Dora Nota Al Pie Por Felix Deutsch
Dora Nota Al Pie Por Felix Deutsch
Dora Nota Al Pie Por Felix Deutsch
Muchos aos pasaron durante los cuales el Yo de Dora continu con una terrible
necesidad de defenderse de sus sentimientos de culpa. Sabemos que trat de
lograrlo a travs de una identificacin su madres que sufra de una neurosis de ama
de casa, que consista en un lavado obsesivo y otras formas de limpieza excesiva.
Dora no slo se pareca a ella fsicamente sino tambin en este aspecto. Ella y su
madre no slo vean suciedad alrededor de ellas, sino tambin dentro de s mismas.
Ambas sufran de flujo vaginal cuando Freud trat a Dora, y lo mismo suceda cuando
yo la vi.
Es sorprendente que el arrastre del pie, que Freud observ cuando la paciente tena
dieciocho aos, haya persistido veinticinco aos. Freud seal que un sntoma de
este tipo slo puede producirse cuando tiene un prototipo infantil. Dora se haba
torcido el tobillo cuando era nia, al resbalar por un escal cuando bajaba una
escalera. El pie se la haba hinchado, le fue vendado y Dora tuvo que guardar cama
algunas semanas. Parece que un sntoma tal puede persistir toda la vida, siempre
que sea necesario usarlo para expresar displacer somticamente. Freud siempre se
adhiri al concepto de las reglas biolgicas y consider al displacer como
almacenado para su proteccin. La complacencia somtica, orgnicamente
predeterminada, allana el camino a la descarga de una excitacin inconsciente.
La importancia de la afirmacin de Freud, de que parece que es mucho ms
dificultoso crear una conversin nueva que formar caminos asociativos entre un
nuevo pensamiento que necesita descargarse y uno antiguo que ya no necesita
hacerlo, no puede ser excesivamente enfatizada. La conclusin de algn modo
fatalista que uno puede inferir de la personalidad de Dora, que veinticinco aos ms
tarde se manifest tal como Freud lo haba visto y pronosticado, es que ella no pudo
escapar a su destino. Sin embargo, esta afirmacin necesita alguna calificacin.
Freud mismo expresa muy claramente que l no public el caso para demostrar la
realidad del valor de la terapia psicoanaltica y que la brevedad del tratamiento (que
dur menos de tres meses) fue slo una de las razones que impidieron una mejora
ms duradera de las dolencias de Dora. An si Freud hubiera hecho ya en esa poca
sus descubrimientos sobre la neurosis transferencial y la elaboracin, Dora no
hubiera podido beneficiarse con ellos, ya que inesperadamente interrumpi el
tratamiento sin la menor duda [como] un acto de venganza de su parte. Su
propsito de autodaarse tambin se satisfizo con esta accin.
Han pasado ms de treinta aos desde mi visita al lecho de enferma de Dora. De no
ser por la nota del doctor Jones acerca de su muerte en Nueva Cork, que me ayud a
obtener mayor informacin respecto de la ltima parte de su vida, no hubiera sabido
ms de ella. Obtuve entonces de un informante los datos adicionales pertinentes
acerca de Dora y su familia que transcribo aqu.
Su hijo la trajo de Francia a los Estados Unidos. Contrariamente a lo que ella
esperaba, el hijo triunf en la vida como un renombrado msico. Dora se aferr a l
con los mismos reproches y exigencias que haba hecho a su esposo, que haba
muerte de una enfermedad coronaria, desdeado y torturado por la conducta casi
paranoide de ella. De un modo bastante extrao, sin embargo, prefiri morir, segn
mi informante, a divorciarse. Sin la menor duda, slo un hombre de este tipo pudo
haber sido elegido por Dora como marido. Cuando se analizaba haba dicho
claramente: Los hombres son tan detestables que preferira no casarme. Esta es mi
venganza. As que su casamiento slo haba servido para cubrir su aversin a los
hombres.
Tanto ella como su esposo haban sido arrojados de Viena durante la Segunda Guerra
Mundial y emigraron inicialmente a Francia. Antes de esto ella haba sido tratada
repetidamente por sus bien conocidos ataques de jaqueca y de tos, y su ronquera,
que Freud haba interpretado analticamente cuando ella tena dieciocho aos. Al
comienzo de la dcada del treinta, despus de la muerte de su padre, Dora comenz
a sufrir palpitaciones cardacas, que fueron atribuidas a su excesivo fumar.
Reaccionaba a esas sensaciones con ataques de ansiedad y temor de morir. Esta
dolencia mantena a todos lo que la rodeaban en un estado de continua alarma y
Dora utilizaba esto para hacer enfrentar amigos y parientes entre s. Su hermano,
tambin fumador en serie, muri mucho ms tarde de una enfermedad coronaria
en Pars, adonde haba escapado despus de pasar por muy azarosas circunstancias.
Fue enterrado all con los ms altos honores.
La madre de Dora muri de tuberculosis en un sanatorio. Me enter por mi
informante que ella haba padecido esa enfermedad en su juventud. Ella se condujo a
s misma a la tumba a travs de su interminable y permanente compulsin a la
limpieza cotidiana, un trabajo que nadie poda realizar a su entera satisfaccin. Dora
sigui sus huellas pero dirigi su compulsin principalmente a su propio cuerpo.
Como su flujo vaginal persistiera, se someti a varias operaciones ginecolgicas
menores. Su incapacidad para limpiar sus intestinos, su constipacin, fue un
problema hasta el final de su vida. Estando acostumbrada a este trastorno de sus
intestinos, aparentemente lo trat como un sntoma familiar hasta que se transform
en algo ms que un sntoma de conversin. Su muerte, debida un cncer de colon,
diagnosticado demasiado tarde para operarlo con xito, pareci una bendicin a
todos aquellos que estaban cerca de ella. Dora haba sido, en las palabras de mi
informante, una de las histricas ms repulsivas que haba conocido.
Los datos adicionales sobre Dora que aqu han sido presentados no son ms que una
nota a la Adicin (postcripto) de Freud. Espero que el presentarlos ahora pueda
estimular la reconsideracin y la discusin del grado en que el concepto de proceso
de conversin, en el sentido que le dio Freud, es todava vlido, o si no, en qu
aspectos difiere de nuestra actual comprensin de l.