Union Civico Mlitar, Voces de Mando, Ceremonial de Aula

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Introducción

La unión de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y el pueblo es


el eje fundamental de la nueva doctrina militar para alcanzar la seguridad integral
de la nación, y es esa unidad cívico militar el principal cambio experimentado en el
ámbito castrense en los últimos años.

Lo que comenzó con un cambio de doctrina en la Constitución, hoy en día


es una realidad con las activaciones de nuevas unidades militares con un criterio
de trabajo con la población y las autoridades civiles, como una demostración del
avance en la nueva doctrina militar.

Con la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela en 1999, la Fuerza Armada Nacional tuvo que reconsiderar sus
principios doctrinarios en cumplimiento con el postulado de la corresponsabilidad,
para posteriormente aprobar de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional
(Lofan).

Este cambio de doctrina buscó romper viejos esquemas y patrones


copiados de las grandes potencias como Estados Unidos y trabajar en una
doctrina propia basada en nuestros principios. Es decir, la doctrina del Libertador
Simón Bolívar, Francisco de Miranda y la liberación, el nacionalismo liberador, y
de la unión del soldado con su pueblo.

Es importante conocer en lo posible a las personas corrientes con respecto


a la vida militar, y así dar a conocer más de ella a un nivel más profundo para
poder ser conocedores de comandos o voces de mando utilizadas y
frecuentemente en nuestra fuerza armada nacional.

De tal forma, el orden cerrado tiene un papel relevante en la formación del


soldado o miembro de la milicia, así como los diferentes cuerpos de seguridad del
estado, ya que índice directamente en la enseñanza de valores y hábitos de
formación personal.
La unión cívico-militar

La orientación del Proceso Bolivariano en Venezuela, que entre otras


tendencias de cambio social impulsa la reconciliación entre civiles y militares y la
asunción de responsabilidades conjuntas en la defensa de los intereses colectivos
y nacionales y el la integración latinoamericana y caribeña, ha despertado
reacciones a dichos cambios, provenientes principalmente de los actores
mediáticos y políticos nacionales e internacionales.

Comencemos por el principio. Cuando las tropas españolas invaden el


territorio de la actual Venezuela imponen por vez primera la lógica de la guerra de
conquista, basada en el genocidio y en el etnocidio para apropiarse los recursos
de otros pueblos.

La incursión de los ejércitos coloniales español y portugués reprodujo en


América el etnocidio cometido en sus propios países con las comunidades
musulmanas y sefarditas. Durante tres siglos se cometieron los más atroces
crímenes de lesa humanidad, disfrazados de “empresa civilizadora” y de
“salvación de almas impuras”. Hasta finales del siglo XVIII, la presencia de
ejércitos en tierras americanas se asocia con el ejercicio del poder colonial para
dominar y explotar a los pueblos; se reproduce así en Venezuela y en América el
papel histórico de los ejércitos en el resto del mundo, que más tarde sería
reforzado con la irrupción del capitalismo moderno.

La gesta independentista americana representa la primera experiencia de


alianza estratégica cívico-militar emancipatoria en el Continente, ya que los
ejércitos libertadores son conformados por el pueblo en armas contra el poder
colonial. Sin embargo, tras la Independencia formal de la mayoría de las colonias
europeas, devenidas en Repúblicas a principios del siglo XIX, los ejércitos
libertadores comienzan a perder su connotación popular y emancipatoria para ser
cooptados por las renacientes oligarquías criollas aliadas a los imperialistas
ingleses, franceses y estadounidenses. Se estructuran paulatinamente los
ejércitos destinados al mantenimiento del status quo oligárquico-imperialista.

Este brevísimo recuento histórico demuestra que el llamado a la unión


cívico-militar emancipatoria no es una idea nueva. La Historia venezolana nos
presenta hitos: Simón Bolívar armó al pueblo para lograr la Independencia
Nacional; más tarde, Ezequiel Zamora, con su lema “Tierras y hombres libres”
luchó por rescatar el proyecto bolivariano durante la Guerra Federal iniciada en
1859.

Papel impuesto a las Fuerzas Armadas en el siglo XX

A partir del siglo XX, durante los gobiernos de Cipriano Castro y Juan
Vicente Gómez, se sientan las bases de la “modernización” y fortalecimiento
institucional del ejército, imponiendo disciplina y cohesión; es el fin de un largo
período de caudillismos regionalistas. El reacomodo de las relaciones de poder,
signadas por la centralización y por una mayor sujeción al imperio -en el caso
gomecista-, no contemplaba los más elementales mecanismos de legitimación
democrática. Se consolida una burocracia clientelar cívico-militar, enriquecida por
el incipiente negocio de la exportación petrolera.

Tras un breve período de democratización de la sociedad y sus


instituciones (1936-1945), que resultó frustrado por el golpe de Estado perpetrado
por civiles y militares vinculados al partido Acción Democrática, resurgen las viejas
prácticas políticas dirigidas a la toma del poder por vías extralegales, viabilizadas
mediante pactos cívicos-militares de espaldas al pueblo. A partir de 1958, con la
instauración de la democracia representativa, el nuevo reacomodo de las
relaciones de poder oligárquico-imperialista le asigna roles institucionales a civiles
y militares en materia de seguridad estratégica y seguridad interna, obviando el
hecho de que el ejercicio integral de ciudadanía implica responsabilidades
compartidas, indistintamente de la pertenencia a esos dos ámbitos. Debido a que
dicha división de roles obedeció a la necesidad de algunos de perpetuar las
relaciones de poder establecidas por dicha alianza estratégica oligárquico-
imperialista y no a un auténtico proyecto de país, el resultado fue el empleo
concertado de las Fuerzas Armadas por dichos sectores civiles y militares en
detrimento de la ciudadanía y de los intereses nacionales.

La masacre de cientos de personas durante el “caracazo” -27 y 28 de


febrero de 1989-, provocada por el gobierno adeco de Carlos Andrés Pérez,
usando la fuerza militar para reprimir las protestas populares contrarias a las
medidas neoliberales impuestas por el FMI, marcó un hito en las relaciones
cívicos-militares. Desde entonces, los nuevos militares se negaron a continuar el
genocidio del pueblo y, en el seno de los cuarteles se rescató -en condiciones de
clandestinidad- el legado bolivariano de identificación con las luchas populares. En
Febrero de 1989 se inició así el fin de las relaciones cívico-militares puntofijistas.

Signo de nuevos tiempos

Una década después del 27-F, la asunción del Gobierno Bolivariano


(Febrero de 1999), propicia la convivencia entre civiles y militares, que se ha
vuelto un hecho más cotidiano y evidencia la evolución política de Venezuela. La
composición social del ejército, de extracción popular, el resurgimiento del ideario
bolivariano y la degradación moral precedente, determinaron el surgimiento de una
nueva generación de militares decidida a acercarse al pueblo y a defender la
Constitución que éste se dio soberanamente.

La reflexión de Baduel coincide con las apreciaciones del entonces ministro


de la Defensa, JV Rangel, acerca de cómo insurgió la alianza cívico-militar
bolivariana del seno de las contradicciones del modelo puntofijista: (...) “es gracias
a esos momentos de confrontación (...) que pudo establecerse una genuina
integración hacia el desarrollo sostenido de una sociedad productiva, que tuviera
como norte el humanismo y la ciencia, como una prioridad de todos los
venezolanos, tanto militares como civiles, en una comunicación mancomunada
que permitiera superar los escollos de la dependencia y el subdesarrollo.

Sólo así, con el esfuerzo de todos, nuestro país podrá tener acceso a una
mejor educación, a una economía más eficiente, a un mayor bienestar social que
pueda garantizar una calidad de vida verdaderamente democrática.”

El empleo racional del poder militar

La culminación de la confrontación este-oeste conduce a la Humanidad a


un nuevo período histórico, llamado pos “guerra fría” y/o “nuevo orden mundial”,
que implica la complejización de las relaciones internacionales y devela la
confrontación norte-sur, la cual le es inherente a las relaciones capitalistas y,
aunque estuvo opacada por la mencionada confrontación este-oeste, ahora queda
al descubierto en toda su crudeza.

Ese nuevo escenario mundial que impacta negativamente a Venezuela,


como a todos los países del Sur, conlleva amenazas internas y externas que
obedecen a una misma estrategia de dominación y, por tanto, se hallan
estrechamente vinculadas, aunque de manera asimétrica: los factores de poder
internos operan como socios menores de una alianza imperialista que dicta la
estrategia y negocia las tácticas y la distribución de los recursos. Se cierne sobre
Venezuela la amenaza de la intervención internacional.

Las cúpulas partidistas adecas y copeyanas, aunadas a cúpulas


empresariales, pretenden mediante alianzas golpistas con algunos sectores
militares y recibiendo un fuerte apoyo mediático e internacional, reeditar salidas de
facto (ya ensayadas en los golpes de Estado de 1945 y 2002) o “salidas
electorales” a la medida de sus intereses. Tales como el electoralista “Pacto de
Punto Fijo” (que desvirtuó el espíritu inicialmente democrático de la insurrección
cívico-militar del 23 de enero de 1958, instaurando modelos de democracia y de
desarrollo autoritarios y excluyentes) o la “salida electoral” fraudulenta que
pretenden imponerle al país mediante fraudes que permitan convocar un referendo
revocatorio del mandato presidencial, fórmula ensayada en los últimos dos años.

Debemos garantizar, una sociedad estable y segura, siguiendo con respeto


al colectivo con un gran espíritu de cuerpo, cumpliendo con nuestra misión
asignada con la Constitución dentro del marco con las políticas públicas con la
defensa del Estado para bienestar del pueblo venezolano”.

Constitución y unión cívico-militar

Del artículo 328 al 331, la Constitución regula el funcionamiento de la


Fuerza Armada Nacional, de acuerdo con el nuevo Estado Democrático y Social
de Derecho y de Justicia que se transversaliza a lo largo del texto constitucional.
Se llama República Bolivariana de Venezuela porque la nueva Constitución
le asigna a la República un conjunto de valores o bienes jurídicos que generan
principios o reglas generales, y estos últimos a su vez se derivan en normas o
artículos que entrelazados los unos con los otros, conforman finalmente el nuevo
Sistema Constitucional Bolivariano.

Nuestra Constitución es Bolivariana, no por un asunto de forma sino de


fondo, pues su estructura se inspira esencialmente en los valores históricos de
independencia y soberanía que caracterizaron la vida y obra de nuestro libertador
Simón Bolívar. Por ello el Bolivarianismo es un valor omnipresente para
Venezuela.

Asimismo, se materializa la ruptura con aquel viejo Estado liberal burgués y


su extinta Constitución de 1961, cuando gracias a la Constitución Bolivariana en
su artículo 328, la Fuerza Armada Nacional se incorpora a la “participación activa
en el desarrollo nacional”.

En efecto, el pueblo uniformado ya no está aislado de la sociedad pues ha


sido constitucionalmente habilitado para participar en todos los ámbitos de la vida
nacional y esa es la génesis de la denominada “Unión Cívico Militar” que, dicho de
otro modo, representa la consolidación de un Pueblo Bolivariano Unido.

Así como el artículo 330 de la Constitución vigente impide que los militares
activos sean elegidos popularmente o se involucren en propaganda, militancia o
proselitismo político; no es menos cierto que la misma norma les reconoce el
Derecho al Sufragio y ello ratifica el principio de no discriminación entre civiles y
militares.
Voces de mando

Movimiento de Pie Firme: Son el conjunto de posiciones o movimientos


ejecutados por los integrantes de la institución militar, que tienen por objeto el
desarrollo o continuación de las órdenes dadas por el comandante, quien dirige el
grupo, así como la ejecución de ciertas conductas de respeto y cortesía
desplegada hacia los miembros de la institución. Algunos de los movimientos a pie
son los siguientes:

1. Posición Fundamental
a. Desde la posición a discreción, a la. voz de: Atención ... Fir, el
soldado se cuadra con rapidez, levantando ligeramente el talón del
pie izquierdo, que recoge enérgicamente hasta juntarlo con el
derecho y al mismo tiempo pega las manos permaneciendo luego
inmóvil y en silencio. Los talones deben quedar alineados y juntos, la
punta de los pies igualmente vueltas hacia fuera formando un ángulo
de 45º ; las piernas tensas; el cuerpo erguido y ligeramente inclinado
hacia adelante con el peso distribuido en ambos pies; el pecho hacia
fuera con naturalidad; el abdomen recogido; los hombros a la misma
altura y hacia atrás; la cabeza levantada; la barba recogida; la
mirada fija al frente; los brazos a ambos lados del cuerpo, las
ligeramente arqueados y hacia delante; la palma de las manos vuelta
hacia adentro y apoyada en los muslos, con los dedos extendidos y
juntos, quedando los dedos colocados sobre la costura lateral del
pantalón.
b. La actitud del soldado en posición de firme es de Atención y por lo
tanto debe mantener alerta su mente y músculos para reaccionar en
forma enérgica y precisa ante una voz de mando posterior. Un
soldado en correcta posición fundamental, debe permanecer en
absoluto silencio y completa inmovilidad y exteriorrizar marcialidad y
decisión.
c. La posición fundamental debe ser adoptada obligatoriamente, antes
de proceder a ejecutar cualquier movimiento de Orden Cerrado, a. la
voz de mando correspondiente. Excepcionalmente, en casos de
urgencia, puede adoptarse a la sola voz de Firmes
2. Posición a discreción: Se ejecuta desde la posición fundamental, y cuando
es pronunciada la expresión: ¡A discreción!, en ese momento:
a) Se adelanta el pie izquierdo en la dirección indicada por la punta del
pie y rápidamente se desliza dejando los dos pies a la altura de los
hombros.
b) Simultáneamente se cambian las manos de estiradas a empuñadas
y se pegan de forma lateral a los muslos.

El sujeto debe permanecer en silencio y en el lugar donde ejecuta la


posición, debe descansar el peso de su cuerpo los dos pies y siempre debe
mantener la vista al frente. Si el sujeto desea descansar debido al peso de su
cuerpo, solo debe cambiar la posición del pie, juntando ambos y colocando el pie
contrario hacia atrás.

3. Alto y Frente: Corresponde al Santísimo, a la Bandera Nacional y al


Presidente de la República, de acuerdo con las normas siguientes: Si la
dignidad se desplaza cerca del soldado, éste dará frente al sitio por donde
pasa aquélla y a los cuatro (4) pasos antes de que llegue a, su altura,
ejecuta el primer tiempo del saludo, girando luego la vista a la derecha -
izquierda-, giro que debe continuar hasta dos (2) pasos después de ser
sobrepasado, momento en el cual lleva la vista al frente y ejecuta el
segundo tiempo del saludo

4. Giros y Medios Giros.


a) A la derecha: A la voz de: A la de ... re, se ejecuta el movimiento en
los tiempos siguientes:
 (1) Se levanta ligeramente el talón del pie izquierdo,
mientras la planta del mismo hace presión sobre el suelo y se
da al cuerpo el impulso necesario para girar un cuarto (1/4) de
círculo a la derecha. El talón derecho sirve de pivote, ya que
la punta del pie se levanta un poco para facilitar el giro.
 (2) Se separa el pie izquierdo del suelo y se une el talón del
mismo con el talón derecho, para adoptar la posición
fundamental enérgicamente, sin flexionar las piernas ni
despegar las manos.
b) A la izquierda: A la voz de: A la iz ... quier, se ejecuta el movimiento
a la inversa del giro a la derecha.
c) Media vuelta: A la voz de: Media ... vuel, se ejecuta el movimiento en
los tiempos siguientes:
 (1) Se gira media circunferencia por la izquierda sobre el talón.
izquierdo y la planta del pie derecho.
 (2) Se lleva el talón derecho a juntarlo con el izquierdo,
manteniendo las piernas tensas y sin despegar las manos.
d) Medio giro: A la voz de: A media de ... re -iz ... quier, se efectúa un
giro de un octavo (1/8) de círculo, cuya ejecución es igual a lo
indicado en los sub-párrafos a. y b.

Ceremonial de aula

1. Cuando el (la) docente ingresa al aula de clases, el (la) Jefe(a) de Curso


ordenará al personal de estudiantes ponerse firmes, al oír la voz de mando:
“Firmes”.
2. En esa misma posición, el (la) Jefe(a) de Curso ordenará a los
estudiantes, girar la vista hacia el lugar donde esté el (la) docente, con la
voz de mando: “Vista a la iz…quier” o “Vista a la de…re”. Luego, se ubicará
frente al docente y le pedirá permiso para darle el parte, de la siguiente
manera: “Buenos días, buenas tardes o buenas noches profesor(a),
permiso para darle parte por la sección Nº X”.
3. El (la) docente responderá: “Adelante”.
4. El (la) Jefe(a) de Curso dará el parte correspondiente, expresando: “1º:
Personal: X (indicar Nº de personas), 2º: Presentes: X (indicar Nº), 3º:
Faltan: X (indicar Nº) e informará la situación de los que faltan.
Seguidamente, pedirá permiso para retirarse: “Profesor(a) permiso para
retirarme”.
5. Luego, el (la) Jefe(a) de Curso se ubicará frente a sus compañeros(as) y
les dirá:

Informará que al quedar a discreción los estudiantes quedaran a la orden


del profesor y dirá en voz clara y fuerte Vista al fren…, a discre…ción” , pasará a
ocupar su lugar en el aula

A continuación, el (la) docente se dirigirá a los estudiantes: “Buenos días,


buenas tardes o buenas noches”. Éstos asumirán la posición de firmes y
responderán con el siguiente lema: “Excelencia Educativa Abierta al Pueblo.
Buenas días, tardes o noches profesor”, y quedarán a discreción.

1. Seguidamente, el (la) docente invitará a los estudiantes(as) a ocupar sus


asientos.
2. Cuando ingrese cualquier autoridad superior de la UNEFA al aula de
clases, el (la) Jefe(a) de Curso alertará a los presentes, con la voz:
“Atención”. Los (las) estudiantes(as) adoptarán la posición de firmes, el (la)
docente se dirigirá a la autoridad y le invitará a entrar al aula. Cuando ésta
ingrese al recinto y salude a los (las) estudiantes(as), ellos responderán con
el lema: “Excelencia Educativa Abierta al Pueblo. Buenas días, tardes o
noches; profesor(a); mi… (el grado o jerarquía, si es autoridad militar de la
UNEFA)” y quedarán a discreción. Luego, procederán a sentarse cuando
se lo ordene la autoridad visitante o el (la) docente.

Responsabilidades del (la) Jefe(a) de Curso en el Protocolo de Aula:

1. El (la)Jefe(a) de Curso velará por el orden, la disciplina, la limpieza, el


arreglo del aula de clases antes, durante y una vez finalizadas las
actividades académicas, con la colaboración de cada uno de sus
compañeros. En ausencia del (la) Jefe(a) de Curso, otro estudiante
debidamente acreditado asumirá el mando del curso, como Suplente.
2. Es importante destacar que el Suplente del (la) Jefe(a) de Curso deberá
cumplir con el protocolo de aula antes indicado o de las diferentes
responsabilidades, por lo menos una vez por semana, para su
entrenamiento, no quiere decir esto que se descarten las actividades
normales.
Conclusión

Desde el año 2004 se comenzó a trabajar en la "ofensiva ideológica del


nuevo pensamiento militar venezolano, que debe partir de nuestras raíces, del
pensamiento antiimperialista, unificador, patriótico, igualitario, justiciero, fraterno y
liberador'.

Esta doctrina militar incluye la cooperación activa del pueblo en defensa de


la soberanía. Dicha doctrina tiene tres líneas: 1) Fortalecimiento del poder militar
de la Nación, 2) Profundización de la unión cívico militar (soldados y pueblo) y 3)
Fortalecimiento y participación popular en las tareas de la defensa nacional.

El orden cerrado desempeña un papel muy importante en la formación


básica, al crear y desarrollar hábitos como el de la disciplina, el respeto, la
obediencia y la subordinación, así como la moral y el espíritu de cuerpo. La
disciplina se manifiesta en la precisión y la marcialidad; por ello hay que cuidar de
los más mínimos detalles porque contribuye a formar un único cuerpo capaz de
cumplir misiones en cualquier circunstancia.

El orden cerrado no es un fin, sino un medio para lograr un fin. En


situaciones de emergencia, la ejecución rápida de los movimientos puede no
ajustarse al orden y a la precisión de los mismos, ya que el objetivo en estos
casos es su pronta ejecución. Por lo que es primordial conocer la voz de mando, la
cual tiene una Preventiva y la otra Ejecutiva las cuales están combinadas en una
sola.

El orden cerrado enseña a desarrollar los hábitos de la disciplina, el


respeto, la obediencia y la subordinación, así como la moral y el espíritu de
cuerpo. Teniendo en cuenta todos estos aspectos claves del orden cerrado
podemos llegar a la conclusión de que es herramienta más empleada y que aporta
mejor provecho a las unidades militares, ya que mediante órdenes las personas
pueden ejecutar lo que se le pide por medios de voces de mando y ser obedientes
a las ordenes dada ya que existe un respeto hacia el instructor o hacia las
personas que se encuentran presentes. El soldado mediante la práctica de orden
cerrado aprende a definir las voces de mando y como se clasifican, aprende
respeto por su comandante, su escuela, su compañero y por sí mismo.
Bibliografía

https://www.aporrea.org/actualidad/a8306.html

http://www.panorama.com.ve/opinion/Constitucion-y-union-civico-militar-
20140424-0154.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Orden_cerrado

http://www.monografias.com/trabajos36/manual-orden-cerrado/manual-
orden-cerrado2.shtml

http://www.monografias.com/trabajos92/seguridad-y-defensa-
nacional/seguridad-y-defensa-nacional.shtml

http://www.monografias.com/trabajos104/orden-cerrado/orden-
cerrado.shtml

https://www.clubensayos.com/Temas-Variados/Orden-Cerrado/394280.html

http://www.buenastareas.com/ensayos/Orden-Cerrado/26907095.html

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