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^f^

/;

PAGINAS DESCONOCIDAS

S^^-BS

PAGINAS

DESCONOCIDAS

DE Gustavo Adolfo Becquer

RECOPILADAS

POR

FERNANDO IGLESIAS FIGUEROA

II

VOLUMEN

\%Z^(fi,
L^prNAO-

10- 5

ENACIMIENTO
SAN MARCOS.
MADRID

;iH.

ES PROPIEDAD

DERECHOS RESERVADOS

IMPRENTA

Li TINA

RODRGUEZ SAN PEDRO, 19

TKL. 11-26 J.

PROLOGO

T INFATIGABLES en
de

nuestra labor de sacar

obscuridad y el olvido toda la obra


de Becquer, que hasta hjoy estaba perdida xM
*

lia

y en archivos particulares,
damos a la luz este segundo volumen, que
tiene el doble inters de darnos a conocer un
nuevo aspecto del poeta: Becquer, crtico literario y poltico. Hay en las Revistas que
semanalmente y casi durante un ao public, pginas tan espontneas y jugosas, que
viejos peridicos

Fgaro^ principe de los crticos, hubiese fir-

mao con orgullo.


Tambin publicamos, con otras de sus
meros tiempos, una poesa que el poeta
para encabezar con
dica
la

pri-

hizo

sus rimas, y que deElisa. Quin sera esta Elisa, para


ella

que su inspiracin soberana teji un

llar

de rimas inmortales?

co-

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


Invisible

para

tits

visiwuinas

j^^^pH-cis,

oh,

poeta dolorido!, la plida vampiresa siempre

caminaba a tu
viaivo acariciaba

lado.

Su

-marfilea y fra

tu romntica melena y sus

exanges siempre tenan un beso, largo y silencioso para tu frente. Beso irisadaWe que iba absorbiendo poco a j.oco el aromu
de tu rosa interior.
Bruja vampiresa, ahijada de la luna, de
labios

cuyos verdes rayos te embriagas en

la

noche

para despus convertirlos en besos de muerte

dolor.

Eres

la

amada nica de

los

soado-

Para ti fueron los dtimos


acordes de Chopin, cuando a la claridad mu-

res,

de

los poetas.

riente de la tarde, sentado ante


vi, sinti

el

viejo ala-

que su vida se extingua como una

Para ti dijo Verlaine sus bellas


canciones paganas en las que ren, en un cladbil luz.

un

ro bosque de laureles,
sadas,

y en

las

coro de ninfas

que suena eternamente

wla

melodiosa flauta de Pan. T, virgen del infortunio,

pusiste la pistola en

Larra; de

un

la

mano de

fatal conjuro de tu boca maldi-

ta rodci el canto de

Espronceda a

muerta. Cuntos ruiseores a

los

la

amada

que cegas-

primero para hacer ms bello su canto de


agona, dejaron de cantar pm^ tu culpa!
te

con un gran doloTy abatido por

la rfa-

ga de infortunio que arrastra sus ilusiones

uinarillas

hojas de su

llena de negras

sombras

jardn interior
el

alma, pasa Bec-

vida y pasa derramiando un tesoro de rimas bellas, difanas, como diaman-

quer por
tes,

la

como

lencio

lgrimas,,. El silencio, el trgico si-

que

le

rodea,

le

rompe con

acari-

ciantes palabras musicales!

dice

a cambio de
a las gentes
vuestro desdn, de vuestra indiferencia, de
vuestra envidia, yo os regalo el aroraa de la
flor de mi alma pava que perfume la mono-'
tona de vuestras vidas vulgares; yo os ofrendo mis rimas para que vuestras mujeres sienTornad

en el fondo del pecho, esa inexplicable


emocin qUe vosotros rvo fuisteis capaces de
hacerlas sentir! Yo os regalo todo mi tesoro
tan,

y todo mi desprecio ta^mbin!

Hay hombres que a

travs

del

tiempo,

cuando ya la muerte guxird en su seno las


pequeas miserias, los defectos inherentes a
la

vida carnal, va.n poco a poco convirtindo-

se en smbolos; sus vidas, tan lejanas!, se

desprsndienon de

la realidad,

y ya

slo

las

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


vemos reflejadas en sus obras, en sics hedas
cumbres que merecieron la admiracin del
mundo, en la leyenda que los envuelve.
Y entonces comienza su verdadera vida,
Becquer es para nosotros un smbolo. En
l

se personifica el dolor del genio ante la

hostilidad

indiferencia de

las

gentes; la

lucha del hombre superior al que ahoga la

Becquer es
a encarnacin de esa melancola infinita que
florece en todas las almas sensibles, el muerto espejo en el que todos los tristes ven re-

pequenez

del

medio en que

vive,

flejado su dolor,

Incomprendido por sus contemporneos, ni


siquiera tuxK) la ntima satisfaccin de ver
su^ obras recogidas en las pginas de
libro.

El peridico,

fueran
los

ios

la revista

un

de efmera vida,

nicos que acogieron en su seno

frutos de su genio.

Fu necesario que

muerte besase su frente para que

la

la

gente

reaccionase, y teniendo por colaboradora a iu

publica caridad, dos de sus mejores amigos

publicaron en unos pequeos volmenes una

pequea parte de su extensa

La

envidia, que no perdona a

nadie que consiga sobrepasar


raaly

labor.

el

nada ni

nivel or-

persigui al poeta durante su vida y

sigui y

le

le

sigue persiguiendo despus de

10

PROLOGO
muerto. Sin slidos argumentos para combadijeron que imtaba, que plagiaba a

tirle,

Nez de Arce llama despectivamen-

Heine,
te

las

como

rimas suspirillos germnicos, Pero

verdad se impone siempre,

la

diosas voces se perdieron

en

las eyivi-

l vaco,

de su pedestal mvjchos falsos

cayeron

dolos,

y Bec-

quer,

el

tacitur7io cantor de las golondrinas,

ocupa

el

ms preciado lugar de nuestro

san-

tuario interior.

Fiesta espiritual es este libro qiie hoy llega

a tus

i)ianos, lector...

vor con que ^vosotros

nueva

estrella

gloria.

Una nueva

el

que

miwno fercompusimos. Es ima

Lelo con el
lo

brilla

en

el

cielo

de su

llawu...

poeta empieza...

Fernando

Iglesias Figueroa

Flores tronchadas, marchitas hojas

arrastra

en

el

viento;

gemidos

los espacios tristes

repite el eco.

Entre

En

las nieblas

de

las regiones del

gemidos

tristes,

lo

pasado,

pensamiento,

marchitas galas

son mis recuerdos.

Es

el

alba

una sombra

de tu sonrisa,

y un rayo de tus ojos


la

luz del da;

pero tu alma
es la noche de invierno

negra y helada.

15

GUSTAVO ADOLFO BEOQUER

Errante por

el

mundo

fui gritando:

La gloria dnde est?

una voz misteriosa contestme:


Ms all... ms all...
En pos de ella segu por el camino
que la voz me marc.,
hllela al

fin,

pero en aquel instante

en humo se troc.
Mas el humo, formando denso
se

velo,

eppez a remontar:

y penetrando en
al cielo

la

azulada esfera

fu a parar.

PAGINAS

DESCONOCIDAS

A ELISA

Para que los leas con tus ojos grises,


para que los can>tes con tu clara voz,
para que llenen de emocin tu pecho
hice mis versos yo.
Para que encuentren en tu pecho asilo
y los des juventud vida, calor,
tres cosas que yo no puedo darles,
hice mis versos yo.
Para hacerte gozar con mi alegra,
para que sufras t con mi dolor,
para que sientas palpitar mi vida,
hice mis versos yo.

Para poder poner ante tus plantas


la ofrenda de mi vida y de mi amor,
"on alma,

sueos rotos,

hice mis versos yo.

17

risas,

lgrimas,

GUSTAVO ADOLFO BECQUER

Negros fantasmas,
nubes sombras,
huyen ante el destello
de luz divina.

Esa luz santa,


nia de ojos negros,
es la esperanza.

Al calor de sus rayos

mi fe gigante,
contra desdenes lucha
sin amenguarse.

En

este emix^o

es, si

grande

mayor

si

el

el

martirio,

premio.

an muestras esquiva

alma de nieve,
si an no me quisieras,
yo he de quererte.

Mi amor

es roca

donde se estrellan tmidas


del mal las olas.
5

18

DESCONOCIDAS

PAGINAS

Yo soy

el rayo,

dulce brisa;

la

lgrima ardiente, fresca sonrisa;


flor

rama tronchada;

peregrina,

yo soy quien vibra,


flecha acerada.

Hay en mi

esencia^ corno

en

las flores,

de mil perfumes suaves vapores;

y su fragancia fascinadora
trastorna el alma de quien adora,
^o mis aromas doquier prodigo,

y el ms horrible dolor mitigo;


y en grato, dulce, tierno delirio,
cambio el ms duro, cruel martirio.
Ay!,

yo encadeno

los

corazones,

mas son de flo-res mis eslabones.


Navego por los mares,
voy por

el

viento;

alejo los pesares


del pensamiento.

Yo

dicha o pena

reparto a

los

mortales

con faz serena.

19

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


Poder

terrible,

que en mis antojos

brota sonrisas o brota enojos,

poder

cine
si

abrasa un alma helada,

airado vibro

echa acerada.

Doy

las dulces sonrisas a las

coloro sus mejillas de nieve

hermosas,

rosas;

humedezco sus labios, y a sus miradas


hago prometer dichas no imaginadas.
Yo hago amable el reposo, grato, halageo,
o alejo de los seres el dulce sueo.

Todo a mi podero rinde homenaje,


todos a mi corona dan vasallaje;
soy amor rey del mundo, nia .tirana

mame, y t la reina
sers maana.

LA FERIA DE SEVILLA

X
^

To hace mucho que ocupndonos, aunque in^ cidentalmente de la Semana Santa en Se-

villa,

dijimos que

el

notable movimiento de

adelanto que se advierte en esta hermosa ciu-

dad de Andaluca ha impreso a sus solemnidades religiosas un sello especialsimo, merced al' cual, si bien han ganado bajo el punto
de vista de

la

ostentacin y la riqueza, han

y no poco, del carcter tradicional


que guardan an en otras poblaciones de me-

perdido,

nor im.portancia. Respecto de su clebre

feria,

puede repetirse algo semejante. Entre los


verdaderos conocedores de las costumbres andaluzas en teda su pureza, entre los que buscan con entusiasmo las escenas y tipos y re,cogen con afn los cantares y giros pintorescos del lenguaje que, revelan la geniali-

dad propia de un pueblo tan digno de estudio, nunca se borrar el recuerdo de aquellas renombradas ferias de Mairena y Ronda,
23

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


Vigen del Roco o la
vuelta de las hermandades del Cristo de Torrijos, cuando desembocaban en tropel por
ej histrico puente de barcas entre la nube
de polvo que doraba e] sol poniente, o a la
de

las

cabalgatas a

la

luz de las antorchas,


llera

de chispas en

grupos de majos a

que reflejaban su cabe-

el

Guadalquivir; vistosos

caballo, llevando las

mu-

jeres a las ancas, o multitud de carretas col-

gadas de cintas y flores, con su obligado acompaamiento de guitarras, pa mas y cantares.

Las

ferias,

de origen popular, se crearon

espontneamente, y la costumbre, arraigada


por la tradicin, mantena su concurrencia;
sus anales registran
la

la

los

ms

altes hechos de

gente de bronce; en sus reales tuvo origen


celebridad de las ganaderas

ms famosas;

como en teatro propio de


sus hazaas y gallardas, se daban a conocer
los cantadc-res y los valientes. Un caballo ingls, un Rogs-Karr, un sombrerito Tanchon

en

ellas,

en

fin.

o cuaquier cosa de este jaez hubiera sido

en

un verdadero fenmeno. Pero pas el


reinado de la calesa, del' cual, y slo como
documento histrico, se, conserva alguna des-

ellas

vencijada y rota en las antiqusimas cocheras de las Gradas. El calesero

cin sirvi de

tema a tantas
24

cuya descrip-

festivas plumaS;

DESCONOCIDAS

PAGINAS

y cuyo tipo fu modelo de tantos pintores,


no fuma ya su cigarro sentado de medio ganchete en Ja vara, cantando y jaleando el jaco
al

son del alegre campanilleo, que haca olvi-

dar

polvo y

el calor, el

Estacionado en

la

fatiga del camino.

plaza de San Francisco,

la

con un sombrero de copa lleno de apabullos,

una levita rancia y un co-rbatn de suela, lee


hoy La Correspondencia en el pescante de
un simn. El movimiento social lo ha convertido en cochero de punto.

Sobre

las ruinas

y peculiares de

de

las tradiciones

tpicas

Andal'uca, de sus renombra-

das ferias, sus caractersticas diversiones y


pintorescas zambras, se ha levantado la fede Sevilla, que obedeciendo a un pensa-

ria

miento
io

que

con

muy

las

eclctico,

se va con

nuevas

moderna,

ria oficial

por

la

quiere reunir y armonizar


lo qu^i viene,

ideas.
es,

La

Ja

tradicin

feria de Sevilla es

propiamente dicho, una

Creada de

la

noche a

la

voluntad del Municipio, nada

ciertamente desde

el

primer

da,

fe-

maana
le falt

y desde en-

tonces ac viene ganando respecto a lujo, co-

nocimiento y comodidades. Tiene, sin duda,


todo lo que constituye una feria de las ms

renombradas; tiene algo ms tal vez:


teatro

un prado inmenso cubierto de un


25

por
ta-

PAGINAS

DESCONOCIDA

piz de verdura finsima e iluminado por


sol

de fuego que todo

por fondo

lo

un

dora y abrillanta:

accidentada silueta de Sevilla

la

con sus millares de azoteas y campanarios


que coronan la catedral y el giraldillo; por

una multitud alegre y ruidosa vida


de placeres y emociones, que duplica a veces
la numerosa poblacin de la ciudad. No obstante, parece que la falta algo. All hay vendedores y traficantes de todo gnero, produc-

actores

tos

de diversas industrias, muestras de

mejores ganaderas, gitanos de todas

las

las pro-

vincias de Espaa, tabernas y buoleras en

montn: se compra, se vende y se cambalachea; se teca, se come y se bebe; hay palmas,


cantares y borracheras ms o menos chistosas, pero todo ello como adulterado y compuesto con la mezcla del elemento que lla-

man

elegante y que algunos, tratndose de


esta clase de fiestas, se atreveran a califi-

car de cursi.

En

efecto,

como rara excepcin


estilo

el

caballo enjaezado a
la

y los
teados de verde; no busquis
tilla

de tiras,

el

la graciosa

man-

y el inmiriaque v

vestido de faralares

citante zapatito con galgas; el


el

sino

chaqueta jerezabotines blancos pespun-

de contrabandista,

na, el marsell

no busquis ya

hongo han desfigurado


26

el traje

de

la

gente

DESCONOCIDAS

PAGINAS

y en cuanto a los jv^jies de clase ms elevada que en esta ocasin solan


llevar la bandera del tipo sevillano, obedecen
en todo y por todo a los preceptos del ltimo figurn. Hasta las hijas de. los ricos labradores que viven en los pueblos de la provincia encargan a Honorina, o hacen traer de
Pars, los trajes que han de llevar en Sevilla durante las ferias. Junto al potro andaluz
trota el ponney de raza; al lado del coche
del pueblo,

de

con sus caireles y campanillas,


carretela a la grand Dumont con sus

colleras,

pasa

la

de peluca empolvada; tocando

postillc-nes

tendujo donde se bebe

la

al

manzanilla en ca-

as y se venden pescadillas de Cdiz y se


fren buuelos, se levanta el lujoso caf-restaiirant

donde se encuentran pat de

grss, trufas dulces

y helados

piano, con su diluvio de

brantes, atropella

exquisitos; el

notas secas y vi-

suaves y meguitarra; los ltimos y

y ahoga

lanclicos tonos de la

foie-

los

quejumbrosos ecos del pelo de tbalo se con-

funden con

el'

estridente grito final de

una

cavatina de Verdi.

No
slo

obstante estos inarmnicos detalles, que

pueden apreciar bien

los

que conocen a

y sus ya degenerados tipos,


como cuestin de visualidad y de alegra, la

fondo

el

pas

27

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


feria de Sevilla

no tan slo no desmiente,

sino que supera

la

que

se acrecienta

fama de que

de da

son claro testimonio

que acuden a

ella

fama
en da y de la que
goza,

infinidad de viajeros

la

procedentes de todas

las

ms

princi-

La gran afluencia de forasteros que

se nota

provincias de Espaa y de las


pales naciones europeas.

II

en Sevilla por esta poca convierte


tin de alojamientos en

cultad:

mente

aunque
las casas

se

valizan en la

una verdadera

multiplican

el

difi-

prodigiosa-

de hospedaje y desde

pular posada hasta

cues-

la

la po-

aristocrtico hotel

reso'l'ucin

del problema,

ri-

que

consiste en encajonar doce donde apenas ca-

ben cuatro, todava no bastan y los apuros y


trastornos que de aqu resultan, todos vienen
a resolverse en un alarmante menoscabo del
bolsillo. Los nicos que, merced a la benignidad del clima y a sus patriarcales costumbres, encuentran zanjados desde luego todos
estos inconvenientes son los forasteros proce-

28

PAGINAS
dentes de

los

DESCONOCIDAS

lugares circunvecinos, que en

numerosas tribus se instalan en

los

zaguanes

de las casas o toman las aceras por colchn,

esperando

la

primera luz del da para levan-

tarse.

Sin duda alguna las horas


la feria

ms

alegres de

son las primeras de la maana. Ape-

nas comienza

,a

rayar

el alba, las

mujeres se

apresuran a regar y barrer las calles del


trnsito; cada balcn es un jardn; la luz
viene creciendo y dorando las veletas y

los

miradoTes; hay un olor de flores y de tierra

hmeda que embriaga;

se siente

un

aire fres-

co y vivificador que se aspira con deleite.

medida que aumenta la claridad, se hace


mayor el movimiento de la multitud que comienza a invadir Jas calles, y se ven bandadas de jvenes que con la guitarra al hombro y l'a bota bajo ej brazo-, se dirigen al
prado de San Sebastin, mientras por otra
parte cruzan numerosos y alegres grupos de

muchachas con vestidos claros y ligeros, que


llevan por todo adorno un manojo de rosas
y

aleles e^n la cabeza.

buen gusto de no
emperejilarse desde tan temprano y acudir al
punto de cite en traje de neglig siempre
ms cmodo y gracioso; algunos llevan su

La

aristocracia tiene el

29

GUSTAVO ADOLFO BECQUEK


condescendencia hasta resucitar

redondo y

ms

el

sombrero

y lo que es
cual muchacha per-

chaquetilla torera,

la

raro, suele verse tal

teneciente a una clase distinguida bajar al

un

prado, vestida al uso del pas, sobre

con jaez de caireles.

ballo,

El panorama que ofrece

desde

la

el real

la feria

y apenas

podra reproducir en conjunto.

queza

de

puerta de San Fernando es imposi-

ble describirlo con palabras


lo

ca-

tal

de

luz,

el lpiz

Hay una

ri-

de color y de lneas, acompa-

ada de un movimiento y un ruido tan grandes, que fascina y aturde. Figuraos al travs de la gasa de oro que finge el polvo, su
llanura, tendida y verde como la esmeralda,
el cielo azul y brillante, el aire como inflamado por los rayos de un sol de fuego que
todo lo rodea, lo colora y lo enciende. Por un
lado se ven las blancas azoteas de Sevilla,
los campanarios de sus iglesias, los moriscos
miradores, la verdura de los jardines que rebosa por cima de las tapias, los torreones
rabes y romanos de los muros. La catedral,
en fin, con sus agujas airosas, sus arbotantes
fortsimos, sus pretiles calados

la Giralda

por remate, que parece un navio de piedra


al anclar sobre los rojizos tejados

dad.

de

la ciu-

Por otra parte, y extendindose hasta


30

DESCONOCIDAS

PAGI.NAS

perderse de vista, se descubren millares de


tiendas de campaa, formadas de telas vistosas

y empavesadas con banderas y

detes de infinitos colores; largas

gallar-

de ca-

filas

setas vestidas de pabellones blancos

y ador-

nadas con cintos y ramos, delante de las cuales fren los gitanos los obligados buuelos y
desde donde

sie

eleva el

humo

de

las

sartenes

en penachos azules; diseminadas ac y

all,

fondas improvisadas, cafs

al aire libre,

bernas, sombrajos, puestos

de

flores,

ta-

de fru-

de juguetes y baratijas, entre los que


se distinguen, procurando llamar la atencin,
tas,

saltimbanquis que tragan espadas desnudas,


ciegos que cantan jcaras, farsantes que en-

sean monstruos

vivos, circulando por

medio

de una inmensa multitud de gentes que van

y vienen sin cesar y de los cuales unos se


agrupan a la puer.ta de un tendujo a oir un
jaleo, otros se sientan a la ronda para despachar la pitanza, estos se pasean, aquellos

ms all rien, presenconjunto ms abigarrado y movible

3e requiebran, los de

tando

el

que puede imaginarse..

En

estas horas de ia

dejamos dicho, son


feria,

las

maana, que, como


ms animadas de la

tienen lugar las ventos,

transacciones

trueques y

que son su objeto principal.


31

GUSTAVO
Abandonando
que

wslo

ADOr. FO BEC.QUER

punto en que se agitan los


tratan de divertirse, se encuentran
el

descansados rellanos y suaves laderas donde


pueden admirarse grupos pintorescos de la
gente de campo, con los trajes caractersticos

y magnficas muestras de
jores ganaderas andaluzas. En este

del pas,

mesitio, en
las

vez de elegantes tiendas y vistosas buoleras, se descubren esos sombrajos hechos de

y una estera de palma, propios de


cortijos; entre los rediles donde se api-

tres palos
los

an millares de ovejas, se ve a los pastores


encender la lumbre y hacer tasajos una res
para aviar

el

almuerzo. Lot vaqueros, sobre

caballos del pas, acosan, garrocha en

mano,

fin

y los renen o los sede que los compradores los exa-

minen a su

gusto; los dueos de las yegua-

las vacas

paran a

los toros,

das asisten a la prueba de los potros, y entre esta reunin de gentes que hablan

ges-

ticulan ponderando las excelencias de los ani-

males, circulan, salpicamentando los dilogos

con sus chistes y ocurrencias, multitud de


gitanos, que esquilan un borriquillo o pulen

y aderezan un penco, que, gracias a su palique, encajarn como una ganga a algn inocente.

Poco a poco

el

sol se

32

remonta, y a medida

DESCONOCIDAS

PAGINAS

que se deja sentir la abrasadora accin de


les rayos van disminuyendo la concurrencia, la
animacin y la bulla. Los forasteros pobres
toman nuevamente las aceras por cama y
duermen la siesta a la sombra de los monumentos histricos. Las muchachas de la ciudad vuelven encarnadas como amapolas, cubiertas de sudor y de polvo, pero satisfechas
y alegres a buscar el fresco de sus patios;
los paseantes unos se refugian en los cafs y
fondas y o\tros entran en las tiendasi de
campaa propias o de sus amigos, donde enlas

cuentran dispuesto un opparo almuerzo, servido con todos


gusto..

los

perfiles del

ms

Los vendedores tienden

el

y se acuestan al pie de la mesa;


apagan la lumbre de los anafes,
ros dan orden de que se retiren

refinado

so-mbrajo

las gitanas
los

ganade-

los

rebaos

que se alejan lentamenjte al son de la esquila


de los guio<nes, y reina un sil'encio extrao,
interrumpido slo por el montono canto de
los grillos

do

el sol

da

el

de

las chicharras; silencio

est en lo
la

hora de

ms

alto del cielo recuer-

la siesta

en

Sevilla,

tanto se parece a una noche' con

83

que cuan-

luz.

que

GUSTAVO ADOLFO BECQUER

III

Cuando el sol suspendido sobre as lomas


de San Juan de Aznalfarache hiere la ciudad

sus oblicuos rayos y prolonga sobre


llanura que la rodea la sombra de sus mu-

la

cC'n

y sus

rallas

torres,

la

multitud comienza

nuevamente a dar seales de vida encaminndose al prado de San Sebastin. La brisa


de

la tarde,

que se levanta del

ro,

refresca

atmsfera con su soplo hmedo y cargado


de perfumes; los dependientes del Municipio
apagan el polvo de los paseos y comienza lo
la

que podramos llamar

el

segundo acto de

la

La decoracin es la misxna, pero los


han cambiado de traje y de aspecto.

com.edia.

actores

La

feria de la tarde es Ja feria de la elegan-

buen tono. Las figuras que se destacan en primer trmino pertenecen a la


aristocracia o a esa otra clase ms modesta
que hace esfuerzcs desesperados por seguirla pisndola les ta'ones. SI pueblo acude cocia

mo

espectador.

el

Cuantos carruajes se han encontrado en


34

PAGINAS

DESCONOCIDAS

ciudad y en algunas leguas a


se pc-non en movimiento, desde

la

la

victoria al desvencijado alquiln.

redonda
e.egante

veces y
como un fantasma evocado de otra edad, apa-

una

rece

calesa.

La animacin y

diseminadas por todos

tes

los

la vida, an-

m.bitos

del

prado se concentran ahora en tres o cuatro


puntios.

En

el

paseo de las gentes de a pie,

donde arrastran
su^

dios

largas

ountuple

en

el

fila

de cortos me-

las elegantes

colas

por

de'ante

de una

de curiosos sentados en

paseo destinado a

los

sillas;

carruajes, por

donde circu-an todo gnero de vehculos confundidos y mezclados con multitud de jinetes;

lo

largo de las hileras de puestos de

juguetes, estacin de los padres de familia,


las am.as
las
lar,

de cra y

los

niosi;

alrededor de

campaa de propiedad particua cuyas puertas, y como en son de

tiendas de

parada,

se

sientan 'los dueos

vestidos

de

punta en blanco y en posturas acadmicas.


No es fcil dar idea al aire de afectada animacin y buen tono que reina en esta segunda parte dal espectculo. La gente del
pueblo anda corno encogida por entre aquellajs oleadas de
seda y de blondas sin comprender qu objeto gua a los que se renen
como ellos a cantar, beber, bailar y divertir-

35

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


y se

se,

liniitan

te alrededor

a solo dar vueltas gravemen-

de un punto

al

comps de una

msica mintar que teca piezas de pera con


solos de cornetn y duoi^ de clarinete y figle.
Pasa al fin la hora del crepsculo, entra la
noche, com.ienzan a brillar las luces, desfilan

paseantes compuestos, se alejan los coches, desaparecen los jinetes, las buoleras

los

levantan

el

grito

:as

tabernas S3 llenan de

gente menuda vuelve a apiarse y a ir y venir gozosa entre aquella


obscuridad que se presta a todo gnero de
parroquianos

la

expansiones, y tornan a oirse voces, pitidos,


pregones, risas, requiebros, palmas, msicas

y cantares.

En

tanto que se reanuda

el hilo

de

la fies-

ta popular, la elegancia que ha desaparecido

entre bastidores cam.bia por tercera vez de


traje para

asisitir

las soires

y a

los bai-

les.

Estos tienen lugar en las lujosas tiendas

que

el

villa

Casino y los diferentes crculos de Sedisponen al efecto en el mismo campo

No hay para qu

decir que son

de

la feria.

(le

etiqueta rigurosa. Frac negro y corbata

blanca;

hombros desnudos,

rable, tules, gasar?, blondas

cola inconmensu-

y pedrera.

Los carruajes llegan unos tras otros a depositar su elegante

y perfumada carga en
36

el

PAGINAS

DESCONOCIDAS

vestbulo de Jas tiendas; los lacayos


se Harrean con el apellido, o ttu'O
de sus seores

abren y cierran las portezuelas haciendo


grotescos saludos. Todo aquelio
recuerda a^go el
vestbulo del tcati^o Eeal una noche
que canta la Patti. Luego avanza la noche,
las luces
se van apagando; los vendedores,

roncos de
vocear y beber aguardiente, se esconden
otra
vez bajo los puestos como el caracol
en su
concha; las gitanas recogen los .trebejos

plan

so-

los candiles; los

incansables caballos del


to vivo dejan de dar vueltas
y cesa su acom-

paamiento de bombo y corneta de pistn; el


ltimo acorde de la msica de los bailes se
desvanece

temblando;

entre

la obscuridad
alguna luz solitaria y perdida como una
estrella; por el suelo se distinguen
confusamente montones de gentes tendidas que dan

brilla

a la llanura

aspecto de un campo de batalla. Es la hora en que el peso


de la noche
cae como una losa de plomo y rinde a los mas
inquietos e

oye

el

y una
na as

el

infatigables. Slo all,

lejos, se
ruido lento y compasado de las pahiias
voz quejumbrosa y doliente que ento-

tristes o las seguidillas del Tillo.

Es
un grupo de gente famenca y de pura raza
que alrededor de una mesa coja y de .un jarro
vacio cantan To iumdo sin acomifanamiento de
37

GUSTAVO ADOLFO BECQUEF


guitarra, graves y extasiados

camo sacerdo-

cuIlo abolido, (iue se renen en el


silencio de la noche a recordar las glorias de
otros das y a cantar llorando como los ju-

tes do

un

dos suiyer

fhimincm Babiloniae.

LA SEMANA SANTA EN TOLEDO

A L tratar de ^as solemnidades religiosas con


que en eslcs das conmemora la Iglesia
la pasin y muerte del Redentor del mundo,
ocurren naturalmente los noTbres de Toledo
V Sevilla, ciudades ambas famosas, as en Espaa como fuera de ella, por la magnicencia y el aparato que en sus templos y cate-

^^

drales desplega el culto catlico.

Algunos escritores, concretndose particularmente a las ceremonias y cofradas de la

Semana Santa, han intentado hacer comparaciones entre las de una y otra ciudad; pero
puede hallarun notabilsimo contraste, de ningn modo

es lo cierto que, si bien


se

cabe

ellas

comparacin: tan diverso es

la

tculo

en

que ofrecen y

el sello

el

especial

espec-

que

las

caracteriza.
Sevilla, poblacin floreciente
la

cual

ias

ms

el

moderno ha llevado a cabo


transormacionest, imprime a

espritu

radicales

y prspera, en

41

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


estas solemnidades

un

sello

propio de anima-

novedad y lujo, que intilmente buscaremos en la vetusta capital de la monarqua

cin,

continuacin de las

ms bien que la
tradiciones, son una res-

tauracin con todos

los accidentes

goda. Sus clebres cofradas,

propios de

este gnero de obras.

Habiendo atravesado al
par que las dems de Espaa una larga poca de decadencia, han salido de ella, merced,
no tanto al fervor religioso que las dio vida
como al espritu de especu. acin y vanidad

que Jas mantiene en el grado de esplendor


en que se hallan. La Semana Santa de Tolecon sus escasas y pobres cofradas, es, por
decirlo as, la .tima palabra de la tradicin
do,

que, ya decadente, guarda, no obstante, en

sus destrozados vestigios el carcter y color

de la edad en que tuvo su origen.

Los que han tenido ocasin de visitar ambas ciudades en esta poca del ao y las han
e-rtudiado con alguna detencin,

no podrn

y apreciar como nosotros el


contraste que ^resulta de la aproximacin de

menos de

sentir

sus recuerdos.
Sevilla

la

se anticipa al

luz

primavera qu^
calendario llena ya el aire de

llana,

donde

la

y perfumes, con su blanco

losas verdes, sus balcones

42

casero, sus ce-

enredados de

lYSl-

PAGINAS

DESCONOCIDAS^

dreselva y su cielo azul con

que derrama

la claridad

un

sol

de fue:^o

a mares; Sevilla la

alegre y la bulliciosa, con su plaza Nueva,

guarnecida de una guirnalda de naranjos en


la

fior;

muchedumbre que

se agita en su

mbito, y por entre la cual desfijan, al comps de las msicas, aquellos miles de elegantes

y perfumados penitentes de

tos

todos hbi-

colores, blancos, negros, rojos

azules,

repartiendo a las nias dulces de sus canas-

y arrastrando luengas colas de terciopelo o de seda; las andas cubiertas de flores


y de luces, las imgenes cargadas de oro y
pedrera, los coros de ngeles engalanados de
plumas, ecos y oropel, las cohortes romanas
con airones de papagayo, armaduras de hoja
de lata y calzas de punto color de carne como
lus saltimbanquis o los bailarines; todo, en
fin, lo que en ella se agita y reluce y suena
durante esos das clsicos, ofrece im conjunto
en que se mezcla y confunde lo profano con
lo religioso, de manera que tiene a intervalos el aspecto de una ceremonia grave o la

tillos

vanidad de un espectculo pblico con sus

puntas y ribetes de bufonada.


El fondo que a estas ceremonias presta Toledo es, desde luego,

muy

distinto y de

ms

propio carcter. Asentada sobre las escarpa-

43

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


das rocas que rodean

el

Tajo, retorcindose

entre peascos
!as

y ruinas, envuelta aun en


opacas nieblas del invierno, o azotada por

los

vendavales, sus calles sombras, tortuosas

y empinadas, sus denegridos torreones, sus


vetustos muros y las musgosas paredes, restos imponentes de iglesias derruidas o monasterios abandonados, dan una tinta melanclica y grave al severo cuadro que ofrece
Cota soemnidad. En el trnsito de sus cofradas rara vez se aglomera esa

muchedum-

bre ruidosa e inquieta que acude a todo gnero de reuniones ms por lucir las galas

y ver y ser vista, que llevadas de la curiosidad, la devocin o el entusiasmo. Las larreas

hileras de penitentes negros

los

guar-

dadores del sepulcro vestidos de hierro, pasan

pendones y sus
alabardas, deslizndose por entre los anchos
salientes de sombra de os edificios como una

cilenciosos con sus cruces, sus

procesin de gentes de otra edad evocados en


la

nuestra merced a un misterioso conjuro.

camino de hierro ha puesto


la ciudad imperial casi a las puertas de Madrid, aumenta de ao en ao y de una manera sensible el nmero de viajeros que acu-

Desde que

el

den en esta poca a presenciar las ceremonias y cofradas que han hecho clebre su
44

DESCONOCIDAS

PAGINAS
Semana

No obstante, en otro pas cuaeste nmero mucho mayor, aten-

Santa.

CMiiera sera

dido que

al

inters que la solemnidad

giosa ofrece, se

une

reli-

de visitar una pobla-

el

y morazn se ha

cin tan llena de recuerdos histricos


n'jmen/tos del arte,

jlamado la

Roma

que no sin

espaola.

en efecto, de magnfico prlogo, y


prepara convenientemente el nimo a la reSirve,

drama el espectculo
de aquel montn de ruinas y monumentos
presentacin del sublime

en que se ve trazado

,a

rasgos todo

perodo histrico que abarca


la idea cristiana.

al

gran

desarrollo de

el

En derredor

el

de los muras,

travs de las calles de Toledo,

el

arte

nos va explicando la historia escrita por

en pginas de piedra, que hablan a un tiemmo a la razn y al sen;timiento.


Los vestigios del circo romano recuerdan
los

tiempos de los primeros rnrtires, cuya

sangre fu

la

ltima a empapar

impura de
paganos y desde aquel punto
tes teida con la

Una piedra
vida, humiMe
muri por

la

los

arena an-

gladiadores

santificada.

colocada sobre la tierra remo-

sepultura de una virgen que

la fe

de Cristo, sirvi

ms tarde

de cimiento a la Baslica de Santi Leocadia,


la cual,

aunque con otra forma, con


45

la rois-

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


permanece an en pie desde
los primeros siglos de la Iglesia, all donde
se elevaban fbricas suntuosas, de las que
na advocacin,

con dificultad se encuentra


las ortigas

los

Baslica

rastro entre

cardos silvestres de la deso-

lada llanura. Les

ma

el

muros de Wamba,

les cclopes

la

mis-

cimientos de pala-

memoria el pasado
monarqua goda, cuyos re-

cios derruidos, traen a 'a

esplendor de

la

y proceres echaron el cimienta;


en sus famosos concilios del cdigo ms peryes, prelados

fecto de su poca, patentizando as el pode-

roso influjo de la

nueva idea que haba con-

vertido en grandes pueb^os aquellas hordas


semisalvajes, que despus de hacer girones
el

imperio romano, se

lo

repartieron como

un botn de guerra. Huellas de

la

sangrienta

y porfiada batalla que durante siglos sostuvieron en nuestro pas los soldados de la cruz
y los sectarios de IVIahoma se ven por todas
partes. Aqu los templos en que al travs
de la dominacin sarracena guardaron inclumes los muzrabes el sagrado depsito de^la
fe de sus mayores; all mezquitas convertidas en iglesias catlicas, y harenes moriscos
transformados en austeros claustros; ms

le-

monumentos que, como la puerta de Valmardon y el Cristo de la Luz, nos hablan de


jos,

46

DESCONOCIDAS

PAGINAS
reconquista.

la

Un sinnmero

de

edificios,

monasterios y fundaciones piadosas aparecen


los ojos

del que conoce la historia de su

como otros tantos arces de triunfo


que recuerdan un hecho heroico o una sea-

fundacin,

lada victoria, descollando entre todos ellos el

magnfico San Juan de

los

Reyes, erigido des-

pus del combate en que, como en un juicio


de Dios, Se decidi de
Castilla,

y que

cc-n

la sucesin al

trono de

sus grillos y cadenas en-

trelazados en los sillares del bside, prego-

nan

los altos

hechos de

la

recuperacin de

Ronda, Mlaga y Granada. La Catedral, por


ltimo, prodigio del arte que cinco genera-

como testimonio

ciones levantaron

tado espritu que las animaba, de

del levanla

medida

que es capaz un pueblo que espera y


cree, y con la conciencia de su inmortalidad
emprende obras que aspira a hacer eternas,
de

lo

realizando las
fe hace

andar

palabras del Evangelio:


las

La

montaas.

Los viajeros que acuden a Toledo durante


la

Semana Santa,

falible entusiasmo,

visitan casi todos con in-

aunque pocos con verda-

dero provecho, los puntos ais notables de ha


poblacin, vindoseles cruzar en grupos por
sus calles, hasta que, llegada la hora prefijada,

buscan

sitio a

propsito para ver desfilar las

47

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


cofradas. Estas se reducen en la actualidad

a dos, de

las cuales

una recorre

ciudad

la

el

Jueves Santo y la otra el Viernes. El dibujo


publicado en 'as columnas de El Museo,

cayo

lneas,

en

lepresenta con

los detalles,

'.os

epgrafe

de

sirve

ttulo

a estas

gran escrupulosidad

cuales conservan el carc-

ter extrao del original,

el

g'rupc de guarre-

que acommencionadas co-

ros guardianes del Santo Sepulcro

paan a

segunda de las
fradas. Despus que han des-ado
la

los peni-

tentes, a quienes llama el vulgo mariquitas

negras, y detrs de las andas sobre las que


se ve representado por figuras de talla de re-

gular mrito y tamao natural

miento de

lo.

cruz, se

ven

ios

el

Descemli-

armados, que,

en nmero de veintisis, y revestidos de


razas, cascos

coseletes,

co-

forman una escua-

dra que precede, rodea y sigue a las andas


donde Jos de Arimatea y Nicodemus sostie-

nen

la

urna.

De

estos guerreros, cuyas

mag-

armaduras pertenecen a diferentes


pocas, aunque en su mayor parte son del siglo XV, les unos llevan lanzas -ton enormes
hierros, y 'os otros que hacen de jefes, esnficas

toques y

rodela'^;

acc-mpaan

al

capitn y al

abanderado que lleva el estandarte arrastrando por el suelo en seal de luto, un nio que
48

PAGINAS
viste

DESCONOCIDAS

una armadura miianesa grabada de oro

al cual

llaman paje.

El viajero que conducido en

el

tren de Ma-

drid canubia por completo de decoracin en

y se encuentra en el
Zocodover con tan extraa procesin de figuras que parecen arrancadas de un tapiz antiguo, nada de particular tiene quo la encuen-

menos de

tres horas,

tre a go fuera de poca,

menos que

y parecindole poco

ridculos los peniterites con

sus

altas caperuzas negras, los rostros cubiertos

antifaz y las inmensas colas tendidas

por

el

por

el suelo, los

soldados de la escuadra, que

ms bien que guerreros

vestidos de sus arreos

de batalla parecen, vistos a

la

luz del da,

maniqus ambulantes que arrastran an trabajosamente, y como por escarnio, las colosales piezas de hierro de las arrinconadas ar-

maduras de otra raza membruda y gigantesca. Hasta las imgenes de las andas pueden
parecer a un purista en las artes, de un realismo tal, que casi degenera en lo grotesco.
No lo extraamos- volvemos a repetir. Cuando
cambia sbitamente de atmsfera, el pulmn experimenta cierta fatiga, hasta acos-

se

tumbrarse. La inteligencia vive en un medio

que no puede tampoco cambiarse


de improviso sin que experimente alguna
intelectual

49

GUSTAVO ADOLFO

B E C Q

1;

i.

perturbacin. Hoy, que tanto se habla de

li-

be r.tad de cultos y de iglesias nuevas con

ri-

tos

ms

que

sencillos y severos; hoy,

casi todos

miran adelante y casi ninguno vuelve la vista atrs de buena fe, no para retroceder por
donde se ha venido, sino para saber a ciencia
cierta, por a comparacin de lo andado, en
qu punto de camino se encuentra la sociedad espaola, al llegar del centro en que bullen y se agitan todas las nuevas deas, cmo
no ha de parecemos natural que asome a los
labios una sonrisa de compasin ante el espectculo que la vieja Toledo ofrece en estos
das a la curiosidad de los viajeros empapados en el espritu prctico y positivista de su
siglo? Pero cruzad durante algunas horas por
las revueltas calles

de la poblacin, hasta que,

a pesar vuestro, os empapis en

la

atmsfera

de gravedad melanclica que hace respirar sus


iniinas;

aguardad

que

el

da comience a caer,

a que las dentelladas crestas de las balaustra-

das ojivales de
curas sobre

el

la

Catedral se dibujen obs-

cielo del crepsculo,

y en

la

gtica torre suene el toque de oraciones en

campana cuyo taido truena y zumba como una voz apoca'iptica, y ved esa misla colosal

ma

procesin cuando de vuelta

za por

una de

al

templo cn;-

las calles caractersticas

50

de

la

DESCONOCIDAS

PAGINAS
ciudad.

Las sombras envuelven

el

fondo, el

resplandor de las hacias arroja sobre


silueta de

ros la fantstica

cuyos pasos se sienten en

rumor semejante

ios

mu-

penitentes,

los

el silencio

con un

agua que cae y resbala sobre i'as hojas: las imgenes de las andas se dibujan confusas y semejan gentes
vivas que miran y ven con sus ojos de vidrio,
causando
a

la

ai dei

impresin de algo que, semejante

visin dei sueo, flota entre el

]a

mundo

y el imaginario: el Cristo del descendimiento se balancea suspendido en el aire, las


real

ropas de los que

la

bajan se agitan

viento: la ilusin es compieca.

al soplo dei

No

se

trata

ya del arte puro que se eleva a las regiones


de ]a esttica y del idealismo, sino de otra
cosa que va a herir profundamente las fibras
multitud y a buscar en ellas la vibracin del sentimiento con medios apropiados
de

la

en genialidad y en carcter. Por ltimo, se


ve lanzar^chispas de luz de las armaduras, y
Se oyen crugir los hierros al comps de ios
pasos.

Aquellas armaduras estuvieron acaso

en Granada,

Italia

y en Oran; bajo aquellos

coseletes salieron corazcaies llenos de fe.

de
entusiasmo y de patriotismo. Parece que los
hombres que las cean han dejado el lecho
de piedra donde duermen a la sombra de lo?
51

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


altares,
calles
las

para cruzar una vez ms

(le

TceJo, donde

portadas y

los

las estrechas

an podran reconocer

escudos de sus casas sola-

La imaginacin

remonta desde
aquella a:>ariencia de realidad a' ancho espacio en que campea y domina como duea y
seora, y recons^truye todo el pasado y lo
siente y lo admira en lo que tena de admiriegas!

se

rable.

Considerada bajo este punto de vista

la

S:^niana Santa de Toledo, no admite paran-

gn con ninguna

otra.

EL

MONASTERIO DE VERUELA

fundacin de este clebre monasterio,

ya hemos tenido ocasin de hablar, se debe al famoso prncipe de x4ragn


don Pedro Atares, seor de Borja. Refieren
as crnicas, y en la 'ocalidad se conserva
an la tradicin de esta maravilla, que sorprendido el piadoso magnate por una horrible tormenta en las faldas del Moncayo y en
del cual

ms intrincado y espeso del monte, creyendo su hora llegada, se encomend tan de

lo

veras a la Virgen, a quien profesaba tan


particular devocin,

que

la

Divina Seora,

movida por sus ruegos, descendi a la tierra,


calm la tempestad, y despus de significarle el deseo de que se erigiese all un monasterio en memoria del milagro, desapareci,
dejando, en el lugar que ocupaba, la santa
imagen que le prest nombre.

La

fbrica,

una de

las

ms suntuosas

imponentes que se conservan de su poca, co55

GUSTAVO ADOLFO BECQUEK


menz

a elevarse en 1146,

quedando termi-

nada en 1151. En su traza y disposicin puede estudiarse uno de los monumentos que
ms inters ofrecen en la historia de las transiciones arquitectnicas. El templo, cuya portada es bizantina, ofrece en el interior ms
de un ejemplar del arco apuntado, y en el
claustro que fu la parte que se concluy ltimamente, y que es un primero y rudo ensayo de estilo ojival, se notan muchos detalles y lneas que conservan el carcter del
gusto romnico, que empezaba a desaparecer.

Habitado por

relip^iosos

de

la

orden del Cis-

una de las ms ricas y que ms monumentos han dejado en nuestro pas de su inteligencia y buen gusto por las artes, el monasterio de Santa Mara de Veruela, crecien-

ter,

do de da en da en importancia, sufri en
pocas posteriores modificaciones
bles,

muy

nota-

pudindose decir que cada siglo ha de-

jado en

una hermosa muestra de su arqui-

tectura. Entre estas nuevas edificaciones, la

que contribuy a darle

el

extrao carcter

entre religioso y guerrero que an conserva,


fu la que llev a cabo el abad don Lope

Marco,

al

cual se deben las altsimas y fuer-

tes murallas

que

lo

circundan, la magnfica

56

DESCONOCIDAS

PAGINAS
del gusto

galera

renacido,

llamado de

los

y algunas otras importantes obras


que ms tarde se completaron cor la cons-

azulejos,

truccin del claustro nuevo, el palacio abacial

y varias dependencias y oficinas.


La vista general del edificio, que hoy
cemos a nuestros

lectores,

ofre-

da un\ idea de sus

grandes proporciones y del carcter particular que ofrece la parte de fbrica construida

en

los siglos

XVI y XVII. Los

detalles del

claustro antiguo, en donde se encuentran las

tumbas de

los hijos del

fundador, y en cuyo

una losa humismo don Pedro Atares, dan a co-

suelo descans largos aos bajo

milde

el

nocer la extraa mezcla del estilo ojival y el


romnico, cuya misteriosa fusin tena lugar

en

los

momentos en que comenz a

cons-

truirse.

Este artculo se publico acompaado de un


bujo de Valeriano Becquer.

di-

EL

MONASTERIO DE VERUELA
(ENTERRAMIENTO DEL FUNDADOR Y SUS HIJOS)

A L ofrecer a mis lectores aigunas vistas


del monasterio de Veruela, clebre por

^^

su antigedad y su magnificencia, en Aragn,


donde se encuentran tantos otros edificios

mismo gnero, dignos

del

miracin de

del estudio

los inteligentes,

y la adnotamos que el

famoso don Pedro Atares, a quien se debe,


dispuso al morir que sus restos fueren colocados en una humilde sepultura, en el dintel
de

la

puerta que da ingreso

al

templo desde

el claustro.

En

efecto: despus de recorrer las exten-

severa y
sencilla muestra del arte gtica en su prisas

alas

mer
riosa

claustro procesional,

del'

periodo,

baada en

que pasa

al

la

media luz miste-

travs de las piedras blan-

y transparentes, que en vez de vidrio,


cubren el vano de las ojivas de la luna, y
contrastando, merced a su forma especial que
cas

recuerda

el

gnero a que pertenece

61

la igle-

GUSTAVO ADOLFO BECQUEK


y a
engalana
sia

ornamentacin

la

con

'as

bizantina

descarnadas lneas de

que
ios

pilares y los arcos apuntados

ducen> se encuentra
Santuario,

y en

ia

que a ella conpuerta que da paso al

una

ancha y
obscura, sin otra figura o inscripcin que una
espada toscamente labrada en el hueco. Esta
losa, desgastada en parte y rota, cubre el enterramiento dd poderoso prncipe que edific
el dintei,

losa

a Santa Mara de Veruela, y fu tronco de la


ilustre casa de los Borjas, tan celebre en la
historia de nuestro pas y la de Italia a donde pasaron algunos de sus descendientes.

Cerca de

la

sepultura de don Pedro y en

una fosa cubierta con una piedra no menos


y humilde, fu enterrada su esposa,
nobilsima dama que edific a sus espensas

sencilla

la

catedral de Tarazona; y

ms

tarde,

y a

medida que fueron muriendo sus hijos, varones famosos en las armas, que peleando con
don Jaime en Valencia, hicieron clebre el
sobrenombre de los Borjas, con que les apellidaban en e- ejrcito, vinieron a buscar su
ltimo asilo al lado de sus progenitores y a
la sombra de la santas bvedas del te.mplo
obra gigantesca de su familia,
rante

siglos,

la

cual,

du-

haba de pregonar a las genera-

ciones la piedad y munificencia de los que le

62

PAGINAS
edificaron.

cuentran
ras,

DESCONOCIDAS

En un ngulo
reunidas

estas

dei claustro se en-

ant'giias

dig-nas de estudio por

sepultu-

ms de un

con-

cepto. Religiosa me 'le cansevadus durante la

estancia do los monjes, guardaron intacto su

sagrado depsito por espacio de muchos


glos,

si-

pero en nuestra poca han sido violados

ms de una

vez, esparciendo al aire las ceni-

que contenan y deteriorndolas de una


manera lastimosa.

zas

Este artculo se public acompafado de un dibujo de Valeriano Becquer, rompanero de su hermano en sus romnticas pere2:rinr piones por li

Espaa desconocida.

DESDE

MI

CELDA

(INDITA)

(carta literaria)

Monasterio de Veruela,

186J.

Por fin, despus de haber vuelto, por un


momento, a ese mar sin fondo de la lucha
diaria, me encuentro otra vez en el seno de
la 'madre naituraleza. Otra vez he sido testigo de esa pequea novela de viaja que para
vosotros escrib y que vio la luz en las columnas de El Contemvorneo (1). y cuyo
ltimo captulo son los altos muros de est^vetusto monasterio, por los que trepa libremente la hiedra y el jaramago, y cuyo silencio slo es turbado por la eterna cancin
del?

agua y

del viento.

El poeta se refiere a la primera de lao


(1)
Cartas drsdc mi celdaj que se public en El
Coiitemporneo.

67

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


Mis papeles, que esta gente respeta como
cosa de hechicera, se encuentran en la misma forma que los dej, cubiertos por una espesa capa de polvo. La carpeta de dibujo
donde igual que en las cuartillas, voy dejando
las impresiones de cada momento, espera tambin la caricia del lpiz, que en el tiempo du

mi ausencia la dej descansar. Todo, en fin,


est como el da que lo abandon para ir a
perderme, solamente por un instante, en el
torbellino de la lucha que a vosotros arrastra

al cual yo,

por causa de mi mala salud, tuve

desgraciadamente que abandonar.

Despus que la lugarea que fielmente me


sirve, puso sobre la tosca mesa de pino el
ltimo plato del almuerzo, y mientras

el

caf

se haca en el rojo hogar, he salido a dar

pequeo paseo por


terio,

este

los

un

alrededores del monas-

monasterio que fund

la

fe de

don Pedro Atares y que de tantos bellos fantasmas ha poblado mi fantasa.


Todo es silencio, soledad y olvido en estas
veneradas ruinas. La fe que como llama viva,
levant esta oracin de piedra, hoy, poco a

y apaga en los pechos. Este


siglo positivista y burgus slo rinde culto al
dios dinero y es su romanza preferida el so^
nido del oro acuado. Pero, en fin, amigos
poco, se extingue

68

PAGINAS

DESCONOCIDAS

mos, el caf, ese negro brebaje que alimenta

mis nervios cansados,

me

espera en

la taza,

y mientras le bebo sorbo a sorbo, trazo estos


renglones que sern un eco de mi voz y una
vibracin de mi espritu en vuestra tertulia
del Suizo, de la que tanto me acuerdo en esta
espantosa soledad.

LA

VOZ DEL SILENCIO


(INDITA)
(TRAmCIN DE TOLEDO)

N una

que como remanso


en la lucha diaria hago a la vetusta y
silenciosa Toledo, sucedieron estos pequeos

de

las visitas

acontecimientos que agrandados por mi fantasa traslado a las blancas cuartillas.

Vagaba una tarde por

la

estrechas calles

de la imperial ciudad con mi carpeta de dibu-

cuando sent que una


voz como un inmenso suspiro pronunciaba a
mi lado vagas y confusas palabras; me volvi
apresuradamente y cul no sera mi asombro al encontrarme completamente solo en
jo debajo

la

del brazo,

estrecha calleja. Y, sin embargo, induda-

blemente una voz, una voz extraa, mezcla


de lamento, voz de mujer sin duda, haba

so-

nado a pocos pasos de donde yo estaba. Cansado de buscar intilmente la boca que a mi
73

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


espalda haba lanzado su confusa queja, y

habiendo ya sonado
reloj

la

hora del ngelus en

de un cercano convento,

posada que

me

me

el

dirig a la

serva de refugio en Jas inter-

minables horas de

la

noche.

Al quedarme solo en mi habitacin y a la


luz de la dbil y vacilante buja, trac en mi

lbum una

silueta de mujer.

Dos das despus, y cuando ya casi haba


olvidado mi pasada aventura, la 'iacuaiidad me
llev nuevamente a la torcida encrucijada tea
tro de ella. Empezaba a morir el da, el sol
tea el horizonte de manchas rojas, moradas, caa grave en el silencio la vez de bronce
de las horas. Mi paso era lento, una vaga melancola pona un gesto de duda en mi sem
blante.

Y
do

otra vez la voz, la

da, volvi a

turbar

misma voz
el silencio

del pasa-

y mi tran-

quilidad. Esta vez decid

no descansar hasta
encontrar la clave del enigma, y cuando ya
desconfiaba de mis investigaciones, descubr

en una vieja casa, de antiqusim.a arquitectura, una pequea ventana cerrada por una
reja de caprichoso

artstico enrejado.

74

De

PAGINAS

DESCONOCIDAS

aquella ventana sala indudablemente

moniosa y silente voz de mujer.


Era completamente de noche,

la ar-

la voz-suspi-

ro haba callado y decid volver a

mi posada,

en cuya habitacin de enjabelgadas paredes


y tendido en el duro lecho, ha creado mi fan-

una novela que, desgraciadamente.,

tasa

nunca podr ser

realidad.

Al da siguiente un viejo judo que tiene


su puesto de quincalla frente a la vieja casa
en que son

la misteriosa voz,

me

cont que

dicha casa est deshabitada desde hace

tiempo. Viva en ella una bellsima

mucho
mujer

acompaa de su esposo, un avaro mercader


de mucha ms edad que ella. Un da el mer
cader sali de
llave

y no

la

casa cerrando la puerta

cor,

volvi a saberse de l ni de su her

mosa mujer. La leyenda cuenta que desde


entonces todas las noches un fantasma blanco con formas de mujer vaga por el ruinoso
casern, y se escuchan confusas voces mezcla de maldicin y lamento.
Y la misma leyenda cree ver en el blanco
fantasma a la bella mujer del mercadea'
avaro.

75

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


Voz de mujer que como msica
como suspiro de un alma enamorada
a m. t^-ada por

celeste,

vinisU

la caricia del aire, lleno

de

aromas de primavera. Qu misterio hay en


tus palabras confusas, en tus dbiles quejas,

en tus armoniosas y extraas camiones?


Madrid, Noviembre de 1862,

ESTATUA DE SANTA TERESA

UNO

de

los

ms

distinguidos individuos de

nuestra aristocracia,

el

seor marqus

de Portugalete. ha hecho construir para su

un magnfico palacio en los solaBuen Retiro, inmediatos a la Puerta

habitacin
res del

de Alcal, reuniendo en

l bellsimas

obras del

arte moderno, debidas e nuestros primeros

pintores y escultores.

Entre ellas figura la estatua de Santa Teresa, hermosa y elegante escultura que honra a su autor, el joven artista, don Elias Martn,

al arte

espaol contemporneo.

Al ver esta preciosa estatua, no se dir


ciertamente que nuestra poca se niega a reflejar en sus obras aquel espritu religioso,
aquel sentimiento de piedad sublime que inmortaliz en sus producciones a tajitos de
nues\tros antiguos artistas.

Cierto que

el

sentimiento mstico ha per-

dido su carcter generalizador. Los tiempos

79

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


pasan y con

ellos las ideas

las

formas que

revisten.

Ya no

una iglesia
y un convento; en cada esquina un Cristo esculpido o una imagen alumbrada por mal luse

alza en cada calle

cientes faroles;

ya no encontramos a cada

paso un fraile de aspecto triste y enfermizo,


que parece vivir a su pesar en el mundo, y

que cruza por


de

ajeno a

los otros mortales.

los dolores y alegras

El arte se ha hecho

mencs dramtico y espontneo, bajo el punto


de vista religioso; pero est ms conforme con
las

manifestaciones de nuestra propia natu-

y a veces sin dejar de ser humano


es tan conmovedor y no menos grandioso.
raleza,

Nuestros antiguos artistas hacan irradiar


la

los

luz

una eterna aspiracin al cielo en


rostros de sus santos y vrgenes; pero esta

luz de

fulgurante

devoraba

belleza

la

fsica.

Ofrecan a Dios en sus obras sacrificada


materia, y el cuerpo

como un vaso de

humano

qusima esencia de
les;

era para ellos

tosca y despreciable hechu-

ra fabricado para contener

los

la

la

la

delicada y

ri-

piedad cristiana. Mirad

Cristos y las Dolc<rosas del divino Moraveris en ellos algo de

una

naturaleza,

extraordinaria; veris en aquellas caras de

marl y en aquellos cuerpos hechos de ma80

DESCONOCIDAS

PAGINAS

nojos de huesos algo que es sublime, pero

con

sublimidad del rostro

la desconsoladora

de un moribundo.

Al interpretar el sentimiento religioso, ei


seor Martn ha evitado este escollo, y su estatua da completa idea de esa feliz unin del
sentimiento antiguo y de la forma moderna.
Est llena de espritu, al propio tiempo que de
elegancia y sencillez. Las lneas de esta composicin son tan felices, que parecen las nica^ convenientes para esta figura. Son las

neas de la verdad trazadas por

No puede

l-

la inspiracin.

expresarse en nuestro concepto

de un modo ms sentido aquellos xtasis que

pura luz de una sublime melancola el rostro de Santa Teresa,


cuando en su solitaria celda y reclinada en el
monstico sitial, quemaba las alas de su alma
en el fuego del amor divino, melancola sublime que imprima al propio tiempo en su ppiedad baaba con

la

lido
el

la

semblante

bello

el sello del

dolor

que

espritu senta dentro de la prisin de car-

ne,

que

estorbaba

le

libremente

al

ascender complet:* y
dichoso lugar de sus visiones

celestiales.

Tan acertado en
la forma, el

cincel

pensamiento como en
seor Martn ha creado con su
el

una estatua que


81

se contem.plar siem-

GUSTAVO /\DOLFO BECQUER


pre con inters por

el

merecer

de

los elogios

pblico y que siempre


los inteligentes.

Reciba nuestros plcemes por tan notable


(vbra

su distinguido autor, y rec'balos tam-

bin el seor marqus de Portugalete, cuyo

amor a

las artes

y exquisito buen gusto

ramente se han revelado en


esta obra

la

cla-

adquisicin de

y de tantas otras como adornan

magnfico palacio de su residencia.

el

REVISTAS

CONTEMPORNEAS

vida a una larga


por algunos
SE compara
cadena cuyos eslabones de diversos mela

tales son los aos.

Admitida

la

exactitud de

la

natural es que nos preocupe

cOxO'^para^in,
la

duda de

si

que vamos a aadirle ser de hierro o de

el

oro.
Si la
los

Providencia

al

sucesos siguiese

determinar
la

el

curso de

regla herldica

prohibe poner un metal sobre otro de

ma

la

que
mis-

ya tendramos un dato para nuestras investigaciones. La calidad del ao que


clase,

nace podra colegirse por

la del

que muere.

Pero en cuestin de aos, viene observndose


de muy antiguo que buenos y malos suelen
darse por rachas como los colores en el juego.

En

esta incertidumbre cada cual consulta

barmetro que cree ms seguro para


calcular el tiempo que nos aguarda.
Los que opinan que el jefe del vecino imel

85

GUSTAVO ADOLFO

B E C Q U E R

perio tiene aun en sus

los

Europa y

manos

destinos de

guerra del mundo, esperaban impacientes para fijar su criterio, la


gran recepcin de primero de ao. La recepla

paz o

la

cin ha tenido lugar; la esfinge de las Tu-

Ueras ha hablado al

fin:

slo falta

que descifre su enigma.


Napolen cree en la paz:

un Edipo

menos as lo
ha
Al oirle es seguro que ms de una
mefistoflica sonrisa habr vagado por los fial

dicho.

nos labios de sus diplomticos oyentes.

Las seguridades del Csar francs han hecho, no obstante, en algunos el efecto de un
tendido sobre

Iris
tica.

de

Verdad

los

el

nebubso

cielo

de

la pol-

que otros niegan la exactitud


pronsticos imperiales y aseguran ha-

ber odo en

es

lo alto del

Vaticano palabras

te-

merosas que predicen grandes y prximos


cataclismos. Quines estarn en lo cierto?

Al tiempo,, gran maestro de verdades, deja-

mos

el

encargo de despejar

la incgnita.

Entre tanto, y siguiendo el deseo natural


en el que recoge una herencia tratemos de
ver si es buena o mala la que al morir noo
ha legado el ao de 1865.
Si tendemos la vista por Europa, encontramos que casi todos los pases se hallan
preocupados en la resolucin de algunos de
86

DESCONOCIDAS

PAGINAS

esos importantes problemas

rectamente a

la vitalidad

de

que afectan
las naciones.

La Francia imperialista siente que


bolean sus obras, aflojndose

di-

los lazos

bamcon que
se

ha querido hacerlas so'lidarias de su fortuna:


la silueta de Grant comienza a dibujarse amenazadora para el trono de Mjico en el porvenir de los Estados Unidos, a cuya jefatura
parece llamado, y

e''

rey galav.tnomo se en-

cuentra impc'tente ante


cada

pasO' lo crea el

los

conflictos

partido de accin,

que a
el

cual

se olvida de Solfermo para no acordarse

ms

que de Aspromonte.

En

fenianismo por un lado, y


insurreccin de la Jam.aica por otra han

la

Inglaterra

el

dejado tan profunda huella en


blico,

el

espritu

pti^

agitndolo en diversos sentidos, que los

radicales,

dueos

larga lucha

al

fin

del poder, tras

una

dudan y no
ms pequea de

parlamentaria,

atreven a plantear

la

importantes reformas que prometieron en

se
las
ia

oposicin.

que decimos de estas dos grandes naciones, que por la actitud en que se encuentran y los medios que poseen, se han llamado
]o

con razn
del

los

mundo,

se

nor escala a

des platos de la balanza poltica

hace extensivo en mayor o melas

dems potencias importan87

GUSTAVO

A D

J.

r O

B E C Q U E R

Por fortuna, el eipritu de incesante actividad que anima a los pueblos y que puede
decirse que es el secreto de su conservacin,
tes.

ni Se desalienta ni se asusta,

y a pesar de

general inquietud,, y de

funestos vatici-

nios,

rompe

los

la

atmsfera de preocupaciones

que lo envuelve y tornasola con un rayo de


esperanza y vida las tempestuosas nubes que
se amo-ntonan

en su horizonte. Gloria

al ge-

nio del siglo, que al travs de las convulsio-

y el pnico de la sociedad,
marcha con paso seguro y sin apartar los ojos

nes, los trastornos

de

la

meta a que

se dirige a la conquista de

grandes verdades y a

las

la

realizacin del

triunfo de la inteligencia!
.

se debe el grandioso proyecto de la

prxima Exposicin Universal, donde compitiendo en lucha gigantesca las artes y la industria del mundo, al par que se ofrece
rragnfico espectculo de la

ms hermosa

el

fies-

ta de la civilizacin, podrn abrirse nuevos ve-

neros a la riqueza y

as relaciones de

al trfico,

estrechando

los i)ueblos.

se debe la

perforacin del istmo de

Suez, problema insoluble hasta que ha venido


a resolverlo la generacin actual, que segn
las

ltimas noticias ver dentro de un brev-

simo trmino, confundidas

88

las

aguas de dos

V A G-I

DESCONOCIDAS

AS

mares, y abierto al comercio de Europa ese


camino de Oriente tanto tiempo soado por
nuestros navegantes.

l se

debe, en

que obedecen
Constant inopia

los

las

generoso impulso a

fin, el

soberanos, convocando en

Conferencias

sanitarias,

verdadero acontecimiento cientnco que derra-

enfermedad terrible y
misteriosa que guarda an el secreto de su

mar

la

luz sobre esa

deletreo influjo.

Esta m.isma lucha entre

el

espritu de acti-

vidad y vida, y el marasmo y el temor que


engendran las preocupaciones de la doble cri-

y financiera por que atraviesa


Europa, podemos observarla en Espaa.

sis

poltica

El estado de la Hacienda, las luchas de los


partidos, la paralizacin

jado en pos de

un

s el

el luto

que ha de-

clera, contribuyeron por

instante a detener el natural movimiento,

dando pie a

los

augures de desdichas para tra-

zar cuadros lamentables del porvenir que nos

aguarda.

No

obstante

el

pas despierta poco

a poco de su letargo. Al patritico llamamien-

que en una Memoria luminosa expone a grandes rasgos los m.otivos de su momentnea decadencia, e indica
^os medios de remediarla se han apresurado a
to del comercio de Madrid,

responder, adhirindose al pensamiento, pri-

89

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


1112 ro

despus

Mercantii de Barcelona, y
de todas las ciudades ms impor-

Crculo

el

los

tantes de Espaa.

En

les

centros industria-

les

y artsticos tambin se nota una actividad


desusada debida a la reciente circular de la
comisin nombrada para disponer
nuestros pioductos a

la

el

envo de

exposicin universal

de Pars.

Los teatros,

bajo tan malos auspicios

(lUe

comenzaron sus tareas, se ven ya concurridos


por un pblico numeroso. El Rea\ a fuerza
de ir pasando s.nte los ojc<s de los espectadores
una interminable serie de cantantes de segundo orden como figuras que cruzan por el
lente de una linterna mg-^lca,. ha conses'iiido
sacar a sa'vo una tiple. Pero no contento todava con este xito

impvido

el

el itinerario del

m.ar Vkije alrededor de

En

seor Caballero, sigue

el Circo, la

que podramos Ua-

un cantante de punta.

lindsima comedia del seor

Rub titubada Fsica experimental, contina


llamando
el

la

atencin del pblico, y mientras

Prncipe, que teniendo en cuenta la aris-

tocrtica sociedad

que concurre a sus

loca-

podremos llamar la sucursal del regio


coliseo, sin abandonar los preparativos para
las anunciadas representaciones del Csar y
lidades,

el

Hernn

Corts, saca a luz las gloriosas

90

PAGINAS

DESCONOCIDAS

obras de nuestros inmortales poetas antiguos,


Ja

Zarzuela, ansiosa de ofrecer alguna nove-

dad contrata

la

de Mr. Farrio!,

compaa de cuadros plsticos


que con tanta aceptacin ha

recorrido las primeras capitales de nuestras


provincias.

Por ltimo an no se han desvanecido los


rumores de las pasadas fiestas; aun suenan en
el odo los ecos del tambor que acompaa los
cantc'S populares, cuando ya comienza a percibirse la alegre alga^raba del Carnaval, que
se acerca a nosotros aginando su cetro de
cascabeles y llamando con su voz destemplada

chillona a los adoradores de Terpscore.

Lstima grande ser que los ''amentables


sucesos que han venido de improviso a turbar
el orden pblico, detengan el desenvolvimiento de tantos intereses

la realizacin

tas esperanzas, salindonos


dintel del

de tan-

recibir

en

el

nuevo ao con su enojoso cortejo

dein quietudes, preocupaciones y temores.

Por su parte El Museo Universal que con


este primer nmero entra en el dcimo ao
de su publicacin, ajeno en un todo a las luchas y a las pasiones polticas, procurar seguir ese movimiento de adelanto que nota a
su alrededor difundiendo
tudio de las ciencias

el

gusto hacia

el es-

las artes, delicadas flo-

91

I'

(I

res del ingenio

los

DESCONOCIDAS

N A 8

hombres

humano, cuyo cultivo

amor de

al

la

paz y de

inclina

los salu-

dables progresos.

fin

de conseguirlo, continuaremos en

el

discurso del ao que comienza trabajando con


la

misma

por

de

muy

fe

que en

satisfechos si

los asuntos,

peciales

los

precedentes dndonos

merced a

al inters

de

variedad

los artculos es-

la perfeccin de las ilusti'aciones,

logramos que. como hasta aqu, ocupe un

gar distinguido en
blico.

la

lu-

consideracin del p-

ORA

fijemos los ojos en el espectcuo

que

ofrece nuestro actual estado de cosas,

que sucede en
otros pases, de todos modos se nos antoja empresa bastante ardua escribir una revista que

ora

los

volvamos fuera hacia

lo

interese a ia generalidad de sus lectores.

Como

presentamos,

la

complicacin de los

lamentables sucesos que se iniciaron en la l-

tima semana ha venido a desviar

pbhca de

los

la

atencin

asuntos de nuestro dominio,

un peridico de la
de El Museo que aun en circunstancias

propios por su carcter de


ndole

normales, apenas toca al pasar ligeramente

por cima de ellas

las

ardientes cuestiones de

nuestra poltica interior.

Qu hay? Qu pasa? Qu se dice?


usted algo? lie aqu

las

Sibe

nicas palabras que

han odo durante los ltimos das; la frmula usual de salutacin en todos los crcu-

Se

los;

el

prlogo y

el

eplogo de todas las con-

93

GUSTAVO

A D O L

versaciones. Mieniiu na

O B E C Q U E R

I'

amado

que pula gran


el
cuestin del momento, cada ciudadano espaol ha sido una interro^^acin ambulante.
Acontecimientos anlogos a ste han producido en otras pocas una honda sensacin
acompaada de temores, de esperanzas, de
afectos graves, en un, que iian agitado el espritu pblico de una manera seria y profunda; el presente, ms bien que otra cosa,
puede asegurarse que ha obtenido un xito
de curiosidad sin ejemplo. Hndase el mundo, parecan decir los curiosos, pero sepamos
de qu modo se hunde y estaremos tranquilos! Como en la representacin de una de esas
comedias de enredo, en que el autor se complace en buriar la perspicacia de los espectadores,, ocultando los resortes a que obedecen
diramos llamar

sus personajes,

lo

periodo lgido de

el

tado impaciente

pblico slo se ha manifes-

pc-r

conocer

el

desenlace de

la fbula.

En

esta situacin anormal, la hoja volante

de un peridico de noticias,

de La Corespondencia o

Gaceta con

los

el

extraordinario

suplemento de
ltimos partes recibidos por

telgrafo, consiguen

que

el

se

la

el

echen a un lado

como cosa de escasa importancia y poco momento el libro ms interesante, el semanario


94

DESCONOCIDAS

PAGINAS
ms

instructivo, a lectura ins deleitosa. Al

que la turba de
derrama como un ro que

oir los discordes gritos con

que se
de madre por

chicuelos
sale

anuncia

villa,

levanta

la

de la coronada

las calles

ltima novedad,

la vista del

empolvado

jeaba, tratando de indagar

ei

erudito

infolio

que ho-

los

secretes de

otras edades para saber lo que pasa en kt

suya; el sabio abandona

meda
rir lo

las

con que

profundidades del cielo para inqui-

que sucede en

ciende

el telescopio

un momento

la tierra; el artista des-

del

mundo

ideal d- la

poesa para entrar en el de la prosa,

y todos

a una voz preguntan, saliendo del retiro de

su gabinete: Qu hay?
El Museo, que no frecuenta
ciales ni los
seo,
la

de

los crculos o-

los novelistas polticos;

El

Mu-

cuyas prensas no aguardan impacientes

ltima fMa para servirla palpitante an

a los consumidores, poco o nada podr decir

amantes de ese gnero de actualidades, le sa'gan al paso con la pregunta estereotipada en todos los labios. Les extracta-

a los que,

remos, por ventura,

rgano

oficial

del

los

partes telegrficos del

Gobierno?

Quin no

ios

ha ledo ya? Quin lo ignora? Les hi-vanaremos en la forma ms dramtica posible las
mil y mil absurdas noticias que circulan, pro-

95

GUSTAVO ADOLFO BECQUEK


ducto de

la

fantasa de los noveleroc de oficio

que en estas ocasiones se despachan a su


gusto? Tanto vale abrir el libro de Las m
y una noches o el rns moderno de Las mil y

una

btxrbaridacles

y leer cualquiera de sus

captulos.

Lo repetimos: para
riosos.,

satisfacer a ciertos cu-

las publicaciones

como

la

nuestra no

son las ms abonadas. Sin embargo, hay

al-

gunos a quienes, como a nosotros, afli^e el espectculo de estas pequeas miserias de la


vida interior de

personas

todos los pases;

que siguen con inters el movimiento eeneral


de la poltica del mundo, por cuanto ofrece un
provechoso estudio y una saludable enseanza, pero que no es gusta fijarse en estos enojosos porm.enores;

personas,

en

fin,

que, abs-

tradas en la contemplacin de las cosas gran-

problemas sociales y cientficos que


la humanidad trata de resolver, viven en una
atmsfera ms serena y no desvan un mode

de^,

los

mento su atencin del asunto que les preocupa para ver el motn que pasa por debajo de
sus balcones. Pocas son estas personas, pero

para

nuestra tarea

me

comenzar
Qiti m'aime

ellas escribimos, repitiendo al


la

famosa

divisa:

suive!

para apartar ms por completo


96

la aten-

DESCONOCIDAS

PAGINAS
cin de

lo

que pasa a nuestro alrededor, tras-

ladmonos de un salto del lado de

all

de

lo3

mares para venirnos aproximando poco a poco


al

puncO de donde partimos.

En

Chile la cuestin espac-la se mantiene

?V statu qiio:

han tenido lugar algunas

escaramuzas entre
rios botes

las

de

de otros de

lidades ^no se
se

los

.as tripulaciones

el

de va-

baques de nuestra escuadra


los chi^enos;

pero

las hosti-

han roto en forma, por ms que

ha echado a volar por algunos esta

antes por

ligeras

contrario,

si

hem_os de dar crdi-

por Mr. Bright

to a la carta escrita

noticia;

a'

pre-

sidente de la Asociacin de fundidores de co-

bre de Birmingham, en Inglaterra, se espera

con gran confianza un prximo arreglo del


conflicto. Cierto es

que

el

partido demaggico

hace esfuerzos increbles para impedirlo, y


hasta amenaza con. una guerra civi'; pero el

Gobierno de Chile, no encontrando apoyo en


el Brasil,

Buenos Aires, Montevideo y Nueva

Granada, que, por


la paz,

el

contrario, le aconsejan

tendr que optar por este ltimo ex-

tremo. La cuestin queda, pues, en

el

m.ismo

estado de espectativa en que se encontraba,


estado especial en que ha entrado igualmente
la del

Paraguay con

la

97

aceptacin por ambas

GUSTAVO ADOLFO BECQEK


partes beligerantes de un armisticio de dos

meses.

En

Mjico,, por el contrario,, a juzgar por

rumores que circulan a ltima hora, se


encuentran en ei principio del fin, el cual

los

no tardar mucho si sale cierta la noticia de


haber estallado una sublevacin en la capital
del imperio. Napolen, preocupado en la actualidad con el estado de alarma en que se
encuentran los hombres de negocios de Francia, a los cuales no satisface la reciente Memoria de Mr. Fould, que en vano procura
ocu.tar con flores los bordes del precipicio,

tendr que atender a esta nueva complicacin poltica, complicacin en la que no deja-

rn de tC'mar parte, desempeando un principal

papel,

los

ideas vertidas

Estados Unidos,

donde

las

por Grant en sus discursos

Se acogen con evidente entusiasmo.

Pars,

comc'

le

el

cerebro del

mundo

inteligente,

llaman sus admiradores, se preocupa

tambin de esta cuestin; pero, a pesar de


todo, no le falta tiempo para discutir cosas

mis

y an no se ha extinguido el
eco de las acaloradas polmicas a que dieron
lugar las representaciones de Enriqueta Maftiles,

cuando lie aqu que sale a la palestra


un nuevo asunto de controversias. Verdi trarechaly

98

DES CONOCIDA

PAGINAS

ta de escribir una pera con el

mento

Don

del f a meso

.^

mismo argu-

drama de SchiUer

titu ado

Carlos,

Ocupndose de ia comedia de lc<s hermanos Goncourt, ha dicho Kar, cerrando el debate con su lacnica sentencia: Admito la
fotografa en el teatro. Enriqueta Marechal

una prueba acabada del nuevo :?nero;


pero, ya que sois fotgrafos, no os deis tono
es

de artistas.

Un

'

distinguido crtico francs, a semejanza

ha concluido la cuestin que se agitaba en torno a la futura pe-

del reputado noveista,

ra de Verdi con estas frases: El

de

Schiller, el

existe.

La

Don

crtica

han

Don

Carlos

Carlos de la leyenda no
los recientes

estudios his-

Su resurreccin sera
un contrasentido hasta en el teatro de la

tricos lo

matado-.

Opera.

He
la

aqu

lo

que ms inmediatamente ocupa

atencin de ciertos crculos, mientras en

otros consultan llenos de sobresalto el hori-

zonte de

la poltica.

Afortunadamente, en este continuo vaivn


los sucesos, cuando el horizonte se nubla
en un punto, la tormienta que pareca prxi-

de

ma

a estallar en otro se desvanece

ensalmo.

99

como por

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


La

situacin de Ita ia ofrece

un ejemplo

palpable. Mientras

en l'^lorencia se complican
los asuntos, merced a la doble oposicin de
Ja Cmara a la cual no satisface de ningn

moao

ei

Gabinete con tanto trabajo constitui-

do despus de la ltima crisis, en Roma la


aceptacin por parte de Po IX de los recursos
con que el Gobierno de Vctor Manuel se
brinda a levantar en una razonable proporcin la abrumadora carga de la deuda ponti-

ha abierto nuevos horizontes a la esperanza de algunos, que confan ver armonizados en un trmino ms o menos prximo ios
intereses de la Iglesia y del nuevo reino ita-

ficia,

liano.

En

aples, al menos, debe tenerse fe en

un desenlace feliz de la cuestin magna,


cuando sus hombres ms eminentes se ocupan en primer trmino de la organizacin
definitiva de la Academia de ciencias morales
y polticas creada ltimamente en aquella
ciudad, promete ser una de las ms notables
de

la

pennsula

itlica,

y a

la cual el

minis-

tro de Estado ha pedido la direccin cientfica

para un viaje de circunnavegacin que va a


emprenderse por cuenta del Gobierno.

Hasta qu punto se realizarn estas esperanzas, no nos atrevemos a pronosticarlo,


100

DESCONOCIDAS

PAGINAS

por ms que en poltica nuestra divisa sea


el

conocido

Nih admirare,

en verdad que pocas cosas podrn ya parecemos imposibles en este terreno, cuando

vemos que se habla como de asunto corriente


en Turqua de sacar a la venta pbca I03
bienes de ias mezquitas; esto es, de llevar a
cabo en uno de los pases ms fanticos dei
mundo una medida econmica semejante a
nuestra desamortizacin eclesistica, y cuando desvanecidos, al parecer, los insuperables

que a ellos se oponan, vemos la


nacionalidad hngara renacer vigorosa, ar-

obstculos

monizndose con

la poltica

de Austria, cuyos

emperadores van a ser solemnemente coronados en Pesth.

En

presencia de estos acontecimientos in-

explicables, esperemos, a pesar de todo,

que

tanto fuera como dentro de nuestro pas las


cosas

tomen un camino diferente

anuncian

las fatdicas seales

inaugurado

el ao;

del

que

con que se ha

esperemos que

la

apertu-

ra de los elegantes salones de la sociedad madrilea la animacin de los teatros. la aparicin de las obras literarias

que se disponen

y el movimiento y la vida propios de la corte


en la poca que atravesam.os, vendrn a hacer
101

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


ms

fC'l

nuestra tarea, ofrecindonos alguna

novedad agradable.
Hoy, con decir a nuestros lectores que en
algunos puntos se han constituido ya las Juntas provinciales que han de disponer cuanto
concierne al envi de

^^cs

productos espaoles

exposicin universal de Pars, que en

otros se organizan bajo nuevas bases las Co-

misiones encargadas de
los

monumentos

conservacin

.te

artsticos,

y que en Madrid

que

pblico presta a

la escasa atencin

cuanto no atae a
la

la

e!

la poltica,

se divide entre

Harris, qu cada noche alcanza

un nuevo

triunfo en la Sonmbula y la compaa de

cuadres plsticos de Mr. Farriols, que ha conseguido ser recibida con aplauso en la Zarzuela podemos poner punto al catlogo de
las

novedades de esta semana, una de

llenas de emociones

embargo,

la

ms

las

y acontecimientos,

estril

y,

ms
sin

para nuestra revista.

un adagio muy conocido que

que
no hay mal que por bien no venga. Lo
que respecto a la cuestin de Chile y el apresamiento de La Covddonga sucede, viene, en
cierto modo, a justificar el adagio. Que el
triste suceso que ha llenado de indignacin
todas las almas verdaderamente espaolas ha
sido un mal, no hay para qu afanarse en

HAY

dice

probarlo: tratemos de averiguar ahora los bie-

nes que a consecuencia de este mal nos han


venido. Por lo pronto, el inters que esta cuestin tiene en

ble incidente

misma, avivado por tan nota-

contribuye de una manera

efi-

caz a que se fijen los ojos en aquellos apartados pases, desvindolos

queeces y
polticas.
la

las

Si a esto

se

como por encanto

en que

los

la?

pe

miserias de nuestras luchas

aade que, merced a

traidora agresin de

roto

un punto de

loh'

chilenos, se

han

las redes diplomticas

representantes de las potencias

103

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


meciacioras tenan envuelto e. asunto, devol-

vindonos, sni ningn gnero de responsabilidades, toda nuestra libertad de accin, uerza

ser conesar que se incina de nuestro lado


balanza.

la

El encontrarnos para obrar de

aqu en adelante en un terreno tan

despejado bien va e cualquier

todct los

raneo v

sacrilicio,

La unanjindad de opinin que


en

se observa

partidos respecto a Ja conducta

que ha de observarse con Chile para vengar


con usura el agravio hecho a las arrmas espaolas

sentimiento ntimo db nuestra su-

perioridad sobre un pas que slo por medio

de la a evcGa ha podido conseguir un peque-

o y
el

fcil triunfo,

afirman en nuestro nimo

convencimiento de que por nuestra parte

ha de tener

No

la

cuestin

debe suceder

as

un desenlace honroso.
a

ios chilenos, los

cua-

apresuran a gozar de su victoria con


todo gnero de ridiculas demostraciones preles s?

viendo que no ha de durarles mucho

la ale-

gra.

La explosin de cmico entusiasme que en


aquella repb ica ha producido la inesperada

captura de La Covadong^i raya en

lo

invero-

y permtasenos lo vulgar de la
comparacin, se encuentra con esta pequea ventaja como nio con zapatos nuevos;
smil. Chile,

104

DESCONOCIDAS

PAGINAS
]a

lectura de sus peridicos, que pregonan la

nueva en estio rimbombante y describen los


transportes de jbilo a que el pas se ha entregado, causa a un mismo tiempo indignac.n y risa.

Ha

habido

fiestas e iluminaciones,

Te Beitm y repique de campanas, sa'vas de


artillera y arcos de triunfo. El Senado se
ha reunido para votar solemnemente una recompensa nacional en favor de Mr. Villians,
del extranjero a quien dpbe su reciente gloria, especie de telo rubio que combate por
cuenta de Chile, como el amante de Desd-

mona por

la

de

^a

repblica veneciana.

En

el

ha hecho una funcin


patritica de cuadros vivos, en que Ja Esmeralda apareca com.o el terror de los mares
y el len de Espaa humillado a bs pies de
sus enemigos: cuadros que. si bien son un
teatro de la capital se

inocente desahogo, tienen la falta de conocerse a tiro de ballesta que es chileno el pin-

Por ltimo, como trofeo glorioso, han colocado en la Catedral la bandera de nuestro
tor.

buque. Si todo esto se hace a propsito de

la

captura de una goleta, cmo creen en Chile

que debern significar su jbilo

una

las naciones

como
la de Lepante? Por nuestra parte, e^. da que
sepamos que la escuadra espaola ha bombar-

cua.ndo reciben nuevas de

105

victoria

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


deado a Valparaso, ha eclmdo a pique la Es*
vieralda y rescatado La Covadcnga, ha lavado,

en

fin,

en sangre

el

agravio que nos han

inferido, nos limitaremos a leer la noticia en

peridico oficial o en

el

la

Correspondencia^

diciendo: Cuestin concluida; y no

haremos

tantos extremos ni daremos a las cosas la im-

portancia que no tienen.

este desenlace, nico

que podr

cer las gnerales aspiraciones del

pas,,

satisfa-

no

tar-

dar mucho. Bien puede, pues, Chile apresurarse a realizar todo

el

programa de sus

es-

trepitosas demostraciones, antes de que los

sucesos se precipiten en su dao, porque los

vientos que corren y el iiorizonte que sobre

sus negocios se descubre nada bueno anuncian.

Se dice que

las potencias

mediadoras juz-

gando que eii las nuevas circunstancias que


han surgido nada tienen que hacer, tratan
de significrselo a ambas partes beligerantes.
Se dice
de

la

llans,

asi

mismo que Inglaterra sabedora

estratagema indigna del capitn Wtrata de pedir explicaciones a los que

tan escandalosamente han abusado de


fianza

la con-

que inspiraba su pabelln. Se aade,

por ltimo, que, excepto

dems repb

icas

el

Per, todas

las

de Amrica han repetido

su declaracin de estricta neutralidad, en res-

106

DESCONOCIDAS

PAGINAS
puesta a

las

reiteradas instancias de Chile,

que por segunda vez pugna en balde para

mar contra

nosotros

una

oderosa

Las noticias que acerca de

los

for-

liga.

movimientos

de nuestra escuadra se reciben por diferentes conductos, no presentan

tin bajo

tampoco

la cues-

un aspecto muy favorable para

la

causa de nuestros contrarios. Primeramente^

un peridico francs habl de un reidsimo


combate entre La RerMucin y varios buques
chilenos combate en el que nuestros marinos

llevaron lo mejor de la jornada. Despus, y


con referencia a cartas del Callao, recibidas

en nuestros puertci? por olguncs particu'ares,

ha asegurado que la fragata de hlice B' anca, que sostena el bloqueo de Caldera, fu
se

atacada por tres vapores chilenos y cuarenta


lanchas y chalupas bajo el mando del capitn

Segn las correspondencias de donde tomamos estas noticia:^, 'a Blanca, despus
de una empeada lucha, obtuve e! m.s brillante triunfo, echando a pique dos buques

Willians.

de

que

atacaron

y dispersando a los
dem.s con grand-^s averas. Los buques que
los

le

atacaron a nuestra fragata con tan poco xito,

parece que han sido La Esmeralda, La Co

ivdonga,

al

mando de Toaipson, y

el

Antonio

VargaSy vapor de cuatro cac-nes de poderoso

107

GUSTAVO ADOLFO
calibre

B E C Q U E K

recientemente construidos en Ingla-

terra.

Ignoraiiius si las noticias recibidas por ei

peridico francs y las que por oLro conducto


se han tenido en Espaa se refieren a dos

encuentros diferentes,

o,

r'omo estamos

iiis

uno mismo, aunque apanombres de\ buque que lo

inclinados a creer, a

rezcan trocados

los

ha sostenido. De cualquier rnodo que sea, si se


confirma oficialmente podemos darnos por satisfechos del principio de ia segunda parte
de esta cuestin, que promete ser ms ra
pida, ms animada y g oriosa que la primera.
Entre tanto, la poltica extranjera se desenvuelve lentamente en

el

exterior, m.ante-

nindose casi todas las cuestiones en

mo

el

mis-

estado en que se hallaban cuando trata-

mos de

ellas

en nuestra ultima revista. El

discurso del emperador Napolen al abrir las

Cmaras francesas, aunque ha tocado

dife-

rentes e importantes asuntos, s o respecto a

Mjico ha hecho nuevas declaraciones. Des-

pus de repetir que espera que

mundo no ha

la

paz de^

de turbai^e por ahora, promete

que en un trmino prximo saldrn

las tropas

francesas del territorio mejicano, para

lo

tomar medidas

los in-

eficaces

que aseguren

tereses de la Francia en aquellos pases.

108

cual

DESCONOCIDAS

PAGINAS

Alguna ms animacin que en los aue se


nota
ocupan exclusivamente de ia poltica
en los crculos cientficos, n una conferencia
pblica celebrada en Nueva York, Mr. CoS(^.

Uin,

director del

telgrafo ruso americano,

ha dado algunos pormenores mtercsantes sobre esta gigantesca empresa, que, venciendo
todo gnero de obstculos, marcha rpida-

mente a su trmino. El hih

merced al cual ,1a palabra del hombre^, llevada en


alas de la electricidad podr dar instantneamente la vuelca al mundo, ha de partir de

Nueva York,
los

y.

telegrfico,

el

Oeste de

estrecho de

Bermgh,

atravesando- todo

Estados Un' dos,

el

Rusia asitica y la Europa, vendr a terminar en San Petersburm Cuando Mr, Co-

la

llin

hubo concluido de desenvolver a grandes

rasgos la historia de los trabajos


cipales

una

de

esta

colocal

ms

prin-

empresa, para dar

idea del inmenso terncorio que na de re-

correr

el

telgrafo ruso ariierlcano, d^jo que

el sol brilla- a

sobre la hnea veintiuna ho-

y doce minutos diarios.


En Londres se agita la idea de organiza:-*
para ^a primavera prxiina una exnosiciji
ras

de horticultura que, saliendo de

los

estrechos

que sue'en darse a estas exposiciones,


admita a la concurrencia de los premies a
lmites

109

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


todos los pases. Al

mismo tiempo

unirse un Congreso botiiico. en

cleucra reel

cual se

d'scutan las cuestiones qu? han de surgir de

productos de d^nas y
mtcdos diferentes. Esta exi-osicin, cuya em-

comparacin de

la

presa patrocinan
les,

ia

los

reina y

el

principe

:ie

Ga-

aspira a perpetuarse cci:brando sucesiva-

mente en Londres, Pars y San PetersKurgo


un concurso anual. Fa^/ca ^uce que se realice
este pensamiento, y que nuestros expositores, que en les diversos raii"Oo de ias artes y
la industria no pueden duchar con otros pases, lleven sus -productos a una v^xpcsicin
en que lograran obtener ms lisonjfiro xito.
Entre nosotros,
los

los

fan:a!istas p.ltxco?

inventores con diploma, de pataa de

grueso caibre;, estn de pename.

O.mo

suele

muerto el perro se acab' la raoia.


Terminados los suctsos qwe daban pbuio a
decirse,

sus diarias novelas, y restablecida la tranquilidad en los nimos, concluy su misin.

Madrid ha vuelto a coger d huo ih sus

in-

terrumpidas tareas. Los dileiantis vuelven a


preocuparse de
berlik,

but con

la prxin-.a

llegaaa de

y discuten acerca de
el

si

liar

Tam-

su de-

Gugliel:Uo o los Hugonotes. Los

teratos acogen con avidez los

nuevamente circulan sobre


110

hi

li-

rumores que
representacin

DESCONOCIDAS

PAGINAS

Ventura de la Ve^ra^ asuntos


y bajas comienzan a hacerse cle-

del Csar, de

cuyas altas
bres.

Infinitos son,, pues

cen y

'as

esperanzas que se fundan sobre

movimiento

porvenir, tanto respecto al


tstico e industrial,

como a novedades

Mientras la poca de

rias.

que se ha-

los clculos

el

ar-

litera-

la realizacin

de

estos vaticinios se aproxima, fuerza ser con-

tentarnos con lo poco que da

el

])resente.

que ha sido la primera en lancamino de la novedad, nos ha

iLa Zarzue'a,

zarse en

el

ofrecido dos en

acto, titulada

r-

hojas y la otra Gihraltar en

Ambas

son producciones ligeras y de

escasas pretensiones,
recibi con

agrado

y en

tal

fecto: su autor,,

concepto las

el pblico. Jl

hojas adolece, no obstante

las

una El

as

bano por
1890.

un

que en otras

dv,

rbano

'por

un gran

de-

obleas

ha demos-

trado que sabe tener gracia sin apelar a chis-

tomando en sta una cosa


aunque sin apercibiise, ha cogido

tes de cierta clase,

por otra,

tambin por
Respecto

al

las

hojas

el

rbano en cuestin.

juguete titulado Gibraltar en

1890, nos parece poco lisonjero para Espaa,

que
la

slo

en sueos pueda suponerse posible

recuperacin de aquella plaza, y ^so por

111

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


los

mcdicG sobrenaturales que emplea

el pro-

tagonista de la zarzuela.

ltima hora,

el

nacimiento de un nuevo

infante anunciado a la poblacin con 'as salvas

de ordenanza

ha contribuido a que

nin pblica torne a ocuparse de


interior,

majestad

en
la

!a

opi-

a poltica

una vez restablecida su


Reina, los noticieros aguardan

la cual,

significativas variaciones.

\ A ERCED a una semana de das serenos y


^^^ luminosos que se han adelantado a la

como un

estacin de ias flores

grama de

la

primavera,

el

lisonjero pro-

Carnaval, que se

aproxima seguido de su cortejo de bailes,


bromas y placeres, ha ha conseguido variar de
una a otra revista la fisonoma de la carte.
Verdad es que en este espacio de tiempo

ms interesantes se
han mantenido en el mismo ser y escado en
que las de j amos y aqu, como en todas par]as cuestiones

polticas

tes,

para conservar vivo

el

inters

ciarse inspiran, es necesario

ofrezca a cada

poltica general

que un asunto

las del

ka eidoscopos.

sigue su curso, concen-

trndose todo su inters en


Senado, donde

al ini-

momento combinaciones ms

nuevas y extraas que

La

que

la oposicin

los

debates del

ha presentado

la

batalla al Ministerio en la cuestin de Italia.

La cuestin de

Italia,

o mejor dicho, la cues-

113

GUSTAVO ADULlu

u;i:.(jgUJbl

n del ponticado, a la que tan estrechamente se encueiiira uuida, es, sin duda,
una ae las nicis arduas y graves de las
que

nuestra

solver;

y,

sin

parece

poca

embargo,

la

ilamaa

re-

opmin pb

ica

no Se muestra tan preocupada de ia discusin


que a propsito de ella se ha empeado como
la magnitud del asnanto requiere, lista aparente contradiccin se explica. Al lado de esa

inmensa cuestin que se desarrolla con lentitud, cuya proundidad no es dado mesurar
a todos, cuya historia es ya muy laiga y cuyo
desenlace no es fcil prever, ha surgido otra
de memento ms viva, ms palpitante, ms
comprensible, una cuestin de honra y de intereses de actualidad:

la

cuestin de Chile,

en fm, que con sus inesperados accidentes y


los contradictorios juicios a que da lugar, tiene el privilegio de ocupar en primer trmino
la

atencin de todos

cada cual

le llega

los crculos sociales.

su hora. Primero

de negocies tan graves como


palideci

los

y se puso en olvido

ei

inters

de Amrica

al lado

de

los

trastornos polticos interiores. Despus nuestras diferencias con Chi e y el

nido a desviar
vitales

como

la

la

de

Per han

ve-

atencin de cuestiones tan


Italia, la

de Hacienda y de

orden pblico. Maana no sabemos


114

v-ul

ser

DJESCOKOGlDAo

PAGINAS

punto cuminante en que el pas fijar sus


ojos, pues como indicamos al comenzar nuestra revista, la alta de nuevos aconlccnnienel

en

tos tiene

actualidad ai pblico como

en suspenso, y con predisposicin para ocuparse co-n ms ahmco de. carnaval, que llama
a nuestras puertas, que de

los

buques

chile-

nos armados en corso y de las futuras proe-

marma. Pasar

zas de nuestra

vendr
mrito

nada

el

carnaval,

ei

mircoles de ceniza, y con el me-

homo

la

liscaijera:

memoria de nuestra situacin


entonces con

el pico del do-

min nos enjugaremos una lgrima y


remos a preocuparnos de

la poltica

volve-

analizando

y tratando de escudriar en su obscuro porvenir.

ruede

la boia.

Entretanto en

mos podido
ia

or

Gobernacin

la

semana que concluye he-

en boca del seor ministro de


la noticia oficial

de

la salida

de varios buques corsarics. Los que todo

lo

ven color de rosa afectan no darle importancia al suceso

ques a dos o

nmero de estos bumal equipados y de peores

y limitan
tres,

el

condiciones ir.arineras. Los que por

el

con-

trario se complacen en levantar en el aire

sobre cualquier asunto


llo

del

un maravilloso

da suposiciones, pintan todos


globo

los

casti-

mares

cuajados de frasratas acorazadas.

115

GUSTAVO ADOLFO BECQUEh


blindadas y con espolones, de las cuales cada

una nene ociienia o ins bocas ae uego, amen


ue una no pequv^^j. canuoad de torpeos y
niaquinas iniernaies q.ue han de reducir a

paveras nuestra escuadia,

nuestios buques

y nuesiroc puertos, iiin un justx) nied.o dicen


que consiste la virtud y en ste precisamente es en el que eDemos colocarnos para juzgar CLL Uno de Jas contradictorias opiniones

que Circulan. Desde luego la llegada a Madrid


de nuestro representante en el Pvr y del
C'jnsu. del Callao nada bueno augura: pero
sea la que qiuera la causa del viaje de nuestro
tros agentes diplomtico y consular en aquellas regiones,

causa sobre

gobierno

la cual el

ha credo necesario usar de una prudente reserva, sean los que fueren ios medios a que
Jas des repbLcas americanas hoy unidas recurran paia combatirnos, nosotros tenemos
gran fe en el patriotismo de nuestra nacin
y en ios grandes lecursos de que en un caso

extremo puede disponer para sacar a salvo su


dignidad y su honra.
La conduc'a de la provincia de Mlaga que
por med"o de sus representantes se ha ofrecido espontneamente a ayudar al gobierno

con recursos extraordinarios para

estamos seguros que a ser preciso,


116

!a

guerra,

la segui-

PAGINAS
ran todas

Ja-s

DESCONOCIDAS
dems provincias de Espaa.

Del extranjero seguimos careciendo de noticias de verdadera importancia. El nico


acontecimiento que ha logrado fijar

un

to la atencin fuera de nuestro pas


la retirada del

tan-

ha sido

representante de Rusia de

la

Roma. El emperador Alejandro, disponiendo que el barn de Meyendorff vuelva


a San Petersburgo para ser sustituido por
otro personaje cerca del Pontfice, ha querido dar una pblica satisfaccin al jefe de la
Iglesia Catlica, que tanto en este concepto
como en su calidad de soberano, mereca ms
respeto que e^ que le demostr en su ltima
y ya clebre conferencia el diplomtico ruso.
En Pars se deca que como sello a la reconciliacin del emperador con su augusto primo
corte de

volvera ste a encargarse de la presidencia

de la prxima exposicin universal; pero a


ltin-ia hora se ha asegurado que la reconci-

no es tan completa, o al menos importa aparentarlo as que permita este arreglo. Algunos peridicos franceses anuncian
que este importante cargo se conferir a
liacin

nuestra

ilustre

compatriota

Eugenia, El tino y
clarecida

la discrecin

dama espaola

empeo de

los

la

emperatriz

quo

demos'^r en

la esel

des-

negocios polticos durante la

117

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


regencia interina,

hacen acreedora a esta

'a

muestra de especial confianza, En una exposicin universal, que en suma no es sino una
gran fiesta a la que se invita a todos los
pases, parece natural que la seora de la
casa haga los honores a los convidados.
Al mismo tiempo que de este incidente que
ha surg'do a propsito de la exposicin universal, exposicin que como hemos dicho en
otras ocasiones preocupa mucho a los franceses por creer que a ella va unido un pensamiento poltico, se discute anticipadamente
en

los crculos literarios

de Pars acerca de

dos obras, las cuales, aun cuando todava no


se

han dado a

la luz,

ya interesan

al

pblico

y son objeto de grandes controversias. Una


es el nuevo libro de Renn la Vida de los
apstoles: la otra el segundo tomo de las Meditaciones religiosas de Guizot. La primera
est ya impresa y^sin embargo no se publica,
segn algunos por miedo a un tropiezo semejante

al

del editor de Los evangelios anota-

segunda se halla en
prensa y se aguardan con ansiedad los primedos de Proudhon:

ros ejemplares.

la

Ambas y cada

cual bajo su

punto de vista.: estpn llamadas a preocupar


por largo tiempo el mundo religioso, literario

cientfico.

118

DESCONOCIDAS

PAGINAS

Tambin entre nosotros, y aunque en ms


modesta y reducida rbi'ca, han causado sensacin y S8 han ocupado con elogio los pe^
Las Inspiraciones del conocido y popular poeta don Ventura Ruiz Aguilera y las Horas crejMscuiares
de la seorita doa Isabel Villamartn, cada
ridicos de dos

nuevos

cual en la lnea

que

libros.

corresponde, son

le

obras dignas de las alabanzas que se

dC'S

le tri-

butan. Aqulla es el fruto de una inteligencia

y de un

en su ms
realidad. Esta es el

sent' miento exquisitos

brillante perodo:

es la

primer ensayo de una imaginacin ardiente

y de un corazn joven:

es la promesa,

De

las

ms en nuestra
mismo nmero de El Mu-

dos diramos algima pa"'abra


revista, si

en este

eo no se ocupara ya otro de hacerlo respecto

seor Aguilera y si por nuestra parte no pensram.os tratar aparte la de la se-

la del

orita Villamartn.

El teatro asimismo nos ha ofrecido

vedad,

bao

el

que si bi^n de escasa


punto de vista literario

una no-

importancia
pues* los tra-

bajos de este gnero no aspiran a conseguirla,

no carcpe de cierto inters como espectculo


entretenido y agradable. Aludimos a la Remsta de un muerto, del seor Alba, representada en

el

coliseo de la

119

Fazuela

del Rey.

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


El xito de esta obra, aunque bueno, ha sido
inferior al do la que con

hizo en el ao de 1865, y

parecida idea se

la

verdad es que

el

asunto no se ha presentado con tanta nove-

dad e

En

inters.

Prncipe

el

la

representacin de Slii'

van a beneficio de Romea ha tenido por

es-

ms ^distinguido enMadrid en damas elegantes y perso-

pectadores a cuanto de
cierra

nas inteligentes. El actor favorito del pblico consigui

un nuevo triunfo en esta

obra,

donde a tan grande altura se levanta en el


desempeo de una de sus ms hermosas y caractersticas

Nosotros damos

creaciones.

el

gran actor y nos le damos a nosotros mismos al ver que, a despecho de los

parabin
crueles

al

sufrimientos que

an puede dar muchos

le

han aquejado

das de gloria a la es-

cena espaola^ cuyo porvenir se presenta tan


obscuro para

el

momento en que

le falten los

pocos buenos actores que todava mantienen

su

brillo.

Los

dlletanti,

con

el

debut de

la

seor-i

en qu entretener
disputando acerca del mayor o me-

Galletti tienen por ahora

sus ocios,

nor mrito de esta cantante, mientras llega

el

tan anunciado, deseado y suspirado Tamberlik. La Galletti ha debutado en Norim. Cuai-

120

PAGINAS

DESCONOCIDAS

quiera creer que esta es la pera (lue me-

que suele llamarse su


caballo de batalla, puesto que con ella se estrena. Pues nada menos que eso. Nosotros
creemos que ni a la tesitura de su voz ni a
jor canta, que es lo

sus condiciones conviene.

De

estos errores se

ven muchos entre los artistas. No obstante,


el pblico la ha aplaudido en algnnos moomentas y la ha aceptado con placer. Con ef;te puntal ya puede mantenerse por algunOvS das el
ruidoso teatro de Oriente.

UNA

revista de Carnaval parece indispen-

Scible

Que salga disfrazada de modo que

no la conozcan sus habituales lectores. No teniendo a mano un domin y una careta que
ponerle a estas lneas invertimos el orden de
los asuntos, y as como siempre comenzamos
por

lo

ms

serio

para concluir con

lo

ms

ale-

hoy daremos principio a nuestro resumen semanal por 3o ms ftil haciendo punto
en lo ms grave. Y algo es algo.
En la anterior revista dijimos que la perspectiva del Carnaval y la hermosura del tiempo haban cambiado por completo la fisonoma de la corte. A ltima hora el tiempo hizo

gre,

fiasco: el cielo,

antes sereno y limpio, se cu-

bri de nubes; al aire perfumado y tibio, propio de primavera, sustituy

delgado como

la lioja

el

cierzo fro

de un pual de Alba-

cete: pero el impulso estaba dado, y el Car-

123

DESCONOCIDAS

PAGINAS

naval no ha sido por eso menos aiegre y

rui-

doso que de costumbre.

Rompi
lo as

en

el

el

la

marcha inaugurando oor

perodo carnava.esco,

Conservatorio por

mas de

la Beneficencia.

el

decir-

baile

la ascciacia

Los salones

dado

de daCon-

del

servatorio han estado bastante concurridos, y


la

reunin fu tan escogida como cabe en

pcsib'e cuando se trata de


la cual

lo

una sociedad en

no se exigen ms requisitos para ser

presentado que tener ganas de gastar 40 reales,

Entre muchas elegantes dama:?, a quie-

nes a pe?ar de su disfraz conocimos, circula-

ban por lo tanto alguna que otra muestra de


ese demi monde, o quart de mome, que en
Madrid se introduce en todos los crculos apenas ve

"a

puerta entreabierta. Pero

el

Car-

naval tiene algo de fcil y tolerante respecto a las costumbres; la careta autoriza cier-

tas derogaciones por parte de las gentes


rgidas;

luego... se

ms

presentan tan pocas oca-

una obra de caridad bailando


un schottis-polka que no tan slo no extraamos la boga de estas o parecidas fiestas,
sino qve por el contrario, las aplaudimos. No
todos comprenden la caridad de im mismn mosiones de hacer

do;

no a todos

tiene de

es

dado practicarla en

ms enojoso y
124

spero:

bueno

que
es,

GUSTAVO ADOLFO

B E C Q

UE

camino armonizndola con


otro piaxer que el que las almas privilegiadas
encuentran en el ondo de la caridad misma.
Al bai^e del Conservatorio han seguido los
del Real, la Zarzuela y Capellanes. No hay
para qu decir que en todos se han notado
pues,

allanar

el

animacin y concurrencia, En el segundo o


tercer baile podrn las sociedades encargadas de esta clase de especulacic-nes ganar o

perder segn

el

humor de

las

gentes y las

circunstancias del momento: pero en

el

pri-

mero cul' es tan torpe que no tiene a mano


un par de docenas de ninfas alquiladas y
de jvenes de ms humor que dinero que
hagan bulto, merced a algunos billetes gratis?

de

Sabido

la

el

temporada, no nos ha extraado, pues,

encontrar en
el

secreto de los primeros bailes

ellos el

persona, conocido.

comps de su magorquesta, dirigida por Bonetti, hemos

teatro de la pera, al

nifica

visto walsar,

amn de

todo el escuadrn fe-

menino de entre bastidores,


tas

En

figurantas,

bailarinas, coris-

una multitud de esas

bel-

dades de clasificacin dudosa: vanguardia encubierta de un gnero de danias popularizadas por la pluma de

Dumas

msica
de Verdi. que hacen esfuerzos increbles para
aclimatarse en nuestro pas por ms que las
125

hijo

la

PAGINAS

DESCONOCIDAS

rechacen nuestro carcter y nuestras costumbres.

Algn que otro

doiiiin

de seda, por cuyos

anchos y flotantes pliegues asoina una mano


aristocrtica y pequea calzada de un guan-

perfumado y finsimo dejaba, sin embargo,


adivinar la presencia en los salones de el Real
de una reducida parte del sexo bello verdaderamente ele^-ante y distinguido de La
te

corte.

Estas discretas tapadas, de las cuales po-

dramos decir en confianza y al odo de un


amigo e! nombre de algunas, y varias personas conocidas, que formaban corro entre

los

individuos d^l sexo feo que se agrupan en


el

centro del saln, han impreso este ao

como

eii

ios

pasados su

sello especial

terstico- a los bailes del teatro

de

la

y caracplaza de

Oriente.

manteniendo su tradicin respecto a m^scaras. se ha mostrado asimismo


alegre, ruidoso y todo lo expansivo que permiten el disfraz y la careta. Sobre el indisJovellanos

pensab:e fondo de personajes equvocos pertenecientes a ambos sexos, ha ofrecido su

ri-

suea ga-era de figuras propias de estos bailes de medio carcter. Sentadas alrededor de
la sala

han pedido, pues,


126

vei*se

muchas

oiidas

GUSTAVO ADOLFO

BEjQQiR

de inteiidentes (requisito forzoso de toda pu-

acompaadas de sus tiernos pimpollos; y circuiando en grupos, muchos estudiantes de todo gnero de derechos y carrepilera),

ras, inclusa la

ms

clebre de la corte.

De

Jovellanos a Capellanes la decoracin vara y

han variado

igualnfiente los actores.

Desde

paseantas de

modistilla a Jas nocturnas

la
la.

con tanta razn, llamada calle de Peligros:


desde

los

abo-nados a los Andaluces a

os to-

reros que se estacionan en las cuatro esquinas, lo

ms

florido

de

la

gente del bronce, de

perpetua diversin, de

la

de

la

eterna jarana y

escndalo eterno, ha tenido representa-

cin en el local que rene el raro privilegio

de dar a un tiempo acogida a todo gnero de


personas.

En

efecto, lo

ms

caracterstico del

que acaso salen de un saln aristocrtico o han pasado la tarde en el Canal, han venido en
esta ocasin, como vienen siempre, a pagar
el tributo de un momento de la noche a Cateatro de Oriente y la Zarzuela

los

pellanes.

En
del
la
si

el

Prado, y durante

Carnaval

los

primeros das

multitud ha sido inm^^nsa y


animacin y el bullicio tan grandes como
en nada tuviramos por el momento en
la

que pensar ms que en disfrazarnos y


127

di-

DESCONOCIDAS

PAGINAS

como

vertirnos. El pueblo es
ia

niisuia

iacilioau

los ni^.s:

que se

llora

con

ccniuela,

mostrando a veces juntas las lgrimas y la


risa. Ka los das en que la terrible epidemia azotaba a Madrid, pareca imposible que
el tiempo pudiera borrar las nondas huellas
que haba dejada. Cuando ms tarde ol trastornos polticos preocuparon hondamente ia

atencin pblica, era de esperar que por muchos meses todos se ocuparan de
ble resolucin

la

proba-

de un obscuro problema plan-

teado y no resuelto.

Mas

tarde, el deijca abro

sufrido en Chile, llen de santa y patritica


mdignacin las almas y deba creerse que

nadie apartara

los ojos

ver su desenlace.

Sm

de este asunto hasta

embargo, llega

el

Car-

naval, ios lutos se esconden, las preorupacio-

nes se disipan,

zan y

el pas

los

proyectes blicos se apla-

transformado de

la

nocbc a

maana de grave y preocupado en


bulliciero,

la

alegre y

puede exclamar a su vez: Euiopa,

me conoces?
E. mircoles de Ceniza, ayudado del diluvio

de agua que han arrojado


nido a cerrar
nos

el

el

las

perodo de locura, trayndo-

enfadosc' bagaje de nuestras antiguas

preocupaciones al ponernos
frente.

nubes, ha ve-

Pohyo

eres y

128

la

ceniza en la

en polvo te has de

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


convertir! Este lgubre estribillo con que te]>

mina

la Iglesia la

cancin bquica comenza-

da por el Carnaval, viene a concluir con un


imponente acorde de Miserere la atro.oadora
sinfona de los placeres mundanales.

Despus de los excesos y los gasto.^ extraordinarios que inevitablemente traen ci^nsigo
todas estas grandes fiestas, la primori, idea
seria que se ocurre es la de reparar por medio de la economa

el

desequilibrio del bol-

y esta preocupacin, particular a cada


individuo trasciende a la pblica oponin y
forma una atmsfera. Nada ms natural, por
lo tanto, que la primera cuestin puesta sobre el tapete en materias polticas sea la

sillo;

cuestin de Hacienda, pronuncindose todos

en favor de las economas en el pres'.:puesto. En el Senado ^as oposiciones presentaron


el combate al ministerio en los asuntos de
Italia;

en

las

Cortes se trata de hostilizarle

en una larga serie de encuentros y escaramuzas a propsito de las tantas veces anunciadas economas. El Gabinete aseara que
se encuentra animado de los mejores deseos
respecto a este particular: nosotros

mos; pero ha debido sucedorle

grande de Espaa

lo

lo cree-

que a aquel

que. conociendo su rui-

nosa situacin, y despus de decidii'se a

129

to-

PAGINAS

DESCONOCIDAS

mar una medida


de sus gastos

al

radical reduciendo el total

de

los

ingresos,

dio

una

vuelta por su casa y no encontr que supri-

mir ms que una ensalada en la comida y


un farol en el patio. Las economas realizadas en el presupuesto hasta ahora no equivalen a ms. Y cuidado que por nuestra parte no creemos que ]as economas, que son el
a b c de la ciencia, bastan por s solas a salvar una situacin. Podrn a lo sumo, servir
para atravesar ms fcilmente un perodo
dado, para reso ver un conflicto de momento,
pero no para prosperar y desenvolverse un
pas.

Del Pacfico se han recibido noticias por

Mala inglesa las cuales se reducen a decir que nada ocurre de particular. Esto misla

mo

debiramos repetir en nuestra revista;

verdad es que el no haber ocurrido


nada, en el terreno en que ya se encuentra
la cuestin, no deja de ser bastante. Tampero

la

bin se ha hablado en

los

crculos polticos

de una nota que el general Lamrmora ha


enviado al Gobierno de Espaa,, prote^^^tando
en nombre del de Vctor Manuel contra el espritu de ciertos documentos relativos al reconocimiento de Italia publicados con motivo
de

la discusin del discurso

130

de

la corona.

La

r;

T A

Vo

Adolfo

b e c q e

p.

trascendencia de esta cuestin es bastante

grande, toda vez que al complicarse podr


hacer que resulte intil un paso diplomtico

que ha dado margen a muchas discusiones,


y en el que algunos partidos fundaban lisonjeras esperanzas.

Estos asuntos y algunas que otras noticias


contradictorias, acerca de los corsarios

pan por

el

momento

los polticos,

atencin de

la

ocu-

los crcu-

mientras bs aficionados a otro

prximas
reuniones particulares, que se anuncian para
la Cuaresma, y del nuevo drama Dona Leonor
de Pimentel, estrenado en el teatro de Variedades por la Civili. Despus del beneficio
de Valero, en el que este eminente actor consigui un nuevo y ruidoso triunfo con La
gnero de novedades hablan de

las

carcajada, la representacin de la obra del se-

or Valcrcel ha

duda alguna, el
suceso ms notable que en la ltima semana
han ofrecido los teatros. Dona Leonor de Pimentel dista mucho todava de ser una obra
perfecta en su gnero. Fltale a su autor exsido,,

periencia de la escena

fundo

la

del carcter

de

sin

el

conocimiento pro-

poca que trata de

segunda que cada da


se hace ms indispensable en los dramas hisresucitar, condicin la

tricos.

No

obstante, algunos

131

rasgos felices

DESCONOCIDAS

PAGINAS
diseminados en

la

la obra, la

galanura del

estilo

pasin con que estn escritas ciertas

escenas, contribuyen a que se califique esta

produccin de un

ensayo que deja presentir grandes triunfos al joven poeta que lo


feliz

ha acometido. La ejecucin de
parte de la Civili justifica
le

prodiga

ei

pb'ico

los

la

obra por

aplausos que

haciendo olvidar en

parte la desigualdad del cuadro de actores que


la

acompaa y

la

escasez de recursos y de

aparato escnico del teatro en que acta.

ltimamente,
la

la

Real

la

Facultad de Medicina de

Cmara ha puesto en conocimiento de

presidencia

enfermedad y

del
la

Consejo de ministros

muerte

del

infante

la

don

Francisco de Ass y Leopoldo^ cuyo cadver,

despus de haber sido expuesto

al

pb'ico

en una de

las salas del Palacio,

cido con la

pompa y ceremonias de costumbre

al

panten de El Escorial.

ser condu-

EL

invierno se resiste a abandonarnos.

En

balde la primavera, con el calendario en

mano, aduce sus derechos a la presente


estacin; el fro, refugindose en las ltimas
trincheras, despUega todo su aparato de nie-

la

ves y granizos de lluvias y vientos;, y quema


los tempranos retoos de los rboles y arroja
al

suelo a sus adelantadas ores.

La Cuaresma,

ya bastante triste de por s misma, con este


aditamento de nubes y temporales nos tiene
metido el corazn en un puo. Por fortuna,
por un lado, y las reuniones particulares por otro, ofrecen un refugio a la
los teatros

buena sociedad nuadriiea, que se ve privada


de asistir a sus paseos favoritos. La vida activa de la corte se ha reconcentrado en el interior de sus crculos especiales.

Tratemos de penetrar en algunos para trazar en un par de rasgos nuestra peridica


revista.

133

GUSTAVO ADOL^O BECQUEK


Entre
ios

fiestas

Jas

iTmsicales celebradas

en

salones que tienen hoy el privilegio de

reunir a

ms

lo

fasslonable del gran mundo,

debemos colocar desde luego la que ha tenido


lugar ltimamente en casa de la seora condesa de Montijo. El Stabat Mater, de Rossini,

una de

las

ms espontneas y meldicas
clebre maestro

ins-

ha
sido interpretado en la* reunin del domingo
de un modo tan correcto y con una unidad
y un buen gusto tales que han sobrepujado
a la ventajosa idea que ios concurrentes tenan formada de antemano de esta soire musical, juzgando por el nombre de las conocidas
y elegantes aficionadas que tomaron parte
piraciones

en

dei

italiano,

ella.

Las letras

han tenido asimismo en

la

pasa-

da semana ocasin de ser objeto de plcemes


entre el crculo de sus apasionados. La Real

Academia Espaola ha reforzado sus filas con


un nombre clebre en nuestras discusiones
parlamentarias, y que ha brillado y brilla an
en el foro como una de sus glorias. Aludimos
al

seor don

Antonio Aparisi, elegido por

voto unnime de

los

individuos de aquella

respetable corporacin

paz'a

ocupar

el

sitio

que ha dejado vacante, a su muerte, el ilustre marqus de Pidal. Sean las que fueran
134

DESCONOCIDAS

PAGINAS

as ideas polticas del

seor Aparisi. nosotrcs


Acade-

felicitamos con toda sinceridad a la

mia por iiaber heclio recaer su eleccin en


un hombre de corazn sano, de convicciones
arraigadas y profundas, y cuyos mritos y
extraordinarios talentos no pueden ponerse
en duda.
La reunin literaria que ha tenido iugar
en

el

gabinete de medallas de la Bib:otcca Na-

cional para hacer entrega del

gado en

el

premio otor-

ltimo concurso no ha sido menos

sa^:isf actor ia

para cuantos tuvimos

de concurrir a

ella.

Presida

el

acto

el

gusto

el

seor

ministro de Fomento, asistiendo, a ms del

seor Silve'a. director" de Instruccin pbli-

y de algunas otras personas notables por


su posicin oficial, otras muchas conocidas

ca,

por sus pbra? en

No hemos

ledo

la

an

repblica de 'as letras.


el libro del

seor Alenda

.Reacwmes de solemnidades y fiestas pblicas


de Espaa; pero, a juzgar por el asunto, y

creyendo que para merecer

ha merecido

la distincin

deber reunir

las

que

condiciones

que un trabajo de esta ndole exige, no dudamos que su lectura abrir un ancho campo

y ofrecer datos preciosos para los estudios


de trajes, usos y costumbres de nuestro pas,
as como de las artes y la literatura, que
135

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


tanto han contribuido siempre al

cimiento de tales

fiestas.

unin, y despus que

el

En

esta

mayor
misma

lu-

re-

seor Harzenbusch

en una luminosa memoria de -os


trabajos llevados h cabo en el ramo de bibliodio cuenta

y archivos, don Cayetano Rossell dio


a conocer a gunas de las cartas inditas de
tecas

don Leandro Fernndez de Moratn cuya

co-

ha mandado publicar por el minisde Fomento. Cuantos admiran la gracia,

leccin se
terio

de obsen^ador profundo y la pureza


de enguaje que adornan al clsico autor de

las dotes

de las nias y El Caf, estn de enliorabuena con la publicacin de estas epstolas,


El

en

las cuales

Moratn trata

los

ms variados

ameno, ligero y cmico


que tan bien sienta a este gnero especial de
literatura y que s seguram.ente el que con
asuntos con

ms

el estilo

facilidad manejaba.

Respecto a poltica tambin se nota alguna


animacin, y podemos decir como la criada
de El marqus de Carayaca, de Ventura de la

Vega, Se charla, se charla, se charla!


to,

En

efec-

se charla en as Cmara^, se charla en

los salones

de conferencias, se charla en

los

y en las esquinas, y
n>ientras en estes corros y corrillos cada cual
arregla el pas a su modo y deja en paales
casinos y en los cafs

136

DESCONOCIDAS

>AGINAS

mismo Nostradamus. Respecto a

al

siguen

acontecimientos

los

siguen

curso

su

profecas,

acontecimientos

estos

Qu

curso.

es

lo

que no nos atreveremos a decir. El Museo,


quizs cometiendo una indiscrecin, se ha
aventurado a guna vez a alargar el cuello y
a meter un poco la cabeza por la entreabierta
puerta de la poltica. Despus de haberle dado
repetidas veces, como vulgarmente se dice,
con

la

puerta en

ha decidido la
dintel para des-

los hocicos,

enmienda, sentndose en
cansar un momento,

y,

el

una vez descansado,

rumbo para otra parte.


El caso es que la semana anterior la poltica extranjera, nica en que por un extomando

el

ceso de longanimidad se nos permite echar

de

vez

en

cuando

un cuarto a espadas

ha ofrecido tan peco asunto para nuestra revista, que ser preciso hablar a nuestros lectores de otra cosa.

En
los

Pars, por ejemplo, tanto o

discursos de la

ms que de

Cmara, se habla en

tualidad de la llegada del abate Litz,

ha

ido a dirigir

personalmente

el

la ac-

el

cual

ensayo de

su magnfica misa.

En Roma,

despus de haberse celebrado

tradicional ceremonia de la bendicin de

Rosa de Oro, todo

el

mundo
137

se deshace

la

La

en con-

ADOLFO

A V o

U S r

B E C Q U h

ic

que se dar este


siaiblico presente con que Su Santi-

jetura> acerca del destino

ao al
dad obsequia
tinguidj en

soberano que ms se

al

a defensa de

los

lia dis-

intereses cat-

licos.

Desde
la

el

curioso asunto jurdico que llama

atencin en Londres, entablado por una

seora particular que, fundndose en ttulos


valederos trata de que se la reconozca

miembro de
hasta

el

misma

la

familia

real

como

inglesa,

extravagante fenmeno ocurrido en

un punto de Amrica, donde otra individua


ha dado a luz en un solo parto a tres hijos
varones, cada cual de una raza y de un color
distinto,

raro es

el

pas que no ha ofrecido

alguna cosa notable.

ms notable es, y seguir


an muchos das, la coincidencia geo-

Sin embargo,
sindolo

la

que ha podido observarse ltimamente


por los que se dedican a este gnero de estudios. Al mismo tiempo que un movimiento vol-

lgica

cnico ha hecho aparecer


las costas

fialados

islote

en

de Grecia, e: capitn de un buque

mares de Australia da cuendesaparicin de uno de los puntos seen la carta marina de aquellas re-

que navega en
ta de la

un nuevo

los

giones.

Unas veces con

los

sacudimientos de

138

la tie-

AGINAS 'DESCONOCIDAS

1^

rra, coincidiendo

con

la

erupcin de un

cn, en puntos lejanos entre

s;

vol-

otras con

es.-

inmersiones y apariciones que ofrecen

tas

cierta ana-oga en el

fenmeno que

las pro-

duce, nunca faltan a la ciencia arduos y difciles problem.as

que

resolver.

De

Francia, y

por orden de su Gobierno, ha salido una comisin de hombres eminentes, con rumbo a
Grecia, para estudiar esta cuestin.

Veremos

qu sacan en limpio.
Ahora, y trasladndonos a nuestro pas des-

de

la regin objeto

de esos estudios, diremos,

segn costumbre, algunas palabras sobre teatres

para terminar

En

el

Real

aplausos en

la revista.

sigue

Tamberlik

La Africana;

contina apareciendo en
cipe; ei teatro

el

nombre de Csar

los carteles del

de Jovellanos es

acaba de ofrecer una novedad,


de llamarse
nica que ya

al

recogiendo

si

el

Prn-

nico que

novedad pue-

arreglo de una bufonada esc-

hemos

visto antes de ahora re-

presentada en Madrid por una compaa de


actores franceses.

Titlase este arreglo Los cviicos de la

le-

y como puede inferirse del asunto, mucho ms sabiendo que toman parte en l Calgioa,

taazor y Arderius, creemos excusado decir

139

GUSTAVO

ADOJ. FO

BECQUER

que es perfectamente a propsito para

un rato.
Cuando en todos

los

rer

terrones se encuentran

tantos motivos para afligirse, no nos parece

completamente inoportuna

la

aparicin

de

una obra que slo aspira a regocijar el nimo, aunque sea a fuerza de disparates. Los
disparates tienen tambin su mrito.

No

todo

que quiere disparata con gracia, por ms


que muchos prueben a hacerlo. Testigo el po-

el

bre Olona, que en su gnero, bueno o malo,

pero indudablemente divertido, sigue siendo


inimitable.

en pugna con el calendario. La primavera llega y el invier-

SIGUE

el term.rrietro

no no desaparece: de aqu resulta una anarqua estacional tan incmoda como insalubre.

De vez en cuando
tierra, estrem.ecida

el sol

rasga las nubes,

de placer bajo

la

la

impre-

sin de sus besos de luz, se dispone a reves-

ms esplndidas

tirse con sus

galas; los rbo-

cubren con sus primieras y transparentes hojas; los insectos de oro y de colores,
revolotean zumbando en torno a la flor de los

les se

tempranos almendros, y los habitantes de la


coronada villa salen a disfrutar de las delicias
primaverales a

la

de pronto cambia

amontonan,

lo

el

Castellana o
la

viento Norte se desencadena

que comenz en
al

pero

decoracin: las nubes se

idilio

El almanaque, inflexible

su marcha

al Retir'j;

acaba en catarro.

como

el

destino, sigue

travs de estas bruscas varia-

ciones y marcando impvido las estaciones

141

GUSTAVO ADOLFO
solemnidades con

las

la

B E C Q U E R

exactitud de un cro-

nmetro nos lleva insensiblemente del Carnaval a la Cuaresma, de la Cuaresma a la Pascua hasta llegar el da de San Silvestre, en
que deja el puesto a otro ao y a otro cicerone que con la misma imperturbabilidad contina

la tarea.

Siguiendo su

nos

itinerario

encontramos

hoy en la Semana de Dolores, que puede llamarse propiamente el dintel de 'a SeTnana
Santa.

medida que

Iglesia

la

se aproxim.a la poca

conmemora

en que

augustos misterios

los

de nues,tra redencin, ntase una especie de


recogimiento graduaJ, que de da en da va
hacindole

ms perceptible La concurrencia

les teatros

disminuye;

e!

inters de les ne-

gocios pblicos se debilita; hasta la actividad

y el movimiento individual parece que se dis


ponen a entra.r en un perodo de quietud y
de reposo. La meditacin es hija de la calma

Y quin habr tan incrdulo


o tan indiferente oue, como cristiano y como
filsofo, no se sienta embargado, aun a su pe-

el silencio.

sar,

por las graves ideas que en estos das

solemnes asaltan
res de la vida

de

la

la

imaginacin? Los rumo-

poltica,

la

inquietud febril

lucha de los intereses terrenales y

142

el

PAGINAS

DESCONOCIDAS

ruidoso trfago de la actividad humana,

como

que vienen a morir en la orilla del


mar, vienen en estos instantes a morir y a
apagarse a las puertas del templo, que desplega .todas sus pompas para cautivar y absorlas olas

ber

el

nimo de

les

fieles.

grandes misiones del arte


pocas levantar

las

el

Cna de las ms
ha sido en todas

espritu por medio de

sus obras a regiones elevadas, predisponindole


El'

la

concepcin de cierto gnero de ideas.

catolicismo se

ha valido de

l como,

poderoso intrprete para llegar hasta

de un
el

fon-

alma por medio de los sentidos.


En estos das ms que nunca puede apreciarse hasta dnde contribuyen a la majestad
y a la imponente belleza del culto las sublida

del

mes

creaciones del arte cristiano. Considerada

bajo este punto de vista,

de

la corte

no es

atractivos; pero

la

que ofrece

la

Semana Santa
ms poderosos

facilidad de las comuni-

la

caciones va generalizando tanto la costumbre

de asistir a esta solemnidad en otros puntos,


clebres por el esplendor

y la grandiosidad de
sus ceremonias religiosas, que la mayor parte
de la buena sociedad madrilea se divide entre Toledo y Sevilla, que con algunas capita-

les

de provincia

fama que gozan en

importantes

justifican

este concepto.

143

la

GUSTAVO ADOLFO BECQUEK


Ims circunstancias que dejamos apuntadas
han contribuido a que en la semana ltima
encontremos pocas no'vedades de qu ocuparnos.

La cuestin de

Chi^e ha ofrecido, no obs-

tante algn entretenimiento a


pblica.

de

Segn

Jas

la

curiosidad

ltimas noticias lecibidas,

las repblicas del

Ecuador haban hecho un

tratado de alianza ofensiva y defensiva con

enemigos de Jispaa. En cambio de este


suceso, que despus de todo carece de importancia verdadera, pues el Ecuador slo puede
ofrecer a sus nuevos aliados estriles simpalos

tas, la

Mala

del Pacfico nos

ha trado una

nueva favorable a nuestros intereses. La fragata peruana Amazojias y el vapor Loa han
naufragado. Ignranse an los pormenores de
este siniestro, del que, sin embargo, no pusde dudarse, habindcGe

recibido

la

noticia

por diferentes conductos: slo sabemos que

el

Gobierno peruano ha hecho prender a los capitanes de estes buques para abrir una infor-

macin facultativa. No siempre la fatalidad


ha de presta.r ayuda a nuestros enemigos. El
desastre de la Avia:ron2.s y el Loa viene
compensar en cierto modo la desgracia que
nos hizo perder uno de nuestros ms hermosos

buques enfrente de
144

las

islas

Chinchas.

IMAGINAS

DESGONOCIDAb

a pidiaas casuales, puede decirse


que estamos en paz y juganao. iiiii ia cuestin
de honra algo se' ha heciio, entregando a las
i\especlO'

hania^

xas,

einDarcaciOnes meicances apresa-

uas; pero todava

esperamos que nuestra ina

rina liar TX)uo lo que exigen de ella aas g^o1

rosos anittcedciites y la esperanza

que

el

pas

entero funda en su vaior y herosmo.

Los asuntos de poli ac extranjera, que


aectan ms directamente a otras naciones,

aunque a paso de tortuga, tambin van adelantando algo en su desenvolvimiento.

Ya

nemos en campaa un candidato para

el tro-

no de

iOS

te-

Principados, vacante por la forzosa

emperador
de Rusia propone para esta prebenda al du
que de Leutchtemberg, que en la actualidad
S3 encuentra en Italia. Los representantes de
los diversos pases que han tomado parte en
las conferencias celebradas en Pars para
arreglar este complicado negocio, no creemos
que acordarn todos sus simpatas al candidato ruso, pues en pormenores de mucha menos entidad no han podido an ponerse de
acuerdo. Y lo que acontece en Pars respecto
ue la cuestin de los Principados del Danubio
en la co-nferencia poltica, se reproduce en
Constantinopla con motivo del itinerario de
abdicacin del prncipe Couza.

tl

145
10

GUSTAVO
las

caravanas de

tario. Si slo

D U

la

L L^U

B E C Q U E R

india en el Congreso sani-

hubieran asistido mdicos a esta

reunin salvadora, todava juzgaramos


difcil

que

la ciencia,

aun siendo

grase ponerse de acuerdo consigo

muy

ciencia,

o-

misma por

medio de sus representantes; pero habiendo


interpelado los diplomticos con los doctores,

de todo ser seguramente el contenido del libro que lea Hamblet: Palabras,
el resultado

palabras, palabras!

En

efecto:

el

Congreso sanitario discute

an acaloradamente sobre

la

marcha de

las

caravanas y les medios de precaucin convenientes, y ya los peregrinos del Ganges co

mienzan a ponerse en movimiento y

el

clera

se cierne sobre algunos puntos del litoral del

Mediterrneo. Mientras

loe

acaloradas polmicas sobre

mdicos entran en
el

principio mor-

boso generador del terrible azote,

los

diplo-

mticos han tenido tiempo de deslizar en medio de

)a

discusin algunas frases alusivas a

intereses polticos de este o aquel pas, ocultas bajo el nianto de la filantropa,


k)

bastante para que

ficas,

las

y he aqu:

conferencias cient-

de las cuales tanto esperaba la

human

d^d, terminen, segn la grfica expresin dei

vulgo como merienda de negros.


El bul de reforma electoral presentado a

146

DESCONOCIDAS

PAGINAS
:as

Cmaras britnicas promete asimismo ser

objeto do largas y acaloradas controversias

representantes del pas. Des

por parte de

los

de luego,

prcye^to de reforma slo hace

el

aplicacin de los nuevos derechos a Ing.ateiTa

excluyendo
tricciones,

cin de

los

la

Escocia y la Irlanda. Estas res-

a ms de aumentar

a exasperapases a que se refieren, son acoi

gidas con evidente disgusto entre los radicales,

a quienes no impone la obligacin de

llar el inters del

ca-

Gobierno. Por su parte los

conservadores han celebrado un meeting con


asistencia de todas las notabilidades del par-

en el cual se acord presentar la ba calla


al Gabinete en ambas Cmaras. Acerca del
resultado de la campaa parlamentaria ((ue
se inaugura con el bil da reforma se hacen
muchos comentarios, no faltando quien se antido

ticipe a predecir

'a

derrota del Gabinete.

Estas levantadas y luminosas discusiones

Parlamento ingls y las que actualmente


tienen lugar en la Cmara francesa a prodel

psito del debate sobre libertades pblicas,

ccuparn en primer trmino y durante algunas semanas la a^tencin de los que siguen
con inters el curso de la poltica extranjera.

Dejando nosotros este terreno por ahora, y


147

GUSTAVO ADOLFO BECQUEK


volviendo

minar

lo?

ojos a nuestro pas para ter-

ocupndonos de a<ro menos


rido y enojoso quo los asuntos polticos, vamos a decir dos palabras acerca de las novedades literarias y cientficas de que hemos
la revista

tenido conocimiento durante la semana

l-

tima.

Pocas son esas novedades, aunque algn


as de ellas de verdadero inters. La Junta

de Aichivos y Bibliotecas ha acordado la formacin de un museo arqueolgico donde Sf

renan y custodien

ios tesoros

que poseemob

de este gnero, casi abandonados

esparcido?.

orden en diferentes establecimientos pblicos. La importancia de esta determinacin


croemos intil encarecerla, pues aunque nos
parece que viene un poco tarde, y cuando ya
sin

trancantes y especuladores han hecho desaparecer los objetos dignos de estima, as en

ios

muebles, armas y medallas,


ras, cdices

como en pintu-

y trajes de que tan

rico era hace

pocos aos nuestro pas, todava reuniendo

io

que se conserva y naciendo ad.qc*isiciones por


medio de personas inteligentes, poar formarse

un museo ae grande

utilidad para el eb-

tudio de escritores y artistas.

ahoia que

de museos liablamos, paicenos ocasin opor-

tuna de dar, por ltimo, cuenta a nuestro?


148

PAGINAS

DESCONOCIDAS

lectores de la aparicin del Catlogo prov-

y razonado del Museo Nacional de Pinturas, formado por don Gregorio


Cruzada Villaamil. Slo teniendo conocimiensioncil historial

to de la falta de datos

noticias acerca del

origen y procedencia de estos cuadros, falta


con que ha tenido que tropezar desde luego

emprender su tarea puede apreciarse debidamente la diligencia ex


quisita, la perseverancia y el buen acierto
con que la ha llevado a caba Ei Catlogo del
Museo Nacional, por el orden con que en l
el

seor Cruzada

se

encuentran clasificadas

al

las diferentes escuelas


lias

noticias

las

que

biogrificas

de

producciones de

lo com.ponen,
los

por

autores que

y el tino con que, aunque ligeramente, se juzgan sus principales obras puede servir de majteria importante para la historia d.^
contiene,

la

pintura espaola, sobre

la cual

tan poco se

ha escrito an a pesar de la merecida fama


que goza entre nacionales y extranjeros.

los altares se ha rasgado; las camEL velo devoltean


celebran la
en las torres

panas

Resurreccin de Cristo entonando

un himno

de jbi'o al vencedor de la muerte. En las


puertas de abril, del mes favorito de la pri-

mavera, nos encontramos con la Pascua florida. De la tristeza, la quietud y el silencio

hemos pasado como por encanto al regocijo, a


k actividad y el ruido. Las campanas han dado ia seal rompiendo

En

el

aire con su alegre ar-

de sonidos y do
perfumes que llegan en este momento hasta
mona.

las

ondas de

luz,

nosotros, debe haber algo de aquel encanto

inexplicable e irresistible de que se siente posedo Fausto en

una de

las

primeras escenas

poema de Goethe, al oir la misteriosa mu


soca de las campanas de la vetusta catedral
del

gtica que saludan el alba el da de la Resurreccin.

El tiempo, por u parte, no ha contribuido

151

GUSTAVO ADOLFO BECQER


poco a completar

los

seductores detalles del

cuadro. Compadecido de nosotros

y para dar

nos a entender que no porque se 'entretenga


a despedir cariosamente

al

invierno pierde

un

da de

ce

al

verano,

en

!a

primavera. Y henos aqu gozando de

jomada en
se

el

camino que

le

condu-

ha plantado de un

salto

todas las delicias que proporciona la corte con

maanas

y alegres que llaman con


un rayo de sol a la ventana de los perezosos
convidndoles a ir al Retiro, donde ya lorecen
las primeras lilas, y con suh. tardes serenas y
templadas que renen en el Prado, en la Cassus

tellana

frescas

y en Recoletos a

cogido de

la

lo

ms elegante y

es-

sociedad madrilea.

Absortos en

la

presente felicidad olo nc3

cuando un temor. Durar esto mucho? E. tiempo que para hacer


resaltar mejor la bondad de sus das hermo

asalta de cuando en

sos viene agobindcncs a fuerza de contras


tes renunciar por completo a esos efectos

teatrales que

cuando niencs se espera hacen

sufrir al termm^.tro

quince grados?

como

dice

e.1

un bajn de

Difcil

nos parece, po^quo

adagio, el que malas

tarde o nunca las olvida.

catorce o

No

maas

ha,

obstante, la des-

confianza que abrigamos respecto a este caprichoso arbitro de nuestra salud

152

y nuestros

DESCONOCIDAS

PAGINAS

no nos impedir darle un votj de


por el interregno que nos ha conce-

placeres,
graxias

dido.

Merced a su benevolencia, los fie'es han podido acudir corno de costumbre a visitar los
templos sin grave detrimento del vestuario

de gala, y las procesiones y cofradas han salido a las calles sin temor de 'que un chubasco
:as desordene o desluzca. Respecto a Madrid

aunque

el

tempe ral hubiese impedido esta l

tima parte de

la

solemnidad religiosa, segu-

ramente que no sera

muy

de lamentar

la

prdida del espectculo. Es cosa olvidada de


sabida que en cuanto al m.rito de las imge-

nes y

el lujo

tales

d'

No

pompa de

cofradas y proce-

coronada

sucede

si

villa

provincia de Espaa.

decorado

pues

la

apenas puede scste


com.paracin con la ltima de las capi-

siones, la

ner la

lo

mismo en

lo

que concierne

al

y ornamentacin de las iglesias


bien no se hallan monumentos tan

majestuosos e imponentes por sus colosales


proporciones como los de las catedrales de To-

no menos artstico y grandioso de San Lorenzo del Escorial, el bue-.i

ledo

Sevilla o el

gusto y la acertada disposicin de

los

que se

ven en

los

falta de

magnitud y de grandeza, que no per

templos de la corte suplen a

153

la

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


mite a veces

la

pequenez

del recinto en

que

se levantan..

La ms

notable y clsico de

ta de Madrid

Santo en que
do uno de
stalos

En

ese

los

es,

la

ia

Semana San-

pues, la tarde del Jueves

poblacin en masa, cumplien-

preceptos de

la

solemnidad

vi-

monumentos de las diferentes iglesias.


da las damas elegantes truecan las

caprichosas toilettes, propias del Real, y

el

distinguido sombrero francs de rigor en la


Castellana, por la sencilla y severa falda de
glas negro y la graciosa y tradicional

man-

espaola y colocadas a la puerta de

tilla

los

templos consiguen de sus admiradores que,


quiera por

un memento, hagan de

la

si-

Caridad

frmu a de galantera.
La devocin en primer trmino y la curiosidad en segundo atraen un inmenso nmero
de-

personas a

las iglesias

cuyo camino seala

un cordn de gentes que van y vienen


sar.

Como en

los

aos anteriores

sin ce-

la capilla del

Obispo donde se admiran en esta poca


aprociables lienzos de Villoldo, ha sido
las

los

una de

ms frecuentadas, llamando igualmente

sitencin la del

Hospital general y la parro-

quia de San Gins por


ticos

la

los

monumentos que en

do nuevamente.

154

elegantes y artsellas se

han

coloca-

PAGINAS

DESCONOCIDAS

Pero como todo pasa en este mundo, la


Semana Santa con sus esplendores religiosos,
sus austeras penitencias y su silencioso reco-

gimiento ha pasado tambin, volviendo las cosas a seguir su curso regular y ordinario. Co-

mo
los

es natural, al fijar de

nuevo

la vista

en

asuntos objeto de nuestra preferente aten-

encontramos un sinnmero de novedades de teda especie. De estas novedades unas


cin,

las

constituyen sucesos

lealizados,

otras se

componen de proyectos y planes para un cer


cano porvenir. En poltica sobre todo hay
materia para escribir no una revista sino
algunos volmenes,.

eso que no entra

nuestro nimo ocuparnos de

lo

er^i

que pasa de

puertas adentro.

Por de pronto, segn las ltimas noticias


que encontramos en correspondencias dignade crdito y a juzgar por el carcter que presenta

la

tan debatida cuestin de

alemanes, se hace inminente

la

los

ducados

guerra entre

Prusia y Austria. Esto al menos dicen la mayor parte de los peridicos extranjeros, y del

mismo modo opinan polticos experimentados


y sagaces en esta clase de negocios. Sin embargo, a nosotros se nos antoja que esta ve?

como siempre las dos grandes potencias alemanas se limitarn a cambiar algunas diatri155

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


has en la^ hojas

oficiales,

a hacer alanos

equilibrios diplomticos, quitar el polvo a las

armas de los parques y como el valentn del


famoso soneto de Cervantes mirarse de soslayo y marcharse sin hacer nada.

Algo ms seria nos parece

que
se deja sentir en toda Italia a medida que se
aproxima el p^azo estipulado en el convenio
de 15 de septiembre para el r*.ompleto abandono de

Roma

por

la

la agitacin

guarnicin francesa: agi-

tacin que se ha manifestado bien a las claras

con pretexto de

la

anulacin del acta de Ma-

zini.

Elegido

el

clebre triunviro por

distritos electorales

escao en
lado el

el

de

Italia,

Parlamento,

la

uno d^

los

para ocupar uv

Cmara ha anu-

acta cerrndole las puertas de la re-

presen^acin nacional. El partido de accin

conociendo que de da en da pierde terreno

en las esferas oficiales, acusa al Gabinete de


haber cedido en este asunto a la influencia
de :as Tulleras, y en un nieeting celebrado
en Florencia los oradores han ido tan lejos por
este camino que hubo momentos en que se
temi seriamente por la conservacin del orden. Al meeting de Florencia parece que seguirn otros muchos en diversas locaHdades
de la pennsula, y los exaltados asociando los
156

PAGINAS

DESCONOCIDAS

nombres de Garibaldi y Mazini y tremolando


la bandera con e lem^ de Italia una y Roma
la capital, no dudamos que darn mucho que
Gobierno de su pas y a ios Gabinetes
extranjeros que ya comienzan a preocuparse

hacer

al

de esta formidable cuestin.


En Inglaterra, por el contrario,

los vientos

sopan de diferentes cuadrantes. For espacio


de algunos aos los radicales hicieron de la
reforma un ariete poderoso para batir en breclia a los Gobiernos conservadores: en la Cmara, en
cas, se

la

Prensa, en las reuniones pbli-

presentaba este paso como una necesi-

dad para todos


el

los intereses:

que ms

jefe de la parcialidad

maba

la

pero he aqu que


alto procla-

conveniencia de la ampliacin de cier-

Poder y cuando intenta


poner en prctica su idea, se encuentra con
una oposicin compuesta de partidarios tan
decididos y numercsos como los que un da lo-

tos derechos, sube al

gr reunir en torno a su estandarte. Era


ficticia

la

atmsfera que se hizo en todo

(^\

pas por los ladcaies al iniciar estas medidas?

Han cambiado de

tal

modo

las circunstan-

que lo que antes fu necesidad apremianahora ahora podra calificarse de aventura-

cias

te

Jo y atrevido? lie aqu un problema que

los

peridicos ingleses se afanan intilmente por

157

Lt

.^

U A D O

J.

1^

B E C Q U E K

un hecho que
la reforma encuentra cada da mayores ob>
tculos en su camino y q le los que rns claro
ven en la cuestin no dudas de que el Miresolver; pero entre tanto es

nisterio se encuentra com,o

vulgarmente se

dice entre la espada y la pared, esto es, en la

Cmara

alternativa de retirar

el

bul de la

mismo de

la

gestin de los nego-

retirarse l
cies

pb icos.

Mientras

el

Gabinete britnico se decide

por una otra cosa retirmonos nosotros del


terreno de

la poltica

para apuntar dos noti-

cias pertenecientes al crculo de las artes

la literatura

La Real' Academia de San Fernando ha


nombrado su socio correspondiente al ilustrado cannigo lectoral de

la

catedral de Cr-

doba seor don Vicente Cndido Lpez. Cuantos se interesen algo por el esplendor de las
artes espaolan y vean con gusto difundirse

en todas

las clases sociales el inteligente res-

monumentos que 110.^ han dejado otros siglos como


testimonio dt su grandeza, no podrn menos

peto y

'a

piadosa veneracin hacia

de aplaudir eleccin tan acertada.


el

los

En

efecto,

seor den Vicente Cndido Lpez, dando

un ejemplo digno de imitarse ha emprendido

^a

restauracin de

la

clebre mezquita cor-

158

DESCONOCIDAS

PAGINAS

dobesa, hoy cooi vertida en templo cristianO;

con un
los

acieroi

mayores

y una

intelig'cncia dignos

de

Merced a su ilustrada

elogios.

y a su actividad incansable, ios entusiastas de la arquitectura rabe podrn admirar en toda su pureza y esplendor una de
iniciativa

sus

ms hermosas muestras en un templo que

incuria haban afeado y


deslucido hasta el punto de ser objeto cons-

la ig-ncrancia

la

tante de crtica y desdoro para nuestro pas,


del cual daba m,alsima idea a los extranjeros

que de continuo

lo visitan.

As como la Academia de San Fernando

ha reunido para acordar esta acertada


muestra de distincin a una persona que por
se

tantos ttulos
blifilos

en
del

la

merece,

-rt

Sociedad de

bi-

ha celeprado una importante sesin

la Biblioteca Nacional, bajo ia presidencia

seor don Cayetano Rosell en

ha decidido dar a luz

la coleccin

la

cual se

completa de

obras del inmortal poeta de Jas flores y las


ruinas, del clsico Roja. Esca coleccin, en la
las

cual habrn de conaprenderse todas sus prose conservan inditas.,

cer

ms popular

sevillano,

como

que an
ha de contribuir a ha-

ducciones,, as las publicadas

las

nombre del ilustre poeta


prestando al mismo tiempo in ver-

dadero servicio a

el

las letras castellanas

159

y a

los

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


muchos admiradores de tan celebrado autoi.
Para terminar nuestra tarea diramos algunas palabras acerca de los teatros si en Ir.
ltima semana las fiestas religiosas no hubieran reducido a cero

las

novedades de este ge

Afortunadamente proyectos para el porvenir no faltan y en las revistas prximas


ero.

podrenaos desquitarnos.

p
^

dos sucesos culminantes se ha fijado

la

atencin pblica durante la luma se-

mana. La dimisin de Ros Rosas y el combate de algunos de nuestros buques del Pacfico con los de la escuadra aliada de Chile

el

Per.

El primero de estos acontecimientos, aun-

que lenta y trabajosamente, ha llegado al fin


a su desenlace, y los comentadores de oficio
han dicho sobre l su ltima palabra. Acerca
de las noticias recibidas del teatro de

la

guer

han emitido muchos pareceres contradictorios hasta tanto que los partes oficiales
del jefe de las fuerzas espaolas han hecho
rra, se

luz en el asunto.

El encuentro, objeto de tan diversas opinio-

que tuvo lugar del siguiente modo: Las fragatas Blanca y Villa de Madrid,
mandadas por los capitanes de navio seores
Topete y Alvar Gonzlez se destacaron de la
nes, parece

escuadra en busca de vveres. Con este ob161

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


jeto,

tocaron en algunos puntos donde espe-

raban encontrarlos en abundancia. De vuelta

de su expedicin, y despus de haberse aprovisionado, tuvieron aviso los capitanes de ambos buques de que la mayor parte de las es-

cuadras chilena y peruana se hallaba en uno


de los puertos de Chile, a donde se haban
refugiado para ponerse

al

abrigo del ataque

de nuestras fuerzas. Efectivamente, poniendo el rumbo aJ sitio que les haban indicado,
hallaron en el puerto de Abatao a la fragata
Apurimac, de cuarenta caones; las corbetas Unin y Amrica, de diez y seis; la Covadongy de tres, y varice vapores y lanchas caoneras. Estas fuerzas, protegidas por los bajos

escollos

peligrossimos que rodean

el

lugar en que estaban fondeadas, y por dos


fuertes, en los cuales se haban artillado los

caones de

ATrmzonas y del Ttivibez, presentaban un aspecto formidable. La Blanca y


la Villa

la

de Madrid, cuyos jefes han tenido ya

lugar de distinguirse en

ocasiones,

y
que en sta han dado una nueva y brillante
muestra de su decisin y energa, no dudaron un instante en empear la lucha. Despreciando el fuego, bastante vivo al comenzar
l combate, se aproximaron cuanto les fu
otra-s

posible a la escuadra contraria,

162

y asestndole

DESCONOCIDAS

PAGINAS

despus de tres o cuatro horas


de una empeadsima lucha, teniendo que sufrir las andanadas de los fuertes que cruza-

SUS caones

ban sus fuegos a

la

e'mbocadura del estrecho

buques chilenos y peruanos, entre las cuales las haba de gran calibre, lograron romper la lnea enemiga, cau-

y de

las piezas

de

los,

sndoles considerables destrozos. Terniinada

lucha por haber sobrevenido la noche, y


por haberse refugiado los buques contrarios
Ja

al

fondo del puerto, inaccesible por

los

bajos

que le rodean., en los cuales se perdieron no ha mucho el Amazov.as y un vapor


chileno, las fragatas Blanca y Villa de Madrid, que slo haban sufrido ligeras averas,
viraron de bordo, haciendo rumbe a alta mar.

escollos

segn de la relacin de los peridicos extranjeros y de las cartas condenciales


se desprende, la verdad de los sucesos ocurridos. Los partes oficiales de los peridicos de
Chile confirman igualmente la exactitud del
anterior relato, pues si bien exageran las cosas en su favor, en la frialdad con que estn
redactados, se conoce a tiro de ballesta que
la impresin que el suceso ha producido no es
Tal

es,

la rns satisfactoria.

No

obstante el aire de verosimilitud que

presta a esta noticia la conformidad de las

163

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


diferentes relaciones que de ella se han reci-

a Gaceta dio

bidq, el prolongado silencio de

lugar a temores y tristes conjeturas que nosotros cremos siempre destituidos de todo fun-

damento. Si es verdad que


Chile, a ju?jgar por lo

el

que de

combate de
nos dice

la

Gacefa, no ha sido tan decisivo como fuera de


esperar, siempre, por las condiciones desven-

tajosas en que se hallaban nuestros buques,

arrostrando a un tiempo

el

fuego de

.os

con-

que ofrecen aquellas


costas, habr de considerrsele como una accin brillante en que los jefes de la Blanca y
la Villa de Madrid, han demostrado el va'or
trarios

y
en

los

los

peligros

conocimientos facultativos tradicionales

la

marma

espaola.

Posteriormente se ha dicho que

el

seor

Mndez Nez ha dispuesto que la Blanca, Ja


Resolucin y la Numancia se dirijan a Chile
para bloquear y destruir los buques que se
albergan en
el

el

puerto de Abatao, mientras

resto de la escuadra hace

rumbo

al Callao,

donde se encuentran la Esmeralda con algunos otros buques peruanos y chilenos.


Si estas disposiciones son ciertas no dudamos que las primeras noticias que se reciban
de aquellas remotas playas sern completa-

mente

satisfactorias.

164

DESCONOCIDAS

PAGINAS
No
a

mo

lo

son tanto las que se reciben respecto

poltica extranjera, si

m.aneda corriente

hemos de tomar

co-

entusiasmo blico de

el

que se manifiestan posedas

las

hojas alema-

nas. Nosotros

hemos credo siempre y segui-

mos creyendo

todava, que las dos grandes po-

tencias de la Confederacin Germnica, ob-

ms honda preocu-

jeto en la actualidad de la

pacin en

los crculos diplomticos, se limita-

rn ahora como en otras ocasiones a desahogar su clera en amenazas. No obstante, esta


vez hacen

el

papel tan a lo vivo que de cuan-

do en cuando aun a
asalta la duda,

incrdulos nos

y no podemos menos de pre-

guntarnos: ser posible


sia

ms

los

y Austria? Una vez

la

guerra entre Pru-

rotas las hostilidades

entre estas dos poderosas naciones, segura-

mente

Gobierno de Vctor Manuel, empujado por el partido de accin,, aprovechara


a coyuntura para distraer la atencin de Ro^
el

j^a

encaminndola

lia,

a quin se oculta que Francia se vara

al

Vneto. Enzarzada Ita-

arrastrada a mezclarse en

el

a^sunto,

en

cuanto a Inglaterra, perr]anecera cinizada


de brazos consintiendo voluntariamente en
anularse a los ojos de Europa, ella que en
otros tiempos ha llevado la batuta en el concierto de los intereses del

165

mundo?

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


Al aceptar por un momento la posibilidad
de esa guerra, la imaginacin recorre rpidamente ia lnea de graves e inevitables conflic-

y choques que seran su consecuencia, y


el temor y la inquietud se apoderan del nimo. Afortunadamente estas vacilaciones son
tos

pasajeras, y pronto volvemos a nuestra antigua opinin, que puede sintetizarse en esta
frase,

No

aunque vulpar por extremo

llegar la sangre al re.

En

grfica:

efecto^ les

ltimos despachos telegrficos anuncian que

Austria ha enviado una nota a su antagonis-

asegurndole que por su parte no se tur-

ta,

bar

Ja paz,

los

Estados secundarios lian

cho que entrarn en

la

di-

lucha para combatir

a aquella de las dos potencias de

la cual parte-,

la agresin.

Aunque
gan

los

todo ello no obsta para que prosi-

preparativos marciales, se fortifiquen

y hasta se designen los nombres


generales que se han de poner a la

las fronteras

de

los

cabeza de tales y cuales cuerpos de ejrcito


en la campaa, bien podemos apartar la vis-

en
cosas de ms entidad para nosotros, primero
por tocarnos ms de cerca, y segundo porque
ta tranqui'os de

es^ce

asunto para

fijarla

esperamos que sern ms positivas.


Entre ellas debemos hablar en primer
166

ti^

^AGINAS
mino de

la

DESCONOCIDAS

inauguracin de

los

trabajos para

construir el edificio destinado a Biblioteca Nacional y Museo, a Jos cuales se dar principio

muy

en breve. Cuando se verifique la ceremonia de colocar la primera piedra,, ceremonia que ha de llevarse a efecto con solemnidad desusada, tendremos ocasin de ocuparnos de

un

proyecto tan importante para

decoro de las letras y las artes espaolas,

bergadas ambas en

la

el
al-

actualidad en edificios

insuficientes e indignos de su riqueza

y su

mrito. Por hoy nos limitaremos a felicitar-

nos de que, a pesar de las preocupaciones

que suelen distraer ms de lo necesario el nimo de los gobernantes, no se


haya puesto en olvido un proyecto que muchos dudaban que llegara a realizarse, y que,
polticas,

aun despus de

colocada la primera piedra,

creemos que acerca de su terminacin no


tarn

fal-

que repitan el ver para


creer de Santo Toms. Se han colocado en
Espaa tantas primeras piedras, que todava
estn aguardando la ltima, que la desconfianza en semejantes cuestiones suele ser
compaera inseparable de la prudencia!
Y ahora que de arte nos ocupamos, a proincrdulos

psito del futuro Museo, parcenos igualmente ocasin de escribir algunas lneas acerca

167

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


de una exposicin especial* para la que el seor ministro de Fomento ha concedido sitio

a propsito. Un aficionado a antigedades, que


hace aigunos aos adquiri la propiedad del
palacio fortaleza de Curiel, ppr

cha

al

compra he-

seor duque de Osuna, posee varias

curiossimas pinturas en tabla, procedentes

de aquella residencia
representan
del

cin

oso.,

real.

Estas tablas, que

caza del len, del cocodrilo,

la

del tigre

y del

jabal,

de asuntos caprichosos

con otra por-

fantsticos,

pueden servir de datos inestimables para

la

al

una
mismo

las

costum-

historia de la pintura, por remontarse a

grande antigedad,
tiempo ancho campo
bres, los trajes

las

ofreciendo
al estudio

armas de

de

los siglos

a que

se refieren sus asuntos.

que se han ocupado de tan


precioso hallazgo, hacen votos por que el MuLos peridicos

seo Nacional adquiera estas obras de arte.

Nosotros esperaremos a que su dueo, apro-

vechando

marqus de la Vega de
exponga en el local que se le ha

la oferta del

Armijo, las

concedido para este objeto, y despus de exa-

minarlas y de dar a nuestros lectores una


idea de ellas, uniremos nuestra voz a la de
los

dems

peridicos, para

que,

si

son dig-

nas de estima, no vayan, como tantas otras

168

DESCONOCIDAS

>AGINAS
han

ido

a enriquecer

las

museos de naciones

extranjeras.

Por ltimo, y entre las cosas notables de


]a pasada semana, hemos podido gozar de
espectculo de un eclipse total y visible de

luna.Un eclipse de luna dirn nuestros


lectores no es cosa nueva ni que merezca
llamar seriamente la atencin de los curiosos.
El almanaque viene lleno de anuncios de !a

misma

ndole.

Si

embargo,

al eclipse

a que

nos referimos han acompaado circunstancias

t^n extraordinarias^ que bien merece

el es-

tudio particular con que le han observado los

hombres

cientficos.

Merced a

la

extraa

volucin celeste que lo produjo, en

el

re-

prxi-

mo mes

pasado ha habido dos lunas llenas y


en el presente habr dos menguantes, cosa
que segn los clculos astronmicos no ha
sucedido tal vez desde la creacin del mundo.

Vean,

pues,,

traa ma'icia

nuestros lectores,

si

mereca ser

si

el

eclipse

visto.

que por ignorancia o inadvertencia se


les haya pasado la ocasin de observarlo les
queda, sin embargo, un consuelo. Dentro de
nueve mil y pico de aos se repetir la funcin,

los

y de aqu a entonces tienen tiempo de

sobra para estar prevenidos.

169

BARMETRO

de

la Bolsa,

la poltica

llaman algunos a

y nunca ms oportunamente

que hoy se ha podido aplicar la frase. Ya en


alza, ya en baja, ya vacilante, ya firme;, sigue todas las oscilaciones de su. inseparable
compaera, y en este momento, sin duda por
imitarla, est,j como vulgarmente suele decir-

a ver venir.
Las cuestiones

se

polticas,

as

dentro como

fuera de nuestro pas, han entrado en un perodo de expectacin fecundo slo en clculos

ral

y esperanzas. La misin Sccreta


Quesada;

la

del'

gene-

expedicin del seor Mndez

Nez y el futuro Banco Nacional, son materia ms que suficiente para mantener vivos el inters y la ansiedad de los que se ocu-

pan con predileccin de estos asuntos. Esperemos a que el tiempo se encargue de resolver los problemas que cada cual plantea a su
modo, para consignar su resultado positiva y
171

GUSTAVO

A D O

F O

1.

B E C Q U E

il

mientras se mantienen en el nebuloso estado en que se encuentran, tratemos de buscar

por otra parte asunto a nuestra peridica


revista.

De

la cuestin

alemana, cuyo amenazadoj'

horizonte hizo temer por

un momentO' a

liiu-

ropa que iba a estallar la tormenta, tampoco


se tienen noticias que se puedan caficar de

Austria y Prusia han quitado


del porno de sus espadas, llevndola

interesantes.
la

mano

sombrero para saludarse coordialmente por


medio de algunos despachos diplomticos, y
xia
pompa de jabn se ha deshecho. En les
dems pases tambin se mantienen in statu
quo les asuntos polticos: fuerza ser que
aprovechemos esta especie de tregua para

al

echar una ojeada sobre algunas cuestiones


artsticas

literarias

que en

la

actualidad

se agitan entre nosotros.

Entre estas cuestiones^ comienza a ser objeto

de encontrados pareceres

la

del

Iccal

destinado a Espaa en la prxima Exposicin Universal de Pars.

breve, personas ilustradas


la

Esperamos que en

y competentes en

materia que se debate, favorecern

Jas co-

lumnas de E\ Miiseo con meditadas observaciones, hijas de un estudio detenido de la


cuestin, hecho sobre el

172

mismo

terreno; pero

PAGINAS

DESCONOCIDAS

no obstar a o;ue, sin entrar en todos sus


detalles, digamos hoy algunas palabras acerca de ella. Bien porque la iniciativa oficial no
esto

ha sido suficientemente activa y poderosa,,


bien porque en la masa de nuestros artistas
e industriales no ha penetrado lo bastante el
convencimiento de su utilidad, es lo cierto

Espaa
ha hecho un papel bastante desairado por no
que, en las exposiciox^es anteriores,

decir ridculo. Si el estado de nuestras artes,

nuestra agricultura y nuestra industria fuera tan lastimoso y decadente que hiciera intiles todos los esfuerzos
serv^arse

mos

los

del pas por con-

a una altura digna, nosotros seraprimeros a sentir en silencio, deplo-

rando interiormente

l'as

causas de esa triste

decadencia, a atenuar en lo posible el efecto

producido en Europa por

la

exhibicin de

nuestro atraso, y aconsejar, por ltimo, que


Se renunciase a figurar de ningima manera
aJ lado

de

las

dems naciones,

si

no se poda

hacer con cierto decoro.

Pero no es as: Espaa, si no en la medida


que los pases que marchan a la cabeza de
la civilizacin,,

tiene elementos bastantes para

hacer ver que no permanece ajena del todo


al

movimiento de adelanto del

siglo

su renaciente industria, sus artes,


173

XIX: y
que en

GUSTAVO ADOLFO BECQUEll


poco tiempo han tomado un vuelo prodigioso,

unidas a

los

productos de su fecundo suelo,

pueden figurar dignamente en

el

concurso

universal, modificando la equivocada idea

que

de nuestro pas S3 tiene en el mundo.


Para conseguir tan satisfactorio resultado,
es necesario que^ combinndose los esfuerzos
particulares con los de la administracin, alla-

nen

los

obstculos

todo gnero, que

las

muy

preocupaciones de

especialmente se en-

cuentran en un pas que an no ha adquirido

costumbre de vencerlos; es necesario que


as en la eleccin como en la colocacin de
los objetos suplan el acierto y el buen gusta
la

al

nmero y

que

es necesario, en fin,
no de competir, de colocar-

la calidad;

tra(tndose

si

se al lado de naciones que, sobre la ventaja

material que nos llevan, hacen un particular


estudio del aparato teatral de la exhibicin.

y saben doblar
cndolas

el

efecto de las cosas, colo-

convenientemente,

no

vayamos a

prescindir de estos requisitos tan importan-

cuando se ha de juzgar por la impresin,


presentndonos como suele decirse a la pata
la llana a formar un contraste lastimoso con
tes

encantadoras coqueteras y
nes de buen gusto de las artes y

las

extranjeras.

174

las

refinacio-

las industrias

DESCONOCIDAS

PAGINAS

La experiencia adquirida en

otras exposi-

ciones nos indujo a creer que algo haba de re-

que se prepara.
El movimiento y la animacin que se hizo
notar cuando se public la convocatc-ria pareca seal evidente de que poco a poco comenzaba a drsele a este asunto toda la importancia que merece; pero a medida que se acerca el plazo vemos ir apareciendo unas tras
otras las mismas dificultades y reproducirse
mediarse en

la

idnticas quejas.

La Administracin

se duele de que los par-

no secunden sus esfuerzos: los particulares, a su vez, dicen que la Administracin se encoge de hombros a sus justas exigencias. En tanto el tiempo corre, el trmino
se aproxima y mientras los otros pases no
descansan un punto en sus trabajos, rivalizando entre s en actividad y celo, aqu marchan las cosas con una lentitud deseperante.
Y no es ste, despus de todo el mayor mal.
sino que a las causas de desaliento y disgusto
enumeradas ha venido a unirse ltimamente
ticulares

la desconfianza

de que

el local

que se nos desr

tina sea bastante a satisfacer Jos deseos de los

expositores espaoles.
Noticias particulares recibidas de Pars

dan

por seguro que nuestra nacin, peor repre175

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


sentada o menos exigente que

las otras nacio-

ha podido obtener un reducido espacio, en ei que apenas cabran amontonar


dos^, como en un almacn, todos los productos
y objetos que trata de enviar. Ignoramos hasnes, slo

ta qu punto

un

disculpable sentimiento de

amor propio nacional herido por

las

prefe-

rencias y ventajas concedidas a otros pases

menos importantes podr liaber exagerado el


fondo de verdad que hay en el asunto; de todos modos, creemos que el Gobierno espaol
debe gestionar vivamente para que se subsa-

dao pues de no conseguirlo, se justificaran las prevenciones de los que se retraen,, se malograran los esfuerzos de los que
ne

el

tratan de exponer, y el resultado del concurso sera en u (timo trmino ponernos una

vez ms en evidencia a

los ojos

de Europa.

Al mismo tiempo que de este asunto, que

como
gar a

preocupa ahora en primer luque se encuentran ms directamen-

es natural
los

te interesados

en

expcsicin de

los

l,

se vuelve a hablar de ia

objetos trados por la Co-

raisin cientfica del Pacfico,

como de un acon-

tecimiento prximo a realizarse. Al efecto parece que los trabajos emprendidos en el jar-

dn Botnico, donde ha de tener lugar, mar-

chan rpidamente a su terminacin^ de modo


176

PAGINAS

DESCONOCIDAS

que, habiendo llegado

ya

al

puerto de Bar-

celona setenta y dos cajones que componen

remesa de los objetos que han de


exponerse, el acto de la inauguracin podr
la .tim.a

celebrarse dentro de los das que restan del

mes de

abril.

Antes que

los

jardines del Botnico abran

y curiosos atrados por el inters de actualidad que inspira u^ a


exposicin que parece que en cierto mcdo se
relaciona con la guerra que Espaa sostiene
en estos mementos en Amrica, habrn de-

sus puertas a

los

inteligentes

jado de estar expuestas al pblico las interesantes tablas que, segn dijimos en nuestra
revista

llamaban mucho

ai quelogos

y aficionados a

la

atencin de

les

este gnero de an-

tigedades.

Las pinturas de estas tablas, que ya hemos


tenido ocasin de examinar^ son, segn presumamos, ms dignas de esitima como documento curioso para la historia del arte, que
obras de mrito positivo. Las muestras del
periodo a que pertenecen no son, sin embargo nicas, ni tan raras que antes de ahora
no pudieran haberse estudiado. En Toledo, y
en el friso del artesonado de esti'.o muzrabe
de una de sus parroquias, hemos visto tableros con

una ornamentacin muy semejante


177
12

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


forma, y realzada asimismo con imgenes de caballeros y animales fan,tsticos, tos-

en

la

camente diseadas con una lnea obscura sobre los vivos colores del fondo. Si, como nosotros creemos conveniente, al Museo Nacional de pinturas se le imprime un carcter
histrico,

prccurando

reunir

los

bastantes

cuadros espaoles para dar una idea exacta

de

los

principios,

la

marcha

el

desenvolvi-

miento y las intermitencias de postracin del


arte en nuestro pas, la adquisicin de las tablas del castillo de Curiel,

como recuerdo

his-

y como pgina interesante de la poca


en que la pintura comenzaba tmidamente a
ensayar sus primeros pasos, contribuyendo
la ornamentacin de los artesonados del palaciO: de los muros del templo y de las margenes del librOc nos parece que sera de grantrico

'd

de utilidad y verdadero inters.

el momeato en que
ENcuenta
un asunto

el

agio

toiiia

por su

ya puede decirse que hay tela cortada. Poco importa


que las hojas oficiales y los documentos dlpoltico,

plcmticos se esfuercen por hacer la luz sobre


el

negocio, presentndolo bajo su verdadero

punto de

vista; los especuladores del miedo,

cuya imaginacin supera en fecundidad e


vectiva a la de

los

forjan a cada paso

novelistas

una nueva

in-

ms famosos,

fbu^.a, y^ tras-

formando lo posible en probable, y lo probable en cierto, cuando ven que una cuestin
explotable languidece y concluye la toman por
su cuenta,

y,

aderezndola a su capricho, cada

da la hacen aparecer bajo una nueva forma;

cada

da

por decirlo

as,

nos la sirven en di-

versa salsa.

Algo que se relacionase con las breves reflexiones que dejamos apuntadas podram.os
decir respecto a lo que sucede en la actuali-

179

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


dad entre nosotros; pero como al revs de lo
que aconseja el refrn, debemos ocuparnos
ms bien de la casa del vecino que de la propia,

aplicaremos

la

observacin a la poltica

extranjera en general y particularmente a


cuestin alemana ayer concluida, segn
criterio

de

los

la
el

peridicos y los personajes me-

y hoy vuelta a sacar a la arena de la pblica discusin bajo una forma inesperada^, merced a los que tienen inters en
que se prolongue por un tiempo indefinido. En
una de n-uestras revistas anteriores nos ocupamos de las notas cambiadas entre los Gabinetes de Viena y liern, en virtud de las cuales
Austria y Prusia, que por un momento amenazaron envolver a Europa en una guerra
jor inforn:ados,

terrible,

despus de darse todo gnero de sa-

tisfacciones

completamente

aparecan

acuerdo para remitir a


de sus diferencias y

el

la

Dieta

de

la decisin

arreglo de sus encon-

trados intereses.

Mientras dur
las dos

estado de tirantez entre

grandes potencias alemanas

segua todas
la paz,

el

las oscilaciones,

ya precursoras de

la

Bolsa

ya favorables a

la guerra, signifi-

cndose este movimiento de un m.odo ms o

mencs

sensible,

segn

las relaciones financie-

ras de cada pas con los que iban a entrar en

180

DESCONOCIDAS

PAGINAS
la lucha.

ro revuelto,

res, dice el adagio.

ganancia de pescado-

bolsa vacilante, prove-

cho de agiotistas, podemos repetir nosotros,


y slo as tendremos la explicacin de la avi-

dez con que todas las noticias referentes

al

comentadas y aun
adornadas y corregidas entre les hombres de
negocio. Arreglada la cuestin, cesaban las
ocasiones de jugar con ventaja, y esto precisamente era lo que haba sucedido. Pero he
asunto eran

aqu que de

discutidas,

la

noche a

la

maana

se presenta

bajo un punto de vista al naismo tiempo ms


temible y ms. probable. Segn las afirmaciones de un peridico belga que se adelanta
hasta a publicar

el

t^xto Prusia e Italia aca-

ban de celebrar un tratado de alianza ofensiva y defensiva. Mr. de Bismark ayudar al


Gabinete de Vctor Manuel a apoderarse del
Vneto, y el' rey Galantuoma en cambio, presitar a

Prusia su cooperacin para realizar

los

planes de unidad alemana en provecho exclusivo del Gabinete de BeTln.


ve.

La

cosa es gra-

Por fortuna para responder de

la veraci-

dad de esta trascendental negociacin no se


tienen ms datos que un tratado secreto, oue
a los cuatro das de celebrarse un peridico
belga comunica, en secy^eto tam.bin, a todos
los crculos polticos de Europa. La noticia.
181

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


pues, no ha surtido todo el efecto que debie-

punto en que tal vez


se tena ms inters de que lo surtiese. El
dinero es medroso y de su miedo nace ia cre-

exceptuamos

ra^ si

dulidad.

el

Los valores pblicos han

oscilado,

pronuncindose por un momento en baja en


casi todas las Bo'sas europeas

estar ya dado el
la

y a estas horas
golpe. Cumplida su misin,

pavorosa noticia se desvanecer como

humo,

el

esperanza y la paz volver a renacer


y hasta otra. Esta es la historia eterna, de la
cual cada da aparece una edicin, y que e
la

vulgo nunca acaba de aprender de memoria.


Respecto a nuestios asuntos de Chile y el
Per, tampoco han faltado nuevas inverosmiles durante la semana; pero en esta cuestin la experiencia parece que nos ha preve-

nido un pocQ,

los inventores,

desconcertados

con algunos chascos, se limitan a clculos y


conjeturas. No por eso faltan quienes afectan
saber mejor acaso que

el

mismo general Que-

qu y el cmo de su misin, relatando


punto por punto sus instrucciones secreta.s,
como si el Gobierno antes de ponerlas en manos del jefe de marina hubiese tenido la amabilidad de drselas a leer a media docena de
sada

el

curiosos.

Lo

cierto del caso es que,

182

aunque algo

se

DESCONOCIDAS

PAGINAS

presume, nada se sabe, y si bien en uno de


los correos prximos esperamos, detalles del
recibimienix) que han hecho al Huscar y la
Independencia

buques de nuestra escuadra

los

que se habrn adelantado costesmente a darles bienveniday,. y acaso se confirme tambin


el brillante

resultado de la expedicin del se-

or Mndez Nez a Chile, hasta que lleg'u.e


la poca slo podemos confirmar las noticias

que hacan subir a dos el nmerO' de buques


inutilizados a los enemigos en e^' ltimo com-

y que pintan con

bate,

financiera

bros la situacin

ms somde Chile y el

los colores

estado de sus plazas comerciales.

La
res,

poltica, pues;,

como ven

muy

sigue ofreciendo

nuesitros lecto-

reducido

campo a

que para apreciar su curso desean partir


de bases seguras, o lo que es lo mismo, de noticias ciertas. Trasladndonos a otro terreno,
se encuentran ms fcilmente asuntos de qu
los

ocuparnos.

La

preciosa comedia de costumbres del se-

or Rub, de cuyo estreno hicimos mrito en


e'j

nmero prximo pasado

al

ofrecer a nues-

tros suscriptores el retrato- del autor., sigue

llamando
las

la atencin

noches acude

plaza del Rey, al

al

del pblico,

que todas

afortunado coliseo de la

mismo tiempo que merece


183

GUSTAVO ADOT.FO BECQUER


las

ms

lisonjeras apreciaciones por parte de

los crticos

de

que hasta ahora se

lian

ocupado

ella.

El reducido espacio de que podemos dispch

ner en una revista consagrada a tantos y


tan diferentes asuntos, no nos permite habl'ar

de

esita

notable produccin con

nimiento que reclama.


consignar que, as por

No
lo

el dete-

obstante, debemos

profundo del pensa-

miento del seor Rub que ha encontrado


una frmula sencilla para encarnarle;: como
por las bellezas literarias en que abunda, merece los unnimes aplausos que

el

pblico y

la

Prensa le tributan. La sociedad marcha por


un camino extraviado! He aqu el grito angustioso de los escritores moralistas en el

li-

bro y en la escena. Cada cual busca por su


lado un vicio que estigmatizar una costum-

bre perniciosa que corregir^ una pasin poco


noble que poner de relieve, una hipocresa

a que arrancarle la careta.


del problema social
la

mayor parte

se

la resolucin

que tenemos ante

los ojos,

han limitado a atacar

ladamente algunos de
el

En

los

efectos,

ais-

buscando

origen propio de la enfermedad especial-

sima que se proponan combatir en


directamente tiene relacin con
El seor Rub, buscando

184

el

lo

que ms

ella.

principio mor-

DESCONOCIDAS

PAGINAS

boso generador de tantos males, el germen


primero y nico que luego se desarrolla to-

mando formas tan

diferentes,

ha encontrado

verdadero punto vulnerable de la cuestin.


La familia, el hogar domstico es el ncleo
el'

de

la sociedad,

de

la

gran familia humana;

del hogar domstico irradian


las

a fuera todas

virtudes o los vicios, cuyos grmenes se

pueden extirpar o fecundar ms fcilmente


en el primer perodo de su desarrollo. En la
comedia del seor Rub, sencilla en la forma,
pero profunda en la idea, se aborda y se resuelve esta inmensa cuestin. La verdad de
los

caracteres de sus personajes es

acabado

el

tal.

y tan

estudio que de la escena hace el

que a todos nos parece conocerlos, que


no hay apenas una idea iniciada en el discurso
autoi^,

no tan brillante y con una


frmula tan bella, no nos haya asaltado alguna vez la imaginacin. La comedia del seor Rub realiza el ideal del gnero.
Es propiamente un espejo en el que se refleja el interior de una familia, /:uyas buenas
y malas cualidades son harto comunes. Al pblico le basta ver aquella fiel imagen para rede

]a obra,

que

si

conocerse.

El legtimo triunfo del autor de esta nueva

comedia ha venido a hacer patente una vez

185

GUSTAVO ADOLFO BECQUEi


ms que tenemos autores dramticos dignos
sucesores de os que en otras pocas dieron
tantos das de gloria al famoso teatro espaol.

Fltanos, sin embargo, elementos mate-

riales

para que

la

escena de nuestro pas se

coloque a la altura que


Etiitre

estos

la construccin

gar

la

le

corresponde.

elementos es uno.

sin

duda,

de un edificio digno de alber-

musa dramtica

espaola. Los que la

rinden culto se muestran estos das

muy

ani-

mados con el proyecto de un teatro nacional,


que ha de levantarse en breve merced al esfuerzo de a'gunos particulares. La incansable y poderosa iniciativa de don Eduardo Aquerino ha vuelto a agitar este asunto. Son
tantos los cbs,tculos que se oponen a una
empresa de tanta magnitud^ que no podemos
rAenos de temer que en sta, como en las
anteriores tentativas, el proyecto de teatro

no pase de la esfera de la usin.


Sin embargo, hoy que todo se fa en el asunto
al inters individual, acaso tenga mejor fin
que cuando se apoyan en esas protecciones oficiales que todo lo entorpecen y estNacio-nal

ril izarr.

Como

objeto de especukcin, que no por

eso dejara de prestar

un gran

arte, posible ser pues,

que

186

servicio al

el teatro

Nacio-

DESCONOCIDAS

PAGINAS

nal llegue a co-nstruirse; pero

aun despus de

y contando con obras de verdadero mrito, queda un problema por resolver:

construido,

los acto-res?

Mientras ste y otros proyectos que han


de dar mayor importancia a la escena dramtica se realizan,
da cuenta con

la

msica, que de da en

ms numerosos

lanta a grandes pasos en

para con

el

el

adeptos, ade-

camino del favor

pblico de la corte. Verdad es

que con maestros tan inteligentes y activos

como

seor Barbieri, y profesores tan admirables como los que secundan sus esfuerzos

no
no

el

es difcil propagar la aficin por tan diviarte.

Sea cuestin de lujo o de moda,

el

espec-

ha echado tan profundas races


entre nosotros, que su mantenimiento es al
presente una necesidad artstica de primer
tculo lrico

orden. Gracias a la influencia de la pera italiana, el odo del pblico se

ha educado poco

a poco, preparndose su inteligencia a entrar de lleno en el dominio de la msica sabia

y profunda de
Algunas

fiestas

la sociedad

sesiones

los

grandes maestros

clsicos.

musicales del Conservatorio

de cuartetos, en sus deliciosas

filarmnicas,

iban

187

preparando

la

GUSTAVO ADOLFO

13

E C Q U E

F:

transicin en un crculo privil?L,ado. Falta-

ba

slo

dar un carcter ms popular a estos

y he aqu lo que ha logrado


seor Barbieri en los que ha ofrecido en

conciertos,

Circo del Prncipe Alfonso.

el
el

SEGUisr anunciamos, la ceremonia para colocar la primera piedra del edificio destinado a Biblioteca y Musieos Nacionales se ha
llevado a efecto con la brillantez

la ani-

macin que haca presumir el general deseo


de que se realizase pronto y de una manera
digna un acto de tanta impoi tancia para las
artes y las letras espaolas.

En

otro lugar de

nuestro peridico, y acC'm,paando al dibuje


que la representa con todos sus detalles, da-

mos

noticias ims circunstanciadas de esta ce-

que ha dejado un grato recuerdo en


nimxO de la multitud de personas notables

remonia,,
el

en

los crculos

polticos,

artsticos

litera-

que acudieron a presenciarla.


Debiendo ocuparnos en la revista de otros

rios

de

la corte

asuntos, nos limitaremos a consignar aqu la


satisfaccin que este suceso

ha producido en

cuantos se interesan por

los

adelantos y las

mejoras de nuestro

en

el cioal.

pas,

189

aunque

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


luchando siempre con obstculos

difciles

de

vencer, el espritu de progreso ni se desanima


ni se detiene, y,

si

bien con lentitud en

al-

gunas ocasiones, sigue invariable ei camino


que ha de llevarnos a escado ms prspero.
En medio de las preocupaciones polticas,
de cada vez ms hondas, cuando las cuestiones de Hacienda comunmente circunscritas en
la

esfera de

hoy de

la

los

grandes intereses son objeto

atencin de todo

el pas,

que aguar-

da verlas resueltas e una ansiosa espec ca-

verdaderamente maravilloso que.no


se apague el entusiasmo y la fe de los que
esperan un porvenir ms risueo y bonancible,, y que no se echen al olvido los proyectos
de reformas y mejoras cuya necesidad es tan
generalmente sentida. Por ms que la situacin que ati'avesamos deba calificarse de difcil, naciones como la nuestra hallan en las
mismas contrariedades motivo de redoblar
sus esfuerzos y desplegar nueva energa, siendo a veces los obstculos que detienen su
marcha causas providenciales que las impultiva,

es

san a persistir en

la

demanda con ms

ar-

dientes bros.

Al mismo tiempo que se colocaba

mera piedra

del edificio

la

pri-

que ha de prestar de-

coroso albergue a las letras y las artes es-

190

PAGINAS
paolas.,

cin del

DESCONOCIDAS

ha vuelto a hablarse de la construcnuevo teatro donde los escritores dra-

mticos encontrarn escena digna de sus pro-

no son estos proyectos los nicos


de que en la actualidad se ocupan la Prensa
y las personas ms directamente interesadas
ducciones.

en llevarlos a cabo. Tambin se trata de abordar una de las reformas que ms han de con-

Espaa el aspecto
de cultura y adelanto propio de una poblacin mcderna e importante. La construccin
de un camposan^to digno de Madrid, a que alutribuir a dar a la capital de

dimos en

las anteriores lneas, es, sin

duda,

una de las necesidades que ms -re sienten.


Despus de haber visto los modelos de este
gnero que ofrecen las dems capitales de
Europa, en

los

cuales se esfuerza el arte, ayu-

dado de la naturaleza, para realizar el ideal


de esa ltima morada del hombre, llena de
majestad imponente o de melanclica hermosura, causa verdadero disgusto traer a la

me-

moria nuestros prosaicos y repugnantes cementerios, donde se empaquetan los cadveres en nichos que recuerdan los cajones numerados del estante de una droguera.

Bueno

es que,

una vez puesta

la

primera

piedra del cimiento^, se prosiga con actividad


la obra del magnfico edificio destinado a las

191

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


bueno que se piense en la construccin
de un nuevo teatro; que se trate del trazado
de nuevos jardines del mejoramiento de ciertas localidades, hasta de levantar una nueva
plaza de toros; pero, al mismo tiempo, no debe
olvidarse que el planteamiento de un campoartes;

saitto,

sujeto a las condiciones artsticas e hi-

ginicas puestas en prctica en otios grandes

que hoy
obras que Madrid re-

centros, o la reforma radical de los

una d? las
clama con mayor urgencia, por
existen; es

en que se interesan
blacin

el

el

ser el asurco

decoro de toda

la po-

sentimiento particular de ca.la

uno de sus habitantes.

Como

han agitado
estas cuestiones y proyectos la poltica ha
permanecido estacionada, o ms bien dicho,
porque la poltica no ha ofrecido novedad alguna, estos proyectes han llegado a preocupar
y a servir de tema a las conversaciones. La
cuestin de Chile sigue en el mismo estado en
que la dejamos en nuestra anterior revista.
Las ltimas noticias del Pacfico han dejado
al pblica en esa ansiedad que deja el captulo de un folletn interesante cuando se
lee al pie: la continuacin en el prximo nmero. De la exactitud con que se ha contado
el desenlace de la expedicin del brigadier
es natural, mientras se

192

DESCONOCIDAS

PAGINAS

Mndez Nez, del cual hubo alemas vagas


noticias, y del resultado de la empresa confiada a la pericia y discrecin del general Quesada debemos igualmente decir a nuestros
lectores:

En

la

continuacin al prximo correo.

cambio,

el

cias extranjeras
ro,

y algunos

telgrafo y las corresponden-

han trado

la noticia

prime-

detalles despus,, del atentado

contra la vida del emperador de Rusia. La

persona que se arrog a un acto tan atrevido

que no estaba en el cabal uso de sus


facultades. Es un propietario a quien el de
se cree

creto de emancipacin de los siervos haba


trado prdidas bastante considerables. Para

consumar

crimen se aproxim al carruaje


del emperador, y cuando le tuvo a tres pasos
de distancia le hizo fuego con un revlver
Sin duda hubiera conseguido su objeto, si un
agente de Polica que se encontraba inmediato no se hu.biese arrojado sobre el culpael

y desviando por
consiguiente, la direccin de la bala, que fu
a clavarse en una pared prxima. Este suceso
ble;,

sujetndole

de que en

la

el

brazo,

actualidad se ocupan todas las

ha dado lugar a
que algunas se detengan en los comentarios
de un contraste que desde luego salta a la
vista. Dos actos sealan, por decirlo as^ el
publicaciones

extranjeras

193
13

GUSTAVO

ADOT. FO

BECQUER
La

reinado del actual emperador do Rusia.

dursinia y cruel represin de Polonia y el

decreto de emancipacin de los siervos. El prl-

mero execrado por teda la Europa ha valido


al emperador las ms ardientes ovaciones de
sus subditos; el segundo, que no pudieron
menos de aplaudir todos los pases civilizados,
le ha puesto a dos dedos de perecer a naano
de uno de sus compatriotas. Indudablemente
la Rusia no puede an juzgarse con el criterio de las dems naciones.
Fuera de este suceso dramtico, pero completamenite ajeno a la poltica, poco o nada
sabemos del exterior digno de ser referido.
Coimo presumamos en el tira y afloja de 1^
cuestin alemana volvemos a encontrarnos en
un perodo de esperanza en la paz: maana
seguramente tornarn a reaparecer los rumores de guerra, y as seguir prolongndose el juego hasta que los que la siguen atentamente se aburran de una cuestin que se
presenta

En
nos

cc-n

tantos ribetes de farsa.

Pars, desde luego, cada vez hacen

efecto

las

contradictorias

noticias

ir-e-

que

cada da se reciben de Austria y Prusia, y


en la actualidad todo el inters se concentr'

en

los

preparativos de la Exposicin y en la3

acaloradas polmicas que suscita

194

el

nuevo

Ji-

PAGINAS

DESCONOCIDAS

bro de Renn La vida de los apstoles. En


general la crtica encuentra la segunda parte
obra del profesor de hebreo muy inferior en todos conceptos a la primera. Siem.pre se dud que en La vida de Jess hubiese
de

la

completa buena fe por parte del autor; pero


en la de los apstoles es induda^'e que slo

ha tratado de explotar
que resulta del ruido y

se

el

negocio editorial

del

escndalo que

producen ciertas arriesgadas teoras. Cualquiera que fuese el objeto que con ella se
propuso Renn, La vida de Jess se haba
hecho con ms estudio; para producirla se
haba trabajado seriamente. La ltima pro-

segunda parte obligada de todas


las obras que hacen fortuna y que, por lo tanto, le coge de medio a medio el dicho de Cervantes de que nunca segundas partes fueron
duccin es

la

buenas.

Entre nosotros no tardar mucho en agitarse la cuestin de este libroi, pues los campeones de la Iglesia, as en Francia como en
casi todos los pases catlicos, se

librar

una segunda

disponen a

batalla co-ntra las teoras

ya famoso profesor de hebreo.


Entretanto aqu los crculos literarios sb
se ocupan de la nueva obra del seor Larra,

del

.titulada

En

brazos de la nmerte, que tan

195

li-

GUSTAVO ADOLFO BECQUEJi


sonjera acogida ha merecido del inteligente y
numeroso pblico que frecuenta el teatro del
Prncipe.

El drama del seor Larra, en cuya ejecu-

han distinguido Teodora Lamadrid y


Valero, est lleno de escenas interesantes y
de rasgos de sentimiento que justifican los
calurosos aplausos con que el pblico premia
cin se

todas las noches a su autor, llamndole repetidas veces a la escena.

De

la crtica fra

y severa

tan algunas flaquezas de

la

drama resulfbuia y falta de


del

verdad en ciertos caracteres; pero el todo se


encuentra revestido de una forma literaria
tan poco vulgar y se trasluce en el discurso
de la obra un conocimiento de los recursos de

que no dudamos en col ':a ra al lado


de las ms populares que han brotado de la
misima pluma a que se debe La oracin de la
tarde y otras no menos bellas proJucciones i^
nuestro teatro moderno.

la escena,

PARA

primavera

ios poetes, la

de

las flores

de Vanno

si

es la estacin

del amor: es la giovento

hemos de creer

al

Dante. El cisb

se viste de azul, la tierra se cubre de verdura, el aire se llena

de armonas,

la

cabeza de

sueos, el corazn de deseos sin Dom.bre:

Da

duegna que non ha esposo, como


observa Berceo. Todo germina, brota y se
desenvuelve. Todo revela que la vitalidad toca
de nuevo al misterioso punto oel crculo "^al
que gira renovando al pasar por l sus insospiros la

agotables

pero

fuerzas.

Esto era

modernos, como

los

el

antijiuamente,
prQt^gonista de

El mdico c palos, hemos arreglado


de otro modo. Para

para

los

jugadores de Bolsa,

augures del siglo XIX,

es la poca de las
lticas

los.

de

poca, en

las
fin,

las cosas

la

primavera

grandes combinaciones po-

guerras y los cataclismos^ la


en que los gegrafo^! coronados

rectifican el Tnapa-intindi con 'a

197

punta de su

GUSTAVO ADOLFO BECQUEi


espada sealando con sangre a falta de otrn
pintura mejor

Todo

que

lo

la lnea

de

la dipomocia

los

nuevos

incuba en

de sus notas reservadas durante

el

lmites.
el

fondo

invierno,

germina, brota y iorece al dulce -aflujo de los


rayos de sol primaverales. No sienipre la flor

da

No

que se proyecta se realiza. Sin embargo, el almanaque poltico, sin


temor de equivocarse puede dar de antemano para esta estacin niibes obscuras, aire^
fruto.

todo

lo

de tempestad, aparato de torvievAa,

La primavera

del 66

no haba de ser menos

que sus predecesoras, y al efecto nos ha dadel anual contingente de novedades con un
serio conflicto en perspectiva. El prlogo de
a funcin ha corrido de cuenta de las dos
grandes potencias alemanas. El lilogo d-.
Austria y Prusia comenzaba a h:^.cerse pesa
do y a perder parte del inters; mas he aqu

que con
la

un nuevo personaje a
complica, viniendo como

la Italia sale

escena y asunto se

de molde aquello del marqus de Caravaca:

Es de enredo

el

argumento;

un embrollo de otro nace.

El prlogo^, pues, ha concluido. Comienza

198

DESCONOCIDAS

FAGINAS
primer

Manuel con

acto, sa^e Vctor

luces de

bengala y dice:

Ya

sabris, vasallos mos^

que habr tres aos y medio


que a pesar del Ouadriltevo
le hago el amor al Vneto,

He
ficar

aqu en resumen

lo

etc.

que viene a

esoena representada por

la

aqu en compendio a noticia que

Italia;

produciendo

la

estupefaccin de

he

comenzar
nubes como

al

semana ltima ha cado de las


una bomba en medio de los crculos

la

signi-

los

polticos,

diplom-

en agraz y una baja en ios fondos pblicos que juntarn la cabeza con los pies a
ticos

ms de un jugador

optimista.

El caso no es para menos. El telgrafo

comunicar

la

nueva no

se

anduvo en

ai

perfiles.

Nos acostamos tan tranqui'os la vspera de la


explosin, y al amanecer nos encontramos con
esta friolera:

ha puesto en pie de guerra su ejrcito. Lamrmora abandona el Poder a Ricasoli. Se ha llam.ado a Garibaldi,. que acaso est
ya en Florencia. Austria, por su parte, ha
Italia

interrumpido
hierro

para

el
el

servicio

pblico,

199

de

los

caminos de

utihzndolos

en

el

GUSTAVO ADOLFO BECQUEfl


transporte de materiales con destino a

campaa. Por
el

lo

pronto, ha concentrado en

Cuadriltero 200.000 hombres.

Los desconfiadcs se restregaban


volvan a leer el
lo

la

los ojos

y
telegrama, creyendo q.ue no

haban entendido bien. Los crdulos,

zando

agTi

y poniendo atencin hacia la


parte de Italia, pensaban oir el rumor del
primer caonazo disparado en la frontera de
Lombarda. Unos y otros fijaron despus la
vista alternativamente en Prusia, Inglaterra
el odo

y Francia.
.

Bis^mark se restregaba las manos de guso

y se daba palmadas en

la frente repitiendo

con Fgaro: Che invenzione! Che invenzione!,

mientras John BuU, aun no repuesto dei

chasco del

reformador, miraba de reojo

bil

hacia las Tulleras^ donde

el

guila imperial

y mejor que
famoso aire:

silbaba con cierto retintn

diera hacer

un

mirlo, el

No: no

lo

pu-

tend/rcis

nuestro Rhin alemn.

El conjunto ofreca un verdadero tahleau.

juzgar por

los

preparativos, era de te-

mer que despus de una


al llegar el desenlace

accin complicada

cada cual tirara de un

200

PAGINAS

DESCONOCIDAS

girn del remendado imperio austraco, cuniplindc'se el refrn el que de ajeno se


viste...

Por fortuna, en esta


las ocasiones

coinio

en

casi todas

semejantes, la concisin sui ge-

neris del lenguaje telegrfico, omitiendo ciertas medias tintas que quijtan la crudeza al co-

que la noticia pareciese ms precisa y rotunda de lo que en realor

de

los asuntos, hizo

lidad son ios s;ucesos.

primer repente> se ha ido diciendo que Lainrm.ora no deja la presidencia


del Consejo de ministros, que Garibaldi permanece en Caprera, que el Austria, en n, no
se decide a tomar la iniciativa, rompiendo las
hostilidades, hostilidades que Italia por su

Pasado

el

parte duda asimismo en iniciar.

La obscura nube que cubri

el

horizonte en

Europa, se ha rasgado por algunos puntos,

dejando ver a retazos

el

azul del

cielo.

Pa-

sar la tempestad de largo? Quin sabe! Estas tormentas de verano son tan caprichosas.

No

obstante, debemos decir que

primeras

noticias

exageradas^ pues

han
la

sido

si

bien las

evidentemente

cuestin se encuentra

an en

el

tas, los

planes y los clculos, las impaciencias

perodo de los armamentos y revis-

las precauciones,

no sera extrao que


201

al fin

GUSTAVO

A D L

se formalizase, y

mera

i^

Ji

K C Q U E

una vez producida

Ji

la pri-

chispa, el incendio se luciese general a

iUropa.

Hasta qu punto pudieran envol-

vernos las eventualidades de una j^uerra de


tanta imporcancia?

He

aqu una nueva cues

nada fcil de resolver, pero en la que no


entraremos estando corno estainos en la creen
cia de que an no es hora. Lo repetimos^ el
negocio est en or todava, acaso ei sol df.*
iOS priijieroo meses de esto madure el fruto; de
aqu all tiempo tenemos de ocuparnos de cosas
ms positivas y que nos ataen m.s de cerca.
tin

Con

las noticias

de Chile, esta vez ai

me

que aconmedida
tece con las de Italia.. Las
que se completan van decreciendo en inter.j,
las primeras segn llegan con ms detalles
adquieren mayor importancia. La segunda
expedicin de nuestros buques al puerto de
Abatao tena al pas pendiente del desenvo]
vimiento da los sucesos de aquella lejana guenos, lia sucedido la contrario

de

lo

itirnas a

rra.

Tratbase de dar un golpe decisivo, tra-

tbase de coronar dignamente

zada por
Gonzalo.

los

Ya

la

obra comen-

bravos marinos Topete y Alvar


desde hace algunos das circula-

ban rumores vagos respecto al desenlace da


este segundo episodio, rumores que hicieron
nacer ms de una lisonjera esperanza, que,
202

DESCONOCIDAS

PAGINAS
contra

por

lo ordinario,

se

han

visto superadas

]a realidad.

En

efecto: los jefes de las fragatas

Numan-

y Resolucin, a los cuales estaba encomendada ia honrosa tarea de acabar de lavar por

cia

complteto ha^ta el

ms

leve vestigio del ultraje

inferido a nuestra bandera con el apresamien-

han cumplido como bue


aadiendo una nueva pgina de gloria

to de la Covadongj
nos,

ls brillante^

anales de nuestra marina. Los

restos de la escuadra chileno-peruana,

que

in-

tilmente haban buscado un refugio entre


los

bajos

escollos

de Abatao, han sido des-

truidos por los proyectiles de nuestros cao-

buques de que se compona,, uno^

nes: de los

fueron echados a pique, otros constituyen

la

presa de guerra que como seal de triunfe

han sacado
las

la

Numincia y

la

Resolucin

aguas de Chille.

causiado el

como es fcil de presumir, ha


mayor desaliento n las repbhcas

enemigas.

Hay

El suceso

oficial

desastres que toda la retrica

no basta a disfrazar a

que sienten sus

efectos.

glo-

para nuestras armas ha venido a colma


medida del abatimiento, aun entre los ms

exaltados partidaijios de
el'

de xs

Otro incidente

rioso
la

los ojos

Per.

203

guerra en Chile y

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


Al regresar

las

fragatas espaolas de su

un buque de vapor,
tripulantes, jefes y ma-

expedicin, han apresado

y con l a ms de los
rinera, la no despreciable cantidad de seis o
siete millones de reales. Ya hay para echar
un remiendo, a costa del enemigo, a aquellos
de nuestros barcos que hayan sufrido averas
en la refriega. La veleta de la fortuna se ha
vuelto del lado favorable a nuestras armas,

y segn la ya conocida frase, todo es empezar. Por lo pronto, el' brigadier Mndez Nez ha propuesto el canje de sus prisionerofi
de guerra por los de la Covadonga, amenazando

si

nuestros adversarios se niegan a

con bombardear a Valparaso.

De
el

en que estaba dividido


guerra para el pblico, una es

las dos acciones

mters de

la

ya conocida, la otra permanece an oculta


entre las sombras del misterio. Ya sabemos
lo que han hecho las fuerzas al mando del
brigadier Mndez Nez. Resta una incgnita por despejar. Qu es del general Quesada? Noticias recibidas de Ro Janeiro anuncian que las fragatas Huscar e Indepeiidencia

han tocado en

las costas del Brasil,

con

direccin a Chile. Se haba dicho que la misin secreta del general Quesada era salirles
al

encuentro antes de llegar a donde se en-

204

DESCONOCIDAS

PAGINAS

cuentran. Nosotros dudamos siempre que fuera esta precisamente la misin de nuestro en-

tendido general de marina. Si era secreta la

misin cmo

habamos de saber todo el


mundo? El tiempo ha venido a justificar
nuestras presunciones. Esperemos, pues, tranla

quilos el resultado de esta

como suele

decirse,

segunda parte, que

y aqu viene de molde,

lo

que fuere sonar.


Entretanto el aura de gloria que nos ha
venido como un soplo vivificador de allende

el

mar, llega a propsito en la poca en que

el

pueblo de Madrid conmemora

el

nombre e

aquellos de sus heroicos hijos que fueron lo?

primeros en derramar su sangre por

la in-

El Dos de

Mayo

dependencia de

ha

la patria.

sido fuente copiosa de sentimiento

elocuencia.

Como

y de

origen de sentimiento, per-

manece an y seguir siendo inagotable; como


tema de hermosas frases, nuestros ms respetados oradores, nuestros ms inspirados
poetas la han agotado. Antes de profanar tan
augusto da con

un

ditirambo de troquel, nos

limitarem.es. pues, a sentir en silencio,

cuando todo se ha
discurso

ms

dicho, es sin

elocuente.

lEl

que

duda alguna el
Dos de Mayo!

Por ventura^ esta fecha no es por s sola un


himno? M quiS aadirle una sola palabra?

D ARA vez
^^

a una semana, llena de aconteci-

mientes notables, como

la ltima:

sucede

otra igualmente fecunda en novedades y noticias

de inters. Ahora, sin embargo, la re-

ha atenido una excepcin. Desde que el


telgrafo dio la voz de alarma y la atencin
de las potencias europeas se reconcentr en
gla

punto er que amenazaba estallar la tempestad, IC'S alambres elctricos prosiguen funcionando noche y da trayndonos incesanteel

mente nuevas a cual ms extraordinarias e


imprevistas. Las que se refieren al atentado
contra la vida de Mr. de Bismark^^ son sin du-

da alguna las que ms vivamente Jian llamado la atencin del pblico. Hay momentos
en la historia de los pueblos en que todo pende de la vida de un hombre. Mr. de Bismark,
en quien la tenacidad suple al genio, ha logrado colocarse en esa situacin. Su muerte
hubiera indudablemente trastornado los pla207

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


nes polticos que vienen preparando dasde

al-

gn tiempo atrs varias de las ms importantes naciones y de las cuales es el alma y la


vida

el

sagaz presidente del Gabinete pru-

un fantico ha estado
punto de romper de un balazo el nudo gor-

siano. El revlver de

diano de la cuestin europea que toda la

plomacia del

mundo no ha

di-

sido suficiente a

desatar.

Verdaderamente parece que no vale la pena


de estarse combinando meses y meses un plan
gigantesco, de secarse la inteligencia

tar todos los

recursos de

clculo planteando

un

la

astucia

ago-

el

negocio, del cual lleva

un quidan la resolucin en el bolsillo. Por for^


tuna, y decimos por fortuna porque condenamos enrgicamente estos atentados, vengan
de donde vinieren y cualquiera que sea
l^i^

causa a que sus autores pretendan servir, de


los

cuatro disparos que ha sufrido Mr. de Bis-

mark

uno

ha tocado, e hirindole tan


levemente, que tuvo nimo y fuerzas bastantes para apoderarse por su mano del asesin'^.
La noticia del suceso, comunicada rpidamenslo

le

te por todos los crculos polticos, produjo la

estupefaccin

la

alarma naturales. Nadie

esperaba ni tema que un hecho de esta naturaleza viniese a trastornar el orden previsto

208

DESCONOCIDAS

PAGINAS
de

los negocios,

so.

No

desviando y torciendo su cur

obstante, pasado el susto, las cosas

han

vuelto a su primitivo ser y esitado.

Otra de

las noticias;

sificarse entre las

que tambin puede

de mayor importancia, no

tanto por lo que es en


ficacin

que

cla-

tiene,,

como por

la signi-

es la respuesia del Gabi-

nete de Viena a las notas de Prusia e

Italia.

Austria indudablemente ha deseado evitar

el

en que se encuentra; su poltica y


sus intereses se lo aconsejaban a una. A este
fin ha conspirado por todos los medios posi-

conflicto

bles; sin

embargo, ahora

al proponerle las con-

diciones con que los Gobiernos de Berln

Florencia procederan al desarme, las recha-

za con altivez y se dispone a la guerra. Segu-

ramente ha conocido que

la

cuestin no tiene

como Francisco
quiere salvar el honor aunque

arreglo probable, y

en Pa-

va,,

lo

pierda

todo.

Al conocerse la contestacin de Austria,

ha hecho tan evidente la inminencia de la


guerra, que no han faltado noticieros que
anuncien la ruptura de las hostilidades por

se

parte de

los italianos.

ataque ha partido de

La verdad

Otros han dicho que


las

et

fuerzas austriac?.s.

que hasta el momento no hay


noticias positivas ni en uno ni en otro sentido, y si bien es un hecho apresurado la ores

209
14

GUSTAVO ADOLFO BECQUE


en Italia, el
nombramiento de los generales que han de
mandar las divisiones de Prusia y la formidable concentracin de fuerzas austriacas en el
cuadriltero, todo permanece an en ese estado de imponente calma que precede de cerca a las grandes tempestades. Las potencias
que se aperciben a la luchav como los hroes
de Ho-mero, se miden con la vista desde la caganizacin de

beza

al pi?

En
las

los

los

voluntarios

antes de trabar combate.

dems pases

la poltica se

circunstancias, sin^tindose en casi todos

los tristes efectos

de

la

situacin que atrave-

samos Aunque una guerra nos


quista de la civilizacin

ms

amolda a

preciados,

brir con

un

y de

lleve
los

la con-

derechos

mientras dura, hay que cu-

velo la estatua de la libertad.

como quiera que los intervalos de fuerza suelen no venir mal a los gobernantes de ningn
pas, la mayor parte de ellos se apresuran a
tomar con tiempo esta precaucin. En Inglaterra, el partido conservador^ que cree lleod,
da la hora de dar la ltima y decisiva batalla
a los radicales, despus del combate a que dio
lugar el bil de la reforma, se preparan a
nuevas y ms empeadas luchas. En Francia, la

frase sacramental de

el

estado de

Ev

ropa, sirve de respuesta para los que piden

210

PAGINAS
cierta latitud

en

DESCONOCIDAS
derechos polticos y la

los

reduccin del ejrcito.

En Espaa tambin

se

deja senitir la influencia de ese estado excep-

impera como reina


crculos; en sus aras se

cional ha. poltica, pues


absoluta en todos los

consagran

las primicias

de todas las preocu-

paciones, a ella se deben las pnnxeras frases

de toda conversacin. Obedeciendo al impul-

puede menos
de pagarle a S|u vez un tributo en los anteriores prrafos. Pot otra parte, las noticias de
diferente ndole han escaseado en los itin^os
das, ofrecindosenos nicamente en lontananza. La iesta de San Isidro^ en cuya alegre
romera da el pueblo de Madrid al olvido toaso general nuestra revista no

dos sus pesares y sus inquietudes, la exposicin de los objetos trados por la comisin

de la Amrica del Sur, y el certipotico abierto por la Sociedad abolicio-

cientfica

men

nista espaola^ darn en breve materia abur-

dante para

la revista senianal

de nuestro pe-

en cuanto se relaciona con las artes,


la industria y las costumbres caractersticas
del pas, que son sus asuntos predilectos. En
ridico

tanto,

y mientras

la Gaceta no nos proporcior


na datos fidedignos acerca de los ltimos sucesos de nuestra guerra con Chile y el Per,
con que adicionan esta ligera resea de ac-

211

(GUSTAVO ADOLFO BECQUER


tualidades,

diremos algunas palabras sobie

msica, que aunque en algunas ocasiones


esta es
lestial,

una de

ellas,

todo ha de parecer ce-

fuerza es tomar

las cosas

segn se van

dando.

Kespecto a msica hemos tenido ltima-

mente dos verdaderas novedades. El concierto del guitarrista seor Cano ha sido una, y
la ejecucin casi perfecta de una pera en el
teaio Real, la otra.

muy

Ambas

suelen producirse

de tarde en tarde. El reinado de

tarra pas.

El'

aitronador piano la

ha

la gui-

relega-

do otra vez al dominio del pueblo, de donde


sali

hace aos para enseorearse moment-

neamente de

Algunos apasionados
del caracterstico y tradicional instrumento
en que nuestras ahuecas cantaron la tala y
el

los salones.

Frondoso, siguen en

la

creencia de que asi

bueno para rasguear unas seguidillas om.o para tccar la sinfona de Gulervw Tell.
de Rossini. Si alguien puede contribuir a que
se mantenga esta ilusin, seguramente es un
guitarrisita tan consumado y hbil como el seor Cano. En sus manoa. dicen sus admiradores, el instrumento que toca no parece una
guitarra. Y en efecto es as. Pero este elogio
es

del artista es la condenacin del instrumento:

cuando sa

le

ha vencido, cuando
212

se le

ha

DESCONOCIDAS

PAGINAS
dominado, todo
parezca

lo

'o

que no

ms que
es.

que

se logra es

nuestro modo de ver,

pesar de las eminencias


que en l han descollado, desempea su:: funciones ms importantes llevando el comps
as co'mo el piano, a

de un cotilln o un wals polka en una reunin


de familia, la guitarra, instrumento popular

por excelencia, nunca suena mejor que en


la noche, quejndose al pie de una ventana
o prestando vda y movimiento con sus alegres tonos a lo que la gente de la bulla llama

en Andaluca un jaleo pobre.


El concierto del seor Cano ha sido
obstante,,

una verdadera solemnidad

no

filarm-

nica para sus entusias^tas; por nuestra parte

que tanta consitancia y tanto


talento se empleen en tarea tan ingrata como
querer dar idea con las seis cuerdas de un

slo deploramos

instrumento, aunque rico en armonas, po-

brsimo en sonoridad, de
sica, escrita

los

efectos de la

m-

para orquesta.

Qurn puede asegurarnos que tantas

y tan

bellsimas melodas de nuestro clebre Car-

nicer no
slo

duermen en

el

ms profundo

olvido,

pcT haberse escrito para guitarra?

La segunda novedad:

la representacin del

Trovador, por Tamberlik: ha sido un nuevo y


magnfico triunfo para este eminente arti&-

213

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


una ejecucin perfecta ha podido
consejuir que el pblico, primero, y nosotros,

ta.

S^o

despus coloquemos en

y nuevas

sas notables

el catlof^o

de las ca-

la representacin

de

una pera tan puro trada y llevada, que la


silban los pilluelos y la repiten los organillos.
El Teatro Real muere como el cisne entonando su mejor canto para despedirse del m.undo.

La empresa de

los Elseos,

a la que antes

camino llano y agradable, tendr que hacer bastante para luchar con este

se ofreca el

recuerdo.

La te'mporada filarmnica empez con La


Africana y acaba con la magnfica ejecucin
del Trovador, de la cual hablarn por mucho
tiempo los dletants cortesanos. Comivcm
bene e finisce meglio. Esto deca Rosini a un
msico que

le

preguntaba

el

secreto de sus

triunfos. El Teatro Real, sin embargo,

guido

ha

se-

que por eso


abonados se reuni-

la regla del preceptista^ sin

pueda asegurarse que

los

rn para costearle una corona de laurel a la


empresa. En

el

largo parntesis que forman

Africana y El Trovador hemos asistido a


tantas catstrofes!

la

D UEN principio ha

semana ltima.

.tenido la

La ofensa hecha a nuestros valientes

marinos con

el'

apresamiento de

la

CovadoTiga

est vengada! La escuadra espaola ha

bom-

bardeado a Valparaso! He aqu las frases


que se han repetido con entusiasmo durante
los

primeros das por todo

hasta sus

ms apartados

el

pas al llegar

rincones esta lison-

Tiempo haca que desebamos


comenzar la revista de una semana con esas
frases. Tiempo haca que en medio de los sinsabores que a cada paso ofrecen las dificultar

jera noticia.

des de

la

poltica initerior,

esperbamos

la

compensacin en una poca gloria adquirida


por nuestras armas en aquellos pases remotos.

Ha
de

la

bastado que

el

Gobierno dejase

escuadra espaola

la libertad

al jefe

de obrar

enrgicamente para que la guerra de un gran


paso hacia su trmino. La firme persu-asin

215

U S T A

C;

V o

ADOLFO

p]

C Q U E ?

de que se podra concluir en un momento


dado ha influido sin duda alguna en el
exceso de consideraciones diplomticas que
vienen dificultando y entorpeciendo la resolucin de este asunto desde que se plante en
el

terreno de la fuerza. El acto de energa

que hoy aplaudimos todos, llevado a efecto


hace algunos meses hubiera dado a estas fechas resultados tanto o ms ventajosos que

que han tocarse a consecuencia del bombardeo de Valparaso. Sin embargo, ms vale
tarde que nunca. Puestos una vez en este camino, la marina espao-la, cuya pericia y arrojo se han hecho evidentes, sabr ganar el
iiempo perdido, probando a los que todava
abriguen alguna duda respecto a particular
que el no haber humillado antes a nuestros"
conjtrarios, tomndonos por nuestra mano la
justicia y la reparacin que nos niegan, ha
sido ms sobra de longanimidad y consideralos

ciones que falta de valor y medios.

Transmitida a Europa la noticia de tan


importante acontecimiento por m.^dio de telegramas, carecem.os an de detalles. Se ha

hab-ado de protestas por parte de

los

repre-

sentantes de algunos pases, y aun se ha

lle-

gado a decir que el de los Estados Unidos trat de impedir por medios materiales el bomr216

DESCONOCIDAS

PAGINAS
bardeo de

la

ciudad. Respecto a lo primero,

nada ms natural que algunas de las potencias interesadas en conservar los intereses
comerciales de sus sbdiitos tratasen de re-

producir sus gestiones anteriores en este sentido;

en cuanto a

las vas

la protesta

acompaada por

de hechos del representante de

los

creemos completamente

in-

Estados Unidos

la

verosmil. Los enemigos de Espaa, que no

son pocos, incansables en su mproba tarea

de

jtejer falsedades,

paar

la

han querido

tal

vez em.-

alegra de nuestros compatriotas,

presentndonos como resultado de

la

gallarda

Mndez Nez la proximidad de un conflicto con una potencia martima tan importante como la norteamericana.
Pero su afn es intil; ni sus artificiosas mentiras ni el amao y la falta de buena fe de
accin del seor

documentos oficiales de las repblicas enemigas conseguirn esta vez disminuir las pro-

los

porciones del triunfo que han alcanzado nuestras armas.


se

de

los

que tratan de suponer que

oponen grandes obstculos a


los

la

prosecucin

planes del jefe de nuestra escuadra

del Pacficq, responde e! seor

Mndez Nez

arrasando unos tras otros, todos


importantes del

los

puertos

para concluir
su triunfal expedicin posesionndose de las
litoral chileno

217

C^USTAVO ADOLFO BECQUER


is'.ias

Chinchas.

que

los

se

empean en

re-

ducir la importancia del desastre de nuestros


contrarios respondern los humeantes escom-

bros de las fortificaciones y los edificios pblicos

de Valparaso.

El golpe ha sido acaso tardo, pero cierto;

segn

las

veinte

ir.

noticias

llores

recibidas,

pcs-s

I?,

se

evaca en

prdida material

que han ocasionado nuestros proj^ectiles. Las


foritificaciones han venido al suelo, la Aduana se ha desplomado, vastos alnoacenes han
sido presa de las llamas.

Como

el

acontecimiento estaba previsto,

la

inmensa m.ayora de sus habitantes haban


abandonado la ciudad a la primera intimacin
del jefe de la escuadra espaola^ y, por io
tanto, las desgracias personajes han sido muchas menos que las que podra hacer presumir
tan espantosa ruina.

Gran mes se presenta

el

mes de mayo!

El

almanaque parece que lo trata con cariosa


predileccin, acumulando en sus das todo gnero de festividades cvicas y religiosas. El
barmetro viene sealando desde que apareci

un tiempo de verdadera primavera. Los

sucesos se arreglan de raodo que con cada fiesta


.parece que coincide

una

agradable. Lstima que

218

noticia del exterior


el

metlico y nues-

PAGINAS

DESCONOCIDAS

empeen, aqul escaseando y stos enmarandose, en que no


tengamos dicha completa. Por fortuna o por
desgracia, pues no acertaremos a decir si
sta es una buena o mala cualidad de nuestro carcter, entre nosotros las cosas se van
tros asuntos interiores se

tomando como van viniendo, y si a un da


nublado y triste, lleno de preocupaciones, de
inquietudes y de rumores alarmantes sucede
otro esplndido y sereno, con un sel de oro en
el fondo del cielo azul y un rayo de esperanza en el fondo del alma todo se olvida, todo
se borra y no hay preocupacin ni augurio
infausto capaz de obscurecer un punto la
alegra del momento.
Todas estas circunstancias parece que se
han reunido por un acuerdo tcito, a n de
aligerar la atmsfora que a efectos da los
acontecimientos polticos interiores y la pendiente y temerosa cuestin de Hacienda co-

menzaba a enrarecerse y a hacerse pesada.


El pueblo de Madrid ha corrido, pues, este
ao con tanto o mas gozo que los anteriores
a posesionarse de

San

Isidro,

la tradicional

pradera de

desde la vspera del da en que

conmemora a su santo patrono.


Hay en Espaa multitud de romeras, ferias y estas populares de este gnero, cle^

la Iglesia

219

GUSTAVO ADOLFO
bies y dignas de

unas da faina

la

B E C Q U E R

celebridad quj gozan.

santuario junto a cuyos mu-

e:

ros se celebran; a otras la hermosura del


el lujo

el

desplegado en su adorno o

nmero de

jeto de trfico.

que en

las cosas

La romera de San
el

y merece
los

serlo.

son ob-

Isidro,

en

perfiles, con-

estado de sencillez

mitivo, es, no obstante, la

siitio,

riqueza

la

ellas

Madrid, careciendo de todos estos


servndose en

ms

pri-

ms renombrada,

El fondo no vale

la

pena; pero

personajes del cuadro son inmejorables.

Una pradera montona,

al lado

de un ro en-

clenque: cuatro ribazos parduzcos, coronados

de una mezquina ermita.

He

aqu

la

decora-

cin del inmenso entrems, cuyos personajes

pluma de don Ramn de la


Cruz para trazarlos. Y aun as nuestra tarea
necesitaramos

la

quedara incompleta. Podramos

tal

vez pin-

una escena, dar idea de un dilogo, dibujar un grupo, sorprender uno de los rasgos
caractersticos de los actores; pero cmo

itar

abarcar aquel conjunto abigarrado y ruidoso,


donde entre la nube de polvo y del humo de
las buoleras

ambulantes, van y vienen, pa-

san y tornan, se empujan, se codean, se revuelven y se confunden stos a pie. aqullos

en desvencijados alquilones,

los otros

en

ja-

melgos imposibles o en mnibus de todas for-

220

DESCONOCIDAS

iPAGINAS

ma^, colores y taimaos una multitud co:ipuesia de cientos de miles ae personas, para
quienes

romera del Santo labrador cons-

ia

ms grande y hermosa fiesta del


ao? Los que han asistido a ella, por mucho

tituye la

que

les

digamos, encontrarn plida

la des-

que no la conocen smo de odas


mal podrn comprender lo que es ia rome-

cripcin; ios

ra por nuestras palabras.

Al mismo tiempo que la fiesta de San Isidro llamaba a la multitud a las orillas del
Manzanares,

los

ron sus pueiftas

jardines del Botnico abrieal pblico,

inaugurndose

la

exposicin de los objetos trados del Pacfico

por

la

expedicin cientfica.

suele decir que en


todo.

En

No

sin razn se

Madrid hay gente para

ciertas ocasiones parece, en efecto,

que segn se va necesitando va saliendo de


debajo de las piedras. La pradera del Santo
estuvo llena; los hermosos jardines en que tiene lugar la exposicin no bastaban a contener

las

muclias personas que acudieron a vi-

sitarla el

primer

en efecto ser
la

ciencia,

irilteresa,

da.

vista,

La exposicin merece,

no

slo de los

que aman

sino de todos aquellos a quienes

siquiera

sea por

sola

curiosidad,

cuanto se relaciona con los lejanos pases en


que sostenemos una dilatada y honrosa lucha.
221

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


No

una

es

pertenece

revista del gnero a que sta

oportuno para

el sitio

cin detallada

cientfica

de

bles objetos curiosos expuestos


ni el espacio de

mite, ni
fcil

aunque

los

en

la descrip-

innumerael

Botnico,

que podemos disponer


lo

lo

per-

permitiese la tarea es cosa

para hecha con slo una ligera visita

al local

en que se encuentran reunidos.

Slo diremos

que.>

as

por

lo

delicioso del

como por la riqueza y la novedad de


los objetos y el buen gusto y la inteligencia
de que se ha dado muestra al exhibirlos, la
exposicin puede colocarse desde luego en el
nmero de las ms curiosas y dignas de un
paraje,

pueblo ilustrado e inteligente de cuantas se

han celebrado en

la corte.

TIRO

el

manta y

diablo de la

se descubri et

El Gabinete de las TuUeras co-

pastel.

mienza a ensear

En

propsitos.

el

punta de la oreja de sus


que podramos llamar pe-

la

rodo lgido de la cuestin austro-prusiana;

cuando

el

telgrafo nos transmita despachos

terrorficos;

cuando

las

columnas de

los

pe-

ridicos extranjeros bastaban apenas a con-

tener

las noticias belicosas

las

bruscas

osci-

laciones de los valores pblicos anunciaban


la

proximidad de

la

catstrofe,

indica.mos,

aunque ligeramente, en nuestra revista que


no sera difcil que esta veZ: como otras muchas, todo se redujese al amago del golpe. La
intervencin de Italia en

el

negocio y la pre-

sunta aquiescencia del emperador de


ceses diercn a la guerra

los fran-

un carcter de

pro-

que cada da se pronunciaba ms


con los anuncios de grandes y trascendentales
combinaciones preparadas de antemano, y de
babilidad,

223

GUSTAVO ADULi^O BECQUEK


las

cuales tena a su cargo la direccin el

jefe del vecino imperio, a

luntad se desenvolvan

los

medida de cuya vosucesos que haban

de traerle por ltimo a la codiciada posesin


de las qu2 han dado en llamarse fronteras
naturales de

la

Francia.

Todo pareca dispuesto para comenzar; todo


estaba hbilmente previsto; los hombres polticos

las pub'.icaciones

ms graves

tan apenas las probabilidades de

la

discu-

guerra,

ocupndose en prim.er trmino de su resultado. Nosotros, a despecho de la general evi-

aunque con intervalos de pasajeras


dudas, seguamos no obstante guardando un
dencia,

resto de desconfianza.

Como

apstol incr-

para creer. Tenamos

dulo, necesitbamos ver

al Austria, a la Prusia

el

la Italia^

respectiva-

mente, armadas y prontas a acometerse; pero


necesitbamos or el primer caonazo.

Hace cerca de un mes que

la

EurQpa entera

escucha con atencin^ esperando intilmente

primer caonazo, y en el intervalo la


diplomacia ha echado a volar la frase Congreso europeo. Nuestra incredulidad no era

oir ese

del todo infundada.

El Congreso europeo de soberanos es el sue-

o favorito de Napolen^
nes.

Hace aos que

la

224

la

corona de sus piar

idea se cierne en la

DESCONOCIDAS

PAGINAS

dipbmacia sobre todos los


grandes sucasos que ocurren. Quin sabe si
el aparato blico desplegado en Europa en
las circunstancias presentes, y el haber trado
los sucesos hasta el punto en que se encuentran no habr sido otra cosa que un ardid
para empujar a los pases que an se oponen
a su celebracin hacia ese famoso Congreso
atmsfera de

la

de soberanos verdadera panacea de los males que nos afligen en concepto del que lo ha
concebido?

De todos modos

la cuestin es

indudable que

acaba de entrar en un nuevo perodo. El dis^


curso de Thiers pronunciado ltimamente en

Cmara

la

legislativa,

desvaneciendo

todo

gnero de ilusiones acerca de soados aumen-

que an caso de verificarse


traeran como resultado la unidad alemana
fatal a la poltica f i'ancesa, ha acabado de resde

tos

territorio,

friar el espritu pblico entre nuestros con-

entre

los

que

ya tena la guerra pocos entusiastas.

La

mis-

vecinos de allende

ma

el Pirineo,

parece que no responde al llamamiento patritico con todo el entusiasmo que


Italia,

deba esperarse.
el

moderno reino

Aunque
el

vago, se siente en

presentimiento de alguna

catstrofe oculta entre las sombras del porvenir. Hasta

ha llegado a aventurarse

la idea

225
15

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


de que Napolen, arrepentido de su obra,
busca medios indirectos de deshacerla. Para

ms segura garanta de

noscitros la

la

paz es

que respectivamente abrigan


unas para con otras las potencias de primer
orden. La diplomacia ha perdido la pista; los
la descoiiiianza

Gabinetes europeos se sienten inquietos y rece osos ante la presencia de esa esnge que

enigma y que se llama


Napolen. Ahora mejor que nunca podra aplicarse a la situacin actual de Europa el ttuoculta tenazmente su

lo

de

la clebre*

bos anda

el

comedia de Tirso: Entre bo-

juego.

Mientras por

el

Viejo

Mundo

las cuestiones

un lado y otro sin salir del mismo


sitio, como la pndola de un reloj, en el Nuevo marchan nuestros negocios viento en popa,
y segn todas las probabilidades pronto la
oscilan a

Mala

del Pacfico nos traer noticia de la ex-

cursin de la escuadra,: que

al

mando

or Mndez Nez, se diriga a

la

del se-

fecha de

los ltimos partes a recorrer, hostilizndolos,

todos los ipuertos de a

guna importancia de

las

repblicas enemigas.

Apenas

se

ha entrado en

el

verdadero pe-

rodo de accin y de energa la cuestin de


Chile y

nueva

el

faz,.

Per

se ha presentado bajo

En punto

una

a derecho internacional.
226

DESCONOCIDAS

PAGINAS

por 'ms lamentable que esto


tan

ms

reclamaciones

las

sea,

an

necesi-

justas de la acen-

tuacin de algunos caonazos para que se las

entiendan bien.

En

tanto que nos hemos man-

tenido en el lmite de las contemporizacio-

mundo pareca negarnos la razn, todo el mundo se conceptuaba con derecho para aadir una dificultad ms a las munes, todo

el

con que luchbamos sin resultado en este


asunto. A la luz de los fuertes incendiados

<5has

de Valparaso
to al

fin las

aportando

al

las potencias

cosas

ms

neutrales han vish

claras

si

seguimos

debate razones del calibre de las

bombas arrojadas a la ciudad enemiga, hasta


los mismos chilenos y peruanos acabarn por
conceder que tenemos sobrada razn. Ocu-

pndose
los

la

Cmara

inglesa recientemente de

asuntos del Pacfico, aunque tarde, se ha

visto

precisada a hacer justicia

patria.

En

a nuestra

su seno se han levantado hombres

distinguidos por su talento y su posicin

ofi-

para pagar un merecido tributo de

elo-

gios a la conducta de nuestros valientes

ma-

cial

y particularmente del jefe que los gua.


El seor Mndez, en quien desde luego colo-

r'mos^

el pas

que por

sus

ms

lisonjeras esperanzas,

de carcter, de entendimiento y de energa de que antes de ahora


las cualidades

227

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


ha dado pruebas pareca llamado desde luego
a desempear un papel brillante en esta ocasin, ha respondido a la confianza que en l
deposit el Gobierno confirindole tan elevada
cargo, y ha sacado airosas las predicciones
de les que le auguraban un porvenir glorioso.
El pbaco testimonio de a Cmara inglesa
que rara vez se excede en el elogio de las de-

ms

unnime aprobacin
de las publicaciones extranjeras, acordes en
alabar la prudencia, !a energa y la generosidad

naciones^

la casi

y de los
valientes marinos que estn a sus rdenes
deben llenarnos de legtimo orgullo.
A propsito de esta cuestin se refiere un
di.ogo que merece ser conocido. Parece que al
cumplirse el trmino sealado por el seor
del jefe de la escuadra espaola

Mndez Nez para proceder

bombardea
se present en su cmara el comodoro americano, con objeto de hacer una ltima tentaal

tiva a favor del arreglo. Perdida la esperanza

de conseguirlo, y no encontrando razones vlidas que oponer a las que aduca el jefe de

apoyo de su conexclam
tono
interrogativo,
ducta^,
en
desun
corto
momento
pus de
de pausa: Y si en
el actoMe ir a romper el fuego me interpusiese yo entre la ciudad y la escuadra espaola
nuesitras fuerzas navales en

228

PAGINAS

DESCONOCIDAS

qu hara usted? Mndez Nez, sin sorprenderse, a pesar de lo inesperado de la pregunta le contest con gran sencillez: Comenzara por echarlo a usted a pique y luego

cumplira

las

rdenes de mi Gobierno. IgnCh

ramos hasta qu punto el dilogo es autntico;


pero de lo que no podr caber duda a ninguna
de las personas que tienen idea del temp'e
de uno de los interlocutores, es de su verosimilitud. Fuera de estos detalles, de la sesin de
la

Cmara

inglesa

y de

los

despachos telegr-

que se refieren a los proyectos de celebracin de un Congreso europeo, nada encontramos en las hojas extranjeras que naturalmente deba ocupar un sitio en nuestra peridica revista, si exceptuamos las noticias
que se refieren a la Exposicin de Pinturas
que acaba de abrir sus salones al pblico en
ficos

Pars.

Ya

haca tiempo que las publicaciones rela-

tivas al arte que ven la luz en Francia se

haban ocupado del excesivo rigor de que daba


muestras el Jurado al recibir o rechazar los
cuadros deSitinados a esta Exposicin. La la-

mentable desgracia de un artista de mrito


que puso fin a su existencia al saber que haba sido rechazada su obra y las vivas discu4Sones a que ha dado lugar entre escritores de

229

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


arte distinguidos las inflexibles decisiones del

Jurado, contribuan a excitar la curiosidad y


el inters que naturalmente despierta una

solemnidad de este gnero. A juzgar por los


antecedentes;, la Exposicin de 1866 prome-

una de las ms escogidas y brillantes.


Si hemos de dar crdito a las ligeras noticias
que hasta ahora hemos podido recibir, las
obras, en efecto, responden por su originalidad y por su mrito a la idea que ha presita ser

dido a los acuerdos del Jurado

cuaL juznmero de premios


el

gando demasiado corto el


que han de distribuirse, se propuso que la
admisin constituyese por s sola una recompensa. Teniendo en cuenta estas circunstan-

hemos visto. con verdadera satisfaccin


que en el nmero de los que han logrado esta

cias,

sealada muestra de aprecio, se encuentran

muchos de nuestros compatriota^, a les cuales


felicitamos sinceramente. Ya que por dentro
las cosas no anden tan bien como todos desearamos bueno es que en el exterior procuremos ayudar ]!i reaccin favorable a iEspaa
que poco a poco comienza a hacerse, la cual
acabar de completarse cuando de mu modo o
de otro se logre inspirar en cuestiones financieras la confianza que ha tiempo tenemos
perdida.

230

PAGINAS
En

DESCONOCIDAS

tanto que los partidos y los hombres

polticos disputan

acaloradamente

los

medios

que han de conducirnos a este resultado, las


cosas siguen su acostumbrado curso en la coronada villa donde en medio de las mayores
preocupaciones siempre queda un resto de
buen humor para templar lo agrio con lo
dulce.

Las empresas dramticas que terminan en


egte

mes

sus tareas

buenos recuerdos en
nocer

al

han tratado de dejar


el pblico,

dndole a co-

despedirse algunas obras de mrito

de reputados escritores. El Circo, poniendo

en escena

comedia del seor Coupigny, titulada La paja en l ojo ajeno, se muestra


hasta el fin incansable en su tarea de ofrecer
obras nuevas a sus favorecedores. La paja en
el

la

ojo ajeno, sin pretensiones de trascenden-

tal,

es

una com.edia agradable por

la sencillez

de su fbula y 'os rasgos felices con que estn


delineados algunos de sus caracteres; estas

una ejecucin
han conseguido llamar al pblico
por espacio de muchas noches al teatro de la

condiciones de la obra, unidas a


esmierada,

plazuela del Rey.

La comedia Bienaventurados los que lloran,


al mismo tiempo que proporciona un nuevo y
legtimo triunfo a su autor, el seor Larra,

231

GUSTAVO ADOLFO BECQUEU


a

los

actores que

(teniendo reunida

interpretan, sigue

la

en

el

man-

teatro del Prncipe

una escogida concurrencia de

las

damas ms

elegantes y bellas de la corte, que despus de

haber col'mado de aplauscs a Tamberlik en


su ltima representacin dada a favor de los
pobres,, se disponen (si el tiempo lo permite)
a trasladar sus reales a los Campos Elseos,
que abren esta semana las puertas del teatro
Rossini con Roberto

diavolo.

TENEMOS un
a

las

pie en el dmtel del verano

revoluciones atmosfricas signen

no importndo.es un ardi,te los preceptos del


almanaque. Y lo peor de todo es que si hemos
de dar crdito al ya famoso astrnomo zaragozano, hay temporal para unos pocos das.
Slo una cosa nos consuela y nos mueve a
dar crdito al antiguo adagio, que asegura
que no hay mal que no venga para bien.
Si al comenzar hoy por segunda vez nuestra revista no pudiramos hablar del tiempo,
con qu asunto hilvanaramos a ltima hora estos veinte renglones, a fin de no dejarla
deca,pitada? El tiempo viene siendo, desde la
antigedad ms remota, el gran recurso para
los que no saben qu decir, o no pueden decir
lo que saben. No hay tema ms manoseado,
pero ni ms socorrido.
Dmosle, pues, gracias porque nos proporciona el modo de llenar un hueco. ;y ya que
233

GUSTAVO ADOLFO BECQUEK


respecto a los asuntos interiores no nos de-

jan ni repetir a la tarde

que a todo el
mundo dice por la maana la Gaceta, mudemos de conversacin y torzamos el rumbo.
Fijando desde luego la vista en lo que sucede en otros pases diremos que cuantas
noticias se reciben del exterior vienen a justificar otro de los rumores polticos que comenzaron a adquirir consistencia cuando eslo

cribanaos la ltima revista.

La

idea de

un

punto en que
Austria e Italia tenan ya levantado el brazo
para descargarse un furibundo golpe, ha logrado hacer proslitos y las potencias interesadas en la cuestin, a semejanza del famoso vizcano de Cervantes^ se han quedado
con el brazo en alto esperando a otro captuCongreso, echada a volar en

lo la

continuacin de

el

la historia.

Las tres naciones neutrales Francia, Inglaterra y Rusia, tomando la iniciativa en el

asunto se han puesto de acuerdo para redactar los preliminares del Congreso, que bajo
el

nombre de Conferencia habr de

celebrar-

muy

en breve. Los Gabinetes de Austria,


Iitalia y Prusia parece que han adoptado la
idea en principio, y slo se trata ahora de la

se

actitud en que cada cual ha de esperar Var-

dtm sentenza.

Si

el

Congreso cuaja,

234

qu

DESCONOCIDAS

PAGINAS

triunfo para la diplomacia

tan de capa cada

de algunos aos a esta parte! A nuestro modo de ver, el Congreso se llevar a efecto^, se
hablar mucho, se pondr un puntal para que

mantenga un poco, no resultando de itodo ello ms que un nuevo araazo


a los tratados de 1815. La obra colosal de toda
la Europa coaligada contra el to, va desapareciendo poco a poco merced a la perseverancia de! sobrino. Cada Congreso es una
el

equilibrio se

brecha que se abre; en cada Conferencia se


le

da un

asalto.

lima novela que

Vctor
el

des triunfos est en

Hugo

dice en su l-

secreto de todos los gran-

e^a palabra de una

anti-

gua divisa espaola: Perseverando, Napolen


acabar por demostrarnos que al menos en
pol/tica, es ms seguro desatar que cortar, y,
por consiguiente no importa lo mismo.
Respecto a Europa,, > durante algunos meses, podemos considerarnos libres de todo gnero de conflicto creado por

la

guerra.

En

hemos de juzgar por las noticias


particulares que se reciben del Pacfico, tampoco ha de prolongarse mucho la cuestin que
por m'^dio de las armas ventilamos en la ac-

Amrica,

si

tualidad con algunas de sus repblicas.

El bombardeo de Valparaso, sobre


<^ada da

el

cul

tenemos nuevos e interesantes por235

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


menores, ha causado en Chile un efecto
indescriptible.

iTioral

Bien fuese resultado de una

absurda confianza, bien efecto de promesas


aventuradas, que luego no han podido cumplirs3, los chilenos as

crean en que

la

es-

cuadra espaola haba de saludar sus poblaciones a balazos como en los milagros de Mahoma. La nueva del bombardeo ha cado como

un jarro de agua fra sobre el entusiasmo de


los ms ardientes en su odio contra Espaa- y
ha sido necesario para contener una pblica
manifestacin de disgusto, poner en juego todos

los

recursos de

un Gobierno y de una

si-

tuacin de cosas que fundan su existencia en


la prolongacin de la lucha.

Por

el

pronto, la escuadra chileno-peruana

sigue escondida en

como

el

puerto de Huite, viendo,

suele decirse^ los toros desde

el

anda-

un puerto que no tiene ms


entrada que un canal estrecho y peligroso,

mio. Huite es

inaccesible a buques de alto porte y defen-

dido naturalmente por los bajos y rocas que


dificultan su navegacin.

Pero a

la

prudente

han parecido bastante estas defensas y por si fortis ha ocurrido .a la seguridad personal de sus tripulacioescuadra enemiga no

nes con

las

del canal se

le

siguientes frioleras.

la

boca

ha colocado un fuerte con bate236

DESCONOCIDAS

PAGINAS
ras de

caones rayados de 120, ms lejos

un buque

lleno de plvora

para hacerlo vo-

a la aproximacin de nuestras fuerzas


y por si la explosin del buque no diese resultado, aguardan un poco ms all dos de
lar

esas infernales

mquinas submarinas, llama-

das torpedos; con estos aprestos de defensa

cuya retaguardia forman varias cadenas tendidas, otro buque cargado de materias inflamables y un segundo y ltimo fuerte con bateras de caones de un calibre desmesurado, parece que el jefe de la escuadra enemiga se siente un poco tranquilo aguardando el
fin de los sucesos. Lstima de dinero env
pleado en semejante marina! Y eran esos
los bravos con que contaba la repblica chilena para el combate naval, que en
dculo

dente

No

cartel
al

un

ri-

de desafo propuso su presi-

seor Mndez Nez?

ms exaltados del partido


de la guerra se agarran, como suele decirse^
de un ascua ardiendo, y todava fundan un
obstante, los

resto de esperanza en el arribo de las fraga-

Huscar e Independencia; pero estos buques a lo que parece no se dan gran prisa
por llegar a su destino. Entretenidos en hatas

cer fcil presa de pequeas embarcaciones

mercantes, entre las cuales ha habido ai?una

237

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


han quitado hasta el re'oj,
encuentran ms cmodo proseguir poco a poa cuyo capitn

le

co su itinerario y ensayarse en este gnero de


proezas que exponerse a dar de manos a boca

con

el

seor Mndez Nez, del cual segii-

ramente no esperan un cordial recibimiento.


Entretanto que los chilenos ag^lardan a
sus salvadores^ que como el Mambr de la
cancin no saben cundo llegarn, si por la
Navidad o la Pascua, el jefe de nuestra escuadra se colcca frente al Callao, donde habr dado ya principio la segunda parte del
drama representado en Valparaso.
Aguardando nuevas del Callao, cuyo ataque es de presumir pondr trmino a la cuestin chileno-peruana.; y en el corto espacio

que nos dejan


ticas,,

tos

libres las preocupaciones pol-

siguen entre nosotros agitndose asun-

de diversa ndole, aunque encaminados

todos
pas.

remediar

Puestas sobre

el
el

estado

financiero

del

tapete las cuestiones

de economas, el Estado y los particulares,


grandes y pequeos, ricos y pobres, cada cual
por su lado procura dar una pronta solucin
al problema que se encierra en estos dob trminos: gastar menos y ganar ms, y como
es de presumir, se ha comenzado por lo que
parece m'*s

fcil,

esto es, por cerrar el bol-iUo.

238

PAGINAS
Ha

DESCONOCIDAS

no sabemos quin, y lo repite


mundo, qu:; txj extremos se tocan, y

dicho,

todo el

nunca como ahora viene de molde la observacin. Tan mal hemos de vernos gastando ms
de lo que cada cual tiene, como metindonos
el ltimo duro en el bobillo y ponindole la
mano encima. Bu^^no es que se piense en disiminuir los gastos, pero sin que se olvide que
la prosperidad estriba en el aumento de los
productos. Por eso notamos con gusto que en
medio de los generales pujos de economa,
que co-ncluirn por hacer de el Gran Tacao
el tipo del hombre modelo, hay quienes piensan todava en acometer grandes empresas,

como la que en la actualidad se agita, destinada a llevar a cabo la colonizacin de los


terrenos yermos de Espaa.
Esta empresa, que si ^e realiza ha de dar
grandes resultados a

que la acometan,
cuenta ya con mil familias de pequeos propietarios alemanes los cuales se trasladarn
a nuestro pas, trayendo adems del producto de la venta de sus bienes, ganado vacuno
escogido entre las mejores razas, ins,trumenios

tcs de labranza perfeccionados

y modernos y

mquinas para establecer nuevas industrias.


Lo mismo para la construccin de las habitaciones tales como pequeas aldeas, granjas y
239

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


alqueras, que para Jas plantaciones y el cultivo, se

adoptarn

los

adelantos ensayados ya

con admirable resultado en

grandes colo
nizaciones que actualmente se llevan a cabo
las

en otros pases.
Con el anuncio de la prxima realizacin de
este pensamiento que viene preparndose de
largo tiempo atrs los preparativos para una
junta extraordinaria en que se han de repartir les premios que la Sociedad abolicionista seala a la mejor poesa alusiva al objeto que sus asociados se proponen, y ^a celebracin dp la fiesta del Corjms, que, como de
costumbre, ha llevado una multitud de forasteros a los puntos que con ms pompa se celebra^,

na

concluye

la historia

de la ltima sema-

mes de mayo, que, a juzgar por io sucedido ms bien que mes de las flores, deberamos llamar mes de las lluvias y las fiestas.
del

HEiNios conseguido un

triunfo.

idea del entusiasmo

han despertado en

el

el

Querer dar
inters que

pas las ltimas noiicias

un impasible. Durante los ltimos das de la semana


las ms ardientes cuestiones, los ms im.porrecibidas del Pacfico, sera desear

tantes asuntos polticos se han pospuesto a

y comentarios con que


el deseo y la esperanza adornan los breves
partes telegrficos que nos dieron las nuevas.
Qu ha sucedido en el Callao? He aqu la
pregunta estereotipada en todos los labios en
el momento en que escribimos estas lneas, y
a la que solo contesta el telgrafo con su de^
las infinitas versiones

sesperante concisin.

Verdad es que la fantasa no se detiene


en barras, y lo que no ve lo presume, y lo
que no acierta a presumir lo inventa. Merced
a esto procedimiento, no faltan detalles en
algunas publicaciones, y noticiero hay que
24J
16

GUSTAVO ADOLFO

ms pormenores que

relata lo acontecido con


si

de

hubiese presen(iado
!a

B E C Q U E R

la

accin desde

Nti^mancia. J)e estas relaciones

puras

debe

por base

la

siempre.

desconfiai'se

el

tope

prema-

Tomando

verdad conocida, cada cual

le

foTma que mejor conviene a sus intereses o sus simpatas. Hast^ el momento
slo puede decir.>e que ei jefe de nuestra escuadra comienza a justificar la hermosa frase
que pronunci contestando a los agentes dipresta

la

plomticos de las potencias neutrales:

Ms

quiere Espaa honra sin barcos, que barcos


sin honra.

Fcil hubiera sido al seor

Mndez Nez,

despus del bombardeo de Valparaso, continuar arrasando las poblaciones de


tas chilenas

las cos-

y peruanas que contaban con po-

cos medios de defensa; fcil le hubiera sido

igualmente posesionarse desde luego de


Chinchas,

asegurando

la

indemnizacin

^.as

de

mismo tie'm,po que proporcionaba


a la escuadra un punto de reposo; pero ni el
rehuir e^ peligro es propio de hombres de

guerra

al

su temple, ni cuadra

carcter de la cues^

a^

tin que sostenemos con aquellas repblicas,

atender a
al

los intereses

materiales antes que

de la honra.
El Per haba acumulado todos sus medios

242

DESCONOCIDAS

PAGINAS
de defensa en

el Callao; all estaba,

corazn de

lo as, el

que resguardados por

los

nicos

formidables

fortifi-

la liga, all

las

por decir-

caciones se atreveran a defenderse:

un

de-

ber de honor obligaba a nueSitros valientes

en busKa de esa honra que


Espaa desea, aunque para adquirirla tuvisemos que perder algn barco.
En efecto: nuestros buques han sufrido
marinos a

ir all

considerables averas; alguno de

que se ha

inutilizado,

pero

ellos,

dicen

la gloria

de la

jornada pertenece a los espaoles. Cualquiera


que sea en definitiva el xito del ataque, cuyos pormenores
re^patir las

oficiales

ignoramos, podemos

palabras que a este propsito ha

dicho en el Congreso un diputado de la opor

Vencidos o vencedores, nuestros va*


lientes marinos merecen el aplauso de sics
sicin:

compatriotas. Basta detenerse

un momento a

considerar la magnitud de la empresa para


comprender el mrito de los que la han aco-

metido.

Aprovechndose del intervalo de paz debido al ltimo convenio que se celebr con el

Per este viene trabajando activamente hace

mucho

.tiempo en completar las fortifica-

ms importante de sus plazas


martimas. Ingenieros y material de guerraciones de la

243

GUSTAVO ADOLFO BECQUEH


trazas de las nuevas defensas y caones para
artillarlas.,

tcdo se debe a extranjeros, norte-

americanos en su mayora, ms duchos y avezados en este linaje de cosas que nuestros


enemigos. El Callao al presentarse enfrente
nuestra escuadra ofreca un aspecto formidable, contndose en

las

bateras de tierra

hasta cien caones artilladcs, muchos de ellos


del

enorme

calibre

de 450. Mndez

Nez

con slo dos buques blindados apenas fuertes


lo bastante para sufrir el empuje de tan
monstruosos proyectiles^ con algunas otras
embarcaciones de madera, y no contando sino
con bocas de fuego de menor calibre, ha bom-

bardeado el Callao por espacio de cuatro horas. Por razn del alcance de sus caones, la
escuadra espaola debi estar situada durante

el

combate a menos de medio

bateras

peruanas,

sufriendo

tiro de las

un horroioso

fuego, al que contestaron incendiando parte

desmontando un fuerte y causndoles a los enemigos gran nmero de vctimas, entre las que se liallan el ministro de
la Guerra y algunos otros jefes conocidos.
Tan satisfactorios resultados no han podido lograrse sin que nuestros buques sufrieran
de

la poblacin,

averas de a'guna consideracin. Precisamente en el peligro que ofreca la lucha consiste

244

PAGINAS
la gloria

do en

la

DESCONOCIDAS

que nuestros marinos han alcanzajornada. En los primeros partes se

indic que tres de los ouques de

madera

se

haban visto forzados a retirarse del teatro de


]a accin, despus de haber desmontado varios
fuertes, haber volado un polvorn y causado

grandes destrozos en la ciudad, quedando la


Numancia para responder al fuego de dos bateras blindadas, nicas que pudieron resistir al empuje de nuestros caones.
Tambin se dijo que entre los varios oficiales espaoles heridos, lo

estaban de jrave-

dad el comandante de la Resolucin, y levemente el seor Mndez Nez. Respecto al


segundo, otros partes recibidos a ltima hora

desmienten la noticia y lo presentan disponindose a reiterar su ataque contra el Callao, desde donde marchar a posesionarse de
las islas Chinchas, en las cuales esperar el
resultado de la guerra.
Segn lo habamos previsjto, la cuestin de

Espaa con Chile y Per se aproxima al desenlace, y la segunda parte del bombardeo del
Callao le servir de eplogo. Todo conspira a
que as suceda. El Huscar y la Independencia, magnficos

barcos en

la postrer esperanza,

que

los cuales

fundaban

han sufrido deterioros

imposibilitan su uso, por falta de pericia

245

GUSTAVO ADOLFO BEOQUEll


en su comandantciS. Los torpedos, que fabricados en San Francisco de CaUfornia. haban
.de servir para destruir cobardemente nuestra marina, han estallado al tiempo de hacer
el

transbordo, causando innumerables vctimas

que se cuenta el comisionado de las


repblicas. Hasta se han enajenado el resto
de sim-patas que las potencias neutrales pudieran conservar hacia la causa del Per y
de Chile, merced a la conducta usada con los
entre

las

espaoles residentes en aquellos pases, con-

ducta a todas luces cruel e indigna de una


nacin que se estima en algo y de la que la

humanidad y

el

propio respeto no nos permi-

ten usar represalias.

Como indicaimos al comenzar la revista-, los


ms graves asuntos interiores han palidecida, perdiendo parte de su importancia, ante

que del exterior trae el telgrafo.


An aguardamos llenos de impaciente ansiedad los detalles del bombardeo del Callao,
cuando el termmetro nos anuncia una nueva
las noticias

y brusca variacin en la atmsfera poltica


de Europa. La Conferencia ha hecho fiasco!

He

lamento de la diplomacia
contristada que ha venido a sacar a los pueaqu

el doloroso

blos del dulce xtasis ocasionado

por

las ilu-

siones de la paz. Vuelta a resonar el parche

246

DESCONOCIDAS

PAGINAS
herido, viieJta

de

la

a rasgar

los aires

con

el

clamor

trompetera, v^uelta a asustarse unos a

otros con el espectculo de formidables apres-

Nuevos nombramientos de jefes;, nuevas


marchas y contramarchas de tropas, nuevas

tos.

combinaciones estratgicas. La palabra aiada


vuela por

y da en alguvuelta a Europa diciendo:

los hilos telegrficos

nos mstar^tes la

La lucha es segura,

el conflicto

inminente,

maana se declara la guerra. Pero llega ese


maana precedido de tantos temores y todo
contina .o mismo; y sigue otro no menos
acompaado de ansiedades, y las cosas prosiguen en idntico ser, y dan ganas, por ltimo, de exclamar con Quevedo: Tanto maana y nunca rmanarms!
No obstante, ahora, como suele decirse, va
de veras. El estado en que se encuentran las
cosas no periite ms dilacio'nes: Ja cuerda del
arco no puede continuar tendida, es preciso
aflojar a o concluir de disparar la saeta. Aca-

cuando estas lneas lleguen a manos de


nuestros lectores, los caones del Austria haban dado la seal del combate, tal vez la reso

vista siguiente no baste a contener la


ria relacin
la

de

los altos

sumahechos ocurridos en

semana prxima. En todos

lticos,

en todas

los crculov^

las publicaciones

247

po-

importantes,

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


camo de cosa segura.

se habla ya de la ^erra

Esta conformidad de pareceres nos intimida


y nos retrae de expresar libremente una vaga
creencia propia, sin fundamento, irrazonable
si

se quiere, pero que

si

tuvisemos

la

ga de Galileo, nos hara exclamar al

ener-

mismo

tiempo que damos cuenta del verdadeio estado de la cuestin: mir si mtiove, o lo que
es lo mismo a pesar de tan^tos aprestos, an
no hemos odo el primer caonazo.
Correspondencias

muy

ran que inspeccionando


perio

los

colosales

el

autorizadas asegujefe del vecin^i im-

trabajos para la futura

Exposicin Universal, ha dirigido a los obreros y a las personas agrupadas en torno suyo
estas significativas frases: Trabajad, traba-

jad con

que

Exposicin se llevar a
efecto pronto, y en medio de la paz de Eufe,

la

ropa.

Este es un dato.

Al mismo tiempo que Napolen pronuncia


estas

palabras,

proyecta un emprstito de

500 millones de francos, y se susurra que


en la contingencia de una, ruptura con Austria,

se pondr al frente del ejrcito de la

fro-ntera del Rhin.

Ahora, con estos antecedentes^ ate usted


cabos a la poltica del momento.

248

DESCONOCIDAS

PAGINAS

Fuera de las noticias que dejamos apuntadas, y que son los ejes sobre que gira la conversacin en todos los crculos,

la

publicacin

extranjera no ofrece ningn asunto de inters.

Aunque

saliendo de la poltica, quisi-

ramos buscar entre nosotros algunas novedades con qu amenizar nuestro trabajo, tamr
poco

encontraramos hoy.

lo

Si la revista de El

pejo

fiel

Museo ha de ser un

es-

de la fisonoma de la semana, cuyos

sucesos y preocupaciones culminantes trata


de condenar en algunos prrafos, por fuerza

ha de

en esta ocasin las dos solas


cuestiones que han monopolizado el inters
reflejar

pblico.

La

cuestin italiana y nuestros asun-

tos del Pacfico.

QUISIRAMOS poder dar

idea a nuestros lec-

tores del afn y el creciente inters con

que se reciben y comentan las noticias del


Pacfico, pues slo as lograramos que se reflejasen en nuestra revista el movimiento y
la entusiasta agitacin

Como

de

la

semana ltima.

pudo presumir, atendida la procedencia de los primeros detalles que se recibieron en Europa, los sucesos del Callao han
sido ms brillantes y menos costosos para Espaa que lo que prudentemente deba esperarse de una tan arriesgada y difcil emse

presa.

La

lectura de

ocasin en

los,

partes oficiales ha dado

ambas Cmaras a escenas de en-

tusiasmo imposibles de describir. Suspendidas por un momento las ms empeadas y


ardientes discusiones, depuestas en aras del

patriotismo y de un elevado sentimiento de


orgullo nacional las diferencias polticas que

251

GUSTAVO ADOLFO BECQUEH


los

separan,

os

representantes del pas se

han mostrado unnimes en su deseo de significar la admiracin que en todos produce


conducta de nuestra valiente escuadra del

la

que la dirige.
Vanas son las proposiciones que con este
objeto se han presentado en los cuerpos colegis^ladores, dando lugar a que algunos de
nuestros hombres polticos ms caracterizados
Pacfico

del esforzado jefe

pronunciasen breves y elocuentes discursos


que el pblico que ocupaba las tribunas acogi a su vez con significativas muestras de

aplauso.

En
los

las provincias, si

hemos de juzgar por

partes telegrficos que continuamente se

reciben, tambin

han producido inmensa sen-

sacin tan satisfactorias; nuevas. Las corporaciones municipales se apresuran a felicitar a

marinos espaoles por su comjportamiento en el Callao; en algunos puntos


la alegra popular se ha manifestado por medio de ruidosaSj y pblicas aclamaciones. Verdaderamente el suceso tiene ms importancia
de la que a primera vista se le concedi.
El triunfo de Espaa sobre las repblicas
los valientes

Per y Chile marca el principio


de una era de prosperidad y de gloria para
nuestro pas, que difcilmente podrn desaliadas del

252

DESCONOCIDAS

PAGINAS

ms tenaces

Tener
buques no es tener marina^ suele decirse, no

conocer sus

detractores.

sin falta de razn. Si los ejrcitos de tierra

no se improvisan, el personal apto para las


luchas de los mares mucho menos. El ejemplo de las fragatas Huscar e Independencia,
magnficos buques blindados adquiridos por
el

Per a fuerza de

mayores

los

sacrificios,

que, sin embargo^ les son casi intiles por


falta de

gente prctica que

ne a confirmar

los dirijan,

vie-

la opinin general sobre este

asunto. Rotas por

un momento

las gloriosas

trad-ciones de nuestra marina nacional, por


el

miserable estado a que vino en poca no

muy

lejana,

no slo en

nes donde sostenemos


pases que

la

ms exacta

ias,

apartadas regio-

guerra, sino en los

noticia podran tener

de nuestras cosas, dudbase an que fuera

una verdad su restablecimiento.


Unos construidos en nues^tros

arsenales,

otros en los de Francia e Ing'aterra, poco a

poco iba poblndose

el

mar con buques en

cu-

yos a'tos mstiles ondeaba la bandera espaola.

De ao en ao

la estadstica

ble

arrojaba

un

sensi-

aumento en las fuerzas navales del pas,


que cado al ms inconcebible estado de postracin, haba ocupado no obstante uno de los
primeros puestos entre las potencias que se
253

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


llamaban dueas del Ocano. Pero tener buques no es tener marina, seguan diciendo

que ven con dsguS)to a Espaa levantarse


gradualmente a la altura a que est llamada
por sus condiciones, por su posicin y s historia. Los esforzados campeones de la honra
los

nacional que a las rdenes del bizarro

tendido jefe seor Mndez


-estes

y en-

Nez lavan en

momentos con sangre enemiga

el ultra-

je inferido a su bandera, estn dando con

su conducta y sus heroicos hechos cumplida


respuesta a los que persisten en abrigar se-

mejantes dudas.

que hacen
sobrellevar con alegra y entusiasmo las ms
El sufrimiento y

la constancia,

duras fatigas de tan rudo y trabajoso ejercicio; la pericia y el saber, que le dan el do-

minio del temible elemento en que vive;

la

serenidad y el valor, que prestan nimo para


arriesgarse en las ms difciles empresas. He
aqu las grandes cualidades que constituyen

un buen marino.
De todas y de cada una de

ellas

han hecho

alarde nuestros hermanos a los ojos del


do.

La Numancia, resolviendo

nutico p'anteado a propsito de

el

mun-

problema

la dificultad

de conducir una embarcacin blindada a tan


remot.as regiones, y la Blanca y la Villa de
254

PAGINAS

DESCONOCIDAS

Madrid, maniobrando bajo el fuego de los caones enemigos y con la sola ayuda de la cai>
ta marina por entre los peligrosos bajos

escollos del puerto de Abatao, en Chile, hem


dado una prueba irrefutable de su prctica

y sus grandes conocimientos.

En

el

rescate de la barca

Heredm, hecho

por una goleta en medio de un puerto enemigo, a la presencia de sus buques y de sus

combate de Chile, el bombardeo


de Valparaso, y, por ltimo, el ataque del
CallaOp donde desdeando todo gnero de ventajas, han arrostrado nuestros marinos dufuertes;

en

el

rante un da entero los disparos de


setenta

caones

monstruos,

hasta

ms de
lograr

apagar sus fuegos, echar a pique los monitores y destruir gran parte de la ciudad, han
ofrecido el

ms notable

eje!mplo de valor

arrojo.

Durante cuatro aos consecutivos de estar


en pie de guerra, cuatro aos de sufrimientos y privaciones^ en cuyo transcurso han carecido a veces de lo ms necesario, teniendo
que recurrir al ingenio, a un trabajo mprobo y una habilidad prodigiosa para reparar
todos los desperfectos

y averas propios de tan


larga y peligrosa navegacin, han hecho por
ltimo evidentes las prendas de carcter que
255

GUSTAVO ADOLFO BEOQEi


les

adornan,

la

se sujetan y la

admirable disciplina a que


satisfaccin y el entusiasmo

con que saben sobrellevar


bajos por servir a

los

la patria,

ms rudos

tra-

que funda en

su es,peranza y su orgullo.
Esta justicia^ que no han podido menos de

ellos

hacerles los hombres

las publicaciones

extranjero,

ms

notables

del

mente

errnea idea que acerca de nuestra

la

rectificar

debida-

verdadera significacin se quiere hacer valer


por los enemigos de las glorias de Espaa.
Tenemos, puesi, buques y tenemos marina,

porque nuestras costas dan de sobra gente


de mar avezada a sus luchas, y contamos
con bravos y entendidos oficiales que los dirijan. Esto es lo que importaba demostrar y
esto es lo que hemos deiiiostrado en la primera ocasin en que nuestra escuadra ha podido
hacerlo.

He

aqu la razn por qu nosotros damos

a los sucesos del Callao grande importanciao


y encontramos justificadas las muestras de
alegra y de entusiasmo con que el pas acoge
las nuevas que se relacionan con el mismo
asunto. Es, por otra parte, tan raro ver acordes en un punlto todos los deseos, los votos

las

esperanzas de

polticas

las diferentes fracciones

en que nos encontramos subdividi256

PAGINAS

DESCONOCIDAS

presentan tan escasas coyunturas de


recordar que por cima de nuestras pequeas

des;

sie

discordias, nuestras

luchas de intereses, de

vanidad o de preocupacin, ha3^ un alto sentimiento de patriotismo, que en ocasiones so-

lemnes se sobrepone a todo y todo lo une y lo


armoniza para e! logro de la idea nacional,
que aunque Ja guerra que sostenemos en
aquellas distantes regiones s'o sirviese para

comunes de amor a la patria, levantando^ siquiera por momentos, el


espritu pblico y apartndole de mezquinas
fortificar estos lazos

luchas, podramos dar por bien

mente empleados

gloriosa-

los costosos sacrificios

la

generosa y noble sangre que nos cuesta.


Sirva de consuelo a los que lloran sensibles

prdidas

el

tributo de admiracin con

que aus conciudadanos premian el heroico


comportamiento de las vctimas, y la idea de
que esa sangre no se ha ofrecido en holocausto ante el mezquino altar de los personales
intereses de partido, sino ante el ara santa

de

la

patria que se a^presta a recompensar

sus hechos y a perpetuar su memoria!


Embebidos durante la semana ltima en

comentar y discutir las noticias del


Callao la cuestin de la guerra austro-prusoitaliana nos ha preocupado poco. Verdad es
analizar,

257
17

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


que

la cuestin

lantando,

muy

le

no adelanta mucho

sucede

lo

que a

y tirantes en

crticas

y,

no ade-

las situaciones

la escena:

que

en prolong-ndolas ms de lo justo pierden


todo su inters, y acaban por aburrir a los
espectadores. Y eso que movimientos, marchas y contramarchas diplomticas y guerreras de importantes personajes no han falta-

Por

Austria y
Prusia han retirado respectivamente sus em-

do en estos

das..

bajadores de

el

las cortes

pronto,

de Viena y Berln;

Garibaldi ha salido de

Caprera y recorre
triunfalmente las ciudades de Italia, reclutando voluntarios, mientras que el general Manteuffeld, jefe

suelve por

de las fue^-zas prusianas, re-

y ante

s la

peliaguda cuestin

origen de tantos conflictos, estableciendo un

nuevo Gobierno en los ducados hosteinenses.


Pero el suceso que reclama para s los honores del inters y la atencin de Europa en
todo este asunto es la lectura de la carta que
Napolen ha dirigido a su ministro de Negocios Ex,tranJ3ros, y de la cual ste ha dado
conocimiento a la Cmara legislativa.
A vueltas de frases ambiguas que nadie ha
podido explicarse de una manera satisfactoria, Napolen declara en ella que uno de sus
initereses permanente^ o mejor dicho uno de
258

DESCONOCIDAS

PAGINAS

compromisos de honor de la Francia, es


mantener el edificio cuyos cimientos se amasaron con k sangre de Solferino y Magenta.

los

El prrafo en que se alude a la cuestin vital en estos significativos trminos es el alma

de

la carta,

y constituyen todo

lo

que pudi-

ramos llamar el busilis del negocio. Respecto


a si quiere o no quiere las fronteras del Rhin,
el hbil diplomtico de las TuUeras arma un
enredo de frases, que^, coma en otro documento por el estilo no nos proporcione la solucin, no hay quien acierte a descifrar la charada.

Reasumiendo: en una de las semanas anteriores dejamos apuntando los caones de


las partes contendientes.

ma

se

en

la

la

clausura de los teatros y los

contines fiascos que

que

lti-

han encendido las mechas. Dispararn


prxima? Mucho lo dudamos todava.

Entre tanto
ral,

Durante esta

los artistas

el

tempo-

puestos en combinacin para echar a pila

empresa de

porcionan

los

al pblico,

Campos

Elseos, pro-

nos impiden entretener

a nuestros lectores con noticias ms agradables

ligeras.

A NQUE preocupados por los acontecimientos que han tenido lugar a nuestra vis,ta,
poco a poco, y a medida que la calma y la

^^

confianza se restablecen, vuelvo a fijarse

atencin en

el

una vez rotas

teatro de Ja guerra, donde,


las hostilidades, los sucesos se

precipitan y desenvuelven con


pia de

lar

una lucha para

la

la

rapidez pro-

que vienen preparn-

dose de largo tiempo atrs :as naciones contendientes.


Lasi

primeras noticias recibidas de Alema-

que la guerra tomara


grandes proporciones en la frontera de Prusia antes de comenzar en Italia. Les partes
telegrficos dando cuenta detallada de los monia

hicieron creer

vimientos estrato^icos llevados a cabo por


fuerzas de uno y otro pas en combinacin con los contingentes federales, presentalas

ron como inminente

el

encuentro de dos gran-

des cuerpos de ejercito a

261

la

vista de Franc-

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


Pareca natural que

fort.

nuel acampado a

el

de Vctor MaMincio. aguar-

la orilla del

dase el rosu.tado de una accin decisiva para


tornar la actitud nis conveniente: ofensiva

o deenslva, segn

lo

requiriesen las circuns-

tancias. Al^^unos muv^imientos imprevisitos de

fuerzas prusianas, que despus de amagar

las

Francfort

cambiaron

aparentemente de

plan, lucieron perder la pista a los observadores,

mientras

telgrafo,

el

coa.unicando

marchas y cntramarchas
parciales, de amagos de ataque y defensa, de
escaramuzas sin importancia o de encuentros
noticias sueltas de

dudosos, vino a completar la confusin y la

vaguedad en que se presentaban envueltas las


operacioneSj militares desde el primer encuentro.

En

esta situacin las cosas la atencin vol>

vi a fijarse en el cuadriltero de

donde

haba apartado en la espectativa de

los

se

acon-

tecimientos que se preparaban hacia

el

Nor-

El ejrcito italiano haba pasado

el

Min-

te.

cio.

Apenas

de Europa,

se comunic esta
el'

el

La pocon Mantua y Verona

Mincio a

una desventaja
este

al resto

inters creci de punto.

sicin de los italianos


al frente

nueva

la

espalda les ofreca

duda alguna en
]r:ovmiento peda cbsei^arse 'a falrade
notable. Sin

262

DESCONOCIDAS

AGINAS

prudencia propia de

la exaltacin

el

entu-

siasmo de soldados que ansiaban medir sus

armas con

enemigo.

el

JLos

austracos,

que

vez contaban con aquella imprudencia,


sacaron ventaja de su posicin, y protegidos
tal

por las fortalezas de Peschiera, Mantua y


Verona rechazaren la acometida^ obligando a
Vctor Manuel a repasar

ei

Mincio.

ha vuelto, pues,
a su primitvo estado; pero en Italia ha pro-

La

situacin de las cosas

ducido

muy

naal efecto el desgraciado xito

de esta primera tentativa.

Acerca de

la

verdaderas proporciones de

derrota de los italianos' se ha hablado en


diferente sentido.

Un

los prisioneros

tracas

rable

en

nmero

hechos por las fuerzas aus-

la batalla

nmero de

muy

parte telegrfico, mal

interpretado,, haca subir a 25.000 el

de

la

de Verona.

Tan

conside-

prisioneros slo poda

".om,-

prenderse suponiendo que la batalla haba


sido un verdadero desastre para el cuerpo de
ejrcito mandado por Vctor Manuel. Casi
se conceptuaba imposible

que ste hubiera po-

dido repasar

si

el

Mincio

la

derrota alcan-

zaba tan espantosas proporciones.

medida que se van obteniendo ms pormenores se restablece la verdad de los hechos,

y hoy puede asegurarse que, aunque en


263

GUSTAVO ADOLFO BECQUEH


este primer encuentio el irreflexivo ardor de
\os^

ha recibido una

italianos

deben desaprovechar para

lo

leccin

que no

sucesivo las con-

secuencias materiales de su prdida son

cho menos importantes de

La

batalla,

segn

te recibidos, se

los

mu-

que se crea.
despachos ltimamen-

empe a

lo

la vista

de Brescia

y Verona, llevando en el principio los italianos la mejor parte. Al mismo tiempo que numerosas fuerzas de

Manuel arrollaban
la

llanura,

los

la

caballera de Vctor

vanguardia austraca en

caones italianos batan en

brecha a Peschierav^ intentando un


este estado se

mantuvo

siguiente los austracos,

asalto.

En

un da: al
desplegando una forla accin

midable lnea de batalla que se apoyaba por

extremos en sus amenazadoras fortificar


clones, emprendieron un movimiento de ataque lentO; pero irresistible, ante el cual r.us
enemigos se viero-n en la precisin de retroceder, aunque ordenadamente.
En este m.omento fu cuando los jefes italianos debieron comprender la imprudencia
de dejar el Mincio a sus espaldas. Estrechalos

dos entre
lo

la lnea

contraria y

la orilla del ro,

que debi limitarse a una retirada estra-

tgica se co-nvirti a ltima hora en derrota,

pronuncindose sta en una de

264

los

cuerpos

DESCONOCIDAS

PAGINAS
que

los otros

no pudieron proteger, desenvol-

vindose en terreno conveniente.

dad y

el

arrojo de

prdidas fuesen

sereni-

impidi que las

los jefes

mayores,

La

contribuyendo a

que el grueso de 'as fuerzas repasasen en orden el ro. No obstante, los austracos, aunque tuvieron que sufrir muchas prdidas, lograron hacer 2.500 prisioneros, apoderndose
de algunos caones, y causar muchas bajas
en el ejrcito italiano, que cuenta entre sius
heridos al prncipe

Amadeo y

a varios

oficia-

les generales.

Antes que la noticia de es,te contratiempo


haya labrado en el nimo de los que se interesan por la causa de Italia, se cree que las
fuerzas navales del mismo pas habrn compensado la derrota de Verona con el bombardeo de Trieste, a cuyo efecto ha sahdo en
la

misma

direccin

En cuanto

una armada poderosa.

a los austracos, fuertes en sus

atrincheramientos del cuadriltero, no pare-

cen dispuesto a abandonar sus ventajosas


posiciones para ofrecer la revancha a sus contrarios

del'

otro lado del Mincio,

nuevo teatro para

la

zas sobre

que,,

y escogiendo

guerra concentran fuer-

segn creemos, est


llamada a ofrecer uno de los ms notables y
Miln,

sangrientos episodios de la lucha.

265

GUSTAVO ADOLFO BECQUEE


A

juzgar por

lo

que encontramos en

los pe-

ridicos extranjeros, el aspecto de los negocias de la

todos los
cia,

guerra preocupa hondatnente a casi


pases, particularmente a la Fran-

cuyo jefe no sabemosj

grar de que

los

si

sentir o se ale-

sucesos le presenten coyun-

tura favorable para terciar en

la

cuestin.

Mientras por Europa se complican losj asuntos polticos y el horizonte se carga de vapores

las

calig'inosor^,

correspondencias recibi-

das de Amrica presentan nuestros negocios

en aquel continente bajo un punto de vista


favorable.

Las ltimas proezas de nuestros valientes


niarinos en

el

Callao parece que han causa-

do gran impresin en

las repblicas hostiles

a Espaa, aumentando el prestigio de nuestra bandera y levantndola a

corresponde.

En

los

la

altura que

le

Estados Unidos pierden

agentes del Per y de Chile que


trataron de formar atmsfera contra Espaa.
terreno

los

Las repblicas que han permanecido hasta


ahora neutrales, y aun algunas de las comprometidas a favor de nuestros enemigos se
niegan a cooperar a la guerra.

La

falta de

apoyo material en estos

pases.,

que no compensan sus estriles protestas de simpata, unidas al grave estado eco-

falta

266

DESCONOCIDAS

PAGINAS

rimico en que se encuentran,

gradua'mente

van apagai do

entusiasmo de peruanos y
punto que no sera imposi-

el

chilenoS; hasta el

ble diesen algunos pasos

en favor de

la pa/.

antes que una nueva excursin de nuestras


fuerzas martimas acabase de arruinar

su

comercio asolando por completo su^ costas.

Menos

lisonjeras

que stas son

nuevas

las

que tenemos acerca del terrible azote que el


ao ltimo castig algunas de nuestras poblaciones, y que se temi volviese a caer sobre nosotros

al llegar el

espaol en

l'as

verano. El delectado

conferencias

sanitarias

de

ha participado al Gobierno
clera comienza a hacer estragos en

Constantinopla

que
todo

el
el

Egipto,

y muy particularmente en

Alejandra, desde donde en las anteriores in-

vasiones ha partido para recorrer


del Mediterrneo.

litoral

el

Prevenido a tiempo

Go-

el

han adoptado las medidas convenientes para libertar nuestras costas de su


biernq, se

contagio,

declarando sucias las patentes de

aquella procedencia, a pesar de que Jas auto

ridades egipcias, atendiendo antes al prove-

cho de sus intereses materiales que

de la humanidad

al

bien

siguen expidindolas lim-

pias a los buques surtos en las aguas del

importante de sus puertos. Afirmada en

267

ms
las

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


conferencias sanitarias la opinin de que el

nico medio de preservar

los

pueblos de la

malfica influencia de esta enfermedad terrible es redoblar ia vigilancia de las costas

adoptar las ms eficaces prevenciones^ esperaaios

conadamente en que, amaestrados por

y protegidos por las leyes


especiales sobre la materia, que debern aplila

experiencia,

carse con

al

mayor

rigorismo, lograremos

bertar a nuestro pas de

la

li-

calamidad que

nuevamente amenaza a Europa. En

la con-

que suceder as y que poco a poco


lograremos vencer todas las dificultades, as

fianza de

interiores

momento

como exteriores con que en

este

lucha Espaa, no creemos aventu-

rado predecir que

el

verano que con tan mal

pie entra, concluir ofrecindonos la realidad

de un estado de cosas ms prspero y risueo

que el presente.
Con la confianza que renace, con

la

calma

y la inquietud de los nimos que gradualmente se disipa volvern sin


Cjue se restablece

duda a'guna a ofrecer atractivo las cuestiones que S)e rozan con las letras^ las artes y
la industria, mpmientneamente relegadas al
olvido ante el doloroso inters que despiertan
tristes

y dep orables acontecimientos.

SEGN
rica,

que se reciben de Amchilenos y peruanos tratan de disi-

las noticias

mular^su derrota, encubrindc^-a con las apariencias del (triunfo. A esjte fin, en Valparaso

una suscripcin para regalar


una espada de honor al dictador Prado y en
el Callao se disponen fiestas pblicas y banse ha abierto

quetes nacionales en celebracin de


ria.

todo

la vic':o-

El expediente, aunque original, no surte


el

efecto apetecido. Acaso entre el vulgo

las alharacas

de

los

gobernantes ^ogren ofus-

car la opinin, cubriendo de f ores la pro-

funda

sim.a

en que yacen sepultados

dito y la prosperidad de a'mbas

Entre

las

gentes sensatas?

nmero muchos de

losi

que

el cr-

repblicas.

contando en este
al principio se

traron decididos partidarios de

^.a

mos-

guerra, co-

mienza a operarse una gran rv^accin.^ que


no por ser ms silenciosa ser menos fuerte.
Es tal el desorden que reina en aquellos pa269

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


ses, tal la paralizacin

por

de

la industria,

ya de

escasa las prdidas del comercio

el

abatimiento de los ni'mos, que no sera de ex-

traar que

volver nuestros buques a co-

al

segunda parte de la guerra, un movimiento insurreccional preparado por las cla-

menzar

^a

ses consen^adoras e ilustradas, derrocase el

creando un Gobierno
arreglo de la paz con honrosas

actual orden de

favorable al

cosas-,

condiciones. Si se cc-nfirman los rumores que

han circulado en estos l,timos das acerca le


abandono o la prdida de sus dos famosos buques el Huscar y la Independencia, el partido de los que creen 'ms razonable transi-

que sostener una lucha imposible, saldr


poco a peco del retraimiento a que le congir

dena
el

la

presin de ^as turbas fascinadas con

simulacro de triunfo que representan sus

gobernantes.

Algunos peridicos extranjeros, coincidiendo con las noticias de varias correspondencias

que

particulares, aseguraron no
al llegar al

Estrecho cuya

ha mucho

difcil

navega-

cin ofreca serios obstculos a los jefes del

Huscar y

la

Independencia, desalentadas

tripulaciones con las nuevas del


del CallaQi se

las

bombardeo

negaron a pasar adelante, su-

blevndose por ltimo y abandonando

270

los

bu-

DESCONOCIDAS

PAGINAS

ques en aquellasi peligrosas costas, sin dotacin suficiente para proseguir su rumbo. Ms
tarde,

refirindose

Habana por

a noticias llegadas a

la

vapor Liherti y comunicadas


a la Pennsula en el paquete-correo, se ha
vuelto a dar por segura la prdida de estos
buques, ltima esperanza de nuestros enemiexplicndola de diverso modo.
gos,, aunque
Segn :a versin ms reciente, las cuatro fragatas espaolas que al dividirse nuestra escuadra S3 dirigan a Valparaso al mando de
Topete encontraron al Huscar y la Independencia a la entrada del Estrecho.
Despus de un combate sangriento y en el
cual nuestros valientes marinos haban experimentado algunas bajas y perdido la Almansa, el bravo comandante de las fuerzas
el

espaolas se apoder de los dos temibles monitores peruanos, enarbolando en ellos el pabelln rojo

amarillo.

Esta os en insumen
cesos tal

como

los

la historia

presentan

de

los su-

las noticias ob-

hoy de comentarios en diferentes peridiccs. La experiencia nos ha enseado a ser


jeto

cautos respecto a noticias cuya adulteracin

depende a veces de un espritu de optimisnxo


exagerado o de una hostilidad sistemtica.

No

obstante;, sin

dar entero crdito a


271

las

que

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


dejamos consignadas, debemos decir que el
suceso no es tan extrao que no estuviese
previsto por algunos. Conocido el rumbo de
y peiTianas, pareca inevitable un encuentro, y en el caso de tener
las fuerzasi espaolas

ste lugar, es casi seguro que el animoso co-

mandant'i Topete* que tanto se ha distinguido

en

la expedicin de Chiie

el

bombardeo

del

habr trabado un combate, que si ha


obtenido el xito que afirman, corona dignamente la obra de nuestras valientes marinos
Callao,

en aquellos pases.

Extraa a algunos

vaguedad y las apariencias de contradiccin que se encuentran


en las noticias referentes a los sucesos que
dejamos relatados, pues mientras unas presientan los buques enemigos abandonados de
la

mayor parte de su

la

tripulacin

tal

vez

encallados en alguno de los peligrosos bajos


del Estrecho^ otros nos los pintan combatien-

do vigorosamente contra

las

cuatro fragatas

espaolas y no rindindose sino despus de

una

sangrienita lucha.

Por

lo

que a nosotros

toca no nos admirsn estas confusiones y falta

de precisin en

despachos telegrficos; y
aun en las camunicaciones ms serias, y a

los

que

les

cede con

los

pasman,

la

ejemplo de

que suguerra que tenemos, puede deel

272

lo

DESCONOCIDAS

PAGINAS
cirse

que a

la

puerta de casa podra curarles

de espanto.
Las pioporciones de la lucha entre Austria,

presume
han de mezclarse otras naciones poderosas, ha
despertado tan vivo inters en Europa, que
Italia

y Prusia,

luclia

en

la cual

sie

particularmente en Pars es el objejto de todos los clculos y las discusiones; de los crculos polticos!.

La

industria,

que en aquella

pital vive ai acecho de las ocasiones

car

y explota

de una manera prodigiosa todos los acontecimientos, ha puesto de moda unos nuevos mapas del teatro de la ^erra, ingeniosamente
dispuestos para poder seguir y comprender
el

curso de las operaciones nxilitares: alfileres

con cabezas de diverso color sirven para marcar la situacin que respectivamente ocupan

hay al margen casillas para senmero de muertos, heridos y pri-

los ejrcitos,

alar el

sioneros en las batallas; cuadros de los recursos con


estos

que cada pas cuenta; renen por

mapas todas

para ayudar a

las

fin

condiciones precisas

y claridad de
como el emperador Carlos V no logr nunca que los relojes
que se entretena en armar en su retiro de
Yuste dieran la hora a un tiempo, an no se
ha logrado que el mapa de lo^ partidarios de
los hechos.

No

la

inteligencia

obstante, as

273
18

GUSTAVO ADOLFO BECQUEll


Austria marque
sus

de

mismos movimientos y
eres sealen los mismos puntos que el

a'fi

los

entusiastas de Italia. Si se

los

muertos,, discusin; si se

suman

comparan

los

los heri-

dos, polmica; si se trata de precisar las pr-

didas o ventajas de

ambas

partes,

no hay

todos llevan razn.

No

hay ms diferencia sino que unos creen

ar-

'/nodo

de entenderse.

despachos de Viena, y los


otrcs se atienen a las noticias de Florencia y
tculo de

fe

los

Merced a este sistema de ocultaciones o de exageracin, de que puede liacerse


un cargo a los dos pases, y a liaberse mez-

Berln.

clado en el asunto a ms; del inters poltico


el

de los especuladores, hemos estado comple-

tamente a obscuras al comenzar las hostilidades en Alemania respecto al verdadero estado de

la

guerra.

Poco a poco

y restando de imas y otras

noticias en diverso sentido para encontrar la

verdad, se comenz a comprender que lo que

Austria haba adelantado en


lo iba

el cuadriltero

perdiendo con mucho en

la Silesia.

En

vano se aferraban an sus ms decididos admiradores, haciendo la relacin de las prdidas de


el

los

prusianos, y cuestionando sobre

si

desenlace de esta o aquella accin fu re-

tirada o derrota.

La prueba
274

'ms evidente de

DESCONOCIDAS

PAGINAS

que perda terreno era que iba desalojando


sus posesiones, y que a pesar de los esfuerzos
de Benedek para impedirlo, los ejrcitos del
Elba y de Si^e;ia legraron reunirse. Cuan
importante era la realizacin de este movimiento estratgico para la causa de Prusia lo

daba a entender

la

tenacidad con que

triacos se oponan,

lo

ltimo ms a las claras


la

los ausr

ha demostrado por
las

consecuencias de

concentracin de estas fuerzas poderosas.

La

batalla de Koeniggraetz,

lti'ma de

que

ha sido en
efecto la mis terrible de cuantas han ocurrido hasta ahora, y su resultado completamente adverso para el Austria. Si hemos de dar
nos

lia

dado cuenta

el telgrafo,

crdito a las comunicaciones de Pars. Bene-

dek no oculte la importancia del desastre que


ha costado a su ejrcito prdidas inmensas.
Mientras la guerra se presenta bajo una
faz imprevista al Norte,

despus de repasar
defensiva que
te

el

el

el

ejrcito italiano,

Mincio, aguarda a la

Gabinete de Florencia adop^

un nuevo plan de campaa, y

Garbaldi,

en combinacin con Cialdini, avanza por


Tiro! para dejarse caer cuando menos se

el
le

espere sobre algn punto importante despus


de levantar las poblaciones en favor de su
causa.

275

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


Tal es a grandes rasgos
tuacin actual de

la

el

cuadro de

guerra, cuyo resultado

no puede an preverse, por ms que


za parezca inclinarse deL lado de
i^

la si-

la balan-

la Prusia.

uera de las noticias que se relacionan con

nada podemos decir hoy


a nuestros lectores, por ms que en lonta^
nanza se dibujen algunos sucesos pertenecientes a otro orden de cosas ms agradables
sino de tan grande inters. El tiempo, que,
como suele decirse, es buen pagador, comienza a proporcionarnos la parte de calor que
corresponde al verano presente, en la idea
sin duda de prolongar los rigores hasta diciembre, ya que para dar principio ha aguardado a julio. Las personas ms conocidas de
la sociedad han salido a provincias o se disponen a salir muy en breve. Los teatros se
han cerrado y los Campos Elseos no se abren.
Lia perspectiva que ofrece Madrid a los que
se deciden a soportar en l la temporada de
calor que nos aguarda, preciso es confesar
que no es de las ms seductoras.
este asunto, poco o

Despus de terminada nuestra revista, nos


ha sorprendido el telgrafo con una noticia
en extremo importante. Las sucesivas derro276

PAGINAS

DESCONOCIDAS

tas experimentadas por el ejrcito al


del general

Benedeki han determinado

perador de ^Austria a ceder

el

mando
al e'm-

Vneto a Na-

polen, conviniendo con las ideas emitidas por


este soberano en la carta

que

el

ministro de

Negocios Extranjeros dio a conocer en

mara

la

C-

legislativa francesa.

El em^perador Napolen se ha dirigido a los


reyes de Prusia e Italia con objeto de acordar un armisticio. Del armisticio saldr regularmente un Congreso, y la idea que tanto
tiempo hace acaricia el Csar francs se ver
realizada al cabo.

El inesperado desenlace de esta cuestin,


trae a nuestra memoria las palabras que Napolen dirigi no ha
res del

Campo de

mucho

a los trabajado^

Marte., animndoles

a pro-

seguir en sus trabajos preparatorios de la


Exposicin Universal .Trabajad
trabajad
,

con

fe,

dijo;

que

la

Exposicin ha de cele-

brarse a su debido .tiempo y en medio de


paz de Europa.

La

profeca lleva ca'mino de cumplirse.

la

EPILOGO

VALERIANO BECQUER

En

este libro, lmpara fervorosa encendida

en memoria del poeta de


dedicar

las rimas,

queremos

un recuerdo a su hermano

Valeria-

compaero en romnticas peregrinaciones de arte, y como l, perseguido por la


no, su

fatalidad.

El 13 de Octubre pasado fu

el

cincuenta

y dos aniversario de su muerte. Cincuenta y


dos aos de doloroso olvido, de desconsola-

dora indiferencia, y mientras fueron y son


ensalzados muchosi que no pasaron del lmite
de

lo

mediocre, Valeriano Becquer, contina

obscurecido, sin que sea estudiada su obra,

recogidos sus dibujos, sus apuntes, perdidos

entre

las

guna^ de

pginas de viejas revistas, de

al-

ya no quedarn ejem-

las cuales

plares.

No

es bastante

derno guarde en

que
sius

el

Museo de Arte Mo-

salas

media docena

es-

casa de sus lienzos, Valeriano Becquer, que

281

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


supo poner en sus lpices y en su pincel un
soplo de divinidad, se merece algo ms, mucho ms de

lo

que

pc-r l hicieron los

hom-

bres de su patria y de su tiempo.


Pobre

un

genial pintor!

La

fatalidad puso

beso sobre tu frente. Primero la miseria,

el dolor

de

la lucha; despus,

cuando disipada

negra noche, empiezas a sentir las caricias


de la gloria y la vida empieza a ser fcil, es

la

la
la

muerte

que

la

te sale al paso; despus de

muerte, el olvido.

Bscquer naci en Sevilla el


ao 1834. Muerto su padre y sin ms recursos para defender su vida que lo que el traValeriano

bajo

le

reccin

produjese, a l se dedic bajo la di-

de

su to Joaqun pintor

que en

aquel tiempo gozaba de bastante fama.

En

juventud y en
ella quedaron sus primeras obras. El ao 1861
viene a Madrid, donde su hermano Gustavo,

Sevilla pasaron los aos de su

casi

desconocido an,

luchaba por abrirse

paso.

En Madrid

le

espera la miseria

suerte de los artistas!

la

triste

implacable mi-

que trunca sus esperanzas, que le despierta de sus sueos. El 1864 marchan los
dos hermanos al monasterio de Veruela, donde Gustavo escribe las inmortales Cartas

seria,

282

di

T)

y Valeriano se dedica, infatigable, a pintar las costumbres populares.


De su evstancia en el vetusto monasterio son
desde

ra celda,

algunos de sus cuadros de

ms

genial inspi-

Despus, y siempre acompaado de


su hermano, del que nunca se separ ya, reracin.

ms escondidos rincones de Espaa,


estudiando tipos, costumbres, y de pueblo en

corre los

pueblo,, de aldea

en aldea, va recogiendo mo-

mentos, trozos de vida, girones de

que

luz,

ms tarde eternizar en sus cuadros:

<f.Las

Pmares, La Vendimia,
El Leador, La romera de Sansoles.
Una pensin de diez mil reales y lo que a
Gustavo le daban en El Contemi:orneo es
toda la fortuna de los dos hermanos. Despus empieza a dibujar para El Museo Universal, que el popular editor Gaspar y Roig
publicaba entonces. Sus dibujas de esta poca, como casi todos los que salieron da su
de

carretas

lpiz, son

Y
recer

los

de costumbres populares.

otra vez la miseria empezaba a obscuel

horizonte. Llega la revolucin de Sep-

tiembre. Valeriano pierde la pensin y Gustavo queda cesante en el empleo oficial que

desempeaba.

madora

lucha,

Y
el

otra vez la lucha, la abru-

tormento de cada

da,

de

cada hora. Pero esta racha de infortunio dura


283

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


Don Eduardo Gasset y Artime fund

poco.

La

Ilustracin de Madrid, de cuya direccin

se encarg Gustavo y en la que Valeriano

dej las huellas

En

ella se

ms profundas de su

publicaron El Pordiosero,

de Toledo, Tipos de Soria,

calle

genio.

Una
Tipos

Vascos y muchos ms, que bastaran para


inmortalizarle.

La
de

Ilustracin de

Madrid fu

la

redencin

dos hermanos. Casi haban ya olvida

los

lo

pasadas privaciones y los das de lucha y


de tristeza, y en su casita de 'as afueras de

las

Madrid, rodeados de

los hijos del poeta, tra-

bajan sin descanso, hacen proyectos, empiezan a sentir la caricia de la felicidad. Pero

como

la fatalidad los persegua, esta felicidad

dur poco. Ahora no era

la

miseria

la

que

su paso y a la que tantas veces vencieron; era algo peor, algo a lo que no poda
sala a

vencer su esfuerzo: era

En Septiembre

la

muerte.

ao 70 muere Valeriano; el 22 de Diciembre del mismo ao el alma


de Gustavo traspasa los lmites de la eterna
del

noche.

Una

tarde gris, anuncio del cercano otoo,

es enterrado en el cementerio de San Lorenzo,

Valeriano Becquer.
escritores

forman

Un grupo

el

284

de artistas

fnebre cortejo. En-

EPILOGO
tre ellos estn Rodrguez Correa, Casado dei
Alisal, Pradilla,

tros

FernanrFlor.

un gesto de

Hay en

sus ros-

melancola.

Cincuenta y dos aos han pasado. La obra


de Valeriano Becquer> como las rimas y las

Leyendas de su hermano Gustavo, venci al


tiempo y no morir nunca; pero es necesario
hacer algo ms, mucho ms. Los dibujos en
los que recogi el al>ma de la Espaa desconocida, sus pueblos, sus aldeas, no deben perderse en las amarillentas pginas de viejos
peridicos. Hay que pedir para la memoria

la

luz

obra del genial pintor un peco ms de

y un poco menos de

indiferencia.

F.

7.

F.

Pgs.

Prlogo

I. Rimas

15

La feria de Sevilla
La Semana Santa en Toledo.
IV. El Monasterio de Veruela
V. El Monasterio de Veruela. (EnH.

...

III.

terramiento
sus

del

*.

XIV.
.

55

61

Desde mi celda
VIL La voz del silencio
VIII. Estatua de Santa Teresa
IX. Revistas Contemporneas
X.
XI.

Xllf

41

Fundador y

hijos)

VI.

XII.

23

67

73

79
85
93

103

>

113

>

123

133

287

GUSTAVO ADOLFO BECQUER


Pgs.

XV".

Revistas

XVI

Contemp(Ji aneas

141

.>

151

XVII

.>

161

XVIII.

171

XIX.

179

XX.

189

XXI,

197

XXIL

XXIII
XXIV.
XXV.

223

233

241

XXVL

251

XXV II.

261

XXVIII.

269

Eplogo

.......

215

281

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