Resumen Sistema Limbico
Resumen Sistema Limbico
Resumen Sistema Limbico
Sistema límbico
El sistema límbico es un conjunto de estructuras del encéfalo con límites difusos que están especialmente conectadas
entre sí y cuya función tiene que ver con la aparición de los estados emocionales o con aquello que puede entenderse
por "instintos", si usamos este concepto en su sentido más amplio. El miedo, la felicidad o la rabia, así como todos los
estados emocionales llenos de matices, tienen su principal base neurológica en esta red de neuronas. Así pues, en el
centro de la utilidad del sistema límbico están las emociones, aquello que vinculamos con lo irracional. Sin embargo,
las consecuencias de lo que ocurre en el sistema límbico afectan a muchos procesos que, teóricamente, no tenemos por
qué asociar con la cara emotiva del ser humano, como la memorización y el aprendizaje.
Corteza límbica
Se sitúa alrededor del cuerpo calloso, y es una zona de transición, ya que se intercambia información entre la neocorteza
y estructuras subcorticales del sistema límbico. Es un área de asociación, es decir, la que integra información de varios
tipos y la reúne para darle un significado. Así, podemos dar una interpretación a algo que nos ha ocurrido y clasificarlo
como agradable, desagradable, doloroso, o placentero.
Hipocampo
Se sitúa en la parte media del lóbulo temporal y se comunica con la corteza cerebral, el hipotálamo, el área septal,
la amígdala… gracias a sus múltiples conexiones. Su tarea más destacada es consolidar el aprendizaje y la memoria.
El hipocampo se encarga de introducir en nuestro almacén de memoria a largo plazo aquello que aprendemos.
De hecho, cuando hay una lesión en esta estructura no eres capaz de aprender ninguna cosa nueva, quedando intactos
tus recuerdos del pasado. Esto se denomina amnesia anterógrada. ¿Por qué no se alteran los recuerdos más antiguos?
Pues porque se almacenan en otros lugares de la corteza cerebral, que, si no se lesionan, los recuerdos siguen estando
allí.
El hipocampo también se activa en la recuperación de recuerdos. De esa forma, cuando reconocemos algo, como un
lugar o un camino se lo debemos, en parte, a esta estructura. De hecho, es esencial para nuestra orientación espacial y
para identificar las pistas del entorno que son conocidas para nosotros.
¿Por qué esta estructura forma parte de un sistema emocional? Pues bien, debes saber que hay un vínculo muy importante
entre las emociones y la memoria. En concreto, un nivel óptimo de activación emocional facilitará la formación de
recuerdos.
Así, recordamos mejor aquellas situaciones que tuvieron significado emocional para nosotros, ya que las consideramos
más útiles para nuestro futuro que aquellas que no lo tienen.
El hipotálamo,
Hipotálamo: es una glándula endocrina que participa en la liberación de numerosas hormonas reguladoras del Sistema
nervioso autónomo (SNA) y tiene varias funciones importantes, incluidas el control del apetito, los patrones de sueño,
la regulación de la temperatura corporal, la conducta sexual y la respuesta a la ansiedad. Es la parte más antigua
(filogenéticamente) del sistema límbico.
Amígdala:
Es la responsable de la creación de experiencias con recuerdos emocionales asociados, del procesamiento de la
información vital durante el aprendizaje y de la codificación de los recuerdos a largo plazo. Es un aprendizaje de tipo
asociativo. Sería también responsable de la generación de emociones primarias (agresividad, alegría, tristeza y miedo)
correspondientes a estímulos externos y a pensamientos internos. Alerta al cuerpo en las situaciones que exigen
supervivencia. Almacena también recuerdos emocionales potencialmente peligrosos, como un sistema de prevención
futuro.
La amígdala tiende a estar muy activada en personas nerviosas. Y también en situaciones de estrés, como por ejemplo
los exámenes.
El área septal
Se sitúa justo encima de la comisura anterior y posee numerosas conexiones con el hipocampo, el hipotálamo y otras
áreas.
Parece que se encarga de inhibir el sistema límbico y el nivel de alerta cuando se han sobreactivado por una falsa alarma.
Gracias a esta regulación, el individuo será capaz de mantener su atención y su memoria, y estará listo para responder
correctamente a las demandas del entorno.
Es decir, controla estados de activación extremos que serían contraproducentes para nosotros.
Los núcleos septales, además, tienen una función integradora de aspectos emocionales, motivacionales, de alerta, de
memoria, y sensaciones placenteras como la excitación sexual.