Adamo. La Construcción Del Relato Político
Adamo. La Construcción Del Relato Político
Adamo. La Construcción Del Relato Político
y fases de
desarrollo.
Storytelling
al
servicio
de
la
comunicacin poltica
INDICE
I. Introduccin. Storytelling y relato poltico
II. Identificacin de los elementos de la estructura del buen relato
poltico
III. Las tramas prototpicas del relato poltico
IV. Las fases en la construccin del relato poltico
V. Por qu aceptamos los relatos?
VI. Reflexiones finales
REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS
I.
If only I could just find the right words. [] With the right words, everything could
change.
Barack Obama, Dreams from My Father1
When I grew up and got into politics, I always felt the main point
of my work was to give people a chance to have better stories
Bill Clinton, My Life2
Cuenta Philip Stanhope que en ocasin de proponer en 1751 ante la Cmara de los
Lores del Parlamento Britnico la reforma del calendario Juliano al Gregoriano actual,
enfrentaba la dificultad de exponer los muy complejos argumentos jurdicos y
astronmicos correspondientes, que l mismo se confesaba incapaz de comprender
en su totalidad. Por lo tanto, decidi utilizar otra estrategia y presentar una breve
historia de los calendarios, desde el Egipcio hasta el Gregoriano, matizada con
entretenidas ancdotas. Su audiencia, encantada y complacida con el relato, le
agradeci la claridad de su propuesta y vot favorablemente la modificacin. El mismo
Stanhope reconoce haberse sorprendido de que su retrica hubiese prevalecido sobre
el empleo de las argumentaciones cientfico jurdicas.3
Christian Salmon acu el trmino narrarqua (2007: 124) para aludir a la
prominencia que actualmente han alcanzado los relatos en la comunicacin poltica, a
expensas de la formulacin de agendas polticas detalladas. Vivir en una relatocracia
significa que tanto los polticos como sus asesores apelan a la construccin de relatos
mediante la tcnica de narracin de historias, con la finalidad poner en marcha
estrategias de comunicacin poltica.
Si slo pudiera encontrar las palabras correctas. [] Con las palabras correctas, todo podra
cambiar. La cita pertenece a Barak Obama (2004). Dreams from My Father, Pg. 106. Nueva
York: Three Rivers Press. 2da. edicin.
2
Cuando crec y me involucr en poltica, siempre sent que el punto fundamental de mi
trabajo era darle a la gente la oportunidad de tener mejores historias. La cita pertenece a la
autobiografa de Bill Clinton (2004). My Life. Pg. 15. Nueva York: Knopf Publishing Group
(Random House)
3
Duncan, D. (1998), Historia del Calendario. Buenos Aires: EMECE
El relato poltico es casi lo opuesto a transmitir datos. Se trata, por el contrario, de una
historia que moviliza, seduce, evoca y compromete mediante la activacin de los
sentidos y las emociones. Les confiere a las personas una identidad al decirles
quines son, define sus objetivos, les presta una imagen de lo que quieren ser, les
indica el camino para lograr el cumplimiento de esas aspiraciones, as como tambin
les propone una cierta visin con un sesgo conveniente del pasado y del futuro. El
relato llega incluso ms all, al nivel de estimular e incentivar acciones polticas
concretas y efectivas en sus adherentes, por ejemplo, la participacin poltica de los
ciudadanos mediante determinadas modalidades, tanto para manifestar apoyo como
para protestar. Para quienes se identifican con el relato, los que se oponen a l (por
ejemplo, los partidos opositores) no slo mantienen valores opuestos sino que no
comprenden la trama de la historia.
Narracin de historias
sabemos desde nios y lo hemos reproducido como adultos: nada como una historia
bien contada. No por causalidad se conoce a Ronald Reagan como El gran
comunicador. Las piezas de su campaa electoral Its morning again in America5
narraban una historia que aluda a los valores que encarnaba y propona recuperar.
Los sucesivos apartados que conforman este trabajo proponen un recorrido. En primer
lugar, se definen los elementos que intervienen en la construccin del relato poltico.
Segundo, se analizan las caractersticas prototpicas de sus tramas narrativas.
Tercero, se estipulan las distintas fases involucradas en la construccin de un relato
poltico. Finalmente, se discute la relacin y diferencia entre el relato y el mito poltico;
como as tambin las funciones sociales a las que sirven los relatos y las razones por
las cuales las audiencias los aceptan, proponiendo que una de las principales es su
valor como heursticos cognitivos.
1. Conflicto y antagonismo
Los relatos se construyen en torno a un conflicto que se presenta entre actores
claramente antagnicos. Es frecuente, cuando el antagonismo en los relatos polticos
es muy pronunciado, encontrar dos sofismas identificados ya muy tempranamente por
Bentham en su Handbook of Political Fallacies (1824). Por una parte, la falacia de los
personalismos injuriosos, esto es, desacreditar una medida por el carcter de sus
partidarios, rechazar una propuesta sin discutirla, sobre la base de la descalificacin
de quien la realiza (sus motivos son malos, tiene vinculaciones con personas
sospechosas, abraza los intereses de un grupo). Del mismo modo, el sofisma
inverso tambin caracteriza los relatos polticos: destacar una medida como positiva
por el carcter de quienes gobiernan, respaldarla porque ha sido propuesta por una
persona proba. En idntico sentido, en los relatos que plantean un fuerte antagonismo,
se considerar, por ejemplo, que la motivacin de cualquier actor opositor que se
atreva a confrontar y denunciar cuestiones tales como abusos de poder, es atentar
contra el gobierno mismo y debilitarlo. Se utiliza la lgica amigo-enemigo para
fundamentar la exclusin y la estigmatizacin, as como un esquema binario que sirve
para elaborar .justificaciones. Fraga Iribarne, uno de los principales actores de la
poca del franquismo, escribi: slo hay una Espaa verdadera y la otra es la hiedra,
parsito que crece sobre la encina (Fantini, 2011). En consecuencia, Franco, el
caudillo de la nacin, quedaba planteado como lgicamente necesario para salvar a
la Espaa verdadera del parsito. Silvio Berlusconi en su discurso destacaba que
existan quienes queran construir Italia y, por ende, apoyaban su gobierno; y luego
los otros, que cuando denunciaban corrupcin o arbitrariedades, eran, en realidad,
los despreciables comunistas que quieren destruirla (Fantini, 2011). En el caso del
relato iniciado en Argentina durante la presidencia de Nstor Kirchner (2003-2007) y
continuado durante las dos de la presidente Cristina Fernndez (2007-2011 y 2011-
2. Valores
Otro elemento crucial del relato poltico es la presentacin de valores. El relato no se
funda necesariamente sobre el planteo de temas concretos, sino que se formula sobre
todo en trminos de unos valores generales que sirven, luego, para referenciar y
enmarcar temas especficos. El relato kirchnerista remite de modo permanente a lo
nacional y popular como el valor central, que luego subsume explicaciones y
justificaciones referidas a asuntos polticos como podran serlo desde la decisin de
estatizar la empresa petrolera REPSOL-YPF, la posicin frente a la cuestin sobre las
Islas Malvinas, o las polticas de justicia social, derechos humanos o redistribucin del
ingreso; hasta las relativas sobre los medios de comunicacin, el sistema de
pensiones y los derechos de las minoras.
un relato, es decir, una lente para mirar la historia y para entender el presente (Fantini,
2011). Los relatos colaboran en la definicin de estilos personales de liderazgo a partir
de ciertas claves que se repiten y van delineando una forma determinada de
comunicar de un individuo en particular. Pueden ser frases, palabras, colores,
elementos de la vestimenta, lugares, instituciones, referencias recurrentes, recuerdos
de logros y momentos emotivos que jalonen esa historia compartida. Por ejemplo,
Cristina Fernndez incluye habitualmente tanto el recuerdo verbal como la imagen de
Eva Pern, icono presente en la mayora de las escenografas desde las cuales se
dirige al pblico y que actualmente cubre el Ministerio de Desarrollo Social. Asimismo,
efecta uso recurrente de determinados escenarios como, por caso, ciertos salones de
la casa de gobierno que han sido redecorados a gusto de la presidente para aumentar
su contenido simblico.
4. Visin
Espero ser un puente entre las nuevas y las viejas generaciones
Cristina Fernndez de Kirchner9
Uno de los elementos centrales del liderazgo poltico es ir hacia, liderar en alguna
direccin poltica especfica. Los lderes propician el cambio mediante la construccin
de una visin de futuro, al tiempo que motivan e inspiran a los ciudadanos para su
logro. La visin estratgica estara presente cuando un lder poltico tiene la habilidad
de proponer metas generales alcanzables, es decir, polticamente factibles y viables
en la prctica; al tiempo que le sirven a la funcin de hacer sentir a la ciudadana que
el gobierno est orientado en una direccin (Greenstein, 2000). La visin provee al
lder la capacidad de inspirar, de estimular intelectualmente a los seguidores y, sobre
todo, de conceptualizar para ellos la situacin y el rumbo, remarcando valores morales
slidos, el fortalecimiento del grupo, la generacin de altas expectativas de logro y la
promocin de una identidad colectiva que se lograra si los seguidores dan un salto de
fe y aceptan la visin. En muchas ocasiones, adems, la visin otorga al relato una
perspectiva de superioridad moral con respecto a los relatos competidores a los que
se les atribuye intereses mezquinos y sectoriales. En el caso del relato del
kirchnerismo, la visin propuesta es la de una Argentina autosuficiente, socialmente
justa, como un paradigma y ejemplo a imitar. La cancin popular nunca menos
9
incorpora y recoge los elementos ofrecidos por el lder en su relato, que coinciden con
los que segn Nanus (1994) caracterizan a la visin: estndares de excelencia y altos
ideales,
planteados
en
trminos
fcilmente
comprensibles,
inspiradores
de
5. Retrica y lenguaje
La retrica, tiene xito en la tarea de cambiar perspectivas cuando el lenguaje
empleado resuena en los cdigos de expresin habituales de los ciudadanos, se
vuelve aceptado en la cultura dominante y comienza a ser considerado normal desde
el punto de vista ideolgico. Los relatos suelen utilizar un lenguaje aspiracional
(Luntz, 2007) que incentiva a las personas a ser mejores, imaginando la diferencia
entre su yo actual y el yo futuro en el que podran convertirse si luchan por la
consecucin de ciertos valores y cambios sociales. El lenguaje aspiracional de los
relatos permite que los individuos visualicen cmo cambiaran sus vidas y la sociedad
en la que viven si la visin y lo que ella simboliza se concretaran. En los relatos
polticos es tpica la utilizacin de un discurso pico atravesado por sucesivas
confrontaciones de los buenos contra los malos. Por ejemplo, los integrantes de
una agrupacin conformada por jvenes denominada La Cmpora11, que apoya
incondicionalmente a Cristina Fernndez de Kirchner y a quienes ella ha ubicado en
un lugar protagnico de su gestin y de su relato, se autodefinen como soldados de
Cristina custodios del proyecto transformador a la vez que predicadores del
10
Nunca menos es el ttulo de una cancin (gnero musical candombe) de autora de Horacio
Bouchoux, que fue encargada y escrita como homenaje a Nstor Kirchner tras su fallecimiento.
Fue grabada por msicos y artistas identificados con el kirchnerismo, adems de contar con la
participacin de militantes en los coros. Durante las grabaciones del tema musical se film un
video que fue con frecuencia repetido por la televisin pblica. Estos son algunos fragmentos
de su letra Ser verdad/ que te fuiste con la historia/ o ser que an no despertamos/ y que
con una antorcha nueva/ en cada mano/ vas a volver/ cubrindonos de gloria Nunca menos/
que tu nombre en las banderas/ que tu plaza siempre llena/ de esperanza y de pasin
Nunca menos/ que pauelos en tu casa/ Nunca menos/ que justicia sin perdn Nunca
menos/ que vivir con dignidad/ Nunca menos/ que la Patria que soamos/ Nunca menos/ Ni un
paso atrs. La expresin nunca menos se crea operando un desplazamiento de significado
desde Nunca ms que es el nombre del informe emitido por la Comisin Nacional sobre la
Desaparicin de Personas (CONADEP) de la Argentina que fue publicado en un libro
homnimo y que fue el producto de una comisin creada por el presidente Ral Alfonsn en
diciembre de 1983, presidida por el escritor Ernesto Sabato. Su objetivo fue esclarecer los
hechos sucedidos en el pas durante la dictadura militar que se extendi entre 1976 y 1983. Su
misin fue la de recibir documentos y denuncias sobre la desaparicin de personas,
secuestros, torturas y dems violaciones a los derechos humanos cometidas por los militares y
generar un informe.
11
La agrupacin se denomina de ese modo en alusin a Hctor Cmpora, quien fuera
presidente de Argentina durante 49 das en el ao 1973 (asumi la presidencia el 25 de mayo y
present su renuncia el 13 de julio de ese ao). Juan Domingo Pern se encontraba en el exilio
y no haba podido participar como candidato en las elecciones presidenciales y Cmpora fue su
elegido para sustituirlo. Cmpora tuvo actitudes y comportamientos de mucho apoyo ante las
demandas de los sectores juveniles del peronismo durante su breve mandato.
proyecto nacional y popular. Tambin existen los soldados de papel, que actan
reforzando el relato desde los medios a travs de un periodismo militante y que
batallan contra los medios hegemnicos y contra todo aquel que desde cualquier
medio no muestre abierto apoyo al gobierno. Algunos dirigentes refuerzan y
reproducen esa pieza del relato mediante el lenguaje y la retrica, al incitar a los
jvenes a actuar como soldados de Cristina y verse as enaltecidos.12 En el nivel
discursivo del relato, la palabra soldado remite a toda una red de ideas, asociaciones
y significados, tales como la existencia de un enemigo y de bandos, la disciplina, la
obediencia ciega, la lealtad, el personalismo, la incondicionalidad, la sumisin acrtica
a la autoridad idealizada del endogrupo y hasta un cierto misticismo. Resulta curioso
que, siendo un relato que en lneas generales etiqueta negativamente todo lo
relacionado con el ejrcito y el militarismo formal, sin embargo, utiliza categoras que
aluden a la organizacin miliciana como algo positivo cuando lo que se desea enfatizar
es el valor de la lealtad y el comportamiento partidario y popular: no se incentiva la
movilizacin ni lo contestatario sino la adhesin. Asimismo, en el plano del lenguaje
para cada nuevo relato se acuan neologismos. Por caso, tal como hemos
mencionado en un apartado anterior, cuando el kirchnerismo se refiere a las fuerzas
de la oposicin las menciona como poderes destituyentes. Este ejemplo, asimismo,
sirve para ilustrar otra caracterstica retrica de los relatos: cualquier crtica se
interpreta no como un sealamiento sino como una oposicin a la voluntad
transformadora y evidencia de un alineamiento con los poderes que conspiran para
conjurar la transformacin en marcha.
6. Mitos
En la construccin del relato la recurrencia a mitos es central. Los mitos son historias
ejemplares o eventos, reales o imaginarios, que iluminan ciertos valores clave de una
sociedad o grupo. Explican la preferencia de una cultura por unas creencias y valores,
al tiempo que los reafirman. Son explicaciones culturalmente compartidas, que actan
como puntos de referencia y cohesionan identitariamente a los grupos (Garca
Beaudoux, DAdamo y Slavinsky, 2011). Nimmo y Combs (1980) sostienen que los
mitos se crean a travs de un proceso social pudiendo ser tanto un emergente
colectivo espontneo, como el producto intencionalmente creado por un grupo
12
especfico. Los mitos se vinculan con una constelacin de factores: ideales, historias
comunitarias, gestas individuales, personajes y objetivos, sirviendo de apoyatura a las
construcciones sociales ulteriores (DAdamo y Garca Beaudoux, 1995). Los
propagandistas, en algunos casos, usan mitos existentes; a veces los reinterpretan, en
ocasiones crean nuevos mitos y, con frecuencia, perpetan ciertos mitos sociales.
Tendrn xito si resuenan en el pblico. Por ejemplo, Cristina Fernndez construye
buena parte de su relato sobre la activacin del mito de Eva Pern.13 En el apartado
final de este trabajo, volveremos a referirnos a la cuestin del proceso de construccin
de mitos y su papel en los relatos polticos.
7. Smbolos
Los smbolos, adems del mensaje que en s mismo connotan, cumplen la funcin de
ornamentar los relatos y mitos. A diferencia de las ideas, son visibles y son vas
compendiadas y heursticas, taquigrficas, para comunicar significados. Los smbolos
producen tanto efectos emocionales como cognitivos. Sin embargo, su capacidad para
despertar emociones es lo que los vuelve ms tiles. Al dirigirse a las emociones
pueden lograr la evitacin de ciertos razonamientos crticos y transmitir ideas
complejas de un modo simple: la balanza de la justicia, las cadenas rotas de la libertad
o la V de la victoria son smbolos rpida y fcilmente comprensibles. El control de los
smbolos es crucial para el poder poltico. Los relatos casi siempre se encuentran
reforzados por los smbolos, que construyen una determinada escenografa. Por
ejemplo, la vestimenta por completo negra que luce la presidente Cristina Fernndez
de Kirchner en cada una de sus apariciones pblicas luego del fallecimiento de su
cnyuge,14 no slo condensa la imagen de su viudez sino que simboliza y acta como
un recordatorio escnico de su estado emocional de sufrimiento, de su soledad en el
poder, de la imposibilidad de que exista para ella otro compaero que no sea Nstor
13
La figura de Eva Pern (segunda esposa del presidente Juan Domingo Pern, conocida
como Evita) fue sacralizada y santificada por los sectores populares, como as tambin
demonizada y repudiada por las clases medias y altas. Su mito refiere al valor de la accin
solidaria. Encarna el papel de representante universal de los humildes que nada tienen: ni voz,
ni parte, ni reconocimiento. Su mito exalta su sacrificio por Pern y por el pueblo, su coraje que
se impone intransigente en su misin de vida: enfrentar y desafiar al poder poltico y los
privilegios (aunque tena poder, nunca tuvo ningn cargo oficial) en su lucha por los pobres y
los desposedos, como una madre de los humildes. Desde su Fundacin Eva Pern, practicaba
el asistencialismo: priorizaba resolver las necesidades y dolores inmediatos mediante la
provisin de medicamentos, reparto de ropa, alimentos, becas.
14
Nstor Carlos Kirchner fue presidente de la Repblica Argentina desde el 25 de mayo de
2003 hasta el 10 de diciembre de 2007, fecha en la que luego de la realizacin de elecciones
presidenciales, fue sucedido en el cargo por quien resultara ganadora de los comicios, su
esposa, Cristina Fernndez, quien en la actualidad se encuentra ejerciendo su segundo
mandato consecutivo, iniciado el 10 de diciembre de 2011. Nstor Kirchner naci el 25 de
febrero de 1950 y falleci, por complicaciones de salud, el 27 de octubre de 2010.
10
Kirchner, entre otras. Una observacin adicional con referencia a los smbolos es que,
a menudo, cuando un nuevo relato se encuentra en proceso de construccin, sustituye
los smbolos tradicionales para un grupo por otros, se van produciendo
desplazamientos de significado que dan lugar a la creacin de nuevos smbolos
propios y especficos para ese nuevo relato. Por ejemplo, sera el caso de la
recuperacin de la figura del personaje de ficcin del Eternauta y su asociacin con
el ex presidente Nstor Kirchner que se transforma en el Nestornauta, hroe y jefe
poltico que an despus de fallecido mantiene una presencia sobrenatural desde
algn ms all como un Eternstor (Di Marco, 2012: 69).15 En simultneo, se produce
la desaparicin de la escena de un smbolo tradicional como la emblemtica figura de
Juan Domingo Pern, fundador del Movimiento Nacional Justicialista: la lnea de
continuidad en el relato actual tiene su origen en Eva Pern, La Cmpora y Cristina
Kirchner, quien casi nunca menciona a Pern en sus discursos.
"El Eternauta" es una historieta o cmic creado en Argentina, que narra la historia de su
protagonista, Juan Salvo, y su valiente aventura frente a la invasin que realizan a la Tierra los
"Ellos", seres con tecnologa superior y capacidad para esclavizar a todas las civilizaciones. La
saga narra la invasin a Buenos Aires y la lucha por la resistencia, liderada por el Eternauta.
La obra es de autora de Hctor Germn Oesterheld (1917 - 1977) y del dibujante Francisco
Solano Lpez. Se public por primera vez en la revista "Hora Cero", en el ao 1957. La primera
ocasin en que se utiliz la gigantografa de Nstor Kirchner asociada al Eternauta, fue un acto
poltico que tuvo lugar en 14 de septiembre de 2010 en el estadio Luna Park de Buenos Aires.
16
La socializacin es el proceso por medio del cual un individuo incorpora los valores,
creencias y normas de la sociedad en la que vive. Su principal funcin es adaptativa.
11
contra el mal; la luz contra la oscuridad; fortaleza versus debilidad; justicia e injusticia;
libertad y opresin; generosidad o egosmo; poderosos y subyugados; autoridad y
obediencia; victoria, castigo y recompensa. La neurociencia ensea que esas
narrativas culturales se encuentran fijadas en los circuitos neuronales de nuestros
cerebros y que pueden ser activadas y puestas en funcionamiento de modo
automtico e inconsciente. La principal ventaja que se presenta como consecuencia
de utilizar narrativas familiares, es que si las personas no tienen la atencin
concentrada en comprender la estructura porque de algn modo la reconocen o ya la
conocen, estn ms relajadas y abiertas a experimentar emociones. En el caso del
relato kirchnerista una de sus tramas estructurantes es la del hroe, la vctima y el
villano, en la cual Nstor Kirchner encarna al hroe, el pueblo argentino es la vctima
y el villano, por ejemplo, las corporaciones o los poderes extranjeros, actores a los que
se presenta asociados con los partidos polticos opositores.
9. Activacin de los sentidos y 10. Activacin de las emociones
La secuencia de acontecimientos que conforman la estructura del relato, para ser
eficaz, debe activar tanto los sentidos como las emociones. En los anuncios
electorales televisivos de la campaa de Cristina Fernndez para las elecciones
presidenciales de Argentina en 2011, en las piezas de comunicacin audiovisual que
conformaron la serie denominada La fuerza de, aunque vara el tema del relato
que se ofrece en cada spot (educacin, desempleo, repatriacin de cientficos e
investigadores emigrados por la crisis, derechos humanos, entre otros), todos ellos
concluyen exactamente del mismo modo: la imagen de la candidata en clara situacin
de liderazgo, subida a un escenario, vestida de negro, en medio de una lluvia de
pequeos papeles celestes y blancos como los colores de la bandera nacional, que
son arrojados por una multitud que la ovaciona mientras agita banderas argentinas, al
son de una msica triunfalista. As, se activan simultneamente canales sensoriales (el
odo mediante la msica, la vista por los colores de la bandera nacional), al tiempo que
emociones y sentimientos de nacionalismo y tambin de empata por la situacin de
viudez que recuerda el luto de su atuendo. La capacidad de atencin humana est
regida por lo emocional: se atiende mucho ms a las historias con una fuerte carga
emocional que a las informaciones aspticas. Los relatos ms potentes son los que
despiertan la identificacin afectiva. Eso es as por el particular modo de
funcionamiento de la mente humana: cuando vemos a otros protagonizar una historia
o cuando revivimos algo del pasado, se activan en el cerebro los mismos circuitos y
estructuras neuronales que cuando protagonizamos personalmente y en el presente
un acontecimiento (Westen, 2007).
12
11. Moralejas
Las narrativas pueden estimular a la gente a la accin dado que, con frecuencia,
incluyen alguna moraleja o alguna clase de saber que las transforma en
herramientas didcticas que iluminan modos diferentes de enfrentar los problemas.
En el caso de los relatos polticos, la moraleja suele ser siempre la misma: como los
actores se presentan como la nica opcin, como los nicos garantes de un cierto
estado de cosas que encarna todo lo positivo, la conclusin natural que se
desprende del relato es la necesidad de que la gente vote o d su apoyo para
perpetuar a los protagonistas en el poder y que as la obra no se vea truncada y pueda
alcanzar su completa concrecin. En el caso del relato kirchnerista, la moraleja
siempre apunta a la necesidad de mantener el denominado modelo, de profundizarlo
y hasta de exportarlo. Con frecuencia se recurre a moralizantes conclusiones al estilo
de cuando no se hicieron en Argentina las cosas as, tuvimos las crisis que tuvimos o
los problemas que estn atravesando algunos pases, son producto de las recetas
que nosotros ya demostramos que fracasan.
13
Siguiendo la clasificacin propuesta por Heath y Heath (2007), existen ciertas tramas
que sirven a la funcin motivadora de los relatos. Una de ellas es conceptualizada por
los autores como el desafo y consiste en historias en las que, al estilo de David y
Goliat, el protagonista enfrenta un inconmensurable reto y, finalmente, tiene xito en la
tarea. Relatan el triunfo de la voluntad sobre la adversidad. El elemento clave en este
tipo de tramas es que el obstculo parece insalvable y, por eso mismo, cuando el
protagonista lo resuelve, las narrativas resultan inspiradoras. Es la historia de la
humilde modista Rosa Parks desafiando al sistema, en Estados Unidos y en plena era
de la segregacin racial, cuando se neg a obedecer al chofer de un autobs que le
orden ceder su asiento a una persona blanca, por lo que fue multada y encarcelada.
En respuesta al incidente, Martin Luther King lider el boicot a los autobuses en
Montgomery, cuyo cumplimiento fue masivo y se extendi durante ms de un ao,
produciendo como consecuencia que el gobierno aboliera la segregacin en los
transportes pblicos. Ese suceso agudiz el reclamo por los derechos civiles. Son
historias que inspiran porque apelan a la perseverancia y al coraje para salvar los
obstculos y aceptar los nuevos desafos. Otro tipo diferente de trama motivadora
planteada por los mismos autores, alude a la conexin. Refiere a capacidad de
algunos individuos para desarrollar relaciones que vencen alguna clase de frontera, la
capacidad de ser generosos y altruistas no slo con quienes se consideran
semejantes sino tambin con quienes son diferentes o no pertenecen al propio
grupo.17 Motivan desde el punto de vista social porque remarcan el deseo de ayudar
a otros, de trabajar con otros.
Nez (2007) es otro de los autores que hacen referencia a distintas clases de relatos,
por ejemplo, el relato visionario que sirve para volver tangibles los objetos que
parecen lejanos y abstractos, el relato educativo que mediante ejemplos y parbolas
ilustra las habilidades que podran alcanzarse, o el relato valores en accin donde se
muestran los progresos y cambios beneficiosos que han alcanzado quienes ya han
aceptado el mensaje. Relatos picos, relatos de redencin, relatos de castigo, de
17
14
Son diversas las tramas que a lo largo de la historia han caracterizado los relatos
polticos. Podemos postular tres nuevas tramas que hasta ahora no han sido
identificadas ni mencionadas en la literatura acerca del tema. A la primera proponemos
denominarla la trama del cambio. Fue usada, por ejemplo, en el relato construido por
Barak Obama durante la campaa que lo condujo hasta la presidencia de Estados
Unidos en 2008, en la que se present como la garanta del cambio e hizo uso crucial
de la palabra hope (esperanza) y de la frase yes we can (s podemos). En el spot
electoral televisivo de campaa denominado Something, luego de que una voz en off
relata que algo est sucediendo en Amrica, se escucha al propio candidato afirmar
podemos elegir la esperanza sobre el miedo y la unidad sobre la divisin, la promesa
del cambio sobre el poder del estatus quo. As es como emergeremos de esta crisis,
ms fuertes y ms prsperos, como una nacin y un pueblo.18 Un siglo y medio antes,
otro presidente estadounidense, Abraham Lincoln, encarnara la segunda de las
tramas que proponemos como prototpicas de los relatos polticos: la trama del
emancipador, para describir el relato de quien se presenta como alguien que otorga a
los ciudadanos derechos que antes les estaban denegados y los libera de ciertos
estados de opresin. De origen humilde y determinado autodidacta, Lincoln se
incorpor a la vida poltica de su pas, siendo su principal objetivo la lucha contra la
esclavitud. Durante su presidencia enfrent a los estados del sur
y liber a los
18
http://www.youtube.com/watch?v=qxbGPDIVINM
15
A pesar de sus diferencias, a nuestro criterio, las tramas motivadoras presentan todas
ellas un denominador comn, al que proponemos denominar trama resiliente, en
alusin al concepto psicolgico de resiliencia, trmino que se refiere a la capacidad
que manifiestan aquellas personas que no slo se sobreponen a fuertes traumas,
dolores emocionales y adversidades; sino que resultan fortalecidas luego de haberlos
atravesado. Se tratara de resignificar la historia, construir el presente y soar el futuro.
Tabla 2. Tramas prototpicas del relato poltico
Tramas prototpicas del relato poltico
El desafo: el protagonista enfrenta un inconmensurable reto pero, finalmente, tiene
xito en la tarea
La conexin: capacidad de un individuo para desarrollar relaciones que vencen
alguna frontera
Relato visionario: vuelve tangibles objetos que parecen lejanos y abstractos
Relato educativo: ilustra, mediante ejemplos y parbolas, las habilidades que
podran alcanzarse
Valores en accin: se muestran progresos y beneficios alcanzados por quienes han
aceptado el mensaje
Trama del cambio: se centra en la promesa de un cambio
Trama del emancipador: el protagonista otorga derechos antes denegados y libera
de opresiones
Trama reivindicativa: el protagonista restituye derechos y valores sustrados a un
grupo
Fuente: elaboracin de los autores
16
19
17
18
relato, debe ser flexible para poder incluirlos. En ese sentido, el relato necesita poder
renovarse. De no ser as, comienza la Fase III o Fase de Deterioro, cuyos principales
sntomas son tres. Por una parte, la cronificacin del relato, evidenciada por una
retrica slo habitada por repeticiones y estereotipos, en la que se reiteran frmulas
que se convierten en etiquetas. Por otra, su transformacin en una serie de usos
comunes, perdiendo conexin con la realidad mutante de la poltica, con lo que ello
significa en una poca como la actual en la que la ciclotimia caracteriza los
movimientos de la opinin pblica. Se suma a eso, en tercer lugar, un exponencial
aumento de la agresividad y la confrontacin en las comunicaciones pblicas que, a
veces, se traslada a la vida social en forma de silencio para evitar enfrentamientos y
fracturas entre dos partes irreconciliables viviendo sus propios microclimas (Fantini,
2011). El relato, as, no abre el debate sino que lo cierra y reemplaza la politizacin por
el partidismo sectario, por eso necesita tanto de medios partidarios. El relato
cronificado tiende a adquirir una estructura de dogma en la cual existen agentes
personales o institucionales que catequizan sobre sus virtudes y acerca del valor de la
lealtad de sus adherentes-devotos, sobre todo hacia la figura de su lder.
Cuando un relato sufre el paso del tiempo, comienzan a tener lugar situaciones que
pueden relativizar los valores de la trama principal. Sera el caso, por ejemplo, de lo
sucedido en Cuba cuando se desarticul la Unin Sovitica. A partir de ese momento
los historiadores cubanos empezaron a diluir la importancia de la Rusia sovitica en el
desarrollo y consolidacin del modelo cubano. La capacidad de deteccin de esos
signos, as como la habilidad para poder producir mensajes que, manteniendo el hilo
valorativo, se adecuen a necesidades cambiantes, ser lo que defina las posibilidades
de su perdurabilidad.
Tabla 3. Fases del relato poltico
Fases del relato poltico
Fase I o Fase Embrionaria
Caractersticas principales
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Fase
II
Fase
de
Consolidacin
Qu funciones sociales cumplen los relatos? Cules son las razones de las
audiencias para aceptarlos? A nuestro entender, hay tres motivos principales que
subyacen a la aceptacin por parte de la ciudadana de los relatos construidos desde
el poder poltico.
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Una de las razones primordiales que motivan a las personas a aceptar y sumarse a
los relatos es el deseo de formar parte de un colectivo social exitoso, de desarrollar y
obtener los beneficios de una identidad social positiva. La pertenencia a grupos
sociales positivamente valorados en comparacin con otros grupos tambin presentes
la escena social, permite a las personas derivar aspectos positivos para el
autoconcepto (Tajfel, 1982).
Asimismo, los relatos cumplen una funcin psicolgica de proveer certidumbres,
actan como ansiolticos sociales. Esta funcin queda en evidencia al observar el
blindado que adquieren los relatos, en el sentido de que las balas disparadas por
los opositores o detractores no pasan, no lo alcanzan: cualquier elemento disonante o
que cuestione las acciones o motivos de los protagonistas del relato es
automticamente descartado as como descalificados tanto los elementos como la
fuente de la que provienen. En caso de que no se pueda negar y no quede ms
remedio que aceptar esa informacin negativa, se la reencuadra, reinterpreta o califica
de no ser algo de relevancia sino una cuestin perifrica, marginal, que desva la
atencin de lo que realmente importa, que siempre es positivo. En este sentido,
frente a los datos e informaciones que contradicen el relato, las personas que se han
comprometido con l aplican los mecanismos clsicos psicolgicos descritos en la
Teora de la Disonancia Cognitiva (Festinger, 1957): desestimar lo que es disonante
agregando cogniciones consonantes al relato (puede que el funcionario X haya
estado involucrado en actos de corrupcin, pero nadie dice que los funcionarios Z e Y
son honestos y nunca se han visto involucrados en hechos de corrupcin), o
cambiando unas cogniciones por otras (puede que el funcionario X est involucrado
en actos de corrupcin, pero lo que hay que pensar es que verdaderamente no existen
los gobiernos sin corrupcin y que este gobierno al menos hace algo), o bien
alterando su orden de importancia (puede que el funcionario X est involucrado en
actos de corrupcin, pero ese es slo un caso y son mucho ms importantes que eso
las polticas de este gobierno que benefician a millones de personas).20
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Tercero, y quizs ms que por ninguna otra causa, por su importante poder en calidad
de heursticos cognitivos (Kahneman, Slovic y Tversky, 1982; Tversky y Kahneman,
1974), en particular en su papel de heursticos de evaluacin o juico.21 Por ejemplo, los
relatos que enfatizan la oposicin entre dos polos son perfectos heursticos
simplificadores que, adems, pueden utilizarse para explicar una variedad de
situaciones. Fue el caso de la oposicin nazismo-alemania juda en la poca de Hitler
o capitalismo-comunismo durante la Guerra Fra. Con referencia al Nazismo, Hitler
haba aprendido la importancia de contar con una comunicacin masiva, estratgica y
orquestada. Para lograrla, de la mano de Goebbels, construy un relato que recurri al
uso de fuertes estereotipos que desfiguraban, exageraban y simplificaban la visin
tanto del problema como del enemigo. El relato encontr rpida aceptacin en una
poblacin golpeada por una cruenta guerra perdida y por una crisis econmica sin
precedentes. Permita que los ciudadanos se sintieran orgullosos de su pertenencia
tnica y nacional. El relato, adems, era transmitido en el marco de una escenografa
teatral al servicio del refuerzo emocional del mensaje. Se desarrollaron acciones
propagandsticas de potente contenido simblico y simplificador (Garca Beaudoux,
DAdamo y Slavinsky, 2011). En cuanto a la Guerra Fra, la carrera por el predominio
ideolgico global entre Estados Unidos y la ex Unin Sovitica produjo una feroz
competencia que se caracteriz por su gran intensidad en todos los campos: la
poltica, los deportes, la carrera espacial, entre otros. Comunismo y capitalismo
libraron intensas batallas en el campo de las comunicaciones. Para la construccin del
relato, ambos bandos recurrieron a tcticas ms sutiles que las utilizadas por el
Nazismo. Por ejemplo, emplearon la denominada contaminacin, tctica que se
utiliza con la finalidad de relacionar rpidamente al adversario con cuestiones
peyorativas. El relato construido por la administracin de Ronald Reagan en torno a la
idea del Imperio del mal durante el inicio de la dcada de 1980, result
particularmente heurstico porque adems de presentar un extremo antagonismo y
conflicto que sirvi para mantener en los ms altos niveles la atencin de la audiencia,
se asent sobre una narrativa de la cultura popular muy conocida y familiar: la Guerra
importante darse los gustos ahora que pensar en lo que potencialmente le pasar a uno en el
futuro.
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Los heursticos cognitivos son atajos mentales que reducen la inversin de tiempo y esfuerzo
que una persona tiene que realizar para adquirir, procesar y evaluar informacin tanto al
servicio de formarse conceptos o ideas de algo (heursticos de juicio o heuristics of judgment
que dan lugar a errores de juicio) como al momento de tomar una decisin (heursticos de
decisin y eleccin o heuristics of choice que dan lugar a errores en el proceso de toma de
decisin). Cuando los heursticos actan, la consecuencia o resultado es que se opera una
simplificacin del razonamiento que suele conducir a ciertos sesgos y errores predecibles y
sistemticos (Kahneman, 2011).
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Nos referimos a Star Wars, relato espacial pico que fue concebido por el guionista,
director y productor de cine George Lucas,
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He has weapons of mass destruction the worlds deadliest weapons- which pose a direct
threat to the United States,our citizens and our friends and allies. Afirmaciones de ese tenor
fueron sostenidas por George W. Bush en sus discursos en Naciones Unidas (septiembre
2002) y en diversos discursos pblicos.
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Fue el caso de Joseph Wilson, americano enviado por la CIA a Nigeria para investigar si Irak
estaba comprando uranio enriquecido, que concluy en su informe que mucha de la
inteligencia relacionada con el programa de armas nucleares de Irak haba tergiversado y
exagerado la amenaza.
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Discurso de George W. Bush pronunciado e 7 de octubre de 2002 en Cincinnati.
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A nuestro criterio, una particularidad de los relatos polticos, es que no slo actan
como heursticos cognitivos poderosos, sino como lo que denominamos heursticos
cognitivos polivalentes en alusin a que quienes adhieren al relato lo utilizan para
justificar, explicar y evaluar una variada gama de acontecimientos y situaciones con
distintas caractersticas, variables y orgenes; simplificando los razonamientos y
ofreciendo siempre una estructura consonante para explicar cuestiones tan diversas
como la economa, la poltica, temas sociales, etc.
Tabla 4. Funciones del relato poltico
Funciones del relato poltico
1. Permiten la construccin de identidades sociales positivas
2. Proveen certidumbres y actan como ansiolticos sociales
3. Sirven a modo de heursticos cognitivos
Fuente: elaboracin de los autores
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Bush afirm que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no haba estado a la altura de
sus responsabilidades y que Estados Unidos estara a la altura de las propias (The United
Nations Security Council has not lived up to its responsibilities, so we will rise to ours).
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En muchos casos, al paso del tiempo, los relatos alcanzan una estructura narrativa
ms compleja y se transforman en mitos polticos, adquiriendo ciertas caractersticas
que podran sintetizarse en dos principales. Por una parte, los mitos actan como una
amalgama que integra y resignifica historias compartidas. Por otra, dan paso al
establecimiento de una nueva secuencia de los acontecimientos, con beneficio de
inventario. Silencios, ausencias o sobrerrepresentaciones se concatenan en un nuevo
guin histrico poltico. Es posible estipular que relato y mito son dos categoras
diferentes aunque profundamente emparentadas. Postulamos que la principal
diferencia entre ambas categoras conceptuales sera que, mientras el relato es
flexible y permite la incorporacin permanente de nuevos elementos, actores y
resignificaciones; el mito en cambio es una categora cerrada y rgida que, una vez
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A nuestro criterio, una de las constantes que comparten las figuras con actuacin
poltica que alcanzan el estatus de mito, es que construyen fuertes relatos de origen
(Nez, 2007), esto es, relatos pedaggicos, que frente a nuevas realidades explican
su origen y ayudan a comprender la razn de ser de esta nueva realidad y su
funcionamiento. La mayora de las veces ese relato, para hacer sentido, incorpora
datos de la biografa del poltico, verdaderos, parcialmente verdaderos o al menos
verosmiles. La mente presenta una aptitud especial para la construccin e
interpretacin de historias protagonizadas por agentes activos, que tienen
personalidades, hbitos y habilidades (Kahneman, 2011: 29). Por ejemplo, el ex
presidente de Brasil Ignacio Lula Da Silva, hizo en numerosas oportunidades, pblicas
referencias a su humilde origen y su pasado como sindicalista. O el caso de los
Kirchner, cuyo relato de origen como pareja poltica alude a un pasado de jvenes
estudiantes, militantes y abogados idealistas que desde la ciudad de La Plata se
fueron al sur del pas donde alegan haber comenzaron su lucha por los derechos
humanos, pieza clave del relato kirchnerista. Sin embargo, previo del ascenso a la
presidencia de Nstor y Cristina Kirchner, cuesta encontrar en sus vidas pblicas
polticas alusiones directas al tema de los derechos humanos o de oposicin a la
poltica de privatizaciones del ex presidente Carlos Menem. El relato poltico de Nelson
Mandela, se basa sobre la piedra fundacional de su injusta y larga encarcelacin de
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casi tres dcadas por parte del gobierno blanco minoritario de Sudfrica. El presidente
de Venezuela Hugo Chvez, presenta la historia del golpe militar que comand contra
el gobierno civil, en una versin en la que l aparece como un protagonista heroico.
Desde los inicios trat de establecer una identidad entre su persona y Bolvar, as
como una continuidad entre el liderazgo del prcer y el suyo. Esto alcanz su clmax
cuando Chvez decidi exhumar los restos del libertador Simn Bolvar, lo que
inclusive fue transmitido por la televisin nacional de Venezuela. La finalidad de la
exhumacin fue, en lo manifiesto, determinar las causales de su muerte y, en lo
simblico, consolidar su compromiso bolivariano, lo que incluso se manifiesta en el
actual nombre de la Repblica de Venezuela.
REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS
Bentham, J. (1824). Handbook of Political Fallacies. Edicin consultada: 1986. Tratado
de los Sofismas Polticos. Buenos Aires: Leviatn.
DAdamo, O. y Garca Beaudoux, V. (1995). El Argentino Feo. Una aproximacin
psicosocial al estudio de nuestra identidad nacional. Buenos Aires: Losada
Di Marco, L. (2012). La Cmpora. Historia Secreta de los Herederos de Nstor y
Cristina Kirchner. Buenos Aires: Sudamericana.
Fantini, C. (2011). La Gravedad del Silencio. Apuntes sobre el pas del relato.
Crdoba, Argentina: Raz de Dos.
Festinger, L. (1957). A Theory of Cognitive Dissonance. Stanford, CA: Stanford
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