Monición General
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Antfona de entrada
A ti, Seor levanto mi alma; Dios mo, en ti confo, no quede yo defraudado. Que no triunfen de mi
mis enemigos, pues los que esperan en ti no quedan defraudados.
Oracin Colecta
Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el adviento, el deseo de salir al encuentro de
Cristo, que viene, acompaado por las buenas obras, para que, colocados un da a su derecha,
merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Seor Jesucristo.
Primera Lectura
EL profeta Isaas a lo largo de todo este tiempo de adviento, nos guiara e iluminara, porque es la
voz, es el centinela que dice con fuerza: Pueblo mo, caminemos a la luz del seor. Vayamos
confiados, preparemos nuestros corazones para escuchar lo que Dios quiere decirnos hoy.
Salmo Responsorial
Pastor de Israel, escucha, t que te sientas sobre querubines, resplandece. Despierta tu poder y
ven a salvarnos. R
Dios de los ejrcitos, vulvete: mira desde el cielo, fjate, ven a visitar tu via, la cepa que tu
diestra plant; y que t hiciste vigorosa. R
Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que t fortaleciste. No nos alejaremos de ti; danos
vida, para que invoquemos tu nombre. R
Segunda Lectura
San Pablo, nos exhorta a todos a despertar del sueo oscuro en que vivimos, a despertar de la
tirana de los vicios y de la indiferencia. Nos invita a todos a revestirnos del Seor Jess, programa
para toda una vida, que nos ayuda a vivir en constante vigilancia, llena de vitalidad y de continuo
bien para el hombre y la sociedad.
Lectura de la primera carta del apstol San Pablo a los Corintios 1, 3-9
Hermanos, A ustedes gracia y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Seor Jesucristo. En mi
accin de gracias a Dios los tengo siempre presentes, por la gracia de Dios les ha dado en Cristo
Jess. Pues por medio de l han sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber. El testimonio
sobre Cristo se ha confirmado en ustedes, hasta el punto de que no les falta ningn don a los que
aguardan la manifestacin de nuestro Seor Jesucristo. El los mantendr firmes hasta el final, para
que no tengan de qu acusarlos en el da de la venida de nuestro Seor Jesucristo. Porque Dios es
fiel, y l los llam a vivir en comunin con su Hijo Jesucristo, Seor nuestro. Palabra de Dios.
Estemos alertas, vigilantes, que el Seor llega ya. Es la esperanza que nos impulsa a vivir en
continua conversacin, para que la justicia, la paz, la igualdad y la caridad sean motivos para
construir un nuevo mundo, gracias a la fe en Jesucristo.
En aquel tiempo, Jess dijo a sus discpulos: Estn despiertos y vigilantes: pues no saben ustedes
cuando llegara el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dej su casa, y dio a cada
uno de sus criados su tarea, encargando al portero que vigilara. Estn atentos, pues no saben
cundo vendr el dueo de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al canto del gallo, o al
amanecer; no sea que venga inesperadamente y los encuentre dormidos. Lo que les dio a ustedes
se lo digo a todos: estn vigilantes!. Palabra del Seor.
Credo
Oracin Universal
Hermanos, preparndonos para recibir al Hijo que nos enva nuestro Padre desde el cielo,
roguemos que realice su salvacin, en la Iglesia y en el mundo. Roguemos al Seor.
Seor Dios!, t nos prometes la salvacin, por medio de tu Hijo Jess; haz que nuestros corazones
se abran a tu amor de Padre, y danos energa para querer y hacer cuanto tu esperas. Por Cristo,
nuestro Seor.
Acepta, Seor, este pan y este vino, escogidos de entre los bienes que hemos recibido de ti, y
concdenos que esta eucarista, que nos permites celebrar ahora en nuestra vida mortal, sea para
nosotros prenda de salvacin eterna. Por Jesucristo, nuestro Seor.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvacin darte gracias siempre y en todo lugar,
Seor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Seor nuestro. Quien al venir por vez
primera en la humildad de nuestra carne, realiz el plan de redencin trazado desde antiguo y nos
abri el camino de la salvacin; para que cuando venga de nuevo en la majestad de su gloria,
revelando asi la plenitud de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en
vigilante espera, confiamos alcanzar. Por eso, con los ngeles y arcngeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo
Antfona de comunin
Seor, que fructifique en nosotros la celebracin de estos sacramentos con los que t nos
enseas, ya en nuestra vida mortal, a descubrir el valor de los bienes eternos y a poner en ellos
nuestro corazn. Por Jesucristo, nuestro Seor.