Neurotransmisores y Emociones

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Las emociones representan la plataforma premotora que impulsa o que frena la mayora de

nuestras acciones, las emociones se cuentan entre las ms antiguas propiedades del cerebro
y se efectan el rinencfalo (Velasco et al. 1988, 1989), cuya actividad soporta y genera no
slo nuestros sentimientos emocionales, sino tambin un conjunto de posturas motoras,
autonmicas y endocrinas, que probablemente evolucionaron para disponer a la accin y
como maneras de sealizacin social de la intencionalidad (Llins, 2002, pg. 182). Los
centros emocionales se potenciaron en la evolucin humana mucho antes que los centros
pensantes. La amgdala integrante del sistema lmbico fue la primera zona en evolucionar,
despus se desarroll el cerebro pensante ubicado en la corteza pre-frontal que nos da la
capacidad de ejercer control sobre las emociones (Ortiz, 2007, pg. 117-118). Los estados
emocionales son simples respuestas estereotipadas comunes a todos los seres humanos y
son el resultado de pptidos moduladores liberados, de tal manera que su caracterizacin
universal puede ser reconocida por la mayora de las culturas (Llins, 2002, pg. 183).
La informacin acerca de un estmulo emocional recibido a travs de nuestros sentidos
entra al cerebro por el tlamo, y desde all sigue dos rutas: hacia la corteza cerebral, donde
se hace la evaluacin cognoscitiva, o hacia la amgdala y el hipotlamo, que dirigen las
reacciones corporales. El sistema nervioso autnomo crea movimientos viscerales internos,
mientras que las rutas motrices voluntarias nos orientan y empiezan a activarse para los
movimientos externos de luchar o huir. Expresiones de emocin como llorar o rer, estn
controladas por la amgdala y el tronco cerebral. Algunas emociones se expresan ms
corporal que verbalmente. Cuando una persona siente emocin pero es incapaz de
expresarla, sufre de alexitimia, porque carece de las conexiones neuronales entre las reas
de procesamiento emocional de la corteza cerebral y las regiones del cerebro que producen
la expresin facial, verbal y corporal (Ortiz, 2007, pg. 111). Las emociones positivas son
beneficiosas para la qumica cerebral y hormonal y las negativas alteran sus niveles
normales. Si a diario reforzamos conexiones neuronales y estimulamos la produccin
neuroqumica con la misma actitud nos volvemos adictos a dichos estados emocionales sin
percatarnos conscientemente de ello (Ortiz, 2007, pg. 111).
La amgdala neutraliza el raciocinio del cerebro pensante de la persona y emite una alarma
instantnea mediante un flujo de neuroqumicos activadores (adrenalina), que invaden los
sistemas del organismo, los neurotransmisores envan mensajes por todo el cuerpo y
activan hormonas que influyen significativamente en las reacciones del sistema nervioso y
en los sistemas orgnicos del cuerpo entero. Cuando la adrenalina llega al corazn se
produce un aumento del ritmo cardaco, se cierran los vasos sanguneos y por tanto
aumenta la presin de la sangre, se abren las vas de aire en los pulmones, disminuye el
movimiento de los rganos digestivos y aumenta el flujo sanguneo hacia los msculos
esquelticos, para enviar rpidamente sangre a la piel y rganos que se preparan para
reaccionar frente a la amenaza. Se tienen evidencia cientfica de que la amgdala es el
centro neurlgico del miedo (Ortiz, 2007, pg. 113).
La ira es una emocin primitiva similar al miedo. Al sentirse amenazado un animal o un
humano se presentan dos alternativas: huir o luchar. La ira fue necesaria en estado salvaje
como mecanismo de supervivencia; pero la ira en el actual estadio de evolucin debe y

puede ser controlada. La ira permanente altera nuestra salud generando enfermedades
coronarias. Se sabe que las afecciones cardiacas son ms frecuentes en personas de alto
nivel de ira crnica. Una tristeza prolongada causa hiperactividad constante en la amgdala
izquierda y en el lbulo frontal derecho agotando y debilitando las neuronas en esas reas,
bien porque acaba con las reservas de neurotransmisores, o porque estas sustancias
qumicas pierden la capacidad de transmitir mensajes llevando a la persona a sufrir
depresin clnica (Ortiz, 2007, pg. 114 y 117). La neurociencia ha descubierto que
cualquier actividad repetitiva crea nuevas y frecuentes conexiones neuronales en el cerebro,
por lo tanto todos somos capaces de moldear nuestro cerebro para ser felices. Es posible
dirigir nuestra vida emocional en lugar de que las emociones nos gobiernen (Ortiz, 2007,
pg. 116). Aunque a pesar de ser en buena parte racionales, las emociones pueden
esclavizar la racionalidad y las emociones son la razn de nuestro deseo de sobrevivir y de
nuestra inspiracin y las propiedades y vicisitudes del yo emocional constituyen lo que
conocemos como nuestra humanidad (Llins, 2002, pg. 181).

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