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    Sitio Argentino de Produccin Animal

    CHINA Y EL PELIGRO DE LAS SUPER


    BACTERIAS. LA AMENAZA MUNDIAL QUE
    OCULTA LA INDUSTRIA ALIMENTARIA
    Miguel Ayuso. 2013. elconfidencial.com.
    www.produccion-animal.com.ar
    Volver a: Aditivos y promotores del crecimiento

    INTRODUCCIN
    El uso de antibiticos en granjas est asociado directamente con la transferencia de bacterias resistentes a
    los mismos de animales a humanos, seala James M. Tiedje, investigador de la Universidad Estatal de Michigan.
    Se trata de un problema conocido, sobre el que las autoridades europeas y estadounidenses haban tomado medi-
    das; pero, hasta ahora, nadie haba investigado cmo gestionaba el asunto el mayor productor de antibiticos del
    mundo: China.
    Tal como seala Tiedje en un estudio publicado esta semana en la prestigiosa revista Proceedings of the Na-
    tional Academy of Sciences (PNAS), en China el uso de antibiticos para tratar enfermedades en animales, y
    como aceleradores del crecimiento, no tiene control alguno, lo que generalmente provoca un uso indiscriminado
    de estos, que se refleja en las altas concentraciones de residuos de antibiticos (cientos de miligramos de tetraci-
    clina por kilogramo) que se detectan fcilmente en las heces de los animales.
    Los genes resistentes a los antibiticos en las granjas porcinas de china no slo son diversos, adems son ex-
    traordinariamente abundantes. El investigador estadounidense, con la ayuda de varios cientficos chinos, ha anali-
    zado la presencia de genes resistentes a los antibiticos (ARG, por sus siglas en ingls) en tres granjas porcinas de
    distintas regiones del pas asitico, tomando muestras del estircol que se produca en stas, el compost resultante,
    y los suelos donde se haba vertido ste. En su opinin, el estudio demuestra que los ARG en las granjas porcinas
    de china no slo son diversos, adems son extraordinariamente abundantes, lo que provoca una alta probabilidad
    estadstica de que se dispersen, surjan nuevas mutaciones y se produzca una transferencia horizontal en el ambien-
    te.

    Acinetobacter baumannii, una bacteria patgena resistente a la mayora de los antibiticos (Corbis).

    UN PELIGRO MS CERCANO DE LO QUE PARECE.


    Para Alfonso Carrascosa, investigador del rea de microbiologa del Instituto de Investigacin en Ciencias de
    la Alimentacin del CSIC, el peligro que conlleva el uso indiscriminado de antibiticos en el ganado es una ob-
    viedad que, por desgracia, muchos pases no tienen en cuenta. Tal cmo explica el cientfico, el uso no selectivo
    de antibiticos en animales puede traer dos problemas: En primer lugar, la bacteria que desarrolla una mutacin
    que la hace resistente a los antibiticos puede ser patgena, y si la comemos o nos exponemos a ella provoca una
    enfermedad para la que el antibitico no sirve. En segundo lugar, las bacterias pueden transferir los genes resisten-
    tes a los antibiticos a otras bacterias prximas, entre ellas las que provocan enfermedades en los seres humanos.
    Estos fenmenos, junto a otros similares, han dado lugar al desarrollo de bacterias resistentes a los antibiticos:
    las super bacterias que mantienen en vilo a la comunidad cientfica.

    LAS BACTERIAS RESISTENTES PUEDEN MIGRAR A CUALQUIER PAS


    En el caso concreto de los cerdos chinos, el peligro para las sociedades occidentales es mayor de lo que pare-
    ce. El cerdo tiene en su intestino un reservorio importante de salmonela, explica Carrascosa, y esta puede tras-
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    Sitio Argentino de Produccin Animal

    mitirse por las heces que estn en contacto con el agua que luego acaban bebiendo los humanos. De ah a su con-
    tagio a otras latitudes, cuenta el investigador, slo hay un paso: Las cepas resistentes de cualquier bacteria pat-
    gena pueden trasmitirse de muchas maneras. No tienen una masa apreciable, vuelan y estn en el mar. Hace poco
    descubrieron incluso que haba bacterias en la estratosfera. En definitiva, pueden migrar a cualquier pas gracias a
    diversos fenmenos meteorolgicos pero, adems, a travs de los movimientos de masas poblacionales. La gente
    va y viene de china todos los aos.

    Cerdos de una explotacin china (San'an Nie).

    EL USO DE ANTIBITICOS PARA EL GANADO NO DEJA DE CRECER.


    Tal como cuenta Carrascosa, la Unin Europea, consciente del peligro, legisl en 2006 sobre el asunto,
    prohibiendo los potenciadores del crecimiento uno de los usos que se dan a los antibiticos en las granjas avco-
    las. No es el nico organismo que se ha pronunciado al respecto. La propia Organizacin Mundial de la Salud
    present en verano un informe sobre resistencias antimicrobianas en el que insista en la necesidad de disminuir el
    uso de antibiticos en ganadera y calificaba el asunto como amenaza mundial.
    La realidad es que, en la actualidad, se emplean ms antibiticos en la industria alimentaria que en la farma-
    cutica, algo que las autoridades sanitarias estn tratando de evitar, no sin dificultades. En EE.UU., de hecho, el
    problema ha degenerado en una cruenta batalla legal entre los grupos de defensa del consumidor y la industria
    alimentaria.
    La poderosa FDA la Agencia Estadounidense de la Alimentacin y el Medicamento public el ao pasado
    un conjunto de directrices voluntarias destinadas a empujar a la industria crnica a reducir el uso de antibiticos
    pero, tal como denunci la semana pasada la ONG The Pew Charitable Trust, nadie se ha molestado en seguir las
    directrices. La realidad es que, segn denuncia esta organizacin, mientras que el uso de antibiticos para el con-
    sumo humano ha dejado de crecer, estabilizndose por debajo de los 3,5 millones de kilogramos anuales, el uso de
    stos en ganadera no ha dejado de subir, rozando en 2011 los 13 millones de kilos. Esto supone que la industria
    alimentaria est consumiendo el 73% de los antibiticos que se usan en EE.UU. Un porcentaje superior al de Chi-
    na que, al menos en 2007, dedicaba el 46,1% de los antibiticos a estos menesteres. El total del pas asitico, se-
    gn el estudio de Tiedje, es sin embargo mucho mayor, y est en torno a los 97 millones de kilos.

    Evolucin del uso de antibiticos en las granjas de EE.UU. (Pew Charitable Trust).

    El problema no acaba aqu, y es que la industria alimentaria est intentando ocultar que los ganaderos esta-
    dounidenses utilizan los antibiticos de forma cada vez ms indiscriminada. Tal como informaba la revista esta-
    dounidense Mother Jons, el Instituto Americano de la Carne (que agrupa a la industria ganadera estadounidense)

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    asegur en un informe que entre 2010 y 2012 el uso de antibiticos en pollos slo haba aumentado en un 0,2%,
    unos datos radicalmente distintos a los que maneja la FDA que asegura que su uso creci un 2%.

    URGE LEGISLAR, PERO HAY INTERESES ENCONTRADOS


    Para Carrascosa es evidente que se deben dejar de usar antibiticos en alimentacin sin una causa justifica-
    da y, aunque asegura que en la Unin Europea y EE.UU. se est intentando atajar el problema, apunta a diversos
    intereses encontrados que hacen difcil avanzar en el asunto.
    Para nios, ancianos y enfermos una bacteria patgena para la que no hay cura puede ser fatal. En primer lu-
    gar, cuenta el investigador, hasta la fecha la incidencia de patologas de origen alimenticio, por el uso de antibi-
    ticos, es bajsima. Esto se debe a que el sistema sanitario funciona con rapidez y se desarrollan nuevos antibiti-
    cos antes de que las bacterias resistentes sean fatales. Aun as, cuenta, nos podemos llevar un susto y, de hecho,
    ya nos lo llevamos con la E. Coli, que provoc la muerte de al menos 32 personas. Los enfermos, los nios y los
    ancianos son los colectivos ms vulnerables. Para ellos una bacteria patgena para la que no hay cura puede ser
    fatal y, en opinin de Carrascosa, no deberamos bajar la guardia ante nuevas, y probables, amenazas.
    Por otra parte, explica Carrascosa, la limitacin del uso de antibiticos en ganadera requiere un gigantesco
    cambio legislativo, en el que entran en juego muchas administraciones, y muchos intereses. El investigador no
    niega lo lucrativo que es el uso de aceleradores de crecimiento para la industria alimentaria, a la que no le intere-
    sa que disminuya la produccin, y la presin que realiza sta para que se puedan seguir utilizando juega un im-
    portante papel.
    La solucin al problema, segn el cientfico, pasa por encontrar alternativas naturales a los antibiticos: En
    nuestro Instituto estamos buscando antimicrobianos de origen natural, procedentes de residuos de la industria
    enolgica en los que abundan los polifenoles del vino, unas sustancias complejas que tienen efectos similares a los
    de los antibiticos, pero sin los efectos negativos de estos. Ser esta una alternativa viable?

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