Ananías y Safira

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ANANAS Y SAFIRA.

Comentario 1

COMENTARIO HISTRICO DE HECHOS 5.- Este captulo desarrolla tres temas: 1)


Ananas y Safira en el mismo momento de su engao sufrieron el castigo divino, Dios
quera salvaguardar la pureza de su iglesia. Ananas y Safira fueron juzgados, no por haber
decidido retener parte de su propiedad personal para s mismos, sino por su hipocresa y por
querer mentir a Dios; 2) La iglesia continu su crecimiento, gracias a los dones de sanidad
que el Espritu Santo le otorgaba a los apstoles; 3) Segunda persecucin contra los
apstoles por parte de liderazgo judo, sin embargo, estas pruebas, los llevaban a aumentar
las oraciones para obtener ms fuerzas.
CITA SELECTA.- Ananas y Safira fueron engaadores que pretendan hacer un sacrificio
completo delante de Dios, cuando en realidad guardaban para s con avaricia parte de la
ofrenda. El Espritu de verdad revel a los apstoles el carcter verdadero de aquellos
engaadores, y el juicio de Dios libr a la iglesia de aquella inmunda mancha que
empaaba su pureza. Esta seal evidente del discernimiento del Espritu de Cristo en los
asuntos de la iglesia, llen de terror a los hipcritas y a los obradores de maldad. No podan
stos seguir unidos a los que eran, en hbitos y en disposicin, fieles representantes de
Cristo; y cuando las pruebas y la persecucin vinieron sobre stos, slo los que estaban
resueltos a abandonarlo todo por amor a la verdad, quisieron ser discpulos de Cristo.
(Conflicto de los Siglos 48)
CUMPLAMOS NUESTRAS PROMESA A DIOS.- Est aumentando el nmero de los
que cometen el pecado de Ananas y Safira. Los hombres no mienten al hombre, sino a
Dios, en su descuido de las promesas que su Espritu les indujo a realizar. (Consejos sobre
Mayordoma 328).
DEVOLVAMOS LOS DIEZMOS. Pero hay algunos que son culpables del mismo pecado
que cometieron Ananas y Safira, pues piensan que si retienen una porcin de lo que Dios
pide en el sistema del diezmo, los hermanos no lo sabrn nunca. (Consejos para la Iglesia
507).

ORACIN: PADRE NUESTRO. TE PEDIMOS PERDN POR NO CUMPLIR LAS


PROMESAS QUE TE HEMOS REALIZADO. RECONOCEMOS QUE NO TE
ESTAMOS DEVOLVIENDO LO QUE CORRESPONDE A LOS SANTOS DIEZMOS.
TE PEDIMOS QUE NOS HAGAS MS AGRADECIDOS. POR JESS, AMN.

COMENTARIO 2
Hechos 5

5:1 -- Pero cierto hombre llamado Ananas, con Safira su mujer, vendi
una heredad, -- Pero! Aqu se ve el contraste entre Bernab y Ananas, entre
la fidelidad y el pecado. Recurdese que tanto Can como Abel trajeron
ofrendas al Seor; as tambin tanto Ananas como Bernab vendieron una
propiedad para hacer ofrenda al Seor. Cuando el hijo de Dios siembra la
buena semilla, el hijo del diablo siembra cizaa. Este texto registra el primer
pecado en la iglesia, la primera cizaa, la primera mancha y arruga (Efes.
5:27).
Qu amor y benevolencia fueron demostrados en el cap. 4:32-37! Qu
lstima que fuera necesario agregar este "pero"! Lucas habla de la hermosa
sinceridad de los discpulos y luego habla de la insinceridad de esta pareja. La
hipocresa es la imitacin de la piedad; es como un billete falso. Esta pareja
aparentaba generosidad para compartir la aprobacin de los generosos, pero
no eran generosos.
Desde aquellos primeros das de la iglesia y hasta el fin del mundo los
nombres de Bernab y Ananas se han recordado y sern recordados. Bernab
es recordado por sus buenos hechos y Ananas es recordado por su hipocresa.
Bernab quera glorificar a Dios, y Ananas quera la gloria de los hombres.

5:2 -- y sustrajo del precio (se qued con {parte} del precio, LBLA) -- Sin
duda los hermanos mencionados en 2:45; 4:34, 35 fueron elogiados porque su
generosidad fue apreciada por muchos hermanos. Bernab se menciona por

nombre y probablemente otros fueron mencionados aun pblicamente. Por eso


Ananas y Safira buscaron fama por su liberalidad pero su liberalidad fue muy
hueca, fue solamente una palabra y no una realidad. Queran la fama que
Bernab recibi pero no queran hacer el sacrificio que Bernab hizo.
-- sabindolo tambin su mujer; -- Safira estaba de acuerdo con
Ananas en este asunto. Era cmplice de su marido:
"sabindolo tambin
tu mujer"; dice el ver. 9 que se pusieron de acuerdo en esto (lo pensaban, lo
platicaban, tenan un plan, un acuerdo). El papel de la mujer -- segn el plan
de Dios -- se describe en Gn. 2:18; no debe ser "cmplice" del marido en el
mal, sino una "ayuda idnea". Cuntas mujeres se ponen de acuerdo con sus
maridos en lo malo! Recurdese Josu 24:15; no debe haber un acuerdo para
hacer maldad sino para hacer la voluntad de Dios. Safira no protestaba y tal
vez ella misma concibiera el plan. Ignoramos los detalles de lo que Safira
hubiera pensado, dicho o hecho, pero este caso triste bien ilustra la
importancia del papel de la esposa. La Biblia ensea que la mujer debe estar
sujeta al marido (Efes. 5:22-24), pero cuando ella se da cuenta que su marido
anda mal, debe protestar. La mujer cristiana no debe siempre decir, "est bien
lo que t pienses y lo que t quieras hacer"; tal vez s, tal vez no.
-- trayendo slo una parte, lo puso a los pies de los apstoles. -- No
pec Ananas al vender la propiedad y quedarse con una parte del dinero, sino
al mentir, diciendo que lo que dio era todo el precio de la propiedad. La
avaricia no les dejaba dar todo el precio. Recurdese 1 Tim. 6:10.
Queran recibir alabanza por su benevolencia, pero tambin queran
quedarse con una parte del dinero. La palabra traducida "se qued con" o
"sustrajo" significa "defraudar" (Tito 2:10, hurtar). Haba choque entre estas
dos cosas: el deseo de recibir la aprobacin de los hombres y el amor al dinero
(1 Tim. 6:10). Pero no parece que fueron movidos por el espritu de
benevolencia.
Podemos cometer el pecado de Ananas y Safira hoy en da, no
solamente con respecto a la ofrenda, sino tambin con respecto al uso del
tiempo, talento, energa etc., porque podemos profesar que damos lo mejor al
Maestro cuando en realidad estamos "quedndonos" con una gran parte de
estas cosas para nuestro propio uso. "Todo a Cristo yo me rindo ... "

5:3 -- Y dijo Pedro: Ananas, por qu llen Satans tu corazn para que
mintieses al Espritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? -Satans ya haba atacado a la iglesia por medio del concilio (Hech. 4), y ahora
la ataca a travs de los que estaban dentro de la iglesia.
"Por qu ha llenado Satans tu corazn?" Comprense Gn. 3:1-3; Juan
8:44, 45; 13:27. Su corazn estaba "lleno" de avaricia y orgullo y con el deseo
de engaar; estaba resuelto a hacerlo. Sant. 1:14, "cada uno es tentado cuando
es llevado y seducido por su propia pasin (concupiscencia)". El corazn de
Ananas no perteneca a Cristo sino a Satans. Voluntariamente se lo prest
para que lo llenara con avaricia y engao, y lleg a ser siervo del pecado
(Rom. 6:16). Ananas y Safira ofrecieron a Dios la obra de Satans.
Dice Efes. 5:18, "Sed llenos del Espritu", es decir, estar plenamente
bajo la influencia del Espritu, estar bajo su control. La palabra "morar" indica
la misma cosa: Rom. 7:17, "el pecado que mora en m"; 8:9, "el Espritu de
Dios que mora en vosotros"; Apoc. 3:13, "donde mora Satans".
En Hechos 2 y 3 observamos el plan predeterminado de Dios y el libre
albedro de los judos y en este caso vemos el poder de Satans y el libre
albedro de esta pareja. Es interesante observar las dos acusaciones: "por qu
ha llenado Satans tu corazn?" (ver. 3), y "por qu pusiste (concebiste) este
asunto en tu corazn?" (ver. 4). Lo que hicieron Ananas y Safira fue obra de
Satans, pero Pedro no reprende a Satans sino a ellos; es decir, ellos son
reprendidos por hacer lo que Satans hizo. Ananas era responsable por su
conducta porque Satans no tiene poder alguno sobre el hombre sin su plena
cooperacin. El hombre puede resistir a Satans (Sant. 4:7; 1 Ped. 5:9).
Dios conoce los secretos del corazn y juzga no solamente los hechos
sino el propsito del corazn (Sal. 139; Mat. 6:1-18; Mat 23; Rom. 2:16; Heb.
4:12, 13). Jesucristo poda -- por su propio poder -- leer los pensamientos de
los hombres (Jn. 2:24, 25; Mat. 9:4; 12:25; Luc. 5:22; 11:17, etc.), pero Pedro
no poda -- por su propio poder -- leer los pensamientos de los hombres, sino
que en esta ocasin el Espritu Santo le concedi tal poder.
Dicen los testigos del Atalaya que el Espritu Santo no es Dios, sino una
"fuerza" como la electricidad, pero Ananas minti al Espritu Santo, y no es
posible mentir a la electricidad. El Espritu Santo es una persona; la Biblia
describe las caractersticas que lo identifican como persona (oye, habla, etc.)

5:4 -- Retenindola, no se te quedaba a ti? y vendida, no estaba en tu


poder? -- Este texto demuestra claramente que no haba mandamiento de que
Ananas vendiera su propiedad, ni tampoco que el ofrendara lo que recibi de
la venta. Los que vendieron sus propiedades voluntariamente lo hicieron, y los
que entregaron el dinero a los apstoles voluntariamente lo hicieron.
Dios no quiere nuestra propiedad sino nuestro corazn. Los discpulos
no estaban obligados a vender su propiedad, y aun despus de vender su
propiedad no estaban obligados a dar el precio al Seor. Todo era voluntario.
-- Por qu pusiste (concebiste, LBLA) esto en tu corazn? No has
mentido a los hombres, sino a Dios. -- Jos dijo, "cmo, pues, hara yo este
grande mal, y pecara contra Dios?" (Gn. 39:9). David dijo, "Contra ti, contra
ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos" (Sal. 51:4). Puede
el hombre engaar a Dios o escapar de Dios? Sal. 139:1-4.
En el ver. 3 Pedro le acusa a Ananas de mentir al Espritu Santo y en el
ver. 4 dice que ha mentido a Dios. La inferencia necesaria que debemos sacar
de estos dos versculos es que el Espritu Santo es Dios. Comprese Efes.
4:30, "no entristezcis al Espritu Santo".

5:5 -- Al or Ananas estas palabras, cay y expir; y vino un gran temor


sobre todos los que lo oyeron (supieron, LBLA). -Un comentarista (F. F. Bruce) dice que Cristo no hubiera actuado hacia
pecadores como lo hizo Pedro en esta ocasin, pero Pedro no fue quien mat a
Ananas. El mismo lenguaje que indica juicio divino se encuentra en 12:23 (el
caso de Herodes). Tampoco sufri Ananas un ataque cardiaco ordinario como
algunos modernistas suponen. Sin lugar a dudas, l se asust cuando
reconoci que su fraude estaba expuesto, pero su muerte fue un milagro. Este
castigo era de Dios. El pecado de Ananas y Safira era levadura mala en la
iglesia y Dios la quit de una vez. Recurdense Gl. 6:7; Heb. 10:31. Este
pecado fue concebido en secreto pero expuesto pblicamente (aunque no
fueron expuestos por el testimonio humano, sino por la omnisciencia de Dios).
Josu 7 narra el pecado "secreto" de Acn que fue castigado con muerte
cuando Israel apenas entraba en la tierra prometida; esto sirvi de ejemplo
para la nacin joven. Asimismo Hech. 5:1-11 narra el pecado "secreto" de

Ananas y Safira y su debido castigo para servir de ejemplo para la iglesia


joven.
Es el primer caso de disciplina en la iglesia. La iglesia no puede
practicar esta clase de disciplina, pero s tiene que practicar la disciplina
enseada en Mat. 18:15-17; Rom. 16:17; 1 Cor. 5; 2 Tes. 3, etc. La disciplina
es necesaria; Juan 15:2, "limpia" quiere decir "podar"; 1 Cor. 5:5, 6. Por lo
tanto, al matar a Ananas y Safira, Dios limpi a la iglesia.
Si el pecado de Ananas y Safira no se hubiera expuesto inmediatamente
se habra dejado la impresin en la gente que el Espritu Santo puede ser
engaado (porque seguramente tarde o temprano se hubiera descubierto el
fraude). "Y vino gran temor sobre toda la iglesia" (ver. 11). El pecado en la
iglesia debe ser corregido.
El resultado de esta disciplina era muy positivo: "vino un gran temor
sobre todos los que lo supieron" (ver. 5); "Y vino un gran temor sobre toda la
iglesia, y sobre todos los que supieron estas cosas" (ver. 11). La disciplina
bblica tiene el mismo efecto ahora. Nadie respeta a la iglesia que no la
practica. Si este pecado se hubiera dejado sin castigo, el nombre de Jess se
habra blasfemado entre los incrdulos.
1 Ped. 4:17, "Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de
Dios".

5:6 -- Y levantndose los jvenes, lo envolvieron, y sacndolo, lo


sepultaron. -- En tal caso de castigo divino, no se permiti el luto
(comprense Lev. 10:1-7; Josu 7:16-25). Ni siquiera se avis a su esposa.

5:7 -- Pasado un lapso de tres horas, sucedi que entr su mujer, no


sabiendo lo que haba acontecido. -- Estara preocupada por la demora de
su marido? Al llegar a la reunin, esperara ser honrada por la iglesia por la
ofrenda que hicieron?

5:8 -- Entonces Pedro le dijo: Dime, vendisteis en tanto la heredad? Y


ella dijo: S, en tanto. -- En ese momento la pregunta de Pedro fue la
oportunidad para que Safira confesara su pecado para salvar su vida y su alma,
pero no se arrepinti de la mentira y tuvo que sufrir la consecuencia.
Recurdese Apoc. 21:8.

5:9-10 -- Y Pedro le dijo: Por qu convinisteis en tentar (poner a prueba,


LBLA) al Espritu del Seor? -La Versin Valera dice "tentar", pero
"poner a prueba" expresa ms correctamente lo que se hizo, porque pusieron a
prueba el poder de Dios de conocer los pensamientos del hombre. Si alguien
les hubiera preguntado de antemano si podan engaar al Espritu Santo,
probablemente habran dicho que no, pero no aceptaron que los apstoles eran
inspirados por el Espritu Santo. Ananas y Safira cometieron el error serio de
no reconocer el poder del Espritu Santo en los apstoles. Muchsimos
religiosos cometen el mismo error ahora: al no tomar en serio la doctrina
apostlica (Hech. 2:42; 1 Jn. 4:6) y el ejemplo apostlico (1 Cor. 4:16; Fil.
4:9), insultan al Espritu Santo que ensea a travs de los apstoles.
-- He aqu a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido,
y te sacarn a ti. Al instante ella cay a los pies de l, y expir; y cuando
entraron los jvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron
junto a su marido. -- Ananas y Safira se unieron en el matrimonio, en la
religin, en el pecado, en la muerte, en la sepultura y en la eternidad (Frank L.
Cox). La mujer de Ananas se llam "Safira" pero ella no era la joya sugerida
por su nombre, sino que estaba de acuerdo con su marido en la maldad.
Ananas y Safira se pusieron de acuerdo; por lo tanto, ella comparta la
responsabilidad y la culpa del pecado, y tambin indica que su pecado era
deliberado.
Sal. 5:6, "Destruyes a los que hablan falsedad".
No haba nada de ceremonia. Parece que se sepultaron con la ropa que
llevaban. Que sepamos no haba nada de luto (comprese Lev. 10:5, 6; Josu
7:25). Lamentablemente en algunas ocasiones hoy en da al morir el miembro
de la iglesia ms mundano, se le ofrecen muchas flores y elogios; hay un
servicio bonito y emotivo en la funeraria y otro en el panten.

5:11 -- "Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que
oyeron (supieron, LBLA) estas cosas". -- Hay hermanos que piensan que si
se practica la disciplina la iglesia ser destruida, pero aqu vemos claramente
que la disciplina funciona (es exitosa). Tambin el caso de disciplina en la
iglesia de Corinto lo demuestra (1 Cor. 5 y 2 Cor. 2:6, 7; 7:11). Vase Deut.
21:18-21. El gobierno civil tiene la obligacin de ejecutar criminales (Rom.
13:3, 4) pero muchsimos ciudadanos gritan que es crueldad y que no
funciona, que no logra nada, pero si el homicida es ejecutado cmo volver a
cometer otro homicidio?
La muerte de esta pareja caus gran temor, pero otro motivo fue que el
pueblo reconoci el significado verdadero de la inspiracin de los apstoles.
Los juicios de Dios deben despertar gran temor en nosotros tambin. Jess
denunci la hipocresa (Mat. 23), y ahora Dios claramente demuestra que la
hipocresa no ser tolerada en la iglesia. Este caso bien ilustra el juicio "en el
da en que Dios juzgar por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a
mi evangelio" (Rom. 2:16)
Recurdese que este pecado tuvo que ver con la ofrenda. Ananas y
Safira representaron mal su ofrenda a Dios. Trataron de engaar a los
apstoles y otros cristianos. Queran la reputacin de ser muy generosos como
los otros (cap. 4:32-37) cuando no fue as. La leccin es obvia y la advertencia
debe ser clara: participamos de ese mismo mal si representamos mal lo que
ganemos y lo que ofrendamos para tener la reputacin de ser generosos. Si
alguno dice, "Esto es todo lo que puedo ofrendar" o "Estoy dando segn Dios
me ha prosperado", debe ser la verdad, porque Cristo se fija en nuestra
ofrenda. Comprese Mar. 12:41, "Estando Jess sentado delante del arca de la
ofrenda, miraba cmo el pueblo echaba dinero en el arca". Tambin 2 Cor. 9:6,
7 ensea que no debemos dar "de mala gana ni por obligacin". Dios todava
conoce el corazn de sus hijos. Dios no nos castiga ahora como castig a
Ananas y Safira, pero El se fija en todo y en el da final todos nuestros hechos
sern manifiestos.
Este texto presenta el lado severo de Dios (Rom. 11:22), que es
desconocido por la mayora de la gente. "Entonces todo Israel oir y temer, y
nunca volver a hacer tal maldad en medio de ti" (Deut. 13:11; 17:13; 19:20;
21:21).

Si hubiera milagros hoy en da, habra milagros como ste y el de Hech.


13:11. Dios no solamente sanaba enfermos, sino que tambin castigaba a los
infieles. As es la naturaleza de los milagros verdaderos.
Este texto nos ensea claramente que el Espritu Santo conoce el
corazn de todo miembro de la iglesia. Por eso la membresa en la iglesia no
vale nada si no hay sinceridad en el corazn; los insinceros estn bajo la ira de
Dios.

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