produ-
ce la caída, no hace nuevos mínimos, se reconstituye y hace suelo.
El bono ya sabe que además es capaz de indicarle el final de las fases bajistas
del mercado. Siempre que el bono alcance máximos, el final del mercado bajista esta-
rá cercano, aunque recomiendo que confirme con otros indicadores técnicos como
mm30, divergencias en MACD, líneas de avance/retroceso etc. Al final del presente
capítulo he adjuntado la interesante curva de Coppock, otro indicador interesante que
adelanta los giros de mercado.
Es probable que se esté preguntando cuál de los dos bonos es mejor. Ya he
comentado que personalmente prefiero el de 10 años porque me da una capacidad de
reacción a movimientos en bolsa importante, aunque ha visto cómo el uso del bono a
30 años es perfectamente válido. Lo que no debe usar son bonos con vencimientos
anteriores a 10 años, ya que se aproxima a un juego demasiado arriesgado. El vigilar
vencimientos de corto plazo le ayudará a discernir las situaciones de clímax vendedor,
cuando precisamente el riesgo de corto plazo esté sobrevalorado en exceso (consulte
capítulo 3, Gráfico 3-4 y siguientes).
El Gráfico 4-15 le muestra cómo la tendencia de ambos bonos es la misma, aun-
que en ocasiones ambos bonos se cruzan, mostrando una variación mayor entre los
diferentes plazos. La conclusión es la misma.
125
La línea gris fina del Gráfico 4-15 marca la tendencia del precio del bono a 10
años. La línea gruesa negra marca la del bono a 30 años, mientras que la punteada es
la línea del SP500.
La tendencia alcista no era demasiado sana que digamos. Desde 2003, cuando
el mercado inicia la senda alcista, el bono no levanta cabeza y no consigue hacer nue-
vos máximos. Tras un periodo de exuberancia irracional en la bolsa acompañada de
una situación inflacionista de ciclo, el 2007 fue el punto y final a la tendencia alcista del
mercado. Ambos bonos, especialmente el de vencimiento a 10 años, mostraban míni-
mos relativos y absolutos. Lo que vendría después creo que ya lo ha vivido, aunque se
lo recuerdo. Se sucedería uno de los peores mercados bajistas no vistos desde la II
Guerra Mundial.
Será importante que reflexione sobre este capítulo y lo estudie con detenimiento
ya que los siguientes capítulos comenzarán a tomar un nivel de dificultad mayor.
Aunque la prioridad de este libro es saber qué relación existe entre estos mercados de
capitales alternativos y la bolsa, veremos también las relaciones que existen entre
estos mercados de capitales entre sí para tener una perspectiva global. Si consigue
entender la evidencia vista como el factor dinero del gran “Kosto” y lo conjuga con los
conocimientos sobre análisis técnico que explicaba en mi libro Aleta de Tiburón: tácti-
cas de un operador en bolsa, logrará entender factor dinero y factor psicológico y al fin
sabrá cuando comprar, cuando vender y cuando no hacer nada y esperar.
GRÁFICO 4-15 Bono americano a 30 y 10 años desde 2003 hasta 2008
126
LA CURVA DE COPPOCK
La curva de Coppock fue desarrollada por E.S. Coppock en 1962. La idea se
basaba en que el estado emocional de los mercados podía ser determinado sumando
las variaciones porcentuales de por ejemplo, los precios de septiembre de 2005 con los
del año 2004 (+15%); seguidamente comparamos los de agosto con los de un año
antes (+12.5%); por último comparamos el mes de julio con el del año anterior (+7.5%).
Este comportamiento sugiere que el mercado está ganando momentum alcista. Sobre
esta idea, podemos construir la curva de Coppock como el resultado de aplicar una
media móvil exponencial al ROC porcentual de una media móvil simple.
Generalmente en el cálculo de la curva de Coppock se suelen utilizar periodos
bastante largos y sobre escalas temporales anuales, mensuales, etc. Se considera que
ha habido un importante cambio de tendencia cuando se produce un giro cerca de un
nivel extremo de la curva. Asimismo, pueden detectarse divergencias en el oscilador.
Recuerde que será un indicador de mercados seculares aplicable a nuestra teoría de
mercado y de análisis de medio plazo.
Para programar y obtener el indicador en su plataforma de Pro Real Time (PRT)
deberá copiar las siguientes líneas de código en forma de indicador y guardar los cam-
bios:
127
REM INDICADOR COPPOCK POR JAVIER ALFAYATE
AV=Average[30](close)
PR=ROC[20](AV)
COPPOCK=ExponentialAverage[30](PR)
RETURN COPPOCK AS "COPPOCK"
El código del sistema que validará este indicador y que verificará si el modelo de
Coppock es correcto es el siguiente:
REM SISTEMA COPPOCK POR JAVIER ALFAYATE
myCOPPOCK = CALL "COPPOCK GUIDE"
IF myCOPPOCK<0 AND myCOPPOCK>myCOPPOCK[1]
AND myCOPPOCK[1]<myCOPPOCK[2] AND NOT ONMARKET THEN
BUY 100%capital at market
ENDIF
IF myCOPPOCK Crosses Under 0 THEN
sell at market
ENDIF
El sistema se basa en los giros al alza del indicador de Coppock cuando éste vale
menos que cero. Aquí tiene una muestra del S&P500 desde 2003 a 2010.
128
RESUMEN DEL CAPÍTULO
- El bono es una de las herramientas más esclarecedoras en el análisis del flujo de
capitales o del análisis de la Evidencia en bolsa. Es capaz de anticipar giros
importantes de mercado y suele ser confirmador de tendencias alcistas.
- El bono que da mejores señales es aquel que es estatal o soberano y que ade-
más tiene un plazo de vencimiento en torno a 10 años. Se pueden emplear otros
tipos de bonos y con otros vencimientos, pero es posible que no funcionen de una
manera clara.
- El bono americano tiende a estar más manipulado que el bono alemán y por ello
no es un indicador infalible. Por lo general, todos los bonos tienden a subir y a
bajar al unísono. Lo verdaderamente relevante es la tendencia que toman en las
diferentes fases de la economía y del ciclo económico.
- Un análisis completo de la situación del mercado de bonos y su posible influen-
cia en bolsa se logra cuando comparamos la tendencia de este mercado con la
tendencia de la rentabilidad de las acciones y del mercado global. Cuando la
bolsa vía dividendos es más rentable que los bonos, la bolsa sube y viceversa.
Vigile el ratio precio-dividendo ya que puede ayudarle en la explicación de las
fases de mercado de largo plazo.
La tabla inferior se interpreta de la siguiente manera: en la primera fila tiene el
tipo de mercado: súper alcista y de crack, con sus correspondientes sub tipos de mer-
cado que dependen del entorno inflacionista de ciclo (fases de Kondratieff). En la
segunda fila, en fondo gris, tiene la evidencia de referencia “Bono (rent %)” que repre-
senta la rentabilidad del bono. Recuerde que es perfectamente inversa al precio. Más
abajo está marcada la evidencia de la bolsa, que es la que se explica en el capítulo.
Por ejemplo, el bono puede tener diversos comportamientos en el largo plazo en fun-
ción del contexto de ciclo. Unas veces la rentabilidad del bono irá a la par que el mer-
cado (en momentos inflacionistas moderados y netamente deflacionistas). Esto quiere
decir que el precio del bono mantendrá una relación directa con la bolsa en periodos
no inflacionistas o súper inflacionistas.
129
ORGANIGRAMA SOBRE EL BONO Y LA BOLSA SEGÚN TIPO DE MERCADO
130
CAPÍTULO 5:
LA MATERIA PRIMA, LOS BONOS Y LA BOLSA
Empecé en esto como la mayoría de la gente, utilizando el análisis
fundamental y eso me produjo una gran frustración. Me di cuenta
una y otra vez que los hechos fundamentales que afectaban a las
acciones y que me decían que comprara un determinado título no
tenían una clara representación en el mundo real.
Sin ninguna duda, la psicología de los participantes en los merca-
dos es la variable más importante. No es suficiente el comprar una
acción que está barata o que tiene un buen aspecto técnico. El
resto de las personas, la masa, tiene que ver también lo que
vemos nosotros y en esa transición de la masa de rechazar una
acción a querer poseerla es donde realmente está el dinero.
John Bollinger
131
Estudiar la materia prima, el bono, la divisa, los tipos de interés, las divergencias
de los principales indicadores psicológicos (MACD, mm30, líneas de A/D…) es casi
como tener línea directa con el presidente de la FED. No es mejor analista el que más
indicadores conoce ni el que realiza estupendos estudios económicos sobre empresas
sino el que mejor sabe interpretar los principales giros en la Evidencia y en la psicolo-
gía del mercado. Naturalmente el análisis sectorial tendrá mucho que ver, pero lo pri-
mero que es necesario determinar es el sesgo del mercado.
En este capítulo veremos cómo está formado el índice de materias primas, qué
grupos son los que lideran su composición y qué relaciones existen entre ellos.
Estudiaremos si es posible adelantar el comportamiento de la inflación a través del
estudio de ciertos componentes del CRB y descubriremos alguna relación peculiar
sobre los metales industriales con respecto a la bolsa. Finalmente, analizaremos la
influencia que puede tener el índice CRB de las materias primas sobre los bonos. El
papel que juega el dólar en todo este escenario lo veremos en el siguiente capítulo ya
que será uno de los más importantes y será el nexo de unión de todos los componen-
tes más importantes sobre la Evidencia y cómo entran en juego. Es importante que
vaya asentando lo que está aprendiendo y releer los capítulos que no hayan quedado
claros, ya que el nivel de dificultad irá aumentando en función del descubrimiento de
nuevos jugadores en la Evidencia.
ÍNDICE CRB DE MATERIAS PRIMAS
El índice CRB (Commodity Research Bureau) fue presentado en 1956 y desde su
creación, nunca ha tenido en su composición ningún futuro financiero, es sencillamen-
te un índice de materias primas y de futuros sobre estas materias. Consta de 23 com-
ponentes, aunque dos de ellos están repetidos según grados de pureza y procedencia,
realmente serían por tanto 21 componentes diferentes que ponderan todos por igual al
4,34%:
- METALES: Cobre, plomo, acero, estaño y zinc.
- TEXTILES Y FIBRAS: Cáñamo, algodón, tintura y lana.
- GANADO Y SUBPRODUCTOS: Cerdos, cuero, tripa, manteca, bueyes y sebo.
- GRASAS Y ACEITES: Mantequilla y aceite de soja.
- METALES Y PRODUCTOS PARA INDUSTRIA (59,1%): Cuero, sebo, cobre,
plomo, acero, zinc, estaño, cáñamo, algodón, tintura, lana, colofonia y caucho.
- GRANOS, VACUNOS E IMPORTADOS (40,9%): Cerdos, bueyes, manteca, man-
tequilla, aceite de soja, cacao, maíz, trigo de Kansas, trigo de Minneapolis y azú-
car.
132
Examinando su composición, ya nos damos cuenta de que no tiene en conside-
ración ni los precios energéticos como el petróleo, el gas natural, la gasolina, el gasó-
leo calefacción ni tampoco tiene en cuenta el importante sectorial de metales preciosos
como el oro, la plata, el platino, o el paladio entre otros.
Debido a la mayor relevancia de ciertas materias primas en la inflación, especial-
mente los precios energéticos, es necesario que adoptemos otro índice de materias pri-
mas más apropiado para los tiempos que corren. He querido incluir los gráficos del
CRB y sus subsectores porque tienen especial sentido desde los años 40 hasta los
años 80. A partir de este momento, el mundo comenzó a ser dependiente del petróleo.
Así, hay que entender al índice CRB como una composición de materias primas que
cambia con el tiempo y con la economía. Es muy interesante dar un paseo por la his-
toria y tener en cuenta estos gráficos de materias primas que aunque ahora no nos
dicen mucho, sí que fueron especialmente relevantes en su momento.
Otro detalle importante es la ponderación de cada componente. Se le da la
misma ponderación al cobre frente al caucho u otros subproductos como el estaño (tin).
Lógicamente no podemos tener una ponderación perfecta ni la industria consumirá
siempre los mismos productos o subproductos, pero es una solución demasiado sim-
plista y que puede alejar la situación real de precios con respecto al índice de materias
primas CRB.
Los mayores quebraderos de cabeza para un trader novato en materias primas,
puede ser precisamente el escoger un índice de materias primas que se adapte a sus
necesidades. Desde este libro le recomendaré el uso del Thomson Reuters/Jefferies
CRB Index, el cual sí que recoge las materias primas más relevantes en cada época
del año. De hecho, es el que se suele abreviar por CRB. Por diferentes motivos, los
datos históricos de ciertas materias primas son muy complicados de obtener. Así pues,
examinaremos los datos históricos a través del índice CRB y sus subíndices mientras
que los datos más recientes serán adquiridos del TR/Jefferies CRB Index. Así, cuando
necesite comprobar la situación de las materias primas para hacer un estudio de la
Evidencia con respecto a la materia prima, le aconsejo el uso de este último.
Comprobará que existe otro índice, el CCI de materias primas el cual recoge los
componentes energéticos y de metales preciosos que le faltan al CRB Index. Más ade-
lante se detallarán los motivos por los que es preferible escoger el TR/Jefferies frente
al CCI, pero básicamente la clave será la ponderación de las diferentes materias sobre
el índice compuesto. Finalmente veremos las relaciones que existen entre este índice
de materias primas frente a la bolsa y al bono. No pierda la perspectiva, lo interesante
son las conclusiones, aunque quiero que conozca los diferentes índices de materias
primas que puede encontrarse.
133
GRÁFICO 5-1 Spot del CBR Index desde 1947 hasta febrero de 2010
134
CORRELACIONES IMPORTANTES DE COMPONENTES DEL ÍNDICE CRB
El índice CRB de materias primas está compuesto por cuatro subsectores: meta-
les, textiles y fibras, ganado y subproductos y grasas y aceites. Luego se hace una refe-
rencia a dos subsectores más amplios que engloban a los otros cuatro: “Raw indus-
trials” que son los productos para la industria, y los “Foodstuffs” que son los productos
agrícolas y de alimentación. Esta última distinción es muy importante y veremos sus
diferencias. Lógicamente será llamativo poder comprobar cómo las materias primas se
mueven también con cierto retardo unas de otras, y esto incluye a los grupos sectoria-
les de industriales y productos agrícolas.
Aunque actualmente los componentes del sector y su peso han variado, anterior-
mente, antes de los 90, el mercado agrícola y sus productos representaba el 62% de
la ponderación del CRB mientras que un 38% era para los productos no agrícolas.
Actualmente la relación se ha invertido, aunque sigue siendo una ponderación poco
apropiada para las características de la economía actual, pero como digo, puede ser-
vir muy bien para estudiar los movimientos en el pasado.
A continuación podrá examinar los subgrupos más importantes y sacar sus pro-
pias conclusiones.
GRÁFICO 5-2 Metales del CRB Index desde 1947 hasta febrero de 2010
135
GRÁFICO 5-3 Textiles del CRB Index desde 1947 hasta febrero de 2010
GRÁFICO 5-4 Ganado vacuno CRB Index desde 1947 hasta febrero de 2010
136
GRÁFICO 5-5 Grasas y aceites CRB Index desde 1947 hasta febrero de 2010
137
GRÁFICO 5-6 Productos industriales desde 1947 hasta febrero de 2010
138
El Gráfico 5-6 y 5-7 muestra la evolución de los “raw industrials” o de materias
primas indistriales y los “foodstuffs” o materias agrícolas e importados. Estos dos gru-
pos sí que son especialmente relevantes para detectar de donde procede la inflación y
tener cierta expectativa de futuro sobre los tipos de interés. Por lo general, una subida
de los precios de materias primas industriales como el cobre, aluminio, zinc y demás,
se traducirá en pocos meses en un aumento de los precios al productor. Este gráfico
tan importante y que tenemos a nuestra disposición, es el principal generador de las
expectativas alcistas de la inflación y de ciclo.
El comportamiento del dólar será muy importante. Un dólar fuerte, suele conlle-
var subidas en bolsa en el medio plazo, pero la fortaleza del dólar debe ser adecuada.
Es como cuando tenemos inflación. Un poco de ésta es incentivadora pero demasiada
puede ser perjudicial. Un dólar muy fuerte merma las exportaciones de los EEUU y
acaba por convertirlo en un país poco competitivo.
Si nos fijamos en los dos gráficos (5-6 y 5-7) veremos diferencias evidentes
durante 1951, 1980, 1990, 2005 y 2010. Algunos economistas afirman que los precios
sobre las materias industriales afectan de manera más notable a la inflación que los
precios agrícolas, que muchas veces dependen del clima, de los subsidios y demás
ayudas de los gobiernos más que por el aumento de la demanda industrial motivada
por el aumento de la demanda y del consumo y por tanto de la fortaleza o debilidad de
la economía. Piense que producir un bien duradero no es un proceso fácil. Aunque es
meterse en temas complejos, para fabricar un bien, necesitará energía, materia prima
(metal, alimentos etc) y un transporte adecuado. La complejidad al cuantificar la infla-
ción deriva de que los costes y las variables son numerosos, pero podremos tener una
idea estudiando los índices CRBs de materias primas.
El estudio del “raw industrials” o el estudio de las materias primas para la indus-
tria, especialmente el cobre, tiene relevancia en la anticipación de ciclos a la baja.
Aunque los precios de las materias primas industriales a la baja pueden parecer bue-
nas noticias para la bolsa en el medio plazo, por lo general están anunciando recesio-
nes inminentes por caída de demanda, consumo y producción. Las mayores caídas
mostradas en el Gráfico 5-6 están localizadas del 80 al 83, del 89 al 93, del 98 al 2002
y del 2008 al 2009, justamente anteriores a las recesiones del 82, del 91 y del 2009.
Hay un periodo donde no hubo recesión en EEUU aunque fue por poco, el 2001, y es
justo en este periodo cuando no se cumple la regla de la caída de los “raw industrials”
y recesión, aunque sí se cumple perfectamente en el caso de caídas para la bolsa.
¿Tendrá poder para predecir las caídas de la bolsa los “raw industrials”? Sí. Vigilar el
cobre y demás productos industriales es importante y será estudiado en un punto a
parte de este mismo capítulo.
139
ÍNDICE CCI DE MATERIAS PRIMAS
El índice CCI (Continious Commodity Index) fue creado en 1957 a partir del CRB
Index. Ha tenido 10 revisiones hasta la fecha y actualmente contiene 17 “commodities”
o materias primas con la misma ponderación, exactamente del 5,88% cada una sobre
el índice. Los componentes listados en los grupos de materias son:
- METALES: Oro, plata, platino.
- ENERGÍA: Petróleo crudo, gasóleo y gas natural.
- TEXTILES Y FIBRAS: Algodón.
- GRANOS: Maíz, soja y trigo.
- GANADO Y CARNES: Ganado vacuno y ganado de engorde.
- MATERIA INDUSTRIAL: Cobre.
- IMPORTADOS: Azúcar, cacao, café y zumo de naranja.
La novedad que introduce con respecto al CRB Index es principalmente el sector
energético y de metales preciosos. Los materiales industriales se reducen al cobre y
además el peso de la agricultura se reduce de manera llamativa frente al CRB. El CCI
es un índice que nivela la mayoría de los componentes de la inflación, sin embargo
entre softs y agricultura, sigue pesando demasiado componentes atmosféricos y deci-
siones políticas frente a los componentes reales de la inflación. Es por esto que es
mejor que el CRB Index pero sin embargo no termina de mostrar una imagen más acor-
de con la realidad actual de los componentes inflacionarios de tal manera que un
ascenso del CCI represente un aumento de las expectativas de la inflación en el medio
plazo.
El índice se centra en mercados líquidos de materias primas pero sigue pecando
en la ponderación de cada uno de los componentes. Al intentar hacer sencillo su cálcu-
lo se pierde mucho sentido, así por ejemplo, el gasóleo calefacción tiene la misma
importancia que el petróleo en crudo o que el zumo de naranja. No sé usted, pero yo
podría vivir sin zumo de naranja, otra cosa bien diferente sería vivir sin petróleo. Lo que
quiero decir es que hace una inadecuada ponderación.
En el apartado siguiente le enseñaré cómo está compuesto el índice CRB de
Thomson Reuters/Jefferies. Veremos las principales diferencias entre ambos índices y
comprenderá de donde procede la diferencia. Todos estos índices, son índices comer-
ciales que muchos traders emplean, por lo que hay una discusión sobre qué índices
reflejan mejor la inflación y cuáles dan señales más claras para el dólar, la bolsa o el
bono. Existen numerosos instrumentos financieros para operarlos e incluso ETFs, pero
necesitará conocer sobre qué materias están referenciados o sobre qué índices.
140
ÍNDICE THOMSON REUTERS/JEFFERIES CRB
El índice TR/Jefferies CRB Index fue creado en 1957 a partir del CRB Index.
Después de 2005 comenzó a llamarse TR/Jefferies CRB Index debido al esfuerzo de
estas dos compañías en lograr un índice con una ponderación adecuada de cada pro-
ducto y que representara los principales componentes inflacionarios del sistema eco-
nómico. A partir de ahora para simplificar lo llamaremos CRB.
El índice ha tenido 11 revisiones, comenzando con 28 componentes en el índice
y finalizando en los 17 actuales. Como es lógico, el índice en sus comienzos tenía una
ponderación mayormente agrícola, con componentes como cebollas, patatas, huevos,
linaza etc… pero en la actualidad, ya sólo se incluyen los elementos que más influyen
en la inflación, como son la energía y los metales o materias industriales.
- METALES: Oro (6%), plata (1%).
- ENERGÍA: Petróleo crudo (23%), gasóleo (5%), gasolina RBOB (5%) y gas natu-
ral (6%).
- TEXTILES Y FIBRAS: Algodón (5%).
- GRANOS: Maíz (6%), soja (6%) y trigo (1%).
- GANADO Y CARNES: Ganado vacuno (6%) y ganado de engorde (1%).
- MATERIA INDUSTRIAL: Cobre (6%), aluminio (6%) y níquel (1%).
- IMPORTADOS: Azúcar (5%), cacao (5%), café (5%) y zumo de naranja (1%).
La clave de este índice está en la especial ponderación del componente energé-
tico, tan vital para nuestra economía y forma de vida. En este índice hay componentes
que ponderan de manera apropiada con menor importancia. En el apartado de energía
se ha añadido a la gasolina RBOB como importante componente inflacionario, además
de otros materiales industriales como aluminio o níquel. En este índice los metales pre-
ciosos tienen menor ponderación y es lógico pensar de esta manera.
Igualmente el componente agrícola baja de forma significativa, y aunque sigue
siendo un porcentaje elevado sobre la inflación, ahora ya está mucho más ajustado a
la realidad de mercado. En definitiva, este índice incluye materias primas industriales
relevantes y realistas para la economía actual, a la vez que emplea ponderaciones ade-
cuadas para cada componente, añadiendo especial relevancia a los precios energéti-
cos.
El Gráfico 5-8 muestra la composición de los diferentes grupos de materias pri-
mas y la importancia que tienen a la hora de calcular el valor de cada índice CRB de
materias primas. Las diferencias son evidentes y es por esto que en algunos momen-
tos pueden tomar tendencias distintas en el corto plazo.
141
GRÁFICO 5-8 Composición del CRB, CCI y CRB TR/JEFFERIES
142
El Gráfico 5-9 muestra la evidente relación entre el índice CCI de materias primas
(línea discontinua) y el índice CRB de materias primas (línea continua). Cuando uno
asciende el otro también lo hace, ahora bien, podemos apreciar cómo la cuantía de
estos avances es claramente diferente por la parte final del gráfico y esto es debido a
que justamente los componentes que más ponderan en el CCI lo hacen muy bien
(metales preciosos, softs y cobre) y los componentes que más ponderan en el CRB no
suben tanto (componente energético del TR/JEFF).
Así pues, el índice que se debe emplear para medir la inflación futura será el
componente que mida y tenga en cuenta los precios energéticos y demás componen-
tes. Aunque los otros índices CRB de materias primas pueden servir, los debemos con-
siderar como meras aproximaciones a las expectativas de la inflación real.
En el siguiente gráfico, el 5-10, puede apreciar cómo ambos gráficos son prácti-
camente idénticos hasta junio de 2006. Si nos remontáramos a fechas anteriores, su
parecido seguiría siendo sorprendente. Por tanto, aunque estos gráficos necesiten una
revisión por nuestra parte, queda claro que desde 2006 hay que diferenciarlos y esco-
ger uno frente al otro por los motivos expuestos con anterioridad. Sin duda el efecto
energía juega un papel imprescindible.
143
ÍNDICE RAW INDUSTRIALS Y COBRE: LOS CICLOS A LA BAJA
La capacidad de predecir recesiones que tienen las materias primas industriales
y más concretamente el cobre es llamativa. Aunque obtener datos históricos de esta
materia prima es complejo y poco manejables.
El Gráfico 5-11 le muestra la relación del Dow Jones (línea punteada) con respec-
to al gráfico del cobre (línea continua). Es evidente la relación directa que existe entre
el cobre y la bolsa; exceptuando el ascenso del Dow Jones desde 1990 hasta el 2000,
el cual no es confirmado por el cobre. En la caída del 2008, el cobre tiene un retraso
de unos dos meses antes de acompañar a la caída de los índices y de todos los com-
ponentes del CRB. Si se fija, el cobre tiene un papel determinante en las recuperacio-
nes, al menos en los inicios de las mismas, cuando la industria comienza a demandar
esta materia prima y la recuperación se reactiva.
Los precios de esta materia prima pueden ascender por escasez de oferta, pero
recuerde que un componente fundamental es la demanda y si ésta es elevada quiere
decir que las industrias están produciendo y por tanto hay demanda, y se creará más
empleo para satisfacer este aumento de producción. ¿Cómo diferenciar aumento de
demanda frente a descenso de oferta? En este caso deberemos hacer un análisis más
detallado. En cualquier caso, si las acciones industriales suben frente al resto, la recu-
peración está en camino.
144
EL ORO Y SU RELACIÓN CON EL ÍNDICE CRB
Lógicamente, si el oro pondera sobre el índice CRB de materias primas, su evo-
lución influirá directamente y en proporción a su valoración en el CRB. Lo que ocurre
es que tradicionalmente se observa un adelanto del precio del oro sobre el resto de pre-
cios de materias primas. Debido a que las materias primas tienen una relación directa
con el dólar, la inflación y por tanto los tipos de interés, conocer esta relación nos dará
una ventaja aprovechable.
Un precio del oro al alza puede significar que la demanda de este material se está
elevando o su oferta decreciendo. Por lo general la causa suele ser la primera puesto
que la producción de oro ha sido la misma desde hace ya bastantes años. La deman-
da de oro puede aumentar por varias causas, entre otras la ausencia de interés por la
bolsa, la desconfianza y miedo a la inversión bursátil o directamente la necesidad de
crear nuevas reservas tras la emisión de nuevo dinero puesto en circulación por los
bancos centrales. Cuando la máquina de imprimir billetes se pone en marcha, general-
mente los tipos de interés van a la baja y por tanto es previsible que el dólar acabe
cayendo siempre que el resto de divisas mantuvieran políticas de emisión de menor
intensidad.
Sea por el motivo que sea, lo cierto es que los gráficos no engañan y si los estu-
dia con detenimiento podrá percatarse del liderazgo del oro frente al resto de materias
primas. Cuando no tenga claro en qué instrumentos invertir para aprovecharse de la
señal temprana del oro, puede emplear fondos cotizados (ETFs) o cualquier otro pro-
ducto que replique a los índices CRB mencionados con anterioridad. Debido a la natu-
raleza volátil de estas materias primas, siempre será mejor emplear estos índices que
agrupan a muchas materias primas frente a intentar invertir en materias primas por
separado o individualmente.
Por tanto, no se tratará de adivinar el movimiento del oro sino de percatarse de
las consecuencias futuras que puede tener sobre otros productos y estos primeros pro-
ductos sobre otros. ¿Qué hará el oro dentro de unos meses? Puede emplear el análi-
sis técnico o el estudio de ciclos para tratar de dar respuesta a esta pregunta. Sin
embargo, responder a la cuestión sobre ¿qué hará el índice de materias primas CRB
en el futuro? O incluso conocer el futuro del dólar sí que será posible si estudiamos la
evolución del oro.
¿Afectarán los mercados inflacionistas de ciclo a esta reveladora relación? (visto
como los veranos de Kondratieff) Podría ser, sin embargo usted tendrá la posibilidad de
comprobarlo gráficamente si me acompaña a lo largo de este capítulo. La mejor mane-
ra que conozco de explicar los conceptos que considero importantes en bolsa es siem-
pre mediante gráficos. Los gráficos expuestos a continuación tratarán sobre la evolu-
ción del CRB y el oro.
145
GRÁFICO 5-12 Índice del oro vs CRB desde 1980 hasta 1986
El Gráfico 5-12 contiene la cotización del Oro (línea negra continua) frente a la
cotización del índice CRB (línea discontinua gris). Normalmente podrá apreciar cómo
el oro y el resto de materias primas van de la mano, pero en otras ocasiones verá cómo
nuevos máximos del CRB no se confirman con nuevos máximos del oro, lo que gene-
rará caídas o señales anticipadas. Así, a finales de 1980, nuevos máximos en el índice
de materias primas CRB no eran confirmados con nuevos máximos en el oro, lo que
generaría una tendencia bajista prolongada hasta mediados de 1982.
El oro tiene su primer máximo relativo de importancia al alcanzar a comienzos del
83 el nivel de los 500 dólares la onza. Este movimiento preconiza un ascenso en la
materia prima de 230 a 280 puntos. La caída continuada del Oro desde sus máximos
a comienzos del 83 pesa sobre el resto de materias primas que acaban por ceder,
siempre a la estela del Oro como puede comprobar.
A comienzos del 85 el oro se estabiliza cerca de sus mínimos, lo que generará
esperanza para el resto de materias primas medidas por el CRB o para abreviar, a par-
tir de este momento, el índice CRB. El ciclo inflacionista se prolongaría del 70 hasta pri-
meros del 83, por lo que comprobaremos la capacidad premonitoria del oro en fases no
inflacionistas del 1983 hasta el 2000 e igualmente en periodos inflacionarios.
Comprobará que esta fase era el comienzo del otoño de Kondratieff, una nueva fase
de mercado.
146
GRÁFICO 5-13 Índice del oro vs CRB desde 1986 hasta 1991
Los Gráficos 5-13 y 5-14 muestran y confirman el adelanto del oro durante un
período de otros 10 años. Desde comienzos del 85 hasta el 88 el oro será alcista. La
reacción del resto de materias primas viene en julio del 86, un año y medio después. A
partir del 86 la caída del CRB desde 225 puntos hasta los 200 no es recogida por el
oro, que permanece estable por los 345 dólares. Una vez el oro asciende hasta los 430
dólares a finales del 86, la reacción es clara.
A mediados del 88 el índice CRB hacía nuevos máximos que no confirmaba el
oro. Se iniciaba de nuevo una caída en el oro hasta comienzos del 93 que supondría
un lastre para el resto de materias primas.
Justamente la reacción al alza del conjunto de las materias primas se genera
cuando el oro ascendería desde 330 hasta los 405 dólares por onza en julio del 93.
Este ascenso rápido del 20% en el precio del oro supone el pistoletazo de salida para
el ascenso del resto de las materias primas, que permanecerán en sus máximos rela-
tivos hasta 1996 según el Gráfico 5-14.
En la subida de las materias primas de mediados del 99 (5-15) el oro tarda en
reaccionar, lo que genera la primera excepción a esta norma. Sin embargo la incapaci-
dad de marcar nuevos máximos del oro ocasionará de nuevo una caída del precio de
las materias primas desde 2001 hasta 2002. Como es de esperar, si el oro influye en
las materias primas, es previsible que el dólar actúe también en concordancia.
147
GRÁFICO 5-14 Oro vs índice CRB desde 1991 hasta 1996
148
Hablaremos sobre este respecto en el punto siguiente sobre el seguidor y el líder
en esta importante relación (dólar y materias primas o CRB).
En el Gráfico 5-16 puede ver cómo el ciclo inflacionista entra en vigor con la caída
del valor del dólar (línea gris claro) y el ascenso inmediato y claro de las materias pri-
mas. Note cómo el oro no confirma los mínimos del CRB en octubre del 2002 lo que
generaba expectativas inflacionarias en la economía. La caída del dólar viene a poste-
riori a comienzos del 2002.
El aspecto a finales del 2005 era el mismo que a comienzos de 2002 con la sal-
vedad del dólar, que ahora valía bastante menos. El oro seguía en niveles muy eleva-
dos haciendo máximos cada mes, lo que auguraba un buen futuro para esta inversión.
Más adelante comprobará por qué esta situación comenzaba a ser de clara burbuja que
algún día explotaría.
Si estudia el Gráfico 5-17 podrá percatarse de situaciones anormales a comien-
zos del 2009 y a mediados del 2010. El oro seguía imparable marcando nuevos máxi-
mos aunque en julio de 2008, nuevos máximos del CRB no siguieron a nuevos máxi-
mos del oro, provocando una gran caída en otros precios de materias primas especial-
mente del petróleo. La burbuja estaba instaurada en este producto que había multipli-
cado por siete su precio en 2002.
GRÁFICO 5-16 Oro vs índice CRB vs dólar desde 2001 hasta 2006
149
GRÁFICO 5-17 Oro vs índice CRB vs dólar desde 2005 hasta 2010
Lo realmente llamativo es la fortaleza del oro, aunque más adelante verá que esto
tendrá sentido en el entorno de ciclo en el que se encontraba operando. Mientras el
CRB hacía mínimos a comienzos del 2009, el oro rozaba máximos. Esta fortaleza
auguraba el fin de las caídas para la materia prima y una recuperación de la bolsa rápi-
da que pocos supieron aprovechar. Si se fija, el oro sigue marcando nuevos máximos
a mediados de 2010 lo que pronostica casi con toda seguridad nuevas alzas para los
precios de las materias primas en el medio plazo.
De nuevo, una caída del dólar viene precedida por un alza en el oro. Es impro-
bable por no decir imposible ver un dólar alcista con un oro, que toca el cielo con sus
máximos (ambos son activos refugio y como tales compiten por la liquidez del sistema).
Como ha podido comprobar, casi independientemente de si el mercado es inflacionis-
ta o no, el oro es una buena herramienta para determinar el futuro inmediato y de medio
plazo de las materias primas y además guarda una estrecha relación con el dólar, la
inflación, los tipos de interés, los bonos y finalmente la bolsa. El efecto entre los dife-
rentes productos y su retardo puede ser la clave para aprovecharse de futuros movi-
mientos aunque podrá haber situaciones de ciclo en las que las reglas pueden cambiar
en mayor o menor medida. A continuación se estudiará a través de dos gráficos de 14
años cada uno. Se trata de la relación del oro con respecto al dólar.
150
EL ORO Y EL DÓLAR, ¿CUAL ES EL SEGUIDOR Y CUAL EL LÍDER?
La relación entre el dólar y la materia prima es inversamente proporcional y aun-
que me estoy adelantando, quiero que entienda los motivos por los que el oro es líder
sobre el dólar. Lógicamente si el dólar guarda una relación inversa (aun no lo he
demostrado, por lo que tendrá que creérselo por el momento) con respecto a la mate-
ria prima y a esta última le afecta de manera directa el oro, anticipando sus movimien-
tos. En ocasiones, las medidas sobre tipos de interés harán moverse al dólar u otras
situaciones especiales como miedo hacia el mercado o pésimas perspectivas econó-
micas.
Lógicamente es un liderazgo inverso, es decir, que subidas del oro no traerán
nada bueno al dólar, ya que hará subir la materia prima con el tiempo y estas expecta-
tivas inflacionistas se combaten subiendo tipos, pero hasta que eso suceda, puede ser
que el dólar ya haya caído algunos puntos y eso en el caso de que el dólar ascienda
con los tipos de interés, porque esto no fue así durante 2004-2007, donde nuevas subi-
das de tipos de interés no generaban subidas del dólar sino todo lo contrario. En este
caso también tiene que ver las políticas de los demás bancos centrales mundiales, ya
que tiene que recordar que el Dollar Index es una cesta de divisas frente al dólar. Lo
esperado en los Gráficos 5-18 y 5-19 será un adelanto en los movimientos del dólar por
parte del oro. Observe el Gráfico 5-18, una caída del oro desde el 83 hasta el 85 pre-
151
sionaba la materia prima a la baja mientras el dólar ascendía. En este caso, la subida
del oro es casi simultánea a la caída del dólar dando poco margen. La caída del oro a
finales del 87 viene seguida de una subida del dólar hasta finales de 1989. Algo que no
es muy normal es la situación desde 1990 hasta 1993. Oro y dólar van de la mano y
cae su valoración hasta el 93, cuando el oro recupera terreno y presiona a la baja al
dólar.
El Gráfico 5-19 muestra cómo esta relación es inversa. El oro cae desde 1996
hasta 2001 que hará suelo. Durante esta caída, el dólar se fortalece, pero el problema
viene cuando desde 2001 el oro comienza a ascender y supera los 325 dólares por
onza. Nuevos máximos del dólar no presionan a la baja al oro, lo que termina ocasio-
nando una fuerte caída del dólar desde 120 hasta los 73 en 2008.
Lo interesante de este gráfico es percatarse de cómo los intentos al alza del dólar
son abortados por un oro que es tremendamente alcista. Ni en 2005, ni en 2008 el
Dollar Index es capaz de superar la zona de los 90. En 2010 se genera otro intento del
dólar por superar el nivel de los 90. Si el oro sigue presionando al alza, este intento ten-
drá pocas probabilidades de éxito. Puede ser que en alguna ocasión esta relación no
funcione, sin embargo estudiando gráficos de largo plazo vemos cómo esta relación es
bastante cierta en muchos entornos. En el anexo de este libro tiene algunos gráficos
de utilidad sobre el oro y su relación con la bolsa, el dólar y los grandes ciclos de
Kondratieff. No se olvide de consultarlos si tiene alguna duda.
GRÁFICO 5-19 Oro vs dollar index desde 1997 hasta 2010
152
LOS PRECIOS EN LAS MATERIAS PRIMAS, LA INFLACIÓN Y LA FED
Entramos de lleno en uno de los bloques que personalmente más pasión y traba-
jo me han producido y ocasionado. Gracias a internet y a la disposición de información
casi infinita, he podido trasladarle a este libro datos históricos que sin duda, desde mi
punto de vista, son necesarios para entender todo el proceso por el cual la FED y los
grandes bancos centrales actúan como actúan. Conocer sus movimientos y los moti-
vos le dará una pista clave. El Santo Grial que muchos buscan está justo delante de
nuestras narices, como dijo Leonardo Da Vinci, “no hay mejor manera de esconder algo
que dejarlo a la vista de todos”.
Podemos complicarnos todo lo que queramos, pero al final si seguimos las polí-
ticas que ejecute la FED, podremos percatarnos de lo que está sucediendo en los
entresijos de la economía y por tanto aprovecharlo en nuestros movimientos en bolsa.
Estas políticas en muchas ocasiones son producto de la inflación y el crecimiento, ya
que hay que recordar que la FED y el resto de bancos centrales tienen el cometido de
preservar el crecimiento, y de mantener la inflación controlada.
La idea de este punto es ver y determinar qué va antes; si la inflación es la que
ejerce presión sobre los tipos de interés o es a la inversa y finalmente cómo afecta esto
a la bolsa. En el capítulo tres pudo comprobar cómo los tipos de interés afectaban a la
bolsa y a la vez al dólar y a todo el entorno de precios y materias primas. Este estudio
es complejo, tiene ciertos retrasos o “lags” en las relaciones o en las evidencias pudién-
donos despistar. Prepárese para hacer un viaje en el tiempo y descubrir todas estas
relaciones.
Antes de comenzar, pongamos los puntos sobre las íes. Es de esperar que pre-
cios al alza de materias primas y por tanto de la inflación sea combatida con subida de
tipos y viceversa, cuando haya riesgo de deflación, los tipos de interés deberán caer a
mínimos. Así pues, un tipo de interés a la baja en principio puede ser bueno para la
bolsa, pero puede esconder una mala situación en la economía. La mejor situación
para la bolsa se genera cuando la inflación gira en niveles del 1-2%, los tipos de inte-
rés están estables y la rentabilidad del bono está controlada y tiende a caer. Esto quie-
re decir que una bolsa super alcista es posible con tipos de interés altos, pero siempre
tiene que haber previsiones de inflación controlada y rentabilidades de los bonos a la
baja. Esto ya lo estudió en el capítulo anterior pero quería recordárselo antes de conti-
nuar con más lecciones.
Los datos de inflación están obtenidos de la página inflationdata.com. Recuerde
que los enlaces pueden variar en función del tiempo, pero si investiga un poco podrá
conseguir estos datos ya que son públicos, al igual que las tasas de tipos de interés.
153
GRÁFICO 5-20 Índice CRB frente a la inflación desde 1980-2004
En el Gráfico 5-20 puede examinar el índice CRB con respecto a la inflación (eje
izq.). Como puede observar existe una relación directa y por otra parte esperable entre
los precios de las materias primas medidos por el índice CRB y la inflación. De ahora
en adelante, la línea negra representa el índice de materias primas, mientras que la
línea gris es la inflación visualizada en porcentaje. Por lo general, la inflación va siem-
pre por detrás de los precios de las materias primas.
Lógicamente, la subida o bajada de precios en materias primas tarda unos meses
en trasladarse a la inflación ya sea en avances más fuertes o más suaves de la misma.
En una economía sana los precios deben seguir subiendo de forma constante pero limi-
tada, de esta forma la economía no entra en el círculo vicioso y perverso de la defla-
ción. Más adelante comprobará cómo los bancos centrales evitan la deflación y la tra-
tan como enemigo público número uno. Tanto deflación como súper inflación son dos
fenómenos extremadamente perversos para la economía y que deben ser evitados a
toda costa.
Cuando las materias primas se encarecen mucho, por ejemplo el +50 o el +100%
y la inflación no pasa del +4,00 o +6,00% anual, se puede decir que el mercado de
materias primas pasa a ser de burbuja potencial. Esta situación es justamente la expre-
sada en el Gráfico 5-21. Si se fija, el índice CRB (línea negra) pasa de niveles cerca-
nos de 180 hasta 450 en cosa de seis años. La inflación anualizada de media desde
2002 hasta 2008 es de +2,83%. Puede pensar que esta situación es excepcional del
154
GRÁFICO 5-21 Índice CRB frente a la inflación desde 2000-2010
2002-2008, pero ya se repetiría durante 1992-1998, donde precios alcistas de las mate-
rias primas no supusieron subidas de la inflación y la burbuja parecía más evidente.
Como observa en el gráfico, a mediados de 2008, la materia prima deja de ascen-
der para iniciar una caída en vertical. Rápidamente la inflación descendería en picado
con la consecuente actuación de la FED, reduciendo los tipos de interés al ver el peli-
gro de la deflación asomarse a la vuelta de la esquina. Los precios pasaron a negativo
durante algunos meses, pero el promedio se salvó con un leve descenso anual (pro-
mediando los 12 meses) del -0,33%.
En el Gráfico 5-22 podrá estudiar la relación que existe entre la inflación y los pre-
cios. Aunque los ciclos inflacionarios tienen mucho que ver, la materia prima no ascen-
derá demasiado mientras no sea seguida de datos de inflación elevados. Así es como
se detectan las burbujas en materias primas. Recuerde que el CRB Spot al no incluir
precios energéticos no tiene demasiado interés en tiempos recientes, pero sirve perfec-
tamente para determinar lo ocurrido hasta los 80. Del 1949 al 1950, se produce una
subida en el índice de materias primas que supondría una inflación superior al 8% inter-
mensual. Fíjese como la corrección en estas materias primas supone el retorno a la
senda del control de precios y de la inflación. No será hasta mediados de los 70 y fina-
les de los 80 cuando la inflación se dispare de nuevo con motivo de la subida de pre-
cios en las materias primas.
155
GRÁFICO 5-22 Índice CRB frente a la inflación desde 1947-2010
Los precios controlados entre niveles CRB de 220 y 300 de la década de los 80
es el equivalente a los precios entre 100 y 140 de la década de los 50 y 60. Lo que no
cuadraba demasiado era la última subida del 2002 que no se reflejó en un aumento
notorio en la inflación, dando lugar a una burbuja en los precios energéticos especial-
mente y en otros precios agrícolas.
La idea de hacer un estudio de la inflación con respecto a la materia prima tiene
varios objetivos. El primero es poner en contraste la lógica relación existente entre
ambos precios y conceptos. Además la utilidad predictiva sobre burbujas en materias
primas será importante y un elemento de Evidencia más. Adicionalmente podremos
emplear datos de inflación para suponer o hacernos a la idea de un hipotético índice
CRB anterior a 1947, donde no tenemos datos. Si se supone que inflación e índice CRB
van de la mano, podremos emplear ambos gráficos indistintamente cuando nos aden-
tremos a estudiar mercados anteriores a 1947.
LOS TIPOS DE INTERÉS TAMBIÉN DEPENDEN DE LA INFLACIÓN
Para saber determinar si son los precios en las materias primas los que imponen
la política de la FED, o si realmente es a la inversa, la FED es la que puede incidir sobre
la inflación, deberemos estudiar gráficos de inflación y tipos de interés. Es complejo
determinar si fue antes la gallina o el huevo, pero son dos parámetros muy relaciona-
dos entre sí y con consecuencias evidentes para la bolsa y para el resto de productos
156
GRÁFICO 5-23 Inflación frente a los tipos de interés desde 1980-2004
financieros. Así, mirando el Gráfico 5-23, podremos decir que durante los 80, la dura
política de la FED hizo que la inflación (línea gris) se relajara de avances superiores al
14% intermensual a avances del 3% a mediados del 83. Cuando la FED detecta que
su política restrictiva tiene efectos demasiado negativos para el crecimiento, comienza
a bajar los tipos de interés y así lo que fue una política combativa pasa a ser una polí-
tica seguidora de los datos de inflación. A primeros del 87 los precios ascenderían y no
sería hasta finales del 90 cuando bajadas de tipos coincidirían con una caída de la infla-
ción.
No se crea que es necesario ser doctor por las universidades más prestigiosas
para darse cuenta que la FED lo único que hace es examinar la inflación y marcar su
política de precios monetarios en función de este parámetro, y algunos otros como cre-
cimiento, empleo, etc. Cuando los precios ascienden llegando a aumentos excesivos,
la FED sube tipos, mientras que si los precios tienen peligro de entrar en deflación, rápi-
damente los baja. Esta forma de controlar la economía no se piense que se lleva rea-
lizando desde que existe la bolsa. Así la economía es más predecible que hace 50 ó
60 años.
¿Por qué son tan importantes los datos de inflación y el índice CRB de materias
primas? Se lo recuerdo: la materia prima afecta directamente a la inflación. Si los pre-
cios se disparan o descienden en picado la FED toma partido y modifica los tipos de
157
interés. Si este precio del dinero sube tanto como para hacer que los depósitos y otros
productos de deuda como bonos sean más rentables que la bolsa, tendremos los pri-
meros avisos de mercado bajista. Como casi todo en este mundo, las acciones menos
relevantes pueden tener consecuencias directas e importantes. En alguna ocasión
alguien me decía que controlar todos los mercados era una tarea muy grande.
Realmente no es complicado tener en cuenta las evidencias más importantes y cons-
truir el entorno económico sobre el que nos movemos. Si quiere ser el analista con
mejor criterio, debe entender los mercados en su conjunto, y esto incluye los otros mer-
cados que orbitan junto con la bolsa en la galaxia de la economía.
Lo mismo ocurre a la inversa. Si el precio del dinero cae tanto que la FED lo deja
casi a cero, realmente el único mercado rentable será el del dividendo de la bolsa y así
los mercados pasan a alcistas sin fundamentos económicos que sostengan este giro
de mercado. Esa es la clave, y quiero que usted la comprenda a la perfección.
Pero piense que la FED ha estado siempre aplicando las mismas políticas. El
Gráfico 5-24 muestra cómo desde los 50, inflación y tipos de interés (línea negra) han
ido de la mano, de tal forma que la economía moderna ha impuesto sus reglas.
Crecimiento y precios son dos variables que deben ser controladas para asegurar el
bienestar económico. Recuerde que la línea gris es el gráfico de la inflación mientras
que la línea negra es el gráfico del tipo de interés.
158
Tasas de interés e inflación prácticamente van de la mano, aunque sí es verdad
que lo normal es observar un adelanto de pocas semanas en la inflación, lo que tarda
la FED en adecuar su política a los cambios.
La FED fue creada en 1913 pero no ha aplicado siempre las mismas políticas. A
partir del crack de 1929 la FED fue criticada y acusada de no haber hecho nada para
evitar la gran depresión, incluso la empeoró al reducir la oferta monetaria. Este caso lo
veremos en el capítulo siete sobre otros mercados históricos en el que juntaremos
todas las evidencias y comprobaremos cómo se cumplen con total diligencia en cual-
quier mercado y en cualquier momento.
El Gráfico 5-25 muestra los tipos de interés aplicados desde el gran crack. Como
puede verse casi no sufren variación alguna pese a la inflación galopante del 42-43, del
47-48 y del 51-52. Quizás la FED estaba demasiado preocupada de ocasionar otra cri-
sis y de generar deflación que dejó oscilar los precios a su libre albedrío o quizás la II
Guerra Mundial tenía algo que ver. Esta inacción provocaba volatilidad y escasa visibi-
lidad en los mercados. Si la FED no actúa entonces nos quedamos sin pistas sobre lo
que puede ocurrir en la economía y en los mercados.
A partir del 50 la política monetaria empezó a tomar un papel mucho más activo
de forma que alguien pilotaba el avión de la economía. Es preferible que haya un mal
piloto a que directamente no lo haya.
159
LA BOLSA Y LA DEFLACIÓN: MALOS COMPAÑEROS
Es probable que haya notado que en los gráficos de inflación expuestos anterior-
mente, hay periodos de súper inflación o inflación elevada y otros periodos de deflación
o inflación negativa. Un entorno demasiado inflacionista provoca recortes en la bolsa o
en el mejor de los casos fases de 12 a 16 años de inactividad o lateralidad, pero el peor
entorno posible acontece en el momento en el que hay deflación en un periodo de uno
a dos años.
Con la deflación se produce lo que muchos llaman un efecto realimentado o de
pescadilla que se muerde la cola. Si los precios caen cada mes o cada año, el consu-
midor nota que esperando un poco podrá obtener el mismo producto más barato al mes
o al año siguiente. Esto hace que la producción de la industria disminuya y tenga que
reducir plantilla. Las nuevas personas en paro dejan de consumir productos manufac-
turados o de mayor valor añadido de tal forma que se suman a los que dejan de con-
sumir esperando caída de precios. La industria se ve obligada a bajar precios y así de
nuevo vuelve a despedir y más personas dejan de consumir. Este efecto pernicioso es
mucho peor que la súper inflación generando las verdaderas crisis económicas y bur-
sátiles como la Gran Depresión del 29.
Por tanto, los bancos centrales ante todo deberán evitar la deflación a toda costa
aunque tengan que devaluar sus monedas o aplicar políticas monetarias muy genero-
sas casi regalando el dinero. Acuérdese de la cooperativa de canguros. Si contratar los
servicios de un canguro costara menos al mes siguiente, todos los miembros de esa
cooperativa tratarán de ofrecer sus servicios y de consumir lo menos posible. Si ade-
más no hay suficientes vales de canguro en circulación, entonces todos harán acopio
de estos vales, dando como resultado un exceso de oferta de servicio de canguros y
una extraordinaria reducción de la demanda de estos servicios, justo lo que supone una
recesión convertida en depresión.
Por tanto, la excesiva inflación o la deflación pueden ocasionar por si solas mer-
cados seculares bajistas. Sin embargo los mercados súper alcistas tienden a generar-
se en entornos de inflación controlados entre el 1% y el 4% y lógicamente con eleva-
das tasas de crecimiento del PIB. Posteriormente cuando se generan estos mercados
pueden suceder aumentos de la inflación pero no deberán ser superiores al 6% o al 7%
en tasa anualizada.
Los Gráficos 5-26, 5-27 y 5-26 muestran el índice S&P500 (en negro) y la infla-
ción. Los cierres son anuales por lo que los gráficos quedan con un aspecto de “cua-
drado”. Lo importante es extraer una conclusión final de todo esto. Cuando la inflación
anual toca niveles extremos de -10 a +10, normalmente se generan o mercados bajis-
tas o mercados laterales y por esto tenemos que tener cuidado con aquello de “com-
prar y mantener”. Del Gráfico 5-26 se pueden extraer valiosas lecciones. Si se fija, la
160
deflación era la nota dominante entre el 21 y el 23, entre el 27 y el 29, entre el 30 y el
33, entre el 38 y el 40 y durante el 49. El primer mercado deflacionista del 21 no tiene
mayor repercusión en la bolsa más que un entorno lateral bajista, aunque detiene las
alzas anteriores del mercado. Esto puede deberse a que hay cuatro años previos con
una inflación media superior al 15%.
El problema viene cuando se genera deflación a partir del 27. El mercado era ple-
namente alcista, los años felices de los 20 estaban en pleno apogeo pero algo olía raro.
El primer aviso deflacionario a finales del 27 dio la clave de lo que se avecinaba. Luego
después del crack del 29 vino la recesión y finalmente la depresión, agudizada por una
caída de precios descontrolada que ya venía desde el 27 pero que durante el 31, 32 y
33 se profundizó.
La siguiente caída de precios se generó en el 38 y 39, lo que volvió a ocasionar
una caída de la bolsa, sin embargo la perspectiva ya era diferente y los precios comen-
zaron a ascender desde el 41. El mercado súper alcista no comenzaría hasta que la
inflación no volviera a estar bajo control a partir de los 50. No es casualidad que los
mercados de ciclo súper alcistas comiencen en periodos prolongados de 2-3 años de
inflación anualizada menor al 5%. Realmente parece milagroso que sin un árbitro o un
banco central que tomara cartas en el asunto el mercado pudiera ascender. Los mer-
cados pueden regular por ellos mismos la inflación, pero es más fácil aplicando políti-
cas monetarias o medidas anticíclicas.
GRÁFICO 5-26 Inflación (gris) frente al S&P500 1914-1957 (anualizado)
161
El Gráfico 5-27 muestra cómo las alzas de un mercado alcista son sostenibles en
el tiempo siempre que la inflación ni se desboque ni se convierta en deflación. La FED
hizo bien su trabajo y ante un mercado controlado las alzas se prolongaban.
Lamentablemente para los alcistas, a finales de los 60, la inflación anualizada comen-
zó a pasar el 5% (llegando al 6%) y finalmente desembocó en un ciclo secular lateral-
bajista de duración superior a 10 años. A finales de los 70 el mercado volvía a recalen-
tarse con una inflación anual superior al 10%, lo que limitaba las alzas del mercado de
manera notable, aunque éste se mantenía.
En el momento en que la inflación anual pasa del 13% hasta el 3%-4% todo se
ponía a favor. A partir del 83 se iniciaría uno de los mercados más alcistas de la histo-
ria de Wall Street. De nuevo la inflación volvía a estar bajo control y en ningún momen-
to llegó a superar el 5,50%, marcado en el máximo de los 90 y que supuso un descan-
so de unos pocos meses en la tendencia alcista antes de continuar.
El Gráfico 5-28 muestra el gráfico más reciente del S&P500 y de la inflación. La
FED lo tiene todo controlado y sigue imponiendo mercados donde los precios siguen
ascendiendo pero de manera controlada. A finales de 2008 comienzan a aparecer los
primeros signos de deflación, sin embargo esto es combatido actualmente con agresi-
vas políticas monetarias de dinero fácil y barato. Mientras la inflación siga estando en
estos niveles, las posibilidades de mercado super alcista aumentan, aunque será nece-
sario examinar las demás evidencias.
GRÁFICO 5-27 Inflación frente al S&P500 1958-1983 (anualizado)
162
GRÁFICO 5-28 Inflación frente al S&P500 1984-2010 (anualizado)
163
LOS PRECIOS EN LAS MATERIAS PRIMAS Y LOS BONOS
Afirmar que el precio del bono US mantiene una correlación inversa con la mate-
ria prima es generalizar mucho. Hay momentos en los que esta afirmación no será váli-
da y otros que sin embargo esta relación funcionará a la perfección. La clave está en
determinar el ciclo secular o de largo plazo en el que estamos.
El gráfico 5-29 muestra el bono a 30 años en relación con el índice de materias
primas. Al fin y al cabo, el precio del bono viene determinado por los tipos de interés,
por las expectativas inflacionistas y por los flujos de capitales y liquidez en el sistema.
Estos tipos de interés lógicamente tienen su efecto en el dólar y en la percepción de
divisa fuerte y débil en función de economía sólida o débil. Así, finalmente, todo está
relacionado entre sí y aunque lo normal es tratar a cada activo o Evidencia por su lado,
tienen lazos y relaciones que les unen.
Este gráfico indica la trayectoria de los bonos durante un periodo de 30 años. El
bono alcista consigue contener a la materia prima hasta el año 2000-2002, momento
en el que comienza su ascenso. Un ciclo ligeramente inflacionista se iniciaba y la rela-
ción inversa deja de tener sentido, posibilitando subidas en la materia prima y en el pre-
cio de los bonos. Esto debe verse como una excepción, ya que desde el año 84 hasta
el 2000, la relación es inversa claramente, aunque con cierto retraso en algunos
momentos.
164
GRÁFICO 5-30 Bono a 30 años frente al CRB desde 1980 a 1985
165
GRÁFICO 5-31 Bono a 30 años frente al CRB desde 1985 a 1989
166
Desde mediados del 84 la relación cambia. Es justo en este año cuando de
repente se debe cambiar el chip. Entiendo que crear una regla no fija pueda inducir a
errores de entendimiento o sea difícil de seguir. Para mí lo más fácil sería contarle que
el precio del bono sigue una relación inversa con la materia prima y explicarle las tres
o cuatro excepciones que se producen en los ciclos inflacionistas tal cual hacen los
autores americanos, pero como quiero que sepa lo mismo que los profesionales, le
cuento todas las excepciones y cómo se justifican.Fíjese, el precio del bono americano
a 30 años sube rápidamente desde abril del 85 hasta abril del 86. Esta subida es res-
pondida con un descenso de las materias primas superior al 40%. No se recuperarán
hasta que el bono no pierda un gran terreno justo antes del crack del 87. La Evidencia
no sólo le ayuda con la bolsa, sino que además le dará pistas sobre otros mercados de
capitales.
A finales del 88 el bono mantenía buena forma y dejaba de caer para hacer suelo.
Esto sirvió para que la bolsa recuperara y la materia prima suavizara sus avances. En
el Gráfico 5-32 la relación inversa en estos productos era más que evidente. Hay
momentos en los que coinciden subidas y caídas, sin embargo vea cómo no duran ni
un suspiro. Era extraño que el bono durante octubre de 1990 hiciera un mínimo y la
materia prima no hiciera máximos. Esta contención de la inflación y del precio de las
materias primas hizo que el bono recuperara terreno rápidamente en los dos años
siguientes, mandando a las materias primas a mínimos y haciendo que la bolsa toma-
ra fuerzas para continuar uno de los mercados súper alcistas más intensos de la histo-
ria.
Examinando el Gráfico 5-33, la caída del precio del bono a 30 años desde octu-
bre de 1993 hasta octubre de 1994 ponía en serios aprietos a la bolsa. Fíjese, octubre
y más octubre, ¿qué tendrá ese mes que sale tan nombrado justamente en las caídas
de la bolsa? Lo que nos interesa es el bono y la materia prima, y esta caída del bono
daba alas al índice CRB que lograba rebotar desde mínimos hasta mediados del 97.
Cuando el bono deja de caer para volver a las subidas es cuando el mercado
alcista del CRB llega a su fin. ¿Es capaz de ver cómo tiene la sartén por el mango?
Sabe casi con toda seguridad lo que hará la bolsa y el índice CRB de materias primas
con sólo vigilar el bono. Todo esto mientras el mercado sigue siendo súper alcista de
ciclo y la inflación no es el problema. El Gráfico 5-34 sigue mostrando esta especial
relación entre bono y materia prima. La subida del bono desde abril del 97 hasta octu-
bre del 98 hace morder el polvo al índice CRB y a las expectativas inflacionarias, pero
una nueva caída del bono a primeros del 99 devolverá la esperanza a los inversores en
materias primas.
167
GRÁFICO 5-33 Bono a 30 años frente al CRB desde 1993 a 1997
168
A partir del año 2000 la cosa comenzaría a cambiar. Un nuevo mercado inflacio-
nario estaba cerca de comenzar y esto se vería porque el mercado bursátil no conse-
guía superar máximos, la inflación recuperaba crecimientos superiores al 5%-6% anual
y bono y materia prima comenzaban a mostrar comportamientos y relaciones directas.
En el Gráfico 5-33 y 5-34 ya se ve cómo la materia prima marca nuevos máximos
que en algunos casos son seguidos por el bono. Cuando el mercado es inflacionista de
ciclo, es bastante sencillo acertar en la dirección de la bolsa ya que los tipos de interés
irán siempre por delante. Si la FED mueve ficha cuando todo va a la perfección, es una
clara señal de giro a la baja, así ocurrió a finales del 2000 y del 2007. Además de esta
Evidencia tenemos las clásicas ya mencionadas y el bono.
En los gráficos del bono alemán a 10 años (los bonos de diferentes países tienen
la misma lectura para sus bolsas que el bono a 10 años US) se ve muy claro cómo los
suelos y los techos de la bolsa son marcados por subidas y caídas previas del precio
del bono. Las caídas en bolsa se frenan cuando el precio del bono está en máximos
(caída de la rentabilidad) y las subidas se detienen cuando el precio del bono está en
mínimos (subida de la rentabilidad) y su atractiva rentabilidad compite contra la bolsa
por la liquidez del sistema, empeorando el factor dinero para ésta. Con el tiempo com-
prenderá este entorno en su conjunto y especialmente su comportamiento en las dife-
rentes fases de mercado secular.
169
GRÁFICO 5-36 Bono a 10 años frente al CRB desde 2005 a 2009
170
RESUMEN DEL CAPÍTULO
- Para estudiar la materia prima y su evolución, es recomendable emplear un índi-
ce que contenga los principales componentes inflacionarios: energía, metales y
agricultura. El índice que mejor se adapta a estas necesidades es el CRB (el que
acordamos abreviar como TR/J).
- El cobre y los metales industriales pueden ser indicador fidedigno de la situación
de la industria y de la economía en general. Un precio a la baja indicará contrac-
ción de la economía en tiempo real. Precios al alza conllevan aumentos de pro-
ducción, aunque éstos pueden producirse sin incrementos de inflación.
- La subida de materias primas se manifiesta casi inmediatamente en los datos de
inflación. Si esta inflación no asciende (menos del 5% anual) cuando la materia
prima lo hace claramente, se puede estar creando una situación de burbuja.
- Los tipos de interés girarán en torno a la inflación y al crecimiento. Si la inflación
alcanza niveles excesivos (súper inflación) o niveles negativos (deflación), los
bancos centrales tomarán medidas especiales para eliminar estas situaciones
perniciosas para la economía. Así, la sucesión lógica de eventos es: subida de
materias primas, subida de la inflación y finalmente subida de tipos de interés y
viceversa.
- El precio del bono mantendrá siempre una relación inversa con el índice CRB de
materias primas especialmente si estamos en un mercado de crack súper infla-
cionista.
171
La tabla se interpreta como en anteriores capítulos. En la primera fila tiene el tipo
de mercado: súper alcista y de crack, con sus correspondientes sub tipos de mercado
que dependen del entorno inflacionista de ciclo (fases de Kondratieff). En la segunda
fila, en fondo gris, tiene la Evidencia de referencia “CRB” que representa los precios de
las materias primas. Más abajo está marcada la Evidencia de la rentabilidad del bono
y de la bolsa. Por ejemplo durante un mercado súper alcista no inflacionista (otoño de
Kondratieff), la materia prima se mantiene bajista, la rentabilidad de los bonos sigue
una relación directa (por tanto también cae) mientras que la bolsa sostiene una relación
inversa (sube).
172
CAPÍTULO 6:
LA DIVISA Y LA RELACIÓN EXISTENTE
CON EL RESTO DE EVIDENCIAS
Una noche, mientras cenaba con un analista fundamental,
accidentalmente tiré un cuchillo al suelo. Él observo cómo caía el
cuchillo hasta que fue a clavarse en uno de sus zapatos. "¿por qué
no quitaste el pie?" exclamé exaltado. "Estaba esperando que el
cuchillo frenara la caída y retrocediera" contestó él.
Ed Seycota
175
nen en cuenta en el análisis global de la economía. Pueden ser por tanto motivos de
problemas o tensiones puntuales, pero nada más.
EL DÓLAR, LA INFLACIÓN Y EL TIPO DE INTERÉS
No quiero que este libro sea un tomo académico en el que lo único que se entien-
dan sean las citas y algunos gráficos, pero estará de acuerdo conmigo en que la masa
circulante o cantidad de divisa influye directamente en la inflación y por tanto en las
políticas de tipos de interés de cada país.
Decir inflación es casi decir precio de las materias primas y por tanto en este
capítulo vamos a tratar una de las relaciones en la Evidencia más sencillas de detectar
y de seguir. Coincidirá conmigo en que si un gobierno o la FED imprimen demasiados
billetes, su precio en el mercado debería caer. Esto es cierto siempre que los demás
bancos centrales mantengan su ritmo de impresión o inyección de capital al sistema. Si
hay más dinero en circulación, las personas tenderemos a consumir más al tener capi-
tal excedente con el que comprarnos un automóvil, una casa o bienes consumibles.
Este aumento en la demanda genera inflación y por tanto subida de precios en produc-
tos terminados y finalmente en las materias primas, ya que los fabricantes de produc-
tos terminados aumentarán su producción y por tanto su demanda de materias primas.
Este milagro económico se consigue reduciendo el precio del dinero directamen-
te mediante reducción de tipos de interés o imprimiendo billetes a mayor ritmo.
Recuerde aquella asociación de canguros. Si la autoridad de los vales de servicios de
canguros decide que por cada vale ahora se deben servir 3 horas en vez de 4 horas,
su valor caerá ya que ahora conceden menos horas de trabajo. Igualmente si las per-
sonas se percatan de que cada vez hay más vales en circulación, podrán adquirir ser-
vicios de canguro más fácilmente y por lo tanto se valorarán menos estas horas. Así,
con una reducción en la estima de los vales, las personas tenderán a consumir más
vales ya que cada vez valen menos y conceden menos horas, teniendo que hacer uso
de varios vales para una tarde entera. Lógicamente este mecanismo tiene un tope o
límite en su aplicación, al igual que los tipos de interés sobre el dinero.
Continuando con la metáfora de los vales de canguros, imagínese que todos qui-
sieran salir con su pareja y nadie quisiera hacer de canguro. Esta situación podría
darse en caso de que el precio del vale estuviera tan infravalorado que nadie querría
ofrecer sus horas de tiempo libre para que otros salieran de casa. En este caso la
sociedad de canguros llegaría a su fin al poner en circulación tantos vales de canguro
que su valor virtual sería cero, al no ofrecerse servicios a cambio de estos vales. Con
el dinero ocurre lo mismo. Si su valor cae tanto hasta el punto en el que la inflación
galopante hace que los salarios sean ridículos, nadie trabajaría y además no serviría
de nada ahorrar puesto que tu dinero valdría cada vez menos. Únicamente los bienes
176
físicos tendrían valor y cada vez sería mayor, creando burbujas sin control. Como ve,
estas situaciones acaban por romper el equilibrio creado por la economía y tanto una
inflación exagerada como una situación de deflación no son nada buenas para el futu-
ro de las sociedades.
Así, dólar, materia prima y tipos de interés estarán firmemente ligados. Se dará
una relación perfectamente inversa para el caso del dólar-precio de las materias primas
y directa en cuanto a la inflación-tipos de interés. Ya lo estudió en el tema 3 en el que,
subidas de tipos por parte de la FED, hacen aumentar el valor del dólar en el corto
plazo. Sin embargo en ciclos seculares esto no es así.
LA ESTRECHA RELACIÓN DEL DÓLAR Y LAS MATERIAS PRIMAS
La relación entre la divisa y la materia prima ya sabe que es una de las más “evi-
dentes” y fáciles de seguir. Sabe que cuando el dólar sube o se mantiene mientras las
materias primas ascienden, se están formando los primeros síntomas de burbujas.
Además ambos productos tienen una estrecha vinculación con los tipos de interés en
vigor.
La mejor manera de expresar y demostrar esta relación es mediante el estudio
de gráficos históricos de diferentes épocas. Es natural que haya alguna ocasión en la
que esta relación no marche como esperamos, pero por lo general, es una de las rela-
ciones más fieles e inmediatas que he visto nunca. Recuerde que no se sabe muy bien
si es el huevo o la gallina el que va primero. En ocasiones una caída de los tipos de
interés generarán una caída rápida en el dólar y esto supondrá subidas para las mate-
rias primas. Otras veces los tipos de interés estarán estables pero, sin embargo, se
identifiquen tendencias inflacionarias de ciclo que harán caer al dólar o incluso crisis en
otras divisas harán subir al dólar de manera que los precios en las materias primas
estarán controlados por meses o años. Y en algunos casos, tensiones en Oriente
Medio harán subir los precios energéticos de forma increíble.
Las causas pueden ser múltiples, pero en lo que respecta a la relación existente
entre el dólar y la materia prima es muy clara e inversa. Puede haber detonantes o ace-
leradores que completen objetivos de caídas o de subidas en pocas semanas. Por
ejemplo, cuando el dólar deja de caer durante más de 6 meses haciendo suelo mien-
tras la materia prima no ha hecho más que subir, esto es motivo suficiente para que el
mercado esté a punto de iniciar un movimiento contra la inflación pero que, sin embar-
go, no se produce hasta que no hay una chispa. Como diría Stan Weinstein: “La habi-
tación se estaba llenando de gas a chorros, pero aún no había una chispa que iniciara
el estallido”. Vamos a ver algunos gráficos que sin duda le ayudarán a percibir estas
ideas.
177
Veremos dos gráficos (6-4 y 6-5) donde la teoría aparentemente no cuadra, se
explicará el motivo, aunque le adelanto que tendrá mucho que ver con la fase actual de
mercado, acuérdese de aquello de mercado inflacionista de ciclo y mercado súper
alcista.
Haremos un estudio de la situación y relación entre la Evidencia de la materia
prima y el dólar. Así, iremos desde tiempos más cercanos hasta el 1983, fecha donde
terminan nuestros datos sobre el Dollar Index. Así, el Gráfico 6-1 le indica esta relación.
En negro se ha marcado el dólar, mientras que en gris moteado está indicado el precio
de las materias primas en general. Fíjese cómo un dólar bajista desde 2006 hasta abril
de 2008 es suficiente para prolongar la subida en los precios de las materias primas
hasta niveles nunca vistos. El crack de la inflación viene precedido de un periodo late-
ral en el dólar, caída previa de los índices a primeros de 2008 y más de un año de caí-
das en el precio de los bonos. Note cuán importante es esta relación en la posterior
recuperación de 2009-2010 y la siguiente caída. El dólar en este caso es el que lidera
al indicador de precios CRB de materias primas. Fíjese la oportunidad clara que daban
las materias primas en julio de 2007, cuando el dólar seguía cayendo. Estas oportuni-
dades se dan en contadas ocasiones y devuelven un gran retorno.
GRÁFICO 6-1 Dólar frente al índice CRB desde 2005 hasta 2010
178
GRÁFICO 6-2 Dólar frente al índice CRB desde 2000 hasta 2005
Estudie ahora el Gráfico 6-2 y comprobará a lo que me refiero cuando digo que
dólar y materias primas siguen caminos diferentes bajo una situación normal de mer-
cado. Por lo general, hasta que el dólar no deja de caer, la materia prima tiene vía libre
para ascender y así ocurre a partir de 2002, cuando el dólar pierde el nivel de 110,0
(escala numerada en el margen derecho del gráfico).
No será hasta octubre de 2005 cuando el dólar haga un amago de recuperación
significando una parada en el ascenso del precio de las materias primas. Aunque esta
subida en el Dólar Index supuso una caída temporal promedio para el CRB del 17%
desde máximos, una nueva caída en el Dólar Index da carta blanca a nuevos ascen-
sos.
El mercado era inflacionista de ciclo y cuando esto sucede, la relación entre la
Evidencia del dólar y las materias primas tienden a funcionar muy bien. Ya es la segun-
da vez que le advierto sobre el estudio de la situación cíclica de los mercados. No sólo
le servirá para determinar correctamente el orden en las evidencias (capítulo 3: El ciclo
de las evidencias: fases importantes) sino que además le servirá para dar una mayor
fiabilidad a ciertas relaciones entre evidencias y operar de manera más consecuente y
con mayor éxito.
El Gráfico 6-3 le muestra la evolución de esta relación desde 1992 hasta 1999.
En este entorno el mercado aún no era inflacionista de ciclo y aún así mostraba la rela-
179
GRÁFICO 6-3 Dólar frente al índice CRB desde 1992 hasta 1999
ción esperada. Fíjese cómo la caída del dólar desde 1994 hasta 1996 implica una con-
tinuación en las alzas para los precios de la materia prima. A partir del 96 esta situación
se invertirá, implicando caídas para los precios. Como ve, hasta ahora todo cuadra per-
fectamente, pero observe que además no es necesario tener gráficos que sigan las
cotizaciones en cada minuto.
Esta relación funciona bien cuando se analiza en gráficos con varios años en
pantalla. Esto es lógico ya que la economía a gran escala precisa de grandes marcos
temporales. Su ascenso y decadencia no se suele generar en un año o pocos meses,
sino que se explica por décadas.
Los Gráficos 6-4 y 6-5 le enseñarán las grandes excepciones o mejor dicho, los
casos especiales en esta relación de evidencias. Tampoco se asuste ni piense que las
excepciones a la norma son comunes. Ver por ejemplo una materia prima que cae con
un dólar bajista durante años es una situación altamente peligrosa y extraña para la
bolsa. A la inversa también puede suceder pero no representa peligro para la bolsa
mientras los precios no asciendan de forma vertical, ya que esto podría indicar una gran
subida de tipos y ralentización económica en el mejor de los casos. Recuerde que el
Dollar Index está formado por una cesta de monedas referencia así por tanto la situa-
ción de otras economías también afectará al dólar. Así, aunque el dólar sea bajista
podría ocurrir que las otras divisas fueran bajistas, de tal manera que el Dollar Index no
cayera demasiado.
180
GRÁFICO 6-4 Dólar frente al índice CRB desde 1988 hasta 1992
Cuando en mis conferencias trato de explicar cómo funcionan los pares de divi-
sas siempre alguien me acaba preguntando el motivo por el que el dólar sube a pesar
de que la economía de EEUU está en recesión o los pronósticos no son buenos. La
respuesta está en que puede que otras economías lo hagan aún peor o tengan una
situación de recesión más profunda o sencillamente los pronósticos de crecimiento
sean claramente inferiores, con lo que una situación aparentemente desfavorable para
el dólar puede no desembocar en caídas para el Dollar Index especialmente si con las
otras divisas con la que se compara lo hacen mal.
El Gráfico 6-4 muestra una tendencia bajista para las materias primas desde el
1988 hasta 1993, una situación parecida con respecto al dólar o mejor dicho, Dollar
Index. Fíjese que en este caso la clave reside en el retraso que puede tener una
Evidencia frente a la otra, a pesar de tener una relación prácticamente directa. Un dólar
alcista desde 1988 hasta mediados de 1989 implica una situación lateral bajista para el
CRB. Caídas para el dólar desde finales de 1989 hasta 1991 implica un alza corta en
el CRB hasta mayo del 90. En estos casos las reacciones son rápidas. ¿Entiende por
qué le digo que esta relación es mucho más fácil de seguir en un mercado inflacionis-
ta de ciclo (tasas de inflación entre el 5% y 6%) como el iniciado en el 2000? Es nece-
sario que agudice todos sus sentidos para ser rápido operando bajo este entorno.
Recuerde que la política monetaria acaba afectando a la inflación, por tanto estos
entornos pueden ser creados artificialmente a criterio de los bancos centrales.
181
Este dólar bajista a comienzos de 1990 mostraba cierta debilidad en la economía.
La crisis de la burbuja inmobiliaria y bursátil japonesa acababa de comenzar mientras
en otras partes del mundo se entraba en recesión, como en Suecia en el 92. Pero
donde se vio muy claro que algo estaba cerca de suceder fue en el Gráfico 6-5, con
una caída rápida y abrumadora del dólar desde 1985.
Qué curioso, la materia prima no reaccionaba al alza a pesar de la caída del
dólar. Los tipos de interés caían a niveles cercanos al 6,50%. Se rebajaba el precio del
dinero mientras la economía crecía, sin embargo los precios de las materias primas
seguían cayendo. Es decir, la economía no respondía al estímulo claro del dinero, y
daba la sensación de que ese dinero no circulaba. Finalmente a primeros de 1987 la
materia prima reaccionó al alza, pero ¡el dólar ya había perdido casi un 50% de su valor
desde el 85 hasta el 87! Mientras que la materia prima pasó de 240 a 235 desde 1985
hasta finales de octubre de 1987.
Paralelamente, el mercado de valores estaba desbocado y lógicamente esta
situación de un dólar especialmente débil junto con unos precios del CRB que no aca-
baban de salir al alza, generaban un panorama extraño que desembocaría en el gran
crack de 1987, que ya sabe que también fue claramente vislumbrado por una caída
espectacular en los precios de los bonos (subida de sus rentabilidades) y un ascenso
en los tipos de interés (en el 87), un intento por mejorar la maltrecha situación del Dollar
Index que después se vio que fue una política nada acertada.
GRÁFICO 6-5 Dólar frente al índice CRB desde 1983 hasta 1988
182
Es interesante ver cómo cuando las evidencias no siguen los patrones que espe-
ramos acaban sucediendo acontecimientos de gran relevancia como el crack de 1987.
La teoría está clara, luego el mercado tendrá siempre la última palabra.
EL DÓLAR Y EL BONO, BUENOS COMPAÑEROS DE VIAJE
Llegados a este punto, podría pensar que el dólar y el precio del bono es impo-
sible que vayan de la mano. Si pensara que un tipo de interés alcista es bueno para el
dólar y por tanto alcista para la rentabilidad de los bonos (bajista para su precio), con-
cluiría que no podrían subir a la par. Recuerde que puede haber retrasos entre eviden-
cias aunque gran parte de los cambios en el precio de los bonos también se debe a las
perspectivas a largo plazo sobre la economía.
Cuando los tipos de interés ascienden, es lógico pensar que las rentabilidades
ofrecidas por los bonos de los estados deberían subir. Pero, esta teoría no tiene por
qué cumplirse, especialmente si el mercado descuenta crecimientos económicos futu-
ros o crisis a punto de estallar. Como ejemplo, el tipo de interés de la FED subió desde
2004 hasta 2007 sin parar mientras que la rentabilidad del bono de EEUU se mantuvo
a la par durante ese periodo y sin embargo el bono alemán a diez años cayó desde fina-
les de 2003 hasta primeros de 2006. La idea de la Evidencia es distinguir estos fenó-
menos que rompen con la teoría clásica que se explica en la universidad y dar un sen-
tido práctico a toda la información de la que disponemos.
Así pues, cuando bono y dólar ascienden mientras la inflación está controlada sin
peligro de deflación o inflación elevada, se suelen generar los mercados alcistas de
medio plazo. Hay ocasiones en las que una caída excesiva del dólar mientras el bono
sube, termina por ocasionar cracks en algún momento, generalmente cuando el bono
acaba por caer, siguiendo al dólar (1987 y 1990). Estas caídas en bolsa pueden venir
tras caídas prolongadas del Dollar Index. Pero no piense que la bolsa no subirá porque
el dólar no sube.
El Gráfico 6-6 muestra la relación existente entre el bono a 30 años de EEUU y
su moneda expresada por el Dóllar Index. Se ha escogido el bono a 30 años para obte-
ner más datos históricos, aunque la tendencia del bono a 10 años sea prácticamente
idéntica. Visto el gráfico comparativo en el largo plazo, da la sensación de que un pre-
cio del bono alcista (incluyendo tipos de interés a la baja) implica un dólar bajista. Esta
relación es de las más complejas de distinguir junto con la relación dólar y bolsa. Lo
realmente interesante del gráfico son los dos periodos bajistas de seis años (1985-1991
y 2002-2008) y un periodo de recuperación de otros seis años (1995-2001). Cuando el
dólar es estable o alcista, es bastante probable que si los precios de los bonos tiran al
alza, la bolsa lo haga bien. Aunque me estoy adelantando al siguiente punto, esta es la
teoría.
183
GRÁFICO 6-6 Dólar frente al bono USA a 30 años desde 1981 hasta 2010
Los Gráficos 6-7, 6-8 y 6-9 le mostrarán las relaciones entre estas evidencias y
comprobará que hay que hacer un estudio y un esfuerzo importante para entenderlas.
La teoría dice que la relación es directa, pero si examina los gráficos citados, no tiene
por qué ser así, al menos en el cortísimo plazo. Lo importante que hay que ver en estas
representaciones gráficas es quien es el líder y quien el seguidor.
El Gráfico 6-7 muestra una de las grandes caídas del dólar (1985-1991) en línea
continua negra y cómo al final el mercado acaba por imponer caídas en el precio del
bono. Y una vez el bono termina por caer, se genera la caída en bolsa.
En el Gráfico 6-8 se ve de nuevo debilidad en la divisa americana, justo desde la
recuperación del 2003, algo muy parecido a lo sucedido en 1985 tras el comienzo de
mercado alcista desde 1983. De nuevo la clave la tiene el bono americano, aunque
como ya he citado en alguna otra ocasión, en los últimos años este bono ha sido muy
manipulado y por tanto sus señales no son lo fiables que desearíamos. Si colocara el
gráfico de la rentabilidad del bono alemán a 10 años se vería mucho mejor, pero como
analizamos el mercado de EEUU no es lo que nos ocupa. Aunque no se muestra, la
recuperación en bolsa no vendría hasta que el precio del bono no ascendiera claramen-
te (su rentabilidad cayera de forma importante) con el dólar apoyando este ascenso. Lo
veremos al final del capítulo cuando juntemos la mayoría de estas relaciones.
184
GRÁFICO 6-7 Dólar frente al bono USA a 30 años desde 1984 hasta 1988
185
GRÁFICO 6-9 Dólar frente al bono USA a 30 años 1995 a 2001
Por último quería mostrar el gráfico de lo que ocurre cuando el dólar es alcista.
Por lo general, esta situación genera un control de precios claros y mientras no se aho-
gue a la economía, se puede disfrutar de crecimiento con poca inflación lo que se tra-
duce finalmente en crecimiento real y aumento del poder adquisitivo. Si estudia el
Gráfico 6-9 puede verse alguna bajada del precio del bono importante como la de 1999-
2000. Esto, como ya debe saber, estaba augurando algo negativo para la bolsa que sin
embargo el dólar no encajó a la baja hasta 2002, ya con una bolsa claramente bajista.
Fíjese que es justo lo que ocurre en 2008 (Gráfico 6-10), una vez generado el
mercado bajista, el dólar asciende y las materias primas se van a pique (ciclo en las
evidencias). Así podemos ver cómo el dólar puede ser causa de mercados bajistas
(1987, 2008) aunque no tiene por qué anticiparlos todos, por ejemplo 2000, cuando el
Dollar Index continuaba subiendo hasta 2002. Hay otras caídas como la del 90 o la late-
ralidad del 95 que puede alertarnos, pero no son más que meras correcciones en la
tendencia de mercado de medio plazo.
En conclusión, si el dólar tiene caídas durante 4-5 años y este retroceso se acer-
ca al 40-50%, es muy probable que se avecine un crack o un mercado bajista al uso.
Movimientos más cortos o pequeños del dólar pueden generar algún mercado bajista
de corta duración, lateralidad o correcciones que deberían quedarse en nada siempre
que el dólar recupere niveles previos.
186
LA RELACIÓN DEL DÓLAR Y LA BOLSA
Finalmente llegamos a la relación fundamental que existe entre dólar y bolsa.
Añadir que cuando me refiero a la bolsa, me refiero concretamente a la bolsa america-
na, aunque usted ya imaginará que lo que pasa allí es muy probable que acabe pasan-
do aquí, especialmente si es malo. Al respecto es importante comentar que en caso de
que el dólar sea bajista, no sólo se crean malas expectativas para bolsa en el medio
plazo sino además para inversores que operan en moneda local como euros, libras,
francos suizos etc, si el dólar es bajista frente a todas las divisas, perderán dinero con
sus acciones americanas al venderlas.
Si por ejemplo compra acciones de la empresa ladrillos americanos a 30 dólares
cuando el cambio estaba a 1,00 y esas mismas acciones las vende pasados unos 6
meses a 33 dólares pero decide cambiar sus dólares por euros, será importante el nivel
euro/dólar. Imagine que su cambio descendió a 0,90 euros por cada dólar, entonces su
ganancia en esta acción se habrá esfumado por el efecto negativo de la caída del dólar.
Esta característica de la inversión en mercados extranjeros es de vital importancia.
Pero al contrario de lo que recomiendan muchos expertos, no recomiendo cubrir la divi-
sa. Ya que cuando invertimos en acciones de un país también lo hacemos en su eco-
nomía y por tanto en su divisa. Si prevemos que el efecto divisa será negativo, enton-
ces tendremos que conformarnos con otras empresas del mismo sector pero pertene-
cientes a una divisa favorable.
-“¿Pero qué estás diciendo Javier?” -Lo que oye. He visto geniales empresas en
otros países con aspectos técnicos estupendos que acaban siendo inversiones medio-
cres precisamente por el efecto divisa. Por ejemplo, desde 2003 invertir en EEUU era
una odisea. Recuerdo haber obtenido rentabilidades cercanas al 60% en acciones para
acabar por darme cuenta de que la mitad de este beneficio se esfumaba por la debili-
dad del dólar y la fortaleza del euro. Esto también nos da una pista de dónde están las
oportunidades. Muchas personas que no cubren la divisa eluden mercados con mone-
das débiles, precisamente porque este fenómeno muestra debilidad o problemas en la
base de la economía de ese país, especialmente si es una economía exportadora. Los
propios flujos monetarios o de capital nos hablan a través de los mercados de divisas.
Por ponerle otro ejemplo, el mercado alemán DAX30 subió desde 2003 un 162%
hasta sus máximos, el español Ibex35 superó el 150% de ascensos mientras el ameri-
cano SP500 ascendía un 72% hasta su techo. No sólo dejaba de ganar dinero por el
efecto divisa en EEUU sino que además había otros mercados mucho más interesan-
tes y rentables con efectos divisa no desfavorables.
Así pues, aunque vamos a estudiar el dólar suponiendo que somos inversores
americanos, tenga en cuenta estos efectos divisa en sus inversiones. Pero al margen
187
de este detalle que es tan importante para nosotros los inversores europeos, tenemos
que tomar en consideración las connotaciones de lo que significa un dólar alcista o
bajista para la bolsa y para la economía en general.
Recuerde que el dólar y la materia prima mantienen una relación casi impecable-
mente inversa. Salvo una excepción producida desde 1985 hasta 1988 donde curiosa-
mente el dólar y la materia prima caían; en todos los demás escenarios, un dólar bajis-
ta es perjudicial para la bolsa en el largo plazo debido a que se generan mercados infla-
cionistas y recalentamiento de la economía. Es decir, que las expectativas inflaciona-
rias están contenidas tanto en los tipos de interés (proyecciones de inflación de los ban-
cos centrales) como en la propia fortaleza o debilidad del dólar. Es complejo determi-
nar si la inflación sube por un aumento excesivo de la demanda propia de una econo-
mía recalentada, escasez de oferta por crisis políticas en ciertos países inestables,
exceso de dinero en circulación por imprimir demasiados billetes o por burbujas espe-
culativas. Dependiendo de la causa, las evidencias reaccionarán de diferentes mane-
ras, pero lo importante es prever el efecto sobre la bolsa y no tanto la causa.
En el Gráfico 6-10 podrá ver un dólar bajista tanto en bolsas bajistas como alcis-
tas (línea discontinua representa al S&P500). Lo que más teme el mercado es la súper
inflación y a la deflación, casos extremos en el precio de las materias primas y del dólar.
Un aumento de precios no es malo siempre que esté controlado. El problema viene
cuando el dólar pierde un 40% de su valor tal cual muestra el Gráfico 6-10. A primeros
188
de 2002, el Dollar Index valía 120 mientras que a comienzos de 2008 el rondaba los
72. Las materias primas estaban desatadas, la especulación en todos los activos que
tuvieran algo que ver con recursos básicos se disparaban y se hablaba de acopio de
cereales y alimentos por parte de países. La inflación rondaba el 6% y aunque no era
demasiado, los productos básicos multiplicaban por cuatro su valoración de hacía unos
pocos años.
Este miedo a la subida de precios se manifestó en un movimiento de flujos de
capital hacia estos mercados, secando la bolsa de dinero. Si a esto le sumamos el
aumento de las rentabilidades de los bonos desde 2006, la ecuación estaba completa.
Una ecuación con un mal resultado para la bolsa y finalmente para las materias primas,
el consumo y la confianza.
El Gráfico 6-11 muestra el otro caso. Cuando la inflación está controlada y el dólar
permanece estable e incluso sube ligeramente, el mercado no tiene miedo, se crece a
buen ritmo y los índices bursátiles suben sin parar. Muchos no esperaban nada desde
1994, sin embargo aún quedaba una buena subida.
Finalmente quería mostrarle un gráfico con todas las evidencias unidas. En oca-
siones es complejo que todas coincidan en un sentido, aunque si esto ocurriera, la
señal sería muy clara. Por ejemplo en el periodo 1984-1988, había una Evidencia que
no cuadraba demasiado. El índice CRB de materias primas caía mientras el dólar lo
hacía igualmente. Esto puede interpretarse como un intento por parte de la FED de ani-
GRÁFICO 6-11 Dollar Index y bolsa desde 1990 hasta 2000
189
mar el consumo bajando los tipos de interés (con la correspondiente influencia negati-
va para el dólar). Si no vemos reacción en el CRB, es previsible que algún operador
que otro piense en la deflación como posible escenario. Cuando esto pasa por la cabe-
za de alguien que mueve bastante dinero en los mercados tenemos que estar atentos.
Es decir, que en 1987 teníamos un escenario con una caída del Dollar Index cer-
cano al 50% (caída desde 180 hasta 90), una posible deflación y una rentabilidad del
bono que peligrosamente estaba aumentando desde primeros del 87. El desencade-
nante sería por tanto el de siempre, una caída en dos ondas del precio del bono, y nue-
vas subidas de la bolsa vienen acompañadas de caídas del bono. El peor de los esce-
narios se estaba cumpliendo y así la crisis estallaría en octubre de 1987, con la peor
caída en un día de la historia del Dow Jones. De repente todos los inversores se die-
ron cuenta al mismo tiempo que algo no marchaba bien. Los nervios hicieron el resto
del trabajo. Habrá decenas de explicaciones, sin embargo la Evidencia lo mostraba cla-
ramente.
No piense que en 1987 la sociedad era muy diferente y por tanto no se pueden
extrapolar los sucesos de aquel entonces con los que puedan ocurrir dentro de unos
años. La principal excusa por la que no suelen aceptarse estas analogías es que enton-
ces la sociedad era distinta y ahora no caeríamos en los mismos errores. Pero el dine-
ro ha sido siempre el mismo, y las motivaciones para conseguirlo y rentabilizarlo las
mismas. En 1870 seguramente tendrían las mismas ganas de rentabilizar los ahorros
GRÁFICO 6-12 Todas las evidencias desde 1984 hasta 1988
190
que en 2010. Recuerde que la intención del dinero es siempre la de conseguir más
dinero, esta es la base de la inversión.
Es probable que la crisis del 29 no vuelva a repetirse, los mecanismos de la FED
son férreos e infinitamente superiores a 1929. Tenga en cuenta que anteriormente a su
creación, no había ninguna autoridad monetaria que asegurara el retorno de los aho-
rros o diera una mínima seguridad. Antes de 1913, las crisis de confianza y especial-
mente las bancarias se repetían con inquietante frecuencia. La pesadilla de la visión de
enormes colas de gente a las puertas de los bancos sacando su dinero era una reali-
dad que se repitió cada pocos años. Así son conocidos los pánicos bancarios de 1873,
1884, 1893, 1907 y naturalmente el pánico del 29 y la gran depresión. Desde que exis-
te un órgano que regula la economía norteamericana y casi la economía global, se
puede decir que las etapas recesivas de la economía han sido menos prolongadas y
de menor importancia. Aunque se puede volver a caer en recesiones y depresiones,
siempre será por relajamiento de las medidas de control impuestas a bancos, presta-
mistas e intermediarios.
El siguiente capítulo tratará sobre cada una de estas crisis, sus motivos y cómo
la Evidencia tenía algo que contarnos. Los datos anteriores a 1920 son complejos de
obtener y en algunos casos hay varias versiones de ellos. Hay diferentes estimaciones
de paro, inflación etc, pero por lo general, tienen un sesgo en común propio a periodos
pre y post recesiones.
ALGUNAS REFLEXIONES FINALES SOBRE LAS EVIDENCIAS
En algunas ocasiones desafortunadas, he tenido algún tipo de enfrentamiento o
discusión sobre los motivos por los que por ejemplo el bono de 10 años acortaba su
diferencial con respecto al bono de corto plazo. En otras ocasiones la pugna ha sido el
efecto de los tipos de interés sobre la divisa o sobre la inflación. Tiene que quedar claro
que lo que realmente nos interesa es el efecto o la consecuencia que puede tener la
caída del producto A sobre el producto B y sus posibles implicaciones sobre la bolsa.
Bien, pues el 90% de las consultas, dudas y discusiones son sobre los motivos de la
caída de A, sin ver que lo verdaderamente importante es el efecto y no la causa.
Anticiparse a la bolsa es el objetivo de este libro, no dar clases magistrales que no
reportan beneficio económico alguno aunque sí aumenten el nivel cultural de cada uno
de nosotros.
La explicación de las causas se las dejamos a los brillantes economistas, exce-
lentes periodistas y a todos los demás doctos en la materia. En este libro he tratado de
dar algunas explicaciones y justificaciones sencillas y llanas sobre los porqués, pero a
mí lo que me interesa es que usted gane dinero operando. Siempre habrá una explica-
ción para todo, incluso para lo inexplicable. Con esto no critico a los “tochos” sobre eco-
191
nomía y finanzas que circulan por las bibliotecas, simplemente trato de transmitirle mi
experiencia y mis estudios con el riesgo de que cualquier economista que lo lea se
eche las manos a la cabeza.
Ya conoce las señales de giro más importantes, aunque quizás sean bastantes
cosas a tener en cuenta. Si por análisis técnico no está seguro de algo, siempre puede
echar mano de estas relaciones y tratar de anticiparse al mercado. Sobre estas técni-
cas que le he enseñado no se suele hablar a menudo en los consultorios bursátiles
televisados o en los periódicos de tirada nacional y sin embargo pueden ser una herra-
mienta muy potente, pues filtran el ruido del mercado y le ayudarán en sus decisiones
de inversión.
192
RESUMEN DEL CAPÍTULO
- Los tipos de interés influirán en gran medida sobre el valor del dólar, aunque tiene
que tener en cuenta que su valor fluctúa en función de otras divisas y por tanto
de la situación de otras economías. Puede darse el caso en que un tipo de inte-
rés a la baja no suponga caídas para el dólar siempre que otros bancos centra-
les tomen las mismas medidas al mismo tiempo.
- Una de las relaciones más claras en la Evidencia es el dólar y la materia prima.
Siguen una relación inversa y si esto no fuera así, algo en el mercado no anda-
ría bien.
- El dólar como tal tendrá una relación indirecta pero proporcional sobre el bono y
viceversa. Un precio del bono al alza implicará una caída de rentabilidades de
largo plazo y esto suele ser bueno para las alzas del mercado y por tanto su con-
fianza en el control de precios y de la inflación de medio plazo. Cuando los inver-
sores confían en una economía, no sólo demandarán su moneda sino también su
deuda, haciendo caer las rentabilidades y subiendo como es lógico su precio.
- Es complejo establecer una regla general para la relación dólar – bolsa. Por lo
general, subidas del dólar garantizarán precios estables y ascensos para la renta
variable. Caídas importantes en el dólar pueden estar mostrando desconfianza
en la economía americana y por tanto futuras caídas en la bolsa global y natural-
mente en la estadounidense.
En esta tabla resumen están todas las evidencias con respecto al dólar. En la pri-
mera fila tiene el tipo de mercado: súper alcista y de crack, con sus correspondientes
sub tipos de mercado que dependen del entorno inflacionista de ciclo (fases de
Kondratieff). En la segunda fila, en fondo gris, tiene la Evidencia de referencia “Dólar”
que representa el valor del Dollar Index. Más abajo está marcada la Evidencia del CRB,
del tipo de interés, de la rentabilidad del bono y de la bolsa. Si se fija, tipo de interés y
193
rentabilidad del bono van de la mano En los ciclos seculares o de largo plazo, la
Evidencia del dólar suele ser difícil de encajar. En el caso del precio del bono (inverso
a la rentabilidad) y el dólar, casi siempre mantienen una relación directa. Como era de
esperar, dólar y CRB son perfectamente inversos y así, por ejemplo, cuando el dólar es
muy bajista en un periodo de crack súper inflacionista, la materia prima experimenta
grandes avances y la bolsa tendrá una relación directa, puesto que también recoge con
descensos el exceso de inflación.
Es importante que entienda cómo leer estas tablas ya que muestran en esencia
toda la teoría explicada en anteriores capítulos. Para su mejor comprensión, he añadi-
do el siguiente gráfico-resumen.
194
RESUMEN DE TODAS LAS EVIDENCIAS DE ANTERIORES CAPÍTULOS
SEGÚN TIPOS DE INTERÉS Y ORDENADO POR CICLOS DE KONDRATIEFF
195