Jubileo de La Misericordia 15-02-16
Jubileo de La Misericordia 15-02-16
Jubileo de La Misericordia 15-02-16
ÁNGELES
JUBILEO EXTRAORDINARIO
DE LA MISERICORDIA
2015-2016
0
0
Presentación
Sentido del folleto:
1
Cómo usar los materiales del folleto:
2
vocabulario o los conceptos que no les queden claros del
texto, sea por palabras o por expresiones no entendidas y
se les proporcionen las aclaraciones necesarias, para que
se comprenda bien el sentido del texto propuesto.
5 - Se explicará el texto bíblico de manera que
oriente el desarrollo del tema, sirviéndose, según las
posibilidades de esquemas, sinopsis o gráficos en pizarrón,
papelógrafos, power point, etc. de manera que se haga
comprensible y adecuado al grupo. La exposición exige la
comprensión e interiorización del tema por parte del
catequista o responsable del proceso y se evitará
reducirlo a una simple lectura.
6 - Es importante que los textos Bíblicos que se
proponen en el desarrollo de los temas se lean clara y
pausadamente y se constate que el grupo los comprenda
correctamente. Pueden dejarse también como trabajo en
casa, pero a condición de revisarlo en la siguiente sesión y
aclarando las dudas que hubiera.
3
porque la Palabra de Dios es viva, eficaz y actúa en
nosotros, con “el Compromiso”, que parece ignorar la
iniciativa y acción de Dios en nosotros).
9 - Finalizamos la catequesis orando con el Salmo
propuesto para concluir el tema, respondiendo así a la
Palabra de Dios con su misma Palabra. (También aquí se
sugiere leer, antes de orar el Salmo, la nota de pie de
página que ofrece la Biblia de América).
Si se considera oportuno puede añadirse un canto
adecuado de despedida.
Tomar en cuenta:
4
En este sentido será conveniente establecer o
revitalizar la celebración comunitaria de la Liturgia de las
Horas y la Lectio Divina, con una explicación clara y
adecuada a las necesidades de cada grupo o comunidad,
del valor y significado de estas expresiones de la fe y de
la experiencia vital de la Palabra de Dios.
5
Introducción
Sentido y razón del Jubileo de la Misericordia
6
creadora y salvadora: ¡EL AMOR! = ¡MISERICORDIA!
El llamado a vivir el Jubileo se traduce, por tanto,
en una experiencia vital y profunda del amor de Dios, que
en Jesús te llama a participar de su amor y de su misma
vida para que seas real, verdadera y plenamente feliz,
asumiendo su camino que es amor hasta el extremo, - la
donación total -, te lleve a experimentar que la Cruz, es el
camino de la Resurrección y participación de la vida
eterna: su misma VIDA.
Conformarse o quedarse sólo con lo externo: pasar
por la puerta del perdón, confesando y comulgando,
orando por el Papa, pero sin auténtica conversión y
adhesión a Jesús, sería confundir el amor de Dios con un
producto de mercadotecnia que se puede negociar y
comprar, sin involucrar la propia vida, ni asumiendo su
proyecto de salvación y vida.
En consecuencia vivir el Jubileo es conocer,
apreciar y vivir el Amor-misericordia de Dios, experiencia
que tendrá que manifestarse en formas de vida personal
y comunitaria de amor y servicio a los demás, de
renovación y conversión que sean testimonio vivo del
amor del Dios bueno, que busca a sus hijos y los espera
con los brazos abiertos, de solidaridad y entrega a
quienes padecen y sufren situaciones de injusticia,
violencia, enfermedad y cualquier otra dolencia.
7
Por esta razón se llama Jubileo, pues hace
referencia a la celebración que vivía el pueblo de Israel
en el Antiguo Testamento, Lv 25, 8-19 (puede verse el
resto del capítulo) y que más allá de los ritos,
manifestaba el amor salvador de Dios para su pueblo y
se expresaba con el cuidado amoroso que Él ofrece a su
pueblo durante ese año, en que no se trabaja y que con
el perdón de las deudas, la liberación de los esclavos,
propicia la reintegración de las familias y el recuperar
su patrimonio para reiniciar una vida nueva, propia de
los hijos de Dios que por definición tienen que ser libres
para poder alabar a Dios.
Ya desde entonces era experiencia del amor
salvador y liberador de Dios a su pueblo que
desembocaba en el restablecimiento de la fraternidad y
armonía de la comunidad de los hijos de Dios, donde no
debería haber pobres.
9
concedido un tiempo extraordinario de gracia.
Encomendaremos la vida de la Iglesia, la humanidad
entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo,
esperando que difunda su misericordia como el rocío de la
mañana para una fecunda historia, todavía por construir
con el compromiso de todos en el próximo futuro”.
El deseo del Papa es que este Año Santo, vivido también
en el compartir la misericordia de Dios, pueda convertirse
en una oportunidad para "vivir en la vida de cada día la
misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia
nosotros. En este Jubileo dejémonos sorprender por Dios.
Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón
para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros
su vida”.
La Bula además explica algunos aspectos sobresalientes
del Jubileo: primero el lema "Misericordiosos como el
Padre", a continuación el sentido de la peregrinación y
sobre todo la necesidad del perdón. El tema particular
que interesa al Papa y que se encuentra en el punto 15
indica que las obras de misericordia espirituales y
corporales deben redescubrirse "para despertar nuestra
conciencia, muchas veces adormecida ante el drama de
la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del
Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la
misericordia divina.".
El documento hace un firme llamamiento contra la
violencia organizada y contra las personas ''promotoras o
cómplices'' de la corrupción. Son palabras muy fuertes con
las que el Papa denuncia esta "llaga putrefacta" e insiste
para que en este Año Santo haya una verdadera
conversión: “¡Éste es el tiempo oportuno para cambiar de
vida! Éste es el tiempo para dejarse tocar el corazón.
Delante a tantos crímenes cometidos, escuchad el llanto
10
de todas las personas depredadas por vosotros de la vida,
de la familia, de los afectos y de la dignidad. Seguir como
estáis es sólo fuente de arrogancia, de ilusión y de tristeza.
La verdadera vida es algo bien distinto de lo que ahora
pensáis. El Papa tiende la mano. Está dispuesto a
escucharos. Basta solamente que acojáis la llamada a la
conversión y os sometáis a la justicia mientras la Iglesia os
ofrece misericordia”.
El papa Francisco en este documento describe los rasgos
más sobresalientes de la misericordia situando el tema,
ante todo, bajo la luz del rostro de Cristo, porque la
misericordia no es una palabra abstracta; sino un rostro
para reconocer, contemplar y servir. La Bula se desarrolla
en clave trinitaria y se extiende en la descripción de la
Iglesia como un signo creíble de la misericordia: "La
misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la
Iglesia", expresa.
Francisco indica las etapas principales del Jubileo. La
apertura coincide con los 50 años de la clausura del
Concilio Vaticano II: “La Iglesia siente la necesidad de
mantener vivo este evento. Para ella iniciaba un nuevo
periodo de su historia.
Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido
intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la
exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en
un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas
que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una
ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar
el Evangelio de un modo nuevo''.
El Pontífice, recupera la enseñanza de San Juan XXIII, que
hablaba de la "medicina de la Misericordia" y de Pablo VI
que identificó la espiritualidad del Vaticano II con la del
samaritano. Otra indicación atañe a la Cuaresma con el
11
envío de los "Misioneros de la Misericordia". Nueva y
original iniciativa con la que el Papa quiere resaltar de
forma aún más concreta su cuidado pastoral. El Papa trata
también el tema de la relación entre la justicia y la
misericordia, demostrando que no se detiene en una
visión legalista, sino que apunta a un camino que
desemboca en el amor misericordioso.
Otro aspecto original es el de la misericordia como tema
común a judíos y musulmanes: "Este Año Jubilar vivido en
la misericordia pueda favorecer el encuentro con estas
religiones y con las otras nobles tradiciones religiosas; nos
haga más abiertos al diálogo para conocerlas y
comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y
desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de
discriminación".
“En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la
Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como
palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda y de
amor. Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea
siempre paciente en el confortar y perdonar”. Y concluye:
“La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con
confianza y sin descanso: «Acuérdate, Señor, de tu
misericordia y de tu amor; que son eternos»”.
ZENIT 2015-04-11.
12
I.- Jesús, el rostro misericordioso del Padre.
LA MISERICORDIA
13
reconciliación entre Dios y el hombre, de devolver al
hombre su auténtica dignidad como hijo y amado de
Dios. La Epifanía, manifestación de Dios, es constante y
vital y siempre es Amor-Misericordia. No es un
acontecimiento del pasado es la Realidad presente y
fundante del Dios con nosotros.
La MISERICORDIA, traduce el término hebreo:
Hésed. Repetidas veces Dios se autonombra y es
reconocido y alabado como el “Dios del Amor y la
Fidelidad” inconmovible: el Emét, que suele traducirse por
verdad, pero que expresa más bien la firmeza, la solidez,
la inmutabilidad de su amor. (De esta misma raíz viene la
palabra Amén, que no es un ojalá, “así sea”, sino
afirmación clara y contundente: es cierto, es real, estoy
firme, porque Dios es “Amén”: fidelidad absoluta).
Ésa es la identidad y el ser de Dios - Yahweh: ¡Dios
es amor! Y ese amor permanece por siempre y para
siempre, es ¡inmutable y fiel!
Dios al hacer alianza con su pueblo se manifiesta y
compromete a ser: Misericordioso y Fiel, si éste cumple
sus enseñanzas y guarda sus palabras (mandamientos).
Cfr. Ex 34,6-11; Sal 86,15; 89,2-3.15.25; 117,2 y los himnos
al amor de Dios: Sal 103; 118 y 136.
El HÉSED, se tradujo al griego por Éleos y después al
latín como “misericordia”, aunque en la Liturgia latina y
también en otras lenguas ha permanecido como Éleos:
Kyrie Eleison, Christe Eleison y que no es una súplica de
perdón, sino una alabanza: ¡Oh, Señor! - ¡Oh, Cristo!, (que
eres) misericordia nuestra.
En español encontramos esta palabra traducida por
piedad, misericordia, amor, benevolencia, ternura,
compasión, perdón.
14
La realidad es que el Hésed de Dios es todo eso y
más: Amor, (búsqueda del bien integral y de lo mejor para
el amado; principio y fundamento de todo lo que sigue);
ternura, (sin pretensiones de dominación sino con
actitudes y expresiones de afecto cercano, cariñoso);
benevolencia, (literalmente querer bien, tener buena
voluntad-disposición hacia el amado); compasión,
(literalmente compartir el padecer o sentir del amado,
disposición y capacidad para hacer propio el ser y la
situación del que es amado y aceptado); perdón,
(disposición interior y efectiva de pasar por alto las
actitudes y ofensas con las que pueda habérsele ofendido,
comprenderlo también en sus errores); abajamiento,
(hacerse como el otro, el amado, ponerse a su nivel,
entenderlo en su debilidad y realidad consecuencia del
pecado).
Todo esto es lo que Dios nos ofrece con la Alianza,
ya desde el Antiguo Testamento, pero de manera plena y
definitiva con la Nueva Alianza en la Sangre de Jesús y
completado con su disposición de firmeza, fidelidad,
inmutabilidad en ese Amor: el Emét.
Por eso Jesús es el verdadero rostro del Amor -
Misericordia del Padre. ¡ES EL AMÉN DEL PADRE para
nosotros! Cfr. Ap 3,14 y en Él nosotros decimos: ¡Amén!,
al Padre: “Pues todas las promesas hechas por Dios han
tenido su sí en él; y por eso decimos por él «Amén» a la
gloria de Dios”. 2 Co 1,20.
Estas actitudes y otras semejantes, unidas y
constantes, nos ayudan a comprender y valorar lo que es
el Amor-Misericordia de Dios para con nosotros, sin
diferencia ni distinción. Éste es el Evangelio, la Buena
noticia manifestada y realizada plena - definitivamente
en la persona de Jesús.
15
Ante este volcarse de Dios hacia nosotros, Él espera
nuestra respuesta, nuestra correspondencia a su bondad.
16
Esta primera respuesta es fundamental y básica,
sin ella no podrá experimentarse el amor salvador de
Dios, ni la reconciliación con Él, ni tampoco ganar la
indulgencia, porque se cierra la puerta al amor
compasivo y misericordioso, que Dios te ofrece en Jesús
y a través de su Iglesia.
19
La actitud compasiva y tierna de Jesús frente a
la muerte del hijo de la viuda de Naim, que lo devuelve
vivo a su madre: Lc 7,11-17.
Salmo 103
21
II.-Las Parábolas de la Misericordia. Lc 15
22
rechazo de los jefes del pueblo y se continúa la
instrucción de los discípulos, centrada de manera
especial en señalar lo que distingue al verdadero
discípulo y a la verdadera comunidad, y en este marco
resulta claro que todo quedará dominado por el tema
del Amor, razón por la cual esta realidad se presenta en
el ámbito, lleno de simbolismo, de un banquete
fraterno: “ágape”.
23
mensaje de exigencia radical de pobreza y la necesidad de
escuchar la Palabra.
El c. 17 nos ofrece enseñanzas diversas.
Leer: Lc 15
24
expresión ángeles de Dios), se alegra por la conversión de
un solo pecador. La alegría, es otro tema importante en
el evangelio de Lc, y que es el distintivo propio de los
discípulos, en especial al poner en práctica la misericordia,
en coherencia con el amor de Dios.
No se trata de una alegría superficial y pasajera, la
que frecuentemente busca nuestra sociedad, con el vicio,
desenfreno, placer, etc. Se trata de la felicidad: paz,
armonía interior, plenitud personal, gozo profundo y que
está por encima de las circunstancias pasajeras de la vida
cotidiana. ¡Es don del Dios del Amor!
Al considerar estas parábolas con el trasfondo del
c. 31 de Jeremías, encontraremos nuevas luces, y ayuda a
reconocer en este capítulo de Lc, un comentario cristiano
al texto de Jeremías. Se sugiere leer este capítulo.
25
y no guardan fidelidad al Dios de la alianza, aunque esto
pueda ‘explicarse’, en el caso de los paganos, por su
ignorancia. (Cfr. Ez 16)
26
porque este hijo mío había muerto, y ha vuelto a la vida, se
había perdido y lo hemos encontrado”, (vv. 23-24).
27
¡Quién experimenta el perdón, amor
misericordioso de Dios, será capaz de perdonar al
hermano!, pero si no sabe valorarlo, seguirá encerrado en
su propio egoísmo y ambición: ¡no será capaz de
perdonar! : Mt 18,23-35.
En el seguimiento de Jesús, el vivir el amor como
Don y aceptar que la salvación se recibe y no se
conquista, es de gran importancia, pues ahí radica la
diferencia entre, seguir con actitudes farisaicas y quedar
excluido del Reinado, o aceptar la novedad del Evangelio
y vivir en la alegría, la salvación de Dios. Esta aceptación
no es sólo pasiva, sino que implica una actitud positiva y
activa, ya que así como hemos sido amados, así tenemos
que amar y buscar la salvación de nuestros hermanos, sin
discriminaciones, sin desprecios, sin evasiones, pero al
mismo tiempo, sin olvidar lo que significa la conversión
como cambio radical de vida y opción clara por Jesús y su
Palabra.
Sal 51
28
III.- Vínculo dinámico entre los Sacramentos.
Bautismo, Eucaristía, Reconciliación y Unción.
Leer: Jn 14,6-11
31
sea, - sacramento vivo y eficaz de Cristo - y de su obra de
salvación, en el mundo y para el mundo
La Iglesia recibe de Jesús y con el don del Espíritu
Santo los siete sacramentos como los medios concretos
y eficaces para que hombres y mujeres de todos los
tiempos puedan participar, experimentar y vivir la
salvación realizada por Jesús y al entrar en comunión
vital con Él, lleguen a ser: - por Él y en Él -, hijos de Dios y
partícipes de la vida del Padre en el Espíritu Santo.
32
mentalidad o cultura, o por la costumbre los hemos
vaciado de contenido, se nos plantea el reto de
revalorarlos y reconocerlos en su auténtica y original
significación.
33
signos sensibles, que podemos ver y tocar, a
través de los cuales experimentamos
35
nos ama: ser testigos de su misericordia. Si aquí está la
raíz y el fundamento de la Vida cristiana, podemos
entender por qué se llaman Sacramentos de la
Iniciación Cristiana, pues sin ellos no será posible ser y
vivir como hijos de Dios.
Ante nuestra fragilidad y limitación el Señor nos
ofrece los Sacramentos de Sanación: Reconciliación y
Unción de los Enfermos para experimentar el amor
compasivo y misericordioso del Padre y restaurar los
daños de nuestra debilidad y pecado.
Todo Sacramento nos hace partícipes del Amor-
Misericordia del Padre, por y con Cristo, en y con el
Espíritu Santo. Por tanto de este encuentro vital surgirá
la capacidad de amar y ser misericordiosos como Dios
es misericordioso con nosotros. Así Jesús acompaña la
vida y testimonio del hijo de Dios con los Sacramentos
del Servicio: Orden y Matrimonio que hacen posible la
realización del proyecto amoroso y salvador de Dios en
la Comunidad.
38
Jesús no necesitaba el Bautismo pues no tenía
pecado y ya estaba lleno del Espíritu Santo, si llega para
recibirlo es porque en Él, nosotros su Iglesia, recibimos la
purificación y el don del Espíritu Santo con todas sus
consecuencias.
Jesús ungido del Espíritu tiene una misión, una
tarea que cumplir.
Como Hijo:
es imagen del Padre, que nos hace conocer al
Padre; es palabra hecha carne, que da la vida al mundo
con su enseñanza y con su verdadera comida; es sabiduría
de Dios, que llama para que coman y beban sin pagar,
pues
tiene su delicia en estar entre los hijos de los hombres,
para que sepan vivir y ser felices; es el verdadero pueblo
de Dios, pues en Él ya está presente la Iglesia, pueblo de
la nueva Alianza; es Rey mesiánico, pues el rey era
llamado hijo de Dios y su misión será establecer el Reinado
de los cielos; es profeta que anuncia la Buena Nueva y la
demuestra con signos, sobre todo con su misma muerte y
resurrección; es siervo, siervo de Yahweh que debe
congregar a todas las naciones y sufrir el rechazo y la
ignominia; es el santo de Dios, título del sumo sacerdote,
que en Cristo tiene su plenitud como verdadero y eterno
sacerdote de la Nueva Alianza; y otro títulos más que se
convierten en tareas, en encomiendas que debe llevar a
cabo para cumplir su misión de Hijo.
Como Amado:
es el nuevo Isaac, que tiene que ser entregado a la
muerte, es Cuerpo de sacrificio que se ofrece por nuestros
pecados, es Cordero Pascual que sella la nueva Alianza; es el
39
esposo que viene a reconquistar y purificar a su esposa, la
Iglesia; es el nuevo Adam, padre de una nueva humanidad;
es el Juez escatológico que debe congregar a los justos en el
Reino del Padre y poner en su lugar a los rebeldes.
Toda esta obra el Padre la ve ya cumplida y
realizada y por eso dice:
Tú eres mi ´´complacimiento´´:
En efecto Jesús en y con su vida lleva a cabo su misión
bautismal, y será en la Cruz donde responda al Padre: “¡Abbá,
Padre!: Todo está consumado”, manifestando así su fidelidad
a la misión y entregando el Espíritu, para que pueda ser
derramado en su Iglesia, la esposa y pueblo de la Nueva
Alianza, que deberá vivir bajo la guía del Espíritu Santo.
En el Bautismo se anuncia y prefigura la muerte y
resurrección de Jesús: pues el Bautismo es asumir el
camino del “amado”: de Isaac, del siervo de Yahweh, del
cordero inmolado, que es el camino de la cruz, para
resucitar después y ser en plenitud el Hijo de Dios, Mesías
y Salvador del mundo. Por esta razón no se puede
entender el Bautismo sino en relación con la muerte,
resurrección y glorificación de Jesús, donde tendrá su
consumación lo que el bautismo prefigura y anuncia.
Es en el Misterio Pascual donde se realiza el
proyecto salvador que el Padre que ha confiado a su
Hijo, - Jesús -, ungiéndolo con el Espíritu Santo y donde
se realiza en plenitud el ser: “HIJO, AMADO Y
COMPLACENCIA DEL PADRE”.
Confirmación: Mc 9,2-8
41
que la misión bautismal se realice hasta las últimas
consecuencias. Así el bautizado hará realidad su ser Cristo
– Ungido, con todo lo que implica y vimos arriba.
Ese es también el sentido vital y dinámico del
Sacramento de la Confirmación para nosotros.
42
del Señor sin asumir la tarea de nutrir a los hermanos con
el pan de la Palabra y conducirlos al pan de la Eucaristía.
Esto de ninguna manera excluye, sino que exige,
todas las formas de servicio y solidaridad fraterna con
todos, pues somos Cuerpo de Cristo, pero y muy en
especial con los más necesitados, no sólo de lo material
sino también de lo espiritual: El pan de la Palabra, en
primer lugar, la comprensión, apoyo, amistad, perdón,
cercanía a la manera de Jesús.
La tarea de la construcción de la unidad y del amor
fraterno es signo y fruto de la participación en esta mesa.
Además si has entrado en comunión con Jesús, ahora
debes manifestarlo en tu vida diaria realizando las
mismas obras de Jesús, cumpliendo tu misión bautismal
y dando con tu vida, gloria al Padre = manifestarlo en tu
vida: que al ver “vuestras buenas obras, glorifiquen a
vuestro Padre que está en los cielos”, cfr. Mt 5,16.
Reconciliación: Ef 2,14-18
43
reincorporación a la comunidad, _ dones de nuestro
bautismo _ y de la que nos habíamos alejado y hemos
afectado con el pecado, para que con Él y en Él y como Iglesia,
seamos también testigos y portadores de reconciliación en
nuestro mundo.
Participar del Sacramento de la Reconciliación, nos
exige hacerlo con un corazón contrito y humillado, y
decidido a convertirse, pues sin la decisión consciente,
clara y efectiva de Conversión, cerramos, ponemos una
barrera al perdón que Jesús nos ofrece: ¡sin conversión no
hay reconciliación!
Pero al experimentar su perdón, nos unimos a
Cristo y por Él, en el Espíritu, obtenemos el perdón de
nuestros pecados e infidelidades posteriores a nuestro
bautismo, pero sobre todo la gracia de renovación
interior y fortalecimiento para continuar viviendo como
Hijos de Dios, evidentemente como ministros y testigos
de reconciliación en medio de nuestros hermanos.
El encuentro y participación de la misericordia de
Dios debería ser frecuente, pues no sólo experimentamos
su benevolencia, sino que también nos fortalece para
crecer en su amor y compartir con nuestros propios
problemas y dolores, su obra redentora. En consecuencia
no podemos reducir este Sacramento a lavar pecados, es
sobre todo don y gracia, participación de la misión
redentora y vivificadora de la Cruz de Cristo.
46
El vino ¿tendrá algún significado? o ¿Jesús quiere
fomentar el alcoholismo?
¿Por qué este signo será tan significativo para los
discípulos, que así creen en Jesús?
48
Igualmente afirma: “Pero yo me acordaré de la
alianza que hice contigo en los días de tu juventud y
estableceré contigo una alianza eterna. Te acordarás de tu
conducta y te avergonzarás cuando acojas a tus hermanas
mayores y las menores… Yo estableceré mi alianza contigo,
y sabrás que Yo soy el Señor....” (16,60-63).
51
invitar a los participantes a leerlos en su casa, ante la
imagen de Sta. Ma. De Guadalupe.
(Los números corresponden a la numeración
tradicional que tiene el texto para poder ubicar los
párrafos tanto en el texto en náhuatl como en español).
53
34. Y TEN POR SEGURO QUE MUCHO LO AGRADECERÉ Y
LO PAGARÉ,
35. QUE POR ELLO TE ENRIQUECERÉ, TE GLORIFICARÉ;
36. Y MUCHO DE ALLÍ MERECERÁS CON QUE YO
RETRIBUYA TU CANSANCIO, TU SERVICIO CON QUE VAS
A SOLICITAR EL ASUNTO AL QUE TE ENVÍO.
37. YA HAS OÍDO, HIJO MÍO EL MENOR, MI ALIENTO, MI
PALABRA; ANDA, HAZ LO QUE ESTÉ DE TU PARTE”.
54
91. CON ESO TE CREERÁ Y ACERCA DE ESTO YA NO
DUDARÁ NI DE TI SOSPECHARÁ;
92. Y SÁBETE, HIJITO MÍO, QUE YO TE PAGARÉ TU CUIDADO
Y EL TRABAJO Y CANSANCIO QUE POR MÍ HAS IMPENDIDO;
PERSONALMENTE, LA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, YO,
QUE SOY LA MADRE DE DIOS, TE MANDO”.
93. EA, VETE AHORA; QUE MAÑANA AQUÍ TE AGUARDO”.
Lc 1,46-58
57
V.- El Jubileo y la Indulgencia.
El Jubileo
58
santidad de Dios, el Dios Santo, es decir el Único, el
totalmente Otro, el que “Es” por sí mismo, y por tanto
el que no puede equipararse, ni igualarse con ninguna
creatura.
El Dios Santo es el que se ha dignado hacer alianza
con su pueblo, por eso le exige como consecuencia de esa
alianza la participación en la santidad de Dios, expresada
en una liturgia cuidadosa y santificante, pero también con
una vida que exprese la misericordia y el amor del Dios
Santo.
Esto no puede olvidarlo el cristiano que no sólo
conoce el amor de Dios manifestado en Jesús, sino que
con el don del Espíritu Santo participa en plenitud de la
santidad de Dios y recibe la capacitación, la fortaleza,
la fuerza para vivir esta “nueva santidad”, con una vida
de amor y servicio: “ser misericordioso como Dios es
misericordioso”.
61
manifestación del mismo Espíritu, aún antes de que
el evangelista describa alguna acción de Jesús.
Leer: Lc 4, 14-21
62
ahí seguía la lectura de ese día. Al decir que ‘estaba
escrito’ se usa la forma pasiva sin sujeto, para indicar que:
‘Dios había escrito’. La lectura tomada del profeta Isaías,
revela el programa que Dios ha preparado para su
Mesías, ungido con el Espíritu Santo.
vv. 18-19: Se trata de una cita en la que el evangelista
combina varios textos del profeta:
67
La Indulgencia
Fundamento:
73
Ausencia de todo afecto desordenado: superar todo
odio, rencor, dependencia o actitud contraria al
plan de Dios, no de dientes para afuera sino
rompiendo definitivamente con cada uno de esos
desórdenes personales y sociales.
Si no alcanzamos esta disposición en su plenitud,
acerquémonos con confianza en la misericordia de
Dios ya que Él tomará en cuenta esa disposición y
si no alcanzamos la indulgencia plena y total,
seguramente dejará frutos para nuestro
crecimiento y santificación personal.
75
Efecto de la Indulgencia:
Sal 98
76
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Misericordia: 203-221
Ser misericordioso: 2443-2449
Bautismo: 1213-1274
Confirmación: 1285-1314
Eucaristía: 1322-1405
Reconciliación: 1422-1484
Unción: 1499-1525
77
La colección Misericordiosos como el Padre - que
toma el título del lema del Jubileo - comprende ocho
volúmenes:
Celebrar la Misericordia
Los Salmos de la Misericordia
Las Parábolas de la Misericordia
La Misericordia en los Padres de la Iglesia
Los Santos en la Misericordia
Los Papas y la Misericordia
Las obras de Misericordia corporales
y espirituales
La Confesión, Sacramento de la Misericordia.
78
LUGARES DE PUERTA DE LA MISERICORDIA
EN EL AÑO JUBILAR EXTRAORDINARIO,
DIÓCESIS DE PUEBLA, PARA GANAR LA INDULGENCIA
ZONA CENTRO
SANTUARIO DE LA IMAGEN DEL NIÑO DOCTOR
Parroquia de San Francisco de Asís
Avenida Morelos Norte N° 102, Tepeaca, Pue.
Tel. (01) 223 275 04 93
[email protected]
ZONA NORTE
EX CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE ASÍS
Parroquia de San Pedro Apóstol
Portal del Congreso N ° 1, Zacatlán, Pue.
Tel. (01) 797 975 02 11
[email protected]
ZONA PONIENTE
SANTUARIO DE NTRA. SRA. DE LOS REMEDIOS
Parroquia San Pedro Apóstol, Cholula, Pue.
7 Sur y 9 Pte. N° 220 Barrio de Xixintla,
Tel (01) 222 247 00 30 y 247 20 63
[email protected]
80
ZONA SUR
PARROQUIA DE SAN AGUSTÍN OBISPO
Av. 5 de Mayo N° 1, Chiautla de Tapia, Pue.
Tel. (01) 275 431 20 19
[email protected]
ZONA URBANA
S.I. BASÍLICA CATEDRAL
5 Oriente N° 4 (centro), Puebla, Pue.
Tel. (01)-222-232 23 16 y 232 38 03
[email protected]
SANTUARIO GUADALUPANO
Prolongación de la 16 Ote. S/N
Colonia El Porvenir (en los campos del Seminario
Palafoxiano, entrada frente a la Col. México 68),
Puebla, Pue.
Tel. (01) 222 234 18 13
http://www.santuarioguadalupanoarquidiocesis
puebla.org.mx
Presentación ……………………………….............................................. 1
Introducción………………………………................................................ 6
82