La Poblacion en Mexico
La Poblacion en Mexico
La Poblacion en Mexico
Patricia KURCZYN*
Csar ARENAS**
I. INTRODUCCIN
57
58 PATRICIA KURCZYN / CSAR ARENAS
3 Los cuales seran convertidos, con mano de obra mexicana, en los ms productivos a
nivel mundial.
LA POBLACIN EN MXICO 61
bres: 50.1 millones y mujeres: 53.0 millones);7 sin embargo, resulta impor-
tante destacar que la tasa de crecimiento anual ha ido disminuyendo, desde
el 1.8% alcanzado en el periodo de 1990-2000, hasta el 1.0% en 2005.
De acuerdo con la distribucin urbano-rural, el 74.6% de la poblacin se
encontraba en alguna localidad urbana y el 25.4% en una rural; proceso ur-
banizador que ha trado consigo una reconfiguracin en la distribucin
ocupacional en las actividades econmicas; cambios en la geografa del
pas, en la dinmica poblacional (migracin) y en las condiciones laborales
de la poblacin8, entre otros efectos.
Desde la perspectiva laboral, al inicio del siglo XXI, la PEA representa-
ba el 49.3% de la poblacin y se encontraba ocupada principalmente en el
sector servicios (55.0%), seguido del industrial (20.7%) y en menor pro-
porcin (16.3%) en el primario. En efecto, la insercin laboral por sector de
actividad sigue el patrn de terciarizacin de la economa, de tal suerte que
el porcentaje de mujeres se ha venido incrementando con el paso del tiem-
po; por ejemplo, en 1970 seis de cada 10 mujeres encontraban ocupacin
en dicho sector, mientras que en 2005 la proporcin fue de tres de cada cua-
tro; en trminos porcentuales se puede decir que la proporcin pas de 59.9
a 75.7%. Sin embargo, la tasa de desocupacin nacional (1.6% durante el
segundo trimestre de 2000) afectaba ms a las mujeres (1.8%) que a los
hombres (1.5%).9 En el rubro de asalariados encontramos que el 49% reci-
ba hasta 2 salarios mnimos (45.7% hombres y 55.3% mujeres), el 18.2%
trabajaba menos de 35 horas a la semana (13.8% hombres y 26.9% muje-
res) y que el 60.6% reciba prestaciones sociales (57.7% hombres y 66.2%
mujeres). Al analizar nicamente los niveles de ingreso del sector primario
el problema se agrava, ya que el 23.6% de los trabajadores no reciben in-
gresos; el 21.9%, recibe hasta 1 salario mnimo; el 30.5%, recibe entre 1 y 2
salarios mnimos; mientras que el 2.1%, recibe entre 5 y 10 salarios mni-
7 Consultada en http://www.inegi.gob.mx/lib/predescarga.asp?pag=/est/contenidos/
espanol/proyectos/
8 Lo que en gran parte explica que los temas en boga sean precisamente los relaciona-
dos con los servicios como la flexibilizacin, el teletrabajo y la discriminacin por gnero;
los cuales adquieren, adems, un matiz distinto por el nivel de la tecnologa y las comunica-
ciones actualmente alcanzadas. Vase Kurczyn, Patricia, Nuevas relaciones de trabajo,
Mxico, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurdicas, 1999.
9 Se recuerda que para el INEGI, la tasa de desempleo es entendida como aquella po-
blacin en edad de trabajar, pero que en un periodo de tiempo determinado: a) se encuentran
sin empleo, b) estn disponibles para trabajar, y c) en la bsqueda de un empleo.
66 PATRICIA KURCZYN / CSAR ARENAS
1. A nivel internacional
2. A nivel regional
3. A nivel nacional
12 Cfr. http://Europa.Eu.int/comm/employment_social/soc-prot/pensions/es_pension-
reportes.pdf .
13 Cfr. Convenio de Seguridad Social del 23 de agosto de 2002 suscrito por los gobier-
nos de las repblicas de Chile y del Per.
14 Escalante Gonzalbo, Fernando, The Sound and the Fury, en Escalante Gonzalbo,
Fernando (coord.), Otro sueo americano. En torno a Quines somos? de Samuel P. Hun-
tington, Barcelona, Paids, 2004, p. 69.
15 Tenorio, Mauricio, Ronaldinhas identitarias, lindas pero peligrosas, en Escalante
Gonzalbo, Fernando (coord.), Otro sueo americano..., cit. nota anterior, p. 58.
LA POBLACIN EN MXICO 71
18 Kurczyn, Patricia, Anlisis sobre la propuesta de reforma de la Ley Federal del Tra-
bajo, en Ochoa Camposeco, Vctor Manuel (coord.), Anlisis del proyecto Abascal de
reforma de la Ley Federal del Trabajo, grupo parlamentario del PRD, Cmara de Diputa-
dos, LVIII Legislatura, Congreso de la Unin, Mxico, 2003, p. 62.
74 PATRICIA KURCZYN / CSAR ARENAS
19 Consultada en http://hdr.undp.org/reports/global/2005/espanol/pdf/HDR05_sp_
HDI.pdf, del 18 de mayo de 2006.
20 Lo cual es comprensiblemente si recordamos el objeto y vigencia del Programa Bra-
cero.
21 Vase supra apartado II Las leyes Generales de Poblaciny su contexto socioeconmi-
co.
LA POBLACIN EN MXICO 75
dad de cambiar y/o ajustar todos aquellos aspectos que le resten eficacia a
nuestras instituciones y marco jurdico, ya no slo son necesarias para re-
solver cuestiones puntuales de actualidad, sino tambin para edificar un
sistema jurdico como parte de un nuevo proceso social al que regule de
acuerdo a la nueva cuestin social, condicin particular de fines del siglo
XX y principios del XXI.22 De no ser as, cabe imaginar la hiptesis o el
riesgo de dejar pasar la oportunidad histrica para mejorar las condiciones
socioeconmicas del pas que significa elevar el nivel de vida de los
mexicanos.
Las referencias a los temas de seguridad social, parte importante del bie-
nestar del individuo, son convenientes por su liga a los problemas demo-
grficos, por su vinculacin con la migracin laboral y para hacer con-
ciencia de que en tanto la mano de obra mexicana es aprovechada para
aumentar la productividad de los pases receptores de la misma, se discri-
mina al trabajador(a) para el goce de sus derechos fundamentales, entre
ellos el de la salud, al negarles la atencin mdica tanto a ellos como a sus
familias, cuando con su productividad coopera, da con da, en el fortaleci-
miento de la estructura de seguridad social del pas de los empleadores.
Los derechos fundamentales23 son parte de la esencia humana, no puede
haber justificacin alguna para que sean transgredidos o violados. El dere-
cho al trabajo, la libertad misma de trabajar son premisa del derecho a la
vida. Quienes no cuentan con posibilidades de tener un trabajo digno, so-
cialmente til como lo dice la carta principal en su artculo 123, tienen el
derecho a buscarlo. Cierto es que nadie tiene el privilegio de violar normas
poblacionales; frente a este incumplimiento, no puede alegarse derecho al-
guno y las consecuencias legales son vlidas; la sancin que corresponda
puede y debe aplicarse. Lo que no tiene secuencia lgica es el sancionar re-
primiendo otros derechos, como el de la seguridad e integridad personal, o
bien, el de discriminar en el pago, en las condiciones de trabajo y en gene-
ral en las prestaciones laborales y de seguridad social, como con frecuencia
se sabe que ocurre en los Estados Unidos, sobre todo cuando los trabajado-
res intentan ejercer el derecho de sindicalizacin. Tal es el tema del que co-
noci la Corte Interamericana de Derechos Humanos que mereci una reso-
lucin a favor del empleado despedido, cuya irregular situacin migratoria
fue descubierta por el empleador, una compaa de importancia produc-
tiva, muchos aos despus de que el trabajador prestaba sus servicios a la
misma, justo cuando empezaba a organizar a sus compaeros de trabajo
para formar un sindicato. La sancin no era slo el despido injustificado
por cierto, sino la supresin de sus derechos econmicos que haba gana-
do con un trabajo lcito.
Finalmente, y para una mayor ilustracin, hacemos un resumen del
conflicto a que se hace referencia:
VI. BIBLIOGRAFA
http://www.inegi.gob.mx
http://www.conapo.gob.mx
http://hdr.undp.org
http://europa.eu
http://www.ilo.org