Contra Las Musas
Contra Las Musas
Contra Las Musas
EL MATERIALISMO
FILOSFICO COMO TEORA DE LA LITERATURA
Jess G. MAESTRO
Contra las musas de la ira, de ttulo sugestivo y con un subttulo muy transparente,
como su propio autor afirma, no es un manual, sino un sistema de pensamiento.
Despus de La Academia contra Babel, Genealoga de la Literatura o Crtica de la razn
literaria, obras basadas en el Materialismo Filosfico de Gustavo Bueno, Jess G. Maestro
vuelve a ofrecernos un trabajo monumental, hasta el punto de parecer definitivo, si no
fuera porque la literatura, irnicamente, sobrevive a todas sus interpretaciones.
El propio autor expresa un profundo pesimismo respecto a la suerte en la recepcin
de esta metodologa eminentemente crtica, bien explcito en la conclusin. Ya desde
las primeras pginas se descubre una inevitablemente demoledora visin sobre los
destrozos de lo que se denomina posmodernidad, y sobre el estado actual, e incluso
futuro, del mundo acadmico y terico-literario.
Estructurada en ocho captulos de extensin desigual y otras tantas codas, la
exposicin abarca las reas esenciales de un sistema creado por Gustavo Bueno.
En los captulos I y II, Maestro comienza recordando al lector que el Materialismo
Filosfico es siempre una reaccin contra, preposicin que no por casualidad abre el
ttulo de la obra. En el caso que nos ocupa, el autor parece escribir contra la ausencia
de criterios cientficos en el contexto actual la Teora de la Literatura. Su finalidad no es
otra que demostrar que la literatura es inteligible (en una sociedad a la que le preocupa
ms la gestin de los sentimientos que su interpretacin); su objetivo no es la literatura,
sin ms, sino los materiales literarios: autor, lector, obra y transductor. El Materialismo
Filosfico no se presenta como una doctrina absoluta, sino como una metodologa
cientfica, crtica y dialctica; y por el contrario, nunca ideolgica, ni moral, ni como una
suma de opiniones banales que tanto abundan, y desde las que se sustituye la ciencia
por la ideologa y la dialctica por el dilogo.
As, racionalismo, crtica, dialctica, ciencia y symplok son los cinco postulados que
la vertebran. El ltimo, heredero de Platn, supone una disposicin atributiva (y no
distributiva) de los materiales literarios. Ninguna idea est aislada, y la realidad se concibe
como una pluralidad infinita de partes que participan en el todo de un modo especfico
y distintivo. En otras palabras, ni todas las ideas estn relacionadas de forma nica con
interpretar la ficcin literaria que califica de reductoras y confusas, y en las que incluye
un sinfn de banalizaciones, firmadas incluso por algn escritor premiado. La teora
que aqu reseamos impone unas exigencias muy rigurosas a los materiales literarios:
el conocimiento del oficio de escritor no capacita a quien lo posee para ejercer como
cientfico. Ni el mundo es mera apariencia (Caldern), ni es ficcin todo lo que existe fuera
de la conciencia (idealismo), ni la ficcin es un producto de la sinrazn, ni las ciencias son
ficciones explicativas. La ficcin es un uso extraordinario de la realidad, afirma Maestro.
Desde el Materialismo Filosfico, la Literatura se considera un discurso sobre el
mundo que existe realmente. La realidad de la Literatura se interpreta desde criterios
racionales, lgicos y dialcticos.
Basndose en los conceptos de existencia operatoria y existencia estructural de
Gustavo Bueno derivados de las clebres nociones de potencia y acto de Aristteles,
los personajes literarios seran a todas luces impotentes: solo los seres humanos pueden
manipular la materia del mundo interpretado, y hacerlo fuera de su existencia estructural,
porque los personajes de ficcin carecen de existencia operatoria. La Literatura es, por
lo tanto, una realidad ontolgica construida por sujetos operatorios, depositaria de
ideas, y cuyos contenidos psicolgicos y fenomenolgicos son materiales reales, pero
no operatoriamente verdaderos. Porque no tiene valor operatorio en el mundo, sino solo
dentro de las obras literarias. Por eso su existencia es estructural, no real.
Llama la atencin el caso de la ciencia ficcin, el cabo suelto, si se me permite,
que se define como una adulteracin del mundo interpretado, y tambin el caso de la
poesa lrica, que resultar ser ficcin, pese a carecer de fabulacin. Ambos casos ponen
de relieve, demuestran, un hecho definitivo: la nocin de ficcin equvoca ms que
estril, a juicio de Maestro no agota la complejidad del material literario, ni, por
supuesto, de la realidad. Realidad y ficcin no pueden considerarse contrapuestas: en
la Literatura no est presente nada que antes no est de alguna manera presente en el
mundo real, afirma el autor. Es la conjugacin de ambas, precisamente, la que confirma,
en la Genealoga de la Literatura, las cuatro familias ya comentadas.
El volumen se cierra con un captulo (VIII) dedicado a la Literatura Comparada. La
comparacin debe ser una relacin (operacin analgica, paralela y dialctica) entre
los materiales literarios y las ideas en ellos expresadas. Se le concede mayor rango,
por supuesto, a las interpretaciones cannicas (normativas) que a las individuales
(autolgicas), porque nuevamente se destaca la funcin sancionadora del transductor o
intrprete en la literatura comparada.
El autor se reserva para el final una conclusin sombra a la que ya he aludido,
seguida de un apndice bibliogrfico. Adems de su intensidad doctrinal y su nivel de
complejidad, la obra atraviesa muchos aspectos de la realidad espaola acadmica de
hoy da. Esto es as no solo en lo que se refiere a la Literatura, sino tambin a la situacin