Ensayo Cinco Semanas en Globo
Ensayo Cinco Semanas en Globo
Ensayo Cinco Semanas en Globo
Adems de estas partes esenciales, para saber cmo hacer un ensayo debemos
conocer algunas de las caractersticas internas (cualidades) que este gnero
literario posee:
cuerdas que lo retenan. La barquilla se elev unos veinte pies. -Amigos mos
-exclam el doctor, puesto en pie entre sus dos compaeros y quitndose el
sombrero-, pongmosle a nuestro buque areo un nombre que le d suerte!
Llammosle Victoria! Reson un hurra formidable. -Viva la reina! Viva Inglaterra!
En aquel momento la fuerza ascensional del aerstato aument prodigiosamente.
Fergusson, Kennedy y Joe dirigieron un ltimo adis a sus amigos. -Suelten las
cuerdas! -exclam el doctor. Y el Victoria se elev por los aires rpidamente,
mientras las cuatro piezas de artillera del Resolute atronaban el espacio en su
honor.
Durante su viaje se encontraron con que una tribu de canbales haba capturado a
una persona, la cuan era un sacerdote. Entonces ellos planearon un descenso
para rescatarlo, hacindoles creer a los canbales que eran una fuerza divina.
Despus de salvar a la persona se elevaron con destino al norte. Unos das ms
tarde
el
misionero
muri.
A medio camino de su viaje empez a escasear el agua, solo quedaban 3 galones,
uno para beber y dos para el soplete, por lo que no viajaran de noche para no
pasar
por
alto
un
arroyo
o
manantial.
Entraron al desierto con un calor infernal, sin agua y sin vientos que movieran el
victoria, con esperanza de encontrar agua los aventureros siguieron su camino.
Encontraron un pozo aparentemente vaco, pero para estar seguros bajaron a
revisar y a pasar la noche ah; desafortunadamente no encontraron agua y
siguieron
ya
casi
sin
gas
para
el
globo.
La sed, as como la contemplacin incesante del desierto, fatiga la mente. No
haba ni un accidente del terreno, ni un montculo de arena, ni un guijarro donde
descansar la mirada. Aquella llanura descorazonadora causaba esa desazn
conocida como enfermedad del desierto. La impasibilidad de aquel rido azul del
cielo y aquel amarillo inmenso de la arena acababan por asustar. En aquella
atmsfera incendiada, el calor pareca vibrar, como encima de una fragua
incandescente; el corazn se desesperaba ante aquella calma inmensa, y no se
entrevea ninguna razn para que cesase aquel estado de cosas, pues la
inmensidad
es
una
especie
de
eternidad.
Llegada la noche, el doctor resolvi combatir por medio de un paseo rpido
aquella disposicin alarmante. Quiso recorrer aquella llanura de arena durante
algunas horas, no para buscar, sino, simplemente, para andar.
Nada pudo obtener de ellos el doctor, y parti solo en medio de la estrellada
transparencia de la noche. Sus primeros pasos fueron penosos: los pasos de un
hombre debilitado y que ha perdido la costumbre de andar.
A medianoche volvi en s entre los brazos de su fiel Joe; ste, inquieto por la
prolongada ausencia de su seor, haba seguido sus huellas perfectamente
impresas
en
la
llanura
lo
haba
encontrado
desvanecido.
Aquellos tres compaeros, aquellos tres amigos se miraban con ojos extraviados,
con un sentimiento de avidez bestial que se pintaba principalmente en el
semblante de Kennedy, cuyo vigoroso organismo sucumba antes a aquellas
intolerables privaciones. Durante todo el da estuvo delirando; iba y vena
lanzando gritos roncos, mordindose los puos, dispuesto a abrirse las venas para
apagar
su
sed
con
su
propia
sangre.
Encontraron un oasis y pudieron continuar su viaje. El da 17 de mayo fue
tranquilo, y sin ningn incidente. El desierto empezaba de nuevo. Un viento no
muy fuerte volva a empujar al Victoria hacia el sudoeste; el globo no oscilaba ni a
derecha ni a izquierda, trazando su sombra en la arena una lnea absolutamente
recta.
El 27 de mayo, hacia las nueve de la maana, el terreno se present bajo un
nuevo aspecto. Las extensas pendientes se transformaban en colinas que hacan
presagiar montanas prximas. Haba que traspasar la cordillera que separa la
cuenca del Nger de la del Senegal y determina la direccin de las aguas, o bien al
golfo
de
Guinea,
o
bien
a
la
baha
de
Cabo
Verde.
Pero no tuvo un momento de sosiego. El Victoria bajaba sensiblemente, y fue
preciso arrojar multitud de objetos ms o menos tiles, sobre todo en el momento
de salvar el pico o cresta de un cerro. Y as anduvieron por espacio de ms de
ciento veinte millas, sin parar de subir y bajar; el globo, nuevo peasco de Ssifo,
descenda incesantemente; las formas del aerstato, poco hinchado, se
alargaban,
y
el
viento
formaba
bolsas
en
sus
paredes.
La expedicin que se encontraba a orillas del ro haba sido enviada por el
gobernador de Senegal y se compona de dos oficiales, los seores Dufraisse,
teniente de Infantera de Marina, y Rodamel, alfrez de navo, un sargento y siete
soldados. Haca dos das que estaban buscando la situacin ms favorable para el
establecimiento de un puesto en Gouina, cuando fueron testigos de la llegada del
doctor
Fergusson.
Aqu concluye la asombrosa travesa del doctor Fergusson y de sus valerosos
compaeros, constatada por irrecusables testigos. Se hallaban ya entre amigos y
rodeados de tribus ms hospitalarias que mantienen relaciones con los
establecimientos franceses.
Haban llegado al Senegal el sbado 24 de mayo, y el 27 del mismo mes estaban
en el puesto de Medina, situado a orillas del ro, un poco ms al norte.
Los oficiales franceses les recibieron con los brazos abiertos y les agasajaron todo
lo posible. El doctor y sus compaeros tuvieron ocasin de embarcar casi
inmediatamente en el pequeo barco de vapor Basilic, que descenda por el
Senegal hasta su desembocadura.
Haba una fragata inglesa prxima a zarpar, y los tres viajeros embarcaron en ella;
el da 25 de junio llegaron a Portsmouth, y el siguiente a Londres.
Verne nos lleva por los aires para ensearnos de una vez lo que el hombre puede
hacer para demostrar lo que piensa. Un hombrecillo con cierta fama y reputacin
de aventurero decide irse en globo a recorrer frica desde la isla de Zanzbar
hasta el origen del Nilo, con un lmite de provisiones y acompaado por su criado y
por un amigo que al principio intenta convencerle de que no vaya y despus se
entusiasma de la aventura y de los paisajes. En fin, los peligros naturales y
artificiales se ciernen sobre ellos durante las cinco semanas que dura el viaje.