Octavi Fullat
Octavi Fullat
Octavi Fullat
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I GENS
l. ANTROPOPAIDEIA
La educacin es por de pronto un
significante, en el que alcanzo a descubrir dos direcciones semnticas
troncales y opuestas. Por un lado,
educacin designa <<lo-ya-hecho>> o
<<aquello-imaginable-como-ya-hecho>>. Pongamos el aprendizaje de
la lectura por parte de unos escolares. Es cuestin de lo dado, sea en
presente, en pretrito o bien en futuro -que aqu es lo dado en cuanto prefabricado--. La percepcin,
la retentiva, el discurso y la imaginacin son las instancias que captan lo educacional como aquello
que est ah o pudiera estar de un
momento a otro.
Este significado troncal de educacin apunta hacia hechos, o posita, que asaltan la asthesis -sensacin- y la empeira -percepcin-.
El talante positivista aborda estas
realidades educacionales. El fenmeno educativo es desde tal perspectiva un proceso terminable y eficaz--Den su caso ineficaz-. Y lcul
es la constante que indefectiblemente
polticos. Llamo en tal circunstancia ideologa al marco terico pseudolegitimador de la violencia educacional.
Frente a este significado troncal de educacin se plantea otro
que en nada se le asemeja y que
dar origen a otra modalidad de
significados, opuestos a las distintas significaciones que se derivan
de la anterior comprensin. Educacin denomina ahora <<lo que queda sin falta por hacer>>, significa
<<lo-educacional-siempre-posible>>.
En tal significado educacin no seala aquello que se hace presente
al sentido, sino aquello que se presenta a la conciencia significante. Se
descubre la categora ontolgicamente desiderativa, la estructura
siempre abierta, constitutivamente
ertica del Eros platnico. El fenmeno educativo pasa a ser desde
tal aspecto un proceso interminable y adems <<felicitante>>, La educacin busca aquel objetivo que
sacia hasta tal extremo que hace
ya intil todo posterior acto educativo. Este ya no es el mbito del
<<ser>>, sino el del <<poder-ser>>. La
insatisfaccin ms la esperanza se
convierten en los criterios que indican que uno, en ltima instancia, no es objeto ni de ciencia ni
de tcnica, sino nicamente de
metafsica. No interesan ni los objetivos, ni los proyectos; nicamente
preocupan las finalidades educativas.
2.
PHYSIS
As <<inteligida>>, la naturaleza se
opone a la idea de libertad, como se
oponen lo que sucede en conformidad
3. Pous
El cclope Polifemo de la Odisea con
su nico ojo frontal simboliza al instinto y a la pasin con que se rigen
las fuerzas oscuras de la naturaleza. Polifemo es la elemental negacin del Otro. Ulises, en cambio,
es aquel que seorea la palabra.
Ulises, el astuto, controla la situacin haciendo rer a los restantes
cclopes cuando Polifemo grita: Nadie me mata>>, Para la bestia de Polifemo la frase es positiva, ya que
Ulises le ha dicho que su nombre
es: Nadie. En cambio, para cuantos
escuchan, la frase resulta negativa. Triunfa quien domina el lenguaje; es decir, el civilizado. Lo que
separa al bruto Polifemo del culto
Ulises es la educacin. El primero
es solo naturaleza; el segundo, por
el contrario, es un pedazo de naturaleza civilizado.
Se lo valore como se lo valore,
el fenmeno civilizado ofrece caractersticas que lo distinguen ntidamente de los fenmenos de la
naturaleza. La nutricin, por ejemplo, es un hecho natural; comen la
gacela y el chimpanc selvticos.
Ahora bien, en el caso humano la
comida es cosa distinta. Cocinamos,
empleamos cubiertos, incluso comemos sin hambre por simple glotonera o bien para acompaar a unos
amigos. Nuestras comidas andan
cargadas de smbolos --cultura-,
4. RUAR
En el acto de conciencia revienta
la libertad total. Libres de todo,
desde el acto de conciencia. Esta
libertad resulta terrible porque nicamente es libertad de, quedando
esta tan libre que no hay libertad
para. La eleuthera, o independencia, se muda en responsabilidad
absoluta. Nada ni nadie ms puede responder. El hombre pasa a ser
eletheros, libre, trgicamente libre.
Los animales viven en el mundo
exclusivamente pendientes de sus
intereses vitales. Aquello que no les
resulta interesante para su vida psicobiolgica, sencillamente no existe. Tambin el anthropos vive a partir de sus necesidades vitales, pero
va ms all. Llega incluso a dar
nombre a las estrellas. Vive a veces
desinteresadamente considerando
el mundo como algo en s mismo,
cosa impensable en el caso de la
bestia. Entre contorno e interioridad
humana no pocas veces se constata un hiato, una hendidura profunda. Quiz se deba a esto el que el
hombre tenga necesidad de proporcionarle sentido a su biografa personal y a su historia colectiva. El
anthropos se siente condicionado,
no acepta este hecho y busca entonces lo <<Condicionante-incondicionado.
El impresionante pensador alemn Kant publicaba Kritik der praktischen Vemunft (Crtica de la razn
prctica) en 1788, cuando contaba
ya sesenta y cuatro aos. En esta
obra se refiere al imperativo categrico, el cual no dicta por cierto aquello que es, sino aquello que debe ser.
El imperativo moral es un Faktum
-un hecho-, segn Kant, un hecho inteligible, aunque no, por cierto, psicolgico. La razn teortica o
cientfica nada puede hacer con la
obligacin moral en s misma. En
cambio, la razn prctica <<intelige>>
el imperativo categrico -<<Comprtate bien>>- en la medida en
que el hombre est tambin allende toda causalidad natural, la cual
descansa sobre las cosas son as. El
ser humano, en cuanto que sometido a la moral, se descubre constreido a no ser sino elen{ental deberser. La razn no explica cientficamente
la libertad, pero el deber resulta incomprensible como no sea deber
para alguien que disfrute de libertad. La libertad no es fenmeno
En la misma direccin se expresa Wittgenstein (1889-1951) cuando, en el Tractatus logico-philosophicus, se manifiesta de este modo:
Tengo la impresin de que, incluso
cuando se han respondido todas las
posibles preguntas cientficas, no se han
tocado ni poco ni mucho nuestros problemas vitales. (6, 52)
BIBliOGRAFA
KANT, Immanuel. Crtica de la razn prctica. Madrid: Alianza Editorial, 2002.