LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL A TRAVS DE SUS CIENTFICOS

Alberto Surez Gonzlez

Dpto. Ingeniera Informtica. Universidad Autnoma de Madrid

RESUMEN
Las races de la inteligencia artificial son ms antiguas y profundas de lo que
convencionalmente se presupone en el relato cannico. Avanzaremos la hiptesis de que la
creacin de artefactos que muestran comportamientos inteligentes es la continuacin natural de la
bsqueda del logos, el principio objetivo que gobierna el cosmos, que permite al humano conocer
y actuar sobre el mundo. Siguiendo la tradicin filosfica, lo haremos hablando de los cientficos
que han hecho posible esta apasionante empresa.

1. DE CMO EL HUMANO IDE IMPLANTAR INTELIGENCIA EN LA MQUINA Y DE

LAS DIFICULTADES QUE ENCONTR EN SU EMPEO.
El anhelo del humano por concebir en su mente, disear gracias a su ingenio, y construir con
sus manos un sistema artificial que emule, cual ilustrado reflejo de la suya, la elusiva cualidad de la
inteligencia es probablemente simultneo a su deseo de comprender el mundo, al otro y a s mismo. A
lo largo de la historia el proyecto adopta disfraces varios: la reconstruccin del olvidado hebreo
mediante el cual Dios se comunic con Eva y Adn: un lenguaje tan certero que, por su propia
perfeccin, no diera cabida al error en sus enunciados; la bsqueda de un marco universal de exactas
categoras e ideas (una mathesis universalis); la mecanizacin del pensamiento humano; la
formulacin, ilustracin emprica y muestra de robustez frente intentos de falsacin de modelos para la
cognicin; y, finalmente, en su encarnacin ms reciente, la gestacin de la inteligencia
computacional. A veces el proyecto se oculta, calla o disfraza su nombre para evitar la burla, por
vergenza o por miedo; otras, se infla ensimismado y orgulloso: excede lo razonable, bordea lo risible,
causa rechazo y decepcin, carcajada, desprecio. Entre tanto, los cientficos que, con ilusin, nos
hemos embarcado en esta aventura, avanzamos con persistencia, insistencia y tenacidad; casi con
obstinacin.
La primera dificultad del proyecto es definir su objeto y sus objetivos. La inteligencia es un
concepto construido y, por tanto, mutable. Elude unvoca definicin perdurable, precisa y certera.
Basta recorrer la historia de lo que es considerado inteligente en las ciencias de lo humano (psicologa
o pedagoga) para ilustrar esta dificultad: las diferencias en tiempos y entre escuelas y el nfasis
variable sobre lo cualitativo, lo cuantitativo, lo prctico, lo conceptual, lo holstico, lo creativo, lo
emocional, etc. multiplican las imgenes de la inteligencia, como si el concepto fuera un espejismo
encerrado en un caleidoscopio conceptual.
En las ciencias de la computacin nos encontramos con que la fluidez del discurso transforma
el concepto de inteligencia en una entelequia evanescente, huidiza: los grandes logros alcanzados en,
sin afn de ser exhaustivo, la inferencia lgica (General Problem Solver, diseado en 1959 por Herbert
A. Simon, John C. Shaw, and Allen Newell) el magistral juego de ajedrez (Deep Blue, creado en los
aos noventa del siglo pasado por un equipo de ingenieros de IBM), la experta conduccin (el vehculo
autnomo construido recientemente por un equipo de Google dirigido por Sebastian Thrun), la
supremaca sobre el humano en juegos de preguntas y respuestas (el sistema de inteligencia artificial
Watson, diseado en IBM por un equipo liderado por David Ferrucci, que super largamente a sus
oponentes en el concurso de la televisin estadounidense Jeopardy), o la induccin automtica a partir
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de datos (aprendizaje mquina), tienen como consecuencia la gradual desaparicin de dichas tareas de
entre las que orgullosos incluimos en nuestro humano catlogo de actividades inteligentes.
Por consiguiente, la inteligencia artificial es, por inconfesada confabulacin de los humanos,
una meta inalcanzable. Frente a las ciencias de lo natural, como la fsica, la qumica o la biologa, cuya
muerte es anunciada, nunca agotaremos las preguntas en las ciencias de lo artificial, como la
economa, la sociologa o la informtica, entendida esta ltima como ciencia del tratamiento
-procesamiento, elaboracin, aprovechamiento- automtico de la informacin.
Con el fin de que nos sea posible hablar sin ambigedades sobre del proyecto de la inteligencia
artificial, y a pesar de que habr quien se muestre reacio a aceptar tal premisa, convendremos en que
del xito en tal empresa consistir en concebir, disear y, finalmente, construir un sistema cuyo
comportamiento sea reconocido como inteligente por otros sistemas inteligentes; por ejemplo, demos
muestra de generosidad, por los humanos. No es, sin embargo, mi objetivo tratar de banal la tarea o su
alcance: Independientemente de si hemos construido inteligencia o si simplemente la hemos simulado
con exquisita precisin, de forma que no nos sea posible diferenciarla de aquella que algunos
distinguiran como real, alcanzar esta meta, aun siendo tan reducida su ambicin, constituira en s un
logro notable desde el punto de vista cientfico, tecnolgico, cultural y social.
En la inteligencia artificial confluyen numerosos saberes y ciencias: la filosofa, la lgica, la
matemtica, la psicologa, la economa y la informtica, entre otras. El progreso hacia el esquivo
objetivo de construir mquinas inteligentes requiere de numerosas ingenieras: la mecnica, la
biomdica, las de la cognicin y de la comunicacin. En algn caso los artfices del proyecto han
adoptado una visin antropomrfica: su meta es desentraar y reconstruir la mente humana,
incluyendo su impertinente apndice, el cuerpo. Cuenta el taosta Tratado de la Perfecta Vacuidad
(Lie Zi) que Rey Mu del reino de Zhou contempl asombrado la figura humana del autmata que le
ofreci como presente el ingeniero Yen Shih. La creatura caminaba con paso gil, basculando la
cabeza como lo hara un humano, cantaba con una perfecta afinacin, e incluso cortejaba galantemente
a las damas de palacio.
En la antigua Grecia y el antiguo Egipto, diestros ingenieros construyeron estatuas sagradas
cuyas entraas mecnicas, segn creencia de los fieles, reproducan la naturaleza verdadera de los
dioses, y, por tanto, estaban dotadas de emocin y aliento. Se cuenta tambin que en Praga a finales del
siglo XVI el rabino Jehuda Loew ben Bezalel dio vida a un Golem, un ser artificial con forma
toscamente humana, que, segn la leyenda, salv a los judos de Praga de las persecuciones en su
contra. Mary Shelley recre en su novela Frankestein, o el moderno Prometeo la gestacin de un
nuevo hombre ilustrado, posedo de una aguda y dolorosa conciencia de s mismo (y de su diferencia),
poseedor de una delicada sensibilidad e inteligencia, radicalmente humano. El ingeniero Leonardo
Torres y Quevedo construy en 1915 el Autmata Ajedrecista, precursor de los actuales robots
antropomorfos. Una de las ltimas encarnaciones de nuestro soado hermano mecnico es el robot
humanoide Kismet (destino, suerte, o hado, de origen turco) diseado por el equipo liderado por
Cynthia L. Breazeal (1967-) en Massachusetts Institute of Technology (MIT). Kismet emula de manera
convincente las expresiones faciales que son espejo de emociones en humanos y otros mamferos.
Buscando la imitacin, la inteligencia otros investigadores han renegado de los placeres y
tentaciones de la carne y adoptan como objetivo explorar, entender y reconstruir la mente incorprea:
bien encarnada, con base orgnica (neurociencia) o inorgnica (cerebros electrnicos), o virtual
(simulaciones de la dinmica redes de neuronas). Esta es una de las metas inconfesadas
(inconfesables?) que persiguen el proyecto europeo Human Brain Project y el estadounidense Brain
Initiative.
Finalmente, podemos abandonar todo referente humano y, en lugar de buscar reflejo o
compaero, construir solucionadores de problemas, sistemas expertos, homeostticos, adaptativos, de
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planificacin y de control, mquinas que aprenden, evolutivas, enjambres y colonias de agentes, que,
como individuos, son simples pero que, como colectivo, muestran comportamientos inteligentes.
En el relato de esta joven empresa cientfica merecen distincin numerosos protagonistas, de
los que har, obedeciendo preferencias y afinidades personales, una seleccin, la cual en ningn caso
debe ser tomada como resultado de la aplicacin de un criterio sistemtico y de acadmico rigor.
La complejidad del proyecto de la inteligencia artificial hace que las contribuciones, sobre todo
las ms recientes, sean en su mayor parte resultado de esfuerzos colectivos. No obstante, de entre los
agentes individuales del proyecto sobresale Alan Turing, uno de los cientficos ms importantes del
siglo XX. De haber sobrevivido a la agresin que sufri por su preferencia sexual (quizs en una
sociedad ms abierta, ms cuidadosa, ms civilizada que la Inglaterra de mediados del siglo pasado; en
suma, ms humana) y a otros accidentes, habra cumplido 102 aos en 2014. Turing fue un cientfico
multifactico: matemtico, lgico, pionero de la informtica, form parte de un equipo de ingenieros,
cientficos y tcnicos que descifraron cdigos utilizados por los alemanes durante la segunda guerra
mundial. Hizo asimismo contribuciones seminales en el campo de la inteligencia artificial y de la
morfognesis. Posteriormente fue condenado judicialmente por ser homosexual. La pena consisti en
su castracin mediante un tratamiento con hormonas. Muri poco tiempo despus de haber finalizado
el tratamiento; probablemente por suicidio. A su memoria dedico este ensayo acerca de su proyecto
imaginado. El relato se estructura en torno a su contribucin. Pero para narrar la historia, narremos
antes la prehistoria.
2. LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL ANTES DE TURING (A. T.)
En esta etapa la historia del empeo se confunde con la del pensamiento humano; o, de manera
ms precisa, con la del descubrimiento, anlisis y formalizacin del pensamiento racional. Recordemos
que lo artificial no se opone a lo natural (por el contrario, lo artificial podra ser considerado como una
sofisticada expresin de nuestra humana naturaleza), sino a lo no elaborado por el hombre. El motivo
conductor que impregna la mayora de las investigaciones de este periodo es la mecanizacin del
razonamiento. Nuestra lista de desiderata para los atributos de esta mecanizacin incluye
universalidad, correccin y completitud: Universalidad, para garantizar la validez general del mtodo,
independientemente del tema concreto sobre el que discurramos; correccin, con el fin de evitar en
nuestro razonamiento falacia o error; completitud, para hacer posible razonar todo lo razonable.
Comenzaremos como comienzan muchas de nuestras historias sobre la razn en Occidente: en torno a
nuestro mar, un mar rodeado de tierras, el Mare Nostrum:
a) En las orillas del Mediterrneo
Nuestra historia tiene, como Dionisio, hijo de dos madres, un doble nacimiento:
En el extremo oriental del Mediterrneo Aristteles hace por primera vez un tratamiento
sistemtico de los principios que gobiernan la inferencia correcta. Su gran contribucin, el silogismo:
(i) Todos los entes que cumplen la relacin X, cumplen la relacin Y.
(ii) Todos los entes cumplen la relacin Y, cumplen la relacin Z.
(iii) Por lo tanto, los entes que cumplen la relacin X, cumplen la relacin Z.
En este modo de inferencia, si asumimos que, en nuestra particular circunstancia, las premisas
(i) y (ii) son correctas, se sigue necesariamente que la conclusin (iii) tambin es correcta. Por
ejemplo, podemos, para ser confrontados con nuestra naturaleza animal, hablar de las relaciones entre
humanos (X), mamferos (Y) y animales (Z), o de las que se dan entre filsofos (X), humanos (Y),
mortales (Z), con el resultado de (re)descubrir la fugacidad de la vida de los que buscan la sabidura.
La correccin de este tipo de razonamiento es tan evidente que es aceptada sin necesidad de prueba:
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constituye una deduccin perfecta. Si transformramos todo razonamiento en perfecta deduccin,

podramos discurrir sin error: el razonamiento, codificado como manipulacin sintctica, es liberado
de la falible y ambigua semntica. Pero, si hemos eliminado del razonamiento el significado, cmo
podemos afirmar que se trata de un discurso sobre el mundo? La realizad aparece tanto al inicio,
cuando suponemos que, en la situacin concreta acerca de la que se discurre, las premisas son verdades
pertinentes, como en el punto final del razonamiento, cuando la conclusin es interpretada como un
enunciado acerca de dicha particular situacin. Pero, no podran deslizarse el error y la falacia por
estas imperfectas juntas entre la deduccin y lo real? Deberemos aceptar esta fractura en nuestro, de no
ser por ella, perfecto esquema de mecanizacin del pensamiento.
Ms de mil aos ms tarde, en la isla de Mallorca, Ramn LLull (1235-1315) fabulaba sobre
qu mtodo idear para convencer mediante razonamiento a musulmanes, judos y escpticos de lo
errneo de sus creencias y de lo verdadero de la cristiana fe: la existencia de Dios, la necesaria
encarnacin de Dios en Cristo, el Dios uno y trino y otros dogmas de compleja argumentacin. Los
mtodos utilizados habitualmente para la conversin de infieles apelaban a un principio de autoridad,
bien textual (la Biblia), bien personal (el Papa). El problema que Llull adverta en estos argumentos era
que los infieles contaban con autoridades propias, en ocasiones superiores en civilizacin, en intelecto
a las cristianas: el Corn y los muls para musulmanes; el Talmud y los rabinos para judos. No
obstante, las tres religiones comparten creencias, ciencia y filosofa, y semejante cultura, valores y
moral. Por ello, sera posible acordar unas verdades elementales, que no necesitaran demostracin por
ser en s evidentes.
A modo de ejemplo, acerca de la bondad, Bonea es ra per la qual bo fa b, e per qui bona
cosa es esser e mala cosa es no esser. Dado que una combinacin de estas verdades simples no puede
sino producir una verdad tambin vlida, ms compleja, por qu no proceder a enumerar todas las
combinaciones posibles e interpretar cada una de ellas para descubrir, explicar o demostrar nuevo
conocimiento? Para llevar a cabo estas combinaciones, Llull dise artefactos mecnicos y grafos
jerarquizados. Uno de ellos consiste en una ensambladura de coronas circulares concntricas de
distinto dimetro, divididas en sectores circulares, cada uno de los cuales era etiquetado con el nombre
de una nocin perteneciente a una determinada clase de conceptos. Las coronas podan ser giradas de
manera independiente, de forma que, al leer cada una de las combinaciones de smbolos radialemente,
se obtena una verdad compuesta a partir de los bloques de verdades elementales. El Ars Generalis
Magna, incomprendido por la mayora, despreciado por no constituir un sistema lgico formal,
proscrito por la Iglesia largo tiempo y finalmente ignorado, anticipa, no obstante, la importancia del
razonamiento combinatorio en la inteligencia artificial.
b) El andamiaje del razonamiento deductivo
Los esfuerzos de Llull no tuvieron continuidad en ningn discpulo o escuela filosfica de su
poca. La idea de que el razonamiento es simplemente una forma de computacin reaparece en Europa
en la filosofa de Thomas Hobbes (1588-1679). En el primer captulo de De Corpore se lee: Por
razonamiento, entiendo computacin. Y computar es tomar la suma de muchas cosas realizada de
manera simultnea o conocer lo que resta cuando una cosa ha sido tomada de otra. Razonar es por lo
tanto lo mismo que sumar o sustraer [1]. Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716) advierte de que la
nica manera de resolver disputas es hacer concreto el razonamiento, como en matemticas:
Calculemos para saber quin lleva razn. Para ello, ide un lenguaje para representar simblicamente
conceptos e ideas (characteristica universalis), y un sistema o un dispositivo de deduccin lgica
mediante manipulacin tipogrfica de los smbolos de dicho lenguaje (calculus ratiocinator).
Este diseo hara posible razonar con ideas de la misma forma que la manipulacin de nmeros
en una mquina de calcular permite razonar con cantidades. Siguiendo el trazado establecido por
Leibniz, George Boole (1815-1864) formula la lgica formal como un lgebra en Mathematical
Analysis of Logic y el posterior An Investigation of the Laws of Thought on Which are Founded the
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Mathematical Theories of Logic and Probabilities. En el lgebra de Boole las variables denotan
conceptos que pueden tomar valores de verdad. Por ejemplo, la variable A, que hace referencia a la
proposicin Dios existe puede tomar nicamente el valor A = Verdadero, en el caso de que,
efectivamente, Dios existiera, o A = Falso, si furamos hurfanos de Dios. Este tomo simblico con
valor de verdad podra ser combinado con otros tomos mediante conectores lgicos para formar
proposiciones compuestas, de significado ms complejo. Por ejemplo, la regla condicional NOT(A)
B significara Si Dios no existe, el hombre est solo, con la denotacin obvia para la variable
booleana B. De nuevo, a qu lugar ha sido relegado el mundo? La respuesta no es nueva: nicamente
mediante un misterioso proceso de experiencia directa en el mundo fsico podra el humano determinar
el valor de verdad de dichos tomos simblicos (y la mquina?, podra ella tambin?, podemos,
mediante experiencia, determinar el valor de verdad de A?). El comienzo del siglo XX vio, con las
formulaciones de la lgica de predicados realizadas por Frege y Pierce, el apogeo del proyecto de
construir (o descubrir) un clculo de la razn. No haba en ese momento indicio alguno del futuro
descalabro.
c) La mecanizacin del pensamiento
Dado que, si creyramos a Hobbes, Leibniz y Boole, el pensamiento humano no es ms que
una forma de clculo automtico, por qu no construir mquinas capaces de realizar dicha tarea? Los
trabajos del matemtico, filsofo e ingeniero Charles Babbage (1791-1871) y de la matemtica y
escritora Ada Lovelace (1815-1852) son un paso ms en la encarnacin del pensamiento racional en la
mquina. Babbage dise, pero no lleg a construir, un artefacto mecnico programable que inclua en
su lenguaje de programacin mecanismos de control de flujo (estructuras condicionales), y estructuras
de repeticin (bucles). En lenguaje moderno, la mquina es Turing-completa, ya que puede llevar a
cabo cualquier cmputo que pueda realizar una mquina universal de Turing, la cual ser descrita ms
tarde. Se anticipaba as ms de 100 aos a las primeras computadoras de propsito general
programables fabricadas en 1940 bajo la direccin de Conrad Zuse (1910-1995). La mquina analtica
de Babbage supone un avance cualitativo respecto a las calculadoras mecnicas desarrolladas por
Wilhelm Shickard (1592-1635), Blaise Pascal (1623-1662) y Leibniz y a la mquina de diferencias
diseada por el propio Babbage. Ada Lovelace es considerada como la primera programadora de la
historia. Inspirada por los cartones perforados en los que se codificaban los patrones de las telas tejidas
en los telares mecnicos enunci: la mquina analtica teje patrones algebraicos del mismo modo que
el telar de Jacquard teje flores y hojas. Ms de cien aos despus, millones de tarjetas perforadas
seran procesadas por computadoras electrnicas haciendo realidad esta hermosa metfora.
d) Ascenso y cada del edificio de la lgica
A principios del siglo XX, matemticos prominentes se propusieron esclarecer los fundamentos
de las Matemticas. David Hilbert (1862-1943) aborda la denominada crisis fundacional de las
Matemticas mediante un programa de formalizacin en la lnea esbozada 200 aos antes por Leibniz:
Establecer un lenguaje en el que formular proposiciones matemticas sin ambigedad y definir reglas
precisas para manipular correctamente dichas proposiciones, de forma que proposiciones nuevas
correctas puedan ser derivadas de manera mecnica de las anteriores, suponiendo que estas son
tambin correctas. Utilicemos lgica para descubrir verdades sobre la propia lgica: As como el
razonamiento (X) fue reducido al clculo (Y), el clculo debera ser reducido a la lgica (Z). En
consecuencia, todo razonamiento (X) sera simplemente manipulacin de proposiciones lgicas (Z).
La lgica proposicional desarrollada por Boole fue extendida por, entre otros, Gottlob Frege
(1848-1925) y Charles Peirce (1839-1914), mediante la incorporacin de variables que podan
representar colecciones de objetos o hacer referencia a objetos indeterminados, cuantificadores
(universal: Para todo X,, existencial: Existe al menos un Y, tal que) y predicados (relaciones).
Alfred North Whitehead (1861-1947) y Bertrand Russell (1872-1970) abordaron en Principia
Mathematica la herclea tarea de reducir las Matemticas a la Lgica: un juego formal, en el que, a
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partir de proposiciones indemostradas que se suponen correctas (axiomas), se pueden derivar otras
proposiciones (teoremas) tambin correctas, aplicando la maquinaria de inferencia de la lgica
simblica.
Sin embargo, el programa de Hilbert result ser quimera: El matemtico Kurt Gdel (19061978) demuestra en su teorema de incompletitud que no es posible construir un sistema formal
axiomtico que, teniendo suficiente capacidad expresiva como para describir la aritmtica de los
naturales, sea a la vez correcto y completo. Es decir, si el sistema es coherente y no genera
proposiciones contradictorias, existirn necesariamente teoremas correctos que no es posible derivar a
partir de los axiomas mediante un procedimiento constructivo. Es ms, no es posible determinar si para
una proposicin dada, candidata a ser teorema (es decir correcta, si correctos fuera los axiomas), existe
dicha prueba constructiva o no. El teorema de Gdel tiene un eco devastador en nuestros dispositivos
de cmputo programables: De acuerdo con el teorema demostrado por Alan Turing en 1936 relativo al
problema de la parada, no es posible disear un procedimiento infalible que nos permita determinar,
para todos los posibles programas, operando sobre cualesquiera datos de entrada, si la ejecucin de un
programa concreto sobre ciertos datos de entrada, terminar su ejecucin en un tiempo finito,
generando una respuesta, o si, por el contrario, continuar calculando por un tiempo indefinido sin
detenerse. Si es mecnica, est la inteligencia humana tambin sujeta a estas limitaciones
fundamentales? Y si lo estuviere, supondra esto una demostracin de que no es posible la absoluta
inteligencia?
3. ALAN TURING
Alan Mathison Turing (1912-1954) es el personaje central (no los hay secundarios o
principales) en nuestra historia. Literalmente, ocupa el centro del devenir de la bsqueda de
inteligencia en nuestras criaturas y artefactos: culmina (y de alguna forma agota) la va de la
mecanizacin del razonamiento deductivo e inicia el camino azaroso de la inteligencia artificial
imperfecta, falible, aproximada, heurstica, centrada en el significado, encarnada en el mundo de los
hombres, no en el de las ideas. Las contribuciones de Turing son numerosas y, en su mayora
originales y sorprendentes.
El hito que transforma la computacin en Ciencia es la ideacin de una mquina de cmputo
universal por parte de Turing. La mquina es tan sencilla que ni siquiera necesita ser construida:
podemos simular su funcionamiento. Opera sobre una cinta de papel que funciona como dispositivo de
entrada y salida de datos. La cinta est dividida en celdas. Cada una de estas celdas contiene uno de
dos smbolos, convencionalmente bits (dgitos binarios: ceros o unos). Un reloj, cual metrnomo,
pauta el progreso del procesamiento. La mquina puede encontrarse en uno de una coleccin finita de
estados. En cada ciclo de reloj la mquina lee el smbolo que est inscrito en una nica celda de la
cinta. Dependiendo del smbolo ledo y del estado en el que se encuentre, borra el smbolo ledo,
escribe uno nuevo, no necesariamente distinto, y se desplaza a una celda adyacente, bien a la derecha,
bien a la izquierda de la actual. Tambin puede alcanzar un estado terminal, que sealara la
finalizacin del cmputo; el resultado de la operacin del programa sobre los datos de entrada,
inicialmente escritos en la cinta de papel, queda registrado tambin en ella.
Turing conjetura, junto con Alonzo Church (1903-1995), que lo computable es lo que puede ser
computado en tal mquina. La conjetura de Church y Turing aplica a (aunque quizs fuera ms preciso
decir que define su funcin) todos los dispositivos de cmputo: desde nuestros dispositivos porttiles,
telfonos y ordenadores, hasta los ms potentes supercomputadores. La simplicidad y potencia de esta
mquina permite demostrar teoremas sobre qu es computar, cules son sus posibilidades, sus
limitaciones y sus lmites.
En 1950 Turing publica el artculo "Computing machinery and intelligence", que prefigura gran
parte del desarrollo de la inteligencia computacional de la segunda mitad del siglo XX: mquinas que
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razonan, que evolucionan y se adaptan, que adquieren y generan conocimiento; mquinas que
aprenden. Tambin en dicho artculo se describe el Test de Turing, en el que se propone la definicin
funcional de la inteligencia que hemos convenido utilizar en el inicio de este ensayo. Este test enfrenta
a un interrogador humano, a un sistema computacional, y a otro humano en interaccin verbal remota,
de forma que no haya sesgos relacionados con el aspecto externo del adversario. El objetivo del
interrogador es desenmascarar a la mquina tras una conversacin de una duracin razonable. Si el
interrogador humano se muestra incapaz de distinguir humano y mquina, el sistema habr superado el
test y ser acogido en la comunidad de seres inteligentes.
4. LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL DESPUS DE TURING (D. T.)
El florecimiento de la inteligencia artificial en la segunda mitad del siglo XX, en marcado
contraste con el formalismo de su prehistoria, se caracteriza por su pragmatismo: Se usan heursticas,
razonamientos aproximados, algoritmos falibles que, si bien no garantizan encontrar la respuesta
ptima -a veces, ni siquiera garantizan encontrar respuesta-, obtienen, en una gran proporcin de los
casos de inters prctico, resultados suficientes.
a) El nacimiento de una disciplina.
El acta de nacimiento de la inteligencia artificial es la propuesta elaborada en 1955 por los
investigadores John McCarthy (1927-2011), Marvin L. Minsky (1927), Nathaniel Rochester (19192001) y Claude E. Shannon (1916-2001) de realizar un estudio con 10 personas durante 2 meses sobre
el diseo y la construccin de mquinas que piensan. El punto de partida es la conjetura de que todos
los elementos y procesos de la inteligencia pueden ser representados de manera precisa. Por ello, son
susceptibles de ser simulados con la ayuda de mquinas. En la propuesta se plantea abordar, entre
otros, los siguientes problemas: el lenguaje natural, la simulacin de redes de neuronas, la mejora
autnoma de sistemas, la manipulacin computacional de abstracciones, sin olvidar la aleatoriedad y la
creatividad. Todo ello en un caluroso verano en Nuevo Hampshire.
b) Retrato del ordenador como idiot savant
El xito de los sistemas computacionales que desempean la funcin de los expertos humanos
en un rea de saber especfica fue uno de los hitos tempranos de la inteligencia artificial, que hacan
presagiar un brillante futuro para ella: El sistema DENDRAL, desarrollado en Stanford por un grupo
de investigadores que inclua a Edward Feigenbaum (1936), Bruce Buchanan (1940-), Joshua
Lederberg (1925-2008), y Carl Djerassi (1951), era capaz de identificar compuestos qumicos
(espectrometra de masas) a partir de la masa de los fragmentos generados tras ser sometida la muestra
a un bombardeo con electrones. Pasado el deslumbramiento inicial, los sistemas expertos pasaron a ser
meras herramientas, por su estrecho foco (el sistema no es til fuera del rea de especializacin para la
que fue diseado), rigidez (el sistema no cambia, no se adapta, no aprende) y falta de sofisticacin
(MYCIN contiene cientos de reglas condicionales, excesivas para que un humano pueda manejarlas,
insuficientes para representar el mundo en toda su complejidad y esplendor). Ms recientemente, los
esfuerzos se han centrado en demostrar competencia en mundos ms complejos. Sin embargo, desde
las contundentes victorias de la mquina Deep Blue en ajedrez, y del sistema computacional Watson en
el concurso de preguntas y respuestas de la televisin estadounidense Jeopardy, los humanos hemos
perdido inters en estos juegos: nos sentimos incmodos en la derrota (en nuestro humano terreno!,
por parte de mquinas!.) En la actualidad estos expertos sin conciencia estn siendo entrenados para
convertirse en nuestros futuros cuidadores mdicos.
c) Lenguajes, autmatas formales y computacin
Entres los esfuerzos por identificar las estructuras formales del pensamiento, destaca la
formidable contribucin de Noam Chomsky (1928): Por medio de un refinado anlisis de las
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estructuras que hacen posible la comunicacin humana Chomsky describe mecanismos sintcticos
subyacentes a todo lenguaje, tanto el de la mquina como el humano. Los distintos mecanismos de
reconocimiento y produccin de lenguaje se enmarcan en una jerarqua de gramticas de creciente
capacidad expresiva. La jerarqua de lenguajes se corresponde con una jerarqua paralela de mquinas:
los autmatas formales, que tienen capacidad de resolver distintos tipos de problemas. Del mismo
modo que, gracias a Turing, sabemos que existen problemas para cuya solucin no podemos construir
mquina alguna, habr lenguajes para los que no existen autmatas que hagan posible su
procesamiento.
d) Imitatio naturae
Imitar los mecanismos y estrategias perfeccionados por procesos naturales de generacin de
variabilidad y seleccin es una de las estrategias que nos conducen, por atajo, a recrear la inteligencia.
En concreto, las redes de neuronas artificiales, la computacin evolutiva (por ejemplo, los algoritmos
genticos), o la simulacin de colectivos con comportamiento inteligente (inteligencia de enjambre)
son paradigmas que, utilizados con sabidura y prudencia, han permitido abordar problemas cuya
resolucin, diramos la mayora, requiere inteligencia. Centrmonos en el cerebro humano y su
correlato artificial: las redes neuronales.
Santiago Ramn y Cajal (1852-1934) es probablemente el cientfico espaol ms influyente (un
inexplicable pudor me impide utilizar la palabra principal) de la historia. Por medio de tcnicas de
tintura desarrolladas por Camillo Golgi (1843-1926), las cuales permitan hacer visible la estructura de
los tejidos mediante la fijacin de cromato de plata en la membrana de las clulas, Ramn y Cajal
realiz hermosos dibujos de neuronas, de los que se puede disfrutar el Instituto Cajal del Consejo
Superior de Investigaciones Cientficas. Gracias este cuidadoso trabajo de laboratorio lleg a la
conclusin de que el sistema nervioso estaba formado por una red de neuronas. Curiosamente Golgi,
con quien Ramn y Cajal comparti el premio Nobel en 1906, estaba convencido de la teora opuesta;
es decir, de que el sistema nervioso era una nica red conexa.
Partiendo de estas y otras investigaciones histolgicas el neurofisilogo Warren S. McCulloch
(1898-1969) y el lgico y matemtico autodidacta (y, de acuerdo con Wikipedia, suicida cognitivo)
Walter Pitts (1923-1969) proponen en un artculo, cuyo intrigante y levemente ominoso ttulo: "A
Logical Calculus of Ideas Immanent in Nervous Activity" (1943) desvela la ambicin del proyecto, un
modelo electrnico de neurona. En 1969, el partero y veterano pionero de la IA, Marvin L. Minsky
(1927-), junto con Seymour Papert (1928), aventajado discpulo del psiclogo Jean Piaget (18961980), publicaron Perceptrons: An introduction to computational geometry, uno de los libros clave
en la inteligencia artificial conexionista, que, paradjicamente, al abordar las limitaciones de los
perceptrones de una sola capa en la resolucin de problemas de clasificacin no separables
linealmente, contribuy a la parlisis de las investigaciones sobre redes neuronales durante casi dos
dcadas, coincidentes con el periodo conocido como el invierno de la inteligencia artificial.
En 1986 las investigaciones sobre redes neuronales recuperaron ilusin e impulso cuando
David E. Rumelhart (1942-2011), Geoffrey E. Hinton (1947-) y Ronald J. Williams redescubrieron un
mtodo de entrenamiento para perceptrones multicapa por propagacin de los errores hacia atrs en la
red (backpropagation), el cual ya haba sido analizado por Paul J. Werbos (1947-) en su tesis de 1974.
Similares ciclos de expectativas desbordadas y grandes decepciones se repetira en los aos
posteriores. En la actualidad nos encontramos en un periodo de euforia motivado por la posibilidad de
ajustar los pesos de las sinapsis que median la comunicacin entre neuronas en redes profundas
(compuestas por varias capas ocultas) y por el inusitado y oportunista inters por los grandes
volmenes de datos (big data). Preparmonos para sobrellevar con ecuanimidad el vrtigo del ascenso,
la crueldad de la cada.
e) Mquinas que aprenden
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El problema de cmo obtener la base de conocimiento que podra ser despus codificada (por
ejemplo, como una coleccin de axiomas) para despus ser sometida a manipulaciones (por ejemplo,
utilizando mecanismos de inferencia lgica) para obtener conocimiento (por ejemplo, un nuevo
teorema) fue abordado de manera tarda en la inteligencia artificial. A diferencia de la deduccin, que
es un problema formalmente bien definido (mediante qu procedimiento puedo derivar conclusiones
correctas a partir de conocimiento que supongo correcto?), el razonamiento inductivo tiene pies de
barro: Cmo puedo tener la certeza de que la hiptesis que formulo a partir de los datos generaliza y
es aplicable a datos del mismo tipo que an no he visto? Si la cantidad de datos por examinar fuera
ilimitada (como habitualmente es el caso), existe siempre la posibilidad de que la hiptesis sea falsada:
El conocimiento adquirido es, por tanto, provisional, sin esperanza de llegar a ser consolidado,
independientemente de la evidencia, siempre finita, que coleccionemos. Gradualmente, sin embargo, el
aprendizaje automtico ha llegado a ocupar un lugar central en la inteligencia artificial. Dentro de este
campo, destacar a Leslie Valiant (1949-), quin nos ense qu se puede y qu no se puede aprender,
Leo Breiman (1928-2005), por sus contribuciones a la induccin automtica de rboles de decisin y
de conjuntos de clasificadores (bagging, bosques aleatorios, etc.) y a Vladimir Vapnik (1936-) por
construir el marco formal en el que analizar de manera rigurosa el problema de induccin a partir de
datos.
Pendientes de ser contadas como merecen quedan las historias de otros grandes cientficos que
han contribuido al proyecto de la reencarnacin de la inteligencia, esta vez en la mquina.
Mencionemos nicamente dos: Norbert Wiener (1894-1964) y su monumental Cybernetics: Control
and Communication in the Animal and the Machine, y el premio Nobel de Economa Herbert A.
Simon (1916-2001), con su ensayo sobre un nuevo tipo de ciencia (que requiere de un nuevo mtodo
cientfico) The Sciences of the Artificial.
Tampoco hemos prestado suficiente atencin a dudas, crticas y crticos. Expongamos a modo
de reparacin el punto de vista del filsofo John R. Searle (1932), quien, si bien acepta la posibilidad
de que lleguemos a construir artefactos que reproduzcan comportamientos inteligentes con asombrosa
fidelidad, afirma que estos sern siempre carentes de la llama que define la inteligencia verdadera: la
intencionalidad. Para ilustrar su punto de vista, nos invita a realizar el experimento imaginado
(Gedankenexperiment) de la habitacin china: Supongamos que somos encerrados en una habitacin
en la que disponemos de lpiz, papel y un manual de instrucciones para la manipulacin de
ideogramas. Nuestra tarea es recoger los mensajes escritos en chino en una hoja de papel que alguien
nos desliza por una rendija desde fuera de la habitacin, y responder con otro mensaje, que hemos de
componer siguiendo las reglas que se encuentran en el manual. Las reglas son sencillas: si encuentras
una cierta combinacin de ideogramas en una posicin dada, escribe esta otra combinacin de
ideogramas.
El manual es tan completo y bien diseado que los mensajes compuestos tienen sentido. Desde
el punto de vista de nuestra desconocida interlocutora, estamos llevando una conversacin en mandarn
perfectamente cuerda, dado que, aunque no seamos conscientes de ello, nuestro mensaje contiene
rplicas crebles a los textos que ella nos hace llegar. Es decir, nuestro sistema, la habitacin
compuesta por el libro y por nosotros mismos, pasara un test anlogo al de Turing, ya que hemos
simulado de manera convincente entender chino. No obstante, si planteamos la pregunta de dnde
reside dicho entendimiento, no encontramos lugar para ello: el libro, por ser objeto inanimado, no
puede ser su sede; nosotros mismos somos conscientes de que no entendemos chino. Luego habremos
de concluir que, dado que puede ser localizado, el entendimiento debe estar ausente. Aunque puede
que, si bien sus partes carezcan de l, el sistema completo posea dicho atributo: es decir, el
entendimiento podra estar deslocalizado.
Para concluir, hablemos de futuros utpicos y distpicos: debiramos haber mantenido cerrada
la mente de Pandora? A este respecto se han alzado las voces de prominentes cientficos (Stephen
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Hawking, Stuart Russell, Max Tegmark, Frank Wilczek en The Independent, 2014/05/01) advirtiendo
que, si bien el xito en la creacin de un sistema artificial dotado de inteligencia constituira el evento
de mayor envergadura de la historia de la humanidad, podra ser tambin el ltimo, a menos que
tomemos en serio la importancia del proyecto y sus implicaciones. Apartaremos por el momento este
pensamiento, como se hace con los malos sueos (de la razn): habiendo sido de Pandora la mente
abierta, son ya los males y bienes que en ella tengan su origen parte inseparable e irrenunciable de
nuestra naturaleza, que incluye lo artificial y la inteligencia. Esta nueva exploracin merece la pena, a
pesar de que el conocimiento al que nos lleve duela, desgarre y nos fuerce a elegir; es decir, a seguir
pensando, a seguir viviendo.
Para conocer ms sobre este tema:
1. Anthony Bonner (1997): What was Llull up to?. Lecture Notes in Computer Science, Vol. 1231,
pp. 1-14. [http://dx.doi.org/10.1007/3-540-63010-4_1]
2. Brian Randell (1982): From Analytical Engine to Electronic Digital Computer: The Contributions
of Ludgate, Torres, and Bush. IEEE Annals of the History of Computing, Vol. 4, n 4, pp.
327-341, October-December. [http://dx.doi.org/10.1109/MAHC.1982.10042]
3. Alan M. Turing (1950): Computing machinery and intelligence. Mind, Vol. 59, n 236, pp. 433460.
4. Javier De Felipe (2005): Cajal y sus dibujos: Ciencia y arte. Arte y Neurologa: 213-230.
5. John McCarthy, Marvin L. Minsky, N. Rochester y Claude E. Shannon: A proposal for the
Dartmouth Summer Research project on Artificial Intelligence [http://wwwformal.stanford.edu/jmc/history/dartmouth/dartmouth.html]
6. Norbert Wiener (1965): Cybernetics or Control and Communication in the Animal and the
Machine. The MIT Press.
7. Marvin Minsky (1988): The Society of Mind. Simon & Schuster.
8. Herbert A. Simon (1996): The Sciences of the Artificial. The MIT Press.
9. The MIT Encyclopedia of the Cognitive Sciences (MITECS), editada por Robert A. Wilson and
Frank C. Keil, The MIT Press (2001)
10. Nils J. Nilsson (2010): The quest for Artificial Intelligence: A History of Ideas and Achievements
Cambridge University Press. [http://www.cambridge.org/us/0521122937]

Nota: Para confeccionar este trabajo se han consultado stas y otras fuentes, las cuales, por
numerosas, que no por carecer de inters o importancia, no han sido citadas. Mencionar que entre ellas
se encuentra Wikipedia, una enciclopedia en lnea, a menudo denostada, pero que, en numerosas
entradas, proporciona gran riqueza de contenidos (en amplitud y profundidad), precisin y fidelidad a
las fuentes originales. De ella se han extrado fechas e informacin de base. Para la documentacin
sobre personalidades y conceptos de la filosofa ha sido extremadamente til el recurso a la
enciclopedia The Stanford Encyclopedia of Philosophy, editada en formato electrnico por Edward N.
Zalta [http://plato.stanford.edu/].

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