CABALLERO de La Pequec3b1a Venecia A La Gran Venezuela
CABALLERO de La Pequec3b1a Venecia A La Gran Venezuela
CABALLERO de La Pequec3b1a Venecia A La Gran Venezuela
De la
-Pequea
Venecia
a la Gran
Venezuela
Una historia
de cinco siglos
1 a edicin. 1997
23 edicin. 1999
Fotografa de portada
Vladimir Sersa
Monte vila Editores Latinoamericana, C.A . 1996
Apartado postal 70712. Caracas, Venezuela
Tell. (58-2) 265.6020 - Teletax: (58-2) 263.8508
E-mail [email protected]. ve
hltp://www.monteavila.com
ISBN 980-01-0985 4
Hecho el Depsito Legal NSU019998001183
oisei,o oe coleccin y portada:
JacQueline Sanz y Gustavo Gonztez (Monte Avila EditorPS)
1"1)reso en Venezuela
Ptinte<J ,n Venezuela
Prefacio
7
serlo, ya sera bastante. Pero tenemos la esperanza de que
sea algo ms y logre dar al lector la idea de que lo funda-
mental de nuestra historia no son esas puntas ilusorias, si-
no los quinientos aos transcurridos entre ellas y durante
los que, da a da, se ha edificado, se sigue edificando, una
nacin.
Primera parte
Del Descubrimiento
a la Emancipacin
Introduccin
14
UI
La repoblacin
15
mareante de esos tres siglos (1500-1810). Es ms, al irse fun-
dando nuevos pueblos y villas (a los treinta del siglo XVI se
agregarn 120 en el xvn y 240 en el xvm), la expansin de
esa red urbana har posible la segunda caracterstica, asa-
ber la progresiva integracin de las diversas regiones que
en 17Tl van a formar la Gobernacin y Capitana General de
Venezuela.
~ En tercer lugar, al asentarse esas oligarquas polticas,
i basarn su poder en la explotacin menos de la tierra que
del hombre,
, con la esclavizacin de indios primero, negros
de Africa despus. Finalmente, tambin sera a partir de
esas ciudades, y como un poder all establecido, que se
., proceder a la colonizacin de las conciencias: la creacin
de una nueva cultura y una ideologa particular america-
nas ser obra de la Iglesia.
Polticamente, antes que el absolutismo monrquico, lo
que Espaa export a Amrica fue un rgimen de autono-
ma municipal que, hasta la Independencia, impuso la do-
minacin de una aristocracia, de una oligarqua, de eso que
Bolvar llam la tirara domstica. Por la razn que fue-
se, los espaoles trasladaron a Amrica sus insttudones pe-
ro no con la forma que ellas mismas haban alcanzado en la
Pennsula en tiempos del Descubrimiento, sino las suyas
anteriores al siglo XVI.
Esas instituciones, segn dice Laureano Vallenilla
Lanz, con el nombre de Cdigo de Indias dieron a las ciu-
dades americanas, y particularmente a las venezolanas,
una preponderancia igual a la que tuvieron las de Espaa
antes del siglo XVI. Eso quera decir no slo que fuesen
ms poderosas que Las espaolas, sino, como pudo cons-
tatarlo el viajero Francois Depons, que los Cabildos ameri-
canos tuvieron mayores atribuciones, o ms extensas de
16
cuantas tu vieron jams en Espaa. En la prctica se ocu-
paban de todas las cosas de gobierno, salvo las militares.
La primera de esas atribuciones, o prerrogativas, era la
de que el Alcalde Ordinario electo por el Cabildo Oo que hoy
sera el Presidente del Concejo Municipal) poda reempla-
zar al Gobernador cuando ste se ausentaba o mora.
Aunque esto se refera slo a los alcaldes de la ciudad capi-
tal de la provincia, cada dudad de ellz se crea con derecho
a recuperar su autonona al desaparecer por una causa u
otra la autoridad del Gobernador.
Esto disea en la Colonia un tejido bastante particular
( de pequeas entidades autnomas que, a la cabeza de ca-
da ciudad, se consideraban independientes unas de otras
y ligadas cada una directamente con la Corona. Direc-
tamcnte quiere decir, por supuesto, a travs de su repre-
sentante, el Gobernador. Este Gobernador Lo era entonces de
la Provincia. Se ha pretendido armar una polmica sobre si
las posesiones espaolas en Amrica eran colonias de la
Corona o provincias de Espaa. Ese es un falso proble-
ma, porque ambos trminos no se contradicen.
El de provincia era utilizado en la legislacin espao-
la, tal como en Roma, como sinnimo de cargo o empleo que
se le daba a una persona. Era entonces una carga, un nego-
cio, personal: poco i rnporta entonces si era una Colonia en el
sentido actual del trmino, porque no por eso dejaba de ser
una provincia del Gobernador. Pero como .muerto o tam-
bin largamente ausente ese Gobernador, se acababa su
provincia, era normal en'onces que, mientras viniese el su-
plente efectivo (el cual j oda tardar mucho) el Cabildo y su
Alcalde exigiesen -yobtuviesen- su derecho a gobernar.
I
Esos poderes m unidpales, celosos de independencias
y de jerarquas, estaban como se ha dicho sometidos a la
17
autoridad del Gobernador. ste y aqullos, con todo, de-
pendan de otros poderes que, en su conjunto, formaban el
tejido del Estado espaol en Amrica. Ellos eran las au-
diencias, las capitanas generales y las oficialas de hacien-
da, sin hablar de los virreinatos, con un mbito mayor que
el de las provincias.
: Esas instituciones no se crean todas al mismo tiempo,
ni son las nicas instituciones del poder real, ni se estable-
! cen jerarquas entre ellas, lo cual produce encabalgamientos
y, por supuesto, celos. Conviene entonces sealar somera-
mente las atribuciones de cada una de ellas y el momento
de su creacin .
., Como su nombre lo sugiere, la Capitana General tiene
bsica e inicialmente un carcter militar. Pero hay que tomar
en cuenta la evolucin de su concepto mismo, las atribucio-
nes que histricamente se le agregan, y al final, el laconismo
de las cdulas en tiempos de los Barbones, indicadoras de
un marcado autoritarismo. Se poda pensar que en una em-
presa guerrera como fue la conquista, Ja Capitana Gen zral
deba preceder a todas las otras instituciones de la Corona
en Amrica. Eso no fue as y cuando en 1777 se constituye
la de Venezuela, su territorio estaba ya unificado fiscal y ha-
cendsticamente.
La Audiencia Real proviene de la facultad inicial del
Rey para gobernar y juzgar. El soberano no slo dispona
de las cosas del gobierno poltico, sino que deba escuchar
y juzgar en los conflictos entre sus sbditos. Con el tiempo,
en los asuntos que necesitaban una compleja asesora legal,
el Rey se fue inhibiendo de participar en ellos y dejando a
esos asesores la facultad de or, de fazer audiencia. Como se
supona que gobernar y juzgar eran consustanciales, al des-
parramarse Espaa en el nuevo continente, durante el siglo
18
XVI se fundaron once audiencias ( reales porque eran una
atribucin del rey). La de Venezuela ser la penltima en
fundarse, hacia fines del siglo xvm. Por la misma poca se
crea en Caracas tambin el Real Consulado, que es un hbri-
do entre tribunal mercantil, junta de fomento del comercio,
de la agricultura y las comunicaciones y una corporacin.
20
La mano de obra se form originalmente con la escla-
vitud de los indios y luego de los africanos. stos van a in-
troducir en la historia y en la cultura de la Colonia un
elemento particular. Se les emple primero en la minera y
la crueldad del rgimen laboral provoc, en una fecha tan
temprana como 1553, la insurreccin de los negros esclavos
en Burla, bajo el comando del rey)> Miguel, quien resisti
durante tres aos y cuyo ejemplo estimul la resistencia de
los indios jirajaras, que se prolong por medio siglo.
Otra forma de explotacin de la mano de obra fue la
encomienda de indios a los colonos espaoles, para ser
utilizados en el trabajo agrcola menor y en las labores do-
msticas. Ms tarde se form tambin una mano de obra
libre, constituida por mestizos (mezcla de blanco e indio),
mulatos (blanco y negro) y zambos (negro e indio) para la '
ganader..a (peones); as como por el artesanado urbano. De
esta manera se fue formando una sociedad pluricuJtural y
multitnica que es la que hoy conocernos en Venezuela,
donde nadie puede jactarse de limpieza de sangre.
El poder econmico as formado no Sf'r nada desde-
able: si bien la historiografa tradicional tena tendencia a
ver en Venezuela la provincia ms pobre y atrasada de
Espaa, era por basarse en fuentes exclusivamente espao-
las. Pero cuando comenz a estudiarse la relacin de este
pas con el Virreinato de la Nueva Espaa (es decir Mxico),
aflor una realidad diferente: en el siglo XVIII, Venezuela
lleg a ser la tercera potencia econmica del Continente,
despus de Mxicoy Per.
Antes de llegarse a esa situacin con la monoproduc-
cin del cacao y ms tarde del caf, se haban explotado
los placeres de perlas margariteas y la minera de oro, la
harina de trigo, el tabaco, los cueros vacunos. En los aos
21
finales de la Colonia, tambin el ail, algodn, caa d
azcar y por sobre todo el caf, el gran cultivo del sgh
XIX. Se puede decir que si bien en los aos iniciales la pro
duccin venezolana era la de una economa de subsisten
cia, ms tarde, sobre todo en el siglo xvm, se convirti er
exportadora. Por otra parte, Venezuela era, por su situa
cin geogrfica y la extensin de sus costas, tierra de con
trabandistas natos: hubo un momento en que dos tercios
del cacao se vendan de contrabando.
En 1720, la Corona intent poner fin a eso instaurando
una especie de monopolio estatal del comercio, )a Com-
paa Guipuzcoana. Regulara el comercio entre Venezuela
y la Pennsula, pues con Mxico marchaba satisfactoria-
mente. La compaa oper durante ms de medio siglo,
tiempo en el cual se convirti en un smbolo de injusticia,
pues compraba a bajo precio los productos venezolanos y
venda caro los importados de Espaa. En 1749 y en 1752,
un vecino de Panaquire, Juan Francisco de Len, se levan-
ta, armada pero incruentamente, contra la Compaa, azu-
zado por los terratenientes criollos, quienes luego dejan <le
apoyarlo, y cae sobre l todo el peso de la represin colonial,
En el nombre de Dios .
u
como autoridad suprema en materia de doctrina y como
confirmador de los beneficios eclesisticos que el monarca
propusiera.
Antes que un rgano de renovacin espiritual, pues, 1a
Iglesia actuaba como un instrumento de unificacin polti-
ca bajo el dominio del Estado. Por supuesto que no se resu-
me all la historia de la creacin de la Iglesia de Amrica y
la de Venezuela. Ella est plena de alianzas, pero tambin
de enfrentamientos con el poder terrenal. Muchas veces se
trat de la simple oposicin de aos poderes que ya venan
pelendose en Europa desde el ao mil, pero otras de un
riesgoso rompimiento con la actitud corriente en la socie-
dad colonial en materia de trato a los indgenas.
Es as como el primer intento de evangelizacin de
Tierra Firme, el de los dominicos en el Oriente venezolano,
provino de la ruptura de los frailes con los colonos de Santo
Domingo, cuya crueldad les haba ganado un rapapolvo de
un sacerdote de nombre Montesinos, quien luego morira a
manos de los indios en Venezuela.
Pero la Iglesia ofreca una alternativa a la simple colo-
nizacin de poblamiento. Si el objetivo de los espaoles era
transpla itar a Amrica su propia sociedad en una tierra
cuyos aborgenes hubiesen sido exterminados, tal como
fue el caso de las colonias inglesas, la Iglesia jugaba un pa-
pel secundario. Pero si no se trataba slu de atender las ne-
cesidades espirituales de colonos que eran ya cristianos, si
se trataba de incorporar no solamente tierras sino tambin
hombres al dominio de la Corona, la importancia de la
Iglesia se acrecentaba, pues de simples curas de almas pa-
saban a ser sus conquistadores.
Sin entrar en detalles sobre la historia Je la Iglesia en
Venezuela, se puede decir que ella sigui el mismo patrn
23
, del resto de las instituciones; es decir, que parti de las ciu1
dades. Eso era lgico, al ser la Iglesia el brazo espiritual de
una dominacin poltica que se originaba all tambin Pero
haba, adems, consideradones de eficacia, para decirlo as:
era ms fcil (y tambin menos peligroso) crstanzar a una
poblacin concentrada, que a una dispersa. Es por eso que
la Iglesia propici, y la Corona oficializ, la creacin de
pueblos de indios a poca distancia de las ciudades, para
asegurar su evangelizacin e impedir que, fuera del alcan-
ce de los misioneros, pudiesen caer de nuevo en la idolatra
o que esos nuevos cristianos, y sus pastores, fuesen a ser
vctimas de los idlatras recalcitrantes. Al final, la propia
. Iglesia reflejaba, en la asistencia a sus templos, la divisin
-social: en Caracas, los blancos (criollos y espaoles penin-
sulares) iban a la Catedral; los isleos a la Candelaria; los
pardos a Altagracia y los negros a San Mauricio.
Tal como los militares y los funcionarios de la hacienda
real, los eclesisticos gozaban de fueros especiales, es decir,
que existan tribunales eclesisticos para juzgar incluso en lo
civil y penal; y en las causas de fe conocan los inquisidores
apostlicos, porque hasta 1812 funcion, si bien de manera
muy blanda, la Santa Inquisicin El primer obispado ne es-
tableci en Coro, y un siglo despus su catedral se traslad
a Caracas, erigindose en metropolitana en 1804.
Con tocio, la Iglesia Catlica, Apostlica y Romana no
tuvo en Venezuela el poder que lleg a tener en otros pa-
ses del continente, acaso por ser inicialmente ms pobre y
de poblacin ms dispersa y belicosa. Eso hizo ms fcil el
proceso de secularizacin (donde lo civil domina lo ecle-
sistico) comenzado en el siglo XIX.
Todo el proceso hasta aqu relatado abarca tres siglos.
\ La historia poltica es relativamente secundaria: lo impor-
.., "
tante es la historia social, el proceso de implantacin y con-f
solidadn de una sociedad nueva. Pero sociedad nueva
no quiere decir sociedad justa ni mucho menos sociedad
sin conflictos, patentes o latentes. Era una sociedad domi-
nada polticamente por los blancos espaoles peninsulares
y econmicamente por los blancos criollos (los grandes
cacaos), en la base de cuya pirmide social estaba la in-
mensa mayora de los pardos (la mezcla tnica de los ve-
nezolanos actuales, en su inmensa mayora caf con
leche) sin mayo fes derechos, as como los esclavos n~ ,
y los indios encomendados, que no tenan ninguno. Unase
a esto un sistema de castas muy rgido, que haca ms
odiosa e insufrible la divisin de clases y ms profundo y
explosivo el deseo de igualacin.