No Eres Tú

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“No eres tú, no soy yo, son mis genes”.

¿Los genes determinan nuestro comportamiento, o es cada individuo responsable por su


conducta? Se han publicado muchos estudios que reclaman que los genes determinan la conducta
humana. Si soy “genéticamente coercido” y mis genes me hacen hacer algo mal, entonces no es mi
culpa si hago algo incorrecto. Si no es mi culpa, no puede haber ningún sistema teológico de
premio y castigo. No puede haber un sistema secular de obligación legal siquiera, porque las
cortes seculares no consideran acciones realizadas bajo la coerción como si ha sido hecho por el
individuo, y no puede darse ningún castigo (Tender,2015).

En el resto de animales (“no razonables”) esto supuestamente no aplica, puesto que no conocen
de sistemas legales y de castigo por realizar alguna acción que por naturaleza es completamente
fisiológica. Para infortunio de las especies afectadas lo dicho anteriormente es una realidad, así
que, lo que haga cualquier ser vivo no razonable en este planeta va a hacer considerado como una
acción que está realizando por su naturaleza, y por ende , no puede ser castigada o criticada
duramente al punto de llegar a acabar la especie generadora de conflictos. Este es el típico caso de
Lithobates catesbeianus. Cuya morfología se basa básicamente en una superficie ventral de color
crema con variaciones en amarillo o gris y manchas irregulares difusas de color verde pálido en la
región de la garganta o en toda la superficie ventral. La superficie dorsal es de color verdoso
oscuro, verde oliva hasta amarillo, con manchas o puntos negros. Las extremidades posteriores
tienen cinco dedos unidos por una amplia membrana interdigital, mientras que las extremidades
anteriores poseen cuatro dedos separados o completamente libres (Urbina-Cardona et al., 2012).
Pesa entre 800 g y 1 kg. El intervalo de tamaño para ambos está entre 15 a 20 cm (Ziller et al.,
2005 citado por Urbina-Cardona et al., 2012). Habita un amplio rango de hábitats acuáticos y
prefiere aquellos altamente modificados como reservorios de agua para ganado (Global Invasive
Species Database, 2013). Morfología necesaria para ser considerada como perfil criminal de
excelencia y hacerse odiar solo por verlo a simple vista, aún más, si es considerada como
invasora.

Según LGVS una especia invasora es aquella que no es nativa, que se encuentra fuera de su ámbito
de distribución natural, que es capaz de sobrevivir, reproducirse y establecerse en hábitats y
ecosistemas naturales y que amenaza la diversidad biológica nativa, la economía o la salud
pública. Lithobates catesbeianus se reporta como especie invasora en China, Israel, Japón, Corea,
Singapur, Sri Lanka, Taiwán, Tayikistán, Estados Unidos, Jamaica, Brasil, Chile, Uruguay, Francia,
Alemania, Italia (CABI, 2014), Argentina, Bélgica, Colombia, Costa Rica, Cuba, República
Dominicana, Ecuador, Grecia, Indonesia, Brasil, Chile, Uruguay, Francia, Alemania, Italia (CABI,
2014) , Malasia, México, Países Bajos, Perú, Filipinas, Haití, España, Suiza, Tailandia y Venezuela
(Global Invasive Species Database, 2013). Este dato anterior está sujeto a modificaciones puesto
que estos animales son muy sensibles a cambios en el ambiente. Pero con Lithobates catesbeianus
cualquier cosa se puede esperar. Tomando en cuenta los países antes nombrados ya que cada
uno posee características climáticas muy diferentes.
Además de ser invasora, Lithobates catesbeianus tiene uno de los ranovirus potencialmente
peligrosos en el mundo , considerado como un patógeno que ha estado implicado en mortalidad
de anfibios en vida libre en tasas mayores al 90% (no en rana toro)(Daszak et al., 1999, Schloegel
et al., 2009 citados por CABI, 2014) y más del 50% de mortalidad entre las ranas toro en una
instalación de cultivo en Estados Unidos (Miller et al., 2007 citado por CABI, 2014), lo que la
considera como vector de otras especies invasoras, causal necesaria para aumentar no solo el odio
de las demás especies de su misma familia y especie, sino también preocupación por parte de
Biólogos y Conservacionistas en los diferentes países donde esta hace mella de su naturaleza
génica. Y para aumentarme en razones L. catesbeianus es conductual y fisiológicamente
adaptable a una gran variedadde hábitats y regímenes de temperatura (CABI, 2014). Varios
autores sugieren que puede tener una preferencia por hábitats muy artificiales y modificados
(Global Invasive Species Database, 2013). Estudios demuestran que es capaz de sobrevivir en
ambientes con alto desarrollo urbanístico, estoy trayendo a colación ciudades como California y
Washington (McKercher & Gregoire, 2014). Además de la alta capacidad adaptativa de este
anfibio, L. catesbeianus es capaz de viajar por tierra grandes distancias, pudiéndose dispersar en
toda una cuenca a través de la colonización de sus diferentes cuerpos de agua. En Arizona, se han
observado individuos que se llegan a dispersar hasta 11 km y es posible que lleguen a desplazarse
hasta 16 km en el pastizal (Bury & Whelan, 1984; Phillips, et al., 2006 citado por Ávila-Villegas &
Rosen, 2007). Es decir, si pudiéramos definir este ser vivo en una categoría animal, para mí, estaría
perfectamente dentro de los avengers. A pesar de su fama y aspecto voraz, este anfibio según
estudios no presenta un riesgo alto para la salud humana, economía e incluso para el ecosistema.
Debido a que L. catesbeianus no genera impactos al ambiente, enfocados a cambios físicos y
químicos en agua, suelo y demás. Cabe resaltar que la especie en si no causa daños en la salud
humana, quien los causa son las plagas o virus que esta adquiere.

Aun sabiendo lo anterior el análisis de riesgo para Colombia, la evalúa como de alto riesgo, lo que
significa que la especie debe estar sujeta a control, y se deberán establecer acciones de manejo y
de educación ambiental, así como legislación específica que ayude a definir medidas de
prevención y mitigación (Baptiste et al., 2010). Quizás por la amenaza que esta genera para la
biodiversidad del país, ya que se ha reportado que L. catesbeianus depreda anfibios nativos y
reptiles endémicos (Urbina-Cardona et al., 2012). En Puerto Rico, se le ha observado depredando
varias especies de aves, incluyendo al pato amenazado Anas Bahamensis (Global Invasive Species
Database, 2013); en Arizona se le ha implicado en la reducción de las poblaciones de Thamnophis
eques, Rana chiricahuensis y R. yavapaiensis (Schwalbe, et al., 1988 citado por Ávila-Villegas &
Rosen, 2007); en California compite con Rana boylii e Hyla regilla y se ha reportado una
correlación entre la presencia de la rana toro con la disminución de Rana aurora draytonii (Casper
& Hendricks, 2005); en la Columbia Británica, compite y depreda la especie nativa Hyla regilla
(Global Invasive Species Database, 2013); en Europa ha llevado a la pérdida de ranas y peces
nativos (Touratier, 1992 en Kraus, 2009 citado por Global Invasive Species Database, 2013), y otras
especies incluyendo Alytes obstetricans, Bufo bufo y Salamandra (Etienne et al., 2007 citado por
Global Invasive Species Database, 2013). En Japón se considera una amenaza para la serpiente
Opisthotropis kikuzatoi, endémica de la isla de Kumejima e Islas Ryukyum, además de depredar el
cangrejo en peligro de extinción Candidiopotamon kumejimense (Ota et al., 2004 en Kraus, 2009
citado por Global Invasive Species Database, 2013). En su ambiente natural se han observado
algunos individuos de rana toro reproduciéndose con especies simpátricas como Rana clamitans,
lo cual produce híbridos inviables. Sin embargo, este fenómeno no es común en la naturaleza y
hasta el momento no se considera como una amenaza fuerte para las especies nativas que
conviven con esta exótica (Elinson, 1981; Höbel, 2005 citados por Ávila-Villegas & Rosen, 2007).

Lithobates catesbeianus es el claro ejemplo del juzgamiento hecho realidad enfocado al daño
físico por simple estipulación y caracteres vistos a simple vista. No podemos seguir infringiendo
fisuras en cuerpos que no conocemos su verdadero significado dentro del ecosistema, no más al
daño de animales por el simple hecho que es grande, robusto y que genera algunas enfermedades
dentro de la comunidad. Para eso existen los entes que control que realizan campañas de
monitoreo de esta clase de animales y tecinas donde estos no tengan acceso a animales que son
endémicos de la región. Noticas como esta no se pueden volver a repetir dentro de este mundo
(POR DIOS, COMO SE LES OCURRE).

“Uruguay ha salido a la caza de miles de ranas toro, una especie que se ha convertido en invasora
en los campos cerca de Aceguá, al noreste de Uruguay. Para matar a todas estas ranas serán
desplegados al menos 10 efectivos militares de la Brigada de Caballería Número 2 de Melo al
mando del Coronel Juan Rígoli. Originaria de Estados Unidos e introducida en Uruguay, el
Lithobates catesbeianus puede llegar a pesar un kilo y, pese a que no es venenosa, es considerada
una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo”.

EL PAÍS-Uruguay ,2 MAR 2018 .

Tengo que admitir que esta masacre tendría fines científicos, así lo afirma Efe Raúl Maneyro,
profesor de Historia Natural de Vertebrados de la Facultad de Ciencias de Uruguay. “Los
ejemplares cazados serán colocados en formol y llevados a la capital, Montevideo, para ser
estudiados en la Facultad de Ciencias”.

Todo queda a su libre expresión si considera que una especie se debe exterminar para conservar
diversidad que estamos acabando más por acciones propias de nuestra especie, que por otras de
nuestro mismo reino. O, si se extermina para consumo humano, de lo cual estoy completamente
de acuerdo. Ojala se hiciera esto con especies de este tipo, viviría contento de comer variedad de
platos provenientes de Columba linvia y Lithobates catesbeianus.

Jesus castro bohorquez

Programa de Biologia

Universidad de Cordoba

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