Niebla de Miguel de Unamuno

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Inzunza, Yahir

Literatura Espaola
Ensayo final
24/11/2017

Algunos apuntes sobre la ficcionalidad y la metaficcionalidad en

Niebla de Miguel de Unamuno

Es curioso ver en nuestra era muestras de metaficcin y parodia auto contenidas e incluso

cameos de los propios creadores dentro de sus obras. Estas muestras de auto-reconocimiento

son usualmente empleadas como una forma entretenida de abordar las historias sin entrar

mucho en profundidad; un chascarrillo impresionante. Sin embargo estas muestras e

innovaciones no son, en s, nada nuevo. Podemos rastrear estas muestras tan atrs como el

propio Quijote de Cervantes, y no tan atrs como lo es la novela a tratar de este ensayo: Niebla

de Miguel de Unamuno.

Niebla es una de las novelas ms importantes producidas por Miguel de Unamuno. La novela

es una de las favoritas de la crtica, estudiada una y otra vez por la utilizacin de los recursos

que emplea Unamuno. Niebla brilla por el uso de innovadoras (aunque bien es reconocida la

influencia quijotesca que est presente en la obra de Unamuno) tcnicas narrativas. Niebla

muestra a travs de la obra un mundo casi acartonado y milimtricamente compuesto que poco

a poco se va corrompiendo y dejando en evidencia como un frentico mundo donde los

estndares de la ficcin y la narrativa tradicional pasan lentamente de ser la norma a ser

completamente subvertidos, todo en servicio de una parodia crtica. Como apunta Francesca

Crippa Desde esta perspectiva, la novela puede ser interpretada como la que mejor analiza

y expresa el absurdo existencial...


Augusto Prez, el protagonista de la novela es, de manera casi explcita, una vctima del

positivismo y las frmulas narrativas que este movimiento trajo con l. Augusto se encuentra

atacado por una niebla que lo comienza alejar de la cimentacin y ejecucin de estas

frmulas dentro de su vida (Despus de todo Augusto es un personaje literario).A travs de la

novela (o nivola como es bautizada en los paratextos del inicio) las limitaciones y obstculos

ajenos a la literatura realista o positivista a la que aparentemente est suscrito se hacen cada

vez ms pesadas y presentes lo que ocasiona que Augusto entre en difciles cuestionamientos

acerca de su posicin en el mundo y por consiguiente su existencia. Al final de la novela

Augusto se enfrenta a la perturbadora e innovadora verdad sobre su existencia: l es un

personaje ficticio escrito y siendo escrito por el propio Miguel de Unamuno. Al descubrir la

verdad Augusto llega a la realizacin de que l no es el dueo de sus acciones y por

consiguiente los obstculos que ha encontrado no son sino las maquinaciones de Unamuno

quien tiene (segn el mismo) completo control sobre su existencia. Augusto decide que la nica

manera de escapar de las garras de Unamuno es tomando su propia vida, a lo que Unamuno

tambin parece tener control. La muerte le llega a Augusto aunque nunca sabemos cmo si por

su propia mano o por la de Unamuno.

La obra en s trata de contrastar dos espacios esenciales: el espacio ficticio en el que viven

sometidos augusto y sus coetneos y el espacio real (el espacio que habitamos fuera del mundo

literario) el cual tambin parece ser parte de la novela. De esta manera bien podemos decir que

uno de los puntos de niebla es el juego entre realidad y ficcin, un juego que el autor no solo

usa como excusa para hacer una parodia sino que tambin lo utiliza para hacer una reflexin

sobre la posicin que tenemos en el mundo real. El gran dilema de Augusto no es darse

cuenta de que Unamuno es su creador sino que es el llegar a la realizacin de que no existe. Al

ser un personaje literario Augusto no est sujeto a las mismas limitaciones que los humanos

reales estn sujetos, es inmortal por as decirlo, aunque esto depende de que se considere la
muerte: un personaje que muere (en referencia a la realidad en la que es un proceso biolgico)

o muerte como el recuerdo de vivir para siempre.

La existencia y su peso es lo que lleva a Augusto a plantearse los diversos cuestionamientos

que tiene en el transcurso de la novela, es una pregunta que aparentemente parece que ser

contestada en algn punto del final sin embargo este no es el caso perdiendo, curiosamente, el

propsito que result nunca tener (o que si tuvo si bien tomamos como propsito el ser

personaje literario). La muerte de Augusto al final de la novela revela otro rasgo curioso de

este juego entre realidad y ficcin: Si augusto muere por mano propio (como decisin suya y

por lo tanto reafirmando su posicin como un ser real) realmente no importa, porque an sigue

siendo maquinacin de Unamuno, quien lo escribe, y por ms que lo intente nunca dejar de

ser lo que es: un personaje de ficcin.

Segn Carlos Von Son La metaficcin es la prctica de la escritura autoconsciente, de una

escritura que atrae la atencin a s misma, y sobre todo al proceso mismo de su creacin. Bajo

esta definicin podramos argumentar que la metaficcin no es solo un recurso dentro del

discurso de la novela, sino que es un tema central. Francisco G. Orejas sostiene que Niebla

es, desde su mismo arranque, una novela metafictiva Aunque la novela pasa su primeras partes

dentro del drama existencial de Augusto a un lado del drama amoroso que este, por ser un

personaje de ficcin de un periodo determinado de la historia tiene que vivir, la ltima parte de

la novela se ve brutalmente volcada a la guerra entre Augusto y Unamuno; una batalla meta-

ficticia por as decirlo, en la que la que la Augusto (la creacin, y por ende la obra en s) trata

de escapar de las limitaciones impuestas por Unamuno (El creador); una guerra cuya resolucin

jams es vista claramente, ya que est sujeta a la naturaleza de la misma. Uno pensara que por

ser Unamuno el autor y el creador ganara dicha batalla sin embargo este no es el caso como se
apunta a continuacin durante una secuencia en la que Augusto aparece en un sueo de

Unamuno:

No se suea dos veces el mismo sueo. Ese que usted vuelva a soar y crea
soy yo ser otro. Y ahora, ahora que est usted dormido y soando y que
reconoce usted estarlo y que yo soy un sueo y reconozco serlo, ahora vuelvo
a decirle a usted lo que tanto le excit cuando la otra vez se lo dije: mire usted,
mi querido don Miguel, no vaya ser que sea usted el ente de ficcin, el que no
existe en realidad, ni vivo ni muerto; no vaya a ser que no pase usted de un
pretexto para que mi historia y otras historias como la ma corran por el mundo.
Y luego, cuando usted se muera del todo, llevemos su alma nosotros. No, no,
no se altere usted, que aunque dormido y soando an vive. Y ahora, adis!
Y se disip en la niebla negra.
(Niebla, Captulo 33, Pgina 254)

El anterior fragmento es bastante interesante ya que en l vemos una inversin de los papeles

anteriormente propuestos: Ahora es Unamuno el que parece estar sujeto a una fuerza superior

y es su existencia, no la de Augusto la que es expuesta frente al lector. Hay una traslacin del

sentir y de la posicin que Augusto, como personaje ficticio tiene en la novela. Hacia el propio

Unamuno.

Tambin se advierte en una relacin casi vamprica entre Unamuno y su obra: La muerte de

Augusto, como apuntamos anteriormente es una construccin mediada por la intencin autoral

(en este caso la de Unamuno), sin embargo la muerte de Unamuno (un ser Real y que por lo

tanto, segn el propio autor, no est sometido a la pretensiones de un escrito o un creador que

tenga completo control sobre su existencia1) es absolutamente definitiva y est por lo tanto

1
Cabe destacar el hecho de que la relacin Hombre-Dios es una tema extremadamente estudiando
dentro de la novela, que sin embargo no ser abordado aqu debido a que su riqueza llegara a desviar
la atencin del anlisis metaficcional de la novela
sujeta a proceso biolgico, y su nica oportunidad de supervivencia es a travs de quien l tiene

poder sobre la vida: sus propias creaciones literarias:

Tambin usted se morir, tambin usted, y se volver a la nada de que

sali ... Dios dejar de soarle! ... se morir usted y se morirn todos

los que lean mi historia, todos, todos, sin quedar uno! Entes de ficcin

como yo; lo mismo que yo!

(Niebla, Captulo 33, Pgina 284).

La realidad a la que, se supone, est suscrito Unamuno es puesta en duda, as como durante el

transcurso de la novela es puesta en duda la realidad de Augusto, entonces como apunta Desire

Jimnez Por tanto, no podemos saber o conocer cul de las dos realidades es vlida. Ms bien,

finalmente llegamos a la conclusin de que o ninguna lo es, o de que podran serlo las dos. Es

en este momento donde la obra es puesta en duda y por ende pone en duda a nuestra propia

realidad y nuestros conceptos de autora y creacin; en ese sentido vemos en la novela otro

tema clave: la pugna entre la realidad de la ficcin y lo ficticio de la realidad. Nuestra existencia

es ridiculizada dentro de la novela cuando Augusto, quien es ahora un artificio se rebela contra

la existencia planteada por Unamuno, quien parece ser omnipotente pero no en su mundo (la

mortalidad) sino en el mundo de Augusto, ya que en el mundo de Unamuno l tiene las mismas

limitaciones que tiene los personajes de los mundos que construye.2

Desde este momento se reintroduce el tono existencial dentro de la historia pero esta vez toma

un grado diferente, que abarca mucho ms, ahora el drama existencial no solo es el de Augusto,

2
Heinz-Peter Endress profundiza en esto: De lo que acabamos de ver se infiere un sistema jerrquico
de cuatro niveles, dos de ficcin y dos de realidad (o de supuesta realidad): en el nivel inferior se
encuentra el perro Orfeo del protagonista Augusto; despus sigue el nivel en que se mueven Augusto
y los dems personajes de la novela; a continuacin tenemos el plano real de Unamuno y de los
lectores; y en el nivel superior est el Dios que suea.
quien ahora conoce la naturaleza de su origen, sino que es tambin el de Unamuno, como autor;

ser real y por lo tanto mortal y finito. Como apunta Heinz-Peter Endress No es cuestin, por

lo tanto, solamente de Augusto Prez, sino de Unamuno y de todos los lectores presentes y

futuros, es decir de la condicin humana en general. Y esta condicin humana est, en efecto,

caracterizada por una radical incertidumbre: Dios no es pensado como un Dios en vela (y el

hombre no como una idea en la conciencia de este ltimo), sino como un Dios que suea -lo

que constituye, por lo dems, otra forma de "niebla. Como podemos ver la novela logra casar

(por as decirlo) ambos temas que parecen estar alejados por su naturaleza: la crisis existencial

y la metaficcin. Entonces la novela no simplemente intenta utiliza dos mundos auto contenidos

(la ficcin de Augusto y la realidad de Unamuno) sino que tambin trata de introducirnos a

nosotros, los lectores, dentro de la pugna de realidades y por consiguiente dentro de la pesada

cuestin de la existencia.
Conclusiones

Niebla, nos deja ver un mundo que constantemente es puesto en ridculo y cae en absurdos

constantes para recalcar nuestra condicin con la propia ridiculez y absurdidad que nos rodea

en nuestro da con da. Obras posteriores a la de Unamuno han tratado algunos de los rasgos

que presenta la novela con resultados variables, sin embargo es niebla quien le da un uso en

contenido al recurso de la metaficcin, tan efectivo que incluso es un elemento central dentro

de la composicin. En Niebla, nosotros somos tan vctimas de la realidad tanto como lo es

Augusto, y somos bajados de la posicin privilegiada de la realidad como lo es Unamuno

dentro de la misma. Una lucha constante entre dos mundos ficticios sirven como instrumento

para desnudar la fragilidad de nuestra propia posicin en el mundo como ser aparentemente

independientes y autnomos; y nos enfrentan con las propias contradicciones de nuestro

comportamiento y lo que consideramos como realidad.

En la obra de Unamuno son frecuentes las partes de innovacin y el uso de recursos narrativos

no tradicionales que toman papeles protagnicos, que a diferencia de muchos novelas (y otras

obras de ndole ficticio) posteriores, forman parte del discurso principal de la obra y son la

excusa que lleva a realizaciones y cuestionamientos ms profundos sobre nuestra propia

existencia. De esta manera podemos decir que niebla vemos como Unamuno trata de ver un

tema bastante curioso: el del autor en dilogo con su propia obra, como el dialogo que nosotros

los humanos siempre hemos deseado entablar con nuestro propio creador.
Bibliografa.

Crippa, Francesca. El juego entre realidad y ficcin literaria En Niebla de Miguel de

Unamuno. Revista destiempos n31 2011 Universit Cattolica del Sacro Cuore -

Milano

Von Son, Carlos, El libro: posibilidad de metaficcin, metalectura y esttica, Revista

de Literatura Mexicana Contempornea (University of Texas en El Paso), nm. 5

(2000), pp. 38-44

Unamuno, Miguel de. Niebla. Cuarto Propio, 2000.

Prez Muoz, Carmen. La alteracin de la realidad en Niebla. Philologia Hispalensis

24 (2010) 111-122. Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill

OREJAS, Francisco G. La metaficcin en la novela espaola contempornea. Madrid:

Arco/Libros, 2003, p. 234.

Endress, Heinz-Peter, Ficcin y realidad en "Niebla" de Unamuno, con resonancias

cervantinas (y calderonianas), Actas del XV Congreso de la Asociacin Internacional

de Hispanistas "Las dos orillas", Vol. 3, 2007, ISBN 978-968-16-8412-9, pgs. 113-122

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