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    Amelia y Memo

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    PABLO ENRIQUE CHÁVEZ ZAMORA
    Los niños se burlaban de Amalia y Memo por sus intereses no tradicionales para su género. Cuando el bus se averió durante un paseo escolar, Memo alivió el hambre de los niños con sus galletas caseras y Amalia arregló el motor con su conocimiento de mecánica. A partir de entonces, los demás niños aceptaron y celebraron las habilidades y personalidades únicas de Amalia y Memo.

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    Los niños se burlaban de Amalia y Memo por sus intereses no tradicionales para su género. Cuando el bus se averió durante un paseo escolar, Memo alivió el hambre de los niños con sus galletas caseras y Amalia arregló el motor con su conocimiento de mecánica. A partir de entonces, los demás niños aceptaron y celebraron las habilidades y personalidades únicas de Amalia y Memo.

    Descripción original:

    TEXTO DE AMALIA Y MEMO

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    Los niños se burlaban de Amalia y Memo por sus intereses no tradicionales para su género. Cuando el bus se averió durante un paseo escolar, Memo alivió el hambre de los niños con sus galletas caseras y Amalia arregló el motor con su conocimiento de mecánica. A partir de entonces, los demás niños aceptaron y celebraron las habilidades y personalidades únicas de Amalia y Memo.

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    Los niños se burlaban de Amalia y Memo por sus intereses no tradicionales para su género. Cuando el bus se averió durante un paseo escolar, Memo alivió el hambre de los niños con sus galletas caseras y Amalia arregló el motor con su conocimiento de mecánica. A partir de entonces, los demás niños aceptaron y celebraron las habilidades y personalidades únicas de Amalia y Memo.

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    Amalia y Memo (Cuento)

    La maestra Lupelinda dej a sus alumnos una tarea: hacer un trabajo


    manual con objetos reciclables. Alonso hizo un ttere con palitos de
    helado, Alejandra unas alas de hada con papel de peridico, Memo una
    cocina con cajas de cartn y Amalia un maletn de mecnico con
    botellas de plstico.
    Los nios, al ver a Memo con su cocina, empezaron a burlarse de l,
    dicindole: La cocina es para nias. Y tambin se burlaron de
    Amalia, dicindole: Las herramientas de mecnico son para nios.
    La cocina no es solo para nias! Mi pap es cocinero dijo Memo,
    y se puso a llorar.
    Pero cuando Memo llor, los nios se burlaron an ms de l,
    gritndole que solamente las nias lloraban.
    No tiene nada de malo que un nio llore! grit Amalia, que quiso
    defender a Memo.
    Cuando las nias vieron a Amalia tan agresiva, se asustaron y le
    dijeron que as no se comportaban las damas. La maestra puso orden
    en la clase.
    Los das transcurrieron y Memo estaba siempre triste porque sus
    compaeros no hacan ms que burlarse de l a la hora del recreo y
    de la salida. Mientras tanto, la pobre Amalia sufra porque a ella no le
    gustaba jugar con muecas, y las nias no queran jugar con ella a las
    carreras, ni a los sper hroes, y para colmo, los nios tampoco la
    incluan en los partidos de ftbol.
    Amalia y Memo sentan que algo no estaba bien. Por qu no los
    queran?
    Un da, la maestra Lupelinda, muy preocupada por integrar a todos sus
    alumnos, organiz un paseo al campo. Viajaron en bus.
    Los nios estuvieron felices, corrieron, jugaron y cantaron, menos
    Amalia y Memo, que se quedaron a un lado, jugando entre los dos. A
    la hora del regreso al colegio, el bus se malogr. No arrancaba. Las
    horas pasaban y los nios empezaron a sentir mucha hambre. Quin
    los ayudara?
    Memo sac de su lonchera unas ricas galletas que tena guardadas.
    Las comparti con sus compaeros, quienes las comieron muy
    agradecidos.
    Un nio quiso ms galletas y le pregunt a Memo dnde las haba
    comprado.
    Yo mismo las hice, con ayuda de mi pap dijo Memo. Todos los
    nios admiraron a Memo por su habilidad al preparar las galletas,
    estaban deliciosas!
    Mientras tanto, Amalia, que saba mucho de mecnica, con entusiasmo
    y alegra ayud al chofer a arreglar el motor del bus. Al poco rato, el
    chofer anunci a todos que ya podan seguir con el viaje de regreso y
    pidi un aplauso para Amalia, que haba sido una excelente ayudante.
    Luego de ese da, los compaeros de Memo fueron a visitarlo a su
    casa, para ver cmo trabajaba su pap y aprender a preparar esas
    galletas tan ricas que haban probado.
    Amalia, por su parte, les ense a las nias a construir mesas y sillas
    con la caja de herramientas que sus paps le regalaron.
    Al da siguiente, los nios y las nias se reunieron a conversar. Juntos,
    se sentaron cmodamente alrededor de la mesa para disfrutar de las
    galletas con una rica limonada. Desde aquel da, todos fueron amigos
    para siempre.
    Amalia y Memo se sienten muy orgullosos de ser quienes son.
    Nios y nias:
    Me gusta verlos siempre sonriendo.
    Eso me hace sentir feliz.
    Los quiero mucho.
    Su profesor Enrique

    Nios y nias:
    Me gusta verlos siempre sonriendo.
    Eso me hace sentir feliz.
    Los quiero mucho.
    Su profesor Enrique

    Nios y nias:
    Me gusta verlos siempre sonriendo.
    Eso me hace sentir feliz.
    Los quiero mucho.
    Su profesor Enrique

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