Las Aventuras de La Vanguardia - Cap Viii - Sebreli
Las Aventuras de La Vanguardia - Cap Viii - Sebreli
Las Aventuras de La Vanguardia - Cap Viii - Sebreli
La clausura de los nazis fue, probablemente, lo que le dio la fama pstuma a la Bauhaus, ya que las
luchas internas y la crisis econmica iban a llevarla a la autodisolucin.
Avatares sociales y polticos de la arquitectura de vanguardia
Deca Gropius en 1920 que quera destruir los partidos y fundar una comunidad impoltica. Gropius,
que era muy hbil, financiaba la Bauhaus con dinero de diversos orgenes (dd los junkers hasta el
Partido Comunista). Estas actitudes son criticables en los arquitectos de vanguardia que se proponan
nada menos que transformar el mundo y cambiar la conciencia de los hombres a travs de la
arquitectura. Su carcter rayaba con el oportunismo en muchas ocasiones. La mayora de estos
arquitectos filsofos trat de acomodarse con alguno de los 2 totalitarismos del siglo (fascismo y
estalinismo), e incluso en casos a los 2 alternativamente. Hanns Meyer fue docente en Mosc entre
1930 y 1936 y reneg de la vanguardia de la Bauhaus. Pero, a pesar de colaborar con la U.R.S.S. y la
socialdemocracia alemana, durante su apogeo, los ppales arquitectos de la escuela no estaban
marginados del sistema capitalista; de hecho, eran muy requeridos por magnates ms avanzados.
Los principales miembros de la Bauhaus, Gropius, Mies van der Rohe y otros, emigrados a USA,
olvidaron sus ideales revolucionarios de los aos 20 y trabajaron slo para los ms importantes
consorcios capitalistas. Trabajaron para magnates en la construccin de fbricas y oficinas, incluso
para residencias privadas. Adems, dominaron enseguida el mundo acadmico (Gropius, director de la
esc. de Arq. de Harvard; Mies, de la de Chicago; Joseph Albers, profesore en el Black Mountain
Collage en Yale, etc.)
El MOMA, abierto en 1929, introdujo no slo las artes plsticas sino la arquitectura de vanguardia en la
sociedad norteamericana (paradoja: un mov. proftico y mesinico de escasa repercusin en Europa
Central, alcanzara la gloria, ya despojado de todo sueo utpico, en el corazn mismo del capitalismo
ms avanzado).
BAUHAUS Y ESTABLISHMENT: tuvieron facilidad para imponerse en el establishment porque
imitando a pintores de vanguardia- organizaron camarillas artsticas, sectas, mafias, y dedicaron ms
esfuerzo y tiempo a autopromocionarse a travs de las ctedras universitarias y de cantidades de
libros, revistas, folletos, panfletos, manifiestos, artculos, proyectos, conferencias, actos pblicos,
exposiciones, que a construir edificios).
Guerra a la ornamentacin
Sin embargo, el estilo internacional nunca fue aceptado del todo por el resto de la sociedad. Uno de los
motivos fue una constante histrica: la tendencia de los hombres hacia el adorno, la ornamentacin.
En todo tiempo y lugar, tanto las viviendas como los instrumentos de culto, cualquiera fuera su funcin
prctica, siempre han sido adornados, convertidos en objetos belos, en esbozos de obras de arte. Pero
la Bauhaus y el Estilo Internacional por oposicin a los estilos con los que entabl polmica, el
historicismo eclctico, el Art nouveau o el Art dco, se declararon abiertamente antiornamentales. Los
interiores deban ser despojados. Adolf Loos fue el monje predicador de la abstencin decorativa
(leer cita textual de Loos en libro porque sirve para aclarar su posicin pg. 326). Se reprime al
adorno proqeu considerarlo smbolo sexual, revelando una fobia al erotismo que hubiera dado mucho
que hablar a Freud, si lo hubiera conocido. Mies, haba acuado el lema cuanto menos mejor.
Puesto que el arte es, en cierto modo, ornamento, el Estilo internacional, en contra de los anhelos de
los propagadores del arte total, lleg a enfrentar la arquitectura con el arte (Loos lleg a decir que el
arquitecto deba parecerse ms a un plomero que a un escultor). Tambin Meyer cuando director de
la Bauhaus- opona la arq. al arte (deca: gurdate de ser original, a esto te lleva fcilmente el diseo.
Hay que hacer a menudo cuando se dibuja un gran esfuerzo para alejar todas las ideas originales).
Este antiarte de los funcionalistas responda precisamente a la teora de la muerte del arte
predicada por la esttica de vanguardia. Pero este ataque a la ornamentacin no era siempre
practicada y con frecuencia se apelaba a l cuando construan, sobre todo Loos.
Se impuso en diversas artes derivadas, como los vidrios de Ren Lalique, los muebles de Jacques mile Ruhlmann, las lacas
de Jean Dunand, las tallas de Jean E. Puiforcat, los hierros forjados de Suber, etc.
raso en blanco y negro, y sus poses lnguidas de modelo de Vogue o de figurines de Ert, eran otro
objeto art dco.
Se trataba de un estilo de transicin que permiti una salida no demasiado abrupta del
decorativismo art nouveau y prepar el terreno para el geometrismo del Estilo Internacional.
Las curvas del Art nouveau se cruzaban en el Art dco con lneas, pero an no rectas como en el Estilo
internacional, sino quebradas, en zigzag, en diagonal, o espiralazas, formando planos, guardas grecas,
motivos radiales y solares, combinados con otros elementos geomtricos, el crculo, el tringulo, el
octgono, el volumen de forma piramidal. Los temas seguan siendo flores, frutas, animales y seres
humanos como en el Art nouveau, pero la estilizacin era ahora geomtrica, hiertica, a la manera
egipcio-incaica. La flor ya no era el lirio o la hortensia, tpicas del Art noveau, sino los alargados
gladiolos o calas. Las mujeres ondulantes del Art noveau y de los prerrafaelistas, sus poses lnguidas,
semiinclinadas sobre el divn formando una s se volvan ahora rectilneas, con las piernas
audazmente cruzadas formando un ngulo; la mujer fatal se transformaba en la flapper, en la
garonne. Los violentos colores verde turquesa, anaranjado y lila del Art nouveau eran reemplazados
por las combinaciones blanco y negro, gris y plateado, negroy dorado, blanco y marrn, con algn
toque rosado o violceo, a la vez que haca su aparicin triunfal el beige para ya no irse en todo el
siglo.
Se puede hablar de 2 maneras de Art dco por su carcter transitivo entre 2 estilos: una hednica,
sinuosa, donde todava se descubran los elementos figurativos; otra ms abstracta, que a su vez
admitira matices; la lnea zigzagueante y la streamline, en forma de rayos, que se impusieron en NY, y
otra ms lineal, cercana al neoclasicismo que predomin en Pars. Esta indecisin formal hizo que lo
denominaran tradicionalismo moderno; nombre con el que se lo conoci en la primera historia de la
arquitectura que lo incorpor (1986).
Fue el ltimo estilo del siglo XX en que armonizaron la artesana y la industria en serie, y se
sintetizaron la fantasa y la tcnica, el arte y la funcin.
El Art dco, no pretendi cambiar el mundo por medio de la arquitectura, fue el nico estilo de su
poca que no se acompa de manifiestos polticos sociales y econmicos ni de prdicas religiosas,
msticas o mgicas; sus creadores slo pretendieron ser artesanos y artistas, y no videntes ni profetas
mesinicos. Precisamente, esa falta de una propuesta utpica los hizo desdeables para la
vanguardia. Ms an, se los atac por su frivolidad, ostentacin de lujo. Pero esta crtica es poco
convincente, cuando la vanguardia hizo habitualmente obras que por sus caractersticas slo estaban
destinadas a los ricos, mientras el Art dco, pudo llegar a ser muy popular. El lujo slo representa un
mal en una sociedad donde es el privilegio de unos pocos y excluye a las mayoras. La exaltacin de
cierta vanguardia por la sencillez y el despojo proletario contrasta con el pensamiento de algunos
socialistas que reivindicaban el lujo como anticipacin del bienestar al que todos deberan aspirar. En
s mismo el lujo ha sido a travs de la historia un signo de la civilizacin, una expresin ded la
grandeza del ser humano. Como tal, el lujo no debe ser repudiado sino recuperado para una
sociedad ms democrtica e igualitaria donde sea un bien comn y la riqueza haya devenido social. El
despojo y la desnudez que ofrecen las vanguardias slo es la expresin reaccionaria de su fra
ascetismo ultraterreno, de la prdica por el carcter honroso de la pobreza, y la renuncia a la
satisfaccin refinada de placeres materiales y sensuales.