Conducta Del Adolescente

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos
Área: Ciencias de la Salud - Medicina
Unidad Curricular: Psicología
Sección 4

CONDUCTA
DEL
ADOLESCENTE

Profesor: Bachilleres:
Yan Sequera Aguirre José C.I 26920807
Del Nogal Josefina CI. 25920202
Lozada Fredchely CI. 27109609
Olivares Maria CI.
Roa Roxana CI. 28285975
Salazar Alnardo CI. 27338155
Valladares Cristian CI. 26614040

San Juan de los Morros, Edo. Guárico


Conducta en el Adolescente
Antes de estudiar las diferentes conductas de los adolescentes y sus posibles
complicaciones, debemos conocer los conceptos básicos de conducta y adolescencia:

Adolescencia
La OMS define la adolescencia como el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se
produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19 años. El
comienzo de la pubertad marca el pasaje de la niñez a la adolescencia. Esta fase de
crecimiento y desarrollo viene condicionada por diversos procesos biológicos y
psicológicos.

Conducta
Acciones que desarrolla un sujeto frente a los estímulos que recibe y a los vínculos que
establece con su entorno.

La conducta de los adolescentes


Durante la adolescencia las personas presentan problemas de conducta con aquellos
que les imponen autoridad. El hecho es que existen causas fisiológicas y psicológicas que
conllevan al adolescente a actuar de cierta manera. Una de las causas fisiológicas que
podemos mencionar para explicar la aparición de problemas de conducta en los
adolescentes es la aparición de sentimientos nuevos, y a veces confusos, debido a la
actividad hormonal desarrollada en la pubertad. A nivel psicológico, cabe mencionar la
aparición de la necesidad de independizarse práctica y emocionalmente de sus padres. Es
que este es el momento en que el niño crece y necesita establecer una identidad propia.
Los determinantes biológicos de la adolescencia son prácticamente universales; en
cambio, la duración y las características propias de este periodo pueden variar a lo largo del
tiempo, entre unas culturas y otras, y dependiendo de los contextos socioeconómicos. Así,
se han registrado durante el pasado siglo muchos cambios en relación con esta etapa vital,
en particular el inicio más temprano de la pubertad, la postergación de la edad del
matrimonio, la urbanización , la mundialización de la comunicación y la evolución de las
actitudes y prácticas sexuales.
Muchos de los problemas que podemos encontrar en esta etapa son:

La depresión
Un problema emocional en la adolescencia suele desencadenar en un período de depresión
que puede durar entre 1 ó 2 semanas. Si el adolescente se muestra desanimado o triste, con
pérdida de apetito y sueño, y que se aleja de los amigos y la familia, se debe intentar hablar
con él y acompáñalo. Necesita ayuda. Es de preocuparse si el período de depresión se
prolonga por más de 2 semanas.
La ansiedad
Es común que ante un problema específico el adolescente cambie repentinamente su
conducta, mostrándose más agresivo, violento e incluso de mal humor. Como contrapartida
se puede dar un exceso de infantilismo y dependencia excesiva de los padres. Lo ideal es
hablar con él e intentar buscar una solución al problema abordando el asunto en forma
directa.

Los antojos
Es más común en las mujeres que se den cambios alimenticios: dietas demasiado estrictas
(a veces inventadas y por lo general sin balanceo nutricional) o comidas en exceso. A
menos que adelgacen o engorden demasiado, esto no genera problema alguno. Sólo se debe
vigilar que esto no ocurra pues puede llevar a enfermedades como anorexia o bulimia.

La timidez
No es que la timidez sea un problema de conducta, ésta sólo es una parte de la
personalidad. Una persona puede ser tímida y al pasar por la adolescencia no se acentuará
su timidez; pero puede suceder que durante la adolescencia la persona se cohíba por algún
defecto físico o simplemente porque no está conforme con su cuerpo o la forma en que se
viste. El deber del especialista o del padre es ayudarlo, estimulando su participación en
actividades que lo diviertan y le den la oportunidad de conocer gente que comparta sus
sentimientos e intereses. Si el problema es de piel (acné) o de peso, debieras consultar con
un médico.

La rebeldía
Durante la adolescencia se acentúa el desarrollo de la personalidad y la tendencia a una
vida individual e independiente. Por ello es que el adolescente se muestra rebelde ante los
mayores. Los adolescentes no tendrán la misma obediencia que antes y hay que tener en
cuenta que si se fuerza la conducta del adolescente, se puedes agravar el problema. Lo ideal
es que se reduzca las reglas, que sean un poco más flexibles, enfatizando sólo en aquellas
que se relacionen con la salud y el bienestar del adolescente y la familia. Hay que permitirle
tomar decisiones y responsabilidades relacionadas con su vida para ayudarlo a aumentar su
sentido de la independencia.

La apariencia
En la adolescencia, el hecho de parecerse a los amigos resulta muy importante ya que les da
una identidad y acentúa el sentimiento de pertenencia a un grupo. No hay que preocuparse
por la exageración de la vestimenta o la forma de expresarse a través del lenguaje, siempre
que no afecte los estudios y el ambiente escolar, hay que recordar que cada generación tiene
su propio código y en la adolescencia es que normalmente se adaptan a él.
La adolescencia es una etapa necesaria para la formación de la personalidad y del
aspecto físico que tendrá el individuo. Se trata de una etapa de profundas transformaciones
para autodefinirse como individuos maduros ante los padres, el entorno y uno mismo. No
obstante, en esta búsqueda de la individualidad podemos distinguir los tipos de conductas
más comunes que adoptan los jóvenes adolescentes.
Para los padres, la adolescencia la ven como la gran y contradictoria rebelión de sus
hijos, que quieren ser tratados como adultos sin renunciar a sus privilegios como niños.
Mientras que para los adolescentes es una época de profundas transformaciones físicas y
psicológicas. En suma, se trata de una búsqueda de la individualidad de uno mismo aunque,
en el proceso se adoptan conductas compartidas entre los adolescentes. Algunas de estas
conductas comunes son las siguientes:

Conducta oposicionista y desafiante


El adolescente muestra poco o ningún respeto por las figuras autoritarias, como los
padres o los educadores. Al mismo tiempo, puede tener una mala relación con los
compañeros. Es normal que los chicos y chicas con esta conducta culpen de sus errores a
los demás y que discutan con frecuencia con los adultos por cualquier tontería. Será vital
que aprendamos a tratar con él siguiendo unas pautas para adolescentes. No debemos
confundir esta conducta adolescente con el trastorno que se caracteriza por el desafío y
oposición extremos.

Conducta retraída y ausente


Muchos adolescentes sienten inseguridad ante las transformaciones de su cuerpo y
de su entorno por lo que evitan interactuar con los demás. Esta visión sobre la adolescencia
repercute en la confianza en ellos mismos, que las relaciones entre personas de su misma
edad son dificultosas y que trate de protegerse de estos cambios de la adolescencia
mediante la alienación. La clave para tratar con los chicos este tipo de conducta adolescente
es reforzar mucho su confianza y motivarle a que se relacione con personas de su edad.

Conducta despreocupada y festiva


Los adolescentes con este tipo de conducta descuidan sus deberes y obligaciones
frente a una cuidada vida social. Se trata pues, de chicos y chicas que no quieren prestar
atención a sus estudios, a las tareas del hogar o a otras obligaciones que puedan tener.
Aunque en la adolescencia lo habitual es dedicar mucho tiempo y esfuerzos en las
relaciones sociales, los adolescentes con conducta despreocupada y festiva solo tienen esta
preocupación en mente. Los padres deben motivarlos a seguir estudiando y controlar (sin
intromisiones extremas) la vida social de su hijo.
La adolescencia es un periodo de preparación para la edad adulta durante el cual
se producen varias experiencias de desarrollo de suma importancia. Más allá de la
maduración física y sexual, esas experiencias incluyen la transición hacia la
independencia social y económica, el desarrollo de la identidad, la adquisición de las
aptitudes necesarias para establecer relaciones de adulto y asumir funciones adultas y la
capacidad de razonamiento abstracto. Aunque la adolescencia es sinónimo de
crecimiento excepcional y gran potencial, constituye también una etapa de riesgos
considerables, durante la cual el contexto social puede tener una influencia
determinante.
Muchos adolescentes se ven sometidos a presiones para consumir alcohol, tabaco
u otras drogas y para empezar a tener relaciones sexuales, y ello a edades cada vez más
tempranas, lo que entraña para ellos un elevado riesgo de traumatismos, tanto
intencionados como accidentales, embarazos no deseados e infecciones de transmisión
sexual (ITS), entre ellas el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Muchos de ellos también experimentan diversos problemas de adaptación y de salud
mental. Los patrones de conducta que se establecen durante este proceso, como el
consumo o no consumo de drogas o la asunción de riesgos o de medidas de protección
en relación con las prácticas sexuales, pueden tener efectos positivos o negativos
duraderos en la salud y el bienestar futuros del individuo. De todo ello se deduce que
este proceso representa para los adultos una oportunidad única para influir en los
jóvenes.

Los adolescentes son diferentes de los niños pequeños y también de los adultos.
Más en concreto, un adolescente no es plenamente capaz de comprender conceptos
complejos, ni de entender la relación entre una conducta y sus consecuencias, ni
tampoco de percibir el grado de control que tiene o puede tener respecto de la toma de
decisiones relacionadas con la salud, por ejemplo decisiones referidas a
su comportamiento sexual.

La familia y la comunidad representan un apoyo fundamental, los adolescentes


dependen de su familia, su comunidad, su escuela, sus servicios de salud y su lugar de
trabajo para adquirir toda una serie de competencias importantes que pueden ayudarles a
hacer frente a las presiones que experimentan y hacer una transición satisfactoria de la
infancia a la edad adulta. Los padres, los miembros de la comunidad, los proveedores de
servicios y las instituciones sociales tienen la responsabilidad de promover el desarrollo
y la adaptación de los adolescentes y de intervenir eficazmente cuando surjan
problemas.

¿Cuándo tenemos que buscar ayuda si se notan cambios de conducta?


Tenemos que estar atentos si lo adolescentes presentan uno o más de los siguientes signos o
síntomas:
– Cambia súbitamente de conducta
– Pierde el interés en las actividades usuales
– Tiene calificaciones bajas
– Usa alcohol o drogas
– Piensa en el suicidio
– Se comporta agresivo y violento
– Se comporta tímido y esquiva a la gente
– Presenta trastornos de alimentación
– Presenta problemas de sueño
– Tiene problemas de concentración
– Tiende a ser hiperactivo

¿Qué clase de adolescentes están en riesgo de los cambios de conducta?


En la mayoría de los casos nadie es culpable de la salud mental o de los cambios de
conducta de los adolescentes. Sin embargo, en ciertas situaciones como las que a
continuación se muestran, se podría aumentar el riesgo de que un adolescente presente
dichos problemas de comportamiento:
– Una fuente de estrés familiar, una mudanza, la ausencia prolongada de un ser querido.
– Una enfermedad o condición médica.
– Dolor y pérdida a causa de una muerte, separación o divorcio de los padres.
– Abuso físico o sexual, ya sea dentro o fuera de la familia.
– Problemas de aprovechamiento en la escuela.
– Bullying

¿Quiénes pueden ayudar si los adolescentes tienen cambios exagerados de


conducta?
Existe un grupo de personas que pueden ayudar a la atención de la salud mental para el
adolescente, sin dejar de lado, por supuesto, la importante participación y apoyo de la
familia.

– Psiquiatra para niños y adolescentes: que son médicos entrenados para diagnosticar y
brindar una gama completa de tratamientos emocionales y de conducta. De ser necesario,
están en capacidad de recetar medicamentos.
– Psicólogos: son especialistas con adiestramientos para diagnosticar y hacer exámenes
psicológicos, entrenados para tratar problemas de aprendizaje, de conducta, y emocionales
tales como: depresión, ansiedad y trastornos de conducta.

Existen otros grupos más especializados en atender a niños y adolescentes:


– Psicólogos escolares: evalúan y brindan consejería a niños con problemas de aprendizaje,
de conducta o de carácter emocional.
– Neuropediatra: son médicos especializados en diagnosticar y tratar a niños y adolescentes
con problemas del sistema nervioso. Ayudan a determinar si un adolescente tiene una
condición cerebral que afecta a su aprendizaje y conducta, y cuál es el mejor tratamiento.
– Especialistas en adicciones: están preparados para evaluar, tratar el abuso de drogas en
niños, adolescentes y sus familias. Pueden ser psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales
o consejeros especializados en esta rama.

¿Cómo hablar con el adolescente acerca de la terapia para tratar estos


cambios de conducta?
Es posible que un adolescente no quiera recibir ayuda de un especialista o recibir terapia.
Tal vez sienta temor o vergüenza, o esté a la defensiva por sus problemas (¡No es mi
culpa!, ¡No estoy loco!). Es importante hablar con el adolescente antes de la primera cita
con el médico o especialista en salud mental o comportamiento. Lo más importante es
cuánta información necesita darle a su adolescente y cuándo compartírsela, esto dependerá
de su edad y madurez. Los padres deben hacerles saber a los adolescentes que ellos están
conscientes de las batallas que está pasando, y que el recibir ayuda le podría facilitar las
cosas. Es importante hacerle saber que el problema no es sólo de él, o que es su culpa, sino
que toda la familia lo apoyará y ayudará a que esto mejore.

También, es importante mencionarle que el recibir ayuda es signo de fortaleza y el derecho


a sentirse mejor. Comentarle que los especialistas en salud mental y de comportamiento no
resuelven problemas, sino que trabajan sobre las fortalezas de la persona, dándole el poder
de manejar sus propios problemas.

Bibliografía electrónica:

 Definición de conducta - Qué es, Significado y Concepto


https://definicion.de/conducta/
 Adolescentes y salud mental OMS
http://www.who.int/maternal_child_adolescent/topics/adolescence/mental_health
/es/
 Desarrollo y salud mental OMS
http://www.who.int/maternal_child_adolescent/topics/adolescence/dev/es/
 Cambios de conducta en los adolescentes
http://tuadolescente.com/cambios-de-conducta-en-adolescentes/
 La conducta de los Adolescentes
http://foro.saludisima.com/la-conducta-de-los-adolescentes-t1141
 Conducta del Adolescente
http://buscarempleo.republica.com/formacion/conducta-del-adolescente.html
 Matalí, J. (Coord.) (2016) Adolescentes con trastornos de comportamiento.
¿Cómo podemos detectarlos? ¿Qué se debe hacer? Barcelona: Hospital Sant Joan
de Déu (ed).
http://www.hsjdbcn.org/

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