Ca PedagogiaEducacionValores PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 46

JORNADAS DE DEPORTE ESCOLAR

AREA: EDUCADORES Y EDUCADORAS

"Pedagoga del entrenamiento deportivo


adaptado a escolares. Educacin en valores."

Autora: BEGOA LLORENTE PASTOR


Bilbao 10 10-2000

INDICE
INTRODUCCION.
I

EL DEPORTE EDUCATIVO EN LA EDAD ESCOLAR.


1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.

Necesidad del deporte en la escuela.............................................


El papel del entrenador/educador.................................................
El nio/a y su accin motriz.........................................................
El proceso de iniciacin................................................................
El deporte escolar..........................................................................
De qu deporte hablamos?..........................................................
El deporte recreativo.....................................................................
El deporte educativo.....................................................................
La competicin.............................................................................
La naturaleza educativa de la competicin...................................
El deporte competicin y el xito.................................................
Los/as que abandonan...................................................................
Violencia en el deporte infantil.....................................................
Las asignaturas pendientes del deporte escolar.........................

4
5
6
7
8
9
10
11
12
14
15
17
18
19

II EDUCACION EN VALORES.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.

Tpicos sobre la prctica deportiva infantil..................................


Algunos criterios didcticos para la elaboracin de
un programa de iniciacin deportiva.............................................
Pedagogas activas.........................................................................
Ejemplos de juegos que desarrollen valores..................................
Consejos tiles para la prctica......................................................
Consejos para fomentar el seguimiento de las normas..................
Motivacin para la prctica deportiva...........................................

21
25
26
26
27
29
29

III EL DEPORTE ESCOLAR PARA EL FUTURO.


1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.

Es tiempo de un nuevo modelo...................................................... 32


El atributo de la voluntariedad....................................................... 34
Hacia una educacin integral......................................................... 35
Calidad y profesionalizacin.......................................................... 36
El camino del centro escolar al club deportivo.............................. 38
Un deporte para buenos y menos buenos................................ 40
La pauta de las edades.................................................................... 41

IV ANEXOS.
Carta del Fair-Play.........................................................................
Carta de Derechos del nio en el Deporte.....................................

44
45

BIBLIOGRAFIA.

INTRODUCCION
No hay necesidad de reinventar lo inventado, ni de tratar de decir con otras palabras lo que
otros/as tan bien ya han dicho y cuyas ideas compartes. En el libro dirigido por Domingo
Blzquez Snchez La iniciacin deportiva y el deporte escolar, recopilatorio de autores
como: Javier Garcia Aranda, Nuria Puig Barata, Francisco Seirul.lo Vargas, Fernando
Sanchez Bauelos y Jos Devs Devs, entre otros, podis encontrar la mayora de las ideas
que en este trabajo aparecen. Por lo tanto, dar las gracias a estos autores y otros de
reconocido prestigio como son: Luis V. Solar Cubillas, Gerard Lasierra Aguil, en cuyos
escritos me he basado para elaborar este documento.
Nuestro objetivo es ayudar a resolver algunos interrogantes que plantea el entrenamiento
deportivo adaptado a escolares. Intentaremos hacer un anlisis crtico de las falsas creencias
que rodean la enseanza del deporte, sacando a la luz aquellas cuestiones que sean tica o
pedaggicamente incorrectas. Todo ello, con la intencin de contribuir a una mayor claridad
en el proceso de iniciacin deportiva, que tanta importancia va adquiriendo en la vida de
muchos nios y nias.

I EL DEPORTE EDUCATIVO EN EDAD ESCOLAR.


1 NECESIDAD DEL DEPORTE EN LA ESCUELA
Nadie pone en duda, en estos momentos, la necesidad de una educacin fsica integrada en
el sistema educativo y la necesidad de una oferta de actividades fsico-deportivas amplia,
variada y adecuada en edad escolar. Es lgico pensar que un aspecto tan imprescindible para
el desarrollo de la persona, como es el desarrollo de sus capacidades motrices, pueda
solventarse con las dos horas semanales de educacin fsica.
Las definiciones de deporte escolar no slo hablan de ejercicio fsico y de movimiento hay
algo ms: sentido de superacin, desinters, espritu de lucha, carcter ldico y voluntario.
Estas caractersticas se ponen de manifiesto fundamentalmente en la competicin, siempre
que sta tenga un enfoque educativo.
Los centros escolares son un marco idneo para la organizacin de actividades fsicodeportivas para los escolares, donde se pueden unir deporte-recreacin, deporte-educacin y
deporte-rendimiento.
Los responsables del deporte escolar tendremos que velar porque los valores educativos
del deporte y de la competicin se hagan realidad. Algunas de estas cualidades del deporte
educativo son:
Relacin social.
La cooperacin con el compaero en la tarea de equipo, el respeto al compaero y al
contrario, la capacidad de autocontrol son importantes valores educativos que se adquieren
con el deporte, si este responde a un planteamiento educativo. Muchos nios han cambiado
su actitud hacia los dems desde que participan en el mundo deportivo.
Dominio de habilidades y destrezas especficas.
Aunque esta cualidad es solamente psicomotora, su adquisicin y perfeccionamiento van a
servir para el desenvolvimiento ms inteligente del practicante en determinadas ocasiones.
Aspecto ldico y recreativo.
El deporte es ante todo juego, de ah que la gran parte de los nios estn siempre
dispuestos a su prctica, el deporte es motivante por s slo, y puede ser un canal encauzador
de esa natural motivacin.
Hbitos positivos para una alternativa al ocio pasivo.
La importancia del tiempo libre en el educando, es tal, que de su adecuado empleo puede
depender su trayectoria estudiantil. El colegial busca las mismas actividades compensatorias
que el adulto, la misin tanto de padres y madres como del centro educativo ser la de

canalizar las necesidades de competicin fsica y psicolgica del adolescente.


Canalizacin de la agresividad.
Dadas las especiales condiciones de motivacin, que inducen a la entrega sin reservas, la
competicin deportiva parece la ms idnea actividad pasa encauzar y dirigir la agresividad
humana. La utilizacin de la agresividad deber ser correcta y deportiva, y as utilizada
servir como relajacin fsica y psquica despus de haber descargado las tensiones
acumuladas en la apretada jornada escolar.

2. EL PAPEL DEL ENTRENADOR/EDUCADOR


El entrenador/educador es una de las personas que ms va a influir en la formacin del
joven, no slo en lo que se refiere al mbito deportivo, sino tambin en el mbito personal.
De su labor y de las experiencias que el alumno/a viva depender en gran parte el desarrollo
de las cualidades humanas que se persiguen a travs del deporte.
Un buen entrenador/a, puede serlo, por haber tenido una gran experiencia prctica como
jugador. De la misma forma, una persona con grandes conocimientos tericos relacionados
con un deporte puede tambin tener los recursos suficientes como para ser un buen
entrenador, y lo mismo puede suceder en el caso de una persona capaz de plantear una
estructura pedaggica coherente, con capacidad de aplicacin pedaggica. Con todo esto lo
que quiero decir es:
-

que es difcil determinar cual de los tres factores comentados, (tcnico, prctico,
metodolgico), es, si tiene que haber uno, el ms importante.

que el dominio de uno de los tres factores, hace que un tcnico, sea competente, pero
que puede asegurarse, que el mejor educador-entrenador ser aquel, que domine con
maestra los conceptos te6ricos, prcticos y metodolgicos del deporte.

No es suficiente para un tcnico, el conocimiento de los aspectos directamente derivados


del deporte. Deberemos a su vez, conocer a quin va dirigido el aprendizaje de ese deporte,
para poder instrumentalizar su metodologa de enseanza.
Entre sus objetivos est, adems del de formarse a todos los niveles, el de motivar y atraer
hacia la prctica deportiva, preparar y dirigir sesiones adecuadas y entretenidas, encauzar la
competicin, pero es posible compatibilizar la educacin, la recreacin y el rendimiento?, es
decir, podemos formar futuros deportistas de lite cuidando su salud fsica, psquica y
social, y adems divertirles?. Es todo un reto que se puede conseguir con una buena
formacin, planteamientos adecuados y dedicacin.
El entrenador/a debe ser adems tutor de su grupo o equipo, la persona que orienta, dirige,
motiva, aconseja y da ejemplo, buscando el desarrollo ntegro del participante en el deporte
escolar.
Por otro lado, es necesario que exista coordinacin entre el departamento de educacin
fsica del centro y los responsables del deporte escolar, de cara a coordinar objetivos, dar
5

opiniones, promover ideas, plantear problemas, buscar soluciones conjuntas y fijar normas.
3. EL NIO/A Y SU ACCION MOTRIZ
Antes de enfrentarnos al complejo mundo de la iniciacin deportiva deberamos hacernos
varias consideraciones. Es necesario tener asumidas, cuestiones como, cuales son los
objetivos a conseguir, cmo establecer una progresin metodolgica de los mismos, y en qu
momento de la evolucin deportiva del nio/a o joven debe ser planteado el programa de
actuacin.
Rechazando la ptica tradicional-conservadora, que propone una iniciacin a partir del
momento en que el nio es capaz de aprender los diferentes elementos especficos que
componen cada deporte, (10-11 aos), proponemos un planteamiento de toma de contacto
previa a las situaciones globales propias de los deportes, una fase de relacin que posibilite
una posterior trasferencia positiva, primero entre las diferentes prcticas deportivas, y
segundo en la adquisicin de los gestos caractersticos de cada deporte. De esta forma nos
aseguramos que el nio/a ha tenido una etapa de desarrollo de sus potencialidades personales,
de dotacin de trabajo y disponibilidad motriz, antes de un trabajo especfico, que por
definicin, se limita y restringe a una serie de aspectos, estipulados reglamentariamente.
En lo que respecta al nio/a y su accin motriz haremos tres consideraciones, que deben
darnos las pautas antes de planificar cualquier programacin.
El nio/a no es un pequeo adulto:
Las caractersticas del nio hacen que necesite de una forma de trabajo especial, adaptado
a sus estructuras y posibilidades.
Las sesiones de entrenamiento no tienen porque basarse en los modelos del adulto, en
cuanto a la estructuracin de la forma de trabajo.
No se trata pues nicamente de reducir los parmetros del juego adulto, ni a nivel de
aspectos estructurales ni en volumen e intensidad.
El nio es un ser individual e irrepetible:
Debemos respetar el principio de individualizacin para permitirle el desarrollo natural del
nio. No tenemos la potestad para delimitar con exactitud el momento preciso de
consecucin de los objetivos previstos, y mucho menos para tener la intencin de que todos
nuestros pequeos jugadores los asuman simultneamente.
La estructura de las sesiones ha de favorecer la adquisicin progresiva del nio/a,
partiendo de situaciones con objetivos ms globales que respeten los diferentes niveles de
asimilacin con los que nos encontramos.
El nio/a tiene un proceso propio y definido de desarrollo:
La maduracin se define como un proceso fisiolgico genticamente determinado por el
cual un rgano o conjunto de rganos llega a su plenitud, y permite a la funcin por la cual es
conocido, que se ejerza libremente y con el mximo de eficacia. La maduracin resulta de
factores internos sobre los que el entrenamiento no provoca efectos, hasta el momento en que
6

la funcin es posible.
Debemos ajustarnos en la presentacin de la tarea, al momento madurativo adecuado, pues
antes no tiene efecto, y con posterioridad la funcin no se desarrolla plenamente. Nos
estamos refiriendo a la existencia de "perodos crticos" para la adquisicin de los
aprendizajes.
EI perodo crtico se define como el intervalo de tiempo durante el cual un
comportamiento se adquiere con un mnimo de esfuerzo y con un mximo de eficacia.
El desarrollo motor aparece como una influencia de la herencia gentica (maduracin) y
del medio ambiente (aprendizaje). Si no existe simultaneidad entre ambos conceptos, el
rendimiento nunca ser mximo.

MADURACION Y APRENDIZAJE = DESARROLLO


MADURACION Y NO APRENDIZAJE = NO DESARROLLO
NO MADURACION Y APRENDIZAJE = PERDIDA DE TIEMPO
NO MADURACION Y NO-APRENDIZAJE = SIN EFECTO

4. EL PROCESO DE INICIACIN
El proceso de iniciacin debe hacerse de forma paulatina y acorde con las posibilidades y
necesidades de los individuos. Generalmente, se comienza por prcticas simplificadas y
polivalentes. Es decir, formas reducidas, tales como juegos o situaciones simplificadas, para
ir, de forma progresiva aumentando la complejidad y llegar a la prctica deportiva en su
concepcin definitiva. Asimismo, se procura, en el caso de nios/as, que no se especialicen
con demasiada premura. En un principio es conveniente tomar contacto con diferentes
actividades fsicas y deportes, y de diferente tipo, por ejemplo, deportes individuales
(atletismo, natacin, gimnasia, etc.), deportes de adversario (judo, badminton, tenis, etc.),
deportes de equipo (baloncesto, voleibol, etc.); y posteriormente irse definiendo por aquellas
prcticas ms en sintona con las posibilidades fsicas y gustos del futuro deportista.
Una buena iniciacin se caracteriza por permitir la mxima inclusin y participacin.
Admite que los que tienen talento deportivo puedan progresar en una especialidad, pero que
en cualquier caso todos adquieran hbitos y aficin al deporte y estn ilusionados por su
prctica.
Uno de los peligros ms comunes por parte de entrenadores y tcnicos es pensar que todos
sus pupilos pueden llegar a ser campeones. Esta idea, lleva en ocasiones a exigir del nio/a
mucho ms de lo que realmente puede dar de s, llegando en ocasiones a despertar rechazos a
la prctica deportiva en cuestin. As mismo, incita a descartar a aquellos nios/as que por
sus condiciones se percibe claramente que no llegarn al xito en esa disciplina. Esta falsa
ilusin suele ser utilizada por escuelas deportivas que lideradas por un deportista o
7

exdeportista famoso, transmiten un mensaje oculto de xito asegurado.


As pues, y a modo de sntesis, podemos concluir diciendo que la iniciacin deportiva se
caracteriza por:
-

ser un proceso de socializacin, de integracin de los sujetos con las obligaciones


sociales respecto a los dems.

ser un proceso de enseanza-aprendizaje progresivo y optimizador que tiene como


intencin conseguir la mxima competencia en una o varias actividades deportivas.

ser un proceso de adquisicin de capacidades, habilidades, destrezas, conocimientos, y


actitudes para desenvolverse lo ms eficazmente en una o varias prcticas deportivas.

ser una etapa de contacto y experimentacin en la que se debe conseguir unas


capacidades funcionales aplicadas y prcticas.

5. EL DEPORTE ESCOLAR
Consideramos que deporte escolar es toda actividad fsico-deportiva realizada por
nios/as y jvenes en edad escolar, dentro y fuera del centro. Por lo tanto es sinnimo de
deporte en edad escolar.
Generalmente la prctica ms habitual es de tipo competitivo (baloncesto, futbito...), pero
cada vez ms se van incluyendo otras modalidades de prctica que responden a la demanda
de los alumnos/as (aerbic, juegos...) y que reducen la importancia del xito frente a los
valores ldicos y recreativos.
Una de las mayores preocupaciones por parte de las instituciones es la de acotar o
estructurar el deporte escolar en diferentes edades definiendo categoras en las que se asume
esta actividad (benjamn, infantil, cadete, etc.). A nuestro entender esto tiene una importancia
relativa, puesto que desde un punto de vista biolgico y pedaggico es difcil situar fronteras.
Si en cambio, cobra gran importancia el que para propiciar las mximas posibilidades de
acceso o participacin se tenga en cuenta la equidad en la competicin. Este objetivo,
propuesto por Snchez Bauelos (1986), plantea la necesidad de una competicin en la que
todo participante tenga una razonable oportunidad de triunfo. Cuando la diferencia de nivel
entre los participantes en un determinado contexto competitivo es excesiva, este principio
(equidad en la competicin) se rompe, pudiendo generar en los desfavorecidos una sensacin
de estar fuera de lugar por esta situacin u ocasionar, en algunos individuos, un cierto
trauma. Esto no favorece una mayor participacin, sino que quiz produzca un retraimiento
de la misma. Para evitar este problema sern necesarios diferentes grupos o categoras que
ofrezcan la homogeneidad de nivel adecuada para que todos se sientan a gusto y con el
convencimiento de tener posibilidades de xito. Esto puede suponer, sin duda, una mayor
complejidad y un mayor esfuerzo, pero estarn ampliamente justificados si se consigue una
mayor y equilibrada participacin (Snchez Bauelos, F. 1986)
Los centros escolares juegan un papel relevante en la dinmica de asegurar la
participacin de todos los escolares en las actividades deportivas, en definitiva han venido a
dar nombre a esta categora deportiva: deporte escolar. Reproducimos aqu lo que los autores
8

mencionados, Gmez y Garca (1993) dicen a ste respecto:


"En cualquiera de los supuestos debe quedar claro el papel relevante que juega el centro
escolar, establecindose que la participacin en las actividades (sean o no de competicin), se
estructure bsicamente a travs de los centros escolares; siendo stos los responsables en la
vertiente formativa, de posibilitar la prctica deportiva de todos los escolares pertenecientes a
su centro de enseanza.
La supervisin y control del contenido de las prcticas deportivas, por parte de los
responsables educativos, constituye la mejor garanta de que el deporte escolar, sea cual sea
la forma de realizacin que adopte, est orientado a la educacin integral del nio/a y al
desarrollo armnico de su personalidad."
Debemos aadir, que es realmente asombroso que las instituciones escolares y las
administraciones educativas presten tan poca atencin a la actividad fsica organizada para
los nios/as, sobre todo en su vertiente pedaggica, cuando en trminos cuantitativos
representa una proporcin horaria de influencia educativa nada despreciable. As, para un
nio/a tipo que decide apuntarse al club deportivo de la escuela, su tiempo de dedicacin
podra ser equivalente a un total de 6 a 9 horas semanales de vinculacin a la actividad fsicodeportiva.
El carcter complementario que normalmente se le otorga a estas actividades no est en
consonancia con el tiempo que supone en realidad. La influencia educativa que se puede
ejercer sobre el nio/a a travs del deporte es superior, al menos en cantidad de tiempo, a
cualquier otra rea en condiciones normales.
En consecuencia, nos parece indispensable que las instituciones se sensibilicen y den la
importancia que se merece una actividad potencialmente tan influyente sobre el nio/a. Que
exijan un mayor rigor en la planificacin y programacin de estas actividades, que se las
integren en la filosofa pedaggica del centro, que se profesionalice ms a los tcnicos que la
imparten. Y que garanticen solidez y seriedad en las estructuras organizativas.
6. DE QU DEPORTE HABLAMOS?
El trmino deporte recubre tantas acepciones que resulta difcil uniformar bajo esta
palabra las numerosas prcticas y actividades existentes. Desde el deporte pasivo o deporte
espectculo, en directo o va televisin, al que llega a la vida cotidiana del ciudadano como
oferta de salud, de recreacin o simplemente de mantener una imagen corporal agradable.
Las innumerables innovaciones en prcticas de actividades fsico-deportivas nos dificultan
saber a que nos referimos cuando hablamos de iniciacin deportiva. Se trata de ensear
modalidades tradicionales como voleibol o atletismo? o incluimos actividades fsicas tan
vigentes como mountain bike o barranquismo?, el objetivo es buscar el mximo
rendimiento como consecuencia del entrenamiento intensivo de jvenes? o lograr una
formacin bsica y continua a travs de un deporte primordialmente educativo?.
Los educadores y tcnicos deportivos debemos discernir lo que es deporte de lo que es una
moda coyuntural. De lo contrario estaramos cambiando constantemente en funcin del
deportista famoso del momento, de los intereses comerciales, o de actividades que surgen con
fuerza y luego se reducen a prcticas minoritarias (Ej. squash). Esto no implica cerrar los
9

ojos a las novedades, sino analizarlas y dar a cada una el tratamiento necesario.
La iniciacin deportiva puede tener diferentes orientaciones en funcin de cmo la plantee
el propio profesional. Algunas de estas posturas respecto al deporte son:
a) El deporte recreativo. Es decir, aquel que es practicado por placer y diversin, sin
ninguna intencin de competir o superar a un adversario, nicamente por disfrute o goce.
b) El deporte competitivo. Es decir, aquel que es practicado con la intencin de vencer a
un adversario o de superarse uno mismo.
c) El deporte educativo. Es decir, aquel cuya pretensin fundamental es colaborar al
desarrollo armnico y potenciar los valores del individuo.
POSTURA DEL PROFESIONAL CON RESPECTO AL DEPORTE
DEL DEPORTE...

...A LA RECREACIN

DEL DEPORTE...

...A LA COMPETICIN

DEL DEPORTE...

...A LA FORMACIN

Cuadro 3. Funciones diversas hacia las que se puede orientar la iniciacin deportiva.

7. EL DEPORTE RECREATIVO
El desfase cada vez mayor entre las exigencias del deporte competitivo y las posibilidades
reales del practicante medio con escasa formacin en el plano corporal ha desplazado el
inters de algunas personas hacia otro tipo de actividades de ocio y entretenimiento. Para
abrir el mundo del deporte a estos grupos, una serie de tentativas han aparecido a lo largo del
ltimo decenio, con el objetivo de desarrollar una nueva cultura deportiva. Se trata del
deporte recreativo.
El deporte no es para m... Esta expresin podra ponerse en boca de muchos jvenes o
de adultos que han tenido una experiencia en cierto modo negativa de lo que es el mundo del
deporte. Algunos de los que se expresaran de esa forma seguramente siguen desarrollando
actividades fsicas variadas, quizs de forma no regular y sin unos objetivos muy claros y
conscientemente marcados como no sean el divertirse con los amigos, pasarlo bien y, puestos
ya a hacer ejercicio, intentar quemar esas grasas superfluas que estn empezando a hacer su
aparicin.
Pero la costumbre nos hace llegar a pensar que slo ste es el verdadero deporte: la
prctica de aquellas especialidades tradicionales realizada de una forma metdica, ordenada y
rigurosa para lograr el mximo rendimiento.

10

Sin embargo, este mismo concepto puede aplicarse al deporte-recreativo o al deportesalud. El hacer footing cada maana o ir a la piscina con regularidad, o al gimnasio para
hacer musculacin, gimnasia de mantenimiento, aerbic... Son, por citar algunas, actividades
deportivas que los sujetos realizan para poder estar ms satisfechos con propio cuerpo, como
un modo de mantenimiento de la forma fsica que exige tambin, quizs en no tan alto grado
como en el caso del deporte de competicin, una evidente voluntad y disponibilidad.
El inters de este tipo de deporte no es someter al practicante a un sistema rgido, sino
permitir al individuo entretenerse corporalmente, dentro de condiciones favorables para el
mantenimiento de su equilibrio personal. Lo importante no es el resultado sino las
posibilidades individuales de cada participante: una cierta autodeterminacin. El deporte
recreativo es un modelo abierto, es decir, donde nada est prefijado. Las decisiones se toman
durante el desarrollo de la actividad. Las reglas y los acuerdos se adaptan constantemente. En
oposicin a la estandarizacin y normalizacin, encontramos la variedad y diversidad como
caractersticas centrales. En lugar de la competicin unidimensional, ligada al centmetro,
segundo, etc. se utiliza una concepcin pluridimensional (subjetiva) de los resultados. El
partido, el encuentro o la situacin de practicar, no es ms que una buena ocasin para que
vencedor y vencido puedan disfrutar de un momento agradable. El animador no es un
controlador exigente sino un estimulador de situaciones. Las reglas, el material, el grupo,
pueden cambiar constantemente. Se puede jugar en la playa, en un parque. con grupos
heterogneos en cuanto sexo, edad, nivel etc.
En fin, podramos decir que los que exclaman que no sirven para el deporte pueden
fcilmente orientarse haca otras formas de realizacin de actividades fsicas que pueden ser,
incluso, ms gratificantes.
8. EL DEPORTE EDUCATIVO
Entre los dos extremos representados por la competicin de alto nivel y el deporte
recreativo de esparcimiento se encuentra el deporte educativo, que constituye una verdadera
actividad cultural que permite una formacin bsica y luego, una formacin continua a travs
del movimiento.
Este modo de deporte postula la bsqueda de unas metas ms educativas y pedaggicas
aplicadas al deporte iniciacin, olvidndose de la concepcin competitiva del deporte para
dirigirse hacia una visin global del proceso de enseanza e iniciacin, donde la motricidad
sea el comn denominador y el nio protagonista del proceso educativo. La preocupacin del
tcnico o educador no debe ser modelar al nio, sino dotarle de una gran autonoma motriz
que le permita adaptarse a variadas situaciones. No es el movimiento (generalmente en forma
de tcnica deportiva) el que ocupa el lugar central, sino la persona que se mueve, que acta,
que realiza una actividad fsica. Interesa menos el deporte y ms el deportista. As entendido,
el deporte educativo debe permitir el desarrollo de las aptitudes motrices y psicomotrices en
relacin con los aspectos afectivos, cognitivos y sociales de su personalidad, respetando los
estadios del desarrollo humano.
Desde el punto de vista del rendimiento no constituye un fin en s mismo, sino la
posibilidad de ejercitar, mediante un mayor autoconocimiento, la propia eficacia en el
entorno a travs del dominio de la propia motricidad (Le Bou lch, 1991).
11

Este deporte educativo puede encontrar su mxima expresin tanto en el marco de la


educacin fsica escolar como en el deporte escolar (fuera del horario escolar). Ambos
mbitos son propicios para su puesta en marcha. Posiblemente, el carcter tradicionalmente
competitivo del deporte escolar genere ms dificultades para integrarse en este ltimo
modelo. Ello depender esencialmente de la voluntad pedaggica de la institucin y del grado
de concienciacin que se tenga a este respecto.

9. LA COMPETICIN
La naturaleza y significado de la competicin es una cuestin controvertida. Eso significa
que lo que se entiende por el trmino competicin proviene de sistemas de valores
incompatibles. Cada uno realiza su interpretacin de acuerdo con sus argumentos, pruebas u
otras formas de justificacin. As, instituciones de gran responsabilidad en el deporte
competicin llegan a ensalzar los valores de la competicin deportiva hasta convertirlos en un
modelo donde compararse. Otros colectivos, en cambio, son ms crticos y toman partido en
sentido contrario rechazando la competicin deportiva y excluyndola de cualquier programa.
Sera pedaggicamente muy til saber si las virtudes y los vicios de la competicin estn
en el germen original de la prctica deportiva, o si no aparecen, unos y otros, ms que a partir
de un determinado nfasis puesto generalmente por el entorno que rodea a dicha prctica.
En este sentido, Parlebas se expresa en los siguientes trminos: El deporte no posee
ninguna virtud mgica, puede despertar el sentido de solidaridad y cooperacin como
engendrar un espritu individualista,... puede educar el respeto a la norma como fomentar el
sentido de la trampa. Depende del educador y de la forma de ensear, que se fomenten o no
los valores educativos que indiscutiblemente posee el deporte (Parlebas, 1969). As pues,
segn este autor, el espritu de equipo, el fair play, la deportividad son virtudes que no se
adquieren automticamente, es necesario que el educador las incorpore en sus objetivos de
enseanza.
Hay dos maneras de juzgar la prctica deportiva. Ambas consideran que hay un cierto
paralelismo entre las estructuras del sistema deportivo y el sistema de valores de nuestra
sociedad. La primera hace apologa del deporte: dice que partimos de una realidad social
existente, de la que no podemos permanecer aislados y pretende sacarle fruto a los valores
positivos de la competicin inherente al deporte.
La segunda realiza una crtica radical: consiste en no ver ms que los defectos de la
competicin, sin tener en cuenta lo que aporta al deportista. Afirma que la competicin
conduce a formas egostas de conducta, reforzando valores sociales indeseables y que
sutilmente aliena a la juventud. Aaden que la victoria y el demostrar superioridad es la clave
de la competicin.
Mantener esta postura significa no entender la participacin de los individuos. Tratar de
ganar puede considerarse como un rasgo necesario para competir, pero esto no puede
confundirse con la razn o el motivo que tenga una persona para jugar. Para muchos ganar es
una perspectiva rara vez lograda, pero eso no les impide desear jugar y seguir compitiendo y
tratar de ganar. Su razn de jugar puede que est vinculada con la diversin, el mantenerse en
12

forma, etc.

Es evidente que si la nica clave del deporte fuese ganar, entonces el nico criterio para
decidir participar sera buscar adversarios dbiles con objeto de asegurarse la victoria. Est
claro que si esto fuera as, la prctica del deporte sera absurda. Aunque los juegos deportivos
suponen la perspectiva de producir ganadores y perdedores, eso no significa que ganar sea lo
nico que interesa al participar. Advirtase que, desde el punto de vista del desarrollo
personal, a veces se aprende ms perdiendo que ganando.
En efecto, aprender a perder constituye uno de los aspectos olvidados en la enseanza
deportiva. Ciertamente, nos han educado para ganar. Tenemos que ganarnos la vida!
Debemos apoyar a nuestro equipo para que gane! Hemos acabado relacionando la felicidad
con la victoria. La derrota la vivimos mal. Pero conviene sumergirse en la derrota y sacarle el
mximo jugo en la certeza de que slo se avanza cuando se pierde algo. Profundizando en el
perder podemos llegar a entender las razones del contrario. Slo a partir de la derrota surge el
placer de reconstruir, el goce de pensar en la posible victoria y la tolerancia de tener que compartir.
El deporte en algunas ocasiones, es utilizado como elemento opresivo en el mbito
individual, como por ejemplo ciertos tipos de entrenamientos intensivos y precoces que
acaban en estrs, ayudas antinaturales o modos de vida al que son sometidos algunos
chicos/as incluso a edades muy tempranas, potenciando slo la parte agonstica del deporte
para alcanzar un alto nivel, al que llegan finalmente muy pocos, con la consiguiente
frustracin de los menos buenos o con alteraciones de la salud por parte de muchos. Estos
abusos chocan casi de plano con los valores ms positivos que el deporte puede transmitir:
generar hbitos saludables, fomentar valores y actitudes positivas de solidaridad y
cooperacin, etc.

EL DEPORTE QUE SE OFERTA A LOS NIOS/AS POSEE UNA SERIE DE


RIESGOS:
- EL ESTRS QUE GENERA LA IMPORTANCIA SOBREDIMENSIONADA DE
LA VICTORIA
- EL AUMENTO DE LA VIOLENCIA
- LA PRESIN SOBRE LOS JVENES TALENTOS PARA CONSEGUIR EL XITO
LA FALTA DE INICIATIVA PERSONAL EN EL JUEGO
- ENTRENAMIENTOS Y COMPETICIONES CADA VEZ MS SEVERAS
Cuadro 4. Peligros que entraa cierto tipo de enfoque de la prctica deportiva en los nios/as.

13

Si estamos decididos a introducir la iniciacin deportiva y la competicin en la vida del


nio en edad escolar debemos tener claro que esto no supone aceptar que su objeto sea
nicamente conseguir victorias, xitos y campeones. Este puede ser un objetivo secundario,
que no debemos rehusar. Pero el fin principal, es ofrecer una gama, lo ms extensa posible,
de experiencias formativas. Si admitimos la competicin deportiva es porque, siendo
inherente al deporte, reconocemos en ella virtudes educativas siempre y cuando sea
correctamente utilizada.

DEPORTE ESCOLAR
RENDIMIENTO O RECREACIN?
COMPETITIVO O NO COMPETITIVO?
DIVERSIDAD O ESPECIALIZACIN?
HAY QUE ENCONTRAR LA SALIDA AL CALLEJN
Cuadro 5. El deporte escolar debe clarificar su postura frente a las diversas alternativas.

10. LA NATURALEZA EDUCATIVA DE LA COMPETICIN


Aceptar el deporte supone aceptar la competicin, y al mismo tiempo reconocer que esta
posee valores educativos. El sentimiento positivo sobre el que se funda la competicin es la
afirmacin de uno mismo, que Bouet (1968) convierte en el comn denominador de las
motivaciones de los deportistas. Lo que el deportista busca en el deporte, y de forma notoria
en la competicin, es, sobre todo, el placer de sentirse fuerte, fsica y moralmente, de
superarse, de sobrepasar el obstculo exterior, de vencer al adversario. La calidad de este
placer puede, evidentemente, variar mucho, desde pasar del triunfo basado en la fuerza bruta,
a la victoria basada en el "fair play del deportista que an venciendo al adversario, respeta
las reglas, deja todas las posibles oportunidades y, si es necesario, cede puntos al contrincante, en resumen, corrige las injusticias del azar. O todava ms, la pura satisfaccin de
ver ganar al mejor, sea quin sea, despus de haber luchado con todas las energas... Noble o
menos noble, es siempre la pasin que genera la competicin deportiva lo que estimula su
prctica.
Ciertamente, se debe canalizar este aspecto hacia un espritu de progreso, de superacin,
de lealtad y de generosidad (nadie puede estar satisfecho de una victoria claramente
fraudulenta o demasiado visiblemente favorecida por el azar). El espritu de equipo se apoya
en ello, la unin hace la fuerza, respetando y creando una forma de amistad hacia el adversario con el cual se coopera instantneamente o con el cual uno se enfrenta. Luchar contra
14

puede, y a menudo es, luchar con.

En consecuencia, la competicin deportiva no es nicamente los campeonatos, los juegos


escolares, las eliminaciones, las medallas que muy a menudo nos transmiten los medios de
comunicacin, con un excesivo culto al sensacionalismo y exaltacin del mito del hroe
deportivo. En ella radica tambin el deseo de mejorar, de probarse a uno mismo y frente a los
dems, de enfrentarse con un adversario. Todos estos efectos, exigen una cierta intensidad de
accin, un nivel suficiente de dificultad y de riesgo (para vencer sin peligro...) de
perseverancia, que permiten conseguir el dominio tcnico y la cohesin de equipo.
Quizs, una de las claves para conseguir del deporte una forma de educacin consista en la
ejemplificacin por parte del profesor/entrenador de los valores sociales y morales. Hacer
como yo hago!, a no ser que el profesor/entrenador revele, l mismo, un compromiso con las
formas de conducta que postula, es improbable que pueda ensearse con eficacia las
bondades del deporte.
En una actuacin directa de enseanza y preparacin de futuros deportistas estas ideas no
deben ser secundarias ni complementarias, deben ocupar el primer lugar en el pensamiento
del entrenador-educador. Su accin debe transmitir prioritariamente estos valores. A
sabiendas que el entorno es otro, agresivo, violento, exaltador de los xitos y poco indulgente
con la derrota.
Lo importante no es ganar sino participar. Al menos, esto es lo que solemos decir
educadores, entrenadores y, en algunos casos, incluso los padres y madres a nuestros pupilos,
pero... difcilmente existe una actividad en la que participe un nio sin que est implicada una
accin de combate, pugna, vencedor y vencido, recompensa, o sin que haya que intentar
mejorar a los dems. Lo que se requiere no son solamente manifestaciones de las virtudes
sino comportamientos genuinamente comprometidos con las formas de conducta que se
exige. La escuela, inmersa en una sociedad que ejerce tanta presin y estrs sobre los nios y
adultos no puede convertirse en cmplice de esta dolencia, debe actuar de estabilizador,
regulando y relativizando este fenmeno en consonancia con los ideales que est
comprometida.
11. EL DEPORTE COMPETICIN Y EL XITO
Hoy el deporte vende, vende sobre todo imagen, productos, moda... y las empresas lo
utilizan en buena lgica mercantil, siendo bueno para cierto desarrollo deportivo: el deporte
profesional. Por ello, ciertos clubs, federaciones deportivas y el propio movimiento olmpico
le imprimen un tono elitista y selectivo.
Desde que el dinero se ha insertado en el mundo deportivo se han producido diversas
desviaciones. Entre ellas y cada vez ms habitual, es que la prctica deportiva infantil se
convierta, para los ojos de los padres, en una va de futuro socio-profesional de sus hijos/as.
Efectivamente, algunos padres convierten la aficin de sus hijos/as al deporte en una
inversin y quieren rentabilizara. Para ello, inscriben en clubs o centros deportivos,
constituidos a este efecto, esperando que en un futuro no muy lejano obtengan
15

contraprestaciones de tipo econmico y social. Convierten as la prctica deportiva en una va


de escala profesional. Otros, sitan su proyeccin personal en sus hijos/as y pretenden
redimir en ellos/as sus fracasos. Ya no se trata simplemente de ganar o perder un partido, sino
de lavar en aquel resultado todas sus frustraciones, sus problemas laborales, sus desengaos,
y de desplazar al nio/a todos sus complejos.
Algunos de los chicos/as que deciden abandonar el deporte, se encuentran en estas
circunstancias; poseen excelentes cualidades y podran ser excelentes deportistas en esa
prctica, pero no pueden soportar la violencia, en algunos casos fsica y en la mayora
psicolgica, de sus padres y pierden la ilusin. Los padres actan con buena fe, pero con
ignorancia, hacen todos los esfuerzos necesarios y creen que eso les da derecho a
interponerse en la relacin entre el deporte y su hijo.
Pero no solamente son los padres los que utilizan el deporte como potencial va de
progreso econmico. Muchos tcnicos que actan en edad escolar no miden sus exigencias
con el debido respeto a las posibilidades de los nios/as. El deseo de triunfar y de ser
reconocido en el mundo de los entrenadores de su prctica deportiva les conduce a abusos no
siempre justificados. Ms que la carrera deportiva de sus chico/as deportistas, lo que en el
fondo desean es el xito en su carrera de tcnico-entrenador deportivo. El rendimiento
prematuro provocado por un entrenamiento forzado es algo habitual en la prctica deportiva
escolar. Pero, como ya bien se sabe, los triunfos demasiado tempranos suelen desembocar en
abandonos prximos.
Hoy en da es una prctica comnmente aceptada que nios y nias de muy corta edad,
menos de 6 aos en muchos casos, dediquen buena parte de su tiempo, buena parte de su
vida, al entrenamiento y a la actividad deportiva de alto nivel. As, no es extraordinario
observar dedicaciones diarias de bastante ms de 3 y 4 horas de dursimo entrenamiento a tan
cortas edades. No deja de llamar la atencin que la sociedad acepte y aplauda estos tan altos
niveles de dedicacin y desgaste en edades tan tempranas, niveles que, en caso de darse en el
mundo laboral estaran, no slo unnimemente rechazados sino incluso legalmente penados.
Es una incongruencia que nuestra sociedad revise con horror las brutalidades cometidas a
raz de la revolucin industrial, cuando los nios eran explotados en las fbricas y minas
amparndose en criterios de produccin y rendimiento, y acepte con agrado que en la
actualidad, y salvando las lgicas distancias, se someta a un alto nmero de nios y nias de
corta edad a dursimos procesos de entrenamiento que, no slo les van a privar de vivir una
infancia normal, sino que son potencialmente lesivos para su salud. Y estas prcticas se
justifican solo por el rendimiento, por el xito, de unos cuantos, ya que el deporte de alto
nivel es totalmente selectivo, lo que quiere decir que de todos los que se entrenen solo unos
pocos, muy pocos, llegarn a destacar, justifica el xito de unos pocos y los intereses de una
sociedad adulta (padres, entrenadores, federaciones,...) la existencia de tales prcticas?
Sinceramente creemos que no.
Somos amantes del deporte y seguidores convencidos de aquellos que ven en el una
herramienta utilsima para la formacin integral de la persona. Pero, somos tambin
detractores del deporte por el deporte, de considerar al deportista como una mquina y no
como un ser humano, de buscar el rendimiento, la victoria, al precio que sea. Y somos
detractores porque creemos que no est reido el rendimiento con la salud y la formacin,
porque sabemos que es la prisa en obtener resultados la que genera la mayora de los
problemas antes citados y porque aspiramos a ver un deporte humano frente a un deporte
16

exclusivamente de rendimiento.
12. LOS/AS QUE ABANDONAN
El abandono de la prctica deportiva es un fenmeno que preocupa a distintos estamentos
(polticos, deportivos...) de nuestra sociedad. Diversos estudios realizados vienen a decirnos
que se observa un descenso importante de participacin deportiva en el perodo de edad que
corresponde a la poca en que finaliza la escolaridad obligatoria. Se tiende a concluir que
coincide este abandono de la prctica deportiva con la ruptura del vnculo con la institucin
escolar, aunque no pueda decirse que sea la nica causa pues coincide esta poca con una
fase de transicin muy clara en los y las jvenes, a todos los niveles.
La gran cantidad de tiempo que preveen que podra ocuparles la prctica del deporte
entendida de forma oficial, la reparten ahora en ocupaciones diversas que han considerado
como prioritarias: la msica, el estar con los amigos, con la familia... (Puig, N. 1987 y Garca
Ferrando, M.1986).
Una de las respuestas ms comunes frente a la pregunta de porqu no se practica deporte
suele ser la de falta de tiempo. En realidad no es que falte el tiempo pues los jvenes
suelen disponer con creces de esta dimensin, sino que ocupan este tiempo en actividades que
han pasado a motivarlos ms que la prctica de cualquier actividad deportiva. Tambin el
nivel socio-econmico tendr influencia en el captulo de los abandonos. Es ms fcil que un
deportista se plantee el dejar de practicar si pertenece a una clase social baja.
De todos modos, la idea generalizada mediante la cual se asocia la palabra deporte a
deporte-competicin casi exclusivamente, provoca que aunque algunos jvenes realicen
actividades de mbito deportivo bien diversas no las engloben bajo este concepto, no las
consideren deporte. Es cuando se profundiza en el tema, cuando se interroga al sujeto de
forma ms sutil que aparecen multitud de actitudes y de prcticas -realmente acordes con la
consigna del deporte-salud (fsica o mental)- que se realizan de forma casi inconsciente,
como entretenimiento.
En todo ese proceso destaca, sin embargo, un hecho que no siempre se tiene en cuenta:
Si el individuo ha tenido una buena formacin deportiva desde la infancia y ha
desarrollado, por poco tiempo que sea, una actividad deportiva regular, ha adquirido
seguramente un hbito deportivo que lo llevar a seguir practicando, aunque sea de forma
espordica y discontinua, a lo largo de toda su vida.
Este debera ser el objetivo real de las campaas institucionales, conseguir introducir el
hbito deportivo en todas las capas sociales y facilitar la continuidad de todo tipo de prcticas
al total de la poblacin, especialmente en el caso de aquellos que dispongan de menos
recursos.
Ahora bien, a la hora de iniciar a los nios y las nias en alguna actividad deportiva debe
cuidarse, a nuestro entender, la forma y la situacin. Se ha comprobado en mltiples
ocasiones que una especializacin prematura y una presencia constante en el complejo
mundo del deporte de lite a edades tempranas, con lo que esto conlleva de exigencia, puede
llegar a provocar abandonos igualmente prematuros e incluso -en casos extremos- un rechazo
hacia cualquier tipo de prctica deportiva por parte de los sujetos, esto si no ha habido
problemas en el mbito de las lesiones por sobrecarga de trabajo que puedan imposibilitar
fsicamente el poder realizar otras practicas posteriores, una vez finalizada -de una u otra
17

forma- la carrera deportiva del sujeto.


Por ltimo, en edades superiores, en esas en las que sistemticamente se produce un
importante abandono de la prctica del deporte por los escolares, en las edades en las que
todos los que tienen responsabilidades en deporte escolar han hecho mil y un intentes
fracasados por mantener un nivel decoroso de practicantes, probablemente la nica carta a
jugar con una cierta probabilidad de xito sea, precisamente, la de la vinculacin de estos
adolescentes y jvenes a los clubs deportivos. Esta alternativa la aconseja, incluso, la escasa
rentabilidad del gran esfuerzo que exige tratar de mantener a los escolares de esas edades
practicando deporte en el seno del centro escolar, cuando a los pocos aos van a abandonar
definitivamente el centro escolar y, normalmente, van a desvincularse de las estructuras deportivas del centro.
En el plano deportivo, no creo que exista mejor estrategia, ni mejor manera de prestar un
ltimo "servicio deportivo" al alumno, que el de ayudarle a encauzar sus pasos hacia un club
deportivo. Una estructura organizada desde el propio centro escolar para mostrarles las
muchsimas opciones deportivas entre las que pueden elegir que incluya la orientacin y el
consejo de quienes son sus profesores de Educacin Fsica y conocen sus caractersticas
fsicas, y que les ayude a insertarse en las estructuras asociativas deportivas es algo que
responde a una buena visin del deporte escolar.
Esta es una buena direccin para buscar solucin a la prctica deportiva en esos aos y, al
mismo tiempo, encauzar a los futuros adultos en estructuras que les posibiliten continuar la
prctica deportiva en los aos posteriores a los de la edad escolar. No olvidemos que un
objetivo de primer orden de la prctica deportiva en esa edad escolar debe ser el de crear
gustos y hbitos haca el ejercicio fsico que tengan continuidad a lo largo de toda la vida.
13. VIOLENCIA EN EL DEPORTE INFANTIL
Resulta sorprendente observar el alto grado de violencia y agresividad que suele
acompaar, en muchas ocasiones, a las competiciones deportivas infantiles. Una actividad
que se promueve con la intencin de formar a la juventud, y generalmente vinculada a
entornos educacionales, llega a adquirir un tono provocador que en algunos casos raya con lo
repudiable. Los padres en las tribunas incitan a sus hijos/as a la victoria por encima de todo,
lo importante es que su hijo/a triunfe. Los entrenadores presionan a los jugadores como si de
deportistas profesionales se tratara. El rbitro, con ms voluntad que experiencia, es
amenazado por unos y otros. Los jugadores, en ese clima, se ven incitados a actitudes
agresivas hacia los oponentes que, en esas circunstancias llegan a considerar como legitimas
dado que la victoria est por medio. Ante esta situacin cabe preguntarse, es el deporte un
medio de canalizar y descargar agresividad, o bien es un mbito privilegiado para el
aprendizaje de la violencia?
La idea habitualmente extendida de que la prctica deportiva y la actividad fsica en
general provoca un efecto de catarsis, es decir, disminucin de la agresividad, no se ha visto
refrendada por las investigaciones realizadas al respecto. Es ms, en muchos casos, se llega a
la conclusin que la competicin deportiva no provoca un efecto catrtico, sino un
incremento de la violencia y la agresin. Por lo tanto, el efecto catrtico atribuido al deporte
es un tanto mtico. Como siempre, esto no es generalizable a todas las prcticas, no cabe
atribuir un efecto directo y automtico para cualquier deporte, porque todo depende del tipo
de deporte y del significado que el individuo asigne a los acontecimientos que vive (Leyens,
18

1977).
Existe un proceso de aprendizaje social a travs del deporte, puesto que los nios se
apropian de las conductas de sus mayores o de los distintos modelos que tienen a la vista,
pero esa socializacin concierne tambin a las conductas de agresin y transgresin de las
reglas.
Por consiguiente, brindemos una especial atencin a esta faceta que tan olvidada ha estado
en los medios deportivos. Si queremos que el deporte constituya una verdadera plataforma de
formacin de la juventud es imprescindible una intervencin psicopedaggica sobre las
actitudes y valores en el deporte integrada en cualquier programa de iniciacin.
14. LAS ASIGNATURAS PENDIENTES DEL DEPORTE ESCOLAR
Existen algunas deficiencias que afectan a la prctica del deporte escolar y que deben ser
progresivamente corregidas. En la bsqueda de un deporte escolar democrtico, que d
respuesta a todos los nios independientemente de su sexo, condiciones fsicas, lugar de
residencia, etc., es necesario ajustar la oferta a las condiciones reales de los nios/as y
jvenes. Son autnticas asignaturas pendientes. Citaremos las que a nuestro entender nos
parecen ms importantes.
Empecemos, en primer lugar por la discriminaci6n sexual en la prctica deportiva. Los
nios y nias en esta edad pueden fcilmente jugar juntos, pero los equipos mixtos son una
minora. Cualquier especialista en desarrollo evolutivo certificara que no existe ningn
problema para que existan equipos mixtos en estas edades, ni desde el punto de vista
biolgico ni psicolgico. Para una nia jugar al ftbol puede ser algo normal, jugando no
tiene porqu ser ni mejor ni peor que los otros nios, y sus compaeros no deben notar
ninguna diferencia.
La tradicional fijacin de roles no ha sido superada en el deporte escolar. No slo son las
organizaciones deportivas las que imprimen este carcter. Algunos padres aceptan que los
nios y adolescentes se interesen por el deporte y practiquen alguno, pero se muestran
reticentes a que las nias lo hagan de igual manera que los nios. Hay una diferencia de
actitud ante ciertas actividades deportivas entre el hombre y la mujer, ms por cuestiones
culturales e histricas que biolgicas. De los estudios realizados acerca del desarrollo motor
de los nios/as se admite que antes de la pubertad, chicos y chicas pueden tener un
rendimiento similar en el aprendizaje y ejecucin de habilidades deportivas. En muchos
centros escolares y con criterios sexistas se diferencia el deporte que practican las chicas y el
que practican los chicos. La divisin en deportes masculinos (ftbol, rugby, etc.) y deportes
femeninos (gimnasia rtmica, danza, aerbic, etc.) heredada de un pasado discriminatorio,
arrastra prejuicios de orientacin deportiva. Tampoco es conveniente caer en dogmatismos de
signo opuesto forzando una competicin mixta a ultranza. La competicin coeducativa debe
ser promovida pero no impuesta y tampoco debe ser excluyente de la competicin con
separacin de sexos (S. Bauelos, 1986).
Se ha de hacer un esfuerzo educacional para nivelar al mximo la participacin
compartida de chicos y chicas. Ms que el tipo de prctica debe primar la edad y el proceso
evolutivo. Hay ah un importante trabajo a realizar. En este terreno representan una
aportacin positiva los equipos, las competiciones y los cursos mixtos de iniciacin
19

deportiva, con planteamientos abiertos.


Hay una forma ms de discriminacin que se da con frecuencia en el deporte escolar y va
ligada al carcter selectivo que se le imprime a la participacin. Se produce entorno a los
nios/as que tienen problemas de movimiento o si se prefiere de capacidad o destreza y que
les diferencia de los otros chicos/as porque no se mueven ni aprenden de la misma forma.
Entre ellos podemos distinguir diferentes tipos: torpeza motriz, deficiencia mental,
limitaciones sensoriales. Los ms frecuentes son aqullos que se catalogan como "menos
buenos" o con un cierto grado de torpeza motriz incluyendo los que tienen un biotipo pcnico
(gorditos). Estos nios/as son los que probablemente ms necesitan de una atencin
preferencial en cuanto a actividad fsica y deporte. En cambio, suelen quedar excluidos por
los modos selectivos con los que se plantea la prctica del deporte escolar.

20

II EDUCACION EN VALORES
1. TPICOS SOBRE LA PRCTICA DEPORTIVA INFANTIL
Alrededor de lo que podramos denominar cultura del deporte escolar estn expandidos
numerosos tpicos que inciden de forma directa en la enseanza del deporte y por extensin
en el nio/a que se inicia. Inspirado en Snchez Bauelos (1994), Domingo Blzquez recoge
algunos de estos tpicos.
ALGUNOS TPICOS SOBRE LA PRACTICA DEPORTIVA INFANTIL
CADA NINO ES UN CAMPEN EN POTENCIA
NECESIDAD DE UN DOMINIO PREVIO DE LA TCNICA DEPORTIVA
EL XITO DEPORTIVO COMO CONSECUENCIA DE LA PIRMIDE DE
PRACTICANTES
LA NECESIDAD DE INICIARSE EN EDADES TEMPRANAS
LOS APRENDIZAIES INICIALES DEPECTUOSOS CONDUCEN A VICIOS
INCORREGIBLES
LA PRCTICA DEPORTIVA ES EDUCATIVA Y SALUDABLE POR S MISMA
Cuadro 7. Inspirado en Snchez Bauelos (1994), documento indito.

Cada nio/a es un campen en potencia?


Necesitamos cambiar de paradigma. No se puede hablar ya de una iniciacin deportiva
fundamentada en la bsqueda del xito final, sino de la ayuda al desarrollo personal. No debe
organizarse el deporte escolar en funcin del punto de llegada (potencial campen) sino del
punto de arranque (capacidades personales); no se debe prejuzgar lo que sern Aitor o Jone
en su futuro deportivo, sino como favorecer el desarrollo de lo que Aitor y Jone llevan en su
interior, de ayudar a convertirles en lo que pueden llegar a ser, puesto que su futuro es asunto
suyo. As lo define Parlebas (1976): La perspectiva en la que se orienta la actividad fsica
sita al nio en el centro de la educacin. Interesa menos el ejercicio y ms al que se ejercita.
Ya no preocupa tanto el modelar al nio sino dotarle de una gran disponibilidad motriz que le
permita adaptarse mejor.

21

Aceptar esto es aceptar las desigualdades existentes entre los nios/as, es decir, aceptar lo
diferencial. No se trata de creer que todos los nios/as son igualmente aptos en ese momento,
o potencialmente para el futuro, sino considerar que en esta etapa una superioridad de
aptitudes no tiene ms valor que una diferencia de peso, de talla o de color de ojos. Existe
una correlacin tan alta entre talentos deportivos y condiciones sociales que el medio
sociocultural constituye un factor de xito ms decisivo que el patrimonio hereditario. La
desigualdad que produce el entorno familiar es superior a la que genera el azar de la lotera
cromosmica.
Es necesario el dominio previo de la tcnica deportiva?
La pedagoga deportiva se ha construido a partir de reproduccin de modelos tcnicos
basados en la prctica adulta de alto nivel. La tcnica ha venido marcada por el campen y/o
por el deporte lite. Tal pedagoga se ha basado en una concepcin instrumentalista del
movimiento: el nio al servicio del movimiento. Se ha enseado al nio o al adolescente "el
modelo de gesto eficaz" como algo impuesto, donde slo existe una respuesta vlida. La
demostracin y la repeticin han sido los procedimientos ms utilizados. En muchos casos,
las actividades propuestas han tenido poca relacin con las aspiraciones e intereses del nio
(esto es muy aburrido!, exclaman los alumnos). El excesivo inters por descomponer el
objeto de enseanza en vistas a una mxima eficacia provoca un desinters por parte del nio
que desea practicar el deporte en cuestin de forma ldica.
La magnificacin de la tcnica como pilar del proceso de enseanza ha llevado a cometer
un importante error, eliminar el placer que el juego genera (y consecuentemente la actitud
esencial de diversin) y sustituirlo por la instruccin. Esto transforma la actividad de juego en
trabajo y la atmsfera que se crea se aleja de los intereses del nio/a.
El xito deportivo es consecuencia de la pirmide de practicantes?
Tanto desde el punto de vista del poltico deportivo, del aficionado, del periodista, como
del especialista, se suele presentar el producto de la lite deportiva como la consecuencia de
la prctica deportiva de un ingente nmero de individuos. Es decir, como la cspide de una
pirmide cuya base estara constituida por la masa de practicantes. Es imprescindible una
amplia base de practicantes para obtener una lite!, nos dicen. En consecuencia, para obtener
una lite de valor, convendra desarrollar y aumentar la base de la pirmide, trabajar sobre
una suma importante de sujetos.
El falso modelo de la pirmide ha servido de justificacin para fomentar la prctica
deportiva en la escuela. La bsqueda del campen ha sido, en muchas ocasiones, la defensa
de la presencia del deporte en la escuela.
Trabajos realizados al respecto, demuestran que es posible crear una lite sin obligacin de
que exista una base importante. En consecuencia, podramos decir que el deporte de masas y
el de lite no constituyen una pirmide donde exista una continuidad en la prctica, pero
presentan una relativa dependencia. En efecto, el campen puede atraer practicantes, pero la
masificacin de stos no conduce mecnicamente a una lite.

22

Es preciso iniciarse en edades tempranas?


Es tambin habitual or hablar de la edad de iniciacin como si se tratar de encontrar un
momento mgico en el que las experiencias de aprendizaje fructificasen de forma
excepcional.
Dos enfoques diferentes pueden estar sensibilizados e interesados por este tema. El
primero, influenciado por una bsqueda del mximo rendimiento, se preocupa en conocer la
existencia de una edad idnea que garantice el xito deportivo posterior. Se tratara de
responder a la cuestin: a qu edad se debe empezar para ser campen? El segundo, ms
didctico, se esfuerza por saber si determinados aprendizajes se realizan con mayor facilidad
y eficacia si se propugnan en determinadas edades o etapas de la vida. En este caso la
pregunta sera: qu edad es la idnea para lograr aprendizajes deportivos?
Si analizamos las edades en que se iniciaron la mayora de los campeones de cada
especialidad deportiva concluiremos que, efectivamente, en general los grandes deportistas
comenzaron pronto. Lo cual no quiere decir que sea lo ms adecuado. La decisin de iniciar
una prctica deportiva y de dedicarse durante muchas horas diarias y bastantes aos de la
niez y la juventud al entrenamiento monogrfico de una especialidad (generalmente tomada
por parte de padres y entrenadores sin el consentimiento de los nios/as), es muy cuestionable
desde un punto de vista tico. Aadamos a esto que existen diferencias considerables segn
los deportes de que se trate.
Aparte de los problemas educativos y psicolgicos que esto plantea, cabe preguntarse si el
hecho de recibir una iniciacin deportiva precoz es verdaderamente eficaz y esta relacionado
necesariamente con actuaciones de alto nivel en edad adulta. En definitiva, de que
probablemente la edad, en muchas disciplinas deportivas, no sea una variable que explique el
xito. (Durand, 1968).
En cambio, lo cierto es, que la mayora de los nios/as y jvenes han tomado contacto con
muchas prcticas deportivas de forma espontnea e informal, sin supeditacin a la edad u otro
criterio terico pedaggico. Muchos principiantes -incluso adultos- aprenden a nadar, a jugar
a tenis o a esquiar, por ejemplo, de forma ldica o no planificada, con criterios poco
ortodoxos de enseanza. Aprenden determinadas habilidades o tcnicas adoptando la actitud
de quien soluciona un problema. De modo, que el aprendizaje intuitivo y espontneo no es un
fenmeno que guarde relacin con la edad, es simplemente un proceso tpico de la situacin
de principiante.
Los aprendizajes iniciales defectuosos conducen a vicios incorregibles?
La idea de que los nios deben aprender a hacer las cosas correctamente desde el principio
porque los malos hbitos son difciles de cambiar es probablemente uno de los mitos ms
peligrosos de la enseanza de las habilidades deportivas. Los adultos, con las mejores
intenciones del mundo, quieren que los nios realicen las ejecuciones tcnicas igual que los
deportistas culminados. Eso significa que las primeras tentativas de realizacin, por ejemplo
botar o lanzar un baln, sern comparadas inmediatamente con el estilo de un jugador
experimentado. Es como querer comparar la marcha de un nio que inicia sus primeros pasos
con la de su hermano mayor y criticarle porque no lo hace correctamente. Utilizar como
23

modelo la forma adulta de una habilidad como norma para comparar los primeros intentos supone inevitablemente que haya muchas crticas negativas a los ensayos del nio. En lugar de
recompensarle por sus esfuerzos y buena voluntad, se le castiga por sus incorrecciones. La
consecuencia es que el nio muestra aversin hacia la actividad y hacia el adulto que le
corrige.
Es importante retener que el aprendizaje deportivo como el aprendizaje del lenguaje, exige
que el del nio recorra estadios de desarrollo que pueden aparecen como llenos de errores a
un observador ocasional. Estos errores desaparecern y la habilidad se perfeccionar si el
nio contina practicando y si cuenta con alguien que le ayude y estimule en vez de criticarle.
En consecuencia, el tcnico debe conocer bien, no slo el modelo tcnico perfecto, sino las
caractersticas de desarrollo y evolucin de los nios/as y adolescentes.
Las habilidades se desarrollan lentamente por etapas, pasando de una forma primitiva, a
una forma menos primitiva, a una forma medianamente hbil y, en fin -despus de mucha
prctica- a una forma muy hbil, de esta manera la observacin del adulto debe realizarse
sobre la adecuada evolucin de los patrones motores bsicos.
La prctica deportiva es educativa y saludable por s misma?
En general, se acuerda al deporte un valor educativo y saludable por s mismo. Los efectos
beneficiosos de la actividad deportiva, como antdoto del sedentarismo, del trabajo
montono, de la polucin, son aceptados y justificados como una forma de remedio a los
males engendrados por la civilizacin industrial y urbana. Estos trminos (deporte,
educacin, salud) aparecen en el lenguaje vulgar como indisociablemente unidos. Se cree que
el deporte es bueno para la salud y que ayuda a la educacin de los individuos sin ms que su
propia prctica.
Cuando profundizamos un poco ms, no encontramos ninguna prueba cientfica que
concluya que el deporte por s solo sea beneficioso, y una reflexin ms profunda nos lleva a
afirmar que el deporte puede ser en si tan indiferente a la salud como lo es a la moral. El
deporte slo es educativo cuando el profesor, el entrenador o el propio deportista lo utiliza
como objeto y medio de educacin, cuando lo integra con mtodo y orden en un programa
coherente, cuando la actividad prctica y la reflexin de lo que se est realizando lo
convierten en una accin optimizante.
La prctica deportiva no siempre es saludable, en algunos casos puede ser perjudicial.
Aspirantes a entrenadores, guiados por una bienintencionada voluntad de contribuir a la
expansin y difusin de alguna prctica deportiva, dirigen equipos de nios/as sometindoles,
generalmente por desconocimiento, a entrenamientos inadecuados o contraproducentes. A
esto habra que aadir los efectos provocados por los excesos y secuelas del deporte lite de
alta competicin, que tantos estragos ha generado en la salud de muchos deportistas de alto
nivel. Pocos expertos se atreveran a decir que este tipo de deporte es saludable o benfico.
Es absolutamente imprescindible para que la prctica de la actividad deportiva tenga un
efecto saludable, que sta sea ordenada y sistematizada con conocimiento a cargo de
especialistas, siguiendo criterios firmes y rigurosos frente a un sistema social que, a veces, se
deja llevar ms por las ilusiones y los espejismos que por la racionalidad.

24

2. ALGUNOS CRITERIOS DIDCTICOS PARA LA ELABORACIN DE UN


PROGRAMA DE INICIACIN DEPORTIVA
Programar la iniciacin requiere proponer una serie de directrices didcticas que orienten
al docente. Veamos algunas de ellas.
Evitar la especializacin temprana
La diversidad y el tratamiento multi-propsito deben prevalecer en las primeras fases. Este
contacto bsico polivalente obedece a varios propsitos: dar la oportunidad de experimentar
situaciones diferentes; aumentar el bagaje motor del alumno; no presuponer capacidades o
motivaciones todava prematuras.
Este inters en fomentar la diversidad (en una primera fase), debe estar adecuado al tiempo
disponible, pues se puede caer en el error de que la dedicacin a cada actividad sea
insuficiente y no conduzca a ningn aprendizaje afianzado.
Desarrollar habilidades claves transferibles a diferentes deportes
Debe de asegurarse que en el diseo de programas de iniciacin, tanto la seleccin de las
actividades como la secuenciacin de las mismos, tengan garantas de producir los efectos de
transferencia que se deseen para la consecucin de las finalidades previstas.
Partir de la estructura o lgica interna de cada prctica deportiva
Las prcticas deben ser presentadas de manera que se respete la globalidad de la accin, de
forma que los elementos aprendidos de forma analtica encuentren sentido dentro de la
prctica real. En este sentido, es normal que los docentes modifiquen algunos aspectos de la
prctica para adaptarla a las posibilidades de los principiantes, en ese caso, es necesario que
se respete en todo momento la lgica de esa prctica, sino puede quedar alterado todo el
proceso.
Adaptar las propuestas a las posibilidades del nio/a
Las posibilidades de los debutantes tanto en lo relativo a sus condiciones fsicas, como a
sus posibilidades motrices deben estar en perfecta sincrona con las propuestas de enseanza
que utilice el profesor.
Convertir en "significativas" y "relevantes" las actividades de enseanza
El deporte debe generar inters y motivacin, para ello es necesario que el principiante sea
capaz de vincular los nuevos aprendizajes con sus experiencias previas. Asimismo, deber
encontrarle utilidad inmediata o verla para un futuro prximo.
Realizar ofertas motivantes en conexin con los intereses del nio/a
Es conveniente ofrecer actividades coincidentes con las preferencias de los nios/as.

25

3. PEDAGOGIAS ACTIVAS
Las pedagogas activas conciben las prcticas como un sistema de relaciones y focalizan
la atencin en el progreso y el esfuerzo realizado. Es hacia esta intencin que se encamina la
accin docente ms que en fomentar habilidad delante de los dems o conseguir xitos o
resultados reconocidos por los otros.
En la actualidad, y cada vez con mayor energa, aparece esta nueva accin pedaggica que
llevada al terreno deportivo se encuentra en las antpodas de la concepcin mecanicista.
Parten de los intereses del nio reclamando su iniciativa, imaginacin y reflexin en la
adquisicin de unos conocimientos adaptados.

ES POSIBLE LA ENSEANZA DEL DEPORTE EN CONEXIN CON EL


MUNDO DEL NIO...
...POTENCIANDO LO LDICO... vamos a jugar a...!
..FAVORECIENDO EL CONTACTO CON LA REALIDAD GLOBAL... quin es
capaz de...?
...DESPERTANDO LA IMAGINACIN... quin lo hara de otra manera?
...CENTRNDOSE EN EL PROGRESO Y DOMINIO DE LAS HABILIDADES...
cmo puedo lograr aprender sto?
PERDIENDO PREOCUPACIN POR LA ESTRICTA CORRECCIN TCNI-CA...
la prxima vez lo hars mejor!
...DESARROLLANDO AFICIN POR EL DEPORTE... qu bien lo hemos pasado!
Inspirado en Snchez Bauelos, F. documento indito.

4. EJEMPLOS DE JUEGOS QUE DESARROLLEN VALORES


En funcin del enfoque con el que plateemos cada actividad, se pueden fomentar unos u
otros valores. He aqu algunos ejemplos de aplicacin de juegos y ejercicios y los valores
que desarrollan:
-

Se colocan los alumnos en dos crculos concntricos frente a frente. Ambos crculos se
mueven en sentido contrario. A la seal del entrenador se para la rueda. Los dos
alumnos que se encuentran frente a frente realizan el ejercicio que se indica. Es
adecuado para circuitos de acondicionamiento fsico. Se trabajan la igualdad y el
hecho de realizar un ejercicio correctamente con cualquier compaero.

26

Cada alumno tiene un baln. A la seal se lanzan los balones hacia arriba. El objetivo
es que los balones estn el mayor tiempo posible en el aire sin que un alumno toque
dos veces seguidas el mismo baln. Se potencia el trabajo en equipo y la ayuda mutua.

Se organizan partidos de mini voleibol pero el objetivo es mantener la pelota en juego


el mayor tiempo posible. Los pases tienen que ser cuidadosos para que el compaero
reciba lo mejor posible. Se trabaja el juego conjunto y la colaboracin.

Juego del pilla-pilla donde los perseguidos pueden ser salvados si se les lanza la
pelota. Quien est en posesin de la pelota no puede ser capturado. Se trabaja la ayuda
al que est en apuros.

Con cuatro aros colocados en forma de cuadrado se enfrentan dos atacantes contra un
defensor. Los atacantes intentan colocar una pelota en uno de los cuatro aros. El
defensor intenta coger la pelota o cubrir el aro. Los atacantes solo pueden correr sin
pelota. Despus de cada tanto hay que elegir otro aro como objetivo. Se trabaja la
colaboracin y el juego sin contacto corporal. Tambin se puede hacer con un cajn de
plinton donde hay que meter un baln.

Partidos de ftbol. Los jugadores forman parejas unidas por el tobillo con una cuerda.
Los porteros estn unidos por la espalda y atados por la cintura. Se trabaja la
adaptacin al compaero.

Concursos de condicin fsica donde se tiene que completar unas series concretas de
ejercicios en el menor tiempo posible. Es el propio alumno quien realiza el conteo.
Solo l sabr con seguridad si ha hecho todas las repeticiones y cunto mejor cada
vez. Se trabaja la honradez y la auto-evaluacin.

Juegos con puntuacin inversa y donde el jugador que marca se cambia de equipo.
Cuando se acabe el juego ser difcil saber quien es el ganador. Se trabaja la
relativizacin del resultado.

Partido de voleibol. El objeto del juego es hacer un intercambio completo de equipo.


Cuando uno de los jugadores lanza la pelota por encima de la red, se cambia de campo
y pasa al otro equipo. Se trabaja la igualdad de oportunidades para todos, el trabajo en
equipo y la cooperacin. Si los chicos tienden a acaparar la pelota ste ser un buen
juego para la participacin de las chicas.

Juegos de correr con los ojos tapados con un compaero de gua, o juegos de baln
usando la mano no dominante. Se trabaja la conciencia positiva hacia las minusvalas
fsicas.

5. CONSEJOS UTILES PARA LA PRACTICA


En todos estos juegos y ejercicios, y en muchos otros que se pueden idear o modificar para
potenciar los contenidos de actitudes, valores y normas, sera conveniente tener en cuenta
algunos consejos a nivel de su aplicacin prctica:

27

Evitar que el perdedor sea excluido de la competicin.

Formar equipos igualados.

Asignar puntos adicionales por admitir inmediatamente una falta.

Designar como rbitros a los mismos jugadores. Se podra aprovechar la participacin


de aquellos alumnos que estn lesionados.

No permitir que la alegra por la victoria d la impresin de provocacin.

Discutir y reflexionar inmediatamente sobre las acciones que se estn desarrollando.

Potenciar que los participantes se disculpen si es necesario, se den la mano, sonran y


se feliciten entre s.

Restarle importancia a la puntuacin; utilizar diferentes tipos de puntuacin.

Cuando un alumno dice que no quiere jugar se puede deber a tres causas:

Puede que tenga miedo a no ser elegido (divide la clase numerndola 1,2; 1,2,
o saca los nombres de un sombrero, o escgelos por el color de ojos o de la
camiseta).

Puede que tenga miedo a no ser suficientemente bueno (varia las habilidades
procurando que todos sean buenos en algo).

Puede estar confundido sobre las reglas (mantn reglas claras y simples, haz
una demostracin, haz hincapi en que no es ms que un juego).

Conceder menos importancia a los premios y a los trofeos.

Reforzar las sanciones en caso de trampas.

Reconocer que el nio, independientemente de nuestras buenas intenciones, va a


centrar su atencin en el resultado si no le ayudamos a desviar sta hacia los objetivos
de ejecucin o de progreso. Los entrenadores tendran que hacer todo lo posible para
que sus deportistas dejaran de emplear expresiones como yo soy el mejor o soy
peor que mi contrincante para decir he mejorado mucho o necesito cambiar mi
tctica de juego.

Intentar ayudar al nio para que tenga los pensamientos adecuados mientras juega. As
la experiencia le gustar. Cuando establezcamos metas y objetivos, stos tendrn que
ser flexibles (adaptados a la situacin), desafiadores (que el nio tenga que esforzarse
para conseguirlos) y personalmente controlables.

Alterar el deporte de base para que las exigencias de la ejecucin se vean disminuidas
y as ms nios consigan el xito. Por ejemplo campos ms pequeos, aros ms bajos,
y un largo etctera. Tambin el hecho de no llevar la cuenta del resultado, no participar
en ligas o campeonatos, a veces ayuda al nio. Cuanto ms pequeo es ste ms
28

importante resulta el modificar el deporte con el fin de que el nio est motivado.
6. CONSEJOS PARA FOMENTAR EL SEGUIMIENTO DE LAS NORMAS
Para fomentar el seguimiento de las normas por parte de nuestros deportistas
podramos destacar algunos aspectos importantes:
-

Hay que exigir el estricto cumplimiento y respeto por las reglas.

Debemos promover que el mal comportamiento personal sea indicado al rbitro por el
mismo infractor.

Los jugadores deben ser tambin rbitros y justificar las decisiones que tomen.

Conviene cambiar las reglas si as se garantiza una mayor justicia.

El deber de la escuela es definir claramente la tica del comportamiento deportivo


mediante reglas y reglamentos y asegurarse de que son totalmente respetados.

Es necesario redactar un cdigo de comportamiento deportivo que, expuesto en los


vestuarios, en los terrenos de juego y en los lugares de encuentros deportivos, sea
accesible a todos. Los detalles de este cdigo pueden variar de un deporte a otro, de un
equipo a otro; por eso cada uno puede proponer su propio cdigo.

Explicar a los alumnos ejemplos dignos de destacar en cuanto a deportistas famosos


que en alguna ocasin hicieron gala de la mayor deportividad.

Mostrar ejemplos donde una victoria conseguida con trampas no sea algo de lo que
alegrarse (hacer un lanzamiento de peso con un peso que no cumple los requisitos y
pesa menos que los de mis contrincantes, ganar un partido sabiendo con seguridad que
el rbitro se ha equivocado a nuestro favor...).

Ensear que hay casos en los que no se puede demostrar quin tiene razn. Si es as, el
rbitro debe tomar una decisin y uno de los equipos debe ceder.

En ciertos deportes el contacto fsico es normal y legtimo. Cuando se habla de


violencia se habla de infraccin de las reglas de juego.

7. MOTIVACIONES PARA LA PRCTICA DEPORTIVA


El deporte escolar, por su carcter voluntario y opcional, suele tener pocos problemas de
incentivacin por parte de los tcnicos-educadores. El nio suele estar atrado por las
actividades ldicas de por s, lo que facilita que acceda con inters a la prctica deportiva
fuera de las obligaciones que la escuela habitualmente impone. Sin embargo, existen
ocasiones en que el nio pierde ganas por la prctica o la competicin, bien porqu el carcter
de novedad, que en su momento posea, ha desaparecido, bien porqu aparecen otras formas
de pasatiempo que gozan de mayor predileccin por los principiantes. Ante esta situacin es
necesario conocer y utilizar todo aquello que sabemos acerca de motivacin.

29

El tcnico sabe que la motivacin es un factor clave del aprendizaje, por eso se suele
preguntar cmo, por qu medios suscitar el inters? , o en otras ocasiones cmo evitar que
abandonen la actividad?.
Segn Durand (1988), tres son los tipos de determinantes a los que obedece el nio que
practica deporte: la bsqueda de la realizacin o eficacia, la del entretenimiento y la de
relacionarse con los dems.
La motivacin por la realizacin o eficacia
La necesidad de realizacin o necesidad de xito es la que lleva a todo individuo a ser
eficaz, a sentirse competente. De esta manera, un individuo se siente ms interesado por una
actividad cuanto ms le ofrece la oportunidad de sentirse hbil y de experimentar un placer
asociado a esa eficacia. Segn Nichols (1983), tres podran ser las categoras de objetivos que
llevaran a este tipo de motivacin:
- Demostrar cierta habilidad en comparacin con los rendimientos del otro.
- Demostrar un buen dominio de la tarea misma; es decir, pensar sobre el rendimiento
propio.
- Buscar la aprobacin social; actitud en la que se pretende conquistar la aprobacin y la
estima de terceros significativos, es decir del grupo de personas que tienen un peso
preponderante en los afectos y las relaciones, las personas que para el nio cuentan
(padres, entrenadores, amigos, profesores, etc.).
En consecuencia, el tcnico responsable debe no olvidarse de estas motivaciones, pero no
incentivarlas en sus propuestas de actividades, sino que debe darle ms importancia al
proceso y al esfuerzo realizado. Esto no impide el garantizar que todos los nios/as, buenos
y no tan buenos, tengan la oportunidad de mostrar pblicamente sus habilidades,
contrastarlas con los dems, saber que se es observado y apreciado son modos de contribuir a
la permanencia de los principiantes.
La motivacin por el entretenimiento
SI QUEREMOS UN DEPORTISTA PARA EL FUTURO... NO DEBEMOS
ABURRIRLO ANTES DE TIEMPO
Una de las razones que mantiene el inters por la prctica deportiva en el nio/a es la de
divertirse, de pasrselo bien. Ciertas actividades que realiza el nio/a tienen su motivacin en
s mismas y su ejecucin constituye su propia recompensa. Qu objetivo persigue un nio
que se agota golpeando y persiguiendo un baln, dando vueltas con la bicicleta, o patinando
incansablemente en la acera? En la prctica deportiva infantil hay una bsqueda de
entretenimiento y diversin cuyos efectos no se deben olvidar.
Potenciar el carcter ldico del deporte supone a veces huir de planteamientos
excesivamente rgidos basados en procesos de instruccin uniformada que acaban llevando al
principiante al abandono. En cambio, es indispensable aproximar el deporte a una situacin
de juego en conexin con el mundo del nio/a, aunque esto suponga en ocasiones cambiar y
adecuar el deporte en cuanto a sus requerimientos de habilidad y condicin fsica,
modificando las reglas, las dimensiones, las normas, etc.
30

Un principiante esta ms interesado por una actividad en la medida en que le permita


sentirse libre, no obligado, no forzado; por el contrario, abandona esta actividad cuando los
entrenamientos son excesivamente dirigidos, cuando las instrucciones son excesivamente
rgidas, etc.
La motivacin por relacionarse
Desde el nacimiento, el nio busca establecer contactos con otras personas y cuando lo
consigue, manifiesta satisfaccin.
El deporte es para algunos practicantes una ocasin de relacionarse con otros, de
entrenarse en grupo, de tener proyectos comunes con otras personas, de establecer nuevas
relaciones. Es bueno crear un ambiente de camaradera, favorecer que la prctica deportiva
sea una ocasin para conocerse, en las instalaciones deportivas o fuera de ellas, en pequeas
fiestas o en los desplazamientos. Este aspecto tan importante no debe ser descuidado por
ningn entrenador.

31

III UN DEPORTE ESCOLAR PARA EL FUTURO

1. ES TIEMPO DE UN NUEVO MODELO


El deporte ha alcanzado un estatus social de mximo nivel y en consecuencia, como todo
lo que la sociedad valora, el deporte va siendo asumido por las generaciones de adultos como
algo susceptible de ser transmitido y fomentado entre sus descendientes.
Se han acabado -o cuando menos matizado- las diatribas de los padres a los hijos/as por
"pasar el da jugando y dndole a la pelota", y no es frecuente que ante la aficin deportiva de
un hijo/a la actitud sea la, hasta hace poco tiempo tan vigente, de "djate de tonteras y
dedcate a le serio que son las matemticas". Incluso podra decirse que se ha producido un
cierto desviacionismo por el lado opuesto, y les hay quienes a la primera patada o al segundo
raquetazo ya suean con dedicarse a ser un paternal manager.
En general, puede decirse que la actitud del entorno familiar ante el hecho de que les
nios/as y jvenes practiquen actividades deportivas es positiva, y que el propio inters de
estos hacia el deporte ha venido creciendo a lo largo de los aos. Puede, por tanto, afirmarse
no slo que el deporte, entendido en su concepto ms amplio, est de moda, sino que tal
aseveracin est plenamente vigente tambin en esa faceta del deporte que tanto preocupa (al
menos en teora) a padres, instituciones pblicas, entidades deportivas, centros escolares,
educadores y profesionales de la educacin fsica y/o del deporte, cual es el deporte escolar o,
si se prefiere, el deporte en la edad escolar.
Esta buena aceptacin social de que los nios/as y jvenes que estn en edad escolar
"hagan deporte", es un buen punto de arranque para quienes desde cualquier mbito se
enfrentan a la responsabilidad de organizar el deporte escolar. Otra cuestin es saber que
puede pasar con las presuntas buenas intenciones de algunos cuando llegue la hora de hacer
frente a problemas concretos; cuando, por ejemplo, toque rascarse el bolsillo, o alguien tenga
que dejar de hacer lo que hasta ahora vena haciende para, en aras de un mejor deporte
escolar, hacerlo de otra manera o, simplemente, dejar de hacerlo y ceder a otros el supuesto
protagonismo.
Para empezar, cualquiera que se acerque, sea cual sea su mbito de actuacin, a tratar de
poner orden y, si es posible, concierto en las actividades deportivas que realizan los escolares
de su entorno, lo primero que, generalmente, se va a encontrar es que ya existe en ese mbito
un conjunto de prcticas deportivas que se identifican como "deporte escolar"; y, al mismo
tiempo, que existe un deporte practicado por escolares de ese entorne que, paradjicamente,
no se reconoce como tal "deporte escolar". En esta situacin de partida se entiende la gran
dificultad que encuentra cualquier iniciativa de organizar el deporte en la edad escolar, ya que
no se trata, por lo general, de poner en marcha un proyecto totalmente novedoso partiendo de
cero, sino de cambiar algo que ya se est haciendo, y que en la mayora de las ocasiones tiene
un cierto arraigo y tradicin.
32

Al sistema deportivo no se le puede tratar de poner una frontera donde empezara un


supuesto deporte escolar, radicalmente diferente y totalmente independiente del resto del
sistema, sino que, muy al contrario, el deporte que se practica en la edad escolar debe
insertarse en ese sistema deportivo, erigindose precisamente en su primer y sustancial
peldao.
sta es, sin duda, la nica forma de enfrentarse a la organizacin de un deporte en la edad
escolar susceptible de constituir un modelo vlido para la iniciacin deportiva, que, como
cualquier otra iniciacin, no puede entenderse si no estn claros los caminos por donde va a
continuar; y estos no lo estarn si, como suceda en pasados y presentes modelos, la prctica
deportiva de quienes estn en edad escolar acaba con la edad escolar.
Para abordar correctamente el problema elijamos como punto de partida el propio
concepto de deporte escolar. As, cuando hablemos de deporte escolar nos estamos refiriendo
al conjunto de actividades fsico-deportivas (excepcin hecha de las incluidas en la asignatura
de Educacin Fsica) que realizan los nios/as y jvenes en el periodo de escolarizacin,
independientemente del mbito donde se lleven a cabo.
Cualquier intento de vertebrar un deporte escolar, con espritu de modernidad y
proyeccin de futuro, precisa de una previa clarificacin y delimitacin tanto de la parcela de
ese deporte en la edad escolar que se pretende organizar, como del papel que tiene que jugar
en la materia cada una de las instancias comprometidas e interesadas en el tema.
Puede y debe, por tanto, exigirse a esta administracin que clarifique, por medio de una
normativa de rango adecuado, qu se entiende a efectos organizativos por deporte escolar y
quin es competente para actuar en cada faceta del mismo, y en qu condiciones. Por ello, es
deseable que se realice, a iniciativa de la administracin correspondiente, el mximo esfuerzo
en buscar frmulas de consenso previo entre todos les interesados.
Tienen que "mojarse", trasladando a textos normativos, con precisin y rigor, las
definiciones y los contenidos de los aspectos sustanciales del deporte escolar. Una
administracin que se precie de tener poltica deportiva y que, en base a las directrices de esta
poltica, pretenda ejercer el liderazgo que le corresponde en materia de deporte escolar, no
puede limitarse a poner en circulacin una simple regulacin de los requisitos y procedimientos para recibir subvenciones o unas normas para participar en determinadas
actividades; tampoco puede remitirse una y otra vez a otros textos (generalmente a la ley del
deporte correspondiente) donde, en muchos casos, no se desciende a detalles que son
necesarios para organizar el deporte en edad escolar.
El entramado normativo de cada comunidad autnoma es suficientemente complejo como
para no ser tan osados de tratar de precisar desde aqu que debe y que no debe contemplarse
en cada normativa, o cual es la alternativa ms correcta para articular, en cada caso, la
frmula ms adecuada para dar respuesta a uno u otro de los problemas que tiene el deporte
escolar. Sobre todo si, como se ha sealado anteriormente, slo caben para el deporte escolar
modelos coherentes con las caractersticas del sistema deportivo del entorno.

33

2. EL ATRIBUTO DE LA VOLUNTARIEDAD
Como en muchas facetas de la vida, el buen sentido debiera prevalecer sobre cualquier
otra opcin cuando se regula el deporte escolar. Deben dejarse las cosas claras, y, en
ocasiones, de forma contundente, sobre todo cuando se trate de preservar aspectos tan
elementales como, por ejemplo, la salud de unos nios/as o jvenes, que pudieran ser
dirigidos o incluso incentivados hacia prcticas deportivas inequvocamente inadecuadas para
cualquier mente medianamente lcida.
Como ya hemos dicho, es muy preocupante el demasiado extendido culto a la dedicacin
prematura de un nio/a, a una prctica deportiva intensiva, con el dudoso objetivo de lograr
mejoras en el rendimiento deportivo, y que pueden ocasionar problemas fsicos ms graves
que lo que suelen pensar algunos entrenadores.
Merece tambin una especial mencin la iniciativa de unos y la permisividad de otros
para que determinados nios/as o jvenes, destacados deportistas de categoras sub-16, sub15, etc., sean convocados a entrenamientos y competiciones, no ya en poca vacacional, sino
a le largo del propio curso escolar y en pleno horario lectivo!.
No es preocupante solamente que se pierdan unas cuantas horas de clase, sino la escala de
valores que ello encierra, y la tesitura en que se coloca a familias responsables y a los propios
escolares implicados cuando se les obliga a decidir entre dejar de asistir a clase o dejar de
formar parte, por ejemplo, de eso que parece el paradigma del xito deportivo: la seleccin, el
Athletic,...
Sin ningn gnero de duda, la prctica deportiva que persiga objetivos de mejora en el
rendimiento deportivo debe encontrar su sitio en el deporte escolar; pero, tambin sin
ninguna duda, esas prcticas deportivas no se podrn organizar, en ninguna circunstancia,
poniendo en riesgo la formacin de orden acadmico del nio/a o joven.
Todo ello desde la creencia de que s alguno de los atributos que se asignan al trmino
deporte escolar es inequvoco es el de la voluntariedad. Esta premisa inicial de que la prctica
deportiva, en todas las edades, sea voluntaria tiene que suponer, de entrada, un profundo
respeto a las inclinaciones deportivas de los propios nios/as y jvenes escolares.
Muchos proclamamos la bondad de la prctica deportiva como un hbito de vida
saludable, que tiene un inmejorable punto de arranque en la iniciacin a la prctica deportiva
realizada, de forma correcta, en el periodo de escolarizacin
Son, no obstante, muchas y muy respetables las personas que no muestran una inclinacin
hacia el deporte (o, al menos, hacia un cierto tipo de prctica), incluso desde sus primeros
aos. Respetmosles. Ya sabemos que en ocasiones ello se debe a influencias externas, y que
en muchos casos (pensemos en "las" escolares) estn todava de por medio prejuicios
ancestrales. En otras ocasiones, habr algn problema singular, o incluso algo tan sencillo
como una reaccin de rechazo a la propia sobrevaloracin del deporte que se hace desde su
entorno familiar o desde el propio centro escolar.
34

Ayudemos a estos escolares a superar los problemas que los separan del deporte -si es que
los tienen-, pero siempre desde el mximo respeto a esa voluntariedad que proclamamos para
el deporte. Un respeto que no sea el que se ofrece a quien consideramos un marginado, sino
ofrecido desde la ms profunda conviccin de que se puede ser una excelente persona sin
"hacer deporte", y adems morir longevo.
En este terreno de la voluntariedad del deporte escolar, y en estrecha conexin con las
bonanzas que se proclaman para el ejercicio fsico, tampoco podemos olvidar el tipo de oferta
que se hace a los escolares para practicar actividad fsica. A veces por las tradiciones, otras
veces por las modas, y en otras ocasiones porque son ms sencillos de organizar, se invita a
los escolares a practicar un nmero reducido de deportes y, adems, muchas veces se acepta
como bueno, cuando no se fomenta (a veces involuntariamente) la exclusiva prctica de una
modalidad deportiva.
No parece muy necesaria la formulacin de complejas argumentaciones, cuando menos en
el terreno terico, para proclamar las bondades de la prctica polideportiva. Probablemente,
slo la ignorancia podr llevar a alguien a defender lo contrario cuando, hasta desde la gran
especializacin que se le presupone al deporte de alto nivel, se han odo numerosas veces tan
contrarias a una especializacin deportiva precoz, como favorables a una prctica
polideportiva durante los periodos de iniciacin deportiva, e, incluso, como prctica
deportiva compensatoria de aquellos jvenes que se especialicen, en su momento, en una
modalidad deportiva.
Como ocurre con otras muchas cosas la dificultad surge cuando la teora se quiere
trasladar a la realidad. Partamos de la idea de que este tema de la polideportividad no es
sencillo y de que difcilmente vamos a conseguir logros importantes en esta materia sin una
estrategia a medio y largo plazo.
3. HACIA UNA EDUCACIN INTEGRAL
Hasta el momento ha sido poco corriente que en las regulaciones del deporte escolar se
recoja, con una lgica y coherencia mnimas, el papel educativo a desempear por los centros
escolares en la materia.
No podemos considerar al nio/a o joven como escolar a la hora de las actividades
acadmicas, como deportista en el momento de hacer deporte, como msico cuando va a
clase de solfeo... y as sucesivamente, olvidndonos de un concepto bsico cual es el de la
educacin integral.
Si no queremos introducir en el proceso educativo de nuestros nios/as y jvenes un
componente esquizofrnico, estamos obligados garantizar un proceso educativo globalizado e
integrador, que abarque tanto las actividades educativas de carcter obligatorio como aquellas
que no lo son.
En lo que respecta al deporte en edad escolar, las excelencias proclamadas (sobre todo
desde mbitos de la educacin fsica y el deporte) acerca de la idoneidad de las actividades
deportivas como vehculo de formacin en valores fsicos, squicos, espirituales y sociales,
obligan, en mayor medida, a ubicar las actividades deportivas de los escolares dentro de una
35

estrategia educativa integral. Y esta insercin del deporte escolar en el modelo educativo
debe contemplarse en la regulacin normativa del deporte escolar. Y deben establecerse las
garantas suficientes para que, desde cada comunidad educativa, se puedan precisar los
objetivos educativos que se quieren conseguir a travs del deporte. Y se deben poner, por
parte de todos, los medios para que esto sea posible.
Desde luego, quien hasta la fecha pretendiera establecer la supremaca de los objetivos de
orden educativo en el deporte escolar marchaba, por lo general, contra corriente. Al menos si
entendemos que los objetivos de carcter educativo corresponde establecerlos a los centros
escolares o, si se prefiere la puntualizacin, a la comunidad educativa, integrada por los
diferentes estamentos que intervienen en el consejo escolar.
4. CALIDAD Y PROFESIONALIZACIN
Cmo debe asumir un centro escolar las competencias que le corresponden en materia de
deporte escolar? quin es dentro del centro escolar el encargado de llevarlo a efecto? cules
son las alternativas organizativas que un centro escolar tiene para ocuparse del deporte
escolar?... a estas y a muchas ms preguntas que podran ponerse encima de la mesa debemos
encontrar respuesta si se quiere afrontar el reto de organizar adecuadamente el deporte
escolar.
Un deporte escolar de calidad exige hacer, desde los centros escolares, mucho ms que lo
que, por lo general, se viene haciendo; y, s hace falta, debe empezarse por reclamar los
medios para poder hacerIo, o, cuando menos, que se den las condiciones bsicas para poder
conseguir esos medios. Y hablar de medios en estos tiempos es hablar, inexorablemente, de
pesetas.
Si el deporte escolar debe considerarse una faceta ms -muy importante, pero al fin y al
cabo una faceta ms- de la actividad deportiva voluntaria que realiza una persona a lo largo
de su vida, no hay por que pensar que deba ser gratuita, o mejor, financiada desde la
administracin pblica en su totalidad. O es que todava hay alguien que en estos tiempos se
atreva a defender todava el carcter gratuito de la actividad deportiva en general?
Sera bueno plantearse, por tanto, la conveniencia de una financiacin compartida entre la
administracin pblica (fondos provenientes de todos los contribuyentes); la aportacin
directa de los que toman parte en las actividades organizadas del deporte escolar; y, en su
caso, las aportaciones de los centros escolares como tales (fondos recaudados entre todos los
escolares, participen o no en las actividades de deporte escolar). Esta ltima aportacin,
respondera a un deseo de fomentar desde los rganos rectores del centro escolar la
participacin en las actividades deportivas (aunque tiene un encaje dudoso en la actual
estructura de les centros pblicos, puede ser aceptada como planteamiento general).
Una partida de este dinero tiene que servir para compensar econmicamente a los que se
ocupan dentro del centro de las diferentes facetas de la organizacin del deporte escolar.
El papel que juega el voluntariado en el deporte ha sido y va ha seguir siendo insustituible.
Si pensramos que en el futuro, sea cual sea el modelo deportivo, nadie va a mover un dedo
en el deporte sin que se le compense econmicamente por ello, estaramos simplemente
profetizando el fin de una parte sustancial de la prctica deportiva. Pero, quien piense que el
36

futuro de las facetas tcnicas de la prctica deportiva se puede asentar sobre la labor de
voluntarios, que (valga la redundancia) con su mejor voluntad van a tratar de hacer lo puedan,
est apostando por un deporte que va a ser rechazado -ya lo est siendo- por la propia
sociedad.
No obstante, la experiencia dice que el terreno en que se mueve esa colaboracin se va a ir
reduciendo, y que ya son muchas las comunidades educativas que han optado por sustituir
este bienintencionado voluntariado por personas que, remuneradas o compensadas de una u
otra forma, realizan una parte sustancial de las tareas relacionadas con el deporte escolar de
los alumnos del centro.
Esta tendencia, que responde sin duda al signo de los tiempos, cobra especial relevancia
cuando lo que se trata es de responsabilizarse de la ejecucin prctica de las sesiones de
actividad fsica, de ejercer lo que convendremos en llamar la docencia deportiva.
La mejor organizacin, con todo lo importante que pueda ser, e, incluso, el estar
impregnado de los mejores valores humanos, no conferir al deporte escolar el distintivo de
calidad si, al final, las actividades concretas que se realicen, sean del tipo que sean, no tienen
el contenido ms idneo, en lo que a actividad fsica propiamente dicha se refiere. Y para
hacer que los contenidos sean los adecuados hay que saber del tema: y esto exige una
cualificacin que no suele estar, por lo general, en manos de un voluntariado que no suele
disponer ni de la formacin bsica, ni del tiempo ni los medios para adquirirla.
Dentro del centro escolar podramos dividir las tareas a realizar en el deporte escolar en
dos grandes grupos: por un lado, las que se hacen sin los escolares y, por otro, las que tienen
a los escolares come protagonistas directos. Entre las primeras, se encuentran desde las tareas
burocrticas propiamente dichas, hasta las de llevar la opinin del centro a otras instancias
que se ocupan de la organizacin global de las actividades, pasando por la programacin de
las sesiones de actividad fsica de los escolares ya mencionadas. Estas tareas, que nadie duda
de que son de vital importancia para que el deporte escolar del centro funcione adecuadamente, pueden no exigir, con todo, un alto grado de conocimientos en materia de actividad
fsica, con excepcin de las expresamente citadas funciones de programacin de sesiones
prcticas.
No puede caber duda que aqu la intervencin de expertos en educacin fsica es
imprescindible, por lo que el centro escolar tendr que arbitrar las medidas necesarias para
que los profesores de su plantilla expertos en el tema colaboren, y hasta se responsabilicen
directamente de estas tareas de programacin.
Por otro lado, estn las actividades en las que intervienen directamente los escolares. No
incluiremos aqu solamente los momentos en que estn practicando deporte, sino los
anteriores y posteriores, que desde un punto de vista educativo pueden ser tan interesantes o
ms que el de la prctica propiamente dicha.
Por tanto, quienes se responsabilicen de estas actividades que se desarrollan con la
presencia de los escolares debern ser capaces de responsabilizarse de las tareas educativas
inherentes a la prctica del deporte escolar, y de llevar a la prctica las sesiones de actividad
fsica programada. Debern ser, por tanto, suficientemente expertos tanto en la faceta de los
contenidos deportivos, como en la que se refiere a los objetivos educativos que ello conlleve.
Alguien piensa que esto es una tarea para voluntarios?
37

Cualquiera que sea actualmente la realidad del deporte de un centro escolar, convendr
que se tenga suficientemente claro que la progresiva profesionalizacin es la nica direccin
en que se puede caminar si a lo que se aspira es realmente a un deporte escolar de calidad.
5. EL CAMINO DEL CENTRO ESCOLAR AL CLUB DEPORTIVO
Una mnima coherencia con el concepto ms novedoso de deporte escolar obliga a
considerar como tal, adems de las competiciones interescolares, las actividades que podemos denominar internas, y cuyo volumen es habitualmente tan importante como para
concederles una atencin de primer orden. Son actividades que van desde los juegos o
campeonatos internos que se celebran en muchos centros, hasta actividades singulares, por
ejemplo, en contacto con el medio natural, pasando por los ya mencionados
"entrenamientos", cuya importancia en trminos de cantidad de actividad fsica realizada
acostumbra a superar ampliamente la de las actividades competitivas (de haberlas) para las
que pretenden ser -equivocadamente- preparatorios.
Debe verse, por tanto, en estas actividades deportivas de orden interno una de las piezas
claves del deporte organizado practicado en edad escolar, y cuya responsabilidad est
ntegramente en manos de los centros escolares. No hay pues excusa alguna para que no
respondan a los objetivos educativos que el centro se plantee, y est en su mano que los
contenidos de las actividades sean los correctos. En las actividades en las que la escuela hace
un papel de intermediario debemos cerciorarnos de que rene las garantas necesarias.
Pero, qu pasa cuando las actividades deportivas de los escolares son realizadas
completamente al margen del centro escolar?. Evidentemente, si un alumno de un centro,
teniendo la posibilidad de realizar una actividad a travs del centro, no le hace, y el modelo
de deporte escolar vigente en ese entorno le permite acceder a otra opcin diferente, que el
escolar prefiere, est en todo su derecho a hacerlo. Lgicamente, la bondad o no de su
eleccin no ser responsabilidad del centro escolar, sino del propio escolar y de su familia. Si
existen datos para pensar que la opcin puede entraar problemas de orden educativo o,
incluso, de desarrollo fsico, el centro escolar hara bien en hacrselo saber respetuosamente
al escolar y/o a su familia, para que obraran en consecuencia.
En cualquier caso, en situaciones como sta slo debiera pensarse en el bien del nio/a o
joven, y respetar siempre al mximo su libertad de elegir entre las diferentes posibilidades
que le brinde el modelo de deporte escolar vigente. Estn, por tanto, fuera de lugar y
desprovistas de toda justificacin las presiones, coacciones o hasta amenazas, del tipo de: o
juegas en el equipo del colegio o... , que han sido y, por desgracia, todava son demasiado
frecuentes.
Es algo evidente que ningn centro escolar "normal" puede permitirse una oferta deportiva
a sus alumnos que abarque todas las opciones, ni todas las pocas del ao, y, por tanto, es
lgico pensar que a lo largo del periodo de escolarizacin de un nio/a o joven ste va a
practicar deporte a travs de otras estructuras diferentes a la del centro escolar, y sin la tutela
de ste. Cules van a ser estas estructuras?.

38

Puede ser que se trate de una empresa de servicios deportivos (gimnasio...), aunque no
parece que sea, por el momento, una opcin muy extendida en la edad escolar. Las otras
opciones tpicas son: participacin en actividades organizadas directamente por
administraciones pblicas, especialmente por los ayuntamientos, o, el caso ms comn, las
actividades organizadas por los clubs deportivos.
En el caso de las actividades para escolares realizadas por los ayuntamientos a travs de
empresas de servicios, debern ser los propios ayuntamientos quienes cuiden directamente de
la bondad de los contenidos de las mismas, debiendo poner especial nfasis en que se
respeten los principios educativos generales y no conformarse con tener a los nios/as o
jvenes "ocupados" haciendo deporte.
Pero, centrmonos en las actividades para escolares en las que tienen un papel
protagonista los clubs deportivos. En la todava demasiado vigente concepcin del "deporte
escolar" versus "deporte federado", los clubs han sido considerados poco menos que el
arquetipo del "antideporte escolar". Ya es hora de que se deseche de una vez por todas el
maniquesmo de pensar que todo lo que se hace en materia de deporte escolar en los centros
educativos es intrnsecamente bueno, mientras que lo que se hace en los clubs con nios/as y
jvenes en edad escolar debe ser, como mnimo, puesto en duda.
Se ha atribuido a los clubs deportivos el ser especialmente crueles en el tema y desechar el
acceso al deporte federado" de los que no mostraran unas buenas cualidades deportivas. Si
este es en buena parte cierto, no lo es menos que las crueldades no han sido privativas de los
clubs o es que nadie se acuerda de los mritos que haba que hacer para ser del equipo del
colegio? Es igualmente cierto que los clubs han promovido la prctica deportiva con
objetivos de rendimientos en edades inadecuadas, pero quin no conoce centros escolares
que han implantado entre sus alumnos el cultivo nico e intensivo de una modalidad
deportiva con el objetivo de ser campeones? As pues, todos deben cambiar.
Por otra parte, pretender construir un modelo de futuro para el deporte escolar, superando
la tendencia al aislamiento, implica insertar el deporte escolar en el sistema deportivo del
entorno. Y un sistema deportivo sano, de una sociedad que pretenda ser desarrollada tambin
desde un punto de vista deportivo, slo puede asentarse sobre los clubs deportivos. As pues,
los centros escolares y los clubs deportivos estn obligados a entenderse. El camino ser
trasladar los principios educativos bsicos a aquellos sitios donde los nios/as y jvenes en
edad escolar realicen sus actividades deportivas, con especial mencin para los clubs
deportivos.
A esta respecto, no es descabellado pensar que esos "profesionales" que los centros
necesitan para llevar adelante las tareas propias del deporte escolar, y muy especialmente las
de docencia deportiva, provengan de los clubs deportivos, independientemente de que deban
ser convenientemente formados para desarrollar tareas especficas con escolares.
Alguien opinar que para ocuparse del deporte escolar puede haber otras canteras que no
sean los clubs deportivos. Aunque as sea, hay ms de una razn para considerar la alternativa
de los clubs deportivos la frmula de preferencia. Por un lado, porque puede ser una buena
alternativa organizativa el convenir con un club deportivo la prestacin de servicios en
materia de deporte escolar, especialmente en lo que a docencia deportiva se refiere. Por otro,
por la intrnseca bondad de vincular paulatinamente a los escolares a las estructuras de los
39

clubs deportivos.
Que nadie se rasgue las vestiduras! No hay duda de que los clubs deportivos tienen, por lo
general, mucho que cambiar. Es cierto que muchas veces no han desempeado (no
desempean) un papel adecuado en el deporte en la edad escolar; que slo han admitido en su
seno a los mejor dotados para la prctica deportiva; que han fomentado la especializacin
precoz; que... Pero no es menos cierto que el futuro est ah, en los clubs deportivos. Habr
que invitarles a "reconvertirse" (muchos ya estn en ello); si hace falta, habr que darles un
empujoncito; y si es preciso habr que "adoctrinarles". Pero de lo que no cabe duda es de que
el futuro del deporte pasa ellos, por los clubs deportivos.
Es necesario dejar claro que no se trata, ni mucho menos, de plantear una tesis ms e
menos encubierta de trasladar a los clubs deportivos el deporte escolar. Muy al contrario hay
que pedir encarecidamente a los clubs que sean respetuosos con los centros escolares que
pretendan responsabilizarse del deporte de sus alumnos, que colaboren con ellos y que les
cedan en las edades iniciales todo el protagonismo que los centros quieran y puedan asumir
en el deporte escolar. Ya llegar el memento, en edades posteriores, en que las cosas deban
ser justo a la inversa, y deban ser los centros escolares los que cedan paulatinamente a los
clubs el protagonismo en el deporte escolar.

6. UN DEPORTE PARA BUENOS Y MENOS BUENOS


El deporte escolar debe ser un autntico deporte para todos los escolares. Esto significa
que todos y cada uno de los escolares puedan acceder, cualquiera que sea su condicin fsica,
a la prctica de actividades deportivas. Se trata de que puedan practicar aquellas que, dentro
de la oferta de actividades existentes, sean de su inters, sin que su deseo se vea frustrado a
priori por su capacidad fsica o por sus habilidades, sin discriminacin alguna. Tambin a las
actividades de competicin! No puede pensarse que un proceso de iniciacin deportiva sera
completa s no se incluyera el aspecto competitivo; no slo el intrnseco a la prctica de
cualquier actividad deportiva, sino la propia competicin reglada.
Por ejemplo, no puede entenderse que un escolar -y sus padres- se levanten tempranito el
fin de semana, se vayan al sitio donde se celebra la competicin, y que el "entrenador" de
turno tenga al nio/a o joven sentadito en el "banquillo" la mayor parte del tiempo,
simplemente por que no es del "equipo titular". Estos temas convendra que fueran regulados
en las propias bases de la competicin, "obliglando" a que se respete realmente que el deporte
escolar sea algo para todos los escolares.
En particular, hay una realidad social incuestionable que es el deporte practicado con
objetivos de rendimiento deportivo. Tambin en el deporte escolar debe tener su sitio. El
propio objetivo de organizar un deporte escolar para todos los escolares, tiene como corolario
que tambin debe haber una parcela de ese deporte reservada para que quienes as lo quieran,
tengan condiciones para ello y asuman los riesgos de todo tipo que su prctica conlleva, se
puedan dedicar a una prctica intensiva del deporte
Estamos convencidos que una prctica deportiva bien enfocada puede plantear objetivos
de rendimiento sin que por ello deje de tener objetivos formativos y recreativos, y viceversa.
40

En cualquier caso no es aconsejable separar a los buenos de los menos buenos.


Pedaggicamente es perjudicial porque los primeros se suelen volver engredos y entre los
segundos, que aspiraban a estar entre los primeros, se producen grandes frustraciones.
Adems la experiencia nos demuestra que el paso de un grupo al otro es muy frecuente,
sobre todo en edad escolar, donde el desarrollo biolgico es determinante. Por lo tanto
abogamos por unas prcticas comunes y de calidad y otras optativas para aquellos y aquellas
que opten por el deporte con objetivos de rendimiento. Es decir, poniendo la diferencia en la
intensidad y no en la calidad, con el propsito de que todos/as tengan las mismas
oportunidades y la posibilidad de pasar de un hipottico grupo al otro.
Los clubs deportivos podrn ser una opcin para que los escolares de menor edad
practiquen deporte, bien a travs del propio centro escolar, bien por iniciativa de los escolares
fuera del calendario escolar o en modalidades que no son contempladas desde el centro escolar. Pero qu pasa cuando los escolares de mayor edad son dirigidos desde el propio
centro escolar hacia los clubs deportivos? van a encontrar "todos" los escolares que lo
deseen acomode en los clubs? aunque no sean los "buenos"?
He aqu el reto: sern una cantidad suficiente los clubs deportivos capaces de modificar el
concepto de deporte (no slo de deporte escolar) y, consiguientemente, sus estructuras para
dar cabida en ellas a todo aquel que desee hacer deporte? Un modelo de futuro para el
deporte -no slo para el deporte escolar- pasa por esta "reconversin de muchos clubs; y en
ella deben intervenir muy directamente las administraciones con competencias en materia
deportiva.
7.LA PAUTA DE LAS EDADES
Es un tema en el que conviene alejarse de dogmatismos, pues, por un lado, estn las
opiniones de los expertos en educacin fsica sobre las destrezas que conviene trabajar en
cada edad; por otro, las tradiciones sociales sobre la materia (algunas claramente nefastas); y,
por ltimo, los intereses de toda la gama de personas y entidades relacionadas con el deporte
escolar: ayuntamientos, centros escolares, clubs, federaciones, empresas de servicios,
profesionales... y, por supuesto, los propios escolares y sus familias.
De entrada, hablaremos de los que tienen menos de 8-9 aos. El miedo que da las
barbaridades de orden deportivo que pueden llegar a maquinarse con estas criaturas ("ligas
de incontables jornadas, por ejemplo) invita a proponer que lo mejor que se puede hacer con
ellos es dejarles que jueguen en paz.
Tratando de confiar en el sentido comn, puede sugerirse que se les adiestre
elementalmente en modalidades tiles para la vida cotidiana (por ejemplo, la natacin) o que
se organicen para ellos actividades puntuales de iniciacin deportiva, que no vayan ms all
de ser una prolongacin de lo previsto en los programas de educacin fsica, o de dotar de
una esttica deportiva a sus juegos. Por supuesto que no debiera caerse en la aberracin de las
competiciones regladas, ni trascender del mbito estrictamente del centro escolar o, s la
actividad exigiera un marca diferente, del mbito de la localidad.
Vayamos a por los benjamines" (los que cumplen 9 10 aos en el ao en que acaba el
curso escolar). Demos pues adecuado alimento deportivo a estos nios/as, afrentando un reto
41

clave: la implantacin de calendarios de actividades de carcter polideportivo estricto. No es


tarea sencilla y obligar a un ajuste muy fino de fechas, modalidades deportivas...
especialmente delicado en le que se refiere a las competiciones. A resolverlo ayuda el que se
centren las actividades de esta edad en el mbito estrictamente local (como aconseja, adems,
toda lgica), que podr ser comarcal en ocasiones, o de barrio en el caso de las ciudades. En
esta edad el protagonismo debe recaer, sin discusin, en los centros escolares, que debern
organizar o tutelar las actividades de sus alumnos.
En la edad benjamn, los clubs debern colaborar cediendo todo el protagonismo a los
centros escolares, y teniendo especial cuidado en respetar los criterios de orden educativo,
cuando les toque intervenir directamente en la ejecucin prctica de una actividad.
En esta edad pueden empezar las primeras polmicas importantes relacionadas con la
especializacin precoz. No es difcil que nos encontremos con opiniones encontradas al
respecto, includa la de los que desde el rechazo a la especializacin precoz supuestamente
mal entendida nos cantarn las excelencias de la "buena" especializacin que ellos organizan.
Opiniones hay para todo; la ma es que no hay mejor especializacin precoz que la que no
existe.
No debiera existir gran diferencia entre la estructuracin del deporte en la edad "alevn"
(11 y 12 aos) y la mencionada para los "benjamines", salvando los cambios en los
contenidos de las actividades aconsejadas por la diferencia de edad. Puede ser ms difcil
mantener un calendario de actividades polideportivas que incluya gran variedad de
modalidades, sobre todo en las competiciones regladas.
A partir de aqu, con los "infantiles" (13 y 14 aos) y, sobre todo y sin ninguna duda, con
los "cadetes"(15 y 16 aos), debe iniciarse una progresiva insercin de los adolescentes y
jvenes en el seno de los clubs. En algunas latitudes, la "operacin" podr esperar hasta la
edad "cadete", pero convendr valorar hasta que punto merece la pena esfuerzos de muchos
centros escolares para ofertar a sus alumnos una actividad deportiva, que, en muchos casos,
va a ser muy exigente; o si no es mejor dedicar colectivamente estos esfuerzos a la
adaptacin de los clubs deportivos para recibir a "todos" los escolares que deseen practicar
deporte.
La organizacin de actividades en la edad "infantil", sobre todo de las competiciones
regladas, puede ser muy compleja, ya que aunque la tendencia ser a la prctica de una
modalidad preferente (reservando la polideportividad para la prctica de actividades
complementarias e compensatorias), habr modalidades fundamentalmente asentadas en los
centros escolares, otras en los clubs, y otras en unos y otros.
Como ya se ha indicado, a partir de la edad "cadete" la nica estrategia recomendable para
todos es la de propiciar que estos escolares dirijan sus pasos deportivos hacia los clubs,
procurando paralelamente que estos clubs sean capaces de responder al reto de ofertar
actividades deportivas adecuadas (no slo de rendimiento) a "todos" los escolares.

En este reto, como en muchas otras facetas del deporte escolar, el paso al frente de las
federaciones deportivas es imprescindible. En principio, con las salvedades obvias, todas las
cosas dichas para los clubs deportivos pueden aplicarse a estos entes federativos. En
42

particular, el que acepten en su seno, y en el de sus clubs, la prctica de su modalidad


deportiva con objetivos diferentes a los de rendimiento y con unas reglas de juego adaptadas
a cada edad y circunstancia. Si las federaciones deportivas no van por este camino estarn
perdiendo el tren de la modernidad, y corrern el riesgo de convertirse en vehculos poco o
nada vlidos para vertebrar el deporte del futuro.
Junto a esta evolucin imprescindible de federaciones y clubs, en el marco de una
regulacin normativa del deporte escolar que seale el camino a seguir, un deporte escolar
moderno y con proyeccin de futuro exige una estructura organizativa permanente, estable y
con un alto grado de cualificacin, que implicar, cada vez ms, la tendencia a la
profesionalizacin.
El reto de organizar un buen deporte escolar es de todos. Y a la hora de valorar la
importancia de llevarlo correctamente a la prctica, convendr recordar las sabias palabras de
Jos Mara Cagigal, en su obra Cultura intelectual y cultura fsica:" Una organizacin
deportiva bien aplicada a los requerimientos de la sociedad y a las necesidades humanas de su
tiempo es altamente provechosa. Pero una organizacin estructurada a partir de fines
desfasados, de tpicos falsos de confrontacin rigurosa, puede resultar nefasta para la
sociedad de su tiempo.

43

ANEXOS

Carta del Fair Play


En cualquier papel que desempee en el deporte, inclusive el de espectador, me
comprometo a:
-

Hacer de cada encuentro deportivo, poco importa la magnitud del premio y del
evento, un momento privilegiado, una especie de fiesta.

Actuar conforme las reglas y al espritu del deporte practicado.

Respetar a mis contrarios como a m mismo.

Aceptar las decisiones de los rbitros y jueces del deporte, sabiendo que, igual que
yo, ellos tienen derecho a equivocarse, pero hacen lo posible para no hacerlo.

Evitar las malas intenciones y la acometividad en mis acciones, palabras o textos.

No usar argucias ni trampas para conseguir xito.

Ser siempre digno tanto ganando como perdiendo.

Ayudar a todos con mi presencia, mi experiencia y mi comprensin.

Prestar socorro a cada deportista herido o cuya vida peligra.

Ser realmente un embajador del deporte, ayudando a hacer respetar los principios
mencionados a los que estn cerca de m.

Cumpliendo con este compromiso, ser un verdadero deportista.

44

Carta de derechos del nio en el Deporte


-

Derecho a practicar el deporte.

Derecho a entretenerse y jugar como un nio.

Derecho a disfrutar de un ambiente sano.

Derecho a ser tratado con dignidad.

Derecho a ser rodeado y entrenado por personas competentes.

Derecho a hacer entrenamientos apropiados a sus ritmos.

Derecho a competir con jvenes que tienen las mismas posibilidades de xito.

Derecho a participar en competiciones adecuadas a su edad.

Derecho a practicar su deporte dentro de la mxima seguridad.

Derecho a tener adecuadas pausas para descansar

Derecho a no ser un campen.

45

BIBLIOGRAFIA
Antn, J.L. (1989): Entrenamiento deportivo en la edad escolar. Ed. Junta de Andaluca,
UNISPORT, Mlaga.
Blazquez, D. (1995): La iniciacin deportiva y el deporte escolar. Ed. INDE, Barcelona.
Lasierra, G. y Lavega, P. (1993): 1015 juegos y formas jugadas de iniciacin a los deportes
de equipo. Volumen I. Ed.Paidotribo, Barcelona.
Lasierra, G. (1992): Iniciacin al balonmano: Justificacin en las tendencias y programas de
actuacin. Clinic de actualizacin de entrenadores. Gijn.
Llorente, B. y Diez,E. (1995): El balonmano en la educacin primaria. IVEF/SHEE,
Vitoria/Gasteiz.
Seiru-lo,F. (1992): Valores educativos del deporte. Revista de educacin fsica, Barcelona.
Solar, L.V. (1988-92): Apuntes de la asignatura de Ocio y recreacin. IVEF/SHEE,
Vitoria/Gasteiz.

46

También podría gustarte