Adoración Al Santísimo

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Adoracin al Santsimo Sacramento del Altar

ADORACIN
Eterno Padre, yo te agradezco porque Tu infinito Amor me ha salvado, an contra mi propia
voluntad. Gracias, Padre mo, por Tu inmensa paciencia que me ha esperado. Gracias, Dios
mo, por Tu inconmensurable compasin que tuvo piedad de m. La nica recompensa que
puedo darte en retribucin de todo lo que me has dado es mi debilidad, mi dolor y mi
miseria.
Estoy delante Tuyo, Espritu de Amor, que eres fuego inextinguible y quiero permanecer en
tu adorable presencia, quiero reparar mis culpas, renovarme en el fervor de mi
consagracin y entregarte mi homenaje de alabanza y adoracin.
Jess bendito, estoy frente a Ti y quiero arrancar a Tu Divino Corazn innumerables gracias
para m y para todas las almas, para la Santa Iglesia, tus sacerdotes y religiosos. Permite,
oh Jess, que estas horas sean verdaderamente horas de intimidad, horas de amor en las
cuales me sea dado recibir todas las gracias que Tu Corazn divino me tiene reservadas.
Virgen Mara, Madre de Dios y Madre ma, me uno a Ti y te suplico me hagas partcipe de
los sentimientos de Tu Corazn Inmaculado.
Dios mo! Yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdn por los que no creen, no
adoran, no esperan y no te aman.
Santsima Trinidad, Padre, Hijo y Espritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el
preciossimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Seor Jesucristo, presente en
todos los Sagrarios del mundo, en reparacin de todos los ultrajes, sacrilegios e
indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los mritos infinitos de su Sacratsimo
Corazn y del Inmaculado Corazn de Mara, te pido la conversin de los pobres pecadores.
ACTO DE FE Y ADORACIN
Creo, oh Jess, con mi ms viva fe, que ests realmente presente, aqu, delante mo, bajo
las especies Eucarsticas; T, el Verbo eterno del Padre, engendrado desde todos los siglos
y encarnado luego en las entraas de la Virgen Madre, Jesucristo Redentor y Rey. Creo,
realmente, que ests presente en la verdad inefable de Tu Divinidad y de Tu Humanidad.
Jess, eres el mismo de Beln, el divino Nio que aceptara por m, el aniquilamiento, la
pobreza y la persecucin. Eres el Jess de Nazaret, que por mi amor abraz el
ocultamiento, las fatigas y la obediencia. Eres el Divino Maestro, aquel que vino para
ensearme las dulces verdades de la fe, a traer el gran mandamiento del amor: Tu
mandamiento. Eres el Salvador Misericordioso, el que te inclinas sobre todas mis miserias
con infinita comprensin y conmovedora bondad, pronto siempre a perdonar, a curar, a
renovar. Eres la Vctima Santa, inmolada para gloria del Padre y bien de todas las almas.
Eres el Jess que por m sud sangre en el Huerto de Getseman; quien por m sufri la
condenacin de tribunales humanos, la dolorossima flagelacin, la cruel y humillante
coronacin de espinas, el martirio cruel de la crucifixin. Eres quien quiso agonizar y morir
por m. T eres Jess Resucitado, el vencedor de la muerte, del pecado y del infierno.
Quien est deseoso de comunicarme los tesoros de la vida divina que posees en toda su
plenitud.
Jess mo, Te encuentras aqu, presente en la Hostia Consagrada, Santa, con un Corazn
desbordante de ternura, un Corazn que ama infinitamente. En Tu Corazn, Jess,
encuentro el Amor Infinito, la Caridad divina: Dios, principio de vida, existente y
vivificante. Qu dulce me es, Dios mo, Trinidad Santsima, adorarte en este Sagrario en el
que ahora ests!

Por ello me uno a los Angeles y Santos quienes, invisibles pero presentes y vigilantes junto
a Tu Sagrario, Te adoran incesantemente. Me uno, sobre todo, a Tu Santsima Madre y a los
sentimientos de profunda adoracin y de intenso amor que brotaron de Su alma desde el
primer instante de Tu Encarnacin y cuando te llevaba en Su seno inmaculado.
Y mientras Te adoro en este Sagrario, lo hago en todos los del mundo y, especialmente, en
aquellos en los cuales ests ms abandonado y olvidado. Te adoro en cada Hostia
Consagrada que existe entre el Cielo y la tierra.
Te adoro, Dios Padre, porque por medio de Cristo has descendido hasta mi humanidad y
porque, por Su Corazn adorable, Te has unido tan estrechamente al hombre, a m, pobre
criatura ingrata. Te adoro en este templo, santificado por la presencia siempre actual de Tu
Ser divino; me postro hasta la nada, en adoracin delante de Tu Majestad Soberana pero,
al mismo tiempo, el amor me eleva hasta Ti.
Te adoro, Dios Padre, y te amo; el amor y la adoracin estn totalmente confundidos y
mezclados en mi alma, tanto que no sabra decir si ms adoro que amo o si ms amo que
adoro... Te adoro porque encuentro en Ti todo poder y toda santidad, justicia y sabidura;
porque T eres mi Creador y mi Dios. Te amo porque encuentro en Ti toda belleza, toda
bondad, toda ternura y toda misericordia. Te amo porque me has hecho el regalo de un
tesoro invalorable.
Jess es mi tesoro, es mo y a cada instante puedo sacar de El gracias a manos llenas,
pues lo encuentro siempre abundante. De El tomo cuanto necesito para pagar mis deudas,
para remediar mis necesidades, encontrar delicia, ganarme una corona. Qu don inefable
es este Jess con Su Corazn desbordante de ternuras! Un tesoro que jams se agota:
mientras ms saco, l ms aumenta.
Oh, Dios Padre, tanto has amado a tus criaturas que les diste a Tu nico Hijo y, para que la
Majestad de Tu Verbo no nos infundiese temor y nuestras almas se pudieran dirigir a El con
confianza, lo revestiste de una carne semejante a la nuestra. Lo has embellecido con las
gracias ms atrayentes y, sobre todo, le has dado un Corazn infinitamente perfecto; tanto
que deba ser la morada de Tus delicias, porque Tu divina plenitud vive en El y la ms
humilde de las criaturas tiene all su lugar de privilegio.
Ese adorado Corazn, inmenso como T, Dios mo, porque te contiene, es tambin mi
morada, pues me ama. En El me encuentro con Tu divinidad y, al verme en este Sagrado
asilo, Tu justa ira se aplaca y Tu justicia se desarma.
Te adoro, Dios Padre, por Jess y en Jess. Adoro a Jess, Tu Hijo, quien por Su
Humanidad es mi hermano y por Su Divinidad es mi Dios. Te amo por Jess y con Jess. Te
amo por el Corazn de Jess, que el amor hizo mo. Te amo en Jess. Por El Te llega mi
amor, por El puedo alcanzarte y abrazarte.
R/: Dios mo, reconozco que T eres la Bondad Infinita y creo en Tu amor por m.

En el misterio sublime de la Unidad de Tu Naturaleza y de la Trinidad de Tus


Personas, R/.
En la armona de Tus perfecciones innumerables, R/.
En la riqueza inagotable con que haces los seres de la nada, R/.
En la pacfica posesin de Tu eterna Bienaventuranza, R/.
En la sabidura infinita con que gobiernas todas las cosas, R/.
En la bondad inefable con que elevas al hombre a la dignidad de hijo Tuyo, R/.
En la Misericordia infinita con que toleras y conservas al pecador, R/.
En el misterioso decreto que estableci la Redencin, R/.
En el infinito abajamiento de Tu Encarnacin, R/.
En las humillaciones, en los ocultamientos, en los trabajos de Tu vida terrena, R/.

En los oprobios de Tu Pasin y muerte, R/.


En la gloria de Tu Resurreccin, de Tu Ascensin y de Tu triunfo en los Cielos, R/.
En Tu divino Corazn, abierto por la lanza en el Calvario, R/.
En Tu divino Corazn revelado a Tus Santos en el transcurso de los siglos, R/.
En Tu divino Corazn que late de amor por nosotros en Tu pecho adorable y presente
en nuestros Sagrarios, R/.
En Tu divino Corazn, desbordante de misericordia para los pobres pecadores,
especialmente en el Sacramento de la Penitencia, R/.
En Tu Sacerdocio, que a travs de los siglos contina Tu obra de Misericordia y de
salvacin, R/.
En Tu Vicario, que te representa visiblemente en la tierra, R/.
En la Iglesia, que conserva y dispensa a las almas los tesoros de Tu divina gracia,
R/.
En su magisterio infalible, en su sabio gobierno, en su inefable poder de santificacin,
R/.
En Mara Santsima, Tu Madre, enriquecida con tantos privilegios y constituida
tambin Madre, Corredentora y Abogada nuestra, R/.
En la exhuberante fecundidad con que produces Santos, R/.
En la conmovedora generosidad con que dispensas tus dones, R/.
En el misterioso trabajo de la gracia en la intimidad de las almas, R/.
En el don purificador de tu Cruz, R/.
En la maravillosa providencia con que sigues a cada criatura en el curso de su vida,
R/.
En Tu gloria infinita, que comunicas a Tus elegidos hacindolos eternamente felices
en el Cielo, R/.

Seor: La Iglesia, en la recitacin del Gloria de la Santa Misa, me invita a darte gracias por
Tu gran gloria, me invita a agradecerte, glorificarte y alabarte por lo que T eres, Dios mo.
Por este motivo, me es grato repetirte: Te doy gracias, porque eres el Amor Infinito.
Despus de haberme postrado para adorarte en el Corazn de Jess, quiero agradecerte.
Te agradezco, mi Dios, porque T eres el Amor y te agradezco por los dones de Tu amor. Y
ya que los dones ms preciados, los de la vida sobrenatural, nos los diste por Jess, es
tambin por El, con El y en El que quiero elevar hasta Ti el himno de reconocimiento.
En unin con Jess te agradezco, Dios Padre, por todas las gracias personales que me has
concedido. T me diste la vida, sacndome de la nada y me la conservaste da a da hasta
este momento. Pero T Me has dado otra vida ms valiosa, la de la gracia, que me hace
partcipe de Tu misma vida divina y, despus de la primera gracia con la que me
santificaste en el da del bautismo, cuntas gracias me han sido concedidas, que
conservaron, aumentaron y, tal vez, reconquistaron la vida sobrenatural!
Pienso en los dones de tu amor de los que tanto he gozado:
En la Iglesia, que me has dado para que sea mi maestra y gua hacia la eternidad.
En los Sacerdotes, que me han otorgado los dones de Tu amor.
En los perdones continuadamente renovados.
En la Eucarista, que ha sido para m, alimento, sostn y consuelo.
En la Virgen, que es mi buena Madre, mi consoladora, mi ayuda, mi especial
protectora en cada instante de mi vida.
En el Paraso, que me has preparado y que con Tu gracia espero alcanzar.

Contemplo mi vida sembrada de alegras y dolores y comprendo que todo en ella ha sido
amor. Todo, oh mi Dios, porque de Tu Corazn amante no puede salir nada que no sea
gracia y amor.
Por todo sto, R/: Te doy gracias, Dios mo.
Por las alegras que me has permitido gozar, as como por los dolores y las pruebas
con que has sembrado mi camino, R/.
Por las gracias conocidas y por las desconocidas, R/.
Por los favores del pasado y los del futuro, R/.
Por todo lo que has hecho en m y por m, y por todo lo que todava querrs hacer en
el futuro, R/.
Sobre todo, por haberme llamado al conocimiento de Tu Amor y a consagrarme a l,
R/.
Por la luz y la alegra Tuyas, que estoy tan lejos de merecer, R/.
Por la luz y la alegra que el conocimiento de Tu Amor trajo a mi vida, R/.
Por la posesin de Tu amor que Te hace mo y a m me hace Tuyo, R/.
Pero no quiero y no puedo darte gracias slo por m. Te doy gracias tambin por todos los
dones que Tu Amor ha derramado en la Iglesia. Por los beneficios otorgados a los Angeles
y a los Santos, alabanzas perennes de Tu Amor. Y sobre todo, por los beneficios
innumerables que has hecho a Mara Santsima, nuestra dulce Madre. Te doy gracias por
haberla hecho tan grande, tan santa, tan hermosa. Te doy gracias por los privilegios que le
concediste, por el trono de gloria sobre el cual la colocaste, por la misin que le confiaste.
Te doy gracias por haber hecho de esta criatura predilecta, una madre en la que puedo y
debo colocar todas mis esperanzas.
Para que mi reconocimiento sea ms eficaz me permito, oh Seor, vivificarlo con el amor.
Por eso Te digo y Te repito: que Te amo con todo mi corazn, con toda mi alma, con toda
mi mente y con todas mis fuerzas.
A Ti, que eres el amor infinito, R/: Te amo, Dios mo.
A Ti, que me has salvado por Tu amor, R/.
A T, que me ordenas amarte, R/.
Con todo mi corazn, R/.
Con toda mi alma, R/.
Con todo mi espritu, R/.
Con todas mis fuerzas, R/.
Por encima de todos los bienes y honores, R/.
Por encima de todos los placeres y las alegras, R/.
Ms que a m mismo y que a todo cuanto me pertenece, R/.
Ms que a mis padres y que a mis amigos, R/.
Ms que a todos los hombres y ngeles, R/.
Por encima de todas las cosas creadas en el cielo y en la tierra, R/.
Solamente por Ti mismo, R/.
Porque T eres el Sumo Bien, R/.
Porque T eres infinitamente digno de ser amado, R/.
Porque T eres infinitamente perfecto, R/.
Aunque no me hubieras prometido el Paraso, R/.
Aunque no me amenazaras con el infierno, R/.
Aunque me probases con la miseria y la desventura, R/.
En la abundancia y en la pobreza, R/.
En la prosperidad y en el infortunio, R/.

En
En
En
En
En
En
En
En

los honores y en los desprecios, R/.


las alegras y en los dolores, R/.
la salud y en la enfermedad, R/.
la vida y en la muerte, R/.
el tiempo y en la eternidad, R/.
unin al amor con que todos los Santos y Angeles Te aman en el Cielo, R/.
unin al amor con que Te ama la Bienaventurada Virgen Mara, R/.
unin al amor infinito con que nos amas eternamente, R/.

Oh, Dios mo, que posees en una abundancia incomprensible todo cuanto puede haber de
perfecto y digno de amor, extingue en m todo amor culpable, sensual y desordenado hacia
las criaturas, y enciende en mi corazn el fuego pursimo de Tu amor, a fin de que ame slo
a Ti, por Ti, hasta el punto que, consumido en Tu santsimo amor, pueda yo ir a amarte
eternamente en el Cielo, con los elegidos. Amn.
Seor, ahora quiero hacer ante Ti reparacin. Oh, Jess, Vctima divina de nuestros altares,
grande y nico Reparador, yo tambin me uno a Ti para cumplir, contigo y por medio Tuyo,
el oficio de pequea alma reparadora.
Y me dirijo tambin a ti, oh Madre ma, para que as como en el Calvario ofreciste al Padre
a Tu Jess, que se inmolaba por su gloria y por la salvacin de las almas, as renueves en
este momento el mstico ofrecimiento en mi lugar.
En el cliz de Tu Corazn Inmaculado ofrece, oh Virgen dulce, los dolores de Jess junto a
los Tuyos, para invocar la Divina Misericordia sobre m y sobre el mundo entero. Despus
de haberte dado gracias por Tus dones sin fin, cmo puedo no confundirme a la vista de
mis culpas y de mis infidelidades? Con cunta ingratitud y frialdad he respondido a tus
beneficios!
Postrado ante Ti, que tanto me has amado, lleno de confusin y de arrepentimiento, invoco
Tu perdn y Tu Misericordia.
Por el mal uso que hice de los dones naturales recibidos: mi vida, mis energas, mi
tiempo, mis sentidos, mi inteligencia, mi lengua,
R/: Oh, Jess, ten piedad de m!
Por las desobediencias, pequeas y grandes a Tu ley, R/.
Por los deberes descuidados o mal cumplidos, R/.
Por el bien que pude hacer y no hice, R/.
Porque dej triunfar muchas veces en m las malas inclinaciones del orgullo, de la
vanidad y del egosmo, R/.
Porque no practiqu el mandamiento de caridad, como T lo ordenaste, R/.
Porque dej estriles en m tantas gracias, R/.
Por la tibieza con que practiqu mi vida de piedad, R/.
Por la indiferencia y frialdad con que respond a los dones de Tu amor, R/.
Por haber preferido muchas veces a las criaturas y las satisfacciones humanas, en
lugar de Ti y de tus consolaciones, R/.
Por la poca fidelidad y generosidad con que he vivido mi consagracin, R/.
Por la falta de fe y abandono en tu amor, R/.
Por la falta de dedicacin a las almas y a la Iglesia, R/.
Por mis rebeliones y mi poco amor a Tu Voluntad y a Tu cruz, R/.
Me confundo en Tu presencia, oh mi Dios.
Me arrodillo a Tus pies.
Me postro junto a Ti, oh Jess, Hostia Divina, Redentor y Salvador mo, como un da la

Magdalena. Y si bien es cierto que soy indigno de Tu amor, estoy seguro que tendrs para
m, la misma ternura misericordiosa.
SALMO 51 (50) MISERERE
Tenme piedad, oh Dios, segn tu amor,
por tu inmensa ternura borra mi delito,
lvame a fondo de mi culpa,
y de mi pecado purifcame.
Pues mi delito yo lo reconozco,
mi pecado sin cesar est ante m;
contra Ti, contra Ti solo he pecado,
lo malo a tus ojos comet.
Por que aparezca tu justicia cuando hablas
y tu victoria cuando juzgas.
Mira que en la culpa ya nac,
pecador me concibi mi madre.
Mas T amas la verdad en lo ntimo del ser,
y en lo secreto me enseas la sabidura.
Rocame con el hisopo, y ser limpio,
lvame, y quedar ms blanco que la nieve.
Devulveme el son del gozo y la algra,
exulten los huesos que machacaste T.
Retira tu faz de mis pecados,
borra todas mis culpas.
Crea en m, oh Dios, un puro corazn,
un espritu dentro de m renueva;
no me rechaces lejos de tu rostro,
no retires de m tu santo espritu.
Vulveme la alegra de tu salvacin,
y en espritu generoso afinzame;
ensear a los rebeldes tus caminos,
y los pecadores volvern a Ti.
Lbrame de la sangre, Dios, Dios de mi salvacin,
y aclamar mi lengua tu justicia;
abre, Seor, mis labios,
y publicar mi boca tu alabanza.
Pues no te agrada el sacrificio,
si ofrezco un holocausto no lo aceptas.
El sacrificio a Dios es un espritu contrito;
un corazn contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias.
Favorece a Sin en tu benevolencia,
reconstruye las murallas de Jerusaln!
Etonces te agradarn los sacrificios justos,
--holocausto y oblacin entera-se ofrecern entonces sobre tu altar novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,

y por los siglos de los siglos.


Amn.
Con la confianza de haber obtenido de Tu infinita Misericordia el perdn por mis
innumerables culpas, ofensas y negligencias me permito, oh Jess, pedirte perdn tambin
por mis hermanos.
Pienso en los innumerables pecados que se cometen en el mundo da a da: pecados de los
individuos y de las naciones, pecados de los sbditos y de los gobernantes; pecados de
orgullo, de sensualidad y de codicia; pecados de pensamiento, de palabra, de obras y de
omisin.
Por todos estos pecados y por los pobres infelices que los cometen, me atrevo a pedir, oh
Jess, la efusin de Tu infinita misericordia. Son los pecados los que Te hicieron agonizar
en el Huerto de los Olivos y sumergieron Tu alma santsima en un mar de tristeza.
No olvides, oh Jess, que libremente quisiste cargar con ellos; que has querido "hacerte
pecado", para borrar los nuestros; no olvides, oh Jess, que Te ofreciste a la ira del Padre,
para rescatar a Tus hermanos culpables.
Oh Jess, Te ruego renueves Tu ofrecimiento al Padre, presentndole nuevamente Tus
llagas; mustrale las espinas, los flagelos y los clavos que traspasaron tus carnes; pero,
especialmente, hazle ver Tu Corazn herido y rebosante de amor por El y por nosotros, y
pide Su perdn.
Recuerda, oh Jess, que mayor que todas nuestras culpas es Tu misericordia. Virtela, oh
Jess, sobre el mundo culpable. Busca las ovejas que se alejaron de Tu redil y mustrales
cun grande es la potencia de Tu amor de Salvador.
Y ya que Tu Corazn est herido por las culpas de los ms ntimos, para los que renuevan
el beso de Judas o la negacin de Pedro, tambin para ellos, oh Jess, invoco Tu perdn.
Que ninguno de ellos cumpla el gesto desesperado
SPLICA
Antes de alejarme de este Santo Sagrario quiero, oh Jess mo, recurrir a las riquezas
infinitas de Tu Corazn divino.
Consagrado a Tu amor, creo que no puedo pedir nada mejor que la satisfaccin de Tus
mismos deseos. Son estos, Tus deseos divinos, los que quiero presentar al Padre antes de
terminar este tiempo de gracias y en Tu nombre suplicar que los escuche.
El primer deseo de Jess es la salvacin de las almas; redimir al mundo mediante el amor,
establecer el Reino del Amor Infinito en toda la tierra.
Permite pues, oh Jess, que exprese mi ardiente voto de que se establezca en todo el
mundo el Reino de Tu Amor. Oh Amor Infinito, viviente en el Divino Corazn de Jess,
hazte conocer de los hombres a fin de que ellos Te amen como T quieres ser amado.
El segundo deseo de Jess es el de servirse, para este gran trabajo, de los Sacerdotes;
hacer de ellos obreros activos y, por su intermedio, obrar en las almas y en el mundo.
Oh Jess, Sacerdote eterno y Salvador del mundo, para rea-lizar este ardiente deseo de Tu
Corazn, multiplica las vocaciones. Enva muchos y santos operarios a Tu mies.
Oh Jess, haz de cada Sacerdote un verdadero sembrador de Tu amor.
Te ruego por el Santo Padre, por los Obispos, por todos los Sacerdotes que me han hecho
bien... por todos los Sacerdotes.
Te pido, oh Jess que los sostengas en las batallas, los confortes en la soledad, los alientes
en los fracasos, fecundes sus fatigas y derrames en sus corazones el amor de Tu Corazn
divino.

Seor, para celar Tu honra y Tu gloria,


R/: danos Sacerdotes santos.
Seor, para aumentar nuestra fe, R/.
Seor, para sostener Tu Iglesia, R/.
Seor, para predicar Tu doctrina, R/.
Seor, para defender Tu causa, R/.
Seor, para contrarrestar el error, R/.
Seor, para aniquilar las sectas, R/.
Seor, para sostener la verdad, R/.
Seor, para dirigir nuestras almas, R/.
Seor, para mejorar las costumbres, R/.
Seor, para desterrar los vicios, R/.
Seor, para iluminar al mundo, R/.
Seor, para ensear las riquezas de Tu Corazn, R/.
Seor, para hacernos amar al Espritu Santo, R/.
Seor, para que todos Tus ministros sean luz del mundo y sal de la tierra, R/.
Oh Jess, Sacerdote Santo, Te pedimos con la mayor humildad del alma, que aumentes las
vocaciones sacerdotales y que los formes segn los designios de Tu amante Corazn. Slo
as conseguiremos Sacerdotes santos y pronto en el mundo no habr ms que un slo
rebao y un slo Pastor. Amn.

ORACIN CONCLUSIVA
Oh, Jess, Sacerdote Eterno, Divino Sacrificado, T que en un impulso de incomparable
amor a los hombres, Tus hermanos, hiciste brotar de Tu Sagrado Corazn el Sacerdocio
cristiano, dgnate continuar derramando sobre Tus ministros, los torrentes vivificantes del
Amor Infinito.
Vive en Tus Sacerdotes, transfrmalos en Ti; hazlos, por Tu gracia, instrumentos de Tu
misericordia; obra en ellos y por ellos, y haz que, despus de haberse revestido totalmente
de Ti, por la fiel imitacin de Tus adorables virtudes cumplan, en Tu Nombre y por el poder
de Tu Espritu, las obras que T mismo realizaste para la salvacin del mundo.
Divino Redentor de las almas, mira cun grande es la multitud de los que an duermen en
las tinieblas del error; cuenta el nmero de las ovejas descarriadas que caminan entre
precipicios; considera la turba de pobres, hambrientos, ingnorantes y dbiles que gimen en
el abandono.
Vuelve, Seor, a nosotros por Tus Sacerdotes, revive verdade-ramente en ellos, obra por
medio de ellos y pasa de nuevo por el mundo, enseando, perdonando, consolando,
sacrificando y renovando los lazos sagrados del amor, entre el Corazn de Dios y el corazn
del hombre. Amn.
Haz, oh Jess, que la Obra de Tu Amor responda siempre plenamente a los fines para los
cuales la quisiste; haz que se extienda y se consolide y conquiste todas las almas al Reino
dulcsimo de Tu Amor.
Oh, Jess, he pedido Tu Reino. No es necesario que pida nada para m, tendr todo el resto
por aadidura. T conoces lo que necesito; mira y haz lo que Tu Corazn Te sugiera. Yo me
confo a Tu Corazn, me abandono en Tu dulce Providencia y, mientras, Te doy gracias por
el don de estas horas de intimidad Contigo. Te agradezco desde ya, unido a Mara, por
todos los benificios que Tu Amor me reserva an en el tiempo y en la eternidad.

CNTICO DE LA SANTSIMA VIRGEN:


"EL MAGNFICAT"
Proclama mi alma la grandeza del Seor, se alegra Mi espritu en Dios, mi Salvador, porque
ha mirado la humillacin de Su esclava.
Desde ahora me felicitarn todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras
grandes en m; Su Nombre es Santo y Su Misericordia llega a sus fieles de generacin en
generacin.
l hace proezas con Su brazo, dispersa a los soberbios de corazn, derriba del trono a los
poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los
despide vacos.
Auxilia a Israel Su siervo, acordndose de Su Misericordia, como lo haba prometido a
nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y
por los siglos de los siglos. Amn.

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