La Sumisa Que Hay en Mi - Iria Blake
La Sumisa Que Hay en Mi - Iria Blake
La Sumisa Que Hay en Mi - Iria Blake
ndice
Captulo 1
Captulo 2
Captulo 3
Captulo 4
Captulo 5
Captulo 6
Captulo 7
Captulo 8
Capitulo 9
Captulo 10
Captulo 11
Captulo 12
Captulo 13
Captulo 14
Captulo 15
Captulo 16
Captulo 17
Captulo 18
Captulo 19
Captulo 20
Captulo 21
Captulo 22
Captulo 23
Eplogo
Una Mirada a La sumisa que veo en Ti
Agradecimientos
Biografa de la autora
Escribir es como hacer el amor.
No te preocupes por el orgasmo,
preocpate del proceso.
(Isabel Allende)
Captulo 1
La sumisa no se entrega porque si,
siempre tienes que conquistarla
(Didak)
Tom conciencia de sus palabras y busqu dentro de mi cabeza los restos que Declan haba dejado
en Escocia, entonces me revolv entre sus brazos y me solt violentamente. Declan intent abrazarme de
nuevo, pero yo me alej lo suficiente para poder retomar el control que haca unos segundos le haba
entregado sin remisin.
Hablar de qu, Declan? De cmo me dejaste tirada en Edimburgo sin explicaciones? le mir
con furia desatada en mi rostro y elev mi tono de voz hasta convertirlo en grito Preparada para
qu??? Quin te crees que eres para aparecer seis meses despus, sin tener noticias tuyas??? la
garganta se me sec y los ojos me empezaban a picar amenazando con hacer aparecer las primeras
lgrimas, Declan en cambio me miraba con entereza, sin mostrar ningn sentimiento aparente, sus ojos
oscurecidos, sus brazos a los lados y con los puos cerrados, contenido, no te bast con humillarme
cuando te fuiste sin decir adis?? Sin explicarme nad
Comet un error de principiante; Henar me cort sin apenas alzar la voz pero con firmeza
estaba cegado por poseerte como yo realmente deseaba sin comprobar si t estabas preparada o no. Tan
solo quera tenerte a mis pies, cuando esto debe ser consensuado, cuando t debas acudir a m porque
queras hacerlo por ti, por ambos y no solo por m me mir a los ojos e hizo un intento de acercarse y
yo di un paso atrs No te alejes; Henar, t sabes que esto va a pasar, slo lo ests retrasando, pero
sabes que eres ma.
Agach mi cabeza en seal de derrota porque en mi interior sent que me renda a sus demandas.
Me parta en dos ser consciente del poder que tena sobre m con solo mirarme, pero no quera darle la
satisfaccin de saberse ganador, por lo que levant la cabeza, me ergu y fij mi mirada en l
Tuya? le dije sealando con la barbilla hasta cundo Declan? hasta que te canses de
jugar y desaparezcas de nuevo? Hasta que encuentres otra mueca que romper?. Lo siento, pero no!
No digas eso me dijo con decisin No digas no!, cuando sabes que va a ser lo contrario
me mir con suficiencia al pronunciar esas palabras.
Estpido arrogante, piensas que voy a ponerme a tus pies con tan slo el chasquido de tus
dedos? contest mostrndome firme en mi postura, a pesar de que lo nico que deseaba, y l lo saba,
era tirarme a sus brazos y dejarme llevar.
No, no, no, mi amor dijo negando a la vez con la cabeza, mientras se acercaba a m como un
tigre a su presa, parndose a unos centmetros de mi cuerpo para que yo pudiera reparar en el calor que
irradiaba su cuerpo en torno a m eso no, de momento solo te mostrar el camino para que, al final,
seas t la que vengas a m y me lo pidas, y te prometo que lo hars.
Se llev la mano derecha al bolsillo interior izquierdo de su americana y extrajo una tarjeta que
me extendi.
Toma. Me dijo sealando la tarjeta con la cabeza cgela. Es de uno de los clubs privados ms
exclusivos y discretos de la zona. Dirgete all despus de la recepcin de esta noche. Observa e
investiga sin miedo.
Y t? contest con una mezcla de alarma y curiosidad mientras coga la tarjeta con la punta
de mis dedos estars all? irs solo? o te encontrar divirtindote con otra a lo que yo quiero jugar
contigo? me sorprend a m misma con esa ltima pregunta que deje en el aire.
T vete, Henar me orden y se volvi al segundo para irse dejndome con la palabra en la
boca, pero cuando ya lo vea girar el pomo de la puerta para desaparecer tras ella se gir y me llam
Henar! levant mi cabeza para encontrarme con su mirada celeste fija en mis labios SOLO T.
Y se fue sin darme opcin a rplica o decirle que no a su proposicin.
Mir la tarjeta y en ella le el nombre del club, comprobando en la direccin que se hallaba en uno
de los polgonos industriales de la zona norte de Madrid. Discreto, desde luego, esa zona estaba vaca a
determinadas horas de la noche para lo que se supone que ofreca un local de esas caractersticas. Era un
club de BDSM. Jugueteaba con la tarjeta entre los dedos meditando sobre las palabras que Declan me
haba dicho, y sobre su rotunda afirmacin final Slo T, cuando Charo hizo su aparicin de nuevo en
la sala con cara de te voy a hacer un interrogatorio que ni la CIA a cuestiones que, tal vez, yo no quera
ni tena fuerzas para responder.
A ver guapa, suelta la sopa sostuvo sin pestaear mientras se acercaba porque est claro
que le conoces, y no solamente de jugar al domin juntos ironiz. As que, habla.
Sopes mis respuestas con pesar, quera contarle todo, ella era una buena amiga adems de socia,
pero no estaba preparada para ello, as que recurr a una respuesta ambigua para salir del paso.
Recuerdas el viaje que hice a Escocia para la captacin de clientes para la Feria? intent
adoptar una pose profesional intentando ocultar la verdad que tal vez mi cara desvelaba sin querer.
Me acuerdo, y por lo que veo fue un viaje muy productivo para ti contest con irona.
Pues all empez todo. All le conoc la rode los hombros con mi brazo derecho y
empezamos a caminar Pero es una historia muy larga Charo, por lo que ser mejor esperar al final de
la velada porque vamos a necesitar tiempo.
S, vale, guapa. Pero no creas que me voy a olvidar, porque como ignorar a ese pedazo de
monumento arquitectnico que te devoraba con esos ojazos azules que podras usar de linterna en tus
noches de tormenta interior me mir y me gui un ojo con picarda que yo le devolv con media
sonrisa que no me alcanzaba a los ojos.
Si t supieras Charo dije mirando hacia arriba.
Es que quiero saber, Henar. Porque no puede ser cualquiera, ya que a pesar de que se ha ido
hace rato, tu corazn todava est desbocado, amiga me mir con recelo, pero me agarr del brazo
para salir de la sala.
La velada con la compaa area fue un xito. Todo sali a la perfeccin y menos mal, porque
estuve distrada y nerviosa toda la noche, y no slo porque no haca ms que darle vueltas al tema del
club social, sino tambin porque durante toda la fiesta, Declan, que aunque en ningn momento se
acerc a m, no me quitaba el ojo de encima. Si estaba con algn cliente, poda ver como cerraba sus
puos presa de unos supuestos absurdos celos; y en otras ocasiones cuando yo intentaba concentrarme en
supervisar el trabajo de algn empleado, me someta a un escrutinio visual de absoluto anhelo que
convertan mis piernas en gelatina y senta fluir una corriente elctrica que bajaba de mi boca a mi
entrepierna. Desde la distancia que nos separaba, poda advertir cmo sus manos rozaban mi cuerpo y su
aliento acariciaba la nuca, lo que me obligaba a preguntarme si sera capaz de provocarme un orgasmo
con slo mirarme.
Al volver a mi vida de esa forma, me di cuenta de que lo segua necesitando como respirar, que a
pesar de todo, segua enamorada de l y eso permita que las barreras que levant, se desvaneciesen ante
l.
Finalizada la recepcin, ped a Charo que se ocupara de cerrar los detalles finales de la misma, ya
que le dije que yo tena una asunto pendiente que resolver. Por supuesto, Charo, que de tonta no tena un
pelo, entendi perfectamente cul era ese asunto a solucionar, y que sin duda fue lo que vio que me
mantuvo despistada en la fiesta.
Sal por la puerta y me dirig a mi coche que estaba estacionado en el parking exterior del hotel. Al
abrir la puerta para meterme dentro, sent una presencia a mis espaldas y not como unos dedos rozaban
sutilmente la piel a la altura de mi nuca. Cerr mis ojos y me estremec, el bello de mis brazos se eriz, y
si me sobresalt, fue ms bien por la certeza de saber de quin era ese tacto. Otra vez, igual que suceda
hace meses, la mezcla del olor de su perfume y su piel penetr mis fosas nasales hasta provocar la
humedad en mi entrepierna. Siempre era as con Declan, su intensidad fulminaba mis sentidos, despertaba
mi sexualidad dormida sin tocarme.
Iba a darme la vuelta, cuando su profunda y lasciva voz me detuvieron.
No te gires, Henar. La forma de decir mi nombre me haca bullir la sangre y aceleraba los
latidos de mi corazn.
Se puso a la altura del lbulo de mi oreja izquierda y lo lami dulcemente, mientras que con sus
manos acariciaba mis brazos desde la mueca hasta el codo.
No te gires, Henar. Repiti solo siente
Baj mi cabeza y encontr su apolnea figura reflejada a travs de la ventanilla del cristal, y sin
pedir permiso a mi corazn, me evoc recuerdos al da que nos conocimos
Captulo 3
No hay cuerda tan fuerte
que pueda detener la sumisin
(Didak)
El ruido y las luces de un coche pasando cerca de nosotros, me devolvi al presente y con ello una
aplastante realidad que no haba percibido hasta aquel entonces, se cerni sobre m. Siempre tuvo el
control, desde el minuto que nos encontramos en aquel escaparate, siempre sac su condicin dominante,
otra cuestin es que yo fuese consciente de ello en aquel entonces
Me gir y qued de frente a Declan. Not un cambio en su forma de mirarme, del ansia inicial,
haba pasado a una extraa ternura. Me observaba con la cabeza ladeada, con ojos risueos y tal vez, con
un halo de esperanza. Sonri de lado, levant su mano y me acarici sutilmente la mejilla. Se acerc de
nuevo a m y me susurr al odo.
Nena, dame una oportunidad de nuevo. Djame explicarte como soy, el tacto de sus labios en
le lbulo de mi oreja sac de mi interior un suspiro, permteme ensearte lo que me gusta, yo s que a
ti tambin te gustar, pero lo haremos despacio, paso a paso. Prometo responder a todas tus dudas y
eliminar tus miedos.
Declan por favor, dame tiempo y espacio, cuando ests tan cerca de m no puedo pensar y
necesito hacerlo, dije casi sollozando, si me tocas as no voy a ser capaz de pensar en todo esto.
Dices que quieres ir despacio, pero ahora mismo ests pegado a mi cuerpo y no puedo respirar, y si
quieres que te ceda una parte de mi control, necesito que te alejes.
No replic; sin ms se separ. Al hacerlo, sent de nuevo el fro glacial entre los dos, y cuando
pensaba que se iba a ir sin decir adis, derrotado como sucedi en la cabaa, tom mi mano, entrelaz
nuestros dedos y me regal una sonrisa que excit hasta mi alma.
De acuerdo, entonces empecemos por dnde te dije, clav sus ojos en los mos mientras
jugueteaba con mi mano, acrcate al club, yo te ver all. Quiero que lo hagas t sola, sin sentirte
presionada porque yo est cerca. Si realmente ests segura de hacerlo, entrars; sino, no entres, me daras
esperanzas. lo dijo con delicadeza, con cario, por primera vez sent que no me ordenaba, me daba la
ocasin de escoger entre ir o no, pero tambin se planteaba la posibilidad de dar una oportunidad a lo
nuestro.
Solt mi mano, me gui un ojo, dio media vuelta y se meti de nuevo en el hotel. Yo entr en mi
coche, agarr el volante con las dos manos y apoy mi frente en l. Me qued meditando lo que me haba
dicho, lo que haba pasado entre los dos, y de repente, me vino a la cabeza una frase que mi querida
amiga Charo, asidua lectora de novelas romnticas, sola usar, donde hubo fuego, cenizas quedan.,
sabia amiga. Cog del bolso la tarjeta que Declan me haba dado en el hotel para comprobar de nuevo la
direccin, y arranqu el coche en direccin al club.
Definitivamente estaba ubicado en una zona apartada. Se distingua de entre las dems naves del
polgono, pero la sobriedad del luminoso lo hara pasar por cualquier pub o discoteca. Aparqu el coche
a unos veinte metros, cog mi bolso y me acerqu andando. Me cercior que en el rtulo pona lo mismo
que en la tarjeta Darkness, me par en la entrada, mir a mi alrededor, inspir y acced al local. Me
recibi un hombre que posiblemente cumpla la funcin de guarda de seguridad porque tena un fsico
imponente, seguramente debido a horas y horas de fitness. Me pidi mi nombre amablemente, lo
comprob en su iPad y me permiti entrar. Una vez dentro, observ todo con detenimiento. De inicio
busqu a Declan entre las pocas personas que haba, pero tal y como me dijo no estaba. As que me
dediqu a investigar el local. Si la sobriedad exterior no permita adivinar en la clase de sitio en el que
estaba, la elegancia interior tampoco dejaba traslucir nada. Una pista de baile casi vaca te reciba en la
entrada con jazz sonando de fondo, las paredes pintadas en estuco azul, lo que me hizo recordar la
habitacin de la cabaa de Declan, luces tenues provenientes de unas enormes lmparas venecianas y al
fondo una barra en forma U con tres camareros vestidos de riguroso negro, nada ms, o al menos nada
ms que mi vista alcanzase descubrir. Fui a la barra y pregunt dnde estaba el bao, y cuando me dirig
al pasillo donde estaban los aseos, localic lo que de inicio iba buscando y que no estaba al alcance de
mis ojos, el mismo pasillo que te llevaba a los baos tena una puerta al fondo de doble hoja donde pona
PRIVADO, SLO SOCIOS, ah estaba la respuesta a todas mis preguntas. Entrar y averiguar lo que
quera saber de la vida de Declan estaba detrs de esa puerta. Y ahora, vena la ms importante, que yo
tuviese o no lo la mente lo suficientemente abierta para saber procesar todo lo que iba a ver, entenderlo y
quin sabe si tal vez practicarlo. Ya no se trataba tanto de salvar mi relacin con Declan, como de saber
si yo sera capaz de dar ese paso.
Me encamin hacia las puertas, contuve el aliento, y las abr despacio. El suave sonido del jazz se
cambi por una cancin ms sensual. Sonaba Muse, y la letra de su cancin Undisclosed Desires, pareca
que adivinase las intenciones que Declan tena conmigo.
Please me
Show me how it's done
Tease me
You are the one
I want to reconcile the violence in your heart
I want to recognise your beauty's not just a mask
I want to exorcise the demons from your past
I want to satisfy the undisclosed desires in your heart
Clmate
Voy a hacerte sentir pura
Confa en m
puedes estar segura
Hola, nena. Saba que vendras, se agach, agarr mis manos y bes mi mejilla con una
potente sensualidad.
Hola, Declan, poda jurar que mi corazn se me haba salido del pecho, porque senta los
latidos en todo mi cuerpo. l ejerca un poder sobre m que me desbarataba y era ese control perdido el
que a l lo excitaba. Ahora lo estaba entendiendo.
Lo sientes, mi amor?, susurr cerca de mi boca, esto que me das es solo el principio de lo
que quiero y necesito, se apart un poco, me sujet la mano con firmeza, y de nuevo posesin, e hizo
de gua.
Me llev por las habitaciones vacas donde solo haba camas con baos al lado, con decoracin
simple pero a la vez elegante, pasamos por los salones comunes donde haba exhibiciones pblicas de
escenas de BDSM. Ante eso yo me espant y agach la cabeza, estaba loca por l, pero jams hara ese
tipo de manifestaciones pblicas de nuestra intimidad, lo que me llev a pensar si tal vez l, lo habra
hecho en alguna ocasin. Parece que me ley el pensamiento porque enseguida me mir y respondi a la
pregunta que yo no haba realizado.
Esto jams lo hara contigo nena, recuerda, SOLO T. Eres ma y jams enseara a nadie lo
que es mo, se par frente a m, me agarr la barbilla y me hizo levantar la cabeza, y si tu pregunta
es si he hecho alguna vez algo de lo que ests viendo, mi respuesta es s, tom aire para soportar lo
que saba que vena a continuacin, he practicado el sexo de muchas formas diferentes, el
convencional, el BDSM, una mezcla de ambos, en grupo, individual, pero siempre con normas, iba a
decir algo, pero me puso el dedo ndice sobre mis labios para callarme, y eso, pequea, es lo que t
vas a aprender y conocer. Te preguntars si nuestra relacin depender de si te gusta o no, pero estoy tan
seguro de que vas a aceptarlo, que te voy a contestar que s, que nuestra relacin depende mucho de esto.
S que ahora mismo te preguntas algo que deb decirte cuando nos conocimos, pero tranquila, yo no
quiero una sumisa las veinticuatro horas del da, quiero que cuando salgas de nuestra cama seas la que t
eres, con tu carcter, con tu maravilloso sentido del humor, con tu pasin a la hora de trabajar, pero una
vez que estemos en nuestra intimidad, quiero que seas ma en cuerpo y alma, que me cedas el control total
sobre ti, y te prometo, que te dar de m lo mismo que t, mi cuerpo y mi alma. Yo te adoro Henar, pero
quiero ms, lo quiero todo de ti.
La expresin de mi cara reflejaba una mezcla de pnico y excitacin inexplicables, sin preguntar
todava nada, me haba respondido a casi todas mis dudas, lo que no haba hecho cuando nos conocimos
y que al final provoc ese dao. Pero yo tena una gran duda que deba resolver si quera llegar a ese
punto en nuestra relacin, y lo ms importante, que nos condujera al xito de la misma.
Y qu necesitamos para que yo pueda ofrecerte eso que me pides, Declan?, esa era mi mayor
duda, mi mayor miedo.
Muy simple, nena, lo ms importante, confianza y lo dijo con la firmeza y la seguridad de lo
que me estaba ofreciendo, quera ms de m, pero confiar el uno en el otro era la base de todo esto,
tienes que saber que yo nunca te voy a hacer dao, que solo busco darte placer, que todo, absolutamente
todo lo que pase entre nosotros ser consentido por ambos y que siempre que haya un lmite que no
puedas sobrepasar, debes hacrmelo saber.
Cmo?, le dije con el tono de preocupacin que denotaba el desconocimiento del tema.
Con la palabra de seguridad, contest esa palabra es muy importante, porque con ella
pararemos sea lo que sea que estemos haciendo. Pero no la debes usar con ligereza, solo cuando veas que
es totalmente necesario, porque sientas que lo que sucede no te gusta, no porque ests tan desesperada
por correrte que no seas capaz de controlarlo, eso lo dijo levantando la ceja y en clara referencia a lo
que sucedi en la cabaa.
Y qu palabra ser esa?
Una que sepas que no vas a usar cada vez que tengamos relaciones, as que no digas una que al
final puede significar lo contrario, sonri poniendo morritos y con suficiencia pcara.
Me puse a dar vueltas a la cabeza buscando la palabra perfecta que representase lo que el deca,
pero a la vez me surgi otra duda.
Captulo 5
Si al vendarte los ojos tu mente
est en silencio y tu corazn palpita,
la puerta a tu sumisin esta abierta
(Didak)
Me puso esa sonrisa de compresin que me desnud el alma, me agarr de nuevo de la mano y me
gui por otro pasillo de paredes claras y suelo de moqueta roja con velas que lo iluminaban por todo l.
Al fondo haba tres puertas blancas. Se par, me mir una mirada de apetito sexual descarnado que
despert el mo. Qu poder tena sobre m! Se gir, mir las puertas, y sin soltarme, me devolvi la
mirada.
Esas son las mazmorras, mi mirada de espanto le provoc una sonrisa socarrona y con ella el
aire volvi a mis pulmones, pero tranquila, t aqu no entrars hasta que ests preparada. Por el
momento, y entonces seal el hall principal, tendremos un poco de sexo convencional, porque me
muero por estar dentro de ti desde el da en que te dej en las puertas del hotel.
Volvimos sobre nuestros pasos y llegamos de nuevo al recibidor, nos acercamos a una de las
puertas azules, Declan la abri y me cedi el paso como el caballero que representaba con su vestimenta.
Este ser nuestro cuarto, lo seal abriendo uno de los brazos, aqu te ensear parte de las
fantasas que quedaron pospuestas en Escocia.
Paredes claras, una cama king size con dosel, cajones en los laterales, y nada ms, sin cruces, ni
potros, ni tronos, nada.
Impresionante me qued impactada por la singularidad de la habitacin, no me esperaba algo
tan simple en un local as Esto es solo para empezar y entonces seal la cama, ahora quiero que
te acerques a la cama y te desnudes, hoy quiero hacerte el amor hasta que tu olor quede impregnado en mi
cuerpo de nuevo sonri, oh esa sonrisa mata gigantes! hazlo poco a poco.
Declan cogi la silla que estaba fuera y se sent. Empec a desnudarme lenta y temblorosamente,
mientras l me observaba con devocin, pero mi streptess de principiante pareca estar surtiendo efecto,
porque puso su mano en su visible ereccin y empez a frotarse.
S, nena, s alarg su otro brazo y con la mano me indic que me acercase, ven aqu mi
princesa, deja que saboree tu nctar.
Me coloqu frente a l, pero no lo suficiente, porque tom mi mano y me precipit sobre l lo justo
para dejar su boca a la altura de mi monte de Venus. Se relami como quien espera la llegada de un dulce
caramelo, sac su lengua y empez a lamer el nacimiento de mis pliegues, con suavidad. Movi su lengua
lo justo para alcanzar mi cltoris y endurecerlo con leves toquecitos que me arrancaron un sutil e inocente
gemido de placer. Eso le enardeci, porque me agarr con las dos manos de las nalgas y me peg ms a
l hasta que casi no poda mantener el equilibrio. Succion con sus labios mi protuberancia y con sus
manos fue subiendo hasta alcanzar mis pechos y sin recelo, apret mis pezones con ansia y los endureci.
Mir hacia arriba y sonri con suficiencia, pero esta vez, a diferencia de antes, no par, al contrario,
sigui atacndome con su prodigiosa lengua hasta que me provoc el orgasmo guardado los ltimos seis
meses. Un grito desgarrador sali de m y el placer me transport a otra realidad, senta como me
mareaba gusto, y que, de no ser porque Declan, me sujetaba firmemente, me hubiese ido al suelo sin
control. Eso era lo que l quera, mi control!
Se levant de la silla y se acerc a la cama y con su sensual voz me dijo:
Ahora ven aqu alarg su mano para tomar la ma y llevarme a la cama, y tmbate.
Entonces le vi sacar el pauelo de seda azul y me entr de nuevo el pnico, lo acerc a m y me
invit a tocarlo.
Tcalo, no te voy a atar con l, por ahora, nena, solo tcalo y familiarzate con l.
Me lo dio en la mano y sent la suave seda en mi piel. Mientras lo haca Declan empez a
desnudarse y me mir.
La prxima vez, me desnudars t.
Se acab de desvestir, me tumb en la cama y l encima de m, y enred la seda azul entre los dos.
De una sola estocada me penetr y cabalg con furia. Una, dos, tres veces, ramos solo uno y yo gozaba
sin pudor, y lo mejor de todo, sin miedo. Haba echado de menos su cuerpo encima del mo, la mezcla de
su aroma almizclado con su perfume, su forma de moverse dentro de m, con violentas penetraciones
iniciales, y dulces acometidas cuando se encontraba al borde del xtasis. Un impetuoso movimiento de
sus caderas me condujo a un profundo y devastador orgasmo, y entonces, todos mis miedos se
evaporaron, mir al techo, y cuando, en un arrebato de lujuria, grit poseda por el placer que Declan me
estaba regalando, repar en una lgrima que caa por mi mejilla y que l lami con dulzura.
As mi amor, y esto es solo el principio, un gemido sali de su garganta y sigui en su
embate, recuerdas la palabra de seguridad? Le mir con cara extraada y mis gemidos cesaron,
recuerdas la palabra de seguridad?, repiti con vehemencia.
Yo estaba absorta en m, cuando con su mano sujet mi barbilla y me oblig a que le mirase a los
ojos.
Recuerdas la palabra de seguridad? repiti bruscamente y yo le mir confundida, Por qu
me haca ahora esa pregunta? Es que no iba a acabar?
S!!!!. grit, la recuerdo!!
Pues, dila!!! su orden me dej totalmente desconcertada, pero entonces ca en la cuenta de
algo y ca en la respuesta.
NO! respond con toda la fuerza que pude. Declan me mir, par sus embates, tom mi
barbilla y acerc sus labios a los mos.
Y por qu no, nena? susurr en mi boca.
Porque pararas, y no quiero, seor, musit, y puso su sonrisa de medio lado, los ojos azules
le brillaban de satisfaccin, estaba encantado.
Primera leccin aprendida, seorita, y retom sus embates hasta que llegamos al orgasmo
juntos, enlazados por la seda y por la pasin.
Adiccin absoluta por l, eso es lo que me provoc la leccin de casi cinco horas. Era consciente
de ello, pero no poda evitarlo.
Han sido seis meses sin estar dentro de ti me dijo mirndome a los ojos, tena que volver a
marcar cada centmetro de tu piel. Acerc sus labios a m y tom de nuevo mi boca como si no me
fuera a besar en otros seis meses, con posesin y sin cordura. Despus se levant y se dirigi al bao.
Me qued tumbada en la cama boca arriba, mirando al techo y totalmente desmadejada, pero
estaba satisfecha y me senta plena. En mi cabeza albergaba la esperanza de que lo nuestro poda
funcionar, y la verdad es que me mora porque lo hiciese. Ensimismada en mis pensamientos como
estaba, no me percat de la presencia de mi amo en la cama.
Esa declaracin tuvo un regusto agridulce. De repente hablaba solo de sexo, no de amor. Sacud mi
cabeza para sacar mis pensamientos negativos. No poda empezar lo nuestro con dudas de nuevo. Sin
darme tiempo a ms, Declan agarr mi mano y tir de m para sacarme de la cama.
Vamos, seorita, dijo rindose, salgamos de aqu. Maana tengo vuelo nocturno y quiero
estar contigo todo el tiempo que pueda antes de irme.
Me arrastr fuera de la cama y me llev hasta el bao. Me sent en el vter y levant la palma de
la mano en seal de que esperase all. Sali del aseo y volvi con un sobre en la mano, me lo dio y se
qued frente a m. Estaba serio, pero desnudo, yo sentada con su ereccin en mis narices, lo cual no me
permita mantener mi mente muy despejada que digamos.
Olvidamos algo, me mir afligido, lo hemos hecho sin proteccin
Tomo la pldora. cort sin pensar.
Shhhhhh., se llev el dedo ndice a los labios para hacerme callar eso es una muestra de
enorme confianza de tu parte nena, pero quera ensearte esto antes de empezar nada, pero como ves,
seal con la cabeza a su pene y se encogi de hombros, contigo es fcil precipitarme.as que abre
el sobre.
Lo hice y comprob que dentro estaban los resultados de las pruebas de ETS (Enfermedades de
transmisin sexual), le mir y puse los ojos en blanco.
Tan claro tenas que volvera a caer?, le mir levantando una ceja.
S, respuesta clara y rotunda, su arrogancia no tena lmites, y ahora. me levant de mi
asiento, abri el grifo de la ducha y me meti en ella.
Espera, espera! me gir ofuscada y enfrent esos ojos azules que ya me miraban con
deseo, y las mas? no me las pides?
No las necesito y eso fue todo lo que me permiti por respuesta, porque lo siguiente que hizo
fue ponerme de cara a la pared, sujetarme de las caderas y penetrarme de una sola embestida. Leccin
nmero dos, nunca subestimes la informacin que tu amo tiene sobre ti. Y continu entrando y
saliendo de m, una y otra vez, y mis entraas devoraban su pene mientras l grua sobre mi espalda y
derramaba su alma en mi interior.
Nos duchamos el uno al otro poniendo especial mimo en nuestras partes ntimas, Declan me
limpiaba como si fuese un delicado objeto de porcelana. Apenas me quitaba ojo de encima, lo haca todo
con absoluta adoracin, como cualquier amo trata a su sumisa deca. Nos vestimos y salimos hacia el
pasillo que una todas las estancias.
Yo estaba impresionada, no poda imaginar el final de mi da as, con l. Ni por lo ms remoto del
mundo. bamos abrazados, tocndonos constantemente, como adolescentes, contacto total, a lo nuestro,
despistados, hasta que, de repente, mientras Declan besaba mi cuello me dio por abrir los ojos y mirar
hacia las puertas de las mazmorras y vi salir de all a la persona que menos me esperaba de este mundo.
La sorpresa fue descomunal, me qued ojipltica al ver a Charo, s mi amiga, Charo, saliendo de ellas
con su novio Alejandro del brazo, un modelo macizo de ojos claros y que al mirarlo te dola hasta
respirar, y del otro lado llevaba a un otro maromo tambin moreno sujeto por una especie de cadena de
perro. Ella llevaba una falda de cuero negro, acompaada de un ajustadsimo corpio rojo y unos
taconazos de al menos veinte centmetros. Di un respingo como si acabase de ver un fantasma y Declan
me mir extraado, hasta que vio a Charo, claro. Pero lo ms impactante de todo, es que ella se acerc a
nosotros con toda la naturalidad del mundo como si nos hubisemos encontrado en el parque paseando al
perro.
Nena, creo que t no eres la nica sorprendida, mir a Charo y volvi su mirada a m, ser
mejor que hablis en otro momento, Charo, porque ahora me voy a llevar a mi chica a mi hotel y no te la
voy a devolver hasta maana por la noche, y entonces podris contaros vuestras aventuras de esta noche,
y mira t por donde, cario!, si tienes alguna duda, creo que al final vas a tener a alguien que te puede
ayudar mientras yo no est.
Peroes que yo intent articular palabra, pero jurara que era imposible, estaba totalmente
desconcertada.
Si, Henar, reina, aadi Charo con media sonrisa en la cara, vete a follar con tu chico,
porque tenemos muuuuucho de que hablar t y yo, pero eso ser maana, como bien dice tu amo, y le
lanz un guio a Declan que me provoc ms desconcierto todava.
Y as, Charo, tal y como apareci, se fue. Me dio dos besos y ni se molest en hacer
presentaciones. Charo una Ama? Alucinada.
Estaba claro que esa era la noche de los encuentros, porque al salir, nos encontramos con otra
pareja, a l lo conoca, era un compaero de Declan, y a ella, nada ms mirarla, se me hizo conocida,
pero no lograba recordar de qu.
Hola Deco!!! chocaron la mano y se dieron una palmada en el hombro has vuelto?
Qu tal, Alec? se gir hacia m y me seal te acuerdas de mi chica?
Todo aquello me pareci raro, pero la verdad es que no saba qu decir. Tal vez vea fantasmas sin
razn, pero de repente sent tensin en el ambiente y me entraron las prisas por escapar de all, pero
Declan de nuevo se volvi a adelantar.
Bueno ser mejor que nos vayamos llev su brazo hasta mi mano y me la cogi, tenemos
cosas que hacer que maana tengo vuelo. Tir de m y nos dirigimos hacia mi coche. dame las
llaves, conduzco yo. dijo serio y cabizbajo.
Toma le lanc las llaves por encima del techo del vehculo, abri las puertas y entr. Sent
como haba cambiado su estado de nimo, de repente estaba borde y seco. Esper a que yo entrase y
arranc.
Me quede plida y empec a notar nauseas en la boca del estmago. Saba que era el pasado de
Declan, saba lo que haba hecho con otras personas, pero, si tan fuerte era lo que deca sentir por m,
qu es lo que poda haber hecho estos seis meses que pondra en peligro nuestra relacin? Y quin era
la persona interesada en causar ese dao?. Empec a sentirme mareada y Declan debi notarlo porque
empezaba a mirarme preocupado.
Nena, ests bien? solt la mano derecha del volante y me agarr cariosamente la rodilla,
yo no poda contestar, miraba por la ventana a ninguna parte, Henar, cario, me escuchas?, subi la
mano, tom mi barbilla y me hizo girar la cabeza hacia l, Hey! Qu pasa? Algn problema en el
trabajo?, me mir con su dulce sonrisa que en ese momento pareca no tener efecto en m.
Me qued mirndole con la duda plantada en mi mente, adems un repentino ataque de angustia me
tena paralizada en mi asiento. No saba qu decirle,debera preguntarle y salir de mis dudas?.
Nena, me estoy empezando a preocupar, cambi a un gesto serio pero a la vez infantil,
anda dime que te inquieta, y no me digas que nada, porque conozco todas tus expresiones y ahora mismo
ests preocupada por algo.
Llegamos al edificio de mi apartamento y aparcamos el coche en el parking, Declan sali del
automvil y se acerc a mi lado, sonri, tom mi mano y nos dirigimos al ascensor, yo segua sin poder
hablar, la idea de no saber que haba hecho los ltimos seis meses me estaba empezando a agobiar y no
saba qu preguntarle ni por dnde empezar. Cuando entramos al ascensor me llev hasta el fondo del
mismo de espaldas a la pared, me sujet la mejilla entre sus manos y me mir fjamente.
Me vas a decir qu diablos te pasa o te lo voy a tener que sacar a polvos?, lo conoca de
sobra y estaba empezando a impacientarse, vamos, habla, y eso ya era una orden.
Levant mis manos hasta ponerlas sobre las suyas, estaba nerviosa, y senta como me empezaban a
arder los ojos producto de las lgrimas que amenazaban con salir, pero me arm de valor le mir
fijamente y lanc la pregunta con un miedo atronador.
No me lo poda creer. La expresin de sus rostro para nada reflejaba lo que esperaba en respuesta.
Se qued pensativo, ech su cabeza hacia atrs y empez a rerse a carcajadas. Puso las manos en mi
mejilla y, el muy petulante, continu rindose con hilaridad provocando mi sonrojo. Pos de nuevo su
mirada en m y me acech con sus celestes ojos.
Nena, no he sido un monje precisamente estos meses, no te lo voy a negar, poco a poco me
apretaba ms contra l e iba bajando su mano hasta mi pantorrilla, pero lo ms importante que tienes
que saber es que, cuando sucedi, eras t la que estaba en mi cabeza, eras t a quin penetraba, a ti quien
dominaba, no haba otra cara, solo la tuya. Recuerda, solo t.
No saba qu pensar, en esos meses no estbamos juntos, yo ni siquiera pens que volveramos
retomar lo nuestro, cada uno poda hacer con su vida lo que hubiese querido, pero una punzada en mi
pecho me record que yo fui incapaz de retomar mi vida sexual con otros hombres, en cambio l, pareca
que haba olvidado. Record que tal vez nuestros sentimientos no eran los mismos. Yo estaba enamorada
de Declan y l slo buscaba a la sumisa perfecta.
Hey, vuelve!, dijo devolvindome a la realidad, no pienses en ello. Te lo he dicho, me lo
pude haber guardado, en cambio me has preguntado y te he respondido, adems quit la otra mano
de mi mejilla y puls el botn del ascensor que llevaba a mi planta, slo sucedi una vez, una
desafortunada vez y no fue perfecto, como lo es contigo, expres con una risuea sonrisa en la cara.
El ascensor se par justo en el instante que Declan acercaba sus labios a mi boca. Se detuvo, se
separ un poco y recompuso la ereccin que sus pantalones manifestaban. Cogi mi mano y me condujo
al apartamento. Abr la puerta y por un momento rememor nuestro primer encuentro en Edimburgo,
porque me tom por la cintura, apoy mi espalda contra la pared y atac mi boca con una mezcla de
pasin y furia contenidas que me desconcert. Baj sus manos hasta mis nalgas y me apret contra su
dureza, firme como el acero. Estaba claro que el interludio del ascensor no le haba afectado. Agarr mis
piernas, las puso alrededor de su cintura y tom el camino de mi habitacin donde me dej a los pies de
la cama. Despus se alej un poco, adopt su pose dominante con una mano posada en su barbilla y se
qued pensando. Lo tena frente a m y ya estaba temblando como una hoja por la anticipacin de lo que
iba a suceder.
Vamos a ver, pequea Sumisa, cambi el peso de una pierna a la otra, creo que voy a
empezar por la cuarta leccin. Pero como s que todava no confas en m. levant las cejas
extraada, voy a dejar que decidas t lo que prefieres que te haga con esto, Entonces observ como
de bolsillo de su americana extraa el pauelo azul de seda. Ahora solo verlo en sus manos provocaba
que me humedeciese al instante.
Qu quieres que haga?, pregunt aturdida.
No se trata de lo que yo quiera que hagas, al menos por ahora, me mir levantando la ceja
izquierda y con cara de perdonavidas, se trata de lo que t me permitas hacer.
Cogi el pauelo por sus extremos con ambas manos y lo estir. Se acerc a mi odo izquierdo,
lami el lbulo suavemente con la punta de la lengua y con un susurro que me hizo estremecer, me dio a
escoger.
Qu prefieres, nena? Qu ate tus manos o que te tape los ojos? se apart un poco y
comprob el fuego que sala de sus pupilas. Estaba enardecido, poda ver cmo le caa una gota de sudor
por la frente.
Hasta ahora haba sido sexo convencional, pero estaba claro que su cuerpo y su mente peda y
necesitaban ms.
Elige, nena.
Por algn motivo que mi mente era capaz de descifrar, no tuve ninguna duda al contestar.
Quiero que vendes mis ojos, seor.
Buena chica, murmur en mis labios, te voy a mostrar todo lo que puedes sentir al no saber
qu es lo que te voy a hacer, pero con una condicin
Cul? jade con expectacin.
Slo me puedes tocar cuando yo te lo diga, no antes. Te puedes agarrar a las sbanas, a tu pelo,
pero no a m.
Emit un gemido de excitacin ante la expectativa de lo que iba a suceder. Me desnud lentamente
y coloc el pauelo alrededor de mi cabeza atndolo con un lazo atrs. Tom mi mano y me tumb de
espaldas en el centro de la cama. Levant mis piernas y las flexion de tal forma que me dejaba
totalmente expuesta a l. Ahora que ya no poda ver nada, slo senta los movimientos, sus sensuales
roces, su olor. Retorc mi cuerpo de la excitacin que me estaba provocando. No lo poda ver, pero
notaba sus movimientos cerca de m.
Nena, recuerdas la palabra de seguridad? pregunt mientras notaba como se colocaba entre
mis piernas.
S, respond con un tmido jadeo.
Entonces, empecemos a jugar, y puso su boca en mis labios vaginales y los bes. A
continuacin rept por mi cuerpo lentamente dejando un reguero de besos desde mi monte de Venus,
pasando por mi ombligo, subiendo furtivamente por mis caderas hasta llegar a mis pechos, cuyos pezones
ya se encontraban dolorosamente duros y l se limit a calmar esa ansia con leves toques de su lengua en
las puntas y rozando continuamente su cuerpo contra el mo. Saba lo que se haca, porque esas pequeas
insinuaciones aceleraron los latidos de mi corazn y mi respiracin se volvi entrecortada. Un gemido
gutural sali de mi garganta y sent como esbozaba una carnal sonrisa sobre mi piel. No haca nada ms,
solo me rozaba y yo estaba a punto de tener un orgasmo! Pero cuando estaba en la cumbre, justo para caer
al inmenso vaco que haba provocado en mis entraas, abandon su tortura, agarr mis caderas y me dio
la vuelta. Boca abajo, reanud mi tormento, y yo desesperada como estaba por acariciarle, me agarr a
las sbanas con desesperacin, retorcindome en mi angustia mientras l bajaba suavemente por mi
cuerpo.
Declan, por favor, djame tocarte, supliqu.
No respondi, se limit a atenazar mi ardor como si fuese un martillo piln, con leves y continuos
toques hasta lograr partir la pieza en dos, y eso es lo que buscaba en m, que quebrara. Desesperada por
aliviar mi excitacin intent rozarme contra el colchn, pero Declan, adivinando mis intenciones separ
mi cuerpo de las sbanas y me puso de rodillas.
No pequea, no te aliviars, lo hars cuando yo diga.
Mientras que con una mano me sujetaba por la cadera, con la otra empez a acariciarme desde la
nuca hasta mis nalgas, otra vez con inusitado martirio y yo me derreta y suplicaba por mi orgasmo
negado.
Por favor, Declan, para, por favor y gema sin control, aprovechando al mximo su cuarta
leccin, la resistencia.
Yo a l tampoco le era inmune, el sudor de su cuerpo y su respiracin agitada, ofrecan una pista
de su estado, adems de la potente dureza que su miembro mostraba cuando chocaba entre mis nalgas.
Sin darme tregua realiz con su lengua el mismo trayecto que su mano haba hecho anteriormente y
cuando lleg al final de mi espalda, se detuvo.
Poda apreciar cmo su aliento acariciaba la piel de mi intimidad sin llegar a rozarme con su boca.
Se qued as unos segundos que parecieron horas. Ya me tena totalmente empapada y ansiosa justo
cuando su lengua empez a hacer crculos en la entrada de mi ano. Solt un respingo y contraje mi
umbral, con miedo, pero l no se detuvo y continu hasta que logro introducirla un poco y despus un
poco ms para ms tarde aadir el dedo ndice que se fue arqueando en mi interior provocndome,
buscando mi orgasmo contenido. Yo quera llorar, al borde de la desesperacin, pero no quera que
parase.
Y cuando ya no poda ms, apretando las sbanas como si fuesen mi tabla de salvacin, su dedo
corazn obr su magia en mi cltoris y estall en un clmax asolador que me sac un grito encolerizado de
placer infinito. Me acababa de dar el mejor orgasmo de mi vida.
Leccin cuarta aprendida, nena, resistencia y sent como sonrea pegado a mi piel. pero
tranquila que no he acabado contigo, ahora viene lo mejor....
Me agarr de la cadera, y con suavidad pero con firmeza fue introduciendo su pene en mi
prohibido interior. Tens mis msculos entorpeciendo su entrada, pero l no cedi y poco a poco desliz
su miembro hasta que pas el primer anillo muscular y ocup mi cavidad con su largura. Emit un grito de
dolor a la vez que l jadeaba de satisfaccin por la meta lograda. Una vez la tena entera dentro, se
detuvo, tom aire y empez los dulces movimientos que conmovieron mis entraas y dieron paso a un
absoluto placer.
Empez suave, pero al comprobar mis jadeos, aumento la intensidad y empez a moverse como
realmente deseaba, sin reparos, con violencia mientras sus gotas de sudor mojaban mi espalda. Llev su
mano a mi abultado cltoris, y en un embate bestial, sac de mi interior otro orgasmo alucinante y que
provoc el suyo. Se tumb sobre m, me quit el pauelo y una vez calmadas nuestras desacompasadas
respiraciones, sali de m, se puso boca arriba y me abraz, cayendo los dos en un clido sueo que nos
llev al alba.
Me despert cerca de las nueve de la maana y Declan ya no estaba en la cama, decepcionada
porque se haba ido sin decirme adis, me tumb de espaldas y mir al techo casi con lgrimas en los
ojos. Iba a levantarme cuando o el timbre de entrada de mensajes en mi telfono. Me incorpor y lo cog
de la mesita de noche. Una estpida sonrisa de felicidad se instal en mi cara cuando vi de quin era.
Nena, he tenido que salir corriendo porque un piloto de un vuelo a Edimburgo ha enfermado y me
han llamado como refuerzo para sustituirle. Lo siento. Besos. Te echar de menos.
Te llamo en cuanto aterrice.
Bes la pantalla del telfono como tonta y me levant de la cama para ir al bao. Estaba a punto de
entrar en la ducha, cuando son de nuevo el mvil y pensando que era Declan para saludarme antes de
despegar, sal veloz del bao para contestar. Lo cog pero me extra ver que la llamada provena de un
nmero oculto, pero contest:
Quin es?
Ya te ha contado lo que ha hecho estos seis ltimos meses?, y cortaron la llamada.
Captulo 8
Si uno quiere despertar confianza,
debe ser digno de confianza
(Stephen Covey)
Me qued parada de pie mirando la pantalla del mvil sin saber muy bien qu hacer, ni qu decir.
El sonido del agua corriendo en la ducha me desbloque y sin dudarlo marqu el nmero de Declan.
Nada, apagado o fuera de cobertura: Su avin ya habra despegado. Tendra que esperar. No me entretuve
mucho ms. Me duch, me puse lo primero que encontr en el armario y sal en direccin a mi oficina. La
Feria estaba a punto de acabar y yo tena mucho trabajo que hacer, adems de aclarar con Charo cierto
tema de amas y sumisos que nunca me haba nombrado. Baj en el ascensor y al abrirse la puerta, mi
mvil volvi a sonar, mir la pantalla y otra vez el nmero oculto se reflejaba en ella.
No, no es eso empec a dar taconazos contra el suelo y a masajearme las sienes, joder,
joder, joder! Es que si te lo cuento, no s si me vas a creer.
Teniendo en cuenta el punto en el que nos encontramos t y yo, querida, puedo creerme cualquier
cosa, de modo que, anda cuenta!
Empec a contarle toda la historia de cmo conoc a Declan, nuestra separacin, el reencuentro
que ella misma presenci y todo lo relacionado con el tema de mi sumisin, ante el cual ya estaba
demostrado que ella no era una profana, y de ah hasta que llegu al asunto de las dichosas llamadas
annimas.
Y has dicho que empez todo con un mensaje? pregunt Charo incisiva.
S, y la verdad es que ya me estoy cansando. Le hice a Declan la pregunta que la mujer esa me
hace y l se ri y su respuesta fue que s estuvo con alguien, pero slo una vez, y no s, acerqu mi
silla, me sent y me apoy en el respaldo, resoplando, a lo mejor es una ex celosa que quiere vengarse
porque ya no est con l, me agach y apoy mis codos sobre mis rodillas y volv a resoplar.
Charo se levant de su asiento y se acerc a m, dndome golpecitos en la cabeza con los nudillos.
Toc, toc, hay alguien ah?, levant mi cabeza y observ cmo me miraba con una ceja
levantada, si, t, la que ahora mismo se est lamentando, puso los brazos en jarras y prosigui,
no has dicho que la primera vez te mand un mensaje?, se dirigi a mi bolso de donde sac el
telfono y me lo mostr, pues entonces no s qu estas esperando para comprobar a quin pertenece el
nmero desde dnde te lo enviaron.
Joder, no me haba dado cuenta!, cog el telfono y comprob los mensajes y cuando lo
encontr, levant la vista y mir a Charo para volver a mirar la pantalla con un gesto de total
incredulidad.
No puede ser. mir de nuevo el mvil impactada, es el nmero de Declan
Tiene que haber algn error, Charo, me levant de la silla y empec a dar vueltas por la
oficina como un len enjaulado, estbamos juntos cuando recib el mensaje! Es imposible!
Tranquila peque, dijo en tono calmado, tienes que aclararlo con l. Puede que haya habido
algn equvoco, pero mientras, clmate y lo hablis cuando vuelva y esclarcelo de un buena vez, no le
cuentes las cosas a medias. Pero ahora
Ahora t, dije intentando cambiar de tema, me vas a contar qu hacas con Alejandro y con
ese rubio macizo clavadito a Jax Teller en ese lugar, y por qu se lo escondas a tu mejor amiga y
socia, esto ltimo se lo dije con retintn y haciendo el gesto de las comillas con los dedos.
Primero, t tambin lo mantenas en secreto, segundo Jax Teller es mo, soy su ama y no lo toca
nadie y tercero, a Alejandro le encanta verme en escenas de dominacin azotando jovencitos y viendo
como los someto. Tooooooooodo consensuado, dijo con sorna.
Ya lo s, esa fue mi primera leccin del acto de dominacin, el consentimiento mutuo, dije
con la mirada perdida pensando en aquella conversacin entre Declan y yo.
Entonces, parece ser que ahora s que te est iniciando, no?, dijo acaricindome la cara con
cario, creo que sers una buena sumisa y Declan estar orgulloso de ti.
Ya Charo, pero a veces siento que todo esto es ms profundo, agach la cabeza y justo
ahora que parece que estamos empezando a llegar a un entendimiento mutuo, vuelven las dudas. Esas
llamadas no ayudan mucho a fortalecer la confianza en nuestra relacin.
Pues habla con l, no lo dejes, me mir con una risuea sonrisa que me levant un poco el
nimo.
Dejamos la conversacin y nos sentamos cada una en su escritorio para hacer el trabajo que
tenamos pendiente. La maana transcurri sin ningn sobresalto. Declan no me haba llamado, y yo la
verdad, no me encontraba lo suficientemente bien como para hablar con l y enfrentar el problema. As
que me concentr en la Feria y en lo que nos quedaba por hacer.
Henar, rica, llam Charo mi atencin, No piensas comer hoy?, son casi las tres.
Las tres?, pregunt sorprendida, Vaya no me di cuenta, y pens en alto sin querer, y
Declan no me ha llamado.
Has mirado el telfono? , inquiri ella y levant una ceja, no lo habas dejado en silencio
para que la perra esa no te molestase?
Anda, es verdad!, me apremi para buscar el telfono y me puse a localizar las llamadas
perdidas que haba, no recordaba que lo dej en silencio, y me he concentrado tanto en el trabajo para
no pensar, que lo olvid.
Haba varias llamadas perdidas de Declan y ocho mensajes, me qued pensado mientras miraba el
telfono y entonces una duda asalt mi cabeza.
Charo, pero si las llamadas vienen de su telfono, cmo s si me ha llamado l o es la petarda
que me acosa?, observ de nuevo la pantalla del mvil y me puse a buscar entre los mensajes., Mira
Charo, levant el telfono y se lo mostr, y ella se acerc a verlo, haba cinco mensaje de la tipa esa
y tres de Declan.
Esa mujer no sabe cambiar la frasecita?, pregunt con sarcasmo, y bueno, los de Declan te
los dejo para ti, me devolvi el telfono con un guio y pcara sonrisa.
Ya he llegado princesa, te deseo
Dnde andas que no me coges el telfono?Practicando en el Darkness?(con el emoticono
de un guio)
Quiero volver a estar dentro de ti hasta que no puedas andar en das, tu coo me vuelve loco. Te
echo de menos. Llmame
Busqu el nmero de Declan y lo marqu. Una ligera angustia por pensar quin podra responder
recorri mi cuerpo. Bastaron dos tonos para que l atendiese la llamada.
Hola nena, dijo con su seductora voz que me dej sin palabras, dnde ests? Te he dicho
que te echo de menos? una sonrisa de satisfaccin se instal en mi cara al orle, vuelvo pasado
maana por la noche, hasta entonces quiero que utilices los juguetitos que tienes en el cajn de tu mesilla
de noche y que llevas en tu bolso, abr los ojos como platos, estuvo cotilleando entre mis cosas!,
vas a utililizarlo cuatro veces, me estaba dejando atnita, ests donde ests y vayas donde vayas,
cuando recibas una llamada ma, seguirs mis instrucciones y lo usars.
Declan, yo...
Es una orden Sumisa, no admite rplica, as que, se detuvo un momento y apreci que
respiraba jadeante, procura estar en sitios discretos cuando te llame de nuevo.
Y cmo sabes que voy a hacer lo que me pidas si ests a ms de dos mil kilmetros y no me
vas a ver?, pregunt con sarcasmo.
Porque esto es una prueba de confianza y confo en ti.
No lo olvides nena, puedo llamarte en cualquier momento y pedirte que juegues, y por m, ahora
mismo.
Carraspe intentando controlar la alteracin que me haba provocado y, porque adems tena los
ojos de Charo clavados en m, intentando averiguar a qu se deba m reaccin.
Charo se acerc a mi intrigada por mi conversacin y porque estaba pensativa mirando al vaco.
Comimos en un fast food cerca del Palacio de Congresos. En veinte minutos devoramos la comida
con una mezcla de hambre y ansiedad, y despus nos dirigimos a la Feria.
Agobiada de trabajo, llena de comida basura, ansiosa por hablar con Declan sobre nosotros, y
definitivamente enamorada, pero en el fondo muerta de miedo por el problema que vea venir, quin era
y qu quera la mujer de las llamadas?
Pareca que lo estaba invocando, porque justo, cuando iba a entrar a mi reunin con Tour
Internacional, son mi telfono, mir la hora en mi reloj, las seis de la tarde, vi la pantalla, sonre,
aunque not que mi sonrojo suba de mi cuello a mis mejillas y contest.
Ests preparada?
Capitulo 9
Los seres sumisos obedecen con gusto
cuando quien los domina es justo
(Didak)
Preparada deca, para qu? Estaba a punto de reunirme y de repente las piernas me empezaron a
temblar, y una gota de sudor caa por la espalda. Declan saba cmo acelerar mi corazn sin tocarme.
Nena, ests preparada? Responde, insisti con su vehemente voz.
S., afirm en un tono que pareca un gemido.
Ests en la feria?
S, amo, y entonces reaccion e intent escabullirme del encuentro telefnico pero voy a
juntarme justo ahora con tus jefes y no puedo dejarlos tirados.
Nena,has escuchado la pregunta?, su tono casi enfadado de reclamo no admita dudas, te
he preguntado si estabas preparada, has respondido, y ahora dices esto?
Perdona, es que me he puesto nerviosa y t eres tan vehemente que todava me cuesta reaccionar
a tus demandas.
Se qued en silencio y not como los engranajes de su cerebro empezaban a trabajar. Estaba
maquinando algo, y yo estaba en medio, y entonces sac el amo que llevaba dentro.
Vas a ir a donde Charo, y le vas a decir que no te encuentras bien, sin excusas, luego te diriges
al saln donde nos vimos el otro da y te encierras all sin darme pie a rplica continu, no tendra
por qu decirte esto, pero puesto que estamos en tu aprendizaje lo har, otro silencio marc su
alegato, te necesito ahora, quiero estar dentro de ti ahora mismo, porque no puedo respirar y solo tu
aliento me devuelve el oxgeno a los pulmones, creo que en ese instante la que ya no tena aire en los
mos era yo, porque nunca antes se haba expresado as, as que, hazlo, ahora.
Su orden con signos de splica condujeron mis pies automticamente a donde se encontraba Charo.
La mir, vio el telfono en mi mano y con su mirada nos entendimos a la perfeccin. Fue inexplicable, la
sintona de nuestras miradas revel una conversacin no necesitada de palabras. Di media vuelta, entr
en el saln donde Declan y yo nos vimos por primera vez desde haca seis meses y cerr la puerta.
Ahora s, Amo, estoy preparada.
Bien nena, ahora enciende el ordenador y conecta Skype, desndate y busca algo que hay dentro
de tu bolso.
Me temblaban las manos, casi se me cay el bolso al suelo de los nervios que tena. Declan segua
al telfono y poda sentir su respiracin a travs de la lnea. Una vez encendido el porttil y apareci el
icono de Skype, dej el mvl encima de la mesa en funcin manos libres y comenc a desnudarme. La
respiracin de l era cada vez ms fuerte, casi gema.
Ests desnuda, Henar?, su encendido tono de voz reflejaba su nivel de excitacin.
Lo estoy, respond en un susurro.
Ahora ve a tu bolso. En l encontrars uno de tus juguetes, tom una profunda aspiracin y
continu, despus coge el ordenador y colcalo en la mesa redonda para ocho comensales de tu
izquierda y luego tmbate sobre ella con las piernas abiertas en direccin a la cmara del porttil, otra
aspiracin, esta vez entrecortada, quiero ver cmo tu sexo llora por m.
Conect Skype e hice lo que me pidi. Una sensacin de inseguridad me embarg al verme
desnuda, tumbada encima de la mesa y en un saln con varios espejos alrededor donde se reflejaba mi
desprotegido cuerpo. Vale, ahora entenda la razn por la que Declan quera que fuese a ese sitio en
concreto, para que me viese en ellos. Cerr los ojos, respir profundamente y la voz e imagen de Declan
envolvi mi desnudo cuerpo.
Te has dejado los zapatos y el collar!, suspir y entrecerr los ojos, no me lo esperaba, te
acabas de adelantar a lo que te iba a pedir.
Supuse que te gustara, seor, contest temblorosa.
Acerca tu bolso y saca las bolas chinas que dej en su interior, mtelas en la boca y
humedcelas con tu saliva, mientras lo haca, not cmo una suave corriente de aire fresco rozaba mi
sexo y calentaba mis sentidos, ahora quiero que con la mano derecha te toques, poco a poco,
empezando por los pliegues y despus mimes tu goloso y dulce cltoris con el dedo corazn., mov la
cabeza un poco hacia la derecha y vi sus ojos azules clavados en mi sexo, su boca relamindose, estaba
sediento, y como si fuese yo el que est contigo, quiero que vayas introduciendo las bolas dentro de ti
mientras continuas dndote placer, nena.
Un gemido sali de mi interior en el momento que introduje la primera bola, slo deseaba que
fuese l quien lo hiciera, porque yo slo me estaba desarmando. Declan se morda el labio inferior y
pude ver cmo se llevaba la mano a su miembro y se tocaba por encima de la tela del pantaln. Era una
escena lujuriosa, ardamos en nuestra excitacin. La segunda bola entr en m y cuando estaba a punto de
alcanzar el clmax, la voz de Declan lo impidi.
Nooooo, nena, no lo hagas hasta que yo te lo diga, sonri triunfal, quinta leccin,
resistencia a la negacin del orgasmo. Hasta que lo supliques, no te lo voy a dar. As que, para, suspir
desesperada, era la leccin que ms me costaba aprender. Desear el orgasmo y no poder correrme
cuando yo quisiera, pero tena que admitir que cada vez disfrutaba ms de esa dulce tortura. Mi amo
saba lo que se haca y yo poco a poco me senta ms entregada a sus demandas, Henar, pon de nuevo
tu dedo en ti, haz unos suaves movimientos circulares y con la otra mano, coge del final del cordn y tiras
de l cuando yo te lo diga, los dos gemimos al unsono y comprob que Declan se acercaba cada vez
ms a la cmara y su lengua emerga con sigilo entre sus dientes simulando ser l quien jugaba con mi
centro.
Mis jadeos cada vez eran ms intensos, con mis dedos buscaba la liberacin, pero cada vez que
estaba a punto, Declan me haca parar, y yo oscilaba entre la lujuria y la desesperacin elevando mis
caderas para atesorar cada uno de los momentos de placer que mi amo me permita obtener.
Pequea Sumisa, en ese momento la pantalla solo me permita obtener visin de sus labios,
quiero que te toques despacio, baja el ritmo, orden suavemente.
Reduje los movimientos, pero mi corazn trotaba al galope, mil sensaciones recorran mi cuerpo y
entonces record lo que Declan quera de m, la splica, quera escucharme suplicar por mi orgasmo, y
yo lo iba a hacer. Por m, porque necesitaba urgentemente el estallido y porque saba que eso le hara
inmensamente feliz, y no me equivoqu.
Por favor, seor, rogu.
Por favor, qu?, respondi mordaz.
Permteme correrme. Seor, contraje mi vagina para saborear el roce de placer que obtena
de la friccin de las bolas, quera frotarme con avidez para calmar mi deseo, pero Declan lo controlaba y
a pesar de los kilmetros que nos separaban , su autoridad sobre m era total.
Quiero que pares, la orden me dej insatisfecha y con la mirada de splica fija en la cmara.
Quera acabar, porque mi centro palpitaba de necesidad y reclamo. Dej pasar unos segundos para
calmarme, pero yo no encontraba el sosiego, solo quera concluir mi tormento. La pantalla mostraba de
nuevo su ardiente mirada, esperando mi reaccin.
Seor, por favor te suplico, djame correrme, me retorca encima del mantel con lascivia.
La sonrisa complacida de Declan asom valiente y eso bast para alcanzar lo que l quera, mi
rendicin.
Eso es lo que quieres?, ironiz, Quieres que te lo d?
S, seor, por favor, implor.
Sus ojos brillaban libidinosos, expectantes, su mirada responda a mi pregunta no realizada si, lo
har, pero cuando yo quiera. Y mientras, las bolas seguan cumpliendo su funcin, la de abrumarme
hasta la locura.
Are you ready baby?, dijo en ingls.
S!, contest ms alto de lo que quera.
Ahora, tcate!, pon tus dedos y haz que tu sexo llore por m!!!!
Empec a masturbarme como si me fuese la vida en ello, moviendo las caderas de forma
descontrolada, pero me faltaba algo, la puntilla, la guinda del pastel.
Nena, mrame, fij los ojos en la pantalla anhelando que l estuviera conmigo, coge de la
punta del cordn de las bolas y scalas, poco a poco.
Y esa accin, aparentemente insignificante, provoc el inicio de un profundo orgasmo que me llev
al delirio. Fue un alarido de liberacin, de dicha. El placer me transport al lado de mi hombre y senta
su miembro entrando y saliendo como si estuviese encima de m. De repente, mir a mi alrededor y vi el
reflejo de mi cuerpo desnudo y excitado en uno de los espejos, era una imagen sexy, provocadora y lo
ms fuerte de todo era que me gustaba lo que vea.
Saca la segunda bola, mi amor, lo hice y sin descanso, un segundo orgasmo me hizo temblar
lujuriosa. Solt carcajada nerviosa de placer, felicidad y por supuesto de satisfaccin.
Un ruido en el exterior me sobresalt y apresurada baje de la mesa, la carcajada de Declan
retumbaba en la habitacin mientras me vesta muerta de vergenza.
Nena, ser mejor que los dejemos por hoy, te llamo, prtate bien, me laz un beso a travs de
la pantalla y no me dio tiempo ni a decir adis cuando ya haba cortado la comunicacin.
Vestida, satisfecha y plena agarr mis cosas y me dispuse a salir del saln, no sin antes dejar las
cosas tal y como las haba encontrado al entrar. Sal por la puerta y una vergenza desconocida se
apoder de m, Dios mo, acababa de masturbarme en un sitio pblico donde me poda haber escuchado
cualquiera! Estaba loca!, pero no, en ese momento no me importaba. Saba que haba hecho a mi amo
feliz, y eso me haca feliz a m. Al momento, la angustia embarg mis sentidos porque a pesar de que el
sexo con l me llenaba, mi corazn ya reclamaba ms y no estaba segura de que Declan deseara lo mismo
que yo. Tan slo era su sumisa, en ningn momento hablaba de amor.
Sacud mi cabeza de mis amargos pensamientos y me dirig al bao. Necesitaba asearme para
volver al trabajo. Estaba sonrojada por la pasin, mis fluidos mojaban mi ropa interior y me senta
sexualmente sucia, satisfecha s, pero sucia al fn y al cabo.
Entr en el bao, me puse frente al lavabo y me mir en el espejo. Mi reflejo no era el anterior, el
lascivo, no, ahora era una mezcla de serenidad y quietud que me pusieron una ingenua sonrisa en el
rostro. Di la vuelta y me dirig a uno de los vteres individuales. Entr, cerr la puerta y me sent en el
inodoro, agach la cabeza, puse los codos sobre las rodillas y me llev las manos a la cabeza. Por un
minuto medit todo lo que me estaba pasando. De repente escuch que se abra la puerta del bao y que
alguien entraba. O el ruido de unos tacones, iba de un lado a otro, se par un minuto y volvi a salir.
Volv a mis pensamientos, empec a darle vueltas en mi cabeza a todo lo que estaba pasando. Declan, yo,
el excelente sexo que estaba descubriendo a su lado, sentimientos encontrados que empezaban a cruzarse
en mi cabeza, amor, pasin, bueno, ms bien mi amor y su pasin, porque de lo dems no estaba segura
de nada. Luego esas malditas llamadas, estaban empezando a infundir profundas dudas en m, quin era
esa mujer?, qu era lo que realmente buscaba?, hacerme dao a m o a Declan? Separarnos? No,
no....esa idea me produca pnico, separacin de nuevo no!, pero si quera evitarlo deba hablarlo con l
en cuanto volviese, tenamos que aclarar las cosas entre nosotros, sin mentiras, sin dudas, y yo estaba
deseando saber lo que Declan senta realmente por m, qu coo quera de nuestra relacin.
Ensimismada no me di cuenta que mi telfono sonaba. Lo saqu del bolso y una nausea me
sobrevino cuando le en la pantalla de nuevo que la llamada provena de un nmero oculto. Cuando
estaba a punto de lanzarlo contra la puerta del bao, el pitido de un mensaje entrante, lo evit, mir y lo
que le me provoc un ataque de ira, dej el telfono en el suelo. La impotencia se apoder de m. Me
estaba hartando. Mi vida era una maldita montaa rusa de emociones, tan pronto arriba, pletrica de
amor, deseo; de repente abajo, llena de dudas e incertidumbres, y ahora esos mensajes que acrecentaban
mis miedos. Respir profundamente, cog el mvil de nuevo y rele lo que pona.
Ya te ha enseado lo que puede hacer contigo a travs de una cmara?
Creas que eras la nica con la que lo ha hecho?
Todava confas en sus mentiras?
Cul ser la prxima leccin?
Ahora s que la rabia sali vencedora, lanc el mvil contra la puerta y cay destrozado al suelo...
Qu iba a hacer?
Captulo 10
Aunque exista el amor,
en una relacin la confianza
es lo ms importante para que perdure
(Annimo)
Sin telfono, pensaba que Declan ya no contactara conmigo hasta su vuelta, pero de nuevo me
equivocaba.
Despus de mi impulso violento en el bao, dej todo lo que tena que hacer y me fui a casa
directamente. Quera aislarme un poco de la situacin que me estaba agobiando, pero sobre todo de
Declan.
Entr por la puerta de casa, me descalc en la entrada y me fui directa a la nevera por una cerveza.
Volv de nuevo a la sala, me tumb en el sof boca arriba y cerr los ojos. Agotada, de veras que lo
estaba, porque una cosa era pelear con una relacin complicada y otra era parecer idiota, y yo cada vez
me senta ms lo segundo. Me qued un rato en trance, tal vez una o dos horas, intentando dejar la mente
en blanco, pero estaba claro que ese no era mi da para estar sola, porque el timbre de casa son al cabo
de un rato para devolverme a la realidad.
Tard uno segundos en levantarme y el timbre volvi a sonar insistentemente. Por lo que, dadas las
circunstancias en las que yo estaba sin telfono, porque adems haba desconectado tambin el de casa, y
por la perseverancia en las llamadas, slo podan ser dos persona, y una se encontraba en Escocia.
Mi sorpresa al abrir la puerta fue mayscula, porque desde luego no me esperaba a la persona que
tena enfrente.
Alec?, salud extraada perdona pero, cmo t por aqu? y cmo sabas dnde vivo?
En mi situacin actual, no me encontraba dispuesta a recibir visitas. Pero estaba claro que hasta
que no averiguase algo, no se iba a marchar, as que le dej pasar.
Cerr la puerta y me qued de espaldas a ella, y pens que ya que lo tena ah, tal vez podra sacar
partido de la inesperada visita, ya que Alec, como ntimo amigo, y conocedor de su vida y milagros, tal
vez me podra facilitar algo de luz a las sombras en la vida de mi hombre.
Sintate, Alec, me dirig a la cocina, Quieres tomar algo? Yo creo que necesito una
cerveza, la que tena se me ha quedado caliente encima de la mesa.
S, gracias. Treme otra y te acompao, se sent en unos de los sofs individuales y se puso a
mirar a su alrededor. Bonito apartamento, tanta pasta da la organizacin de eventos?
Volv con las cervezas abiertas en la mano y le ofrec la suya. Sonre. Su tono distendido
probablemente pretenda suavizar el posible interrogatorio al que me iba a someter, a peticin, claro
estaba de Declan.
De repente, vi que Alec agachaba su cabeza. Llev sus manos a la boca y carraspe.
Dej la cerveza encima de la mesa, se levant y se acerc hacia m poniendo sus manos sobre las
mas.
Me percat de la furia que me estaba subiendo por la boca del estmago y solt sus manos
bruscamente, me levant de mi asiento y empec a dar vueltas por el saln y a tocarme la cabeza con
ansiedad. Iba a soltar por mi boca toda mi irritacin, cuando ca en la cuenta de que tal vez podra sacar
partido de la inesperada visita.
Se acerc a mi mejilla y me dio un suave beso, volvi a sonrer y dio la vuelta en direccin a la
puerta, pero antes de salir y con la mano en el pomo, se gir y me dijo:
Las verdaderas Sumisas se tienen que enfadar de vez en cuando, ser Sumisa no significa ser
dbil. De tu fortaleza depender el xito de vuestra relacin. Mustrate ante l y no le tengas miedo.
Hablad y te dar ms confianza para continuar con tu aprendizaje de sumisin ertica, pero eso tiene que
ser algo que realmente desees.
Y qu pasara si hubiese circunstancias que minasen esa confianza?, pregunt con un hilo de
voz.
Pues con ms razn para hablar. Una relacin D/S se sustenta en la confianza y el consentimiento
mutuo, de nuevo un silencio en el que midi las palabras que iba a decir, si a eso le aades que
vuestra relacin va ms all del D/S, creo que no puedes permitir que esas dudas te obsesionen y tal vez
sea hora de que las resuelvas. Hasta luego, Henar, abri las puerta y se fue.
Me qued de pie, en medio de la sala pensando, otra vez, dando vueltas a lo que nos estaba
pasando y a lo que Alec me haba dicho. Estaba claro que s saba ms que yo de la vida de Declan, a m
no me lo iba a decir. Pero, y si realmente no era tan importante, por qu Declan no me lo haba contado?
Me dirig de nuevo al sof para tumbarme e intentar desconectar otro rato, pero al hacerlo mir a
la mesa donde estaba colocado el telfono y decid conectarlo de nuevo. Ni a sentarme me dio tiempo sin
que sonara. Mir el identificador de llamada y era l. Pensando que tal vez estuviese enfadado por
intentar esquivarle, descolgu con cautela.
Hola nena, sorprendentemente su voz era cariosa y expectante, Por qu tienes apagado el
telfono? Ests bien? Ocurre algo? Acaso no te gust lo que sucedi esta maana?, en la sucesin
de preguntas se reflejaba nerviosismo, pero no enfado. Respir aliviada, pero en el fondo desconcertada.
Hola, contest en un susurro, estoy bien. Es slo que hoy no he tenido un buen da y
acab estampando el mvil contra el suelo y agobiada, he venido a casa.
Tan mal fue el da?, insisti, algo fuera de lo comn como para que ests as?
Declan yo
Yo te necesito, me interrumpi, como siempre, te echo tanto de menos..nunca pens que
me podra suceder esto, suspir, Henar, quiero que sepas que hay algo que tengo que decirte
respecto a mis sentimientos por ti, pero hablaremos de ello maana, cara a cara.
Declan. ahora era yo la que suspiraba.
Henar, esto est por encima de nuestras posibles sesiones de D/S. Esto es ms fuerte, se par
para resoplar como haciendo un esfuerzo por medir sus palabras, princesa, no te imaginas las ganas
que tengo de estar a tu lado, abrazarte, llevarte en mis brazos a la cama y repasar con mis labios cada
centmetro de tu piel. Te aoro cada segundo que no estoy contigo. Necesito estar dentro de ti, le
escuch sonrer, te juro que no me sacio de ti. Sabes? Despus de la sesin de sta maana, he tenido
que ir al hotel a masturbarme como un desesperado. Slo te vea a ti en mi cabeza mientras lo haca,
me estaba haciendo jadear con sus palabras, con tus manos recorriendo el tronco de mi pene y tu
lengua saboreando cada gota de mi placer.
Declan. no me sala otra palabra, me estaba excitando con sus palabras. Yo tambin le
aoraba a pesar de toda la incertidumbre que tenamos a nuestro alrededor, escchame, por favor.
No, escchame t, el autoritario y sensual Declan apareci en su tono de voz, no hay nadie,
pero nadie en este mundo que desee ms que a ti. Ahora mismo, lo nico que quiero es estar ah contigo,
meterme en tu cama para dominarte y poseerte hasta que me supliques por un orgasmo. Necesito
someterte, pero s que debo controlar mis instintos porque no quiero asustarte y que huyas. No soportara
estar lejos de ti, ni yo pens, eres muy importante para m, ms de lo que crees, su respiracin
entrecortada indicaba que se encontraba al lmite de su control, as que, ahora, te ordeno que te
masturbes para m, que jadees, porque yo lo voy a hacer para satisfacer la necesidad que tengo de entrar
en ti y partirte en dos con mis embestidas, y te corrers conmigo cuando yo te lo pida.
El silencio se hizo en ambos lados de la lnea, quera sexo, pero tambin buscaba algo ms. Un
rayo de esperanza se asomaba en mi corazn, pero en ese instante, tambin un fogonazo de lujuria
emerga pidiendo paso. Su poder sobre m era mayor de los que ambos imaginbamos y eso me produca
pnico. Estaba perdidamente enamorada y sometida por l. Como una autmata, me fui al sof y me
tumb.
Dej el telfono con el manos libres y me quit el vestido. Me tumb boca arriba y segu sus
instrucciones.
Ests preparada, nena?, pregunt.
Lo estoy, Amo, contest jadeante.
Bien, ahora quiero que te toques las manos por encima de tu ropa, jadeaba como yo, excitado
como yo lo estaba.
Ya no tengo el vestido, amo, estoy en ropa interior. contest en tono sumiso.
Eres increble, pequea, dijo sonriente, te adelantas a lo que te voy a pedir, me lees el
pensamiento. , le notaba satisfecho, y eso, me haca feliz a m, entonces, ahora quiero que metas tu
mano derecha poco a poco por debajo de tus braguitas y acaricies tus pliegues mientras te vas tocando tus
pechos con la otra mano.
Empec a gemir pausadamente, pero sus rdenes provocaban cada vez ms mi excitacin. Las
segua como l quera sumisamente. Leves toques en mi cltoris, para despus trazar crculos a su
alrededor. Mis pechos reclamaban atencin y les calmaba con inocentes pellizcos y delicadas caricias.
Hasta que empec a sentir la inminencia de mi orgasmo desde mi columna vertebral hasta mis riones y
entonces aceler mis atenciones y los roces se intensificaron. Poda escuchar los gemidos de Declan al
otro lado del telfono, as como los rudos movimientos de su mano en su miembro. Estaba extasiado, yo
tambin. Pero con su voz controlaba todos mis movimientos. Me senta cada vez ms y ms entregada a
l. El placer que nos rodeaba tom las riendas, y un halo de delirio sexual nos embriag, hasta que a la
vez, llegamos al orgasmo. Esto no era una sesin, iba ms all. Nuestros nombres sonaron al unsono en
plena culminacin
Henar
Declan
Nunca antes me haba sentido tan unida a l a pesar de estar tan lejos el uno del otro, pero Declan
habl, y de repente, como si me hubiese despertado de un sueo, rompi con la magia que pareca haber
surgido.
Nena, tengo que dejarte, maana hablamos, de nuevo colg sin decir nada y yo me qued con
la palabra en la boca y confundida.
Pareca como si cada vez que intentaba llegar a l y estaba a un paso de lograrlo, sin ms, Declan
levantaba unos muros infranqueables en sus sentimientos. Estaba claro, que s, tenamos que hablar.
Dej todo como estaba y me fui a la cama con la esperanza de que al da siguiente l se abriese a
m y respondiese a todas las preguntas que se estaban fraguando en mi cabeza.
Eran cerca de las dos de la madrugada y yo estaba sin pegar ojo. Estaba turbada y era incapaz de
conciliar el sueo. Me levant para ir al bao, pero el timbre de la puerta empez a sonar. Sin parar, con
insistencia. Por las noches no haba portero en la recepcin, con lo que cualquiera poda subir. Fui
corriendo hacia la puerta, mir por la mirilla y cuando vi quin estaba al otro lado me qued anonadada.
Qu haca ella aqu? Y qu quera de m?
Abr la puerta y entr encolerizada hasta el saln, una vez all, se dio la vuelta, me mir, sus ojos
desprendan un odio inusitado, no me lo esperaba y menos cuando dijo:
Es que, no te has dado por enterada todava? Por qu sigues con l? Te vas a arrepentir
Captulo 11
Lo ms triste de la traicin
es que nunca viene de un enemigo
(Annimo)
No entiendo qu quieres decir, Charo. Prendida en un ataque de ira, se acerc a m y levant
la mano para darme una bofetada, que evit sujetando su mueca. Qu te he hecho yo? las lgrimas
empezaron a brotar en una combinacin entre incomprensin y confusin.
A veces tu ingenuidad me indigna, querida. Me mir con lstima ante mi desconcierto, te he
avisado una y mil veces porque somos amigas, pero t parece que te empeas en defender lo
indefendible., se solt de mi agarre y se alej hacia uno de los ventanales.
Pues mi amiga. Lo entrecomill con los dedos, acaba de entrar por la puerta de mi casa y
ha estado a punto de agredirme sin darme una sola explicacin, me acerqu a ella para enfrentarla
intentando ocultar el repentino pnico que haba despertado en m, as que, me puedes decir qu
diablos pasa?
Una carcajada de menosprecio sali de ella, algo que me desorient todava ms, era mi amiga y
de repente no reconoca a la persona que estaba ah frente a m! Su actitud, tan ladina, no me caba en la
cabeza, esta no era mi Charo, esta era una mujer llena de rencor y resentimiento, pero, por qu?
El doloroso silencio que se hizo entre nosotras solo era el presagio de lo que estaba a punto de
estallar. Charo agach la cabeza, empez a andar por el saln y unas lgrimas empezaron a asomar en sus
ojos. Estaba herida.
Le conoc antes que t, empez a decir.
A quin?, pregunt extraada. Pero ella no respondi, tan solo sonri con irona y continu
con lo que estaba diciendo.
Era una fiesta de la embajada de Espaa en Edimburgo. Haba unas doscientas personas, pero l
brillaba con luz propia. Alto, moreno, ojos claros y un porte que despertaba una lujuria animal. l es as,
a ti te pas lo mismo cuando lo viste, me mir y de nuevo sonri, sta vez con pesadumbre, me
acerqu a l pero tan slo fue cordial, unos saludos, breve conversacin, eso s, encanto a raudales. Me
tena hechizada. Tena que ser mo. Pero despus de la fiesta, tal como vino, se fue. Y yo me qued all
totalmente prendada de su magia.
>> Pero cul fue mi sorpresa cuando, despus de la fiesta, y con mi cuerpo con ganas de guerra,
me fui a un conocido local de D/S en Queens St y le vi. Estaba observando. Saba dnde se encontraba,
pero necesitaba un gua, y yo, como le deseaba como nunca antes haba deseado a ningn hombre, me
ofrec voluntaria. Esa noche solo follamos, sin complementos pero, poco a poco le fui introduciendo en
mi mundo, que tal y como haba supuesto, a l tambin le atraa. Le ense al principio las reglas bsicas
del D/S con una egosta intencin, tenerlo para m, y todo iba genial, sera el perfecto Amo switch, ya que
conmigo se someta, pero yo le estaba enseando a ser un gran amo. Tena todas las cartas a mi favor. Le
ense a gozar de la dominacin, algo intrnseco en l. Yo fui su maestra, su mentora, lo tena a mis pies,
o al menos eso pensaba. Le mostr cmo poda jugar con el sexo de mil maneras. Lo practicamos solos y
acompaados, sesiones en las cuales era digno de ser Dom. Yo crea tenerlo todo controlado, pero no me
haba percatado de que, lo que para m era una relacin, para l no. Mientras yo le entregu mi alma, l
solo me utilizaba como medio para llegar a ser un buen Amo, y cuando me di cuenta de ello, an as, lo
consent, con tal de conservarlo a mi lado. Ingenuamente, pensaba que tal vez, sera capaz de enamorarlo,
Idiota de m!.Todo iba sobre ruedas, hasta que apareciste t, maldita la hora en que te ped ir! Cmo
iba a pensar que l se fijara en alguien tan insignificante como t!.<<
Tom aire y aparentemente se calm un poco. En cambio, yo senta que me inundaba la angustia
por todo lo que estaba escuchando, por sus palabras de desprecio, y lo peor, por lo que saba que estaba
a punto de escuchar.
No te angusties, querida, mir de soslayo, todava no has odo todo.
>> Un noche me llam por telfono para contarme que haba conocido a alguien, que no se lo
esperaba, pero que llevaba dos semanas con ella y que se senta muy atrado por ella. Que fue un
flechazo, un flechazo dijo el muy imbcil! Que no poda seguir conmigo porque esa persona se estaba
convirtiendo en alguien muy especial y que quera ensearle el mundo del BDSM. No me habl de ella,
solo que la vio en un escaparate y que le embruj. Me pidi que si algn da nos encontrbamos, que
fuera discreta, que no quera asustarla, que la quera conquistar. Y con un gracias por todo y adis, colg.
Y as termin con todo, con meses de posesin, de tener falsas esperanzas. Y todo porque haba
aparecido ELLA.<<
Se me form un nudo en la garganta, tena ganas de llorar, pero las lgrimas que pugnaban por
salir, las contuve en un arranque de orgullo. Haba venido a vengarse, a hacerme dao, pero de repente
me percat de algo y se lo dije.
Y por qu lo cuentas ahora y no cuando se present en la Feria? Dije con la cabeza alta
como t bien has dicho, eso sucedi antes de conocerme, no s a qu viene ahora el reproche, acaso
ests celosa? No conseguiste lo que queras y ahora buscas que desconfe de l?
Todava no he acabado, vengo a prevenirte se ri con burla, aunque sus ojos reflejasen
rencor, te queda lo ms ameno de la historia. As que ser mejor que te sientes, elev una ceja y me
invit a sentarme con la mano.
>> No tuve noticias suyas en el tiempo que estuvo con esa mujer, pero me constaba por Alec que
era feliz. En cambio yo, me senta menospreciada, qu haba visto en aquella mujer que no le poda dar
yo? Senta odio hacia l, despert mi sed de venganza, el problema era que no saba cmo. Pero mira t
por dnde, la suerte y la oportunidad se me pusieron de cara justo en el momento que yo menos me lo
imaginaba. Resulta que Declan cometi el enorme error con su chica de forzarla sin estar preparada. Se
dej llevar por los fuertes sentimientos que senta por ella y eso le llev a equivocarse. Por lo que, ella
se asust, y l, pensando que era lo mejor para los dos, decidi dejarla libre, dejndola destrozada claro.
Por lo visto a Declan le encanta dejar cadveres por el camino. Estaba hundido, era consciente de su
error, pero no saba cmo subsanarlo, y claro, como hombre que es, lo que hizo fue cometer un error tras
otro. Podra decirte que se refugi en su autocompasin, pero no, qu hizo? Buscarse otra sumisa para
aliviar sus penas y sus necesidades.<<
El nudo que tena en la garganta me apretaba cada vez ms, saba que lo que iba a escuchar de
boca de Charo a partir de ahora no me iba a gustar.
Podra decirte que encontr a la sumisa perfecta para l, pero no. Era otra mujer enamorada de
l, que le permita todo con tal de conservarlo a su lado. Otra infeliz, como yo, que tena que escuchar el
nombre de la mujer que Declan amaba mientras se la follaba. Eso era, una sustituta, Declan me haba
sustituido por otra para intentar olvidarte y yo no saba que sentir en ese instante, si alivio o
consternacin, pero esto no haba acabado, Una maana me sorprendi con su llamada. El muy idiota
me llam para pedirme ayuda. Estaba en un lo, haba dejado embarazada a su sumisa y no saba qu
hacer. Ser imbcil! No saba qu hacer! Buscaba mi consejo, el mo, el de una mujer despechada! As
que hice lo que cualquier mujer en mi lugar hara, usarlo en mi provecho. abr los ojos como platos y
ella se burl vengativa, saba que ahora vena la puntilla quedamos unos das ms tarde y me cont lo
sucedido. En una de las sesiones se le fue la pinza y no se puso preservativo, y la dej embarazada, y por
supuesto, no la iba a dejar tirada y como no saba qu decisin tomar, me pidi ayuda, pero claro, eso no
le iba a salir gratis, y le ped algo a cambio, una ltima sesin juntos.
Le chantajeaste! contest alarmada. Toda esta historia me estaba destrozando. No por la
historia en s, ni por los errores de Declan, que a pesar de todo, s que los habra asumido, Dios mo,
hay una mujer por ah que tiene o est punto de tener un hijo con l y no me lo haba dicho! Pero su falta
de confianza, me haca sentir defraudada y no poda evitar sentir estupor por todo esto. El dolor
empezaba a abrirse camino dentro de m, pero tambin el enfado y la rabia. Me senta estpida, ingenua
por estar enamorada de alguien como Declan, pero saber que Charo tambin formaba parte de este burdo
asunto, aada la humillacin como postre.
Deba serenarme y conservar la compostura, no poda derrumbarme delante de ella, deba saberlo
todo, y eso todo inclua aclarar el envo de los mensajes. Me levant de mi asiento y empec a cavilar,
Charo me conoca, y saba que no me poda dar el beneficio de la duda.
Chantaje? solt una risa irnica ante mi acusacin. Intercambio lo llamara yo, querida, y
no creas que a l le cost mucho aceptarlo. No se lo pens dos veces. Quedamos, me foll, y me entreg
todo lo que le ped. Por una noche fue mo de nuevo y eso no me lo quita nadie. Ni siquiera t, me
seal con el dedo y le mir a los ojos, su mirada destilaba rencor, porque s, probablemente tuvo a
Declan esa noche, pero saba que no era suyo, y eso tena que doler.
Tanto me odias? Charo? cmo puedes hacerme esto?, cerr los ojos y tragu saliva,
aguantndome de nuevo las ganas de llorar. Eras mi amiga, por qu no me lo contaste?
Sigues sin entenderlo, verdad? llev las manos a su cabeza y la sacudi no saba que eras
t hasta que os vi juntos! Pensaba que la haba olvidado, que tendra de nuevo mi oportunidad! Pero al
descubrir que eras t, todo se vino abajo......T, maldita sea!!!!! Lo tienes todo, Henar. Joder! Eres
bonita, joven, un futuro laboral prometedor, y encima l se fija en ti! Yo solo quiero a Declan, el resto
me da igual!
As que todo es por envidia....
No, Henar! Todo por amor! cada vez hablaba ms alto porque eso tal vez escondera la
impotencia que senta. un amor que t no te mereces, porque no eres lo que l necesita!!!!!! l
necesita a alguien como yo, una mujer que le permita ser poderoso en el sexo, en cambio t no tienes el
carcter de una sumisa, no eres fuerte. Eres dbil y cobarde, no eres adecuada para l.
Estaba a punto de preguntarle qu era lo adecuado para Declan, pero visto lo visto, tal vez ella
tena razn y yo no era adecuada para l. Me senta hundida, engaada, humillada y terriblemente sola.
No saba qu paso dar a continuacin, pero una cosa que tena clara era que deba averiguar todo lo que
me faltaba por saber de esta historia, pero Charo se me adelant.
No quieres saber lo que pas despus? Es muy interesante... un sonrisa triunfal apareci en
su cara, iba a hacerme dao, lo saba y le daba igual. tal vez deberamos hablar de ese embarazo...
El timbre de la puerta me sobresalt, pero no porque sonara, si no ms bien porque estaba absorta
en mi dolor y encerrada en mis pensamientos. Desconoca quin podra ser ahora, pero seguro que me
llevaba otra sorpresa. Me acerqu a la puerta y sin observar por la mirilla, abr. Charo mir hacia la
entrada y se ri.
Vaya, vaya.....y colorn colorado, el crculo se ha cerrado......
Captulo 12
La mentira trae muchas consecuencias,
pero la peor de todas es la desconfianza!
(Karen Jocelyn)
Esto se estaba convirtiendo en una pesadilla de la que no me poda despertar. Le invit con un
gesto a que entrara, porque ya no me senta capaz de articular palabra, estaba descompuesta. Accedi con
cautela y fue directamente a donde Charo.
Qu le has contado, Charo?, pregunt Debbie prudente.
Lo que debiste contarle t cuando estbamos en el Darkness, su respuesta acusadora me hizo
pensar que solo mi ex amiga se haba subido al carro de la venganza, pero no, estaba muy equivocada.
Te dije que no hicieras nada todava!, Fucking shit!
Y yo te dije que estaba harta de esperar!, respondi Charo con vehemencia.
Ambas discutan como si yo no estuviese delante, y yo las miraba como si me encontrase en medio
de un partido de tenis. Solo que esto suceda a altas hora de la noche y en mi propia casa!, por lo que
tom las riendas de la situacin y lanc un rdago con riesgo de salir ms daada de lo que me
encontraba.
Basta!, se giraron al orme gritar y callaron, habis venido a mi casa con la intencin de
hacerme dao, acabad con toda la porquera que estis soltando y largaros!!!!
Debbie se dio la vuelta y se puso frente a m, me acarici la mejilla y me mir con lstima. Le
apart la mano con brusquedad y la mir desafindola.
Pobre, dijo Debbie, nosotras que venimos a salvarla del desalmado de Declan, y ella nos
trata as.
Yo no necesito que me salvis de nada, me estaba cansando de sta situacin y quera
respuestas ya, yo lo que quiero es que lo digis todo y os vayis
Declan no te conviene, neg Charo con la cabeza, y cuando sepas esto te dars cuenta.
Pues decid lo que tengis que decir y acabad con esto!, les exig.
Charo no dej hablar a Debbie y continu con su relato de los hechos.
Despus de nuestro encuentro, quedamos varios das ms tarde para ayudarle con su desliz, y
me llev a donde Debbie, y all estaba ella como alma en pena, Debbie la mir sorprendida y Charo la
call con la mirada, me dijo que quera eliminar ese problema y que tena que convencer a Debbie
para que abortara, ya que supona un obstculo para sus planes, porque quera volver contigo y claro, las
posibilidades de que t le aceptases sabiendo que mientras estuvisteis separados haba dejado
embarazada a otra, eran casi nulas. Y por supuesto, lo hizo, se gir hacia Debbie y la mir con
lstima, convenci a esta pobre tonta de hacerlo con toda la frialdad que un hombre como l podra
demostrar.
Me qued helada, no poda creer que Declan fuese tan fro y egosta como para deshacerse de un
beb de ese modo. Ahora ya no solo me senta humillada. La decepcin que percib hacia Declan ya
superaba cualquiera de las otras sensaciones. Me tragu mis lgrimas y reaccion.
Espera, no. Debbie intent hablar pero Charo intervino antes.
No hay nada ms que esperar, Debbie, la mir con advertencia, ahora, querida, t vers lo
que haces con esta informacin, pero yo si fuera t, me librara de Declan y continuara con tu vida.
Seguro que hay otros hombres mejores esperando por una dulce y sumisa damisela como t y que te
ofrecern algo ms que un polvo. Como te dije, vine a prevenirte. Ahora t vers lo que haces.
S, iros, que ya habis cumplido con vuestra misin
Sin ms que aadir, me dirig a la puerta, la abr y ellas salieron. No nos dijimos nada, no eran
necesarias ms palabras, solo la mirada de pena de Debbie, que se gir antes de entrar en el ascensor. Y
con Charo, bueno, saba que esto era el final de muestra supuesta amistad y de nuestra relacin
profesional. Ya no me quedaba nada, o tal vez s, enfrentarme a Declan.
Cerr la puerta y me fui a mi habitacin envuelta en lgrimas de rabia y decepcin. Ya no era solo
por Declan, resultaba que la que yo pensaba que era mi mejor amiga era otro fraude. Su plan de venganza
inclua llevarme a m por medio y eso no le import, a pesar de que lo disfrazase de intento de salvarme
de las garras de Declan. Y l, oh Dios mo! Haba entregado mi alma y mi corazn a un autntico hijo de
puta egosta que no fue capaz de decirme la verdad solo por tenerme atada a su cama! Y atada en todos
los sentidos!
Llor amargamente durante horas, la humillacin era muy grande y adems esta situacin se me
haba escapado completamente de las manos. No saba qu hacer a partir de ahora, pero no me iba a
quedar as. Declan me iba a escuchar, y no precisamente preciosas palabras de amor. Iba a escupir todo
el dolor y la decepcin que me estaba infringiendo, en su propia cara. No, esto no iba a ser un simple
vete y adis. Me iba a escuchar, claro que lo iba a hacer.
Las luces de la maana atravesaron mi ventana y me despertaron. Me senta aletargada de tantas
lgrimas derramadas y me dola la cabeza. Me levant, fui a la ducha y despus me tom un ibuprofeno
con el caf para paliar un poco las consecuencias de mi juerga nocturna, por llamarla de algn modo. Fui
a una tienda y compr un mvil nuevo con el mismo nmero, y cuando lo encend, haba nada ms y nada
menos que veinticinco mensajes de Declan, que a pesar de todo, me hicieron temblar las piernas, del tipo
te echo de menos, no puedo dormir sin ti, me muero por comer tu boca quiero atarte y
amordazarte hasta que me supliques por tu liberacin, quiero enrojecer tu piel de placer y hasta
quiero demostrarte que puedes confiar en m (ante ese no pude evitar una sonrisa irnica), o el ltimo
esta noche tengo algo especial para los dos, hay cosas muy importantes que debo decirte. Ese me hizo
pisar el suelo y llorar amargamente. A buenas horas me iba a venir a contar nada.
La ira que me provoc estuvo a punto de hacerme estampar el telfono contra el suelo de nuevo,
pero lo cierto es que recapacit en el ltimo segundo y lo met en el bolso. A lo largo del da me
siguieron llegando mensajes de Declan a los que yo no respond.
Me pas toda la maana en la calle dando vueltas, estaba claro que ya no poda ir a refugiarme a la
oficina, y adems tena que tener la cabeza clara para preparar mi reaccin cuando viera a Declan. Pero
la nica certeza que tena en ese instante es que una nunca estaba preparada ante esas situaciones. Apenas
com y una hora antes de que Declan llegara, me fui a mi apartamento.
Tena un nudo en el pecho. Estaba enfadada. No poda creer que l me hubiese ocultado algo tan
importante en su vida, pero lo que era ms duro es que me resultaba horrible pensar en su fra actitud en
cuanto supo que Debbie iba a tener un hijo suyo, cmo fue capaz de pedirle que abortase y no asumir su
responsabilidad? Qu clase de hombre era? Y, por qu Debbie lo acept sabiendo que l no la amaba?
Tan lejos podamos llegar las mujeres con l cuando ganaba nuestra confianza? La ltima pregunta en mi
caso tena una respuesta ms o menos clara. Yo confiaba en l porque estaba al lmite de alcanzar un
grado de entrega superior, pero acaso me manipul para conseguirlo? Esa otra pregunta tambin tena
respuesta y era simple, no, no lo hizo, nunca me sent manipulada por l, me entregu voluntariamente y
sin reservas, pero llegu ms lejos, me enamor perdidamente de l.
Llegu a mi casa con la esperanza de serenarme lo suficiente como para poder enfrentarme a l,
pero la propia espera me inquietaba lo suficiente como para no hacerlo. Me sent en el sof, llev los
dedos a mi boca y empec a morderme las uas, algo que nunca antes haba hecho. Desde luego, que esto
se me estaba escapando de las manos.
Entonces el timbre de la puerta son, me levant a abrir y cuando casi no haba empezado a
hacerlo, Declan empuj la puerta, lo que provoc que me desplazase por inercia hacia atrs, entr, cerr
la puerta de un puntapi, y sin darme opcin ni a respirar, sucedi tan rpido que no pude reaccionar. Se
acerc a m, me agarr de la nuca y atac mi boca como si no hubiese maana. Yo tena los labios
cerrados, pero su forma de provocarme me arranc un gemido, que involuntariamente los abriera y
entonces su lengua danz con libertad. Poda detectar su ansiedad en sus movimientos. Me llev hasta la
pared y continu con sus salvajes caricias, por el muslo, la cadera, subi a los pechos, los amas con
fervor. Dej de besarme, me mir fijamente a los ojos y ah es donde yo reaccion, en menudo momento,
por favor, qu poder tan grande tena sobre m!, y de un empujn lo apart.
No! Para!, grit para intentar recomponerme del influjo de su energa.
Te quiero
Me quede atnita con sus palabras, no esperaba que me lo soltase as, sin red. Pero, ahora era
demasiado tarde porque yo saba cmo era y dudo que lo pudiese creer.
Siempre me miraba con dureza, mostrando una enfervorizada superioridad sobre m, pero ahora
no, poda ver que ahora me mostraba anhelo, pasin. Pero no me poda dejar llevar por lo que sus
malditos ojos celestes parecan revelar, me negaba a reconocerlo, adems, tal vez solo era una fachada
para intentar conquistarme, porque el verdadero Declan era ms calculador.
Lade su cabeza y me mir con supuesta adoracin, tal vez, adivinando una parte de mis dudas se
adelant a mis posibles preguntas, pero no en la forma que yo me esperaba.
Creo que no he sido del todo sincero contigo, se fue acercando con cautela, no he sabido
poner sobre la mesa todo lo que realmente siento por ti desde un principio, puede que fuese por miedo,
porque nunca antes haba sentido esto por nadie. Se acerc ms, con su mano acarici mi mejilla y yo
senta que me derreta. En un primer momento, fue la atraccin bestial y ver tu sumisin a todas mis
demandas, querer atarte y que te postraras ante m como una Sumisa que se renda a la voluntad de su
Amo. Quera ver tu cuerpo sujeto a la cruz y saborear tus lgrimas de placer, sus dedos jugaban en mi
cara pasando por mis cejas, mis labios, la nariz, con una sutileza que me estaba deshaciendo. Pero
despus no poda dejar de soar con tu sonrisa, tu genio. Tu forma de doblar la servilleta cuando comes,
cmo se refleja la luz con los primeros rayos de sol en tus ojos cuando te despiertas. Todo eso y mucho
ms, me volvi loco y senta cmo el control se me iba de las manos y me asust. Pero uno no puede
escapar de algo tan grande e intentar volver a su vida como si nada, sin sentirse vaco de nuevo. Ya no te
poda follar sin sentir que con cada orgasmo te entregaba una parte de m, hasta que te lo he dado todo,
me mir con preocupacin al ver que yo no reaccionaba, nena dime algo
Casi estaba a punto de convencerme hasta que me dijo que me lo haba dado todo. Ah despert del
letargo en el que me estaba resguardando y reaccion. Con todo el dolor del mundo romp la magia de
ese momento e hice algo que tena intencin de dejar para el final, pero me lo puso fcil.
Desde el inicio de nuestra relacin me has hablado de que lo ms importante entre los dos era la
confianza, me lo has machacado hasta la saciedad, incluso me dijiste que fue una de las causas por la que
me dejaste, no tena fuerza para hablar, casi lo susurraba, pero deba continuar, que no podas estar
junto a m si yo no confiaba en ti, tom aire y le pregunt, entonces, ahora crees que confo en ti?
S, lo haces y de veras quiero que lo sepas y es por eso que quiero
Y t confas en m?
Su reaccin fue todo lo contrario a lo que me esperaba. Me tom por la cintura, coloc la mano en
mi nuca y me acerc ms a l tanto como pudo, hasta casi rozar nuestros labios, aspir y lentamente bajo
la mano para coger la ma y ponerlas ambas sobre mi corazn. Estaba doblegando de nuevo mi voluntad,
era un juguete en sus manos. Haba desplegado todas sus armas de seduccin innatas en l. Pero su
respuesta golpe en mi cara como una bofetada.
S, solo t, recuerdas? contest con aparente seguridad.
Por un instante imagin que el mundo se hunda a mis pies tragndome con l. El dolor que
experiment me apretaba la garganta y el estmago. La amargura interior suba a mi boca en forma de
saliva. Ms mentiras, confiar en m? Embustero! Mi cuerpo se paraliz, era incapaz de poner distancia
material con l, quera pero, algo me impeda moverme, as que acced al recurso que l mismo me haba
facilitado para escapar, pero esta vez lo iba a utilizar para devolverle el dao que me estaba haciendo.
Saba que si lo utilizaba para esta situacin, rompera los nuestro en trozos tan pequeos que sera
imposible de arreglar. Pero si no saba que sera incapaz de alejarme de l, as que cerr los ojos y dej
que la palabra saliera sin pensar.
Velvet...
Captulo 13
Si piensas que esa persona no te ama
entonces,
cmo quieres amarla si la desconfianza
es el enamorado de la destruccin?
(Sal Correa Capillo)
No me hizo falta elevar mi tono de voz ni tan slo un poco. Brot de mi garganta suave y calmada,
pero fue totalmente efectivo. Como si de un resorte se tratase, Declan me solt y se fue hacia atrs
sobresaltado. Me mir desconcertado, estaba claro que no se esperaba esa reaccin porque su primer
impulso fue preguntar.
Me solt violentamente de su agarre y empec a recorrer el saln exaltada, con las manos en la
cabeza e intentado restablecer la compostura en vano.
Declan me solt y se llev las manos a la cabeza con desesperacin. Dio varias vueltas por la
habitacin mientras se haca eco de mis censuras. De pronto se dio la media vuelta y me mir fijamente, y
por un segundo pude atisbar signos de desmoronamiento en su compostura.
No he hecho las cosas bien desde un principio, deca arrepentido, pero lo cierto es que
cada vez que te veo pierdo el control y mi cerebro solo procesa lo que me apetece hacer en ese instante,
que es abrazarte para no soltarte ms, por primera vez desde que nos conocamos sus ojos estaban
vidriosos y sent su debilidad, Iba a contrtelo nada ms verte, pero sinceramente, cuando vi que
conocas a Charo me qued sin respiracin, si eso fue as, en ningn momento lo demostr, de ese da
solo tengo recuerdos de su poder sobre m, como siempre hasta ahora.
>> Charo fue una ms de mis conquistas que en un momento determinado de mi vida me ayud.
Cuando te dej, me volv loco, s, ya s lo que vas a pensar. Si yo fui el que te dej, por qu iba a
sentirme as? Muy simple, no estaba acostumbrado a que mis sentimientos se desbordasen. Por norma
general asumo el control de una relacin y llevo el mando del principio hasta el fn. Pero contigo todo es
distinto. Hu de ti por el pnico a lo que senta, pero lo que no saba era que estaba peor sin ti que
contigo. No saba cmo solucionar las cosas, as que hice lo nico que s hacer bien. Llam a una de mis
amigas y qued con ella para pasar una buena noche. Pero comet un error y en un momento de insensatez,
no me puse el preservativo y me la foll gritando tu nombre. Ah me di cuenta de mi equivocacin y lo
par todo. Le ped disculpas y me fui otra vez sin decir nada. Estaba hecho un lo. Pero el tiempo me hizo
calmarme y poder ver las cosas con perspectiva, pude aclarar lo que senta y estaba dispuesto a
recuperarte a toda costa. Pero no contaba con un par de meses ms tarde, ella se pondra en contacto
conmigo para decirme que estaba embarazada y que tena la obligacin de hacerme cargo de mi
responsabilidad. De nuevo todo se vino abajo y me angusti tanto, que me obligu a desahogarme con la
nica persona que tal vez me podra entender porque me conoca mejor que nadie. La persona que me
form como Dom, Charo. Entre nosotros no pas nada, pero hablamos durante horas y me esclareci
muchas cosas, lo que senta hacia ti y lo que tena que hacer con la futura madre de mi hijo, Debbie. Das
ms tarde, qued con ella para dejarle claro que era consciente de mi deber. Pero, aunque eso no nos iba
a llevar al altar ni mucho menos, desde luego que me iba a responsabilizar de la criatura que llevaba en
su vientre.
Declan me solt y respir abatido. Su cara me estaba respondiendo sin palabras, pero an as lo
hizo.
Ya no hay beb.
Djalo, no sigas, no quiero saber qu hiciste despus. Me basta con haber odo una vez la
historia para imaginarme el final.
Afligida, me dirig a la puerta de entrada y la abr, porque lo que iba a decir a continuacin, seguro
que me dolera ms que a l.
Ser mejor que te vayas y me dejes sola. Y por favor te pido que no me llames ni me busques,
le invit a salir con la mano. bastante acoso he tenido por esta semana y por toda mi vida.
No has escuchado todo, Henar, recrimin acusador.
No necesito escuchar ms, repliqu irritada.
Realmente crees que lo he hecho tan mal, nena?, pregunt entristecido.
El dolor que me haban causado sus mentiras no permiti que ocultase el abatimiento que provoc
su tono de voz y sobre todo por la pregunta que hizo, pero tuve que responder con la mayor frialdad que
pude.
No te parece una locura decir que me deseas en unos sensuales mensajes telefnicos, para al
segundo desquiciarme con otros? En ellos me haces dudar de lo nuestro insinuando lo que has hecho
estos meses pasados. No comprendes el dao que me has hecho con eso? Si con ello, lo que pretendas
era dejar pistas sobre tu sucia historia, lo nico que has hecho es lastimarme ms.
Qu yo hice qu?, pregunt sorprendido llevndose la mano al pecho y con los ojos como
platos, de qu me hablas ahora?
Ay Declan!, no te hagas ahora el sorprendido como si fueses inocente.
Junto las manos en seal de suplica y me rog.
Por un momento vacil sobre lo que iba a hacer a continuacin, pero en una acto de valenta
autoimpuesta, fui a buscar mi mvil al bolso, volv y me encar a l, hasta que mir la pantalla y
entonces empec a rerme de mi misma por mis absurdos ataques de ira. Los mensajes ya no estaban.
Qu sucede ahora, Henar?, pregunt mientras yo miraba el aparato y me rea por no llorar
por mi desatino. Yo, imbcil de m, haba eliminado las nicas pruebas tangibles a las que me poda
agarrar para poder constatar su manipulacin.
Para qu te voy a mentir, no soy tan embustera como t, Declan me mir dolido, al
estampar contra el suelo el mvil el otro da, en un acto de absoluta imprudencia, hice desaparecer los
mensajes que me llegaron desde t nmero hasta entonces, me sent derrotada y ridcula, no te puedo
ensear nada, porque ya no los tengo.
Me llev las manos a la cabeza y empec a negar por mi estupidez, en cambio Declan se qued
pensativo mirando hacia un lado y an con las manos en la cadera.
Djalo Declan, por favor, da igual ya los mensajes, da igual ya todo, estaba cansada de toda
esta tesitura, estoy agotada y de veras, te voy a ser sincera yo a ti ya que t no has sido capaz de serlo
conmigo, iba a cortarme pero levant la mano para que me permitiese continuar, ya no se trata de los
mensajes, tal vez es lo de menos, tampoco se trata de tu pasado en s, aunque tal vez como afrontaste el
embarazo de Debbie no fue de la forma ms valiente posible
Henar, escucha, eso no fue as.
No Declan, ahora escucha t!, le interrump enfadada, se trata de lo que hablamos al
principio, de la confianza, de lo que se supone que era esta relacin para los dos, porque, si en la cama
confo en ti, pero luego fuera de ella no veo al verdadero hombre que se supone dice amarme, entonces,
a qu estamos jugando? , not cmo por mi mejilla corra la primera lgrima de las que saba que
seran muchas, pero deba ser valiente y continuar, No se puede empezar, o ms bien en este caso
avanzar en una relacin sobre una mentira. Y me refiero a que t tienes tu propia versin sobre lo que
significa la confianza. No quiero algo as para m, y aunque decirte esto s que me va a destrozar, ms
puede hacerlo, el pensar que t confas lo suficiente en m como para contarme tus oscuros secretos y que
no lo hagas por miedo a no s qu.
Por miedo a perderte, mi amor, lo hice por miedo a que pensaras que era un irresponsable y que
me dejaras.
Pues has conseguido el efecto contrario, porque te dejo s, pero no por lo que hayas hecho, que
es horrible, s, aunque es peor que lo hayas escondido como un cobarde, cerr los ojos para parar las
lgrimas que ya parecan incontenibles, as que vete, por favor, porque ya no puedo ms y seguro que
de nuevo puedes volver a encontrar consuelo en la cama de Charo o Debbie, ellas te aceptarn sin
pensarlo.
Declan agach la cabeza y sali por la puerta hacia el ascensor, puls el botn de llamada y
mientras esperaba, se gir para mirarme antes de que yo cerrase la puerta.
Se abri la puerta del ascensor y entr cabizbajo. En ese instante sent como la tierra se hunda a
mis pies. Declan ya no estaba en mi vida, al menos no para m
Cerr la puerta y lo siguiente que escuch fue el sonido de la entrada de un mensaje en mi mvil.
Mir la pantalla y me qued atnita al leerlo
Qu demonios le has hecho?
Captulo 14
Las dudas se siembran en la desconfianza
y se cultivan con el desamor
(Mara Feliz)
Devolv el mensaje con una llamada, cuando contest lo primero que hice fue atacar.
.
T, cmo sabas que Declan estaba aqu?, pregunt irritada.
Porque soy adivino, no te jode, replic irnico, Henar, por Dios, le fui a recoger al
aeropuerto. Quera ir directo a tu casa para hablar contigo, pero por lo que parece alguien se le ha
adelantado y me da que te han contado la versin gore de la historia.
Mira Alec, yo ya no s a quin creer, esto cada vez es ms confuso, y la verdad es que, a estas
alturas, empieza a importarme menos la historia en s, sino las consecuencias de la misma.
De veras crees eso?, pregunt Alec con sarcasmo.
Mira, no s qu pensar. Y por cierto, cmo sabes t que Declan ya se ha ido y en qu estado
bajaba?, me extraaba que Alec tuviese datos tan precisos de cmo se encontraba Declan.
Me qued un rato estacionado porque estaba contestando la llamada de una amiga y le vi salir
del portal alterado, querida. Alec resopl, su tono de voz, por algn motivo que desconoca, pareca
enfadado. Pero lo que yo no lograba entender era por qu Alec se empeaba en defender a su amigo con
tanto empeo, Mira Henar, descansa ahora, reflexiona un rato sobre todo lo que ha pasado y maana, si
te parece bien, comemos juntos e intentamos llegar a un punto intermedio.
Te puedo hacer una pregunta? No estaba segura de querer continuar, pero ya que estaba tena
que saberlo.
Ataca, soy todo tuyo, contest en tono informal.
Por qu lo defiendes?
Yo no le defiendo a l, defiendo lo que creo que es justo en todo este enredo. No se
justificaba, pero tampoco me dio la respuesta que esperaba. duerme tranquila. Te espero maana a las
dos en le restaurante ese de Gran Va que tienen una hamburguesa para gigantes
El Mercado de la Reina?, no me imagin nunca que Alec comiese tanto con el cuerpazo que
tena.
S, all nos vemos. Ahogaremos nuestras penas en una buena tortilla de patata, un beso
princesa, hasta maana. Y colg el telfono dejndome bastante ms relajada de lo que estaba cuando
me llam.
Me fui a la cama con la cabeza como un bombo y el corazn roto. Vamos, todo un rcord para un
mismo da. Y es que mi vida haba pasado en menos de una semana de girar de nuevo en torno a Declan,
a perder en unas horas al hombre de mi vida y a mi mejor amiga.
No tuve que tomar nada para dormir, debido al cansancio por todo lo sucedido, me dorm y no me
despert hasta casi medioda. Me duch y me puse todo lo coqueta que mi estado de nimo me permita.
An as, llegu temprano, ped mesa cerca de la entrada y esper a que Alec llegase. No estaba de
espaldas a la puerta, pero si lo hubiese estado, me habra enterado perfectamente que llegaba, porque en
cuento abri la puerta, todas las mujeres que estaban en las mesas cercanas y en la barra, se giraron haca
la puerta porque se estaban recreando con las vistas que Alec ofreca. Pareca que estaba en un pase de
modelos, tena que ser ilegal moverse con la sensualidad con la que l lo haca!. No me remova las
entraas como Declan, pero ciega no era. Ni yo, ni las mujeres que babeaban a su paso.
Se acerc a la mesa, se sujet la corbata con una mano, para poder agacharse y darme dos besos.
Alec., le mir con burla, desconoca tus dotes seductoras, pero me acabas de dejar
impactada.
Mientras comamos, la conversacin fue intrascendente, aunque bien me vali para poder
conocerle un poco mejor. Hablamos sobre mis planes de futuro, ahora que ya no tena trabajo, su vida
como piloto. Y luego llegamos a las materias tab, y es que a parte del tema de la semana., o sea Declan
y sus los con las mujeres, tocamos un asunto muy personal, y que tal vez, l mismo provoc para que yo
lograse entender todo lo que se supona que era estar con un hombre como Declan. Y es que tal y como yo
sospechaba, Alec tambin era Dom.
Sin decirme nada, Alec puso la mano encima de la mesa, la estir, la coloc encima de la ma y me
mir a los ojos con afecto.
No he querido quedar contigo para intentar convencerte de que creas a Decco, pero si que me
gustara decirte lo que yo pienso, primero porque l es mi amigo, y segundo, porque aparte de su instinto
dominador, s que est muy enamorado de ti y eso es inapelable., afirm con seguridad, toda la que yo
no tena.
Alec, yo, me hizo callar con su mirada y continu con lo que estaba diciendo.
Tal vez Declan fue lo suficientemente estpido como para pensar que si te contaba su desliz, t
no confiaras lo suficiente en l y huiras como una doncella asustada. Lo cierto es que ha sido peor el
remedio que la enfermedad, porque la forma en que te enteraste de todo no es la ms ortodoxa, pero
piensa lo siguiente, y entonces me apret la mano con ms fuerza, tal vez pensando que si me haca
dao fsico, no sentira el dolor interno que me quemaba por dentro, lo que Declan siente por ti es tan
grande que no es capaz de gestionarlo con claridad, y me temo que intentando protegerte al no contarte
las cosas, ha hecho ms dao que si lo hubiese contado todo el da que os encontrasteis.
Si le llamas protegerme a esconder que oblig a abortar a Debbie para salvar su bonito culo
escocs, y Alec puso cara de no entender nada de lo que deca, entonces s que lo hizo, pero, en
cualquier caso, su reaccin no tiene justificacin alguna, ni conmigo, ni mucho menos con Debbie.
No s de qu me hablas, coment desconcertado. pero Declan no ha obligado a nadie a
hacer nada.
Otro que no sabe de qu le hablo, refut indignada, qu pasa, es que todos los escoceses
llevis la mentira en los genes?
Henar, no te miento, entonces neg con la cabeza y me mir receloso, pero, a ti quin te ha
dicho que Declan oblig a Debbie a nada?
Joder, Alec, me levant violentamente de la silla y me encamin a la salida. Llegu justo a la
salida, antes de que Alec me alcanzase y me agarrase del brazo para girarme y ponerme frente a l.
Por qu huyes?, me desafi con la mirada y repiti la pregunta, Por qu huyes Henar?
Tal vez tienes miedo de pensar que te hayan engaado y no precisamente Declan?
Quiero saber la verdad!, mi grito en medio del restaurante hizo que la gente que estaba
dentro se me quedase mirando, Voy a buscar a Debbie
La verdad te la pudo haber dicho l, si t se lo hubieses permitido, pero si la quieres saber,
tienes que confiar en que lo que yo te diga es lo cierto. Despus, t sabrs qu hacer con esa
informacin., me solt el brazo, se recompuso y lade la cabeza, Qu, confas en m?
Confianza, otra vez la palabra mgica, no confiaba en Declan, poda hacerlo en su mejor amigo?
Lo reflexion unos minutos y me atrev a darle un voto de confianza.
Te escucho.
Ven vamos hacia mi coche y all hablamos con ms tranquilidad.
Llegamos al coche y me sent en el asiento del copiloto, mir a Alec, que resopl y comenz a
hablar.
Es cierto que Declan la dej embarazada, eso yo ya lo tena ms o menos claro, pero
cuando l fue a hablar con ella para responsabilizarse del beb, Debbie ya lo haba perdido por ser una
irresponsable. La fue a buscar a su apartamento y por una amiga supo que se haba ido a las mazmorras
con un nuevo Dom, uno que no saba que estaba embarazada y que en uno de sus juegos, se le fue la mano
y Debbie tuvo un aborto espontneo. un alarido sali de mi garganta y me llev las manos a la cara por
la impresin que me caus el horror que estaba escuchando, cuando Declan lleg, se encontr que una
ambulancia se la llevaba y que a gritos le culpaba de lo que le haba pasado.
Entonces
Entonces continu Alec es posible que en un arranque de venganza, se hayan unido dos
mujeres resentidas con Declan, y al ver que haban encontrado su punto dbil, hayan intentado hacerle
dao dnde ms le dola. levant las cejas, pos su mano en mi rodilla de una forma que me hizo
estremecer y dijo, posiblemente pusieron en prctica el dicho de si no eres para m, no eres para
nadie, llevndote por delante.
No puede ser, solloc y empec a removerme en el asiento alterada, no puede ser. Creo que
l intent decirlo, pero...Oh dios! No le dej explicarse. Sin ms, di por sentada su culpa cuando
comprob que l se haba dado por descubierto y...Tengo que hablar con Debbie!, hice el amago de
salir del coche, pero Alec me detuvo.
Todava necesitas ms pruebas?
Es que, joder, y las llamadas? Los mensajes?, pregunt confusa. An tena dudas por
resolver.
Qu llamadas?, inquiri Alec intrigado.
Declan, o no s, alguien con el telfono de Declan me mandaba mensajes hostigndome sobre lo
que haba hecho Declan cuando no estuvo conmigo esos meses, y yo no se lo cont hasta ayer, yo
Joder!, di un golpe con el puo contra el salpicadero del coche de pura impotencia.
Qu recibas mensajes del nmero de Declan que no eran suyos?, pregunt atnito.
S!!!, respond hastiada.
Qu bien se lo montaron las muy., se qued un segundo en silencio y se llev las manos a
la cabeza, Debbie trabaja en la empresa que suministra la telefona mvil a la compaa area,
perfectamente pudo haber conseguido un duplicado de la tarjeta. Qu zorra!, me mir y neg con la
cabeza, as que, ahora qu vas a hacer?
Me qued pensando sobre todo lo que acababa de averiguar y pens en el siguiente paso a dar.
Partiendo de la base, de que todo esto sea cierto, Alec levant una ceja y me mir suspicaz,
es posible que vaya siendo hora de poner los puntos sobre las es y darles una leccin a los tres.
A los tres?, me mir Alec sorprendido.
A los tres, a Charo y a Debbie por alimaas, y a Declan por no saber confiar en m lo suficiente
como para contarme las cosas a su debido tiempo y permitir llegar a esto. Pero para llevar a cabo mi
plan, voy a necesitar ayuda de un profesional.
No.
Mi plan comenzaba por acudir al lugar donde Declan y yo nos dimos la segunda oportunidad.
Ataviada con una gabardina negra, tacones de doce centmetros, una peluca rubia y un miedo que me iba
de la cabeza a los pies, me present en el Darkness sabiendo de buena mano que Declan estara all esa
noche. Alec se encarg de la tarea de convencerlo.
Entr por la puerta aparentando una seguridad que ni mucho menos senta, pero que necesitaba
disimular si no quera que Declan, con su sexto sentido de Amo pudiese descubrir. Para mi sorpresa,
Charo tambin estaba dentro, y aunque no era mi pretensin incluirla en lo que iba a hacer esa noche, no
estaba de ms verla all. Ahora s, lo que me dej completamente anonadada, fue verla en la sala comn,
atada a una cruz y siendo penetrada por delante y por detrs por el ingenuo de Alejandro y por el rubio de
la otra noche. Desde luego estaba en su salsa, pero a m no me dejaba de sorprender esa situacin en
alguien que crea conocer.
Apenas avanc unos metros, cuando de repente lo sent. No lo haba visto, pero para mi desgracia,
saber que a pesar de todo lo que haba pasado entre nosotros, mi cuerpo segua reaccionando igual
cuando le senta cerca de m, era como una maldita pualada a mi ego y a mi salud mental. Su magnetismo
inundaba mi espacio de la misma forma que siempre. De repente, entraba de nuevo en esa espiral de
atraccin animal que me cortaba la respiracin y me impeda pensar con claridad. De tal modo que, en
esos segundos de mi desconcierto, tuvo tiempo para acercarse a m, agarrarme por los brazos y atraerme
lo suficientemente a l, como para que el nico impedimento entre Declan y yo, fuese el aire que
estbamos obligados a compartir. Estaba cabreado, su mirada felina me traspasaba hasta llegar a mi
alma. Baj una de sus manos a mi cintura, la otra la puso en la nuca y se abalanz sobre m para robarme
el beso que ambos estbamos deseando. Un beso furioso, roto, que no me dio tregua ni para respirar. Su
lengua atraves la barrera de mis labios y me atrap en la lujuria de su deseo, y por qu no, tambin el
mo. De repente se apart y ms enfurecido si cabe que antes del beso, me zarande.
Y entonces, mi mirada se desvi a la puerta de entrada de las habitaciones privadas, para localizar
lo que haba venido a buscar
Captulo 15
Agit la cabeza e intent recomponerme, cuestin harto compleja con Declan tatuado en mi piel.
Me solt bruscamente de l y me encamin hacia el pasillo que me llevaba solo por dos caminos,
al de mi liberacin o al de mi perdicin.
Declan se qued mirando mientras me acercaba a una de las puertas blancas. Par frente a ella,
tom aire profundamente, puse la mano en el pomo, entr y cerr la puerta a mis espaldas.
Abr los ojos impresionada, bueno tambin asustada. A primera vista, lo que pareca una simple
habitacin alumbrada por una luz tenue, con una cama con dosel y paredes de estuco veneciano en
Burdeos, al momento descubra una estancia con una cruz de San Andrs a la izquierda de la cama, y a la
derecha una silla de castigo en madera de estilo medieval, con un asiento acolchado en piel negra, un
cepo vertical y horizontal, con varios puntos de amarre y en la parte inferior una jaula, cuyo espacio
podra ser ocupado por una persona en posicin fetal. Me llev las manos a la boca y solt un alarido de
estupor. No vena preparada para algo como eso y no estaba segura de si algn da lo estara.
Camin lentamente hasta la cruz y empec a tocar sus amarres. Por un momento, me vi sujeta a
ellos y siendo sometida por Declan. Mis terminaciones nerviosas empezaron a alterarse, solo de pensar
en verme sometida a l. Intent recomponerme y volver a la realidad para poder llevar a cabo mi plan.
Me acerqu a la cmoda que estaba frente a la cama. Sobre ella haba una especie de un mando a
distancia que te enlazaba con la recepcin. Tena varios pulsadores de colores, que segn las
instrucciones adosadas al mismo, tena distintas utilidades. El rojo para solicitar auxilio, el azul para
llamar a un Amo, el morado para solicitar intercambios de parejas y el verde para abrir unas cortinas que
descubran una cristalera que daba al saln comn donde el pblico poda ver la sesin.
No tena intencin de utilizar a ningn Amo, pero s le iba a demostrar a Declan de lo que era
capaz de hacer una mujer decepcionada.
Abr uno de los cajones de la cmoda y empec a investigar lo que haba en l. Desde vibradores,
tapones anales de diversos tamaos, pinzas para pezones, mordazas, ltigos de varias colas trenzadas con
empuaduras de cuero usadas en spanking, fustas, cuerdas de camo para bondage. Todo para el uso en
las sesiones. Artilugios que podas adquirir ah mismo. Cerr el cajn sbitamente porque tuve un
repentino ataque de pnico. Apoy las manos en la cmoda, aspir por la nariz y lo abr de nuevo. Cog
el lubricante, un tapn anal pequeo y un vibrador anatmico de silicona.
Cerr el cajn, resopl, e impulsada por un valor que distaba mucho de tener, me quit la
gabardina negra que llevaba y me qued tan solo con unas braguitas de encaje que haba cogido de mi
recatado armario, los zapatos de tacn y una peluca rubia platino que haba comprado para la ocasin, y
que me haca sentir distinta. Me di la vuelta para coger el mando a distancia y puls el botn verde para
que se abrieran las cortinas que daban al saln comn.
Mir hacia fuera y comprob como hombres y mujeres observaban con curiosidad mis
movimientos por la mazmorra, entre ellos, a una asombrada Charo, a Alec espantado y por supuesto,
Declan, que aunque intentaba aparentar impasibilidad, no poda ocultar su ira.
Dirig mis pasos hacia la cama, me tumb boca arriba; e iba a bajarme las braguitas cuando la
puerta se abri bruscamente. Me incorpor y al mirar vi que era Declan quien entraba exaltado en la
habitacin y se acercaba a la cama.
Me puse de rodillas en la cama para estar a su altura y enfrentarle cara a cara. Su rostro reflejaba
una mezcla de ira y pasin que me aceler el pulso.
Nos quedamos mirndonos, frente a frente, a la espera de que uno de los dos claudicase y se
echase atrs. Yo confiando que l se fuese y me dejase finalizar lo que haba venido a hacer, y l que yo
me rindiese y dejara la mazmorra.
Ninguno de los dos daba su brazo a torcer, por lo que de repente, me cogi del brazo y tir de m
bajndome de la cama. Se dirigi hacia la entrada y cuando yo pensaba que se iba a ir, cerr la puerta,
cogi el mando a distancia y pleg las cortinas, aislndonos de nuevo del exterior, avanz de nuevo hacia
m, me puso de espaldas a la cruz y me quit la peluca rubia, acariciando despus suavemente mi melena
morena. Agach la cabeza, cerr los ojos pensativo y me mir a los ojos fijamente.
Si lo que quieres es demostrarme que puedes hacerlo, levant su mano y me acarici la
mejilla suavemente, hazlo, pero yo te guiar, y no permitir que nadie lo vea.
En ese instante, sent que el aire no me llegaba a los pulmones. Buscaba provocarle y lo haba
logrado, pero no me esperaba esa reaccin. Ahora tendra que sopesar si quera seguir o no con el juego
que me estaba planteando. Casi sin tiempo para pensarlo, decid seguir.
Estbamos uno frente al otro, por lo que me hice a un lado y me dirig hacia la silla donde dej la
gabardina. Declan se me qued mirando apesadumbrado, pensaba que iba a recoger mis cosas y
largarme, pero par su sorpresa y la ma propia, cog mi bolso, saqu el pauelo azul y se lo entregu.
Tom mis muecas y las junt. Anud el pauelo alrededor, y en ese instante sent como la electricidad
bulla en mis venas. Otra vez estaba perdida; sent la humedad entre mis piernas en el momento que se
acerc un poco ms a m y roz su nariz con mi mejilla, aspirando mi aroma. S, solo l poda hacerme
sentir as
Ven, hoy vas a aprender otra leccin, dijo con voz ronca, y te prometo que despus de esto,
todo cambiar.
Nos dirigimos a la silla de castigo y me hizo ponerme de rodillas encima de ella, con las manos
apoyadas en el respaldo y mi trasero en pompa. Despus me at los tobillos a cada uno de los amarres
laterales, dejndome con las piernas muy abiertas y totalmente expuesta a l. Despus, con una parte del
pauelo, me sujet a los amarres del respaldo de la silla, y as me tena inmovilizada, tanto de manos
como de pies. Tir un poco de las cuerdas y del pauelo para comprobar que estaban firmes, pero que no
me hacan dao y se fue hasta la cmoda. Gir la cabeza para intentar ver lo que haca, pero su voz me
detuvo de inmediato.
No, Henar, yo no te he dado permiso para que mires, refrend con un tono de voz que provoc
cosquilleos en mi vientre, quiero que veas, pero solo lo que yo quiera.
O cmo abra el cajn de la cmoda y lo volva a cerrar. Se acerc, se puso a la altura de mi cara,
y entonces vi que en su mano llevaba una pala de azotes de piel con piedras adornando en la empuadura.
Meda como unos treinta centmetros de largo y tena el grosor suficiente como para dar tanto azotes
fuertes como ms dbiles para provocar dolor. Se me puso un nudo en la garganta y las rodillas me
fallaron un poco. Pero si quera llegar al final, tena que disimular todo lo que pudiese mis sentimientos.
No te voy a hacer dao, nena, y le mir levantando una ceja por la irona que me producan
sus palabras, ya que a veces, los sentimientos hacen ms dao que los golpes, no un dao que no
puedas soportar.
Se coloc detrs de m y empez a darme unas suaves caricias con la mano en mis glteos mientras
sus labios me laman desde la nuca hasta el final de la espalda. Mil sensaciones asolaban mi cuerpo, mi
respiracin entrecortada me delataba y mi interior peligraba, porque no estaba dispuesta a entregarme a
l de la manera que quera, tena miedo de flaquear y hacerlo.
Acerc la pala a mi trasero y me acarici con ella. Leves movimientos circulares para, supona,
prepararme para lo que vena a continuacin.
Se quit la americana y se subi las mangas de la camisa, de modo que, con la pala en la mano le
profera un poder que me excitaba sin quererlo. Me agarr de un hombro y volvi a ponerme la pala el mi
culo y sigui con las caricias, se acerc a mi odo y el susurro de sus palabras erizaron el vello de mi
nuca.
Ests segura de que quieres esto?, pregunt solemne, porque una vez que empiece no voy
a poder parar, quiero ver cmo te entregas a m.
Sabedora de lo que sus palabras implicaban, cerr los ojos y mir en mi interior la verdadera
respuesta, y el miedo me desconcert al averiguar que realmente s que quera eso, y lo ms fuerte, lo
necesitaba. Ansiaba el poder que Declan tena en m en ese instante.
S, lo anso, Seor, no se esperaba que asintiese y mucho menos que lo llamase Seor, por lo
que suspir fascinado y a su vez aliviado por mi respuesta. Hasta yo misma me sorprend.
Un golpe seco de la pala me agarr de sorpresa y sent un escozor que solo las caricias de su mano
aliviaron de forma temporal, porque otro impacto, esta vez algo ms fuerte, provoc que mi flujo
empezase a mojar mis sensibles labios vaginales. Continu con dos ms seguidos que vibraron en mi
cltoris y una sensacin de ahogo que nunca haba sentido antes, inund mi cuerpo de manera que me hizo
estremecer hasta el punto de suplicar para que me penetrase.
Tienes la piel sonrosada, un color precioso para tu dulce culito, nena, sus labios se acercaron
a mi dolor y fueron el blsamo que necesitaba para calmar el dolor y activar cada uno de mis sentidos.
No me haba dado cuenta de que contena la respiracin, hasta que de repente solt todo el aire que
contenan mis pulmones. La sonrisa de Declan pegada a mi culo demostraba su satisfaccin por mi
sometimiento. l no se haba dado cuenta, o al menos eso crea yo, pero estaba empezando a flaquear;
porque una accin como esa, estaba minando mis defensas y estaba rozando la delgada lnea entre
mantener mi control o cedrselo del todo.
Un reguero de besos desde el lbulo de la oreja, pasando por el hombro y la columna hasta mi
trasero, me estaban preparando para su siguiente ataque. Tom un bote de lubricante, se puso un poco en
los dedos y tortur cada una de las terminaciones nerviosas que rodeaban mi placer, que se estaba
endureciendo a la vez que mis olvidados pezones. Me mora por pellizcrmelos y mitigar su reclamo,
pero supuse que esa era la idea de Declan, que suplicara atencin en ellos. Por Dios, no me lo poda
permitir! Le iba a dar todo!
Sus dedos obraron su magia situndome al borde del orgasmo, pero justo en ese punto en el que me
hallaba, retrocedi su tortura hasta llegar a mi ano y continuar ah lubricndome, hasta que poco a poco
fue introduciendo un dedo, metindolo y sacndolo con ligereza, despus otro, y hasta que por fn me
hubo dilatado lo suficiente, sac del bolsillo del pantaln un plug anal de silicona y cambi el tormento
de sus dedos por el tapn. Me avasallaba con el tapn por un lado, y con los dedos en mi cltoris.
Mltiples sensaciones embriagaban mis sentidos. Me senta incapaz de hablar, solo gema sin control y
poda notar cmo mi razn se escapaba entre sus manos.
As es nena, deca entre dientes, as es como te quiero ver, entregada a m, sus bceps se
marcaban con el violento movimiento de sus brazos, mientras su entrecortada respiracin azuzaba mi
deseo. No puedo ms, apart los dedos de mis pliegues, dejndome de nuevo con el orgasmo
latente.
Se desabroch los pantalones, dejando tan slo a la vista su erecto pene que me llev a la cara
para que pudiese ver cmo la primera gota de su semen brotaba de su firmeza. Me mostraba su poder o al
menos eso crea, porque lo que me dijo despus, me dej atnita.
Ves lo que provocas en m?, pregunt ladeando la cabeza, T tienes el poder, nena.
Se coloc de nuevo detrs de m y sin ms prembulos y con el tapn todava dentro de mi culo,
entr en mi vagina de un empelln que provoc el mejor y ms intenso orgasmo que haba tenido jams.
Sensaciones de placer roto cosquilleaban mi cuerpo y penetraban hasta mi alma.
Un grito de placer sali de mi garganta y fue el aliciente suficiente para que Declan aumentase sus
embestidas y sus gemidos se alzasen en el silencio de la habitacin. Me estaba desarmando. Me llevaba a
su terreno, y yo me dejaba guiar. Y no, no lo poda hacer! Deba mantener el control! Sac su pene de
m, para volver a entrar tan suave y profundamente, que le llev al orgasmo y a m me removi mi
interior, mi conciencia. Un aplastante segundo orgasmo me devor hasta que pronunci su nombre en un
ahogado grito.
Casi sin tiempo a reaccionar, sali de m, me quit el plug, me desat y me puso frente a l. Ms
besos por mi cuello y por mis abandonados pechos minaban mi control. Quera ms, y si yo no le paraba
lo conseguira. Ansiaba poseerme entera, pero un momento de cordura me despert de mi sensual sueo y
me abandon al rencor que me llev hasta aqu.
Ves lo que se siente cuando confas en alguien?, le mir con gesto adusto, Que le das, todo
y eso, cuando no te creen duele, vaya si duele, mi amor
Le apart de un empujn, me dirig a por mi gabardina y sal corriendo de all sin mirar atrs.
Llegu al saln comn y me acerqu a Charo, que me miraba expectante.
Te lo regalo le dije con desprecio es todo tuyo. Ya tengo lo que quera de l...
Hu hacia la puerta de salida, cuando escuch el desgarrador grito de Declan llamndome desde el
interior. Fui a la parada de taxis y me mont en uno. Mir por la ventana de atrs y vi como Declan corra
detrs de m.
No me alcanz. No pudo, su cara de desesperacin lo deca todo.
Ahora iba a saber lo que se siente cuando no confan en ti. Lo que no me imagin es que yo me
sentira as cuando lo hiciese...
Captulo 16
El amor o el odio hacen
que el juez no conozca la verdad
(Aristteles)
Dos semanas de tormento despus, me senta igual o peor, maldita sea! Dicen que el hombre es el
nico animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra. Pues si, me tema que esta vez ms que
nunca. Aquella aciaga noche, son tantas veces mi telfono, que se qued sin batera, desde entonces, no
lo he vuelto a encender. Mejor, segua sin tener respuestas para l. La nica llamada que respond por
algn motivo que desconozco fue la de Alec, y todava resonaba en mi memoria.
Alec por favor, no digas nada, no dije ni hola, saba lo que iba a venir a continuacin.
Ests loca?, perdn, estis los dos locos?, dijo en tono estridente, joder Henar, te dije
que te iba a ayudar a entrar de nuevo en el Darkness, pero no para esto. No para que os hicieseis ms
dao, en qu coo estabas pensando cuando le provocaste as? Pensabas que no iba a ir dnde ti?En
qu puto mundo vives?Esto no es un juego, ni una novela de esas que leis las mujeres, es la vida real!
Puedes haber ofendido a gente del club!, su tono de voz cada vez era ms alto y la bronca que me
estaba echando era monumental, pero tena toda la razn del mundo y eso no se lo iba a rebatir.
Alec, yo.yo s que met la pata, pero se me fue de las manos, intent disculparme,
cuando Declan entr en la habitacin, deb haberme marchado, pero joder, es tenerle al lado y dejar de
pensar racionalmente!, ya saba que no era defensa, pero tena que intentar arreglar mi imagen con
Alec.
Racionalmente, dices? esta vez su tono era ya del todo chilln,pero que lo dejaste tirado
en medio de una sesin sin dar explicaciones! Ni a l ni a nadie! Joder Henar, que los dueos pensaban
que te haba maltratado!
Que me haba qu?, me llev las manos a la cabeza en seal de arrepentimiento y empec a
agobiarme, No, por Dios!, pero si fue y ah me detuve porque estuve a punto de confesar que
haba sido la noche de mi mayor entrega a Declan
Ya me imagino lo que fue, su sarcasmo rozaba lo impertinente, en el fondo sois los dos
iguales, estis hechos el uno para el otro y todava no os habis dado cuenta...
No estamos hechos para nada, por Dios Alec!, contest enfadada
Mira Henar, mejor dejamos el tema para otro rato que te sientas ms calmada y dime dnde
rayos ests para ir a buscarte, porque Declan ahora mismo es un len enjaulado, y cuando te encuentre, te
va a dar algo ms que un beso,
No, ni hablar!, repliqu a la defensiva
En ese momento, el sonido del altavoz del aeropuerto, delat mi situacin y como un resorte me
levant de mi asiento y empec a mirar a mi alrededor como si presintiese que l haba llegado ya hasta
aqu. Pero la voz de Alec interrumpi mis cavilaciones.
Lo que oigo es el aeropuerto?, grit alterado, definitivamente ests pirada. No te muevas,
no hagas nada. Qudate ah, que voy a por ti.
Pero lo primero, era lo primero, encend el mvil por primera vez en das, y comprob las
innumerables llamadas perdidas que tena tanto de Declan como de Alec. Estaba decidida a solucionar
de una buena vez alguna de las dudas que tena sobre Declan, as que tena que acudir al centro del
problema y enfrentarlo. Bueno ms bien enfrentarla. Averig donde se encontraban las oficinas en las
que trabajaba en la ciudad y me dirig all. Llegu al edificio que estaba cerca de donde me encontraba,
tom aire, entr a la recepcin y pregunt a la amable seorita que estaba en ella cul era el despacho de
la seorita Deborah Jones.
La vi manipular las teclas de la centralita y comprob como, a travs de su manos libres, hablaba
con Debbie, me mir con la cara de telefonista encantada de servir y colg.
Pensaba que me encontrara ms nerviosa, pero por algn motivo, no lo estaba. Tal vez era que ya
estaba curada de espanto o las ganas de acabar con las preguntas que tena en mi cabeza. Llegu al
despacho siete y llam a la puerta, un adelante de Debbie, evit que diera marcha atrs en el ltimo
segundo. Entr y nos vimos las caras. No estaba sorprendida, pero tampoco encantada de la vida de
verme.
Imagin que en algn momento vendras a pedirme explicaciones, dijo en tono firme, y
dado que Charo y yo no nos hablamos desde que fuimos a tu apartamento, era un poco complicado tener
una visita de cortesa suya por aqu.
Dime por qu lo hiciste, ms que a pregunta, sin querer son a ruego.
Por qu hice el qu?, empezbamos mal, una pregunta respondiendo a otra. Me tema que no
iba a estar muy participativa.
Vamos, Debbie, y me fui acercando a su escritorio poco a poco, no te andes con rodeos a
estas alturas, conseguiste lo que buscabas, separarnos, puse los brazos estirados encima de su mesa y
la enfrent, pero ya s la verdad, aunque prefiero escucharla de tu boca.
La verdad?, se rio amargamente, ya no s cul es la verdad de todo esto, se levant de
su asiento y se acerc a m, no con intencin de intimidarme, como yo pens, sino que se sent en una de
las sillas que estaban frente a su escritorio y me invit a sentarme en la otra con la mano. Se estaba
poniendo a mi altura, esto no iba como yo pensaba. Le amaba, de una forma casi enfermiza, ya eran
dos, Charo y ella, hubiese hecho lo imposible por tenerle a mi lado, pero comet el error ms grave de
todos en estos casos, el de mi arrogancia.
>> Cuando Declan me dej, me volv loca. Me enter que estaba embarazada, pero saba que l no
se iba a casar conmigo porque lo estuviese. Es generoso, pero no estpido. Nunca negara a su hijo, le
dara todo, sera un buen padre. Pero jams se unira a una mujer si no la amaba, y yo lo saba. l solo
estaba enamorado de una, y aunque pele consigo mismo por olvidarla, ya que pensaba que introducirla
en su mundo no era algo bueno para su delicada Henar, no pudo. As que busc la forma de llegar a ser un
gran Amo para ti, y solo para ti. Te nombraba cuando me follaba y eso dola, vaya si dola! l lo haca
todo por ti. Es increble, un hombre con un poder de autocontrol como el suyo, que lleva en sus manos
cientos de vidas, se doblega ante el amor de su vida<<
Me qued atnita con sus palabras, realmente Declan me amaba, tanto que el miedo a perderme
provoc que cometiese todas esas estupideces. No era falta de confianza, era miedo.
>> Me dola tanto saber que nunca me amara, a pesar de que llevaba su hijo en mi vientre, que
solo se me ocurri darle donde saba que ms iba a hacerle dao, t. Lo del beb fue un dao colateral.
No tena intencin de que pasara. Pero senta tanta rabia, que fui donde la persona menos indicada para
que me castigara, pero no le dije que estaba embarazada. Una de las normas que debes cumplir es dar a
conocer tu estado de salud, yo me lo salt a la torera y sufr las consecuencias. Senta tanto rencor, que no
med los efectos de mis acciones. El sentimiento de culpabilidad fue tan grande, que para taparlo, culp a
Declan de todo. Y de paso, me sali redonda la venganza. Lo que sucede, es que a veces, los
remordimientos de conciencia por los actos de una mujer despechada, pasan factura<<
Y Charo?, qu pinta en todo esto?cmo te convenci?, pregunt dolida
Charo, como toda mujer despechada que busca venganza, se aprovech de mi dolor y le sac
partido. levant la mano en seal de rendicin, no la culpes por ello, yo me dej.
Y por qu ahora dices la verdad si ya conseguisteis lo que buscabais, separarnos?, no
entenda su supuesto arrepentimiento.
Porque la satisfaccin no es la que me esperaba, y porque, por ms que lo suee Charo, el
corazn de Declan jams ser suyo, se levant, se acerc a m agachndose y apoyando los brazos
estirados a los lados del asiento, ya tiene duea. Y solo su duea tiene la capacidad de darle lo que
quiere.
No entiendo lo que quieres decir, le dije arqueando una ceja.
Que Declan ser un Dom, querida, pero t eres la absoluta duea de su corazn y eso le pondr
a tus pies tarde o temprano. Esa es la verdadera naturaleza de una Sumisa. Saber que, en realidad es ella
la que tiene todo el poder. Y t, para desgracia de las dems, lo tienes sobre l, ms de lo que crees.
Se incorpor y se dirigi a la puerta. Me invit a salir haciendo el gesto con la mano y yo, sin
rechistar, lo hice. Me diriga hacia el ascensor cuando ella intervino antes de que entrase en l.
Ahora t, Henar, debes averiguar qu quieres hacer con ese poder, y cerr la puerta.
Captulo 17
"Si vas a hacer algo relacionado con el sexo,
debera ser cuanto menos genuinamente perverso."
(Grant Morrison)
Dej el edificio con las ideas ms claras de lo que yo pensaba cuando aterric en Escocia.
Tambin tena claro que mi tiempo se estaba agotando antes de que Declan me localizase. Debbie no
tardara en ponerse en contacto con l para comunicrselo. No saba por qu, pero saba que se lo iba a
decir. Supuse que para intentar reparar el dao que nos hizo. En cualquier caso, yo no me encontraba
todava con fuerzas suficientes como para enfrentarme a l, primero tena que procesar toda la
informacin que haba recibido de ella, que por otra parte certificaba casi todo lo que me haba dicho
Alec. Adems quera saciar mi curiosidad por ese mundo al que Declan perteneca, y que alguien como
yo, que llevaba toda mi vida practicando sexo del convencional, y que a lo sumo haba jugado alguna vez
con unas esposas, no estaba acostumbrada a ver ltigos de cuero, collares de Sumisa o arneses en
directo.
Volv al Old Town con intencin de pasarme por el Torture Garden Fetish Club. No estaba muy
segura de lo que me iba a encontrar, pero tena que reconocer que me senta atrada por lo que ese
espectculo me podra ofrecer. Exista haca aos, pero era algo ms limitado. En la actualidad era ms
fcil acceder y toparte en la cara con famosos de la talla de Marylin Manson, Boy George o, la reina del
burlesque, Dita Von Tease; todos conocidos en el crculo del DS y que en la actualidad iban a esos
encuentros para animar el show, que esta vez, y cosas del destino, se iba a presentar en Edimburgo.
Camin hacia mi hotel para cambiarme de ropa y me vest un poco ms acorde con el cdigo de
vestimenta recomendado por el Club, eso s, sin demasiadas estridencias. La preciosa peluca rubia que
llev en el Darkness, para pasar un poco desapercibida; un body de cuero negro, sandalias de tacn
imposible con plataforma plateada, que me haba comprado a travs de una conocida tienda online de
BDSM, ya que todava no me encontraba preparada para hacerlo en persona, y no era por vergenza ni
mucho menos, era ms bien porque las estrictas e hipcritas normas de comportamiento de nuestra
sociedad estaban todava muy interiorizadas en mi cabeza; y por ltimo una gabardina negra con
pequeos ribetes plateados en las hombreras que me llegaba a las rodillas.
Estaba algo nerviosa, era mi primera experiencia en solitario, y hasta cierto punto, no estar
respaldada por Declan me produca una cierta sensacin de desproteccin, pero deba enfrentarme yo
sola a ello si realmente quera saber que se esconda detrs de este mundo.
Cog un taxi que me llev a donde se iba a realizar el espectculo, The Caves, un local subterrneo
que tena varias salas en paredes de piedra, situado bajo los arcos de medio punto que sujetaban el
puente de South Brigde, que lo mismo ofrecan banquetes de boda y actuaciones en directo o, como en
esta ocasin, espectculos varios, en este caso del mundo en el que Declan me haba introducido, y que al
final, era yo la que estaba empezando a querer conocer ms profundamente, el DS. No buscaba aprender
mucho en esa noche, al final la mayora de las cosas, aunque no todas, que pasaban en l eran
exhibiciones, pero al menos me ayudara a comprender.
Un ruido de risas mezclado con lamentos y splicas me hizo mirar hacia arriba y localic un
balcn de hierro y piedra, y en l, haba un hombre agarrando una especie de manguera que escupa un
lquido amarillo, simulando orina. Me qued impresionada, porque justo debajo, unas veinte personas
abran la boca esperando a recibir algo de su particular barman. Las personas imploraban y gritaban
desde abajo descontroladas pidiendo ms del ansiado lquido, y el hombre de la manguera rea y
disfrutaba con la sumisin de ellos. Y la verdad, pareca lo que no era, ya que lo pude comprobar, cuando
unas gotas me salpicaron, y certifiqu que se trataba de champn, menos mal, porque para otra cosa no
crea estar nunca preparada!
Ensimismada en la accin del balcn, no me di cuenta que por delante se acercaba un Amo que
llevaba a hombros una Sumisa con l, dndole azotes y profirindole promesas de futuro castigo. Y no le
habra dado ms importancia, de no ser porque el Amo era el mismsimo Alec, que llevaba consigo a una
Marta, una de las camareras del Darkness, que pareca disfrutar bastante de las atenciones del amigo de
Declan.
Tena el mismo gesto que ya reconoca en mi Amo antes de empezar una sesin; del que se sabe
seguro lo que va a pasar, junto con la sensacin de control sobre la persona que le acompaaba y ese
instante de lascivia contenida en l, que estallara en el instante que la poseyera en cuerpo y alma. La
hara suya sin contemplaciones, solo esperaba que ella no se enamorase de Alec como yo de Declan,
porque entonces s que estaba totalmente perdida. Enamorarse de un hombre que era capaz de llevar tu
mente, tu corazn y tu alma a otro nivel; uno muy superior al de una relacin normal, te dejaba as.
l no me haba visto, pero estaba impresionante, yo dira que demoledor. Iba con unos jeans rotos
a la altura de las rodillas. En la parte de arriba tan slo unos tirantes de cuero y una visera negra en la
cabeza que le llegaba a los ojos y le daban un aspecto sensualmente malvolo. Vamos, para alterar las
terminaciones nerviosas de cualquier mujer que anduviese por all, incluida yo. Y es que Alec desprenda
ese halo que, como Declan, haca que todas las fminas entrsemos en celo por pura inercia, y adems
era encantador. Era una pena que en m no despertara los mismos instintos que Declan, a lo mejor podra
ser feliz con alguien como l. Pero es que Declan haba fulminado todas las neuronas racionales que me
quedaban y mi cuerpo solo reaccionaba a su tacto.
Continu mi camino hacia una de las salas privadas y pude ver cmo un grupo de personas
observaba a alguien. Otra vez mi curiosidad pudo con mi cautela y me acerqu todo lo que pude a la
escena. La intriga se impuso a la prudencia y no pude evitar acercarme a aquel lugar.
Una pareja formadas por un hombre y una mujer estaban colgados de una especie de columpio, que
a su vez se sujetaba a unas cuerdas del techo, en lo que se podra considerar una postura imposible. Ya
que ambos tenan ataduras alrededor de sus piernas, que cumplan la funcin de arns, y entre ellos, una
correa les una a ambos a la altura de las caderas amarradas por unos mosquetones.
La postura inicial era la ms sencilla, ella sentada encima de l a horcajadas, mientras se produca
la penetracin. l pareca ordenar cada movimiento, ella lo cabalgaba sin piedad, como si cada vez que
arremeta contra l una fuerza superior le obligase a ello. No dejaban de mirarse a los ojos, y fue cuando
me di cuenta. Su nivel de conexin era tan alto, que no les haca falta hablarse para saber qu es lo que
deban hacer a continuacin. Una mirada, una accin, que bien poda ser un beso, una embestida. rdenes
sin palabras que dejaban con la boca abierta a cualquiera que presenciase el acto.
Eso me hizo pensar en Declan y en m. Entre nosotros subyaca una enorme energa que era capaz
de solapar cualquier cosa que sucediera alrededor nuestro mientras estbamos en una sesin, pero,
seramos capaces de llevarlo al mismo nivel que una pareja como la que estaba observando? dnde
estaban los lmites de nuestra conexin? qu tipo de sentimientos nos mova? era slo atraccin sexual?
habra amor, uno lo suficientemente grande como para llegar a ese punto de unin? Tena claro que en el
caso de la pareja que tena ante mis ojos no poda obtener la respuesta. En el nuestro, y despus de todo
lo acontecido, mis sentimientos estaban tan confusos, que el lmite entre sexo bestial, la dominacin y
profundo amor era difuso. O tal vez no.
La siguiente parte de la escena me devolvi la mirada de nuevo a ellos, porque por un segundo,
sent que me encontraba en medio de una actuacin del Cirque Du Soleil, ya que l solt la cuerda que les
una por la cadera, y tras un salto casi acrobtico por encima de ella, logr ponerse por detrs, puso su
culo encima de su pene, volvi a amarrar las cuerdas que les una por las caderas, y de una sola
estocada, y sin prembulos, la penetr por su ano; emitiendo ella un gemido que, no pude distinguir si era
de dolor o placer, pero que a l le oblig a detenerse, la tom el rostro con una de sus manos, gir su
cabeza, y fue en el nico instante que pude descifrar unas breves palabras entre ellos.
Y la escena continu, dejndome completamente sorprendida por el vnculo tan grande que exista
entre ellos. Un momento que devolvi el pnico a mi cabeza y que me oblig a casi corriendo de all.
Tal fue la impresin que caus en m todo aquello, que tropec con uno de los baldosines y a punto
estuve de darme de bruces contra el suelo, de no ser por unas manos que me sujetaron firmemente de la
cintura por detrs, y me atrajeron hacia su cuerpo con posesin. Su olor era fascinante, me nublaba los
sentidos. Acerc sus labios a mi odo provocndome, sabiendo el influjo que ejerca sobre m, y mis
piernas, y lo que no eran mis piernas, empezaron a temblar. Su aliento estremeca cada centmetro de mi
piel. Ansiedad, confusin, desgarro pasional, todo en conjunto. Era como si estuviese en el ojo de un
huracn y me envolviese con su atraccin, calma antes de la tempestad, deseo incontrolado, as era todo
con l.
Te gusta lo que ves, rubia?, pregunt con su sensual y lujuriosa voz. Porque lo que yo veo,
me est volviendo loco.
Captulo 18
Solamente pasaba diez minutos
con el amor de su vida,
y miles de horas pensando en l
(Paulo Coelho)
Por un segundo dej de respirar, porque si lo haca, mis fosas nasales se inundaran del inconfundible
olor a sndalo mezclado con su piel, y entonces, perdera el sentido y me lanzara a sus brazos, pero no
lo hice. En lugar de eso, me revolv en sus brazos, me solt y me gir para ponerme frente a l.
Ya, Declan!, dije bruscamente, basta de juegos!, con un nudo en la garganta intent
continuar, ya no estamos juntos
Eso no te lo crees ni t, interrumpi confiado, cuando dejes de mirarme as y de temblar
cada vez que te toco, entonces pensar que esto ha terminado, pero mientras no voy a cejar en mi empeo
por recuperarte. De modo que, hazte a la idea.
Maldito escocs arrogante!, contest con impotencia, no tienes acaso nada mejor que
hacer que perseguirme? Mira dnde estamos?, estir mi mano mostrndole el espectculo que
tenamos a nuestro alrededor, aqu hay decenas de Sumisas que caeran rendidas a tus pies con un
chasquido de tus dedos, ve a por ellas!, le incit para alejarme de su atraccin, porque cunto ms
tiempo estuviese cerca de l, me sera ms difcil no reincidir en su magnetismo.
Y t? te vas a entregar al primer Amo que aparezca y le vas a satisfacer?, de repente esa
pregunta me desconcert. Yo estaba all y tena claro por qu, pero no le iba a dar el placer de
decrselo, est bien, hazlo, replic con irona, ofrcete al primero que aparezca, que yo estar
aqu preparado para darle un puetazo a l, y unos azotes a ti, si permites que toque lo que es mo. me
amenaz sealndome con el dedo.
Imbcil, le insult intentado romper el clima que se estaba empezando a formar a nuestro
alrededor.
Preciosa, ests preciosa, se acerc a mi rozndome a propsito mis pezones con su pecho,
hacindome estremecer, ahora vete, investiga y vuelve a m, mi gir para marcharme, pero me sujet
del brazo, porque yo estar aqu cuidando de ti.
Y lo estuvo, vaya si lo estuvo. No haba paso que diese sin tener su mirada pegada mi espalda.
Bueno a mi espalda, a mi trasero, y a cada una de las partes de mi cuerpo susceptibles de ser tocadas por
un extrao. Hasta cuando un camarero se acerc para servirme champn, pude ver cmo le parta la cara
desde la distancia. Casi no pude evitar rer al ver su actitud, pero as era l conmigo. Posesivo,
dominante, feroz y s, posiblemente enamorado, como yo de l. Tena que reconocer que mi actitud hacia
l era la misma, porque era ver acercarse a una mujer donde l estaba, y me daban ganas de acercarme y
liarme a bofetadas con ambos. Pero deba contenerme, era una mujer con una misin all dentro, y si
quera entrar en un mundo como el que tena ante mis ojos, deba observar las cosas con perspectiva,
pero con la ma. No con Declan revoloteando a mi alrededor como un buitre.
La msica que sonaba en el ambiente me lea el pensamiento. Los acordes de Inner Smile de Texas
deca de m en voz alta lo que yo pensaba.
'Cos you make me feel
(Yeah, yeah, yeah)
'Cos you make me feel wild
(Yeah, yeah, yeah, yeah)
You touch my inner smile
(Yeah, yeah, yeah)
You got me in the mood
(Yeah, yeah, yeah, yeah)
So come on make your move and free me
You make my wishes as much as
Your kisses make me blue
If I'm a river, where will you skate away to
But maybe, I'm ready, I'm falling into you
Porque t me haces sentir
Porque t me haces sentir salvaje
T tocaste mi sonrisa interna
T me pusiste en disposicin
As que ven y has tu poder
y librame
T cumples mis deseos
tanto como
tus besos me ponen triste
Encontraste mi ro
Ahora t lo hars
Escapars lejos tambin
Estoy lista
Estoy cayendo en ti
Caminaba entre la gente absorta en mis pensamientos sin darme cuenta que haba llegado a uno de
los salones que, aunque normalmente es abierto, en ese instante estaba cerrado por biombos de metal.
Entre las rendijas se poda vislumbrar un pequeo saln con sofs de cuero marrn y una mesa de madera
en medio de la estancia, lmparas esquineras le daban un aspecto ntimo a la estancia, pero lo que me
llam la atencin, fue que me qued mirando sin vergenza alguna, lo que pareca el final de una sesin,
con sexo incluido, donde una mujer miraba arrebolada al infinito, satisfecha, despus de un orgasmo y un
hombre, a mi espalda se masturbaba hasta el clmax. Me excit al verlos, pero no por la escena en s,
sino por la idea de imaginarme en esa misma situacin con Declan. Se me eriz el vello de pensarlo.
Pero el asombro fue mayor, cuando al darse l la vuelta, me percat de que la pareja que estaba
observando eran Alec y Marta, inmersos en un halo de lujuria, y que yo, en un momento de curiosidad
licenciosa, me qued mirando como una voyeur a la espera de lo que iba a pasar.
Me caus impresin, pero en ese instante, lo nico que me apeteca era ir a buscar a Declan para
repetir la experiencia que haba presenciado, pero me contuve. Deba pensar con claridad cada uno de
mis pasos. Le quera conmigo, pero con mis condiciones.
Segua cavilando sobre mi situacin, cuando sin darme cuenta, di un paso atrs y golpe una de las
sillas que estaban a mi alrededor y que yo no haba visto. El ruido hizo que Alec mirase en mi direccin
y se percatase de mi presencia. Pensando que iba a salir a increparme por mi insolencia, me gir
rpidamente para marcharme, pero al hacerlo, me choqu con el torso del hombre de mis pesadillas,
bueno, ms bien de mis sueos hmedos, que, al verme sonrojada, me sonrea de medio lado y con ese
aire de eterna suficiencia que me sacaba de mis casillas, pero que a la vez me desarmaba, maldito
corazn!
Me parece que Henar no ha sido buena chica, afirm sarcstico.
Yo.yo. titubeaba de la pura vergenza que senta, pero tambin porque l con su actitud,
y en esa situacin, me ganaba. yo me confund, no pretenda cotillear, espet intentado
recomponerme.
Te gust lo que viste?, pregunt suspicaz, porque parecas muy interesada, no saba que te
gustaba mirar.
No es eso!, contest ofendida.
Intent hacerme a un lado para salir de all y de su interrogatorio, pero me agarr del brazo para
detenerme. Acerc su boca al lbulo de mi oreja izquierda, suspir y me lami con una delicadeza que
me turb y me arranc un gemido.
Entonces, qu es?, y as acabamos con este tormento que nos encadena a los dos, dijo con un
deje de splica.
No es nada, Declan, ya no es nada, me solt vencido y yo sal corriendo, porque saba que si
me quedaba, caera rendida a sus pies, y por el momento, no estaba preparada.
Tom la puerta de salida, porque s, estaba huyendo. Pero no lo haca de las situaciones vividas
dentro del club, lo cierto es que eso cada vez me atraa ms, estaba descubriendo una parte de m que
desconoca. Hua de l, otra vez, de los sentimientos tan fuertes que me despertaba, del anhelo que senta
por su contacto, de las sensaciones que se avivaban cuando estbamos cerca el uno del otro, de lo denso
que se tornaba el clima antes de besarnos. Estaba aterrada, estaba perdidamente enamorada de l y cada
vez me costaba ms escapar.
En esta ocasin, con los tacones que llevaba, no me dio tiempo a llegar al taxi. Declan me atrap
mucho antes. Ya se saba de sobra mi estrategia. Me agarr firmemente por detrs para evitar que me
soltara de sus brazos. Acerc su nariz a mi cabeza y empez a aspirar mi aroma con desesperacin.
Por favor, escchame, suplicaba, por primera vez lo escuchaba suplicar de verdad, con
miedo, no sabes lo duro que esto est siendo para m. No esperaba llegar a sentir lo que siento por ti,
Henar.
Y yo? T qu crees qu siento yo?, respond sollozando, hablas de esto como si
solamente fueses t el que est enamorado, pero todava no hemos hablado de m.
Me solt un poco para girarme y ponerme frente a l. Me puso las manos en las mejillas
acaricindome con los pulgares y me mir con sus maravillosos ojos azules que, por la forma de hacerlo,
derritieron mi corazn.
Dame la oportunidad de demostrarte que ya no tengo miedo de perderte, dijo respirando
entrecortadamente.
Y por qu ahora ya no tienes miedo?, pregunt con irona.
Porque ya te he perdido.
No apart sus ojos de m, a la espera de mi respuesta. Al ver que yo no deca nada, los cerr y
pos su frente en la ma. Yo no saba que decir. No quera dar una respuesta atrapada en sus brazos, en su
hechizo, deba pensar con claridad la respuesta, porque si lo haca en ese instante, entonces sera yo, la
que por miedo, me precipitase. Porque s, porque estaba aterrada, pero no era por l y por lo que senta
haca m no, era pnico por lo que yo misma senta hacia l. Me di cuenta de que lo nuestro era tan
grande, que otro paso en falso nos podra destrozar definitivamente si no aprendamos la leccin de lo
que habamos pasado. As que con toda la firmeza que pude, puse mis manos sobre las suyas, las apart
de mis mejillas, me alej un poco de l y respir hondo sopesando lo que iba a decir.
No s si estoy preparada para una relacin tan intensa como lo nuestra, y es que lo era. No
podamos acercarnos sin sentir que la densidad de nuestros sentimientos nos atrapaba hasta la
extenuacin, es todo tan enrgico, que cada vez que nos separamos, tengo la sensacin de que pierdo
una parte de mi alma, par un segundo y volv a tomar aire, y s tienes razn, yo tampoco esperaba
sentir esto. Y por eso, ahora, te pido, y coloqu las manos en forma de splica, que me des espacio
Declan, por favor, porque necesito aprender a vivir con esto. Con el corazn aleteando cada vez que
ests cerca, con la idea de necesitar que me toques para poder seguir respirando, porque ahora se trata de
m. Dame la oportunidad de saber si soy capaz de asimilar todo esto, incluida tu forma de vida, pero
sola, no contigo a mi alrededor todo el tiempo. Por favor.
Dio un paso atrs y agach su cabeza vencido. Apret sus ojos con fuerza y soltando un resoplido
volvi a abrirlos y me mir.
Est bien, t ganas, me mir apesadumbrado, no voy a perseguirte ni a llamarte hasta que t
pienses que ests preparada para una respuesta. Pero recuerda esto, TE AMO, solo t y llegado el caso,
har todo lo que est al alcance de mi mano para que vuelvas conmigo y no quieras separarte nunca ms.
Sin decir adis, algo ya habitual en l, se dio la media vuelta y se fue, pero no al Club, cogi un
taxi y se march.
En ese instante son un mensaje en mi telfono y lo mir rindome con sarcasmo. Era l. Tir de la
peluca con desesperacin e impotencia y le el mensaje.
Nunca te voy a decir adis, porque no puedo, porque decir adis es el fin y lo nuestro no puede
acabar, si no es juntos
Por Dios, ese hombre era capaz de leerme el pensamiento!
Esas palabras guardaban un gran significado para m, porque ahora tal vez pueda entender que la
primera vez que nos separamos no dijese adis tampoco. Era un hombre imposible, l era as.
Dos semanas ms pasaron desde aquella noche. Y cumpli su palabra. Ni una sola llamada de su
parte, ni un mensaje. Nada, solo yo y mis pensamientos. Cada vez ms claros, por cierto.
En cualquier caso, haba algo que tena pendiente y deba de solucionar primero, Charo. No
pretenda una venganza que me pusiera a su altura, pero s al menos desahogarme. Haba trado un
pendrive conmigo con informacin que haba cogido de la oficina antes de irme, y por supuesto iba a
hacer uso de l. Una informacin valiosa que pretenda regalar a nuestra competencia directa cuyas
oficinas se encontraban en Barcelona, y al aeropuerto me diriga cuando, saliendo, uno de los conserjes
del hotel Caledonian donde me hospedaba, me llam apresurado.
Disculpe, seora lleg a mi resoplando, ha llegado este sobre urgente para usted para entregar
en mano.
Para m? el conserje estir su mano ofrecindomelo.
Mir sorprendida el sobre y se lo cog. Dentro de un sobre lacrado en beige metalizado haba una
nota en papel de Manila escrita a mano, con pluma.
Mi amor, ests invitada a pasar un fin de semana en mi cabaa en Glencoe, un coche pasar a
recogerte hoy por la tarde para llevarte all y dnde confo que te ayude a tomar una decisin.
Declan
Captulo 19
Basta un instante para tener un collar
y muchas sesiones para merecerlo
(Didak)
No estaba segura de haber tomado la decisin acertada hasta que llegu all. Me baj del coche y
mir a mi alrededor. Cientos de recuerdos se agolpaban en mi cabeza. Una mezcla de nostalgia y desazn
se juntaron, pero me hice la valiente, tom aire y me dirig a la entrada de la cabaa.
Abr la puerta y todo estaba a oscuras, pero la inercia, en medio de la opacidad, me llev
instintivamente a su habitacin. No estaba nerviosa, no tena miedo. Pero la ansiedad me provocaba
fuertes latidos en mi corazn.
Me par frente a la puerta, puse la mano en el pomo y de nuevo respir fuerte ante la repentina
falta de aire en mis pulmones. La puerta se abri y la tenue luz proveniente de la lmpara de pie tan slo
me permita vislumbrar la cama, la cruz de San Andrs y el perfil de algo que estaba justo al lado. Entr
despacio intentando recrearme en todos y cada uno de aquellos muebles que haba en la estancia, pero
con esa luz casi ni poda distinguirlos.
De repente un ruido que provena de la pared donde estaba la cruz me sobresalt y a tientas me
apresur a buscar un interruptor. Mis nervios empezaron a aflorar cuando atisb un movimiento en la
sombra que estaba junto a la cruz. De nuevo otro ruido proveniente del crujido de madera me asust y me
provoc la tentativa de huir, pero el sonido de una voz me detuvo.
Me llev la mano al pecho y la piel se me eriz. Mis pies se impulsaron hacia el reflejo de la
sombra de Declan hasta que lo alcanc y me detuve frente a l. La impresin de lo que cre ver me cort
la respiracin y sin pensarlo me di la vuelta y me dirig de nuevo a la puerta, pero no para irme.
Necesitaba urgentemente encender la luz y certificar lo que mis ojos haban credo advertir.
Con las manos temblorosas, la encend, gir mi cabeza y ah estaba l. Junto a la cruz de San
Andrs, mi amor estaba sentado en la silla de castigo, sin atar, con sus maravillosos ojos azules cerrados,
aparentemente tranquilo y las manos apoyadas en el reposabrazos.
Yo en cambio, temblaba. Lo haca como la primera vez que estuve all, pero en esta ocasin no por
miedo, sino de emocin; la que supona contemplar al hombre de mi vida sometido a m, pero tambin
impresionada por su forma de hacerlo. Sinceramente, jams me imagin en esta situacin, y mucho menos
con l. Pero lo que realmente me dej sin palabras y con la esperanza de que, tal vez, lo nuestro podra
funcionar, fue la entrega que demostr. No slo con la accin, sino porque mis propios ojos fueran los
que viesen a Declan con un collar de sumiso alrededor de su cuello
Se estaba entregando a m, y lo haca por m. En un alarde de extrema confianza, me lo estaba
dando todo, hasta su sumisin. Algo que mujeres como Charo o Debbie intentaron obtener de l pero
nunca consiguieron.
Lo mir, de arriba abajo, Dios, nunca me cansara de hacerlo! Llevaba aquel sexy traje verde
de la poca Tudor que una noche le vi en el Darkness y que le quedaba de delito.
Verlo en esa postura, sentado y con la cabeza agachada, mostraba una vulnerabilidad impensable
en l semanas, qu digo semanas, meses atrs.
El collar de sumisin me desarm. Me agach frente a l, pero justo en el preciso instante en el
que iba a agarrar la gargantilla para soltrsela, su mano izquierda atrap mi mano derecha y neg con la
cabeza.
Llev mi mano a la cadena que penda del collarn y la dirigi hasta la argolla que haba al final
de esta. Me oblig a sujetarla y tirar de ella.
Mil emociones amenazaban con desatarse en mi interior mientras poda sentir las rpidas
pulsaciones que de la garganta de Declan brotaban. l tambin estaba sumergido en un mar de
inquietudes, y en ese momento, pareca ya no querer controlar. Sent un nudo en mi pecho y quise soltar la
argolla que me una a l, y que a m sin pedirlo ni quererlo, me daba el poder, uno que en el fondo
tampoco estaba segura de tener, porque, a fin de cuentas, era l quin sujetaba la argolla a mi mano
firmemente.
Al darme cuenta de que esa lucha la tena perdida, con mi mano libre tom su barbilla y le levant
la cabeza, y entonces, un duelo de miradas se inici entre los dos. Se podra decir que la dura era la suya,
pero hubiese mentido. Tras su mirada azul, se poda dilucidar un atisbo de splica, tras la cual me rogaba
que no lo soltase, que me quedara a su lado, que yo era su refugio.
No poda intuir que era lo que se propona, pero logr que me quedase impvida. No saba qu
hacer, si salir huyendo o abrazarle y decirle que no, que yo era suya, que toda mi vida giraba a su
alrededor. Todo esto me quedaba enorme, yo su Ama y l mi Sumiso? No imposible, no poda creer que
l ahora reaccionase as ante m.
Empezaba a sumirme en un pequeo caos, en el que mi alma se desmoronaba de sus endebles
cimientos, cuando fui capaz de reaccionar, y por fn revel la pregunta que estaba rondando en mi cabeza.
Y por qu ahora?, le pregunt mientras las lgrimas amenazaban con brotar por mis mejillas.
Porque todo lo que quiero es a ti, y por ti soy capaz de hacer cualquier cosa, hasta postrarme a
tus pies si es necesario, y lo estaba, en ese momento lo estaba. Solo entiendo de un tipo de
sentimiento de pertenencia, nena, y si para que entiendas que soy tuyo, tengo que hacer esto, apret su
mano ms entorno a la ma para aferrarme a la argolla, entonces tira de m, porque tengo intencin de
arrastrarme por tu perdn, porque me escuches, por volver a tocarte. Pero, eso s y entonces su mirada
se torn feroz y volv a encontrar en sus ojos al Amo que me hechiz, si me aceptas de nuevo, te
prometo que jams habr secretos entre los dos, que no volver a mentirte sobre mi vida, que cumplir
todas y cada una de las promesas de confianza que en su momento te hice y que estoy repitiendo ahora.
Que enmendar mi error. Te lo juro por cada una de las lgrimas que derramaste por mi culpa, por cada
una de las dudas que te provoqu y sobre todo, por cada una de las noches de pasin que nos dejamos en
el camino. Ahora bien
Espera, le puse los dedos en sus labios para silenciarle, ahora me toca a m, le sonre
con dulzura, si acepto tirar de este collar, prometo confiar en ti, prometo poseer tu interior hasta llegar
a tu espritu y que t llegues al mo, y entonces vi cmo por primera vez, Declan derramaba su primera
lgrima de admiracin y eso termin por convencerme de lo que deba decir a continuacin, y
someterme a tu voluntad, como t a la ma, porque yo te pertenezco como t me perteneces a m, mi Amo.
Mi Seora...
En ese instante, empez a tirar ms y ms de la argolla, y despus de la cadena hasta que logr
acercarme lo suficiente como para sentarme en su regazo.
Brazos y piernas entrelazados en una tela de araa carnal tejida en torno a un sentimiento, a un
motivo, al amor que sentamos el uno por el otro y que ni las mentiras, ni los miedos haban logrado
hacer desaparecer. Por fn, habamos llegado a un punto intermedio de entendimiento muto, aunque eso
solo fuese el principio de nuestro camino.
Una de sus manos se alej de mi cuerpo para regresar con unas esposas en ella. Abri una de las
pulseras y la coloc en mi mueca, mientras la otra la cerr sobre la argolla del collar. La cadena del
collar era lo suficientemente larga como para permitirnos movilidad, ya que agarr mis manos y las llev
a sus pantalones, donde me invit a que le soltase el cordn del mismo y llev mi mano a su miembro
desnudo. Para ambos fue como dar de comer a un hambriento. l gimi de placer y yo me licu al sentirle
estremecerse. Ejerca de nuevo esa magia sobre m, pero fue sobrecogedor confirmar que yo tambin
tena el mismo poder sobre l.
Unidos fsica y mentalmente, fue en el momento en el que nos miramos a los ojos cuando le dimos
el valor real a nuestra entrega. No solo era sexo, no era solo amor, era pertenencia, y eso iba ms all de
lo que cualquier persona normal pudiese entender.
Empezamos a mecernos en un sincronizado vaivn que nos traslad a un xtasis que solo el
orgasmo provoca. Tir levemente de la cadena y not cmo su ereccin se haca cada vez ms potente, y
entonces, con su mano libre, me agarr de la nuca y me acerc lo suficientemente a l como para dejar su
frente pegada a la ma, mientras mi mano segua apoyada en su pene frotando con sutileza. Una gota de
sudor cay por su sien, destello de su excitacin. Y poco a poco uni sus labios a los mos hasta que
fuimos solo uno.
Pensaba que se poda olvidar una sensacin, pero no, su lengua dentro de mi boca despert el
animal que llevaba dentro, que tan solo haba estado reposando, esperando a su presa para poseerla tal y
como lo estaba haciendo en ese momento. Recorri toda mi cavidad con hambre y lujuria, rozando cada
centmetro de mi piel con una voracidad ajena a m antes.
Meti sus manos dentro de la falda y la llev a mi ropa interior, sin apenas rozarme. Pero ese
simple gesto me estremeci hasta arrancarme un gemido blasfemo. Agarr la tela y tir de ella hasta
desintegrar las bragas en sus manos, y yo..yo ya era solo suspiros y pasin.
Shhhhhhtranquila, te lo voy a dar, susurr en mi odo, ves lo que sentimos cuando
estamos tan unidos? No es sexo, es ms
Otro enarbolado gemido sali de mi garganta, que ms bien pareca una splica. Si me senta rogar
sin apenas haber empezado, no quera saber lo que poda sacar de m en ese camino hasta mi xtasis
final. Pero de lo que no me haba percatado hasta entonces, tal vez porque no lo daba antes a demostrar,
era que yo le provocaba lo mismo. Sus ojos imploraban el placer negado que yo antes no supe
reconocerle, pero que ahora me estaba regalando sin pensarlo. Entonces me di cuenta de ello, no se
trataba de pensarlo, solo de sentirlo, y en ese momento ambos lo sentamos. La electricidad era mutua.
Qu bien se senta ofrecindolo todo! Era eso.!
La situacin empezaba a ser desesperante para ambos, pero el Amo sali de la penumbra y tom
definitivamente el mando. Me tap la boca con la suya y se incorpor levemente para bajarse un poco los
pantalones. Y entonces emergi valiente su ereccin, que con destreza agarr y la introdujo en m,
suavemente, sin prisas. Fue un movimiento preciso que nos hizo cerrar los ojos a los dos, fue mgico. Las
sensaciones de anhelo, deseo, amor, lujuria y pertenencia se mezclaron en la penetracin.
Respir hondo, y cuando estaba toda entera dentro de m, y pensaba que ya no se poda sentir ms,
Declan me agarr de las nalgas y realiz otro amago de embestida que me rompi por dentro y solt el
alarido de placer que solo sale con el orgasmo, aunque no lo fuese. Casi podra decir que haba llegado
hasta mis entraas para hacer una especie de declaracin definitiva de intenciones. Eres ma, quiso
decir con su gesto, y s, lo era.
Empez con su gil y destructivo movimiento de caderas que me llevaba al lmite del orgasmo una
y otra vez, que me haca ms suya en cada acometida. Y cuando pensaba que ya no poda obtener ms
sensaciones de mi cuerpo, un giro de su cadera me pase triunfal hasta mi orgasmo, gritando de felicidad,
desplomando mis ltimas defensas y rindindome a l, acabando con un beso que templ mi alma. S, era
feliz, ahora s.
Nuestra guerra no haba finalizado, porque si antes l me haba conquistado en un asedio asolador,
mi intencin era devolverle todos y cada uno de los momentos de placer con los que me haba atacado. Y
por supuesto que lo hice. Mi Seor se iba a postrar definitivamente a mis pies e iba a rendirse como yo lo
hice.
Jugu con sus gemidos, con su respiracin entrecortada, con cada una de las gotas de sudor que le
caan por la frente. Me mov con una soltura inusitada en m. Lo que tiene sentirse libre para darlo todo!
Esa era la confianza que siempre me reclam, y que con un simple gesto suyo me encamin a drsela!
Pero en un golpe de timn, Declan sujet mi nuca, me acerc a l hasta que nuestros labios se
rozaron y puso esa cara de Amo arrogante que siempre me excitaba tan deliciosamente.
Shhhh, dijo casi en un gemido, lo s, confirm pasando su lengua por mis sonrojados
labios.
Y de repente fui yo, la que con un giro magistral de mis caderas, y a su vez, tirando de la cadena
del collar, le arranqu el orgasmo de su confirmacin, de la nuestra. Fue tal la fuerza con la que lo hice
emerger de sus entraas, que con tan solo sentirlo, me inund yo con otro igual de bestial. Fue un
momento que nos dividi en pequeas molculas de placer, que a su vez se fundan entre ellas formando
una misma dicha.
ramos uno, solo uno. Y aunque este sera el principio de nuestro camino, ahora s estbamos
preparados para cada batalla en comn. Porque, por fn habamos logrado aunar fuerzas para llegar a esa
extrema confianza que manda en una relacin como la que iba a ser la nuestra, pero en la guerra del amor
y el sexo, ya se sabe, cada da es una lucha. A veces ms placentera y a veces menos, pero desde luego,
que en nuestro caso, mereca la pena.
Creo que mi nena ha sido mala, yo tena mis ojos tapados, pero en un gesto absurdo porque l
no lo iba a ver, puse cara de incredulidad, se puede saber de dnde ha salido un alma vengativa de
alguien tan dulce como t?
Pensaba que haba dado los pasos correctos, pero, cmo lo haba descubierto?
Captulo 20
No existe el amor,
sino las pruebas de amor,
y la prueba de amor a aquel que
amamos es dejarlo vivir libremente
(Annimo)
Estaba alucinada, y en el fondo algo asustada por lo que Declan pudiese haber averiguado.
No pretenda esconderlo, ni mucho menos, pero la verdad, es que despus de estos das juntos en
la cabaa, mi mente haba dejado apartado el problema que estuvo a punto de evitar que viniese con l.
Charo.
Lo que sucede es que con los dedos de Declan dentro de m, torturndome, era muy complicado
ordenar mis ideas ante la pregunta que iba a venir a continuacin.
Por qu no me contaste lo que tenas intencin de hacer a Charo?, mientras su dedo corazn
ejerca su magia en mi interior, el pulgar avasallaba mi cltoris con furia.
No era capaz de pensar con claridad en medio de su tortura, como para acordarme de lo que hice o
dej de hacer a Charo. Pero de repente par y me dej a un milmetro de la cumbre.
No voy a dejar que te corras hasta que hables, nena, afirm con suficiencia, as que, habla,
pequea arpa....
A pesar de saber que no me vea, puse los ojos como platos, pero lo cierto es que me conoca
demasiado bien como para saber lo que estaba haciendo.
No te hagas la sorprendida, pequea...., entonces sent cmo se alejaba y regresaba de nuevo.
Traa algo en su mano, lo poda escuchar perfectamente, pero no era capaz de atinar qu era. La
anticipacin me estaba matando, pero en el fondo, y dado que no poda comprobar sus verdaderas
intenciones, estaba un poco asustada.
De repente un ruido en la pared me sobresalt. Era un sonido seco y casi mudo. De nuevo, silencio
y tan slo la fuerte respiracin de Declan sobresala en el ambiente. Los nervios empezaron a apoderarse
de m, y entonces la piel se me eriz. La presencia del caliente cuerpo de Declan alrededor me calm por
un segundo, momento que desapareci al sentir el toque de algo fro en mi pierna y que suba con
suavidad hacia el vrtice de los muslos. Se detuvo, su pausada respiracin pas a ser entrecortada.
Acerc sus labios a mi odo y sopl en el lbulo de la oreja. Saba cmo mantenerme expectante y
excitarme sin hablar el muy cretino. Un lametn en el cuello me hizo estremecer. Me estaba volviendo
loca, era capaz de nublar mis sentidos sin apenas tocarme.
Confas ahora en m, nena?, pregunt insinuante.
No saba a qu vena la pregunta pero estaba claro que tena algn significado para l, y ms en
este momento en el que buscaba sacarme informacin sobre Charo y lo que hice. Tal vez me estaba
poniendo a prueba?, quera saber si realmente confiaba en l lo suficiente como para resistir al examen
al que tal vez tena intencin de someterme? Pues esta vez tena clara la respuesta, no iba a huir, entre
otras cosas porque no quera, iba a darle lo que me peda precisamente porque estaba preparada para
hacerlo, sin titubeos, esta vez s
Confo en ti, Amo, respond firme.
Not cmo la curva de sus labios ascenda en respuesta a mi pregunta. Estaba satisfecho, sonrea.
Era la evidencia que necesitaba, s, me estaba poniendo a prueba.
Entonces, vamos a jugar a algo. Dijo en tono condescendiente, cosa que me alarm un poco
Vas a contarme todos y cada uno de los detalles de tu plan para vengarte de Charo, pero, y entonces
sent cmo el objeto que traa en la mano, lo pasaba entre mis piernas y fue cuando adivin que era una
fusta, si obvias algn detalle, que tal vez piensas que me pueda molestar, su respiracin en mi odo
cada vez era ms entrecortada y fuerte, te castigar, un leve roce de la fusta en mi cltoris me hizo
estremecer y provoc que se me escapara un gemido, en compensacin, si me cuentas toda la verdad,
te premiar con un orgasmo que te har olvidar hasta tu nombre.
Lo primero que me vino a la cabeza era que estaba enamorada de un maravilloso patn sin
escrpulos que tena la intencin de sacarme informacin a base de orgasmos, cosa que por otra parte no
me importaba, pero definitivamente, eso reafirm lo que pensaba, todava tena sus dudas y quera saber
en qu punto estbamos, y yo, por supuesto, se lo iba a dar, pero no sin antes resistirme un poco, tal vez,
lo justo para un pequeo castigo. Una malvola sonrisa apareci en mi mente
Y cmo sabrs que te estoy diciendo la verdad, Amo?, cuestion desafiante
Una sensual sonrisa acarici mi cuello, mientras la fusta empezaba a condenarme.
As que, me desafas, eh, pequea?, replic complacido. Est bien, pues juguemos.
Se retir hacia atrs un poco, y pensando que se iba a alejar, llen de aire mis pulmones buscando
prepararme para lo que iba a venir. Pero me equivoqu, porque no se apart, tan solo se agach para
recorrer con su lengua, desde mi Monte de Venus hasta el montculo de mis pechos, lo que me arranc
otro placentero gemido de placer, para lo que saba que, en el fondo, no era ms que el principio de mi
tortura.
Empecemos, nena, sent un suave latigazo a la altura de mis senos que me caus una mezcla
de dolor y placer, en onda expansiva, se extendi hasta mi entrepierna. Un pajarito me ha dicho, que
antes de venir aqu hiciste algo malo., me dijo con voz cantarina y pegado a mis labios.
Malo?, reaccion confusa. No poda verle pero senta sus ojos pegados a los mos mientras
lo afirmaba, pero malo?, por dios, era una maldita leccin a Charo!, no he hecho nada malo!
Piiiiiiiiiiiiiii, hizo simulando el sonido de una bocina, respuesta incorrecta.
Y entonces hizo algo que me desconcert, porque primero lanz furtivos besos por toda mi cara.
Por la mandbula, el mentn, las mejillas, nariz, hasta llegar a mi boca, para despus castigarme con la
fusta en el ombligo. Me daba y me quitaba, era un autntico grosero.
Nena, te voy a dar otra oportunidad para responder la verdad, la verdad?, pens, agit mi
cabeza en seal de confusin, me la vas a decir?
Solo tena una verdad, y era mi plan para entregar a la competencia todos los clientes de Obelisco,
pero, por qu empezaba a sentirlo enfadado? No me quedaba de otra, por lo que deba contarle un plan
que, para m, era el correcto. Pero confesar con los ojos vendados y sin ver su reaccin era harto
complicado.
Est bien, afirm un poco hastiada, lo que me llev a otra sesin de besos, pero esta vez
desde la cara hacia mi ombligo, con otro latigazo en mis labios vaginales como fn, y con mi excitacin
por las nubes, Antes de recibir tu invitacin, tena intencin de ir a Barcelona con un pendrive donde
llevaba el listado de clientes que tena en la base de datos de la empresa, y entregrselo a nuestra
competencia. ech mi cabeza hacia atrs lo que pude para tomar aire. Estar atada a una cruz no
permita mucha movilidad que se diga. Ese listado contena adems, los presupuestos para los
prximos eventos que bamos a presentar a las empresas, la iba a joder, con todas las consecuencias
Muy mal nena, otro latigazo entre mis piernas y esa vez ya me estaba empezando a cabrear, a
pesar de la extraa excitacin que me estaba causando ese momento, eso no se hace, otro latigazo
ms, pero en esta ocasin, despus del latigazo, una caricia de sus manos alivi el escozor del golpe, y
un beso en cada una de las zonas doloridas estimul de nuevo mi excitacin.
Declan por favor, no s a qu juegas, pero ya te lo he dicho, y la verdad, Charo se lo mereca,
por zorra.
Cario, otro latigazo ms seguido de su apabullante reguero de besos, deberas de saber,
ms besos acompaados de gemidos, que jams voy a permitir que hagas algo que te ponga a la altura
de una arpa como Charo.
Ms besos.
Declan, por favor. me preocupaba pensar que estuviese enfadado por el simple hecho de
haberle declarado la guerra a la infame de Charo, qutame la venda, djame verte y explicar las cosas
bien.
Ms besos.
Confas en m?, esa fue su respuesta, cosa que me desconcert ms si pudo., nena, confas
en m?, responde. insisti
Joder si, lo hago!, respond convencida y la vez fastidiada porque no poda verlo y no poda
saber en realidad cmo se senta.
Est bien, te creo, confirm con arrogancia. pero no te voy a quitar la venda hasta que t
me escuches a m ahora, y si me interrumpes, te castigar con la negacin del maravilloso orgasmo que
tengo intencin de darte.
Tena el pauelo y por lo tanto l apenas poda verlo, pero enarqu las cejas de incredulidad,
estbamos en medio de una conversacin seria? Negacin del orgasmo en medio de una confesin de
venganza? De qu iba todo esto?
Declan..escchame
Lo siguiente que sent fue el zas en mi muslo izquierdo causado por el latigazo con la fusta y otro
reguero de besos que me envolvi en un halo de excitacin que empezaba a nublarme los sentidos.
No, lo vas a hacer t, se apart de mi lado un momento y sent como se alejaba de nuevo y
volva junto a m, has escuchado lo que te he dicho antes?
Me qued pensando.lo que poda permitirme pensar en este momento y recapacit sobre su
pregunta.
Jams voy a permitir que hagas algo que te ponga a la altura de Charo..... Entonces reaccion.
Maldita sea, Declan!, Qu has hecho?, resopl agobiada y sobrepasada por los
acontecimientos que vea venir, hasta que me di cuenta de algo, y, cmo coo has sabido lo de Charo?
Me revolv sobre mi agarre para que me soltara, pero, un sensual toque de la fusta en mis pezones
me activ de tal forma, que hasta me eriz el pelo de la nuca.
Has dicho que confiabas en m, verdad?, interpel, mostrando sus primeros sntomas de
desesperacin. pues ahora seorita, escucha.
Sultame y te escucho!, repliqu.
Me senta como una nia en medio de una pataleta, pero me pareca injusto que me tuviese atada y
sin poder ver, mientras me contaba lo que saba.
Ejem, carraspe, pareca avergonzado, pero como no lo poda ver, no poda asegurar si era
vergenza o burla, te segu.
Qu?, de veras me estaba empezando a enfadar, y s de veras lo deca avergonzado.
Qutame la maldita venda!, me volv a revolver sobre mis ataduras.
Nena.......estabas sola por ah intentado averiguar cosas que.....bueno...yo....estaba preocupado,
joder!.
Declan!
Henar.....clmate, djame acabar y luego te suelto y me juzgas....
Por un segundo pens que si no me soltaba en ese instante, cuando lo hiciese, le pondra en la silla
de castigo y lo dejara en ella hasta que le saliesen canas, pero, una nueva caricia suya me calm lo
suficiente como para recapacitar un poco (solo un poco, me vengara de l....) y pensar que si lo haca en
esa tesitura, era porque lo que me iba a decir, era muy fuerte.
Finaliza!. Pero te juro que esta me la pagas.
Una risa contenida se not en el ambiente.
Creo que me voy a ahorrar toda esta perorata y te voy a castigar, nena.
Declan....
Bueno, a lo que iba, mi amor, ya te voy a dar yo mi amor, pens. Estaba preocupado y no
pude evitar seguirte.
>> El da que te mand el mensaje para vernos, lo hice con una doble intencin, primero, tenerte
conmigo tal y como ests ahora, que no te puedes imaginar cmo me pone verte as, y segundo porque
gracias a la ayuda de alguien que me deba un favor muy grande, pude pinchar tu telfono y averiguar la
cita que tenas en Barcelona y el motivo, lo que me llev a provocarte definitivamente y traerte aqu <<
En ese instante no sabra decir si lo hubiese matado o besado, pero como no poda verle.....
Nena, no poda permitir que cometieses el error de vengarte de Charo, t no. No poda permitir
que te ensuciases con todo esto, cuando la culpa era ma, mis brazos empezaron a relajarse y empec a
tener sntomas de rendicin por amor, as que tom cartas en el asunto e intervine.
Que hiciste qu?, sorprendida y alucinada me tens de nuevo.
En ese momento se acerc a m, solt los amarres de la cruz y me quit el pauelo de los ojos.
Apenas poda ver por todo el tiempo que los tuve tapados y por la propia tensin. Declan estaba frente a
m y me acarici las muecas doloridas por el amarre de las cuerdas y por el esfuerzo de intentar
soltarme. Me destens los hombros y se acerc ms a m hasta estar nariz con nariz. Me dio un beso en
los labios, mientras me acariciaba la mejilla con su mano derecha.
Har todo lo que sea necesario para protegerte y para que confes en m siempre.
Se hizo a un lado y cogi un documento que, por lo que pareca, haba dejado encima de la cama.
Lo acerc y me lo mostr. Cuando comprob de qu se trataba, las piernas me empezaron a temblar y
necesit sentarme con urgencia.
T....t..... tibubeaba ya con las lgrimas en mis mejillas, t has hecho esto por m? t me
amas tanto?
Captulo 21
"Quisiera ser una lgrima para nacer en tus ojos,
vivir en tus mejillas
y finalmente morir en tus labios"
(Annimo)
No era un vestido blanco al uso, ni siquiera pretenda que lo pareciese, pero desde luego me
senta bella, muy bella y sexy; tal y como saba que a Declan le gustara, pero no contaba con tenerlo
puesto en estas circunstancias
Era justo lo que estaba pensando mientras me miraba en el espejo de nuestra habitacin de la
cabaa.
Por nada de este mundo pens que todo acabara as.
No tard ni un minuto en darle el s quiero, sobre todo despus de contarme lo que haba hecho por
m. Desnudo, se coloc de rodillas frente a m, y me pidi que me casara con l.
Su peticin tal vez fue clsica (salvo por lo de su desnudez), pero lo que llevaba con l en la mano
no.
Estir su brazo, abri la palma de la mano y apareci lo que se supona iba a ser el anillo de
compromiso. Un anillo de O. Uno de los emblemas ms importantes en la sumisin y para nosotros iba
constituir el smbolo mximo de nuestra unin.
Era de plata con una pequea argolla con cristales de Swaroski engarzados en ella, y como detalle
final, el smbolo de Triskel en la alianza, las tres alas clticas que representan el equilibrio entre cuerpo
mente y espritu, as como la eterna evolucin y aprendizaje perpetuo. Ese que por fn pareca que
estbamos logrando los dos juntos. Me lo puso y me temblaba la mano.
Una lgrima resbal por mi mejilla y Declan no dud en acercarse y lamerla. Un suave y dulce
lametn que bien poda haber quedado en eso, pero no, con l todo era intenso desde el primer contacto.
No s de dnde salieron, pero unas esposas aparecieron en sus manos por arte de magia. Enganch
una a mi mueca y otra a la suya y juntos nos dirigimos a la cama. Me tumb de espaldas en ella y l
encima, pero sin tocarme, solo senta cmo la energa del peso de su cuerpo irradiaba a mi alrededor.
Cierra los ojos, susurr casi en un respiro. Vamos a celebrar nuestro compromiso.
Los cerr a sabiendas de lo que vena a continuacin, las sensaciones, los segundos de ansia y
necesidad por ser tocada por sus manos y saboreada por su boca; ya que saba que l me iba a hacer
suplicar. Pero, ya no me importaba, cada segundo de rendicin supona, en realidad mi victoria y en
definitiva, su satisfaccin, que en el fondo era la ma. Destino final, el clmax.
No dud ni un segundo de l, ahora ya no. Enloqueca por saber el siguiente paso. Los ojos
cerrados elevaban a la ensima potencia mis sentidos. Pero Declan permaneca esttico, solo miraba mis
reacciones y eso aumentaba mi excitacin. Un leve soplo encima de la curva de mis senos y me retorc de
placer. Arque mi espalda hasta separarme por completo del colchn, pero Declan me contuvo
sujetndome por la cintura y devolvindome a mi lugar.
Quieta fiera, orden en tono firme y sensual. quiero que ests quietecita y no te muevas
hasta que tu Amo lo ordene.
Mi respuesta a su orden no se hizo esperar, porque saba que eso era lo que ms deseaba, el
control, y lo tom. Con su mueca unida a la ma con las esposas, rept como pudo hacia mi ombligo,
torturndome con un reguero de besos y lametones a su paso por cada centmetro de mi sensible piel.
Cuando lleg a la altura de mi pelvis, se detuvo, y entonces not cmo sin tocarme, tan solo con el aire
que sala de su boca me hizo estremecer; me incitaba a que le suplicase ms. Se acercaba y de repente se
alejaba y haca desaparecer el calor que irradiaba a mi alrededor con su cercana. De nuevo lo mismo, se
acercaba, me provocaba con su lasciva respiracin hasta que volva a alejarse de nuevo.
Fuertes emociones flotaban en el aire. Mis ganas por sentirme poseda por su boca me apremiaron
y con la mano libre, le agarr de la cabeza y lo empuj a mi entrepierna. Declan se resisti y sonri con
suficiencia. Me tena atrapada en sus manos y lo saba.
No har nada hasta que supliques, Sumisa me instigo con su obsceno tono de voz, con la
certeza de que me estaba llevando al lmite de mi resistencia, pero tambin sabiendo cul iba a ser mi
respuesta.
En ese instante no pensaba que esto acabara as
Otro soplo y otro gemido cargaron el aire con ms lujuria, si cabe, y mi cuerpo ya estaba rendido a
su boca sin ser todava tocado. Estaba en un punto, en el que pensaba que podra correrme tan solo el
roce de su respiracin. Mi impuro bulto, lata obsceno, suplicando la atencin de sus labios, al ritmo de
los temblores de mi cuerpo. Mientras l me mostraba el poder que tena sobre m con su mirada.
Solo yo puedo hacerte sentir as
Me lo decan sus ojos, porque efectivamente, slo l me haca sentirme as, totalmente poseda y
de rodillas a su voluntad. Pero ahora necesitaba acabar, quera llegar al final, y en un arranque de
ingenio, levant mi mano izquierda y le mostr nuestro smbolo de unin.
Declan, musit su nombre con anhelo, te suplico que finalices mi tormento, en nombre de
la alianza que me acabas de poner, y levantando mi mano, le ense el anillo que confirmaba nuestro
compromiso.
Sonri con la suficiencia del que se sabe ganador, y como un imn, se acerc a mis labios
vaginales y comenz a lamer con ansia, obsequindome con su poderosa lengua un placer infinito, y no
tuvo que hacer mucho ms, porque despus de un par de crculos alrededor de mi cltoris, introdujo dos
dedos dentro de mi cavidad, y sin casi darme cuenta, el clmax me salud desde mis entraas y el placer
recorri cada una de las fibras sensibles de mi cuerpo, hacindome retorcerme como una inocente gatita,
provocando un aullido de satisfaccin que retumb en la estancia, provocando la excitacin a Declan.
Detuvo sus caricias para reptar de nuevo hacia arriba por mi cuerpo, regalndome los mismos besos que
me dio mientras bajaba. Encaj sus piernas entre las mas y me mir a los ojos.
Quieres que siga, nena? dijo mostrando su infame sonrisa de medio lado, mientras mi cara
mostraba a la mujer entregada que l buscaba y que deseaba ser poseda hasta la extenuacin.
Por favor, supliqu por ms, a pesar de saber que l me lo dara, pero l quera verme
suplicar y yo estaba deseando hacerlo.
Su respuesta inmediata fue un embate bestial que me cal profundo. Arremetidas descontroladas le
siguieron y que al final demostraron que l tambin estaba desesperado por poseerme.
Entr una, dos, tres veces, y sus ojos me regalaban intermitentes momentos de pasin y amor.
Gemidos de ambos se mezclaban con erotismo e inundaban la habitacin de sexo mezclado con un amor
eterno, donde dos personas satisfacan sus almas, donde se revelaban sus sentimientos y donde ya no
haca falta demostrar ya nada el uno al otro, solo sentir.
Un ltimo gruido de Declan evidenci que estaba llegando a su final y que a m me bast para
desintegrar mi libido y provocar mi segundo orgasmo.
Iniciamos el viaje juntos entre gemidos, y lo acabamos con un grito atronador, cuando l sinti la
llegada de mi clmax y yo not cmo sus fluidos desbordaban mis entraas, mientras su galope se volva
ms duro y carnal.
De veras no pensaba que esto acabara as
Solt las esposas sin darme cuenta, todava estaba dentro de m y los temblores post orgsmicos
an me hacan vibrar. Puso sus manos a ambos lados de mi cara y me bes con ternura. Su cuerpo
aplastaba el mo, pero no me importaba, su calor me daba paz y me devolva la calma posterior al
orgasmo. Incapaz de no tocarle, coloqu mis manos en su espalda y le acarici la columna. Segua en mi
interior y pude notar el efecto de mis caricias cuando una sacudida de su miembro me despert de mi
breve letargo.
Segua temblando, pero su intensa mirada y sus perversos labios buscaban de nuevo mi entrega.
Me somet de nuevo sin lucha, pero esta vez no buscaba eso. Quera solo a su mujer, a su
prometida. E iniciamos nuestro acto de amor, porque en ese instante, no follbamos, hacamos el amor.
En ese dulce momento, sus embestidas eran suaves caricias en mi interior. Movimientos alejados
de lo obsceno y que ofrecan la esencia interior de mi prometido. El hombre que haca unos minutos
reclamaba su autoridad sobre m, sta vez entregaba sus sentimientos sin mando. Ahora l se ofreca.
Sus manos seguan acariciando mis mejillas mientras sus caderas hacan magia en mis entraas con
sensuales oscilaciones; nuestras caderas chocaban bailando al son y sus ojos, oh sus ojos!, hacan el
amor a los mos con la misma maestra que un pintor traza lneas en un lienzo.
Arremetidas, que calcinaban miedos, que envolvan de amor los instantes de lujuria desmedida
anterior. Declan llev su mano a mis labios vaginales y con una sutil friccin de su dedo corazn
multiplic mi clmax para que le succionase con ms fuerza su miembro, y que al final nos transport a un
orgasmo brutal, cargado de eso, del ms absoluto e indescriptible amor.
Al finalizar sonremos ambos satisfechos. Declan se incorpor para levantarse y colocarse a un
lado para atrapar mi cintura y ponerme de espaldas.
Te amo. Slo t.
Ahora era yo la que sonrea de satisfaccin. Me amaba.
Y yo a ti, cielo, y cerr mis ojos sintindome en ese momento la mujer ms feliz sobre la faz
de la tierra.
Jams pens que esto acabara as
Un ruido en el exterior me hizo abrir los ojos de repente. Declan yaca a mi lado durmiendo
profundamente. Le acarici y ca de nuevo en los brazos de Morfeo sin ms pensamientos que los de
cualquier mujer enamorada y satisfecha por la vida que estaba a punto de comenzar.
Por qu todo tena que acabar as?
Otro ruido, esta vez ms suave volvi a despertarme. Pareca del interior de la cabaa. Volv a
mirar a Declan y segua dormido. No le despertaba ni una tormenta. Sus viajes en vez de convertirlo en
un ave nocturna, al contrario, en su caso, en cuanto se meta en la cama y calmaba sus ansias de m,
dorma placidamente como un nio. Y a m me encantaba verle dormir.
Otro ruido, ya ms cercano me alert de que algo extrao pasaba y despert a Declan.
Mi amor, despierta le zarande un poco para que despertase, mi amor, he escuchado un
ruido en el interior de la casa.
Qu sucede? me lanz una risuea mirada y se estir para espabilarse un poco, mostrndome
cmo cada uno de sus abdominales tomaban vida propia y despertaban mi libido en un momento tan
inoportuno como este.
Un ruidodentro de la casa, seal hacia la puerta con la cabeza y me tap con la sbana
hasta la nariz un poco asustada.
Tranquila es una casa antigua y tiene muchos ruidos, pero para que te tranquilices, se
incorpor y me acarici la mejilla, mirndome con una ternura que me desarm, voy a echar un
vistazo.
Se levant de la cama revelndome su salvaje desnudez, se puso los calzoncillos y se gir para
ponerme de nuevo esa mirada que prometa de todo y nada de ello inocente.
Mientras bajo, te importara acercarte al armario y coger una cosa que tengo dentro para ti?,
ahora me mir con picarda buscando mi inters que no tard mucho en despertar.
Algo para m? Ms?, no te basta con esto?, le pregunt sealando la mano de mi anillo de
compromiso.
Si nos vamos a casar te tendrs que vestir de novia no?, y se dio la vuelta a medio vestir
saliendo de la habitacin a carcajadas.
Qu?, me levant como un resorte de la cama y fui directa al armario.
Abr la puerta y casi se me par el corazn de la impresin de lo que tena ante mis ojos.
Por qu tena que acabar todo as?...
Captulo 22
Yo quiero que confies en m
yo quiero que me creis
yo quiero sentir vuestras miradas
quiero controlar cada latido
(Ich Will, Rammstein)
Un precioso vestido blanco que no pareca de novia por su corte renacentista, en blanco roto con
bordes en raso rojo en el escote con forma de corazn, y cinturn con flores rojas a juego con el raso de
los bordes, mangas anchas y con cierre en cors trasero. Totalmente acorde con su precioso traje de
estilo Tudor que nos converta en una peculiar pareja de novios.
Escuch la puerta de la habitacin abrirse a mi espalda y cuando me iba a dar la vuelta, una
sacudida en forma de golpe me llev al suelo y me hizo sumirme en un letargo no deseado.
Por qu?
Despert aturdida y me dola la cabeza, sobre todo en la zona donde se supone que haba recibido
el golpe. Levant la cabeza y mir a mi alrededor. A todo volumen retumbaba por toda la casa una
cancin de Rammstein Ich Will (Yo quiero) que sonaba como una oda a nuestra relacin, pero no entenda
nada de lo que estaba sucediendo.
Estaba sola y no haba rastro de Declan por ningn sitio. Iba vestida de novia, con la peluca rubia
de la fiesta en Edimburgo; y me encontraba sentada y atada a la silla de tortura que alguien haba trado
de la habitacin azul.
De repente se abri la puerta y ante m apareci una Charo desconocida. Me miraba con sus ojos
desorbitados y su mirada mostraba un odio indescriptible. Su vestimenta era un absoluto caos; en
zapatillas de deporte y chndal, su preciosa melena rubia recogida en una desordenada coleta y sin
maquillaje, nada que ver con la esttica a la que me tena habituada.
Alcanzado este punto de desconcierto, empec a asustarme, de tal modo que mi respiracin
irregular se aceler y las ataduras ya me sobraban. Mientras, Charo segua pasendose por la habitacin
como una fiera enjaulada y totalmente fuera de control y yo ya tema no slo por mi vida, sino tambin
por la de Declan.
Charo por favor, no s a qu viene todo esto pero, sultame y hablamos.. le ped intentado
disimular mi nerviosismo.
Hablar?, se gir y me grit en mi cara, hablar de qu?, puso las manos en mis hombros
y comenz a zarandearme, de cmo me quitaste todo lo que era mo?
Declan tuy.
No me dio tiempo a finalizar la frase, porque de la bofetada que me dio, me cruz la cara y me
parti el labio.
Asustada, y sin saber qu le poda haber pasado a Declan, aunque me tema lo peor, intent hacer
como en las pelculas, ganar tiempo entretenindola.
Otra bofetada ms que ya me empezaba a dejar aturdida y posiblemente amoratada, pero deba
saber dnde estaba Declan y si estaba bien.
Promesas, promesas, dijo agitando las manos en el aire, Declan tambin me prometi
muchas cosas a m, sabes? Y luego no cumpli nada. Llegaste t y se le olvidaron sus promesas.
Promesas? no estaba segura de querer saber qu le prometi Declan en su momento, pero era
una forma de ganar tiempo, y a estas alturas mi confianza en l, estaba por encima de todo esto, qu te
prometi, Charo?
Se gir para mirarme a la cara y sonri con malicia, casi con pequeos signos de desequilibrio.
Me prometi su cuerpo si era capaz de ensearle a mantener el control para la mujer que
deseaba poseer, y yo, imbcil de m, no saba que le estaba preparando para ti. Y contigo querida, se
acerc lo suficiente a m como para intentar darme un beso en los labios, pero me apart instintivamente,
aunque ella me sujet de la barbilla para girarme y ponerme de frente. contigo, era muy difcil
mantener el control, porque se enamor perdidamente de ti hasta el punto de arruinar mi vida.
No arruin tu vida, Charo, lo hiciste t sola, no fuiste capaz de asumir que l no te amaba!
En un repentino ataque de ira, me asest un golpe con su puo que me dej en un estado de
semiinconsciencia y un ojo medio cerrado.
Qu no me arruin, dices? Me quit mi empresa para drtela de regalo de bodas, maldita puta!
Eso no es as y lo sabes, pero aunque as fuera, t no intentaste destrozar la nuestra primero por
venganza?, las primeras lgrimas desesperacin empezaban a brotar por mis mejillas, seal de que me
estaba desmoronando, Declan lo hizo todo para protegerme y porque pensaba que me deba algo.
Montarme una empresa por las consecuencias de quedarme sin nada cuando me fui de Obelisco fue idea
suya, pero que los clientes te hayan dejado tirada y se fueran conmigo no es responsabilidad nuestra. Si
los perdiste y te quedaste sin nada, es tu problema!
Mentira! otra bofetada y ms dolor, pero no solo fsico.
Empezaba a sentirme agotada y adems no saber nada de Declan me dejaba desesperada, y as era
imposible mantener mi cabeza fra e intentar razonar con Charo.
Charo escchame, por favordije con un hilo de voz, Es cierto, yo cog la cartera de
clientes de la empresa para intentar venderla a la competencia, estaba muy dolida por todo lo que me
habas hecho. Pero antes de que el paquete de mensajera llegase a sus manos, Declan se enter y lo
intercept. Haba planificado montarme una aqu, en Edimburgo. La espantada de los clientes fue
producto de la casualidad. Nunca imagin que se vendran casi todos conmigo, y menos la compaa
area de Declan, tu mayor cliente.
Se qued pensando por un momento, con la mirada perdida. Tal vez estaba meditando todo lo que
le dije. El caso, es que, en ese instante, percib que no estaba aqu conmigo, haba volado tres mil
kilmetros.
Una noche, en una fiesta de la compaa area en Edimburgo, conoc a su mayor accionista,
empez a decir de repente.
Le recordaba de una reunin que tuvimos haca unos meses en sus oficinas en Edimburgo, Joshua
Liebermann era un hombre increble, inteligente, guapo y con un impresionante poder de seduccin que
me recordaba a Declan, aunque en m no tuviese ese efecto.
Charo se puso frente a m y se sent en el suelo con las piernas cruzadas, continuando con la
historia. Estaba extraadamente ms calmada.
Descubr que tena las mismas inclinaciones sexuales que yo me sorprendi averiguar que un
hombre como l, de su porte, le gustara ser atado y sometido, pero no entenda por qu me contaba esto
ahora durante meses mantuvimos relaciones a escondidas, hasta que por fn logr hacerme con su
cuenta para la compaa. Ese era mi nico propsito, lograr un cliente.
Y por qu me cuentas esto ahora?, pregunt desconcertada.
En una ocasin, despus de una nuestras sesiones, Joshua me dijo saba que la nica razn por
la que estaba con l, era por hacerme con los servicios de su empresa, cosa que a m no me
sorprendi, ni a mi tampoco, Charo era muy ambiciosa, pero luego me confes que l tena su
propio objetivo, t, dijo sealndome con el dedo, as que no me sorprende que se haya ido contigo
una vez que supo que habas montado tu propio negocio.
Entonces se levant del suelo y sac de su bolsillo una navaja que me apunt directamente a la
yugular.
T, otra vez, t y siempre t, agach su cabeza y me mir con rabia, por qu todos se fijan
en ti? qu demonios les das?
Charo, yo no saba nada de las pretensiones de Liebermann, me defend mirando de reojo la
navaja con absoluto pavor, estoy tan sorprendida como t, por favor, no me hagas dao, le supliqu
porque saba que se me acababa el tiempo.
Era todo muy sencillo, Declan para m y Liebermann para ti, pero no, lo queras todo!,
empez a subir el tono de voz de manera incontrolada y sent cmo le temblaba la mano con la que me
apuntaba al cuello, en cuanto Joshua supo que te habas ido de la empresa, no dud en buscarte e irse
contigo
De veras, Charo, desconoca todo esto, por favor escchame, todo esto es una locura y puede
acabar muy mal, intent serenarme pero ella ya estaba desquiciada y yo mostraba claros signos de
desesperacin.
Como dice la cancin, no me llores ms preciosa ma. ironiz al ms puro estilo Charo
que enseguida te vas a reunir con tu amado amo.
Declan muerto!
No ri, ni siquiera se inmut en el preciso instante que me apunt con la navaja con la firme
intencin de clavrmela.
Mis lgrimas y la consecuencia de los golpes anegaban mis ojos y mi consciencia, ya solo poda
pensar en Declan muerto en algn lugar de la casa y que yo me iba a reunir con l en breves instantes.
No o el ruido de la puerta de la habitacin al abrirse, ni saber quin entr, pero en la bruma de
mis pensamientos alguien se dirigi a nuestra posicin y con un golpe certero desequilibr a Charo y la
apart de mi lado y despus nada
Ruidos de sirenas me despiertan. Intento abrir los ojos pero la luz no me deja. Siento tirantez en mi
brazo izquierdo e intento tocarme pero no puedo, una voz que reconozco me para.
Tranquilano te muevas, est todo bien, me toca la mano para relajarme.
Alec?, pregunto desorientada. Y Declan? me incorporo de la camilla en intento
levantarme, pero Alec me detiene. Joder, lo ha matado, me lo ha arrabatado
Empec a llorar de la angustia de saber que no volvera a ver a Declan, que no volvera a sentir
sus maravillosos ojos azules clavados en m. Me revuelv de nuevo desesperada, quera salir de all y
verlo, aunque fuese por ltima vez. Llor, me pas la mano libre por la cara abrumada por todo lo que
acaba de sucederme. Charo, los golpes, confesiones, la muerte de Declan. Me bastaba pensar en eso para
aullar de dolor, que ya me consume por dentro.
Vale, clmate, no llores ms, ya para, Alec me sujet del brazo de dnde me tiraba algo, y es
que tenia una va que casi no me deja moverlo, te vas a hacer dao y de veras que ya acab todo
mir hacia el exterior de la ambulancia y apunt a un coche de polica, Declan est all, no ves?,
hablando con la polica, le estn tomando declaracin.
Pero, ellano smeme dijoque, hablaba atropelladamente y con frases inconexas,
no entenda nada, ella lo haba matado, me llev las manos a mi cara soltando otro torrente de
lgrimas.
No, qu va! Mralo, ah lo tienes al muy sinvergenza, medio desnudo, poniendo cachonda a la
detective con tan solo una manta a su alrededor, brome sealando de nuevo hacia donde se supona
que l estaba. en cuanto te huela, vendr donde ti y te lo contar todo.
Entonces mir y lo vi, y s, ah estaba, como deca Alec, semi desnudo, con un vendaje en la
cabeza y tapado por una manta trmica, y de repente mi cuerpo se destens y fue cuando me di cuenta que
haba estado contiendo el aliento, porque en un mili segundo solt todo el aire acumulado en mis
pulmones. Me frot los ojos. Mir de nuevo y s, estaba all, despeinado pero guapsimo, con su porte
natural de amo y seor, pero vivo.
En ese instante, como si una fuerza de la naturaleza nos atrayese por la inercia, se dio la vuelta y
mir hacia mi posicin. ramos como dos imanes, conscientes de la presencia del otro sin necesidad de
saber que estbamos ah. Me sonri, gui un ojo, le dijo algo a la detective y vino hacia m.
Vivo, estaba vivo.
Segn se iba acercando sent la atraccin que nos rodeaba siempre que estbamos juntos. Un halo,
mezcla de excitacin, calidez, sensualidad y arrebato pasional que lo inundaba todo, y ahora unido al
alivio.
Ahora sed buenos y a partir de ahora dadme solo buenas noticias, que a este paso no voy a
poder disfrutar de una apacible vejez por vuestra culpa, brome Alec.
Me dio un beso en la mejilla, me solt la mano y baj de la ambulancia. Le dio un sentido abrazo a
Declan y se dirigi dnde estaba la detective con una sonrisa de pcaro, que estaba segura de que
desintegr la ropa interior de la agente de polica. Desde luego, ni en las circunstancias lmite como esta,
Alec perda la oportunidad de salir de caza. Estaba deseando conocer quin sera la mujer que finalmente
sometera al amo Alec.
Me qued sentada en la camilla esperando su reaccin. Se haba quedado de pie, frente a la puerta
de la ambulancia mirndome fijamente sin moverse. Por un momento pens que estaba arrepentido de las
consecuencias de su desliz con Charo y que se estaba replanteando nuestra relacin, pero justo en el
momento en qu crea que se iba a dar la vuelta y marcharse, se meti en el vehculo, me tom en sus
brazos y me bes.
No fue un beso lujurioso ni ardiente, era un beso que aplacaba toda la ansiedad vivida por todo lo
acontecido.
Me apretaba tan fuerte que me hizo dao en la herida que tena en la comisura y la va que tena en
el brazo se solt, pero no pude quejarme, porque realmente necesitaba sentirle pegado a m.
Lo siento, lo siento, lo siento nena, mascull con la cabeza apoyada en mi hombro, perdona
todo el dao que te estoy causando. Jams imagin que ella llegara a este extremo.
Me baj al suelo, palp por mi cuerpo, como si estuviera comprobando que estaba entera y me
tumb de nuevo en la camilla.
Me miraba con una adoracin que me encogi el alma. Pero, claro, como dice el dicho, uno nunca
valora lo que tiene hasta que lo pierde, aunque en este caso, solo fue casi.
Y ese pensamiento divagaba en mi mente, cuando me di cuenta de que yo tambin cre que lo haba
perdido, por lo que no pude evitar hacer la pregunta que me estaba inquietando.
Qu paso, Declan?, pregunt vida de informacin, ella me dijo que estabas muerto, yo
pensaba que
No pude finalizar la frase porque las lgrimas se apoderaron otra vez de m, al ser consciente de lo
que haba pasado, de que pensaba que lo haba perdido.
No, por favor, no llores ms pequea, se acerc a m y me abraz para intentar consolarme,
pero las lgrimas no dejaban de brotar porque necesitaba descargar todo lo que guardaba dentro.
Cmo lograste escapar?
No escap le mir sorprendida por su afirmacin, pero le dej continuar, al salir de la
habitacin busque por toda la cabaa intentando averiguar de dnde proceda el ruido, hasta que me
percat de que vena del cobertizo, se removi sobre su asiento, se restreg los ojos con los dedos y
prosigui. Desde luego pequ de inocente, porque una vez cruc la puerta, alguien me dio en la cabeza
con un objeto contundente y ca desplomado en el suelo, tal y como Charo haba hecho conmigo,
cuando despert, estaba en el suelo, la puerta del cobertizo estaba sellada y el motor del coche en
marcha. Todo el cuarto estaba lleno de dixido de carbono. Intent que me intoxicara con l mientras
estaba inconsciente. No me encontraba en la entrada donde me golpe, por lo que intent arrastrarme lo
ms cerca del coche que pudo, pero supongo que tengo demasiada envergadura para que ella pudiese con
mi peso y por eso me dej all tirado.
Dios mio!, me llev las manos a la cara de la impresin por lo que me estaba contando, la
muy loca llev su venganza demasiado lejos.
No le sali muy bien, porque al dejarme tirado al lado del coche, no me pudo atar a ningn sitio
y cuando despert pude salir de all y llamar a Alec y a la polica desde el mvil que haba dejado en la
cocina., y bueno, el resto de la historia ya la sabes.
Entonces, me qued pensando por un instante, fuiste t quin entr en la habitacin?
Se acerc a m de nuevo y me acarici el rostro con ternura.
S, pequea, fui yo, tu amo, recuerdas? Slo t pos sus labios en mi frente con un dulce
roce.
Te amo
No poda decir que me alegraba por el final de Charo. Que te juzgasen por intento de doble
asesinato en Escocia era como para buscarse un buen abogado, pero al menos, saba que iba a estar entre
rejas para el resto de sus das, y aunque eso me calmaba, no poda evitar sentir lstima por ella.
Tras unos das en el hospital para curarme de las contusiones, cogimos un avin rumbo a Ibiza,
donde descansamos por un tiempo y tomamos una decisin definitiva sobre nosotros.
Declan.
Eplogo
En algn lugar de la Isla de Skye, Escocia, tres meses despus
El panorama mgico por el que estaba rodeada, me haca sentir como en un cuento de hadas. De
inicio, color verde lo rodeaba todo, pero de repente un sinfn de flores de colores te atrapaban como si
estuviese entrando en otro mundo. Ni un solo ruido, ms que el del movimiento de las hojas de los
rboles y de alguna oveja a lo lejos. Un pequeo estanque, un rbol cado y ruinas de piedra que me
hacan pensar que haba entrado en un paraje escondido que nunca haba sido descubierto por la
humanidad. Me cost llegar, ya que sin sealizaciones para encaminarse a l, Fairy Glen (El valle de las
Hadas), conserva esa aureola de misterio que rodea a todos los paisajes que no quieren ser revelados.
All era la cita.
El viaje a Ibiza tuvo todo tipo de connotaciones, desde las sexuales, por supuesto, hasta las
personales. El incidente con Charo nos afect mucho ms de lo que esperbamos. Podra decir que en vez
de unirnos ms, provoc en nosotros un extrao miedo. Eso de vivieron felices y comieron perdices, ya
estaba pasado de moda. Tenamos pnico a todo, a estar juntos, a estar separados, ni contigo, ni sin ti.
Miedo a nuestras sesiones de BDSM. No me ataba porque pensaba que me haba traumatizado, y yo no le
deca abiertamente que le amaba porque l no lo haba vuelto a repetir desde el da de la cabaa. As
que, a nuestro pesar, decidimos darnos un tiempo.
Cul fue el desencadenante que dio con la situacin actual? Todava recordaba detalles de lo que
sucedi que me dolan, pero que estaban en mi mente y me haban ayudado a llegar aqu.
<< Habamos reservado habitacin en un pequeo hotel en el turstico pueblecito de San Antonio,
en la isla de Ibiza, donde haba pequeas calas rodeadas de pinos y que en la poca del ao en la que
bamos nos permitira algo ms de intimidad.
Declan llevaba unos das extrao desde que sucedi el incidente, y estaba demasiado sobre
protector. Hasta tal punto que no habamos practicado hasta entonces ms que sexo convencional, y aun
as, yo lo senta a kilmetros de distancia, porque apenas me miraba a los ojos cuando hacamos el amor.
Era como si hubiese desconectado esa parte que nos una por miedo a hacerme dao. De nuevo el miedo.
Como yo ya no poda verlo ms as, se me ocurri un travieso plan que lo dejara descolocado. Y
vaya si lo hizo.
Mi plan empez con una cena en uno de los restaurantes ms romnticos de la zona, el Sa Capela.
Una antigua iglesia reconvertida que todava conservaba sus paredes de piedra y donde estabas rodeado
de cpulas y estatuas de exquisita decoracin. Por un instante logr que verlo bien, encantado. Pero en el
momento que intent provocarle con mis juegos; pequeos toques en su entrepierna, besos traicioneros en
el cuello, volva a tensarse como si estuvisemos haciendo algo malo.
Una vez acabada la cena, fuimos caminando en una agradable paseo haca una de la calas que
haba en el pueblo. Nos escondimos entre los pinos, me apoy en uno de ellos, lo mir fijamente hasta
consumirle en el deseo y empec a jugar con l. Quera hacerlo volver.
Llevaba en mi bolso nuestro adorado pauelo de seda azul, lo cog y se lo entregu.
Haz conmigo lo que quieras Amo, lo estoy deseando, el tono de mi voz codiciaba una
respuesta positiva por su parte.
No pidas Sumisa, porque sabes que as, solo obtendrs un castigo por rebelde, contest firme,
aunque yo not que el recelo se asomaba tras ese aparente gesto de seguridad.
No insist con palabras, pero estir mis manos juntando mis muecas, dndole a entender que me
las atase, y as lo hizo, se acerc, me puso los brazos en la espalda, at las muecas y tir del pauelo
para arrastrarme hasta un rbol de tronco estrecho que le permitira atarme a l.
All empez nuestro juego. El momento de tensin inicial pareca haberse diluido y Declan se
agach frente a m para hacer un camino con sus dedos desde mi tobillo hasta la parte interior del muslo,
mientras no apartaba sus ojos de m. Poda sentir cmo su excitacin bulla y su mirada se oscureca cada
vez ms. Fue subiendo poco a poco hasta que con sus manos toc el rastro de una de las heridas que
Charo me haba provocado y de repente se fren. Agach la cabeza y respir hondo. Intent borrar esos
restos de dudas con palabras de aliento.
Sigue, mi Amo, por favor, alentando su continuidad, arque la espalda para que mi pelvis
chocase con su cara.
Pero segua igual, no se mova, su respiracin era cada vez ms fuerte, aunque estaba claro que no
era por la excitacin. Estaba asustado.
T no tienes miedo?, pregunt dejndome desconcertada.
Miedo? , fij mi mirada en su cabeza con la esperanza de que se incorporase y me mirara a
los ojos, pero no lo hizo.
S miedo, su cabeza continuaba agachada y senta cmo se estaba rindiendo, miedo a que
te haga dao, miedo al dolor.
Noooooooo, contest convencida.
Porque yo si tengo miedo al dolor que pueda causarte y que sea algo insoportable para ti.
Entonces se levant, solt el nudo del lazo que me ataba al rbol y se coloc de nuevo frente a m.
Me agarr de la barbilla y me atrap la mirada de alguien que haba claudicado.
No puedo hacerte esto, nena, dijo en un tono triste, tengo miedo a que el dao que te haga
me supere.
No es dolor del malo Declan, acaso lo has olvidado?, elev mi tono de voz y con rabia le
ped que me soltara las muecas del lazo, Es consentido, joder! Yo quiero que lo hagas! Quiero que
me lleves al lmite y me hagas explotar! Lo necesito, maldita sea! Y t tambin!, empec a dar vueltas
alrededor suyo llevando las manos a mi cabeza y pasndolas por mi pelo con desesperacin, Qu ha
cambiado? Ya no sientes lo mismo? Acaso ya no debo confiar en ti?
La palabra mgica, le hizo reaccionar, confianza.
No es eso, confo en ti, dijo en un tono de voz que se convirti en un susurro en lo que dijo
despus. El problema es que no confo en m, y eso me duele porque tal vez sea yo el que ahora no te
pueda dar lo que necesitas, ahora que eres t la que lo reclama.
Esa respuesta me cal como un jarro de agua fra en una noche de invierno. Tanto pelear, para que
Charo nos devolviese al punto de partida en unas horas. Desconsolada, me acerqu donde l, puse mis
manos en sus mejillas, y tom la decisin que ms que dolor, me causaba desgarro en mi voluntad. Pero
tena que hacerlo, era la nica forma en que l podra volver a m sin restricciones, pero tambin era
consciente de que con eso, estaba tentando a nuestra ruptura, y en definitiva, Charo, desde la crcel,
habra conseguido su propsito, separarnos.
Creo que con esto estoy incitando al diablo, dije con voz temblorosa, pero creo que
necesitamos un respiro, me mir alarmado pero consciente de lo que vena a continuacin, t para
volver a ser t, y yo para sentir que puedo tenerte a mi lado sin reservas, sin miedos. Para volver a
decirnos lo que sentimos sin el pnico que ahora nos atenaza. Pero, y ah me detuve a inspirar fuerte
para conseguir el valor que me faltaba para continuar, si esa separacin hace que los sentimientos
cambien, tal vez era porque en realidad no debamos estar juntos y todo eso no fue ms que un precioso
sueo.
Tal y como supuse, Declan no reaccion, se qued quieto y su mutismo revelaba lo que mi mente
supona. Eso me sirvi para salir tranquila y en silencio, sin dramas, pero con el corazn destrozado y el
alma inquieta porque todava le perteneca y se haba quedado all, en ese claro con l.>>
Pero el tiempo pas y mis sentimientos por Declan no cambiaron, y solo quera volver con l y
recuperar el tiempo que, a fin de cuentas, Charo nos haba robado.
Estaba a punto de llamarle para decirle que lo necesitaba, cuando un mensajero lleg a mi oficina
en Edimburgo con un paquete.
Era una caja que contena el anillo de O que me haba regalado por nuestro compromiso y que
Charo me arrebat cuando estaba inconsciente y una nota en el mismo tipo de papel Manila que la que
haba recibido en nuestra ltima cita.
Confas en m?
Eso es todo lo que pona, y dentro incluido, un mapa de la Isla de Skye con una marca en un punto
indeterminado en l, Fairy Glen.
Y aqu estaba paseando por este precioso valle, esperando a que hiciese su espectacular aparicin.
El viento agitaba mi melena morena y empezaba a hacer un poco de fro, por lo que me estremec,
abrazndome a m misma para paliar el fresco que senta, y entonces lo sent, como siempre, esa energa
que flua incansable entre los dos.
Me iba a dar la vuelta para encontrarme con l de cara y justo en ese instante me sujet por la
espalda. Sus firmes brazos me atraparon y devolvieron el calor tanto a mi cuerpo, como a mi alma, que se
haba quedado congelada el da que decidimos separarnos. Otra vez el calor volva a m. Y esa energa
que manaba entre nuestros cuerpos, volva a circular en profunda conexin. Un vnculo que en realidad
nunca estuvo roto, solo pausado. Y que en ese momento se reiniciaba con su mximo mpetu. La
contundencia de nuestros sentimientos nos golpe a ambos como si fuese una onda expansiva que lo
abarcaba todo. El sentido de pertenencia de nuevo tena verdadero significado. l mo, yo suya. Amar,
pertenecer y ser del otro.
Mi respiracin pausada se alter, y not como la suya rezumaba de la misma forma. Acerc su
boca a mi odo y todo mi cuerpo respondi a su abrazo, apoy mi cabeza en su pecho y me sujet ms a
l.
No puedo vivir sin ti, nunca encontrar una persona que me haga sentir lo que t me haces sentir.
Nunca tendr una pareja de sesiones como t. Te amo. Slo t.
Iba a responderle, cuando me gir quedndome frente a l y me puso el dedo ndice en los labios.
Estaba impresionante con su traje verde de la poca Tudor, se que haca vibrar hasta mi mente y
abrumaba mi lgica.
S que deb decirte esto mucho antes, pero como ha quedado demostrado muchas veces en esta
pareja, la Sumisa siempre es la ms fuerte de los dos, y para no variar, otra vez, has sido t la que ha
demostrado su fortaleza en esta relacin. T tienes la ltima palabra, t eres la que debe decir que no, por
lo que
Y entonces fui yo la que le detuvo a l y le dej sorprendido cuando levant mi mano izquierda y le
mostr el anillo puesto en el dedo anular.
Con una sonrisa triunfal, propia del hombre que conoc, mir el anillo y despus de nuevo a m, y
reclam mi boca con la ansiedad de los meses separados y con la certeza del que sabe que era suya. Si
suya, como l mo. Introdujo su lengua en mi cavidad y sabore cada centmetro de ella, sin perderse
nada, milmetro a milmetro. Duros lengetazos que despertaron mi dormida libido y me recordaron lo
que era sentirse viva.
Sus manos recorran mi cuerpo con la pasin de siempre, o tal vez ahora con pasin renovada y
con la firme promesa implcita de luchar por lo nuestro cada minuto de nuestras vidas.
Me empuj hacia el simblico rbol cado que haba en el valle y me tumb sobre el manto de
verde musgo que lo rodeaba. Se coloc encima de m con las manos apoyadas en la espesura de la hierba
y puso su cara de amo y seor de mi cuerpo. Con ese gesto cercano a la mala leche que sacaba a la
sumisa que haba en m.
Entonces suaviz su gesto, sus ojos me miraron risueos y me provoc.
Una de sus manos obraron de nuevo la magia de robarme un suspiro en medio de la nada, con sus
dedos iba degustando cada centmetro de mi muslo hasta que llegaron a la altura de mi cadera y de un
tirn certero rasgaron mi ropa interior. Pos sus ojos en mi monte de Venus, y con un gesto revelador,
sac el deseo que haba estado contenido y fue directo a atacar mi entrepierna, pero justo en el instante en
el que se acercaba, se detuvo, me mir y su gesto me desconcert. Volvi a colocar las manos en la
hierba y se acerc a mi cara hasta casi rozar nuestros labios.
Todava no me has respondido afirm serio.
Respondido? A qu? contest confundida.
Confas en m? levant las cejas en seal de pregunta y provoc mi risa.
Puse mi dedo en la comisura del labio pensativa para provocarle y le mir con picarda.
Mmmmmmmmm, s, oh Declan, s, pero y y t?, confas en ti?
S.
Y agach su cabeza besando mis labios vaginales con pasin, con la misma danza de amor que
haca en mi boca. Arrancando de nuevo mis suspiros y depositando en ello toda la confianza que tantas
veces nos haba abandonado y que ahora haba vuelto para quedarse.
Porque no todo era tan fcil, pero en ocasiones ramos nosotros mismos los que lo
complicbamos, cuando con una simple mirada ramos capaces de arrasar con las dudas. Pero
lucharamos por lo nuestro, cada uno de nuestros das, porque de eso se trataba.
Tal vez, nuestras vidas nunca han recorrido el camino que nosotros desearamos, pero a veces, era
necesario actuar para cambiar nuestro destino. Y mi destino era l.
FIN
Quieres conocer la historia de Alec? Pues chale un vistazo a lo que viene a continuacin....
Continuar..
Agradecimientos
Todas las escritoras a la hora de pasar por esta parte siempre nos da miedo dejar a alguien atrs,
espero no dejarme a nadie, pero si no, para la prxima.
Quiero dar las gracias a mi Grupito de Chicas, quienes iniciaron la confabulacin para que yo
publicase sta historia, ellas saben quines son pequeas perrillas. Mil gracias por soportarme en ste
maravilloso trance.
A mi adorada hermana Karmele. La vida nos ha puesto pulsos y hemos ido superndolos juntas, te
quiero hermana.
A mis churris, en especial a las maestras que me estn permitiendo avanzar y mejorar da a da,
Sonia Bermdez y Amaia Bermdez, jams voy a tener suficientes palabras de agradecimiento.
Y no puedo olvidar a mis expertas en marketing, Anuska Martnez Miranda y Sugiber Bermeo. No
olvidar vuestro esfuerzo y apoyo incondicional, y pequea Sugi, la prxima vez que comamos juntas,
evita leer en alto que me vas a hacer el amor en medio del restaurante, Mr. Blake se puede poner
celoso
A mi marido y a mi hija, por su santa paciencia y compresin, a veces cumplir un sueo requiere
determinados sacrificios.
Y por ltimo a Lury margud y Armanda Muriel, por creer en m y darme sta oportunidad.
Churris, esto es el principio.
Mil Besos!
Biografa de la autora
Iria Blake naci el 1 de Enero de 1975 en Santurtzi, una bonita aldea marinera del Pas Vasco.
Aunque desde hace ms de diez aos, y por races familiares, su corazn se encuentra dividido entre esta
tierra y su amado Mxico. Desde el primer momento se mostr como una nia inquieta y con ansia de
comunicarse al mundo. Se licenci en Ciencias Polticas en la Universidad del Pas Vasco, carrera que le
transmiti un deseo an ms fuerte de expresar sus ideas de manera pblica. Joven e insaciable, vivi
varios cambios sentimentales y laborales en su vida, hasta que por fin aparecieron ante ella sus tres
amores: su marido, su hija y escribir. Desde hace un tiempo y de cara al futuro, ya en su periodo de
madurez, intentar sacar lo mejor de s misma, para plasmarlo en maravillosos regalos para los lectores:
sus libros.
La puedes encontrar en:
https://twitter.com/?lang=es https://www.facebook.com/iriablake
Alguna de las entradas de los captulos han sido tomadas con respeto del blog de BDSM,
http://suplacermiplacer.blogspot.com.es/.