Antologia Teatro Latinoamericano III PDF
Antologia Teatro Latinoamericano III PDF
Antologia Teatro Latinoamericano III PDF
de teatro
latinoamericano
(1950 - 2007)
TOMO III
CONSEJO EDITORIAL
STAFF EDITORIAL
3
modo que mucho material teatral de creacin colectiva (de sala, popular o
comunitario), as como algunos gneros y subgneros (teatro infantil, musical,
teatro de tteres, etc.) tuvo que ser descartado. En tercer lugar, aunque
temticamente hemos tratado de incluir obras con la representacin del mundo
indgena o afro, nos fue imposible incorporar obras en diversas lenguas o en
lenguas indgenas. Brasil aparece representado con dos obras, una de ellas en
portugus.
El lector difcilmente podr hacerse una idea de las dificultades que tuvimos que
sortear, no solo para conseguir las obras, sino tambin para localizar a los autores a
fin de solicitarles los materiales audiovisuales y, eventualmente, su permiso de
publicacin.
Nuestra concepcin del teatro como un hecho no solamente verbal, nos impona
dar algn testimonio de un teatro no basado en el texto dramtico. Es as que, por
ejemplo, el lector encontrar en el DVD una obra de Paraguay, dirigida por Tana
Schmbori, premio nacional de su pas, que no tiene texto verbal, por ello, en el
libro, Schmbori cuenta el proceso de creacin de dicha obra. Algo similar ocurri
con Ricardo Barts, ante nuestro deseo de respetar su no suscripcin al texto
dramtico impreso. La incorporacin de materiales audiovisuales increment el
trabajo y el desafo. Cuando contamos con imgenes, no siempre nos fue posible
localizar a los responsables de la filmacin o la ficha tcnica de la puesta que nos
diera datos sobre el elenco, el espacio, el director, etc. Sin embargo, creemos que
los materiales audiovisuales incorporados a nuestro proyecto son una contribucin
fundamental para promover en Amrica Latina la conciencia sobre la necesidad de
conservar archivos organizados, cosa que ocurre en muy pocos pases de la regin.
Nuestros colaboradores, la mayora de ellos trabajando en sus respectivos
pases muy pocos son los que residen en Estados Unidos y que tuvieron a
cargo los panoramas histrico-culturales y las biografas de los autores, han
realizado un trabajo estupendo, no solo en la difcil tarea de detallar en pocas
pginas los rasgos ms sobresalientes de la historia reciente de sus pases, sino en
la recoleccin de todo lo que se ofrece en DVD en este proyecto. A ellos, todo
nuestro agradecimiento.
En lo posible, hemos tratado de incluir obras y montajes que demostraran el
amplio espectro de temas y cuestiones, estilos y propuestas estticas que convergen
en la dramaturgia latinoamericana actual. Como se comprende fcilmente, no se
poda incluir ni la enorme cantidad de autores que hay en cada pas ni tampoco la
gran variedad de obras de alta calidad. Una antologa es, justamente, un
desgarrante proceso de exclusin e inclusin en el que intervienen muchos factores,
a veces azarosos e imprevisibles, otros determinantes.
Gustavo Geirola
Whittier College
1 Teresa Mndez-Faith: Breve diccionario de la literatura paraguaya, Editorial El Lector, Paraguay, 1994.
2 Romero Valdovinos, Nestor, Un exitoso intento de interpretacin del hombre paraguayo, en CORREA, Karu
Pok, Asuncin, Teatro Estudio Libre / Misin de Amistad (Cuaderno de literatura popular n 2), 1981, p. 5.
3 Peir Barco, Jos Vicente, Literatura paraguaya actual: poesa y teatro. Amrica sin nombre, n. 4, diciembre
2002. P. 78.
4 Idem, p. 79.
5 De los Ros, Edda, Seminario Internacional sobre Mujer, Teatro y Sociedad, Universidad Internacional
Menndez y Pelayo, Valencia, Espaa, diciembre de 1992.
6 Peir Barco, Jos Vicente, Idem, p. 79.
7 Aiguade, Jorge, Antologa bsica del teatro paraguayo, Editorial El Lector, 1997, p. 35.
10 De los Ros, Edda, Seminario Internacional sobre Mujer, teatro y sociedad, Universidad Internacional
Menndez y Pelayo, Valencia, Espaa, diciembre de 1992.
11 De los Ros, Edda, Idem.
12 Peir Barco, Jos Vicente, Reflexiones y actualizaciones del mundo colonial en la literatura paraguaya actual,
Amrica sin nombre, n. 5-6, p. 58.
13 Peir Barco, Jos Vicente, Amrica sin nombre, n. 4, diciembre, 2002, p. 80.
14 dem.
Obras:
Y...se me dio la gana! Textos para collage teatral. Estrenada en Bogot, Colombia en el ao 1975.
Gracias por tu ausencia, Textos para collage teatral. Estrenada en Bogot, Colombia en 1977.
Que viva el circo! Teatro para nios (Tteres y actores). Estrenada en 1978 Bogot,
Colombia.
Loco-Comic Textos para caf-concert. Estrenada en Bogot, Colombia en 1984.
Mara Teresa y Danilo Musidrama No. 100, Televisin, Bogot, Colombia, 1984.
Hblame del mar, marinero Musidrama, Televisin, Bogot, Colombia, 1985.
Cualquiera puede ganar Video film, Bogot, Colombia, 1985.
Ms all del infierno Estrenada en Bogot, Colombia en 1986.
Burbujas Serie dramatizada familiar para televisin (20 captulos ), Bogot, Colombia, 1986.
Pedro Pramo Versin para teatro basada en la novela de Juan Rulfo. Estrenada en Bogot,
Colombia en 1987.
La disputa Especial para televisin (4 captulos de 1 hora) Realizada en Asuncin, Paraguay
en 1999.
Amargo Guin para teatro, Estrenada en Asuncin, Paraguay en 1997.
Sobre el ro y otras historias Seleccin de textos de varios autores. Los que pertenecen a A.
Nez son: ngeles, Pablo, Sueos, El trato. Coordinacin de dramaturgia: Rem
De Vos. Estrenada en Asuncin en 1998, Editorial Arandur.
Golpe de luna llena Conjuntamente con Mario Santander. Estrenada en Asuncin en el ao
1999, Editorial Arandur.
La confesin Asesora dramtica. Estrenada en Asuncin en el 2000, Editorial Arandur.
Publicaciones:
Sobre el ro y otras historias Trabajo conjunto con otros autores, Editorial Arandur.
Pasin de teatro Los primeros veinticinco aos de vida profesional, Editorial Arandur.
Apuntes de direccin teatral Tcnica de direccin teatral, Editorial Arandur.
Golpe de luna llena Conjuntamente con Mario Santander, Editorial Arandur.
108 y un quemado Texto dramtico, 2001, Editorial Arandur.
Ocho confesiones y una audicin Trabajo integrado de Agustn Nez y alumnos de Arte
Dramtico, 2003,- Editorial Arandur.
Teatro breve Coordinacin y recopilacin de textos del Taller de Dramaturgia I. Centro
Cultural de Espaa Juan de Salazar, Asuncin, Paraguay, 2003, Editorial Servilibro.
Escribiendo teatro Recopilacin y coordinacin de textos dramticos. Taller de Dramaturgia
II, Centro Cultural de Espaa Juan de Salazar, 2004, Editorial Servilibro.
Brillo de luna Recopilacin y coordinacin de textos dramticos. Taller del Centro Cultural
de Espaa Juan de Salazar, 2005, AG Impresiones.
Por si no sabs! Coordinacin de Taller de Dramaturgia Colectiva del Centro Cultural de
Espaa Juan de Salazar, 2006, AG Impresiones.
Teatro independiente en el Paraguay Primer trabajo de investigacin sobre el tema, Asuncin,
Paraguay, 2007, AG Impresiones.
Ilusiones Coordinacin Dramtica del taller con las reclusas del Buen Pastor, Asuncin,
Paraguay, 2007, AG Impresiones.
ROSA: (Despus de un silencio) Y bueno... Valor. Mucho valor para los que
an sobrevivimos. (Saliendo, se cruza al frente del espejo y se detiene)
Chau, diosa divina! (Se detiene en el umbral) Y ojal me lluevan
clientes para pagar tu mes de estudios! (Sale).
Nora queda pensativa.
FIN
Obras teatrales:
1993 Tutti Frutti Express, espectculo de caf concert, 3 actores en escena, parodia a
personajes de la farndula.
1995 Saln de baile, puesta corta de 20 minutos, basada en un libro de autoayuda contra
la obesidad. Monlogo. Una protagonista. 12 actores en escena.
1997 Debajo del cielo, 6 acciones y un eclipse, obra de una hora de duracin, uso mnimo del
texto. La obra constaba de 6 acciones, con no ms de 4 actores por escena. Estrenada con
los 24 alumnos de la Emad.
1998 No me abandones, obra breve, estrenada en un lugar no convencional, El Estudio, lugar
de enseanza teatral. Tena la peculiaridad de estar montada en un bao. 3 Actores en escena.
No tena texto. Solo podan tener acceso entre 25 a 30 personas por el tamao del lugar.
1998 El regalo, obra breve, donde dos hombres se transforman en bailarinas clsicas. Sin
texto. Msica de Delibes: Lakm.
Premios y logros:
1995 Primer premio en el rubro Ficcin del Tercer Festival Internacional de Rosario con el
corto Artefacto de primera necesidad.
1995 Representa al Paraguay en el Input del Rio-Cine Festival.
1996 Selected Work en el rubro Ficcin del 18th Tokyo Video Festival con el corto
Artefacto de primera necesidad.
1996 Representa al Paraguay en el Mercosus Cultural en el rubro de audiovisual organizado
por la Municipalidad de Sao Paulo junto con representantes de Uruguay, Argentina y Brasil.
1996 Primer premio en el rubro Ficcin del 35 Golden Knight Internacional Cine y Video
Festival de Malta con el corto Artefacto de primera necesidad.
1997 Mejor corto experimental en el International Film and Drama Fest of Oklahoma,
Estados Unidos, con el corto Artefacto de primera necesidad.
1999 Extraos vecinos, cortometraje en 16mm es estrenada en la prestigiosa New York Film
Academy.
2000 Extraos vecinos recibe el Primer Premio en la categora Ficcin en el Festival de Cine
La Boca del Lobo de Madrid, Espaa.
2000 Premio El Hornero del Rotary Club, distincin en la categora Arte y Espectculos.
2001 Es estrenado el corto Amor-basura en salas comerciales de Asuncin.
2001 La distribuidora norteamericana Ana Atom Films firma contrato para la distribucin
mundial de los cortos Say yes y Amor-basura por un perodo de siete aos.
2001 Horno ardiente recibe el Primer Premio en la categora profesional en el Asuncin-
Cine 2001.
2002 Representa al Paraguay en el 24 Festival de Film de Femmes de Creteil (Francia) con
sus cortos Artefacto de primera necesidad, Amor-basura y Extraos vecinos.
2002 Su proyecto de largometraje La santa es seleccionado para el Festival de Tres
Continentes, representando al Paraguay en el Taller de Productores y guionistas realiza-
do en Nantes-Pars, Francia
2003 Recibe el Premio de Joven Sobresaliente, seleccionada por la Cmara Junior de
Asuncin.
2003 Kurus recibe el Premio Artura Alsina a la mejor obra teatral del ao.
2006 Gonzlez vs. Bonetti recibe los Premios en la categora de mejor produccin gene-
ral y mejor programa de ficcin en los Premios Paran.
Terminada esta primera parte, hicimos una ronda y le pregunt a cada uno cul era
la cruz que cargaban en la vida.
Todos me miraron.
Como nadie habl, yo empec.
Mi cruz es mi sobrepeso, dije, la cargo desde que tengo 10 aos.
Me cuesta. Parece que siempre la voy a poder depositar en algn consultorio de
algn dietlogo de moda. Pero nunca se queda en ningn lado. Sigue aqu
conmigo. Y ac estoy yo con mi cruz frente a ustedes.
Segunda etapa.
Les propuse contar de ahora en ms todo con la expresin que nos permitiera el
cuerpo, el movimiento y el rostro. Vale decir utilizar el cuerpo como nico
instrumento.
Durante 3 semanas hicimos ejercicios corporales.
Cargamos esa dura cruz de madera, de todas las formas posibles.
Sobre nuestro pecho, en nuestras espaldas, a nuestro costado. Arrastrando,
corriendo, gritando.
La repeticin se hizo un aliado. Mi aliado.
Y ah fij los primeros movimientos que dieron vida a la ltima parte de la obra.
Cuarta etapa.
De todos los lugares recorridos, nos centramos en el hospital psiquitrico.
Esta vez todos los grupos volvieron ah, tomando de sus observaciones anteriores
aquellas cosas o detalles: formas de caminar, miradas, historias que pudieran sumar
a sus personajes.
Quinta etapa.
El trabajo en el lugar de ensayo. Juntando ya todas las piezas.
Las observaciones haban terminado.
Sobre todo lo que observamos escrib las partes.
Reemplac por maletas las cruces.
Las acciones se iban formando entre la gente.
Repitiendo, corriendo, deteniendo, esperando, buscando y volviendo a repetir.
Una y otra vez.
Fue un recorrido duro.
Los chicos estaban confundidos, no entendan hacia dnde iba, pero sentan ms
que nunca la angustia, el abandono, la locura. Sentan.
Cuando termin de montar la obra, un mes antes del estreno, un alumno se me
acerc y me dijo: nunca sufr tanto, pero nunca fui tan feliz.
Kurus se estren en diciembre de 2000, en nicas cuatro funciones. Como un
final de ao de una escuela de arte dramtico.
Volvimos de manera profesional en el 2003, con una puesta ms redonda, ms
elaborada pero eso s, con el mismo sentimiento y entrega que la primera.
Luis A. Ramos-Garca
University of Minnesota
15 Vanse Hugo Salazar del Alczar (La memoria teatral de los 80, en Textos, 1995); Domingo Piga (Panorama
reflexivo sobre el teatro de grupo en el Per en la dcada de los 80, LATR, 1992); Miguel Rubio (Notas sobre
teatro. Lima-Minneapolis: Ediciones del Grupo Cultural Yuyachkani, 2001); Beatriz Rizk (El nuevo teatro
latinoamericano: una lectura histrica. Minneapolis: Prisma Institute, 1987); Malgorzata Oleszkiewicz (Teatro
popular peruano, 1995), Luis Ramos-Garca (Voces del interior: nueva dramaturgia peruana, 2001), y Aida Balta
(Historia general del teatro en el Per, 2001). Tambin se haran indispensables los libros de Carmela Sotomayor
(Panorama y tendencias del teatro peruano, 1989) y de Sara Joffr (Teatro hecho en el Per, 2003).
una excelente generacin de actores y directores; entre ellos, Luis lvarez, Hudson
Valdivia, Ricardo Blume, Delfina Paredes, Aurora Colina, Edgar Guilln, Ernesto
Rez y Jorge Acua (fundador del Teatro de la calle y el de mimo). Auspiciadas
normalmente por universidades y diversas asociaciones culturales, la dcada de los
sesenta vio el asiduo montaje de varias piezas peruanas entre ellas El jardn de
Mnica, de Sara Joffr estrenada por el Club de Teatro y por el Grupo Alba en
1962; Ipacankure, de Csar Vega Herrera, montada en 1968 y ganadora del Premio
Casa de las Amricas; y varias obras de Enrique Solari, Daniel Valcrcel, Juan
Rivera Saavedra, Felipe Buenda y Jos Bravo. Paralela a esa intensa actividad teatral
e inaugurando la tradicional lnea de montajes de primer orden, el Teatro de la
Universidad Catlica [TUC], dirigido por Ricardo Blume, se haba dedicado a
extender su repertorio y a profesionalizar sus elencos y cuerpo tcnico. De esa ardua
labor del TUC provienen Tristn e Isolda, de Len Felipe (1961); La tinaja, de
Luigi Pirandello (1961); La Siega, de Lope de Vega (1962); El servidor de dos amos,
de Carlos Goldoni (1964); La seorita Canario, de Sarina Helfgott (1967);
Historias para ser contadas, de Osvaldo Dragn (1967); y El centroforward muri al
amanecer, de Agustn Cuzzani (1968). Con ese mismo ahnco y calidad habra que
estimar los aportes del Histrin Teatro de Arte y del Homero Teatro de Grillos de
Sara Joffr, cuya reformulacin de las tcnicas en el teatro de nios hiciera que
obras como La flauta mgica, de Sara Joffr y Aurora Colina, y la Fiesta de los
colores, de Estela Luna, anticiparan intuitivamente las capacidades dialcticas de la
interaccin entre los actores y el pblico infantil.
Aunque esta dcada podra calificarse como una laboriosa poca de transicin,
en vsperas de los significativos cambios que ya se presagiaban en el futuro teatral,
sera oportuno notar que la ausencia de teatros itinerantes peruanos, tanto como la
carencia de obras individuales y antologas, podran ser consideradas como factores
probables del escaso conocimiento que se tena sobre el teatro peruano en los pases
del primer mundo e incluso entre los vecinos latinoamericanos. Mientras que la
itinerancia teatral no se resolvera satisfactoriamente hasta entrados los aos
ochenta y noventa, la insuficiencia editorial sera enmendada por la Editorial
Aguilar que dara a luz una coleccin llamada Teatro peruano (Madrid, 1960), en
la que se imprimiran piezas de Gibson, Ros, Roca Rey, Solari y Salazar Bondy:
tendran que pasar casi cuarenta aos hasta que se volvieran 16
a publicar en el
extranjero antologas con obras mayores del teatro peruano .
16 Nos referimos a las antologas publicadas en el extranjero por Luis A. Ramos-Garcia y Ruth Escudero (Voces
del interior: nueva dramaturgia peruana, Minneapolis, 2001); y a la de Jos Castro Urioste y Roberto ngeles
(Dramaturgia peruana. Berkeley, 1999). En el Per destacan las ediciones del Teatro Nacional (Siete obras de
dramaturgia peruana. Lima, 1999), y las pequeas colecciones de Teatro peruano. Vols. 1-10. (Lima, 1974-1985)
editadas por Sara Joffr. La misma Joffr empez recientemente la serie Muestra: Revista de los autores de
teatro peruanos (Lima, 2000) que en sus tres nmeros ha pblicado Camille Claudel, de Joffr; Cristo Light,
de Eduardo Adrianzn; y Carne quemada, de Jaime Nieto.
subestima acostumbrados hasta haca poco. Obras tales como Allpa Rayku
(Yuyachkani), All en el Alto Piura (Octubri Qanchis), Atusparia (Setiembre),
Karadoshu, de Aureo Sotelo y Fiebre de Oro (Taller Escena Contempornea) dieron
cuenta que la corriente campesina era lo ms representativo del teatro popular y
que como tal, se encontraba en pleno proceso de maduracin en su contenido y en
sus formas expresivas. El alegato de que estas obras se escriban pensando en su
representacin efectiva qued demostrado por los cientos de espectculos
realizados por elencos de diferentes sectores sociales y culturales en numerosos y
alejados lugares del pas.
La creacin del Teatro Nacional Popular (1971-1979) bajo la direccin de
Alonso Alegra, constituy en realidad una de las contradicciones histrico-
culturales ms transcendentales del gobierno de Velasco Alvarado (1968-1975). Lo
fundamental de aquellas circunstancias era la imposicin de una dictadura militar
revolucionaria sobre un substrato poltico de reaccin civil que esperaba su turno
para tomar el poder y que coincidira en la dcada siguiente con la inflacin
econmica, la subversin armada, el descalabro de las instituciones andinas, la
migracin hacia los barrios marginales y la guerra interna propiciada por Sendero
Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru. Por otra parte, si era
verdad que en estos espacios culturales exista una activa y determinada reserva de
discursos litigantes y hasta subversivos, tambin era cierto que al ensancharse
significativamente el espacio de su influencia esttico-teatral, Alegra y el TNP
introdujeron en su mbito colectividades externas el pueblo y lo popular desde
donde se adivinaba, no solo un auge semitico-cultural dentro y fuera de la
metrpoli, sino tambin un cmulo de lderes culturales y en resumidas cuentas un
corpus de calidad manifiesta muy similar a lo mejor de los teatros de la burguesa.
Esto se cumpli diligentemente, con el patrocinio del Instituto Nacional de
Cultura, en los montajes de La muerte de un viajante, de Arthur Miller (1971);
Fuenteovejuna, de Lope de Vega (1974); Hamlet, de Shakespeare (1975); La
tragedia del fin de Atau Wallpa, (1976); y Edipo Rey, de Sfocles (1977); y en el
adiestramiento de actores, dramaturgos y directores cuyos aportes artsticos
perduraron en el teatro peruano hasta fines del siglo XX, entre ellos, Luis Peirano,
Edgard Guilln, Edgar Saba, Mario Delgado, Carlos Gassols, Hernando Corts,
Delfina Paredes, Walter Zambrano, Luis Felipe Ormeo, y Alfonso Santistevan.
Sin embargo, el desarrollo del TNP no se dio en un vaco terico-prctico, puesto
que en realidad, lleg a coincidir con una febril actividad teatral en la que grupos
como Yego, Yuyachkani y Cuatrotablas, y dramaturgos como Grgor Daz, Csar
Vega Herrera, Sara Joffr, Juan Rivera Saavedra y Sarina Helfgot, iban redefiniendo
y revolucionando las mltiples nociones de arte, drama, texto, representatividad y
subjetividad que haban heredado de la dcada anterior. Lo que ms interesaba por
entonces era el dilogo de voces dentro, entre y fuera de los textos, un dilogo
17 Vase Mara Reyna, El libro de la Muestra de Teatro Peruano. Lima: Ediciones Homero Teatro de Grillos/ Lluvia
Editores, 1997. Todas las citas que figuran en la seccin Muestras de Teatro Peruano, provienen de este libro.
18 Sin ser exhaustivos, los aos noventa y los primero aos del 2000, fueron prolijos tanto en el trabajo de
direccin como en el de recuperacin de la dramaturgia individual (nacional y extranjera). Se adjunta una lista
parcial de directores: Alberto Isola con Dreyfus, de Jean Claude Grumberg (1994), y Quntuples, de Luis Rafael
Snchez (1995); Gianfranco Brero dirigira a Isola en el estreno de Simn de Isaac Chocrn en 1994. En el haber
de Roberto ngeles figuran Viejos tiempos, de Harold Pinter (1990); Metamorfosis, de Franz Kafka (1993); Sexo,
mentiras y video tape (1993); la triloga Recordando con ira, de John Osborne; La noche de los asesinos, de Jos
Triana, y Principia Scriptoriae (1993); la reposicin de Quieres estar conmigo?, de Augusto Cabada y ngeles
(1994). Por su parte, Ruth Escudero mont Escorpiones mirando el cielo, de Csar De Mara (1993); y Santiago
el pajarero, de Julio Ramn Ribeyro (1995), mientras Luis Peirano diriga El perro del hortelano (1992), y Ojos
bonitos cuadros feos, de Mario Vargas Llosa; y Edgar Saba lo haca con Bodas de sangre, de Garca Lorca (1994).
La dcada atrajo tambin una inusitada labor teatral y autoral en la que descollaron Csar De Mara Escorpiones
mirando al cielo y Kamikaze o la historia del cobarde japons, Alonso Alegra Encuentro con Fausto, Delfina
Paredes Qoyllor Ritti, Rafael Dumett Nmeros reales, Edgard Guilln Sin paradero oficial y Solo Guilln solo,
Alfonso Santistevan, Vladimir y Mara Teresa Ziga Mades Medus.
tambin se podra conjeturar que, en Csar De Mara (Del bolsillo ajeno, 1978);
Eduardo Adrianzn (El nido de las palomas, 2000); y en Aldo Miyashiro (Funcin
velorio, 2000), se articulan otras formas de problematizar el fenmeno teatral,
adeptas ms bien a las exigencias de una raigambre popular empeada en teorizar
lo cotidiano y lo familiar, como resguardndose en su escritura de la vacuidad de
un discurso anodino y circunstancial proveniente de las hegemonas culturales.
Dentro de la coherencia de esa lnea teatral, y recurriendo tal vez a un proyecto
de periodizacin, se podra presumir que en esta seleccin, existen pares artsticos
que guardan entre s cierta afinidad cronolgica (fecha de nacimiento), y en los que
se condensan los grandes temas propuestos por sus respectivas pocas, a saber, la
recuperacin de la memoria, el mito y el ritual, el teatro y la poltica, el culto a las
ideologas, y la construccin de una metodologa hacia una nueva praxis teatral.
Bajo esta hiptesis, Joffr (1935) y Vega Herrera (1936) urgidos por los cambios
de direccin sociopolticos de los aos sesenta y setenta formaran la primera
pareja en manifiesto distingo con su generacin anterior; mientras que por su
parte, De Mara (1960) y Ziga (1962) cuyo ciclo vivencial y de produccin
artstica correspondera a una poca de depresin econmica, de regreso a la
democracia y de barbarie terrorista (1980-1992) formaran la segunda dupla
dramatrgica. Finalmente, y aunque se pudiera discutir la diferencia de edades
entre Adrianzn (1963) y Miyashiro (1976), ambos formaran una tercera pareja
situada, eso s, en las puntas extremas de un ciclo vivencial de fin de siglo, cuyas
preferencias y filiaciones tendran mucho que ver con los inusitados avances
tecnolgicos de los medios de comunicacin: la televisin, la telenovela y el cine en
particular.
Se afirma a menudo que la irrupcin/ decadencia de las ideologas, no solo
gener un ostensible sentido de protagonismo individual y una crisis de valores que
debilit la creacin colectiva peruana, sino que adems permiti que sus nuevos
intrpretes en especial Ziga, Adrianzn y Miyashiro se subieran al carro de la
Posmodernidad acopindose prolijamente de una cultura audiovisual, productora
de imgenes y realidades virtuales difciles de desentraar. Lo cierto es que, no sin
cierta irona, la escritura teatral peruana ha sido de todo menos iconoclasta, en
cuanto sus dramaturgos han sabido armonizar y deslindar lo subjetivo de su
potica teatral, de sus austeros reparos a la arbitrariedad/ violencia de su tiempo, e
incluso de la irrupcin de la multimedia representada por la televisin, por la red
ciberntica y por la globalizacin de los medios de comunicacin.
Dicho todo esto y antes de pasar a la presentacin de las obras, sostengamos que
en esta pequea muestra, se trata de presenciar el establecimiento de una nueva
forma de escribir, dramatizar o actualizar una historia siguiendo un estilo de
manera propia, adhirindose ideolgica y estticamente a una reflexin sobre lo
Luis A. Ramos-Garca
University of Minnesota
Si es verdad que Adrianzn habla del amor, la vida y sus eventualidades, tambin
es cierto que sus no muy carismticos personajes van ilustrando sistemticamente
la desmembracin del ncleo familiar, la aoranza de un pasado visto como mejor
y la edificacin de un universo ilusorio en el que los tres protagonistas se
transforman en emblemticos antihroes incapaces de rendirse ante lo evidente de
sus fracasos. Solo de esta manera, se podra entender cmo el amor al insertarse en
la obra, pierde sus aspectos de ternura, para transmutarse en un laberinto espacial
y temporal en el que las parejas se extravan en busca de soluciones utpicas. A
pesar de sus mltiples diferencias, tanto en su forma de ver el mundo como en el
de entender el amor, Mnica y Patricia son las caras de una misma moneda, puesto
que sus afectos andan a la deriva y sus hombres/ esposos han desaparecido o estn
en proceso de desaparecer. Por esa razn Steve, cineasta norteamericano y esposo
de Patricia, en vez de asistir al inminente parto de su esposa, se halla filmando un
presunto documental sobre los mormones en Utah; y por esa misma razn, Ral
planea descaradamente viajar a Espaa por su riesgo y cuenta, desatendiendo a
Mnica que ya siente en el vientre la presencia fsica del beb. Sintomticamente,
la escena en la que Ral besa apasionadamente a Patricia instndole a tener una
relacin extramarital, sugiere explcitamente que en el extranjero este continuar
siendo voluble e infiel.
Ahora bien, aunque Patricia menciona el sndrome de Abascal para describir la
hipocresa y la adulacin peruanas, por otra parte ella misma es vctima de otro
sndrome popular que bien podra asociarse con lo que los estudios culturales
sealan como los mitos urbanos o como los mitos de la migracin. De este
modo, al referirse a la fluctuacin migratoria latinoamericana, caracterstica de las
ltimas dcadas del siglo XX, Patricia generaliza y reprocha el estado de
autocompasin de sus compatriotas en los Estados Unidos, en especfico su
exorbitante nostalgia por sus prcticas culturales (comida, folklore, religin), su
imposibilidad de establecer amistades slidas, y su falta de voluntad para superarse
en medio de los grandes retos del primer mundo. Irnicamente, los supuestos
negativos de Patricia, no solo examinan la fbrica de la identidad nacional tanto
dentro como fuera del pas, sino que tambin sirven para deshilachar su discurso
triunfalista, convirtindolo en el discurso de la triple derrota, a saber: sus fracasos
sentimentales con Ral y Steve, y su extempornea vuelta de los Estados Unidos.
Influido tal vez por culebrones tales como El derecho de nacer, de Flix B.
Caignet, Adrianzn siembra la duda en el pblico lector al dejar literalmente en el
aire la paternidad del futuro beb de Patricia. En un melodramtico y enigmtico
mensaje de despedida, Patricia dejar dicho en la contestadora de Steve, no solo
que su hijo nacer y respirar este aire gris y hmedo que nunca ms podr sacarse
de los pulmones as vaya al fin del mundo, sino que adems le confesar ms tarde
Otras obras:
Telenovelas: cmo son y cmo se escriben. Lima: Universidad Catlica del Per, 2001.
PERSONAJES
PATRICIA, con avanzado embarazo
MNICA, su amiga, igual
RAL, esposo de Mnica
LOS TRES SON DE CLASE MEDIA Y ANDAN POR LOS 30 AOS. LA ACCIN: EN LIMA,
POCA ACTUAL EN EL LAPSO DE UNA SEMANA APROXIMADAMENTE. LA OBRA EST
PENSADA PARA UN ESPACIO PEQUEO. NO HAY ESCENOGRAFA Y LOS ELEMENTOS
DE UTILERA SON MNIMOS. SOLO LOS ACTORES, UNAS POCAS LUCES Y LA MSICA.
Escena 1
Msica. Se abren luces. Patricia, Mnica y Ral estn ubicados en
diferentes lugares del escenario de cara al pblico.
PATRICIA:
Mi cuerpo es mi viaje/ mi forma de partir o de quedarme/ detenida
en una huella que tal vez crecer hasta alcanzarte en el fondo del mar/
o en la ciudad sin fondo en que te pierdes
MNICA: Mi forma est presente como un eco/ espejo de una voz antigua que
se mira y te recuerda/ sonrisa abrazada a la tristeza/ sonrisa hermana
de los puentes/ T eres mi puerta entreabierta/ mi ventana a la noche/
desde ella te miro y me veo alejar
RAL: Te ofrezco mis pisadas en la hierba/ las flores de un jardn que
sembrar maana entre las piedras/ Una mujer estar a mi lado/ y un
hijo crecer conmigo
Sube msica. Bajan luces. Oscuro.
Escena 2
En casa de Mnica y Ral. l llega.
RAL: Cada da que pasa te crece ms. Ya es bastante difcil que te den visa
de turista. Tendrs que mentir.
MNICA: Dir que tengo cinco meses. Te acuerdas la barriga de Pierina? A los
tres meses la tena hinchada, en punta. Como una papaya.
RAL: (Vencido) Es intil.
MNICA: No entiendo. Estamos discutiendo el tema. No es lo que quieres?
RAL: Igual que hace ms de un ao.
MNICA: Hace ms de un ao yo no estaba as.
RAL: Solo dime con todas sus letras que no piensas viajar conmigo y
despus de darme veinte cabezazos contra la pared tratar de
entenderlo.
MNICA: Ral, no me presiones!
RAL: Ten el valor de decirme no.
MNICA: (Por su barriga) Esto no lo hice sola.
RAL: Es un reproche o una afirmacin?
MNICA: Si tanto te obsesionaba el viaje, lo hubiramos hablado apenas pas.
Pero ya tengo ms de siete meses. Demasiado tarde para otra clase de
solucin.
RAL: Qu solucin, si cuando me diste la noticia estabas brincando de
felicidad?
MNICA: T tambin te alegraste.
RAL: Los dos nos alegramos. Haba que alegrarse.
MNICA: Solo falta que digas que yo te obligu.
RAL: El viaje estaba hablado, pero no tanto. El hijo estaba hablado, pero
no tanto. Hasta que sucedi. Ahora el viaje tambin est a punto de
suceder. Acepta que lo sucedido es nuestra nica forma de tomar
decisiones.
MNICA: No tienes derecho a ponerme entre la espada y la pared cuando voy
a entrar al octavo mes.
RAL: OK, Mnica. Viajo solo y punto.
MNICA: Es lo que quieres?
RAL: Te quedars. Tambin es lo que quieres.
MNICA: T sabes lo que yo quera.
RAL: Y se nos pas el tren para eso. Hace tiempo. Si dependiera de ti, ahora
que se nos pase el avin.
Mnica! Sintate!
MNICA: No... no es fuerte, no... ya. Ya... ya pas.
RAL: Tranquila. No hables, no digas nada. Nada todava.
Escena 3
El mismo lugar, unas horas despus. Patricia y Mnica.
PATRICIA: Mi parto est programado para el veinte de abril a las tres de la tarde
en la habitacin nmero 325 de la clnica Santa rsula. El
gineclogo ser el doctor Figari, la pediatra la doctora Hinojosa y las
RAL: Felizmente en esa poca nadie imaginaba que alguna vez pedira un
certificado de trabajo falso para conseguir una miserable visa a
Europa por ocho semanas.
PATRICIA: Qu sigue? El show de miren-qu-lstima-es-mi-vida? Mucho peor
que el sndrome de Abascal es la autocompasin.
RAL: Ya, Patricia. Ya s que eso tampoco se usa.
PATRICIA: Lo digo por tu bien. Lo peor que puedes hacer si pretendes vivir en
el extranjero, es poner tu cara de latinoamericano vctima. Salvo que
tu objetivo sea tocar quena en el metro disfrazado con poncho.
Dicho sea de paso, el poncho te queda horrible.
MNICA: Podemos cambiar de tema aunque sea cinco minutos?
PATRICIA: Ustedes son mis amigos, los quiero. Y nada me dolera ms que saber
que acabarn iguales a esa tira de llorones que viven en New York
extraando su estpido cebichito, cantando La Flor de la Canela cada
vez que se renen a chupar y sacando en andas al Seor de los
Milagros interrumpiendo el trfico, cuando ac en Lima en su puta
vida fueron a una procesin.
MNICA: Patty. Ya.
PATRICIA: Yo no conozco a ningn peruano que realmente haya triunfado all
que se junte con esos. Es ms, ningn peruano que quiera triunfar
fuera jams busca a otros peruanos, porque sabe perfectamente que
entre ellos se matan. Suena duro, s. Pero es la realidad. Y cuando
emigras, lo nico que vives la veinticuatro horas del da es la cruda
realidad.
RAL: Cuando te quedas aqu, tambin.
MNICA: (Por cambiar de tema) Te enseo los ropones del beb?
PATRICIA: Tendrs que dejarlos. Cuando te abran el equipaje y vean ropones, se
darn cuenta que esperas dar a luz ah y te regresarn a Lima en el
avin de vuelta.
MNICA: Cierto.
RAL: Quizs Mnica no viaje.
MNICA: Por qu lo dices?
PATRICIA: Cmo que no?
MNICA: Ya te dije que maana no puedo, pero que pasado pedir la visa.
PATRICIA: Recin?
RAL: Ver para creer.
Ral y Mnica van a decir algo a la vez, pero se callan antes de abrir la
boca. Breve pausa.
Escena 4
Ral solo.
Escena 5
Mnica visiblemente nerviosilla en alguna actividad. Patricia con ella.
RAL:Ocupado
MNICA: Insiste!
RAL: Puedes calmar un poco tu ansiedad?
Prctico, el chancho del cuento que hizo su casa de ladrillo para que sus
hermanos tarados se aprovechen de l. (Incmoda). Si quieren me voy.
MNICA: Dile que est diciendo una estupidez!
RAL: Todo lo contrario. Lo estoy analizando con la cabeza fra
MNICA: Demasiado tarde, imposible que me quede. Hoy me empec a
despedir!
Escena 6
Patricia sola.
Escena 7
En la sala. Mnica y Patricia tomando vino, ya alegres y escuchando un
tema de Mocedades.
PATRICIA: De chica mi pap me tena podrida con ese disco y ahora me encanta.
MNICA: Uno acaba parecindose a sus padres.
PATRICIA: Uno acaba envejeciendo. Envejecer ser peor que morirse? No s qu
me da ms miedo.
MNICA: Antes no tena miedo de morir. (Se toca el vientre) Ahora en cambio
me da pnico pensar que l se quedara solito.
PATRICIA: Justificar los instintos de conservacin sin sentir culpa es otra de las
ventajas de ser madre. (Sirve vino) Toma noms. El vino es muy
bueno para la circulacin.
MNICA: Y tiene hierro. (Beben) Pila! Me hago la pila!
Mnica sale apurada.
MNICA: Pues mi cuerpo est entrenando solito, porque hago pila ochenta
veces al da.
PATRICIA: Chupa, hermana (Beben).
MNICA: A ratos no sientes que por fin ests asumiendo el rol que te toca en
la vida?
PATRICIA: Rol. Eso suena a obra de teatro.
MNICA: En cierto modo as es la vida.
PATRICIA: Entonces la vida tiene un psimo productor. Mira el mundo: la
mayora de sus castings son una caca. Rechazo tajantemente mi rol.
MNICA: Sin embargo mrate.
PATRICIA: No es destino. Pura biologa.
MNICA: Y la ilusin de ser mam? De que l est ah?
PATRICIA: Es bonito, s. Pero difcil saber qu tanto es un sentimiento real y qu
tanto es literatura.
MNICA: Tambin es verdad.
PATRICIA: Los que endiosaron la maternidad son los hombres. Imagnate a los
caverncolas apestosos saliendo en grupo a cazar un mamut. Sus
mujeres tienen que darles nimos y palmaditas en la cabeza, aunque
sepan que muchos no volvern vivos. Ellos se van a cazar y ellas se
quedan inventando la cermica, las ciudades y la agricultura. Luego
de tres o cuatro das y unos diez muertos la mayora por lentos,
miopes y huevones segn Darwin los cazadores regresan a la cueva
justo en el momento que la mujer abre las piernas para que salga un
hombrecito nuevo. Y lo hace ella solita, mientras que el pobre
pitecntropo con las justas ha podido traer una docena de conejos, y
entre varios. Conclusin: si una mujer poda dar vida tan fcilmente,
tambin poda quitarla. Eso les dio pnico. Entonces no les qued
ms remedio que volvernos diosas. Y al volvernos diosas nos
agarraron de cojudas, ya que nada le gusta ms a un hombre que
tomarle el pelo a su dios.
MNICA: Salud por eso.
PATRICIA: Por nuestras abuelas del neoltico.
MNICA: Por el don de dar la vida.
PATRICIA: Porque la piel se te pone ms bonita.
MNICA: Por la sagrada misin de traer hijos al mundo.
PATRICIA: Porque cada vez es ms barata la cesrea.
MNICA: Por tu vientre bendito.
PATRICIA: Por librarnos de la regla de mierda aunque sea unos meses.
MNICA: Porque ser madres nos redime del pecado.
PATRICIA: Por la santsima virgen Mara, que desde que se levant al ngel de la
anunciacin se salv de seguir acostndose con el horrible San Jos.
MNICA: Por las noches que ya no dormiremos.
PATRICIA: Por las tetas que se nos caern.
MNICA: Por el tiempo que le robarn a nuestra vida.
PATRICIA: Por lo caro que cuesta una nana.
MNICA: Por el miedo.
PATRICIA: Salud por eso.
MNICA: T tambin sientes que te carcome?
PATRICIA: Qu?
MNICA: Adentro. Las entraas. A veces siento que me chupa toda. Que me
est haciendo un hueco por dentro. Como un zancudo gigante
alimentndose de mi sangre.
PATRICIA: Como Alien.
MNICA: Tambin lo sientes?
PATRICIA: Todo el tiempo.
MNICA: Y no te mata la culpa?
PATRICIA: Por odiarlo? No.
MNICA: A m s.
PATRICIA: Te acostumbras.
MNICA: Aunque tambin pienso: si muchas veces me odio a m misma, cmo
no voy a odiarlo si l tambin soy yo.
Escena 8
Ral recibe a Patricia.
l la mira desconcertado.
Mnica.
MNICA: (Inexpresiva) La tengo. La visa. Por seis meses.
RAL: Ahh?
MNICA: Me dieron la visa por seis meses. El tipo que me atendi estaba de
buen humor, acababa de recibir una buena noticia, no s. Ni siquiera
me mir. Simplemente me devolvi el pasaporte y listo. Ahora s, no
hay salida. Nos vamos.
Oscuro.
Escena 9
Mnica sola.
Escena 10
Se abren luces. Patricia marcando un nmero. No contesta.
Paralelamente, Ral escoge entre una docena de libros antes de
meterlos a una maleta grande y Mnica entra y sale, siempre como
autmata y sin hacer nada concreto.
RAL: Qu?
MNICA: Habla con la duea. Hay que dejar dicho que quien venga no lo
toque! Por lo menos hasta que nazcan los pichoncitos.
PATRICIA: Sabes, Steve? Cuando no puedo dormir en las noches, tengo la
fantasa de que muero en el parto. Que doy mi vida para que l pueda
nacer, igual que en esas telenovelas donde el mdico dice: la madre
o el nio, y por supuesto los imbciles siempre escogen al nio. Qu
Pero felizmente tus maravillosos poemas nunca tuvieron nada que ver
con eso. Chau.
RAL: Adis.
PATRICIA: Y no es cierto que Mnica no los entienda. Por algo est embarazada
de ti.
Ral se va. Patricia queda sentida. Lee uno de los poemas.
Escena 11
Mnica y Ral ya listos para irse con las maletas. Ella con notoria
ansiedad.
RAL: Dejar abierta todas las ventanas. Ya qu importa que la casa se llene
de moscas.
MNICA: Me qued espacio para unos libros.
RAL: Olvdate.
MNICA: Le hice caso a Patricia y no llevo ningn ropn. Se los dej.
RAL: Hiciste bien.
MNICA: Adems los necesita. Todos nos hemos dado cuenta que Steve no
existe, aunque ella crea que nos puede engaar.
RAL: Patricia siempre cree que le creen.
MNICA: En serio no quieres llevarte algunos libros?
RAL: Sintate. Apenas escuchemos el claxon, bajamos.
MNICA: Claro, s. Tu pap es muy puntual, eso no me preocupa. Hay tiempo.
RAL: De sobra. Faltan tres horas para que salga el avin. Estamos ms que
listos. Reljate.
Pausa. Ella trata de dominar su nerviosismo.
RAL:Qu haces?
MNICA: Un mapa. Estos somos nosotros empezando de aqu. Haz un dibujo.
Por favor. Empieza de aqu. Para saber, Ral. Para saber exactamente
de dnde partimos y as encontrar un da el camino de regreso.
RAL: Y la ruta qu?
MNICA: No importa si sabemos dnde comenz el viaje. Hagamos seales.
Elige un rbol, algo que tenga races. (Mira por la ventana) Ese, ese
de all! Es grande, fuerte, antiguo.
RAL:Lista?
MNICA: S.
RAL: Mnica!!
MNICA: Es... est fuerte!
RAL: Sintate! Respira hondo, tranquilzate!
MNICA: Ral... me duele!
RAL: Ya? Pero todava no es tiempo!
MNICA: Me duele...!
RAL: Es solo una contraccin... o qu?
MNICA: No s... espera... espera un poco!
RAL: Tienes fuerzas para llegar hasta el aeropuerto y emprender el viaje?
Si no puedes dilo ahora, Mnica. Es nuestra ltima chance. Si
salimos por esa puerta, ya no hay marcha atrs.
MNICA: No s. No s.
PATRICIA: Con qu ojos/ despertar maana?
Los personajes se quedan inmviles como ocupando su lugar en el
cuadro. Sube msica, bajan luces.
FIN
Luis A. Ramos-Garca
University of Minnesota
por el camino ambos se encuentran con un ciego indgena con el que Walter pierde
accidentalmente un billete de mil soles y Jaime, supuesto criollo blanco, mantiene
un episodio de maltrato racial y clasista, temtica que segua y sigue inquietando
hondamente a los dramaturgos, escritores e investigadores sociales del Per.
Luego de robar la casa de Montoya y hallar nicamente una bolsa de mariguana,
armados de sendas pistolas, los jvenes criminales dirigen su atencin, primero
hacia una estacin de gasolina en la que Walter ultima a un dependiente a sangre
fra, y despus, hacia una fila de autos estacionados en un parque, donde luego de
robar una grabadora, se enredan en un tiroteo con un joven polica (Luis), y que
acaba con la muerte del polica y su enamorada, acribillados a mansalva por el
desalmado Walter. Remedando quiz los infaustos laberintos del drama griego, en
el momento del atraco al auto del polica, Jaime cree percibir fugazmente el rostro
de su hermana Gloria en medio de la oscuridad; y aunque insta a su secuaz a huir
luego de efectuado el robo, ante su desconcierto, su compinche Walter vaca su
pistola sobre los infortunados jvenes.
En lo que podra ser uno de los mejores acercamientos teatrales al discernimiento
psicpata del sujeto lumpen, De Mara recrea un estado de abstraccin en Jaime
en el que se combinan enigmticamente el efecto de las drogas, la venganza y su
siempre presente anhelo de suicidio. Sin inmutarse por la muerte de su hermana y
aferrado al estribillo de una cancin popular (La vida es una tmbola) tarareada
por el comn de la gente para explicar lo absurdo y cambiante de la existencia
Jaime toma un trago del veneno que siempre lleva en el bolsillo e invita un sorbo
al desprevenido Walter cuyo ofuscamiento hace que este no se percate del
contenido del frasco. La obra termina sin que sepamos si todo ha sido una revancha
de Jaime, si los jvenes asesinos se han envenenado para expiar sus culpas, o si
ambos han cumplido egostamente con un pacto suicida, sugerido al principio de
la obra por los fragmentados monlogos de Jaime.
Del bolsillo ajeno, transcurre en una poca en que la creacin colectiva, las
discusiones estticas e ideolgicas sobre el teatro, el nimo poltico contestatario, y
la adhesin incondicional a las pautas del teatro pico de Brecht, se haban
convertido en las caractersticas ms importantes del nuevo teatro nacional, segn
algunos, a expensas de la dramaturgia de autor. Sin embargo, las primeras obras de
Csar De Mara manifiestan concretamente una predileccin por este tipo de
dramaturgia, y un espritu controvertido que dotado de un crudo realismo y un
hbil manejo de recursos espacio temporales, puede ingresar y salir con
verosimilitud de cualquiera de los restringidos ambientes recreados por su autor.
En este sentido habra que observar algunas declaraciones claves en De Mara, por
ejemplo, cuando el autor afirma en un blog ciberntico (2007) que los
dramaturgos son los retratistas de sus pases, sus mdicos forenses, sus confesores
DOS TIPOS CUALQUIERA EN ESCENA. ESTN MIRANDO LAS COSAS QUE, REGADAS
EN EL PISO, VENDEN LOS REDUCIDORES DE OBJETOS ROBADOS.
Y cuntas veces le voy a tener que decir a tu padre que no deje los
venenos en mi cuarto! Aunque estn bien tapados, algn da me voy
a morir con esta pestilencia! (Se sienta al escritorio) Algn da... me
morir en la calle, y nadie va a querer enterrarme, y me voy a podrir
como los perros en las avenidas y en las carreteras... algn da me
morir pensando que no hice nada y que tena una vida por delante...
una vida... Y para qu una vida? Para no hacer nada, para no vivir,
para frustrarme! Un mundo para no vivir, un mundo para morirse,
mundo maldito! Ni siquiera... yo no s... un consuelo... una ruta,
tantas veces la he buscado... nunca me sent ms intil que cuando
haca algo, y lo haca sin tener razones; y nunca tuve una razn... he
vivido por gusto! Qu diferencia hay entre morir y vivir, entre ser
piedra y ser hombre, sino tal vez el sufrimiento, eso que distingue al
hombre de los animales... el sufrimiento... y los pjaros, pobrecitos,
ellos quisieran quedarse en el cielo paraditos y no pueden... se caen,
ellos no saben de la fuerza de gravedad como yo no s de Dios... ese
seor de barba blanca con dos deditos levantados y con cara de tener
mucho, mucho sueo... me gusta la idea de pensar que se ha
dormido, y le ha dejado sus cosas encargadas no a otro como l, pura
nada y nubecitas... Se ha dormido y le ha dejado sus cosas al
hombre... y yo aqu, como un imbcil hablando solo, y ms imbcil
todava porque estoy hablando de Dios ahora que estoy murindome
por un poco de pasta, o de yerba... y mi hermana afuera cortando
flores de plstico... (Pausa) Qu difcil debe ser vivir cien aos. Y
como recompensa por tus actos, buenos o malos, igual te jodes! A los
sesenta te quedas sordo... a los setenta ya ests medio ciego... pasando
los ochenta ya no puedes hablar, y luego te vas poniendo tieso y no
te mueves... yo quisiera morirme ahora, total, es lo mismo... A quin
voy a esperar? (Llora apoyado en el escritorio) Morirme podra ser la
salvacin... (Se incorpora. Mira el escritorio) Y si quisiera morirme,
todas estas cosas... me sobraran. (Con un brazo tira todo al piso:
adornos, papeles. Todo) Tendra que hacer una carta para desfogarme.
(La escribe en cualquier papel y mientras lo hace lee ceremoniosamente)
Pap, mam, familia en pleno: Hoy me he suicidado porque ustedes
no me comprenden. He meditado profundamente antes de tomar
esta decisin, y he comprendido que todo es culpa de ustedes. Adis.
Con cario, Jaime. (La relee en silencio. Sonre) Ahora dejo la cartita
aqu encima, y me suicido, ja, completamente tranquilo.
Entra la Hermana preocupada.
MAMI:
Oye, guapo, despus de tanto!
MONTOYA: Vieja, cmo ests! T siempre tan conservada!
MAMI: Y qu cuentas, mafioso?
MONTOYA: Apenas supe que estabas de madame en este burdel, me vine como
por un tubo.
MAMI: Te vas a dar un chasco porque yo no puedo dar pases a nadie...
MONTOYA: Acaso yo, qu, tengo cara de sirvengenza? Cmo es posible que mi
peor es nada dude tan escandalosamente de mi integridad!
MAMI: Tu integridad pas a la historia.
MONTOYA: Cmo dices eso, muecota. He venido para visitarte, y me sales
botando y dicindome toda clase de insultos. Ni siquiera me has
dejado felicitarte!
MAMI: Felicitarme! Qu gracioso! Me saqu la lotera?
MONTOYA: No, por eso no pero me han dicho que este burdel no apesta nada en
comparacin con el anterior.
MAMI: Cojudo!
MONTOYA: Por supuesto, el anterior ola a qu s yo, no te voy a hablar
porqueras en un caf, a propsito, este caf s est bonito y bien
ubicado... a la entradita del negocio. Pero no hay nadie...
MAMI: Estamos mircoles y no son ni las ocho.
MONTOYA: Qu desperdicio, un caf tan bonito y ni una sola persona. Cunto
entra al da?
MAMI: Eso no te lo contesto porque despus t y tus compinches me asaltan
el negocio y...
MONTOYA: Cllate, t eres la mujer ms bocona del mundo! (Confidencial) No
sabes que me andan buscando?
MAMI: Desde que naciste, por ladrn!
MONTOYA: Calla, es en serio! Me he bajado tres policas a balazos!
MAMI: Tres, qu cojudo! T aqu tan campante!
MONTOYA: Pero no tengo problemas porque no me han identificado todava.
MAMI: Hay soplones. Y tienes ficha!
MONTOYA: Pagu para que me la quemen! T no sabes lo que se puede hacer
con dinero!
MAMI: Yo s lo que no se puede hacer sin dinero.
MONTOYA: Siempre tan simptica mi prostip!
MAMI: Aljate, maleante!
MONTOYA: No me trates as.
Hola, Jaimito!
JAIME: (Est drogado an) Buenas, tia, qu tal, seor, buenas noches.
MONTOYA: Jaime, qu buen olor a pasta...
JAIME: Y a mariguana, preguntn.
Qu quieres?
WALTER: Madrina, yo quisiera, t sabes, yo me gasto rpido la plata.
MAMI: Cmo? Pdele a tu pap, que te d un centavo al menos! El muy
miserable!
WALTER: Me ha botado de la casa! Dice que no me quiere ver, que soy un mal
hijo.
MAMI: Pobre tu viejito, tan bueno.
WALTER: Es un canalla.
MAMI: Pero es el canalla ms bueno que conozco. Cunto te doy?
MONTOYA: No le des nada, que trabaje!
MAMI: No me molestes, a ti no te he preguntado!
MONTOYA: Vago, no sabe lo que es trabajar! Que estudie para que no termine
de...!
MAMI: De qu? De ratero?
MONTOYA: S, ya! De ratero!
WALTER: Demasiado tarde, Montosita (Sonre disimulado).
MAMI: Cunto te doy?
WALTER: Deme unos mil soles.
MONTOYA: Mil soles te saca este desgraciado? Cmo puedes engrerlo tanto!
MAMI: Ya te dije que no me molestes. (A Walter) Toma, gasta. Pero modrate
un poco, hijo. Hazlo por tu bolsillo y por tu salud. Tienes una cara
de enfermo que cualquiera te reconoce... te van a llevar preso algn
da... seguro que vas a comprar eso, no?
WALTER: Ya pues, ta, no me avergence... deme la plata calladita.
MAMI: Insolente, te doy un consejo y te pones atrevido! Malagradecido,
degenerado! Ahora no te doy nada! Eso me pasa por malcriar vagos
y por mantenerlos! No me vuelvas a pedir ni un solo centavo,
acurdate! Ni un solo centavo!
MONTOYA: Por fin te diste cuenta, a este y a su amiguito Jaime hace tiempo que
debiste despacharlos, te han estando sangrando desde que se te
ocurri prestarles plata esa vez.
MAMI: No, ya no! Que se olviden ahora de m! No me vuelvas a pedir, ya
te dije! Malagradecidos!
MONTOYA: Bueno, resulta que comenc a trabajar en eso con un amigo que saba
de qumica. Adems estuve de jefe de varios asaltos.
WALTER: Activo como siempre.
MONTOYA: Aj! Pero me voy a la sierra por motivos de fuerza mayor.
MAMI: Y de persecucin implacable.
WALTER: Ahh y no tienes un poquito de t ya sabes, una muestra gratis?
MONTOYA: No, ya todo lo repart. Tengo all en Jess Mara una bolsa de este
tamao llena de yerba colombiana que me regalaron.
MAMI: Yerba Luisa!
MONTOYA: Qu graciosa!
WALTER: En serio, una bolsa llena? Y es pura?
MONTOYA: Cmo no, quin me va a querer engaar a m!
MAMI: Fanfarrn, no engaes al muchacho! De dnde la has sacado?
MONTOYA: Claro que tengo la bolsota! Es una bolsa plstica blanca! Est en la
casa que tengo en Jess Mara, aqu cerquita... Me pagaron con yerba.
WALTER: Aqu por el parque? Caray, qu suerte la tuya de tener un negocio
tan brutal!
MONTOYA: Eso se obtiene trabajando, ya te he dicho... trabajando se prospera...
WALTER: Vaya y en esa casita de Jess Mara! Eres un coco, Montoyita!
MONTOYA: Gracias, muchachn.
WALTER: Ta. (Ruega) Me vas a dar la platita?
MAMI: Toma. Y no me molestes ms!
WALTER: Gracias, ta! Eres la madrina ms chvere del mundo! Gracias!
Adnde dicen que fue Jaime?
MAMI: Se habr ido por ah... no hace mucho sali de ac, estaba de mal
humor, ten cuidado. Anda al tope de droga.
WALTER: No, conmigo no se amarga.
MONTOYA: Ya sabes cul es el consejo, muchacho?
WALTER: Por supuesto! Adis! (Coge su paquete pesado que dej al entrar).
MONTOYA: Adis, compadre, y no fumes mucho que te va a dar cncer!
MAMI: A m tus vicios me van a dar cncer... al bolsillo!
WALTER: No se preocupe, madrina, ahorita me degenero sin gastar... me
zampo en su negocio.
MAMI: Largo! Mis muchachas no se acuestan con mafiosos! (Re).
JAIME: Scale los ojos a tu llanto y hazte cosquillas para ser feliz de nio a
patadas, me ensearon a rer... (Se va calmando. Algo como sueo lo
invade: le va pasando el efecto de la droga: silba, luego canta).
Yo soy de los hombres
que duermen y no suean
Yo soy de los hombres
que slo sienten penas.
(Silba su tonada. Respira hondo. Ya est calmado. Contina su silbido y
oye que alguien lo acompaa a lo lejos. Se vuelve y sonre) Walter!
WALTER: (Entrando) Jaimito, hermann! (Deja su paquete y abraza a Jaime).
Tienes?...
JAIME: Hierba? Nada! Para eso te estaba buscando!
WALTER: Dice mi ta que ests amargo.
JAIME: As me pongo, t sabes... ya me pas. Te viste con el Montoya?
WALTER: S...
JAIME: Ese tipo me cae espeso.
WALTER: A m tambin. Le arm bronca!
JAIME: Yo tambin!
WALTER: S? Con razn estaba tan furioso!
JAIME: Casi me mata.
WALTER: Aja y a m. Es una bestia tremenda.
JAIME: Es un perro! Est afanando a tu madrina?
WALTER: S, creo. T tambin ests celoso?
JAIME: T y yo, no? Sabemos que es mala influencia para la madrina.
WALTER: Es linda la ta! Qu haramos sin ella!
JAIME: No hagas preguntas idiotas! Tienes plata?
WALTER: Le saqu a las malas.
JAIME: Compramos droga?
WALTER: Vamos a vagar un rato hoy da estoy tranquilo, al menos hasta ahora.
JAIME: Yo no. Quiero un poco.
WALTER: Esprate!
JAIME: No puedo, quiero ahora!
WALTER: Ya... dime dnde la compramos?
JAIME: Estamos cerca de la casa del chino... vamos... cunto te dio la
madrina?
WALTER: (Se busca) Me dio mil soles, en un solo billete... espera (Se asusta) No
est! (Se busca ms angustiado. No lo encuentra) Tena que ser tan
pia! Se me cay la plata!
JAIME: Dnde!
WALTER: No s... sal del burdel y me fui para all, estaba buscndote por aqu.
JAIME: Ya la fregaste.
WALTER: La fregaste t que si te hubieras quedado all esperndome tranquilo
no me hubieras hecho caminar.
JAIME: Ahora te pones bravo? Hay que buscar!
WALTER: Hay que buscar! Ya no estar!
JAIME: Hay que hacer la prueba... (Buscan en el piso) Oye, no pasaras junto
a un ciego que hay por all?
WALTER: Cul?
JAIME: Un mendigo.
WALTER: Pas y me pidi diez soles. Se los di.
JAIME: Y de dnde sacaste diez soles?
WALTER: De... De... (Duda) Yo tena. (Saca billetes de diez soles) Yo tena!
JAIME: Se los agarr! Se los agarr! Los mil soles!
WALTER: No dices que es ciego?
JAIME: Se los diste, animal! Vamos a buscarlo!
Buscan. Regresan sobre sus pasos.
No est?! Se fue?
WALTER: No hay nadie! Mil soles son mil soles, la gente se tira de cabeza!
Quin te los va a devolver? Todo el mundo necesita plata! Carajjj!
(Se calla).
JAIME: Caramba, qu zonzo eres! Tenas que equivocarte!
WALTER: Mala suerte, hermann.
Qu llevas all?
WALTER: Ac? Ah, casi me olvido! Mira! (Va rompiendo envoltura) Pistolas!
(Saca un revlver y se lo da a Jaime).
JAIME: Son revlveres. Las pistolas son de caserina.
WALTER: No importa, da lo mismo... toma, una para ti, la otra para m.
JAIME: Con qu plata los compraste?
WALTER: Me los tir de un carro, en la guantera. Dejaron la luna abierta yo ni
saba que podan ser armas.
JAIME: (Las revisa) Las dos estn cargadas.
WALTER: Son calibre 38?
JAIME: Parece, s... son 38... Creo que con esto nos doblamos, la noche est
salvada. Vamos a tener buena plata!
WALTER: Nos salvamos?
JAIME: S, y nos vamos a divertir como locos! (Limpia el arma) Como locos!
Ren. Pausa entre pasitos cortos y paradas para revisar las armas. Son
nios con un juguete nuevo.
A dnde ahora?
WALTER: Tengo otra sorpresa... Hablaste t con Montoya?
JAIME: No. Quera matarlo.
WALTER: Sabes que tiene su laboratorio y que se lo lleva de aqu?
JAIME: Laboratorio? Yo solo saba que se iba...
WALTER: S, lo buscan porque ha matado a varios.
JAIME: Y lo identificaron! Buen bruto, caray!
WALTER: Y no sabes lo que me cont?
JAIME: Qu?
WALTER: Dice que su laboratorio es la casa donde viva antes; a seis cuadras de
aqu.
JAIME: Yo ya saba eso (Trata de recordar).
WALTER: Y all tiene yerba!
JAIME: Yerba en un laboratorio? No ser pasta de coca?
WALTER: No, yerba... dice que le pagaron no s qu deuda con una bolsa as
(Seala) de yerba y que la tiene guardada... No te tienta?
JAIME: En su casa es fcil entrar, pero si nos agarra morimos, y bien muertos!
Pero es bonito correr el riesgo, vamos?
WALTER: Vamos! (Caminan hacia la casa) Ya estamos cerca... es a dos cuadras
de aqu...
JAIME: Ojal que no est!
WALTER: No, se qued en el burdel tratando de convencer a la madrina.
JAIME: Para que lo deje entrar?
WALTER: No seas bobo, para acostarse con ella!
JAIME: La est trabajando?
WALTER: S.
JAIME: Nones... no nos conviene. Si se juntan mucho puede convencerla de
que ya no nos d propinas... Sonamos!
WALTER: Qu tanto problema, si no nos da plata, robaremos!
JAIME: (Jugando) Y si nos pillan?
WALTER: Correremos!
Ren. Llegan a la casa.
Huele!
JAIME: Uy! Que rico! No hay pasta por all?
Viva la vida!
WALTER: (Sin ningn entusiasmo) Viva (Est triste).
JAIME: Prate para decir viva!
WALTER: (Se para y habla sin ganas) Viva.
JAIME: (Despreciativo) Ya te entr la llorona! No tardas en ponerte a chillar!
WALTER: Pero es para llorar...
JAIME: Qu?
WALTER: Montoya no tiene ni cuarenta y ha matado a varios y ahora debe estar
con un pnico terrible... y hay que huir. No te das cuenta? Hay que
huir para no encontrar colores ajenos al paisaje, verde!
JAIME: Qu?
WALTER: Policas!
JAIME: Hablas como loco!
WALTER: Pobre Montoya. Y dicen que tiene su mujer en el puerto y ella tiene
un hijito y l le manda plata todos los meses para la comida...
JAIME: A todo el mundo le inventan historias.
WALTER: Nosotros tambin vamos a terminar escondindonos.
JAIME: No hables huevadas. Rete del mundo!
WALTER: (Desabrido) Ja, ja!
JAIME: Zonzo! (Pausa) Tienes plata?
WALTER: No te digo que se me perdi?
Aprate!
WALTER: Ya sali! Vamos!
JAIME: Puedes correr?
WALTER: (Entra sin bolsa de yerba pero con grabadora y pistola en mano) No pesa
nada, vamos!
En el descuido del dilogo el acompaante de la Hermana saca una
pistola.
JAIME: Corre!
Walter no hace caso. Los busca y al divisar algo que se mueve dispara
vaciando su arma contra ellos. Luego corre tras Jaime. Luz tenue por un
instante. Ambos caminan luego despreocupados, huecos. Walter lleva la
grabadora entre las manos. Las pistolas guardadas, ellos cansados.
La bolsa?
Qu tienes?
JAIME: Los mataste... yo estaba empezando a creer que la chiquilla era mi
hermana. Se pareca no?
WALTER: Un poco... todas las feas son iguales.
JAIME: Yo creo que era mi hermana.
WALTER: De repente...
JAIME: (Despreocupado) S, pues, de repente has matado a mi hermana.
WALTER: Los matamos entre los dos, no te hagas la vctima!
JAIME: No importa!
Siguen andando despreocupados. Jaime re de improviso a gritos.
Walter re con l.
JAIME: Salud!
Toman ambos de la botella. Estn eufricos. Bailan y cantan drogados).
FIN
Luis A. Ramos-Garca
University of Minnesota
Otras publicaciones:
En el jardn de Mnica. Lima: Editorial Pabelln D, 2008.
El Callao. Lima: Tranva editores, 2007. Poemario de cuarenta pginas.
Siete obras de teatro. Lima: Universidad Inca Garcilaso de la Vega, 2006. Contenido: Se
administra justicia, Se consigue Madera, Pre-texto, Los tocadores de tambor,
Pauelos, bandera y nubes, El Lazarillo, y un monlogo teatral.
Pinocho. Lima: Editorial Bracamoros, 2005. Adaptacin del original de Carlo Collodi.
Teatro hecho en el Per. Lima: Biblioteca Nacional, 2003. Reseas teatrales (1991-1998).
Boletn Tu hoja teatral, teln de boca. Ao 1, N 2. Lima, 2003. rgano informativo de la
actividad teatral universitaria, Hasta el 2006 han sido publicados seis boletines.
Obras para la escena. Lima: Editorial UNMSM, 2002. Contenido: En el jardn de
Mnica, Cuento alrededor de un crculo de espuma, Una obligacin, Una guerra que
no se pelea, La hija de Lope, Nia Florita, La Madre, Camille Claudel y Camino
de una sola va (indita, 2000).
Bertolt Brecht en el Per. Teatro. Lima: Biblioteca Nacional, 2001.
Muestra, Revista de Autores de Teatro Peruano. Muestra Ao 1, N 1. Lima, Enero 2000.
Joffr inici la edicin de los diez primeros nmeros de esta revista.
Cuentos de teatro para nios. Lima: Editorial BCR, 1998.
El libro de la Muestra de teatro peruano. Co-edicin Yadi Collazos, Sara Joffr, Ricardo
Morante y Mara Reyna. Lima: Lluvia Editores, Lima 1997.
Crticos, comentaristas y divulgadores. Lima: Lluvia Editores, 1993.
Teatro para la escuela. 4 piezas de un solo juego. Lima: Ediciones Homero, teatro de Grillos,
1984. Contiene: Cosecha, cosecha, La leyenda del pjaro flauta, Los Wari y La
mam Raiguana.
Escena 1
MNICA: Y ahora, iganme, hierbas: no quiero que me vuelvan a decir que las
han visto por all, casquivanas, locas, coqueteando con las hormigas.
(Se re largamente) Y t, rbol viejo, sucio, estpido, no te permitas
volver a araar las rodillas de mi amante... sera yo capaz de arrancarte
ese nido que cuidas tanto y les retorcera el cuello pelado a esos tontos
pjaros que viven en l! Ah! Quiero que les digas que se callen. Todo
el da andan haciendo bulla. Ellos creen que cantan muy bien no?...
Pues estn muy equivocados! (Pausa) equivocados... (Su voz es ahora
desprevenida e infantil) Equivocados? Uy! Qu quiere decir esa
palabra?... equivocados... Yo tena una mueca, dnde la he metido?
(Empieza a buscar la mueca ridculamente, sin buscarla, en realidad ella
sabe que la mueca no est all, que no estuvo nunca. El tono de su voz es
falso, sus manos estn inseguras pero tratan de aparentar que ella tambin
cree en lo que dice) Esa mueca rubia, tan linda. Oh! Pero qu
Escena 2
Aparece una nia, sus trenzas acabadas de peinar y sus grandes lazos
sealan las manos de la madre amorosa sobre su cabeza; todo su
aspecto indica el cuidado con que la tratan, aunque dista mucho de
estar vestida con elegancia. Sus ojos son tranquilos y su aire confiado.
Se acerca a Mnica que espera con la mano tendida el contacto con la
rata, y ella, con cierto temor, estira tambin la mano hasta ponerla en
la de Mnica. Esta se sorprende mucho al sentir el contacto nuevo,
inesperado, tibio. No quiere abrir los ojos porque teme que al hacerlo
no sienta ya ms esa mano entre la suya. Aprieta la mano, primero con
suavidad y desconfianza, poco a poco va aumentando la presin hasta
que por fin clava sus pequeas uas y La Nia grita. Mnica abre los
ojos, contempla a La Nia sin soltarle la mano, se aleja de ella para
mirarla mejor y empieza a rer. La nia la mira atnita, por fin la risa de
Mnica la va poniendo nerviosa, no sabe qu hacer. Se tapa las orejas
con las manos y observa a Mnica con desagrado. Como Mnica no para
de rer corre hacia ella y le cubre la boca con las manos. Mnica la
muerde. La Nia corre gritando y se refugia tras el rbol.
Lo has encontrado?
LA NIA: (Yendo hacia Mnica) No. No hay nada.
MNICA: Fjate t misma para que veas que no miento, busca, busca en este
bolsillo!
LA NIA: (Mete su mano en el bolsillo de Mnica) No, aqu no hay ningn
carrete.
MNICA: Oh! Eso ya lo s, pero qu hay all?
LA NIA: Nada.
MNICA: Ests segura?
LA NIA: S!
MNICA: (Tomando la mano de La Nia y ponindola dentro del agujero) Nada?
LA NIA: Nada.
MNICA: (Con clera) Y el agujero?
LA NIA: Ah, s, pero yo no buscaba un agujero sino un carrete.
MNICA: Es que por ah debe haberse cado el carrete.
LA NIA: No. El hueco es muy pequeo.
MNICA: (No quiere discutir, le desagrada. Camina por todos lados dndose
importancia y busca algo para maravillar a La Nia. Opta por hacer
como si saludara a alguien que pasa) Hola, seor cartero! Lleva usted
muchas cartas? Espero que las mas las haya dejado en el saln
principal; sabe usted muy bien que las cartas que recibo son muy
importantes, tienen dentro muchas figuras de pjaros y adems traen
estampillas.
LA NIA: (Busca a la persona con quien habla Mnica) Te escriben a ti?
MNICA: (Muy alegre de conseguir lo que quera) Claro que s!
LA NIA: Muchas cartas?
MNICA: Muchas!
LA NIA: Qu raro!
Ratita!
La nia quieta, espera.
MNICA: Ratita!
La desesperacin de Mnica es ineludible tambin. La Nia voltea y la mira.
Mnica est llorando. Sin sollozos. Sin movimiento. Abundantemente. Las
lgrimas le mojan la cara y ella no hace nada por detenerlas. Llorar parece
ser un asunto particular de sus ojos, su carita no se descompone.
MNICA: (Se acerca despacio, triunfante, est muy alegre de su buena accin. Pone
en las manos de La Nia el esqueleto del pjaro) Abre los ojos!
LA NIA: (Mira asustada lo que tiene en las manos y lo tira) Qu es esto?
MNICA: Por qu lo tiras? No lo quieres?
LA NIA: (Sobriamente) Es un pjaro muerto, sucio, huele mal!
MNICA: (No puede creer lo que oye, va y recoge el pajarito, lo acaricia) Pobrecito
mo! La ratita es muy tonta! Te rompi algn hueso? (Se acerca a La
Nia). Tmalo, te lo regalo!
LA NIA: (Retrocediendo) No lo quiero! Quiero irme a mi casa!
MNICA: Por qu? (Toma de la mano a La Nia) Es un pjaro muy lindo,
mralo bien, tiene las plumas azules, el pechito rojo, adems sabe
abrir su piquito y cantar. (Escucha). No oyes? Cmo puedes ser tan
cruel con l si est cantando tan bonito para que t oigas?
LA NIA: T crees de verdad que l est cantando?
MNICA: S! No lo oyes t?
LA NIA: (Duda y trata de escuchar) Yo...
MNICA: (Tiembla. Suelta la mano de La Nia y corre con el pjaro en la mano)
Mira Yo corro ms ligero que t!
La nia se ha quedado pensando. No escucha ni ve a Mnica que corre
de un lado a otro tratando de llamar la atencin. Abre la bolsita que lleva
y saca un pltano y un pan. Empieza a pelar el pltano lentamente.
Mnica la ve. Deja olvidado el pjaro en el suelo. Mnica tiene hambre.
Se ha olvidado de correr tambin. Se acerca a La Nia. La Nia se sienta.
Mnica la imita. La Nia da la espalda a Mnica. Quedan en silencio.
Ay, cmo molestan estas tijeras para cortar las dalias! El afilador es
un hombre muy descarado, cobr mucho dinero para afilarlas y mira
t... mejor ser que termine mi trabajo con las manos. Oh! Qu
bella es esta dalia, difcilmente se podr volver a ver otra ms linda!
No me da pena cortarla porque es para tu mam. Pero promteme
que le dirs que se las mando yo... Ella querr venir a agradecerme
trayndome tortas... (Piensa y se detiene. Voltea hacia La Nia) Sabe
hacer tortas tu mam?
LA NIA: S. Hace unas tortas muy ricas. Nos las da cuando nos portamos
bien...
MNICA: (Con rabia tira el ramo que estaba haciendo y lo pisotea en el suelo)
Portarse bien!... Siempre me he portado bien y nunca he comido
otra cosa que sopa, sopa negra, negra y aguada que ella cocina. Y
naturalmente debo estar alegre. Muy alegre. Claro que estoy alegre.
Me ro mucho. Quieres que me ra? (Empieza a rerse).
LA NIA: (Grita desesperadamente para que se calle) Oye, no te ras as!
Toma!
MNICA: (Se detiene y mira el pastel) Para m?
LA NIA: Cmetelo!
MNICA: (Recibindolo y dudando) Por qu me lo das?
LA NIA: No s.
MNICA: (Triste) Ya s lo que te pasa... No te gusta como me ro, no? (Se come
el pastel).
LA NIA: Mis hermanitas no se ren tan fuerte.
MNICA: (Vanidosa) S. No hay nadie que pueda rerse como yo!
LA NIA: Oye!
MNICA: Qu?
LA NIA: Es verdad que t oas cantar al pjaro?
MNICA: S. Cantaba muy bonito, no?
LA NIA: (Tratando de recordar porque ya no est muy segura si oy o no al pjaro.
Prefiere creer que lo oy) S, cantaba muy bonito... Dnde est?
MNICA: Quin?
LA NIA: Dnde est el pjaro?
MNICA: Ah, se vol!
LA NIA: Vol?
MNICA: No lo viste t salir volando por encima del rbol?
LA NIA: No. No lo vi.
MNICA: (Simplemente) Por eso es mejor retorcerles el cuello.
LA NIA: A quines?
MNICA: A los pjaros!
LA NIA: Por qu?
MNICA: Vaya si eres tonta! Para que no se vuelen, as podrs tener un
montn y los dejars donde quieras!
Callan las dos.
LA NIA:
Rara?
MNICA: S. Haces cosas muy graciosas con la boca. Mira, as: (Hace juegos con
la boca realmente divertidos, mueve por fin la nariz, los ojos).
La Nia se re de buena gana.
Escena 3
Se adelanta bailando con los ojos cerrados. La Nia se ha parado para
irse. Pero se detiene; encima del muro se ve sentado a un muchacho
que tiene una cometa. l est all hace un buen rato mirndolas jugar.
Se tira del muro y cae en el jardn sin hacer ruido. Sigue a Mnica en
su baile, curioso, por fin la toma de la mano cuando ella dice:
MNICA: Los conejos! Los conejos que viven debajo del rbol... (Lo toma de la
mano y lo hace sentar) Ahora vas a sentarte all quieto y la ratita y yo
te daremos pasteles. Tenemos muchos. Verdad, ratita? Los hemos
escondido. Los escondimos porque hoy mismo vendr a visitarnos
(Oye un pequeo ruido que la sobresalta y se detiene. No, no hay nada)
a visitarnos un prncipe y le convidaremos pasteles, pero como
tambin a los ratones les gustan mucho... (La carita de Mnica
cambia, algo la toma del cuello, algo fro que la paraliza. Se oye un grito.
Un grito autoritario. Terrible. Es un remedo exagerado de la voz que
Mnica adoptaba para insultar o imitar).
LA VOZ: Mnica!
TELN
Luis A. Ramos-Garca
University of Minnesota
PERSONAJES
LEONARDO
CLARA
RODOLFO
AMANDA
LUCHITO
SIMN
CORIFEO O CORO
CLARA: Terminaste?
LEONARDO: No... tengo sed.
CLARA: Tienes miedo. Hace das que al miedo le llamas sed.
LEONARDO: Desde cuando... piensas.
CLARA: Miedo, miedo porque sabes muy bien que no es justo, porque a pesar
de todo eres un hombre bueno, porque tu hijo te escucha cada
noche... Ven, mira cmo repite los textos de la obra, se balancea
lentamente y agarra con fuerza su cordn umbilical en los momentos
tensos. l tambin tiene miedo... Yo tengo miedo, es normal, es
humano... Todava puedes renunciar
LEONARDO: Clara... ya hablamos de eso.
CLARA: S, pero es cruel.
LEONARDO: El teatro es cruel. Es cruel para el actor que vive por dos horas una
vida mejor que la suya y regresa a casa a repetir sus miserias. Es cruel
para el pblico: los espectadores son burlados por un hombre que
ingeniosamente los insulta. Al espectador le quedan dos alternativas:
ser sumamente bruto y no darse cuenta, o ser sumamente inteligente
y simular que no se da cuenta. Estos cuatro actores que he escogido
no tienen mejor opcin de vida que actuar en mi obra. Sus vidas
como hombres son tan flacas, deslucidas... que se vern mejor fuera
de ellas. Y como actores nadie los va a llamar No existen.
CLARA: Y por eso... merecen morir?
LEONARDO: Ellos no me regalan su muerte. Yo pago por ellas y pago con creces.
Fama, dinero y gloria: quedarn como hroes. Como cuatro mrtires
del teatro mundial. Cuatro hombres que tuvieron el placer voluntario
de morir en escena, de regalar su sangre para el aplauso, de no
CORO: Por supuesto que no. Usted es un artista, pero debe comprender lo
doloroso que es para m perder un hijo. Creo que luego tendr que
rehacer mi vida y la de mi esposa. Despus de Luchito, no quisimos
tener hijos. Tenamos miedo, me entiende?... Podra ser la
oportunidad para adoptar uno y hacer que Luchito viva otra vida...
Como en el teatro, usted lo sabe mejor que yo. Un hijo ms podra
calmar el dolor.
LUCHITO: Un hermanito.
CORO: S, hijo... un hermanito. Ya habl con mi esposa y est de acuerdo,
siempre y cuando la cifra sea razonable... No es por una cuestin
econmica... me comprende?... Sino que tendramos que irnos lejos,
evadir las preguntas: la nica manera que nos quedara para ser felices
sera ser annimos.
LEONARDO: Exactamente lo contrario a la ma. Luchito, has actuado antes?
LUCHITO: S... en el colegio haba un grupo. Yo hice de galn. Todas las
chicas se enamoraban de m. Luego venan los aplausos... Van a
haber aplausos ahora?
LEONARDO: S.
LUCHITO: Cuando acto, siento que me quieren ms, que soy normal. Mucha
gente te abraza el da que actas. Yo no quera irme del colegio ese
da: dormir en el teatro y soar con los abrazos y los besos. Quera ser
ms tiempo el galn... Perfecto... Hermoso. Y que todos me miren y
CLARA: Mis pies son cobardes. Nunca se atrevieron a ser bellos. Un pie bello
tiene las uas claras y armnicas. La planta es suave al tacto y nunca
tiene sudor. El empeine es pleno y en su estiramiento tiene cierta
distincin. Un pie, para ser bello, tiene que ser virgen, no puede
haber sufrido, no puede tener heridas, sus cicatrices no deben verse a
diez centmetros de distancia. Yo soy como mi pie. Pequea,
deforme, asimtrica, sufrida. Mis uas son parte de m: sin voluntad,
sin carcter, con intenciones perdidas, con matices amarillentos de
tanto no luchar por algo, como mis sueos: toscos y mal delineados.
Mis dedos se han dejado llevar por la inercia como mis impulsos ms
primarios. Los dedos de un pie bello apuntan a una misma direccin,
los huesillos corren fluidos y serenos en una suave lnea recta,
quebrada apenas por la emocin que le otorga la postura final. Mis
dedos, en cambio, apuntan siempre hacia abajo, derrotados. Soy un
pie feo que quiere ser madre de un pie bello para darle de lactar,
lactar, nada ms. Mis pies son mi vida, o acaso no es cierto?... Yo te
sufro, Leonardo. Tu sudor, tu olor, tu cuerpo restregndose... Todo,
todo, es sucio, absurdo, o acaso no es cierto, Clarita? S, s es cierto.
Nunca sent placer. Me invade un seor pattico, incluso cuando no
quiero. Cundo he querido? Yo no he querido. Nunca te he
extraado. Soy un pie, un pie es imposible que ame al zapato, por
ms bello que este sea. Un pie no debera caminar nunca. Solo
debera ser admirado. Deberamos gatear. Las rodillas son ms feas:
que se gasten ellas. Imagino. Es ms grande el placer a solas. Ser
Un ensayo general,
un ltimo ensayo.
Acaso es real?
Se puede realmente mentir
cuando se trata de morir?
AMANDA: No... No te acuerdas del trato que hicimos? Soy gorda. Es por eso
que te olvidas, pero soy rotunda y vas a sentir lo que nunca te
imaginaste. Tengo un cuerpo hambriento, listo para complacerte,
para quitarte las ganas de tener sexo por aos. Tcame, soy una
mujer. Mrame bien, soy una mujer. Aunque no lo creas, soy una
mujer. Varios aos de mi vida pens que no lo era, pens que el hecho
de tener senos y vagina era algo accidental. Un hecho fortuito que no
me haca mujer, sino algo parecido. Cuando ni un solo hombre te
mira... empiezas a negarte. Es tan triste depender de un hombre para
ser mujer... Ahora ya no lo siento, ahora simplemente soy y yo te he
escogido. Repite el texto del retardado cuando est a punto de
suicidarse.
LEONARDO: Amanda, por favor
AMANDA: Reptelo he dicho.
LEONARDO: Pareciera que la casa esta vaca. Sin gente, sin voces, sin muebles, sin
alma.
AMANDA: Sigue, mi amor. Sigue, Leonardo, mi vida.
LEONARDO: Debe ser porque nadie me mira. A lo mejor me he ido volviendo
invisible. S, incluso cuando lloro, ya no me mojo... A lo mejor, he
perdido la cara... porque la gente al pasar nunca se detiene a
mirarme... Solo aguanta un rato y me mira ac, en la frente. Nunca
a los ojos. Mis ojos se estn gastando de tanto que no los miran. Mi
corazn se est muriendo de tanto que no lo aman. Por eso, morir
debe ser divertido, porque dejas de ser invisible. Porque a tu carne de
nuevo la miran. Porque hay lgrimas que te mojan. Vamos!... Vamos
a morir y, mientras caiga, soar con todos los ojos que me estarn
mirando!
Se escucha un portazo.
Pareciera que el teatro est vaco, sin gente, sin voces, sin focos, sin
alma. Debe ser porque nadie me mira. A lo mejor, soy un actor
invisible... En escena lloro y no me mojo la cara... A lo mejor, la he
perdido y no me he dado cuenta... porque el pblico nunca se
detiene a mirarme... Solo aguanta un rato y me mira ac en la frente...
Nunca a los ojos. Mis ojos se estn gastando de tanto que no los
miran. Mi corazn se est muriendo de tanto que no lo aman. Mi
LEONARDO: Pareciera que la casa est vaca, sin gente, sin voces, sin muebles, sin
alma. Debe ser porque nadie me mira. A lo mejor, me he ido
volviendo invisible... S, incluso cuando lloro, ya no me mojo... A lo
mejor... he perdido la cara. Porque la gente, al pasar, nunca se detiene
a mirarme... Solo aguanta un rato y me mira ac, en la frente. Mis
ojos se estn gastando de tanto que no los miran. Mi corazn se est
muriendo de tanto que no lo aman. Por eso, morir debe ser divertido,
porque dejas de ser invisible. Porque a tu carne de nuevo la miran.
Porque hay lgrimas que te mojan. Pero soy cobarde y no puedo
morir. No lo voy a hacer. Mi vida es tan pobre, tan miserable, que a
lo mejor soy inmortal. S, mi nico castigo es ser inmortal.
Se siente un vaco escnico. Amanda se demora en entrar.
AMANDA: Tengo sed, tengo sed... Mira cmo me tiemblan las manos. Mira
cmo flaquean mis piernas.
Entran Simn y Rodolfo.
LEONARDO: Mam... tienes que seguir jugando. Tienes que acabar el juego. Pap
ya vino.
AMANDA: No ves... Me tiemblan las manos!
LEONARDO: El pblico nunca mira las manos. Solo las caras. Les interesa saber si
es que el actor pudo llorar, si es que es capaz de hacerlos rer. Necesitan
medir su inteligencia con la de los actores. Por eso vienen al teatro El
pblico nunca mira las manos! La escena contina, les bast mirar tu
cara, mam. La escena contina porque no hay nadie tan sensible que
vaya al teatro para mirar las manos. Ni siquiera nosotros las miramos!
Ahora clmate y sigue... Sigue!... Pon en tu cara dolor y bastar, te
juro que bastar... Nadie las ha mirado!... Tendra que cortarte la
mano, solo as la miraran, con cierto morbo, para examinar la
gravedad de la mutilacin y poder sentir superioridad... No miramos
as a los mancos?... Los saludamos y tratamos que no se den cuenta de
que les miramos su mano a pesar de que nos da asco y pena. Y,
conscientes de lo que sentimos, les sonremos... Tratamos de ser
naturales, pero nuestra mirada siempre escapa hacia su mano... porque
una mano igual no la miramos, no sirve, nos da miedo... Esa mano
puede ser ms perfecta que la nuestra... El pblico es tan imbcil que
nunca mira las manos. Te puedo asegurar que hasta este momento
ningn espectador lo hizo. No pagan por eso. Ahora contina, vamos,
tranquila... He trado tu arma...
AMANDA: He trado tu arma porque nuestra vida ya no existe. Te la voy a dar
te la voy a dar pero si no me matas, te juro que te mato. Delante
de nuestro hijo y de nuestro fiel criado negro. Toma (Le entrega el
arma a Rodolfo) y acabemos con toda esta ficcin inventada por un
imbcil... pero aprate, si no te arranco el arma y te mato.
Amanda entra en shock. Rodolfo la apunta. No puede hacerlo. Leonardo
lo mira.
Leonardo sale.
SIMN:
No se preocupe, seor. Voy a morir delante de usted. La traicin
no es traicin hasta que se descubre y usted la descubri. No merezco
seguir viviendo. Pero el ruido de la bala me asusta. Tomar un jugo
que he preparado, un jugo que me har morir rpidamente. No se
preocupe.
RODOLFO: Hazlo.
SIMN: (Sale y vuelve con un vaso) Los negros no cambiamos mucho con la
muerte... (Se calla) Todos los espectadores me van a disculpar. No voy
a decir el texto que escribi Leonardo. Adems, no importa, para esta
funcin eso no importa. Renzo... hijo, t ests orgulloso de que tu
padre sea actor... verdad? Ests ah, sentadito en la platea sin
entender nada todava, porque solo esperas el momento para
aplaudir. Y vas a poder hacerlo. Tu mam va a aplaudir por primera
vez. Solo quiero que terminada la funcin, te vayas rpido. Pap va a
demorarse en volver, pap hoy da no tiene ganas de pararse a recibir
los aplausos. Esta funcin que quede como secreto entre nosotros. Si
no te voy a ver, no te preocupes, yo te quiero. Solo que el teatro... los
ensayos y las funciones me quitan mucho tiempo, hijito. Te vas
rpido, s? Ya me callo, Renzo, tengo que seguir trabajando.
Simn toma lentamente el veneno. Muere sentado, mientras mira al
pblico y llora serenamente.
RODOLFO: Ahora estoy solo... Ahora solo falto yo. Oh, tristeza que todo lo
corrompes! Ay, msero de m, infeliz! Por qu no puedo recordar mis
textos? Soy mil hombres... Saber que otro hombre come dentro de
m... Has muerto, mujer... Mi Ofelia, mi dulce Ofelia sin Laertes que
la defienda... La belleza es la peor enemiga de la prudencia... Anda a
un convento, Amanda, anda a un convento, Ofelia... Ests aqu... oh
lecho nupcial, oh morada subterrnea... Mi hijo... Mi hijo ya no ha
muerto... Mi reino por mi memoria... El negro... El fiel criado
negro... Mi fiel y celoso Otelo muerto... Me mira endiabladamente...
Tu cortesa era una de las formas ms antiguas del odio... Cuando un
actor muere... arrastra a su tumba a mil hombres, nace otro actor y
RODOLFO: El actor vive ms vidas que Dios... Cuntas vidas hay en este teatro?
Rodolfo Velarde no se muere solo.
Sale y regresa con Leonardo, al cual lo tiene sujeto del cuello mientras
lo apunta con el arma.
RODOLFO: Ahora falta decidir. A quin le toca, fiel criado? T, hijo, anda a
dormir.
LEONARDO: No quiero.
RODOLFO: Anda.
CLARA: Eres un buen chico, Luchito. Eres un hijito grande, pero hijito.
Sigue, hijo, sigue. De qu color es el placer? De qu color la
fantasa? Tiene color la muerte?... Sigue, mi nuevo hijo, sigue... Por
favor, sigue...
LUCHITO: No, hay que escaparnos.
CLARA: Hemos hecho un trato... No te acuerdas?
LUCHITO: No... Es que... Yo no quiero morir... A m no me gusta mucho
morir... A nadie le gusta mucho... T eres mi otra mam... Las mams
nunca quieren que los hijos se mueran... Yo me voy.
CLARA: Seor actor, falta una muerte... Venga... Cualquiera de los dos...
Quien sea.
Se apagan las luces Clara toma la pistola y lentamente apunta a
Rodolfo, mientras este, con los ojos perdidos, repite suavemente su
texto final. Clara dispara. Se voltea hacia el pblico.
Y yo no he muerto.
Clara hace una lenta venia y, entre su llanto, se escucha una dulce
meloda. Apagn progresivo y final.
Luis A. Ramos-Garca
University of Minnesota
Gabriel (1973).
El ascensor (1973).
La chusma est de moda (1974).
La muerte de Juan Prez (1974).
Qu sucedi en Pasos? (1975).
Pasakn (1976).
El padrino (1977).
Por la patria (1979).
Un genio en la quebrada (1985).
Soar s cuesta mucho (1988) (Contenido: Ipacankure, El cielo alcanza para todos, El
cuenteo (o la mejor forma de cruzar el lodazal), El ascensor, El padrino, Conoces el
cuento de Robinson Crusoe? y Soar s cuesta mucho).
Crnica para el rey (1988).
Ar, Ar, Guagua mundo (1989).
Las noches de Luna (1999).
Al diablo los cambios (2001).
La cabeza de Lope de Aguirre (2001).
El secreto de la papa (2005).
Otras publicaciones:
Muerte del ngel (1968) Cuentos.
La noche de los Sprunkos (1969) Cuentos.
El soldadito de molle y otros cuentos (1974) Cuento.
La riqueza del cerro Tullu (1988) Cuento.
Por qu los perros se huelen las colas (2006) Cuento.
PERSONAJES
REMIGIA
LUCA
UN ANDRAJOSO
REMIGIA: (A modo de saludo) Cmo ests, ah? Cmo ests? Cmo pues, ah?
LUCA: A m me hablas? No te conozco.
REMIGIA: No me conoces? Tan ingrata eres? Es que el mundo es tan grande
y el corazn tan chiquito?
LUCA: (Sonre) Quin eres?
REMIGIA: Todava me lo preguntas? En verdad da vergenza estar delante de
ti, como pordiosera, pidiendo que al menos tus ojos me reconozcan...
O es que estoy ms vieja y fea quede costumbre? (Suspira fuerte) As
es la vida pues (Hace como que se va resignada).
LUCA: Espera. Creo que me ests confundiendo con otra persona.
REMIGIA: T eres quien me confunde con cualquier desconocida. No es triste
ser siempre una desconocida?
LUCA: Bueno, bueno, no te pongas trgica.
REMIGIA: (Aprovechando) Ves, ves, ya vas siendo la de siempre, s? Mi gran
patroncita Rosala!
LUCA: Yo me llamo Luca.
REMIGIA: Te cambiaste de nombre? Por qu, ah? Ahh ya s. A ti siempre te
aburrieron las mismas cosas. Pero qu importa, es lo de menos pues.
Yo soy la misma Remigia. Te acuerdas cuando jugbamos a la bella
y al mounstruo?
REMIGIA: No...
LUCA: Yo no revent, estpida! Abort peor que un animal! Ahh, cmo
escap pudrindome de a pocos. Sabes cmo es de fuerte cuando
una se aferra a la vida? Yo viv, s, viv! Viv contra el mandato de
Dios y del mismo diablo! (Suspira. Se limpia el sudor). Ya no habra
deshonor para el hogar del grande y del buen doctor Monteagudo...
REMIGIA: (Pasmada) Eres t, Ros... eres t?
LUCA: Ros, Ros, la hermosa y mimada Rosala. La reina del pueblo. La hija
del dignsimo y sabiondo doctor Monteagudo... La hija del poderoso
y temido doctor Monteagudo que reuna en su casa a los caballeros
ms guapos de Lima y de todo el mundo... (Cansada) La hija, en fin,
que ha vuelto despus de 35 aos intiles...
REMIGIA: No puede ser pues... Yo te dej muerta, bes tus manitas fras... No
me hagas este cuenteo, no... no, patroncita...
LUCA: Preferiras que fuera un fantasma, no, Remi, no?
REMIGIA: Yo... yo solo cumpl las rdenes del doctor Monteagudo... l me
hubiera matado pues...
LUCA: (Re) Qu te iba a matar, acaso no eras su fiel alcahueta? Pero
cometiste la brutalidad de aguaitarlo haciendo sus cochinadas con los
caballeros de aquella noche. (Re) Quieres otro cuenteo?
REMIGIA: Yo pagu, nia, ya pagu... Mi hijita muri... Me la mataron, y sobre
la pena de su almita, de sus ojitos que jams me veran lavando su
ropita a m me echaron la culpa! (Llora fuerte) Me echaron tan
horrible culpa, madrecita!
LUCA: No, hija, t la mataste porque eres una india ignorante, promiscua,
ladina. Seras capaz de llamar mentiroso al doctor Monteagudo? Te
atreveras? (Coge el cuchillo) Yo no era la hija del doctor Monteagudo.
Simplemente fui la pantalla de un hombre honorable, respetable, con
mucha influencia. (Grita) Yo no era ni soy la hija de ningn
maricn!
REMIGIA: Ros, Ros, pueden escucharte, t eres una seorita, Ros...
LUCA: Escucharme? Quin? Los quince mil habitantes que arroj la
sequa? Los quince mil que sepultaron sus cantos? Quines? Los
pobres diablos que murieron de hambre? Los quince mil que fueron
despojados hasta su ltima generacin, hasta su ltima gota de
sangre? Acaso escuchan los muertos, acaso escuchan los
desaparecidos? Por Dios, Remi, vuelve a la realidad y ponle flores a tu
REMIGIA: Ay, mi nia Ros! Mi nia, ayy! (Se tambalea. Cae. Al pblico) Qu
bruta soy, ca de poto con el cuchillito en mi barriga
LUCA: Idiota, idiota... yo no vine a vengarme de ti... idiota.
REMIGIA: Haz de cuenta que ya te vengaste en todos... para qu ms puede
servir una chola?... Yo no mat a mi hijita no la mat!
Empieza a soplar el viento.
LUCA: Dios mo... (La abraza) Mi pequea bestia... de todas maneras has
pagado por todos... menos por m... Ahora esto es lo ms cierto,
pobre, pobre...
REMIGIA: Gracias, Ros, no sabes cunto bien me hace tu compasin.
LUCA: (Con dolor) Pero si te quise de verdad, mamita...
REMIGIA: Eres una santa, un angelito pues... Pero vete, anda noms, mi nia,
no vayan a echarte la culpa, ves? estoy apretando mis huellas en mi
panza, el cuchillito dir que por sonsa me mat, por ignorante,
porque andaba metida con los terrucos y haba matado no s a
cuntos sinchis y muchos pobres campesinos
LUCA: Qu cosas dices, Remi... Este es un pueblo abandonado, un pueblo
donde no hay ni moscas como t dijiste. (Sonre con amargura) Y si
las dos furamos fantasmas? Sabas que nos encontraramos 35 aos
despus y todava en este maldito mundo? (Le golpea la mejilla)
Remigia... Remigia! (La sacude) Contstame mierda! (Adolorida) Ya
no soy tu nia linda y temible... soy una cualquiera... Remi, Remi,
escchame... Te ordeno que vivas! Te ordeno que no te mueras! (La
suelta). T, la pisoteada, la mentida, la ms negada, t s me quisiste
de verdad... Debas ponerte brava cuando justamente tenamos la
oportunidad de volver a encontrarnos? Pobrecita mi chola, solo
alcanz a perfeccionar su torpeza, sus animaladas... Solo vivi para
servir al doctor Monteagudo an ms all de su cochina muerte...
Lima, Ayacucho,
1987-1988
Luis A. Ramos-Garca
University of Minnesota
PERSONAJES
MADES
MEDUS
Acto nico
LA ACCIN SE REALIZA EN UN CIRCO. ENSERES ANTIGUOS Y MUY DETERIORADOS.
MADES DE 50 AOS Y MEDUS DE 19 AOS, AMBOS ESTN VESTIDOS DE
ARLEQUINES. SE ESCUCHA UNA MELODA CIRCENSE.
MADES: Ubica el tiempo y deja girar tus manos. Ubica el alma y deja el
hambre para los pobres de espritu. Ubica tus ojos y el sol navegar
en tu galaxia.
MEDUS: (Haciendo lo mismo que Mades) Ubica el intestino sobre tu corazn.
Ubica el tiempo en la dicha y vers que no existe. Ubica los pulmones
sobre la lengua y hablars mejor.
MADES: Ubica tu espalda sobre el yugo. Ubica el silencio interior de tu pasado.
Ubica las calles desgaitadas sobre la masa, gritando, gritaandooo...
MEDUS: Perders el ngulo vocal...
MADES: Hace tiempo.
MEDUS: No hay tiempo cuando se trabaja la voz...
MADES: Y cuando se trabaja el cuerpo no se habla.
Silencio.
MEDUS: Es suficiente.
MADES: S.
MEDUS: Pronto llegar.
MADES: Quin?
MEDUS: La gente.
MADES: S.
Silencio.
MADES: Para m... para m, seor, escchelo bien, no tiene nada de disparatado
hablar despierto.
MEDUS: No, si est dormido, seor.
MADES: Quiere que me ra por eso?
MEDUS: No me opongo.
MADES: Pero quiere que me ra?
MEDUS: Si usted lo desea.
MADES: Pero usted quiere que me ra?
MEDUS: (Molesto) S, s. Quiero que se ra, seor.
MADES: Ah, quiere que me ra, verdad, seor? Que me ra de esa estupidez?
Por eso estamos como estamos, metidos en aceite hasta los zapatos.
MEDUS: No se meta con mis zapatos, seor!
MADES: Sus zapatos no me interesan.
MEDUS: Ah, le interesan mis medias?
MADES: Ni sus medias ni sus zapatos, seor.
MEDUS: Ah, ahora caigo, lo que le interesan son mis pies!
MADES: (Sorprendido) Sus pies?
MEDUS: Y no disimule, que la cara no le ayuda.
MADES: Qu tiene mi cara, seor?
MEDUS: (En secreto) Es usted un ex convicto verdad?
Mades asiente.
...tu estmago reducido, tus flechas sin arco, tu sangre sin venas, tu
lengua atada a un palo muerto, tus iris girando fuera de las crneas.
MADES: Ayyy!
MEDUS: Primero la accin y luego la palabra.
MADES: Primero la vida, luego la muerte.
MEDUS: Primero el dolor, luego el silencio.
MADES: Primero el hambre, luego la lcera.
MEDUS: Primero t, luego yo.
MADES: Primero el placer y...
MEDUS: (Canta).
Yo nac en una barca de papel,
con cimientos de flores.
Yo nac mirando el sol,
con un corazn por estmago.
La barca creci conmigo,
sus azulados espejos alumbraron mis ojos,
mi tristeza arrull su alegra
y sus maderos de tinta fina,
dibujaron mis prematuras arrugas.
Barca del pescador,
qu vaca ests!
MADES: Ah, caballero, lo veo despierto an, son los gallos o los grillos los que
se desgaitan afuera!
MEDUS: (Como Arlequn) Es el viento, me sorprende no saber la diferencia,
siendo usted mi msico.
MADES: Tengo atrofiado el odo y el alma tambin. Soy mdico y vengo a
verle.
MEDUS: A m, para qu? Yo no soy el problema, mis pulmones son los que
estn agobiados.
MADES: Es el aire, lo que le hace dao.
medus: Ya lo s. Pero mi enfermedad no est en mis pulmones, seor.
MADES: Dnde, entonces?
MEDUS: Est en el alma.
MADES: No me diga que es usted mdico?
MEDUS: No, pero no necesito serlo para saber lo que tengo.
MADES: Entonces, por qu no se trata usted mismo?
MEDUS: No puedo.
MADES: Por qu?
MEDUS: Porque tengo el alma muy delgada y no soportara el ms ligero
tratamiento. Se imagina usted, hacer un corte de bistur y equivocar
la medida exacta? Mi alma se desangrara. Y no existen transfusiones
para un alma desangrada.
MADES: Y entonces qu debe hacer.
MEDUS: Engrosar el alma.
MADES: Pues qu espera, coma, beba, trague si es necesario, pero no se descuide.
MEDUS: Pero qu bruto es usted, seor! As no se engrosa el alma.
MEDUS: (Muy dbil) Aqu estoy, sobre el hilo delgado de mis fuerzas, contigo!
(Muere).
MADES: (Como Arlequn) Caballero, qu manas son esas, no viene conmigo
al balcn?
Medus en silencio.
Se acuerda de la revolucin?
Medus en silencio.
FIN
Laurietz Seda
University of Connecticut
El ao 1947 ser clave para la historia de Puerto Rico debido a que ese ao el
Congreso de Estados Unidos enmienda la Ley Jones para permitir que los
puertorriqueos puedan elegir por primera vez a su propio gobernador19. Es as
como al siguiente ao es seleccionado por voto popular Luis Muoz Marn como
el primer gobernador puertorriqueo. Este tomar posesin oficial del cargo el 2
de enero de 1949. Muoz Marn gobernar la Isla por cuatro periodos
consecutivos, de 1949 a1964. Bajo su mandato se establecern tres grandes
proyectos: 1) Operacin Manos a la Obra tambin conocida como Operacin
Bootstrap. Con este proyecto la economa se transformar de agrcola a industrial
gracias a que permitir que grandes empresas estadounidenses establezcan fbricas
en la Isla. Estas empresas han de beneficiarse de excensiones de impuestos
empresariales y de la mano de obra barata. Para el ao 1965 el ritmo de apertura
de fbricas ser de aproximadamente dos por semana. 2) Con la Operacin
Estado Libre Asociado, el 25 de julio de 1952 se firma la constitucin y Puerto
Rico se convierte en un Estado Libre Asociado a Estados Unidos20. 3) Operacin
Serenidad proveer organismos e infraestructura para el desarrollo del ambiente
cultural de la Isla. As en 1949 se crear la Divisin de la Educacin de la
Comunidad para alfabetizar adultos. En 1955 se fundar el Instituto de Cultura
Puertorriquea y en 1958 se crearn los servicios de radio y televisin pblica. En
1958 se inaugurarn tambin el 1er Festival de Msica Pablo Casals y el 1er Festival
de Teatro Puertorriqueo organizado por el Instituto de Cultura.
En 1967 se llevar a cabo el primer plebiscito en el cual el pueblo deber decidir
cul ser el estatus poltico la Isla. Las opciones sern: Estado Libre Asociado,
Estadidad o Independencia. El 60% de los votantes eligir mantener el estatus de
Estado Libre Asociado, mientras que un 39% preferir la estadidad y solo el 1%
aprobar la independencia. En 1993 se celebrar otro plebiscito en el cual se
19 La Ley Jones fue firmada por el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson en 1917. Con esta ley se le
otorga a los puertorriqueos la ciudadana Americana. Con ella tambin se crea una legislatura bicameral
localmente elegida. No obstante, los Estados Unidos mantiene control sobre asuntos fiscales, econmicos y
algunos asuntos gubernamentales bsicos.
20 Una copia de la Constitucin del Estado Libre Asociado se puede acceder en:
http://www.linktopr.com/constitucion.html
21 El 48.6% de los participantes vota por Estado Libre Asociado, el 46.3% por Estadidad, el 4.4% por
Independencia y un 0.7% de los votos quedan nulos.
22 Sila Mara Caldern es la primera mujer que gobierna la isla.
23 Un hecho importante es que el gobernador Rafael Hernndez Coln en 1991 declara el espaol como lengua
oficial y en 1993 Pedro Rosell revoca la ley para establecer el espaol y el ingls las lenguas oficiales.
25 Es necesario aclarar que en 1958 Luis Rafael Snchez escribe un drama en dos actos titulado La espera, el
cual recibe una mencin honorfica en el certamen de teatro del Ateneo Puertorriqueo y en 1959 escribe una
pieza infantil titulada Cuento de la Cucarachita Viudita.
26 Luis Rafael Snchez no ha vuelto a estrenar o publicar una obra teatral despus del inmenso
xito que tuvo Quntuples.
27 Hasta el presente, Casas se ha mantenido activa escribiendo, publicando y estrenando obras.
28 Para ms informacin sobre el teatro popular en Puerto Rico referirse a los siguientes artculos: Edgar Quiles
Ferrer, La universidad de Puerto Rico: Resorte en la forjacin inicial de una dcada de teatro. InterMEDIO de
Puerto Rico 1.3-4(1998):22-30; Jos Luis Ramos Escobar, Gnesis y desarrollo del teatro popular en Puerto
Rico. InterMEDIO de Puerto Rico 1.3-4 (1998):12-21 y Laurietz Seda, Breve panorama del teatro popular
puertorriqueo de prxima aparicin en la revista Ollantay.
frente comn y solidario que les ayudara a promover la representacin de sus obras,
debido a que para esa poca la Oficina de Fomento de Teatro del Instituto de
Cultura Puertorriquea censuraba y marginaba la participacin de la dramaturgia
joven porque esta expona abiertamente temas y debates controversiales como lo son
la homosexualidad, el lesbianismo, el incesto y el machismo, y criticaba la
corrupcin social, poltica y religiosa presentes en la Isla. Ejemplo de ello es que en
el Festival de Teatro Puertorriqueo en 1985 auspiciado por ese organismo, ninguna
de las obras escogidas perteneca a dramaturgos jvenes. Ese mismo ao se inaugura
el Archivo Nacional de Teatro Puertorriqueo con el fin de rescatar, difundir y
establecer una coleccin de manuscritos, obras, carteleras, grabaciones de audio y
videos del movimiento teatral insular desde sus comienzos29.
Es necesario esperar hasta 1986 para que se celebre el Primer Festival de Nuevos
Dramaturgos en el cual se representarn: La casa de los inmortales de Carlos
Canales, Metamorfosis de una pena de Antonio Garca del Toro, Las horas de los
dioses nocturnos de Teresa Marichal y Maln de Josefina Maldonado. En 1987 se
presenta la Primera Muestra de Teatro Contemporneo en el Centro de Bellas
Artes en la cual participan Carlos Canales con Juego peligroso, Aleyda Morales con
La obsesin de Mara y Roberto Ramos-Perea con Censurado.
A partir de la dcada de los noventa junto con los ya reconocidos autores de la
Nueva Dramaturgia Puertorriquea, aparecen dramaturgos jvenes entre los que se
incluyen Carlos Vega, Rayza Vidal, Adriana Pantoja, ngel Elas, Carlos Ral
Acevedo, Rosita Archevald, Carmen Zeta Prez, Pedro Juan Avila, Javier Cardona,
ngel Santiago y Aravind Adyanthaya (director artstico de Casa Cruz de la Luna
en el pueblo de San Germn)30. Entre los temas que estos abordan se encuentran las
drogas (Mona Lisa de Carlos Ral Acevedo), los problemas existenciales (Sombras de
luz de Adriana Pantoja), los problemas raciales (You Dont Look Like... de Javier
Cardona), y la presencia de la tecnologa y el ciberespacio en nuestro diario vivir
(Prometeo encadenado y Quisimos tanto a Lydia de Aravind Adyanthaya).
Los performances del colectivo Agua, sol y sereno (Una de cal y otra de arena), de
Vivieca Vzquez (Mascando ingls y Malajuste) o de Rosa Luisa Mrquez y Antonio
Martorell (Foto- estticas) marcan una nueva direccin en el teatro que se representa
a fines del siglo XX donde el dramaturgo ya no resulta indispensable para la creacin
artstica. Es necesario destacar tambin la importante presencia de Debora Hunt,
29 En el presente el Archivo Nacional de Teatro cuenta con alrededor de 1,000 expedientes de dramaturgos
puertorriqueos y compaas teatrales. Tambin contiene informacin sobre actores, diseadores, directores,
instituciones pblicas y privadas que promueven y producen teatro en la Isla, y una amplia biblioteca sobre el
teatro internacional.
30 Para un panorama ms completo del teatro puertorriqueo de la dcada de 1990 ver: El teatro
puertorriqueo: Industrializacin y diversificacin de Carmelo Santana Mojica. Latin American Theatre Today 34.1
(2000):193-209.
Obras citadas:
Fiet, Lowell. El teatro puertorriqueo reimaginado: Notas crticas sobre la creacin dram-
tica y el performance. San Juan, PR., Callejn, 2004.
Ramos-Perea, Roberto. Perspectiva de la Nueva Dramaturgia Puertorriquea: (Ensayos
sobre el Nuevo Teatro Nacional). San Juan: Ateneo Puertorriqueo, 1989.
> Myrna Casas
Laurietz Seda
University of Connecticut
Myrna Casas naci en Santurce, Puerto Rico el 2 de enero de 1934. Sus estudios
primarios los curs entre Puerto Rico y Estados Unidos, ya que su familia se
traslad varias veces. Se gradu con una licenciatura en drama en Vassar College,
New York en 1954. En 1961 termin su maestra en teatro en Boston University,
y en 1974 obtuvo su doctorado en educacin teatral en New York University. En
el presente cuenta con un doctorado Honoris Causa en Artes de la Universidad del
Turabo (2005) y uno en Humanidades de la Universidad del Sagrado Corazn
(1997). Entre 1955 y 1985 fue profesora del Departamento de Drama de la
Universidad de Puerto Rico, donde dict cursos de actuacin, diseo de vestuario,
historia del teatro y direccin, entre otros. Tambin fue directora de dicho
departamento de 1975 a 1979. Desde el 1963 hasta el presente ha sido la
productora y directora artstica de Producciones Cisne, Inc, compaa que fue
fundada por Casas, Jossie Prez y Gilda Navarra.
En 1988 y en el 2000 Casas recibi el Premio Dramaturgia Nacional del Crculo
de Crticos de Teatro de Puerto Rico, respectivamente, por sus obras El gran circo
eukraniano y Voces. Ha recibido tambin premios de direccin: Premio Ageyban
por Casa de muecas (1972), Premio Alejandro Tapia por Los pequeos zorros
(1981) y Mariana o el alba (1982) y el Premio Mejor Direccin por Art (2000).
Como productora ha recibido varios premios entre los que se encuentra el de
Mejor Produccin Visitante por Este pas no existe otorgado por la Asociacin de
Crticos y Comentaristas de Miami en 1993.
Casas ha sido miembro de la Junta de Directores del Ateneo Puertorriqueo
(1959-1976), del Instituto de Cultura Puertorriquea (1976-1980), del Centro de
Bellas Artes (1981-1985) y de la Fundacin Luis Muoz Marn (1995-presente).
En el 2005 el Ateneo Puertorriqueo le rindi tributo a esta gran dramaturga
dedicndole el XXVIII Festival de Teatro de Vanguardia, y en el 2006, en Mxico,
las XIV Jornadas Internacionales de Teatro (Puebla). Su preocupacin por los
asuntos sociales de su pas no solo se transparentan en sus obras, sino que la han
llevado a tener un rol principal en las decisiones polticas de la capital de Puerto
Rico cuando en 1996 fue elegida miembro de la Asamblea Municipal de San Juan
donde sirvi hasta el ao 2000.
propia a la casa donde viven las mujeres. A partir de esta obra subtitulada Pausa
dolorosa en dos pausas y una voz, la mayor parte de sus textos nos indican, desde
sus subttulos, esa ruptura con las estructuras tradicionales. Por ejemplo, La trampa
es una breve tragicomedia con dos actos indivisibles y El impromptu de San Juan
es una pieza en un acto y de repente.
El investigador Alberto Sandoval Snchez ha resumido muy bien la importancia
de la dramaturgia de Myrna Casas, [el] teatro de Myrna Casas se distingue desde
un principio por la articulacin de un nuevo lenguaje potico y escnico por medio
del cual se cristaliza la constitucin de un mundo social moderno, urbano y
capitalista puesto en escena a raz de las tcnicas de vanguardia (el surrealismo y el
expresionismo) y del existencialismo (de Albert Camus y Jean-Paul Sartre), y sobre
todo, por concebirse dentro de las lneas caractersticas del teatro del absurdo
europeo, estadounidense y latinoamericano31.
Obras publicadas:
Teatro puertorriqueo: Cristal Roto en el tiempo. San Juan, Puerto Rico, Instituto de Cultura
Puertorriquea, 1961.
Teatro. Incluye: Absurdos en la soledad y Eugenia Victoria Herrera. Hato Rey, Puerto
Rico: Editorial Cordillera, 1963.
Teatro y cine. Incluye La trampa y El impromptu de San Juan. Ro Piedras, Puerto Rico:
Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1974.
Tres obras de Myrna Casas. Incluye: Cristal roto en el tiempo, Tres y La trampa.
Madrid: Playor, 1987.
The Great USkranian Circus. Women Writing Women: An Anthology of Spanish American
Theater of the 1980s. Teresa Cajiao Salas y Margarita Vargas, eds. Albany: State University
of NY Press, 1997/
Quitatet. En Bambalinas: Revista de Teatro de la Universidad de Puerto Rico 1.1 (1998).
Voces. San Juan, Puerto Rico: Plaza Mayor, 2001.
Auto de la providencia (Primer nmero del segundo acto de El gran circo eukraniano. En
Asomante: Revista de la Asociacin de Graduadas de la Universidad de Puerto Rico. Ao
XLII. Volumen XIV. Nmeros 1 y 2 (1996):131-140.
Eran tres (Segundo nmero de El gran circo eukraniano). En Asomante: Revista de la
Asociacin de Graduadas de la Universidad de Puerto Rico. Ao XLII. Volumen XIV.
Nmeros 1 y 2 (1996): 141-151.
El gran circo eukraniano. San Juan, Puerto Rico: Plaza Mayor, 2004.
31 Alberto Sandoval Snchez. Estudio preliminar a El gran circo eukraniano. El gran circo eukraniano. Myrna
Casas. San Juan: Plaza Mayor, 2004.
Estrenos y re-estrenos:
Cristal roto en el tiempo. Estrenada en el Teatro Tapia el 5 de mayo de 1960 como parte del
III Festival de Teatro Puertorriqueo del Instituto de Cultura Puertorriquea bajo la
direccin de Victoria Espinosa. Re-estrenada en el XXVIII Festival de Teatro del Ateneo
Puertorriqueo en 2005 bajo la direccin de Edgar Quiles Ferrer.
Absurdos en la soledad. Estrenada en 1963 en el Teatro Experimental del Ateneo Puertorriqueo.
Eugenia Victoria Herrera. Estrenada en el Teatro Tapia el 31 de enero de 1964 por
Producciones Cisne, bajo la direccin de Jos de San Antn.
La trampa. Estrenada en el Teatro Experimental del Ateneo Puertorriqueo en 1964 y re-
estrenada en 1970 en el XIII Festival de Teatro del Instituto de Cultura Puertorriquea.
El impromptu de San Juan. Estrenada en 1974 en el XVI Festival de Teatro del Instituto de
Cultura Puertorriquea; Tres. Estrenada en 1974 en el XVI Festival de Teatro del Instituto
de Cultura Puertorriquea.
Cuarenta aos despus. Estrenada en 1975 en el XVII Festival de Teatro del Instituto de
Cultura Puertorriquea.
No todas lo tienen. Estrenada en 1975 en el XVII Festival de Teatro del Instituto de Cultura
Puertorriquea.
Al garete: O sase manga por hombro. Estrenada en 1995 en la sala experimental Carlos
Marichal del Centro de Bellas Artes por producciones Cisne.
El gran circo eukraniano. Estrenada en el Teatro Lolita Aspiros, de Aasco, Puerto Rico. Re-
estrenada en el XIII Festival de Teatro Latino auspiciado por el Public Theater de Josep
Papp, Nueva York en 1989 y en la sala experimental Carlos Marichal del Centro de Bellas
Artes en 1996 por producciones Cisne, bajo la direccin de Myrna Casas.
Uno
MUJER 1: (A Encargada) Ogame, me va a atender? Me va a atender? Que si
me va a atender? Oigaaaa! Llevo aqu desde las seis de la maana.
Oigaaaa!
ENCARGADA 1: No me grite que no soy sorda.
MUJER 1: Bueno, si me hiciera caso no le tendra que gritar.
ENCARGADA 1: Eso es alteracin de la paz.
MUJER 1: A la paz.
ENCARGADA 1: Aj! Est enterada, verdad? Ustedes se hacen las bobas.
MUJER 1: Mire, por favor no me d sermones. Yo lo que quiero es que me
atiendan.
ENCARGADA 1: Tiene tarjeta de turno?
MUJER 1: Tarjeta de qu?
ENCARGADA 1: De turno.
MUJER 1: Qu es eso?
ENCARGADA 1: Le dije que no se hiciera la boba. Si no tiene tarjeta nadie la va a atender.
MUJER 1: Pues, si no me lo dicen...
ENCARGADA 1: No se le dice, se supone que usted lo sepa.
MUJER 2: (Que se ha ido interesando en la conversacin) Aqu hay que saberlo
todo, mija, porque sino...
ENCARGADA 1: A usted, quin le dio vela?
MUJER 2: A m, nadie, y djese de indecencias que la voy a reportar.
ENCARGADA 1: No me diga? Y, a quin?
MUJER 2: Pues yo tengo conexiones y unas cuantas palitas.
ENCARGADA 1: Si tiene tantas palitas, qu hace esperando aqu?
ENCARGADA 1:
Eso mismo. Matar unas cuantas. Por no tener turno debe aplicarse la
pena mxima.
MUJER 1: La ley, las leyes.
Dos
MUJER 3: Mire, esteee...
ENCARGADA 2: (Violenta). Busque turno.
MUJER 3: Pero yo...
ENCARGADA 2: Turno!
MUJER 3: Es que me duele mucho.
ENCARGADA 2: Eso no es asunto mo, a todo el mundo le duele.
MUJER 3: Ah, pero a m ms que a nadie.
ENCARGADA 2: Eso dicen todas. Llen el blanco?
MUJER 3: No.
Tres
MUJER 5: Esteee...
ENCARGADA 3: Yo me voy ya.
MUJER 5: Pero es que estee.
ENCARGADA 3: Estee qu?
MUJER 5: Resulta que yo quisiera...
ENCARGADA 3: Todo el mundo quiere. Pide, pide, pide, dame, dame, dame. Pero
nunca toma, toma, toma.
MUJER 5: Es que yo solo quiero una informacin.
ENCARGADA 1: Para eso hay que pedir turno.
FIN
Laurietz Seda
University of Connecticut
32 Flavia Lugo de Marichal ha publicado los siguientes libros para nios: La abejita traviesa, El coqu que quera
ser pjaro y Pepito Palito: cuento para nios.
Obras inditas:
Las horas de los dioses nocturnos (1976)
Mermelada para todos (1979)
Cortaron a Elena (1979)
Pista de circo (1980); Pepito Pepitn (1980); Xin (1981)
Yo, una prisionera de guerra (1981)
De fcil despertar (1981)
El parque ms grande de la ciudad (1983)
El exterminador (1984)
Dranky (1984)
T.V (1984)
Boy George se est dejando barba (1985)
Kataplum, kataplom (1985)
Amor de medianoche (1986)
Juego de palabras (1987)
Amaterasu (1991)
Estrenos y re-estrenos33:
Pista de circo. Estrenada en 1980 en el Teatro Experimental de la Universidad de Puerto
Rico bajo la direccin de Ruth Goa.
Divertimento liviano. Estrenada en el Caf Teatro La Tea en San Juan, Puerto Rico en 1980
bajo la direccin de la autora.
Pepito Pepitn. Estrenada en 1980 en diversos pueblos de la Isla, bajo la direccin de la
autora. Revisada y re-estrenada en 1990, ao en que tambin recibe el premio Educacin
Ambiental otorgado por la Junta de Calidad Ambiental.
33 Desafortunadamente la dramaturga no cuenta con un registro exacto del estreno de todas sus obras.
GERTRUDIS: Que cuelguen los trapos al sol y las dulces palabras de melao y roco
que se las lleve el viento! Arrasen con ellas. Ya no queda beso de seda
sobre la tierra y las matrices cuelgan de las mujeres con sus cordones
desangrados!
Izen las banderas!
Todos deben ser degollados!
La esclavitud ha llegado a tierra!
Dejaremos el carimbo colgando de nuestras paredes para que nadie
olvide! El ltigo es nuestro!
Llamemos al gran inquisidor y dejemos que las llamas consuman a
esas malditas brujas!
Que no quede ni una de ellas sobre la tierra!
Callad sus voces! Arrancad sus matrices! Que no puedan dar fruto
las malditas! Borremos sus bocas de su rostro! Con navaja filosa se
acercaron a aquel rostro y con un zas! arrancaron aquellos dulces
labios de ncar y coral.
La otra mujer mueve su cochecito y mira hacia el frente.
LA MAM: Lo...
GERTRUDIS: No, no lo diga. Yo me divierto, fumo, fornico, como, ro, canto, lloro,
duermo, sueo... estoy desempleada pero sigo recorriendo las calles y
recito en voz alta mis textos porque al fin y al cabo a nadie le importa.
LA MAM: Perdone, solo quera...
GERTRUDIS: No la perdono, no me da la gana, he estado perdonando toda mi
vida. Cree usted que tengo cara de Dios? No. Dios es hombre. Yo
soy una mujer, Dios es un viejo, yo soy joven. Dios hizo que Mara
le fuera infiel a Jos. Yo no, yo no me meto con hombres casados. Soy
neurtica, pero jams mandara a las nubes a que lloraran para que
ahogaran a la humanidad. Jams hubiera permitido que Abraham le
fuera infiel a Sara. Qu se cree usted? Qu se creen todos? Que uno
naci para perdonar, no, yo nac para pecar y jams ser perdonada.
Perfecto! Paseo al atardecer comenzar ahora mismo.
LA MAM: No s qu decirle... Mi marido tiene muchas influ...
GERTRUDIS: Mejor no diga nada. Chis Chas Chis Chas. Cllese, creo que usted es
una mujer como lo somos todas. Todas, toditas sabemos lo que
significa ser mujer. No hay que explicar nada. Solo hay que decir: soy
mujer y ya todos entienden y por favor no estoy buscando trabajo.
LA MAM: Pensaba que...
GERTRUDIS: Si est desempleada, eso quiere decir que busca empleo. Pues no. Ese
no es mi caso y el suyo cal es?
LA MAM: Ahora soy madre...
GERTRUDIS: Su pequeo duerme, duerme y duerme.
LA MAM: Llora mucho, todava es muy pequeo. A veces me desespera.
GERTRUDIS: Usted fue quien lo quiso tener. No ha llorado desde que lleg.
LA MAM: Le hace bien salir a pasear por las tardes, por eso no llora.
GERTRUDIS: Tomo nota. En las tardes de primavera, aquella mujer sacaba a pasear
al primognito. La tarde, con su brisa suave, era como una especie de
somnfero que actuaba sobre aquel nio de forma impresionante. El
nio dejaba de llorar y daba la impresin de ni siquiera existir en
aquel coche tan elegante. La madre, muy orgullosa, se vanagloriaba
de haber engendrado aquella criatura, que se alimentaba con la fuerza
de una sanguijuela que chupaba cada dos horas. Lo paseaba en las
maanas pero la tarde era su preferida porque a esa hora la noche est
ms cercana y nos ayuda a pensar que el prximo da est a la vuelta
de la esquina, y as los das pasan con rapidez y una se olvida que un
da decidi salir embarazada para traer al primognito.
GERTRUDIS: La leona... rase una vez un niito varoncito muy pequeo que viva
en un cochecito... Su madre era una leona y lo triste del cuento fue
LA MAM: Cul final le dars, escritora? Cul de ellos ser el verdadero? Con
cul terminars la novela? Solo t lo sabes, solo t lo puedes crear...
La Madre est meciendo el carrito.
FIN
Laurietz Seda
University of Connecticut
Obras publicadas:
Sintigo. (Novela) San Juan: Editorial Huracn, 1985.
Indocumentados: El otro merengue. (Teatro), San Juan: Editorial Cultural, 1991. 2da ed,
1993. Re-editado: Indocumentados: El otro merengue en Teatro de Frontera 11y 12. Laurietz
Seda y Enrique Mijares, eds. Durango, Mxico y San Juan, Puerto Rico: UJED, Espacio
vaco y Ateneo Puertorriqueo, 2004.
En la otra orilla. (Cuentos) San Juan: Instituto de Cultura Puertorriquea, 1992.
Mano dura. (Teatro) San Juan: Instituto de Cultura Puertorriquea, 1994.
El olor del popcorn. (Teatro) San Juan: Editorial Cultural, 1996.
El salvador del puerto. (Teatro) Badajoz: Editora Regional de Extremadura, 1996.
34 Ver Mario Rojas, Msica y sonidos en la dramaturgia de Jos Luis Ramos Escobar. Prstame tus odos:
Teatro acstico, Jos Luis Ramos Escobar. San Juan: Editorial Cultural, 2005. 7-22.
Estrenos y Re-estrenos:
El lazarillo, versin para teatro de El lazarillo de Tormes, Teatro de la Universidad de Puerto
Rico, octubre de 1985. Re-estrenada para el IX Festival Luis Torres Nadal, Teatro La Perla,
16-20 de noviembre de 1995.
Mascarada, (drama), XXIX Festival de Teatro Puertorriqueo, Teatro de la Universidad de
Puerto Rico, 27-28 de abril de 1988.
Indocumentados, (drama), Teatro Tapia, septiembre de 1989. Compaa teatro del Sesenta.
Direccin de Jos Flix Gmez e Idalia Prez Garay. Re-estrenada en el; Teatro- Festival,
New York, julio de 1990. Representada posteriormente en Pamplona (1997) e Islas
Canarias (1997).
Cofres o un bulul caribeo, (drama), Teatro de la Universidad de Puerto Rico, 16-18 de
noviembre de1990. Re-estrenada para el VIII Festival LuisTorres Nadal en 1993.
Valor y sacrificio, (drama), Teatro de la Universidad de Puerto Rico, 2-6 de abril de 1992.
El olor del popcorn, (drama), Jornadas de Teatro Iberoamericano, Sala Horacio Peterson del
Ateneo de Caracas, Venezuela 17-18 de agosto de 1993/ Festival de Teatro
Latinoamericano, San Juan, 11-12 de septiembre de 1993/The Duality Theatre, New York,
noviembre de 1992. Representada posteriormente en Costa Rica (1994), Miami (1994),
Islas Canarias(1994), Mxico (1995), Santiago de Compostela, Pontevedra y Lugo (1996),
Alicante y Murcia(1997), Repblica Dominicana (1997), Washington, D.C., (1998),
Kansas (2003), Len, Cdiz, Almagro y Madrid (2003). Direccin de Mario Coln.
Mano Dura, (drama), XXXV Festival de Teatro Puertorriqueo, Centro de Bellas Artes, 11-
20 de marzo de 1994.
Crnica de una muerte anunciada, (versin para teatro), IX Festival Luis Torres Nadal,
Teatro La Perla, 1-6 de noviembre de 1994.
Bohemia 18, altos, Teatro Julia de Burgos, 5-8 de diciembre de 1996. Representada
posteriormente en V Festival de Teatro Internacional, Santiago de Compostela y Lugo,
marzo de 1999; III Bienal de Teatro Internacional, Alicante, Valencia, Murcia, noviembre
de 1999; XIII Festival del Sur, Aguimes, Islas Canarias, Septiembre de 2000; II Fiesta
Iberoamericana de las Artes, Almagro, septiembre de 2000.
PERSONAJES
HOMBRE, profesor universitario de unos cuarenta y dos aos, dueo
de sus convicciones y palabras
SOLDADO, veinticinco aos, es un hombre fornido, de gestos duros y
mirada perdida
HOMBRE: Sabe una cosa, soldado, usted tiene la mente atrofiada porque en su
trabajo solo tiene que obedecer. Ya es incapaz de pensar por s mismo.
SOLDADO: Usted cree?
HOMBRE: Eso es la milicia: orden jerrquico, reglas inflexibles, conducta
automtica. Su cdigo de vida es igual al de un animal amaestrado.
SOLDADO: (Se le acerca amenazador) Aqu no est en el saln de clases, as que
tenga mucho cuidado con lo que dice.
HOMBRE: La fiera me ensea los dientes.
SOLDADO: Puedo hacerle desaparecer y nadie se enterara.
HOMBRE: No creo que se atreva... A menos que se lo hayan ordenado y en tal
caso, ya me habra matado.
SOLDADO: Es muy fcil halar el gatillo y... un accidente lamentable.
HOMBRE: No se lo creera nadie. Ya ustedes cargan con demasiados accidentes.
Adems, mucha gente sabe que yo estaba en la zona de tiro.
SOLDADO: Solo, aislado como un ermitao.
HOMBRE: Para cumplir con la conciencia, no hay que estar acompaado.
SOLDADO: Para morir tampoco.
HOMBRE: ...No, cada uno se muere solo.
SOLDADO: (Se retira un poco) Ese era su tema preferido: la soledad. Cmo era
aquel poema: oh, soledad...?
HOMBRE: Oh, soledad, que a fuerza de estar sola, se siente de s misma
compaera.
SOLDADO: Hermoso.
HOMBRE: Usted...?
SOLDADO: S, fui su estudiante. (Se quita la mscara antigas) Nstor Alicea.
HOMBRE: Nstor Alicea. Los nombres se me borran en los cientos de
estudiantes que he tenido, pero su cara me resulta familiar.
SOLDADO: Sin embargo, yo recuerdo perfectamente su nombre, profesor
Alberto Santiago.
HOMBRE: (Por primera vez lo tutea) As que eras un informante, otro agente
encubierto que enviaron a vigilar mis clases.
SOLDADO: Se equivoca. Solo fui un estudiante ms.
HOMBRE: Uno ms, no, porque perteneces a las fuerzas represivas.
SOLDADO: Estoy orgulloso de pertenecer a la Marina.
HOMBRE: Uno de los pocos, de los altivos...
FIN
Laurietz Seda
University of Connecticut
35 En algunas biografas su fecha de nacimiento aparece como 1957. Durante mis conversaciones con el autor
el afirma que naci en el 1959.
Obras publicadas:
Sangre de nio (cuentos). Mayagez, PR. l977.
Revolucin en el infierno (teatro). Drama histrico basado en la Masacre de Ponce de l937.
Ro Piedras, Puerto Rico: Editorial Edil, l983.
Ese punto de vista (teatro). Primera edicin: Cuadernos Puertorriqueos de Teatro Breve.
Ro Piedras, Puerto Rico, l984. *Segunda Edicin: Cuadernos de Teatro CELCIT, Caracas,
Venezuela, l989. *Primera edicin en ingls: That Point of View. Traduccin de Teresinka
Pereira. Buffon College, Ohio. 1993.
Los 200 no (teatro). Mayagez, Puerto Rico: Ediciones Gallo Galante. Cuaderno #l. l984.
*Incluida como apndice en el libro Historia de la Nueva Dramaturgia Puertorriquea l968-
l988. Ediciones Gallo Galante, 1985, escrito por el Dr. Jos Luis Ramos Escobar, Dr. Edgar
Estrenos y Re-estrenos:
La presuncin solar y Lamento de Cuasimodo. Monlogos estrenados en Mayagez, Puerto
Rico en l976.
El Dragn comeln y el pastorcito del bosque. (Comedia musical infantil) Estrenada en las
escuelas elementales de Mayagez, Puerto Rico, en l976. Dirigida por la Dra. Daisy Snchez.
El marrn menopasico. Estrenada en el Teatro Universitario del Recinto Universitario de
Mayagez, Puerto Rico, l977. Dirigida por la Dra. Daisy Snchez.
Eran de carne quemada. Estrenada en el Teatro Universitario del Recinto Universitario de
Mayagez, Puerto Rico, con el auspicio del Club Dramtico Colegial. Dirigida por su
autor en el ao l977.
Tres piezas brbaras. Estrenadas en el Caf Teatro Joraka, en Mayagez, Puerto Rico, en el
l978, por el Grupo Teatral La Brega. Incluye las piezas La mujer mareante, Pili y
Calavera. Dirigidas por su autor.
Sangre de nio. Escenificacin de algunos cuentos del libro homnimo de Ramos-Perea
ante la Asociacin Premdica del Recinto Universitario de Mayagez, Puerto Rico en l978.
Rocintriste y el bosque perdido. Estrenada en el Centro Cultural de Mayagez en l978, por
el Grupo Teatral Anaiboa. Dirigida por la Dra. Daisy Snchez. Filmada para la televisin
en WIPR-T.V. Canal 3, en Mayagez, Puerto Rico ese mismo ao. Repuesta por el mismo
grupo en Mayagez, Puerto Rico. Febrero de l986. Estrenada por el Grupo de Teatro de la
Universidad Catlica de Mayagez, Puerto Rico, en l989. Centro Cultural de Mayagez.
Repuesta por El Colegio Montessori de Guaynabo en el Teatro de la Inter Metro en
noviembre de 2006 bajo la direccin de Luis Javier Lpez.
Los juegos de la nieve. Pantomima estrenada por la Escuela de Teatro del Instituto Nacional
de Bellas Artes, de Mxico. Llevada junto con otros experimentos de pantomima por
diferentes lugares de Mxico en l978. Dirigida por su autor.
Alberto, Espejo y Julieta. (pantomima) Pieza estrenada por el Grupo Anaiboa. l979.
Mayagez, Puerto Rico. Dirigido por la Dra. Daisy Snchez.
El sueo vicioso. Montaje con tcnicas de Jerzy Grotowski y Antonn Artaud en el Teatro
Universitario de Mayagez, Universidad de Puerto Rico en 1979. Dirigido por su autor.
Re-estrenada por el mismo grupo seis meses despus en el Centro Cultural de Mayagez,
Puerto Rico en 1980 y por tercera vez en el Festival de Teatro de la Universidad de Puerto
Rico en Ro Piedras por la compaa de Teatro ATTIKA, Inc. en l983.
El llanto de la parca. Estrenada en el Teatro Universitario de la Universidad de Puerto Rico
en Ro Piedras, l980. Dirigida por Alma Robles.
PERSONAJES
RODOLFO
PAQUITO
LUISA
RODOLFO: Los golpes? Siete... Fueron siete los macanazos... y un puo brutal
en la cara que le hizo sangrar profusamente. (A todos) Luego de ser
arrestado, Paquito Snchez Garca fue conducido al Cuartel de la
Capital para ser interrogado por la Patrulla de turno. Snchez Garca
se neg a contestar... (Otro tono) a los mismos que le propinaron la
brutal... no editorialices, carajo. (Otro tono) Alega que al negarse a
hablar fue golpeado nuevamente...
PAQUITO: (Su voz es la de un bobo que a duras penas puede explicar algunas cosas)
Entonces ellos me dijeron que estaba sangrando mucho, yo estaba
llorando y les ped que me llevaran a la sala de emergencias.
RODOLFO: Este reportero tuvo la oportunidad de ver los golpes en su rostro y en
el ojo derecho... Qu pas despus, Paquito?
PAQUITO: Yo... ay... ellos me dijeron que si el doctor preguntaba, le dijera que
yo me haba tirado de la patrulla. Que si no le deca eso... me
mataban.
RODOLFO: Por qu te pegaron?
PAQUITO: Qu pasa?
RODOLFO: (Silencio) Vete a tu casa. Yo te llamo.
PAQUITO: Cmo?
RODOLFO: Te llamo.
PAQUITO: Okey... okey.
Entra Luisa.
LUISA:
Me llam el licenciado Segura. Dice que le faltaste el respeto.
RODOLFO: Es un idiota.
PAQUITO: Cmo?
RODOLFO: Estoy siendo cnico, no me digas que me has credo.
PAQUITO: Qu es ser cnico?
RODOLFO: Ser cnico es... Y a ti qu te importa? T nunca lo sers.
Entra Luisa.
Socio.
Rodolfo tiende la suya. Paquito la toma y la estrecha fuerte.
Vete a casa.
Paquito sale. Entra Luisa.
LUISA: Cmo eres de terco! Llamaron del cuartel. Quieren que t vayas a
buscar el comunicado all. Obviamente quieren verte la cara. Ten
cuidado.
Palomar,
Mayo 1997
Laurietz Seda
University of Connecticut
36 Rafael Snchez: Crtica y bibliografa. Nlida Hernndez Vargas y Daisy Caballero Abru. Ro Piedras:
Universidad de Puerto Rico, 1985.
Estrenos y re-estrenos:
La espera. Estreno el 23 de febrero del 1959 en el Teatro Experimental de la Universidad
de Puerto Rico bajo la direccin de Nilda Gonzlez.
Cuento de cucarachita viudita. Estreno en 1960 en el Certamen de Teatro Infantil del
Ateneo Puertorriqueo.
Farsa del amor compradito. Estreno en el Teatro Yukayeke en el Teatro Experimental del
Ateneo Puertorriqueo en 1961. Re-estreno en el 1968 en el Puerto Rican Traveling
Theatre y por Teatro del Sesenta en 1994,1997 y 1998.
Los ngeles se han fatigado. Estreno en 1961 en el Teatro Tapia, San Juan para el IV Festival
de Teatro Puertorriqueo. Re-estreno en 1964 en el Pasadena Playhouse en Pasadena,
California, en 1968 en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico, en 1973 en el Teatro La
Tea en San Juan, Puerto Rico por la Compaa de Teatro Ester Sandoval, en 1974 en el
Henry Settlement Playhouse en Nueva York y ese mismo ao en el Puerto Rican Traveling
Theater, Nueva York; y en el 2001 por Pregones Theatre de Nueva Cork.
La hiel nuestra de cada da. Estreno el 11 de mayo de 1961 en el Teatro Tapia en San Juan
Puerto Rico. Re-estreno en 1963 en el Ciclo de Teatro Hispanoamericano del Instituto de
Cultura Hispnica en Madrid, en 1964 en el Pasadena Playhouse en Pasadena, California ,
en 1969 en el Colegio Regional de Arecibo, en 1971 por la Compaa Boho Puertorriqueo,
en 1971 en Santo Domingo, Repblica Dominicana, en 1972 en el Instituto Cataln de
Cultura Hispnica, Barcelona, Espaa, en 1976 en Henry Street Settlement Playhouse en
Nueva York y en 1978 en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico.
O casi el alma. Estreno el 23 de abril de 1964 en el Teatro Tapia en San Juan, Puerto Rico.
Re-estreno en 1974 en el Repertorio Espaol, Nueva Cork.
La Pasin segn Antgona Prez. Estreno el 30 de mayo de 1968 en el Teatro Tapia en San
Juan, Puerto Rico para el XI Festival de Teatro del Instituto de Cultura Puertorriquea. Re-
estreno en mayo de 1972 por el Puerto Rican Traveling Theatre en la Catedral de Saint
John the Divine en Nueva York, 1977 en el 1st Latin American Theater Festival en Boston,
Massachusetts, en 1991 por Teatro del Sesenta, en 1992 en el Teatro de la Universidad de
Puerto Rico bajo la direccin de Idalia Prez Garay, y en el Repertorio Espaolen Nueva
York de noviembre de 2000 a noviembre de 2001.
Acto nico
MUNDO Y CEMENTERIO DE PRAMO Y TISBE. LOS TABIQUES EMPAPELADOS
CON ALMANAQUES Y ESTAMPAS DE SANTOS ACUSAN UNA BEATITUD
EXAGERADA. ALGN TRAMO DESAFORTUNADO HA SIDO REMENDADO CON
SOBRANTE DE PAPEL NAVIDEO. PRESIDE LA PUERTA AL FONDO UN
MENDRUGO DE PAN Y UN VASO DE AGUA, OFRENDAS PERMANENTES AL
SANTO ESPRITU DE LAS AGUAS. LOS MUEBLES SON MNIMOS. UN SOF
SENCILLO DE PAJILLA AMERICANA, UNA BUTACA, DOS SILLONES
CARCOMIDOS DE POLILLA, PERO TILES Y CMODOS PARA MECERSE. LA
POBREZA NO DESMEJORA EL ASPECTO VISUAL DEL LUGAR. POR EL
CONTRARIO, DA UNA LTIMA SENSACIN DE ALTAR DE ALDEANO DEVOTO
DE RODILLAS. LA LUZ Y LA MSICA DE ARPA AUMENTAN A LA VEZ. POR LA
PRIMERA PUERTA IZQUIERDA APARECE TISBE CON SUS SESENTA Y TANTOS,
LIVIANA COMO PLUMA, GIL, SALTONA DE OJOS, ARRUGADA DE PIES A
CABEZA, FIRME EN EL GESTO A PUNTO DE PARECER DURA. SU
RECHONCHEZ NO AFEA DEL TODO SU PERSONA Y ALGN INDISCRETO
PODRA DESCUBRIR EN ELLA UN AIRE DE NIA VIEJA O MS BIEN A TONO
CON SUS AITOS DE VIEJA NIA. VISTE CAMISOLA GRIS, LARGA, CON
MANGAS HASTA LOS PUOS. UN PEINE MELLADO ES AMO Y SEOR DE SU
MOO, GRACIOSA BOLITA TAN DEBAJO DE LA CABEZA QUE PARECE
LOBANILLO EN LA NUCA. TISBE CAMINA HASTA EL CENTRO DE LA ESCENA.
ESTIRA LOS BRAZOS HACIA ABAJO PARA APARTAR LA MODORRA. EL
ESFUERZO LE HACE TOSER LEVEMENTE. SE LLEVA LAS MANOS AL PECHO.
Antes que sea demasiado tarde! Antes que estalle la tercera guerra!
Se ha abrazado a s misma, extasiada, suplicante. Comienza a murmurar
una letana que no se entiende. De espaldas a la puerta aparece Pramo.
Se restrega los ojos, se estira, se contorsiona. Bosteza feamente. Luego
se vuelve de frente. Pramo tiene sesenta justos que molestan la vista,
tal vez por el rostro hundido, como sin hueso, o el crneo limpio de
cabellos, o las manos flaqusimas o el encogimiento total del cuerpo que
parece una masa amorfa de carne. Pramo podra tener cualquier edad y
parecera siempre un parsito indefenso. Viste camisn blanco de dormir,
ahorcado al cuello, mangas llamadas de tres cuartos, ruedo ms debajo
de las rodillas.
TISBE: Pramo, abrzame fuerte, fuerte, como si yo fuese nia otra vez, como
si yo fuese un puado de tierra, como si yo fuese una flor chiquita.
Abrzame fuerte para saber que an nos queda algo. Algo, Pramo,
para vivir, algo que no sea esta miseria horrible, algo que no sea esta
jaula de ladrillos, algo que no sea este entrecruzado de vigas, ni este
tiempo asesino, ni esta maldita oscuridad que empieza a comernos el
alma.
Se lleva la mano a la boca asustada de s misma. Entonces se refugia
en los brazos de Pramo. Pramo abraza a Tisbe. En un abrazo dbil, sin
calor, Pramo se separa de Tisbe y va hasta el silln.
PRAMO: No lo digas! Para qu? Hay palabras que se hacen sombra de uno,
que se quedan con uno aunque no se digan. Son las peores. Las que
quedan duelen siempre. Palabras que se cargan bien abajo, en la
planta de los pies y acompaan a uno por siempre. No lo digas,
Tisbetita. Hace dao cavar sobre el dolor. Pueden florecer heridas. Si
quieres decir algo, si quieres gritar algo, si quieres maldecir por algo,
maldice estos cincuenta aos asomados a la misma calle, viendo
morir el mundo y con la muerte del mundo, la nuestra.
Pramo entra en la habitacin. Tisbe lo ve entrar y cambia la vista. Luego
entra ella. La escena vaca se llena con la voz escandalosa de doa
Ugolina.
PRAMO: Decas?
TISBE: No era contigo.
PRAMO: Pero hablabas.
TISBE: Con Narciso el Sable.
PRAMO: Te dio la combinacin?
TISBE: No.
PRAMO: Ni los santos ayudan. Te lo he dicho muchas veces. Pobres nacimos,
pobres moriremos. Aqu en Sol 13 nos coger la bomba.
TISBE: Soaste?
PRAMO: No.
TISBE: Te he dicho mil veces que te abrigues el pecho, que un aire traidor
puede acabar con cualquiera.
PRAMO: Y yo te he dicho mil veces que para qu. La tercera guerra va a acabar
con todo.
TISBE: Manitico.
PRAMO: Hay leche?
TISBE: Un chorrito.
PRAMO: Voy al cafetn de flor a echar un fiao.
TISBE: No, Pramo.
PRAMO: Se le paga el sbado.
TISBE: No, Pramo.
PRAMO: S, Tisbetita, s. Flor es un buen tercio. Llego. Buenos das, Flor.
TISBE: Buenos das, don Pramo.
PRAMO: Aqu vengo a llevarme unos encarguitos hasta el sbado.
TISBE: No, don Pramo.
PRAMO: (Asombrado) Qu dice don Flor?
TISBE: Que no podemos seguir aumentando la cuenta. Usted no tiene con
qu pagar. Bienestar Pblico no le da la ayuda. Doa Fedora se ha
llevado las camisas y no volver a traerlas.
PRAMO: (An en el juego) Qu dice, don Flor?
TISBE: S, Pramo. Me quitaron el lavao. Como las piezas regresaban
amarillas. Las manos se me han puesto flojas. No tengo fuerza pa
darle al cepillo. (Cansada, casi fatigada) Ya no puedo trabajar.
PRAMO: Y Flor no fa.
TISBE: (Triste) Y mi corazn y mi cansancio y mi reuma.
PRAMO: (Asustado, escondiendo el rostro en el pecho de Tisbe) Tengo miedo,
Tisbetita. De qu vamos a vivir?
TISBE: Los espritus, Pramo. Los espritus que no abandonan a sus ovejas.
Los espritus fenomenales como el Santo Espritu de las Aguas y
narciso el Sable. Los espritus no van a dejar que dos viejecitos se
mueran de hambre. San Andrs, San Nicols, San Blas, adelante y
atrs! San Gumersindo, San Sereen, Santa Ana, protectores de la
maana! Los espritus fenomenales que metern la mano en el
candongo y sacarn el bolo. El bolo nuestro! Los espritus nos
Son los espritus que empiezan a hacer aguajes. Los espritus que nos
quieren ayudar. Y empieza con cuatro y termina con cuatro y tiene el
cuatro en el medio.
PRAMO: Qu dices...
TISBE: Qu empieza con cuatro y termina con cuatro y tiene el cuatro en el
medio.
PRAMO: Quin te lo sopl?
TISBE: Qu...
PRAMO: Que empieza con cuatro y termina con cuatro y lleva el cuatro en el
medio.
TISBE: Nadie... Yo no dije eso. Yo dije que empieza con cuatro y termina con
cuatro y lleva el cuatro en el medio.
PRAMO: Tisbetita, lo has repetido. Que empieza con cuatro, termina con
cuatro y lleva el cuatro en el medio.
TISBE: Eso he dicho?
PRAMO: Eso, eso.
PRAMO: (Casi histrico) Tisbe, juega de una vez los seis reales pa ver si salimos
de pobres y nos largamos de este condenao trece.
TISBE: (Radiante, feliz) S, s, s, lo que t quieras.
PRAMO: Seis reales son setenta y cinco perritas y setenta y cinco perritas a
cuatro pesos perrita son trescientos pesos.
Tisbe corre hasta el fondo. Cuando va a salir se detiene. Vuelve el
rostro desencajado.
DOA UGOLINA: Ya se puso la Petra en la Puerta ms perfum que una madama. Tan
present pa traficar con la desgracia de los dems.
Tisbe corre al fondo. Luego regresa hasta Pramo y trata de hablarle.
Pramo le habla tambin, lo que crea una situacin confusa.
PRAMO: Tisbetita!
TISBE: Eso es. El sof. Siempre le ha echao el ojo. Ves... ves Pramo, le
daremos el sof y cuando tengamos el premio, le compraremos,
cinco, diez, cien, todos los sofs del mundo. Voy a llamarla, voy a
llamarla... (Tisbe est fuera de s. Llamando) Doa Ugo. Doa Lina.
Suba enseguida. Venga, corra, doa Ugo que tenemos un encarguito.
Corra, corra, doa Ugo.
Tisbe regresa y arregla la sala disponiendo los muebles de forma que
el sof quede en lugar prominente. La pausa del movimiento se llena
con la voz de doa Ugolina.
DOA UGOLINA: (En la puerta) Ej! Viejos calientes. Todava se empujan (Se re de pies
a cabeza).
TISBE: (Corriendo a saludarla) Doa Lina.
DOA UGOLINA: Ni doa Ugo, ni doa Lina. Doa de la d a la a. De las pocas doas
que quedan en Sol 13.
Tisbe le hace un gesto para que baje la voz.
DOA UGOLINA: Por qu voy a bajar la voz? A m no me mete los mochos nadie. Yo
conozco el retrato y el negativo de to pjaro. Y lo que veo lo digo. Sin
cascaritas, sin tapujos. Como que me llamo doa Ugolina. Seora
ms que ninguna porque no he conocido varn. No como otras que
se dicen seoras y el marido por una y el cortejo por otra. Y cuando
llega el marido tiene que doblarse porque los cuernos no le dejan
entrar. Mucha zalamera, mucho besuqueo para tapar el rabo que
arrastran.
Doa Ugolina se rasca la cabeza.
DOA UGOLINA: (En susurro) Ese nmero tan feo no sale. Cuatro patas tiene la mesa,
cuatro patas tiene el gato, cuatro patas tiene el diablo.
TISBE: (Persignndose) No lo nombre...
DOA UGOLINA: A quin?
TISBE: Al pjaro malo.
DOA UGOLINA: Ese nmero tiene cara de salao.
PRAMO: Pero es el que nos dio el espritu.
DOA UGOLINA: (Estallando, cansada de bajar la voz) Qu espritu ni ocho cuartos?
Los espritus de ustedes no saben n.
PRAMO: Doa Ugolina, el cuatro, cuatro, cuatro.
DOA UGOLINA: Baje la voz.
PRAMO: El cuatro, cuatro, cuatro es el nmero que Tisbetita y yo queremos.
Usted solo tiene que apuntarlo.
DOA UGOLINA: Adis car. Me va usted a decir ahora lo que tengo que hacer. Veinte
aos de bolitera que no es cscara de coco. (Ofendida) Ahora si uno
no puede aconsejar a sus amistades. Para bien, porque yo para mal no
aconsejo.
TISBE: (Arreglando) Pero no, doa Uguita. Si no nos molesta que nos
aconseje. Puede darnos cien consejos.
PRAMO: Puede darnos mil consejos.
TISBE: (Sonriendo) Lo nico que como somos cabeciduros queremos jugar
el cuatro, cuatro, cuatro.
DOA UGOLINA: Ssshhh! (Se busca en el seno. Luego en la falda. Se sacude por debajo de
la falda) Ay Madre Eterna! La libreta. (Corre al fondo y habla hacia
DOA UGOLINA: Ni marido, ni cortejo, ni chque, ni mapriola, ni nada que deje dinero.
TISBE: Pero doa Uguita...
DOA UGOLINA: Ni un chavo pa la caja el da que me lleve la pelona.
PRAMO: Pero si es tan poquito.
TISBE: Un cheln de clavos.
DOA UGOLINA: Lo siento.
PRAMO: Doa Ugo...
TISBE: Doa Lina...
DOA UGOLINA: Ni doa Ugo ni doa Lina. Doa Ugolina. No puedo prestar porque
no tengo. Si tuviera con mil amores. Pero de dnde. As que me lavo
las manos y hasta otra.
Doa Ugolina va a salir.
DOA UGOLINA: A otro perro con ese hueso. Lleno de polilla, sin pintar, la pajilla rota,
cojo de un lado, feo, pasado de modo, en fin, de echar al zafacn.
TISBE: Tiene cuarenta aos!
DOA UGOLINA: Como si me dijeran cheque. Cuarenta tengo yo y estoy de pegarme
un tiro.
TISBE: Pues el sof y la butaca.
DOA UGOLINA: Bendito sea el Crucificado. Yo que si almuerzo no como por hacer la
caridad. Pero qu se le va a hacer. A buena vecina y mujer caritativa
nadie me gana.
Pramo y Tisbe corren al sof por ltima vez. Cuando van a sentarse
doa Ugolina los interrumpe.
La del cuello faisn me dar unos huevos hermosos y har buen caldo.
PRAMO: Tisbetita, no recojas las uvas antes de sembrarlas!
TISBE: Es que ya me parece tan verdad que tengo ganas de tirarme al zagun
a gritarlo.
Me da vergenza.
TISBE: A m tambin.
PRAMO: No s. Ya t eres como otra cosa. Mi mujer, mi madre, mi hija... no
s... otra cosa.
TISBE: T tambin. Mi marido, mi padre, mi hijo. Otra cosa pero que es
muchas juntas.
Por el fondo aparece doa Ugolina. Pramo y Tisbe se levantan asustados
y a la vez seguros.
El circo de todas las tardes. Los espritus, los espritus y los espritus
los vacilan. Como son unos espriutus tan raros. Espritus de las
Snsoras! Eso se hace como yo. Que juego lo que me dice mi difunta
madre que en gloria est. Esa no falla! Pero qu muertos recientes
conocen ustedes?
Tisbe regresa a su silln.
DOA UGOLINA: Creen que soy de hierro? Ah donde me ven tengo corazn. Todo el
mundo tiene corazn y todo el mundo sufre. Cada quien a su
manera. Yo sufro por dentro. (Bajo) Y lloro por dentro tambin. Para
que nadie me vea. Si supieran que s llorar no dejaran de herirme.
Es triste saber que ustedes sufren pero no puedo hacer nada. Nadie
puede hacer nada. Esa es la cara fea de la vida. Pero los muertos
cercanos, los muertos recientes no fallan. O sino el primero de
ustedes que se vaya le sopla el bolo al otro. Por lo menos uno de los
dos sale de la porquera. Me marcho. Cualquier cosa, menos dinero,
ah abajo a la orden.
TISBE: Ah est el veneno, Pramo. A ver si esta noche matamos unos cuantos.
PRAMO: Tu jardn!
TISBE: (Apareciendo en la puerta) Nuestro jardn!
PRAMO: Tu casita!
TISBE: Nuestra casita!
PRAMO: Tus flores!
TISBE: Nuestras flores!
PRAMO: Nuestras vidas! Si es que esta cadena de aos se puede llamar nuestras
vidas.
TISBE: Pramo!
PRAMO: Aqu estamos al final de nuestras vidas, sin nada, como al principio.
Sin saber qu hacer, como al principio.
TISBE: Pramo de mi locura...
PRAMO: Girar, girar, girar, girar ms fuerte an y de pronto, sin siquiera
darnos cuenta, dos viejos que miran el interior del Sol 13 porque all
se pudrieron sus sueos, all se pasmaron sus aos.
TISBE: Doa Ugolina dijo...
PRAMO: Nada, tonteras...
TISBE: Que los muertos cercanos...
PRAMO: Qu importa! Habra que esperar que uno de los dos muriera y la
soledad no tiene sentido. Tu casita de Puerto Nuevo! (Pramo se
queda pensativo. Habla muy despacio) Y si algn muerto cercano fuese
capaz...
TISBE: No, no suees ms.
PRAMO: Y si algn muerto cercano fuese capaz... (Incorporada a la ilusin)
Capaz de darnos el nmero. Tal vez ahora que t y yo somos uno en
cualquier suma... (Pramo mira a Tisbe) Si la suma de nuestras vidas
es siempre uno, no importar nada ms. Sers feliz.
TISBE: Vuelves a soar...
PRAMO: Sers feliz, yo ser feliz. La tercera guerra ser feliz.
TISBE: La casita de Puerto Nuevo...
PRAMO: Ser tuya.
TISBE: Nuestra...
Tisbe le mira.
Cuidars el jardn, las flores, sin que nazcan espinas. Bebe, bebe,
bebe, bebamos, somos uno en cualquier suma.
Pramo se sienta.
FIN
Roger Mirza
Universidad de la Repblica, Montevideo
Situado entre los dos mayores pases de Amrica del Sur, Brasil y Argentina, el
Uruguay es una repblica de poco ms de 3 millones de habitantes y un territorio
relativamente pequeo en Amrica (176.220 km2 aprox.), unas quince veces ms
pequeo que Argentina (2.779.221 km2) y cuarenta y ocho veces menor que Brasil
(8.511.965 km2). (Fuente: Almanaque Mundial 2007, Chile, ed. Televisa). De
clima templado, el pas se extiende en una penillanura sin mayores elevaciones
desde el ro Uruguay hasta el Ro de la Plata y el Ocano Atlntico, con tierras
cultivables y praderas naturales regadas por abundantes ros, con una importante
riqueza ganadera explotada primero por el Virreinato espaol del Ro de la Plata y
posteriormente por los grandes establecimientos ganaderos.
El siglo XIX en el Uruguay estuvo marcado por las guerras: en primer lugar los
intensos combates contra los dos intentos de invasiones inglesas (1807 y 1808),
luego las guerras revolucionarias contra Espaa y el Directorio de Buenos Aires
(1811-1815) y contra la invasin y ocupacin lusobrasilea despus (1816-1825),
guerras que se prolongaron despus de la independencia del pas (proclamada en
1825) en sangrientas luchas civiles a mediados del siglo XIX que hicieron que
Hudson le diera el nombre de Tierra Purprea. Los ltimos aos del siglo XIX e
incios del siglo XX marcaron, en cambio, los comienzos de la consolidacin de la
sociedad civil y su modernizacin.
37 Cf. Nelly Niedwork, El crecimiento de la poblacin y sus componentes. Uruguay 1963-1975", en Historia
uruguaya (Tomo 8), 1959-1975. El fin del Uruguay liberal de Benjamn Nahum, Ana Frega, Mnica Maronna, Yvette
Trochon. Montevideo. Ed. de la Banda Oriental, 1990: 171.
Roger Mirza
Universidad de la Repblica, Montevideo
39 Retoma y reelabora algunos conceptos mos expresados en el prlogo a las obras completas de lvaro
Ahunchan (Cre, imbcil. Teatro completo, Montevideo, 2001)
Estoy muy infludo por lo que sera el Teatro del Absurdo que me llega muy
hondamente. Principalmente Beckett y Ionesco, tambin Genet. Pienso que
es un modelo que no se ha superado en lo esttico. Pero que no debemos
simplemente trasladar a nuestra realidad como quien hace un injerto.
Porque la angustia de Beckett, por ejemplo, forma parte de un contexto
social; los sinsentidos de Ionesco, tambin. Y nuestro pas, nuestro
continente tienen sus propios contextos. El objetivo sera incorporar los
recursos del teatro del absurdo para decir nuestros propios contenidos. No
me interesa el teatro social pero el teatro es una funcin social. Sin
necesidad de lanzar panfletos o de adscribir el teatro a recetas para salvar el
mundo tenemos que hacer un teatro que nos identifique como sociedad.
Tenemos que trasvasar la creatividad de esos autores a nuestras propias
angustias. (La Semana de El Da, 2 al 8 de noviembre de 1985).
Principales estrenos:
1981. Se encuentra un tal Dios en la platea? (El sptimo domingo y Nuestra amante).
Montevideo, Teatro Tablas, direccin de Alberto Restuccia. (El sptimo domingo haba
obtenido el Primer Premio como obra dramtica en el Concurso del Teatro Tablas en 1980).
1984. La felicidad est en las cosas simples. Primer Encuentro de Teatro del Interior,
Paysand. (El texto haba obtenido el Tercer Premio en el Concurso de la Caja Notarial).
El espritu de la Navidad. Florida.
1985. Cmo vestir a un adolescente (Premio Florencio Revelacin a la direccin).
Montevideo, Casa del Teatro, direccin del autor (El texto haba obtenido el Segundo
Premio en el Concurso Sociedad Uruguaya de Actores).
1988. Hijo del rigor. Montevideo, Teatro del Anglo, direccin de Fernando Garca. (El texto
haba obtenido el Primer Premio compartido en el Concurso Monte Sexto-Teatro Circular-
Sorocabana en 1987). All that tango. Montevideo, Teatro del Anglo, direccin del autor.
1989. Miss Mrtir. Montevideo, Comedia Nacional, Sala Verdi, direccin del autor.
(Premio Florencio Mejor Espectculo y Direccin y nominacin a Mejor Texto de autor
nacional).
1992. Se deshace ms fcil el pas de un hombre que el de un pjaro. Montevideo, direccin
de Carlos Aguilera, 1992 (El texto obtuvo el Primer Premio en el Concurso de la Caha
Notarial de 1991 y el Premio Florencio al Mejor Texto de autor nacional).
1993. Tengo la debilidad de amar la vida. Montevideo, Palacio Taranco, direccin de Jaime
Yavitz.
Publicaciones:
1991. Hijo del rigor. Prlogo de Rubn Castillo. Montevideo, Instituto Nacional del Libro.
Coleccin Teatro Uruguayo. Tomo 10.
1992. All that tango, en Teatro Uruguayo Contemporneo. Antologa. Coord. Roger Mirza.
Madrid, F.C.E. y Centro de Documentacin del Ministerio de Cultura de Espaa: 1.053-
1.101.
1993. Cmo se deshace un pas adolescente. Montevideo, Arca. Contiene un prlogo del
autor (Fotos veladas, Escribo para que me quieran, Justificacin de un sacrilegio, El
poeta no es un pequeo Dios, El venerable silencio de la Biblioteca Nacional y La
fogata) y las obras Cmo vestir a un adolescente, Se deshace ms fcil el pas de un
hombre que el de un pjaro, Dnde estaba usted el 27 de junio?
1994. Miss Mrtir en Teatro uruguayo de hoy. Antologa. Seleccin y noticia histrico-
crtica de Walter Rela, Montevideo, Proyeccin: 45-81.
1996. Navidad tercermundista. Incluida en Uruguay literario. Poesa, Narrativa, Teatro.
Madrid, Casa de Amrica: 79-88.
2001. Cre imbcil. Teatro completo 1979-2001. Prlogo de Roger Mirza. (Contiene El
sptimo domingo, Nuestra amante, El espritu de la Navidad, Cmo vestir a un
adolescente, Vida, Hijo del rigor, El sol banndolo todo, All that tango, Miss
Mrtir, Mala onda, Se deshace ms fcil el pas de un hombre que el de un pjaro,
Aco sin palabras, Dnde estaba ustyed el 27 de junio?, Stardust, El infalibre beso
de la muerte, El estado del alma). Montevideo, 2001.
PERSONAJES :
Son siete, y conforman un grupo de teatro
MAESTRO, es el director. Tiene alrededor de 30 aos, melena y barba
MIGUEL, actor. Entre 25 y 30 aos
CRISTINA, actriz. 25 a 30 aos, temperamental, sexy
CARLN, actor. 25 a 30
JULIO, actor. 30 a 35
MARA, actriz. 30 a 35. Tmida y apocada, opuesta a Cristina
PEDRO
ASISTENTE, 20 a 25. Callado, solcito
Digo...
JULIO: Arrancar de cero otra vez!
MAESTRO: Tiene razn. El tiempo que perdamos ahora, lo ganamos despus.
CARLN: (Aludiendo a Cristina) A ver... dale un protagnico a Sara Bernhardt.
MIGUEL: S, el otro texto, toda la vida.
MAESTRO: Basta, muchachos, a trabajar.
El Maestro golpea las manos y se produce un cambio de luz brusco.
De la iluminacin general pasamos a un cenital que cae sobre Cristina,
sentada a un costado del escenario. Se quita el vestuario de la escena
anterior y los zapatos.
CARLN: Accin.
En medio de ambas tarimas, se enciende otro cenital sobre Julio, de
lentes negros, que est parado sobre una escalera oculta por efecto
de cmara negra, para estar levitando a tres metros de altura.
Pero esa misma noche, so que estaba desnuda en una iglesia, frente
a una multitud inmensa postrada ante m, y que tena que caminar
en puntas de pie para no pisar las cabezas.
JULIO: No me importan tus sueos ni tus visiones. Me importa tu utilidad.
Si crees en m, entrgate!
Desde su posicin, Cristina se arrodilla y se menea, como si estuviera
haciendo el amor. Pero en su rostro no se ve gesto alguno y,
paradjicamente, reza el padrenuestro. Del otro lado, Mara se arrodilla
y alza las manos al ciclo, en oracin. Pero en su cara y con sus gestos
y jadeos, trasunta el goce que debera sentir Cristina. El rostro de
Mara y el cuerpo de Cristina llegan al orgasmo. El rostro de Cristina, y
el cuerpo de Mara, al trance mstico.
MIGUEL: Nombre artstico. Juana de Arco. Aspirante a santa (Levanta a sus pies
una lpida que dice: Q.E.P.D. 1412:1431).
CARLN: Accin.
MAESTRO: Vamos de una vez. Estn prontos? (Pausa) Bueno. Con todo!
Golpea las manos y la luz cambia. Se escucha una musiquita funcional
al estilo de los desfiles de moda. Cristina y Mara estn vestidas y
maquilladas ridculamente, como animadoras de televisin.
Aplausos.
CRISTINA: Un encuentro con las almas ms bellas entre las bellas, para elegir a
aquella personalidad que posea los atributos que la conviertan en...
Miss Mrtir Mundial!
Aplausos.
MARA: El jurado tendr que hacer una eleccin muy difcil, verdad, Sophie?
CRISTINA: Sin duda, Chela. Qu te parece si presentamos a sus integrantes?
MARA: Brutal, che.
A medida que los van nombrando, Julio, Miguel y Carln saltan como
muecos con resorte, de adentro de sus tarimas, encarnando a los
personajes referidos.
MARA: Nmero doce. Desde Estados Unidos, John Brown. Su hobby, abolir
la esclavitud. Luce ahorcado.
Golpe y quejido de Pedro.
CRISTINA: Nmeros trece al veinte. Desde el mismo pas: los mrtires de Chicago.
Otro golpe.
Pausa.
Pausa.
CARLN: Sultenla.
MIGUEL: Qu decs?
CARLN: Que la suelten. Si no quieren irse con ella.
MARA: No! Por favor! No me suelten! Por favor! No!
CRISTINA: Maestro...
De espaldas, el Maestro levanta las manos, dando a entender que
nada puede hacer.
Todos van a sus puestos con dificultad, porque el piso est bastante
inclinado. Carln se mueve con sumisin pattica, como enfrentado a
lo inexorable de un ritual sangriento.
MAESTRO: Estn prontos? (Pausa) Bueno. Con todo! (Golpea las manos).
CRISTINA: (Con la soltura de una vendedora de boutique) Buenas tardes, caballero.
CARLN: (Tonto y descolorido). Buenas tardes.
CRISTINA: Qu te puedo ofrecer?
CARLN: Una personalidad, si es tan amable.
CRISTINA: Con gusto. Qu modelo prefers?
CARLN: Hay de varios tipos?
CRISTINA: Tres modelos, una misma calidad.
CARLN: Me los muestra?
CRISTINA: Encantada.
Descorre una cortina. Detrs aparecen Miguel, Julio y el Maestro con las
manos y las cabezas cubiertas de negro, luciendo tres trajes
pintarrajeados, que simbolizan cada personalidad. Estn colgados en el
perchero.
CARLN: Qu hace?
CRISTINA: Estudio Psicologa.
CARLN: No, digo en el cuello.
CRISTINA: De noche.
CARLN: De noche? Qu hace de noche?
CRISTINA: Estudio Psicologa, no entends?
CARLN: Ah. En qu ao est?
CRISTINA: En primero.
CARLN: Le gusta?
CRISTINA: S.
Ahora ajusta a las muecas de Carln sendas varas de madera.
MAESTRO: Qu tal, flaco? Todo bien? Yo, en el rebajn. Mucho agite, viste?
Estoy de la bveda. No me banco ni ah.
CARLN: Creo que me gustaba ms el primero (Silbato).
JULIO: (Manejando a Carln) No, no, no. de ninguna manera. El chico tiene
que estudiar. Tiene que llegar a profesional. Porque a un profesional
le abren las puertas en todos lados.
Carln hace una sea para cambiar. Silbato de Cristina.
MIGUEL: La fuga de cerebros del Tercer Mundo de que se nutren las potencias
desarrolladaspara afianzar su esquema de dominio, generando un eje
Norte Sur...
Silbato.
JULIO: Ac hay que dejarse de joder y ponerse a trabajar. Cmo te cres que
hicieron los japoneses?
MIGUEL: Indagar las races autctonas de nuestro pueblo. Nuestros
antepasados charras, guenoas, arachanes diputados...
MAESTRO: Seoras y seores. Lo nico que quiero decir es que no tengo nada
que decir. Porque no hay nada que decir.
MIGUEL: El rock es un ruido imperialista.
JULIO: El rock es una bosta.
MAESTRO: El rock mata porque te zarps todo, viste?
JULIO: Tiene que rendir. Que lave ms ropa con menos polvo. Que facilite
el lavado. Y lgico, que deje la ropa bien limpia.
MAESTRO: Sexo libre. Fumo libre. Taxi libre.
MIGUEL: Quiero decirte que te sigo queriendo. Y que no me quiero morir sin
hacerte el amor.
Nuevo cenital a Cristina. Gesto de burla. Se apaga.
JULIO:Cristina.
MIGUEL: Cristina.
Cristina. Arriba.
CRISTINA: Me toca protagnico?
MAESTRO: No s.
CRISTINA: El texto?
MAESTRO: No hay.
CRISTINA: Bien.
Sube ayudndose con la cuerda, a la parte ms alta del piso inclinado,
lo que antes era el fondo del escenario.
JULIO:
Pero es la nica esperanza.
MAESTRO: Saltealo, te digo!
MIGUEL: (En un grito) Por qu?
Pausa.
MIGUEL Y JULIO:
(Divertidos como nios, deslizndose hacia abajo en lnea recta) Adis!
Adis!
Iluminados por la luz que viene del foso, a la altura del borde de escenario,
cambian su alegra por expresiones mudas de terror. Caen. Se escucha el
golpe de dos cuerpos contra la superficie del agua. La luz baja lentamente.
El piso se sigue elevando. Desde lo alto de la rampa, Cristina se quita la
ropa. Queda desnuda, iluminada por un violento contraluz. Suelta las
prendas y estas resbalan rpidamente hacia el foso. La inclinacin del piso
supera ya los cuarenta y cinco grados. Asindose de la soga, el Maestro
se acerca a Cristina, Ella lo desviste. Lo acuesta boca arriba. Intenta
subirse encima de l, pero trastabilla y cae. l, que tiene la mano aferrada
Por qu?
Con la otra mano, se aferra de otra muesca, quedando en posicin
crucifixa.
Por qu me abandonaste?
Se escucha el sonido estruendoso de una cisterna de bao. Desde lo
alto, una descarga de agua cae sobre el cuerpo desnudo del Maestro.
Mira al pblico, llorando y tiritando. Una luz concentrada delimita su
mirada desafiante, dejando todo lo dems en completa oscuridad.
FIN
Roger Mirza
Universidad de la Repblica, Montevideo
Principales publicaciones:
Cuentos de hadas/ Del miedo y sus racimos. Montevideo, Ed. Civiles iletrados, 1998.
Cuentos de hadas en Teatro Uruguayo de Fin de Siglo Nueve obras del taller de escritura
dramtica de Luis Masci. Montevideo, AGADU, 1999.
Los ojos abiertos de ella, revista Tramoya, Nmero 66, Enero/Marzo, 2001. Tambin
publicada por la Academia Nacional de Letras del Uruguay. Montevideo, 2001.
Mister Soul. Revista Conjunto, Cuba, 2003.
PERSONAJES
ROSA, 60 aos
ANA, 16 aos
VIEJO, 70 aos
GARCA, 50 aos
JOS, 17 aos
ERNESTO, 16 aos
ROBERTO, 14 aos
COMISARIO, 60 aos
ROSA: Quin anda ah?... Nada, un perro..., si no sos perro habl! ... Ay,
Rosa, Rosa! De tan sola sents que te rondan. Qu te van a robar?
Ni una maceta te queda... quin es? Mir que soy vieja y miope pero
mi escopeta no! ... Y soy amiga del comisario!... Igual si vienen no se
asustan con nada... (Bosteza y se duerme un instante apoyada en el cao
de la escopeta, se despierta sobresaltada). Ay, Rosa, qu hiciste!... Fuera
de mi cabeza, carajo! Abr bien los ojos, Rosa... Alguien anda en la
parra... Quin es?
Entra Ana corriendo. Rosa le apunta con la escopeta.
Escena 2. El viedo
VIEJO: Garca! Garca!... De todo lo que hice en mi vida lo peor fue contratarte
a vos.
GARCA: (Entrando) S, seor.
VIEJO: Dnde estabas! No me digas s, seor!
GARCA: Parece que hay viento norte.
VIEJO: En mi viedo siempre hay viento.
GARCA: S, pero cuando es del norte...
VIEJO: Me gusta... Sabe, Garca, hay veces que sopla ac y del otro lado del
alambre nada. Ja!... Me gusta.
GARCA: Es que ust es grande, seor.
VIEJO: Yo trabajo, Garca, trabajo. Ya ni me acuerdo de cundo empec a
doblar el lomo. La tierra pide y pide y hay que darle la vida. Pero qu
vas a saber del yugo vos!
GARCA: Est bien, don, no se ofusque.
VIEJO: A ver, Garca, serv pa algo. Hay algunos lugares donde no crecen.
Por qu?
Garca se encoge de hombros y no responde.
Planto, cuido, riego y nada. No brota nada. Salen a veces unas ramas
chicas, como dedos grises buscando luz. Pens que era el hongo y tir
azufre a troche y moche. Qued olor a diablo pero la planta nada.
Entonces dije: a que es esa pulga de mierda que le chupa la sangre a
las races. Bicho invertido!: en verano se la pasa bajo tierra y en
invierno hecha alas para ir a tirar huevos ms all y ms ac.
GARCA: Mire, don, yo de eso no s nada.
VIEJO: Fumigar no me gusta... Antes, cuando no exista la qumica,
echbamos araas para que se comieran al pulgn. Meses estuve
juntando.
GARCA: (Con temor y asco) Araas?
VIEJO: Mucha pistola, metralleta, pero sos flor de maricn.
GARCA: Ust me paga pa cuidar gente, no planta.
VIEJO: Traje miles de todas partes en frascos de dulce de leche con la tapa
agujereada para que no se fueran a asfixiar.
GARCA: Ust quiere decir que el viedo est lleno de araas?
VIEJO: S.
GARCA: No me mienta. Ust fumiga.
VIEJO: Si. Pero ellas resisten.
GARCA: (Cambiando de tema) Yo no veo por qu se preocupa tanto. La uva le
crece por todos lados como pelo de la cabeza. Apenitas alguna calvicie
que qu le hace. Ust tiene muy buena produccin.
VIEJO: Produccin, produccin. Eso no interesa. Lo que yo hago es ayudar
a la magia que hace que de la tierra salga el vino. Me gusta pararme
en cualquier lado y ver uvas. Un mar verde y negro. Parejito. Es algo
que hicimos Dios y yo.
ROBERTO: Me soportan.
JOS: Me bancan.
ERNESTO: Me tienen simpata.
JOS: Me odian.
ROBERTO: Me escupen.
ERNESTO: El agua me quiere.
ROBERTO: Alguien me quiere.
JOS: Mi madre me quiere.
ERNESTO: Mi padre me quiere.
ROBERTO: Mi hermana me quiere.
ERNESTO: No s quin es mi padre.
ROBERTO: Mi madre no es mi madre, es la madre de mi hermana.
JOS: Mi padre no est nunca, pero me quiere.
ERNESTO: Mi madre est loca de tantos hijos, nos quiere un poco a cada uno.
JOS: El hombre de mi madre no es mi padre.
ERNESTO: Dice que es mi padre.
ROBERTO: El agua me quiere.
ERNESTO: Me quiere porque s.
JOS: Porque hace calor.
ROBERTO: El agua me quiere y no pide nada.
ERNESTO: No me manda a hacer nada.
JOS: El agua me abraza.
ERNESTO: No me ahoga.
ROBERTO: Tengo amigos ahora.
JOS: Voy a tener amigos despus.
ERNESTO: Amigos para siempre.
ROBERTO: Para siempre.
JOS: Para siempre.
ROBERTO: Hasta que la muerte nos separe.
ERNESTO: La muerte nos separe.
JOS: La muerte.
ROBERTO: No hay coca cola.
ERNESTO: Hay sed de tanta agua de laguna.
Escena 5. El viedo
El Viejo tiene una oreja pegada a la tierra.
Escena 6. La comisara
Los tres muchachos estn hablando al mismo tiempo. No se entiende
lo que dicen.
COMISARIO: Silencio!
Los muchachos se callan. Roberto no puede evitar llorar.
Seguro que sali corriendo. Ustedes son como la liebre: una plaga que
corre ligero.
JOS: Nosotros corrimos.
ROBERTO: l no.
ERNESTO: Por qu no corra?
JOS: Por la sangre. La sangre de la cabeza no lo dejaba correr.
ERNESTO: La sangre en los ojos no lo dejaba ver.
ROBERTO: Le dola. El dolor as no te deja pensar. Cuando me dan una pifia40
primero me quedo as, quieto. El golpe siempre parece que viene de
adentro, no de afuera y uno no sabe, no entiende. l no tuvo tiempo
de darse cuenta y...
40 paliza
Estoy ciego! Una telaraa roja en mis ojos. Es chiquitito como una
mosca, como una hormiga. No es justo!
El Viejo y Garca desaparecen.
ANA: Lo mataron.
ROSA: (Despertando enojada) No. No lo mataron. Por qu no me despertaste?
Por qudejaste que entrara gente a mi casa?
ANA: Aqu no entr nadie. Yo no vi a nadie. Pero me sent muy mal.
ROSA: Cinco tiros y ninguno le dio. Uno deca que mejor dejarlo ir pero el
otro lo subi a la camioneta... Nunca ms dejes entrar gente! Hay
que vigilar siempre. Dame mi escopeta... Hay una mancha de sangre.
Trae un trapo.
Escena 8. La comisara
COMISARIO: (Est leyendo un libro) El cielo de veras que no es este de ahora, el
cielo de cuando me jubile, durar todo el da... El cielo de cuando
me jubile va a tener rejas. Me voy a meter preso en mi casita de
Instrucciones. Nadie me va a venir a joder. Un viejo tranquilo. Solo
pero tranquilo. (Grita hacia afuera) Alguna novedad?...
Nadie responde.
Ana se va.
ANA: Ya lo vio?
ROSA: No.
ANA: Qu raro, no?
ROSA: No quiero verlo muerto.
ANA: Haga fuerza para verlo vivo.
ROSA: Shhh!
ANA: Hablo bajito para que se pueda concentrar... Mire que si no lo
encuentra yo no cumplo mi parte.
ROSA: Shhh!
Silencio.
ANA: Usted no se acuerda si para rezar haba que decir algo antes? Unas
palabras especiales para que Dios ponga atencin?
ROSA: No contesta.
ANA: (Hablando muy bajito) Dios. Seor Dios. Nunca antes te ped
nada. Vos eso lo sabes bien. Todo lo hice sola. No me molestaba
cuando era chiquita porque no me daba cuenta. La maestra deca
que tena los ojos ms secos de la clase. Las cosas estn ah, donde
vos las pusiste. Yo tambin estoy puesta ac. Y todo pasa. No est
bien ni mal. Hace unos das me puse a pensar... Digo a pensar.
Sobre m. Es raro. Fue cuando estuve con... No me tiene que dar
vergenza contarte esto, no? Solo por un momento vi, pens, que
hay algo despus. Que no todo es ahora. Que puedo querer algo.
Que tengo derecho a tener aunque sea una ilusin. Fue solo un
momentito. Por ese momentito empec a sentir rabia. Es buena
la rabia? Y un dolor diferente a los de antes, un dolor de saber.
Est bien sentir un dolor que no viene de un golpe sino de no se
sabe dnde? Y ganas tambin. Como un viento que me levanta del
suelo. Y para qu seor Dios? Un solo favor te pido. Quiero
tocarlo. Una sola vez, con los dedos. Tocarle la cara. S? Me lo
promets?
ROSA: (Que ha tenido una visin) Ana... Ana... Vamos a tener que llamar al
Comisario.
JOS: Qu ves?
ROBERTO: Un polica apoyado en una pala. La mano en la cintura y la cabeza
baja.
ERNESTO: Y ms atrs?
ROBERTO: Ms policas que dan vueltas. Hombres con corbata que hablan.
JOS: Y ms atrs?
roberto: Una caja. Una caja de lata. Una caja de lata negra. Vieja.
ERNESTO: Ser la que usan siempre.
JOS: La caja de los muertos.
ROBERTO: La agarran de las manijas. Pesa.
ERNESTO: Y qu ms?
ROBERTO: La caja se mueve como un bote. Se va.
ERNESTO: No sabemos si es l.
JOS: Es l. Est muerto.
Sueltan a Roberto y caen los tres. Quedan en el suelo boca arriba.
Entra el Comisario arrastrando a Ana. No ven a los muchachos.
JOS: Te vas.
ERNESTO: Flotando en agua triste.
ROBERTO: En fuego.
ANA: Te lleva el aire.
JOS: Amigo.
ERNESTO: Amigo.
ROBERTO: Amigo.
ANA: Amor?... No tenemos flores para darte.
JOS: Uvas en los dedos.
ERNESTO: Racimos para tu viaje.
ROBERTO: Vino para el dolor.
ANA: Te regalo todos mis recuerdos de nia. Sobre todo los lindos. Mi nia
se va contigo. Yo me quedo.
ERNESTO: Te regalo mi soledad. Mis ganas de buscar la vida donde no hay
gente. Te prometo encontrar abrazos. Cada abrazo una ofrenda.
ROBERTO: Yo no te doy nada. Mi rabia me la quedo. Y mi navaja.
JOS: Mi regalo no est todava. Tengo que pensar. Pero un da me voy a
dar cuenta de cmo hay que hacer para vivir. De por qu pasa lo que
pasa. Y qu podra ser y si fuera de otra manera. Ojal tenga alguna
vez un regalo para darte... Amigo.
ANA: Amor.
ERNESTO: Amigo.
ROBERTO: Amigo... Adis.
FIN
Roger Mirza
Universidad de la Repblica, Montevideo
Cine (cortometrajes):
1962. La raya amarilla. Produccin de la Comisin Nacional de Turismo (Libreto y
direccin. Gran Premio Festival Internacional de Bruxelas).
41 Partido tambin llamado batllista por la figura seera de Jos Batlle y Ordoez, dos veces electo presidente
de la repblica, a comienzos del siglo XX, to del presidente Luis Batlle Berres de mediados del siglo y to abue-
lo del presidente Jorge Batlle (marzo 2000 a marzo 2005), en una sucesin que parece desmentir el sistema
democrtico que aparentemente rige en el pas.
42 No se han registrado los libretos para radioteatro.
43 Nota: el asterisco indica: Premio a la mejor obra del ao.
Dramaturgia:
1961. La trastienda, La biblioteca. Montevideo, Ed. del Mercado.
1962. La noche de los ngeles inciertos. Mascarada (Un cuervo en la madrugada y El
apuntador). Montevideo, El Siglo Ilustrado. (El apuntador se public adems, en: Madrid,
Aguilar, 1967; Un cuervo en la madrugada se public tambin en la revista Casa de las
Amricas, 1966; y en el Instituto Italo Americano, Roma 1974).
1964. Un motivo. Revista Nmero. Montevideo, 2 poca, n. 3-4, mayo: 67-80.
1968. Esperando a Rod. La noche de los ngeles inciertos. Mascarada. Buenos Aires, CEDAL.
1968. Las llamadas y otras obras (contiene La trastienda, La biblioteca, Las llamadas y
El patio de la torcaza). Buenos Aires, CEDAL. (El patio de la torcaza se public
tambin en La Palabra y el hombre, Xalapa, 1968).
1969. Mascarada. Montevideo, Editores Reunidos (Enciclopedia uruguaya, cuaderno 52).
1988. La biblioteca en Cincuenta aos de Teatro Uruguayo, Antologa. Seleccin y
coordinacin de Laura Escalante. Seleccin de notas biogrficas y crticas Elisa Contreras.
Montevideo, Ministerio de Educacin y Cultura, Tomo I.
1989. Tres obras de teatro (Con el uno Ladislao, Frutos y Amor y Boda de Jorge con
Georgina). Montevideo, Arca.
1991. Frutos y El patio de la torcaza (segunda versin) en Teatro Uruguayo. Premios
Florencio: 1985-1986-1987. Montevideo, ACTU/Signos: 7-84.
1991. La noche de los ngeles inciertos. Coleccin Teatro Uruguayo. Montevideo, Instituto
Nacional del Libro (MEC).
1992. El patio de la Torcaza en Teatro Uruguayo Contemporneo. Antologa. Moiss Prez
Coterillo, director. Seleccin e introduccin de Roger Mirza. Madrid, Ministerio de
Cultura/FCE: 193-248.
Narrativa
1967. Cuentos de humoramor. Montevideo, Arca.
1968. Invencin de Montevideo, Montevideo, Alfa.
1976. El libro de Jorge. Montevideo, Club del libro de Radio Sarand.
2000. La guerra de Baltar. Montevideo, Fin de Siglo.
PERSONAJES
BOHR
MUJER
ALCALDE
LARA
EL REY
EL GRAN HERIDO
BALART
EL FISCAL
LA HISTRICA
ANTONIO
JURADO
UN HOMBRE
SILA
HERMANO
PROFESOR
EVIA
VERDUGO
GRAN PREBOSTE
MINA
MUCHACHA
MAGISTRADO
MOURELLE
PEDRO
UN MDICO
SANDRA
JUEZ
EL RICO
GORGA
INQUISIDOR
HOMBRE 2
GENERAL
JEFE
MUCHACHO
JEFE DE GUARDIAS
VOZ DE BOHR:
Dnde? Dnde? De dnde? Pregunto de dnde. De dnde! De
dnde!!
Estalla un coro de carcajadas. Se encienden en resistencia, hasta
hacerse deslumbrantes, las luces de la fiesta.
MINA:
(Mientras bailan, acusando a su compaero en son de broma) Te gusta
la mujer del general Calero.
LARA: (Soltando a su compaero para sealarlo) Le gusta, s.
MOURELLE: Es justicia social. Demasiada mujer para un solo militar, retirado y
con artritis.
BALART: (En tono festivo como los otros) Bueno... Tiene abundancia, es evidente.
Salta a la vista. Tiene abundancia, pero... le falta consistencia.
Risas. En otro extremo, dilogo entre tres o cuatro mscaras.
Dijo resistencia?
Resistencia?
No. No. No dijo. Dijo...
Dijo que no tiene resistencia. (Pausita) Por el prncipe lo dijo.
Odiosera y pordiosera.
Est seguro. Y por eso mismo nos tienen odio.
En otro extremo.
Este palacio?
S, este.
Pero, y el rey? Qu hizo el rey?
Prisionero. Sin disparar un tiro. La reina fue guillotinada en la plaza
de Garv. Tena el pelo canoso. Todos vimos rodar la cabeza blanca
de la reina.
No! Pobrecita! La reina no.
Tambin la reina. Claro que s. Guillotinada.
Estamos rodeados.
Hay que hacer algo.
Amor... tengo mie...
No 1o digas.
Debe haber cientos de soldados prontos para asaltarnos.
Asaltantes.
S. Miles de asaltantes y turbas enfurecidas.
Y seguramente el Cuervo, el gran canalla.
No. Corbo, el gran general.
Es lo mismo. Cuervo y Corbo.
Claro, es de rapia.
Habr rapia?
No, por Dios!
Rapia y pillaje.
Y las mujeres?...
Habra que hacer algo. Luchar.
Eso no. Son demasiados. Est toda la chusma.
Los odiosos. Todos.
UN MDICO: Pronto. Necesito ligar la arteria. Este hombre se muere.
Squelo del saln. Ensucia.
Djelo quieto. Un solo soldado no importa. Qu se hace con un
soldado?
Nosotros debemos pensar en nosotros.
Habra que huir. Tiene que haber un medio.
Hay que huir de cualquier manera.
S, s. Hay que huir. Correr a la frontera. Estar lejos.
Por favor. Vamos.
Vamos. Vmonos lejos, querida.
Amor, tengo miedo. Tengo miedo. (Llorando) Tengo miedo!
Transicin brusca: hilaridad. Se oyen grandes carcajadas.
Dice que tiene miedo. Si ser mujer histrica.
LA HISTRICA: Yo. Yo soy culpable. S. Yo. Hice mal. Fui dspota. Fui orgullosa. S.
Quise humillar y pisar, ser superior, ser superior y despreciar. Quise
despreciar a esos que son inferiores. Por eso quieren vengarse ahora.
Y tienen razn. Fui mala y tienen razn. Tienen razn los inferiores.
Tienen razn los inferiores.
EL RICO: Yo estoy tranquilo. Lo mo fue herencia. Yo no ped nada, ni rob, ni
saqu nada a nadie. No hice nada yo. Todo lo mo me vino de mi
padre.
UN HOMBRE: Y a su padre, de dnde le vino la fortuna? La encontr? La hizo
trabajando?
EL RICO: Pero yo soy otro.
UN HOMBRE: Otro eh? Entonces tiene lo ajeno, gasta lo que es de otro.
EL RICO: Pero fue mi herencia.
UN HOMBRE: Hay que decidirse, hereda o no hereda a su padre?
EL RICO: Yo recibo la herencia, pero...
UN HOMBRE: Pero con la herencia, vienen los robos, las coimas, la falta de
escrpulos, las canalladas de su padre. Todo viene con el dinero mal
habido. Se hereda todo.
EL RICO: Yo nunca hice nada.
UN HOMBRE: Eso es lo que digo. Nunca hizo nada. Un zngano. Un privilegiado.
Un abusador. Un cero a la izquierda disfrutando toda una vida.
HOMBRE 2: Ahora vas a pagarlo bien. Ese soldado muerto es la primer noticia de
la desgracia.
BOHR: (Entrando desde atrs como las veces anteriores pasando entre las
mscaras) No. Es absurdo. Ese herido es mentira. Es ridculo. Puede
quitarse el gorro de vendas y pararse. No tiene nada.
El soldado lo hace.
En otro extremo.
Violencia.
La palabra corre de extremo a extremo.
Violencia.
Violencia.
Vehemencia.
Demencia... Demencia.
No. Violencia. Violencia. Videncia.
DOS O TRES: Violencia!!!
UN PROFESOR: (Como indicando en un pizarrn) Es un esquema para alumnos de
primer ao. Sencillsimo. A mayor compresin e igual combustin:
mayor reaccin. A mayor opresin e igual reaccin: mayor
revolucin. Es el llamado principio de la reaccin en cadena o de los
reaccionarios encadenados: admisin, opresin, revolucin y escape.
Entienden? Un simple motor a cuatro tiempos: reaccin, opresin,
revolucin y escape. Reaccin, opresin, revolucin y escape.
Reaccin, opresin, revolucin y escape.
BOHR: Basta. Por Dios, basta. Basta. Basta.
Cada uno en su lugar. Vamos. Vamos, seores. Sin salir de sus lugares
y sin romper el orden. Si todos pueden ser felices! El inspector
inspecciona. El recaudador recauda. El polica vigila y el general luce
EL FISCAL: Como Fiscal del reino, acuso a Pedro Saga de alta traicin, en virtud
de sus actos contra el estado, la tranquilidad pblica y la libertad.
Artculo 68 del Cdigo Penal y concordantes.
JUEZ: El Jurado debe disponerse a dar su fallo. Culpable a inocente?
JURADO: (A coro) Culpable, seor Juez.
EL REY: La justicia dio su palabra. Que venga el verdugo y que muera
sometido al garrote vil. (Cuchicheo con La Reina) Alto! La Reina con
su espritu dulcsimo intercede por el reo. Por esta vez, se conmuta la
pena. Por pura piedad libramos al reo de morir estrangulado. Que
caiga su cabeza bajo el hacha. Verdugo!
El verdugo arranca una larga cortina roja y cruza la escena arrastrndola.
La accin se hace ahora muy lenta.
TELN
Roger Mirza
Universidad de la Repblica, Montevideo
convierte, por momentos, en una figura dbil e insegura bajo la fuerte presencia de
la madre, en otros, baila un tango con Lepera con quien se besa en la boca. Adems
encontramos escenas que rescatan sus triunfos en los salones y en los teatros, sus
incursiones en el cine y su xito internacional.
Posteriormente, atrada por la tragedia y los mitos griegos, por la fuerza de su
interpelacin a la cultura contempornea, Mariana Percovich estrena Yocasta, su
cuarto texto, en el subsuelo del Hotel Cervantes (2003). La obra busca darle voz a
una figura que ocupa un lugar marginal en la tragedia de Sfocles A partir de ese
personaje la autora deconstruye y reelabora el mito de Edipo. Si ese mito se
apoyaba en el hroe masculino, nio-hombre-rey, como centro de la accin y
dueo aparente del poder y del saber, seguridades que la propia tragedia ir
desmontando, la propuesta de la autora es centrarse en la figura de Yocasta, darle
voz a la mujer y poner en ella el punto de vista que orienta la accin: hacer coincidir
en ella a la mujer, la madre, la amante y la reina, para encarnar el enigma de lo
femenino y el deseo en sus diferentes dimensiones. Yocasta se vuelve, as, la lucha
entre la genealoga y la singularidad, entre el destino y la libertad. Encarnada por
dos actrices, una que habla y otra que solo se expresa con el cuerpo, Yocasta es la
joven vestal, la mujer postergada por Layo y la reina de Tebas, la mujer deseante
que encontrar su femineidad y su plenitud como amante y como madre a partir
de la unin incestuosa con el hijo. Este es el punto de vista trasgresor que propone
la obra.
Posteriormente y despus de la creacin colectiva Proyecto Feria, realizado como
trabajo de postgrado con los alumnos de la Escuela Municipal de Arte Dramtico
Margarita Xirg, espectculo callejero en el que los actores bailan tango con el
pblico en las ferias vecinales, la ltima pieza escrita y puesta en escena por
Mariana fue Playa desierta (2007). Se trata de un montaje realizado a partir de
varios textos y fragmentos de escenas de obras de Marguerite Duras, en un espacio
inaugurado por la propia directora: el subsuelo del Montevideo Shopping Center
(Sala Under Movie). Sobre un piso totalmente cubierto de arena blanca unos
bancos permiten que cincuenta a sesenta espectadores compartan ese escenario con
los tres intrpretes-bailarines que evolucionan por todo el espacio y que sientan
adems la intensa presencia en escena de un msico con variedad de instrumentos.
En ese clima amortiguado, las palabras, algunos elementos, los cuerpos y gestos de
los actores parecen dibujar sobre ese piso, con reminiscencias de movimientos de
Tai-Chi, y sobre el fondo de las paredes oscuras, refinados diseos plsticos, en
encuentros y desencuentros que recorren, con el trasfondo de un sugerido
ambiente colonial asfixiante, los temas del amor y el desamor, eros y thanatos, las
zozobras e intensidades del deseo y el hasto, en un conjunto cuidadosamente
orquestado, lleno de sugerencias.
Publicaciones:
Cenizas en mi corazn. Madrid, Casa de Amrica. Coleccin Dramaturgia Uruguaya
(Comp. Roger Mirza), 1996.
Extraviada, una tragedia Montevideana. Buenos Aires, Ed. Escuela Lacaniana de
Psicoanlisis. Coleccin Cuadernos, 1996
Extraviada, tragdie montvidenne en Uruguay. Ecritures dramatiques daujordhui. Paris,
Ed. Indigo, 2002.
Yocasta. Montevideo, (Ed. Roger Mirza). Artefato. Intervenciones: del escenario al papel.
Coleccin de Nueva Dramaturgia Uruguaya, 2006.
I. Primera muerte
El alfiler en alto
la piedra azul brillando sobre los ojos
en las ltimas horas de su ltimo sol
mira los destellos que hieren sus ojos grises.
Los mismos ojos de su padre.
III. El Parto
El vientre de Yocasta crece
crece cuatro veces
y su hombre descansa a su lado.
Acaricia el vientre redondeado
la piel tirante.
Los senos grandes de los que ya asoman gotas de leche.
El hombre sorbe esa leche
y ama a Yocasta
con cuidado
cuidando ese vientre amado
que l fecund
en las horas tardas de una pasin nueva.
La Reina de Tebas
IV. Hestia
Las bodas primeras fueron breves.
Hestia, virginal protectora de los hogares
Hija de dos hermanos Kronos y Rethia
Hermana de Demeter, Hera, Hades y Poseidn.
Devorada y vomitada entera por su padre.
Salvada por su hermano Zeus. Dios del rayo y el trueno.
Todo hombre
que busque placer de las mujeres
sin preocuparse de la procreacin
es igualmente peligroso
y se expone a la misma reprobacin
de quien ama a los efebos
V. Yocasta la virgen
La joven Yocasta escucha sin entender
La espalda recibiendo los azotes en las cuevas de los misterios
su piel joven que sangra mientras le acarician la cabeza
VII. Cuento
Un cruce de tres caminos
El carro avanza orgulloso, la mano firme en las riendas
El joven hijo de Corinto va en busca de sus orgenes
va en busca de los orculos pticos
Un viejo se acerca con los caballos encabritados.
Uno y otro se detienen.
Al joven no le gusta la mirada del viejo
El viejo lo mira con arrogancia y curiosidad
admira su belleza de semental joven
una belleza que lo conmueve
mientras la cabeza coronada de rizos del joven se agita
pidiendo el paso.
El viejo se queda hipnotizado por la belleza del joven
El joven dice algo, pero el hechizo es muy fuerte
el hechizo de esos ojos grises que le recuerdan otros ojos
El joven de Corinto arremete contra los caballos del viejo.
VIII. La Peste
Soporto dolores sin pausa
Todo mi pueblo est enfermo
y no existe el arma de la reflexin con la que uno pueda defenderse
Ni crecen los frutos de la noble tierra
Ni las mujeres tienen que soportar quejumbrosos esfuerzos del parto
Y uno tras otro, cual rpido pjaro,
puedes ver que se precipitan, con ms fuerza que el fuego irresistible
hacia las costas del dios de las sombras
Esposas y canosas madres gimen por doquier
en las gradas de los templos,
en actitud de suplicantes, a causa de sus tristes desgracias.
Resuena el pen y se oye al mismo tiempo,
un sonido de lamentos.
En auxilio de estos males, oh urea hermana de Zeus!,
enva tu ayuda de agraciado rostro.
Por qu no ha de saberlo?
Otra vez ser repudiada como esposa,
como madre?
Por qu Hestia te has vuelto contra m?
Acaso no he cumplido con el mandato de la Diosa
No he progeniado una estirpe legtima y noble
No me he entregado a mi esposo
como la Ley dispuso?
No he cuidado a nuestros hijos
No he celebrado una y otra vez
por la alegra de nuestro hogar y nuestro palacio.
En qu me equivoqu esta vez
X. Edipo y Yocasta
Por qu sealas tus pies
por qu me miras as
como si no me conocieras
Por qu la multitud gime
Ay de t, Madre y esposa de una estirpe maldita
Edipo calla
En un cruce de caminos fue muerto Layo
S, en un cruce de caminos
el causante de mis penas
Te am y te amo
con reverencia de hijo, padre y esposo
y ahora debo mostrar tu cadaver
al pueblo
T no mereces vivir
T no puedes vivir
Yo no puedo mirarte ms
XI. Final
La Reina Yocasta se quita la vida
frente al horror de las revelaciones
Grita la chusma.
Pero quin sabe lo que pas dentro del Palacio
Solo yo y l
mi amado esposo
a quien engendr de un padre terrible
Muerta s
Montevideo
Enero-agosto 2002
Roger Mirza
Universidad de la Repblica, Montevideo
En este segundo perodo que abarca de 1972 a 1985 y que ha sido llamado de
Teatro carcelario (Silka Freire: Mauricio Rosencof: El delirio imaginante.
Montevideo, Arca, 1994, p. 89-149), Rosencof logr escribir poesa, novela y
teatro, a pesar de las terribles condiciones de su encierro en calabozos hmedos,
pozos y stanos, en diferentes cuarteles militares. Fue el caso de las obras
dramticas El combate en el establo, El saco de Antonio, El hijo que espera, y el de Y
nuestros caballos sern blancos. El combate en el establo, cuyo primer ttulo fue La
camiseta es considerada la obra ms representativa del perodo. En una de las
entrevistas que le hice, Rosencof cont cmo pudo seguir escribiendo en los
diversos calabozos de dos metros por uno en que lo confinaron, siempre solo, con
luz elctrica y un jergn. Con un fragmento de grafo pudo escribir en pedazos de
hojillas para fumar que luego arrollaba como diminutos rollos que ocultaba en el
dobladillo de la camiseta que mandaba lavar a sus familiares cada tanto. Tambin
cont cmo se haba vuelto insectvero para complementar su dieta y hasta escritor
y poeta por encargue cuando algn guardia le peda un acrstico para su novia, a
cambio de un cigarrillo o un huevo. Llegu a casar a alguno, me dijo. Fue as: como
me rotaban cada tres meses de una regin militar a otra y de calabozo en calabozo
para que no se familiarizaran conmigo, un guardia haba logrado deslumbrar a su
novia con mis versos y las cosas marchaban muy bien, pero ella rompi con l
cuando me trasladaron, porque al no recibir ms versos crey que l ya no la quera.
Despus de un largo perodo me toc volver a aquel cuartel. Entonces el milico no
me dej tranquilo con sus pedidos de versos para recuperar a su novia. Por supuesto
que se los hice. Y agrega con socarronera: Finalmente tuve que casarlos.
La camiseta (o El combate del establo) propone el enfrentamiento entre dos
personajes recludos en un establo, uno de los cuales est convertido en una vaca que
muge y come pasto, aunque habla, piensa y siente como ser humano, con progresiva
prdida de la memoria, mientras que el otro, recin llegado y con apariencia humana,
resiste de varias maneras las mltiples presiones de los guardias y de su propio
compaero que intenta persuadirlo de que la nica forma de evitar el sufrimiento
impuesto es aceptar su transformacin en vaca. La obra apunta, con reminiscencias
del teatro del absurdo (particularmente Rinocerontes de Ionesco), a una clara alegora
que reivindica la necesidad de resistir y luchar para conservar la dignidad y la
condicin humana, en un doble combate, hacia afuera y hacia adentro, con los
guardias y con el compaero de infortunio. Al mismo tiempo, la lucha se vuelve
alegora de la resistencia del propio autor y del valor de la escritura y la creacin como
defensas ante la amenaza de la deshumanizacin y la aniquilacin, como la flauta
rudimentaria que logra construir y tocar Jos al final de la obra.
El tercer perodo, a partir de 1985, se caracteriza por la profusa produccin del
autor, quien incursiona en todos los gneros: poesa, cuentos, novela, testimonios,
Principales estrenos:
1960. El gran Tuleque. Direccin de Ugo Ulive. Teatro El Galpn.
1961. Las ranas. Direccin de Gustavo Adolfo Ruegger con Teatro del Pueblo.
1963. Pensin familiar. Teatro del Pueblo. (Luego retomado en La valija).
1967. La calesita rebelde. Por elenco de SUA. (Para nios). La valija. Grupo de teatro de la
Facultad de Medicina. Los caballos. Direccin de Ugo Ulive. Teatro El Galpn.
1985. El combate en el establo. (Nueva versin en 1994 por Teatro del Mercado con
direccin de Marcelino Duffau).
1987. El saco de Antonio. Direccin de Alfredo Torres. Teatro del Notariado. El regreso del
gran Tuleque. Direccin de Carlos Aguilera. Teatro La Gaviota.
1992. El vendedor de reliquias (sobre Memorias del fuego de Galeano). Direccin de Csar
Campodnico y Bernardo Galli. Teatro El Galpn 1992.
1996. El bataraz. Monlogo basado en la novela homnima por Peter Lehmann.
1999. El maizal en la escalera. Direccin de Teatro Espejos (Sala Alianza Francesa).
Principales publicaciones:
Poesa:
Conversaciones con la alpargata. Montevideo, Arca, 1995.
Canciones para alegrar a una nia. Montevideo Ed. de Uno, 1985.
Poemas. Montevideo, sin datos editoriales, 1990.
Narrativa:
1987. Vincha Brava, Montevideo, Arca. (Santillana 2006).
1987. El bataraz, Montevideo, Montevideo, Arca, 1995. Montevideo, Alfaguara (Santillana),
1999.
1995. Los corderitos de Dios y otros cuentos. Montevideo, Cal y Canto.
2000. Las cartas que no llegaron, Montevideo, Alfaguara (Santillana).
2005. El barrio era una fiesta. Montevideo, Alfaguara.
Ensayo, crnica y testimonio:
1969. La rebelin de los caeros. Montevideo, Aportes. (Tae, 1987).
1986. Las crnicas del Tuleque, Montevideo, Arca, 1986 (retoma sus colaboraciones en
diferentes peridicos).
1991. Memorias del calabozo. Tres tomos. Montevideo, Tae. (En colaboracin con Eleuterio
Fernndez Huidobro).
1999. Cajn de sastre. Montevideo, Cal y Canto.
2003. Las agujas del tiempo. Montevideo, Aguilar.
Teatro:
1964. Las ranas. Montevideo, Aqu poesa, 1964.
1964. La valija. Montevideo, Aqu poesa, 1964.
1964. La calesita rebelde. Montevideo, Ejido. (Para nios).
1967. Los caballos. Montevideo, Librosur, 1985. Contiene Los caballos, El combate en
el establo y El saco de Antonio.
1988. Teatro Escogido I. Montevideo, Tae, 1988. Contiene Las ranas, Los caballos, El
combate del establo, El hijo que espera.
1990. Teatro escogido II. Montevideo, Tae, 1990. Contiene La valija, El saco de
Antonio, Y nuestros caballos sern blancos y El regreso del gran Tuleque.
1990. El gran bonete. Montevideo, La Repblica. (Para nios).
1992. El vendedor de reliquias. (Sobre las Memorias del fuego de Eduardo Galeano).
Montevideo, Arca.
PERSONAJES
JOS
VACA
PERRONE
Acto primero
En el establo. Parva, pesebre, portn de chapa que domina la escena,
cerrado por fuera. La Vaca masca; Jos, somnoliento, est lidiando con
un farol, que enciende.
JOS: Djese de cosas, hombre! Yo quiero ser as noms, como soy! Djese
de cosas! No me venga a fastidiar. En cuantito abran, me mando
mudar.
VACA: Sernate, muchacho, sernate. Lo digo por tu bien. Puedes agravar tu
situacin... por algo ests ac.
JOS: Qu me dice? Si Perrone no me larga, lo atropello.
VACA: Malo, malo. No hagas violencias, lo vas a pasar mal. Las cosas van a
cambiar, calma.
JOS: Bien se ve que usted es lo que es; y como es, lo han parido.
VACA: No, eso no.
JOS: Haga el favor! Usted siempre fue la misma cosa, mire si un sombrero
le va a cambiar la cabeza.
VACA: Oye! Has odo?
JOS: No Qu?
VACA: Un quejido.
JOS: No. Yo no o nada.
VACA: Me pareci que era el portn. Cuando lo abren, gime.
Quedan los dos en silencio. Expectantes, mirando hacia el portn.
As, as, ah est. Y cambia esa cara, hijo. No te pongas trgico. Mira:
la nica diferencia que hay entre una vaca y un hombre, es que la vaca
no puede tocar la jaula... (Re) Vamos! Re t tambin. No tiene su
gracia?
JOS: Me gusta la msica. Una nota que usted arranque a un pedacito de
madera, puede estar llena de sentimiento. Cuando oigo msica,
pienso en ella.
VACA: Esto est muy bueno.
JOS: Frente a su casa haba unos parasos, sabe? All me esperaba por la
tardecita... En el patio tenan unos naranjos florecidos, y vaya a saber
VACA: (En voz baja) Silencio! No hables, Jos. Por amor de Dios, no hables.
Muge. Que no te oigan hablar. Muge! Muge. Si muges bien, te sacan
a pastar. Muu... Muu...
El portn se va abriendo lentamente, dejando entrar un torrente de luz.
Acto segundo
EI mismo establo, ms lgubre Jos, con una soga en el cuello,
descalza y con la camisa desgarrada, embolsa bosta y canturrea. La
Vaca est echada. Le falta la cola, en su lugar tiene un mun vendado.
El farol prendido. Entre, el portn y el pesebre hay una lnea blanca que
los separa. La soga no le permite a Jos cruzar la lnea. All dejar el
balde con leche y la bolsa de bosta.
JOS: Pilsen.
VACA: Qu porquera!
JOS: La hubiera dejado enfriar. Yo la tomo as.
VACA: No tendrs gonorrea, no?
JOS: Se me est poniendo fina. Tenga paciencia, djela reposar un rato.
VACA: No fastidies con recetas y espntame esas moscas. No me dejan en
paz.
JOS: Cosa fiera semejante animal sin rabo!
VACA: Por tu culpa. Vamos, dale.
JOS: (Le espanta las moscas) Por mi culpa un carajo!
VACA: S! S! Por tu culpa.
JOS: Vamos! Si cuando Perrone entr, la oy murmurar encandilada
como una pava: El sol, Jos, el sol! Qu tena que hablar usted?
De ah sac que no estaba terminada. Ts encaprichada!, le grit.
Yo te voy a ensear a estar callada! Y meta vara.
VACA: No digas tonteras. No me la han cortado por eso.
JOS: Ah, no?
VACA: Qu sabes t? Debo estar hipotecada, la cerda en alza, en fin. T lo
nico que sabes es estarte ah, sin hacer nada.
JOS: Nada. Mire quin! Dndole al chicle da y noche.
VACA: Si t no le hubieras faltado, me hubiera dejado en paz. Qu tenas
t que atropellarlo? No conoces tu lugar? Y lo que es respeto? Pues
as te ha ido. Toma nota. Es hora de que vayas aprendiendo... Estaba
verde la vara?
JOS: Me rob los zapatos y se vino con ellos puestos. Cmo no lo iba a
atropellar? Eran mis zapatos!
VACA: Mis zapatos, mis zapatos. Gran cosa!
JOS: No tena ningn derecho!
VACA: Tena la vara! Cllate. T qu sabes? l tiene la vara. As te ha ido.
Has recibido una de padre y seor nuestro. Se te ven las mataduras.
Vamos, ordea. Ordea, ordea. Creo que algo me vino.
JOS: Parece un cuero seco.
VACA: No me alarmes y ordea. Ordea, ordea. Si no hubieras despertado
su ira, nadaramos en la abundancia. Vamos, ordea.
Ms.
Jos obedece.
Atrs.
Jos obedece.
Cmo te tratan las moscas, che? (Se re) Che vos. Te estoy hablando
Ah!, no entends (Simula leer). Pucha que es difcil esta letra... Como
de gur...
La Vaca hace un movimiento de atencin.
Mi muy querido...
JOS: (Bajo, a la Vaca) No hay nada!
PERRONE: Qu dijiste vos?!
JOS: Nada, seor.
PERRONE: Qu murmuraste ah?!
JOS: Nada, seor. Si no habra tambin alguna carta para m...
PERRONE: Para vos? No me hagas rer! Y quin te puede escribir a vos?
JOS: Mi novia, seor.
PERRONE: Tu novia...
JOS: S, seor.
PERRONE: Mira qu bien. El seor tiene novia. Y se ha empilchado como para
salir! No ve? Si hasta corbata se ha puesto! (Re) Esa ternera, mi
amigo, bala por otra teta! (Re) No te amargues, muchacho.
Consolate... Est bien servida... (Vuelve a rer) Ac les dejo la racin...
Demasiada, para la mugre que dan.
JOS: Gracias, seor.
PERRONE: No quers nada ms? Pomada para los zapatos...? (Re) Sabandija...
Tom. Aqu tens. Lo dejo de lstima... (Deja el agua y el pasto
alejados de la raya y va hacia el portn).
JOS: Seor.
PERRONE: Y ahora qu te pasa a vos?
JOS: No llego.
PERRONE: No llegas pero a ver. Ests seguro? Prueba. Prueba.
JOS: (Va hasta la raya, la soga le impide ir ms lejos, extiende los brazos, no
llega) No... No seor. No alcanzo...
PERRONE: No alcanzs... A ver... Pens que tu novia est all, vamos, estirate...
Es tu novia... Mirala... (Re) Mirala bien! A ver, otra fuercita...
Vamos... Vamos.
Jos se esfuerza.
VACA: Se fue?
JOS: S.
VACA: Te portaste bien, Jos. Estuviste muy bien. Qu dej? Agua?
Dame... Dame agua!
JOS: Tome. Aqu la tiene.
VACA: (Bebiendo con fruicin) Y t? T no bebes?
JOS: No (Se sienta y escarba un trozo de caa).
VACA: Est muy buena. Te portaste, Jos. Vas por el buen camino. Viste
que hoy no te peg? Qu cosa linda es el agua! De veras no tienes
sed? Escucha! Ese. Ese es el ruido! Qu haces?
JOS: Un agujerito.
VACA: Un agujerito?
FIN
Roger Mirza
Universidad de la Repblica, Montevideo
protagonistas, sin que aparezca ninguna justificacin clara de esa aparicin, que
opera como alusin a los cadveres que aparecieron en las costas uruguayas a
mediados de los aos setenta y que pertenecan, como lo saba o lo sospechaba la
poblacin, a pesar de las falsas pistas que daba la prensa, a las vctimas del
terrorismo de estado, declaradas desaparecidas por los regmenes militares
uruguayos y argentinos, como se comprob posteriormente.
Y en el proceso de autocuestionamiento que suscitan las situaciones lmites a las
que han llegado Alfonso y Clotilde en su huida, asistimos, en esos seres enfrentados
al terror y a la muerte, a un aferrarse a las vidas acomodadas que tuvieron que
abandonar sin entender por qu y a la progresiva descomposicin de su condicin
humana hasta la prdida del lenguaje, la memoria y la conciencia. (Diecisiete
espectculos para la memoria en Escenarios de dos mundos. Tomo 4. Moiss Prez
Coterillo Director. Madrid, Centro de Documentacin teatral, 1988, 213. Ver
tambin Roger Mirza. La escena bajo vigilancia. Teatro, dictadura, resistencia.
Montevideo, Banda Oriental, 2007: 184-186 y 230-231).
En esta apropiacin y refuncionalizacin de recursos absurdistas la pieza revela la
productividad del modelo y juega incluso con cierto humor (negro), como cuando
le ofrecen a falta de otro alimento pasta de dientes al moribundo para tratar de
reanimarlo. El espectculo, a travs de lo inslito y lo inexplicable, consegua
sortear la censura y mencionar lo prohibido y trasmita la presencia de una realidad
opresora y destructiva a travs de un lenguaje polismico que fusionaba el mundo
imaginario con la realidad contextual de actores y espectadores.
A partir de Crnica de la espera (1986) se inicia un periodo donde alternan obras
de denuncia poltica en un lenguaje cotidiano y directo pero sobrio y alusivo.
Como en la obra mencionada que se refiere a la angustiosa espera de tres mujeres
cuyos esposos o hijos han desaparecido, o como en Sin un lugar, que apunta de
manera ms amplia a algunas formas de miseria, dominio y represin. Otras
muestran un marcado realismo sobre situaciones y conflictos cotidianos nuevos y
tpicos de la postdictadura. Es el caso de La Esperanza S.A., que aborda el
reencuentro y las confrontaciones entre los uruguayos que retornan del exilio y los
que sufrieron el exilio interno, as como el problema de la emigracin econmica
despus de la emigracin poltica. Finalmente, se puede sealar una reaparicin del
lenguaje metafrico y ambiguo con ricas connotaciones en una de sus ltimas
obras, Emboscada (1997), que se centra en los conflictos que genera en una pareja
un insinuante, misterioso y amenazante personaje que surge de la calle.
Varela ha dirigido durante varios aos un taller de dramaturgia auspiciado por la
Asociacin General de Autores del Uruguay y la Comisin Nacional para el
Fomento del Teatro; sus obras se han representado en Asuncin, Buenos Aires,
Washington, Sydney, San Salvador. Alfonso y Clotilde ha sido traducida al italiano
A Leonor lvarez
PERSONAJES
CLOTILDE
ALFONSO
PACO
CLOTILDE: (Se levanta los lentes negros, mientras va hacia el proscenio) Es ac. Ah
estn las marcas.
ALFONSO: (Que la ha seguido) Dnde?
CLOTILDE: (Da unos pasos ms. Se detiene en el borde del proscenio. Extiende el
ndice) Ah. Las ves?
ALFONSO: (Respira) Bueno. Al fin.
Alfonso bebe.
ALFONSO: No se ve nada.
CLOTILDE: Quin va a confiar en tus ojos (Da unos pasos, mira hacia todos lados).
ALFONSO: (Mira hacia arriba) Debe haber sido un trueno. Va a llover.
CLOTILDE: No puede ser. Todava hay sol (Da unos nuevos pasos. Va hacia una
loma; se inclina y mira hacia abajo. Con un gritito) Alfonso!
ALFONSO: (Sin volverse) Qu?
CLOTILDE: (Paralizada. Con los ojos clavados detrs de la loma y cierto terror) Al-
fon-so... mi-r.
ALFONSO: No puedo ahora. Tengo que armar la carpa.
CLOTILDE: Alfonso, ven!
ALFONSO: (Se vuelve) Qu pasa?
CLOTILDE: Mir...
Alfonso se detiene junto a la loma. Observa.
ALFONSO: Qu es?
CLOTILDE: Cmo qu es?
ALFONSO: Parece... una mano!
CLOTILDE: Sali de ah abajo.
ALFONSO: No se mueve.
CLOTILDE: (Casi para s) Una mano...
CLOTILDE: Que venga el Capitn Joe! (Camina en cuatro patas) Que se monte
en esta yegua!
ALFONSO: (Con una carcajada) No creo que venga. Ni l ni nadie. Aunque
estuviera a pocos metros no vendra. Ya sabs como son esos
cowboys; terminan perdindose en el horizonte al lado del amiguito.
Clotilde, gateando, ha llegado junto a la loma. Una luz azulada cae
sobre la mano que emerge de la arena. Comienza a sollozar.
CLOTILDE: Es la verdad!
ALFONSO: (Levanta un dedo, seala hacia arriba) Qu pueden tener contra
nosotros?
CLOTILDE: No s, pero no pueden obligarnos a quedar.
ALFONSO: No pueden tratarnos como a ellos.
CLOTILDE: Es necesario cambiar de ambiente.
ALFONSO: Haba que hacer las valijas, buscar otros aires.
CLOTILDE: Qu alegra. Dejar aquello, poder dar vuelta la cabeza y decir adis.
Nunca nadie parti tan alegremente.
ALFONSO: (Con una sonrisa) Adis.
CLOTILDE: (Evocando la escena) Vamos, da vuelta la llave. Pon en marcha el
motor. Apurate.
Estn uno al lado del otro, como si viajaran en auto.
ALFONSO: (Lo palmotea) Qu fue lo que pas? Tenemos confianza, no? Hable
sin miedo, amigo. (Pausa) Una pelea con los compaeros?
Divergencias polticas?
ALFONSO: No.
CLOTILDE: Mentira. Muchas veces despert por la noche y te descubr durmiendo.
ALFONSO: Hago que duermo. Guardo las formas.
CLOTILDE: Y la respiracin?
ALFONSO: Respiro como si durmiera. Me da vergenza que alguien descubra
que no duermo.
CLOTILDE: Y los ronquidos?
ALFONSO: (Molesto) Bueno... aunque parezcan autnticos no lo son.
CLOTILDE: (Con una risita) Ronquidos fingidos.
ALFONSO: Un hombre destruido por el sueo... ese soy yo. Se lo trag la fbrica,
el Gran Viejo, los hombres como Paco.
CLOTILDE: Por qu fingir as? Qu importa un ronquido? Qu importa que yo
piense que ests dormido si no lo ests.
ALFONSO: Un hombre con insomnio es digno de compasin. Y yo no quiero
que nadie me compadezca.
CLOTILDE: Compadezco a las ovejas que tienen que saltar el alambrado cuantas
veces se te ocurra, no a vos.
ALFONSO: As me gusta.
CLOTILDE: Nunca me inspirars compasin, Alfonso. En cambio, cuando pienso
en vos puedo compadecerme.
ALFONSO: (Despus de una pausa. Con amargura) Tambin fing pensando que
podas preocuparte, que poda importarte, que yo... Unos meses atrs
me importaba la imagen que proyectaba de mi mismo. (Balbucea).
Trat de... de no defraudarte.
CLOTILDE: Queras ser el lobo y no sos ms que una ovejita.
ALFONSO: No hagas bromas ahora. Me siento mal.
CLOTILDE: (Da unos pasos) Peor que el pobre Paco?
ALFONSO: La lcera.
CLOTILDE: Un poco de pasta?
ALFONSO: Ahora no.
CLOTILDE: (Que est junto a Paco) Paco pide ms. Mueve lo labios. Quiere
decirme algo. Me mira en una forma!
ALFONSO: (Se tapa los odos) No quiero or porqueras. No quiero or nada.
CLOTILDE: (Mientras se arrodilla al lado de Paco) No me mires as, por favor.
ALFONSO: Ciego y sordo.
ALFONSO: (Con burlona amargura) Penss que hubiera servido de algo? No,
Clotilde. Yo pude aplastarlo... pisarlo como a una mosca y sin
embargo...
CLOTILDE: Sin embargo, qu?
ALFONSO: Los sentimientos. Uno es un hombre con sentimientos... y a veces
algo all lejos, en el fondo, en la infancia, digo yo...
CLOTILDE: (Irnica) Te acordaste de la escuela, de la tnica gastada y de todas
esas porqueras.
ALFONSO: (Casi para s) Me acord de otras cosas... palabras, pensamientos...
cosas que alguna vez dijo Pap...
CLOTILDE: (Sin prestarle atencin, sobresaltada) Escuchaste?
ALFONSO: Qu?
CLOTILDE: Algo... algo silb en mi oreja.
ALFONSO: El viento. Hay viento ahora.
CLOTILDE: Fue un ruidito extrao.
ALFONSO: Una gaviota. A veces pasan chillando.
CLOTILDE: Un grito... Creo que alguin grit.
ALFONSO: (Ponindose de pie. Mientras se sacude) Ja! Quin? No fue Paco. El
pobre es una burbuja sin voz.
CLOTILDE: Un grito chiquito. Un quejido tal vez.
ALFONSO: No fue Paco. Est muy quieto.
CLOTILDE: (Ponindose en pie. Con conviccin) El ltimo grito. Ese que se da sin
fuerzas.
Los dos van junto a Paco. Se inclinas sobre l.
ALFONSO: De que sirvi una vida ordenada, metdica? De que sirvi pagar
nuestros impuestos, tener al da nuestras cuentas, operar en tres bancos?
CLOTILDE: De nada.
ALFONSO: Fue por tu culpa!
CLOTILDE: Claro, siempre yo soy la culpable.
ALFONSO: Metiste la pata en la cena.
CLOTILDE: No fue culpa ma que se achicharraran los zapallitos. Juanita se
descuid.
ALFONSO: No hablo de esa vez. Hablo de la gran cena. El da que vino el Gran
Viejo.
CLOTILDE: Qu paso ese da?
ALFONSO: No te acords?
CLOTILDE: No quiero. No tengo ganas ahora, Alfonso.
ALFONSO: (Nervioso) Vamos, pens.
CLOTILDE: No seas pesado. No quiero jugar.
ALFONSO: (Gritando casi) Te exijo que recuerdes!
CLOTILDE: (De mala gana) Todo sali esplndido. Fue un xito el mus de
chocolate!
ALFONSO: (Grita) Tens que recordar!
Un silencio. Se miran. Alfonso se agacha y toma el termo. Lo golpea
repetidamente con un vaso a modo de gong. Luego, ellos se saludan
con una pequea inclinacin de cabeza. Se sientan, uno frente a otro,
en los banquitos plegables.
CLOTILDE: (Con una risita) Fue sin mala intencin, Paco. Ests muy azul. Ya no
pods proporcionarme la mejor tarde del verano.
ALFONSO: (Jadeante, mientras lo observa) Nunca renegu de lo que tuve. En
realidad me gustaba aquella vida. Esa es la pura verdad, Clotilde.
CLOTILDE: S? Qu buscbamos entonces? Qu haba detrs de los abrazos de
los sbados? A quin buscbamos?
Un largo silencio. Alfonso vuelve lentamente al centro de la escena.
(Junto a Paco) Decime que vale la pena, Paco. Que todava estamos a
tiempo. Dame fuerzas. Ment ahora que es ms fcil. Dec que vale
la pena sentarse a esperar, que la nube nos proteger, que no van a
silbar las balas, que no habr dolor ni sangre. Habl, Paco. Grit
mucho mientras nos guis y sobre todo, disimul, tratndonos como
a tus compaeros. Dec que hay otro lugar y que solo tenemos que
llegar all y maldecir el pasado. (Pausa) Van a venir por nosotros,
verdad, Paco?
Otro silencio. Clotilde se pone de pie y se arrastra lentamente hasta
Alfonso.
ALFONSO: Oste?
CLOTILDE: Estn llegando los pjaros?
ALFONSO: No son los pjaros.
CLOTILDE: Qu es?
ALFONSO: Un ruido, un ruido diferente.
CLOTILDE: Algo se acerca.
Ambos se ponen de pie. El ruido crece, los envuelve.
CLOTILDE: (Al borde del terror) Alfonso, no estn. Paco y los otros. No estn. Se
los llevaron.
ALFONSO: No puede ser! Por qu? Para qu?
CLOTILDE: (Con desesperacin) Dnde estn las huellas? Por dnde pasaron?
ALFONSO: Est muy oscuro. No los vimos!
CLOTILDE: Por qu no tocaron bocina? Por qu no gritaron?
Alfonso...
ALFONSO: Qu?
CLOTILDE: Decime qu paso un diez de octubre.
ALFONSO: No recuerdo.
CLOTILDE: (Muy angustiada) No veo nada. Alfonso. Estoy manoteando el aire.
ALFONSO: Lo s. Est muy oscuro, Clotilde.
CLOTILDE: No me sueltes. No me sueltes la mano. No te calles.
ALFONSO: Haba una vez...
CLOTILDE: S, cont cuentos. No pares de hablar.
ALFONSO: Haba una vez un rey malo, muy malo...
CLOTILDE: (Repite). Un rey malo... un rey...
ALFONSO: (Con esfuerzo, vocalizando) Un rey malo que viva en una...
CLOTILDE: (Como un eco) Rey? Qu es eso? Rey?
ALFONSO: ...ciudad de altas murallas.
CLOTILDE: Ciudad. Qu significa? Ciudad?
ALFONSO: No s. Creo que antes lo saba.
CLOTILDE: (Con ahogada desesperacin) Estoy perdiendo las palabras, Alfonso.
ALFONSO: (Lentamente) Yo tambin.
CLOTILDE: Qu dijiste? Qu decs?
ALFONSO: El cuento. Lo aprend de memoria.
CLOTILDE: Entonces?
ALFONSO: No s. No s lo que digo.
CLOTILDE: El cuento, s. Cont un cuento. Con palabras claras, sencillas.
ALFONSO: Haba una vez un rey malo...
CLOTILDE: (Como un eco). Haba una vez un rey malo... (Extraada) Haba?
ALFONSO: Lo aprend de memoria, Clo... Clotilde era tu nombre?
CLOTILDE: S, creo que s.
Las luces se apagan gradualmente hasta la oscuridad.
Luis Chesnney
Universidad Central de Venezuela
autor nacional, producto de lo cual surgieron autores del teatro experimental como
Isaac Chocrn y grupos independientes que produjeron lo mejor de los autores
vanguardistas del momento.
Francisco Pettrone, que viene de la experiencia del Teatro Arena argentino, del
movimiento independiente, impuls un teatro popular muy crtico, aunque de
corta duracin. De Horacio Petterson, actor y director chileno, se conocieron los
montajes del teatro clsico y de vanguardia, Laredo, educadora chilena, forma el
grupo Sbado en la Universidad del Zulia, Korn, con experiencia en Argentina, se
hace cargo del teatro de la Universidad Central de Venezuela en Caracas, lvarez y
Martnez, chilenos, organizan el movimiento del teatro infantil, y Costea, de
origen rumano formado en Pars, desarrolla un grupo independiente para
promover autores galos y nacionales.
En la dcada de la dictadura, aos cincuenta, se dan a conocer Rengifo con su
problemtica social y con temas sobre el petrleo y la historia, y Chalbaud,
exponiendo los problemas de la marginalidad en tono potico. Durante los aos
sesenta surge la generacin post-dictadura, en donde se hara sentir la influencia de
Juana Sujo, al desarrollarse un teatro moderno con fuerte influencia europea, as
como el desarrollo de un teatro experimental. Con los primeros festivales
nacionales de teatro se dieron a conocer autores como Jos Ignacio Cabrujas
(1959), centrado en la lectura de la historia y poltica el pas e Isaac Chocrn, con
tendencias existenciales y centrado en la problemtica de los emigrantes judos. Se
forma El Nuevo Grupo que reunira a estos ltimos dramaturgos en sus
producciones y se crea Rajatabla, bajo la direccin de Carlos Gimnez.
En los aos setenta, al producirse la crisis de las vanguardias, retorna la bsqueda
por un teatro que mire la realidad social y se comprometa con su sociedad, de lo
cual surgiran autores con intereses en la escena popular como Gilberto Pinto,
Ricardo Acosta, Gilberto Agero, herederos del Mscara, y Rodolfo Santana,
considerado el continuador directo de la orientacin social del teatro, as como Jos
Gabriel Nuez y Elisa Lerner, que retoman valores de las vanguardias
experimentales. A partir de esta dcada comienzan los festivales internacionales de
Caracas y la influencia de las nuevas corrientes latinoamericanas como la creacin
colectiva o la experiencia del teatro polaco, italiano o ingls.
La dcada del ochenta sera una dcada de transicin en la que aparecen nuevas
figuras que abren el espacio dramtico hacia temticas ms actuales, no tratados
anteriormente, como son, entre otros, el caso de Ugo Ulive sobre la derrota de la
guerrilla venezolana en los aos sesenta, Mariela Romero e Ibsen Martnez con obras
que exploran la realidad humana moderna, Jos Antonio Rial que con sus obras
producen una reflexin sobre el poder, la libertad y la emigracin, Edilio Pea con su
Bibliografia:
Aranda, Sergio (1977). La economa venezolana. Bogot, Ed. Siglo XXI.
Castillo, Susana (1980), El desarraigo del teatro venezolano. Caracas, Ed. Ateneo.
Chesney L., Luis (1987), El teatro popular en Amrica Latina, Caracas, CELCIT, Cuadernos
de Investigacin n. 25.
- (1990) Balance de la creacin colectiva en Amrica Latina,. Caracas, CELCIT, Cuadernos
de Investigacin n. 34.
- (2000), 50 aos de teatro venezolano, Caracas, Universidad Central de Venezuela, Fac. de
Humanidades, Comisin de Estudios de Postgrado.
- (2005). Las nuevas tendencias del teatro venezolano a fines del siglo XX (1970-2000).
Caracas. CELCIT. Cuaderno de investigacin n. 49.
Hernndez, Gleider (1979), Tres dramaturgos venezolanos de hoy: R. Chalbaud, J. I.
Cabrunas e I. Chocrn, Caracas, Ed. El Nuevo Grupo.
Tarre Murzi, A. (1972), El Estado y la Cultura, Caracas, Monte vila.
Luis Chesnney
Universidad Central de Venezuela
sellado, sobre el sida, en donde por primera vez su obra muestra aspectos de su
propia vida en forma serena y templada, con una profunda reflexin sobre la vida
y la muerte, tema que apasiona al autor; Uno Reyes Uno (1996), en donde
nuevamente explora el mundo judo, esta vez a travs de personajes bblicos
centrado en el Rey David; y Top dance (1999), obra que culmina el tema de la
familia heredada y que cierra su ciclo autobiogrfico y de la cultura juda.
En su trayectoria teatral tambin fue fundador de El nuevo grupo (1967-1987)
con Chalbaud y Cabrujas, entre otros amigos, que con el fin de promover el teatro
de texto, le permiti estrenar la mayor parte de su obra. Igualmente, fue el
fundador y Director General de la Compaa nacional de teatro (1984-1992) y
recibi el Premio nacional de teatro en 1979.
La sntesis de la modernidad post vanguardista de Chocrn responde a su fe
puesta en la palabra, que como l mismo ha sealado, estrictamente escrita,
disciplinada e intencionada, sirve de vehculo para comunicar su visin de mundo.
El ser humano da su respuesta en sus obras, es un eje central de su dramaturgia que
demarca los nuevos cambios que una sociedad puede dar para tener una completa
libertad y realizacin.
Estreno de obras:
1959. Mnica y el Florentino. Teatro Comps de Caracas. Reposicin en 1979 por El Nuevo
Grupo de Caracas.
1961. El Quinto infierno. Teatro Los Caobos de Caracas. Amoroso o Una Mnima
Incandescencia. Teatro Ateneo de Caracas, llevada luego a Bogot y Cali (Colombia).
1963. Animales feroces. Teatro Ateneo de Caracas.
1964. A propsito del Tringulo. Teatro de Arte de Caracas.
1966. Asia y el Lejano Oriente. El Nuevo Grupo de Caracas, llevada luego a Uruguay,
Bogot, Minneapolis, Los ngeles y San Juan de Puerto Rico.
1967. Doa Brbara. Libreto de pera. Teatro Municipal de Caracas. Tric.Trac. El Nuevo
Grupo de Caracas. Llevada luego a San Juan de Puerto Rico, Minneapolis y Minnesota.
1969. Okey. El Nuevo Grupo de Caracas, Llevada luego a Madrid, Buenos Aires, Bogot,
Lima, San Juan de Puerto Rico, Montevideo, New York, Mxico, Alemania, Miami,
Ginebra, Lisboa, Washington, Londres, San Jos de Costa Rica, Santo Domingo, Panam,
Albuquerque, Nueva Mxico.
1971. La Revolucin. El Nuevo Grupo de Caracas. Llevada luego a San Juan de Puerto
Rico, New York, Ro de Janeiro, Sao Paulo, San Jos de Costa Rica, Islas Canarias, Madrid,
Ginebra, Buenos Aires, Montevideo, Mxico y Trinidad.
PERSONAJES
TODOS SON ACTORES QUE ESTN REPRESENTANDO ESTA PIEZA CON AIRE DE
VODEVIL. EL PBLICO DEBER ESTAR SIEMPRE CONSCIENTE DE TAL CONDICIN.
Primera parte
Mientras el teln del teatro se abre para mostrar un teln de boca que
lleva el ttulo ASIA Y EL LEJANO ORIENTE, se oye una msica de
fanfarria y tambores (La Gazza Ladra de Rossini, servira). Cesa la
msica, se hace oscuridad total, y se oye un palmoteo acompaado de
voces que a coro dicen: Uno! Dios! y Tres! Arriba el Teln! Sube el
teln y est la compaa alineada a lo largo del proscenio.
Tit entra.
Escena 1
Oscuridad total. Luego una luz de penumbra y entra corriendo Rudi
seguido de ngel, Bobo y Beba.
NGEL: Rudi!
RUDI: Rpido! Qu?
NGEL: Yo pens que estbamos de acuerdo.
BEBA: El partido nunca ha estado de acuerdo.
BOBO: Pero y las declaraciones de...
RUDI: Rpido. No hay tiempo que perder. Voy a empezar a contar. Treinta
y nueve, treinta y ocho...
A partir de aqu y hasta el final de la escena, Rudi no para de contar.
Escena 2
Inmediatamente toda la escena llena de luz. Entra Tit alegre, dando
vueltas, y se le acerca a Bobo.
TIT: Te dormiste?
BOBO: Te estaba viendo por el rabo del ojo.
TIT: Bailando como una loca. Me encanta el campo. Oyes?
BOBO: No se oye nada.
TIT: Exacto. Oye. No se oye nada. Me encanta!
BOBO: Ven.
TIT: (Acostndose a su lado y despus de una pausa) Mira como pasan las
nubes.
BOBO: Te quiero.
TIT: Cuntas! Tantas! Yo tambin a ti.
BOBO: No te muevas. Quedmonos as, tranquilos. No s qu hara sin ti.
TIT: Sigue viendo las nubes. Vers cmo te sientes flotar. Sin m seguiras
viviendo.
BOBO: Igual que t sin m. A lo mejor es verdad. Ojal fusemos simples,
como cualquiera de esos policas que al sentir celos matan a su
amante y en seguida se matan a s mismos. Tres, cuatro tiros para ella
y los que queden...
TIT: Tiros, celos, amantes; a fin de cuentas es que sigues triste. Toda la
tarde has estado triste. Djame verte alegre.
BOBO: Si tuvisemos valor o al menos desprendimiento. Si yo no me
preocupase tanto por m mismo y t tanto por ti misma. Si...
Escena 3
A los gritos de Tit, bajan las luces como de noche y vienen caminando
por el lado opuesto Mati y Preciosa de brazo, seguidas de Pepe y Goyo.
PEPE: Pero al final, cuando sales, uno se siente como nuevo, no es verdad?
MATI: Es impresionante.
PRECIOSA: El mdico te dice: Relaje el brazo. Lo dejas caer. Sientes las yemas
de sus dedos buscando. Inmediatamente sientes un pinchazo. No
sientes ningn otro dolor. Ves la luz que entra por la ventana, el
mdico que te mira, el copete de la cama que tus pies rozan, y te vas
hundiendo o vas entrando o te alejas y ya est. Ests muerta. Cuando
te despiertan por ltima vez y sales de la clnica, ves y oyes y sientes
todo. Absolutamente todo.
MATI: Qu asombro!
PRECIOSA: No te gustara probarlo?
MATI: Yo? Realmente, creo que soy... no es as, querido?
PEPE: Eso cuesta mucho dinero.
PRECIOSA: No te gustara a ti, Pepe? Goyo quiere, pero le da miedo.
GOYO: Miedo de quedar en la calle. Menos mal que yo...
PRECIOSA: Menos mal nada. Imagnese cmo sera si los cuatro nos sintiramos
como yo. Viendo, oyendo, sintiendo absolutamente todo.
PEPE: En fin, entremos a jugar una partida.
PRECIOSA: Podramos comenzar una pequea rebelin.
MATI: Qu cosas dices, querida. Ven, entremos.
PRECIOSA: Y si todo el pas lo hiciera, si todo el pas muriera para revivir y para
volver a acostumbrarse a estar vivo, saben qu pasara?
PEPE: Todo el mundo hablara como t y nadie se entendera.
PRECIOSA: No habra venta. No habra venta.
GOYO: Muy bien; recomienda tu plan al presidente.
PRECIOSA: Ustedes se burlan y l tambin lo hara. Morir para volver a vivir es
un riesgo, y no nos gusta el riesgo. Preferimos la venta.
PEPE: No digas tonteras. Si se hace, se har por el bien nacional.
PRECIOSA: Por el bien nacional? Si se hace, ya no habr ms nacin. Habr un
fajo de billetes en cada bolsillo. Ojal y muchos lo utilicen para...
GOYO: (Cortante) No te preocupes; el mo ser para tus curas de sueo.
MATI: Ay, Dios. Por qu no entrarnos? (Comienzan a irse hacia atrs).
PEPE: (Agarrando por el brazo a Goyo) No te preocupes demasiado; lo ms
importante es no preocuparse demasiado. Todo se arreglar; siempre
es as. Ya vers.
NGEL: (Riendo) Mralas como corren! Corran o disparo! Pum! Pum! Pum!
(Se saca la mano del bolsillo) Increble cmo todava la gente no sabe
defenderse! Miedosas!
RUDI: (Abriendo la cartera) No saben? Tenan una pistola. Mrala!
NGEL: A ver. No la toques. Djala all dentro. Miedosas! Con pistola y
miedosas! Gente como esa hace a este pas inmundo! Hay plata?
RUDI: Espera. Una pistola. El tiro. La pareja. Ellas dos. Tres. Entiendes?
NGEL: S, por supuesto, ya inventaste un asesinato. A ver cunto hay.
Esto es todo?
RUDI: Qu ms quieres de un parque vaco? Acerqumonos a averiguar.
NGEL: Las averiguaciones corresponden a la polica. Vente.
RUDI: (Siguindole) Y el hombre?
NGEL: (Pasndole el brazo) Qu hombre? (Riendo) Yo soy el hombre, recuerdas?
Mucho ruido de batera y a ambos lados de la escena sale toda la
compaa empujando escritorios de oficina (algunos llevan mquinas
fijas encima de ellos). o caminando como en el trfico apresurado de
una calle cntrica. A coro, en tono bajo, repiten dos veces:
De Arriba
A Abajo
De Este
A Oeste
(Por encima del canto) Mira cmo van y vienen! Apuraditos!
Seriecitos! Trabajandito! No te parten el corazn?
Todos al mismo tiempo.
El trfico se resume.
NGEL:
Coge el paso de los dems. Haz todo lo que hagan. Hay que ser igual
a todos.
RUDI: Ya s, ya s.
NGEL: Igual a todos... Que viva el hombre!
COMPAA: De arriba
A abajo
de Este
a Oeste
Das
Y aos
Total?
Vida y muerte
Tres comidas
si se puede
Un trabajo
si se encuentra,
Hablar es plata,
callar es oro
Total?
Barriga llena
Amando
Odiando
Dando
Quitando
Jurando
Perjurando
Total?
Siempre a medias.
Vida y muerte
Con barriga llena,
Siempre a medias
Y que venga lo que venga
Suma o resta
Total?
Da igual.
Escena 5
Se reanuda la confusin del trfico, mucho ruido de batera mientras
que Beba y Tit se abren paso.
Vamos a ver, vamos a ver si aqu tengo suficiente para tomar un taxi.
La pistola se vende, los polvos se usan, y... Suficiente! (Grita saliendo)
Taxi! Taxi!
Escena 6
Del otro extremo entran Ana y Preciosa.
PRECIOSA: Cada vez que nos ocurre algo nuevo, algo que cambia un poco la
vida. Mira, si por ejemplo, qu se yo, si por ejemplo se efecta la
venta, vers como todos o al menos muchos sentiremos una cosa rara
los primeros das. Despus olvidaremos. T tambin sientes algo raro
porque lo que hiciste fue peligroso.
ANA: Y me olvidar?
PRECIOSA: Todos nos vamos a olvidar de todo. Vers cmo tengo razn. Ahora
tomemos caf.
ANA: Se ha hecho tarde. Entremos.
PRECIOSA: Te repito que no es bueno acostumbrarlos a que nos vean llegar a la
hora.
ANA: El Doctor no nos ver.
PRECIOSA: Se encargarn de decirle que somos puntuales y creer que
necesitamos el puesto.
ANA: Que crea lo que le d la gana.
Entran y se sientan en sus escritorios Pepe y Mati.
Escena 7
PEPE: Mati!
MATI: A su orden, Doctor.
PEPE: Llmame a la seorita esa, la que siempre es puntual, Cmo es que
se llama?
MATI: Se refiere a Ana, Doctor?
PEPE: Hgala venir. Ya ver si es a ella a quien me refiero.
MATI: Enseguida, Doctor. (Se acerca a Ana) Te llama.
Ana va, mientras Mati y Preciosa se sientan en sus puestos.
ANA: A su orden.
PEPE: Ah, es usted? No se asuste que no le va a pasar nada. Sabe quin soy
yo.
ANA: S, creo que s.
PEPE: Y sabe cmo funciona la oficina.
PEPE: De frica.
ANA: (Cantandito) De Europa.
PEPE: Excelente, excelente, sabe usted pensar. A ver, quin falta?
ANA: (Cantandito) Amrica, frica, Europa y Oceana.
PEPE: Y Asia y el Lejano Oriente.
ANA: (Eufrica) Gran continente!
PEPE: Djese de patriotismo. Por dnde bamos?
ANA: A dnde vamos?
TIT: (Entrando con caminar de serpiente) Dnde estoy?
PRECIOSA: S, ya sabemos, tienes un dolor de cabeza gigantesco!
MATI: Y casi no ibas a venir, pero el deber.
TIT: Ay, qu dolor de cabeza! (Se sienta).
PEPE: Oiga entonces la mdula de mi pensamiento. Casi todos esos niitos
tienen padres y muchos de esos padres naturalmente han de ser gente
de dinero.
ANA: Por qu naturalmente?
PEPE: Porque la gente de dinero es la que escribe cartas por avin.
NGEL: (Entrando) El trfico est peor que nunca. Buenos das!
MATI: Buenas, bachiller. Ya el doctor lleg.
NGEL: Pregunt por m?
MATI: No, bachiller; est hablando con Ana.
NGEL: (Acercndose a Preciosa) Muy bien. Seorita, preprese que le voy a
dictar.
PRECIOSA: (Parndose) Ya?
NGEL: Primero voy a leer el peridico, pero vaya preparndose (Va a un
escritorio, se sienta, y abre el peridico que trae).
TIT: (A Preciosa) Te salvaste.
PRECIOSA: Quien lo oye jurara que dicta mucho. Bachiller! Y Dios libre a
quien no lo llame bachiller!
TIT: Te dedica todo su tiempo. Qu emocionante!
MATI: Lo que pasa es que no lo respetas. Si lo llamaras bachiller, te dejara
tranquila. Acurdate que la gente con ttulos es muy susceptible. Al
bachiller hay que llamarlo bachiller y al doctor, doctor.
TIT: Y a los que no tienen ttulos cmo se les dice?
Qu desea?
BEBA: Yo? nada. Trabajo aqu.
Salen.
Segunda parte
Sube el teln con la compaa en la misma pose del final de la primera
parte. Lo que dicen comienza con luces bajas como murmurando
amable y va subiendo hasta alcanzar tono exaltado.
BOBO: Bueno, yo creo que ha sido un buen show. Para que nos respeten en
el extranjero. No muchos seran capaces de hacer lo que nosotros
hemos hecho. Pero el Gobierno ha debido usar ms autoridad. Ha
habido atropellos.
BEBA: A una dama grvida la atropellaron.
BOBO: Y han habido excesos.
GOYO: Midan bien sus palabras.
BOBO: Las medimos y tambin medimos la inmensa cola que tuvimos que
hacer para poder votar.
BEBA: Se equivoca usted si cree que nos va a meter miedo. Ogame:
atropellos y excesos. Quiere que se lo vuelva a repetir? Yo soy una
madre de familia, sepa y entienda.
GOYO: No quiere decir ms nada, verdad?
BEBA: Hoy fue decretado da de fiesta, no haba trabajo, y perdimos el da
en esperar horas para bajar una palanca.
BOBO: Esas mquinas, el Gobierno ha debido alquilar o comprar ms.
Comprar ms mquinas que para eso somos un pas rico, como
pocos en la tierra. Ha debido comprarlas porque inspiran respeto.
BEBA: Y respeto es lo que necesitamos en este pas. Si por m fuera, pondra
una mquina de esas en cada esquina. Click-click-click, click-click-
click-, para que infundan respeto.
GOYO: Muchas gracias, amigos, por sus interesantes opiniones. Y a todos
ustedes que nos ven y nos escuchan, quiero recordarles que dentro de
breves instantes el Presidente se dirigir a la Nacin para participarle
el resultado de esta magna empresa, orgullo de todos, blasn de
todos, honra de todos, milagro de todos!
Batera y luego silencio mientras Pepe marcha con gran prosopopeya
y se coloca en un pedestal.
Escena 2
Enseguida bajan del techo muchos cartelones blancos que en letras
negras reproducen en diversos idiomas el anuncio de la venta: SE
VENDE UN PAIS / REA: 000000 / POBLACIN: 000000 / CLIMA:
0000 / ALTITUD: 0000 / PRODUCTOS: Riquezas minerales, etc., etc. /
Para ms informes: BANCO... En los cartelones se podrn leer
claramente las especificaciones, pero no la informacin dada en cada
una de ellas, que resulta como una coleccin de ceros, y ms an, una
Escena 3
Cruzan Pepe y ngel; cuando van ms all del medio de la escena,
Pepe seala la estatua y dice:
Escena 4
Entran por el lado opuesto Goyo, seguido del resto de la compaa.
Rudi baja del pedestal y se acerca a recibirlos. Pepe y ngel se quedan
observando, hasta que poco a poco se integran al grupo.
BOBO: De acuerdo estoy en que ha llegado la hora de que rijamos los destinos
de nuestro propio pas, pero considero conveniente actuar con cautela.
GOYO: Cautela? Vacilar es perdernos.
BOBO: No he terminado. Considero conveniente la cautela porque creo que
sera ms beneficioso y menos doloroso irse acostumbrando a un
cambio gradual que enfrentarse a un cambio brusco. Todos sabemos
lo que ese cambio brusco significa. Significa la guerra.
RUDI: Comprendo sus argumentos, pero si nos acatamos a ellos, la situacin
actual mejorar pero no desaparecer. Hay que correr los riesgos y
gozar las ventajas de la decisin.
Escena 5
Grandes tambores. Luego Pepe y ngel entran al medio crculo formado
por la compaa.
PEPE: Entonces?
NGEL: No ir. No me importa. Puedes hacer de m lo que quieras. No ir a
pelear, no ir a que me maten, no ir a salvar patria, no ir, no ir!
PEPE: (Despus de una pausa) Muy bien. No irs. Pero tampoco vivirs.
NGEL: Mtame t mismo, ahora, ya, pero no ir!
PEPE: Contstame. Cul crees t que es el propsito de vivir?
NGEL: Ni creo ni s ni me importa. Vivo porque me dieron vida. Y la quiero.
No quiero que me la quiten. No quiero darla. Quiero yo tenerla hasta
que me muera.
PEPE: Como si fuese una nuez bien apretada entre tus manos?
NGEL: Ni siquiera entre mis manos. Apretada dentro de m. Y no la doy. No
la doy porque mi vida es ma y me pertenece.
PEPE: Te vas a quedar con ella dentro, sin compartir y sin amar?
NGEL: Al contrario; para eso la quiero. Para compartir y para amar.
PEPE: Con quienes compartan contigo y con los que te amen?
NGEL: Con esos nicamente.
PEPE: Y por ellos s pelearas, expondras tu vida?
NGEL: Por ellos s.
PEPE: Cuntos son ellos?
NGEL: Qu importa?
PEPE: Uno? Una? Dos? Nada ms que dos? Toda tu vida solamente dos?
Tres? Cuntos?
NGEL: Quieres que te diga toda una nacin, todo un pueblo, no es as?
PEPE: Mientras se comparte y se ama a mayor nmero de personas, ms se vive.
NGEL: Y ms rpido se muere, peleando por...
PEPE: Peleando no; trascendiendo. Te haces ms grande en tamao, ms
profundo en sentimientos, ms sensible a todo lo que te rodea, ms
menos t.
Escena 6
El crculo vuelve a abrirse y la compaa se retira apartndose del
cuerpo de Bobo, que est tirado en el suelo. De pronto Tit se sale de
la lnea y se le acerca.
TIT: Te dormiste?
BOBO: Te estaba viendo por el rabo del ojo.
TIT: Bailando como una loca. Me encanta el campo.
BOBO: A m tambin. No se me haba ocurrido aunque me la paso en el
campo.
TIT: Cuando marchas o peleas, no ests en el campo.
BOBO: Estoy en el terreno; es verdad.
TIT: Cunto tiempo ms va a durar todo esto?
BOBO: Poco si seguimos ganando.
TIT: Me muero de pensar que puedas morir.
BOBO: No bamos a volar el papagayo? Hace buena brisa.
TIT: Tienes fe en que ganaremos? Crees que habr paz pronto? Que
tendremos nuestro propio pas?
BOBO: (Haciendo como si arregla el papagayo) Ya vas a verlo recorrer el aire.
S, s, tengo fe.
TIT: Si vivisemos en una isla, solos, los dos
BOBO: Qu aburrido t y yo solos, sin nadie ms.
TIT: Los otros son los que inventan las dificultades.
BOBO: Y son tambin los que nos aseguran nuestro amor. En ellos nos
reflejamos. Ellos se reflejan en nosotros. Volamos el papagayo?
TIT: Cuando ganemos...
BOBO: As me gusta orte hablar. Lo voy a soltar despacito.
TIT: Y tengamos paz...
BOBO: Y qu ms?
TIT: Y estemos todos empeados en hacer algo de todo esto, entonces...
BOBO: (Agarrando la cuerda del papagayo y gritando) Va Libre!
TIT: Entonces no s qu va a pasar... no s...
BOBO: (Agarrndola por la mano y arrastrndola) Va Libre! Vmonos con l.
Salen corriendo.
Escena 7
Gran sonido de tambores. Y por encima de ellos va surgiendo la voz de
Preciosa, mientras toda la compaa oye intensamente.
Escena 8
MATI: Las campanas!
BEBA: Es la aurora!
GOYO: Es el da!
PEPE: El gran da!
RUDI: Lleg el da!
PRECIOSA: La aurora!
TIT: Parece un sueo!
BOBO: El da!
ANA: Qu alegra!
NGEL: Lleg el da!
PEPE: (Asumiendo pose organizativa) Con orden, por favor, con orden! En
fila, por favor, en fila! A cada cual le llegar su turno!
TODOS: (Se ponen en fila y mirando al pblico. En tono de letana litrgica).
Dice el Libro de Eclesiasts
Lleg el momento
de entregar la patria
y recibir a cambio
cada cual su plata.
De aqu en adelante
seremos felices,
sin preocupaciones,
sin obligaciones,
cada ciudadano
ser ahora un hombre,
simplemente un hombre,
que come, que duerme,
eruta, fornica,
venera a su madre
y se mete los dedos en las narices.
Gloria! Gloria! Aleluya!
Viva este pueblo valeroso
Inventor del tiempo de la venta
No incluido en el Libro Religioso.
Quien quiera dinero para sueos,
Quien no le importe tener un solo dueo,
Pngase en rbita y siga el ejemplo:
Venda su pueblo a tiempo!
PEPE: (Acomodando a la compaa de modo que d la cara hacia los bastidores)
Muy bien, muy bien, una sola lnea, calma, a cada quien le llegar su
turno. Cuando oigan el nmero de su placa de identificacin, entren
a recibir su cheque (Sale).
Escena 9
Del fondo de la escena viene corriendo Preciosa.
PRECIOSA: (Gritando y sealando al pblico) All vienen! Los barcos! All vienen!
Todos se aglomeran viendo hacia el pblico.
FIN
Vida universitaria
Corran los ltimos aos de la dcada silenciosa de los setenta (1979) cuando
Xiomara Moreno empez la vida universitaria en la Escuela de Artes, donde cinco
aos despus se graduara en la Primera Promocin de Licenciados en Artes,
mencin Teatro del pas. Como estudiante realiz ciclos de lecturas dramatizadas
de obras de teatro contemporneas y escribi su primera obra de teatro, Grgolas
(1979) en el Taller de Dramaturgia dictado por Jos Ignacio Cabrujas, con cuya
obra se hizo el primer taller montaje de la Escuela de Artes. Paralelamente, daba
Experiencias Internacionales
En 1984, viaja al Eugene ONeill Theater Center en Connecticut, donde dirige la
Lectura Dramatizada de Jav & Jos de Jos Simn Escalona. El mismo ao participa
PERSONAJES
EL PICHE, asesino
URSULINA, prostituta
CLEMENTE, cliente de la prostituta
DALILA, la mujer de Clemente
NIEVES, chica de show striptease
TANA, lesbiana camionera
BABARU, mendigo
MAXIMILIANO, albail
ESDRAS, el profeta
ALBAIL: Entre ellos hablaban con palabras de tono extrao. Se entendan como
manejando el mismo cdigo. Yo o un rato antes de entrar. El asunto
era sencillo, echarlos de ah sin esperar, pero esper por curiosidad.
MENDIGO: Las mujeres y el marido han hablado. Sus pesares y sus culpas
comprendo. Pero yo, seor, entre tus ovejas. Por qu he sido
escogido? Oigo en ellos que su vida ha sido toda para su provecho y
que ignoran lo que significa dar. Como consecuencia natural no
pueden eludir el sufrimiento. Pero yo, profeta? Yo, por qu?
Ruinoso vago por las calles y sin pan me encuentro. Yo creo que si es
cierto que los pobres heredarn el cielo, buena parte a m me toca.
No hay culpas en mi existencia, ni he hecho mal a nadie. Comercio
con lo mnimo, que mi negocio es la ddiva. Entonces, por qu me
juntas en tu rebao? O es que es tanta mi suerte y mi desgracia que
an pagando en esta vida con miseria, deba pagar en otra con el
infierno.
ESDRAS: No conoces el camino.
EL PICHE: Cuando yo iba a hablar que tena muchas cosas que confesar, pues
puedo asegurar que fue mi lista los mandamientos de la tabla de
Moiss y no por ser la regla de mis limitaciones, sino las experiencias
transitadas, las posibilidades vividas. Que si son diez las leyes
prohibidas, yo para violarlas invent veinte ms... Cuando de eso
poda hablar, el profeta interrumpi, deteniendo por olvido mi
santificacin.
Todos se arrodillan.
ALBAIL: Aqu entr yo. Dije muchas cosas puercas e insult. Ped que salieran
por las buenas y luego me fui por el camino de las malas. Todos se
arrinconaron para proteger a uno de ellos. Ninguno responda a mis
Sonido.
URSULINA: (Canta) Son las mujeres de Babilonia las ms hermosas que el amor
crea, tienen el alma samaritano son voz y fuego de Galilea. Cuando
suspiran voluptuosas el babilonio muere de amor y cuando canta
lleva en su cuerpo cada verso de su cancin.
TODOS: Ay va! Ay va! Ay Babilonio que mareas! Ay va! Ay va! Ay
vmonos pronto a Judea! Ay va! Ay vmonos pa all! (Esta cancin
es de la zarzuela: La Corte del Faran).
DALILA: Me gustara estar enamorada.
CLEMENTE: Baila con tu hijo.
URSULINA: Una vez me met al cine y vi una pelcula, por partes porque un
cliente mientras tanto me haca de todo. Era una historia en
caricaturas. Un hombrecillo verde que se llevaba a unos niitos
volando a un lugar fantstico. Yo al final llor... Cuando los volvieron
a traer a su cuarto, mientras el hombrecillo verde y las aventuras se
iban en un barco de nubes, desapareciendo. El cliente al final no me
pag, dijo que lo haba hecho mal... Y... Y yo quiero un trago!!!!
DALILA: Yo me le el horscopo hoy. (A Clemente) Tambin me le el tuyo.
CLEMENTE: No, Dalila, por favor.
DALILA: El mo pareca un acertijo: algo por saber. Tensin ambiental. Aora
una ilusin. Alimente una pasin. Establezca normas. Los chicos le
observan. Riesgo a resfriarse: es demasiado para m.
TANA: Ojal volviera el constructor.
NIEVES: Qu le haras?
TANA: (Sonre) Nena, qu quieres que le haga?
NIEVES: (Divertida) Lo guindaras?
TANA: Quieres?
NIEVES: S. S que t puedes!
MENDIGO: Una alarma, muchas veces es como un despertador que saca a un
durmiente del sueo. Las ovejas dejbamos de balar. El pastor se
haba dormido y cada uno tomaba su rumbo, el que conoca, el nico
que saba tomar.
EL PICHE: (A Clemente) Cunto calzas? (Le coloca la navaja en el cuello amenazante).
CLEMENTE: Me pesas, Dalila... Qutate... Vete a un lado!
DALILA: Solo quera quitarte una espinilla de la oreja.
URSULINA: Hombre, ests en deuda conmigo. Tienes algo que darme para beber?
TANA: Me molesta cmo ese tipo trata a su esposa.
NIEVES: No te metas en eso y cuida el dinero de nuestra cartera.
MENDIGO: Quin me da dinero para comer?
TANA:
(Enfrentndose a Clemente) Ahora pgame a m. Vamos, ya que eres
tan valiente.
URSULINA: (A Tana) Djalo. Esto no es asunto tuyo.
NIEVES: (A los pies de Esdras, suplica) Un milagro!
CLEMENTE: Es una imbcil, seguro se hace la muerta para hacerme sentir mal.
NIEVES: La mat?
EL PICHE: Todava respira. Est desmayada.
Aparte.
TODOS: Un milagro!!!
ESDRAS: No puedo darles un milagro!
URSULINA: Uno como el de las fiestas de Canan, transforma mis fluidos en vino.
ESDRAS: Cree que son vino y lo sern.
MENDIGO: Padre, djeme ir.
ESDRAS: A dnde iras?
MENDIGO: Correra por las calles hasta que me sofocara de cansancio. Llegara al
orfanato. A esta hora las monjas sirven sopa caliente a los pobres y
mendigos. Hara mi cola, me daran mi tazn, podra hacer dos veces
la misma cola, empujar a algn borracho y tomarme tambin su
sopa. A no ser que est ah ese portero que me la tiene jurada despus
que tumb el mesn de servicio un da en que no se apuraban. Si este
me ve llegar y cuando yo me descuide, y las monjas no vean, me
dejar caer la olla encima, en la espalda, y me va a perseguir a palo
por la calle hasta que yo me pierda en la noche. No voy a ir a ningn
hospital, me trataran muy mal.
TANA: (A Nieves) Desconfo.
NIEVES: Yo tambin.
TANA: Somos un par de tontas.
NIEVES: Tontsimas!
TANA: Tienes tu cartera?
NIEVES:Y el dinero.
ESDRAS: Por ms que huyamos, siempre el miedo estar pisndonos los talones,
y frente a frente a nuestros caminos. Huir es cobarda.
TANA: (A Nieves) T sabes que no soy cobarde.
NIEVES: Pero yo s. Lo podras hacer por m. Yo te tomara de la mano y
correramos hasta mi camerino. Me cambiara de ropa. Y con este
dinero pagamos las deudas y nos compramos algo de free food quickly.
Puede ser Chicken, me encanta el pollo. Yo te quitara la ropa y te
dara un bao. Maana ser otra cosa. (Se aparta) El tipo del Bar
Rojo me ofreci un contrato, me dijo que fuera sola. Dice que t me
das mala imagen. As que te voy a tener que engaar, mi pequea
camionera. El Bar Rojo no es gran cosa pero pagan mejor, as me han
contado. Necesitamos dinero. Hay cosas que quiero comprar.
Tana apartndose de Nieves.
TANA: La dej que llegara al Bar Rojo. Volteaba de vez en cuando. Debi
sentir mi mirada. Llevaba puales en mis pupilas. Cuando saliera iba
a saber cmo se jugaba. Yo vea insistentemente la puerta de atrs,
cuando vi salir a otra que no era Nieves. Un mujern ms alta que
yo, vestida de una manera que no haba dudas: era del tipo que me
enamoraba. Le invit un trago. Ella acept, luego otro y otro y
bailamos. Me enamoraba. Le ped que se viniera conmigo, pero
soltando una carcajada, se quit la peluca y me dijo que era travesti.
Continuamos en la desesperacin de la secta religiosa.
Por ustedes.
Desde afuera el Albail.
ESDRAS: Yo llegu a Babilonia, sabiendo que era el ltimo lugar del mundo.
Llegu, me empujaron, ca hasta una pistola que estaba en el piso. El
caos los abata y yo dispar despus de quitarle el seguro que estaba
trabado. Despus de los disparos todos callaron y me vieron
asombrados y con miedo. No se me ocurri nada que decirles. El
Mendigo empez a cantar y todos le siguieron, despus se
arrodillaron y me llamaron seor, maestro, Mesas. Ellos me
necesitaban, se confesaron y queran un milagro, pero el edificio tena
OSCURO FINAL
Luis Chesnney
Universidad Central de Venezuela
Puestas en escena:
1989. Divorciadas Evanglicas y Vegetarianas. Texto teatral (Dir. Enrique Salazar), Caracas,
Venezuela.
1990. Apostando a Elisa y Cielito Lindo. Teatro San Martn, Caracas, Venezuela.
1995. Pavlov (1988) Teatro GALA (Washington, D.C.) bajo la direccin de Abel Lpez.
1993. Nunca dije que era una Nia Buena. Teatro San Martn, Caracas y EE.UU. por
GALA de Lavapis junto con Passport, dirigida por Javier Yague.
1993 estrena Quireme Mucho (1990). Texto Teatro. Teatro San Martn, Caracas, Venezuela.
1992. Linda Gatita (1992), Teatro La Comedia, Teatro San Martn, Caracas.
1993. Nia Buena. Con este estreno Ott funda el Teatro San Martn de Caracas.
2000. Bandolero y Malasangre (Trad. Francoise Thanas) la Scene Nationale du Potiers,
Francia, y Valencia, Espaa traducida al cataln.
2002-2003. Particip en el programa New Works Now! del The Public Theater de
Nueva York con 80 Dientes... y Two Loves and a Creature (Dos Amores y un bicho)
2002-2003. Photomaton. Programa de Dramaturgia de La Mousson DEte y La Mousson
a Paris en la Comedie Francaise, dirigido por Michael Didym, en ambas oportunidades.
2005. Deux amours et une petite bte (Dos Amores y un bicho) en el Studio de la Comedie
Francaise, dirigida por Vicent Colin. (Lecture Semaine de la Carbe).
2004. Tu Ternura Molotov (2003) Teatro Cuys de la Palma de Gran Canarias por Profetas
de Mueble Bar; Argentina (CELCIT, 2006), Mxico (Teatro Xola, DF 2006), Portugal
(AL-MaSRAH Teatro, Algarve), Washington (GALA, 2008), Colombia (Teatro Nacional,
2008), California (Teatro de las Amricas, 2008), Miami (Teatro Arena) y en Ingls por
The Kitchen Dog Theater de Dallas en Nuevas Piezas del 2007.
2001. Dos Amores y un Bicho, Caracas, Venezuela (Dir. G. Ott); con el ttulo Deux Amours
et une pettite bette fue estrenada en diciembre del 2003 en Lyon, Francia.
2007. Pony (2005), Teatro San Martn, Caracas, Venezuela.
2006. El programa Quartiers DIvry de Paris: Deux Amours... y Photomaton dirigidas por
Elizabeth Chailloux.
2007. 120 Vidas x Minuto (2005), Teatro San Martn, Caracas, dirigida por G. Ott.
2007. 120 Vidas x Minuto (trad.), Universidad de Ohio, EEUU, dir: Otto Minera.
2008. Momia en el Closet: La Momia inquieta de Eva Pern, musical. Teatro GALA en el
Tivoli de Washington D.C.
2009. Chat Teatro San Martn de Caracas.
2009. Fotomatn. Performing Arts Marathon, Teatro IATI: Nueva York.
2009. Tu Ternura Molotov y Pony. Dir.: John Rodaz, Area Stage de Miami, Coral Gables.
Publicaciones:
& CHAT, Trans. Stamatis Polenakis, D. Siuva, C.
Eleotriviari, S. Cufopulu, A. Sarafi, C. Tsocalidu and I. Lasopulu; Lagoudera Publishers
(Atenas, 2008).
Monstruos en el clset, ogros bajo la cama en caro y Monstruos en el clset, ogros bajo la
cama, Asociacin de Autores de Teatro (Torreperogil, 2008).
120 vidas X minuto, Fund. Ed. el perro y la rana (Caracas, 2007).
Passport, DRAMA Ed., Trans. Thomas Hauger (Grasten, Dinamarca, 2007).
Sin su pasado pual en El Divn: 25 autoconfesiones Ed. El Milagro (Mexico City, 2003).
Divorciadas, Evanglicas e Vegetarianas, Ed.3 & Pronto, Trans. Marcio Gallacci Pereira
(Salvador, Brasil, 2005).
Scenes from Two Loves and a Creature and Your Molotov Kisses. New Audition Scenes and
Monologs from Contemporary Playwrights: the best new cuttings from around the world, ed.
Roger Ellis, Meriwether Publishing Ltd. (2005).
Tu ternura Molotov Ed. Ayuntamiento de Santander (Santander, 2004).
Photomaton, Ed. Les Solitaires Intempestifs, Trans. Franoise Thanas (Besanon, France, 2003).
Bandolero y Malasangre. Conjunto, No. 127 (La Habana, Cuba, enero-marzo 2003).
Monologue from Who Ever Said I Was a Good Girl? en New Audition Scenes and
Monologues from Contemporary Playwrights: The Best New Cuttings From Around the World,
ed. Roger Ellis, Meriwether Publishing Ltd. (2003).
Dos amores y un bicho. Nueva Dramaturgia de Venezuela. Ed. Casa de Amrica (Madrid,
2002).
Gorditas. Ed. Fundacin Autor (Madrid, 2001).
Monologue from 80 Teeth, 4 Feet & 500 Pounds en Audition Monologs for Student Actors
II, Meriwether Publishing (2001).
Gustavo Ott I (Divorciadas, evanglicas y vegetarianas; Quireme mucho; El siglo de
las luces) Ed. Avispa (Madrid, 2000).
Gustavo Ott II (Gorditas; Tres esqueletos y medio; Apostando a Elisa) Ed. Avispa
(Madrid, 2000).
Minor Leagues. International Plays for Young Audiences, Meriwether Publishing (2000).
80 Dientes, 4 Metros y 200 Kilos. Ed. Agencia Espaola de Cooperacin Internacional,
Ediciones de Cultura Hispnica (Madrid, 1999).
Monologue from Who Ever Said I Was a Good Girl? en Audition Monologs for Student
Actors, Meriwether Publishing (1999).
Antologa culpable. Ed. FUNDARTE (Caracas, 1997).
Divorciadas, evanglicas y vegetarianas en Antologa crtica del teatro breve
hispanoamericano. 1948-1993 Ed. Mara Mercedes Jaramillo and Yepes, M., Editorial
Universidad de Antioquia, Coleccin Teatro (Medelln, 1997).
Premios y honores:
Comegato (1997). Premio Municipal de Teatro 1998. Premio Casa del Artista 1998.
Fotomatn (1997). Premio Municipal de Teatro 1999. Premio Casa del Artista 1999.
80 Dientes, 4 Metros y 200 Kilos. Premio Internacional Tirso de Molina 1998. 1er. Finalista
Premio Princess Grace 2001, EEUU. Premio Municipal de Teatro 2002. Premio Celcit
2002.
Tres Esqueletos y Medio. Finalista Premio Jos Igancio Cabrujas 1998.
Miss (1999). Premio Celcit 2002, pieza pica sobre la ambicin latinoamericana.
Tu Ternura Molotov. Premio Internacional Ricardo Lpez Aranda (Espaa, 2003).
120 Vidas x Minuto. 2do. Premio del Concurso Nacional de Creacin Contempornea y
Dramaturgia Innovadora del IAEM (Caracas, 2006).
Monstruos en el closet, Ogros bajo la cama. Accsit Premio de Dramaturgia de Torreperogil
(Espaa, 2007).
Proyecto Padre: Obras Jos. Premio Ministerio para la Cultura-Teatro (Caracas, 2007).
Mummy in the Closet; the return of Eva Pern. Nominado al Premio Helen Hayes 2009.
The Charles MacArthur Award for Outstanding New Play or Musical (EEUU, 2009).
Seorita y Madame. Premio 4me Concours dcriture Thtrale Contemporaine en
Carabe (2009).
Linda Gatita. Premios Juana Sujo (Caracas, 1990). Finalista Maclharen Comedy
Playwriting Competition (2007).
Los Peces crecen con la Luna. Premio de la Crtica de Puerto Rico (Puerto Rico, 2007) y MB-
Praga (2003).
Pavlov, premios de los Festivales Karzinbarcika (Hungra) y Liverpool (Canad, 2007).
Wet Dog Waiting (Bandolero y Malasangre). Premio Yakumo Festival 2007 (Japn, 2007) y
Premio Crculo de Escritores de Venezuela (Venezuela, 2001).
Divorciadas, Evanglicas y Vegetarianas. Premio Escenas, Mejor Obra 2007 (Panam, 2007).
Residencia en la Cit Internationale des Arts de Paris (2010).
Participante en el International Writing Program de la Universidad de Iowa (1993) y de la
Residence Internationale Aux Recollets (Paris, 2006).
1 Inning
Un proyector de diapositivas ilumina el ttulo del espectculo: Fotomatn.
luces. Cuarto de autopsias. En medio de la escena, una camilla con un
cuerpo cubierto. Al instante, entra Fernando con un uniforme de los
Cardenales de Lara, visiblemente triste.
2 Inning
Diapositivas de Fernando tomndose fotos. Est tan encantado que
progresivamente va quitndose el uniforme. Fotomatn sin camisa.
Fotomatn sin pantalones. Fotomatn sin zapatos. Cuando vamos a
ver algo importante, entra la Sifrina Fernanda.
FERNANDA: Paren, paren, paren, que soy yo. Chaaaama, gracias por
acompaarme. T sabes lo mal que me hace a m la muerte. El mdico
me lo contraindic. Nada de muerte ni cosas feas y repugnantes. Ah!
Pero el muerto parece que era primo mo, chama, qu raya! Aunque
yo lo vi solo una vez, chama, te lo juro. Nada que ver. La ltima vez
lo vi fue en el estadio. Exacto, murete, pero aunque no lo creas, yo,
esta que est aqu, he ido al estadio! Murete y recontraesfmate. Fue
as. Un da, cuando me visit mi amiga Julia de Nueva York. No
Julia, Yulia, in english, please. T hablas ingls, verdad?
Si el espectador responde que no, Fernanda le dice que no habla ms
con l.
el color local, me dice Where are the Chigires, Where are the
Morrocoys and Where are the Cachicamos? Y yo, que ando siempre
en mi casa, viendo cable, televisin americana, que paso mis
vacaciones en Miami y que solo voy a pubs donde se hable 75.7 por
ciento english, qu le muestro? Qu le muestras a una tipa educada
como Yulia en este miserable pas? Ah? La playa. Eso. Nada ms. Lo
nico que sirve en este pas.
Qu pena cuando la chama Yulia, va entrando a la ciudad y ve los
ranchos. Yo me quera mo-ri-ir-ir de la vergenza!, la verdad, te lo
digo en serio, me sent como que yo... o sea... t sabes...me sent...
me sent como... como... o sea, yo me sent. Y la Yulia, que yo
pensaba que iba a llorar, que iba a esconder la vista, murete que no,
que se ha lanzado a tomarle fotos a los ranchos y yo desesperada de
la vergenza me puse frente a su cmara y antes que apretara el clik
le ped disculpas.
Diapositiva de Fernanda pidiendo disculpa al lente.
Eso, disculpa y perdn y muerte. Y le dije que maana los iba a quitar
de ah, que son provisionales y tal. De verdad, chama, in deed. No s
si me lo crey, pero yo s me lo cre. Porque esa noche imagin un
plan: Imagin tractores, obreros, aplanadoras y borrar todos los
barrios y sembrar pinos. No sera fantstico? Caracas toda rodeada
de pinos. Porque esta ciudad no es fea, lo que pasa es que hay mucho
pobre! Y tambin mucho negro. Y no es que yo sea racista, chama, t
sabes que nosotros aqui no tenemos eso. Lo que quiero decir es que
son todos una carga para la sociedad. Mira, mi filosofa es: si no
pueden vivir entonces que se mueran. Pero que no afeen la ciudad
porque luego es una la que pasa pena. Adems, nada feo tiene razn.
Entonces, ah fue donde a mi ex se le mete en la cabeza que a Yulia
le puede gustar el bisbol tercermundista. Te imaginas? Y pens: De
noche los ranchitos se ven espectaculares, como estrellitas. Entonces
dije: Okey. As: OUkeiiii? Bien american. Y nos fuimos al estadio!
(Estadio) Ay, chama, yo petrificada cuando vi tanto negro y tanta
chusma. No es que sea racista, t sabes que aqu no tenemos eso, pero
todos son as como marroncitos y lo que hacen es beber y beber como
animales. Es ms, te digo que creo que dan cerveza gratis o algo as.
Qu horripilanta. En serio, yo quera que me borraran de la faz del
universo. (De pronto, a alguien del pblico) Chama, no le cuentes a las
amigas que he pisado el estadio porque me dejan de hablar. Es que la
ven a una as, con pelo claro, bella, con clase y tal y no hacen sino
decirte cosas. Te juro que cuando anunciaron el nombre de mi
3 Inning
Msica. Diapositivas de Nueva York. Entra Carlos Fernando, el to de
Nueva York.
CARLOS FERNANDO:
Han pasado quince aos desde que me fui de este pas. Y ahora puedo
ver que la gente y las cosas han cambiado. Todo es diferente. Y la
gente, la gente tambin. (Camina a un lado) Buenos das. Esta es la
morgue? Es aqu donde tienen a Fernando, el deportista? Soy su to
Carlos, de Nueva York. Bueno, el loco ese de Nueva York. Es que la
familia habla muy mal de uno. Son los peores. Porque los amigos
llegan hasta un lmite, quizs porque no tienen tanta informacin.
Pero, la familia? La familia lo sabe todo, desde aquel da que
derramaste el helado cuando tenas cinco aos hasta el da que
descubrieron que no me gustaban las mujeres. No s qu pasa con
nuestra familia. Creo que vemos muchas pelculas, que hacemos pocas
cosas los fines de semana, que lloramos poco, que no tenemos gatos.
Ah? Las mujeres? Bueno, s. No me gustan. Exacto. Digamos que s,
tcnicamente soy eso que usted dice, una marica, pero preferimos
homosexual. Es ms poltico. Que no lo parezco? Y, qu esperabas?,
un concierto de plumas y un sombrero de frutas? Lo siento. Siempre
me he salido de los estereotipos. Espera... No tienes que dejar de
hablarme solo porque soy... No estoy interesado en ti... Solo porque
soy... no quiere decir... (Pausa) Me dijeron que todo era distinto, que
todo haba cambiado... (Camina a un lado conociendo a otra persona)
4 Inning
Suena We are the Champions. Imgenes de Fernando herido de bala
en el estadio. Imgenes donde lo llevan en la ambulancia. Le clavan un
bistur, se les cae de la camilla. Lo dejan en una perrera. A lo lejos un
coro Anarqua, Anarqua.
FERNANDO ANARQUA:
Anarqua, anarqua...! Uffffff! Quiero comer reporteros. Dnde
estn los canales de la televisin, el CNN, el ABC, CBS, DEF, GHI
y la JQK. Ah. (Se peina. Pose de declarante) Quiero declarar a todas
las emisoras porque yo veo todos canales. Dedico quince horas diarias
a ver televisin, cable, satlite, nacional, VHS y Betamax. Navego
con mi interruptor cambia cambia y puedo ver los treinta y siete
canales en menos de cinco segundos y te juro que los veo todos. As,
click, click, click... Y s perfectamente lo que est pasando en cada
uno y no me pierdo nada. En diez segundos le puedo dar dos vueltas
y media a los treinta y tres canales y si me das treinta segundos les doy
tres vueltas y hasta veo dos pelculas. (A las cmaras) Qu te parece?
Qu te parece? Quiero declarar, porque tengo algo que decir.
Velocidad! Esa es la respuesta: velocidad. El poder en la velocidad, el
imperio de la rapidez. La dromocracia. La rapidez es lo que mueve el
mundo, el amor lo que lo conmueve pero la velocidad es la razn de
ser; voy rpido, luego existo. La velocidad es poder, la lentitud, el
proletariado maricn. Seguro alguno de ustedes que me ven por el
mismo maldito canal que ven siempre, perdindose lo que sucede en
el resto de su microsegundo televiso se pregunta: Velocidad para
qu? Para qu? Para qu va hacer? Para poder. Para obtener lo que
se llama poder. Por eso la velocidad. Y usted, desde su sof en su
cama, frente a su tele de catorce, se pregunta: Oye, yo quiero
velocidad, cmo hago para obtenerla Ah? Ah? Bueno, es fcil. Si
quieres velocidad tienes que entrenarte en la violencia. Eso, la
violencia. El coco de nuestros das. Lo que todos temen. El temor es
lo que nos empuja ms rpido. Lo que decide que esta noche cuando
salgas... rattatatatatatat. La violencia es la nica forma de trascender.
De vivir ms all de la vida. Hay tanta banalidad y superficialidad
que los hombres tienen que buscar algo que los transmute y los
convierta en esencia csmica. Y eso es la violencia. La violencia nunca
5 Inning
Imgenes de Fernando cuando nio. Fotos de ausentes y entraables.
Seguidos con fotos, ahora de Fernando Padre.
FERNANDO PADRE:
...Vaco estaba el aeropuerto, pero tambin vacas estaban las calles,
las casas, vaco el cielo, no haba humo, ni lagartos, ni los insectos
ms repugnantes. Vaco un soldado dormido ahogado en su mal
aliento. Vaco un periodista que se haba convertido en estatua de sal.
Vaco el mercado, vacas las filas, vaca la gente, los vecinos, las amigas
y las quinceaeras vacas como vacos estaban los pueblos a lo lejos y
vacas las ventanas cerradas y los bares vacos. Los bares!, dios mo,
qu pas aqu? A dnde se ha ido el pas?
6 Inning
Imgenes de los campeonatos logrados por los Cardenales de Lara en
los noventa. Omos Himno al Bisbol.
MADRE: Al, hola. Soy yo. Tengo que hablarte, tengo que contrselo a alguien
o voy a explotar. Estoy tan tensa, tan a punto de tomar un decisin
dramtica! Cmo quieres que me calme? Cmo quieres que me
calme? No me digas que me calme. No me voy a calmar en los
prximos diez aos! S, estoy en la morgue, pero eso no es lo
importante! Ya s que es tu nieto el que est muerto pero eso ya no
tiene importancia, est muerto! Mam, no te cobran por recibir una
llamada, te cobran por llamar a un celular. No es lo mismo! (Llora
trgicamente) Me vas a dejar contarte mi drama o quieres que pida
ayuda al primer desconocido que entre a la morgue? OK, te cuento,
pero no te pongas nerviosa y tmalo con calma, mam. Esta maana,
antes de salir para ac, me levant (Llora) Fui al bao y... y... No, no
me ca en la baera. Cuando entr al bao, y me iba duchar. (Llora)
Haba una... una... (Llora, luego de una pausa) Haba una cucaracha!
Grandsima. Molecular. Jursica. Como de dos metros, mam. Ya
sabes cmo soy para esos bichos apestosos. S, ya s que tengo
7 Inning
Diapositivas de muertos, accidentes, violencia callejera.
8 Inning
Voz de Alfonso Saer, un narrador de Lara. Diapositivas segn texto de
Saer.
Esta tarde, la fanaticada llevar en hombros el cuerpo sin vida de
uno de nuestros peloteros ms sacrificados. La liga ha dispuesto un
acto multitudinario en el Estadio Antonio Herrera Gutirrez de
Barquisimeto donde los amantes del Cardenales le darn su adis a
una de sus mejores alas...
Entra Fernando, con el uniforme de Cardenales.
FERNANDO: La cosa fue as. Hace dos meses entr en un bar. Ped una bebida,
compart canciones y un ventilador que apenas se mova. Hablaba de
mujeres, de cuentos, hasta que lleg ella. Tena gracia y clase. Llevaba
un vestido blanco hasta la cintura. Pide una naranja con ginebra, me
vuelve a mirar y era realmente hermosa. Lo ms bonito que he visto
desde que me dediqu a este oficio de animales. Me vuelve a mirar,
ya la tercera, maldita sea, tres veces y a m, me dije, mientras me luce
su vestido y las piernas. Esas piernas fuertes que me miran
largamente. No hay cosa que me excite ms que dos piernas. Me
entra un cosquilleo, me vuelve furioso, se me agita la respiracin, me
pone nervioso. Termina su trago, me vuelve a mirar y ya eso es
demasiado. Ella, una lujuria y un sueo me hace homicida, asesino y
bestia que le degollaba los sentidos. Quieres bailar? Parece una mujer
de dinero, fastidiada de algn marido imbcil y millonario o
simplemente uno de esos ngeles hermosos buscando un hombre del
bisbol, un atleta fornido y musculoso para mostrarle el Paraso.
Bebemos, bailamos, le toco el hombro desnudo y mido sus nalgas
fuertes. Nos besamos y casi me muero. A las once salimos del bar.
Afuera esperaba un Mercedes azul. Cmo te llamas?, me dice. Y yo
le digo, Fernando. Y le muestro esta foto, esa que cargo siempre en la
cartera y que huele a... a cuero. La ve, la besa y me dice, te voy a
llamar Fotomatn. Me pareca un nombre mariconcete, pero dijo
que era sexy. Ella indica los caminos, seala con una mano, mientras
con la otra enciende el radio. Me dije, debo estar soando, peloterito.
Esto no es verdad. Esto es como un foul al center field. Una vaina
ilgica, algo que no existe. Llegamos al hotel y ella apaga la luz y su
piel es bruma. Entonces, comienzo a desnudarla, primero arriba, la
beso, luego voy bajando y cuando le quito la ropa interior a que
no adivinas lo que me encontr! (Muestra el bate. Salta despavorido
hacia el otro lado del escenario) Era un hombre. Un hombre! Entonces
tomo el bate y la amenazo. Se asust y con razn, estaba listo para
cometer mi primer homicidio. Me dice, Pero yo te quiero. Qu
asco, ah mismo lo iba a matar. Pero de pronto, con mis pantalones
abajo, el transexual arrodillado y mi bate listo, se me aparece un
ngel. As como te lo digo. Un ngel. Un ngel brillante, con dos alas
largas, rojo, azul, inmenso. Se me aparece el ngel y me dice:
Nooooooo. As nooooooo, Fotomatn... Noooooo. Y yo, arrecho,
le respondo al ngel Por queeeeeee. Por queeee Y entonces, el
ngel, brillante, me dice, en tono reverencial y doctrinario:
Fotomatn. (Pausa) En pocas de guerra, todo hueco es trinchera.
9 Inning
Fernando lee la diapositiva que dice 9 INNING y se adelanta hacia
el pblico.
Hoy, noveno inning, perdiendo por una; dos outs, con un corredor en
tercera y vengo yo al bate. Cuando voy al bate la gente me grita: malo,
mediocre, out por regla, bate quebrao, que traigan a su hermana,
ponchao. Yo entiendo. Entiendo que me griten. Me gritan los del
equipo contrario, me insultan los de mi propio equipo, los locutores de
radio ni transmiten mi turno, y mis amigos miran hacia otro lado. Ya
s. Soy malo, pero estoy ah. Y me digo: En pocas de guerra, todo
hueco es trinchera. Cuntos de ustedes son buenos y nunca han
podido ponerse un uniforme de estos? Ah? Con todo en mi contra,
con la gente yndose del estadio, con el relevo de oro enfrente, vengo
yo. Ser malo, pero tengo un bate en la mano. Lanza. Le doy con el
bate. Y entonces... entonces no s qu pas. La pelota se elev y se
elev. Yo ni saba dnde estaba, solo corra por primera, por segunda,
por tercera, doblo al home y de pronto, cuando estoy pasando por
tercera, la veo a ella. O a l. Al transfor. Y oigo que me grita:
Fotomatn! S, el estadio ruga, pero yo no s cmo coo lo o. Yo, sin
FIN
Luis Chesnney
Universidad Central de Venezuela
Bibliografa:
Azor Hernndez, Ileana (1980), Conversando con Csar Rengifo en Conjunto n. 43, pp.
31-35.
Azparren G., Leonardo (1980), Las mariposas de la oscuridad, El Nacional (Caracas),
Diciembre, p. E-2.
Castillo, Susana (1980), El desarraigo en el teatro venezolano, Caracas, Ateneo.
Chesney Lawrence, Luis (1987), El teatro popular en Amrica Latina. Caracas: CELCIT,
Cuadernos de Investigacin N 25.
Espinoza, D. Carlos (1975),Entrevista con Csar Rengifo, en Conjunto n. 26, pp.69-82.
Hernndez, Ramn (1980), Csar Rengifo: sufrimos una tormenta de lodo y detritus, El
Nacional (Caracas), 8-Junio, p. C-1.
Paternina, R. Zoila (1993), La proyeccin del discurso plstico en la escritura escnica de
Csar Rengifo. Tesis de Magister en Literatura Latinoamericana. Univ. Pedaggica
Experimental Libertador (UPEL).
Rengifo, Csar (1989), Csar Rengifo. Obras. 6 Volmenes. Mrida (Venezuela), Univ. de
Los Andes.
Rodrguez, Orlando (1980), Las mariposas de la oscuridad. Caracas: Ed. Consucre.
Surez Radillo, Carlos M. (1972). Vigencia de la realidad venezolana en el teatro de Csar
Rengifo, Latin American Theater Review (LATR) 9/2, pp.53-59.
PERSONAJES
PASCUAL, obrero de plomera. 30 aos
DOMITILA, mujer de Pascual. 26 aos
NATALIO, catorce aos
GERENTE, cuarenta aos
BELTRN, cuarenta aos
EMPLEADO DE AUTOMERCADO, de edad indefinida
DOMITILA: (Habla con cansancio y se muestra recogida y friolenta) Todos estn para
all. Tuve intencin de acompaarlos, pero como saba que ibas a
llegar casi al amanecer y no te habas llevado la llave, cmo ibas a
entrar? Y si traas hambre? (Se mueve hacia la cocinilla) Trabajaron
toda la noche?
PASCUAL: S! Haba que terminar las instalaciones (Se sienta pesadamente en uno
de los taburetes).
DOMITILA: Te calentar algo de comer...
DOMITILA: Tal vez anda patrullando. No recuerdas lo que nos ha contado. Cada
vez que ocurren disturbios los movilizan de aqu para all y nunca
paran en sitio alguno.
PASCUAL: Pero soy su vecino ms inmediato y tengo el deber de hacer algo para
que se entere.
DOMITILA: Vas a andar de la seca a la meca intilmente.
PASCUAL: (Ponindose la chaqueta) Invitar a alguien de1 barrio para que me
acompae.
DOMITILA: A esta hora? Todo el mundo debe encontrarse en su rancho
durmiendo. Adems, quin va a estar dispuesto a salir? Con los
disturbios todo esto se pone ms peligroso. Por una parte la polica
que echa tiros por cualquier cosa y a cualquier bulto; y por la otra los
malhechores que se aprovechan. Espera un poco a que sea de da.
PASCUAL: Tienes razn. Pero me da lstima Beltrn. Quiere mucho a sus hijos
y no vea sino por los ojos de Natalio.
DOMITILA: Naturalmente; era el mayor y el ms hacendoso. Adems despertaba
cario. Recuerdas? Tan bello como sonrea.
PASCUAL: Siempre me deca: Amigo Pascual. Usted es mi amigo, verdad? Y
cuando me vea de lejos gritaba: Adis, amigo mo! (Va al cuartucho).
DOMITILA: Me hubiera gustado tener un hijito as.
PASCUAL: (Regresando con una pequea alcanca en forma de gallina) Aqu tengo
los pocos centavos que me daba a guardar. Era un secreto entre l y
yo (Suena la alcanca).
DOMITILA: Tena alguito.
PASCUAL: Es lo que poda ahorrar de las tonteras que ganaba haciendo
trabajitos. Deseaba comprar una maquinita barata para tomar fotos
y darles la gran sorpresa a sus hermanitos.
DOMITILA: Quera ser fotgrafo, periodista. Aviador. Mdico.
PASCUAL: Sabes? Me provoca gritar Maldita sea! (Grita) Maldita sea! Maldita
sea!
DOMITILA: Pascual! Te ests volviendo loco?
PASCUAL: Por qu tenan que matarlo? Por qu carajo? Cmo pueden matar
nios? Quin ordena disparar contra ellos?
DOMITILA: Cuando hay bullicios y disturbios siempre los muchachos se meten y
las balas no escogen.
PASCUAL: Qu mundo de mierda estamos viviendo!
An est liviana.
DOMITILA: Preocpate por que puedas ir regularmente a la escuela.
NATALIO: Pap me dijo que iba a hacer un esfuerzo a ver si me inscriba la
prxima semana. La cuestin es que encuentre cupo. Es tan difcil,
dicen.
Oscuro. Cenital sobre Natalio y Beltrn. Este luce uniforme de polica.
Ja, ja:; Si eso se pudiera lograr que bueno sera. Pero, son deseos
tontos...
NATALIO: Yo quiero ser periodista. De esos que toman las fotografas. Y se las
publican y ponen abajo: Foto fulano...
BELTRN: Mejor es ser doctor! Pero si te gusta eso. Un periodista es un seor!
NATALIO: Lo importante es que sea algo, verdad?
BELTRN: Por supuesto. Y cuando me asciendan. O me pasen a otro cuerpo
donde paguen mejor, quedar algo para que estudies. Y quizs
podamos salir de este rancho.
NATALIO: T te portas bien, deben ascenderte!
Oscuro. Cenital sobre Domitila y Pascual.
DOMITILA: Lo que hay que saber ahora es si les van a entregar el cuerpecito.
PASCUAL: Tienen que hacerlo.
DOMITILA: A veces no lo entregan.
PASCUAL: Pero la comadre y Beltrn tienen el derecho a que se lo den. Es su
hijo.
DOMITILA: No has ledo en los peridicos lo que ha ocurrido otras veces?
PASCUAL: No.
DOMITILA: Ay Pascual, eso te pasa porque cuando puedes comprar un diario no
lees sino lo de los artistas y el boxeo.
PASCUAL: Cuando puedo los leo todos, pero a uno se le escapan cosas.
DOMITILA: Pues debes saber que en muchos casos as, cuando han matado a
alguien en manifestaciones o tumultos de esos que llaman polticos,
agarran el cuerpo y desde el lugar donde lo tienen escondido van y lo
entierran sin que nadie, ni la misma familia sepa y listo.
PASCUAL: Carajo, pero eso no es humano ni justo, eso es robar cadveres como
en ciertas pelculas!
DOMITILA: No s si ser esto o aquello. Pero de que lo han hecho lo han hecho.
Y los peridicos y la radio lo han dicho.
PASCUAL: (Abre la ventana y mira afuera) No s qu hora ser pero ya est
aclarando. No crees que deba acercarme hasta el rancho de ellos a ver
si han regresado? Me preocupa lo que has dicho.
DOMITILA: No estara mal, mientras tanto yo voy a preparar algo de comer. Ayer,
all no tenan nada, y los muchachos ms chiquitos deben venir
muertos de fatiga con tanto trajn y tanto lloro.
Pascual enciende un cigarrillo.
DOMITILA: Beltrn!
BELTRN: Vengo por un trago de caf. Encontr el rancho cerrado y no cargo
llave. Seguro que Carmen ha debido irse con todos los muchachos
para donde su mam que est enferma de cuidado.
DOMITILA: Pero usted.
BELTRN: (La interrumpe mientras se sienta y quita la chaqueta) Ella me haba
dicho que iba a hacer eso si la seora Clara se agravaba. Seguro que
ha recado.
DOMITILA: Entonces, usted no ha visto a nadie de por aqu?
BELTRN: No. Cuando encontr la puerta cerrada me dije. Ir donde Domitila
y Pascual, me tomar un caf all y luego me llegar hasta donde la
suegra. A lo mejor est en las ltimas.
DOMITILA: Se lo preparar ya para que vaya rpido!
BELTRN: (Sentndose) Estoy muerto de cansancio. Tengo tres noches y tres das
de puro agite. Casi ni he comido ni dormido.
DOMITILA: Descanse un poco y se toma el caf. Creo que debe irse pronto, pues
quin sabe cmo estarn las cosas en casa de su suegra.
BELTRN: Pienso en lo que me resta por caminar y aumenta mi fatiga. Este
trabajo lo muele a uno... Y a lo que se est expuesto. Bien me lo dijo
Pascual.
Oscuro. Luz al fondo sobre Pascual y Beltrn. Este guarda algunas
monedas en un pequeo monedero.
BELTRN: No. Soy un nmero nicamente. El jefe creo que anda por la puerta
que da al norte.
Se oyen gritos y voces de multitud alborotada.
Je, je, je. Ya le dieron a las piernas (Golpea el arma con jactancia).
Siempre digo que estos bichos son mgicos.
GERENTE: Me impresiona su actitud. Usted es un hombre sereno, seguro.
BELTRN: (Halagado) En este oficio eso es muy necesario. Siempre nos lo dicen.
Y uno oye. Para eso hicimos un curso.
GERENTE: Gente disciplinada como usted es la que hace falta. Y su oficio es muy
importante.
BELTRN: Claro que lo es. Esa es otra cosa que oigo repetir siempre.
Se oyen ruidos nuevamente. Beltrn acciona el arma, dispuesto.
MANDADERO: (Tratando de leer un papel que ha colocado sobre la caja de cartn) Vive
aqu Beltrn Santos?
DOMITILA: No, l vive en un rancho ms arriba. Pero hasta all no sube vehculo.
MANDADERO: l dio esta direccin. Se le puede dejar aqu la caja?
BELTRN: S.
Qu es eso?
MANDADERO: Son vveres. Un mercado para quince das. Se los manda el gerente
del Mercado Abastos para Todos. Y tambin esto. (Extrae un sobre
y se lo tiende a Domitila) Es plata. Cincuenta bolvares. Ah. Y me
firma aqu (Despliega una factura).
BELTRN: (Quien se ha incorporado) Lo siento, seor, no s firmar.
MANDADERO: Ah. Bueno. No importa. Ponemos un garabato y basta. As firman
muchos. (l mismo pone el garabato. Luego toma un transistor, lo
sintoniza, se oye msica comercial estridente. Tararea lo que oye y se despide.
Mientras toca con placer la caja) Es un regalo chvere. Good Bay.
TELN
1976
Luis Chesnney
Universidad Central de Venezuela
Rodolfo Santana (1944) empez a escribir a los 17 aos novelas, cuentos y a crear
grupos teatrales en reas marginales y violentas de Caracas donde l viva. As fue
que comenz sus actividades como dramaturgo, escribiendo obras para la gente de
barrios, todas relacionadas con eventos polticos y violentos. Desgraciadamente
todas estas obras se han perdido. En ese entonces Santana buscaba crear un
escndalo y agitar a la gente con el teatro.
En 1968 gan su primer Premio en un concurso de dramaturgia en la
Universidad de Zulia, con su obra La de Alfredo Gris. Esta obra le da experiencia
en la escritura teatral, le permite descubrir el secreto de los dramas, aprender cmo
efectuar la construccin de personajes y el desarrollo de la intriga. En este concurso
tambin recibi una mencin de honor por su pieza Los Hijos de Iris. En 1969,
gan el segundo premio de este mismo concurso con su obra El ordenanza. En
1970, se incorpora al movimiento del teatro universitario, dirigiendo al Grupo
Universitario de Maracay, una rama de la Universidad Central de Venezuela, la ms
grande del pas. En 1971 gan una beca a travs del Instituto de Bellas Artes para
estudiar teatro en Espaa, el Reino Unido, Francia, Colombia, Per, y Mxico. Al
regresar a Venezuela, en 1973, comenz a dirigir el Grupo del Teatro de la
Universidad de Zulia.
Entre 1975 y 1991 emprendi actividades como guionista de cine, escribiendo
El reincidente (1975), El crimen del penalista (1976) y Compaero del viaje (1979),
mientras terminaba la que se considera una de sus su obras dramticas ms
importantes, La empresa perdona un momento de locura (1976), junto a Los
criminales (1981) y Fin de round (1991). Esta sera la poca en que forma el grupo
Cobre (1976), con el que obtendr sus grandes xitos y realizar la mayora de su
trabajo dramtico.
En 1982 fue elegido Presidente de la Asociacin venezolana de profesionales del
teatro (Aveprote), y con esta representacin presidi el Primer encuentro nacional
de teatro regional venezolano y el V Festival Internacional de Teatro de Caracas. En
este ltimo estren su obra Fin de round. En 1987 realiz con el Grupo Cobre una
gira por Europa, se present en el Festival Iberoamericano de Teatro en Cdiz,
Guiones de cine:
El reincidente (1975).
El crimen del penalista (1976).
La empresa perdona un momento de locura (1976).
Compaero de viaje (1979).
Los criminales (1981).
Los ancianos (1986).
Fin de round (1991).
Bibliografa:
Castillo, Susana (1980), El desarraigo en el teatro venezolano, Caracas, Ateneo.
Gmez, Jos Luis (2000), La crcel como espacialidad dramtica, Caracas, Universidad
Central de Venezuela.
Monge, Pedro (1995), Rodolfo Santana: Not Just Passing Through, an interview,
Ollantay, Volumen.3, Number 2.
Moreno Uribe, Edgard A. (1995), Rodolfo como es Santana, Caracas, Kairos.
Perales, Rosalina (1987), Teatro Hispanoamericano Contemporneo (1967-1987). Volumen
I, Mxico: Gaceta, Coleccin escenologa.
Santana, Rodolfo (1968), Algunos en el islote, Revista de Teatro (Caracas), No. 3, pp.16-24.
(1969), 8 piezas de teatro, Caracas, Senda.
(1969), Nuestro Padre Drcula, Las camas y El sitio, Caracas, Monte vila.
(1971), Barbarroja, Caracas, Monte vila.
PSICLOGA: (De pronto, sin mirar a Orlando, sigue escribiendo). Por qu lo hizo?
ORLANDO: Ah?... Bueno se refiere... Se refiere a la cosa? Pues... Vaya, usted
no camina por las ramas. Va directo al...
PSICLOGA: Por qu lo hizo?
Ah, bueno, en cierta ocasin, pero eso fue hace ya muchos aos.
(Pausa) Me pas de traguitos en una fiesta. Sabe? (Pausa corta) Era
joven y cortej a una muchacha... digamos, un poco a la caona.
PSICLOGA: Bruscamente?
ORLANDO: Eso. Le falt el respeto.
ORLANDO: Bueno, ahora que usted lo dice. Tuvimos una agarrada grande. Pero
eso fue hace ya muchos aos.
PSICLOGA: Cul fue la causa?
ORLANDO: (Ve a la Psicloga. Al piso. A la Psicloga) Se negaba a acostarse
conmigo. Qu le parece?
PSICLOGA: Por qu razn?
ORLANDO: Siempre estaba enferma de algo. Que si le dola el hgado, las muelas,
el pecho. Yo le preguntaba qu era lo que tena que hacer conmigo y
mi calentura. Usted me perdonar seorita, pero se me... no?...
Bueno, se me paraba en todos lados. En el autobs, en la fbrica. Y
ella nada que quera acostarse conmigo. Me senta como un perro.
Llegu a suponer que tena otro hombre. Llegaba a la casa abriendo
la puerta de repente y buscando debajo de la cama. Estudiando su
rostro a ver si le distingua algn asomo de traicin para matarla.
PSICLOGA: Matarla?
ORLANDO: Pues claro. Para matarla! Y si me hubiera volteado lo habra hecho.
Yo no soy de esos cabrones de hoy en da que consideran civilizado
tener cuernos. Fui criado en el monte. Sabe? (Se ajusta los pantalones
en gesto de bravura) Bueno, cuando le dije lo del otro hombre me
respondi sencillamente: (Imitando la voz de su esposa) Mira,
Orlando, yo no me quiero acostar contigo para no tener ms hijos,
oiste?. (Ahora como Orlando. Enserindose) Usted se imagina esa
vaina, seorita? As que yo deba cortarme las bolas. (Como si
reclamara a Mara Antonia) Mira, chica! T lo que quieres es tener
un buey en la casa? No joda!... (A la Psicloga) Me quiso obligar a
usar esas... gomas.
PSICLOGA: Preservativos?
ORLANDO: Aj, eso. Que es igualitico como orinarse en los pantalones o comer
sin sal. Tuvimos el gran lo esa vez. Intent violarla pero cerr tanto
las piernas que ni un cerrajero. (Rie) Qu fuerte!
PSICLOGA: Cmo se solucion el problema?
Pausa.
Pausa corta.
Orlando se levanta.
ORLANDO: S. As como usted lo oye. Ladrn. Una vez rob. Solo una. Siempre
ser mi vergenza. Pero, qu puede hacer uno? La gente no da
limosna. Cuando les peda, me miraban como a un borracho. Y la
Patricia y los carajitos en el rancho. Y yo detrs de la gente, pidiendo,
como un perro. Ni de compasin me daban. Uno que otro alguna
vez. Un da me arrech y atraqu a uno. Cosas que pasan.
PSICLOGA: (Interesada) Cmo fue? Qu hizo en aquella ocasin?
ORLANDO: Ah, no seorita, eso... eso es remover mi vergenza, sabe?
PSICLOGA: Vamos, le ser muy til. (Se levanta acercndose a Orlando) Apuesto a
que nunca se lo ha contado a nadie.
ORLANDO: Eso es verdad. Y ahora estoy arrepentido de habrselo dicho a usted.
PSICLOGA: No. No se sienta mal. Yo estoy aqu para ayudarlo. Jams podra
perjudicarlo. Vamos, cunteme. Hgalo como una confesin. Como
un desahogo.
Pausa. Orlando se ha desplazado por detrs del escritorio con cierta
desconfianza.
Por qu se re?
ORLANDO: Es que me estoy acordando que fue un poco cmica la vaina.
PSICLOGA: Ah s? Entonces con mayor razn me lo tiene que contar.
ORLANDO: Bueno, seorita, est bien. Yo le voy a contar cmo fue el asunto...
Recuerdo que ese da estaba con una furia y un hambre de estrellitas
y mareos, que para qu le cuento. Fui a la cocina y me busqu un
cuchillo de esos... de esos cuchillos mataco... (Resistindose) Ay, no
seorita, a m me da pena contarle esas cosas!
PSICLOGA: Por qu le da pena?
ORLANDO: Porque s!
PSICLOGA: No tiene por qu darle pena. Iba muy bien. Escuche. Hagamos una
cosa para que se sienta mejor. Vamos a trabajar un psicodrama.
ORLANDO: Sicoqu?
PSICLOGA: Psicodrama.
ORLANDO: Seorita, usted tiene cada da una labia ms rara. Demasiado sabida
para m.
PSICLOGA: No, no. Eso no tiene ningn misterio. Es como recrear la situacin.
Consiste en que usted me va a decir todos los detalles de cundo y
cmo sucedi el robo... Es decir: cmo era la calle, cmo era el
hombre. Bueno, todo. Y yo voy a participar.
ORLANDO: Cmo es la cosa? Que usted va a participar en qu, seorita?
PSICLOGA: Yo voy a ser la persona a quien usted atrac. Qu le parece?
ORLANDO: Pues... seorita, con el perdn de usted. A m me parece que a esto le
est empezando a faltar ms bien como seriedad.
PSICLOGA: S. Es como un juego. Pero en serio. O no lo cree as?
ORLANDO: Yo no s nada de eso.
PSICLOGA: Yo s s. Entonces, vamos a comenzar. (Se traslada a foro derecho) Yo
me coloco aqu como si fuera el hombre y usted contina recordando
y haciendo lo que pas aquella vez. No tengo la menor idea de que
en un minuto usted me atracar. Me deca que haba agarrado un
cuchillo... cmo?
La Psicloga anima a Orlando.
ORLANDO: Bueno pngase ah! Date vuelta! Vamos, coo, voltate! (Hace girar
a la psicloga) Eres sordo? (La revisa) Dnde tienes las monedas?
La psicloga se mueve inquieta.
El bobo!...
PSICLOGA: Qu bobo?
ORLANDO: (Como si le arrancara el reloj) E1 reloj, analfabeta de mierda! Y la
cadena, y la sortija! (Quita supuesta sortija y la mira al trasluz) Seguro
que esta vaina es un culo de botella.
Psicloga intenta mirar hacia Orlando, tmidamente.
Pausa corta.
ORLANDO: Le deca que era obrero. Pero de obrero a explotado hay mucho
trecho. No le parece? Tengo conciencia de mi clase. S que no soy
estudiado y no puedo ganar ms de lo que gano. Voy a pretender el
mismo sueldo de un doctor? Voy a envidiarle los millones al seor
Gonzlez? Jefe es jefe aunque tenga pochocho y burro no come sal.
Tengo conciencia de lo que soy y lo que valgo.
PSICLOGA: Y qu opinaba Antonio de esas ltimas cosas que usted me dice?
ORLANDO: Qu iba a decir? Que yo estaba equivocado!
PSICLOGA: Y qu ms?
ORLANDO: Bueno, que yo era explotado, como le dije. Que conciencia obrera era
conciencia de ser explotado y nada ms.
Pausa.
PSICLOGA: Prosiga.
ORLANDO: Que... que el seor Gonzlez era mi enemigo irreconciliable.
PSICLOGA: Contine.
ORLANDO: Que un patrono y un obrero eran como gato y ratn.
PSICLOGA: Adelante!
Seor Nez?
Orlando responde con un sonido corto. Despertndose.
Qu hizo?!
ORLANDO: (Regresando a la realidad) No s. Yo no s!
PSICLOGA: Sabe que agarr un martillo?
ORLANDO: Qu? No me di cuenta.
PSICLOGA: Y en vez de auxiliar al muchacho con la mano rota, accidente que
Psicloga asiente.
Los tipos llegan y entran como Juan por su casa. Abrazan a la Sonia
y al Julio. Me toman todo el caf. Hasta se me cagan en la sala. Dicen
que no permitirn que yo y mis vecinos sigamos viviendo como
vivimos. Me manosean a la Mara Antonia y le dicen: Vieja.
Doa. Cmo est la comadre? Cul de estos que est aqu va
a ser mi ahijadito? Pero qu muchachitos tan bonitos... Despus
se van y no vuelven. Dgame: Esa vaina es poltica?
PSICLOGA: Mire, vamos a remitirnos a nuestro asunto, seor Nez...
ORLANDO: (Por debajo) ...No joda.
PSICLOGA: (Sacando una carpeta) Usted sabe lo que es esto?
ORLANDO: (Mirndola. Sin prestarle mucha atencin) No.
PSICLOGA: Es el expediente sobre su trabajo en la fbrica.
ORLANDO: (Interesndose) Mi expediente? Mire, pues, est bien grueso.
PSICLOGA: Son ms de veinte aos. Antes que usted llegara lo estuve estudiando.
Con todo lo que me ha dicho y su expediente el rompecabezas sobre
su crisis est bastante completo.
ORLANDO: Rompecabezas?
PSICLOGA: Los motivos que lo indujeron a hacer lo que hizo.
ORLANDO: Podra explicarme?
PSICLOGA: S. Usted sufri un ataque de histeria paranoide debido a una serie de
elementos encontrados. Toda su vida est implicada en ello. Pero hay
factores resaltantes que debemos tratar clnicamente para que usted
vuelva a ser lo que era. (Pausa corta) Un obrero modelo. El decano de
esta empresa, podramos decir. Es ms, no solo deseamos que sea
como era antes, sino mejor. (Pausa corta) Pero para ello debemos
corregir ciertas fallas en su psique.
ORLANDO: Ah... Mi sique.
PSICLOGA: Su sistema emocional.
ORLANDO: (Alterndose) Estoy fallando del coco? Me volver completamente?...
PSICLOGA: No, no, no. Vamos por partes. (Se levanta del silln y va hacia atrs)
Qutese el saco, seor Nez.
ORLANDO: Que me quite el saco? Para qu?
PSICLOGA: (Desde atrs) Haga lo que le digo, seor Nez. Qutese el saco.
ORLANDO: (Se incorpora quitndose el saco) Como usted mande.
La Psicloga sale con un gran mueco.
PSICLOGA: Qu le parece?
S, pero no lo pise.
ORLANDO: (Como si hubiera hecho algo gravsimo) Perdn!...
PSICLOGA: (Entregndole un grueso garrote) Tome.
ORLANDO: Y esto?
PSICLOGA: Para que lo golpee.
ORLANDO: (Hacindole gracia) Al muequito?
PSICLOGA: Ya le he dicho que no es ningn muequito. Es el seor Gonzlez.
ORLANDO: Mire, djese de juegos, seorita. Yo soy un hombre mayor.
PSICLOGA: Vamos, golpee! Es el seor Gonzlez y la Junta Directiva!
ORLANDO: No es lo mismo.
PSICLOGA: Ahh. Es que pretende que vengan ellos en persona a ser golpeados
por usted?
ORLANDO: No, seorita, yo no quise decir eso! Solo que...
PSICLOGA: Entonces repita conmigo. (Toma al mueco por el cuello) Viejo
Gonzlez, eres un hijo de la gran puta!
Adelante!
Orlando golpea.
Prosiga! Prosiga!
ORLANDO: (Jadea) Nooo!... (Jadea. Se separan del mueco) No soy feliz con lo
que tengo!
PSICLOGA: Debe decirlo, forma parte del tratamiento!
ORLANDO: No puedo.
PSICLOGA: Dgame: Cmo se sinti despus de golpear las mquinas y gritar?
ORLANDO: Mal.
PSICLOGA: Pero le gust, no?
ORLANDO: No.
PSICLOGA: Le gust. Se sinti bien. Como nunca. Y no me mienta.
ORLANDO: Me sent libre. Libre!... Si eso es lo que quiere decir.
PSICLOGA: Libre, bien, no hay diferencia. El hecho es que usted descarg su
agresin y se sinti magnficamente. Es lo que intentamos hacer ahora.
ORLANDO: Pero yo no puedo decir que soy feliz con lo que tengo!
PSICLOGA: Eso es lo que le hace sentirse mal. No entiende? Cuando usted
acepte su condicin, el papel que le ha tocado jugar en este mundo,
entonces...
ORLANDO: S, lo acepto. Lo acepto, pero no estoy satisfecho!
PSICLOGA: Esa insatisfaccin es agresividad, seor Nez. Es lo que lo daa. Es
Pausa.
PSICLOGA: (Satisfecha) Muy bien. Ahora... otra cosa. Usted sabe cunto dinero
hay en la caja fuerte de esta empresa?
Orlando no responde.
Un milln. Un milln!
ORLANDO: Y?
PSICLOGA: Podemos tomarlo.
ORLANDO: Tomarlo?
PSICLOGA: Robarlo.
ORLANDO: (Confundido) Robarlo? Usted s tiene bolas!
PSICLOGA: Todos confan en nosotros. Tenemos acceso a la caja.
ORLANDO: Mire, djese de esas cosas...
PSICLOGA: Podramos acercarnos y pafff! Usted mucho dinero y yo mucho
dinero. Ms del que ha ganado en toda su vida.
ORLANDO: Se esta burlando de m?
PSICLOGA: No, no. Hablo seriamente. Me acompaara?
ORLANDO: Es una prueba? Qu reaccin espera de m? Se est aprovechando
suciamente de la confesin que le hice sobre mi robo hace muchos
aos.
PSICLOGA: Hagmoslo!
ORLANDO: No soy ladrn! Dejemos eso claro. Yo estoy aqu por loco! Por loco!
No por ladrn!
PSICLOGA: El dinero le servira para muchas cosas! Educara mucho mejor a sus
hijos. Bastantes vestidos para su mujer. Hasta se podra comprar una
casa nueva!
ORLANDO: El dinero mal habido no sirve para buenas intenciones. Adems,
seorita... Usted es una ladrona imbcil! Cmo se le ocurre? No
pasaran ni diez minutos sin que la agarraran y la llevaran presa!
PSICLOGA: Si eso sucede, que no lo creo, ya que prepararamos una buena
escapatoria, podramos excusarnos. Hemos sido honestos siempre.
De modo que no nos tacharan de ladrones.
ORLANDO: Seramos ladrones lo mismo! Lo mismo!
PSICLOGA: (Incorporndose) Se da cuenta? Usted lo dijo... Seramos ladrones lo
ORLANDO: El sol de Mara Antonia! El hroe del Julio y la Sonia y los otros!
PSICLOGA: Y un buen da muere en el atraco a un banco!
ORLANDO: Y un maldito da matan al Antonio con balazos a la cara!
PSICLOGA: Robando un banco!
ORLANDO: Por sus ideas!
PSICLOGA: Cmo llamara usted a ese acto?
ORLANDO: Fue por poltica! El letrero: Antonio, tu muerte ser vengada!
PSICLOGA: Desde cundo es poltica robar un banco?
ORLANDO: Vinieron aquellos hombres, en la noche! (Gimotea, llora) Llorando!
PSICLOGA: Todas las crceles del mundo estn llenas de presos polticos.
Entonces, todos los criminales y mafiosos son eminentes polticos.
ORLANDO: Los hombree me abrazaron y me lo dijeron! (Destruido) Si no es por
ellos y su consuelo la Mara Antonia se me muere de pena. Y yo
tambin!
PSICLOGA: Entienda!... No quiero ser dura. Esos hombres condujeron a su hijo
por un camino equivocado. Le ensearon la va ms fcil para
solucionar sus problemas.
ORLANDO: Antonio!...
PSICLOGA: Antonio! S... Seguro que Antonio pens en usted. En sus hermanos
y su madre. Regalarles cosas que jams tuvieron. Pero... Es eso
suficiente para validar un crimen?
ORLANDO: Antonio deca que esta sociedad era injusta...
PSICLOGA: No se senta satisfecho, igual que usted. l roba un banco y lo matan.
Usted rompe mquinas y grita. l quiso, mediante el crimen, hacer
una vida ms justa. Igual que usted, gritando por la cabeza del seor
Gonzlez y rompiendo mquinas.
ORLANDO: No era un criminal. No era criminal, puta! Lo oyes? No era! No
era!...
PSICLOGA: No quiero decirle que lo repudie. En absoluto. Recurdelo
trabajador, estudioso, buen muchacho. Pero tenga en cuenta que
cometi un delito! Acptelo!
ORLANDO: No voy a tragarme todas esas basuras!
PSICLOGA: Pinselo. Solo pinselo. Ya hablaremos muchas veces ms...
Pausa.
ORLANDO: Muchas?
Psicloga se dirige tras el escritorio. Se sienta, sonre.
PSICLOGA: La empresa me ha dado su caso para que lo trate con especial cario.
ORLANDO: (Re escptico. Neutro. La enfrenta) Especial cario? (Humillado. Cnico)
Le ruego que no me quiera, seorita. Se lo suplico.
PSICLOGA: (Asimilando el veneno de las palabras de Orlando) Usted s que es
bromista!
ORLANDO: (Suave) Vendr otras veces?
PSICLOGA: Bastantes.
ORLANDO: (Liberndose. Descargando toda su ira) Noooo!... (Se revuelve en s
mismo. Patea al mueco) No me interesa nada de toda esa mierda!
Me duele el estmago! Si quieren despedirme, hganlo de una vez y
no busquen ms excusas! Despdanme! Despdanme!...
PSICLOGA: (Tomndolo por los hombros. Lo sienta en su silla. Le grita) No lo
vamos a despedir!
Orlando paraliza sus movimientos.
ORLANDO: ...Aj...
PSICLOGA: Especialmente lo de Antonio.
Orlando se remueve.
Pausa.
Pausa.
PSICLOGA: No se me siente. (Lo ayuda a recobrarse) Iba muy, muy bien. Seor
Nez, ser el mejor discurso del mundo, se lo aseguro. Todos
quedarn boquiabiertos. No se ha dado cuenta que tiene una voz
fuerte y bien timbrada.
Orlando carraspea.
Luis Chesnney
Universidad Central de Venezuela
Ugo Ulive (Hugo Ulive Melgar, 1933). Hablar de la obra dramtica de Ulive no
est exento de dificultades. En primer lugar, porque se le reconoce como uno de
los grandes directores de la escena latinoamericana contempornea; luego, debido
a que comienza a escribir teatro en los aos ochenta, que corresponde al otoo de
su ciclo creativo; y, finalmente, porque por alguna razn del misterio humano sus
obras han recibido una no disimulada actitud de relego en el recuento y en los
estudios dramticos de Venezuela.
Su actividad artstica se inicia en Montevideo (Uruguay), su ciudad natal, como
actor, ms adelante como asistente de direccin, luego ayudando en la produccin de
cine. En efecto, en 1947 se inicia en la interpretacin actoral, siete aos ms tarde
aborda el campo flmico (an se recuerda su pelcula Como el Uruguay no hay, 1960),
y en 1956 se incorpora de lleno a la direccin teatral, campo en el cual adquiere un
slido prestigio nacional al lado de Atahualpa del Cioppo en la Institucin Teatral El
Galpn de Montevideo, en donde fue miembro fundador y en la que realizar su
trabajo, mientras vive en ese pas. Esto muestra que si hay algo caracterstico en su
personalidad es su visible inquietud intelectual, por lo que su incursin en diferentes
campos del arte no deber ser una novedad, sin importar la poca.
A fines de 1960, Ulive se traslada a Cuba, en donde desarrolla tanto actividades
cinematogrficas como de direccin teatral. De esta poca son sus pelculas Crnica
cubana (1962), as como la puesta en escena para el Teatro Estudio y Teatro
Nacional cubano de una serie de obras de autores entre los que se cuentan Brecht,
Lorca y dramaturgos cubanos.
Otro hecho relevante en su vida teatral ser su llegada a Venezuela, en 1967,
invitado por Isaac Chocrn y Romn Chalbaud para dirigir obras dramticas en el
entonces naciente El Nuevo Grupo. Desde entonces permanecer en el pas y en
1975 adquirir su nacionalidad. En Venezuela, Ulive encuentra las condiciones
indispensables para profundizar su actividad de direccin escnica, en la cual se
define con un caracterstico estilo conceptual y refinado, sustentado en un riguroso
estudio y comprensin de la obra dramtica y en la asimilacin de las grandes
corrientes escnicas del teatro moderno, obteniendo un resonante xito.
Bibliografa:
Chesney L., Luis (1991), La seduccin del compromiso, en: Orlando Rodrguez,
(Coord., 1991), Teatro venezolano contemporneo, Caracas, FCE.
Sciamanna, Luigi (Coord., 1998), Ugo Ulive, 50 aos de vida artstica, Caracas, Conac-
Fundacin Cultural Chacao.
Ulive, Ugo (1985). Teatro. Contiene las obras Baile de Mscaras, Prueba de fuego y
Reynaldo.
- 1988. El Nuevo Grupo. Sus primeros veinte aos. Latin American Theatre Review. Vol.
21. No.2. Spring, pp.47-50
- 1989. El dorado y el amor.
- 1992. La soportable levedad de Brecht. Caracas. Fundarte.
Venezuela Grado Cero. Coleccin de documentales cortos entre 1969-1972. Contiene
Basta (1969, 20 min), Caracas, dos o tres cosas (1969, 16 min), Diamantes (1969,
22 min) y TO3 (1972, 23 min). Caracas. Fundacin Cinemateca Nacional. HILL DVD
3700.
- 2006. Las cenizas de Marx. Caracas. Monte vila.
- 2006. La muerte de Dante. Carcas. El perro y la rana.
- 2007. Memorias de teatro y cine. Montevideo. Trilce.
Premios:
1982. Premio Municipal de Teatro por obra Prueba de fuego.
1984. Premio Santiago Magarios del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) por su
obra Reynaldo.
1993. Premio Nacional de Teatro.
Para Mercedes
PERSONAJES
MARIITO
CSAR
Sin duda haba que pasar por esa larga prueba de fuego para que la
subversin se convierta en revolucin, el movimiento en Partido, el foro
insurreccional localizado en Resistencia nacional y popular. Pero para que
la Revolucin tenga un porvenir es preciso que incorpore sin demora su
pasado a su presente y que tantos acontecimientos sean transformados en
experiencia. Ayer como hoy, en Amrica como en Europa, solo
apropindose de manera calma y equilibrada de los resultados de su
perodo tempestuoso podr el movimiento revolucionario enfrentar
como se debe las tempestades por venir. Hacer silencio sobre sus errores
pasados, por el contrario, sera la nica manera de repetirlos
indefinidamente.
Rgis Debray, La crtica de las armas.
Acto nico
Un apartamento muy humilde, en un conjunto de multibloques
caraqueos. Corre el ao 1967. La sala-comedor. A la izquierda del
espectador est la puerta de entrada, trancada con cerrojo y cadena.
Hacia proscenio, pegado a la pared, hay un catre con almohada y sbanas
en desorden, donde hace poco dorma Csar. Al lado del catre, haciendo
las veces de mesa de noche, una silla desvencijada y, encima de ella, un
cenicero lleno de colillas, un reloj despertador y varios vasos de cartn.
Sobre el respaldo, un suter de lana. En el piso, una bolsa de papel con
MARIITO: Demorar?
CSAR: Ya te dije, le cuesta quedarse dormido... Tiene que descansar. El
mdico... (Hace un gesto indefinido).
MARIITO: Y ta tomando medicinas?
CSAR: S, unas pepas y unas inyecciones... Yo me encargo de eso hace das.
MARIITO: Es que tena urgencia en verlo...
CSAR: Djalo en paz, Mariito. Qu vas a ver? Un hombre durmiendo? T
lo que quieres es hablar con l, no? Esprate, pues.
Mariito asiente, se para, va a la ventana, intenta abrirla sin mucha conviccin.
Est bien, est bien, no te arreches. Es que hace tiempo que nadie me
toma en serio!... No, embuste... Yo s he estado reflexionando. Qu
otra cosa puede hacer uno entre estas cuatro paredes? Te voy a decir lo
que pienso: aqu van mis pujidos tericos. Pienso... que siempre
tuvimos mucha vanguardia y poca retaguardia, demasiada estrategia,
y poca tctica, muchsima gente dispuesta a hablar paja, pero muy
pocos que supieran disparar un fusil con puntera. Y era una guerra,
no? Nosotros estbamos en guerra. Eso fue lo que nunca entendimos
bien... bueno, a m al menos me cost entender al principio. Cmo
fue que dijiste una vez t, all en el monte? El que a hierro mata no
muere a sombrerazos. Tenas razn, Mariito. (Se re) Yo me ro.
Qu comemielda!, como deca Pablito, el cubano, te acuerdas?
Cmo se arrechaba con los radios a todo volumen y las colillas
botadas en cualquier parte y las escapadas a los caseros a ver qu se
consegua! Bueno, en eso era igual a ti. Y tenan razn, yo s... S, ya
s lo que me vas a decir, que yo no puedo andar tirando piedras: pero
bueno, pues, yo no soy el de antes, Mario. Yo sub porque en aquel
entonces pensaba qu gafo que el poder estaba ah, al ao o dos
cuando mucho, para qu te voy a negar... Despus fui entendiendo...
Yo madur en la guerra, entend. Por eso fui de los primeros en estar
de acuerdo con la rectificacin. Este es el momento. Hemos perdido
todo: vidas de compaeros valiossimos, posiciones en los organismos
de masas... perdimos la legalidad, casi nos destruyen la organizacin
completica... Aquello fue mimetismo... triunfalismo... quin sabe
cuntos ismos ms. No hay condiciones, ya no hay mstica. Vamos a
seguir mandando gente a la muerte por algo que no tiene futuro? No,
yo esa responsabilidad no me la calo, y creo que nadie.
MARIITO: No, yo no digo eso... Tengo que pensarlo, sabe? No se puede cambi
as, de golpe. Se ha muerto tanta gente... Pienso en los camaradas
muertos; en tanto camarada muerto y no s... Es como una traicin...
Con qu moral les dice uno que ahorita hay que entreg las armas,
que hay que baj; que hay que reconoc la derrota?
CSAR: A quin le vas a decir? A los muertos? Eso... fue un problema de
suerte, Mario. Tal vez si a nosotros nos hubiera tocado morir y ellos
vivieran, no se andaran con tanto problema.
MARIITO: No importa. No importa lo que hicieran ellos.
CSAR: Yo te comprendo. Te cuesta porque lo consideras una derrota, pero
no es as. Mralo de otra manera... Es un repliegue, una tregua. Ha
que esperar un tiempo, retomar fuerzas, reorganizarse... y despus...
MARIITO: S... pero yo s lo sabrosa que es la legalid. Se vuelve a la comodide
la casa y la mujer y los hijos y tal... Los compaeros dirigentes se
convierten en diputados y senadores y hasta ministros...
CSAR: Y eso est mal?
MARIITO: No s... es como echar patrs. Como venderse, pues.
CSAR: No hay caso, viejo. Eres duro, no? Terco.
MARIITO: Cunto falta pa despert al Comandante?
CSAR: Ah est, ah est... T en realidad no ests decidido, t quieres
consultar, te hace falta saber lo que opina el jefe...
MARIITO: Ya le dije que yo...
CSAR: S, s, ya s... Tienes demasiado metida en la cabeza esa vaina de las
jerarquas. Hay que consultar con las instancias superiores, no?
(Bebe) Mira, te voy a plantear un problema... un problemita pequeo
pero bien arrecho... a ver cmo lo resuelves...
MARIITO: Yo le pregunt la hora.
CSAR: Faltan diez minutos. Tenemos diez minutos para resolver un
problema. No es una emboscada, ni cmo romper un cerco; ni cmo
tomar un pueblo. T eres machete con esos problemas, no? Bueno,
yo te voy a plantear uno diferente. (Pausa) Qu pasa si no hay
Comandante? Qu haces t si yo te digo que detrs de esa puerta no
hay nadie, que el Comandante se fue, que ya no est, que es intil
buscarlo?
MARIITO: Ya me est cansando, compaero.
CSAR: No, no te estoy cansando. Te estoy planteando un problema, un
problema nuevo, y no te gusta. No cuentas con esa posibilidad, verdad?
CSAR: Es muy bello eso que dijiste, viejo, muy bello. No s qu te pueda
decir, no s... Pero... tienes que pensar que la lucha contina, que...
cmo explicarte... que hay un porvenir por delante... La muerte de
este compaero es... una baja considerable, pero no debe detenernos...
MARIITO: Qu est diciendo?
CSAR: Ah?
MARIITO: Que qu est diciendo.
CSAR: Bueno, lo que siento en este momento.
MARIITO: Con quin se cree que est hablando? Usted se piensa que esto es
un mitin? Por qu me habla as?
MARIITO: Ta bien, s, pero no me parece justo. Quin sabe cmo usan esta
muerte, quin sabe qu van a decir que pensaba el Comandante
ahora que est muerto y no puede alegar.
CSAR: Qu propones entonces?
MARIITO: La cosa ta difcil...
CSAR: A m... pensando y pensando se me ocurrieron varias alternativas...
MARIITO: A ver.
CSAR: Bueno... no s qu vas a opinar t, pero... ya que la familia del
Comandante no est aqu en Venezuela y dado que l era un hombre
tan buscado por la represin.
MARIITO: S.
CSAR: Pienso que hasta sera bueno que todo el mundo supiera que no lo
capturaron... que fue un problema de salud, pero que muri sin que
pudieran capturarlo.
MARIITO: Ah. De acuerdo. Y entonces?
CSAR: Bueno, es una idea, estoy pensando en voz alta... A m l no me caa
muy simptico, pero, a pesar de los pesares, pienso que esta muerte
no debiera pasar inadvertida, habra que capitalizarla de alguna
manera.
MARIITO: Es verd. Pero cmo?
CSAR: Pues muy sencillo. Llamar a un peridico: Una llamada annima a
un peridico importante diciendo que fulano de tal se encuentra en
tal parte. Incluso no decir que est muerto. Hacerlos venir aqu y ya.
Seguro que por dar el tubazo le van a dedicar primera plana y un
artculo grande, con fotos y tal... No s... es una posibilidad...
MARIITO: Pero habra que registrar todo... no dejar ningn papel comprometedor...
CSAR: No, claro. Quemamos toda vaina que pueda comprometer y nos
pintamos. Despus, yo llamo. Yo s incluso a quin se puede llamar
para que la cosa funcione.
MARIITO: Y se podran tambin pint unas consignas en las paredes pa cuando
vengan los fotgrafos. Ust dijo que haba pintura en la cocina?
CSAR: Unos sprays viejos. No s si tendrn pintura. Entonces hacemos eso?
MARIITO: Y s...
CSAR: Vamos a traer la maleta para ac, porque ah adentro no se puede
estar. Trela t. Yo voy a buscar un tobo o una lata a la cocina por si
hay que quemar algo.
(Csar regresa con una mochila) Yo saba que haba algo ms. Mira,
esta mochila estaba en un clset.
MARIITO: Vamos a ve qu tiene. Deme. (La coloca sobre el catre y la revisa) El
uniforme... unas botas... la fornitura... una brjula...
Csar sale rumbo al bao. Mariito termina de guardar las cosas: Csar
regresa con cepillo de dientes, tiles de afeitar, etc., y los coloca sobre la
mesa. Siempre con gran rapidez va a la cocina y regresa con ropa interior
y camisa. Trae tambin varios potes de pintura en spray.
CSAR: Mira, aqu estn los sprays. Algo les debe quedar. Sabes cmo se
usan, no? Sacdelos bien.
Vuelve a la cocina y trae ms. Mariito los examina.
Esta obra nada novedosamente es, entre otras cosas, el producto de diversas
lecturas y referencias que me parece un deber consignar.
Creo que su primer impulso nace con el descubrimiento de un cuento
memorable de Luis Britto Garca, Muerte de un rebelde. Recuerdo que el sobrio
patetismo de sus pocas lneas me anduvo en la cabeza durante mucho tiempo y que
pens o intent adaptarlo al cine sin lograrlo. Lo abandon y estuve aos sin
releerlo, pero resulta innegable que su huella se proyecta en esta pieza.
Hay tambin una obra del extraordinario dramaturgo sudafricano Athol Fugard,
que sin duda influy en la forma definida de esta. No es de lo mejor de Fugard,
pero su presencia se nota en algunos detalles de Prueba de fuego. Se llama Hello and
Goodbye.
Con respecto a la documentacin, siendo como soy un lego en materia de
guerrilla y afines, recurr a la abundante literatura testimonial venezolana sobre el
tema. Zago, Rodrguez y sobre todo R. E. Martnez y E. Liendo me fueron
utilsimos en cuanto a ancdotas y atmsfera se refiere. Pero el libro fundamental,
especialmente para el diseo del personaje de Mariito, fue Memorias de la guerrilla
venezolana, de Antonio Zamora. El periodista Humbergo Solioni me facilit
adems las cintas orginales en base a las cuales fue escrito. Resultaron una
colaboracin invalorable, y aprovecho esta ocasin para agradecrselo pblicamente.
Debo reconocer finalmente la influencia removedora de un texto discutible, pero
brillante como pocos: el primer tomo de La crtica de las armas, de Rgis Debray.
Aunque s que la sola mencin de este nombre indigna a algunas almas trmulas,
no podra honestamente omitirlo.
PARAGUAY
Dramaturgia paraguaya: segunda mitad del siglo XX e inicios del siglo XXI
por Teresa Gonzlez Meyer.................................................................................................9
Agustn Nez por Teresa Gonzlez Meyer ................................................................17
ngeles..............................................................................................................................21
Tana Schmbori por Teresa Gonzlez Meyer..............................................................25
Kurus (proceso de creacin) ...........................................................................................29
PER
Teatro Peruano. Introduccin histrico-cultural
por Luis A. Ramos-Garca................................................................................................35
Eduardo Adrianzn por Luis A. Ramos-Garca ........................................................49
El nido de las palomas......................................................................................................53
Csar De Mara por Luis A. Ramos-Garca................................................................81
Del bolsillo ajeno..............................................................................................................87
Sara Joffr por Luis A. Ramos-Garca......................................................................113
En el jardn de Mnica...................................................................................................119
Aldo Miyashiro por Luis A. Ramos-Garca..............................................................137
Funcin velorio ..............................................................................................................141
Csar Vega Herrera por Luis A. Ramos-Garca......................................................165
El cuenteo.......................................................................................................................171
Mara Teresa Ziga Norero por Luis A. Ramos-Garca .....................................187
Mades Medus .................................................................................................................191
PUERTO RICO
Teatro puertorriqueo (1950- 2007) por Laurietz Seda...................................215
Myrna Casas por Laurietz Seda.................................................................................221
Eran tres y ahora son cuatro...........................................................................................227
Teresa Marichal por Laurietz Seda...........................................................................235
Paseo al atardecer............................................................................................................241
Jos Luis Ramos Escobar por Laurietz Seda.......................................................259
El desalojo ......................................................................................................................263
Roberto Ramos-Perea por Laurietz Seda...............................................................275
ltima plana (La golpiza)...............................................................................................289
URUGUAY
El Uruguay contemporneo: una modernizacin accidentada
por Roger Mirza ............................................................................................................333
lvaro Ahunchan: una apuesta al riesgo por Roger Mirza..........................339
Miss Mrtir.....................................................................................................................345
Raquel Diana. Dramaturgia femenina de la postdictadura
por Roger Mirza .............................................................................................................373
Del miedo y sus racimos ................................................................................................377
Carlos Maggi. Un dramaturgo cannico por Roger Mirza............................403
Un cuervo en la madrugada ...........................................................................................409
Mariana Percovich y la generacin emergente de los noventa
por Roger Mirza .............................................................................................................429
Yocasta, una tragedia ......................................................................................................435
Mauricio Rosencof: un testimonio ineludible por Roger Mirza .................449
El combate del establo....................................................................................................455
Carlos Manuel Varela: puente entre los sesenta y el dos mil
por Roger Mirza .............................................................................................................473
Alfonso y Clotilde ..........................................................................................................479
VENEZUELA
Teatro en Venezuela 1950-2000, por Luis Chesnney .......................................509
Isaac Chocrn por Luis Chesnney ...........................................................................513
Asia y el Lejano Oriente .................................................................................................519
Xiomara Moreno por Lola Proao Gmez..............................................................575
ltimo piso en Babilonia ...............................................................................................581
Gustavo Ott por Luis Chesnney................................................................................605
Fotomatn......................................................................................................................611
Csar Rengifo por Luis Chesnney............................................................................631
El caso de Beltrn Santos................................................................................................637
Rodolfo Santana por Luis Chesnney.......................................................................651
La empresa perdona un momento de locura..................................................................657
Ugo Ulive por Luis Chesnney ....................................................................................695
Prueba de fuego..............................................................................................................701
siete autores (la nueva generacin) antologa breve del teatro para tteres
Prlogo: Mara de los ngeles Gonzlez de Rafael Curci
Incluye obras de Maximiliano de la Puente, Prlogo: Nora La Sormani
Alberto Rojas Apel, Mara Laura Fernndez,
Andrs Binetti, Agustn Martnez, Leonel teatro para jvenes
Giacometto y Santiago Gobernori
de Patricia Zangaro
dramaturgia y escuela 1
antologa teatral para nios
Prlogo: Graciela Gonzlez de Daz Araujo
Antloga: Gabriela Lerga y adolescentes
Pedagogas: Gabriela Lerga y Ester Trozzo Prlogo: Juan Garff
Incluye textos de Hugo lvarez, Mara Ins
Falconi, Los Susodichos, Hugo Midn,
M. Rosa Pfeiffer, Lidia Grosso, Hctor Presa,
Silvina Reinaudi y Luis Tenewicki
725
nueva dramaturgia latinoamericana teatro de identidad popular
Prlogo: Carlos Pacheco En los gneros sainete rural, circo criollo
Incluye textos de Luis Cano (Argentina), y radioteatro argentino
Gonzalo Marull (Argentina), Marcos de Manuel Maccarini
Damaceno (Brasil), Lucila de la Maza (Chile),
Victor Viviescas (Colombia), Amado del Pino caja de resonancia y bsqueda
(Cuba), ngel Norzagaray (Mxico), Jaime de la propia escritura
Nieto (Per) y Sergio Blanco (Uruguay)
Textos teatrales de Rafael Monti
teatro/6
Obras ganadoras del 6 Concurso teatro, tteres y pantomima
Nacional de Obras de Teatro de Sarah Bianchi
Incluye obras de Karina Androvich, Prlogo: Ruth Mehl
Patricia Surez, Luisa Peluffo,
Luca Laragione, Julio Molina y por una crtica deseante
Marcelo Pitrola. de quin/para quin/qu/cmo
de Federico Irazbal
becas de creacin Prlogo del autor
Incluye textos de Mauricio Kartun,
Luis Cano y Jorge Accame. antologa de obras de teatro argentino
-desde sus orgenes a la actualidad-
historia de la actividad teatral tomo I (1800-1814)
en la provincia de corrientes Sainetes urbanos y gauchescos
de Marcelo Daniel Fernndez Seleccin y Prlogo: Beatriz Seibel
Prlogo: ngel Quintela Presentacin: Ral Brambilla
726
antologa de obras de teatro argentino antologa de obras de teatro argentino
-desde sus orgenes a la actualidad- -desde sus orgenes a la actualidad-
tomo II (1814-1824) tomo IV (1860-1877)
Obras de la Independencia Obras de la Organizacin Nacional
Seleccin y Prlogo: Beatriz Seibel Seleccin y Prlogo: Beatriz Seibel
727
concurso nacional de obras de teatro
para el bicentenario
Incluye textos de Jorge Huertas, Stela
Camilletti, Guillermo Fernndez, Eva
Halac, Jos Montero y Cristian Palacios
piedras de agua
Cuaderno de una actriz del Odin Teatret
de Julia Varley
728
antologa de teatro latinoamericano 1950-2007 - Tomo 3
se termin de imprimir en Buenos Aires, Julio de 2010.
Primera edicin: 3.500 ejemplares.