El poema describe la infancia del autor y su estrecha relación con el sol. El sol lo seguía por todas partes como un perrito faldero, entrando en su habitación y despertándolo cada mañana. La casa y el patio estaban llenos de luz solar, y el sol parecía formar parte de la familia. Aunque el autor ya no vive en esa casa, lleva el sol dentro de él como un tesoro que lo acompaña a donde vaya.
El poema describe la infancia del autor y su estrecha relación con el sol. El sol lo seguía por todas partes como un perrito faldero, entrando en su habitación y despertándolo cada mañana. La casa y el patio estaban llenos de luz solar, y el sol parecía formar parte de la familia. Aunque el autor ya no vive en esa casa, lleva el sol dentro de él como un tesoro que lo acompaña a donde vaya.
El poema describe la infancia del autor y su estrecha relación con el sol. El sol lo seguía por todas partes como un perrito faldero, entrando en su habitación y despertándolo cada mañana. La casa y el patio estaban llenos de luz solar, y el sol parecía formar parte de la familia. Aunque el autor ya no vive en esa casa, lleva el sol dentro de él como un tesoro que lo acompaña a donde vaya.
El poema describe la infancia del autor y su estrecha relación con el sol. El sol lo seguía por todas partes como un perrito faldero, entrando en su habitación y despertándolo cada mañana. La casa y el patio estaban llenos de luz solar, y el sol parecía formar parte de la familia. Aunque el autor ya no vive en esa casa, lleva el sol dentro de él como un tesoro que lo acompaña a donde vaya.
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SOL DE MONTERREY Cada ventana era sol,
cada cuarto era ventanas.
No cabe duda: de niño, a mí me seguía el sol. Los corredores tendían arcos de luz por la casa. Andaba detrás de mí En los árboles ardían como perrito faldero; las ascuas de las naranjas, despeinado y dulce, y la huerta en lumbre viva claro y amarillo: se doraba. ese sol con sueño Los pavos reales eran que sigue a los niños. parientes del sol. La garza empezaba a llamear Saltaba de patio en patio, a cada paso que daba. se revolcaba en mi alcoba. Aun creo que algunas veces Y a mí el sol me desvestía, lo espantaban con la escoba. para pegarse conmigo, Y a la mañana siguiente, despeinado y dulce, ya estaba otra vez conmigo, claro y amarillo: despeinado y dulce, ese sol con sueño claro y amarillo: que sigue a los niños. ese sol con sueño que sigue a los niños Cuando salí de mi casa con mi bastón y mi hato, (El fuego de mayo le dije a mi corazón: me armó caballero: -¡Ya llevas sol para rato!- yo era el niño andante, Es tesoro – y no se acaba: y el sol, mi escudero.) no se acaba – y lo gasto. Traigo tanto sol adentro Todo el cielo era de añil; Que ya tanto sol me cansa.- Toda la casa, de oro. Yo no conocí en mi infancia ¡Cuánto sol se me metía Sombra, sino resolana. por los ojos! Mar adentro de la frente, a donde quiera que voy, aunque haya nubes cerradas, Alfonso Reyes ¡oh cuánto me pesa el sol! ¡Oh cuánto me duele, adentro, esa cisterna de sol que viaja conmigo!
Yo no conocí en mi infancia sombra, sino resolana.-