La Familia en El Plan Divino
La Familia en El Plan Divino
La Familia en El Plan Divino
LA FAMILIA
EN LA BIBLIA
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La fa mili a en el plan divino
Presentación general
En realidad, para nuestros propósitos, es casi i gual
hablar de teología bíblica de la familia que de la familia
vista desde la teología bíblica. Prescindiendo de aspectos
más técnicos, menos relevantes aquí, se trata de presentar
la realidad de la familia a una luz más profunda que la
histórica, cultural o antropológica.
Querríamos ver a la familia desde los planes de Dios
respecto al ser humano; qué aporta la familia para las
relaciones de éste con Dios, en qué sentido resulta impor
tante y cómo.
Lo que la Biblia dice sobre la familia tiene los rasgos
que hemos procurado exponer en los capítulos preceden
tes, pero, partiendo de y asumiendo todo lo afirmado y,
cómo es lógico, desde un punto de vista creyente, no se
limita a esos meros datos. En definitiva no se trata de
especulaciones o de teorías sobre una importante realidad
humana, sino de exponer su sentido más profundo.
Plan de Dios
La familia aparece en el plan divino sobre el hombre
como un componente fundamental. Lo hemos visto, en
parte, al detenernos en la antropología. Sólo es necesario
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En el fondo esa manera de ver las cosas sería usar a la familia del
mismo modo que la ley, cosa que la teología paulina rechaza decididamente.
74 Teología de la familia
• Creación
No pocas veces se invoca la frase divina de Gn 1,26
«hagamos al hombre ...» en plural, como un primer funda
mento de la familia. Efectivamente, algo puede encontrar
se en esa expresión, pero de modo un tanto lejano y
complicado. Se trata de un relato antropomórfico, aunque
menos que otros. En el original hebreo Dios es llamado
aquí «Yahveh Elohim», una fórmula que sugiere el plural,
a lo que responde esa primera persona en forma delibera
tiva que es el «hagamos». Ello ha permitido hablar de una
alusión a la Trinidad, a la «familia divina». Pero quizás sea
excesivo insistir demasiado en ese antropomorfismo. No
lo sería, quizás, tanto ver aquí una mínima concepción de
una divinidad que no es aislamiento o soledad, sino comu
nidad y comunicación, solidaridad y amor, si se quieren
usar términos humanos aplicados analógicamente a Dios.
Es, más que otra cosa, una orientación básica y general
hacia una idea de la divinidad en sentido de comunión.
Pero no sería correcto tomar este lenguaje al pie de la letra.
• Imagen de Dios
Este hombre es imagen de Dios en cuanto vinculado
con otros. Es creado no como individuo aislado. El texto
de Gn 1,27 dice simplemente:
«Y creó Dios al hombre a imagen suya:
a imagen de Dios lo creó;
macho y hembra los creó».
No parece casual el que, inmediatamente despué � de
decir que el ser humano es imagen de Dios, se mencione
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Para ello me remito una vez más a mi ya citada obra Antropología bíblica.
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76 Teología de la familia
Figura de Jesús
Tomemos el modelo del propio Jesús, que es, de algún
modo ' la escenificación histórica de lo dicho más arriba
sobre el Hijo, a cuya imagen ha sido creado el hombre. Es
necesario leer este ejemplo de Jesús no sólo como algo
edificante, aplicable a comportamientos éticos o morales,
sino con toda su significación.
Jesús aparece, igual que cualquier otro ser humano,
dentro de una familia. Pablo, primer autor cronológico del
Nuevo Testamento, aun no teniendo excesivo interés en
los temas históricos detallados de la vida de Jesús, alude a
su plena condición humana con una mención a la madre
del Hijo, «nacido de mujer» (Gál 4,4).
• Sagrada Familia
Marcos no habla del origen familiar de Jesús, pero
Mateo y Lucas sí lo hacen. Los relatos de la infancia de
Jesús en estos evangelios, dentro de sus grandes dificulta
des de interpretación y aun teniendo en cuenta que su
intención es más teológica que histórica, entre otras cosas
ponen de relieve el marco familiar real de Jesús. No pode
mos tomar al pie de la letra todas las afirmaciones que se
hacen en tales relatos, pero en cuanto a nuestro punto
actual nos sirven para percibir que el comienzo y primer
desarrollo de la persona de Jesús se realiza en una familia.
Tiene padres que cuidan de Él y por Él se preocupan, vive
con ellos, lo educan...
Lucas lo presenta creciendo ante Dios y los hombres
(Le 2,51-52) en el ambiente de su familia. Crecimiento no
sólo humano «normal», «en sabiduría y estatura», sino en
gracia, es decir, en su relación con el Padre.
Desde luego hay que matizar y comprender adecuada·
mente estas expresiones, pero nos ponen sobre la pista de
...........
La familia en el plan divino 79
• Limitaciones
La familia puede resultar un obstáculo en algunas oca
siones que se salen de la vida corriente. De hecho, en
términos más generales Mt 10,36 llega a decir que «los
enemigos del hombre son los de su propia casa/familia».
El contexto de este pasaje, en coherencia con los otros
evangélicos que hemos mencionado, hace ver que el segui
miento radical de Jesús puede plantear conflictos con las
relaciones familiares ordinarias y provocar enfrentamientos
y diferencias entre los miembros de la familia. No se idea
liza, pues, la familia de modo excesivo.
Mensaje de salvación
Aunque no resulte demasiado importante en compara
ción con otros temas no conviene olvidar que, cuando
Jesús anuncia su mensaje de salvación, a veces lo hace en
un contexto familiar. Lo muestran sus contactos con la
familia de algún discípulo, como Pedro (Me 1,28-31 y
82 Teología de la familia
Vocación
Cuando Pablo anima a seguir la propia vocación, a no
cambiar de vida ( 1 Cor 7, 17ss) tengamos en cuenta todo
lo que esto significa. Se trata básicamente de la vida fami
liar personal. En ella se realiza la llamada de Dios, que es
una forma muy paulina y muy típica del cristianismo ini
cial. para hablar de la relación con Dios, de la salvación.
Más tarde veremos cómo dice expresamente que los cón
yuges pueden salvarse mutuamente y a sus hijos.
A propósito de las no pocas exhortaciones a la moral
. familiar que aparecen en las Cartas del Nuevo Testamen
to, conviene, como decía más arriba, no tomarlas en un
sentido de puras obligaciones, sino concederlas toda su
importancia teológico/existencial. No sólo porque en la
familia llegue a ser cada uno la persona que Dios quiere
que sea, sino porque el ámbito familiar es el ambiente de
su vida, y también de su vida religiosa.
Proyecto utópico
Pero no sólo por eso, que quizás lo muestra más clara
mente, ha de decirse que la familia es un proyecto utópi
co. Tiene sus raíces y meta en el mismo Dios. Para vivir
este plan divino no basta en éste, como en ningún otro
campo, el mero empeño y esfuerzo humano, las «obras de
las ley» como Pablo diría. El ideal está demasiado alto aun
con toda la buena voluntad que se quiera poner en su
consecución. Si la familia está dentro del plan de salvación
divino -como realmente lo está- es necesaria la presencia
e intervención del Señor en el comienzo, medio y fin de
su realización. Su ayuda es absolutamente imprescindib!e
para que llegue a buen término el proyecto familiar que El
ha creado.
No son consideraciones piadosas, sino caer en la cuen
ta de la realidad en toda su hondura.