Art Culo Cordero Supletoriedad de La LBPA
Art Culo Cordero Supletoriedad de La LBPA
Art Culo Cordero Supletoriedad de La LBPA
I. INTRODUCCIN.
El objeto del presente trabajo es tratar de buscar un argumento que sirva de fundamento
a uno de los aspectos ms controvertidos y a la vez ms indolente, desde la
Administracin del Estado, en torno a la aplicacin supletoria de la Ley de
Procedimiento Administrativo chilena, aprobada en mayo de 2003.
2
Dictamen N 45191, de 2004. En el mismo sentido dictmenes N 20862, de 2004 y N 37603, de 2004.
3
Sostiene especficamente en el dictamen N 48940, de 2004 que el procedimiento administrativo
regulado por el Cdigo de Aguas tiene por finalidad, previa comprobacin de la concurrencia de los
requisitos legales, que la autoridad competente dicte un acto que conforma el ttulo del derecho real que
se constituye, cuyo contenido y caractersticas debe precisar, por lo que se requiere su formalizacin.
Siendo ello as, en caso alguno dicho ttulo puede ser sustituido por la ficcin legal del silencio positivo,
puesto que existe una regulacin particular del acto administrativo en cuestin, que expresamente dispone
-artculo 149 del Cdigo mencionado- que debe contener determinadas menciones. Debe agregarse que
aplicar el silencio positivo respecto de dichos actos conducira irremediablemente a soslayar, a travs de
una ficcin legal, todos los requisitos estatuidos para constituir el derecho real de aprovechamiento sobre
las aguas, derecho que debe nacer al mundo jurdico, originariamente por un acto de autoridad, conforme
al procedimiento establecido en el Cdigo de Aguas, que culmina con la resolucin constitutiva del
derecho, inscrita en el Registro de Aguas del Conservador de Bienes Races respectivo, incluyendo el
trmite de toma de razn de la resolucin respectiva, respecto del cual este Organismo Contralor tiene
competencia exclusiva y excluyente de acuerdo a los artculos 87 y 88 de la Constitucin Poltica de la
Repblica.
Esta forma de razonar, y otras tantas que no es del caso enumerar ahora, dan cuenta de
una tendencia a que en situaciones o caso difciles se evite la aplicacin adecuada de
la Ley de Procedimiento, alterando su objetivo normativo (constitucional y legal) y la
pretensin de su establecimiento.
4
Dictamen N 21025, de 2005. Sin embargo, recientemente la Contralora matiz su argumento en el
dictamen N 12.971 de 22 de marzo de 2006, por medio del cual acept, con algunas condiciones, la
aplicacin supletoria del recurso de revisin de la LBPA a la Ley N 19.300 de bases de medio ambiente,
lo que evidencia que ante situaciones semejantes el rgano contralor dispone de criterios dispares.
5
Gonzlez Prez, J., Manual de Procedimiento Administrativo, Civitas, Madrid, 2002, p. 592.
6
Vid. Cordero Vega, L., Procedimiento Administrativo y la jurisdiccin contenciosa administrativa, en
La Justicia Administrativa (Coord. J.C. Ferrada), LexisNexis Chile, 2005, en especial pp. 318 a 316.
7
Rodrguez Pontn, F.J., La articulacin de las garantas administrativas y jurisdiccionales en el sistema
del CEDH, Civitas, Madrid, 2005, p. 162; Schmidt Assmann, Teora General del Derecho
Administrativo, Marcial Pons, Madrid, 2003, pp. 127 y 358.
8
Esta revalorizacin se encuentra presente en la propia jurisprudencia del Tribunal Constitucional en los
ltimos aos. Ha confirmado que la inexistencia de normas para ejercer la defensa de los derechos por
parte de los particulares en un procedimiento administrativo violenta la garanta establecida en el artculo
19, N 3, de la Carta Fundamental. En relacin a esta norma seal que dicho precepto consagra el
principio general en la materia, al imponer al legislador el deber de dictar las normas que permitan a todos
quienes sean, o puedan ser, afectados en el legtimo ejercicio de sus derechos fundamentales, ser
emplazados y tener la oportunidad de defenderse de los cargos que le formule la autoridad
administrativa. Fluye de lo anterior, lgicamente, que la voluntad del Poder Constituyente es que la ley
contemple los preceptos que resguarden el goce efectivo y seguro de esos derechos. (STC Rol Rol 376,
2003).
En el mismo sentido en el Rol N 389, seala que por las mismas razones que en la sentencia Rol N 376,
debe declarar inconstitucionales las normas sobre la Unidad de Anlisis Financiero, es decir, por no
permitir a los ciudadanos ejercer sus derechos en un procedimiento administrativo. Seala expresamente
Que, a mayor abundamiento, se hace presente que en sentencia de 17 de junio de 2003, dictada en
relacin con el proyecto de ley sobre transparencia, lmite y control del gasto electoral, autos Rol N 376,
este Tribunal declar la inconstitucionalidad de determinadas normas establecidas en l, por las mismas
razones contenidas en los considerandos precedentes (C. 38).
Con igual criterio la jurisprudencia de la Contralora General de la Repblica. Dictmenes N 10665 de
1980; 32.328 de 1986; 40.946 de 1995; 10.158 de 1999; 10.792 de 2000; 11.889 de 2001.
9
Ver nuestro Procedimiento Administrativo, LexisNexis Chile, 2003, pp. 54 a 59.
10
A esta visin tambin se le denomina constitucionalizacin de la legalidad, Muoz Machado, S.
Tratado de Derecho Administrativo y Derecho Pblico en General, T.I.,Civitas, Madrid, 2004, pp. 394 y
sgts.
11
Escuin Palop, C.: Voz Principio de legalidad de la Administracin, en Nueva Enciclopedia Jurdica,
v. XX, Edit. Seis, Barcelona, 1993, pp. 464 y ss. Sobre este criterio hay consenso en las ms discrepantes
visiones doctrinarias en la literatura nacional: Soto Kloss, E. Derecho Administrativo, Bases
Fundamentales, T. II., Edit. Jurdica de Chile, 1996, pp. 24 y sgts; Pantoja Bauz, R., Derecho
Administrativo, Clasicismo y Modernidad, Edit. Jurdica de Chile, 1994, pp. 205 y 208. Para un criterio
ms estandarizado ver Oelckers Camus, O. El contenido y Alcance del principio de legalidad de las
actuaciones de la Administracin del Estado, en La Administracin del Estado de Chile. Decenio 1990
2000, (Coord. R. Pantoja), Editorial Jurdica Conosur Ltda., 2000, p.. 455 y sgts.
12
Vid. Nuez Gomez, T., Abuso en la exigencia documental y garantas formales de los administrados,
Atelier, Barcelona , 2005, pp. 91 y 92.
13
STC Rol N 131, C. 10.
14
SSTC Roles N 379 y 444. El mismo criterio en la jurisprudencia administrativa, dictamen N 4275 de
25 de enero de 2006.
por la ley15. En tercer lugar, una tipicidad procedimental, que se expresa mediante las
normas de procedimiento establecidas que la Administracin ha de respetar en su
actuacin 16 . En cuarto lugar, a una tipicidad teleolgica, ya que las potestades
solamente pueden ser ejercidas para los fines previstos por las normas que las otorgan,
de manera que de no hacerlo se dictan actos arbitrarios17 o con abuso18, que pueden ser
constitutivos de desviacin de poder. Por ltimo, la tipicidad presupuestaria, que
supone la necesidad de autorizacin de la Administracin [por parte de la ley] para
proceder al gasto pblico, la limitacin de la cantidad a gastar y la fijacin del destino
de los crditos aprobados19.
Con estos criterios, podramos distinguir entre las facultades que corresponden a
funciones objetivos y a funciones competencias20.
15
Vid. artculo 103 de la CPR en relacin a los artculos 67 y 101 de la LOCGAR; en la misma
orientacin artculos 37 y 38 LOCBGAE.
16
En este sentido artculo 63 N 18 de la CPR; artculo 8 Ley Orgnica Constitucional de Bases
Generales de la Administracin del Estado y la Ley de Bases de Procedimiento Administrativo.
17
Artculo 20 de la Constitucin.
18
Artculo 2 Ley Orgnica Constitucional de Bases Generales de la Administracin del Estado.
19
Vid. en este sentido artculos 32 N 20, 63 N 7, 67 y 100 de la Constitucin; Decreto Ley 1263 de
1975, Ley Orgnica de Administracin Financiera del Estado. Para este anlisis debe considerarse
tambin la Sentencia Tribunal Constitucional Rol N 254 de 1997.
20
Esta es una distincin que proviene de los criterios del Tribunal Constitucional, entre normas
autoejecutivas y programticas. Vid. Sentencia Tribunal Constitucional 309.
Profundizando en un criterio semejante, aunque esta vez referido a la relacin entre la potestad
reglamentaria y la reserva de ley, este mismo Tribunal seala que [N]o puede la ley, por ende, reputarse
tal en su forma y sustancia si el legislador ha credo haber realizado su funcin con meros enunciados
globales, plasmados en clusulas abiertas, o a travs de frmulas que se remiten, en blanco, a la potestad
reglamentaria, sea aduciendo o no que se trata de asuntos mutables, complejos o circunstanciales. Obrar
as implica, en realidad, ampliar el margen limitado que cabe reconocer a la discrecionalidad
administrativa, con detrimento ostensible de la seguridad jurdica (Sentencia Tribunal Constitucional Rol
370, C. 19). Lo anterior, como consecuencia de lo sostenido por este mismo tribunal en su sentencia Rol
325, en la cual impone como condicin del ejercicio de las potestades administrativas su especificidad,
es decir, que las medidas concretas a adoptar sean establecidas concretamente por medio de la ley. (C.
40). Estos criterios han sido reconocidos posteriormente por la Sentencia Tribunal Constitucional Rol
388.
Por lo tanto, enunciados generales y abstractos, sin definicin concreta de la potestad que se utiliza,
carecen de eficacia. Lo anterior es an ms difano, si se considera que el Tribunal Constitucional repudia
Lo anterior no significa que dichas funciones carezcan de contenido, sino que requieren
de la identificacin precisa de otras normas para poder individualizar claramente el
contenido de la potestad, lo que ser sin perjuicio de que ellas tambin puedan servir
como criterios de interpretacin teleolgica de otras normas.
Por esa razn la Constitucin (art. 38.1) impone como exigencia que la Administracin
tenga Bases Generales comunes para todos los sujetos administrativos sometidos a
principios comunes como carrera funcionaria, as como los de carcter tcnico y
profesional. Por su parte la Carta Fundamental condiciona que los actos
administrativos que sean dictados por la Administracin sean sometidos a reglas
comunes, de manera que la ley regule las bases de los procedimientos
administrativos (art. 63 N 18). En el mismo sentido la Constitucin impone
condiciones comunes de control administrativo a travs de la Contralora General de la
Repblica (art. 98 y 99).
De este modo, tipicidad y sistema jurdico comn son dos elementos constitutivos
bsicos del diseo constitucional de la Administracin Pblica, lo que exige entenderlas
como condiciones para los desarrollos legislativos posteriores, siguiendo a su vez una
interpretacin lgica y armnica en la Constitucin.
Es conocido que la Ley N 19.880, tuvo su origen en un proyecto de ley enviado por el
Ejecutivo el ao 2000, que slo estaba destinado a regular los plazos a los cuales deba
someterse la Administracin y los efectos de este incumplimiento a travs del silencio
administrativo. Su finalidad, original, fue buscar mecanismos de agilidad que
permitieran una adecuacin de la actividad administrativa a la actividad productiva,
cuestin que se grfica muy bien con las expresiones de un Ministro de Estado que
sostena que este proyecto buscaba eliminar los lomos de toro de las actividades
productivas, de manera que la finalidad del proyecto para el Ejecutivo fue siempre la
eficiencia estatal22.
22
Durante la discusin parlamentaria el H. Senador Foxley sostuvo que la iniciativa se entendi
originalmente como un instrumento tendiente a conseguir lo que en la jerga usada en el Ministerio de
Economa se denomina eliminar los lomos de toro. Es decir, provocar un shock en la burocracia pblica,
de modo tal que los servicios estatales se vieran en la obligacin de reaccionar en sus procedimientos
internos para acortar los trmites; someterse al pie forzado de modernizar los procesos de decisin, y
ajustar la velocidad de sta a los requerimientos de la economa del siglo XXI. Sesin ordinaria N 29,
en mircoles 11 de septiembre de 2002, Diario de Sesiones del Senado, p. 3181.
23
Mediante indicacin sustitutiva del entonces Senador y profesor de Derecho Administrativo Enrique
Silva Cimma.
24
En el anlisis del proyecto Comisin Nacional de Reforma Administrativa y el proyecto Aylwin de
1992, destacan los trabajos de Soto Kloss, E., Estado de Derecho y procedimiento administrativo,
Revista de Derecho Pblico N 28, 1980; El procedimiento administrativo. Una aproximacin a sus
bases fundamentales, en Revista de Derecho y Jurisprudencia T. LXXIX, N 3, 1982; Gonzalez Mndez,
M.F., El procedimiento administrativo en Chile. Aporte de la Contralora General de la Repblica, en
La Contralora General de la Repblica y el Estado de Derecho, Conmemoracin por su 75 aniversario
de vida institucional, 2002; Oelckers, O., El derecho a la defensa del interesado en el procedimiento
administrativo. Especial referencia al proyecto de ley sobre bases de los procedimientos administrativos,
en XXV Jornadas de Derecho Pblico, Universidad de Valparaso, T. III.;Guichard Prez, M.I., y Toro
Reyes, M. P., Los procedimientos formativos y recursivos en la administracin, en Revista Gobierno y
Administracin del Estado, Editorial Jurdica Conosur, N 81, abril 2000.
25
Pantoja Bauz, R., Derecho Administrativo. Concepto, caractersticas, prospeccin., Editorial Jurdica
de Chile, 1994, p. 185 192. En el mismo sentido Soto Kloss, E., Derecho Administrativo. Bases
El carcter formal significa, entonces, que para la vlida aplicacin de las reglas que lo
constituyen es preciso que la autoridad administrativa se atenga al procedimiento y a la
solemnidad de expresin previstos por la Constitucin o la ley, condicionndolas
adems a la existencia de un rgimen jurdico comn (art. 63 N 18) 26.
Fundamentales, T.II., Editorial Jurdica de Chile, 1996, p. 63 64; Silva Bascuan, A., Tratado de
Derecho Constitucional, T. IV., Editorial Jurdica de Chile, 1998, p. 142.
26
Este criterio ha sido aceptado de antiguo por la Contralora General de la Repblica. Ha dicho que "la
potestad de ejecucin de que gozan las autoridades administrativas debe revestirse de ciertas formas sin
las cuales no tendra expresin externa. Los decretos y las resoluciones son, precisamente, las formas que
el acto ejecutivo adopta en la Administracin del Estado, y la ley los somete a una tramitacin
determinada para su plena eficacia". Dictamen N 40.966, de 1956. . En el mismo sentido afirma que
"constituye un principio bsico de procedimiento administrativo que los actos de los servicios pblicos
sean esencialmente solemnes, ya sea por razones de buena tcnica administrativa o como una mejor
garanta de proteccin y amparo de los derechos de los administrados y, en definitiva, de un fiel y exacto
cumplimiento de la ley. Dictmenes Ns 70.970, de 1970, y 39.905, de 1971.
En la misma lnea argumental, afirma que "las atribuciones conferidas al Presidente de la Repblica y a
los Ministerios como unidades orgnicas deben materializarse conforme a los artculos 33 y 35 de la
Constitucin, en decretos denominados decretos supremos. Las atribuciones que el ordenamiento jurdico
radica en los Ministros en cuanto titulares del cargo respectivo, deben materializarse en un documento
llamado resolucin ministerial o simplemente resolucin". Dictmenes Ns 2.886, de 1969, 24.665, de
1981, y 199, de 1983. "Conforme lo ha sealado una abundante y reiterada jurisprudencia, contenida,
entre otros, en los dictmenes N 72.197, de 1968; 39.905, de 1971, 19.920, de 1972; 18.449, de 1984, y
9.763, de 1985, la voluntad de los rganos de la Administracin debe manifestarse a travs de actos
administrativos, los cuales deben revestir ciertas formas sin las cuales no tendran expresin externa".
"Las decisiones que las autoridades dotadas de facultad adopten para llevar a cabo las mismas, deben
traducirse en resoluciones formales, ya sea por razones de buena tcnica administrativa o como una mejor
garanta de proteccin y amparo de los derechos de los administrados y, en definitiva, de un fiel y exacto
cumplimiento de la ley". "Esta exteriorizacin de las facultades administrativas que compete a los Jefes
Superiores de los rganos que integran la Administracin del Estado, mediante actos administrativos
afectos a un procedimiento preestablecido, es la que permite, por una parte, que el acto se baste a s
mismo y, por la otra, que su cumplimiento le otorgue a esos instrumentos la validez o eficacia jurdica
necesaria, pues de lo contrario su omisin impedira, precisamente, el examen de juridicidad
correspondiente". Dictamen N 2.096, de 1988.
Este criterio ha sido reiterado por el dictamen N 32356 , de 2003, al sealar que las decisiones de los
jefes superiores de servicios y organismos pblicos deben traducirse en resoluciones formales, pues
constituyen un principio bsico del procedimiento administrativo el que los actos de tales entidades sean
esencialmente solemnes, sea por razones de buena tcnica administrativa o de garanta de proteccin y
amparo de derechos de los administrados y, por ende, de un fiel y exacto cumplimiento de la ley, de modo
que se entienden finiquitados una vez materializada la decisin a travs de la emisin de un decreto o
resolucin.
La Corte Suprema sostuvo que "la Administracin Pblica acta por medio de actos administrativos y
para que stos alcancen su real efecto y proyeccin, es necesario que tales actos emanen de autoridad
responsable, que se concreten en un contenido bien determinado y que se les d a conocer debidamente,
pues slo as resultarn ser obligatorios, con manifestaciones precisas y concretas que les permitirn ser
cumplidos o acatados, o, por ltimo, susceptibles de ser impugnados mediante los recursos
Pero esencialmente, las formas tienen por objeto amparar a las personas frente a la
actividad de la Administracin y con el indiscutible propsito de evitar que esa
actividad se torne arbitraria y se cause un dao ilegtimo, de modo que constituyen un
importante medio de seguridad jurdica, de manera que resulta plenamente lgica la
exigencia de reserva de ley que la Carta Fundamental impone al actuar de la
Administracin del Estado en la va procedimental27. Si el procedimiento administrativo
sustantiviza las decisiones de la Administracin, materializa el inters pblico y
gestiona los intereses de los ciudadanos, este sistema se transforma en uno de garanta
de derechos por lo que las aproximaciones hacia l, as como sus contenidos deben
abandonar la mera argumentacin de contenido externo.
28
Bulnes Aldunate, L., Las Leyes de Bases y Potestad Reglamentaria en la Constitucin de 1980, en
Revista de Derecho Universidad Catlica de Valparaso, VI., 1982; Tapia Valds, J., Norma de
clausura, leyes de bases y delegacin de facultades legislativas, en Cuartas Jornadas Chilenas de
Derecho Pblico, Editorial Jurdica de Chile, 1966, p. 51.
29
Divisin Jurdica Legislativa, Ministerio secretara General de la Presidencia, La Doctrina
Constitucional del Presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle, T.II., Minsegegob, 2000, p. 183 221.
En nuestra opinin, la exigencia constitucional de que la ley fije las bases de los
procedimientos administrativos es una garanta en beneficio de los ciudadanos. Desde
este punto de vista lo esencial del concepto de bases es su contenido, es decir, el
establecimiento de regulaciones uniformes y de vigencia para todos los actos de la
Administracin, cualquiera sea su contenido, de manera de poseer un comn
denominador normativo30.
30
Convengamos que esta conclusin poco tiene de novedosa si se analiza la contingencia del Derecho
comparado el cual ha dedicado mucho tiempo a tener explicaciones razonables sobre este punto, como se
ver.
Menos novedosa an, si se considera que ya en los aos 80 el profesor espaol Gonzlez Navarro expona
en Chile sobre esta forma de comprender la ley de Procedimiento Administrativo. Vid. Sus trabajos
Experiencia internacional en materia de leyes de procedimiento administrativo, en Seminario Nacional
sibre Procedimientos Administrativos, CONARA, Santiago de Chile, 1980; Procedimientos
administrativos generales y especiales, formalizados y no formalizados, RDP N 33/34, 1983, pp. 133 y
sgts.
normas legales sectoriales podrn especificar; habr de limitarse, por el contrario, a fijar
las prescripciones ms generales porque justamente ste es el significado que cabe
extraer del concepto bases31.
Las razones que justifican esta decisin constitucional son dos: En primer lugar la
necesidad de tener una regulacin comn que supera a las sectoriales, como
consecuencia de que los ciudadanos no tienen porqu sufrir la fragmentacin estatal
desde la perspectiva organizativa. El procedimiento administrativo tiene una
multiplicidad de funciones materiales que se encausan en l y que se relacionan con el
conjunto de actividades que realiza la Administracin Pblica. En esta lgica, el
procedimiento administrativo debe dar cuenta de una cantidad de tareas muy diversas,
que evidencian actividades heterogneas pero con criterio comn32; en segundo lugar el
principio de unidad y uniformidad, consecuencia del principio de igualdad para los
ciudadanos, que exige tratamientos uniformes a estos, siendo titulares de garantas
equivalentes frente al Estado con indiferencia del sector administrativo y especfico,
salvo que atendida la naturaleza de la actividad, el propio legislador adecu esos
procedimientos, pero respetando en todo caso el procedimiento bsico que es
mandato normativo establecido por la Constitucin, como garanta de no discriminacin
para los ciudadanos.
31
Muoz Machado, S., Tratado de Derecho Administrativo y Derecho Pblico General, T.II, Iustel,
Madrid, 2006, pp. 757 y 758.
32
Cierco Seira, C., La participacin de los interesados en el procedimiento administrativo, Publicaciones
del Real Colegio de Espaa, Bolonia, 2002, p. 29 84.
Por esta razn el procedimiento administrativo de bases tiene por finalidad establecer
y regular las garantas mnimas de los ciudadanos respecto de la actividad
administrativa, garantas que deben ser comunes a todas los rganos administrativos,
para asegurar la igualdad sustancial de todos los ciudadanos en sus relaciones con ellas,
lo que vincula al procedimiento administrativo comn a la igualdad bsica en el
ejercicio de los derechos y deberes fundamentales, que el propio Estado tiene la
obligacin de garantizar33.
33
Menndez Rexach, A; Rodrguez-Chaves, B; Chinchilla Peinado, J., Las garantas bsicas del
procedimiento administrativo, Colegio de Registradores de la Propiedad, Madrid, 2005, p. 18.
situaciones jurdicas en que los ciudadanos se van a ver afectados por actos
administrativos34.
34
En este sentido Sentencias del Tribunal Constitucional Roles N 244, de 1996; 376, de 2003; 389, de
2003. bajo la misma lgica Corte Suprema, 13 de noviembre de 2001, Rol N 3982 2001, Revista de
Derecho y Jurisprudencia T. XCVII, N 4, seccin 5.
35
Por todos Menndez Rexach, A; Rodrguez-Chaves, B; Chinchilla Peinado, J., ob. cit., passim. Una
sntesis completa en Garrido Falla, F., El procedimiento administrativo de 1950 a hoy, Revista de
Administracin Pblica N 150, pp. 131 y sgts.
36
Por todos Gordillo, A., Procedimiento Administrativo, Serie legislacin Comentada, Lexis-Nexis
Depalma, Buenos Aires, 2003.
37
Por todos Comentarios a la Ley de Procedimiento Administrativo General. Ley N 27444, (Coord.
Jorge Dans) Ara Editores, Lima, 2001.
38
Por todos Santofimio Gamboa, J., Tratado de Derecho Administrativo, T. II, Universidad de Externado
de Colombia, 2003, p. 183.
39
Pierce, R; Shapiro, S:, Verkuil, P., Administrative Law and Process, Foundation Press, N.Y, 2004. Este
es el criterio que ha seguido Puerto Rico en la aplicacin de su ley de procedimiento administrativo para
hacerla compatible con la Federal Administrative Procedure Act. Vid. Fernndez Muones, D., Derecho
Administrativo y Ley de Procedimiento Administrativo Uniforme, Forum, 2001.
40
Schmidt Assmann, Teora General del Derecho Administrativo, Marcial Pons, 2003., p. 358 y sgts.
41
Rossi, G., Diritto Amnistrativo, V. I., Giuffre Editore, Milano, 2005, pp. 336. El caso del derecho
italiano hasta antes de la Ley N 241 de 1991 (modificada por la ley N 15 de 2005), se parece bastante a
la situacin del derecho chileno antes de la ley N 19880. En el derecho italiano la ausencia de ley de
procedimiento gener un fuerte debate sobre la fragmentacin legal de este tipo de regulacin. Por esta
razn exista consenso en la doctrina y particularmente en la jurisprudencia de la necesidad de una matriz
comn que se ve graficada en una multiplicidad de principios comunes aplicables con indiferencia de la
regulacin sectorial. Vid. Cassese, S., Las bases del Derecho Administrativo, MAP, Madrid, 1994, pp.
247 y sgts. Es posible revisar tambin sobre las consecuencias de las modificaciones Cierco Siera, C., La
simplificacin de los procedimientos administrativos en Italia, Revista de Administracin Pblica N
152, 2000, pp. 387 y sgts.
42
Ver por ejemplo Nehl, H. P., Principles of administrative procedure in EC Law, Hart Publishing,
Oxford, 1999; Rodrguez Pontn, F.J., La articulacin de las garantas administrativas y jurisdiccionales
en el sistema del CEDH, Civitas, Madrid, 2005, en particular las pp. 156 a 187; Muoz Machado, S.,
ciudadanos 47 . Por esta razn es claramente sensato aceptar que las personas tienen
derecho al procedimiento, como la Administracin tiene el deber de respetarlo48.
47
Menndez, Rodrguez-Chaves, Chinchilla, ob. cit., p. 24.
48
Este criterio ha sido desarrollado por nosotros en Procedimiento Administrativo, ob. cit. En el Derecho
espaol las reconocidas monografas de Ponce Sol, Deber de buena administracin y derecho al
procedimiento administrativo debido. Las bases constitucionales del procedimiento administrativo y del
ejercicio de la discrecionalidad, Lex Nova, Valladolid 2001, passim, en especial pp. 208 y sgts y 569;
Toms Malln, B., El derecho fundamental a una buena administracin, INAP, Madrid, 2004, en
especial pp. 110 a 148.
49
Esta es una de las cuestiones que mayor preocupacin gener durante la discusin legislativa en la sala
del Senado, existiendo finalmente claridad de que este procedimiento general va a regir en defecto de
procedimiento especiales actualmente establecidos, que mantienen su vigencia. Sesin ordinaria N 4,
mircoles 3 de octubre de 2001, Diario de Sesiones del Senado, p. 172 197.
50
La jurisprudencia administrativa ha dicho que si existe una norma especfica que regula una materia
concreta, se prefiere sta que la de la Ley de Procedimiento por tener esta ltima carcter supletorio.
Dictmenes Nros. 33306, 48869, 48940 y 54531, de 2004.
51
Este es el sentido de la historia fidedigna del precepto, como consta en la sesin ordinaria N 4, 2001,
del Senado, ibidem. En este sentido se pronuncia dictmenes N 48869, de 2004, Nros. 1896 y 6184, de
2005.
52
Ver las opiniones del profesor Alejandro Vergara Blanco en estas mismas Jornadas, en Eficacia
derogatoria y supletoria de la Ley de Bases de Procedimientos Administrativos.
sean aplicables a todos los procedimientos, pero s debe serlo las que sean necesarias o
exigibles en funcin del fin perseguido en cada caso, es decir, del objeto del
procedimiento (no es lo mismo, pedir un certificado o informacin, que solicitar una
concesin o la aplicacin de una sancin).
53
Mndes et al., ob. cit., p. 26.
54
El profesor Jara habla de supletoriedad fuerte y supletoriedad dbil, el profesor Vergara aplica
estndares de supletoriedad para resolver problemas de derogaciones tcitas y vacos normativos.
55
La jurisprudencia ha indicado, por ejemplo que para solicitar los permisos y comisiones de servicio
antes mencionados, ser necesario [ante la ausencia de regulacin especfica] respetar los principios que
se contemplan en Ley N 19.880, sobre procedimiento administrativo, aplicable a las Fuerzas Armadas y
de Orden y Seguridad Pblica, segn el artculo 2 de la citada ley, en especial los de economa
procedimental y celeridad, de manera tal que los Jefes Superiores de las instituciones castrenses y
policiales hagan uso de sus derechos, amparados en documentos debidamente fundados, y oportunamente
tramitados.Dictamen N 34207, de 2005.
56
Por ejemplo, si la ley no contempla normas de notificacin (Dictamen N 37747, de 20039), si no
establece la forma en que se contabilizan los plazos (Dictamen N 3825, de 2005), carece de normas para
comparecer mediante apoderado (Dictamen N 54711, de 2004), o no existen regulaciones de principios
generales como en compras pblicas (Dictmenes Nros. 3888, de 2004 y N 23798, de 2005). Sin
embargo, en este ltimo aspecto la supletoridad slo se aplica si no existen normas de derecho aplicables
en la materia.
57
Otra categora que utiliza la jurisprudencia administrativa es entre procedimientos administrativos
reglados y discrecionales, que inciden en los contenidos determinantes de un procedimiento, y que tienen
importancia para la supletoriedad (Dictamen N 20477, de 2003). De conformidad con el criterio
sostenido por la Contralora en sus Dictmenes Ns. 41.962 y 46.234, ambos de 2001, y 8.977 de 2002,
entre otros-, un conjunto de actos administrativos vinculados a una determinada decisin de la autoridad,
a cuyo respecto la ley establece reglas precisas que deben ser respetadas por el rgano emisor, el que en
este mbito carece de facultades discrecionales, sin que pueda apartarse de tales normas en lo
concerniente a los requisitos de forma y fondo de cada uno de dichos actos ni en cuanto a la secuencia
procesal que los vincula. Por lo tanto, la incorporacin de trmites no previstos en dicho procedimiento,
que en cualquier forma alteren esa ordenacin, infringe el principio de juridicidad. No es vano recordar,
adems, que el criterio conforme al cual no procede modificar discrecionalmente los actos administrativos
que son el resultado de procedimientos reglados, ha sido reconocido por una reiterada jurisprudencia
administrativa de ese Organismo Fiscalizador (Dictmenes Ns. 4.590 de 1961, 45.250 de 1973, y 32.132
de 1976, entre otros) y ha sido confirmado en materias tan diversas y especiales como la aplicacin de
medidas disciplinarias (Dictmenes Ns. 70.493 de 1969, 57.317 de 1971, 12.488 y 26.568, ambos de
1972, 23.592 de 1979, 21.954 de 1983, 30.528 de 1984, 22.943 de 1987, 27.396 de 1988, y 199 de 1994,
ente otros); el proceso calificatorio (Dictmenes Ns. 20.360 de 1999 y 8.977 de 2002); las concesiones
de radiodifusin televisivas (Dictamen N 41.962 de 2001); la determinacin del capital propio
(Dictamen N 17.001 de 1992); la fijacin de estructura, nivel y mecanismos de indexacin de las tarifas
de los servicios suministrados por empresas de telefona local que no gozan de libertad de precios
(Dictamen N 46.234 de 2001), y, tambin, respecto del sistema de evaluacin de impacto ambiental
(Dictamen N 44.032 de 2002).
Por esta razn no puede la autoridad administrativa por va reglamentaria dotar a la autoridad
administrativa de discrecionalidad para discriminar en un procedimiento administrativo pues se oponen
al principio de igualdad jurdica consagrado en el artculo 19 N 2 de la Constitucin Poltica, que exige
ellas sean establecidas por la ley. Dictamen N 34541, de 2005. En el mismo sentido Dictmenes Ns.
4.500, de 1986, y 39.333, de 1998.
En este sentido uno de los aspectos claves de comprensin de esta forma de entender la
supletoriedad la da el propio sentido del Captulo I de la ley N 19.880 en tanto opta,
siguiendo un criterio generalmente aceptado en los ltimos aos, de regular por la va de
58
Dictmenes N 33255, de 2004 ; 3825 y 31414, de 2005.
59
Por esta razn no es admisible, a juicio de la jurisprudencia, instruir a los Jefes de Servicio para que en
los sumarios administrativo o en las investigaciones sumarias, se aplique la Ley de Procedimiento en
relacin a los denunciantes, de manera que estos tuviesen acceso al contenido del expediente
disciplinario, toda vez que los preceptos de la precitada ley no le son aplicables , al existir normativa
especfica que la reglamenta, y que determina claramente quienes tienen la calidad de interesado al
interior de estos. Dictamen N 6184, de 2005.
60
Sobre la forma de ver este criterio de la supletoriedad ver Santamara Pastor, J., Principios de Derecho
Administrativo General, T.I., Iustel, Madrid, 2004, pp. 191 y 192.
principios61. En efecto, la distincin conocida entre regla y principio es una formula que
permitira reforzar esta tercera forma de supletoriedad.
Sin embargo, existe cierto consenso en que la distincin entre regla principio es til para
tratar de representar adecuadamente momentos jurdicos diversos. En efecto, se indica
que ambos conjuntos de pautas normativas apuntan a determinadas decisiones sobre la
obligacin jurdica en circunstancias determinadas, pero unos y otros difieren en la
orientacin que dan: las reglas son aplicables a la manera de todo o nada. Si se dan los
hechos que estipula una regla, entonces o bien la regla es vlida, en cuyo caso la
respuesta que da debe ser aceptada, o bien no lo es, en cuyo caso no contribuye en nada
a la decisin. Pero no sucede lo mismo con los principios, estos tienen una dimensin
que las reglas no tienen: la dimensin de peso o importancia. Cuando hay una
interferencia entre principios quien, ha de resolver el conflicto ha de tomar en cuenta el
peso relativo de cada una63. Esta visin puede ser precisada64 en tanto se seala que el
punto decisivo para la distincin regla principio es que los principios son normas que
61
Garcia Luengo, El principio de la proteccin de la confianza en el derecho administrativo, Civitas,
Madrid, 2002, p. 115, recuerda sobre este punto, que Los principios generales de derecho son el
principal instrumento con que cuenta el ciudadano para controlar la actividad de la Administracin
desarrollada en el seno de potestades discrecionales, y adems, los principios cumplen una importante
labor de iluminar y dotar de sentido unitario una normativa administrativa condenada a sufrir el fenmeno
la motorizacin legislativa ().
62
En este sentido es til la explicacin de Atienza y Ruiz Manero, Las piezas del Derecho. Teora de los
enunciados jurdicos, Ariel Derecho, Barcelona, 1996, pp. 3 a 6. En nuestro pas ver el trabajo
monogrfico Alcalde Rodriguez, E., Los principios Generales del Derecho, Ediciones Universidad
Catlica de Chile, 2003. Ver tambin Moderne, F. Principios generales del Derecho pblico, (Comp. A.
Vergara Blanco), Editorial Jurdica de Chile, 2005.
63
Esta visin corresponde a Dworkin, R. Los derechos en serio, Ariel Derecho, Barcelona, 1984. El texto
original de esta visin lo public en 1967 en un famoso trabajo conocido con el nombre de Es el
Derecho un sistema de reglas?, que posteriormente fue incorporado como captulo 2 del libro precitado, y
que no cabe duda es el eje clave para comprender el debate contemporneo en torno a los principios. Es
necesario advertir, en todo caso, que la distincin dworkiana considera tambin el elemento directriz, pero
que por la naturaleza de la materia tratada en este trabajo slo se enuncia para no confundir.
64
Esta precisin se encuentra realizada por el conocido trabajo de Alexy, R., Teora de los Derechos
Fundamentales, Centro de Estudios Constitucionales, 2001, pp. 129 a pp. 81 a 87.
ordenan que se realice algo en la mayor medida posible en relacin a las posibilidad
jurdicas y fcticas. Los principios son por consiguiente, mandatos de optimizacin que
se caracterizan porque pueden ser cumplidos en diversos grados y porque la medida
ordenada de su cumplimiento no slo depende de las posibilidades fcticas, sino
tambin de las posibilidades jurdicas. El campo de las posibilidades jurdicas est
determinado a travs de principios y reglas que juegan en sentido contrario. En cambio,
las reglas son normas que exigen cumplimiento pleno y, en esa medida, pueden siempre
ser slo cumplidas o incumplidas. Si una regla es vlida, entonces es obligatorio hacer
precisamente lo que ordena, ni ms ni menos65.
De este modo este tercer grado de supletoriedad supone una aplicacin permanente de la
ley de procedimiento, ya no necesariamente de su condicin de regla, materia que
cumplir muy bien cuando debe resolver la ausencia normativa del procedimiento o del
rgimen jurdico del acto, sino desde la condicin de mandato de optimizacin frente a
la regla especfica.
65
Como seala Moreso, J., Conflictos entre principios constitucionales, Neconstitucionalismo (s)
(Coord. M. Carbonell), Trotta, 2003, pp. 99 y 100, la aplicacin del Derecho suele concebirse como la
actividad consistente en determinar la norma individual que establece una cierta consecuencia normativa
para un caso individual determinado. Para tal fin, se trata de mostrar que dicho caso individual es una
instancia de un caso genrico al que una norma jurdica aplicable correlaciona con esa consecuencia
normativa. A dicha operacin se le conoce con el nombre de subsuncin. Sin embargo, cuando se trata de
la aplicacin de los principios se argumenta, a veces, que la operacin de subsuncin no es adecuada y
que debe sustituirse por otra operacin denominada ponderacin.
Lo que est claro es que la ley debe ser entendida como el establecimiento de
procedimientos para que las decisiones pblicas sean adoptadas y pueda as tomar
resguardos de transparencia y debido proceso administrativo. En definitiva, el Derecho
regula el procedimiento decisorio y, de ese modo, puede prescribir un itinerario pblico
al proceso de decisiones que favorezca que todas las opiniones relevantes sean
escuchadas, as como la razonabilidad tcnica, la imparcialidad y la garanta de
derechos de los sujetos frente a la Administracin66.
66
Vid. Barrros, E., Lo Pblico y lo Privado en el Derecho, en Estudios Pblicos 81, 2001, pp. 12 y 13.
Si una institucin slo es coherente cuando repite sus propias decisiones anteriores con
mayor fidelidad o de una manera ms apropiada, entonces integridad no es coherencia.
La integridad requiere que las normas pblicas sean vistas, hasta donde sea posible,
como que expresan un slo esquema coherente de justicia y equidad en la proporcin
correcta67. Esa proporcin la Constitucin la exige a un sistema jurdico procedimental
bsico, comn o de tipo para los actos de la Administracin, en beneficio de las
personas que se relacionan cotidianamente con ellas, permitiendo por esa va seguridad
jurdica y confianza legtima.
67
Dworkin, R., El imperio de la justicia, 1988, Gedisa, p. 160.