Moffat
Moffat
Moffat
PARA
SECTORES
ri ARGINADOS
nitaria para grupos de riesgo
do Moffatt
LUMEN
HVMAXITAS
Alfredo Moffatt
Alfredo Moffatt
LUMEN
HYMAIHTA9
Editorial LUMEN-HVMANITAS
Viamonte 1674
1055 Buenos Aires
a 373-1414 / FAX (54-1) 375-0453
E-maii: [email protected]
Repblica Argentina
ISBN 950-724-583-9
6.'Edicin 1997
1997 by LUMEN/HVMANITAS
Hecho el depsito que previene la ley 11.723
Todos los derechos reservados
LIBRO DE EDICIN ARGENTINA
PRINTED IN ARGENTINA
Nota editorial
Se deja constancia que para adaptar esta obra a la nueva
problemtica y terminologa en salud mental de los sectores
populares se decide cambiar el nombre de la misma PSICOTERAPIA DEL OPRIMIDO - Ideologa y Tcnica de la
psiquiatra popular por SOCIOTERAPIA PARA SECTORES MARGINADOS - Terapia comunitaria para
sectores de riesgo. Adems incluye un prlogo especial
para esta nueva edicin, una seleccin de fotografas en blanco y negro para cada captulo y un Anexo Fotogrfico, en color, al finalizar el libro.
NDICE
PRLOGO A LA SEXTA EDICIN
INTRODUCCIN
11
17
39
63
73
113
159
183
213
ANEXO FOTOGRFICO
217
Introduccin
Este libro analiza el tema de la psicoterapia desde la problemlica de la injusticia y la opresin social; por un lado, la propuesta
psicoteraputica del sistema de poder y, por otro, y oponindose
a sa, presenta una alternativa de terapia desde las modalidades
de vida y necesidades de nuestro pueblo, es decir, una psicoterapia que incluya la superacin de la injusticia social.
Por lo tanto, trata de todas las formas y procesos de degradacin mental en los manicomios (el tema de la locura) y tambin las
formas de degradacin material en los grupos marginados y explotados (el tema de la pobreza).
Para el problema de la locura proponemos una actitud de redistribucin de las ansiedades irracionales, una elaboracin de los
contenidos terrorficos, depresivos, fantsticos, de nuestra mente
y que cada uno de nosotros se haga cargo de sus temores y fantasmas sin depositarios en chivos emisarios y fabricar con esto
"profesionales de la locura" para segregados luego, internndolos
en manicomios. Adems, nuestro criterio de salud mental est relacionado con el rescate de la identidad personal del paciente, negada y degradada en los hospicios, y sabemos que este proceso
slo se puede conseguir con el rescate de la identidad histrica y
cultural de nuestro pueblo, tambin negada y degradada por la antinomia "civilizacin europea-barbarie nativa" del sistema de poder Esto tambin hace que el "motor" del cambio teraputico est ms que todo en la reivindicacin de justicia del pueblo marginado y, por lo tanto, slo reinterpretando las tcnicas psicoteraputicas desde las modalidades de vida de nuestro pueblo, sus valores, sus mitos, su folklore, es que se va a poder operar una verdadera cura respecto de nuevos criterios de salud mental e insertarlo en el proceso de liberacin, que es la "terapia" para la otra
enfermedad, la pobreza, resultado de la explotacin social y la degradacin material.
Todo esto que proponemos no es una especulacin terica, lo
cual dejara sin valor todo lo dicho, sino que es el resultado de una
experiencia hecha hombro a hombro con la parte del pueblo trabajador internada en los hospicios. Este libro intenta transmitir y
organizar el intenso caudal de experiencias vividas por los compa11
12
Pensamos que la finalidad de esta modalidad de superelabora(u'm conceptaul que reina en nuestros medios profesionales es deMII rollar un mecanismo de evasin respecto a una realidad social
I ('chazada y temida (valga como ejemplo los infinitos seminarios
l.icanianos, althusserianos, etc. sobre Freud y Marx). Son palabras
(lue explican palabras y en nignuno de los anlisis est contenida
nuestra realidad concreta. Pero lo ms triste y aburrido de este
juego es que siempre somos espectadores, serviles alumnos de
estrellas lejanas y nunca protagonistas y creadores de nuestros
modelos de interpretacin de la realidad. Este juego, aparentemente frivolo que adems enmascara la verdadera insercin del
[profesional "revolucionario" en el sistma econmico (el corazn
d la izquierda y el bolsillo a la derecha), es grave si pensamos en
(odos los desposedos, explotados, reventados y degradados de
nuestra tierra, de ese pueblo que viene desde el fondo de nuestra
historia y que ahora ha comenzado su marcha; ellos necesitan de
una sociologa,' una psiquiatra, una psicologa, una historia, una
antropologa que les ayude a enfrentar el sitema ideolgico de los
opresores y que nos dicen desde las villas miserias, las fbricas,
los quebrachales, las crceles y los manicomio de qu lado estn
ustedes?... A quines sirven? A los explotadores... o a nosotros?...
En cuanto al contenido del libro, encontramos conveniente dar
un panorama general, ya que en cierta manera los captulos estn
organizados como una serie eslabonada que converge, al final, en
el captulo de la Comunidad Popular. Cada tema tratado es una
pieza necesaria para comprender la experiencia de la Pea y para armar el modelo terico de Psiquiatra Popular que proponemos.
El primer tema es un minucioso anlisis del sistema de mundo
que se propone al internado en un hospicio, es el tema de la degradacion del sentimiento de identidad. Luego analizamos las
ideologas que apuntalan la ideologas que apuntalan la ideologa
psiquitrica represiva: el Ministerio de Educacin, la Iglesia y tambin la ideologa caritativa, la Sociedad de Beneficencia, o sea la
degradacin benvola.
Pasamos, en el captulo siguiente, a considerar el esquema
ideolgico "civilizacin-barbarie", que para nosotros es el molde
en qu la colonizacin ideolgica ha organizado la negacin y re13
presin de la cultura de tierra adentro, de nuestra identidad histrica, y justificado en su nombre el genocidio de los indios, gauchos y negros.
Luego, en el captulo cuarto, describimos el mundo del marginado, del humillado de nuestra patria y entramos, as, a una parte fundamental del libro, que es el anlisis de la Cultura Popular,
de las propuestas de vida que nos vienen de tierra adentro y de
historia atrs; la cultura gaucha como su forma rural y la cultura
rea (tanguera) como su forma urbana.
Despus se pasa a un anlisis de la expresin poltica popular
ms importante desde hace treinta aos: el peronismo.
El tema del folklore psicoteraputico popular, los manosantas,
las hermandades y la magia popular, lo desarrollamos extensamente puesto que es de hecho la modalidad psicoteraputica
que utiliza la casi totalidad de nuestro pueblo (ms de 24 millones
contra unos 500.000 psicoanalizdos). En el captulo siguiente se
hace un inventario de las tcnicas psicoteraputicas occidentales
que nos permiten una mayor eficiencia operativa.
En el anteltimo captulo, luego de presentar los antecedentes
de nuestra Comunidad, pasamos a esbozar nuestro esquema
ideolgico y operativo, que nos va a permitir entrar en el ltimo
captulo, donde describimos y analizamos la Comunidad de la Pea Carlos Gardel que, como experiencia dinmica, real y concreta, no se agota en las conclusiones a las cuales hasta ahora hemos
arribado.
Al final del libro, en carcter de propuestas generales, intentamos extender el modelo de Comunidad Popular, teniendo en
cuenta varias experiencias argentinas que se hicieron con un planteo similar y que amplan complementariamente los lmites de
nuestra experiencia en cuanto a comunidad de produccin, de labor semanal (el equipo de construccin) y el replanteo de toda la
institucin, experiencias que testimonian que todo el hospital puede funcionar en funcin de la cura y no de la cronificacin (Colonia Federal y Centro Piloto).
La experiencia que relatamos tambin tiene lmites en cuanto
a dar modelos populares en el nivel de prevencin primaria y tratamiento a niveles neurticos. Pero pensamos que, de todas ma-
14
eras, abre un camino y realmente se justificar el libro si sirve como un punto de discusin para que, entre todos, comencemos a
"dar vuelta la tortilla" en cuanto a atencin psiquitrica del pueblo
(lo que tambin es una contribucin a "dar vuelta" la otra "tortilla" que es la ms grande y jodida de dar vuelta).
15
Captulo 1
Ivos hospicios
(Estructura e ideologa manicomial)
con una frase cientfica: "el irreversible proceso de deterioro del es(julzofrnico crnico"...Nosotros hemos probado a partir de experiencias concretas que este proceso de deterioro es producto del
"tratamiento" manlcomial, pues con estimulacin social y afectiva
hemos podido recuperar a estas pacientes a un comportamiento
normal, demostrando, con experiencias cientficas concretas, que
las predicciones diagnsticas de la psiquiatra adaptativa-represlva no se cumplen, pues los supuestos tericos de sus esquemas
conceptuales estn basados en prejuicios ideolgicos y no en comprobaciones reales. Es decir, nosotros sostenemos que gran parte
de la psiquiatria manicomial es ideologa y no ciencia y es, en sntesis, la caricatura de todo el sistema ideolgico adaptativo-represivo, que es utilizado para que un pequeo grupo oprima y explote
econmicamente a un pueblo.
Adems, la ciencia de nuestros profesionales est totalmente inmersa en moldes de colonizacin cultural europeo-norteamericanos y al administrar la psicoterapia a nuestro pueblo, simultneamente le estn negando sus expresiones culturales, por las cuales
l se reconoce y se asume. Esta descalificacin cultural vicia la relacin terapeuta-paciente y la convierte en "seor que ordena" a su
sirviente que se cure pero no lo rescata en lo que l fue con su pueblo, en sus valores, sus mitos, sino que lo cura desde otros valores
y pautas, las "cultas"(colonizadas) y lo "descabeza culturalmente",
con lo cual lo desfiersonaliza, lo psicotiza nuevamente, lo castra,
lo convierte en un colonizado, en un oprimido.
Por eso la posibilidad de una psicoterapia criolla est en reinterpretar los esquemas de terapia europeo-norteamericanos y enriquecerlos o modificarlos o desecharlos, desde las necesidades, costumbres e historia de nuestro pueblo, para lo cual es necesaria una
labor de rescate de esa cultura popular que viene de tierra adentro
y de atrs en nuestra historia. Para hacer una frase diriamos que
es necesario realizar el puente o la sntesis de "Pancho Sierra con
Freud". Si no es as, las tcnicas "cultas" nunca van a salir del
"ghetto psicoanaltlco" de Buenos Aires. En ltima instancia, es el
eterno dilema de toda nuestra historia que est sintetizado en la
antinomia "Civilizacin y Barbarie" (cultura europeay cultura criolla), Buenos Aires-Interior y que, actualmente, pasa en gran parte
por oligarqua-peronismo.
Luego de estas consideraciones generales vamos a volver sobre
la descripcin que habamos comenzado de los hospicios en particular. Iremos analizando el tono emocional que condiciona las caracteristicas particulares en cada una de las reas o niveles de anlisis. Primero el nivel de las circunstancias materiales fsicas: el habitat (el lugar) y los instrumentos (objetos) utilizados, analizando
tambin el nivel corporal Luego la red y las formas comunicacionales. Por ltimo consideraremos la modalidad del proceso temporal
El habitat manicomial el lugar fsico de los hospicios, el ambiente, tiene como caracterstica bsica la de ser un lugar cerrado, als19
lado del exterior. En el caso de hospitales de mujeres, estn los patios-corrales de pocos metros cuadrados donde una pequea puerta los comunica con ese "mundo de afuera" al que nunca se accede.
Son espacios colectivos, sin posibilidad de que una internada pueda segregar o establecer algn tipo de espacio privado donde pueda
organizar el espacio del yo, lo que se llama su "burbuja-fwrsonal";
esto es completamente necesario para el mantenimiento de la identidad personal que, en los casos de perturbacin mental, est desorganizada.
Esta falta absoluta de privacidad personal est conectada con
la actitud controladora-represora de la institucin: "al paciente se
lo debe estar vigilando continuamente", siempre bajo control. Incluso los inodoros no tienen puertas, con lo cual, bajo el pretexto
del "control psiquitrico", se condicionan manejos exhibicionistas,
al tiempo que se destruye el ltimo lugar donde el internado podra
sentirse solo consigo mismo.
La disposicin de las camas es siempre en largas hueras, con lo
que se dificulta la formacin de grupos primarios. Todo est colocado para la mejor vigilancia de parte del enfermero, que cumple
funciones policiales en lugar de teraputicas. En todos los casos el
hacinamiento, la extrema densidad de poblacin, es la caracterstica del habitat; es u n "habitat ocupado". Esto lleva a otra patologa
del grupo social, que es la necesidad del retraimiento, del autlsmo
comunicacional, como una forma de obtener algn tipo de distancia que, como no puede ser espacial, tiene que ser pslsolglca, para
evitar tanto la confusin de identidades como la superposicin de
espacios personales en cuanto a las funciones corporales e instrumentales ms elementales y, en suma, para evitar conflictos.
Otra caracterstica ambiental de los hospicios es la sensacin de
que todo est un poco engrasado, semisucio; a veces la impresin
de lobreguez est producida por la falta de luz y por el amontonamiento de objetos viejos. Fundamentalmente la impresin que produce el habitat es de abandono: parecera el cadver de una casa,
de un hospital. (A pesar de ser de ladrillos, los edificios pueden dar
la sensacin de estar vivos, habitados por la vida, o muertos.) Lo
que completa esta reaccin psicolgica que se siente en los hospicios son los olores; ese olor inconfundible, mezcla de grasa rancla
y olores corporales, es siempre el mismo por la falta de ventilacin.
Para terminar con este anlisis del clima psicolgico ambiental
de los manicomios diremos que, debido a que hay que permanecer
las veinticuatro horas del da, es decir, a que no hay un afuera de
l, todo este mbito tiene un j)eso psicolgico enorme pues no hay
cambio, siempre los mismos recorridos, los mismos detalles; a travs de los aos se llega a conocer cada rlnconcito de esa tumba de
vivos. Se termina identificndose tanto con el empobrecido mundo
extemo que, aplicado a la teora de Pichn Rlvire sobre la introyeccln de la ecologa extema (mundo circundante), se llega a tener
un mundo interno muy empobrecido. Hecho que, desde el punto
20
Nivel corporal
El cuerpo es nuestra manera de "ser-en-el-mundo" y todo destino,
en ltima instancia, pasa por esos 60-80 kilogramos de carne y
huesos que es el lugar de nuestro "ser y nuestro primer instru Desconexin comunicativa del paciente.
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paso lento, como quien va a "ningn lado", se mira sin mirar pues
ya se han mirado los mismos detalles del lugar miles de veces. La
Hf'nsacln que dan los internados es de zombis, de cuerpos sin InHt-rcln en la realidad, es decir, sin una tarea que organice la dinmica de su esquema corporal.
Respecto a esta actitud corporal de vencido, de agobiado, que es
tpica del Internado manlcomlal, podemos decir que, adems de lo
expresado anteriormente, hay algo que es fundamental para condicionar esta prdida de un mnimo de orgullo corporal y es la vest imenta andrajosa o el uniforme manlcomlal de tela burda, de color
gris y con el nmero del servicio como todo aporte a una identidad.
Aveces el mensaje-estigma est directamente sobre el cuerpo, y es
i caso del paciente rapado, al que se le quita una de las formas de
Individuacin del rostro, en nombre de una higiene que, por otra
parte, no aparece por ningn otro lado.
En cuanto a la utilizacin del cuerpo como vehculo para expresar mensajes, en el hospicio y como consecuencia de que el Internado tiene en su propio cuerpo la ltima propiedad o instrumento que no le puede ser quitado, debe utilizarlo para expresar su relacin con el mundo circundante, el Upo de vnculos que establece con los dems, con el lugar y con su destino. Por eso, con el cuerpo y a travs de los aos el internado va modelando su estrategia
de vida, de sobrevivencia (o suf)ervivencla) en ese ambiente. Esto
va desde actitudes y deformaciones corporales, que constituyen toda una representacin mmica de su tema delirante (en las psicosis
graves), hasta la somatlzacln de pequeos trastornos que otorgan
ventajas secundarlas a los enfermos llimados "lcidos".*
Entre los primeros casos la representacin corporal alcanza
una adecuacin que estaramos tentados de llamar "teatral". El
hombre que se repliega sobre s mismo, el que se aisla del mundo,
el que elige la estrategia del autlsmo de la esquizofrenia, se pliega
en todo sentido y de forma tal que es imposible entender medianamente su mensaje. Pero podemos decir que habla con el cuerpo;
adems, los movimientos recelosos, la mirada de costado y la distancia que siempre conserva el que supone que el mundo es muy
{jellgroso, el especialista en detectar numerosos enemigos, el paranolde, son inconfundibles como mensajes corporales. El rostroyel
abatimiento del cuerpo, los hombros cados, la mirada alejada y
hacia el suelo del depresivo transmiten un poco de su enorme tristeza y, por el lado opuesto, el que elige la estrategia de ser un ganador, un triunfador, camina dinmicamente y nos mira desde
arriba con desdn. Lo que podemos decir, como conclusin, es que
donde se impide expresarse a travs del mundo de los objetos, de
las cosas que se hacen, de cmo se las dispone, etc. y tambin se
* Una gran proporcin de pacientes que prcticamente han superado su crisis no pueden abandonar el hospital por no contar con algn sistema de ayuda en el perodo
de adaptacin laboral y social con el afuera, y stos son llamados "enfermos lcidos".
23
Instrumentos
Nosotros llamamos nivel Instrumental a todo el conjunto de objetos
con los cuales manipulamos nuestro mundo, desde los objetos de
uso personal y las herramientas, hasta un automvil o un tren para
transportamos.
En los hospitales psiquitricos existen dos instrumentos que
pxjr lo siniestros, y comunes, sobresalen en el campo psicolgico
del internado: el electroshock y el chaleco. Son las Imgenes a que
se recurre para lograr una rpida adaptacin a ese mundo empobrecido. La frase ms comn para imponer obediencia que usa el
personal subalterno es "no te hagas el loco que te damos un maquinazo" (un electroshock). El profesional, por supuesto, no
emplea esta frase, pero "encuentra que el paciente est excitado y
es conveniente administrarle una terapia intensiva"... (es decir, "un
maqulnazo").
Con la difusin de los psicofrmacos, se han podido sustituir
parcialmente estos mtodos un tanto desagradables (por lo menos
con una Imagen demasiado represora), pero si son medicados en
dosis masivas ( dosis "de impregnacin") vuelven a tener las
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que nos rodean y sobre los cuales ejercemos ese ancestral "ejercicio
de la propiedad". Por supuesto estamos hablando del derecho de
propiedad de los objetos de uso personal, de lo que llamamos
"nuestras cosas", y no del "derecho" a tener la propiedad de los bienes que deben ser de todos, es decir, de los bienes de produccin.
Ac vuelve a aparecer ese intento espontneo de reintegracin
de funciones sociales amputadas por parte del Internado: al negrsele cualquier posesin de objetos, tiende a reconstruir el sentimiento psicolgico de propiedad con lo que tiene a su Eilcance. Es
comn ver Internados llevando a cuestas un montn de paquetes
hechos con papel de diarlo, burdamente atados y de los cuales no
se separan nunca (tal vez acten esos bultos, adems, como objeto-acompaante fblco). En general son objetos sin ningn valor,
pero a)aidan a no sentirse tan desposedo. Nuevamente esta costumbre es tomada por el personal mdico como un sntoma delirante pues "son objetos sin ningn valor", y luego comienzan las
acadmicas discusiones acerca de "la necesidad del esquizofrnico
de envolver a su perseguidor y proyectar su ncleo hipocondraco", etctera....
Ac podemos sealar que el planteo inicial es que si la persona
est internada en el hospicio est loca y, por lo tanto, todo lo que
haga va a constituir parte de su delirio. Ocurre lo mismo que en la
concepcin del derecho penal, en que el reo es culpable hasta que
demuestre que es Inocente. Por suerte hay filosofas en derecho
penal donde ocurre lo contrario: el reo es Inocente hasta que se
pruebe que es culpable. Hacemos notar que en la primera situacin
lo que le importa a la institucin manicomial es Justificar y defender el hecho Inicial que es la Internacin de la persona y su conversin en "loco oficial" a travs de un estereotipado diagnstico.
En el manicomio. Igual que en las prisiones (a las cuales se parece por muchos motivos), existen para nuestro pueblo dos aparatos que son su gran consuelo, sus objetos ms queridos: la pava y
el mate. Existe y se respeta todo un ritual para prepararlo y para
tomarlo en grupo: preparar el fuego, buscar agua, llenar el mate,
no dejar hervir el agua y, finalmente, antes de comenzar la rueda,
el cebador (que viene a ser el coordinador psicolgico del grupo) toma y, aveces, escupe el primer mate. Lo que produce el sentimiento
de estar Juntos, esa ntima conciencia de formar un grupo, de comunin fraterna, es que todos toman de un mismo dbjetoy que la
bombilla va tocando las bocas del grupo (se podra decir que produce casi el compromiso de un beso, pues todas las salivas se confunden y hasta seria posible hablar de un "compromiso microbiano"). Es un ritual completamente distinto a tomar caf, por ejemplo: los pocilios separados terminan separando a las personas. El
mate criollo se parece ms a una comida totmica, donde todos comen de un mismo objeto. Tambin el mate se puede tomar en soledad: toda la complejidad de su preparacin y, especialmente, la
relacin con algo que tiene mucho de vivo (que es el fuego) lo man28
Comunicacin
Ija princijjal caracterstica de la red comunicacional de los hospitales psiquitricos es que casi no existe. Slo se emiten mensajes
parciales, de los mdicos a los pacientes preguntas para el diagnstico e Indicaciones "desde la ciencia", y de los pacientes respuestas
mecnicas tratando, al Igual que en un interrogatorio policial, de
no dar informacin que pueda servir para aumentar la pena, contestando -como se dice en la cultura carcelaria- "lo ms parecido
a nada" para no comprometerse (curiosamente es la misma receta
que emplean los p>oltlcos burgueses en sus discursos pblicos
electorales). Lo siniestro es que esta actitud naturalmente cautelosa del paciente ante un Interrogatorio que, efectivamente, tiene caracteristlcas policiales (como el usual para elaborar el diagnstico)
es interpretada por el profesional como un sntoma de autismo y
de rasgos paranoides y asi lo consigna en la ficha clnica.
Muy distinta es la capacidad comunicacional del paciente dentro del propio grupo o con gente de confianza: aparece una capacidad de vincularse a nivel emotivo y verbal que no podra sosp>echarse desde la institucin oficial, especialmente cuando se utilizan modalidades de nuestra cultura popular y se establece un
veixladero compromiso afectivo.
Volviendo a lo anterior (lo de la paranoia Inducida) nos acordamos de una frase muy conocida entre los enfermeros antiguos:
'doctor...el paciente fulano se siente muy perseguido, hagmosle
jn electroshock para calmarlo"... Si analizamos este "procedinienfo teraputico" vemos que es casi psictico, pues para demos29
trarle al paciente que nadie lo persigue se lo somete a un electroshock (casi siempre tenindolo entre varios y estando el internado
consciente) que produce una tremenda angustia de muerte en el
momento de la prdida de conciencia. En los casos en que "desaparece" el delirio fantaseado es simplemente porque el internado,
tenindole ms terror al electnoshock (y al personal) que a sus antiguos p)erseguidores internos, acepta, as, sumisamente la "realidad cuerda" que le ofrecen (de lo contrario "hay ms electroshock"...).
Este estilo de psicoterapia por el terror es, simplemente, "ms
tecnificado" que los antiguos mtodos de sumergir en agua fra
hasta casi la asfbda, jsero no menos represivo. La silla elctrica es
siempre un espectculo ms "bmplo" que la decapitacin o la horca, pero sigue siendo la misma ideologa.
Volviendo al tema de la red comunicacional en los hospicios, podemos decir que tenemos que expresar lo mismo que con respecto
a otros niveles: se empobrece la informacin que ingresa al sistema, los estmulos verbales son slo rdenes, se desconecta la red
interna del mundo de afuera.
En los "patios de da" de los hospicios de mujeres (Hospital Moyano, Estvez) -los corrales o f)erreras donde se tienen durante
aos tiradas a las Internadas- no Ingresa ningn canal de informacin de afuera. Es lo que tcnicamente se llama "un sistema cerrado de informacin", donde la informacin acumulada en u n prin
cipio slo puede degradarse por falta de intercambio. Luego de algunos aos ya nadie puede contarle nada a nadie, no entra ningn
estmulo nuevo; como no existen ventanas, ni plantas (es todo cemento), tampoco es posible apreciar el ciclo anual. Slo la lluvia (a
veces) y el sol dando su vuelta les aseguran que todava no estn
muertas. Existe un comportamiento patolgico que no nos ex
plicbamos y consista en que en los patios una paciente de
pronto comienza a gritar y a insultar en voz alta y luego de un
tiempo es otra la que lo hace. Ese carcter rotativo nos hizo
pensar en u n a hif)tesis que explicara este comf)ortamiento
desde el punto de vista del concepto de estimulacin mnima en
teora de la comunicacin y es la siguiente: el sistema informacional, el nivel de estimulacin, llega a ser tan desesperadamente bajo que, de pronto, es necesario producir un estmulo,
una variacin cualquiera que ella sea, aunque provenga de la
misma red interna y cerrada, y aunque sean gritos e insultos.
Entraremos ahora en la principal modalidad comunicacional en
los hospicios; nos referimos a la codiflcacin contextual y a la corporal (o gestual). El concepto de mensaje contextual es bastante
sutQ y difcil de explicar, de comunicar verbalmente. Es un poco
como explicar un gesto mnimo con palabras, pero aclaramos que
el mensaje contextual es an ms concreto y primario todava que
la mmica, que el gesto, l es mensaje contenido en el campo
ambiental.
30
El contexto sltuaclonal sirve para transmitir Informacin porque modifica algo, califica, termina de definir en todos sus alcances
los otros dos niveles, el verbal y el gestual. Es decir, no tiene el
mismo significado final una fi-ase o un cierto gesto corporal cuando
la situacin, el contexto en que es dicha, es uno o es otro totalmente
distinto. Ilustremos esto para que se comprenda bien: por ejemplo,
las frases que se pueden decir en un contexto de intimidad sexual
entre dos personas son difciles de trasladar a una mesa de
cumpleaos familiar, el nuevo contexto las hara absurdas e incomprensibles. As tambin, una madre que le diga a su hljito "te
quiero mucho" mientras lo cileja con la mano y le cierra la puerta,
va a contradecir con lo contextual (lo que hace en ese momento) el
mensaje verbal de acercamiento "te quiero mucho". Es el mensaje
dado por lo que est pasando "aqu y ahora".
Existe toda una teora sobre la gnesis de la esquizofrenia
basada en la no adecuacin sistemtica de lo que se dice con lo que
se est haciendo o lo que en ese momento est pasando. En Palo
Alto (California, USA) Gregory Bateson estudi las consecuencias
paralizantes cuando se codifica en dos niveles (verbal y contextual)
en forma tal que uno niegue al otro.
En el ambiente manicomlal, la prncip)al codificacin es la contextual; se podra decir que "se habla principalmente con los silencios" porque esos silencios se producen cuando est "hablaindo" la
situacin: u n a puerta que se abre, alguien se agacha o mira por la
ventana, sirve un mate, etc. En esto se parece al estilo de conversacin en el campo entre criollos, donde cada uno se dice alguna
palabra o frase jjerdlda, p)cro que est cargada de significacin debido a lo que calla y a cuando lo calla.
Adems de "hablar" con lo que est pasando o, simplemente,
moviendo ciertas cosas, tambin est el "lenguaje mudo" del gesto
corporal, del gesto facial (esf>eclalmente la mirada, que en estos
casos de poca verbalizacln adquiere una capacidad expresiva
extraordinaria). En un grupo de mateada, segn como se sienta un
componente, est "hablando" si se ladea, si se recuesta; tambin
si toma despacio, si hace "sonar la bombilla", etc. est opinando,
est preguntando. Para el hombre de campo (recordemos que una
gran proporcin de los internados son de origen rural) el mundo
circundante es silencioso, se debe guiar por imperceptibles sonidos, por pequeas seales. Por esto es imposible o, por lo menos,
muy dlflcil, para el profesional de clase media disimular frente al
paciente su verdadera actitud, aunque cuide su mensaje verbal y
aclare que tal vez su deseo es ajoidarlo y que est muy interesado
en eso; va a dar, sin darse cuenta (con su cuerpo, con sus movimientos, etc.), un mensaje contradictorio (que, por otra parte, va
a ser el que va a tener en cuenta el verdadero psiclogo, o sea el
paciente). Pichn Rivire llama a estas dos partes del mensaje el
"qu se dice" (lo verbal) y el "cmo y cundo" se dice (lo gestual y
contextual).
31
Para terminar este tema diremos que la modalidad comunlcacional en el hospital psiquitrico es expresada a nivel corporal y del
actuar.
Otro estilo de mensaje es el que utiliza la mediacin de un grafito: las frases escritas en las paredes (a veces en los lugares ms
InsUtosy con letra minscula) para que alguien, en algn momento, las lea. Aveces son mensajes dirigidos al mundo, con el tono de
un ttulo de peridico. Otras veces, estos desconocidos periodistas
del delirio llegan a inventar un Idioma, con signos especiales que,
siempre desde el punto de vista de la grfica, son muy atrayentes:
estn dibujados como si fueran objetos, cosas. Esto se debe a que
las palabras, las letras, especialmente en la esquizofrenia, tienen
vida en s mismas, participan de la naturaleza de lo slgnlflcado. Por
ejemplo, la palabra "cuchillo" tiene algo de peligrosa y la palabra
"sangre" algo de siniestro. Otra caracterstica particular de esta red
demenclal de comunicacin son los neologismos, las palabras Inventadas que, en general, son sntesis de frases; una palabra "se
mete adentro" de otra, se superponen. Por ejemplo, la palabra "cuchangre" podra ser la sntesis de "cuchillo" y "sangre". Posiblemente "cuchangre" sea la forma ms siniestra de relatar un asesinato pues, como en los sueos, slo queda lo esencial de tixlo el
proceso.
A travs de los aos he ido recogiendo, con el respeto de un
evangelista, el pensamiento escrito y dicho por estos maestros demenciales, los testimonios de esos mundos interiores, de esos crea
dores de universos enteros que, por ser Inventos de dilicil comprensin, son encerrados por los "normales" para defender un mundo
"sensato" en el que la imaginacin est castrada en nombre de cuatro o cinco recetas que organizan el mundo del miedo al cambio, del
miedo a la creacin.
Naturalmente, no todo internado en hospicio es un creador de
mundos posibles; hay tambin muchos que frente a la gran angustia de la existencia humana, frente al enorme paredn de la muerte donde se estrella todo, hasta los ltimos y ms ntimos pedacltos
del yo, optan por el mecanismo de defensa ms cmodo y seguro
que es el estereotipo, el quedarse adherido a cuatro o cinco reglas
e impjedlr todo cambio. Es decir, hay tambin delirios "normales",
"sensatos", "estpidos" que castran toda creac;in y es as que para
evitar la angustia de la muerte se declaran yn muertos Impidiendo la ^ida y la Imaginacin. Son los "locos aburridos" del hospicio.
El psiquiatra suizo Cari J. Jung, discpulo de Sigmund Freud,
es tal vez el ms Importante de los estudiosos del inconsciente co
mo un mundo autnomo, como una parte importante y valiosa de
nuestra personalidad. Las otras actitudes respecto a ese gran
territorio que queda "ms all de la razn", el inconsciente, estn
demasiado influidas \)OX una mentalidad racionalista, de burguesa
"sensatez comercial", donde ei inconsciente est visto como ias
fuerzas liK^ontrolables de oaciiros insU?ilos que debf:n ser conro
32
El proceso temporal
En el hospicio (cmo en las crceles) el tiempo est como detenido:
se tiene la sensacin de un enorme y vaco presente.
Nuestra hiptesis explicativa es sta: como las prdidas sufri36
37
quera...", "eran los tiempos de Pern y estaba de moda el rock-androll..." Entre ese pasado perdido y el otro tiempo, "ste" de aqu
adentro, se produce el momento histrico ms Importante para la
vida del paciente, que es el momento traumtico de la internacin.
En algunos casos hemos comprobado una adherencia a la poca
inmediatamente anterior a ese momento histrico que divide realmente en dos a la vida de todo internado. En cierto modo, y como
la sociedad asigna al estado de loco algo de la categora de muerto,
el momento o la vida despus de la internacin se parece un poco
a sobrevivir despus de su funeral. Nuestra cultura, con su terror
a la desviacin de lo que llama la "normalidad", realmente "entierra" psicolgicamente a los enfermos mentales. Pichn Rivlre ha
comprobado la inmediata reorganizacin de la familia una vez que
el depositario de la locura familiar (que l llama "el chivo explatorio") es segregado en un hospicio; cmo venden su cama, alquilan
su pieza, cmo "lo borran", como se hace con un muerto. Todo esto
colabora en darle una cualidad psicolgica especial al empo dentro de los manicomios para la poblacin de internados, algo asi como un tiempo fuera de la historia, fuera de la vida. Se parece en algo
a la f>ercepcin del tiempo en las curceles, pero difiere fundamentalmente pues en la crcel el fin de la condena es un hito organizador (me faltan tantos aos, o meses para salir...) y, como vimos, en el manicomio es absolutamente azaroso e incierto el da del
alta, e. Incluso, la indefinicin ni siquiera aclara si se va a salir algn da o no.
Por esto, en la tarea de rescate del paciente, de reconstruccin
de su sistema de realidad, de su reorganizacin del mundo, lo ms
dificll y lo ms importante es rehacer una visin prospectiva del
tiempo, construir un proyecto de futuro. En el captulo sptimo,
que constituye la sntesis de todo el libro, vamos a explicar, dentro
de la concepcin de las Comunidades Populares, cmo y a travs
de qu tcnicas se logra movilizar hacia la vida a esta parte segregada y degradada de nuestro pueblo. Adelantamos que slo dentro
de un replanteo de toda esta estructura social Injusta yjunto a un
pueblo que asume su identidad y su destino es posible una solucin verdadera.
38
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HII'HU'S.
(/96S).
Captulo 2
La ideologa adaptativo-represiva
de esta actitud social represiva que lleva a la restriccin de los pensamientos y acciones, a condenar e impedir la libertad de creacin
fuera de ciertos y estrechos mrgenes. Nosostros nos referimos ac
a una explicacin psicolgica que, aclaramos, no excluye las razones anteriores sino que las complementa: indica otra razn ms
que tienen los grupos sociales para reprimir el pensamiento distinto. Esta explicacin est basada en el terror ancestral al descontrol mental; diriamos, con Cari J. Jung, en el pnico a la irrupcin
de los contenidos inconscientes, a la angustia terrorfica a la muerte y la desintegracin del yo.
Sabemos que esto plantea la larga polmica entre la explicacin
mandstay la psicoanalitlca, pero por ahora no hay seales de que
en los pases que han llegado al socialismo se haya podido evitar
totalmente el prejuicio, el miedo a la locura percibida como
descontrol. Incluso un pariente cercano del miedo a la locura, el
miedo al sexo, tiene en pases socialistas formas bastante convencionales (y a veces burguesas) de normatlzarse y se percibe como
peligrosa una libertad creadora en la relacin sexual, que es la ms
ntima que pueden tener dos seres humanos. Por ejemplo, en Cuba
socialista no fue posible, hasta ahora, realizar la misma revolucin
en el sexo que en la economa (como ellos dicen, todava estn en
la etapa del "machismo socialista"). Debido a que la actividad
sexual compromete aspectos muy regresivos (de terrores infantiles) de la personalidad, es que la actitud frente al sexo siive de "indicador social" para evaluar la actitud frente a la locura de ese mismo grupx) social.
Tambin el temor a la locura y su consiguiente deseo de represin est basado en los minleplsodios psictlcos que todos hacemos durante el sueo o en los estados crepusculares, especialmente cuando stos contienen elementos terrorficos, tales como fuertes angustias persecutorias y de desintegracin del yo.
Por otra parte, si tenemos en cuenta cmo est negada la muerte
en nuestra cultura occidental tecnolgica, vamos a comprender
por qu la actitud frente a los delirios psictlcos es muy distinta en
culturas como la oriental, donde el episodio de la muerte est
presente como un elemento esencial para organizar la vida. Hasta
el delirio pslctico es aceptado como una de las tantas maneras de
organizar la realidad; esto es inconcebible en nuestra querida e
Idiota cultura occidental, debido a que el hombre es percibido
fundamentalmente como una rueda del engranaje tecnolgico y
debe producir objetos e ideas que hagan andar el sistema de
produccin-consumo (sistema que, por otra parte, es completamente alienado, loco, desde el punto de vista de lo humano). La
situacin limite la he vivido cuando cumpla un contrato de investigacin en los Estados Unidos: el sistema de vida tecnolgico llega
a tal extremo de negacin de lo que no es un tomillo, que las nuevas
generaciones, en una desesperada forma de salida, buscan a travs de la droga (especialmente marihuana) estados de conciencia
40
Lombroso llega tambin a determinar lo que l llama la "insensibilidad patolgica al dolor de los criminales natos y los dementes", con lo cual quedan justificadas y permitidas todas las crueldades fsicas a que Bon sometidos los internados en prisiones y
hospicios. Esto, que nos parece lejano en tiempo y espacio, se nos
presenta diariamente en los hospicios. Yo recuerdo a un jefe de servicio del Hospicio de Mujeres de Buenos Aires decirme, ante unas
pacientes que se mojaban en Invierno en el patio-corral por falta de
techo: "no se aflija arquitecto* ..., en la esquizofrenia se produce un
cambio metablico que les impide sentir el fro"... (Aclaramos que
esto es clnicamente inexacto e, incluso, hay pacientes esquizofrnicos que son extremadamente sensibles al fro.)
Esto tambin me hace recordar un comentarlo que hace Frantz
Fann en Los condenados de la Tierra cuando explica que en la facultad de medicina de Argel (en la poca colonial) se explicaba y demostraba que: "el argelino medio (no el enfermo mental) corresjxjnda, como mentalidad, a un europeo lobotomlzado",* con lo que
se consagraba el prejuicio racial a nivel de "ciencia psiquitrica".
Toda la psiquiatra tradicional est impregnada de este planteo.
En la historia de la psiquiatra argentina, muchos de los "proceres"
eran rigurosamente biologistas. El doctor Braulio Moyano, uno de
ellos, era anatomopatlogo, es decir, un mdico que considera al
paciente solamente a travs de las rodajas de su cerebro y que establece su "vnculo teraputico" a travs de esperar que se muera
y se le pueda sacar el cerebro para buscar el tipo de malformacin
que tiene. Pensamos que no es el vnculo ms teraputico, ms
tranquilizador, para quien se siente no comprendido, solo, y a veces, perseguido.
Como sntesis de la ideologa psiquitrica que durante veinte
aos ha dominado la facultad de medicina de Buenos Aires y los
hospicios, analizaremos el libro de texto oflclal de la ctedra de Psiquiatra de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos
Aires: el Manual de Psiquiatra, del doctor J u a n C. Betta (editado
por primera vez en 1952).
El texto comienza con indicaciones para efectuar el examen del
enfermo mental, sugiere averiguar primero los antecedentes hereditarios e investigar tambin la posible existencia de taras morbosas. Luego determina la tcnica del principal elemento de diagnstico, que llama "el interrogatorio". Es interesante analizar su concepcin de entrevista con el paciente. Betta dice: "es la parte fundamental del examen del enfermo y es el que ha de llevamos al
diagnstico", y agrega: "de la sagacidad del mdico depende el cmo conducir hbilmente la conversacin de manera de poder indagar, en cualquier momento, los datos contenidos en el cuestio La profesin del autor, anterior a la de psiclogo.
La lobotoma es una operacin donde se separa y anula una parte del cerebro (los
lbulos frontales) produciendo disminucin de funciones mentales.
42
narlo" que son: nombre y apellido, edad, fecha de nacimiento, fecha de matrimonio (y lo mismo para su esposa e hijos). Luego aconseja detectar el grado de instruccin del paciente y ("porque algunos slo estn capacitados para efectuar los trabajos ms rudimentarios") tambin se debe ver la posibilidad de la existencia de
una debilitacin del nivel Intelectual. Para la orientacin espaciotemporal, se pregunta el da, hora, calle y nmero del domiclo del
paciente y tambin del hospital.
Para saber si el enfermo tiene conciencia de situacin, hay que
hacerle preguntas como: Qu hace usted aqu? Quines son las
personas que se hallan alrededor? Qu hacen? y luego, si est enfermo, de qu est enfermo? y si contesta que no est enfermo, se
le debe preguntar: SI usted no est enfermo qu hace en este lugai?
Betta dice que: "terminado el interrogatorio tendremos en nuestro poder datos concretos relativos al funcionamiento de la psique
proporcionados |X)r el mismo enfermo, que nos informarn respecto al estado en que se hallan las tres esferas que lo integran: inteligencia, afectividad y actividad.
Si analizamos esta forma de establecer la relacin mdico-paciente con u n a persona que se siente asustada, triste y que acaba
de ser internada en un manicomio, muy probablemente por la fuerzay no diclndole incluso dnde se lo llevaba, vemos que el preguntarle: Qu hace usted aqu? Quines son las personas que estn
alrededor?, da, hora, etc., va a ser vivido por el paciente como un
interrogatorio policial. En todo el desarrollo del interrogatorio se
exigen datos, fechas, lugares, etc., pero nunca se proponen preguntas de este tipo: Qu problema tiene usted?... Cmo se siente? o cualquier otra que establezca una relacin transferencia!
humana y no policial. Adems, la ltima pregunta (para establecer
segn Betta la conciencia de enfermedad) es realmente una peticin de principio. Responderle al paciente que "si no considera usted que est enfermo, fK)r qu est ac?" equivale al razonamiento de que el mero arresto de una p)ersona ya demuestra su culpabilidad.
Para toda la psiquiatra tradicional la principal tarea es la clasificacin del enfermo dentro de extensos y obsesivos cuadros. En
el tratado de Betta, las descripciones sintomticas, muchas veces
con extensos juicios morales o trminos muy peyorativos respecto
del pensamiento del enfermo ("proceso de embrutecimiento", "la
ms absurda fantasa", "ideas disparatadas y grotescas", "errores
groseros de apreciacin", etc.) ocupan casi la totalidad del texto y
slo al final se dan algunas breves indicaciones teraputicas. (En
el capitulo sobre esquizofrenia, por ejemplo, de 51 pginas, slo una
y media se refiere a la terapia de la enfermedad y sta se basa fundamentalmente en el electroshock y en el shock Insulnico.)
Para la exitacin psicomotriz, Betta incluye en las tcnicas teraputicas, aunque haciendo la salvedad de que no es muy acon43
Psicofrmacos
La generacin de psiquiatras siguiente a Betta incorpora adems del electrosockel uso de un nuevo adelanto qumico: los psicofrmacos.
Los psicofrmacos no constituyen una terapia en s mismos,
slo permiten la reconexin del paciente para facilitar una terapia
de elaboracin del conflicto. Tienen efectos completamente distintos segn las dosis administradas. Si sta sobrepasa la dosis ptima, el efecto puede ser contrarioy puede psicotlzar ms al paciente
por el sentimiento de extraamiento de su propio cuerpo producido
por la droga (por los llamados efectos secundarlos).
Los hbitos farmacolgicos de la psiquiatra argentina (esp)eclalmente en los hospicios) estn aferrados a una irracional elevacin
de las dosis recomendadas por los propios laboratorios productores de la droga. Criterio que, al no tener motivaciones cientficas,
hace suponer motivaciones extraclentiflcas, tales como la represin y castigo de la desadaptacin.
Los psicofrmacos son actualmente el principal Instrumento
psicoteraputico en los hospicios (y tambin en las clnicas privadas). AI ser utilizados en dosificaciones mayores que las recomen I>os subrayados del texto de Betta son nuestros.
45
Como contraindicacin se recomienda evitar su empleo en hipertrofia de prstata, glaucoma, y en sujetos afectados de psicosis.
Si ahora establecemos ciertas relaciones entre las caracteristicas que les asignan a los internados en hospitales psiquitricos y
las caractersticas de los efectos secundarios de los principales psic;ofrmacos, vemos que muchas veces coinciden: "falta de inters
por el ambiente", "desconexin afectiva", "disminucin de la actividad motora", "desorientacin", etc. De modo que si opera la tcnica
del aumento de la dosis, no slo en el periodo de impregnacin sino
tambin en el largo fXriodo con dosis de mantenimiento, el paciente va a presentar paradjicamente los mismos sntomas de la
enfeimedad que produjo su internacin, pero esta vez provocados
por la droga que pretende curarlo. Esta convergencia de sntoma
y efecto secundario es una consecuencia de que no se utiliza el frmaco como puente que facilite la verdadera terapia sino como
adaptador social forzado, es decir, como "chaleco qumico", para
lograr, lo cual si es indicado e imprescindible, aumentar considerablemente la dosis ptima.
Por lo tanto vemos que tambin en los criterios farmacolgicos
se utiliza la misma ftlosofia "teraputica" que en las dems condiciones institucionales del hospicio: todo conduce a perpetuar las
condiciones de alienacin y por lo tanto a la cronlficacin.
Respecto a la utilizacin de la droga Altane, que evita los trastornos seudoparkinsonlanos en la impregnacin con Ampliactil o
Selazine, sacamos en conclusin, tomando en cuenta las contraindicaciones (contraindicado en psicosis), de que para "tapar un
agujero se termina haciendo otro mayor". Debido a que es muy
usual en el hospicio utilizar el Artane para neuticdlzar los efectos
secundarios del Ampliactil o del Stelazine, y ante el hecho absurdo
de utilizar en psictlcos una droga pslcotizante (el Artane), hemos
consultado a los laboratorios Smith & Kline y stos consideran
errnea la utilizacin de Stelazine (de la famUia qumica del Ampliactil) con Artane y han aconsejado para el Stelazine que frente
al surgimiento de fenmenos extraplramldales (parkinsonismo) es
preciso disminuir la dosis hasta el umbral ptimo para el paciente,
que siempre es una dosis subparkinsoniana.
El sentido de este anlisis de la tcnica farmacolgica de los psiquiatras manicomiales es mostrar que su actitud represiva les lleva incluso a cometer errores tcnicos en el uso de su principal "armamento" teraputico, los psicofrmacos.
slo a una paralizacin ritualizada y supersticiosa. Lleva al nocambio y a no permitir la integracin de la personalidad a un nivel
adulto, con la autonoma y la serenidad que se logra cuando la
realizacin personal es consecuencia del ntimo ejercicio de la libertad.
En cuanto a la otra palabra que completa el titulo de este libro,
el oprimido, la ideologa catlica tiene respecto a esta situacin (de
sometido) una propuesta que lo ayuda a aceptarla consistente en
que "la humildad de los pobres y su sufrimiento son en realidad su
riqueza". Es decir, "la miseria es buena, porque los sufrimientos os
harn ganar el cielo". (Lo extrao de esta frmula es que quienes
ms la proponen menos la utilizan. Y lo que sucede es que la miseria extrema es, en realidad, embrutecedoray degrada toda la personalidad, y si lleva a algn lado es al inflemo.)
Otro esquema propuesto por la Iglesia es el vertlcallsmo rgido
y el paternallsmo absoluto, que coloca a la mujer como un ser que
debe obedecer al varn (todo el esquema de poder est en manos
del hombre). Es una proposicin de sociedad basada en el temor al
castigo de un padre todopoderoso e inflexible, que impide toda
autonoma personal, pues la libertad es pecado. La asignacin al
placer de races poco menos que demonacas ataca y suprime por
pecaminoso todo proceso de erotizacln. Ahora bien, es aceptada
en psicologa profunda la vinculacin de la etapa genital (la libido
y el sexo adulto) con la capacidad de creacin, de modificacin del
entorno. Incluso hay una frase popular que dice:"el sexo mueve al
mundo".
Todo esto nos lleva aver las "ventajas secundarias" que tiene para un sistema que desea la inmovilidad de toda la estructura social,
el suprimir, el prohibir el sexo, y es que la genitalidad tiene una profunda capacidad creadora y modttlcadora. Usando la frase popular
citada e invlrtindola podemos decir que la frmula empleada por
los poderosos es "si el sexo mueve el mundo", prohibamos y degrademos el sexo "as el mundo queda como est". Por liltimo, recordemos que la receta para hacer animales obedientes y mansos es castrarlos.
La ltima caracterstica de la ideologa catlica que analizaremos por tener relacin con el proceso de sometimiento, cuyo estudio es uno de los temas para pasar de una "Psicoterapia del Oprimido" a una "Psicoterapia Popular", de un pueblo que encuentra
sus propias soluciones, es el tema del "autocontrol", mecanismo
de sometimiento que podemos llamar la internalizacin del supery. Proceso por el cual, debido a un paciente trabajo durante la
infancia, se logra lo que llamaremos la iiitroyeccln del perseguidor, el supery que cuida que se cumplan todas las prohibiciones.
La frase 'Dios est en todos lados y todo o ve, te castigar" induce a esta forma de autocontrol, de autosometimiento, que es como
el "marcapasos" en los cardacos: una vez instalado no hay que
preocuparse de reprimir ya que l mismo "es su propia polica".
57
tierro) sirve en nuestra cultura para quitarle a la muerte su dimensin inslita, su grandeza trgica; se la convierte en una serie de
trmites, de saludos estereotipados, de pasos y aparatos siempre
iguales. Se le quita la dimensin dramtica al hecho que relatlvlza
toda la vida; lo vulgar y empobrecido de su ritual demuestra la negacin de los aspectos ms ntimos del hombre, de sus angustias
y esperanzas ms profundas, ms inconscientes. Alo largo del libro
vamos a ir insistiendo sobre el rechazo y la condenacin a que son
sometidos los tres gigantes de nuestros niveles de conciencia ms
profundos y que estn tan curiosamente relacionados entre si: la
iTiuerte, el sexo y la locura.
La divisin entre cuerdoy loco que establece nuestro sistema social es lograda a travs del instrumento por el cual se pasa de una
categora a otra, que es la oflciallzacln burocrtica que representa
el diagnstico" que, como el "prontuario", es en general una arbitrariedad que determina que se est en una u otra categora: loco
o cuerdo, delincuente u honesto. Y el diagnstico es lo que legaliza la segregacin fsica en hospicios (o crceles) en nuestro sistema
social, que toma como pauta de salud mental el estar integrado a
la cadena de produccin y es la prdida o inadaptacin al trabajo
en general la que detennina, al no tener formas de rentas, la internacin como "loco".
Queda afuera del hospicio el delirante (en general parafrenias)
que con el delirio bien enquistado no tiene conductas extemas que
le impidan la vida cotidiana de relacin y trabajo. Otro que evita el
hospicio es el que funcionaliza su f)erturbacin dentro del sistema.
En la clase obrera, como la explotacin laboral slo le px;rmite
una economa de sobrevivencia, el obrero con una perturbacin
mental que le Impida, aunque sea durante un corto tiemjx), adaptarse a su trabajo cae en el circulo vicioso de la institucin manicomial y es muy probable que termine haciendo lo que Erwin
Goffman llama "la carrera de loco crnico". En cambio en la clase
media y ms aun en la clase alta, las diversas formas de soporte
econmico muchas veces permiten superar la crisis mental sin ser
atrapado por el sistema triturador.
Nuestra propuesta, que completaremos cr el captulo sobre Comunidades Populares (la Pea Carlos Gardel), est basada en la
sustitucin de la actitud represiva (cuando el pensamiento difiere
del "nonnal") a una actitud comprensiva, elaboratlva, dentro de
una comunidad ms libre y ms creadora.
61
tu
a.
a.
Captulo 3
Esquema histrico
" Civilizacin-Barbarie'
Toda Latinoamrica sufre todava, a cuatrocientos aos del descubrimiento y la conquista, una situacin de oposicin y sojuzgamlento entre los europeos "civilizados" y los nativos "brbaros". La
Argentina sufri un proceso esi)ecial dentro de Latinoamrica debido a que la poblacin indgena fue en gran parte ellminaday en parte absorbida genticamente, quedando el pas (y especialmente
Buenos Aires) con una gran proporcin de f)oblacin blanca europea.
Esta circunstancia quizs explique. Junto con la Inicial actitud
depredatorla y desarraigada de los conquistadores espaoles, la
pertinaz adherencia a los modelos culturales europeos.
El colonizador espaol era un aventurero sin muchos escrpulos para enriquecerse; su fin no era el afincarse en el Nuevo Mundo:
no era una migracin de familias, sino Eilguien que no jjerdia su
marco referenclal europ)eo: vena, robaba, asesinaba, conquistaba
y se volva a Espaa. Santa Mara de los Buenos Aires era una colonia rodeada de una empalizada que nunca Intent expandirse tierra adentro, asumir la tierra, sino que era fundamentalmente un
puerto-colonia para servir como escala de los viajes para llevar el
oro y las riquezas del Alto Per que podan robar a los pueblos americanos; Buenos Aires fue u n a especie de "gigantesco barco que encall en la desembocadura del Ro de la Plata". Una poblacin que
miraba a Europa aunque no la vea. Insistimostsobre esta circunstancia inicial, pues consideramos que fue una actitud mental que,
aunque vista desde nuestra pxjca parezca ancestral, est de pronto ms presente de lo que se puede p)ensar, pues la Inmigracin masiva de fines de siglo anterior y comienzos del presente reactiv esta
actitud psicolgica: fue una inmigracin que no p)erdi en dos generaciones su grupo de referencia europea, que rechaz al Interior y
cre una ciudad nica en el mundo, pues contiene la tercera parte
de la poblacin total del pas y se encuentra -respecto a su cultura
de referencia- en el otro extremo del mundo.
Nuestra hiptesis es que la tercera generacin de esa oleada
masiva de inmigrantes debe elegir entre seguir viviendo el sueo de
sus padres y abuelos de formar ilusoriamente parte del mundo eu63
del norte, tradlcionalmente "modelo Intelectual" desde la Constitucin Nacional hasta los programas escolares sarmlentinos. Es decir, ste es un "pais-isla" pues no nos integramos a Latinoamrica (ya que nos consideramos un pas europeo) y estamos casi tan
lejos de Europa como lo est Japn (son ms de 20.000 kilmetros
a una y otra parte, desde Europa).
Cuando se percibe a la Argentina desde Europa o los Estados
Unidos, recin nos damos cuenta los argentinos de que estamos viviendo una especie de delirio colectivo: asumimos como pas de
"cultura europea" cuando estamos prcticamente unos kilmetros
antes de que el mundo se acabe. Cuando, tomando como referencia
el hemisferio continental (el norte), buscamos en el globo terrqueo
a la Argentina tenemos la sensacin de "caemos" del mapa. Desde
el punto de vista de la antropologa estamos en situacin de una
cultura de Fins Terrae, es decir, de una cultura de n de mundo.
Especialmente si consideramos que nuestro hemisferio (el sur) es
casi totalmente oceinlco, que no tenemos -salvo Chile (separado
por los Andes) y la lejana Australia- vecinos lateralmente.
La actitud de dependencia nos coloca a todos y, especialmente,
al grupo intelectual y profesional, en una identidad cultural de impostura, de medio camino: asumimos, aprendemos y defendemos
la cultura de un mundo en el que nunca podremos estar incluidos.
La distancia geogrfica, el enorme costo de cualquier viaje, hace
que se est hablando de costumbres que no se vivieron, de edificios
que nunca se pudieron ver, de acontecimientos sociales en los que
no estuvimos incluidos,etc. Esta dependencia de un mundo lejano para emitir cualquier pensamiento, aprender cualquier teora,
nos lleva a la situacin de "vivir de prestado", a la triste instancia
de todo un grupo que vive y estudia "por correspondencia", esperando la ltima carta del lejano sabio de tumo.
Lo ms grave de la dependencia cultural e ideolgica (esjjecialmente cuando es de un centro. Inaccesible en forma directa) es que
se depende de algo que no se puede llegar a conocer bien, pxjrque
no se est incluido desde la vida real, desde lo cotidiano, ni en un
lugar ni en otro, con lo cual no se puede transformar nada de manera comprometida. Es un poco parecida a la situacin del pequeoburgus que elige representar continuamente una elevada situacin social que no es real y en su impostura queda en el aire, sin
pertenecer con todas sus races al mundo concreto a que de hecho
pertenece.
Esta condicin de ser "consumidores" de cultura nos impide ser
los creadores y nos lleva a una esfjecie de autocastracin, de sentimiento de frustracin. Y, tal vez, la consecuencia ms grave desde
el punto de vista de nuestra salud mental es el sentimiento de autoextraamiento de nuestro propio pueblo: los Intelectuales de pronto nos sentimos sin races en el mundo que nos rodea. Y el pueblo
nos desconoce y, a veces, nos rechaza.
La Incomprensin del movimiento de masas que fue el peronls65
66
al sistema de poder. El nacionalismo oligarca usa luego una estetizada y falsa cultura criolla basada en aperos plateados, cinchas
labradas y chiripas bordados que aquel gaucho histrico y pobre,
obligado a vivir miserablemente, nunca tuvo. A todo ese "gauchaje
de chucheras" lo invent y utiliz para despreciar y discriminarse
de las grandes oleadas inmigratorias gringas de principios de siglo.
En la actualidad, ridicula y tristemente, el nico Indicio en la
ciudad de ese fundamental arquetipo criollo son los disfrazados de
gaucho que sirven asado y entretienen a los turistas yanquis en los
restaurantes "criollos" de lujo.
Por eso pensamos nosotros que el ms cercano descendiente de
aquellos gauchos andrajosos o, dicho de otra forma, los ltimos
gauchos que sobreviven en la gran ciudad son ms parecidos a esos
mendigos-linyeras que duermen en los zaguanes, que a los supuestos gauchos cipayos de las exposiciones de la Sociedad Rural
que hace disfrazar la oligarqua ganadera. Y si no, recordemos la
descripcin que hace Jos Hernndez en boca de Fierro:
"Ya andbamos de mugrientos,
Que el miramos daba horror.
Les juro que era un dolor
Ver esos hombres, por Cristo!
En mi perra vida he visto
Una miseria mayor."
La extincin de los negros argentinos es un misterio (que huele
a genocidio) que no est todava aclarado. En la poca de Rosas haba barrios enteros de negros y mulatos. Genticamente el gen negro es dominante de modo que tampoco queda explicado el asunto
por una supuesta "disolucin gentica" por mestizaje. Lo ms
probable es que con los regimientos negros en la sangrienta guerra
del Paraguay (que fue un atropello internacional) se haya creado un
procedimiento "natural" para eliminar otro grupo "incivilizado"
que, adems, deba pagar el apoyo incondicional que haba hecho
al gobierno popular de J u a n Manuel de Rosas. Con esto se terminaba la labor histrica de exterminio para que los patrones blancos no fueran molestados.
Para testtmonlar esto recordaremos aquella famosa frase del
mximo hroe de los "civilizados", don Domingo F. Sarmiento, en
una carta para la represin de los montoneros del interior: "...y le
recomiendo que no ahorre sangre de gauchos, que slo sirve para
regar la tierra..."
Para cerrar este anlisis, recordemos en los tiempos del gobierno popular del general Pern la actitud prejuiclosa y descaliflcatoria que tuvo la "gente decente" contra el "cabeclta negra", el pueblo verdadero vivido como un "aluvin zoolgico"o, como deca el
diario La Prensa: las "hordas embrutecidas que Invaden con salvajes cantos la ciudad..." Lo cual no indica otra cosa que el temor
que inspira el verdadero pueblo a la oligarqua.
68
Pero sera injusto que pasramos por alto el otro extremo del clpayismo culto: nos referimos a la "izquierda gorila", las formas cultas del socialismo educado, que exige un proceso de liberacin con
modelos europeos y que, intimamente, rechaza todo lo popular.
Son los que quieren "la revolucin" abstracta, sin barro, sin contradicciones. Los que no aceptan una interpretacin nacional y popular del socialismo. Para ellos el peronismo es "populismo", es decir,
formas polticas incultas. Por supuesto el peronismo tiene aiin
contradicciones, pero es un movimiento de masas real, es el nivel
de conciencia actual de la clase obrera en su etapa histrica.
Un rgano periodstico que es el representante tpico de esta linea histrica colonizada es el diario La Opinin: su grado de dependencia ideolgica llega al absurdo de ser casi un plagio del diario
francs Le Monde, pero no slo en su forma, sino en su contenido.
Est compuesto por noticias de inters europeo: el ltimo estreno
de Pars, la ltima teora sobre el tercer mundo de "un autor blgaro y comentada por un analista Ingls", la macrobitica, los peligros ecolgicos y "los archivos secretos de un parlamentario ingls", etc. Todas noticias perfectamente operativas si se estuviese
en Europa, pero absolutamente alienantes para comprender la
realidad que rodea al lector.
Dentro del periodismo y para hacer una tentativa de utilizacin
actual de la antinomia histrica Civilizacin-Barbarie, encontramos como opuesta al diario La Opinin, en forma y contenido, a la
revista As, que representara la moderna barbarie, es decir, lo popular. As tiene el privilegio de ser despreciado por la seudocultura y de ser ledo por la clase obrera, de interpretar muchas veces
su sentir cuando refleja los atropellos hechos al pueblo y de ocuparse mayormente por las noticias del pas. Con sensacionalismo
o sin l, permite compartir un poco el clima psicolgico de nuestro
pueblo, hecho que nos desanima para hacerle crticas ms "lcidas".
Tomaremos ahora el tema de esta oposicin oligarqua y pueblo,
o burguesa y clase obrera, y trataremos de analizar cmo se estructura y qu caractersticas tienen las dos maneras de ver el
mundo, es decir, la visin del empleado (como ejemplo de la burguesa) y la visin del obrero. Debido a su opuesta insercin en el
sistema de produccin, el empleado lo ver desde los papeles, tendr una visin ms abstracta, burocrtica; en cambio el obrero,
que percibe el mundo desde su esfuerzo corporal, lo percibir a un
nivel mucho ms concreto y desde una realidad fctica, de hechos
y no de abstractas reglamentaciones.
Se podr preguntar por qu en un libro que trata de los distintos
planteos en psicoterapia se Insiste tanto en este tema de la concepcin del mundo de la burguesa y del proletariado. La contestacin
es que el tema de la psicoterapia que el sistema Impone a los sectores oprimidos incluye adems del hecho teraputico (o seudoteraputlco) otro hecho: la circunstancia esencial de que terapeuta
69
y paciente no pertenecen a la misma clase social y tienen diferencias sustanciales en su forma de organizar la realidad. La burguesa y el proletariado son clases con Intereses opuestos y formas de
vida distintas. Se puede llegar a hablar hasta de una cultura burguesa y una cultura obrera. De modo que, al pertenecer el terapeuta a la burguesa (en general a la clase media) y el paciente a la clase
obrera y al existir una relacin de sometimiento y descalificacin
entre esas dos clases, va a suceder que, junto con la psicoterapia,
se va a producir una situacin de sometimiento cultural. El terapeuta, a veces hasta sin saberlo o sin desearlo, va a redeflnir las
conductas y valores de su paciente desde sus propios valores culturales y, ai hacerlo, perjudicar profundamente la identidad cultural (y tambin personal) del paciente.
A veces, la percepcin transculturada es directamente prejulciosa y descaliflcatorla. Desde las pautas obsesivas y burocrticas
de la clase media se enjuician comportamientos ms emotivos y espontneos de la clase obrera, colocndolos en la categora de "perturbacin mental". Al profesional, que vive en un prolijo y, a veces,
estril mundo de abstracciones y papeles, le es desconcertante la
espontaneidad concreta de su paciente. El psiquiatra o psiclogo
tiene un esquema corporal rgido y almidonado, no usa el cuerpo
en su tarea. En cambio su paciente obrero percibe y modifica el
mundo a travs de su cuerpo, que es su instrumento cognoscitivo, su codificacin para expresar sus afectos.
Esta diferencia lo puede llevar a diagnsticos "fciles", a rpidas
conclusiones de "cuadro de excitacin psicomotriz", por ejemplo,
cuando en realidad hay un distinto cdigo cultural para expresar
afectos que impide la comprensin de lo que le pasa a esa persona.
Yo pienso, dentro de un planteo de "psiqulatna-flccin", que si se
diera vuelta la cosa y un psiquiatra-obrero diagnosticara a un
paciente burgus no podra evitar la tendencia a diagnsticos tales
como "neurosis obsesiva", "rigidez corporal", "actitudes catatnlcas", "ausencia de vida afectiva" y, p)or sobre todo, "una infantil
concepcin de los aspectos dramticos de la vida, la soledad, el
sexo, la desesf)eracln y la muerte".
Lo ms grave de esta trasculturacin en la administracin de la
terapia dentro del sistema hospicial es que se la ignora o se la niega
y esto es grave, pues llega a ser la fractura ms Imfxjrtante en la
comunicacin teraputica. En los casos de psiquiatras y psiclogos
que. Imbuidos de una actitud revolucionaria, no deseen que su
manipulacin sea sometedora y quieran, por el contrario, ayudar
a la liberacin y a la elaboracin de la perturbacin psicolgica de
su paciente obrero, debern realizar un aprendizaje adicional que
resuelva la fractura cultural. Pero este aprendizaje no podr ser
hecho a travs de los libros de la cultura burguesa, pues stos ya
estn viciados de la percepcin colonizadora. Este aprendizaje lo
tendrn que hacer humildemente como alumnos de los que eran
sus pacientes y ahora se transforman en sus profesores.
70
La inversin de los roles es fundamental para crear una estructura democrtica donde no existan sometidos ni sometedores. Pichn Rivlre basa su ideologa teraputica en el concepto de liderazgo funcional, esto es, que ensea o cura quien ms sabe del tema o quien en ese momento es el ms sano del grupo. Para Pichn,
aprendizaje y terapia tienen una estructura simar, pues sanarse
es "aprender a curarse" y, en ambos casos, el enemigo del proceso
es la resistencia al cambio.
El modelo de Comunidad Popular, nacido a travs de una experiencia de muchos aos Junto al sector de pueblo encerrado en los
manicomios, para cambiar las condiciones degradantes a que es
sometido por la "terapia" del sistema, est basado en que en igualdad de condiciones cada uno se integra en el grupo social aportando lo mejor que tiene y lucha por una vida ms plena y creadora para todos. No existen roles fljos, salvo los que se eligen por necesidades de organizacin y por voto mayoritario. No existen depositarios
"crnicos" de la locura, ni tampoco el rol de terapeuta "cuerdo". El
ms sano en cada momento es el que aporta la terapia, y el que sabe ms del tema que se est tratando es el profesor.
Podemos adelantar que el ntimo compromiso afectivo de cada
uno en el grupo es lo que hace en gran parte posible este camino
hacia un nuevo esquema de salud mental.
El contrato de colaboracin que tenemos con los compaeros
Internados es definido por ellos cuando nos dicen "Ustedes nos ensean lo que aprendieron en los libros y nosotros les enseamos lo
que aprendimos en la vida" ("ilpargatas s, libros si").
Volviendo al tema de la oposicin entre clase media y clase obrera, vamos a comparar brevemente los dos sistemas de realidad, correspondientes a las dos formas de ver la vida y daremos algunas
oposiciones que permitan d lector completar la configuracin de
estas dos jercepciones del mundo: la familia nuclear en clase media y la familia extensa -a veces de tres generaciones- de clase obrera. La fragmentacin formal en la simbolizacin de la burguesa, y
la expresiva y codificacin gestual del pueblo. La actitud de recatada privacidad en el departamento cerrado y asptico del empleado y la extrovertida casa obrera volcada hacia el terreno con plantas y con la privacidad compartida entre vecinos. Para sintetizar,
diremos que la cultura urbana de la clase media va en direccin de
una formalizacin del sistema de las relaciones sociales, que van
perdiendo coloracin afectiva y se convierten en vnculos entre entidades y roles abstractos.
Otro tema importante, que condiciona tambin el tema de la
salud mental, es el impacto del proceso de tecnlficacin, especialmente en las grandes ciudades. Las modalidades del trabajo en lneas de montaje, con su labor repetitiva y estereotipada, y los medios masivos de informacin (especialmente la TV) van sustituyendo los canales tradicionales de comunicacin cara-a-cara. Esto
crea una dificultad para establecer los vnculos afectivos concretos
71
y conduce a la anomia y al profundo sentimiento de soledad caracterstico de la gran ciudad. Por otra parte, considerando la destruccin de la familia que producen en la clase popular las migraciones en busca de trabajo, vemos la importancia que tiene esta situacin de anonimato, de soledad, como factor de perturbacin psicolgica. Podemos decir que este proceso llamado "progreso tecnolgico" es, debido a la desintegracin que produce entre las distintas
reas de actividades, un factor esqulzofreni2:ante. Los lugares para
las distintas actividades, trabajo, intimidad, recreacin, etc. estn
completamente separados entre s y la persona debe interactuar en
grupos sociales con distintas normas y valores sin que se Integren.
Esto fragmenta y separa entre s los aspectos Internos de la personalidad que estn en relacin con cada rea real.
Por ltimo, podemos cigregar que el proceso de tecniflcacln
permite, debido al avance tecnolgico, que la manipulacin de un
enorme sector de la poblacin quede en manos de una pequea minora. Ejemplo de esto es la capacidad de condicionar el pensamiento de prcticamente todo el pas a travs de la televisin, debido a la simultaneidad del mensaje y la posibilidad (debido a la
Imagen) de dar metamensajes, esto es, mensajes a nivel inconsciente.
En estas tcnicas de condicionamiento ideolgico basa actualmente el imperialismo yanqui su inflltracin cultural. Como su
mensaje directo es rechazado, recurre al mensaje "de rebote".
Aveces, un tema aparentemente ajeno al tema de la colonizacin
desliza un modelo de sometimiento. En este sentido es interesante
analizar las series yanquis de televisin; podrn tratar de la vida de
los animales o de cualquier otro tema indirecto, pero la moraleja
final es que en el mundo hay amos y esclavos, a quienes se rebelan
les va muy mal y el hroe siempre defiende la ley. Debido a que la
televisin es un medio de difusin que llega masivamente a sectores fxjpulares, Uega a ser muy grave esta infiltracin de la ideologa
del lmj)erlalismo en la clase obrera, especialmente porque la televisin acta como marco de socializacin y aprendizaje de la cultura urbana para los sectores rurales de nuestro pueblo. En este
punto se entrecruzan los dos temas que estuvimos analizando: la
antinomia de la cultura urbana burguesa y la cultura rural obrera
y el proceso de tecniflcacln, de industrializacin de toda la cultura
occidental.
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Paisaje criollo.
Bonaerense).
Captulo 4
Cultura popular
dos corrientes culturales indoamerlcanas en nuestro pas: la andina, en todo el norte, y la guaran, en la zona de selva del litoral.
Las dos subsisten con su idioma: el quechua y el guaran respectivamente. La tercera, las culturas pampeanas (pampas y araucanos) debe ser rastreada pues fue vcttma de exterminios sistemticos durante flnes del siglo pasado.
Respecto a la labor de rescate de la cultura autnticamente popular se presenta el problema siguiente: en general, la llamada
comnmente "cultura popular" ya est deformada por el sistema
de colonizacin cultural. Se est en situacin de rescatar algo que
todava no se sabe bien qu es. Es un poco parecida a la tarea del
arquelogo que va quitando capas de pintura en un fresco, donde
encima de una imagen se pinta otra y luego otra ms: se sabe que
la original est debajo, pero es dificU llegar a ella, pues se corre el
riesgo, con el raspado, de borrarlo todo.
Por un lado, la tarea es de rescate histrico (rastrear costumbres, modalidades de trabajos, de fiestas, la organizacin del tiempo y la concepcin de la muerte, etc). Y, por otro, frente a modalidades populares actuales discriminar lo que expresa verdaderamente su problemtica y lo que est agregado por la ideologa colonialista y opresora, que es donde est la deformacin sometedora. Los
canales masivos y las formas de vida de la sociedad tecnolgica
crean fjerturbaciones en la integracin de las culturas populares,
en su identidad, confundiendo especialmente las relaciones de
produccin, es decir, ocultando la explotacin de clases (un ejemplo de esta "cultura popular" son las canciones de Palito Ortega,
etctera).
Debemos aclarar que nosotros nos ocuparemos en mayor proporcin de las caractersticas de la miseria dentro de la zona de
Buenos Aires, solamente debido a que tenemos mayor material
informativo. Pero de todos modos aclaramos que sacando la situacin extrema de las villas miserias de Buenos Aires, el interior, especialmente las provincias pobres (Chaco, Santiago del Estero, el
Sur Andino, etc.) tiene las f)eores situaciones de degradacin en
trabajo, vivienda y salud.
Pasaremos ahora adescribir el sistema de realidad, la visin del
mundo, de la cultura de la pobreza. TYataremos de esbozar, en lneas generales, la concepcin del mundo que la persona sometida
a las condiciones degradantes e inseguras de la pobreza extrema
alcanza a partir de esas circunstancias.
Analizaremos, como siempre lo hacemos, los cinco niveles en
que descomponemos un sistema de realidad dado, para luego Intentar una sntesis. Ellos son: sentimientos, smbolos, instrumentos, espacios y tiempos.
75
(sentimientos)
El sistema de fines placenteros a obtener es, en este grupo marginado, sumamente concreto: est organizado alrededor de lo que
produce un placer inmediato: comida, sexo, bebida alcohlica, gesto de valor, objeto jjersonal que causa admiracin, etc., en un
contexto de vida con tantas frustraciones y humillaciones, que slo
lo que se logra y se consume inmediatamente es seguro; cualquier
sentimiento placentero ligado a un futuro abstracto puede frustrarse, porque le puede ser quitado arbitrariamente en cualquier
momento. El mismo grupo familiar es inestable a causa de las condiciones extremas de explotacin. El placer directo, concreto,
corporal es lo nico seguro y, dentro de ste, la borrachera tiene
adems la ventaja de permitir la evasin y combatir la tristeza.
El grupo de familia est muy desmembrado por las condiciones
de vida, especialmente por las migraciones laborales (veremos cmo la inestabilidad de contratacin destruye la unidad familiar).
La familia tipo es fundamentalmente distinta a la familia burguesa estable de padre y madre con dos o tres hijos. El grupo familiar de la clase obrera baja est constituido por una madre con
numerosos hijos, que constituye el ncleo estable, y con una figura
de padre ausente (y a veces desconocida), que muchas veces va
cambiando, segn como la madre va rehaciendo su pareja a travs
de la institucin espontnea de "estar rejuntados". El vnculo madre-hijo es estrecho hasta que el nio puede comenzar con alguna
tarea de la que obtenga dinero y luego, paulatinamente, comienza
a alejarse "para hacer su vida". La figura materna es, en general,
abnegada, trabaja y defiende a sus hijos pequeos con energa. En
cambio la figura paterna a veces est ligada al alcoholismo y a la
violencia. Es comn tambin que debido a que la joven madre es
soltera, los nios sean criados por la generacin anterior ("las
agelas") en la provincia natal. En este caso la abuela toma el rol
de madre, con una imagen de "mama vieja"'. Las condiciones de sobrevivencia mnima fuerzan a estas soluciones para la crianza de
los nios, pues los de edades activas deben colocar todo su esfuerzo en el trabajo. Y los de edades pasivas (ancianos y nios) se combinan resolviendo para ambos (abuelos y nietos) un rol funcional
dentro del grupo familiar, donde cada uno puede volcar su afecto,
solucionando complementariamente los dos posibles periodos de
abandono afectivo en el ciclo vital.
En culturas opuestas a stas por el desarrollo tecnolgico (por
ejemplo los Estados Unidos) y ante la necesidad del trabajo para
ambos padres, la solucin es mucho menos natural y ambos extremos del grupo familiar se perjudican emotivamente, pues el hijo
debe ir a la guardera fra y annima, y el abuelo va a parar a instituciones siniestras que son llamadas "ciudades para el anciano
feliz", donde son manipulados como mercadera "dejada en dep76
sito". Hacemos esta comparacin para Indicar que el adelanto tecnolgico superdesarrollado llega a soluciones que aveces son in(eriores en un nivel humano y afectivo a las del subdesarrollo.
Completan el grupo familiar de clase obrera baja los numerosos
liermanos y hermanas y, especialmente, un rol muy importante
por su inclusin muchas veces dentro de una misma vivienda, es
el de "el cuado". Muchos conflictos, aveces de indole sexual, estn
Ijrotagonizados por "los cuados". Su situacin de cohabitacin es
simultnea con su no-consanguineidad, de modo que, espjecialinente en las villas miserias, se producen frecuentes situaciones
pasionales centradas en este rol del grupo familiar que, en otros
grupos culturales, habita fuera de la vivienda grupal.
La necesidad de sumar esfuerzos, lleva a la constitucin de grupos familiares extensos que, a veces, tienen Cciracteristicas de pequeos clanes, muchas veces con la autoridad respetada y aglutinadora de la madre-fundadora que da una estructura matriarcal.
Recordamos aqui que la principal figura mgica ancestrcd del norte
argentino es femenina: la "pacha mama", o sea la madre tierra, la
divinidad que da los frutos, que "da de comer".
S luego de esta breve descripcin de la estructura familiar en
este extremo grupo social argentino, pretendemos utilizar sin modificaciones sustanciales conceptos tales como "complejo de Edipo", "padre omnipotente", etc., que nacieron y estn impregnados
de una cultura de pequea burguesa, patriarcal, de pareja estable, etc., vamos a comprobar que estos modelos de anlisis slo
servirn para impedir toda comprensin.
Considerando esto es que no nos cansamos de insistir en la necesidad de que slo a partir de las modalidades familiares culturales de nuestro pueblo de abajo va a ser posible construir una psicoterapia que sirva al pueblo, que resuelva sus problemas.
El sentimiento de participacin comunitaria es muy fuerte en el
pueblo y a las fiestas folklricas populares se integra la familia entera. En este sentido, es interesante sealar que lo que se puede
entender por "alcoholismo" en la burguesa puede tener un sentido
totalmente distinto en nuestras provincias del norte donde, durante algunas fiestas (especialmente de carnaval), la familia expresa
su alegra con msica, baile y alcohol que, en este caso, llega a tener
un sentido religioso pues permite el "estado de participacin" con
la naturaleza y con los dems.
La borrachera burguesa, realizada dentro de la "privacidad"
burguesa y vivida con culpa, sirve para la separacin social y para
aumentar la soledad. En cambio en algunas comunidades del interior, el pueblo entero "se p)one en pedo": hasta las abuelas se incorporan al ritual del baile, a veces triste y a veces alegre, que llega
a ser una enorme experiencia de psicoterapia comunitaria, una especie de gigantesco "sensitivity criollo" (tcnica que los grupos intelectuales de Buenos Aires creen que slo se puede importar de los
paises "adelantados").
77
Ira la operacin teraputica. Y si es difcil de percibir es, simplemente, porque nosotros los profesionales tenemos un pobrslmo
lenguaje corporal y de accin. Por la naturaleza de nuestra tarea,
directamente no lo hemos aprendido. Incluso este lenguaje "concreto", fctico, puede ser transmitido por canales masivos, pero
siempre que se respete su canal esp>eciflco que es el visual.
I ^ principal publicacin de la clase obrera es la revista Asi y en
ella comprobamos que el principal mensaje est en las fotografas,
que ocupan la mayor supercle de pgina. Esta acentuacin en el
"cmo" del mensaje y no en el "qu", es decir, en la resonancia afectiva y no en la palabra abstracta, tambin se da en los programas
radiales populares. Radio Colonia y, en especial, el conocido locutor de noticias Ariel Delgado, no lee las noticias sino que las dramatiza. Incluye su metamensaje emotivo a travs de la exagerada
modulacin de la voz.
Cuando analicemos los movimientos populares y, en especial, el
peronismo, veremos el grado de sensibilidad y conocimiento de
Pern respecto del lenguaje popular. En este sentido, actualmente
la televisin, como canal masivo controlado por el sistema de p)oder, representa una poderosa arma de Infiltracin Ideolgica en las
clases populares, pues es un canal eminentemente analgico, de
Imgenes y sonidos y, por lo tanto, llega al pueblo. La televisin es
un transmisor de sentidos de vida, de esquemas corporales y de
consumo de objetos que, como mensaje oculto, latente, propone las
categoras morales de la sociedad de consumo, destruyendo y confundiendo nuestra cultura popular.
Respecto a las formas de pensamiento mgico, que el racionalismo urbano cree Ingenuamente haber superado (slo las sustituye
por otras formas de supersticin), las analizaremos en el captulo
siguiente.
Antes de entrar en el tema del habitat, nos referiremos a la caracterstica de "visibilidad social" de esta clase. En sociologa se habla de visibilidad social cuando a un grupo social se lo puede detectar por su aspecto fsico exterior (el caso lmite es el de los grupos
negros, orientales, etctera).
El "humilde", la "persona pobre", es el ltimo grupo social y es
el nico que, actualmente, puede .ser detectado a distancia sin otro
dato que su aspecto. El otro sector de la clase obrera, la alta, lo que
nosotros llamamos "la burguesa obrera", viste actualmente como
clase media y es preponderan temente de origen tnico europeo. El
ltimo sector, el que estamos analizando, el pen, el paria, tiene
elementos en su vestimenta que lo hacen visible: ropas gastadas,
a veces alpargatas, etc. Pero lo deflnitorio es el tono ms o menos
oscuro de la piel que lo denuncia como de origen no-europeo, es un
"cabecita", un "negro" y, por lo tanto, ya tiene sellada su ubicacin
en la escala social. El empleador lo mirir con recelo, la polica le
pedir documentos en donde lo vea y el mdico del hospital lo tutear directamente y sin ms. Siempre al borde de la sospecha de
81
perpuestos adultos y nios de ambos sexos, facilita o Induce a contactos Incestuosos debido a que la actividad sexual de la pareja de
padres es vivida visual y auditivamente por los dems componentes de la familia, produciendo una situacin que, en teora psicoanalltlca, se denomina "escena primaria", o sea la de percibir la
unin sexual de los padres, lo que conduce a emociones muy regresivas.
Si agregamos a esto que la composicin de la familia vlllera es,
como ya hemos visto anteriormente, integrada tambin por padrastros y cuados que no tienen consangulneidad con los posibles objetos sexuales (las hijas menores), se explica que sea posible
la relacin sexual de caractersticas incestuosas.
Hemos analizado en detalle ciertas caractersticas de la vida
sexual en las situaciones de pobreza y hacinamiento extremas para
luego sealar la necesidad de reinterpretar los modelos psicoanalticos que estn basados en la estructura social de la familia pequeoburguesa europea, con una prolija y formalizada definicin de
roles, permitida tcimbin por las caractersticas habitacionales que
poseen: varas habitaciones distanciadas entre s, puertas que aseguran privacidad y, fundamentalmente, la estabilidad y seguridad
que ofrece el ser de alguna manera propietario del habitat en que
se vive, lo que es consecuencia de la continuidad laboral y, a su vez
permite la estabilidad marital y familiar.
La casa habitacin da un modelo interno psicolgico de ubicacin en el mundo y las caractersticas de la casilla de villa condicionan el sentimiento de catstrofe en cualquier momento: una
inundacin, un incendio (que son sumamente comunes) destruyen en un momento tpdas las j)ertenenclas y, por lo tanto, todas las
partes del yo proyectadas en los objetos de uso personal. Y, como
si fueran pocos los elementos destructores naturales, tambin
existe la posiblldad del desalojo violento (la temida imagen vlllera
de "la topadora" pues la municipalidad utiliza esta mquina para
proceder a los desalojos).
Esta es otra caracterstica de su sistema de vida, que produce
trastornos en la organizacin psicolgica de la realidad en la cultura del oprimido, especialmente en las grandes ciudades donde,
adems, est desnaturalizado culturalmente por la ideologa colonialista urbana que lo somete, a travs de los canales masivos de
comunicacin, a un verdadero "lavado de cerebro" debido a la reiteracin de los mensajes que proponen la compra y uso de objetos de
consumo.
Tratando de ubicar la cadena de causa-efecto en estos tres nomadismos (el marital, el geogrfico y el laboral, que causan la destruccin del grupo familiar de nuestras clases pxjpulares) hemos
llegado a esta conclusin: la inestabilidad que condiciona a las dems es la laboral. Estudiando las formas de contratacin laboral
utilizadas por las empresas hemos encontrado que a gran parte de
los peones se los contrata en forma provisional y, cuando va a llegar
83
al trmino en el que la ley exige que reciba la estabilidad y los derechos jubllatorlos y sociales, la empresa lo despide sin indemnizacin (pues es antes del trmino) y contrata a otro (o al mismo al otro
da). Esto ahorra a la empresa los aportes sociales y obtiene una
mano de obra muy barata. La gran desocupacin hace que siempre
se tengan peones en condiciones desesperadas que acepten este tipo de contratacin por el rgimen de "changa".
Ahora bien, el pen-changarn queda peridicamente desocupado y debe encontrar un nuevo trabajo; lo ms probable es que lo
encuentre a una distancia tal que deba cambiar de villa, cosa que
desorganiza a su familia. O, teil vez. simplemente suceda que el lapso entre dos contrataciones laborales sea tan largo que no pueda
mantener a su familia, facilitando o provocando asi la dispersin
de la misma.
Esta estructura laboral-geogrfica-marital es muy antigua en
nuestro pueblo oprimido. Es notable cmo, en un libro escrito a
mediados del siglo pasado, se relata casi en detalle lo que le sucede
actualmente a los sectores marginados. Ese libro lo vamos a analizar en este captulo: es el Martin Fierro de Jos Hernandez.
Volviendo a estas actuales formas "legales" de explotacin,
resumiremos diciendo que siempre existe una directa relacin entre el sistema capitalista de explotacin y las "caractersticas negativas" que se asignan a la forma de vida del pueblo ("son haraganes", "no saben ahorrar", "cambian constantemente de trabajo",
etc.). Pero en nuestro pueblo, no todas las caractersticas de formas
habltacionales son negativas. Sin que esto constituya una defensa
romntica de la pobreza (lo cual sera adems reaccionario) vamos
a ver cules son las ventajas secundarlas del estilo semlrrural de
la vivienda pobre. Y las compararemos con las desventajas secundarias que se derivan del habitat supertecniflcado en las clases medias y altas urbanas.
Primeramente, la vivienda obrera al carecer de los aparatos de
modiflcacin del clima, se encuentra ms inmersa en el ciclo natural del ao y su comunicacin con el exterior permite una mejor integracin en la naturaleza, plantas, sol, incluso animales, gallinas,
p)erros, etc. El espacio tiene particiones ms flexibles. La intimidad
familiar es ms compartida y se genera un mayor sentido comunitario.
Si como comparacin pensamos en el habitat usual de la burguesa urbana, que es el departamento aislado, cerrado, que desconecta a sus habitantes totalmente del entorno ecolgico, donde
slo se ve y se toca cemento, vemos hasta qu punto ese tipo de h
bitat, por cerrar totalmente las posibilidades de relacin comunitaria (el estrecho y oscuro corredor es el nico espacio que conecta
los distintos departamentos del piso), condiciona situaciones de
aislamiento social, que llevan al sentimiento de soledad y el desarrollo de defensas psicolgicas fbicas. Esto es, proyectar todos los
peligros en el afuera del departamento y considerar rea segura s84
Cultura criolla
El conjunto de pautas, normas y estrategias a las que llamamos
'cultura criolla" o 'cultura gaucha" resultan de la transmisin generacional y escrita de las formas de vida de la campaa pampeana durante el siglo pasado y fines del anterior.
El jjersonaje que permite una sntesis de estas formas de vida
que se desarrollaron en las tierras intermedias entre las ciudades
y los territorios dominados por el indio, es el gaucho. El gaucho,
mano de obra barata de los estancieros, fue, adems de explotado
econmicamente, prcticamente eliminado por la persecucin de
que fue objeto. Como sucede siempre. Inmediatamente luego de exterminado, la misma clase que lo elimina comienza a utilizarlo como mito, quitndole los aspectos que estn ligados a las contradicciones de clase, tal vez no su rebelda, pero s ocultando los motivos
que tena para ella.
Con esto comienza el proceso de "aburguesamiento" de la figura
del gaucho. Un claro ejemplo de esto es como el ministro de Educacin ha tomado el Martin Fierro de Hernndez y lo ha convertido,
88
de un documento dramtico de denuncia, en un conjunto de Imgenes pintorescas camperas y en consejos de adaptacin al sistema. La oligarqua terrateniente, como ya hemos comentado, transforma la historia y la sabidura del parla de la pampa en "estilo gauchesco", y con algunos aperos gauchos semifalslflcados se aduea
del mito y pretende, especialmente frente al gringo, ser su continuador.
Como una observacin de orden general, diremos que este mito,
pues ya casi no existe como cultura viva, tiene aspectos positivos
y tambin negativos, si queremos usarlo como pilar donde asentar
una identidad nacional. La visin integradora de la vida y la naturaleza, y la inclusin de la propia muerte en el proyecto de vida
le otorga a la sabidura criolla una superioridad en cuanto a rique2^ dramtica frente a las ideologas tecnolgicas. El culto al coraje,
a la lealtad y a la libertad, y la capacidad del sentido de humor, la
malicia y la picarda criolla terminan la enumeracin de las virtudes de nuestro ancestro rural.
Lo deslntegratlvo es el fatalismo, al cual slo pKxiramos llamar
"exceso de insight' (exceso de introspeccin), de elaboracin, pues
la capacidad de ver en la vida un ciclo que acaba en la muerte, se
transforma en actitud depresiva, en una visin fatalista que no permite tener proyectos. Esta actitud fatalista tiene su raz en el individualismo; el gaucho no forma familia, no sejunta con otros gauchos, anda solo, es un mito de soledad que no tiene formas comunitarias. Slo los bailes de pulpera son formas de reunin. Sucede
que el sistema social y econmico no le permiten la formacin de
una familia, pues tiene impedido el acceso a una porcin de terreno
y el sistema de produccin no tiene artesanas grupales. El trabajo
de f)en de campo, aun en la actualidad, es tremendamente solitario; las grandes estancias no admiten familias, slo hombres solos (la "peonada") despairamados en Jas enormes extensiones de
terreno.
La ltima consecuencia de este nomadismo solitario y forzado
es el desarraigo, el no poder echar races en algn lado y llegar a
formas comunitarias ms complejas.
De todos modos, aunque estas caractersticas negativas de la filosofa criolla sean consecuencia de constituir una clase oprimida,
especialmente su bsico fatalismo depresivo, debemos partir de lo
que es y tratar de que la lnea ancestral ideolgica se modifique y
de que el mito gauchesco vaya adquiriendo grados de conciencia
que permitan una relnterpretacin del mito del gaucho desde una
perspectiva de liberacin popular. Es decir, "el gaucho" como personaje recd est extinguido, pero la ideologa gaucha, el mito y sus
estrategias de vida, no. No nos interesa para nada este gaucho, sino
solcimente como basamento histrico y geogrfico para lograr organizar una ideologa, una cultura nacional.
EMdentemente, la familia unida no es la estructura emotiva bsica del gaucho; es una ideologa centrada totalmente en el hom89
tructurado como reproche: Carnaval. Agresivo: Tortazo. Proyectado al habitat: MI noche triste. Con propuestas de reparacin; Tarde
gris. Vnculo necrfllo: Olvidao, Cruz de palo. Con parte del cuerpo:
Piel de Jazmn. Proyectado al futuro: Mano a mano. Imposible de
reparar: Volvi una noche, Paciencia. Muy regresivo y aluclnatorlo:
Soledad. Imposibilidad de todo vinculo: Uno. Percibido como opresivo: Victoria. Con objeto desconocido: Siga el corso. Vinculo con
su propia prdida: Rencor. A travs de una escena primarla: Mtala, Amargura. Con objeto abandonado: Quin lo hubiera dicho.
Provocador de suicidio: Mocosita. Con negacin manaca: Te fuiste, J, J. Sostenido por una amenaza: Cuando me entres a fallar.
Vnculo Internalizado como bueno: La Cumparsita. Sustituido por
elvnculo materno: Tengo miedo. Incestuoso: Honor gaucho, Duelo
criollo. Justicia criolla. Con proceso de elaboracin: La gayola.
Llor como una mujer. Tringulo roto f)or la muerte: A la luz del
candil. Vnculo difundido: SI soy as. Ambivalente: Rencor. Vnculo
sin nivel dramtico: Tenemos que abrimos. Vnculo vivido como
venenoso, destructor: Secreto. Vnculo con la madre: Pobre mi madre querida. Vinculo con las carreras, el tango, la viola, etc.: Palermo, El Choclo, Vieja viola. Vinculo con la barra y con el habitat: Cafetn de Buenos Aires, Almagro.
Con lo anterior, terminamos el anlisis a nivel psicolgico y comenzamos el estudio de las circunstancias sociales, econmicas,
el tema del destierro cultural y el de la explotacin econmica, la
pobreza del arrabal a principios de siglo.
Lo primero seria sealar la dimensin real del destierro que sufri esta generacin de inmigrantes. Para esto debemos tomar conciencia de lo enorme que fue ese viaje desde la lejana Europa: meses de navegacin y un costo de pasaje que tomaba el ahorro de una
familia entera.
El sentimiento desde Europa de irse a "La Amrica" era como irse al fin del mundo (lo cual, como ya hemos visto, no es tan Inexacto, pues lo nico que queda ms lejos que la Argentina es el continente antartico, es decir, el Polo Sur o sea, "el fin del mundo").
El europeo pobre, para lograr un clima templado equivalente al
de Europa, deba Irse al hemisferio sur, pues en el norte todas las
tierras ya estaban ocupadas y hacia el oeste Amrica de Norte no
admita al proletariado rural no callflcado de Europa e Italia. Pero
para lograr el clima templado hacia el sur deban saltar por sobre
la enorme franja tropical. Lo contrario, emigrar al trpico, los llevaba a caracteristicas climticas completamente distintas a las de su
lugar de origen y recordemos que esta poblacin no emigraba buscando aventuras en mundos distintos, sino que, por el contrario,
deseaba cambiar de vida lo menos pwsible. Incluso, muchos deseaban "hacer la Amrica" y luego volver a su tierra natal.
En este punto, debemos tener en cuenta que la oligarqua desde
el gobierno argentino invitaba a la inmigracin europea bajo la poltica de "brazos para la tierra" y luego, cuando los emigrados Uega101
ban, se encontraban con que les era imposible el acceso a las tierras laborables pwr accin de esa misma oligarqua que se las haban prometido y, as, deban hacinarse en los conventillos constituyendo mano de obra casi gratuita.
Esta contradiccin de la oligarqua argentina fue vivida por las
masas Irmilgrantes como una verdadera traicin (tal vez en el folklore tanguero sa fue, psicolgicamente, la verdadera traicin que
se narra y no la de la "mina").
La relacin del tango con la inmigracin est manifiesta en todos
los niveles; incluso el rea de la ciudad donde se ubican sus ongenes es toda la zona del puerto, especialmente los piringundines
de la Boca del Riachuelo. Luego, tambin se integra con el rico folklore gaucho y se desarrolla en reas como Puente Alslnay El Abasto, que son dos puntos en donde la ciudad se tocaba con la zona
rural. El Abasto era una zona de introduccin de folklore campero
por la poblacin de carreros que transportaban desde el campo
abastecimientos para la ciudad. Fue en esos boliches en donde
Garlitos Gardel cant sus primeros estilos criollos aun antes de que
cantauTa tangos.
Las condiciones habitacionales de los conventillos estaban por
debajo de cualquier estndar aceptable de vida; en cada pequea
pieza viva toda una familia, se deba cocinar en el pasillo y compartir u n excusado comn. Los alquileres eran muy altos (ms de
la mitad del sueldo) y el hacinamiento produca continuas peleas
entre vecinos: las piezas mal ventiladas, hmedas, pasillos y patios
llenos de objetos que no podan guardarse dentro de las habitaciones, reunan todas las condiciones de los habitats de la pobreza extrema. Los conventillos eran, en realidad, verdaderas villas miserias internas y daban ganancias enormes a la clase poseedora argentina que los haca construir con habitaciones de dimensiones
mnimas para terminar de exprimir econmicamente a esta masa
de desposedos que fueron "los pobres" de tumo hacia fines del siglo pasado y principios del actual.
Respecto a la conducta depredatoria de la oligarqua hacia la poblacin del arrabal, podemos sealar una cadena de apropiaciones
realmente siniestra: el primer robo al pobre es el producto de su
trabajo; a consecuencia de esta situacin de empobrecimiento, se
produce u n canal de ascenso para la mujer a travs de la prostitucin fina en el "cotorro de un bacn" con lo cual el bacn le roba
tambin la mina. En esta situacin el hombre del arrabal, para cantar sus penas y la prdida de la pareja, produce con sus tristezas
un folklore como el tango. Entonces, y para terminar la carrera de
robos, la oligarqua le roba incluso el folklore y el tango, producto
de la tristeza del pobre, va a divertir al rico, en los lujosos salones
del centro.
Esta lucha de clases est registrada en los mismos tangos, pues
siempre se hace referencia a la traicin de clase que signiflcaba el
ascenso social va prostitucin pero, al mismo tiempo, en esa dura
102
quia azorados y ensombrecidos- pero es que los obreros no eran estos grcmlallstas Juiciosos que J u a n B. Justo liaba adoctrinado sobre las ventajis
de comprar porotos en las cooperativas? IDe qu abismo s u r ^ e s t a bestia
rugiente, sudorosa, brutal, realista y unnime que hacia temblar la
ciudad?..."
Pasamos ahora a describir cmo era percibido el proceso de masas que fue el peronismo por las clases medias, por "los democrticos". Vamos a transcribir prrafos de los discursos del candidato
a vicepresidente por la "Unin Democrtica" (frmula TamborinlMosca), el doctor Luis Mosca: los discursos son en general parecidos y siempre configuran tres personajes: primero, el de la autodeflnicln, los radicales {la gente decente); luego la masa peronista ("las hordas analfabetas y alcoholizadas"), y, por ltimo, el obrero segn deba ser para los gobiernos" democrticos" (es el que "ansia un constante mejoramiento espiritual y guarda respeto hacia
la propiedad ajena").
Vamos a transcribir los prrafos que corresponden a las tres
imgenes. Primero la imagen de s mismos, es decir, de quienes
componen la Unin Democrtica.
110
"Eminentes personalidades, profesores universitarios y de enseanza secundaria, niaestros primarlos, periodistas insospechados, estudiantes,
profesionales. Industriales, comerciantes, agricultores, ganaderos, obreros independientes, todos animados con el mismo elevado anhelo de ver
al pas en situacin de desenvolverse legalmente para dar solucin a sus
ingentes problemas internos y asumir sus funciones de responsabilidad
suprema en el consenso universal..."
"...Y la hora es propicia para reafirmar la entereza de nuestro idearlo
insobornable a la conciencia, sereno el Juicio, preada de franqueza la palabra y bien en alto el concepto de nuestra funcin rectora en el destino de
la bmpla argentlnldad..."
"...En la vanguardia estn dos ejrcitos aguerridos y pundonorosos: el de
las mujeres , dignas mulas de aquellas leoninas defensoras de nuestras
libertades primigenias, y el de esos estudiantes modelados con esencia de
herosmo, Imbables custodios de la altivez ciudadana y mrtires integrrimos de una doctrina sin mcula...'
Los autoeloglos llegan a ser casi absurdos: "elevado anhelo",
"responsabilidades supremas en el consenso universal", "entereza
de nuestro idearlo, insobornable a la conciencia", "doctrina sin mcula", etc., y llegan a ser de una inveroslmUltud casi Infantil s pensamos que toda esta "gente decente" era la que haba actuado en
el fraude, el acomodo, el crimen poltico de la dcada Infame (esto
seria lo que en psicologa se llama una formacin reactiva).
Luego el candidato a vicepresidente de la coalicin antlperonlsta, configura a su oponente:
"...Los asaltos vandlicos, las provocaciones de las turbas asalariadas y
las explosiones salvajes de las hordas analfabetas y alcoholizadas, no lesionan la magnitud del triunfo porque no puede disminuir la Ucimarada de
la hoguera al resoplido inarmnico de la alimaa embrutecida.
Compcu-sas regimentadas, que en el colmo de su inconclencla criminal,
amparaban sus provocaciones escudadas en los cuerpos de las mujeres
y los nios, ofrecan el espectculo regresivo ms vergonzoso de la
historia..."
"IVIuy escasa y mezquina en su ambicin si se reduce a pregonar su idolatria hacia el mito que lo conturba o hacia el personaje providencial que
!o reduce a la condicin de lacayo. Muy poca enaltecedora es su gloria si
ella se satisface con mostrar su incultura, su fiereza instintiva y su fanatismo subalterno en comparsas bullangueras e Indecentes que mueven
a lstima, que niegan nuestra cultura y que nos muestran ante las naciones del mundo como un pueblo primitivo, retaceo a las corrientes clvllizadoris y propicio a las explosiones de la bajeza moral."
Si c o m p a r a m o s esta verborragia apocalptica con el concreto
discurso de Pern o los de Evita podemos percibir que algo a n d a b a
mal e n el reloj de la historia de las clases medias, o q u e s u a n g u s t i a
por la coyuntura histrica e r a m u y grande.
Por ltimo, la p r o p u e s t a d e lucha al trabajador, o m s bien la
111
imagen de obrero decente que proponan los candidatos "democrticos" (coalicin donde estaban no slo los radicales y conservadores sino tambin los socialistas y los comunistas):
"El hombre de nuestras fbricas, el del riel, el de los talleres, el del surco
y el de todas las actividades eficientes de la sociedad, tiene en ms alto concepto su reputacin y su personalidad, no naci para ttere ni siente vocacin hacia la payasada. Guarda respeto hacia la propiedad ajena y profesa su veneracin generosa para la Inalterable bandera de la nacionalidad. Ansia un constante mejoramiento espiritual y material, pero lo busca
por el camino sereno y altivo de la demanda mesurada y del fundado razonamiento. Para ese trabajador cuerdo, digno e idneo, los gobiernos de
la pura democracia tendrn siempre lista la legislaclnjustlclera y tendida
afectuosamente la mano cordial."
112
Coquito y Huguilo.
Captulo 5
Las psicoterapias populares
El pueblo tuvo siempre su pnapia respuesta para resolver los problemas de perturbacin mental, especialmente en el nivel que nosotros, los profesionales de la burguesa, llcimariamos "neurtico".
Las hermandades, los manosantas, los curanderos, han sido los
psicoanalistas criollos desde hace mucho yen algunos casos han
llegado a tener una tcnica teraputica de primer nivel. Que la inmensa mayora de nuestro pueblo deba recurrir a psicoterapias
no-clentlcas (lase "no-burguesas") se debe no slo a que no puede acceder a los honorarios de los profesionales de la salud mental,
sino fundamentalmente, a que este profesional cura desde la visin del mundo de su clase y todas sus pautas (de entrevista, de
proyectos de vida, etc.) no coinciden con las pautas que organizan
la realidad para nuestro pueblo, e incurre en un etnocentrismo que
a veces l mismo no percibe.
En este capitulo intentaremos analizar y sistematizar todas las
formas de las terapias populares, para lo cued hemos Juntado material, durante muchos aos, de diversos lugares de nuestra Argentina. As, vamos a describir las tcnicas operativas y las propuestas
tericas de Pancho Sierra, Jaime Press, don Desiderio, Tibor Gordon, la Escuela Cientfica BasUio, la Madre Mara, la Secta Flor de
Lis, el Ejrcito Evanglico y el doctor Schirilo. Adems, analizaremos la magia popular (curanderos, amuletos), la magia ancestral
(Pacha Mama, Lobzn). Finalmente, volveremos a nuestra cultura
burguesa-urbana y le haremos el mismo anlisis, con lo cual se podr poner de manifiesto que la supuesta "racionalidad" de las terapias "tecnolgicas" contiene rituales mgicos encubiertos y que
tambin hasta la accin del mdico clnico est basada, en gran
parte, en tcnicas de sugestin (es decir, hace "ejercicio ilegal del
curanderismo").
El psicoterapeuta popular, es decir el curandero, el manosanta,
el vidente, sabe establecer una vinculacin intima con el paciente.
I^ relacin que establece es intensamente afectiva, en general es
llamado "hermano" y el tono del vnculo es regresivo. La regresin
se logra merced a un largo proceso previo a la entrevista, por el que
necesariamente debe pasar el paciente; una larga espera (a veces
en grupo) y luego el pasaje a mbitos cada vez ms pequeos, ms
interiores y, en general, ms oscuros, van creando un proceso
113
Jaime Press. Manosanta que, si bien comenz atendiendo a sectores populares, actualmente -por la Instltuclonalizacln de sus
curaciones- atiende slo a sectores de clase media baja y clase
obrera alta, que pueden pagar los gastos secundarlos (mnibus,
comldas,etc.) que exige la organizacin que se mont alrededor de
sus poderes curativos. Actualmente todo es pulcro en el recorrido
hacia Jaime Press: un prolijo edificio en una zona cuidada de Carlos Paz (ciudad turstica que tal vez termine de convertir a Press en
una de las atracciones para ver Junto con el reloj cuc y la aerosl11a). De todos modos, an conserva en la tcnica de entrevistas con
el paciente algo del dramatismo espectacular de sus primeras curaciones de Invlidos (histerias de conversin) pues crea un clima
de presencia de "poderes del ms all" y hace pocos gestos, en general levanta una mano y le pide al paciente que est quieto sin
levantar las suyas (clara tcnica de sometimiento hipntico) y
luego en dos frases lo cura (aunque sea de un cncer) y luego pasa
a otro al que le adivina la enfermedad y luego le ordena que se debe
curar. Su teora explicativa se basa en que Dios le da directamente
a l el poder de "armonizar" la jjersonalldad del paciente y hace que
el mal que trae peise a su cuerpo y luego l lo neutraliza y lo hace
salir de su persona. (El uso del trmino "armonizar" es un recurso
semntico para evitar ser perseguido por "ejercicio ilegal de la medicina", pues el Cdigo Penal no reglamenta el ejercicio de la "armonizacin psquica", y Press siempre aclara que l no cura sino
que armoniza.)
Por la extraccin social de quienes acceden actualmente al tratamiento de Press podemos decir que ha dejado de ser terapeuta
popular, pero lo incluimos en este estudio por ser el ms conocido
de los psicoterapeutas mgicos y porque en sus orgenes (hace diez
aos) lo fue. Jos Moriello, "el hotelero manosanta" de Mendoza,
tiene una tcnica ojjerativa muy parecida a la de Jaime Press.
Don Desiderio. Aunque dur muy poco en su actividad pblica
Don Desiderio es muy importante pues constituye el caiso de un curandero que no se integr al sistema; es el manosanta que ms se
acerc al modelo "Jesuslano". Al igual que Cristo, dorma en cualquier lado, coma lo que le daban y curaba en un banco de plaza.
Don Desiderio, con barba y pelo largos, alpargatas y ropa casi de
linyera, comenz a realizar sus curaciones desde un banco de la
plaza ubicada en Bulnes y Sarmiento (plaza Almagro); en varios
das se junt una gran cantidad de gente para ser atendida por el
mdico-linyera, que les hablaba con palabras tranquilas y bondadosas.
En este caso, la represin del sistema no actu como otras veces
(amparndose en el artculo del Cdigo Penal sobre "ejercicio ilegal
de la medicina") sino (y esto demuestra su "lnea dura" respecto del
modelo Jesusiano) que la polica lo detuvo "por infringir el edicto
120
s u fuerza p e r s u a s i v a y teraputica p o r q u e e s t h a b l a n d o "de afuera" del sistema, n o lo a t a n a d a y, p o r lo t a n t o , existe m a y o r posibilidad de q u e diga verdades; es decir, lo q u e siempre s e oculta y
q u e e s en definitiva lo q u e enferma, p u e s todos s a b e n q u e se est
ocultando algo. Claro que Don Desiderio n o q u e d a totalmente fuera
del sistema, p u e s si bien n o e s a t r a p a d o p o r la e s t r u c t u r a comercial, s q u e d a d e n t r o del s i s t e m a ideolgico y s u terapia t a m b i n sirve a la a d a p t a c i n pasiva. En c u a n t o Don Desiderio quiera decir tod a s las p a r t e s enfermas del s i s t e m a social (esjjeccamente si quiere "curar" las injusticias y los atropellos) n o va a s e r a r r e s t a d o por
mendicidad ni tampoco por u n o s das.
Tibor Gordon. La "Comunidad Arco Iris SRL", fue fundada y dirigida por Tibor Gordon, u n checoslovaco ex atleta q u e h a c e diecinueve aios comenz s u carrera de m a n o s a n t a , convlrtlendo s u
omnipotencia fsica (se h a c a p a s a r c a m i o n e s f)or e n c i m a en demostraciones pblicas) e n omnipotencia m e n t a l . F u n c i o n a en Pilar (provincia d e B u e n o s Aires) y n u c l e a alrededor d e 100.000 afiliados. E s t a C o m u n i d a d , luego de la E s c u e l a Cientfica Basilio, es
la m s importante en c u a n t o a ofrecer u n apoyo psicolgico en situaciones de crisis a n u e s t r a clase obrera. Varias c i r c u n s t a n c i a s
la relacionan directamente con el peronismo; u n a es q u e el espect a c u l a r crecimiento de la c o m u n i d a d se dio e n forma inmediatamente posterior al derrocamiento de Pern, m o m e n t o en el que
qued u n a e n o r m e m a s a obrera baja, como s e dice en lenguaje sociolgico "en disponibilidad". Adems, u n cierto parecido con Pern es a u m e n t a d o por u n a serie de h e c h o s : la forma d e s a l u d o (lev a n t a n d o los brazos), s u e s p o s a se llama Eva, es r u b i a y dirige la
"rop>era" d o n d e se a y u d a a los necesitados de la c o m u n i d a d , la reunin d o n d e h a b l a se llama "la concentracin" y l utiliza el m i s m o
tono de intimidad en s u discurso que u s a b a Pern desde el balcn.
Para i n t e n t a r d a r u n a caracterizacin de la c o m u n i d a d , vamos
a sintetizar a l g u n o s p u n t o s que i n t e n t a r n u n a definicin:
Es una comunidad masiva. Cerca de 100.000 personas han pasado por ella
y constituye una hermandad protectora, que da sentimiento de pertenencia (se llaman "hermanos" entre s).
Pertenece a la cultura obrero-rural. El contexto ambiental y las formas comunicacionales corresponden a la cultura obrero-rural, techos de paja
(quinchos), ruedas de mateadores, inscripciones criollas, etctera.
Reiacion basada en el verticcdismo. La relacin entre s de los miembros es
ocasional y el nico vnculo importante y definitorlo es "TIBOR-con-cadauno"; cuando habla en la concentracin nunca usa el: "ustedes" sino el
"vos"; "vos que vienes a m"... "yo te digo"... es un dilogo de dos (tcnica
comunicativa parecida a la que utiliza el locutor Guerrero Martinheitz que,
aunque se dirige a millones y por un medio masivo, llega con una habilidad diallica a crear un clima de conversacin tan ntimo como si estuviera charlando a solas con cada uno de los miles de radioescuchas. Cuan122
do uno est solo, escuchando, se tiene la sensacin de que "el peruano site meti en la oreja".
Toda la comunidad est centralizada en Tibor, l es el que "reparte" la curacin y, si bien existen "hermanos menores" (la mujer y los dos hijos), l
es el "Hermano mayor" y la organizacin vertical es continuamente recordada.
En esta comunidad de carcter psicoterapuco-popular, como en el caso
de todas las dems, se da un predominio de la mujer de edad madura, ya
con hijos grandes y que debe realizar dentro del grupo familiar el manejo
de las ansiedades profundas, especialmente las maniobras de apoyo en las
situaciones crticas (muertes, enfermedades, etctera).
En las manosantas, videntes, adivinas, curanderas, predomina la mujer
que aproximadamente puede estar entre los 40 o 50 aos y slo el nivel de
gran manosanta est a cargo de hombres. Entre los grandes slo la Madre
Mara organiz una comunidad, pero en cambio existen importantes mitos
sagrados femeninos (la Dilunta Correa, la Pacha Mama, etctera).
insercin en la sociedad de consumo. La comunidad no por nada se
denomina "Arco Iris SRL" tal como las empresas organizadas: en la comunidad se est continuamente vendiendo objetos a los hermanos, pastafrolas con la calcomana de Tibor, zapatos rebajados, anillos estampados con la cara de Tibor, ponchos con los colores del arco iris, toda clase
de amuletos, libros sobre la comunidad y hasta heladeras marca "Tibor"
y tambin terrenos en los loteos que realiza el Hermano Mayor. Todo est
centralizado en Tibor y su rostro sonriente est en todas partes.
Tambin existe otra razn por la cual "Arco Iris SRL" es una empresa: es
para resolver el problema que todo manosanta debe enfrentar y que es
evitar ser procesado por "ejercicio Ilegal de la medicina". Jaime Press encontr la frmula en sostener que l realiza slo "armonizaciones" en la
mente y el cuerpo de los que vienen enfermos a verlo; la Madre Mara sostenia que su cruzada era religiosa, del otro mundo. Los evangelistas realizan sus curaciones a travs de Jesucristo, slo son mediadores. Tibor
Gordon resolvi esto, pues en los comienzos. Igual que todos los dems sin
excepcin, fue acusado de ejercicio ilegal. Y lo resolvi bastante bien: como
no est penado el ejercicio ilegal de la psicoterapia pues es muy difcil de
probar, l sostiene que slo cura las enfermedades del alma, el espritu
triste y angustiado y deriva a los mdicos de su organizacin la curacin
del cuerpo enfermo del que viene en busca de ayuda. De este modo existe
una organizacin mdica (con varias decenas de mdicos y dirigida por el
doctor Fossati) paralela a la comunidad que atiende con rebaja de aranceles. Adems, la comunidad acta, en cierto modo, como una sociedad
de socorros, pues se ofrece ayuda para tramitacin de jubilaciones y recomendaciones para obtener trabajo. Tibor, despus de casi veinte aos de
dirigir la comunidad, confiesa ser un hombre "de gran fortuna".
Propone una ideologa adaptattva. La propuesta de la comunidad es la
adaptacin pasiva al sistema; bajo el lema "seamos mis buenos todava"
propicia la conservacin del lugar para los pobres y del lugar para los ricos,
pero tambin recuerda que la "bondad" no debe ser exagerada porque "hay
que ser bueno pero no zonzo". La propuesta pslcoteraputlca est totalmente basada en una terapia de apoyo, sin resolver lo que puede estar pasando por debajo en el "hermano-paciente"; a la problemtica que trae se
le pasa rpidamente un barniz de esperanza. Luego, cuando analicemos
la tcnica operativa de Tibor vamos a ver con qu eficiencia se procesa a
123
las largas colas de personas con problemas. Aunque aclaramos que las crticas que le podemos hacer a Tibor Gordon son hechas despus de reconocer los aspectos positivos de la comunidad para una masa de marginados y desamparados de nuestro pas que, de todos modos, son crticas suaves comparadas con las que se le podran hacer a "respetables" instituciones teraputicas de la burguesa, como ser la Asociacin Pslcoanaltlca
Argentina que, con otras tcnicas sobreadapta a sus pacientes al sistema
(slo que acta del lado del explotador). Aclaramos tambin que los grupos
disidentes de la APA tampoco se han alejado demasiado -para nuestro criterio- del "calorcito" que brinda el sistema.
Propuesta terica
Los s u p u e s t o s m s generales q u e organizan e s t a c o m u n i d a d seran consecuencia del triple carcter que tiene: templo religioso,
p a r q u e de diversiones y e m p r e s a comercial. Dentro de las caractersticas de lugar religioso t e n e m o s la actitud d e pjeregrlnacln, las
expectativas d e c u r a milagrosa, la continua (y 'comprable") presencia del fetiche protector y el clima de recogimiento y espera del
ltimo recinto a q u e se accede luego de largas colas, que es el lugar
donde se logra h a b l a r con Tibor. Este recinto, con techo de q u i n c h o
(paja), est decorado como u n templo criollo: luz mortecina y escudos de la c o m u n i d a d e n u n a tela s a t i n a d a e n d o n d e en u n o de los
extremos e s t s e n t a d o Tibor, sobre u n asiento alto, con u n a pierna
c i n z a d a sobre la q u e se sienta y vestido de g a u c h o . La distancia entre Tibor y el primero d e la flla (que es de varios metros), d e t e r m i n a
la configuracin psicolgica de "altar" del espacio Inmediato alrededor de Tibor. De e s t a m a n e r a se configura u n campo psicolgico ritu.'llzado, sacrallzado (como dira J u n g u n "tmenos") que crea
u n contexto fijera del espacio-tiempo que, en definitiva, lleva a facilitar el cambio de actitud realizado a niveles m u y ntimos. Es decir, u n a forma de insight teraputico, que al tener a u n grujx) social
como testigo (un coro o u n pblico e n tcnica pslcodramtlca) Termite algo s u m a m e n t e i m p o r t a n t e en las curaciones (o sea los cambios de estrategias) y es la socializacin del cambio. Es decir, que
el grupo social acepte la n u e v a m a n e r a de ser, de comportarse, del
miembro enfermo. E s t o es especialmente i m p o r t a n t e en las histerias de conversin, como por ejemplo en las parlisis psicolgicas
de las piernas q u e ya no le sirven como estrategia social al histrico,
p u e s le e s t n p r o d u c i e n d o m s inconvenientes que ventajas y necesita dejar d e ser paraltico, pero, al m i s m o tiempo, si a b a n d o n a
e s p o n t n e a m e n t e s u rigidez p a r a caminar, p u e d e ser a c u s a d o de
simulador por s u g r u p o social y por esto necesita q u e u n poder sobrenatural, milagroso, "justifique" o e n m a s c a r e s u cambio de estrategia. Por eso la tcnica espectacvdar del milagroso resuelve estos casos si logra l a s condiciones psicodramticas p a r a crear la
complicidad con el paciente histrico de conversin. Ac es necesaria u n a aclaracin m u y Importante y es q u e si bien e s t a s parlisis son psicolgicas (no orgnicas) no existe la actitud consciente
de simulacin, de estafa al grup social, p u e s el proceso es Incons124
ciente y el paciente histrico es el primer sorprendido por la curacin, pues justamente la estrategia es negar conscientemente el
conflicto y desplazarlo al cuerpx). En vez de decir "yo tengo miedo
de salir a la calle..." sus piernas se encargan de lmj)edlr esto y lo
que el paciente cree conscientemente es "mis piernas paralizadas
no me permiten salir..."
Otra de las estructuras que componen el cltma global de la comunidad es el ambiente de "parque de diversiones" o de lugar de
picnic. La concentracin tiene prcticamente como nico orador
a Tibor, ya que la esposa Eva habla slo un instante antes y lo que
hace es preparar al pblico para la entrada de l^bor. La oratoria de
Tibor tiene un nivel de capacidad teatral extraordinaria; su representacin logra magnetizara los hermanos con una situacin dramtica y luego afloja la tensin con algn juego de palabras tpico
de nuestro sanete criollo (los comentarios son "el Hermano Mayor
nos hace reir y llorar").
Como la ubicacin de la comunidad (ac aclaramos que es una
comunidad "de fin de semana", con reuniones semanales y casi nadie, salvo el personal de la empresa, vive en el lugar) es en un descampado: la gente va a "pasar el da" y, jxir lo tanto, se lleva carne
para asar y el grupo familiar se organiza con tcnicas de campamento o pic-nlc. Pasan continuamente vendedores con comida, talismanes, etc. Con gente entrando y saliendo, recorriendo y haciendo cola para los baos (verdaderos "excusados de campo"), sacando agua de la bomba y familias organizadas en un crculo de bolsones, chicos y frazadas, se tiene la impresin de una feria rural,
con hacinamiento, barro, olor a orina (de los excusados) y clima de
espera. La gente converea sobre las curaciones del Hermano Mayor
y la proteccin que l puede dar, con lo que se va organizando el viaje del da hacia la noche como proceso preparatorio al instante culminante que son los dos o tres minutos en que se llega a poder hablar con el centro mismo de todo ese sistema: Tibor Gordon.
A ntvel de teoria explicativa del mundo, esjjeclalmente de nuestra sociedad y su estructura econmica. Tibor refuerza -como lo
hace la Iglesia- el lugar de cada cual, de los ricos y de los pobres y
explica que la felicidad est en la pobreza. "El rico, aunque vaya en
yate o en un lujoso automvil puede ser desgraciado...". Y luego
pasa a contar la ancdota de una persona muy acaudalada que iba
en un yate lujoso, pero le faltaba un brazo y su hija tena parlisis
infantil. Y acto seguido concluye "...los pobres tienen su salud y
tambin su gran apeto, en cambio en las casas de los ricos, uno
con su hgado, el otro con la lcera...". Tibor siempre explcita lo
que da "Yo les doy esperanza!..." "...yo doy (nosotros diriamos:
vendo) seguridad y cario...". La esperanza est, en general, permitiendo simplemente la postergacin de la solucin, lo cuaJ en
cierto modo es tambin teraputico, especialmente en los casos de
gran ansiedad. En este sentido recordamos haber presenciado en
una de las concentraciones cmo manej Tibor la situacin de una
125
"la pegues en la botella de vino para que no tomes tanto". O: "Tambin la p)ods pegar en el espejo de tu casa para que yo te mire,
cuando t te mires" y agrega un chiste con voz de complicidad" Y
quin no se mira!"... Por ltimo agrega que se puede pegar en la
puerta de la casa "para que yo la cuide..." (proponiendo su rostro
como nueva "vlrgenclta de Lujan"). En el lanzamiento de la calcomana, recordamos que cuando Tibor regal varias a los asistentes,
simultneamente aparecieron varios vendedores ofreciendo la figura en venta.
El discurso de Tibor a la hora de la concentracin, que constituye el momento ms Importante del da (el sbado y el domingo),
llega a ser, por la capacidad teatral de Tibor, una verdadera dramatizacin: acta con gran capacidad de seduccin, magnetiza al auditorio en los momentos dramticos y llega a tener un alto nivel tcnico psicodramtico.
Para ilustrar esto, vamos a transcribir las notas que tomamos
luego de pasar un da en la comunidad, y que corresponden a cuando Tibor, en la concentracin, llama a su lado y hace subir al escenarlo a una pareja muy pobremente vestida y con aspecto de estar
muy deprimida. Le dice en voz alta al hombre:
- Veni a mi lado
(el hombre se acerca)
- iLo han operado y tiene 28 puntos!... Cinco meses sin trabajo... y a la mujer se le quem la caral...
(en este momento hizo que la mujer se quitara unas vendas que le cubran la cara, mostrndola; en el auditorio se oyen exclamaciones angustiadas "(Yo no miro!'... "Qu horror)"... etc. T^bor entonces se dirige al
esposo que, conmovido (o asustado), solloza, y le dice:
- "(No llores, flojol... |Yo te voy a ayudarl...
(sollozos en el pblico y gritos: "[Gracias hermano!"... "|Clerto hermano!"...)
Tibor contina hablando de la esperanza, hace de pronto silencio, mira hacia arriba, sube la voz, se pone pattico, se pregunta,
se contesta, cabecea, gira el cuerpo, lo echa hacia atrs, se quita
el poncho, etc. Tiene alrededor suyo un grupo de vlejltas llorosas,
lisiados, mujeres que lo miran anhelantes como si fuera el Dios vivo. Tibor, de pronto, se acerca a una y mirndola a los ojos le dice:
-"Crees en m?..."
- iSl (contesta llorando la mujer)
- "Bueno, no Uores mas!..."
En otro momento, incluye lo absurdo en lo dramtico de una forma tal que hace acordar ed personaje del viejo chistoso del radioteatro criollo (que hemos analizado en el captulo cuarto) tal vez por
cierta comicidad sdica:
-"Regalar la calcomana (su cara) a quien sea desgraciado..."
127
ment actual de desamparo, para todo ese sector social marginado de otras formas de psicoterapia.
Escuela Cientfica Basilio. La Escuela Basilio ha desarrollado
una propuesta de solucin al problema mximo de la vida, que es
la muerte. De algima manera alivia la angustia de la percepcin a veces ms ntida y a veces ms bloqueada- de la desaparicin, de
la futura e irremediable disolucin del Yo. Con la separacin tan
dicotmlca entre cuerpo y espritu, y la seguridad de la reencamacin del espritu en otro cuerpo, se consigue elaborar de alguna
manera (o explicar) la muerte corporal como algo parcial que deja
lo princljjal (el espritu) sin afectar.
Tambin la posibilidad de hablar con los familiares o amigos
muertos propone un alivio o solucin al terrible sentimiento de separacin que provoca la muerte de alguien con quien se mantena
un masivo intercambio proyectlvo-introyectlvo. Especialmente
cuando quedaron conflictos sin elaborar o agresiones sin reparar.
La teora explicativa de la Escuela Basilio constituye un sistema
explicativo total del mundo: constituye una filosofa y una metafsica. Una teora completa en s misma que Intenta explicar todos
los fenmenos a partir de las influencias de las fuerzas espirtuales.
Tiene un estrecho parentesco con las explicaciones de las culturas
mgicas no-racionales (que generalmente son no-urbanas). Tambin tiene muchas similitudes, aunque aparentemente se oponga,
con las explicaciones del cristianismo catlico, aunque en este ltimo todas las explicaciones sobrenaturales estn minuciosamente codiflcadasy estereotipadas. La diferencia con la Escuela Basilio
es que en la comunidad espiritual la produccin y manipulacin de
hechos sobrenaturales est en poder de los creyentes y cada experiencia es nica y concreta (diremos que "la produccin est en
manos de las bases", es decir, que existen mayores posibilidades
de intervencin y creacin para los adeptos).
La comunidad espiritista permite la reinterpretacin de fenmenos psquicos que, fuera de ella, seran interpretados como anormales, a veces como psictlcos. Las prcticas de la Escuela institucionalizan como fenmenos provocados por los esprtus hechos
tales como: or voces, sentirse despersonallzados, sentirse manejados por telepata, tener seudopercepciones, etc. Todo esto crea
un territorio social no represivo respecto de la dinmica psquica
inconsciente. Desde el momento en que todo hecho no-racioncil tiene una explicacin aceptada por todos (la actividad de los espritus)
produce un campo social permisivo para la elaboracin de ansiedades muy profundas (inconscientes, irracionales) y ya sabemos
que no poder compartir esos contenidos psquicos ambiguos es algo que produce una ntima sensacin de estar alienado, es decir,
separado de los dems.
El origen de la Escuela Basilio se ubica a principios de siglo: el
espritu del padre de Eugenio Portal (Basilio Portal) le anunci a
131
son Luis P a s t e u r , Benjamn Franklin, Ghandi, J u a n Morelra, Carlos Gardel, etc. La ideologa de la "p)erfeccin espiritual" es la misma moral sobreadaptativa de los libros de texto escolares, a u n q u e
siempre insistiendo m s en la evitacin del pecado y el peligro del
mal y el logro del triunfo de la verdad. Para d a r u n a idea acerca de
la ideologa de b a s e de la Escuela vamos a transcribir algunos prrafos de s u rgano oflclal, la publicacin Espiritismo (con u n tiraje
de 32.000 ejemplares):
-"En la Mlil 129 se materializ su gua espiritual Domingo F. Sarmiento
y dijo en su mensaje: nuevamente me acerco por medio de la palabra
porque veo la necesidad de ayudarlos con pensamientos elevados". Luego
declar que 'traa los puos llenos de verdades y que siempre pele con la
pluma y la palabra" para terminar saludando cariosamente a los hermanos de la Filial 129 y les record que: "tu mejor aliado es un libro y tu mejor
amigo ser siempre Jess".
-En otro prrafo se aclara que los platos voladores de los marcianos tienen
una velocidad que es superior a la de la luz pero inferior a la del pensamiento.
-Tambin se aclara que:"en los nios anencfalos (o sea nacidos sin cerebro) el espritu reside en el mismo lugar que en los otros nios y los movimientos bruscos que observamos en ellos se deben a que el espritu acciona dlrecUimente sobre la materia sin pasar por el cerebro (pues no lo
tienen).
-Se hace referencia a la Informacin lograda por videncia en el Luna Park
sobre ciudades en otros planetas con techos transparentes de plstico que
se descornan para dejar entrar platos voladores: los edificios tenan paredes transparentes con lo cual se poda ver a travs.
Otros dos artculos h a b l a n de dos temas i m p o r t a n t e s en la E s cuela, se refieren, u n o a los platos voladores y otro a las c a u s a s del
cncer. Ambos r e s u l t a r o n de informaciones directas de J e s s de
Nazareth p a r a la Escuela Basilio c u a n d o se materializ en u n acto
realizado en el L u n a Park a n t e 3 0 . 0 0 0 h e r m a n o s .
"Los seres de Marte, por medio de sus navios espaciales, han llegado en
distintas oportunidades a la Tierra, descendiendo en lugares preferentemente montaosos, desiertos y con mucha nieve. Dichos vehculos espaciales despiden de sus bordes llamas o gases de color celeste, siendo su
accionar muy rpido y de gran facilidad de desplazamiento, pero sus tripulantes no pueden permanecer mucho tiempo sobre la sujserficie terrestre sin que les sobrevengan convulsiones que les hacen despedir por la boca y la nariz, un lquido de color sanguneo, ello debido a que por su conformacin fisica no pueden resistir la atmsfera terrestre, porque se desintegraran a los pocos minutos de estar en la Tierra. Es que su composicin orgnica es animal, vegetaly sobre todo mineral, porque han llegado
a un adelanto tal en su ciencia, que su encamacin oscila entre los lOOO
y 1500 aos de vida humana, peix) para poder subsistir necesitan urgentemente de ciertos minerales de origen nuclcEr, como el uranio."
133
"El peligro actual es que por falta de entendimiento nos destruyan, pero
la solucin de este problema estara en la mediumnidad que es el lenguaje
universal de los espritus, y slo en \<i prctica de la virtud y por combatir
el pecado vamos a poder solucion- el problema que crea la posible
invasin de la Tierra por los Marcianos."
En otra de las revelaciones especiales para la Escuela Basilio,
Jesucristo aclara los orgenes del cncer y tambin encuentra que
estn en relacin con el pecado y la vida ficticia. Luego, respondiendo a la pregunta de porqu en la mujer se produce en el tero y en
los senos y en el hombre en el estmago dice: "Muchas de las causas son espirituales que van minando el cuerpo por deseos Inmoderados", y luego contina aclarando: "el elemento espiritual de la
fuerza del cncer es muy sexuallstay en esta condicin es muy destructivo, difcil de combatir. Se introduce por dos formas: por el deseo que provoca en la faz exterior y por lo que germina Interiormente. Estos factores provocan continuos choques espirituales p)or los
pensamientos sexuales que atraen y despiertan, en la mujer por su
conformacin esttica corporal que suscita fuerzas espirituales viciosas. En cuanto al hombre la ubicacin en el estmago viene de
la falta de control en la alimentacin y de los vicios, especialmente
el alcohol".
Si analizamos el tipx) de temas que son explicados a travs de los
mediums vemos que constituyen temas con muy poca explicacin
a cargo de la ciencia oficial y que se presentan en dos extremos de
lo accesible: lo csmico (platos voladores) y lo celular (el cncer).
Adems, ambos estn cargados de ansiedades persecutorias, especialmente el cncer, y en ambos la causa es el pecado y las medidas preventivas consisten en evitar los deseos inmoderados.
En este tipo de hermandades la principal accin psicoteraputica est asociada al sentimiento de pertenencia que generan, y las
creencias y manipulaciones con los espritus sirven para desarrollar el clima de compartir secretois, y por lo tanto, estar ms Juntos.
Como es una institucin de grandes grupos se han hurocraiizado,
"urbanizado" o estilizado las prcticas espiritistas. Ya no hay golpes ni contorsiones violentas, slo un controlado movimiento de
manos y las conferencias son muy parecidas a los actos patrios de
las escuelas, con discursos sobre la bondad, las flores, el da de la
madre, la necesidad de trabajar, de adaptarse, etctera.
Una tcnica interesante es la utilizacin de luz roja para los momentos en que el espritu gua se va a encamar sobre el hermano
que pasa al frente sobre el escenario: en este momento, como la iluminacin roja produce saturacin de estimulacin, se produce fisiolgicamente fatiga y en el campo de la visin aparecen manchas
inestables del color complementario y con la figura de la silueta del
hermano que est en el escenario. Esto ayuda a crear el clima psicolgico del grupo, y facilitar que "vea" al espritu del gua materializado (que se lo reconocer por estar vestido como desencamado y por su rostro, el cual se recompone por un mtodo parecido
al identikit).
134
La Escuela tambin acta como una sociedad de socorros mutuos, pues tiene servicios mdicos (homepatas, diagnsticos por
el Iris y acupuntura) y se hacen festivales infantiles y reuniones para todas las fiestas ms importantes del ao, especialmente el aniversario de la Filial. Respecto a deslindar responsabilidades por un
posible ejercicio ilegal de la medicina (en la cura de enfermedades
por el "hermano fluidador") esto est resuelto pues la comunidad
est Inscripta como culto religioso y queda, por lo tanto, fuera de
la accin policial.
Lo ltimo que vamos a decir respecto a esta comunidad es que
contiene ideas y elementos contradictorios. Uno de estos ejes de
contradiccin es la coexistencia de material muy regresivo, mgico. Inconsciente (a veces bordeando lo psictico) con un prolijo y
ordenado tratamiento de estos temas desde formas razonables y
escolares.
La. Madre Maria. "La Religin Cristiana de Dios por la Madre Mara" se estructur alrededor de la fuerte personalidad de Mana Salom Loredo, la Madre Mara.
Su modelo bsico gira alrededor del culto "a la madre muerta",
donde se mezcla el culto de los antepasados con el de los muertos.
L^ personalidad de la Madre Mara y su imagen terap)utica est
basada en un carcter autoritario, de mirada dura, que nunca sonre y que da indicaciones de carcter siempre contradctoro. Habla
anunciando sufrimientos enviados para puriflcamos del jjecado y
su tono es amenazante y apocalptico. Esto constituye, en ltima
instancia, una tcnica sojuzgadora, pues crea una dejsendencia
angustiada y paranoide de sus pronsticos y requiere de parte de
sus seguidores una alianza con el perseguidor.
Se dice que repeta incansablemente a sus fieles: "Vendr ms
de lo malo que de lo bueno; ayudemos a Dios para evitar lo que viene. Vendr un diluvio universal de cuanto sufrimiento puede haber
en la vida. Veris, oiris y pensaris cosas que nunca habis visto,
odo o pensado, ms malo que bueno. El mal quiere sitiarnos por
el hambre y la enfermedad, inundaciones, terremotos, peste, plagas y cuanto malo existe. La enfermedad que ms vendr ser la
perturbacin y la locura, y no son peores locos quienes estn encerrados, sino los que estn locos, borrachos sin beber, con la borrachera del mal que es la peor. Reventar un inmenso hormiguero humano destructor y correr sangre como agua en el arroyo. Y
rio se hagan ilusiones porque nada est seguro en la vida. Donde
ahora es agua se transformar en tierra y donde es tierra se formar agua."
Si analizamos el efecto manipulador, sometedor, de este mensaje veremos que si se lo cree paraliza y quien lo profetiza somete, parque el vnculo se establece a travs de la angustia de un futuro que
slo es conocido fxjr quien hace la profeca.
Este amor a la muerte en Maria Salom est bien justificado,
135
rimental que contemple como nico norte la realizacin superlativa intelectual, moral y espiritual de los asociados, comprendiendo
que todos los males que padece la humanidad derivan de su
conducta".
Nosotros, en el anlisis, vamos a tratar de discriminar la tcnica
operativa con la que se maneja el proceso terajjutico y la teora explicativa que se remite a un campo ideolgico, el cual, casi sin excepciones, queda dentro de las normas adaptativas del sistema
que. en ltima instancia, exige obediencia, paciencia, "depuracin
de los jjecados" y bloqueo de la imaginacin.
Los das sbados por la noche se renen en un local grande casi
a oscuras con una dbil luz al costado. Al frente, presididos pKjr una
cruz y el dibujo de la flor de lis, se alinean en semicrculo cuarenta
mediums (hombres, mujeres y nios). En la parte central y dando
la cara al pblico se colocan los siete mediums directores (esta disf)osicin espacial condiciona ya una situacin psicodramtica).
El calentamiento (warming) grupal se comienza al cantar el himno del culto. Transcribiremos una sntesis de la descripcin que se
hace en un reportaje de la revista As a las experiencias del culto
Flor de Lis:
"...luego los mediums tomados de la mano comienzan a estrcmc<:frse.
algunos violentamente. Todos respiran profundamente dentro de un gran
silencio de todo el pblico, de pronto uno de los mediums cay espectacularmente al piso, luego lo siguieron los dems. Poco despus casi treinta
mediums estaban en el piso como muertos, totalmente insensibles en
completo estado de catalepsia. En este momento se leen una serie de nombres de personas con problemas fisicos y espirituales y los mediums que
estn en estado catalptico, que en ese momento tienen grandes poderes,
actiian como verdaderos transmisores, enviando el fluido benfico a esas
personas, que es fuerza vital".
invitado a pasar a los que desean recibir el fluido benfico, que van
a producir los mediums del crculo al entrar en trance. El Hermano
ngel explica: "Los que entran en el circulo son )ersonas que quieren extirpar sus problemas hogareos, fsicos y espirituales. Se pide a todos fijar la mente en Jess. Entonces los mediums que vibran en forma espectacular entregan la materia fludica a los que
estn en el centro y stos reciben un efecto casi elctrico y una gran
paz interior".
En este caso, la reinterpretacin desde las tcnicas profesionales es que el circulo acta como depositante de las ansiedades de
los de adentro de la rueda, porque sta es vlvenciada como un grupo de contencin psicolgica para las ansiedades pslctlcas de
quienes entraron en el crculo.
Todos estos procesos grupales estn coordinados por el Hermano ngel que, con rdenes imperativas (del tipo de los entrenadores de gimnasia), va sealando qu movimientos corporales hacer
en cada momento, como al mismo tiemfX) tambin ordena un contenido de conciencia dado ("fijar en la mente el rostro de Jess"...).
As se crea una situacin de dependencia, de sometimiento hipntico, pues el coordinador est controlando (aunque la reaccin sea
paradjica y se intente realizar la contraria) el esquema corporal
porque dice qu hacer y, simultneamente, controla el contenido
de conciencia, con lo cual no queda rea en la cucd rebelarse al
control.
Tambin se realizan otras experiencias, como la entrega individual de "fluido" que siempre es jwsible debido a la ajruda de un "espritu descamado" (persona muerta). Se hace entre el medium y la
jjersona necesitada enfrentados: el medium debe recorrer con sus
manos el cuerpo de la jjersona de la cabeza a los pies para distribuir
bien el "fluido benfico". (Estas maniobras permiten aveces la reorganizacin en el hermano-paciente de un esquema corporal perturbado.)
En el nivel de la teora explicativa general de los fines de la comunidad, aparecen las mismas consignas de todos estos grupos
integrados al sistema: "nuestro gua espiritual es Gandhi porque
l fue el paladn de la no-violencia". "Lo nuestro no debe confundirse con curanderismo, repetamos la ciencia mdica". "La paz y el
amor deben reinaren el hogar", "nuestros pecados son el origen de
nuestros males", "debemos purificarnos continuamente y llegar al
mundo definitivo que estar habitado solamente por espritus
superiores".
En cuanto a la historia de la comunidad, siempre aparecen los
penosos comienzos y la revelacin con mandato de fundar la secta
(en este caso San Agustn se le apareci al Hermano ngel en pleno
da y se lo orden) y el largo camino desde los primeros adeptos hasta el reconocimiento por el Ministerio de Relaciones Exteriores y
Culto para funcionar oficialmente.
139
El Ejrcito Evanglico. Esta es otra comunidad sumamente interesante, especialmente por las similitudes con la comunidad de
la Pea Carlos Gardel en ciertos aspectos, fundamentalmente en
lo que se refiere a la utilizacin del baile popular (chamams, taquiraris) para lograr el campo psicolgico grupal, el clima emotivo
que a travs de una situacin de tensin psicolgica permite Inducir situaciones catrticas que llevan a un cambio de conducta o de
percepcin del problema jDerturbador. En vez del empleo de habitat semioscuro y silencioso del Culto Flor de Lis, El Ejrcito Evanglico trabaja creando un campo psicolgico de gran exaltacin, como consecuencia del alto volumen de la msica y el ritmo intenso.
Adems, se desarrolla durante el da con buena iluminacin y el
proceso tiene una secuencia en crescendo grupal, que se diferencia tambin del Culto Flor de Lis jx)r no tener movimientos grupaes coordinados, sino que, por el contrario, opera a partir de una
situacin de histeria colectiva.
La orquesta est compuesta por varios bandoneones, bombos,
guitarras, tringulos, maracas, etc. y est dirigida por el director
del coro. Los pastores llevan uniforme militar azul, parecidos a los
que llevan los msicos de las bandas de provincia. Ellos explican
que constituyen un ejrcito, pero para luchar contra el mal, contra
el demonio.
En el ambiente no existen crucifijos ni cuadros que representen
a Jess. El amplificador emita a gran potencia msica folklrica
y jx)co despus lleg el pastor Gabriel Quevedo vistiendo el uniforme militar, salud besando a varios en la mejilla y en un clima
fraternal invit a cantar el himno de la iglesia. Todos tenan una Biblia en la mano y luego de cantar otras canciones y crearse as un
clima de fervor religioso se arrodillaron y casi besando al suelo pidieron perdn por el mal que pudieran haber hecho, repitiendo
luego "Gloria a Dios, Gloria a Jess, Gloria al Espritu Santo". Luego se sigui bailando hasta que varios feligreses entraron en "trance". El personal uniformado, sin despertarlos, los condujo al centro, que tena aspecto de pista de baile. Algunos bailaban con aire
de sonmbulos, un nio comenz a bailar con contorsiones y una
adolescente mova suavemente las manos. Cuando el coro dej de
tocar cada uno volvi a su banco.
En este preciso momento comenz la utilizacin de la tcnica
teraputica propiamente dicha, la que dividiremos para su anlisis
y mejor comprensin, en siete etapas:
1) El pastor Quevedo al frente del pblico aument su gesticulacin facial como concentrndose con gran tensin psicolgica
mientras repeta frases evanglicas, creando as una gran expectacin.
2) Pregunt: "Quines estn enfermos?, levanten la mano y vayan pasando adelante".
3) El Hermano Quevedo extendi sus manos sobre el grupo que
se adelant hasta la plataforma y mientras pronunciaba palabras
140
(no cristianas)
Por ltimo, citaremos la prctica teraputica llamada "Millurada" que incluye frotaciones del cuerpK) del paciente con alumbre
("Millu" en quechua) en una ceremonia especial, en general a medianoche y en das martes o viernes. Luego el yatiri quema el millu
sobre un montn de brasas y segn las reacciones que el fuego produce puede deducir las caracteristicas particulares de la terapia.
En general indica tambin el lugar donde los parientes del enfermo
deben reunirse a altas horas de la noche y gritar en voz alta llamando al espritu o nima del enfermo para que vuelva a su cuerpo.
Y si en la millurada se ha descubierto que la Tierra se ha apoderado
del nima del enfermo, se deben enterrar Sallus o sea abortos de
animales domsticos (corderos, cerdos) o picchus, que es el montn de coca mascada Junto con licores y chicha, en el lugar malo
en seal de perdn.
El mdico shamrc La psicoterapia mgica en una sociedad mgica. Anlisis antropolgico de la estructura bsica del shamanlsmo
en base a un ejemplo de etnopsiquiatria: el mdico hechicero batak.
Hemos elegido esta escuela de shamanlsmo, que se halla totalmente alejada geogrflcay racialmente del anterior estudio sobre la medicina shamnica quechua, para demostrar hasta qu punto existe un modelo bsico y universal de las estructuras antropolgicas
en lo que se refiere a las manipulaciones y explicaciones teraputicas de carcter mgico. Adems, esto tambin servir para poder
percibir con toda claridad que muchas de las teoras explicativas
y tcnicas operativas de nuestra "cultura cristiana occidental" son
comunes con estas culturas aparentemente tan alejadas.
El mdico hechicero batak: Los elementos para este anlisis se basan en un estudio de campo realizado por el antroplogo doctor
Paul Wirz sobre los bataks.
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Los bataks son de origen malayo y estn distribuidos en la regin norte de Sumatra, bajo colonizacin holandesa. Su economa
se basa en el arroz y tienen intercambio comercial con las ciudades
modernas de Sumatra. Estuvieron fuertemente sometidos a influencias de la cultura hind y existen reminiscencias de cultos
brahmnlcos y budistas. Se organizan en clanes patriarcales y tienen una arquitectura en madera bastante compleja. Poseen una
cosmogona sumamente elaborada para explicar las constelaciones y los movimientos de los astros. La fundacin de ciudades y la
prediccin de acontecimientos futuros son aclarados por un complejo sistema de orculos, especialmente por el anlisis de las visceras del gallo en base a complejsimas reglas de interpretacin.
Llegar a ser Datu, es decir, mdico hechicero, no es nada fcil
y requiere un largo aprendizaje, paciencia y una dedicacin incondicional a esa profesin. Slo el aprendizaje de la lectura de los libros mgicos, escritos en corteza de rbol, lleva muchos aos.
Sus funciones son bastante amplias: a veces es mdico, otras
predice el porvenir o debe influir sobre la meteorologa (lluvias) u
otras, provocar dstos a enemigos del consultante o prepsirar venenos. Es una prestigiosa personalidad en el mundo batak. Su papel
es fundamentalmente el de un intermediario entre el mundo real,
cotidiano, visible y el mundo invisible de los espritus y dioses con
los cuales l se halla en contacto a travs de los estados de trance.
Una comprobacin importante para nosostros es que, comparando la teora explicativa del teraf)euta batak (el datu) con el
mdico quechua (el yatirt) vemos que fundamentalmente es la
misma: para el datu la causa de enfermedad es que el alma o fuerza
vital (el tondi) ha abandonado su cuerpo, debido a la influencia de
algn espritu maligno. El terapeuta batak debe siempre, a travs
de sus manipulaciones, hacer volver el alma al cuerpo, cosa que
logra por conjuros y sacrificios en los que intervienen amigos y parientes (esto, como vemos, es bsicamente Igual a la teoria teraputica del yatlri quechua).
Tambin existen bsicamente masajes, baos de vapor, sanguijuelas y uso de hierbas astringentes, laxantes, sedantes, etc. que
preparan el cuerpo para que se produzca luego el cambio mental.
El culto de los muertos est dirigido a apaciguarlos: el lugar del
entierro no debe ser muy alejado del poblado para que el espritu
no se vengue por sentirse ofendido y tambin para que no sean
robadas ciertas partes de su cadver peira elaborar remedios mgicos. Cuando la persona se resisti mucho a morir puede llegar a
constituir un espritu muy peligroso; en este sentido son muy cuidadosas las precauciones para enterrarla y se la debe sacar de su
casa evitando la salida natural de la puerta, para lo cual se la extrae
al exterior por un agujero o tnel realizado en el pavimento.
Para describir cmo el terapeuta batak logra un estado de
extrema sensibilidad para interpretar indicios (sntomas), transcribimos un prrafo del estudio de Paul Wirz:
147
"En el diagnstico de sus enfermedades, los sntomas premonitorios desempean sobre todo, u n Importante papel y en los casos graves se consulta al orculo. Todos los sntomas deben ser cuidadosamente atendidos
y examinados. Por esta razn, cuando el Datu se dirige a visitar los pacientes, presta ya atencin a todo lo que pudiera tener importancia como,
por ejemplo, un trozo de madera, una rama de rbol que se encuentra en
el camino, un cordel en el suelo, el grito de las aves y los monos, los aullidos
del perro del pueblo, el rechinar de las tablas del pavimento en la casa del
paciente, etc.; de todo ello sabe deducir algo que pudiera orientar sobre la
causa de la enfermedad. Sin embargo, al principio no dice !o que piensa
hasta que est completamente seguro de ello. Para este objeto consulta por
lo general al orculo, que le revela dnde y cmo fue producida la enfermedad y qu remedios hay que administrar."
Todos estos remedios e s t n d e t e r m i n a d o s en s u administracin
por los das favorables y aciagos, y tambin fxjr los lugares propicios. Tambin e s importante la fabricacin de m u e c o s o figuras
p a r a c a u s a r d a o o p a r a que sirvan de imagen protectora que, colocados en la vivienda o en la e n t r a d a del pueblo, rechacen los espritus malignos. U n a de e s t a s figuras tiene u n u s o m u y especfico:
sirve p a r a realizar el funeral de u n a p e r s o n a q u e h a y a sido m u y importante y tiene la particularidad de tener la cabeza y brazos mviles a travs de cordones. La ceremonia funeraria consiste en q u e
bailan todos los parientes alrededor de la figura (a la que tambin
se la hace bailar) y luego de varios das, c u a n d o ya se piensa q u e
el espritu (el tondi) del difunto h a e n t r a d o en todos los presentes,
se lo m a t a (de u n tiro) y se lo entierra.
La utilizacin d e m u e c o s o figuras representativas de p e r s o n a s
est presente en toda la c u l t u r a del norte de n u e s t r o pas y se pued e n e n c o n t r a r todava e s t a s m i s m a s formas de i n s t r u m e n t a r d u e los en el interior d e las casillas de n u e s t r a s villas miserias. Es notable la gran cantidad de m u e c o s , e s t a t u i t a s y figuras que se acum u l a n en e s t a n t e s y paredes, m u c h a s veces e n c i m a y / o rodeando
el televisor, j u n t a n d o as dos extremos, dos p u n t o s de la cultura del
migrante rural en s u rpido y b r u t a l pasaje a la c u l t u r a tecnificada
urbana.
P a r a ilustrar este u s o de las e s t a t u i t a s v a m o s a recordar las palabras de u n a a b u e l a villera, c u a n d o le p r e g u n t "qu hacia c u a n d o
e s t a b a triste y recordaba la familia perdida". S u contestacin con
voz triste, fue: "y... me siento y miro los muecos...".
Volviendo a h o i ^ al t e m a de las psicoterapias de e s t r u c t u r a telrica folklrica, jX)demos decir q u e a c t u a l m e n t e , con el arroUador
proceso de racionalizacin mecanicista que produce la tecnificacin c a d a vez mayor de las c u l t u r a s u r b a n a s , este tipo de terapias
i n s e r t a d a s en u n a concepcin ecolgico-telrica de la realidad son,
e n las g r a n d e s ciudades, c a d a vez m s r a r a s y deformadas. Slo en
las zonas r u r a l e s todava constituyen u n a p a r t e importante de las
prestaciones teraputicas. La c u l t u r a totalizadora de la sociedad
de consumo, de los canales masivos de comunicacin y del progre148
so mecnico, no permite de ninguna manera reas que queden fuera de su influencia competitlvo-comercial o del producto masivo y
annimo, que es el mico que sobrevive. Por lo tanto, hasta las formas de terapia no racionales deben estandarizarse, urbanizarse y
adquirir caractersticas de consumo inmediato. En este sentido,
tenemos el claro ejemplo del caso de la Escuela Cientiflca tiasilio,
que actualmente se parece ms a las Academias Pitman o a una sucursal de Boniflde, por lo asptico y estereotipado de las manipulaciones con los espritus, que a los misteriosos conjuros de
difuntos con clima onrico de sus comienzos a principios de siglo.
En todos los aspectos de nuestra cultura podemos observar esta
misma Imposicin de modelos estereotipados desde las formas masivas de control ideolgico e informacional del sistema de poder. En
este sentido es tpica la debilitacin paulatina de todas las formas
populares, folklricas, que se organizaban de abajo hacia arriba,
como por ejemplo el carnaval, donde el pueblo desarrollaba su ingenio creando un festejo folklrico ceremonial que constitua un
canal creativo, de comparsas, mascarones e ingeniosos disfraces.
Algo muy Importante en todo esto es que se creaba una ceremonia
colectiva que permita elaborar pslcodramticamente fantasas inconscientes (de ser mujer, de ser mdico, de ser princesa, bailarina, etc.) o de crear el enigma de la mascarita. Todo esto era altamente psicoteraputlco a travs de todo el grupo social, pues aflojaba por una semana todos los estereotipos de los roles impuestos,
a tal punto que aveces, en vez de ser el disfraz una impostura, ste
constitua, por lo contrario, las vacaciones de la impostura de todos
los das. El carnaval era, como decamos antes, una creacin de las
bases, un mensaje que iba desde abajo y se consagraba arriba. En
cambio, actualmente, la fbrica de fantasas que es la televisin, da
un mensaje estupidizante y estereotipado, que va desde arriba hacia abajo, que es fabricado por el sistema de poder para que unos
pocos puedan manejar a millones de personas. En este sentido es
interesante observar cmo, cuando se quiere Invertir el sentido del
mensaje y lograr que las bases hagan or lo que desean, se utUlzan,
como en las movilizaciones masivas del movimiento peronista, el
viejo estilo del veso de murga que cada vez se llena con la frase del
sentimiento popular del momento. Tambin el movimiento popular
peronista Incluye, en sus manifestaciones, parte de aquel diseo
folklrico en colores y vestimenta del viejo carnaval lleno de
creacin espontnea y fantasa popular.
Volviendo al tema de la psicoterapia popular, diremos que la
curandera de barrio est desapareciendo; slo en las zonas rurales
tiene peso en la prestacin de servicios. En general el diagnstico
se obtiene en estos casos p)or elementos concretos, biolgicos; el
diagnstico por el onn observado a travs del sol, o la gota de aceite
en una palangana de agua para determinar si se ha sido vctima o
no del mal de ojo, son procedimientos comunes, como tambin la
preparacin de elixires con cabellos de difunto, sapos, etc. En zo149
SwindoU, norteamericano, que viaja por todo el pas visitando congregaciones evanglicas. Relat varios casos de personas posedas
por el demonio, casi siempre con las mismas caractersticas: la
persona se ve forzada a hablar y moverse contra su voluntad, debido a que su cuerpo es utilizado por las fuerzas satnicas.
Esto lleva a que cometan agresiones, caigan en estados de profunda depresin y adems, reaccionen descomponindose (vmitos, desmayos) cuando oyen la prdica del Evangelio. La tcnica
operativa teraputica es, en todos los casos, orar durante das en
compaa de familiares Junto al "endemoniado" mientras ste tiene los accesos convulsivos, para despus, en un momento dado,
exigir a los demonios que salgan de la persona poseda. Cuando el
tratamiento es exitoso y los demonios son derrotados pxar la oracin
del pastor y familiares y se produce la salida de los mismos del
cuerpo, esto se percibe por los violentos movimientos que hace el
paciente, que vomita, saca la lengua y, a veces, cae al suelo con espasmos hasta que el ltimo demonio termina de salir. En este momento, el paciente recobra su cuerpo, se tranquillzay tiene el rostro
sonriente.
El pastor Swindoll relat que, muchas veces, la posesin demoniaca produce sueos obscenos y actitudes de soberbia. En un caso los demonios al salir dieron sus nombres: "salieron espritus de
concupiscencia, depresin, alergias, sinusitis y suicidio".
Para terminar de dar una idea acerca de este tratamiento evanglico y luego hacer un anlisis de su flinclonalldad como estrategia fn nte a la jDerturbacin mental (y como {jenetracln imperlalista), V 3Jnos a extractar el relato del ultimo caso presentado, pues
pensamos que es reinterpretable como terapia correcta (para el
pensamiento cientfico) si la consideramos una representacin psicodramtlca con un desenlace catrtico.
El relato es de una mujer Joven, argentina, de clase obrera alta,
tratada por el pastor Swindoll: "Yo sufr furiosos ataques demonacos que me postraban en cama, no poda atender a mi esf>oso ni a
mis hijos, sufra depresiones, anemia y asma. Recorr los consultorios mdicos y no encontraba alivio. Mi madre falleci cuando yo
era pequea y muri loca. Soaba con mi madre, llegu a tener visiones y a hablar Incoherentemente. El pastor Swindoll me ayud
mucho y me indic que el demonio se haba apoderado de m. El
proceso de mi cura dur cinco das, el reverendo y mi esposo oraban continuamente mientras yo me arrastraba por el suelo y mi
rostro se transformaba horriblemente ... me llamaba a m misma,
estaba loca! ... Cuando el pastor y mi esposo ordenaron a los demonios que en nombre de Jess abandonaran mi cuerpo y lleg el
momento de la expulsin, mi cuerpo y todo mi ser estall y desde
entonces comenc a tranquilizarme hasta quedar normal. Hoy
puedo asegurar que estoy liberada, que ya no hablan ms por m
los espritus inmundos, que estoy sana".
Como dijimos ms arriba, sin considerar el nivel de teora ex156
plicativa y tomando slo en consideracin la tcnica operativa, vamos a percibir que lo que se desarroll es una dramatlzacln de la
Identlflcacin con la madre loca que le permiti a la paciente pasar
a discriminarse de ella, luego de la catarsis de "la expulsin" de la
Identificacin psictlca. La presencia activa del marido (tal vez como yo-auxlllar) fue esencial para socializar el cambio el rol de loca
o sana. Adems, como ventaja secundarla, al asignar el proceso
psictico a la intervencin del demonio (y ser credo esto por su
grupo de pertenencia) se evita el estigma de la enfermedad mental
y se le da una 'salida honorable" a su brote esquizofrnico (que, por
otra parte, no era de muy mal pronstico, si no no se hubiera resuelto slo con una psicodramatizacin).
Otro nivel de anlisis del desarrollo de esta red de congregaciones evanglicas dirigidas por pastores norteamericanos o directamente dependientes del imperialismo (como el caso del pastor brasileo Sehirilo) es el nivel de penetracin de una Ideologa sometedora de las clases populares. En el interior, esta red es muy importante e Incorpora a millones de trabajadores, pues centra toda la
problemtica en la depuracin de los pecados y la salvacin f)or la
conversin divina, negando u ocultando as el nivel de explotacin,
el hambre, las Injusticias y la desocupacin como factores de perturbacin mental (es el hambre aguda y no el pecado la que hace
or voces).
Comenzando ahora a cerrar este largo captulo sobre las psicoterapias populares, haremos referencia a todas las formas de pensamiento no racional de nuestra cultura, pues pensamos que no
slo en el rea de la psicoterapia aparecen modalidades explicativas no racionales, mgicas, sino que forman un sistema explicativo
paralelo al racional-tecnolgico.
En primer lugar, los sueos, los estados crepusculares, las drogas, llevan a formas libres de asociacin de ideas. La parapsicologa a niveles intelectuales y la astrologa a nivel popular, constituyen formas urbanas de irracionalidad. El tema de las apariciones
de platos voladores tambin est al borde de los relatos sobrenaturales. En la cultura europea que nos coloniza, han existido
importantes movimientos artsticos basados en la creacin onrica
e irracional, tal como el movimiento surrealista o el auge de la filosofa de origen oriental como el Zen o, ms recientemente, el hinduismo tipo Hara-Krlshna o el gur MaharaJ Ji para los grupos intelectualizados que no aceptan el vernculo Tibor Gordon y s a
lejanos santones que, en definitiva, dicen lo mismo.
Respecto a toda la temtica de las apariciones, que aunque no
es teraputica s esta relacionada con contenidos y angustias inconscientes, hemos encontrado una interesante correlacin entre
dos casos que representan la lnea rural-telrica y la urbanatecnolgica respecto a visiones de seres sobrenaturales. Uno es el
caso de la visin de la Virgen por parte de una nia de una villa miseria cordobesa y el otro la visin de un extraterrestre, tripulante
157
158
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Captulo 6
Las psicoterapias cientficas
Tcnicas europeo-norteamericanas
comunitarias en la Argentina
y experiencias
otro aspecto de la tcnica pslcoanaltlca que tiene un frondossimo desarrollo terico es la transferencia, y da la casualidad que
la estructura de las relaciones humanas dentro de la sociedad de
consumo est basada fundamentalmente en la transaccin comercial, donde uno vende y el otro compra, y que lo esencial es "enganchar" al cliente; nosotros pensamos que como actualmente se
propone el manejo tcnico de la transferencia (que debe ser lo ms
importante en el comienzo del tratamiento) se parece bastante a
"enganchar" al cliente ms que a una relacin teraf>utica. Adems, se considera que si no se paga suficientemente al analista es
muy difcil aceptar la curacin (por la culpa de llevar la "mercadera" -la salud- sin pagarla bien).
Para terminar con este anlisis del psicoanlisis (tal como se
practica de hecho en Buenos Aires y no al planteo terico de Freud)
en relacin con las pautas de vida de lo que podramos llamar la
"cultura del ejecutivo" (de origen norteamericano) haremos notar
que una de las pautas de este sistema es que todo puede ser comprable, la seguridad, los porteros, las sirvientas, las mujeres, etc.
y nosotros pensamos: no ser que, en realidad, con el psicoanalista se est comprando un "amigo confidente" (un amigo intimo)?... (Tal vez esto es ir demasiado lejos o tal vez esta sociedad
de consumo ha Ido demasiado lejos.)
Propondremos, con cierta bronca, otra lnea de anlisis (pero a
sta la dejaremos para que la desarrollen otros) y es la siguiente:
iqu raro que el nico sentimiento angustiante de culpa que aparece en el costoso tratamiento sea el edpico deseo hacia una madre
seguramente ya bastante arrugada y nunca la culpa de que esos
miles de pesos de honorarios sean la leche y la salud de pibes que
se mueren "con cara de vlejitos" en alguna villa miseria, donde vive
el padre del pibe que es quien realmente paga el juego masturbatorio de estos dos hijos de puta! ...
El anlisis comunicacional: estudia la serle de mensajes que van
definiendo los sistemas de expectativas recprocas, especialmente analizando las estrategias en la lucha por el poder (principalmente dentro del grupo familiar).
Este planteo psicoteraputlco se configura como discriminado
del pslcoanaltlco a partir de los estudios de antroplogos y analistas de la comunicacin de California (USA). Es un conjunto de investigadores conocido como "Grupo de Palo Alto", y uno de los ms
lcidos y revolucionarios en sus propuestas es J a y Haley que en
un libro poco difundido en Buenos Aires (Estrategias en Psicoerapiai redefine las relaciones desde un esquema de lucha por el poder, especialmente el concepto de "quien define la situacin" con
el esquema One up y One down (que, traducido lo mejor posible, es
"estar arriba" o "estar abajo" en lis definiciones mutuas del tipo de
relacin entre las dos partes Intervlnientes).
El anlisis del tipo de mensajes del paciente esquizofrnico abre
161
se decia que los mdicos podan discernir en otras personas durante una
consulta. Lalng me mencion un trabajo escrito por un psiquiatra alemn
en una revista especializada, el ao pasado, segn el cual los psiquiatras
Eilemanes diagnostican esquizofrenia en una persona en base a una sensacin que autocrean en s mismos, una sensacin extraa que llaman
"precoz". Se ve claramente en este caso que se hace el diagnstico de la esquizofrenia debido a los problemas propios del mdico, no del paciente.
Ese es el primer punto. El segundo es que ninguna prueba fsica ha servido
Jams para relacionir positivamente factores fsicos con mentales.
Existe el experimento analtico del punto rosado en la orina, del punto
verde y el punto anaranjado; lo que esto signiflca es que los anlisis de orina de personas consideradas esquizofrnicas muestran distintos resultados ante el agregado de regentes qumicos. En un hospicio se descubri
que el producto que se consideraba indicativo de la esquizofrenia reaccionaba segn se le hubiera dado o no caf al paciente en la maana. De manera que el "punto" resultante en dicho anlisis era resultado de la presencia de cafena en la orina. Y as podemos seguir interminablemente...
La correlacin entre el psiquiatra y el polica est muy bien descripta por Lalng; l explica que, si entre el familiar y el 'enfermo"...
no concuerdan, los policas de la mente Oos psiquiatras) son llamados a
intervenir. Diagnostican un delito (enfermedad). Se practica un arresto y
se pone al paciente bajo custodia (hospitalizacin). Siguen entrevistas e
investigaciones. Puede ocurrir que se obtenga una confesin (el paciente
admita que est enfermo, d muestras de discernimiento). Lo mismo si lo
hace que si no, es hallado culpable. Se dicta sentencia (se prescribe un tratamiento). Cumple su condena, sale en libertad, y, en lo sucesivo, obedece
las leyes.
En el ltimo prrafo he narrado la historia oflcial de una consulta, examen, diagnstico, pronstico y tratamiento psiquitricos en funcin de la
manera en que a menudo son experimentados. Si el 'paciente' rehusa
aceptar la definicin pblica de la situacin, ello demuestra que sufre el
delirio paranoide de que es perseguido por nuestro intento de ayudcirlo a
comprender que no es perseguido...
Pato Freir, trabajando en otro terreno (el aprendizaje) es un
ejemplo importante de este Intento de replanteo tcnico e ideolgico, ya sea en el plano pedaggico o pslcoteraputlco, para transformarlo en arma de liberacin.
Tcnicas pslcodramtlcas: las tcnicas dramticas, gestltlcas,
las mscaras, etc., pueden ser de mucha utilidad en la terapia de
clases populares, si logran empalmar con los moldes de la cultura
y el folklore popular. En principio, el compromiso corporal y el lenguaje de la accin que linpllca el psicodrama se adapta mejor que
tcnicas basadas en un alto nivel de conceptualizacln como el psicoanlisis (con el cuerpo negado, "como muerto" sobre el divn)
que corresponde y se adapta mejor a la clase media (en general al
grupo Intelectual) que tampoco hace uso de su cuerpo, salvo para
calentar sillas y cubrir con el traje rigldizador del esquema
corpwral.
164
Espontneamente las tcnicas pslcodramtlcas se han utilizado desde siempre en el pueblo, hay muchas peleas que se evitan
en forma real porque prcticamente se las dramatiza con gritos,
gestos, acercamientos y alejamientos. Adems, el pueblo tiene momentos de catarsis colectivas, de alegra y agresin (el ftbol), de
problemas de identidad (durante el carnaval). Pero especialmente
el teatro popular (particularmente la lnea del teatro criollo de
circo) es esencialmente psicodramtlco, pues el pblico prcticamente se comporta como pblico de dramatizacin. Son comunes
la toma de partido por el hroe y, a veces, el actor que hace de comisarlo represor tiene que estar atento para la "disparada" cuando
algn paisano, facn en mano, salta al escenario pa'darle una mano a J u a n Moreira. (Hchn Riviere me cont un caso parecido ocurrido en el Chaco en un pueblito donde actuaba el circo "Los Hermanos Brothers".)
Eduardo Pavlowsky y Fidel Mcelo en nuestro medio son quienes han trabajado ms intensamente buscando nuevas tcnicas y
tal vez puedan hacer el camino hacia formas folklricas que enriquezcan las posibilidades de las mismas.
En los Estados Unidos se estn desarrollando tcnicas corporales y grujales para el tratamiento de drogadictos. Por haber intervenido en estos Sensitivity Tratntng en el Brooklin State Hospital,
puedo asegurar que pnxlucen una intensa movilizacin de conflictos. Conflictos que, sin saberlo, hemos ido depositando en nuestros cuerpos y que recin al comprometerlo ("meter el cuerpo" como
dice Femando Ulloa) a travs de estas tcnicas grupales, se los
puede concientizar y luego elaborarlos (o por lo menos convivir mejor con ellos).
El teatro poltico tambin est cerca de la dramatizacin; se puede decir que dramatiza la nueva propuesta social. Los grupos de
Augusto Boal y a una escala mayor el teatro de J u a n Carlos Gene
tambin hacen terapia, una terapia ideolgica de la comunidad.
Psiquiatra dinmica y psicqfrmacos: La psiquiatra dinmica se
discrimina claramente de la psiquiatra tradicional por centrar la
tarea en la terapia y no en la clasiflcacin diagnstica, en la elaboracin y no en la represin y en la reintegracin a la comunidad y
no en la actitud segregatoria del asilo custodial. Por lo tanto, el crttero de uso de los psicofrmacos es completamente distinto: la psiquiatra tradicional y la represin los utiliza masivamente. Y es
funcional esta poltica desde Ja conveniencia del psiquiatra tradicional, pues no est adiestrado para hacer psicoterapia; si no estupldiza al paciente con pastillas luego de clasiflcarlo con sus complicados y arcaicos sistemas de diagnstico, no sabe qu hacer con
l. Puede reprimirlo, pero no puede comprenderlo. (Ver el texto
"eterno" de la psiquiatra tradicional, el de Juan C. Betta, analizado
en el captulo dos.)
En cambio, para la actitud comprensiva de la psiquiatra din165
166
Experiencias
de terapia comunitaria
Hemos transcripto esta explicacin de Grimson fxjrque consideramos al concepto de confrontacin en asamblea comunitaria un
instrumento teraputico importante utilizado en nuestra experiencia de la Pea Carlos Gardel y utilizable en la propuesta de Comunidades Populares.
operativo
Aunque luego, en el capitulo siguiente, volvamos sobre este tema del esquema operativo, vamos a comenzar ahora a desarrollarlo.
diclones del suelo pues no dejan llegar el sol, con lo que se desarrollan condiciones para la germinacin de especies humbrfllas (umbro=sombra, llo=amlgo) que se desarrollan a mayor altura
tapando el sol a los arbustos; stos mueren y recin entonces queda una caverna de sombra donde finalmente se pueden desarrollar
las semillas de los grandes rboles del bosque, con lo cual se llega
despus de todas estas etapas p>erfectainente escalonadas (cada
una crea las condiciones para que indefectiblemente se desarrolle
la siguiente) a la vegetacin especfica del bosque (pinos, cedros,
etc.) que constituye lo que se llama la vegetacin de equilibrio ecolgico (vegetacin "climax") que responde exactamente a las condiciones de humedad, asoleamiento, conformacin qumica del terreno, etc. A este modo ecolgico de "sucesiones" lo hemos explicado en extenso pues nos parece un caso de proceso de cambio,
que puede servir de Imagen para el cambio social (Donde "climax"
es Igual a la etapa de equilibrio del proceso de liberacin).
Esto tambin tiene que ver con el problema de los niveles sucesivos de conciencia y con el tema del respeto al "nivel de conciencia
posible" segn lo explica Marx.
Rol de asesor: Esta ltima caracterstica o recomendacin para
encuadrar la transformacin, segn nuestro esquema, tiene que
ver con el respeto a la autonoma. Se tiene que tener cuidado de ser
slo el partero del cambio y no pretender ser el padre del cambio:
ser asesor y no el dueo. Recordar que slo el conjunto del pueblo
va a decidir su destino. Esto tambin sirve para escalas comunitarias menores y aun para una persona en particular. En este caso
se trata del mtodo socrtico (la mayutlca de Pichn) con el que
el terapeuta ayuda en el parto de la nueva personalidad que hace
el paciente (pero el terapeuta no se debe creer "el padre de la
criatura", es slo el partero).
Antecedentes
inmediatos de la Pea
gos no pacientes). Como viejo "merodeador" del fondo del manicomio ya sabia las consignas de la "ranchada" matera. La primera era
que lo que se deca en la rueda no deba salir del grupo. En el hospital existen dos redes de Informacin, una oficial, del hospital, de
las rdenes, y la otra que slo incluye a los internados y no se conecta con la oficial. Conectar ambas significa ser "botn", alcahuete, y es un delito grave para las pautas de los compaeros internados, es traicionar a los compaeros. Otra de las consignas era
la actitud de amistad y respeto mutuo. Las reglas estn determinadas fXr el ancestral fogn criollo, el carcter de la comunicacin se
basa en frases cortas y espaciadas (con una rica codificacin gestual) mediante las cuales se Intercambian informaciones acerca de
las novedades del da y se van ordenando tambin los roles; el que
ceba y atiende la pava es en general el coordinador grupal. Es lo que
en las crceles se llama el "Jefe de la ranchada". Estos grupos estables en un lugar dado son importantes centros o nudos de la red
Informaclonal "subterrnea" respecto de la institucin. Tambin
constituyen centros de intercambio de objetos en un mundo donde
no existe el dinero y la economa se basa en el trueque (por ejemplo una pipa por dos pares de medias de lana, o yerba por cigarrillos).
Continuando con la historia del "Club el Fogn", ste pudo funcionar organizadamente gracias a que Garca comenz a vender cigarrillos; al principio eran pocos paquetes en una caja, despus
consigui una pequea valija y con progresos sucesivos lleg a un
armarlo con bandeja. La clave de la posibilidad de urbanizacin de
Garca fue que empleaba parte de las ganancias en comprar bolsas de cemento y pintura con las que construy (Garca era albail)
varias mesas de material, con bancos alrededor del gran rbol que
luego sera "el rbol" de la Pea Carlos Gardel. Luego compraron
una vitrola vieja (a cuerda) y consiguieron discos.
Garca con Mguez y Borges llegaron a organizar fiestas propias
para el 25 de Mayo, con una pequea orquestita. Toda esta actividad se desarrollaba sin la intervencin (por suerte) del hospital.
Slo algunos enfermeros, de lejos, comentaban "se est juntando
mucho crotero, voy a mandar a que apaguen ese fogn"... Intenciones que, ms que por maldad de parte del enfermero, era por el
sentido del orden, pues el patio liso, bien barrido y con los pacientes sentados en los bancos a lo largo de las paredes era una
imagen de orden que era rota por el crculo grupal. Adems, sostenan que "si los pacientes conversan se ponen luego ms rebeldes..." Para descargo del cabo enfermero debemos tener en cuenta
que se lo introduce en un ambiente psicotlzado sin ninguna preparacin tcnica y la espontaneidad de algunos pacientes movilizaba sus propias ansiedades que viva como u n a amenaza y una
contradiccin de su idea estereotipada de la incurabilidad, que es
su sistema defensivo. Pero tambin hay que reconocer que las nuevas carnadas de enfermeros Jvenes traen en general otra actitud
177
E equipo de construccin
Este ser el ltimo tema a tratar antes de entrar en la descripcin
y anlisis de la Pea Carlos Gardel, y lo hacemos asi porque no slo
es el antecedente directo con muchos compaeros comunes a las
dos experiencias, sino que adems constituye un complemento de
la Pea en el sentido de que fue una experiencia de produccin, de
trabajo, que se desarroll durante la semana en el mismo hospital y la Pea constituye, por el contrario, una experiencia de comunidad popular de fin de semana, es decir, de uso del tiempo libre.
Ambas se complementan, pues se utilizaron los mismos planteos y organizacin desde abajo, a travs de las formas populares,
esta vez laborales (incluso hubo una huelga por falta de pago). El
tipo de estructura grupal, el grupo operativo de Pichn, permiti
tambin una redistribucin de ansiedades, pues el grupo fue heterogneo en niveles de psicotizacin, siendo, como lo indica el modelo pichonesco, homogneo en la configuracin de la tarea.
En las consideraciones finales, donde desarrollamos nuestra
propuesta de Psicoterapia Popular, vamos a volver sobre esta experiencia, pues Junto con las dos experiencias de Comunidad Teraputica, Colonia Federal y Centro Piloto, realizadas en el pas, van
a permitir "armar" el modelo de Psiquiatra Popular ya que constituiran tres reas de demostracin. Las dos primeras mostraran
la fxjsibilidad de organizar el ciclo semanal desde formas pKjpulares
con un gran nivel de reintegracin social y eficiencia en el rea teraputica, es decir, demostraran la posibilidad de organizar los
hospitales desde una estructura democrtica, no represiva y con
real participacin de todos.
Volviendo al equipo de construccin, relataremos brevemente el
desarrollo de las tareas que se hicieron durante nueve meses y dejaron construidos dos quioscos (uno de ellos actualmente peluquera), un escenaro, una pista. Jardn, bancos, etctera.
La insercin institucional fue ambigua, pues los trabajos resultaban de una beca de investigacin del INSM (Instituto Nacional de
Salud Mental) sobre "Psicologa Institucional" desarrollado durante el ao 1963 por el autor, y el lugar de desarrollo elegido fue el
hospital Borda. De esta manera quedaba dependiendo administrativamente del Instituto pero actuando en el hospital. Estas consideraciones son relevantes pues gran parte de los problemas (y
tambin de las ventajas) resultaron de la ambigedad de insercin.
Se instrument tambin la ambigedad de rol, para poder llevar
adelante el trabajo, pues era considerado arquitecto pero operaba
178
cadena de tareas, en las que necesariamente los pacientes tienen que estar coordinados entre s.
Adems, en clase obrera baja, a la que perteneca casi todo el
grupo del equipo -veinte personas- el sentimiento de dignidad, de
autovaloracin, est ligado estrechamente al rol profesional y a su
ejercicio. Se sentan, por primera vez en aos, obreros y no "enfermos". El ocio en las Instituciones asilares quita el principal elemento alrededor del cual se estructura su personalidad social que
es su rol social. Con el agravante de que la falta de tarea, lleva a la
nica labor que le queda que es trabajar "de loco", de paciente crnico de hospicio.
Desde el punto de vista del anlisis de la psicologa institucional
los resultados fueron tambin interesantes, pues afloraron todas
las formas de resistencia al cambio con que las instituciones defienden su inmovilidad. En un momento dado de la experiencia, el
hospital (a travs del Jefe de depsito) comenz a demorar la entrega de materiales para seguir trabajando y comenzaron a paralizarse los trabajos p)or falta de cemento y ladrillos. En ese momento salieron a luz los comentarios de la direccin en el sentido
de que los trabajos no iban adelante y que la experiencia de hacer
trabajar a pacientes estaba fracasando. Cuando yo le haca notar
que era por falta de materiales, me contestaba que eso deba pedirlo al jefe de depsito. Pero esto no era tan sencillo, pues para lograr tan slo el aprovisionamiento de bolsas de cemento se deba
recorrer toda la pirmide burocrtico-administratlva del hospital.
La negacin de materiales nunca era frontal, sino que se empleaba, conscientemente o no, la vieja tcnica del bloqueo a todo cambio en las instituciones burocratizadas: "lo tiene el gran bonete".
Esta consiste en que el que intenta cambiar algo debe respetar la
estructura administrativa y al hacerlo se cae en el juego, que, en
nuestro caso, se dio de la siguiente manera: una vez hecho el pedido se presentaba al director, quien lo mandaba al administrador,
de ste pasaba al ecnomo, del ecnomo al Jefe de depsito, f>ero
el Jefe de depsito encontraba que faltaba la autorizacin del jefe
de talleres, quien a su vez necesitaba pedir autorizacin al director,
el cual llamaba al administrador... Resultado: se perda una semana en trmites (pues todos estos jjersonajes tenan distintos horarios y lugares de trabajo) y se consegua la mitad del pedido. Ahora bien, durante una semana sin cemento, se paralizaban las obras
y entonces el hospital sealaba que las mismas no iban adelante.
Esta actitud constituye tambin un manejo de estrategias paradjicas, es decir un mensaje contradictorio que acta en dos niveles
("no te doy materiales y te exijo que trabajes"). Ya hemos estudiado
en este mismo captulo que es una tctica sumamente eficiente,
pues al no estar explicitada la contradiccin el mensaje crea conJusin y paraliza.
De todos modos, aun en condiciones difciles, la experiencia dio
un buen resultado desde el punto de vista de movilizacin de ac180
ti ludes en los pacientes. Sobre veinte compaeros internados, hubo cuatro que salieron de alta, dos que consiguieron luego pequeas changas fuera del hospital, un fugado que no regres (seal
que "enganch" afuera, en estos casos decimos que se trata de "un
alta espontnea"). El resto, al comparar con el comienzo de la experiencia, termin conectndose socialmente mejor. Slo quedaron
casi sin modificacin los ollgofrnlcos (tenamos tres) y dos seniles.
Lo curioso es que tanto los oligos como los senes fueron importantsimos en la estructura de grupo operativo pues ayudaron a
reconstruir una gestalt de grupo familiar. A los oligos se los protega como hijos y a los seniles se los respetaba como a los "agelos".
El mayor efecto de la experiencia fue el sentimiento de los compaeros internados de reintegracin laboral; sentan que podan
volver trabajar y, por lo tanto, a participar de la dignidad del trabajador; del ser "obreros" en lugar de locos". Esto adems de otras
tres modificaciones en su sistema de realidad: 1) Tener "el afuera"
ms cerca, pues el alta slo sirve si se puede trabajar afuera (y la
construccin es un gremio con muchas "changas"); 2) hacer "descansar" el cuerpo del eterno deambular y reorganizar dinmicamente su esquema corporal; 3) estructurar nuevamente el ciclo del
da y de la semana, saliendo del tiempo homogneo e infinito del
hospicio ("todos los das domingo es ningn domingo").
Respecto a su grujx) familiar, el compaero poda demostrar el
rescate de su capacidad laboral, que, en clase obrera, es el principal ndice de curacin. Adems, el sueldo mensual (aunque muy
reducido) que pagaba el hospital evitaba la humillacin de pedir
monedas para fumar, solucin esta ltima que, adems de "loco",
lo converta en un mendigo.
Por ltimo diremos algunas palabras sobre la modificacin que
produce un hecho as en relacin a la Psicologa del Habitat: cmo
transformando el habitat, el entorno fsico se condicionan conductas ms sanas. El terreno ubicado en el centro del hospital, un
baldo con yuyos y restos de comida, su transformacin en "Plaza
del Pueblo" haca al hospital un poco menos loco como Institucin
(Incluso estaba prevista en el proyecto una larga prgola con enredaderas para dar sombra, cosa que por falta de materiales no se
pudo finalmente construir).
181
^smmmm
Lull
boliviano).
Captulo 7
La comunidad popular
"Pea Carlos Gardel"
descripcin objetiva del desarrollo histrico y del lugar, los subgrupos, las distintas actividades y tambin cmo se desarrolla normalmente la reunin comunitaria de los sbados, que es la ms importante y la que rene una vez por semana a todos los compaeros
"de adentro" y "de afuera".
Luego pasaremos a "despiezar" la Pea en partes para su
anlisis y terminaremos con una tentativa de integracin que organice, segn un modelo comunitario, a todo ese conjunto de hechos, de sucesos extrados de una praxis.
La comunidad se organiza alrededor de un gran rbol y cada sbado debemos entrar, colgar las decoraciones, carteles, etc. y luego, al terminar, descolgarlas y sacarlas del hospital, para volver a
traer todo el sbado siguiente. La reunin principal se realiza, precisamente, todos los sbados desde aproximadamente las 15 hs.
hasta las 20 hs. (cinco horas) y participan alrededor de 100 personas (incluyendo unos 20 compaeros de afuera); aunque se produce una rotacin, existe u n ncleo base de compaeros internados y compaeros de afuera que lleva la continuidad del proceso
comunitario. Adems se realizan dos reuniones menores durante
la semana (martes yjueves), donde funcionan grupos de mateadas,
grupos de trabajo (cooperativa) y grupos de aprendizaje (universidad obrera). La actividad de la Cooperativa est suspendida actualmente por falta de un lugar con techo.
La estructura comunitaria est determinada por una integracin de modelos comunitarios populares; es una especie de sntesis de baile campero con guitarra y canto, con asado, con organizacin de sociedad de fomento (comisin directiva), con simultaneidad de actividades de cafetn porteo y algo de romerta con teatro,
con fogones de "materos" y costumbres de pulpera (las peleas). Pero fundamentamente vive por un sentimiento de hermandad y de
compromiso afectivo "a muerte" de cada uno con la comunidad,
con la "pea", que ya tiene u n a existencia mtica independiente de
cada uno de nosotros. Entre los compaeros internados (y tambin
entre los de afuera) es un smbolo y una esperanza de que el mundo
pueda cambiar y volverse un poco menos injusto, menos individualista y menos "paranoico".
Para nosotros la experiencia tiene otro nivel ms tambin, y es
que no slo resolvemos el problema para 300 o 400 compaeros internados, sino que es fundamentalmente, un rea de demosti^cin de que es jxjsible el cambio, que un nuevo planteo desde la
cultura popular crea una alternativa nueva respecto a la locura.
Desenmascara el sometimiento como fdso criterio de salud mental y propone otros criterios de cordura para el pueblo; la cordura
de asumir su identidad cultural y personal.
Tambin somos conscientes de los lmites en que nos movemos. Aunque la direccin del camino est trazada hasta lejos, no
damos pasos ms largos que los que pueden dar nuestras piernas.
Es decir, todo comienzo de cambio slo modifica un pequeo sector
del sistema, pero lo importante es, s, sealar el camino. Ese es el
sentido de un "rea de demostracin": sirve para comprobar en la
prctica algunas hiptesis de trabajo y luego para formular nuevos
pasos que conduzcan a nuevas maneras de ver el problema.
Daremos ahora una idea general de nuestro esquema referencial (nuestro esquema conceptual y tcnico) para despus describir
con ms detalles las condiciones objetivas de la comunidad (habitat y proceso de una reunin) y, finalmente, entrar en el corazn de
la experiencia, que son las tcnicas de terapia comunitaria y grupal
185
Una vez realizada la ligazn afectiva entre ambos grupos (consideramos que la necesidad de un compromiso afectivo es parte de
nuestra ideologa) se comienza el trabajo "hombro a hombro", buscando y exf)erimentando caminos desde una perspectiva que incluye la visin del mundo (los mitos, valores, costumbres, etc.) de
la mayora.
Todo esto implica movilizar el sentimiento de reivindicacin ancestral de nuestra clase obrera, es utilizar este sentimiento como
motor, como energa para el cambio, es reconectar al compaero
trabajador internado con todo su pasado histrico, con las luchas
de su clase.
Rescate de la cultura negada
Toda una tarea recin comenzada y asumida por quienes desean
nuestra independencia cultural es la que puede denominarse "el
rescate de la cultura negada". Como primer paso, para enfrentar
la dominacin y lucha contra alguien (el imperialismo yanki y tambin el imperialismo pxjrteo) es necesario saber quin es el que lucha: es decir, la primera tarea es reconquistar nuestra identidad
cultural negada a travs del proceso de colonizacin. Para esto es
necesario todo un trabajo que podramos llamar "de arqueologa
cultural", que vaya armando el rompecabezas con las piezas sueltas obtenidas a travs de la historia y de la geografa de nuestra
fjatria.
El esquema "Civilizacin-Barbarie" es, posiblemente, la estructura cultural y econmica ms fundamental de nuestro desarrollo
histrico. La oposicin "Buenos Aires-Interior" comenz el da de
la fundacin de la ciudad y luego Buenos Aires sigui dependiendo
ms de la lejana Europa que del cercano interior, que fue negado
y rechazado en nombre de la "civilizacin" (por tumo lo fueron Espaa, luego Inglaterra y Francia, y ahora, Estados Unidos). La macrocefalia de la Argentina es una de las patologas de desarrollo
ms f)erjudiciales, pues aisla entre s a Buenos Aires y el interior
por la estructura de colonizacin interna.
Debemos aclarar por qu la identidad cultural de los grupos
marginados y oprimidos (una lnea que va desde el Indio hasta el
orillero suburbano pasando por el gaucho) es tan importante en el
caso de la salud mental.
Un enfermo mental se encuentra, por momentos, alejado de su
propia naturaleza tanto como de la cultura en la que le toc nacer,
p)or eso est enfermo. La restitucin de la salud se produce cuando
se reencuentra con su origen, es decir, con su verdadera naturaleza y con su cultura que fue escenario de sus vnculos.
Si no se conoce ni respeta la Identidad cultural del grupo
marginado, se ayuda a convertir una situacin de extraamiento
de s y de la cultura a nivel personal, en una confirmacin extema,
social, de que el mundo es amenazante y catico. Traemos, para
ejemplificar esto, el caso de los "progresos" teraputicos que
187
pueden, paradjicamente, empeorar al paciente (fenmeno conocido en psicoanlisis como reaccin teraputica negativa) porque
llevan consigo a un nuevo problema y es la desarticulacin de las
formas habituales de regular la comunicacin y los sentimientos
de seguridad y proteccin que tiene cada cultura.
En general, el grupo oprimido se resiste a utilizar la cultura del
opresor, aunque sta revista forma de servicios necesarios (por
ejemplo salud fsica y mental) y prefiere sus propios modelos
teraputicos que incluyen la cultura global ancestral nativa. Esto
aclara la importancia de las curanderas en las villas miseria, pues
al ir al hospital los villeros deben mendigar la atencin, y la actitud
del mdico es degradatoriay descaliflcatoria (tuteo, largas esperas,
manipulacin como objeto). Adems, el mdico incluye en la administracin de la terapia una transculturacin, es decir, le impone sus valores y normas pequeoburguesas como sl fueran universales (para lo cual cuenta con la colaboracin de sus auxiliares
instrumentales: "visitadoras" y "asistentes" sociales). Esto es especialmente grave en el caso de las psicoterapias, pues no pueden
evitarse valoraciones de una cultura desde otra, lo cual produce un
proceso de desajuste cultural al grupo de pertenencia del paciente,
que lo llevan a ste a aumentar sus sentimientos de Inadecuacin
y extraamiento.
Redistribucin de la locura
Tal como a la pobreza (o a la riqueza) tambin a la locura es necesario redistribuirla. Los chivos emisarios no necesitaran existir
si cada uno de nosotros asumiera su parte de locura, su delirio chico o grande. Tambin se puede ver el problema a la Inversa, es decir, reprimir todo pensamiento no racional; con un pensamiento
estereotipado, renunciamos tanto a la locura desintegradora como
tambin a la imaginacin creadora.
Defendiendo una redistribucin y elaboracin de los contenidos
irracionales tambin estamos defendiendo nuestro derecho a la
creacin, a la imaginacin y a conocemos nosotros mismos, hacia
adentro, hacia nuestro Inconsciente.
Adems, en el caso de nuestra rea de trabajo, este derecho a disentir respecto a la explicacin del mundo impuesta (a la "explicacin oficial") es una reivindicacin especifica. Pues bien sabemos
que la calificacin de "loco" depende del nivel de tolerancia a lo distinto y a una mayor intolerancia mayor ser la cantidad de gente
puesta en la categora de loco.
Tampoco podemos ver este problema como lejano y como perteneciendo a los internados en un manicomio, pues de pronto nos
puede "pertenecer" a todos. Las situaciones de perturbacin, de
contradicciones en el desarrollo vital de una persona, esjjecialmente el continuo proceso de prdida que contiene el ciclo de la vida (y,
especialmente, el enfrentamlento irremediable con la muerte) crea
un gran monto de angustia que, reprimida o no, puede conducir a
188
191
se canta entre todos, en circulo, de pie y abrazados, "mi Buenos Aires querido", que lo inicia Garlitos Gardel desde el disco. Es ste un
momento de emocin tan honda, se produce un sentimiento tan
concreto de sentir al otro cerca, que se convierte en un momento
casi religioso por la intensidad de la participacin. En ese circulo
se Junta tanta vida, tanta deseperanza, tanta soledad unida a tanto
afecto y algo de esperanza que pienso yo que es el momento ms
teraputico de la comunidad, especialmente al final cuando se canta:... "mi Buenos Aires querido, cuandoyo te vuelva aver, no habr
ms pena ni olvidos"...
Luego de salir se realiza la reunin de evaluacin que nos permite considerar lo que pas y organizar la Pea siguiente. A esa
reunin pueden ir todos los que estuvieron en la Pea y participan
tambin muchos compaeros de adentro que forman parte del grupxj de organizacin. Esta reunin dura alrededor de cuatro horas
y se maneja con las consignas del grup operativo de Pichn Riviere, con un promedio de veinte a treinta personas. Algunas son
personas que vinieron por primera vez (estudiantes, familiares,
etc.) que ayudan en la elaboracin de todo lo sucedido en el da.
desde "la otra punta del ovillo", desde la locura, para que el compaero no quede tan slo con sus fantasmas. Pues con un amigo
no es cosa de compartir slo la alegra, sino que debemos tambin
compartir sus tristezas y sus fantasmas, que a veces, como en el
caso del compaero Jacobo Fijman, llegaron a tener un alto nivel
potico ("Demencia, camino ms alto y ms desierto...").
El ncleo organizador: el equipo
Dentro del conjunto de la Comunidad existe un subgrupo que asume, con el consenso de todos, el mayor peso en la organizacin de
la Pea; se lo llama "el equipo", y est formado por compaeros de
afuera y algunos de adentro. Este grupo propone tareas y tambin
"la lnea" de la Pea, pero siempre de acuerdo con la opinin mayoritaria que se obtiene en la Asamblea de Comunidad ("la ronda")
de los sbados, donde opinan y votan todos los compaeros.
Dentro del equipo, donde con un ncleo estable de aproximadamente quince compaeros rotan otros diez ("los golondrinas"), se
utiliza como sistema de organizacin el esquema de "liderazgo funcioncil", es decir, el lder es quien ms sabe de lo que se est tratando en ese momento y la coordinacin de las reuniones es rotativa. Para situaciones criticas, donde tiene que tomarse una decisin rpida, existe un coordinador que luego "debe rendir cuentas"
al equipo y a la asamblea. De todos modos existe una conciencia
en cuanto a la ideologa psiquitrica entre todos los compaeros
que va consagrando un sistema de consignas y normas, que son las
que realmente determinan todas las decisiones (pero en ltima Instancia el compromiso efectivo es muy grande y siempre 'se siente"
cul es la linea correcta).
En todo grupo grande (el total es de 100 a 150 compaeros) sin
una estructura de poder instltucioncdizada aparece a veces el problema de la falta de encienda, de la confusin, del espontanesmo.
Esto es consecuencia de ser una organizacin de bases, pero tambin, si no se resuelve la confusin, la comunidad no avanza y no
llega a ser relntegrativa de las funciones sociales. La lucha entre organizacin y espontaneidad es bastante dificil en los primeros
tiempos de toda comunidad de este tipo con real participacin de
todos los compaeros. Los compaeros ms antiguos recordamos
los "despelotes" que se armaban en los primeros meses, cuando
"nos copaban" los esquizofrnicos" muy cronlflcados: llegaba a ser
realmente una "pea enloquecida". Pero gracias a que nos pudimos
"bancar" estos emergentes de la "pesada demencia)", se pudieron
integrar compaeros muy delirantes (algunos de los cuales hicieron cambios espectaculares, llegando posteriormente a salir de
alta).
Lo que suceda es que nosotros (el equipo de afuera) en los
primeros meses no tenamos ningn modelo comunitario aplicable
a esta situacin atplca. Fuimos aprendiendo a organizamos poco
197
universitarias relaciones a nivel didctico: se incluy nuestra experiencia como trabajo de campo de varios cuatrimestres y dimos clases tericas en la Facultad. Las cinco relaciones con mayor tarea
de intercambio fueron: en Psiquiatra Social (Diana Mrmora), Salud Mental e Instituciones (Ricardo Grlmson), Psicologa Mdica
(Hernn Kesselman), Medicina y Taller 7 N de Diseo en Arquitectura, todos estos de la UBA y, adems, con ctedras en la Universidad de Belgrano.
El equipo organizador, compuesto tambin por compaeros de
adentro, realiz intervenciones en Congresos de Psiquiatra (de la
Federacin Argentina de Psiquiatras) y viajes a comunidades rurales (la ms importante de todas la de Tibor Gordon). Todo esto nos
ha ido haciendo replantear nuestras hiptesis de trabajo y podemos decir que las conclusiones actuales son, en realidad, producto de la elaboracin no slo del equipo y mas, sino de un gran nmero de personas, que, en un momento dado, estuvieron en relacin con la propuesta.
Luis Traversoni, desde su audicin "La Nueva Argentina hace y
dice" de Radio Argentina, ofreci el micrfono a compaeros de
adentro para que puedan hacer or su opinin directa a miles de
oyentes.
Si es necesario, para "despegar" al grujx) de la depresin crnica manicomial utilizar cuentos y relatos antidepresivos criollos
personales.
Si es posible, ayudar el clima elaboratlvo con la guitarra"decidora" (tipo surea), como portavoz o "voz cantante" de los sentires
del grupo.
- Cuanclo la mano viene pesada'
Se debe trabajar a un nivel ms arcaico de la cultura popular, pues
aparecen en el grupo elementos del pensamiento mgico de nuestro interior:
Devolver "bien" por "mal" (complementariedad del rol contrario).
"Conversin" de los participantes desintegradores del grupo
por redistribucin grupal de la agresividad depositada en uno.
De todos modos, la conceptuallzacin terica, es decir, la elaboracin de una tcnica est en los grupos de mateadas en la etapa
de praxis. El camino que han aprendido es largo y vaya a saber
cundo "vuelven" al pensamiento cientfico para ayudamos, as, en
la tarea de sntesis de "pueblo-ciencia" (para que no sea necesario
volver a decir 'alpargatas s, libros no").
Daremos aqu una parte de los temas alrededor de los cuales se
est trabajando en los grupos de mateadas:
a) El buen equipo de mate: elementos necesarios y particularidades
que stos deben tener segn nuestra experiencia.
La Importancia de la eleccin y mezclas de yerbas.
b) La Rueda: Disposicin de los asientos. Signiflcacin del lugar
elegido por cada uno de los miembros del grupo.
Posiciones estratgicas dentro de la rueda. Cambios de ubicacin. Salidas, entradas y participacin desde afuera de la rueda.
c) El Fogn: carcter simbllco-arquetpco del fuego.
El fogn es el eje de la rueda (epicentro).
Por Intermedio de l nos comunicamos con el grupo. Hacia l
hay que dirigirse cuando se quiere captar el sentir grupal.Hacia l
hay que dirigirse cuando se quiere hablar al corazn del grup.
El Fogn iluminante (en la noche).
El fogn fX)slbllita la "Elevacin" sin prdida de contacto con la
situacin del aqu-ahora.
Cmo hacer un buen fogn (tierra apisonada, pozo de cenizas).
d) La Matera: (el habitat). Eleccin del lugar. El suelo. El techo al
amparo o a la sombra de un rbol.
La matera "de los buenos espritus" (el espacio mtico).
La matera "embrujada", poblada de nimas en pena (el habitat
como depositante de objetos malos interiores del grupo).
Tal vez lo ms Importante de los grupos de mateadas es que rescatan tambin el sentimiento popular de la parte ms ntima del
se/(del "s-mismo") que est organizado alrededor del concepto de
"alma". El alma est, en la cosmogona popular, ligada al destino,
es decir al proyecto de vida, al nivel de la problemtica existendal.
202
los milicos, stos se tenan que morir y como seguan los sablazos
(sables de madera con papel de aluminio) le record al soldado que
esa vez ganaba Moreira y l mora de modo que le grit "dale, monte!". A lo que l contest arremetiendo con ms sablazos..."yo no
muero nada!..."
La resolucin final de "las aventuras de J u a n Moreira", el tema
eje de las representaciones, ha seguido un interesante proceso. Al
principio, como en la obra de Gutirrez, J u a n Moreira mora, luego
empez a no morirse y se escapaba al final gritando "ha triunfado
la justicia", luego comenz a morir el comisarlo (momento en que
todos aplaudan con gran entusiasmo) y ahora, en las ltimas
representaciones, ha aparecido un nuevo final: el comisario, herido, se levanta, se arranca la capa y la espada, la tira lejos y dice
"estoy arrepentido de hacer injusticias... desde ahora peliar al lado del pueblo!..."
Tambin ha habido sbados en que se mezcl el "como-si" teatral con la vida real. J u a n Moreira (con las ropas gauchas) apareca
corriendo en la Pea diciendo: "He venido a la mentada pea de
Gardel para refugiarme, pues estoy herido y me persigue la partida...". Luego llegaba el "comesarlo" con los milicos y se armaba el
gran despelote pues todos lo defendan a Moreira.
Otro tema que apareci varias veces (es bastante imprevisible
qu escena es la que se representar) es Moreira enfermo. Una de
las veces Moreira escuchaba voces que lo Insultaban y adems senta mucha tristeza. El amigo (Julin Andrade) lo llevaba a la ciudad
donde un mdico le daba pastillas, le deca que estaba perdido y finalmente le aplicaba un electroshock (esta escena se debi hacer
con mucha cautela). Moreira segua igual y cada vez ms entristecido. En este momento la madre de Moreira, aconsejada por los vecinos, lo lleva a lo de un paisano viejo que sabe mucho de la vida,
llamado Pancho Sierra. En la entrevista, Pancho Sierra le pone una
mano en el hombro a Moreira y le dice: "vos ests triste porque has
perdido la esperanza... y os voces porque tu alma est sola, tenes
enferma el alma y no el cuerpo...". Esta reubicacin de la enfermedad como un problema del self [del alma) y por lo tanto del destino,
conecta al pobre, al marginado, con su identidad que es -precisamente- lo que le niega el sistema.
El ritmo de la representacin (el "tempo") debe ser intenso al
principio, en las primeras representaciones, para que se estructure bien la consigna del "como-si" teatral ("la lectura" como representacin). Slo meses despus puede bajar el "tempo" manaco y
puede comenzcirse la tarea de elaboracin grupal a travs de la dramatizacin.
Otra observacin que podemos hacer de nuestra experiencia
teatral-psicodramtica es que el modelo teatral, es decir que se lo
plantea inlcialmente como arte y no como terapia, permite al paciente lago muy importante: regular el grado de identificacin con
o representado segn el monto de ansiedad que le despierte. Esto
205
es, considerarlo cosa ajena o cosa propia. Por ejemplo, cuando representamos el electroshock que le hacen a Juan Morelra (cuando
l oa voces), el monto de angustia que provocaba en cada uno estaba regulado por cada espectador, gracias a esta doble posibilidad.
En realidad, a toda la Pea se la puede considerar una gran representacin, algo emparentado con el Living Theatre (Teatro de la
Vida) americano, pues es una isla donde tambin se est "representando" el hospital futuro.
Actualmente hemos comenzado en el grupo de teatro con un
planteo distinto: trabajar a partir de mscaras. Con grandes cajas
de cartn hemos hecho cuatro mascarones, con pintura y recortando el cartn logramos cuatro personajes que, con la mmica del
dibujo, determinan al hombre triste (el melanclico), al hombre
alegre (el manaco), al hombre distrado (el esquizo) y al hombre
desconfiado (el paranoide). A partir del personaje se deben improvisar escenas y van haciendo uso del mascarn sucesivamente todos los que quieren representar. Con esto estamos intentando elaborar los problemas de interaccin entre los compaeros internados (y tambin entre nosotros, los de afuera) basndonos en las
modalidades comunicaclonales de las distintas estrategias de interaccin que definen al tipo de perturbacin (retrado, expansivo,
autista, fbico, etctera).
Para crear condiciones ms favorables para las representaciones teatrales, se utiliz el festejo del Carnaval (se realizaron bailes
de disfraces durante los dos aos). El Carnaval fue el momento del
ao donde el pueblo poda desarrollar su ingenio creador, su Imaginacin. Decimos 'Jiie" porque la sociedad de masa propxjne la
creacin como obra de especialistas, que controlan el sistema masivo de informaciones (TV, revistas, etc.). En un ejemplo particular
podemos ver como la televisin, con su alimento ya masticado, ha
igualado, masiflcado, el sentido del humor, los juegos grupales y
todas las formas de creacin popular que antes iban de abajo (los
barrios) hacia arriba. Antes existia la creacin folklrica, annima
y grupal, ahora debido a los canales masivos (especialmente la siniestra Tv) es posible desde arriba un mensaje nico, creado por
pocos especialistas y utilizado para la manipulacin del pueblo.
(Especialmente en el sentido de la orientacin hacia el consumo
masivo).
Para mi, este proceso de favorecer la actitud pasiva, slo receptora y consumidora, del pueblo, es lo que ha "matado" los canales
creadores desde las bases. Y entre estos canales creativos estaba
la costumbre del carnaval, la propuesta de que durante cinco das
se realice una espacie de gigantesco psicodrama comunitario donde los que quieran, pueden actuar sus fantasas de identidad, lo
que, para nosotros, es de gran capacidad teraputica. En otros pases latinoamericanos con mayor identidad nacional, los carnavales son una verdadera fiesta nacional que permite unificar el folklore del canto, del baile, de la pintura y del teatro. Los carnavales
206
res, en alambre y cuero, pero era dificil luego venderlos sin apelar
a la "compra caritativa" que considerbamos humillante.
A los cuatro meses de comenzada la comunidad, se consigui la
contratacin con la Fbrica "Elastar" de guantes de Avellaneda, del
arreglo de guantes fallados de ciruga que luego de arreglarse se
vendan para otros usos. Se organizaron grandes mesadas donde
trabajaron todas las tardes alrededor de diez compaeros (que rotaban). Se tomaba mate y se escuchaba la radio, como en condiciones normales de cualquier "tallercito" suburbano. En ocho meses
se arreglaron 28.000 guantesy los compaeros cobraron el total de
lo pagado por "Elastar" (aproximadamente $180.000) que se
distribuan los mismos compaeros, de acuerdo a las horas trabajadas por cada uno.
Dentro de la concepcin de una Psiquiatra Popular, el trabajo
remunerado es clave para la reintegracin social y para reparar el
sentimiento de dignidad e identidad personal. Aclaramos que no
estamos hablando del trabajo alienado y embrutecedor o de las
usuales "cuadrillas" de explotacin en los hospicios de hombres,
sino de una tarea grupal, que adems sea, dentro de las posibilidades del sistema extemo de produccin, lo ms creativa posible.
Cuando fuimos desalojados del lugar cubierto, la cooperativa de
trabajo estaba por Iniciar la fabricacin de carteras de cuero, con
diseos artesanales (ya tenamos abrochadora, cortadora, etc.),
para poder salir de la tarea montona del arreglo de guantes.
Respecto al dinero, podemos decir que, a veces, unos pesos en
el bolsillo permitan dar "el salto" a la comunidad despus del alta
mdica, pues sta de nada sirve si no se puede sobrevivir afuera
hasta que se consigue trabajo.
En el hospicio volver a vivir a veces se llama: "diez mil mangos"... (pensin y algo de comida para la "primera semana").
Un viejo proyecto de la Cooperativa es poder organizar una pequea "empresa de pinturas y reparaciones" que, constituida por
los compaeros que estn por salir de alta, contrate reparaciones
de alballeriay de pintura cifuera (o adentro) del hospital. Se realiz
un ensayo piloto y entre dos compaeros pintaron una vivienda en
quince das cobrando por la jomada lo mismo que establece el gremio. De todos modos. Junto con la actividad sexual (la reinsercin
marital), la tarea remunerada (la relnsercln profesional) es lo ms
difcil de solucionar desde una experiencia como la Pea, pues no
se maneja todo el sistema hospitalario.
Tenemos pensado planes que resolveran ms a fondo los dos temas, aunque debemos aceptar que en el sistema social actual estos
dos problemas (poder casarse y tener trabajo) no estn resueltos
tampoco ajuera del hospital (con violencia y frustracin sexual y un
milln de desocupados).
208
Universidad obrera
Fue organizada por Ramn Vera, Noem Mattucci, Susana Barbera, Mlrta Luigl, Cristina, Mara Esther y otros.
La tarea bsica de la Universidad obrera dentro de la comunidad era, adems del rescate de algunas formas de cultura popular
la de alfabetizar a los compaeros que no saban leer ni escribir, y
ensear los temas que deseaban aprender (geografa, anatoma,
guitarra, etctera).
El lema: "cada cual ensea a los dems lo que sabe" exiga que
fuese profesor el que ms sabia sobre el tema tratado. Cuando, por
ejemplo, en el curso de geografa argentina, se explicaban los datos
generales (poblacin, economa, etc.) de Santiago del Estero, era
profesor el compaero de afuera, pero cuando se explicaba cmo
se trabaja en los quebrachales de Santiago, era profesor el compaero de adentro santlagueo ("alpargatas si, libros s").
En un sistema como el hospicio, donde toda informacin est
negada y, por lo tanto, se aumenta el aislamiento, cualquier Infonnacln sobre ubicaciones espaciales, su propio cuerpo, sus derechos legiles, etc. acta disminuyendo el aislamiento y la ansiedad. Nuestra hiptesis de trabajo fue que la informacin elimina,
en gran parte, la necesidad del delirio una vez que se ha aumentado la participacin grupal y se ha disminuido el aislamiento.
Se Intentaba, a veces, partiendo de lo geogrfico personal, conectcirse con lo histrico personal. Esto es: se colgaba un gran mapa de la Repblica Argentina (de 2,50ms) que contena hasta el ltimo puebllto rural, y se peda al compaero que ubicara dnde
haba nacido (se clavaba un alfiler) y, a partir de que el compaero
relataba dnde haba nacido se trataba de que aparezca el cundo
y por consiguiente aparecan los recuerdos de antes y ajuera. Esto
parece fcil de lograr, pero, en realidad, es penossimo si tenemos
en cuenta que el pasado de cada compaero est negado, olvidado
y deformado, hecho que, por otra parte, no le permite encarar su
nuevo medio y luego organizar un proyecto de futuro. De all la importancia de lograr que cuente 'de su vida de antes" y de su infancia
"all en el pueblo".
Como el relato de cada uno, especialmente en los coprovincianos, reafirmaba el relato de otro, tambin se creaban lazos en el
"aqu y ahora" basados en el "all y entonces". Lazos que combatan el aislamiento manicomial.
Pero adems, aveces, traan el ncleo dramtico de la enfermedad, que produca intercambio pero adems confrontacin; una
confrontacin dolorosa que poda llevarse al grupo de mateada.
Habia un momento de afirmacin:
"...All yo tena un patrn muy bueno..."
"...mi mam era una santa... siempre me cuidaba"
"...mi pap era muy rico..."
Otro de confrontacin
209
Elda L. Peralta, Graciela Cohen, Mlguelina M. de Diez, Antonio Lpez, Carlos Rafaell, Evelyn Rodriguez, Monica Snchez, Ana Maria
Benitez, Andres Schiafllno, Ofelia Katz, Mlrta Palno, Alberto Esteban Acebo, Cora Bok, Mana Rosa Durante, Renata Kestelbolm,
Mnlca Klelman, Beatriz Lapachlan, Hctor Osear Mndez, Fanny
Mendalbaum, Clara Skoop, Ramn Vera, Rosa Mana Vranjes, Ral
2^djman.
211
'liJ^a^,
|a,j4|j|*^^^'' ,Jii!#'*Jp|it|tf'*'
Conclusiones:
Propuesta de u n a psiquiatra popular
experiencias donde el paciente intervino activamente en la organizacin de la comunidad, que demostraron el nivel de responsabilidad que pudo asumir, y cmo el clima social de libertad permita
una movilizacin de los conflictos psicolgicos, su operacin teraputica y un alto nivel de reintegracin a la comunidad. Nos referimos a las dos ltimas experiencias de Comunidad Teraputica en
el pas: "Colonia Federal" dirigida por Ral Camino y el "Centro Piloto del Hospital Estvez" dirigido por Wilbum R. Grimson.
De todos modos, el nuestro es slo un camino posible, dentro de
las alternativas de cambio; existen otros grupos que estn luchando tambin por un cambio en este terreno de la represin mental
y surgirn otras propuestas que tambin sealarn puntas a
seguir.
Proyectos
Hablaremos ahora de nuestros proyectos, de una problemtica en
la que todava no hemos realizado experiencias concretas, pero que
pensamos hacer apenas tengamos circunstancias favorables. Nos
referimos a los niveles de prevencin de la enfermedad mental
(prevencin primaria) y a los niveles menos graves que podramos
llamar "niveles neurticos" (aunque pensamos que esta entidad
diagnstica est demasiado ligada a la cultura pequeoburguesa).
Las tcnicas operativas extradas de las modalidades comunitarias populares de nuestra comunidad pueden ser llevadas fuera del
Hospital, a la calle, a la comunidad. Ser necesario ajustar circunstancias menores, pero pensamos que la lnea general puede
ser utlllzable.
Respecto a prevencin, pensamos en una "Pea Volante" que
puede ser llevada a sociedades de fomento barriales, o a pequeos
pueblos de zonas rurales. En esta pea volante se incluinan grupos de mateadas y breves representaciones teatrales, de modo de
intentar con esto elaborar de alguna manera el conflicto especfico
de la institucin del barrio o del pequeo pueblo; este conflicto puede ser la desocupacin, el aumento de delincuencia, el conflicto generacional, etc. La atmsfera de fiesta que crea la estructura peera permite que los subgrupos disminuyan las prevenciones paranoides y aumente, con ello, la comunicacin grupal. Un grupo
que, con la excusa de matear, se rena a charlar, crea un foco de
deteccin y elaboracin del conflicto grupal (cul es el problema coyuntural de esa pequea comunidad). Los emergentes de este grupo de mateada daan elementos para el grupo de teatro que, con
la tcnica de teatro-pslcodrama, intenta explicitar el conflicto y hacer que surjan soluciones.
En Nueva York, he intervenido, durante mi residencia en el Maimonides Hospital, en el proyecto de lo que ellos llaman Street Clinic
214
o sea la "Clnica de la calle". All, actualmente, el grueso de los esfuerzos de atencin en salud mental estn volcados fuera del hospital (tal vez porque realmente toda Nueva York es ya un enorme
manicomio). El deterioro de los vnculos comunitarios y barriales,
por la drogadlccin y la violencia racial, hace que los americanos
hayan desarrollado una extensa teora sobre la "psiquiatra volante" y lo que ellos llaman crisis intervention o sea la terapia en el Instante de la crisis pslctlca (o neurtica grave) que se realiza fuera
del consultorio y del hospital, en la casa del paciente, con inclusin
del grupo familiar o directamente en la calle, especialmente en casos de suicidas.
En el Central Park (el "Palermo de Nueva York") la nueva generacin se rene y hace enormes reuniones, donde se baila, se come, se canta, y, adems, se hacen breves representaciones de teatro (en general atacan al sistema tecnolgico y a las guerras de expansin imperialista). Son verdaderas "comunidades teraj)utlcas" que duran sbado y domingo y se desarrollan a travs de todo
el verano.
Volviendo a nuestra problemtica vamos a exponer brevemente
dos proyectos que hemos elaborado, uno de ellos realizable si se
consiguen ciertos elementos (lugar adecuado, algunos muebles,
etc.), y el otro slo realizable si se cambia toda la estructura hospitalaria. El primero es algo as como una "Clnica Populsir". Una
comunidad donde veinte o treinta personas afectadas por problemas mentales puedan convivir organizados en comunidad, donde
los gastos sean mnimos y compartidos. Existen modelos populares criollos para la convivencia que se pueden organizar a muy bajo
costo, algo as como un gran galpn compartimentado parcialmente, con una larga mesa de cocina, etc. Seria una alternativa actualmente inexistente entre el hospicio y la clnica privada que tiene un bajo costo mensual.
El segundo proyecto se refiere a la organizacin del hospital entero como Cooperativa de Produccin, para que los pacientes, en
la medida de sus posibilidades, no pierdan la posibilidad de trabajar, de abandonar el ocio forzado que lleva a la sensacin de inexistencia. La tarea, cuando no es alienada, embrutecedora o montona, es lo que nos organiza nuestra percepcin de la realidad,
nuestro ciclo semanal y es. Incluso, nuestro principal canal creativo. El tipo de tarea no podr ser cualquiera, deber estudiarse la
produccin de objetos que permitan un sentimiento de creacin y,
al mismo tiempo, tengan valor social para su comercializacin. Hemos pensado en una fbrica de Juguetes, con nivel de produccin
Industrial o tambin la fabricacin de calzado, o cra de pollos, etc.
Las distintas partes de la tarea podrn servir para estructurar los
distintos momentos del proceso teraputico (por ejemplo: los que
estn por salir de alta son los que actuarn de corredores para colocar la produccin, de modo de facilitar su posterior adaptacin
afuera del hospital).
215
216
ANEXO FOTOGRFICO
. 1) Imagen de la locura
S (Pintura de Archimboldo).
2) El universo alucinado de
Peter Brueghel.
- . Aif^iiB^^MK
^^S^M^^BM-.
Ilk. fa
3) Pichn Riviere en la Comunidad Pea Carlos Gardel (Hospital Borda).
4) Fiesta en la Pea.
7) Compaeros de la Pea.
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ISBN 950-724-583-9