García Canclinni - Antropología y Estudios Culturales 2004
García Canclinni - Antropología y Estudios Culturales 2004
García Canclinni - Antropología y Estudios Culturales 2004
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I < >', PROPSITOS COMPARATIVOS anunciados por este ttulo pueden generar lo mismo expectativas que escepticismo. Ms an si
tambin se pretende confrontar, como intentaremos aqu, las maneras en que se han desarrollado estas tendencias en los Estados
Unidos y en Amrica Latina.
Es posible encontrar coincidencias entre las diversas concepciones de la antropologa y los estudios culturales. En ambas regiones
esas dos corrientes coinciden en la preocupacin por extender el
concepto de cultura para abarcar no slo los procesos simblicos
especializados (artes, artesanas, medios masivos) sino tambin
los de la vida cotidiana. Asimismo, u n buen nmero de antroplogos y representantes de los estudios culturales coinciden al criticar
a la vez los saberes acadmicos y los saberes ordinarios desde una
reflexin sobre la alteridad. Tambin se aproximan ambas lneas
de investigacin al reformular el lugar y el sentido de lo popular
pasando del anlisis econmico de las clases a las reivindicaciones
socioculturales de las minoras, excluidas de la simblica de lite o
del mainstream, e interrogarse por lo que estas diferencias significan en las polticas de identidad y representacin.
Pero tales acercamientos se vuelven problemticos cuando advenimos las diferencias disciplinarias y de estilos de trabajo entre
quienes hacemos estudios culturales en los Estados Unidos y en
Amrica Latina. U n alto nmero de especialistas de esta tendeni I.I en la academia estadunidense proviene de las humanidades,
i n particular de la literatura, como lo revela su predominio en la
" f i n it lopedia" Cultural Studies, editada por Grossberg, Nelson y
lien l i l n ; mientras que en los pases latinoamericanos los estu34
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IV
D E C M O U N A R G E N T I N O H A C E TRABAJO DE C A M P O
SOBRE M X I C O E N E D I M B U R G O
gai i o n " . A cada rato deca que "los judos son los ms poderosos
de l o s listados U n i d o s " . De "los negros" afirmaba que "creen
mucho e n s u s hroes, pero los debilita ser tan discriminados. Son
Inertes slo en la msica". "Y a los mexicanos lo que nos pierde
es que para hacer negocios necesitamos tomar." Sus juicios mostraban que la simple acumulacin m u l t i c u l t u r a l de experiencias
n o genera automticamente hibridacin y comprensin democrtica de la diferencia.
AI cerrar el restaurante fuimos a tomar u n trago a m i hotel y
all me explic que "las cosas f u n c i o n a n mejor en los Estados
Unidos que en el Reino Unido. Los escoceses tienen orgullo, pero
pasivo. Los americanos lo tienen activo: se identifican en todo el
inundo, se hacen notar en los negocios y porque nunca quieren
perder". Hablaba con tal admiracin de su v i d a en Los Angeles
que le pregunt por qu haba dejado esa ciudad. "Porque cuando entiendo algo y me doy cuenta cmo se hace, es como cambiar
un video, y entonces me aburro." Su ductilidad m u l t i c u l t u r a l se
apreciaba, asimismo, cuando hablaba italiano casi tan bien como
ingls, pese a no haber visitado nunca Italia, a fuerza de interactuar con los dems meseros y representar cada da la italianidad
entre agnolotis, carpaccios y vinos Chianti.
Cuando quise saber cmo haba decidido ir a v i v i r a Edimburgo, me dijo que su esposa era escocesa, y me sorprendi l, que
haba transitado por muchas partes de Mxico los Estados U n i dos y C a n a d al afirmar que le gustaban los escoceses porque
" n o son cosmopolitas. Son gente conservadora, que cree en la
familia y estn orgullosos de lo que tienen. Viajan como turistas,
pero estn tranquilos y se sienten contentos con la seguridad que
hay en esta ciudad de 400000 habitantes".
Al final me dijo que quera poner u n restaurante mexicano de
c u i d a d , pero no le gustaban las tortillas que llegan a Edimburgo
para venderse en los restaurantes tex-mex porque las traen de
I hnainarca. (Me hizo recordar las fiestas del 15 de septiembre en
la embajada de Mxico en Buenos Aires para celebrar la independencia mexicana, cuando se renen los pocos mexicanos que v i ven en esa ciudad con centenares de argentinos que estuvieron
exiliados en Mxico, y el embajador contrata al nico g r u p o de
in.ii i.ii bis que puede conseguirse en Argentina, formado por palaguavns que residen ah.)
I' i
L O S ANTROPLOGOS C O M O ESPECIALISTAS E N L A M O D E R N I D A D
Hay algo que diferencie a la antropologa de otras ciencias sociales cuando estudia las tradiciones subsistentes en relacin con los
A N T R O P O D X i A Y ESTUDIOS C U L T U R A L E S
ANTROPOLOGA Y ESTUDIOS C U L T U R A L E S
procesos de comunicacin y reorganizacin social transnacionales, modernos y aun posmodernos? Una buena parte de los antroplogos latinoamericanos y de los metropolitanos ha sido
hechizada por nuestras tradiciones de la modernizacin y la globalizacin: el antroplogo sera una especie de defensor "cientfico" del realismo mgico, de quienes creen hallar en el macondismo nuestro modo peculiar de lograr algo en las competencias
internacionales.
l i s i a estrategia de asombrar a los centros acadmicos, fundacion e s y m u s e o s metropolitanos con nuestros largos siglos de esplendor t u v o relativo xito hasta los aos ochenta del siglo xx.
Pero comenz a declinar desde que la cada del m u r o de Berln
hizo girar las miradas de los Estados Unidos y Europa a los pases del liste. Tambin porque las conmemoraciones de 1992 gastaron la novedad de nuestro exotismo mgico. Liberados de la
tarea de embalsamar y hacer propaganda de los esplendores,
los antroplogos podemos examinar ahora los desajustes entre
nuestro exuberante modernismo, o sea los proyectos culturales de
situarnos en el m u n d o contemporneo, y nuestra deficiente y
contradictoria modernizacin. O, para decirlo con el neologismo
aportado por Roger Bartra (1993) al lenguaje posmoderno, nuestro dismothernism, en vista del desmadre con el que nos colocan y
nos colocamos entre las contradicciones de la modernidad.
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II
En el mismo sentido puede hablarse tambin de estudios culturales en Amrica Latina, con antecedentes en este estilo de trabajo
que tienen por lo menos medio siglo. Desde los textos en que Fernando Ortiz trabaj la "transculturacin" y A n t o n i o Cndido los
vnculos entre literatura y sociedad p o r citar slo dos ejemplos, hallamos u n conjunto de investigaciones efectuadas por
socilogos, antroplogos, comuniclogos e historiadores de arte
V literatura que, trascendiendo sus tabiques disciplinarios, estn
redefiniendo la cultura como procesos sodales jJje_4^Q^^
circulacin y recepcin de las significaciones. De acuerdo con esta
definicin socsemitica, Ta cultura no puede ser abarcada con
los conceptos y las destrezas adquiridos en una sola disciplina.
Sin embargo, la heterogeneidad de los saberes ha servido para
repensar la heterogeneidad sociocultural, problematizar las crisis
de las identidades tradicionales y encontrar en las recomposii io
I-.'
ANTROPOLOGA Y ESTUDIOS C U L T U R A L E S
ANTROPOLOGA Y ESTUDIOS C U L T U R A L E S
Enunciar, con el laconismo a que obliga el tiempo de esta conferencia, algunos puntos nodales de la perspectiva terica que hoy
est haciendo posible el dilogo coincidencias y discrepancias entre antroplogos y estudios culturales, entre los Estados
Unidos y Amrica Latina.
1. Se est desplazando el objeto de estudio de la identidad a la heterogeneidad y la hibridacin multiculturales. Ya no basta con decir que
no hay identidades caracterizables por esencias autocontenidas y
ahistricas, e intentar entenderlas como las maneras en que las
comunidades se imaginan y construyen relatos sobre su origen y
desarrollo. En u n m u n d o tan fluidamente interconectado, las
sedimentaciones identitarias organizadas en conjuntos histricos
ms o menos estables (etnias, naciones, clases) se restructuran
en medio de conjuntos intertnicos, transclasistas y transnacionales. Las diversas maneras en que los miembros de cada etnia, clase y nacin se apropian de los repertorios heterogneos de bienes
y mensajes disponibles en los circuitos transnacionales genera
nuevas formas de segmentacin. Estudiar procesos culturales es,
por esto, ms que afirmar una identidad autosuficiente, conocer
formas de situarse en medio de la heterogeneidad y entender
cmo se producen las hibridaciones.
3. A m i manera de ver la diferencia ms importante entre los procesos culturales latinoamericanos y los de los Estados Unidos no se encuentra en los modos de concebir los vnculos entre tradicin y modernidad, sino en las maneras de entender la hibridacin respecto de
diferentes visiones de la multiculturalidad. Quiz la discrepancia clave entre la multiculturalidad estadunidense y lo que en Amrica
Latina ms bien se ha llamado pluralismo o heterogeneidad cultural resida en que, como explican varios autores, en los Estados
Unidos "multiculturalismo significa separatismo" (Hughes, Taylor,
Walzer). Sabemos que, segn Peter McLaren, conviene distinguir
entre u n multiculturalismo conservador, otro liberal y otro liberal
H A C I A U N A A G E N D A COMPARATIVA DE I N V E S T I G A C I N
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ANTROPOLOGA Y ESTUDIOS C U L T U R A L E S
ANTROPOLOGA Y ESTUDIOS C U L T U R A L E S
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1/
H I B R I D A C I N C O N CONTRADICCIONES
5. El debate estadunidense sobre estos dilemas (Beverly, G o l d berg, Mignolo, Rosaldo, Taylor) tiene ms inters para los latinoamericanos que los pocos dilogos publicados hasta ahora. A l g u nas reuniones, como las de la Red Interamericana de Estudios
Culturales en 1991 en Mxico, y en 1995 en Rio de Janeiro, h a n
demostrado, por ejemplo, la u t i l i d a d que podra tener para las
investigaciones latinoamericanas prestar ms atencin a cuestiones de gnero y sexualidad. Pero en una perspectiva ms general
dir que uno de los principales desafos de estos dilogos es la
necesidad de elaborar conjuntamente una perspectiva multifoca I
y a la vez jerarquizada de las identidades en situaciones de heterogeneidad, que compagine la diferencia y la desigualdad. Para
ello es clave la nocin de hibridacin.
Quiero reconsiderar las propuestas realizadas en esta direccin
en m i libro Culturas hbridas a la luz de comentarios crticos a ese
texto respecto del carcter terico y epistemolgico del concepto
de hibridacin. Es una nocin descriptiva o explicativa? me pie
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ANTROPOLOG A Y ESTUDIOS C U L T U R A L E S
A N TROPOLOGA Y ESTUDIOS C U L T U R A L E S
C.imi.i . 1
|. . | la categora de hibridez implica una superacin dialctica (Aufhebiiii^) de un estado de contradiccin o disonancia inicial en la formacin de un sujeto o prctica social de nuevo tipo. Pero qu pasa si
ponemos el nfasis en la contradiccin en vez de en la superacin? Se
puede hablar todava de hibridez, o se trata ms bien de un estado de
cosas ms parecido a lo que Antonio Cornejo Polar entiende por "totalidad contradictoria" en la cultura andina? Aunque tienden a ser confundidas, creo que las categoras de heterogeneidad e hibridez no son
exactamente conmesurables.
M i intento de construir la nocin de hibridacin como u n concepto social, distante de su origen biolgico, es ante todo u n
recurso para describir diversas mezclas interculturales. Le encuentro ms capacidad que a otros trminos usados por la antropologa, como mestizaje, l i m i t a d o a lo que ocurre entre razas, o
sincretismos, frmula referida casi siempre a fusiones religiosas
o de movimientos simblicos tradicionales. Pens que necesitbamos una palabra ms verstil para dar cuenta tanto de esas
mezclas "clsicas" como de los entrelazamientos entre lo tradicional y lo moderno, y entre lo culto, lo p o p u l a r y lo masivo. Una
caracterstica de nuestro siglo, que complica la bsqueda de u n
concepto ms incluyente, es que todas esas clases de fusin m u l ticultural se entremezclan y se potencian entre s.
Este aporte descriptivo de la nocin de hibridacin puede adquirir poder explicativo si la situamos en relaciones estructurales de
causalidad, y tambin puede operar como recurso hermenutico
cuando ms bien alude a relaciones de sentido. Para cumplir estas
dos ltimas funciones es necesario articular hibridaciones con
otros conceptos: modernidad-modernizacin-modernismo, diferencia-desigualdad, heterogeneidad multitemporal, reconversin.
Este ltimo trmino, tomado de la economa, me permiti proponer una visin conjunta de las estrategias de hibridacin de las clases cultas y las populares.
I a hibridacin sociocultural no es una simple mezcla de estructuras o prcticas sociales discretas, puras, que existan en forma
separada, y, al combinarse, generan nuevas estructuras y nuevas
p i a d leas. A veces esto ocurre de modo no planeado o es el resulta-
l'i
Nada de esto ocurre sin contradicciones n i conflictos. Las culturas no coexisten con la serenidad con que las experimentamos
en u n museo al pasar de una sala a otra. Para entender esta compleja, y a menudo dolorosa interaccin, es necesario construir en
la investigacin una tipologa que reconozca las diversas experiencias de hibridacin como parte de los conflictos de la modernidad latinoamericana. Hay, por ejemplo, hibridaciones que
incorporan elementos de los diferentes sistemas culturales fusionados; en otros procesos el grupo hegemnico homogeneiza a las
culturas subordinadas, y en u n tercer caso estudiado por Claudio L o m n i t z en M x i c o los grupos que l llama "mestizados"
sufren tal subordinacin de su cultura originaria a la dominante,
que quita a los subordinados las condiciones para reproducirse
con cierta independencia.
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A N T R O P O L O G A Y ESTUDIOS C U L T U R A L E S
6. Afn de precisar cmo se ariticulan hibridaciones y contradicciones, v o y a referirme por ltimo a la necesidad de superar las
filosofas binarias y polares de la historia. Ante la proliferacin y
complejidad de las mltiples formas de heterogeneidad, observa
M a r y Louise Pratt, muchos tericos sienten pnico y pretenden
reducir las diferencias a la oposicin " u n o u otro": "son regresivos o progresistas?" Los estudios sobre fronteras e intercambios
interculturales revelan la inconsistencia del binarismo y de las
"teoras" manipuladoras del poder. Como afirma Stuart H a l l ,
para entender las formas actuales de poder econmico y cultural
hay que trabajar esta aparente paradoja: v i v i m o s en u n m u n d o
" m u l t i n a c i o n a l pero descentrado". Si bien la global mass culture
permanece centrada en Occidente, " i t speaks English as an international language". " I t speaks a variety of broken forms of
English." Su expansin se logra mediante una homogeneizacin
"enormously absorptive" de las particularidades locales y regionales, " a n d it does not w o r k for completeness". " I t is not attempting to produce little mini-versions of Englishness everywhere, or
little versions of Americannes- I t is w a n t i n g to recognize and
absorb those differences w i t h i n the larger, overaching framework
of w h a t is essentially an American conception of the w o r l d . " En
una referencia especfica a los vnculos de los Estados Unidos con
Amrica Latina, Stuart H a l l dice que la hegemona estadunidense
no es comprensible slo como eliminacin de lo diferente; lo que
se observa son, ms bien, mltiples caminos a travs de los cuales
la cultura latinoamericana puede ser "repenetrated, absorbed,
reshaped, negotiated, w i t h o u t a^solutely destroying what is speciic and particular to t h e m " .
4
Walter Mignolo, The Darker Side ofthe Renaissence, The University ni Michigan
Press, 1995.
H o m i K. Bhabha, op. cit., p . 13.
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ANTROPOLOGA Y ESTUDIOS C U L T U R A L E S
fronteras porosas de los cruces. Bhabha no aplica esta sutil comprensin a las relaciones entre hegemnicos y subalternos, posiblemente por la subordinacin de lo cultural al enfrentamiento
poltico que rige su pensamiento. Pero en Amrica Latina como
lo analic con ms detalle en otro t e x t o esta perspectiva es
indispensable por la autonoma parcial alcanzada por los campos
culturales en la modernidad, as como por la importancia de las
transacciones y la negociacin en el desenvolvimiento de las identidades hegemnicas y populares.
L A I N C E R T I D U M B R E C O M O V I R T U D ANTROPOLGICA
M ll lu ' rti'i I.I < .inclini, Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturak /.Mi .I. i.'ii Grij.ilbo, Mxico, 1995, cap. 9.
1
En u n tiempo en que todos los saberes han p e r d i d o la capacidad de producir representaciones completas del m u n d o , las tareas cientficas no pueden tener por fin construir una Verdad m u l ticultural en la que se disuelvan los prejuicios, sino problematizar
racionalmente las condiciones de convivencia entre los diferentes
y los desiguales. El dilogo entre antropologa y estudios culturales no es tanto u n intento de alcanzar una sntesis entre dos saberes, sino una conversacin sobre lo que quiere decir saber. Y sobre
la incertidumbre que genera no poder conocer nunca plenamente
a los otros, esa incertidumbre cuyo reconocimiento es indispensable para que exista la pluralidad democrtica.
A veces, despus de una larga marcha por el m u n d o , los i n d i v i duos podemos sentirnos confortados en una sociedad porque no
es cosmopolita. Del mismo modo, los antroplogos y los especialistas en estudios culturales experimentamos, en ocasiones, la fascinacin de conocer una cultura desatendida o agobiada y contribuir a su exaltacin. Pero tal vez la tarea ms ardua y estimulante
de este tiempo, a la vez globalizado y exasperado de fundamentalismo, no sea ocuparnos de la diferencia para afirmar una identidad irreductible sino como la ocasin para v i v i r en la heterogeneidad, actuar con el otro y tal vez llegar a re-presentarlo.
BIBLIOGRAFA
Arizpe, Lourdes (ed.), The Cultural Dimensions of Global Change, Culture
and Development Series, U N E S C O , Pars, 1996.
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