Contrabandistas, Bandoleros, Andaluces y Mirenos

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Portada: Noelia Amors Navarro

Equipo de redaccin: Jos Luis Trespalacios Lpez, Francisco J. Domnech Mira


Colaboraciones fotogrficas: Diego Lpez Rubio, Arturo Gonzalez-Campos Jimenez, Juan M. Arellano Llorns,
Archivo de la Comparsa
Diseo: Ivn Amors Navarro
Maquetacin: Diego Lpez Rubio
Realiza y edita: Comparsa de Mirenos (Caudete 2010)
La Comparsa de Mirenos de Caudete permite la impresin y difusin del contenido de este libro, manteniendo
siempre el autor de la obra.

Prlogo

odra decirse que todo comenz el 10 de Septiembre de 2007, a eso de las 6 de la


maana, pero en realidad comenz antes. Fue en Ontinyent, el 6 de Junio de
2006, cuando la Comparsa de Mirenos de Caudete recibi el testigo tras la brillante
celebracin de los I Encuentros.
Pero eso tampoco es cierto del todo.
Todo comenz muchos aos atrs, cuando en los aos finales del siglo XIX,
las Fiestas de Moros y Cristianos comenzaron a llenar los calendarios festeros de muchos de los pueblos y ciudades del Levante espaol. Comenz cuando tradiciones seculares basadas en actos de arcabucera, autos sacramentales u otras formas de
perpetuar el recuerdo de los hechos histricos relevantes, fueron vistindose con el
colorido y la majestuosidad de las Fiestas de Moros y Cristianos.
Se celebraba la victoria final de la cruz sobre la media luna, pero an estaba
vivo el recuerdo de la invasin francesa y la Guerra de la Independencia. Y as, el espritu de Covadonga, de alguna manera se lig con el del Madrid del 2 de Mayo, o el
sitio de Cdiz y su Constitucin de 1808. Y el bandolero Serrano, ya temido por los
cronistas del tiempo de la Roma Imperial, encontraba acomodo en esa lucha ancestral
de los pueblos por sus tierras y sus gentes.
El bandolero, a quien los soldados franceses no saban distinguir del guerrillero
o del contrabandista, se convirti en un smbolo de la lucha por la libertad en Espaa.
Es as, como muchos de nosotros entendemos el reconocimiento y la celebracin de nuestra Historia, de nuestros antepasados, de nuestras virtudes, esculpidas
en nuestro carcter a base de lucha y esfuerzo.

Nos identificamos con ese personaje temerario, bravucn y vividor en la fiesta,


pero leal y entregado hasta las ltimas consecuencias. Somos bandoleros, y tanto da
cmo nos llamemos. Contrabandistas, Andaluces o Mirenos.
De la puesta en comn de ese sentimiento entre personas de distintos orgenes,
naci la idea primigenia de los I Encuentros.
Y lo cierto es que el extraordinario xito que supuso la celebracin de los mismos en Ontinyent no tuvo nada que ver con la decisin de Caudete de alojar los II
Encuentros Nacionales. Al contrario, la decisin ya era firme mucho antes de la celebracin de los mismos.
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La Comparsa de Mirenos celebraba, ese mismo ao 2007, el Centenario de su


Fundacin oficial, y nadie poda imaginar mejor situacin y mejor escenario para dar
acogida a cuantos bandoleros de buena ley salpican nuestra geografa.
La intencin era clara: Dar universalidad a lo que, hasta entonces, haba sido
un sinfn de manifestaciones de carcter localista. Haba que dar a conocer los valores
que el bandolero encarna en todas y cada una de las Fiestas de Moros y Cristianos de
Espaa.
El espritu libre, valeroso y generoso del bandolero recupera a la perfeccin de
la Historia y de la memoria los innumerables esfuerzos y tantos y tantos sacrificios
heroicos que nos han permitido llegar hasta la sociedad que hoy formamos.
Caudete acogi los II Encuentros Nacionales de Comparas y Filaes de Bandoleros, Andaluces, Contrabandistas y Mirenos muy orgullosa de poder mostrar lo que
era y lo que poda hacer, pero mucho ms orgullosa todava, de poder comprobar que
cuanto sentimos y expresamos, es compartido, en esencia, por multitud de amigos.
Fue para nuestra Comparsa y nuestro pueblo una experiencia absolutamente
inolvidable. Para los que nos honrasteis con vuestra presencia, sirva este trabajo de
recuerdo y homenaje.
Para los que no pudsteis venir, que estas pginas sirvan de acicate para estar
con nuestros amigos de Monforte en el prximo mes de Noviembre.
As pues, queridos bandoleros, en vuestras manos queda un futuro que no ha
hecho ms que empezar.
Nos vemos en Monforte.

Saludas

Agradezco muy sinceramente a la Comparsa


de Mirenos de Caudete la invitacin que me hace para
enviaros estas palabras con motivo de la edicin de
este libro digital que recoge los acontecimientos que
tuvieron lugar con motivo de la celebracin de los II
Encuentros de Comparsas y Filaes de Contrabandistas, Bandoleros, Andaluces y Mirenos.
Caudete siempre ha contado con unas especiales seas de identidad constituidas principalmente por sus Fiestas de Moros y Cristianos. La Comparsa de Mirenos, parte principal de las fiestas caudetanas, cumpli en el ao 2007 sus primeros
100 aos, lo que es motivo de satisfaccin para sus socios y socias, para Caudete y para toda la
provincia.
Tradicin y modernidad, por tanto, se fusionan ahora con la publicacin de este libro digital
para recordar un siglo de historia. Una historia que viene constituida a su vez por la adicin de
cientos y cientos, miles de pequeas historias protagonizadas por cada festero, por cada Capitn,
por cada Volante, por cada Dama de Honor y cada Reina de Fiestas que ha tenido esta Comparsa.
Extiendo este saludo a todo Caudete, un pueblo que sabe vivir sus Fiestas en la misma medida que se esfuerza por conseguir sus metas, que no son otras que el progreso y el bienestar para
todos sus vecinos.
Felicidades a la Comparsa de Mirenos y a todas las Comparsas y Filaes hermanas de otros
municipios que protagonizaron estos II Encuentros por su contribucin al esplendor de las Fiestas
de Moros y Cristianos y por el trabajo constante que realizan por sus entidades y por sus pueblos.
PEDRO ANTONIO RUIZ SANTOS
PRESIDENTE DE LA DIPUTACION DE ALBACETE

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Este libro digital que la Comparsa de


Mirenos ha editado para preservar en la memoria
aquellos II Encuentros de Comparsas y Filaes de
Contrabandistas, Bandoleros, Andaluces y Mirenos
da una idea clara de la importancia de las Fiestas de
Moros y Crisitanos en nuestra sociedad.
Cuando nos referimos a entidades, en este
caso a Comparsas o Filaes, que alcanzan una longevidad superior al siglo, no cabe la menor duda de
que estamos hablando de unas tradiciones arraigadas
y mantenidas durante generaciones por el empuje y
el empeo de personas que aman a sus pueblos y respetan su historia.
La Comparsa de Mirenos de Caudete es una Comparsa centenaria dentro de unas Fiestas
centenarias, que durante ms de 420 aos han venido ennobleciendo el nombre de un pueblo.
Dentro de esta perspectiva histrica, este libro digital nos lleva directamente al futuro y nos
pone ante los retos de la tecnologa y de la ciencia que hemos de afrontar con decisin. Porque
Caudete es un pueblo de vanguardia. Lo es en sus servicios, en sus infraestructuras, en sus instalaciones y en su apuesta por los avances ms decisivos para el progreso de sus habitantes. La puesta
en marcha de la tecnologa wi-max, de la que hemos sido pioneros en Europa, da fe de la capacidad
y del mpetu de las caudetanas y los caudetanos, que siempre son poseedores de un gran espritu
emprendedor.
Felicito por todo ello a la Comparsa de Mirenos. A todos sus socios y socias. A su Presidente
y Junta Directiva y a todas aquellas personas que han hecho posible este libro digital, que podr
ser ledo en cualquier rincn del Planeta.
Es la ventaja de la incorporacin de las telecomunicaciones a nuestra vida cotidiana. La
otra gran bondad es saber combinar futuro con pasado: un libro digital que habla de estos II Encuentros que han celebrado entidades que, algunas de ellas, tienen ms de un siglo de existencia.
VICENTE SANCHEZ MIRA
ALCALDE DE CAUDETE.

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Siempre es un placer hablar de Fiestas de Moros y


Cristianos. Hacerlo adems de la Comparsa de Mirenos, a la
que tengo el honor de pertenecer, aporta una satisfaccin adicional.
En el ao 2007 tuvimos la ocasin de conmemorar el
primer centenario de esta Comparsa y el acontecimiento cont
con el calor de decenas de Entidades hermanas de otros municipios, que arroparon con su presencia y con su saber festero
a los Mirenos de Caudete.
Ahora le llega el turno al recuerdo de todas aquellas vivencias que se plasman en este
libro digital. Es smbolo inequvoco de que las Fiestas de Moros y Cristianos miran por igual
tanto hacia el pasado como hacia el futuro. Hacia el pasado para preservar el legado de nuestros
mayores. Hacia el futuro, con nimo innovador y receptivo para cualquier avance que suponga
la mejora del mundo festero.
La Comparsa de Mirenos de Caudete, como tantas otras en otros municipios que celebran
Fiestas de Moros y Cristianos, se constituye como un modelo de defensa de esos principios,
sabiendo combinar con maestra historia y progreso. Por eso cuenta con un gran dinamismo,
con un enorme apoyo social y con un prestigio que le ha permitido afrontar una importantsima
inversin para dotarse de un magnfico espacio para su uso y disfrute.
Enhorabuena a todas las personas que contribuyeron al xito de los II Encuentros de
Comparsas de Mirenos, Contrabandistas, Bandoleros y Andaluces. Su coordinacin, su mpetu
por hacer bien las cosas y su labor impecable y desinteresada contribuyeron al engrandecimiento
de estos Encuentros y a celebrar con la elegancia debida el I Centenario de la Comparsa de
Mirenos.

ISABEL MARIA SANCHEZ SAEZ


CONCEJALA DE FIESTAS DE CAUDETE

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Es un honor para mi y la entidad que represento, la Asociacin de Comparsas de Caudete, tener


la posibilidad de expresar mi gratitud y felicitacin,
en las pginas de esta edicin digital del libro conmemorativo de los II Encuentros de Contrabandistas,
Bandoleros, Andaluces y Mirenos, tan magnficamente organizados por nuestra querida Comparsa de
Mirenos de Caudete.
Gratitud por el esfuerzo y el trabajo bien realizado, por el esmero en la preparacin de todos los actos que formaron el programa. Felicitacin
por su magnfico resultado y sobre todo por haber conseguido uno de los objetivos del evento,
acercar nuestras Fiestas a otros lugares, compartir nuevas experiencias, todo ello con la sana intencin de fomentar el hermanamiento entre los pueblos y potenciar las Fiestas de Moros y Cristianos de Caudete.
Unos II Encuentros que tuvieron lugar en el marco de la celebracin del primer centenario
de los Mirenos como Comparsa. Cien aos cargados de recuerdos celebrados con toda intensidad.
Desde aquel multitudinario y entraable anuncio, en la madrugada de un 10 de septiembre inolvidable, toda la conmemoracin de los cien aos de existencia, ha sido una demostracin de sentimiento festero.
Desde aqu, a todos los festeros y de forma especial a todos los Mirenos, gracias por hacer
nuestra fiesta ms grande, ms participativa y tras este magnfico evento ms que nunca, por haber
potenciado su singularidad y su belleza fuera de los lindes caudetanos.
En memoria de los momentos vividos y compartidos, quiero manifestar mi deseo de que
sigis celebrando centenarios y que atesoris, en vuestra mente y vuestro corazn, todos los buenos
momentos vividos.
MARIA ISABEL BEDA
PRESIDENTA DE LA ASOCIACIN DE COMPARSAS DE CAUDETE

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Queridos Bandoleros de toda Espaa,


Para quien siempre se ha sentido Mireno
desde que he tenido uso de razn, el nombramiento como
Presidente de los II Encuentros Nacionales de Comparsas
de Contrabandistas, Bandoleros, Andaluces y Mirenos, supuso un honor tan alto como sin duda inmerecido.
Los desvelos y esfuerzos que supuso la organizacin de tan magnfico evento fueron compensados
mil veces con la emocin de los rostros que poblaron las
calles de mi Caudete natal en esos mgicos das del 31 de
Agosto y 1 de Septiembre de 2007, grabados a fuego y para siempre en la memoria colectiva de
esta localidad.
No sera capaz de elegir un momento entre tantos. Desde la singladura del barco de
los Marineros de Ontinyent por nuestra calle del Molino hasta las Embajadas que arrancaron sonrisas y lgrimas en la Plaza que cada ao ve morir a Mireno, pasando por momentos de navaja y
msica en la comida del da 1 hasta los guios de complicidad en el desfile y la despedida.
Fueron unas jornadas histricas para Caudete y espero que dignas del ms carioso
recuerdo en el corazn de cuntos nos acompaaron.
Sirvan estas breves lneas para agradecer a todos cuntos supieron poner lo mejor
de ellos mismos para garantizar el xito de los Encuentros. Diputacin, Ayuntamiento, Concejala
de Fiestas, Asociacin de Comparsas, Mayordoma, Comparsas y Capitanas de Caudete, Escuadras
tan hospitalarias como hermanas, y sobre todo a los Caudetanos, y cmo no a los Mirenos (qu
ms decir de nuestros pauelos rojos) que vibraron como uno slo.
Me despido con el deseo y la certeza de que los Contrabandistas de Monforte del
Cid, con nuestro amigo Eduardo al frente, darn cumplida respuesta al desafo que con tanta ilusin
adquirieron. La mejor de las suertes y el ms cordial de mis saludos para todos.
MIGUEL REQUENA SOLERA
PRESIDENTE DE LOS II ENCUENTROS

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Y con muchsimo valor


Me dirijo al centinela
A ver si puedo pasar
El contrabando por la vereda
Estos versos del Contrabando de Ontinyent me sirven para dar la enhorabuena a esa gran familia Mirena de
Caudete que el da 5 de junio dar por finalizados los II Encuentros con la presentacin de este libro digital y pasar
el testigo a nuestros amigos de Monforte del Cid que organizarn el prximo noviembre los III Encuentros.
Quiero aprovechar esta oportunidad para dejar testimonio del vnculo festero existente entre Caudete y Ontinyent. El 15 de Septiembre de 1985 y, de forma
excepcional, el Ruedo de Banderas vino a Ontinyent y
las mismas se rodaron en la Plaza Mayor como acto final
de los que tuvo el II Congreso Nacional de la Fiesta de
Moros y Cristianos. Los que tuvimos la suerte de presenciarlo disfrutamos de un acto sin igual, desarrollado con elegancia, sentimiento, rigor,- se dan unas ciento ochenta
vueltas, tanto de pie como de rodillas ante su patrona la Virgen de Gracia,- de ah que la salida de este acto de su entorno natural fuera tan difcil y tuviera nuestra gratitud y reconocimiento.
En el 2007 los Mirenos de Caudete para celebrar el centenario de su fundacin organizaron los II
Encuentros y, otra vez se manifest ese vinculo al que antes me refera, los Contrabandistas de Ontinyent
dentro de los actos programados representaron el acto del Contrabando y lo pusieron en escena junto a los
Marineros, que son sus oponentes, y estos al igual que se hace en nuestra ciudad, desplazaron su barca,
desde la cual se recitan los versos, la expectacin que despert ver deambular este elemento por las calles
de Caudete fue impresionante e inolvidable para todos.
En julio de este ao 2010 Ontinyent organiza el I Congreso Internacional de Embajadas y Embajadores de las Fiestas de Moros y Cristianos. Sern los Episodios Caudetanos quienes abran las representaciones que, de varias partes del mundo, se van a ver en la misma plaza en la que se rodaron las
banderas hace ahora 25 aos. La organizacin ha considerado la antigedad de estos textos y eso es un
valor que no poda estar ausente del Congreso. El acuerdo entre las Juntas de Fiestas es total y ser todo
un lujo poder ver y escuchar esta representacin en el marco del Congreso.
Pero volviendo a los Encuentros, cuando en el 2004 se organizaron en Ontinyent se plante la posibilidad de crear una federacin de comparsas Contrabandistas, personalmente considere que no era necesario ya que existen suficientes organismos: Las Juntas Centrales, la Undef, las mismas Comparsas
para que el contacto y la unin se mantengan. El tiempo me va dando la razn, este ao se organizan los
III Encuentros en Monforte y, parece ser, que ya podramos tener ciudad candidata para los siguientes y
todo ello sin que haya sido necesario burocratizar la Fiesta creando un estamento que sigo pensando no es
necesario.
Mi felicitacin a los Mirenos de Caudete y a los Contrabandistas de Monforte por dar continuidad
a esta relacin social concretada a travs de nuestras Comparsas y m agradecimiento por que una idea nacida del corazn de la Fiesta sea motivo de unin.
PEPE BAS TEROL
PTE. COMIT EJECUTIVO I ENCUENTROS
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Tal como le o decir a un gran a migo y festero no


conozco otra mejor manera de hacer amigos, que con las
Fiestas de Moros y Cristianos y con tanta verdad como
desprende esta afirmacin y tan acertada, quiero expresar
lo mejor que con los Encuentros estamos consiguiendo,
los que nos agrupamos en este tipo de comparsas en ms
de 60 poblaciones de toda Espaa, ampliando los contactos
entre festeros, que vivimos y sentimos la Fiesta como
una extensin de nuestra manera de ver la Amistad.
Desde aquella primera vez que o hablar de la posibilidad de reunirnos los Andaluces, Bandoleros, Mirenos
y Contrabandistas de toda Espaa, para tratar temas comunes, intereses similares y abrir los lazos de amistad entre
pueblos y festeros, por aquellos aos del 2001-02 con amigos como Pepe Bas de Ontinyent y Antonio Requena de
Caudete, no he tenido otra intencin que aadir mi esfuerzo
y dedicacin a llevarlos a cabo, tratar de transmitirlos como
un bien necesario, pues con los Encuentros se cultiva
esa Amistad
Son ya dos ediciones las celebradas y el cultivo de ese germen ha dado y sigue dando mucho fruto,
los recuerdos de la primera edicin de Ontinyent son imborrables, con el buen hacer y grandsimo esfuerzo
por parte de todos los festeros en acogernos y darnos tanta fuerza para creer en la Fiesta y en sus posibilidades, extraordinario lo conseguido en los segundos de Caudete, celebracin del Centenario de la Comparsa, la inauguracin de la imponente sede Mirena y especiales para los contrabandistas de Monforte
del Cid, porque all recibimos el honor de ser nosotros los encargados de organizar los terceros.
La consolidacin de esta gran idea se va cumpliendo con el tiempo y trabajo de las gentes de la
Fiesta y en especial la gente de nuestras comparsas de Andaluces, Bandoleros, Mirenos y Contrabandistas,
el ingenio y capacidad de nuestros festeros hace que no existan inconvenientes insalvables y poco a poco
se superan las ms difciles de las adversidades que nos encontramos en el camino de nuestro objetivo
comn.
Reto tan grande como el acometido en Caudete, consiguiendo los mejores resultados, en los difciles
frentes que acometieron durante 2007 y el xito conseguido en los II Encuentros, es solo la prueba del
tesn, fuerza y carcter de los Mirenos Caudetanos, sabiamente guiados por su gran presidente y mejor
persona, Antonio Amors, que supo conjuntar un magnfico equipo, capaz de resolver con nota, los importantes retos que se marcaron.
Deseo felicitar por todo ello a la comparsa Mirenos de Caudete en mi reconocimiento personal y
que nuestra trayectoria como festeros siga alimentando para siempre nuestra gran Amistad.
Nos veremos pronto en Monforte del Cid con los III Encuentros 2010
EDUARDO MIRAMBELL CRESPO
PRESIDENTE DE LA COMPARSA CONTRABANDISTAS
MONFORTE DEL CID (Alicante)
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No es fcil definir y expresar en unas lneas, todos los


sentimientos que hemos vivido como Comparsa de Mirenos en
los ltimos aos. Pero este presidente, orgulloso como el que
ms del colectivo festero que representa, no puede dejar pasar
la oportunidad que le brinda la singular edicin digital de este
documento para la historia.
Nuestro Centenario, la conmemoracin de un siglo de
existencia con nombre propio, ha puesto en manos de esta Comparsa entre otras muchas cosas, la mejor ocasin para abrir fronteras, conocer a muchos amigos de otros pueblos, descubrir sus
particularidades, en definitiva aprender a compartir el sentimiento festero.
Los II Encuentros de Contrabandistas, Bandoleros, Andaluces y Mirenos han marcado un hito importante en la historia
de los Mirenos. Y eso lo puede afirmar un presidente sabedor
de que los verdaderos artfices de un Centenario celebrado con
todo esplendor y unos Encuentros cargados de contenido y autntico ambiente festero, han sido los socios de esta Comparsa.
Cuando recogimos en Onteniente, el testigo que nos
haca protagonistas al servicio de una gran idea, tuve el convencimiento de que lo hacamos con el respaldo de ms de cuatrocientos Mirenos, entusiasmados con la celebracin del
Centenario y dispuestos a ser ejemplo de Comparsa firme en el respeto a su tradicin, con proyeccin de futuro y
con la conviccin de que la Fiesta es a fin de cuentas, una manera de compartir vivencias y emociones.
La extraordinaria experiencia de los II Encuentros ha sido la manifestacin ms elocuente de aquella conviccin. Cada instante vivido, desde las representaciones escnicas de embajadas hasta el propio gran desfile, pasando
por los inolvidables momentos en los que pudimos compartir mesa, amistad e ilusin, fueron forjando en nuestra
Comparsa el convecimiento de que habamos sido un poco pioneros, en Caudete, de esa manera de entender el espritu festero, a travs de la interrelacin.
Por eso, la primera dedicatoria la brindo al colectivo de Mirenos y especialmente a las personas que se dejaron tiempo y desvelos por una buena causa. Lo hicieron con ilusin, pero adems con conocimiento de lo que hacan, y de ah el resultado.
Pero este manifiesto de un presidente emocionado y satisfecho, no podra concluir bien sin hacer pblico
un agradecimiento y un deseo. Agradecimiento al pueblo de Onteniente, a sus festeros y a la Comparsa de Contrabandistas. Por lo mucho que nos ensearon, por lo bien que nos acogieron y por la confianza que depositaron en
nosotros para dar continuidad a lo que, tan magnficamente bien, haban iniciado. La consecuencia ms importante
de todo ello es una: contamos con unos grandes amigos.
El deseo es para el pueblo de Monforte del Cid. Deseo de que el resultado de los III Encuentros, sea el fiel
reflejo de la ilusin y el empeo que han demostrado tener por ello. En momentos de penurias econmicas, Monforte
apuesta por el reto. A los que tambin consideramos nuestros amigos, que lo vivan y lo disfruten al menos como lo
hemos hecho nosotros y que despierten en otros el deseo de hacer perdurable este maravilloso evento.
Comienza una nueva etapa en la historia de nuestra Comparsa, un nuevo siglo inmerso en cambios sociales,
econmicos y culturales. De nosotros, de los que somos ahora el componente humano de esta entidad festera, depende que los que vengan puedan tener el honor de afirmar: Yo hered la fortuna de ser Mireno.
ANTONIO AMORS CAEROLS
PRESIDENTE DE LA COMPARSA D E MIRENOS
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24

Historia
de la
Comparsa

25

26

penas existen referencias escritas


que ilustren acerca de los orgenes de la Comparsa de Mirenos.
Aunque es opinin aceptada que con anterioridad a su fundacin formaba parte
de la Comparsa de Guerreros, su primera
mencin se produjo en el ao 1907,
cuando la villa de Caudete conmemora
con actos festivos extraordinarios la Coronacin Cannica de Nuestra Seora de

1
Gracia. Fue un 5 de septiembre, a las seis
de la tarde, segn el Programa de Actos
que se haba confeccionado a tal fin,
cuando tuvo lugar la Entrada de las Bandas de Msica en la poblacin. La -ya as
llamada- Comparsa de Mirenos desfilaba
en tercer lugar con su carroza y msica
Nueva de Albaida. Luego, en la
noche, a partir de las diez, mientras las ca-

3
rrozas respectivas recorran iluminadas
las principales calles de la ciudad, los individuos de las Comparsas lucan sus
vistosos trajes, acompaados de las msicas con grandes farolas de Retreta y farolitos de colores. Al parecer, la
Comparsa se fund con un nmero inicial
de doce socios y es verosmil creer que
tom su nombre del personaje Mireno, el
bandolero, que es tradicin que intervenga en los Episodios Caudetanos. Uno
de esos fundadores fue un maestro relojero, de origen valenciano, afincado en
Caudete desde la ltima dcada del siglo
XIX, llamado Benigno, si bien su primer
Presidente fue don Bartolom Albertos
Muoz, Ciriaco, que estuvo al frente de
la Junta Directiva hasta su fallecimiento
en 1944. (vase foto 1,2 y 3).
27

Pronto, en las dcadas de los aos


veinte y treinta, la Comparsa de Mirenos
se afianz en las prcticas festivas que
cada septiembre la villa de Caudete tributa a su Excelsa Patrona Nuestra Seora
de Gracia. Lo atestiguan los numerosos
testimonios grficos, sobre todo en forma
de fotografa, que han llegado hasta nosotros. Tambin los pocos pero interesantes documentos escritos que se han
conservado, tales como Actas de reuniones de las sucesivas Juntas Directivas, estados contables o listados cobratorios de
socios. (vase fotos 4,5 y 6).

6
28

bio, los realizados en 1924 sobre fondo


verde con adornos florales y en 1953, esta
vez sobre fondo rojo y el aadido de nuevos motivos usados por la Comparsa (catite, manta y sendos trabucos),
parcialmente destruido en el accidente
ocurrido el 10 de septiembre de 1963 en
la Baslica de Nuestra Seora de Gracia.

5
Es tambin en estos aos cuando se
procede a la organizacin de algunos de
nuestros signos de identidad fundamentales. Entre ellos, sin duda destaca el Estandarte de la Comparsa, una pieza
confeccionado en terciopelo verde o rojo
(ha variado a lo largo de los aos), adornado con diversos motivos alusivos. No
se ha conservado el primero de los Estandartes que se hubo de confeccionar hacia
1907, slo referencias orales. S, en cam-

7
A causa de este desgraciado episodio, en 1964 se confeccion un nuevo Estandarte. Se volvi entonces al original
terciopelo de color verde y se mantuvo la
leyenda, si bien se adopt como motivo
nico la figura de un mireno a caballo.
Este Estandarte perdur hasta el ao
1976. Combinaba de nuevo el terciopelo
rojo y los adornos florales con la leyenda,
as como la presencia del escudo herldico de la villa de Caudete y el aadido
de otros nuevos motivos mirenos (pual,
navaja y pistola). Vase fotos 7 y 8.

8
29

11

En 1991 fue confeccionado un nuevo Estandarte; mantena idntico fondo rojo y


la misma leyenda que el anterior, pero
empleaba otros motivos propios de la
Comparsa (trabuco, manta, navaja y catite). Por ltimo, el Estandarte actual de
la Comparsa data slo de 2007 y se realiz con motivo de la celebracin del Primer Centenario de la entidad. De nuevo,

10

se regresaba al fondo de terciopelo verde


y sobreabundante profusin de motivos
florales bordados en hilo de oro, idntica
leyenda en dorado sobre fondo verde esmeralda y un medalln ovalado en granate con motivos diversos de la
Comparsa (manta, catite, trabuco y navaja). Vase fotos 9,10,11,12,13 y 14.

12
30

Tambin son numerosas las informaciones referidas a los cargos relacionados con los actos festivos que ataen a la
Comparsa. En este sentido, se ha conser-

15

13

vado la relacin completa de las personas


que han desempeado el cargo de Capitn
desde 1939 hasta nuestros das, y casi
completa, de las personas que han ostentado el cargo de Portaestandarte, Volante
y Sargento de la Comparsa ao a ao, as
como de las Damas que, desde 1964, han
ostentado el trono de la belleza. (Vase
fotos15 y 16).

14

16
31

Seora de Gracia,
mientras las Comparsas celebran con
disparos de plvora
la inminente llegada
de las Sagradas Imgenes, ocurre la tragedia.
Se
ha
encendido la plvora. Los tiradores
estaban muy prximos unos de otros;
19
los cargadores tambin. Dos muertos y
Por otra parte, han llegado hasta catorce heridos de mayor consideracin.
nosotros abundantes noticias sobre la re- Tambin el Estandarte result quemado
lacin privilegiada que la Comparsa de por la deflagracin. Luto y recuerdo.
Mirenos ha sabido mantener a lo largo de
estos primeros cien aos de vida con la
Msica y los msicos; entre otras cosas,
minutas de gastos, contratos con agrupaciones musicales, relaciones de socios
que han alojado a miembros de las Bandas de msica contratadas en sus domicilios.
17
El largo recorrido de la Comparsa
desde 1939 alcanz un punto trgico la
tarde del da 10 de septiembre de 1963.
Son momentos de angustia, de desEn la explanada de la Baslica de Nuestra orientacin para la Comparsa. Se habla
que nadie se anima a recoger el relevo, incluso son muchos los socios que, conmovidos, deciden poner punto y final a su
militancia mirena. La Comparsa est en
trance de liquidacin, privada de todo
apoyo social y financiero. (Vase
fotos17,18 y 19).

18
32

Aquel momento crtico se pudo superar gracias a la voluntad decidida de


permanencia de los socios. Tambin contribuy de manera importante a la afirmacin de la Comparsa de Mirenos la
aparicin de las Escuadras all por el ao
1965, cuando grupos reducidos de festeros, encuadrados dentro del mbito de las
respectivas Comparsas, intervenan en los
distintos desfiles (Entrada, Ofrenda, Enhorabuena) con una indumentaria propia.
A partir de estas fechas son numerosas las
Escuadras que han promovido la esttica
mirena en los diversos actos festivos en
los que han participado, vitalizando y enriqueciendo as la actividad social de la
Comparsa. En la actualidad, el fenmeno
de las Escuadras se muestra como un factor de primera importancia para la comprensin del mundo de la Fiesta.

33

Fue el propio desarrollo de la actividad festera la que, a mediados de los


aos ochenta del siglo XX, trajo consigo
la presencia actualmente gozosa y principal de la mujer en las Fiestas de Moros y
Cristianos de Caudete. La creacin de
nuevas Escuadras integradas por mujeres,
o tambin por hombres y mujeres, jvenes y/o adultos, trajes innovadores de
mujer mirena, unidos a diseos de corte
al par que clsico moderno, o la integracin en los desfiles de msicas y ritmos
novedosos con agrupaciones de danza espaola son, entre otros factores, algunos
de los elementos que vienen definiendo la
actual pujanza y estabilidad social de la
Comparsa de Mirenos, una situacin que
pocos podan imaginar hace apenas veinticinco aos.
La celebracin en el ao 2007 del
Primer Centenario de la Comparsa de Mirenos supuso un hito de fundamental importancia.
Francisco J. Domnech Mira.

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Foto Oficial
I Centenario
Comparsa de Mirenos

35

36

Crnica
de los
II Encuentros

37

38

uando en la noche del 3 de Junio de


2006 se realizaba, de forma solemne,
el traspaso de Ontinyent a Caudete,
el observador poco informado podra pensar
que aquel era el comienzo de un proyecto
ilusionante y magnfico. Y digo que se equivocara, porque aunque el proyecto era so
y, probablemente, mucho ms, nada ms
lejos de la realidad que el pensar que en
aquel momento estaba comenzando algo,
pues por entonces, ya haca mucho tiempo
que lo que haba sido slo una idea, haba ido
tomando cuerpo para saltar al primer plano
de la realidad durante la espectacular celebracin de los I Encuentros Nacionales en
Ontinyent.

cabe la certeza de que llegaron hasta ms all


de donde se poda llegar.

Pero si importantes fueron las instituciones, tanto o ms lo fueron las personas.


Desde un principio fueron muchas las voluntades que, sin vacilar, empujaron con fuerza
para llevar la nave de los II Encuentros a
buen puerto, y hemos de decir, que jams encontramos una sla puerta cerrada cuando
llamamos pidiendo cualquier tipo de ayuda.
Lamentablemente nunca dispondremos de
los datos exactos, pero de una manera u otra,
la inmensa mayora de la poblacin de Caudete particip, directa o indirectamente en la
planificacin y exitosa (creemos) ejecucin
de los II Encuentros Nacionales. Aunque me
Pero el secreto del inicio de esta aven- consta que el resultado final ya fue un pretura est, posiblemente, en el corazn de dos mio para todos, sirvan estas lneas para rebandoleros ilustres, responsables, tanto de la conocer su generosidad y su entrega.
idea inicial, como de la ejecucin de las ediciones de Ontinyent y Caudete. Nos referiDecamos que todo comenz cuando
mos, claro est, a Pepe Bas y a Antonio entre abrazos Pepe Bas hizo entrega al PreRequena. Es en su talento y en su capacidad sidente de la Comparsa de Mirenos de Caudonde hemos de buscar los cimientos de la dete, Antonio Amors, de la escultura en
sensacional aportacin que han supuesto los bronce que quera simbolizar el espritu
Encuentros Nacionales.
nico del Bandolero en la Fiesta de Moros y
Cristianos.
Siendo cierto todo lo dicho, no es
menos cierto que a la intangible ilusin hay
que llevarla al terrenal campo de la realidad.
Y, por desgracia, la ilusin no paga las facturas, y en un evento de esta magnitud, facturas hay muchas. Por eso, desde las
primeras lneas es preciso agradecer la colaboracin de las instituciones que hicieron posible ejecutar, si no todas, la inmensa
mayora de las actividades previstas. La Excelentsima Diputacin de Albacete, y el M.I.
Ayuntamiento de Caudete, encabezadas
ambas instituciones por sus cabezas visibles,
seores Presidente y Alcalde, dieron satisfaccin decidida a nuestras solicitudes, y nos
39

Pero en realidad, la Comparsa de Mirenos se


enfrentaba a un reto an mayor. En 2007, la
Comparsa iba a celebrar, como la ocasin
mereca, el I Centenario de su creacin, y la
organizacin y celebracin de los II Encuentros era uno de los actos centrales de un programa denso y ambicioso.
Es por ello, que podemos decir, que es
en la madrugada del 10 de Septiembre de
2006 cuando los II Encuentros Nacionales
son presentados ante la Comparsa y ante
Caudete.
Pasaban muy pocos minutos de las 6
de la maana, cuando en el Anuncio del Centenario, realizado en la Plaza del Carmen de
Caudete, se anunciaba el compromiso que la
Comparsa de Mirenos, y por ende, toda la
villa de Caudete asuman.
El texto literal fue el que sigue:

40

En el mes de Agosto del prximo


ao, tendr lugar en Caudete otra ocasin
singular. Nuestra Comparsa y nuestro
pueblo sern anfitriones de los II Encuentros de Comparsas y Filaes de Contrabandistas, Bandoleros, Mirenos y
Andaluces . Es muy cierto que Onteniente, poblacin anfitriona de la I Edicin dej el listn muy, muy alto. Pero no
nos cabe la menor duda de que los caudetanos en general, y los Mirenos en particular, sabremos mostrar al mundo festero
cmo hacemos nosotros las cosas, y haremos gala de nuestra clebre hospitalidad
con nuestros amigos festeros de toda Espaa. Ser una ocasin irrepetible para
dar a conocer a nuestro pueblo y a nuestra
fiesta. Y ya desde hoy mismo queremos
agradecer vuestra colaboracin, porque si
hay algo de los que estamos seguros es que
sois gente con la que se puede contar.

As, en unas breves lneas, y en


medio de un sinfn de sensaciones, se sellaba
con la Comparsa y con Caudete el compromiso adquirido. Fue aquella madrugada una
ocasin absolutamente memorable, grabada
a fuego para siempre en la conciencia colectiva de la Comparsa. Quiz fue el momento
exacto en que la Comparsa de Mirenos asumi su capacidad y su madurez, y decidi
mostrarla al mundo festero. La unnime decisin de acoger los II Encuentros era la
muestra palpable de una confianza en nuestras propias capacidades, a las que pondramos a prueba en las, por entonces lejanas
fechas, del 31 de Agosto y 1 de Septiembre
del ao siguiente, 2007.

41

Pero, y como vamos a mostrar a continuacin, los preparativos arrancan mucho antes.
Las siguientes imgenes corresponden a las dos primeras actas de la Comisin del Centenario, en donde, como puede verse, ya se da arranque a la organizacin de los II Encuentros.

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43

Como puede comprobarse, la nominacin de Antonio Requena como responsable


de la organizacin del I Centenario y, por
aadidura, de los II Encuentros, se realiza en
Diciembre de 2004, y la reunin inicial de la
Comisin creada al efecto, data del verano
del 2005.
En el acta n2, fechada el 17 de Julio
de 2.005, podemos comprobar que ya se
esbozan por parte de Antonio Requena algunos de los actos que habrn de organizarse,
y cmo, de forma especfica, se nombra la
preparacin del desfile y ponencias para los
II Encuentros.
En la cena de clausura de los I Encuentros, y conforme al acuerdo reflejado en
el acta n 1, se procedi a la presentacin y
proyeccin del vdeo promocional sobre
Caudete, del cual se incluye la versin ntegra en el DVD que acompaa a este libro.
El logotipo de los II Encuentros Nacionales, obra del autor caudetano D. Miguel
Lpez Toms y seleccionado en el concurso
celebrado al efecto, representa al nmero 2,
correspondiente a la edicin de los Encuentros, ataviado con el pauelo bandolero,
sobre el perfil de la muralla y cpula de la
Iglesia de Santa Catalina de Caudete.
De forma simultnea, se eligi como
logotipo del I Centenario, el que es obra de
D. Ivn Amors Navarro, que representa los
100 aos de la Comparsa como los ojos de
un rostro de Mireno.
Ambos logotipos acompaaron ya
todas las publicaciones y actos relativos al
I Centenario y de los II Encuentros.

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Llegados a este punto, la Comparsa ya


se haba dotado del equipo humano necesario y se haba planteado los objetivos a cumplir. Para ello, la Comisin del Centenario, a
propuesta de Antonio Requena, acord,
nombrar Presidente de los II Encuentros a D.
Miguel Requena Solera. Ahora slo quedaba
lo ms fcil: Llevarlo todo a cabo.

En el editorial de dicho boletn ya se


menciona expresamente la necesidad de la
organizacin de disponer de la mayor cantidad posible de informacin acerca de nuestros futuros invitados. Huelga decir que a
24h del inicio de los Encuentros los telfonos seguan echando humo tratando de confirmar todos los extremos del evento, pero
tambin es cierto que si no estuvisemos haEs importante resear que un conjunto ciendo cosas a ltima hora, en algn modo,
de proyectos tan ambicioso como el que nos dejaramos de ser fieles a nuestra ms honda
ocupa, no permite abordar cada evento de tradicin.
manera aislada y atenderlo en funcin de la
cronologa de los actos. Bien al contrario,
En el boletn ya se anunciaba que el
todos y cada uno de los actos a celebrar fue 25 de Marzo de 2007, Domingo, se realizara
organizndose de forma simultnea desde un la APERTURA DE LOS II ENCUENTROS,
principio, atendiendo adems, no slo a los con la presentacin del cartel oficial de los
problemas logsticos, sino tambin, a su do- mismos.
tacin econmica. Ello obligaba a que el
ritmo de reuniones se fuese intensificando
Y casi sin darnos cuenta, ( o s ), all
conforme el calendario avanzaba en su mar- estbamos.
cha implacable, con el inevitable cosquilleo
en el estmago cuando sientes que te va a
La maana del 25 de Marzo apareci
faltar tiempo, dinero, o ambas cosas.
radiante, como dando la bienvenida a tantos
y tantos amigos.
Y aunque dinero no sobr, la sensacin de apremio en ocasiones fue mucho ms
A eso de las 9 de la maana, y por esestresante. Pero llegamos a tiempo.
pacio de una hora, recibimos a cuantos representantes de las poblaciones participantes
En Febrero de 2007 se edit y distri- pudieron acompaarnos. Desayunamos junbuy un boletn informativo en el que ya se tos y a continuacin, pasamos a informarles
daba cuenta de las fechas previstas para de la evolucin de los preparativos, as como
todos y cada uno de los actos que iban a po- de las localidades y fechas en que se realizablar el calendario festero de ese ao. Amn ran las reuniones comarcales. En dicha reude la programacin, en dicho boletn, en- nin, celebrada en la sede de la Asociacin
viado a todas las escuadras y comparsas con- de Comparsas de Caudete, ya poda palparse
trabandistas, se daba la relacin y forma de la sensacin de que algo grande se avecicontacto con hoteles y organizaciones de in- naba.
ters para quien deseara quedarse durante
todo el fin de semana de los Encuentros.

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Desde la sede de la Asociacin, todos


los asistentes nos dirigimos al Auditorio Municipal de Caudete, donde a las 12.30h se
procedi a la solemne Apertura de los II Encuentros Nacionales.
Conducido el acto por D. Jos Luis
Trespalacios, se procedi en primer lugar a
la presentacin del CARTEL OFICIAL DE
LOS II ENCUENTROS, obra del autor
Ximo beda, y que representa, en el marco
de la Plaza de la Iglesia de Caudete, el fluir
del color de las escuadras bandoleras enmarcadas por los estandartes de las localidades
participantes, que son recogidos por las
manos abiertas y la msica festera. El mismo
motivo ocupar, como veremos ms adelante, la portada del CD de msica festera
REENCUENTROS .

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D. Francisco J. Domenech Mira realiz ante un abarrotado auditorio un esbozo


de la que sera su ponencia en el ya prximo
Congreso.

genios, los letrados ms inteligentes, los ms


grandes poetas de los siglos XVI y XVII,
sintieron la fascinacin por evocar la naturaleza. Les seducen las humildes riquezas
pastoriles, la existencia apacible que el
campo promete al sabio, las frescas florestas
cutos encantos se celebran en verso o en
prosa. Un nico personaje encaja con este
universo de tonalidades delicadas: el pastor
de la Arcadia. Ser fundamentalmente lrico,
el pastor canta la pasin amorosa, sus alegras tan breves y sus lentas melancolas. El
pastor gusta de contar sus amores, confiar
sus penas a amigos elegidos, que le contestan con cantos alternos.
De esta naturaleza es el primer Mireno en el tiempo que retrata Luis Glvez de
Montalvo, cuyo Pastor de Filiada apareci
en Madrid, en 1582. Mireno resulta ser pariente de la pastora Elisa y de su padre, el
viejo Sileno.

En el libreto que se reparti a los asistentes al acto, y cuyas portada y contraportada vemos reproducidas en la pgina
anterior, se incluy un prlogo del propio
ponente, y que rezaba as:

La cercana de Glvez de Montalvo al


mundo creado por Sannazaro, Montemayor
o Gil Polo, no impidi, sin embargo, que
Cervantes publicara tres aos ms tarde su
primera obra extensa. La Galatea ( Alcal de
Henares, 1585 ), hito inicial en su largo recorrido de ms de treinta aos de actividad
creadora. Casi cincuenta pastores pueblan el
libro cervantino; uno de ellos ser Mireno,
el eterno enamorado de la pastora Silveria,
cuyo matrimonio con Daranio provocar el
delicado lamento de nuestro pastor. Idntica
fascinacin de nefito sinti Lope de Vega
por el universo buclico de los pastores, en
lo que fue su primer tanteo novelstico.

El imaginario popular, en lo que se


refiere a la figura arquetpica de Mireno el
Bandolero, cuenta ya con una amplia gama
de referencias que, en su inmensa mayora,
proceden del mundo de la Literatura. A travs de diversos textos, un amplio pblico de
La Galatea ( Madrid 1598 ), un ttulo
lectores y/o de espectadores, pudo conocer
y apreciar los hechos que se atribuan a nues- que sin duda no ocupa en su obra total un
tro emblemtico personaje. Mireno nace sin puesto de mayor importancia.
duda de la ficcin pastoril. Los mejores in50

El autobiografismo de que se rodea a los


amores desdichados del pastor Anfriso, nombre arcdico que recibe Don Antonio de Toledo, bisnieto del Gran Duque de Alba, Don
Fernando, a cuyo servicio estuvo consagrado
Lope hasta 1595, no enmascara este barajar
de ancdota y poesa. En este continuado
ejercicio el idilio amoroso del Pastor Mireno
no es sino una referencia, ms bien lejana e
hbrida, que interacta con el hilo argumental y donde se alternan las principales influencias de Sannazaro, Montemayor, Gil
Polo y Glvez de Montalvo.
Con el inicio del siglo XVII, se advierte la proyeccin de Mireno hacia otros
territorios temticos conexos, un tanto alejados del Universo refinado de lo buclico. En
este sentido, en 1604 Lope despliega su
maestra para la narrativa con El Peregrino
en su Patria, un magnfico ejemplo de novela griega o bizantina, cuyo hroe se
sale de la horma pastoril, para inscribirse en
el linaje de los peregrinos de amor, en la
misma lnea que lo hacen el peregrino de
las Soledades de Gngora ( 1613 ) o el peregrino andante del Persiles de Cervantes
( 1616 ). Este Mireno de Lope de Vega regresa de nuevo al cosmos de lo pastoril de la
mano de si idilio amoroso con la pastora Lucrecia.
El salto a las tablas de la comedia
nueva, que sepamos, lo lleva a efecto fray
Gabriel Tllez, Tirso de Molina, autor en primer trmino de una estupenda miscelnea en
prosa. Los cigarrales de Toledo, texto escrito
en 1621 aunque impreso en 1624, uno de
cuyos personajes ms caracterizados ser, de
nuevo, Mireno, en quien se inviste el inquieto Don Dalmao. Pero sin duda una de
sus obras maestras es El Vergonzoso en Palacio ( hacia 1612 1615 ). Magnfico ejemplo de comedia de asunto palatino, en la

pieza de Tirso, se contemplan los complejos


amores entre Magdalena, hija del duque de
Avero, y Mireno, hijo del pastor Lauro,
amigo del pastor Tarso, criado por Lauro,
campesino llegado a la Corte y muy pronto
promovido al cargo de secretario de dicha
Dama. La diferencia de sus diferentes condiciones sociales, los pone en la obligacin
de inventar nuevos modos de hablar, expertos en el arte de decir sin decir, en la utilizacin del lenguaje del cuerpo, que encubren
un excesivo pudor o un injusto temor. Juntos
resultan dignos de la recompensa final: La
hija del duque de Avero puede desposarse
con Mireno, que ignoraba ser hijo del duque
de Coimbra y que se beneficia de la recuperacin de su progenie. Nada apunta aqu,
desde luego, a los recios fieros de Mireno el
bandolero, que caracteriza a nuestra acotacin escnica y que procede enteramente de
la primera parte de El Lucero de Caudete
Nuestra Seora de Gracia, un drama compuesto por un ingenio annimo hacia las dcadas centrales del siglo XVIII.
No sabemos si la obra pudo ser efectivamente llevada a las tablas en su totalidad,
a la vista de la inusual extensin que alcanzaba el libreto original, as como las evidentes complejidades tcnicas que se pueden
apreciar en su escenificacin o si, por el contrario, requiri tambin que su representacin se ajustara a unos lmites ms estrechos.
Como sea, lo evidente es el propsito de recuperar con este acto uno de los aspectos
ms caracterizados con que la Villa de Caudete celebra, al menos desde 1617 la festividad religiosa de Nuestra Seora de Gracia.
Consista en la representacin dramtica de
la historia milagrosa de la ocultacin y la
prdida, con el posterior hallazgo de las Sagradas Imgenes de la Excelsa Patrona y San
Blas Obispo, en la as llamada Partida de los
51

Santos donde, segn estima una persistente


tradicin local cuyas races se remontan en
el tiempo, se alza el actual eremitorio, extramuros de la poblacin.
La primera secuencia de la acotacin
nos sita en el monte en torno a Caudete.
Aparece Mireno en escena. Antes, en una escena previa, han dialogado fray Rodulfo y el
hermano Clemente sobre el terrible personaje: Mireno es un tirano e infiel, un
hombre endemoniado; es el escndalo de
la tierra, un homicida, en fin, un hombre
que no ha sido bueno / ni espera serlo en su
vida, que aun no llor cuando nio. A
altas voces interpela a dos de los suyos y les
da instrucciones para que con sus escuadras
de bandoleros ocupen los puestos de las serranas y caminos que conducen hasta Caudete. Y pues que hoy la villa y sus vecinos
pretenden asistir a los cultos con que se celebra la festividad de la sagrada imagen de
la Virgen de Gracia, l mismo anuncia sus
designios terribles: He de hacer () que no
logre ninguno su contento. An ms pretende: verter con sus propias manos la sangre de su hermano, don Gonzalo de Lara, el
gobernador de Caudete, asesinar a los monjes venidos del cercano convento donde se
rinden cultos a Mara Santsima de Gracia,
porque son a mi gusto tan contrarios, e incendiar seguidamente el recinto sagrado del
cenobio, violentando as toda ley humana y
divina.
La segunda escena comprende un extenso pasaje de la primera jornada que tiene
como protagonistas a Mireno y un Correo
que se dirige hacia Valencia con varios pliegos de cartas. En el gil dilogo que envuelve a los personajes, el annimo autor
busca esta vez plasmar por boca del Correo
el fuerte contraste con Don Gonzalo: l es
52

muy galn, muy cortesano / y muy grande


limosnero, frente a la infernal furia que
concepta a Mireno. En este aspecto, el bandolero dejar amplia constancia de la violencia que preside su vida airada, ordenando a
dos de los suyos que arranquen la lengua al
Correo por maldicente y empleen su sangre
como tinta para escribir una carta. Ciertamente se trata de una escena terrible en su
crueldad pero ahora se rodea de notas humorsticas que alivian la tensin dramtica.
De nuevo slo en escena, Mireno revisa la correspondencia que portaba el correo. nicamente dos cartas, una dirigida a
Valencia, y otra a su hermano don Gonzalo
de Lara, remitida por fray Ruperto, abad de
Sahagn, en tierras de Castilla. En ella le informa cmo el Conde Don Julin ha traicionado a su legtimo rey don Rodrigo,
franqueando las puertas del Reino visigodo
de Toledo a los moros del Africa, y lavar as,
con sangre de cristianos la mancha que en
su honor ech la miserable Florinda. Urge
pues que comunique estas noticias a los frailes del convento de Caudete, para que no tarden en buscar refugio seguro en las
montaas de Asturias. La escena se concluye
rpidamente con la aparicin de un nuevo
bandolero que anuncia a Mireno la necesidad de rendir ayuda urgente al valiente Cloridiano, que est siendo atacado por un
escuadrn cristiano de Yecla, Almansa y
Chinchilla.
Nuevo salto en la primera jornada de
El Lucero de Caudete. La personalidad de
Mireno ha sido fuertemente impresionada
por el martirio que ha infligido al pastor Leriano, al que ha despeado de la montaa
abajo. Una suerte de meditatio mortis, entendida muy al modo barroco, se impone en la
conciencia de Mireno, abrindole el camino

del arrepentimiento: que era hombre que


haba de morir y no saba el cundo o cmo.
Que viese que era polvo y vil gusano, y que
era a Dios eterno al que ofenda, que le haba
de dar cuenta algn da hasta del pensamiento ms liviano. Y a la reflexin trascendente le sucede la tensa escena entre el
Hermano Clemente y el todava irredento
Mireno. Ni siquiera las palabras de amenaza
o los gestos hostiles del motiln parecen finalmente afectarle en su determinacin homicida. As sucede en la escena siguiente,
cuando Mireno trata de atentar contra su hermano don Gonzalo a traicin, mientras el gobernador de Caudete reza fervorosamente en
la capilla de Nuestra Seora de Gracia.
estoy de furia lleno y nada me causa espanto, dir entonces el frustrado fraticida,
mientras la mano de la Virgen, por milagroso
modo, desva el disparo de la pistola de Mireno. La visin de Mara Santsima de Gracia pone fin a la primera jornada. Ella es el
autntico reparo de Mireno. Lo ha sido hasta
entonces entre l y su hermano don Gonzalo;
desde ahora, Ella lo ser entre Mireno y su
Hijo, a condicin de que haga penitencia, de
que sus obras no desdigan sus palabras, un
nuevo Saulo.
De esta suerte aparecer pues Mireno
en la escena que abre la segunda jornada en
la acotacin escnica. Su indumentaria, el
crucifijo que Mireno porta en las manos
muestran a un hombre ya centrado en la vivencia de la eternidad: sus lgrimas, el arrepentimiento por haber vivido tan corta vida
hacen que toda su existencia no sea otra cosa
que una peticin de misericordia al Seor. Ni
siquiera sus antiguos compaeros de fechoras lo reconocen vestido de esa guisa
cuando con la sola conviccin de las palabras liberta al Clrigo que aquellos conducen
maniatado para morir en el monte. A l, por

ltimo, confiesa Mireno los hechos atroces


de su vida esperando la absolucin.
Los acontecimientos, mientras tanto,
se estn acelerando, precipitndose hacia el
previsto fin. La tercera jornada de la Primera
Parte de El Lucero de Caudete nos sita ya
ante la arenga de Don Gonzalo a los valientes capitanes y soldados que defendern los
muros de la Villa ante el asalto cercano de
los sarracenos. Mireno irrumpe entonces en
escena con la espada desnuda, tratando de
avisar a los cristianos de la inminente llegada
de los invasores africanos: Guerra! Guerra!, Cierra Espaa!. La escena siguiente
nos devuelve al campo de batalla, al temerario reto personal de Mireno y Tarife. Un
duelo que en la versin que presenta la acotacin escnica queda truncado de toda alusin teolgica, para centrarse nicamente en
el combate caballeresco de dos adalides. Mireno resulta herido mortalmente.
En sus ltimos instantes de vida puede
pedir perdn a su hermano Don Gonzalo,
tambin herido en el combate. Antes de expirar, slo alcanza a pedirle que entierre su
cuerpo en aquel dichoso templo, / donde
est la Imagen Santa / que yo persegu algn
tiempo. En tanto que se oyen en las cercanas las voces del trinufo de los partidarios
de Mahoma, Don Gonzalo realiza el entierro
de Mireno que ha ganado, al fn, de mrtir
palma y trofeo.
Francisco J. Domenech Mira
Caudete, Marzo de 2007

53

A continuacin, reproducimos ntegramente la Acotacin Escnica de El Lucero de Caudete, obra annima en la que se
contienen los Autos de Nuestra Seora de
Gracia, realizada por D. Jos Cremades
Ban, para la representacin de la obra en
El incuestionable xito de la represen- el Cuarto Centenario ( 1988 ).
tacin quedar grabado en la propia crnica
festera que, literalmente, cita: El domingo
25 de Marzo se procede a la Apertura del II
Encuentro de comparsas y filaes de Contrabandistas, Bandoleros, Andaluces y Mirenos,
con la representacin del fragmento relativo
a Mireno de El Lucero de Caudete, con una
magnfica representacin a cargo del grupo
local de teatro Alcera, en el marco del
Auditorio Municipal, y gran asistencia de
pblico.
La representacin de la acotacin escnica corri a cargo del experimentado
grupo de teatro de Caudete Alcera, quien
realmente deleit a la concurrencia con una
interpretacin slida y sentida.

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Eran las nueve de la maana de un doSeguidamente se cita de manera integra, la crnica de la apertura de los II En- mingo claro y tranquilo, de esos que quieren
cuentros, realizada por Pablo A. Baon apartar de nuestra memoria la soledad invernal. Una multitud llenaba cada rincn del
Navarro.
local de la Asociacin de Comparsas: gentes
CRNICA DE LA APERTURA DE
venidas desde toda la geografa festera charLOS II ENCUENTROS
laban, compartan opiniones y rean unidos
en torno a un mismo tema, la Apertura de los
Seis meses haban pasado desde aquel II Encuentros de Contrabandistas, Bandole10 de septiembre en el que se iniciaba el Pri- ros, Andaluces y Mirenos. Jvenes mirenas
mer Centenario de la Comparsa de Mirenos. ofrecan a los visitantes la mejor sonrisa en
Seis meses de preparativos, reuniones, de un su recibimiento, al tiempo que les colocaban
enorme esfuerzo y trabajo que comenzaba a el pin con el logotipo de la celebracin, que
florecer con la llegada de la primavera. El los converta en protagonistas del da. Nadie
tiempo, caprichoso, pareca devolver de pareca extrao, ajeno, todos participaban de
nuevo a Caudete a tan dichosos momentos, un mismo sentimiento; ms que encuentro,
y en la maana del 25 de marzo las miradas era un reencuentro. En torno al rico alde los mirenos, mejor, de todos los festeros, muerzo preparado para el evento, los saluse imbuan otra vez de ilusin, porque ya dos, las miradas cmplices y satisfechas se
nadie dudaba de que el camino en el que se entrecruzaban, asentan henchidas de orgullo
haban internado al final del verano no hara cuando era el interrogante futuro el que se
sino depararles nuevas alegras.
colaba en las conversaciones. Un poco ms
tarde, reunidos en una Mesa Redonda, los
principales implicados en el proyecto discutieron y trataron aquello que debe acontecer
a lo largo de los prximos meses.

Ahora, la celebracin se abra a toda


la comunidad festera. Un ao atrs, la Comparsa de Mirenos haba recogido el testigo
para la celebracin de los II Encuentros de
Comparsas y Filaes de Contrabandistas,
Bandoleros, Andaluces y Mirenos de la vecina localidad de Ontinyent, que haba impulsado y desarrollado su creacin.
76

No poda faltar la msica: la banda de


la Sociedad Unin Musical Santa Cecilia
ameniz con pasodobles el trayecto hacia el
Auditorio Municipal, y ms de uno quiso
imaginar que septiembre no estaba tan lejos;
que, por qu no, rodeados de tanto festero
(de Caudete y de fuera, pero festeros todos)
podran adelantar en su interior los sentimientos que meses ms tarde habran de materializarse. Msica, fiesta. Imposible
separarlas, difcil paladear una sin la otra
cuando de Moros y Cristianos se trata...
Cmo disfrutar de una pelcula sin banda
sonora?

El paseo desemboc en el Auditorio,


convertido en el centro de los festejos el da
de la Apertura de los Encuentros. El aforo estaba completo: no haba asientos vacos,
pues los caudetanos haban respondido otra
vez, y ya van varias, al deseo de quien quiere
mostrar a los visitantes que Caudete es, ante
todo, un pueblo acogedor, que siente cada
momento, que se alimenta de todo el cario
que es capaz de ofrecer.
Una pelcula, creada especialmente
para el evento, consigui acercar Caudete a
las gentes de Ontinyent, de Villena, de un
sinfn de lugares unidos en torno a un personaje: bandolero, contrabandista, andaluz,
Mireno. Pudieron contagiarse del optimismo
de un pueblo que mira al futuro, pero que
carga en su haber, con orgullo, todos los pormenores del ayer. Era Marino Escudero Vila,
mireno, el que desgranaba para los curiosos
cmo es nuestro pueblo, por qu ha recogido
con satisfaccin el guante que supone la organizacin de los II Encuentros.

uno todos los detalles de los II Encuentros.


En el escenario, cercana al presentador, se
encontraba la escultura en bronce de Montes,
que Ontinyent haba cedido a Caudete, y que
presidira en adelante todos los actos a celebrar.
Instantes despus, fueron pasando por
el atril las distintas autoridades congregadas
en el auditorio. Primero, el Presidente de la
UNDEF, Francisco Lpez, que se mostr seguro de la capacidad organizativa de los caudetanos. Tras l, Antonio Amors Caerls,
Presidente de la Comparsa de Mirenos, uno
de los motores de esta celebracin, a la vez
que mximo culpable del auge y la ilusin
en que vive sumergida la comparsa desde
hace algunos aos.

Jos Lus dio paso al Presidente de los


II Encuentros, Miguel Requena Solera. ste
se sincer como mireno de corazn, como
alguien celoso del lugar que ocupa en su memoria la manta y el trabuco y brind una calurosa bienvenida a todos los que, con su
Y cuando cay un fondo negro, que presencia, haban contribuido a embellecer
aceler los corazones palpitantes, la msica un poco ms Caudete.
descendi, se col en el odo de todos. Una
meloda latente en el interior, dormida cerca
de los sueos, y una voz, un presentador, que
se funda con las sonrisas del pblico.
Ambos, la fanfarria olmpica de John Williams y Jos Lus Trespalacios, forman ya
parte del recuerdo colectivo, merced a su facilidad para incrustarse en la sima ms impenetrable de nuestra alma. A ella llegaron
en el Anuncio del Centenario de la Comparsa
de Mirenos, y echaron hondas races que
slo germinan bajo el riego generoso de las
lgrimas.
La locucin fue gil, ligera pero trascendente, y en ella fue descubriendo uno a
77

El turno corresponda ahora a las autoridades municipales. Comenz la Concejala de Fiestas, Isabel Snchez, que se
descubri mirena por encima de cualquier
otro sentimiento, dando muestras de su condicin festera durante su alocucin. La ausencia del alcalde de Caudete, Vicente
Snchez Mira, por problemas ineludibles de
agenda, fue suplida por la teniente de alcalde
y concejala de Obras y Urbanismo, Concepcin Vinader, que explic el momento actual
que vive el pueblo, con todas sus bondades
y proyectos para un futuro que se augura
prometedor.
El centro de atencin se traslad del
odo a la vista, de la voz a la magia de los delicados trazos con que Chimo beda Vidal,
bandolero de L'Olleria, haba logrado reunir
el espritu de los II Encuentros. Este cartel,
ya desde entonces carta de presentacin para
el pblico, sintetizaba un claro mensaje: por
un lado, la hospitalidad de Caudete, representada por dos manos abiertas, que quieren
recibir la manta que tejen todas las poblaciones; por el otro, la diversidad del sentimiento
bandolero, contrabandista, andaluz o mireno,
que se vuelve unidad en la fiesta. El pblico,
cmo no, agradeci a su autor el esfuerzo, y
reconoci lo acertado de su idea, la delicadeza en la realizacin.

Lucero de Caudete; adelant varias de las


frases ms bellas que aquel genio annimo
del s. XVIII nos leg, para orgullo nuestro.
La representacin corra a cargo del grupo
local de teatro Alcera, dirigido por Francisco Grande, que cuenta entre sus miembros
con muchos integrantes del grupo de embajadores de los Episodios Caudetanos. Aunque no profesionales, en todas sus
actuaciones nunca les ha faltado el calor del
pblico, merecido, y siempre han derrochado
ilusin y energa para saber agradecrselo.
Y all naci una figura. Muchos ya la
conocan, pero los ms jvenes nunca habamos podido palparla. Un nuevo Mireno que
emerga de las races, profundas; pese a ello,
el fondo, la razn de su lucha era la misma:
defender hasta el final, con entrega y pasin,
lo ms cercano, su pueblo.

Este Mireno era un converso, perseguidor de religiosos y gente honrada en su


origen, y con un hermano al que odiaba por
justo. Pero tuvo que cegarse ante el amor
para que toda la violencia que encerraba su
corazn desapareciera. Slo volvi al furor
de la guerra cuando vislumbr olvidada la
imagen de la Virgen, la ms bella que guardaba en su memoria. Erguido ante la muerte,
pudo resarcir la ltima pena que atormentaba
su interior. Sin ms fuerza ya que la fraterDe la pintura se volvi a la palabra. nidad, obtuvo el perdn de su hermano, se
Francisco Domenech Mira realiz un amplio llev con l los placeres de quien sabe que
recorrido por el eco de la figura del bando- muere cuando todos sus males han curado.
lero en nuestra literatura. Entusiasta de la
historia y la literatura, reuni ambas, y nos
Su ntimo final alumbr un rumor que
traslad con acierto el fruto de un largo es- creca en el escenario. Emocin. Calidad.
tudio que seguro ser parte importante de las Orgullo. Y los tres juntos viajaron hasta los
conferencias relativas a estos Encuentros. odos de los actores, que obtuvieron del pEsboz algunas de las claves de la acotacin blico un aplauso tan sincero como perenne,
escnica que posteriormente se iba a repre- broche de preciosistas bordados para una
sentar, referida a Mireno el Bandolero, de El maana que crecer en el recuerdo, desde la
78

Apertura hasta el cierre de estos Segundos


Encuentros.
Tom la palabra el presidente de los
I Encuentros, Pepe Bas, feliz de que la idea
que haban iniciado en Ontinyent fuera continuada con tanta dedicacin y esmero por
los caudetanos. Acto seguido, Antonio Amors proclam oficialmente inaugurados los
II Encuentros de Contrabandistas, Bandoleros, Andaluces y Mirenos. Era la culminacin del esfuerzo, pero a la vez el inicio de
un acontecimiento que se dilatar en el
tiempo hasta el prximo septiembre.
Slo quedaba la comida de hermandad, el ltimo repaso a una densa maana de
felicitaciones, promesas y agradecimientos.
Y en todos los que asistieron, un mismo
deseo: acortar el tiempo, acercar para s el
ltimo fin de semana de agosto, volver a
Caudete y comprobar que las promesas muchas veces se cumplen. Era el momento de
comentar, agradecer... y estrechar las manos
en una sincera despedida, que no era un
adis, slo un cmplice hasta luego.

Pablo A. Ban Navarro

79

A continuacin, la gran mayora de


los asistentes al acto se dirigi a la Sala de
la Asociacin de Comparsas, donde tuvo
lugar una comida de hermandad que puso
punto y final a la que result ser magnfica
apertura de los II Encuentros.

tativos de las mismas, pero la enormidad de


la logstica necesaria, y la premura de
tiempo a esas alturas, hizo que se desechase
la idea, no por inadecuada, sino por irrealizable. Queda pues ese desafo pendiente de
mejor ocasin, pues sera sin duda extraordinario contemplar cmo a partir de una idea
La promesa de reencuentro en el mes nica, la esttica ha seguido rumbos diferende Septiembre se extendi como aceite sobre tes prcticamente en cada localidad.
agua, de asistente en asistente, de festero en

festero, de bandolero a bandolero.


Siguiendo con el programa previsto,
el 19 de Abril llegaba el turno de la Exposicin Antolgica de Trajes de Mirenos,
que se realiz en la Sala de Exposiciones de
la Casa de Cultura de Caudete, y se prolong
hasta el da 6 de Mayo de 2007.
Lleg a debatirse en el seno de la Comisin, la posibilidad de solicitar a las escuadras y comparsas de otras localidades, la
cesin para la exposicin de trajes represen80

Cabe decir desde la organizacin, que


esta exposicin fue uno de los actos ms
complejos en su planificacin y ejecucin.
Pese a que no se encontraron problemas en
cuanto a la cesin de los trajes, sino todo lo
contrario, resultaba ser una enorme responsabilidad tutelar unas prendas de gran valor
en lo econmico, e incalculable en lo emotivo, pues en la mayor parte de las ocasiones,
se trataba de trajes que haban sido traspasados de generacin en generacin, siendo imposible incluso la datacin exacta en muchos
de ellos.

Parafraseando a Gracia en su Pregn


Reproducimos a continuacin el texto
original que acompaaba al dptico que se re- del Anuncio del Centenario
produce junto a estas lneas:
un traje, qu digo un traje, El
EXPOSICIN DE TRAJES ANTIGUOS Traje!, sale cada 5 de Septiembre de su armario, de su bal, donde ha dormido todo un
Dicen que el hbito no hace al ao con los recuerdos de tantas Fiestas, para
monje, pero eso no siempre es cierto.
tomar el protagonismo que por derecho le
pertenece.
La Fiesta, con mayscula, ha desarroUna chaqueta, un chaleco, camisa y
llado, a travs de sus muchos aos de Histo- lazo; la canana con algn pistn que tuvo que
ria, toda una liturgia destinada a dar esperar mejor oportunidad. Un pantaln borapariencia a lo que, en el fondo, es un modo dado con las marcas de muchas batallas incruentas cubierto por las revueltas de una
de sentir, y por lo tanto, de vivir.
faja que pagar en arrugas el ardor de cinco
Y en ese permanente deseo de dar la das.Polainas que dejan entrever franjas del
mxima brillantez a cada acto de las Fiestas, color del amanecer en ese primer tiro en la
la indumentaria es el pasaporte con que el CruzY un pauelo bien anudado bajo el
festero entra de lleno en ella.
calas, ese calas que el tiempo y t habis
moldeado.
81

Y es entonces, slo entonces, cuando a base de ilusin, y ese es un material que reproclamas orgulloso lo que todos saben: siste muy bien las acometidas del tiempo.
Eres Mireno.
Animamos pues al visitante a que
Es por eso un honor mostrar la Histo- contemple la Historia con nuestros ojos. A
ria de nuestra Comparsa a travs de las ms que se sumerja con nosotros all donde
preciosas de nuestras pertenencias. Cada arrancan nuestras emociones. A que contemtraje expuesto tiene una historia, alegre o ple a aqullos que ya no estn pero que detriste, pero siempre hermosa que contar.
jaron una huella imborrable e imperecedera.
Son todos los que estn, pero sin duda
Un siglo de Historia a travs de nuesno estn todos los que son. Cada Mireno y, tras ms preciadas joyas.
por tanto, cada traje, han tenido y tienen algo
que aportar a nuestra centenaria Historia.
Que lo disfruten.
Pero son muchas las historias, muchos los
trajes y poco, muy poco, el espacio disponible.
Resulta obvio que el texto desprende
a partes iguales orgullo y admiracin. AdmiCada traje expuesto tiene un motivo racin por las cosas bien hechas y orgullo
por el que estar aqu. A veces, por ellos mis- por, de alguna manera, poder pertenecer a
mos. En otras ocasiones por sus propietarios, algo que nos trasciende a nosotros mismos.
y en otras, por las circunstancias que les
acompaaron.
La exposicin, como no poda ser de
otro modo, result un extraordinario xito, y
Sirva en cualquier caso esta exposi- puede decirse que todo Caudete, amn de
cin de homenaje a tantos y tantos trajes que, muchos visitantes, contempl nuestra histosin la menor duda, mereceran estar aqu.
ria plasmada en aquellas bellsimas telas.
En la Exposicin podrn ver algn
traje cuya historia es an ms larga que el
propio Centenario que celebramos. Otros
que tuvieron el privilegio de arropar a algunos de nuestros ms ilustres Mirenos. Y
otros, en fin, que aadieron un toque singular
e su momento.
Notar el visitante que la moda
poco o nada ha podido con la tradicin, y
que algn traje centenario, bien podra el
prximo da 7 acompaar a Nuestra Seora,
sin que nada, salvo los achaques propios de
la edad, lo diferenciara de sus compaeros.
Porque en realidad, estos trajes estn hechos
82

Reproducimos a continuacin, para el


observador curioso, el diseo original de la
tarjeta que contena la descripcin de cada
traje, as como uno de los listados originales,
en Excel, de las piezas contenidas en la Exposicin.

83

PROPIETARIO
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60

ARACELI IIGUEZ SOLERA


JUAN ANTONIO IGUEZ " EL ALMANSEO "
JOS LUIS ALVAREZ ANGEL
ISABEL REQUENA AGULL
BONIFACIO MAESTRE CASABUENA "FASIO"
ANA SNCHEZ MARTNEZ
POMPILIA REY DAZ
ABELINO VADENES SERRANO
FEDERICO VADENES BENAVENT
TERESA SNCHEZ ARNEDO
PACO " El de Pamplona " ALBERTOS VICENTE
FRANCISCO CARRIN ORTUO
MIGUEL LLORNS TECLES
MANUEL REQUENA GRACI
AGAR SIV AGULL
JUAN ANTONIO AGULL MARCO
MANUEL SOLERA MEDINA
ANTONIA BORDALLO AMORS
ANTONIA BORDALLO AMORS
FRANCISCO DAZ HERRERO
PEDRO SNCHEZ MART
ESCUADRA " GRACIA MIRENA "
JULAN " El Mireno " GIMENO ROS
" EL MAESTRO PINILLO "
PASCUAL CANTOS VIZCANO
ANSELMO NEZ FUENTES
M del MAR REQUENA MOLL
JOS LVAREZ SANTOLINO
JOSEFA LPEZ AMORS
JUANI REQUENA LPEZ
ANDRS GARCA REQUENA
M JOS REQUENA CANTOS
JUAN REQUENA
LINAJE MIRENO
PEPE " El Sangre " ORTUO
PEPE " El Sangre " ORTUO
PEPE " El Sangre " ORTUO
CRISTINA ORTUO BENITO
ROSARIO ARELLANO LLORNS
FELIPE MIRA RIVERA
FRANCISCO MIRA RIVERA " Malacate "
JULIO LPEZ NGEL
ANA VICTORIA GARCA BELTRN
AIDA RIVERA SOLERA
DOLORES VILA TECLES
DOLORES VILA TECLES
JUAN REQUENA DE LOS SANTOS
FRANCISCO JOS ALBERTOS SNCHEZ
COMPARSA DE MIRENOS
ARANTXA AMORS BEDA
MIGUEL ORTUO BELANDO
AMARO ORTUO ROMERO
JOS MIGUEL CAMARASA BEDA
M CARMEN HERRERO
JOSEFA ORTUO BELANDO
MIGUEL MUOZ CANTOS
PASCUAL CANTOS VIZCANO
FRANCISO " Del Molino " MUOZ MOLINA
JOAQUN GIL DELICADO
ESCUADRA " LA SERRANA "

AO

1.950
1.966
1.992
1.927
1.918
1.915
1.984
1.945
1.920
2.000
1.948
1.989
1.989
1.953

1.926
1.940
1.993
1.960
1.927
1.905

DISEO

BORDADO

AGUSTN VILA HUESCA


CARMEN TECLES AMORS
ANTONIO REQUENA SOLERA FELICIANA REQUENA SOLERA
ANTONIO REQUENA SOLERA

FIESTA SOLERA

AGUSTN VILA HUESCA

CARMEN TECLES AMORS

AGUSTN VILA HUESCA

M GRACIA AMORS REQUENA

HH. MARTNEZ MEDINA


EMILIA AMORS TEROL

1.988
1.953
1.926
1.980
1.980
1.980
1.960
1.996
1.977

CARMEN TECLES AMORS

1.990
1.963

ANTONIO REQUENA SOLERA

MONTSE BENITO

1.948
2.003
2.001

AGUSTN VILA HUESCA


GRACIA BELTRN BELMAR
GRACIA BELTRN BELMAR

CARMEN TECLES AMORS


ISA
LOLA AGULL

1.984
1.998
1.970
1.995
1.930
1.930
1.987
1.987
1.933
1.946
1.935
1.952
1.960
1.990

ANTONIO REQUENA SOLERA

ANTONIA DE LOS SANTOS

84

ANTONIO REQUENA SOLERA


ANTONIO REQUENA SOLERA

EMILIA AMORS TEROL

CARIDAD BELANDO
CARIDAD BELANDO
JOSEFA ORTUO BELANDO
JOSEFA ORTUO BELANDO
CARIDAD BELANDO

La exposicin result un xito tanto


para el pblico como para la organizacin,
pues todas las piezas expuestas pudieron ser
devueltas a sus propietarios sin el ms mnimo desperfecto, motivo ste de gran preocupacin desde un principio.

cin por obtener confirmaciones de asistencia y avances del probable n de participantes en cada acto, result, como suele ser
habitual, infructuoso. Es parte de nuestro carcter la improvisacin, y lo cierto es que,
aunque la voluntad de asistencia de la mayora era clara, el obtener informacin acerca
Y bien, el calendario segua con su de cuntos y cmo, resultaba complicadandar perezoso pero inalterable. Se aveci- simo en la mayora de las ocasiones.
naba uno de los momentos cumbres en los
100 aos de Historia de la Comparsa.
Era el 20 de Abril de 2007, cuando el
Sr. Alcalde de Caudete, D. Vicente Snchez
Mira, y el Presidente de la Comparsa de Mirenos, D. Antonio Amors Caerols, cortaban
la cinta inaugural de la flamante Sede Social
de la Comparsa.
No procede en esta crnica pormenorizar el duro y esforzado trabajo que ha supuesto poder llegar hasta este punto, pero s
cabe decir que la celebracin de los II Encuentros Nacionales hubiera sido difcilmente realizable sin este nuevo edificio.
Al mismo da siguiente de su inauguracin, ms de 600 Mirenos y amigos tuvimos la oportunidad de probar su capacidad,
en una cena de hermandad que nos llen a
todos de confianza y optimismo para lo que
se avecinaba.
El tiempo, y los nervios seguan corriendo. El mes de Mayo, y ms concretamente sus sbados, fueron dedicados a
informar, mediante las reuniones sectoriales
celebradas en Torrent, Almorad, Villafranqueza, Cocentaina, Villena, Elda de los pormenores y detalles de la celebracin, cada
vez ms prxima, de los II Encuentros.
Cabe decir que los esfuerzos de la organiza85

Satisfechos de comprobar que la in- el dptico, as como del guin original del
fraestructura estaba preparada para acoger a acto:
tantos amigos, lleg el momento de la msica.
Reencuentro con la msica. Msica
de un reencuentro.
El Viernes 22 de junio de 2007, a las
La Fiesta es cambiante. Puede mos22,30 h, y en la Plaza de Toros Las Arenas
de Caudete, tuvo lugar el llamado Con- trarse en mil lugares y tener mil rostros.
cierto del Centenario , a cargo de la Banda Cambian las personas, muta el paisaje, vaSociedad Unin Musical Santa Cecilia, di- ran los recorridos e incluso los actos y las
rigida por el maestro D. Jorge A. Colom tradiciones.
Muoz, con un programa consistente en la
Slo la msica permanece, y slo ella,
interpretacin completa del CD REENCUENTROS, grabado especialmente con tanto da que al brioso comps del pasodoble
ocasin de los II Encuentros, y cuyo ttulo que al cadencioso son de la marcha mora, la
alude, de forma clara al disco editado en los identifica y la hace reconocible. Slo con oir
I Encuentros de Ontinyent, y que fue titu- las primeras notas en un garaje, en una
plaza, la Fiesta se hace presente y el festero
lado como ENCUENTROS.
se siente en casa. Es la trascendente e impeReproducimos a continuacin los tex- recedera unin de festero y msica lo que da
tos originales de la presentacin incluida en a la Fiesta su carcter universal e inmortal.
86

As, como la banda sonora de la pel- del Centenario, tanto la grabacin, como el
cula de nuestros momentos ms felices, la concierto de presentacin, estn plenamente
msica se derrama en cada recuerdo, en cada dedicados a los II Encuentros.
oracin, en cada promesa, quedando unida
para siempre a nuestras ms entraables experiencias.
Esta es la msica de un reencuentro.
Recopilada unas veces, recuperada otras o
compuesta ex profeso, toda ella es un homenaje a los amigos que han querido honrar a
Caudete y, sobre todo, a la Fiesta, participando en los II Encuentros Nacionales de
Comparsas y Filaes de Contrabandistas,
Bandoleros, Mirenos y Andaluces. Gracias
a todos por dejarnos una parte de la alegra
de vuestros corazones y permitirnos compartir el entusiasmo que derrochis a cada paso.
A vosotros, que lo habis puesto todo,
os damos la msica, para que ella os transporte hasta Caudete una y mil veces en brazos de un recuerdo que, pretendemos, sea
imborrable.
Que sea nuestra Banda Unin Musical
de Caudete quien la interpreta no es una casualidad. Ellos, mejor que nadie, saben imprimir en cada nota el aliento de un pueblo,
Caudete, perdidamente enamorado de sus
tradiciones. Slo ellos podan encerrar en
estas composiciones una parte de nuestra
propia alma para que el visitante se la lleve
consigo. Gracias.
Bandoleros, Contrabandistas y Andaluces: las calles de Caudete sern vuestras
durante unas mgicas horas. Nuestra amistad
ser vuestra para siempre, y ste es su sonido
Como hemos podido comprobar en el
texto, pese a la denominacin de Concierto
87

que en Almorad. En LOllera que en Villael guin original del acto, conducido por franqueza, hoy, hace 10 aos o hace 50, la
msica es slo una. Y bastan unos pocos
Jos Luis Trespalacios:
compases para que un bandolero haga bailar
una navaja, y las escuadras, las fils comienGUIN DEL CONCIERTO DEL
cen su eterno y mgico desfile.
CENTENARIO
CAUDETE, 22 DE JUNIO DE 2007
Le hemos llamado Concierto del CenPermtanme que les cuente algo que tenario, pero bien podramos haberle llamuy pocos saben. Un secreto que hemos mado Concierto de los Encuentros,
conseguido mantener con mucho esfuerzo incluso de los Reencuentros, pues esta noche
durante los ltimos meses. No s si debera son muchos los amigos que nos acompaan
contarlo, pero., en fn, ah va.
que tambin estarn con nosotros ese esperadsimo ltimo fin de semana de Agosto en
Este ao, 2007, la Comparsa de Mire- el que celebraremos los II Encuentros Nacionos cumple un siglo. Ya lo he dicho.
nales de Comparsas y Filaes de Contrabandistas, Bandoleros, Andaluces y Mirenos.
Ah, Ya lo saban ?..., Bueno, est Gracias a todos por acompaarnos. Deseavisto que en este pueblo las noticias corren mos de corazn que os sintis como en casa,
como la plvora, y conste que de eso, de porque en verdad, lo estis.
plvora, tambin entendemos un poco.
El programa de sta noche lo compoBromas aparte, muy buenas noches a nen un total de 10 composiciones. Algunas
todos y bienvenidos a este Concierto del de ellas van a sonar esta noche por vez priCentenario que pretende ser un punto de mera en directo, pero todas ellas estn incluiencuentro, de reencuentro, mejor dicho, con das, junto con algunas ms en el CD
todos aquellos amigos que sienten de verdad conmemorativo que bajo el ttulo de Reenla Fiesta, slo si estn debajo de un calas. cuentros , est ya, desde esta noche a disposicin de todos, por el mdico precio de
En los actos de conmemoracin de 10 euros. No te puedes quedar sin l
nuestro Centenario, ya hemos rendido homenaje a nuestros Mirenos de hoy y de ayer, a
Y hablar de la msica en Caudete es
nuestros trajes y distintivos, a Nuestra que- hablar, cmo no, de nuestra Banda. Podrarida Patrona, y hoy, esta noche, es el turno mos desglosar ahora el impresionante currde la Msica.
culum de nuestra Sociedad Unin Musical
Santa Cecilia , en sus ms de 120 aos de
Son muchos los elementos que con- existencia, pero no lo creo necesario. Su caforman la Fiesta. Y prcticamente la totali- lidad tcnica y artstica viene refrendada por
dad de ellos cambian, o han cambiado con el los innumerables premios y reconocimientos
lugar y el tiempo. Cambian los trajes, cam- que ha venido cosechando a lo largo de su
bian los actos, cambia, incluso el objeto de ms que centenaria historia. Pero permdevocin. Slo una cosa no cambia. La M- tanme decir que eso ya no nos sorprende.
sica. Tanto da que estemos en Onteniente
Pasemos ahora a reproducir el que fue

88

Nos hemos acostumbrado a su buen


hacer. Lo que nos sigue emocionando es
comprobar el amor, la ilusin, la entrega que
sus msicos regalan en cada pasacalles, en
cada procesin,, en cada concierto. Amor
que ya inculcan desde el principio en su
Banda Juvenil y su escuela de Msica, y que
va llegando hasta nosotros ao tras ao, generacin tras generacin. Es para todos nosotros un verdadero placer y un honor
extraordinario tener hoy y siempre una seleccin de msicos, y sobre todo, de personas de autntico lujo, como son las que
componen la Sociedad Unin Musical Santa
Cecilia de Caudete. Muchas gracias por
estar, pero sobre todo, muchas gracias por
ser exactamente como sois.

Y aunque l no lo sabe, y s que no le


va a gustar, quiero, en mi nombre y en el
toda la Comisin del Centenario, dar las gracias a mi amigo del alma, Antonio Requena
Solera, uno de los tres mejores mirenos que
conozco, por ser el motor y el alma de todo
este folln en que nos hemos metido los del
Centenario. Pese a las dificultades y a los
disgustos. A pesar de los errores y siempre
inconformista con los xitos, siempre est
ah, a disposicin de todos los Mirenos, incansable y cabezn como slo un Sorel
puede serlo. sto tambin va por t, Antonio.
Bien, vamos a ir terminando, porque
si no, al final, ms que el concierto del centenario va a parecer el concierto del peloteo.
Es broma, nada hay ms justo que reconocer
el esfuerzo, y les puedo asegurar que todos
y cada uno de los nombrados se ha merecido
no una vez, sino cien, el pequeo reconocimiento de esta noche.

Gracias tambin al actual director


tanto de la Banda Unin Musical, como de
la Banda Infantil, D. Jorge Colom Muoz,
quien ocupa el cargo desde Octubre del ao
2000 y que, al igual que la Junta Directiva
de la Sociedad, siempre han brindado con
El Concierto va a dividirse en dos pargenerosidad su colaboracin, su apoyo y su tes, de cinco obras cada una y un pequeo
afecto a esta Comparsa.
descanso de unos quince minutos entre
ambas.
Gracias igualmente a Jos Manuel Requena Olivares, de nuestra Sociedad Unin
Antes de cada pieza, yo mismo les
Musical y a Pedro Angel Lpez Snchez, di- contar brevemente el ttulo, autor y alguna
rector de la Banda de Villena quienes se han otra cosilla de la misma.
ocupado brillantemente de todo lo relativo a
la Msica desde la Comisin del Centenario
Lo hemos preparado con todo el cade la Comparsa. Sin ellos, este Concierto y rio del mundo y slo deseamos que les
el CD que hoy presentamos, no habran sido guste., y si adems compran el disco, pues
posibles.
mejor que mejor.
Y por supuesto, gracias a nuestro
Ayuntamiento y a su concejala de Fiestas
que, como siempre, han estado a nuestra disposicin para cunto hemos podido necesitar.
89

Comenzamos:

4.- MI MANOLN

1.- FANFARRIA PARA UN CENTENARIO Con este pasodoble no nos movemos de


casa. Lo encarg Antonio Solera para su
Esta composicin es obra del Maestro Alco- amigo Juanma Arellano, y fue compuesto
yano D. Jos M Valls Satorres, compositor por Jos Manuel Requena Olivares. Me
de reconocido prestigio y de una obra tan ex- consta que todos vuelven a estar aqu esta
tensa como premiada.
noche.
Hemos de agradecer pblicamente el ms
que generoso gesto que tuvo el Maestro al
regalar esta composicin a nuestra Comparsa
con motivo de nuestro I Centenario. Gracias
Maestro.

Juanma es otro de los tres mejores mirenos


que conozco; pocas personas viven el sentimiento festero con la intensidad y la devocin con que l lo hace, y como capitn del
2.007 me consta que va a vivir emociones
tan intensas como slo un Mireno de pura
Para todos Vds., Fanfarria para un Centena- cepa puede hacer.
rio, de D. Jos M Valls Satorres.
El estribillo alusivo a la Zarzamora es un
2.- OL CONTRABANDISTAS
guio a una historia antigua que algunos conocemos, y que Jos Manuel Requena, con
Pasodoble dedicado a Miguel Angel Sanchs el conocimiento de los herederos del MaesMurcia y a Alberto Marrah Estalrich, Capi- tro Quiroga, ha sabido trasladar a la partitura
tn y Embajador cristianos de la fil contra- con natural maestra.
bandistes de Albaida del ao 2006.
Amigo Juanma, es justo que despus de dar
El autor, natural de Atzeneta de Albaida tanto a tu Comparsa, hoy te devolvamos
desarrolla en esta composicin una buena algo. Con todo nuestro cario, por ti, por Romuestra de su enorme talento que le hace sario, por Manuel y por Regina, la Banda
estar entre los ms reconocidos compositores Unin Musical Santa Cecilia interpreta
de la actualidad.
Mi Manoln , de Juan Manuel Requena
Olivares.
3.- JUANITO EL JARRY
5.- ALMA GITANA
En asuntos festeros, Murcia, como Albacete,
tambin existe. El autor es D. Ignacio Sn- Pasodoble de aire andaluz compuesto en
chez Navarro, de Caravaca de la Cruz, y el 2005 por D. Miguel Angel Ms Mataix, nattulo hace referencia al Caballista del ao tural de La Canyada. Es decir, como se dice
2003 de la misma localidad. Otras composi- aqu, de La Ca .
ciones destacadas del autor son Rifeo, Templarios de Caravaca, Orgullo Santiaguista o Esta obra result premiada con un ccesit
Caballeros de Navarra.
tras votacin popular en el VI Consurso Nacional de Msica Festera que organiza la
Oigamos pues, Juanito El Jarry , de D. Ig- Asociacin de Moros y Cristianos
nacio Snchez Navarro.
90

Sant Blai de Altea. Ser difcil que no nos De nuevo aires andaluces y un regalo para
contagiemos con la alegra y la fuerza que nuestros odos.
des prenden sus notas. Para Vds., Alma Gitana .
8.- DE MAANA EN CAUDETE
Nuestros msicos son buenos, muy buenos, buensimos, pero lo que no son es
. Incansables, as que vamos a darles un
respiro y en eso de unos 15 minutos volvemos a la carga.

Pertenece esta obra a la extensa creacin de


D. Juan Angel Amors, quien fue director de
la Sociedad La Armona y, posteriormente de la Banda Municipal de Caudete.

El autor, entre otras obras, de El


6.- FIEL MIRENO
Caudetano regal esta composicin a la
Comparsa de Mirenos quien la luce en su paEste pasodoble forma ya parte de la pequea trimonio con orgullo.
gran Historia de este Centenario. Se estren
por la Banda Unin Musical en aquella m- Es un placer presentarles De Maana en
gica madrugada del pasado 10 de Septiem- Caudete , obra y regalo de D. Juan Angel
bre, cuando todos los Mirenos nos sentimos Amors.
uno slo y como uno slo saludamos este
primer siglo de existencia.
9.- PAQUITA CANTOS
El maestro Ignacio Garca Vidal encontr
desde el popular gi, gi, gi, los de Caudete encontrar el camino para enlazar
pueblo y Fiesta como la unidad que de hecho
son.
El ttulo, elegido por votacin popular es ya
parte de nuestro patrimonio, como todas y
cada una de sus notas. Les invito a volver
hasta aquel limpio amanecer del da ms Mireno para oir de nuevo Fiel Mireno , de
Ignacio Garca Vidal.
7.- MIRENA
Este es un pasodoble del ao 1.999 dedicado
a Mnica Albertos Herrero, miembro de
nuestra comparsa y compuesta por Pedro
ngel Lpez Snchez, el joven director de la
Banda de Villena y, como ya se ha dicho,
apreciado componente de la Comisin del
Centenario.

De nuevo, al igual que la Fanfarria del Centenario, este pasodoble es obra del maestro
alcoyano D. Jos M Valls Satorres. Est dedicado por Jos Luis Trespalacios a su mujer
Paqui Cantos. Cmo les explico yo quines
son estos dos ?
A ver, ella es de La Torrecica, hija de Pascual
y Brgida. Va a ser Capitn de la Comparsa
en el 2008 y tienen dos hijas, Helena y Paula
que sern Dama y Volante. Venga vale, es
mi mujer y el pasodoble lo encargu yo por
mediacin de mi amigo Antonio Solera.
Mirena por devocin y conviccin, no le he
visto ms tristeza en el rostro que aquella
maana de un 7 de Septiembre en que, por
motivos de estudios tuvimos que dejar a su
querida Virgen en la Cruz y partir hacia Alicante.

91

Por eso, por haberme inculcado a m, a un


forastero el amor por tu pueblo, tus tradiciones, tu Virgen y tu Comparsa, de m para ti,
para todos, PAQUITA CANTOS , de D.
Jos M Valls Satorres.

Quedaban un par de actos, muy importantes para la Comparsa, por estar relacionados con nuestro Centenario, antes del
gran fin de semana. La Gran Cena de Gala y
la Misa de Accin de Gracias a Nuestra Seora la Virgen de Gracia.

10.- PACO MATAIX


Cuentan las malas lenguas que, pese a estar
dedicado, como su nombre indica, a Paco
Mataix, cabo oficial de nuestra comparsa
hermana de los Contrabandistas de Villena,
va a ser sta la primera vez que el pasodoble
se interprete en un concierto. Es cierto
Paco ?
Bromas aparte, esta obra del ao 2004 fue Mientras los actos del Centenario discurran
compuesta por D. Antonio Miln Juan y va cargados de emotividad, el momento cumbre
a tener el privilegio de cerrar este magnfico se antojaba inquietantemente prximo.
concierto que de corazn esperamos hayan
disfrutado.
El mes de Agosto de aquel ao fue un
mes de telfono y nervios. Constantes llamaLa Sociedad Unin Musical Santa Cecilia das a todas las localidades festeras para ir
de Caudete, dirigida por el Maestro Jorge ajustando al mximo las previsiones de un
Colom Muoz, interpreta para todos nos- aluvin de visitantes ansiosos de Fiesta.
otros Paco Mataix .
ENTREGA DE LOS CUADROS DE
ANTONIO A JUAN FRANCISCO
CARRIN, PRESIDENTE DE LA
UNIN MUSICAL Y A D. JORGE
COLOM MUOZ, DIRECTOR DE LA
BANDA.
CIERRE POR EL PRESIDENTE DE LA
COMPARSA
La noche result ser magnfica en lo
climatolgico y en lo artstico, y como de
msica estamos hablando, nada mejor que
or Reencuentro para dar el autntico valor
del trabajo realizado. Queda pues, para los
bandoleros del futuro.
92

Nuestros amigos de Ontinyent lo saben y, a


estas alturas, me temo que Monforte lo sospecha. Sin duda se organizan constantemente eventos de mucha mayor complejidad
que el que nos ocupa, pero nuestro amateurismo e inexperiencia hicieron que las dificultades se multiplicaran por mil.

Confirmar congresistas, escuadras, autoridades, acompaantes, protocolo, acreditaciones, visitas tursticas, alojamientos, horas de llegada, aparcamientos, distribucin, regalos
conmemorativos, ponencias y comunicaciones, comensales, televisiones,, y bandas de
msica, muchas bandas de msica, nos pareca una tarea imposible de culminar con xito.
LISTADO DE CONGRESISTAS INSCRITOS
ACOSTA PRADILLOS, JOSE MIGUEL
AGULLO ORTUO, M DOLORES
ALBERO RICO, MIGUEL
ALBERT GINER, JOSE MARIA
ALBERTOS LUCAS, FRANCISCO
ALBERTOS SANCHEZ, FRANCISCO JOSE
ALBIANA CANT, LUIS
ALCALA DIAZ, PEPA
ALCARAZ ARGENTE, JUAN ANTONIO
ALCARAZ LOPEZ, M DEL MAR
ALEJANDRO MARSILLA, JAVIER
ALMERICH CHULI, ANA
ALTS PIC, JAUME
AMORS CAEROLS, ANTONIO
AMORS CAEROLS, VICENTE
AMORS NAVARRO, IVAN
AMORS NAVARRO, NOELIA
AMORS NAVARRO, RAQUEL
AMORS TEROL, EMILIA
AMORS UBEDA, ARANTXA
AMORS UBEDA, C.
ANDREU BES, JESUS
ARELLANO LLORENS, JUAN MAUEL
ARIAS VILAR, JUAN MANUEL
AZORIN SANCHEZ, JOSE ANTONIO
AZORIN SANCHEZ, MARIA DOLORES
AZORIN SERRANO, VICENTE
BADENES MARTI, ROSARIO
BAON BAON, CRISTINA
BAON VILLAESCUSA, MIGUEL
BARBER DOMENECH, FRANCISCO
BAS TEROL, JOSE JUAN
BATALLER ALBERT, RAFAEL
BELDA MARTINEZ, MIGUEL ANGEL
BELDA RAMAL, VICENTE
BELDA TORTOSA, ANTONIO
BELTRAN BELMAR, GRACIA
BENEYTO REY, SONIA
BERN CANALES, CANDIDO
BERN DIEGO, M CARMEN
BERN JOVER, ANTONIO
BERNABEU GUILLEM, FRANCISCO
BOIXADER MUOZ, JORGE
BORDERA REVERT, JESUS
BORONAT ESCOLANO, JAVIER
BROTONS PINA, IGNACIO
CALABUIG APARICI, MARINA
CAMARASA ANGEL, RAFAEL
CAMARASA MOLINA, M DOLORES

IBI
CAUDETE
ALBAIDA
ALBAIDA
CAUDETE
CAUDETE
ALBAIDA
CAUDETE
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93

TORRENT
TORRENT
BARCELONA
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
TORRENT
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
AIELO DE MALFERIT
ONTINYENT
ONTINYENT
CAUDETE
COCENTAINA
ONTINYENT
CAUDETE
CAUDETE
ALMORAD
ALMORAD
MONFORTE DEL CID
IBI
ALBAIDA
ONTINYENT
ALBAIDA
IBI
AIELO DE MALFERIT
CAUDETE
CAUDETE

CANTERO, M PILAR
CANTOS FILLOLS, FRANCISCA
CAIZARES FLORES, MARTA
CAIZARES HERNANDEZ, JOSE LUIS
CARRION HUESCA, MARIA
CASTILLA PEREZ, DAVID
COMPANY MARTINEZ, JOSE
CORCHO MARTINEZ, SARA
CRESPO ARELLANO, MELQISEDECH
CRESPO NAVARRO, MELQUISEDECH
CUENCA CONEJERO, NATALIA
CUENCA PUCHE, M JOSE
DEVESA, ANGELES
DEVESA, JOSE
DIAZ VILLAESCUSA, M JOSE
DIAZ VILLAESCUSA, M SOLEDAD
DIEGO MANZANERA, CARMEN
DOMINGO, JOSE LUIS
EGEA, BIENVENIDO
ESCANDELL PEREZ, BERNARDO
ESCUDERO VILA, MARINO
ESPINOSA, M ANGELES
ESTEVE BARCO, JULIO
ESTEVE DOMENECH, FELIX
ESTEVE MORA, EDUARDO
FENOLL PUCHADES, FRANCISCO JAVIER
FERRANDO GARCIA, JOSE
FERRE GUEROLA, JESUS
FERRER, FERNANDO
FERRI ESPI, RAMON
FERRIZ SAEZ, M MANUELA
FLORES BENAYAS, LOURDES
FRANCES GONZALEZ, AGUSTIN
FRANCES GONZALEZ, DOLORES
FRANCES, ENRIQUE
FRANCES, VICENTE
FUENTES DURA, CASTO
FUENTES, ROSA MARIA
GANDIA GARCIA, SERGIO
GANDIA VIDAL, RAFAEL ASENSIO
GARCIA BAON, NAZARIO
GARCIA FERRANDO, VICENTA
GARCIA IBAEZ, RAFAEL
GARCIA JIMENEZ, PATRICIA
GARCIA LLORENS, JOSE JAVIER
GARCIA LLORENS, M SALVA
GARCIA, FRANCISCO
GARROTE, SONIA
GASCON ROMERO, PABLO
GIL GALLUR, MARIA ROSARIO

94

CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
TORRENT
TORRENT
BARCELONA
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
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CAUDETE
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CAUDETE
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CAUDETE
TORRENT
TORRENT
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CAUDETE
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CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
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IBI
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ONTINYENT
CAUDETE
ANNA
IBI
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
BENIDORM
AIELO DE MALFERIT
BARCELONA
CAUDETE

GIMENO TORRES, ROSI


GISBERT ESTEVE, BENJAMIN
GISBERT ESTEVE, PASCUAL
GISBERT PEYDRO, PASCUAL
GOMEZ CRUAES, PABLO
GOMEZ DAV, ISABEL
GOMEZ GOMEZ, CARMEN
GOMIS MATEOS, CARLOS
GONZALEZ ALVAREZ, NEUS
GONZALEZ BENEYTO, M ANGELES
GONZALEZ BOTELLA, CONCEPCION
GONZALEZ BOTELLA, M AURORA
GONZALEZ CAMPOS, ARTURO
GONZALEZ POMAR, PABLO
GRACIA FRANCES, FRANCISCO
GRACIA FRANCES, JUAN
GRACIA FRANCES, MARIA
GRANADA MOLINS, QUIM
GUEROLA, JOSE
GUILLEM BORNAY, JUAN MANUEL
GUILLEM FERRI, JUAN FERNANDO
HERNANDEZ FILLOLS, FRANCISCO
HERREROS MORENO, DIEGO
HUESCA MENOR, VICENTA
HURTADO MARTINEZ, ANA
JARQUE SAIZ, JOSE MANUEL
JIMENEZ AMOROS, FRANCISCO
JIMENEZ ARGUMANEZ, M TERESA
JIMENEZ ARGUMANEZ, MIGUEL ANGEL
JORGE RODRIGUEZ, PEDRO
LADRON DE GUEVARA, ANA
LAURI GUILLEM, JUAN RAMON
LLORENS TECLES, M JOSE
LOPEZ LOPEZ, JOSE MIGUEL
LOPEZ MARTINEZ, VICTOR
LOPEZ RUBIO, DIEGO
LOPEZ RUIZ, M TERESA
LUCAS SORIA, M ISABEL
MACIA ALFONSO, JOSE
MAGAN OLIVA, NICOLAS
MARCO ALBERO, FRANCISCO
MARCO CONEJERO, TERESA
MARCO NAVARRO, JOSE MANUEL
MARIN CASADO, ALFONSO
MARRAH ESTARLICH, JAVIER
MARRAH GOMAR, ANTONIO
MARRAH SILVESTRE, SALVADOR
MARTI, AMADEO
MARTIN PINA, FRANCISCO
MARTINEZ AMOROS, NATALIA

CAUDETE
IBI
IBI
IBI
ALMORADI
ALMORADI
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ALTOZANO
BARCELONA
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MONFORTE DEL CID
MONFORTE DEL CID
CAUDETE
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CAUDETE
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CAUDETE
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CAUDETE
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CALLOSA DE SEGURA
TORRENT
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
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ALBAIDA
ALBAIDA
ALBAIDA
ONTINYENT
IBI
CAUDETE

95

MARTINEZ APARICI, ESPERANZA


MARTINEZ APARICI, MANUEL
MARTINEZ DUEAS, FRANCISCO JOSE
MARTINEZ GARCIA, LUDGARDA
MARTINEZ GARCIA, M ROSARIO
MARTINEZ MARTINEZ, BEATRIZ
MARTINEZ OTERO, BEATRIZ
MARTINEZ PALOMEQUE, CLAUDIO
MARTINEZ SINTES, ALBERT
MARTINEZ, RICARDO
MARTINEZ, VICENTE
MATEU CALATAYUD, RAFAEL
MAYOR CLIMENT, JOSE
MEDINA DOMENECH, PASCUAL
MEDINA REQUENA, ANTONIO
MENA QUIRANT, MANUELA
MIGUEL CERVERA, M PILAR
MIR ESTAGE, JUAN
MIR ESTAGE, RAFAEL
MIR GONZALEZ, HECTOR
MIR GONZALEZ, MONTSERRAT
MIR REVILLA, JOAN
MIRALLES DELGADO, ANNA MARIA
MIRAMBELL CRESPO, EDUARDO
MIRAVETE GOMEZ, CARLOS
MIRAVETE GOMEZ, JOSE ANTONIO
MIRAVETE GUTIERREZ, JOSE ANTONIO
MOLLA FRANCES, FINA
MOLLA MOLINA, ROSA
MORA PUIG, RIGOBERTO
MOSCARD SEMPERE, RAFAEL
NADAL VICENT, VICENT
NAVARRO CONEJERO, M CARMEN
NAVARRO CONEJERO, MERCEDES
NAVARRO GAVIDIA, PIEDAD
NAVARRO REQUENA, M GRACIA
NEBOT SOLER, ELISENDA
OROZCO, TERESA
ORTUO CANTERO, JOSE
ORTUO REQUENA, M SOL
PAGAN TOMAS, MONICA
PARRA ARNEDO, M TERESA
PASCUAL JUAN, INES
PASTOR OSCA, VICENTE
PASTOR REVERT, IGNACIO
PAZ MORENO, M CARMEN
PEALVA RIBERA, ENRIQUE
PEREZ GARCIA, PABLO
PEREZ NAVALON, JAVIER
PEREZ REQUENA, MIGUEL

AIELO DE MALFERIT
AIELO DE MALFERIT
ALMORADI
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
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CAUDETE
AIELO DE MALFERIT
MONFORTE DEL CID
CAUDETE
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BARCELONA
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AIELO DE MALFERIT
CAUDETE
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CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
AIELO DE MALFERIT
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ONTINYENT
ANNA
LA FONT DE LA FIGUERA
VILLAFRANQUEZA
IBI
CAUDETE

96

PEREZ, CARMEN
PERTUSA SANCHEZ, M DOLORES
PIQUERAS, MERCEDES
PLAZA BELENGUER, TEO
PUCHADES PAMPL, MANUEL
RECHE GARCIA, RODRIGO
REIG BELDA, RICARDO
REQUENA AGULLO, ISABEL
REQUENA ARELLANO, JOSE LUIS
REQUENA DIAZ, GALA
REQUENA DIAZ, GONZALO
REQUENA GARCIA, JOSEFA
REQUENA MOLL, JAVIER
REQUENA REQUENA, JOAQUIN
REQUENA SOLERA, ANTONIO
REQUENA SOLERA, MIGUEL
RICO, M NIEVES
RIOS BATALLER, JUAN RAMON
ROCAMORA ZARAGOZA, LIDIA
RODRIGO, JAVIER
RODRIGUEZ FERNANDEZ, JOSEFINA
RUBIO RENESES, JULIO
RUIZ PUIG, JOSE ANTONIO
RUIZ SILLA, RAMON
SAEZ FRANCES, M VICTORIA
SANCHEZ AMOROS, AMBROSIO
SANCHEZ BENITO, MIGUEL
SANCHEZ FERNANDEZ, JAVIER
SANCHEZ MARTINEZ, ANA
SANCHEZ MATEU, JUAN
SANCHEZ SAEZ, ISABEL MARIA
SANCHEZ, VICENTA
SANCHIS MURCIA, MIGUEL ANGEL
SANZ MARTINEZ, RAMON
SARRIA MARTI, JOSE
SEGUI MARTINEZ, GABRIEL
SERRANO ESCANDELL, GRACIA
SERRANO ESCANDELL, M JOSE
SERRANO ESCANDELL, REBECA
SERVENT BERENGUER, ALBERTO
SILLA FABIA, EDUARDO
SIM MONTAANA, LOLI
SIRVENT, JOSE ANTONIO
SIV DIAZ, NORA
SIV MEDINA, JUAN
SIV MEDINA, MANUEL
SIV ROMERO, JOSE
SOLER PECO, RAQUEL
SOLERA BORDALLO, MIGUEL
SORIANO RIVES, ROBERTO

BENIDORM
ALMORADI
BENIDORM
TORRENT
TORRENT
IBI
BOCAIRENT
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
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CAUDETE
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AIELO DE MALFERIT
ALMORADI
BENIDORM
ALMORADI
CAUDETE
ALMORADI
TORRENT
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
IBI
CAUDETE
AIELO DE MALFERIT
CAUDETE
CAUDETE
ALBAIDA
TORRENT
CAUDETE
MONFORTE DEL CID
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
MONFORTE DEL CID
TORRENT
TORRENT
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
ALMORADI
CAUDETE
ALMORADI

97

SORIANO, M JOSE
TAMBORERO SAYOS, QUIM
TECLES ALBERTOS, GUERLINDE
TECLES ALBERTOS, JOSE
TECLES TRINNKER, JONAS
TEROL CARRASCO, PAQUI
TERUEL, EVELINE
TOMAS CANTOS, ANTONIO
TORRES GIL, FRANCISCO
TORRO VAELLO, JOSE
TRESPALACIOS CANTOS, HELENA
TRESPALACIOS LOPEZ, JOSE LUIS
UBEDA, SERGIO
VALERO LOPEZ, MARIBEL
VALLEJO MORA, VICTOR
VAO REIG, MARINA
VERDU SERRALTA, FRANCISCO
VICENT MORA, DOLORES
VILA, ANTONIO
VILLODRE GARCIA, CRISTIAN

BENIDORM
BARCELONA
CAUDETE
CAUDETE
CAUDETE
MONFORTE DEL CID
IBI
CAUDETE
CAUDETE
ONTINYENT
CAUDETE
CAUDETE
ONTINYENT
ALTOZANO
TORRENT
LA POBLA DEL DUC
IBI
AIELO DE MALFERIT
ONTINYENT
CAUDETE

De la cuestin meteorolgica ya se
Pero al igual que en la representacin
de Romeo y Julieta de la pelcula Shakes- ocupaba a Agencia Espaola de Meteorolopeare in love, todo sali bien. Cmo ?.., ga, y nos prometa un fin de semana inmejorable. Para los terrenos mundanos
nadie lo sabe, es un misterio.
contbamos con un numerossimo equipo
Bromas aparte, s lo sabemos. Sali listo para cualquier contingencia. El asunto
bien porque, a la hora de la verdad, todo de la suerte lo dejbamos en las mejores
aqul a quin se le pidi ayuda, la brind de manos encomendndonos a la Virgen de
buena gana. Al igual que Mireno, en nues- Gracia.
tros Episodios Caudetanos, acudi a defenEn esas disquisiciones andbamos
der la Villa, toda la Comparsa, y todo
Caudete arrim el hombro cuanto fue nece- cuando, casi sin darnos cuenta, nos convertimos en un pueblo de pescadores. S, barcos
sario para que todo saliese como sali.
y marineros en Caudete, para sorpresa de
Y lleg el da. O mejor dicho, la muchos y regocijo de todos.
noche. Exactamente la noche del 31 de
El contrabando de Ontinyent, con el
Agosto de 2010. La sensacin en los organizadores era contradictoria. Por un lado, ya barco dels mariners abriendo camino, enfil
se haba hecho todo lo que haba que hacer la caudetansima calle de El Molino, agruy creamos que todo estaba aceptablemente pando as en curiosa simbiosis el lugar
bajo control. Por otro lado, los nervios in- donde se mola el cereal con la barca que coevitables al desear que todo saliese bien, que sechaba en la mar.
no pasara nada malo, y que el tiempo y la
suerte nos acompaase.
98

El numerossimo pblico que acom- Plaza de la Iglesia, perfectamente engalapa el contrabando hasta su desembarco nada como en las solemnes representaciones
en las mismas puertas del Ayuntamiento, de nuestros Episodios Caudetanos.
daba fe de la expectacin que se haba despertado. Calculado premeditadamente, se
trataba del fin de semana inmediatamente
anterior a las Fiestas caudetanas, por lo que
el nimo ya se encontraba templado y dispuesto.

Suele estar llena la Plaza de la Iglesia


cuando se representan, en los das de Fiestas,
los Episodios Caudetanos, pero lo de la
noche del 31 de Agosto, como dicen ahora
los jvenes, no era un lleno, sino lo siguiente. Hubiesen hecho falta 3 Plazas de la
Iglesia para acoger a todos los que queran
Nada importaba que las arengas fue- asistir a la representacin.
ran hechas en valenciano, pues la Historia y
la lengua de Caudete tambin se han forjado
De esa forma, y en torno a las 22,00
en los mismos cimientos, y al final, los tra- horas, dio comienzo la representacin espebucos cantaban su cancin en el internacio- cial de las Embajadas de Cocentaina, Monnal idioma de la Fiesta, que todos forte del Cid y Caudete, que fueron
compartimos.
previamente presentadas para poner en situacin al pblico asistente.
Entre desafos y desplantes mutuos,
los actores del hermoso contrabando de Ontinyent nos llevaron en volandas hasta la
99

EMBAJADA DE COCENTAINA

EMBAJADA DE MONFORTE DEL CID


100

EMBAJADA DE MONFORTE DEL CID

101

EMBAJADA DE CAUDETE

102

Fue sin duda una ocasin singular,


pues lo es el asistir a tres embajadas tan diferentes de forma consecutiva, comprobando, una vez ms, cmo la Fiesta tiene
matices diferentes en cada poblacin, producto de la idiosincrasia particular de cada
localidad.
El xito fue pleno. Las notas humorsticas se manifestaban en las continuas carcajadas de los asistentes, mientras que los
momentos de tensin dramtica cubran de
expectante silencio a toda la plaza.
Cerr la representacin el fragmento
relativo a la conversin y muerte en la defensa de la Villa de Mireno el bandolero,
parte central del acto primero de los Episodios Caudetanos que se representa cada da
7 de Septiembre en el mismo marco de la
Plaza de la Iglesia, y que da origen y motivo
a la Comparsa de Mirenos.
Reproducimos a continuacin el texto,
que fue representado por:
Mireno .. Daniel Huesca
Gobernador.. Marino Escudero Vila
Mala-caraJuanJos Francs Belda.

103

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105

106

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108

109

110

111

112

que seran sus guas y anfitriones durante


toda la jornada. Se les identificaba fcilmente por sus camisetas blancas y sus pauelos rojos al cuello. Cada pauelo rojo ya
se haba puesto en contacto con el grupo al
que deba de acompaar, de modo que mulLa lgica impona que, dado que el si- titud de citas a ciegas fueron concretnguiente iba a ser un da fsicamente muy exi- dose desde las primeras horas de la maana
gente, era hora de irse a descansar, pero,
contra dicha lgica, fue posible ver a numerosos grupos de visitantes y locales, dispersados por los pubs de Caudete hasta muy
altas horas de la madrugada. Al fin y al
cabo, un da es un da.
Satisfechos con el magnfico espectculo, una gran mayora de los participantes
se dirigi de nuevo a la sede social, donde
desde el patio trasero contemplaron un estupendo castillo de fuegos artificiales.

Y amaneci, como cualquier otro, el


da 1 de Septiembre. Pero no era se en absoluto un da ms. Era el da.
La recepcin de participantes e invitados estaba prevista a partir de las 8.30h,
para proceder al desayuno y entrega de credenciales. Y a la hora prevista, la Comparsa
de Mirenos estaba lista. Todo el mundo tena
asignada una misin, y estaba listo a cumplirla con el mejor de los nimos.
Cada grupo de visitantes tena asignados voluntarios de la Comparsa de Mirenos

113

Entre ensaimadas, cafs y acreditaciones, acompaados de las autoridades municipales y festeras, y guiados por la Banda
Unin Musical, nos dirigimos al Auditorio
Municipal para dar comienzo, a eso de las
10 de la maana, a las sesiones de trabajo
del Congreso.
Una vez constituida la mesa, D. Francisco Domenech Mira present la primera

Aunque ya se ha dicho en numerosas


ocasiones, es de Ley destacar una vez ms
el papel principal que los Pauelos Rojos
desempearon. Gracias a ellos, la organizacin pudo dedicar todos sus esfuerzos a la
logstica, sabiendo que nuestros amigos y visitantes estaban perfectamente atendidos. No
se trata slo de lo que hicieron, sino de cmo
lo hicieron. Nos consta que, gracias a ellos,
todos nuestros visitantes se sintieron verdaderamente en su casa.
114

ponencia, El Bandolerismo en el contexto


histrico, rigurosa, certera y documentada
como en l es habitual. Este fue el texto ntegro de la misma.

Sr. Alcalde; Sr. Presidente de la


UNDEF; Sra. Presidenta de la Asociacin
de Comparsas de Caudete; Sr. Presidente de
la Comparsa de Mirenos; Sr. Presidente de
estos Segundos Encuentros; Sres. Congresistas y acompaantes; amigos todos:
Constituye para m un privilegio autntico abrir las sesiones de trabajo de estos
Segundos Encuentros de Comparsas y Filaes de Andaluces, Bandoleros, Mirenos y
Contrabandistas, que tan magnficamente
estamos celebrando en la villa de Caudete,
con ocasin de los actos conmemorativos del
primer Centenario de la Comparsa de Mirenos.
La ponencia que pretendo desarrollar
lleva el ambicioso ttulo de El bandolerismo y su trasfondo histrico (siglos XVIXVII). En ella tratar de acercarme,
siquiera de manera somera, al rico panorama

historiogrfico que compone la problemtica


bandoleril espaola en las precitadas centurias. Seguidamente, intentar el rastreo documental de las huellas que el fenmeno
dej en nuestra comarca en poca moderna.
Por ltimo, cerrar mi intervencin recordando como historia y ficcin a menudo se
complementaban en la literatura del Siglo de
Oro, al perfilar el prototipo del bandolero.
1.-El bandolerismo es un fenmeno
caracterstico de las pocas en crisis. Fernand Braudel, en su obra clsica El Mediterrneo y el mundo mediterrneo en la poca
de Felipe II, as lo consideraba; y a este respecto, escribe: Ante todo, el bandolerismo
es una suerte de revancha contra los Estados organizados, defensores del orden poltico y, tambin, del social. Alzado contra los
poderes pblicos, el bandolerismo, al menos
en el siglo XVI, se aloja siempre en las zonas
ms dbiles de los Estados. En las montaas,
por ejemplo, donde las tropas no pueden maniobrar con toda su fuerza y donde el Estado
pierde sus derechos. Y tambin, a veces, en
los confines, en las zonas fronterizas del Mediterrneo. As, suceda a lo largo del pas
dlmata, entre Venecia y Turqua; en la vasta
regin limtrofe de Hungra; en Catalua, en
la regin pirenaica colindante con Francia;
en Messina, Sicilia, que tambin era una
frontera, pues que se trataba de una ciudad
libre, que brindaba entonces un verdadero
refugio a los contraventores de la ley; en los
alrededores de Benevento, dominio pontificio, enclavado en el reino de Npoles, por
donde se poda pasar de una jurisdiccin a
otra, burlando a los perseguidores; entre el
Estado Pontificio y la Toscana de los Mdicis; entre Miln y Venecia; o en fin, sin pretender resultar ahora exhaustivos, entre
Venecia y los Estados hereditarios de los
archiduques de Austria.
115

A la base de la problemtica bandoleril, encontramos casi siempre, como ha sealado con precisin Pastor Petit (El
bandolerismo en Espaa, 1979), mltiples
motivaciones que, en trminos generales,
ayudan a explicar la gnesis de este fenmeno histrico; entre otras:
La presencia de una orografa, muy
montaosa y, por lo tanto, propensa a las emboscadas y los ataques por sorpresa.
La existencia de zonas geogrficas
extremosas o excntricas, en una dialctica
que opone el centro y la periferia.
La carencia de reformas agrarias.
El atraso en mltiples aspectos socioeconmicos, con sus correspondientes secuelas de depauperacin e ignorancia.
La ausencia de un cuerpo coercitivo
eficiente.
Las crisis peridicas o pocas de malestar.
Con todo, conviene aclarar que el
mundo de la marginacin presenta una casustica amplia y variada cuyas justificaciones
tienen que ver tambin con inadaptaciones
sociales y con el temperamento y psicologa
patolgica de algunos bandidos: afn desmesurado de lucro, pasin amorosa enajenante,
asentamiento en la ociosidad y libertad sin
control...La adscripcin a la nobleza o el disfrute de algn oficio burgus, en algunos
casos, no empece el militar en este mundo.
De esta manera, la figura mtica del bandolero se ve obligada a convivir a la fuerza con
la del simple bandido y con otros personajes
marginales que desmerecen de su imagen
tradicional de hombre bueno y piadoso.

han dado cumplida informacin, en un erudito trabajo, sobre los trminos lingsticos
y la realidad sociocultural que subyace en el
mundo del bandolero. Segn ellos, bandolero y bandido son palabras de diversa ascendencia que neutralizan su significado en
el siglo XVIII, aunque mantienen una diferencia de matiz, en el que el segundo trmino adquiere un aire peyorativo de
personaje antisocial y el primero acaba aceptando la imagen tpica de persona generosa
y libre que le confiere la literatura, especialmente en la poca romntica.
stas son sus explicaciones: Bandido lleva en s una carga de peligro para la
sociedad, que se contina en esa acepcin
de persona perversa y desenfrenada de la
que no siempre participa el bandolero. Este
ltimo estar fuera de la ley, pero sus acciones delictivas no irn, al menos en la imagen
que de l deriva y a la que l se atiene, contra el pueblo que lo admira por su defensa
de unos valores populares y por lo que representa de rebelin. El bandido, en cambio,
es capaz de robar y matar sin discriminacin, a diferencia del bandolero, que es admirado, slo ser temido.

As pues, los banditi catalanes del


XVI y XVII se conocan tambin con el
nombre de bandolers (o bandolieri, como escriba Francesco Guicciardini en su diario
de viaje a Espaa). Al principio, los bandits
(o bandejats) catalanes eran en realidad los
bandidos o personas puestas al bando y los
proscritos. Un bandoler era ms bien el fautor de un bndol o faccin; quizs un masnadieri feudal. Pero suceda a menudo que
bandolers y mesnaderos se convirtiesen en
Modernamente, Joaqun lvarez Ba- verdaderos y propios bandoleros y salteadorrientos y Pilar Garca Mouton (Bandolero res de caminos. Bandoler, por ltimo, poda
y bandido. Ensayo de interpretacin, 1986) ser tambin sinnimo de fante di ventura
116

o soldato spesso dedito coi compagni alle


scorrerie e al saccheggio, como suceda con
la poco utilizada palabra de brigante en la
Italia meridional de la Baja Edad Media.
El bandolerismo, al menos en Espaa,
comienza a ser una autntica preocupacin a
partir del siglo XVI, lo que no quiere decir
que no existi con anterioridad. Se cuenta,
de esta manera, que ya en tiempos de los romanos, Augusto puso precio a la cabeza,
vivo o muerto, del bandido Caraccota, natural de Estepa. Dice la tradicin que se present con gran valenta ante el emperador de
quien consigui los dineros de su propio rescate y el perdn de sus muchos crmenes,
dando inicio as a uno de los tpicos genuinos de la mitologa del mundo bandoleril. A
los cuatreros de la Btica romana, contra
quienes se cre el delito de abigeato, siguieron los golfines de la poca visigoda. Los conocidos ladrones de ganado ampliaron su
oficio hacia otros bienes materiales, sin que
la Santa Hermandad, creada por los Reyes
Catlicos, fuera seguro suficiente.

diterrneo: una visin comparativa (siglos


XVI-XVII), 1999); el malogrado Sebastin
Garca Martnez (Valencia bajo Carlos II.
Bandolerismo, reivindicaciones y servicios a
la monarqua, 1971; Bandolerismo, piratera
y control de moriscos en Valencia durante el
reinado de Felipe II, 1977; y Bandolers, corsaris i moriscos, 1980); y John Casey (El
Reino de Valencia en el siglo XVII, 1983).
Tambin, en los ltimos aos, igualmente sin
nimo de agotar las referencias eruditas, se
han incorporado a este panorama Andaluca
y Murcia, con las investigaciones de P. Herrera Puga (Sociedad y delincuencia en el
Siglo de Oro, Granada, 1971), o M. T. Prez
Picazo y G. Lemeunier (Formes de pouvoir
local dans lEspagne moderne et contemporaine: des bandes au caciquisme au royaume
de Murcie (XVe-XIXe sicle), 1989), respectivamente.

Y es sobre todo a partir del siglo XVI


cuando los eruditos han dedicado al tema una
abundante atencin. En cambio, no existe,
que yo sepa, ninguna gran monografa que
profundice en el fenmeno a nivel nacional;
tal vez la nica que se aproxime a este concepto sea la que escribi en 1995 Jos Santos
Torres, con el ttulo de El bandolerismo en
Espaa: una historia fuera de la ley. Hasta
ahora, las regiones mejor estudiadas han sido
Catalua y Valencia, sobre todo, despus de
los trabajos pioneros de Joan Regl y J. Fuster (El bandolerisme ctala, 1962; y Joan
Regl (El bandolerisme catal del Barroc,
1966), y su valoracin reciente por parte de
Xavier Torres i Sans (Els bandolers (segles
XVI-XVII), 1991; y El bandolerismo me117

En el caso de Catalua, el fenmeno


comienza a tener importancia como factor
social a partir del siglo XIV, en coincidencia
con la depresin de la peste negra, y finaliza,
en realidad, con la guerra de 1640. En este
aspecto, ya a mediados del siglo XVI era sumamente difcil poder transitar de Barcelona
a Zaragoza por la posta, en opinin de los
cronistas de la poca, debido a la abundancia
de bandoleros que infestaban toda esa amplia zona, de suerte que deba realizarse el
viaje, si se pretenda con algunas garantas
de seguridad, en caravanas de hombres armados. En 1612 haba en Catalua ms de
diez cuadrillas de bandoleros, algunas de
ellas de ms de 100 hombres debidamente
pertrechados. Este bandolerismo, por ser el
ms estudiado y, por tanto conocido, no debe
dar lugar a equvocos tales como que Catalua fue un territorio excepcional en cuanto
a bandolerismo. En todas partes, en este
siglo, y en el universo mediterrneo, como
sabemos, existi este problema. El bandolerismo cataln, segn explica su historiadora
Victoria Sau (El cataln, un bandolerismo
espaol, 1973), pas por distintas etapas: el
medieval est ligado a los bandos que mantuvieron los seores feudales en lucha por el
dominio territorial; el de la poca de los Austrias, que adquiri un cierto matiz de resistencia poltica; y el de los siglos posteriores,
XVIII-XIX, que degenera abiertamente en
simple bandidaje. Juan Sala y Serrallonga
(1594-1634) fue su figura ms celebrada.
Entre las zonas calientes del bandolerismo hispano hemos de recordar los Montes
de Toledo, cuya cntrica situacin en la pennsula los convirti en espacio estratgico
y lugar de paso del bandolerismo trashumante o de quienes, perseguidos, queran
acogerse al refugio portugus. Los nombres
de Juan Antonio, Diego de Valenzuela, Cas118

trola y Farruco recuerdan la tradicin de los


salteadores que, nacida en el siglo XIII,
pervivi en la regin hasta finales del XIX.
Andaluca, sin embargo, pasa por ser
tierra de bandoleros por excelencia. El atraso
secular de la regin y su organizacin social,
basada en la concentracin de la riqueza
entre los dueos de latifundios, marcaron la
existencia de un amplio proletariado agrcola, que favoreci el desarrollo de este fenmeno. Sierra Morena, las Alpujarras y la
Serrana de Ronda han sido el rea natural
de muchas de estas gentes marginales hasta
pocas bien recientes, visitantes asiduos de
sus cuevas, ventas y ermitas. Aunque el
mapa del bandolerismo andaluz afecta a casi
toda su geografa, suele sealarse usualmente el tringulo formado por Cdiz-Antequera-Sevilla, junto al camino real que
comunicaba con la capital del reino, como el
ms frecuentado por ladrones y salteadores.
Ciertamente, no eran meras habladuras los
rumores que corran en los mentideros
acerca de la alta categora social de los patrocinadores y beneficiarios de los delitos, lo
cual establece en verdad un nexo entre el
bandolerismo andaluz y el catalano-aragons, por otra parte en otros aspectos tan distintos. Pero hay un dcalage temporal muy
acusado entre ambos, ya que a mediados del
siglo XVII el bandolerismo cataln estaba
casi extinguido, mientras el andaluz incrementaba sus actividades. La inseguridad persisti a lo largo de la carretera
Sevilla-Madrid, como lo demuestran las alusiones de la Casa de Contratacin, que en
1652 peda se ordenara a los justicias de los
lugares que pusieran guardas cuando se
anunciara el paso de conductas de plata americana. Y el peligro no cesaba despus de
trasponer los pasos de Sierra Morena.
Alonso de Barrionuevo comunicaba a sus

corresponsales desde la Corte en 1655:

tida de la Espaa del crimen.

Todos los caminos estn llenos de ladrones, particularmente el de Andaluca,


donde andan de veinte en veinte y de treinta
en treinta hombres a caballo, llenos de charpas con seis y siete bocas de fuego desde
Tembleque a Ocaa corrindolo todo.

Los montes de la zona levantina,


desde Catalua hasta Murcia, constituyeron
otro de los refugios tradicionales del bandido
espaol. En este sentido, el Reino de Valencia fue un reducto histrico del bandolerismo. Ligado, originalmente, como en
Catalua, a las bandas organizadas por la nobleza en defensa de los particulares intereses
seoriales, que haban nacido al amparo de
los fueros, y despus a los desarreglos sociales que provoc la expulsin de los moriscos,
el bandolerismo se convirti, por fin, en un
fenmeno de delincuencia. As lo estima
James Casey rotundamente; dice: Creo que
el fenmeno del bandolerismo, que es un
rasgo tan sealado en la sociedad valenciana del siglo XVII, alcanz tanta gravedad
porque cont con el apoyo de los sectores
ms poderosos. Si Valencia concluye- se vio
libre de revueltas polticas y sociales fue precisamente porque los criminales estaban a
sueldo de las fuerzas ms conservadoras y
reaccionarias del reino, que utilizaban la
violencia unos contra otros para consolidar
sus posiciones de poder en la comunidad
local.

Fuera del camino real, al parecer la inseguridad se extenda por todo el tringulo
delimitado por las ciudades de Cdiz, Sevilla
y Antequera. El papel de Antequera como
centro comercial y nudo de comunicaciones
era de gran importancia; no slo estaba en la
ruta Cdiz-Granada sino que muchos, tanto
contrabandistas como mercaderes honestos,
atajaban por ella hacia el reino de Crdoba.
As pues, las bandas andaluzas de bandoleros vivieron su momento de mayor esplendor entre los siglos XVII y XIX. An en
la dcada de 1870 Julin de Zugasti, gobernador de Crdoba, hubo de someter al imperio de la ley a la delincuencia rural andaluza
con la ayuda de la Guardia Civil, institucin
armada que haba sido fundada en 1844. El
propio gobernador Zugasti describi estos
hechos, entre memoria y ensayo, en un estudio ya clsico e imprescindible: El bandolerismo. Estado social y memorias crticas
(Madrid, 1876-1880, 10 vols.), que ms tarde
condens el novelista aragons Benjamn
Jarns, bajo el ttulo de El bandolerismo andaluz (Madrid, 1934, 2 vols.). Hasta ese momento, Andaluca haba proporcionado a la
historia del bandolerismo hispano, entre
otros, los nombres de Juan de Lucena, Pedro
Andrs (el bandido arrepentido en la horca),
Francisco Esteban, Juan de Arvalo, Pedro
Romero, Diego Corrientes, los Nios de
cija, dirigidos por Juan Palomo..., todos
personajes que forman la galera mejor sur-

119

Multitud de edictos y pragmticas en


los siglos XVI y XVII intentaron poner
orden en este mundo marginal con poco
xito, dada la nula colaboracin de las autoridades ciudadanas y la ineficacia represora
de las fuerzas militares reclutadas por los
concejos municipales, tal vez limitadas en
sus actuaciones por los privilegios forales, y
a que las autoridades valencianas no podan
operar en tierras de Castilla y viceversa. Su
poca de esplendor se extiende desde el reinado de Felipe II hasta el de Carlos II, coincidiendo con la reforma agraria, pero el
bandolerismo pervivi, en decadencia, durante las centurias siguientes. Tal vez el
punto de inflexin en la problemtica bandoleril en el reino de Valencia fue durante el
desarme de los moriscos en 1563, que priv
a la nobleza de su principal sostn defensivo.

real, a un arrendatario de impuestos a atemorizar a un pujador rival, a un marido celoso


a ajustar las cuentas al amante de su mujer.
Segn James Casey, haba tres niveles en el
fenmeno del bandolerismo valenciano. En
primer lugar, estaban los criminales comunes que hacan fundamentalmente el trabajo
sucio: los ladrones y asesinos en los lmites
de las bandas. A continuacin, estaban los
patronos, que solan ser campesinos ricos,
batlles reales, ciutadans y cavallers. Finalmente, desvanecindose an ms en las sombras, estaban los hombres pblicos
prominentes: los grandes aristcratas, los
jueces reales, los regentes del Consejo de
Aragn, para quienes muchas veces resultaba ventajoso ayudar a quienes de ellos dependan, o se sentan obligados a hacerlo por
razones de parentesco.

En 1597, la creacin de una milicia al


mando de oficiales nombrados por el Rey
fue el acontecimiento decisivo en el paso del
poder militar a manos de la Corona. As y
todo, todava en 1602, la ciudad de Jtiva
alegaba, entre las causas de su ruina, la reparacin que tuvo que efectuar en sus murallas, que eran necesarias para poderse
defender del azote bandolero. En 1686, el virrey de Valencia escriba al gobierno de Madrid asegurando que los criminales que
pululaban por el reino no eran otra cosa que
quadrillas de ladrones, salteadores de caminos, omicidas y famosos delinquentes en
todo gnero de maldades, que la vulgar voz
desfigura con el nombre de bandido...los
quales ni al pasajero dexan libre vida y hazienda ni al labrador el caballo con que
labra. La abundante documentacin conservada en el Archivo del Reino de Valencia,
seccin de Audiencia, muestra a estos criminales a disposicin de cualquiera ayudando
a un notario a asegurarse un nombramiento

A mediados del siglo XVII predominaban en el reino de Valencia dos tipos de


bandolerismo: uno rural, de raz netamente
popular, relacionado con el fracaso de la repoblacin que se emprende, a consecuencia
de la expulsin de los moriscos, y otro urbano, relacionado con los grupos oligrquicos de las ciudades. El bandido ms
recordado fue Mateo Benet, natural de Benimaclet, cuya biografa sangrienta tuvo
lugar en la segunda mitad del siglo XVII.
Tampoco debemos olvidar a personajes tan
singulares como Juan Merino, Pere Xolvi,
Martn Muoz, Joseph Arts, Miquel Escriv, Pedro Andrs o el murciano Juan de
Lisn.

120

Por su parte, el bandolerismo murciano apenas si ha sido estudiado, a pesar de


la abundancia de los datos que contienen las
fuentes documentales, hasta el amplio estudio, ya citado, de M. T. Picazo y Guy Lemeunier (1989).

Referido al mbito local, conviene


citar el esplndido captulo que Juan Blzquez Miguel dedic al tema en la que fue su
tesis doctoral; su ttulo Yecla en el siglo
XVII (1988). Por su estratgica situacin geogrfica, en la misma frontera con el reino
de Valencia, as como por la fragosidad y aspereza de su terreno, la villa de Yecla era una
poblacin idnea para que se desarrollara en
sus tierras focos de bandolerismo. Adems
de la segura incidencia de estos factores,
Blzquez seala que el bandolerismo en
Yecla, como haba sealado Casey para el
caso valenciano, es consecuencia de la disputa por el poder municipal entre las diferentes facciones oligrquicas que intentan por
todos los medios apropirselo. Las caractersticas de estos bandos son, en primer trmino, su afn de conseguir sus propsitos
valindose de la fuerza y el temor, y en segundo lugar, el aglutinamiento de partidas de
hombres armados alrededor de una cabeza
visible y prestigiosa. Estos hombres, al
mando de partidas de 100 ms bandoleros,
con los que hacan frente a cualquier oponente, estaban en una ambigua situacin
legal. Por una parte, se encontraban fuera de
la ley, con la cabeza puesta a precio en no
pocas ocasiones; por otra, entraban y salan
de los pueblos con entera libertad, apoyados
por las oligarquas locales, de las que formaban parte ellos mismos. Incluso, como llegamos a comprobar, los mismos Corregidores
a veces deban avenirse a pactar con ellos,
ya que les era prcticamente imposible enfrentrseles y siempre estaban dispuestos a
otorgar el perdn con tal de que abandonaran
las armas y sirvieran, ms o menos simblicamente durante cierto tiempo, al Rey en los
ejrcitos de Npoles o Miln. Como medida
a corto plazo fue, tal vez, la ms eficaz para
librarse de elementos perturbadores. El
nico problema radicaba en que no era una

medida permanente: en el plazo de algunos


aos los bandoleros regresaban y reanudaban
sus actividades.
El primer caso que Blzquez documenta en su trabajo corresponde a 1623,
cuando Pedro Martnez de Erquiaga, alcalde
mayor, es arcabuceado por dos bandoleros
valencianos que andaban entre Villena y
Yecla. Uno es un tal Pedro Martnez, el cual
es detenido en Alcoy, pero al ser reclamado
el preso por las autoridades yeclanas, el justicia alcoyano dice que en modo alguno lo
puede entregar, si no es por mandato del Rey
o del gobernador de Jtiva. Vemos as las dificultades, no nicamente prcticas, para
prender a los delincuentes, sino tambin administrativas para poderles juzgar, por lo que
no resultar extrao que esta circunstancia
sea determinante en la resolucin de muchos
casos judiciales, haciendo poco menos que
imposible la comparecencia de los bandidos
ante los tribunales. Aos despus, en 1637,
Melchor Conca, vecino de Biar, Alonso de
Huesca, Bartolom y Gins de Rovira, Martn Andrs, Jos y Pedro Castao, Juan Gil,
Pedro Ban, todos vecinos de Yecla, y Bartolom Pagn, junto con su hijo homnimo,
ambos valencianos de Capdet, recibieron el
encargo, por parte de Luis de Mergelina y
Cristbal de Selva, caciques de Villena, de
asesinar a Pedro Fernndez, con el que tenan intereses encontrados. Estos bandoleros
fueron a su finca y, sin mediar palabra, lo
mataron a escopetazos. Tras el asesinato
marcharon a casa de Juan Herrero, y ste, al
enterarse del crimen, amenaz con denunciarles, a lo que ellos respondieron tirndole
un arcabuzazo que lo dej malherido y slo
pudo salvarse en rpida huida por el monte.
Seguidamente, marcharon a Villena, a casa
de Alonso Nio, el cual les dio de comer y
adems les regal 200 reales. Vueltos a
121

Yecla, los alcaldes Juan Bautista de Amaya


y Gins Azorn, se aprestaban a detenerlos.
Habiendo entrado por separado en el pueblo,
el primero que resulta detenido, sin apenas
lucha, es Melchor de Conca. Muy diferente
es el caso de Alonso de Huesca, el cual es
requerido para que se rindiese, a lo que se
neg, y siendo herido de un escopetazo insisti en su negativa, aun estando en el suelo
malherido, por lo cual le dispararon de
nuevo hasta que le mataron. Gins y Bartolom Rovira se refugian en casa de su padre,
Gins Rovira el Viejo. Bartolom consigue
huir, ocultndose en la casa de Jos de Ortega, pero siendo descubierto y no queriendo
rendirse, comienza un tiroteo que dura largo
rato, hasta que al final es alcanzado, muriendo tras recibir los Santsimos Sacramentos. Otro bandolero, Martn Andrs, opta por
rendirse. Melchor Conca se niega a declarar
y es preciso ponerle en el potro y aplicarle
cordeles, tras lo cual confirma que los inductores fueron Mergelina y Selva, enemistados
polticamente con Pedro Fernndez. Tras rpido proceso fue condenado a muerte y ejecutado. Martn Andrs consigui huir de la
crcel, por lo que se detuvo a su padre, de
igual nombre, acusado de complicidad en la
fuga. Todos los restantes bandoleros pudieron huir durante el tiroteo.
En los aos siguientes asistimos a una
plaga de bandoleros que viniendo del Reino
de Valencia se asientan en tierras de Villena
y de Yecla. Son autnticos bandidos, que
roban a los viandantes que se arriesgan a
salir al camino y en los que no parece haber
mviles que no sean la subsistencia que les
impone su forma de vida al margen de la ley.
Por lo general, son pequeas partidas las que
se aventuran por las noches en las calles de
los pueblos, asaltando a los desprevenidos
transentes que se encontraban a su paso. En
122

1639 se acuerda, en Yecla y Villena, crear


una ronda nocturna, para intentar atajar este
estado de cosas. Ciertamente, el peligro era
real. En 1643, Francisco Guardiola y Martn
Lozano, vecinos de Villena, escriben una
carta a Villena comunicando que en el trmino de Yecla, en el Pinar de Ntra. Sra. de
las Virtudes, encontraron a Pedro Fernndez
de Palencia, que capitaneaba una partida de
80 hombres armados y tuvieron que refugiarse en Yecla. Estos bandidos tenan tomados todos los caminos, incluido el de
Caudete, que se consideraba el ms peligroso de la comarca, y se tema que asaltaran la villa. En Villena se confecciona con
urgencia una lista de gente apta para acudir
en defensa de Yecla, si las circunstancias lo
requieren, como as sucedi, pues el 1 de diciembre siguiente hubo algunos arcabuzazos, que ocasionaron varios muertos, y al
parecer los bandoleros se retiraron. En 1644
aparece por tierras de Yecla, Almansa y Villena un bandolero albacetense, Pedro Andrs, precedido de cierto renombre, que se
asienta en el rea de la villa de Caudete. Inmediatamente el Corregidor de Villena dicta
orden de persecucin contra l. Tres aos
ms tarde, en 1647, la situacin en la zona
ha empeorado por momentos.

Eran muchos los bandoleros que acudan a nuestra comarca buscando refugio. En
este sentido, en una Consulta del Consejo de
Castilla se indica que se han visto dos cartas,
una de ellas de Diego Fernndez de Argote,
corregidor de Murcia, relativa a la abundancia de bandoleros, que ocasionan muertes
violentas y otros atroces delitos. Segn informa, los principales cabecillas eran Sebastin Garca, Jos Escames, Juan Gonzlez y
Manuel Rodrguez, todos murcianos asilados
en las inmediatas poblaciones fronterizas del
reino de Valencia. El corregidor de Murcia
ha llegado a un acuerdo con ellos para que
sirvan en la campaa de Catalua de 1647, a
cambio de lo cual les sern perdonados todos
sus delitos. Los bandoleros se ofrecen a servir con 30 40 hombres, y, adems, se comprometen a que con ellos lo hagan algunos
otros que andaban por los campos, en total
unos 80 hombres, todos debidamente armados con carabinas o escopetas largas. Diversas circunstancias impidieron los designios
del corregidor Fernndez de Argote. Es en
estos momentos cuando aparece en escena el
bandolero yeclano Alonso Ibez. En enero
de 1649, el entonces corregidor don Juan
Duque de Estrada, que estaba en Villena, sale
de esta ciudad, camino de Almansa, para recibir a su esposa. Al acercarse a Caudete recibe aviso de que all se encontraban los
bandoleros. Confiando en sus propias fuerzas, y tambin en su autoridad, no hizo caso
y continu avanzando, pero en las cercanas
de la poblacin, fue atacado, resultando
muertos varios de sus hombres y tuvo que retirarse a Villena.
Son tambin los aos en que aparece
en escena el regidor yeclano Francisco Martnez de la Torre, el cual, comprando al bandolero Juan Gil y a su hermano Manuel Gil,
manda asesinar a Francisco Ortuo. Todos

ellos fueron perseguidos por el corregidor


don Baltasar de Trejo, hasta que consiguieron
pasar a Caudete, en el reino de Valencia.
Martnez de la Torre junt una importante
partida de bandoleros, la mayor parte de ellos
valencianos, con los cuales, durante muchos
aos, se enseore de los campos yeclanos,
empleando, cuando la ocasin lo requera, la
ms brutal de las violencias. Representa, en
opinin de Blzquez Miguel, el primer caso
de bandolerismo de raz urbana, pues desde
los campos serva los intereses de su faccin.
Otro tanto sucede con su coetneo y enemigo
Alonso Cerezo Ortuo, regidor perpetuo de
Yecla, familiar de Santo Oficio de la Inquisicin, alcalde mayor y gobernador de Montealegre. Alonso Cerezo era apoyado y
utilizado por la faccin oligrquica detentadora del poder municipal. En agosto de 1658,
Cerezo y su cuadrilla, compuesta por nada
menos que 200 hombres a caballo, invaden
Yecla. Al salir las autoridades del ayuntamiento para hacer las paces, los bandoleros,
que los esperaban en la plaza, comenzaron a
dispararles, impidindoles la salida dejando
maltrechas las paredes y ventanas del edificio. En l permanecieron encerrados durante
dos das, sin comer ni beber, disparando y
siendo disparados continuamente. Intervinieron como mediadores el clero y los franciscanos, que entregan las armas a los
bandoleros, rindindose con la condicin de
que se les respetase la vida. Una vez las
armas en poder de stos, comienzan a disparar indiscriminadamente contra las autoridades y los frailes, inicindose una desbandada
por las calles del pueblo. El 14 de agosto, dos
das despus de estos hechos, se presenta el
Corregidor, con 300 hombres, pero los bandoleros no le dejaron entrar en la villa, amparados tras las murallas. Al ao siguiente es
la cuadrilla de Francisco Martnez de la
Torre, asilado a los montes de Caudete y
123

Almansa, quien invade Yecla, con el consiguiente tiroteo. La apoteosis llega en 1669,
cuando el Corregidor, don Andrs de Melgoso, solicita al gobernador de Murcia 100
soldados de caballera, con el objeto de pacificar el rea de Yecla, tan intensamente
afectado por el azote bandolero. Asimismo,
ruega al Virrey de Valencia que colabore con
sus tropas buscando y capturando a los bandoleros que all huyeran. En su carta, explica
que desde hace ms de treinta aos su circunscripcin padece la violencia de los bandoleros, a causa, entre otras razones, del
apoyo que lograban de los oligarcas locales,
que hacan y deshacan a su antojo. La dificultad de enfrentarse a estos poderes oblig
a que el Rey, a instancias del corregidor de
Yecla, Juan Jimnez de Montalvo, concediese un indulto general a todos los bandoleros, a condicin de que sirvieran en los
presidios de frica. Por este medio slo llegaron 60 bandidos a Orn, para servir a las
rdenes del Marqus de los Vlez. El problema del bandolerismo no se solucionar
con este indulto ya que, entre otras razones,
en primer lugar, Francisco Martnez de la
Torre, tras haberlo aceptado, vuelve poco
despus a las andanzas. Por otra parte, partidas de bandoleros valencianos, junto con
las del yeclano Martn Muoz Salcedo, se
enseorearon de la zona comprendida entre
Chinchilla, Jumilla, Almansa, Sax, Caudete
y Yecla.
En el verano de 1678, el deterioro de
la seguridad ciudadana resulta alarmante,
conforme manifiesta el corregidor Manuel
de Tordesillas Herrero Morales al Consejo
de Castilla. Nuevamente la partida de Francisco Martnez de la Torre invade Yecla, con
la consiguiente secuela de violencia y destruccin. El Marqus de Camarasa, virrey de
Valencia, en este sentido haba recibido r124

denes de colaborar en la persecucin y captura de bandidos, pero su actuacin resultar


totalmente intil. En 1686 tres eran los principales bandoleros que frecuentaban los parajes de nuestra comarca. Uno de ellos es
Antonio Corbario, natural de Chinchilla; su
vida no fue muy larga, pues siendo detenido,
sus compaeros consiguieron sacarle de la
crcel, pero al poco fue detenido en Cartagena, donde es juzgado y ahorcado. Otro
bandido era Pedro Ponce, de ascendencia
caudetana, hombre muy peligroso, aunque
por fortuna de poca actividad delictiva en
nuestra comarca. Ponce lleg a colgar al alcalde de Iniesta (Cuenca) en el patbulo real,
asesinando a varias personas ms de la localidad. Tambin actu en Casas de Juan
Nez, en Jorquera, siendo entonces cercado
por las tropas del Corregidor don Manuel de
Tordesillas. Luego merodea por el rea de
Yecla y Villena, y es aqu donde se entreg
a las autoridades, a cambio de ser indultado
y la condicin de servir en el ejrcito de
Miln. Ponce, al poco, desert y volvi a
echarse al monte. Los dos ltimos bandoleros del siglo XVII son Jos Navarro, uno de
los jefes visibles de la Segunda Germana,
que haba formado un pequeo ejrcito, del
que se titulaba general. Actuaba junto a Villena, Caudete y Biar y resida, normalmente, en Yecla. El Virrey de Valencia tena
puesta su cabeza a precio. Y es junto a la localidad murciana donde es apresado en 1693
por el teniente de corregidor Luis Antonio
de Mergelina. Pero es, sin duda, la figura del
bandido yeclano Martn Muoz Salcedo la
que mayor resistencia al olvido ha mostrado
a lo largo del tiempo. Su memoria an se
conservaba viva a mediados del siglo XIX,
ciertamente que algo distorsionada a causa
de la carencia de documentos. Martn
Muoz debi nacer hacia 1647.

Tanto su abuelo Martn, como su


padre Pedro eran sastres de profesin, aunque con cierta fortuna. Su padre, por razones
que no llegamos a conocer, estaba enfrentado
con una faccin oligrquica local, la que encabezan Gins de los Ros y Francisco
Muoz Vicente. En 1667 el joven Martn
Muoz se echa al monte deseoso de vengar
ciertos agravios. Inmediatamente se da a conocer como un gran estratega, lo que hace
que a su alrededor se junten cuantos descontentos sociales, forajidos y desheredados de
la fortuna se encuentren por los contornos,
incluso muchos vienen del reino de Valencia,
al reclamo de su fama. Al principio forma
parte de la banda de Alonso Cerezo. Pero a
partir de 1671 acta ya de manera individual,
junto con 12 bandidos de Cieza, para poner
sitio a Yecla. Descubierto, el corregidor de
Villena envi gente armada a prenderles.
Martn Muoz hubo de retirarse al convento
de Santa Ana, en Jumilla, donde fueron rodeados; el asedio dur tres das y a l, concurrieron ms de cien hombres de a caballo.
En esta misma poca comienza a colaborar
con los bandoleros Pedro Ponce y Pedro Angulo. Las correras de Martn Muoz por
nuestra comarca fueron tan numerosas en los
aos siguientes que, en 1679, el Corregidor
de Yecla se vio en la obligacin de escribir
al Consejo de Castilla, informndole de que
sin la ayuda del ejrcito nada se poda hacer,
por lo que solicitaba se le enviasen dos compaas de caballera, lo cual le fue denegado
por lo gravoso de su alojamiento. A tal punto
es poderoso, que en agosto de 1681 Martn
Muoz se presenta en Yecla con 70 hombres
armados, algunos de la localidad de Blanca
y otros valencianos, e intencin de capturar
la villa, cosa que consigue introduciendo 30
hombres en diferentes casas. En 1682, con
ms de 70 hombres, se presenta de nuevo
ante la cerca de la ciudad. La lucha dura ms

de ocho horas, hasta pasada la medianoche,


y se prolonga por las calles del pueblo, combatindose casa por casa. Nada podan las
autoridades. Se le ofrece un indulto si se renda, que rechaza. El fiscal Miguel Molina le
condena, junto con los principales de su
banda, Luis de Armilla, Juan Collado,
Alonso Hernndez, Miguel Marco, Pedro
Ortuo, Pascual Ortuo, Juan Esteban, Miguel Toledo, Alonso de Huescar, Benito Ruiz
y Cosme de Almarcha, a que donde se les
aprese sean ejecutados. Se ofrece incluso una
recompensa de 100 doblones de dos escudos
de oro; ms an: se dan rdenes al Virrey de
Valencia para que permita al Corregidor de
Chinchilla entrar en ese reino todas las veces
que sean necesarias en persecucin de Martn Muoz y su cuadrilla. Para combatirles se
crean partidas especiales de voluntarios, en
las que nadie quiere participar, excepto sus
enemigos declarados, aun sabiendo los riesgos que corren. Uno de ellos es Jos Qulez
Ruano, familiar del Santo Oficio, hombre
acaudalado con abundantes propiedades en
la partida de la Hoya Hermosa. Otro tanto le
sucede a Francisco Ortuo de Serra, poderoso ganadero de la Sierra de Salinas, o a
Martn de Villanueva Munera, vecino de
Chinchilla y regidor perpetuo de esa ciudad,
con importantes intereses ganaderos y casas
de labor en Almansa. Al parecer, la banda de
Martn Muoz prolong sus actividades
hasta 1690, y las correras de sus parciales,
que haban asolado amplias comarcas de los
reinos de Castilla y Murcia durante ms de
un cuarto de siglo, continuaron sembrando el
terror hasta la gran rebelin campesina de
1693, la llamada segunda germana, que estall en una zona de gran actividad de los
grupos de bandoleros.

125

2.-La literatura bandoleril en los siglos


XVI y XVII.
*Es evidente que un tema de tanta intensidad vital, pleno de incidentes y aventuras fuertes, como son las historias de
bandoleros no poda pasar desapercibido
para los autores literarios. Los sucesos reales
debieron convertirse tempranamente en motivos legendarios en boca del vulgo quien
poco a poco fue mitificando a los personajes
histricos y aadiendo imaginacin a los hechos reales. La literatura de cordel con tema
de bandoleros, al parecer, inici su andadura
en el siglo XVI, y alcanz su momento de
esplendor en el Setecientos. La galera de
bandidos catalanes es la primera en aparecer
en los pliegos, junto a ejemplos aislados que
describen las hazaas de salteadores andaluces, valencianos o extremeos. Personajes
tan sealados como Joan Serrallonga, Antoni
Roca, Miquel Morell, Bort Clua o el renombrado Perot Roqueguinart se convirtieron en
mitos literarios de la mano de los poetas populares y de los ciegos recitadores. Estos romances poseen un sentido de actualidad y
casi se convierten en crnica periodstica
para los catalanes de entonces, ya que los
datos que proporcionan las fbulas literarias
se aproximan con bastante exactitud a la realidad histrica. Las tres ltimas dcadas del
siglo aparecen en los pliegos bandidos que
pertenecen a otras regiones, en particular de
Extremadura, Castilla y Andaluca. El incremento de su produccin y la diversificacin
temtica sirven para confirmar el asentamiento de este gnero en el que se ana una
cierta crtica social con la necesidad de buscar unos nuevos hroes que sustituyeran en
la mentalidad popular a los viejos mitos tradicionales y aristocrticos, ya en decadencia.
Tambin la narrativa del Siglo de Oro recoge
historias de salteadores de caminos y de mar126

ginados. En la idealizada novela de caballeras el protagonista es el antdoto del malhechor. Pero hay que esperar al Quijote para
encontrar a estos personajes marginados.
Cervantes, como es sabido, incluye dos episodios de bandoleros. Durante la segunda salida tiene lugar la aventura de los galeotes,
bandidos y hampones condenados a galeras
a los que ingenuamente libera don Quijote,
recibiendo luego las pedradas de Gins de
Pasamonte y su gente (I, 22 y 23). Camino
de Barcelona, ya en la segunda parte, acaece
el encuentro con el famoso bandolero cataln Roque Guinart (II, 60).
En el mbito del bandolerismo, historia y ficcin configuran dos realidades interdependientes. En este sentido el bandolero
verdadero se mueve en una realidad cambiante, a veces predispuesta a justificar sus
hazaas, siempre que no sea vctima de sus
propios desrdenes interiores. Cada vez ms
el romance de bandoleros, por ejemplo, aunque siga alimentado por la triste realidad cotidiana, se va convirtiendo en una genuina
creacin literaria en la que los receptores
muestran mayor inters por el argumento novelesco, que por los factores sociales, ideolgicos o informativos. En esta tesitura el
convencionalismo literario acaba por apoderarse del pliego de cordel. Son relatos de
aventuras dominados por una accin desbordante. Dos ingredientes parecen inevitables:
el amor y la muerte. El primero sobrepasando casi siempre los lmites de la decencia,
y el segundo pintando un completo muestrario de escenas sangrientas hasta superar
las normas del buen gusto. Tales fabulaciones desagradaron en extremo a los polticos
ilustrados por ser contrarias al buen gusto y,
sobre todo, ajenas al modelo social que propugnaban. Una pragmtica, sancionada por
el rey Carlos III, prohiba en 1768

imprimir romances de ciegos y coplas de


ajusticiados, de cuya edicin resultan impresiones perjudiciales en el pblico, adems
de ser una lectura vana y de ninguna utilidad a la pblica ilustracin. Aos despus,
en 1798, el poeta Melndez Valds volva a
descalificarlos ante la Sala de Alcaldes de
Casa y Corte en su conocido Discurso sobre
la necesidad de prohibir la impresin y venta
de jcaras y romances vulgares por daosos
a las costumbres pblicas.

manera fragmentaria en diversas comedias.


Sin nimo de resultar exhaustivos, citaremos ahora ttulos como El valiente Juan
de Heredia, atribuida a Lope de Vega, como
son del dramaturgo madrileo las comedias
El cordobs valeroso, Pedro Carbonero,
Roque Dinarte, sobre el bandido cataln que
recordara Cervantes, y Antonio Roca, o la
muerte ms venturosa, el bandolero que ana
a su condicin la de clrigo. Tambin pertenecen a la misma serie temtica El amor bandolero, La lealtad en la traicin, Nardo
Antonio, bandolero, etc. Tras la huella de
Lope, el gnero bandoleril tuvo un amplio
seguimiento. El valiente sevillano, de Enciso, describe la historia de Pedro Lobn. La
serie de los valientes acoge ttulos de Enrquez Gmez (El valiente Diego de Camas),
Vlez de Guevara (El valiente toledano),
Monroy (El ms valiente andaluz, Antn
Bravo), Moreto (El valiente Campuzano),
Rojas Zorrilla (El bandolero Solposto). El
gran mito del bandolerismo cataln, Serrallonga, tambin motiv una comedia escrita
al alimn por Rojas, Coello y Vlez de Guevara bajo el ttulo de El cataln Serrallonga
y bandos de Barcelona.

Con todo, los diversos gneros narrativos del Siglo de Oro recogen en sus pginas a numerosos personajes de este origen.
En ellas se entremezclan bandoleros de clase
aristocrtica, con vulgares salteadores, gitanos y moriscos, convirtindose la literatura
en testigo elocuente de las distintas especies
que nos presenta la realidad social. Los relatos picarescos, por otra parte, aceptan con
mayor facilidad a otros colegas de la marginacin. El bandolero, como el pcaro, es la
contrafigura del hroe narrativo tradicional.
El tema culmina en la novela del Barroco en
dos ejemplos de bandolerismo con final
feliz, que ahora slo apuntamos: El bandolero de Tirso de Molina, incluido en Deleitar
aprovechando (1635); y El piadoso bandolero de Juan Prez de Montalbn, recogido
El teatro de bandoleros acaba por conen el libro de miscelnea Para todos (1632). figurar sus caracteres genricos en el siglo
del Barroco. A partir de la prefiguracin emPor su parte, los dramaturgos barro- prendida por Lope de Vega se concretaron
cos, siempre atentos a la sensibilidad y gus- los temas, la tipologa del personaje, sus rastos populares, comprendieron al punto el gos ideolgicos ms significativos. Tambin
inters que podran tener tales temas para su el pblico, que conoce y gusta de estas hisauditorio. La comedia de valientes, guapos, torias y biografas sangrientas, est decidido
bandoleros y salteadores degener en se- a aceptarlas. Se trata de un proceso de ideaguida en un atractivo mundo novelesco en el lizacin, de poetizacin del bandolero, que
que se mezclaban realidad y fantasa, adop- explica bien a las claras cmo se mezclaban
tando los rasgos propios de la mentalidad po- realidad y fantasa, adoptando los rasgos propular. Esta frmula dramtica presta pios de la mentalidad popular.
argumento a dramas enteros o es utilizada de
127

La lacra social del bandolerismo se


mantuvo en el siglo XVIII con un vigor renovado. Los Montes de Toledo y Andaluca
sustituyen ahora en importancia a Catalua
y Levante, sin que este hecho provoque la
desaparicin del bandolerismo en el Mediterrneo. La figura del bandolero se confunde
en numerosas ocasiones con la del contrabandista. Gibraltar, tras su prdida en la Guerra de Sucesin, y Cdiz, nueva base del
comercio con Amrica, fueron centros destacados del contrabando, especialmente de

tabaco, que afectaba a las tierras del Sur.


Diego Corrientes, natural de Utrera, es el ladrn ms conocido. Bandolero por amor
desde que salvara de un intento de rapto a la
delicada hija de su seor el marqus de Rodovilla, se transform luego en uno de los
ms crueles asesinos. Su biografa acab en
la horca de la crcel de Sevilla el 30 de
marzo de 1781, sin que el recurso interpuesto ante Carlos III llegara a buen fin. Los
bandidos que poblaban Sierra Morena fueron uno de los ms graves inconvenientes en
la colonizacin de La Carolina por el intendente Pablo de Olavide. El camino real que
conduce desde Madrid a Cdiz tena como
128

tramo ms peligroso la etapa desde el lugar


de El Viso, en la Mancha, hasta Bailn, apenas ocho leguas, donde los bandoleros, emboscados entre los rboles y matorrales,
sorprendan a los viajantes, sin ser vistos por
ellos sino cuando los atacaban. La autoridad gubernativa dict, con escaso xito, numerosas leyes represivas, mientras los
presidios del norte de frica se llenaban de
defraudadores, asesinos y ladrones. De poco
sirvi el celo de los agentes de Hacienda o
de los soldados y ministros de la justicia. La
persistencia endmica del bandolerismo tal
vez encuentra su justificacin en la oculta
proteccin de ciertas familias nobles, que
participaban en las ganancias del contrabando. Las notas de viaje de los extranjeros
que visitaban nuestras tierras presentan este
fenmeno como uno de los problemas ms
graves de la Espaa ilustrada, que afectaba
en particular a la seguridad de los caminos.
Tambin la prensa se hizo eco en sus pginas
de sucesos de casos y causas criminales. Este
mismo atractivo morboso debi ser el que
aliment el inters de los poetas populares
del XVIII por estos temas. Pretendan poner
ante el pblico unas historias atractivas, llenas de aventuras y amoros, ms que intentar
una protesta social o poltica. Por tal motivo
los bandoleros no reflejan el aura positiva
que les otorgar el Romanticismo al convertirlos en prototipo del rebelde o del bandido
generoso.

Francisco J. Domnech Mira

Finalizada la misma, y tras el preceptivo descanso, D. Jos Luis Trespalacios


Lpez dio cuenta de la segunda ponencia, titulada El Arte en los Bandoleros, Contrabandistas, Andaluces y Mirenos, y en la que
se explic la razn de ser, en las manifestaciones artsticas, de la inclusin de nuestras
comparsas en un contexto histrico injustificadamente calificado de anacrnico.

Arte y bandoleros resultaba un concepto excesivo, no ya para una ponencia de


30 minutos, sino incluso para un congreso
completo. Un estudio adecuado del tema
proporciona informacin para ocupar varios
volmenes.

As pues, haba que delimitar un poco


el contenido de esta ponencia, y lo hemos
hecho del modo siguiente. D. Francisco DoEstos son el texto y las imgenes de la mnech en la primera ponencia, ha situado,
de forma brillante, como siempre, el bandoPonencia:
lerismo en el marco de las condiciones sociales y culturales que permitieron su
aparicin, desarrollo y, finalmente, su extincin.
Yo, sin embargo, voy a intentar explicar el porqu de una figura que, realmente,
nunca ha existido. Hablo del Bandolero Romntico, y cmo un arte, en este caso el de
la Literatura, ha sido, a la vez, creadora primero y difusora despus de un mito, pues el
bandolero que todos los presentes llevamos
dentro no es ms que eso, una figura literaria
creada por unas circunstancias y unos tiempos determinados, y que casi nada tiene que
ver con los bandidos reales que camparon
por gran parte del territorio espaol desde los
tiempos de la ocupacin romana. Cabe en
este momento recordar que ya Cicern habl
del peligroso paso de Sierra Morena.
EL ARTE Y LOS BANDOLEROS
Cuando se nos encarg la preparacin
de una ponencia para este Congreso, y nos
pusimos a trabajar en ella, muy pronto nos
dimos cuenta de algo que resulta evidente.
El ttulo resultaba inabarcable en la prctica.

As pues, y dado lo limitado del


tiempo de que disponemos, me centrar particularmente en el papel que cierta literatura
y ciertas condiciones sociopolticas tuvieron
en la gnesis de este personaje de ficcin que
resulta ser el Bandolero de las coplas y los
pliegos de cordel, generado desde la visin
forzadamente romntica de extranjeros que
realmente describieron ms lo que esperaban
ver, que lo que realmente vieron.
129

Finalmente, daremos una breve pincelada


acerca de cmo otras artes, en este caso, las
plsticas y escnicas, contribuyeron a magnificar esta figura, y unos breves apuntes
acerca del origen y desarrollo de nuestra msica festera por excelencia, es decir, el pasodoble.

Ojos apasionados de color negro


azabache, brillante barba azulada que oscureca sus mejillas desde una pulgada ms
abajo de sus largas pestaas. Un andar fanfarrn que el expresivo idioma del pas da, a
los que as se mueven, el sobrenombre de
perdonavidas, como si los dems, debieran
la vida a su compasin, o a su desprecio .

Nos emplazamos as, para en posteriores ocasiones, continuar con el desarrollo


y estudio de este apasionante tema que resulta ser la plasmacin de nuestra imagen en
las diversas artes.
Dicho lo cual, comenzamos.
Despus de la Guerra de la Independencia, es decir, a principios del s. XIX, con
la nostalgia de la poca de los guerrilleros,
se abre un nuevo captulo del bandolerismo
en Espaa. Es el Bandolerismo Romntico,
de enorme admiracin popular. En la misma
lnea del Robin Hood ingls, o del mismsimo Zorro, aparece un personaje de ficcin
capaz de impresionar vivamente a las clases
Obsrvese la notable diferencia entre
humildes de Espaa, y de toda Europa.
la descripcin realizada, y esta figura romntica titulada Bandolero de pie apoyado en
Blanco White, describe las caracters- la manta , obra de Jos Cubero Gabardn,
ticas del Majo Andaluz:
realizada a mediados del siglo XIX.

130

Son hombres valientes, comnmente


O sta otra, titulada Majo con la
mano en el catite, del mismo autor y poca. morenos, giles y robustos, con patillas de
En ambas se denota un carcter muy distinto boca de hacha. Su cabeza, de pelo corto, cubierta por un pauelo de seda de chillones
al de la descripcin de White.
colores, cuyas dos puntas les caan sobre la
Aade Blanco White que, en algunas nuca, encima del cual llevaban el sombrero
Iglesias, se revesta a los nios Jess de to- calas recargado con muchas borlas de seda
reros y bandidos , reafirmando as la popu- negra. Su chaqueta, de cuero leonado, el
marsells remendado, tena toda clase de
laridad de estos personajes.
adornos y de bordados de seda e innumeraEsa separacin entre lo real y lo fan- bles botones de filigrana de plata, que se agitstico, entre el crudo da a da de la Espaa taban como cascabeles al menor
profunda de los siglos XVIII y XIX y la vi- movimiento. Un pantaln corto, ajustado y
sin romntica de los viajeros franceses e in- marcando las formas, caa hasta las pantorrigleses, para quienes viajar a la Espaa de llas, medio ocultas por llamativas polainas
entonces era casi como para nosotros hacer de cuero bordada con crieles. Y en los plieuna semana de supervivencia en la Antrtida gues de una ancha faja de seda que ajustaba
en Enero, esa separacin, digo, va a ir pro- su cintura, se hundan dos pistolas cargadas
fundizando en la memoria colectiva, defor- hasta la boca aparte de un afilado pual o una
mando la realidad de tal manera, que al final, curva navaja, de las que hacan la barba .
incluso hoy, es el mito quien ocupa el papel
Como han odo, la descripcin romnprotagonista, mientras que lo real se obvia,
tica encaja perfectamente en cualquiera de
cuando no se rechaza abiertamente.
los atuendos que nuestras comparsas lucen
A modo de ejemplo ilustrativo, vea- en las fiestas de Moros y Cristianos a lo largo
mos dos descripciones de la indumentaria de y ancho de toda la geografa festera.
un bandolero de la poca.
Bien, ahora veamos la descripcin
La visin romntica:
textual de la detencin del bandolero Gabriel
Atanze en 1795:

131

A modo tambin de comparacin, recordemos el pasaje donde dice Don quijote


a Sancho cuando se encuentran con los rboles llenos de piernas:

Gabriel Atanze es un hombre de


cinco pies y tres pulgadas ( 172 cm ), poco
ms o menos, corpulento, bien carado, cerrado de barba, con las patillas algo bajas, su
color es robusto, frente espaciosa, picado de
viruelas, pelo negro cortado, ojos garzos,
serio de nariz, abultado de mejillas. Su vestido chupa de pao negro del pas, armado
detrs de sayal blanco, faja negra con listas
encarnadas de las del Puerto. Calzones del
mismo pao de la chupa, polainas de lo
mismo, piales blancos con albarcas.

No tienes de qu tener miedo, porque estos pies y piernas que tientas y no ves,
sin duda son de algunos forajidos y bandoleros que en estos rboles estn ahorcados;
que por aqu los suele ahorcar la Justicia
cuando los coge, de veinte en veinte y de
treinta en treinta; por donde me doy a entender que debo estar cerca de Barcelona .

A contrapunto de la visin genial, irnica y cruda de Miguel de Cervantes, permtanme leer la Diligencia de Carmona, de
Queda claro que la imaginacin popu- Fernando de Villaln.:
lar, necesitada de hroes por un lado, y las
Diligencia de Carmona
descripciones exageradsimas que los viajeLa que por la vega pasas
ros europeos dieron allende nuestras fronteCaminito de Sevilla
ras, crearon, a partir del mestizaje del
Con siete mulas castaas,
bandolero rural, el majo goyesco y el torero
andaluz una figura de ficcin, un mito, que
Cruza pronto los palmares
es que ha alcanzado, y cmo, nuestros das.
No hagas alto en las posadas,
Mita que tus huellas huellan
As, todas las manifestaciones artstiSiete ladrones de fama.
cas, han profundizado en la forma y el espritu de ese, para nosotros tan querido,
personaje de ficcin que es el bandolero romntico.

132

Diligencia de Carmona,
La de las mulas castaas.

Remolino en el camino,
Siete bandoleros bajan
De los alcores del Viso
Con sus hembras a las ancas.
Catites, rojos pauelos,
Patillas de boca de hacha.
Ellas, navaja en la liga;
Ellos, la faca en la faja.
Ellas, la Arabia en los ojos;
Ellos, el alma a la espalda.
Por los alcores del Viso,
Siete bandoleros bajan.
-

Echa vino, montas,


Que lo paga Luis de Vargas,
El que a los pobre socorre
Y a los ricos avasalla.
Ve y dile a los milicianos
Que la posta est robada
Y vamos con nuestras novias
Hasta cija la llama.
Echa vino, montas,
Que lo paga Luis de Vargas.

Sin duda, este revuelto entre fantasa


y realidad, pudo tener sus inicios en escritores como Lope de Vega en su obra Varona,
y el mismsimo Cervantes con Las dos donY cabe preguntarse, qu ha ocurrido cellas , u otro pasaje del Quijote, en el que
en el tiempo transcurrido entre Don Quijote Claudia Jernima, tras herir por celos a su
y la diligencia de Carmona ?
amante, consigue la proteccin del bandolero
Roque Guinarda.
Es bien sencillo. La realidad, ese bosPor cierto, que tambin existen bandoque de ajusticiados asombro de Sancho
Panza, ha sido pasado por el tamiz de la leras en la literatura, como La Serrana de
moda romntica europea, y aderezado con la Vera , de Luis Vlez de Guevara, aunque
una pizca de hipernacionalismo, lgico y es- da la impresin, de que exagera un peln en
perable, despus de una invasin extranjera. su descripcin de la bella salteadora. Dice
as:
Era muy hermosa, blanca, rubia, con
los ojos negros
133

Aqu parece que la gentica ya tiene ballo sobre una cuerda, cogidos con una
un pequeo conflicto con el autor, pero pinza, para que se secasen.
bueno, esas rubias de ojos negros, existir,
existen. Y aade:
Los esquemas argumentales solan ser
muy similares:
Aventajaba a los hombres ms vigorosos en tirar la barra y en otros ejercicios de
Una infancia desgraciada ocasionada
fuerza, y adems, era muy esbelta y tan por alguna autoridad despiadada, algn crigil como las cabras montesas de la cercana men justiciero o pasional como reaccin ms
Sierra de Gredos, y manejaba con maravi- que justa a tanta desventura y as, ante tanto
llosa destreza la ballesta y la honda .
sufrimiento e injusticia, algn acto en defensa propia que, ante la incomprensin de
Vemos pues, que a partir de la reali- la Justicia obliga a nuestro hroe a echarse
dad, distintos autores van aportando su grano al monte y ejercer de juez y verdugo por su
de arena para el desarrollo de un mito que, cuenta. Naturalmente, nuestro hroe ser
finalmente, nada tendr que ver con la reali- bravucn, valiente hasta la temeridad y con
dad.
un xito incuestionable entre las ms bellas
mujeres que no dudarn en poner su vida en
Durante el siglo XVIII, la literatura juego en defensa de su amado. Si se fijan
popular, de exigua calidad, va a propiciar la bien, si aumentamos el tamao de los escotes
mitificacin de no pocos bandoleros que y el acento de los actores, son perfectos cusern el asombro y causarn la admiracin lebrones.
de un pueblo de bajsimo nivel cultural y
muy necesitado de hroes picos.
De nada sirvi que el Consejo de Castilla prohibiese, durante el reinado de Carlos
III los cuadernos y pliegos de cordel.
Bandoleros y contrabandistas pugnaron en el protagonismo de esta literatura,
como ya hemos dicho, de baja calidad. As,
entre los contrabandistas recordamos los romances de Juan Arvalo, las Honradas travesuras y hazaas del valiente Juan Pealver
o Juan Corrales, o Los valerosos hechos de
Pedro Romero, natural de la provincia de Almera.
Las imprentas, de las que ya haba
bastantes, con su poder de difusin, y la tendencia de los cuerpos de orden pblico de
entonces a no complicarse la vida, sern las
causas de que tenga su apogeo el subgnero
literario de los Pliegos de Cordel, cuya denominacin nace de que se colocaban a ca134

En definitiva, la Literatura, salvo honrosas excepciones, cre un subgnero de


gran aceptacin popular pero escasa calidad,
donde, a partir de la realidad cruda y, a veces
cruel, desarroll una ficcin en la que los
nombres de los personajes era lo nico cierto
de la historia, y no siempre.
Sin embargo, y dejando de lado un
momento los pliegos de cordel, repasemos
algunos de los autores que escribieron sobre
esa Espaa calamitosa y que muchas veces
ellos despreciaban: Chateaubriand, Vctor
Hugo, Stendhal, George Sand, Dumas, Merime, Davillier, Manet, y por supuesto, Gustave Dor, quien realiz los grabados ms
conocidos y reconocidos sobre escenas bandoleras.

De esta relacin, destaca por encima


de todos el parisino Prspero Mrime, ntimo amigo de Stendhal y de la madre de Eugenia de Montijo, futura emperatriz de
Francia, y autor de la novela ms tpica y tpica sobre la Espaa del XIX, Carmen.
Como punto opuesto a tanta exageracin, cabra sealar el magnfico trabajo de
Charles Davillier, que realiz no menos de 9
viajes a nuestro pas, uno de los cuales, sufragado por la revista La Tour du Monde,
cont con la colaboracin del pintor Gustave
Dor, quien se comprometi a realizar las
ilustraciones de una nueva edicin de Don
Quijote de la Mancha.
Citar tambin, como curiosidad, la
frase que acu el capitn britnico Charles
Rochfort Scout, y que, aos despus sera
adoptada por el rgimen franquista. En 1838,
Rochfort escribi: Espaa es un pas diferente .
Richard Ford, viajero ingls por la Espaa del XIX fue autor de dos magistrales
obras sobre nuestro pas, y nos adverta que
Una olla sin tocino sera tan inspida como
un volumen sobre Espaa sin bandoleros .

As pues, y curiosamente, fueron los


escritores franceses los que se inventaron la
Espaa de charanga y pandereta plena de
bandoleros generosos que asaltaban a los
ricos para apresurarse a socorrer a los pobres.

135

Victor Hugo, en su obra Orientales


describe los Minaretes de Alicante, de los
que nadie ha tenido jams noticias, y Alejandro Dumas, que soaba con bandidos, indica
en el libro que relata su viaje, que para el
mismo trajo Seis cajas que contenan carabinas, fusiles, pistolas y cuchillos de caza,
todo ello en abundancia .

Tampoco podemos dejar de hacer


mencin al escritor dans Hans Christian
Andersen, quien viaj por Espaa en el ltimo tercio del siglo XIX y que nos dej una
muy curiosa ancdota sobre Alejandro
Dumas durante su visita a Espaa:
Antes de llegar a Espaa, Alejandro
Dumas le envi a un conocido jefe de bandidos, un taln de 1000 francos para que preparase una emboscada sin mayor perjuicio
ni prdidas de vida. El bandolero contest
que haba cerrado el negocio, pero del recibo
del taln, no mandaba justificante .

Suberwick, en 1848 afirma que el


bandido y el contrabandista espaoles son
dos ramas de un mismo tronco, pero que en
nada se parecen a bandidos y contrabandistas de las dems naciones, ya que si los ladrones franceses roban por necesidad, los
El viajero ingls Richard Ford, seala
italianos lo hacen por venganza y los ingleses por especulacin, mientras los espaoles que el armamento inconfundible del bandose hacen contrabandistas y, en caso de fra- lero lo representaba el trabuco. Dice as:
caso, bandoleros, por amor al arte.
Los ladrones espaoles van armados
Por supuesto, tambin se dan explica- por lo general, con un trabuco que cuelgan
ciones polticas al fenmeno del bandole- del arzn de la silla, de perilla muy alta, que
rismo espaol, y as, Bakunin afirmaba que lleva una cubierta de lana azul o blanca,
el bandolero era un revolucionario nico y como un smbolo de su deseo de esquilmar
genuino, sin frases exquisitas, sin retrica al prjimo .
oculta, irreconciliable, infatigable e indomaLa gran ventaja del trabuco era su disble, popular, social, no poltico e indepenparo en abanico, que permita abatir a varios
diente de todo Estado.
enemigos en un solo disparo. As, a la voz
de Que te tiro, que te mato !, secular grito
de guerra de cualquier bandolero, la rendicin era inmediata habida cuenta de la mortfera amenaza que representaba el trabuco.
Otra circunstancia curiosa, como sealan Brinckman y tambin Dembowski, es
que, para evitar esfuerzos y problemas, bandoleros, viajeros y expendedores de billetes,
llegaban a acuerdos favorables para todos
pagando un sobreprecio en el viaje, y as, se
distinguan los Viajes Simples , en los que
el osado viajero quedaba abandonado a su
suerte, de los Viajes Compuestos , tres
136

veces ms caros, porque se insinuaba al viajero su seguridad frente al ataque de los bandoleros. Dense cuenta, que a principios del
XIX, una diligencia de Madrid a Cdiz tardaba unos 5 das de viaje con sus inevitables
paradas nocturnas.
Y dichas paradas haban de hacerse en
las posadas, claro. Posadas con nombres tan
atrayentes como la del Pual, la del Judo, la
del Moro, la de la Mala Mujer o la Posada
de los Ladrones.

As pues, y a modo de resumen, cabe


decir que la Literatura relativa a los bandoleros espaoles, ha sido siempre un gnero
menor y popular, con muy escasa penetracin entre la, digamos Literatura seria, pero
con una ms que notable aceptacin entre las
clases populares. Ha sido la Novela de Viajes, de enorme xito en la Europa del XIX,
la que, desde posiciones forzadas y exageradsimas, ha creado y desarrollado el mito del
Bandolero Espaol.
A modo de ancdota, y para subrayar
hasta qu punto las descripciones de Espaa
eran poco rigurosas, permtanme leer una
cita del libro de memorias de Fray Jos Servando de Santa Teresa de Mier, clrigo en el
Convento de Santo Domingo de Mxico, de
ideas profundamente nacionalistas e independentistas, por las que fue encarcelado en
numerosas ocasiones. Cito literalmente:

Richard Ford comenta: Las posadas


de la pennsula, salvo raras excepciones, se
han clasificado de tiempo inmemorial en
malas, peores y psimas, y como las ltimas,
al mismo tiempo que las ms malas, son las
ms numerosas y castizas, durarn hasta la
eternidad .

Me figur que quel era un pueblo


de potrosos, y no lo es, sino de una raza degenerada, que hombres y mujeres hijos de
Madrid, parecen enanos. La moral de las mujeres es tan relajada, que algunas se pasean
por el Paseo del Prado, desnudas de cintura
para arriba, y con anillos de oro en los pezones . All, las Iglesias no son templos magnficos y elevados como por ac en Mxico,
sino una capilla. Ninguna tiene torre .

De similar opinin a la de Ford, era la


de Tefilo Gautier, quien deca que no era en
el camino donde se encontraba el verdadero
peligro, sino ms bien, al borde del mismo,
en el albergue, donde se despoja al desprevenido cliente sin que a cambio tengis derecho a recurrir a las armas defensivas ni
poder disparar un tiro de carabina al mozo
que os trae la cuenta.
137

En el terreno de las artes plsticas, y


adems de los grabadores y pintores que
ilustraron con sus obras las novelas de viajes
de las que ya hemos hablado, es impensable
hablar del romanticismo, y como lado
opuesto, el costumbrismo espaoles, sin
hacer una referencia a los toros. A la tauromaquia.

Obviamente, la gran figura de la pintura de tema taurino y costumbrista es Franciso de Goya y Lucientes, quien, hemos de
recordar, firmaba como Goya, el de los
toros .

Cierto es que todo lo referido al


mundo de los toros ha sido y sigue siendo
objeto de numerossimos estudios, pero no
es menos cierto, que no se ha dado suficiente
importancia al hecho de que la pintura taurina comienza su esplendor, precisamente
Esa imbricacin entre toros y bandocuando la figura del majo, del bandolero, leros arranca desde siempre, pues muchos
empieza a ser perfilada por el empuje ro- bandoleros de fama tenan vocacin taurina,
mntico.
destacando sobre todos ellos, Jos Ulloa,
Tragabuches, quien vivi entre loa aos fiDurante el siglo de Oro de la pintura nales del s.XVIII y primeros del XIX, si bien
espaola, el siglo XVII, en pleno barroco, nadie se pone de acuerdo en la fecha de su
los grandes artistas de la poca como Velz- muerte. Era gitano, y muy apuesto y gaquez, Murillo, Carreo o Claudio Coello, no llardo. El apodo se debe a que su padre, en
recogern en sus lienzos ni el ms mnimo cierta ocasin, se comi un burro recin namotivo de las muy abundantes fiestas tauri- cido.
nas, tanto populares como cortesanas, aunque s se conservan una prolija
El apodo lo llev hasta en los carteles
documentacin grfica de artistas menores y taurinos, y era muy apreciado entre el ptambin, como se ha dicho, de grabadores e blico por su valor y personalidad. Tuvo que
ilustradores.
abandonar los toros y echarse al monte porque tras una caida del caballo cuando se diNo ser hasta el s. XVIII, cuando el riga a una corrida en Mlaga, se lastim un
populismo se aduea de la alta cultura, que brazo y hubo de volver a su Ronda natal
aparezcan los primeros cuadros de asunto es- antes de tiempo, encontrndose con la destrictamente taurino y ms profusamente car- agradable sorpresa de tener a su mujer, una
tones para tapices. De entonces son tambin bella bailaora gitana conocida como la Nena
los primeros retratos de toreros ataviados en brazos de otro hombre, de sobrenombre
con sus trajes de faena, como los de Fran- El Listillo . Dicen que l fue degollado
cisco Romero, obra de Antonio Carnicero, o con el brazo sano, y ella arrojada desde el
el de Joaqun Rodrguez Costillares, obra de balcn de una casa que hoy an sigue en pie.
Juan de la Cruz.

138

Tragabuches perteneci a una de las


bandas ms temibles de aquel entonces; los
7 nios de Ecija que, naturalmente, ni eran
nios, ni de cija. Por supuesto, tampoco
eran siete. All anduvo un tiempo con el ms
famoso de los bandoleros, Jos M El Tempranillo .
Cuando los Siete Nios de Ecija fueron capturados y condenados a muerte, faltaba uno. El Tragabuches.
Sobre pintura del XVIII y XIX, sobre
los romnticos y los costumbristas, sobre los
pintores de toreros, sobre Goya, Zuloaga,
Sorolla, y tantos y tantos otros, podramos
estar hablando un mes, y nos faltara tiempo,
as que habr que dejarlo para ponencias y
comunicaciones futuras.
Sobre el cine, slo apuntar un par de
detalles.

sivo hechas en paises como el Reino Unido,


Francia o Italia, siguieron reproduciendo esa
visin extica de Espaa con pelculas tpicas sobre toreros valientes, bandoleros aguerridos y mujeres apasionadas.
Hasta 1907 / 1908 no aparecen las primeras productoras espaolas en Madrid y
Barcelona, y alguna ms modesta en Valencia, pero la mayor parte de estas pelculas reproducen la visin pintoresquista del pas,
con numerossimos melodramas historicistas
de raiz romntica. En esta categora incluiramos las numerosas versiones de Carmen.
Desde la inaugural Carmen o la hija del
bandido , de 1911 de Ricardo de Baos y
Alberto Marro, hasta el largometraje Carmen, basado en la pera de George Bizet y
firmada por el italiano Augusto Turchi en
1913, pelcula por cierto, que destaca por su
larga duracin y sus magnficos decorados.
Lo cierto es que la inmensa mayora
de las producciones carecen de inters, salvo
algunas pocas obras notables e incluso excepcionales entre las que cabra citar Amapola, de 1926 dirigida por Jos Martn, o La
Barraca de los Monstruos de Jacque Catelein, sin duda una de las mejores pelculas de
la historia del cine espaol.

Primero, decir que las primeras producciones con temas y motivos espaoles,
encajaban perfectamente en lo que hoy hara
el Nacional Geographic Channel, es decir,
entrando de lleno en el plano de lo extico y
lo pintoresco, en un modo absolutamente documental.
Las primeras pelculas de tono discur-

Entre las pelculas que abordan el bandolerismo desde un punto de vista crtico,
podramos citar Una extraa aventura de
Luis Candela, filmada en 1926 por Jos
Buchs, Luis Candela o el bandido de Madrid, del mismo ao y dirigida por Armand
Guerra, y El Len de Sierra Morena, rodada
en 1928 por Miguel Contreras Torres y dedicada al clebre Jos Mara El Tempranillo . Es curioso resaltar lo de el len de
Sierra Morena, pues esa fue una zona que el
Tempranillo no pis jams.
139

Por ltimo, cmo no nombrar a Francisco Lpez Jimnez, ms conocido por El


Barquero de Cantillana y gracias a TVE y
su Curro Jimnez . Solamente decir que
los guiones estn tan afectados por el espritu
del bandolero romntico como las novelas
de viajes del siglo XIX. Curro Jimnez, nacido en 1820 y muerto por disparos del guardia civil Francisco del Castillo en 1849,
nunca pudo estar, por razn de edad, en la
Guerra de la Independencia ni contra los
Cien Mil Hijos de San Luis. Mucho menos,
poner en fuga a los migueletes que le perseguan en la serie, porque migueletes nunca
hubo en Andaluca. Curro Jimnez nunca fue
ms all de Sanlcar la Mayor y la Sierra de
Cazalla. Adems, su partida tiene el dudoso
honor de haber abatido al primer Guardia
Civil, en 1846, dos aos despus de la formacin del cuerpo armado.

ejemplo de ello lo encontramos en las danzas


moriscas concebidas con un claro ejemplo
festero. En das de fiesta se interpretaban los
dramas litrgicos, comedias en las que la
msica conformaba una de las partes importantes. Claro ejemplo lo atestiguan nuestros
Episodios Caudetanos descendientes de la
barroca Comedia Potica.
Sobre el origen del pasodoble se ha
debatido mucho Hay algunos que piensan
que nace exclusivamente de la tonadilla escnica como D. Jos Subir, otros, representados en la figura de Mariano Sanz defienden
que su origen ms remoto se encuentra en las
primitivas danzas del siglo XVIII, y Manuel
Delgado nos apunta que viene de un tipo en
concreto de marcha militar. Quizs la hiptesis ms correcta sea una mezcla de todas
las expuestas anteriormente.

Los compositores de la poca, no olvidaron incluir pasodobles en sus obras y


El pasodoble es una marcha espaola todas las zarzuelas, entre mazurcas, polcas,
en comps de 2/4 y tempo allegro moderato. jotas o romanzas cuentan con algn pasodoEs el ritmo ms genuino y representativo de ble.
la msica espaola. Su carcter alegre, pleno
El origen de la msica festera lo dede bro, castizo, flamenco unas veces, pero
siempre reflejo del garbo y ms genuino bemos de buscar a fines del XIX. Aunque ya
sabor espaol es nuestro estandarte sonoro en 1801 encontramos un pasodoble de Jos
Esp de Ulrich titulado Anselmo Aracil que
en todas las partes del mundo.
bien se puede incluir dentro de este apartado
Suele constar de un primer periodo, a festero. En las ltimas dcadas del XIX, Esmodo de introduccin, al que le sigue una se- paa estaba sumergida en una corriente mugunda parte, considerada como el tro. En la sical nacionalista, resaltando los ritmos y
mayora de pasodobles se utiliza con profu- melodas espaolas.
sin el modo frigio tpico del cante andaluz,
Comienza a tener fuerza el gnero
con meloda aflamencada.
chico, rivalizando con la gran zarzuela. Con
el triunfo del gnero chico surge el pasodoANTECEDENTES
ble, imponiendo su garbo y marcialidad del
Muchas crnicas festeras atestiguan ritmo.
que la Fiesta naci envuelta en msica. Un
MSICA. EL PASODOBLE

140

En el siglo XIX se produce en toda la


regin valenciana un intenso movimiento
musical que dar como fruto la aparicin de
las bandas locales. A partir de aqu nace el
compositor y el pasodoble festero.
Y sabemos que hasta 1817, las "filaes" o escuadras moras y cristianas desfilaban sin msica o acompaadas slo de percusin, pero
a partir de ese ao la "fil Primera de Lona"
se hizo acompaar en la entrada de moros
por la Banda de Msica del Batalln de Milicianos y en menos de diez aos todas las
comparsas eran amenizadas con polcas, mazurcas, habaneras...

per als Contrabandistes de Jos Rafael Pascual Vilaplana, publicado en libro conmemorativo 125 Aniversari. Fil Contrabando de
Muro 2004.

Caudete y sus compositores se sumergen en la msica de fiesta con Paso Ataque


de Francisco Serrano Snchez de 1893. Se
tiene constancia gracias a los datos expuesto
por Joaqun Barcel que Benjamn Serrano
hijo del anterior compositor caudetano compuso por los aos 1945-46 el pasodoble Mireno, hoy en da perdido. Asimismo se hace
referencia en el Captulo V- de Homenaje a
la Msica Festera y el artculo La Msica

Bien, y ya va siendo hora de terminar.


Vuelvo a pedir disculpas a la audiencia, porque, como dije al principio, la enormidad de
la propuesta ha hecho que tengamos que habernos quedado slo en la superficie, pero
seguro que tiempo y ocasiones no faltarn
para ahondar en tan apasionante tema.

Juan ngel Amors participa asimismo en las composiciones de obras festeras caudetanas. La diana De maana en
Caudete que regal a la Comparsa de Mirenos, est grabada en el CD Reencuentros.
TIPOS DE PASODOBLE:

Como en todo existen pequeas variantes. Y aqu encontramos pasodobles: toSegn Joaqun Barcel Verd en su reros, de concierto, pasodoble-cancin,
apartado: del compositor y el pasodoble fes- festivos, pasodobles-marcha, regionales.
tero de su libro Homenaje a la Msica FesCaptulo aparte mereceran, por su
tera indica lo siguiente: . Alcoy, Muro,
Benejama, Villena, Sax, Caudete, Bocai- abundancia, los pasodobles valencianos y
rente, Onteniente , es tierra que empieza a andaluces.
dar los primeros pasos para crear un gnero
Los pasodobles-cancin mereceran
que llegar a imponerse en Moros y Cristiamuchas pginas por la cantidad y calidad de
nos.
ttulos, sus interpretes La cancin espaEntorno a 1880 a 1890 encontramos ola y dentro de sta el pasodoble-cancin,
las primeras obras para la fiesta. Se compone nace cuando comienza el declive de los charexclusivamente para el acto de la Entrada o lestones y cupls y alcanza su mximo apola Retreta; y se pueden calificar de estrenos geo en las dcadas de los aos 50 y 60. En el
solemnes, de importancia suprema a nivel CD Reecuentros se incluye un pasodoble inslocal. Pronto tendr apogeo el pasodoble pirado en la meloda del estribillo de la Zarzamora de Quiroga, Len y Quintero.
sentat y el dianero.

Jos Luis Trespalacios Lpez.


141

A continuacin, reproducimos las comunicaciones remitidas al Congreso, tal y


cmo se reflejaba en el artculo 9 de la normativa para congresistas.
COMPARSAS CONTRABANDISTAS:
UN PUNTO DE ENCUENTRO

aportara ventaja alguna, ni inters mayor


para su pertenencia a la misma por parte de
nuestras Comparsas o Filaes, ms bien coartara la espontnea y sana andadura de estos
Encuentros iniciada en el ao 2004 en Onteniente y que hoy, tres aos ms tarde, se repite con la misma frescura e ilusin, aqu, en
Caudete.

Es conveniente una Federacin de Comparsas Contrabandistas en la Fiesta de


Pero, queridos amigos ContrabandisMoros y Cristianos?
tas, estamos en el Siglo XXI, en plena era de
las nuevas tecnologas y de la informacin.
Con esta pregunta titulaba su Ponen- Tenemos Internet, aprovechmoslo pues!
cia, Ricardo J. Monts Ferrero, e los PrimePor qu no crear entre todas las
ros encuentros Nacionales de Comparsas y
Filaes de Andaluces, Bandoleros Mirenos y comparsas o Filaes la Pgina Web, en InContrabandistas, celebrados en Onteniente ternet: www.andaluces.bandoleros.mire(Valencia) los das 13 y 14 de Agosto de nos.contrabandistas.org?
2004.
No cabe duda que tendramos que esLa respuesta contundente fue, SI
tablecer unas sencillas normas y una pequea aportacin econmica para su
No cabe duda alguna que, la unin, la creacin y mantenimiento, pero de manera
integracin, la comunicacin, el intercambio rpida y sencilla, todos estaremos en dispode informacin, la relacin y el compae- sicin de, primero aportar ideas y contenirismo, la idiosincrasia y filosofa, la msica dos, para su puesta en marcha, para despus
festera, nuestra peculiar manera de vestir, obtener toda aquella informacin que precise
etc. Etc., en sntesis, el aspecto diferenciador cualquiera de las Comparsas registradas en
de los Contrabandistas, en la Fiesta de la pgina.
Moros y Cristianos, hacen imprescindible,
necesario, obligado la creacin de un ente
Son infinitas las posibilidades que la
aglutinador de toda esta riqueza humana, misma puede ofrecernos, simplemente por
cultural y festiva de que somos portadores, enumer algunos de los contenidos que las
en los casi cincuenta pueblos, repartidos por bases de datos pueden albergar en la citada
la geografa festera, donde cuentan con una Web, los citamos seguidamente:
comparsa o Fil de Andaluces, Bandoleros,
Mirenos o Contrabandistas.
-Censo de comparsas o Filaes: nombres, poblaciones, direcciones y telfonos,
Ahora bien, tal y como se vio en la Se- Juntas Directivas, etc.
sin de Debate y Conclusiones, la creacin
-Censo de empresas, talleres, comerde una Federacin de Comparsas contraban- cios y artesanos especializados en contrabandistas, legal y oficialmente constituida, con distas: confeccin de trajes, adornos,
sus Estatutos, en definitiva burocratizada, no trabucos, etc.
142

-Alquiler de trajes, trabucos, enjaezamientos de cabalgaduras, carrozas, etc.

La comparsa de contrabandistas de
Monforte del Cid, en su afn de colaboracin
-Contratacin de Bandas de Msica, con la Fiesta de Moros y Cristianos, en geBallets y Grupos de baile para desfiles o bo- neral y el Contrabando, de manera muy paratos, etc.
ticular, presenta esta comunicacin como
idea o documento de trabajo, para su estudio
-Msica Festera Contrabandista: ttu- y debate en los Segundos encuentros de Anlos, grabaciones, partituras, etc.
daluces, Bandoleros, Mirenos y Contrabandistas, de Caudete (Albacete)
-Las Embajadas Contrabandistas: textos, embajadores, etc.
Monforte del Cid, Agosto 2007.
Comparsa Contrabandistas.
-La historia del contrabando: artculos, informes, estudios, documentos, etc.
Antonio Bern Jover.
-Galera de fotografas: histricas, de
actualidad, de eventos, etc.
-Los Encuentros: Onteniente, Caudete
-Links con las comparsas o Filaes que
ya tengan pgina Web, la Undef, etc.
-Noticias del mundo contrabandista,
en tiempo real, tales como: presentaciones,
conmemoraciones, aniversarios, invitaciones, etc.
Y muchos otros temas y asuntos que
se pueden incorporar a las referidas bases de
datos, de manera fcil y con la agilidad que
el medio nos permite.
Este instrumento, realizado con gusto,
bien gestionado, y con la colaboracin de
todos, ser, en breve periodo de tiempo, el
punto de encuentro de todas las comparsas
o Filaes, y de los Festeros que conformamos
el mundo contrabandista dentro de nuestra
querida Fiesta de Moros y Cristianos.
143

EL CONTRABANDO EN BRASIL
Como ocurre en la mayora de pases
del centro y sur de Amrica, los misioneros
en este caso portugueses- fueron los que
llevaron la Fiesta de Moros y Cristianos a
Brasil. En la mayora de los casos, estos misioneros, utilizaban la aficin que los indgenas tenan por la danza para introducirlos
en el conocimiento de la religin mediante
las danzas que simulaban enfrentamientos
entre el bien y el mal representados por
cristianos y moros respectivamente- acompaados con textos la mayora de las veces,
bien entresacado de un pasaje bblico, bien
escrito por los propios misioneros in situ,
bien basados en alguna comedia o entrems
sobre moros y cristianos gnero que tanto
haba proliferado en la Pennsula Ibrica en
aquella pocaLos textos podan variar de unas
zonas a otras, pero lgicamente, el desenlace
siempre era el mismo, victoria de los cristianos el bien- gracias a la intercesin de una
fuerza sobrenatural representada en algn
Santo o Santa, demostrando con ello la
fuerza de nuestra religin, finalizando con la
conversin y bautismo de los infieles.

formatos de enfrentamiento moro-cristiano,


en dos variantes claramente diferenciadas:
La Chegana de Mouros y Las Cavalhadas. Adems de estas dos variantes, encontramos otras denominaciones esparcidas por
los distintos estados de Brasil y con pocas
poblaciones en las que se representa. Estas
denominaciones son: Fandango de Mouros Alardos de Moros y Cristianos y O
Guerreiro que es una mezcla de distintas
variantes.
A su vez, la propia Chegana de
Mouros o simplemente Chegana- en determinadas reas o poblaciones ha ido mutando, llegando a variar gran parte de la
representacin e incluso el nombre con el
que se la conoce. De este modo encontramos
las siguientes denominaciones nacidas de la
propia Chegana: Marujada de Mouros
Baquinha Nau Catarineta y Barca

Como se ve, hay muy distintas formas


de realizar y denominar la fiesta, pero esto
mismo nos ocurre aqu, en Espaa, puesto
que poco tiene que ver en cuanto a la forma
se refiere- la fiesta de Ontinyent con el
Dance de Moros y Cristianos de Ainzn
(Zaragoza) con el Alarde del Moro de
Antzuola (Guipuzcoa) o con La Naval que
Lo llamativo de todo esto, y a la vez celebra Barlovento en la isla de La Palma
lo ms importante al menos para mi- es que (Canarias)
hoy, cinco siglos despus, continen vivas
en tantas y tantas poblaciones estas danzas,
estas representaciones y estos parlamentos La Chegana
la mayor parte de ellos muy distintos de los
La chegana de Mouros es una fiesta
originales por el paso del tiempo y la transnaval, un auto martimo. Es la versin momisin oral de los mismosderna de los bailes de moros y cristianos de
Poco a poco, esta tradicin fue to- la Pennsula Ibrica y de las danzas moriscas
mando caractersticas propias en cada Es- de Europa.
tado y en cada regin brasilea. Pero,
bsicamente, podemos agrupar los distintos
144

Casi todo bailado y cantado, son danzas ejecutadas siempre sobre un tablado al
aire libre en una barcaza hecha especialmente para la representacin- y se refieren a
guerras martimas de luchas entre moros y
cristianos, donde los ltimos siempre salen
vencedores y los primeros son bautizados. El
tema central es el abordaje de una nave mora
por otra cristiana. Hay un encuentro de las
tripulaciones en tierra, una lucha simulada y
finalmente bautismo de los moros todos
ellos con sus correspondientes parlamentostambin integran el auto episodios sobre la
vida en el mar, los ms curiosos son: el descubrimiento del contrabando por los guardamarinas, las luchas entre los oficiales, la
tempestad, las canciones lricas, etc.
Juan Antonio Alcaraz Argente
Ontinyent

145

LOS CONTRABANDISTAS Y LAS BE- lla-La Mancha otorgndose los siguientes


premios: Absoluto, Alejandro Torres, Local:
LLAS ARTES
Vicente Beltr y el denominado Joaqun
Es tradicin literaria, generalmente Puche para Juan Francisco Poveda Loaceptada, desde la antigua Grecia que todas renzo.
las artes estaban bajo la proteccin de las
musas creyndose que stas, bajo la presiPero volvamos al principio, volvamos
dencia de Apolo, eran nueve, y aunque esta a las musas, y a su relacin con nuestras
introduccin pudiera parecer ajena a estos II Comparsas o Filaes.
Encuentros se demostrar que no es as, pues
si bien la fiesta de Moros y Cristianos es una
CALIOPE Y CLIO, musas de la Epomanifestacin histrica, las agrupaciones peya y de la Historia estn cada vez ms preque la conforman, especialmente las Com- sentes por los trabajos de cronistas e
parsas de Contrabandistas, Bandoleros, An- investigadores que nos narran su participadaluces y Mirenos, rinden homenaje y gozan cin en la guerra de Independencia atribude la proteccin de estas deidades, pues su yendo el origen a su bonita chaquetilla o
aparicin en las entradas y otras manifes- marsellet a la presuncin de aquellos que
taciones festeras dan cumplida cuenta y de- tras matar o derrotar a los veteranos francemuestran sobradamente esta afirmacin.
ses de los Regimientos de Marsella se ponan sus casacas para pavonearse de sus
Me voy a basar principalmente en triunfos.
Elda por ser la Fiesta que mejor conozco y
solamente habr algunas alusiones a otras
MELPOMENE musa de la Tragedia
fiestas, aunque ello no supone merma de mi ha sido ampliamente tratada por parte de los
admiracin y respeto a ninguna comparsa o escritores romnticos que al narrarnos su vifil de Contrabandistas, Bandoleros, andalu- sin de los bandoleros, sobre todo andaluces,
ces o Mirenos, sean de donde sean.
hacen hincapi en las circunstancias casi
siempre dramticas que impulsaron a stos
Para empezar y como mencin espe- a echarse al monte y el fin trgico de mucial a Elda quiero dejar constancia de la chos de ellos.
Bienal de Pintura que desde el ao 1999
organiza la Comparsa de Contrabandistas
Mencionar a TALIA es hacer mencin
que en ese ao y en los aos 2001 y 2003 de las muchas Embajadas Contrabandistas
cuentan con unos veinte participantes cada existentes en nuestra Fiesta fielmente reprouno, siendo los premiados Yolanda Prez, ducidas en la edicin del libro de los I EnMaite Carpena y Jos Miralles Ochoa res- cuentros celebrados en Onteniente, debiendo
pectivamente. En el ao 2005 baja un poco hacer especial mencin de los Episodios
la participacin, slo hay quince trabajos, Caudetanos y de El Lucero de Caudete
siendo el ganador Omar Arrez Prez, pero en los que Mireno es personaje principal.
en el ao 2007 no es slo de pintura sino de
Artes Plsticas, presentndose a la misma
ciento veintiuna obras procedentes de las
Comunidades de Valencia, Murcia y Casti146

POLIMNIA es la musa de la MUSICA, y todos sabemos la importancia de


este arte en la Fiesta a la que en los ltimos
tiempos vienen incorporndose multitud de
composiciones compuestas especialmente
para ellos a travs de certmenes y concursos, y tambin la edicin de discos con motivo de aniversarios contrabandistas como se
hizo en San Vicente en el ao 2001, e Elda
en el ao 2000, e Onteniente en el ao 1998
y tambin en esta ciudad con el ttulo Encuentros con motivo de aquellos primeros
encuentros de tan buen recuerdos a los que
se viene a unir Reencuentros

Esto nos lleva a citar a EUTERPE,


musa de la lrica y a ERATO musa de la poesa amorosa, pues solo con mucho amor se
han podido escribir las letras del Himno
Contrabandista de San Vicente, de Cielo Andaluz dedicado a los Contrabandistas de
Elda, de Mondy Contrabandista de la escuadra Luis Candelas y slo con mucho
amor pudieron glosar a esta Comparsa Francisco Moll Montesinos, Concepcin Quero
La Cruz, Jorge Bellod, Joaqun Hinojosa y
yo mismo, como homenaje a todos ellos y a
todos vosotros se reproducen dos estrofas de
Moll Montesinos.

Y de la mano de esta Musa nos encontramos ahora con TERPSICORE, inspiradora de la danza, pues una verdadera danza
es el paso de nuestras escuadras, en unos sitios marcando el ritmo de su marcha, en
otros simulando el baile de los caballos con
unos incansables saltos que evocan ancestrales rituales, y sobre todo ellos destacan las
actuaciones de los cabos, a veces solos, a
veces en pareja, como en los grabados de
Dor.
Bailan y bailan con esas navajas que
se abren cortando el aire y haciendo crculos
que no intimidan a nadie, pues no saben retar
nada mas que al amor y a la admiracin,
igual que hacen esas parejas que bailan y bailan convirtindose en una personificacin de
la msica misma, y no resisto el reproducir
un romance del que soy autor

Gozosa de aventuras, bizarra caballista.


Intrpida y hermosa la flor contrabandista
Irrumpe cual estrella en flgida regin.
Desierta de la Historia encantos y bravura
Que todo lo han podido la gracia y la hermosura.
Decid si no mirando la dulce aparicin!

A ritmo de pasodobles
Que se hacen fiesta con ellos
Van los cabos deshojando
Las amapolas del viento.
Los brazos de sus mujeres
Tejen encajes de ensueo.
Los arcabuces florecen
En salvas de gris portento.
Y de borlas y alamares
Uno piensa que es el cielo.

Y como final de esta comunicacin


que confo sea de vuestro inters, dir que
nos ha quedado sin citar al UREMA, que es
la musa de la Astronoma, pero creo que no
hace falta hablar mucho de ella, porque es
sabido que los festeros nos pasamos mucho
tiempo mirando al cielo, hacemos de aprendices de astrnomo tratando de adivinar que
las nubes no nos traern lluvia para que nuestra Fiesta luzca como debe hacerlo, ah viene
nuestra posible relacin con UREMA, aunque alguna vez esa tenue lluvia que nos salpica, yo estoy seguro que son las lgrimas de
todos aquellos que hoy, desde la gloria que
se merecen, lloran de emocin al ver pasar
esa gloria que son las Comparsas y Filaes de
Contrabandistas, Bandoleros , Andaluces y
Mirenos.
Jos Antonio Sirvent Mullor.

147

Reproducimos a continuacin, por ser


adecuado, un artculo relativo al supuesto
anacronismo de la indumentaria bandolera
goyesca en las Fiestas de Moros y Cristianos:
LAS COMPARSAS ANACRONICAS
En el I Congreso de Fiestas de Moros
y Cristianos, celebrado en Villena en 1974,
se propuso la eliminacin de todas las comparsas anacrnicas, entendiendo por tales las
que no representaran a los guerreros que participaron e la Reconquista. Fue un festero alcoyano, Salvador Domenech Llorns, quin
hizo esa propuesta en su comunicacin titulada El problema de los anacronismos festeros (pp. 249-256). En ella abog por la
eliminacin de todas las comparsas que l
consideraba anacrnicas, es decir, que no representaran a los guerreros medievales de la
reconquista; y slo exceptu las comparsas
de Contrabandistas y Maseros, debido al
arraigo social que tienen en las fiestas de
Alcoy y al disgusto y la polmica que suscitara su eliminacin.
Menos mal que no le hicieron caso,
porque eso hubiera supuesto la eliminacin
de todas o de casi todas las comparsas del
bando cristiano de los pueblos con fiestas
ms antiguas y tradicionales. As, por ejemplo, si se le hubiera hecho caso, habra desaparecido el banco cristiano completo en dos
poblaciones con unas fiestas tan antiguas y
tradicionales como Petrer y Bocairent, por
ejemplo, que se celebran desde 1821 y 1860,
respectivamente. En ellas, todas las comparsas del bando cristianos, la mayora de ellas
centenarias, seran anacrnicas para el autor
de esa propuesta (Vizcanos, Tercios de Flandes, Marinos, Estudiantes, Labradores, en
Petrer; Espaoletos, Granaderos, Contraban148

distas, Zuavos y Estudiantes, en Bocairent).


En Elda, slo se habra salvado la Comparsa
de Cristianos, ya que las dems (Piratas,
Contrabandistas, Estudiantes y Zngaros) habran tenido que desaparecer. En Villena,
slo se habran salvado las comparsas de
Cristianos, Almogvares y Ballesteros. Estas
dos ltimas son, precisamente, las ms modernas (1954 y 1966, respectivamente) y las
ms pequeas del bando cristiano, y sustituyeron a otras dos tan anacrnicas pero tan
antiguas, como los Romanos (que ya exista
en 1857) y los Americanos (1928). Habran
tenido que desaparecer, en cambio, las comparsas de Piratas, Estudiantes, Marinos Corsarios, Andaluces y Labradores, que son
precisamente las ms grandes y las que ms
simpatas tienen en la poblacin.
En efecto, las comparsas consideradas
anacrnicas son las ms antiguas, las ms
numerosas, las ms grandes y las que cuentan con mayor arraigo social. En efecto, una
de las comparsas ms antiguas en casi todas
las poblaciones que celebraban fiestas de
moros y cristianos en la primera mitad del
siglo XIX es la de Romanos. Igualmente, la
fil Contrabandistas es una de las ms antiguas de Alcoy, pues ya exista en 1839, la de
Maseros se fund en 1842, la de Estudiantes
exista ya en 1853. La fil de Marineros se
fund en Alcoy en 1855 y en 1858 se cre
una segunda fil de Marineros. En Ontinyent, la comparsa de Marineros se fund en
1860, el primer ao en que se celebraron
fiestas de moros y cristianos. La comparsa
de Vizcanos se fund en Onil en 1852, etc.
Pero es que, adems de ser las comparsas
ms antiguas, son las ms grandes y las que
estn ms arraigadas en la sociedad. Esto
ocurre e todas las poblaciones festeras, y el
ejemplo de Villena puede ser muy ilustrativo.

Las tres comparsas ms grandes de


esa ciudad son las de Piratas, Estudiantes y
Andaluces, con 2.200, 1.800 y 1.400 festeros
respectivamente. Hay que sealar que hasta
hace muy pocos aos la tercera comparsa en
cuando al nmero de socios era la de Labradores, con ms de 1.400 festeros, habiendo
disminuido como consecuencia de la compra
de la casa donde est la sede de la Comparsa.
Las ms pequeas, con algo ms de 200 festeros, son, precisamente, las que no son anacrnicas, loa Almogvares y los Ballesteros.
Qu curioso!

para el pueblo. Y, por tanto, se celebra tal y


como el pueblo las ha concebido. En el
campo de la antropologa, Honorio Velasco,
por ejemplo, dice que disfraces, mscaras,
liberacin de tabes, desembarazamiento de
controles sociales, hacen de estas fiestas
ms bien la expresin de la antiestructura [
]. Y la antiestructura es precisamente la activacin de la comunitas, es decir, la disolucin de las diferencias y las posiciones de
adhesin desinteresada, la vinculacin profunda, la igualdad y la solidaridad de todos
(Velasco, 1982, 23).

Pero la eliminacin de los anacronismos no se limitara a las comparsas, sino que


afectara a otros elementos festeros, algunos
de ellos tan importantes como los arcabuces
o los mismos cargos festeros (capitn, alfrez, sargento y cabo) que tienen su origen en
la soldadesca y sta, a su vez, en las Milicias
del Reino, que fueron creadas en 1609. No
digamos las rodelas, pajes, volantes, ruedo
de banderas, movimientos militares como El
Rogle de Beneixama o el Paso de Revista de
Bocairent, y la mayora de los textos de embajadas, sobre todo los ms antiguos. El
mismo Salvador Domnech escribi los textos de embajadas de varias poblaciones
(Elche, Crevillent, El Tractat dAlmirra) poniendo especial empeo en el rigor histrico.

Naturalmente, las elites cultas han intentado influir en las fiestas de moros y cristianos, reflejando muchas veces su ideologa
poltica. La postura de eliminacin de los
anacronismos que defendi Salvador Domnech en el congreso de Villena, por ejemplo,
era la misma del nacional-catolicismo de la
posguerra y era una consecuencia de su concepto sobre las fiestas de moros y cristianos.
En 1953, el concejal de festejos del Ayuntamiento de Villena, Ricardo Guilln Ynez,
escribi que las fiestas se entroncan remontando su origen a la poca de la Reconquista,
pretendiendo un resurgimiento vinculando
los actos a episodios de la historia local, con
citas de hroes y personajes coterrneos que
alcanzaron nombrada. Lo que importa es el
hecho histrico redivivo. Los extrao y anacrnico debe excluirse (Guillen, 1953). Por
eso, el socilogo Restituto Lpez expres
estas dos maneras de concebir las fiestas y
dijo en el congreso de Villena; Creo que
hay una gran diacrona de fase y separacin
de la visin de la Fiesta en este Congreso, y
de la visin verdadera y real del festero. Festero del que creo que nos hemos olvidado totalmente. Como he dicho en mi
comunicacin, las fiestas son manifestaciones populares, las hace el pueblo, no se

Como se ve, algo falla en este planteamiento del congreso de Villena. En efecto,
las fiestas de moros y cristianos no son una
representacin teatral puramente histrica de
unos hechos que ocurrieron en un perodo
histrico concreto como es la Reconquista.
Las fiestas de moros y cristianos, por el contrario, son en primer lugar, una fiesta, y por
tanto, tienen un origen popular y el pueblo
llano es el protagonista. Como todas las fiestas populares, son realizadas por el pueblo y

149

hacen para el pueblo; su finalidad es el di- y el parlamentarismo poltico. Fue la corriente cultural de los que lucharon contra la
vertimiento (Lpez 1976, 449)
tirana de los reyes absolutos y a favor de la
El origen de las comparsas considera- constitucin y el parlamento siguiendo la
das anacrnicas est en cada momento his- idea de que el poder reside en la nacin,
trico y se debe al carcter popular de las que plasmaron en las constituciones de cada
fiestas. La mentalidad de cada periodo his- uno de los pases. Por ello, el romanticismo
trico ha influido en las comparsas y en las se basa en dos ideas fundamentales, la liberfiestas. Por eso, muchas de ellas tienen su tad y el nacionalismo. La libertad, contra la
origen en el romanticismo. La irrupcin del tirana de los reyes absolutistas, y el nacioRomanticismo como corriente cultural, su nalismo, a favor del pueblo, de la nacin en
inters por la Edad Media y su estilo grandi- la que a partir de entonces resida la soberalocuente se dejaron sentir en las fiestas de na y que se expresaba a travs de la constimoros y cristianos, sobre todo en los textos tucin y del parlamento. En el arte, la msica
de embajadas y en las comparsas, que mu- y la literatura, se basa en la exaltacin, el
chas veces correspondan a los tpicos ro- idealismo y la subjetividad como expresin
mnticos (contrabandistas y bandoleros, del ansia de libertar. El nacionalismo, por su
estudiantes, marineros y otras comparsas). parte, se expresa en el inters por destacar
Sobre las embajadas, deca enrique Llobre- las caractersticas peculiares de cada naciogat en el congreso de Villena que la lectura nalidad, su lengua, su historia y sus costumo la audicin de algunas de ellas produce una bres, sus mitos, su msica y su literatura. Por
resonancia literaria inequvoca: estamos en ello, muestran un inters especial por la
pleno dominio del drama romntico, en un Edad media, ya que en ese perodo se enepigonismo del Duque de Rivas o de Zorri- cuentra el origen de cada una de las naciolla. Otras comparsas aparecieron por in- nalidades europeas, por la literatura nacional
fluencia de los partidos polticos (Vizcanos de cada pas (en Espaa, por la literatura del
y Navarros, por influencia carlista; Garibal- Siglo de Oro especialmente), por la msica
dinos, de ideologa liberal) y otras, como los propia de cada pas, que los compositores reMarroques o Marruecos, por los aconteci- cogen en sus obras musicales, y por las cosmientos blicos del siglo XIX, como la Gue- tumbres de la gente normal, del pueblo llano
rra de Marruecos (1859-1860).
de cada pas, que da origen al costumbrismo.
El romanticismo es la corriente cultural, artstica, literaria y musical que predomin en Europa durante la primera mitad del
siglo XIX. Se inici en Alemania a finales
del siglo XVIII y se extendi a toda Europa
a principios del siglo XIX, aunque a Espaa
no lleg hasta 1834 con la vuelta de los exiliados polticos de Inglaterra. El romanticismo fue la corriente cultural que acompa
al fin del Antiguo Rgimen, de la monarqua
absolutista y a la llegada del rgimen liberal
150

El inters por el rigor histrico de las


comparsas ha sido una moda, que se ha desarrollado durante el franquismo y la transicin poltica, pero que ya se puede decir que
ha pasado.

En las fiestas de Alcoy, se puede ver


todos los aos que los trajes de las escuadras
especiales, de los boatos, de los ballets e incluso de los cargos festeros, ya no muestran
la mayora de las veces ningn inters por el
rigor histrico, sino que toman como modelo
el vestuario de las pelculas norteamericanas
actuales de tema pretendidamente histrico,
pero que de rigor histrico no tienen nada.
Son los trajes del tipo Connan el Brbaro,
que se han generalizado en el cine actual y, a
travs de l, han pasado a las Fiestas de
Moros y Cristianos.
Jos Fernando Domene Verd.
Asesor Histrico de la UNDEF.

151

Como podemos comprobar en la cali- gieron en comitiva hacia la sede social, redad y rigor de los textos reproducidos, no cogiendo por el camino a los grupos disperslo es injusto, sino adems falso, pretender sos por toda la localidad.
la anacrona bandolera en las Fiestas. A
modo de conclusin, los bandoleros existan
en nuestra piel de toro desde mucho antes de
las invasiones africanas, y si bien, tanto el
comportamiento como la indumentaria han
sido modificados en virtud de las modas y la
conveniencia, como, por otra parte, tambin
lo han sido las de los dems participantes en
las Fiestas, desde los cronistas romanos
hasta los invasores franceses del s. XIX, pasando por el mismsimo Cervantes o Lope,
existe testimonio de la presencia contnua de
los bandoleros ( indistinguibles de los contrabandistas ) en Espaa, y de su implicacin
en todos los mbitos de la actividad social,
especialmente los delictivos.
Abra el desfile una agrupacin
muy especial. Se trataba de los TRABUTras un breve debate, se solicit desde CAIRES DEN PEROT ROCAGUIla Mesa del Congreso, la presentacin de las NARDA, agrupacin de tiradores de
candidaturas a la organizacin de los III En- Barcelona, fundada en 1991, y que no quicuentros en el ao 2010.
sieron perderse estos Encuentros, aportando
su original modo de ver los actos de arcabuLa nica candidatura presentada fue cera. Deben su nombre al bandolero cataln
la de Monforte del Cid ( como por otra parte que, como hemos visto, nombra el propio
ya estaba previsto ), que fue aprobada por Don Quijote.
aclamacin por parte de la asamblea presente.
As, los trabucaires hacan cantar a sus
trabucos, haciendo de los tiros un especMientras el congreso se desarrollaba tculo en s mismo. Cabe decir que, las
en el Auditorio, la inmensa mayora de los armas que portaban, eran, creemos que
visitantes, acompaados por sus pauelos todas, obras de Artesanas El Rojo de Caurojos, se dispersaba por toda la localidad, dete.
bien en grupos de visita organizados, con sus
Con la msica de los trabucos delante,
guas reglamentarios, bien ocupando la tota- y los pasodobles de la Banda detrs, lleglidad de las cafeteras y bares de la localidad, bamos a nuestra sede a las 2 de la tarde. Llelo que dio a la maana del da 1 un ambiente gado este momento, debemos decir que la
festivo inmejorable.
Comida de Hermandad era sin duda, uno de
los actos que ms preocupaba a la organiFinalizado el Congreso, todos los par- zacin. Se haba optado por encargar una
ticipantes, con la banda de msica, se diri- Paella gigante por dos motivos.
152

Como tantas otras cosas, dejamos en


manos de los Pauelos Rojos la ubicacin y
atencin de los comensales. Fue un acierto.
Con todo el mundo sentado en tiempo rcord, fue impresionante el aplauso del saln
cuando el primer voluntario entr en el
mismo portando los primeros platos del esperadsimo guiso.
Transcurra la comida como su apellido anunciaba. Plena de hermandad y camaradera, cuando a los postres, con el caf
humeando, las primeras notas de la banda
anunciaron que el momento llegaba Y las
navajas se abrieron !
He tenido la ocasin de hablar con
muchos participantes desde entonces, y prcticamente todos coinciden en sealar se precisamente como el momento ms brillante de
todo el fin de semana.
153

rable. Y lo hicimos, vaya si lo hicimos ante


toda Castilla la Mancha, pues las cmaras de
la televisin autonmica retransmitieron el
desfile en directo.
El recorrido elegido, calles de La
Zafra, Alcalde Luis Pascual y El Molino,
daban espacio y amplitud para lucimiento de
las escuadras y comodidad del numerossimo pblico.
Al sonido de la msica y al movimiento de las navajas, sin necesidad de organizacin, y sin reconocer patria chica
alguna, las escuadras aparecieron como por
arte de magia. Risas, aplausos, alegra...,
BANDOLEROS !
El nimo estaba dispuesto. Slo restaba que los bandoleros mostraran a Caudete
de lo que eran capaces. As, bien en nuestra
sede, o bien en la de las escuadras Caudetanas que brindaron sus instalaciones, todos
nos fuimos a ponernos nuestras mejores
galas para brindar a Caudete un da memo-

154

Abran el desfile las insignias y estandartes de todos los participantes con los
logos del Centenario y de los Encuentros. Lo
cerraban las capitanas de Caudete, y en
medio, Bandoleros, Contrabandistas, Andaluces y Mirenos.
No existe mejor termmetro que el
pblico y su aplauso, y si a eso nos atenemos, no cabe concebir un xito mayor. Un
pblico absolutamente entregado aplauda a
rabiar cada arranque, cada gesto, cada
traje No caba un alfiler y el entusiasmo

de las escuadras era devuelto, corregido y


aumentado, por el pblico.
Resulta imposible describir algo as con palabras, pero afortunadamente hoy disponemos de las grabaciones en vdeo, y a ellas
nos remitimos.

dejndonos un recuerdo imborrable, y muchos nmeros de telfono, sobre todo en los


mviles de los Pauelos Rojos.

Nos consta que hubo muchas lgrimas


en las despedidas, pero no empaaron, en
ningn caso la alegra y la satisfaccin de
Embriagados de satisfaccin, nos fui- todos, pues como dice Gandalf el Gris, No
mos retirando a nuestra sede para recuperar os dir no lloris, pues no todas las lgrimas
fuerzas. Una magnfica cena fra a modo de son amargas.
buffet, pues ramos ms de un millar y, ni siLos II Encuentros Nacionales de
quiera nuestro saln tena capacidad para
brindarnos asiento, nos sirvi para reponer- Comparsas y Filaes de Bandoleros, Contranos y comentar las excelencias del da vi- bandistas, Andaluces y Mirenos haban llegado a su fin. Pero en ese instante,
vido.
precisamente en ese momento, haban coSlo restaba celebrarlo y despedirnos. menzado los III Encuentros de Monforte del
Poco a poco, nos fuimos reuniendo en la Cid.
Carpa Festera, donde todo se haba dispuesto
Ser all, en el mes de Noviembre de
para el Fin de Fiesta.
2010 donde los bandoleros de toda Espaa
La Cierva de Caudete, smbolo de renovaremos ese pacto no escrito de hermannuestra Historia fue repartida a todos los par- dad y volveremos a mostrar al mundo que
ticipantes, de la mano de nuestro Alcalde, somos realmente especiales.
Concejala de Fiestas y Presidente de la ComToda la suerte del mundo para Monparsa. Pero lo que Caudete, y sobre todo, la
Comparsa de Mirenos les entreg, no fue forte del Cid. All nos veremos.
una escultura. Fue nuestro agradecimiento,
nuestro cario y nuestra promesa de futuros
encuentros all donde se nos reclame.
Los II Encuentros haban terminado.
Miles de horas de trabajo y dedicacin haban culminado en una autntica explosin
de alegra, color y fiesta que permanecer
para siempre en la memoria de los asistentes.
Y de los no asistentes, que se y no otro es
el objetivo final de esta crnica. Dar testimonio de los hechos muy singulares e importantes que tuvieron lugar en la Villa de
Caudete los das 31 de Agosto y 1 de Septiembre del ao 2.007.

Jos LuisTrespalacios Lpez

Los autobuses esperaban y lentamente


las delegaciones se iban marchando a casa,
155

156

Galera
de
fotos del
desfile
II Encuentros

157

Pancartas inicio desfile - Comparsa de Mirenos de Caudete.

158

Contrabandistas de Aielo de Malferit.

Contrabandistas de Torrent.
159

Bloque de 100 Andaluces de Villena.

Mirenos del Palo - Comparsa de Mirenos de Caudete.


160

Mirenas Navajas - Comparsa de Mirenos de Caudete.

Contrabandistas Altozano de Alicante.


161

Contrabandistas de Albaida.

Mirenas Alcera - Comparsa de Mirenos de Caudete.


162

Grupo de Caballos de Caudete.


163

Contrabandistas de Cocentaina.

Fantasa Mirena - Comparsa de Mirenos de Caudete.


164

Contrabandistas de Benidorm

Mirenos la Serrana - Comparsa de Mirenos de Caudete.


165

Danza Mirena - Comparsa de Mirenos de Caudete.

Contrabandistas de Almorad.
166

Contrabandistas de Callosa de Segura.

Bizarra Mirena - Comparsa de Mirenos de Caudete.


167

Mirenos los Forasteros - Comparsa de Mirenos de Caudete.

Contrabandistas de Anna.
168

Contrabandistas de Ibi.

Mirenas Alazn - Comparsa de Mirenos de Caudete.


169

Contrabandistas de Villafranqueza.

Contrabandistas de Monforte del Cid.


170

Mirenos Calaeses - Comparsa de Mirenos de Caudete.

Mirenas las Ciriacas - Comparsa de Mirenos de Caudete.


171

Andaluces de Villena.

Contrabandistas de Ador
172

Escolta Mirena - Comparsa de Mirenos de Caudete.

Gracia Mirena - Comparsa de Mirenos de Caudete.


173

Mirenos Robamantas - Comparsa de Mirenos de Caudete.

Mirenas Malacara - Comparsa de Mirenos de Caudete.


174

Contrabandistas de Benejuzar.

Contrabandistas de Elda.
175

Destellos Mirenos - Comparsa de Mirenos de Caudete.

Linaje Mireno -Comparsa de Mirenos de Caudete.


176

Solera Ballet de Caudete.

Grupo de Caballos de Caudete.


177

Bandoleros Trabucaires Den Perot Rocaguinarda (Barcelona).

Contrabandistas de Bocairent.
178

Mirenos Caliqueos - Comparsa de Mirenos de Caudete.

Mirenos Polainas - Comparsa de Mirenos de Caudete.


179

Contrabandistas La Pobla Del Duc.

Mirenas Las Candelas - Comparsa de Mirenos de Caudete.


180

Contrabandistas de Ontinyent.

Mirenos Solera Femenina - Comparsa de Mirenos de Caudete.


181

Mirenos Solera Masculina - Comparsa de Mirenos de Caudete.

Cargos Festeros de las Comparsas de Caudete - 2007.


182

Capitana de la Comparsa de Mirenos y Dama M.I Ayuntamiento 2007.


183

RELACION POBLACIONES INVITADAS POR LA ORGANIZACIN DE LOS


II ENCUENTROS NACIONALES DE COMPARSAS Y FILAES DE
CONTRABANDISTAS, BANDOLEROS, ANDALUCES Y MIRENOS.
CAUDETE 31 DE AGOSTO Y 1 DE SEPTIEMBRE DE 2007

ADOR
AGOST
AIELO DE MALFERIT
ALBAIDA
ALBATERA
ALCOY
ALMORADI
ALMORADI
ALTOZANO (Alicante)
ANNA
BAERES
BARCELONA
BENAMAUREL
BENEJUZAR
BENIDORM
BENIGANIM
BOCAIRENT
CALLOSA DENSARRIA
CALLOSA DE SEGURA
CASTELLO DE LA RIBERA
COCENTAINA
ELDA
FONTANARS DELS ALFORINS

184

GRANJA DE ROCAMORA
IBI
JIJONA
LOLLERIA
LA FONT DE LA FIGUERA
MOIXENT
MOJACAR
MONFORTE DEL CID
MUTXAMEL
ONTINYENT
PATERNA
PICANYA
POBLA DEL DUC
REAL DE GANDIA
REBOLLEDO
ROJALES
SALINAS
SAN VICENTE DEL RASPEIG
TORRENT
VALLADA
VILLAFRANQUEZA
VILLAJOYOSA
VILLENA

185

AGRADECIMIENTOS
Sin ellos no hubiera sido posible:
EXCMA. DIPUTACIN DE ALBACETE
M.I. AYUNTAMIENTO DE CAUDETE
CONCEJALIA DE FIESTAS
ASOCIACIN DE COMPARSAS DE M. Y C. NTRA. SRA. DE GRACIA
M.I. MAYORDOMA Y COFRADA DE LA VIRGEN DE GRACIA
COMPARSA DE GUERREROS
COMPARSA DE TARIK
COMPARSA DE MOROS
COMPARSA DE LA ANTIGUA
GRUPO EMBAJADA
TEATRO ALCERA
EMPRESAS PATROCINADORAS:
CAM
FIESTA SOLERA
POLICLNICA CAUDETE
HIJOS DE JOSE SIVO
MUEBLE DE COCINA AZORN
YESAIRES 2004
GRUPO PIEL CONFORT
COMISIN DEL I CENTENARIO DE LA COMPARSA DE MIRENOS
COMISIN DE LOS II ENCUENTROS NACIONALES
CAPITANAS DE FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS DE CAUDETE 2007
UNIN MUSICAL SANTA CECILIA

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CAUDETE TELEVISIN
CAUDETE DIGITAL
PROTECCIN CIVIL CAUDETE
CRUZ ROJA CAUDETE
GUARDIA CIVIL CAUDETE
PARROQUIA SANTA CATALINA
COMPOSITORES CD MSICA REENCUENTROS
COLABORADORES EXPOSICIN ANTOLGICA TRAJES DE MIRENOS
ESCUADRA BEDUINOS COMPARSA DE MOROS
ESCUADRA REBELDES COMPARSA DE MOROS
ESCUADRA BARBAROS SUEVOS COMPARSA DE GUERREROS
PEA BARCELONISTA DE CAUDETE
GRFICAS BAN E HIJAS
FOTOS JUAN
ARTESANAS EL ROJO
M JOS MARTINEZ
XIMO BEDA
COMPARSA CONTRABANDISTAS Y MARINEROS DE ONTINYENT
EMBAJADAS DE COCENTAINA Y MONFORTE DEL CID
BANDOLEROS TRABUCAIRES DEN PEROT ROCAGUINARDA
DISEO Y CONFECCIN LLORENS
PUEBLOS PARTICIPANTES II ENCUENTROS NACIONALES
A todos aquellos que de una u otra forma han puesto su grano de arena para la
realizacin de los II Encuentros.
Y muy especialmente al PUEBLO DE CAUDETE, la COMPARSA DE
MIRENOS y sus VOLUNTARIOS. GRACIAS A TODOS!!

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