Walser - El Paseo
Walser - El Paseo
Walser - El Paseo
(Lit. Alemana)
EL PASEO
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de mis congneres, sin que, no obstante, me esfuerce aprensivamente pasa con rostro amable y de importancia pegado al paseante, es decir, a
en hacerlo, lo que considerara un gran defecto y una gran tontera. m, al igual que un mdico de guarnicin o de Estado Mayor. No se
Todava no haba recorrido veinte o treinta pasos de una amplia plaza puede dejar de atender y resear a un modesto peatn, porque me
poblada de gente, cuando me sali ligero al encuentro el profesor Meili, ruega que tenga la amabilidad de mencionarle. Se trata de un anticua-
una inteligencia de primer orden. Como la autoridad inconmovible, el rio y perista enriquecido. Chiquillos y chiquillas corretean al sol libres
profesor Meili caminaba con paso grave, solemne y soberano; en la y sin freno. Dejmoslos ir tranquilos y sin freno, pens; la edad se
mano llevaba un inflexible y cientfico bastn de paseo, que me inspir encargar de asustarlos y frenarlos. Demasiado pronto, por desgracia.
espanto, reverencia y respeto. La nariz del profesor Meili era una Un perro se refresca en el agua de la fuente. Golondrinas, me parece,
severa, imperiosa, rigurosa nariz de guila o de azor, y la boca estaba trisan en el cielo azul. Una o dos damas elegantes, con faldas asombro-
jurdicamente cerrada y apretada. El paso del famoso erudito asemeja- samente cortas y botines altos de color sorprendentemente finos, se
ba una frrea ley; la Historia Universal y el reflejo de actos heroicos hacen notar espero que tanto como cualquier otra cosa. Llaman la
largamente pasados brillaban en los duros ojos del profesor Meili, atencin dos sombreros de verano o de paja. La cosa con los dos
ocultos tras boscosas cejas. Su sombrero pareca un soberano inderro- sombreros de paja es la siguiente: de repente veo dos sombreros en el
cable. Los soberanos secretos son los ms orgullosos y ms duros. Sin aire luminoso y delicado, y bajo los sombreros hay dos excelentes
embargo, tomado en su conjunto el profesor Meili se comportaba con caballeros que parecen desearse buenos das mediante un bello y gentil
gran suavidad, como si no necesitara en modo alguno hacer notar la levantar y agitar el sombrero. En este acto, los sombreros son visible-
suma de poder e influencia que personificaba, y a pesar de su implaca- mente ms importantes que sus portadores y poseedores. Por lo
bilidad y dureza su figura me result simptica, porque pude decirme dems, se ruega humildemente al autor guardarse de burlas y sarcas-
que los que no sonren de forma dulce y bella son sinceros y dignos de mos, en realidad superfinos. Se le insta a mantenerse serio, y ojal lo
confianza. Como se sabe, hay golfos que se hacen los amables y buenos haya entendido de una vez por todas.
y tienen el espantoso talento de sonrer corts y gentilmente durante
Como una librera en extremo airosa y bien surtida se mostrara
los delitos que cometen.
agradablemente ante mis ojos, y sintiera el instinto y el deseo de
Venteo algo de un librero y una librera; asimismo, segn intuyo y hacerle una breve y fugaz visita, no dud en entrar a la tienda con
noto, pronto habr de ser mencionada y valorada una panadera con visiblemente buenos modales, permitindome pensar en todo caso que
jactanciosas letras de oro. Pero antes tengo que resear a un sacerdote quiz estuviera mejor como inspector y revisor de libros, como recopi-
o prroco. Un qumico del Ayuntamiento, pedaleando o dando pedales, lador de informaciones y fino conocedor, que como querido y bien
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visto rico comprador y buen cliente. Con voz corts, en extremo una sonrisa en los labios como slo pueden tener los creyentes e
cautelosa, y las expresiones, comprensiblemente, ms escogidas, me ntimamente convencidos, me ense del modo ms favorable lo que
inform acerca de lo ltimo y lo mejor en el campo de las bellas letras. traa consigo. Yo contempl el libro y pregunt:
Podra pregunt con timidez ver y apreciar al instante lo Podra usted jurar que este es el libro ms difundido del ao?
ms esmerado y serio, y por tanto naturalmente tambin lo ms ledo y
Sin duda.
ms rpidamente reconocido y vendido? Me obligar en alto grado a
inusual agradecimiento si me hace el enorme favor y tiene la bondad Podra afirmar que este es el libro que hay que haber ledo?
de mostrarme ese libro, que, como sin duda nadie sabe con tanta A toda costa.
exactitud como precisamente usted, ha encontrado el mximo favor
Y es realmente bueno?
tanto en el pblico lector como en la temida y, por tanto sin duda
tambin, halagada crtica, y lo seguir encontrando. No sabe cunto me Qu pregunta tan superfina e inadmisible!
interesa saber enseguida cul de todos los libros u obras de la pluma
Se lo agradezco mucho dije con sangre fra; prefer dejar
aqu apilados y expuestos es ese libro favorito en cuestin, cuya visin
tranquilamente donde estaba el libro que haba tenido la ms absoluta
con toda probabilidad, como he de sospechar del modo ms vivo, me
difusin, porque haba que haberlo ledo a toda costa, y me alej sin
convertir en inmediato, alegre, entusiasta comprador. El deseo de ver
ruido, sin perder una sola palabra ms.
al escritor favorito del mundo instruido y su obra maestra admirada,
entusisticamente aplaudida, y como he dicho probablemente de Hombre maleducado e ignorante! me grit, naturalmente, el
comprarla, me hormiguea y cosquillea por todos los miembros. Puedo vendedor, en su justificado y profundo disgusto. Pero yo le dej hablar
rogarle que me muestre ese libro exitossimo para que el ansia que se y segu mi camino con lentitud, y adems, como enseguida explicar y
ha apoderado de todo mi ser se satisfaga y deje de inquietarme? har comprensible, directo al imponente instituto bancario situado en
inmediata proximidad.
Con mucho gusto dijo el librero. Desapareci como una fle-
cha, para volver al instante siguiente con el ansioso comprador e Adonde crea tener que dirigirme para obtener informacin fiable
interesado, y llevando en la mano el libro ms comprado y ms ledo, sobre ciertos valores. Hacer de paso una rpida visita a un instituto
de valor en verdad perdurable. Llevaba el valioso producto intelectual monetario, pens o me dije para mis adentros, para tratar de asuntos
tan cuidadosa y solemnemente como si portara una milagrosa reliquia. financieros y hacer esas preguntas que slo se hacen en un susurro es
Su rostro mostraba arrobo; su gesto irradiaba el mximo respeto, y con bello y de muy buen efecto.
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Est bien y es magnficamente adecuado que haya venido a pensamiento de que es bello amortiguar el sufrimiento y bueno suavi-
vernos en persona me dijo en el mostrador el funcionario responsa- zar la necesidad, pensaran que un pobre poeta sin xito (porque eso es
ble, en tono muy amistoso, y aadi, mientras sonrea casi con picar- lo que es usted, no?) necesitaba apoyo. Le felicitamos por el hecho de
da, pero en todo caso alegre y agradablemente, lo siguiente: que se encuentren algunas personas que quieran rebajarse a acordarse
de usted, y por la circunstancia de que no todo el mundo sea indiferen-
Como he dicho, est bien que haya venido. Ahora mismo bamos
te a la tan despreciada existencia de un poeta.
a dirigirnos a usted por carta para darle, lo que ahora podemos hacer
de palabra, la para usted sin duda satisfactoria noticia de que por La suma insospechadamente recibida, que me ha sido donada
mandato de una asociacin o crculo de bondadosas y filantrpicas por suaves y bondadosas manos de hada o de mujer dije, quisiera
seoras, que a todas luces le tienen a usted estima, hemos no cargado, dejarla tranquilamente en manos de ustedes, donde por el momento
sino ms bien, lo que sin duda le ser mucho ms bienvenido, abonado estar mejor guardada, ya que disponen de las necesarias cajas a
prueba de fuego y de ladrones, destinadas a proteger los tesoros de
mil francos
toda aniquilacin y de toda decadencia. Adems, incluso pagan intere-
en su cuenta, lo que le confirmamos por la presente y de lo que, si es es. Puedo rogarle que me extienda un recibo? Supongo que tendr la
tan amable, puede usted tomar nota en la cabeza o donde le parezca. libertad de sustraer en todo momento pequeas sumas a la gran suma,
Suponemos que le agradar tal revelacin; porque, sinceramente, nos segn mi voluntad y necesidad. Quisiera observar que soy ahorrador.
da una impresin que, nos permitiremos decir, nos dice casi con gran Sabr tratar la donacin como un hombre slido y consciente de sus
claridad que necesita de manera grave cuidados de naturaleza delicada objetivos, es decir, con extremada cautela, y expresar mi agradeci-
y bella. El dinero est desde hoy a su disposicin. Se ve que un fuerte miento a las amables donantes en un discreto y gentil escrito, lo que
alborozo se extiende en este instante por sus rasgos. Sus ojos brillan; su pienso hacer maana temprano para que el aplazamiento no me haga
boca tiene en este momento un algo sonriente con lo que quiz haca olvidarlo. La suposicin, que tan abiertamente manifestaba usted
mucho que no haba redo, porque apremiantes preocupaciones antes, de que soy pobre, puede basarse en una inteligente y correcta
cotidianas de carcter odioso le prohiban hacerlo, y porque desde observacin. Pero basta por completo con que yo mismo sepa lo que
haca largo tiempo quiz se encontraba la mayora de las veces de soy, y con que sea yo mismo el que mejor informado est sobre mi
apesadumbrado humor, ya que toda clase de malos y tristes pensa- persona. A menudo las apariencias engaan, seor mo, y lo mejor es
mientos ensombrecan su frente. Frtese las manos de placer y algrese dejar el juicio sobre una persona a esa misma persona. Nadie puede
de que algunas nobles y amables benefactoras, movidas por el sublime conocer tan bien como l mismo a un hombre que ha visto y vivido
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tanto. A veces ando errante en la niebla y en mil vacilaciones y confu- luminoso y amable mundo matinal, no con apresuramiento, sino ms
siones, y a menudo me siento miserablemente abandonado. Pero bien cmoda, objetiva, llana, prudente y tranquilamente, ambos
pienso que es bello luchar. Un hombre no se siente orgulloso de las llegaremos ante la ya citada panadera con rtulo dorado, donde nos
alegras y del placer. En el fondo lo nico que da orgullo y alegra al sentiremos movidos a detenernos con horror para asombrarnos de
espritu son los esfuerzos superados con bravura y los sufrimientos manera dolorosa de la burda jactancia y de la triste deformacin a ella
soportados con paciencia. Pero no gusta derrochar palabras a este ntimamente vinculada de la dulce rusticidad.
respecto. Qu hombre honrado no ha estado desvalido nunca en su
Espontneamente exclam:
vida, y qu ser humano ha mantenido por completo intactos a lo largo
de los aos sus esperanzas, planes, sueos? Dnde est el alma cuyos Bastante desanimado, por Dios, puede quedarse un hombre
anhelos, osados deseos, dulces y elevadas concepciones de la felicidad recto en vista de tan brbaras muestras doradas, que imprimen al
se cumplieron, sin tener que hacer descuentos en ellas? paisaje en el que nos encontramos un sello de inters, avaricia, msero
y desnudo embrutecimiento del espritu. Necesita en verdad un
Se me extendi y entreg recibo por mil francos, con lo que el s-
sencillo y honrado panadero presentarse de modo tan grandilocuente,
lido depositante y cuentacorrentista, es decir, no otro que yo, pudo
brillar y relampaguear al sol con su torpe anuncio de oro y plata, como
despedirse y retirarse. Con el corazn alegre por el capital que tan
un prncipe o una dudosa dama coqueta? Que hornee y amase su pan
mgicamente, como del cielo, me haba cado, sal del alto y hermoso
con honor y razonable modestia! En qu clase de mundo de engao
local de cobro al aire libre para proseguir el paseo.
empezamos o hemos empezado ya a vivir cuando el municipio, la
Quiero y puedo, y espero que se me permita (ya que en este mo- vecindad y la opinin pblica no slo tolera, sino que al parecer
mento no se me ocurre nada nuevo e inteligente), aadir que llevaba en desdichadamente incluso ensalza aquello que ofende a todo buen
el bolsillo una corts y estimulante invitacin de la seora Aebi. La sentido, a todo sentido de la razn y del agrado, a todo sentido de la
tarjeta me requera afectuosamente y me animaba a comparecer a las belleza y de la probidad, aquello que se jacta de manera enfermiza, que
doce y media en punto para tomar una modesta comida. Me propuse se otorga un ridculo prestigio de barrio bajo, aquello que a cien y ms
con firmeza obedecer al requerimiento y presentarme puntualmente a metros de distancia grita al buen y honrado aire: Soy esto y lo otro.
la hora indicada en casa de la estimable persona en cuestin. Tengo tanto y cuanto dinero, y puedo permitirme llamar desagrada-
blemente la atencin. Sin duda soy un bruto y un majadero y un tipo
Si t, querido, ponderado lector, te tomas la molestia de avanzar
sin gusto, con mi fea pompa; pero nadie me puede impedir ser bruto y
minuciosamente con el escritor e inventor de estas lneas por el
majadero. Guardan estas letras doradas, que se ven relucir desde
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lejos, estas letras espantosamente brillantes, cualquier relacin acepta- los escritores no deben abusar de la escritura. Espero que esta frase
ble, honradamente justificada, cualquier relacin de sano parentesco guste en general, despierte satisfaccin y halle clido aplauso.
con el... pan? De ninguna manera! Pero las espantosas jactancia y
Una fundicin llena de trabajadores y de trabajo produce aqu a la
bravuconera han empezado en alguna esquina, en algn rincn del
izquierda del camino llamativo estrpito. Con ocasin de ello, me
mundo, a alguna hora, como una lamentable y penosa inundacin, han
avergenzo sinceramente de no hacer ms que pasear mientras tantos
hecho progreso tras progreso, arrastrando consigo basura, suciedad y
otros se desloman y trabajan. Naturalmente, yo me deslomar y
necedad, extendindolas por el mundo y han arrastrado tambin a mi
trabajar quiz a una hora en la que todos estos trabajadores libren y
honrado panadero para echar a perder su hasta ahora buen gusto, para
descansen.
socavar su innato decoro. Dara mucho, dara el brazo izquierdo o la
pierna izquierda, si con semejante sacrificio pudiera devolver al pas y Un montador en bicicleta, compaero del batalln de milicias
a sus gentes el viejo y buen sentido de la integridad, de la antigua 134/III, me grita al pasar:
sobriedad, aquella rectitud y modestia que sin duda se han perdido de Me parece que vuelves a pasear en da laborable.
muchas maneras y para desgracia de todos los hombres honrados. Al
Yo le saludo riendo y admito con alegra que tiene razn si piensa
diablo con el ansia miserable de parecer ms de lo que se es. Es una
que paseo.
verdadera catstrofe, que extiende por el mundo el peligro de guerra, la
muerte, la miseria, el odio y las heridas y le pone a todo lo que existe As que me ven pasear, pens para mis adentros, y segu pa-
una indeseable mscara de maldad y fealdad. Para m un artesano no seando pacficamente sin molestarme lo ms mnimo por haber sido
es un Monsieur y una mujer sencilla no es una Madame. Pero hoy todo atrapado, lo que habra sido una tontera.
quiere deslumbrar y brillar, ser nuevo y fino y bello, ser Monsieur y
Con mi traje ingls regalado amarillo claro, me vea, he de confe-
Madame, que es un horror. Quiz con el tiempo las cosas vuelvan a
sarlo abiertamente, como un gran lord, grandseigneur, un marqus
cambiar. Yo as lo espero.
paseando arriba y abajo por el parque, a pesar de que donde me
Por lo dems, en lo que respecta al aspecto seorial y el gesto so- encontraba era slo una zona pobre y carretera, medio rural, medio
berano enseguida me dar a m mismo un repaso, como pronto se suburbial, sencilla, amable, modesta y de pocas aspiraciones, y no un
apreciar. Ya se ver de qu modo. No estara bien criticar a otros sin distinguido parque, como me he atrevido a indicar, lo que retiro
compasin y querer tratarme a m mismo con delicadeza y tan cuida- sigilosamente, porque todo lo que tena de parque es inventado y no
dosamente como sea posible. Un crtico que tal hace no es autntico, y pega en absoluto aqu. Pequeas y mayores fbricas y talleres mecni-
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cos se alzaban dispersos al azar entre la vegetacin. Una agricultura Dnde habran de estar si no, cuando los jardines les estn cerrados
robusta y clida se daba aqu la mano amistosamente con una indus- con egosmo? Ay de esos automviles que pasan, que atraviesan fra y
tria, por as decir, de martillo y batn que siempre tiene algo de desla- malvadamente el juego de nios, el cielo infantil, de tal modo que esos
vazado y flaco. Nogales, cerezos y ciruelos daban al camino suave y pequeos seres humanos inocentes corren peligro de ser aplastados.
curvilneo un toque atrayente, distrado y decorativo. Un perro yaca No quiero tener el horrible pensamiento de que un nio sea realmente
en mitad de la calle, que en s misma yo encontraba bella y amaba. arrollado por uno de esos toscos carros triunfales, porque si no la ira
Amaba en realidad la mayora de lo que iba viendo, de manera fogosa e me inducira a expresiones groseras con las que, como es sabido, nunca
instantnea. Otra pequea y bonita escena de perros y de nios fue la se consigue gran cosa.
siguiente: un perro grande, pero gracioso, con sentido del humor,
A la gente que va levantando polvo en un rugiente automvil les
inofensivo, contemplaba en silencio a un retaco de muchacho, en
muestro siempre mi rostro malo y duro, y no merecen otro mejor.
cuclillas en la escalera de una casa, y que, debido a la atencin que el
Piensan entonces que soy un vigilante y polica de paisano, encargado
bondadoso, aunque un poco imponente animal, tuvo a bien dedicarle,
por elevadas autoridades y organismos de vigilar a los conductores,
se puso a llorar lamentablemente de miedo y organiz un fuerte
tomar el nmero de los vehculos y denunciarlos despus. Siempre
gritero infantil. Yo encontr la escena encantadora; pero casi ms miro sombro a las ruedas, al conjunto, y nunca a los ocupantes, a los
bonita y encantadora me pareci otra escena infantil en el teatro del que desprecio, en modo alguno de forma personal, sino por puro
camino rural. Dos nios muy pequeos estaban, en el camino bastante principio; porque no comprendo ni comprender nunca que pueda ser
polvoriento, como en un jardn. Uno le dijo al otro: Dame un besito. un placer pasar as corriendo ante todas las creaciones y objetos que
El otro nio le dio lo que con tanto nfasis se le peda. Entonces el muestra nuestra hermosa Tierra, como si uno se hubiera vuelto loco y
primero dijo: Bueno! Ahora puedes levantarte del suelo. Muy tuviera que correr para no desesperarse miserablemente. De hecho,
probablemente, sin el dulce besito no le habra permitido lo que ahora amo el reposo y todo lo que reposa. Amo el ahorro y la moderacin y
le conceda. Cuan adecuada es esta ingenua y pequea escena al soy contrario en el nombre de Dios en lo ms hondo de mi ser a toda
hermoso cielo azul, que tan divinamente sonre a la alegre, ligera y prisa y atosigamiento. No tengo que decir ms que lo que es verdad. Y
luminosa tierra!, me dije. Los nios son celestiales porque siempre seguro que por estas palabras no dejar de haber automviles, con ese
estn como en una especie de cielo. Cuando se hacen mayores y crecen mal olor que echa a perder el aire, y que sin duda nadie estima y quiere
se les escapa el cielo, y caen desde la infancia a la seca y calculadora especialmente. Sera antinatural que la nariz de alguien amara y
esencia y a las aburridas concepciones de los adultos. Para los nios de aspirase con alegra lo que para cualquier nariz humana como es
la gente pobre, el veraniego camino rural es como un cuarto de juegos. debido es a veces, segn quiz el humor de que se est, irritante y
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aborrecible. Basta, y no lo tome usted a mal. Y ahora a seguir paseando. Disclpeme si a m, un hombre totalmente desconocido para
Es divinamente hermoso y bueno, sencillo y antiqusimo, ir a pie. usted, se me agolpa en los labios al verla la vehemente y sin duda osada
Suponiendo que zapatos y botas estn en condiciones. pregunta: no habr sido quiz actriz antao? Pues tiene usted el entero
Tendrn la bondad de permitirme ahora, muy estimados seo- aspecto de una gran actriz y artista de la escena, antao consentida y
res, benefactores y lectores, aceptando con benevolencia este estilo celebrada. Sin duda se asombrar, con la mayor razn, ante tan asom-
quiz un tanto demasiado solemne y arrogante, que llame como brosamente atrevida e impertinente alocucin y pregunta; pero tiene
merecen su atencin sobre dos personas, figuras o personajes espe- usted un rostro tan bello, un aspecto tan agraciado, encantador y,
cialmente importantes, en primer trmino o mejor en primer lugar tengo que aadir, interesante, muestra una tan hermosa, noble y buena
sobre una supuesta ex actriz y en segundo lugar sobre la ms joven figura, mira tan directa y clara y tranquilamente, a m y al mundo
presunta futura cantante? Considero a estas dos personas tan impor- entero, que me era imposible forzarme a pasar ante usted sin arries-
tantes como suponerse puede, y por eso he credo tener que anunciar- garme a decirle algo gentil y halagador, lo que ojal no me tome a mal,
las y proclamarlas debidamente de antemano, antes de que aparecieran aunque he de temer que merezco castigo y desaprobacin por mi
y figuraran en realidad, para que un perfume de importancia y fama ligereza. Cuando la vi, se me ocurri al instante la idea de que tena que
preceda a las dos delicadas criaturas y cuando aparezcan se les pueda haber sido actriz, y hoy, pens entre m, se sienta usted en esta calle
recibir y contemplar con toda la atencin y minucioso amor con los sencilla, aunque hermosa, ante esa tiendecita cuya propietaria se me
que, en mi nfima opinin, hay que distinguir casi necesariamente a antoja que es. Quiz hasta hoy aqu nadie se haya dirigido a usted as,
tales seres. Hacia las doce y media, como es sabido, el seor autor sin ceremonia alguna. Su aspecto cordial y al tiempo encantador, su
comer, se regalar y alimentar en el palazzo o casa de la seora Aebi, presencia amable y bella, su calma, su fina figura y su noble y despeja-
en recompensa a sus mltiples fatigas. Hasta entonces an dejar atrs do aspecto a su madura edad, que me permitir observar, me han
un tramo considerable de camino, y tendr que escribir algunas lneas animado a entablar con usted una familiar conversacin en plena calle.
ms. Pero ya se sabe de sobra que pasea tan a gusto como escribe; esto Tambin el hermoso da, cuya alegra y serenidad me satisfacen, ha
ltimo en todo caso quiz un punto menos a gusto que lo primero. encendido en m una jovialidad con la que quiz haya ido demasiado
Ante una casa limpsima y bella vi, cerca de la hermosa carretera, lejos frente a la dama desconocida. Sonre! Entonces no le enfada el
a una mujer sentada en un banco, y apenas la haba visto cuando me lenguaje desenvuelto que utilizo. Me parece, si se me permite decirlo
atrev ya a dirigirme a ella, dicindole, con los giros ms gentiles y as, hermoso y bueno que de vez en cuando dos desconocidos puedan
corteses posibles, lo siguiente: hablar libre y tranquilamente, para lo que al fin y al cabo los habitantes
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de este errante, extrao planeta, que es para nosotros un enigma, Tanto mejor dijo la mujer con agradables gesto y voz.
tenemos boca y lengua y la capacidad de hablar, que en s misma es tan
Como me pareca llegado el momento de poner fin a esta conver-
bella y extraa. En todo caso usted, cuando la vi, me gust de inmedia-
sacin, iniciada de modo bastante travieso, y retirarme, salud a la
to; pero tengo ahora que disculparme respetuosamente, y quisiera
mujer que haba tomado por una actriz y que por desgracia ya no era
rogarle que est convencida de que me inspira el ms caluroso respeto.
una gran y famosa actriz porque ella misma haba juzgado preciso
Puede hacer que se irrite conmigo la abierta confesin de que fui muy
rebatirlo con, debo decir, selecta, cuidadosa cortesa inclinndome
feliz cuando la vi?
ante ella, y segu caminando pacficamente, como si no hubiera ocurri-
Ms bien tiene que alegrarme dijo la hermosa mujer en tono do nada.
clido; pero en lo que respecta a su suposicin tengo que defraudar-
Una humilde pregunta: queda quiz un resto de destacado inte-
le. Nunca he sido actriz.
rs, y si es posible algn aplauso, para una elegante sastrera bajo
Con lo que me sent movido a decir: verdes rboles?
Vine hace algn tiempo a esta regin saliendo de fras, tristes y Creo firmemente en ello, y as me arriesgo a hacer la humilde no-
estrechas circunstancias, enfermo por dentro, por completo carente de tificacin de que, mientras caminaba y avanzaba por el ms hermoso
fe, sin seguridad ni confianza, sin hermosa esperanza alguna, alejado y de los caminos, un grito de alegra bastante tonto, juvenil y sonoro
enemistado con el mundo y conmigo mismo. El temor y la desconfian- sali de una garganta que no haba credo posible tal y semejante cosa.
za me tenan preso y me acompaaban en cada uno de mis pasos. Pero Qu vea y descubra yo de nuevo, inaudito y bello? Oh, dicho con toda
poco a poco perd ese innoble y feo prejuicio. Volv a respirar ms sencillez, la ms agradable sastrera y saln de moda. Pars y Peters-
tranquilo y ms libre... y volv a ser un hombre ms hermoso, ms burgo, Bucarest y Miln, Londres y Berln, todo lo elegante, licencioso y
clido, ms feliz. Poco a poco vi desaparecer los temores que llenaban metropolitano se me acercaba, surga ante m, para fascinarme y
mi alma; la tristeza y el vaco de mi corazn y la desesperanza se hechizarme. Pero en las capitales y metrpolis falta el verde y suave
transformaron lentamente en alegre y serena satisfaccin y en un adorno de los rboles, el adorno y la accin benefactora de las amables
agradable y vivo inters que aprend a sentir de nuevo. Estaba muerto, praderas y de muchas hojas suaves y delicadas, y no por ltimo del
y ahora es como si alguien me hubiera elevado y alentado. Donde crea dulce aroma de las flores, y eso lo tena yo aqu. Todo esto, me
tener que sufrir muchas cosas feas, duras e inquietantes, encuentro el propuse en silencio mientras me detena, lo escribir despus en una
encanto y la bondad, y lo hallo todo tranquilo, familiar y bueno. obra de teatro o en una especie de fantasa que titular El paseo.
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Concretamente esta tienda de sombreros de seora no podr faltar en mete todos los imprevistos y contratiempos en la red de su, se me
modo alguno. De lo contrario la obra perdera un elevado estmulo permitir decir, genial clculo. Hoy en da un hombre trabajador lee
pictrico, y sabr evitar esa falta, rehuirla y hacerla imposible. Las diariamente en los peridicos cosas semejantes, y toma nota de expre-
plumas, cintas, flores y frutas artificiales en los lindos y donosos siones como: golpe por el flanco. En los ltimos tiempos, he llegado a
sombreros me resultaban casi tan atrayentes y evocadoras como la la conviccin de que el arte y la direccin de la guerra son casi tan
Naturaleza misma, que con su verde natural, con sus colores naturales, pesados y necesitados de paciencia como el arte potico, y viceversa.
enmarcaba y encerraba con delicadeza los colores artificiales y las Tambin los escritores efectan a menudo, como los generales, los ms
fantsticas formas de moda, como si la tienda no fuera ms que un prolongados preparativos antes de avanzar para el ataque y atreverse a
amable cuadro. Cuento, como he dicho, con la ms refinada compren- librar una batalla o, en otras palabras, lanzar un artilugio o libro al
sin por parte del lector, al que temo con sinceridad. Esta msera mercado, lo que suena desafiante y excita por tanto con fuerza potentes
confesin de cobarda es comprensible. As les ha ocurrido incluso a contraataques. Los libros atraen las recensiones, y a veces estas son
los autores ms osados. tan enconadas que el libro ha de morir y el autor tiene que desesperar-
se!
Dios!, tambin entre hojas, qu encantadora, linda, cautivadora
carnicera con rosados productos del cerdo, la ternera y el cordero. El No podr extraar que diga que escribo todas estas, espero, ele-
carnicero haca su trabajo en el interior, donde tambin haba compra- gantes y pulidas lneas con pluma de Tribunal Supremo. De ah la
dores. Esta carnicera merece tanto un grito como la tienda de los brevedad, precisin y agudeza lingsticas que pueden percibirse en
sombreros. En tercer lugar, hay que mencionar con suavidad una algunos pasajes, de lo que ahora ya nadie se asombrar.
tienda de especias. A todos estos comercios vendr despus, me parece,
Pero cundo llegar al fin al bien merecido convite de mi seora
con tiempo suficiente. Sin duda a las tabernas nunca se va lo bastante
Aebi? Temo que an tarde bastante, porque hay que despejar cuantio-
tarde, porque se producen las sabidas consecuencias, y cada cual las
sos impedimentos. Apetito hace mucho que habra en abundancia.
sufre lo suficiente. Ni el ms virtuoso negar que nunca es del todo
dueo de ciertos vicios. Pero felizmente se es humano, y como tal fcil Mientras segua as mi camino como un buen haragn, fino vaga-
de disculpar. Simplemente se invoca la debilidad de la organizacin. bundo y holgazn o derrochador de tiempo y trotamundos, pasando
ante toda clase de huertos sembrados y repletos de satisfechas y
Aqu tengo que volver a orientarme una vez ms. Presupongo que
placenteras verduras, ante flores y aroma de flores, ante rboles
la nueva disposicin y reagrupamiento me saldrn tan bien como a
frutales y ante estacas con arbustos llenos de judas, ante espigados
cualquier mariscal de campo, que contempla todas las circunstancias y
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cereales, como centeno, avena y trigo, ante un aserradero con muchas respuesta alguna. Me mir alto, es decir, me mir bajando la vista
maderas y virutas, ante jugoso csped y ante un riachuelo, ro o arroyo desde arriba, porque me superaba sensiblemente en longitud y estatu-
que chapoteaba gentilmente, pasando gallardo ante toda clase de ra. A su lado, me senta un enano o un pobre y dbil nio pequeo. El
gentes, como amables y activas verduleras, ante la casa de una socie- gigante hubiera podido pisotearme o aplastarme con la mayor facili-
dad, adornada con banderines y estandartes, as como ante algunas dad. Ah, yo saba quin era. Para l no haba descanso. Vagaba por el
otras cosas benvolas y tiles, ante un manzano enano especialmente mundo sin reposo. No dorma en ninguna dulce cama, ni poda habitar
hermoso y encantador y sabe Dios ante qu otras cosas ms, como por ninguna casa acogedora. Habitaba en todas partes y en ninguna. No
ejemplo cortsmente ante freseras en sazn, o mejor dicho ya ante las tena patria, ni posea derecho alguno. Sin patria y sin suerte; sin amor
maduras y rojas fresas, mientras me ocupaban toda clase de pensa- alguno y sin alegra tena que vivir. No tena inters por nadie, y
mientos ms o menos bellos y agradables, porque, al pasear, muchas tampoco nadie se interesaba por l ni por sus actos ni por su vida.
ocurrencias, relmpagos y luces de magnesio se mezclan y se encuen- Pasado, presente y futuro eran para l un desierto sin entidad, y la vida
tran con naturalidad para ser cuidadosamente elaboradas, vino a mi era demasiado escasa, demasiado pequea, demasiado estrecha para l.
encuentro un hombre, un monstruo, un armatoste, que casi oscureca No haba ningn sentido para l, y a su vez l no significaba nada para
por entero la luminosa calle, un tipo espantoso, largo y espigado, al que nadie. De sus grandes ojos sala un torrente de pesadumbre ultramun-
por desgracia conoca demasiado bien, un personaje en extremo dana o inframundana. Un dolor infinito hablaba en sus cansados y
peculiar, a saber, el gigante laxos movimientos. No estaba vivo ni muerto, no era joven ni viejo. Me
pareca tener cien mil aos, y me pareca como si tuviera que vivir
Tomzack.
eternamente para no estar eternamente vivo. Mora a cada instante, y
Lo hubiera credo en todos los dems lugares y en todos los de- sin embargo no poda morir. No haba para l una tumba con flores.
ms caminos antes que en este dulce y apacible camino rural. Su Me apart de su camino y murmur para mis adentros: Adis, y de
fnebre y horripilante presencia, su carcter trgico y monstruoso, me todas formas que te vaya bien, amigo Tomzack.
insufl terror y apart de m toda expectativa buena, bella y luminosa y
Sin volverme a mirar al fantasma, al coloso y superhombre digno
toda jovialidad y alegra. Tomzack! Acaso no es cierto, querido lector,
de lstima, de lo que en verdad no tena la menor gana, segu adelante
que el nombre solo suena ya a cosas horribles y tristes.
y llegu poco despus, caminando tranquilo bajo el suave y clido aire
A qu me persigues, qu precisas para salirme al paso en mi- y sobreponindome a la triste impresin que esa extraa figura de
tad del camino, oh, desdichado? le grit; pero Tomzack no me dio hombre o ms bien de gigante me haba hecho, a un bosque de abetos
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por el que serpenteaba un por as decirlo sonriente camino, de pcaro vida y una alegra por la alegra. Se oy un ligero susurro que bajaba
encanto, que segu con placer. El suelo del bosque y el del camino eran siseando desde las copas de los abetos. Amar y besar tendra que ser
como una alfombra, y en el interior del bosque reinaba el silencio divino aqu, me dije. Los pasos descalzos en el suelo agradable se
como en un alma humana feliz, como en el interior de un templo, como volvieron placer, y el silencio encenda oraciones en el alma sintiente.
en un palacio y en castillos de cuento hechizados y soados, como en el Estar muerto aqu, y ser enterrado sin llamar la atencin en la fresca
castillo de la Bella Durmiente, donde todo duerme y calla desde hace tierra del bosque, tendra que ser dulce. Ah, si se pudiera sentir y gozar
cientos de largos aos. Me adentr ms en l, y quiz me adorne de la Muerte en la Muerte! Quiz es as. Sera hermoso tener en el
demasiado si digo que me senta como un prncipe de dorados cabe- bosque una tumba pequea y tranquila. Quiz oyera el canto de los
llos, con el cuerpo recubierto de guerrera armadura. Haba tal solem- pjaros y el susurrar del bosque sobre m. Lo deseara. Esplndida,
nidad en el bosque que imaginaciones grandiosas y bellas se apodera- una columna de rayos de sol cay en el bosque entre troncos de encina,
ban por s solas del sensible paseante. Qu feliz me hacan el dulce parecindome una verde y amable sepultura. Pronto volv a salir al aire
silencio y la tranquilidad del bosque! De vez en cuando, algn dbil luminoso y a la vida.
ruido del exterior penetraba en la amable soledad y atractiva oscuri-
Vendra ahora y aparecera una posada, y muy elegante, atractiva,
dad, por ejemplo un golpe, un silbido o un rumor cuyo lejano eco
halagadora, una posada cerca del borde del bosque del que acababa de
aumentaba an ms la falta de rumores remante, que yo respiraba a
salir, una posada con precioso jardn lleno de refrescante sombra. El
placer y cuyo efecto beba y sorba en toda regla. Aqu y all, en medio
jardn estara sobre una linda colina con vistas, y justo al lado habra o
de toda esa quietud y toda esa calma, un pjaro dejaba or su alegre voz
se alzara una colina extra artificial o plataforma donde uno podra
desde su atractivo y sagrado escondite. Yo me detena y escuchaba, y
subir y gozar bastante tiempo de la esplndida vista. Sin duda un vaso
de repente se apoder de m un inefable sentimiento del mundo y una
de cerveza o vino tampoco estara mal; pero el hombre que aqu pasea
sensacin de gratitud, unida a l, que brotaba del alma con violencia.
se acuerda a tiempo de que no se encuentra en tan agotadora marcha.
Los abetos se alzaban rectos como columnas, y nada se mova lo ms
La trabajosa montaa est a lo lejos, en la lejana de azulado resplan-
mnimo en el amplio y delicado bosque, por el que toda clase de
dor, envuelta en nubes blancas. Tiene que confesarse honradamente
inaudibles voces parecan cruzar y resonar. Los sonidos del mundo
que su sed no es ni enorme ni abundante, ya que hasta ahora slo ha
primitivo llegaron, no s de dnde, hasta mi odo. Oh, con gusto, si ha
tenido que cubrir tramos relativamente pequeos. Al fin y al cabo, se
de ser, quiero acabar y morir. Un recuerdo me har feliz aun en la
trata ms de un suave y delicado pasear que de un viaje y caminata, y
tumba, y una gratitud me animar en la Muerte; una accin de gracias
ms de un fino vagar que de un fuerte paso y marcha, y por eso renun-
por los goces, por la alegra, por el xtasis; una accin de gracias por la
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cia justa y razonablemente a entrar a la quinta y casa de recreo y se morir con una sonrisa. Era como morir de pena, morir quiz de
aparta de all. Sin duda todas las personas serias que esto lean tributa- extrema alegra, de un amar y vivir feliz en exceso y un no poder vivir
rn aplauso a su hermosa decisin y su buena voluntad. No tena yo por una idea demasiado rica y bella de la vida, como si en cierto modo
ocasin hace una hora de anunciar a una joven cantante? Ahora el delicado pensamiento, desbordante de amor y felicidad, penetrando
aparece. arrogante en la existencia, pareciera atropellarse y quebrarse sobre s
mismo. Cuando la muchacha termin su canto tan sencillo como rico y
Y en una ventana de un piso bajo.
atractivo, su melodiosa cancin mozartiana o pastoril, me acerqu a
Yo vuelvo ahora del desvo por el bosque al camino principal, y ella, la salud, le ped permiso para felicitarla por su hermosa voz y le
entonces oigo... di mi enhorabuena por la inusualmente rica interpretacin. La peque-
Pero alto!, y hagamos una pequea y distinguida pausa. Los es- a artista del canto, parecida a un corzo o a una especie de antlope en
critores que conocen su oficio se lo toman con la mayor tranquilidad forma de muchacha, me mir sorprendida e inquisitiva con sus hermo-
posible. Con gusto sueltan un poco la pluma de vez en cuando. El sos ojos pardos. Tena un rostro muy fino y delicado y sonrea con
continuo escribir cansa como el trabajo de la tierra. gracia y simpata.
Lo que o proveniente de la ventana del piso bajo fue la ms en- Le espera le dije, si sabe cuidar y educar con precaucin su
cantadora, la ms fresca cancin popular y de pera, que llegaba de hermosa, joven y rica voz, lo que requiere tanto su propia comprensin
modo totalmente gratuito a mis sorprendidos odos, como matinal como la de otros, un brillante futuro y una gran carrera; porque, dicho
convite auditivo y maanero concierto. Una muchacha joven, casi una sea abierta y sinceramente, me parece la futura gran cantante de pera
colegiala y sin embargo ya esbelta y alta, estaba con claro vestido en en persona! Su carcter es a todas luces despierto, usted misma es
pobre ventana suburbial, y esa muchacha cantaba al cielo azul y, suave y dctil, y posee, si mis sospechas no me engaan por entero,
sencillamente, extasiaba. Conmovido del modo ms placentero y una muy determinada osada de espritu. El fuego y la evidente nobleza
hechizado por el inesperado canto, me detuve a un lado para no de corazn son suyos; esto lo o enseguida en la cancin que cant tan
perturbar a la cantante y privarme as tanto de la condicin de oyente bellamente y en verdad tan bien. Usted tiene talento, ms an: usted
como del goce. La cancin que cantaba la pequea pareca feliz y tiene indudablemente genio!, y no le estoy diciendo nada vacuo ni
placentera; sus acentos eran como la propia joven e inocente alegra de incierto. Por eso, debo rogarle que preste cuidadosa atencin a sus
vivir y de amar; volaban, como figuras angelicales con blanqusimas nobles dotes, que las proteja de la desfiguracin, de la mutilacin, del
plumas de alegra, hacia el cielo, del que volvan a caer y parecan prematuro e inmeditado desgaste. Por el momento slo puedo decirle,
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con sinceridad, que su canto es en extremo hermoso y que esto es algo Veo ya de lejos un paso a nivel que tendr que cruzar; pero por el
muy serio, porque significa mucho; significa ante todo que hay que momento no he llegado hasta all, porque antes, es preciso saberlo,
invitarla a usted a cantar, aplicada, cada da un poco ms. Practique y tengo que hacer dos o tres importantes gestiones y alcanzar algunos
cante con inteligente y hermosa mesura! Sin duda usted misma desco- imprescindibles acuerdos. De estas gestiones se dar o rendir informe
noce la extensin y el alcance del tesoro que posee. En su canto resuena tan minucioso y exacto como sea posible. Se me permitir magnni-
ya un grado superior de naturaleza, una rica suma de ignorante y viva mamente observar que al pasar he de entrar si es factible a un elegante
esencia y vida y una plenitud de poesa y humanidad. Uno cree poder comercio de prendas a medida o sastrera, debido a un traje nuevo que
decirle y tener que darle la seguridad de que promete convertirse en tengo que probarme o hacerme arreglar. En segundo lugar, tengo que
una cantante en todos los sentidos, porque uno cree que es usted una abonar gravosos impuestos en el Ayuntamiento o dependencia oficial,
persona a la que en verdad le sale del alma cantar, y que slo parece y en tercer lugar he de llevar una notable carta al correo y echarla al
vivir, poder alegrarse de vivir, en cuanto empieza a cantar, llevando de buzn. Se ve cunto tengo que hacer y cmo este en apariencia tan
tal modo toda su alegra de vivir al arte del canto que todo lo humana y holgazn y agradable paseo est lleno de ocupaciones prcticas profe-
personalmente importante, todo lo espiritual, todo lo comprensivo se sionales, y por eso se tendr sin duda la bondad de disculpar las
eleva a un algo superior, a un ideal. En un hermoso canto siempre hay demoras, aceptar los retrasos y dar por buenas las interminables
una experiencia, un sentimiento y una sensacin por as decirlo discusiones con profesionales y burcratas, saludndolas incluso como
comprimidos y apretados, una voz capaz de explotar de vida constre- bienvenidas aadiduras y aportaciones al entretenimiento. Por todas
ida y de alma agitada, y con semejante especie de canto una mujer, si las prolongaciones, amplitudes y latitudes que de aqu surjan, pido de
aprovecha las buenas circunstancias y llega a la escalera que forman las antemano como es debido bondadosas disculpas. Ha sido jams un
casualidades, puede conmover a muchos nimos como estrella en el autor de provincias o de la capital ms tmido y corts para con el
cielo de la msica, ganar grandes riquezas, arrastrar a un pblico a crculo de sus lectores? Creo que no, y por eso, con la conciencia
tempestuosas y entusiastas manifestaciones de aplauso y ganarse el tranquila en extremo, prosigo mi relato y mi conversacin y anuncio lo
amor sincero y la admiracin de reyes y reinas. siguiente:
Seria y asombrada escuch la muchacha las palabras que yo de- Por todos los cielos, es hora ya de ir a casa de la seora Aebi, a
ca, que entre tanto deca ms para mi propio placer que para ser almorzar o a comer. Acaban de dar las doce y media. Felizmente, la
apreciado y entendido por la pequea, para lo que le faltaba la necesa- dama vive cerqusima de m. Slo tengo que escurrirme como una
ria madurez.
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anguila en la casa como en un escondrijo y como en un albergue para No come usted. Espere, yo le cortar un trozo bien grande y ju-
pobres hambrientos y lamentables venidos a menos. goso.
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el empeo? Seguro que an dar cuenta de este trozo grande, delicad- agradable lugar y tan atractiva y respetable persona, con cuyas pala-
simo y tierno, lo s. Valor, querido amigo! A todos nos hace falta bras me desped de ella.
osada. Qu valemos si siempre hemos de insistir en nuestra propia
Se trata ahora de vencer, dominar, arrollar e impresionar a un
voluntad. Rena todas sus fuerzas y oblguese al supremo esfuerzo, a
terco, obstinado, convencido al parecer en todos los sentidos de su
soportar lo ms pesado y a superar lo ms duro. No creer cunto me
incuestionable magisterio, penetrado por entero de su valor y su
gusta verlo comer hasta perder el sentido. No se imagina cmo me
capacidad, inconmovible en estas sus convicciones de sastre o mar-
irritara que quisiera evitarlo; pero no es verdad que no lo har?; no
chand tailleur. Derribar la sastresa firmeza ha de ser contemplado
es verdad que morder y se servir aunque est ya hasta el cuello?
como una de las tareas ms difciles y esforzadas que la osada pueda
Espantosa mujer, qu me exige? grit yo, levantndome de emprender y la arriesgada decisin de seguir adelante pueda acometer.
la mesa con precipitacin y haciendo gesto de ir a salir corriendo de Tengo un fuerte y constante miedo a los sastres y sus planteamientos;
all. Pero la seora Aebi me retuvo, ri cordialmente a carcajadas y me no me avergenzo en modo alguno de esta triste confesin, porque el
confes que se haba permitido gastarme una broma, que yo tendra la miedo es aqu explicable y comprensible. Por eso ahora me preparaba
bondad de no tomarle a mal. para lo malo, si no incluso quiz para lo peor y lo ms perverso, y me
armaba para esta en extremo peligrosa ofensiva con cualidades como
Slo he querido darle un ejemplo de cmo se comportan ciertas
valor, perseverancia, ira, indignacin, desprecio o incluso desprecio de
amas de casa que casi desbordan de amabilidad a sus invitados.
la vida, con cuyas sin duda muy estimables armas esperaba poder salir
Tambin yo me ech, naturalmente, a rer, y he de confesar que la al paso victorioso y con xito de la mordiente irona y la burla oculta
seora Aebi me gust mucho en su insolencia. Quiso tenerme toda la tras la hipcrita inocencia. Result de otro modo; pero quiero de
tarde en su compaa, y casi se mostr algo despechada cuando le dije momento guardar silencio al respecto, tanto ms cuanto que primero
que por desgracia me era imposible seguir acompandola, porque he de echar una carta. Acabo de decidir ir primero a Correos, luego al
tena ciertas cosas importantes que hacer que no poda aplazar. Me sastre y slo despus a pagar los impuestos. Correos, un apetitoso
result en extremo halagador or a la seora Aebi lamentar vivamente edificio, estaba por otra parte delante de mis narices; entr alegremente
que quisiera y tuviera que marcharme tan pronto. Me pregunt si de y ped al funcionario competente un sello, que pegu en la carta. Al
verdad me era tan imprescindible partir y escapar, a lo que yo respond deslizara con cuidado en el buzn, sopes y revis reflexivamente lo
con la sagrada garanta de que slo los mximos apremios estaran en que haba escrito. Como saba muy bien, el contenido de la carta era el
condiciones y tendran la fuerza de hacerme dejar tan rpido tan siguiente:
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Muy seor mo: porque sabe muy bien qu complicaciones e incomodidades traera
darle un correctivo; pero con todo el favor y benevolencia de que goza,
Este peculiar tratamiento podr darle la certeza de que el remi-
y los favorables presupuestos de que se rodea, aun as se sabe atacado;
tente le muestra absoluta frialdad. S que no es de esperar respeto por
porque siente sin duda cunto vacila. Traiciona la confianza, no
m de usted y de los que son como usted; porque usted, y los que son
mantiene su palabra, daa sin pensar el valor y el prestigio de aquellos
como usted, tienen una desmedida opinin de s mismos, que les
que con usted tratan, los explota sin compasin cuando dice hacerles
impide comportarse con inteligencia y consideracin. S con certeza
bien, traiciona al servicio y calumnia al amable servidor, es extrema-
que usted forma parte de esas gentes que se creen grandes por ser
damente voluble e inseguro y muestra cualidades que se pueden
irrespetuosas y descorteses, que se creen poderosas porque disfrutan
disculpar en una muchacha, pero no en un hombre. Disculpe que me
de proteccin, y que se creen sabias porque se les ocurre la palabrita
permita tenerlo por muy dbil, y permtame, junto con la sincera
sabio. La gente como usted se atreve a ser dura, descarada, grosera y
afirmacin de que considero aconsejable mantenerme en el futuro
violenta frente a la pobreza y frente a la desproteccin. La gente como
profesionalmente a distancia de usted, la aun as necesaria medida y el
usted posee la extraordinaria sabidura de creer que es necesario estar
absolutamente dado grado de respeto por parte de un hombre que tuvo
en lo ms alto en todo, poseer un gran peso en todas partes y triunfar a
la distincin y el desde luego moderado placer de conocerle.
todas las horas del da. La gente como usted no se da cuenta de que eso
es necio, de que ni entra dentro de lo posible ni puede ser deseable. La Ahora que la haba confiado al correo para su transporte y entre-
gente como usted es jactanciosa y est dispuesta en todo momento a ga, casi me arrepenta de esta carta de bandolero, que casi quera
servir celosamente a la brutalidad. La gente como usted es muy valien- parecerme perjudicial; porque nada menos que a una persona de
te para evitar con cuidado todo verdadero valor, porque sabe que todo influencia y mando le haba anunciado de modo tan ideal, provocando
verdadero valor promete perjuicios, y es muy valiente para presentarse encarnizado estado de guerra, la ruptura de relaciones diplomticas; o
siempre como buena y hermosa, testimoniando enorme placer y enor- mejor: econmicas. Aun as, dej libre curso a la carta de desafo,
me celo. La gente como usted no respeta ni la edad ni el mrito, ni sin consolndome al decirme que el hombre o muy respetable seor quiz
duda el trabajo. La gente como usted respeta el dinero, y el respeto al ni siquiera leyera el mensaje, porque al leer y probar la segunda o
dinero le impide respetar cualquier otra cosa. Quien trabaja honrada- tercera palabra probablemente se hartara de la lectura, y es posible
mente y se esfuerza afanoso es, a los ojos de gente como usted, un que, sin perder tiempo y energas, tirase la inflamada efusin a la
completo asno. No me equivoco; porque mi dedo meique me dice que papelera que engulle y alberga todo lo que no es bienvenido. Adems,
tengo razn. Me atrevo a decirle a la cara que abusa de su cargo,
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una cosa as se olvida en dos o tres semestres, conclu y filosof, y Mi estimado caballero, no se excite intilmente!
march valeroso hacia el sastre.
Dije con esfuerzo:
ste estaba sentado, jovial y al parecer con la ms tranquila de las
Hay aqu abundante motivo para excitarse y carecer de consue-
conciencias, en su elegante saln de moda o taller, abarrotado y
lo. Reserve para usted sus inadecuadsimos paos calientes, y tenga la
atiborrado de aromticas telas y retales. En un cajetn o jaula trinaba,
bondad de dejar de querer tranquilizarme; porque lo que ha hecho
para completar el buclico ambiente, un pjaro, y un celoso y taimado
usted para confeccionar un traje impecable es en extremo inquietante.
aprendiz se ocupaba bravamente en darle a las tijeras. El seor sastre
Todos los temores (suaves o no) albergados se han hecho realidad, y
Dnn se levant cortsmente al verme del asiento en el que luchaba
los peores presentimientos se han confirmado. Cmo puede atreverse
afanoso con la aguja de coser, para dar gentilmente la bienvenida al
a salir garante de un impecable asiento y corte, y cmo es posible que
recin llegado.
tenga valor de asegurarme que es usted maestro en su oficio, cuando
Viene usted por el traje que mi firma va a entregarle luego listo aunque slo fuera con algo de tenue honradez y un mnimo de sinceri-
para poner, y que sin duda le sentar impecablemente dijo tendin- dad y respeto tendra que confesar sin ambages que tengo una suerte
dome, con un poco demasiado de camaradera, la mano; que, por lo negra y que el traje impecable que su estimada y destacada firma me
dems, yo no rehus estrechar con fuerza. iba a entregar es una entera chapuza?
Vengo repliqu a probarme, sin temor y esperanzado, Tendr usted la bondad de evitar la expresin chapuza.
aunque me temo algunas cosas.
Trato de contenerme, seor Dnn.
El seor Dnn dijo que consideraba superfinos todos mis temores
Se lo agradezco, y me alegro de corazn de tan agradable pro-
y que garantizaba el asiento y el corte del traje, y mientras lo deca me
psito.
llev hasta una habitacin anexa de la que enseguida se retir. Garanti-
zaba y afirmaba repetidamente, lo que a m no me acababa de gustar. Me permitir exigir de usted que lleve a cabo importantes mo-
En poco tiempo, la prueba y la decepcin ntimamente unida a ella dificaciones en este traje, que, conforme a la cuidadosa prueba que
estuvieron servidas. Grit, enrgico y fuerte, intentando contener un acaba de tener lugar, presenta montones de errores, defectos y taras.
desbordante enojo, al seor Dnn, que encaj la demoledora exclama- Se puede hacer.
cin con la mayor flema y distinguida insatisfaccin:
La insatisfaccin, el enojo y la tristeza que siento me obligan a
Me lo imaginaba! decirle que me ha dado un disgusto.
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Le juro que lo siento. tener que hacerme me resultan incomprensibles, y muy probablemente
siempre me resultarn incomprensibles. El traje sienta muy bien. Nadie
El celo que muestra en jurar que siente haberme irritado y
me har creer otra cosa. Declaro inconmovible la conviccin que tengo
haberme puesto del peor humor no cambia lo ms mnimo en el
de que con l tiene un aspecto enormemente ventajoso. En poco
defectuoso traje, al que me niego a tributar ni el ms pequeo grado de
tiempo se habr acostumbrado a ciertas peculiaridades y especificida-
reconocimiento y cuya aceptacin rechazo enrgicamente, ya que no
des que lo distinguen. Los mximos funcionarios del Estado me
cabe hablar de aplauso y asentimiento. Respecto a la chaqueta, siento
encargan sus estimadsimas necesidades; tambin los seores presi-
claramente que me hace jorobado y por tanto feo, desfiguracin con la
dentes de los tribunales se dignan trabajar conmigo. Esta sin duda
que en modo alguno puedo declararme de acuerdo. Ms bien me siento
convincente prueba de mi capacidad debe bastarle. No voy a entrar en
movido a protestar ante tan maligna dotacin y decoracin de mi
exageradas expectativas e ideas, el maestro sastre Dnn en modo
cuerpo. Las mangas padecen un considerable exceso de longitud, y el
alguno se deja llevar por arrogantes exigencias. Gente mejor situada y
chaleco se distingue de forma destacada por provocar la impresin y
caballeros ms distinguidos que usted han estado de todo punto
despertar la incmoda apariencia de que su portador tuviera una
satisfechos con mi destreza y habilidad. Esta alusin debera desarmar-
gruesa panza. El pantaln o calzn es sencillamente repugnante. El
le.
dibujo y diseo del pantaln me insufla sincero espanto. All donde
este msero, necio y ridculo artilugio de calzn deba poseer una cierta Como me daba cuenta de que era imposible hacer nada, y no po-
anchura, muestra una estranguladora estrechez, y donde deba ser da por menos de decirme que mi quiz demasiado fogoso e impetuoso
estrecho es ms que ancho. Su trabajo, seor Dnn, carece en resumen ataque se haba transformado en una dolorosa y ultrajante derrota,
de fantasa, y su obra demuestra falta de inteligencia. Este traje tiene retir mis tropas del desdichado combate, me march silencioso y hu
algo de lamentable, algo de pequeo, algo de necio, algo de casero, algo avergonzado. De tal modo termin la osada aventura con el sastre. Sin
de ridculo y algo de temeroso. Sin duda el que lo ha hecho no puede prestar atencin a ninguna otra cosa, corr a la caja municipal u oficina
contarse entre las naturalezas sublimes. Es lamentable tan total ausen- de Hacienda debido a los impuestos; pero en este punto tengo que
cia de todo talento. corregir un burdo error.
El seor Dnn tuvo la desfachatez de decirme: Y es que, se me ocurre ahora, no se trata de pago alguno, sino por
el momento tan slo de una conversacin con el seor presidente de la
No comprendo su enfado, ni habr forma de moverme a enten-
muy digna comisin de impuestos, y de la presentacin o emisin de
derlo. Los numerosos y fuertes reproches que usted me hace y cree
una declaracin solemne. No se me tome a mal el error, y escchese
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amablemente lo que tengo que decir al respecto. Igual que el firme e y en consecuencia entender mi situacin financiera. No poseo posi-
inconmovible maestro sastre Dnn prometa y garantizaba impecabili- cin ni prestigio social; esto es claro como el sol. Obligaciones para con
dad, prometo y garantizo yo en relacin con la declaracin de impues- un hombre como yo no parece haber ninguna. El vivo inters por las
tos a emitir exactitud y minuciosidad, as como brevedad y concisin. bellas letras se da de manera en extremo escasa, y la crtica implacable
que todo el mundo cree poder ejercer y cultivar sobre nuestra obra
Salto enseguida al centro de la respectiva y encantadora situacin:
constituye otra fuerte causa de dao y frena como una zapata la
Permtame decirle dije abierta y sinceramente al impositor o realizacin de cualquier modesto bienestar. Sin duda hay bondadosos
alto funcionario impositivo que me prest su autorizado odo para benefactores y amables benefactoras que me apoyan del modo ms
seguir con la debida atencin el informe que le presentaba que como noble de vez en cuando; pero un donativo no es un ingreso, y un apoyo
pobre escritor y plumfero u homme de lettres disfruto de unos muy no es un patrimonio. Por todas estas razones, elocuentes y sin duda
cuestionables ingresos. Naturalmente, en m no se puede apreciar ni convincentes, mi estimado seor, quisiera solicitarle que prescinda de
hallar rastro de cualquier acumulacin patrimonial. Constato esto muy todo aumento de impuestos como el que me ha anunciado, y tengo que
a pesar mo, sin por otra parte desesperarme ni llorar ante el lamenta- rogarle, cuando no conminarle a ello, que estime mi capacidad de pago
ble hecho. Me las voy arreglando, como suele decirse. No practico lujo tan bajo como sea posible.
alguno; eso puede usted verlo con slo mirarme. La comida que como
El seor director o seor tasador dijo:
puede calificarse de suficiente y escasa. Se le habr ocurrido creer que
soy dueo y administrador de mltiples ingresos; pero me veo obliga- Pero siempre se le ve paseando!
do a salir corts, pero decididamente al paso de esta creencia y de todas
Pasear respond yo me es imprescindible, para animarme
estas sospechas y decir la sencilla y desnuda verdad, y esta es en todo
y para mantener el contacto con el mundo vivo, sin cuyas sensaciones
caso que estoy libre de riquezas, pero en cambio cargado de toda clase
no podra escribir media letra ms ni producir el ms leve poema en
de pobreza, de lo que tendr la bondad de tomar nota. Los domingos
verso o prosa. Sin pasear estara muerto, y mi profesin, a la que amo
no me puedo dejar ver en la calle, porque no tengo ropa de domingo.
apasionadamente, estara aniquilada. Sin pasear y recibir informes no
En lo que respecta a vida slida y ahorrativa, recuerdo a un ratn de
podra tampoco rendir informe alguno ni redactar el ms mnimo
campo. Un gorrin tiene ms expectativas de convertirse en acomoda-
artculo, y no digamos toda una novela corta. Sin pasear no podra
do que el presente informante y contribuyente. He escrito libros que
hacer observaciones ni estudios. Un hombre tan inteligente y despierto
por desgracia no han gustado al pblico, y las consecuencias de ello
como usted podr entender y entender esto al instante. En un bello y
son angustiosas. No dudo ni por un momento de que usted lo apreciar
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dilatado paseo se me ocurren mil ideas aprovechables y tiles. Ence- pobre y desechado trozo de papel de escribir, en el que quiz un buen
rrado en casa, me arruinara y secara miserablemente. Para m pasear escolar ha escrito sus primeras e inconexas letras. Las cosas ms
no slo es sano y bello, sino tambin conveniente y til. Un paseo me elevadas y las ms bajas, las ms serias y las ms graciosas, le son por
estimula profesionalmente y a la vez me da gusto y alegra en el terreno igual queridas y bellas y valiosas. No puede llevar consigo ninguna
personal; me recrea y consuela y alegra, es para m un placer y al clase de sensible amor propio y sensibilidad. Su cuidadosa mirada
mismo tiempo tiene la cualidad de que me excita y acicatea a seguir tiene que vagar y deslizarse por doquier, desinteresada y carente de
creando, en tanto que me ofrece como material numerosos objetos egosmo; tiene que ser siempre capaz de disolverse en la observacin y
pequeos y grandes que despus, en casa, elaboro con celo y diligencia. percepcin de las cosas, y ha de postergarse, menospreciarse y olvidar-
Un paseo est siempre lleno de importantes manifestaciones dignas de se de s mismo, sus quejas, necesidades, carencias, privaciones, como el
ver y de sentir. De imgenes y vivas poesas, de hechizos y bellezas bravo, servicial y dispuesto al sacrificio soldado en campaa. De otro
naturales bullen a menudo los lindos paseos, por cortos que sean. modo, pasea tan slo con media atencin y medio espritu, y eso no
Naturaleza y costumbres se abren atractivas y encantadoras a los vale nada. Tiene que ser capaz en todo momento de compasin, de
sentidos y ojos del paseante atento, que desde luego tiene que pasear identificacin y de entusiasmo, y ojal que lo sea. Tiene que alzarse a
no con los ojos bajos, sino abiertos y despejados, si ha de brotar en l el elevado arrebato y hundirse y saber descender a la ms profunda y
hermoso sentido y el sereno y noble pensamiento del paseo. Piense mnima cotidianeidad, y probablemente sabe. Pero ese fiel y entregado
cmo el poeta ha de empobrecerse y fracasar de forma lamentable si la disolverse y perderse en los objetos y ese celoso amor por todas las
hermosa Naturaleza maternal y paternal e infantil no le refresca una y manifestaciones y cosas lo hacen feliz, como todo cumplimiento de
otra vez con la fuente de lo bueno y de lo hermoso. Piense cmo para el obligacin hace feliz y rico en lo ms ntimo a quien tiene una obliga-
poeta la instruccin y la sagrada y dorada enseanza que obtiene ah cin que cumplir. Espritu, entrega y fidelidad lo satisfacen y elevan
fuera, al juguetn aire libre, son una y otra vez de la mayor importan- sobre su propia e insignificante persona de paseante, que con demasia-
cia. Sin el paseo y sin la contemplacin de la Naturaleza a l vinculada, da frecuencia tiene reputacin y mala fama de vagabundeo e intil
sin esa indagacin tan agradable como llena de advertencias, me siento prdida de tiempo. Sus mltiples estudios lo enriquecen y entretienen,
como perdido y lo estoy de hecho. Con supremo cario y atencin ha lo calman y refinan y rozan a veces, por improbable que pueda sonar,
de estudiar y contemplar el que pasea la ms pequea de las cosas con la ciencia exacta, lo que nadie creera del en apariencia frvolo
vivas, ya sea un nio, un perro, un mosquito, una mariposa, un go- caminante. Sabe usted que mi cabeza trabaja dura y tercamente, y a
rrin, un gusano, una flor, un hombre, una casa, un rbol, un arbusto, menudo estoy activo en el mejor de los sentidos, cuando parezco un
un caracol, un ratn, una nube, una montaa, una hoja o tan slo un archigandul y persona frvola sin responsabilidad, sin pensamiento ni
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trabajo, perdido en el azul o en el verde, lento, soador y perezoso, que mientras ellas por su parte lo animan y forman. En una palabra, me
ofrece la peor de las impresiones? Secreta y misteriosamente, siguen al gano el pan de cada da pensando, cavilando, hurgando, excavando,
paseante toda clase de hermosos y sutiles pensamientos de paseo, de meditando, inventando, analizando, investigando y paseando tan a
tal modo que en medio de su celoso y atento caminar tiene que parar, disgusto como el que ms. Y aunque quiz ponga la cara ms compla-
detenerse y escuchar, que est cada vez ms arrebatado y confundido cida del mundo soy serio y concienzudo en grado sumo, y aunque no
por extraas impresiones y por la hechicera fuerza del espritu, y tiene parezca ms que delicado y soador soy un slido experto! Espero que
la sensacin de ir a hundirse de pronto en la tierra o de que ante sus todas estas detalladas explicaciones le convenzan de mis sinceras
ojos deslumbrados y confusos de pensador y poeta se abre un abismo. aspiraciones y le satisfagan plenamente.
La cabeza se le quiere caer, y los por lo dems tan vivos brazos y
El funcionario dijo Bien!, y aadi:
piernas estn como petrificados. Paisaje y gente, sonidos y colores,
rostros y figuras, nubes y sol giran como sombras a su alrededor, y ha Examinaremos con atencin su solicitud de que se le aplique la
de preguntarse: Dnde estoy?. Tierra y cielo fluyen y se precipitan de tarifa ms baja posible y le enviaremos al respecto pronta comunica-
golpe en una niebla relampagueante, brillante, apelotonada, imprecisa; cin denegatoria o aprobatoria. Se le agradece la declaracin amable-
el caos empieza, y los rdenes desaparecen. Trabajosamente, el conmo- mente presentada y los sinceros testimonios celosamente aportados.
cionado intenta mantener su sano conocimiento; lo consigue, y sigue Por el momento puede marcharse y continuar su paseo.
paseando confiado. Considera usted del todo imposible que en un Puesto que se me indultaba, ech a andar con alegra y pronto
suave y paciente paseo encuentre gigantes, tenga el honor de ver a volv a estar al aire libre. El entusiasmo de la libertad me arrebataba y
profesores, trate al pasar con libreros y empleados de banca, hable con arrastraba. Ahora llego al fin, tras tantas aventuras bravamente supe-
futuras jvenes cantantes y antiguas actrices, coma con ingeniosas radas y tantos difciles obstculos ms o menos victoriosamente
damas, pasee por los bosques, enve peligrosas cartas y me bata salvados, al hace tiempo anunciado y predicho paso a nivel, donde
violentamente con insidiosos e irnicos sastres? Todo esto puede tendr que detenerme un rato y esperar gentilmente hasta que poco a
suceder, y creo que de hecho ha sucedido. Al paseante le acompaa poco el tren haya tenido la extremada bondad de pasar limpiamente de
siempre algo curioso, reflexivo y fantstico, y sera tonto si no lo largo. Toda clase de poblacin masculina y femenina de toda edad y
tuviera en cuenta o incluso lo apartara de s; pero no lo hace; ms bien condicin estaba en pie y esperaba como yo junto a la barrera. La
da la bienvenida a toda clase de extraas y peculiares manifestaciones, corpulenta y amable esposa del guardabarrera estaba all plantada,
hace amistad y confraterniza con ellas, porque le encantan, las convier- silenciosa como una estatua, examinando a conciencia a los que
te en cuerpos con esencia y configuracin, les da formacin y nima,
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pasbamos y esperbamos. El tren que pas silbando estaba lleno de todo tipo me hacan creer que Jesucristo haba bajado del cielo y
militares, y todos los soldados asomados a las ventanillas, consagrados caminaba y deambulaba por la amable comarca. Casas, huertos y
y dedicados a prestar servicios a la patria querida, toda esa escuela de personas se transformaban en sonidos, todos los objetos parecan
soldados en marcha, por una parte, y el intil pblico civil por otra, se haberse transformado en un solo espritu y una sola ternura. Un dulce
saludaron e hicieron mutuas seas amable y patriticamente, movi- velo de plata y niebla espiritual nadaba en todo y se tenda alrededor
miento que difundi por doquier agradables estados de nimo. Como de todo. El espritu del mundo se haba abierto, y todos los padeci-
el paso haba quedado libre, tanto yo como todos los dems seguimos mientos, todas las decepciones humanas, todo lo malo, todo lo doloro-
ruta tranquilos y pacficos, y los alrededores me parecieron de pronto so pareca esfumarse para no volver ms. Anteriores paseos aparecie-
mil veces ms bellos que antes. El paseo pareca querer ser cada vez ron ante mis ojos, pero la magnfica imagen del modesto presente se
ms hermoso, rico y grande. Aqu en el paso a nivel me pareca estar el convirti en sensacin predominante. El futuro palideci, y el pasado
punto culminante o algo como el centro, desde el que volvera a bajar se desvaneci. Yo mismo arda y floreca en ese instante ardiente y
poco a poco. Intua ya algo de comienzo de suave pendiente vespertina. floreciente. Cerca y lejos se alzaban lo grande y lo bueno con esplndi-
Algo como un dorado goce nostlgico y dulce magia melanclica do gesto, satisfacciones y enriquecimientos de argntea claridad, y en
flotaba como un alto y silencioso dios. Este paraje es celestialmente mitad de la hermosa comarca yo no fantaseaba ms que con ellos.
bello, me dije. Como una hechicera cancin de despedida, que incitara Todas las dems fantasas se hundieron y desaparecieron en la insigni-
a las lgrimas, el delicado paisaje se extenda con sus amables y modes- ficancia. Tena ante m toda la rica Tierra, y sin embargo tan slo
tas praderas, huertos y casas. De todas partes llegaba el resonar de miraba hacia lo ms pequeo y ms humilde. Con amorosos gestos se
leves y antiqusimos lamentos populares y padecimientos del pobre y alzaba y hunda el cielo. Yo me haba convertido en un interior, y
buen pueblo. Espritus de cautivadoras figuras y ropajes surgan altos y paseaba como por un interior; todo lo exterior se volvi sueo, lo hasta
suaves, y el amable y buen camino reverberaba celeste, blanco y do- entonces comprendido, incomprensible. Desde la superficie, me
rado. Emocin y entusiasmo volaban como ngeles cados del cielo precipit a la fabulosa profundidad que en ese momento reconoca
sobre las doradas casitas pobres, que el sol abrazaba y enmarcaba como el Bien. Aquello que entendemos y amamos nos entiende y nos
carioso en un hlito rosado. Amor y pobreza y aliento dorado y ama tambin. Yo ya no era yo, era otro, y precisamente por eso otra vez
plateado andaban y flotaban de la mano. Me sent como si alguien me yo. A la dulce luz del amor, reconoc o cre deber reconocer que quiz
llamara amoroso por mi nombre, o como si alguien me besara y el hombre interior sea el nico que en verdad existe. Me aferr la idea:
consolara. Dios omnipotente, nuestro clemente Seor, sala a la calle Dnde estaramos los pobres hombres si no existiera la Tierra fiel?
para glorificarla y darle celestial belleza. Imaginaciones e ilusiones de Qu tendramos si no tuviramos esta belleza y bondad? Dnde
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estara yo si no pudiera estar aqu? Aqu lo tengo todo, y en otra parte tambin ese aspecto. Si se me permite decirlo, declaro adems que en
no tendra nada. la pared de la casita campaban pinturas murales o sublimes frescos
celestialmente delicados y graciosos, que representaban un paisaje de
Lo que vea era tan pequeo y pobre como grande y significativo,
los Alpes suizos en el que haba pintada otra casita, una casa de las
tan modesto como atractivo, tan cercano como bueno y tan agradable
tierras altas de Berna. En verdad, la pintura en s no vala nada. Sera
como clido. Dos casas que se alzaban una junto a otra a la clara luz del
osado querer afirmar otra cosa. Pero aun as se me antojaba esplndi-
sol, como vivos y agradables vecinos, me reportaron gran alegra. Una
da. Simple y sin adorno como era, me encantaba; en realidad me
alegra segua a la otra, y en el aire suave y familiar flotaba el bienestar
encanta cualquier pintura, por necia e inhbil que sea, porque toda
y temblaba como de contenido placer. Una de las dos lindas casitas era
pintura recuerda, primero, la actividad y el celo, y segundo, a Holanda.
la Posada del Oso; el oso estaba reproducido con gracia y acierto en la
Acaso no es hermosa toda msica, incluso la ms limitada, para aquel
muestra de la posada. Unos castaos daban sombra a la graciosa y
que ama la esencia y la existencia de la msica? No es cualquier
bienhumorada casa, que sin duda estaba habitada por gentes amables,
persona, hasta la ms malvada y desagradable, amable para el filntro-
simpticas y agradables; pues la casa no resultaba arrogante como
po? Un paisaje pintado en mitad de un paisaje real es algo caprichoso,
algunas edificaciones, sino que pareca la familiaridad y lealtad mis-
picante. Nadie me negar eso. Por otra parte, el supuesto de que una
mas. All donde el ojo se volva haba denso y satisfecho esplendor de
anciana madrecita habitara en la casa no lo tena yo sin duda por cierto
jardn y se alzaba una verde y espesa maraa de gentiles hojas. La
y firme, y no poda aceptarlo. Me sorprende cmo me atrevo a usar
segunda casa o casita recordaba en su visible dulzura y humildad a una
aqu palabras como supuesto donde todo es tan suave y lleno de
bella hoja infantil de un libro ilustrado, a una dulce ilustracin, tan
naturaleza humana, o por lo menos debe serlo, como los sentimientos e
rara y encantadora se mostraba. Alrededor de la casita, el mundo
intuiciones de un corazn maternal. Por lo dems, la casita estaba
pareca enteramente bueno y bello. Me enamor enseguida hasta las
pintada de azul grisceo y tena unos postigos de un verde dorado que
cejas de la hermossima casita, y con gusto hubiera entrado en ella para
parecan sonrer, y a su alrededor, en un jardincito encantado, des-
anidar y alojarme all y vivir para siempre en la casita encantada y joya
prendan su aroma las ms bellas flores. Sobre la quinta con jardn se
y sentirme bien; pero por desgracia precisamente las ms bellas
inclinaba y doblegaba con cautivador encanto un rosal repleto de las
viviendas suelen estar ocupadas, y al que busca una vivienda adecuada
ms bellas rosas.
a un gusto exigente le va mal, porque lo que est vaco y se puede tener
es a menudo atroz y suscita espanto. Seguro que la hermosa casita Si no estoy enfermo, sino sano y despierto, lo que espero y de lo
estaba habitada por una mujercita o abuelita sola; ola a eso, y tena que no quiero dudar, llegu, siguiendo mi camino confortablemente,
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ante una peluquera rural de cuyo contenido y titular sin embargo, me nidad a semejante cretino. A Siberia o a Tierra del Fuego con quienes
parece, no tengo motivos para ocuparme, ya que opino que an no es de tal modo ultrajan y arruinan la belleza. Pero gracias a Dios tambin
imprescindible cortarme el pelo, lo que quiz estuviera bien y fuera hay campesinos que tienen corazn y sentido de lo delicado y de lo
divertido. Luego, paso ante un taller de zapatero que me recuerda al bueno.
genial pero desdichado poeta Lenz, que durante la poca de su trastor-
Quiz he ido demasiado lejos en lo que respecta al rbol, la codi-
no psquico y anmico aprendi a hacer zapatos y los hizo. No he
cia, el campesino, el transporte a Siberia y los azotes que al parecer el
mirado tambin al pasar hacia una escuela y hacia una agradable aula
campesino merece por derribar el rbol, y he de confesar que me he
donde en ese momento la severa maestra examinaba y comandaba?
dejado arrastrar a la ira. Los amigos de los bellos rboles comprende-
Con ocasin de esto hay que indicar cunto deseara el paseante poder
rn mi despecho y darn la razn a mi lamento tan vivamente expresa-
volver a ser en un abrir y cerrar de ojos un nio y un alumno travieso y
do. Por mi parte retiro gustoso los mil latigazos. Yo mismo repruebo la
desobediente, volver a ir al colegio y poder cosechar y recibir una bien
expresin cretino. Desapruebo tan fea palabra y ruego al lector que
merecida tanda de azotes en castigo por las descortesas y fechoras
me perdone. Como ya he tenido que disculparme varias veces, he
cometidas. Ya que hablamos de palos, hay que mencionar y entretejer
alcanzado cierta prctica en la corts peticindedisculpas. Tampoco
que opinamos que merece ser honrada y bravamente apaleado un
era preciso que dijera insensible y desalmado propietario. Son
paisano que no vacila en derribar el adorno del paisaje y la belleza de
acaloramientos intelectuales que es preciso evitar. Est claro. Manten-
su propio hogar, a saber, su alto y viejo nogal, para conseguir a cambio
dr el dolor por la tala de un hermoso, alto y viejo rbol, y sin duda
vil, mal y necio dinero. Pasaba ante una bellsima casa campesina, con
pondr mala cara, lo que nadie me puede impedir. Expulsar de la
su alto, esplndido y vigoroso nogal; entonces me vino la idea del
comunidad es una frase imprudente, y en lo que se refiere a la codicia,
castigo y el negocio.
que he calificado de baja, supongo que tambin yo he cometido alguna
Este alto y majestuoso rbol exclam elevando la voz que tropela, faltado y pecado gravemente a este respecto, y que ciertas
tan maravillosamente protege y embellece la casa, que la envuelve en miserias y bajezas no me son ajenas ni se me han mantenido descono-
tan grave y jovial familiaridad y ambiente hogareo, este rbol, digo, es cidas. Con estas frases hago poltica de enjuague como no la puede
una deidad, es sagrado, y habr que dar mil latigazos al insensible y haber mejor; pero considero esta poltica una necesidad. El decoro nos
desalmado propietario que se atreva a hacer desaparecer toda esta impone atender a ser tan severos con nosotros como con los dems, y
magia celestial y dorada de verdes hojas para calmar su sed de dinero, juzgar a los dems tan suave e indulgentemente como a nosotros
lo ms bajo y vil que hay en la Tierra. Habra que expulsar de la comu- mismos, lo que, como se sabe, hacemos de manera involuntaria en
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todo momento. No es encantador cmo corrijo los errores y allano las cierto entusiasmo mir, como investigador de la Naturaleza y de la
faltas? Al hacer concesiones, demuestro ser pacfico, y al redondear los Antigedad, hacia el encantado, viejo y peculiar jardn, donde, en un
bordes y ablandar las durezas soy un fino y sutil moderador, muestro estanque adornado por un surtidor de encantador chapoteo, descubr
sentido del buen tono y soy diplomtico. De todos modos he quedado fcilmente y constat la presencia del ms extrao y largo de los peces,
mal; pero espero que se me reconozca la buena voluntad. un solitario bagre. Tambin vi y descubr y constat con romntico
goce un pabelln de estilo rabe o morisco, bella y ricamente pintado
Si alguien dice an que soy un hombre desconsiderado, autorita-
en azul celeste, misterioso plateado estelar, oro, marrn y noble y grave
rio y prepotente, que se lanza ciegamente contra las cosas, afirmo, es
negro. Sospech e intu al punto, con en extremo fina comprensin,
decir, me atrevo a esperar que tengo razn en afirmar, que la persona
que el pabelln podra proceder y haber sido levantado alrededor del
que tal dice yerra gravemente. Quiz nunca un autor haya pensado en
ao 1858, clculo, adivinanza y olfato que quiz me autorice a dictar
el lector, de manera constante, tan tierna y gentilmente como yo.
confiado una conferencia o leccin al respecto en el saln de actos del
Bien, ahora puedo enamorarme obsequioso de palacios o nobles Ayuntamiento, ante mucho pblico dispuesto a aplaudir, con rostro
mansiones, de la siguiente forma: arrojando un triunfo en toda regla; bastante orgulloso y gesto confiado. Probablemente entonces la prensa
porque con una tan semidecadente casa solariega y patricia, con una mencionara la conferencia, lo que desde luego slo podra agradarme;
noble sede y casa seorial, envejecida por el tiempo, rodeada de un porque no suele dedicar una triste palabra a casi nada. Mientras
parque, orgullosa, como esta que aparece ahora, se puede hacer estudiaba el pabelln rabe o persa, se me ocurri pensar: Qu
ostentacin, suscitar atencin expectante, despertar envidia, provocar hermosas han de ser aqu las noches, cuando todo est cubierto por
admiracin y cosechar honores. Algn pobre pero fino literato viva una oscuridad casi impenetrable, todo alrededor est tranquilo, negro
con gran gozo y mximo placer en semejante palacio o castillo, con y silencioso, los abetos se alzan suavemente sobre la oscuridad, noc-
patio y entrada para principescos coches con escudos de armas. Algn turna sensacin atrapa al solitario caminante y una bella y noble
pintor pobre pero hedonista suea con una estancia temporal en una mujer, atractivamente arreglada, trae al pabelln una lmpara que
preciosa y antigua propiedad rural. Alguna muchachita de ciudad, derrama un dulce y dorado brillo, y entonces, impulsada por un gusto
instruida pero quiz pobre de pedir, piensa con melanclico arrobo e peculiar y movida por un extrao acceso del espritu, empieza a tocar
ideal celo en estanques, grutas, altos aposentos y ella misma servida Heder en el piano que, naturalmente, nuestro jardn tendr que tener
por solcitos criados y nobles caballeros. En la casa seorial que yo en este caso, mientras, si se permite semejante sueo, los canta con voz
vea, es decir, ms bien sobre ella que en ella, se poda ver y leer la pura, de cautivadora belleza. Cmo se escuchara entonces, cmo se
fecha 1709, lo que por supuesto aument vivamente mi inters. Con soara entonces, cuan feliz se sera con la msica nocturna.
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Pero no era medianoche, y hasta donde alcanzaba la vista no era soy un hombre que ha vivido sus buenos siete aos en la capital y
ni caballeresco medievo ni el ao mil quinientos o mil setecientos, sino metrpoli, y durante ese tiempo no ha salido un minuto, no digamos
claro da y da laborable, y un tropel de gente, junto a uno de los ms una hora, mes o semana, del contacto y agradable trato con personas
descorteses y anticaballerescos, desabridos e impertinentes automvi- de exclusiva formacin? A qu escuela has ido pues, tipejo andrajoso?
les que jams me hubieran salido al paso, me perturbaron mucho en la Cmo? Ni siquiera me das una pequea respuesta? Te quedas ah
plenitud de mis eruditas y romnticas consideraciones y me expulsa- tumbado tranquilamente, me miras tranquilamente, no alteras el gesto
ron de un manotazo de toda poesa palaciega y ensoacin del pasado, y te quedas inmvil como un monumento? Avergnzate!
de modo que exclam involuntariamente:
Sin embargo, la verdad era que me gustaba muchsimo el perro,
Sin duda es muy grosera la forma en que se me impide llevar a que tena un esplndido aspecto en la fiel vigilancia y la bienhumorada
cabo los ms finos estudios y hundirme en las ms distinguidas calma y sobriedad que mostraba; y como me miraba tan jovial habl
profundidades. Podra estar indignado; pero en vez de eso prefiero ser con l, y como probablemente no entenda una palabra pude permitir-
manso y soportar y tolerar con buenos modales. Dulce es la idea de la me increparle, lo que, como se habr apreciado en el tono simptico
pasada belleza y encanto, dulce la noble y plida pintura de la sucum- del discurso, no poda en todo caso tener mala intencin.
bida y ahogada hermosura; pero no hay razn para volver por ello la
A la vista de un fino y envarado caballero, que paseaba en extre-
espalda al mundo y a los congneres, y no se puede creer que se est
mo arreglado con arrogante contoneo, tuve el melanclico pensamien-
facultado para guardar rencor a gentes y artefactos porque no tienen
to: Y los pobres nios pequeos, abandonados y mal vestidos? Es
en cuenta el nimo de aquel que se pierde en la Historia y en el Pensa-
posible que un caballero tan bien vestido, magnficamente arreglado,
miento.
brillantemente equipado y tapizado, cubierto de anillos y adornos,
Una tempestad, pens mientras segua caminando, sera her- vestido de punta en blanco, no piense un instante en las pobres criatu-
mosa aqu. Ojal tenga la oportunidad de ver una. A un buen y ras que a menudo andan vestidas de harapos, revelan triste falta de
honrado perro, negro como ala de cuervo, que yaca tendido en el cuidado y limpieza y estn lamentablemente abandonadas? No se
camino, le dirig la siguiente y graciosa alocucin: avergenza ni un poquito el pavo? No se siente afectado en absoluto el
seor adulto que tan elegante camina a la vista de los sucios y mancha-
Ni por lo ms remoto se te pasa por la cabeza, tipo al parecer
dos pequeos? Tengo para m que ningn adulto debera mostrar
del todo iletrado e incultivado, levantarte y saludarme con tu negrsima
placer en presentarse arreglado mientras haya nios a los que falte
zarpa, cuando en mi paso y en mi porte todo tienes que advertir que
todo adorno exterior.
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Pero se podra decir, con la misma razn, que nadie debera ir a Vuelvo una vez ms a hablar de arquitectura, para lo que habr
un concierto o a una representacin teatral o gozar de cualquier otra que tener en cuenta un poquito o pizca de arte y literatura.
diversin mientras haya en el mundo crceles e institutos penitencia-
Antes una observacin: adornar casas dignas, nobles y antiguas,
rios con desdichados presos. Naturalmente, esto es ir demasiado lejos.
lugares y edificios histricos con ornamentos florales anuncia el mal
Y si alguien quisiera aplazar el goce y toda alegra de vivir hasta que el
gusto que imaginar se puede. Quien lo hace o permite que se haga peca
mundo no tuviera por fin gente pobre y desdichada, tendra que
contra el espritu de lo digno y lo bello y viola el hermoso recuerdo de
esperar hasta el gris e impensable Da del Juicio y hasta el glido y
nuestros tan bravos como nobles predecesores. En segundo lugar, las
yermo Fin del Mundo, y para entonces puede que el placer y la vida
fuentes nunca se coronan y prenden con flores. Desde luego las flores
misma se le hubieran pasado por completo.
son bellas en s mismas; pero no estn para poner en solfa y desdibujar
Una desaliada, deslomada, agotada, vacilante trabajadora, que se la noble severidad y severa belleza de las esculturas. La predileccin
acercaba con visible cansancio y debilidad y sin embargo aprisa, por las flores puede degenerar en necia florimana. Las personalidades
porque a todas luces an tena toda clase de cosas que hacer, me y ediles a quienes incumba pueden informarse con personas dotadas
record al instante a las pulidas y malcriadas hijitas o hijas de alta de autoridad de si tengo razn, y tener la bondad de actuar en conse-
cuna, que a menudo no saben o no parecen saber con qu clase de cuencia.
elegante y distinguida ocupacin o diversin han de pasar su da, y que
Por mencionar dos bellas e interesantes construcciones que me
quiz jams estn de verdad cansadas, que se pasan das, semanas
cautivaron y reclamaron mi atencin en grado inusual, dir que
pensando en qu podran ponerse para aumentar el brillo de su
siguiendo mi camino pas ante una capilla rara y encantadora a la que
imagen, y que tienen tiempo de sobra para hacerse largas considera-
enseguida llam capilla Brentano, porque vi que proceda de la fants-
ciones al respecto de qu deberan hacer para envolver en ms y ms
tica, dorada, semiluminosa y semioscura poca de los romnticos. Se
excesivos y enfermizos refinamientos su persona y su dulce y acarame-
me ocurri pensar en la gran, salvaje, tempestuosa y oscura novela
lada figurita.
Godwi de Brentano. Altas y esbeltas ventanas ojivales daban al en
Pero, en la mayora de los casos, yo mismo soy amante y venera- extremo original y peculiar edificio un aspecto amable y delicado, y le
dor de tan adorables, en extremo cuidadas, delicadas plantas femeni- prestaban el espritu de lo mgico, la magia de la intimidad y de la vida
nas de belleza de luna. Uno de esos encantadores pececitos podra intelectual. Me vinieron a la mente fogosas descripciones de paisajes
ordenarme lo que quisiera, y le obedecera ciegamente. Oh, qu bella del mencionado poeta, concretamente la descripcin de los robledales
es la belleza y qu arrebatador el arrebato! alemanes. Poco despus estaba ante la villa llamada Terraza, que me
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record al pintor Karl StaufferBern, que vivi y se aloj aqu por un indios, tigres, monos y reptantes cocodrilos, bailarinas en la cuerda
tiempo, y a la vez a ciertas muy distinguidas y nobles construcciones floja y osos polares y toda la necesaria abundancia de squito, servi-
que hay en la Tiergartenstrasse de Berln, que por el estilo estricto, dumbre, equipaje de artistas y del personal, adems de: chiquillos
soberano y de clsica sencillez que expresan resultan simpticas y armados con armas de madera, imitando la guerra europea mientras
dignas de ver. La casa Stauffer y la capilla Brentano se me presentaban desencadenan todas las furias, un golfillo que canta la cancin Cien mil
como monumentos de dos mundos estrictamente separados, ambos ranas, de lo que se muestra orgullossimo; adems: maderas y hombres
encantadores, amenos e importantes a su peculiar modo: aqu la del bosque con carros llenos de lea, dos o tres cerdos de concurso,
elegancia medida y fra, all el sueo altanero y melanclico, aqu algo ante los que la viva fantasa del espectador se pinta codiciosa el sabor y
fino y bello y all algo fino y bello, pero completamente distinto como conveniencia de un asado de cerdo recin hecho, de esplndido aroma,
esencia y formacin, aunque prximo en el tiempo. En mi paseo lo cual es comprensible; una casa campesina con un refrn escrito
empieza a atardecer poco a poco, y el silencioso fin, me parece, ya no sobre la entrada, dos bohemias, galizianas, eslavas, serbias o incluso
est en absoluto tan lejos. gitanas de botas rojas, ojos negros como la pez y cabello a juego, ante
cuya extranjera visin se piensa quiz en la novela de Gartenlaube La
Quiz tengan aqu su lugar algunas cotidianeidades y manifesta-
princesa de los gitanos, que sin duda transcurre en Hungra, lo que
ciones del trfico, a saber, por orden: una vistosa fbrica de pianos
importa poco, o en La gitanilla, que sin duda es de origen espaol, lo
junto a otras fbricas y establecimientos, una espesa alameda junto a
que no es preciso tomar al pie de la letra. Adems, tiendas: papelera,
un ro negruzco, hombres, mujeres, nios, tranvas elctricos, su
carnicera, relojera, zapatera, sombrerera, herrera, sedera, ultrama-
chirrido y el general o conductor responsable que se asoma, una tropa
rinos, especiera, bisutera, mercera, panadera y confitera. Y por
de vacas de plido color a encantadoras pintas y manchas, campesinas
doquier, sobre todas estas cosas, el amable sol del atardecer. Adems
sobre carros y el correspondiente ruido de ruedas y fustigar de ltigos,
mucho ruido y bullicio, colegios y colegiales, estos ltimos con peso y
algunos camiones cargados hasta arriba con apiladas mercancas,
dignidad en el rostro, paisaje y aire y mucha pintura. Adems, no
camiones de cerveza con toneles de lo mismo, trabajadores que regre-
ignorar ni olvidar: rtulos y anuncios como Persil o Insuperables
san a casa, saliendo y prorrumpiendo de la fbrica, lo abrumador de
sobres de sopa Maggi, o Tacones de goma Continental, enormemente
esta visin y artculo que es la masa, con extraos pensamientos al
duraderos, o Se vende finca, o El mejor chocolate con leche, o yo
respecto; vagones de carga cargados saliendo de la estacin de carga,
qu s de verdad qu ms. Si se quisiera contar, no se acabara nunca
un circo entero en trnsito y ruta con elefantes, caballos, perros,
antes de que estuviera fielmente contado. Las personas inteligentes se
cebras, jirafas, furiosos leones encerrados en leoneras, con cingaleses,
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percatarn y darn cuenta de esto. Un cartel o placa me llam espe- callado, pero sobre todo solvente, slido y puntual en el pago, nos ser
cialmente la atencin; su contenido era el siguiente: en cambio bienvenido en todos los sentidos, y ser atendido del modo
ms refinado y tratado del modo ms corts y agraciado; lo promete-
Hospedera
mos sinceramente y pensamos mantenerlo en todo momento, de modo
o fina pensin para caballeros recomienda a caballeros refinados o que ser un placer. Tan amable y encantador caballero hallar en
cuando menos de mejor condicin su excelente cocina, que es tal que nuestra mesa tan escogidos bocados como le costara muchsimo
podemos decir con la conciencia tranquila que satisface al paladar encontrar en otro sitio; porque de hecho proceden de las obras maes-
mejor acostumbrado y cautiva al ms vivo de los apetitos. Renuncia- tras del arte culinario de nuestra exquisita cocina; tendr ocasin de
mos a interesarnos por estmagos demasiado hambrientos. El arte confirmarlo el que quiera probar nuestra distinguida hospedera, a lo
culinario que ofrecemos responde a una educacin superior, con lo que que le invitamos y animamos en todo momento. La comida que
quisiramos haber indicado que nos ser agradable ver comer a ponemos en la mesa supera tanto en calidad como en cantidad cual-
nuestra mesa slo a caballeros realmente instruidos. A los tipos que se quier concepto en alguna medida sano, y no hay fantasa ni imagina-
beben su sueldo semanal y mensual y por tanto no estn en condicio- cin humana, por viva que sea, capaz de imaginar ni por acaso los
nes de pagar en el acto no deseamos verlos ni de lejos; ms bien delicados bocados, que hacen la boca agua, que administramos y
apreciamos, respecto a nuestros muy estimados huspedes, sutil estamos acostumbrados a poner ante los rostros alegremente sorpren-
decoro y galantes modales. Encantadoras y gentiles hijas suelen didos de nuestros seores comensales. Pero, como ya se ha recalcado
atender nuestras apetitosas mesas, bellamente servidas, adornadas con varias veces, slo entran en consideracin los caballeros de mejor
flores de todas clases. Lo decimos para que los caballeros interesados condicin, y se tendr la bondad, para evitar errores y eliminar dudas,
vean cuan necesario es comportarse educadamente y conducirse con de permitirnos exponer brevemente nuestro criterio al respecto. A
limpieza y alegra desde el momento en que el eventual seor pensio- nuestros ojos, slo es un caballero de mejor condicin el que rebosa
nista ponga pie en nuestra estimable y respetable pensin. Decidida- refinamiento y mejor condicin y desde cualquier punto de vista es
mente, no queremos tener nada que ver con libertinos y camorristas, sencillamente mejor que cualquier otra gente sencilla. La gente que no
bravucones y fanfarrones. Aquellos que tengan motivos para decirse es ms que sencilla no nos es adecuada. Un caballero de mejor condi-
que pertenecen a esa especie tendrn la bondad de mantenerse lejos de cin es para nosotros slo aquel que se imagina muchas vanidades y
nuestro instituto de primera clase y ahorrarnos su desagradable necedades y, ante todo, es capaz de imaginar que su nariz es mejor que
presencia. Todo caballero amable, gentil, corts, educado, fino, atento, cualquier otra buena y razonable nariz humana. La conducta de un
amistoso, jovial, pero no excesivamente alegre y jovial, sino ms bien caballero de mejor condicin expresa claramente este peculiar presu-
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puesto, y en eso confiamos. Quien slo sea bueno, recto y honrado, y antoja un rasgo de pequeez, falta de vida interior, alejamiento de la
no tenga ninguna otra ventaja importante, por favor que no se nos Naturaleza y mediana o defectuosa capacidad de comprensin. Es a los
acerque; porque no nos parece ser un caballero refinado y mejor. nios pequeos a los que siempre hay que mostrarles algo nuevo y
Tenemos la ms afinada comprensin para la seleccin de tan slo los distinto para que no estn descontentos. El escritor serio no se siente
ms refinados y puramente mejores caballeros. Advertimos enseguida llamado a acumular material, ser pronto servidor de nerviosa codicia, y
en el paso, el tono, la forma de conversar, el rostro, los movimientos y consecuentemente no teme algunas naturales repeticiones, aunque por
singularmente en la vestimenta, el sombrero, el bastn, la flor en el supuesto se esfuerce siempre en prevenir con celo que no haya dema-
ojal, que existe o no, si un caballero se cuenta entre los de mejor siadas similitudes.
condicin o no. La perspicacia que tenemos al respecto linda con la
Haba cado la tarde, y llegu, por un bello y tranquilo camino o
hechicera, y nos atrevemos a afirmar que poseemos cierta genialidad
senda lateral que discurra entre rboles, al lago, y aqu termin el
en estas cosas. As que ya se sabe con qu tipo de gente contamos, y si
paseo. En un bosquecillo de alisos, al borde del agua, estaba reunida
acude a nosotros alguien en quien de lejos veamos que no es adecuado
una clase de nios y nias, y el seor cura o maestro imparta en mitad
a nuestra pensin, le diremos: Lo lamentamos mucho, y lo sentimos
de la vespertina Naturaleza ciencias naturales y doctrina contemplati-
de veras.
va. Mientras segua adelante con lentitud, llamaron mi atencin dos
Quiz dos o tres lectores pongan un tanto en duda la veracidad de figuras humanas. Quiz debido a cierto integral agotamiento pens en
este cartel, dicindose que no se puede creer una cosa as. una hermosa muchacha y en cmo estaba yo tan solo en el ancho
mundo, y que eso no poda estar bien. Los reproches que yo mismo me
Quiz se hayan dado repeticiones aqu y all. Pero he de confesar
haca me atacaron por la espalda y me salieron al paso en el camino, y
que veo la Naturaleza y la vida humana como una serie tan hermosa
tuve que luchar duramente. Ciertos malos recuerdos se apoderaron de
como encantadora de repeticiones, y adems quisiera confesar que
m. Las autoacusaciones me pesaron de pronto en el corazn. As que
contemplo esa misma manifestacin como belleza y como bendicin.
busqu y recog flores a mi alrededor, parte en un bosquecillo, parte en
Desde luego que en algunos lugares hay cazadores y degustadores de
el campo. Empez a llover suave y calmadamente, con lo que el tierno
novedades, echados a perder por exceso de estmulo, ansiosos de
paisaje se volvi an ms tierno y silencioso. Era como si el cielo
sensaciones, hombres que ansan casi cada minuto goces no disfruta-
llorase, y mientras recoga las flores escuch el leve llanto que caa
dos an. El poeta no escribe para tales gentes, como el msico no hace
sobre las hojas. Clida y dbil lluvia de verano, qu dulce eres! Por
msica para ellos y el pintor no pinta para ellos. En conjunto, la
qu recojo flores?, me pregunt, y mir pensativo al suelo, y la tierna
continua necesidad de goce y prueba de cosas siempre nuevas se me
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lluvia aument mi ensimismamiento hasta convertirlo en tristeza. corazones y los ojos de los hombres. Pens largo tiempo en ello, y ped
Vinieron a mi mente todas las faltas cometidas, infidelidad, odio, perdn en silencio a las personas a las que quiz pude haber hecho
terquedad, falsedad, fraude, maldad y toda clase de violentas y feas dao. Durante largo tiempo me sum en inconcretos pensamientos,
intervenciones. Pasin desbocada, salvajes deseos, y cmo haba hasta que volv a pensar en la muchacha, tan hermosa y llena de juvenil
incluso hecho dao a algunas personas, cmo haba sido injusto. Como frescura, que tena unos ojos tan dulces, buenos y puros. Imagin
un escenario lleno de dramticas escenas se me revelaba la vida vivamente lo encantadora que era su bella boca infantil, lo hermosas
pasada, y hube de asombrarme involuntariamente ante mis numerosas que eran sus mejillas, y cmo su presencia fsica me hechizaba con su
debilidades, ante toda la desatencin y dureza que haba mostrado. melodiosa ternura, cmo hace cierto tiempo le pregunt algo, cmo
Entonces apareci ante mis ojos la segunda figura, y de pronto volv a baj los bonitos ojos en la duda y en la incredulidad, y despus, cmo
ver al hombre viejo, cansado, pobre y abandonado que haba visto dijo no cuando le pregunt si crea en mi amor sincero, mi cario,
tendido en un bosque haca algunos das, y tan miserable, plido y entrega y ternura. Las circunstancias le haban ordenado viajar, y
moribundo, tan doliente y mortalmente agotado que su triste y angus- parti. Quiz hubiera podido convencerla a tiempo de que tena buenas
tiosa visin me haba asustado profundamente. Ahora vea en espritu intenciones, de que su querida persona me era importante, y de que
a ese hombre cansado, y me sent dbil. Sent la necesidad de tumbar- por muchos hermosos motivos quera hacerla feliz, y con ello a m
me en algn sitio, y como haba cerca un lugar amigable y recogido a la mismo; pero no me esforc ms, y ella parti. Para qu entonces las
orilla, me acomod, agotado como estaba en cierta medida, en el flores? Recoga flores para depositarlas sobre mi desdicha?, me
blando suelo, bajo las ingenuas ramas de un rbol. Contemplando la pregunt, y el ramo cay de mis manos. Me haba levantado para irme
tierra, el aire y el cielo, me vino el doloroso e irremisible pensamiento a casa; porque ya era tarde, y todo estaba oscuro.
de que era un pobre preso entre el cielo y la tierra, que todos los
humanos ramos de este modo mseros presos, que slo haba para
todos un tenebroso camino, hacia el hoyo, hacia la tierra, que no haba FIN
otro camino al otro mundo ms que el que pasaba por la tumba. As
pues todo, todo, toda esta rica vida, los amables y sentenciosos colores,
este encanto, esta alegra y este placer de vivir, todas estas humanas
importancias, familia, amigo y amante, esta clara y tierna luz llena de
bellas y divinas imgenes, las casas paternas y maternas y los dulces y
suaves caminos perecern un da y morirn, el alto sol, la luna, los
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