Prédica Menor

LA SAGRADA FAMILIA
FIESTA
30 DIC 2016
DATOS HISTRICOS
Cuando un domingo no se encuentra entre el 25 de diciembre y el 31 de
diciembre, entonces la fiesta de la Sagrada se traslada para el 30 de diciembre.
Octava de Navidad.- judos festejaban las grandes fiestas por ocho das.
Fiesta de devocin, introducida por primera vez como celebracin opcional en
1893. Promovida por el Papa Len XIII, en tiempos en que las fuerzas
secularizantes constituan una amenaza clara para la familia cristiana, se
propuso a la sagrada familia de Nazaret como modelo, como fuente de
inspiracin y de ayuda.
Familia humana, sueo de Dios para su amada creacin (Papa Francisco).
EXPLICACIN
HIJOS:
Jess adopt una familia, un hogar, una ciudad, un medio cultural,
determinados; creci en este entorno, fue educado en la fe juda, aprendi el
oficio de carpintero e hizo amigos. Los aos pasados en Nazaret fueron aos
de formacin, de preparacin para su misin, no perdemos de vista jams su
naturaleza divina. Efectivamente, "adoramos al hijo del Dios vivo que se hizo"
Hijo en una familia humana".
-
San Lucas: Vivi obedeciendo en todo a Mara y a Jos.
TVD: Oh admirable dependencia: que todo un Dios hecho hombre

obedezca a Mara por 30 aos!
PADRES:
Simplicidad.
Vida de un hogar modesto, ni pobre ni rica, se ganaba el pan de cada da con
el sudor de la frente y respetaba las leyes administrativas y sociales de su
pueblo.
La Sagrada Familia viva una realidad grandiosa que slo el silencio y la
discrecin podan asegurar al Hogar de Nazaret la serenidad necesaria al
cumplimiento del plan de Dios: darle nacimiento al Mesas tan esperado
desde haca siglos por el pueblo hebreo, Jesucristo, el Salvador del mundo, y
vigilar su infancia y adolescencia hasta que alcanzara la plena madurez del
hombre y pudiera comenzar su vida pblica y predicar el Evangelio.
Vida con Dios y en el amor compartido.
REFLEXIN
Prdida y hallazgo de Jesucristo en el templo
Mara y Jos son personas que valoran y siguen las costumbres y

tradiciones de su pueblo. Observan la Ley, estn enraizados en la historia
y la vida del pueblo al que pertenecen y por sobre todo son personas
religiosas (en el sentido ms rico y autntico del trmino). Eso no los hace
ser cucufatos (hipcritas) ni enchapados a la antigua. No se trata de eso.
De lo que se trata es de aprender a valorar en todo lo que tienen de bueno
las tradiciones del pueblo y la cultura a la que pertenecemos y en la que
nuestra familia vive. La identidad, la historia, las costumbres son una

riqueza que da solidez a la vida familiar antes que un lastre que nos ata al
pasado. En ese marco, la vivencia de las tradiciones religiosas cobran una
particular importancia, como lo hemos vivido por ejemplo en estos das de
Navidad.
-
Mara podra haber optado por nunca despegarse de su hijo, por no

quitarle un ojo de encima ni un segundo. Cmo arriesgar tan gran tesoro a
ellos confiado? Y sin embargo, Mara arriesga. No para poner a Jess en
peligro sino para ofrecerle el espacio requerido para que crezca como
persona. Y de Jos se puede decir algo semejante. Qu responsabilidad la
del padre adoptivo del Hijo de Dios! No tenemos aqu una gran leccin en
relacin a la educacin de los hijos?
Mara y Jos vivieron como todo pap y mam las angustias de ser
padres. En este pasaje se nos relata una: pensaron haber perdido a su hijo.
Y hay otros como el no haber encontrado un sitio digno para que Mara d a
luz al Nio; o la huida a Egipto por la amenaza a la vida del recin nacido.
Cuntas otras habrn tenido que no han sido recogidas en el Evangelio?
La Familia de Nazaret, aquella escogida por Dios mismo para nazca su
Hijo, no se libr de las dificultades, angustias, carencias y dolores que
toda familia experimenta. Jos y Mara conocieron muy bien esas
circunstancias y eso debe ser un aliento para comprender con ojos de fe las
dificultades que nos tocan vivir, para confiar en Dios y para pedirles a ellos
que nos ayuden. Todo padre en dificultades puede rezarle a Jos sabiendo
que l tambin fue curtido en ellas; toda madre puede dirigirse a Mara
confiando en que Ella vivi sus propias penurias y sabr entenderla y hacer
todo lo posible por ayudarla.
La Sagrada Familia nos ensea en las palabras de un Nio de doce aos la

leccin quiz ms importante de todas: Dios debe ser el centro de toda la
vida familiar. Y lo ser cuando sea tambin el centro de la vida personal
del padre, de la madre y de los hijos. Quiz esa sea una de las tareas ms
difciles en las que los padres tienen que educar a sus hijos. Aprovechemos
la celebracin de esta fiesta de la familia para hacer lo que nos ensea
Mara: meditar y conservar la Palabra de Dios de modo que el Nio Jess
vaya creciendo en estatura y gracia tambin en nuestro corazn y seamos
as cada vez ms semejantes a l. Ello, sin duda, redundar en beneficio de
nuestra vida familiar. Telogo Ignacio Blanco
Navidad es un tiempo hogareo, familiar. Y esto tiene una importancia

religiosa y psicolgica: necesitamos volver a los orgenes, a las races, a la
familia. En el plano espiritual hacemos esto en nuestras celebraciones
litrgicas, renovando nuestros "orgenes sagrados" cuando celebramos el
nacimiento de nuestro Seor. En el pesebre, all comenz todo. Pero el

hogar fue el entorno en el que aprendimos la fe por primera vez. Para los
judos de otros tiempos era una obligacin sagrada la de volver al hogar y
a la familia. Toda la nocin del Ao Jubilar da testimonio de esto: "Cada
uno de vosotros recobrar su propiedad, cada uno de vosotros se
reintegrar a su clan" (Lev 25,10). De esta manera, la navidad es una
especie de celebracin de familia en el plano humano y en el espiritual.
El Antiguo Testamento da testimonio de un elevadsimo ideal de vida
familiar en el pueblo judo. Aparece claramente esto en la primera lectura
de la misma, tomada del Levtico (3,2-14), que destaca la virtud del amor y
de la obediencia filiales. Indudablemente, san Pablo se inspir en este y en
otros textos similares cuando escribi de comunidad y de vida familiar en el
Seor. En el Oficio de lecturas tenemos su tratado del captulo 5 de
Efesios, donde habla del amor y de la fidelidad conyugales, de la
obediencia mutua, del deber de los hijos para con los padres y de stos
para con aqullos. La segunda lectura de la misa, tomada del captulo 3 de
la carta a los de Colosas, ofrece un bello ideal no slo de vida familiar, sino
de vida comunitaria en general.
La vida familiar es un valor importantsimo, pero no absoluto. Jess busc
ante todo la voluntad de su Padre. Los lazos familiares estaban
subordinados a la misin que l haba recibido del Padre. Las lecturas
evanglicas para el ciclo trienal aluden de una forma un tanto inquietante a
lo que espera a Jess y a sus padres: l ser mal interpretado y
perseguido, ser "signo de contradiccin", y una espada de dolor
atravesar el corazn de su madre.
"No sabais que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?" Y llegar el
momento en que Jess abandone el hogar y a sus padres para adoptar la
vida incmoda de un predicador itinerante, sin hogar y sin un lugar donde
reclinar su cabeza. No deja de amar a sus padres ni rompe todos los lazos
y relaciones con el hogar, pero tiene que distanciarse de la vida segura
circunscrita a Nazaret, a fin de entregarse por completo a su misin. Haba
que establecer nuevas relaciones que trascendieran el parentesco
puramente humano. Jess mismo llegara a declarar que sus padres y sus
hermanos eran los que hacan la voluntad de su Padre.
Los seguidores de Jess estn llamados tambin a dejar la seguridad del
hogar y de la familia, a sacrificar todo aquello que es lo ms deseable
desde una perspectiva humana. Ese es el contenido de toda vocacin
religiosa o de una vocacin que encierra una llamada concreta a seguir a
Cristo y a servir a sus hermanos. Es necesario que nos perdamos a
nosotros mismos para encontrarnos. Hay que ampliar el horizonte de
nuestra familia para abrazar a todos los hombres y mujeres. Esto no
significa un fro distanciamiento de nuestra propia parentela, sino la no
esclavizacin en el apego a ellos. Jess no se distanci de su madre, pues
ella le acompa hasta el final. Nosotros no dejamos o abandonamos a

nuestros padres o familiares, sino que establecemos una relacin nueva y
ms profunda con ellos. Porque el Seor, complacido en nuestro sacrificio,
nos devolver, en una forma ms profunda y bella, a nuestros padres,
hermanos, hermanas y amigos.
Cuando el hijo cuida de sus padres est cuidando de s mismo, te cuidaron de
pequeo y te seguirn cuidando desde el cielo.
Recibir bien el ao nuevo es estar en familia. No existen las familias perfectas,
sino aquellas que aprenden a amarse, valorarse y ayudarse mutuamente.

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