Aceptar o Convertirse
Aceptar o Convertirse
Aceptar o Convertirse
2 Pedro 2:1-3
“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros
falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y
aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción
repentina. 2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el
camino de la verdad será blasfemado, 3 y por avaricia harán mercadería de
vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la
condenación no se tarda, y su perdición no se duerme”
Diccionario:
Los falsos maestros son reconocidos por su obrar, por introducir doctrinas y
enseñanzas que no tienen sustento bíblico o bien por usar palabras fingidas,
palabras que reemplazan a las verdades espirituales que aunque se parezcan
a las que están escritas en la Biblia cambian el mensaje, tergiversan la
doctrina produciendo disolución, produciendo una mezcla entre la verdad y
la mentira.
En definitiva los falsos maestros hablan mentiras que mezclan con la verdad
y con las Escrituras para beneficio propio y para hacer errar a los que la
oyen.
Por lo general los falsos maestros están abalados por las instituciones
religiosas. Las religiones luchan por el dominio y el control sobre las
personas y para eso usan esta clase de estrategias, para introducir
encubiertamente doctrinas mentirosas mezcladas con las Escrituras, con el
único fin de sacar provecho (sea este económico, comercial,
reconocimiento, fama, popularidad, etc)
Entre tantas palabras mentirosas que usan los falsos ministros, entre tantas
doctrinas erradas, vamos a meditar en una doctrina muy básica que es la de:
Aceptar al Señor o Convertirse al Señor.
Hoy en día entre tantas campañas religiosas por predicar el evangelio, entre
tantos show y espectáculos que se montan con el fin de expandir sus
enseñanzas, al final de los eventos se pregunta: ¿Quién quiere aceptar a
Jesús?
Hechos 3:19 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados
vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de
refrigerio”
Hechos 9:35 “Y le vieron todos los que habitaban en Lida y en Sarón, los
cuales se convirtieron al Señor”
Hechos 26:20 “Sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco,
y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se
arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de
arrepentimiento”
8. Por eso una persona que “acepta” al Señor, estima el conocimiento como
verdadero pero sigue haciendo su voluntad, su vida no aborrece lo que
estaba haciendo, sigue con sus ambiciones, con sus pretensiones y
propósitos en el mundo.
Juan 8:31-32 “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él:
Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis
discípulos; 32
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”
Aquí la única voluntad que hay que seguir es la voluntad de Dios y no las
pretensiones de las religiones o las enseñanzas de los falsos que niegan el
Señorío de Cristo y reniegan de su voluntad y que disfrazan el Evangelio con
palabras falsas como la de “aceptar a Cristo” sin pedir cambios.