Ockham - Tratado Sobre Los Principios de Teología

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 147

O ( C A..E*.

'1

TRATADO
SOBRE 1-'.08 PRENCEPIGS
DE LA TEULOGIA
Traduccin del latm prologo y notas de
LUIS FARRE

ong me AG UIL AR

Biblioteca de Iniciacin Filosfica


Tercera edicin 1972

Es propiedad
Queda hecho el depsito que marca la ley 11723
1972 Aguilar Argentina S.A. de Ediciones.uenos Aires

Impreso en la Argentina - Prnted in Argentine

Edicipmfginal
Tractatus

e Principiis Theologiae

escrito entre 1.337 - 1350

PROLOGO

El Tratado que publicamos es una sinttica, clara


y completa exposicin del nominalismo del siglo
XIV, tal como lo comprendiera Guillermo de

Occam. A nadie escapar, pues, su inters para


todos los estudiosos de filosofa. Etienne Gilson
lo cita con elogio, considerndolo de suma utili-

dad para la comprensin del sistema que, en


diversas obras, expusiera el filsofo franciscano.
El siglo XIV carece de profundos estudios entre
los que se han dedicado a historiar la escolstica.
Se insiste principalmente en los grandes maestros
del siglo XIII, considerados como el pice de una
especulacin que luego en el XIV empezara a
decaer. No es de extraar, pues, que centralizada
la atencin, y tambin la adhesin, a los sistemas
conclusos de Santo Toms, San Buenaventura y

Juan Duns Escoto, se contemple a pensadores


como Durando, Aureolo, Occam, Biel y toda la
plyade que matiza la escolstica posterior como
desviaciones- y peligrosas irmovaciones. Ciertamente, mirados desde la sistemtica de los primeros, lo eran, especialmente el sistema de Occam,
pues las divergencias no tocan cuestiones tangenciales, sino que afectan los fundamentos en que se
apoyaba el escolasticismo.
Es precisamente esta ltima particularidad la que
ha concentrado. la- atencin- de pensadores moder-

nos, quienes han visto en el nominalismo del siglo


XIV el despunte de nuevos mtodos de filosofar.
7

Dentro dei mtodo y la dialctica escolsticos,


con lgica y precisin abran, al parecer, nuevas
posibilidades al pensamiento humano. No nos
pertenece a nosotros juzgar sus mritos o demritos aunque, en la evolucin incesante del

conocimiento, son necesarios estos espritus agudos. Al intelectual le gusta dormirse en sistemas

ya formados y mariposear alrededor de sus


conclusiones, frecuentemente tmido para osadas
crticas y analticas. Hombres como Occam,
aunque para muchos significan un retroceso, de
hecho son estimulantes. La lectura de sus obras
nos despierta a una modalidad ideolgica muy
diversa de aquella a que nos han acostumbrado los
grandes maestros del siglo XIII.
El inters para reeditar sus obras, 'especialmente
su escrito mximo, el Comentario a las Sentencias

de Pedro Lombardo, se ha despertado en el siglo


XX, entre los historiadores que se dedican al
estudio dela Edad Media*. Desde el. siglo XV
nadie haba intentado nuevas ediciones, quiz por
precaucin contra un autor. cuyos escritos polticoeclesisticos, no los filosficos y teolgicos,
fueron incluidos en el Index Librorum Prohibi-

torum publicado el 24 de marzo de 1564 por el


papa Pablo IV. Adems, el nominalismo se presta

mucho menos a las lucubraciones filosficoteolgicas que hacen ms accesibles a la razn los
dogmas de la fe. Queremos, sin embargo, dejar

aclarado que el nominalismo de Guillermo de


Occam, no ha sido jams condenado por.las
autoridades eclesisticas.- La comisin encargada
de estudiar sus enseanzas durante el pontifcado

de Juan XXII, entre cuyos miembros se encon-

*
Ph. Bhner, franciscano norteamericano, ha editado algunas
obras menores de Occam; J. G. Sikes, C. K. Brampton y R. Seholz
algunos opsculos polfticoeclesisticos. Bhner ha anunciado una
edicin completa del Commentaria super libros Sententiarum, la
obra mxima de Occam, y L. Baudry se ha propuesto editar Quad-_
libeta, Expositio aurea y Quaestiones in Libros Physicorurn.

traba el dominico Durando de San Porciano, muy


similar en varios aspectos a nuestro pensador, se
limit a calificar a algunas de sus conclusiones
filosficarnente errneas, peligrosas, dudosas y a
larnayora de ellas como defendibles. El mismo
pontfice Juan XXII, que por muchas razones,
incluso particulares, se senta disgustado con el
inquieto franciscano, no adopt medida alguna
decisiva sobre sus opiniones filosficas y teol-

gicas.
Son las ltimas, especialmente las filosficas, las
que aqu interesan. De las teolgicas no se puede
prescindir totalmente, puesto que nos encon-

tramos con un sistema de estructura escolstica.


Occam no ha abdicado de esta estructura, de
modo que muchas de las cuestiones estudiadas,
por ejemplo la fundamental sobre los- Universales,
se encuentran extensamente desarrolladas, en
relacin con una tesis sobre la Divinidad. Es lo
que acontece tambin con el Tratado que damos
en versin castellana. En el mismo se entrelazan
los problemas dogmticos y aquellos que la actual
filosofa considera que le pertenecen estrictamente.

'

El autor y la obra.
Las tesis que integran el pensamiento de Guillermo de Occam se encuentran principalmente en los
libros Super Quatuor libros Sententiarum, Centiloquium theologicum, Quodlibeta y los tratados
sobre lgica y fsica. Es tarea ardua obtener una
visin adecuada 'de su pensamiento,. ver en qu
medida unas conclusiones se derivan de las otras y
su relativa importancia, de modo que podamos
penetrar en las entraas del sistema y darnos
cuenta del principio o de sus principios bsicos. El
nominalismo occamista ha dado y todava da
lugar a mltiples interpretaciones. Algunos, como
Jos Ma. Rubert Candau, lo presenta muy ate9

nuado, en un afn quiza excesivo para acercarlo a


las ideas fundamentales de la Escolstica; otros,
en cambio, como G. l\/iarechal, exageran las

discrepancias y lo inculpan de desvos excesivos.


Puesto que el_rnismo Gccam no nos ira entregado
una exposicion sistemtica y autorizada de su
pensamiento, si uno de sus contemporaneos,
como dice L. Baudry, hubiera intentado sintetizar

su doctrina, si algn pensador de la mitad del siglo


XIV, bien ubicado para comprenderlo, coordinara
todas las tesis alrededor de algunos principios y
mostrado en qu forma estas tesis se deducen, su.
obra evidentemente ofrecera el mayor inters.
Sin- que ello nos excusara del estudio del Venerabilis Inceptor, nos ayudara a interpretarlo. El

tratado reproducido en las pginas que van a


seguir responde a esta condicin. No era, pues,
inutil entregarlo al pblico. Estas expresiones del
editor crtico del Tratado en latn son el mejor
elogio que puede hacerse del mismo.

El Tratado, en su original latino, como es frecuente en muchos manuscritos medievales, carece

de ttulo. Se le citaba por lo general con las


palabras iniciales, y consideraban que su autor era
el mismo Occam. Pedro de Candia lo denomin
Tractatus de principiis theologiae. En el mismo,
sin embargo, abundan las conclusiones simplemente filosficas; y aun aquellas que se refieren a

materias dogmticas, estn tratadas con .espritu


racional. Es un ttulo algo caprichoso que, sin
embargo, L. Baudry ha considerado conveniente

conservar en la edicin crtica del mismo, con


preferencia a otros ttulos.

Se sirve de dos manuscritos, ambos pertenecientes


a la Biblioteca Nacional de Pars, provenientes del
fondo de la Sorbona. El que lleva la numeracin
16.130 es anterior al ao 1350, probable fecha
del fallecimiento de Occam. Adems, una de las
conclusiones est formulada de tal manera que
10

slo se encuentra en el escrito de Occam, la


Summa totius logicae, que fue compuesto cerca
del ao 1337. La fecha, por lo tanto, de su
composicin oscilara entre los trece aos que van
del 1337 al1350.

El contenido de la obra es manifiestamente


occamista. Sus afirmaciones se derivan de dos
principios- bsicos: el primero expresa una idea
fundamental en la teologa de Occam; en cuanto
al segundo, ha sido denominado la navaja de
Occam, por la frecuencia con que lo utiliza para
zanjar definitivamente ciertos problemas. Las

dems tesis se encuentran, y por regla general


textualmente, en sus diversos escritos. Baudry lo
comprueba para cada una de ellas, citando en
oportunas notas el libro y el lugar. Slo se has
invertido el orden. Dada la fidelidad con que
reejan las opiniones de Occam, sera ste el

autor?
Pedro de Candia, que escribi entre 1378 y 1380,
unos treinta aos despus de la muerte de Occam,
se lo atribuye. Pero no se puede confiar dema-

siado en su autoridad, pues, adems de este


Tratado, le atribuye .otros que ciertamente no le
pertenecen. El argumento ms probativo sera el
explicit del manuscrito 15.888 que finaliza con
las palabras duo principio Okam. Pero esta copia
es posterior al otro manuscrito, de manera que
podra tratarse de un agregado. Adems, muy
bien se puede considerar expresin de los principios de Occam un tratado que, sin pertenecerle,
da con toda precisin las ideas fundamentales de
su filosofa. Los datos de que disponemos suministrados por la crtica externa no nos ayudan a
resolver el problema.
En lo que se refiere a_la crtica interna, todo

induce a que demos una respuesta negativa. Al


enunciar las tesis lo hace en tercera persona,

refirindose a afirmaciones de un pensador dife11

rente del autor del Tratado. A cada paso se


encuentran expresiones como stas: secundum

hoc ponit, similiter ponit, ipse tazmen seni'it,


secundum eum, ex muitzls aliis suis dictis, etc. Una
de las caractersticas de Occam es la frecuente
referencia a escritos anteriores; sin embargo, en el

Tratado, que precisamente resume a- grandes


rasgos su doctrina, no se encuentran sino alusiones vagas mediante la palabra alibi.
Por estos y otros motivos, deduce Baudry que el
autor del Tratado no es Guillermo de Occam, sino
una persona annima que vivi en la primera

mitad del siglo XIV, que sintetiz su doctrina y


destac las ideas fundamentales. Fue contem-

porneo del Venerabilis Inceptor; quiz lo conoci y vivi en su intimidad. La manera como est
escrito el Tratado, demuestra que posea un

conocimiento preciso y extenso de sus obras. Esto


es suficiente para que se le otorgue suma importancia histrica y doctrinal. El`jIf`a'dYjes muy
rico en contenido. Luego de proponer o suponer
los dos principios, considerados bsicos, extrae
246 conclusiones, algunas de ellas simplemente
enunciadas, otras explicadas, aunque nunca con
mucha extensin. Estas conclusiones estn conectadas unas con otras y con los principios

fundamentales con rigor bastante lgico, de modo


que, a pesar de la aridez y a veces oscuridad del

estilo, un lector atento sigue con relativa facilidad


el desarrollo de las mismas. Las conclusiones se

refieren a las materias ms diversas: teologa,


metafsica, teora del conocimiento, lgica, fsica
y moral, pero siempre dentro de una concepcin

_filosofica que da unidad al Tratado. Es una


sntesis fiel del occamismo y su lectura dar al
lector, que no dispone de las obras del pensador
franciscano o de tiempo para leerlas, una idea
directa de su pensamiento sobre los ms diversos
temas.

Por nuestra parte solamente queremos destacar, a


12

guisa de introduccin, los._.prnc_ipipg_:l_T1tale<Q Y

las cuestiones de mayor inip"`r'tancia par"ia"cil'itar


una idea del occamismo. En la version castellana
me he atenido, con la mayor fidelidad posible, al

texto latino, aun con peligro de . incurrir en


repeticiones y tal vez en alguna que otra inco-

rreccin idiomtica. Los lectores de textos medievales saben que no es nada fcil traducirlos a
los idiomas modern/os. Los escolsticos son tan
sutiles y precisos, que no siempre disponemos de
las expresiones ni aun de los giros adecuados. La

dificultad acrece cuando se trata de textos nomi-

nlistas- L9.La:lh_er;entes__a;es_ta_ss;.u1a.sss_tan._3.._s.l_a

logica, y llap___su,_facultad_.anal_tica_a_extr_<-mos

doe'no"'penetran otros escolsticos. I-le querido

ser claro, pero, al mismo tiempo, me he cuidado


para reflejar sin adulteraciones los conceptos.
Otras dificultades que pueden existir para una
mejor comprensin, se deberan a la ndole del
escrito: en escasas pginas se intenta sintetizar un
pensamiento riqusimo que se extiende no slo a
la filosofa, sino a todas las ciencias conocidas en

la poca.
Agrego algunas notas, pocas, cuya finalidad es
aclarar puntos que pueden parecer oscuros al
lector o que se refieren a doctrinas consideradas
de suma importancia para la filosofa escolstica o
que presagian ,ideas

que expusieron filsofos

posteriores. Puesto que la finalidad que me ha


animado al traducir este Tratado ha sido poner en

manos de nuestros estudiosos un texto que


reejara el pensamiento nominalista, sin alardes
crticos o cientficos, tanto la versin, como la
introduccin y las notas que acompaan al texto,

miran a este objetivo. Quiero dejar constancia,


para mi agradecimiento, que la profesora de latn
de la Universidad Nacional de Tucumn, seorita
Gira L. Garrido, ha ledo la versin, confrontndola con el original, sugirindome varias acertadas
correcciones.
13

bo Cn Ao s principios fundamentales .
Sobre dos principios bsicos se estructura el
occamismo, de los cuales se siguen todas las
conclusiones: constituyen su raz, tanto en filosofa como en teologa. En cuanto a la ltima,
puesto que el motivo de su validez es la revelacin, aquellos dos principios sealan los lmites
hasta donde puede alcanzar la razn humana: ms
all nicamente cabe el asentimiento religioso,
por fe.

El primer principio parecera pertenecer a la


teologa natural, a pesar de que asume toda la
fuerza de una norma metafsica. Dice as: Deus
potest facere omne quod fieri non includit contradictionem, esto es, Dios puede hacer todo lo que,
por ser hecho, no incluye contradiccin. La

formula dentro de una amplitud que atemorizara


a un piadoso telogo, porque asi se lo exigen su
gnoseologa, su metafsica e incluso su adhesin a
la fe catlica expresada en el Credo, y seala

directamente a la omnipotencia divina, ante la


cual se inclinan todos los telogos; pero stos, al

pasar a su estudio e interpretacion como un


atributo entre otros atributos divinos, juzgan que
no conviene desarrolle toda su ntima potencialidad.

Ensea el Venerabilis Inceptor que se trata del


primer artculo del credo: credo in Deum, patrem
omnipotentem. Y no hay por que sealar limita-

ciones. Si se habla de una potencia absoluta y otra


ordinata es con relacin a nosotros; pero carece
de toda aplicabilidad al ser divino; ni tampoco

sera justo hablar de un entendimiento que


presentara lo factible a una voluntad, pues en
Dios no existe ninguna

distincin entre sus

atributos, mejor dicho, no hay tales atributos.


Con el objeto de establecer una cierta jerarqua en
el querer, sera inadecuado afirmar la existencia
14

de un orden interno, pues este orden conspirara


contra la si_rnpli.ci.dad divina.. Lo nico que puede
decirse -de ella _,7esqE aquello que realiza, queda
realizado; y no pdra simultneamente afirmarse

que

est realizado.

De este principio soberano se derivan directamente otros dos: 10) Dios puede realizar por s solo

aquello que realizan las causas segundas; por


ejemplo, causar en nosotros los efectos de la
visin sin la presencia del objeto externo correspondiente. 20) Si dos cosas no existen ni en el
mismo sujeto ni en el mismo lugar, Dios puede
hacer que exista lo uno sin lo otro; por ejemplo, si
la forma se diversifica realmente de la materia,

puede hacer que la una exista sin la otra.


El principio de la absoluta omnipotencia se deriva
de la idea que se ha formado de Dios. No es
posible establecer en la divinidad ninguna diferencia o distincin; si se afirma la presencia de tres

personas y una sola naturaleza en el dogma de la


Trinidad, la adhesin se presta por fe, no por

comprensin, ni la ms mnima, de la razn. En


Dios, filosficamente, sabidura, voluntad, bon-

dad y cualesquiera de los atributos se identifican.


La simplicidad seala una barrera tras de la cual
no puede penetrar el entendimiento humano.

Todo lo que se afirme de l, consistir en la


aplicacin de nociones que corresponden al orden
mundanal en el cual nos encontramos y vivimos

los seres humanos. La individualidad de Dios, otro


nombre para expresar su simplicidad, se nos

escapa en su composicin interna, en mucho


mayor medida que la individualidad humana.

Este Dios, impenetrable a la razn, est tan


alejado que muy poco podemos decir de l. Santo
Toms, mediante las clebres cinco vas, aspira a
demostrar no slo su existencia, sino tambin su
15

naturaleza*. Occam____.nicamente considera suficiente la.prueb_a_ _t_r_ad__icional pola causa- eficiente,


aunque aconseja que, eii vez"de"ei1'`"`e`ficiente; se

hable del primer conservador del universo. No


estamos seguros, afirma, de la imposibilidad de
una serle indefinida de causas pasadas; en cambio,

una serie indefinida de causas actuales, que


conserven el universo en el momento presente, no
es posible. Si slo podemos concebirlc- como
primera causa del mundo actualmente existente
para nosotros, por qu consideraramos imposible la existencia de varios universos, cada uno
con su propia causa y, por lo tanto,_su propio
Dios? Hay un solo Dios, afirma, pero esta conclusin ?niepwp~Q_Ql,;s,et ps; prpbabijior sua
opposz ,Pse mini
djemonsflfaia. ""`1"Q@
R 0 ').~t4\ :;.g,._,:_\ aca -sin tb'^~'11f\5'~-i.-_ .-U l\l\\$\^~--'- L~-\"''e\

Deduzcamos las conclusiones directal a que un


Dios de esta ndole puede dar lugar. Qued a un
lado la fe de Occam, que ahora no nos interesa.
Filosficarnente de Dios no sabemos casi nada; ni
ai xisteiino solo. Sus designios"ri' soim-

penetrables, pues todo orden moral o racional a


los que intentemos subordinarlos procedern de
nosotros. Los atribuimos aaquel primer principio
que de hecho escapa a todas nuestras racionalizaciones. En este Dios de la filosofa occamista

tenemos potencialmente anunciado el absoluto,


una primera voluntad irracional e incluso la
posible suplantacin de la objetividad real, pues
puede obrar sin causas segundas, al estilo de lo
que, siglos ms adelante, ensear el idealista

Berkeley.
Otro principio que rige toda la filosofa de Occam
es ste: no hay que multiplicar los entes sin

*
Vase cul era el proceso escolstico, sobre todo en Santo
Toms. en la obra de R. Garrigou-Lagrange. Dios, la existencia de
Dios, naturaleza de Dios, versin de Jos San Romn Villasante,
Buenos Aires, Em ec Editores, 1950.

16

necesidad, tra.cicionalmente expresado por la escolstica en esta forma: non sunt rnultiplicanda
entia sine necessitate. Se sirve de este principio a
cada paso contra Aristteles y los escolasticos que
le precedieron; anula -una serie de entidades,

porque, a su parecer, no hay argumento valido

que compruebe su necesidad. Puesto que no se


puede armar la existencia de algo sin que nos

veamos estrictamente obligados a ello, deah que


slo la experiencia directa es la unica garanta de
su e"xis`ti1`_'i Y"i`n` esta expeiiericia tenemos que
interpretarla en su sentido ms estricto.

De acuerdo con este principio, Occam, ante


cualquier problema seguir el mtodo de la ms
simple economa. La filosofa ante este lgico que

no ahona conclusiones a los principios que ha


asentado, se limpia de esencias y causas_.que l
considera imaginarias. Para saber si existe un
fenmeno, nos bastar con comprobarlo experi-

mentalmente; pero cuidado con pasar a deducciones que digan algo ms que lo anunciado por el

fenmeno; que no se hable, por lo tanto, de


sustancias o esencias metafsicas, sostn de los
fenmenos, puesto que un mismo efecto puede

tenerdiversas causas; pero no conviene atribuirle


concretamente ninguna sin necesidad, esto es, sin
'que nos veamos obligados a ello por la experiencia. Ya hemos visto antes, basndonos .en la
omnipotencia divina, la posibilidad de un ocasio-

nalismo en el cual Dios suplantara la presencia


objetiva de los seres.
-f
El primer principio ha socavado 'toda posible
explicacin racional del universo; el segundo nos

deja ante nuestra experiencia directa. Todo lo que


traspase esta experiencia, es ya imaginativo. Los
dostenninan en lo que constituye el centro de su
doctrina: slo existe lo concreto individual, y
dentro de lo individual y de lo concreto no

podemos establecer distincin de ninguna ndole.


17

La nica explicacin del individuo


que, de
hecho, es, ah est ante nuestra experiencia
directa; est unum numero, sngulare. Si atribuimos partes al individuo, en realidad hablamos de
otras individualidades. De ah que materia, forma,
sustancia, accidente' y otras distinciones que la
vieja escolstica utilizaba para analizar a los seres
carezcan de sentido aplicadas al individuo. Internamente, en el individuo, no es admisible distincin de ninguna ndole. Comprendase la importancia de esta afirmacin, que nos cierra toda
_esperanza de encontrar en las cosas, mediante el
pensamiento, una natura communs. Puesto que
todo lo real es individual, seccionada cada individualidad de cualquier otra individualidad, los
generos y las especies lgicas y metafsicas no son
nada fuera del pensamiento.
Los tratados escolsticos dedican una larga serie
de cuestiones al problema de las distinciones. Las
necesitaban para el anlisis de la naturaleza de las
cosas; as hablan de distincin real, virtual, de

razn y, dentro de la escuela escotista, de la


clebre distincin formal, dstinctio formalitatum.
Occam no admite sino la distincin real. Donde
existen dos cosas diferentes, las dos pueden ser
separadas, por lo menos por la omnipotencia divina. Si la esencia se distingue realmente de la
existencia, como enseaban algunos tomistas,
podran aislarse la una de la otra. De ah tambin
1' que los trminos o las palabras directamente slo
se refieren a individuos, a lo que l denomin

suppositio personals. Esta insistencia en la singu-

laridad e irreductible individualidad de las cosas es


la base del empirismo. Su existencia no requiere

otra explicacin que la sugerida inmediatamente


por su presencia; es un hecho. Quaelibet res extra
animam seipsa est singulars, ita quod sine omm'
aidito est iflud quod immediate denominatur ab

intentione singulari, cualquier cosa fuera del alma


de por si es singular, de manera que sin agregado
18

ninguno se denomina inmediatamente por lo


singular.
Los dos principios bsicos del occaniisrno nos han
llevado, por ineludible consecuencia., a la afirmacin de una individualidad en los seres cuya nica
justificacin es el simple hecho de que est
presente ante nosotros. Es el objeto de la experiencia. De estas individualidades o cosas solo
podemos afirmar lo que directamente nos ensea

la experiencia o aquello que inmediatamente se


deduzca de la misma. Ser, por cierto, muy poco;

puesto que, por principio, no podemos desmandarnos en conjeturas. Anticipandose a David


Hume corta los hilos que unifican los seres

mediante la abstraccin, la cual halla en los


mismos una esencia comn; y la negacin o,'por

lo menos, la puesta en duda de la causalidad,


especialmente la eficiente y la final, que explicaran un orden de.procedencia y de destino.
Occam formula sus proposiciones, sin prever sus

ltimas consecuencias, ms atareado en rebatir las


opiniones adversas. Por el primer principio, coml
hemos visto antes, la divinidad queda ms all de'
nuestra facultad de razonamiento; por el segundo;
el individuo no ofrece otra razn de ser que el
hecho de estar ante nuestra experiencia. No es
posible pasar mas all; fuera de los individuos slo
existe la oscuridad. No busquemos, pues, otra
explicacin a la existencia que el hecho de su ser.

Si hay otras, se nos escapan, pues no caen dentro


de nuestra experiencia inmediatamente.

'

Los universales y teora del conocimiento.

No podr negarse, por disconfor-me que se est


con el pensamiento de Occam, que su sistema est
ligado con una interna lgica que no rehuyeconsecuencias. Una vez sentados los principios, se
atiene a ellos y procede a su aplicacin estricta. El
19

ataque, en todo caso, debe iniciarse por la


explicacin de principios que le son comunes con
los dems escolsticos; pero a los cuales da una
interpretacin literal, sin admitir distingos que, a
su parecer, malograran la explicacin.
En el nominalismo, como en cualquier otro
sistema filosfico, se comprueba que gran parte
del problema radica en la cuestin de los universales y teora del conocimiento, ambas tan ligadas que la opinin que en uno de ellos se
adopte, necesariamente se reflejar en el otro.
Quienes tienen a menos la filosofa escolstica,
generalmente por conocerla slo en la superficie,
no pueden ignorar que, aparte de muchos otros

mritos, fue la primera que plante con toda


franqueza el problema de los universales y anunci por anticipado casi todas las explicaciones que
en el particular formulan los pensadores ms
modernos. Tres direcciones son posibles genri-

camente Tque los universales existen real y objetivamente en los individuos-,_l)ue su existencia es
mental, pero con fundamento en los individuos,
y, en tercer lugarlque existen slo subjetivamente. Dentro de et-as tres direcciones genricas
caben matices diversos. Las tres fueron defendidas
en el periodo escolstico. En su estudio y defensa
se escribieron millares de pginas; creo que sera
muy difcil en los tiempos modernos dar con
algun argumento de tanta novedad que no haya
sido previsto por alguno de los escolsticos
medievales.
La opinin de Occa-

n muchos matices coincide

con la de Pedr Albllo. Esto no indica, como


comprueba P. que ha estudiado a fondo
a los dos, una directa dependencia. Quiz el fil-

sofo franciscano ni conoca las obras de su


predecesor. Es muy comn en filosofa que en el

planteamiento y solucin de los problemas se


produzcan coincidencias independientes. Si Occam debe algo a alguien es a sus inmediatos
20

predecesores, a quienes conocia muy bien y


cuyo estudio se dedic con ahinco, no menos para
aprender cuanto para combatirlos con sutileza
crtica. El problema de los universales se plantea a
raz de esta- 'tesis teolgica: hay algo comn
aplicable a Dios y a la creatura unvocamente
predicable esencialmente de ambos? *. La nocin

propia de universal, en que convenian las diversas


escuelas, era de algo

predicable de muchos,

preadicabile de pluribus. Se trata, por lo tanto,


tambin de aclarar cul es el verdadero alcance de
lo que en lgica, pero cuyo fundamento se
considera metafisico, se denomina gnero y espe-_
cie. La expresin predicable de muchos nos
sugiere el uso de preposiciones, pues en ellas
ummos o separamos conceptos. Sus trminos
suponen un sentido; son signos, estn en vez o por

otra cosa, supponere pro. Dejemos de lado la


doctrina de las suposiciones. El problema para

Occam, desechados el realismo exagerado y el


moderado, se reduce a esta pregunta: los univer-

sales estn real y subjetivamente en el alma, o slo


tienen existencia objetiva?
Nos atenemos a lo quefensenan P. Vignaux y
Rubert Candau, que han realizado un cuidadoso
estudio del problema, especialmente el primero.
El universal, ensea Occam, no es un objeto real
existente en un sujeto, ya sea ste extramental, ya
sea la propia alma, sino que ms bien es un objeto
de naturaleza meramente objetiva que se da en el

alma; es una ficcin o creacin de la mente,


originada por el entendimiento ante la presencia
de un objeto extramental. Se utiliza a la manera
de la idea que el artfice se ha formado de su

obra, y de la cual se sirve para producir en el


exterior objetos parecidos. Su ser consiste en ser
conocido. El ser puramente objetivo es el que
*
El problema lo plantea. en el II. Sent., q. IV. A. An Deo et
creaturae sit aliquod commune univoce praedicablle essentialiter
de utroque? ".

21

forma una unidad invariable que se predica. de


muchos seres, permaneciendo el mismo como
sujeto idntico en la preposicin universal y
particular. Es errneo, como prueba Rubert
Candau contra Giacon y l\/larechal, que el concepto no refleja la realidad de los seres extramentales.
Lo que falta explicar es lo que entiende por

realidad Occam; recordemos que para l las nicas


realidades son los individuos, dentro de los cuales
no cabe establecer distincin ninguna. El concepto universal no es, en verdad, parte integrante
de las esencias reales, pues todo lo existente
creado nunca es de naturaleza universal, es decir,
una realidad realmente comn a varios seres; pero
el universal si es una realidad dada en la inteligencia que representa, como imagen natural, el ser de
los objetos extramentales, y no en lo que tienen
de individual, sino en lo que tienen de semejante
entre si. Pero est semejanza es exterr_1_a,_fen9_n_1_enolgica, y nada' `n" revela de la naturaleza
----

_ ....________... -

-- - ------

El universal est solamente en el concepto y, si se


quiere, tambin en el signo, la palabra. Como
ensea el mismo Occam: cualquier opinin que

explique el universal subjetivamente, goza de


mucha ms validez que las opiniones, por moderadas que sean, que le encuentran un significado
objetivo, en el exterior. Expresa solamente semejanzs externas, pues no alcanza ni puede alcanzar
lo que, en sentido escolastico, se' denomina
esencia, gnero o especie. De por s, la singularidad del ser repugna a toda universalidad de l
ltima ndole. Estas palabras de Occam, universale non praedicatur de pluribus nisi per actum
intellectus componentis, el universal no se predica
de muchog sino por el acto del entendimiento
componente, dbense entender en su estricto
sentido. El universal, como dice Vignaux, es

exterior a lo real como la palabra lo es a la cosa.


El individuo, como tal, es impenetrable. Esta es l
22

afirmacin a que nos lleva su teoria del conocimiento.


Para el nominalismo occamista la metafsica dela
abstraccin., tan estimada por los pensadores del
siglo XIII y necesaria para su manera de filosofar,

es vana e; innecesaria. Es una teora que supone un


intelecto agente, que trabaja los datos proporcionados por los sentidos y de los cules extrae una
naturaleza realmente comn a muchos seres,
llamada especie inteligible. Son operaciones que
suponen un- poder intelectivo que no se queda en
la superficie;-no -roza simplemente semejanzas

externas, sino que es -capaz de penetrar en algo


que es realmente comn. En cambio, para el
nominalismo desaparecen tanto elintelecto agente como la especie inteligible. La operacin
abstractiva del alma, capaz de captar lo universal
cum fundamento in re, origina uno de los argumentos utilizdos por la escolstica para demos-

trar la naturaleza espiritual del alma y, por lo


tanto, puesto que de por si es incorruptible,
tambin su posible inmortalidad; pero Occam se
ve obligado a confesar, por las conclusiones a que

llega en filosofa, que la razn es incapaz de


presentar argmnentos convincentes en el particular.
Nuestro entendimiento ve inmediatamente y sin
ningn intermediario el objeto singular. Opera
simultneamente con los sentidos y es incapaz de
apreciar ms all de lo que ellos le presentan. Que
no se hable, pues, de especie sensible o inteligible;
se trata de una relacin inmediata entre cognoscente y conocido. Y lo conocido no es ni puede

ser sino singular. Qu significan, por lo tanto, los


conceptos denominados universales? Las cosas
pueden ocasionar una impresin confusa o distinta. En el primer caso, el entendimiento las conoce

sin ser capaz de distinguir entre si los objetos


unos de otros; en el segundo caso, dis_ti_nguimos a
un objeto de cualquier otro. Siempre, en la base
23

,-.

1* '
1
de ambos conocimientos,
esta
la cosa pa...ticuiar:
si de Scrates tengo una impresin confusa, lo
considero simplemente como hombre (concepto
universal); pero si lo veo de tal manera que lo

concibo distintamente, le doy el nombre de


Scrates que designa un ser real y concreto. Por lo

tanto, los trminos que designan conceptos significan cosas conocidas confusamente; en cambio,
los que designan cosas, significan los mismos
conceptos conocidos distintamente. Siempre lo
mismo: la imposibilidad de penetrar ms alla de lo
particular.
Esta insistencia en lo individual y particular se ve
todava, con mayor claridad, en la teora de las
relaciones. Como dice Vignaux, interpretndolo,
as como hay un realismo de los universales, que
les hace significar una realidad distinta de lo
singular, tambin hay un realismo de los relativos,
que les hace significar algo distinto de los abso-

lutos; y no es menos absurdo lo segundo que lo


primero. Los escolsticos se planteaban el pro-

blema en estos trminos: agrega la relacin algo


nuevo a la realidad absoluta de los trminos? Los

partidarios de conceptos universales tenan que


responder que s. Ya Durando de San Porciano,
con anterioridad a Occam, habia respondido que
la relacin -no se distingue del absoluto. Se trata
de un nombre. La paternidad, dice Occam, nose
distingue de tal 'o cual individuo que es realmente

padre. Si se distinguiera, sera separable; y tendramos el absurdo de una paternidad sin sujeto.
Es una consecuencia de su teora sobre el universal y el conocimiento.
Resumamos ahora el sentido del occamismo: la

ciencia est compuesta de proposiciones, a su vez


compuestas de terminos, que son los signos de las
cosas. Conocemos la diversidad de las cosas por la

contradiccin existente entre sus realidades concretas, esto es, por la distincin real, la nica
24

admisible, que va de una cosa a la otra, que las


hace separables, o por nosotros 0, en ltimo caso,
por la omnipotencia de Dios. Puesto que no hay
otra distincin que la real, bajo el nombre de

materia, forma, sustancia, cualidad, no se indica


nada distinto que no sea un individuo y un
absoluto. Nada, por ende, puede verse en las cosas
que d lugar a un universal o a un relativo; esto es,

que indique algo que no sea absoluto. Todo


trmino se refiere a algo concreto y singular.
Qu significa Occam dentro del escolasticismo.
No es nuestro propsito exponer hasta los ltimos
detalles la doctrina de Occam, sino simplemente

sealar, en este estudio introductorio, aquellos


puntos principales, cuyo conocimiento es indispensable para la inteleccin del Tratado que lue o
publicamos. En el Tratado las conclusiones, fiosficas y teolgicas, tericas y prcticas, que se

derivan de su peculiar manera de pensar, estn


expuestas breve, pero claramente, siempre buscando la intima conexin con los principios que rigen

la doctrina.
Occam crea que, en parte por lo menos, en el
problema de los universales, tal como lo resolva,
innovaba. Abelardo haba, sin embargo, defendido una opinin similar; pero su importancia en
este caso decrece* . Todava Santo Toms y Duns

Escoto no haban expuesto sus particulares teoras, las ms slidas y mejor argumentadas para un
realismo moderado.- Sabe Occam que contradice
las doctrinas y opiniones comunes de su poca. El

da en que se escriba un estudio detenido y


completo sobre este pensador, al estilo de los que
*
P. Vignaux trata magistralmente, en el artculo citado enla
bibliografa, el norriinalisrno en Abelardo y en Occam, sus posibles
relaciones y diferencias.

25

se han escrito sobre Escoto y T.`orn_s`de Aquino,


sabremos a qu atenernos en lo que se refiere a la
gestacin y origen de la s1stemat1ca de Occam.
Marechaly Giacon se empean en considerar al
occamismo como una prolongacin necesaria y

lgica del escotismo. Nada est mas lejos de la


verdad. El magnfico estudio que Etienne Gilson* ha dedicado al Sutil desbarata esta opinin.

El nominalismo de Occam, deca Longpre**, en


sus elementos especficos est directamente dirigido contra Duns Escoto. A lo cual agrega
Vignaux: Nuestro anlisis del nominalismo confirma esta opinin: en todas las cuestiones, o casi
todas, que hemos expuesto, Escoto aparece entre
los adversarios, frecuentemente el principal 0 el
nico; la teora -de las distinciones que nos ha
parecido de importancia decisiva, est esencialmente dirigida contra su distincin formal. Se
trata de una oposicin sobre la estructura misma
de lo real: del lado nominalista, toda cosa es una,

sin divisin, ni grados internos; de parte del


escotismo, la unidad de lo real y aun la misma

simplicidad de Dios se prestan a una diversidad y


a un orden interno. Como que esta oposicin se
encuentra a cada paso, la critica que Occam lleva
contra Escoto toma un carcter sistemtico: el

doctor Sutil es el adversario del Venerabilis


Inceptor. Con la crtica occamista se desplazan
las dos grandes metafsicas del escolasticismo: el

tomismo y el escotismo. Rompe con el realismo


moderado medieval que, en los trminos en que se
encuentra expuesto por ambos sistemas, esquivaba los extremos del realismo exagerado y del
subjetivismo.
'-

*
Etienne Gilson, Jean Duns Scot, introduction ses positons fondamentales, Pars, J. Vrin, 1952.
**
E. Longpr, La philosophie du B. Duns Scot", en Etudes
franciscanes, 1923, p. 532.

26

'
:A _,-M
..
,......- -`-._-.._,.. ._ _ ..---L.-`
J-'\lZg3.1' las 11tC1ul1C dc Oubalri cbuaya cx. L'lLAC.':,LJ.U

propsito. Pero, por su vida y aun por sus


escritos, es evidente que quera permanecer, por
una firme adhesin a los dogmas, fiel a la Iglesia a
la cual perteneca. Lo certifican las afirmaciones
que, sobre el particular, encontramos a menudo

en sus escritos y algunos hechos conocidos de su


vida. Si estuvo en lucha contra el papa Juan XXII
y sucesores fue en parte precisamente por exigir
una pureza espiritual, que consideraba obligatoria
y fundada en los Evangelios, y que el papa se
negaba a reconocer. Como se explican entonces
las opiniones que sostiene en filosofa, imposibles
de servir de prembulo o acercatorias a una fe
que, aun siendo dogmatica, no quiere, bajo
ningn aspecto, presentarse en oposicin a la
razon? Es se un problema que no hemos visto
estudiado con la profundidad que se merece en

ninguno de los que han escrito sobre l. Sera tal


vez, como dice Gilson, caso muy frecuente en los
que han disminuido el poder cognoscitivo del
entendimiento, pero que emotiva y sentimental-

mente necesitan de la religin, que se aferran a


esta ltima mediante la fe, como ancora de

salvacin? Entre los pocos aciertos que leemos en


el libro de Marechal figura el ttulo de uno de los

captulos: El agnosticismo fidesta de Occam.


Mirado desde nuestra modernidad, Occam nos
parece un agnstico que sinceramente necesitaba
de la .e.
Su proyeccin en la filosofa moderna y contempornea.
Es unnime la opinin de los que han estudiado el
sistema de Occam ver en el mismo las mas firmes
races que es dado encontrar en el escolasticismo,
de aquellos sistemas que forman lo que se llama
filosofa moderna y contempornea. Con su
crtica quiere demoler en sus fundamentos la
27

metaf 1'sica del siglo XIH, magnir'ica.mente pensada


y estructurada; es por eso que presagia nuevas
modalidades. Aquella manera de pensar de los

grandes medievales no ha desaparecido y quiz


nunca desaparezca; son sntesis exigidas sentimental e Lntelectualmente y que satisfacen a_ niuclios
pensadores que no podran tolerar el cerrado
naturalismo en que termina, lgicamente, el sis-

tema de Occam. Este mantiene siempre en caucin al espritu, y lo hace sentir vctima de la
imaginacin y fantasa, cuando se evade de los
hechos concretos. A nuestra manera de ver es

exagerado, como lo es todo cerrado empirismo o


positivismo.
Pero nada acontece en la historia del pensamiento

que, a la postre, no resulte, bajo algn aspecto,

beneficioso. Haca falta una. revalorizacin de lo


concreto, un estudio de nuestro mundo. El
nominalismo indudablemente contribuye a ello.
Equivaldra a disminuir la filosofa moderna,
dice Marechal, si la quisiramos hacer salir entera,

por

deduccin

lgica,

del

nominalismo

de

Occam. . . Sin embargo, por mucho que se otor-

gue a diversas influencias, es necesario reconocer


que la filosofa moderna, que se desenvuelve
sobre un terreno profundamente trabajado por el
nominalismo, adquiere de este principio un matiz
epistemolgico muy pronunciado y muy uniforme para tra.icionar,fa pesar`del abigarramiento de
las escuelas, una unidad gentica proftmda. En
sentido anlogo se expresan Gilson, Giacon, De

Wulf, Vignaux y cuantos han escrito sobre el


Venerabilis Inceptor.

Un pensador moderno, tan moderno que est al


filo del ms agudo y extremado existencialismo,

Nicols Abbagnano, considera a Occam como la


ltima gran figura de laescolstica y la primera
gran figura de la Edad Moderna. No se le poda
otorgar un mayor elogio. Con l la filosofa se
28

reserva la consideracin de este mundo, y queda


desplazado para otro orden, para la fe, la dogmtica religiosa. Aunque esta actitud de reserva no es
exclusiva de Occam, pues ya antes de l Siger de
Brabante y los averrostas tomaron posiciones
anlogas, es quien mejor la razona. La teologa de
hecho queda separada de la filosofa, reducida
sta a sus propias fuerza.s. Desde San Agustn se

consideraban conexos los dos rdenes de conocimientos a pesar de mantenerse distintos. Se crea
que la filosofa se enriqueca con los aportes de la

teologa, mientras que esta ltima esclareca en


parte, aunque no los hiciera comprensibles a la
razn, sus misterios.
Occam exagera una corriente tradicional en la
orden religiosa a que perteneca y caracterstica

de la Universidad de Oxford donde estudiara: el


experimentalismo y la apreciacin de la naturaleza. Insisti en estos puntos, pero olvidado del
misticismo que notamos en el franciscano Rogerio
Bacon; imprimile las caractersticas que distin-

guirn siglos ms adelante a los filsofos _ingleses,


predecesores de Kant y los primeros representantes del moderno fi1osofar*. Se anticip a

Locke en la distincin entre experiencia interna y


externa, considerando que es muy reducida la
relacin entre las dos. Puso los fundamentos e
incluso seal los argumentos con los cuales ms
tarde David Hume negara la posibilidad de

afirmar la presencia de la sustancia inmutable tras


los accidentes o el nexo causal que relaciona los
seres. Antes que Berkeley, indico que el mundo
externo no es quiz sino pura re/presentacin
fenomenolgica, carente de un sosten objetivo y

real.

*
Vase mi libro Espritu de la Filosofa Inglesa, Buenos Aires. Losada, 1952.

29

Occam, por lo tanto, es un autor que no ha


perdido actualidad. Aquel que considera la filosofa como Lui pensamiento que se desenvuelve a
travs de los siglos, no siempre progresivamente,
sino con casuales retrocesos, ver en este' pensador
un momento culminante.

LUIS FARR

30

BIBLIOGRAFIA

Guillermo de Occam: Super IV lib. Sententarum


subtlissimae quaestiones, Lin, 1495 (contiene
tambin su interesante obra Centiloquium theolo-

gicum). Quodlibeta septem, Pars, 1487; Estrasburgo, 1491. Expositio aurea et admodum utilis
super artem veterem, Bolonia, 1496.
L. Baudry: Le tractatus de Principiis Theologiae,
attribu a G. d'Occam. Edition critique, Etudes
de Philosophie Medivale, XXIII, Paris, Librairie
Philosophique J. Vrin, 1936. Estudio introductorio y el Tratado, cuya versin damos a

continuacin.-

'

Estudios sobre Occam


J. Marchal: Le point de dpart de la mtaphysi-

que, cahier I, Pars-Brujas, sin ao, pp. 126-151.


Parcial, sobre todo por el exagerado afn de hacer
depender a Occam de Duns Escoto.
C. Giacon: Guglielmo di Occam, 2 vols. Miln,
1941. Se le pueden hacer los mismos reparos que
al anterior.
'

Maurice de Wulf: Historia de la filosofa medieval,


traduccin de Jess Toral Moreno, Mxico, Editorial Jus, 1949, Tomo III, pgs. 29-48.
Etienne Gilson: La Philosophie au Moyen Age,
Pars,

Pay ot,

1947,

tercera

edicin,

pgs.

638-656.
L. Kugler: Der Begriff der Erkenntnis bei Wilhelm
von Ockham, Breslau, 1913.
P. Vignaux: Norninalisme, en Dictionaire de
Thologie Catholique, tomo XI, primera parte,
Pars, 1931, cols. 717-784. Es la mejor exposicin
31

y la ms sistemtica que hemos ledo. Utiliza de


continuo las obras del filsofo.
E. Amann y P. Vignaux: Occam (Guillaume d'),
en el diccionario citado, tomo XI, cols. 864-904.
Vida y obras por Amann, parte doctrinal por
Vignaux.
N. Abbagnano, Guglielmo di Ockham, Lanciano,

1931. Pone especial inters en demostrar' la


relacin de Occam con la filosofa moderna y
contempornea.
Jos Ma. Rubert Candau: La filosofa del siglo
XIV a travs de Guillermo Rubi, Madrid, Ediciones Verdad y Vida, 1952, pgs. 45-58. Muy buena
exposicin, sobre todo en lo que se refiere a la
naturaleza del conocimiento universal.
J. Paulus: Sur les origines du Nominalisme, en
Revue de Philosophie, 1937, pgs. 313-330.
P. Doucoeur: Le movement, temps et lieux
d'apres Occam, en Revue Philosophique, 1937,

paginas 313-330.
en Baudry: Guillaume d'Occam savie, ses oeuvres ses ides sociales et politiques, T. I. L'homme

et les oeuvres, Pars, 1950.


Martn Gottfried: Wilhelm von Ockam. Untersu-

chungen zur Ontologie der Ordningen, Berln,


Walter der Gruyter, 1949. Se empea en acercar el
concepto de ser trascendental, en lo que toca a su

relacion con la ratio, a lo que ensearon Aristteles y Santo Toms de Aquino. Para Gottfried el
problema fundamental se reduce al problema de
launidad.

32

TRATADO SOBRE LOS PRINCIPIOS


DE LA TEOLOGIA

Dios puede hacer todo lo que, al ser hecho, no


incluye contradiccin*.
'
Adviertase que no se dice que Dios puede hacer
todo lo que no incluye contradiccin, pues en-

tonces podra hacerse a s mismo; pues El no


incluye contradiccin; sino que puede hacer todo

lo que, al ser hecho, no incluye contradiccin,


esto es, todo aquello de lo cual no se sigue
contradiccin ante esta proposicin: esto est

hecho.

'

De cuyo principio se sigue que puede en e_l gnero


de la causa eficiente todo lo que puede la causa
segunda; porque si puede hacer todo lo que, una
vez hecho, no incluye contradiccin y consta que

ninguna causa segunda puede hacer ninguna de


aquellas cosas que incluyen contradiccin, se
sigue que El puede todo lo que puede la causa
segunda.
Del mismo principio se sigue y queda establecido,
que Dios puede, prescindiendo de s mismo,
producir y conservar todas aquellas cosas de las

cuales una no es parte esencial de la otra, ni


*
L. Baudry, en la edicin crtica latina del Tratado, confirma
cada una delas afirmaciones, citando aquellos lugares en los cuales
Occam las expone 0 trata ms extensamente. Me limitar a hacer la
referencia, generalmente limitndome a los comentarios sobre las
Sentencias, en los puntos bsicos. As, por eiemplo, con relacin a
este primer principio, vase II Sent., q. 9 In fine.

35

ninguna de elias es Uios. Pues rnciurria comracnccin que se produjera a si mismo y simultneamente a otra cosa, puesto que El mismo no
existira., siendo as que consta que El es la causa
de ser aquello de cuyo ser se sigue lo otro y sin lo
cual no ser a lo otro.
A causa del mismo principio se sigue que Dios
puede o pudo producir el mundo desde la
eternidad, porque esto no incluye ninguna contradiccin* .
Del mismo principio se sigue que no conviene que
una sustancia creada actue como sustancia de
otra.
Tambin se desprende que Dios puede aumentar
su caridad hasta el infinito o, hablando con ms
lgica, aumentar infinitamente su caridad, porque, donde quiera que se halle la caridad en un
grado finito, no se sigue contradiccin de que
haya otra mayor que aqulla.
Tambin queda establecido que Dios puede, ms
all de toda creatura, producir otra ms noble,
distinta en cuanto a su especie, porque, dada
cualquier especie de perfeccin finita, no existe
contradiccin en que se produzca otra ms
perfecta que aqulla. Puesto que cualquier especie
creada es de una perfeccin finita**.
Del mismo principio y de la primera conclusin se
deduce que Dios puede virtualmente ser odiado
*
Santo Toms y otros escolsticos admitfan la posibilidad de
una creacin ab aeterno; aunque de hecho, a causa de la revelacin, sostienen su creacin en el tiempo. Sus argumentos eran en el
fondo los mismos de Occam, esto es, la omnipotencia divina.
**
Leibniz. atendiendo a la omnmoda perfeccin divina, ense que si Dios creaba, tena que crear lo mejor: Occam, defensor
de la omnipotencia, opina que no se agota el poder creativo jams,
ni aun en cuanto a la perfeccin de lo creado o creable.

36

por una voluntad creada. Pero Dios, por el

contrario, puede hacer todo aquello que una vez


hecho no incluye contradiccin: luego, puesto

que el ser realizado tal precepto no incluye


contradiccin, porque la creatura puede hacerlo,
se sigue que Dios puede ordenarlo.
Igualmente del mismo principio y de la primera
conclusin se desprende que Dios puede inmediatamente hacer por si mismo, en el orden de la

causa eficiente, todo lo que puede mediante la


causa segunda. Puesto que puede mediante alguna
creatura realizar tal precepto, se sigue que tam-

bin lo puede realizar por s mismo; as, pues, la


oluntad obediente a tal precepto, establecido por
Dios, merecera la beatitud* .
De hrs rekrciones y de los nmeros
De lo expuesto, 0 sea que Dios puede producir y
conservar alternativamente, etc., todas las cosas

prescindiendo de s mismo, se sigue que las


relaciones de los nmeros, la proporcin, como
duplo, mitad y otras similares, no son cosas
diversas de los absolutos de los cuales se habla**.
Pues sera contradiccin que una magnitud de dos
pies fuese y no fuese doble con relacin a su
mitad, o que dos pies fuesen y no fuesen iguales
*
I. Sent., dist. XLVII, q. 2, D. El que Dios puede ocupar el lugar de las causas segundas. sin que aparentemente nada cambie, explicara que, incluso segn la teologa. resultaran intiles las sustancias. las cuales, de acuerdo con los escolsticos, son el principio de
las operaciones. Tendrfamos entonces el ocasionaliamo de Malebranche. esto es, que la causa verdadera es aquella entre la cual y
su efecto el espfritu percibe una unin necesaria". Tal sera nicamente la voluntad de un ser' todopoderoso.
**
I. Sent., ci. XXX, q. 1, M. Si la relacin se distingue de sus
trminos, como dice frecuentemente, podra separarse, lo cual es
un absurdo; esto es, por ejemplo, si la paternidad es algo distinto
de aquel que es padre con relacin al hijo, sera aislable la paternidad.
`

37

segun aquella dimensin de acuerdo con la cual


son iguales; 0 que dos cosas blancas fuesen y no
fuesen similares; y lo mismo puede decirse de
todas las relaciones que sin contradiccin no
pueden no ser una vez que existan sus respectivos

extremos.

De la pasin
De lo mismo se sigue que La pasin propia
demostrable del sujeto no es otra cosa diferente
de la que le es inherente, sino que es trmino
connotativo que introduce al sujeto derechamente

y lo sustituye, pero connotando algo extrnseco al


sujeto positiva o negativamente; y lo mismo es en
cuanto a los trminos relativos de que se ha
tratado, con la excepcin de que lo que de l se
predica es, en algunas ocasiones, contingente y,
una vez puesto en su ser aquello de lo que se

predica, puede o no verificarse de l, a causa de la


existencia o no existencia del otro extremo; pero
la pasin es siempre verificable en el sujeto,

mientras exista, y como se ha dicho, es un


trmino que connota o indica al sujeto y a algo
que le es extrnseco o distinto reahnente de si

mismo .o indica al mismo sujeto de otra manera


que como al trmino que es el sujeto de una
proposicin en la cual la pasin se predica del
sujeto; lo que indica que cada uno de los trminos
seala al sujeto.
De acuerdo con esto se establece que lo uno, lo
verdadero, y lo bueno y las dems pasiones de
este gnero son propias del ente, porque lo que el

ente significa positivamente, lo uno lo significa


negativamente, y lo que el ente significa de una
manera indeterminada, lo verdadero lo significa
38

determinativamente* . Pues ente significa todas


las cosas indeterrninadamente; por lo tanto, signi-.
fica tambin lo entendido de manera indetermi-

nada, a La manera que lo superior comnmente


seala su inferior, pero lo verdadero significa lo
entendido determinadamente. Pues es verdadero
el ente inteligible y aprehensible por el intelecto.
Tambin el ente seala a la voluntad como a su

comn inferior, pero el bien indica la voluntad


determinadamente. P.ues es bueno el ente apetecible y que puede ser deseado. Y esto son los
diversos modos lgicos, esto es: determinado e

indeterminado, afirmativo y negativo; por el


contrario, los modos gramaticales son recto y
oblicuo y otros similares, que algunas veces
establecen tambin una diferencia semejante entre
el sujeto y la pasin.

De lo expuesto se deduce que la blancura y el


sabor y otros similares, no son pasiones; puesto
que por no ser partes esenciales de la cosa pueden

separarse de ella, permaneciendo la cosa; pero la


pasin se puede siempre verificar en el sujeto,
mientras ste exista**.

Segn esto, para saber en general qu trmino sea


pasin y cul no, ensea que es pasin todo
trmino

verificable necesariamente del sujeto,

mientras ste existe, y esto por predicacin


directa y que significa algo extrnseco al sujeto,
afirmativa o negativamente, especialmente de
manera afirmativa, y cuya predicacin no es
*
Esta manera de explicar los atributos llamados trascendentales que, aparentemente, no se distingue de lo que afirman los
dems escolsticos, se basa, sin embargo, en la existencia y el conocimiento exclusivo de lo concreto.
**
Como haba enseado Demcrito entre los griegos y ense
Locke en el siglo XVII, Occam defiende que sensaciones o cualidades, como el sabor, el color y el olor, denominadas modernarnente cualidades secundarias, no pertenecen a las cosas, sino que
son subietivas.
'

39

necesaria accidentaimenie. Ms digo, en predicacin dire-cta, porque por predicacin indirecta


puede el sujeto ser predicado por la pasin y en la
predicacin necesaria del primer modo. De donde
es cierto y necesario lo siguiente: lo risible es
hombre, como tambin, a la inversa, el hombre es
risible. Ms digo: especialmente, si de manera

afirmativa porque de algunas negativas hay opiniones distintas, pues algunos dicen que tales
negativas: hombre es no asno, la piedra es no
madera, estn de por s, lo que se llama en el
primer modo por si y, sin embargo, los predicados

significan algo diverso negativamente de los sujetos. Pero esto depende de cmo queramos distinguir estos modos. De la misma manera, sin
embargo, hay quien opina ms bien que tales
proposiciones son por si del segundo modo y
puede decirse lo que conviene decir, a saber: el
hombre es no asno y el hombre no es asno porque
esta segunda de por s es del primer modo, si es
que alguna proposicin negativa, deba ser puesta
por s en el rimer modo; pero la primera puede

ponerse en eijsegundo modo por si misma y esto


con tal que e predicado sea necesariamente
verificable de Las cosas significadas por el sujeto,

mientras ste exista.


De esto se sigue que no toda pasin sea demostrable de su sujeto en primer lugar y a priori porque,

si tal predicado necesario es pasin y consta que


alguna negativa es inmediata, como lo demuestra
el dictado filosfico: Primo posteriorum y tal es

indemostrable de su sujeto en primer lugar y a


priori es evidente, por lo tanto, que tal predicado

necesario no es demostrable del sujeto.


Sobre el gnero, la especie y la diferencia
De acuerdo con lo dicho se distingue entre gnero
y especie y entre diferencia y_ propio 0 pasion
40

propia. Para evidenciarlo, advirtase


algunos
de los trminos pueden verificarse del sujeto,
cuando ste exista y otros no, y que algunos son
verificables necesariamente- de la cosa, siempre
que ella exista. Los primeros se denominan
accidentes. De donde, Porfirio dice: accidente es

lo que est presente y ausente sin que se


corrompa el sujeto. No habla de ausencia y
presencia nicamente segn la inberencia real,

com.o la blancura est presente y ausente, sino de


estar presente y ausente de acuerdo con la
predicacin. De donde la relacin de doble, por lo

menos alguna, y de mitad, son accidentes de esta


manera, pues no son cosas inherentes a los sujetos
distintas de ellos, como se ha dicho. Mas, que la
relacin de doble sea accidente de esta manera se
evidencia porque una madera de dos pies es de
doble tamao que una piedra de un pie; sin
embargo, desaparecida la piedra y permaneciendo
la madera, la madera deja de ser doble en relacin
con la piedra, y es asi como permaneciendo la
madera, la duplicidad puede ser verificable y no

verificable; pero existe otra duplicidad, segun la


opinin que defiende que la cantidad es distinta
de la sustancia y de la cualidad, as no es
accidente, por ejemplo: el doble de algo con

relacin a su propia mitad. La razn es porque en


este caso no puede existir aquello que es doble, si
no existe aquello que es la mitad. Pero sea lo que

sea de la duplicidad, siempre La mitad es accidente, porque se predica contingentemente de aquello que es mitad. Pues Dios puede conservar una
mitad destruyendo la otra, y por consiguiente,

estando el todo destruido, entonces lo que queda


no es la mitad. Pero en cuanto a los trminos que

son verificables necesariamente de la cosa, --mientras sta existe, algunos significan, a ms del
sujeto de quien se predican y de sus partes, algo
extrinseco afirmativa o negativamente y estos

trminos se denominan la pasin propia o las


pasiones. De donde lo visible es.pasin de color;
41

ste, pues, es por si del segundo modo de lo que


se dice por si' mismo: el color es visible en
segundo lugar del alma, y en su mayor parte,
todos los predicados sonantes en potencia o en
acto son de la misma ndole, como: la materia es
inforinable o receptiva de la forma, el calor es

capaz de calor, Dios- es creador y otros similares.


I-lay otros trminos que no significan nada distin-

to del sujeto y de sus partes y algunos de ellos


significan en primer lugar la parte esencial de la

cosa y son impuestos a ella para significar el todo


y significan lo supuesto concretamente y suponen

por el todo y a tal trmino se denomina diferencia. Hay otros trminos que significan el todo en
primer lugar y stos difieren segn que sean -ms y
menos determinados 'e indeterrninados, porque
uno significa ms que otro. Pues significa todo
aquello que el otro significa algo ms; y as se
distingue el gnero y la especie.

Segn lo predicho se sigue que de Dios se


predican verdaderas

asiones porque los predica-

dos connotativos, aciams de lo que es Dios, a


quien significan directamente, connotan cosas

extrinsecas indirectamente, como que es creador


y beatificador y otros similares.
Segn esto, se ensea que la pasin no se deriva

de los principios del sujeto como decan los


antiguos, porque puede haber pasin en un sujeto
que no tiene ningn principio, como de la esencia

divina, cuya pasin es ser incomunicable; segn


esto, se negaran estas proposiciones: la pasin

est en el sujeto, lo risible conviene al hombre y


otras similares, a no ser que se acepte risible

material o simpleinente y convenir segn la


predicacin, no segn la inherencia.
Segn lo redicho se establece que la diferencia se
toma de
parte esencial de La cosa y se establece
que de toda parte esencial puede tomarse, 'y esto
42

tanto de la materia como de la forma*, Para


probarlo, dbese saber que la 'diferencia no es sino
un trmino impuesto por la parte esencial para
significar el todo concretamente que puede ser
medio en la demostracin, para expresar la

diferencia o distincin de uno con relacin a otro


que incluye una conclusin negativa por La cual se
enuncia que una cosa no es aquella otra; mas tal
medio puede tomarse de toda parte. De donde del

mismo modo que de la forma final del hombre se


toma el medio para concluir que el hombre no es
una piedra o asno u otras cosas y argumentando
en esta forma: que nada que tiene a ma racional
es piedra o asno; ahora bien, el hombre la tiene,

luego, etc., as tambin de la materia se deriva el


medio para concluir que el hombre no es ngel;
pues si: nada material o que tiene materia es
ngel, y el hombre es de este gnero, por lo tanto,
etc. De donde se deriva que La diferencia es tanto
material como racional.
`
De acuerdo con esto ensea que gnero y especie

se predican de lo que es la cosa (in quid), porque


ambos significan en primer lugar el todo, de
manera que es lo mismo ser predicado de algo, lo
que es significar primariamente el todo y no una
parte o algo distinto del sujeto. Pero la diferencia
se predica de La cualidad de la cosa (in quale)
porque concretamente se predica slo del todo;
pero al predicar en cul cosa se entiende sustancialmente, porque no significa sino la parte esencial de la cosa que pertenece a su sustancia. Pero
otros trminos se predican de la cualidad accidentalmente porque significan algo que no es de la
sustancia del sujeto del cual se predican, pero una
*
Sent. Prolog., q. 2, in fine. Santo Toms enseaba que toda
sustancia implica una forma, Y que en virtud de esta forma una
sustancia es clasificada dentro de una especie determinada; para
que se diferencie es necesario que exista en el individuo otro elemento, denominado materia. La forma es un elemento abstracto,
inadmisible para Occam. A lo ms, se resuelve en un trmino.

43

cosa es el accidente y otra lo propio, como se ha


dicho, porque uno se predica. contingenteinente,
pero lo otro necesariamente o por lo menos no
contingentemente. Mas aunque la diferencia se
predique de la cualidad, como se ha dicho, y el
gnero de lo que es; sin embargo, entrambos se
predicanpor si en el primer modo de decir por si'
y la razon es porque necesariamente se predican
en cierto modo del sujeto y nada significan que le
sea extrnseco; contrariamente a lo que pasa con
los otros.
'

De acuerdo con lo que se dijo que la diferencia se


toma de la parte esencial de la cosa y que se establece de toda parte esencial, es claro que, todo
compuesto de partes accidentales y con composicin esencial definible, por definicin propiamente dicha consta de gnero y diferencia; de aquel y
de otros puede abstraerse un concepto comn que
significa a entrambos de manera que se impone a
aquel todo primero y esto determinadamente: tal

es el concepto de gnero, como se ha dicho; pues


de sus dos partes esenciales puede separarse la diferencia y asi tendr gnero y diferencia propiamente dicha.
'
De acuerdo con esto queda establecido que las
cosas simples, ya sean sustancias, como los ngeles; ya accidentes, no son definibles por definicin
propiamente dicha, sino que, si se definen, en

lugar de una verdadera diferencia se establece un


trmino connotativo de algo extrinseco 0 un
trmino negativo 0 algn trmino comun a s y a
otros varios similares; y la razn es porque la

diferencia se toma de la parte esencial, como se ha


dicho; por lo tanto, las cosas que no tienen parte

-esencial no tienen diferencia y, por consiguiente,


definicin.

44

Sobre la distincin de los conceptos


De acuerdo con lo dicho se ensea que no hay
pluralidad de conceptos sin pluralidad de cosas.
De ah que lo simple que no incluye pluralidad no
puede tener varios conceptos que lo signifiquen a

el slo. Pues los conceptos se comportan en la


representacin como el objeto en el ser. Y, por lo
tanto, as como el objeto es nico en su ser, as
no habr sino un concepto que lo represente; y
esto explica por qu de dos conceptos que
significan la misma cosa, uno es el gnero, y el

otro no; y por qu razn uno es la diferencia, y


otro no, cuando precisamente significan lo mismo
el uno y el otro.
De acuerdo con esto se establece que entre

conceptos que con precisin significan la misma


cosa, uno no puede ser quidditativo y otro
denominativo y que uno de ellos se demuestre del
sujeto, a priori por medio del otro, puesto que no
hay razn para que uno sea ms quidditativo que

el otro, cuando absolutamente significan lo mis-

mo y cuando el concepto quidditativo es aquel

que significa toda la quiddidad* y nada distinto


de ella; pero esto lo hacen entrambos; luego se
sigue que entrambos son quidditativos. Que perte-

nece a entrambos se evidencia, porque si uno lo


es, cuando precisamente el otro significa lo mismo

que aqul no hay duda que tambin el otro lo es.


Segn esto, niega que de Dios se puedan demostrar conceptos denommativos que s1gn1fiquen solo
la esencia divina, pues no hay tales conceptos.

Segn esto, niega que los atributos, como la


bondad divina y otros similares, sean conceptos
*
Me otorgo la libertad de usar la palabra quiddidad y quidditativo, porque no hay en nuestro idioma expresiones que equif
valgan a su significado. Se refieren a lo que es la cosa, del latin
quid est.
*m---'-

45

denominativos que indiquen la sola esencia divina.


Pues todo concepto que indica la sola esencia
divina es quidditativo.

Segn lo predicho, se ensea que de lo simple no


pueden tenerse varios conceptos que cada uno de
ellos implique al mismo ser simple totalmente, a
no ser que uno sea superior al otro 0 connote algo
extrnseco negativa o afirmativamente.
Se sigue de lo dicho, porque la pluralidad de los
conceptos se origina de la pluralidad de cosas
necesariamente, como se prob. Por lo tanto, si
de lo simple existen varios conceptos, stos
indicarian varias cosas y no solamente lo simple.
Por lo tanto, o connotando y se tiene otra parte
disyuntivamente, o directamente y entonces sera
un concepto comn para cada uno de los significados y entonces ser superior con relacin a
aquel que significa solamente el- otro y as se tiene
otra parte disyuntivamente. De donde no se ha de

negar que el mismo ser simple puede concebirse


por varios conceptos y stos quidditativos, mien_tras uno le sea comn a l y a otros. Ni esto se
opone aldprincipio antedicho, esto es que no hay
puralida de conceptos sin pluralidad de cosas,
porque aquella pluralidad o diversidad de conceptos de que se habla proviene de la distincin de las
cosas, porque un concepto significa solamente
este ser simple y otro concepto significa al mismo
y a otros, o de dos conceptos uno significa este
ser simple y algunas otras cosas, por ejemplo a, b,

y el otro significa el mismo ser simple y algunos


otros, por ejemplo c, d, y as se distinguen aquellos conceptos aunque sean quidditativos.
De acuerdo con esto establece que el ser simple
puede tambin definirse por trminos no connotativos ni extrnsecos ni negativos, aunque tenga sin
embargo algunos conceptos no alternativamente
puestos, uno de los cuales sea comn a l y a
46

otros y otro sea comn al mismo y a algunos

otros diversos de los primeros como se ha puesto


el ejemplo arriba con relacin a c, d, y de esta
definicion habla Aristteles en el libro segundo

De posterioribus cuando dice que cualquier parte


de la definicin est en ms, pero el todo en

igualdad; por ejemplo, la cantidad se divide en


continua y discreta y en la que tiene posicin y
no tiene posicin. Por lo tanto, sea a gnero

convertible en este trmino cantidad continua y b

convertible en el que no tiene posicin; si luego se

define el tiempo diciendo que es a b, esto es, el


tiempo es cantidad continua que no tiene posicin, cada una de las partes que constituye la
definicin abarca ms que el tiempo y, sin
embargo, el todo est en igualdad. Que cada una
de ellas abarca ms se evidencia y en primer lugar
en cuanto a a porque hay ms cantidades continuas que tiempo. En cuanto a b tambin se
evidencia lo mismo, porque la oracin no tiene
posicin como tambien lo demuestra el filsofo
en los predicamentos; y, sin embargo; el todo ab,

es convertible en igualdad con el tiempo porque


no hay ninguna cantidad continua que no tenga
posicion sino el tiempo, como se evidencia discurriendo por todas las cantidades que enumera el

filsofo.

Segn lo dicho, se ensea que los trminos


atributivos comunes a Dios y las creaturas se
predican de Dios en el primer modo de lo que
significan por s. La razn _ es, porque todo
concepto abstracto se predica por s de aquellos
de quienes se abstrae inmediatamente en el primer
modo de lo que significa por s. Pero la sabidura
en comn 0 el concepto de sabidura inmediatamente se abstrae de la Sabidura creada o increa-

da; por lo tanto, se predica de entrambas perse en


el primer modo* _
*
I. Sent. d. II. II, q. 2, F. J. Los escolsticos discutan si los
atributos que nosotros predicamos de Dios, que tienen semejantes

47

De acuerdo con esto se ensea que los trminos


atributivos, aceptados de esta manera, no pueden
demostrarse de Dios a priori. La razn es porque
la proposicin en la cual se asienta tal trmino
comn, que se predica de su inferior del cual se
abstrae inmediatamente, es imnediata; mas la
proposicin inmediata no puede demostrarse. Sin
embargo, aquellos trminos pueden aceptarse por
duplicado, como dice, puesto que significan a Dios
y la creatura rectamente, como el concepto
significa la cosa de la cual se abstrae inmediatamente, y as se han dicho de ellas, esto es, que no
pueden demostrarse de Dios a priori. El otro
modo como trminos connotativos que significan
algo extrnseco con relacin a Dios oblicuamente;
por ejemplo, justicia indica la creatura a la cual
sigue de acuerdo con los mritos o demritos pena
o premio; la misericordia connota la creatura que
al pecar es perdonada por Dios y asi de otros; y
en esta manera no se predican de Dios por si en el

primer modo de lo que dicen

or s1 y de este

modo puedan demostrarse de lgios a

riori en

alguna manera. De ah que sta es una demostracion por decirlo asi, a priori: todo ente es bueno,

Dios es ente, por lo tanto es bueno. La razn es


porque ente es previo a Dios por prioridad de
consecuencia; pues se sigue: Dios es, luego es ente
y no lo contrario. Mas al ente le conviene el
trmino bueno convertiblemente, pues el ente es
bueno y a la inversa; pero a Dios no conviene este
trmino convertiblemente y por tanto esta demostracin es a priori segn consecuencia.
De acuerdo con esto ensea que la simplicidad

est verdaderamente en el gnero y en la especie y


esto no de acuerdo con formalidades o grados
intrnsecos realmente distintos, sino sin ninguna
en lo creado, se predicaban analgica o unfvocamente. Santo To-

ms se inclina por lo primero; Escoto por lo segundo. En el parti-

cular, Occam coincide con Escoto, pero parte de premisas totalmente diversas.

48

distincin intrnseca; porque la distincin extrinseca de las cosas consiste en que muchas se
representan por un concepto y las menos por
otros; se distinguen aquellos conceptos, uno es
general y el otro es especial.
De esto se sigue que de la simplicidad de Dios no
puede probarse que Dios no est dentro del
gnero. Pues las cosas simples que absolutamente
no incluyen ninguna distincin, estn en el

gnero. Pero para esto basta alguna distincin de


las cosas de las cuales una sea ms semejante, otra
ms desemejante, de manera que pueda abstraerse
un concepto comn a ste y asi otro comn a los

mismos y semejante a los dismiles. Si, por lo


tanto, se abstrae un concepto que representa a
Dios y a los ngeles precisamente del orden
supremo y otro que representa a Dios y a todos

los ngeles, fundndose en la simplicidad, no


puede aducirse razn para que uno de aquellos
conceptos no sea el gnero del otro.

De lo cual se ensea que no es igual el concepto


de especie y de definicin, porque el concepto de
definicin est compuesto de los conceptos gne-

ro y diferencia y la .definicin no es sino de


distintas partes esenciales de los compuestos
como se dijo antes. Mas el concepto de especie no
es compuesto sino que es simple Y tan simple
como el concepto del gnero, y esto es porque
entrambos significan primariamente al todo y
ninguno se toma primariamente por la parte.

De esto tambin se deduce que es falso lo que


suele decirse que el concepto de especie o la
especie se compone de gnero y diferencia. El

concepto de definicin s que esta compuesto asi,


pero no el concepto de especie; ni tampoco es
siempre verdadero que el concepto de especie
incluye el concepto de gnero y diferencia,
porque en los conceptos simples no se incluyen ni
49

formal ni virtuahnente. l\./las en los compuestos,


aunque los incluya virtualmente, sin embargo no
los.inc1uye formalmente. Pero la definicin incluye a ambos formalmente, como el todo incluye su
parte y esto porque la definicin se compone de
ellos.

Segn lo dicho, se ensea que no hay una


distincin de formalidades intrnseca a la cosa, de
modo que por medio de una de ellas la cosa sea
singular distinta en su ser individual y por otra
una en la especie y por una tercera una en el
gnero y que la unidad especfica sea menor que
la unidad numeral y la unidad genrica menor que
entrambas* . Por lo tanto, sin ninguna distincin
intrnseca la misma cosa puede convenir ms con
uno que con otro, esto es, ser ms semejante a
una cosa que a otra y consecuentemente concebirse de tal manera que el intelecto conciba a sta
y a aqulla con un concepto con el cual no concibe
aqulla y con otro concepto concebir a aqulla y
no a sta. No existe tal formalidad indivisible sino

que cualquier cosa es por si misma singular


porque cualquier cosa es lo mismo por si mismo y
no diverso- de s mismo. De donde, as como no
tiene objeto buscar por qu el hombre es hombre
segn el libro 7 De la metafsica, tampoco tiene

objeto buscar por qu este hombre es este


hombre, pues sus causas no son sino las causas
que causan este hombre. De donde es irracional
indagar qu es el principio de individuacin de la
manera que suele indagarse, porque es ms racional indagar qu es lo que hace la universalidad,
*
Para Duns Escoto, a quien seguramente tiene en vista
Occam en este pasaje. las esencias forman una jerarqua de tal
ndole que las superiores incluyen las perfecciones de las inferiores, 1' por el hecho mismo de incluirlas. las unifican. Sin embargo,
ello no impide que en el estudio de las esencias, veamos en ellas
distintas formas, distinctio formalitatum. No poda darse opinin
ms contraria a la de Occam, de que el individuo es irreductible y
que en l no se puede establecer distincin ninguna. sin peligro de
su unidad.

50

porque la individuacin pertenece formalmente a


cualquiera por si mismo. Pero la universalidad no
compete a las cosas fuera del alma o les conviene
por alguna denominacin extrnseca al alma o a
su concepto* .
De bs suposiciones * *
De que cualquier cosa es singular, se deduce que

la suposicin simple no es suposicin que est en


vez de la naturaleza de la cosa, como suele
decirse, porque no hay tal cosa. Por lo tanto, la
suposicin del trmino-Eb est en vez de la cosa

que significagp en vez del signo que significa


naturalmente a la cosa cuyo concepto esta en el
alma;`o en vez de un signo sustituido arbitrariament. Por lo tanto, a la primera suposicin se la
denomina personal, a la segunda simple y a la
tercera material. Ejemplo de la primera: el hombre corre. Ejemplo de la segunda: el hombre es
especie. Pues lo que corre no es una especie, esto

es, un concepto mental. Dedonde los modernos


sofistas sin distincin negaran absolutamente la
siguiente proposicin: el hombre es especie, sin
embargo dicen que su intencin (el objeto intencional) es la especie; empero, si queremos conceder sta de acuerdo con los antiguos, diremos
que su sujeto est en vez de la intencin. Ejemplo
de la tercera suposicin .es sta: el hombre es
dislabo. Y stas son las nicas suposiciones.
De ah que niegue las siguientes proposiciones
comunes: hombre blanco es un agregado acciden*
Los escolsticos gastaron mucha tinta para fijar el concepto
de individuacin. A Occam, as como al empirismo y positivismo
modernos, le parecen vanas e intiles tales cuestiones, pueslo que
existe, necesariamente existe concreta e individualmente, de modo
que existencia real e individuacin son idnticos.
**
Vase la teora de la suppositio muy bien explicada en Vignaux, art. cit.. col. 737.

51

tal, hombre blanco se compone de sustancia y


cualidad y otros similes, porque si el sujeto est
en vez de la cosa que es el hombre blanco aquella
cosa es Scrates o Platn, pero ni Scrates ni
Platn es un agregado accidental; tampoco el
concepto es un agregado accidental porque es una
cualidad que existe subjetivamente en el intelecto;
ni la voz ni la escritura es un agregado accidental.
Pero tal proposicin que, debido _a la fuerza de las
palabras, es falsa, debe exponerse para una buena
comprensin, si se encuentra en algn autor. De
donde, por esta proposicin: el hombre blanco es
un agregado, entienden los autores que mediante
estos trminos han de entenderse muchas cosas en

un gnero predicamental distinto en algn modo,


a pesar de que ni uno ni otro estan en vez de
aquellas cosas ni ambos trminos presuponen a
_aqu.___e_l_l_as cosas.\jlDe ah que conceda estas proposiciones: Dios hace el mal, y el mal es hecho por
Dios porque argumenta en esta forma: esto es
malo, esto es hecho por Dios, por lo tanto el mal es
hecho por Dios; as: esto es hecho por Dios, esto

es malo, por lo tanto lo malo es hecho por Dios.

Igualmente puede argumentarse en una conclusin opuesta a la primera figura, as: ningn mal
es hecho por Dios, esto es malo, luego no es
hecho por Dios. La conclusin es falsa; luego
tambin lo ser alguna de las premisas. No la
menor, luego la mayor; por lo tanto, su opuesta es
erdadera, esto es, que algn mal es hecho por

ios.
Ni sirve decir que no es hecho por Dios en cuanto
es malo, porque no es lo mismo decir el mal es
hecho por Dios y el mal en cuanto mal es hecho
por Dios. Pues de la falsedad de la segunda

proposicin no se infiere la falsedad de la primera.


Mas la causa porque la primera es verdadera, es
porque su sujeto presupone personalmente-la cosa
que significa e igualmente el predicado, porque es
52

el mismo acto el que es hecho por Dios y por la

voluntad creada y es bueno y es malo* .


De lo queesper se (por smisrno)
Por la misma razn hay que conceder que el
msico edifica por si y se prueba asi: ste edifica
por s, ste es msico; luego el msico edifica por
s. Se prueba en seguida por la conclusin opuesta
en la primera figura como la precedente; luego,

etc. Pero aunque conceda sta: el msico edifica


por s, sin embargo no concede aqulla: sta es
por s, el msico edifica pero: sta es verdadera: el
que crea necesariamente es Dios; sin embargo, no
lo es sta: sta es necesaria, el que crea es Dios.
Y advirtase: cuando se dice el constructor edifica
por s, mas el msico edifica accidentalmente, la
intencin del filsofo es: sta es por s; pero el
constructor edifica es accidental; el msico edifica. Pero cuando se dice que sta es por s: el

constructor construye, no se toma per se en el


primer modo de decir por s ni en el segundo
puesto en el Libro de los posteriores porque tal
proposicin por s ser necesaria en el segundo de

aquellos modos segn el filsofo, pero sta: el


constructor edifica, o sta: Policleto edifica, es
contingente. De donde cuando en la proposicin
que significa accin o pasin o movimiento o
recepcin o cualquier otra denominacin similar

en el sujeto de la proposicin, se expresa algo que


es causa de la proposicin, se expresa algo que es
causa de la cosa significada por el predicado o en

*
I. Sent. ci. XLII, q. 1. Se sigue del principio de que Dios
puede hacer todo aquello que, una vez hecho, no incluye contradiccin; y de la otra enseanza de Occam, de que en Dios, lo
mismo que en los individuos creados, no es posible distincin ninguna entre sus atributos: voluntad, inteligencia, bondad. etc., se
identifican con su esencia, sin posibilidad de analizar de qu manera los unos presuponen alos otros.

53

el predicado, cuando se expresa aquello segn lo


cual la cosa significada por el sujeto es su causa, la
proposicin designa que la causalidad es por s;
cuando no, es accidental. De donde esta es as por
s; lo clido caliente; y sta, accidental: lo luminoso calienta. Igualmente sta es por s: lo
luminoso ilumina, y sta por modo accidental: lo

clido ilumina. Igumente esta es por s: lo


alterable

se

alterable

se

tera,

aumenta

sta es accidental:

igualmente

lo

lo

au-

mentable se tera. Igualmente sta es por s: la


superficie es colorada, y sta accidental: lo
intelectual es colorado. Y de esta manera usa
muchas veces el filsofo del concepto de lo que es
por si en sus sentencias, como en el Primer libro
de la fsica cuando dice que de lo no music por
s se hace musical y en el mismo dice que lo
blanco se hace por s de lo no blanco que es lo
negro, y en el Segundo li.bro de la fsica, cuando

ensea cules son las causas por si y cules son las


causas accidentales; y cuando trata de lacausidad y de la suerte. Y en el Tercer libro de la fsica

del poder, del trabajar y del sanar, y en el Cuarto


libro de la fsica por s de la inmutabilidad del
lugar, y en el Quinto de la fsica en el principio y

en otras' partes del libro. Y advirtase que tal


causa y tal causado es doble y el universal que lo
denomina, a uno lo denomina real y al otro por
ilacin o por comunidad o por apropiacin; por
ejemplo, cuando se dice lo clido calienta, en el
sujeto se expresa la causa real, esto es, el calor.
Igualmente cuando se dice: lo blanco disgrega, se
expresa la causa por ilacin. Igualmente cuando
digo el cuerpo se altera o lo movible se altera, se
expresa un sujeto comun. Mas cuando digo lo

alterable se altera, se expresa el sujeto apropiado.


Y como stos hay muchos modos de ser por s

como puede apreciar el que quiere aplicarlos. Y


considero que este modo se encuentra en el Libro
primero de los posteriores, como que el muerto
muere a causa dela muerte.
54

Por esta razn se ensea que el intelecto divino


quiere por s y la voluntad divina entiende por s.
Sin embargo, sta es por si: el intelecto entiende

y la voluntad quiere; y stas son accidentales: la


voluntad entiende y el intelecto quiere.
Del silogismo expositorio

Segn lo cual se ensea que el intelecto divino es


por s principio del Espritu Santo como la

voluntad. Esta, sin embargo, no es igualmente por


s: el intelecto es principio del Espritu Santo",
como sta: la voluntad es principio del Espritu
Santo. Y todas estas cosas se prueban por elsilogismo expositorio que se perfecciona, reduoindolo al cuarto modo de la primera figura

como antes por la conclusin opuesta con una de


las premisas, concluyendo lo opuesto de la otra
premisa. De acuerdo con lo cual se ensea que el-

silogismo expositorio siempre se encuentra en las


creaturas y no hay en l falsedad de accidente,
como algunos la ponen en los silogismos hechos
primeramente: Ni este silogismo de Coristo, que
viene, debe formarse como se forma comunmente, esto es: el que viene es conocido por ti, Coristo es el que viene, luego Coristo es conocido por
ti, porque las premisas son verdaderas y la conclusin fsa. Sino que debe formarse: T sabes
que Coristo es ste, Coristo es el que viene, luego
t sabes que este Coristo es el que viene. Ni sirve
decir que en el silogismo expositorio hay falsedad
de accidente, porque acontece que Coristo-en
cuanto que es conocido por ti es el que viene,
porque as es en el mejor silogismo. De donde el
que argumenta as: todo msico es blanco; todo

hombre es msico, luego todo hombre es blanco,


es un silogismo- ptimo en el primer lugar de la
primera figura y, sin embargo, es cierto que es
c.ic1ental para el hombre en cuanto es msico,
5b

que sea blanco y es accidental para el msico en


cuanto es blanco que sea hombre y cualquier
extremo es accidental en esta forma al otro
extremo y al medio, y por lo tanto esto no basta
para la falsedad del accidente, es decir que esto le
acontece como en el caso de aquel e:.tremo. Ni
sirve decir que no conviene que si algo se verifica

de la proposicin media que se verifique de la


proposicin mayor extrema, sino cuando lo que
esta en el medio guarda verdad con la menor
extrema, porque ste es un buen silogismo: todo
hombre es animal, todo asno es hombre, luego
todo asno es animal; y tambin sta: todo hombre
es piedra, todablancura es hombre, luego toda
blancura es piedra. Y, sin embargo, piedra no se
verifica de la blancura, sino en cuanto guarda
relacin de verdad con hombre. Y por esto dice
que' el silogismo expositorio siempre se realiza en
las creaturas y en las cosas divinas y nunca debe
negarse, sino cuando lo seala expresamente la fe
0 donde de una manera expresa e inevitablemente
se sigue de las cosas que establece la fe.

De acuerdo con esto, se ensea que el filsofo


conoce la trinidad de las personas porque este
Dios es conocido por el filsofo y este Dios es
trinidad, luego la trinidad es conocida .por el

filsofo. Pero no se sigue de esto: luego el filsofo


conoce que Dios es trino y uno, asi como no se
sigue lo clido es visto por Scrates, luego
Scrates ve que esto es calido. '
De acuerdo con esto se ensea que el bienaventu-

rado no puede gozar de la esencia divina sin gozar


de la persona ni a la inversa y esto ni en esta vida
ni en la otra porque se sigue: Scrates goza de
esta esencia, esta esencia es persona; luego Scrates goza de esta persona.
De lo dicho, esto es que el trmino, .cuando
presupone personalmente, entonces esta en vez de
56

la cosa que significa, concede que el hombre es la


humanidad, porque absolutamente presuponen lo
mismo el sujeto y el predicado de la proposicin,
como dice. Lo cual se evidencia porque consta
que entrambos suponen alguna cqsa; o lo mismo,
y entonces tenemos nuestro proposito; 0 diversas,

y entonces o entrambas son corpreas o no. Si es


as, entonces en todo hombre hay dos cuerpos a

la vez. Si no, lo contrario; toda sustancia material


es cuerpo, la humanidad lo es, luego es cuerpo; y
ademas, porque de otra manera la humanidad 0
sera alma, que es falso, 0 no sera de la esencia
del hombre: pues nada incorpreo, con excepcin
del alma, es de la esencia del hombre, como
aparece; por lo tanto, etc.*.
El hecho de que Avicena negara la siguiente
proposicin: la humanidad es blanca, no se ha de
entender a causa del discurso, sino que Avicena
intenta que por el uso del lenguaje aqu se incluye
algn sincategorema**, de manera que esta proposicin: la humanidad es blanca, equivale a

sta: sta .es por si en el primer modo de hablar


por s: el hombre es blanco, de manera que por la
primera entiende a la segunda que la primera es
falsa. De donde as como de la manera de hablar
en algunas dicciones sincategoremticas se incluye

un categorema como en el todo se entiende la


parte, de modo que equivalen a stas: toda piedra
es blanca, y: cualquier parte de la piedra es
blanca, tomando el todo sincategricamente, as
la humanidad en Avicena por el uso de hablar
incluye algn sincategorema; por ejemplo, el
modo de ser por s en el primer modo de decir

* _
I. Sent., d. V. q. 1, K, L. Los universales son nombres que
indican lo concreto de una manera confusa. As, humanidad indica
a_los hombres. en cuanto no podemos clistinguirlos, hic et mu-ic,
distinta e individualmente.
**
Una expresin sincategoremtica equivale a un smbolo
incompleto.

57

por s o algo parecido, por cuya razn se ha de


negar la mencionada proposicin.
De la definicin

De acuerdo con esto se ensea que se define lo


singular, porque toda cosa es singul*. Pero
puede primariamente definirse doblemente o de
tal manera que la definicin se predique de lo
definido convertiblemente o que sea tal cual es lo
significado por la definicin y de entrambos

modos se define lo singular, aunque con sentido


diverso. Para lo cual debe saberse que todo lo que
es, es singular y todo lo universal es singular; pero
algunos entes, a ms de su entidad propia, son
signos de otras cosas y esto naturalmente 0 por
imposicin; pues algunos son verdaderos pero no
entrambos, en su ser son singulares, pero los
signos al mismo tiempo que son singulares son
universales, singulares en su ser, universales por el

significado, esto es, son aquellos que son signos de


muchos. Pues aquello que se define primariamente segn el primer modo es singul, lo
singular es universal, esto es, un ente singular que
es signo. Lo que se define en el segundo modo es
singular, porque no es signo. De donde este
trmino comn, hombre, se define por el primer
modo porque de l convertiblemente se predica
animal-racional, porque todo hombre es animal
racional ya la inversa. Por el segundo modo se

define primariamente Platn, Scrates, etc., y


esto tomndolo negativamente, esto es, decir,
antes que ello nada; mas admitindolo positivamente nada se define en esta forma, porque la

definicin se verica por igual de todos los


individuos. Ni sirve el que se objete: si de este
*
I. Sent., d. J, q. 5, E. En este prrafo explica en qu consiste
lo singular y lo universal. conocimiento bsico para comprender al
occamismo.

58

trmino hombre se verifica como animal racional,


luego, este trmino hombre es animal racional;

por lo tanto, esto no vale porque es una proposicin que se refiere a un acto significado por el, al
predicarse no debe emplearse en esta forma, sino
asi, luego el hombre es animal racional.

De acuerdo con esto se ensea que en muchas


proposiciones la cosa no se predica distinguiendo
la cosa del signo de la cosa, porque' los terminos

de algunas proposiciones son universales; mas el


ser universal no compete sino a los signos* .
Tambin el sujeto y el predicado son partes de la
proposicin; mas la proposicin en el escrito se

compone de trminos escritos y la proposicin en


la palabra hablada de voces. Luego los sujetos y
los predicados de estas proposiciones son escritos,
voces; por lo tanto, etc.
De acuerdo con esto ensea que aquella proposicin de los antiguos de que para la verdad de una

proposicin afirmativa se requiere que el sujeto y


el predicado sean lo mismo, es falsa. Pues la
proposicin en la cual lo superior se predica de lo

inferior es verdadera y de ah no son lo mismo el


sujeto y el predicado, porque uno es superior con
relacin al otro, pero nada es superior con
relacin a si mismo. Pero para la verdad de una
proposicin afirmativa se requiere que el sujeto y
el predicado estn en lugar del mismo.

De la distincin de las ciencias


De acuerdo con lo dicho antes sobre la pasin, se
ensena que diversas ciencias pueden considerar al
*
Puesto que lo universal no esta en las cosas ni se deriva de
ellas, se sigue que la condicin de universal no compete sino alos
signos.

59

mismo sujeto. Pues siendo la pasin, como se ha


dicho, un concepto que significa a manera de

connotacin algo distinto del sujeto, segn las


cosas diversas que pueden connotarse si hay varias
pasiones, de acuerdo con la variedad de pasiones,
habr variedad de ciencias. De donde, en cuanto
al hombre, puede saberse por el hecho de estar
compuesto de contrarios, que es corruptible y la
ciencia que trata de eso es la ciencia natural. Del

mismo puede saberse que es beatificable, y esta


conclusin pertenece a la teologa. Tambin del
mismo puede saberse que tiene libre arbitrio y
cosas similares y esto pertenece a la moral* .
De acuerdo con esto se establece que lo diversamente cognoscible da lugar a diversas ciencias,

puesto que segn la variedad tanto del sujeto


como del predicado, 'vara la conclusin cognoscible; por lo tanto, la ciencia varia segn su
variacin. Y de acuerdo con esto se ensea en
general que a cada conclusin diversa responde
una diversa ciencia.

De acuerdo con esto se ensea que, cuando por


los trminos de una conclusin conocida se
significa otra cosa, diversa por su especie que la
significada por los trminos de otra conclusin
conocida, aquellas ciencias se distinguen especficamente. Y, en general, los hbitos cuyos actos se
distinguen especficamente son especficamente
diversos porque, de lo contrario, se elimina toda

*
I. Sent. Prolog., q. 9, F, J. Recordemos que para Occam las
ciencias no se basan en principios tan fijos como los admitidos por
los dems escolsticos. Extrema el concepto de contingencia hasta
hacerlo penetrar en la ntima naturaleza de las cosas; su fijeza no
es sino una situacin de hecho. Ignoramos los cambios y
mutaciones a que estn expuestas, incluso las leyes consideradas
fijas. que nos puede reservar el porvenir. Es la misma actitud cauta
que observan muchos cientficos modernos con relacin a las
conclusiones consideradas' provisionales a que se llega en ciencias
naturales. fsicas y qumicas.

60

manera de probar que cualquier acto se distingue

espec1'ficamente.
Del sujeto de la ciencia
De acuerdo con lo que se ha dicho, que la pasin
niega al sujeto de la ciencia, esto virtualmente
contiene una noticia de la pasin. Puesto que la

pasin es un concepto o un trmino que connota


algo distinto realmente del sujeto y se puede
conocer al sujeto sin conocer aquello de lo cual es

distinto realmente; y sin su conocimiento, esto es,

de lo que es distinto del sujeto, no puede haber


conocimiento de la pasin que signifique otra

cosa, de lo cual se sigue que puede conocerse el


sujeto sin conocer la pasin. De ahi que como lo
beatificable es una pasin del hombre, mas lo
beatificable connota beatitud, no puede saberse
que es beatificable, esto es, que est en potencia
para tener beatitud aunque conozca la beatitud,

pues no se conoce el complejo sino conocidos sus


trminos o signos y consta que puede conocerse al
hombre sin conocer la beatitud, luego se sigue que
el conocimiento del hombre no contiene virtualmente el conocimiento de beatificable.
De acuerdo con esto se ensea que el sujeto y su
conocimiento no contienen todo el hbito virtualmente ni la conclusin por la cual se enuncia la
pasin del sujeto ni los principios por los cuales se
demuestra; lo cual se evidencia porque hay
algunos principios inmediatos que, conocidos los
significados de sujeto y predicado, no son cono-

cidos, sino que se requiere la experiencia por la


cual se saben, como ensea el filsofo hacia el

final del segundo libro de los posteriores y en el


primero de la metafsica. De donde el que viese la

luz del sol y nunca hubiera experimentado que


causa calor, jams supiera que aquella luz proporciona calor y, sin embargo, esta proposicin es
61

inmediata; y lo mismo en cuanto al calor con


respecto a aquel que desconociera que por la
aplicacion del calor se engendra calor en otro.
De acuerdo con esto se ensea que no siempre la
definicin del sujeto es un medio para demostrar
toda pasin del sujeto, ya porque la proposicin
en la cual .se enuncia alguna pasin del sujeto con
propiedad es inmediata como este calor proporciona calor, ya porque sabida la definicin puede
permanecer oculta alguna pasin que no es
cognoscible sino por la experiencia; cognoscible
del sujeto, ya porque alguna pasin connota una

cosa que puede no conocerse a pesar de ser


conocida la definicin del sujeto perfectamente.
De acuerdo con esto se ensea que no es de la

razn del sujeto de la ciencia sino que el mismo


sujeto de la conclusin sabida, cuya conclusin es
objeto de la ciencia y en general el sujeto de la

conclusin sabida es sujeto de la ciencia, pero no


es necesario que sea comn a todas las cosas que

se determinan en aquella ciencia, porque en


muchas conclusiones nada se enuncia de algo
comn a todas aquellas cosas de que se trata en
aquella conclusin; esto es, del sujeto y predicado, ni sabida aquella conclusin por esto mismo

se sabe algo de algo comn a l porque, una vez

sabido que el hombre es risible, por esto mismo


no se sabe algo del ente trascendente 0 comun al
hombre y a lo risible, como consta. Ni es de la

razn del sujeto que sea lo primero conocido en la


ciencia, porque si nunca viese la luna y viese una

candela a la cual la diafanidad impidiese iluminar,


podra saber el significado de este nombre por la
carencia de luz en una cosa apta para recibirla por
la interposicin de lo opaco, y, si posteriormente
viese la luna, este sujeto sera conocido posterior-

mente por su pasin. Pero precisamente la razn


del sujeto es que sea sujeto de una conclusin
sabida.
62

De acuerdo con lo dicho se ensea que la


metafsica o la ciencia natural 0 la teologa no es

una ciencia sino son muchas, segn las muchas


conclusiones conocidas y esto se sigue de lo
precedente, porque una ciencia cognoscible segn
una especie es otra ciencia distinta por otra
especie, como se ha dicho. Puesto que en la
ciencia natural se conocen muchas conclusiones
de las cuales los trminos de una conclusin
significan cosas distintas por su especie de las
cosas significadas por los trminos de la otra
conclusion y, por consiguiente, las mismas cosas
conocidas se distinguen por su especie, de lo que
se sigue que el habito o las ciencias se distinguen
especficamente. De ah que la ciencia por la cual
s que la materia es inengendrada e incorruptible
se distingue especficamente de la ciencia por la
cual s que todo lo que se mueve es movido por

otro.
Segn esto se ensea que la metafsica o la

teologa o la ciencia natural no tienen un sujeto


material sino muchos, segn son muchas las
pasiones y las conclusiones. De acuerdo con esto
se ensea que la teologa es especulativa y
prctica; porque la teologa de esta conclusin:
Amaras al Seor tu Dios, con todo corazn, etc.,
es prctica; pero' la de esta otra conclusin: Dios
es uno y trino, es especulativa.
De los hbitos intelectuales
Segn lo dicho, se ensea que es otro el hbito 0
la ciencia de los principios y de las conclusiones;
lo cum se sigue de lo antes dicho, porque es
diversa la ciencia segn lo cognoscible, 'como se

demostr antes, y hay conocimientos distintos


por su especie de los cognoscibles distintos por su
especie; pero algn incomplejo de entrambos
principios se distingue especificamente de los
63

trminos incomplejos, de la conclusin, porque el


termino medio no entra en la conclusion.- Luego,
etc.
Segn lo dicho, se ensea que aquellos cinco

hbitos intelectuales de que trata el filsofo en el


libro sexto de la tica, esto es, ciencia, sabidura,
intelecto. arte y prudencia, se distinguen especficamente. La razn es porque tienen objetos por
lo inenos parciales distintos por su especie; lo cual
se evidencia, porque el intelecto, que es el hbito

de los principios, se distingue de la ciencia, como


se demostr, porque el termino medio es sujeto
parcial del conocimiento del principio y no de la

ciencia que es de las conclusiones. Pero la

sabidura se distingue de entrambas, porque tiene


por objeto el tratado de los principios y conclu-

siones segn l, porque tiene por objeto todo el


discurso. El arte se distingue de los dos hbitos
dichos, porque aqullos son especulativos, mas el
arte y la prudencia son hbitos prcticos. Pero el

arte y la prudencia se distinguen porque uno se


dirige al obrar, a saber, el arte, pero la otra dicta
lo que hay que obrar o de que manera y cmo y
cundo, a saber, la prudencia.
Segn esto, se ensea que hay prudencias distintas
por su especie y esto se sigue de lo mismo que se
sigue que de conclusiones distintas por su especie
hay ciencias distintas por su especie. De donde
una es la prudencia distinta especficamente que

dicta cmo se tiene que obrar en los actos de


fortaleza y templanza, y as de las dems.
De la conexin de las virtudes
De acuerdo con esto, se ensea que las virtudes no
estan totalmente conexas ni entre s ni con la
.64

prudencia estrictamente dicha. Para cuya evidencia se b.a de advertir, segn l, que la prudencia se
admite de cuatro maneras. De una manera, esto
es, por todo conocimiento directo, respecto de
cualquier cosa que se ha de hacer mediata o
inmediatamente, y as el-conocimiento de una
proposicin universal que procede de trminos
universales conocidos por si puede llamarse prudencia y tambin el conocimiento de una proposicin universal conocida por la experiencia se
dice prudencia. Ejemplo de lo primero: se ha de
beneficiar a todo benefactor. Ejemplo de lo

segundo: todo iracundo debe ser aplacado mediante palabras suaves. En el segundo modo, se
toma la prudencia por un conocimiento evidente

de una proposicin particular inmediata que se


dirige hacia algo que se ha de hacer, cuya
proposicin se sigue evidentemente de una pro-

posicin universal conocida por s con otra


particular aceptada debajo. Ejemplo: se ha de
beneficiar a este benefactor. En tercer lugar, se
toma por un conocimiento inmediatamente directivo aceptado por la experiencia, slo respecto de
algo que se ha de hacer. Ejemplo: este iracundo
debe ser ablandado por hermosas palabras y sta
es la prudencia propiamente dicha. 'En cuarto
lugar, se toma por el conjunto de todos los
conocimientos inmediatamente directivos en el
hacer, ya sean por la experiencia, ya no lo sean.
Advirtase .que la virtud tiene cinco grados. El
primero es cuando algo quiere hacerse conforme a
la recta razn, tanto a causa de la honestidad de la
obra en s como a causa' del fin. El segundo,
cuando no intenta transgredir la recta razn ni
aun ante la muerte. El tercero, cuando quiere
hacer tal obra determinada y no dejar de hacerla
ni aun ante la muerte, y esto solamente porque lo
dicta la recta razn. El cuarto, cuando hace lo
predicho por amor de Dios. El quinto, cuando ya
sea por amor de Dios, ya sea por honestidad,

65

quiere hacer algo que excede su naturaleza y esto


por un acto imperativo que obliga a ejecutarlo* .
Segn esto, se ensea que ninguna virtud moral en
cualquier grado exige por necesidad otra virtud en

cualquier grado. La razn es porque alguien puede


ejercitarse en una virtud sin ejercitar otra, y no s
por qu esto no se pueda en un grado como en
otro.

Se ensea tambin que los dos primeros grados de


una misma virtud estn con vicios opuestos a otra
virtud y por recto juicio de la razn no slo
respecto de aquella virtud inherente a aquel vicio,
sino respecto de la otra virtud cuyo vicio opuesto

corresponde a aquella virtud. Similarmente, se


corresponde con el vicio opuesto a la virtud y por

error respecto de otra virtud y esto es todo


cuanto se intente en aquellos grados. Lo primero,
se evidencia porque alguien puede obrar moderadamente segn los dos primeros grados de la
templanza y, sin embargo, querer obrar injusta-

mente aun dictando la recta razn que tales cosas


soninjustas y no se deben hacer, sino lo opuesto.

Esto lo ensea la experiencia, Se prueba tambin


por la razn, porque cuando algn acto se
corresponde sin circunstancias con algn otro
acto, el mismo acto genticamente con 1as_cir-

cunstancias que le pertenecen se corresponde con


el mismo acto, porque si no hay repugnancia por
razn de los actos, conviene que si hubiera

repugnancia, sta sea por razn de las circunstancias. Pinsese si alguien quiere hacer obras
injustas porque son inhonestas o porque estn
contra la razon, esto parece que repugna entre el
acto de la intemperancia en el primero y en el

*
En el quinto grado est nsinuada la doctrina kantiana de
hacer el bien por s mismo. esto es. por honestidad; aunque
tambin el hacerlo por amor a Dios, sin miras al premio. indica
profundo desinters.

66

segundo grado y entre aquel acto de injusticia,

porque el acto de templanza tanto en el primero


como en el segundo grado se realiza a causa de la
honestidad 31 porque es conforme a la recta razn.

Y, por lo tanto, el acto que se realiza porque es


inhonesto o contra la recta razn, parece que le
repugna por estas dos circunstancias. Luego suprimida la repugnancia entre las circunstancias y
continuando la irnpertinencia entre ellas, el acto
puede corresponderse a la vez tanto con las
circunstancias como sin ellas. Pero querer hacer
un acto de templanza como es, sin las circunstancias,

uede corresponderse a la vez con el acto

vicioso se querer hacer lo injusto. Se evidencia


por la experiencia. Y puede decirse que se realizan
actos en el primero o en el segundo grado con
circunstancias totalmente no pertinentes, como si
alguien quisiera hacer lo injusto porque es nocivo
al prjimo o lesivo para la fama o por otras
razones similares donde se objetan circunstancias
no ertinentes a las circunstancias de la templanza
en l)os grados predichos. Por lo tanto, la virtud de

la templanza puede corresponderse con la injusticia. Segn esto, tambin queda claro porque, si
la injusticia uede corresponderse con la templanza y con lla recta razn respecto de la justicia,
mucho ms puede corresponderse con el error en

la razn respecto de la justicia; por ejemplo, si la


razn equivocada dictara que las obras de la
justicia son malas.
De acuerdo con esto, es evidente que las virtudes

teologales no exigen necesariamente todas las


virtudes morales; la razn es: la rectitud con
relacin al fin puede existir, sin que exista la

rectitud con relacin a las cosas que conducen al


fin. Puede amarse a Dios, sin amar a ninguna
creatura actualmente. Pero la virtud moral, especialmente en los tres primeros grados, inclina al
acto referente a la creatura precisamente; pero las
67

teolgicas, acerca de Dios. Luego las teolgicas


pueden existir sin las morales.
Segn esto, se ensea que las virtudes teologales
infusas toleran a la vez vicios morales habituales.
Se evidencia porque el adulto habituado a algn

vicio, aun bautizado, todava permanece en l la


inclinacin a semejantes actos viciosos. Luego
esto es por el hbito vicioso que permanece y, sin
embargo, tiene virtudes teologales infusas. Luego,
etc.
De acuerdo con esto, se ensea que ninguna

virtud moral exige a su vez un hbito similar en la


parte sensitiva. Para cuya evidencia spase que el
mismo ensea que hay actos esencial e intrnse-

camente virtuosos y hbitos esencial e intrnsecamente virtuosos, porque el acto indiferente o


sea virtuoso y vicioso no se hace virtuoso sino por
algo que es intrnsecamente virtuoso, porque, si

por si no es virtuoso, para que lo sea, se requiere


algn acto virtuoso o no. Si lo primero, se tiene lo

propuesto; si lo segundo, aqul es de por s


virtuoso o no. Si es as, se tiene lo buscado y por
la misma razn tendramos que admitir lo prime-

ro. Si no, para que resulte virtuoso se requiere


algn acto y de l se preguntar como del primero
y as. se seguir hasta lo infinito o se estabilizar
en algn acto que sea por s virtuoso. El tal acto
depende slo de la voluntad porque todo acto
fuera del acto de querer puede realizarse virtuosa
o viciosamente permaneciendo el mismo por
asistencia de diversas voliciones; por ejemplo: doy
a uno limosna por amor a Dios; despus, cuando
ejercito el acto, mudo la voluntad y doy limosna

por vanagloria, el mismo acto de dar en el primer


caso se realiza virtuosamente y despus viciosamente. Luego no es de por si intrnsecamente
virtuoso y as de otros actos que dependen del
acto de querer. .Luego aqul solo es intrnsecamente virtuoso. Que aqul puede estar en la
68

voluntad sin hbito similar en la parte sensitiva se

prueba: cuando dos contrarios son causados,


conservados y aurnentados por causas diversas, en
cuanto una sea ms prxima, la ms fuerte la
puede impedir. Luego en cuanto una causa
generadora de un hbito en la parte sensitiva que
puede ser la voluntad, est prxima en la parte
sensitiva a su acto obligado e imperado, la causa
contraria impeditiva puede ser ms fuerte, de
manera que impida la generacin del hbito; por
ejemplo: una buena comida o una complexin
fuerte y otras similares; y as aconteci con Pablo
porque, aunque tuviera la suma virtud de la
castidad en su voluntad, sin embargo sufra la
rebelin de la carne que no puede quitarse por

causas naturales.
De acuerdo con esto, se ensea que los hbitos de
la parte sensitiva que por su gnero inclinan a las
buenas obras, las cuales tambin se denominan

extrnsecamente virtuosas, en alguna manera toleran a la vez en la voluntad cualquier vicio

opuesto y disparatado. La razn es porque el acto


de la parte sensitiva puede hacerse conforme o
disconfonne con la recta razn con buena o mala
intencin, como se ha dicho. Y si se hace con

buena intencin, entonces est de acuerdo con la


virtud que est en la voluntad que inclina a aquel
acto. Pero si se hace con mala intencin, se
corrompe la virtud y se engendra el vicio en la
voluntad, y siempre permanece el mismo hbito
en la parte sensitiva*.
De acuerdo con lo dicho, se ensea que la
prudencia segn el primer modo puede estar sin
ningn acto y hbito de virtud. La razn de esto

*
III. Sent. q. 12, L1. En definitiva, la buena o mala accin
depende de la intencin. En esto Occam apenas si se distingue de
los dems escolsticos.

69

es porque, a pesar de tal dictamen., puede la


voluntad por su libertad querer lo dictado a su
opuesto. De lo contrario, no habra pecado
ocasionado por la malicia. Lo mismo ensea en
cuanto a la prudencia segn el segundo mod_o.

En cuanto a la tercera clase de prudencia dicha,


establece que hay una que puede existir sin
ninguna virtud moral y otra no. La razn es por-

que una puede tenerse por experiencia de otra y


la otra procede de la propia experiencia respecto

de los actos propios. Ejemplo de lo primero:


el iracundo a quien vi aplacarse mediante las
palabras blandas de otro. Ejemplo de lo segundo:
por propia experiencia puede saberse que hay
mayor delectacin en amar a Dios que en amar

otra cosa; no se sabe esto por una experiencia


de actos ajenos y, por lo tanto, si tengo que

saberlo evidentemente, conviene que realice algn


acto virtuoso por el cual lo sepa.
Segn esto, se ensena que la cuarta clase de

prudencia no puede existir sin algunas virtudes y


no puede ser sin ninguna. La razn es porque
aquella incluye a las tres primeras prudencias, dos

de las cuales no requieren virtudes morales, como


se dijo. Luego, etc.
De acuerdo con esto, se ensea

ue la virtud

moral no requiere la primera clase de prudencia;


porque para que se realice un acto virtuosamente
no se requiere que se produzca el conocimiento
directo inmediato, 'mediante proposiciones conocidas por s. Pues para obrar bien a este obrar
virtuosamente no se requiere que el conocimiento
de esta proposicin: hay que beneficiar a ste,

sea causada por sta: se ha _de beneficiar a todo


amigo sino que basta que asienta a sta evidentemente: porque el me beneficio a mi .
9

1,,

De acuerdo con esto, se ensea que el acto


virtuoso es correlativo a la vez con la prudencia
70

respecto de algn objeto y con prudencia invencible acerca del mismo objeto. Lo primero se
evidencia, porque si alguien creyera que la fornicacin no es pecado, todava podra ejercitar un
acto de justicia o de fortaleza, como se evidencia

de lo dicho.
Lo segundo se evidencia, en el que da limosna a
uno que considera indigente y realmente no lo es

o el que promueve a un indigno que espera ser


digno obrando bien y virtuosamente.

De acuerdo con esto, se ensea que la recta razn


o la prudencia es objeto y causa parcial del acto
virtuoso. El motivo es porque de lo contrario el
acto de la voluntad no sera intrnsecamente

virtuoso; ya se dijo lo opuesto a esto; Es evidente


la consecuencia porque toda cosa depende suficientemente de sus causas esenciales. Si la prudencia o la recta razn no fuera causa parcial u

objeto del acto de la voluntad o del querer


virtuosamente, ese acto virtuoso podra existir sin
recta razn. Es falsa la consecuencia, porque
nadie obra virtuosamente si no est regulado por
la recta razn que dicta que hay que obrar de tal
manera.
De acuerdo con lo mismo, se ensena que las

circunstancias del acto virtuoso son su objeto y


causas parciales. La razn es porque algn acto es
intrnsecamente virtuoso, como se comprob. Si,
por lo tanto, las circunstancias no fuesen su
objeto y causas, podra ser virtuoso sin ellos. La
consecuencia es falsa. De acuerdo con esto, se
ensea que el acto virtuoso y el vicioso se
distinguen especficamente. La razn es porque,
como se dijo antes, la distincin especfica de los
actos y hbitos se sigue de la distincin especifica
de los objetos. Por lo tanto, puesto que son diversas las circunstancias del acto virtuoso y del vi71

cioso, se sigue que sus actos se distinguen especificamente.


De .acuerdo con esto, se ensea que ningn acto
deliberado es indiferente, de manera que no sea ni
virtuoso ni vicioso porque se realiza conforme al

dictamen de la recta razn o disconforme con l*.


De acuerdo con esto, se ensea que a pesar de que
un mismo acto exterior puede ser sucesivamente
virtuoso o vicioso por denominacin extrnseca,

sin embargo un acto de la voluntad, que es


intrnsecamente virtuoso o vicioso, no puede

serlo. La razn es que si fuera as, sera por el


advenimiento de otro acto, y puesto que un acto

diverso de la voluntad, que es intrnsecamente


virtuoso o vicioso, se convertir en vicioso, o a la
inversa por algn acto simplemente natural.
De acuerdo con esto, se ensea que si primariamente uisiera a dictando la razn que se ha de
querer y (luego la razn dictara lo opuesto, por

ejemplo, que no se debe querer a, y muda la


volicin de a que primariamente no fue virtuosa,
en la segunda ocasin no se hace virtuosa sino por
extrnseca denominacin; sin embargo, el acto de

la voluntad no se hace vicioso por esta nueva'


voluntad 1'efl.exa que es intrnsecamente virtuosa

o debe decirse que no es posible. Se establece


porque a pesar de que la recta razn puede dictar
que a no se ha de querer en un tiempo posterior,
sin embargo, no es as por' aquella primera
voluntad que fue virtuosa, sino por otra.

*
Se discute entre los moralistas, si existen actos indiferentes,
esto es, que moralmente no sean buenos ni malos. Occam expone
su opinin con toda claridad: si es conforme a la recta razn, el
acto es virtuoso: si contrario a la recta razn, es vicioso. Pero,
como afirma ms adelante, si la razn no interviene, el acto no es
moral, no natural. No habra, pues, actos moraimente indiferentes.

72

De acuerdo con esto, se ensea que a pesar de que


por los actos exteriores segn las leyes humanas,
se inflijan penas ms graves que nicamente por el
deseo por' aquello de que porque una cosa sea
hecha, se lesionan ms y estn ms subordinados
al conocimiento humano; sin embargo, de acuer-

do con la verdad del acto exterior, nada de


bondad 0 de maldad moral agrega sobre- el acto
interior, sino accidentalmente, pues el acto exte-

rior se aumenta siempre que con 'algo de exterior


prorrumpe en el acto; pero, iguales todas las
cosas,_ Dios no castiga ms gravemente el acto que
el deseo.
De lo dicho se sigue que los actos directos y

reflejos se distinguen realmente; porque, si quiero


primeramente desear las cosas que se relacionan
con la salud, no por eso quiero lo que dicta la

recta razn; y luego la recta razn dictar lo que


debe cumplir la primera volicin acerca de tal
deseo y que la volicin se ha de continuar; si
quiero conforme al dictamen de la recta razn, la

primera volicin no es intrnsecamente virtuosa


aun despus que la razn ha dictado que se

contine, sino la segunda volicin refleja, por la


cual quiero continuar la primera volicin segn la
recta razn, es intrnsecamente virtuosa.
De acuerdo con esto, se ensea que tanto en el
entendimiento como en la voluntad, hay muchos
actos realmente distintos simultneamente, y esto

se sigue de muchas de sus senten


evidenciar mas adelante.
'
De acuerdo con esto, se ensea que en el
entendimiento que discurre de los principios a la
conclusin a la vez, hay asentimientos actuales a
los principios y a la conclusin y sonrealmente
distintos. La razn es porque un hbito no inclina
al acto propio de otro hbito, sino mediante un
acto propio al que inclina el primero. Luego el
73

hbito de los-principios primeros inclina al acto


propio que es respecto del principio que hace al

acto que es respecto de la conclusin. Luego


cuando inclina al conocimiento actual de la
conclusin, inclina al conocimiento actual del
principio.
De acuerdo con esto, se ensea que para un acto
intrnsecamente virtuoso se requiere la prudencia
actual y no es suficiente la habitual. La razn es
porque el hbito de la prudencia no inclina al acto

virtuoso sino mediante el acto propio, como ya se


ha dicho; y, por lo tanto, nunca hay un acto
virtuoso en la voluntad sin prudencia en el
entendimiento; pues aunque el que da limosna al
que no es indigente, pero que cree que lo es, se
equivoca acerca de esta proposicin: ste es
indigente; sin embargo, no se equivoca en cuanto
a esta universal: se ha de dar a todo indigente
por amor de Dios. Si, pues, se equivocara acerca
de entrambas, su acto no sera virtuoso.

De acuerdo con lo dicho, se ensea que todas las


virtudes morales estn conexas con algunos principios universales, que son objeto de la prudencia

segn su primer sentido; por ejemplo, que todo lo


que dicte la recta razn se ha de hacer, y otras
similares, que pueden ser premisas de un silogismo
prctico* .
Se ensea tambin que la virtud perfecta en el
tercero y cuarto grado de la virtud antes expues-

tos, inclina suficientemente con la recta razn o


con la prudencia al primer acto de otra virtud. La
razn es porque si alguien quiere algo slo porque
lo dicta la recta razn, en cuanto al tercer grado,
0 a causa del honor de Dios en cuanto al cuarto

grado, entonces quiere todo lo que dicta la recta


*
74-

rn. sem., q. 1a, D.E.

razn, y as si la razn dicta que se ha de realizar


un acto de virtud acerca de la materia de otra

virtud, de inmediato aquella virtud, aunque sea de


otra especie, inclina la voluntad a realizar el acto
primero de otra virtud.
Igualmente ensea que la virtud en el segundo

grado alguna vez inclina suficientemente a un acto


de otra virtud; esto es, cuando la materia de la
virtud concurre con una circunstancia contraria a
la conservacin de esta virtud en el segundo
grado. Ejemplo: si al justo amenaza la -muerte a
no ser que realice un acto de injusticia, entonces
aquella justicia 'en el segundo grado obliga al

primer acto de fortaleza, porque el acto de


justicia en el segundo grado es no querer abandonar la justicia por algo que es contra la recta
razn y, por lo tanto, si la recta razn ensea que

se ha de sufrir con ms gusto la muerte que


cometer un acto injusto, la justicia en el segundo

grado inclina a sufrir la muerte. Sin embargo,


algunas veces no inclina suficientemente al primer
acto de otra virtud, y esto ocurre cuando la
materia de otra virtud coincide con circunstancias
que no pertenecen a la conservacin de esta
virtud. Ejemplo: si se tiene la justicia -en el

segundo grado y amenazara la muerte si no


cometiera un acto de intemperancia, entonces la
justicia en el segimdo grado no inclina ni al primer
acto de fortaleza ni al de templanza. Pero en el
primer grado no inclina a un acto de otra virtud,
porque alguien puede querer hacer un acto de
justicia segn la recta razn sin que se incline ms
a hacer un acto de templanza, pues tanto los actos
como sus circunstancias no son adecuados y, por
consiguiente, no lo son sus hbitos.

Ensase tambin que el primer grado no inclina


al segundo grado, porque el segundo tiene una
circunstancia totalmente inadecuada al primero.
Ni el segundo inclina al tercero o al cuarto. Pero
75

el tercero y el segundo algunas veces inclinan al


quinto.
'
De acuerdo con esto, se ensea que el tercer grado
de la virtud no se encuentra a la vez con el vicio
opuesto a otra virtud y segn el recto dictamen de
la razn con relacin a aquella virtud. La razn es

porque cuando se quiere algo precisamente por


ser tal, no puede no quererse naoa que se sepa que
es tal; porque si amo a alguien porque precisamente es hombre, no puedo, permaneciendo
aquella dileccin, odiar a algn hombre si me

consta que es hombre. Pero en el tercer grado de


la justicia quiero precisamente 'hacer obras justas

porque son conformes a la recta razn. Luego es


imposible que sepa que algo es conforme a la
recta razn y no lo quiera. Estando equivocada la
razn acerca de alguna virtud, se da la virtud en
tercer grado a la vez con un vicio opuesto a otra
virtud porque, si alguien ignorara que el fornicar
es contra la recta razn, entonces puede con
justicia, en el tercer grado, querer fornicar porque

entonces no hay repugnancia.


Mas la virtud en el cuarto grado no se corresponde
con ningn vicio ni error culpable. La razn es

porque aquel vicio o procedera de ignorancia, o


de malicia o de pasin. Lo primero no, porque o
sera con ignorancia vencible y entonces la eliminara si es que ama a Dios ordenadamente; o si
fuera invencible y entonces no es culpable. Ni lo
segundo ni lo tercero, poriue entonces se amara

a alguna cosa mas que a

1os, y asi se corrom-

peria aquella virtud por la cual amo a algo


ordenadamente a causa de Dios.
El quinto grado, que es el grado heroico en el

cristiano, no tolera consigo ningn vicio ni error


culpable, as como tampoco el cuarto. Y en
cuanto al quinto, puede probarse de todas las
cosas as como del cuarto. l\/las el quinto grado en
76

el pagano no tolera consigo vicios y errores


disparatados, porque puede alguien exponerse a la
muerte a causa de la justicia, y sin embargo ser

incontinente. De esto se sigue que la vntud en el


quinto grado se distingue en el fiel de la virtud en
el quinto grado en el infiel, porque una tiene a

Dios por objeto, la otra no.

'

Segn esto, se ensea q.ue la virtud en el tercer

grado no se corresponde con el acto opuesto a la


virtud teologal sino a causa de la ignorancia y de
la imprudencia. La razn es porque en el tercer

grado quiere precisamente algo porque es segn la


recta razn. Si, por lo tanto, no quiere algo, cree
que esto no es conforme a la recta razn sino su

opuesto. Mas consta que todo el que cree que lo


opuesto a la virtud teologal es segn la recta razn, se equivoca e ignora. Luego, etc.
Mas la virtud moral en el cuarto grado ordenada
necesariamente por la potestad de Dios, exige a la
vez consigo las virtudes teologales, porque no

puede haber amor ordenado hacia la creatura por


orden de Dios, si es que no se ama a Dios por
encima de toda creatura, porque cada cosa, etc.Mas la virtud en el quinto grado, esto es, la quinta
virtud del cristiano, exige necesariamente a la vez
las teologales ordenadas por el poder de Dios,
pero no la virtud imperfecta o pagana. La razn
de lo primero es la que se dijo. La razn de lo
segundo es porque -la tal.no ordena al primer acto
por Dios, ni ama a Dios por encima de todas las

cosas.

Se ensea tambin que las virtudes teologales

infusas, aunque puedan existir sin la moral, con


todo, sin ellas no pueden conservarse por Tnucho
tiempo en el que tiene bien dispuestas las virtudes
naturales. La razn es porque el que tiene las
virtudes teologales infusas y adquiridas puede

realizar sus actos: mas si la recta razn dicta que


'77

se ha de realizar el acto por estar presente su


objeto y las otras circunstancias, si no lo realiza
desmerece en la conservacin de las virtudes
teologales y peca con pecado de omisin. Pero es
cierto que en el adulto no puede por mucho
tiempo acontecer que no se le presente objeto
para una virtud moral, y entonces, por lo tanto, o
adquiere la virtud moral o pierde las teolgicas, o
por lo menos alguna de ellas, a saber, la caridad.
Sobre las relaciones
De acuerdo con este principio, se ensea que las
relaciones que se dicen positivas no son distintas
de las absolutas y, en general, no hay ninguna
relacin, porque Dios puede producir y conservar
sin su intervencin todas las cosas de las cuales

una no es parte esencial de la otra, etc. Pero no


puede producir dos absolutas sin relacin. Luego
la relacin no es cosa distinta de ellas* .

De'acuerdo con esto, se ensea que las siguientes


proposiciones son falsas: la paternidad est en el
padre, la filiacin en el hijo y otras similares. Pero

en cambio stas son verdaderas: la paternidad es


el padre, la filiacin es el hijo-o la paternidad es
un trmino que indica al padre directamente y al
hijo indirectamente, pero la filiacin es un trmino que indica lo contrario. Iguahnente, la
semejanza es el mismo smil o 'el trmino que
indica al mismo smil directamente y a su
consmil indirectamente y as de otros. En cuanto
a cul es la ms verdadera, esto es, la paternidad

es el padre o la paternidad es el trmino, etc.,


depende de la voluntad de los que hablan. Sin
embargo, Aristteles en los predicamentos parece
*
I Sent. d. XXX, q. 1, J. P. N. En este prrafo se trata una de
las doctrinas bsicas del occamismo, consecuencias de su concepcin de lo real.

78

usar ad aliquid en el segundo modo, esto es, en


lugar del trmino.

De acuerdo con esto, de por s las especies y los


individuos de aquel gnero son nicamente trminos y de acuerdo con esto tendra que negarse la
siguiente proposicin: Scrates es una relacin. Y
as se argumenta que la paternidad es una
relacin: Scrates es paternidad, luego Scrates es
una relacin. No tiene valor porque en el primer
caso la paternidad se supone materialmente porque este trmino paternidad es una relacin, en el

segundo caso, persona, cuando se dice que Scrates es paternidad. Luego acudiendo a la relacin,

como Aristteles la usa en los predicamentos,


todos los nombres que no pueden verificarse de
algo sino expresando o sobreentendiendo otro
nombre, estn en el predicamento de la relacin.
De la relacin, unin, etc.

De acuerdo con esto, se ensea que el nombre


algunas veces est en el predicamento de relacin
y el verbo del cual se deriva en otro predicamento. De ah que este nombre agente se encuentra
en el predicamento de relacin y se dice con
relacin a lo pasivo, y sin embargo el verbo hacer

est en el' predicamento de accin y lo mismo


pasa con este nombre moviente y el verbo
mover, y as de muchos otros.
De acuerdo con esto, se ensea que slo los
trminos son correlativos y no las cosas significadas. De donde lo correlativo de padre no es una
cosa que sea el hijo; por ejemplo: Scrates o
Platn, sino este trmino hijo. Igualmente otros

accidentes de relacin que ensea Aristteles, que


se refieren a la convertibilidad y otras similares,
no convienen a las cosas significadas sino a los
trminos, porque estos trminos padre e hijo se
79

dicen para ser convertibles y no lo que es el padre


y lo que es el hijo, porque no decirnos Scrates,
Scrates de Platn, sino padre, padre del hijo, y a
la inversa. Igualmente cuando se d.ice que lo

propuesto se opone y se destruye, etc., no se


entiende de las cosas significadas por los trniinos
porque lo que es padre puede permanecer, destruyndose lo que es hijo y a la inversa, sino que se
entiende de trminos bajo este significado: siempre que un trmino relativo se predica de algn
trmino mediante elverbo ser, su trmino tambin correlativo es tambin verificable de algo
mediante el-mismo verbo. De donde si sta es
verdadera: alguien es padre; conviene que sta sea
verdadera.: alguien es hijo.

De acuerdo con esto, hay que conceder que la


ciencia es con relacin a algo y que la .ciencia es
una cualidad, pero en la primera proposicin
continuando con esta manera de decir de los

trminos de relacin el sujeto se supone materialmente.

Y en la segunda, personalmente. Sin

embargo, otra opinion concede que Scrates es


una relacin, Platn es una relacin y l defiende
tambin esta opinin porque esto no es sino a
satisfaccin del que usa del trmino con relacin a
algo 0 a la relacion.
'
De acuerdo con esto, se ensea que la relacin

que se dice unin no se distingue reahnente de las


cosas unidas, sino que o es la misma cosa unida o
el trmino que las significa cuando nicamente
son unidas. Lo mismo cabe decir de la distancia y

de la simultaneidad y otras similares, porque


habra contradiccin que hubiera dos cuerpos y
no existieran simultneamente ni se distanciaran.

De acuerdo 'con esto, hay que conceder que una


misma cosa se halla en diversos predicamentos y

quiz en todos los predicamentos, de tal manera


que los trminos de los diversos predicamentos

sb

que supone personalmente, pueden suoner de tal

modo en lugar de ella misma; sin em argo, nada


est en diversos predicamentos que de la misma se
prediquen diversos predicamentos in quid. De
donde, aunque stas sean verdaderas: Scrates es
paternidad, Scrates es semejante y otras similares; sin embargo, ninguna de ellas se predica in
quid. Pues lo predicado connota algo extrnseco
al sujeto.
De acuerdo con esto, se ensea que no todas las

especies constan de individuos de los cuales se


prediquen aqullas, entendiendo por individuos
aquellas cosas supuestas por el trmino, tomando
la cosa estrictamente en cuanto se distingue del
signo de la cosa. Pues cualquier especie tiene

algunos individuos de los cuales se predica por s


en el primer modo de decir por s; esto es,
tomando el primer modo de decir por s amplia-

mente; esto es, cuando el predicado es una


definicin que indica algo del nombre del sujeto 0

una parte de tal definicin y cuando nada se


significa por el sujeto sin que aquello al mismo
tiempo est significado por el predicado; esto es,
que aquello que se significa por el sujeto principalmente se' significa por el predicado' principalmente, y aquello que se connota por el sujeto,

se connote por el predicado y entendiendo por los


individuos trminos singulares que se suponen

personalmente; de tal manera que sta es una


proposicin por s en el primer modo: este

semejante es semejante, este padre es padre.


De acuerdo con esto, se ensea que slo en el
predicado de la sustancia y de la cualidad hay
individuos de los cuales se prediquen in quid las
especies de estos predicados por si en el primer

modo, tomando estrictamente el primer modo y


tomando los individuos por las cosas, tomando las

cosas estrictamente; esto es, entendiendo por las


cosas aquellas que no son signos de las cosas.
81

Sobre elacto, potencia, etc.


Consecuentemente, de acuerdo con esto se ensena
que la potencia y el acto en otros predicamentos
diversos de la sustancia y de la cualidad no son
sino verificaciones de las proposiciones que tratan
la posibilidad y de las proposiciones que tienen
predicados pertenecientes a tal predicamento.
Pero no hay potencia receptiva y acto inherente.

De ah, que cuando aquello que es similar en


potencia se hace similar en acto, no recibe algn
acto que se le adhiera formalmente que no tuviera
primero, esto es, un acto diverso de os actos de la

sustancia y de la cualidad; luego es imposible que

reciba acto o potencia como cuando Socrates, que


era primeramente blanco, por la sola produccin
de blancura en Platn 0 recibindola en s
nuevamente, se hace semejante en acto, pero slo
entonces se verifica en acto 0 puede verificarse en

acto este predicado semejante a si mismo por el


verbo ser en tiem o presente, diciendo: Scrates
es semejante a lglaton, cuyo predicado no se
verificaba antes por esta palabra, a no ser que se
indique el futuro 0 algo equivalente diciendo:
Scrates ser blanco 0 puede ser blanco u otras
similares; y por la relacin de potencia a semejanza sta es verdadera: este sujeto, por ejemplo,
Scrates, no es semejante a Platn y puede ser
semejante a Platn. Es un acto de semejanza la
verdad de esta proposicin: Scrates es semejante
a Platn. Lo mismo se afirma en cuanto a las
privaciones y negaciones y otras similares que no
significan cosas distintas de la sustancia y de la

cualidad, sino solamente que se

riva de algo,

como que un sujeto que est privao de la vista y

que sea ciego, no significa sino que no tiene vista,


82

que nada significa, sino algo que es diferente de la


vista, y que es un sujeto que no tiene vista* .
De acuerdo con l que se ha dicho de las
negaciones, privaciones, relaciones y otras similares que no son cosas distintas de las absolutas,
dcese de los sincategoremales que indican aquellas cosas que no significan otra distinta, sino que
establecen diversidad en el modo de concebir la
cosa, cuando se agregan a un trmino que significa

la cosa, como la cifra en la lgebra, que no


significa ningn nmero; y, sin embargo, cuando
se pone junto a un nunero hace concebir que
aquel nmero est
mismo, de manera
hombre corre doy a
corre ste o aqul,

en lugar del dcuplo de s


que cuando digo que todo
entender con ello que no slo
como se desprende de esta

proposicin: el hombre corre, sino que corre


este y aqul, y as de cada uno, de manera que las
cosas que concibo indistintamente por este trmino hombre tomado de por s y casi bajo
distincin, concibo los mismos universalmente y

copulativamente por el mismo trmino, aadindole el signo todo, y as pasa con los dems

sincategoremticos que significan privaciones o


negaciones como: no, o debajo, y similares.

Segn lo antes dicho, los seis predicamentos de


que trata el autor de los seis principios no son
cosas distintas de lo absoluto. La razon es porque
segn el principio predicho todas las cosas mutuamente distintas, de las cuales una no es parte de la

otra, etc., Dios puede producirlas y conservarlas.


Pero parece porque la accin y la pasin no
*Exposito aurea, lib. predcam., c. 17, fol. 8_0. Niega la
relacin intrnseca entre la potencia y su correspondiente acto,
caracterstica especialmente de Santo Toms de Aquino. Se trata
simplemente, cuando se trata de afirmar la existencia de algo, de
comprobarlo por verificaciones. David Hinne defendi ideas
similares, al negar tambin la conexin causal.

83

pueden ser producidas sin los trminos absolutos.


Luego tambin los demas* .
Del movimiento
De acuerdo con lo dicho antes, se ensea que el
movimiento no se diferencia de las cosas que

estn. en reposo y esto se sigue de lo mismo,

porque Dios no puede sin las' cosas que estn en


reposo crear el movimiento. Lo que se dice
muchas veces: el movimiento es un accidente
movible, se ha de entender del accidente consi-

derado en cuanto se distingue del gnero, de la


especie, de la diferencia y del propio, y, como se

ha dicho, no es sino un trmino q.ue se' predica


contingentemente de la cosa predicable mientras

sta exista, la cual puede segn la predicacin


estar ausente o presente sin que el sujeto se
corrompa. De donde tal accidente es lo que se
dice ser movido o el movimiento porque, mientras
sea mvil, puede moverse y no moverse. Ni obsta

el que se diga que el cielo se mueve necesariamente; lo mismo ensea Porfirio que hay accidente separable e inseparable, porque aunque el

accidente inseparable-se predique de algn sujeto


ntegro que le pertenece necesariamente mientras

exista, sin embargo no se predica necesariamente


de todo su sujeto. De donde aunque la negrura sea
un accidente inseparable en el cuervo, y mientras

ste exista no puede dejar de estar en l; sin


embargo, no es accidente inseparable para todo lo
negro; y en esto, segn l distingue el accidente de
la propiedad porque' la propiedad de todo aquello
de lo cual es predicable, mientras exista, es
*
I. Sent. dist., 30, q. 2. Accin y pasin, potencia y acto y,
como afirma ms adelante, movimiento y reposo no son cosas
distintas de lo absoluto. Puesto que nicamente admite la
distincin real, y sta interpretada como absoluta separabilidad de
los seres. se comprende que no sean aplicables a los mencionados
predicamentos.

84

necesariamente predicable, pero el accidente no lo

es de todo.
De acuerdo con esto, se ensea que el movimiento
no tiene realidad sino solamente nombre y en su
definicin se ponen muchas afirmaciones y nega-

ciones porque, por ejemplo, en el movimiento


local se dice que el movimiento local es un mvil

que hay en algn lugar e inmediatamente estuvo


en otros infinitos sucesivamente, de manera que

nunca ser verdadero de. alguno de ellos decir dos


veces: el mvil est en este lugar e inmediatamente despus ser esto. Y asi proporcional-

mente e.n los otros movimientos; por ejemplo: en


la alteracin dice que el movimiento de alteracin
es una cualidad a la cual precedieron infinitas
cualidades. Sin embargo, segn l, la alteracin es
doble: una adquisitiva y otra defectiva. La pri-

mera es una cualidad a la cual precedieron


infinitas cualidades sucesivas, de manera que
ninguna de ellas fue dos veces ltimamente
adquirida y seguirn infinitas inmediatas sucesivas

de manera que ninguna de ellas ser dos veces ltimamente adquirida. La segunda es aquella a la

cual precedieron infinitas cualidades sucesivas defectivas de las cuales fue por dos veces ltimamente perdidas y seguirn inmediatas infinitas defecciones de las cuales ninguna ser por dos veces ltimamente perdida. Y as proporcionalmente pasa
con el aumento.

De acuerdo con esto, se ensea que el movimiento


no es una cosa continua compuesta de pretrito y
de futuro, sino que la continuacin del movi-

miento local se ha de entender de mwiera que,


cuando ninguna .de las afirmaciones permanece en
el movimiento local con ciertas contradicciones
extrinsecas al movimiento que se suceden mutua-

mente y sin medio o algo anlogo, coexiste


entonces el movimiento local; se dice que es
continuo y generalmente hablando el movimiento
85

de alteracin adquisitiva se dice que es continuo,


cuando de dos contradicciones extrnsecas que se
suceden mutuamente de continuo, el segundo no
coexiste si no coexiste con varias afirmaciones
adquiridas y varias afirmaciones coexistan con l.
Pero el movimiento de alteracin defectiva se dice

continuo cuando de dos contradicciones extrnsecas que se suceden de continuo, el segundo no


coexiste si no coexiste con pocas afirmaciones y
negaciones de varias afirmaciones; de manera que
este nombre continuo se dice en sentido equivoco
del movimiento y de la magnitud.
De acuerdo con esto, se ensea que sta en lo que
se refiere al discurso es falsa: el movimiento se

termina en tal o cual trmino; sino que debe


exponerse as cuando se encuentre en los autores:

el movimiento se termina en a; esto es, el mvil


antes que llegara a cz se mova, y despus no se

mueve.
De acuerdo con esto, se ensea que a la cuestin:

qu es el movimiento? , responde de modo


diverso en diversos lugares; algunas veces dice que
el movimiento no tiene realidad, sino solamente
nombre como se ha dicho; en otros lugares, dice
que simplemente no tiene nada, sino que es una
vana cuestin preguntar que' sea el movimiento,
como tambin es una vana cuestin preguntar que

sea: el mvil es en algn lugar e inmediatamente


antes estuvo en otros muchos lugares infinitos

sucesivamente, etc. De donde algn nombre


cuyo significado

incluye algn complejo que

incluye adverbio, preposiciones, conjunciones y


otros sincategormatas, en cuanto a su significado

no conviene consecuentemente indagar lo que sea,


as como tambin en cuanto a las partes de su
significado se busca sin sentido lo que sea
simultneamente, qu es con, que en, que para y

as de los dems. En otro lugar dice que el


movimiento es un mvil que existe en este lugar
S6

en el cual el mvil no estuvo inmediatamente


antes ni estar inmediatamente despus. En otro
lugar, dice que el movimiento es un lugar en el
cual el mvil ahora est y nunca antes estuvo en el
0 inmediatamente antes no estuvo en l, ni estar
inmediatamente despus, sino que inmediatamente antes estuvo en lugares infinitos sucesiva-

mente, de manera que en ninguno de ellos estuvo


dos veces, e inmediatamente despus estar en
lugares infinitos sucesivamente, de manera que en

ninguno de ellos-estar dos veces. En otro lugar,


dice que el movimiento es el espacio en el cual
coexiste el mvil, de manera que en alguna parte

de el coexiste en el presente en la cual antes


inmediatamente no coexista ni coexiste inmediatamente despues, sino que antes coexisti

sucesivamente en infinitas partes de l, de manera


que en ninguna de ellas coexisti dos veces. Por lo
cual se evidencia segn l, que este nombre
movimiento en los autores es equivoco, y unas

veces se interpreta de un modo y otras de otro


modo. Conviene usar de los trminos como plazca

y, como que ya se.prob lo equivoco de este

nombre en el movimiento local, as puede aparecer proporcionalmente en otros por semejanza


con ste* .
De acuerdo con esto, se exponen algunas proposiciones del filsofo que parecen estar contra lo

predicho; por ejemplo: que todo movimiento se


da en el tiernpo, que el mvil parte est en el
trmino a quo, etc.; que el movimiento del cielo

es causa de la generacin y corrupcin en los


casos inferiores, que el movimiento es un acto

del ente en potencia, etc.; que el movimiento es


un acto mvil, que el movimiento est en el mvil,
que el movimiento es lento o veloz, que el
*
Summa totius logicae, lll, lV, c. 6, p. 504. Aplica al
movimiento las mismas nociones por las cuales explica el acto y la
potencia.
-

87

moviiniento tiene doble divisin, una segn la


divisin del sujeto, otra segn la divisin del
trmino y otras similares. Pues por esta propo-

sicin: todo movimiento tiene lugar en el tiempo.,


no entiende el filsofo que el movimiento sea lo
mismo que el tiempo, sea diverso y que el uno
est en el otro, sino que stas y varias otras

similares se han de distinguir segn el modo


anfibolgico en el sentido de que pueden aceptarse por la fuerza del discurso, en etentido que
tienen las palabras segn la fuerza de la institucin primaria gramatical y as todas stas son
falsas. De otra manera en el sentido en que estn
hechas y en el que tienen por traslativo y as
todas son verdaderas como sta: el lobo est en la
fbula, este vende aceite.
En cuanto a lo dicho, digo que: el movimiento
est en el tiempo, se ha de distinguir segn el
modo de la anfibologa. Si se toma en sentido
propio es falsa; si en sentido impropio y traslativo
es verdadera, y en sentido de que el mvil no

adquiere o pierde a la vez todo mientras se mueve,


sino primero una parte, luego otra.
En cuanto a lo que se dice en segundo lugar que el

mvil parcialmente est en el trmino, etc., si se


interpreta propiamente por la fuerza del discurso
es falsa; si en sentido transitivo, para significar
que aquello que se mueve est ms cerca del lugar
donde primeramente descansa que all donde
finalmente descansa y que est ms cerca del lugar
donde finalmente descansa de lo que estaba
despus cuando ya ha descansado, es verdadera.
En cuanto a lo que se dice en tercer l_ugar, que el
movimiento del cielo es causa de generacin y
corrupcin, puede distinguirse como los precedentes. Si' se toma en sentido propio es falsa; si en
sentido transitivo, para significar que por el hecho
de que algunas partes delcielo se mueven y se nos
88

aproximan en los casos inferiores se da la genc-

racin y corrupcin, es verdadera; o puede deducirse: se ha de distinguir: el movimiento del cielo


es causa, etc., en el sentido de que el movimiento

puede tomarse en lugar del movil o en lugar del


lugar, como se dijo antes. En el segundo modo, es
falsa, porque implica lo falso, pues el cielo no

tiene lugar, por lo menos el primer cielo. Si se


trata de lo primero, es verdadera y es una
construccin intransitiva: el movimiento del cielo,
esto es, el movimiento que es cielo, como si dijera

la sustancia del cielo, esto es, la sustancia que es


cielo. Y obsrvese que considerando la equivocacin y las diversas acepciones antedichas de este
trmino: movimiento , pueden resolverse mu-

chas autoridades por la distincin segn equivocacin, conservando la fuerza del discurso. Cuan-

do esto no puede hacerse, se han de distinguir las


proposiciones segn el modo anfibolgico y por
intermedio de proposiciones que se exponen en
otro lugar.

En cuanto a lo que se dice en cuarto lugar que el


movimiento es un acto del ente, etc., puede
decirse que esto se ha de distinguir segn equivocacin en el sentido de que el movimiento puede

tomarse en lugar del mvil o en vez del lugar en el


movimiento local, o en lugar de la cualidad en el

movimiento de alteracin. Si se tomara en el


primer modo, es falsa. Si en el segundo modo, es

verdadera porque el movimiento local es el


espacio que asiste al mvil que es ente en
potencia, esto es, que puede actualmente tener un
lugar ulterior que le est presente y lo tendr
inmediatamente despus de esto, de la manera

que antes se ha expuesto frecuentemente. El


movimiento de alteracin adquisitiva es un acto,
esto es, una cualidad inherente al mvil, que el

mvil est en potencia, esto es, puede recibir y


recibir inmediatamente despus de esto otras
cualidades infinitas, como se dijo antes.

89

En lo que se refiere al quinto, lo que se dice que


el movimiento es un acto del mvil digo que esta

se ha de distinguir segn equivocacin como la


precedente; en el primer sentido, es verdadera
segn una construccin intransitiva, de manera
que el movimiento es un acto del mvil, esto es,
un acto que es mvil, como si dijera, el movimiento es la sustancia del mvil. Si se toma en el
segundo modo, esto es, en vez del lugar en el cual

el mvil ahora est en el movimiento local que es


un lu ar coexistente consigo actualmente o en

lug de aquel que le correspondiera proporcionalmente en otros movimientos inherentes a lo


movido como en la alteracin, as tambin es
verdadera la proposicin segn la construccin
positiva.
En cuanto a lo sexto, cuando se dice: el movi-

miento est en el mvil, tomndolo en el primer


modo, es falsa; tomndolo en el segundo modo, es

verdadera en el movimiento de alteracin, no en


el movimiento local sino accidentalmente, porque

un lugar est en otro mvil como una esfera est


en otra, que no es estar subjetivamente sino como
en su lugar. Pero el movimiento de la primera

esfera, aun as, no est en el mvil. Pero si se


encuentra en los autores referidos al movimiento

local, se ha de decir que esta proposicin: el


movimiento local est en el mvil, debe distinguirse segn el modo anfibolgico, pues propiamente y aceptada segn la fuerza del discurso, es
falsa; en sentido traslaticio, es verdadera de modo

que se entiende sta: el mvil se mueve, y esta


distincin se evidencia tanto en el movimiento
local como en otros.

En cuanto a lo que se dice en sptimo lugar, que


el movimiento es veloz, etc., digo que esto debe
exponerse as: el mvil se mueve velozmente. Y si
se indaga en qu consiste moverse velozmente,
90

digo que comparando dos movimientos disformes

con un movimiento uniforme, cuando el movimiento coexiste con la parte menor de un


movimiento uniforme o tambin en igual parte y,
sin embargo, el mvil movido por aquel movi-

miento recorre un espacio mayor en el movimiento local o en todo movimiento, generalmente, cuando coexiste con varias contradic-

ciones intrnsecas al movimiento, se mueve ms


velozmente: cuando con menores, se mueve ms
tardamente; cuando con iguales, igualmente.

En cuanto a lo que se dice en octavo lugar, que el


movimiento tiene una doble divisibilidad, etc.,

digo que entiendo que este nombre divisible se


dice equvocamente cuando se dice: el movi-

miento es divisible por la divisin del sujeto, y


cuando se dice: el movimiento es divisible por la
divisin del espacio y del tiempo, porque la
primera debe exponerse as: el movimiento' es

divisible por la divisin del sujeto, esto es, las


diversas partes del sujeto adquieren diversas partes
del lugar o formas. La segunda debe exponerse
as: el movimiento se divide segn la divisin del
espacio, esto es, el mvil no adquiere simultneamente todas las partes del espacio, sino pri-

meramente una y luego otra.


De la misma manera debe exponerse sta: el
movimiento no es en el instante porque, por la
fuerza del discurso, es falsa, ya se acepte por el

mvil del movimiento, ya por el acto que le


asiste en el movimiento local o inherente en el
movimiento de alteracin, porque entrambos se
dan en un instante. Pero la intencin del filsofo
es que aquello que se mueve adquiere primero una
parte, despus otra, y no todo simultneamente.

Igualmente en cuanto a aquello que se pierde por


el movimiento que no se pierde todo a la vez, sino

primeramente una parte y luego otra.


91

De acuerdo con esto, se establece que el mismo

movimiento en nmero qu.e es hoy, ser maana,


porque consta que el mismo mvil ser maana y
el lugar y el espacio y esto en el movimiento local;

por lo tanto, doquiera que el movimiento de estos


modos se tome, se sigue que el mismo movimiento en nmero ser maana que el que es hoy.
Pero no se dice lo mismo del movimiento de
alteracin-, porque la misma forma en nmero no
puede adquirirse dos veces indivisiblemente.

Del tiempo
Segn lo antedicho, se ensena consecuentemente

que el tiempo no es otracosa diferente de lo que


permanece y del movimiento, lo cual se demuestra por el supradicho principio, porque entonces

podra Dios producir el tiempo, prescindiendo de


ellos, lo que es falso. Y concede que el tiempo es
movimiento, porque es movimiento por el cual
medimos otro movimiento y ste es el total

significado de este nombre -aceptado en una


forma. De donde se ha de entender que este
nombre tiempo, segn l, se toma en lugar de
todo movimiento por el cual medimos otro
movimiento; esto es, por el cual certificamos de la
cantidad de otro movimiento; se toma tambin en
vez del movimiento velocsimo y uniforme por el
cual medimos otro movimiento; y en tercer lugar,
por algn modo imaginario y por concepto por el
cual medimos otro movimiento real. Aceptado en
el primer modo el tiempo, se podrn denominar
tiempo aquellos movimientos inferiores que de tal

manera se comportan que por alguno de ellos


medimos otro movimiento, sea celeste, sea inferior. Acontece, pues, algunas veces q_ue el movi-

miento ignorado del cielo se mide por un movimiento inferior, ms conocido, como acontece

frecuentemente en tiempo nublado, cuando ignoramos qu hora del dia es, por lo que vemos que
92

alguien hace en aquel da o por el movimiento del


reloj o por algo semejante sabemos qu hora del
da es' y as medimos el movimiento del cielo por
el movimiento inferior, el cual con relacin al

movimiento del cielo tiene (categora) de tiempo* .


Hablando de esta forma del tiempo, se ensea que
hay muchos tiempos a la vez de los cuales

ninguno es parte del otro; la razn es porque hay


muchos movimientos a la vez de los cuales
cualquiera sirve para medir otros movimientos.
Mas cualquier movimiento por el cual se miden
otros movimientos, es tiempo en esta manera. Por
lo tanto, etc. Y as habla el comentador comentando el tiempo cuando dice ue el tiempo se dice

principalmente del primero, e los otros secundariamente. Pero si tomamos el tiempo en el


segundo modo, no hay sino un tiempo a la vez y
aqul es el primer movimiento. De lo cual se

evidencia que as como el movimiento es nombre


equivoco y algunas veces se pone en lugar del

mvil, otras en vez del lugar, otras por el espacio,


otras por nada incomplejo sino por muchos
complejos, como se dijo antes, as el tiempo se
se puede interpretar en las mismas formas. Consecuentemente, del tiempo se ha de decir lo que se
ha dicho del movimiento. De ah que el tiempo es

el mvil, el lugar o el espacio segn los modos.


Pues 'se utilizan de tal manera que por ellos
medimos otros movimientos.
De acuerdo con esto, concdese que un tiempo es

veloz, otro es lento,- y el filsofo no intenta probar lo opuesto. Lo cual puede probarse por un

*
II. Sent. q. 12, L. Z. Lo mismo que se ha dicho con relacin
al movimiento es aplicable al tiempo. Vase tratados extensamente
estos problemas por P. Doucoeur. Le movement, temps et lieux`
d'aprs Occam, en Revue Philosophique, 1937, pgs. 313-330.

93.

silogismo expositivo as: este movimiento es


veloz, este movimiento es tiempo, luego este
tiempo es veloz. La menor es clara, porque el
tiempo es un movimiento por el cual medimos
otros movimientos, con tal de que exista tal.
Puesto que arguye Aristteles en el Cuarto libro

de la fsica asi: el movimiento es veloz o lento, el


tiempo no, luego el tiempo no es movimiento, ni
la menor ni la conclusin se han de entender por
la fuerza de las palabras, sino que se propone en la
conclusin que estos nombres movimiento y
tiempo no designan totalmente bajo los mismos
aspectos lo mismo y esto es verdadero porque, a
ms del significado de este nombre, movimiento
agrega la idea de tiempo, medida o numeracin
del alma. Tambin la menor se ha de entender no
por la fuerza de la predicacin, sino por lo que
significa la predicacin, y en la misma manera se
han de entender otras razones del filsofo cuando
arguye: cualquier parteide la circulacin no es
circulacin; cualquier parte del tiempo es tiempo;
luego, etc. Si se interpretar esta conclusin

absolutamente, de acuerdo con las palabras de la


conclusin, no valdra la razn porque as se
demostrara que el da no es tiempo ni el ao,
porque no cualquier parte del da es el da, sino
que cualquier parte del tiempo es tiempo, ni
cualquier parte del ao es ao. Pero la forma de
argir es la misma y consta que la conclusin es
falsa. Por lo tanto, este modo de argir no
concluye en una absoluta negativa, sino que hace
abstraccin de las razones o conceptos segn los
cuales aquellos nombres significan a sus significados.
De acuerdo con esto, se ensea que el propsito
del filsofo y del comentador cuando dicen que el
tiempo es una pasin del movimiento y accidente
suyo y posterior al movimiento, tiene que entenderse en esta forma: el propsito por el cual se
impone este nombre, tiempo, es posterior al
94

propsito por el cual se iinpone- este nombre,


movimiento, porque guarda relacin' de- adicin.
Pues incluye todo lo que aqul incluye y adems
necesariamente importa numeracin y medida
similares y de tal accidente que no tiene realidad
sino nombre; solamente se entiende aquello del

Sptimo libro de la metafsica: los accidentes se


definen por adicin, porque en la definicin que
expresa cul es el nombre de ellos se pone al
sujeto a que se refieren y lo que denotan fuera de
l; pero esto no se entiende de los accidentes que
son cualidades reahnente inherentes porque aqullos pueden definirse por el gnero y la diferencia,
como se dijo antes, o por intermedio del gnero y
un trmino negativo 0 connotativo sin aquello

que expresa el sujeto.


Del tiempo y delahora
De acuerdo con lo dicho, se ensea que el ahora
no es cosa indivisible y distinta de lo que

permanece, porque Dios no puede producir ninguna cosa sin el ahora, porque cuando se produce
es verdadero el decir entonces que esto ahora es
producido.
'
De acuerdo con esto, se explican algunas citas del
filsofo, esto es, que el ahora es indivisible, que el
ahora es fin del pasado y principio del futuro y
otras similares y que el ahora mide lo que est
mudado. Por la primera, el filsofo entiende sta:
no es verdadero decir que el mismo mvil est dos
veces en el mismo primer lugar, segn alguna de
sus partes. Por aqulla: que el ahora es fin del
pasado, etc., se entiende que el mvil ahora est
en alguna parte e inmediatamente antes estuvo en

otra e inmediatamente despus estar en otro


lugar. Por sta: ser mudado est en el ahora, no
entiende que el ser mudado sea cosa diversa de lo
que permanece y del ahora, sino que ser mudado
95

no es sino el sujeto y el acto adquirido extrnsecarnente para si en el movimiento local e intrnsecamente en el movimiento de alteracin, y con
esto, este nombre mutacin significa alguna negacin aunque sea en sentido, cuando se dice esto se
ha mudado localmente, esto es: esto est en este

lugar y primeramente no estuvo en l, y proporcionahnente en la alteracin. Cuando se dice que


ser mudado est en el ahora o se mide por el
ahora, entiende el filsofo que no fue verdad el
decir antes: el mvil ahora tiene este lugar, ni
luego ser verdad decir: el mvil ahora primeramente tiene este lugar o el mvil ahora primeramente tiene este luga y antes no lo tuvo. Y de
una manera similar se han de exponer otras
sentencias que parece que estn en contra de sta.
De donde que ah se ha de usar de la distincin

ofrecida en primer lugar segn la equivocacin; y


en donde no pueden salvarse las proporciones por
la fuerza del discurso se ha de :recurrir al segundo
modo de la anfibologa y lasproposiciones se han
de exponer segnla intencin de los autores.
De acuerdo con lo dicho, se ensea consecuentemente que el evo y la eviternidad no son distintos
del evo y de lo eviterno y no son distintas sus
duraciones; sino que la duracin, el evo y la
eviternidad y todas las medidas de duracin son
trminos que significan la cosa que dura, eterna o

eviterna, y connotan el movimiento o el tiempo y


la sucesin actual o posible. De donde as como se
llama centenario al hombre que vivi cien aos y
vivi durante los mismos, asi el ngel se dice
eviterno porque no coexisti con todo tiempo
posible que fue en el pasado, sino porque coexiste
con todo el tiempo que ha de ser futuro y posible.

Pero Dios se denomina eterno, porque no puede


no coexistir con cualquier tiempo que existe, que
fue o ha de ser posible. De donde si el tiempo no
se hubiera iniciado en el pasado ni se tuviera que
96

terminar en el futuro, todava Uios coexistira

con todo el tiempo pasado y futuro.


De la medida y el nmero
De acuerdo con lo dicho, se ensea que no

pertenece al concepto de medida lo que sea causa


de lo medido ni lo que sea previo o ms noble que

lo medido o lo que en el orden del conocimiento


sea previo a lo medido. Para cuyo conocimiento
se ha de saber que de lo medido puede tenerse

doble conocimiento. Pues puede algunas veces ser


conocido, en cuanto a su esencia e ignorado en
cuanto a su cantidad. Por ejemplo, si primeramente vi rm pao de la extensin de un codo y, sin
embargo, con el conocimiento incomplejo que
tuve del pao estuve dudoso acerca de algo
complejo que perteneca al conocimiento de la
antedicha cantidad, por-ejemplo, cun largo o
cun ancho es este pao, y luego, por la aplica-

cin del codo al pao me certifiqu de la verdad


de tal complejo y de tal conclusin por la
solucin y por la determinacin, entonces elcodo
tiene con relacin al pao concepto de rnedida;
pues esto es medir, hacer que aquel que primeramente dud de la cantidad de algo se certifique de
ella; pero la medida no hace conocer alguna cosa
que primeramente no fuera conocida, sino que

certifica de alguna verdad compleja en cuanto a-la


cosa, que alguna vez fue dudosa, pero en cuanto
que antes fue conocida.
Segn lo antedicho, se ensea que el nmero no
es diverso de lo numerado, porque Dios no puede
hacer esto y esto sin que haga dos y dualidad.

Segn esto, se ensea que no vale distinguir entre


uno que es principio del nmero y el uno que se
convierte con el ente, sino que entrambos son
comunes a todos los entes. De donde se dice que
97

verdaderamente el nmero no es otra cosa sino un


trmino que significa muchas cosas que de por s
no constituyen uno y de varios de ellos tomados
simultneamente y no de alguno de ellos tomado

separadamente de los otros.


De acuerdo con esto, se ensea que la dualidad de
los ngeles est en el predicamento de la cantidad,
como de las piedras o de las superficies.
De acuerdo con esto, se ensea que tales trminos
pueblo, ejrcito, ciudad, acervo y similares pertenecen al predicamento de cantidad discreta porque significan muchas cosas tomadas a la vez y de
por si no puede verificarse de ninguna de ellas.
Segn esto, se ensea que ente se dice en sentido
equivoco de los trminos de diversos predicamentos porque ente se toma en un sentido cuando se
dice de Scrates, que es un ente, cuando se dice
de la blancura que es un ente, y cuando se dice de
la dualidad o del acervo que es un ente. Si lo

entendemos en el primer sentido, las restantes

seran falsas porque ningn ente es dualidad o


acervo, como se evidencia inductivamente. Pues

todo ente es uno, segn el Libro cuarto de la


metafsica, y por lo tanto, un acervo es ms bien

entes que ente, si tomamos ente en el primer


sentido; y por lo tanto, si se dice: el acervo o
dualidad es ente, se admite completamente en
sentido equivoco en relacin con el ente que se
dice de la piedra, etc.; y ste es el propsito de los
autores cuando afirman que la palabra ente se
dice equvocamente de los diez predicamentos.
De donde Porfirio: si alguien denomina entes a
todas las cosas, las denominar en sentido equivoco, y esto aseguran todos los doctores*.
*
Puesto que no existe sino lo concreto, y no es admisible,
sino la distincin real, la palabra ente no indica algo abstracto. sino
diversas cosas equfvocamente. De modo que no es un concepto
analgico, segn ensean los tomistas, ni unfvoco, de acuerdo a lo
que defienden los escotistas.

98

Segn esto, se ensea que en la divinidad verdade-

ramente hay nmero, porque todo trmino que


significa muchas cosas a la vez y que no es
predicable de alguno de ellos tomado separadamente, es verdaderamente numeral y su significado es verdaderamente - un nmero. Asi es el
trmino trinidad, porque Padre e Hijo y Espritu
Santo son tres; pero el Padre no es tres, ni el Hijo
ni el Espritu Santo.
Segn esto, se ensea que ocurre lo mismo en
diversas especies de cantidad, por ejemplo: continua y discreta, porque dos cuerpos son dualidad
y dos lneas otras similares.
Del lugar y de la superficie
De acuerdo con esto se ensea que el lugar y la
superficie no son cosas distintas, porque Dios no
puede hacer lugar sin superficie y lo mismo se
ensea en cuanto al cuerpo, en cuanto a la

superficie y la linea como aparecer ms adelante.


Segn esto, se ensea en cuanto a la cualidad que
lo mismo puede estar en-diversas especies de

cualidad y que la sustancia est en diversas


especies de aquel predicamento. Para probarlo,

segn l, se ha de saber que la cualidad es un


trmino comn a los trminos y a los predicados
en los cuales termina la cuestin formulada per
quale y, tomando as generalmente este trmino,
la cualidad es un nombre equivoco, porque de los
predicados en los cuales termina la cuestin per
quale y, tomando as generalmente este trmino,

la cualidad es un nombre equivoco porque de los


predicados en los cuales termina la cuestin per

quale algunos significan una cosa distinta de la


sustancia por si una, como la blancura, la negrura
y otras similares; algunas significan una sustancia
y muchas o una cualidad tal como se dice en el
99

primer modo o una sustancia o muchas cualidades

en el primer 'modo dichas. Por ejemplo, la


potencia o impotencia natural significan a veces
dos sustancias, a veces una. Pues significa el
principio natural de alguna operacin natural.
Algunas veces, para una operacin natural basta
una sola sustancia sin ninguna otra, como por
ejemplo, para el acto de crear, basta slo Dios en
razn de principio y causa y entonces la tal

sustancia es principio y potencia natural. Algunas


veces para una operacin se requieren muchas
sustancias y entonces aqullas simultneamente y
no separadamente son potencia natural, as como
para el movimiento de la nave se requieren
muchos hombres y por lo tanto muchos hombres
son potencia de la traccin natural. Algunas veces
basta una cualidad dicha en el primer modo,
como para la calefaccin basta el calor; y por esto
se evidencia que la potencia es algo comn a todo

calor y todo lo que nicamente puede hacerse.


Algunas veces tambin significa la sustancia y la
cualidad simultneamente como la potencia gene-

radora del fuego, la potencia nutritiva del animal


y similares. De donde se evidencia que este
nombre: cualidad, no slo es equivoco sino
tambin este nombre potencm natural, que no es
tan comn en cierto modo.
De la cantidad
Segn esto, se ensea que la cantidad no es cosa
distinta de la sustancia y de la cualidad entendida
en el primer modo. Pues se sigue del principio
predicho y por la fuerza de este vocablo cantidad.
Pues supongo que el significado de este trmino:
lnea, sea una cosa que tenga las partes distintas
mutuamente por el .lugar de manera que si
coexiste una magnitud extrnseca, a una de sus
partes coexislle una parte de la otra y una a la otra
Segn la longitud, cuyas partes constituyen por s
100

uno y proporcionalmente digo lo mismo de los


significados de superficie y cuerpo; y entonces
tomo una sustancia, por ejemplo, la piedra; si su

cantidad es una cosa distinta de ella, la puede

Dios conservar, esto es, la sustancia localmente sin


aqulla, y consta que no por eso se necesitan
mover las partes de la piedra localmente; luego,
las partes de la piedra distarn despus como
antes y por consiguiente todo ser cuanto antes.
La consecuencia se evidencia por el significado del

nombre antes expuesto. Luego si tal aditamento


es una res cuanta y as en vano se expone otra
cosa que la que se finge* .
Segn esto,_se en-sea que las cualidades de la
cuarta especie no son .cosas distintas de la
sustancia y de las cualidades de la tercera especie,

porque entonces Dios podra conservar la figura


sin lo figurado.
Segn esto, se ensea que la cantidad y la
cualidad, por lo menos algunas, no son inherentes
a aquellas cosas de las cuales se predican, sino que
son trminos que significan otras cosas o cualidades inherentes, de manera que se predican contingentemente de ellas, existiendo las mismas. De
donde si Dios hiciera existir simultneamente
todas laspartes del hombre, como puede, entonces el mismo hombre que antes fuera cuerpo
dejara de ser cuerpo, y esto' porque este nombre

cuerpo, adems del sujeto de quien se dice y en


cuyo lugar "est, connota otra cosa, esto es,
distincin de' las__partes, esto es, aquella distincin

de partes que conviene contingentemente a aque-

*
IV. Sent. q. 4. G. Comp' es sabido, los escolsticos
establecan distincin real entre le sustancia y los accidentes. entre
los cuales figura la cantidad. Naturalmente, Occam niega esta
distincin, con lo cual seala los derroteros que ms adelante
seguir el positivismo.

101

lla cosa. De lo cual se sigue que Dios puede hacer'


al hombre sin cantidad, as com.o sin paternidad y
otros predicados accidentales similares que se
predican contingentemente de la cosa, como se ha
dicho.
Del hecho de que tales predicados sean comunes a
tales trminos connotativos se sigue que no se
predi.can in quid de sus inferiores, tomando la
predicacin in quid estrictamente, como se deca
antes de las relaciones y similares. De ah que
solamente de los predicamentos de sustancia y
cualidad se dice lo que trae Aristteles en los
predicamentos, en el Primero de los tpicos y en
el Sptimo libro de la metafsica sobre el gnero,
la especie y la diferencia, la definicin y similares,
ero especialmente en la sustancia corprea; pues
las sustancias simples no tienen diferencia ni
definicin, como se dijo. Mas en el predicamento
de la cualidad,_en lo que se refiere a cualidades
realmente inherentes y a sus trminos comunes,
hay gnero y especie propia y estrictamente
hablando en las cosas que se dicen, pero no hay
diferencia, ni propiamente-hablando definicin,
como se dijo. Pero en las cualidades que son
trminos connotativos, como se dijo, no hay
gnero ni especie, propiamente hablando, en las
cosas que se dicen, ni tampoco diferencia sino
definicin por agregacin, de la cual habla el
filsofo en el Sptimo libro de la metafsica.

Del lugar
Segn lo dicho, se ensea que no sirve la
distincin en cuanto a la posicin sobre cul es el
orden de las partes en el todo y en el lugar porque
es la misma posicin sta y aquella, pues el orden

102

de las partes en el lugar, es lo mismo que si el


todo estuviera en el lugar* .
De acuerdo con esto, se ensea que lo mismo
puede estar en dos lugares a la vez, porque esto no
incluye contradiccin. Segn esto, estableciendo
que Dios puede hacer cualquier cosa que ser
hecha no incluye contradiccin, se ensea que
Dios puede hacer que dos sustancias corpreas
estn a la vez en el mismo lugar.
De lo cual se sigue que algo puede ser cuerpo en
un lugar y no ser cuerpo en otro lugar, porque
Dios puede hacer que el mismo cuerpo est en
diversos lugares y en uno de los lugares hacer que
muchas partes existan a la vez y en otro lugar las
partes sern extensas y entonces en un lugar habr
cuerpo, y en otro lugar no.
De acuerdo con esto, se ensea que el -cuerpo de
Cristo que est en el cielo es cuerpo, y en el sacramento del altar, no.
De acuerdo con lo dicho de que la cantidad no es
diversa del cuanto, ensea que los accidentes de
sacramento del altar estn sin sujeto. La razn es
porque si la cantidad fuera diversa de cuanto,
entonces las cualidades en el sacramento, por
ejemplo- el color, el sabor y otros similares
estarian subjetivamente en la cantidad y entonces
ningun accidente estara sin sujeto, excepto la
cantidad, y por lo tanto, est ms de acuerdo con
la tradicin de la Iglesia esta opinin de que la
cantidad no es diversa del sujeto que la contraria,
p_ues latlglesia ensea que varios accidentes estn
sin suje o.

*
IV. Sent., q. 4, D. E. N. El lugar est constituido por la
presencia de las cosas. segn Occam.

103

De acuerdo con esto, queda evidenciado que


muchos cuerpos estn al mismo tiempo en algn
lugar, pues el cuerpo no es sino una dimensiir
determinada; pero el color que hay en el sacramento del altar est dimensionado y es una
dimensin determinada y as ocurre con el sabor
y acerca de otras dimensiones; y por lo tanto, que
dos cuerpos coexisten a la vez no es inconveniente
sino verdadero, con tal-que uno sea parte del otro
o algo respecto de ambos.
De acuerdo con esto, se ensea que la salud, la
belleza y otras similares no son cualidades diversas
de otras, porque la salud es calor, fro, humedad,
sequedad debidamente proporcionados: cuando
estn debidamente proporcionados en el cuerpo,
hay salud. Y tambien la hermosura no es sino las
partes del cuerpo debidamente proporcionadas,
cuando estn debidamente proporcionadas en el
cuerpo, hay hermosura quedando circunscrita
toda otra cosa.
Sobre la voluntad
De acuerdo con esto, expone el filsofo que en
cuanto a los hbitos no hay movimiento porque
son para algo. Para cuyo conocimiento se ha de
saber que la virtud, segn el filsofo, no es sino
pasin moderada de tal o cual manera, de modo
que la virtud fuera de las pasiones no significa
otra cosa diferente de ellas. Igualmente, la salud
no es sino los humores o las cualidades activas y
pasivas debidamente proporcionadas y conmensuradas.
Igualmente, la hermosura y otrassimilares no son
sino la cosa absoluta constituida con cierta
proporcin; por lo tanto, puesto que su conocimiento fuera de sus absolutos no significa ninguna
otra cosa sino los mismos absolutos dispuestos de
104

tal manera, por lo tanto en lo que se refiere a lo


significado por tales nombres no es un movimien-

to diverso del que existe con relacin a aquellos

absolutos que significan y esto es lo que se


entiende cuando dice: en cuanto a las tales cosas
no hay movimiento, porque son para algo, esto es
en cuanto -a aquellas cosas no hay un movimiento
distinto del movimiento o de los movimientos de
los absolutos, porque no significan una cosa
distinta fuera de aquella con la cual estn relacionadas. De ah que cuando el animal enferma por
exceso de calor o frio, la posterior disminucin

del calor o del fro es una transmutacin en salud,ni la transmutacin en salud es distinta de la
transmutacin que ocasiona el calor o el fro. Mas
lo que aqu se dice con relacin a la virtud no

contradice a lo que se dijo antes, que la virtud


est en la voluntad, no en la parte sensitiva, y por
consiguiente no son pasiones moderadas, como se
dice all, porque arriba habla de la virtud que es
virtud por extrnseca denominacin o all habla

segn la exposicin del filsofo de acuerdo con

cuya intencin parece ser que la virtud no es tal


sino en la parte sensitiva y que no hay en nosotros
otro a etito fuera del sensitivo sino que el mismo
es realinente el apetito sensitivo cuando sigue a
una aprehensin sensitiva, e intelectivo cuando
obedece a la razn, en cuyo caso se denomina
voluntad.- .Este es e_l propsito del comentador,
como se ve en el Tercer libro del alma, en el
comentario L; y la razn y raz de esta diversidad
referente a la voluntad procede de la diversidad
con que entiende el entendimiento, porque el
cornentador ensea que el intelecto esta separado
segun su ser y se une por la operacin a los
fantasmas. Consecuentemente, ensea que la voluntad no es una potencia inmaterial e incorprea
o inorganica en nosotros; ypor lo tanto; sus
seguidores tienen por bien ensear que el apetito
sensitivo que es orgnico, pues esta destinado a
obedecer al intelecto por su ser, cuando 'est
105

unido con los fantasmas, naturalmente en realidad


es la voluntad y no es diversa de aqul y, por
consiguiente, se ha de decir de la virtud que
subjetivamente est en el apetito sensitivo y que
son las pasiones moderadas, como se dijo. Pero
puesto que el telogo tiene otra opinin en lo que
se refiere al intelecto, tiene tambin que decir
otra cosa de la voluntad y, por consiguiente, de la
virtud* .

Segn esto, se ensea que en los otros predicamentos diversos de la sustancia y de la cualidad
inherente no hay gnero y especie con relacin a
las cosas dichas, lo cual se sigue evidentemente de
lo dicho antes, porque todas las otras cosas
significan algo extrnseco al sujeto afirmativa o
negativamente 0 algn sincategorema y similares,
y por esto se toman en ellos los gneros y las
especies segn diversas respuestas a las cuestiones
del individuo sujeto demostrado, como dice el
comentador en el Sptimo libro de la metafsica,
del cual, sin embargo, aquellos predicamentos no
se predican por s y con-relacin a. algo; por lo
tanto, en ellos no se ha de poner la tal coordinacin de predicamentos de por s como enla
sustancia ,ni de ellos hablan Porfirio y Aristteles
en los libros de los Predicamentos, de los Posteriores, 'de los Tpicos y en el Sptimo de la
me tafsca, como se dijo antes.

De acuerdo con esto, se ensea que en el


movimiento local no se adquiere algo intrnseco al
mvil porque el movimiento, como se dijo, no es
algo diverso de lo que permanece, pero nada que
permanece adquiere algo nuevo para s porque si

as fuera, o sera absoluto o sera relativo. En


*
III. Sent. q. 12, L1. Averroes y Siger de Brabante. su
seguidor en el siglo XIII. ensearon que hay un solo entendimiento

agente para todos los hombres. Parece que Occam est en contra
de esta opinin. por motivos antes bien teolgicos que filosficos.

106

cuanto al primero, consta que no pasa sino


accidentalmente como aqul se calienta por el

hecho de acercrsele el fuego, pero esto es un


accidente para el movimiento, porque, si el fuego
estuviese sin movimiento desde el principio en el
lugar hacia el cual ya se ha movido, calentaria, y
por lo tanto el movimiento no calienta sino

accidentalmente. Ni se ad uere por relacin,


porque la relacin no es glgo distinto de los

absolutos, como se ha dicho varias veces.

Segn esto, 'ensea que sucesivamente pueden


verificarse contradictorios del mismo sin generacin de una cosa nueva o antigua porque, como se
dijo, en todo movimiento hay muchas afirmaciones ywnegaciones y los contrarios que se
verifican sucesivamente, y sin embargo nada se
produce ni se corrompe, como se dijo; sin
embargo, se ensea que esto no acontece sino
durante un espacio de tiempo o en un movimien-

to local.
De la predestinacin
De acuerdo con esto, se ensea que Dios puede
por su potencia absoluta aceptar a alguien en su

naturaleza pura, a pesar de que no hubiera


dispuesto esto, porque puede ordenar que el que
hoy no es aceptado sin la gracia, maana sea
aceptado sin la gracia y entonces sucesivamente se
verificaran estos dos contrarios aceptando y no
aceptando, mediante slo un espacio de tiempo
sin que se cambiara la voluntad de Dios que es su

esencia y 'sin que se creara o corrompiera algo con


relacin a aquel que es aceptado entonces; y no
ahora como ahora el rey puede ordenar que aquel
que entre en su camara el lunes muera, el que
entre el martes reciba cien marcos y permaneciendo aquella voluntad, con el solo espacio de
tiempo que es el lunes, se verificaran contradic107

torios sucesivamente; as en nuestro caso, permaneciendo la misma voluntad de Dios, -pueden, con

el solo espacio de tiempo, verificarse tales contradictorias, si Dios lo quisiera; pero Dios quiera algo
para algn tiempo futuro y que-luego no lo quiera
antes de aquel tiempo, no puede verificarse
sucesivamente de Dios; por lo tanto, esta copulativa no puede verificarse de Dios; Dios quiere que
ste maana se salve sin gracia y Dios antes de
ayer no quiso que ste fuera salvado maana,
entrambas pueden ser verdaderas.
Se confirma, si el querer de Dios por el cual
quiere que Pedro se salve no es necesario sino
contingente, de modo que puede desde la eternidad no querer que ste se salve; por lo tanto, fue
posible que algun 'querer divino fuera lo que no
es, pero lo que pudo ser el querer divino pudo ser
Dios porque el querer de Dios es Dios y el no
querer de Dios es Dios; pero lo que pudo ser Dios
es Dios y -fue Dios y necesariamente es su mismo
ser; por lo tanto, su no querer es, pero si su no
querer aquello es, se sigue que Pedro no se salvar,
luego, etc.* .
Segn esto, .se ensea que el predestinado iuede
condenarse. Pues, pongo por ejemplo, que crates est predestinado durante un tiempo a futuro
para la vida eterna. Dios lo puede condenar por
un tiempo a' y puede saber con antelacin que l
est condenado por un tiempo a, y si esto fuera
posible _se expondra as : Dios sabe por anticipado
que Scrates estaba condenado durante el tiempo
a, entonces nunca fue predestinado para la vida

eterna durante el tiempo -a y esto no puede


*
I. Sent. dist.. 17. q. 1, J. K. P. Niega que pueda existir
distincin de ninguna ndole entre la esencia divina y lo que los
telogos Llaman sus atributos; por lo tanto, su querer como su no
querer le son esenciales. Las cosas y los acontecimientos son como
son, porque desde la etem.idad han sido dispuestos por una esencia

divina. 'en la cual no hay un entendimiento que prescribe ni una


voluntad que ejecute.

108

verificarse sucesivamente porque cuando se verifica uno se ha de decir quelel otro jamas fue
verdadero.
Segn esto, se ensea-consecuentemente que esta
proposicin en cuanto al pasado: Dios predestin
a Scrates, es contingente y puede ser falsa y
puede que nunca fuese verdadera; y porque esto
parece difcil, quiero exponerlo en alguna forma.

Acerca de esto hase de saber que en una copula-

tiva, si se compone de mil partes necesarias y de


una imposible, todo se reduce a lo imposible;
como si se dijera, Dios es y el hombre es animal y
el hombre es asno esta copulativa en conjunto es
falsa en- razn de su ltima parte, a pesar de que
son necesarias las dos primeras. Igualmente, si
todas las partes de la copulativa son necesarias
con excepcin de una, y sta es contingente, toda
la co ulativa se hace contingente. Adems, se ha
de sager que cuando se dice que Dios sabe que a
ha de ser o sabe que t te sientas, esta proposicin

a pesar de que por las palabras sea categorica, sin

embargo por el significa o`s de dos categricas


porque esta proposicin quivale a una hipottica
copulativa, lo cual se evi encia as: el acto divino
de saber es eterno y sie pre el mismo-, pues es la
misma esencia divina, y in embargo sabemos que
Dios sabe y no sabe el ismo complejo sucesivamente; pues ahora sabe que yo escribo y luego
sabr que yo no escr` o y 'no sabr que yo
escribo; sin embargo, el acto por el cual sabe que
ye ahora escribo ya ex' tira cuando sepa que yo
no escribo. De lo cu 1 se evidencia que esta
proposicin: Dios sab

que ahora yo escribo,

significa algo ms que e ta proposicin: ste es un


acto de saber, por el cu se demuestra el acto por
el cual Dios sabe que ahora escribo; luego esta
proposicin: Dios sab que ahora escribo con
relacin a sta: el a to divino de saber es,
agrega algo y esto yo ahora escribo es verdadero. Pues ei\a:@/ele"saber que yo escribo, ya
109

existir y ya no sabr que yo escribo ni ya aquel


acto sera el acto de "saber que yo escribo, luego

esta proposicin siginifica algo ms que aqulla.

Lo mismo puede demostrarse en otra forma, pues

todos conceden que Dios conoce todas las cosas


complejas e incomplejas y conoce todas las
contradictorias y yo conozco algunas como que
t ests sentado y que t no ests sentado, pues s
las diferencias entre las susodichas y las que
siguen: Dios es, Dios no es, porque los extremos
de la primera contradiccin son contingentes, los
de la segunda no, luego .conozco que ambos
extremos difieren a la vez y sin embargo no s
ninguna al mismo tiempo ni tampoco Dios. Por lo
tanto, a ms de su contenido, se significa algo ms
por la palabra saber. Pues consta que por saber se
significa el acto del entendimiento divino, luego
esta roposicin: Dios sabe esto, significa algo
_ms. l esto no solamente acontece en Dios, sino
tambin en el hombre, porque puesto que Scrates vea que tu ests sentado, entonces sabe que t
ests sentado. Hablemos ahora del conocimiento
de al o evidente y cierto segn el sentido, como
cuando decimos que nosotros sabemos algo sobre
lo cual pensamos que no dudamos. Pero no
hablamos del saber como habla Aristteles en los
Posteriores sobre el saber; pues en esta forma Dios
no sabe si t te has de salvar o condenar en
cuanto que tal conocimiento pertenece slo a los
universales, como se evidencia all. Hablando,
pues, de la ciencia como en la proposicin:
Scrates sabe que t ests sentado, pongo luego
que Dios conserve aquel asentimiento en el
entendimiento de Scrates y que te aniquile a ti;
entonces permanece aquel asentimiento y no es
sabidura y sin embargo es conocimiento, pues
ms all de aquel absoluto que es ciencia y por el
cual se sobreentiende este nombre ciencia, esta
palabra significa algo ms, y esto es: que el objeto
de este conocimiento es verdadero, a saber, que es
as como se ve por aquel complejo sabido que es
110

el objeto de aquel acto. Por lo tanto, esta


proposicin: Dios sabe que a ha de ser, equivale

a esta: este conocimiento divino por el cual


conoce este complejo: a ser, ser en a y as como
este Complejo significa, esto es, que a sera y asi

cualquier parte de esta copulativa que existe


contingente toda es contingente, y puesto que la
segunda parte es contingente, luego toda ella es
contingente. Igualmente, en cuanto a esta propo-

sicin: Dios supo que t tenas que salvarte antes

de catorce aos, equivale a esta copulativa: el


conocimiento divino por el cual Dios conoce este
complejo:

t sers salvado antes de catorce

anos , fue tambien y es un complejo verdadero, y


as es como este complejo significa, que es lo
mismo, y puesto que la segunda parte de esta
copulativa es contingente, luego toda la copulativa es contingente. De donde a pesar de que sta
por las palabras se refiere al pasado: Dios supo
que t tenas que salvarte en a, sin embargo
significa algo referente al futuro, esto es, la

siguiente: t sers salvado en a, o sta; as

es como se significa por sta: t sers salvado en


a, lo cual es lo mismo; y por esta razn, sta es
contingente; y esto es lo que quieren significar los
que dicen que sta es contingente: Dios supo que
tenias que salvarte en a si es que lointerpretan

racionalmente. Sin embargo, toda proposicin,

segn esto, referente al pasado que por si es del


pasado, si es verdadera, es necesaria, ni Dios
puede hacer que sea falsa.
Segn esto, se ensea que la verdad de la
proposicin- no es diversa, como establecen algunos, de la proposicin verdadera, y esto se sigue

de lo antedicho porque la verdad de esta propo-

sicin: Scrates sera salvado, si es tal co_sa, lo fue


ayer; pongamos que realmente Scrates fuera
predestinado, entonces ayer fue sta verdadera y,
por consiguiente, sta es necesaria: esta verdad
fue; de lo cual se sigue que Scrates necesariamen111

te ser salvado porque, si el antecedente es


necesario, tambin consecuentemente lo ser en la
consecuencia formal simplemente; pero esta consecuencia es formal simplemente: es verdad 0 fue
verdad que Scrates haba de salvarse en a; luego
Scrates ser salvado en a, y si tal cosa es verdad,
el antecedente es necesario; luego -tambin el
consecuente.
Del -cundo y de la mutacin
De acuerdo con lo dic-ho, se ensea que la especie
del predicamento cundo no tiene individuos que
sean diferentes de los absolutos, como dicen
algunos, porque entonces toda cosa temporal
durar necesariamente tanto como Dios? dura o
sabe que ella ha de durar y Dios no puede
corromperla antes, porque si, por casualidad, hay
en ti una relacin con respecto al finde tu vida o
'de la de otro, por ejemp o veinte aos, maana

sta ser verdadera en cuanto al pasado; ayer

hubo en ti tal relacin y esto es cosa con relacin


al pasado; luego es necesaria e infiere sta: t
durars veinte aos; luego sta es necesaria: que
t durars veinte aos.
Segn lo dicho en cuanto al movimiento y a la
mutacin, se evidencia que no son cosas diferentes de las permanentes, sinoque la mutacin
significa algo permanente con una negacin.
Se ensea tambin que la mutacin que es la
transustanciacin del pan en .el cuerpo de Cristo
no es sino la verificacin de esta proposicin: la
sustancia del pan ahora deja de ser y, a la vez, con
los accidentes que existieron simultneamente
inmediatos en la sustancia del pan, coexiste el
cuerpo de Cristo ahora.
112

De acuerdo con esto, se ensea que-el cuerpo de


Cristo se muda localmente por una mutacin

consistente en no estar aqui a estar aqu; pero no


dejar de estar en el cielo al estar aqu porque
simultneamente est en el cielo y ahi, pero la
mutacin local no significa otra cosa sino estar
ah e inmediatamente antes haber estado en otra
parte y no haber estado ahi.
De acuerdo con lo que se ha dicho que Dios
puede hacer que un cuerpo est en dos lugares, se
ensea que Dios puede hacer que el' sujeto est en
alguna parte y el accidente que le es inherente
actualmente no estar_ah, como el Verbo est en
todas partes y la naturaleza que tom no est en

todas partes.

Segn lo antedicho, esto es. que el movimiento


local y el espacio de tiempo slo pueden ser
causas de verificacin sucesiva de contradictorios
sin corrupcin o generacin de una cosa nueva o

vieja, se-ensea que la visin, la inteleccin, el


amor y todos los actos cognitivos y apetitivos del
alma son cualidades reales en el alma distintas de
ella y que le son realmente inherentes porque en
cuanto a esto que de lo no conocido se haga lo
conocido, no basta el espacio de tiempo. Consta
tambin que ni el movimiento localbasta para
esto porque, estando el objeto presente, puede no
existir su conocimiento; se evidencia en cuanto a
Dios, porque siempre est presente a nuestro
entendimiento y, sin embargo, no siempre es
entendidotambin en- cuanto al ngel, el cual
algunas veces est presente y, sin embargo, lo
ignoramos.
Segn esto, se ensea que siempre, en cuanto a las
formas, se produce una nueva cosa que no fue
antes, porque en cuanto a la intencin de la forma
absoluta no basta el trnsito del tiempo, es cierto,
ni el movimiento local porque se intentan muchas
113

formas permaneciendo el sujeto. Igualmente la


prdida de las formas se realiza por la prdida y la

corrupcin de la cosa que antes existi por la


misma razn.

De donde, segn lo dicho, se establece un


principio general para saber si alguna cualidad, de
la cual se inquiere, es algo distinto del sujeto que
le es inherente o nicamente un trmino connotativo, como se ha dicho varias veces, porque, si los
sujetos no pueden sucesivamente denominarse por

tal cualidad y simultneamente por su contradic-

torio, por el solo movimiento local y el espacio de


tiempo, entonces es una cosa verdadera distinta
inherentemente y no lo contrario. Por lo tanto, la
gravedad, la levedad, el color, el sabor y otros
similares que no pueden denominar al sujeto en el
primer modo, deslpus que no lo hayan denominado antes o no o denominen ahora si antes lo
haban- denominado, nicamente por el movimiento local o por el espacio de tiempo, son cosas
inherentes. Pero lo curvo, lo recto, la figura y
otras similares, puesto que slo se originan por el
movimiento o mutacin local, no son cosas
distintas de sus sujetos.
Sobre la prioridad
De acuerdo con lo dicho, se establece que, en
cuanto a la prioridad de origen o de naturaleza,
no conviene decir: en aquella prioridad es tal o
cual cosa, y esto se sigue de lo antedicho as
porque, si fuera posible establecer que el sujeto
por prioridad de naturaleza por la cual precede a
la cantidad es indivisible, por la misma razn
inmediatamente despus, en cuanto es cuanto,
sera divisible y entonces sin movimiento local y
espacio de tiempo, de lo mismo se afirmara lo
divisible y lo indivisible. Igualmente, si el padre en
aquella prioridad de origen por la cual es previo al
114

hijo, hablando en esta forma, no coexiste con el


hijo y con posterioridad de origen coexiste,
coexiste asimismo, se verificarn los contradictorios sin movimiento local o espacio de tiempo o

generacin 0 corrupcin de la cosa.


De acuerdo con esto, se ensea que el Padre no
entiende con prioridad su esencia o alguna otra
cosa sin que produzca al Verbo. Sin embargo,

concede que la inteleccin de la esencia y tambin


de las creaturas es previa segn la consecuencia
por el Verbo o por la produccin del Verbo,
porque lo primero es esencial; lo segundo, nocional. Por lo tanto, se sigue: esto es el Verbo, luego.
es la inteleccin de la esencia y de las creaturas; y
no lo contrario, porque de lo contrario, tendramos la presencia del Padre y del Espritu Santo, a
los cuales pertenece la esencia y la inteleccin de
la esencia y de las creaturas, y, sin embargo, no
son el Verbo.
'

Segn lo dicho, del trnsito de lo no contradic-

torio a lo contradictorio, se ensea que es


necesario poner en el alma hbitos que le sean
inherentes, porque experimentamos que mediante
actos frecuentes nos inclinamos a algo a lo cual no
nos' inclinbamos antes; y esto no.es por el
movimiento local ni por espacio de tiempo
solamente porque, si en el mismo espacio de
tiempo fueran y no fueran ilcitos aquellos actos,
no nos inclinaremos ms despus de aquel espacio
de tiempo que antes.
De la movilidad del lugar
Segn lo predicho en cuanto al tiempo y al ahora,
se establece que es una cuestin irracional indagar
si el ahora permanece el mismo ahora en todo el
tiempo y si el ahora contina al tiempo y si est
en acto o en potencia, porque tal cuestin
115

procede de una falsa imaginacin de que el ahora


sea algo distinto del tiempo y del mvil, lo cual es
falso. Pero el filsofo habla del ahora como de un
sincategorerna, como del entonces, ya, siempre y
similares.
De ah cuando digo: Dios es inteligente y volente,

esta conjuncin y no dice algo distinto de Dios;

asi, cuando digo Scrates es ahora blanco; el

ahora no significa algo distinto de Scrates y de la

blancura, no ms ue si digo Dios ahora crea; pero


se significa que (Scrates es blanco despus de
todo el tiempo pretrito y antes de todo el
tiempo futruo, esto es, despus que el mvil pas
todas las cosas que pas y antes que pase todas las
que pasar. Los autores por estas proposiciones:
el ahora permanece lo mismo en todo el tiempo;
ahora contina el tiempo; ahora distingue el
pretrito del futuro, entienden las siguientes: el
mvil permanece lo mismo durante todo _ el
tiempo que el alma considera al mvil cuando
uiere medir su movimiento; el mvil est_ahora
onde no estuvo antes ni estar despues sino en
otra (parte, como se expuso antes. Y el alma,
consi erando donde el movil est, estuvo y estar,
concibe la distincin del lugar donde estuvo del
lugar donde estar.
De acuerdo con el principio antes expuesto sobre
la potencia de Dios, se establece que Dios puede

hacer una inteleccin sin el intelecto y una

volicin sin voluntad y una volicin sin inteleccin porque difieren uno de otro realmente y uno
no es parte esencial del otro.
Segn lo predicho de las especies de la cantidad y
tambin del movimiento, se estableceque el lugar

no es cosa distinta de la superficie; y, por lo


tanto, se concede que el lugar est en un lugar y
que el lugar se mueve y se mueve por si y el lugar

es superficie, pero la superficie es cuerpo, como se


116

ver despus, pero el cuerpo se mueve de por si;


sin embargo, sta no debe concederse: sta es por

s, por s se mueve el lugar; pero es accidentalmente, como a pesar de que sta es verdadera: el
msico por s compone; sin embargo, sta no es
por s: el msico compone, sino accidentalmente,

como se dijo antes, y as en lo propuesto. Es por

accidente que el lugar sea: pues aunque el aire sea

el lugar del agua, y que el agua sea el lugar de la


tierra, acontece sin embargo al agua en cuanto

est localizada por el aire que localiza a la tierra,

porque si el agua no localiza a la tierra, sino que la


tierra fuera aniquilada o convertida en agua, a

pesar de ello toda el agua estara localizada por el


aire.
De acuerdo con esto, se dice que la definicin de
lugar que da el filsofo en el Cuarto libro de la
fsica: el lugar es lo ltimo del cuerpo, etc., debe
entenderse as, esto es, el lugar es el ltimo
continente del cuerpo, de manera que es una
construccin intransitiva, y es inmvil por equivalencia, porque as sera imposible que el mvil
fuera ubicado en una atmsfera y despus en otra,
como acontece con el viento; as es imposible que
l sea movido de aquella atmsfera a la segunda,
de manera ue todo el tiempo precede al advenimiento cle (ia segunda atmosfera al lugar donde
primeramente estuvo la primera atmsfera, descansar en la primera atmsfera y luego por su
movimiento estara en la segunda, como que haba sido removido de la primera atmsfera a la
misma atmsfera si este aire descansara y, por lo
tanto, por comparacin al movimiento, y descanso local del cuerpo ubicado, estos dos lugares
equivalen a un solo lugar.
Segn lo que dice, que el lugar es el cuerpo,
expone la sentencia del filsofo de que el lugar y
lo localizado son iguales; esto tiene que entender-

se as, que el lugar toca lo localizado por todas


117

partes y no contiene ninguna otra cosa inmediatamente.


De acuerdo con lo dicho, se ensea que algo

puede moverse localmente y, sin embargo, perma-

necer en el mismo lugar: lo cual


porque el lugar es el cuerpo que
posible que un vaso sea transferido
otro lugar con su contenido y

se evidencia,
localiza y es
de un lugar a
entonces el

contenido se movera y, sin embargo, permanecera en el mismo lugar; y algo puede tener otro y
otro lugar de continuo y descansar localmente,
como acontece a un palo que est fijo en el ro y
algo puede moverse localmente y estar en ningn
lugar como pasa en la esfera -ltima.
-

Mas el comentador, al ponerla en un lugar por


centro, denomina centro a la tierra respecto de la

cual las partes del cielo pueden tener diversidad

de distancias y de acuerdo con esto se dice que se


mueven. Sin embargo, si no hubiera cuerpo ms
all de la ltima esfera y todo el mundo fuera
continuo, todava podra moverse y entonces se
dira que se mueve por esto, porque si tuviera
algn cuerpo que descansa fuera del mismo, como
acontece ahora, no aconteciendo nada nuevo que
no acontezca ahora, sus partes distarn diversa y
eontinuamente de las partes de aqul, de manera
que en cuanto al movimiento de la esfera conviene imainarse algo imaginado que descansa. Mas
ahora, e hecho se admite la inmovilidad del lugar
por la inmovilidad del cielo directamente, no por
la del centro sino por la del contenido.
Segn lo antedicho en cuanto a las cualidades
inherentes o no inherentes, se ensea que lo
rarificado y lo denso no son cualidades inherentes, porque por el solo movimiento local de las
partes de algun cuerpo de lo rarificado se pasa alo
denso, y al contrario.
118

Sobre laplurazlidad

Nunca sin necesidad se ha de usar de la-pluralidad.


Explcase a qu se llama necesidad de usar y dice
que es la razon o la experiencia o la autoridad de
la escritura, a la cual no es lcito contradecir, y la

autoridad de la iglesia. Este es un principio


razonable, porque sin l sera posible multiplicar
las cosas arbitrariamente. Se podra decir que,

ms all de la octava o de la novena esfera, hay

cien mil esferas como se dice del cielo empreo, y


jams podra esto desmentirse eficazmente y as
pasa en otra cualquiera cosa; se pondran en todo
sujeto infinitas cualidades insensibles y se pondran, admitido esto, otras muchas.
De acuerdo con esto, se ensea que en el alma hay
que admitir tres hbitos: fe, esperanza y caridad,
porque la escritura lo ensea as expresamente:
mas ahora permanecen en nosotros la fe, la
esperanza y la caridad estas tres.
De acuerdo con esto, se ensea que no se ha de
admitir en el alma una gracia que sea realmente
distinta de la caridad porque no hay razn
ninguna que obligue a esto. No se tiene experiencia sobre esto, ni autoridad de la escritura.
Segn esto, se ensea que en Dios conviene
admitir tres personas realmente distintas y una
esencia en, la cual convienen, porque _la fe lo

ensena asi expresamente y, por consiguiente,

conviene admitir que la esencia y las personas se


distinguen formahnente, porque esto es necesariamente consecuente para la e, como se ensea.
Pero en las creaturas no se ha de admitir tal

distincin formal, pues no ocurre ninguna de las


predichas necesidades* .

*
- IV. Sent.- q. 3. H. La naturaleza divina queda clausurada a
toda comprensin humana. La Trirrida se admite por fe; escapan
toda razn, aun aproximativs., del entendimiento humano.

119

Segn esto, se ensea que el bienaventurado no


puede gozar de la esencia sin gozar de la persona,

porque no deben 'concederse las cosas que son

contradictorias a la razn, sino aquellas que la fe


expone expresamente o que se siguen necesariamente de la fe, pero lo dicho no es as, como se
ensea.
Segn esto, se ensea que el todo no es distinto

de todas las partes tomadas simultneamente,


porque para establecer distincin de_todas las
partes no urge nada de lo dicho.
=
Segn esto, .se .ensea que la existencia y la
esencia en nada se distinguen reahnente, sino que
son completamente lo mismo porque para establecer la distincin no se encuentra ninguna de las
predichas necesidades* .
De acuerdo con esto, se ensea que nada se dice al
afirmar que la cosa no existente tiene existencia

de la esencia y que las creaturas- tienen tal


existencia de la esencia desde la eternidad.

Sobre la contingencia
Segn esto, se ensea que sta es contingente: el
hombre es hombre; como sta: el hombre existe,

y-sta: el ngel es ngel; como sta: el ngel

existe, y en general, toda pro osici.n fonnada


sobre la creatura simplemente dz presente que ni

tiene el verbo ampfiado ni tampoco del futuro y

es simplemente categrica y no hipottica ni

formal ni equivalente y es afirmativa no equiva*'

_ Qu-odlibeta, 2, q. 7. Santo Toms parece que, con el obeto

de destacar que Dios es acto puro, admita distincin real en los


seres creados entre esencia y existencia; Escoto aplicaba su
distincin formal. Occam, consecuente con su doctrina de que
todo lo realmente diferente es separable, no admite distincin de

ninguna ndole.

120

lente a alguna negativa, es contingente y no necesaria. La razn es porque si algn predicado pu-

diera predicarse necesariamente de tal sujeto sera


precisamente el predicado que indica ia esencia

del sujeto o al mismo sujeto.


Pero lo dicho no se predica necesariamente, como

se ha dicho, luego no indica ninguna. Se evidencia


lo dicho, porque cuando el ngel no existe, no
hay ngel, como se dijo. Pero consta que todo lo
que es diverso de Dios es contingente segn la fe,

luego contingentemente existe aquello que es y

as cualquier cosa que se diga de l se dice


contingentemente y no necesariamente. Digo simplemente categricas, porque en cuanto a las

creaturas hay algunas hipotticas totalmente nece-

sarias. Pues esta condicional es totalmente necesaria, si el hombre es hombre, es hombre; si el


hombre es animal es hombre y otras similares.
Pero digo afirmativamente, porque algunas negativas son totalmente necesarias como por ejemplo
stas: el hombreno es asno, igualmente el hombre
no es madera, tanto si existe como si no existe

el hombre, porque sus contradictorias son falsas.


Digo referentes al presente, porque en cuanto al
pasado algunas son necesarias y-otras posibles.
Pues sta es verdadera en cuanto al pasado: el

anticristo no fue ayer; y sta en cuanto al futuro:

el anticristo ser; y sta en cuanto a lo posible: el

anticristo puede existir; pero sta nces verdadera

en cuanto al pasado: el anticristo es anticristo,


como se evidencia de lo antedicho.
Segn lo dicho, se ensea que esta predicacin es
in quiri: Miguel existe; porque se sigue de lo
antedicho donde se comprueba en que consiste
predicar in quid y de lo dicho que la existencia y
a esencia son lo mismo y que la existencia no

significa nada distinto de la esencia.


De lo cual se sigue que las 'proposiciones de por s
en el primer modo de decir no son necesarias,
121

aunque Aristteles dijera lo contrario, que las


especies son necesariamente existencias, cuyo
opuesto tienen que defender los telogos admitiendo que Dios en cuanto al exterior no obra

sino contingenteniente.

Segn lo dicho, se establece que todas stas son


falsas: el vaco es vaco, el infinito es infinito, la
quimera es quimera y otras similares, si los sujetos

como se supone se toman personalmente. Igual-

mente no existiendo ningun hombre blanco sta


es falsa: el hombre blanco es hombre blanco; y
universalmente, cuando de un sujeto de una

proposicin afirmativa de presente, categricamente, no se predica verdaderamente, diciendo que es lo mismo, tal proposicin es falsa* .
Sobre lo indivisible
Segn el dprincipio predicho, se establece que no
se han e establecer relaciones ni indivisibles
como se acostumbra a establecer, como el punto,
la lnea, la superficie y otras similares, porque en
cuanto a stas no urge ni la experiencia ni la
autoridad porque dice que todas las sentencias de
Aristteles se han de entender condicionalmente.

Cuando dice que el crculo es una figura de la cual

todas las lneas que se originan del centro a la


circunferencia son iguales, dice que debe entenderse as: el crculo es una figura que de tener,
tendra tal punto, y las lneas que de l se
derivaran lacircunferencia, todas seran iguales; y
as deben exponerse las peticiones y las conclusiones de aquellos indivisibles.

Por lo tanto. segn Occam. puesto que la esencia y la

'existencia se identifican y las que Llamamos esencias abstractas

carecen de fundamentacin en lo concreto, no puede hablarse de


esencias conocidas previamente antes de que existan.

122

De acuerdo con esto, se ensea que nada hay


indivisible en los entes, excepto el angel y el alma
mtelectiva y Dios y otros similares.
Segn esto, se ensea consecuentemente que el
cuerpo esfrico no puede en Aristteles tocar el

plano a otro cuerpo esfrico, sin que entre las

partes del uno y del otro est un cuerpo intermedio.


Segn el antedicho princiaio, se ensea que las
potencias del alma no di ieren realmente de la
esencia, porque ningun proceso distintivo obliga a
ello* .

De acuerdo con esto, se ensea que en el ngel no


difieren la potencia volitiva, la intelectiva y la
motiva segn el lugar de la esencia del ngel.
De acuerdo con esto, se ensea que el entendimiento agente- no difiere del posible, porque
entrambos son esencia del alma y se evidencia por
el silogismo expositorio: esta esencia del alma es
el entendimiento agente y esta esencia del alma es
el entendimiento posible, luego el entendimiento
posible es agente.
'
De acuerdo con esto, se ensea que el entendimiento posible es acto y esto no lo ensea, como
dice, por otra razn, sino porque as quiere

exponer las sentencias de Aristteles r_e_fe_rentes al


entendimiento agente que uramente debintenderse del entendimiento posible realizado el
acto de entender.
-

II. Sent. q. 14 et- 15, KK. Una tradicin franciscana, que

tiene sus races en San Agustn, enseaba la no distincin entre el


alma y sus potencias, contrariamente a lo que defendiera Santo

Toms.

123

De acuerdo conesto, se ensea que el primer


conocimiento de la cosa en si' o en el concepto

simple que le es propio, es conocimiento intuitivo


de _ la misma cosa. La razn es porque no
experinientamos conocer alguna cosa en si o en ei
concepto simple que le es propio del cual no

tuviramos antes conocimiento intuitivo.

De acuerdo con esto, se ensea que una cosa no


nos lleva ni nos puede llevar al conocimiento
primero de otra cosa en s o en el concepto simple"

que le es propio porque tenemos experiencia que,


por ms que conozcamos una cosa, no por esto
conocemos otra del mismo modo, si es que no se
tiene de esta cosa conocimiento intuitivo. Y esto

se demuestra por la razn, porque si una cosa


pudiera conducimos al conocimiento intuitivo de

otra cosa, esto sera principalmente a causa de la

semejanza con la otra cosa; pero esto no conviene;


veo una forma que por todas las razones es similar
a un sarraceno; sin embargo, por esto yo no

conozco a aquel sarraceno, luego no s si eso no


es.
'

Segn lo que se ha dicho que las potencias del


alma no- son distintas de su esencia, se ensea que
la imaginacin no consiste en las tres potencias

sino en una potencia y dos actos, esto es, la

esencia del alma, en el entendimiento y en la

voluntad 0 en el acto de entender o el de querer.

Segn lo dicho, se ensea que para el conocimiento primero de una cosa bastan el objeto primero
debidamente aproximado y las causas naturales
del conocimiento sin un entendimiento agente,
distinto realmente del posible .
_.,
mi

II. Sent. q. 14, 0, Q. El conocimiento se verifica por la

simple presencia del objeto y el sujeto. mediante una intuicin


directa de lo singular. Con ello' desecha todo el .proceso cognoscitivo mucho ms complejo de los eseolsticos del siglo XIII.

124

De acuerdo con lo antedicho, se ensea que lo


que prirneraniente se entiende es lo singular. La
razn es porque experimentamos que nosotros
entendemos en primer lugar lo que primeramente
vemos y sentimos por cualquier sentido, porque
habiendo visto una mujer, inmediatamente deliberaremos si la deseamos o no la deseamos; consta;
y esta deliberacin es un acto del entendimiento.

De acuerdo. con esto, se ensea que no hay


ninguna quiddidad de ,la cosa material que no sea
singular, que sea objeto de nuestro entendimiento
porque' toda quiddidad y toda cosa es singular,

como se dijo antes, y toda cosa es su quiddidad y

ninguna otra cosa. Bscase de cualquier cosa lo

gue es, consta que es ella misma y no otra cosa


iversa de ella misma.-

Sobre los ngeles


De acuerdo con esto, se ensea que el ngel no
tiene conocimiento concreado de las cosas, sino
que recibe conocimiento de ellas; y las cosas
exteriores mueven el conocimiento anglico como
causas parciales para el acto de entender, porque
en contra de esto no tenemos ni experiencia, ni

argumentos, ni autoridad; ms todavia en cuanto


al conocimiento de algunas cosas tambin la razn
demuestra esto, porque los singulares pueden
muitiplicarse al infinito, pues las especies de los
nmeros y de las figuras son infinitas, pero los
infinitos no son conocidos por el ngel actualmente; por lo tanto, alguna figura y algn nmero le
es incgnito y consta que no existe algo que no le
sea cognoscible. Luego pueden tener su conocimiento por adquisicin y no lo tienen innato.
Segn lo dicho, se ensea que un ngel no puede
iluminar a otro 'de manera que le cause conocimiento primero de alguna cosa, sino que lo puede
125

llevar al conocimiento recordativo de aiguna cosa


conocida primeramente, de la manera que en

nosotros una cosa nos trae el recuerdo de otra


conocida primeramente, aunque no a su conoci-

miento primero; como, porque vi frecuentemente


que el fuego acompaa al humo, recuerdo al
fuego; as el ngel puede llevar a otro al conocimiento recordativo de alguna cosa conocida primeramente y no de otra manera.

Sobre el conocimiento intuitivo y abstractivo


De acuerdo con esto, se ensea que el vestigio no
nos lleva al conocimiento de aquello de lo cual es
vestigio, sino al conocimiento recordatorio incomplejo de algo conocido primeramente, e igualmente ocurre con los conocimientos, complejo ignora-

do, primeramente. Por ejemplo, el que nunca


hubiera visto un len y viera su vestigio en el
polvo no por eso conoceria al len. Pero el que

antes hubiera conocido al len, y luego viera su


vestigio en el polvo muy bien a causa de ello

recordara al len e igualmente sabra por esta

razn este complejo: por aqui pas un len.

Segn lo dicho, se niega que hay especies impresas


en la sensacin y en el entendimiento y en general
toda representacin por la cual se diga que una
cosa representa a otra de manera que lleve a su

conocimiento, primero aunque una cosa haga que

nos acordemos de otra conocida primeramente.

La razn es porque no debe admitirse la plurali-

dad sin necesidad. Para el conocimiento intuitivo


bastan la facultad dispuesta y el objeto presente

con las causas extrnsecas, porque experimentamos que no se requiere nada mas para ello, ni la
razn pide ms ni la autoridad nos obliga a ello.
Por lo tanto, para el conocimiento intuitivo no
conviene poner estas especies; ni tampoco para el
conocimiento abstracto, pues para esto basta el
126

hbito creado por la intuicin precedente con la


facultad y causas extrnsecas. Pues experimenta-

mos esto: despus que hemos visto algo, podemos

pensar de aquello, aunque est ausente.

De acuerdo con esto, se ensea que con relacin


al mismo objeto hay dos conocimientos distintos
en especie, esto es, el abstractivo y el intuitivo.
Que se distinguen especficamente se demuestra
por esto, que siempre que se procura uno de ellos,
no puede procurarse al mismo tiempo el acto del
otro. Mas el conocimiento intuitivo es aquel por
el cual asentimos a las verdades-contingentes de la
cosa intuida; por ejemplo, que tal cosa est aqu o
all, que es blanca o negra, dulce o cida, y otras
similares. El conocimiento abstracto es aquel por
el cual no asentimos a lo predicho, cuantas veces
se forma o se intente. Ejemplo: si veo una pared
presente, s que es una pared y, una vez formado
este complejo: es una pared, inmediatamente

asiento; si gusto de la miel, formado este complejo:' aquello es dulce, inmediatamente asiento; si
toco fuego, formado este complejo: el fuego es
clido, inmediatamente asiento; y estos conocimientos incomplejos que hacen asentir a tal
complejo formado, se distinguen especficamente
de aquellos conocimientos incomplejos que no

hacen asentir as.

'

De ah que, por bien que conozca una pared, si


est separada de m, por 'bien que sepa su tamao
y calidad, pero si no s que existe ahora y, por
consiguiente, si es tanta o tal, ste se denomina
conocimiento abstracto. Estos conocimientos tienen diversas causas eficientes, porque el primero

es ocasionado por el objeto y-el segundo por el


hbito dejado por el conocimiento intuitivo. Sin
embargo, se dice que Dios puede causar inmediatamente en la mente entrambas como causa total
y as Dios puede ocasionar el conocimiento
intuitivo sin estar el objeto presente y el conoci127

miento causado por el objeto Dios puede conservarlo sin el objeto; sin embargo, naturalmente no

es ocasionado sin que est el objeto presente. Mas


si una vez destruido el objeto, Dios conservara

esta intuicin, entonces sta sera la causa de que


el entendimiento asintiera a este complejo formado: el objeto existe, el objeto no existe. Pero esto
no lo hace el conocimiento abstracto*.

De acuerdo con esto, se ensea que nuestros actos


interiores se

conocen intuitivamente porque,

cuando' entiendo a, una vez formado este comple-

jo, entiendo a, inmediatamente asiento y s que

yo entiendo, y as pasa. con la voluntad y otras


potencias.
Segn lo dicho, se ensea que si se habla de la
realidad de algo no se llega a una conclusin
sin el conocimiento intuitivo, orque el conoci-

miento abstracto no sirve para determinar el ser o

el no ser, y esto es del concepto simple y propio


de la cosa.
Segn lo dicho, se ensea que Dios conoce-los
futuros contingentes porque como el conocimiento intuitivo en nosotros, si Dios lo conservara
destruido el objeto, .sera en primer lugar causa de

asentir a este complejo: este objeto es; y luego,

destruido este objeto, sera causa de asentir al

complejo opuesto; por ejemplo, ste: este objeto

no es, as se dice que el conocimiento divino es


un .conocimiento intuitivo de todas las cosas tan
perfecto que de cualquier cosa mientras existe, le
hace saber que es: mientras es futuro, le hace
saber como futuro y lo mismo en cuanto al

1. Sent. Prol., q. 1, X, Z. AA. Planteaclo en esta forma el

problema de que slo conocemos. cuando 'el objeto est presente;

y todavia ms, que Dios puede hacer que teniamos la sensacin de


la visin del objeto, sin que ste est presea-te; el conocimiento se

reduce a fenomenologa pura.

128

pasado asi' de todas las verdades contingentes


acerca de cualquier cosa.
De los entes de razn
Segn el principio predicho, se niega que los entes
de razn sean cosas verdaderas, sino solamente
que son en una realidad ficticia objetiva slo o

aparente, porque nada hay que admitir sin necesi-

dad: pero no hay necesidad ninguna de admitirlos, ms todava, son intiles para todo bien; no
se experimentan ni hay autoridad que obligue a
admitirlos.
De acuerdo con esto, se ensea que las ideas son
las cosas entendidas en cuanto son creadas o creables. Puesto que se sabe que muchas cosas no existen, ni son entes de razn; luego cualquiera de estas otras cosas son creables.
'

Segn esto, tambin se niegan las relaciones de la

razn a no ser -que entendamos por relaciones de


la razn los trminos connotativos que significan
muchas cosas absolutas o uno para muchos modos
gramaticales o lgicos, como que lo mismo
significa en el nominativo o en el. dativo, porque
lo mismo es lo mismo para lo mismo; y rincipalmente cuando el tal trmino no se apiica a los
absolutos, sino por un acto del entender significativo y as el sujeto y el predicado y similares
pueden denominarse relaciones de la razn; o
cuando el que se verifiquen tales nombres de los
absolutos depende del alma y de su institucin o
voluntad, y as el sujeto y el predicado y similares
son relaciones de la razn, porque por medio de la
voluntad es que este trmino predicado, de este
trmino animal en esta proposicin: el hombre es
animal, porque a voluntad puedo decir, si quiero,
el animal es hombre y este trmino predicado de
hombre. Igualmente, este trmino precio, por
129

orden del rey, hoy se aplica a la moneda y sta es


verdadera: esta moneda es precio; pero maana, con otra clase de moneda, ser falsa: esta
moneda es precio; si estos trminos se denominan
relaciones de la razn, otros trminos, como se
dijo antes, se denominan relaciones reales; por

ejemplo, la semejanza y otros, asi' no lo niego.


De acuerdo con lo dicho, se ensea consecuentemente que la igualdad, la semejanza, la mitad y
otras similares son relaciones reales; esto es,
trminos relativos que no significan un acto del
alma ni son mutables de acuerdo con nuestro
arbitrio para hablar de ellos segn son en la
mente, y esto tanto en Dios como en las

creaturas.

Segn lo dicho, se niega que las especies representativas son recibidas en el medio y en el espejo, y

en general se ensea que una cosa nunca repre-

senta a otra, de tal manera que lleve al conocimiento primero y simple y propio de aquella cosa;

sin embargo, se puede adquirir inmediatamente el


verdadero color, verdadero olor.
De acuerdo con lo dicho, se ensea que la esencia

de Dios no representa cosas diversas de s misma a

manera de principio representativo como ensean


algunos, puesto que entonces el que la ve, vera
todas las cosas y consecuentemente las cosas
infinitas. De ahi' que, segn l, nunca una cosa
lleva al conocimiento primero y simple de otra,
sea-Dios sea otra cosa* .
De acuerdo con esto, se ensea que a pesar de que

nuestro entendimiento sea cognoscible por los


*

1 Sent. Prol.. q. 18; I. dist., 3. q. 9, B. Si una cosa, en alguna

forma. no lleva el conocimiento simple de otra, se debilitan los


argumentos que presenta Santo Toms, sus cinco vas. para
demostrar la existencia de Dios. Adems, tanto por las pruebas

tomlstas como por las escotistas. se intenta mostrar la ntima


esencia de Dios. inconoscible segn Occam.

130

angeles, sin embargo no por esto sabe el angel lo


que yo entiendo; porque, supongamos que piense

un objeto desconocido para el ngel; pues que una


cosa no trae al conocimiento primero de otra, el

conocimiento de aquel conocimiento no har


conocer al objeto; mas es cierto que sin el

conocimiento del objeto no puede conocer qu

objeto pienso; y sta es la razn por qu los


demonios no conocen los pensamientos, no por-

que ignoren aquellas cosas que constituyen nues-

tros actos, pero ignoran qu objetos pensamos.


De acuerdo con lo dicho, que una cosa lleva al
conocimiento primero simple, etc., se ensea que,
cuando al bienaventurado se le revela algo primeramente desconocido, se ocasiona un nuevo acto
y asi' conviene decn que el acto beatfico es
frecuentemente uno y otro, ya sea el mismo acto
con el cual se ven a Dios y las creaturas; o antes
bien, segn parece, ya sean diversos los actos por
los cuales se ven a Dios y a las creaturas, y
entonces puede el acto beatfico permanecer el
mismo, permaneciendo sin embargo diversos los
otros actos.
De acuerdo con esto, se ensea que la seguridad
que tiene el bienaventurado de la continuacin de
su beatitud in eternum no es el mismo acto
beatfico que es la visin de la esencia divina, sino
que es'=un conocimiento complejo: mi felicidad
durar eternamente, cuyo asentimiento y conocimiento lo crea el mismo Dios.
Sobre la univocidad -del concepto de en te
De acuerdo con lo dicho, se ensea que el ente
tiene concepto comn unvoco a Dios y las
creaturas porque es imposible que una cosa lleve
al conocimiento primero de otra cosa en s 'o en el
concepto simple que le es propio, como se dijo;
131

ms puesto que la.s creaturas llegamos a algn


conocimiento de Dios segun aquello que se dijo a
ios romanos: en las cosas invisibles de Dios, etc.
Por lo tanto, conviene que sea por un concepto
comn a s y a otros o por un concepto
compuesto que le es propio. Si por un concepto
comn, es denominativo o unvoco, Si unvoco,
tenemos lo que buscamos. Si denominativo, tene-

mos lo contrario; ste no puede ser el primer


concepto que se tiene de la cosa, sino que
presupone otro; luego antes que el denominativo
hay otro quidditativo comn y asi' se tiene lo
propuesto. Si en un concepto compuesto, o
entrambos son propios o uno es comn; no
propio porque una cosa lo lleva al concepto
simple y propio de otra, pero los componentes
son simples, por lo menos los ltimos; luego
conviene que sean comunes y no denominativos,
como se dijo luego, unvocos* .
De acuerdo con lo dicho, se ensea que a Dios en
esta vida no lo concebimos en s ni en un
concepto simple que le sea propio,_ sino en el
concepto simple comn como cuando concebi-

mos al ente, o por un compuesto propio como


ente primero, ente sumo y otros similares.

De acuerdo con esto, se ensea que slo de las


cualidades abstraemos conceptos simples en este
estado. Mas no conocemos a las sustancias ya
simples, ya compuestas, sino por el concepto
compuesto propio o simple comn. La razn es
porque todo conocimiento abstracto de la cosa,
ya se trate de la cosa en s, ya en concepto comn
a si' y a otros que se abstraen inmediatamente de
*
I. Sent. dist., 2, q. 9, Q. Al admitir la univocidad del ente,
estara de acuerdo con la escuela escotista; pero, por otro lado. se
queda muy lejos del Sutil en lo que se refiere a las posibilidades
que al hombre se le ofrecen para conocer a Dios.

132

esta cosa presupone en la misma potencia un


conocimiento intuitivo de aquella cosa de la cua.l
se abstrae, porque la cosa no es conocida abstractivamente, sino porque el hbito dejado por el

conocimiento intuitivo precedente inclina al abs-

tractivo; en nuestro estado de viandantes solamente las -cualidades son conocidas por nosotros
intuitivamente, como se evidencia, porque el
conocimiento intuitivo es aquel por el cual

sabemos si la cosa existe o no existe. Si en cuanto


a la sustancia tuviramos conocimiento intuitivo

podramos, al pronunciar las palabras de la

consagracin, saber cuando alli' deja de estar la


sustancia del pan; consecuentemente, es falso
como lo experimentamos.
Segn el predicho principio, se ensea que -en el
cielo no se ha de poner una materia de ndole
distinta a la materia de los cuatro elementos
porque no hay para esto ninguna autoridad de la
escritura, sino que parecen estar por el contrario

en la escritura, esto es Dios; porque todos los

cuerpos estn hechos de la materia prima primeramente informable de la misma ndole, y la


experiencia no convence lo contrario ciertamente;
ni la razn obliga a esto, porque si hubiera algn
motivo, este sera principalmente por la incorruptibilidad del cielo;apero este motivo novale en el
telogo porque
cielo no se lo denomina
incorruptible, sino porque estos cuerpos que se

generan y corrompen, no -lo pueden corromper


por la carencia de las cualidades activas y pasivas.
Pero esto no implica materia de otra ndole,
porque la accin no se realiza a causa de la
materia, sino de las formas de las cuales. una es
activa en la otra.
De ah que los cuerpos humanos despus de la
resurreccin sern incorruptibles, y, sin embargo,
tendrn materia de la misma clase; luego la
incorruptibilidad no suponesuficientemente otra
133

materia; ni obliga a esto ningn texto del filsofo,


sino que antes bien el filsofo parece no admitir
ninguna materia, sino que es sujeto en acto con
relacin al motor como ensea al comentador.
Sobre la causalidad `

De acuerdo con lo dicho, se ensea que toda cosa

depende suficientemente de sus causas esenciales

intrnsecas y extrnsecas. Pues ni la experiencia,


ni la razn, ni la autoridad, por ningn lado
convencen, que algo sea causa de otra cosa en el
entendido de que admitido aquello debe admitirse
lo otro y sin ello no puede admitirse* . '
De ah se ensea que en las cosas naturales no hay

causa ninguna sine qua non que no sea verdadera


causa, porque si sin ella ni puede existir tal cosa ni

exige para su ser sino causas esenciales, se sigue


que aqulla es verdaderamente su causa esencial.

En cuanto a la-s. cosas voluntarias concede que


puede haber causa sine qua non, como si se diera

un denario de plomo a alguien como seal de recibir cien marcas, el denario slo es la causa sin la
cual no habra tal recepcin.
De acuerdo con esto, se ensea que en los
sacramentos de la nueva ley no existe ninguna
virtud que cause la gracia, sino- que los sacramentos son nicamente causa sine qua non de la
gracia, porque Dios da voluntariamente la gracia;
pues por pacto estableci que se d la gracia al
que recibe los sacramentos, pero no a los otros.

*
I. Sent., dist. XLI, q. 1., F. Consecuente con su idea de lo
individual, cuya razn explicativa suficiente tiene que buscarse en

l mismo, en cuanto es, no comprende la razn de la conexin


causal fuera del singular. Siglos ms adelante dir algo semejante
David Hume.

134

De acuerdo con esto, se ensea que no puede


saberse si los hbitos infusos son causa de los
actos o slo Dios hubiera establecido segn su
beneplcito que el que tiene tales hbitos sea
aceptado y tambin su acto. Esto no puede
convencerse por medio de la- razn porque los
hbitos, puesto que sean sobrenaturales, no es
posible convencerse por la razn natural de que
existan; ni la experiencia convence de esto por-

que, por ms que alguien sea bautizado, no

experimenta poseer en si' ningn hbito que antes


no poseyera; ni la autoridad de la escritura nada
ofrece sobre su causalidad. Sin embargo, dice que
probablemente deba admitirse que no se les debe
negar lo que existe de perfeccin en los otros

hbitos. Sin embargo, ensea que algunos hbitos


son verdaderas causas de los actos por el principio
predicho, esto es, aquello que una vez admitido se

admite el acto, y sin l, no, etc., y porque esto es

perfeccin en los otros actos, se dice que esto


tagibin probablemente se atribuye a los hbitos
in usos.
Segn esto, se ensea que la fe infusacon' la
adquirida y la caridad infusa con la caridad
adquirida son principios y causas de los actos de
creer y amar; perolas infusas de por s, no, pues
esto es lo que ensea la experiencia en el adulto
bautizado.
Segn esto, se ensea que una fe infusa basta
como causaequvoca con otra y otra fe adquirida
para otro acto de creer "con relacin a otro y otro
artculo.

Mas la fe adquirida no slo en nmero, sino en


especie, vara segn la variacin eslpecfica de los
objetos, como antes se dijo sobre a ciencia y las
conclusiones, de la prudencia y de lo que se ha de
hacer. Y lo mismo digo en cuanto a la caridad
adquirida e infusa que lo que dije de la fe.
135

De acuerdo con lo dicho, se ensea que Dios


verdaderamente es causa esencial e inmediata de
todo efecto porque, una vez no admitido l, no
puede admitirse ningn efecto.
Segn esto, se ensea que la causa remota, que es
causa de la causa, no es verdaderamente causa del
efecto. De donde si el fuego calienta el agua y el
agua la mano, el fuego no es causa del calor en la
mano. La razn es, porque destruido el calor del
fuego, si en alguna otra parte se conservar el
calor del agua, el agua calentar la mano* .
Segn esto, se ensea que no siempre el agente es
simultneamente con lo paciente con siinultaneidad matemtica o dimensiva; lo cual se demuestra, porque aquello es verdaderamente causa de
algo que una vez admitido, etc.; pero una cosa
determinada algunas _veces dista localmente del
paciente; luego, etc. Pruebo la menor, porque el
sol que ilumina el ambiente pongo por caso que

enva un rayo a la ventana e ilumine la casa, es

cierto ue la luz se causa ms intensamente en la


parte de la casa ubicada directamente hacia la
ventana que en los lados; entonces indago en
cuanto a la luz que est debajo de la ventana de la
casa, si es causada por el sol y se tiene tal
propsito porque consta que el sol dista localmente: o si nicamente es causada or el resplandor

de la ventana; pero esto no puede decirse, porque


una causa que obra naturalmente, obra igualmente en el mismo paciente, igualmente aproximado,
sin tener en cuenta toda diferencia de posicin;
luego, puesto que. la luz en la ventana tiene este
aire lateral en a casa, como el aire es un objeto
aproximado directamente a s, tan intensamente
*
I. Sent., dist. 45, q. 1, E. Es la negacin de un principio
admitido por toda la escolstica. anunciado as: quod est causa

causae est causa causati, lo que es causa de lacausa es cause de lo


causado.

136

iluminar ste como a aqul. Consecuentemente,


es falso como lo experimentamos. Tambin la
misma conclusin se sigue de las premisas porque, en la visin de la pared, puesto que la visin

es un conocimiento- intuitivo; pero en el conocimiento intuitivo natural el objeto es causa del


acto. Luego, etc.
Segn lo dicho, se ensea que en toda transmu-

tacin natural ya sea de la generacin de la

sustancia o del accidente hay creacin, porque,


aunque la forma se produzca tanto por Dios como
por la causa segunda, sin embargo, Dios no
requiere causa concomitante y, por lo tanto, crea;
pero la creatura requiere causa concomitante y,
por lo tanto, no crea, segn lo que se ha dicho de

la causalidad divina.

Segn lo dicho, se ensea que cierta cualidad


corporal es causa eficiente parcial de nuestra
inteleccin en el estado actual porque, una vez

admitida, puede tambin admitirse inteleccin, y


sin ella, no, como se evidencia en los frenticos y
furiosos.
Segun lo dicho, en cuanto a la causalidad divina se
ensea que la razn por la cual el ngel malo no
puede arrepentirse ni el bueno puede querer el
mal, es porque, aunque entrambos posean voluntad libre, sin embargo Dios es uno, esto es, con el
ngel malo no coopera para el acto bueno y con
el otro no coopera para el acto malo.
Segun lo dicho, se ensea que el querer nunca es
causa de tristeza porque, aunque quisiera que a

alguien le aconteciera un bien y me entristezco

del mal que le aconteci, sin embargo la causa


inmediata de aquella tristeza es el acto de no
querer por el cual no quiero que a aqul le
acontezca algn mal.
137

Segn lo dicho, esto es, que el todo no es sino sus


partes a la vez, etc., ensea que ningn compuesto
de partes de otra calidad puede ser el primer
sujeto de algn accidente realmente inherente,
porque el sujeto es tan simple como su accidente;
de lo contrario, destruida la otra parte, podra la
otra parte sustentar aquel accidente y entonces
habra algn sujeto de aquel accidente sin el cual,
sin embargo, podra sustentarse aquel accidente.
Segun lo predicho, sobre la alteracin adquisitiva
y perdedora se establece que los contrarios nunca
estn simultneamente en el mismo sujeto ni en el
ser intensivo ni en el ser remiso, como ensean
muchos; luego si el calor debe enfriarse, primeramente se pierde el calor y se pierden sus partes
sucesivamente; y, corrompido todo el calor, se
introduce el fro, de manera que el primer
instante del calor no es del calor y en ningn
instante coexisten simultneamente.

De acuerdo con esto, se ensea que la infusin de


la gracia es posterior a la remision de la culpa y no
son la misma mutacion, sino que una precede a la
otra.
Sobre la aniquilacin y produccin
Segn lo dicho, en cuanto a la cantidad, que no es
nada diverso del cuanto, se establece que en el
sacramento del altar la creatura puede aniquilar a
la creatura porque, si el fro de la hostia se
corrompe, desde que no tiene sujeto que permanezca, se aniquila; si posteriormente se produce

calor se ensea que slo se produce por Dios; pero

la aniquilacin, sin embargo, slo se realiza en

parte por la creatura.

Segn lo antedicho en cuanto _a la mutacin y


relaciones que no se distinguen de los absolutos,
138

se ensea que hay tantos productos coino producciones, porque la produccin no es sino el mismo
producto y este nombre connota algunas negaciones, como se dijo, y, por lo tanto, son diversas
mutaciones la produccin y generacin de la
blancura, la produccin del calor, la produccin
de la dulzura, aunque se trate del mismo sujeto

producido, blanco, clido y dulce.

De acuerdo con esto, se ensea que es falso decir


que una produccin tiene dos trminos, uno por
si', y otro accidentalmente, y que la transustanciacin en el sacramento del altar finaliza primeramente en el cuerpo y la misma transustanciacin
consecuentemente termina en el alma; luego son
distintas transustanciaciones, puesto que son real-

mente el cuerpo de Cristo y el alma de Cristo. Si,

sin embargo, se entiende en esta forma una por s,


otra accidentalmente, porque una est demostrada por el agente con ms precisin que la otra,
entonces es concebible.
Segn lo dicho sobre el todo y las partes que son
lo mismo, se ensea, consecuentemente, que no
resucita numricamente el mismo hombre que
haba nacido ni 'es el mismo hombre numricamente el nio y el anciano, porque aquel hombre
es todas partes tomadas simultneamente que
tiene entonces, mas aquel otro hombre es todas
partes que ahora tiene simultneamente; y es
cierto que ahora tiene algunas partes que entonces
no tuvo.
'
Segn el principio precedente, que cada cosa
depende suficientemente de sus causas esenciales,

se ensea que la verdadera causa final es aquella a

causa de la cual el agente obra y de aqulla


depende el efecto como de la causa final.
Segn esto, se ensea que un efecto puede tener
diversas causas finales cualesquiera de as cuales es
139

causa suficiente con relacin a l, porque puedo ir


al foro a la vez para encontrarme con un deudor y
recibir de l dinero, para comprarme alimeiitos, y
puede ser que quiera ir, no por un motivo por si',

sino por otro motivo circuiistanciado y entonces


uno es suficiente motivo para moverme.
Segn esto, se ensea que las ciencias especulativa
y prctica casi no distinguen fines, porque el fin

de la ciencia es aquel por cuya causa el que

aprende, aprende. Pero puede alguien aprender


ciencias tanto las especulativas como las prcticas
para llegar al mismo fin, esto es, el lucro, y
entonces el- lucro es aquello de que depende
esencialmente y sin cuya intencin no existira.

Sobre la libertad de la voluntad


Segn el principio predicho sobre la causalidad, se
ensea que la voluntad es causa eficiente de su
acto y libre. Pero lo que es la causa, es evidente
porque, si supuesto todo lo dems excepto ella, no
se supusiera su acto; puesto que tambin sera

libre, quedara patente, porque supuesto todo lo

dems, el acto puede suponerse o no suponerse, lo


cual no acontecera si ella fuese o pasiva o
tambin un agente no libre, porque, si fuese
pasiva, estando presentes los agentes activos ella
necesariamente sera pasiva, y.si fuese activo
natural, estando presentes los coactivos y los

dems requisitos, obrara necesariamente.

"

Segn esto, se ensea que la prctica propiamente


dicha es aquello por lo cual se denomina la
ciencia, prctica, y es un acto elicito de la
voluntad u ordenado porque la prctica es lo
mismo que el acto existente en nuestra voluntad.
140

Segn lo diclio en cuanto a la mutacin, que fuera


de la cosa absoluta nicamente significa negacin,
se ensea que la creaciii y la conservacin son lo
mismo en cuanto a lo que significan, pero una

significa negacin, cosa que no significa la otra;


porque la conservacin significa lo conservado y
esto no en cuanto significa ser primeramente, sino en cuanto que significa haber sido antes; la
creacin significa la misma cosa que es por

primera vez y que antes no ha sido.

Segn esto, se ensea que toda creatura siempre


es producida y que lo mismo puede ser producida
primeramente por Dios totalmente y luego por
alguna creatura. Lo primero se evidencia, porque
ser producido no es otra cosa que ser por causa de
otro, pero la creatura,. mientras existe, existe
continuamente causada por otro, por ejemplo por

Dios, de donde ser producido es ms comn que


ser conservado, ser creado, ser generado y otros
similares. Lo segundo se evidencia porque si Dios

creara una luz primeramente en el aire, aquella luz


podra luego ser conservada por el sol. Igualmente, si Dios primeramente produjese el fuego y luego el sol y desapareciera el sol en cuanto a su
naturaleza, el fuego entonces seria conservativo
de su naturaleza como lo es ahora; luego entonces
conservara y causara y consecuentemente producira aquel fuego; como lo hace ahora.
De acuerdo con lo que se dijo del hbito de la
ciencia y de su acto que es uno con relacin a las
premisas y conclusiones, se establece consecuentemente que con relacin al fin y a las cosas que se
relacionan con el fiii hay' slo acto y que el mismo
acto es usar y gozar en cuanto terminan en
diversos objetos.
De acuerdo con esto, se ensea que es el mismo
acto querer y no querer. De ahi que cuando no
quiero fornicar porque quiero obedecer a un
141

precepto divino, es el mismo acto por el cual no


quiero fornicar y por el cual quiero obedecer al
precepto divino.
Segn esto, se ensea que todo fin es amado con
amor de amistad y con amor de concupiscencia;
se ama por si' mismo y se ama por el amor con
que otro es amado a causa del mismo amado; y el

primero es amor de amistad, el segundo es amor

de concupiscencia. Pero en cuanto a esto obsrvese, segun l, que el amor de concupiscencia es


siempre amor de amistad, pero no lo contrario.
Para cuya evidencia se ha de saber que a veces
acontece que el hermano es amado por la hermana con un amor como ninguna otra cosa es

amada, como cuando amo mi salud y quiero

conservarla por su causa, entonces ninguna otra


cosa amo mas, este amor es de amistad solamente
y no de concupiscencia; luego considero las cosas
que contribuyen a la salud y las quiero a causa de
la salud y consecuentemente las amo con amor de
concupiscencia; mas con el mismo amor, con el
cual las amo a causa de la salud, luego aquel amor
es de amistad y concupiscencia, pero el primero
solamente de amistad.

Sobre la voluntad
Segn esto, se ensea que no todo acto de la
voluntad es libre porque, aunque el acto de amor

por el cual amo la salud mas que amo otras cosas,

or su causa, que es solamente de amistad, sea


libre, sin embargo, su segundo acto, que es acto
de amistad y concupiscencia a la vez, no es libre,
sino que sigue necesariamente al otro, supuesto el

dictamen de la razn que tal cosa amada sea


necesaria para la consecucin de tal fin; si
actualmente quiero salud y la razn dicta que
coma porque asi' puede tenerse salud y no de otra
manera, permaneciendo la actual voluntad de la

142'

salud y aquel dictamen, de inmediato necesariamente quiero comer. '

Segun esto, se ensea que con relacin a aquella

segunda volicin no conviene poner voluntad


activa sino solamente pasiva, pues esta volicin es
causada efectivamente por la volicin de la salud
y aquel dictamen como por dos causas parciales
que concurren al mismo efecto.
Segun esto, se ensea que, cuando alguien mal
habituado acerca de algo, por ejemplo lo venreo,
se confiesa y luego a causa del mal hbito
adquirido primeramente se inclina a un acto
venreo, pero no consiente, aquella inclinacin,

aunque se trate de un acto elcito, como cualquier

otra inclinacin a causa de ste no es imputable,


no con relacin a aquel acto conviene poner
voluntad activa, sino receptiva solamente. Pues
este acto es causado efectivamente por un hbito
malo adquirido primeramente.
Segn esto, se ensea que el pecado de omisin
propiamente dicho, que se distingue del pecado
de comisin, no se refiere a ningn acto positivo
de la voluntad. La razn es porque si alguien est
obligado el da domingo por un acto elcito a
amar a Dios, excluido todo impedimento, el tal, si
no ama, peca con pecado de omisin, pero no
peca realizando algn acto positivo de la voluntad
porque si fuera asi', o sera un acto de novquerer
amar a Dios o de querer no amar a Dios. Y
entonces indago si aquel acto est en la potestad
de la voluntad de tal manera que la voluntad,
permaneciendo el pecado de omisin, pueda
realizar aquel acto, o si no est en su potestad. Si

esta en su potestad, luego puede no pecar con


pecado de omisin y asi' tiene lo que se buscaba.
No est, luego realizando aquel acto no peca porque no est en su' potestad no realizarlo, ni se realiza libremente, ni es causado por la voluntad
143

efectivamente, sino que est necesariamente en


ella, supuesto el pecado de omision, y no es pecado de otro tipo.

Segn esto, se ensea que en el 'alma hay pecado


de omisin aunque no lo haya de comisin,

porque ste- es un acto de la voluntad distinto

realmente del alma como se dijo, pero el pecado


de omisin no es tal acto, sino de la misma

voluntad que es el alma, como se dijo antes, y esta


volintad est obligada a realizar el acto y no lo

rea iza.

Sobre el amor
En cuanto a lo que se dijo antes, que todo amor

de concupiscencia es tambin amor de amistad, se


sealan dos caminos siendo cada uno de ellos,
segn l, probable. Uno es el que se dijo antes; el
otro es que no todo amor de concupiscencia es
amor de amistad. De donde se deduce que hay un
doble amor de concupiscencia, uno que es de dos
objetos, esto es, del fin y de lo que es para el fin;
de uno a causa del otro y ste es amor de amistad
y concupiscencia a la vez, como se dijo. El otro es
slo de concupiscencia y ste requiere dos cosas:
primeramente que sea causado por el amor del fn

que es de amistad; segundo, que no tendga al fin

por objeto ni que por aquel acto sea ama 0 el fin.


Y en aquel caso la causalidad significada, al decir
por la causalidad efectiva de un acto de amistad
con relacin a otro acto, que es de concupiscencia
y que aquel acto no existiera antes que el otro,
cuando se dice que el acto de_concupiscencia es
aquel por el. cual una cosa es amada a causa de
otra. Pero cuando se dice de un acto que es a la
vez de amistad y de concupiscencia, de manera
que con aquel acto se ama una cosa a causa de
otra, al decir A causa de no indica causalidad _de
un acto con relacin a otro acto, pues nose trata
144

sino de un solo acto, como se dijo, sino que ste


es el fin por el cual lo no amado no se ama.
Finalizan los principios de Gccam, de los cuales se

deducen conclusiones. Son 162 conclusiones del


primer principio, 81 delsegundo, en total 243.

145

INDICE

PROLOGO..... . . . .

.....

-Bibliografa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
TRATADO SOBRE LOS PRINCIPIOS DE LA
TEOLOGIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

De las relaciones y de los nmeros . . . . .


De la pasin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Sobre el gnero, la especie y la diferencia
Sobre la distincin de los conceptos . . . .
De las suposiciones . . . . . . . . . . . . . . . . .
De lo que es per se (por s mismo). . .
.
Del silogismo expositorio . . . . . . . . . . . . .
De la definicin . . . . . . . .' . . . . . . . . . . . .
De la distincin de las ciencias . . . . . . . .
Del sujeto de la ciencia . . . . . . . . . . . . . .
De los hbitos intelectuales . . . . . . . . . . .
De la conexin de las virtudes . . . . . . . .
Sobre las relaciones . . . . . . . . . . . . . . . . .
De la relacin, unin, etc . . . . . . . . . . . . .
Sobre el acto, potencia, etc. . . . . . . . . . .
Del movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Del tiempo .... . . . . . . . . . . . . . . .
'Deltiempo y del ahora . . . .' . . . . . . . . . .
De la medida y el nmero . . . . . . . . . . . .

Pg.

Del lugar y de la superficie L . . . . . .

99

De la cantidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

100

Del lugar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Sobre la voluntad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _

102
104

De la predetinacin . . . . . . . . . . . . . . . . .

107

Del cundo y de la mutacin . . . . . . . . . .

112

Sobre la prioridad . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

114

De la movilidad del lugar. . . . . . . . . . . . . .

115

Sobre la pluralidad . . . . . . . . . . . . . . . . . .

119

sobre 121 concingeneia. .7- . . . . . . . . . . . . . . .

izo

Sobre 'lo indivisible . . . . . . . . . . . . . . . . . .


Sobre los ngeles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

122
125

Sobre el conocimiento intuitivo y abstractivo . . . . . . . .-. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .


De los entes de razn . . . . . . . . . . .

` 126
129

Sobre la univocidad del concepto de ente.

131

sobran causalidad

..`...
. . . . . ia4

Sobre la aniquilacin y produccin . . . . .

138

Sobre la libertad de la voluntad . . . . . . . .

140

Sobre la voluntad . . . . . . .'. . . . . . . . . . . .

142

Sobreellmor......

1,44

. . . . . . . ..

BEBLIGTECA DE ENICIACION FELDSOFECA


Versiones directas de las originales, llevadas a cabo por
especialisras, con abundancia de notas, ndices, etc.

Volmenes de 11,5 x 19 cm., encuedernodos en rstica


NUMEROS PUBLICADOS

1.

D'AIembort: Discurso
preliminar de la enciclopelia.
2.
Platn: Fedro, o de la
belleza.
3.
Son Anselmo: Proslogin.
5 bis Cyrano de Barqorocz
El otro mundo I. Los
estados e imperios de
laluna.
6.
San Buenaventura: Itinerario- de la mente a
' Dios.

7.

Borkoloy: Tres dilo-

gos entre Hllos y FIonus.


B bis Kant: El poder de las
facultades afectivas.
9.
Anonimo: BhagavadGita o canto del bienaventursdo.
10 bis Cyrano de Bergerac:
-El otro mundo II. Los
'estados e imperios del
` $01;

11 bis Humo: Investigacin


sobre los principios de
la moral..
12. _Plat6n: El banquete.
13.
Schllling: Larelacin
de' las artes figu rstivas
~ con le naturaleza.
14 bis Sclioponhauorz Afo.,
` rlsmos sobre la sabidu rfa de la vida.
15. Honninl: Brave esque-'
ma de los sistemas de
filosofa moderna y
de mi propio sistema.

Santo Toms: El ente


y la esencia.
Spinoza: Le reforma
del entendimiento.

Descartes:

Discurso

del mtodo.
Sonco: De la brevedad de la vida. _ '
Kant: Prolegmenos.
Jamon: Pragmatisrno.
Santo Toms: De los
principios de la neturaleza.
'
Toine: Introduccin a
le hlstorla de la Iltera-

tura Inglesa.

Platn: Alcibfades.
Eckohart: El libro del
consuelo divino.
Fhvoioson: El hbito.
Boumgnrton:
Fleflo-'
xiones filosficas
acerca de la poes|'e._
Schleiormocher: Monlogoa
Boocio: La consolacin 'de Ig_flos'fla.
San Agustn: De la
vida-feliz.

-Leibniz: Discurso de
metafsica.
Duns Scoto: Tratado
del primer principio.
Balmes: De las ideas.
Stuart Mill: El utilitarismo.
Vlves: Introduccin a
la sabidura.
Surez: De las propiodedes del. ente en ge

También podría gustarte