Las Nueve Puertas
Las Nueve Puertas
Las Nueve Puertas
Cuadernos Luciferianos
la conciencia es nuestra esencia verdadera,
Indice
Cuaderno I
1. El Grial y Lucifer
2. Breve introduccin
3. La estrella Venus-Lucifer
4. La Novena Puerta de Roman Polanski
5. Madre: la Metaconciencia
Cuaderno II
La finalidad de estos cuadernos luciferianos es posibilitar el cambio de
nuestro sistema de creencias. Para ello utilizamos una serie de entradas o
fichas donde ordenadamente revisamos y reformulamos los conceptos
imprescindibles para avanzar en la Senda, siguiendo una profundidad
progresiva. Aconsejamos por ello no pasar a leer este segundo cuaderno
hasta no haber asimilado secuencialmente los conceptos de las fichas del
primer cuaderno.
22. La Triple Mtrix
23. El Apocalipsis Personal
24. Las Tres Realidades
25. El simbolismo de la luz
26. El Sendero Estrecho de Lucifer
27. El Libro de las Sombras
28. El Grial y la Senda Lucifero-Grialiana
Cartas Luciferianas
que exige gran valor y esfuerzo. No basta con rezar o simplemente creer, es
preciso actuar, diariamente, cada instante, pues de lo contrario las trampas
nos apresarn sin percatarnos de ello o los peligros nos harn retroceder,
acabando con nuestra bsqueda, condenndonos a permanecer en el estado
de semi-muertos en el que actualmente ya nos hallamos.
La estrella Venus-Lucifer
Desde la noche de los tiempos el planeta Venus ha sido utilizado por muchas
antiguas culturas como un smbolo espiritual e inicitico clave.
En la vieja Mesopotamia, una de las cunas de la civilizacin, el bello y
majestuoso astro que luce en el alba y el ocaso, fue representado como una
rutilante estrella de ocho puntas. Lo divinizaron por encima de las dems
lumbreras del cielo y se le otorg el nombre de Ishtar (Estrella). Ser desde
entonces la Estrella por antonomasia, la primera y por ello la que da nombre a
todas las dems, la Estrella principal y soberana, la princesa o reina de las
innumerables estrellas del reino astral (reino de Ishtar), luego llamado cielo.
Hoy sabemos que Venus no es una verdadera estrella, sino el segundo
planeta de nuestro sistema solar. Sin embargo, para los antiguos sabios de
las viejas civilizaciones, lo que hoy llamamos planetas eran estrellas errantes
(varan su ruta y aparicin a lo largo de los aos), ya que no siguen una diaria
rbita circular fija como las dems luminarias (astros fijos) que giran
repetitivamente cada noche en la oscura bveda del firmamento en torno al eje
polar.
Jess nunca fue cristiano (palabra griega creada por San Pablo, verdadero
inventor del cristianismo) sino que fue un iniciado luciferino. Jess comenz su
ministerio tras ser bautizado, smbolo de las aguas lunares y venusinas,
opuesto a cualquier rito solar. El Espritu Santo est representado por
la paloma, que es el ave que siempre simboliz en la antiguedad a
Venus/Ishtar. Jess baja al Inframundo para integrar a la muerte y trascender
la polaridad, lo cual no es sino la esencia de la senda luciferina. Jess ofici
liturgia en una copa o cliz, donde ofreci su sangre, lo cual todo es una
metfora de la piedra/copa y la sangre grialiana, smbolos universales que ya
existan en otras culturas antes del cristianismo.
Los templarios (una enigmtica orden monacal medieval) conocieron ese
secreto, (perseguido y ocultado por la corrompida y materializada Iglesia
oficial desde el mismo principio del cristianismo), y por ello en cierta forma se
convirtieron en los nuevos custodios temporales del grial o senda luciferina.
Ya previamente el esoterismo islmico haba conseguido hacer sobrevivir a la
idealsticamente
su
custodia
y replicarn
ese
templo
En cambio La Senda de las Nueve Puertas del Reino de las Sombras no tiene
personajes, historias o iconos referenciales concretos y explcitos venerados. Por ello
nos permitimos usar la pelcula de Polanski como punto de partida para construir el
paisaje de la senda luciferiana y enfrentarnos al enigma de atravesar las misteriosas
Nueve Puertas. An a sabiendas de que el guin de nuestra evolucin personal estar
muy alejado de esa ficcin cinematogrfica.
El orden de las Puertas no es fundamental, pero s es preciso reunirlas a todas a fin de
recorrer la Senda. Algunos maestros espirituales hablan de una Puerta o de varias,
desarrollando distintas especializaciones, pero es imprescindible, al igual que en la
pelcula de Polanski, completar la serie y rematarlas con la ltima o Novena Puerta.
Que se profundice o detalle ms minuciosamente, casi hasta el infinito, las Puertas de la
Senda de Lucifer depender de las preguntas y necesidades que cada uno y todos
tengamos. Las preguntas se pueden dirigir al correo de Kababelan y algunas
respuestas podrn aparecer en esta web. Cada uno de nosotros (todos somos
caminantes o corredores en la senda espiritual) llegar ms o menos lejos en virtud de su
corazn, valor y esfuerzo. Que cada uno o una sea el Corso o Corsa de la pelcula de
su vida. La Novena Puerta es el umbral a una mutaicn.
Pretender querer saberlo todo es en realidad no saber nada, por lo que partimos
tambin nosotros de apenas saber un poco, y como aprendices estamos abiertos a
recibir todo.
Resulta recomendable visionar un par de veces al menos la citada pelcula de Roman
Polanski, la Novena Puerta, como bosquejo o armazn inicial de la Senda que ha de ser
construida y seguida. Mas aunque su intriga no es realmente inicitica s se hallan en ella
curiosos y no casuales detalles que explicaremos a lo largo de estas pginas.
Que los peligros no puedan con nosotros, no nos detengan o descorazonen, y que
siempre consigamos seguir la oculta pista hacia la realizacin de cada una de las msticas
e intangibles Puertas, que conducen al Reino Sagrado de la Luz, de la luz lucifera.
Madre: la metaconciencia.
El enigma tal vez ms profundo de la vida humana es saber si nuestra
existencia est fundamentada en un propsito personal o por el contrario en
una meta transpersonal. Nuestra experiencia como individuos es la finalidad
ltima de la vida o tal vez la vida personal tiene un destino trascendente a la
propia individualidad?
Por el contrario las religiones de raiz matriarcal se han centrado en una meta
en la vida presente, pero al mismo tiempo con un objetivo transpersonal. No se
persigue un premio celestial postergado en un tiempo ulterior, sino un objetivo
terrenal ubicado dentro de la cronologa de la misma existencia humana
presente.
Esta perspectiva matriarcal suena extraa para quien ha sido educado en los
criterios mticos del patriarcalismo, basados en una recompesa espiritual
futura. No obstante la visin matriarcal de la existencia es sumamente
No consiste por tanto que como individuos nos elevemos fuera de la Tierra,
no se trata de que ascienda nuestra alma a ningn sitio paradisiaco o celestial,
sino que el verdadero propsito ltimo de nuestra creacin como individuos ha
sido siempre preparar el advenimiento espiritual y terrenal de la
conciencia de Madre (la Fuente Universal). En realidad esta metaconciencia
o conciencia suprema es el campo absoluto del Ser, la matriz de toda
conciencia y por tanto el origen de todo cuanto pueda existir. Siendo la
Fuente creadora universal, ajena a parmetros dimensionales de espaciotiempo, precisa un proceso cclico de encarnacin en la materia en el cual el ser
humano es el instrumento protagonista. Nuestro cuerpo y ego son
navegadores espacio-temporales, desvinculados en primera instancia del
propsito de su Fuente creadora. Conforme la conciencia humana crece
alcanza la posibilidad de liberarse al fin del yo personal. Mediante un proceso
de transmutacin se autorreconoce entonces como proyeccin en el espaciotiempo de una conciencia matriz suprema, con la que forma una unidad
enteognica.
Madre (realidad divina) y nosotros somos lo mismo en esencia, tan slo el velo
del yo nos separa de esa Unidad ltima intrnseca. Mas para hallar esta
unidad trascendente del ser es preciso buscar y regresar a nuestro centro
espiritual, cuya puerta secreta de acceso se encuentra precisamente en
nuestro interior. Atravesando las nueve puertas (senda lucifera o inicitica)
que nos permiten salir del Reino de las Sombras que habitamos, nos
adentramos en una fase de trasmutacin psicobiolgica del ser, la cual es
equivalente a la etapa de crislida de la mariposa. La oruga se devora a s
misma en el interior del capullo para renacer transformada en un ser superior.
Asi tambin el maestro luciferiano, conocido por el cristianismo como
Jesucristo, advierte de que es preciso morir para nacer de nuevo si se quiere
entrar en el reino de los cielos. En este caso cielo se refiere a reino de la luz,
que no se halla en otro lugar sino aqu mismo resonando en una realidad
vibracional superior.
Lograr la meta del silencio interno es atravesar el primer portal que nos aleja
de la ancestral oscuridad psicolgica, cruzar la primera puerta que nos libera
del Reino de Sombras en que por inconsciencia habitamos. Cuando
franqueamos esta Primera Puerta nace en nosotros el primer destello de luz de
la nueva conciencia, del espritu dormido. Esa nueva conciencia silenciosa que
surge en nosotros (y que debemos cultivar para hacer crecer) es la frecuencia
o tono conciencial que nos acerca germinalmente a la conciencia luciferina.
vean el sol no como mero fragmento o cuerpo luminoso aislado que se mueve o
desplaza en el espacio celeste en un tiempo repetido, sino con una visin
global
hologrfica
detalle
para
que
Espiritualidad vs Fabulacin.
Que es la espiritualidad? Existen numerosas respuestas a esta filosfica y
abstracta cuestin. Para unos es el cumplimiento de precisos y determinados
mandatos religiosos, para otros un camino de autorrealizacin moral y
personal o bien una senda de evolucin tica interior. Hay quienes piensan
que consiste en tener fe en una vida trascendente, en la existencia del alma o
en el ms all. Y tambin para otros puede ser un camino de sublimacin con la
meta
de
apartarse
de
las
cosas
materiales
aspirar
las
La rosa fue siempre la metfora de la diosa pagana del amor y el color rojo
simboliza su sangre divina, su sangre regeneradora y creadora. Por ello
Afrodita en la mitologa griega se pincha con una espina y su sangre
derramada colorear de intenso carmes a las rosas para siempre. E
igualmente ocurre que este rojo de pasin y amor debe ser el color de las
rosas cuando se regalan a quien se ama, pues representa a la antigua diosa del
amor y esto an se recuerda.
La sangre de la diosa aparecer luego tambin en la mitologa del santo grial.
La copa sagrada en realidad porta la sangre de la antigua diosa del amor o
diosa roja, aunque los cristianos cambiaron el simbolismo para adaptarlo a la
sangre del sacrificio de su dios, pero en realidad la sangre grialiana perteneci
siempre a la diosa. Y por ello se sustituye indistintamente el smbolo por una
copa o una rosa. Y ms an otras veces una serpiente con una rosa o una
copa con una serpiente. En todos los casos se quiere indicar la presencia de
la diosa, que mora en las profundidad del inconsciente colectivo humano, a
pesar de que muchos en la historia han pretendido mantenerla alli desterrada
por siempre.
adoptndo despus esta tradicin otros pueblos como los celtas (beltane),
griegos y romanos.
Pero si observamos a la otra Mara ms famosa de los Evangelios, Mara
Magdalena, tambin la podemos encontrar encarnando principios o facetas
de diosas paganas. Por ejemplo la diosa salvaje o de la naturaleza, una diosa
que en cierta forma permanecer pura o virginal a pesar de que durante la Era
cristiana o de las religiones monoteistas los seres humanos la repudiaron y
olvdidaron.
Conciencia de Bipolaridad.
Nuestro cerebro es bipolar, la vida es bipolar, el universo es bipolar. Para que
haya armona los dos polos de cualquier ser o cosa deben estar en equilibrio.
Si este equilibrio se rompe se produce una ruptura en la armona y surge el
dolor, la destruccin, la enfermedad, los trastornos, ...
La naturaleza busca constantemente este equilibrio de los polos. Y nosotros
en cuanto seres humanos debemos tambin buscarlo.
Dios est en vuestro interior. Esto significa que slo a travs de la conciencia
podemos hallar la realidad profunda de la que procedemos y que debemos
buscar para volver a ser la totalidad que fuimos y que en esencia somos.
Respiracin.
Como puede algo, en apariencia tan sencillo y rutinario como la respiracin,
formar parte de una de las nueve puertas iniciaticas y msticas esenciales para
salir del Reino de Sombras en el que habitamos? Es un acto tan cotidiano,
tal vez el ms cotidiano de todos los actos que el ser humano realiza, el primero
que efectuamos al nacer, que resulta difcil de creer la fundamental
importancia que tiene en nuestra estructura psicofsica y nuestro desarrollo
bioenergtico.
Cuerpo
El cuerpo es el sustento visible y tangible con el que nos identificamos como
seres vivientes, la casa biolgica que habita nuestra conciencia individual. Sin
embargo el cuerpo es an ms que esto, pues se trata del extremo visible de la
mente en el mundo de los sentidos. Por este motivo el cuerpo se halla
conectado de forma interactiva con nuestro interior.
A la hora de trabajar con el cuerpo como segunda puerta hemos de tener en
cuenta cinco aspectos:
1. Propiacepcin.
2. Alimentacin.
3. Ayuno.
4. Limpieza interna y desintoxicacin.
5. Ejercicio y fortalecimiento.
La propiacepcin se refiere a desarrollar la percepcin consciente del propio
cuerpo en todas sus partes, algo que perdemos en alto grado al identificarnos
contnuamente con los asuntos del ego. La propiacepcin o propia conciencia
del cuerpo es indispensable en el camino de desarrollo de la conciencia, ya
Energa.
Aparte de lo que nos dicen nuestros sentidos en el uso ordinario que de ellos
hacemos diariamente, existen percepciones que nunca nos han enseado a
desarrollar. Una de estas percepciones es la del concepto que podemos
denominar la energa biopsquica y cosmovital (en mltiples variantes y
diferentes niveles sutiles). Estas energas existen en todo el universo, en todo
lo que nos rodea y en todo nuestro cuerpo. La conciencia de esta energa
presente siempre en todo y la tarea de aprender a utilizarla progresivamente
forma parte de la preparacin en la senda lucifero-grialina, al igual que lo es en
muchas escuelas de desarrollo espiritual.
Las energas de las que hablamos son perceptibles a travs de un combinado
de sensibilidad mental, vital y sensorial. Esta dormida sensibilidad debemos
desarrollarla para poder percibir y usar la energa que existe en nosotros
mismos y en el mundo hologrfico en que nos hallamos. Es posible recibir
Segunda parte
que nuestra conciencia debe mutar para conectarnos y ser uno con la vida
divina infinita.
Vivimos un sueo por el que nos mantenemos separados de nuestra
naturaleza original esencial. Todo camino espiritual verdadero es un camino
hacia el despertar, una senda luciferina. Por ello espiritualmente an no hemos
nacido, sino que nos hallamos en un devenir de trnsito, como la oruga que se
arrastra y se alimenta de las hojas del campo, ajena a lo que puede llegar a ser
y que no es sino su propia esencia dormida, an por nacer tras la necesaria
mutacin.
vivencia verdadera del presente el ego queda relegado, no tiene cabida, se disuelve
como un azucarillo en el caf, por que entramos en la experiencia no dualizada o
experiencia verdadera.
Sin embargo para lograr este estado de conciencia en el presente, el estado de abrazar
la presencia, es imprescindible que previamente hayamos comenzado a trabajar con la
primera puerta, es decir con la observacin del parloteo contnuo de la mente,
distanciandonos del l y dejando que este se aleje. Para ello hay que desarrollar la
conciencia del tstigo, que observa la propia mente sin identificarse ni implicarse en el
flujo de los pensamientos cambiantes. La identificacin nos aparta del presente y de la
conciencia autnticamente libre y despierta.
La unin de las tres puertas primeras de la senda luciferiana, descritas o presentadas
hasta ahora brevemente, forma un Portal mayor que las integra. Este Portal sera
denominado como Presencia, que es el campo de energa bio-psquica y espiritual que
se desarrolla cuando se cultiva esta senda y se abren las ya mencionadas tres primeras
puertas del reino de las sombras, en el que nuestra alma permanece encerrada o
prisionera.
El bosque luciferiano.
Cuando en la senda luciferiana trabajamos con la prctica del silencio interior,
adoptando la conciencia testigo, observamos que los pensamientos emergen en nuestra
mente en forma contnua, sin que sea posible detener su flujo. Quien no realiza el
esfuerzo de trabajar psicolgicamente con esta primera puerta del despertar
luciferiano, no llega a ser consciente del carcter autnomo de la mayor parte de los
pensamientos y de su imparable brotar incontrolado en el campo de la psique. No es
posible progresar autnticamente en la senda luciferiana sin decidirse a andar los pasos
que conlleva abrir las nueve puertas del reino de las sombras, pues estas puertas
iniciticas son nodos de energa que forjan el propio camino luciferiano. No importan las
creencias religiosas que se tengan o la fe con la que estas se vivan, pues si no somos
capaces de controlar nuestro mundo mental interior (patrones y paisaje psquico)
permaneceremos dormidos vida tras vida, hasta que el alma se sienta preparada para
impulsar bajo la luz de la conciencia nuestra evolucin.
Como tctica para enfrentarnos al reto de dominar o alcanzar el silencio interior
proponemos utilizar la alegrica visin o modelo de imaginar nuestra mente (espacio
neuro-mental) como si fuera en realidad un bosque interior mstico o psquico, un bosque
luciferiano o bosque de transformacin inicitica. En ese bosque ntimo y personal
camina o deambula figuradamente nuestra conciencia, intentando alumbrar con su luz las
sombras y entes que acechan y surgen de la espesura arbrea (patrones neuropsiquicos). Y en ese bosque descubriremos que contnuamente aparecen o surgen
pensamientos o cadenas de pensamientos que, desde el punto de vista
luciferiano, podemos imaginarlos como entidades fantasmales que se abalanzan sobre el
alma para apoderarse de la luz de su conciencia. Es decir, ocupan el espacio mental y
disipan la luz de la atencin libre o conciencia.
Cada vez que uno de estos fantasmas mentales o fantasmas pensamiento irrumpe en el
campo boscoso de nuestra mente captura o atrapa nuestra atencin y consigue que
nos identifiquemos con su fantasmal contenido, apartndonos al mismo tiempo del
estado de plena conciencia presente, sumergiendonos en algunos casos en un
ensoamiento viglico del que habitualmente no somos conscientes. De esta manera el
Cuando ramos nios nuestra mente funcionaba de otra manera bien distinta. Todava
no estaba habitada por tantos incontables fantasmas, sino que viviamos fluyendo en el
ahora, despiertos en el presente. An cuando el nio desarrolla conciencia del pasado
o el futuro vive centrado en el presente y sus temores y deseos se refieren al ahora.
Pero lo importante es que el nio slo piensa en lo que est viviendo o sintiendo en ese
momento. No piensa en un discurso sobre cosas diferentes a lo que est viviendo y an
cuando en ocasiones construye fantasas lo hace porque en ese momento ese es el
juego en el que est centrado. Conforme el nio crece llega un momento que se
descubre a s mismo pensando en cosas que ya pasaron o que ocurrirn en un futuro
imaginario. Pierde un da el estado de presente y esto le pasar cada vez ms a menudo
a partir de entonces a lo largo de su vida. Cuando al fin llegue a viejo alcanzar
posiblemente el extremo lamentable de que la mayor parte del tiempo su mente estar
recordando o ensoando cosas del pasado o meras fantasas y vivir mnimamente el
presente. No obstante no siempre es as y hay ancianos que viven con mentes jvenes y
creativas hasta el fin de sus das.
Es fundamental recuperar el estado mental original que una vez tuvimos cuando ramos
nios. Se trata de volver a reconstruir o regenerar el funcionamiento original de la
mente, pero con la diferencia de que ahora la utlizaremos en el nivel de conciencia de un
adulto con el propsito de andar y profundizar en la senda luciferiana. Este estado
original de la mente, un estado libre de fantasmas mentales y en cambio de renovado
centramiento en el presente, es fundamental como primer requisito para poder caminar
por la senda luciferiana de autoconciencia o conciencia iluminada.
La metfora del bosque luciferiano nos permite imaginar a las cadenas de pensamientos
que recorren nuestra psique como fantasmas mentales, que persiguen atrapar la
conciencia, apartndola de la atencin plena, alejndola de la conciencia de s misma
como conciencia libre y de la conexin con el alma que es nuestra esencia superior. Este
estado de seudo ensoamiento es el estado en que vive la mayor parte de la especie
humana. No obstante, casi ningn ser humano es plenamente consciente de este
proceso, ya que nos identificamos contnuamente con los pensamientos que surgen y
deambulan por el territorio de nuestra mente. Es preciso romper esa identificacin y
considerar a los pensamientos que nos dominan como entes ajenos a nosotros mismos,
como fugaces huespedes no deseados de nuestra mente, de nuestro bosque
escuchamos en
disertan,
fingen
psquica y biolgica. Cada una de las nueve puertas del reino de las sombras o sendero
luciferiano capacita parcialmente al individuo para pasar a otro nivel evolutivo. Las
nueve puertas se hallan conectadas en una red que conforma el gran umbral.
Conciencia testigo: Es cuando por un esfuerzo consciente nos separamos del fluir de
los pensamientos y los observamos como si fueran algo ajeno a nosotros. Es la
conciencia del observador que se auto-observa. Permite descubrir que los
pensamientos por un lado y nosotros como entes conscientes por otro somos distintos,
es decir que slo la conciencia es el nucleo verdadero y genuino del ser.
Nodo o puerta luciferiana: Es un potencial de accin de la conciencia, que conecta en
una red con los otros nodos o puertas luciferianas, as como al mismo tiempo es una
conexin con potenciales macrocsmicos de la conciencia y el alma, es decir potenciales
transpersonales.
Gran Umbral: Puerta potencial neuro-bio-evolutiva que separa el Reino de las
Sombras (estadio neuro-bio-evolutivo en que se halla la humanidad) del siguiente gran
nivel o estadio denominado Reino de la Luz. No obstante el Umbral no se puede
atravesar sin una etapa mutadora conocida como fase crislida.
Yo personal: Es el resultado de la evolucin de la psique condicionada por el ego, la
interaccin social y las circunstancias biolgicas.
Cuando realizamos la prcica con las tres primeras puertas del reino de las sombras o
senda lucifera logramos el primer cambio en nosotros. Este cambio, que al principio tan
slo es un atisbo o una mnima muestra, supone comenzar a recuperar el perdido estado
original de la mente. Cuando venimos al mundo, cuando nacemos, tenemos la
potencialidad de usar la mente en su forma prstina de funcionar, en su modo puro o
virginal . Sin embargo pronto el ser humano comienza a estropear esa potencialidad o
estado natural original. Es normal que ya en la adolescencia nos hayamos alejado en
muchos casos de ese estado maravilloso de la mente.
halla dormido en la gran mayora de los seres humanos. Precisamos volver la mirada hacia
nuestro interior para descubrir como somos realmente y que podemos llegar a ser.
Por ello el trabajo con las tres primeraras puertas es el requisito inexcusable para crear
o restablecer una parte fundamental de la mente original, que consiste en recuperar el
estado paradisiaco o celeste de nuestra mente, el estado donde la mente funciona libre
del ego. Aunque se necesitan las nueve puertas para lograr el objetivo de liberacin
mental hasta su mximo desarrollo (portal final), pues la batalla o transformacin se libra
en todos los frentes de la experiencia interna humana, sin embargo proponemos aqu
seguir un orden conceptual a la hora de comprender el trabajo con las Nueve Puertas.
Una parte de la mente original ya se vislumbra simplemente con el trabajo diario en
estas primeras puertas luciferianas, que constituyen el primero de los tres grandes
portales, el Portal de la Presencia.
del ego (aunque esto slo se logra del todo cuando trabajamos con las siguientes
puertas). Entramos en otro estado de la mente, un estado nuevo, pero sin embargo un
estado antao perdido y olvidado. Es el estado de la mente original, el estado que
tuvimos cuando ramos felices nios pequeos, que disfrutbamos de la experiencia de
cada da y de cada instante. En aquellos primeros aos no podamos ser conscientes de
la maravillosa mente que tenamos, de su prstino funcionamiento. Poco a poco, con el
tiempo, al crecer ese estado no lo supimos mantener o preservar y en un grado u otro se
diluy o esfum. Nadie nos ense a conservarlo y la experiencia humana lleva
ineludiblemente en casi todos los casos (salvo excepciones) a perder ese estado en
mayor o menor medida. Estado del cual mucha gente no retiene siquiera el recuerdo.
Sin embargo, la mente original es tan slo una potencialidad, pues, cuando se
alcanza ya con cierta solidez ese estado, la mente debe ser utilizada hacia un propsito
y un nivel conciencial que el nio en absoluto tiene ni puede siquiera concebir. La mente
original es un estado prstino y liberado de la mente, donde no tiene cabida el deambular
errante y contnuo de pensamientos o el flujo distorsionante de la actividad mental
condicionada. Todo lo cual es generado por la actividad subconsciente del ego y la
personalidad en el campo y la estructura de la mente. El ego o yo personal
condicionado acta como un factor implcito (incrustado bajo la superficie de la mente)
Cada vez que perdemos nuestra atencin de auto observacin regresamos a la tensin
inconsciente de la mente y del cuerpo. Dejamos de fluir con libertad e
imperceptiblemente caemos en un estado de solidificacin y obstruccin energtica, que
se hace crnico con el paso de los aos. Volver a insistir o perseverar en el retorno al
camino de recuperar la mente original nos permite dar los primeros pasos
imprescindibles que conducen a la apertura de las Nueve Puertas.
Lucifer es belleza.
Cuentan antiguas leyendas y tradiciones que Lucifer era el ser ms bello y hermoso de
la creacin, pero que un da quiso ser ms poderoso que el mismo Dios y por eso fue
castigado y desterrado al abismo. Sin embargo esto no es ms que otro de los relatos
inventados aviesamente por la religin patriarcalista, con la finalidad de sostener un
sistema de creencias dogmtico y estrecho que expuls y persigui antiguos valores que
no se ajustaban a su nueva visin de la sociedad y la vida.
Cuando surgi el patriarcalismo y los nuevos dioses guerreros hubo que desplazar de la
mente humana a las antiguas divinidades que representaban la visin matriarcal de la
naturaleza y el cosmos. Se inici un conflicto que fue luego heredado y continuado por
las posteriores religiones monotestas, las cuales consiguieron al fin suprimir
completamente la vieja cosmovisin del alma humana, as como a la Gran Diosa Madre
como divinidad suprema y eje central del universo espiritual. Con el paso de los siglos,
esas deidades desterradas, deidades de la iniciacin, de la belleza, del amor, de los
misterios ... incluso de la sanacin y la regeneracin, pasaron a refundirse dentro del
imaginario religioso colectivo en un ente legendario denominado Lucifer.
Por ello la esencia secreta de la naturaleza compleja de Lucifer son las milenarias y
ancestrales diosas y dioses que acompaaban al humano que anhelaba la iniciacin,
quienes lo guiaban en su trnsito sagrado en pos de la antigua promesa de renovacin y
resurreccin.
As la primigenia Diosa Madre, como raz del universo, se diversifica en mltiples
aspectos en cada cultura y religin ancestral: diosa generatrix, diosa nutricia, diosa de la
sabidura, diosa del amor, diosa de la guerra, diosa de la belleza, diosa de los misterios,
diosa de la muerte, diosa de la resurreccin, etc. Cada una de estas diosas suele ir
acompaada de un paredro o dios consorte, amante o hijo. En algunas ocasiones una
sola diosa asume varios o todos estos atributos. Otras reciben un nombre para cada
uno de estos aspectos. Pero la esencia oculta trascendente es la misma.
Antes de que llegaran los dioses pter (los padres de los dioses) como Zeus, Yav,
Jpiter, Ra, etc, ya existan las diosas madre y sus mltiples aspectos o advocaciones.
nosotros, a nivel psquico y fsico, una limpieza profunda, para que la regeneracin y la
belleza puedan surgir y manifestarse. Crear belleza en nosotros y a nuestro alrededor
forma parte fundamental de la senda luciferiana. E incluso, aunque no podamos hacer
nada contra la herencia gentica que hemos recibido o la inexorabilidad de la vejez, s es
posible conseguir que al abrir las puertas a la belleza del ser se impregne nuestro
organismo biolgico de esta esencia espiritual y la manifieste.
Y si algn dia alcanzamos a traspasar el umbral de los dioses sin forma, todas las formas
bellas nos sern dadas, en todos los reinos de la naturaleza, conocidos y an por
conocer.
Lucifer es belleza, belleza eterna, belleza sin forma, la belleza infinita que surge del vaci.
transmiti el griego Platn procedente de sabios anteriores, pretende ilustrar con esta
sencilla metfora como permanecemos prisioneros de los sistemas de creencias.
Expone que en verdad no percibimos la realidad autntica sino una realidad falsara
que otros (los sistemas de creencias) proyectan en la pantalla de nuestra psique. Un
ser humano atrapado en la caverna se libera de este hechizo y saliendo al exterior
vislumbra la verdadera luz y la autntica realidad. Pero cuando regresa los dems no le
creen y acaban matndolo. Esta vieja alegora dibuja el estado de la especie humana,
prisionera de ese Reino de Sombras que tomamos como realidad cuando no se trata
sino de una distorsin perceptual y conceptual. Ms all de las Sombras de la Caverna
se halla el ignoto Reino de la Luz, que la senda lucifera de las Nueve Puertas trata de
revelar e indicar. El ser humano se encuentra as prisionero de su propia mente. Una
mente que puede servir de puente al infinito y a la divinidad, pero que en nuestro actual
estado evolutivo construye y proyecta una malla de espejismos que nos mantienen
prisioneros de esa fascinacin.
Sin embargo cambiar nuestras creencias actuales por las que propone la Senda
Lucifera no es tarea fcil, ya que no consiste en adoptar una doctrina o credo nuevo,
como el que cambia una ideologia, un libro sagrado o un manual dogmtico por otro.
Para poder crear un sistema de creencias superior, del nivel que se pretende en el
Camino de las Nueve Puertas, es preciso un trabajo profundo con los elementos de la
psique que propician permanezcamos en un nivel anterior inferior. De lo contrario
repetiremos los mismos errores y esquemas, aunque cambiemos el color de las cosas.
Por eso, lo que de verdad aspiramos es pasar a un orden superior de creencias, unas
creencias que sean fruto de un elevado trabajo consciente individual, de carcter
transcendente transpersonal, y no procedan de modelos sociales o religiosos colectivos
o de experiencias y vivencias del yo personal egico.
Por esto mismamente no es posible pasar a un estadio superior en la naturaleza de las
creencias, as como en nuestra relacin con la realidad profunda del universo, mediante
un mero cambio colectivo global, propiciado por una determinada fecha, corriente
energtica o masa humana crtica. La evolucin de la que hablamos en el Sendero
Luciferiano slo puede llegar a travs de actos profundamente individuales y
conscientes de transformacin interna. Y esta evolucin luciferiana, a la que
potencialmente est destinado el ser humano, slo alcanzar a concretarse si
traspasamos todas las puertas o barreras que nos mantienen en este estadio
semiconsciente proterognico.
Como primer paso en esta Puerta debemos comenzar haciendonos preguntas. Si no
nos cuestionamos las que hasta ahora han sido nuestras creencias ser imposible que
demos el paso de buscar algo nuevo. Los nios hacen muchas preguntas, pero pasado
un tiempo el ser humano deja de hacerlas, conforme se va solidificando el edificio de sus
creencias, dentro del cual caemos prisioneros. Por ello los maestros antiguos siempre
han comenzado sus enseanzas asertando que hay que volver a ser como nios. Pues
slo los nios estn abiertos a recibir conocimientos nuevos, a preguntarse todas las
cosas, a buscar comprenderlo todo. Pero en la edad adulta pensamos que las creencias
a las que hemos llegado son algo definitivo, nos identificamos tanto con ellas que no nos
damos cuenta de que la mayora pueden ser cambiadas, al igual que de ropa nos
mudamos cada da. Las creencias son una versin de la realidad, pero no son la
realidad.
Sin embargo la niez a la que ahora debemos regresar es una segunda niez ms
avanzada que la anterior. Una niez donde hayamos desarrollado el sentido crtico, el
discernimiento, el juicio razonado, la capacidad de buscar e indagar la informacin
siguiendo criterios formados. Una niez nueva donde nuestra percepcin e intuicin no
est marcada por el miedo o los simplismos infantiles, sino guiadas por la bsqueda del
significado trascendente y la libertad ltima de nuestro ser esencial verdadero.
Las creencias son filtros perceptivos. Las creencias o convicciones profundas forman
filtros a travs de los cuales observamos la realidad. Filtros que funcionan a nivel
inconsciente. Son filtros mentales que tienen la capacidad de alterar la percepcin de
lo que vemos. Pueden ser tanto personales como colectivos, pero tienen siempre el
poder de dejar o no dejar pasar la informacin que nos llega del entorno. Estos filtros,
de los que somos inconscientes, se crean tanto a travs de emociones como de
creencias. Ellos determinan la realidad que se crea en nuestra mente e igualmente
generan los procesos mentales que dan forma a nuestra personalidad.
Por todo ello en la Senda Luciferiana debemos comenzar por descubrir cuales son
esos filtros y creencias que estn influyendo y determinando nuestra percepcin de la
realidad. Y ser entonces cuando podamos comenzar a construir conscientemente unas
como
fisiolgicas.
Estas
ondas
las
estamos
emitiendo
Puerta, filme de ficcin que inspira el origen de esta esta web, el protagonista,
llamado Corso (el que camina, el que corre), transforma completamente su yo
en el devenir de la trama. Si eso no hubiera acontecido no habra podido
llegar nunca a culminar con xito su iniciacin y alcanzar la Novena Puerta.
Ninguno de los otros personajes humanos de la pelcula cambia. Cada uno
sigue aferrado a su perspectiva, la mecnica de su ego o su personalidad, sin
importar si son buenos o malos, ambiciosos o no, sabios o ignorantes. El nico
personaje que evoluciona radicalmente es Corso, que es seguido o vigilado de
cerca siempre por su protectora o iniciadora luciferiana.
Segn van transcurriendo las pruebas el protagonista interioriza el proceso,
de forma que poco a poco puede abandonar su viejo yo, sus viejas formas de
pensar, motivarse y sentir, las rutinas de su ego. Va dejando atrs sus viejos
intereses mezquinos y comienza a actuar en pos de una meta no personal, una
meta que no le reporta beneficio alguno a su antiguo yo. Es obvio que ese
potencial de transformacin ha sido valorado y previsto desde el lado
luciferino y de ah la presencia de la enigmtica joven desde un principio. Pero
Corso tiene que actuar e interiorizar las experiencias para que se produzca la
transformacin, abandonando sus ambiciones personales habituales, incluso
sus rutinas automticas, para convertir su motivacin en una desinteresada
bsqueda por desentraar el misterio. Ya no le importar el dinero, la
reputacin o su propia vida que arriesgar. Este misterio evanescente
representa la bsqueda de la verdad genuina, una verdad que el luciferiano
debe perseguir, por encima de los intereses de su viejo yo y sus viejas
creencias.
Al abandonar el lado mezquino de su yo personal es cuando Corso puede
acceder a la unin ntima luciferiana, abrir la Novena Puerta, alcanzar la visin
y unin con el ser incognoscible para el viejo yo. Es por esto que la dama
luciferiana nunca es reconocida por los dems protagonistas, aunque
ambicionan e incluso matan por el secreto de las nueve puertas y el poder
luciferino.
Pero ms all de la fantasa de esta inspiradora pelcula, con su trama de
intrigas y ficcin, debemos cada uno seguir un proceso de transformacin del
viejo yo, abandonando todo aquello que lo hace resonar, su patrn vibratorio,
para comenzar a crear patrones vibratorios nuevos mediante la forja de una
nueva identidad. Se precisa en primer lugar un trabajo psquico diario que
consiga descubrir al ego y romper su hechizo, pues este mediatiza toda
nuestra vida.
Tanto el cambio como nuestra evolucin estn supeditados a romper el
hbito de ser el yo que hemos sido hasta ahora. Y para lograr esta meta
hemos de cambiar primero nuestra mente hasta crear tambin una mente
nueva. Sin embargo esto no es fcil, ya que crear una mente nueva requiere
que nos comportemos como un individuo, algo que en muy pocas ocasiones
solemos hacer. Lo habitual es que nuestro comportamiento sea dirigido por
fuerzas ajenas a nuestra individualidad potencial, la cual raramente somos
capaces de usar. Se precisa un esfuerzo consciente y revolucionario para ser
individuos y desembarazarnos de la prisin que a nivel inconsciente condiciona
nuestras vidas.
EGO VS YO.
Llegados a este punto podemos preguntarnos que es en realidad el tan
mencionado ego y en que se diferencia de lo que llamamos el yo. Se puede
definir considerando al ego como esa parte de la psique cuya naturaleza es un
estado inconsciente que incluye todos los patrones neuropsquicos
repetitivos en los cuales nos manejamos en la vida ordinaria. El ego repite
rutinas, se maneja en lo conocido, oscila en la dicotoma pasado y futuro. El
ego tiene su raiz en una parte vieja y primitiva de la psique de donde surgen
emociones primarias como miedo y lucha, comodidad y seguridad,
supervivencia y poder, etc. A su vez el ego es depsito de todas las
experiencias traumticas y frustrantes del invididuo, las que lo han marcado y
definido sus carencias. El ego nace de la aplicacin de la mente humana a la
lucha primitiva por la supervivencia. El ego por ello nunca est
suficientemente satisfecho o seguro. Siempre permanece pendiente del
pasado o el futuro. Nunca puede alcanzar la dicha porque el ego no puede
permanecer en el presente. Es un mecanismo automtico que en el ser
humano ha usurpado nuestra identidad.
Sin embargo el yo humano est dotado de muchas ms posibilidades para
sobrevivir y evolucionar que las procedentes del ego. Son las facultades
superiores de la mente que nada tienen que ver con aquellas que proceden de
la gestin primitiva de la supervivencia. El ser humano, el homo sapiens,
siempre ha posedo las dos posibilidades para enfrentar la realidad. A una va
se la ha llamado la va del ego y a la otra la va del espritu. La primera es
repetitiva, busca lo conocido, es temerosa, mecnica y por tanto tendente a la
inconsciencia. La segunda busca lo nuevo, es creativa, conciliadora y basada
en el desarrollo de la consciencia. Ambas vas cohexisten en el ser humano en
distinta proporcin segn el individuo. Pero por desgracia la presencia del ego
basta por s misma para hacernos vivir a todo ser humano en una realidad
falseada en mayor o menor grado.
hemos aprendido para crear una experiencia diferente. Una mxima budista
muy conocida dice que somos el resultado de lo que hemos pensado.
En cuarto lugar debemos tomar conciencia de que somos prisioneros de la
descripcin de nosotros mismos que hemos construido en el transcurso de la
vida. Somos prisioneros de nuestra propia identidad, de nuestra
personalidad, a la que nos aferramos. Creemos errneamente que slo
satisfaciendo esta identidad seremos felices, cuando en realidad nunca
alcanzaremos a travs de ella la felicidad plena. Para alcanzar la libertad real
hemos hemos de soltar la identidad a la que nos aferramos, para as poder
cambiar, transformarnos. No se puede alcanzar otra perspectiva, nuevas
posibilidades, hasta que no se est dispuesto a trascender la propia
identidad. Este mensaje va implcito en la esencia de muchas religiones
antiguas.
En quinto lugar hemos de ser conscientes de que el ego que todos tenemos
es una identidad impostora. Nos identificamos con l, lo justificamos, lo
defendemos, lo alimentamos, sin embargo es una falsa identidad. El ego nos
ha hecho olvidar quien somos profundamente en realidad. El se encarga de
estar hablando contnuamente en nuestra cabeza, trasladandonos de una
fantasa a otra, de un ensueo a otro, de una fascinacin a otra, de un
monlogo a otro, de una distraccin a otra. De esta manera olvidamos quien
en realidad somos.
El ego (que en realidad es un mosaico de programas automticos) es un
cmulo de identidades impostoras que colonizan nuestra mente. Aunque en
principio puede parecernos que el cultivo del ego nos hace ms fuertes, la
verdad es que a largo plazo estas identidades impostoras generan estados de
nimo que merman severamente la salud y favorecen el envejecimiento. El ego
genera numerosas corazas psquicas y fsicas que acaban bloqueando el flujo
LA TRANSFORMACION DEL YO
Nuestro yo personal actual gravita principalmente en torno al ego y este
genera deseos cuya consecucin es una felicidad perecedera o una alegra
pasajera. No obstante hay quien se marca metas de superacin, basadas en la
lucha, la consecucin de importantes proyectos o la creatividad, que producen
gran satisfaccin en el caso, no siempre posible, de ser culminadas con xito.
Pero al final de la vida el individuo triunfador tambin se encuentra que incluso
su triunfo se diluye ante el horizonte de la muerte y ante la intuicin de no
haber alcanzado la verdadera meta ltima de la vida. Quiz haber amado de
verdad y deseinteresadamente sea lo ms prximo a la satisfaccin de la
experiencia humana, ya que el amor es una emocin que nos lleva ms all de
los lmites de lo personal.
Pero todo esto no significa que haya que anular al yo, sino todo lo contrario,
liberarlo de sus bloqueos y condicionamientos. Y en una segunda fase
hacerlo evolucionar paulatinamente hacia un nivel de conciencia superior: el yo
traspersonal.
La percepcin de la realidad se halla determinada por dos factores: uno son
los filtros mentales y otro la identidad impostora. Los filtros mentales tienen la
capacidad de alterar la percepcin de lo que vemos, pues determinan tanto la
interpretacin significativa como incluso la percepcin sensorial. Hay filtros
personales y colectivos, pero ambos tiene la capacidad de modular la
informacin que nos llega del entorno. Es decir que los filtros tamizan la
informacin del entorno, pudiendo bloquearla o alterarla.
Los filtros mentales se crean a travs de emociones y creencias. Los filtros
crean y modelan nichos en la psiquis que slamente aceptan aquello que
coincide con esos moldes. Lo que no cabe en esas formas prefijadas
simplemente no es reconocible y por tanto no es reconocido. Por ello en la
senda luciferiana se precisa ir ms all de lo que nuestros filtros nos permiten.
Los procesos mentales dan forma a la personalidad. Y esta personalidad, que
en el fondo es una identidad impostora, se halla a cargo de nuestras
emociones, a travs de las cuales controla nuestra percepcin. Y hemos de
aadir a esto nuestro sistema de creencias, que constituyen las convicciones
profundas que tambin afectan igualmente a nuestra percepcin de la
realidad.
Por todo esto es necesario en la senda luciferiana, as como en cualquier otra
que pretenda expandir y liberar al ser, ampliar los restringidos lmites que tiene
la personalidad en la mayor parte de los seres humanos. Ampliar la
personalidad cambia el medio qumico del organismo y con ello la funcin de
las clulas, lo que tiene un impacto en nuestra salud y vitalidad.
es una
jaula
LIBERAR AL YO .
Resumiendo esta quinta puerta podemos decir que nuestro viejo yo est
formado por experiencias viejas que bloquean la percepcin de lo nuevo. El
yo de ayer impide la renovacin. Por ello es necesario recrear nuestro yo para
experimentar un nuevo mundo. Lo que importa es nicamente la calidad del yo
que recibe la experiencia, como se halla o cual es el estado del yo que vive el
ahora, porque el momento presente (tercera puerta) es el nico lugar donde
puede acontecer la renovacin verdadera.
Tanto nuestro sistema de creencias como nuestro ego mantienen prisionera a
nuestra identidad en una doble caja, conformando una realidad psicolgica
distorsionada de la que emana nuestro mundo cotidiano.
Podemos preguntarnos si puede morir el ego y sobrevivir el yo. Si
conseguimos que nuestro ego muera cual sera entonces nuestra identidad?
Sin duda nuestra identidad cambiara profundamente pero seguiramos
teniendo un yo. Y este yo procesara entonces la experiencia vital de una
forma totalmente diferente y nueva. Dejara de existir esa caja de fluctuantes
emociones y palabras que el ego repetitivo crea permanentemente en nuestro
interior. No veramos al prjimo como rival, no percibiramos ya ms al mundo
como hostil, no proyectariamos quimeras, ni temor, ni deseos falaces. Tras la
muerte del ego el yo personal liberado podra evolucionar hacia su destino
superior, abriendose paulatinamente a experiencias traspersonales. Es
preciso que muera el ego para que el yo renazca a una vida superior.
mental o
hallamos inmersos, sin ser conscientes de ello, como un pez se halla inmerso en
el mar. Sin embargo hay una diferencia sustancial, que radica en que el ser
humano posee la capacidad de poder existir y vivir perfectamente fuera de la
experiencia de la caja psquica personal y fuera del poderoso influjo del Reino
de las Sombras. Pero debemos empezar por ser capaces de identificar esta
realidad impostora donde transcurre nuestra experiencia cotidiana.
Muchas tradiciones msticas, espirituales o religiosas han mencionado la
ubicacin del ser humano dentro de esta falsaria realidad en la que
inconscientemente nos hallamos. Y estas tradiciones han hablado de un
camino hacia el despertar para aquellos que quieran iniciar la aventura de
escapar o liberarse de este Reino de las Sombras.
Cualquier religin persigue en el fondo alcanzar esta fundamental meta. Para
ello se recogen y trasmiten una serie de enseanzas o prcticas, pero que con
el paso del tiempo son desvirtuadas y se olvida su objetivo inicial. Por ejemplo
en el cristianismo evanglico se habla del Reino de los Cielos, un estado del
ser y la percepcin que se halla a nuestro alcance con tan slo ser capaces de
descubrirlo y llegar a l. Sin embargo esta enseanza sufri enseguida una
desvirtuacin que llev a ubicar el celeste reino en un Ms All tras la muerte
donde slo irn los buenos creyentes. En los textos evanglicos se dice: el
propsito de hacerlo. Sin senda el deambular puede ser al azar, insistir en una
sola puerta, buscar umbrales falsos o inapropiados que slo dan acceso a una
nueva caja de ilusoria luz, etc.
Las Nueve Puertas son un senda antigua. Est representada con el smbolo
de la estrella de ocho puntas, que fue quiz el principal diagrama de la
iniciacin luciferiana. Mltiples divinidades de la antiguedad emplearon este
estelar smbolo. Pero por supuesto no es el nico, dependiendo de la cultura y
el rincn del mundo. Tambin el planeta Venus es otro de los principales
iconos de la senda y por ello aparece tantas veces relacionado con la estrella
de ocho puntas o con el octograma. Este ltimo tambin ser usado en la
arquitectura y diseo de ciertos templos para representar su carcter
inicitico. Aunque asimismo pocas personas en la historia han tenido acceso
completo a este conocimiento, ms bien ha sido siempre una enseanza
secreta y perseguida.
Las religiones institucionalizadas no han tenido nunca inters en que la gente
salga de la caja, ms bien han pretendido lo contrario con el fin de una mayor
manipulacin de las masas y una perpetuacin de esas lites religiosas en el
poder.
Nuestra recomendacin en esta web de la senda lucifera es comenzar a
trabajar con especial atencin en una puerta. Hay que conocerlas todas y
practicar con todas, pero eso puede ser al principio una labor demasiado
amplia y difusa, por lo que es preferible incidir con ms intensidad e insistencia
en una puerta concreta. Y el consejo sera hacerlo con la Primera Puerta, es
decir el Silencio. Por este motivo ha sido denominado como primer umbral.
Para trabajar con el Silencio hemos de tener la perspectiva de que el silencio
resulta la anttesis de ese ruido, monlogo y parloteo mental que brota y bulle
contnuamente en nuestra psiquis. Por ello esta prctica consiste en la
llamamos
personalidad
cotidiana.
Dicho
circuito
de
que supone esa realidad fuera de ese Reino de las Sombras que es la
percepcin rutinaria cotidiana.
Sin embargo una sola Puerta no implica penetrar y permanecer en ese
evanescente e ignoto Reino de Luz o Reino Celeste. Una sola Puerta tan
slo nos permite mirar o sentir durante un breve e indeterminado periodo la
experiencia exttica. Pronto las vibraciones cotidianas vuelven a activarse y el
umbral se cierra a nuestro pesar.
Por ello la Senda de las Nueve Puertas pretende reunir todos los umbrales
que posibilitan, una vez integrados, adentrarse en esa Realidad Luminosa.
Ms all comienza un segundo trabajo, de cuya naturaleza es pronto para
hablar.
P.D.:
La Estrella de Ocho Puntas: Puede pensarse que una estrella de ocho
puntas no cuadra con la senda de las nueve puertas. Donde estara
representada la Novena Puerta? Sencillamente esta Novena Puertas es el
centro de la estrella o el centro del octograma.
La Ascesis: el camino de
perfeccionamiento.
La primera fase en la senda luciferiana consiste en conocer y practicar el
trabajo interno imprescindible para lograr abrir las Nueve Puertas. No
obstante esto no es suficiente por s mismo para el cambio radical que nos
proponemos. Para ello es necesario continuar con la segunda fase, la cual
consiste en conectar directamente con la Fuente o Ncleo Espiritual
Absoluto del Universo. Esta fase segunda es la que nos permitir acceder a
los recursos vitales potenciales latentes para entrar en la tercera fase. Y esta
ltima etapa ser, ahora s, la que conlleve o implique la verdadera
transformacin total y profunda del ser genuino, que mora dormido en la
ignota oscuridad luminosa de la psiquis transpersonal. Dichas tres fases,
aunque se descubren mentalmente de forma secuencial, han de ser
practicadas finalmente de forma integrada, constituyendo un todo dentro del
devenir largo y sumamente profundo en la senda luciferiana.
permitiendo
que
la
atencin
sea
atrapada
por
vibraciones
liberarnos
de
este
ultra
meta
fluido
La Triple Mtrix.
En el primer cuaderno luciferiano hemos definido cual es la esencia de la
Mtrix dentro de la que se desenvuelve nuestra vida, desde el momento de
nuestra gestacin hasta el instante de la muerte y ms all. Aqu ampliaremos
este concepto, explicando que la Mtrix no es una estructura psico-biomorfo-electromagntica
elemental,
una
realidad
simple,
sino
que
Luciferiana o de las Nueve Puertas pretende ser la luz que gue en este
complejo y profundo proceso.
Conocer la existencia de la Mtrix es por ello uno de los primeros pasos en el
despertar de la conciencia. Muchas religiones antiguas han tenido la meta de
alumbrar este proceso de despertar del ser humano. Lo que en el pasado fue
denominado el cielo no es un reino sobre las nubes o un premio para los
devotos, sino una forma de llamar a la realidad al otro lado de la Mtrix.
Nos podemos preguntar porqu las caractersticas preferentemente
psiquicas de la segunda y tercera mtrix pueden configurar y determinar tanto
la realidad. Es posible entender que la primera mtrix o gentica es un patrn
biolgico que disea y delimita nuestra bioqumica y nuestra percepcin, as
como nuestro organismo en todas sus caractersticas. Y por tanto nos situa
en cuanto seres limitados en el universo. Pero como ocurre eso en la segunda
y tercera mtrix, que parecen ser slo campos psquicos?
La razn del cuestionamiento anterior estriba en que precisamente ese
psiquismo est delimitando nuestra conciencia y la conciencia a su vez
determina la forma y la energa del universo. Esto es algo que la moderna
fsica cuntica ha llegado a descubrir, pero que no est asimilado ni mucho
menos por el comn de la sociedad. Nuestra conciencia opera a niveles
profundos de la realidad fsica, influyendo desde el orden implicado interior en
la configuracin morfoelectromgntica exterior. Por ello la psique es un sutil
nivel superior que determina y dirige la realidad del universo, un nivel del que
emana la segunda y tercera mtrix.
A su vez, ser precisa y paradjicamente a travs de nuestra psique y
conciencia como podremos adentrarnos en el camino del despertar luciferiano
o liberacin de la Mtrix, ya que el ser humano posee la potencialidad de
LA SALIDA DE LA MTRIX
Sin embargo, saber meramente de la existencia de Mtrix no basta en
absoluto para liberarnos de su todopoderoso influjo. Estamos tan
acostumbrados a vivir sumergidos dentro de ella, a considerarla como la
realidad de todas las cosas, a habernos construido una personalidad y una
identidad en el interior de su marco psico-morfo-perceptivo, que nos resulta
extremadamente difcil llegar a concebir otra realidad y otras posibilidades.
Nuestro propio diseo gentico se halla activado dentro de los parmetros
del primer nivel de mtrix, denominado mtrix gnica. Y nuestra psique se ha
modelado bajo las directrices de la cultura y sociedad en la que hemos nacido.
As que tanto nuestra biologa ordinaria como nuestra mente y nuestro yo han
crecido dentro del hbitat de mtrix, igual que una planta comprada en una
tienda crece luego en el hbitat de una maceta en casa. Por ello pronto nos
daremos cuenta que, aunque seamos capaces de identificar intelectualmente
a la Mtrix, no querremos en el fondo abandonarla, pues nos seguiremos
sintiendo cmodos permaneciendo en ella. Seremos como ese pajarillo del
cuento, que toda su vida ha vivido en una jaula y que luego se muestra incapaz
de abandonarla, aunque sepa que la puerta se halla abierta y basta empujarla.
Igualmente Mtrix ofrece todo tipo de atracciones biolgicas y psiquicas, que
nos cautivan, nos engaan o nos distraen. Nuestro yo personal se halla
frustrado en el fondo y por ello busca distracciones, fantasas, placeres fsicos
y psquicos, etc. pero sumergiendonos ms profundamente an en el sueo de
Mtrix. As el yo prisionero de la triple mtrix se evade entregndose a
fantasas, que son ilusiones dentro del sueo principal. Y en el mundo
moderno los sueos se multiplican, tanto a travs de la tecnologa como
debido a las mltiples enfermedades y trastornos de la mente humana. Es
como si actualmente el sueo se hubiera diversificado frente al sueo ms
El Apocalipsis Personal.
EL FALSO APOCALIPSIS
En la mitologa escatolgica cristiana el trmino Apocalipsis es sinmino de
dolor, catstrofes, destruccin y un fatal y terrible Fin del Mundo. Por qu
ha llegado a tener este significado tan dramtico, que ha marcado y llenado de
temor la imaginacin de generaciones de creyentes durante milenios? El
origen es debido a que con esta amenazante palabra se ha designado al libro
ltimo de los Evangelios cristianos. Libro que mediante una onrica, colorida,
compleja, truculenta e inextricable simbologa religiosa recoge unas supuestas
profecas, donde se relata el advenimiento de una mega lucha definitiva entre
las fuerzas csmicas del Bien y del Mal. Lucha que se halla acompaada de
horribles sufrimientos para una doliente humanidad y que culmina con el Juicio
Final de Dios al Mundo y el advenimiento de la resplandeciente Jerusalem
Celeste. Dichas profecas, supuestamente reveladoras de un amenazante e
igualmente anhelado tiempo futuro, son atribuidas a un tal Juan, quien las
recibi en estado de xtasis, segn cuenta el autor en el mismo relato.
Este libro, que aspira a ser un texto proftico,
fue escrito, segn se cree, a finales del siglo I en
la isla de Patmos. Probablemente fue redactado
por una comunidad juanista, de ah que se
refieran a este discpulo de Jess como testigo
de la experiencia mstica-exttica-chamnicacontactista en que se fundamenta la extraa
narracin.
El Apocalipsis de San Juan (conocido as en el
mundo cristiano) consta de 22 captulos, igual
que los 22 Arkanos del Tarot, lo cual ya denota
que sigue una pauta de corte inicitico
desconocida por el vulgo e incluso por la lite
sacerdotal. A lo largo de dichos captulos se
describen una serie de experiencias msticas
simblicas de enrevesado significado, pero que
pretenden estructurar la cosmovisin cristiana en
el horizonte del futuro de la humanidad. Pero,
segn advierten en el Prlogo los mismos autores del texto, se trata de un
futuro inmediato, es decir, desde los acontecimientos presentes de los das y
sucesos que ellos estaban viviendo, hasta un futuro que, literalmente dice el
texto, va a suceder en seguida. No obstante, casi dos mil aos despus, la
cristiandad, as como toda la caterva de paranoicos creyentes de mltiples
pelajes, siguen esperando la consumacin de ese supuesto Apocalipsis ipso
el viejo Apocalipsis cristiano. Refunden todo tipo de mitos del pasado y del
presente (dioses de mltiples procedencias, ngeles, diablos, aliengenas de
variados pelajes ... y todo tipo de entidades extrahumanas) para hacerlos
converger en la ltima prediccin de cambio total del mundo. Y al igual que
vivimos actualmente un encuentro cultural en la aldea global que es el mundo,
tambin las creencias apocalpticas son una mixtura de credos, mitos,
paranoias y fantasas de todos los tiempos y lugares.
Las fechas donde se profetiza acontecer el fin del mundo se suceden sin
solucin de continuidad. Tantas sectas hay que sostienen esta paranoide
creencia como fechas para que acontezca. Que la mayor parte de la gente
ignore la existencia de muchas de estas sectas no quiere decir que no surjan
contnuamente por paises de todo el mundo. Es una enfermedad de la
inmadura psique humana que afecta a un cierto porcentaje de individuos y que
nadie est a salvo de padecerla en cuanto se deje influenciar en un momento
de debilidad.
Si nos remitimos a los ltimos cincuenta aos hemos conocido varias docenas
de grupos y tiempos exactos del apocalipsis. Algunos han salido en la prensa
o la televisin o han sido popularmente conocidos por ser movimientos
religiosos mayoritarios, como los Testigos de Jehov, los cuales por cierto
han atrasado varias veces la susodicha fecha final. Y lo mismo harn los que
ahora siguen la creencia de la profeca maya para 2012, pues pasado el
momento retrasarn la fecha o dirn que comienza un periodo donde los
cambios se vern poco a poco, validando as esta excusa antes que reconocer
su memez.
Hay una frase que ya decan los antiguos griegos sobre este tipo de
cuestiones: Contra la estupidez humana ni siquiera los dioses pueden hacer
nada.
esa manera no queda nadie que pueda reprochar a los lderes el error de su
vana prediccin. Argumentan que es necesario morir fsicamente de forma
previa para que sus almas puedan ser salvadas y renacer en el nuevo mundo
glorificadas. Desde luego que esta decisin no tiene vuelta atrs y antes que
aceptar la posibilidad de que no se cumpla su sueo proftico prefieren
quitarse de enmedio y no saberlo. De todo lo cual se puede deducir que las
patologas de la psique humana son innumerables y las creencias religiosas
llegan a formar parte importante de los autoengaos enfermizos en los que
persistimos atrapados. Es como si necesitramos estar embaucados
permanentemente, ilusionados con una fantasa salvadora, retrotrayendo la
mente a un estado infantil carente de crtica y abandonados a la influencia
paterna de ciertos lderes espirituales supuesta y falsamente iluminados.
Sin embargo en La Senda de las Nueve Puertas la visin sobre este tema es
completamente distinta, pues precisamente consiste en descubrir todo aquello
que sostiene la ilusin que deforma la realidad.
EL VERDADERO APOCALIPSIS
Antes de explicar que concepto luciferiano oculta este mito, debemos analizar
primero el significado autntico de la palabra Apocalipsis. Segn sostiene la
tradicin cristiana el trmino apocalipsis es sinnimo de revelacin. Y por ello
este libro que cierra los textos bblicos se le conoce tambin como el Libro de
las Revelaciones. Pero significa exactamente eso?
Apocalipsis es una palabra muy conocida en la mtica popular actual, pero
realmente es una palabra compuesta. Procede de dos vocablos griegos, que
era la lengua en que originalmente fue escrito el texto juanista cristiano.
Comienza con el prefijo Apo, que significa Fuera. Y sigue el trmino
propiamente ya de Calipso, ncleo de la palabra, que hace referencia a
algo oculto, velado, encubierto, escondido. Asimismo Calipso, que por cierto
es un nombre femenino griego, denota el matiz de la que oculta, estorba o
esconde. Por ello la acepcin cristiana de revelacin sera aparentemente
correcta, pues implicara el significado de fuera de lo oculto, es decir
que levanta el velo.
Sin embargo entramos aqu en un sutil mtiz que bajo la ptica luciferiana nos
conduce a un nivel distinto de comprencin y conciencia. Para los cristianos el
Apocalipsis es una revelacin, alguien o algo realiza el acto brusco de revelar.
En cambio en la senda luciferiana el Apocalipsis es una Develacin. Esta
sutil diferencia cambia totalmente la esencia del concepto. La palabra
revelacin implica un acto o momento de iluminacin, de que algo te levanta el
velo y puedes acceder a ver lo que al otro lado se encuentra. Y ese extasis
mstico o arrebato divino o abduccin religiosa es lo que narran los juanistas.
Sin embargo la palabra develacin conlleva en el contexto inicitico una
acepcin de implicar el resultado tras un trabajo personal o proceso dirigido
sistemticamente a un fin. Develar algo se consigue con esfuerzo y trabajo
consciente y no es futo de un arrebato o abduccin. En la develacin hay una
interaccin entre el develador y lo develado. Lo develado no se muestra sin un
esfuerzo o propsito continuado del agente que persigue esa develacin.
Ambos, develador y develado se buscan, como el caminante y su senda, el
amante y lo amado, la msica y el msico. Tras el esfuerzo la msica se devela,
al igual que la senda o cualquier misterio. Por ello la develacin es
consecuencia y parte de un trabajo en el tiempo. En cambio la revelacin es
fruto de un accidente o de una gracia de una instancia superior.
Dios u otro ser divino puede revelar. En cambio la develacin es el resultado
del esfuerzo humano por levantar el velo que oculta lo desconocido. As en la
senda luciferiana el Apocalipsis es entendido como un camino de trabajo para
descubrir o develar lo oculto. Pero por qu la palabra Apocalipsis se usa
primero.
Ha de morir el yo cautivo (identidad impostora) para que pueda nacer un
nuevo yo, liberado y basado en la realidad autntica, que es sin embargo la
inaccesible realidad ordinaria, que tan ajena nos resulta.
LA REALIDAD ORDINARIA.
La meta primera de cualquier camino genuino de liberacin es alcanzar como
base la realidad ordinaria. Esta evanescente meta consiste en depurar la
mente de infinidad de contenidos condicionantes que filtran y distorsionan
totalmente el proceso de interactuar con el mundo. No conocemos nunca la
realidad porque permanentemente generamos una sub-realidad que se halla
LA SUPRA-REALIDAD.
una fuerza irreductible que desborda cualquier lmite del yo. Esta fuerza o
esencia salvaje del ser va ms all de la forma y del yo, de las leyes que
configuran nuestro universo de realidad. Es ms bien el universo sin leyes ni
lmites, la conciencia sin forma, el ser indomable que abarca toda
potencialidad. Es una ultra realidad flexible, mutable, indomable ... que burla al
yo personal en un juego eterno de creativa expresin de conciencia.
Sin embargo puede ocurrir que alguien que se halle familiarizado con la
realidad ordinaria (o se escape por un momento de su yo personal) tenga sus
primeras experiencias en la supra-realidad. Al igual que resulta factible que
quien se esfuerza por salir de la sub-realidad (o sub-realidades) comienza a
tener atisbos crecientes de la realidad ordinaria. Cada ser humano se halla en
un nivel de evolucin conciencial. Por eso no existen grupos humanos
genricos sino que la trayectoria es exclusivamente individual. Hay quien se
El Simbolismo de la Luz.
Amanecer y despertar.
las puertas desde una vida anterior, bien dentro de las enseanzas de una
escuela inicitica bien por determinadas experiencias vitales bajo direccin
espiritual, aunque en esta existencia no lo recuerde).
Todo esto se explicar con ms detalle en entradas de nivel ms elevado en
cuadernos posteriores. O bien se comprender al leer y cotejar las entradas
hacemos mal), que hay que manejar por ello con cuidado y no antes de estar
suficientemente preparados. No obstante, precisamente estos cambios
fsicos son una muestra objetiva de que nos hallamos embarcados
autnticamente en la primera fase de un proceso total de transformacin.
El prescindir del alimento ordinario (2) sera uno de los factores y pruebas
que nos mostrara que efectivamente vamos en la buena direccin, que hemos
entrado en el sendero estrecho de lucifer, en el camino de retorno a nuestra
divinidad. Pero habrn muchos ms cambios que habrn de gestionarse con
conciencia,
informacin
precaucin. As
iremos
comprobando
(1) Portal de encuentro con los dioses o seres que han trascendido las
limitaciones psicovitales de la especie humana. Atravesar este Portal permite
entrar a funcionar con la 5 dimensin (frente a las cuatro con que funciona la
humanidad corriente) o dimensin psico-cuantica, donde las limitaciones
espacio-temporales fsicas ordinarias son trascendidas por esta dimensin
adicional que altera el modelo de espacio-tiempo as como la matriz de
configuracin de la materia.
(2) Este paso requiere de una preparacin psicovital previa y una serie de
fases de adaptacin progresivas, pues de lo contrario los patrones
fisicoquimicos ordinarios no permiten este cambio hacia la inedia orgnica.
Ms all de aqu entramos en un tipo de alimentacin de 5 dimensin. No dar
este paso radical sin consultar o verificar el inicio de la metamorfosis. Existen
varios niveles previos de adaptacin.
Libro Sagrado
vs Libro de las Sombras
vs Cuaderno Luciferiano
LIBRO SAGRADO
Las religiones se basan en mantener a los fieles en la creencia de unas
enseanzas o doctrinas de base incontrovertible, depositadas con sumo celo
en un texto o serie de textos considerados sagrados, que otros en el pasado
han recopilado. Aseguran que dichas enseanzas han sido reveladas o
recogen las palabras y vida de una supuesta divinidad, ser iluminado o profeta.
Estos sagrados personajes han originado o creado dicha doctrina
fundacional o cuerpo de creencias fundamental que constituye la gua y la fe
de los seguidores de esa religin. En ocasiones es la misma divinidad en
persona quien segn dicha creencia se ha manifestado. Otras veces la
enseanza sagrada llega a travs de alguien humano denominado Profeta.
Tambin puede ocurrir, como en el Budismo o el Taoismo, que el lider
fundacional sea un maestro que ha alcanzado la iluminacin o un estado similar
De esta manera, frente a los movimientos de masas que son las religiones, se
encuentran las sendas que se recorren y construyen de forma individual,
sendas en las que el caminante alcanza el conocimiento mediante el
aprendizaje a travs de la bsqueda singular de un cuerpo de conocimiento
personal y una serie de prcticas comprobadas. Dichas sendas reciben
distinto nombre, segn el contexto histrico o cultural en el que se basan o
desarrollan. Pueden ser denominadas como chamanismo, brujera, magia,
sendas mistricas, etc. Se las suele conocer en ocasiones como escuelas o
tradiciones o bien simplemente como sendas espirituales o incluso como
religiones abiertas.
Algunas veces se produce un hbrido entre religin tradicional y estas vas,
surgiendo entonces escuelas que se autodenominan como rdenes,
fraternidades, etc, que formulan cuerpos de enseanza doctrinarios que se
trasmiten a travs de una jerarqua y que sus adeptos han de acatar. Pero no
es este caso el que nos interesa.
Lo que nos importa de esas vas heterodxas fuera de las religiones
convencionales, casi siempre histricamente perseguidas, es que no se
constrien a tradiciones cerradas o directrices impuestas mediante libros
sagrados, revelados o seleccionados como cuerpo inamovible de doctrina. Ni
tampoco se hallan sometidos sus creyentes a jerarquas o cleros religiosos que
dictaminan o dirigen las creencias.Y esas vas heterodoxas o independientes a
las que nos referimos, y que son las que nos interesan, se basan en la mxima
de que todo aquel que quiera recorrer el camino que ellas proponen debe
escribir su propio libro gua. Y por tanto no puede heredar o seguir ningn
texto escrito por otro como base sagrada, como fundamento superior
prodedente de una fuente a la que hay siempre que acatar.
Frente a la visin jerrquica de las vas religiosas estas otras sendas se basan
en
una
visin
horizontal
del
desarrollo
espiritual.
Nadie
puede
CUADERNO LUCIFERIANO
La Senda de Lucifer es un camino de brujera que enlaza sus races con las
sendas iniciticas secretas de la ms remota antiguedad. Lucifer es una
metfora o arquetipo moderno que oculta la tradicin de dioses y diosas
milenarias de carcter iluminador o luciferino. Dichas deidades iluminatrix o
luciferatrix, que permanecieron activas y accesibles en ciertos niveles de la
psique durante los dos milenios previos a la Era Cristiana, son en su gnesis
continuadoras de otras divinidades anteriores ya perdidas en la memoria de la
historia. Y a su vez estas fueron una figuracin creada por las ancestrales
culturas primigenias humanas como recuerdo de los originales dioses
anunnakis olvidados (en sus variantes de mltiples culturas). Por ello la raz
final de la Senda Luciferiana se halla en la vieja y evanescente brujera
iluminatrix anunnaki.
No obstante es preciso advertir claramente que la Senda de las Nueve
Puertas o la Brujera Luciferiana en absoluto tiene nada que ver con las
distintas variantes de brujeras de hechizos o sortilegios ni con la magia
ceremonial. Se trata ms bien de una senda auto-transformadora, donde se
trabaja con la conciencia y la identidad, con el yo y los arquetipos, con la
mente, las emociones, el cuerpo y la energa. Tiene ciertos parecidos con la
brujera castanediana de segundo nivel y con ciertas vas espirituales
orientales. Se busca en ltima instancia el reencuentro y reconexin de la
conciencia individual con la conciencia madre del universo. Es por ello que
esta senda recibe tambin el nombre de Senda Lucifero Grialiana, para
diferenciarla frente a otros caminos de brujera luciferiana o seudoluciferiana
que slo en parte tienen que ver con esta orientacin. Ya en fases posteriores
se explicar con mayor profundidad detalles an ocultos y tal vez nunca
revelados de esta Senda.
en
estos
Cuadernos
no
se
expondrn
necesariamente
Igualmente otra de las mltiples caras del enigmtico grial es ser la fuente del
autntico conocimiento oculto profundo, el conocimiento interno supremo, la
sabidura espiritual que devela los misterios del ser. Ypor ello a travs del grial
luciferiano se alcanza a revelar tanto el secreto ltimo del Yo como el
significado arkano del Universo.