Zaa - Del Hacer Al Pensar en La Contabilidad
Zaa - Del Hacer Al Pensar en La Contabilidad
Zaa - Del Hacer Al Pensar en La Contabilidad
A manera de introducción
El hacer en contabilidad
Hay profesiones liberales que constituyen básicamente el ejercicio de artesanías. Entre ellas se
encuentran, la medicina, la ingeniería, bioanálisis, trabajo social, etc. Estas se sirven de
muchas ciencias para llevar a cabo su objeto y prestar un servicio. La contaduría también ha
sido considerada como una de estas profesiones artesanas. A pesar de basar sus prácticas,
métodos y procedimientos en los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA),
se apoya en leyes de la física, teoremas y axiomas matemáticos, postulados económicos y
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principios administrativos; lo que la convierte, por una parte, en apoyo técnico de otras
profesiones, y por otra, en un oficio estético que permite cumplir con obligaciones
empresariales y garantía de certidumbre en la toma de decisiones. La orientación hacia el
hacer que tienen los estudios universitarios de contabilidad ha reafirmado y contribuido con
esta concepción artesana de la carrera contaduría pública. Al colocar este asunto en una
perspectiva científica notamos que se tiende a confundir el ejercicio de la profesión de
contaduría pública con la ciencia que le sirve de tejido fundante, es decir, la contabilidad. Esto
hace que se conciba indistintamente a la contaduría pública y a la contabilidad como una
artesanía, o lo que es lo mismo, un oficio técnico y estético.
Una de las características comunes de los estudios de contabilidad y el ejercicio de la
contaduría pública es el énfasis en la praxis y la aplicación de métodos y procedimientos para
resolver problemas o describir situaciones económico-financieras en términos cuantitativos.
Este hacer contable ha inclinado la balanza científica a favor del oficio en detrimento del
pensar la contabilidad.
Esta preponderancia del hacer sobre el pensar la contabilidad refleja la herencia histórica del
rol de la contabilidad como apoyo técnico de otras disciplinas y oficio subalterno carente de
sustento teórico e intencionalidad científica, lo cual ha relegado este saber a la práctica de
rudimentos primitivos. Esto hace que, paradójicamente, los sorprendentes y vertiginosos
avances de la informática pongan en peligro la permanencia de la contabilidad en el concierto
de las ciencias sociales y la existencia de la profesión de contador público. De lo anterior se
desprende, que si no hay mayor preocupación por pensar la contabilidad, en función de la
creación de teoría, revisión de principios, puesta en práctica de nuevos métodos y construcción
de nuevos objetos de esta ciencia, la misma estará condenada a desaparecer.
La contabilidad ha sido hasta ahora como un lienzo que resume el hacer contable donde se
observan dimensiones cuantitativas de la economía, la administración y el derecho, expresadas
en un lenguaje objetivista que facilita el estudio económico financiero y las explicaciones
científicas de estas ciencias.
Pensar la contabilidad
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fortalece las estructuras internas de la ciencia contable y consolida la relación con las ciencias
que la apoyan.
Pensar la contabilidad conduce a la concepción de nuevas variables o categorías ontológicas,
probar nuevos enfoques paradigmáticos, ensayar métodos de reflexión científica desde una
perspectiva cualitativa, interpretar los fenómenos contables con base en nuevos referentes
filosóficos; pero fundamentalmente, abandonar el excesivo objetivismo y las prácticas
esquematistas y recetarias, para asumir que la realidad contable es tan compleja como los
objetos de otras ciencias; y que tal realidad no solo se expresa mediante cuantificaciones, sino
también a través de la narratividad científica donde el lenguaje de la contabilidad juega un
papel protagónico.
Esta incursión en nuevas formas de pensar la contabilidad no debe sacrificar el rigor y fiabilidad
científica, más bien debe confirmar su carácter de ciencia y enriquecer su estatuto teórico. Al
respecto surge la inquietud de cómo asumir estos retos que nos presenta el devenir de la
contabilidad; y la respuesta es: se aprende a pensar, pensando; a construir, construyendo; a
filosofar, filosofando.
Conclusión
Para concluir quiero llamar la atención acerca del papel subalterno que ha tenido la creación
científica en contabilidad, la poca importancia que se le ha dado a la investigación; y frente a
estos débiles procesos de construcción de nuevos conocimientos, el descomunal predominio
de la ley, que establece reglas, métodos y procedimientos contables, muchas veces reñidos
con los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados, donde subyacen profundos
errores de tipo epistemológico. Hemos asistido a un desarrollo del hacer contable a través de
la ley y de normas creadas por organismos no científicos, sino más bien reguladores por
cuanto son centros de poder. Podría decirse que el hacer contable se ha fortalecido en
detrimento del pensar contable, disfrazándose muchas veces con el ropaje de actividad
científica.
Lo anterior presenta más que una problemática de investigación, un reto para iniciar una
cruzada de fuerte teorización científica, en búsqueda de otros enfoques y objetos de
pensamiento en contabilidad, con una actitud socrática al preguntarnos por todo, dudando
cartesianamente de cuanto se diga o se haya dicho en contabilidad; y haciendo ejercicio
hermenéutico para ir hasta los más recónditos parajes de la nueva ciencia a través de la
interpretación, comprensión, explicación y narración científica.
Referencias bibliográficas
Zaá, José (2010). Pensar la Ciencia Contable. Compilación de Artículos Propios. Fondo
Editorial de la Federación de Colegios de Contadores Públicos de Venezuela, en Revisión Para
su Publicación. Caracas, Venezuela.