Le Leyenda Dorada (Reseña Crítica)
Le Leyenda Dorada (Reseña Crítica)
Le Leyenda Dorada (Reseña Crítica)
V- 23.134.326
Historia de Venezuela II
LA LEYENDA DORADA
(resea crtica)
Mario Briceo Iragorry a lo largo de este artculo presenta una
justificacin correspondiente a la Leyenda Dorada. Empieza
planteando las dos tesis que se manejan en la historiografa acerca del
periodo hispano colonial. La primera, donde se muestra al espaol como
un ser benevolente y lleno de piedad (Leyenda Dorada), y la que
muestra al mismo como un ser despiadado y explotador (Leyenda
Negra). Cada una presenta sus propios defensores, Briceo Iragorry
expresa su amparo a favor de la leyenda Dorada, aclarando que esta
no tiene como objetivo favorecer a los espaoles, sino a beneficiar
nuestra propia historia comprendiendo cmo fue ese proceso de
configuracin de nuestra sociedad. Cada leyenda conto a su vez con sus
variantes, la dorada fue una legitimidad absoluta y de un proceder que
slo la ingratitud podra negar, patrocinanada por Gins de Seplveda y
Domingo Daz. Los peninsulares la completan desvirtuando a los
prceres de la emancipacin y alabando a Boves. La negra es generada
por los enemigos de Espaa (ingleses, franceses, etc.), por algunos
espaoles y los historiadores de corte Pseudo-nacionalista.
La historiografa tradicional nos muestra como punto de partida de
nuestra Historia el proceso de independencia, rechazando por lo tanto al
periodo colonial; al ver en este una etapa de sometimiento y
despotismo. No fue hasta principios del siglo XX con los historiadores
que utilizando la metodologa positivista vieron una continuidad que
arranca con la conquista y dieron forma a la sociedad venezolana.
Concluyeron que el florecer republicano de 1810 era la culminacin de
un proceso histrico que vena en lento desarrollo desde muy largos
aos. Nuestros primeros historiadores tendieron a reforzar nuestro
espritu nacionalista negando nuestro pasado colonial, tal vez las
circunstancias de la poca ameritaban esto pero dejaron a un lado la
inevitable realidad. El autor seala el estudio de las genealogas de
nuestros libertadores como prueba de ello, la mayora de ellos son
descendientes de personalidades que ejercieron alguna funcin en el
periodo colonial. Ejemplo, don Cristbal Mendoza quien tuvo a uno de
sus antepasados como el capitn Juan de Umpirrez como encomendero
de Trujillo en 1571.
La independencia no represento la ruptura entre dos mundos, sino
un cambio en el estilo poltico. Durante los aos del siglo XIX nuestros
1