ManualHomilética PDF
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Homiltica
Francisco Ja vier C alvo G uinda
Vi ' i
Vi N (,/ NI V II />/. LA SERIE
I rologhi hiiiriaiiiciial
i Ihos Hnuunti del hombu I tic Sahagun Lucas (publicado)
^ l*ati ologia R Trevijano (publicado)
{> fisiona de la Teologa J L 11laes e I Saranyana (publicado)
14 hit!aduccin a la Teologa J M * Rovira Belloso (publicado)
19 Fenomenologa i filosofa de la teligion J de Sahagun Lucas (publicado)
Teologa de la revelacin y de la fe A Gonzlez Montes
Teologa sistemtica
1 Teologa del pecado o iginal y de la gracia L F Ladana (publicado)
10 Mariologia J C R Garca Paredes (publicado)
16 La pascua de la creacin J L Ruiz de la Pea (publicado)
18 Eclesiologia E Bueno de la Fuente (publicado)
El misterio del Dios trinitario S del Cura
24 Cristo logia O Gonzlez de Cardedal (publicado)
26 Antropologa teolgica fundamental A Martnez Sierra (publicado)
Teologa sacramental
2 Penitencia y Uncin de enfermos G Florez (publicado)
4 Tratado general de los sauamentos R Amau Garca (publicado)
6 La liturgia de la Iglesia J Lpez Martin (publicado)
11 Orden y ministerios R Arnau Garca (publicado)
12 Matumomo \ familia G Florez (publicado)
22 Bautismo i Conjumacion I Oatibia (publicado)
23 Eucarista D Borobio (publicado)
Teologa moral
8 Moral fundamental J R Flecha Andrs (publicado)
15 Moral socioeconmica A Gahndo (publicado)
28 Moial de la persona J R Flecha Andrs (publicado)
Moral sociopohtica R M 1Sanz de Diego
Teologa pastoral y espiritual
7 Teologa espiritual S Gamarra (publicado)
13 Teologa pastoral J Ramos Guerreira (publicado)
Pastoral catequetua A Caizares
29 Homiletica F J Calvo Guinda
Historia y arte
17 Arqueologa cristiana J Alvarez Gmez (publicado)
20 Historia del arte cristiano J Plazaola (publicado)
21 Histona de las religiones M Gueria Gmez (publicado)
25 Historia de la Iglesia I Antigua 1 Alvarez Gmez (publicado)
Historia de la Iglesia II Media I Snchez Herreio
Historia de la Iglesia III Moda na I Garca Oro
27 Histoi la de la Iglesia IV ( ontanpoi aiu a I M 1l aboa (publicado)
HOMILTICA
POR
FRANCISCO JAVIER CALVO GUINDA
Pa* s
INTRODUCCION
PRIMCR VPARTI
LA PREPARACION DL LA PREDICACION
Pan;s
III Exegesis 27
1 Estudio de la exegesis 29
2 Anlisis bblico teolgico del texto 30
3 Papel de los comentarios 30
4 Los sentidos de la Escritura 31
a) Sentido literal 32
b) Sentido espiritual 32
c) Sentido principal y sentidos secundarios 34
IV El papel de la transmisin 36
1 El sentido original del Jess histrico 36
2 La transmisin en la comunidad 36
3 La redaccin de los evangelistas 37
V Posibilidades de interpretacin 37
1 La comprensin de un pasaje desde la doctnna de la
Iglesia 38
2 La comprensin de una pencopa desde la composi
cion del libro correspondiente 38
a) La ubicacin del pasaje en el conjunto del libro 38
b) La idea fundamental del libro 38
c) El pensamiento del autor 39
3 La comprensin a partir de la misma pencopa 40
a) El Sitz im Leben de la Iglesia primitiva 40
b) El Sitz im Leben Jesu 40
4 La comprensin de una pencopa desde la Eucarista 41
a) El uso litrgico 41
b) La agrupacin con otros textos litrgicos 42
c) El carcter didctico 42
d) El relato de la Cena 43
VI La meditacin 43
C apiti lo IV Escuchar a la comunidad. Los oyentes 49
I La comunidad 49
1 La importancia de los oyentes 49
2 Publico religioso y comunidad 50
3 La influencia del lugar donde se vive 52
4 El dialogo en la vida pastoral 52
5 El dialogo con los colaboradores 54
II Cuestiones especificas de la edad 54
1 Predicacin a nios 55
2 Predicacin a jovenes 57
3 Predicacin a adultos 59
4 Predicacin a ancianos 59
C aptulo V La actualizacin 61
1 La predicacin entre texto y situacin 61
1 El procedimiento deductivo 64
2 La interpretacin existcncial 65
Indice general XI
Pa s
Pa%s
Pags
SEGUNDA PARTF
LA PREDICACION
Pag\
Pa\r s
1 La evolucin teolgica
a) El molimiento litrgico
Frente a un planteamiento apologtico, la teologa, desde co
mienzos de este siglo, se orienta cada vez ms a la realizacin de la
b) La renovacin kerigmtica
En estrecha relacin con el movimiento litrgico surge a media
dos de los aos treinta la teologa de la predicacin (Verkundigung-
theologie) o teologa kerigmtica, cuya aspiracin era destacar la di
mensin especfica que corresponde a la predicacin frente a la
teologa cientfica. La renovacin kerigmtica se refiere al contenido
de la predicacin se trata de una predicacin ms esencial, cristo-
cntrica, que se distancia de la teologa de la Contrarreforma y vuel
ve a las fuentes del cristianismo
La teologa kerigmtica surge con un grupo de profesores de la
Facultad de Teologa de Innsbruck Josef Andreas Jungmann, en un
libro pionero publicado en 1936 \ dio el impulso inicial al establecer
c) La fase bblica
La orientacin matenal-kengmtica de los trabajos homilticos
experiment una variacin en los aos 1945-1960 mediante un anli
sis ms intenso de la Sagrada Escritura Por influjo de la exgesis
protestante se da en el campo catlico un giro hacia la Biblia con el
que se intenta que el texto bblico ofrezca su intencin original De
sarrolla una teologa bblica de la palabra y anima finalmente a ver
ter en la predicacin los resultados y mtodos de la exgesis cientfi
ca y a que stos no queden ms tiempo como una ciencia del arcano
reservada a los especialistas
Para la homiltica, el lema del texto a la predicacin no era
slo una indicacin para la preparacin prctica, sino que se convn-
ti tambin en un ncleo de la teora de la predicacin Se buscaban
y examinaban criterios y ayudas para una predicacin conforme a la
Escritura Cuanto ms se profundiz en esta problemtica, ms ciato
se vio que, dada la complejidad de los textos bblicos, se ofrecan va
nas orientaciones para la comprensin del contenido central La pre
gunta decisiva era* Cmo tengo que interpretar el texto en su conte
nido? Qu dice el texto?
La predicacin bblica se interes, quiz demasiado, por el conte
nido de la predicacin a causa del influjo de la exgesis en la tarea
homiltica. La predicacin se diriga ms a la situacin en la poca
del texto que a la inmediata situacin de los oyentes hoy
2 El contexto sociocultural
A Noi i h <, kh reite auf einei Wolke aus Worlen Ubeilegungen 711 einei 1c
ministischen Piedigtpraxis irn volkskiichlichen Sonnlagxgottesdienst en R losi-U
S(H\\M()iR Femimstisdu Impulse fui den Gottc sdienst (Stutlgait 19%)
C a pit u l o II
CONCEPTO E HISTORIA DE LA HOM1LT1CA
B1BI IOGRAF1A
1 NOMBRE Y CONCEPTO
El nombre de homiletica para la teora de la predicacin cristiana
aparece a fines del siglo xvn, S Gobel publico en 1672 su Methodo-
logia hometica y J W Baier en 1677 su Compendium theologme
homileticae Anteriormente los nombies habituales eran Ais piaedi-
candi Ars concionandi Rethorica ecclesiastica etc La expresin
kerigmatica asi, por ejemplo, se llama la homiletica publicada por
M Pfliegler en 1965 es el lema de una comente de la renovacin
actual de la predicacin
El nombre de honuletica no tiene nada que ver con la distincin
entre homila y predicacin temtica, sino con omdein en el
sentido de predicar, de hablar familiarmente Se expone en ella una
teora teolgica de la predicacin
La homiletica como paite de la teologa practica se ocupa de las
formas del discurso publico en el campo de la Iglesia Homiletica es
la teologa de la predicacin eclesial o la exposicin practico-cienti-
fica de los fundamentos y reglas de una predicacin adecuada a la
palabra de Dios A la funcin didctica de la predicacin se aade
tambin una funcin soteriologica es palabra de salvacin no solo
portadora de saber
En la constitucin de la teologa de la predicacin se trata princi
palmente no de un nteres metodolgico, sino teolgico A la parte
principal de la homiletica le precede una introduccin en el nombre,
concepto e historia de esta disciplina teolgica 1
G Fisvnmwir Homilelik a t
14 Introduccin
F H \ t\ sli, Homilelik a i
R Z f rf- \ss Gnuulpi h^r l o e 4S
C2 Concepto e historia de la homiletica 15
II HISTORIA DE LA HOM1LETICA
1 Nuevo Testamento
2 Patrstica
3 Edad Media
4 El humanismo
tantes del siglo xvi, pero en general falt la ejecucin de los buenos
planes conciliares.
Son importantes dos obras. Los Ecclesiasticae rhetoricae libri
sex de Fray Luis de Granada (1576) y las Instructiones pastorum ad
concionandum de San Carlos Borromeo (1567)
7 La Ilustracin
u Bossuet, gran teologo y orador elocuentsimo, es, entre los franceses, nues
tro piedilecto Y conviene advertir, de pasada, que no ha perdido actualidad, precisa
mente porque se inspira constantemente en las tscnluras, en los Padres, en los gran
des teologos, y no poco en los grandes maestios espaoles del siglo x\i Algunos
elocuentes oradores franceses del xix, a pesar de hallarse mas pioximos a nosotros
han envejecido antes que Bossuet y que los mas lusties de sus contemporneos
A Hlrrlrv La Palahia di Cnsto I (Madrid 195}) LXVLL
20 Introduccin
8 Hasta la actualidad
LA PREPARACIN DE LA PREDICACIN
C a p t u l o III
ESCUCHAR LA PALABRA D E DIOS.
EL CONTENIDO DE LA PREDICACION: EL TEXTO
BBLICO
BIBLIOGRAFA
Comisin E piscopal df L iturgia, Partir el pan de la palabra, o.c.;
F esenmayfr. G., Bibelpredigt im Aufbruch (Friburgo 1963); Llopis, L,
Exgesis bblica y homila litrgica: Phase 66 (1971) 527-541; M ichon-
nfau, G.-V arillon, F., Hablemos de la predicacin, o.c.; Pontihcia C omi
sin B blic a , La interpretacin de la Biblia en la Iglesia (Madrid 1994);
Pottfrie, 1. de i a, La interpretacin de la Sagrada Escritura con el mismo
Espritu con que fue escrita, en Latoureli l, R., Vaticano II. Balance y
perspectivas (Salamanca 1989); Zimmfrmann, H., L o s mtodos histri-
co-crticos en el Nuevo Testamento (Madrid 1971).
I. EL CDIGO Y EL CONCILIO 1
III EXEGESIS'
1 Estudio de la exgesis
Hay que estudiar exgesis con todos los medios que las ciencias
bblicas tienen actualmente a su disposicin Los sacerdotes no pue
den estar a la altura de su tarea si antes no se prepararon debidamen
te en los aos del seminario, si durante su permanencia en l no han
bebido este antiguo y perenne amor a la Sagrada Escritura En los
profesores de Sagrada Escritura ha habido, no con rara frecuencia,
una falta de propoicion, dedicando a la filologa, a la historia o a
otras ciencias auxiliares un espacio excesivamente amplio El papa
Po XII advierte que
la exposicin exegtica ha de ser principalmente teolgica,
evitando intiles disputas y omitiendo todo aquello que sea
fuente de vana curiosidad ms bien que de fomento de veida-
dera doctrina y de piedad solida, propongan el sentido llama
do literal, y principalmente el teolgico, con tanta solidez, ex-
plquenlo con tanta maestra, mclquenlo con tal fervor, que
sus alumnos lleguen a experimentar en cierto modo lo mismo
que los discpulos de Jesucristo cuando yendo a Emas, al or
las palabras del Maestro, exclamaron 6No arda, en verdad,
nuestro corazn en nosotros mientras nos explicaba las Escri
turas9 (DA 27)
El estudio de la Biblia no debe limitarse a los aos de estudio en
el seminario No es preciso ser un exegeta de profesin para poder
30 PI La preparacin de la predicacin
a) Sentido literal
b) Sentido espiritual
IV EL PAPEL DE LA TRANSMISION
2 La transmisin en la comunidad
V POSIBlLlDADtS DE INTERPRETACION
santemente, para poder superar las pruebas que vengan. Desde este
trasfondo narra Lucas que Jess mismo ora sin cesar.
Este nfasis en la oracin seguramente tiene su contexto en la si
tuacin de la joven Iglesia, que sufra las primeras persecuciones,
que haba esperado en vano la venida de Jess y que buscaba vas
para configurar el tiempo actual desde la cercana de Dios. Es una
respuesta propia a la situacin creada en la comunidad por la demora
de la parusa.
a) El uso litrgico
d) El relato de la Cena
En cada celebracin eucarstica se proclama un evangelio origi
nal, el relato de la Cena Todo evangelio de la celebracin de la pa
labra est en relacin con este evangelio original Lo que se narra en
el evangelio como hecho salvfico, se hace nueva realidad por la ac
cin del Seor presente en medio de nosotros
La exgesis y la liturgia nos ofrecen una abundancia de posibili
dades Tambin es cierto que el predicador puede quedar desconcer
tado por la oferta de tantos caminos. Sin embargo, si referimos a
Cristo cada texto de la Escritura, la riqueza de posibilidades no lle
va a la desorientacin enmaraada, sino a la sencillez de la interpre
tacin
VI LA MEDITACION
" Ib id
C.i. Escuchar la palabra de Dios 45
0 Haindiir Du P t t d rp o c 18S
S an Alsiin Sobre la doctnm cusliam lib IV cap XXX n 63 en oc
Mis
A HrRKEK\ l a Pa lahia h Cusi I o c LX\ II
1 M RmriTA dntioduccion en F IIi vsha h Smodo 74 P u d u a u o n
F\amit lucu ion (Madrid 1974) 16
S a n Aisiin Sobic h doctnn i cnslnm lib IV c i p X \ en o c 216ss
C3 Escuchar la palabra de Dios 47
BIBLIOGRAFA
H \i ndi i r, O., Die Predigt, o.c.; Kamrmamn, T i (., Conocer para educar, I
(Barcelona 1970); M \R( iii si, A.-C\ rri ii ro, M.-P\ i acios, J., Psicologa evo
lutiva (Madrid 1983); Mu honni ais G.-V \ rii i on, F., Hablemos de la predica
cin, o.c.; Ri \ iplitv H., Tratado de psicologa evolutiva (Barcelona 1%6);
Sniw \R/. A., Praxis der Predigtvorbereitung (Graz-Viena-Colonia 1986).
I. LA COMUNIDAD
\ h n s \ ComopicdiCiiienlaL.clLbKu.iopscRiaimnt.il a c 2Si
54 P1 La preparacin de la pt cdicauon
poco Quien trata con mucha gente necesita una buena dosis de pa
ciencia Si reacciona inmediatamente con amonestaciones se volver
un critico y un grun Hay que saber guardar un recto equilibrio en
tre no dar cabida en la predicacin al chismorreo diario y llamar va
lientemente la atencin sobre los desordenes de la comunidad
1 Predicacin a nios
En las estructuras parroquiales donde nos movemos, sobre todo
en las parroquias urbanas, nos encontramos con frecuencia pblicos
muy heterogneos, y no debemos olvidarnos de ninguno, pe o espe
cialmente no podemos olvidar a los mas pequeos Atencin espe
cial meiccen tambin las celebraciones de la eucarista con mayon
tana participacin de los nios (PPP 31)
L1 D uectonopata las misas con nios que la Santa Sede publico
en 1973 resalta la importancia de la explicacin de la palabra de
Dios para los nios y seala que puede hacerse en forma de dialogo
con ellos, a no ser que se prefiera que escuchen en silencio Tambin
en estas misas esta recomendado el breve silencio despus de la ho
mila para que los nios se recojan inteiormentc, oren y alaben al
Seor en su corazn
A la predicacin a los nios no suele drsele importancia Se
piensa ligeramente que es algo fcil que se puede hacer sin prepara
cin Los oyentes son nios y con ellos no se trata tanto de lo que se
dice sino del modo como se dice
El predicador tiene que conocer a fondo al nio y su ambiente A
partir del estudio de la psicologa infantil y de la observacin de la
vida cotidiana puede alcanzar los fundamentos para un conocimiento
profundo del nio No es lo mismo predicar a nios en la infancia
media (7-9 aos) que en la infancia tarda (9-12 aos) Hay un factor
psicolgico que supone un conocimiento preciso de las caractersti
cas de las diversas edades 9
2. Predicacin a jvenes
3 Predicacin a adultos
4 Predicacin a ancianos
mayor representa mas del 26 por 100 Debido a las mejores condi
ciones de vida y a los adelantos de la medicina, el milln escaso de
personas mayores de 65 aos que haba en 1900 se ha convertido
hoy en ms de seis millones y medio
Visto estadsticamente, una mujer cuando cumple 60 aos tiene
por delante todava 21 aos, por consiguiente, una cuarta parte de su
vida (los hombres, algo menos) La vejez ya no es un corto perodo
de tiempo que slo pocos disfrutaban y comprende vanos decenios,
tanto tiempo como la infancia y la juventud No forman en la Iglesia
un grupo marginal y no pueden ser tratados como tal Quien se que
ja del envejecimiento de los oyentes, ve nicamente a los mayo-
es como un problema y pasa por alto las posibilidades que los ma
yores tienen en la comunidad
Ln el templo predomina actualmente la gente mayor. Son las eda
des con mayor prctica religiosa. Tienen tiempo y la tradicin de ir a
misa y una fidelidad a la Iglesia probada por una vida Muchos,
como la vieja Ana y Simen, esperan el atardecer de la vida en la
casa de Dios
No se puede hablar de los mayores como de un grupo homog
neo desde el punto de vista de la fe y la eclesialidad A muchos de
los mayores se les puede designar como practicantes tradicionales,
que tienen dificultades con los cambios en la sociedad y en la Iglesia
durante los ltimos decenios Las formas htigicas son otras y los
cambios producidos en la vida de la Iglesia les producen inseguri
dad Pero tambin hay muchas personas mayores para las que el
Concilio Vaticano II y los tiempos posconciliaies han sido un pero
do liberador.
Slo Dios sabe cuntas abuelas que asisten cada domingo a la
iglesia son ridiculizadas, amable o cnicamente, por el resto de su fa
milia poique van a misa. 6Sabe el predicado! cmo estas valientes
mujeres mayores mantienen su fe y aeuden a misa pata buscar ayu
da paia perseverai en esa fe9 Pe o qu pasa si salen de la misa va
cas poique en la piedicacin se las ha despreciado o - todava
peor se las ha i ociado religiosamente con cuatro palabras para sa
n del paso? 11
Estas preguntas ayudaran a piesetvar al predicador de la tenta
cin de considerar a los mayores como un pblico fcil No quieren
que se apele a la compasin, pero s que se les comprenda No quie-
en ser tratados infantilmente, como si fueran nios o dbiles menta
les, sino que desean ser tratados con dignidad No es que intente
mos dominar con imperio en vuestra fe, sino que colaboramos con
vuestra alegra, pues estis cimentados en la fe (2 Cor 1,24)
los destinatarios actuales a los que la Iglesia tiene que anunciar la pa_
labra de Dios
A veces, con toda naturalidad, el predicador traslada unos textos
bblicos a la actualidad, como si todos los pasajes de la Sagrada
Escritura tuviesen algo que decir en toda situacin No se tiene sufi
cientemente en cuenta la diferencia entre la situacin especifica ori
ginal y la actual y por eso se hace una aplicacin y actualizacin del
texto bblico de modo forzado y artificioso Se presupone que la pre
dicacin actual consiste en una mera repeticin de la predicacin de
entonces El predicador da la impresin de vivir en la situacin de la
comunidad bblica y la vida de la comunidad actual le sirve solo
como perchero, pero no como polo de la predicacin No todos los
textos son igualmente adecuados para la predicacin, habremos de
preguntamos para ello hasta que punto la situacin de la comunidad
de entonces es analoga a la de la comunidad de hoy 1
Con extraer el contenido del texto no se ha logrado todava la ta
rea adjudicada a la predicacin bblica El predicador tiene que ex
poner este contenido a su comunidad actual, es decir, que el mensaje
de Dios, de Cristo, de la Iglesia, del sacrificio de Cristo, etc , se
oriente de tal modo que el hombre de hoy se sienta afectado en su
existencia Es un gran arte colocar alternativamente en primer plano
uno u otro polo de la predicacin, manteniendo un equilibrio entre el
misterio y la situacin del hombre de hoy
Por ello, ante todo y sobre todo, el predicador debe tener la pre
ocupacin de que el texto bblico propuesto se actualice
Por actualizacin afirma U Vanm - entendemos todas
las modalidades a travs de las cuales la palabra de Dios se
hace significativa e incisiva en el presente, con una referencia
particular a la experiencia litrgica 0
Ciertamente que la actualizacin presupone una exegesis correc
ta del texto, que determina el sentido literal, pero existe otro polo
imprescindible del dialogo, los oyentes, que no son unos meros re
quisitos de la actualizacin Lo que esta cambiando constantemente
es la situacin de la comunidad en el mundo Cada nueva interpreta
cin esta condicionada por la situacin especial de la comunidad,
por sus ataques, tentaciones y posibilidades Es necesario, por consi
guiente, tambin un estudio de la poca, del hombre y de la situacin
de nuestra sociedad en los inicios del tercer milenio
El ministro de la Palabra escribe F F Ramos tiene
como misin especifica la de ser un traductor bilinge, debe
1. El procedimiento deductivo
2. La interpretacin existencial
1. Reproches a la Iglesia
Respecto a las cuestiones de actualidad y los problemas sociales
suelen hacerse dos reproches a la Iglesia. Unos opinan que la Iglesia
dice muy poco sobre cuestiones sociales relevantes que son vitales
para el futuro de la humanidad: la posible autoaniquilacin de la hu
manidad por las armas atmicas, el hambre y la superpoblacin, la
destruccin del medio ambiente, la muerte de los bosques, las lesio
nes de derechos humanos... Y no slo sobre problemas nacionales e
internacionales, sino tambin sobre problemas locales y regionales
que son de inters vital para el hombre. El silencio sobre tales pro
blemas en los que se espera una orientacin desde una perspectiva
eclesial se considera como un dficit culpable de la Iglesia. Las pala
bras: Predica la palabra, insiste a tiempo y a destiempo (2 Tim
4,2), no son una indicacin litrgica, sino un imperativo vlido tam
bin para el predicador de hoy.
Otros piensan que la Iglesia se inmiscuye en todo, que se entro
mete en cuestiones que no le pertenecen. Se hacen estas recrimina
ciones al Papa y a los obispos cuando tratan de problemas interna
cionales y nacionales, y, si sus opiniones son crticas con la situacin
dada, se consideran aberrantes por aquellos que tienen el poder pol
tico, econmico, informativo, etc. A menudo se equipara orientacin
con dingismo y se ve como consignas inadmisibles.
El predicador pertenece al grupo eclesial y puede sentirse afecta
do por la recepcin, a veces deformada, manipulada, rechazada, de
los documentos del Papa o de la Conferencia Episcopal. En cual
quier viaje, el Papa pronuncia discursos que ocupan unas tres mil l
neas. En tres de ellas hace referencia a la pldora anticonceptiva.
Pues bien, habr periodistas que slo informarn y comentarn este
nico punto: El Papa, contra la pldora. Qu hacer? Algunos reac
cionan agresivamente con una predicacin mordaz, otros meten la
cabeza en la arena y cubren con el velo del silencio los temas socia
les. Ambas posturas no son correctas. El predicador debe tomar en
serio toda crtica y, tras un piudente anlisis, rechazarla con decisin
o aceptarla con la misma decisin: Probadlo todo, y quedaos con lo
/I PI La pi epcu ac ton de la predicac ton
BIBLIOGRAFIA
() H m m m i r I) ic h i t h j o 46
Ibid 17
C6 El predicador 11
a) La competencia jw idic a
b) La competencia profesional
c) La competencia comunicativa
J Habermas designa como competencia comunicativa a la ca
pacidad de hacer surgir sobre todo situaciones fecundas de comuni
cacin La comunicacin no es una tcnica, ni una habilidad, sino
algo mas profundo, un proceso total que no se puede separar de la
identidad de la persona La competencia comunicativa en el sentido
de Habermas, a diferencia de la competencia jurdica y profesional,
no es independiente de la persona, sino una capacidad en alto grado
personal y social La competencia comunicativa presupone una com
petencia personal
Si aplicamos estas vanantes de significado a nuestro modelo de
predicador segn el viejo autor del siglo xvm, entonces la actitud de
ser como la lu7 o como el gallo, de la que all se habla, no se califica
como competencia jurdica o como profesional, es comprensible en
todo caso con el concepto de la competencia comunicativa en el sen
tido de J Habennas
M Josuttis ha hecho la propuesta de distinguir, por una parte,
una dimensin institucional y una personal-social, y, por otia, una
dimensin objetiva y una metdica que estaran entre si en una rela
cin complementaria
F1 predicador posee, en primer lugai, una competencia jurdica
que corresponde a la dimensin institucional el predicador de la ho
milia debe estar ordenado de saceidote o de dicono La dimensin
institucional tendra en cuenta el marco social en el que se transmite
el mensaje nosotros no transmitimos el Evangelio, como Jess, en
los ceicos y vallados, sino en el marco de misas en la maana del do
mingo de 9 a 1, por sacerdotes cuyo sueldo esta regulado diocesana
mente y que tienen segundad social
Frente a la dimensin institucional esta la pe sonal la dimensin
de la expenencia de la fe El predicadoi debe estar bastante lleno de
Dios para darlo al pueblo cristiano, no como una verdad, sino como
una presencia viva y bastante integrado en su pueblo, participando
en su vida Es conviccin antiqusima en la Iglesia que la competen
cia institucional vive de la personal, sin ella se anquilosa, pierde su
credibilidad, se hace caricatura
A la dimensin objeta a de la competencia de un piedicador per
tenecen los contenidos que el representa Se trata aqu de la compe
C6 El puche ador 85
1 La dimensin intelectual
2 La dimensin pastoral
3 La dimensin humana
4 La dimensin espiritual
2 Comprensin emptica
3 Autenticidad
Se trata de aparecer tal como somos Dirigir la palabra a la comu
nidad cristiana lleva consigo tener la valenta de romper los acarto
namientos del rol sacerdotal La fe viva condiciona el fruto de la pre
dicacin La personalidad del predicador es una garanta de lo que
dice y exige Esta ley general de la oratoria no se puede descuidar en
la predicacin Para ser autentico no basta un precalentannento en la
preparacin inmediata de la predicacin, mucho menos hacer teatro
ponindose la mascara de un personaje, sino que se exige una expe
riencia de la vida sacerdotal El oyente puede aceptar tanto mejor el
mensaje de la predicacin cuanto mas esta el predicador detras de lo
que dice, con autenticidad ?x
El predicador no puede predicar sobre el Evangelio cuando tiene
nada mas que una sene de ideas acertadas sobre la pencopa bblica,
tiene que predicar desde el Evangelio al que se ha entregado y cuya
verdad es una parte integrante de su ser
El problema practico de la comunicacin en la predicacin se re
fiere tambin al hecho de que el lenguaje de la fe se quedara en una
lengua extraa en la medida que el predicador este extrao trente a la
te El lenguaje tiene que hablar desde la experiencia No se trata de
hablar desde lo que he ledo, sino desde lo que he vivido
El que predica afirma L Maldonado no podra ser
realmente vehculo de los sentimientos de Dios si el no se
identifica con ellos, hacindolos pasar por los suyos propios
De ah que hoy se pida al que predica que exponga no solo el
kengma mas o menos actualizado, sino su vivencia de el, su
testimonio personal sobre el, sus sentimientos propios ante el
Asi suscitara la vivencia afectiva en el oyente y se producir la
identificacin entre el y el oyente
(i. Rui/, La molesta predicacin de los profetas: Sal Terrac LXYI {107S)
180.
51 S a\ Gri c.urio M \(,\ o. Homilas sobre Ezcquiet I, 10. 13, en Obras de San
Organo Magno, o.e , 747
(i. Ri i/, La molesta predicacin de lo^ profetas, a.c., 180.
C.6 E! predicador 93
I. El predicador joven
2 El predicador maduro
3 El predicador mayor
C o\iik i\(i\ H i i s c o p u hsi> \\<>i \ Si guiulo Du_ro Genual sohic las noi
mas LomplemuUai las del niuvo ( odigo de Deiceho Canomu Bol i im c/c la l onfe
t u n a h)isiopal Espaola (abul jimio 19XS) o2
C a p it u l o VII
LA FINALIDAD
BIBLIOGRAFIA
pcdvr vlustiav
encargar 5 alegrarse narrar
sugcur compadecerse hacer icflcxionar
recomendai asegurar
adveitir 9 prometer
aconsejar 6 acusar testimoniar
disculpar garantizar
perdonar responsabilizarse
A Si hw \ r/ P u n s d a P u d ij h o i h a atun o 66
H A rlns F R khardt I Si mi ir Postn p u d u a i o l 64
A Se i i\v \ k/ P u n s d a P u d i^ n o i h a atn oc 67
C7 la finalidad un
I VENTAJAS Y PELIGROS
11 PUNCIONES
Ibid
112 PI la i epauu ion de la preda ac ion
d) Elaboracin le tonca
Lee el texto vanas veces
Anota en palabras clave el hilo conductor
Haz las modificaciones previstas
En resumen, al trabajai con las ayudas para la predicacin, pre
tendemos que se convieitan en mi predicacin, en el testimonio de
mi fe, en el reflejo de mi relacin con los oyentes, que faciliten el ca
mino a mi deseo de comunicar.
IV PUBLICACIONES
BIBLIOGRAFIA
oyentes no tanto poi los recursos oratorios del que habla cuan
to por la conviccin y autenticidad que consigue comunicar
(PPP 29)
Los tres planteamientos de los que nos vamos a ocupar a conti
nuacin se refieren a tres niveles distintos del lenguaje
1 NIVEL SINTACTICO
1 La construccin de la frase
2 La voz activa
3 Palabras concretas
4 Los adjetivos
II NIVEL SEMANTICO
( Nos asusta la ingenuidad del pensamiento, las retoricas tan antiguas va, y sin
embago tan familiares, la tuberculosis interna de este lenguaje, es decir, su perdida
casi absoluta de i calidad, la desaprensin con que se habla un lenguaje que la mayo
ra de las personas que \i\e n a nuestio alrededoi no soportan, > ante el cual leaccio-
nan con rechazo e indignacin e incluso con doloi H H \lb i -\s Cahquetica fnda
me na! (Bilbao 1974) 172
R ZrRi \ss, (nundkw s Pi edi^i I o c , 147
C9 U lenguaje 121
s Ibid 149
122 P/ La pi eparacin de la predicacin
b) Fiases deteiminativas
Es, quiere decir, donde all
Las frases determinativas definen lo que es el caso, fijan la reali
dad La diferencia entre el estado de las cosas y la interpretacin que
le da el predicador se escamotea No se deja al oyente la libertad de
aportar su propia definicin de la situacin No cuentan sus observa
ciones, su valoracin de los hechos
c) Frases apologticas
No sino, ciertamente pero
El piedicador logra salvar aqu sus afirmaciones de la condena de
otro Levanta mundos opuestos, que se excluyen Los oyentes que no
pueden o no quieren entrar en estas alternativas son excluidos
2 Nivel de la relacin
a) El nosotros homiletico
b) Partculas de segundad
Propiamente, seguramente, verdaderamente, manifiesta-
mente
El predicador se apoya en un acuerdo que de antemano rechaza
toda duda En el fondo todos nosotros estamos de acuerdo
1 La diccin
EL G U I N
BIBLIOGRAFA
1. Entonces-hoy
Muchos predicadores utilizan este modelo que tiene su lgica.
Primero tienen que comprender los oyentes qu es lo que el texto
2. Hoy-entonces-hoy
Se trata de insertar, antes de la exposicin del texto, una fase in
troductoria que recoja al oyente all donde se encuentra, en su dispo
sicin actual y en su mundo vital. Es una introduccin desde unos
hechos de vida, desde unas ocurrencias que afloran en la meditacin
y que debe conducir al sentido que el predicador ha encontrado en el
texto.
Esta introduccin facilita al predicador el camino de vuelta desde
el entonces al ahora, cuando se trata de resaltar la importancia
del texto para la actualidad. Si se parte de un problema actual, los
oyentes ya esperan que el dedicar nuestra atencin al texto contribui
r a la solucin del problema de partida.
Predicar inductivamente significa comenzar desde abajo con he
chos de vida. El predicador parte del oyente. Empalma donde ste
130 PI La preparacin de la pt edicacin
est y vive, no donde debera estar y vivir. Aborda el tema con los
juicios y prejuicios, con los conocimientos y vivencias del oyente, de
modo que ste se siente comprendido y ve reflejadas sus opiniones y
sus actitudes
La Constitucin pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual no
parte de principios teolgicos para llegar al hombre, sino al revs, in
ductivamente parte de los interrogantes del hombre moderno, de sus
problemas
Segn V Schurr,
una predicacin que se reduce a ir desenvolviendo el hilo del
pensamiento de un modo cientfico, tal como suele hacerse en
las clases de teologa, no ser otra cosa que un salto en el va
co La predicacin no debe proceder de arriba abajo, sino de
abajo arriba y de dentro afuera Slo despus que la palabra
de Dios ha quedado bien anclada en el mundo de las realida
des terrenas puede comenzarse con garanta de xito la ascen
sin al mundo sobrenatural 2
Este modelo presenta ciertas semejanzas con el modelo segn la
psicologa del aprendizaje, que veremos ms adelante
3 La homila exegtica
Ya vimos que este tipo de homila es la explicacin del texto b
blico versculo por versculo Se presume una comunidad con gusto
por la Biblia Es la homila clsica de la Iglesia antigua, las homilas
de San Juan Cnsstomo y San Agustn El termino homila no le ve
na tanto del modelo retrico de predicacin cuanto del talante de la
misma Ya dijimos que omilein significa hablar familiarmente, sin
sutilezas retricas o didcticas
La situacin actual de los oyentes se tiene en cuenta versculo
tras versculo Eay un continuo ir y venir, desde el hoy al enton
ces y desde el entonces al hoy
- 1 Fase Motivacin
c) Crticas al mtodo
II LA HOMILIA ESCRITA
1 Ventajas
En elocuencia escribe el P Sertillanges, como en
todo aquello que interviene la vida y el hombre, el mtodo es
el arte de utilizarse a si mismo, de utilizarse como se es Todo
lo demas es intil Tambin se podran citai grandes oradores
en favoi de otros mtodos, cada uno ha adoptado el que mas le
convena y se ha cuidado mucho de copiar a los demas
[ ] para que cada uno pueda precisar su modo, no sera
menos til enumerar las ventajas y los diversos modos, ya que
asi podra elegir con conocimiento de causa y podra evitar en
gran parte los inconvenientes del mtodo elegido, procurndo
se, en parte tambin, las ventajas de la solucin contralla
En piimei Jugai, escribir y escribirlo todo ofrece ven
tajas tan evidentes que solo un imperdonable aturdimiento
puede despi ociar ^
Si se quiere pensar con precisin, poner en orden las ideas y en-
contrailes una expiesion adecuada, se preterna tiabajar en unas con
diciones que permitan recogei, tantear, corregir, puln
Hay quien escribe siempre las homilas Un colaboiador directo
de Juan Pablo II ha confiado que el Papa escnbe de su mano, de co-
2. Inconvenientes
3. Posiciones intermedias
4 El acto de la predicacin
1 El objetivo
4
En una hoja de papel escribo como titulo la finalidad La finali
dad debe decirme lo que intento lograr en la predicacin No es el
tema Coinentemente no la nombro en la predicacin Pero todo lo
que digo esta relacionado con ella Asi evito la prolijidad y no me
voy del tema Es como un continuo indicador a lo largo de toda la
challa (la raya blanca de la carretera) Si mis oyentes al final de la
piedicacion estn dispuestos a hacer lo que les he recomendado di
lectamente, o mas todava ndnectamente, he cumplido mi proposi
to (Yo pretendo que mi comunidad )
2 La introduccin
Seguidamente me ocupo de la introduccin Es la tarjeta de visita
del piedicadoi De ella depende en gian parte, si se esta dispuesto a
escuchar de mala gana o con viva atencin Sobre todo, la introduc
cin no debe ser demasiado larga La intioduccion y el final sumados
tienen que ser notoilamente mas cortos que la parte pnncipal
3. El tema
4. La parte principal
Al principiante - y a todos se recomienda dividir la predica
cin en tres partes El nmero tres se queda ms fcilmente en la
memoria que cuatio o cinco Esto vale tanto para e! piedicador
como para el oyente
En nuestra hoja formulemos primero una idea central, que con-
cuerde con la finalidad y con el tema Las ideas que no conducen a la
finalidad ha> que guardarlas paia otras predicaciones
C IO El guin 141
5 La conclusin
pales, las citas y las referencias de los ejemplos Esta probado que la cs-
cntuia subrayada en rojo se graba mejor en la memona Hay que evitar
el extremo de subrayar casi todo, pues entonces lo especial no destaca
b) Leemos el guin (volumen de la voz adecuado al tamao de
nuestra habitacin) tal como esta Pocas frases, estilo telegrama, pa
labras aisladas Cuando llega el ejemplo lo narramos concisamente,
como en estilo telegrama Segn la capacidad de asimilacin de cada
uno, lo repetiremos vanas veces de esta manera
c) Ahora cerramos los ojos, relajamos el cuerpo en un asiento
comodo y repetimos lo que hemos ledo sin pronunciar una sola pa
labra, como mudos Y asi desde la primera linea que expresa la fina
lidad hasta la ultima frase de la conclusin
d) Ahoia pronunciamos la predicacin, tal como la queremos te-
nei ante nuestros oyentes Ahora ya no hablamos en estilo telegrama,
sino con frases bien construidas gramaticalmente Si disponemos de
magnetfono grabamos la predicacin y la escuchamos a continua
cin para encontrar faltas que no las notamos cuando estamos hablan
do Para el autodidacta, el magnetfono es el mejor critico
e) Si en la prueba nos detuvimos muchas veces, suele ser indi
cio de una preparacin insuficiente Habra que volvei de nue\o a es
tudiar y lo mejor es comenzar desde el principio
f) No es necesario elaborar el guin y aprendrselo en un solo
da Al contrario la experiencia seala que un tiempo mas amplio de
preparacin suele ser ventajoso Esto vale especialmente paia los
principiantes y para aquellos piedicadores que no poseen gian facili
dad de asimilacin (estos, por lo regular, suelen conservar mejor que
los de gran facilidad, que olvidan antes)
V NORMASPARA L \PRrDICACION
1 La fase de preparacin
2 Fase de incubacin
Aunque las fionteras entre las dos fases son muy imprecisas, se
puede limitar la fase de incubacin a aquel espacio que hay entre la
3. La fase de iluminacin
4. Fase de verificacin
LA PREDICACIN
C a p it u l o XI
LAS FUENTES DE LA PREDICACIN
BIBLIOGRAFA
1. LA SAGRADA ESCRITURA
III LA LITURGIA
co, pero tambin tiene que emplear todos los medios que gene
ren el estado de nimo 13.
En primer lugar, el ao litrgico es una cantera de ideas. Cada
tiempo litrgico, cada fiesta, cada da tiene un contenido y un clima
que es extremadamente rico: as, la Iglesia suscita en el Adviento
una santa nostalgia de renovacin de la gracia de la salvacin, una
seria mentalidad de penitencia en la Cuaresma y la alegra confiada
de la fe en el Tiempo pascual. Es lgico que el predicador conecte
con esta intencin de la iglesia, que viene ya apuntada en los textos
del Leccionurio, relacionados con las ideas de la fiesta o del tiempo
litrgico. El ao litrgico, por tanto, aparece como el principal iti
nerario del quehacer homiltico, para que la Iglesia lo recorra avan
zando progresivamente en la historia de la salvacin (PPP 14).
La liturgia es como una segunda Escritura. El hecho de que un
texto bblico est inserto en la liturgia lo hace aparecer bajo una luz
nueva. Todos los textos de la misa, los fijos como los variables, pue
den servir como fuentes para la predicacin. Y no nos referimos aqu
a una instruccin litrgica, sino para la predicacin de la fe en gene
ral. Aunque las oraciones compuestas por la Iglesia no pueden recla
mar la misma categora que corresponde a las palabras tomadas de la
Sagrada Escritura, como ellas atestiguan la fe de la Iglesia y en ese
sentido pueden ser una ayuda valiosa para la predicacin 14.
Hay tres formas complementarias por las que la liturgia puede
ser una fuente para el predicador:
a) Como objeto de explicacin, tal como lo expondremos al ha
blar de la homila litrgica.
b) Como tesoro de preciosas citas. Siempre estar bien una re
ferencia a la liturgia, donde la doctrina se presenta en forma concre
ta, segn el axioma lex orandi, lex credendi, la ley de nuestra oracin
est determinada por la ley de nuestra fe. El tema principal de la li
turgia, que jams pierde de vista, es tambin el tema principal de la
predicacin: Cristo y su obra de salvacin. El modo de hacerlo pue
de ser muy variado segn las circunstancias. Lo importante es saber
que hay aqu una mina accesible a todos, a los sencillos y a los ms
cultos.
c) Como fuente de inspiracin. La liturgia hace incursiones or
denadas a un fin religioso en la naturaleza, la vida, las estaciones, los
trabajos, la historia y las aspiraciones de la humanidad. Entrar en el
espritu de la liturgia empuja ascensionalmente hacia un estado de
' P. Parsc ii. Dic htitrguche Predi!. IV: Die Messhonuhe (Viena-Klosterneu-
burg 1949) 11.
lu. Fu iiui i. La formacin litrgica (Barcelona 1965) 156.
C.I I. Las fuentes de la predicacin 157
1. Documentos de la Jerarqua
2 Los catecismos
Un medio eficaz para el cumplimiento del quehacer de la predi
cacin lo constituyen los catecismos 17 El predicador debera tener
siempre a mano, junto a la Sagrada Escritura, un catecismo Los ca
tecismos son una nueva interpretacin de la Escritura
a) El Catecismo Romano
En primer lugar hay que citar el Catecismo Romano o Catecismo
del Concilio de Ti ento para los pan otos de San Po V En forma
sencilla pone a disposicin de los sacerdotes la relacin sistemtica
de las verdades dogmticas y morales, asi como un mtodo de ins
truccin pastoral, de exegesis y patrstica ls
lunto con los catecismos tienen gran \ iloi en el campo de la predicacin los
comentarios a los catecismos que oticccn a los saceidotes una verdadera mina por 11
giun cantidad de matenal elaborado Cf A Bariii Enciclopedia cutcqiictica 3 voK
(Midndl963) Y SchrlibmwrK Tilviann Manual del Catecismo Calohco 6 vok
(Bdicclona 1959 1964)
Yo recomendara entre los trabajos teologices que son iniinidad el Cateas
mo d d Conaho de Tunto cuya admiiablc precisin es guia al mismo tiempo que
s lvaguaidia Las profundis i elaciones cntic los elementos dogmticos estn seala
das como en Santo Tomas de la manen mas evocadora para un espritu atento
A D SiRMLL\N(Ls tloiadeu enstiano o c 56
Para un juicio matizado sobre los logros y limitaciones del Catecismo holn
de s y su sen icio a la predic tcion el 1 i r Palalv a en la Iglesia o c 70
La Comisin caidcnalicia foimada por seis carden des y picsidida poi el
C 11 la s fuentes de la predicacin 159
V LA VIDA DI LA IGLESIA
1 Los telogos
Caid Fnngs decidid que las observ uoncs e\pucst is aunque no son pocas ni de
le\e importunen dejan miad i la m lyoi paite del \uc\o Cate c smo junio con su m
dol pastoral hluigic i > bblica dign i de alabinzt | ] Fstas mismis mandes cutli
dades que distinguen la obra piden que ella transmita siempic la doctima de la lule
sil sin que sea oscuiecidi por alguna sombia \uc\ o Catecismo pai adultos
(B ncelon i 1969) <502 AAS 60 (1968) 687 691
F1 Catecismo no deb t sei escuto pa eiuditos smo paia pastoies a paitir
de su c\pei tencia de 11 Iglesi i y del mundo como libio de ptedie icion J R\r7is
( i r Inti oducuon cd Cale cismo de la Iglc sia Catlica (Madrid 1993) Facilita el uso
del Calceismo p na 11 predic icion la obi i en ties volmenes Si bcomisin Fr isc opai
di l n i iu i\ Catecismo de la Iglesia Catlica Cuna pata su le cha a htu/^ica i a
pieduacin f Utos 4 B O (Midiid 1994 1996)
160 P //. La predicacin
3. Asctica y mstica
4. Historia de la Iglesia
r (icnerosa escuela que llc\o la elocuencia castellana ai giado mas al ti! que
puede licuar la lcniaia humana. con\irtiendo la nuestra en la leneua ms apropv.J,
para hablar de los insondables arcanos de la eternidad y de las efusiones del alma.,
hecha brasa vi\a por el amor: R. M i n i n d i / P i i n o . lisiara de las nicas is l n
cas. 1 (Madrid 1951) 121.
^ (T nota 2.
162 P.ll. La predicacin
l.1 .1 . Sencilla|
1.1. Bblica
B Exegtica I
K 1.1.2. Temtica
1.2.1. Progresiva
i
1.2. Litrgica
2.1. Misionera
t 1.2.2. Temtica
2.2. Didasclica
2.3. Moral
2.4.
Circunstancial
C apitui o XII
TIPOS DE PREDICACIN
BIBLIOGRAFA
II LA HOMILIA
1. Homila bblica
a) La homila exegtica
2 La homila litrgica
1. Predicacin misionera
2 Predicacin didasclica
4 Predicacin circunstancial
LA H O M I L A
BIBL IOGRAHA
' Y. C()N(.\k, Pour une liluriiie el une prdication relles: La Maison Dieu 16
(1948)85.
l' Ordenacin General del Misa! Romano, 41.
A. (J . M x k i i m o r i . La Iglesia en oracin (Barcelona 1965) 274.
" Ibid
178 P II La /;/ eche ac ion
eso se llegase a hacer, semana tras semana y ao tras ao, una parte
importante del mensaje cristiano quedara arrinconada para la mayo
ra de los fieles cuyo nico alimento de sus conocimientos religiosos
es la homila dominical 11
Desde el punto de vista de la Constitucin salve la Sagrada Li-
tuigia, la predicacin en la misa aparece como necesariamente esen
cial al servicio de la fe tanto del indiv iduo como de la comunidad La
llamada de Dios que se revela tiene que llegar al oyente de modo que
afecte a su vida prctica Por eso se requiere, sobre todo, no una pre
dicacin perfecta ni objetiva, sino una predicacin concreta, es decir,
una actualizacin del Evangelio La conexin con los oyentes exige
un conocimiento social.
La homila no tiene como funcin, en primer lugar, propagai una
doctrina, sino establecei un dilogo Un dilogo es algo ms que una
forma de comunicacin que intercambia ideas Ese algo ms que da
el sello propio al dilogo es el intercambio de sentimientos Un di
logo es un intercambio de ideas > de sentimientos Un dialogo se lo
gra o fracasa no por el intercambio de ideas, sino por el intercambio
de sentimientos
Si de lo que se trata es de estar al sei vicio de la fe, al servicio del
encuentro del fiel con Cristo, deberemos tener presente la estructura
formal de todo encuentro personal Tal encuentro se da principal
mente mediante una sintona del centro personal de cada intei locu
tor Y no son las ideas, sino los sentimientos y los smbolos, los ins
trumentos privilegiados para alcan/ar el centro de la persona 12
1 La homila poltica
La poltica es una dimensin esencial de la actividad humana
Existe una dimensin poltica en el mensaje de la Biblia9 No po-
2. Homila dialogada
3. Series de temas
V REALIZACION DE LA HOMILIA
1. Obligatoriedad
( I t can 767-2
1 Odenac ion Gene/al del Misal Romano 42
< C IC can 767-t
1 () denac ion Oeneuil del MisaI Romano 42
Co\c Tridi n i . Scss V c 11 De ufonnat
1 Pasai de los dic7 minutos es aliavesar la hornera moilal Si se llega mas alia
de ella, loda la homila queda electrocutada, es decir, muy pei|udieada Seis, siete
minutos, me paiecen una medida ideal aunque yo confieso que aun no soy capaz de
Ilegal a ella quieto decn, de leducmne a ella Aun poseo la capacidad suficiente de
auloengao para conveneeime de que tengo mas cosas que decn, de que necesito un
pai de minutos mas
Somos conscientes de lo que se puede decir en ocho minutos} , No nos damos
cuenta de que con tanta palabra, tanta idea, si se quiere, tanta interpelacin, acaba
mos anegando al pobre fiel que, a la tueiza, acaba naufragando en su atencin en su
tensin religiosa ;
C 13 La homila 1X7
Los oradores expertos aconsejan que slo se debe dar una sola
idea. Hay que evitar vanos temas en una sola predicacin o un tema
demasiado extenso Hay que concentrarse en un solo tema, en lo
esencial Ms fundamental que estudiar en profundidad el tema es
tratar de encontrar una idea central, slo una idea, para la homila.
Una idea nica a la que se dan vanas pasadas, con ejemplos, citas
importantes, imgenes, etc , que ayudan a comprenderla mejor y a
conservarla en nuestro corazn F1 xito del P Laburu, famoso ora
dor sagrado, estuvo en saber utilizar los ms vanados recursos ret
ricos para remachar una idea 2(>
Encontrar esta idea fundamental es el primer paso en la prepara
cin inmediata de la homila. Cuando se tiene perfilada la idea hay
que darle una fonnulacin breve con garra, una formulacin que se
5. Preparacin en grupo
La picparacin comunitaria de la homila, junto con aquellos
compaeros que estn cerca de nosotros y con los Heles interesados
que deseen participar, se convierte casi en una necesidad si desea
mos captar los signos de los tiempos y el conjunto de inquietudes y
respuestas que el Rspntu sugiere no slo a nosotros, sino a cuantos
nos rodean 29
En cuanto a la preparacin comunitaria por parte de los predica
dores, un pequeo equipo de predicacin tiene que combinar un co
nocimiento de la exgesis, la experiencia de la vida de la comunidad,
la fuerza cicativa de la meditacin, la experiencia de la poca y de la
actualidad Cada miembro del equipo representa geneialmente un
aspecto segn su cansina En estos equipos de preparacin comuni
taria de la predicacin no se valoiar nunca suficientemente la inter
comunicacin de la fe, el elemento de colegialidad de la fe y lo que
se gana en consenso de fe M)
Las ventajas de la pieparacin de la predicacin en grupo saltan a
la vista.
Primero Los puntos de vista sobic la palabra de Dios son
multiformes e iluminan el texto en muchos pasajes
Segundo La vanada situacin existencial da races a la pre
dicacin, no quedndose solo en el campo de experiencias de un in
dividuo
Tercero La predicacin se ntegra en el conjunto de la misa
Se hace as visible que la celebracin de la palabta y la celebracin
eucarstica forman una unidad
No solo es conveniente el equipo de predicadores Puesto que la
predicacin debe surgir del dialogo con la comunidad, se recomicn-
VI LA PRLD1CACI0N BRLVE
Una ayuda valiosa para la piedicauon diaria ofrecen los punios de meditacin
sobie las leetuias litrgicas de N Qt rsso\ Palahia de Dios pam cada da S vols
(Baicelona 1C )8I)
192 P //. La predicacin
BIBLIOGRAFA
1. GENERALIDADES
2 La situacin
3 Conclusiones
1. Pistas falsas
2 El tema de la predicacin
3. La situacin
4. Caractersticas
1. Aspectos de la boda
IV LA PREDICACION DE EXEQUIAS
1 Objetivo
atencin Para otros el centro esta en los que quedan Para muchos de
los presentes un entierro supone una autentica exigencia a la vista de
la muerte, de enfrentarse con la vida Y para todos se pone ante los
ojos de un modo drstico un recordatorio de nuestra propia caducidad
Tras estas tarcas previas, ahora ya se puede elegir el texto de la Sa
grada Fscntura de modo que pueda ser punto de apoyo y de orienta
cin para los oyentes y que les sirva para a la luz de la fe, dar un si a
su vida ahora aceptarla y de ah alentar motivos de esperanza No
debe faltar tampoco una invitacin a la oraaon por el difunto que es
un pecador como todos nosotros necesitado de la misericordia divina
5. Los alejados
V LA PREDICACION DE F1ESTAS
Ibid
J PinrK Zustimmun m Hcll (Munich 1963)30
C 14 La pi cdicacion cu cumtancial 211
BIBLIOGRAFA
I. EL CONCEPTO DE COMUNICACION
1 El emisor
que tenga claros sus objetivos e intenciones y que sepa que efectos
quiere provocar Para llegar a expresar claramente un mensaje nos
hace falta pnmero conocer nosotros mismos nuestra intencin Esto
implica un buen conocimiento de nuestros pensamientos y de nes
tros sentimientos
A menudo, la comunicacin entre el predicador y los oyentes
queda bloqueada poique el piedicador no es consciente de las inten
ciones latentes que hay en su predicacin Cuando la intencin de la
predicacin contradice su contenido, el predicador pierde credibili
dad Este es el caso, por ejemplo, cuando un predicador quiere dar
gi acias, pero exige siempre agradecimiento, o cuando alguno quie
re consolar con informaciones sobre un futuro feliz sin percibir el
doloi la amargura o la duda que abruma en la situacin actual
El predicadoi debera no solo tener claia la finalidad de su predi
cacin sino que tambin debeua saber que la forma externa de su
comunicacin, junto a la eleccin de las palabras y de los gestos,
puede tenei una influencia decisiva, si, por ejemplo, predica en un
tono agiesivo o cordial si esta enfadado o lelajado o cuando se quie
re anunciar la Buena Nueva mediante broncas o gritos
Otro aspecto importante para el predicador es la comprensin del
oyente que condicionara la formulacin del mensaje Si el predica
dor quiere lograr una buena comunicacin con sus oyentes tiene que
conocerlos
Superana los limites de este capitulo estudiar aqu en detalle to
dos los condicionamientos y factores de la comunicacin como lo
hace la psicologa social Resumiendo, se puede decir que el xito
del emisor depende esencialmente de su capacidad de hacerse una
imagen adecuada de los oyentes de reconocer sus intereses, necesi
dades, motivos y capacidades y de prever sus reacciones a un mensa
je Una comunicacin eficaz se da cuando el efecto provocado por el
mensaje corresponde a la intencin del emisor
Este modelo elemental presupone una unin directa entre el emi
sor y el receptor Las perturbaciones en el proceso comunicativo solo
pueden provenir de las siguientes causas Por parte de los oyentes
falta de atencin y comprensin o la circunstancia de que el predica
dor no le interpele personalmente El predicador tendra las tareas si
guientes atraer hacia si la atencin de los oyentes, hablar un lengua
je moderno de modo que los feles lo puedan entender y dirigirse a
las personas, a los sentimientos personales de sus oyentes
216 P.H. La predicacin
2. Un nuevo paradigma
3. Interferencias en la comunicacin
'* J. Ki appi r . The Effects of Mass Comnumicaion, o.c., 99. Para el comunicante
persuasivo cf. G. P a s i o r . Conduca interpcrsonuL o.c., 432-441.
!,) J. Ai d a / a b a l , La homila es para la comunidad: Pitase XXXV (1995) 239.
11 J. C'\L\n, Rol, en (' Fiorisi w -.L J 1 wiwn. D in temario uhn\iad<> de
pa.sforai (Lstella 1988) 401-403.
C. 15. La predicacin como proceso comunicativo 221
4 Feed-back
L M La homila o 142
aio o n xd o
H C Pk Puchqlanahsui Konvnwukation unc kommunikaiostoiun^cn
lr
in da Ptcdi^l (Golinga Viena 1976)
bid 1M
C 15 La ptcdu acin como vote so comamcatno 221
1. Es imposible no comunicarse
Watzlawick ampla por eso esta regla con una afirmacin algo
abstracta, ya que se dirige a un pblico especializado: Toda comu
nicacin tiene un aspecto de contenido y un aspecto relacional, tales
que el segundo clasifica al primero y es, por ende, una metacomuni-
cacin 2<\
Ibid ftX
C 15 La publicacin como pioceso comumcatno 231
P \\ ' m / i \wit k-J. II Bi \ \ :v-) I). J u k s o v Teora lie la . omitan ar >on ha-
mana, o.c., 70
C. 15. La predicacin como proceso comunicativo 2.1 *
5. Autorrevelacin y demanda
se Ice varias veces y se asimila segn el mtodo indio, con los ojos
cerrados y el cuerpo relajado Esto es todo Lo que se ha vivido se
puede contar Para que salga ordenado y con gana de la boca del ora
dor, es necesaria una breve reflexin previa
Una ayuda es la estructura tripartita Al escribir el esquema se in
dican tres partes, que no es preciso nombrar al hablar, pero que cons
tituyen como el esqueleto que da orden y consistencia al discurso
LA US DE O VIR G I N I Q U E M A T R l