El Juicio Oral y Público Boliviano

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EL JUICIO ORAL Y PBLICO BOLIVIANO

William Herrera Aez*

Sumario: I. Consideraciones generales. II. Debate o desarrollo del juicio.


III. Conclusin del juicio.

I. Consideraciones generales

La Ley No. 1970, del 25 de marzo de 1999 (Cdigo procesal, en adelante),


ha configurado la estructura del proceso penal, con carcter general, en cinco
fases: 1) etapa preparatoria del juicio; 2) intermedia; 3) juicio oral y pblico;
4) recursos, y 5) ejecucin penal. Con esta reforma procesal Bolivia adopt
plenamente el sistema acusatorio, que impide juzgar a nadie sin que previa-
mente exista acusacin, y al rgano jurisdiccional juzgar sobre hechos y a
personas distintas de las acusadas o condenar por hechos distintos de los que
han sido acusadas.
El juicio oral y pblico constituye la fase esencial y decisiva donde ten-
dr que dilucidarse la situacin jurdica del imputado. Tal como pone de
manifiesto Corts Domnguez, el juicio oral es la fase procesal donde se en-
juicia la conducta del acusado para condenarlo o absolverlo en la sentencia
que pone fin al proceso.1 Esta fase se rige por las normas contenidas en el
libro primero, ttulo segundo de la parte segunda del Cdigo procesal (ar-
tculos 329 y siguientes), disposiciones que son de aplicacin supletoria para
los dems procedimientos, tanto ordinarios como especiales.2

* Abogado boliviano, magster en Derecho Penal y Constitucin; especialista en Dere-

cho constitucional y derechos fundamentales; profesor titular de Derecho procesal penal en


la Universidad Autnoma Gabriel Ren Moreno.
1 Corts Domnguez, V. et al., Derecho procesal penal, Madrid, Colex, 1996, p. 250.
2 El Cdigo procesal (artculo 48) establece que en caso de duda sobre la jurisdiccin
aplicable, por razones de concurrencia o conexitud entre la jurisdiccin especial y la ordi-

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La referida disposicin pone de relieve que el juicio es la fase esencial


del proceso y se realizar sobre la base de la acusacin en forma contra-
dictoria, oral, pblica y continua, para la comprobacin del delito y la res-
ponsabilidad del imputado con plenitud de jurisdiccin. El fiscal tiene que
fundamentar su acusacin, sealando los elementos de conviccin que tiene
respecto a la comisin del delito, la calificacin legal de los hechos que mo-
tivan su pretensin, y le inducen a afirmar que el imputado es el autor del
delito y tiene que sufrir las consecuencias jurdico-penales.
La acusacin del fiscal delimita el objeto procesal: el tribunal de senten-
cia no puede ampliar o modificar los hechos que ha puesto de manifiesto
el fiscal y su sentencia tiene que versar sobre los extremos de la acusacin;
adems, el imputado no podr ser condenado por un hecho distinto al atri-
buido en la acusacin. Tiene como una de sus principales caractersticas la
contradiccin entre la acusacin y la defensa, para que en aplicacin de la ley
y con imparcialidad, el tribunal resuelva la contienda jurdica.
El juicio se abre sobre la base de una acusacin, fiscal o particular, y
en la eventualidad de que ambas sean contradictorias e irreconciliables, el
tribunal tiene la facultad extraordinaria de precisar los hechos sobre los
cuales se abre el juicio. El artculo 362 recoge, por su parte, el principio de
congruencia al establecer que el imputado no podr ser condenado por un
hecho distinto al atribuido en la acusacin.

1. Los principios constitucionales que regulan el juicio

El proceso penal no slo tiene que iniciarse, desarrollarse y concluirse


conforme con la Constitucin (que viene a ser la norma procesal por exce-
lencia), sino que permite medir las caractersticas y los elementos autorita-
rios o democrticos que pueda tener el sistema procesal penal.3 En un Esta-
do autoritario ser tambin autoritario el proceso y a la inversa: un Estado
democrtico tendr tambin un proceso penal democrtico donde el ius

naria, corresponde el conocimiento de los delitos a la ordinaria. La norma aclara que en


ningn caso los civiles sern sometidos a la jurisdiccin militar.
3 La Constitucin proclama el debido proceso, que segn el Tribunal Constitucional
(SC 1693/2003-R, del 24 de noviembre) ...constituye una garanta de legalidad procesal
para proteger la libertad, la seguridad jurdica, la racionalidad y fundamentacin de las
resoluciones judiciales o administrativas; de manera que los conflictos o controversias que
se presentan en cualquier proceso, sean de carcter judicial, administrativo o disciplinario,
estn previamente regulados en el ordenamiento jurdico, el cual debe sealar las pautas que
procuren el respeto de los derechos y obligaciones de las partes procesales, para que ninguna
actuacin de las autoridades est basada o tenga origen en su propio arbitrio.

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puniendi ser ejercido a plenitud dentro de los lmites que establece el orde-
namiento jurdico-constitucional.
En palabras de Roxin,4 el derecho procesal penal es el sismgrafo de la
Constitucin, y el proceso penal tiene una actualidad poltica, la cual signi-
fica que cada cambio esencial en la estructura poltica (sobre todo una mo-
dificacin de la estructura del Estado) tambin conduce a transformaciones
del procedimiento penal.
As, el proceso penal se encuentra regulado esencialmente por la Cons-
titucin boliviana; por tanto, tiene que desarrollarse respetando escrupulo-
samente los principios y garantas constitucionales.5 Como sostiene Durn
Ribera,6 los preceptos procesales descritos por la Constitucin constituyen
el marco general bsico para los legisladores y los operadores jurdicos. Este
autor considera que una de las caractersticas ms relevantes de la moderna
doctrina del derecho penal constitucional consiste en someter a estudio y
debate todos y cada uno de los principios y garantas constitucionales que
orientan el sistema penal, con la finalidad de empezar el estudio de la legis-
lacin penal por donde debe comenzar, esto es, por la base jurdica funda-
mental en la que se asienta el sistema: su orden constitucional.
Cabe aclarar que ni la Constitucin ni el Cdigo procesal recogen todos
los principios rectores que informan el proceso penal y, en especial, el juicio
oral y pblico. El Cdigo procesal (artculo 1o.) comienza proclamando que
nadie ser condenado a sancin alguna si no es por sentencia ejecutoria-
da, dictada luego de haber sido odo previamente en juicio oral y pblico,
celebrado conforme a la Constitucin, las convenciones y tratados interna-
cionales vigentes y este Cdigo.
El constituyente ha diseado que el juicio oral y pblico tiene que ce-
lebrarse conforme a la Constitucin y a los convenios y tratados interna-
cionales ratificados por Bolivia. La ley fundamental (artculos 109 a 121)
reconoce las garantas jurisdiccionales que Daz Cabiale y Martn Morales7
identifican como principios o derechos fundamentales procesales.
4
Roxin, C., Derecho procesal penal, Buenos Aires, Editorial del Puerto, 2000, p. 10.
5
El Tribunal Constitucional (SC No. 1036/2002, del 29 de agosto) no slo ha creado
y consolidado una jurisprudencia en defensa de los principios constitucionales rectores del
proceso penal, sino tambin ha establecido que el juicio oral y pblico se encuentra configu-
rado en tres etapas: 1) la etapa preparatoria; 2) la etapa intermedia, y 3) el juicio propiamente
dicho (oral y pblico); redefini la estructura de la etapa preparatoria del juicio y estableci
cundo se inicia el proceso penal, entre otras cosas.
6 Durn Ribera, W., Principios, derechos y garantas constitucionales, Santa Cruz de la Sierra,
El Pas, 2005, p. 124.
7 Daz Cabiale, J. A. y Martn Morales, R., La garanta constitucional de la inadmisin de la
prueba ilcitamente obtenida, Madrid, Civitas, 2001, p. 53.

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Con el propsito de garantizar o salvaguardar la autodeterminacin de


las personas, la Constitucin (artculo 114) prohbe, con carcter general,
toda forma de torturas, desaparicin, confinamiento, coaccin, exaccin o
cualquier forma de violencia fsica o moral, y las declaraciones, acciones u
omisiones obtenidas o realizadas mediante estos medios son nulas de pleno
derecho.
La Constitucin (artculos 116 a 121) reconoce, igualmente, la presun-
cin de inocencia, y que ninguna persona puede ser condenada sin haber
sido oda y juzgada previamente en un debido proceso, ni sufrir sancin
penal que no haya sido impuesta por autoridad judicial competente en sen-
tencia ejecutoriada. Tambin, toda persona tiene derecho inviolable a la
defensa y a ser oda por una autoridad jurisdiccional competente, indepen-
diente e imparcial; adems, ninguna persona podr ser obligada a declarar
contra s misma ni contra sus parientes consanguneos hasta el cuarto grado
o sus afines hasta el segundo grado.
Todos estos principios y derechos fundamentales, incluyendo los que se
reconocen a travs del artculo 13.II de la Constitucin boliviana, pueden
llegar a ser menoscabados, y depender de la relevancia de los mismos para
que reciban una determinada proteccin.8
El acusador tiene que conocer el carcter normativo incuestionable que
tienen los principios y valores fundamentales; adems, el juicio oral y p-
blico se convierte en una oportunidad para que la defensa utilizando los
mismos principios, mandatos y valores constitucionales ponga a prueba
la consistencia de la acusacin. En ningn momento las partes deben olvi-
dar que la Constitucin es la norma suprema del ordenamiento jurdico
boliviano y goza de primaca frente a cualquier otra disposicin normati-
va, y que el bloque de constitucionalidad est integrado por los tratados y
convenios internacionales en materia de derechos humanos y las normas de
derecho comunitario, ratificados por el pas (artculo 410).
El Tribunal Constitucional9 ha venido reiterando que los principios
constitucionales constituyen verdaderos mandatos jurdicos; estn en la cs-
pide del ordenamiento jurdico y son tutelables como cualquier otro dere-
cho fundamental.
En todo caso, los principios rectores especficos del juicio oral y pblico
se pueden sistematizar de la siguiente forma:

8 La ley fundamental (artculo 13.II) reconoce que los derechos que proclama esta Cons-
titucin no sern entendidos como negacin de otros derechos no enunciados.
9 SC No. 773/2005-R.

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A. Principio acusatorio

El juicio oral y pblico (al igual que todo el proceso penal) se inscribe en
el sistema acusatorio. El Cdigo procesal (artculo 342) establece que el jui-
cio se podr abrir sobre la base de la acusacin del fiscal o la del querellante,
indistintamente. La norma recoge de forma expresa las caractersticas de
este sistema cuando advierte que en ningn caso el tribunal podr incluir
hechos no contemplados en alguna de las acusaciones, producir prueba de
oficio ni abrir el juicio si no existe, al menos, una acusacin.10
Como sostiene Corts Domnguez,11

...la coexistencia de estos dos derechos, el de penar y el de acusar, y la distinta


titularidad de ellos ha determinado, una vez superada la filosofa que impona
el proceso inquisitivo, una estructura del proceso penal que es tpica y exclu-
siva de este orden jurisdiccional, y que depende directamente de la vigencia
en el mismo del principio acusatorio.

En opinin de Armenta Deu,12 este principio exige que haya una con-
tienda procesal entre dos partes contrapuestas, y que la resolucin la tome
un rgano que se coloca por encima de ambas; es decir, que las partes tienen
que estar separadas de la funcin de juzgar. La diferenciacin entre las tres
funciones procesales: la acusacin, que es propuesta y sostenida por perso-
10 El Tribunal Constitucional (SC No. 168/2002, del 27 de febrero) ha dejado claramen-
te establecido que el principio acusatorio implica la diferencia de la funcin que tienen los
jueces de juzgar, quienes ya no realizan actos de investigacin, con la funcin que realizan
los fiscales, que es la de acusar e investigar, quienes ya no efectan actos jurisdiccionales. En
consecuencia, al estar ahora repartidas claramente las tareas de dichas autoridades (jueces
y fiscales), se tiene que el juez por cuenta propia o de oficio ya no puede efectuar investiga-
ciones ni disponer aplicacin de ninguna medida cautelar de carcter personal, por cuanto
un juicio slo se puede realizar sobre la base de una acusacin efectuada por el fiscal o el
querellante; en caso contrario el juez atentara contra el principio ne procedart judex ex oficio y
nemo iudex sine actore. En el mismo sentido, el Tribunal Supremo (TS) espaol (sentencias del
TS del 7 de marzo y 1o. de abril de 1991; 25 de enero de 1993 y 12 de abril de 1995, entre
otras) ha considerado que el principio acusatorio significa que los rganos jurisdiccionales:
a) no pueden penar un delito ms grave que el que ha sido objeto de acusacin; b) tampoco
pueden castigar infracciones que no hayan sido objeto de acusacin; c) ni penar un delito
distinto al que ha sido objeto de acusacin, aunque la pena de una y otra infraccin sean
iguales, o incluso la correspondiente al delito innovado sea inferior a la del delito objeto de
acusacin, a menos que reine entre ellos una patente y acusada homogeneidad, y d) tampoco
pueden apreciar circunstancias agravantes o subtipos agravados que no han sido invocados
por la acusacin.
11 Corts Domnguez, V. et al., Derecho procesal, cit., p. 250.
12 Armenta Deu, T., Principio acusatorio y derecho penal, Barcelona, Bosch, 1995, p. 90.

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nas distintas del juez; la defensa, con derechos y facultades iguales a las del
acusador, y la decisin por un rgano judicial independiente e imparcial,
conlleva la necesidad de que alguien (el Ministerio Pblico) sostenga la ac-
cin para que se pueda configurar un verdadero proceso contradictorio.
Las Naciones Unidas,13 por su parte, se han encargado de recomendar
que las funciones investigadora y de persecucin estarn estrictamente se-
paradas de la funcin juzgadora..., y lo hacen convencidas de que quien
investiga no puede ser imparcial porque la investigacin, quirase o no, se
relaciona con la idea de acusacin.
Con este propsito, el Cdigo procesal (artculo 279) establece que los
fiscales no podrn realizar actos jurisdiccionales ni los jueces actos de inves-
tigacin que comprometan su imparcialidad. El juez o tribunal tampoco
podr incluir hechos no contemplados en alguna de las acusaciones, produ-
cir prueba de oficio ni abrir el juicio sin una acusacin.
El Tribunal Constitucional boliviano14 ha dejado claramente estableci-
do que el principio acusatorio implica la diferencia de la funcin que tienen
los jueces de juzgar, quienes ya no realizan actos de investigacin, con la
funcin que realizan los fiscales, que es la de acusar e investigar, quienes ya
no efectan actos jurisdiccionales.

B. Principio de audiencia o derecho a ser odo

Este principio rector del juicio oral y pblico, segn la Constitucin (ar-
tculos 115.II y 117.I), garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa
y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilacio-
nes; adems, ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oda y
juzgada previamente en un debido proceso y nadie sufrir sancin penal
que no haya sido impuesta por autoridad judicial competente en sentencia
ejecutoriada.
El Cdigo procesal (artculo 1o.), por su parte, comienza consagrando
expresamente que nadie ser condenado a sancin alguna si no es por sen-
tencia ejecutoriada, dictada luego de haber sido odo previamente en juicio

13
Reglas Mnimas de las Naciones Unidas para la Administracin de la Justicia Penal,
Reglas de Mallorca, sesiones de trabajo que tuvieron lugar los das 23, 24 y 25 de noviem-
bre de 1990; 3, 4 y 5 de mayo de 1991; 5, 6, 7 y 8 de septiembre de 1991, y 14, 15 y 16 de
febrero de 1992, realizadas por invitacin de la Cancillera Adjunta a la Presidencia del
Gobierno Balear y con la cooperacin de la Subdivisin de Prevencin del Delito y Justicia
Penal de la oficina de Naciones Unidas en Viena.
14
SC No. 168/02-R, del 27 de febrero.

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oral y pblico, celebrado conforme a la Constitucin, las convenciones y


tratados internacionales vigentes y este Cdigo.
Lo evidente es que el legislador boliviano ha diseado un juicio oral y
pblico que, a los efectos de su validez y reconocimiento constitucional, tie-
ne que celebrarse conforme a los derechos, garantas y principios consagra-
dos en la Constitucin y los convenios y tratados internacionales. El princi-
pio de audiencia consiste en que el imputado debe tener las oportunidades
(el tribunal debe garantizar que se den las condiciones idneas) de expresar
su posicin frente al tribunal acerca de las acusaciones en su contra y reali-
zar de la manera ms amplia posible su derecho a la defensa. En realidad,
este derecho consiste en la facultad irrestricta que tiene todo imputado de
ser odo, impugnando las pruebas de contrario, proponiendo y aportando
las que estime convenientes, con el fin de desvirtuar o enervar la acusacin
o atenuar la responsabilidad que se le atribuye.
El derecho a ser odo se constituye en el plexo sobre el que se articulan
las garantas judiciales mnimas a que se refiere el artculo 8.2 del Pacto de
San Jos relativas al debido proceso, donde todos sus institutos de alguna
manera se conectan y convergen con el derecho a la defensa. En la misma
lnea, Haas15 considera que se trata de un derecho procesal originario del
ser humano que debe garantizar que el individuo no sea meramente un ob-
jeto de la resolucin judicial, sino que tenga ocasin de ser odo antes de un
fallo que afecta sus derechos.
Con el propsito de garantizar estos principios, la reforma procesal de
1999 ha proscrito toda posibilidad de realizar juicios en rebelda del impu-
tado (artculos 87 y siguientes).

C. Principio de igualdad de armas

El principio de igualdad de armas en el juicio oral y pblico significa


que el sistema penal debe establecer las condiciones legales de tal forma que
en la contienda jurdico-penal ambas partes (Ministerio Pblico e imputado)
tengan las mismas posibilidades de hacer valer sus pretensiones procesales.
Este principio no postula, sin embargo, que las partes procesales sean iguales,
porque no lo son ni podrn serlo (el Estado, representado por el fiscal, siem-
pre tendr mejores condiciones y posibilidades de acusar que el imputado
de defenderse). Lo que busca es que el fiscal tenga las mismas posibilidades

15 Haas, E., Las garantas constitucionales en el procedimiento penal alemn, Anuario


de Derecho Constitucional Latinoamericano, Uruguay, nm. 12, t. II, 2006, p. 1018.

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74 WILLIAM HERRERA AEZ

de sustentar su acusacin, como el imputado de buscar cmo desvirtuar esa


pretensin. La convergencia de ambos derechos configura lo que se conoce
como proceso contradictorio, que prevalece en la cultura jurdica de nuestro
entorno.
En palabras de De la Oliva,16 este principio significa que las distintas
partes del proceso dispongan de iguales medios para defender sus respecti-
vas posiciones; esto es, dispongan de iguales derechos procesales, de oportu-
nidades y posibilidades similares para sostener y fundamentar lo que cada
cual estime conveniente.
La Constitucin y el Cdigo procesal ofrecen a la parte acusadora (fiscal
y querellante) un conjunto de posibilidades para que puedan ejercer el dere-
cho a la tutela judicial efectiva o derecho a la jurisdiccin. Con el propsito
de concretar ese equilibrio entre la acusacin y la parte pasiva, el Cdigo
procesal (artculo 5o.) reconoce, asimismo, que el imputado puede ejercer
todos los derechos y garantas que la Constitucin, las convenciones y los
tratados internacionales vigentes y este Cdigo le reconozcan, desde el pri-
mer acto del proceso hasta su finalizacin.17

D. Principios del procedimiento o instrumentales

Al margen de los referidos principios rectores del juicio oral y pblico,


ntimamente relacionados o vinculados, se tienen los principios del procedi-
miento o instrumentales de la fase esencial del proceso penal, que son:

a. La oralidad

A diferencia de la etapa preparatoria, que se caracteriza por ser mayor-


mente escrita (pesada, burocrtica y dura en promedio un ao), la fase esen-
cial del proceso es totalmente oral. La Constitucin (artculo 180.I) recono-
ce que la jurisdiccin ordinaria se fundamenta en los principios procesales
de gratuidad, publicidad, transparencia, oralidad. Con rotundidad, el
Cdigo procesal (artculo 333) proclama que el juicio ser oral..., incluso
las resoluciones del tribunal durante la audiencia se dictarn verbalmen-
te....
16 De la Oliva, A. et al., Derecho procesal penal, 7a. ed., Madrid, Editorial Universitaria
Ramn Areces, 2004, p. 54.
17 La desigualdad procesal es patente en la etapa preparatoria porque muchas veces la
investigacin comienza a espaldas del imputado, quien llegar a enterarse posteriormente
cuando el fiscal cuente con elementos incriminatorios concretos.

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EL JUICIO ORAL Y PBLICO BOLIVIANO 75

La oralidad, como principio instrumental del proceso penal, ha revo-


lucionado el desarrollo del juicio oral y pblico. En palabras de Montero
Aroca,18 este principio significa que en los actos procesales predomina lo
hablado sobre lo escrito, como medio de expresin y comunicacin entre los
diferentes sujetos que intervienen en el proceso.
La oralidad tiene como consecuencia lgica la concentracin de los ac-
tos procesales y la simplificacin del proceso. La concentracin supone una
sola audiencia de todos los actos procesales y medios de prueba, incluso
la resolucin o sentencia. La preclusin es una consecuencia natural de la
actividad de las partes en virtud de la concentracin que exige la oralidad.
Como una verdadera excepcin a este principio, sin embargo, el C-
digo procesal (artculo 333) reconoce que slo podrn incorporarse por su
lectura:

1) Las pruebas que se hayan recibido conforme a las reglas del anticipo de
prueba, sin perjuicio de que las partes o el tribunal exijan la compare-
cencia personal del testigo o perito, cuando sea posible.
2) Las declaraciones o dictmenes producidos por comisin o informe,
cuando el acto se haya producido por escrito, conforme a lo previsto por
ley, sin perjuicio de que las partes o el tribunal exijan la comparecencia
del testigo o perito, cuando sea posible.
3) La denuncia, la prueba documental, los informes y las actas de reco-
nocimiento, registro o inspeccin practicadas conforme a lo previsto en
este Cdigo.

b. La inmediacin

La inmediacin del tribunal con las partes y la actividad probatoria es


una consecuencia lgica de la oralidad del juicio oral y pblico. Este princi-
pio exige que el juez tenga contacto directo con los medios de prueba y debe
formar su conviccin sobre lo visto y odo en la audiencia, y necesariamente
ha de ser el mismo que dicte la sentencia. Oralidad e inmediacin no son
principios distintos, sino que se presentan formando parte de un conjunto
inescindible.
El Cdigo procesal (artculo 330) establece que el juicio se realizar
con la presencia ininterrumpida de los jueces y de todas las partes; adems,
reglamenta las excepciones o casos de ausencia de alguna de las partes.

18 Montero Aroca, J., Los principios polticos de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, Valencia,
Tiran lo Blanch, 2001, p. 175.

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Tal como sostiene Montero Aroca,19 la inmediacin hace referencia a


que el juez forma la conviccin directamente sobre lo visto y odo (no sobre
las actas en que se documenta la realizacin de los actos de prueba), y de
ah la necesidad de que dicte sentencia precisamente quien ha presidido la
prctica de la prueba. Advierte que la verdadera inmediacin slo es posi-
ble en un procedimiento oral.
La oralidad y la inmediacin del tribunal con las partes y la actividad
probatoria devienen en concentracin y continuidad del debate. Este prin-
cipio exige que el juicio se realice en presencia de las partes, sin interrup-
ciones, y toda la prueba debe ser reunida y evacuada directa, sucesiva y
conjuntamente. La continuidad del juicio oral y pblico significa, funda-
mentalmente, que entre la recepcin de la prueba y el pronunciamiento de
la sentencia tiene que haber una aproximacin temporal inmediata. Como
el juicio no tiene plazo, la actividad probatoria se puede realizar en una au-
diencia, compuesta de sesiones continuas, hasta agotar la prueba.

c. La publicidad

La publicidad constituye uno de los principios procesales rectores del


proceso penal, y se encuentra reconocida en la mayora de las Constitucio-
nes (artculo 180.I), los convenios y pactos internacionales. Lo evidente es
que sin oralidad no hay publicidad o, lo que es lo mismo, slo un proceso
oral y concentrado permite la publicidad, y con ella la fiscalizacin popular
del funcionamiento de la justicia.
La publicidad es un principio que guarda una importancia vital en el
juicio oral y pblico, porque permite transparentar el ejercicio de la po-
testad jurisdiccional y se ha convertido en un derecho fundamental. Esta
garanta significa que no basta con la tutela que prestan los tribunales, sino
que es necesario que el pueblo tenga acceso y conozca a ciencia cierta cmo
funcionan las instituciones de derecho, y en especial la encargada de la ma-
teria penal, por el tipo de bien que est en juego: la libertad.
Este principio tiene una doble finalidad: por un lado, proteger a las par-
tes de una justicia penal sustrada al control pblico y, por otro, mantener
la confianza de la comunidad en los jueces y tribunales. La actuacin de las
partes y del juez, a la vista del pblico, convierte el juicio oral en un meca-
nismo cvico pedaggico, donde se renuevan y actualizan los valores sociales
y los derechos fundamentales.

19
Montero Aroca, J. et al., Derecho jurisdiccional, t. I: Parte general, 13a. ed., Valencia, Tirant
lo Blanch, 2004, p. 389.

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EL JUICIO ORAL Y PBLICO BOLIVIANO 77

El Cdigo procesal (artculo 116) proclama que los actos del proceso se-
rn pblicos y, en el marco de las responsabilidades establecidas por la Ley
de Imprenta, exige que las informaciones periodsticas sobre un proceso pe-
nal se abstengan de presentar al imputado como culpable, en tanto no recai-
ga sobre l una sentencia condenatoria ejecutoriada. El precepto introduce,
excepcionalmente, la reserva, que puede ser total o parcial, cuando: a) afecte
el pudor o la vida privada de alguna de las partes o de otra persona citada;
b) corra riesgo la integridad fsica de los jueces, de alguna de las partes, o
de alguna persona citada; c) peligre un secreto oficial, particular, comercial
o industrial previsto legalmente, y d) el imputado o la vctima sea menor de
dieciocho aos.

2. Presupuestos procesales

La realizacin del juicio oral y pblico exige, con carcter previo, el


cumplimiento de determinados autnticos presupuestos procesales, que son:

A. La acusacin

El inicio y realizacin del juicio oral y pblico depende de que haya una
acusacin, que puede ser del fiscal o del querellante. La necesidad de que
la acusacin se haya convertido en un presupuesto procesal previo al mo-
mento cumbre del proceso penal lo consagra el artculo 342 del Cdigo pro-
cesal, cuando advierte que en ningn caso el juez o tribunal podr incluir
hechos no contemplados en alguna de las acusaciones, producir prueba de
oficio ni abrir el juicio si no existe una acusacin.
La acusacin, como mnimo, contendr:

1) Los datos que sirvan para identificar al imputado y su domicilio procesal.


2) La relacin precisa y circunstanciada del delito atribuido.
3) La fundamentacin de la acusacin, con la expresin de los elementos
de conviccin que la motivan.
4) Los preceptos jurdicos aplicables.
5) El ofrecimiento de la prueba que se producir en el juicio (artculo 341).

En todo caso, el juicio se abre sobre la base de una acusacin fiscal o


particular, y en la eventualidad de que haya ambas y sean contradictorias
e irreconciliables, slo en este caso el tribunal tiene la facultad extraordina-
ria de precisar los hechos sobre los cuales se abre el juicio.

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78 WILLIAM HERRERA AEZ

B. La defensa del imputado

Mientras el fiscal tiene que formular inexcusablemente su acusacin y


la debe sustentar a lo largo del juicio oral y pblico, el imputado tiene que
poder ejercer su derecho fundamental a la defensa, previsto en el artculo
119.II de la Constitucin. No cabe ninguna posibilidad de realizar juicio
alguno sin defensa del imputado; por tanto, se constituye en un autntico
presupuesto procesal.
Aun cuando es cierto que por la presuncin de inocencia el imputado
no est obligado a articular ninguna estrategia defensiva, no es menos cierto
que el sentido de este derecho fundamental no es propiamente ejercer, sino
tener la posibilidad real de poder neutralizar y, en su caso, desvirtuar la acu-
sacin o atenuar su virtual responsabilidad penal.
Ningn derecho es ms natural y sagrado que el de la defensa, y as
se encuentra reconocido en las Constituciones, los cdigos procesales y las
declaraciones y convenios sobre derechos y libertades. En esta permanente
evolucin, ahora se habla del derecho a la defensa en sus dos formas: material
y tcnica. La primera, llamada tambin autodefensa, es aquella que realiza
directamente el imputado cuando est sometido a la accin penal, y consis-
te en sus propias declaraciones, as como en las intervenciones personales
(inspeccin, reconstruccin, careo, etctera) que pueda hacer a lo largo del
proceso penal. La defensa tcnica, en cambio, es aquella que realiza el aboga-
do defensor y consiste en el ejercicio tcnico-jurdico de todos los derechos
que le reconoce el ordenamiento jurdico.
El Tribunal Constitucional,20 desde un principio, ha revocado senten-
cias condenatorias ejecutoriadas en las que adverta que se haba vulnerado
el derecho a la defensa. Con el fundamento de que a partir de una adecuada
interpretacin de las normas constitucionales que consagran el derecho a
la defensa, ha sostenido que cuando la Constitucin establece que nadie
puede ser condenado a pena alguna sin haber sido odo y juzgado previa-
mente en proceso legal, est prohibiendo la imposicin de toda sancin sin
defensa.

C. Radicatoria y auto de apertura del juicio

Otro presupuesto procesal imprescindible para poder iniciar el juicio


viene a ser la radicatoria y, especialmente, el auto de apertura del juicio. Con
20
SC No. 636/2002-R, del 3 de junio, entre otras.

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EL JUICIO ORAL Y PBLICO BOLIVIANO 79

el ttulo de preparacin del juicio, el artculo 340 establece que el juez o el


presidente del tribunal, dentro de las cuarenta y ocho horas de recibida la
acusacin y ofrecidas las pruebas de cargo por el fiscal, radicar la causa y
notificar al querellante para que presente la acusacin particular y ofrezca
las pruebas de cargo dentro del trmino de diez das.
El fiscal tiene que establecer en su acusacin cules son los hechos con-
cretos que sern juzgados. El Cdigo procesal (artculo 344) establece, ade-
ms, que inmediatamente se ordenar la lectura de la acusacin y del auto
de apertura, y dispondr que el fiscal y el querellante fundamenten en for-
ma oral sus pretensiones.
La fundamentacin del fiscal y del querellante que exige el sistema pro-
cesal no se debe limitar simplemente como viene sucediendo en la prc-
tica a repetir o ratificar lo que ya est escrito, sino que cada parte debe
tener preparado o diseado un discurso estratgico dirigido, especialmente,
a los jueces ciudadanos, que llegan con la mente en blanco y necesitan in-
formarse qu sucedi antes y durante el desarrollo del juicio.21 En el aludido
discurso, el acusador debe tener la suficiente capacidad para poner de ma-
nifiesto, con un lenguaje sencillo, cules son los hechos concretos a juzgarse,
la participacin detallada que ha tenido el imputado y su responsabilidad o
consecuencias jurdico-penales, as como la promesa de que se demostrar
la acusacin con el desfile de la prueba de cargo ofrecida.

D. Incidentes y excepciones

Con la aclaracin de que los incidentes y las excepciones no son pro-


piamente un autntico presupuesto procesal, en el sentido de que tuvieran
imprescindiblemente que interponerse y resolverse antes de la cuestin de
fondo (puede realizarse el juicio sin haberse planteado ninguna excepcin
o incidente), pero como son de previo y especial pronunciamiento, en caso

21
Con la finalidad de restituir la confianza en el sistema judicial, el Cdigo procesal (ar-
tculo 52) ha introducido en el sistema penal a los jueces ciudadanos, que vienen a conformar
los tribunales de sentencia, integrados por dos jueces tcnicos y tres jueces ciudadanos. Estos
jueces tienen las mismas atribuciones que los tcnicos y sern competentes para conocer la
sustanciacin y resolucin del juicio en todos los delitos de accin pblica. La ley (artculo
57) establece que para ser juez ciudadano se requiere: 1) ser mayor de veinticinco aos; 2)
estar en pleno ejercicio de los derechos ciudadanos; 3) tener domicilio, y 4) tener profesin,
ocupacin, oficio, arte o industria conocidos. La funcin de juez ciudadano ser remunerada
(los empleados pblicos o privados se declaran en comisin con goce de haberes y en el caso
de los independientes se asigna una remuneracin equivalente al 50% del haber diario que
percibe un juez tcnico).

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de interponerse al inicio del juicio, deben resolverse inmediatamente o en


sentencia.
El Cdigo procesal (artculo 345) establece que todas las cuestiones in-
cidentales sern tratadas en un solo acto, a menos que el tribunal resuelva
hacerlo en sentencia. Las excepciones que reconoce la ley procesal (artculo
308) son las siguientes: 1) prejudicialidad; 2) incompetencia; 3) falta de ac-
cin, porque no fue legalmente promovida o porque existe un impedimento
legal para proseguirla; 4) extincin de la accin penal; 5) cosa juzgada, y
6) litispendencia.
En funcin de sus efectos jurdicos, las excepciones se pueden dividir
en dos grupos: a) las que obstaculizan y paralizan la accin penal, como la
falta de competencia del juez, las cuestiones prejudiciales, la falta de accin
y la litispendencia, y b) las que buscan la extincin de la accin penal, como
son la prescripcin del delito, la extincin de la accin por el transcurso del
plazo mximo del proceso, la cosa juzgada, muerte del imputado, amnista,
pago de la multa, aplicacin de un criterio de oportunidad, la conciliacin,
el desistimiento o abandono de la querella en los delitos de accin privada,
el pago del dao causado en los delitos de contenido patrimonial, y cuando
se han cumplido las condiciones de la suspensin condicional del proceso.

E. La declaracin o abstencin del imputado

En la medida en que se hayan expuesto los fundamentos del fiscal y del


querellante y, en su caso, resueltos los incidentes, se recibir la declaracin
del imputado, salvo que decida su abstencin. Antes de su declaracin, y
slo en el supuesto que haya resuelto declarar, el presidente del tribunal le
explicar el hecho o hechos que se le imputan con palabras claras y sen-
cillas, y luego ser interrogado por el fiscal, el abogado del querellante, el
defensor y, al final, los miembros del tribunal22 (artculo 346).
El Cdigo procesal contempla, simplemente, la declaracin del im-
putado y presentacin de la defensa, cambio muy acertado, puesto que
su declaracin en el juicio oral y pblico no es propiamente un verdadero
interrogatorio (menos incriminatorio, como era antes), sino un medio de
defensa que permite a la parte pasiva tomar posicin frente a la acusacin.

22 El Cdigo procesal (artculo 52) establece que los tribunales de sentencia estarn in-
tegrados por dos jueces tcnicos y tres jueces ciudadanos y sern competentes para conocer
la sustanciacin y resolucin del juicio en todos los delitos de accin pblica. La disposicin
advierte que en ningn caso el nmero de jueces ciudadanos ser menor al de jueces tcni-
cos, y que el presidente ser elegido de entre los jueces tcnicos.

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EL JUICIO ORAL Y PBLICO BOLIVIANO 81

En cuanto al orden del interrogatorio (cuando tenga que declarar), pri-


mero pregunta el fiscal, luego el abogado del querellante, el defensor y los
miembros del tribunal. Una vez termine la declaracin, el presidente del
tribunal dispondr que el defensor exponga los fundamentos de la defensa.
La norma procesal (artculo 347) aclara que en el curso de la audiencia, el
imputado podr hacer las declaraciones que considere oportunas, siempre
que se refieran a su defensa, y que en todo momento podr hablar con su
defensor, excepto cuando est declarando.
Aun cuando no hay disposicin expresa al respecto, tanto la fundamen-
tacin del fiscal como la defensa tcnica del imputado deben ser discursos
relativamente cortos, precisos, bien estructurados, claros y muy categricos
en cuanto al planteamiento de cada una de las partes. Las partes deben
saber que como miembros del tribunal existen jueces ciudadanos que no
tienen en su mayora ninguna experiencia judicial.
Aunque los jueces pueden interrogar, con buen criterio, se limitan a
preguntar generalidades al imputado (estado civil, profesin, domicilio, et-
ctera) y luego lo dejan exponer todo lo que considere pertinente para su
defensa. El tribunal no debe interrogar ni a ttulo de aclaracin, porque co-
rre el riesgo de comprometer su imparcialidad. Con el tiempo, el imputado
tendr que escoger entre ejercer su derecho al silencio, sin ningn riesgo o
consecuencia, o prestar su declaracin, y en este supuesto, responder todas
las preguntas, cuyas respuestas pueden llegar a incidir en la valoracin de la
prueba que haga el tribunal.

II. Debate o desarrollo del juicio

Mientras el momento cumbre del proceso penal es el juicio oral y pbli-


co, el momento cumbre del juicio, a su vez, viene a ser el debate o desarrollo
donde se tiene que producir la prueba de cargo y de descargo ofrecida por
el fiscal en la acusacin y por el imputado, como parte de la preparacin de
esta fase. A la conclusin del debate tendr que definirse la situacin jurdi-
ca del imputado (condenado o absuelto), motivo por el cual el sistema exige
el cumplimiento escrupuloso de unos presupuestos procesales, as como el
respeto de los derechos, garantas y principios consagrados en la Constitu-
cin boliviana y los convenios y tratados internacionales.
El Tribunal Constitucional23 ha venido reiterando que de una interpre-
tacin sistemtica del orden constitucional se extrae que las garantas con-

23
SC No. 1168/2005.R, del 26 de septiembre.

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sagradas en el artculo 16 de la Constitucin de 1967 tienden a garantizar


que la tramitacin de los procesos judiciales o administrativos se desarrolle
revestida de las garantas del debido proceso.
A efectos de garantizar el desarrollo del juicio, el presidente del tri-
bunal, como parte del poder ordenador y disciplinario, puede adoptar las
providencias que sean necesarias para mantener el orden y adecuado de-
sarrollo de la audiencia, imponiendo, en su caso, medidas disciplinarias a
las partes, abogados, defensores, funcionarios, testigos, peritos y personas
ajenas al proceso (artculo 339).
La produccin de los medios de prueba ofrecidos de cargo y de descar-
go se somete a un procedimiento probatorio, y el resultado a un sistema de
valoracin, cuyo desarrollo excede el espacio asignado.

1. Los actos de prueba slo pueden practicarse en el juicio oral y pblico

Los actos de prueba que reconoce el Cdigo procesal (testifical, peri-


cial, consultores tcnicos, documental, careo, inspeccin y reconstitucin)
slo pueden practicarse en el juicio oral y pblico, y para que puedan ser
valorados por el juez o tribunal no slo han debido llegar al juicio por los
medios legales, sino que deben haberse producido pblicamente, es decir,
con el conocimiento de todas las personas que intervienen en el proceso.
El sistema acusatorio tiene como premisa que la prueba, para que ten-
ga validez, debe ser ofrecida y producida, imprescindiblemente, en el jui-
cio oral, y recibida directamente por los jueces que tienen que pronunciar
sentencia con todas las garantas y solemnidades que establecen las leyes.
El respeto a las garantas constitucionales y legales busca evitar cualquier
manipulacin, distorsin o apreciacin equivocada; cualquier prueba que
no sea propuesta y producida en el debate oral, pblico, continuado y con-
tradictorio, carece de validez y eficacia jurdica.
El Tribunal Constitucional24 aclara que en el juicio oral y pblico ya no
se puede investigar, como en la etapa preparatoria, sino comprobar lo que se
ha investigado y establecer la responsabilidad penal.
El hecho de que en el juicio ya no se investiga, sino que se comprueba lo
que se ha investigado, descarta la posibilidad de que los actos de investiga-
cin puedan llegar a constituir per se actos de pruebas. Como sostiene Gime-
no Sendra,25 las diligencias y dems informes que pudiera realizar la polica

24
SC No. 789/2002-R, del 2 de julio.
25
Gimeno Sendra, V. et al., Derecho procesal, cit., p. 97.

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EL JUICIO ORAL Y PBLICO BOLIVIANO 83

tienen el mero valor de denuncias y, por tanto, no pueden ser considerados


como medio, sino como objeto de prueba. En el supuesto de que la parte
acusadora pretenda que los hechos vertidos en la investigacin puedan ser
estimados como comprobados por el tribunal sentenciador, ser necesario
recibir esa declaracin, en calidad de testigo y en el juicio oral, al polica que
intervino en las diligencias.
Trasladando esto al ordenamiento jurdico boliviano, cabe sealar que
el cuadernillo de investigacin no puede constituir prueba (y mucho menos
para condenar), tanto por lo que sostiene la doctrina espaola como por-
que, adems, en la investigacin policial se llegan a vulnerar los derechos y
garantas constitucionales. Con buen criterio, el Cdigo procesal (artculo
280) aclara que las actuaciones registradas en el cuaderno no tendrn va-
lor probatorio por s mismas para fundar la condena del acusado.... Como
novedad tambin convierte al polica en testigo oficial cuando sostiene que
toda persona ser capaz de atestiguar, inclusive los funcionarios policiales
respecto a sus actuaciones (artculo 194).

2. La prueba ilcita

Entre las garantas jurisdiccionales, la Constitucin (artculo 114.II) es-


tablece que las declaraciones, acciones u omisiones obtenidas o realizadas
mediante el empleo de tortura, coaccin, exaccin o cualquier forma de
violencia, son nulas de pleno derecho. Aun cuando el reconocimiento no
sea expreso, el constituyente ha introducido la prueba ilcita como un prin-
cipio fundamental que busca garantizar la licitud de la actividad probatoria.
El reconocimiento constitucional y tratamiento que hace el Cdigo
procesal de la prueba ilcita o ilegalmente obtenida, y la teora de valoracin
probatoria directa e indirecta o refleja, constituye un hito importante en de-
fensa de los derechos, garantas y principios fundamentales consagrados en
la Constitucin y los convenios y tratados internacionales.
El Cdigo procesal (artculo 13) comienza haciendo una declaracin
principista de que los elementos de prueba slo tendrn valor si han sido
obtenidos por medios lcitos e incorporados al proceso conforme a las dispo-
siciones de la Constitucin y de este Cdigo. La primera constatacin que
se puede hacer es que el legislador no ha dejado margen a los operadores
jurdicos para la discrecin, por cuanto la consecuencia es obligada: slo
tendrn valor o, lo que es lo mismo, de existir una prueba ilcita no pue-
de producir efecto alguno.

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84 WILLIAM HERRERA AEZ

En cuanto a las inevitables consecuencias jurdicas, queda claro que no


tendr valor la prueba obtenida mediante torturas, malos tratos, coaccio-
nes, amenazas, engaos o violacin de los derechos fundamentales de las
personas, ni la obtenida en virtud de informacin originada en un procedi-
miento o medio ilcito.... El legislador (artculo 172) no ha dejado ninguna
duda del valor supremo de los derechos fundamentales, cuando establece
que carecern de toda eficacia probatoria los actos que vulneren derechos
y garantas consagradas en la Constitucin, en las convenciones y tratados
internacionales vigentes, este Cdigo y otras leyes de la Repblica, as como
la prueba obtenida en virtud de informacin originada en un procedimien-
to o medio ilcito.
A la luz de esta descripcin legal y constitucional, la prueba ilcita es
aquella que se encuentra afectada por una conducta dolosa en cuanto a la
forma de obtencin, es decir, aquella que ha sido obtenida de forma fraudu-
lenta a travs de una conducta ilcita. Los tres preceptos del Cdigo proce-
sal (artculos 13, 171 y 172) ponen el acento en el procedimiento o medio
ilcito, esto es, en la forma dolosa de obtencin de la fuente de prueba,
lo que determina su ilicitud y, consecuentemente, su ineficacia en virtud del
principio de que el dolo no puede beneficiar a quien lo comete.
La prueba ilcita se puede definir como aquella no slo que vulnera un
derecho fundamental, sino tambin la que se obtiene contraviniendo una
ley. Como sostiene Miranda,26 el origen de la ilicitud de la prueba reside,
precisamente, en que la misma ha sido obtenida con violacin de normas
jurdicas, con independencia de la categora o naturaleza de estas ltimas:
constitucionales o legales (procesales o no), incluso de disposiciones o prin-
cipios generales.

III. Conclusin del juicio

El juicio oral y pblico puede concluir en cualquier momento, incluso


en tiempo rcord, dependiendo de que se haya producido la prueba ofre-
cida por las partes. Con el cierre del debate, y la eliminacin de la doble
instancia, se agota toda posibilidad de producir prueba sobre los hechos
juzgados, y llega el momento cumbre tanto para las partes, por el resultado
que habr en el acto, como para el juez o tribunal, que tiene que dictar sen-
tencia y condenar o absolver al imputado.

26
Miranda Estrampes, M., El concepto de prueba ilcita y su tratamiento en el proceso penal, Bar-
celona, Bosch, 1999, p. 18.

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EL JUICIO ORAL Y PBLICO BOLIVIANO 85

1. Cierre del debate y conclusiones

Con el ttulo de discusin final y clausura del debate, el Cdigo procesal


(artculo 356) establece que terminada la recepcin de las pruebas, el fiscal,
el querellante y el defensor del imputado, en ese orden, formularn sus con-
clusiones en forma oral, pudiendo asistirse de medios tcnicos de apoyo a
la exposicin. En caso de que intervinieran dos o ms fiscales, querellantes
o defensores, todos podrn hacer uso de la palabra, evitando repeticiones o
dilaciones indebidas. Aun cuando poco ocurre en la prctica, la ley prev
que las partes podrn replicar, pero corresponder al defensor la ltima in-
tervencin.
Con la finalidad de evitar que las partes no slo usen sino abusen del
tiempo, el presidente del tribunal, en consulta con el fiscal y el abogado del
imputado, debe acordar un tiempo determinado y prudencial para que for-
mulen sus conclusiones, que no debera exceder de 15 o 30 minutos para
cada una de las partes. Todos deben tener capacidad de sntesis, y poder
exponer en el menor tiempo posible sus conclusiones, salvo casos muy com-
plejos por los hechos o el nmero de imputados. En todo caso, el precepto
plantea varias figuras que merecen una descripcin por separado.

A. Conclusiones del fiscal

El fiscal formular sus conclusiones en forma oral, pudiendo asistirse


de medios tcnicos de apoyo a la exposicin; en caso de que sean dos o
ms fiscales, todos podrn hacer uso de la palabra, evitando repeticiones o
dilaciones indebidas. A ttulo de conclusiones, el fiscal tendr que hacer un
resumen de los hechos que fueron juzgados y convencer al tribunal de que
en el desfile probatorio han quedado comprobados los mismos y que fueron
consumados por el imputado. Tendr que preparar un discurso relativa-
mente breve, que sintetice su acusacin, y lo que ha logrado con la prueba
en el juicio oral y pblico: comprobar el delito y la autora del imputado.
Tomando en cuenta los nuevos actores del juicio oral y pblico, esto es,
los jueces ciudadanos, dependiendo de la complejidad de los hechos juz-
gados y el grado de participacin de los imputados, resulta ilustrativo que
el acusador utilice los medios tcnicos de apoyo a la exposicin. No cabe
duda que una buena exposicin visual ayudar, con creces, a ilustrar cmo
sucedieron los hechos y cmo han quedado comprobados en el juicio oral
y pblico, as como la responsabilidad penal del imputado. El fiscal debe
concluir sus conclusiones valga la redundancia pidiendo una pena o

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sancin determinada o medida de seguridad que se imponga al imputado,


conforme lo prev el artculo 365 del Cdigo procesal.

B. Conclusiones del imputado

En la misma forma que el fiscal, pero en sentido contrario, el abogado


del imputado har sus conclusiones orales donde tendr que persuadir al
tribunal de que en el juicio oral y pblico no se ha podido comprobar el he-
cho delictivo, menos su participacin. Alegar que no se ha desvirtuado la
presuncin de inocencia que le reconoce la Constitucin y, por tanto, la sen-
tencia deber ser absolutoria. Como es lgico suponer, alegar que la prueba
de cargo no ha sido suficiente ni consistente, que no se ha podido probar ni
comprobar nada, que ha existido contradiccin entre los testigos e invocar
tambin la duda y el principio in dubio pro reo. Aun cuando el imputado no
est obligado a probar nada, pero como tiene el derecho de ofrecer y pro-
ducir prueba de descargo, si esto ocurriera, elogiar su prueba y los princi-
pios del sistema acusatorio que le favorezcan. Reiterar el pedido de que la
sentencia sea absolutoria, alegando algn presupuesto previsto en el artculo
363 del Cdigo procesal.

C. Intervencin de la vctima

La vctima, al igual que el fiscal, tiene el mismo derecho de formular sus


conclusiones orales, aun cuando no se haya constituido en querellante. El
Cdigo procesal (artculo 355) le reconoce el derecho de intervenir, y si est
presente en la audiencia har uso de la palabra para exponer sus sentimien-
tos, que, en la prctica, se resume, con lgrimas en los ojos (dependiendo de
la gravedad del delito), a pedir justicia y la imposicin de una pena privati-
va de libertad en contra del imputado. El pedido de la vctima es un tpico
mensaje a la conciencia de los jueces, en sentido de que se ha cometido un
delito y tiene que castigarse al imputado.

D. Derecho a la ltima palabra

El sistema acusatorio se caracteriza por la intervencin en igualdad de


condiciones o armas entre la acusacin y la defensa. Al igual que la vctima,
y como una manifestacin del derecho a la defensa material, el imputado
tambin tiene derecho a la ltima palabra. Al contrario de la que ha sosteni-

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EL JUICIO ORAL Y PBLICO BOLIVIANO 87

do la vctima, el imputado expondr que es inocente y que sera injusto que


le impongan una pena privativa de libertad o la que hubieran pedido. Tiene
la posibilidad de alegar que el delito cometido no es doloso, sino culposo,
que tiene familia o que lo cometi por necesidad, as como cualquier otra
situacin que considere que le pueda favorecer.
En el ordenamiento jurdico espaol,27 el derecho a la ltima palabra
no debe ser una mera formalidad, sino que debe estar conectado con el de-
recho a la defensa que tiene todo acusado, al que se brinda la oportunidad
final para confesar los hechos, ratificar o rectificar sus propias declaracio-
nes o las de los coimputados o testigos, o incluso discrepar de su defensa o
completarla de alguna manera. La raz profunda de todo ello no es sino el
principio de que nadie puede ser condenado sin ser odo, audiencia perso-
nal que, aun cuando mnima, ha de separarse como garanta de la asistencia
letrada, dndole todo el valor que por s misma le corresponde.

2. Deliberacin y sentencia

Formalizadas que hayan sido las conclusiones orales y las respectivas


intervenciones personales de la vctima y del imputado, comienza la recta
final del juicio oral y pblico, que consiste en la deliberacin del tribunal
para dictar sentencia, que debe realizarse en el acto.

A. La deliberacin

Como una manifestacin ms de la continuidad y eficiencia del mode-


lo, el Cdigo procesal (artculo 357) establece que, concluido el debate y en
la misma audiencia, el juez o tribunal dictar sentencia. A falta del tiempo
suficiente para la necesaria fundamentacin, salvo algunas excepciones, el
tribunal slo redacta la parte resolutiva, conforme a la previsin del artculo
361, y difiere la redaccin de los fundamentos de la sentencia y su lectura
ntegra, dentro de los tres das siguientes.
El artculo 358 establece que los miembros del tribunal pasarn de in-
mediato y sin interrupcin a deliberar en seccin secreta, a la que slo po-
dr asistir el secretario. La deliberacin no se podr suspender, salvo en-
fermedad grave comprobada de alguno de los jueces y, en este supuesto, la
interrupcin no podr durar ms de tres das, luego de los cuales se deber
reemplazar al juez o jueces enfermos y realizar el juicio nuevamente, salvo
que los restantes formen mayora.
27
Sentencia del TS 181/1994, del 20 de junio.

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El tribunal valorar las pruebas producidas durante el juicio de un


modo integral, conforme a las reglas de la sana crtica, y expondr los razo-
namientos en que fundamenta su decisin, debiendo deliberar y votar en el
siguiente orden: 1) las relativas a toda cuestin incidental que se haya dife-
rido para este momento; 2) las relativas a la comisin del hecho punible y la
absolucin o condena del imputado, y 3) la imposicin de la pena aplicable.
Como es un tribunal colegiado y todos los jueces (tres de los cinco son jueces
ciudadanos) tienen las mismas competencias y atribuciones, las decisiones se
adoptarn por mayora. La disposicin aclara que las disidencias debern
fundamentarse expresamente por escrito, y en caso de igualdad de votos se
adoptar como decisin la que ms favorezca al imputado.

B. La sentencia

El juez o tribunal dictar sentencia condenando o absolviendo al impu-


tado, dependiendo de la calidad de la prueba producida en el juicio oral y
pblico. La sentencia es la resolucin del rgano jurisdiccional, segn G-
mez Colomer,28 en la que se declara el ejercicio de la potestad punitiva del
Estado, condenando o absolviendo a una persona. Las penas o medidas de
seguridad slo pueden ser impuestas por sentencia de un juez o tribunal,
de modo que el derecho de penar del Estado nicamente puede materiali-
zarse en este tipo de resolucin judicial.
A diferencia de los autos interlocutorios que resuelven, por ejemplo, las
excepciones e incidentes, la trascendencia de la sentencia se debe a que el
tribunal resolver todas las cuestiones que hayan sido objeto del juicio, con-
denando o absolviendo no slo por el delito principal y las excepciones que
hubieran quedado pendientes, sino tambin porque, a partir de su ejecuto-
ria, dispondr sobre las costas y entrega de objetos secuestrados, as como
habilitar el procedimiento para la reclamacin de los daos y perjuicios
dimanantes del hecho delictivo.
La sentencia resuelve la cuestin criminal, segn sostiene Corts Do-
mnguez.29 La expresin legal es indicativa, al menos, de dos fundamentos
del proceso penal: el primero, que abierto el juicio oral y pblico, debe ter-
minar con una sentencia; el segundo, que esta resolucin judicial debe resol-
ver la cuestin criminal. La accin penal tambin puede llegar a resolverse
en Bolivia, por ejemplo, mediante una excepcin de prescripcin, en el sen-
tido de que se extingue la accin penal.
28
Gmez Colomer, J. L. et al., Derecho jurisdiccional, cit., p. 340.
29
Corts Domnguez, V. et al., Derecho procesal, cit., p. 199.

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EL JUICIO ORAL Y PBLICO BOLIVIANO 89

El Cdigo procesal (artculo 124) proclama que las sentencias y autos


interlocutorios sern fundamentados, y advierte que no podr ser reem-
plaza por la simple relacin de documentos o requerimientos de las partes.
Toda resolucin tendr que estar debidamente razonada, mxime cuando
resuelve la culpabilidad o inculpabilidad del imputado; esto es, debe tener
los argumentos jurdicos y un correcto anlisis y valoracin de las pruebas
producidas en el juicio oral y pblico.

C. La estructura externa

El Cdigo procesal (artculo 360) establece que la sentencia se pronun-


ciar en nombre de la Repblica y contendr:

1) La mencin del tribunal, lugar y fecha en que se dicte, el nombre de los


jueces, de las partes y los datos personales del imputado.
2) La enunciacin del hecho y circunstancias que hayan sido objeto del
juicio.
3) El voto de los miembros del tribunal sobre cada una de las cuestiones
planteadas en la deliberacin, con exposicin de los motivos de hecho y
de derecho en que lo fundan.
4) La parte dispositiva, con mencin de las normas aplicables.
5) La firma de los jueces.

La estructura externa de la sentencia comprende el encabezamiento,


la motivacin fctica o antecedentes de hecho, la motivacin jurdica o de
derecho, y el fallo o parte resolutiva, cuyo desarrollo excede el espacio asig-
nado.

D. Redaccin, lectura y registro

La sentencia ser redactada y firmada inmediatamente despus de la


deliberacin, y luego el tribunal se constituir nuevamente en la sala de
audiencia para su lectura, que deber realizar el presidente. El artculo 361
del Cdigo procesal le permite al tribunal, habida cuenta de la compleji-
dad del juicio oral y pblico, o lo avanzado de la hora, diferir la redaccin
de los fundamentos de la sentencia, debiendo darse lectura slo a la parte
resolutiva. En este caso, el tribunal sealar da y hora para su lectura n-
tegra, la que se realizar dentro del plazo mximo de tres das posteriores
al pronunciamiento de la parte dispositiva. La sentencia se notificar con

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su lectura, actuacin con la que termina el juicio oral y pblico; a partir de


la respectiva notificacin, corren los quince das que tienen las partes para
interponer el recurso de apelacin restringida de sentencia.
El juicio podr registrarse mediante acta escrita o por un medio audio-
visual; cuando sea mediante acta, contendr:

1) Lugar y fecha de su realizacin, con indicacin de la hora de inicio y de


su finalizacin, as como de las suspensiones y reanudaciones.
2) Nombre de los jueces, de las partes, defensores y representantes.
3) Resumen del desarrollo de la audiencia, que indique el nombre de los
testigos, peritos e intrpretes, la referencia de los documentos ledos y de
los otros elementos probatorios reproducidos, con mencin de la con-
clusin de las partes.
4) Solicitudes y decisiones producidas en el curso del juicio, las objeciones
de las partes, sus protestas de recurrir y las menciones de las que expre-
samente soliciten su registro.
5) La observancia de las formalidades esenciales, dejndose constancia de
la publicidad si sta fue excluida, total o parcialmente.
6) Otras actuaciones que el juez o tribunal ordene registrar.
7) La constancia de la lectura de la sentencia y del acta con las formalida-
des previstas.
8) La firma del juez o miembros del tribunal y del secretario.

E. La congruencia

La sentencia debe ser congruente y correlativa entre la acusacin del


fiscal y la parte resolutiva. El Cdigo procesal (artculo 362) recoge este
principio al establecer que el imputado no podr ser condenado por un he-
cho distinto al atribuido en la acusacin. Con anterioridad, el artculo 342
establece que en ningn caso el juez o tribunal podr incluir hechos no con-
templados en alguna de las acusaciones, producir prueba de oficio ni abrir
el juicio sin acusacin.
Ambos preceptos establecen esta obligacin del tribunal, o derecho a
la tutela judicial efectiva, que implica tambin el derecho de las partes a
obtener una resolucin congruente, cuyo incumplimiento no slo posibi-
lita el recurso de apelacin restringida de sentencia (artculo 370.11), sino
tambin puede dar lugar al recurso de amparo por vulnerar derechos fun-
damentales concretos.

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Con esta finalidad, el Cdigo procesal (artculo 341.2) exige que la acu-
sacin deba efectuar una relacin precisa de las circunstancias en las que se
ha producido el delito atribuido al imputado, esto es, relatar con objetividad
todo cuanto sucedi al cometerse el hecho delictivo, objeto del juicio oral
y pblico.
Tal como sostiene Gmez Colomer,30 la correlacin se expresa en el fa-
llo de la sentencia, y recoge las posiciones jurdicas de la partes acusadoras
y acusadas, aunque la posicin jurdica de la defensa no sea vinculante para
el tribunal. Hay que analizar la acusacin porque en ella se fija el hecho
delictivo imputado a una persona, que constituye el objeto del proceso pe-
nal. Motivacin y correlacin presentan lugares comunes de importancia,
pues comparar no quiere decir leer atentamente su parte dispositiva, sino
toda ella, lo que significa en concreto atender a los fundamentos fcticos y
jurdicos de las partes.
Los hechos que se encuentran en la acusacin del fiscal no se pueden
cambiar o modificar, a diferencia de la calificacin jurdica o tipificacin
del delito. El Tribunal Constitucional boliviano31 ha reiterado que son los
hechos, y no la calificacin del tipo, el objeto del juicio oral, extremo que
tiene asidero bajo un doble aspecto: por un lado el hecho en s mismo, para
determinar si es real y si configura delito, y, por otro, de la persona a la que
se le imputa el hecho, a efecto de establecer si es responsable o no y mere-
cedora de la sancin.
En tal sentido, el tribunal analizar, a la conclusin del juicio oral y
pblico, el conjunto de la prueba producida en el debate por las partes
para contrastarla con los hechos punibles acusados, y sobre esa base podr
concluir si el delito corresponda o no a la conducta delictiva imputada por
la acusacin y, en consecuencia, sentenciar: condenando o absolviendo al
imputado.

F. Clases de sentencia

El Cdigo procesal establece dos clases de sentencias: la absolutoria y la


condenatoria.

a. Sentencia absolutoria

El Cdigo procesal (artculo 363) establece que se dictar sentencia abso-


lutoria cuando: 1) no se haya probado la acusacin, o sta haya sido retirada
30
Gmez Colomer, J. L. et al., Derecho jurisdiccional, cit., p. 345.
31
SC No. 1180/2006-R, del 24 de noviembre.

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del juicio; 2) la prueba aportada no sea suficiente para generar en el juez


o tribunal la conviccin sobre la responsabilidad penal del imputado; 3) se
demuestre que el hecho no existi, no constituye delito o que el imputado
no particip en l, o 4) exista cualquier causa eximente de responsabilidad
penal.
En opinin de Gmez Colomer,32 nicamente pueden ser absolutorias
de fondo, bien por inexistencia del hecho, bien por ser inocente el acusado,
bien por falta de pruebas o dudas razonables sobre los hechos, o bien por
falta de responsabilidad criminal. Cabe aclarar que absolutoria en el fondo sig-
nifica que aunque despus aparezcan nuevas pruebas, no habr posibilidad
de reabrir el caso, menos interponer el recurso de revisin extraordinaria de
sentencia, cuyo recurso tiene como exigencia una resolucin condenatoria
ejecutoriada.
La sentencia absolutoria tiene como efecto directo que el tribunal or-
denar la libertad del imputado en el acto, la cesacin de todas las medidas
cautelares personales, fijar las costas y, en su caso, declarar la temeridad
o malicia de la acusacin para establecer la virtual responsabilidad del acu-
sador (artculo 364). El tribunal, a solicitud del absuelto, dispondr la publi-
cacin de la parte resolutiva en un medio escrito de circulacin nacional, a
cargo del Estado o del querellante particular.
En caso de que el imputado haya sido absuelto por haberse reconocido
su inimputabilidad, conforme lo establece el artculo 17 del Cdigo Penal,
el tribunal podr disponer, previo dictamen de peritos, su internacin en el
establecimiento correspondiente, si por causa de su estado existiere el peli-
gro de que se dae a s mismo o dae a los dems. El Cdigo Penal (artculo
80) prev tambin que si no existiere un establecimiento adecuado, la inter-
nacin del inimputable se har en el que ms prximamente pueda cum-
plir este fin, o se lo dejar en poder de su familia si a juicio del juez aqulla
ofreciere garanta suficiente para el mismo fin. El juez de ejecucin penal
(artculo 55) tiene la potestad de tomar las medidas que sean necesarias para
proteger al inimputable, su familia y la sociedad.

b. Sentencia condenatoria

La sentencia condenatoria slo ser posible cuando se haya producido


en el juicio oral y pblico la suficiente prueba de cargo que permita generar
en el tribunal juzgador la conviccin sobre la responsabilidad penal del
imputado. El artculo 365 del Cdigo procesal establece que se dictar sen-
32
Gmez Colomer, J. L. et al., Derecho jurisdiccional, cit., p. 341.

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EL JUICIO ORAL Y PBLICO BOLIVIANO 93

tencia condenatoria cuando la prueba aportada sea suficiente para generar


en el juez o tribunal la conviccin sobre la responsabilidad penal del impu-
tado. La aludida conviccin se genera con la antigua plena prueba,
esto es, cuando el tribunal llega al convencimiento (no tiene duda) de que,
con el desfile de la prueba en el juicio oral y pblico, se ha comprobado el
hecho delictivo y se ha demostrado la responsabilidad penal del imputado.
La sentencia tiene que ser congruente con la acusacin, ya que el im-
putado no podr ser condenado por un hecho distinto al atribuido en la
acusacin (artculo 362). La resolucin fijar con precisin las sanciones
que correspondan, la forma y el lugar de su cumplimiento y, en su caso,
determinar el perdn judicial, la suspensin condicional de la pena, las
obligaciones que deber cumplir el condenado y la fecha en que la condena
finaliza, as como la forma y el plazo para pagar la multa y las costas.

3. Manifestaciones del arbitrio judicial

El Cdigo Penal recoge determinadas posibilidades concretas en don-


de el arbitrio judicial aparece expresamente autorizado; por ejemplo, para
determinar la pena (entre un mnimo y un mximo) o algunas medidas de
seguridad, como imponer inhabilitaciones especiales, e incluso para aumen-
tar la pena. El tribunal puede imponer en la sentencia condenatoria, en
forma conjunta o por separado, penas y medidas de seguridad, y si se han
impuesto conjuntamente, primero se cumplirn las penas y despus las me-
didas de seguridad (artculo 86 del Cdigo Penal). Tambin el tribunal tiene
la libertad de valorar las circunstancias personales del imputado y la gra-
vedad del hecho, as como las atenuantes especiales y generales de la pena
a imponerse o algn tipo de concurso, conforme establece el Cdigo Penal
(artculos 38, 39, 40, 44 y 45). La sancin debe tomar en cuenta, adems, los
fines de la pena y la proporcionalidad entre el dao ocasionado por el delito
y la pena a imponerse.33

33 El Tribunal Constitucional (SC No. 1076/2003-R, del 29 de julio) ha llegado a esta-


blecer que existen diferentes teoras penales que han tratado de explicar y comprender el
fundamento de la sancin penal: as, para las teoras absolutas, el sentido de la pena es la
retribucin: es consecuencia justa y necesaria del delito cometido, la imposicin de un mal
por el mal realizado, prescindiendo de los fines que la pena pudiera tener. Las teoras relati-
vas, por el contrario, atienden al fin que persigue la pena, considerando que sta tiene como
fin, de un lado, la intimidacin de las personas para que se aparten de la comisin del delito
(teoras de la prevencin general); y de otro, que quienes ya hayan delinquido, no lo vuelvan
a hacer y se alejen de la comisin de futuros delitos a travs de la correccin, readaptacin o
aseguramiento (teoras de la prevencin especial). La pena en la actualidad cumple diferentes

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Las medidas de seguridad que puede imponer el tribunal son las si-
guientes:

1) El internamiento, que puede ser en manicomios o casas de salud, en un


establecimiento educativo adecuado, en una casa de trabajo o de refor-
ma, o en una colonia agrcola.
2) La suspensin o prohibicin de ejercer determinada industria, comer-
cio, trfico, profesin, cargo, empleo, oficio o autoridad.
3) La vigilancia por la autoridad.
4) La caucin de buena conducta.

De la misma forma, resolver la entrega de objetos secuestrados a quien


el tribunal entienda con mejor derecho de poseerlos, y decidir sobre el
decomiso, la confiscacin y la destruccin de los objetos previstos en la ley.

4. Sanciones no penales

El Cdigo Penal (artculo 71) alude a todas estas medidas, como el deco-
miso, la confiscacin y la destruccin de objetos, que vienen a ser tambin
consecuencias de la sentencia condenatoria, aunque no son propiamente
sanciones penales. La comisin de un delito lleva aparejada la prdida de
los instrumentos con que se hubiere ejecutado y de los efectos que de l
provinieren, los cuales sern decomisados, a menos que pertenecieran a un
tercero no responsable, quien podr recobrarlos. Los instrumentos decomi-
sados podrn ser vendidos en pblica subasta si fueren de lcito comercio,
para cubrir la responsabilidad civil en casos de insolvencia; si no lo fueran,
se destruirn o inutilizarn.

funciones en los diversos momentos de la accin punitiva del Estado: en el primer momento,
el legislador, cuando prohbe una conducta amenazndola con una pena, est orientado,
fundamentalmente, a cumplir la funcin de prevencin general, dado que se amenaza a
los miembros de la comunidad para que no realicen la conducta considerada delictiva y, en
forma secundaria, se toma en cuenta la idea de retribucin, por cuanto debe existir propor-
cionalidad entre el dao ocasionado por el delito y la pena que se le atribuye; en el segundo
momento, cuando el delito se ha cometido, y se impone la pena a un determinado individuo,
predomina el criterio retributivo, a fin de que exista una proporcionalidad entre la conducta
realizada, el grado de culpabilidad y la intensidad de la pena, aunque no se excluyan aspec-
tos preventivos especiales. Finalmente, la ejecucin de la sancin penal est orientada por
fines de prevencin especial, buscando la reeducacin y resocializacin del condenado, fines
que slo pueden entenderse haciendo referencia a la dignidad de la persona y al libre desa-
rrollo de la personalidad, buscando una readaptacin al sistema, que a su vez sea respetuosa
del pluralismo ideolgico que debe existir en un Estado democrtico.

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El Cdigo Penal (artculo 185 bis) establece que en los casos de legitima-
cin de ganancias ilcitas se dispondr el decomiso: 1) de los recursos y bie-
nes provenientes directa o indirectamente de la legitimacin de ganancias
ilcitas adquiridas desde la fecha del ms antiguo de los actos que hubieren
justificado su condena, y 2) de los recursos y bienes procedentes directa o in-
directamente del delito, incluidos los ingresos y otras ventajas que se hubie-
ren obtenido de ellos, y no pertenecientes al condenado, a menos de que su
propietario demuestre que los ha adquirido pagando efectivamente su justo
precio o a cambio de prestaciones correspondientes a su valor; en el caso
de donaciones y transferencias a ttulo gratuito, el donatario o beneficiario
deber probar su participacin de buena fe y el desconocimiento del origen
ilcito de los bienes, recursos o derechos. La norma advierte que cuando
los recursos procedentes directa o indirectamente del delito se fusionen con
un bien adquirido legtimamente, el decomiso de ese bien slo se ordenar
hasta el valor estimado, por el juez o tribunal, de los recursos que se hayan
unido a l.

5. Beneficios que puede conceder el juez o tribunal

Aun cuando no lo haya pedido el imputado, el tribunal, como parte del


arbitrio judicial, tiene la potestad de suspender, de modo condicional, el
cumplimiento de la pena cuando concurran los requisitos siguientes: 1) que
la persona haya sido condenada a pena privativa de libertad que no exceda
de tres aos de duracin, y 2) que el condenado no haya sido objeto de con-
dena anterior por delito doloso en los ltimos cinco aos.
La ley (artculo 367) prev que ejecutoriada la sentencia que impone
condena de ejecucin condicional, el imputado deber cumplir las obliga-
ciones impuestas, de conformidad con el artculo 24 del Cdigo procesal.
En el supuesto de que se hayan respetado escrupulosamente las obligaciones
impuestas, vencido el periodo de prueba, la pena quedar extinguida. Al
contrario, si durante el periodo de prueba el beneficiario infringe, sin causa
justificada, las normas de conducta fijadas, la suspensin ser revocada y
deber cumplir la pena impuesta. La suspensin de la pena no liberar al
condenado de las multas ni de las inhabilitaciones que se hayan impuesto
en la sentencia.
Para considerar tanto la solicitud de suspensin condicional de la pena
como su revocatoria, segn el Tribunal Constitucional,34 el juez de la cau-
sa sealar audiencia para escuchar a las partes y determinar en el acto si
34
SC No. 1758/2004-R, del 8 de noviembre.

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96 WILLIAM HERRERA AEZ

hubo o no incumplimiento injustificado y, en su caso, dictar la resolucin


motivada de revocatoria del beneficio.
El sistema procesal (artculo 368) recoge el instituto del perdn judicial
que el tribunal puede conceder al autor o partcipe que, por un primer de-
lito, haya sido condenado a pena privativa de libertad no mayor a dos aos.
La suspensin condicional de la pena y el perdn judicial no comprenden
la responsabilidad civil, que deber ser siempre satisfecha (artculos 369 del
CPP y 65 del Cdigo Penal). En cualquier caso, como son medidas de po-
ltica criminal, el tribunal debe ser lo suficientemente prudente al otorgar
cualquiera de estos beneficios, adems deber ponderar la personalidad,
los mviles, la naturaleza y modalidad del hecho y, especialmente, si existe
el deseo manifiesto de reparar las consecuencias del mismo, que permitan
inferir que el condenado no cometer nuevos delitos.

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