Filosofía Sufi
Filosofía Sufi
Filosofía Sufi
LOS ISLEOS
LA TRADICIN SUFI
BIBLIOGRAFA
LA HISTORIA DEL T
ENLACES
Ahora, que soy un viejo y tengo los das contados, he empezado a comprender
lo estpido que yo he sido. Mi nica oracin es la siguiente: Seor, dame la
gracia de cambiarme a mi mismo. Si yo hubiera orado de este modo desde el
principio, no habra malgastado mi vida.
"Recuerda"
LA TRADICIN SUFI
La Tradicin Suf no es una religin ni un culto. Es una filosofa de vida y su
objeto es ofrecer al hombre una va, un camino prctico que le permita
alcanzar un grado de conciencia superior y, por medio de este estado elevado
de conciencia, comprender su relacin con el Ser Supremo.
Esta filosofa se ha transmitido durante siglos, conserva su antigua calidad y
sus secretos antiguos han sido custodiados a fin de que est disponible,
inmutable y limpia para aquellos que buscan una sabidura ms profunda a
travs de una conciencia profunda.
La Tradicin sostiene que el hombre, en su estado presente, es un ser
condicionado: condicionado desde que nace, a aceptar -la mayora de las
veces sin cuidado ni referencias- una cantidad de actitudes, puntos de
referencia y teoras que traban sus pensamientos y acciones a lo largo de toda
su vida. Este condicionamiento no es del todo malo o negativo. Un poco de
condicionamiento es necesario. La fe, la piedad, la disciplina, la confianza, la
obediencia y el orden son todas cualidades nobles que deberan ensearse,
aprenderse y ponerse en prctica.
Sostenemos que la pureza del ser interior del hombre, en armona con el
Diagrama del Maestro Diseador, puede sacarlo de lo mundano y protegerlo
de la corrupcin y la contaminacin del mundo externo. Esto no significa
que sea necesario retirarse a una cueva en la montaa o a una ermita. Al
contrario, implica ser un miembro pleno y mejor de la sociedad: estar en el
mundo sin ser del mundo, seguir Reglas y disciplinas que produzcan paz
interior y, por medio del ejemplo, instruir a otra gente digna, con humildad e
intencin; escuchar la voz de la Naturaleza para que los secretos de la
Tradicin puedan ser conocidos, pero slo por aquellos cuya intencin sea
pura y por quienes puedan jurar -que el Seor de la Vida sea testigo- que
usarn la Sabidura bien y de buena fe.
Desde la antigedad, los dichos de Ex Oriente Lux han inspirado a muchos
santos y sabios a buscar el acorde de armona que uniera Oriente con
Occidente para beneficio de ambos. San Francisco de Ass debata con sabios
rabes y khorasanos; Ignacio de Loyola mantena correspondencia con
Maestros de la Tradicin; el Emperador Federico el Grande tena un consejero
rabe; durante el desdichado perodo de las Cruzadas, los Templarios y los
Hospitalarios celebraban cnclaves secretos para evitar excesos trgicos en
ambos lados.
Ya es historia que en la Tradicin, el piso en forma de tablero de ajedrez es
una caracterstica de ciertas tekkias o lugares de reunin y poder: en
estos casos, el color negro representa la sabidura y el trabajo continuo y el
color blanco, la alegra y la Estrella de la Maana.
Una persona digna que entra en la Tradicin debe hacerlo libremente, no por
haber sido inducida o porque le hayan hecho promesas. Est ligada por un
juramento a buscar el conocimiento profundo y una conciencia permanente,
de manera tal que pueda progresar y, al hacerlo, tener una influencia en su
prjimo.
Un Maestro en al Tradicin es alguien que ha sido sometido a un
entrenamiento altamente preciso, tanto en su vida interna como externa o
mundana. Su mandato de ensear viene de una fuente de autoridad intachable
y en todo momento y en todos sus actos responde ante el Gran Diseador.
La Tradicin Suf no es de ninguna manera incompatible con la vida cotidiana
o con actividades loables dentro de la comunidad. Por cierto, la aspiracin de
cada Suf es desarrollar la conciencia interna de nuestro Creador Divino y, a
travs de la aproximacin a este conocimiento, se hace un bien a s mismo, a
sus allegados y seres queridos y a su comunidad. Esta adhesin al camino Suf
nunca debe producir conflicto con los poderes de la Naturaleza, ni suprimir la
conciencia profunda.
La Tradicin se ofrecen a Occidente con sinceridad y con un propsito
profundo. Si el mensaje Suf encuentra eco en occidente, entonces que su
fraternidad trascienda el tiempo y la distancia y que el hecho de compartir los
secretos brinde a este planeta el Divino Favor.
REMEDIO
LA HISTORIA DEL T
En tiempos antiguos el t no se conoca fuera de China. Rumores de su
existencia haban llegado a los sabios e ignorantes de otros pases, y cada uno
trataba de investigar qu era, de acuerdo con lo que queran o lo que pensaban
que era. El rey de un pas mand un embajador con su comitiva a China y el
emperador chino les dio t.
Pero al ver que tambin los campesinos lo beban, llegaron a la conclusin de
que no era digno de su amo real y, adems, que el emperador chino estaba
tratando de engaarlos, haciendo pasar otra sustancia por la bebida celestial,
de la que tanto haban odo.
Un filsofo, el ms grande de otro pas, recolect toda la informacin que
pudo encontrar sobre el t y luego lleg a la conclusin de que deba ser una
sustancia que raramente se encontraba y que era diferente de las que hasta
entonces se conocan. Pues, No se haca referencia a ella como una hierba, un
agua verde, negra, a veces amarga y a veces dulce?
En otros pases, durante siglos, la gente prob todas las hierbas que poda
encontrar. Muchos fueron envenenados, todos estaban desilusionados, pues
nadie haba llevado la planta de t a sus tierras, y, por tanto, no la podan
encontrar. Tambin intilmente bebieron todos los lquidos que pudieron
encontrar.
En otro territorio, una pequea bolsa de t era llevada continuamente en
procesin, ante el pblico, mientras ellos caminaban hacia sus observancias
religiosas. Nadie pensaba en probarlo. En verdad nadie saba cmo hacerlo, o
que se poda hacer, todos estaban convencidos de que el t mismo tena una
cualidad mgica. Un hombre sabio les dijo: _ Viertan sobre ella agua
hirviendo, hombres ignorantes.
Rpidamente lo colgaron y lo clavaron en alto, porque hacer esto, de acuerdo
con sus creencias, conducira a la destruccin de su t. Y esto mostraba, por lo
menos para su propia satisfaccin, que l era un enemigo de su fe.
Sin embargo, unos cuantos, que lo haban escuchado antes de morir, pudieron
obtener algo de t y beberlo en secreto. Cuando alguien les deca: _Qu estn
bebiendo?_, contestaban: Es solamente una medicina que tomamos para cierta
enfermedad.
Y as suceda en todo el mundo. El t haba sido visto crecer por algunos que
no lo reconocan. Haba sido dado a otros a beber, pero ellos creyeron que era
la bebida de la gente comn. Haba estado en posesin de otros, que lo
veneraban, as como a su recipiente. Fuera de China slo unos cuntos en
verdad lo beban, y esto solamente ocultndose.
Fue entonces que vino un hombre de conocimiento profundo, y les dijo a los
vendedores de t, a los que beban t y a otros: _Aquel que prueba sabe. Aquel
que no prueba, no sabe. En vez de hablar sobre la bebida celestial, no digan
nada, sino ofrzcanla a sus invitados. Aquellos a quienes les guste, pedirn
ms; aquellos a quienes no les guste, demostrarn que no son aptos para ser
bebedores de t.
Cierren la puerta del argumento y del misterio. Abran la casa de t de la
experiencia.
Despus de esto, el t fue llevado de un punto a otro en la ruta de la seda,
siempre que un mercader de jade, o piedras preciosas, o seda, paraba a
descansar, haca t y lo ofreca a quien estuviera cerca, as estuviese en
conocimiento del t o no. Este fue el principio de las Chaikhanas, las casas de
t que fueron establecidas por todo el camino desde Pekn a Bokhara y
Samarkanda; todos aquellos que probaban, saban.
Ntese bien que al principio eran solamente los poderosos y los que
pretendan ser hombres de conocimientos, quienes buscaban la bebida
celestial y quienes tambin decan: _Pero esto no es sino hojas secas_ o por
qu hierven agua, cuando lo nico que quiero es la bebida celestial?, cmo s
lo que es esto?, comprubenmelo, adems el color del lquido no es de color
oro, sino ocre.
Cuando al fin la verdad se supo, y cuando el t se trajo para que todo el que
quisiera lo probara, los papeles cambiaron, y los nicos que decan las cosas
que haban sido dichas por los poderosos y los inteligentes, eran los tontos de
remate.
Y as es el caso hasta nuestros das.
BIBLIOGRAFA
"La ltima barrera. Un viaje sufi" de Rashad Field
Editorial Troquel, S.A.
"Los Sufis" de Idries Shah.
"Un escorpin perfumado" de Idries Shah.
Editorial Kairs
POEMAS MSTICOS