La Llave Mágica
La Llave Mágica
La Llave Mágica
Martn era un nio que ya se haba hecho tan mayor, que aquel cumpleaos
su padre le regal un libro sin dibujos! El pobre nio qued un poco
decepcionado, pero al notarlo su padre le dijo:
- Este no es un libro cualquiera hijo, es un libro mgico. Pero para
descubrir su magia, tendrs que leerlo.
Eso estaba mejor, porque a Martn le gustaban todas las cosas
mgicas, as que empez a leer el libro, aunque no tena muchas ganas. A
la maana siguiente, su padre le pregunt:
- has encontrado ya la llave mgica?
As que tena una llave!. Martn corri a hojear el libro buscndola,
pero no haba ni rastro. Volvi muy contrariado, pero su padre le advirti:
- As no la encontrars. Tienes que leer el libro.
Pero Martn no tuvo mucha paciencia, y dej de leer, pensando que su
padre le haba engaado para hacerle leer un poco ms, como le haba
estado diciendo el profesor.
Poco despus, su hermana ngela, slo un poco menor que l, le pidi el
libro para tratar de leerlo ella. Tras varios das esforzndose por leerlo
sin demasiado resultado, apareci en el saln gritando loca de contenta:
- La he encontrado, he encontrado la llave del libro mgico! -y entonces
no par de hablar de los mundos y lugares que haba visitado con
aquella llave.
Aquello termin por convencer a Martn para volver a leer el libro.
Al principio era un rollo, ni un triste dibujo, pero poco a poco la
historia se fue animando, empez a interesarse por la vida de aquel
prncipe aventurero, y cuando quiso darse cuenta, all estaba. Era
el propio libro el que tena a sus ojos forma de llave, y era verdad
que en cuanto lo abra, se senta transportado a los valles y mares
del libro, y viva las aventuras de sus piratas, prncipes y
hechiceros como si fuera l mismo. Y su cabeza y sus sueos se
llanaban de aventuras a la primera oportunidad.
La ballena Lola
La ballena Lola era grande, muy grande, y solitaria, muy solitaria. Haca
aos que no quera saber nada de nadie, y cada vez se le notaba ms
tristona. En cuanto alguno trataba de acercarse y animarla, Lola le daba la
espalda.
Muchos pensaban que era la ballena ms desagradable del mundo y
dejaron de hacerle caso, a pesar de que la vieja Turga, una tortuga
marina de ms de cien aos, contaba que siempre fue una ballena buena
y bondadosa. Un da, Dido, un joven delfn, escuch aquella historia, y
decidi seguir a Lola secretamente. La descubri golpendose la boca
contra las rocas, arriesgndose frente a las grandes olas en la costa y
comiendo arena en el fondo del mar. Nadie lo saba, pero Lola tena un mal
aliento terrible porque un pez haba quedado atrapado en su boca, y esto
la avergonzaba tanto que no se atreva a hablar con nadie.
Cuando Dido se dio cuenta de aquello, le ofreci su ayuda, pero Lola no
quera apestarle con su mal aliento ni que nadie se enterara.
- No quiero que piensen que tengo mal aliento -deca Lola.
- Por eso llevas apartada de todos tanto tiempo? -respondi Dido, sin poder
creerlo.- Pues ahora no piensan que tengas mal aliento; ahora piensan que