La Inmigración China en El Perú
La Inmigración China en El Perú
La Inmigración China en El Perú
5 N 3 - 1992
INTRODUCCIN
Los gobiernos que se sucedieron en la segunda mitad del siglo pasado dieron
apoyo, tanto al trfico como al silenciamiento, al duro trato que los hacenda-
dos infligieron a los cules.
Para hacer posible el traslado de toda esta poblacin hubo un engao legal
que consista en hacer firmar en la misma China un contrato a los incautos
"colonos". Los contratos se firmaban en condiciones de presin por deudas y,
de manera general, en circunstancias de angustia individual de todo tipo. El
Estado peruano otorg a particulares la facultad de importar esta mano de
obra por intermedio de concesiones mediante la suscripcin de contratos.
EL CONTRATO
Sin embargo, el trato que se les dio fue la de verdaderos esclavos. Las
leyes peruanas sobre los extranjeros no les fue aplicada. El Cdigo Civil, en el
Art. 33, normaba que: "Los extranjeros gozan en el Per de todos los derechos
concernientes a la seguridad de su persona y de sus bienes, y a la libre
administracin de stos". Lo que s se les aplic fue el Art. 37 del mismo
cuerpo legal: "El extranjero que se halla en el Per, aunque no sea
domiciliado, puede ser obligado al cumplimiento de los contratos celebrados
con peruano, an en pas extranjero, sobre objetos que no estn prohibidos...".
Los cules se defendieron del abuso, sobre todo tomaban nota de la fecha
en la que haban ingresado al trabajo. Desconocer o no recordar esta fecha era
perder la posibilidad de salir definitivamente de la hacienda. Ciertos
procedimientos y tratos utilizados no estaban escritos pero sirvieron para regir
la vida cotidiana de la gente. No estaba escrito, por ejemplo, aplicar castigos
fsicos. Sin embargo los hacendados lo hicieron con mucha frecuencia y
severidad. Lo hacan porque esa era la norma usual para controlar a los
trabajadores de sus haciendas.
La presencia del Estado era muy dbil. Se quedaba en las puertas de las
haciendas y si las tocaba era para pedir a los hacendados sus "contribuciones".
Boletn de la Sociedad Peruana de Medicina Interna - Vol.5 N 3 - 1992
" ... Quien escribe esta crnica visit hace poco tiempo las Islas Chinas. El
trabajo de excavacin de guano lo hacan los chinos y haba entre 250 a 300
embarcaciones cargando. Algunos han dicho que habra guano slo para ocho
o diez aos si se hacan extracciones en tal cantidad como se estaba efec-
tuando entonces". Sin embargo, en un artculo aparecido en el "Guano
Diggers" en "Household Worlds" 1853, el escritor estimaba que haba 250
millones de toneladas en las islas de Chincha y que tomara 180 aos para
limpiarlas. El valor de los depsitos estaba estimado en 1,250 millones de
Libras Esterlinas...".
El gobierno peruano envi una comisin cientfica a las Islas Chincha para
efectuar los planos y medir el guano que contena. Dicha comisin estuvo
integrada por Antonio Raimondi, Jos Castan, Fermn Asencios, Francisco
Caas, Jos Eboli y Manuel J. San Martin. Raimondi nos narra su viaje:
"Visit en 1853 las afamadas Islas de Chincha formando parte de su comisin
enviada por el Supremo Gobiemo, con el objeto de medir la cantidad de
guano que exista. V con asombro ese inmenso depsito de amonaco, de ms
de cuarenta metros de espesor que desgraciadamente ha concludo con poco
provecho de Per.
Pude en aquella ocasin convencerme con mis ojos, por los restos de las
aves, y por los huevos transformados en guano, hallados de materia orgnica,
es realmente formada de excrementos de aves marinas acumuladas lentamente
durante muchsimos siglos y, por consiguiente, que no tiene origen misterioso
e hipottico que ha querido darle recientemente un viajero alemn..." (8)
buen sabor: pero al poco tiempo el tocino y la carne salada empezaban a tener
un sabor a rancia, las galletas se agusanaban y los frijoles se llenaban de
gorgojos. La dieta diaria de los chinos era elemental: arroz y pescado".
El gobernador de las islas era el capitn de fragata Pedro Jos Carreo. Las
Islas de Chincha eran tres y se las identificaba como la del Norte, la del
Centro y la del Sur. Situadas frente a Pisco, distaban de tierra
aproximadamente dieciocho kilmetros. En los correspondientes derroteros,
que sobre la costa del Per escribieron Aurelio Garca y Garca en el siglo pa-
sado y Rosendo Melo en los primeros aos del presente, hay informacin muy
apreciable sobre ellas. Una flotilla de botes, balandras y lanchas-cisternas las
surta de agua que llevaban desde Paracas y los vveres se cargaban en Tambo
de Mora.
Todo eso, sin duda, fue visto por don Ricardo Palma, quien estuvo en las
islas de Chincha hasta el mes de marzo de 1854, en que lo trasladaron a la Co-
mandancia General de Marina en calidad de amanuense. Sin
Boletn de la Sociedad Peruana de Medicina Interna - Vol.5 N 3 - 1992
1855 - 59 2,964
1860- 64 14,738
1865 - 69 21,639
1870 - 74 48,039
LA YAPA Y EL ENGANCHE
La "yapa" era el tiempo aadido que, por lo general, era de seis meses, a
los ocho aos a los que estaban obligados los chinos. Se justificaba diciendo
que durante los aos que los cules estuvieron en la hacienda pudo ocurrir que
faltaron al trabajo algunos das por distintos motivos y en consecuencia con la
yapa cumplan a cabalidad sus ocho aos. La mala imagen internacional del
Per se increment cuando un hacendado norteo marc con hierro candente
a 48 inmigrantes chinos. El gobierno tuvo que decir que la denuncia era falsa.
FIN DE LA ESCLAVITUD
NOTAS
10. Libro copiador N 47, folio 636, Escalafn de Marina. Libro copiador N
693, folio 192, Goleta "Libertad" 1853, Documentos 38 y 40 del Museo
Naval.
11. No slo en las Islas de Chincha. Tambin se les explotaba en los depsitos
de Pabelln de Pica y Punta Lobos, incluso cuando ya se protestaba por
tanto abuso.