Familia y Matrimonio en La Espana
Familia y Matrimonio en La Espana
Familia y Matrimonio en La Espana
TESIS DOCTORAL
Elaborada Dar
Dt igda var
iNTRODUCCIN
NDICE GENERAL
N0 PAG
INTRODUCCIN
.1
1.
2
23
LAS FUENTES
40
2.
3.
55
1.
2.
3.
4.
56
60
62
5.
EL ORDENAMIENTO CIVIL
LA HERENCIA DEL DERECHO ROMANO
VARIANTES NORMATIVAS EN LOS ORDENAMIENTOS DE LOS DISTINTOS
RENOS PENINSULARES
EL DERECHO CANNICO. LAS DISPOSICIONES TRENTINAS
4.1.Losesponsales
LA SITUACIN JURIDICA DE LAS MUJERES EN EL DERECHO MATRIMONIAL
3.
4.
LAS ARRAS
LADOTE
2.1. Origenydefinicindeladote
2.2 Evolucin de la institucin dotal
2.3. La legislacin reguladora de la dote
2.4. Las reclamaciones de dote
LA SOCIEDAD DE GANANCIALES
EL RGIMEN DE SEPARACIN DE BIENES
4.1. Las Escnturas de capital
4.2. Las capitulaciones matnmomales
66
68
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loo
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N0 PG
2.
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CdRI~M
CAPITULO V.- LAS MADRILEAS Y EL MATRIMONIO
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1.
2.
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6.
352
355
369
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438
457
LA S1TUACION DE VIUDEDAD
ATRIBUCIONES Y LIMITACIONES JURIDICAS DE LAS VIUDAS
LAS VIUDAS PERTENECIENTES A LA NOBLEZA
LAS VIUDAS DE ALTOS FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACION
LAS VIUDAS EN LA ACTIVIDAD COMERCIAL E INDUSTRIAL
LAS VIUDAS POBRES
CONCLUSIONES
469
BIBLIOGRAFA
490
APENDICE DOCUMENTAL
511
iNTRODUCCIN
INTRODUCCIN
1.
Tampoco entre los creadores de la historiografia clsica europea encontranios apenas autoras,
aunque algunas mujeres enseiaban Historia. los que la saban y establecan los cnones eran
los hombres,
TVTRODUCCIN
con el marxismo o con la escuela de los Annales, para todas estas corrientes los hombres eran
los nicos que actuaban x~ su experiencia significaba experiencia humana
La Historia de las Mujeres utilizar tambin las fluentes clsicas: archivos religiosos.
debates parlamentarios
ser importantes los archivos de familias, de organizaciones de cardad, diaros ntimos escritos
por mujeres. correspondencia entre ellas, manuales para el matrimonio, sermonarios, tratados
de medicina, pero dado que las mujeres han tenido una mayor actuacin en la esfera privada
parece lgico que para hacer su historia las fluentes se encuentren relacionadas con la
institucin familiar, con la vida material y con la llamada vida cotidiana
Los estudios histricos sobre las mujeres cada vez cuentan con un corpus ms
significativo x han pasado desde pocas recientes por diferentes etapas que son tambin
representativas del devenir ideolQico de la sociedad y del mundo acadmico: se puede
reconstruir su trayectoria desde el comienzo, la secuencia seria la siguiente: tras un primer
momento de inters por las vidas individuales de las mujeres excepcionales. los estudios sobre
historia de las mujeres fueron incluidos dentro de los trabajos de historia social cuyo propsito
era el de reunir la historiografla tradicional
tan amplio de la sociedad no podian verse slo relegado a la misma equiparacin que los
grupos marginados, la historia de las mujeres creci
ir
INTRODUCCIN
Puede caracterizarse a la Historia de las Mujeres no tanto por utilizarun mtodo imico
como por los interrogantes que se plantea y las relaciones de conjunto que establece: Trabajar
en este campo precisa, para comenzar. una cierta dosis de imaginacin para la utilizacin de
fuentes, pues como es sabido las mujeres suelen estar ausentes de la mayor parte de la
documentacin oficial. La historia de las mujeres recurre igualmente al uso de los mtodos x
enfoques de que disponen en general los historiadores: historia cultural, historia econmica .
noltica. demom~afia histrica, historia de la familia en una lnea de aproximacin
interdisciplinar a su estudio.
cambio histnco, se intentaba reaccionar ante la negacin y omisin de este grupo social de
los estudios histricos, estos trabajos se centraron fundamentalmente en temas de Historia
Contempornea y especialmente sobre la guerra civil. Desde los aos ochenta podemos hablar
de una segunda poca en la cual se da la aparicin y el desarrollo en el mundo acadmico ir
oficial de instituciones y personas que impulsan la investi2acin con mayor solidez, surgen los
seminarios que se convierten en institutos universitarios, aunque la principal dificultad sigue
siendo la inexistencia de tradicin de incorporar temas especficos dedicados a la mujer en los
programas oficiales, de manera que suelen resultar marcos ms receptivos los programas de
Nasit Man Dos decadas de historia de tas mujeres en Espaa: una reconsideracion en Historia Social. Instituto de
Histnna social UNE 1) Valencia. W 9 1991
INTRODUCCIN
conocimiento de las estructurasjurdicas que se referian a las mujeres en este periodo histrico
y a medir el alcance de los discursos religioso y cientfico.
INTRODUCCIN
historia que no sea slo descriptiva sino que incorpore nuevas categoras conceptuales; entre
las aportaciones de esta corriente aparecen diferentes conceptos como el de patriarcado
entendido como la extensin del dominio masculino en la familia sobre mujeres y nios a las
instituciones importantes de la sociedad3 de su aplicacin al Estado surge la imposibilidad de
que las mujeres se constituyan en sujetos polticos. Otro concepto en este tipo de trabajos es la
nocin de contrato sexual ~ y la de poltica sexual
mujeres como una clase social y econmica6. La finalidad ltima de la historia crtica sera la
deconstruccin de la historia tradicional.
En los medios acadmicos, la corriente de anlisis que ha sido mejor aceptada a pesar
de incorporar una forma distinta de considerar la metodologia histonca, es la Historia de
Gnero que como objeto de investigacin se plantea abarcar todas las reas de la sociedad
incluyendo sus propias estructuras. Los espacios, las actividades, las conductas, estas
diferencias de gnero varan en cada sociedad, en cada cultura y en cada poca histrica.
La Historia de Gnero se difunde desde los EE.UU. en los aos 70 originalmente desde
los estudios antropolgicos y parte de la necesidad de distinguir entre sexo como diferencia
biolgica entre macho y hembra; y gnero que supone la clasificacin social de masculino
y femenino. La definicin de estas categoras se organiza en marcos culturales especficos.
Estos estudios antropolgicos aaden que todas las culturas distinguen entre hombres y
mujeres teniendo siempre las funciones atribuidas a los hombres una mayor importancia, la
3
4ste excluye a las mujeres del contrato social de U. Rousseau. el contrato sexual sera tui pacto entre hombres por el
que las mujeres se convertiran en objeto de intercambio entre ellos, es previo al contrato social y al surguinento de las
desigualdades sociales Rivera M M Una aproximacin a a metodologa de la Historia de las Mujeres en y V.A A:
Conceotos y Metodoloina en los estudios sobre a muierUnversidad de Mlaga. 1992. Pag 30.
Se refiere a las relaciones de poder que se han establecido entre hombres y mujeres en razn de su sexuacin, basado
INTRODUCCIN
inferioridad del status atribuido a las mujeres se debe a que stas, en todas las sociedades estn
encargadas de la reproduccin
El periodo cronolgico en el que se centra este estudio, el siglo XVIII, tiene por
diferentes motivos una especial relevancia para la Historia de las Mujeres, pues marca el
momento a partir del cual las transformaciones que vive la sociedad occidental empiezan a
7Se hace relacin a gnero como forma de referrse a la organizacin social de las relaciones entre sexos. Se desea
mssnr en la cualidad fimdamentalmente social de las distinciones basadas en el sexo, rechazando el detennimsmo
biolgico, el genero resalta tambin os aspectos relacionales de las definiciones normativas de la femmidnd. J W. Scott
El Gnero, una categora til para el anlisis histrico en V.V.A.A.Bi~Wria
o:Las niueres en la Enrona
Mygni~in~pn. Valencia 990. Pag 28.
Scott, 1W.: Op. Cit.. pag 4546
INTRODUCCIN
afectar al conjunto del sexo femenino, en cierto modo se ha dicho que es un siglo feminista:
van a comenzar cambios de estructuras economicas en el mundo urbano que acabaran
proporcionando a las mujeres el derecho a un trabajo remunerado
significativos van a provenir del campo terico e intelectual: el desarrollo de la Ilustracin con
su nueva concepcin dcl ser humano mostrar sus alcances y sus limitaciones en lo relativo al
tipo de discurso que desarrolla sobre las mujeres; fundamentalmente las convertir tambin en
sujetos de educacin, el gran caballo de batalla desde IY Maria de Zayas, aunque sin olvidar
que se tratar de una instruccin limitada y diferenciada de la masculina. Es la poca en la que
prensa y literatura se ocupan a menudo de la polmica entre feministas o antifeministas, otra
de las grandes novedades es que las mujeres comienzan a tomar la palabra para hablar de s
mismas
10
permiten una mayor libertad de accin incluso para las mujeres casadas ~.
de paso
revisar el conjunto de normas tanto legales como econmicas que estn determinando el papel
de las mujeres como solteras. esposas o viudas. El matrimonio sigue siendo el destino de la
(iapel Marunez, KM La mujer espaola en el siglo XVIII. Estado de la cuesuon en Actas del Coloquio Internacional
Carlos III y su sido Tomo Ii Universidad Complutense. Madrid 1990. Pag 511
Fernndez Quintanilla, P.: La mujer ilustrada en la Esnaa del sido XVIII. Ministerio de Cultura 1981. Josefa Amar
Borbn: Discurso sobre a educacin fisica y moral de las muleres. Ed. de M Victoria Lpez-Cordn. Ctedra. Madrid
1994.
INTRODUCCI/V
inmensa mayora de las mujeres y por tanto no hay que olvidar su trascendencia. Desde el
punto de vista de las polmicas historiogrcas sta es una poca tambin en la que los
historiadores de la familia cifran el paso del tipo de matrimonio de conveniencia propio del
Antiguo R2imen al matrimonio burnus con un mayor componente sentimental,
observndose por otro lado la invalidez de aquel lugar comn de la historia de la familia. muy
cnticado por historiadoras feministas por el cual la familia reunira intereses comunes sin
hacer distinciones entre los intereses de los hombres ylos de las mujeres.
INTRODUCCIN
El matrimonio est regido por las disposiciones trentinas a travs de los esponsales. la
sexualidad reproductiva
autoridad del marido por extensin de la autoridad del varn, el matrimonio une para siempre
a los esposos; slo en algunos casos la Iglesia dictaminar la separacin de bienes y cuerpos,
aunque en ciertos momentos la legislacin sobre el divorcio proveniente de la Revolucin
Francesa provocar en el pas algunas polmicas sobre la indisolubilidad del matrimonio.
Entre la nobleza la norma ser la endogamia xr tambin entre la burguesa aunque se dan casos
de enlaces de miembros de sta con ttulos arruinados. Entre las clases populares la promesa
de esponsales puede facilitar las relaciones sexuales, prematrimoniales o fuera del matrimonio.
Con respecto a la diferente concepcin de la mujer que traen los nuevos tiempos, las
ilustradas espaolas nunca loeraron el grado de libertad y poder de las francesas, pero la viva
polmica que suscit La defensa de las mujeres del padre Feijoo es uno de los hechos clave
en cuanto a la educacin de las mujeres en este siglo.
INTRODUCCIN
De hecho se da una revisin sobre las ideas con respecto al matrimonio, criticndose la
sobrevaloracin de la dote a] tiempo que en otros pases europeos se extienden las ideas sobre
la valoracir de los sentimientos y no del dinero, que a travs de la novela sentimental
adquirir gran difusin posteriormente. No obstante se recomiendan los matrimonios dentro de
las mismas clases sociales, e ilustrados seeros como el mismo Rousseau. tampoco admitirn
que la compaera del hombre sea su igual. de los ilustrados espaoles defienden el matrimonio
por amor y una mayor consideracin de la mujer, personajes como Jovellanos, Cadalso.
Moratin o Beatriz Cienfuegos.
11
INTRODUCCIN
Si Rousseau indica que la condicin de la mujer es ser madre. en Espaa las altas tasas
de mortalidad femenina en el parto llevaban a los cleos a la recomendacin de la confesin
y
desde
mediados de si2lo se va a desplegar una campaa entre los mdicos e hi2ienistas favorable a la
lactancia materna que en las clases altas se dejaba en manos de las nodrizas. Josefa Amar y el
peridico El Pensador apoyan el abandono de esta costumbre basndose en que constituye
un deber natural y que las expectativas de supervivencia de estos nios es mayor, de hecho en
los hospicios, donde se dependa de la lactancia mercenaria, la mortalidad sola ser altsima.
En los medios acomodados la formacin de la joven se encauza a su futuro papel de madre de
familia cuyas responsabilidades bsicas sern la vigilancia del aseo y de la buena educacin de
sus hijos, adems las muchachas de clases altas aprendian musica. danz& y e] arte de la
conversacin.
el mobiliario constaba
bsicamente de taburetes, bancos corridos ~jergones. Entre los hbitos alimenticios al tiempo
que se introducen los cubiertos individuales se defiende por los ilustrados una moderacin en
12
INTRODUCCIN
las ingestin de sales y especias, pero la mayor parte de los espaoles se alimentan diariamente
de la tradicional olla, guiso compuesto de legumbres, tocino, verdura, y que puesto a la
lumbre, permite mientras a las mujeres que, simultneamente, puedan realizar otros trabajos.
13
INTRODUCCIN
mujeres son condenadas a destierro, azotes y vergenza pblica por adulteno. Lo cierto es que
en este siglo se produce un aumento de las tasa de ilegitimidad sobre todo entre las clases
trabajadoras urbanas. Una de las actuaciones de la Junta de Damas de Honor y Mrito de la
Sociedad Matritense de Amigos del Pas fije precisamente intentar mejorar la situacin de las
presas de la galera a partir de 1788, favoreciendo la redencin por el trabajo e instalando una
enfermera en la crcel. En 1792 se hacen cargo tambin de la Inclusa producindose una
mejora importante en la institucin pues en el primer ao de su gestin van a descender a la
mitad las defunciones de los acogidos.
14
INTRODUCCIN
Las mujeres que tenan otros intereses culturales eran consideradas despectivamente
bachilleras,
formaban un grupo muy restringido entre las cuales se podria destacar a Josefa
Amar o a Isidra Quintana de Guzmn. que fije la primera mujer acadmica de la Lengua el
mrito de stas es proverbial teniendo en cuenta que ninguna mujer tena acceso a la
enseanza secundaria ni universitaria, su formacin depende fundamentalmente de las bien
surtidas bibliotecas familiares o de las que estaban a cargo de la sociedades economicas,
tambin en el campo de la traduccin destacan algunas mujeres.
bordados, y
por ltimo las escuelas de los hospicios fundadas por real orden en 1780, donde se ensear a
las nias las labores propias de su sexo junto a las primeras letras.
15
DNTRODUCCIW
femenmas Existe tambin un pequeo circulo ilustrado que quiere conciliarel humanismo
erasmista con la espiritualidad burguesa. y cuya idea de la religin va a estar prxima al
.
jansenismo francs, una representante de este exiguo circulo es la condesa de Trullas que
redact las conclusiones de la comisin moral que debati a fines de siglo los principios
morales y religiosos destinados a las mujeres, sus intenciones eran desterrar la beatera y las
prcticas ritualistas de piedad no sentidas 14
regiones como Galicia x la meseta. sern paos de escasa calidad y destinados al consumo
local.
muier en la historia de. Espaa: sidos XVI al XX Actas de las 11 Jornadas de Invesligacion interdsciplinar sobre la mujer,
LAM, Madrid 1984.
Ortega Lapa. M.: Siglo XVIIi~ La ilustracin en V.V.A.A: Historia de las Muieres en Espaa. Ed. Sintesis Madrid
1997. pag 394.
16
INTRODUCCIN
En las Reales Fbricas puestas en marcha por la Corona se emplear a 2ran nmero de
ttaba adoras. esnecialmente en la de paos de Brihue2a x en la de Segovia. aunque sola
reproducirse el reparto de funciones tradicional: el hombre tejia
las
limitaciones de la Historia de las Mujeres o las condiciones histricas generales del momento
en el que se centra el presente trabajo. las caractersticas mismas de este estudio obligan a
considerar cuales han sido las aportaciones x el estado actual de las investigaciones en un
mbito en el que se entrecruzan diferentes campos histricos y diversas perspectivas,
que
lugar por
excelencia de las relaciones afectivas, otros la ven como una institucin responsable de la
opresin del individuo, en la primera linea descrita se sitan autores que hacen historia de las
solidaridades
como Le Plav. Tocqueville o Durkheim. La segunda linea se centra en la idea del poder o
tirana de las familias, el aspecto coactivo de las relaciones familiares, x sera la lnea
17
INTRODUCCION
intentaremos sistematizaras: tenemos por un lado obras de alta divul2acin, como la Historia
de la familia que recoge aportaciones de diversos historiadores y suponen una historia social y
econmica de la familia entendida como lugar de produccin de bienes materiales
reproduccin
de
Itodriguez Sanchez. Angel : La famnna en la Edad Moderna Madrid. Arco Libros .1996
.
Aries - Philippe EJ nio y la vida familiar en el AntiQuo Re~inien Madrid Taurus. 1987
~
18
INTRODUCCIN
obra de Casey
20
21
270
Macfarlane28 aunque se centran en las particularidades del caso ingls. Stone 29relaciona el
liberalismo poltico con el individualismo que dara fin al carcter autoritario de la familia del
~Casev. James: Nistona de la familia. bspasa Calpe Madnd .1990
Frigo, Daniela II Dadre de fami~Iia Governo della casa e eovemo civile nella tradizione del economscatra cnaue e
seicento Roma Bulzon, 1985
21
22
Levi, Giovanni: La herencia inmaterial. La herencia de un exorcista Diamontes del si2lo XVII. Madrid. Nerea 1990
~ Kiapich. Chistianne : La fami2lia e le done nc1 Rinasciniento a Firenze. Roma Laterza 988
24 Davis Natalie : El reareso de Martin Guerre Barcelona .Antoni Bosch editores .1984
25 Scott, Joan , Tilly , Louisse A. : Wonen. Work. and lIje Faniillv . Nueva York. Methuen 1978
~ Anderson, Michael Auroximaciunes a a familia uccidenud . Madrid Siglo XXI, 988
27 Shortcr. Edward : Naisance de la farnille moderne. Paris. Seuj. 1985
19
DNTRODIICCIN
se
nxestiga el discurso del que participan tanto las leyes como los textos literarios o cientficos
de los que emanan las orientaciones tanto tericas como prcticas que tendran como fin la
disciplina de los individuos en la sociedad a travs de las familias.
Otro campo de estudio abierto recientemente es el de la vida pnvada. que dirigen Aris
y Duby
siguiendo la lnea de la
como un
espacio de vida social que es influido por la esfera poltica y por las leyes del Estado.
.
29
20
INTRODUCCIN
aristocracia instala sus residencias en la capital, al calor tambin de algn empleo cortesano,
Al tratarse al mismo tiempo de una ciudad que es foco de una intensa inmigracin, presenta
una composicin social extraordinariamente diversificada y donde prcticamente todos los
mveles estn representados. clases medias x populares, marginadosy delincuentes.
Para la historia de las mujeres se trata de un paisaje muy rico, pues esta amalgama de
grupos. permite encontrarlas en todos los lugares de la escala social, desempeando diferentes
21
INTRODUCCIN
tareas y mostrando diversas actitudes; tambin el cambio histrico se ercibe con ms claridad
en las ciudades
algo parece cambiar tambin para las mujeres: en los salones nobles
aparecen las activas damas de la ilustracin madrilea, mientras en los barrios populares las
majas hacen gala de casticismo y despejo. Tambin ser en Madrid. la capital del reino, uno
de los primeros lugares donde antes prendern las nuevas ideas venidas del exterior sobre la
sociedad, las nuevas costumbres, las modas, surgen as en las tertulias, controversias sobre el
comportamiento de las mujeres, y en el mundo de la letra impresa estos temas darn lugar a
vivas polmicas, donde escritores, periodistas y toda clase pensadores dejarn oir su opinin.
encuadrada en la Real Sociedad Matritense de Amigos del Pas. En suma. Madrid presenta un
panorama rico
22
INTRODUCCIN
2.
OBJETiVOS Y METODOLOGA
presente a travs del estudio de las interpretaciones masculinas del matrimonio y de la mujer
La definicin de espacios, comportamientos. y cultura material est presente igualmente. Se
han querido aportar argumentos que cuestionen algunos conceptos dominantes para
cambiarlos, un ejemplo seria el caso de la dote, entendida durante cierto tiempo como una
costumbre favorable a las mujeres. mientras que las historiadoras actuales la han presentado
como una de las instituciones bsicas responsables del despojo econmico de las mujeres.34
ir
teniendo en cuenta que gran parte de los documentos utilizados estaban en relacin
La instauracion de la dore ha sido cemunmenre reconocida como un progreso de la condicion femenina, ahora bien un
trabajo sobre las consecuencias de la prctica del rgimen dotal pondria en evidencia otro aspecto de las cosas: tras el
aparente poder econmico que la mujer tendria por la dote se instalara un use tendente a despejarla por medio de
31
23
INTRODUCCIN
a travs de l, el econmico.
para lo que se utilizaron frentes biblioarflcas bsicamente pero tambin en todos los casos en
que era posible se contrastaba con otra realidad, la documental de los datos recogidos en los
archivos notariales. Otro de los marcos de referencia recogidos en la primera parte se refiere al
aspecto doctrinal,
24
INTRODUCCIN
25
INTRODUCCIN
26
INTRODUCCIN
siglo XVIII sin apenas cambios, el matrimonio eclesistico es el nico posible en la Espaa del
setecientos y se identifica por su mdisolubilidad y su carcter pblico, presenta diferencias con
una institucin prxima que son los esponsales, aunque en tomo a este compromiso exista
cierta confusin en cuanto a su frez-za legal, observndose en la legislacin y dictmenes
eclesisticos mayor tolerancia con respecto al matrimonio de menores sin consentimiento a lo
largo de toda la Edad Moderna. Los tribunales eclesisticos reciban una serie de denuncias
hechas por mujeres que antes eran registradas en los despachos notariales. Los esponsales,
como promesa de matrimonio no conducen directamente a ste, pero para contraer otro
primero hay que invalidar los compromisos contrados en ellos.
El matrimonio adems de ser una institucin juridica y religiosa tiene una fimcin
econmica importante como sistema de reproduccin econmica y de pervivencia de las
diferencias sociales, por este motivo resulta fundamental el conocimiento de los mecanismos
27
INTRODUCCIN
econmicos que estn detrs del matrimonio. tanto para conocer su valor como institucin
como para observar de manera ms detallada cual es el papel de las mujeres en este campo
Son dos las instituciones que regulan el matrimonio: el rgimen dotal
e] r2imen de
Dentro del sistema econmico matrimonial se distinguen las arras o donacin que hace
el novio a la novia y que acaban formando parte del conjunto dotal, y por otro lado la dote,
aquellas pertenencias en dinero o posesiones que son de la mujer. sus aportaciones al
matrimonio, pero cuya gestin perder legalmente durante el tiempo que dure el matrimonio,
al estar baio el control econmico del esposo. pertenecindole a ste tambin los usufructos.
Para las mujeres era importante poseer un documento que acreditase la entrega a sus
maridos de la dote, por eso se hacen denuncias cuando no se han entregado y constituyen los
documentos de reclamacin de dote de los cuales se analizan aI~unos en este apartado.
28
INTRODUCCION
de esta manera es posible observar qu elementos de riqueza equiparan a los novios. Las
capitulaciones y las escrituras de capital permiten conocer con detalle el ajuar masculino.
achacndola al hecho de haberle sido vedada la educacin. destacarn en esta polmica los
principales representantes de la ilustracin espaola como defensores de la educacin de las
29
INTRODUCCIIW
La segunda parte de esta tesis est a su vez dividida en dos captulos que quieren traer
a primer pano la situacin de dos arupos: las mujeres casadas y las viudas, con la finalidad de
conoceren lo nosible cmo viven el matrimonio unas o su vida tras l las otras, para el estudio
de cada grupo se han seguido variantes metodolaicas en la investigacin que se justifican en
cuanto al mximo aprovechamiento de los documentos depositados en los despachos
notariales.
30
INTRODIJCCWN
tener en cuenta para incluir aquellas variantes que provengan del mantenimiento o evolucin
de actitudes sociales, de mentalidades o en cualquier otro campo y para ello se ha querido
repartir las aproximadamente cuarenta cartas de dote analizadas en dcadas sucesivas.
Antes de nada importa conocer el tipo de documento que nos va a servir de soporte en
e] que aparecern las informaciones individuales: las cartas de dote presentan una frmula
documental dividida en diferentes apartados. donde se muestra la ideologa religiosa de la
poca. la forma de matrimonio establecida jurdicamente, las cantidades que se ofrecen en
concepto de dote
mayores cantidades en ambos casos, el estudio econmico de los bienes rezistrados en las
cartas de dote marcan la procedencia social de las novias y la funcin de la dote dentro del
mecanismo de sucesin como adelanto de la legtima, en general se puede hablar de una
equiparacin econmica de las familias que se enlazan, otro aspecto a resaltar es que las
cantidades dotales aportadas por la mujer pueden beneficiar notablemente al consorte
proporcionndole una mejora profesional (tienda) o un ascenso social (merced de hbito). Se
establecen cuatro categoras de riqueza. y se puede comprobar las claras diferencias entre las
dotes ms pobres que integran apenas enseres, las novias nobles muestran diferentes
propiedades inmobiliarias. acciones. joyas y abundante y rico vestuario, no obstante en la
31
INTRODUCCIN
valoracin econmica de todas las dotes se observa poca importancia del capitulo de dinero
liquido, no es excesivo el del valor de los enseres para el hogar
la existencia de un cierto
nmero de dotes en las que se incluyen las llamadas nrebendas o donaciones por orfandad.
Entre los aspectos demogrficos encontramos una serie de datos extrados del estudio
de. las diferentes cartas de dote: no es posible fijar la edad nupciaL aunque se ha intentado una
aproximacin de manera indirecta a partir de la supervivencia o no de los padres de los
contrayentes, un fenmeno claramente reflejado es la existencia de una fuerte corriente
migratoria en la ciudad de Madrid- en tomo a este punto se observa que adems hombres
El estudio de los aspectos socioestanientales a partir de las cartas de dote nos revela en
primer lugar que las mujeres van a estar ligadas a la profesin del marido, y que hay que hablar
de la existencia de estamentos cerrados. que a final de siglo el decreto de desenvilecimiento de
oficios mecnicos apenas va a alterar. Dentro de la diferente jerarquizacin de la nobleza, en la
ciudad de Madrid y concretamente entre las cartas de dote consultadas. la ms abundante es
una media y baja nobleza ligada al sector burocrtico x cortesano, un hecho tambin conocido
es el endeudamiento de ciertas casas nobles. Para estudiar al grupo de los hidalgos hemos
tomado en los diferentes casos en los que no constan como titulados el tratamiento de Don
32
L/VTRODUCCION
que en principio seria privativo de este estamento. Con relacin a este 2runo se hace notar la
existencia de dotes ms cuantiosas pertenecientes a mujeres hidalgas en la segunda mitad de]
siglo, tambin se observa el aumento de matrimonios entre hidalgos y plebeyos en la semmda
mitad del siglo aunque con un carcter muy mrnoritano
Las mujeres son dotadas por su padre en la mayora de los casos pero tambin
aparecen muchos casos de mujeres que se dotan a s mismas. A partir de las cartas dotales han
podido caracterizarse diferentes grupos socioestanientales. y el tipo de beneficios dotales que
aparecen son coherentes con la situacin social de una nobleza media fncionarial que
abarcara cargos que iran desde la secretaria de Estado a las corregidurias.
en este contexto
tenemos dotes que incluyen hbitos de caballero para el marido, o raciones diarias de SM.
para la novia, entre los familiares mencionados pueden aparecer diferentes miembros de la
nobleza cortesana. Un grupo representado en las dotes es el constituido por la burguesa
comercial, en Madrid este sector era pujante y disfrutaba de una elevada demanda y un activo
mercado sobre todo en el sector de artculos de lujo. Se dan en este grupo enlaces
econmicamente ventajosos para los fUturos maridos, como el de algn comerciante con la
hija del duefo de] comercio,
prebendas. Las clases populares estn representadas por las dotes de aquellas mujeres que se
casan con trabajadores del mundo del abastecimiento urbano como el caso de un aguador o
que pertenecen ellas mismas al servicio domstico, este sector laboral femenino est en plena
expansin y desarrollo y presenta una gran jerarquizacin. Un tipo de dotes muy caracteristicas
son aquellas que presentan las ayudas econmicas que dan a las mujeres que se casan
asociaciones como gremios
prebendas en la segunda mitad de siglo son muy abundantes estas ayudas y se encuentran
,
33
INTRODUCCIN
muchas cartas de dote en las que slo aparece reflejada la prebenda concedida por el gremio o
institucin y ninguna otra informacin ms.
son ms altos los valores de las dotes otorgadas en la segunda mitad del siglo, la ms alta de
las cuales, en este periodo corresponde igualmente a una noble.
Un elemento importante, hasta ahora no demasiado estudiado es el que tiene que ver
con el ajuar femenino, desde el estudio de la cultura material
un asunto importante que desde Felipe V existen pragmticas reales interviniendo en las
costumbres indumentarias de sus sbditos. el traje de las mujeres tiene una simbologia
34
INTRODUCCIN
determinada, y en esta poca las moda se muestra ms atrevida desde el punto de destacar
aspectos sexuales. de colorido y adorno.
Junto a los vestidos aparecen otro tipo de objetos que sirven para amueblar la casa y
que forman parte tambin del conjunto dotal, con respecto a los muebles y dems enseres
domsticos, se puede decir que slo en algunos casos aparecen bien pertrechadas las cocinas.
pues este capitulo es escaso en general, los muebles aportados por las novias sern
bsicamente la cama
cienos casos se observa tambin la transicin entre las costumbres mobiliarias tradicionales
espaolas: estrado, silln frailuno a los nuevas butacas tapizadas de inspiracin francesa. El
adorno de las paredes incluye con frecuencia una abundante iconografla religiosa. De manera
que podemos distixwuir tres tipos de ajuar: el ajuar urbano. con diferencias segn la capacidad
econmica de las novias, en el que prima e! valor de los vestidos, un ajuar rural con otro tipo
de componentes, mientras que otro modelo de ajuar est constituido por el de las casadas en
se2undas nupcias.
El inters que presenta el estudio del grupo de mujeres viudas en el Madrid del XVIII
parte de distintos factores: el diferente planteamiento que les otorga la legislacin. y el intentar
conocer las variables que en cuanto a actitudes mentales y materiales presentan estas mujeres.
Se ha situado dentro del panorama socio-estamental que marca esta sociedad urbana, por este
motivo se han distinauido diferentes grupos: las viudas nobles, las viudas de fUncionarios de la
alta administracin, las viudas de comerciantes y las de clases populares
35
INTRODUCCIN
Las fuentes utilizadas han sido en este grupo ms variadas como los documentos de
cesin. de formacin de coxnpaflia comercial. contratos de aprendizaje o declaraciones de
pobreza. neto siguen siendo fundamentales los testamentos y las cartas de dote. Para ubicaras
socialmente se hace preciso usar referencias respecto al esposo. excepto en el caso de las
nobles, pues el gran nmero de testamentos que aparecen en los protocolos con la referencia
viuda, solamente proporcionaba informaciones relacionadas con las actitudes ante la muerte.
Otra de las dificultades de las fuentes es el hecho de aue las informaciones descienden en
nmero cuando nos aproximamos a las canas ms bajas de la poblacin.
Los documentos ms numerosos formalizados por viudas son poderes para pleitos y
cartas de pago, lo que nos habla de su recuperada actividad econmica y le~l en relacin con
las casadas pero los ms ricos en informacin son los testamentos.
36
INTRODUCCIV
El estudio sectorial de las mujeres viudas comienza por las viudas nobles, pasando
revista a la situacin general de la nobleza en este momento, situando documentos de mujeres
de este grupo que desde variadas posiciones coinciden en presentar una semejante posicin
privilegiada, an a pesar de que en ciertos casos son patentes las dificultades econmicas, una
capacidad de gestin del patrimonio, el poder domstico en el gobierno de criados. Los
testamentos muestran cmo desde el punto de vista econmico sus posesiones se centran en
joyas valiosas, su nivel cultural se muestra en la redaccin de codicilos autgrafos. Aunque
cada caso es diferente, la situacin econmica y de estatus permite su desenvolvimiento y no
manifiestan ms que en ciertos casos su pesadumbre por las dificultades econmicas,
ocasionalmente por la desaparicin del compaero afectivo o por la no aplicacin de ciertas
leyes que beneficiaran su situacin, la preocupacin por los hijos es manifiesta cuando
existen
El grupo de viudas de altos funcionarios se centra sobre todo en los miembros de los
Consejos, se caracterizan por ser mujeres de un grupo muy prximo o perteneciente a la
nobleza que pueden haber constituido en ocasiones un buen apoyo para sus maridos por estar
bien relacionadas en la Corte,
37
INTRODUCCION
provinciana al igual que sus maridos. Como bases econmicas presentan la dote. propiedades
urbanas. propiedades rsticas. rentas financieras, pensiones de viudedad. joyas.
bienes
vinculados en el caso de las nobles. Los testamentos nos muestran una vida domstica en la
que se convive con alguna hija soltera o con criados, la mayoria del grupo estudiado carece de
hijos, o tiene un nmero reducido, probablemente a causa de un matrimonio tardo o de
conveniencia, presentan relaciones a travs de familiares prximos con el estamento militar
eclesistico.
El ltimo escaln que llamamos de las viudas pobres est conformado por aquellas
mujeres pertenecientes a las clases populares
srnnificaba el fin de una precaria fuente de subsistencia, el comportamiento de este grupo debe
relacionarse con la estructura social de Madrid ciudad preindustrial de gran inmigracin y el
38
INTRODUCCION
hecho de que un cieno sector de las clases populares se encuentre en el limite del pauperismo.
La situacin de pobreza e indefensin de estas mujeres conduce a la peticin de socorros a
determinadas instituciones o dentro de la mar~inalidad ubicarse en el mundo de la
delincuencia: mendicidad y prostitucin. Aun as para el estudio de este grupo las principales
dificultades radican en el hecho de que los documentos notariales referidos a estos grupos son
muy escasos
39
INTRODUCCIN
3.
LAS FUENTES
aportada
Compostela
en
Santiago de
36
Con respecto a estas frentes, y pese a sus enormes posibilidades, uno de sus mejores
conocedores, el profesor Eiras Roel recomienda que siempre que sea posible, stas puedan
cruzarse con otras fuentes de origen diferente a fin de obtener mayor fiabilidad, as como
ciertas medidas precautorias en cuanto a posibles distorsiones debido a la mentalidad notarial
o la literalidad del texto, pero concluyendo que, al fin la fuente ha de considerarse de manera
solitaria cuando es nicay cruzada cuando puede ser emparejada.
~ Capel, Rosa Mt Les protocolos notariales en la historia de las mujeres en la Espaa del Antiguo l~gim~9 en IV
Jornadas de lnvesfl2acon lnterdscrnlmana Ordenamiento .uridzco y realidad social de las muieres U A Ni Madrid
1986.Pag 169
~ Vogier.B. (ed):Les actes notans sonree de l%store Sociale xvi-xix secles. Strasbourg. Isfl 1979
Con2reso de Metodoloeia Histrica Anlicada. Las fuentes notariales.Santiago de Compostela. 1984.
AunLU
Liras Roel, A:La metodologia de la investigacin histrica sobre documentacin notarial: para un estado de la
cuestion introduccin general en Actas del II cen~reso de Metodoloda Histnca aulicada Las fuentes notariales
Santiago de Compostela. 1954. pag 29
40
INTRODUCCIN
Los archivos de protocolos estn formados por las escrituras que los depositados de la
fe pblica han autonzado a travs dc los tiempos, su constitucin como tales depsitos ha
estado jalonada por una sene de disposiciones que hicieron posible su definitivo
establecimiento Tan antigua como la propia institucin notarial resulta la obligacin de
protocolizar, pues era deber del escribano extender en un documento la constancia de los actos
que autorizaba
Los autores materiales de toda esta masa documental son los escribanos, que tuvieron
las funciones propias de los actuales notarios, dentro de ellos, los ms comunes son los de
nmero: titulares que sirven un oficio, de los que integran la plantilla de una ciudad o villa,
41
INTRODUCCIN
segn designio real. Para ser escribano pblico se exigen varias pruebas, no slo relativas a la
preparacin y formacin en la profesin sino en cuanto a capacidad y honradez.
42
INTRODUCCIN
Cultura, con unos fondos de 38.000 tomos, este almacn documental abri sus puertas al
pblico en 1933 bajo su nombre actual. Carlos III cre en Madrid en 1765 e] Archivo de
Escrituras Pblicas, cuyos fondos surtieron el actual Archivo de Protocolos.
jo
20
llegamos a conocer los datos personales de los autores de las diversas acciones legalizadas ante
notario. La otorgacin pueden llevarla a cabo:
43
INTRODUCCIN
Yo Doa Anastasia
Hay que tener en cuenta que siempre, el otorgamiento por parte de la mujer casada
implica el consentimiento marital, lo mismo si acta ella sola que cuando aparece como
persona conjunta con su marido.
30
Digo que por cuanto Antonio Carbajal mi ho lexitimo y del expresado mi marido se
halla en la villa y corte de madrid, en el ejercicio de cofrero en donde tomo estado de
matrimonio, me manaiesta que quiere hacer y otorgar su testamento y disponer los
bienes que le tocasen y nombrar por su heredera a la dicha su mujer...39
40 El dispositivo; es la parte ms extensa y a continuacin se sitan las frmulas finales
destinadas a desembarazar el documento de todo lo que pueda entorpecer su ejecucin, y
asegurar la misma
50
~~fip~j
lugar donde fue redactadala escritura, con la expresin del da, mes y ao:
39A.H.P. r
17.103.
682
44
INTRODUCCIN
lo otorg en la villa de Madrid a veinte y undias del mes de Julio de mil setecientos y
cuarentay uno...
45
INTRODUCCIN
El otorgamiento se efecta no slo con miras a los bienes terrenales sino tambin a la
salvacin del alma. Es normal antes de comenzar con las disposiciones materiales, tratar lo
46
INTRODUCCiN
relativo al entierro y sufragios por el bien de su alma, que ocupa una buena parte del
documento, prolijamente detallados, por ejemplo las diferentes capillas de las distintas
parroquias donde han de decirse las misas junto a un sinfin de circunstancias.
Casi siempre se incluye la peticin de que en el caso de que se encuentre una memoria
escrita y firmada por el otorgante, se protocolice y se considere parte del testamento. En
algunos testamentos de mujeres viudas se encuentra la peticin de que slo se considere la
memoria como vlida si se menciona en ella una especie de frase clave, esta precaucin le
servira para esquivarpresiones familiares en la redaccin de su testamento.
47
INTRODUCCIN
Cartas de dote. Puede considerarse una variante de las cartas de pago, la intitulacin es
muy rica porque aglutina los datos personales del otorgante, ms los de sus padres, y por otra
los que hacen referencia a la novia y sus progenitores. el registro de la dote viene dado
atendiendo a los bienes que la componen divididos en metlico y el resto de objetos. En el
capitulo dedicado a las mujeres casadas se hace una completa diseccin de este tipo de
documentos.
notariales es su
fiabilidad: exponen un hecho real que se puede tomar por fidedigno. Las escrituras de
protocolos son el reflejo real de todas las actividades de la vida, en sus relaciones econmicas,
sociales, legales entre los individuos y los grupos. En este carcterde huella real radica su gran
inters y utslidad como fuente histrica. Todos los sectores y niveles de la sociedad estn ellas
representados, aunque obviamente en una frecuencia proporcional a su peso econmico, slo
los ms humildes, los niveles ms nfimos del cuerpo social, vagabundos, marginados, escapan
al registro de las escrituras protocolizadas.
48
INTRODUCCIN
los notarios en los asuntos registrados. No se observa tampoco una preferencia de clases
sociales en la eleccin de escribanos, toda la escala social puede hallarse presente en cada
registro, esto va unido a la especial estructura socio-urbana del Madrid del XVIII que no
estableca una diferenciacin social marcada en cada barrio, como pudo suceder tras la
configuracin urbana postindustrial. El hecho es que no se puede utilizar como gula la
investigacin sobre determinado escribano cuyo oficio est enclavado en cierta zona que haga
pensar que sus clientes pertenecen a un estrato social determinado. Otras dificultades son el
exceso de fonnulismos y en general una ausencia de datos sobre las profesiones de los
otorgantes (especialmente en este siglo) que slo aparecen cuando el documento tiene que ver
con una actividad econmica directamente desempeada como los documentos de gremios o
cuando tienen que ver con oficios relacionados con la Casa Real. La ltima dificultad pero sta
insalvable, tiene que ver con la veracidad del documento, es decir el inters que pueda tener el
otorgante en distorsionar la verdad de lo que recoge el notario, este seria el caso de las falsas
declaraciones de pobreza.
Cada protocolo
agrupa todos los documentos de que dio fe un escribano a lo largo de un ao, a veces algn
tiempo ms y slo una parte de estos dispone de un indice con el listado de documentos que
contiene, estos se depositan conforme van pasando los clientes por el oficio, de forma que la
nica clasificacin que presentan es por notarios y por aos.
49
INTRODUCCIN
Frente a toda esta masa documental el propsito es hacer una caa a lo largo de toda la
centuria, pero sobre todo teniendo en cuenta la composicin socioestamental, ya que la
diferencia de posicin puede suponer enormes distancias en las experiencias vitales de las
mujeres, aunque aparentemente compartan restricciones legales generales. Con el fin de
configurar documentalmente las huellas de las actividades femeninas se han revisado gran
cantidad de documentos, analizndose con detenniento un nmero significativo de ellos, que
podemos cifrar en tomo a los ciento sesenta, los ms utilizados por contener ms informacin,
o ms vanada han sido los testamentos y las cartas de dote, de cada una de estas clases se han
analizado cincuenta de cadatipo, recogidos a lo largo del siglo, en los modelos testamentarios
no se observan grandes variaciones las disposiciones son personales y en los aspectos
relacionados con actitudes ante la muerte aparecen mas notas de continuidad. En el caso de
las cartas de dote cuya variabilidad se ha intentado seguir dcada a dcada, en documentos
recogidos con un mismo mtodo se observan diferencias econmicas y sociales en la segunda
mitad de siglo con respecto a la primera, como es un notable aumento de las cantidades
dotales, la difusin de las ayudas a novias hurfanas o cierto aumento de la movilidad social en
el sentido de ms enlaces entre el estamento privilegiado y el comn. La utilizacin de tipos
variados de documentos ha permitido aportar las informaciones sobre la situacin de las
mujeres que era preciso tratar en cada punto, y con este fin aunque se han revisado muchas
ms, se han utilizado las ms adecuadas o ms significativas.
El trabajo con las frentes bibliogrficas del siglo XVIII, se ha dirigido a dos tipos de
obras, por un lado las de contenido literario, especialmente las de autores teatrales y escritores
costumbristas, donde podan encontrarse quiz ms rasgos descriptivos de la realidad, y en otro
50
INTRODUCCIN
sentido las ensayisticas o doctrinales tanto en su vertiente tradicional como aquella otra que
proviene de la corriente ilustrada.
Las obras que entran dentro de la corriente ilustrada, cambian sin duda la direccin del
anlisis de la situacin de las mujeres, al prescindir de la fundamentacin eclesistica y
51
iNTRODUCCIN
atenerse a los criterios de lo deseable en cuanto a la organizacin social. Se han seguido las
principales lineas de pensamiento que, tanto desde la ilustracin europea, como en las obras de
los autores espaoles han aportado los nuevos enfoques, y que fundamentalmente
racionalizarn el discurso sobre el matrimonio e incidirn en la importancia de la educacin
femenina. An as se encuentra tambin dentro de los ilustrados alguna argumentacin que
recalcara la importancia del aspecto biolgico y la fhcultad de la reproduccin en las mujeres,
como detenninantes de su destino. Dentro de los ilustrados espaoles destacarn entre otros,
por su forma de abordar el problema de las mujeres el padre Feijoo y II? Josefa Amar y
Borbn.
Se suele repetir que la produccin literaria de este siglo obedece en su mayor parte a
un afn didctico, y aunque en trminos generales resulta ser as, hemos podido detenemos en
dos autores que nos aportan dos visiones muy vivas y complementarias de las actitudes de la
sociedad madrilea del setecientos: Leandro Fernndez de Moratin (1760-1828) presenta en
los temas de sus obras bsicamente, la necesidad de igualdad en la edad de los cnyuges (El s
de las nias), y la crtica a la antigua educacin de las jvenes que las hacia hipcritas y
temerosas ante sus padres, (El viejo y la nia). Don Ramn de la Cruz es uno de los autores
teatrales ms interesantes, con una produccin de tragedias neoclsicas adems de ms
trescientos sainetes, en estas pequeas piezas, en las que la accin se desarrolla con rapidez y
sencillez, se olvida de los prejuicios doctrinarios que defienden los autores neoclsicos y
recrea el Madrid de la poca en trminos ms humanos que estticos, llevado de su pretensin
de retratar a los hombres, sus palabras, sus acciones y sus costumbres..., an admitiendo
Lastres guias de casados son Melo, F.M.: Carta de Quia de casados. Madrid 1724. Helati, F. Rgimen de casados y
las obligaciones de un marido cristiano con su mujer Albuichec, P. Consideraciones nollcas sobre la conducta ane debe
52
INTRODUCCIN
que puede adolecer de una falta de profundidad y de poca individualizacin en sus personajes,
las instantneas que nos ofrece resultan muy tiles.
53
PRIMERA PARTE:
LA INSTITUCIN MATRIMONIAL
CAPTULO 1
FAMILIA Y MATRIMONIO
EN EL SIGLO XXIII
CAPTULO
1.
42~
diferencias entre el modelo de familia occidental que ha sido estudiado por la demografia
histrica para Francia e Inglaterra y el caso espaol, tal como veremos ms adelante.
La familia espaola presenta ciertas peculiaridades con respecto a la europea como son:
mayor precocidad en la edad nupcial de la mujer, la presencia de amplios intervalos intergensicos que pueden alcanzar hasta los 32 meses y una ms elevada tasa de mortalidad infantil
junto a una amplia ilegitimidad.
42Lebrun y Burguiete: Las mil ~ una familias de Europa en VV.AA.: Historia de la Familia Alianza Editonal Madrid
1988. pag 22
56
CAPITULO
Los perodos intergenesicos de las espaolas son mas largos (32-33 meses) comparados
con los (22 meses) de la Bretaa francesa. La b~a natalidad del caso espaol no est determinada
por una edad tarda de acceso al matrimonio tal como sostienen ciertos demgrafos para el
modelo europeo de Francia e Inglaterra, vindose en este fenmeno el principal medio de control
de la natalidad en el Antiguo Rgimen, a la 14a natalidad de nuestro caso se aade una altsima
mortalidad infantil, que alcanza en algunos lugares de la pennsula el 300 por 1000 en el siglo
XVm.
frecuente ruptura de las uniones matrimoniales, siendo experiencias habituales la viudez y las
segundas nupcias, con una media que alcanza a uno de cada cuatro matrimonios.
57
CAPITULO
La familia por estas causas se presenta como una clula mucho menos estable:
fallecimiento de los nios, y ruptura de la pareja por muerte del padre o de la madre, las parejas
matrimoniales se forman y se vuelven a formar, la infancia no existe y la frecuencia de la
mortalidad infantil provoca una cierta insensibilizacin en los padres incluso ciertas prcticas
encubiertas de infanticidio durante el Antiguo Rgimen t
Estas pautas demogrficas europeas pueden ser aplicadas al caso espaol, nicamente las
variaciones que dependen de las crisis modifican este esquema general, producindose una
caida de los matrimonios o una progresin de la nupcialidad cuando las dificultadas se van superando. Sin dejar de considerar que dentro de la Edad Moderna en trminos generales, los siglos
XVI y XVIII son de coyunturanatalista, mientras el XVII lo es de estancamiento demogrfico. El
nmero de componentes de la familia seria corto, barajndose una cifra de cuatro, como nmero
medio de personas por hogar o fuego en Espaa t
43As ,Philippe.: EJ nio va vida familiar en eJ Anti2uo Re21n~p Taums 1987, pag. 19.
,
Qarcia Crcel ,R: Pautas de conducta de la familia espaola en Rev.H,storia 16 n0 57. ao vi, pag. 49.
58
CAPITULO!
Otros ejemplos a partir de los datos de 1787 serian los de Soria con la quinta parte de la poblacin de Madrid y ima
estructura por edad/saoms convencional y can notables efectivos infantiles, en Barcelona, tambin ciudad de inmigracin sc
da una disminucin de las cohortes infantiles pero se acusa menos que en Madrid. Ringrose, D.K Mzdnd y ~ eccnomia
espaola. 1560-1850. Madrid 1985. Pags6l-62.
59
CAPITULO 1
del
aparentemente bueno para hombres, mujeres y nios. Pero lo cierto es que los discursos de
moralistas y filsofos sobre el amor estaban muy lejos de romper las relaciones jerrquicas entre
47
hombres y mujeres
La tesis mantenida por los historiadores de la familiaes que durante el Antiguo Rgimen
el grupo familiar se construye por intereses materiales, exceptuando a los campesinos europeos
de clase humilde (tal como apuntan los historiadores de la cultura popular) pero lo que no se
puede sostener es que el nuevo discurso amoroso que se difunde en los siglos XVIII y X]X est
exento de las razones y necesidades materiales y sociales que afectan al grupo al que el individuo
6StoneL.Familia. sexovmammonioen InQatena ISQO-ISQO. ed. FCE, Mexico, 1989.
~ Morant 1.: Familia, amor y matrimonio. Un ensayo sobre histonografia en Los estudios sobre la muier: de la
rnvestiQacin a la docencia. Actas de las VIII jornadas de mvestigacin interdiscipimaria UAM, 1991, pag. 573.
60
CAPITULO!
pertenece. Este nuevo discurso se basa en un ideal que se entiende como razonable, adecuado y
Paralelamente en el momento en que se est dando este cambio: el paso de la familia del
Antiguo Rgimen a la familia sentimental, las mujeres estaban viendo reducirse sus espacios
sociales en favor de una funcin centrada en la frnilia, de hecho este discurso amoroso aparece
como un falso cambio, pues los comportamientos amorosos seguan siendo diferentes para
hombres y mujeres, asimtricos, y favorecan la permanencia de las jerarquias establecidas.
Incluso a finales del siglo XVIII la filosofla ilustrada era ambigua con las mujeres pues aunque
se las defiende en parte, y se pretende dignificaras, no dejan de ser comnmente consideradas
objetos bellos u hombres incompletos que reciben reconocimiento slo si su virtud no se aparta
61
CAPITULO
lo comn bajo la primacia del inters econmico y slo muy secundariamente como un asunto
sentimental, de manera que el matrimonio ptimo para la poca podra presentar ms las
condiciones de una buena amistad que las puramente amorosas. Como el orden social se percibe
como prcticamente inmutable, los sujetos slo tienen acceso a elevarse dentro de su propia
condicin y as la bsqueda por los padres del partido ms ventajoso es la guja que determina la
eleccin de pareja, en la que se suele respetar tambin la norma de la homogamia
socioprofesional. En las clases bajas por el contrario se reconoce una mayor iniciativa a los
jvenes en la eleccin de pareja, aunque siempre la ltima palabra la dicen los padres.
La familia del siglo XVIII es una familia bsicamente conyugal que pudo ser extensa,
pero en la Edad Moderna, con el reforzamiento del Estado, se reduce, al poder prescindir los
grupos familiares de la proteccin suplementaria que ofreca la cohesin del linaje. La familia
62
CAPITULO
burguesa desarrollar fielmente este modelo, el de la familia conyugal: la pareja con sus hijos,
aunque pueden encontrarse otros grupos convivenciales
Las mujeres, en esta unidad de produccin y consumo que resulta ser la familia,
desempean en las clases populares las tareas bsicas de abastecimiento del grupo familiar:
alunentarse, calentarse, vestirse, crianza de los hijos tras el alumbramiento. El trabajo de la
mujer campesma resulta fundamental en el huerto y en la cnanza de animales, otros trabajos
femeninos en el medio rural y en las faenas agrcolas sern en muchas regiones el aporte de agua
y lea. En los medios urbanos, en el taller o la tienda se cuenta con la aportacin laboral de la
esposa del maestro agremiado que adems se ocupa de proporcionar los alimentos y el techo que
constituyen la remuneracin de los aprendices. La mujer popular aporta a] matrimonio una
capacidad de trabajo que resulta ser uno de los motivos de asociacin principal: la necesidad de
reunir a dos personas para la gestin de la casa y la explotacin agrcola o artesana. Como
resultado de esta divisin del trabajo hay tambin una separacin o reparto de espacios, la casa es
el espacio de la mujer, aunque en el campo esta delimitacin de espacios no ser tan radical. Las
mujeres de las lites urbanas disfrutan de los pnvilegios econmicos y sociales propios de su
estamento pero tambin padecen un mayor grado de confinamiento domstico que las de las
clases populares. Solamente avanzado el siglo XVIII los sectores cortesanos difunden ciertos
comportamientos entre las lites que penniten una superficial libertad de las esposas en cuanto a
salidas y visitas.
~ Las otras categorias de situaciones de convivencia serian:1.-los solitarios, viudos y dudas sin hijos ysolteras. 2.-el grupo
sin estructura familiar, personas que viven juntas sean parientes o no, por ejemplo dos hermanos solteros. 3.-las familias
largas, es decir la familia conwgal aumentada por otros miembros, en sentido ascendente como los abuelas, descendente, como
los nietos o colateral como hermanos o primos4-mezclas mltiples con un nudo principal y otro secundario como mx hijo
casado, su mujer y sus hijos.
63
CAPITULO
Pero al margen de una legislacin que agrava la subordinacin de las mujeres, la realidad
es mucho ms variada y ciertas mujeres tienen determinados grados de poder o autoridad: desde
las reinas y las grandes damas que dirigen la vida de los salones hasta la figura de la madre de
familia y su importancia en la vida campesina o la capacidad de accin que demuestran ciertas
viudas, desmienten en la misma poca la pretendida incapacidad natural femenina.
En el modelo cultural del Antiguo Rgimen la norma del comportamiento sexual est
determinada por los imperativos morales de orden religioso; la doctrina catlica desde San Pablo
a San Agustn considera superior la castidad y el celibato consagrado. E! placer sexual se
considera intrnsecamente nocivo y es slo tolerable con vistas a la procreacin en el seno del
matrimonio, pues aunque elevado a la dignidad de sacramento, el matrimonio siempre fue
considerado por la Iglesia, esencialmente como un remedio paia la fornicacin, y su fin primero
ser la procreacin, vindose la felicidad y la santificacin de los esposos como fines
secundarios. De aqu se deriva que todo acto sexual fuera del matrimonio es un pecado mortal,
como tambin lo es un acto matrimonial que no tenga como fin la procreacin.49
~ San Jeromino considera a un mando adltero si anis demasiado ardientemente a su mujer, aunque el dominico Pedro de
Soto (1495-1563) admite a linutacion de nacimientos por el rechazo al deber conyugal cuando los esposos no pueden
alimentar ins hijos, justifica en De sancto matrinionil sacramento el acto conyugal en si mismo, a condicin de que no se haga
nada por evitar la concepcin. Otras imposiciones procedentes del mundo eclesistico son las que tienen lugar en determinadas
64
CAPITULO
amorosa, la bsqueda del placer por si mismo y la no fecundidad por el recurso a las prcticas
anticonceptivas, pero vedado a las mujeres por diferentes motivos: la condena social y moral de
las madres solteras y los peligros de las prcticas abortivas. Las casadas de clase alta tenan mas
posibilidades de disimular una vida licenciosa debido a que durante el setecientos en estos
circulos sociales las modas imponen a los maridos una mayor tolerancia con las amistades y
relaciones de las esposas (chichisbeo o cortejo).
Con respecto al control de la natalidad, una creencia extendida durante el XVIII es que
las mujeres que amamantan muy raramente quedan encintas, esta esterilidad temporal est
reforzada por la existencia de un tab sexual que impone la castidad a las madres lactantes
debido a los riesgos que hallan los mdicos, la prctica de la lactancia materna es normal en las
zonas rurales sin embargo, en las ciudades lo habitual era utilizar una nodriza. En el Madrid del
siglo XVIII la lactancia es una actividad asalariada que haba generado un mercado de nodrizas
en el que coexistian diferentes modalidades de esta actividad, hasta que a finales de siglo
comenz una cruzada mdica contra esta forma de lactancia
clases supenores comienzan a interesase por la infancia de sus hijos ~~. Pero los peligros de la
primera y segunda infancia se siguen cifrando sobre todo en una altsima mortalidad.
50
Sarasua
C.:
1868. Madrid.
~ Aris
Cnados.nodrizas y amos El servco domstico en la formacin del mercado de trabato madrileo. 175%
1994, p. 139.
65
CAPITULO
4.
relacionados con otros cambios globales que afectan a la sociedad, conviene observar qu
direccin llevan esos cambios y en que medida afectan a las mujeres: Por un lado tenemos a la
familia compleja o extensa, campesina generalmente, que se sostiene con el trabajo comn en los
campos o talleres de parientes, vecinos y criados que a menudo comparten el mismo techo, una
comunidad fisica que permite a parientes y vecinos conocer y juzgar los comportamientos de los
otros como ocurre con los expresiones de control social como el chaxivaxi 52~ En esta sociedad las
necesidades de supervivencia conducen a una norma matrimonial rgida, siendo la creacin de
una familia un asunto clave y necesaria la reproduccin con el fin de prevenir la vejez,
incluyendo la utilizacin como mano de obra de los hijos.
El nuevo modelo familiar de las lites urbanas es distinto: intimidad, privacidad, muros,
puertas que separan la mirada del exterior. Se supone que esto indica mayor libertad de
pensamiento y de accin de la familia, pero la autoridad segua siendo la paterna reforzada por la
legislacin. Los tratados morales se preocupan de la privacidad familiar, la salud de los nifios y la
atencin a su formacin. Pero hay que concluir que la familia no es un asunto privado, lo que
ocurre es que se dan cambios en la forma de intervencin. El ncleo familiar va a estar oculto a
miradas ajenas, pero recibe claramente influencias externas, el caben de familia es ahora ms
66
CAPTULO
~.
En la sociedad campesina del Antiguo Rgimen exista una cohesin ente familia y
produccin, en este contexto las mujeres eran un elemento ms de esa produccin, de manera
que los historiadores de las mentalidades relacionan ese protagonismo en la vida econmica con
el protagonismo social, resultando un hecho comprobable que en la cultura popular hasta el siglo
XVIII, se mantienen los poderes y los saberes de las mujeres campesinas, que slo se perdern
con los cambios econmicos que van a separar a la familia del lugar de produccin, de la granja o
del taller familiar, junto a esto, el espacio familiar va perdiendo parte de sus mltiples funciones,
redefinindose y precisndose en sus funciones reproductoras que corresponden exclusivamente
a la mujer.
Para las mujeres en este nuevo modelo familiar, la privacidad domstica se acaba
convirtiendo en su ms valioso espacio mientras que para los hombres ste ser slo un valor
deseable, un espacio que ahora los varones apreciaban y disfrutaban, ellos compartan el
privilegio femenino pero sin compartir los mismos esfuerzos y conservando los otros espacios
realmente significativos: los espacios sociales, los espacios de poder y posterionnente los
derechos polticos de los nuevos ciudadanos.
Kelly J. Tuvieron las mujeres RenacunientoY en James 5. Amelang y Mmv Nash: Historia y Gnero:Las mujeres en la
Europa Moderna y Contemnoranea, Valencia. 1990, pag. 93-127.
67
CAPTULO II
FAMILIA Y MATRIMONIO
EN LA ESPAA DEL SIGLO XVIII: LOS
FUNDAMENTOS JUIIIDICOS
CAPITULO 1
1.
EL ORDENAMIENTO CIVIL
Las mujeres de la villa de Madrid, el lugar donde se centra el presente estudio, se rigen
por este derecho civil castellano, aunque como se expondr ms adelante existen variaciones en
el ordenamiento jurdico de los diferentes reinos peninsulares.
trescientos cuarenta ttulos, de los cuales los nueve primeros regulan instituciones de derecho
poltico y administrativo y los tres ltimos se dedican a materias de derecho privado, procesal y
penal. La promulgacin a partir de la segunda mitad del siglo XIX de los distintos cuerpos
legales, en los que cristaliza el ideal legislador de las Cortes de Cdiz, conduce a una paulatina e
implcita derogacin de la Novsima Recopilacin.
CAPITULO II
2.
70
CAPITULO II
..
.naturalmente cobdiciosas y
.~.
Esta
junto a ello, se manifiesta una tendencia al recorte de sus capacidades como sujeto de derecho
hasta el extremo de que su consideracin legal estara a mitad de camino entre la de un hombre y
un nio. Junto a esta ideologrn predominante, aparecen en la Novsima Recopilacin algunas
leyes producto de los cambios introducidos por la corriente ilustrada que inician un camino
refonnista con respecto a la situacin femenina, como se manifiesta en las Pragmticas del siglo
XVIII que implantan la educacin primaria para las mujeres.
3.
forma palpable en el cambio jurdico que significa la condicin de casada, sta pierde gran pete
de su capacidad legal cuando entra a formar parte de la pareja matrimonial
~.
La comunidad
domstica secaracteriza por ser mongama e indisoluble y quedar constituida en los casos en los
que no se dan impedimentos como un vinculo por el que una de las partes se dedique al servicio
de Dios o no existen relaciones de parentesco entre los cnyuges. En resumen el fncionamento
71
CAPITULO 1
de la familia se cenna en el marido y padre que es quien ejerce un papel protector, directivo y
administrador; a ste corresponde efectivamente la administracin legal de los bienes existentes
en diferentes rdenes: los suyos propios desde los dieciocho aos, los gananciales (bienes
comunes adquiridos despus del matrimonio), la administracin de bienes parafernales (bienes
56
transacciones econmicas, los bienes aportados por las mujeres al matrimonio quedaban inmovilizados si no eran administrados por el marido, nicamente como medida protectora, se exime
a la esposa de responsabilidad penal por deudas contradas porel marido.
~ Gro. Enrique El gnpo familiar de la Edad Moderna en los temtonos del Mediterrneohispnico: una visinjurdica
en Casev J.~Chacn F. Moil 1 y osos : La familia en la Esnaa medileifanea tsi2los XV-XIX\ Barcelona, 1987, p.4O.
,
72
CAPITULO JI
matrimonio, a devolver la mitad de estos bienes a la mujer o a sus herederos. Estos bienes se
consolidaban con las compras que se haban realizado a lo largo del matrimonio, pero como la
admmxstracwn marital se llevaba a cabo sin freno jurdico ninguno, con frecuencia daba lugar a
dilapidaciones. El rgnen dotal completa el sistema de la administracin de la dote por el
Conrespcoaloshijos,laadadpatea~ercelaapotestad,ysegnla
tradicin recogida en los cdigos justinianeos, estas atribuciones no se reconocen a la madre ni
sqmera cuando desaparece el mando. Algunos de los poderes de la patnapotestad son el castigo
moderado y la autorizacin del casamiento de los hijos, siendo nicamente estos los que podrn
ser ~ercido por la madre viuda La desheredacin se considera como un justo castigo a los
menores que contraen un matrimonio no consentidopor los padres. Sobre los bienes de los hijos,
el padre puede ejercer detenninados derechos, como con el llamado peculio adventicio por el
cual sobre aquellos Nenes ganados por el hijo, procedentes de su trab~o, donacin o herencia, el
aumenta el poder del padre, pues ste admmistra la herencia de la madre. La emancipacin de
los hijos puede producirse de manera legal a los 25 aos, siendo de fbrma voluntaria o por
matnmoruo St el desaparecido es el padre, los hijos pasarn hasta su mayora de edad al cuidado
de un tutor o curador que slo podr ser a madre cuando sta sea especficamente as designada
por el testamento paterno, tal como se ha dicho, ejerciendo su funcin tutelar bajo el rgimen
marcado por a ley, can la exigencia de inventario y revisin de cuentas peridicas por los
73
CAPITULO II
parientes, adems de la necesidad de depositar una previa fianza pan desempefiar el cargo. Tras
la muerte del marido la mujerrecuperaba su capacidad de actuarjurdicamente y contratar
manera forzosa nicamente en el caso de que no haya parientes hasta un grado dcimo
procedindose tras la muerte de uno de los cnyuges, a la particin de los bienes gananciales y si
el fallecido es el marido, la viuda podr finalmente recuperar la administracin de su dote y arras
o rescatar su valor de entre los bienes del marido, pues posee un crdito preferente incluso ante
deudas contradas porste.
Los derechos a la herencia de los hijos se concretan en la legtima y tambin en las tres
cuartas partes de los bienes arrales. La legtima es la parte que de manen obligatoria deban
recibir los hijos como herencia de sus padres. A partir de las leyes de Toro (1505) se establece
para delimitar la legtima el siguiente mecanismo: de la herencia del padre y de la madre se
hacen cinco partes. de las cuales cuatro han de ser pan los herederos y la quinta constituir el
llamado quinto de libre disposicin del que se puede disponer libremente o puede incrementar
la herencia de alguno de los hijos. Estas 4/5 partes han de dividirse en das tercios para ser
repartidas equitativamente entre los hijos, y el tercio restante, llamado tercio de mejora puede
adjudicarse a aquel de sus descendientes que libremente decda el progenitor. Desde las leyes de
Toro pueden hacerse coincidir en el mismo hijo o hija la mejora de tercio y quinto. Los hijos
naturales ante los legtimos slo pueden alcanzar el quinto de libre disposicin pero pueden ser
declarados herederos universales si falta la descendencia legtima.
74
CAPITULO II
Existen otras legislaciones matrimoniales en los diferentes temtorios que forman parte de
la Corona hispnica en las que se contempla de forma diferente la situacin econmica de la
mujer en el matrimonio, ste seria el caso de Catalufla, donde los bienes familiares se rigen por
los captulos o pactos matrimoniales en los que se constituye heredamiento, instituyndose el
derecho a la posesin individual de los bienes que le eran propios: los que tenia antes de contraer
matrimonio y los que adquiriese durante e] mismo. La dote por el contrario se entiende igual que
en el derecho castellano aunque existe la opcin dotal y la fianza, por la opcin dotal, s el
marido dilapide la hacienda poniendo en peligro la dote de la mujer, sta poda pedir su
restitucin antes de la disolucin del matrimonio, y para asegurarla, se podan llevar a cabo
diferentes intervenciones judiciales mediante una fianza, un seguro o una hipoteca, este derecho
se halla recogido desde la Constitucin de 1481 y en el libro del Consolat de Mar. Otra
institucin del derecho matrimonial cataln es e] excreix o donacin propter nupcias que se
conesponde con las arras castellanas, y se acostumbra a otorgar, pero no es obligatorio pactarlo
Prez Molina 1 Las mujeres y el mammonio en el derecho cataln moderno en V.V.A.A. Las muicres en el Antmr
75
CAPITULO II
los hijos no herederos seran los desheredadados que tendrn que trabajar gratuitamente para sus
maridos y hermanos herederos. La unigenitura y la sucesin vinculada tal como son concebidas
por el derecho cataln surgen en un contexto feudal, estn en relacin con el mayorazgo de
Castilla xr se generalizan en Catalua entre la poblacin propietaria.
C4PI1ViLOil
heredero puede reclamar una dote ms alta a su futura mujer. Tambin en los captulos
matrimomales se define la herencia preventiva hecha a Thvor de los hijos e hijas de los
contrayentes ~ el heredamiento mutual, que slo tendr efecto si la par~la no tuviera
descendencia, las prelaciones establecan una preferencia respecto a quin de la descendencia
tenia que suceder, la prelacin de nupcialidad indicaba la preferencia por los hijos e hijas del
matrimonio que se celebraba y con motivo del cual se finnaban los pactos, que solia ser el primer
matrimonio, mientras que la prelacin de sexo elevaba a nonna la preferencia de los varones
sobre las mujeres. A los hijos e hijas que no son herederos les quedar nicamente el derecho a la
legtima, es decir la cuarta parte de la masa hereditaria, de todos modos del global del testador o
testadora setiene que descontar el heredamiento, considerando slo la reserva pan testar que se
quedan los donantes para los dems descendientes. La legtima protege el derecho inalienable de
los hijos e hijas a la herencia de los padres y los legados o donaciones testamentarias sean de
importe supenor, inferior o igual se computan como legtima, pero s es inferior se tiene derecho
a pedir un suplemento de legtima. Por el pacto de unidad econmica familiar el heredero o
heredera nene la obligacin de mantener a] resto de los hijos del donante hasta que se casen,
establezcan por su cuenta o marchen del domicilio paterno.
Aparte de la legtima los padres pueden hacer legados a sus hijos e hijas y aterceros que
pueden incluirse o no en la legtima y en el caso de las hijas pueden considerarse aumento de
dote.
La legislacin sobre las viudas en la Catalufa Moderna cantempla esta f~se de la vida de
las mujeres no slo para asegurarles unos posibles derechos sino tambin para poder ~jercerun
cierto control sobre ellas. Una viuda dispone al enviudar de la dote y del escreix, puede disfrutar
77
CAPITULO JI
Constitucin Hac nostra promulgada por Pedro 111 en 1351 que regula los derechos econmicos
de las mujeres viudas, por el any deploro ao de luto, tras morir el marido tendr derecho a ser
alimentada y mantenida por el heredero, que acambio no estar obligado a hacer la restitucin de
los bienes dotales hasta agotarse ese plazo, y en ese tiempo los frutos de la dote pertenecen a los
herederos del marido, finalizado el cual han de devolver a la viuda la dote y el escreixpues si no
ella tendra derecho a hacerse cargo de los bienes del marido en usufructo hasta que le sean
devueltos, este derecho de usufructo recibe el nombre de tenuta, pero si la mujer ha sido proveida
por el marido con otras rentas no tendr derecho a la tenuta, igualmente perder este derecho si
no se ha hecho inventario de los bienes del marido en el mes siguiente a la muerte de ste. Pero
por otra parte se exiga a las viudas unas contrapartidas en honestidad, la que llevaba una vida
irregular o deshonesta perdia el derecho al any de plor, tenuta y usufructo viudal. Una mujer
viuda tambin podia ser usufructuaria universal de los bienes del marido si hubiera sido pactado
en capitulaciones matrimoniales o lo hiciera constar el marido en el testamento. Otro de los
derechos que tienen las mujeres viudas en determinadas condiciones es la cuarta viudal que se da
cuando concurren dos condiciones: que la viuda estuviera indotada y que fuese pobre y consiste
en la obtencin de una cuarta parte de los bienes lquidos del mando muerto aunque a la hora de
reclamada se tiene que tener en cuenta si hay titos o hijas en primer lugar porque si hay tres
,
78
CAPTTIJLO II
lAs segundas nupcias de las viudas se contemplan con recelo y la ley pone todo tipo de
trabas especialmente si existian hijos e bijas del primer matrimonio. Las mujeres que se casaban
en segundas nupcias no podian aportar al segundo matrimonio una dote inferior a la que haban
constituido para el primero, si conservaban la dote del primer marido aportaban la misma, pero
era corriente su disminucin, sobre todo en los bienes de uso como la ropa, si haba perdido la
dote por la dilapidacin del mando poda volver a ser dotada por el padre, pero lo comn es que
las dotes de las viudas estuvieran compuestas por diferentes elementos entre lo que les quedaba
de las dotes y otros enseres recogidos como muebles, grano o elementos del taller del difimto
marido.
Para las viudas del siglo XVIII en Catalufla, como en el resto de la pennsula el verdadero
determinante de su situacin era la capacidad econmica pues por un lado este estado puede
darles ms independencia jurdica, e incluso mucho ms poder silos maridos tienen propiedades
y
ellas estn en una situacin adecuada que les posibilite ejercer la administracin y direccin de
Prez Molina, las muieres ante la lev en la Catalua Moderns. Umven,dad de Granada, Granada 1997, pag. 239y Ss.
.79
C4J4TULO II
4.
El respeto a la voluntad individual por parte de la Iglesia haba llevado desde el medievo
a no tener en cuenta jurdicamente la opinin de los padres, mantenindose en una actitud que
iba claramente contra las costumbres de la poca. Tremo se propuso diferentes tareas: corregir
en determinados puntos el derecho anterior, defender la doctrina catlica de las tesis protestantes
y controlar las costumbres tan relajadas que se daban en este aspecto tanto en las capas altas
como en las ms bajas de la sociedad. Despus de fijado por el Concilio el carcter sacramental
del matrimonio, que haba sido negado por los reformadores del protestantismo, se trat el tema
de la indisolubilidad del vinculo, prohibindose el divorcio incluso en el caso de hereja o en el
de adulteno de un cnyuge. El documento clave donde se vierte la doctrina eclesistica
elaborada en Trento ser el decreto Tametsi que contempla varias cuestiones fundamentales: el
consentimiento de los padres, la publicacin de las amonestaciones y la celebracin del
80
CAPITULO II
matrimonio: las tres cuestiones tenan que ver con el conocimiento pblico de la ceremonia, con
la intencin de acabar con la clandestinidad, que constitua el principal problema.
Sobre la necesidad de contar con el consentimiento de los padres para los enlaces
matrimoniales, hubo grandes debates a causa del tradicional enfrentamiento entre la doctrina
eclesistica y los usos seculares: en trminos generales no era comente que los padres u otros
familiares estuviesen ausentes del contrato matrimonial, y esto es aplicable a todos los medios
sociales, influencia que se lleva a cabo mediante el consejo o la imposicin autoritaria, pero para
la Iglesia slo contaba el acuerdo entre los contrayentes; sobre este punto una parte considerable
de los padres conciliares se mostraban partidarios, segn defenda el rey de Francia, de que no
fueran considerados legtimos los matrimonios sin el consentimiento de los padres. Pero el
acuerdo fina] sostiene una solucin de compromiso entre la prctica antigua que respetaba ms la
libertad individual, y las peticiones de control paterno, que provenan sobre todo de la nublen
conciliar, se afirma que no son nulos los matrimonios contrados por los hijos sin e]
consentimiento de los padres, pero se aade que la Santa Iglesia siempre ha detestado y
.,6Q
81
CAPITULO II
que lo hiciera ilegitimo se pudiera conocer por e] futuro celebrante. La ceremonia slo tendra
lugar si no apareca ninguna oposicin al matrimonio proyectado.
La celebracin pblica y solemne habra de ser otro medio ms para acabar con la
clandestinidad de los matrimonios, aqu surga tambin otro problema y era deslindar claramente
si las palabras pronunciadas por los novios eran de presente o de finura, prescribindose que la
celebracin tuviera lugar lii faccie eclcssiae: el prroco en presencia de das o tres testigos
intenogaba a los contrayentes y tras recibir sus consentimientos les declaraba unidos en
matrimonio. Se declaran incapacitados pan conner matrimonio a quienes no respetasen esas
formas y se consideraran esos cantatas nulos segn decisin de la norma conciliar.
Tras esta formulacin sustancial, no hubo cambios en los siglos posteriores ni tampoco
durante el siglo XVIII. Pero lo cierto es que el propsito de la Iglesia de clarificar la legislacin
no tuvo tanto xito pues todavia las diferencias entre matrimonio efectivo y esponsales siguieron
siendo el origen de] gran nmero de demandas dirigidas a los tribunales eclesisticos, y basadas
en la tradicional confusin sobre el valor de los esponsales y de la palabra de futuro.
Eran tambin los tribunales eclesisticos los que tenian competencias en determinadas
delitos que ataan a las solicitudes de separacin, pero como algunos de estos delitos eran
tambin perseguidos por la jurisdiccin inquisitorial tales como la bigamia y la sodoma, en
ocasiones se creaban conflictos de jurisdiccionest1
>Gil, A Mujeres ame a justicia eclesistica: un caso de separacin matrimonial en La Barcelona de 1602,
Las mujeres en eJ Mtimio R2Imen Barcelona, 1994, pag. 76.
82
en:
VV.AK:
CAPTULO II
4.1.
LOS ESPONSALES
Es uno de os problemas que con mayor frecuencia llevan a las mujeres a las escribanias
de los notarios: en el ambiguo tema de los esponsales .tradicionaimente se haba dado pie a una
cierta confusin entre matrimonio de hecho y su promesa dilatada, y aunque en esta centuria la
iglesia presenta ambos muy claramente diferenciados, el hecho de que no siempre fUe as haba
creado un estado de opinin.
esta
disolucin slo se podr llevar a cabo por diferentes causas: el mutuo consentimiento, la
profesin religiosa, crimen grave por parte de uno de los esposos o dilacin notable en a
celebracin del matrimonio62.
Pedro
83
CAPTULO JJ~
Uno de los aspectos ms frecuentes de los esponsales es que solan ser un instrumento de
los padres, al servicio de sus previsiones en lo referente al matrimonio de sus hijos. Pero
tambin podan ser utilizados por uno de los contrayentes con el propsito de inducir al otro a
un matrimonio no deseado por la familia. Durante toda la Edad Media y Moderna los esponsales
sirvieron a los padres de las familias nobles para asegurar los enlaces ms ventajosos entre sus
hijos todava en edad infantil.
Encicoptdico Espasa-Caipe.
ytida 4~, Ttulo l~,
30,,~ 40
84
CAPTULO II
por los padres y en este punto la ruina econmica de una parte de la nobleza hacia ms cuidadosa
la labor de los enlaces, de modo que los padres que preparaban un ventajoso matrimonio podian
encontrarse con el peligro que suponan desaprensivos
acuerdos mediante una seduccin que podia conducir a esponsales secretos. Por su parte los
tribunales eclesisticos desde el siglo XVII venian considerando los esponsales con la fuerza de
un contrato vinculante y algunos telogos
Segn Casey 65 en Granada y Crdoba durante los siglos XVII y XVIII se encarcelaba a
los hombres hasta que accedian al matrimonio aunque fuese por demandas que se apoyaban en
pruebas endebles. Y Amors sostiene que cualquier mujer con algunos testigos, en general de
carcter dudoso o interrogados en ausencia del acusado, podra lograr que el obispo encarcelase a
un hombret
Amors. J., Discurso en que se manifiesta la necesidad y utilidad del consennuento paterno para el matrimonio de los
hijos, Madrid, 1777.
85
CAPITULO 1
86
CAPITULO II
apartarse de los dichos esponsales... por lo que no sabemos si es de comn acuerdo pero se
puede sospechar del inters de Mara Teresa por la disolucin del vnculo habida cuenta que el
documento aiiade que se otorga esta separacin a condicin de que la otra parte formalice igual
apartamiento, dejando a la otorgante en plena libertad. Firma con letra muy poco experimentada
En los dos casos anteriores aparecen mujeres que se apanan voluntaria o resignadamente
de la demanda de cumplimiento de la palabra de esponsales, aunque se han encontrado tambin
casos en los que ellas llevan adelante una demanda en los tribunales eclesisticos por el
incumplimiento de la palabra de esponsales de los varones.
Ana Maria Escudero69 soltera, natural de Trillo inicia un pleito por incumplimiento de
palabra de esponsales dando poder a procuradores para que la representen en el Tribunal de la
Nunciatura, apoya su demanda en un documento firmado por el demandado ante testigos cuatro
aos antes. En otra de las partes del documento pide a los testigos que se presenten al juicio. No
sabe firmar. En este caso la demanda cuenta con una base firme, tal y como con posterioridad a
1803 se va a estipularimprescindible: la posesin de documento escrito y firmado.
Existen otro tipo de documentos en los que no es slo la promesa de esponsales sino que
se reclama por parte de mujeres y de sus familiares la reparacin por la prdida de la virginidad,
87
C4PITIJLO II
esta circunstancia se produce en los siguientes casos: Maria Orosa7C natura] de Carabanchel,
otorga poderes a procuradores de los Reales Consejos para que instruyan una causa contra Lucas
Espinosa, soltero, vecino del mismo lugar y al que acusa de haberla quitado su virginidad bajo
de palabra de casamiento. No se da ningn detalle ms sobre la denuncia, siendo el resto de]
documentos formulismos sobre los que se extiende el escribano. La demandante tampoco sabe
firmar.
71,
detallando su caso al
escribano, siendo particulannente dramticas las circunstancias que relata:. ..Que por cuanto
hallndose como se halla con muchos h~os detennn em/nuria a esta Corte para que sirviese en
una casa donde al mismo tiempo que se mantena y ganasepara bestirse conservase la buena
crianza y honradez con que el citado D. Joseph la ha criado y habiendo (por medio de la
diligencia que para este fin se hizo) entrado a servir a D. Jacinto Colmenero quien vajo palabra
de esponsales la persuadi y consigui el que sefranquease y logro el desflorara y resistindose
como se resiste dicho D. Jacinto a cumplir/e la palabra que le dio de contraer
matrimonio...derermmn como tal padre valerse de las medidas judiciales...por el delito que ha
cometido..,como por la obligacin que contrajo... El documento finaliza con el poder que el
padre formaliza como legitimo administrador de la persona y bienes de 17 Juana Mega para que
ponga la correspondiente demanda de esponsales y estupro en los juzgados y tribunales
88
CAPITULO fi
la demandante se dice que no pone su nombre al final del documento porque no sabe leer.
Si algunas notas se pueden considerar comunes a los documentos de este tipo es que al
parecer estn otorgados por mujeres procedentes de las capas populares no slo por el casi total
analfabetismo que muestran, que disminuye slo muy ligeramente en cuanto subimos en la escala
social, tambin por el diferente concepto del honor que afecta a stas, pues parece ms dificil
que una mujer de clase media, por no hablar de niveles aristocrticos hubiese hecho una
denuncia pblica de una situacin que supona una mengua de su honor.
89
CAPITULO Ji
~.
90
CAPITULO fi
5.
Conxnene Ver con mayor detalle cual es la norma jurdica que rige la vida de las mujeres
en esta centuria, no slo la diferencia genrica que se establece en relacin con el varn sino
aquella que surge de un determinado estado civil: en general, el Antiguo Rgimen concede a la
soltera y a la viuda una situacin de mayor libertad permitindole desarrollar ciertas capacidades
jurdicas, que le son negadas a la casada,
No se puede olvidar que nos encontramos en una sociedad estamental que reconoce entre
sus componentes diferencias tributarias, penales y procesales, las mujeres pertenecientes al
estamento superior de la nobleza tendrn en su conjunto una situacin ms privilegiada que las
del comn, pero ser en el mbito del derecho privado donde las restricciones les afectarn de
manera diferencial con respecto a los varones y lo harn por igual a las mujeres de cualquier
estamento. En resumen, en el Antiguo Rgimen y como norma general, todas las mujeres tenan
vedado el acceso a los oficios municipales, a la primogenitura ante hermanos varones ms
jvenes, a la educacin superior, a la participacin en los gremios y a actuar como testigos en los
testamentos, lo que mermaba su capacidad testifical. Por el contrario les estaba permitido testar,
actuar como testigos en juicios, e incluso podan reinar o ejercer como Regente o Gobernadora74
M,pez-Cordn 1.4V La stuaobn de la mujer a finales del Antiguo Rgimen (1760-1860) en: VV.AA., frui~S
en Esnaa <1700-19751, .Madnd, 986, pag. 79.
91
CAPITULO II
Durante el reinado de Carlos 1111, la limitada capacidad de las solteras para elegir marido
se concret al ser requerido el penniso paterno en virtud de la Pragmtica Real que lo regula, y
que ser otorgada en 23 de Marzo de 1776, en ella se prohibe a los contrayentes que antes de
cumplir los 25 aos puedan casarse sin disponer de dicho permiso o del de los parientes ms
cercanos o tutor. La descendencia de los matrimonios celebrados sin dicho permiso ser privada
del derecho a la sucesin, concedindose no obstante a los hijos la facultad de poder dirigse a la
justicia pasa recurrir las peticiones de consentimiento resueltas negativamente. Posteriormente
Carlos IV rebaj la edad necesaria pan casarse sin consentimiento a 24 aos los hombres y 22 las
mujeres que a falta de la madre eran 22 y 20 respectivamente. En algunos aspectos entran en
conflicto los tribunales eclesisticos y los laicos, pues de hecho la Iglesia mantena una actitud
mucho ms flexible sobre este tema incluso despus de la organizacin trentina
En la
jurisdiccin civil, el castigo de desheredacin a las hijas que no contaran con el consentimiento
paterno para contraer matrimonio se recoge ya en las Partidas75, y en el Fuero Real76. En la
Novsima Recopilacin (Titulo II, libro X) la ley 1, se condena la boda con la hija o pariente del
seor sin consentimiento de ste a una pena de destierro y ejecucin. La ley V (Novisirna), que
proviene de Toro prohibe los matrimonios clandestinos y ~aley IX que corresponde a la
Pragmtica de Carlos 1111 de 23 de Marzo de 1776 obliga a los futuros esposos a contar con el
consejo de los padres o el consentimiento en caso de tratarse de menores. Otra Real Cdula de
Agosto de 1784 reiterar la prohibicin del matrimonio sin consentimiento, llegando hasta el
Consejo de Castilla pleitos por esponsales por haber contrado compromisos sin autorizacin o
incluso sin el conocimiento de sus mayores. Este era uno de los caballos de batalla de los padres
Partidas4.1.l0,6.7.2,4,5,6y 7.
6Fuero Real 3.1,5. 3,9.1
2.
92
CAPITULO 11
de familia, que en este siglo obtendrn del Estado la promulgacin de leyes en diferentes pases
que faciliten el control del matrimonio de los hijos en contra de la legislacin que haba
mantenido la Iglesia desde los tiempos medievales Pero hay que hacer notar que en un sentido
.
contrario se manifiesta la corriente ilustrada que critica repetidamente los matrimonios por
inters.
...
desiguales para sus hijos como los provenientes de oficiales pertenecientes a Secretarias de
Despacho78. Parece evidente que el motivo de la promulgacin de la Pragmtica Real atiende al
temor de los padres a perder instrumentos de control sobre el matrimonio de sus herederos en
orden al mantenimiento y reproduccin del estatus de la familia, y debido en parte a que la cada
de algunas de las ms estrictas barreras sociales de la sociedad estamental (progreso econmico
de la burguesa, desenvilecimiento de oficios mecnicos) podria poner al alcance de cualquier
7AHPM r19.742.P164,a
0 1780,
7En los archivos de la Secretaria de Despacho de Quena consta el caso del oficial v~~z Aldana al que se mega su
pretension de matrimonio con una menor emparentada con la nobleza dada la diferencia socia] y estamental que hacia
imposible el enlace a juicio de su madre-tutora. Glora Franco Rubio: Espada o pluma?, destino militar o puesto
administrativo? La incorporacin de los militares a las instituciones civiles en la Espaa del siglo XVIII en: xmdgnn.k
Histona Moderna n0 18, Servicio de Publicaciones, Universidad Complutense, Madrid, 1997, p. 83
93
CAPITULO II
nivel social el matrimonio con gente de calidad, y ste es, por cierto el momento histrico en el
que a ciertos niveles de riqueza se est dando una alianza matrimonial, eficazmente planeada por
los padres, entre nobleza arruinada y una pujante burguesa tal como algunos autores literarios no
dejan de reflejan
dirigido por padres o tutores en los cuales el permiso puede concederse porque ambos cnyuges
pertenecen al mismo estamento y similar situacin econmica. No obstante en el primero de los
mencionados se especifican los ideales ya prcticamente ilustrados que se buscan en el matrimonio a travs del familiar que otorga el permiso, que desea a su sobrina mr, unin vfelicidad
en su nuevo estado. Se pueden poner estos saludables deseos en la misma linea -infrecuente hasta
ahora- de lo que Stone calificara como el matrimonio moderno o de compaerismo de reciente
apancin entre las lites urbanas europeas80.
94
CAPITULO JI
nivel social el matrimonio con gente de calidad, y ste es, por cieno el momento histrico en e]
que a ciertos niveles de riqueza se est dando una alianza matrimonial, eficazmente planeada por
los padres, entre nobleza arruinada y una pujante burguesa tal como algunos amores literarios no
dejan de reflejan
~.
dirigido por padres o tutores en los cuales el permiso puede concederse porque ambos cnyuges
pertenecen al mismo estamento y similar situacin econmica. No obstante en el primero de los
mencionados se especifican los ideales ya prcticamente ilustrados que se buscan en el matrimonio a travs del familiar que otorga el permiso, que desea a su sobrina az unin yfeticidad
en su nuevo estado. Se pueden poner estos saludables deseos en la misma lnea -infrecuente hasta
ahora- de lo que Stone calificara como el matrimonio moderno o de compaerismo de reciente
aparicin entre las lites urbanas europeas t
CAPITULO .11
en relacin sin duda con la inmutabilidad de las bases jurdicas que facilitan e] despojamiento
econornco de las mujeres dentro del matrimonio, que sedan inherentes al modelo de sociedad
patriarcal.
tena de venia mantal para todo contrato de la mujer casada. Los comentaristas jurdicos de la
poca aducen diferentes motivos justificatorios de esta ley, y entre estos aparecen los siguientes:
la potestas maritalis: la mujer est bajo la autoridad y potestad del marido as como los hijos y
los siervos. Otra razn: los frutos de los bienes del matrimonio son comunes y si la mujer, los
utilizan libremente, podra causar perjuicio al marido, evidentemente este ltimo razonamiento
no se tena en cuenta cuando el caso era inverso.
darse a posteriori pan continuar los actos de la mujer aunque esto, segn se puntualiza, debe
hacerse antes de que reclame el que contrata con la mujer. Las Leyes 57 y 59 taurinas que aparecen en la Novsima como X,l,13 y X,l,l5 permiten que cuando el marido no est o no quien dar
licencia a la esposa, pueda otorgara el juez.
marido no puede repudiar herencia aunque si se le permite aceptar, pero slo a beneficio de
~ Muoz Ciarcia, Mi, Las hnntaciones a la caDacidad & obrar de la nrnier casada: 1505-1975, Universidad de
Extremadura, Madnd, 1991, p 19
95
CAPITULO II
inventario (puede aceptar la herencia pero no responder de las deudas que pueda conllevar sta,
mas que por la cantidad de los bienes de la misma).
Con respecto al rgimen econmico de las casadas, que se ver ms adelante, una sntesis
de la normativa vendra a decir lo siguiente: los bienes del matrimonio se reparten en rgimen de
gananciales, excepto aquellos que pertenezcan de fonna privativa a uno de los cnyuges, que son
considerados como propios (de uno u otro cnyuge). Los bienes de las mujeres se pueden
catalogar en diferentes tipos: dotales, parafernales, aras, donaciones.
El rgimen jurdico a que debe atenerse la viuda, est definido por la disolucin de la
comunidad domstica acaecida a la muerte del marido; esta comunidad no se ve afectada a la
muerte de la mujer. La comunidad domstica disuelta haba estado presidida por la concepcin
patriarcal en dos mbitos, el de la autoridad marital y el de la autoridad paterna, comoparte de su
autoridad marital el varn disfruta de la administracin de los bienes propios desde los dieciocho
aos, la administracin de gananciales, los bienes adquiridos despus de la boda, la mitad de
estos bienes han de ser devueltos cuando se disuelve el matrimonio a la mujer o a los herederos,
desempea tambin la administracin de los bienes parafernales y de la dote, aunque de esta
96
CAPTULO II
ltima tiene que responder cuando se disuelva e] matrimonio pues pesa una especie de hipoteca
tcita sobre los bienes del marido para que se puede compensar una posible mala gestin. Si la
mujer reserva los parafernales, estos quedan prcticamente mmovilizados, pues no puede
contratar. denunciar ni resolver contratos ya constituidos sin la previa licencia del marido, igual
ocurre con la administracin de los bienes aportados por la mujer en concepto de dote, reservada
a] marido, como ya se ha dicho, as como las anas. La muerte del marido supone para la viuda, la
aparicin de su derecho a recuperar la dote, aplicando su crdito preferente, e igualmente se le
abre la sucesin de los bienes arrales, estos deben ser reservados en sus tres cuartas partes poza
los hijos, o los recupera en su totalidad si no hay descendencia.
La herencia con respecto a los hijos est regulada y los padres no tienen la disponibilidad
total, la cuota que forzosamente han de recibir los descendientes es la legtima, segn la cual, la
herencia se dividia en cinco partes, cuatro de las cuales deban ir forzosamente a los
descendientes, y de estos cuatro quintos, el testador tena que repartir dos tercios en porciones
iguales entre sus hijos, pudiendo mejorar con el llamado as tercio de mejora a aquel o aquellas
que quisiera, con respecto a la quinta parte de libre disposicin tambin quedaba al arbitrio del
testador o testadora, se considera las legitimas como el caudal hereditario que resultaba despus
de haber reducido el importe de las obligaciones pendientes, de haber tenido en cuenta los
crditos y las donaciones y el quinto de libre disposicin. La autoridad paterna se cenfra en la
patria potestad, que es exclusiva del padre, la madre no tiene reconocido sta, ni el derecho se le
atribuye cuando desaparece el marido. De los poderes que ostenta el padre hay uno: el de
autorizar el casamiento de los hijos, que a diferencia de las restantes facultades paternas puede
ser ejercido por la madre viuda. Se castiga con la desheredacin el matrimonio de los menores de
25 aos sin permiso paterno o materno. Otra restriccin, no compartida por el varn, es la
97
CAPITULO II
antigua ley, convertida despus en slo costumbre por la que la viuda tema vedado celebrar
nuevas nupcias antes del primer ao tras la muerte de su marido, a riesgo de perder los bienes
recibidos del marido desaparecido. La mujer viuda tampoco adquiere el estatus de cabeza de
familia,
legitimas de los hijos, la madre viuda tambin puede heredar al hijo finado. A otros niveles se le
reconoce la libertad de contratar, comprar, vender y otras operaciones atitulo individual.
98
CAPITULO III
FAMILIA Y MATRIMONIO EN LA ESPANA
DEL SIGLO XVIII:
LA REGULACIN ECONMICA
CAPITULO III
1.
LAS ARRAS
Tambin llamada donacin propia nupcias es segn definicin de las Partidas peo
que es dado entre algunos porquese cumpla el matrimonio queprometieron defozer82 o segn
Las arras son administradas por el marido, de la misma forma que la dote y de manen
conjunta, pues tampoco las poda empellar ni enajenarlas, pero poda percibir sus frutos. Las
arras de las mujeres solieras deban ser mayares que las de las viudas pues tenan la
2p~<ja IV, Titulo XL Lev 1.
~ Garca Gallo, Alfonso: La evolucin de la condicin jurdica de a mujer ea Estudios de historia del derecho mivado
Sevilla, 1982.
4En Castilla. al morir el marido, la mujer no recibe la totalidad de las arras, debe reservarlas en sus tres omitas partes para
sus hijos. de forma que disfiuta de libre capacidad dispositiva injicamente sobre la cuarta parte restante
loo
CAPITULO III
En algunos matrimonios no seentregan anas y la ley establece dos casos en los que stas
no se devuelven: Cuando ambos pactaron que al morir uno de los cnyuges sin hijos tuviera el
otro las anas o la dote y cuando el marido cometiese adulterio, caso en que ste perdera las arras
en favor de la esposa86 En caso de muerte de la mujer, el esposo deba enviar las arras, en su
.
La
germnico de que las novias llevaran al matrimonio un ajuar compuesto por joyas y mobiliario
domstico, aunque sta no constitua una aportacin econmica sustancial, pues exista la
costumbre de que Ibera el marido quien dotase a la esposa como supervivencia de la antigua
prctica de la dos1 (precio de la novia). En la Edad Media tenemos por tanto restos de estas das
tradiciones culturales unidas a la aportacin del cristianismo que durante todo el periodo feudal
producir muchos textos relacionados con la mujer tanto en doctrina cannica coma en
legislacin conciliar.
lo
CAPITULO III
donacin
decma parte de sus vienes segun se acredtapor el vnstrwnento de capital que le ha de otorgar
la susodicha en sufavor...
102
CAPITULO III
2.
LA DOTE
La dote, hoy desaparecida, jugo un papel de primer orden en la poca que nos ocupa,
hasta el extremo de que el siglo XVIII es llamado por Valverde el siglo de oro de la dote pues
segn dice
..
fmales de esta centuria cuando se empieza a hacer menos frecuente, al tiempo que comienzan a
publicarse criticas al sistema dotal por considerarlo excesivamente beneficioso pan las mujeres
~ Pero las verdaderas razones de su desaparicin estn ms relacionadas con la transformacin
del medio econmico producida en el sigo XIX: tras la introduccin del capitalismo industrial y
el maquinismo, que transforma la industria y ms lentamente la agricultura, se produce el
desarrollo de las instituciones bancarias a mediados de sigo XIX en toda Europa, esto
proporcion a los industriales, comerciantes y agricultores, los crditos necesarios para adaptarse
a esa evolucin, pero el rgimen dotal ponia trabas a esas posibilidades porque no permite al
marido servirse del crdito de su mujer, e incluso le impide emplear su propio crdito paralizado
por la hipoteca legal que garantiza la restitucin de la dote; junto a este movimiento de
transformacin del medio econmico y social se dan otras razones que manifiestan la
inadaptacin de la dote a los nuevos modelos econmicos como la dificultad y la lentitud en la
enajenacin de valores mobiliarios, que con la transformacin de las fortunas, haban venido a
ocupar un importante puesto en los valores dotales89. En Madrid la incipiente vida burstil y la
~Valverde Madrid, Jos: La costumbre de la dote en los orotocolos madrileos Ciclo de conferencias sobre fiestas y
costumbres madrileas, Instituto de Estudios Madrileos. Madrid, 1985, p. 17,
Matheu
frmn4d~. Jumo.
Borja. Discurso sobre los daos que causan las tasaciones excesivas en las dotes, Memorial literario de
1794. Madrid
103
CAPITULO Hl
2.1.
La dote tal como exista en el siglo XVIII tiene su primitivo antecedente en la dote
romana evolucionada, que tras un penodo de influencia visigoda, vuelve a aparecer en las
Partidas, donde conocemos su definicin ms clara: El algo que da la mujer al marido por razn
de casamiento, e es como manera de donacin fecha con entendimiento de se avanZar el
matrimonio con ella e segn dicen los sabios antiguos es comopropiopatrimonzo
La dote se constituye por la entrega efectiva e inmediata de los bienes que la integran o
por la obligacin contrada mediante negocio jurdico de entregarla. Puede incluir adems de
propiedades la cesin de crditos, derechos reales, tierras y bienes diversos91, y debia ser
frecuente la concesin de otros beneficios pues Felipe IV en 1623 prohibi que se constituyesen
por dote los oficios pblicos9 La dote era llamada estimada, cuando se tasaba el valor de
todos los bienes por personas inteligentes o expertas o desestimada cuando este valor no se
hacia constar.
~ Cremades ~ Sachez Parra;Los bienes de las mujeres aportados al maimonio. Estudio de la evolucin de la dote en la
Edad Moderna en: Ordenamiento Jurdico y realidad social de las muieres. Actas de las cuartas lomadas de investincin
inrerdisciolinaria, Universidad Autnoma de Madrid, 1986, PP. 44-145.
C4PTLJLO III
de los bienes gananciales de los padres, establecindose dentro de la herencia llamada legtima
como adelanto de sta, y pudindose beneficiar de la mejora del quinto9~.
~.
En caso de muerte de la
mujer, la dote pasaba a sus herederos: sus hijos, y si no los haba, a su familia de origen, tal como
ordena la Partida IV.
La fmalidad de la dote, era que la mujer colaborase en el sostenimiento de las cargas del
matrimonio y as se hace constar en los documentos dotales. Pero sobre todo para una mujer la
posesin de una dote significaba su entrada en el mercado matrimonial, la posibilidad de cierta
influencia, siempre determinada por las estrategias matrimoniales de la familia y tambin la
posibilidad de contar con un medio de subsistencia en caso de viudez.
Durante mucho tiempo se ha considerado que la dote fue beneficiosa para las mujeres ya
que fue el mecanismo a travs del cual la mujer tena acceso al patrimonio familiar y sobre todo
teniendo en cuenta aquellas legislaciones que favorecan al primognito y a los varones, ellas
nunca hubieran podido acceder a los bienes familiares, segn estos autores la dote y la legtima
La herencia de los padres hacia los hijos se divide en cinco pules, ciro de los cuales debian ser fonosameme
transmitidos a los descendientes, la quinta parte era llamada quinto de libre disposicin.
~ Partida IV. Ttulo XI, Lev VII.
Derasse Parra. Palon,a:Muierv matriniomo.Mla2a en el trnsito a la ModernidacL Mlaga, Diputacin, 1988, p. 24.
105
CAPITULO II
amparaban el derecho de la mujer a recibir parte del patrimonio de la familiar. Pero actualmente
hay autoras que estn cuestionando esta visin, observando que la dote ha sido perjudicial al
consolidar un sistema de transmisin de la propiedad iruusto para las mujeres, pues las familias
proporcionndoles la dote se sentan liberadas de las dems obligaciones hacia ellas,
como las
cantidades consignadas en dote no eran tan elevadas, las hijas eran siempre en comparacin con
los varones de su familia, las que menos reciban.
En cuanto al origen histrico de la dote, nuestro pas cuenta con un doble antecedente: la
tradicin romana junto a la visigtica, heredera natural sta ltima de la cultura y el derecho de
los pueblos germanos. Tras la promulgacin del Cdigo de las Siete Partidas se revta]iz.a la
tradicin romana, y prcticamente desaparece la herencia visigtica.
97Lapez Diai, Mana Isabel: Arras y dote en Espaa. Resumen histrico en Actas de las urimeras jornadas de Inves-ET1 w505 110 m
riQacin Interdiscinlinana. Nuevas versuectivas sobre la mujer, Madrid, 1982, p. 85.
98flerassePana, Paloma, Muiervmatrnonio, Mlaga en el trnsitoala Moderpj=j~dMlaga, Diputacin, 1988,p. 21.
106
CAPITULO III
2.2
Tanto desde los estudios antropolgicos como desde la perspectiva de los historiadores
de la familia se cuenta con gran numero de interpretaciones, casi todas ellas ligadas al papel de
produccin y reproduccin que desempefia el ncleo familiar, pero la familia y su configuracin
pueden ofrecer mltiples variantes tanto en las diferentes culturas como a lo largo de los
diferentes perodos histricas, hasta el punto de que se pueden apreciar diferencias sustanciales
que se presentan como variedades regionales y locales en un mismo momento histricJ.
co
U)]
107
El planteamiento de Goody
102
basa en la observacin general de que la endogamia tiende a prevalecer en las sociedades donde
las hijas heredan junto con los hijos y que ste es un rasgo distintivo de las civilizaciones
euroasiticas. Segn esta norma se comportaran la mayor parte de las culturas del Mediterrneo
(excepto la cultura islmica); donde existen economias desarrolladas, el control de la propiedad
es miportante para la familia, y su transmisin a la generacin siguiente una preocupacin
dominante, en este contexto, lo que encuentra Goody contradictorio es que en Europa al mismo
tiempo que se permite heredar a las hijas, se resalta la exogamia como norma, permitiendo as
que la propiedad pase a manos extraas, se aade que uno de los factores que habran de
favorecer este proceso seria la actitud de la Iglesia, que mediante su influencia, mantuvo una
estrategia de reafinnacin de la dote como forma de herencia femenina, al mismo tiempo que en
la lnea de defensa de la exogamia desplegaba toda una prohibicin de matrimonio con parientes
que incluan hasta un sptimo grado de parentesco, ambos fenmenos segn Goody tendran
como finalidad la eliminacin de las prcticas endogmicas y la constitucin de la Iglesia como
un poder rival de la familia en la disputa por la herencia de los hombres.
01
CAPITULO II
de la mayor parte de los sistemas familiares y de reproduccin como uno de los puntos donde se
centra una forma manifiesta de explotacin femenina, aunque en estas comunidades tradicionales
tambin se desarrollan en determinadas circunstancias ciertos modos de poder domstico a cargo
de las mujeres.~
106
tal forma exista una prctica visigoda que diferenciaba el concubinato del matrimonio, es el
03Peristiany, .1. 0., Dote y matrimonio en los naises mediterrneos, CIS, Madrid, 1987, p. IX.
~ La historia de la dote seria un ejemplo ms de una desposesin de la mujer que se mantiene de un nodo
estrucruralmente relacionado con la desigualdad entre los sexos y con el modo de reproduccin de ma sociedad Arleite Farge
en La historia de las mujeres. Cultura y poder de las mujeres: ensayo de Historiograa en Historia Social Op. oit. p 91
Partidas, ed. Los Cdigos espaoles concordados y anotados, T. u,Ill y IV, Madrid, 1872 (4/6/ introduccin).
~
CAPITULO Li
regalo del dia despus, evolucin de una costumbre frecuente entre los germanos, consistente
en pagar una suma a la familia de la novia, esta costumbre se convertir en la dote indirecta
que el marido pagaba a la esposa, lo que despus ser entendido como arras, esta operacin
aporta una cierta garantia de estabilidad de la nueva familia, por la que el hombre asume pblicamente la responsabilidad del bienestar de la esposa, especialmente en la viudez
A partir de este cambio en el sistema dotal (s. XII) el matrimonio deja de ser un
intercambio de mujeres y se convierte en un compromiso de cooperacin entre das linajes
masculinos, detectndose a partir del ao 1000 la expansin de la dote como forma principal de
prestacin matrimonial. Los documentos del s. XI estudiados por Duby08 indican la cada del
valor de las donaciones que el novio traspasa a la novia. En el caso espaol ha sido estudiada la
transicin del precio de la novia visigodo al sistema de dote que aparece en los cdigos reales del
siglo Xffl09: parece ser que el cambio prctico no fue muy grande pues la dote se considerara un
Duby, O.
Qnsii.
110
CAPITULO III
pago adelantado por los derechos de herencia de la hija sobre el patrimonio del padre, este
cambio est relacionado con una vuelta a los principios del derecho romano.
Con el capitalismo mercantil aparece una nueva forma de estructurar las relaciones
familiares y sociales: desaparecen las familias troncales de tipo feudal, ya no existen los grupos
domsticos abiertos y las legiones de vasallos con los que haba que consolidar la relacin
ofreciendo a las hijas como esposas. A partir de ahora las grandes familias deban ser reforzadas
con recursos materiales ms tangibles y esto suponia mayor precaucin en las estrategias
familiarest0 Es decir, cuando heredan las hijas, el control de los matrimonios es un asunto
primordial y por eso los padres conciertan los enlaces, lo que conducir a una cierta forma de
endogamia social: matrimonio en el mismo vecindario, o en la misma clase social o estamento.
Durante toda la poca medieval los contrayentes necesitaron del consentimiento paterno, pero es
posible que las nuevas formas econmicas y un diferente concepto del Estado influyan en la
progresiva debilitacin de la postura de la Iglesia que daba mayor importancia a la voluntad
individual de los contrayentes. En este contexto hay que considerar las pragmticas reales de
,
Carlos 111 de 1776 exigiendo el consentimiento paterno a todos los matrimonios de menores.
Leyes parecidas ya se haban dictado en Austria en 1753> antes en los paises protestantes; en
Espaa las voces que se levantan aplaudiendo esta medida lo hacen defendiendo la jerarqua
social.
110
Amors. Joaquin:Discurso en <me se manifiesta la necesidad y utilidad del consentimiento natemo para el nianinionio de
los hijos Madrid, 1777.
111
CAPTULO III
2.3.
Recopilacin De las arras y dotes Como ya es sabido el cuerpo legal vigente en esta poca se
forma por la acumulacin de las leyes promulgadas desde las ms antiguas a las ms recientes,
estando todas ellas en vigor. Al tratarse de una recopilacin cronolgica resulta patente la
diferente concepcin de la que parten unas y otras, hecho lgico al proceder de perodos dilatados
en el tiempo y corresponder a la produccin legal de sociedades muy distintas, desde las ms
antiguas que proceden del medio seorial y de primitivos ncleos urbanos, tales las de los
primeros fieros reales y locales hasta las que son promulgadas en una sociedad barroca y
absolutista o en tiempos de la monarqua ilustrada. De ahi un cierto carcter de incoherencia
aunque el conjunto nos permite conocer cmo a lo largo de los siglos se va perfilando esta forma
de organizacin econmica matrimonial.
Ley]: <Lev 50 de Toro) La ley del Fuero, que dispone que no pueda el marido
dar ms en amis a su mujer que la dcima parte de sus bienes, no se pueda enunciar;
Y Si SC
112
CAPITULO III
112,
donde son definidas como los bienes que el esposo entregaba a la esposa para su decoroso
sostenimiento en la viudez, y donde tambin se liinita su cuantia a la dcima parte de los bienes
del novio ymil sueldos ms silos esposos eran nobles. Ms adelante, en los fueros municipales
como los de Cuenca, Oviedo, Sofia, Cceres, Molina, Salamanca y Plasencia., se conserv la
costumbre goda de las arras, varindose su regulacin, pues mientras unos la abolieron, otros
establecieron una cantidad fija de veinte maravedises y otros elevaron su cuantia a la tercera
parte de los bienes del que constituye la dote.
disposiciones del Fuero Juzgo y de los fueros municipales, consignndose que podian constituirse
las arras sobre los bienes presentes y futuros del marido siempre que no excediesen de la dcima
parte de sus propiedades, y si fuese menor de edad, de las de sus padres o representantes,
consider.ndose stas, inalienables, aunque intentasen su enajenacin los dos cnyuges o uno
slo. Se dice en el Fuero Real ...que los padres no pudiesen constituir dote a sus nueras ms que
de la dcima parte de los bienes que los mismos hijos hubiesen de heredar de ellos, y de diez
mancebos de servicio, veinte caballos y mil sueldos en vestidos y ropa13. La ley 50 de Toro,
114
112
Gmez, Asomo, Comoendio de] conientano del maesno Antonio Gmez a las Leves de Toro ,Madrid, 785.
113
CAPITULO III
Sobre este punto la diferencia establecida por el junsta Gonzlez Serrano entre arras y
donaciones propter nupcias define a stas como las que hacen los padres
ocasin de las bodas, siendo las primeras las donaciones que el marido hace a la esposa, con lo
cual, segn dice, lo que hace es dotar a su futura mujer.
Lev II: (Ley SI de Toro) Si la mujer no hubiese hqo del matrimonio en que
interviniere promisin de airas, si no dispone expresamente de las dichas airas, que las
haya el heredero, o herederos de ella, y no el marido, ora la mujer haga testamento o
no.
La mujer se presenta como un individuo entre dos linajes, nicamente el hecho de haber
tenido hijos, la incluye claramente en el del marido, pues hasta ese momento parece pertenecer
ms a su familia de origen. La donacin anal no reverta al marido o a los herederos de ste en
rungn caso, sino que perteneca a los herederos de la mujer, ya muriera con testamento, o sin l.
Esta ley recoge la ley 51 de Toro y la equivalente del Fuero Real116, en la que se dispona que
muriendo la mujer sin hijos, los bienes volvieran al marido que los dio, o a su heredero. En el
caso de que si hubiera hijos, la mujer slo puede disponer de una cuarta parte. Si el marido
muriese antes que la mujer, esta obtendria el usufructo de las arras y los hijos la propiedad de
stas s
LEY III (LEY 54 de Toro): Cualquier esposa, ora sea de presente, ora sea de
futuro, suelto el matrimonio, gane (si el esposo a oviera besado) la mitad de todo lo
que el esposo la oviere dado antes de consumado el matrimoio, ora seaprecioso o no;y
Gonzaiez Serrana, Comentario a las leves de Toro, Madrid, 1276, p. 232,
~ ~
1. Tt II, Libro 3,
114
CAPITULO II
/17;
pero s
hubiere amis, que sea en escogimiento de a mujer o de sus herederos, ella muerta,
tomar las airas o dejarlas, y tomar todo lo que el marido la hubo dado, siendo con ella
desposado, lo cual hayan de escoger dentro de veinte dias despus de requeridos por
los herederos del marido, y si no escogieren dentro del dicho trmino, que los dichos
herederosescojan.
Esta ley, que proviene de la Ley 52 de Toro, fija las reglas sobre lo que los tratadistas
llaman sponsalrna largitas, se dice que estas donaciones esponsalicias fueron creadas por
Constantino y que Justiniano las traslad a sus leyes 48 y 6~ de donationibus ante nupcias. En el
Fuero Juzgo se habla de las donaciones esponsalicias118 y la Partida 4 recoge esta ley119, e
igualmente se encuentra sta en el Fuero
dominio de la mitad de estos regalos cuando ha mediado beso, sino que tambin se le dan las
arras. En el Fuero Viejo de Castilla cl testimonio de la mujer sobre si haba habido o no beso,
decida la adjudicacin de las donaciones esponsalicias. Es decir, si se haba consumado el
man-imonio, la mujer o sus herederos obtienen, en el caso de que muriera uno de ellos, todo lo
que el esposo le hubiera dado, si no haba airas; y si hubiese arras y donaciones esponsalicias la
Se contempla la posibilidad de matrimonios sin anas, lo que niega la obligatoriedad juridica de la institucin,
efectvamnete de cierto nmero de cartas de dote analizadas est ausente la donacin del novio
Ley? Ttulo!, lib. V.
~artida 4t lev 3. titulo XI.
20
115
CAPITULO 1ff
mujer o sus herederos tienen el derecho de elegir en los siguientes veinte chas las arras o los
regalos de boda
La imprecisin a la que da lugar la ley motiv polnnca entre los juristas para distinguir
cuando hubo esponsales y cuando no, y cuando fueron de futuro o de presente o cuando se puede
tener por consumado el matrimonio. Tambin presenta dudas el beso que es interpretado por
unos como sinnimo de relaciones sexuales, aunque otros dicen que no implicara realizar el acto
camalt21.
116
CAPiTULO 111
La anterior ley delimita cual de los progenitores debe pagarlas: si el marido y la mujer las
han prometido de consuno, entonces han de pagarse con los bienes ganados durante el
matrimonio. Pero si no hay gananciales o no alcanzan a cubrir lo prometido en esos conceptos,
entonces se ordena que esas dotes y donaciones se saquen por mitad, de los bienes del marido y
la mujer. El resultado es que solia ser frecuente que el marido constituyese la dote sin
intervencin de la mujer, en este caso se saca su impone de los gananciales que hubiere, pero s
no existiesen, la madre ya no tiene obligacin de pagar con sus bienes lo que el padre prometia
los hijos, y la dote o la donacin, se pagar con los bienes del marido y no de la mujer.
El Fuero Real trata en el libro 1111, extensamente, de todas las materias referentes al
matrimonio y tambin sobre que ..el deudo fecho durante el matrimonio lo deben pagar marido
y mujer conjuntamente..12
padre, abuelo y bisabuelo son los que verdaderamente tienen la obligacin de dotar, pero no la
madre, abuela o bisabuela. A cerca de dnde se han de sacar las donaciones no se presentan
contradicciones: siempre que hubiere gananciales, estos deben cubrir la obligacin del
matrimonio, concurran o no ambos esposos al otorgamiento de la escritura dotal. Es decir, si no
hay gananciales slo el padre es el obligado a dotar y no la mujer. Esta obligacin es considerada
lgica por algn jurista debido a que es el padre el detentador de la capacidad econmica de la
familia
I24~
Sin embargo tambin se puede entender dentro del proceso de eliminar o reducir la
l22~
117
CAPITULO 111
que en este caso mandamos que sean obligados los que las
recibieren, ansi los hijos y descendientes en lo que toca a las donaciones como las hqas
vsus maridos en lo que toca a las dotes, puesto que seadurante el matrimonio, a tomar
a los otros herederos del testador aquello en que son inoficiosas, para que lo partan
entre sL y para se decir la tal dote inojiciosa se mire a lo que acede de su legftma y
tercio y quinto de mejora 125 cuando hizo la dicha donacin o dila dicha dote,
habiendo considerado el valor de los bienes del que di o prometi la dicha dote, al
tiempo que la dicha dote fue constituida o mandada o al tiempo de la muerte del que
di la dicha dote o laprometi, do ms quisiere escoger aquel a quienfue la dicha dote
prometida; pero las otras donaciones que se hicieren a los hijos, mandamos, que para
se decir inoficiosas, se haya consideracin a lo que los dichos bienes del donador
valieren al tiempo de su muerte.
La herencia del testador que se divida en cinco partes, destinaba cuatro a los descendientes y de ellos dos tunos
repartidos en partes iguajes entre todas sus hijos (legtima), pudiendo mejorar con el tercio restante al hijo que prefiriese
*26 Colacionarse supone que toda donacin del padre ha de tenerse en cuenta para imputara en la legtima o para
considerarla como mejora de tercio y quinta.
118
CAPITULO III
alter la excepcin de la
donacin simple, el Fuero ReaIl disponia que todo lo que el padre ola madre dieren a sus hijos
por razn de casamiento se trajera a colacin. Igualmente las PartidastS disponen que las dotes,
arras y donaciones que el padre diere por razn de casamiento se trajeran a colacin, asi como las
ganancias que esos mismos hijos tuvieron con el capital del padre, si estuvieren bajo su patria
potestad. En la ley 29 de Toro se dispone categricamente que tse traigan a colacin e
particin la dote e donacin propter nupcias e las otras donaciones que obtesen recibido de
aquel cuyos bienes vienen a heredar. S
127
119
CAPITULO III
y desde
arriba hasta 500 maraveds de renta puedo dar en dote a cualquiera de sus /4/as
legtimas hasta un cuento de maraveds y no ms; y que el que tuviese menos de los
dichos 200 maraveds de renta, no pueda dar ni d dote arriba de 600 maraveds; y que
el que pasare de los dichos 500 maraveds hasta un cuento y 400 maraveds de renta,
pueda dar hasta un cuento y medio de maraveds; y que el que tuviese cuentoy medio
de renta y desde arriba pueda dar en dote a cada una de las /4/as legzimas que tuviere
la renta de un ao
120
CAPITULO III
prometerpor va de dote ni casamiento de hija, tercio ni quinto de sus bienes, ni se entienda ser
mejorado tcita ni expresamente...
La regulacin progresiva de la dote llega en esta ley a una total minuciosidad, tal vez
como resultado de repetidos casos del incumplimiento de la ley; el hecho de que se vuelve a
legislar prohibiendo asociar la mejora a la dote. De la misma forma se trata de reducirlos bienes
femeninos con la prohibicin de recibir regalos que superen la octava parte de la dote.
121
CAPITULO II
los ales contratos a la Justicia. ...y el escribano del Ayuntamiento tenga un libro donde se
tome la razn de los dichos contratos y de la cantidad de dote y arras....
Y porque en nuestra Casa Real se pongan las cosas en estado conveniente
nuestro exemplo sea la ms cierta ley ordenamos
Palacio se pueda dar para su dote o casamiento o para acomodarla por otro camino ms
cantidad de un cuento de maraveds y la saya, sin ninguna otra preeminencia ni ttulo
honorco,ni oficio ni otro gnero de merced..
ya
los bienes que hubiere mostrencos en cada lugar sirvan y se apIiquen para casamiento de
mujerespobres y hurfanas....
Que entre las dems mandas forzosas de los testamentos entre de aqu en
adelante la de casar mujeres hurfanas
y pobres y
cantidadpara esto...
Y encargamos a los Prelados.., examinando las obras pias que hubiere en sus
obispados, apliquen las que hallaren menos tiles a casamiento de hurfanas ypobres [..]
Y otrosi rogamos y encargamos a los Prelados, Iglesias catedrales y colegiales
y Monasterios capaces de bienes en comun as de frailes como de monjas procuren todos
juntos, y cada uno de por si remediar y acomodar mujerespobres o hurfanas, pues entre
122
CAPITULO III
las obligaciones
estado que hoy tiene este Reyno, es sta una de las ms precisas y meritorias.
ejemplo de la actitud que deben seguir los sbditos mostrando moderacin en el otorgamiento
de las dotes a las damas de Palacio. Los planes reales para el casamiento de las mujeres ricas
sern bien distintos de la forma de mainmonio de las pobres, para las que establece una serie de
medidas de tpo nupcialista, incluyendo el empleo de los bienes comunales de los municipios y
os vinculados de la Iglesia
CAPITULO III
Se inscribe esta ley en la lnea de las pragmticas antisuntuanas que durante el siglo
,
129
Segn las obras de ciertos juristas, a principios del siglo XIX, y podramos afinnar que
durante el siglo XVIII de todas estas antiguas leyes referentes a la dote, lo que estaba en vigor en
la prctica diaria, era el hecho de que ninguna dote se consideraba como la mejora de tercio y
quinto
que las hijas la tenan que colacionar si se consideraba como inoficiosa. As pues,
Los temas que durante este siglo eran objeto de mayor controversia o motivo de
consultas legales se cifraban en la consideracin de si la dote resultaba ser inoficiosa, esto es,
mayor que la legtima correspondiente a la hija, con lo que deba restituir-se el exceso en la
particin de la herencia paterna o materna, para que se dividiera entre todos los herederos, pues
la hija, no podia entenderse mejorada por ya de dote ni por otra especie de contrato entre vivos.
Pero para calificar de inoficiosa la dote, se poda atender a lo que valan los bienes del dotante al
tiempo de su muerte o al tiempo en que se prometi o se constituy la dote, segn eligiera la hija
dotada, mientras que para calificar de inoficiosa la donacin propter nupcias (para el hijo) slo se
tena en consideracin el valor de los bienes del donante a] tiempo de su muerte; de tal forma
129
Bandos de los alcaldes de Casa y Corte: de 19-IV-1713, 17-IX-1718. 6-XI.1723, 17-Vfl-1729. lO-IV-1737, 16-1V-
1740. 13-D<.1745
124
CAPITULO Hl
que poda suceder que el patrimonio del que da la dote o hace la donacion sea ms cuantioso a un
tiempo que a otro, resultando por esta parte a favor de las hijas una ventaja, que segn los juristas
compensara la desventaja de que las dotes no [espueden servir para mejoras, como sirven las
donaciones propter nupcias a los hijos varones.
125
CAPITULO Iii
2.4.
Las reclamaciones de dote son documentos de denuncia que previamente a elevarse a las
instancias de la justicia, se formalizan en los despachos de los notarios y se conservan en sus
archivos. El contenido ms frecuente de estos documentos pone de manifiesto el incumplimiento
por parte de los maridos de las normas legales con respecto a las dotes, no podemos conocer
exactamente la extensin de este hecho aunque deba ser hasta cierto punto frecuente,
muy
posiblemente dependa ste cumplimiento de las leyes dotales de la presin ejercida por la
familiade la esposa.
Los maridos podan llevar a cabo diferentes formas de fraude contra las dotes de sus
esposas: tanto el no otorgar carta de dote una vez recibidos los bienes, como dilapidar stos, lo
que segn parece ya era frecuente a wincipios de la Edad Moderna
30
enlaces modestos no se haca tal carta, pero tambin es lgico suponer que en los dems casos
habra de ser grande e] empeo de las mujeres en obtener el documento acreditativo de sus
posesiones llevadas al matrimonio, ya que stas representaban al mismo tiempo el
reconocimiento de su estatus sociocconmico de origen, y la nica posibilidad de reconocimiento
de su aportacin, en un sistema familiar que no le ofreca ninguna posibilidad de intervencin ni
de proteccin real de su patrimonio, al recaer en el marido todas las atribuciones de la
administracin.
reclamaciones de dote, sobre este tipo de denuncias podemos mantener las siguientes
126
CAPITULO Hl
observaciones: las canas de dote eran documentos importantes para la mujer, garanta ante la lev
de las posibilidades econmicas propias
procuraban obtenerlas y guardaban las copias que les extendian los escribanos como garantas de
sus derechos. Disponemos de algunos ejemplos procedentes de la documentacin notarial: en el
primer caso la demanda se apoya en un inventario de bienes que haba firmado el demandado. A
la vista de la situacin hay que pensar que la ley, de manera lenta y probablemente tarda, velaba
por que se cumpliese lo establecido en materia de legislacin dotal siempre que se basasen en
documentos escritos ante notario. Pero tambin se observa como punto en comn de los dos
documentos presentados que son ms bien los varones que rodean a las mujeres dotadas (marido
e hijo) los que estn en disposicin de sacar ms provecho de la institucin dotal: en el primer
caso encontramos a un marido que se niega a extender carta de dote despus de haber recibido
sta, lo que conduce a la demanda de la esposa, y en el segundo un hijo reclama a su padre sus
derechos de herencia sobre la dote de su madre. En los dos casos los querellantes recurren con su
demanda a las autoridades, que reconocen sus derechos.
A Doa Clara del Rrncn13 se refieren cuatro documentos consecutivos que forman
parte del mismo caso: sta declara ante notario que antes de contraer matrimonio haba entregado
a su marido Juan Fiz Ordaz bienes dotales por valor de 7.720 reales, prometindole ste que le
extendera carta de pago una vez contrado el matrimonio al mismo tiempo que le prometa por
ya de arras 3.500 r. que entraan en el mismo rgimen dotal, lo que hara un total de 11.220
Reales. DB Clan se dirige a las autoridades y pide que por medio de alguaciles se apremie a su
esposo para que se lleve a cabo la ejecucin de tal escritura tras haber pasado ya el plazo de dos
Derasse Parra. P., Muja y mamiomo,Mlaea en el frnsto a la Modernidad, Mlaga, Diputacin, 1988, p. 60.
A.H.P.M. 13.755, P57, Ao 1700.
,
127
CAPITULO Hl
En el segundo caso, Eugenio Garca hijo de Joseph Garca reclama a su padre viudo, por
medio del teniente de corregidor la herencia y dote de su madre 132 por no haberse hecho tras [a
,
muerte de aqulla, segn dice. inventario ni tasacin de bienes. El hijo, como heredero universal
presenta la peticin junto a la carta de dote de su madre por valor de 2.752 R. Su demanda se
basa en que tras la muerte de su madre acaecida haca siete aos y al haber llegado a su mayora
de edad por cumplir los veinticinco aos, necesitaba los bienes que le pertenecian. El
demandante reclama la cuantia de la dote y pide que se embarguen los bienes que estn en poder
del padre por esa cantidad. Pero como cada caso documentado es tambin un microcosmos de
informacin familiar, se nos brinda la oportunidad de conocer a travs de este documento cual es
el estado de la hacienda del viudo y la decisin que se toma sobre la demanda: padre e hijo
acaban por llegar a un acuerdo mediante el cual sea posible el pago de la deuda en las siguientes
condiciones: el hijo se har cargo de todos los bienes muebles que estn embargados por
mandamiento judicial, junto con la gestin de la casa de Posadas que detentaba el demandado
Joseph Garca, pero a su vez el demandante se har cargo de las deudas del padre,
fundamentalmente: el pago del alquiler de la posada a] convento de Nuestra Seora de la Victoria
12$
CAPITULO Hl
todos los meses, adems de los 440 reales que debia al convento por los atrasos del alquiler de
medio ao, igualmente se debe hacer cargo de otras dos deudas por prestamos pendientes: 360
reales al sargento mayor D. Lorenzo Blancario y otros 200 reales a Pedro Abad, panadero. Parece
evidente que el padre se encontraba en la ruina y que haba dilapidado la dote de su esposa, la
disposicin fmal de lajusticia es que todos los bienes pasen al demandante.
32
AJ-LP.M., P0 14.584, r,
Ao 1105.
129
CAPITULO III
3.
LA SOCIEDAD DE GANANCIALES
Una buena parte de este cuerpo legislativo es de origen medieval aunque otras leyes
proceden de las Leyes de Toro, la gran creacin jurdica de los Reyes Catlicos. Cada ley resulta
representativa del momento histrico de su promulgacin, y sta puede provenir de siglos
anteriores, pero tambin nos aporran informacin sobre la ideologa del setecientos las
interpretaciones que los juristas de la poca hacian sobre ellas, as como su mayor o menor
vigencia en el momento de nuestro estudio.
CAPITULO III
lev 17, tit. 20, libro IV, considerandose el antecedente ms importante de lo que sern las leyes de
sociedad de gananciales
quanto que quzer que el mando sea noble s se casa con la mwer cuerno deve, e viviendo desa
uno ganan alguna cosa o acrecen, s alguno deliosfuese ms rico que el otro; de su buena e de
todas las cosas que acreceren e ganaren en uno, lanzo debe ayer adems en aquella que ganaren
en uno, quanw ave dems del otro en su buena: ass que s las buenas dambos se mejan iguales,
porpoca cosa no tomen enzenezn. Ca de duro puede seerque sean asmadas tan equalmente que
non semeie que la una es melar que la otra en alguna cosa Mas si/a una es mayor de la otra
connocudamienzre, quanto fuese mayor, tamo deve ayer mayor partida en la quenanca, ass
como es dicho de suso, cada uno despus de la muerte del otro e puede/os dexar a sus fijos o a
sus propmquos o a otro si quisieren. E as decimos de los homes como de las mujeres...
Lev 1: Toda cosa que marido y mujer ganaren o compraren, estando de consuno,
hvan/o ambos por medio; y si fuera donado de Rey o de otri,
lo diese a ambos,
hyanlo marido y mujer; y silo diere a uno, hvalo solo aquel a quien lo diere.
Ley JI:
132.
CAPITULO JI
Estas leyes proceden del Fuero Real, titulo 3, Libro 3, Leyes 1 y II y son la consagracin
del derecho de gananciales. pues consideran comn el capital que aporta al matrimonio cada uno
de los cnyuges, y con arreglo a este principio se habrian de distribuir los frutos de esos mismos
capitales tal como se dara en otro tipo de sociedades colectivas como las comerciales, pero la
sociedad matrimonial tal como expresan los juristas de la poca se reconoce distinta a la que
representa una compaflia de comerciantes, no hay una proporcionalidad en los beneficios segn
la aportacin, y se considera comunal en trminos de igualdad.,
Ley 1.11: Mag~er que el marido haya ms que la mujer o la muger ms que el marido,
quier en heredad. quier en mueble, losfrutos sean comunes de ambos a dos; y la heredad
y
las otras cosas do vienen losfrutos, hyalas el marido o la mujer cuyas antes eran o sus
herederos.
Lev Ji: Como quier que el Derecho diga, que todas las cosas que han marido y mujer,
que todas sepresumen ser del marido, hasta que la muger muestre que son suyas; pero la
costumbre guardada es en contrario, que los bienes que han marido y mugen que son de
ambos por medio, salvo los que probare cada uno que son suyos apartadamente; y ansi
mandamos, que se guarde por ley.
Ley en la que Felipe II ampli y explic la ley 203 del Estilo por la cual los bienes que
tengan el marido y la mujer han de presumirse comunes, no probando su respectiva procedencia.
Se reconocen por tanto, como bienes gananciales, la mitad de todos los que se encuentren
en la casa y que el marido no justifique que fueron adquiridos por herencia o donacin. Los
productos del trabajo, las rentas de los bienes llevados a la sociedad conyugal, es decir, cualquier
132
CAPITULO III
adquisicin que no descanse en un titulo singular propio del marido o de la mujer. han de ser
siempre repartido entre ambos. Por tanto para la particin de herencias ha de tenerse en cuenta
esto,
el viudo o viuda ha de recibir, no los bienes que aport al matrimonio, sino la mitad
Lev V~ Declarando las leyes del Fuero, y lo contenido en el Libro de Estilo de Corte, y
las otras le-ves que disponen sobre la manera que se ha de tener en los bienes ganados
entre el marido
que sean y finquen de aquel que los hubo ganado, sin que el otro haya parte delios,
segun lo quieren las dichas leves del Fuero, pero que losfrutos y rentas del/osy de todos
otros cualesquier oficios, aunque sean de los que el derecho hubo por casi castrenses, y
los otros bienes que fueron ganados o mejorados durante el matrimonio y los frutos y
rentas de los tales bienes castrenses y oficios
consuno. Yozrosi, que los bienes quefueren ganados, mejorados y multiplicados durante
el matrimonio entre el marido
que los pueda enagenar el marido durante el matrimonio, si quisiere, sin licencia ni
otorgamiento de su mugen y que el contrato de enagenamiento va/a, salvo si fuere
probado que se hizo cautelosamente por defraudar o damn/icara la muger. Y otrosi
mando y ordeno, que si la muger fincare viuda, y siendo viuda viviere luxuriosamenze,
que pierda los bienes que hubo por razn de su mitad de los bienes quefueron ganados y
mejorados por su marido ypor ella, durante el matrimonio entre ellos, y sean vueltos los
tales bienes a los herederos de su marido dfunto en cuya compaafueron ganados.
133
CAPITULO II
En esta le; destacan dos puntos flmdamentales: los bienes ganados que pueden ser
enajenados por el marido y la posibilidad de prdida de bienes por la esposa viuda al aplicrsele
unas exigencias sobre su comportaniiento del que el hombre est exento. La ley fue otorgada por
D. Enrique IV en Nieva en 1473, contestando a la peticin 25 de las Cortes y presenta
flindanientalinente dos panes: que los bienes castrenses, oficios de rey y donados no fueran
comunes durante el matrimonio pero s sus frutos y rentas, y la segunda y ltna parte donde se
hace una observacin que entraa dentro de las restricciones de gnero en relacin con la
moralidad de la vida de la mujer en la viudez, que al varn no se le aplica: la ley condena a
aquella viuda que no viva de manera decorosa a perder los gananciales de su matrimonio.
Lo panicular de esta ley es que distingue los bienes que se adquieren por el matrimonio a
titulo lucrativo, que son los que dispone la ley que se reserven para los hijos del primer
matrimonio en el caso de
adquiridos durante el matrimonio a titulo oneroso, de los cuales ninguna ley le impeda a la
134
CAPITULO Hl
madre su libre disposicin, los bienes gananciales que provienen de titulo oneroso son: los de la
industria y trabajo de los contrayentes 133
Ley 7] (Ley 15 de Toro En todos los cosos que las mujeres, casando, segunda ve:. son
obligadas a reservar a los hijos del primer matrimonio la propiedad de lo que hubieren
del primer marido o heredaren de los hijos del primer matrimonio, en los mismos casos
el varn que casare segunda o tercera vez sea obligado a reservar la propiedad de ello a
los hijos del primer matrimonio; de manera que lo establecido cerca deste caso en las
mu/eres que se casaren segunda vez, haya lugar en los varones que pasaren a segundo o
tercer matrimonio.
En resumen tanto el padre como la madre estn obligados a reservar la propiedad de los
bienes adquiridos de sus hijos y consortes, y vienen a ser slo usufructuarios.
percibe de su primer marido y aquellos que son heredados de los hijos. Aunque el marido y la
mujer no se sucedan mutuamenu abintestato (es decir sin mediar testamento que as lo
dictamine) cuando hay parientes de primera u otra linea, sin embargo ex testamento o por otro
titulo lucrativo pueden sucederse o transferirse sus bienes aunque tengan hijos, con la diferencia
de que pasando a contraer el segundo matrimonio, el sobreviviente slo goza el usufructo de los
bienes que le dejo el premoriente, quedando obligado a reservar a los hijos del primer
33LamasvMohn& Sancho: Comentario iuridjco-Iiteraj de las 83 Leves de Toro. Madrid. l796,p. 134.
134 Op.
135
CAPTULO Hl
matrimonio la propiedad de dichos bienes. Pero en el caso de continuar la viudedad, goza no slo
del usufructo sino de la propiedad de dichos bienes. Esta ley procede del derecho justinianeo.
El segundo caso es aquel en el que la mujer sucede o hereda bienes de algn hijo del
primer matrimonio, si ste la nombra por heredera adquiere lo que le haya dejado. En los casos
de reserva de bienes entre marido y mujer, se dispone que cuanto haya recibido sta de su marido
por titulo lucrativo de institucin, legado, fideicomiso, donacin esponsalicia, mortis causa o por
cualquier otra, lo debe reservar ntegramente a los hijos del primer matrimonio y tambin de los
bienes que heredase la madre de los hijos del primer matrimonio despus de casada. Se inspira en
el cdigo de Justiniano ley Y, novela 22, cap. XXIII.
Lev Viii (Lev 16 de Toro): Si el marido mandare alguna cosa a su mujer al tiempo de su
muerte o testamento, no se le cuente en la parte que la mujer ha de haber de los bienes
multiplicados durante el matrimonio, mas haya la dicha mitad de bienes, y la tal manda
en lo que de Derecho debiere valen
en
marido a la mujer no se han de satisfacer de los bienes gananciales, sino de los bienes del marido
o de la parte de gananciales que a l corresponda, pues la mujer puede recibir la manda si tuviese
hijos, y slo un quinto de los bienes si no los tuviese y si padres, hasta el tercio y si no tuviera
herederos forzosos, en cuanto el marido quiera dejarla y se aade que debe entenderse lo mismo
en cuanto al marido. Llamas y Molina sostiene que en los gananciales no entra lo que se adquiere
Alvarez Posadillas: Comenuno a las Leves de Toro se2n su esrnntu y el dela le2islacin de Espaa. Madrid, 804, p.
130.
136
CAPITULO Hl
donacin x que
Lev IX flev 60 de Toro>: Cuando la muger renunciare a las ganancias, no sea obligada a
pagar parte alguna de las deudas que el marido hubiese hecho durante el matrimonio.
La renuncia de la mujer, puede, segn plantea Llamas y Molina darse en tres tiempos:
cuando se contrae matrimonio, una vez contrado ste, cuando se conoce que hay bienes
gananciales y finalmente al tiempo de disolverse el matrimonio. En el primer caso la renuncia es
vlida, del mismo modo que se puede renunciar a la herencia del legado o del fideicomiso, si se
hace esta renuncia, la sociedad matrimonial queda reducida a los trminos del derecho comn
romano. En el segundo caso la mujer renuncia a los gananciales si al tiempo de la renuncia
parece que los hay, de lo cual se supone que es vlida la donacin entre marido y mujer, y como
este principio es bsico y no es conforme a derecho, se sigue que es invlida la renuncia a los
gananciales despus de haber contrado matrimonio.
En e1 tercer caso se sostiene que es vlida pues la hace la mujer disuelto e] matrimonio
por la muerte de su marido. En este caso la mujer renuncia a los gananciales adquiridos o las
deudas contradas durante el matrimonio superan los gananciales o son menos que estos.
Ley X: (Ley 77 de Toro) Por el delito que el marido o la mujer cometiese aunquefuese de
herega o de otra qualquier qualidad, no pierda el uno por el delito del otro sus bienes,
ni la mitad de sus ganancias habidas durante el matrimonio, y mandamos que sean
hab idos por bienes de ganancia todo lo multiplicado durante el matrimonio, hasta que
137
CAPITULO Hl
por el tal delito los bienes de cualquier dellos sean declarados por sentencia, aunque el
delito sea de tal calidad que imponga la pena psojure.
Se desprende del texto de esta ley que como resultaba frecuente que por algunos delitos
se imposiera la confiscacin de bienes, que los bienes gananciales que pudieran corresponder a
la mujer o al marido hasta el cha de la comisin del delito no pudieran ser objeto de confiscacin.
Lev Xl: <Lev 78 de Toro) La mugen durante el matrimonio, por delito pueda perder en
parte o en todo sus bienes dotales o de ganancia, o de otra cualquiera calidad que sean.
Cuando la mujer era condenada por algn delito o pena por la que perda la vida, la
libertad o la ciudad, el marido poda adquirir la dote, a no ser que fuese rea de lesa majestad,
violencia pblica, parricidio, veneno u homicidio (Llamas y Molina), porque en estos casos se
quedaba con la dote el fisco con exclusin del marido. La confiscacin de bienes ser una
prctica jurdica que no ser abolida hasta 1812.
Ley XII: Apruebo la observancia del fuero denominado del Baylio, concedido a la villa
de Alburquerque por Alfonso Tellez su fundador, yerno de Sancho JI, Rey de Portugal,
conforme al qual todos los bienes que los casados llevan al matrimonio o adquieren por
qualquier razn, se comunican y sujetan a particin como gananciales, y mando que
todos los tribunales de estos mis reinos se arreglen a l para la decisin de los pleitos
que sobre particiones ocurran en la citada villa de Alburquerque, Ciudad de Xerez de los
Caballeros, y dems pueblos donde se ha observado hasta ahora, entendindose sin
perjuicio de providenciar en adelante otra cosa, si la necesidad o transcurso del tiempo
138
CAPITULO III
acreditase ser ms conveniente que lo que Mvse observa en razn del citado fuero, si lo
representasen los pueblos.
LEY Xl!]: Abolimos en cuanto sea necesario la supuesta ley, costumbre o estilo que ha
gobernado hasta hoy en la ciudad de Crdoba, de que las mujeres casadas no tengan
parte en los bienes gananciales adquiridos durante el matrimonio. En su consecuencia
queremos y mandamos, que la ley general de la participacin de las ganancias en los
matrimonios sea extensiva a las mujeres cordobesas de todo aquel reino, segn y como
se practica con las de Castilla y Len. Yen esta conformidad mandamos al corregidor de
la apresada ciudad de Crdoba, a los alcaldes mcvores de ella,
dems a quienes
CAPITULO Hl
Desde el punto de vista de la prctica jurdica, Jordn de Asso establece los principios
fundamentales y las particularidades del derecho de gananciales tal como regan en la prctica
legal a finales del siglo XVIII 36: El derecho de gananciales tiene sufundamento en la sociedad
que se supone entre marido y mujer porque trayendo sta sus capitulos en la dote, donado
bienes parafernales,
y aquel
resulten del manejo mancomunal de este cuerpo de bienes, sean por iguales partes de uno y otro
compaero.. Segn el autor mencionado de todo esto se deducen cuatro principios:
...
Primero:
Que lo que marido o mujer traen al matrimonio como suyo propio o adquieren durante l por
ttulo lucrativo no se lleve a particin. Segundo: Pero silo adquirido mientras fueren casados por
compra, venta u otro titulo oneroso Tercero Que en estos bienes gananciales adquiera absoluto
dominio luego de hecha la divisin, cada uno por su mitad. Cuarto: Que as como son comunes
las ganancias, sean tambin los menoscabos que acontecieren en estos bienes a no ser que sea por
culpa de uno slo....
Los juristas del siglo XVIII entienden la sociedad de gananciales basada en los siguientes
principios que deducan de los anteriores expuestos: dote, arras, donacin del esposo y bienes
parafernales no son bienes gananciales o de particin. Ni la herencia del padre o parientes o
donacin de un extrao a uno de los consortes, como consta en el Fuero Real. Ni la donacin
6Asso y del Rio. 3., hxsntuciones del Derecho Civil de Castilla Madrid, 1792, p.6O.
140
CAPITULO Hl
hecha por los parientes de la mujer al marido o al contrario, ni tampoco el usufructo que goza el
padre de los bienes del hijo.
Del segundo pnncipio se deriva que deben partrse los frutos obtenidos de todos estos
capitales ganados y mejorados durante el matrimonio, y que estos frutos sern siempre comunes
aunque uno de los consortes tenga ms haberes que el otro. Dividindose las mejoras en planto
o edificaciones y el valor de la compaflia u oficio comprado por el marido y la mujer, segn el
que sea en el momento de la particin. Tambin se parten las pensiones de la heredad arrendada
a proporcin del tiempo que dur el matrimonio, pero no se partirn las mieses o frutos maduros
de la heredad que alguno de los consortes trae al matrimonio y no se sembraron durante l, por lo
que se sacarn antes del cuerpo de bienes, ni se dividen tampoco las mejoras hechas en los bienes
de mayorazgo.
Del principio tercero: Disuelto el matrimonio, el que sobreviva puede disponer de la parte
de los bienes multiplicados que le pertenecen sin estar obligado a reservar la propiedad a los
hijos. Lo que el marido dejase a la mujer en testamento no ha de confundirse con lo que a ella le
pertenece de los gananciales. El marido no puede enajenar sus bienes con malicia y en fraude de
estos gananciales ni el uno por delito del otro pierde sus bienes
ni
la mitad de gananciales. Si la
viuda vive lujuriosamente y por delito perder lo que obtuvo por razn de la mitad de
gananciales.
Del principio cuarto: Siendo comunes ganancias y peijuicios las deudas que se contraen
durante el matrimonio se han de pagar de los bienes comunes pero no aquellas contradas antes o
despus. La mujer no ha de pagar la mitad de las deudas si renuncia a los gananciales. Las
141
CAPITULO Hl
prdidas causadas a la hacienda por haberla arrendado el marido a b~o precio o spor pago de
censos
deudas contraidas por causas ilcitas no deben perjudicar a la mujer, asi que en estos
gananciales, y si no hay, de otros bienes, si el padre prometiese la dote, esta se pagara de los
gananciales, y a falta de stos, slo de los bienes del marido
Hemos de contar con la realidad que proviene del estudio de la documentacin notarial,
principalmente de los testamentos, en estos casos concretos recogidos, donde se muestra la
aplicacin habitual de las leyes de gananciales, como podremos observar en diferentes ejemplos:
en un primer caso en el que se cuenta con la existencia de bienes gananciales, estos se dividen
entre el cnyuge suprstite y el heredero legtimo y en el segundo tras llevar a cabo las cuentas
testamentarias, ala muerte del marido, se comprueba que no existen bienes gananciales.
El primer caso es un testamento a partir del cual se puede reconstruir una pequea
historia familiar y el modo en que se reparten los bienes gananciales: se trata de un criado de la
Real Casa, en este caso sirviente del infante D. Antonio, es el testamento de Felipe de Villame37,
el testador estuvo casado primeramente con Josefa Roger de la que conserva la carta de pago y
recibo de dote por 8.282 Reales existiendo de este matrimonio un hijo, tambin casado. Cuando
tiene lugar la boda con su segunda esposa, llamada IY Maria Teresa Velgarde, se hizo inventario
y tasacin para saber lo que corresponda al hijo, resultando 46.039 mvs. de los que se restaron
8.000 R. cuedando lquidos nasa renartir como 2ananciales 37.000 miv de stos correspondieron
18.000 a cada uno: padre e hijo, aumentndosele a ste ltimo 8.800 por la dote y arras de su
142
CAPTULO Hl
madre lo que lleg a 27.000. Al casarse el lujo, se dice que le entreg en bienes y plata 14.000
constando todo en una carta de pago que otorga el hijo por el recibo de: dote, anas, y mitad de
gananciales como herencia de su madre. En el nuevo matrimonio, al que se dice que la novia
lleva 16.000 mvs. como dote, le son ofrecidas 1.800 mvs. en anas, y segn contina el
testamento... Por la consideracin y cuidado con que fue tratado por su segunda esposa, le deja
a sta un quinto (el de libre disposicin) quedando como herederos el hijo habido
los posibles
38
hacienda por valor de 24.599 R. a lo que se le restan 1.000 para hacienda y deudas. Concluye el
documento que no ha habido gananciales a partir de las siguientes cuentas: del cuerpo de
hacienda de 24.599, se le restan, primero las deudas: 1.000 R. (encontrndose entre los
acreedores, un camarista y el jefe del oficio), a continuacin se restan 4.000 como importe de la
dote, 16.000 de la escritura de capital, 600 del lecho y vestido de la viuda, que suben a 27.602,
mientras que el total importaba 24.599. Por lo que (segn siguen estas complicadas cuentas en e]
documento) resulta no haber habido gananciales alaunos durante el matrimonio. Quitados los
gastos del funeral y sumados 600 R. que dio la Reina Madre se reduce a 12.096 con lo que se
forman tres hijuelas: una para la mujer con sus derechos y otra para la hija....las dos hijuelas a
nombre y cabeza de IY Manuela Labarta la una por sus respectivos derechos y la otra como
~AHPM .r19334, P340. Ao 1791.
143
CAPITULO Hl
pagadora de deudas que se la hace de las que dej contradas dicho su marido y la restante para la
citada D8 Maria Francisca Martin y Saavedra menor
pago se le darn bienes, alhajas y crditos.
144
CAPITULO fil
4.
Las capitulaciones matrimoniales son unos documentos que se depositan en los oficios de
los escribanos y que incluyen de forma detallada la variedad y el destino de los bienes de los
contrayentes, y los trminos en los que se llevar a cabo el enlace, aunque cualquier pareja
matrimonial poda hacerla, lo cieno es que son los grupos con mayor estatus econmico los que
tienen ms necesidad de reflejar con ms detalle las condiciones econmicas, de hecho las que se
han analizado corresponden al estamento aristocrtico
4.1.
Las escrituras de capital son documentos que se registran en notarla y que se hacen
previamente a la boda a veces de manera paralela a la carta de dote, en ellos se establece de
forma clan, y mediante un inventario, los bienes y el valor del capital posedo por el futuro
esposo antes del matrimonio, pues tal como se dice en las leyes de gananciales, todos aquellos
bienes cuya posesin individual no se pueda probar pasarn a ser considerados comunes, con este
motivo, los maridos obtienen de sus futuras esposas la llamada escritura de capital que firmada
145
CAPTULO Hl
por esta ante notarlo presenta una enumeracin exhaustiva de sus bienes privativos tanto en
especie como en capital.
Uno de los elementos mas significativos de las escrituras de capital resulta ser la
similitud formal que presenta con un tipo de documento ms comn que es la carta de dote: los
rasgos similares que presentan pueden llevar a la confusin del verdadero cariz del documento, al
asumir formas de expresin distorsionantes de la realidad tales como considerar que es la mujer
la que recibe como propietaria (pas a su poder) los bienes del marido al utilizar frmulas
calcadas de las cartas de dote.
os
nominados bienes de ropa de todas clases, alajas y dems muebles que pas a su parte y poder
realmente y con efecto, por lo que otorga tan bastante carta de pago y capital como a su derecho
convenga..
146
CAPITULO Hl
Las semejanzas que presentan ambos documentos son puramente formales: ambos se
hacen antes del matrimonio para registrar bienes, uno de la novia y el otro del novio y los dos son
firmados nicamente por el receptor y no por el otro contrayente. Por el contrario son mucho
ms notables las diferencias; la finalidad de un documento es reconocer lo que posee
permanecer en manos del marido -la escritura de capital- ,la del otro enumerar lo que ya slo
tendra la esposa de manera puramente nominal, pero cuya administracin perder, pues estos
pasarn realmente amanos del marido -la carta de dote-.
Florn
marido se observa que en primer lugar y tras la correspondiente filiacin del novio y de la novia
(ambos son vecinos de Madrid pero son naturales del mismo pueblo: Villaseca de la Sagra), se
especifica la finalidad de la carta que es hacer un inventario de bienes, hacienda, efectos alhajas
y
crditos
previamente se ha pedido la presencia mediante citacin de la novia y de sus padres, lo que lleva
a suponer que este puede ser un buen ejemplo de matrimonio acordado por la familia (como lo
eran la mayora).
Como referencia concreta relacionada con el ajuar masculino tenemos que la lista de
bienes comienza por las prendas de vestir, presentando de stas un corta surtido de chupas,
~A.H.PM.. Escritura de capital de 1). Francisco Florn. r 16.788. E0 178, Ao 1746, Carta de dote otorgada por el mismo
E> Frncsco Florn, r 16788,P 186, Ao 1746.
147
CAPITULO Hl
calzones y casacas, alguna bata, redigot, junto a medias y pauelos de seda. Tiene D. Francisco
bien amueblada la casa, entre cuyo mobiliario destacan abundantes objetos de decoracin de
predominante color dorado que adornan las paredes, se citan espejos y taburetes para el estrado.
junto a objetos tpicamente masculinos como el bastn, dos pares de pistolas, espadin y reloj,
adems de la descripcin de una serie de tiles de cocina, 1). Francisco posee en su biblioteca
algunos libros, unos en latn y otros en castellano.
Entre otras propiedades est una casa en su pueblo de origen y un capital de 12.000 reales
entre dinero liquido y una larga serie de vales que constan a nombre de diferentes personas,
algunas de las cuales son miembros de su propia familia, de los que se dice en el documento que
es heredero (padre y hermano), es de destacar que tambin posee un vale a nombre de su futuro
suegro por valor de 200 reales. El valor total de todos los bienes de D. Francisco es de 61.000
reales. La novia y los padres estn presentes en este examen de posesiones del que cabe suponer
que constituye un buen partido.
matrimonio como bienes suyos. Prcticamente el total del valor de la dote de la novia son
vestidos, para la casa slo aporta algo de la llamada ropa blanca como manteles, colchas,
toallas o servilletas, no aparecen tiles para la cocina. El valor de las joyas no es, desde luego
muy alto y una parte sustancial del conjunto financiero lo componen los 8.800 reales de una
prebenda (donacin) que dej un familiar en una memoria para aquellas mujeres de la familia
que tomasen estado de matrimonio o religin. Con lo cual el total de la dote es de 18.000 reales,
que puede considerarse como de media-alta. La novia recibe como anas de su futuro marido la
148
CAPITULO Hl
cantidad de 5.500 reales, que segn dicta la ley deben caber en la dcima parte de su caudal, si
recordamos que aquel ascenda a 60.000 reales habremos de admitir que en este caso si se
cumple la ley de una manera escrupulosa
Otra escritura de capital es la que hace Da Antonia Briega, viuda, a favor de D. Francisco
Trillo de Trava mozo soltero, menor de veinticinco afios, natural y vecino de csta villa~N%
donde lleva como caudal propio 33.500 maravedis en alhajas, bienes, y crditos, encontrndose
entre estos crditos algunas inversiones en el comercio de madera y otros contra la
testamentara del marqus de Melgida. Entre la ropa de casa presenta mantas, colchas, camas,
muebles, bales y ropa o un relog dispertador.
149
CAPITULO Hl
Una de las escnturas de capital mas completas que se han hallado es la otorgada por D2
1.42
141
significativos resulta ser el abundante ajuar del novio, la enumeracin se hace especialmente
extensa, proporcionndonos al mismo tiempo informacin sobre el tema del ajuar masculino en
El primer captulo se encabeza con los objetos que se encuentran bajo el epgrafe
ebanista: seis sitiales de piel de cabra con funda de coton. Una papelera, un bargueo de moda
con tres cajones con nogal y herrajes de bronce, una mesa redonda, un tocador con su mesa, una
arquita de caoba, un arca de cedro, seis sillas grandes de paja en blanco, seis sillas chicas de paja,
dos cofres, otro cofre gande, un cofrecito, una cama de cuatro tablas con los pies de verde, otra
cama de cuatro tablas, dos rodapis, una mesa de cocina con su cajn, un fregadero de madera,
un artesn nuevo de madera para fregar, un barreo grande vidriado de Alcorcn para enjuagar
ya usado, un armario gande de madera de cuatro puertas, una cenefa con su repisa para colgar
los candeleros, un tajo grande con su cuchilla, una horquilla para quitar las cortinas de los
balcones, una escalera de madera de diez peldaos, cuatro barras de cenefa en blanco para
arrimar los taburetes de la sala, una tinaja vidriada de Alcorcn para el agua con su pie de
madera, una tabla de madera para jabonar. un palo redondo de dos varas de largo para arrollar la
alfombra, un enjugador grande.
de Nuestra Seora y otra de la Encamacin, la Adoracin de los Santos Reyes, San Pedro,
~
150
CAPITULO III
Virgen, Nio y San Jos. cuatro floreros redondos con marcos dorados. Nuestra Seora de los
Santos. Dolorosa, Jess. Maria y Jos y el Padre eterno. Nuestra Seora de la Caridad.
Bajo el titulo espetera se enumeran los siguientes objetos: dos cazos de azofar, perolito,
cucharitas de azofar, calentador de lo mismo, perol grande de cobre, olla grande con su
tapa para calentar agua para fregar, tartera, cubiletes con sus tapaderas, sartn de hierro,
estrelladera de hierro, jarro de cobre, cedacillo para la ceniza, tres candeleros, una
palmatoria de el metal de los velones con su platillo, dos candeleros, copa de azofar,
almirez., garrafa de cobre.
142
doce platos, una frutera de lata, trebedes, tenazas y vadil con unas parrillas, todo de hierro.
Dos pares de fuelles.
Plata: salvilla, seis cubiertos compuestos de cuchan y tenedor y un cuchillo para todos,
otros seis cubiertos de hechura de moda con las mismas piezas y cuchillos que los
anteriores, seis hebillas de plata para zapatos, charretera y corbatn, espadn labrado con su
gancho, botones de piedra de Franca.
Diamantes: sortija.
151
CAPTULO 1
Vdnado: platos, fuentes, tazas, otras piezas de Talavera, otras piezas de barro de Alcorcn.
Enaguas: calcetas, zagalejo, cortinas, servilletas, camisola (12), pauelos, corbatin, gorros,
vuelos de muselina.
Vestidos de hombre: vestidos (compuesto de casaca, chupa y un par de calzones)4 con sus
medias, en gran nmero.
Alcora y otras cosas: una salvilla pequea, con dos docenas de platos de alcora, dos jcaras
de china con sus platillos correspondientes, cuatro planchas. un tapete de alfombra, una
estera de palma, tres esteras de Args (con que se ester la sala el ao pasado..), ocho
varas de friso para el estrado con frutos, follaje,
Colchones. dos de terliz para cama de cuatro tablas, tres pequeos, cuatro finidas de
almoSadas, un farol pequeo para la escalen de cuatro medios vidrios, un cubo de madera
con su asa para sacar agua del pozo, cuatro cornucopias de talla dorada y lunas de cristal
con copete, cepillo para limpiar los vestidos.
~ Casaca:prenda de vestir antigua. masculina, de la Lonna de un chaqu moderno pero de colores vivos y adornada de
bordados. caliones: pantalones. dnJp!:prenda de vestir antigua, de mangas ajustadas que cubra eJ cuerpo y tenia una faMilIa
dividida en cuatro partes de anta a abajo.
152
CAPITULO Hl
Ropa blanca una colcha nueva labrada y afelpada con su fleco, otras tres colchas, veinte
sbanas, siete tablas de manteles, veintiocho servilletas, nueve toallas, nueve camisas de
cotanza para hombre, cinco justillos para hombre, cinco pares de calzoncillos.
oorga la mas
firme carta de pago en cuya virtud se obliga la otorgante a que despus de reintegrada de sus
derechos dotales cuando llegue el caso de su restitucin y que satisfaga la cantidad de este
capital los pagar con los bienes existentes o en su defecto su valor a quien legtimamente lo
hubiera de hacen..v declara que contra los bienes de este capital no tiene deuda alguna y se
obliga a conservarlosy mantenerlos....
..
o quien lo represente por caudal suyopropio el de los aplicados ...reales en las mismas especies
que los entra al matrimonio mas lo que adquiriese por donaciones, herencias o legados, esto
153
CAPITULO III
habiendo sido primero> ante todas las cosas pagada y reintegrada a D~ Teresa Aguado el
importe de la carta de dote
4.2.
Los documentos que recogen las capitulaciones matrimoniales no son tan frecuentes
como las cartas de dote, y tampoco las sustituyen. Las capitulaciones recogen fundamentalmente
la manera en que se establecen las bases econmicas de un matrimonio. Aunque no es privativo
de las clases privilegiadas, los casos consultados se refieren a enlaces entre miembros de la
nobleza, que en esta sociedad es el grupo en el que el carcter econmico del matrimonio es ms
palpable y sustancial la necesidad de dejar todos los detalles registrados. Estos documentos
forman parte de la negociacin anterior a la fomializacion de la carta de dote y de la escritura de
capital y se puede observar cmo en ocasiones al tratars~ de un proceso de negociacin,
encontramos sucesivos documentos modificando algunas de las partes de lo tratado hasta que se
llega a un acuerdo.
CAPITULO III
155
CAPITULO ID
Conocemos la carta de capitulaciones que fechada en octubre de 1732 regula el matrnono entre D~ Mana Antonia Dorotea de Figueredo y Fajardo bija de D. Femando de Figueredo,
secretario de 5 M
Estado
documento cuenta con las legitimas paternas, cuyo valor real no se menciona, ms 6.000 reales
de una pensin de SM. y el aumento de dote de un familiar que le ofrece 2.000 ducados, adems
de joyas
vestidos. El novio por su parte, ofrece 2.000 ducados por va de anas, que como
siempre se dice constituyen la dcima parte de sus posesiones. Al final del documento aparece
equidistante la firma de ambos otorgantes escritacon soltura y correccin.
146
proviene sta- que fue caballero de Santiago y miembro de los Reales Consejos, tuvo el titulo de
conde de Fontanar. Se advierte en las capitulaciones que para que se lleve a cabo el enlace debe
dar su permiso el rey y el Consejo de Ordenes, En cuanto al aspecto econmico la novia aporta
como dote 50.000 ducados procedentes de la legitima paterna y a cuenta de la materna; adems
de valiosas alhajas y una pensin ofrecida por SM. de 6.000 reales anuales. El futuro marido
ofrece en arras la dcima parte de sus bienes, pero sin especificar a cuanto ascienden, ofrece
tambin que en caso de viudez de IY M Josefa sin haber habido descendencia, correspondera a
sta el usufructo de todos los bienes libres, que gozara mientras permaneciese viuda, adems de
la sexta parte de las rentas de sus mayorazgos. Firman ambos futuros esposos.
45A.H.PM. .716.752. P97, Ao 732
A.H.P.M.. 7 18.117, 7 114, Ao 1790.
156
CAPITULO III
Valdelomar, caballero de la orden de Santiago y coronel de los ejrcitos del rey de la plaza de
Zaragoza, por dote de su hija D Petronila Pastor 20.000 ducados en oro, plata, diamantes
la
propiedad de unas casas en la calle Juanelo en Madrid. No sabemos que respuesta se obtendra
del militar.
pertenecer a la misma familia como se deduce de ese primer apellido idntico que observamos,
lo que no haria sino confinnar la tendencia endogmica de la nobleza. Los otorgantes son D.
Joseph Chacn
148~
El futuro
esposo, que confiesa haber regalado a la novia relojes guarnecidos de diamantes, le otorga para
gastos de cmara y alfileres 20.000 R. que en caso de viudez seran 25.000, la prometida tras el
matrimonio podr usar el titulo de marquesa y tendr derecho a un cuarto bien amueblado en
las posesiones de! marqus. Todo esto, se trata independientemente -segn se indica en el
documento- de la constitucin de la dote y de la obligacin de su devolucin. El marqus llevar
al matrimonio las rentas vinculadas y los bienes libres, cuya descripcin, como indica, no puede
hacerse hasta su vuelta a Palermo, por hallarse ahora de paso en la corte. Por su parte Y
AHPM .rls.117.F922..Aiio 1790
43A.H.P.M., P0 19.742. Fc 122, Ao 786.
157
CAPITULO III
Mariana, acepta estos puntos y se ofrece a llevar: la legitima paterna y materna en bienes mices,
en la ciudad de la Habana y provincia por valor de 100.000 pesos. Joyas muy valiosas de
diamantes, brillantes, perlas, vajilla de plata de 12 cubiertos, adems de 30.000 pesos que
explica- posee ahora para sus gastos y que no quiere que entren en el rgimen dotal.
158
CAPTULO TV
FAMILIA Y MATRIMONIO
EN LA ESPAA DEL SIGLO XVIII:
LOS FUNDAMENTOS
DOCTRINALES
CAPITULO IV
1.
mujeres en el matrimonio del siglo XVIII, parece pertinente investigar tambin en el campo
de la historia cultural y de las ideas en circulacin en ese momento, qu interpretaciones de
la institucin matrimonial y de las mujeres eran las ms difundidas, pues nos pueden aportar
aquellas explicaciones que por estar en el inconsciente colectivo del momento histrico no se
plasman en otro tipo de frentes histricas.
160
CAPITULO IT
149
algunas diosas dc la mitologa clsica, siempre que personifiquen valores abstractos como la
fecundidad o la laboriosidad o heroinas a las esposas y reinas prudentes, la mujer fuerte del
Antiguo Testamento, virgenes mrtires, casadas ejemplares, penitentes y monjas 150
Lpez-Cordn M.V:La conceptualizacin de las mujeres en e Antiguo Rgimen en Mrnlls.Qdu, n0 12, Enero 1994.
pags. 79-107.
HO
161
CAPITULO IT
claramente diferenciada, para casados y casadas no solamente es diferente sino que tambin
se difunde por diferentes vas: la destinada a las mujeres se canalizar fundamentalmente a
travs del confesionario y del plpito, a causa del mayoritario analfabetismo entre la
poblacin femenina
151,
lectoras de la poca, y de las que hemos mencionado algunas, no aparecen con el carcter tan
prctico como el tipo de obras especficas destinadas al varn casado de las que nos vamos a
ocupar 152, La mayor parte de las obras que abordan la temtica matrimonial son de
eclesiticos y para eclesisticos que ejercern su direccin moral desde el confesionario53.
Segn el censo de 1860, casi el 9<) % de las mujeres son analfabetas. Ch. Lpez-Cordn. M.V:La literatura religiosa y
moral como cenformadora de la mentalidad femenina en Folguera, P. (edil): La mujer en Ja Historia de Esoana. Actas de las
111 Jornadas de Investigacin Interdisciplinaria. Madrid, 1984, p. 60.
152 Segn la sistematizacin de la profesora Lpez-Cordn. dentro de la produccin de literatura religiosa, potencial o
directamente destinada a las mujeres el tipo de obras incluye fundamentalmente catecismos, devocionanos, obras de
divulgacin ~modelos moralesv otras como Consejos. Anecdotarios, xnl~eres ilustres, Avisos, elz. Op cii., p 62
,
Fray Antonio Arbiolv Diez; La familia reeulada.Zaragoza tuS. Fray Jaime Corelia:Prcca del confesionario. Madrid
1715. Estudios sobre la predicacin religiosa Aguilar Pial, F Predicacion y mentalidad popular ma Andalucia del siglo
XVIII. Gau Gimnez, P El sern,on y e confesionario formadores de la conciencia popular en Alvarez Santal, Bux,
Rodriguez (coords.).La religiosidad nonular II Vida y muerteLa imaginacin religiosa.. Barcelona, 1989.
162
CAPITULO II
casados puesto que sta es la fimcin que bsicamente se proponen. aunque en rigor este
nombre est tomado de la primera que se edita de este tipo de las que se comentaran
cuyo
autor es D. Francisco Manuel de Melo. Tienen en comn estas tres obras, que son escritas
para el uso de varones en edad de tomar estado y donde parece desplegarse una visin de
genero.
publicadas
desde
principios de siglo (1714) a finales: (1788 y 1792), con lo cual podemos casi abarcar toda la
centuria y tambin establecer las variedades evolutivas que se produjeron Se trata en todos
.
los casos de libros dirigidos al varn casado, y de condicin noble o burguesa. Coma nota
comun presentan el que en ellos se dan diferentes consejos de todo tipo, con la finalidad de
que el varn recin casado pueda regir de forma ms adecuada su matrimonio.
La Carta de auja de casados fue escrita por el portugus D. Francisco Manuel de Melo
(1606-1666) y publicada en castellano en Madrid en 1724 pero segn la informacin que
163
CAPITULO II
A lo largo de la obra los consejos a los casados que se encuentran a veces dispersos,
y
en otras ocasiones agrupados por temas o captulos, van saliendo al paso introducidos o
obra utilisima para los que mandan y para Directores casados y Solteros. La obra impresa
en Valladolid en 1788 lo fue en la imprenta del impresor del Santo Oficio de la Inquisicin.
Del autor tenemos resea de otras publicaciones relacionadas con la oracin y las prcticas
piadosas que llegan hasta principios de 1800
pginas iniciales es mostrar cmo un marido cristiano puede convertir a una mujer mal
morigerada en ejemplo de dileccin y de paz. Rene un carcter religioso pero a la vez
prctico de identificacin de vicios femeninos y adoctrinamiento.
164
CAPITULO IV
un texto annimo, cuyo autor sabemos que se trata del abate valenciano D Pascual
Albuichec, la obra sufri diferentes peripecias al ser denunciada al tribunal de la inquiscion.
aunque al final recibe el visto bueno para su publicacin y difusin en 1803
Se encuentra
dividida en dos partes de cinco captulos cada una, siendo el plan de la obra en cada captulo
la descripcin de los vicios femeninos junto a alguna forma de mitigarlos o corregirlos por
parte del marido y a continuacin una ancdota o relato de tipo amoroso. Una nota peculiar
de esta obra en cuanto al tratamiento del tema es el predominante sentido de la palabra
poltica que figura en su titulo, entendido como una forma de actuacin de lo conveniente
en detrimento de mviles de menos peso como la virtud o la honra tal como aparecen en las
otras obras.
Resulta
determinados temas, como el establecer una especie de catlogo de los defectos de las
mujeres. Pero evidentemente tambin podemos captar diferencias patentes que nos permiten
su adscripcin a distintas corrientes ideolgicas dominantes cada una en nu momento
histrico. El tipo de sociedad de la que hablan y la mujer a la que se refieren cambia, segn
se observa por los comportamientos criticados en stas:
~ Capel Martinez, KM. en Venturas y desventuras del matrimonio a los ojos de un clrigo ilustrado en ud~mQs
Historia Moderna n0 19 La muier en el Antiguo Rgimen: De la cocina a los tribunales Servicio de Publicaciones UCM.
Madrid 1998. La investigacin que lleva a cabo la profesora Capel aporta el dato de la autora de la pubhcacinjunto a un
excelente estudio de la obra que habiamos considerado como de origen anonimo.
165
CAPITULO IT
La ideologia del primero, 5. Francisco de Melo es la del hidalgo o noble mediano que
lleva una vida de moderacin pero es sefior de su casa, en su concepcin del mundo pueden
percibirse ciertas reminiscencias de una sociedad feudal.
Consideraciones, por ltimo y si dejamos aparte su autora, nos aporta una visin
que se acerca a la del burgus pragmtico del XVIII: no defiende grandes principios, o casi
nicamente el de la superioridad del marido, pero es un hbil negociador, contemporizador y
prctico, no le faltan recursos para poder controlar la situacin.
Cada autor parte de un concepto diferente del hecho matrimonial: Melo busca un
trmino medio y un entendimiento mutuo, habla de lo recomendable que es la proporcin en
el casamiento, en edades, sangre, nacimiento y hacienda porque proporciona felicidad, Su
sentido del trmino medio tambin le lleva a criticar la esclavitud de la mujer y la prdida de
la dignidad del hombre (dentro de un sentido de la honra mas seiscentista). Y marca una
166
CAPITULO IT
diferencia muy clara entre los intereses que ttenen hombres y mukres:
el hombre la cosa
a la prudencia y a la
fortuna, como se ven, ideales claramente burgueses. Pero la virtud se valora enormemente:
167
CAPITULO IV
recomienda que se busquen doncellas educadas por padres verdaderamente cristianos porque
si la esposa est educada en la virtud no se extraviar.
La finalidad que todos confiesan como el motivo que les lleva a escribir el libro es el
aviso de navegantes y el de ensear las causas que ocasionan reveses a los maridos y tratar
de prevenir los malos efectos.
1.1.
Uno de los puntos coincidentes en el discurso de estos tres autores es el que se refiere
al problema de los vicios o defectos femeninos, que enlaza perfectamente con la tradicin de
aquel antifeminismo agresivo muy difundido en todo el occidente europeo en el periodo que
va desde el siglo XIV al XVIII y que tampoco es nuevo en el discurso teolgico, que
inspirndose en Tertuliano, San Ambrosio y San Agustin se refuerza extraordinariamente en
la Edad Media, de manera que ni siquiera la corriente contraria difundida durante la Baja
Edad Media en relacin con la filosofia platnica, de exaltacin de la Virgen Mara y el amor
corts puede llegar a neutralizar,
CAPITULO II
que
. .
gran calidad .poco remedio suelen tener estas tales condiciones que una grande prudencia
. .
con que se atajen. Aconsejara a quien tal sucediese se apartase lo posible de vivir en las
Cortes y grandes Lugares... ~
169
CAPITULO 11
El clrigo Belatti no hace una clasificacin tan exhaustiva en su obra de los vicios
femeninos como los otros dos autores, pero si hace hincapi en el tipo ms conflictivo de
mujer, coincidiendo en considerar que es la brava, motivo de grandes preocupaciones para
nuestros tratadistas:
157
Pero en orden a los defectos femeninos el amor del marido ser instrumento de
comprensin:
...
Tienen la Mugeres algunos defectos que pueden llamarse propios de sus personas
y para tolerar as unos como otros, debe prepararse con buen nimo un Marido
Chrseano. .Por lo que mira al primer gnero de defectos, decidme no sera loco el que no
.
queriendo sufrir las estaciones del tiempo como el Cielo las manda, pretendiese en el Otoo
o en el Verano otros tiempos de aquellos que corren.., haced cuenta Marques que ciertos
Belati. F.: RQixnen dc los casados y las obligaciones de un Marido Chistiano con su milQer, YaIIadolid, 17&8, p. 04.
tSZ Beiati,
170
CAPITULO IV
Tal capacidad de dominio en las esposas contrasta no obstante con su natural dbil:
En cuanto a estos y otros defectos el nombre solo de Muger puede y debe
tranquilizarnos, reflexionando en que en la Santa Escritura como observa San Gregorio. este
nombre, Muger no solo sign~ca sexo, sino tambin flaqueza,
Ambrosio, que sea nombre tambin de afrenta pero de tal naturaleza que a un mismo tiempo
afrenta y escusa...161
171
CAPITULO II
poco ms importa haber perdido por junto la hermosura que verla ir perdiendo cada dia con
lstima de quien la ama 162
163
entendido; y si el marido no lo fuere, poca pena le dar que su mujer sea tonta
y sufrido
de su muger1M.
162
63
172
CAPITULO 11
heridas de mal contagioso las sirvan y ministren a lo laxos, oyndolas poco, y dndolas a oir
,,
65
menos..
~.
de las familias.
Siempre fue causa de muchos males esta condicin, porque tiene en si algunos colores de
cosa buena y sobre todo es de grande aceptacin....Parece el dinero en manos de la muger
arma impropia Pregunto, si para despedir y echar de su casa un criado la mujer casadapor
s, no tiene bastante autoridad, por que la querr tener para despedir y echar fuera de su
casa su hazenda, en que consiste el bien y reposo de amos
criados... I67~
>65
173
CAPITULO 1
no conviene a las mugeres demasiado caudal Acostumbran gastar sin orden aquello que sin
orden reciben.
l6~
Pero para evitar que los gastos se disparen por esta aficin, se propone al marido
cierto comportamiento:
...
todas aquellas bellas calidades que pueden hacer amable a una muger: y que los traxes
suntuosos roban una parte de lo atencin que sepodra adquirir por su mrito ...alabadla su
talento
su gracia y manifestada mas amor cuando se halle sin adornos que cuando
~Consideraciones, p. 61.
~
Consideraciones, p. 62.
174
CAPITULO II
el entender, sino el obedecer, y hacer executar, mas que no entienda. Muestresele a las vezes
que aviendo entregado cuando se cas su voluntad al marido, comete aora delito en querer
usar de aquello, que ya no es suyo.
y aun no lo
acabo de decir porque no hallo nombre decente...Este es el ltimo de sus males,..ni lo quiero
considerar porque no nos es necesario, ni apuntar el remedio. La hora
la conciencia de
cada una sean en este caso los consejeros...Sufra el marido a la mujer todo, menos las
ofensas ; y la mujer al marido las ofensas y todo...72.
Las damas galantes constituyen un nuevo caso de precaucin marital, para el autor de
Consideraciones sin embargo el autor quita importancia a las acciones de estas damas y
tranquiliza a los maridos:
...Las galantes no son tanfciles ni tanfrgiles como sepiensa regularmente. Poco
capaces en tomar parte en los males de los amante, jams se cuidan de aliviarlos en sus
penas: la libertad que se toman en sus conversaciones constituye su mayor deliro. Su fuego
se exhala en palabras
Hay un tipo especial de galn que debe ser objeto de todo cuidado por los maridos:
Consideraciones, p. 97.
175
CAPITULO II~
Desconfiad de un petimetre que a los avres fanfarrones sabe juntar las befas x~
maldiciones contra toda casta de personas y especialmente contra las damas que desagradan a
la que l obsequiase. todas las mugeres oyen con gusto murmurar de las dems, pero las
galantes son ms codiciosas de este tipo de nurmuracione5...174
.y
por la desnudez de su
pecho, son siempre escuchados con gusto cuando las entretienen a expensas de la reputacin
agena.. .porque las galantes aprecian mucho los obsequios corteses...
Alexad, pues a los petimetres del lado de vuestra muger...Pero aunque no Mv duda
de que es es fcil separar a una galante de su amante es cierto tambin que el amante
renueva sin dificultad el trato con ella. 17
Consideraciones...pag 98
Consideraciones...pag 97
176
CAPITULO IV
Sedpues circunspecto en todas las sospechas que la conducta de una mu,er galante
os hiciese formar contra sus virtud...Porque a la verdad las mugeres aman la prudencia,
todava aprecian mas pasar por prudentes..
176
les parece
que nacieron slo para ser adoradas y de eso solo quieren servir Aora me contento con que
no hagan mas que un servicio en sus Casas y sea este. Sirva la mujer de ser Seora de su
casa, satisfaga las obligaciones de este su oficio, que bastante sevicio har a su casa y a su
marido silo hiciese como debe.
178
Tampoco las bellas son ni mucho menos las esposas ideales, segn el autor de
Consideraciones
1..Se podra decir que la belleza de las mujeres es el escollo ms peligrosos que
tienen que temer los maridos, porque las atrahe un mayor nmero de amantes y porque
7,
Melo. Op.
dL.,
p. 72.
17?
CAPITULO Ji
siendo ms violentas las pasiones que inspiran, las exponen tambin a unas pruebas ms
fuertes
>170
palabra si una belleza se rinde algunas veces, no puede ser ms que por la fuerza de los
cuidados, de la perseverancia y de los regalos por lo que un marido tiene siempre tiempo
para impedir y paraprevenir...
180
Pero el tipo de mujer que ms preocupaciones produce, el que menos gusta a estos
autores que se erigen en guias de maridos y al que ms espacio dedican es el de la mujer
sabia:
Consideraciones, p. 72.
Consideraciones, p. 72.
178
CAPITULO fi
que
segn l mismo supone le granjear las antipatas femeninas, pero al fin y al cabo su obra no
va dirigida a ellas:
Ya se que de esta vez quedaran totalmente mal todas conmigo. No quisiera discurrir
de su entendimiento ni dar reglas.. .pero me atrev a dar preceptos sobre el amor, que es
afecto ms libre, no temo ya el darlos para entender... el Obispo Don Alfonso, deca: La
mujer que ms sabe nopassa de saber ordenar una Arco de de ropa blanca. No sent ir mejor
de otro, que afirmaba: Que la mas sabida muger, saba como dos mugeres
183
As, pues, no nos es licito privar a las mugeres del sutilsimo metal de
entendimiento, con que las forj la naturaleza; podemos siquiera desviarle las ocasiones de
que lo afilen en su peligro,
y en
,,IM,
Lo que don Manuel pretende es fundamentalmente acotar lo que son los saberes
propios de hombres y los de mujeres para que nadie se mcta en el terreno ajeno:
2Melo.Op.cit, p. 73.
Melo, Op. cii., p.. 73.
4
CAPITULO II
En los cuidados
alguna en su favor alegaba. pero sepan los maridos, que ni por esta tassa que las pongo, es
justo que la muger cuerda dexe de dar a su marido modestamente su parecer, si dexa de ser
obligado a pedirselo85
Porque la mujer debe ignorar aquello que no le corresponde saber y entender, y este
hecho causa a nuestro autor un grande contento cuando lo observa:
Oh cmo me huelgo de ver ignorar a una mujer aquello que no es razn que sepa
Hallo una grande perfeccin cuando yerran aquellas cosas que las podan poner
imperfeccin si las acertasen. ,,186
estos. Enfdanme unas que se meten en lecciones de gobiernos, juzgan pendencias yplatican
desafios
mueven demandas, otras que se precian de entender versos, hablar culto, tratan
cuestiones de amor y defineza, decoran de memoria cosas dificultosas para gentes discretas.
Unas que dan sgncacin a las yervas que adivinan los colores otras que examinan los
sermones por las palabras que oyeron, otras que hablan por circunloquios por modos
lIS
180
CJ4PT77ULO II
exuaos
/8 7,,
eso...
Defiende a la mujer discreta, que tiene actitudes graves y critica a las que saben latin.
porque:
El me,or libro es la almohadilla y el bastidor..
Casi todas las mujeres tienen la lengua indiscreta, este vicio proviene de su
ignorancia, la cual no las dexa libertad para elegir las materias en los discursos; y las
obliga a tener una larga conversacin por medio de todo lo que encuentran en sus cortos
fondos. Por cuyo motivo, sepresentan los secretos en su boca
>189
>...
80.
59
Anomrno, Consideraciones Politicas sobre Conducta ente Marido y Muses, Madrid, 1792> p. 46.
181
CAPITULO fi
filsofos... Encerrada con ellos para entregarse a sus estudios, no tiene el marido autoridad
para separarla Se atrevera l a oponerse a los progresos de las luces con que quera ella
ilustrarse? A todas horas le trata como un necio delante de todos... .190
El trato otorgado por las sabias a sus maridos es impropio y su forma de actuacin
criticable:
.las mugeres tienen un placer tan grande en servirse de los nuevos
de hablar;
y sabios
modos
son tan zelosas de ostentar su ciencia que se sirven de ella para expresar sus
Pero esta cultura en las mujeres es ridiculizada por el autor de las Consideraciones
Polticas:
De tal modo que aparece penosa la situacin de los esposos de tales damas:
~Considnciones, p. 123.
182
CAPITULO II
locura que aadan luces cansadas cuyo falso resplandor que no luce jams sin causar
sombras desagradables... Quando ellas estn destinadas a la astronoma, o a la poltica, y a
la jurisprudencia, se debe temer que los que las ensean esas ciencias no las avasallen bao
el pretexto de instruiras
Porque qu otra razn podra induciras a que se rompiesen la cabeza con el estudio de
cosas tan extraas a sus ocupaci 9nes y necesidades.. ?~
Consideraciones., p. 124.
183
CAPITULO II
sencilla puede
con el tocador; poned al instante en su lugar alguna obrita que las inspire gusto
y placer
con su lectura...
...
vida. >192
Entre otros defectos que abundan entre las esposas est tambin el de la esposa
entrometida:
Dan muchas de estas Seoras mugeres de Ministros, con grande riesgo de sus
maridos
casas en querer ser ellas Ministras tambin con ellos. A tres puntos se reducen
estos inconvenientes; interceder por los que pretenden, negociar con los despachados y
revelar secetos a los negociantes... 93~
19=
184
CAPTULO IT
tener en el
governo de sus bienes mayor mano que sus maridos... Quando la mujerpretendiese tal cosa,
asegure/a el marido que quien es seor de la persona, y de la vida, lo es tambin de la
Las mujeres ricas tambin traen problemas, tal como observa el desconocido autor de
Consideraciones
<Las mugeres mas bien dotadas son regularmente las que se dexan levar por las
pasiones
comn a oponerse a su disolucin ..si un marido muy complaciende dexa a su muger duea
.
195
Otros vicios que padecen las mujeres son el juego o la poca aficin a la casa, para las
esposas jugadoras y las poco caseras, se plantean complejas estrategias:
...
.196
Consideraciones, p. 59.
~
185
CAPITULO IJ~
la forma en que se
cornge es la siguiente:
De todas las pasiones que molestan al hombre no hallo otra ms tirana que la del
juego...v lo que tiene de ms extrao es que las mujeres no estan exentas de este furor
es
muy d~/icil desposeeras de l?. .porque una mujer no corre nunca tanto peligro, ni expone
jams tanto a su marido como cuando sigue todos los movimientos de esta maldita pasin...
y que
...
. .
Parece que es tal el perfeccionismo exigido por los autores de nuestras guias que ni
siquiera la mujer prudente es encontrada satisfactoria:
191
186
CAPITULO 1
De todas las mugeres las prudentes son de quienes debemos desconfiar menos; es
necesario que ellas se resientan mucho de la falta de su marido para que reciban algunas
alternas sealadas, Y no sucede as porque su virtud sea la ms slida sino porque son
esclavas de la fama.
pernicioso que tiene que temer un marido, la muger prudente lo escucha de buena gana por
que su modo de pensar dice conformidad con sus mximas, lo mismo que el de ella con las
cte este sabio y con el tiempo se viene a formar una estrecha amistad entre ellos
....
vienen
ultimamente a degenerar en amor del cual con dificultadpodr trinfar un marido quando no
hubiera impedido el fuego en su origen...198
acaricio ms a su marido
Consideraciones. p. 13,
187
CAPITULO JJ~
con espiritu cnstano debe hacerle comprender las estrechas obligaciones que le impone la
fe:
y
estad siempre prontos a fortalecer las impresiones de buena moral que ella
hubiera recibido
. . .
1.2.
Las dificultades que presenta el matrimonio serian casi insuperables para el marido si
no fuera por la calidad de ser superior que anima al varn: la religin y la naturaleza vienen
en su ayuda, lo que le va a permitir hacerse cargo del penoso deber de corregir las
innumerables desviaciones que presenta la mujer, que por tanto ha de quedar sujeta al varonil
impeno
188
CAPITULO U
titulo de superioridad, y de imperio, fue Adn criado de Dios con el admirable titulo de ser
siempre Rey
200
digamos con San Ambrosio que las Mugeres han sido las primeras esclavas, que
huyo en el Mundo, obligadas a servir an antes que los Esclavos que introduxo el derecho de
las gentes. aadamos con el mismo santo
189
CAPITULO II
Santas
los Santos Padres, son tres: La Primera porque fue formada despus de la creacin
y pecando
201
202
><
203
190
CAPITULO IV
afirma que
<~~
Se da y debe dar dice un insigne Erudito todo obsequio a aquel sexo, para
consolarlo en su dbil natural y para compensarlo en cierto modo con las ventajas del
hombre, y desigualdad que aquel recibe, as de la naturaleza, como de la poltica. ,<205
Pero esta superioridad natural ser ms palpable si se tienen en cuenta los niveles
econmicos que la corroboren, tal como se recomienda en Consideraciones polticast:
Cuando eligieseis amigo buscadlo superior a vos: cuando mujer inferior; porque
de lo contrario, os exponeis a casaros con quien os excavice.. .De una mujer bien educada,
igual o inferior a la calidad del marido, no hay nada que temer. Por una parte inspira
seguridad su virtud; por otra produce tranquilidad su sumisin...
204
205
206
Consideraciones, p. 14,
191
CAPiTULO fi
Pero tambin alerta a los hombres que pierden su dignidad por sus mujeres y por no
poderlas contradecir pues...
..
.Ay algunos de tan poco juizio que hacen ostentacin de su propio cautiverio. Igual
afrenta espara un casado saberse que lo manda su mugen que saberse es ella de su marido
esclava y no compaera
Porque el amor conyugal puede ser una trampa en la que caiga el marido y pierda as
su
autoridad:
Amese la muger, pero de tal suerte que no se pierda por ella su marido la dignidad
207
208
209
192
C4PTULO IV
Pero hay que desarrollar una cierta estrategia para gobernar a las mujeres segn Melo:
1.. Sucede muchas veces a las mugeres lo que a los potros, que se gobiernan mejor
cuando se les da la rienda, y ven que pueden ir a su voluntad, que cuando se les recoge y les
muestran que van a la voluntad agena.. .No es cura para la muger la clera y el rigon y as
.
se debe usar con ellas de blandura y cortesa, si admitisemos para entre los casados algn
artaicio, dixera ser buena regla para la muger mostrarle que con el marido lo poda todo,
sin que pudiese realmente ms de lo que fuese razn...
Con ninguno y mucho menos con la Muger se deben usar ciertos modos de
dicho
de
los
culpadas. 212
2181Belati. Op. ch., p. 86.
281
p.
45.
282
Belati, Op.
p.
99.
ch
193
C4PITULO IV
Usese pues en corregir a la muger de toda aquella destreza que sea posible pero
cuidado en esto no se falte al respeto que es debido a una consorte. Sea permitido a una
cabeza de casa el prevalerse con los /4ios y criados de una especie de correccin que sin
mostrar del colrico o del contumelioso respire un no se que de agrio y de imperio; pero con
la Esposa, sobre la que se tiene una superioridad que es igualmente compaia, use de un
modo ms suave... ,,213
,y
esta causa al obrar suspensin y timidez, de aqui es que en esta suspensin y temor se deje
gobernar conforme a las instrucciones de su Consorte.. .y ltimamente porque no habiendo
an depuesto el rubor de doncella se la podr manejar con suma facilidad...
283
<,2 4
CAPTULO IV
215
se debe pegar a las mujeres... Es verdad que ningn hombre de bien llega jamas
a estos extremos porque quando tiene motivo para quexarse a st~ muger la manliesta su
sentimiento con palabras grandes y picantes y trata de hacerla volver sobre si mas bien
separndose de ella por un justo despecho que hacindole sentir muy vivamente su
presencia...
Los tres autores de guias de casados ponen limites a esta correccin y en ningn
momento admiten que se llegue a los malos tratos:
195
C4PITULO It
que se
precian de Seores absolutos y que en nada tanto lo parecen como en dar que padecer a las
propias mugeres sin falta harn ellas a Dios tan grande sacrciode paciencia que bien
pudieran ser contadas en el nmero de las santas. 2 16
<1.. Quien podra decir sin irritarse aquellos brbaros y salvages modos de algunos
hombres, que golpeando y ultrajando a su Muger la traen con vileza ms sujeta de lo que no
haran con un esclavo! Yo me compadezco de una pobre Muger ligada, por su desgracia con
un hombre de esta naturaleza.... ~ 217
Aunque indica que estas maneras son ms propias de gente plebeya mientras los
nobles las suelen honran demasiado aunque las amen menos218
1.3.
EL COMPORTAMIENTO DE LA MUJER
Consideraciones, p. 64.
216
217
288
~.
196
CAPTULO II
..
.De todas las gracias de las mugeres la gracia es la que tengo por ms peligrosa,
,
porque para usarse de ella necesita de menos disposiciones, siendo a mijuicio esta gracia,
la desgracia de ms riesgo...
cantar la muger a su marido, y hos, silos tiene parece cosa lcita, y lo sera el
danQar alguna hora en su cmara, mientra la edad le permitiese esta alegra...pero aquello
de ser agraciada y aguda en la visita, en la Iglesia, en el coche y en el Palacio trae grandes
inconvenientes consigo y c4ficiles de atajan porque de las cosas que se sigue el aplauso, bien
o mal ganado, ninguno se arrepiente.219
220
228
197
CAPTULO IV
rostro, de que los maridos prudentes, y que ms las estiman se entristecen y viven
afligidos...
222
.. .
en vez de agradar a
las que las ven por esta propia diligencia escandalizan y van como convidando a la risa y
mofa de la gente... 223
...Ande la muger toda vestida y siempre decente por su casa y jams la vean sus
criados sino es de estaforma. Como para ella no es bien que aya otro Mundo que su marido,
crea que ass conviene parecer al marido, como si pareciera a todo el Mundo
222
223
198
....
Estoy muy
CAPITULO It
mal con el nuevo uso de unas mantillas o capitas cortas .no es trage autorizado ni <a mi
..
juiciq) decente
...
<,224
Se muestra nuestro autor contrario a que el marido muestre a sus amigos a su mujer,
pero asegura que no es malo:
Sobre la forma en que considera debe vestirse la mujer, indica que no se va a detener
demasiado, dando tan slo unas nonnas generales, como que tenga respeto a los hijos y al
gusto en presencia o ausencia de] marido, matizando que:
hasta los tres hqos o hasta los veinte y cinco aos se permite toda la gala... ,,2=6
joyas, que
224
225
226
227
199
CAPITULO IV
k Dir de los regalos, dulces y conservas lo mismo, si bien estos gneros como ms
necesarios por razn de la salud, de la caridad, y de la grandeza (que todo es necesario) no
deben faltar nunca, comopor acudir a ellos no se falte a otras cosas mas necesarias,,. Con
todo esso me parece conveniente dexar cebar (digmoslo as) a las mugeres en estas
curiosidades femeniles, que sean preciadas de tener mejor mermelada, buenas tazas,
agassajos o refrescos puntuales, labores exquisitas, lienzo delgado,
cosas semejantes;
y para
los
de la muger son muy convenientes... Del hombre la plaza, de la muger la casa .229
228
229
<.230
200
CAPTULO IV
Aunque admite que las damas de los libros de caballerias se hacian acompaar de
cachorros, leones y enanos, recuerda que los castellanos celebran mucho a las mujeres
caseras.
La mujer segn S. Pablo -dice Belati- debe llevar en el vestir un adorno modesto.23
Sin embargo una de las calamidades del siglo es la prdida de la modestia en las
mujeres
...
cual no fue jams? Quien no observa, que de retiradas y calladas, como es propio de su
sexo, han llegado a ser ventaneras, andariegas, y amigas de conversacin en un estremo que
aventaja a los hombres. ..as estas han emprendido tener lafranqueza, libertad y seguridad de
trato y modos que tuvieran los hombres mas libres... ,,232
Hay una moda daosa pues si en tiempos pasados se pec de vigilancia excesiva,
ahora los casados tienen una franca condescendencia y en lugar de vigilar con atencin
obedecen a desvaros... 233
232
232
233 Belati.
Op. ch.
p.
91.
201
CAPTULO IV
Tras asegurar que en este siglo las mujeTes se exponen a mayores ocasiones, el autor,
escandalizado lanza la siguiente imprecacin:
...
hermosas, alegres, festivas y ociosas no tienen otro pensamiento que divertirse y otro
gobierno de su nimo que su placer y han llegado a ser invencibles de sus pasiones!...
Pero la prdida del recato de las mujeres de este siglo debi empezar pronto porque
D. Manuel de Melo ya en 1724 critica el despejo del que dice lleg de Castilla y que viene
a ser descompostura.
conviene a una Muger honesta. Y al mismo tiempo por las modas sin verguenza
(perdoneseme este vocablo que no se encontrar otro mejor) por las modas descaradas que
cada dia se renuevan, vestidas
...
manutencin de sufamilia?..
235
Un poco ms adelante critica la nefasta moda del cortejo (el acompafiante de la mujer
casada)236 al que describe:
Martn Qaite, C., Usos amorosos del dieciocho en Esnana, Barcelona, 987.
202
CAPTULO IV
1.. est como una flor junto a la qual est casi siempre susurrando alguna Abispa
para sacarle eljugo. Y que el marido que lo ve lo tolere con suma paz?..
237
El nico tratado que no critica los modos de vestir en la mujer son las burguesas
Consideraciones Polticas.
Otra autntica pesadilla para los maridos son las alianzas de las mujeres con los
criados, pues esta confabulacin representa uno de los principales obstculos para el control
por el marido de los actos de la casada, y as es como lo hacen constar los tres autores:
D. Francisco de Melo est en contra de que la mujer tenga sus propios criados:
Jrluyase como de peste de repartir casa y recibir criados con distincin, unos para el
Seory otros para la Seora si el casamiento es unin de que sirve dividirlo...Afirmo ser un
yerro que trae grandes inconvenientes ayer en casa gente parcial, y que cuide alguna de
ella, que solo a su ama debe fidelidad y secreto y solo a ella quiera serviry dar gusto y que
solo tema su enojo y espere su premio. ,,238~
203
CAPTULO IV
descubren maas...Sean los pages todos del Seory de estos, los ms modestos y honrados se
apliquen al servicio de su mujer... ,,=39,
.. .
241
240
248
204
CAPTULO IV
Las casas de los Hidalgos particulares que no pueden tener Porteros ni porteras
necesitan de algunos criados viejos y fieles a quienes sus amos constituyan por Guardias y
Centinelas de su decoro, pero en este caso no descargue en ellos todo el cuidado el
marido... ,debe el seor de la casa rondar, y vigilar sobre los criados a quienes entrega el
cuidado de su honra. ,,243
Negras y Mulatas que salen fuera de casa no las tuviera.. .Santeras, Hermitaas, y
todas aquellas mugeres que venden diversas cosas por las calles, dndolas ms baratas de lo
que valen todas son malisimas .Lavanderas, ramilleteras, unas que venden
. .
son devotas y
con quien las criadas arman cuentas de raciones son gente bien escusada...
243
244
Consideraciones, p. 48.
,~,
205
CAPTULO IV
Junto con los criados el otro gran motivo de preocupacin para el marido son las
amigas:
.
..De amigas a enemigas casi no hay c4ferencia. creo que mucho ms dao hizieron
..
las amigas en el Mundo que las enemigas y as acostumbro dezir que a los hombres los
pierden sus anemigos y a las mujeres sus amigas
,,245
.Sucede que muchas mujeres empiezan a cobrar vanamente humos de bien vistas de
las Reinas y de la Princesas a que sin algun fruto le sigue grande inquietud; y sucede que
para dorar su ligereza se portan con los maridos como dicen que hacen los Negros de los
Mercaderes...
246
quando viere eljuicio con que procede las pocas veces que la tratare...
Sobre las fiestas sostiene que aunque sea licito no siempre es conveniente:
Ser muypuntual en todas las fiestas es cosa muy enfadosa. Aquellas de las Iglesias
que entre nosotros ninguno puede dudar que sea lcito acudir a ellas pero no todas las cosas
lcitas son siempre convenientes. Desele caonfianQa bastante a la mujer para creer que
245
246
247
206
CAPTULO IV
248
Porque la mujer debe tener cuidado en escoger las amigas o conocidas de las que se
hace acompaar, pues si no, puede equivocarse:
.Alguna vez vemos que la casada de grandEsima honra trata y acompaa
confiadamente con otras de no tan igual fama. Aya en esto grande tiento y lo mejor ser
escusarlo del todo. La reputacin es espejo cristalino, cualquier golpe lo quiebra y hasta el
aliento lo empao...As los maledicentes yendo a escusar a una persona, no suelen acertar
249
Conviene que la casada tenga su Confesor cierto y este sea persona grave y
Tengan las Seoras toda piedad y compasin de los pobres y afligidos pero unas
Habla tambin el autor de un tipo de mujeres que se hacen llamar Madres, suerte de
religiosas y adivinadoras que frecuentan iglesias y bendicen enfermos, contra las que tambin
lanza sus diatribas
2~Melo. Op. cit., p. 68.
249
250
207
CAPITULO IV
Dentro de las prcticas religiosas que debe tener la casada y siempre sin tener
demasiado apego a estas, manteniendo una reserva, le parece licito:
~..
Venga a casa ayude a alegrar en las ocasiones de regoc4o y a consolar en las melanclicas;
componga las discordias si las hubiere entre los casados... ,,251
Reconoce que puede ser conveniente tener amistad con monjas, pero sto seria ms o
menos tolerable segn la frecuencia de los encuentros, siendo lo ms aconsejable que se haga
como con las familias, que se vean slo de visita y por fiestas.
251
232
208
CAPITULO IV
. .
mujer tenga semejantes testigos de sus acciones no debe temer que se extrave
.y mientras su
.253
..
muger tomaba algunos empeos amorosos, disimular con arte su resentimiento, buscar
sin afectacin la amistad de su amante
hacer ridculo todo cuanto dixese o hiciese el amigo, con inoportunidad, buscar todas las
parte viciosas de su cuerpo, de su corazn o de su espritu y se las descubrir
confidencialmente a su muger ...y si fuese necesario lo acusar de libertino y disoluto...
.
254
...
. ..
como
Consideraciones, .p.
74.
209
CAPTULO IV
Monasterio, para llorar all los descontentos del matrimonio... Esto es a lo que se llega por
haber dexado correr en la Mugen como si fuesen de poco momento ciertas imprudencias,
que corregidas a su tiempo no eran nada y omitidas son y llegan a ser un Seminario de
discordias 255
El origen es claro:
..
salir de casa;
..
.Lo que se debe es hacerle comprender que debe vivir ms retirada y que piense
1.4.
210
CAPITULO IV
comportamiento. Son de tipo muy variado y nos informan de la imagen que los propios
varones tenian de su papel dentro del matrimonio.
.Debe, pues, el marido amar en primer lugar a la Muger con un amor natural.. es
lo mismo que amarla como a vos mismo quiere decir considerarla como una persona que
debe ser el trmino de vuestras ms tiernas solicitudes...
258
Sobre la comunicacin entre esposos, el autor sostiene que tanto en temas de amoros
pasados como en todo lo concerniente a sus negocios profesionales o asuntos polticos el
esposo no debe informar a la mujer:
...
de su mocedad Causan as dos males; dar a conocer a las mugeres laflaqueza de su natural,
que entiendan que ay otras en el mundo que se dexan engaarfacilmente...259
Que las pasiones propias eran y son dignas de ser comunicadas, los puntos de la
honra, los mysterios del oficio, las confianQas del Rey,
Tambin D. Manuel de Melo nos participa una informacin poco habitual sobre la
participacin de los maridos en los partos:
k. Suele ayer exesos en los maridos por dos modos, cuando sus mugeres se hallan
en la hora del parto: unos que las sirven y asisten mejor que las propias comadres; y otros
que como enemigos huyen de ellas.., repruebo a los que no quieren servir de algo. El salir
258
259
260
Melo, Op.
tt,
p. 164.
211
CAPITULO IV
De la crianza de los hijos explica que ha de ser como la que recibieron de sus padres.
En cuanto a los hijos naturales cuando no hay legtimos:
.
El esposo no debe tener cortapisas para permanecer el tiempo que desee fuera de la
casa:
unos parece que se debe recoger el casado siempre a una hora...A otros que no
debe ser as sino a la hora que sea posible porque viniendo unas vezes presto, se muestra que
261
212
CAPTULO IV
las otras que se tarda tuvo la culpa la ocasin y no la voluntad... Inclnome ms a recogerse
siempre a una hora justa y proporcionada con la ocupaciones de la casa o defuera.264
ojnsa las procuran despojar de la honra y de la vida, algunas con esperanza de suceder en
sus lugares (como no pocas veces sucede)... De aqu se han originado oir tragedias
lastimosas y que ayamos visto bodas infames.
265
.Digo yo que el casado por alegrar su mujer y familia mande de su propio motu
hazer en su casa dos o tres comedias cada ao, sea el mismo el que convide con ellas...Arme
otras tantas romeras y huelgas que lleguen hasta los inferiores .Aquello de matar puercos
.
264
265
CAPTULO IV
por el tiempo es lance casersimo y bien acepto que hace a los hombres bien quistos. hasta
de la vezindad
266
ay unos tiempos propios de retirarse (el casado con sufamilia) a vivir en su lugar, heredad o
encomienda o a aquella parte que fuese ms cmoda para su vida. Si huviesse de apuntar
regla este retiro dixera que teniendo el casado ms de dos hqos era el propio tiempo y que
los aos de ausencia de la Corte podan bien ser aquellos que bastasen a que los hos
creciesen hasta la edad de ocho o diez aos
..
introducirlos en ella para que el rey los conozca y ellos se crien sin espanto de los palacios
.Despus de haber venido hasta casar a los hos no se debe hazer ausencia, y que casados
estos, se haga para descansar la vejez o mayor edad
267
Estas tales retiradas acostumbran siempre tener gran contradiccion en las mugeres,
y cuanto ellas en la Corte son mejor vistas, ms emparentadas y gozan de mayor aplauso
tanta mas impugnan la resolucin de los maridos..268
Critica a los casados que estn siempre fuera o de viaje de negocios y dejan a sus
mujeres solas y desamparadas. Advierte que a las mujeres no se les debe llamar ms que por
266
214
CAPITULO IV
sus nombres y no por nombres cariosos, pues los esposos en pblico no deben tratarse con
afecto.
El casamiento de los hijos debe hacerse con prudencia y cuando stos estn ms
dispuestos, pero la dote de las hijas siempre representa problemas:
Sea libre la eleccin del estado de los h~os ,pero de tal suerte libre que los padres
los esten siempre inclinando hacia aquel que les conviene...Aias las fr/as es grandsimo
peligro ; porque haviendo traido la vanidad humana unas leyes (tyranas cierto) contra la
honra, partes y virtud, y solo en favor del inters, sucede de ordinario que en estas casas
ilustres donde civ muchas bas apenas puede ayer dote con que casar a una como conviene.
Quedan luego las otras condenadas a perderporfuerza la libertad, y ayer de tomar el estado
que no desean, y que sufren violentisimamente... 269~
269
270
270
CAPITULO IV
Este criterio resume la poltica matrimonial con hijos e hijas, lo que parece confirma
un casamiento descendente para las hijas:
Dezia un Gran Seor en dos palabras todo lo que aqu ay que dezir: Que con los
hijos haban de ir a rogar sus padres, para ser bien casados y con sus fr/as habicin de ser
rogados para ser bien casadas..
,,271~
Para Belati la obligacin de un marido cristiano que tiene como base la igualdad y la
supremaca ha de ser la que sigue:
...
debe amar a su mujer de dos formas: una natural y otra celeste y el amor natural
De manera que:
El hombre como marido debe someter a la mujer a las sujecciones del imperio y
como esposo debe dedicarle lasfinezas del amor...
ejemplos piadosos..
En los captulos VIH y 11X de su obra, el clrigo insiste en que el casado debe
promover en el matrimonio la piedad religiosa y debe instruir a su mujer en la virtud.272
271
272
216
CAPTULO IV
Padre sobre cada uno, tngalos a todos por nios, y como tales los compadezca, y tome de
esto el consejo de un San Juan Crisostomo.273
...Un esposo fiel pone el sello a la virtud de su muger; pero todavia debe esperear
mas de su fidelidad si la acompaa de ciertas atenciones y ciertos respetos que piden
la
calidad del sexo, y la persona que forma la mitad de la suya. No hay muger que no se dcxc
llevar de ciertas urbanidades y miramientos
,274
1., Los fuegos de los amantes se debilitan en los maridos.. .Las impresiones del amor,
que no se borran tan facilmente en el corazn de las mugeres se conservan an ms largo
tiempo, cuando sepone cuidado en reproducir aquellos mismos agrados que causaron estas
mismas impresiones. Y as defendeos de esa languidez ofensiva que suele apoderarse
ordinariamente de los amores en el Matrimonio.. 275
51.
274
275
Consideraciones, p. 24.
217
CAPTULO IV
A un marido se le debe prohibir, el tener bondades excesivas para con ella, porque
lexos de encender ms su amor conyugal la enfriar mas pronto con unas complacencias
basas y continuas ella olvidara todas las ideas de respeto y de la superioridad de la clases
del marido;...
Es cierto que los maridos ultrajados son ellos mismos la cusa de su infelicidad:
porque no slo miran con indferencia a sus mugeres sino que se despojan tambin de
aquellas bellas exterioridades y sentimientos que sabian por lo menos afectan quando las
enamoraban y ni su discurso ni su su persona conservan ya ninguana especie de urbanidad
ni de atencin...277
,,=78
277
Consideraciones, p. 29.
278
Consideraciones, p. 29.
218
CAPTULO IV
marido conserve siempre supersona en tal estado que la muger no aparte los ojos de l para
evitar que los ponga en objetos ms agradables
279
Consideraciones, p. 31.
219
,,
Y?)
CAPTULO II
2.
220
CAPITLILO 1V
desarrollar, si bien en ella se seala que esas teoras contienen prejuicios sobre la inferioridad
de las mujeres. El enfoque del trmino desde el terreno de la moral conforma un modelo de
mujer prxima al ideal domstico al estilo de la presentada por Rousseau.
CAPITULO IV
tribunal formado nicamente por mujeres, elegidas por sus mritos y destinado a juzgar a
mujeres en los litigios relacionados con conflictos familiares tales como matrimonio,
separacin o entrada de las hijas en religin. Pero ser Olimpe de Gonges quien publicar la
Declaracin de los derechos de la mujer y de la Ciudadana sus convicciones polticas
fueron de tipo moderado y se haba mostrado partidaria de la monarqua constitucional, en el
mismo ao en el que muere, condenada a la guillotina, 1793, tambin se prohiben los clubes
y sociedades populares de mujeres.
C4PTULOIV
CAPTULO IV
Junto a l toda una serie de nombres ilustres que fueron conscientes del problema de
la mujer, como Jovellanos, que en su informe a la Junta General de Comercio
Moneda
desarrollaron su actividad en tomo a las Reales Sociedades Econmicas de Amigos del Pas y
de las Juntas de Damas de Honor y Mrito. Su obra clave ser el Discurso sobre la
educacin fisica y moral de las muJeres~
OW,
Una de las obras ms influyentes en Espaa en esta lnea de actividad social femenina
y defensa de su educacin, fue la Educacin de las nias de Feneln, publicada en 1687 en la
cual, aunque que se propone como valor mximo de una joven el recato, se pretenda que su
Josefa Amar y Borbn, Discurso sobre la educacin fisica y moral de las mujeres, Edicin de Ma Victoria Lpez-Cordn,
Ed. Ctedra, Madrid, 1994.
280
224
CAPTULO II
Hubo otros ilustrados que se plantean el problema femenino, como Lorenzo Hervs y
Panduro, jesuita espaol, profesor de filosofia y humanidades, que se expatri con la
expulsin de la Compaa de Jess en 1767. Publica en 1789-1799 su Historia de la vida del
hombre primero en italiano y luego traducindola al espaol, pudindose considerar esta obra
como uno de los primero ensayos de antropologia cientfica, en ella dedica algunos captulos
a la educacin de la mujer donde pone de manifiesto la gran deficiencia de sta, lo cual
reverta segn su opinin en algo muy perjudicial para la sociedad. Reconoce ciertas
cualidades especficamente en las mujeres como ser ms juiciosas en la prmera edad o tener
ms paciencia y ocupacin en el trabajo. Segn su propuesta se debera procurar que todas
las mujeres ejercitasen algn oficio adecuado a su condicin, siendo uno de los trabajos que
ms recomienda el textil, incluso para las mujeres ricas. Critica las enseanzas que tanto
pobres como ricas reciben, por intiles y no proporcionarles verdadera instruccin y
recomienda enviar a las nias a los conventos de monjas donde sedan educadas desde la edad
de 6 7 aos.
225
CAP!CULO IV
Juan Bautista Cubi publica en 1768 Las mujeres vindicadas de las calumnias de los
hombres: Su objetivo es ir desarmando una por una las acusaciones que tradicionalmente se
hacen contra las mujeres: contra la acusacin de superioridad por haber sido creado el
hombre antes, segn la versin bblica, admite que esa superioridad slo se refiere al
gobierno econmico. Otra acusacin es la de ser la causante de la prdida de la humanidad a
causa de haber hecho pecar a Adn, a lo cual alega Cubi que no seria Adn tan inteligente ni
tan fuerte cuando se dej engaar, tambin intenta defender a las mujeres de otras
acusaciones como las que hablan de la responsabilidad femenina de la cada de Espaa en
manos de los musulmanes. Defiende que las mujeres tienen saber y prudencia. sobre la
acusacin de tener las mujeres debilitado el entendimiento explica que al tratarse juicio y
obra de dos funciones del alma racional no hay motivo por el que no lo puedan tener las
mujeres. Cubi ve claramente que el hecho de que las mujeres no destaquen en el
conocimiento racional se explica porque raramente se dedican a aprenderlo, y aade que de
muchos estudiosos salen pocos verdaderos sabios,
sabidura en los tiempos antiguos. Defiende el adorno en las mujeres que entiende ms como
decencia y aseo, sobre la pretendida ociosidad dice que por el contrario son las que estn al
cuidado del gobierno econmico y pone el ejemplo de las mujeres e clase baja que adems
de igualarse en trabajo a sus maridos se ocupan de la educacin y crianza de los hijos y el
cuidado de sus casas, este autor insiste en que no se debe confundir que una mujer sea ruda
de entendimiento nicamente porque carece de ciencia y arte pues el ingenio inculto debe
compararse con otro igual y no con uno disciplinado al que acompaa el estudio, llegando a
la conclusin de que si la mujer no manifiesta sus talentos, no es por falta de naturaleza sino
porque carece de la necesaria preparacin.
superior a la fuerza corporal y que este hecho se manifiesta por excelencia en las mujeres,
226
CAplWLOIV
Naturaleza de mucho ingenio a la mujer no es raro que le haya limitado las fuerzas aportando
ejemplos de cmo en las regiones de Galicia
fuerza.
281
de las mujeres por la costumbre de los matrimonios concertados, sobre este tema tratan
algunas de las obras teatrales ms conocidas del siglo XVIII como las de D: Leandro
281 Benito.M.P
Los estados civiles de la mujer a travs de los textos literarios en Literatura y vida cotidiana. IV Jornadas
de Investigacin Interdisciplinaria,UAM., Zaragoza, 1987,. p..201.
.,
227
CAPITULO IV
Cartas marruecas no reconoce diferencia entre el estado de esclavitud de una mujer hacia un
padre o un esposo. El estado de viudez se reconoce en general como ms ventajoso, aunque
en algunas obras de Iriarte los personajes de las viudas suelen ser mujeres intrigantes.
Hay que hacer notar un lento cambio en las ideas y costumbres sociales que se va
percibiendo desde la poca barroca, como resultado del cual en la segunda mitad del
setecientos parece que el cdigo moral que se teje en tomo a la mujer afloja un poco.
Dentro de las nuevas costumbres que produjeron grandes polmicas se habla del
cortejo o chichisbeo, cuyas actividades son toleradas por el marido, una moda para las damas
nobles que imitan las actitudes francesas, consistente en tener un amante o servant. Otras
modas menos escandalosas, que se difunden entre ciertos crculos sern pasear por el Prado o
recibir y hacer visitas, durante stas, se desarrollan las tertulias que normalmente tratan de
temas banales o de moda, degustando el refresco ofrecido por los dueos de la casa. En
cuando a los comportamientos que las nuevas modas valoran en las mujeres estn la
marcialidad y el despejo en lugar del tradicional recato. Esta imitacin de las costumbres
francesas es meramente superficial, sin tener en cuenta la paralela renovacin de ideas que
se estaba llevando a cabo en el vecino pas.
228
CAPTULO IV
el desprestigio del
229
CAPTULO IV
hubiera sustituido a los cuidados de los primeros momentos, tal como cuenta el periodista
Nipho.
251
Ciertamente entre las damas de las lites arstocrticas los gastos de representacin
social solan ser muy elevados y se cifran principalmente en fiestas y vestidos. Lo cieno es
que el panorama cultural conduca a las mujeres burguesas y de la nobleza a la
superficialidad y a la inutilidad, pero hubo tambin un grupo restringido de mujeres
pertenecientes a este mismo grupo social que se integraron en la corriente ilustrada y
buscaron salidas ms activas, entre stas destacan un grupo de damas de la nobleza que
integraron la Junta de Damas de Honor y Mrito que forni parte de la Sociedad Econmica
Matritense de Amigos del Pas y que se distingui por su afn en la realizacin de proyectos
prcticos que contribuyeran a mejorar y modernizar el pas.
283
en principio las
escuelas de nios seran propiamente de primeras letras y las de nias estaran ms orientadas
a las llamadas labores propias de su sexo. A lo largo del siglo existieron algunos colegios
282Nipho El axni2o dc las niuleres, de Mirabau, 1763. p. 151.
283
230
CAPTULO IV
mantenidos por las instituciones eclesisticas, creadas en principio para hurfanas como el de
Santa Isabel o el de la Pursima Concepcin existiendo desde principios de siglo el colegio
,
del Amparo que habia sido fundado por Felipe V. Por otro lado las hijas de la nobleza y alta
burguesa reciban una educacin particular en sus hogares con ayos y preceptores, slo a
mediados de siglo se introducen en Espaa rdenes religiosas femeninas que se dedicarn a
la enseanza: dominicas, Hijas de Mara y Salesas
284
231
CAPTULO IV
La gestin de la Real Inclusa fue otra de las labores desempeadas por las damas, la
labor de recogida de nios abandonados presentaba unas condiciones deplorables, en Madrid
los abandonos alcanzaban elevadas cifras durante el s. XVIII, la atencin mdica era
inexistente en esta institucin y las nodrizas tenan que ocuparse de la alimentacin de
demasiadas criaturas, dndose una desnutricin endmica, hasta tal punto que en 1799 la tasa
de mortalidad se elevaba al 96
%.
%,
se
CAPITULO IV
286
287
Muchas de las damas de la nobleza que destacan por su participacin en esta institucin se formaron como alumnas en el
colegio madrileo de la Visitacin. Franco Rubio Gloria A,: Educacin femenina y prosopografia: las alumnas del Colegio de
las Salesas Reales ene! siglo XVIII. Cuadernos de Historia Moderna n0 19.0CM. Madrid 1997
287 Fernndez Quintanilla. P.. La mujer ilustrada en la EsDaa del sido XVIII. Madnd Direccion General de Juventud, 1981,
PP. 65-99.
233
CAPTULO V
LAS MADRILEAS Y
EL MATRIMONIO
CAPITULO 1
CAPITULO 5
matrimonios que se han realizado por poderes. Las dificultades de transporte en la poca o la
necesidad de no interrumpir la dedicacin a ciertos oficios parece que se encuentran entre las
razones de estos enlaces.
237
CAPiTULO U
poderes se sigue la forma ordinaria del ritual, el prroco o delegado requiere y recibe el
consentimiento de la parte presente y del procurador de la otra parte ante dos testigos. Se
requiere para que se lleve a cabo este tipo de matrimonio: una causa que justifique el contraer
matrimonio por procurador, que conste la autenticidad del mandato y la licencia del
ordinario si se dispone de tiempo.
...
...
precedido de las
El interesado firma con una letra experimentada, quiz por tratarse de un secretario.
Pero tambin en las postrimeras del siglo, en 1788, observamos que siguen teniendo
lugar matrimonios por poderes, aunque lo cierto es que no aparecen con demasiada
frecuencia, casos como el de Jacinto Caveza, residente en la Corte y natural de la villa de
Alcntara, al igual que su futura esposa y desea contraer matrimonio, pero el novio no
puede hallarse presente por la indispensable y fija ocupacin que tiene en esta Corte por
ahora
238
CAPITULO U
239
C4PTTULO Y
2.
291
por la cual Y
Antonia que es esposa de D. Pedro Joseph Soriano, abogado de los Reales Consejos,
manifiesta que su marido
...
tanto en los tribunales de esta pennsula como en los reinos de Indias... y la otorgante se
presentar donde corresponda... por tanto otorga y declara de su libre y espontnea voluntad
que por el mucho cario que profeso al mencionado su esposo est resuelta a acompaarle a
cualquier rezno de las Indias sin excepcin de paraje.. y para lo cual se obliga con sus
rentas, bienes muebles y races presentes y futuros. Ms adelante se indica que renuncia a la
ley 61 de Toro y a todas las dems que favorecen a las mujeres. As mismo jura que para
290
vineinatos audiencias y capitanas garrales. Una dejas pruneras rccopilacuxrsde este corpus jurdico fir las de Alonso Zifla <le
1574 En IGSQ sc lleva a cabo la Rzcq~i1acin de las leves de los ~qms de Indias. Carlos ny Carlos IV mtaumi suesvas
reccpilacum hasta que tras las Cortes de Cdiz sc implant la legislacion liberal
291 A.H.P.M r21977, Pl,
.
Alio 1785.
240
CAP TULO U
reinos de Indias o d~ferenes pretensiones para lo cual necesita embarcarse, lo cual no puede
executar sin su consentimiento
contenido y a no reclamar obligndose con sus bienes muebles y races. Tambin renuncia. a
las leyes fueros y derechos en su favor.
241
CAPITULO 1
3.
LA SOCIEDAD CONYUGAL
3.1.
PRESENTACIN DE LA CASADA
242
CAPITULO 1
presentaciones formales de diferente tipo porque en uno de ellos aparece como soltera y el
otro como casada, la misma mujer, lo que resulta representativo de los dos diferentes estatus
de consideracin social en los que se sita a la mujer desde el punto de vista jurdicoeconmico y en relacin con la institucin matrimonial: Como soltera se expone su nombre,
su origen y el nombre de los padres, como casada slo aparece su nombre sin mayor
especificacin y todos los dems datos corresponden al marido.
El primer documento es una escritura de capital que otorga It Martina de Nieva 293
la esentura de capital es un documento ya estudiado del que slo recordaremos sus funciones
distinguir los bienes propios del marido para que no haya confusin con los que puedan ser
incluidos en la sociedad de gananciales. Suele hacerse al principio del matrimonio. En esta
escritura de capital en concreto observamos que el tratamiento que como persona jurdica se
hace de esta mujer incluye su presentacin individual con su filiacin y origen, aunque a
continuacin se refiere su condicin de casada desde hace tres aos, pero la escritura de
capital la suelen hacer mujeres solteras. El mismo da y en la misma visita notarial se
formaliza otro documento por la misma mujer, en este segundo documento, que es un poder
para testar, que hace como casada, el tratamiento de la mujer es diferente: primero se hace la
presentacin del marido y a continuacin se presenta la mujer sin especificar filiacin ni
procedencia
sern por este orden, primero su hijo, despus su padre y la esposa despus. Por parte de la
esposa se nombra al hijo y luego se nombran uno a otro herederos.
243
CAPITULO 1
3.2.
caracteristico: como es sabido las mujeres casadas precisan por ley, del consentimiento del
marido para recibir herencias; en este caso tambin podemos observar que siempre que el
documento hace relacin a la casada aparecen ciertas particularidades: se menciona la
lcencia otorgada por el marido y confirmada por el notario, se dice que la interesada
renuncia a las leyes que la benefician, que no ha sido violentada por su marido y que no
pedir absolucin de su juramento, cada una de estas puntualizaciones tiene como finalidad
el confirmar la seguridad del documento ante un sujeto tan incierto como la casada pero
tambin dejar desprovista a la mujer de recursos para revocar el documento y as confirmar la
voluntad expresa del marido. Un ejemplo proviene del siguiente documento que plantea una
reunin de herederos con la finalidad de elaborar un poder para vende?94 se reunen una:
Raimunda, D. Martn y D. Joaqun para tratar sobre una herencia que aceptan a beneficio de
inventario. Al mencionar a la primera (Ir Raimunda) inmediatamente se habla de la licencia
que tiene de su marido en presencia de y con aquiescencia y licenca de D. Cayetano
Bernab Obregn que se la d y conceda.. como ya se sabe el marido ha de conceder
244
CAPITULO 1
295
se otorga permiso a sta para que pueda recibir la herencia de su hermano que ha
muerto y que fue escribano en la villa de Alcocer, se pide que se haga inventario, tasacin y
almoneda como es habitual. El esposo lo firm pero la esposa dijo no saber hacerlo.
Como hecho corriente el marido acta como administrador y gestor de los bienes de
la mujer, en consecuencia son frecuentes este otro tipo de documentos en que el marido es
delegado por la esposa para llevar a cabo ciertos arreglos sobre la herencia que sta recibe de
los padres: el que nos ocupa est otorgado por Maria Hernndez Palomeque
2%
y se
encabeza con la consabida frmula: J.. ante odas las cosas habiendo precedido la venia,
lcencia, y consentimento que de marido a mujer se requiere... la finalidad es llevar a cabo
ciertas gestiones: por fallecimiento de sus padres qued como heredera junto con otros de sus
hermanos, y otorga a su marido Pedro Feliz Rodrguez Hidalgo, un poder para que la
represente en el inventario y particin que se ha de llevar a cabo.
Una legislacin que, como ya conocemos, resulta tan restrictiva para las mujeres
casadas puede modificarse sin embargo cundo es preciso, y articula los mecanismos
295 A.H.I>.M.,P 15934, ~216, Ao 1742.
296 A.H.P.M .7 9742., E 142., Ao 1787.
245
CAP TUL01
precisos, para que, con la supervisin del mando, las esposas puedan llevar a cabo ciertas
acciones como sujeto jurdico.
Pero la aparicin de las mujeres como sujeto jurdico activo no se considera algo
natural y para subrayar esa anormalidad tiene que reconocerse una situacin especial de
forma que solamente podr darse, con la aquiescencia del marido y de la sociedad,
representada por los testigos, este es el hecho que se recoge en los documentos por medio de
frmulas determinadas. Otras frmulas que tambin pueden incluirse se refieren a una
intencin presuntamente escrupulosa del notario que lo lleva a asegurarse de que el marido
no acta como un factor que peijudique la libertad de la otorgante, que recuerda en algo la
manera en que las profesas eran preguntadas si entraban en religin forzadamente o de grado
por los representantes legales, sin embargo la libertad de decisin de las mujeres sola ser
coartada a menudo mucho antes de llegar a esa comprobacin superflua, la imposibilidad de
elegir otros caminos es la ms frecuente. En resumen, en estos casos la mujer casada que
ejerce estas capacidades legales, se constituye en un sujeto muy vigilado pues slo en esas
condiciones de especificidad se permite esta transgresin que significa el hecho de ejercer la
accin juridica o ser sujetos econmicos en una casada.
Si el mbito jurdico general se muestra negativo para las mujeres casadas, tal como
ya se ha mostrado, tambin se perciben en determinados documentos ciertas frmulas
documentales que muestran el sentido que tena para los contemporneos el papel de la
mujer en el matrimonio, un ejemplo seria la frmula conjunta persona que es utilizada en
los documentos que hace el marido en nombre del matrimonio siendo l quien los firma y
decide y afiadindosele nicamente el nombre de la esposa.
246
CAPITULO V
En algunos de estos documentos las mujeres casadas actan en nombre del marido
pudiendo dar consentimiento de matrimonio y dotar a las hijas o cobrar cantidades que se
adeudan al esposo, uno de esos documentos es el presente 297, se trata de una carta en la que,
en virtud de una separacin geogrfica de la familia, el padre. D. Andrs Guillermo Ducros
da a Ir Juana de Harguindegui, su mujer, vecina de la villa de Jarttais (sic) en el reino de
Francia penniso J. para que en mi nombre, y representando m persona ...de lcencia y
247
CAPITULO V
facultad a D0 Claudia Ducros nuestra hija le]timo para que se despose, case y vele con
Monsteur Darrcau vecino y residente en Gaillese con facultad de que la pueda ofrecer y
dotar en la cantidad de maraveds que por mis cartas la orden a las cuales ha de estar. ..ya
cuyofin doy el ms amplio poder ...sin limitacin con facultad de que le pueda sustituir en
las personas que les pareciese...
298
mitad de una casa en la villa de S. Martin de Montalbn y da un poder a su mujer Vicenta del
Valle para que en su nombre proceda a la venta de la casa en el precio que le pareciere
precedida la tasacin... tambin en el documento se le otorga poder para que t.cualquier
cantidad de maravedises u otras especies que por cualquier razn pertenezcan al otorgante
las percibo y cobre confirmando los recibos, las cartas de pago, finiquitos y dems
resguardos que le sean pedidos practicando si le pareciera cualquier ajuste. transaccin.
tambin se le dan poderes para s fuese necesario aparecer enjuicio lo pueda hacer ame
M y sus Reales Consejos?
Vemos a continuacin tambin otros casos en los que las esposas asumen la
representacin econmica y jurdica de los esposos, en ambas situaciones se trata del cabro
248
C4PITULO y
igualmente la autoriza a cobrar las cantidades que por cualquier causa se le estn debiendo
por personas eclesisticas o seglares y as mismo puede, de lo que cobrase, dar recibos o
cartas depago... tambin ...puede aparecer en juicio para lo que se refiere ala cobranza
de las deudas. El marido otorgante no lo firm por no saber, sino un testigo en su nombre.
. .
como objeto la defensa en un pleito que mantiene con Joseph de Candamo duefio de una casa
en la calle de San Juan la nueva, una mencin a la otorgante por su condicin de mujer,
aparece al final del documento: renunciacin de las leyes de sufavory de las que tratan a
beneficio de las mujeres con el juramento de requisitos y formalidades..? La otorgante no
249
CAPITULO V
la escritura de venta que recoge una operacin de compraventa que llevan a cabo las esposas
aunque eso si, en presencia de sus maridos
301
...habiendo
Santillana y por fallecimiento de su padre le pertenece una parte de una casa en Ajoftin, la
cual tiene determinada vendrsela a Vicenta Buitrago, mujer de Bartolom Lozano por 250
Reales, en el documento se dice que ta referida Vicenta Buirragoy Bartolom Lozano, su
marido, dieron y enfregaron a la otorgante y el suyo la prevenida cantidad en monedas de
pesos duros de plata..
aunque en una parte del documento se muestra la preocupacin de la ley por la libertad de los
sujetos actuantes (rasgo caracterstico de los documentos hechos por casadas), cuando
demanda a la esposa compradora el juramento de que para hacer y otorgar esta escritura
no ha sido ni es inducida, sobornada, persuadida ni atemorizada por el dicho su marido ni
por otra persona en su nombre
3.3.
250
CAPITULO U
particular de aagaza que les permita recuperar su derecho a tomar decisiones libres
amparada en e] secreto del documento testamentario. Consiste en la utilizacin de una
especie de frase clave, que suele ser una letana religiosa y mediante ella validar o invalidar
documentos que se vieron obligadas a otorgar presionadas por sus maridos. El hecho de que
se hayan encontrado varios ejemplos de este caso indica que no deban ser tan infrecuentes.
El primero de los que tratamos es un codicilo302 aadido a su testamento otorgado por Y
Teresa Ramona Marraci
303
nuevo al escribano y explica que en el dia 8 de Marzo pasado (el documento es de fecha de
12 de Abril)... a instancias y por complacer y dar gusto al dicho D. Ignacio Palagi mi
marido, otorgamos ambos poder reciproco para testar el uno a favor del otro,
znstituyndonos respectivamente por nuestros universales herederos... Pero D3 Teresa no
est de acuerdo con el nuevo testamento y desea validar el que haba hecho anteriormente sin
la presin marital: J.. Declaro en estos trminos ahora por via de codicilo ...ratffico en toda
forma el contexto de dicho testamento de nueve de Agosto se 1770 para que expresamente
obre sus debidos efectos poniendo por adicin a l que mediante haberfallecido d<ferentes
testamentarios que all nombr.. -nombra nuevos testamentarios-
aprobarle le constituyo, siendo necesario de nuevo y quiero se tenga por mi ltima, vlida y
302 ~Qfr
251
CAPITULO V
de cincuenta mil pesos de a ciento veintiocho cuartos. Pero muestra claramente que no
quiere nombrar a su marido heredero universal como se declar en el testamento que hizo
presionada por l
confianza. 1) Teresa es sin duda una mujer rica y su firma aparece con letra clara y correcta.
El documento siguiente cuenta el despojo de sus bienes que ha sufrido una mujer por
obra de su marido y la utilizacin del sistema de la clave validatoria para impedir que se
pudiera anular un testamento dictado libremente por otro en el que se viese presionada o
forzada, estos datos aparecen en el testamento de D8 Josefa de Navarrete3~ mujer de Marcos
Pareja Caraquel, aunque ambos son naturales de la villa de Priego, segn especifica la esposa
en las primera lneas del testamento, ella reside en la Corte y el marido en la ciudad de
Granada. Tras las invocaciones acostumbradas, 1?? Josefa adviene: t..Declaro que al tiempo
y cuando contraje matrimonio con Marcos Pareja CaraqueL llev d!ferentes vienes a l de
que me otorg carta de dote y recibo de pago ante Juan de Molina escribano como consta
...
en mi poden los cuales estando en la villa de Priego, los consumi y los pocos trastos que
hoy tengo los e adquirido durante el tiempo que a que vine a esta Corte, declarndolo as
para que siempre conste... : Sus bienes son propiedades agrcolas en la villa mencionada y
segn dice a continuacin, deja herederos a sus dos hijos legtimos Antonio y Marcos, y slo
en el caso de que no sobrevivieran lo serian sus sobrinas, hijas de su hermana. Explica como
en un testamento antenor que otorg, invoc el nombre de cierta santa para que como
clusula revocatoria no valiese otro que pudieran obligarle a hacer y en el que no invocase
este nombre:
252
CAPITULO y
Friego estando yo resciente en ello que fixamente no me acuerdo en que cha fue en el qual
imboque y exprese el nombre de la gloriosa santa Matilde que es m abogada cuya clasula
pusepor revocatoriapara que el testamento que despus del referido otorgase no le pudiera
revocar otro ante el presente escribano ahora por el presente buelbo a invocar el nombre de
la gloriosa Santa Matilde en la misma forma que en el referido se expresa y por ynserta en
este y con las mismas palabras y colocacin y lugar que en el antecedente...
3.4.
LA INFIDELIDAD MARITAL
En esta poca la legislacin no reconoce delito civil si el adulterio era cometido por el
marido, y slo admite la exstecia de tal falta en el caso de que la persona adltera fuera la
esposa, de manera que la suerte de una mujer adltera y la de su amante dependan del todo
de la voluntad del marido agraviado, pues ste poda matarlos con impunidad si queda
aunque eso si, deba matar a ambos culpables y no perdonar la vida a uno de estos
Pero
la ley no confiere a la esposa ninguna autoridad para proceder contra un esposo adltero,
solamente la Inquisicin procede igualmente contra adlteros de ambos sexos, en la ley civil
el delito comparable para los varones era la bigamia, el bgamo poda ser sometido a pena
corporal, Carlos 1 decreta condenas de cinco aos de galeras que sustituyen a los anteriores
cinco aos de destierro y Felipe II en 1566 aumenta a diez aos el servicio de galeras. No
obstante entre la documentacin notarial encontramos datos sobre la infidelidad de los
maridos, como la que es denunciada en un poder para pleitos que otorga Antonia Prez,
mujer de Manuel Casimiro Paz
.,
253
C4PITEJLO 1
porque ha iniciado una causa contra su marido por amancebamiento y escndalo y Mara
Garca, de la que dice que lleva como alias la Pepina
desocupado y con la necesidad de mantener a su mujer y a cuatro hijos, para lo cual recurre a
la caridad del suegro .para que los alimente en la forma que pudiese respecto de hallarse
~ .
254
CAPITULO V
3.5.
En otros casos aparecen testimonios documentales de los malos tratos de que las
mujeres eran vctimas en el mbito matrimonial. Flora Miguelle, se presenta ante el notario y
expone el siguiente caso
309:
padecido ypadece una vida intolerable insufrible por los malos tratamientos que de palabra
y obra a experimentado en dicho su marido ya de golpes y ya de vofetones a vista de las
gentes unas veces
desercin del matrimonio para con otras mujeres de que ha resultado estar enfermo y se ha
curado del morbo veneno de lo cual se ve en la precisin de solicitar el que provea de
remedio para que survite? en adelante tanto dao como ha recibido en su persona y
estimacin para con las gentes que ignoran el genio rpido de su marido, ha resuelto el
ponerle demanda de separacin o divorcio bajo de la ver~icacin que har de dichos
tratamientos... t despus de esta descripcin la esposa da poder a procuradores para que
acudan ante el seor vicario de esta villa y se muestrenparte en el expediente del citado
su marido y pongan demanda de separacin y divorcio con los correspondientes
alimentos...
255
C4PITLLO V
4.
constitucin de la dote, se trata de una fuente histrica de gran importancia que nos proporciona
una rica y variadsima informacin sobre la vida de las mujeres, en ella se ve en trminos
generales la situacin en la que acceden al matrimonio y como se negocia ste.
Las cartas de dote ms antiguas del Arvbivo de Protocolos Notariales de Madrid pertene-
cen al siglo XVI, momento en que se dispuso como obligatoria la constatacin en escritura
pblica de la dote, incluso para la aportacin que daba una religiosa al enflur en
convento.
ni
Todas las dotes inadrileflas son al contado y no a plazos, tal como ocurre en otros lugares310.
La carta de dote es uno de los tipos documentales que resultan ms recomendados por la doctora
Rosa MS Cape! para el estudio de la historia de las mujeres en el Antiguo Rgimen
con el
objeto de poner en martha una nueva metodologa para estos estudios donde se tratara de utilizar
las viejas fuentes hacindoles nuevas preguntas.
Estas cartas son parte de la gran cantidad de documentos que formalizaban los escribanos
y las hallamos con gran profusin entre los protocolos notariales a lo largo de todo el siglo. Para
que se fornialice la carta de dote se precisa la participacin del dotante (padre, tutor u otra
persona que ofrezca la dote) y del otorgante, es decir la persona que firma cl recibo aceptando la
310 Valvmk ita cutnbm de la dote ci loe pmeowlos wMtddrm. Ciclo dc rnifuris sobre fin y
256
CAPITULO V
entrega de aquellos bienes, que ser el futuro esposo, aunque no se debe olvidar que un cierto
nmero de canas de dote son otorgadas por los esposos a mujeres que se dotan a si mismas.
personales y la descripcin de los objetos que componen el ajuar de la futura esposa, cuyo inventario suele ocupar la mayor parte del documento. La carta est firmada por el otorgante, que es
el novio, el escribano y los testigos, no signndola ni el dotante ni la mujer en cuyo nombre se
entrega.
En segundo lugar se abordar el anlisis de cada caso concreto, lo que nos proporcionar
otro tipo de informacin ms amplia y variada, el proveniente de la recopilacin y estudio de los
datos de una muestra de mas de 40 cartas de dote recogidas a lo largo de todo el siglo. A travs
de ellas se podr conocer la evolucin y continuidad de esta institucin. El nivel de anlisis
planteado, persigue desprender el mayor nmero de informaciones posibles, dispersas en
257
CAPITULO U
diferentes apartados de cada documento: como aquellos datos demogrficos que se refieren a las
regiones de origen y e] lugar de residencia de los contrayentes o de sus padres que son los
primeros que encontramos, prximo al encabezamiento de las cartas, junto a esto, las noticias
sobre su situacin estamental, que tambin aparecen en su presentacin: titulados, hidalgos y
estado llano muestran indicios de su condicin junto a su nombre. No es corriente que se
especiflque el oficio u ocupacin salvo en los casos de cargos honorficos o al servicio de la
familia real. A continuacin consta la informacin sobre si la boda se celebrar antes o despus
del registro de la carta dotal. Otro ncleo de informacin es el que se refiere al ajuar y cuya
descripcin ocupa una buena parte del documento, en este apartado se encuentran muy
detalladas infonnaciones sobre cultura material femenina: indumentaria y enseres domsticos.
CS4PITLTLO U
contenido del documento. En las cartas de dote los principales apanados son: notificacin,
inntulacion, expositivo, dispositivo y validacin, se tratar de ver que carcter tiene cada uno y
que informacin de la que nos proporcionan resulta ms significativa:
NOTIFICACIN: Spase por esta pblica escritura de carta de pago y recibo de dote,...
INTITULACIN:.
como yo
~es
y de
mis
en el obispado de...
La intulacin se inicia con la frmula como yo, y en ella se presentan las panes
interesadas, habitualmente en el mismo orden: en primer lugar el nombre y apellidos del fituro
esposo (otorgante de la carta de dote y recibo de arras) con su filiacin, el lugar de origen y el de
vecindad, a veces tambin incluye el de los padres y la noticia sobre si stos viven o no. En muy
pocas ocasiones consta la ocupacin del otorgante o la de su padre. La nota de hijo legitimo
consta en todos los documentos consultados. En cuanto a su lugar de origen, la mayor parte de las
veces, seaade al nombre de la poblacin el obispado del que depende, como nica noticia sobre
la ubicacin del lugar. Tambin en este apartado aparece junto al nombre del otorgante y de sus
progenitores, un dato que se ha considerado como un signo de adscripcin al estamento
privilegiado: cuando precede al nombre un don. Poniendo en relacin los datos econmicos
con la presencia o no de la referencia estamental hemos podido aproximarnos a algunas
conclusiones sobre la pujanza econmica de los privilegiados y su paulatina sustitucin en este
papel de directiz econmica por una clase burguesa.
259
CAPITULO 1
EXPOSITIVO:
Digo que por cuanto a honra y gloria de Dios nuestro seor y su bendita madre, estoy
tratando de casarme y ve/arme in facie eclesie por palabra de presente que hacen
verdadero y legtimo matrimonio segn orden de nuestra santa madre iglesia con....hija
legtima de
....
d!funto y de
es de esta corte y que por la dicha ...se me ha pedido otorgue carta de pago y recibo de
dore de los bienes, alhajas y dinero que de la dicha....mi futura esposa para pida a
sustentar las cargas del matrimonio y viendo ser justo lo que se me pide otrorgo y
confieso recibir y recibo por bienes y como bienes dotales de la dicha
m futura
considerado el nico matrimonio posible: el definido por la doctrina cannica y aceptado por el
Estado. Si bien la Iglesia de los tiempos medievales haba considerado como ms perfecto el
estado clibe y celebrado la castidad, con la evolucin de la institucin se asiste a una mayor
consideracin del estado de casada, que adems es visto por la religin como el mejor remedio a
la lascivia. La opinin laica tambin considera ms favorable el estado del matrimonio. De
hecho solamente en las capas bajas populares se encuentra un mayor nmero de solteros entre los
trabajadores temporales que no se casbaxx por no tener recursos para mantener una familia La
260
CAPITULO U
soltea significaba para las mujeres cierta forma de marginacin social y una carga familiar poza
los ms prxmxos.
En este prrafo se describe el rito ancestral que desde los tiempos romanos tena lugar en
la ceremonia matrimonial y segn el cual el novio y la novia eran cubiertos por un mismo velo.
ti facie
La expresin in facie eclesie supone que la ceremonia tiene lugar en la iglesia ante el
prroco del lugar. Hasta la celebracin del concilio de Trento la nomiativa que rega los
matrimonios permaneca confusa y la diferencia entre la celebracin de esponsales y la del
autntico matrimonio daba pie a diferentes conflictos, pues haba esponsales (por palabra de
261
CAPITULO 1
futuro) que podian celebrarse en la iglesia, o tambin como ceremonia privada slo entre
miembros de la furnilia. Tal como menciona el teno, despus de Trento slo constituyen
matrimonio legitimo la ceremonia que se realiza por palabra de presente (a diferencia de la
palabra de futuro de los esponsales).
En algunas cartas de dote se describen todas las condiciones impuestas por el concilio
trentino creador de la normativa matrimonial, como el hecho de que deban ser publicadas las
amonestaciones o notificacin de la prxima boda en la parroquia de los contrayentes durante
tres festividades sucesivas:
...
Trento...
A continuacin, una vez que se ha definido como ser el matrimonio que se va a contraer,
aparecen la mayor parte de las informaciones que se refieren a la mujer, en los siguientes trminos: nombre y apellidos de la novia, su origen, vecindad y los de sus padres, siempre que entre
estos est la persona que dote, si no es as, puede faltar la referencia a estos.
...se me ha pedido otorgue carta de pago y recibo de dote de los bienes, alhajas y
dinero que de la dicha ....mi fitura esposa para ayuda a sustentar las cargas del
262
CAP TULO 1
matrimonio y viendo serjusto lo que se me pide otorgo y confieso recibir y recibo por
bienes y como bienes dotales de la dicha
El dotante puede ser tambin alguna persona en cuya casa -se dice- esta i~nqendo
Cuando la novia se dota a s nusma o se trata de una viuda, la frmula suele ser ofteci traer de
su propio caudal citndose la cantidad total, el ofrecimiento de estas cantidades se justificaba
siempre para ayuda a sustentar las cargas del matrimonio.
Dentro del apartado expositivo se encuentra el inventario detallado de bienes que trae la
futura esposa; todos ellos estn tasados y descritos cuidadosamente, y sto -se dice- esta hecho
por personas inteligentes y expertas nombradas de consentimiento de ambas partes. La dote
que es as valorada recibe el nombre de dote apreciada, segn las Partidas existen otro tipo de
dotes, las no apreciadas en las que no consta el valor de los bienes, pero de este tipo no se ha
encontrado ninguna.
263
CAP TULO Ji
resulta ms frecuente es el hecho de que el dinero liquido ocupe siempre un lugar al final de la
cuenta, poco despus de las joyas. De cada objeto que forma parte de este ajuar, se indica su
tamao, el material de que est hecho y su estado de conservacin (traydo, andado, bien
tratado o nuevo) asi como el color y alguna caracteristica particularjunto a la cantidad en que
se valora.
manera que con las dichas partidas de dinero, alhajas, bienes y omenaje,
importan...cuyos bienes fueron tasados y valuados por personas nombradas a
satisfaccin de una y otra parte de que me doy por comento, satisfecho y entregado a
toda mi voluntadpor haberlos recibido ypasado a mi parte....
264
CAPITULO
Ji
junto a
A partir de estas apreciaciones nos encontramos con el tema del honor que dentro de la
ideologa de la poca es un elemento configurador de las mentalidades. Desde el punto de vista
de su funcin en la estnxctura social puede ser entendido como &ctor de integracin-represin
social que se afirma aIli donde el orden puede ser amenazado
313
deben establecer claras diferencias genricas en relacin a la forma en que la sociedad tiene de
entender el concepto del honor para unos y para otras. Desde el Renacimiento, y para los varones
laideologia delhonorvaairconfonndosedeesemodo:hayimavidadelafama,esaideade
la fama como prestigio social que depende de la opinin de los dems, afecta a muchos actos de
la vida, y no slo a] individuo sino a la familia y a la tcasa. El distinto sentido del honorhonestidad-pudor que presenta para las mujeres tendra como fin ltimo mantener el control
fisico de la sucesin filial en el orden patriarcal de la herencit Para los varones, la honra de la
esposa, de la hermana o de la hija significa la representacin del honor de todo el conjunto de la
famili& Adems el recato, que va unido al comportamiento honesto libraba a la sociedad de un
peligro disolvente, pues segn algunas opiniones de la poca, las mujercs deseaban subvertir el
orden y mandar en la sociedad 314
El honor, sin embargo es patrimonio del noble, esta ideologa se manifiesta a travs de
los estatutos de limpieza de sangre y las probanzas muy extendidas en la sociedad barroca,
calificada como sociedad de castas por algunos autores, para tratar de mantener alejados de los
313 Mnvall, JA: Podairucr y ikm ate) si~io X~ Madrid, 1979, p 66-67.
3I4Harc.Jw&(~i),
265
CAPITULO Y
cargos con poder a los cristianos nuevos. Durante el setecientos estos conceptos se van
suavizando enormemente en virtud del ascenso econmico de la burguesa y del desarrollo de la
ideologa ilustrada, de manera que hasta el mismo poder real promueve la modernizacin del pas
a travs de decretos como el de desenvilecirniento de oficios mecnicos. En estos momentos y a
lo largo de los siglos siguientes tiene lugar la alianza de la ms alta burguesa con la
descapitalizada aristocracia pan la formacin de ima nueva oligarqula en los siglos
contemporneos, confluyendo en que la riqueza es la verdadera prueba de poder que puede
adquirir una reputacin honorable en cualquier momento.
En todo acto social est presente la ideologa del honor, y as aparece tambin
relacionado con los mecanismos nupciales, pues aunque bsicamente estaran afectados los
estamentos nobiliarios de la sociedad, como fenmeno de asimilacin se diflmde a aquellos otros
que estn ganando puestos en la escala social, constituyendo la prueba de honor ms visible, el
poder y la riqueza de la familia. Sin embargo en cuanto a demostraciones de poderio economico,
la burguesa ascendente est en disposicin de hacerlas incluso mayores que un buen nmero &
antiguas casas nobles arruinadas 315
Aunque como ya se ha dicho el concepto del honor est relacionado con la categora
socia] y estarnenta] a la que pertenece la familia, el hecho es que siempre las familias estn
dispuestas a hacer todos los esfuerzos posibles econmicos tanto en la reunin de las dotes como
en los festejos nupciales. Se considera que una boda sin dote es una boda sin honor. Y as todos
los participantes en el acontecimiento encuentran ocasin de manifestar su honor, aunque de
315 Atan JI, :Las fuga, nobles, clase dtninan, gr~o ninaio. Panbay mfr social a el Angno RgII? a Aa
& las cuartas nnadas de mvstnczon mtadscmI,n~~ Oufrnno iurdia, y tulidad social deis nmi~ UAM, Madrid,
1986,p 161
266
CAP TULO Y
manera diferente: el padre o familiar que dota a la novia mueslm la importancia de su lin4je
aportando una gran suma. Para la mujer que se casa, el matrimonio con dote es no slo
honorable sino la va en que la mujer normal puede acceder a una situacinms honorable, como
es el manimonio y la forma de mantenerse con vida en el cuerpo social, ya que segn la
construccin cultural imperante la mujer carece intrnsecamente de bono?6. La honra (el honor)
de la mujer es la honra de la familia, pues cl grupo familiar es el acreedor de honor, mientras que
la muja funciona como un agregado, y su coninhucion al honor familiar radica en la guarda de
su virginidad, siendo precisamente este ambuto el que son recompensado por el novio mediante
la entrega de las arras. Por tanto la virginidad es la cualidad prncipe] que ha de poseer toda
muchacha. En ocasiones se menciona tambin la nobleza y limpien de sangre de la novia lo que
conjuntamente la hace merecedora de las donaciones arrales317. El honor del novio y de su
familia no se cifra en aspectos econmicos, o no tan claramente. Est claro que antes se ha dado
una fuerte negociacin econmica entre las familias de los contrayentes, pero en el caso del
novio, su honor no va ligado a la cantidad que aporte como donacin propter nupcias, que
adems est limitada por la ley (no puede ser ms de un dcimo de sus bienes) o puede estar
totalmente ausente, sino que su papel honorable est en ceflirse a la palabra dada, y no hay que
olvidar a este respecto que las arras se entienden tambin como la aceptacin de un compromiso
con la estabilidad del matrimonioy con la antigua costumbre de procurar el sustento de la viuda
...y confieso caben en la dcima parte de mis bienes y en caso de que no quepan se los
sealo en los que en adelante adquiriese de que le hago gracia donacin..
316 Molina Paez, 1, Las nugats y ci msrmmo a cl datdho cataln modmn WAA., Las nnau mcl Antimm
Barvelcma, Icaria, 1994, pp. 23-24.
317
267
CAP TULO Y
La contribucin por va de arras del futuro esposo suele consistir en una cifra redonda, y en
muchas ocasiones en una moneda fuerte, por ejemplo ducados, de los que en las cartas, se da la
equivalencia en reales que es la unidad de cuenta ms comn, se afiade que dicha cantidad no
supera la dcima parte de sus bienes, ley que se haya contenida en la Novsima Recopilacin (ley
1, titulo III, libro X). Y tambin, en ocasiones pan dar ms fuerza aeste ofrecimiento, se incluye
el compromiso de que si no dispone ahora este capital, se le fija en el que en un futuro tendr.
Pero no sabemos el alcance de esta expresin en el sentido de en qu casos las arras podan ser
efectivas o en que otros se habla de cantidades crediticias.
1..yforman todo...los cuales me obligo con mi persona, bienes muebles, raices, presentes
y futuros a tenerlos en mi poder como bienes dotales de la susodicha y no venderlos ni
enajenarlos de manera alguna y que estn prontos y man estospara cada y cuando me
sean pedidos por la susodicha o por otra persona en su nombre en caso de divorcio,
muerte, nulidad o separacin de matrimonio u otro de los que dispone el derecha Los
cuales entregar en la misma especie y alhajas que se me han entregado o en su defecto
el valor en que as van tasados dichos bienes,...
Arras y dote asumen ambas el rgimen dotal que se describe aqui claramente y que,
recordemos, otorgaba la administracin al mando pero conservando la mujer la propiedad. Estos
bienes slo eran recuperados por la mujer si se disolva el matrimonio y su valor se encontraba
entre las posesiones del marido.
268
CAPITULO 1
..y
para que as me lo hagan cumplir y guardar doy todo m poder cumplido a las
justicias y jueces del rey nuestro seor y dems causas y negocios puedan y deban
conocer y en especial a los alcaldes de esta corte, corregidores y tenientes de esta villa
de Madridy a cada uno ynsolduzn a cuyofuero y jurisdiccin me someto y renuncio el
mio propio y vecindad y domicilio y la ley sit conveneriz de urisdtione omnium yudicwn
En el APARTADO FINAL consta la fecha tpica que alude al lugar donde se redact el
documento con la expresin del da, mesy ao:
...otorgo as ante el presente escribano y testigos en la villa de Madrid a catorce das del
mes de mayo alio de mil setecientos cincuenta y nueve..
269
CAPITULO 1
4.1.
La riqueza informativa que nos ofrece este tipo de documentos queda de manifiesto a
travs dc los dos modelos de anlisis desarrollados: el fonnal del documento y el anlisis
proveniente de los casos concretos. Si en el anlisis formal pudimos establecer criterios
ideolgicos, religiosos y jurdicos, ser mediante el conocimiento individualizado de los
diferentes documentos, cuando podamos concretar la extensin de algunos fenmenos de ndole
social y genrico.
La base de la muestra son ins de 40 canas de dote, que cubren todo el periodo secular.
La forma en que se van espaciando a lo largo del periodo estudiado nos permite una visin
cronolgica amplia, apareciendo tambin representadas distintas situaciones sociales y
familiares, que retratan a los diferentes grupos, desde la nobleza a la burguesa mercantil, el
caznpesinado ylas capas populares urbanas, Para intentar equilibrar las informaciones se han
establecido dos grupos numricamente equivalentes, correspondientes a cada una de las dos
mitades del siglo
CAPITULO V
cantidades que ofrece el novio en concepto de arras Se han relacionado ambas cantidades
mediante un porcentaje en virtud de una cantidad total que estara formada por el conjunto de las
dos, quedando de manifiesto la enorme diferencia entre ambas, hecho que adquiere una
importancia progresiva en la segunda mitad del siglo. No se debe olvidar que el capital
masculino no aparece en estos documentos, nicamente se puede conocer cuando existe la
escritura de capital donde conste ste dato, de manera que el valor de su aportacin en forma de
arras seria, si se cumple la ley, como mximo, la dcima parte de su fortuna total. Todo esto
puede observarse en un cuadro donde he querido mostrar a travs de los datos ms relevantes, en
la primera columna se comparan las aportaciones econmicas del novio y de la novia,
relacionando el valor de las arras y el de la dote, que al darle un valor porcentual del total a cada
una de las dos cantidades pennite observar las diferencias en la aportacin bsica del
matrimonio; junto a esto se registran algunas particularidades relacionadas con la dote como la
persona que la aporta, o ciertas caractersticas de los elementos que la componen, junto a algunas
notas interesantes de la mujer dotada.
Se han agrupado los datos de tipo demogrfico en una segundo punto, barajndose, tanto
los que se refieren a movilidad geogrfica como a segundas nupcias, aunque uno de los datos
ms perseguidos: la edad nupcial, sigue pennaneciendo en la sombra, pues en las cartas de dote
no consta la edad de los contrayentes. Se ha intentado una aproximacin indirecta a este ltimo
aspecto a travs de un clculo que tendra como referencia la supervivencia o no de los padres de
los novios en el momento del matrimonio de stos, pero tambin habra que decir que este
intento presenta algunas dificultades debido a que los ndices de mortalidad de esta poca
imcritos en el ciclo demogrfico preindustrial, afecta tambin a las edades maduras y juveniles.
Teniendo constancia adems de que son relativamente frecuente grandes diferencias de edad en
271
CAP TUL01
algunos enlaces, en los que las muchachas jvenes se casaban con hombres maduros e incluso
viejos si la miha asi lo concertaba. Sobre la procedencia geogrfica y pese a lo limitado de la
muestra, queda patente como uno de los hechos ms notables la variedad de origenes de las
personas que hacen sus cartas de dote en la ciudad de Madrid, este hecho permite comprobar la
enorme capacidad de atraccin migratoria de la capital, ya que no se trata nicamente del gran
nmero de individuos forneos que contraen matrimonio, sino que teniendo en cuenta que
muchas cartas de dote incluyen los datos relativos al origen y vecindad de los padres de los
futuros esposos, se podran re]acionar ambos datos buscando el perfil de una determinada linea
migratoria a lo largo de varias generaciones.
272
CAPITULO V
CAPITULO U
domstico que ser el espacio natural, de las casadas, con estas indicaciones y algunos otros
datos obtenidos a partir de inventarios de bienes y escrituras de capital podemos reconstruir
algunos elementos sobre vida cotidiana y marca domstico.
274
CAPITULO U
aherencia,yladotecomopartedeella,constituyen laformadereproducciny
perpetuacin de las clases sociales y estamentos. La forma que asume en una sociedad el derecho
dotal o el sucesorio es al mismo tiempo efecto de la estructura econmica de esa comunidad, de
las relaciones de parentesco dominantes en ella y de cmo se percibe al individuo respecto a la
familiay especialmente ala mujei918
318 Tulio Tagori:Trobhnas & nflo&i me! estudio de los usos jurdicos mi nnna mrwa y nl mi i&n Puisaim~
~xzS1~I2ajmflflj~na~
2405., s.XXI~Mmkid,l9S7
275
CAPTULO Y
Las tcticas tradicionales persiguen conseguir enlaces cuando menos aceptables, y esa
aceptabilidad vendr claramente definida por el clculo econmico. Cuando un padre qwere
casar a su hija con un heredero asume que es imprescindible que sta aporte una rica dote pues
nadie piensa colocar por matrimonio a su hija en una casa inferior a la propia y ningn heredero
se conformara con una dote que estime inaceptable. Esta emulacin o competicin dotal slo se
da en un nivel o estrato social con atributos econmicos similares. En esta sociedad son, sobre
todo la casa y la familia las fuentes de identidad personal, un individuo lo es socilinente y vale
tanto como el poder o estimacin de su casa
Uniendo dote y arras, con ambos efectivos, se formar un cuerpo de dote que adquiere
su conocido regmien jundico, adems el marido dispondr de su capital panicular, que
legalmente administra desde que es mayor de edad. De este modo la participacin de unas y otros
en el conjunto matrimonial varia sustancialmente, pues aunque a la mujer no se le reconozca
capacidad de administracin son en muchos casos, los bienes que aporta sobre los que se
establece la economia familiar 319 En general es posible reconocer que los matrimonios de esta
poca son en una amplia medida resultado de uniones econmicas de conveniencia, y que este
319 Daasse, Falcar N4uwv nunmnno Malan e e! rnsto ala modmiidad Mlaga. Dipflacin 1988. paga: 30-59. Ea
fmnnio apwcce tmnbtn recogit pa Mf Babaza La lanilla canpcsina e CutiDa la Nueva e los siglos XVI y XVII: da,
lumciav mfllnnuo e Vm
Mcgraw (l)tmaie. frnlia y marflnKin a Esuta Cas. XBI-XD=).Univusidadde Mwa,
Muzcia, 1992, p. 64
276
CJ4P TULO 1
comportamiento es apreciable en todas las clases sociales, mientras que los motivos
sentimentales se presentan en un segundo ordeit
El conocimiento del total del capital del novio a travs de las escrituras llamadas de
capital -que son estudiadas en otro captulo de este trabajo- proporciona una lista pormenorizada
de sus propiedades a la futura esposa ante el escribano, segn las leyes, de ese capital es de donde
en los casos que marcala ley deber la mujer recuperar el valor de su dote.
Segn muestran los documentos las aportaciones dotales van a permitir a la mujer
sufragar sus propios gastos dianos (lleva una pensin diaria), o proporcionar a sus maridos un
medio de mejora profesional (tienda) o un ascenso social (merced de hbito). En el caso de las
mujeres de capas populares, cuyas dotes apenas constan de ropas y unos pocos enseres, habra
que contar con su Iherza de trabajo, adems de su capacidad de reproduccin.
La dote facilita el camino al matrimonio, por lo que las familias se vean obligadas a
preparar ciertas sumas destinadas a este fin, tal como describe en su testamento una madre, D8
Francisca Morales de Aizpuru con fecha de 1741, IY Francisca es viuda de un secretario de SM
y cuenta como cas a sus hijos y los desembolsos que se vi obligada a realizar:
..(la hija)
...
...
Pedrosa me fue preciso suplir y buscar un emprstito hasta en cantidad de 65.400 reales que
277
CAPTULO Y
importaron los gastos de ella, as para vestidos suyos, vistas que se dieron a la novia,
ini
adere2o
320P16280P446 XHP
278
CAPITULO U
CANrWAD
00ff *
CANTD>AD
ARRAS *
OTROS
D PedrojuandeLedesmas
Josefa Fenmadez
4031R
3300
U 53147A
iiuanManitelc.twedesafl
Margarita ~
50360
44000
Aportatwarnestedde
habito ci la dote
1702
1) 70/30A
PascualSennon Maa
Snchez
7.700R
3.300R
1702
D 71129A
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2.778R
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1702
D 59/42 A
PedroAjva,,zaMartaManinez
6.510R
4.40(M
1703
1) 71/29A
AatonxoLopezslsabeldc
Toledo
2.800
1703
D 100%A
Djacmtodeflarrioaflleresa
18000
NOHAY
704
0 69/31 A
MaztosAlvaxtzaMicaela
Francisca
1.271
550
1705
tI 79/21 A
ManuelToribioaManuelaoiaz
4.258
1100*
1705
0 74/26 A
6400
2.200
1705
1)
4277
1.10CM
1705
AlonsodeCasfroajosefadel
Portal
4.017
.10CM
3706
D:50f50:A
FranciscoFemhndczalY
Josefa Bernal
5.332
5.232
1709
0: 8g/12:A
D.NicolhsCayrillodetontsa
0 Brbara Nicolasa Nobela
24.000
33.00CM
1709
0: 38/62:A
AritornoFewandezalsabel
Martin
699
.100
Slnovionofirmporno
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1711
D:53/47:A
GabrielMsrtosaMaria
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5.160
4.400
doreyoaudalstqo
propio
ARO
PORCENTAJE
ixYrzj
ARRAS 4
1702
D64/36A
170:
OTORGANTE Y
EWOSA
279
1.100
Enelajuarapmcen
chuchenas de muje?
Ladoteesaponadaporla
marquesa
Elfiaurommndoes
procurador de los Realas
Coos~os
Elnovionosabefinnar
Aporudosprebendas
CAPITULO V
ARo
PORCENTAJE
OTEI
ARRAS 4
1732
0: 74t26:A
1732
OTORGANTE Y
ESPOSA
CANTIflAD
DOTE *
CANTIDAD
ARRAS *
JosephFco.Manmalsahel
Solanillos
3.147
1.100
D:69/31:A
JosephMarcosdelaCdaa
Luisa Nf Montero
5.000
2.200
1732
fl:51/49:A
D.BalrasarNavanoalYLuisa
de Vergara
5.752
5.50CM
1733
D:66/34:A
JosephielgadoaJosephade
Otitis
2.947
1.505
Convariaspretmndas.EI
novio viudo hace
declaracin de bienes por
la herencia desu hija
1741
D:2080:A
flEugenioMuftozalosepha
Gabnela Matrenzo
5.511
22.000
Auasmsvahoaasqueia
dote
1741
D:100%
JasmeFo,nellosaMaria
Tonena
2.040
yaseotorgaron
Unatiadelanoviaapn
un aumento de dote
1746
tI: 77/23:A
O. FmNcisooFlorina0Mara
Ana Josepha Vuelta
18.695
5.500
Existe el documento
decaptal de bienes del
novio
1746
0: 82/18:A
10.498
2.200
1755
0: 67/33:A
JuanMa,Iine,deAneroa
Manuela Piases
4.482
2.200
756
0: 87/13:A
Francisco GonzlezAawdoa
Pesronila Anona Franco
318.484
44.000
1759
0: 78/22:A
3.941
1.100
1759
0:1000/o
GullennoJosephNavea
Petrona Mndez Argoleller
4.420
NOHAY
1759
0: 1000/,
Domingo RodriguezaMaria
Fetnndez
2.185
NO HAY
1765
0: 1000/o
AntomolkpezaFacwidina
Abijo
31.905
NOHAY
1768
0:56/44:A
0.ManuelCarnioeroalY
Vicenta Merlo
31.484
242.000
Elpadredelanoviaes
contador del dnque de
Osuna
280
OTROS
CAPITULO U
AO
PORCENTAJE
DOTEJ
ARRAS
4
1775
D:84/l6:A
1776
OTORGANTE Y
ESPOSA
CANTIDAD
DOTE *
CANTIDAD
ABRAS*
OTROS
D.JoscphBescsaNfTeresa
Puvinelet
46,333
8.800
Lanoviaesdan,adeia
condesade Torrepalma
0: 81/19:A
0 FrancscoMoneroaD
Teresa Melendro
9,400
2.200
Elnov,otieneescrittnde
capital
1776
D:64/36:A
D.ToxnsdeValdiriciaalY
MariaC. Catre,,
11.072
6.000
Enladotesemoluvendos
deudas
1777
D: 81/19:A
9.612
2.200
2777
noconsia
0. EugenoLuciaaJuana
Antonia del Castillo
10.714
la dcima parte
cslmmainniomosweto
1777
0:98/2:A
D.EstebandelalorrealY
Tomase Mejorada
102.986
12.000
Lanoviaespcseeuna
tienda de pafios
1780
0: 42158:A
1.466
2.000
El novio es ciego
1780
0: 72/28:A
0. Antonio ManzanoalY
Ramona Iban
11.405
4.400
1780
0:91/9 A
22.584
1.100
1785
0: 81/19:A
Amonio Pasamonteajuana
Pemerra
12.492
NO HAY
1786
0: 92,S:A
D.PedroFernndezdeTaviraa
Y Maria Acosla
149.864
12.000
787
D:89/l:A
O. lgnacioAdamde Yarzaarr
Mara de Villa fae
282.000
22.000
Lafrniliadelnov,o casa
solariega en cl norte
1787
0: 98/2:A
55.298
1,100
1790
d: 200%
D Francisco Thllode
T,ave a 0 Antonia Pta1,.
10161
NORAY
a,
a
+
281
CAPITULO f/
El conjunto de los datos nos aporta ciertas informaciones que de forma sinttica pueden
resumirse asi La cantidad media de la aportacin dotal es siempre superor a la del valor de las
arras. Solamente en tres casos de los 44 estudiados, el valor de las anas es mayor que el de la
dote Superan las dotes a las arras en tomo al 80% de su valor En seis casos no consta ninguna
aportacin de arras por parte del marido, fonnalizndose el resto de la carta de manera anloga a
las dems.
una media de 46.000. Pueden darse variantes que hayan sesgado el resultado
recogiendo ms cartas de niveles econmicos ms altos y tambin puede suceder que las clases
populares hagan menos documentos de dote, pues el factor inflacionario no lo explica por si slo,
an as la diferencia econmica es muy notable, habiendo sido el sistema de recogida de datos
idntico para ambas mitades de siglo. A esto hay que afiadir que este tipo de documentos
aparecen en los protocolos proporcionalmente con menos frecuencia a partir de 1750.
Con respecto a las anas vemos que su valor se encuentra entre los 550 y los 24.000
reales Encontrarnos solamente seis casos en los que no se entregan arras. Un cieno nmero de
.
arras se pagan en ducados aunque la mayora lo son en reales, su entrega siempre va precedida
de unajustificacin que como ya se ha mencionado, adems de la valoracin de la virginidad u
honestidad de la novia, pueden aparecer alabanzas hacia la calidad de sus prendas.
282
CAPITULO V
Toda una serie de categoras econmicas se despliega entre la modesta dote de Isabel
Martin que slo alcanzara os 690 Reales321 y la de valor ms alto de todo el siglo, perteneciente
a Petronila Franco que supera los 3000.000 Reales32; en el abanico que forman todas ellas
podemos establecer cuatro niveles de riqueza: el de las dotes ms pobres, que se encuentran por
debajo de los 5.000 Reales, (en este grupo tenemos un total de trece dotesjun grupo intennedio
que se mueve entre los 5 y los 10.000 reales (tambin con trece casos), junto con otro grupo
intermedio pero ms alto entre los 10.000 y los 30.000.
superara los 30.000, (con nueve casos), La dote ms frecuente en la primera mitad est en
tomo a los 5.000 yen la segunda alcanzalos 10.000reales.
notariales de Madrid:
Isabel Martin, aparece como la ms humilde de las casadas que se han recopilado, pues
presenta slo como dote 690 R. y su fi~turo marido, Antonio Fernndez k..le otorga en arras y
donacin propter nupcias 1.100 R. por sus buenas prendas, honra y virginidad.., el novio es
viudo y tiene dos hijos de su anterior matrimonio, no sabernos su ocupacin, slo que es natural
de Toro y vecino de Madrid, mientras que la novia naci en Valdemorillo y se dota a s misma:..
ofreci traer a mi poder por dote y caudal suyo propio... La suma total de 699 Reales que lleva
la novia est compuesta por 37 reales en dinero y el resto en ropas que lleva en un slo cofre
mediano y que son: dos guardapis323 (uno de bayeta), una mantilla, un manto usado y una
321 Carta de dote de Antonio FanM>dez a Isabel Martin A.H.P.M 1 14.621,7179, Mo 1709.
322 Carta de dote de Francisco Fernandez Annvo a PetrmilaAntcma Franco, AH.P.M. 717.816, F231, Mc 1756.
323 Prenda exterior del traje de las mujeres, especie de larga 6Ida.
283
CAPITULO 7
casaca. Por todo ajuar lleva para la casa una cama, una colcha y tres sbanas de lienzo, con dos
almohadas, junto a dos pinturas, de la Soledad y otra de S. Juan y esto es todo. El novio no finn
la carta de dote por no saber.
325
284
CAPITULO V
en los que no existen arras, conocemos dos ejemplos de ste ltimo tipo, en las que las arras son
superiores a las dotes, mostrndose semejantes al resto en todo lo dems. El hecho de que en
algunos matrimonios no se otorguen arras constituye una excepcin, en general y tambin en el
grupo considerado, pues de los 44 casos solamente son seis los que no entregan arras a la novia,
sus cantidades dotales se encuentran en valores medios (entre 18.000 a 4.000) y en tres de los
cinco casos, se trata de individuos que usan el tratamiento de don. En un caso la carta se hace
nueve meses
despus del matrimonio, en otros dos casos se trata de matnmonios con sbditos
Un segundo grupo entre 5.000 y 10.000 & presenta tambin dinero lquido y prebendas,
incluyndose dbitos que tienen con los dotantes algunas personas e instituciones conocidas, en
un caso aparece como propiedad rstica una villa, que fue obtenida por herencia.
285
CAPITULO U
estatales de diferente tipo: rditos sobre la renta del tabaco, o la propiedad de la oficina
depositaria de gastos de Justicia de la Chancillera de Granada, llevan tambin las novias de este
nivel econmico rentas vitalicias, que se suelen fijar en cuatro reales diarios y que son
concedidas por Su Majestad. Otras inversiones se dan en la propiedad de casas en la ciudad de
Madrid o en otras ciudades. El mundo comercial madrileo se halla presente por la posesin por
propiedad o traspaso de tiendas por parte de dos mujeres de este grupo. Se habla tambin de
joyas en las que -como se dice- se ha invertido y nunca suele faltar una cantidad variable de
dinero lquido. Para terminar se debe aadir el gran valor de sus ajuares especialmente en el
captulo de joyas, plata y vestidos de ricas telas.
286
CAPITULO 1
4.1.2.
ASPECTOS DEMOGRFICOS
Los aspectos demogrficos revelados por las canas de dote se centran en el conocimiento
de la movilidad geogrfica de las familias y en las referencias a los casos de segundas nupcias.
pues en el documento base que manejamos, no existe la costumbre de incluir los datos referentes
a las edades de los contrayentes, por lo cual la edad nupcial de unas y otros nos queda en la
sombra y para su conocimiento necesariamente hay que recurrir a otras fuentes. Como nica
induccin aproximada sobre este tema podra establecerse la que se refiere a los casos en que ya
han desaparecido los padres que nos hablara de una edad ms avanzada del futuro matrimonio,
pero la estructura demogrfica de la poca con un alto indice de mortalidad en edades medias y
la posible disparidad en las edades de los contrayentes al llegar al matrimonio convierte este
atisbo en algo sumamente dbil Por ltimo el conocimiento del origen y vecindad de los padres
.
287
CJ4PTTJLO Y
OTORGANTE Y
ESPOSA
O~GEN Y
VECINDAD DE LOS
PADRES
atICEN Y VECINDAD
DE LOS NOVIOS
SUPERVIVENCIA
PATERNA
SEGUNDAS
NUPCIAS
LedesniEdez
1702
PIJK noconsta
PNCY vecinos de Madrid
NA vecina de Madrid
NO: vecino de Madrid
ambos vivos
del novio y de
la novia
Catedesfbaez
702
PNA: Miln
PNO Jerez
padres de ambos,
vivos
NO
Serrano 1
Sanchez
1702
PNO v~ de Madrid
PNA: Valencia
NA i de Madrid
NO riad de Valencia
NO
Barrero
Lopez
1702
NA vecina de Madrid
NO vecino de Madrid
padres de la novia
desap
NO
Alvarez!
Fernandez 1702
MA Ob de Oviedo
NO. no consta
no consta
NO
Lpez]
Toledo 1703
no consta
noconsta
NO
Barrios]
Carola de Oviedo
1703
PNA: no consta
PNO residente en la coite
NA: no consta
NO vecino de Madrid
NO
Alvarev
Micaela Francisca
MA no consta
NO vecino de Madrid
NO
Rivas?
Nietos 1705
PNk no consta
PNO VdeMadnd
MA Crdoba
NO Madrid
noconsta
NO
Castro!
Portal 1705
PNA. Toledo
PMO: Ob. de Oviedo
MA vecina de Madrid
NO vecino deMadrid
NO
Toribio!
Diaz 705
PNA: no consta
PMO: Madrid
NA vecina de Madrid
NO veomode Madrid
NO: no
consta
MA: padres desap.
NO
Queipo!
Gmez 1705
PNA: no consta
PMO Madrid
NO: vivos
NA: desap
NO
Fernndez]
Bernal 1706
PNA [Joeda
PMO Banda
0s de Madrid
PNA: v
PMO v0sdeMadnd
MA no consta
NO mt Mora ~ de Madrid
MA no consta
NO no consta
noconsta
NO
noconsta
NO
PNA. no consta
PNO v0sde Madrid
MA. Valdemorillo
NO: Toro
NO: desap~
MA: desap.
De Torres?
NoticIa 1709
Hernndez]
Martin
1709
288
2
nupcias del
noviocondos
hijos
CAPITULO 1
OTORGANTE Y
ESPOSA
ORIGEN Y
VECINDAD DE LOS
PADRES
ORIGEN Y VECINDAD
DE LOS NOVIOS
SUPERVIVENCIA
PATERNA
Marcos,
Aguado 1711
PNA Vallas
PMO Getitfe
MA, Vallas
NO: Madrid
NO vivos
MA des.p.
NO
Martin]
Solanillos 1732
PNA. no consta
PMO noconsta
NO: vivos
NAdesap.
NO
De la Carla]
Montero 1732
PNA Madrid
PMO Madrid
MA Madrid
NO Madrid
NO: vivos
NA: desap.
NO
Navarro!
Vergara
1732
PNA: Guadalaara vE
daba Monteros
PMO Granada
MA vecina de Madrid
NO ori#en ~ vecino de
Madrid
NO: desap.
NA: desap.
MO
Delgado!
De Gracia 1733
PNA Madrid
PNO Alinago
MA: Madrid
NO: no consta
NO: desap.
NA: desap.
r nupcias del
novio
Navamuel!
Matienzo
174!
PNA noconsta
PMO no consta
NA: Madrid
NO: no consta
MO:noconstaMA:
padre desap.
2nupciasdel
novio
no es una carta
...a otra
carta de dote
Florin!
Vuelta
1746
PNA: Calahorra
Valden,oro
PMO: Villaseca
NO: desap.
MA: vivos
NO
Gonzaieri
Mann
fl46
PNA: Huere
PMO: A~tnlar vflecerril
NO:dasap. padre
MA: padres desap~
NO
MautinezArreo!
Pajares
1755
MA: no consta
PMO: no consta
no consta
NO
Gonzalezi
Franco
1756
PMA: no consta
PMO: Pravia (ob. Oviedo)
MA: no consta
NO: Pravia
padres de ambos
desap.
NO
Rover?
Suarez
1759
MA: s de Madrid
NO: naturales y s de
Madrid.
MA: noconsta
NO: naturaly vecino
NO
Nave!
Mendez
1759
PNA:noconsta
PMO: Bruselas
MA:naruralvvecinode
Madrid
NO: Bruselas
NA:noconsta
NO: desap~
MO
Rodriguez!
MA: no consta
PMO: no consta
MA Cangas de Tinco
0
MO natural
ob Sanago,v
de Madrid
MA Madnd
NO Ob de Segovia
Tornelios]
Torreas 1741
Fernndez
1759
Lapez
Abelo
765
289
no consta
SEGUNDAS
NUPCIAS
2as nupcias de
Ja novia (dos
hijos)
NO
CAPITULO U
OTORGANTE Y
ESPOSA
ORIGEN Y
VECINDAD DE LOS
PADRES
ORIGEN Y VECINDAD
DE LOSNOVIOS
Carnicero]
Merlo
1768
PNA no consta
PMO no consta
MA no consta
NO mt0 Aranda
de Duero,
de Madrid
y
Bescs!
Ptivrnelet 1175
MA: no consta
PMO: nocorista
Montero!
Melendro
1776
SUPERVTVIENCIA
PATERNA
SEGUNDAS
NUPCIAS
no consta
MC)
MA no consta
NO Ade Madrid
no consta
MO
PNN y0 de Madrid
PMO v0y nat. de
Mostoles
NA no consta
MO Mestales
Valdincia]
Carrera
1776
MA: y0 Oviedo
PMO: y0 Orusco, nat
Villaviciosa
NA nat Madrid
MO Orusco (arz Toledo)
NO
del mo!
Aguado
1777
MA Santoroaz
NO. Asturias, Tarancon
MA Santoitaz
MO naty y0 de Madrid
NO
Luca]
Castillo
1777
MA Villaviciosa
(Asturias) xCasa,revuelo
(Toledo)
PMO ob. Siguenza
MA mt de Vie, t de
Madrid
NO: ob, Sigueriza
podres novio
madre novia des.p.
MO
Tone!
Mclorada
1777
MA: Vudia
PMO Los Molinos (ob.
Osma)
NO
Obafio!
MA: eAaranda y
Segovia
PMO: San Nmlan(ob.
Oviedo)
MA: Asvalo
MO: San Mill (ob
Oviedo)
NO
Manzano!
Ibarra
1780
MA: Estepa
MA: San Clemente
MA: Estepa
NO: San Clemente
MO:padres dsp
NA: no consta
NO
Fernandez]
Lancha
1780
MA: Madrid
NO: Madrid
MO:padres dsp
MAmo consta
NO
Pasamonte!
atierra
1785
MA: no consta
PMO: no consta
MA: y de Madrid
NO: no consta
no consta
Escofiar!
Causade
1786
MA: no consta
PMO: Pteardia (Francia)
MA: no consta
NO: Picardia
NO padres dsp
NA no consta
NO
Taira]
Acosta
1786
PNkv0sdeMadrid
NO: lsnatonose9
MA noconsta
MO no consta
noconsta
NO
1780
290
rs nupcias del
novio
2~s nupcias de
los dos onyu
ges
CAPITULO 1
OTORGANTE Y
ESPOSA
ORIGEN Y
VECINDAD DE LOS
PADRES
ORIGEN Y VECINDAD
DE LOS NOVIOS
SUPERVIVENCIA
PATERNA
Yana,
Vllafae
1787
MA no consta
PMO no consta
MA: no consta
NO: y de Madnd
no consta
NO
MA: no consta
NO: Valencia
NO: no consta HA
podres dsp.
MO
Franseri]
Barava
1787
MA y0
5 de Madrid
ENO. Genova
no consta
Trillo de Trave]
Priega
1790
MA no consta
PMO: no consta
deconsta
Madrid
MA:0no
NO: y
291
SEGUNDAS
NUPCIAS
20s nupcias de
la novia
CAPITULO V
Uno de los fenmenos ms llamativos que se desprende del estudio de las canas de dote
es el nmero tan elevado de contrayentes (ellas y ellos) de los que se dice que tienen su lugar de
procedencia fuera de Madrid, de manera que el carcter inirugratoilo de la ciudad desde fines del
XVI, queda de nuevo connnado, Existen diversas categonas de forneos que viven en Madrid,
tenemos desde la figura del pretendiente que persigue en la Corte el reconocimiento de alguna
merced o titulo hasta el inmigrante econmico, temporal procedente del mundo rural que como
fuerza de trabajo se integra en la vida popular de Madrid tal como reflejan ciertos personajes de
los sainetes de D. Ramn de la Cruz. Los puestos de trabajo que ofrece la Corte se reducen en un
gran nmero de casos al servicio domstico, que sern sobre todo para las mujeres a partir de
1750, momento en que se feminiza ms la profesin.
Segn las canas de dote, con respecto a la procedencia de las mujeres que se casan en
Madrid, tenemos catorce casos en los que no se hace constar su procedencia en el documento,
mientras que de diecisis restantes se dice que tienen su origen en otro lugar, de diez mujeres se
dice que son vecinas de la corte (sin ms informacin), y solamente de cinco se dice que son
vecinas y naturales, La carta de dote es un documento que tiene la finalidad de salvaguardar
ciertos derechos de propiedad de las mujeres, pero no proporcionan demasiados datos sobre la
vida concreta de sta: no aparece en muchos casos el lugar de procendencia de la novia, y desde
luego consta en muchos menos casos que en el de los maridos. En las cartas de dote a veces se
aade el obispado al lugar de origen.
Los lugares de origen de las mujeres que formalizan dotes y que aparece mencionado son:
CAPITULO V
Los lugares de origen de los futuros esposos que otorgan cartas de dote son: Valencia.
Crdoba, Asturias, Mcm (Toledo), Toro (Zamora), Alcaxna, Almagro (C. Real), Villaseca de la
Sagra(Toledo), Huete (Cuenca), Calahorra (La Rioja), Pravia (Asturias), Bruselas, Santiago de C.
(obispado de), Segovia (obispado de), Aranda de Duero (Burgos) Mstiles, Orusco (Madrid),
,
Siguenza (obispado de), Osma (obispado de), Oviedo (obispado de), Mancha, Reino de Francia,
Valencia.
293
CAPITULO 1
los recuentos censales indican que desde la segunda mitad del siglo XVIII algo ms de un tercio
de los mayores de 16 aos eran solteros, su elevado nmero se pone de relieve al comprobar que
segn los archivos parroquiales ms de la mitad de las personas que contraan matrimonio haban
nacido fuera de Madrid330 An as la ciudad creca y era debido al continuo flujo migratono
Madrid no transformaba ni
reexportaba los productas para su hinterland u otros mercados, se limitaba a importar de las
zonas interiores los productos de consumo y de regiones lejanas los de lujo, para satisfhcer su
propio consumo interno, en estas condiciones la capital ofrece un tipo de empleos basados en el
servicio domstico, alguna produccin artesanal sobre todo de productos de lujo y una industria
de la construccin que dependa fundamentalmente de la iniciativa de la aristocracia.
An as la mayor limitacin de las regiones rurales interiores para absorber mano de obra
puso en marcha una corriente migratoria que desde finales del siglo XVI hasta el XIX no va a
cesar. La inmigracin madrilea se acrecienta ya desde el siglo XVII y se mantiene a lo largo del
XVIII, renovada e intensificada tras la recuperacin de 1740. Es este tipo de inmigracin el que
329 Blm Roel, A:Sobre la disnibucin pmfesicmal de la poblacin en la Espta de Culos nl. Ennni oidw dc la cifra
~,saJesa> Actas del Coloouio Intanaciorial sctn Carlos mv su si* t II, MadrId, 1990, pp 505-543.
330 Carbajo Isla, Mana F La voblwn de la villa de Madrid dasde finales del smb XVI hasta mediados del smb XIX Madrid,
1987, p.232.
294
CAPITULO V
Por otro lado la situacin econmica de la mayor parte de estos inmigrantes que
desempean empleos temporales sin cualificacin y de peonaje es deficiente pues se mantienen
en el lmite del salario de subsistencia lo que les impedira confler maniinonio y de ah el alto
nmero de clibes y la baja natalidad de la villa. El comportamiento demogrfico de este grupo
se haya muy sujeto a las crisis econmicas (1765, 1790) que hacen aumentar la mortalidad y
descender nupcialidad y natalidad, igualmente en lo que se refiere a abastecimientos y conswno,
se dara un sistema dual por el que el abastecimiento de este grupo, que dependera slo de
productos bsicos, proviene de las regiones interiores de Castilla mientras que los mercados
distantes abastecen al grupo nuclear de productos de lujo.
Los datos referentes a las segundas nupcias, son significativos por la informacin que
ofrecen sobre el modelo familiar, pues en el comportamiento demogrfico de la familia del
Antiguo Rgimen es notable la frecuencia con la que se producen los segundos matrimonios
331 Ringrose, David It, Madridv la ~~ma
295
CAPITULO V
debido a la ruptura de las familias, consecuencia de los elevados indices de mortalidad en la edad
maduray que afectaba de manera especial a las mujeres en el peno. En la muestra estudiada se
ha obtenido un porcentaje de un 20 % de nuevos matrimonios, aproximadamente la misma
proporcin que se maneja para esta poca 332
~.
Efectivamente hay que tener en cuenta muchos factores como una baja
esperanza de vida, o como un matrimonio avanzado pera hombres y ms joven para mujeres.
Pero la impresron mas permanente es la de que el modelo nupcial puede entrar en lo que se ha
llamado el modelo occidental
~.
A travs del anlisis de este conjunto de documentos van a relacionarse los diversos
estamentos con los diferentes estatus sociales urbanos,(categoras sociales que no dejan de estar
en relacin con la estructura econmica de Madrid) con aquellas particularidades referentes al
hecho matrimonial. Las noticias que tenemos sobre las mujeres y su situacin social aparecen
La
334 Rowland It, Maninno y Familia a> el Maiitai~ O~i~hitu1a1gtmas intaropcnrs nr Chacn F.:Euijja.yj~jg~
niel MedaTneo Occidaizai. Sialas XV-XI~ Uit de Murcia, 1987, p. 260.
296
CAPITULO V
relacionadas con las profesiones de sus maridos. Pues segn el punto de vista de la poca, el
mando tiene su nombre y puesto en la sociedad, su oficio, y la mujer actuara como mera correa
de transmisin de bienes; esto es as en general pero observamos en los diferentes casos
presentados que en ciertas ocasiones las mujeres adems de proporcionar con su ajuar -y su
persona- los elementos imprescindibles para la creacin de la unidad familiar, aportan tambin
los instrumentos profesionales para el desarrollo del oficio del marido o para su ascenso social.
A la vista del tipo de familias y los enlaces que resultan sorprende ver lo
extraordinariamente convenientes que al menos sobre el papel resultan estos matrimonios, lo
que a primera vista confinna la importancia del papel econmico y escaso sentimental que tiene
el matrimonio del Antiguo Rgimen, sirviendo esta observacin tanto para el estamento
privilegiado como para las clases populares. Sobre este punto estn en general de acuerdo los
historiadores de la familia, aunque algunos historiadores de la cultura popular hablan de una
falta de inters econmico en la eleccin de pareja entre los campesinos de escasa fortuna
~.
335
mun
297
CAPITULO V
OFoItGANrE YESPOSA
SITUACION SOCIAL
y
ESTAMENTL
QUIEN flOTA
los padres
NO
fernndez 1702
Cabiedos!
Saez 1702
eluovtoesduquede
Estada, la novia don.
traealnflnmonio
NO
Sen-ano!
Sanohez 1702
NO
Barrero!
Lpez 1702
sin tratamiento
no consta
Sm tratamiento
NO
Lopezi
De Toledo 1703
sin tratamiento
NO
Hamo!
Garca de Oviedo 1703
no consta
Alvarez!
Francisca 1704
sin tratannento
1. madre viuda
Toribio!
Diaz 1705
el padre
Queipo!
Gmez 1705
sur tratanuento
ella misma
NO
Rivas!
Nieves 1705
la seora en cuya
compaiaestaba
NO
Castro!
Portal 1705
sin tratamiento
la madre
Fernndez
Bernal 1706
sin trataniJento
los padres
Be Torres!
Nobel. 709
los padres
Fernndez!
Martin 1109
3m tratamiento
ella misma
Marcos
Aguado 1711
Sm tratamiento
ella misma
NO
antes
Mana
Solanillos 1732
Sm natanuento
ella misma
NO
antes
298
PREBENDAS
II
DOTE ANTES O
DESFIJES DE LA
BODA
mitos
NO
CAPITULO 1
OTORGANTE Y ESPOSA
SrrUAcION SOCIAL
Y
ESTAMENTAL
QUIENnOTA
PREBENDAS
De la Cerda]
Montero 1732
sin ataxmento
ella
SI, 550.R
antes
Navarro!
Vergara. 1732
ella
NO
despues
Delgado!
DeGracta 1732
Sm tratamiento
olla
SL(fl
1731 y
500 R.
antes
Navamuel]
Manenzo 1741
la madre
NO
antes
Fornellos!
Tontas 1741
sin tratanixerno
NO
despus
Flota!
Vuelta 1746
los padres
NO
antes
Gonzlez]
Martin
1746
sin tratamiento
ella
2 p.ten. por
huertna
antes
Maninez Auto!
Pasares 1755
el con tratamientoella no
no consta
NO
antes
NO
despus
(un ao
apeoz.)
sin tratamiento
los padres
NO
antes
sin tratamiento
no consta
NO
antes
sin tratanento
ella
NO
antes
Lpez]
Abelo 1765
sta natanuento
la madre
tres:
550.
600y
550k
Carnicero!
Merlo 1768
el padre
NO
antes
Bescs!
Puvmelet 1775
la condesa
NO
antes
Montero/
Melendro 1776
no consta
SI:
500
antes
Valdiricia/
Carrera 1776
no consta
NO
antes
299
DOTE ANTES O
DESFIJES DE LA
BODA
antes
CAPITULO V
OTORGANTE Y ESPOSA
SITUACION SOCIAL
Y
ESTAMENTAL
QUIEN flOTA
PREBENDAS
Del Ro!
Agnado 1777
no consta
NO
antes
Luca]
Castillo 1777
no consta
NO
4 meses despus de
la boda
Torre!
M~onda
ella
NO
antes
Obioo!
Prez 1780
sin tratamiento
ella
NO
antes
Manzano!
Ibarra 1780
el padre
NO
antes
Fernandrz/
Lanche 1780
sin tratamiento
no consta
NO
antes
Pasamonte]
Pertierra 1785
sin tratamiento
no consta
NO
antes
Escofien
Catisade 1786
no consta
NO
antes
Tavira!
Acosta 1786
padres y abuelo
NO
antes
Yazza/
Villafafie 1787
ella
NO
Frans,eri/
Brava 1787
no consta
NO
antes
Trillo de Trava!
Pniega
1796
no consta
NO
antes
300
DOTE ANTES O
DESPUES DE LA
BODA
CAPITULO V
Una peculiaridad que resulta muy poco frecuente en otras pocas es la de formalizar la
carta de dote despus del matrimonio, segn el estudio realizado, tampoco en la centuria del
setecientos se trata de casos mayoritarios, de los ms de cuarenta casos recogidos tenemos
solamente cinco en los
casos
pasar tras la boda antes de formalizar el documento no es muy largo, oscila en torno a un aho.
Probablemente algunos casos demoraban el otorgamiento de dote basta poner a prueba el
matrimonio, en algunos casos de la muestra, la razn que se da es el apresuramiento con que se
hizo el casamiento. Es tambin probable que slo la insistencia de las esposas condujese en
algunos casos a maridos remisos a decidirse a pesar por la escribana. No olvidemos que registrar
la dote no es obligatorio, y que las parejas ms pobres, a buen seguro no llevaban a cabo tal
formalidad, incluso tenemos datos de person~es clebres que no hicieron tal carta
336; como
tambindeunacartadedotedesegundasnupciasenlaqueelviudoadmitenohaterhechocn
de dote de su primera mujer7. Tambin sabemos, aunque sus normas legales no se cumplieran
en todos los casos, que se tena por una institucin que favoreca exageradamente a las
mujeres338.
La
aparecen en las dotes (los contrayentes y su entorno familiar) y el nivel econmico que muestran,
interesa en los documentos. La nobleza de la Edad Moderna, segn Domnguez Ortiz~
336 Vafrat ita anmabre de la dote a los pwtoclas madrildos.lnsn,to de Estudios mti1~as.
LE.M4Madrid 1985.pag 1TEn 1773 bar lugar boda peo w sc pIsana a ma uatn de ~e
de Franoro de Goya
Joeefr Bayw.
-
301
CAPITULO y
340
siendo agrcola y muy pocos intentaron alguna aventura industrial, los sueldos por cargos civiles
constituan una base tambin importante y eran bienes libres. Eran muy buscadas las
encomiendas de las rdenes militares pues suponan mi seoro territorial con altos ingresos. La
cdula de Carlos III de 18-3-1783 declarando honestas las profesiones y abriendo las
posibilidades de ennoblecimiento a las familias que hubieran mantenido durante tres
generaciones un establecimiento industrial o mercantil de utilidad pblica no signific ningn
cambio sustancial pues sigui siendo un grupo cerrada en la realidad.
302
CAPITULO Y
diferencia entre las dotes de la primera mitad y de la segunda en cuanto a su valor econmico a
favor de la segunda, tambin en esta segunda mitad aparecen un mayor nmero de hidalgos con
cantidades ms abultadas en conjunto, aunque el efecto sea un sesgo pera la muestra, el sistema
derecogdadedatosbasidoelmismopamlasdospartes,aimqiiesedtbehacetlaObselvacifl
de que con posterioridad a 1750 disminuye en general el nmero de dotes en los protocolos y las
que se encuentran corresponden con ms frecuencia a mujeres con mayor fortuna y que tambin
resultan ser hidalgas.
303
CAPITULO Y
En cienos casos es
la mujer quien se dota a s misma con sus propios ahorros si est lejos de la familia por efecto de
la emigracin-
~
que dota y enmascara la situacin tras la frmula ofreci traer seguido de la cuanta de la dote.
Otras veces se dice que son los padres o la madre. Hay algn caso especial como el de una carta
de dote que se elabora aparte y como complementaria a otra que ya se otorgo y que aade una
dotacin crecida en joyas que regala una ta a su sobrina, la causa de que se haga con
posterioridad a la dote principal, segn se explica, estriba en que se pospuso para un momento en
que fuese ms cmodo para el familiar que <lota.
El tipo de dotacin que predornina en las cartas analizadas en las que consta esta
informacin es la dote aportada por el padre, en un segundo lugar la que es aportada por la
misma mujer, y despus, con la misma frecuencia, las que aportan otros miembros de la familia
que no son el padre, y las que pagan otras mujeres con las que no tienen parentesco. Un caso
muy particular es el de las prebendas tanto pas como de familiares; stas consistan en
donaciones que dejaban estipuladas ciertas personas a travs de instituciones religiosas para que
se facilitase el matrimonio de mujeres hurfanas o de mujeres de la propia familia, y que
perciban estas cantidades al casarse. De los ms de cuarenta casos estudiados se han encontrado
cinco de prebendas que se otorgan generalmente a hurfanas. Se encuentran tambin
341 Ramn delta Cniz,
304
CAPITULO Y
Para ilustrar de una manera ms concitta las circunstancias de las mujeres que desde
diferentes situaciones sociales nos hablan de sus vidas, pasaremos revista a algunos casos
representativos que nos proporcionan informacin del abanico social urbano, y que nos cuentan
de qu forma acceden al matrimonio las mujeres de Madrid En general la referencia pan situar
socialmente a estas mujeres, proviene de sus maridos y de su actividad.
La representacin del estamento privilegiado esta formado por aquella nobleza media y
baja que a lo largo de todo el siglo XVIII va consumando la sustitucin de la alta nobleza como
clase poltica, se nutren de este grupo desde los secretanos de Estado a los corregidores y
configuran el tipo de funcionario de base hidalga y formacin colegial o manteista.
r 23, Ao 1702.
305
si uteflomlo.
CAPITULO Y
puede facilitar el ennoblecimiento a quien se case con ella y en todo caso el ascenso social. Para
la clasemedia la posesin de un hbito de caballero fije codiciada pues se consideraba definitivo
el rigor de las probanzas que se exigan como marchamo de garanta de la autntica nobleza,
pues aunque el Conde Duque haba empezado a venderlos en busca de recursos econmicos se
podan negar por defectos de hidalgua, hijo natural, sangre sarracena o profesiones mecanicas.
...tambin se pone por aumento de dote 18.000 It en que se ha regulado por 10 aos el valor y
rentadeunaracinde5realesaldiaquelasusodichatieneportodoslosdasdesuvidaenvirtud
del decreto de SM de fecha 10 de noviembre de 1701... La manutencin de la novia est
asimismo asegurada con la racion vitalicia que le proporcionala Corona.
La cantidad total a que llega la dote es de 50.000 R. por cuyo valor D. Antonio, el novio,
le entrega carta de dote. Por su parte la noviarecibe ...enatencin a su virtud, calidad, virginidad
y dems prendas 44.000 It en concepto de anas, que harn un cuerpo comun con la dote
asumiendo el rgimen dotal.
consejeros como el que tiene lugar entre 1? Mara de Villafafle y D. IgnacioAdam de Yana
~.
Entre los bienes que entran en la dote figuran ...16.000 ducados en diferentes joyas, diamantes,
esmeraldas, perlas, plata labrada y ropa... toda nueva.... Otra parte de la dote de D Maria la
constituye la renta de por vida de 3.500 It que le producen a su padre los 50.000 It impuestos al
7 % en la Real Renta del tabaco con que es beneficiada Los bienes races tambin estan
presentes pues lleva una heredad de 175 anegadas<3~ de tierra de garroferas (algarrobas) en
345 XH.P.M.,r 18.200, r 664, Ao 1787.
346 Unidad demedida de tiararegada pa umdacin.
306
CAPITULO 7
Su
marido le va a conceder 22.000 R De los valores presentados por la novia corresponden a su
legtima y a sus bienes propios el 43y42 ~ respectivamente del total y slo el
150/o
a los regalos
307
C4PITULO V
~,
perosiladelpadredelanoviaqueescontadordelduquedeOsuna,ladamavadotadacon
31.484Wylapromesadesupadredeaportarlaotros5.000Raloscincoaflos. Leflieron
otorgados por el novio 2.200 R. en concepto de arras y su ajuar consta casi exclusivamente de
308
CAPITULO V
ropa, siendo el nico mueble una cama- Aparecen dos objetos de lujo: un reloj y una caja para
tabaco de China.
el grupo
importancia Da Isabel de Mejorada, cuya dote vamos a analizar>, est relacionada con este
comercio. Proviene la novia de Casarrubios del Monte, mientras que sus podres son originarios
del lugar de Nudia, alcanzando la cuanta total de su dote los 102.983 R. mientras que su futuro
esposo, D. Esteban de la Torre es natural de Los Molinos, obispado de Osma, de donde tambin
proceden sus padres. De las posesiones econmicas de la novia, un primer desglose sera as:
6.000 It ...que ha adquirido por st.. 2.837 que su padre le enva por la legtima, 10.821 por la
,
herencia de su madre, 33.000 por el capital efectivo ...que tiene puesto en la Compaa de una
tiendadel gremio de palios
...
las 49.000 restantes que corresponden a la sexta parte de las deudas antiguas que le deben a la
tienda y la sexta parte del derecho de la posesin del buque de la misma tienda. Entre el ajuar
que lleva no hay muebles pero s abundantes vestidos y menaje para la casa, incluidos tiles de
cocina Apenashay joyas.
309
c44PrULo y
Por lo que se desprende, el encargado del comercio ser el futuro esposo de una de las
propietarias, este tipo de matrimonios, muy habituales en los siglos modernos estn en la lnea
habitual de los enlaces entreel oficial y la hija del maestro del gremio. D. Esteban le consigna en
arras 12.000 reales y finna con una elegante rbrica pero no aparece entre los testigos que se
mencionan ninguno condon.
Lafutura
esposa lleva tambin como capital en su dote tres prebendas, dos de la parroquia y la tercera
como hutna del gremio de obra prima del que su padre fije maestro. Aporta adems en dinero
662,
Ao 1765.
310
CJ4PrTULO y
liquido 9.006 R y recibe Ja dote y caudal suyo propio que le correspondi por el fallecimiento
de su padre... .y en cuenta de lo que le pueda tocar por su legtima materna. Su ajuar, bastante
completo, incluye ropas, muebles y tiles de cocina-
Al gremio de plateros pertenece Joseph Delgado cuyo matrimonio con Josepha de Garca
conocemos gracias a su carta de
pero la histo
complicada, y se ver de manen algo ms extensa como un fragmento de historia de vida que
nos proporciona informacin del ncleo familiar de esta poca Se puede
reconstruir la
trayectoria familiar por las noticias que aparecen en otro documento contiguo a la mencionada
carta4, en el que el futuro marido hace una relacin detallada de sus posesiones
con
el fin de
ordenar las herencias de las hijas de su anterior matrimonio. El platero Joseph Delgado nacido
en Almagro es viudo de Da Josepha Caamares, su primera mujer, ambos se haban otorgado
poder para testar en 1721 falleciendo ella en 1728, de este matrimonio nacieron tres hijas, a las
que la madre al morir nombr herederas universales mediante un poder que otorg ante notario,
segn contina diciendo el documento, cuando se celebr este primer matrimonio no otorgaron
escritura en la que sejustificasen los bienes que cada uno llevaba al matrimonio ni carta de dote y
tampoco se hizo tras su muerte de la esposa el inventario de bienes que hablan quedado, por lo
que se hace en estos momentos el inventario para que conste lo que corresponde a las herederas
por su legtima paterna y al otorgante por su mitad de gananciales.
311
CAPITULO 7
El estudio del matrimonio dr las clases populares urbanas se puede realizar a travs de
los documentos que corresponden a aquellas persona que se encuentran situadas en los puestos
inferiores de la escala social y son en gran parte producto del aluvin de inmigrantes que recibe
Madrid. Existen en este nivel una serie de oficios que no alcanzan la categoria de gremios y que
surgen por las necesidades de abastecimiento de todo tipo que tiene la ciudad: aguadores,
vendedores y vendedoras al menudeo, estos tipos populares son citados a menudo en las fuentes
literarias y en su poca se publicaron pintorescos grabados reproduciendo su indumentaria y sus
312
CAPITULO y
mercancas a. Uno de estos aguadores que abastecan a las viviendas ser el marido de Mara
Fernndez 356, que viene de Cangas de Tineo en Asturias, y que estuvo casado anterionnente, de
cuyo matrimonio conserva dos hijos. Maria lleva en su dote, otorgada por su futuro marido,
bienes por valor de apenas 2.185 R. pero segn se dice en el documento, la mayor parte de sus
pertenencias no estn en su ajuar, como suele ser lo habitual pues como consta en la carta ..no se
haaiadidoropademujerblanca,nidelananitampocoropablancaparalacamapornotener
ms que el vestido ordman
almohadas, dos colchones, una cama de cinco tablas, tres mantas, dos sillas grandes y dos chicas,
una tinaja de barro pera el agua con tapa de pino y como tiles de cocina chocolatera de cobre,
asador y dos sartenes. Estos son todos los enseres que amueblan su casa, sin embargo posee
algunos animales: una jacatorda, 42 gallinas y un gallo, y dispone de provisiones para consumir.
una cabeza de cerdo, un pernil y tocino por peso de 4 arrobas. Completan sus limitadas
posesiones una puerta para el corral, una pila de piedra para beber el ganado y un artesn y pala
de madera. Pero incluso con este patrimonio tan reducido Mara tena un criado, Martn de
Pablos, al que como no podia ser menos, segn confiesa adeuda su salario por valor de 360
Reales.
El otorgante de la carta de dote, Domingo, futuro esposo de Mara hacea su vez escritura
de capital y por ello sabemos que sus bienes son de 3.051 R. y la enumeracin de sus
Pertenencias tambin limitada: una cama, colchn, dos mantas, una chupa y una capa ambas de
pao de Chinchn, tres mudas de ropa compuestas por calzoncillos, almillas y camisas, cuenta
355 Las gritos de MadridXwleccn de ssaa y das gTahadas. Madrid 1798. Facsmil Ed. Guillamo Blzquez Madrid 1982:
Apawcrn rqxrsmtados todos los oficias p~,ulmu relaciormdcm ca las vanas call~au y ms de la mitad sai desanpdacku pw
313
CAPITULO 7
tambin con un candil, das cerdos, dos hojas de tocino de cmco arrobas y los elementos
necesarios para desempear su oficio: ..una plaza de agua en la fuente de Recoletos, con tres
.
caballerias: dos jacas de pelo castao de 4 aos y una pollina negra con sus aperos para llevar
agua.. aade que se le adeudan cantidades por valor de 385 R. Cama dato curioso
.
confiesa en la escritura de capital que entreg a Mara Fernndez la cantidad de 780 RA...para
que comprase ropa para su decencia y la de sus hijas por hallarse totalmente desnuda y no tener
ms que tan solamente el vestido diario, ni ropa blanca para la cama..
Esta carta de dote nos muestra el mundo sernirrural que se sita en la aflictas de la corte,
semejante en todo a cualquier puebla castellano, y de la costumbre del almacenamiento de
comestibles.
Y rozando un cierto nivel de marginacin pero con suficiente base econmica est el
matrimonio de Cecilia Prez con Pablo Antonio Obiao357 ciego de la vista corporal, cuyo
medio de vida, segn consta en su escritura de capital proviene de un puesto de libros religiosos
que tiene en las escalinatas de San Felipe el Real. La novia presenta 1.466K de dote.
314
CAP ULO 7
alejadas del ncleo rural en el que probablemente vivieran sus padres, debido a su pobreza de
origen o cualquier otra circunstancia renen el importe de su dote de fonna diferente: no suelen
ser dotadas por la familia sino por la seora de la casa en la que sirven, tambin es verdad que la
forma en que se pagaban los salanos al servicio domstico supona el pago atrasado de haberes,
cuando no se
de la boda se le podran
Dentro de este grupo, que no es homogneo, se pueden incluir mujeres que componen
una extraordinaria jerarqua, que podra ir desde la dama de compaa de la aristcrata, hasta la
doncella, camarera, cocinera o en el escaln ms bajo la chica para todo trfago criada de las
clases medias bajas358. El destino de estas mujeres sola ser el matrimonio con otro sirviente, la
vuelta a su lugar de origen o incluso la creacin de un negocio propio: taberna, botillera etc.
Las frmulas que acompaan la entrega de la dote de estas mujeres hacen coherente la
identificacin, aunque nunca se dice claramente cual es su ocupacin, pues no est considerada
un oficio.
como
la de Isabel de
Toledo que naci en el reino de Portugal y va a casarse con Antonio Lpez natural de
Crdoba59, ser dotada por la excelentsima seora D Josepha de Toledo y Portugal ...muger
del excelentsimo seor D. Manuel Pacheco Jelles Simon, marqus de Belmonte y Menasalbas la
357A.RP.M. 719.115, P40, Ao 780.
358 Sarasa, C., Criados. ncxirizas. amos. El savno &xnsw ala hmrin del mnvadc, de flabelo adriMo. 175L1884 p. 86
359 A.H.P.M. ,7 14.564, F~ 102, Ao 1703.
315
CAPiTULO 1
ofreci
..
.para ayuda a sustentar las cargas del matrimonio por dote y caudal suya
bienes muebles, alhajas de casa, dinero y otras cosas... por un total de 2.800 K
propio ciertos
entre
ellos, mx
buen nmero de tiles de cocina y ropas. Esta carta presenta el dato curioso de ser de las pocas
en que no se hace referencia a la virginidad de la novia sino que aparece otra frmula por mayor
estimacin de la persona de Isabel y recibe arras por valor de 1.100 reales. Parece tatarse de
una mujer al servicio de la esposa del marqus, que es quien la dota pues todos los indicios
parecen indicarlo, como tambin la cuanta de la dote parece corresponder a ese nivel de dotes
bajas de un grupo de poblacin que procede del servicio domstico o de bajos niveles del
artesanado y clases populares urbanos y que se cuantifica por debajo de 2.000 R
. .
mucho amor y el mucho cario que la tiene...; la cantidad ascendi a 2.200 Reales y las anas
fueron de 1.100 II. que se dieron por el mucho amor y mucho cario que tengo a dicha mi futura
esposa (de nuevo se obvia la habitual referencia a la virginidad y aparecen curiosos elementos
afectivos que parecen no cuadrar con el tipo de matrimonio predominante en la poca).
Tambin resulta curioso el hecho de que el novio recibe por aumento de dote una serie de enseres
domsticos que le entrega otra seora, -que se dice hizo testamento ante el mismo notario- por
316
CAPITULO 1
valor dc 975 R. Cabe la posibilidad de que el novio sea tambin otro empleado domstico que
es igualmente regalado por su ama
Otro enlace de posible empleada domstica seria el de Maria Fernndez, natural de Rio
Oscuro, concejo de Larzana, en el obispado de Oviedo que al casar con Pedro Alvarez es dotada
por Maria Martnez de Oquendo en cuya casa est, y lo hace por lo mucho que siempre la he
estimadoyelcariaquelahetenido.Eltotaldeladoteesde.S30queseiiicremefltaconloS
4.400 de las arras, otorgadas por las muchas prendas que concurren en la susodicha, virginidad y
buenas costumbres 36!
En la legislacin que afecta a las dotes encontramos una ley de Felipe IV promulgada en
1623 por la que se manda a las monasterios de frailes y monjas para que procuren remediar y
acomodar mujeres pobres y hurlhnas, lo que es considerado una obligacin meritoria para los
bienes y rentas eclesisticos. Cien aos ms tarde, en 1723, Felipe V reitera toda la legislacin
antenor; pero este siglo no solamente ver la continuacin de la linea de atencin caritativa de las
instituciones, existe una nueva mentalidad que sobre todo en la segunda mitad del siglo se pondr
de manifiesto: la ilustracin pretende poner en marcha las potencialidades econmicas del
desde el punto de vista demogrlico tiene un comportamiento
como
salida nica el
matrimonio parece que se renen todas estas tendencias para conformar un espritu nupeislista
360A}IP.M.,7 14.370,Fs/f.Ao 1703.
361 AH.P.M., 7 14.564,P 114, Mo 1702.
317
CAPITULO 7
como poltica de Estado pero tambin extendido ente la sociedad, pues funciona una md social
que mstituciones religiosas y seglares como gremios y cofradas ponen en prctica y que tienen a
su cargo la proteccin de las mujeres hurfhnas o pobres. La ideologa ilusflda, junto a esto,
pondr a producir a las internas de los colegios e instituciones en labores propias de su sexo.
Proliferan las antiguas instituciones de caridad y airas nuevas que se ponen en marcha bajo el
patrocinio de la Real Sociedad Matritense de Amigos del Pais,y su jimia de Damas deHonory
Mnto que toman bajo su tutelala Inclusa. En algunos de estos colegios como el del Amparo
las colegialas recbiran una cantidad como dote al contraer matrimonio, tal como aparece en la
cartadedatequeotorgaPedroFemndezdelavilladeUsaflosalcOntraerfliatrmflIOfliocoflMara
de Aguado362. El importe de los vestidos, la ropa blanca y dinero que son los tres captulos que
forman su dote asciende a 16.595 R y recibe en arras 200 ducados. Recibe tambin del Real
Colegio 1.100 reales que parece que son los propios que acostumbra a dar a cada una de las
colegialas para ayuda a tomar estado. La dote ms las arras forman una cifra nada despreciable
(21.936 R.).
En otro Carta de dote363, procedente de una colegiala del Colegio de la Paz se menciona
que el protectordel Colegio le dar una cantidad por haberlo ganado con sus labores. Como ya
se ha mencionado, tambin las gremios y cofradas destinaban cantidades para. las hijas hurfanas
de sus miembros tal como se muestra en la carta de dote que tras el manirnonio de Joseph Diaz
Santiflana con Josefa Luciana Ramonel recibe el marido del tesorero y mayordomo de la caja de
hurfanos del gremio de maestros de obra prima y que asciende a 550 reales3M. Estas dotaciones
362 A.E.P.M.,7 I5.934,r307,A&~ 1742.
363 k}LRU~ 18.342, Ft 626.
318
C4PITIJLO 7
de huerfanas, que en las cartas de dote reciben el nombre de prebendas, constituyen una
costumbre muy extendida que formara parte de la tradicin caritativa y asistencial que, aunque
bsicamente estaba desempeada por instituciones religiosas, se extendia por ciertos sectores
sociales, pues los particulares, imbuidos de sentimiento religioso dejaban en sus testamentos
mandas para obras pias, como los gremios y las coftadias que instituyen medios de ayuda para
aquellos de sus miembros ms desastidos como viudas y hurfanos. Las prebendas eran
ofrecidas a las mujeres solteras que tomaban estado, por un particular que a travs de una
parroquia, haba instituido un patronato o memoria para este fin, y sola estar gestionado por un
sacerdote. Otra clase de dotes de hurfanas eran las aportadas por individuos pertenecientes a la
misma familia de la noviaque dejaban semejantes encargos en sus testamentos.
Es muy frecuente encontrar prebendas en ciertos niveles econmicos de las cartas de dote
que se han analizado, son especialmente las que se hallan por debajo de las 5000 y mas cerca de
los 2.000 los 3.000. La cantidad aproximada de las prebendas oscila en torno a los 500 Reales
y en algunos casos la misma mujer rene ms de ima.
319
CAPITULO 7
De entre las jvenes casaderas que reciben prebendas encontramos diferentes situaciones
sociales y econmicas: Josefa del Portal, a quien otorga carta de dote Juan Alonso de Castro365
por valor de 4.017 R incluye dos prebendas, por las que fue nombrada por un miembro del
Consejo Superior de Castilla, que era patrono de las memorias de cierta U Mariana Davila, el
valor de una de ellas es de 318 R. y el de la otra de 50 ducados (550 R.). la novia recibe en arras
100 ducados, y habiendo muerto el padre de la novia, ser la madre quien se encargue de
proporcionarle la dote, y le promete 3.000 R.
Luisa Maria Montero, que se cesa con Joseph Marcos de la Cerda, oriundo de Madrid,
aunque no podemos conocer el origen de ella, lleva por dote 5.000 R. en la que se incluye una
prebenda de 550 R de la Orden Tercera de San Francisco, fundada por Ana Maria de Contreras.
Recibe la novia 2.000 R. como arras, su ajuar es variado e incluye muebles.
hurfanas por el capelln de honor de Su Majestad. Rene otra piebenda procedente de una
memoria fundada para hurfanas. Tambin recibe 800 R. provenientes de una obra pa fundada
por un presbtero, para la que toma estado por su pobreza u orfandad. Se le otorgan 2.200 R.
como arras, y en su ajuarhay abundantes ropas pero no muebles.
320
CAPITULO 7
~>i~
Facundina Ana Abelo, natural de Madrid, al casar con Antonio Lpez del gremio de obra
367 es dotada por su madre, pues es hurfana de padre, y ente los 31.000 R. que forman su
dote, hay tres prebendas; una para la que fue nombradapor los fundadores de una memoria en la
parroquia, de un valor de 550 R, la segunda tambin procedente de un patronato valorada en
600R.ylateiteracomoburfanadepadrequefuemaestrodelgrendodeobraprinia.con otras
550K
D Maria Teresa Melandrio, que es otra de las jvenes que disfrutan de prebendas se
casar con D. Francisco Montero oficial de la contadura general de salinas del Reinos, su
futuro esposo, que cuenta con un matrimonio anterior le ofrece 2.200K en arras. Entre los 9.400
R. de su dote se encuentra una prebenda de 500 ducados para la que fue nombrada la su mmdc
por el marqus de Manziero tal como consta por escritura de escribano.
321
CAPITULO V
relacionar con el proceso inflacionario que se dispara sobre todo a partir de 1765 influido por la
liberalizacin de los precios, en este sentido el aumento es denunciado por algunos
contemporneos.
4.1.4
Un extenso apartado de las cartas de dote est dedicada a describir los objetos que
fonnan el ajuar, este conjunto de bienes posee cierta importancia en cuanto que son los que
acompaan a las mujeres en sa nueva vida de casada, proporcionan ricas y variadas
informaciones sobre la vida domstica y cotidiana
Los distintos elementos que componen el ajuar son agrupados en estos captulos:
vestidos, ropa blanca, alhajas y omenaje de la casa pero en la mayor parte de las dotes hay
una representacin mucho ms amplia del conjunto de ropas para vestir, muy pocos muebles y
369 A. Fine: A pmpos dv trousseau, une mitin fenne Panz Rivage: Une histoe des femes est~elle umible? Pwk
1984
322
CAPITULO Y
pocos tiles domsticos. Mencin aparte merece el capitulo de las joyas que representanya desde
el siglo XVII una importante inversin para la familia y un valor econmico muy disponible pera
las mujeres. En el apartado que en las cartas de dote se dedica a estos bienes se hace constar de
forma minuciosa la descripcin del objeto, su forma, color, materia] del que est hecho, su estado
de conservacin y la tasacin econmica que le dan los expertos que se han consultado para este
fin
323
CAPITULO Y
371
otros diferentes tejidos, al tiempo que se ordena en diferentes pragmticas que la poblacin se
vista con paos y telas de fabricacin nacional.
324
CAPITULO Y
rivalidad ente clases se manifiesta en la reafinnacin de los distintos modos de vestir, tal como
se pone de manifiesto en las disputas entre majos y petimetres.
Tambin la excesiva preocupacin por el vestido que muestran tanto hombres como
mujeres ser una de las crticas que ms se repetiin en las pginas de los peridicos de la poca
por parte de escritores y crticos de costumbres, como Moratn en su comedia iL~~m~fl.
donde se establece claramente el modelo de mujer burguesa honesta frente a la flivola
modernidad de la criticada petimetra, la primen constituir un modelo moral que tendr mucho
xito en la literatura postenor.
Len y De Diego,
325
CAPITULO Y
conndan los nobles con los plebeyos ni los grandes con los medianos...
en otros casos la
intervencin estatal se produce llevada por el deseo de control del orden pblico, como en el caso
del recorte de sombreros y capas que dio origen al motn de Esquilache, aunque este es
fundamentalmente un episodio propiciado por un trasfondo de crisis de subsistencias. En esta
lnea de intervencin del poder politico en la fonna de vestirtenemos uno de los ejemplos ms
curiosos de reformismo (y nacionalismo) ilustrado aplicado al traje, como es la peticin que se
dirige al conde de Floridablanca, primer secretario de Estado para que encargue a la Junta de
Damas de la Sociedad Matritense de Amigos del Pas la creacin de un traje femenino espaol,
para oponerse al lujo desmedido y a la influencia francesa, la autora del proyecto es una dama
que sugiere tres tipos distintos de trajes, desde el de gala, al corriente, adaptados a los diferentes
grupos sociales, siendo uno de ellos privativo de las grandes damas en la Corte.376
Como manifestacin cultural que afecta a cada vez ms amplias capas de la poblacin se
considera que el nacimiento de la moda como fenmeno social tiene lugar en esta poca, pues
desde 1770 aparecen las lminas de moda en Inglaterra y en 1778 en Francia. Hombres y
mujeres de las clases altas dedican dinero y esfuerzos a mostrar en su forma de atildarse el mayor
conocimiento de las ltimas tendencias en el vestir, preocupacin que parece tambin resultaba
ser uno de los temas de conversacin ms frecuentes en las reuniones sociales de la poca~ El
.
Eecdcma, ~
326
p. 70.
C4PITULO y
cunutaco,yesqueenlosltimosaftosdelsigloXVlt desdelapoderosacortedeVersallesse
irradiaba el concepto de moda para toda Europa.
La mujer de las clases altns lleva el panier llamado tontillo en Espaa, una nueva
versin del guardainfante del siglo XVII, especie de cesta de varillas de mimbre que semeja la
estructura interior de la lda, lo que daba una imagen de caderas extraordinariamente
desarrolladas, la gran anchura de estos elementos a veces haca dificil el desplazamiento o el
encuentro en ini pesillo. Un modelo de vestido que se populariz entre las damas en la segunda
mitad del siglo dieciocho fue el pliegue Watteau -que recibe el nombre del pintor que lo reflejy que era una vestimenta ms cmoda y con pliegues desde el cuello por toda la espalda. Los
vestido femeninos podan tener una abertura en la parte delantera de la falda en forma de V
327
CAPITULO y
invertida que permita ver las enaguas por debajo, en cuyo caso el cuerpo tambin tena una
abertura.ElvestidocerTadoconslstaenuncuerpoyunasenaguassinaberturaeneldelanterode
la falda.
Entre la indumentaria que resaltara las formas fenvrninas en esta poca galante, ciertos
autores hablan de como el zapato de tacn alto al andar hace una mayor exhibicin de atributos
sexuales o como el corpio de pico sealabalos genitales femeninos379. Las mujeres no llevaban
entre su ropa interior calzas, solo enaguas, y los pequeos zapatos de punta son completados por
medias y ligas, las medias podan ser de diversos colores (era frecuente el rjo) y ensear las
ligas, pero no la desnudez de la pierna, en considerado un juego galante. El colorido y el lujo en
378 FtrMs, Eduard, ~
328
C4.PITULO 1
el vestir representa la escenificacin del poder, el medio de hacer visible una situacin. Los
trajes de gala se adornan con piedras y metales preciosos, con botones de oro o diamantes, y en
los zapatos se podan llevar hebillas de plata.
chucherias como son llamadas en las cartas de dote, se consideraban elementos importantes,
hasta tal punto que en la corte versallesca Mm. Du Bany le regal a su sobrina 1.000 libras en
chucheras como costureros, bolsas, ligas, cajitas, pero sin llegar a esos extremos tambin en las
cartas de dote manejadas, aparece en diferentes cartas las llamadas chucheras de mujer se dice
que van cintas, cofias, abanicos y barros (cosmticos)3M.
En Espaa, durante este siglo, el traje de las clases altas no se separaba del patrn francs
pero frente a estos se situar la vestimenta de los majos, propia de las capas populares, vecinos
sobre todo de Lavapis, cuyas actitudes son reflejadas por don Ramn de la Cruz
382,
estos
sujetos aparecen embozados en amplias capes y con anchas alas cl sombrero. Lo castizo y su
380 A.H.P.M. 7 14.732,P I.7OSy7 14.505, P 1.702.
381
S~u.
329
c4.PmILO 1
LA VESTIMENTA
Enelajuar,queesunapartesustancialdelacartadedote,comoyasehadicho,los
vestidos constituyen la partems extensa y econonucamente la ms valiosa, junto con las joyas,
siendo en muchos casos las nicas pertenencias que las mujeres llevan al matrimonio. Existe
tambin una diferencia entre las cartas de la primera mitad de siglo en la cual son cuatro veces
mas las nonas que slo llevan las ropas y como mucho el cofre y la cama mientras que en las
dotes de la segunda mitad se encuentran ajuares ms completos.
330
CAPITULO V
Las prendas de vestir femeninas que con ms fitcuencia aparecen en los recuentos
notariales que forman los ajuares son, dentro de la ropa interior las enaguas, las camisas, las
alinillas y justillos (especie de jubones ajustados al cuerpo), y las medias y calcetas (medias de
punto basta la rodilla). Entre los vestidos exteriores, son numerosas las basquias
383,
los
guardapies (falda suelta exterior), el delantal o abantal de gasa (no como prenda de flb~o), la
bata (un vestido largo con cola de gala), el deshabill y la casaca, estas tres ltimas son ms
mencionadas en la segunda mitad del siglo. Entre los complementos: los encajes sueltos, para
prender en cuellosy mangas de las camisas, pauelos, lazos y cintas, guantes, zapatos, abanicos.
Los tocados pueden ser sombreros, cofias, cintas. Destacan las numerosas joyas y los diferentes
nombres que reciben: aderezo, manillas (pulseras), broches, pendientes, rosarios, de oro, plata, y
anillos engarrados con diferentes piedras preciosas, sobre todo diamantes y esmeraldas
383 Baquifia: saya qr lleva las n~es desde la can huta Ls pies ~i pliepis para ejinla a la talsas, u paz
a
de Ja ropa hita, es p lo amtn newty sirve para salir a ji calle. Su znnbw pinvur deljubn usado p& la mruau van el
siglo XVL
331
CAPITULO V
ELAJUAR DOMESTICO
Pero adems de los mencionados vestidos, aparecen entre los objetos contenidos en estos
ajuares muebles, tiles domsticos y objetos de decoracin para la casa, sta ser el lugar donde
la muja desarrolle la mayor parte de su vida, si bien es cierto que en esta centuria la tradicional
reclusin de las mujeres en el recinto domstico no lleg a ser tan rgida como en otras pocas;
las mujeres de las clases bajas hacan su vida de barrio popular en contacto con las vecinas o
desarrollaban sus ocupaciones en ocasiones desempeando trabajos de venta al por menor o
menudeo, mientras las mujeres de las clases altas especialmente si estaban casadas disfrutaban
de cierta libertad de movimientos para hacer visitas acompaadas por alguna criada a casas de
familiares o amigos donde era comn reunirse para participar en alguna tertulia y consumir el
refresco o el chocolate ofrecido por los dueos de la casa. Entre las casadas cundi la
costumbre de hacerse visitar y acompaar por el cortejo, costumbre que hizo correr ros de tinta
entre los defensores de la moralidad y los de la moda
~.
Los inmuebles habitados por las familias madrileas podan ser de muy diversa categora
en virtud de cada particular situa&n econmica, pero sola tratarse en su mayor parte de
viviendas de alquiler; sobre su calidad, existe la opinin generalizada de que las construcciones
madrileas no alcanzaban en este siglo una gran categora y que su estructura urbana y
arquitectnica no se podan comparar a las de otras ciudades europeas. Ni siquiera las casas de
los nobles parece ser que presentaban las condiciones adecuadas385 en estos casos, se dice que las
332
CAPITULO V
Como la mayor parte de las viviendas eran de alquiler, la continua llegada de forasteros a
la ciudad disparaba el precio de los alquileres. Son caractersticas de la Corte la especulacin y el
deficiente estado de las casas de alquiler tal como es descrito decenios ms tarde por Mesonero
Romanos 388
Las
386 Fn el Protocolo 18.111.? 405. Ao 1785 se &sczibe ma casa pr se vaide a la calle AicaIa, ni explicar las indes~ se
aammuan sus csaauncas. manito bajo
cocina, cuadra, u cuarto gcnaI ~ das vstas a Alcal y a Caballan de Gracia,
un segm&> piso ~i buhanlillas y parte de vidrins. Pm
gura! de piedra bamqu~a, losas de o miar milis m de chas
calies, rqas y balcazs de hum. escalua,. y daspozas, um de agualimpia y ~m de aguas izanidas
,Madrid, I99l,p.422.
333
CAPITULO V
En este medio la casada se instalaba con sus pertenencias domsticas y las ropas del
ajuar. Las labores de la casa salvo en el caso de matrimonios muy pobres no sern ejecutadas por
la esposa sino por criados contratados al efecto, y de los que en el Madrid del XVIII haba una
gran tipologa. El dinero es una parte pequea de la remuneracin del trabajo de los sirvientes y
en muchos casos slo existe el pago en especie, a medida que desciende la renta de la familia,
esto es ms frecuente, de manera que aunque se disponga de poca renta, se puede disfrutar de
sirvientes. Los trabajos domsticos de los que se encargan comprenden habitualmente la
preparacin del fuego de la cocina, desayuno y vestido de cada miembro de la familia, limpien
Romeos M.,
334
CAPITULO 1
de la cesa, compra, comida, por la tarde cosido, planchado, bardado o acompaamiento de las
seoras a la visita.
~.
~.
La informacin sobre el mobiliario domstico a partir de las cartas de dote presenta una
forma particular, pues en general las novias no llevaban apenas muebles, y en este punto los datas
ms completos han de provenir de los inventarios post-mortem o de las escrituras de capital que
presentan los futuros maridos, sobre todo si son viudos, pues es aqu donde si se enumeran las
elementos de una casa completamente amueblada. Aunque no existe una costumbre claramente
p. 215.
335
C4FITULO y
establecida en este sentido39 parece ser que el nico mueble que de manera ms frecuente lleva
Ianovaenel ajuaresacaxna,ylasropasconquvestirla,juntoalrestode lenceradomsticay
su propia ropa. Es muy frecuente la aparicin en los ajuares de arcas, arcones y cofres que sin
duda tenan una funcin de almacenamiento y tansporte.
Otros muebles que tambin aparecen aunque no de manera tan frecuente son sillas,
bancos y taburetes. No hay que olvidar que una de las costumbres ms chocantes que destacan
los viajeros extranjeros que visitan Espaa es el estrado que sobre todo en la primera mitad del
siglo contina existiendo, se trataba de un lugar acondicionado pan ser ocupado por las damas y
que las modas francesas irn desechando poco a poco, era un espacio en el saln levantado sobre
unas tarimas, cubierto con alfombras y sobre el que se disponan grandes almohadas en las que se
sentaban las seoras, hay autores que relacionan esta costumbre con el pasado islmico del pas
39tes muy probable que gran parte de las numerosas almohadas que se cuentan en las cartas de
dote tengan como fin el acondicionamiento del estmdo3~ tampoco hay que olvidarque en esta
,
poca la moda que impone una exagerada anchura en el vestido tambin haca dificil la
utilizacin de una silla corriente.
Aunque se mantiene la tradicin del estrado, heredada del Barroco, tanto en el resto del
mobiliario como en las modas del vestir, la influencia francesa se hizo notar, y el mueble de
tradicin espaola qued un poco relegado, en las casas ricas los muebles sern de estilo rococ
y ms tarde neoclsico, aunque esta ltima tendencia no llegar hasta el reinado de Carlos lv.
~ Casas Gaspaz, E..Costumbres esuatolas de nacimiento. noviaz2o. casamiento y muerta, Madrid, 1947, p. 155> u.
VVAA., El mueble dei sido xvm, Planeta, Barcelona, 1989, p. 52.
~
336
CAPITULO V
En los medios cortesanos que son los que marcan la patita, el mueble de calidad fije tambin
diseado por ebanistas italianos a partir de su llegada a la Corte con Carlos III y ocasionalmente
por portugueses especialmente durante el reinado de Femando VI, por influencia de la reina. El
mueble espaol de este periodo presenta como caractersticas diferenciales la buena calidad de
las maderas caoba, palosanto, nogal, aunque los interiores y la testera pueden hacerse de
nuderas inferiores como el pino, los trabajos de ebanistera pueden presentar algunas
deficiencias. En el caso del mueble como objeto suntuario hay que recordar que la nobleza no
actu -en relacin a la de otros paises- como elemento de consumo, pues es conocido que los
nobles espaoles amueblaban mal sus palacios, y que invertian mayores cantidades en coches,
vestidos o joyas.
De las dotes en las que se mencionan diferentes muebles tenemos que nicamente la
cama, es de presencia casi obligada, sta suele ser de seis tablas que es presumiblemente la
cama de matrimonio, aparecen adems otras tipologas como la de cuatro tablas; estas camas
pueden presentar algunos adornos o rasgos indicativos de la calidad en sus maderas cama de
palosanto y bano torneada, cama de seis tablas y cabecero de color porcelana con adornos
337
CAPITULO 5/
dorados o cama grande de seis tablas con sus pilares dada de verde, su cabecera de fhchada
dorada y jaspeada de lapislazu. En el extremo opuesto aparecen en algunas dotes camas mas
humildes probablemente destinadas al descanso de los criados y tambin el jergon
Las sillas mencionadas en las cartas suelen presentar dos variantes: la silla de paja que
suele aparecer en cantidad de seis a dieciocho y otras modalidades de asiento son los taburetes y
sitiales. Tambin la moda del mobiliario ingls se extiende en algunos casos: dieciocho
taburetes de nogal con asientos de damasco cannesi de Inglaterra. Aparecen tambin otro tipo
de muebles como el escritorio, el bufete y el buro un escritorio de madera de bano con doce
gabetas embutido de ncar y concha con su mesa correspondiente o Un bur grande de nogal y
cedro, sus pies de cabra con tres cajones pan vestidos y en la trampa varias divisiones en gabetas
con errage dorado de Inglaterra y dos arandelas.
338
CAPITULO V
Entre los sistemas para proporcionar calefaccin se encuentra casi con exclusividad el
castizo brasero, que era el mtodo ms extendido en todas las clases sociales para combatir los
rigores invernales, hecho que observan tambin los viajeros de otros pases; tanto la nobleza
como el pueblo bajo se calentaba con braseros, nicamente difera la calidad del material de
estos: Una caja para brasero de nogal ovalada can sus patas de cabra, baca de azofar y badil de
lan397
Resulta curiosa la escasa presencia de tiles de cocina en las enumeraciones de las cartas
de dote como quiz cabria esperar, slo en algunas de ellas se presenta cierta variedad de menaje
domstico de la poca. En la casa familiar la cocina es el lugar donde se preparan los alimentos,
~ A.H.P.M. 7 18.973,
r 95, Ao 1777
mLOS cxtrai~eros criticaban la costumbre espaola de calcita las habitaciones casi exclusivamente con braseros, algunos
argumentaban que estos eran los causantes de la teudmexa a la pereza de los espaoles, Espadas, Burgos, M., Nixsl~
materiales de vida en el Madrid del siclo XVTII Instituto de Estudios Madrileos. Madrid 1979
339
CAPITULO 1
en este recinto se encuenua el fogn para cocinar, si ste era bajo se dispona de algunos
elementos de hierro para que no se inclinaran los recipientes que contenan la comida son las
trebedes, cerca estara el fuelle para avivar el fuego, alimentado fundamentalmente por el
carbn que proveeran los carboneros. Al fuego directamente se pondran las piezas de carne en
panillas y asadores aunque el plato ms comn consumido por los madrileos de aquella
poca era la olla cuyos ingredientes bsicos son carne y verdura puestas a cocer. La coccin se
podra hacer en diferentes tipos de recipientes: caldero de cobre, olla de cobret sartn, perol,
cazo, de estos ltimos cuando aparecen suele indicarse que hay varios de distinto tamao.
340
CAPiTULO 7/
Enconjuntosepuedehablardediferentestiposdeajuar,unprimertipoqueserittflsu
estructura el ms comn, caracterizado por una composicin, ya comentada de abundancia de
ropas y la presencia de algn mueble, este tipo presenta las variantes que dependen de la posicin
econmica de la novia. Existen otros tipos de ajuar, que son ms escasos por el carcter urbano
de1mbitomadleocomoeselajuarrura~yimtercero,elqueserefiertalaju&d2l8S
segundas nupcias, que presenta tambin diferencias en su composicin.
En el ajuar comn existen un conjunto de objetos que aparecen en todas las cartas de
dote que se han manejado y que suelen estar compuestos por tres grupos, denominados:
vestidos, ropa blanca, alhajas y omenaje de la casa. De estos captulos el que ms extensiny
en muchas ocasiones valor econmico presenta, tal como se ha dicho, es siempre el que se
refiere a la ropa; los objetos de mobiliario domstico son muy escasos y no componen conjuntos
de habitaniones sino muebles sueltos y tampoco representan claramente la diferencia social de
cada novia, La riqueza de la novia se observa fundamentalmente en la abundancia y calidad de
los vestidos, en el nmero de joyas y en su valor. Partiendo de que la mujer es preparada
durantetoda su vida para esta misin matrimonial, podra pensarse, que su bagaje es significativo
y sin embargo el ajuar nupcial no es utilitario, sino puramente suntuario, no hace evidente el
hechodemavidacennaenladomescidadyensustrabajosoenladireccindest<,s. Otro
fenmeno significativo en el tratamiento documental del ajuar de las novias es el hecho de que
un mismo captulo, el que trata de la llamada ropa blanca, integra tanto enaguas como tambin
34
CAPITULO 7/
manteles y sbanas, mientras que esa denominacin aparece menos en las escrituras de capital
que son los inventarios domsticos de los hombres, donde se suelen incluir los manteles,
sbanas, servilletas etc, en el apenado madera o en otros. Adems de la relacin que guardan
por su misma materia textil, puede percibirse alguna otra relacin en el sentido del ideario
desplegado en la perfecta casada, donde Fray Luis afinna de la casada que su casa es su
cuerpo3 una metfora que el mundo burgus desaxrollar plenamente
El otro modelo de ajuar que puede diferenciarse es el que presentan las mujeres viudas
que se casan en segundas nupcias. Tomaremos como ejemplo la carta de dote que otorga D.
Pedro Juan de Ledesma aIY Josepba Eemndez3~ carta que se formaliza una semana antes de la
ceremonia, D~ Josepha es dotada por sus padres, y aunque va a casarse en segundas nupcias, no
se menciona la existencia de descendientes del anterior matrimonio. Viven ambos padres de la
novia, quiz esto hable de su juventud. Los padres ofrecen por dote 4.000 reales y el novio
entrega en arras 3.300 que se hacen en atencin a su calidad y virtudes. D. Pedro, el novio
tambin llega al matrimonio por segunda vez y curiosamente entre las aportaciones de la novia,
que figuran incluidas en la carta dotal aparecen -algo bastante infrecuente- los diferentes gastos
que, se dice pag la novia:
el valor del vestido del novio y de la novia por los que pag al mercader de sedas
600 reales
3 Durn, M.ALectura econmica de Fray Luis de Len en Nuevas cersoectlvas sobre a muer.Actas de las 1 Jornada
CAPITULO V
Este tipo de pagos por parte de la novia no son nada frecuentes en las bodas de primeras
nupcias. Pero adems presenta entreel ajuarobjetos absolutamente inslitos para una novia, tales
como un par de pistolas que hasta ahora nicamente hemos encontrado en los inventarios de
bienes y escrituras de capitales que hacen los varones. Hay que pensar casi de manera inmediata
en una herencia de su anterior esposo. Otros objetos desacostumbrados son quiz el mayor
nmero de muebles y el tipo diferente de estos: un escriptorio, dos bufetes, un bufetllo, este
tipo de muebles relacionados con las actividades de la letra escrita no suelen aparecer apenas en
,
quiz ser de
esperar. Otros objetos del ajuar seguramente tambin procedentes de su anterior matrimonio
serian un friso viejo y dos po~gos de vidrieras. destaca tambin la abundancia de cuadros
religiosos (siete) aunque este bagaje es bastante frecuente entre el comn de las novias.
Ademas del tipo de ajuar que podramos llamar urbano tambin podemos distinguir otro
conjunto ms representativo de las actividades rurales que se llevaban a cabo tanto en las afberas
de la propia capital como en los pueblos de alrededor, aqu la actividad agrcola se beneficia de
un mercado tan activo como es la capital. Las novias de los medios rurales madrileos presentan
algo menos desarrollado el capitulo ornamental, y poseen a veces bienes races, semovientes o
aperos de labranza. Un ejemplo est representado por la carta de dote que otorga Gabriel Marcos
a Maria Aguado~ l es vecino de Madrid aunque natura] de Getafe y ella de Vallecas, los
,
343
CAPITULO 7/
La dote asciende a 5.000 reales que segn se dice por el novio ofreci traer a mi poder
por dote y caudal suyo propio el novio le destina unas arras de 4.400 reales por su honra,
virginidad, limpien y buenas costwnbres. Maria Agnado lleva como todas las novias sus
enaguas y basquifias pero apenas si aporta objetos de adorno personal y s, en cambio, algunos
enseres de indole ms prctica tales como cortinas, belones o candeleros pan la iluminacin de
la casa, instrumentos de cocinacomo sartenes, de diferentes tamaos, calderas y jarros de cobre.
Los principales tiles para hacer el pan :artesas pan amasar, un peso, para pesar en libras, una
paJa de hacer pan, dos pares de cedazos y 10 friegas de harina. Esta campesina, igualmente
pocha poseer una tahona de las que fueron famosas en el pueblo de Vallecas por abastecer de pan
a Madrid. La despensa de nuestra campesina o panadera esta muy bien abastecida pues adems
de los vveres indicados, allade e incluye en su dote: arroba y media de tocino, media arroba de
manteca y lefia y burrajo por valor de 60 reales.
344
CAPITULO 1
4.
LOS TESTAMENTOS
Como ya sc indic, para intentar conocer algo ms de la vida privada de los matrimonios
madrilefios de esta poca, nos estamos sirviendo de modelos documentales muy comunes,
despus de las cartas de dote, que como hemos visto,
circunstancias que tienen que ver con los inicios de la vida matrimonial, el modelo documental
que ms aporta, en general es el testamento.
mecho manimonial, la prctica sola ser esta: en algn momento de la vida marital,
probablemente al cabo de algunos aflos, cuando el matrimonio se ha afianzado, los cnyuges
otorgan de comn acuerdo un testamento por el que se declaran herederos el uno del otro;
cuando fallece el marido, la mujer puede hacer un testamento en nombre del fallecido con los
encargos de ste, o lo que resulta ms frecuente: ya mujer, ya viuda, hace su propio testamento en
el que introduce clasulas para cumplir encargos de su extinto marido, aunque tambinpodemos
encontrar testamentos hechos por viudas en los que hay muy pocas referencias al esposo. Los
documentos que siguen representan diferentes modelos en los que los matrimonios expresan sus
ltimas voluntades.
~ A.H.P.M.,
19742, r 314.
345
CAPITULO 1
terceras partes de las que nombra herederas universales a partes iguales a una hermana
casada, otra soltera y los cuatro sobrinos, hijos de otra hermana fallecida.
que en esa ocasin a su esposa, Y Mara Josefa de Goire, aunque el documento se extiende
a lo largo de ms de doce pginas no vuelve a mencionar a su mujer en ningn caso ni como
testamentaria ni en ninguna circunstancia, D. Francisco se encuentra enfenno, y dunnte un
,
tiempo dice que se encontr en el Hospital General, las nicas mujeres a las que deja algn
legado, al carecer de hijos, son sus sobrinas, de las que dice que estn en el Colegio de
Legans y a cierta E? Margarita la cama en la que duerme, y a la hija de sta, media onza de
Parece que se describe una buena relacin en este testamento de un matrimonio que
se obsequian mutuamente con el quinto de libre disposicin. Lo otorgan conjuntamente D.
Agustn de Laplanche y su esposa y D~ Francisca Llore?03 El marido naci en Francia, regin
de Normandia y la esposa naci en Roma siendo su padre de Gerona y su madre de Venecia.
Los bienes que llev la esposa a] matrimonio, son enumerados y entre ellos se encuentran
~0A.H.P.M.,
7 19332, F 128, Ao 1788.
346
CAPiTULO J/
estado. Despus del recuento de los bienes pertenecientes a la mujer, que ascienden a 2.770
R. Se dispone en el testamento conjunto:
. . .
luego nos mandamos o legamos el uno a la otra y la otra al uno, el quinto de todos nuestro
vienes en atencin y remuneracin al mucho amor y cario que nos havemos tenido y nos
tenemos... Tambin se nombran mutuamente albaceas testamentarios: ty para cumplir y
pagar este nuestro testamento y todo lo en l contenido nos nombramos por Albaceas y
testamentarios el uno a la otra y la otra al otro conjuntamente... Los herederos sern los
se
desarrolla por los cauces habituales; se formaliza con bastante probabilidad a los dieciocho
aos de matrimonio, lo que conocemos porque en una parte del documento se dice cuando
se formaliz la carta de dote. Aparentemente hay una confianza mutua en cuanto a las
funciones testamentarias y se obsequian el uno al otro con el quinto de libre disposicin.
Aparecen tambin determinadas frmulas afectivas que tambin pueden ser formulismos
habituales pero que en este caso parece que encajan en un clima ms afectuoso y equilibrado
dentro del cual el marido concede la curadura de los hijas a su esposa en caso de faltar
l:.. .Mandamos que en atencin a la buena correspondencia, amor y cario que nos hemos
tenido y tenemos el uno a la otra y la otra al uno (dejamos) el quinto de nuestros bienes, que
ses nuestra voluntad.. ms adelante:
...
vive con ellos. El matrimonio nombra heredero a su hijo D. Joseph de Espinosa y Peralta y a
347
CAPITULO V
dicho D. Antonio de la conducta y onradez de la citada mi mujer y que por esta razn acavara
de criar al dicho nuestro hijo y a los dems que tuviramos, es mi voluntad nombrarla por
tutora y curadora de sus personas..
Cuando no hay herederos legales algunos matrimonios pueden optar por declararse
mutuamente herederos universales. Adems de nombrarse tambin albaceas, ste es el caso
del testamento que sigue, en el cual, el marido D. Manuel Usn y Lapazarn naci en el
Reino de Npoles siendo sus padres procedentes de Francia y Bilbao, la esposa D Juliana
Fernndez de Abello es hija de oriundos de Burgos y Madrid405. Se nombran primeramente
testamentarios el uno del otro comprometindose a cumplir las mandas encargadas, D
Juliana comunica por escrito que deja al arbitrio de su marido la cantidad de la manda que
desea destinar a sus hermanos
. ..
dos otorgue dicho tratamiento y cumpla la voluntad del que falleciese... pero este
. .
nuestros bienes, derechos y acciones y futuras subcesiones nombramos por nuestros nicos y
universales herederos a los hijos e hijas que Dios nuestro Seflor sea servido damos y en caso
de no tenerlos, como al presente no los tenemos, ni menos otros herederos forzosos, nos
instituimos y nombramos el uno a la otra y sta a aquel por tales nuestros universales
348
CAPITULO V
Las declaraciones de pobre tienen a efectos legales ei mismo valor que los
testamentos, son realizadas por aquellas personas que no poseen medios econmicos o por lo
que sea desean evitar gastos de entierro y dems, debido a que a travs de esta modalidad se
enterraba por medio de la caridad religiosa de las hermandades, a estos otorgantes. Pero no se
trata de documentos muy explcitos, son de limitada extensin y en gran parte estn ocupados
por las frmulas documentales.
.Decaramos enforma que nos hallamos Pobres de Solemnidad sin tener vienes algunos ni
muebles ni raices en esta Corte ni fuera de ella para poder testar... adems de la peticin
tocar o pertenecer algunos vienes muebles o raices derechos o acciones en esta Corte o
fuera, por vrn de manda, herencia o legado u otro cusa .ynsttuimos y nombramos por
.
nuestros unicos y universales herederos a los hyos o huas que durante nuestro actual
matrimonio fuese Dios servdo darnos y a rodos por iguales partes y en su defecto, yo el
otorgante hago la misma institucin en el referido Gabriel Fernndez mipadre, y a falta de
este en la expresada Maria Garrido mi mujer. Y yo la otorgante no dejando hqos ninguno
349
CAPTULO V
pudieran tener, a sus cinco hijos y a los puedan venir del matrimonio, en segundo lugar
nombra heredera cada cnyuge a su madre, y en el caso de no sobrevivir esta sucesin, se
nombran el uno al otro como herederos.
350
CAPTULO VI
LA VIUDEDAD:
OTRA SITUACIN JUR1DICA
DE LA MUJER
C4PITIJLO Ja
1. LA SITUACIN DE VIIJDEDAD
Como nos muestra la demografla histrica, la clula matrimonial del Antiguo Rgunen es
extraordinariamente frgil, as pues existen un gran nmeno de viudas y viudos, que en muchas
casos volvern a contraer segundas nupcias. Sobre este particular estado civil se han realizado
estudios que apuntan a una mayor mcidencia de las segundas nupcias en varones que en mujeres
de este estado, en determinadas ciudades europeas de los siglos modernos
~.
El estudio de la
situacin de viudez de las mujeres madrileflas del siglo dieciocho presenta particulares puntos de
inters: por un lado afiade otra situacin al estudio de las mujeres ante el matrimonio, difieren la
legislacin, y las circunstancias personales en las que se encuentran las mujeres que llegan a ese
estado409. Adems de las determinaciones legales, la documentacin notarial nos aporta datos
sobre la actitides de las mujeres en algunos puntos como cl aspecto econmico tras la recuperada
capacidad para actuar por cuenta propia que, en muchos casos la viudez les permite. Adems de
la situacin jurdica y las puebas documentales de su actuacin en las trasacciones econmicas,
nos ha interesado conocer todo lo relativo a sus actitudes mentales y a los aspectos relacionados
con la vida familiar y material en la que se desenvuelven
Bmodsky, V: Viudas aLondres a finales del reinado de Isabei 1: nuevas nupcias, oportunidades econmicas y
onentaciones familiares e Bonfleid, LI. Smith,K,Wghtson, K (comps.):EI mundo mr hemos unnado Estudios sobre
noblacin y esfrirtin social Ed ..Ministaio de Trabajo y Scguridad Social. Madd 1990. pagIS7
0Ortego Agustn. MA La mujer iiuda el smb XVIII a travs de los Protocolos nauriales. Mamona dc Licenciatura
(indita) Facultad de Geografla e Historia. Dcpartanrnto dc Historia Moderna. 993
352
CAPITULO 7
un mundo tan desigual apenas si presentan sentido las observaciones ms generales en las que se
incluyese a todas las viudas sin distinciones, ya que estas no pasaran de un mayontano
analfabetismo y unas evidentes preocupaciones por el bienestar de los hijos. Para la ubicacin
social hubo que servirse de la calificacin profesional del marido pues aunque en los protocolos
notariales aparecen multitud de documentos firmados por mujeres a las que el escribano afiade a
su nombre el adjetivo Muda, los datos recogidos son muy puntuales y no aparece informacin
que ayude a situar social y econmicamente a estas mujeres. Tambin relacionado con las
caractersticas de las entes contamos con otros dos problemas es escasa la informacin sobre
las capas mas bajas, y no constan datos que puedan relacionarse con la nupcialidad o con la
esperanza de vida
410,
social dependen de la estructura estamental que tambin influye en el mundo mental y en las
actitudes. Por los motivos anteriores, y atendiendo a la particular estructura sociolgica del
Madrid del siglo XVIII, se han establecido diferentes grupos para su estudio ms coherente, de
353
CAPITULO Ja
Las viudas de la nobleza: aunque este estamento privilegiado presenta una extraordinaria
diversificacin, se ha tratado de encaSar documentos representativos de diferentes estatus:
nobleza mayorazga, la nobleza de toga, o funcionarial, buscando adems de una dennficacion
por su bases econmicas, una muestra de las actitudes mentales caractersticas de este grupo,
pero sobre todo en qu medida stas, eran o no asumidas por las viudas de condicin noble, el
tratamiento ha sido aqu ms documental e individualizado. La panicular estructura social de
Madrid, con gran peso del sector burocrtico y cortesano llev a la inclusin de un grupo
pertenenciente a la baja y media nobleza, pero que se diferencia por sus flmciones en cargos
politico-administrativos: miembros de los Consejos fundamentalmente, las viudas de estos
cargos de la Administracin se han podido trabajar de forma ms sera].
Un grupo muy
interesante es el que corresponde a las viudas relacionadas con la actividad mercantil e industrial,
donde por cierto se observa una mayor tendencia a conner segundas nupcias, tal como parece
que tambin ha sido observada en otros estudios411. Este sector presenta una ciertz. importancia
en la capital, aunque comparativamente inferioral de otras ciudades europeas, pero lo cierto es
que la vida comercial y financiera presenta cierta actividad, y que la progresiva decadencia de
los gremios va a conducir al desarrollo de un capitalismo liberal, sin embargo ese dinamismo
apenas afecta al cambio social en lo que respecta a las mujeres: las viudas apenas se encargan de
las negocios que por motivos familiares caen en sus manos.
apareceran las viudas pobres, se trata de mujeres pertenecientes a las clases populares urbanas
~Equip Broida: La viuda
Jmnlltffiust.
11AM. 19S4
CAPITULO 7
que al perder al caben de familia, modesto artesano o menestral, y carecer de medios pan
ganarse la vida, descienden a los lugares ms bajos de la estructura social madrilefia donde se
mueve un sector en el limite del pauperismo, y continuamente renovado por la llegada de
inmigrantes de las zonas agrcolas, de estos sectores con contactos con la mendicidad, o, a veces
la delincuencia, apenas si tenemos mformacin en la documentacin notarial debiendo acudir a
otras fuentes.
2.ATRIBUCTONES
Y LIMITACIONES
JURDICAS DE LAS
VIUDAS
Aunque las leyes que regulanla institucin matrimonial y el sistema de sucesin tanto en
la legistacin castellana como en la catalana han sido ya detalladamente expuestas en captulos
anteriores, podemos recordar algunas de las notas fundamentales que definen de forma legal la
situacin de las mujeres viudas: el rgimen jurdico a que se atiene la viuda est definido por la
disolucin de la comunidad domstica acaecida a la muerte del marido, esta comunidad no se ve
afectada a la muerte de la mujer, la comunidad domstica disuelta haba estado presidida por la
concepcin patriarcal en dos mbitos el de la autondad maritaly el de la autoridad paterna.
355
CAPITULO VI
administracin de los bienes parafernales -es decir, los propios de la mujer-, y de la dote, aunque
de esta ltima tiene la obligacin de responder cuando se disuelva el matrimonio, pues pesa una
especie de hipoteca tcita sobre los bienes del marido para que se pueda resarcir en caso de mala
gestin. Si la mujer se reserva los parafernales, estos quedan inmovilizados, pues no puede
contratar, denunciar ni resolver contratos ya constituidos sin previa licencia del marido. Se
reserva al marido los bienes aportados por la mujer al matrimonio en concepto de dote e
igualmente se reserva la administracin de las arras, o bienes aportados por el marido al
matrimnomo.
La muerte del marido supone para la viuda la aparicin de su derecho a recuperar la dote,
aplicando su crdito preferente, e igualmente se le abre la sucesin en los bienes anales; estos
deben ser reservados en sus tres cuartas pones para los hijos, de forma que disfruto de la cuarta
nne, y slo en el caso de que no haya descendencia puede disponer de la totalidad
La herencia con respecto a los hijos est regulada y los padres no tienen una
disponibilidad total; la cuota que forzosamente han de recibir los descendiemtes es la legtima:
la herencia se dMdia en cinco partes, cuatro de las cuales deban ir forzosamente a los
descendientes, y de estos cuatro quintos, el testador tena que repartir dos tercios en porciones
iguales entre sus hijos, pudiendo mejorar en el tercio llamado as, de mejora a aquel o aquellos
que quisiera. Con respecto a la quinta parte de libre disposicin tambin quedaba al arbitrio del
testador o testadora.
C4PITlJLO VI
La autoridad paterna se centra en la patria potestad, que es exclusiva del padre, a la madre
no se le reconoce este derecho ni cuando desaparece el marido; de los poderes que ostenta el
padre, hay uno, el de autorizar el casamiento, que a diferencia de las restantes facultades paternas
s puede ser ejercido por la madre viuda.
Por tanto al disolverse la comunidad domstica por causa de la muerte del marido, la
viuda se ve afectada por una serie de limitaciones: la tutela de los hijos corresponde al tutor o
curador testamentario que el propio padre hubiera designado en el testamento. Slo cuando el
padre no hizo testamento, o no design a un tutor o nombr a la madre, sta se ocupa de la
tutoria y sometida al rgimen jwfdico del tutor: redaccin de inventario de los bienes que va a
administrar, establecimiento de una fianza, dar cuentas peridicas a los parientes. Una condicin
fundamental es que se deba renunciar a conner segundas nupcias, perdiendo el cargo
automticamente si las contrajera
nombrase herederos mutuos sm mas limitacin que el respeto a las legtimas reconocidas a los
herederos forzosos. Sobre la sucesion de los ascendientes, esta se da cuando no hay herederos en
la lnea descendente, y por tanto la madre viuda puede heredar al hijo premuerto. Aunque en cl
sigloXVfflyanoexiste,perohubobastafinesdelsigloXjvlaprohibicinalasviudasdequese
357
G4PITIJLO VI
descritas, as como las medidas que se ponen en marcha para su correccin: ...de forma que en
tan cono redad es capaz de mover cualquiergenio para conseguir el intento que sele figura a a
imaginacin allanando licencias del Presidio de Ornpara restauirse a esta Corte donde por os
medios suabes procury consigui acomodarse en diferentespanes dezentes... pero parece que
en nmguna de las casas de los caballeros a los que estuvo sirviendo se acomod, pues t.por su
mal genio inclinado a jugar como otros vzios impropios de su hedad.. La madre ha tomado una
358
C4PITTJLO VI
413
Segn la mentalidad de la poca la madre viuda de este caso actuana como un Upa~I al ejercer
unas prerrogativas que no le corresponderan directamente. El documento acaba con la firma de
otro testigo a cuenta pues la otorgante dijo no saber.
Lo madre
359
CAPITULO VI
Cuando las madres nudas reciban la tutora-curadura de sus hijos ejercan como
cabezas de familia y velaban por los intereses de estos. En su ejercicio de curadora, D8 Anastasia
Mauricio pide las legtimas de su hijo, donde observamos, la importancia jurdica que revesta el
hecho de obtener la curaduna:
disposicin fallecio...
En este caso la curadura ha venido a la madre, por expreso deseo del marido, pero ha
sido confirmado por otras personas:
1. y de aceptamiento que del mismo cargo hice en otra clusula del testamento
que otorgu en su virtu4 cuy> auto en que se me confiere en dicho cargo /1w
u
dado por el Sr. Alcalde D0Antonio Daz Roznan que lo es de esta Corte....
La viuda est intentando reunir y cobrar las herencias de sus hijos, para lo cual busca
unos mediadores:
360
CAPITULO VI
1. parece que son diferentes cantidades que por razn de su legitimas Paternas
y Maternas le avan tocado o puede tocar.. en cuia inteligencia y en la de no
poderpor otro mediofacilitar su cobro que dando y confiriendo poder a persona
determinada quepractique las diligenciasjudiciales y extrajudiciales....
J.. Otorgo que doi todo mi poder... en la viuda de Durand e h~o, vecinos
negociantes en la Ciudad de Tolosa, Reyno de Francia...
~.
La actividad
notarial de
las
mujeres viudas tiene un eje fimdamental en la vida familiar y en la defensa de los intereses de los
hijos.
361
CAPITULO VI
peticin de su hijo, de oficio cofrero en Madrid, el cual desea hacer testamento nombrando
heredera a su mujer, pero como la madre heredara a su hijo, si no se revoca se elabora el
siguiente documento:
La madre renunca a la sucesin del hijo para que l y su mujer puedan hacerse herederos
mutuos, apanando en la sucesin a la madre, de no haber herederos legtimos que segn la ley
seran los nacidos de ese mencionado matrimonio.
El hecho de que una mujer fuese viuda no supona ninguna emancipacin en el caso de
que frese menor de edad, sala de la casa familiar para conner matrimonio y a sta volva si se
disolva el matrimonio por la muerte del marido, de forma que en caso de conner nuevas
nupcias es nuevamente tutelada por otro familiar responsable, como el padre o hermano mayor,
en este caso encontramos el documento de una viuda menor de edad, por lo tanto de menos de
veinticinco afios, edad en que se cifra la mayora, que para llevar a cabo su nuevo matrimonio,
vuelve a ser precisa la tutela familiar pues no sereconoce como suficiente que la propia mujer d
362
CAPITULO 1-7
su conformidad Este es el caso de la licenca que otorga para contraer matrimonio D0. Antonio
Lpez del Campo a su hermanaD Mana Teresa Lpez del Campo de estado viuda:
1.. Dux que despus del fallecimiento de los citados pates, contrajo
matrimonio la enunciada Mara Teresa con D. Juan de Madrigal, vecino de esta
Corte y natural de lo villa de Usanos... Por lo que a la sazn no tiene la
susodicha otra persona que pueda proceder a formalizara, la correspondiente
licencia,.. Y como tal legtimo hermano que el otorgante a fin de que pueda
contraer matrimonio que tiene tratado... Otorga y concede supermiso. bendicin
y licenciapara que librementepueda efectuar el matrimonio... S
En las frmulas notariales se recuerda la equivalencia que debe presidir los enlaces
matrimoniales:
417
363
CAPITULO -7
Uno de los derechos como sujeta juridico que reconoce la legislacin a. la mujer viuda es
la posibilidad de hacer transacciones mercantiles adems de ser sujeto de propiedad Por eso en
el siguiente documento que se comenta se habla del reconocimiento de dominio, se trata de una
carta de reconocimiento de un censo perpetuo que otorgaD8 Isabel Alique viuda418 a favor de los
poseedores del mayorazgo fundado D0 Bartolom Jelimn, como duefia de unas casas. El censo
es sobre unas casas de la calle Tabernilias de 5. Francisco, cerca de la actual Iglesia de S.
Francisco. Tras explicar la situacin, dimensiones y lmites de las casas, se menciona el valor del
censo: sesenta y ocho maravedes de velln de renta, censo y tributo en cada ao,..
~~
medio, con su puerta y cuanico vajo que sirve de taberna y encima del cual, hace
deprincipal que le ocupa toda ella, el mismo que tiene este trato...
Usando el derecho y leyes de estos Reynos por el derecho que representa &
talposeedora de dichas casas, otorgay reconoce por Dueo y Seor de Directo
Dominio del sitio, citado al apresado Seor.., poseedores actuales del nombrado
mayorazgoS
364
CAPITULO VI
Lo ideal para poder conocer la actividad notarial y las circunstancias vitales de estas
mujeres sera poder contar con diversos documentos emitidos por la misma persona o destinados
a ella, como ejemplo podemos contar con una pequea serie que ilustra las peticiones de dos
viudas de diferente condicin econmica y social.
documentos: de la primera reunimos un poder para cobrar una ayuda de las viudas, que
proporciona el Montepo junto con el testamento del marido que otorga ella legalmente. La
segunda de nuestras viudas rene otros dos documentos: el de un pleito que sigue en todas las
instancias legales hasta llegar al Consejo de SM., demandando la restitucin de un mayorazgo
para su hija, de la que es tutora, y como todo lo referente a mayorazgos pasaba por manos del rey,
conocemos la respuesta del monarca, que es el segundo documento, donde concede, una
cantidad, no lo que ella peda y condicionado aque no se case ni entre en religin.
El primero de los que corresponden a DA Mar Francisca Baranna, viuda del Oficial
jurado que fue de la contaduria general de la distribucin de la Real Hacienda es un poder que
otorga419 para que en su nombre se perciba las cantidades que se le debieran y especialmente la
consignacin anual que la correspondey ha de ayer la susodicha, como viuda de... del Montepio
de oficina destinado para ella. Este documento se otorga el 2 de Agosto de 1767 y el 17 de
365
CAPITULO 7
permite la ley: en una serie de clusulas, confirma que el entierro se har como haba dejado
comunicado el finado a la otorgante, pero advierte que el no de misas, que se seflala no podr ser
porque la otorgante ha quedado:
...En suma pobreza, con cinco hijos menores como es pblico y notorio y sin
bienes algunos de co~i~acin..t
Se dice que con el remanente que quedare de pagar el poder y el testamento, los
herederos universales seran sus cinco h4ios. Acerca de la cradurt.. Y atendiendo el
citado D0 Antonio de Aragn (el marido) a las circunstancias que concurren en la
otorgante, la nombr por tutora y curadora de las personas de sus cinco hqos, relebada
de fianzas...
Esta forma de disponer las voluntades del finado tire posible por: t. Ser apoderada y
testamentaria de D0 Antonio de Aragn y por cuanto el dicho su marido fallecido vajo la
disposicin de un poderpara testar...: que se llev a cabo ante el mismo notario el da anterior
366
CAPITULO FI
El pleito tras el dictamen del Consejo, confirm las sentencias de vista y revista de la
Chancillera de Granada y declar el mayorazgo a fvor de DA Teresa de Vera, condenando al
Marqus de Espinardo a la restitucin de los frutos y rentas que hubiera producido desde sesenta
das despus de haberle hecho saber la demanda.
Yen 10 de Noviembre del mismo ao es otorgada una Real Provisin firmada de puo y
letra de S.M. Carlos 111422:
421
367
CAPITULO 7
La condicin impuesta del mantenimiento del estado de viudez, se repite por cuatro veces
a lo largo del documento, pero no se menciona el reconocimiento de la hija como heredera del
mayorazgo.
368
CAPITULO FI
3.
La nobleza del siglo XVIII, est en el centro de las crticas & los ilustrados, se le achacan
defectos como la vanidad y la improductividad. La nobleza es dividida por Domnguez Ortiz en
siete categoras: grandes, ttulos, seores de vasallos, hbitos de las rdenes militares, caballeros
e hidalgos423. En el siglo XVIII se va a entender por nobleza a los ttulos. Segn Aenza424 el
nmero de titulados hacia 1.706, sera de aproximadamente 533. La cpula nobiliaria disfluata de
las mayores cotas de riqueza, smbolo evidente de status. La nobleza titulada era realmente rica,
aunque su peculiar concepto de la economa y la relacin ingresos/gastos, la mantuviera
permanentemente en la frontera de la bancarrota. La riqueza nobiliaria proviene de las distintas
rentas de la propiedad de la tiena y su junsdccon, junto a ellos no pueden olvidase lo
perteneciente a cargos y empleos, entre los que deben mcluirse las encomiendas de rdenes.
Uno de los apoyos econmicos fundamentales con que cuenta el estamento noble es la
institucin del mayorazgo que perpetuaba en la familia la propiedad de ciertos bienes con
reglo a las condiciones propuestas por el fundador, en las leyes de Toro se regulan los
requisitos para su fundacin, y fue tal su proliferacin en los siglos posteriores que, Carlos III por
Real Cdula en 1789 exigi en lo sucesivo pan su fundacin la consulta al Consejo, adems de
otras condiciones como que el mayorazgo fuese superior a los tres mil ducados, la intencin era
tambin moderar la fundacinde mayorazgos sobre bienes races. Los mayorazgos que se reglan
~ Domnguez Ortiz, A., las ciases crivilemadas mcl Andino R2in~, Madrid, 1.985, p. 49.
424
Atietiza, Ignacio, Poder y Riaueza en la Espafla Moderna. La Casa de Osuna. Madrid, 1990, p..287.
369
CAPITULO VI
por el derecho hereditario atendan al derecho de primogenitura con preferencia por el varon,
pero las mujeres tampoco se consideraban exentas de mayorazgos, vnculos o patronatos, los
mayorazgos son indivisibles por naturaleza y sus bienes inalienables, carcter esencial de toda
vinculacin
Es dificil hacer un cmputo preciso pues el valor de los mayorazgos no se puede conocer
a travs de los Inventarios, pero nos ofrece una aproxnnacon el estudio de 31 nobles titulados de
la ciudad de Sevilla425, Vienen a resultar unas cuantas caractersticas comunes en la distribucin
de la riqueza: El capital medio es de 1.000.000 y slo un 26% supera esta cantidad Una cuarta
parte de esa muestra presenta deudas muy fuertes que amenazan seriamente las fortunas
conocidas y en algunos casos el pasivo sobrepasa el activo. Es superior porcentualmente el peso
de los bienes muebles sobre los inmuebles. El dinero, en efecto, suele significar un 25% del
total. Enjoyas y plata labrada se va a situar un 10% y 3% en muebles, junto al 2% de ropa.
Los comportamientos y mentalidad de los nobles espaoles del XVffi son reseados por
el Barn de Boungong426 que habla de la pobreza de las edificaciones domsticas de los nobles y
contrasta la nobleza espaola con la de Francia o Inglatena comentando que los nobles espaoles
no se gastaban el dinero ni en arquitectura banquetes o jardines, sino en tiros de mulas, ricas
,
CAPITULO VI
Para el estudio del grupo de viudas pertenecientes a la nobleza, se han tomado los
documentos de una serie de mujeres, que por sus caractersticas pueden aparecer como
representativas, tanto de las diferentes categoras del estamento privilegiado, como por mostrar
distintas actitudes y situaciones en las que se desenvuelven.
La marquesa de Vianze es una dama viuda perteneciente a la antigua nobleza con base en
el mayorazgo; resulta comn que los miembms de la nobleza se caractericen por la calidad del
linaje y esto queda plasmado en la presentacin que de la marquesa de Vianze hace su
testamento:427
DoRa Mara Isabel Pardo, Surez de Den, Salgado. Pradg Losadg
Vzques de Temes, Noguerol, Ron, Lanzos, Saco, Balbo~ Guitiam, Oca, Sangro,
Rodrguez de Ledesma Aguilar, Pgara Osorio, Rubadeneyra, Carrillo, Somon,
Varela, Arias de Agrr, Armesto, Pallares y Quiroga..
~ A.H.P.M..
r 24.837, r
169, Ao 1791.
371
CAPITULO VI
En cuanto a las atribuciones que goza en virtud de su condicin nobiliaria, estas Irn
desde el seoro jurisdiccional hasta otros ttulos seorialesmunicipales o reales y religiosos:
A otras cuatro personas que la acompaen siempre, en los das necesarios, a los que
372
CAPITULO VI
Tras comentar aspectos relacionados con la sepultura. Comienza a explicar las deudas
que pag de su marido428, que ste dej encargado:
La Redencin de un Censo.
Los mayorazgos y vnculos de la Marquesa, al no haber tenido hijos pasan a una prima,
bija de una hermana de su madre, pues la autora del testamento ha sido tambin la sucesora de
vnculos y mayorazgos que procedan de su tio.
...
anotadopara que mis subcesores, bean si son masfelices, en ello que hemos sido
4~D. Femado de Prado y Mallen, cavallero pan cruz de la Real y distinguida arden de Cadas Tercero. Teniente Cursi
de los Reales Exercitos y Cons~ero del Supremo de Ginrn.
373
CAPITULO 1-7
Otro crdito que deben varios colonos del cual slo se ha cobrado una cantidad:
As que el total que recibi como herencia de su primo D. Toms el anterior Marques de
Vianze429 fue:
k. as en dineros como en alaxasy muebles. Ciento ochenaydos mili?,..
374
CAPITULO VI
ID
Sobre esos bienes vinculados haba ciertos derechos a cargo de la madre del anterior
poseedor, a quien deba dar satisfaccin, estos, con preferencia a toda vinculacin que fueron de
doce mil trescientos veinte y cuatro R, a cuenta de cinco mil ducados de dote de dicha seora
que haba recibido su marido, tambin el marido haba dotado a su mujer con Cinco mil
Ducados,y, a su vez, habla cobrado un legado de su mujer:
k. cuyas tres partidas componen la de ochentay nueve mil trescientas veinte y
cuatro...
...
La marquesa enumera todos los documentos pan presentar cuentas cuidadosas que
justifiquen la gestin del vinculo:
375
CAPITULO VI
Cuyas relaciones firmadas (de las joyas) del mismo, se hallarn entre mis
papeles y si faltase algo para el completo dicho Dbito, se complementara con
parte de la plata labrada que tengo para mi uso, que tambin se haya
contrastada y tasada por eljoyero de esta Corte...
La posesin de plata labrada y joyas en una proporcin alta identifica a la alta nobleza.
De lo sobrante, dice la marquesa, se habr de llevar a cabo lo que deja dispuso, que va a ser
nombrar heredera a su alma y encargar a sus testamentarios que lo destinen todo a sufragios por
el bien de la misma.
Las mujeres no solamente podan heredar mayorazgos430 sino que se les reconoca
facultad para fundarlos, la mujer casada poda sin el permiso del marido fundar mayorazago por
~ Felipe 111 por Real Praginlca dc 15 de abril de 1615 determina que: ..Declrmos y mandamos que las hembras de m~or
lnea y grado no se entienda estar excusas de la sucesin de los mayorazgos, vnculos, paimnazgos y fnlversanos que de aqu
376
CAPITULO Fi
testamento vinculando el tercio y el remanente del quinto de sus bienes entre sus descendientes
legtimos, si la fundacin se hacia por contrato nter vivos se necesitaba licencia marital a
menos que obtuviera una licencia del monarca.
Vemos cmo entre los bienes que se mencionan aparece la plata labrada y tambin las
joyas, como caractersticas de la nobleza titulada, en el testamento de la marquesa de Vimnze se
acenta el papel de relevo y han desaparecido las mandas ms personalizadas a familiares o
criados que se ven en otros testamentos de nobles. Las relaciones econmicas de la thmilia se
realizan tambin a travs de] mayorazgo, y parece que exige todos los esfuerzos econmicos y
burocrticos o de gestin la continuacin de una larga estirpe.
377
CAPITULO Vi
Los dems mayorazgos y patronatos que posee por va de los padres, dice que deben
recaer en su hija mayor. Los patronatos son los de Santa Cruz junto con el cura y con el Real
Prior del Colegio de Santo Toms; las fincas y el caudal dice, se destinan a dotes de m@as y
algn pleito pendiente, pues sobre los titulares de mayorazgos recaan algunos tipos de
obligaciones, tanto de tipo religioso como benfico
A continuacin explica la situacin de sus hijos, los herederos, de los que se dice han
recibido mandas de los abuelos; slo le falta a uno de ellos recibir un ailmnuerzo de plata.
A] hijo mayor se le hizo una escritura de carta de pago, a cuenta de la legtima cuando
cumpli la mayora de edad.
378
CJ4PITLILO /7
...
remanente del quinto a m /4ta Maria Bernarda.. que luego que yo fallezca se
haga inventaro y tasacin de todos mis bienes libres y se vendan en Almonedo y
de todo el dinero queprodujeseny el que se encuentre en cara
Los albaceas son mayoritariamente miembros de los Consejos, con algn familiar y el
confesor, tal como suele darse entre los testamentos de Consejeros de SM
Por las posesiones, mayorazgos y caudales nombrados, la marquesa de Teran puede ser
incluida en e! grupo de la nobleza media, que desempela puestos en la Corte y en la
Administracin del Estado, pues el presente testamento presenta muchas semejanzas con los que
corresponden a las viudas de los miembros de los Consejos.
379
CAPITULO fl
Tras el apartadoen el que se determinan las rituales actitudes ante la muerte, la testadora
dispone de sus bienes econmicos y lo hace por este orden: Primero, un legado ms
personalizado:
t. Declaro que todos los ttulos y mayorazgos que poseo recaen y subceden en
ella: la excelentsima Seora Doa Mara Angela Fernndez de Crdoba,
Marquesa actual de Mravel, m hermana..,
380
CAPITULO VI
Las grandes casas nobles sostenan como signo de su posicin ejrcitos de criados, que en
muchas ocasiones tampoco tenan una funcin especfica. Los ilustrados critican en muchas
ocasiones, este tipo de carga improductiva.
Es habitual que las fhznilias de criados se pasen por herencia (o se recomienden) como ya
hemos visto de madres a hijas, o a otras mujeres que heredan. Probablemente el poder que
confiere el gobernar una casa llena de criados habria de ser otro elemento importante en la vida
de estas mujeres, de hecho en este testamento, se menciona en el segundo lugar. La posibilidad
de ejercer como mater familias o mainarca que intenta benignamente ayudar a sus criados que
le aguantan las impertinencias...
381
CAPITULO 1-7
...
U U0 Mara
Petronila Pimentel,
1.. con cuzo motivo de apetecer yo orillara (la deuda) y contribuir en lo posible
a el alibio delAlma de mi amado Padre, voluntariamente y sin obligacin alguna
de conciencia, mas que m decoro y honor, entr en transaccin con los
apresados Acreedores y reduciendo hasta lo ltimo el ornato de mi persona, he
satisfecho a todos, o la mayorparte que ascienden a unas crecidas sumas....
382
CAPITULO 1-7
S.. Quieroy es mi voluntad que todos aquellos crditos que aparezcan contra mi
Los herederos de E? Mara Manuela sern los criados por los que siempre han mostrado
tanta preocupacin:
383
CAPITULO VI
...
tenerlos foi?osos
respecto a no
fallecimiento....
t. han de incluirse los que por jubilacin y por os servicios que me tienen
hechos, lo que sea su respectivo haber o inters en mi herencia con respecto a la
racin, o sueldo que disfruten el que constar por a hita y raciones que
mensualmente seforma en mi cosapara su satisfaccin...
Hace excepciones:
~..
CAPITULO 7
al seor y por ello reciban gajes, en las grandes casas tituladas el personal de servicio estaba
absolutamente jerarquizado, el mayordomo tena la responsabilidad del conjunto de la casa y del
personal de servicio, el camarero es el ms prximo al seor, debe incluso dormir cerca por si le
necesita, el mozo de cmara debe vestir y calzar al seor junto a otras obligaciones, el
maestresala tena a su cargo a los pajes y todo lo relativo al servicio de la mesa, estos servian la
mesa y acompaaban al seor y a las seoras en las salidas de la casa, dentro de la casa las
seoras se hacan acompaar de las dueas. Podan prestar sus servicios tambin tesorero,
secretario, contador, bibliotecano...
Sin duda, la ruina de la familia parece evidente, slo se salva el mayorazgo, del que no
conocemos el valor. Sin embargo, aparece claramente representada la mentalidad de cierta alta
nobleza del Antiguo Rgimen, manteniendo el nivel de gastos, mientas las deudas parecen ser el
nico patrimonio heredable.
...
385
CAPTULO VI
Pero la duquesa ha sido informada por los abogados de que no le corresponde ese
derecho por no haberse pactado cuando contrajo matrimonio.
Otra reclamacin de la marquesa con respecto a su matrimonio:
1.. Declaro que al tiempo y cuando contraje mi tercer matrimonio con el dicho
Seor Marqus de Villaverde, en las Capitulaciones Matrimoniales que le
precedieron y otorgaron en esta Corte.., ofreci dicho Seor que disuelto el
Matrimonio quedando o no con hixos hava de gozar en cada un ao, dos mill
Ducados de Viudedady que si hubiese en otros estados se aumentarla hasta tres
mil, para cuyo pago oblig todos sus Vienes Libres y Vinculados y an no he
cobrado cosa alguna desta renta, ni segn parecer de letrados tengo derecho a
cobrarla de los Vienes vinculadospor no haberse aprobado por la Cmara..
Esta ltima era condicin indispensable para liberar los bienes de mayorazgos.
Se conoce con los nombres de usufructo foral, dudedad foral y viudedad legal. Esta Jtinia es su denominacin oficial.
isotadiatas renn4an su uilge4l al Fuero dc S.kiark, pero aparece en reaL uu~ el llamado tkncilio,
skentecnd
AJgwius
usufructo por la viuda de los fundos que se obligaban en garantia de la restitucin de la dote, y que se generaliz en Europa en el siglo
XII. poca en que, a consecuencia de las continuas guerras y revoluciones, se trasladaban los ejrcitos de unos territorios a otros.
vindose los hombres en filas obligados a asegurar la subsistencia de sus mujeres <que era costumbre se retirasen a un monasterio
durante la ausencia del marido) para el caso de que quedasen viudas. En Espaa, hubo de sentirse esta necesidad a causa de la guerra
de la Recunquista;y en Aragn, donde la iniger casada alcanz una gran consideracion, aparecio la viudedad, esto es, el usufructo
otorgado a lavida sobre los bienes del marido, en tanto no contrajese nuevas nupcias ono se hiciere indigna por manifiesta fornicacin
o concubinato Fsto quese inici corno costunibre~ serecogi en ci hiero 1 de iuredotiunV por las Cortes de Huesca de 1247; vpor
virtud del espritu de igualdad, infonnador en Aragn de las relaciones matrimoniales, se extendi al esposo viudo por las Cortes de
Monzn de 1,390. Mi adquiri el derecho de viudedad de carcter legal y reciproco, siendo en un principio universal, o sobre toda
clase de bienes, pero la prctica redujo despus el legal slo a los bienes sitios (inmuebles) o muebles considerados tales (viudedad
legal), si bien permitiendo que por estipulacin pudiera extenderse a los otros (viudedad universal). Se mantuvo asi, de un modo
constante la nstucru en la legislacin y en la prctica aragonesa siendo recogida y regulada en los artkios 63 a 75 inclusives del
Apndice al Cdigo civil del 7 de Diciembre de 1925.
386
CAPTULO VI
...
Esta ltima era condicin indispensable para liberar los bienes de mayorazgos.
Sobre los derechos que tendria a esos dos mil ducados anuales, la marquesa hace cesin
en favor de su hijo, el actual Marqus de Villaverde, para conrmar sto otorga carta de pago
para que ste pueda recibir 1. cualquier derecho que me competa o pueda competer por Varn
de dicha viudedad..
387
G4PrrrJLo VI
Ante las dificuitades de la vida secular algunas damas nobles optaban por el retiro de la
vida monstica, este seria el caso de Y Narcisa Josefa, viuda de D. Manuel Pantoja, marqus de
Pantoja y se propone, corno explica a lo largo de su testamento, su intencin de ingresar en un
convento:
t%
este mundo escog por ms firme y seguro medio de servirle (a Dios) entrar
Religiosa en este Real Convento adbocacin de a Visitacin con el ttulo de San
Francisco de Soles de nuebafundacin en esta villa de Madrid donde me hallo
aunque de seglar de cerca de tres meses...
L que se den a mi Seora Doa Teresa de Arroyo, vecina de esta villa, unos
pendientes de diamantes, res granos de Alfofar gorda encadenadoy un brazalete
de tumbaga..
Tras pagar la Dote que se le exige corno religiosa, el resto de los bienes, los quiere
destinar a un proyecto de fundacin religiosa:
..
Desde luego dejo y aplico rodo ello para ayuda del Costo y Gastos que
388
CAPITULO VI
Las condiciones impuestas por la dama son que se le ha de conducir a este lugar por ser
primera fundadora y que se le diga una misa de comunidad anualmente. Si acaso estas
condiciones no son aceptadas.
1.. en lugar de la primerafundacin que queda instituida mi heredera, nombro
por tal a la memoria de misas Patronato Real de Legos que a mi nombre se
fundar.. S
t~~
...
Primeramente una joya grande de diamantes que tengo mia propia, la cual
mandosedeaNtraSadelaNadviciaddeayglesiapam,q~ldtpi~
Una Benera de Diamantes y Esmeraldas.., a Nuestra Sra. de la
Concepcin en el convento de ese mismo lugar.
05A.H.P..M, r 17.514, r 206, Ao 1752.
389
CAPTULO VI
390
CAPTULO VI
Se agregaron corno dotacin para el matrimonio otros bienes que quedaron agregados al
mismo mayorazgo:
..
mesadas.,.
392
CAPTULO 11
cuarenta mil cabezas. La Condesa dispone que se haga la reparticin de las cabezas que
corresponderan a los dos hermanos.
Otra rentaurbana:
La condesa cumpli un legado que su marido haba dejado para una hija de su prner
matrimonio (100.000 ducados).
Se separan tambin para los hijos en alimentos, y de una vez: 50.000 para el primognito
y 30.000 para la hija. Esta cantidad tiene corno objeto que ,J. puedan subvenir a los gastos
precisos yforzosospara a conservacin de las cabezas de ganado lanar merinotrashumante... S
CAPiTULO VI
va a completar esta imagen con otra parte del testamento, en la que aparecen las rentas de
Ordenes Militares, el texter bastin econmico de la alta nobleza.
Es decir, ella mantiene la direccin aunque parece que auxiliada por adminisndores de
la renta y thesoreria de Maestrazgos que se ocupa de:
Ms adelante se pasa a las mandas y legados que decide la otorgante: tras pedir que no se
le demanden cuentas sobre el arrendamiento de las rentas y thesoreiia, al administrador que tiene,
por tener su total confianza, reconoce su agradecimiento al dicho administrador pues: t. an
393
CAPITULO JI
despus del fallecimiento del seor Conde, ha conseguido la Caso en los negocios en que ha
intervenido mucha utilidad devido todo a su cuidado...
Tras ajustar otras cantidades que adeuda su hijo, y que le son perdonados. Se enumeran
las ltimas disposiciones y los legados enjoyas:
1.. que los marqueses de Villamaina (su hija y su maridoj.. sigan viviendo en el
cuarto entresuelo que al presente ocupan en las casas principales de la calle
Toledofrente al Colegio ImperiaL.
CAPiTULO Vi
Tambin enumera su familia de criados, a los que destina las siguientes mandas:
-
auncnadoantiguodelaCasa,6rea]esdiariosdwuntesuvidaycancargo,asu
muerte, de los dos mayorazgos.
A las criadas:
A los mayorales:
A los Hospitales General, de la Pasin y de San Juan, 200 ducados a cada uno.
El tesorero de la Casa.
CAPITULO VI
Se menciona a los ltimos criados. cocmero, portero, mozos de caballeriza, con los que
se pide se haga una demostracin como a la muerte del Seor Duque.
396
CAPTE/LO Vi
real distinguida espaola de Carlos III, su gentilhombre de cmara con ejercicio, capitn generai
de los reales ejrcitos y de la compaa espaola de reales guardias de Corps.
...
duques de Alba mis h~os, al Excmo. Marqus de Santa Cric, al Sr. D. Pedro de
Silva, presbtero, mis hermanos, al Excmo. Sr. Duque del Infantado, mi primo al
Sr Marqus de Miravel... S
Esta es la memoria que yo, Mariana de Silva, Duquesa de Arcos, viuda, cito en
mi testamento.., todo cuanto contenga, es mi voluntadque seguarde y czunpla.
Mando que se jimde una misa diaria en la Parroquia de Salvador de
Madrid por el alma de mi Amado esposo D. Antonio Ponce de Leog Duque de
Arcos, ypor la ma, la limosma ser de 5 reales de velln
A mi segunda hija la dejo por memoria dos retratos guarnecidos de
brillantes y otros tres sin guarnecer, de mi marido Antonio y otro de mi marido el
duque de Husc.ar, su padre, y una piocha de brillantes en figura de Sal. A mi
hermano Santacnc unas evillas de Brillantes. A mi hijo Alba una sort~a de
397
CAPiTULO 7
brillantes, a mi hermanoPerico una vajilla de plata que oczqua toda ella ma cofre,
a mi sobrino el marqus del Biso, dos relojes de repeticin iguales de Benond
A mi familia
A D. Francisco Ponce,
La pequea memoria, redactada con una letra redondilla correctisima y muy moderna,
nos ofrece un panorama simple y familiar, ms que econmico de la casa ducal, sin duda los
398
cAPrrULO 11
aspectos materiales ms concretos estaban ya acordados por otra va. Cuando la condesa se
refiere a su familia, est hablando de la familia1 de criados, los cargos y oficios que enumera
subrayan la gran importancia de la servidumbre y la relacin domstica y poco solemne, al
mismo tiempo que de proteccin que desarrollan los seores nobles, y que parece formaba parte
de una forma tradicional de relacin con la servidumbre de la que ya se tienen antecedentes
desde siglos pasados
cuya renta se destina a dotes y limosnas. Tambin es patrona de onu fimdacon de misas439
Sobre la dote que llev al matrimonio, recuerda que fue de 80.000 ducados, y que la dote
de su hija cuando cas con el Marqus de Mondjar fue de 200.000. Reclama una parte de la
dote para su nieto que ha quedado hurfano y no la ha recibido.
Una encomienda en Nueva Espaa de su marido, por la que le envan 8.000 pesos, pero
sin cuenta ni recibo, cosa que reclama pues S. M. le dio 2.000 ducados como dama de la reina,
pero este gasto, fue en el incremento de la encomienda de su marido.
Un censo de 251.057 reales que fue reducido por el Conde de Talaya, del mayorazgo de
Pernas y Castillas, esta cantidad, se halla nuevamente impuesta conin los mayorazgos del
marqus de Montealegre.
~ YE] waxo a los aiados era en general beni~o; quien se portase bien poda tener la esperan dc moni en la caza y an
de ser enterrado en el panen familiar, reinaba ma familiaridad y tiznen que w excinia el respeto it Dominguez Ortiz, A:,
Las clases nnv,legiadas en el Ann2uo Rk2img~ Ed. Istmo, Madrid, 1973, p. 132.
A.H.P.M,
399
C4PflJLO ti
Otras rentas: las alcabalas de Pedemoso, Hinojosos, y las alcabalas y tercias de Saelices
representa un acto fimdamental no slo para disponer asuntos materiales sino para dejar
preparada el alma para una vida futura, por eso una parte sustancial del documento testamentario
se refiere a estos aspectos (clusulas expositivas:nombre, estado civil, hijos, salud, profesin de
fe; y dispositivas: eleccin de hbito, enterramiento y honras flinebres, nmero de misas, relacin
general un nexo de unin fuerte con el mundo religioso y las prcticas piadosas, de hecho el
plpito y el confesionario constituyen las principales formas de adoctrinamiento para la gran
man femenina analfabeta. Las mujeres de la nobleza tienen adems por obligacin por su rango
de mantener una serie de prestaciones de caridad tales como capellanas, memorias, fundaciones
pas... En los testamentos de las viudas de la nobleza aparecen claramente registrados los
comportamientos relacionados con las actitudes ante la muerte y las formas de vivencias y
creencias que las mujeres de las clases aristocrticas muestran en el dieciocho.
400
C44.PITLILO VI
4.4<
44aA.HPM
~
Redar Gadow, M., Morir en MMan. Testamentos malagueos del siQo Xviii Mlaga, 1986.
~ A.H.P.M
401
CtPITULO 7
parroquiales y conventos, hasta 1783 en que Carlos III ordena la construccin de cementenos
extramuros, pero slo a principios del siglo XIX se va aconstruir.
El acompaamiento del conejo fnebre que tiene una fimcin social clara
recoge dos
Las misas dispuestas tras la muerte son un claro exponente de la religiosidad del
momento, en el caso de la nobleza se cuentan por mil las encargadas, se especifica igualmente las
iglesias donde han de celebrarse, solicitndose tambin que se digan por la memoria de los
padres y otros parientes. Los diferentes tipos de misas que se solicitan por las mujeres en los
testamentos son de cuerpo presente, cantadas, rendas, el coste de cada misa sola ser de cuatro
reales y la parroquia tena derecho al cuarto parroquial ,la cuarta parte de las misas encargadas.
402
CAPI7TJLO ti
Existen en los testamentos las llamadas 1mandas forzosas por las que se obliga al
testador, segn est legislado, a dejar unas cantidades a diferentes instituciones como los
Hospitales General y de la Pasin. En las disposiciones caritativas tambin se ofrecen cantidades
para la curacin de pobres y enfermos. En ocasiones las viudas sin descendencia pueden dejar
como heredera a su alma en cuyo caso la herencia se destinar enteramente a misas por la
salvacin de la misma.
CAPITULO VI
actitudes ante la muerte pueden oscilar entre un crierio ins pblico o ms pnvado en lo que se
refiere a las disposiciones sobre honras fnebres.
de valiosisimas joyas aparecen en los testamentos de estas mujeres pero tambin se muestran
otros enseres valiosos. La preparacin cultural y su manifestacin en la escritura, por medio de
los codicilos autgrafos son uno de las rasgos distintivos de este grupo. Sin embargo aunque
404
CAPITULO VI
405
CAPITULO VI
4.
LA ALTA ADMINISTRACIN EN EL
SIGLO XVffl
E] Rgimen de Consejos que bajo el gobierno de los Ausflias babia tenido su desarrollo,
contaba como el ms elevado en la jerarquia al Consejo de Estado, que englobaba la direccin
conjunta de la monarqua como un todo. Felipe V, siguiendo el modelo francs prescindi en la
prctica del Consejo de Estado como organismo plenario y lo sustituy por un Consejo de
Despacho o de gabinete, una reunin informal de personas que gozaban de la confianza del
monarca. El Consejo de Estado no era un Consejo de Ministros en embrin, precisamente por su
406
CAP TULO JI
falta de atribuciones ejecutivas, sus funciones eran de consejo al monarca, quiz en la prctica de
decisin pero sus miembros no eran los jefes de los departamentos ministeriales.
Se produce el fin de los Consejos territoriales, tras la guerra de Sucesin y poco despus
del advenimiento de Felipe V haban desaparecido los Consejos de Flandes, Italia y Aragn, tras
esta desaparicin quedaron slo dos grandes entidades: los Consejos de Castilla y de Indias. El
de Castilla no vio su competencia mermada por ninguno de los secretarios d.c Despacho, por lo
que conserv a lo largo del siglo XVffl su importancia administrativa y un papel poltico de
primer orden que alcanz especial relevancia en el reinado de Carlos III a causa de la
personalidad intelectual de algunos de sus integrantes. El Consejo Real y Supremo de Castilla
era una institucin poltica propia del Antiguo Rgimen, es decir con ima mezcla indisoluble de
las funciones polticas, administrativas y judiciales, estas funciones judiciales son inherentes a la
misma institucin por eso se les llama a veces consejos o tribunales. Las funciones que cubre
el Consejo de Castilla sedan de Tribunal Supremo y Ministerio del Interior.
La mayor parte de los consejeros ejercan su actividad en las diversas salas segn la
distribucin anual que baca el presidente. Sus integrantes eran hombres de fonnaaon jurdica
forjados en el ejercicio de la judicatura, que ahora inclua funciones de gobierno. Tuvo una
importancia extraordinaria la figura del fiscal que iniciaba los trmites y reuna los datos que
despus iban a ser juzgados por el tribunal. Tras una reduccin el Consejo de Castilla se fij en
20 jueces.
CAPiTULO Vi
miembros de la casa de Alba durante todo el siglo XVIIL El nmero de consejeros se duplic a
lo largo del siglo y dispona de un numeroso aparato burocrtico, despus de haber
experimentado las reformas introducidas en Amrica por Carlos III perdi su razn de ser a raiz
de las rebeliones de aquellos territorios apartir de 1810.
Otra
Entre los otros Consejos encontramos a aquellos que entrafiaban una mezcla de autoridad
civil y eclesistica: El Consejo de la Santa Cruzada destinado a la administracin del citada
impuesto de ndole religiosa, que despus pas a administrar la Superintendencia general de
Hacienda
CAPITULO VI
durante el siglo XVIII. Muchos inquisidores del Consejo Supremo haban comenzado sus
estudios universitarios en las 6cultades de leyes y haban desempefiado cargos previos en los
tribunales inquisitoriales de provincias, solan ser miembros de los colegios mayores. Durante el
reinado de Carlos III, la Inquisicin sufri una prdida de autoridad a partir del choque del
inquisidor general Quintano BoniThz con el monarca en 1761, se orden entonces que no pudiera
la Inquisicin publicar ningn documento pontificio sin permiso real.
Retribucin
Pensin de viudedad
ms de 100.000 Reales
20.000 Reales
100.000 Reales
18.000Reales
Cmara de Castilla
66.000 Reales
14.000 Reales
Consejo de Castilla
55.000 Reales
12.000 Reales
Otros Consejos
55.000 Reales
10.000 Reales
44.000 Reales
8.000 Reales
Los miembros de los Consejos, son letrados que han pasado por las prestigiosas
universidades de Salamanca, Valladolid o Alcal donde han sido colegiales nianteistas y luego
han podido ejercer como profesores. Se les considera si no nobles, prximos a la nobleza. Su
carrera administrativa sola comenzar como alcaldes del crimen, fiscales de Audiencia u oidores
en las Audiencias de Granada o Vafladojd.
47
Madrid, 1984.
409
y~
T.X-2,
CAPITULO VI
Las esposas ms apetecidas, para aquellos que no se haban casado en las regiones donde
haban ejercido sus primeros cargos, sedan, ya establecidas en la Corte, la hija de un funcionario
odeunoficiaIdelacasadelRey,unadamadehonorounacmn~reradeIaRe~
Pueden
tambin elegir a la viuda de un alto funcionario sobre todo si est goza de algn favor como
agradecimiento de los servicios prestados por el difunto.
Para el estudio a partir de sus testamentos de las actitudes de este grupo de mujeres se ha
preferido un anlisis de conjunto toda vez que el gupo social parece resultar homogneo, tal
como sugieren algunos datos en cuanto a mentalidades semejantes o el hecho de que entre los
albaceas testamentarios se mencionan individuos pertenecientes a un mismo medio social.
Mut Favard, Los mianbms del Caiseiode Castilla: (1621-1746V, Madrid, 1982.
M9Atmqucm 1623, Felipe IV dispmc <pr cintos oficios pblicos no poda timan pate de la dota
450La covveniencia de un mabunoajo adecuado que facilitan el sscamo de los hmciananos queda pataite m las aspiraciones
que masan algunos de los oficiales de la Secretaria de Despacho de Giun. mmque estas tambidi poda su defraudadas
cuando las diferencias sociales precian demasiado evidentes. Franco Rabio, Gloria: Espada o pluma? destino militar o
410
C4PITULO VI
puesto administrativo .La incorporacin de los militares a instituciones civiles en la Espaa del siglo XVIII. En ~oak
18. Servicio de Publicaciones. Universidad Complutense. Madrid 1997. Pa& 83.
~ Los que siguen son los nombres de las mujeres que se han incluido a este grupoylos cargos que detentaron sus esposos:
E? Helena Vzquez ,viuda de O. Jos Fernndez de Castro, caballero de Santiago e intendente del ejrcitode Castilla la Vieja
720016,7169, ao 1795. E? M Francisca Isabel Losada, viuda de D. Nicols Jacinto de Ayala, secretario dcl Consejo de
SM y administrador de Rentas Generales. 721466 P 338. Ao 1785. ir Josefa Flores del vane, viuda daD. Sancho de
Yncln,leyguardadelComejodeS M. delsupremodeCastifla. 7183427100. ttMaadeAbubaertyLacombeviuaade
0. Joseph Faustino Prez, caballero de Calatrava yniianbw del Consejo de Castilla. 718205,752. Ao 790. Y Vicenta
Ulpiana de Ablitas, viuda de U. Joseph de vozmediano y Valmaseda, regidor perpetno de it villa y Cate de Madrid y capitn
de las milicias provinciales. 718166,7944. Ao 1772.1? Jasepha Margarita Amatria, viuda de fl Pedro de Hesma,
contador del Real Consajode Indias.? 18135,7 267. Ao 1755. DAna Bonet, viudadeb. Binnond,cnuJdeFrucm 7
17632,? 169 Ao 1773. 1?Paioni Pnetode Salgar, viuda daD. Matm Fernndez, intendente.? 18744. 7494. Ao
1734.1? Vicenta Maroto, viuda de U. Joseph Moreno Ortiz secretario del Consejo de Inquisicin 719528,775, ao 787.
1? Ana Dutillot ,viuda daD. Pedro Benoit Contralor de la Casado la Reina 718745,7 68. Ao 1759. 1? Maa Juana
Mndez, vuida de O. Francisco de Articaga y Palacio del Consejo de SM 722521,7178, Ao 1794.1? Luisa MariaPaula,
Uxngn.h4~~wa. u0
411
CAPITULO 7
a) La Dote
Segn se ha expuesto ya en captulos anteriores, forman la dote los bienes y derechos que
la mujer aporta al matrimonio en dinero, bienes muebles e inmuebles, stos son administrados
por el marido. Estos bienes a la llegada al matrimonio suelen estar registrados en una carta dotal.
El marido clisifuta del derecho de adquirir y aprovechar los frutos obtenidos con sta, y que son
consideramos bienes gananciales.
Al hacerse cargo de la dote, el marido asume la obligacin de restituirla a la disolucin
del matrimonio, y para proteger los intereses de la mujer, se consideraba sobre el patrimonio del
marido una especie de crdito que agravaba los bienes del marido por el valor dc la dote.
Desde las Leyes de Toro se haba establecido que la dote, no poda exceder de la
legtima, y esto tambinse recoge en la Novsima Recopilacin452.
viudadeb.Feipedelistepa,abogadodeloskealesComejos.724834,r745.D GerndisPintodeAcevedoviudadeD.
Juan Pablo Mateo, secretario deS. M. yoficial de la secretaria de lndas .718981, F327. Ao 1786.
4$2 Las leves que rigen el pago de ladote sai prripalunte:
Novsima Rm,nilsit Iibr X. Titulo 111. Lev IV lev 53 de Tan: que habla del modo de pagar la dote o &uatvo prcpt agitas
prometido al hijo por marido y np durase el mammario: si lo bat el harte yla mqu sala pagada de los blues ganada
dnn el mmnn,io. Si lo haced pedir, lo pagar de sus bienes y no de os de su m!=.
~fl Carlos y Juanaen Madrid en 1573 querige Ja cantidad que puede daradotey pcrc esposoa la esposa enjoyas y vestidos:
Cualquia cahallat o penit que umeso 200 000 manvedis, hn 50.000 dc rusa, puede daten dow a cada mm de sus hijas
legitimas hasta 10.000 ninveds, y el que tuviese
de 200,000 maraveds no puede dar ms dc 600. Se puede dar, ~
mano, lan de tifo. Nadie podr dar ni pmirtu por va de dote y marmumio todo ni quiso de mm han. Cuar,
hcmrbre se case no podr dar a su esposa vestidosojoyas que vaheams de la octava partede la dote.
kYi Felipe IV, II de f~mo 1623. Se han de matan las citadas catda&s yen cao urano se ccwsiduarn nulos h
untoso promesas y se carfiscarn las cantidades para la Casa Real
-
412
CAPiTULO 1-7
Las cartas dotales que se protocolizan ante notario constituyen registros muy detallados
de la aportacin econmica de la mujer al matrimonio. Es lamentable que las caractersticas de
absoluta dispersin de los archivos no nos pennitan cotejar la evolucin matrimonial de las
mujeres, relacionando sus cartas de dote con otros documentos otorgados a lo largo del
matrimonio y especialmente los inventarios de bienes.
Oim prueba de la importancia que se conceda en este siglo, a la dote como patrimonio
femenino es, lo habitual que resulta en gremios, cofradas o entre las mandas pas, la costumbre
de destinar cantidades para dotar hurfanas de instituciones de caridad
La mujer viuda recupeia, al menos en teora, y si el marido ha sido buen gestor el valor
econmico de su aportacin al mairirnomo.
En los testamentos estudiados correspondientes a este grupo social de los altos
fimcionarios encontamos diferentes menciones a la dote por parte de las testadoras. Como D
Rosario Franco de Torres, viuda, quien, despus de hablar de la dote de su hija mayor, pide en su
testamento que se compruebe la carta de dote de sta, para igualar a la menor.
D Josefa flores explica en su testamento cmo la dote que recibi de muchos al/salaz
pendientes, perlas y plata sirvieron para mantenerse el matrimonio basta que el marido obtuvo
la plaza de la Chancillera de Granada. Y -contina- tras la muerte del marido... con lo que ha
quedado no haba parapagarme lo que traje al matrimono....
413
CAPITULO VI
Estepa
eserelcaptulodeingresosqueproporcionaalasviudasdeestegruposocia]
una parte sustancial de su posicion economica. Con frecuencia la testadora no indica cual es e]
origen de las propiedades a las que se refiere (dote, gananciales, herencia mantal, familiar) pero
encontramos en un porcentaje altsimo viudas que obtienen rentas de propiedad inmobiliaria y en
mucha menor medida, las que tienenpropiedades rsticas.
AcausadelaestructuraurbanadeMadridenelsigloxVfflnopodemossaberelijpode
vivienda de] que son rentistas, aunque perece que predominan las de barrios populares como el
del Rastro. Pero aunque se reconocen como barrios ms pobres los de Lavapis, Maravillas y
Barquillo453, el hecho es que los censos de 1768 y 1769 que indican para cada parroquia el
nmero de nobles, eclesisticos y funcionarios, muestran a todas las categoras sociales repartidas
entre los barrios de la ciudad. Los nobles no vivan todos en la calle de Alcal o en la Carrera de
S. Jeromino.
Puede ocurrir que estos funcionarios, que empiezan su carrera en provincias, no suelen
adquirir casa en Madrid. Quiz en principio por su alto precio, por el contrario si, se observa
cmo las viudas reciben las rentas de otras casas, que poseen y tienen alquiladas; a veces indican
las rentas y otras no:
53SOUBEYROUX Pmmaue n ranun s&imrc a Madrid a XVIII si~le~ Paris, Ubraiw Herni Chmnpicm, 1978, Tesis de la
Unimidad de Montpdha
414
CAPITULO 1-7
Genudris Fimo Unas casas en la calle del Oso nmeros 2]y 22. Rentas 11.000
-
Reales al aa
Luisa Panela Unas casos en la calle de San Pedroy San Pablo.
-
Vicenta Maroto Una caso en la Ribera del Rastro (renta anual 2.350 Reales).
-
e) Laspensiones de viudedad
De las seis mujeres cuyos maridos que, haban pertenecido a los Consejos, tendran el
derecho a percibir la viudedad establecida en 1763, solamente una lo menciona: D~
Pinto que reconoce que recibe ercepcny cobranza de los haberes.
CAPITULO 11
a) Financieras:
*
M~ Ana de Ahubaere
mayores.
*
Vicenta Maroto
una ha.
b) Municipales:
Gertrudis Pinto:
Francisca Losada habla de un vnculo que desde la muerte de sus padres pasa
Los mayorazgos y bienes vinculados son siempre puestos en relacin con la nobleza. El
grupo que forman, especialmente los miembros de los Consejos estn enclavados en la nobleza,
si bien una nobleza media o baja pero ascendente en virtud de su proximidad al poder real, la
posibilidad de fimdar vinculos y mayorazgos, identifica los deseos de mayor ennoblecimiento de
stos o prueba la nobleza familiar antecesora.
416
CAPITULO 7
En cuanto a las inversiones realizadas en entidades de depsito como los Cinco Gremios,
mas prximo a una mentalidad de burguesa urbana, no estamos en disposicin de saber, si estas
inversiones fueron decididas por el marido difunto, o por algn otro fmiliar, en algunos casos
aparece un sobrino como responsable de las finanzas.
1) Lasjoyas
La extraordinaria preferencia que muestran estas mujeres por las joyas, tiene su
explicacin desde la multifimcionalidad que presenta su posesin:
-
tambin nietas
Segn cuentan los viajeros y escritores costumbristas4M las mujeres espaflolas de la poca
que podan pennitirselo, mostraban una gran aficin a las joyas, y las llevaban en abundancia:
sortijas, pulseras, brazaletes, largos pendientes, aunque no era tan frecuente el uso de collares,
que era sustituido por cadenas con cruces e imgenes, incluso el rosario lleg a llevarse como
joya de adorno para todo el da.
Hay que valoras la presencia de las joyas tambin, como un signo externo de riqueza que
resulta indispensable asociado al estatus social. Y tienen tambin un valor simblico, del mismo
417
CAPITULO Vi
modo que es importante la cantidad de objetos de plata que se muestran en la casa, pues sta, ha
de estar bien adornada aunque no sea propia sino alquilada.
Piedad).
*
diamantes.
*
Se puede decir que en casi todas aparece alguna referencia. Tambin se legan joyas a
imgenes religiosas.
g) Los esclavos
Es el mco caso de posesin de esclavos que henos encontado en este grupo pero hay
referencia de alguno ms.
418
CAPITULO VI
La casa de clase media-alta de esta poca oscila entre la tradicin espaola y las nuevas
modas francesas: las paredes normalmente estn pintadas de blanco, la moda del papel pintado
no llega hasta fin de siglo. Cubren las paredes tapices, y cuadros fbndamentalmente religiosos,
bajo los que a veces se ponenflores o velas.
Las sillas son tradicionales, llamadas sillas de fraile y en las casas ms pudientes
escritorios de bano, maderas preciosas, marfil.
419
CAPITULO Vi
En el transcurso del siglo XVIII la influencia francesa en los muebles se notaba ya, en las
casas de la clase ms alta, las habitaciones se hacen ms pequeflas, se busca la intimidad y el
confort. Los nuevos muebles surgen para adaptarse al cuerpo, muebles ms ligeros y cmodos,
este giro va a significar un gran cambio en la orientacin de lo que ser la vida domstica
burguesa458.
Legalmente la viuda no estaba obligada a pagar las deudas acumuladas por su marido
difunto, sin embargo, a pesar de todo, parece que la mayora afrontaba siempre que poda el pago
de estas deudas, probablemente tas ello se encuentra la idea delhonor familiar en entredicho:
Juana Mndez reconoce que su marido dej zaza deuda que esperapagar para
420
CAPITULO Vi
Josefa Flores reconoce no haberpagado una deuda que dej su marido de 800
reales.
*
hija soliera.
Hay que resaltar que no es muy frecuente en este grupo que se presenten grandes
des~justes por deudas. Sin duda los Consejeros y dems flmcionarios parecen llevar una vida
moderada y no son inclinados al derroche, controlan bien su caudal, todo lo contrario que las
grandes casas de la alta nobleza
La familia, que convive en la misma casa, agrupa adems de a los parientes prximos, a
un determinadonmero de criados.
Hay cuatro modelos, corno ms repetidos entre las unidades domsticas que hemos
encontrado:
-
La viuda que vive sola con sus enados (sus hijos pueden estar casados o no tener).
El nmero de hijos es muy reducido en la mayor parte de los casos. Una causa puede
estar en el retraso del matrimonio, hasta encontrar un enlace adecuada. Es imposible saber 1.
421
CAPITULO Vi
edad nupcial a travs de los protocolos, aunque por otros medios se ha podido fijar para las
contrayentes femenmas en 24 aos459:
-ningtmhijo
-ihijo
-2hijos
-Msde2
3(45)
Todas estas mujeres parecen muy preocupadas por sus hijos, y en algunos casos en los
que al parecer con su desaparicin el menor quedar huitno, la madre traza diversos planes
para buscartutores responsables:
...
Campos, que se halla de edad de quince aos y de estado doncella, deseando que
siga su buena educacin y crianza., yen el interin que tome estado, nombro por
curadory administrador al Sr. Marcos Maroto, mirimo... y se la leve a su casa
por el tiempo y espaco de seis meses.., para quepueda tomar estado y en caso de
3am Payani Les mianbros del Ccmseio de Castilla (1621-1746), Madrid, 1982.
422
CAPITULO VI
Cuando los hijos no existen o se hallan lejos o menos relacionados con la madre, aparece
una cierta tendencia a ser sustituidos por los sobrinos. Esto se observa en la disposicin y arden
de las mandas. Se sirve de los objetos valiosos, pero especialmente de las joyas, de forma que se
establece lajerarqua que resulta de estas variantes = valor de lajoya u objeto/orden en la lista de
legatonos Proxunidad afectiva.
Aveces
tambin se puede asociar a otra muchacha de parentesco ms lejano o quiz unida del pueblo de
ongen,olaqueseprohijaytieneasulado. ~
encarga de gestionar algun asunto econmico en &vor de la otorgante.
423
CAPITULO Vi
Una observacin general es que estos frniliares proximos lujos, sobrinos, o incluso
primos a los que se mencionan, estn en el mismo nivel social que la otorgante, y se observan
conexiones con la milicia, con la Iglesia y a veces con la Casa Real, y ciertos mbitos de la
adininisnacin local. Y no aparece (o si tiene esta ocupacin, no se menciona) nmgn
comerciante, mercader o miembro de gremios.
424
CAFilVLO VI
mantiene con individuos pertenecientes al estamento eclesistico. Estos aparecen ente los
familiares ms directos
Juana de Olarte, viuda de D. Jos Tubiflo tiene una hija capuchina que cuando profes
hizo rernmcia de su herencia en beneficio de la otra hermana.
Entre las figuras religiosas masculinas, quesin ser familia, gozan de ms confianza con la
otorgante est la del confesor. Es frecuente que ste reciba en secreto instrucciones sobre
diversos deseos finales que habran de cumphrse y que slo aparecen, por referencia en el
testamento.
425
CAPITULO -7
Son sin embargo ms llamativas las numerosas veces que aparecen referencias (con
mandas econmicas o legados materiales) a monjas, que no son familia, estas monjas, estn
individualizadas, con su nombre y convento, y no forman parte de mandas caritativas, sino que
llevan el legado por su nombre.
DA Vicenta Maroto deja a Sor Mariana de la Concepcin 600 reales, ara que tenga
alivio en sus necesidadesreligiosas... <9.
DA Petronila Prieto a la Madre San Rafael una lamina con marco dorado y 50 ducados.
Y tambin:
...
una lmina del misterio de la coronacin de espinas, de las dos que tengo en la
cabecera de m estrado,..
Tambin es muy frecuente que sean imgenes religiosas las destinatarias de legados en
joyas.
426
CAPITULO VI
Los criados
El nmero de criados varia segn el nivel econmico de la casa. Es muy raro que <e
aunque slo sea la mencin, o el regalo de alguna ropa al criado. Pero lo que se repiten, y
probablemente en algunos casos, no hubiese muchos ms, son el criado y la criadaprincipales.
Los legados a criados y a criadas son distintos; los criados suelen recibir legados en
dinero efectivo y las criadas, aunque tambin se les d dinero, reciben muebles (casi siempre la
cama) y ropas variadas de la seora. Tambin se recogen en ocasiones muestras de
reconocimiento por la fidelidad cte les servicios.
..
se le de
tez
dentro delpatio y de renta de doce reales al mes para que... ocupe los das de su
CAPITULO 7
zsi
cobeflor colorado,
No es demasiado frecuente pero a veces se les destinan joyas, como hace D8Jose& Flores
con su criada:
Como un ejemplo de los bienes muebles y enseres que se encuentran en las casas de las
viudas acomodadas, vamos a comentar con ms detenimiento el Inventario de Bienes que se hizo
en 1711 a la muerte de DA Ins Fernndez de Noriega, viuda de D0 Manuel des. Martin y de la
Vega, Caballero de la Orden de Santiago, del Consejo de su Majestad Secretario y oficial mayor
de la Secretaria de Estado. El inventario est ordenado por e] curador de la persona y bienes d la
428
CAP TULO VI
hija menor del matrimonio. Est dividido en diferentes apartados y se trata de una larguisima
enumeracin que vamos a sistematizar.
Muebles:
C4PTULO 7
Unaurnadebanocons.JosyelNiojess
Tapices y alfombras:
-
Otra
Otra
Seis reposteros
de ocho
de Amberes
Colgaduras:
Una colgadura de cama de dos felpas, cannes; de cama grande, doselillo grande,
doselillo con su fleco y bordadoras de seda
430
C4PITULO VI
Pinturas:
PinturadeSanNicolsdeBari,deunavaradealto
Relojes y joyas
Plata:
Una salvedilla dorada grandes de plata con doce vasos dorados de lo mismo
Ropa
-
Veinticinco sbanas
CAPITULO VI
Veinticinco servilletas
Cobre:
-
Unagarrafadecobre
Unataz.adebraserodecobre
Un caldero de cobre
Coche de mulas:
CAPTULO VI
A continuacin otro auno de enseres, de los que se dice que fueron los que tralo U
Manuel al matrimonio; la mayora son muebles y cuadros, sin embargo por la riqueza de algunos
vamos a enumerarlos:
histricos:
Uno con la perspectiva de un palacio en que estn retratados los seores Reyes D.
Felipe quarto, la Reina DB Isabel, el Conde Duque de Olivares y su mujer
OlrodelaHistoriadeMedeadedosvaaRs
Otros; adoracin de los Reyes, Magdalena, Juan Bautista, Nio-Jess.,. etc. (hasta ocho
ms)
CAPITULO VI
En un tercer apartado se especifican los que pertenecen a la dote de E? Ins: son enseres,
un oficio de Escribano, efectos sobre la sisa, censos, dinero. En otro lugar se dice que la carta de
dote se otorg en 1.686, pero no se da un valor total. Vamos a fijamos en los enseres domsticos
y propiedades que lleva al matrimonio D0 Ins.
En el captulo dejpy~:
-
Diamantes y oro incrustados en una figura religiosa que es la Virgen con el Nio
Los muebles
Espejo
CAP TULO Vi
Las
Colchones
Cobre:
Un caldero de cobre
Un calentador de lo mismo
Un beloncillo de azofar
Despus del inventario que se lleve a cabo de todos los papeles del oficio de escribano.
Se reconocen unas deudas familiares, que por su relacin con los consumos y la vida cotidiana
vamos a recoger:
C4PJTULO VI
El tpo de vida familiar estara determinado por las siguientes cazacteristicas: las
viudas pertenecientes a este grupo en la mayor parte de los casos viven solas con sus
criados o con alguna bija soltera, pero tambin puede convivir con otras personas que
no son familia o en algn caso vive con una hija casada. La mayora carece de hijos o
tiene pocos. Sus relaciones fhmiliares son abundantes: se menciona a los hermanos, a
los que se nombra herederos o de los que se heredan bienes, y un dato interesante que
resalta la homogamia de esta sociedad sern las ocupaciones de los &miliares y que
casi siempre estn relacionados con la milicia, la Iglesia y la administracin local o
436
CAPITULO 1-7
central, por ejemplo, nunca aparece un comerciante. Como nota especial hay que
destacar la especial relacin que une a estas mujeres con la institucin eclesistica a
travs de diferentes aspectos: frecuencia de hermanos o hermanas profesos, otros
familiares eclesisticos como obispos, legados a monjas no iixniliares, legados a
imgenes religiosas. La relacin con los criados implica adems del pago de salarios en
dinero, tambin regalos en especie, con frecuencia la cama y ropa de la seora. En el
anjisis de inventarios como datos ms significativos descubrirnos en algunos casos un
437
C4P TUL O Vi
5.
LAS VIUDAS EN LA
ACTIVIDAD COMERCIAL
INDUSTRIAL
Ademsdelayatradicionalayudaalaviudaporpartedelosgremiosycoftadas,sevan
imponiendo en el transcurso del siglo una nueva tendencia en el sentido de una mayor presencia
de estas mujeres en la produccin industrial y en la actividad mercantil, esta presencia siempre
haba existido, pero ahora se afianza su participacin individual, aunque tambin permanecen en
la sombra, en su mayor parte, como perceptoras de rentas.
Las viudas tienen la capacidad jurdicanecesario para actuar en todas las transacciones, si
bien es cierto que las viudas de comerciantes con tienda abierta, y pertenecientes a los gremios
mayores suelen hacer traspaso, cesin o venta de los negocios.
Durante la mayor parte de la Edad Moderna las estrictas ordenanzas de los gremios
prohibieron a las mujeres el acceso activo a sus instituciones; maestros y oficiales alegaban que
438
CAPITULO VI
provocara un gran descenso en los salarios, aunque el hecho principal es que una organizacin
econmica cerrada 3%erfectaxnente representativa de un tipo de sociedad no admite alteraciones
en un esttico orden social.
La segunda mitad, y especialmente el ltimo tercio del Siglo XVIII es el que marca la
decadencia y el fin de la organizacin gremial, sus enemigos son las nuevas formas de
produccin, como la manufactura y las continuas criticas por parte de los ilustrados y los
partidarios del liberalismo econmico, en este sentido el toque de muerte tendr lugar despus de
1785, cuando Jovellanos publica el Informe sobre el libre ejercicio de las Artes mostrando las
grandes desventajas de la organizacin gremial.
Vamos a ver algunos de los aspectos que marcan esta progresiva evolucin de las
instituciones mercantiles y el papel de estas mujeres en los gremios msprsperos de la capital
439
CAPITULO VI
creciente prosperidad por sus actividades financieras adems de los puramente mercantiles: los
prstamos a la Hacienda.
alcbalas y tercias de Madrid, que estaban encabezadas (esto es, fijado un tanto alzado), fueron
renovndose en 1688, 1697, 1706, 1715, 1724 y 1733, hubo nuevos prstamos a Hacienda y a
partir de ahora como las cantidades entregadas superaban las propias posibilidades, empernan a
admitir depsitos de los particulares. El gran negocio estaba en la diferenciaentre el inters que
pagaban a sus depositarios y el que reciban por los emprstitos a la Hacienda Estatal.
En 1748 los individuos del gremio de mercaderes de palios de Madrid otorgan una
escritura de compaa pera la compra al por mayor de los gneros de su trfico y comercio. Los
firmantes de este protocolo son 34 comerciantes, miembros del gremio, uno de los 5 mayores de
la capital, y entre ellos encontamos a una mujer viuda titular del negocio, la viuda de Joseph
Anguiano~.
~ Se citan a travs de tesumomos de a poca a aigunos de los gremios que desfijaba con su cofradla en las procesiones de
semana Santa
cabreros. porteros, confiteros, carboneros, herreros, chapuceros, hortelanos, pasamaneros, empedradores
,aceiteros, paeros, barberos, aluceros, sastres, zurradores, comediantes, cocheros, curtidores, traperos, pasteleos, carmen,
fruteros, pescdreos, sogueros, zapateros, esparteros, pintores, alguaciles, mazos del cordel... Domnguez Ortiz, A. :tina
visan cruzca del Madrid del siglo XVIII en Anales del Instituto de Estudios Madrileos. TomoVI. Ng. 307
A.H.P.M, P 17.614,P 5.17.
..
440
CAPITULO 1
Los Cinco Gremios Mayores compuestos por los comerciantes de ms peso econmico
de la villa, aquellos que tienen como objeto el comercio de artculos suntuarios, van formando a
partir de 1748 compaas mercantiles para comprar, almacenar, o exportar mercancas y al
mismo tiempo actan como entidades de prstamo y depsito.
En 1780, los Cinco Gremios se adelantarn a la legislacin que permiti a los gremios
artesanos la participacin o ejercicio por la mujer de los negocios a los que tena derecho por
463
herencia
En 1788, haba en Madrid 25 imprentas de las cuales, 3 dc ellas llevan como ntulares a
los herederos de... y una, est a nombre de la viuda de Ibarra. En 1790 se da la sancion legal
mediante decreto de que una viuda que se casara con un hombre de oficio distinto al de su
difimto marido podia conservar su tienda y negocio, siempre que fuera dirigido por un maestro
debidamente examinado.
462Sanzw SMrJrz: Cokan de pragmnlicas, cdnlas de Carias ffl(pag. 35), Madrid, 1801
3KH.P,M., P0 18.925, s/f
441
CAP rTULO %7
A veces por peticin, una viuda alcanzaba permiso para esperar cierto tiempo antes de
contratar un maestro examinado, continuando el negocio con sus oficiales, de hecho el censo de
artes y oficios dc 1757 nombra entre los maestros artesanos a
ochentaicinco viudas
En 1793 ya vemos que el gremio de cenajeros en sus ordenanzas permite lo que sin duda
deba ser ya un hecho ampliamente admitido:
Entre los documentos estuchados abundan los casos de viudas de comerciantes que hacen
cesin de su negocio, por traspaso, venta..etc. Da le. impresin deque el mundo de los negocios
no atraa en demasa a estas mujeres para llevarlo personalmente aunque no renuncian ni a sus
beneficios ni auna informacin puntual del desarrollo de las operaciones.
Vamos a analizar el caso de cuatro viudas que podramos llamar empresarias que
aunque pertenecen a diferentes sectores mercantiles, podemos observar entre ellas alguna
caracterstica comn; el inters por la buena marcha de los beneficios en el negocio y al mismo
tiempo el empleo de intermediarios, socios o arrendatarios, que las liberan de las preocupaciones
442
CAPITULO VI
El primer documento
443
CAPITULO u
40
Francisco... se llevar cuenta y razn por menor., para rebajara a su tiempo del
haber que corresponde a cada uno.
50
W~
Continuaba el documento pero los datos principales nos hablan del consorcio de
intervencin y proteccin que ejercen los Cinco Gremio& Resulta curioso el que se entremezclan
capital y presupuestos en especie no slo en la manutencin de la propietaria sino tambin los
referidos a los gastos del vestir de ambos socios.
Recordemos que en 1784, y para un nivel econmico, que implica una liquidez de
272 .400 R. el nivel de gastos es el siguiente:
444
CAPITULO VI
Servidumbre, que incluye criada, mozo y lavandera (vemos que no habla de doncella
Sanidad: cuyo gasto poda ser amplio el tratarse de una persona mayor.
Al final del documento vemos que Y Francisca no firma: afirm el que save por la que
do no saver, un testigo a su ruego 1 La firma del contrato es suelta y bien trazada con adornos
en la rbrica.
Otro documento parecido es la carta de Cesin y traspaso que otorga en 1.769, D~ Maria
Muoz de Astorga~ viuda de Mateo Iruga Barrera, del gremio de Mercera, especiera y
Droguera, con tienda en el portal de la Plaza Mayor, por el que hace traspaso de la tienda a su
mancebo mayor. E? Maria hered la tienda de sus padres, y no de su marido y el caudal de lo
existente en la tienda asciende a 838.977 R. una parte en gnero, otra en dinero, y otra en
crditos, incluida la accin en la compaa de los Cinco Gremios Mayores. El contrato de cesin
implica:
Todas las utilidades que produce dicho comercio y tienda y cuantos la toquen y
,
445
fi
Otro aspecto interesante es que la renta anual del contrato que ser de 26.000 R. al ao
. Para su manutencin y decencia.. se har en moneda de oro o plata, y no se alterar
produzca mayor o menores beneficios la tienda Est firmado por D~ Maria con letra correcta.
Tenemos otro caso en el que una viuda se aleja de los negocios directos, sin dejar de
percibir las rentas: se trata del poder que da 17 Juana Gonzlez de Garibay, viuda para que en
representacin de su persona~ se tomen las cuentas y el caudal que le pertenecen por la fibrica
dejabndesupropedadenlaCiudaddeGuadalajara,seretireasuanterioradministradoryse
haga un inventano de materias primas: aceite, barrilla, sosecal, hueso. El encargado de esta
operacin recibe poderes muy amplios.
Albarer
tiene por gracia que le hizo su marido.., por suyos propios seis
cazones o sitios para vender las frutas y otros mantenimientos en la Plaza
Mayor... estando conforme con su criado Hilario Lpez en hacerle
arrendamiento de los apresados casones.., y asimismo los puestos asignados en
varios parages de esta dicha villa para vender castaas cocidas y asadas durante
a temporada de esta especie... <
4~kH.P.M. F 18.962,?s/f.
4
446
CAPITULO VI
Junto con una casa que sirve para guardar los pertrechos del negocio, el arrendatario ha
de pagar 1.100 reales al ao y la sisa del cuarto de Palacio. Este contrato seria por ocho aos. El
documento tras las clusulas que condicionan el contrato termin sin la finna de D8 Felipa k. A
causa de tener impedido el pulso...
El ltimo escaln en la jerarqua comercial estaba ocupado por las vendedoras de los
puestos de la Plaza Mayo?69 y la Cebada y especialmente por las vendedoras ambulantes (o
regatonas) de todo tipo de comestible, cuya referencia nos llega por la literatura (sainete, novela)
o por pinturas y dibujos de la poca. Sobre este grupo no se ha podido localizar documentacin
notarial debido en parte a que a medida que descendemos en la escala social, tambin desciende
el nmero de protocolos notariales que se refiere a estas personas, pero no cabe duda que muchas
viudas pobres habran de recurrira este tipo de venta para sostener a la familia.
Las madres viudas de las capas populares que tenan la tutora de sus hijos, vean como
salida laboral en el futuro familiar, la colocacin de stos como aprendices, al tiempo que poda
suponer el alivio de una boca menos en la carga del sustento diario.
447
De estos contratos de aprendizaje que se llevan a cabo ente los maestros y las madres de
los aprendices. podemos hacer algunas observaciones: ninguna de las estudiadas sabe firmar. y
aunque no se indica ni edad (del muchacho o la madre) ni oficio del padre diflmto. su origen
popular parece evidente. Los datos que flmdamentainienterecogen:
El tiempo de aprendizaje que se menciona oscila entre 4 aos (obra prima) a 6 aos
(silleros, cerraieros).
-
maestro
comida y cama, en algunos incluyen la ropa limpia y los zapatos, y en otros se acuerda que estos
gastos <como coserle o asearle) vayan a cuenta de la madre. Se previene taniben la posibilidad
de la enfermedad del aprendiz o su posible fuga y desaparicin de obras o herramientas del taller.
En algn caso (obra prima) al finalizar el periodo de aprendizaje el maestro ofrece una cantidad
de dinero al aprendiz y las herramientas470
448
CAPITULO VI
En este contrato,
observamos algunas pequeas diferencias con los anteriores de aprendizaje, aunque formalmente
es igual a los habituales, en ningn prrafo se menciona (aunque se la llama maestra) al gremio
de los peluqueros. En la clusula segunda, tambin como novedad se dice que el aprendiz tiene
que hacer lo que se le ofrezca a su maestra siendo decente expresin que hasta ahora no
apareceenningncontrato. 17MatiaTbio&madesupuoyletnperosndudanose~
de una mano muy habituada a escribir ms bien dibuja con dificultad los trazos de su firma.
En cuanto a las viudas de comerciantes nos hemos fijado en dos casos, que son lo
suficientemente significativos para permitimos establecer unas caractersticas genera]es:
dispone con mucha ms minuciosidad su tierra y la fundacin religiosa que hace as como el
capelln a cuyo cargo est, que ha de ser
449
CAPITULO VI
convertidos...
Aunque el prrafo anterior puede ser una frmula habitual, el tono general est ms
prximo al siglo anterior, que al nuevo espiritu comeicial que hemos visto en el ltimo tercio del
siglo.
450
CAPITULO Vi
semanales y
...
un
estado.
Un hecho comn en la demografla del Antiguo Rgimen son las nuevas nupcias de los
viudos, en este punto, el hecho de contar con una aceptable posicin econmica sin duda habra
de representar algunas ventajas para llevar a cabo esos nuevos enlaces, para conocer algunos de
estoscasos
contamosconlaescrituradeCartadePagoyrecibodedoteotorgadaen l.7S9porIY
Sebastin Chamorro, soltero, que va a casarse con Y Jernima de Cubas, viuda de D0 Antonio
Pardo4~:
EJ. Da Gernimo de Cubas trae a poder del otorgante por dote, y caudal suyo
propio, y para ayudo de sustentar los cargos del matrimonio, la Botica suya
propia con os gneros y pertrechos que en ella existen y una casa que le
pertenece en lo calle de la Luna, que sirve para dicha Botica., cuyos gneros se
hallan tasados por personas prcticas e inteligentes ms los bienes y ropas que
adelante se expresorn... 55.435 R. de velln?
451
CAPITULO VI
...
Fuentes literarias y gremiales nos hablan de la frecuencia de este tipo de enlaces: segn
una frmula muy practicada entre las clases medias y altas en el Antiguo Rgimen, se deben
llevar a cabo matrimonios que renan ventajas economcas
viudas adineradas o con negocio se poda dar una mas o menos perfecta conjuncin de intereses,
entre la mujer, que poda ahora elegir pareja
estatus.
Acerca del capital con que DS Gernima obsequa a su prometido y el hecho de que esta
cantidad constituya justamente la octava parte de la dote, slo sabemos que como consta en el
documento: 1.. Que le es permitido por Leves de estos Renos...474.
No consta ningn
documento en este protocolo referente a las anas o cualquier otro aspecto relacionado con estos
trnutes.
452
C4PTULO Vi
Tenemos
Encabeza
acompaa a la de la peticionaria.
453
CAPITULO Vi
Constituye este grupo otro ejemplo de lo que de alguna forma podnaznos llamar clases
El testamento de Blas Agustina Snchez que es viuda del escribano de nmero Pedro
Villar Caflabete475 en sus lneas flmdamentales nos presenta los siguientes aspectos: tras destinar
un cubierto de plata a sus sobrinos y ropas a su criada, slo menciona como principal posesin un
oficio de regidor perpetuo de la villa de Madrigueras y que vendi en 2.400 reales. No menciona
ningn bien inmueble ni raiz y su heredero ser un hijo con el que vive. No firma el documento.
Tanto en la descripcin de sus bienes como en cuanto arelaciones no parece que la viuda viva de
una manera desahogada.
En mejor situacin se baila Maria Manuela Moncayo476 viuda de escribano del Consejo
Real de Castilla, que en 1762 hace testamento y con un capital que no es posible cuantificar por
hallarse cas todo invertido en gran cantidad de joyas: sortijas de diamantes, reloj, aderezo de
diamantes, sortijas de oro, se van distribuyendo a hijos, criada y nieta. Las mandas en dinero, van
destinadas a los parientes ms lejanos: a2 primas 200 ducados, 100 a cada una.
No se mencionan bienes races ni inmuebles. Nombra herederos a sus tres hijos pero deja
la curadura de su injo menor a su yerno. .Einna can su a,ombre escrito can ]etra cazrecta y
probablemente habitual.
454
CAPITULO JI
Entre los bienes races que posee menciona una casa en Oate herencia de la tbmilia
propia y la herencia que recibi del marido por la hijuela de los padres.
Las rentas de capital provienen del depsito de 90.000 reales que tiene invertido en la
Diputacin de los Cinco Gremios Mayores y en el Real Fondo Vitalicio. Menciona una vajilla de
plata que reparte entre sus herederos, stos, al haber muerto sus 2 lujos, son una larga &milia
compuesta por sobrinos, hermanos polticos, ros propios y del marido difunto, entre los que se
reparte la herencia Firma con letra muy temblorosa e irregular, puede tratarse de muy dbil
alfabetizacin o de enfermedad.
aparecen en general bienes races, la procedencia de los cnyuges o de alguno de ellos es ajena a
la Corte. En el resto de las variantes los comportamientos son de clase media.
Los elementos ms destacables del grupo de viudas relacionadas con el mundo industrial
y comercial ponen de manifiesto dos fenmenos: por un lado la caida de la importancia y
progresiva desaparicin de los gremios, uno de los cambios que preparan la llegada del
capitalismo liberal y por otro lado el hecho de que estos cambios econmicos no facilitarn la
4A.aP.M. .720.587, E 32, ao 1.753.
A.H.P.M. 720.890, 732; 721.890, 777; P0 17.632,711; 15.931,7 74; 715.982, 7730; 713.753,793; 715.926,
762
,
455
CAPITULO Vi
progresivamente. De hecho se puede decir que tienen una participacin directa en un sentido
inversamente proporcional a la imortancia del negocio. En la capital la actividad econonnea mas
importante se cesta en el comercio, las actitudes de las mujeres que heredan negocios puede
asumir dos variantes: No se ocupan directamente pero perciben rentas y mantienen la fitularidad,
en este caso pueden formar compaflia con el oficial mayor, traspasar el negocio, o incluso tener
una actitud ms activa como en el caso del arriendo de los puestos del mercado de la Plaza
Mayor. Pero tambin pueden presentar una actitud ms desentendida como la de las viudas de
librero y ropero de viejo. Un hecho basta cieno punto frecuente en el mundo del comercio, deba
de ser el hecho de que la viuda se casase con el oficial al frente del negocio tras la muerte del
marido, algunos ejemplos de esta actitud tenemos entre los casos recogidos.
456
CAPITULO Vi
6.
Para completar el estudio desde una panormica de diversidad social, se haca preciso
abordar el estudio de aquellas mujeres viudas situadas en los escalonesms balos de la estructura
social, pero a la hora de estudiar a estas mujeres se hizo tambin necesario el planteamiento
general de lo que es la pobreza en el Madrid del siglo XVIII; las fuentes literarias y oficiales
(policiales, instituciones), son necesariamente ms ricas y han de completar las noticias obtenidas
de los protocolos. La deficiencia de nuesfras fuentes se manifiesta en dos puntos clave: por un
lado, como ya sabernos a medida que se desciende en la escala social, desciende tambin, y de
una forma que podramos llamar proporcional, el nmero de documentos notariales que
fomializa una persona. En la pobreza no hay transacciones, venias, litigios, no se usa apenas de
la ley, ni de la fe pblica. El segundo inconveniente proviene del problema de las falsas
declaraciones de pobre, que ha constituido, cuando menos, una decepcin para el manejo de unos
datos que en principiose mostraban tan abundantes.
Pan conocer mejor el fenmeno general de la pobreza, es preciso relacionarlo con las
oscilaciones econmicas del coste de la vida que en el siglo XVIII lleva a la situacin de una
paupenzacion general de las clases trabajadoras madrilefias. Esta pauperizacin se explica por
457
CAPITULO VI
liberalizacin de precios tomadas en 1765. Esta situacin se explica tambin por la inmovilidad
de las estructuras econmicas propias del sistema corporativo y la ausencia de prcticamente
todo tipo de empresa industrial, y el dominio del sector terciario.
Dos hechos por tanto a resaltar: el papel de Madrid que como centro de inmigracin
puede tener distinto sino; si la capital ofrece empleos, el inmigrante se integrar en el mundo
asalariado ocupando un puesto en la sociedad, en el caso contrario, engrosar las filas de los
grupos marginales, mendigos y delincuentes.
47Soubcnouy, .1.: Pauncrt ct rannorts sociaux a Madrid au XVIII siccio. Paris. Librairio Hon Champin. 1978. Tosa do
la Universidad de Maupellier
458
CAPITULO VI
Por otro lado existe un segmento de poblacin, limtrofe, compuesto por aquellos obreros
manuales que no ganan jams un salario suficiente que les permita escapar de la pobreza, para
los cuales se impone el hecho de permanecer solteros ante la imposibilidad de poder mantener
una familia, parte de este segmento puede verse ocasionalmente abocado a la mendicidad, la
delincuencia o el vagabundeo y estara formado por el gran nmero de trabajadores sin cualificar
que a mediados de sigo ganan una media de cuatro reales diarios.
Pero la pobreza no slo tiene que ver con la marginacin, mendicidad y vagabundeo o
delincuencia ~
Los pobres eran un grupo muy numeroso en el siglo XVIII, imposible de cuantificar,
aunque Bernardo Ward
481
Entre la pobreza y la
delincuencia menor existe un evidente nexo, que no es fcil delimitar dada la consideracin de
ilegalidad que tienen la vagancia
jornaleros del campo medio ao trabajaban y el otro medio pedan limosna, y junto a estos. el
ejrcito de trabajadores marginales de la ciudad que sobreviven al lmite de la verdadera
subsistencia, tales como: afiladores de cuchillos, vendedores de peridicos, vendedores de aceite,
castaBas
459
CAPITULO VI
...
orden en la ciudad aprehenden como vagos a individuos que frecuentan casas de juego, los
amancebados, jugadores y borrachos, a los que organizan rondas, msicas o bailes en tiempos no
autonzados, a los falsos mendigos, los que se lucraban con linternas mgicas, animales
amaestrados tambin son considerados vagos los frIsos peregrinos y los malos estudiantes. En
,
1765 quedan incluidos los que descuidan a sus mujeres e hijos y los autores de delitos menores
contra la propiedad.
Podemos hablar de una tipologa de la pobreza, que estara compuesta por tres grupos: la
pobreza socorrida, la pobreza delincuente, y la pobreza que se declara oficialmente. La pobreza
socorrida se ha de estudiar a travs de las instituciones de asistencia, en este grupo, el tipo ms
numeroso que se acoge a estos socorros es el del trabajador sin empleo, aunque tambin abundan
~
Toms y Valicntc: Las crcclcs ye) istcma pcnitcnciario bajo los Bartanes cm HW~LI~ VII, Octubrt 1978
Ward, Bernardo: Q~fl Apndice del pr~eecto econmico de 1750.
~
Wp~
EsteveL KM.: El problema de los vagos ma Espata del siglo XVIII. Madrid 1976. Y>ag 341
460
C4PI7TJLO Vi
las personas no aptas para el trabajo (nios, viejos, enfrnnos e impedidos) adems de los
llamados pobres vergonzantes, stos, que se definen como personas honorables caldos en
desgracia, no pertenecen realmente al mundo de la pobreza y suelen rechazar las ayudas de las
instituciones
Iglesia, protagonizado por obispados, cabildos, monasterios y conventos que distribuyen la sopa
boba, en estas asociaciones de caridad interviene la nobleza que dejan propiedades, bienes
races, derechos de arrendamiento, censos y juros bajo la forma jurdica de patronatos,
capellanas, memorias de misas y legados, pero esta forma de entender la asistencia social qu~
est sin duda mas proxima a un concepto estamental orgnico ms tradicional de la sociedad ser
muy criticada por los ilustrados4M
mRumcu dc Aimas, A.: Historia dc la Prc~sin Social cm Esnafia: cofradias. rcmios. hcnnandadcs. Montnnia~. Madrid
1944
CalahmnRt Caridad, SociedadyEconomiaendsigjo XSIIr, a Mga~ax~r~i~.? 146. Sept. 1978. Pag 65
461
CAPITULO VI
viudos son numerosos en la capital (9% de la poblacin a fin de siglo) en la proporcin de tres
viudas por cada viudo. Las viudas se cuentan a parte en las antiguas experiencias demogrficas
como el Catastro de Ensenada, en cuyo recuento suman en Madrid 3.997 personas. 13% del total
de vecinos. Este tratamiento particular tiene su origen en los criterios estrictamente fiscales que
lo condicionan; cualquiera que sea su situacin econmica, la viuda cuenta por un medio fuego
aunque muchas no eran pobres. El censo de artes y oficios de 1757 nombra entre los maestros
artesanos a 85 viudas pertenecientes al grupo de mercaderes can tienda abierta
Muchas viudas se vieron obligadas a mendigar, sobre este hecho, abundan los testimonios
tanto en las relaciones policiales corno en los registros de los hospicios, y si la mendicidad es el
ms frecuente delito del que son acusadas, se encuentran tambin, casos de robo y prostitucin
462
CAPITULO VI
documentos ms frecuentes que nos encontramos en los archivos notariales (incluso pueden
suponer de un 15 a un 30% de los documentos que agrupa un protocolo), entre los otorgantes de
este tipo de documentos hay un alto indice de mujeres viudas.
Sin embargo, hay una serie de datos, que no constituyen una simple sospecha, sino que
prcticamente confirman que hay que desechar esta frente como fiable para estudios de estas
capas sociales.
Un ejemplo es la viuda de un librero (cuyo nombre aparece borroso] que no debi ser de
los menos importantes. regidor de impresores
pobre junto con su marido, pide la tutora-curadura de su hijo, y pide al mismo tiempo que con
unas acciones que tiene en el Banco de San Carlos y que segun dice no producen, que se le
pemiita poner una mercera para ella y su hijo. Esto no es precisamente lo que se puede entender
por pobreza. si existe un capital y la posibilidad de invertirlo en un comercio.
Otro caso de friude evidente es el larguisimo inventario de bienes que piden las dos hijas
de IY Ins de Velasco de su madre viuda4~t
...
AMP.M? ~
17.103,
Ps/
463
CAPITULO VI
Parece ser que se renen tres herencias bajo una declaracin de pobre. Aunque se
menciona ms adelante que existen crditos de dudosa cobranza
padre, lo cierto es que el peritaje que hace para la tasacin de bienes est compuesto por
bastantes especialistas:
carpintero; para la ropa de tana y sec4 Santiago Garca, maestro sastre. Para
la ropa blanca D0 Ana Pedrueca, y para trastos de cocina D. Blas Hernndez,
maestro latonero... 1
Se cuentan 19 pinturas que se tasan en 1.625 reales, la mayora religiosos, y los libros
(una extensa biblioteca) compuesta por ms de 130 libros, y bienes en ropa y muebles que acaban
teniendo un valor de cerca de 70.000 reales.
mantiene tambin
464
CAPITULO 1-7
presentan un mayor nmero de declaraciones de pobre, que otros, pero esto probablemente
dependiera de una cierta especializacin profesional. Y a este ltimo respecto hay que referir. el
anuncio que encontramos en Diario Noticioso Universal de 17 de Diciembre de 1.760, que
transcribimos integro:
A VISO TiL
Un Escribano Real que vive en la Plazuela de Herradores, inmediato a la
Vidriera, quarto principal, otorga todo gnero de Escrizuras, sin exceder los
derechos de Arancel Real, llevando por un poderpara pieytos, registro y saca,
seis reales: Por las cartas de Pago con su copg otros seis: de los Poderes para
Cobrar, registro y saca, seis; Poderes para testar, Testamentos y Cobdiddos, de
registro, y saca 15, Declaraciones de Pobre (no lo siendo) 4: Capitulaciones
Matrimon lates, y Cartas de Dote, 15, de registro y saca no pasando de dos
pliegos; Escrituras de obligacin 2 Registro y saca; las de Cesin 8, las de
Arrendamiento 10;Por cada da de inventario 14 y24 maravedis; yal respectivo
todos los dems derechos de los instrumentos que se le encarguen, y con mucha
elegancia.
Parece que era algo bastante corriente, pues las ventajas que presenta la Declaracin de
pobre en oposicin al testamento son varas, y pensamos que no ha de ser slo la exencin del
pago del entierro, o de las mandas obligatorias487, probablemente era tambin una forma de
~Scubstr~x,J.,Op tU,p 99
Ea favcr de hospitaI~, 45 mnvedis palo x~ y pa el Iwspicio qi alcanzaba el 5% dc todos las ba de las panas
qzrm&iamMadridns la O~da, Real dc 24 defebraude 1770.
~
465
CAPITULO VI
diferencia terica entre las dos formas es que el testador tiene bienes que legar, mientras que el
autor de una declaracin de pobre declara no poseer nada, pero incluso esta diferencia no es
siempre asi, hay testamentos que declaran no tener nada que testar y declaraciones de pobre en
las que se enumeran algunos modestos enseres que se distribuyen entre varios legatarios.
Declaraciones de pobre hechas por viudas, hay muchas, pero no podemos distinguir las
sinceras de las fraudulentas. El esquema formal de una declaracin de pobre es el siguiente:
Tras la profesin de fe religiosa, se incluye el siguiente prrafo:
~.Declaro4R que por la Calamidad de los tiempos, y m situacin me hallo
pobre y sin vienes algunos de quepoder testar...
466
CAPITULO Vi
y por
revoco, anulo
...
No obstante hay algunos casos, en que por otros indicios s podemos casi asegurar que
estamos en presencia de una viuda pobre, esta referencia tiene que ver con las instituciones de
caridad, a ese grupo pensamos pertenece este documento que otorga D8Vicenta Vargas, viudade
Joseph Mesa489
...
Este grupo de mujeres viudas esel que aparece menos documentado, comparado con los
anteriormente tratados; hay que ubicarlo en el complejo mundo de las clases populares del
Dzciaradn& Pobrc dc Scirnana P2t4 viuda dc Francisco Smano, A. E? M.
4XKP.M ,7U461,P It,
467
r 21.130, r43.
CAPITULO VI
como la caresta de los alimentos o de factores concretos como el hecho de que la familia
perdiese al padre y la mujer se viese obligada a mantener a sus hilos sin medios, a esto se aada
la continua recepcin de inmigrantes desde diferentes puntos del pas, la situacin de pobreza de
las viudas poda presentar diferentes caracteres: declarada, delincuente, o socorrida, de esta
ltima se ocupan las instituciones como la Iglesia pero tambin algunas instituciones gremiales y
particulares. Aunque en los archivos notariales existen numerosas declaraciones de pobreza,
que sirven para sustituir a los testamentos, sobre muchas de ellas pueden recaer sospechas de
fraude por lo que no resultan fiables adems de que no aportan la sufiente infomiacion
468
ABRIR CONCLUSIONES