Boletin MP N24
Boletin MP N24
Boletin MP N24
Colaboradores:
Andrea Gonzlez Leiva
El Boletn del Ministerio Pblico (ISSN N 0718-0543) es una publicacin de la Fiscala Nacional de la Institucin, cuyo primer nmero fue publicado en mayo de 2001. Durante su primer ao de publicacin, fue
editado mensualmente. Durante el ao 2002 lo fue cada dos meses y, en el 2003, el incremento del material
de difusin generado por la Reforma forz su edicin trimestral, para fortalecer la recopilacin y seleccin
del material a publicar. Contiene 1.- Jurisprudencia (fallos de Juzgados de Garanta, Tribunales del Juicio
Oral en lo Penal, Cortes de Apelaciones y Corte Suprema correspondientes al nuevo proceso penal); 2.Comentarios de Jurisprudencia (artculos en que autores pertenecientes al Ministerio Pblico o externos
analizan aspectos doctrinarios interesantes de fallos correspondientes al nuevo procedimiento penal); 3.Artculos e Informes de autores pertenecientes al Ministerio Pblico o externos que analizan diversos temas
de derecho, principalmente derecho penal y procesal penal, o se informa sobre distintos aspectos relativos a
la reforma procesal penal; y 4.- Oficios e Instrucciones del Fiscal Nacional.
La Fiscala Nacional agradece el envo de trabajos para ser publicados en el Boletn, tanto de profesionales
pertenecientes al Ministerio Pblico como externos. Estos trabajos pueden consistir en Comentarios de Jurisprudencia; Artculos; Informes y Reseas bibliogrficas o legislativas.
El envo de trabajos para su publicacin y toda solicitud de canje o donacin del Boletn debe dirigirse al
abogado de la Divisin de Estudios, Ivn Fuenzalida Surez (Encargado del Boletn del Ministerio Pblico).
Direccin: General Mackenna 1369, 2 piso, Santiago, Chile.
E-mail: [email protected]
Telfono: 6909290
NDICE
PRLOGO
I. FALLOS
Juzgados de Garanta
Declara que el elemento de la intimidacin se cumple ante una amenaza verosmil de un mal para
la vctima, independientemente de si el arma utilizada era apta o no para disparar. Tribunal de
Garanta de Castro, ocho de febrero de dos mil cinco.
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Declara que jurar hechos falsos a sabiendas ante un Notario, configura el delito de perjurio ante
la autoridad. Tribunal de Garanta de Castro, diecisiete de febrero de dos mil cinco.
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En voto dividido rechaza calificar el homicidio, porque no estim probada la concurrencia de los
elementos que configuran las calificantes 1, 4 y 5 del artculo 391 del Cdigo Penal. Tribunal
de Juicio Oral en lo Penal de La Serena, diecisiete de marzo de dos mil cinco.
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Condena por el delito de lesiones graves gravsimas, porque el piedrazo lanzado por el acusado
contra el auto que transitaba por la autopista hizo perder a la vctima la visin total de su ojo
derecho. Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua, diecinueve de marzo de dos mil
cinco.
38
Declara que la inimputabilidad penal por incapacidad mental no dice relacin con la inteligencia,
sino con patologas que afectan la voluntad. Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Valdivia,
diecinueve de marzo de dos mil cinco.
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Cortes de Apelaciones
Seala que al invocar la causal de nulidad del artculo 373 letra b) del Cdigo Procesal Penal se
debe sealar la norma errneamente aplicada. Corte de Apelaciones de Puerto Montt, uno de
febrero de dos mil cinco.
70
Declara que al aplicarse el artculo 395 del Cdigo Procesal Penal, el Juez de Garanta no puede
hacer un anlisis ms all de verificar la presencia de un delito, debiendo dictar sentencia inmediatamente. Corte de Apelaciones de Valdivia, cuatro de marzo de dos mil cinco.
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Declara que la determinacin de los hechos es facultad privativa de los jueces del fondo, no
siendo revisable esta determinacin fctica por medio del recurso de nulidad. Corte de Apelaciones de Puerto Montt, diez de marzo de dos mil cinco.
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Acoge recurso de nulidad por errnea aplicacin del derecho interpuesto por el Ministerio Pblico
en contra del fallo que absolvi al imputado del delito de desacato reiterado fundado en una
supuesta falta de requisitos para su configuracin. Corte de Apelaciones de Punta Arena, veinte de mayo de dos mil cinco.
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Declara que el elemento fuerza que contempla el artculo 361 N 1 del Cdigo Penal se cumple
ante un abrazo sorpresivo y por la espalda, porque basta que venza o impida la manifestacin de
voluntad contraria de la vctima. Corte de Apelaciones de Arica, treinta de junio de dos mil
cinco.
90
Declara que el concepto de autoridad del artculo 264 del Cdigo Penal incluye a los fiscales
adjuntos. Corte de Apelaciones de Iquique, diez de agosto de dos mil cinco.
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Declara que la disposicin efectiva de las especies sustradas corresponde al agotamiento del
delito, no a su consumacin. Corte de Apelaciones de Santiago, ocho de septiembre de dos mil
cinco.
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Corte Suprema
Declara que la admisibilidad del recurso de apelacin no es susceptible de ser revisada por medio del recurso de queja, as como el acoger o rechazar circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal es resorte exclusivo de los jueces del fondo. Corte Suprema, nueve de agosto de dos mil cinco.
122
Seala que corresponde a los jueces apreciar la calificacin de una figura de microtrfico a la luz
de todos los antecedentes de la causa. Corte Suprema, nueve de agosto de dos mil cinco.
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Declara que la garanta del debido proceso alcanza tambin al Ministerio Pblico, por lo que
resulta legtimo que ste alegue la vulneracin de dicha garanta frente a la exclusin de parte de
su prueba durante el juicio oral. Corte Suprema, catorce de septiembre de dos mil cinco.
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Declara que las circunstancias relevantes del artculo 391 del Cdigo Procesal Penal no incluyen los antecedentes calificados del inciso 2 del artculo 395, por cuanto los segundos nacen
de una atribucin exclusiva del Juez. Corte Suprema, veintitrs de septiembre de dos mil cinco.
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139
Recuerda que el control sobre la prueba que la Corte puede hacer, slo es posible cuando la
actuacin del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal ha sido notoriamente irracional o arbitraria.
Corte Suprema, cuatro de octubre de dos mil cinco.
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III. ARTCULOS
Tribunal Competente para la Regulacin de las Costas.
Ral Tavolari Oliveros
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OFICIO FN N 525
Imparte orientaciones generales respecto de la nueva ley 20.048 de 31.08.05 que modific el
Cdigo Penal y el Cdigo de Justicia Militar en materia de Desacato.
13 de septiembre de 2005
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OFICIO FN N 549
Comentarios sobre la Ley 20.064, que modifica el Cdigo de Justicia Militar y el Decreto Ley N
2.460 de 1979, respecto a delitos contra personal de Carabineros y de la Polica de Investigaciones.
25 de septiembre de 2005
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OFICIO FN N 551
Formula comentarios e imparte instrucciones sobre Ley 20.066, que sustituye la ley de violencia
intrafamiliar.
29 de septiembre de 2005
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PRLOGO
Nos es grato entregar a nuestros lectores un nmero ms del Boletn del Ministerio Pblico, en este
caso el correspondiente al tercer trimestre del ao 2005.
Como siempre, esta edicin incluye abundante material jurisprudencial de los tribunales del nuevo
sistema y de nuestro tribunales superiores. La seleccin de fallos publicados cuida incorporar tanto aspectos
procesales como sustantivos. As destacan fallos que se pronuncian sobre las facultades del ente judicial
frente a determinadas figuras o instituciones del procedimiento, como la de resolucin inmediata del artculo
395, o la improcedencia de revisar la admisibilidad del recurso de apelacin va recurso de queja, como
tambin se publican otros que se refieren a los presupuestos necesarios para configurar las circunstancias
modificatorias de responsabilidad penal, la admisibilidad de la alegacin del debido proceso por parte del
Ministerio Pblico o los presupuestos de consumacin en un delito de hurto cometido al interior de un supermercado.
En nuestra seccin de fallos comentados, destacamos un interesante comentario sobre la exclusin
de prueba en el juicio abreviado, mientras que en nuestra seccin de artculos, el profesor Ral Tavolari nos
ilustra sobre el tribunal competente para efectuar la regulacin de costas.
Finalmente, en la seccin de Oficios e Instrucciones incluimos las que impartiera el Fiscal Nacional
del Ministerio Pblico en materia de recientes modificaciones introducidas al Cdigo Penal y al Cdigo de
Justicia Militar en delitos de desacato y de maltrato a personal policial, respectivamente. Se incluye, adems, un oficio que comenta e imparte instrucciones en relacin con la ley 20.066, que sustituye la anterior
Ley de Violencia Intrafamiliar.
Saludamos a nuestros lectores y, como siempre, quedamos atentos a sus comentarios, sugerencias
y aportes.
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Declara que el elemento de la intimidacin se cumple ante una amenaza verosmil de un mal
para la vctima, independientemente de si el arma utilizada era apta o no para disparar.
Resumen:
La Fiscala acus al imputado como autor del delito de robo con intimidacin, alegando la concurrencia de la agravante del artculo 456 bis N 3 del Cdigo Penal. El acusado admiti su responsabilidad,
procedindose de acuerdo al procedimiento abreviado. La Defensa solicit la recalificacin del ilcito
al delito de hurto, porque habra faltado el elemento de la intimidacin al haberse usado en el hecho
una pistola de fogueo no apta para disparar. Solicit, adems, el rechazo de la agravante invocada
por el Ministerio Pblico, porque al ser los dems hechores menores de edad, resultaban inimputables penalmente, as como el reconocimiento de la atenuante del artculo 11 N 9 del Cdigo Penal.
El Tribunal conden por el delito de robo con intimidacin, sealando que dado que al momento de
actuar, el imputado portaba un arma con apariencia de real, hizo que las vctimas se sintieran bajo
una amenaza seria e inminente que las dejaba a merced del hechor, recordando que la doctrina
aclara que la intimidacin se produce cada vez que el mal aparece como verdadero y posible para la
vctima. En cuanto a la atenuante alegada por la Defensa, la rechaz en atencin a que si bien el
acusado prest declaracin ante la Fiscala reconociendo su responsabilidad, esta colaboracin no
alcanz el nivel de sustancial que exige la norma, puesto que an prescindiendo de ella, tanto el
hecho como la participacin se encontraban probados. Finalmente, respecto de la agravante especial del artculo 456 bis N 3 del Cdigo Penal, el Tribunal la rechaz sealando que en el juicio en
cuestin slo se prob la participacin de un autor, faltando as el elemento numrico que exige la
ley.
Texto completo:
Castro, ocho de febrero del ao dos mil cinco.
VISTOS Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que ante el Juzgado de Garanta de Castro, se ha tramitado el presente juicio, RUC
0300207672-0, RIT 5-2003, segn las normas del
procedimiento abreviado de los artculos 406 y siguientes del Cdigo Procesal Penal.
El Ministerio Pblico, representado en esta
audiencia por el seor Fiscal don Daniel Alvarado
Tiquer, con fecha 4 de enero del presente acus a
JOS LUIS MACAS MACAS, RUN 16.449.386-5,
sin profesin u oficio conocido, nacido el 19 de diciembre de 1987, domiciliado en Aureliano Valsquez N738, Poblacin Camilo Henrquez, de la ciudad de Castro.
FALLOS
JUZGADOS DE GARANTA
FALLOS
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de $10.000 (diez mil pesos) entre monedas y billetes y cinco desodorantes, para posteriormente darse a la fuga ante los gritos de auxilio de las vctimas.
Seala que los hechos anteriormente descritos se enmarcan en el delito de robo con intimidacin, en grado consumado, previsto y sancionado en el artculo 436 del Cdigo Penal y la participacin que se atribuye al imputado es en calidad de
autor.
Seala que concurre la circunstancia atenuante de responsabilidad establecida en el artculo 11 N 6 del Cdigo Penal y la agravante de ser
dos o ms los malhechores del artculo 456 bis N 3
del Cdigo Penal, por lo que atendido su minora de
edad, solicita sea condenado a la pena de 4 aos y
cien das de presidio menor en su grado mximo,
accesorias respectivas y pago de las costas de la
causa.
Por su parte, el acusado Macas Macas, asesorado por su abogado defensor, reconoci expresa y claramente cada uno de los hechos enunciados y los antecedentes de la investigacin en que
se fundan, en audiencia celebrada ante este Tribunal con fecha tres de febrero del presente ao, habindose comprobado por este Juez de Garanta, la
ausencia de presiones dirigidas al imputado y su
voluntad libre en el reconocimiento de los hechos
referidos.
En la audiencia precitada, existiendo acuerdo de los intervinientes en orden a proceder segn
las normas del juicio abreviado y previa aprobacin
del Tribunal en tal sentido por cumplirse los requisitos que establece el artculo 410 del Cdigo Procesal Penal.
Por su parte el abogado defensor solicit la
absolucin o se recalifique el delito al de hurto de
especies, la aplicacin de las atenuantes que indica, se deseche la agravacin de responsabilidad, y
exima del pago de las costas de la causa y beneficios de la Ley 18.216.
TERCERO: Que el Tribunal da por probado
el siguiente hecho, en virtud del reconocimiento del
imputado y de los antecedentes de investigacin
presentados al Tribunal por la fiscala, exhibidos
oportunamente a la defensa: El da 22 de diciembre
de 2003, alrededor de las 09:30 horas, el acusado
ingres al almacn denominado Aly ubicado en
calle Jorge Alessandri N 474, Villa Los Presidentes, de la ciudad de Castro, procediendo a intimidar
con un revlver a la duea del local comercial, doa
Allison Romanet Olivares Lobos y a su dependienta
doa Mariela Martina Silva Bastas, sustrayndole
con nimo de lucro, una suma total de $10.000 (diez
mil pesos) entre monedas y billetes y cinco desodorantes, para posteriormente darse a la fuga ante los
gritos de auxilio de las vctimas.
CUARTO: Que la existencia de este hecho
y la participacin del acusado en los trminos expuestos se tienen por probados, adems del reconocimiento del imputado, por los siguientes antecedentes, todos agregados a la carpeta investigativa
acompaados por la Fiscala:
a) Copia de sentencia del Juzgado de Menores de esta comuna la que declara que el menor
Macas Macas actu con discernimiento en los hechos materia de la acusacin.
b) Informe pericial balstico N 7 de fecha 3
de marzo de 2004 el que concluye que el arma incautada corresponde a un revlver a fogueo, no apto
para disparar proyectiles balsticos, debido a las
anomalas que presenta y que el nima del can
no se encuentra horadada.
c) Declaracin del funcionario aprehensor
Pedro Macas Macas, quien seala haber escuchado al detenido Macas Macas relatar a otro sujeto
que haba robado con un revlver un negocio en la
Poblacin Los Presidentes.
d) Atestados de Marco Alderete Barra quien
seala que el da 22 de diciembre de 2003 alrededor de las 10:00 o 09:45 horas, entraron a su negocio unos sujetos, uno de ellos ubica como el Quemado, quien en un momento le mostr un arma que
andaba trayendo, y le dijo ando con fierro.
e) Declaracin de Allison Olivares Lobos
quien seala que el da 22 de diciembre de 2003
alrededor de las 09:30 horas unos sujetos jvenes
entraron al negocio que estaba atendiendo, uno de
ellos, que se tapaba la boca con una chaqueta y
portaba en sus manos un arma de fuego con la cual
la apunt le dijo esto es un asalto, quiero la plata,
instantes en que uno de los sujetos sac unos desodorantes del estante y otras cosas. Seala que los
sujetos huyeron pues ella se puso a gritar pidiendo
auxilio. Agrega que sustrajeron la suma de $3.000
en billetes y alrededor de $7.000 en monedas. Aa-
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Declara que jurar hechos falsos a sabiendas ante un Notario, configura el delito de perjurio
ante la autoridad.
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Resumen:
En juicio simplificado la Fiscala acus al imputado como autor del delito de perjurio del artculo 210
del Cdigo Penal. El Tribunal estim acreditado el delito en atencin a que el acusado declar ante
un Notario Pblico que haba extraviado su licencia de conducir, en circunstancias que sta se encontraba retenida por una condena por el delito de manejo en estado de ebriedad. Finalmente, desestim aplicar el artculo 398 del Cdigo Procesal Penal, en atencin a que el elemento de reconocer
su responsabilidad fue considerado previamente para no aplicar la pena asignada al delito, no siendo
posible una segunda aplicacin, adems de contar el acusado con una causa anterior por el delito de
manejo en estado de ebriedad, y ser el delito de perjurio un delito de gravosidad social.
Texto completo:
3.- Que, teniendo presente que el Ministerio Pblico no ha acreditado la existencia de antecedentes calificados para imponer la pena de prisin,
este Tribunal dar aplicacin a lo dispuesto en
el artculo 395, esto es slo pena de multa.
4.- Que para graduar la pena de multa, este Tribunal tendr presente lo sealado en el artculo
70 del Cdigo Penal, esto es el caudal o facultad econmica del culpable, por lo que no habiendo acreditado la defensa antecedentes que
den cuenta que no tiene facultades para pagar
la multa, se entiende que las tiene en especial
atendidas las actividades laborales que desarrolla.
5.- Que distinto de lo expuesto por la Defensa, este
delito tiene gravosidad Social, debido a que precisamente la declaracin jurada fue con el objeto de obtener un duplicado de una Licencia de
Conducir, que se encontraba retenida por este
Tribunal, lo que tuvo por objeto a juicio de este
Tribunal, de burlar la Sentencia ya dictada, ejecutoriada y en total conocimiento por parte del
Imputado.
6.- Que asimismo, de acuerdo a lo dispuesto en el
artculo 398, no dar aplicacin a la Suspensin
de la Pena, toda vez que el solo hecho de asumir responsabilidad en esta Audiencia, facilita o
faculta a este Tribunal para no dar aplicacin a
la pena asignada al delito, y no puede ser utili-
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Declara que la atenuante de reparar con celo el mal causado exige una firme bsqueda de
reparacin que demuestre la conviccin ntima de disminuir el dao provocado.
Resumen:
El Ministerio Pblico acus al imputado como autor del delito de robo con fuerza en las cosas en
lugar destinado a la habitacin. La Defensa solicit se recalificara su participacin a la de cmplice,
as como el reconocimiento de la atenuante del artculo 11 N 7 del Cdigo Penal, por haber verificado un depsito judicial por la suma de $ 30.000. El Tribunal desech las alegaciones de la Defensa.
Al efecto declar que de las probanzas allegadas al juicio se desprenda que la accin desplegada
por el imputado se encuadraba dentro del artculo 15 N 1 del Cdigo Penal, toda vez que tuvo una
participacin inmediata y directa en el hecho punible. Respecto de la atenuante alegada, el voto de
mayora seal que la ley exige un nimo o intencin dirigida a que con celo se repare el mal causado, que demuestre un compromiso, una conviccin ntima de parte del agresor de buscar como resultado la reparacin del mal provocado. Y si bien este celo debe ser considerado desde el punto de
vista del imputado, tambin debe ser contextualizado en relacin a la conducta desplegada por ste
y el dao que caus. En el juicio en cuestin, el depsito se realiz cuatro das antes de la audiencia
del juicio oral, seis meses despus de ocurridos los hechos, y si bien la Defensa rescat el esfuerzo
econmico desplegado por la familia del imputado, no es menos cierto que el solo depsito judicial
de una suma de dinero no permite estructurar o configurar automticamente esta atenuante.
El voto de minora declar que dada las condiciones socioeconmicas del imputado, junto a la circunstancia de haber estado privado de libertad durante la tramitacin de la causa, adems del dao
efectivo causado y que las especies fueron recuperadas, proceda acoger la atenuante invocada.
Texto completo:
Valdivia, veintisis de febrero de dos mil cinco.
VISTOS, ODOS LOS INTERVIENTES Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que, con fecha veintiuno de febrero de dos mil cinco, ante esta Primera Sala del
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Valdivia, constituida por la seora Juez Titular Presidente doa
PAULA RODRGUEZ FONDN e integrada por el
Juez Titular don CARLOS ENRIQUE CARRILLO
GONZLEZ y la Juez Titular doa CECILIA MARGARITA SAMUR CORNEJO, en cuya presencia ininterrumpida se llev a efecto la audiencia del juicio
oral relativa a los autos rol interno N 70-2004,
R.U.C. N 0400294004-9, seguido en contra de
JOHN ALEJANDRO MONTOYA URQUEJO, chile-
no, 20 aos de edad, soltero, sin oficio, cdula nacional de identidad N 15.800.120-9, domiciliado en
Beneficencia N 621 de Valdivia, y actualmente recluido en el Centro de Detencin Preventiva de esta
ciudad.
Fue parte acusadora el Ministerio Pblico,
representado por la Fiscal Adjunto de Valdivia doa
Tatiana Esquivel Lpez, domiciliada en Avenida
Francia N 2690 de esta ciudad, con forma de notificacin ya registrada en el Tribunal.
La defensa del acusado John Alejandro Montoya Urquejo estuvo a cargo del Defensor Penal
Pblico don Alejandro Medina Vsquez, domiciliado en calle Prez Rosales N 619, oficina 301 de
Valdivia, con forma de notificacin ya registrada en
el Tribunal.
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SEGUNDO: Que, el Ministerio Pblico present acusacin, segn se lee del auto de apertura
del juicio oral, en contra de don JOHN ALEJANDRO
MONTOYA URQUEJO, por estimarlo autor conforme a lo dispuesto en el artculo 15 N 1 del Cdigo
Penal, en el delito de Robo con fuerza en lugar destinado a la habitacin, descrito y sancionado en el
artculo 440 N 1 en relacin con el artculo 432 del
Cdigo Penal, en grado de frustrado, que debe sancionarse como consumado por expresa disposicin
del artculo 450 del mismo cuerpo legal.
Funda su acusacin la Fiscala en los siguientes hechos: que el da 14 de agosto de 2004,
alrededor de las 16:00 y 17:00 horas, en compaa
de un menor de 15 aos, Daniel Vsquez Nahuelanca, ingres al domicilio ubicado en calle Prez
Rosales N 1.176 de Valdivia, correspondiente a la
casa habitacin de don Vctor Kramm Crcamo y su
familia, aprovechando que el inmueble se encontraba momentneamente sin moradores. El ingreso se
verific por una ventana corredera de aluminio ubicada en la parte lateral del inmueble, cuyo marco
presentaba muescas de fuerza y el vidrio fracturado. Una vez en el interior los sujetos registraron las
dependencias y fueron sorprendidos y detenidos por
personal de Polica de Investigaciones de esta ciudad, que concurri al lugar alertados por vecinos,
en momentos que intentaban salir del inmueble. Al
momento de la detencin el menor de edad portaba
una mochila de color azul, marca Sport Pack que
en el interior contena las siguientes especies de
propiedad de la vctima: una cmara filmadora, marca Cannon, una calculadora cientfica, marca
Hewlett Packard modelo 48-G con el nombre de la
vctima, inscrito en la parte trasera, un Modem, marca Encare, un telfono celular, marca Ericsson
color azul y gris, un cargador de celular, marca Nokia, un transformador de corriente, un cargador de
celular, marca Ericsson. Adems el menor de edad,
que portaba un arma de fuego, pistola 9 milmetros,
marca SigSahuer, encaon a la polica, enfrentndolos, sin que se produjeran disparos, en el mismo momento lanz la mochila e intentaron huir, pero
fueron reducidos por la polica.
Solicita la Fiscal, que en virtud a los hechos
expuestos, se condene al acusado a la pena de CINCO AOS Y UN DA de presidio mayor en su grado mnimo, accesorias de inhabilitacin absoluta
perpetua para cargos y oficios pblicos y derechos
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con su polola e hijo en el domicilio ubicado en Prez Rosales 1.176 de esta ciudad, lugar que mantena en calidad de arrendatario. Aclar que el da de
los hechos, cerca de 16:00 horas fue al Hospital por
la enfermedad de su hijo y que luego concurrieron a
un Supermercado, y a eso de las 17:15 horas aproximadamente, recibieron una llamada de su padre
advirtindole sobre la situacin ocurrida en su hogar y que inmediatamente se regresaron al inmueble en taxi, no demorando ms de 10 minutos.
Explic el testigo, que la propiedad cuenta
con cuatro departamentos y que el suyo tena una
sola puerta de acceso y dos ventanas hacia el exterior y una pequea, que aqul qued totalmente
cerrado, sin moradores y con las ventanas cerradas
y trabadas con un palo como medida externa de
seguridad que fuera indicada previamente por el
dueo de la propiedad. Agrega que al llegar a su
domicilio vio la ventana del dormitorio matrimonial
que estaba rota y las especies que haban sido sustradas eran: una filmadora Canon, un cargador y
un celular marca Ericcson, un modem de Internet y
un transformador, un cargador Nokia y una calculadora cientfica, las que reconoci como suyas, por
ser aquellas especies de uso habitual o regalos de
parientes. Precis que el Modem, cargador y celular Ericsson estaban en el living comedor y las otras
especies sobre una repisa en el dormitorio; todas
las especies las vio fuera de su casa, en el piso y
separadas, lugar donde fue informado por personal
de Investigaciones que gracias a un llamado annimo se supo de la presencia de los imputados quienes lograron ser detenidos cuando se aprestaban a
salir de la propiedad con las especies sustradas,
las cuales fueron recuperadas.
Refiere que antes de salir al Hospital, se
percat de la presencia de tres muchachos jvenes
ubicados a unos 20 metros, que miraban insistentemente hacia su casa, es ms, su polola tuvo que
regresar a la casa porque haba olvidado un babero
de la guagua, y ella los observ mucho mejor, claramente a estos individuos, desde la calle Prez
Rosales con Baquedano. Aade que la polica les
mostr unas fotografas y reconocieron slo a dos
de ellos.
Con su declaracin se le exhibe por Fiscala
parcialmente fotografas correspondientes a las del
N 1, del set respectivo que da cuenta del inmueble,
en donde existen 4 departamentos, e indica el suyo,
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para ello, que las fotos fueron tomadas por el asistente policial don Hctor Gutirrez. Dice que la puerta del sitio del suceso estaba cerrada, por lo visto y
por falta de huellas, entraron por la ventana, pero la
reja metlica cuando ellos llegaron estaba abierta,
no sabe si alguien vio cmo entraron los sujetos,
fue el personal de guardia quien dijo que la denunciante los haba visto entrar por la ventana.
Se recibi en estrados la declaracin de la
testigo presencial doa LORETO TATIANA PANTOJA CARRILLO, manifestando que un da sbado del
mes de agosto de 2004, no recuerda fecha exacta,
eran las 17:00 a 17:30 horas de la tarde, y cuidaba
una casa de un familiar, cuando de una ventana vio
a dos sujetos de espaldas, en la vereda, uno salt
el portn de 1,50 de altura de la calle Prez Rosales al llegar a calle Baquedano, sospech inmediatamente, llamndole la atencin que saltaran el cerco, si la puerta principal estaba abierta.
Junto a su declaracin Fiscala procede a
proyectar y exhibir la fotografa N 1 del set que
acompa como otros medios de prueba, y que
corresponde al sitio del suceso, sealando que se
aprecia la casa afectada, la visibilidad de ella era
buena, la distancia era de 10 a 15 metros.
Contraexaminada por la defensa refiere que
el da estaba precioso, haba sol, eran las 17:00 a
17:30 horas, que como indic las personas las vio
de espaldas, no apreci su rostro; estos sujetos ingresaron por la ventana, lo dedujo porque la miraban bastante y despus vio el vidrio quebrado, no
cree que hayan ingresado por la puerta. A la pregunta que le formula de defensa pudieron haber
entrado por otro lugar que no sea por la ventana?,
responde s, por la puerta.
Con estos atestados se acreditan los requisitos de la apropiacin de cosa mueble ajena con
nimo de lucro y el escalamiento consistente en el
ingreso por va no destinada al efecto, esto es, por
la ventana lateral del inmueble correspondiente al
dormitorio matrimonial, es decir, en un lugar destinado a la habitacin, y que al momento de ocurridos los hechos en el domicilio no se encontraba ninguno de sus moradores.
NOVENO: Que las declaraciones de los testigos antes referidos y presentados por la Fiscala
provienen de personas que presenciaron los hechos
a que se refieren, que impresionaron a los sentenciadores como capaces de percibirlos por sus senti-
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Y en cuanto a la peticin de dictarse sentencia absolutoria a favor del acusado que la defensa
deslizara en su alegato de cierre, ser desestimada
desde que se acreditaron los elementos de la figura
penal; en la especie el delito se perpetr, encontrndose completa la accin, solo falt el aprovechamiento del mismo, por la oportuna llegada de los
policas al sitio del suceso, lo que nos lleva necesariamente a concluir la tipicidad de la conducta del
imputado en los trminos del artculo 7 del Cdigo
Penal.
DCIMOCUARTO: Que, las alegaciones de
la defensa en orden a descalificar la prueba rendida por fiscala por adolecer de contradicciones y ser
insuficientes, sern desechadas, pues tales contradicciones resultan intrascendentes, marginales, sin
que afecten el ncleo central de las declaraciones
para la determinacin de los hechos principales y
su valoracin jurdica; dichos testimonios resultan
lgicos, veraces, crebles y coherentes entre s, y
apegados a las mximas de las experiencias, refrendados por las fotografas exhibidas en el juicio, resultan sustentables los dichos de los testigos que
depusieron en la audiencia, son crebles en lo esencial, estn acordes, con el mrito de la prueba analizada en los motivos que preceden en este fallo, y
las conclusiones all sealadas, el Tribunal se ha
formado plena conviccin, ms all de toda duda
razonable, en orden a tener por configurado el delito de robo con fuerza en lugar destinado a la habitacin, como ya se dijo, el acusado forz una ventana de aluminio corrediza del dormitorio principal, por
la que finalmente ingres a la casa habitacin que
en esos momentos se encontraba sin moradores;
es decir, ingres por medio de escalamiento, mediante fractura por va no destinada al efecto, en
busca y seleccin de especies; dentro de una mochila que portaba el menor inimputable, mientras que
el acusado llevaba entre sus vestimentas un atornillador con el cual se ejerci la fuerza sobre el ventanal lateral del inmueble, desarrollando una clara
conducta que refleja el nimo de apropiacin de
cosas muebles ajenas sin la voluntad de su dueo,
pues no era su casa, tampoco se trata de especies
de su propiedad, ni su conducta fue autorizada por
el dueo de tales bienes muebles.
DCIMOQUINTO: Que, la defensa del acusado Montoya Urquejo, pidi se acogiera en favor
de su representado la circunstancia atenuante de
responsabilidad penal del artculo 11 N 7 del Cdigo Penal, en su primera hiptesis, de procurar con
celo reparar el mal causado, la que seala se encuentra justificada por haber verificado un depsito
judicial en la cuenta corriente del Tribunal por la
suma de $ 30.000.
Que, tal circunstancia atenuante alegada no
ser acogida por el Tribunal, puesto que la ley exige -no los sentenciadores- un nimo o intencin dirigida a que con celo se repare el mal causado. Es
decir el acusado debe buscar con firmeza aquel celo,
que exista un compromiso, una conviccin ntima de
parte del agresor, que ella tendr como resultado la
reparacin del mal causado, para que su pena sea
atenuada. En parecer, en conviccin de la mayora
de estos sentenciadores la atenuante que nos ocupa no concurre a favor del acusado, toda vez que,
si bien debe ser considerada desde el punto de vista del imputado, no es menos cierto que ella debe
ser contextualizada en relacin a la conducta desplegada por ste, y al dao realmente causado, slo
as puede evaluarse el celo con que se acta, y la
seriedad de su intencin, ello no ha ocurrido en este
caso, por cuanto el depsito se realiz tan slo cuatro das antes de la audiencia del juicio oral, el da
18 de febrero de 2005, y sucede que los hechos
ocurrieron el 14 de agosto de 2004, las exigencias
legales no fueron acreditadas por la defensa, limitndose rescatar el esfuerzo econmico desplegado por la familia del imputado; cabe consignar que
el solo depsito judicial de una suma de dinero no
permite estructurar o configurar automticamente
esta atenuante, desde que como se indicara deben
cumplirse las exigencias legales de su concurrencia.
DCIMOSEXTO: Que, el hecho incriminado
es constitutivo del delito de robo con fuerza en las
cosas de especies corporales muebles, mediante
escalamiento, ingresando por va no destinada al
efecto, que se castiga con la pena de presidio mayor en su grado mnimo.
DCIMOSPTIMO: Que, al acusado John
Alejandro Montoya Urquejo no le afecta ninguna circunstancia agravante, ni le beneficia circunstancia
atenuante alguna, por lo que de conformidad con lo
dispuesto en el artculo 67, inciso primero del Cdigo Penal, el Tribunal puede recorrer toda su extensin al imponerla, esto es, desde 5 aos y 1 da hasta
10 aos de presidio mayor en su grado mnimo.
Y vistos adems lo dispuesto en los artculos 1, 7, 14 N 1; 15 N 1; 18, 21, 24, 25, 28, 50, 52,
67, 432, 440 N 1, 450 del Cdigo Penal; 47, 295,
296, 297, 325, 329, 340, 341, 342, 348, 468 del
Cdigo Procesal Penal; SE DECLARA:
I.- Que se condena al acusado JOHN ALEJANDRO
MONTOYA URQUEJO, cdula nacional de identidad N 15.800.120-9, ya individualizado, a sufrir la pena de CINCO AOS Y UN DA DE PRESIDIO MAYOR EN SU GRADO MNIMO, accesorias de inhabilitacin absoluta perpetua para
cargos y oficios pblicos y derechos polticos y
la inhabilitacin absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, y al pago de las
costas del procedimiento, en su calidad de autor del delito de robo en lugar destinado a la
habitacin , en grado de frustrado, en perjuicio
de Vctor Antonio Kramm Crcamo, cometido el
14 de agosto de 2004, entre las 16:00 y 17:00
horas, en la ciudad de Valdivia.
II.- Que, atendida la extensin de la pena corporal
impuesta, no se le conceder al acusado Montoya Urquejo, ninguno de los beneficios establecidos en la ley 18.216, debiendo en consecuencia cumplir ntegramente con la pena privativa
de libertad, la que ser contada desde el veintisis de septiembre de dos mil cuatro, fecha desde la que ha permanecido sujeto a prisin preventiva, sirvindole de abono los dos das, 14 y
15 de agosto de 2004, que el imputado estuvo
privado de libertad, segn se seala en el Auto
de Apertura.
III.- Devulvase al Ministerio Pblico la documentacin acompaada durante la audiencia, bajo recibo.
Grese cheque por la suma de $30.000 (treinta mil pesos) a nombre de John Alejandro Montoya
Urquejo.
Ejecutoriada la presente sentencia, dse
cumplimiento a lo dispuesto en el artculo 468 del
Cdigo Procesal Penal.
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Se previene que el Juez seor Carrillo Gonzlez estuvo por acoger la atenuante alegada por la
defensa del acusado, esto es, procurar reparar celosamente el mal causado que establece el nmero
7 del artculo 11 del Cdigo Penal. La minorante
sealada se acredita, en su parecer, con el depsito en la cuenta corriente de la suma de $ 30.000.- a
favor de la vctima, ya que constituyen un esfuerzo
econmico que debe ser ponderado de acuerdo a
las especiales condiciones socioeconmicas del
acusado, as como de la privacin de libertad a que
ha sido sometido durante la tramitacin de la causa. Esa suma constituye no slo un esfuerzo econmico por parte del acusado, sino que adems
debe sopesarse con el dao efectivo causado y en
que las especies aparecen debidamente recuperadas.
La causal en comento no exige una reparacin efectiva ni total, siendo adems indispensable
ponderar la condicin de estar privado de libertad
durante la tramitacin del proceso, lo que configura, en su decir, la causal alegada por la defensa.
Regstrese y ejecutoriada que sea la presente sentencia, comunquese al Juzgado de Garanta
de Valdivia para los efectos de su cumplimiento.
Hecho, archvese.
Redactada y leda por la Juez Titular doa
Cecilia Margarita Samur Cornejo; y, el voto de prevencin redactado por su autor.
R.U.C. 0400294004-9
R.I.T. 70-2004
PRONUNCIADA POR LA PRIMERA SALA
DEL TRIBUNAL ORAL EN LO PENAL DE VALDIVIA, PRESIDIDA POR LA JUEZ TITULAR DOA
PAULA RODRGUEZ FONDN E INTEGRADA POR
DON CARLOS ENRIQUE CARRILLO GONZLEZ
Y DOA CECILIA MARGARITA SAMUR CORNEJO, JUECES TITULARES.
FALLOS
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FALLOS
Resumen:
La Fiscala y el querellante presentaron acusacin contra el imputado como autor del delito de homicidio calificado por la concurrencia de las calificantes 1, 4 y 5. La Defensa reconoci tanto los
hechos como la participacin, pero sostuvo que no concurran las calificantes alegadas, en tanto s lo
hacan las atenuantes del artculo 11 N 5 y 9 del Cdigo Penal. El Tribunal, en voto dividido, estim
acreditada la ocurrencia del delito, as como la participacin del acusado, pero no la configuracin de
las calificantes invocadas. La alevosa, por cuanto no se prob que la vctima haya estado desprevenida y confiada, como tampoco que el autor haya buscado especialmente esta indefensin para actuar. Tampoco se prob que obrara sobre seguro, por cuanto la accin se cometi en un lugar y
circunstancias habituales para la vctima y el hechor. El aumento deliberado e inhumano del dolor,
porque las lesiones distintas de la mortal fueron producidas por el mpetu emocional en que se cometi el delito. La premeditacin conocida, porque se acredit que la relacin que mantenan era violenta, lo que descartaba la existencia de un nimo homicida fro y persistente. En cuanto a las atenuantes alegadas por la Defensa, las desech en atencin a que la nica prueba que sustentara el arrebato estaba en la declaracin del acusado, la que no result consistente frente a los dems testimonios prestados en el juicio, y porque la colaboracin prestada no facilit el esclarecimiento de los
hechos, por cuanto sin ella tanto la ocurrencia como la participacin ya se encontraban determinadas.
El voto de minora estuvo por calificar el homicidio en virtud de la 1 calificante, por cuanto a su juicio
el acusado obr sobre seguro aprovechando que la vctima yaca en la cama comn en estado de
ebriedad. De no haber estado as, y dada su contextura fsica, se hubiera podido defender.
Texto completo:
La Serena, diecisiete de marzo de dos mil cinco.
VISTOS Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que los das once y doce de
marzo del ao en curso, ante esta Segunda Sala
del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena, constituida por el Juez Presidente Jorge Fernndez Stevenson y las jueces Caroline Turner Gonzlez y Luz Adriana Celedn Bulnes, quien subrog
legalmente, se llev a efecto la audiencia del juicio
oral de los autos rol N 6-2005, seguidos contra imputado David Alfonso Llimy Rojas, RUT N
3.818.060-6, chileno, nacido en Coquimbo el da 22
de abril de 1937, jubilado, domiciliado en calle
OHiggins N 2, Parte Alta, Coquimbo, actualmente
en prisin preventiva en el Centro de Cumplimiento
Penitenciario de La Serena.
na a doa Mara Varela Meneses, asestndole trece cortes en el cuerpo, uno de los cuales, a la altura
del cuello, seccion totalmente la arteria cartida
comn y el tercio medio de la trquea, llegando hasta
la lnea media del esfago, que le caus la muerte.
En oportunidades anteriores al hecho, el imputado
le manifest reiteradamente sus celos y aprovech
en esta ocasin que la vctima lleg tarde a su domicilio, que se encontraba indefensa mientras dorma bajo los efectos del alcohol, para atacarla cruelmente en diversas partes del cuerpo hasta quitarle
la vida. Luego se autoinfiri heridas para ocultar y
atenuar el hecho.
A juicio del Ministerio Pblico, estos hechos
configuran el delito de homicidio calificado previsto
y sancionado en el artculo 391 N 1, circunstancias
primera, cuarta y quinta, del Cdigo Penal, en el que
al acusado cupo responsabilidad de autor y favorece nicamente al acusado la circunstancia atenuante
de responsabilidad penal de irreprochable conducta anterior contenida en el artculo 11 N 6 del Cdigo Penal.
La parte querellante se adhiri a la acusacin, en los mismos trminos de la fiscala.
TERCERO: La defensa del acusado, en su
alegato de apertura, seal que su defendido desde un inicio ha colaborado con la investigacin, no
ha negado los hechos, reconoci el arma, lo que
hizo innecesario que se le periciara. Sin embargo, a
su juicio, en la especie no concurre ninguna de las
tres calificantes del homicidio esgrimidas por la Fiscala, arguyendo adems que su representado obr
por elementos emotivos que le causaron una ira
enorme. Solicit que se calificara los hechos como
homicidio simple y se reconozcan las atenuantes que
lo favorecen.
CUARTO: Que para acreditar los hechos
materia de la acusacin la Fiscala rindi prueba
consistente en los dichos de la testigo Ana Mara
Varela Meneses, quien relat que vive en OHiggins
N 02 de Coquimbo y que el da 10 de junio de 2004,
en horas de la tarde, concurri a casa de Zoila Acua, que queda cerca de all, lugar al que tambin
lleg, alrededor de las 23 horas, su hermana Mara
Eugenia y las tres conversaron acerca de los nios
y la casa. Su hermana slo tom un vasito de vino
con bebida y una taza de caf. Luego, lleg hasta la
casa de Zoila, David Llimy, quien luego de un rato
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tantes suturadas que hacan una forma de Y invertida y sus bordes estaban rojizos y edematosos. Rodeando las heridas del lado izquierdo del cuello,
observ 8 heridas cortantes superficiales que partan de ellas y llegaban hasta el lado derecho del
cuello. En la zona mamaria izquierda presentaba una
erosin rojiza de 0,7 por 1,5 centmetros. Concluy
que el examinado presentaba lesiones cortantes en
la regin lateral derecha del cuello, superficiales,
aplicadas por un elemento cortante, clnicamente
leves que sanarn en 4 a 7 das, salvo complicaciones, con igual tiempo de incapacidad. Las lesiones
del lado izquierdo, con forma de Y invertida, son del
tipo auto inferidas, lo que determin porque segn
la literatura que analiz del autor Vargas Alvarado
indican vacilacin, esto es que el arma duele y por
eso es retirada provocando esta forma, adems por
el lugar en que se encontraban, el cuello -el tercer
lugar de frecuencia de ubicacin de este tipo de lesiones, despus de las muecas y el abdomen-, adems de su nmero y el hecho que la mayora eran
superficiales, lo que no estara presente de haber
sido ocasionadas por terceros y adems habran
dejado cola hacia arriba o hacia abajo, segn la direccin del arma, constatando que ninguna herida
presentaba esta ltima caracterstica. Expres que
estas lesiones eran de mediana gravedad, que sanarn entre 15 a 18 das salvo complicaciones, con
igual tiempo de incapacidad, y todas son recientes,
de horas. Seal que estas lesiones fueron causadas con un arma cortante con filo compatible con un
cuchillo, que ella en general no indica el arma, pero
estima difcil que se produjeran con una tijera y que
se hayan causado en un forcejeo, en que normalmente las lesiones se ubican en la cara, en las manos o antebrazos, y de haberse producido este forcejeo, seran ms profundas lesionando vasos sanguneos y tendra que haber colas, porque el arma
acta por deslizamiento. En relacin a la autopsia
que practic al cadver de la vctima, seal que
presentaba 13 heridas cortantes y una de ellas, una
herida corto-penetrante cervical izquierda complicada oblicua de diez centmetros, que identific como
la nmero 5 fue la que le caus la muerte, lo que
habra ocurrido aun con socorros mdicos oportunos y eficaces, lesin que es de tipo homicida reciente y vital, por cuanto en su trayecto de izquierda
a derecha de arriba hacia abajo y de adelante hacia
atrs con un recorrido intracorporal de cinco centmetros lesion piel, celular subcutneo, parcialmen-
Que de la forma antedicha, este tribunal disiente de la calificacin otorgada por los acusadores a los hechos, en orden a que se tratara de un
homicidio calificado, por cuanto no se configura ninguna de las calificantes previstas en el artculo 391
del Cdigo Penal, por ellos esgrimidas.
En efecto, no se configura la alevosa, ya que
no se prob que el acusado haya obrado a traicin,
esto es, que la vctima se encontrara desprevenida,
confiada y que esta situacin haya sido especialmente procurada mediante el actuar del acusado,
quien incluso la habra obligado a beber, como tampoco que el hechor aprovechara esta circunstancia,
especialmente, para darle muerte. Tampoco se prob, por este captulo, que el acusado obrara sobre
seguro, procurndose o aprovechando las circunstancias materiales en que fue cometido el hecho,
sino que ms bien aparece que se encontraban en
un lugar y circunstancias habituales para ellos en
su dormitorio, en la casa que compartan, bebiendo-, contexto en el cual se desencaden la agresin. El tribunal ignora el estado etlico del propio
acusado al perpetrar los hechos, siendo perfectamente posible que bebieran juntos, como muchas
veces lo hicieron, segn relat la hija de la vctima
Judith Varela, advirtindose en la fotografa 4 tomada en el sitio del suceso por Vctor Pulgar en el velador dos vasos que perfectamente pudieron contener la bebida y el pisco, cuya boleta encontr la testigo antedicha en la cartera de su madre. No debe
olvidarse, que como lo relataran Judith Varela y
Mara Barraza, las paredes del inmueble, ocupado
por otras personas, permitan or lo que ocurra en
otras dependencias e incluso, la primera de las nombradas ingres al dormitorio usando una llave colgada fuera de l, lo que corrobora la ausencia de la
calificante esgrimida.
Tampoco se acredit que el acusado aumentara deliberada e inhumanamente el dolor de la ofendida, constituyendo de esta forma la calificante de
ensaamiento, que la Fiscala arguye, sino ms bien
aparece que las lesiones de carcter leve que se
siguieron a la lesin homicida que, atendida su magnitud, caus la muerte de la vctima en un muy breve tiempo, slo fueron producto del mpetu emocional con que se cometi el ilcito, debiendo tenerse
presente que las dos lesiones que precedieron a la
mortal tambin fueron leves, situadas en la zona
mentoniana y cervical izquierda respectivamente,
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Zoila Acua, como sostiene el acusado, ya que aquella y Ana Varela explicaron que slo bebi all un
vaso de vino mezclado con bebida, lo que resulta
verosmil atendida la explicacin que dio la primera
en orden a que deba subir y pasar un barranco para
llegar de vuelta a su casa, lo que difcilmente habra
logrado con el gramaje alcohlico que presentaba,
lo que prueba que bebi al volver a su casa sola,
como relataron las testigos antedichas y no acompaada de su hermana como sostuvo el imputado.
En cuanto a los dichos del acusado en orden a que
despert en la cama con un cuchillo en su cuello y
con Mara Varela sobre l, de quien no poda zafarse por su peso, que no se dio cuenta que estaba
sangrando y cuando lo advirti se desesper, la
corri y empez a luchar en la cama para quitarle el
cuchillo cocinero, que reconoce cuando se le exhibe y es incorporado a juicio. Que trat de quitarle el
cuchillo y con el mismo puo de ella y el arma la
tom por la espalda y acerc el arma hacia el cuerpo de la vctima, en son de amenaza, forcejeo en
que ella trataba de darle cortes por lo que l trataba
de defenderse, luego del cual la vctima se desplom, como que se qued dormida. Que llam a su
seora, porque pens que l tambin se iba a ir, porque estaba muy dbil. Luego, al ser confrontado con
su declaracin prestada el da de los hechos ante
Investigaciones por delegacin del Fiscal, en la que
se consigna que la vctima intent tomar una botella de vidrio que estaba sobre su mesa de velador
con la que quiso agredirlo por lo que reaccion y
con la mano izquierda la tom de la cara a la altura
de la boca y con la mano derecha en la cual sostena el cuchillo que minutos antes le haba arrebatado le propin uno o dos cortes en el cuello, no recordando si fueron ms, momento en que sta gritaba pidiendo auxilio a su hija y para evitar que sus
familiares escucharan tom un cojn y comenz a
sofocarla para que dejara de gritar, el que mantuvo
presionado en su cara hasta que ella no tuvo ningn tipo de reaccin, pretendi explicar las diferencias con su relato en el Tribunal, sealando que
aqu dio un extracto, que efectivamente los hechos
ocurrieron as, que el cojn lo ocup para poder hablar con su seora y adems que la vctima no alcanz a tomar la botella, slo lo intent. A juicio del
Tribunal no se ha acreditado la versin sostenida
por el acusado, quien no presentaba ninguna lesin
en sus manos, como constat la mdico legista, las
que necesariamente debieron producirse al arreba-
tudillo, quien interrog a Gladys Rivera, perfectamente pudo provocarse las lesiones, las que de haber tenido la gravedad que les atribuye el mdico
Fernndez, no le habran permitido sostener conversaciones de hasta 18 minutos como la primera y
permanecer todo ese tiempo consciente, teniendo
presente adems que el polica Javier Alfaro no relat que hubiera sangre en abundancia en la habitacin en otros sitios que en la cama, lo que corrobora el hecho que luego de ser suturado pudiera
ser dado de alta sin problemas del Hospital. El peritaje de la legista Katia Cabrera pareci objetivo y
claro, contrariamente al del perito de la defensa, que
sostiene que las lesiones autoinferidas pueden tener cualquier forma, pero sin apoyarse en antecedente alguno, salvo su experiencia, mismo antecedente en que funda las conclusiones que formula
acerca de la salud mental del acusado por lo que, al
no haberse acreditado la lesin, que supuestamente fue causada por la vctima al imputado que habra motivado su conducta, no se configura la minorante esgrimida por la defensa. De otra parte debe
tenerse presente que si la atenuante slo pretendiera fundarse en las discusiones previas de la pareja, es claro que ellas no provocan en la generalidad de las personas naturalmente reacciones como
las que son materia de este juicio.
Impetra igualmente la defensa que se acoja
en favor de su representado la atenuante del artculo 11 n 9 del Cdigo Penal, a saber, si se ha colaborado sustancialmente al esclarecimiento de los
hechos, ya que reconoci el arma y evit que esta
se periciara colaborando con la investigacin.
Que para estimar la concurrencia de esta
atenuante de responsabilidad criminal debe determinarse, en primer lugar si ste prest efectivamente
algn tipo de colaboracin para el esclarecimiento
de los hechos, y si en dicho evento, esta colaboracin puede ser calificada como sustancial.
Es menester precisar que el acusado no tena, en este caso, posibilidad alguna de negar los
hechos habiendo mltiples antecedentes para establecer su participacin en el ilcito por el que se le
juzga y evidentemente el arma, que en todo caso
no resulta imprescindible para acreditar un homicidio, fue encontrada ensangrentada en el lugar de
los hechos.
Se acredit en el juicio que el acusado acomod sus dichos, dando una versin diferente a la
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en la sangre, al momento del fallecimiento, ascenda a 1.92 gramos por mil) y, por lo tanto, con nula
capacidad de repeler el injusto ataque; no resultando creble la versin del acusado, en el sentido que
su conviviente lleg en estado de ebriedad a la casa,
que se quedaron dormidos y que se despert con
un cuchillo en el cuello, el que haba sido colocado
por Mara Eugenia Varela, reaccionando l y en el
forcejeo le caus la muerte.
Con el testimonio de Zoila Acua Velsquez
y Ana Mara Varela Meneses se acredit que la ahora
occisa se retir de la casa de la primera, cerca de
las 01:00 de la madrugada del da 11 de junio de
2004, luego de haber ingerido slo 1 vaso de vino
con bebida (lo que, segn las peritos que depusieron en estrados, conlleva a 0.25 gramos por mil de
alcohol en la sangre). Por ello -necesariamente- se
desprende que bebi en su propio dormitorio, circunstancia que se colige de los vasos que fueron
posibles de observar en las fotografas del sitio del
suceso, y del hecho que, segn sostiene el propio
acusado, y que refrenda Judith Varela Varela, Mara Eugenia Varela haba comprado ese da una botella de Pisco, la que no fue pesquisada por los investigadores, y que tampoco encontr ninguno de
sus familiares.
No obstante que no se prob que el acusado hubiere tenido el propsito de emborrachar a la
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DICTADA POR LOS JUECES DEL TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO PENAL DE LA CIUDAD DE LA SERENA, CAROLINE TURNER GONZLEZ, JORGE FERNNDEZ STEVENSON Y LUZ
ADRIANA CELEDON BULNES, QUIEN NO FIRMA
ESTE FALLO POR ENCONTRARSE EN FUNCIONES EN EL TRIBUNAL DE JUICIO ORAL EN LO
PENAL DE LA CIUDAD DE OVALLE.
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Condena por el delito de lesiones graves gravsimas, porque el piedrazo lanzado por el acusado contra el auto que transitaba por la autopista hizo perder a la vctima la visin total de su ojo
derecho.
Resumen:
La Fiscala acus al imputado como autor del delito de lesiones graves del artculo 397 N 1 del
Cdigo Penal. La Defensa no controvirti los hechos, ni la calificacin jurdica, y solicit el reconocimiento de las atenuantes del artculo 11 N 6, 7 y 9, as como que se tuviera alguna de ellas como
muy calificada. El Tribunal conden por el delito de lesiones graves gravsimas, dado que la vctima
result con lesiones que le significaron la prdida total de la funcin del ojo derecho, quedando as
impedida de un miembro importante. Respecto de las atenuantes invocadas, slo acogi la primera
en mrito de la convencin probatoria de no registrar el extracto del acusado anotaciones anteriores.
Rechaz la atenuante de reparar con celo el mal causado por cuanto la norma exige un actuar celoso, y por ende una contribucin seria en el intento de reparar. En el juicio se demostr que el acusado
us parte del dinero reunido en otros gastos, adems de haber sido los padres quienes lo haban
conseguido. Por otra parte, el monto consignado result exiguo frente a la gravedad de las lesiones
producidas, y fue depositado cinco meses despus de ocurridos los hechos con la evidente intencin
de conseguir una minorante, habindose extraado en el acusado el esmero ntimo para intentar
reparar. La minorante de haber colaborado sustancialmente en el esclarecimiento de los hechos,
porque si bien declar durante la investigacin, lo hizo cuando ya se contaba con informacin de
otras fuentes que eran suficientes para sostener una acusacin oficial con xito. De esta manera
falt el requisito esencial de la atenuante, cual es que su colaboracin haya sido determinante en el
xito de la investigacin (conclusin necesaria atendido el contexto histrico de la norma). Finalmente, en cuanto a la peticin genrica de la Defensa de calificar una de las atenuantes, el Tribunal
estim que no se aportaron antecedentes que avalaran que el comportamiento previo del acusado
haya sido de una conducta excepcional.
Texto completo:
Rancagua, diecinueve de marzo de dos mil
cinco.
VISTOS:
PRIMERO: Que ante este Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal de Rancagua, constituido por el juez
Presidente de la Sala, don Marcos Kusanovic Antinopai, y los jueces don Gustavo Vega Belmonte y
don Carlos Moreno Vega se llev a efecto la audiencia del juicio oral de la causa rol interno del tribunal
n 6-2.005, seguida en contra de Carlos Manuel
Loyola Sandoval, chileno, cdula nacional de identidad n 15.101.491-2, 23 aos de edad, soltero, trabajador, domiciliado en Los Aromos 126, Poblacin
El Bosque, Comuna del Olivar.
Sostuvo la acusacin el Ministerio Pblico,
representado por los Fiscales, don Nstor Gmez
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FALLOS
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Agreg que, como familia han padecido a consecuencia de la agresin, debi dejar su trabajo para
acompaar a su madre en diversos trmites, han
debido afrontar gastos superiores a los ingresos familiares, adems tiene su propio hogar y su padre
no les presta ayuda.
Contraexaminado, afirm que haba neblina,
pero poca, pudo ver a tres personas, una estaba detenida y otras dos iban ms adelante, despus corrieron. No pudo ver sus rostros. Se enter por las
noticias que el acusado haba confesado su delito.
El Ministerio Pblico llev ante estrados al
testigo Luis Antonio Poblete Salinas, quien manifest
que el da 17 de septiembre de 2004 se junt con su
amigo Carlos Loyola Sandoval, primero en una multicancha de la Poblacin donde residen, bebieron
una botella de pisco, enseguida cruzaron la carretera y estuvieron en un cuartel de Bomberos. Cerca
de las cuatro de la madrugada emprendieron el regreso a sus hogares, cruzaron nuevamente la carretera y cuando se encontraban junto a una pandereta, Loyola le dijo que iba a lanzar una piedra a un
vehculo. l le dijo que no lo hiciera, y dej la piedra
en el suelo, camin unos pasos ms. Loyola se qued atrs, adelante iba un ciclista que no iba con ellos.
Cuando se dio vuelta se percat que Loyola haba
lanzado una piedra a un vehculo, sinti el golpe en
el parabrisas. Carlos Loyola se acerc a l y dijo
que le haba pegado, miraron el mvil que par ms
adelante, se bajaron unas personas y ellos empezaron a correr, les gritaron, llegaron a una escalera,
cruzaron la lnea frrea y alcanzaron al ciclista a
quien conoca, llegaron hasta la casa de ste, quien
les pregunt qu les pas. Contest este huevn
se mand la media cag en la carretera. Carlos dijo
igual remat. Conversaron un rato y el Troy que
es el ciclista, se qued ah, Carlos deca que le haba pegado. Luego se fueron a sus casas.
Seal que das despus llegaron los carabineros y prest declaracin en la Fiscala. Carlos
estaba en el lugar, pero lo soltaron, en cambio, l
debi quedarse todo el da en la Fiscala. Posteriormente, en la noche, el acusado lo llam para preguntarle qu haba pasado, qu haba dicho en sus
declaraciones, l le dijo que nada, no le contest.
Agreg que anduvo por varios lugares con
los carabineros, explic lo que haba visto. Le exhibieron las fotografas del lugar, precisando donde
ocurrieron los hechos, indic la posicin de ambos,
tambin por donde corrieron, cruzaron hacia la poblacin, donde encontraron al Troy que iba en bicicleta y el lugar donde comentaron el incidente.
Con relacin a lo que sucedi con el imputado despus que declar, dijo que lo tomaron detenido.
Contraexaminado, afirm que iban solos,
Carlos iba muy bebido, no sabe si record lo ocurrido, en cambio l no iba bebido.
Expres, que en su primera declaracin en
la Fiscala no mencion que vio al acusado tirar la
piedra, pero explic que se refiri a haberlo visto
con el brazo en alto con la piedra en la mano, pero
no que lo vio lanzarla, pues, el trayecto de la piedra
no lo apreci. Slo sinti el golpe.
El defensor hizo uso de la herramienta procesal del artculo 332 del Cdigo Procesal Penal
para evidenciar contradicciones y el testigo ley el
prrafo correspondiente sealando que no vio al
acusado, sinti el sonido del rebote en el parabrisas, pero no vio la piedra.
Explic que al da siguiente prest una declaracin aclaratoria expresando que cuando se dio
vuelta estaba con el brazo en alto y lanz el proyectil. Afirm que no vio especficamente la piedra.
Aadi que efectivamente le cont al troy
lo sucedido y Carlos tambin se lo dijo.
Ante el requerimiento del defensor, seal
que le preguntaron si l haba lanzado la piedra y l
respondi que fue Loyola. El ciclista, apodado el
Troy slo escuch lo que le dijeron, no presenci
el hecho. Se enter de la gravedad de la situacin
cuando lo escuch en las noticias, pens que la piedra era pequea, no pudo apreciar el tamao del
objeto en el momento que lo tena en la mano el
acusado.
Compareci a la audiencia, Arzobindo Gmez Quevedo, apodado el Troy, quien refiri que
el 17 de septiembre de 2004 cerca de las cinco de
la madrugada iba por la carretera, en su bicicleta,
cruz la lnea del tren y lo alcanzaron dos personas, a una le dicen el Carlos y la otra es apodada
el Flaco. Llegaron hasta la casa de su suegra le
pidieron un cigarro. El Flaco le dijo: mansa cag
que se mand este huevn, Carlos Loyola le expres que estaban tirando piedras a la carretera y
agreg, algo como rematemos al huevn.
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se extenda desde el borde externo libre del prpado superior derecho hasta la cola de la ceja del mismo lado, como asimismo, una cicatriz quirrgica de
tres centmetros bajo el prpado inferior derecho,
excoriaciones en el vestbulo nasal derecho, dolor
a la palpacin de toda la hemicara derecha, dificultad para abrir la boca, por lo que no pudo examinar
posibles fracturas dentarias. Agreg, que tal como
consign en el informe de lesiones -que el Ministerio Pblico incorpor mediante su declaracin-, la
paciente present, adems, una deformidad nasal
leve y amaurosis en el ojo derecho.
Al respecto, el perito destac, que para poder llegar a sus conclusiones, debi examinar todos los antecedentes que contenan su ficha clnica, que en resumen sealaban que debi ser hospitalizada de urgencia en el Hospital Regional de Rancagua, para posteriormente ser trasladada el da 20
de septiembre del ao pasado al Hospital del Salvador de Santiago, donde fue operada, practicndosele una reduccin y una reconstruccin rbito
cigomtica derecha y una reduccin cerrada de la
fractura nasal.
Agreg que en base a estos antecedentes,
consignados por los especialistas: neurlogos, oftalmlogos y cirujanos que la atendieron das despus de la agresin, pudo establecer los siguientes
diagnsticos: contusin ocular severa, subluxacin
cristalino, desgarro retinal, desprendimiento de retina y coroides, tec cerrado, fractura y hemorragia
temporal, fractura orbitaria derecha y fractura nasal, explicando que la agresin ocasionada por un
elemento contundente produjo un traumatismo crneo facial que dej como secuela la prdida funcional del ojo derecho, de carcter irreversible, debido
al desprendimiento de la coroides, la que es irreparable y hace imposible recuperar la visin.
Le fue exhibido el video, incorporado por el
Ministerio Pblico como medio probatorio, y el mdico legista hizo algunos alcances respecto de las
intervenciones mdicas que muestra la pelcula, explicando al tribunal donde se encuentran las fracturas, la rbita maxilar superior, el lugar exacto en que
el impacto de la piedra produjo la prdida de pequeos huesos que se fragmentaron y se reemplazaron por la placa con el objeto de unir dos huesos,
el malar y el frontal. Manifest que el costo de las
placas de titanio es elevado. El tiempo har disminuir la cicatriz, pero no desaparecer.
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Por ltimo, seal que las lesiones indicadas sanarn en un plazo estimado de ciento diez a
ciento veinte das, y que las catalog como graves,
pues no corresponde a los mdicos legistas encuadrarlas como gravsimas, lo que segn su parecer
corresponde a los tribunales.
En todo caso afirm, que adems de la secuela de prdida funcional del ojo derecho, con la
consecuente incapacidad parcial y permanente, evidencia cicatrices notoriamente deformantes del rostro, debiendo ser evaluada en un tiempo posterior,
para determinar el dao definitivo.
Compareci ante estrados, Tatiana del Pilar
Armijo Camilo, vctima del hecho que nos convoc,
quien expres que no recuerda nada de lo sucedido, y que slo se percat de su situacin en el Hospital.
Fue intervenida quirrgicamente en dos
oportunidades, una para ver si haba perdido el globo ocular y otra por la fractura de su nariz. Ha debido ir todos los das a sesiones de kinesiologa en el
hospital.
Est en la actualidad con tratamiento psiquitrico, el dao psicolgico ha sido enorme y desde el
punto de vista econmico, no tiene dinero para cancelar su tratamiento, ella pensaba estudiar y no puede hacerlo por la prdida de su ojo, como por la parte
econmica.
Agreg que an le falta una nueva operacin en el rostro para reconstruir su nariz.
Con relacin a la propuesta del acusado de
conversar con ella y pedirle perdn, lo que se efectu con ella presente, a una pregunta del Defensor,
seal que lo perdonaba, que no le tiene rencor pero
que deba ser sancionado por lo que hizo, que el
sufrimiento de ella es infinitivo, nunca se va a olvidar de esto. Y no quiere que le suceda a otra persona, por ello debe el acusado pagar por lo que hizo.
Prestaron declaracin los funcionarios de
Carabineros de la Seccin de Investigaciones Policiales, Wilson Amstica Herrera y Samuel Painemal
Venegas, el primero de ellos expres que debi participar en el procedimiento efectuando averiguaciones para determinar la identidad de los autores del
hecho ocurrido. El da 21 de septiembre de 2004,
en horas de la tarde, concurri con su compaero
Painemal al sector de Gultro, Poblacin el Bosque,
debido a informaciones proporcionadas por el Jefe
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podido cancelar. Agreg que al momento de los hechos no viva ya con ellos, discuti con su conviviente y se fue de la casa, por esa razn estaba mal.
Con relacin al da de los hechos iba con
Luis, vena en la berma de la carretera y sin ningn
sentido tom la piedra y la lanz, sinti el golpe,
arranc cuando se detuvo la camioneta, se dio cuenta que se haba mandado un condoro.
Respecto de la investigacin, fue a declarar
y le dijeron que lo iban a ir a buscar y as, cinco das
despus lo llevaron a la Tercera Comisara de Carabineros, all le dijeron que tena que colaborar con
la investigacin porque lo iban a ayudar, despus
lleg el Fiscal y le dijo lo mismo. Estaba tambin el
Defensor. Reconoci el hecho, cont cmo fue y con
quin andaba.
Con relacin a los depsitos, los dos primeros fueron en diciembre del ao pasado, de diez y
de ocho mil pesos respectivamente, el dinero provino de campeonatos de babyftbol que organizaba
su madre, quien adems vendi papas fritas y completos para reunir el dinero.
El ltimo depsito fue de aproximadamente
doscientos mil pesos, resultante de un prstamo que
pidi su padre, ocup tambin parte de ese prstamo para leche y jarabes de su hija cuando estaba
resfriada.
Agreg que nunca haba sido detenido y su
participacin social era jugar por un club deportivo
de la poblacin en que reside. Supo de la gravedad
del hecho por las informaciones.
A una pregunta del Fiscal expres que efectivamente reacciona mal cuando lo insultan y ha
participado en rias, pero no siempre, slo cuando
lo provocan y le sacan la madre.
SPTIMO: La participacin del acusado en
los hechos que se le imputaron se demostr, en primer trmino, con la imputacin directa y precisa que
formul en su contra el testigo Luis Antonio Poblete
Salinas, quien acompaaba a Carlos Loyola Sandoval el da 17 de septiembre de 2004, aproximadamente a las 04:45 horas y pudo apreciar directamente todo lo sucedido, testigo que incluso intent
disuadir al imputado arrojar la piedra, pero sin xito.
En segundo lugar, con la inculpacin que
efectu Arzobindo Gmez Quevedo, que si bien no
presenci directamente la accin emprendida por el
acusado, s tuvo conocimiento de ella en un momento prximo y cercano en el tiempo, pues se encontraba en el mismo lugar de los hechos y el trayecto
a su domicilio coincidi con el de Carlos Loyola y
Luis Poblete Salinas a quienes anteceda, de tal
modo que cuando ellos huyeron lo alcanzaron y le
comentaron directamente lo ocurrido, reconociendo
Loyola que arroj la piedra al vehculo.
Los dichos de los testigos mencionados fueron corroborados a su vez por los testimonios de
los funcionarios de Carabineros, Wilson Amstica
Herrera, Samuel Painemal Venegas, Florentino Arellano Gonzlez y Pedro Echeverra Garrido, quienes participaron de las primeras diligencias destinadas a dar con el paradero del autor o autores del
hecho, manejando informaciones que les permitieron ubicar a Poblete y a Loyola, y posteriormente a
Arzobindo Gmez, apodado el Troy y como consecuencia de ello detener a Carlos Loyola Sandoval como autor del delito el da 23 de septiembre
del ao recin pasado.
Estos antecedentes, unidos al reconocimiento del acusado, formaron conviccin suficiente en
este tribunal y permitieron dar por acreditado, ms
all de toda duda razonable, que Carlos Manuel
Loyola Sandoval, intervino de una manera inmediata y directa en la perpetracin del delito de lesiones
graves, en la modalidad de gravsimas establecido
en el motivo quinto, por lo que de acuerdo al artculo 15 N 1 del Cdigo Penal tuvo participacin en
calidad de autor del mismo.
OCTAVO: Que, como se adelant al leer el
veredicto, se dio lugar a la peticin de la defensa de
beneficiar al sentenciado con la minorante prevista
en el artculo 11 n 6 del Cdigo Penal, consistente
en poseer una conducta anterior irreprochable, reconocida por el Ministerio Pblico y que se acredit
con el mrito que fue posible atribuir a la convencin probatoria, segn la cual su extracto de filiacin y antecedentes se encuentra exento de anotaciones pretritas y con los dichos de los testigos
Dennis Snchez Bravo y Ramn Cern Soto, quienes manifestaron conocer al imputado desde hace
varios aos a la fecha, coincidiendo que se trata de
una buena persona, trabajadora, tiene una hija enferma de microcefalia, est cesante y su situacin
econmica es mala. Snchez precis que el acusado haba hecho abandono de su casa, perdi el trabajo y andaba depresivo. A su vez, Ramn Cern,
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Pblico, cont con la declaracin del acusado durante la investigacin, quien reconoci el delito,
igualmente como lo asever el fiscal en su alegato
de clausura, tuvo informacin aportada por otras
fuentes que surgieron del sitio del suceso, como el
lugar por donde huyeron Poblete y el acusado Loyola que condujo a la Poblacin El Bosque, de la
cual dieron cuenta pormenorizada los funcionarios
policiales Wilson Amstica y Samuel Painemal, al
sealar que el jefe del Retn del Olivar ya les tena
antecedentes, es decir los policas tenan encaminada la lnea investigativa que condujo al acusado.
Adems, estas averiguaciones efectuadas
por el personal de la Seccin de Investigaciones
Policiales tuvieron un xito inmediato, pues a slo
das de ocurrida la agresin se pudo ubicar al testigo presencial que acompaaba al acusado, quien
refiri lo ocurrido imputando a este su participacin
de nico autor.
Igualmente, el ente persecutor cont con la
declaracin del testigo Arzobindo Gmez Quevedo,
apodado el troy que si bien no presenci directamente los hechos, es un testigo de odas privilegiado, que estuvo en el lugar minutos o segundos antes de ocurrida la accin dolosa y que fue alcanzado en su trayecto por Loyola y su acompaante que
huan de la persecucin de uno de los ocupantes
del vehculo atacado, quien los vio perderse en direccin a la poblacin donde reside. De tal manera,
este testigo se enter directamente, primero, por
boca de Luis Poblete, el Flaco, y enseguida el propio autor le confirm lo ocurrido.
De esta manera, el tribunal no comparti la
teora de la defensa, en cuanto a la posibilidad que
tena el acusado de inculpar al acompaante, y as
evadir su responsabilidad, pues ambos testimonios
eran ms que suficientes para sostener una acusacin oficial con xito, como as le pareci al tribunal
al escuchar sus declaraciones, que fueron crebles,
consistentes, coherentes entre s y acordes con los
dems elementos probatorios como los dichos de los
testigos que viajaban en el vehculo y que en la audiencia conformaron una prueba de cargo que logr
superar el estndar necesario para formar conviccin
sobre el delito y la participacin del acusado.
No obsta a lo argumentado, los dichos del
polica Echeverra, que expres que luego de la confesin del acusado no recibi ms rdenes para
establecer la autora en el hecho investigado, pues
se contradijo con los dichos de su jefe, el funcionario Florentino Arellano que manifest que prosiguieron las averiguaciones y consiguieron otros testimonios de personas que no quisieron darle un carcter formal para no involucrarse y que en definitiva
no se tomaron en cuenta.
En todo caso, aparte de lo expuesto precedentemente, lo expresado por el imputado en la investigacin, an cuando se entendiera que significaron una colaboracin al esclarecimiento de los
hechos no reuni el carcter de sustancial que exige la atenuante.
En efecto, sus dichos, si bien permitieron liberar de la carga de la prueba al Ministerio Pblico
y facilitar su labor en la audiencia, fueron complementarios de la prueba de cargo ya analizada.
En efecto, como este tribunal lo ha manifestado, con esta minorante se pretende premiar al
imputado que por la va de aportar antecedentes fidedignos, facilita la labor de persecucin del Estado, desarrollando una actuacin a la que no est
obligado.
Slo estas poderosas razones de poltica
criminal autorizan para alterar el rgimen punitivo
normal del Cdigo en el entendido que sin la colaboracin del imputado por va de su confesin o
aporte de otros antecedentes necesariamente calificados, como instrumentos, testigos, o evidencias
materiales, la persecucin penal habra sido imposible, altamente dificultosa o carente de resultados
concretos y favorables. As lo dej establecido la
comisin de Legislacin y Justicia del Senado lo que
se manifiesta tambin en haber considerado como
modelo el Cdigo Penal Austriaco del ao 1974 que
concibe como atenuante con un alto estndar de
procedencia cuando el autor mediante su declaracin ha contribuido esencialmente al descubrimiento de la verdad.
Por otra parte, ms all de la claridad de la
norma en cuanto exige que la colaboracin haya sido
sustancial, a la misma conclusin se llega si se considera el contexto histrico de la modificacin de la
atenuante del N 9 del artculo 11 del Cdigo Penal.
En efecto, la misma se hizo a propsito de la adecuacin de las normas contenidas en diversos cuerpos legales a las instituciones del nuevo proceso
penal. As, la norma antigua exiga para configurar
la atenuante que no existiera en contra del procesado otro antecedente que su espontnea confesin,
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Por ltimo, present el testimonio de la asistente social, Wara Ortiz Mella, quien en sntesis, hizo
referencia a lo sealado en los documentos mencionados, precisando que el acusado, al momento
de los hechos ya no viva con su conviviente en la
casa de sus padres, la haba abandonado por un
conflicto. Expres que el acusado prefiri irse l,
pues as, su hija poda ser atendida por su madre y
por su abuela.
Agreg que el acusado est cesante, que su
hija enferma le depara gastos, incluso, cuando trabajaba, solicit un prstamo que an no cancela.
Dijo que son sus padres los que se han hecho cargo de la situacin, la madre ha realizado beneficios
para conseguir el dinero que se deposit a favor de
la vctima, y el padre, que es el nico con trabajo
estable consigui un prstamo para consignar la ltima suma que es considerable, atendida la situacin econmica de la familia.
No obstante los antecedentes invocados por
la defensa, no se accede a la peticin de la defensa
de haber procurado reparar con celo el mal causado.
Lo anterior por cuanto, si bien la atenuante
no exige una reparacin total y efectiva del mal causado, requiere en cambio que la misma sea producto de un actuar celoso y con ello, en primer trmino,
se est implcitamente exigiendo una contribucin
seria en orden a la reparacin indicada o, al menos
a su intento, lo que no result suficientemente acreditado del momento que el propio acusado seal
que parte del prstamo lo ocup en otras necesidades, que si bien pueden resultar muy justificables,
tambin es necesario recordar que fueron sus padres los que consiguieron el dinero, y ms an cuando la propia defensa reconoci que ante el exiguo
monto de las dos primeras consignaciones les seal que deban aportar una suma mayor para establecer la minorante.
Por otro lado, sobre el haber procurado efectivamente la reparacin o resarcimiento, con dichas
consignaciones, pudimos escuchar en la audiencia
para evaluar su seriedad en un delito como el que
nos ocupa -lesiones gravsimas-, al hermano de la
vctima, quien refiri que la situacin que debi enfrentar toda la familia los afect econmicamente,
pues carecen de recursos, debiendo dejar de trabajar para acompaar a su madre en todos los trmites ante mdicos y hospitales, lo que corrobor la
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Declara que la inimputabilidad penal por incapacidad mental no dice relacin con la inteligencia, sino con patologas que afectan la voluntad.
Resumen:
La Fiscala acus al imputado como autor del delito de homicidio simple. La Defensa sostuvo que se
trataba de un homicidio culposo, en el cual adems intervinieron otras causas para el resultado de
muerte totalmente ajenas a la actividad del acusado. Tambin aleg que la imputabilidad de su representado se encontraba disminuida por presentar un retardo mental, as como la concurrencia de las
atenuantes del artculo 11 N 5 y 9 del Cdigo Penal. El Tribunal rechaz el planteamiento de la
Defensa, sealando que el nimo de matar del imputado pudo ser establecido a partir de la zona del
cuerpo agredida, la intensidad de la agresin, el nmero de lesiones y el elemento utilizado para
provocarlas, accin que le provoc a la vctima un traumatismo encfalo craneano que fue causa
precisa y necesaria de la muerte, segn se consign en el protocolo de autopsia, ya que eran incompatibles con la vida, como lo aclar el perito neurocirujano. En cuanto a la imputabilidad disminuida
por un retraso mental, el Tribunal seal que la inteligencia o coefiente intelectual no tienen relacin
con el juzgamiento de la imputabilidad penal de un individuo, pues tal eximente dice relacin con una
voluntad afectada por alguna patologa mental que impida un juicio de realidad y capacidad de enjuiciamiento, en trminos de no comprender total o parcialmente la ilicitud de la accin ejecutada, cuestin que no fue acreditada por la Defensa. Finalmente, las atenuantes invocadas fueron rechazadas
por no haberse acreditado la concurrencia de sus elementos.
Texto completo:
Valdivia, diecinueve de marzo de dos mil cinco.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que el Ministerio Pblico, representado por el Fiscal don Juan Pea Urra, domiciliado en calle Ejrcito Libertador N 1.400 de Ro
Bueno, dedujo acusacin en contra de Pedro Segundo Huala Gonzlez, cdula de identidad N
14.617.237-7, pensionado, analfabeto, soltero, de
57 aos, domiciliado en Filuco de Ro Bueno, cuya
defensa estuvo a cargo del abogado seor Juan
Carlos Cavada Palma, domiciliado en Letelier N
225, oficina N 215 del Edificio Cayetano Letelier
de La Unin, la que funda en los siguientes hechos:
Que el da 9 de marzo de 2004, en horas de
la tarde, encontrndose don Rubn Nonquepn Nonquepn en el patio de la vivienda que el acusado
Pedro Segundo Huala Gonzlez tiene en el cementerio de la localidad de Filuco, comuna de Ro Bueno, fue agredido por este ltimo, quien lo golpe en
reiteradas oportunidades en la cabeza, ocasionndole heridas, contusiones, fractura de crneo y le-
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Que la agresin referida por Carrasco Carrasco, concuerda con los dichos de Zoila Ester
Martnez Valenzuela y Demetrio Ren Rojas Valds,
quienes estn contestes en sealar que el da referido, luego de recoger manzanas, pasaron por el
domicilio de Huala Gonzlez, a quien reconocen en
la audiencia, percatndose que frente a la puerta
del inmueble se encontraba botado Rubn Nonquepn quien tena su ojo derecho inflamado, agregando el primero, que adems tena un corte en la cabeza. Que en esa oportunidad Huala Gonzlez dijo
que le peg por ladrn. Ambos testigos, exhibida que
le fuera la fotografa N 2 incorporada por el Ministerio Pblico con la declaracin de Patricia Benhe
Haberlan, proyectada previamente en la audiencia,
reconocen en ella a Rubn Nonquepn Nonquepn
cuyo ojo derecho presenta un gran hematoma, y que
es la lesin que vieron en la ocasin que refieren.
Que en perfecta coherencia con los testimonios referidos declar Enrique Alan Ros Olivares,
quien seal ser vecino de Huala Gonzlez y Nonquepn Nonquepn, a quien en horas de la tarde
del 9 de marzo de 2004, vio parado en la tranca de
su domicilio por donde ste transita hacia su casa
para acortar camino. Que en esa ocasin, debi
abrirle la tranca para que pasara, ya que este ltimo no pudo, advirtiendo en esa oportunidad, que
Nonquepn Nonquepn, presentaba sangre seca, su
ojo golpeado, caminaba lento y agachado, y no respondi cuando le pregunt qu le haba pasado. Al
da siguiente Huala a quien conoce de nio, le dijo
que l le haba pegado porque le estaba robando y
que lo iba a matar.
Que son asimismo coincidentes los dichos
de Sergio Ulises Nonquepn Matuz y Mara Alicia
Ortiz Aceitn, quienes refirieron que Rubn Nonquepn Nonquepn, to del primero, viva con ellos en
una dependencia separada, pero en la misma propiedad y que el da 9 de marzo de 2004, lleg lesionado, tena su ojo derecho inflamado y no hablaba.
Que se acost, pero alrededor de las 04:00 horas
sintieron quejidos por lo que lo trasladaron al Hospital de Ro Bueno, desde donde fue derivado al
Hospital de Valdivia. Al da siguiente, se encontraron con Huala Gonzlez, quien reconoci haber
agredido a Nonquepn Nonquepn. Ambos testigos,
exhibida que le fuera la fotografa N 2 incorporada
al registro, reconocen en ella a Rubn Nonquepn
Nonquepn, y que la lesin que presenta en el ojo
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y necesaria de muerte, traumatismo encfalo craneano, con una sobrevida de 10 horas, 8 minutos,
conforme se prob, con el protocolo de autopsia N
71-2004, suscrito por la mdico legista del Servicio
Mdico Legal de Valdivia, seora Toro Zucco, en el
cual se consigna que practicada autopsia mdico
legal al cuerpo de Rubn Nonquepn Nonquepn,
se determin como causa de su muerte traumatismo crneo-enceflico. Concluye adems que las
alteraciones encontradas son recientes, vitales, necesariamente mortales, compatibles con accin de
elemento contundente, atribuibles a terceros, de tipo
homicida, no compatibles con una cada, con una
sobrevida de 10 horas y 8 minutos, y que ninguna
medida teraputica habra sido oportuna y eficaz
para evitar su muerte.
Que el informe y sus conclusiones son absolutamente concordantes con la dinmica de los
hechos que se han descrito y probado con los testimonios contestes y fundados de los testigos que se
han analizado precedentemente, como asimismo,
con las lesiones constatadas por los peritos mdicos Eloiza Concha y Flndez Jadue, quienes prestaron atencin de su especialidad en los servicios
de Urgencia del Hospital de Ro Bueno y Valdivia
respectivamente el da 10 de marzo de 2004, lo que
permite atribuirles pleno valor en cuanto a establecer la causa precisa e inmediata de la muerte de
Rubn Nonquepn Nonquepn.
Que los mismos antecedentes y el certificado de defuncin de Rubn Nonquepn Nonquepn,
emitido por el Servicio de Registro Civil, incorporado previa lectura, acredita el lugar, hora y fecha del
fallecimiento del mencionado, esto es, 10 de marzo
de 2004, a las 18:20 horas en el Hospital de Valdivia.
QUINTO: Que los testigos sealados, cuyos
testimonios han permitido acreditar los hechos asentados precedentemente, han depuesto en presencia del Tribunal, dando razn de sus dichos y explicando de manera lgica, coherente y razonada cmo
tomaron conocimiento de los mismos, sin que sus
declaraciones se encuentren desvirtuadas por prueba en contrario, siendo adems concordantes unas
y otras, y verosmiles en cuanto explican razonablemente la forma como estos acaecieron, por todo
lo cual se les dar pleno valor.
Que asimismo, los sealados testimonios
aparecen refrendados por las declaraciones de los
peritos que depusieron en la audiencia quienes dando razn de la ciencia que profesan, explicaron las
diligencias practicadas y las conclusiones arribadas,
las que por no contradecirse entre ellas, ser coherentes con los dems antecedentes de cargo, ser
lgicas y racionales, desde que explican la causa
de muerte y la forma como sta se produjo, permiten acreditar los hechos a que se refieren, conforme se asent en el motivo precedente.
Que del mismo modo la prueba fotogrfica,
correspondiente a la N 2, incorporada mediante
proyeccin y exhibicin en la audiencia, consistente en la imagen del rostro lesionado de la vctima,
fue reconocida y explicada en cuanto a su contenido por los testigos y peritos que depusieron en estrados, y atendida la debida correlacin de todas
ellas, permiten darle pleno valor de prueba en cuanto
coadyuv en la Ilustracin del Tribunal respecto de
las lesiones observadas en el rostro de aquel, como
asimismo en el establecimiento de los hechos de la
causa, de la manera que se ha razonado precedentemente.
SEXTO: Que la participacin del imputado
en los hechos asentados en el motivo cuarto, en calidad de autor, se acredita con los dichos de Luis
Ren Carrasco Carrasco, quien refiri encontrarse
presente cuando el acusado golpe con un palo en
la cabeza a Nonquepn Nonquepn. Que tal circunstancia se demuestra, adems, con los dichos de
Alexis Lara Hinostroza y Ramn Valerio Carrasco,
quienes en calidad de funcionarios de la Polica de
Investigaciones y Carabineros respectivamente y
con ocasin de las diligencias de investigacin que
les fueron encomendadas, tomaron declaracin al
imputado y presenciaron la que prest ante el Fiscal del Ministerio Pblico, ocasiones en que ste reconoci haber agredido a Nonquepn Nonquepn
al ser interrogado por ellos y luego por Fiscala. En
el mismo sentido se manifestaron Enrique Alan Ros
Olivares y Sergio Nonquepn Matuz, en cuanto el
da siguiente a la agresin, ambos, en distintas oportunidades, se encontraron con Pedro Huala quien
les dijo que l, le peg a Pedro Nonquepn. En el
mismo sentido depusieron Demetrio Ren Rojas Valds y Zoila Ester Martnez Valenzuela, quienes vieron a la vctima herido afuera de la casa del acusado, quien refiri en esa misma oportunidad haberlo
agredido.
Que las referidas declaraciones, que guardan perfecta relacin con la lesin frontal constatada el 12 de marzo de 2004 en la persona del acusado por el perito mdico Lucio Pontigo Cataln, son
verosmiles, desde que los deponentes dan razn
de sus dichos, no se encuentran desvirtuados por
otra prueba en contrario, y permiten reconstruir una
secuencia coherente y lgica de los acontecimientos en orden a establecer la intervencin directa e
inmediata del acusado en los hechos asentados en
el motivo cuarto, esto es como autor de los mismos.
SPTIMO: Que los hechos probados y en los
cuales particip Pedro Segundo Huala Gonzlez,
como autor son constitutivos del delito de homicidio
en grado consumado de Rubn Nonquepn Nonquepn, cuya muerte acaeci el 10 de marzo de 2004
en el Hospital de Valdivia, producto de la agresin
inferida por el imputado el 9 del mismo mes y ao
en el sector Filuco de Ro Bueno, ilcito previsto y
sancionado en el artculo 391 N 2 del Cdigo Penal, desde que el imputado, por hechos directos, dio
muerte a Rubn Nonquepn Nonquepn, siendo su
accin tpica, antijurdica y culpable.
OCTAVO: Que la Defensa, pidi en primer
trmino se modifique la calificacin jurdica del hecho punible, en cuanto sostiene que en la especie
se est en presencia de un delito culposo, desde
que, la muerte de la vctima se produjo como consecuencia de la tarda atencin mdica o bien, por
la ocurrencia de algn suceso posterior a la agresin, como pudo ser una cada.
Que la solicitud precedente, ser desestimada, desde que los antecedentes que le sirven de
fundamento, dicen relacin con circunstancias sobrevinientes, posteriores a la accin y que no estn
vinculadas con el elemento subjetivo o intencin del
sujeto activo al realizar la conducta lesiva y por lo
tanto, no pueden servir para establecer la existencia de tal elemento, por el contrario, ha quedado
fehacientemente establecido, el carcter doloso de
la accin, evidenciada fundamentalmente por la naturaleza de la agresin, entidad de la misma y zona
corporal afectada con ella, lo que en definitiva determin en forma directa y en relacin de causalidad, el resultado de muerte producido.
En efecto, las circunstancias anotadas han
quedado demostrada especialmente con el testimonio de Ren Carrasco Carrasco, quien refiri haber
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ces concluir que su vida pasada se encuentra exenta de reproche, lo que en todo caso es insuficiente
para calificar la atenuante en estudio, desde que no
se prob la concurrencia de conductas o caractersticas relevantes y destacadas ms all de lo que
corresponde a toda persona en su vida de relacin
que justifiquen proceder de la manera invocada.
DECIMOTERCERO: Que concurriendo una
circunstancia atenuante, sin agravantes de responsabilidad que considerar, la pena asignada al delito
no podr ser impuesta en su grado mximo por disposicin del artculo 68 del Cdigo Penal.
DECIMOCUARTO: Que se desestimar la
prueba documental de Fiscala individualizada en los
Ns 3, 4, 5 y 9 del Auto de Apertura de 15 de febrero
de 2005, consistentes en Informe de Lesiones N
139 de 10 de marzo de 2004, certificado de atencin de urgencia N 5633 de 12 de marzo de 2004,
Informe de lesiones 143 de 12 de marzo de 2004,
Informe Psicolgico N 33 de 08 de noviembre de
2004, desde que no fueron incorporados al juicio en
la forma prevista en la ley, acorde con lo dispuesto
en el artculo 295 y en relacin con artculo 333,
ambas normas del Cdigo Procesal Penal. Rechazndose adems los documentos consistentes en
informes periciales, por cuanto el informe pericial
en Juicio Oral lo constituye la declaracin del perito
conforme lo preceptuado en el artculo 329 del citado cuerpo legal.
Por las mismas razones se desestimar la
prueba documental de la defensa individualizada bajo
los N 1 y 2 del Auto de Apertura de 15 de febrero de
2005, consistentes en Informe Psicolgico e Informe
Social del Imputado Pedro Huala Gonzlez.
En cuanto al ordinario N 66-2004, ha de tenerse presente que en cuanto informe pericial declar en estrados su autor, doctor Boris Flndez Jadue, por lo que se estar en cuanto a su ponderacin al testimonio de ste ltimo, atento lo dispuesto en el artculo 329 del Cdigo Procesal Penal.
DECIMOQUINTO: Que asimismo, se desestimar la prueba de Fiscala individualizada bajo el
N 1, otros Medios de Prueba, del Auto de Apertura
referido, desde que las 9 fotografas que la constituyen si bien fueron explicadas y reconocidas por el
perito fotgrafo Seor Vsquez Obrador, quien refiri que en su calidad de tal intervino en la diligencia
de reconstitucin de escena llevada a efecto por
Fiscala con ocasin de los hechos materia de esta
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causa, resulta improcedente, incorporar al juicio registro de actuaciones policiales o del Ministerio Pblico atento lo dispone el artculo 334 del Cdigo
Procesal Penal, categora en que se inserta la prueba en estudio.
Que igualmente se desestimar la declaracin del mencionado perito desde que no aparece
que este hubiere llevado a efecto una pericia propiamente tal, sino ms bien una fijacin fotogrfica
de la diligencia que refiri, ms an cuando los testimonios que se verificaron in situ en esa ocasin
fueron expuestos directamente al Tribunal por los
que intervinieron en ella en cuanto testigos de los
hechos, los que han sido valorados en los motivos
precedentes de este fallo.
Por las mismas razones se les restar valor
a siete fotografas incorporadas por el Ministerio
Pblico, seis de las cuales proyect en la audiencia, y que corresponden a las individualizadas bajo
la letra b) del punto Otros Medios de Prueba del Auto
de Apertura, adems que las mismas no aportan
antecedentes de juicio en orden a establecer los
hechos de la causa.
En cuanto a las 24 fotografas incorporadas
por el Ministerio Pblico, con la declaracin de la
testigo seora Patricia Benhe Haberland, mdico
legista de Valdivia, Jefe de dicho Servicio, individualizadas bajo la letra d) del Auto de Apertura, Otros
Medios de Prueba, sern desestimadas, salvo la N
2, por cuanto si bien la deponente refiri haberlas
tenido bajo su custodia y que ellas corresponden a
la autopsia de Rubn Nonquepn Nonquepn, stas no fueron explicadas en cuanto a su contenido
por su autor, como tampoco se determin quin las
fij, y por lo dems no fueron proyectadas en la audiencia en los trminos del artculo 333 del Cdigo
procesal Penal.
En cuanto a la fotografa N 2, se debe hacer presente que sta fue valorada junto a los testimonios prestados en estrados que ya fueron analizados y ponderados en los motivos precedentes.
DECIMOSEXTO: Que la declaracin del perito Pedro Antonio Fritz Crdenas, quien en su calidad de asistente social, practic informe de la especialidad al acusado, del cual concluy que ste
cuenta con redes sociales de apoyo, no aporta elementos que permitan establecer la existencia del ilcito o de la participacin, siendo en tal sentido irrelevante.
FALLOS
FALLOS
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Se previene, que la Magistrado Mara Soledad Pieiro Fuenzalida concurre al fallo, sealando
que resta valor probatorio a los dichos de odas de
los testigos seores Lara Hinostroza y Valerio Carrasco en cuanto dicen relacin con las declaraciones efectuadas por el acusado en el contexto de una
investigacin policial, dirigida por Fiscala, sin que
se haya acreditado que stas se prestaron con el
mximo de resguardo de garantas, incluyendo la
presencia de su abogado defensor, mxime cuando
el acusado hizo uso, en la audiencia, de su derecho
a guardar silencio.
Devulvanse a los intervinientes, los documentos y fotografas incorporadas al juicio.
Comunquese en su oportunidad al Juzgado
de Garanta de Ro Bueno para el debido cumplimiento del fallo, conforme lo dispuesto en el artculo 467 y siguientes del Cdigo Procesal Penal.
Cmplase lo preceptuado en el artculo 468
del Cdigo Procesal Penal.
Redaccin del Juez Titular don Samuel Muoz Weisz y la prevencin por su autora.
Regstrese y Archvese.
RIT N 5-2005
RUC N 0400089945-9
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Resumen:
La Fiscala acus al imputado como autor del delito de robo con violacin, alegando la concurrencia
de las agravantes del artculo 12 N 12 y 16 del Cdigo Penal. La Defensa solicit la absolucin
alegando falencias, tanto en la forma como en el fondo, en las pruebas de cargo. En subsidio solicit
el rechazo de las agravantes invocadas por el acusador, sealando, respecto de la primera, que la
ley exigira que la nocturnidad o despoblado hayan sido buscados deliberadamente por el hechor, lo
que no se verific en este caso, pues su representado viva en el lugar, y respecto de la segunda,
porque no existira coincidencia entre los bienes jurdicos protegidos, pues sus condenas anteriores
dicen relacin slo con la propiedad. El Tribunal estim suficientes las pruebas presentadas y tuvo
por acreditadas tanto la ocurrencia del ilcito como la participacin del acusado, rechazando las alegaciones de la Defensa. En cuanto a las agravantes invocadas, estim que no concurra la del artculo 12 N 16 del Cdigo Penal, por cuanto son delitos de la misma especie aquellos que afectan a los
mismos bienes jurdicos, lo que no ocurri en este caso, pues el delito juzgado vulnera la propiedad,
la seguridad personal y la libertad sexual, no concurriendo la correspondencia de afectacin. En
cuanto a la agravante del artculo 12 N 12, estim que efectivamente el delito se ejecut en un sitio
falto de vigilancia policial, oscuro, solitario y apartado, circunstancias buscadas por el autor, quien
condujera a las vctimas hacia un lugar con dichas caractersticas con el objeto de violar reiteradamente a la mujer. Sin embargo, el Tribunal estim que estos hechos correspondan a la agravante del
artculo 456 bis N1 del Cdigo Penal, porque el delito de robo con violacin es un delito contra la
propiedad, donde el propsito es cometer un robo, pero con motivo u ocasin de ste se comete otro
delito distinto, hechos a los que, por la mayor peligrosidad demostrada, el legislador prefiri determinar directamente una penalidad propia, en vez de aplicar las normas generales.
Texto completo:
Iquique, veintids de abril de dos mil cinco.
VISTOS LOS ANTECEDENTES DEL JUICIO
ORAL:
PRIMERO: Que el dieciocho de abril en curso, ante la sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal
de Iquique, integrada por el juez presidente, don
Eduardo Camus Mesa y las Jueces Sras. Mara Raquel Ross Maldonado y Juana Rosa Ros Meza, se
llev a efecto la audiencia de juicio oral de la causa
rol interno N 48-2005, seguida en contra de JUAN
CARLOS CARRASCO ACEVEDO, chileno, natural
de Iquique, nacido el 19 de agosto de 1982, 22 aos
de edad, soltero, jornalero, cdula nacional de iden-
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fuego, intimid a una pareja de jvenes que se encontraban en el interior de un vehculo estacionado,
exigindoles especies de valor y que les abriera la
puerta del mvil, lo que las vctimas hicieron atemorizadas por la violencia y corpulencia del sujeto,
entregndole dinero, una gargantilla y un anillo de
oro, y a continuacin, el referido amarr al varn de
las muecas y tobillos con el cinturn y cordones de
ste, dejndolo inmovilizado en el asiento posterior
del vehculo, para luego conducir el mvil hasta un
lugar ubicado a unos doscientos metros del monolito del Marinero Desconocido, lugar en que bajo
amenaza de agresin con arma blanca y bofetadas,
procedi a penetrar vaginal, anal y oralmente a la
vctima de sexo femenino, para luego conducir el
vehculo con los afectados por distintas arterias de
la ciudad, y antes de bajar del mvil sustrajo, adems, unos discos compactos, unos lentes y un telfono celular, dndose a la fuga luego de dejar a los
afectados en un lugar prximo a su propio domicilio, los que concurrieron por sus propios medios
hasta el hospital.
A juicio de la fiscala los hechos referidos
constituyen un delito de robo con violacin en grado de consumado sancionado en el numeral 1 del
artculo 433 del Cdigo Penal, ilcito en que el acusado actu como autor directo en los trminos de
su artculo 15 N 1, no concurriendo su respecto,
segn expone, minorantes de responsabilidad, y
afectndole las agravantes 12 y 16 del artculo 12
del mismo cdigo, por lo que solicita aplicarle una
pena de 20 aos de presidio mayor en su grado
mximo, con las accesorias de inhabilitacin absoluta perpetua para cargos y oficios pblicos y derechos polticos por el tiempo de la vida del acusado,
y la de sujecin a la vigilancia de la autoridad por el
mximum que establece el artculo 27 del cuerpo
legal citado, y condenarlo al pago de las costas.
TERCERO: Que en su alegato de apertura,
el fiscal ratific los trminos de su acusacin. En la
misma oportunidad, la defensa expuso que el Ministerio Pblico no podr superar el estndar probatorio para acreditar la participacin de su representado, sin perjuicio de efectuar, oportunamente,
las alegaciones que correspondan respecto de circunstancias modificatorias de responsabilidad criminal.
CUARTO: Que advertido sobre su derecho
a guardar silencio, el acusado se acogi a l.
pasaba, ella se fij bien en ciertos detalles para recordarlos, como un tatuaje en la pierna, una verruga en la espalda, una cicatriz. Agreg, que para que
el sujeto no siguiera, le dijo que quera orinar, momento en que la tir al asiento del copiloto, se baj
l, se sac el preservativo, orin y la dej bajar, luego el hombre se puso de nuevo el preservativo y le
dijo, ahora mirando hacia el mar, a lo que ella se
neg, porque cuando nia haba tenido un accidente, pero su agresor le dijo que no le estaba pidiendo
un favor y la puso mirando al mar, empezando a
penetrarla por el ano, y por el gran dolor que experimentaba, empez a morder el volante, y para que
parara, nuevamente le dijo que necesitaba orinar.
Seal, que el sujeto baj del mvil sacndose el
preservativo que bot, y luego la dej bajar, y al retornar, el hombre se puso sobre ella en el asiento
del copiloto, y la empez a besar, lo que le provoc
gran asco y nuseas, porque el sujeto estaba sucio
y hediondo, y como ste se dio cuenta, le dijo, chpamelo un rato, tirndola y golpendola, empezando a moverse, ante lo cual le dijo que la dejara bajar a orinar, sealando su agresor que era meona.
Afirm, que a continuacin el individuo volvi a penetrarla por la vagina, esta vez sin preservativo, sintiendo que se desvaneca porque estaba muy agotada, percibiendo que el hombre la penetraba nuevamente por el ano, y como ella no reaccionaba, no
se quejaba, el hombre se empez a cansar, le peg
unos manazos exigindole sexo oral de nuevo, pero
como ya no tena fuerzas, la corri al asiento del
copiloto, momento en que pens que la matara junto a su compaero, pero sali de all manejando el
vehculo dirigindose a la ciudad, buscando en el
trayecto otras especies para sustraer encontrando
$200, unos discos compactos, su telfono celular y
cigarrillos, y despus empez a limpiar la palanca
de frenos y el comando con una polera de ella, y al
llegar cerca del cuartel policial de Pedro Prado, los
abandon, dejando tiradas las llaves, ante lo cual
ella desat a Rodrigo, quien sali a recogerlas y se
fue conduciendo hasta la comisara donde un carabinero llam al hospital, lugar donde fue atendida
por un mdico, a quien relat lo sucedido y dio la
descripcin del sujeto, llegando el fiscal, ante quien
hicieron la denuncia y efectuaron el reconocimiento
del lugar donde haban ocurrido los hechos.
Aclar, a requerimiento del fiscal, que los
hechos expuestos sucedieron entre la una y tres y
media de la madrugada, aproximadamente, pues lle-
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FALLOS
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Requerido por el tribunal, dijo que al momento de los hechos, llevaba dos aos pololeando con
K., con quien mantena relaciones sexuales desde
haca un tiempo.
3.- La declaracin del Dr. Venancio Yubini
Valeria, quien expuso que en la madrugada del 20
de julio de 2004, cuando efectuaba turno en la maternidad del hospital local, atendi a una joven acompaada de su pareja que dijo haber sido asaltada y
violada vaginal, anal y oralmente por un individuo
en el Marinero Desconocido, persona a la que practic exmenes fsicos ginecolgicos, tomndole
muestra de secreciones vaginal y anal, entregndole sta tambin un vello pubiano de su agresor. Agreg, que la examinada presentaba erosiones y congestin en la vagina y el ano, recientes, de menos
de un da, lo que indicaba penetracin en tales zonas, no recordando si tena otras lesiones. Agreg,
que la referida le relat que entre la una y dos de la
madrugada, mientras estaba en el Marinero Desconocido, un sujeto la haba asaltado usando un arma,
al parecer un cuchillo, no est seguro, y la haba
penetrado por las tres vas. Seal que la joven estaba tranquila, serena, y a pesar que el examen era
doloroso, lo soport bien, pero se vea afectada por
lo sucedido.
Contrainterrogado por la defensa, en cuanto al pronstico de las lesiones, seal que las erosiones y congestin independientemente consideradas eran leves, pero en el aspecto sicolgico no
sanaran tan rpidamente.
Aclar al tribunal que el himen de la mujer
estaba roto y su esfnter con inflamacin, aumentado de volumen y enrojecido.
Interrogado por el fiscal, dijo que la penetracin sexual no se puede graduar como leve, menos
grave o grave.
4.- El testimonio del carabinero Angelo Reuque Becerra, quien expres que cerca de las 3:40
horas del 20 de julio de 2004, mientras efectuaba el
tercer turno en la poblacin a cargo de un vehculo
policial, debi acudir al inmueble de Cerro Dragn
2901 por una denuncia de violencia intrafamiliar,
morada a la que ingresaron por Tadeo Haencke, al
no atenderlos nadie por la primera va, abriendo una
seora que los hizo pasar, diciendo que lo nico que
necesitaba era que sacaran a su hijo de la casa, a
lo que el individuo que estaba all cocinando seal
61
claves de su agresor como los ojos celestes, tez clara, estatura de 1,85 metros, aproximadamente, tatuajes y lunares de los que se haba percatado al
verlo desnudo, realizando un croquis de las especies que el hombre sustrajo: un anillo con perla, una
cadena con un crucifijo, dos pares de lentes, dos
monedas de $100, un telfono mvil con un sticker
en su parte posterior y varios discos compactos.
Expres, que mientras cumplan su cometido, tomaron conocimiento que durante la madrugada, funcionarios de Carabineros haban atendido un
procedimiento por violencia intrafamiliar, donde un
hijo haba llegado pateando la puerta y golpeando a
su madre, sujeto que reuna las mismas caractersticas fsicas del descrito por las vctimas del robo
con violacin, por lo que tomaron sus datos y se dirigieron al domicilio de Cerro Dragn 2901, donde
lo hallaron, en cuyos bolsillos guardaba la cadena
con el crucifijo y $200, viendo que tambin estaban
all el telfono celular, un par de bototos, varias cajas de discos compactos, el cuchillo, que estaba en
la cocina, y una camisa oscura en el bao, lo que
fijaron fotogrfica y planimtricamente.
Seal a la defensa, que el lugar referido era
el domicilio de los padres del sujeto, porque la propia madre lo indic, expresando que su hijo viva en
un ruco cerca del Marinero Desconocido, y que ocasionalmente se quedaba con ella.
Al exhibirse a la testigo la evidencia material signada 4, 5, 6 y 8 seal que corresponden a
las que la afectada haba dibujado como especies
sustradas, y las evidencias 9 y 10, cuya cadena de
custodia reconoce, corresponden a cordones y cinturn que entreg el afectado Rodrigo Miranda, aclarando a la defensa que tales objetos no fueron levantados, sino que entregados voluntariamente por
la vctima, lo que as se consign en el informe policial.
Reconoci al imputado como la persona detenida en el domicilio de Cerro Dragn, con las especies sustradas a las vctimas.
6.- Los dichos de Rodrigo Castillo Melo,
quien en lo sustancial concuerda con el relato de su
compaera, sealando que en el hospital local tomaron contacto con los primeros y el mdico de turno, quien describi las lesiones que ambos presentaban, indicando que las de la mujer eran compatibles con violacin anal y vaginal, y las del varn,
compatibles con atadura de muecas.
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Dijo, que los afectados refirieron que durante la madrugada, cuando estaban en el Marinero
Desconocido con la intencin de mantener relaciones sexuales, lleg con gran violencia un sujeto,
quien ingres al vehculo, at de pies y manos al
conductor con sus propios cordones y correa, lo pas
hacia atrs y luego procedi a violar a la joven.
Agreg, que en el hospital revisaron la camioneta del joven afectado con el objeto de obtener
evidencias, llamando a los peritos del laboratorio de
criminalstica, recogiendo un pedazo de papel higinico, unos trozos de pelos, una caja de preservativos, realizando pericias de huellas, y a continuacin,
se dirigieron con los denunciantes al lugar de los
hechos, procediendo a la fijacin fotogrfica y planimtrica de los sectores del primer y segundo estacionamiento, encontrando en este ltimo, lugar
donde la vctima habra sido violada, un condn usado para tal objeto. Dijo, que en el mismo lugar los
expertos periciaron las huellas de calzados presentes en el terreno.
Expuso, que posteriormente, obtuvieron antecedentes sobre un posible imputado, al que detuvieron en el inmueble de Cerro Dragn 2691, individuo que descansaba sobre un silln, encontrando
sobre los otros sillones dos pares de lentes, uno de
sol marca Dockers y otro ptico, y unos discos compactos, hallando tambin unos zapatos marca Worker, un telfono celular, un cuchillo, cuya ubicacin
seal el propio imputado, y una camisa, especies,
arma y ropa que coincidan con las descritas por las
vctimas.
El testigo reconoci las evidencias materiales signadas 14, 16, 19 y 20 sealando que las tres
primeras corresponden a objetos encontrados dentro del vehculo, esto es, un pelo recogido desde la
palanca de freno, un envase de preservativo, un trozo de papel higinico, y la 20, el preservativo hallado en el sector donde la vctima haba sido violada.
Tambin reconoci las evidencias 2, 3, 7, 12, 13 y
17, correspondientes a un par de bototos marca
Worker, un cuchillo, una camisa oscura, un par de
lentes pticos, un par de lentes marca Dockers y 11
discos compactos, aseverando que correspondan
a las recogidas desde el domicilio donde se encontraba el imputado, al que tambin reconoci en la
audiencia.
Aclar a la defensa que la nica evidencia
que recogi personalmente fue el envase de pre-
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FALLOS
FALLOS
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Aclar a la fiscal, que para efectuar la extraccin de ADN en el preservativo, se hizo primero
una observacin microscpica para establecer la
presencia de espermios, la que result negativa, y
despus se hizo un barrido pasando una trula humedecida con suero por dentro, y otra por fuera del
profilctico.
Reconoci el preservativo acompaado
como evidencia N 20, expresando que es el mismo
periciado por ella, pues la cadena de custodia tiene
el rtulo con su firma, y adems, porque est roto
en la punta.
5.- Don Alberto Kriss Faras, perito qumico,
quien seal que a travs del informe N 25 de 15
de diciembre de 2004, dio respuesta a lo solicitado
por la fiscala de Iquique en orden a someter a examen comparativo de ADN las muestras de flujo anal,
vaginal y un pelo para establecer si exista correlacin de identidad entre los espermios presentes en
ellas y en su caso, en qu porcentaje, con el perfil
gentico de Juan Carrasco Acevedo. Agreg, que
se comprob que las muestras de flujo anal y vaginal contenan espermios humanos, y por lo tanto,
semen, resultando: 1) Que no se obtuvo perfil gentico de ADN de la muestra de flujo vaginal, lo que
pudo deberse a la escasa cantidad de espermios
presentes en ella, o a otros factores; 2) Que en la
muestra de flujo anal s se obtuvo perfil gentico de
ADN que al compararlo con el perfil gentico del
imputado se obtuvo correlacin positiva, establecindose que los espermios provenan de l con un porcentaje de probabilidades de 99,999999, es decir,
superior a uno en diez billones de personas; y 3)
Que el perfil gentico del pelo periciado corresponda a la vctima.
Indic al fiscal que levant muestras de pelos, un trozo de papel higinico y un preservativo
del lugar del hecho, y en el laboratorio local tom
muestras para ADN a la vctima, al imputado y al
testigo, muestras que fueron analizadas en el laboratorio de Santiago, porque en esos momentos no
se haba instalado el instrumental del laboratorio
local, pero que el anlisis de la muestra rectal la
efectu ac, por lo que dos laboratorios trabajaron
de manera independiente.
Reconoci al imputado como una de las personas a las que tom muestras para remitir a Santiago, y tambin reconoci las evidencias signadas
14, 19 y 20, como las recogidas por l, y sus respectivas cadenas de custodia.
6.- La declaracin del perito Norberto Gonzlez Muoz, quien dijo que realiz el informe pericial 26-M, recibiendo un par de zapatos marca Worker para ser comparados con muestras obtenidas
en el sitio del suceso, sector del Marinero Desconocido, comparando las plantas del calzado y huellas
levantadas en el sitio del suceso el 20 de julio de
2004, estableciendo que las huellas plantares signadas 2, 4, 5 y 9 concordaban con las plantas de
los tres moldes levantados.
SPTIMO: Que el fiscal present tambin la
prueba material incorporada a travs de la exhibicin a los testigos y peritos en la audiencia, sus respectivos reconocimientos y cadenas de custodia,
esto es, las especies sustradas y encontradas en
el domicilio del hechor; el arma blanca empleada,
calzado y prendas de vestir que aqul usaba cuando cometi el delito, un par de cordones del afectado Miranda, un pelo encontrado debajo de la palanca de freno del vehculo, un envase de preservativo, un trozo de papel higinico y un preservativo.
OCTAVO: Que tambin se acompa por el
acusador la siguiente prueba documental, incorporada a travs de su lectura resumida:
a.- Ordinario 1378 de la Direccin del Hospital Ernesto Torres Galdames que remiti los informes mdico de lesionado de urgencia, informe mdico legal de la Ley de Delitos Sexuales 19.617, y
acta de realizacin del peritaje ordenado por la ley
referida, todos relativos a K.C.D., de 19 aos de
edad, atendida en la unidad de Emergencia en la
madrugada del 20 de julio de 2004.
b.- El extracto de filiacin y antecedentes del
acusado, que registra una condena en la causa RUC
300.058.128-2, RIT 1502-2003 del Juzgado de Garanta de Iquique de 11 de agosto de 2003, que lo
sentenci a una multa de 4 unidades tributarias
mensuales como autor de un delito de robo en lugar
no habitado en grado de frustrado, pena cumplida
el 25 de octubre de 2003, segn el ordinario 4.120
del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Iquique, y una condena en la causa RUC 400.039.4462 del mismo tribunal, que con fecha 2 de febrero de
2004, le aplic una multa de 6 unidades tributarias
mensuales.
c.- Copia autorizada de la sentencia dictada
en la causa RIT 1502, ya referida.
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DCIMOQUINTO: Que, por su parte la defensa, sin alegar absolucin hizo presente que la
investigacin y la prueba rendida presentan graves
falencias, pues el afectado Rodrigo Miranda no fue
capaz de reconocer como medio probatorio la correa de su pantaln; por otra parte la entrega de la
evidencia por la polica tambin muestra falencias;
adems, se ha ingresado como documental de
acuerdo al artculo 301 del Cdigo Procesal Penal
una prueba que tiene carcter pericial; en la declaracin extrajudicial, trada a colacin con el testimonio de un funcionario policial, el acusado no fue
asistido por un abogado, ni hay constancia de habrsele intimado la orden de aprehensin.
Solicit el rechazo de la agravante 12 del
artculo 12 del Cdigo Penal, porque la norma exige que la nocturnidad o despoblado hayan sido buscados deliberadamente por el hechor, lo que no se
verific en este caso, pues su representado viva en
el lugar en que cometi el delito, como testimoniaron los policas Reuque y Bustos, y porque el propio
afectado Rodrigo Miranda seal que con su pareja
buscaron voluntariamente un lugar apartado para
tener relaciones sexuales.
Sostuvo, que tampoco afecta a su representado la agravante de reincidencia en delito de la
misma especie, porque actualmente se discurre eliminar tal modificatoria por fundarse en un Derecho
Penal de autor, al violar el principio non bis in dem,
pues la agravante sanciona doblemente un hecho
ya castigado, y principalmente, porque no existe
coincidencia entre los bienes protegidos por las normas violadas, pues tratndose en la especie de un
delito complejo, a criterio de la doctrina, debe prevalecer el bien jurdico de mayor entidad, en este
caso la seguridad de las personas.
Solicit al tribunal tener presente al momento de determinar la cuanta de la pena, lo declarado
por el Dr.Yubini quien seal que las lesiones constatadas en la vctima eran leves, y adems, las especies sustradas fueron recuperadas por los afectados, y adems, porque la extensin del mal ya est
considerada en la pena asignada al delito.
DCIMOSEXTO: Que, en cuanto a las alegaciones relativas a las falencias de ciertos medios
de prueba, el tribunal se remite a lo expuesto y concluido respecto de cada uno de ellos al efectuar su
ponderacin.
DCIMOSEPTIMO: Que, a criterio del tribunal concurre en la especie la agravante especial del
artculo 456 bis N1 del Cdigo Penal, porque de la
prueba ponderada en los motivos anteriores emana
que el hechor ejecut el delito en sitio falto de vigilancia policial, obscuro, solitario y apartado, circunstancias buscadas para favorecer la impunidad, no
siendo atendible la alegacin de la defensa en cuanto a que aqul no despleg una conducta deliberada en tal sentido, porque, como se acredit, luego
de amenazar a sus vctimas y maniatar al varn lanzndolo al siento posterior de la cabina del vehculo, Carrasco Acevedo subi al mvil y lo condujo
hacia un lugar ms alejado y apartado del elegido
por los afectados para estacionarse, con el objeto
de violar reiteradamente a K.C.
Se ha estimado concurrente la agravante
sealada y no la general invocada por el acusador,
porque el tribunal, sumndose al criterio jurisprudencial, estima que el delito establecido en este juicio es de carcter complejo, pero estimado por el
legislador como un delito contra la propiedad, donde el propsito del agente es cometer un robo, pero
con motivo u ocasin de ste se hace culpable de
otro delito distinto, y por la mayor peligrosidad demostrada, la ley prefiere determinar directamente
una penalidad propia, en vez de aplicar las normas
del concurso de delitos (citada por don Alfredo Etcheberry en El Derecho Penal en la Jurisprudencia, Tomo II, pg. 515). Por lo anterior, ante la acreditacin fctica de sus supuestos, debe aplicarse la
agravante especial prevista por la ley.
Se desechar en cambio la agravante de
reincidencia especfica alegada, porque la norma del
artculo 12 N 16 del Cdigo Penal exige un castigo
anterior por un delito de la misma especie, elemento este ltimo que debe ser integrado por el juzgador, dado que la ley no lo ha definido para estos
efectos, pues la definicin contenida en la norma
del inciso 4 del artculo 351 del Cdigo de Procesal Penal, como expresamente seala, slo se aplica para determinar la forma de imposicin de las
penas en la reiteracin delictuosa. Dando cumplimiento a tal integracin, el tribunal estima como
delitos de la misma especie, aquellos que afectan a
los mismos bienes jurdicos, lo que no ocurre en este
caso, pues en la causa RIT1502-2003 del Juzgado
de Garanta de esta ciudad el acusado fue condenado como autor de un delito de robo en lugar no
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CORTES APELACIONES
Seala que al invocar la causal de nulidad del artculo 373 letra b) del Cdigo Procesal Penal se
debe sealar la norma errneamente aplicada.
Resumen:
La Defensa interpuso un recurso de nulidad en contra de la sentencia del Tribunal de Juicio Oral en
lo Penal que conden a su representado a una pena mayor que la solicitada por el Ministerio Pblico,
aduciendo que ste no haba fundamentado tal decisin, incurriendo de esta manera en una errnea
aplicacin del derecho. La Corte rechaz el recurso, sealando que resulta indispensable, ante la
invocacin de la causal del artculo 373 letra b) del Cdigo Procesal Penal, la indicacin de la norma
que ha sido errneamente aplicada. Agreg, asimismo, que sin perjuicio de ello, la facultad prevista
en el artculo 68 inciso primero del Cdigo Penal no es impugnable por la va del recurso de nulidad,
porque la determinacin de la pena es una facultad privativa del Tribunal.
Texto completo:
Puerto Montt, primero de febrero de dos mil
cinco.VISTOS:
En antecedentes RUC 0400221247-7 RIT
N34-2004 del Tribunal del Juicio Oral en lo Penal
de Puerto Montt, el abogado de la Defensora Penal
Pblica Rafael Gallardo Durn, dedujo recurso de
nulidad contra la sentencia de fecha 30 de diciembre de 2004 que conden a Carlos Alberto Casanova Casanova a la pena de ocho aos de presidio
mayor en su grado mnimo, como autor del delito de
robo con intimidacin en la persona de Alexis Andrade Ojeda y en la propiedad de Juan Andrade
Barra, ms las accesorias correspondientes. Solicita se anule la sentencia por la causal contemplada en el artculo 373 letra b) del Cdigo Procesal
Penal, toda vez que en la dictacin de la sentencia
se hizo una errnea aplicacin del derecho, lo que
influy sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
Fundamenta su recurso en el hecho de que se aplic al sentenciado la pena de ocho aos de presidio
mayor en su grado mnimo y no la de cinco aos y
un da solicitada por el Ministerio Pblico, sin expresar la sentencia los motivos de tal aumento.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que conforme a lo sealado en
la parte expositiva el recurso interpuesto persigue
anular la sentencia all referida, por estimar la defensa de Carlos Alberto Casanova Casanova que el
Tribunal hizo una errnea aplicacin del derecho,
que influy sustancialmente en lo dispositivo del fallo, al aplicar al imputado la pena privativa de libertad de ocho aos de presidio mayor en su grado
mnimo, en su calidad de autor del delito de robo
con intimidacin, sin expresar el fallo el por qu del
aumento por sobre los cinco aos y un da solicitado por el Ministerio Pblico.
SEGUNDO: Que respecto de la causal de
nulidad invocada, en ninguna parte del recurso se
seala la norma de derecho que ha sido errneamente aplicada por los sentenciadores de mayora
del Tribunal Oral en lo Penal de Puerto Montt. Por
el contrario, es la propia defensa la que indica en
su libelo que la pena de ocho aos que se aplic al
encartado Casanova Casanova corresponde a la que
tcnicamente es posible determinar por los jueces.
TERCERO: Que efectivamente, conforme a
lo preceptuado en el artculo 68 del Cdigo Penal,
aplicable en la especie por no concurrir circunstancias atenuantes sin agravantes que beneficien o
71
SEXTO: Que por todo lo razonado precedentemente, estima esta Corte que en la especie no ha
existido una errnea aplicacin del derecho que
haya influido sustancialmente en lo dispositivo del
fallo, al sancionar el Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal de Puerto Montt a Carlos Alberto Casanova
Casanova con la pena privativa de libertad de ocho
aos de presidio mayor en su grado mnimo como
autor de un delito de robo con intimidacin.
Por estas consideraciones y atendido lo dispuesto en los artculos 352, 361, 372, 373 b), 384, y
349 del Cdigo Procesal Penal, se RECHAZA, el
recurso de nulidad interpuesto por la defensa de
Carlos Alberto Casanova Casanova, en contra de la
sentencia de fecha treinta de diciembre de 2004,
dictada por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de
Puerto Montt, en la causa RIT N34-2004.
Regstrese y dse a conocer a las partes intervinientes que asistan a la audiencia fijada al efecto. Hecho, devulvase.
Redaccin del Abogado Integrante don Pedro Campos Latorre.
Pronunciada por las Ministras Titulares Sras:
Teresa Mora Torres, Sylvia Aguayo Vicencio y Abogado Integrante don Pedro Campos Latorre.
Rol N15-2005 R.P.P.
FALLOS
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Declara que al aplicarse el artculo 395 del Cdigo Procesal Penal, el Juez de Garanta no puede
hacer un anlisis ms all de verificar la presencia de un delito, debiendo dictar sentencia
inmediatamente.
Resumen:
La Fiscala acus al imputado en procedimiento simplificado como autor de los delitos de amenazas
y hurto, admitiendo el acusado su responsabilidad, por lo que se procedi de acuerdo al artculo 395
del Cdigo Procesal Penal. Pese a lo anterior, el Juez de Garanta dict sentencia absolutoria sosteniendo que la participacin del acusado no haba sido demostrada suficientemente. El Ministerio
Pblico interpuso un recurso de nulidad fundado en la causal del artculo 373 letra b). La Corte
acogi el recurso, haciendo suyos los argumentos de la Fiscala, en el sentido que el anlisis judicial
se encuentra limitado dadas las caractersticas de la audiencia, que no es un juicio, y en que admitida por el acusado su responsabilidad en los hechos slo cabe al Juez dictar sentencia imponindole
o una pena de multa o una de prisin, segn el caso. Agreg que el citado artculo limita al Juez a
examinar el contenido del requerimiento (individualizacin del imputado; el hecho que se le atribuye;
tiempo y lugar de comisin y dems circunstancias relevantes; la disposicin legal infringida; los
antecedentes o elementos que fundamentan la imputacin para luego resolver si el hecho es tpico o
atpico, y si la responsabilidad penal del imputado se encuentra extinguida). Al haberse avocado ste
a ponderar si se encontraba o no acreditada la participacin del imputado, excedi sus facultades
dictando una sentencia en una errnea aplicacin del derecho.
Texto completo:
Valdivia, cuatro de marzo de dos mil cinco.
VISTOS:
Con fecha diecisis de febrero del ao dos
mil cinco se realiz la audiencia ante este tribunal
para conocer del recurso de nulidad interpuesto por
don Alejandro Ros Carrasco, Fiscal Adjunto de
Osorno, en contra de la sentencia definitiva de fecha dieciocho de enero del presente ao, pronunciada por don Juan Carlos Silva Opazo, Juez titular
del Juzgado de Garanta de Osorno que absolvi a
Boris Alejandro Segura Segura de los cargos formulados en su contra como autor de los delitos de
amenazas y hurto, en grado de consumados, cometidos el da 13 de abril de 2004.
Y TENIENDO PRESENTE:
PRIMERO: Que don Alejandro Ros Carrasco, Fiscal Adjunto del Ministerio Pblico de Osorno
dedujo recurso de nulidad en contra de la sentencia
definitiva dictada por el seor Juan Carlos Silva
Opazo, Juez titular del Juzgado de Garanta de Osor-
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QUINTO: Que al no decidirlo as el Juez recurrido se infringi la norma del artculo 395 del
Cdigo Procesal Penal, por lo que en la especie se
ha incurrido en la causal de nulidad prevista en el
artculo 373 letra b) del Cdigo antes mencionado,
al haber hecho una errnea aplicacin del derecho,
que ha influido sustancialmente en lo dispositivo del
fallo.
SEXTO: Que en atencin a que se ha acogido la causal de nulidad antes sealada no se emite
pronunciamiento respecto de la causal de nulidad
establecida en el artculo 374 letra e) que se interpuso en forma subsidiaria de la anterior.
Y vistos, adems, lo dispuesto en los artculos 373 letra b) y 395 del Cdigo Procesal Penal se
ACOGE el recurso de nulidad deducido en lo principal del escrito de fojas 10 y siguientes de esta carpeta por don Alejandro Ros Carrasco, Fiscal Adjunto del Ministerio Pblico de Osorno en contra de la
sentencia definitiva de fecha dieciocho de enero del
ao dos mil cinco, que se incorpor a fojas 3 y siguientes de esta carpeta que absolvi a Boris Alejandro Segura Segura de los cargos formulados en
el requerimiento de fecha diecisis de diciembre del
ao dos mil cuatro, como autor de los delitos de
amenazas y hurto, la que se anula como asimismo
la audiencia respectiva en la que se dict y se declara que el tribunal no inhabilitado que corresponda dispondr la realizacin de una nueva audiencia
en juicio simplificado, fijando da y hora al efecto
para llevarla a efecto.
Regstrese, devulvanse.
Redaccin del Ministro don Daro Ildemaro
Carretta Navea.
Rol N 31-2005.
Declara que la determinacin de los hechos es facultad privativa de los jueces del fondo, no
siendo revisable esta determinacin fctica por medio del recurso de nulidad.
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Resumen:
La Defensa interpuso un recurso de nulidad por la causal del artculo 373 letra b) del Cdigo Procesal
Penal, argumentando que los jueces valoraron como prueba la declaracin del imputado para dar por
acreditados el delito y la participacin, y sin embargo no acogieron la atenuante del artculo 11 N 9
del Cdigo Penal. La Corte rechaz el recurso sealando que, tal como lo ha manifestado la Corte
Suprema, a las Cortes, al conocer de recursos de nulidad, les est vedado alterar los hechos fijados
por los Tribunales Orales. Ello, porque de no ser as, jueces que no han tenido acceso personal y
directo a las pruebas producidas durante el juicio oral, estaran modificando hechos de los que slo
toman un conocimiento mediato, arruinando uno de los pilares fundamentales de la reforma procesal
penal. Al respecto recalc que la decisin de acoger o no la minorante de colaborar sustancialmente
al esclarecimiento de los hechos es una cuestin de hecho que debe ser establecida por el tribunal
que conoce de los antecedentes, siendo esta tarea una facultad privativa de ste, por lo que de
manera alguna se puede infringir la norma establecida en el artculo 373 letra b) del Cdigo Procesal
Penal.
Texto completo:
Puerto Montt, diez de marzo de dos mil cinco.
VISTOS:
En estos antecedentes remitidos por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Puerto Montt,
RUC 0400227735-8 y RIT 39-2004, don Alejandro
Gastn Ibez Contreras, en defensa del condenado Sergio Fernando Velsquez Villarroel, deduce
recurso de nulidad en contra de la sentencia de veinticinco de enero del ao en curso, dictada por los
Jueces del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal antes
aludido, doa Neyda Santelices Moreno, don Francisco Javier del Campo Toledo y doa Claudia Olea
Tapia y en virtud de la cual se conden a su defendido a la pena de cinco aos y un da de presidio
mayor en su grado mnimo, a las penas accesorias
de inhabilitacin absoluta perpetua para cargos y
oficios pblicos y derechos polticos y la de inhabilitacin absoluta para profesiones titulares mientras
dure la condena, y al pago de las costas de la causa, en calidad de autor del delito de robo con intimidacin, en grado de frustrado, en perjuicio de Hctor Otey lvarez, perpetrado en Puerto Montt el 25
de junio de 2004; no se le concede beneficio alguno
de los que establece la Ley 18.216, atendida la ex-
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mas de la experiencia y los conocimientos cientficamente afianzados. Asimismo, el artculo 340 inciso final del Cdigo Procesal Penal establece que
nadie puede ser condenado con el solo mrito de
su propia declaracin, de lo que sigue necesariamente, que la ley prev la posibilidad de otorgar
valor a la declaracin del acusado, con la limitacin
que por s misma, no puede sustentar una sentencia condenatoria. As, la declaracin del acusado
produce conviccin en el tribunal a la hora de establecer el hecho y la participacin que tuvo en el ilcito imputado, mas ella no es suficiente para establecer uno y otro elemento en la causa, requirindose, adems, adems como se desprende del citado inciso final del artculo 340 del Cdigo Procesal Penal, otros medios probatorios. Agrega la defensa, no obstante lo sealado, el tribunal oral, al
momento de resolver la concurrencia de las circunstancias atenuantes, olvida lo expresado en el considerando ya referido, cambiando diametralmente su
posicin frente a la declaracin del acusado Velsquez Villarroel, afirmando en la segunda parte del
considerando decimosptimo ...En esta contextualidad, la defensa del acusado Velsquez Villarroel,
pretende advertir en las declaraciones que prestara
ste en la audiencia de juicio, una colaboracin sustancial a la accin de la justicia, mas ello no resulta
posible, toda vez, que cada uno de los elementos
probatorios que han provocado la conviccin probatoria del tribunal, respecto de su persona, fueron
aportados en su totalidad por el Ministerio Pblico y
recogidos en la etapa de la investigacin. Seala,
que a la luz de estas consideraciones, podemos
evidenciar una contradiccin al momento de valorar
la concurrencia de la atenuante de colaboracin
sustancial, toda vez que es el mismo tribunal oral
quien da valor probatorio a la declaracin del seor
Velsquez Villarroel, al sealar que la declaracin
del acusado produce conviccin en el tribunal a la
hora de establecer el hecho y la participacin que
tuvo en el ilcito imputado, mas ella no es suficiente
para establecer uno y otro elemento en la causa,
requirindose, adems, como se desprende del citado inciso final del artculo 340 del Cdigo Procesal Penal, otros medios probatorios. De lo anterior,
dice la defensa, podemos concluir, que los elementos aportados por el Ministerio Publico, slo constituyen indicios, que por s solos haran altamente dificultosa la acreditacin del delito y la participacin
del imputado, pero unido a la declaracin del impu-
SEGUNDO: Que, estos sentenciadores, frente a las caractersticas del presente recurso de nulidad, han estimado necesario y pertinente recordar
la ya reiterada jurisprudencia de la Excma. Corte
Suprema en el sentido de que a las Cortes de Apelaciones, conociendo el recurso de nulidad a que se
refieren el artculo 372 y siguientes del Cdigo Procesal Penal, les est vedado alterar los hechos que
fueron fijados en la sentencia del Tribunal Oral; si
as no fuera, seala tal opinin, resultara que jueces que no han tenido acceso personal y directo a
las pruebas producidas durante el juicio oral, estaran modificando hechos de los que slo toman un
conocimiento mediato; con ello se arruinara lo que
ha sido uno de los pilares fundamentales sobre los
cuales descansa la nueva reforma procesal penal,
cual es el principio de la inmediatez.
TERCERO: Que, en el presente caso los
hechos se establecieron en el fundamento duodcimo del fallo que se estudia, los que dan cuenta de
una situacin de flagrancia, igual cosa ocurre al dejar
establecida la participacin del imputado en la reflexin decimocuarta, ya que se puede advertir en
el fallo, el Tribunal del Juicio Oral no dej establecido como hecho de la causa el que el imputado haya
colaborado substancialmente al esclarecimiento de
los hechos, por el contrario en su considerando decimosptimo establece que cada uno de los elementos probatorios que han provocado su conviccin de
condena respecto del imputado fueron apuntados
por el Ministerio Pblico y recogidos en la etapa de
investigacin.
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Acoge recurso de nulidad por errnea aplicacin del derecho interpuesto por el Ministerio Pblico en contra del fallo que absolvi al imputado del delito de desacato reiterado fundado en
una supuesta falta de requisitos para su configuracin.
Resumen:
La Fiscala acus al imputado por el delito establecido en el artculo 240 del Cdigo de Procedimiento Civil. El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, en voto dividido, absolvi al imputado estimando que si
bien los hechos haban sido acreditados, stos no configuraban el delito de desacato. Ello, porque
este delito exigira que las resoluciones judiciales se encuentren cumplidas al momento de ser desobedecidas, y stas se encontraran cumplidas cuando el Juez de la causa civil adoptare las medidas
tendientes a hacer cumplir lo ordenado ante un desobedecimiento, siendo recin entonces cuando
se lograra el cumplimiento real y efectivo del mandato judicial, pasando el desobedecimiento a ser el
quebrantamiento exigido por el desacato. La Corte acogi el recurso sealando que la ley 19.325
contempla obligaciones de hacer y de no hacer. Tratndose de una infraccin a una obligacin de
hacer, es posible aplicar el inciso primero del artculo 240 del Cdigo de Procedimiento Civil, o el
artculo 238 del mismo cdigo, o el artculo 6 de la ley 19.325. Sin embargo, en las obligaciones de
no hacer, en que se debe atender a la abstencin de ejecutar lo prohibido durante el tiempo establecido por el tribunal, resultan innecesarias medidas tendientes a dejar sin efecto lo hecho en contravencin a lo ordenado, pues no existir la obligacin, resultando aplicable, entonces, el inciso 2 del
artculo 240 del Cdigo de Procedimiento Civil. Hechas las distinciones, el fallo de la Corte declar
que los jueces de la causa incurrieron en una errnea aplicacin del derecho en el pronunciamiento
de la sentencia al absolver al imputado, porque ste infringi una resolucin judicial que le impona
una prohibicin decretada por un juez civil, conforme lo autoriza la ley sobre procedimiento y sanciones relativos a los actos de violencia intrafamiliar, y este error, atendidos los hechos que se tuvieron
por probados en el juicio oral, influy sustancialmente en lo dispositivo del fallo, toda vez que la
sentencia debi ser condenatoria.
Texto completo:
Punta Arenas, uno de abril de dos mil cinco.
VISTO, ODO Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que con fecha treinta de marzo
de dos mil cinco, ante la Primera Sala del Tribunal
de Juicio Oral en lo Penal, de esta ciudad, constituida por los Jueces Seores, Luis Enrique lvarez
Valds, Presidente, Jovita Soto Maldonado y Beatriz Antonia Ortiz Aceituno, se llev a efecto la audiencia de juicio oral relativa a la causa RUC N
0300185907-1, Rol interno del Tribunal N 11-2005,
seguida en contra de MANUEL CANDELARIO GUERRERO BAHAMONDE, cdula de identidad N
5.872.873-K, gsfiter, casado, 56 aos, domiciliado
en calle Millaray N 579, Punta Arenas.
causa Rol N 1.887 de 2003, por violencia intrafamiliar del Tercer Juzgado de Letras de Magallanes
a travs de la cual se prohiba expresamente el ingreso y aproximacin en un radio de 200 metros al
sealado lugar. 2) el da 25 de noviembre de 2003,
alrededor de las 03:00 horas y en circunstancias que
doa Silvia Tureuna Gallardo se encontraba en el
interior de su domicilio ubicado en calle Millaray N
579 de esta ciudad, el acusado se dirigi nuevamente hasta dicho lugar e hizo ingreso al mismo contra
la voluntad de su ocupante, a pesar de existir una
medida de proteccin decretada a favor de sta en
la causa Rol N 1.887 de 2003, por violencia intrafamiliar del Tercer Juzgado de Letras de Magallanes y por la que se prohiba expresamente al acusado el ingreso y aproximacin en un radio de 200
metros al sealado lugar.
En ambos casos el acusado fue sorprendido
por personal de Carabineros de Chile quienes procedieron a su detencin. Hace presente el Ministerio Pblico que la medida de proteccin fue ordenada con fecha 19 de noviembre de 2003 y notificada
personalmente al acusado el da 20 de noviembre
del mismo ao en horas de la maana.
La Fiscala Local de Punta Arenas calific
estos hechos como constitutivos del delito de desacato reiterado, previsto y sancionado en el artculo
240 del Cdigo de Procedimiento Civil.
Manifiesta que en la especie no concurren
circunstancias atenuantes de responsabilidad penal.
Considerando la reiteracin solicita se aplique el
artculo 74 del Cdigo Penal, por resultar ms favorable al acusado, y en virtud de dicha norma sancionarlo con dos penas de quinientos cuarenta y un
das de presidio menor en su grado medio, ms penas accesorias, con costas.
TERCERO: En sus alegatos de apertura y
clausura el Ministerio Pblico seala que las resoluciones judiciales son la manifestacin externa del
derecho que se va creando a diario por los Tribunales de Justicia es la forma de concrecin de lo establecido en el artculo 73 de la Constitucin Poltica,
en cuanto a que existen rganos jurisdiccionales llamados a determinar un derecho concreto y adems
de hacerlas cumplir, y que de esta manera no se
transformen en meros actos formales que no tengan una concrecin en la vida real. Lo ms nefasto
que puede ocurrir es que la resoluciones judiciales
sean violentadas, desconocidas, por las personas a
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des para dictar las medidas conducentes a dicho cumplimiento, pudiendo al efecto imponer multas o arrestos determinados prudencialmente, pudiendo repetir
el apremio. De la forma y por los medios contemplados en el ordenamiento civil, es posible obtener que
una resolucin judicial quede en el estado de cumplida o ejecutada.
Antes que la resolucin judicial adquiera el
carcter de cumplida, toda conducta contraria a ella,
implica un desobedecimiento al mandato judicial,
pero en ningn caso configura el delito de desacato, ya que esta figura delictiva requiere como lo dice
el artculo 240 del Cdigo de Procedimiento Civil,
que una resolucin judicial se encuentre cumplida.
Segn el profesor Ren Jorquera Lpez, una vez
cumplida una resolucin, el Tribunal tiene facultad
para decretar las medidas tendientes a dejar sin
efecto todo lo que se haga en contravencin a lo
ejecutado, porque como es lgico, el Juez debe velar porque se mantenga la ejecucin de lo resuelto.
Ahora bien, la Ley N 19.325 establece normas sobre procedimiento y sanciones relativos a los
actos de violencia intrafamiliar, otorgando competencia a los jueces civiles para conocer de los conflictos que d origen la comisin de dichos actos.
En la letra h) del artculo 3 se otorga al juez civil
facultades para obtener el cumplimiento de las medidas precautorias que decrete, remitindose al artculo 238 del Cdigo de Procedimiento Civil, incluyendo la de decretar el auxilio de la fuerza pblica,
con las facultades de allanamiento y descerrajamiento, si fuere necesario. Es precisamente en esta etapa de cumplimiento, en la que el Juez ante el desobedecimiento del mandato judicial, deber adoptar las medidas tendientes a lograr la ejecucin o
cumplimiento.
No basta con el apercibimiento del artculo
240 del Cdigo de Procedimiento Civil decretado en
la primera resolucin judicial, cuyo texto fue incorporado en la audiencia, y ello porque el inciso primero de dicho artculo, hace referencia a una resolucin cumplida, esto es, si el Juez de la causa civil
hubiera adoptado las medidas tendientes a dicho
cumplimiento ante el desobedecimiento de la resolucin judicial por parte del destinatario de aquella.
Es en ese instante cuando se logra el cumplimiento
real y efectivo del mandato judicial, el desobedecimiento se transforma en quebrantamiento dando
lugar a la figura delictual de desacato.
Que adems deben tenerse en consideracin los documentos consistentes en dos resoluciones del tercer Juzgado Civil de esta ciudad. En ellas
aparece claro que la intervencin de la Polica de
carabineros, es para notificar al denunciado de violencia intrafamiliar de la medida decretada, para la
asistencia al comparendo fijado para el 19 de noviembre de 2003, y para realizar rondas preventivas a fin de impedir el ingreso del acusado al domicilio de su cnyuge.
Lo cierto es que en las dos oportunidades
que el acusado fue detenido por Carabineros, lo fue
por desobedecimiento a una orden judicial, sin que
se hubiera adoptado por la instancia civil las medidas tendientes a que la resolucin judicial quedar
ejecutada o cumplida.
OCTAVO: Que al no resultar acreditada la
comisin del ilcito materia de la acusacin, no corresponde referirse a la participacin de Manuel
Guerrero Bahamonde.
NOVENO: Que resulta de inters dejar establecido, que al poco tiempo de haberse decretado
las medidas precautorias a favor de la seora Tureuna (20 de noviembre de 2003), sta y su cnyuge
concurrieron al Tribunal que las haba decretado, a
fin de que quedara constancia que la denunciante
de violencia intrafamiliar acceda a darle una oportunidad al denunciado en dicha causa, reintegrndolo al hogar comn, lo que se materializ a partir
de enero de 2004 y que actualmente se encuentran
viviendo juntos. Y ello explica el hecho que no aparezca condena por actos de violencia intrafamiliar
en el extracto de Guerrero Bahamonde.
Por estas consideraciones y lo dispuesto
adems en los artculos 1, 2, 3 295, 296, 297, 339,
340, 343, 347, 468 del Cdigo Procesal Penal, artculo 238, 240 del Cdigo de Procedimiento Civil; 3
y 6 de la Ley N 19.325 sobre Violencia Intrafamiliar, SE DECLARA:
I QUE SE ABSUELVE a MANUEL CANDELARIO
GUERRERO BAHAMONDE, ya individualizado,
de la acusacin del Ministerio Pblico que lo sindicaba como autor del delito reiterado de desacato, cometido en esta ciudad los das 20 y 25
de noviembre de 2003.
II. Se condena en costas al Ministerio Pblico.
Comunquese en su oportunidad al Juzgado
de Garanta de Punta Arenas para que este proceda a su cumplimiento.
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Acordada con el voto en contra del magistrado seor lvarez Valds, quien fue de parecer
condenar al acusado GUERRERO BAHAMONDE
como autor de los delitos reiterados de desacato
previstos y sancionados en el inciso 2 del artculo
240 del Cdigo de Procedimiento Civil. Teniendo
para ello presente:
PRIMERO: Que en parecer de este autor de
minora se debe hacer un anlisis del precepto en
comento. Examen que primeramente se dirige a dilucidar tres elementos bsicos del delito de desacato: a).- cul es la accin que efectivamente se penaliza; b).- desde qu momento se debe entender
cometida esta accin ilcita denominada desacato;
y c).- cul es el bien jurdico protegido. Slo una
vez despejadas estas interrogantes es posible entrar al anlisis de la prueba recibida por el Tribunal
en la audiencia del juicio oral, y sopesar la misma a
fin de precisar si las acciones inequvocamente desplegadas por GUERRERO BAHAMONDE los das 20
y 25 de noviembre del ao 2003, son tpicamente
antijurdicas y culpables.
SEGUNDO: Que el artculo 240 inciso 2 del
Cdigo de Procedimiento Civil, fue ubicado por el
legislador en el Ttulo XIX: De la ejecucin de las
resoluciones judiciales y en su prrafo 1 se trata
de las resoluciones pronunciadas por tribunales
chilenos. En este sentido, se debe desde ya
desechar el argumento de la defensora penal pblica en el sentido que en conformidad a la naturaleza de la resolucin impugnada, el cmulo de acciones ejecutadas por el acusado, slo sera susceptible de una mera infraccin o desobediencia y
no de un desacato. En parecer del autor de minora
el Cdigo de Procedimiento Civil establece distintos tipos de resoluciones, a todas las cuales el imperio del derecho les otorga la cualidad de la obligatoriedad del cumplimiento de su contenido. Esta
es precisamente la diferencia entre las resoluciones adoptadas por entes que no poseen imperio y
aquellos que s lo poseen, como es el caso del Poder Judicial, cuyas resoluciones (todas ellas y no
excluyentemente las sentencias definitivas) tienen
la esencial caracterstica que pueden ser cumplidas,
incluso, por medio del auxilio de la fuerza pblica.
Adems, la Defensa, hace la distincin entre resoluciones que reconocen situaciones de carcter permanente y aquellas consagraran situaciones temporales, de acuerdo a este juez, ello no aparece de
la lectura de la Constitucin Poltica y de la ley. Sin
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perjuicio que, y sin entrar a ese anlisis, de acuerdo con la lgica, conceptuar como de efectos temporales, lo ordenado por el seor Juez del Tercer
Juzgado de Letras de esta ciudad en su resolucin
de 19 de noviembre del ao 2003, considerando el
plazo de vigencia de la misma, puede resultar intelectualmente un equvoco.
TERCERO. Que lo anterior nos lleva a cavilar cul es el sentido y alcance del imperio de la ley
y de los tribunales de justicia y su vinculacin al Estado de Derecho. En este sentido, el desacato es
una consagracin legal destinada precisamente al
afianzamiento del ordenamiento jurdico positivo y
de las resoluciones dictadas conforme a l, de manera que su cumplimiento efectivo no quede sujeto
a los arbitrios, o a los subjetivismos de cada individuo.
As se entiende, por ejemplo, el claro tenor
del artculo 231 del Cdigo de Procedimiento Civil,
cuando dice: La ejecucin de las resoluciones corresponde a los tribunales que las hayan pronunciado. Es dable, entonces, concluir que al momento
de escriturarse el artculo 240 del Cdigo ya sealado, no puede sino entenderse que dicho precepto
se refiere al cumplimiento de cualquier tipo de resolucin. Consecuentemente -en la conviccin de este
juez- el legislador no consagra la diferencia entre
resoluciones que reconocen situaciones de carcter permanente y aquellas que lo hacen respecto de
medidas procesales de entidad transitoria. Es dable agregar que tanto unas y otras resuelven cuestiones del orden jurdico, en cuya virtud lo controvertido son derechos y obligaciones de individuos,
en la especie el antecedente prximo del desacato
es el amparo de la integridad fsica y psquica de la
denunciante.
CUARTO: Que analizando la accin que
efectivamente se penaliza. Se debe, entonces e inicialmente, determinar en qu momentos una resolucin judicial se encuentra debidamente cumplida. Dicha circunstancia no puede ser otra sino cuando lo ordenado por el Tribunal ha quedado debidamente perfeccionado por medio de la notificacin de
la resolucin y de su acatamiento y consumacin.
As cuando se ordena el desalojo de una propiedad,
estar cumplido una vez notificada y desocupado el
inmueble. En la especie la resolucin de 19 de noviembre del ao 2003, estaba cumplida desde el
momento en que se notific a las 08:15 horas del
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decir que este es un quebrantamiento de lo cumplido. Por lo tanto resulta ms all de toda duda razonable el que el acusado los das 20 y 25 de noviembre del ao 2003, quebrant, es decir, desobedeci, incumpli, transgredi la orden dada por el
Tribunal, misma que le fue notificada, ya bajo el
apercibimiento legal. De lo anterior no puede sino
desprenderse, para este sentenciador de minora,
que objetivamente el acusado desacat la orden
perentoria del Tercer Juzgado de Letras de esta ciudad, desde el instante que cumplida, procedi a ejecutar acciones que no pueden sino ser calificadas
como realizadas en contravencin a lo ejecutado.
As no era necesario un nuevo emplazamiento o
apercibimiento, por cuanto ya se haba satisfecho
el requisito legal del inciso segundo.
Consecuencialmente el acusado los das 20
y 25 de noviembre del ao 2003, ms all de toda
duda razonable, quebrant lo ordenado cumplir.
Esto, sin perjuicio de los anlisis doctrinarios del tipo
penal, es una cuestin que lleva a cavilar sobre la
esencia del juicio oral, cuando el Cdigo Procesal
del Ramo, expresa al Juez que al formar su conviccin de absolucin o condena debe hacerse (entre
otros elementos) teniendo presente la lgica. En el
caso en estudio, la secuencia lgica de los hechos
(como se asientan en el considerando respectivo de
este fallo) es palmaria y demostrativa, que los actos
imputados al acusado, probados en las audiencias
del juicio oral, lo fueron una vez cumplida una resolucin judicial.
OCTAVO: Que, y por ltimo, queda reflexionar sobre el elemento basal de todo delito: su objeto jurdico protegido. En este orden de materias, la
Excma. Corte Suprema con fecha diecisiete de diciembre de dos mil tres, expres, conociendo de un
recurso de amparo, en cuya discusin precisamente se debata la existencia o no de un posible desacato, que al resolver la materia sub judice la Corte est obligada a resguardar las bases esenciales
de la jurisdiccin nacional, una de las cuales es la
del imperio que le reconocen los artculos 73 de la
Carta Fundamental y 11 del Cdigo Orgnico de Tribunales, que impide absolutamente al destinatario
o sujeto de los dictmenes judiciales entrar a calificar o apreciar el mrito o demrito de los que se
decreta, como si la soberana que el Estado en estas materias detenta, estuviera sujeta a su venia.
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Ahora bien, cuando el diecinueve de noviembre del ao dos mil tres, el seor Juez del Tercero
Juzgado de Letras de esta ciudad, dict una resolucin tendiente a que GUERRERO BAHAMONDE se
inhibiera de acercarse al domicilio y a la persona de
la denunciante Silvia Tureuna Gallardo, lo hizo en
uso de sus facultades legales, en especial de aquella contenida en la denominada Ley de Violencia
Intrafamiliar, Ley N 19.325. Normativa que en su
artculo 3 letra h), le entrega la potestad tendiente a
dictar medidas de amparo a favor de quien aparece
como vctima de los hechos, cuando se renen los
requisitos legales. A su vez el artculo 6 de la mencionado Ley, entrega otras atribuciones a los jueces de la sede civil, para el caso que se cometan
algunos de los ilcitos del artculo 240 del Cdigo
de Procedimiento Civil.
NOVENO: Que de esta manera queda establecido que las acciones desplegadas por el acusado GUERRERO BAHAMONDE pueden ser subsumidas en el concepto de desacato y no como un
mero incumplimiento, concepto este ltimo que no
se desprende de la lectura del artculo 6 de la Ley
19.325, por cuanto el as llamado mero incumplimiento, slo es factible de producirse en el tiempo
que media desde la resolucin y hasta el momento
que una vez notificada, ha sido cumplida. Siendo,
en concepto del autor de la minora, la manera lgica (artculo 297 del Cdigo Procesal Penal) de entender el texto legal, cuando prescribe: El incumplimiento de cualquier medida precautoria decretada por el tribunal, ser sancionada en la forma establecida en el artculo 240 del Cdigo de Procedimiento Civil, en la especie esos incumplimientos ya se haban consumado, toda vez que la resolucin estaba debida y totalmente cumplida. Advirtindose desde ya que se est en una situacin
diversa, incluso a la esgrimida por la seora Defensora, al momento de citar jurisprudencia sobre la
materia.
En efecto, el acusado ejecut un hecho tendiente a deshacer, a destruir, a revertir un statu quo
ya existente a las 17:30 horas y a las 03:00 horas
de los das 20 y 25 de noviembre del ao 2003, en
virtud de la resolucin de 19 de noviembre del ao
2003, esto es: el que el acusado estaba a ms de
cierta cantidad de metros de la denunciante, por lo
que al intentar ingresar e ingresar posteriormente
al domicilio de calle Millaray N 579, se pretendi
por l revertir lo ordenado por un Juez de la Repblica. Cuestin jurdicamente inaceptable en un Estado de Derecho, en el cual los individuos deben
acatar las resoluciones judiciales, cualquiera sea su
contenido.
Redactada por la Juez doa Jovita Soto
Maldonado y el voto de minora por su autor.
Regstrese.
R. U .C.: 0300185907-1
R. I. T. : 11-2005
CODIGO: 12149
Aguirre Pallavicini y por la Defensora Penal Pblica, la Sra. Gustava Aguilar Moraga quienes expusieron lo que estimaron conforme a sus derechos,
fijndose la audiencia del da veinte del presente
mes para dar lectura a la decisin de este Tribunal.
CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:
1.- Que se ha invocado como causal de
nulidad del juicio oral y de la sentencia, la prevista
en la letra b) del artculo 373 del Cdigo Procesal
Penal, esto es, haberse hecho una errnea aplicacin del derecho en el pronunciamiento de la sentencia y este error hubiere influido sustancialmente
en lo dispositivo del fallo. Manifiesta el recurrente
que se ha incurrido en la referida causal al absolver
al imputado por estimar que los hechos acreditados
durante la secuela del juicio no eran constitutivos
de delito reiterado de desacato; que los hechos que
se dieron por establecidos encuadran en el tipo penal de desacato contemplado en el inciso segundo
del artculo 240 del Cdigo de Procedimiento Civil;
que los sentenciadores en su fallo exigen, para configurar el ilcito, mayores requisitos que los prevenidos expresamente por el legislador. Expresa que la
disposicin establece que comete el delito de desacato el que quebrantare lo ordenado cumplir, como
ocurri en el caso de autos, y en ninguna parte exige que la resolucin se encuentre cumplida y que
se haya efectivamente aplicado multas o arrestos
en contra de la persona a quien va dirigida la orden
o prohibicin; que el tribunal a quo confunde el principio general cual es que el tribunal tiene facultades
para aplicar multas y arrestos para cumplir lo ordenado, y el hecho que la desobediencia a lo resuelto
por un tribunal constituye delito de desacato; que la
circunstancia que la cnyuge haya declarado haber
recibido nuevamente a su marido no significa en
modo alguno hacer desaparecer la ilicitud de la conducta desplegada por el acusado, toda vez que el
bien jurdico protegido por este delito es la observancia y obediencia a las resoluciones judiciales y
el poder de imperio de que se encuentran revestidas las resoluciones dictadas por los Tribunales de
Justicia, conforme al artculo 73 de la Carta Fundamental. Sostiene que de no haberse incurrido en la
sentencia en esta errada aplicacin del derecho
debi haber tenido sta el carcter de condenatoria
por lo que slo cabe concluir que el error influy en
lo dispositivo del fallo y procede, en consecuencia,
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7.- Que este vicio incurrido en el pronunciamiento del fallo, no encontrndose entre los casos previstos en el artculo 385 del Cdigo Procesal
Penal, trae consigo la nulidad del juicio oral y de la
sentencia conforme lo establece la letra b) del artculo 373 del mismo cdigo.
Y vistos adems lo dispuesto en los artculos 372 y siguientes del Cdigo Procesal Penal, se
acoge el recurso de nulidad interpuesto a fs.14 por
el Fiscal Adjunto del Ministerio Pblico de Punta
Arenas, don Felipe Aguirre Pallavicini, y, en consecuencia, se declara la nulidad de la sentencia definitiva dictada de 01 de abril de 2005, por la Primera
Sala del Tribunal Oral en lo Penal de esta ciudad,
constituida por los Magistrados don Luis Enrique
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Declara que el elemento fuerza que contempla el artculo 361 N 1 del Cdigo Penal se cumple
ante un abrazo sorpresivo y por la espalda, porque basta que venza o impida la manifestacin
de voluntad contraria de la vctima.
Resumen:
El Ministerio Pblico acus al imputado como autor del delito de abusos sexuales contemplado en el
artculo 366 del Cdigo Penal. En los mismos trminos acus el querellante, solicitando una indemnizacin de perjuicios. El Tribunal tuvo por acreditados los hechos que fundaron la acusacin, pero
absolvi por estimar que la fuerza o intimidacin que ejerce el actor deben ser previas al abuso, as
como tener por objeto facilitar su comisin, circunstancia que no se produjo en el caso en anlisis por
cuanto la fuerza usada, que se tradujo en lesiones leves por equimosis en la cara interior del brazo
derecho de la vctima, fue posterior al tocamiento efectuado. Sin embargo, y en aplicacin del artculo 67 del Cdigo Procesal Penal, conden al acusado al pago de una indemnizacin de perjuicios por
dao moral. En contra de la sentencia del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal tanto la Defensa como
los acusadores presentaron un recurso de nulidad. La primera, fundada en la causal del artculo 374
letra e) en relacin con la letra c) del artculo 342, ambos del Cdigo Procesal Penal. Los segundos,
en la causal del artculo 373 letra b) del mismo cdigo. La Corte rechaz el recurso intentado por la
Defensa, sealando que de la misma sentencia impugnada era posible inferir que s cumpla con los
requisitos y razonamientos establecidos por la ley. En cuanto al recurso de los acusadores, lo acogi
declarando que dados los hechos que el Tribunal tuvo por acreditados, slo era posible concluir que
el delito materia de la acusacin se configur, por cuanto el acusado atac en forma sorpresiva y por
la espalda a la vctima tocndole los senos, zona ergena de la vctima, quien inmediatamente reaccion repeliendo al agresor, el cual, no obstante que la mujer logr zafarse, insisti en su propsito
tomndola del brazo derecho causndole una equimosis leve. Al efecto, la Corte record que la norma legal respecto de la fuerza no contempla expresamente exigencias para su concurrencia, no
requirindose que el sujeto pasivo intente actos concretos de resistencia o defensa; bastando que no
exista una adhesin voluntaria de su parte. La accin del imputado import un atentado al bien jurdico protegido, que es el libre ejercicio de la actividad sexual de todo individuo, as como una fuerza
ejercida por su parte al abrazar a la vctima para impedir su defensa (que sta logr vencer al zafarse
del agresor, pero que ste intent seguir ejerciendo al persistir en su accin tomndola de un brazo,
lo que le caus lesiones).
Texto completo:
Arica, trece de mayo de dos mil cinco.
VISTOS:
PRIMERO: Que, ante este Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Arica, constituido por el juez
Presidente de la Sala don Jorge Quiones Garat y
los jueces don Hctor Cecil Gutirrez Massardo y
don Carlos Rojas Staub, el nueve de mayo del ao
en curso, se llev a efecto la audiencia del juicio
oral de la causa rol interno del tribunal N 19-2005,
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conforme a los antecedentes necesariamente rebajaran la pensin de alimentos porque ya no corresponda. Refiere que le lleg una citacin para concurrir a la oficina del asistente social Ren Pacheco, cuando fue le llam la atencin que cerrara la
puerta con llave y comenz a preguntarle si crea
en Dios, procediendo a darle un abrazo fraterno,
segn le deca, sintiendo algo extrao ya que la
apret fuerte y le pas su boca por el odo y el cuello por lo que se asust y sali. Despus nuevamente
la cit, por lo que fue a buscar a su hija, en dicha
oficina el acusado habl con su hija a solas, la cual
se allan a firmar el trmino de la pensin y luego
ste le dijo que fuera a verlo en la semana; detalla
que su hija menor la retaba porque no iba a las citaciones y, la ltima vez fue y al ingresar nuevamente
l cerr la puerta con llave y le dijo que de l dependa que el juicio saliera en su favor, la volvi a tomar por la espalda, la apret, se solt y se fue llorando. El acusado fue en una oportunidad a su casa,
le pregunt si estaba solita y al escuchar esto su
hija le dijo que fuera a verla en la semana pero no
fue y su hija volvi a insistir a fin de que concurriera
a la oficina de la asistente social pues le deca que
si no iba iban a perder el juicio. El da 26 de abril
fue nuevamente donde el acusado y al llegar a su
oficina este le dijo que lo esperara ya que haba otra
persona, luego entr y nuevamente cerr la puerta,
ya manifestando que haba realizado el informe socio-econmico y que hablara con su abogado ya que
no haba podido realizar el relativo al de su marido,
en ese momento el acusado se par y la toma por
detrs y le toma los pechos se los aprieta fuertemente y al tratar de forcejear le dej el moretn, se
solt a la fuerza y como pudo abrir la puerta y sali
llorando. Pens y a contar despus de menores pero
tambin pens que no le creera; por lo que le cont
lo sucedido a su hija y luego al abogado Rodrigo
Fuentes quien inmediatamente llam al secretario
del tribunal; al otro da fue careada con el acusado
quien deca que estaba loca y que nada haba hecho. Precisa que jams se le insinu al acusado y
ste la tomaba siempre por la fuerza, siempre le
pareci extrao que cerrara la puerta con llave; que
por su depresin adems tiene desgano con estar
con parejas y la denuncia que ha efectuado le ha
ocasionado ms problemas en su depresin; que
adems en el juicio que llevaba ante juez de menores le rebajaron su pensin en un 15%.
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baja de pensin por su hermano. Agrega que le siguieron llegando citaciones a su casa, que vea
cmo su madre no iba a hablar con el asistente social y le deca que podan perder el juicio; su madre
jams le dijo por qu no iba. Slo se pona a llorar;
ella pensaba que era una dejacin, que en cuanto a
la enfermedad de su madre, esta es una depresin,
pero est controlada, slo pasa de estados alegres
a llorar y no tiene alucinaciones. En cuanto la ltima citacin ambas quedaron de juntarse en el Banco y cuando sta lleg se puso a llorar, cobr el cheque y ella le cont lo que le haba sucedido, posteriormente, con el abogado cont ya que la haba tomado por detrs, el abogado le pregunt sobre las
citaciones quien le seal que por la cantidad de
ellas era extrao, cuando se puso a llorar nuevamente cont que desde la primera vez que tom
contacto con el acusado esta persona se la acercaba y le deca que de l dependa el informe econmico, que le iba a dar un abrazo fraterno; el abogado llam al secretario del tribunal de menores, slo
ah entendi por qu su mam lloraba y por qu ella
no quera ir a las citaciones que enviaba el asistente social.
Interrogada por la parte querellante seal
que posteriormente se enter de una persona a
quien le haban quitado una de sus hijas y que tambin era citada por un asistente social, a la cual le
sali mal el informe socioeconmico porque no le
dio lo que quera; le pidi las caractersticas de esa
persona y el nombre, sealndole que era Ren
Pacheco, con ese dato fue donde su mam y confirm que se trataba de la misma persona. La persona
le indic que el asistente social le peda tener relaciones sexuales y que de su informe dependa que
no le quitaran su nia.
Contrainterrogada por la defensa del acusado, indica que acompa a su madre donde el doctor Yvenes a su terapias y que la persona que le
inform de la prdida de la tuicin de su hija haba
sido por maltrato infantil, pero era porque la mandaba hacer las cosas.
c) Declar la testigo Ibislen Soledad Valds
Corts, quien manifest que trabaja en el Hogar del
Nio y que Andrea Cerda es una voluntaria en dicho
hogar; que a ella le coment que le haba pasado lo
mismo que a su mam, pues Ren Pacheco deca
que tambin poda ayudarla; esta persona la iba a
ver y le deca que la ayudara porque tena perso-
ciar a la persona al Juez de Menores, pero sta tena temor reverencial al seor Pacheco. No obstante ello se hizo la denuncia y se instruy por el Juez
de Menores el correspondiente sumario. Acot que
tena conocimiento por comentarios de otros abogados que el seor Ren Pacheco tena conductas
irregulares; en el sumario administrativo declar la
afectada, l y la hija de sta sumario que termin
con la suspensin parcial y posteriormente fue mal
calificado y expulsado del Poder Judicial.
Contrainterrogado por la defensa, manifiesta que tiene entendido que se realizaron ms de una
visita al domicilio; que la primera vez en que se entrevist con la patrocinada y le indic que proceda
la rebaja de su pensin; slo vio los resultados de
las tocaciones esto es el moretn que presentaba,
se notaban tres dedos por lo que pens en un acoso, en una irregularidad, por ello inform a la autoridad pertinente.
I.- PERICIAL.
Se present a estrado don Daniel Fuentes
Muoz, mdico legista, quien refiri haber examinado a L.P.E.R. el 27 de abril de 2004, la cual relat
haber sido abrazada por la espalda y tocados sus
pechos, constatando que presentada una equimosis de 15x10 mm. zona medial del brazo derecho,
de carcter leve, no tena otras lesiones.
Interrogado por el Ministerio Pblico, seal
que en los senos hay menos posibilidades de encontrar marcas, existen cuando se emplea mucha
energa o fuerza; que el ataque es posible que se
haya realizado por atrs por la compresin con el
pulgar de la mano derecha, ello es razonable por el
tamao y posicin de la lesin.
Interrogado por la parte querellante, indic
que la lesin se presentaba en la parte interna, y
sera muy difcil que sea producto de una autolesin.
Contrainterrogado por la defensa del acusado, seal que no haba marcas en los pechos de la
examinada en la zona mamaria, que no tiene forma
para determinar quin caus la lesin y reitera que
es remota una posibilidad de tratarse de una autolesin.
Interrogado por el tribunal manifest que la
examinada relat haber sido abrazada por detrs y
que con ambas manos le tocaba los pechos y al tratar de liberarse fue retenida.
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II.- DOCUMENTAL:
1). Extracto de filiacin y antecedentes del
acusado, el cual no registra anotaciones prontuariales anteriores;
2) Copia de la resolucin dictada en sumario administrativo y llevada adelante por el Juzgado
de Menores y en virtud de la cual se le sanciona
con la suspensin de su cargo al acusado.
QUINTO: Que, con la prueba descrita precedentemente, consistente sta en los dichos claros, precisos, categricos y concordantes de la vctima L.P.E.R., quien relat que el 26 de abril del ao
2004, en circunstancias que se encontraba en la
oficina del Asistente Social del Juzgado de Menores Ren Pacheco Escalera, ste en forma sorpresiva la abraz por detrs, tocndole los senos y al
desprenderse de l, la tom de los brazos causndole lesiones leves, luego de lo cual abandon la
oficina conmocionada. Agrega, que con anterioridad
en el mes de abril en adelante dicha persona con
ocasin de la primera entrevista y como ella se puso
a llorar la abraz y le dio un beso en la oreja cerca
del cuello, lo cual a ella le incomod y por lo tanto
no asisti a las citaciones posteriores que se le hiciera, pero presionada por su hija compareci nuevamente en la fecha indicada dndose la situacin
que denunci; a lo que cabe agregar los atestados
de Andrea Alejandra Cerda Echiburu y del abogado
don Rodrigo Fuentes Garcs, quienes declaran contestemente que en la oficina de este ltimo al inquirirle a la ofendida su estado de nimo les relat entre lgrimas lo que le haba sucedido con el asistente social del tribunal; con ms los dichos de la testigo Ibislen Soledad Valds Corts, quien dio cuenta
de haber sido tambin objeto de peticiones de orden sexual por parte del acusado que no denunci
por encontrarse desesperada; con los dichos del
perito Daniel Jos Fuentes Muoz, quien asevera
que las lesiones que presenta la vctima son de carcter leves y compatibles con lo narrado por ella; y
con la documental consistente especialmente de la
copia de la resolucin dictada en el sumario administrativo incoado en el Juzgado de Menores, en
cuya virtud se sancionaba al acusado con la pena
de un mes de suspensin de sus funciones a media
remuneracin, antecedentes todos que, apreciados
libremente, sin contradecir los principios de la lgica, las mximas de experiencia ni los conocimientos cientficamente afianzados, permiten acreditar,
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han arribado a la conviccin de que los hechos acreditados en la audiencia de juicio oral no son constitutivos de delito, de tal manera, que han permitido
la absolucin del acusado. En este contexto, las argumentaciones de la defensa del acusado en el sentido de que, los hechos no ocurrieron de la manera
sealada en la acusacin ha de ser desestimada,
pues, como qued establecido el acusado realiz
actos reidos con las normas sociales o morales,
pero que el legislador no ha contemplado como un
ilcito penal, circunstancia que ha motivado una sentencia absolutoria.
Que la prueba documental acompaada por
la defensa del acusado se refiere a documentos justificativos sobre la conducta pretrita del acusado
los cuales slo pueden ser ponderados en la medida en que permitan establecer una irreprochable
conducta anterior, los cuales adems, se encuentran contradichos con el mrito de la prueba acompaada por el Ministerio Pblico en cuanto a que el
acusado ha mantenido una conducta reida con la
moral durante estos ltimos aos que han motivado
denuncias y sanciones administrativas, como se deja
constancia en la copia de la sentencia recada en el
sumario administrativo que le impuso una sancin
de suspensin de su cargo.
II.- EN CUANTO A LA ACCIN CIVIL.
UNDCIMO: Que la parte querellante representada por la abogada Claudia Villalobos Peppe
dedujo accin civil de indemnizacin de perjuicios
en contra del acusado Ren Pacheco Escalera, fundada en los mismos hechos expuestos en la acusacin, demandado el pago de $60.000 a ttulo de dao
emergente constituido por los gastos que ha incurrido en tratamientos mdicos y sicolgicos necesarios para la recuperacin y los gastos de traslados
y, adems la suma de $10.000.000.- por concepto
del dao moral sufrido a consecuencia de la conducta del acusado, dao que corresponden al sufrimiento sufrido por L.E.R..
DUODCIMO: Que a fin de acreditar sus pretensiones la demandante civil rindi slo prueba testimonial consistente en los dichos de Andrea Cerda
Echibur, hija de la actora, quien se refiri a que
como consecuencia de los actos realizados por el
demandado, hubo un retroceso en el tratamiento de
su madre, quien padece un trastorno de personalidad y es depresiva, lo que motiv nuevas consultas
a mdicos y nuevos gastos en su tratamiento. Adems, se refiri a que durante el tiempo en que comenz el contacto con el demandado su madre la
vea llorar y sta jams explic los motivos de ello e
incluso, reconoce que la presionaba para que concurriera a las oficinas del demandado a fin de resolver el asunto del juicio de rebaja de la pensin de
alimentos, ignorando la verdadera razn de su resistencia a concurrir a dicho lugar, esto es, el abuso
que estaba efectuando el asistente social. De ello
adems dio cuenta el testigo Rodrigo Fuentes, quien
expuso que vio a la demandante llorar a consecuencia de los hechos que le relat. La propia vctima en
estrado se present a declarar indicando el estado
de angustia que tena cuando le llegaban las citaciones para que concurriera a ver al demandado, lo
que motivaba las discusiones con su hija.
DECIMOTERCERO: Que la parte demandada contestando la pretensin del actor civil seal
que resulta irrisoria la suma pedida, la que jams
se pudo acreditar.
DECIMOCUARTO: Que la circunstancia de
haberse fundamentado la absolucin del acusado
en razn de no adecuarse los hechos a alguno de
los diferentes tipos penales de abuso sexual, no es
obstculo para indemnizar a la vctima cuando los
hechos establecidos le han producido un dao moral que la ha afectado injustamente, toda vez que la
reparacin de los daos no deriva nica y exclusivamente de la existencia del delito; el legislador as
lo ha comprendido al sealar en el artculo 67 del
Cdigo Procesal Penal que La circunstancia de dictarse sentencia absolutoria en materia penal no impedir que se d lugar a la accin civil, si fuere legalmente procedente.
DECIMOQUINTO: Que respecto de la indemnizacin del dao emergente, que la demandante
ha avaluado en la suma de $60.000.-, no se ha rendido prueba alguna para acreditar tal monto, por lo
que deber ser rechazada.
En relacin con la indemnizacin del dao
moral, conforme la jurisprudencia sentada por los
tribunales y siguiendo la opinin de los tratadistas
don Arturo Alessandri Rodrguez, en su obra De la
Responsabilidad Extra - Contractual en el Derecho
Civil Chileno [ 145 y sgtes., Imprenta Universitaria, edicin 1943] y de Eduardo Novoa Monreal en
su libro Curso de Derecho Penal Chileno [607 y
sgtes., Editorial Jurdica de Chile, edicin 1966],
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por haberse hecho en el fallo una errnea aplicacin del derecho que ha influido sustancialmente en
lo dispositivo del mismo, al estimar que la accin
desplegada por el acusado no se encuentra tipificada en ninguna de las figuras penales contempladas
en el Cdigo Penal. Agrega que los hechos inmutables e intangibles establecidos por el Tribunal del
Juicio Oral no son susceptibles de revisin por esta
Corte, los que fueron determinados en la parte final
del considerando quinto (los reproduce), y que el
Ministerio Pblico seala que se encuadran en la
figura del delito consumado de abuso sexual previsto y sancionado en el artculo 366 en relacin con
los artculos 361 y 366 ter, todos del Cdigo Penal.
Aade que en la sentencia impugnada los jueces
consideraron que no concurra ninguna de las circunstancias del artculo 361, por estimar primero
que, en el caso del nmero uno, fuerza o intimidacin, porque ambos elementos deben ser previos al
abuso y tener por objeto facilitar su comisin, mientras que la fuerza utilizada por el acusado fue posterior al tocamiento de los senos de la ofendida, y
agrega que al rechazar su acto de tocarle los senos
la tom de los brazos y con forcejeo le provoc un
moretn; y, por otra parte, que los restantes numerales del artculo 361 no fueron invocados en el juicio. La recurrente sostiene que al estimar los jueces que la fuerza o intimidacin deben concurrir en
forma previa al acto sexual y solamente para facilitar su comisin, es una errnea interpretacin, ya
que en el presente caso la fuerza concurri, y tuvo
por objeto vencer la resistencia de la vctima; acota
que el tipo de fuerza que conlleva doblegar la voluntad de otro es slo la de carcter fsico que se
ejerce sobre la persona abusada sexualmente, no
siendo necesario que esta fuerza se mantenga durante la actividad abusiva ni tampoco que la resistencia de la vctima sea continuada. Basta que queden de manifiesto la fuerza y la voluntad de la ofendida y que el agresor acte por vas de hecho. Contina sealando que en el presente caso la fuerza
que el acusado ejerce sobre la afectada al intentar
soltarse del abrazo del acusado, oportunidad en que
toca sus senos, reviste plena significacin sexual
en atencin al nimo libidinoso que la rodea, toda
vez que nicamente pretenda retener a la vctima
para continuar ejecutando estos actos de connotacin sexual. Es evidente que la fuerza est dirigida
a vencer la resistencia de la agredida a los avances
sexuales del acusado. Aade que el legislador no
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Tribunal del Juicio Oral en lo Penal de Arica, integrado por los Jueces seores Jorge Quiones Garat, Hctor Ccil Gutirrez Massardo y Carlos Rojas
Staub, en virtud de la cual se absuelve al mencionado Pacheco Escalera de la acusacin que se le formul, como autor de delito de abuso sexual, cometido en ofensa de L.E.R., condenndose en costas
al Ministerio Pblico; y se hace lugar a la demanda
civil deducida por doa L.P.E.R. en contra del acusado referido, slo en cuanto se condena a este ltimo a pagar la suma de $2.000.000 (dos millones
de pesos) por concepto de dao moral, cantidad que
debe incrementarse con intereses corrientes para
operaciones de crdito en dinero calculados desde
que la sentencia se encuentre ejecutoriada y hasta
su pago efectivo, sin costas, por no haber sido totalmente vencido el demandado. Fundamenta su recurso en la causal contemplada en la letra e) del
artculo 374 del Cdigo Procesal Penal en relacin
con la letra c) del artculo 342 del mismo Cdigo, y
en subsidio, en la de la letra b) del artculo 373 del
mismo cuerpo de leyes, por haberse hecho en el
pronunciamiento del fallo una errnea aplicacin del
derecho que ha influido sustancialmente en lo dispositivo del mismo. En sntesis, sostiene que el fallo impugnado acogi la demanda civil a pesar de
haberse absuelto al acusado en materia penal, y no
habindose acreditado por la demandante los daos morales por medios idneos, importa una vulneracin a los artculos 24 del Cdigo Punitivo, 2314
y 2329 del Cdigo Civil, toda vez que no se prob
malicia o negligencia en el actuar de Pacheco Escalera.
SEGUNDO: Que el recurrente sostiene que
el fallo impugnado no cumple con el requisito consagrado en la letra c) del artculo 342 del Cdigo
Procesal Penal, en cuanto a la valoracin de los medios de prueba que fundamentaren sus conclusiones; sin embargo, la misma fue aquilatada en el
motivo duodcimo, en relacin con los hechos dados por acreditados en el razonamiento quinto, anlisis que, a juicio de estos sentenciadores, obliga a
desestimar el presente recurso, teniendo tambin en
consideracin que el artculo 67 del Cdigo citado,
establece la independencia de la accin civil respecto de la accin penal, prescribiendo que la circunstancia de dictarse sentencia absolutoria en
materia penal no impedir que se d lugar a la accin civil, si fuere legalmente procedente, y que el
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dao moral obligado a indemnizar por parte del demandado a la actora, tiene un origen extracontractual, fundado en los artculos 2314 y 2329 del Cdigo Civil, razones jurdicas todas que fueron dadas
en las reflexiones decimocuarta y decimoquinta, sin
que en el presente caso tenga aplicacin, por las
razones expuestas, el artculo 24 del Cdigo Penal,
esgrimido por el recurrente, todo lo cual obliga a
desestimar el presente recurso.
TERCERO: Que, a fojas 13 de esta carpeta,
el Ministerio Pblico dedujo recurso de nulidad, invocando la causal de la letra b) del artculo 373 del
Cdigo Procesal Penal, en relacin con los artculos 361 y 366, y 366 ter del Cdigo Punitivo, que
fundamenta en que la absolucin del acusado lo ha
sido por haber incurrido la sentencia impugnada en
una errnea aplicacin del derecho que ha influido
sustancialmente en lo dispositivo del mismo, al estimar que la accin desplegada por el acusado, atendido el hecho establecido en su considerando quinto, no es constitutivo de delito, conclusin equivocada que se sostiene por los jueces orales en la tesis de que la fuerza o intimidacin que contempla el
numeral 1 del artculo 361, deben ser previos al abuso y tener por objeto facilitar su comisin, circunstancia esta que no se da en el caso en anlisis por
cuanto la fuerza usada, que se tradujo en lesiones
leves por equimosis en la cara interior del brazo
derecho, fue posterior al tocamiento de sus senos,
segn relata la propia ofendida, aadiendo que al
rechazar su acto de tocarle los senos la tom de los
brazos y con el forcejeo le provoc un moretn; tesis errnea, puesto que en la especie concurri la
fuerza, la que tena por objeto vencer la resistencia
de la vctima, no siendo necesario que la misma se
mantenga durante toda la actividad abusiva, ni tampoco que la resistencia de la ofendida sea continuada, bastando que queden de manifiesto la fuerza y
la voluntad contraria; sin perjuicio que toda la actividad de acusado en este caso tiene significacin
sexual, puesto que la fuerza ejercida sobre la vctima al intentar soltarse del brazo del acusado, oportunidad en que toca sus senos, reviste plena significacin sexual en atencin al nimo libidinoso que
la rodea, toda vez que pretenda retener a la ofendida para continuar ejecutando esos actos de connotacin sexual, fuerza que se ejerci para vencer la
resistencia de la ofendida a los avances sexuales
del acusado. Concluye que tal errnea aplicacin
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Fernando Gatica Collinet, en representacin del acusado Ren Pacheco Escalera, en contra de la sentencia pronunciada por el Tribunal del Juicio Oral
en lo Penal de Arica, de trece de mayo de dos mil
cinco, escrita de fojas 1 a 8 vuelta, de esta carpeta
judicial; y
b) Que se acoge el recurso de nulidad interpuesto a fojas 13 por la Fiscal Adjunta de Arica, del
Ministerio Pblico, doa Ana Mara Corts Espejo,
al que adhiri a fojas 29 la abogada de la parte querellante, en representacin de doa L.E.R., en con-
Declara que el concepto de autoridad del artculo 264 del Cdigo Penal incluye a los fiscales
adjuntos.1
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Resumen:
El Ministerio Pblico acus al imputado como autor de los delitos de porte de arma cortante en la va
pblica y desacato de la autoridad del artculo 264 N 3, prrafo 3, del Cdigo Penal. La Defensa
solicit la absolucin argumentando que el arma incautada fue declarada prueba ilegal, por lo que no
pudo ser introducida al juicio, y que el artculo 264 del Cdigo Penal no protege a los fiscales. El
Tribunal tuvo por acreditada la existencia del primer delito, y, en voto dividido, conden tambin por
el segundo al entender que por ser la funcin de los fiscales el instar por el restablecimiento del
derecho, velando as por el respeto de la soberana misma en el sentido de ser la suprema autoridad
que reside en la nacin, stos no pueden sino ser autoridades. En contra de esta sentencia, la Defensa interpuso un recurso de nulidad fundado en los artculo 373 letra b y 374 letra e) en relacin con el
artculo 342 letra c), todos del Cdigo Procesal Penal. La Corte rechaz el recurso. En cuanto a la
primera causal, por carecer de los requisitos de forma que el recurso interpuesto exige al no haber
analizado las normas supuestamente infringidas, as como porque al ser los fiscales representantes
del rgano estatal que detenta en forma exclusiva el ejercicio de la actividad persecutoria punitiva del
Estado, stos se encuentran insertos en la acepcin de autoridad. La segunda causal, porque la
apreciacin de las antecedentes y probanzas constituye una facultad exclusiva y excluyente del tribunal del juicio, y habiendo podido advertirse de la sola lectura de la sentencia que los elementos de
cargo y las argumentaciones de la Defensa fueron analizados y debidamente ponderados en la forma
que la ley dispone, no se produjo la infraccin reclamada por sta.
Texto completo:
Iquique, trece de junio del ao dos mil cinco.
VISTOS, LOS ANTECEDENTES DEL JUICIO
ORAL:
PRIMERO: Que con fecha ocho de junio del
ao en curso, ante este Tribunal de Juicio Oral de la
ciudad de Iquique, integrado por el Juez Presidente
de la Sala don Carlos Cosma Inojosa y los jueces
don Eduardo Camus Mesa y don Felipe Ortiz de
Zrate Fernndez, se llev a efecto la audiencia de
juicio oral relativa a los autos rol interno N 95-2005
seguidos en contra del imputado Esteban Antonio
Alcano Soto, cdula de identidad N 16.742.7022, 19 aos, militar, natural de Santiago, soltero, domiciliado en pasaje 10 Oriente N 321, de esta ciudad, en calidad de autor de los delitos de porte de
armas cortantes o punzantes en la va pblica y desacato contra la autoridad, el cual se encuentra re1
Ambas sentencias fueron dictadas bajo el imperio del antiguo artculo 264 del Cdigo Penal.
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insistencia del Ministerio Pblico y que el arma blanca que sustenta la primera imputacin penal, no se
incorpor, porque fue excluida como medio de prueba en la audiencia de preparacin, por haberse obtenido en forma ilegtima, y es por ello que al no
existir el objeto material que lo incrimina, ha de ser
absuelto respecto de este ilcito. Enseguida, sostiene que tampoco existe desacato porque los fiscales
no son autoridad y si se estimare que lo fueren, los
dichos del imputado no habran sido tan gravosos,
como para estimarlos una injuria o amenaza en los
trminos planteados por el Ministerio Pblico.
CUARTO: Que habindose advertido al imputado Alcano Soto sobre su derecho a guardar silencio o a prestar declaracin, ste opt por lo primero.
I.- EN CUANTO AL DELITO DE PORTE DE ARMA
CORTANTE EN LA VA PBLICA.
QUINTO: Que la acusadora con el fin de justificar la primera imputacin formulada en contra del
imputado Alcano Soto present en el juicio oral las
siguientes pruebas:
Dichos de los funcionarios de Carabineros
ANDROS VALOS DURN y CSAR TORRES
CHAVARRA, quienes sealan que la madrugada del
5 de enero del ao 2005 estaban de servicio en la
poblacin, cuando por aviso radial de CENCO se
trasladaron a la Poblacin Jorge Inostroza, pues se
haba denunciado la existencia de una pendencia
en el lugar. Al llegar hasta all, especficamente en
las esquinas de calle Luis Jaspard con Pasaje La
Cantera observaron la presencia de dos individuos
en estado de ebriedad que golpeaban cajas y gritaban incoherencias y mientras blandan armas blancas de gran tamao, sujetos que al aproximarse el
furgn policial, les gritaron groseras y le golpearon
el carro con los cuchillos, razn por la cual fueron
detenidos. Aaden que el funcionario valos Durn
detuvo al imputado Alcano Soto, al cual ambos policas identifican en la audiencia, en tanto que el otro
individuo de apellido Glvez, fue detenido por el funcionario Torres Chavarra. Agregan que ambos presentaban aliento etlico, aunque no se vean ebrios
y no entregaron ninguna explicacin para su conducta y se limitaban a proporcionar su nombre completo, su nmero, agregando que eran funcionarios
del ejrcito. Indican que los sujetos fueron trasladados directamente al Hospital para constatarles le-
siones, y en el trayecto golpeaban el carro por dentro con sus pies y puos, tanto estaban alterados
que al llegar al recinto hospitalario, prefirieron no
ingresarlos al hospital, para que no causaran ah
desrdenes y le solicitaron al mdico que saliera a
examinarlos en el hall de acceso. Posteriormente,
trasladaron a los sujetos a la unidad policial donde
el personal de guardia los introdujo a las celdas, y
cuando ya estaban afuera, escucharon gritos en el
interior de stas y se enteraron que el imputado
Glvez haba golpeado a Alcano Soto. Finalmente
los dos carabineros indican que el cuchillo empuado por Alcano Soto tena una hoja de unos 24 centmetros y 13 centmetros de empuadura.
SEXTO: Que, para configurar el primer delito por el cual se formulan cargos en contra del enjuiciado Alcano Soto, es menester que un sujeto
haya empuado un arma cortante o punzante en la
va pblica, en reas urbanas, sin que justificare
razonablemente su porte.
En primer trmino, el porte de un arma cortante por parte del enjuiciado y el carcter de tal de
sta, son hechos que lograron justificarse ms all
de toda duda razonable con los atestados categricos y consistentes de los funcionarios de la polica
uniformada de apellidos valos Durn y Torres Chavarra, quienes relataron aqu que convocados en forma radial al sector de la Poblacin Jorge Inostroza,
sorprendieron en dicho lugar, en las esquinas de calle Luis Jaspard con Pasaje La Cantera a dos sujetos
que blandan sendas armas blancas, uno de ellos el
enjuiciado Alcano Soto, quien, precisamente, mantena en una de sus manos un cuchillo que conforme
expuso el agente valos Durn, logr serle arrebatado por ste cuando lo redujo, y que ambos policas
describieron como un cuchillo con una hoja de 24
centmetros de largo y con una empuadura de 13
centmetros de extensin, color caf, tipo cazador.
Estimndose estos testimonios, como suficientes para
acreditar ambas circunstancias, por lo preciso, consistente e informado de sus descripciones.
Enseguida, la circunstancia que el acusado
fue sorprendido portando el elemento cuyo carcter
de arma cortante fue asentado con los testimonios
mencionados en el prrafo precedente, en la va
pblica, en una rea urbana, es una circunstancia
que result ac demostrada con lo expuesto por
estos mismos testigos valos y Torres, en la medida que precisaron que los sujetos que portaban las
109
FALLOS
FALLOS
110
mento. Testimonios que, segn se expres, son contestes en lo sustancial de sus respectivos relatos,
fueron mantenidos ante el contraexamen, no fueron
contradichos con algn indicio de descargo y no
aparecen inspirados en algn motivo ilegtimo.
De este modo, con el mrito de los referidos
elementos de cargo, se encuentra suficientemente
acreditada la participacin de Esteban Antonio Alcano Soto en calidad de autor del delito consumado de porte de arma cortante en la va pblica, en
reas urbanas.
II.- EN CUANTO AL DELITO DE DESACATO
NOVENO: Que para acreditar la existencia
del delito de desacato por el cual el Ministerio Pblico, asimismo formul cargos en contra de Esteban Alcano Soto, se cont con los elementos de
conviccin que siguen:
a) Los dichos del fiscal adjunto don Patricio
Arnoldo Llancamn Nieto quien seala que el da
5 de enero del 2005 cerca de las 8:30 A.M. en su
calidad de fiscal adjunto de esta ciudad se constituy en la Primera Comisara de Iquique, en el sector
de la guardia de detenidos, donde se enter de la
presencia de dos personas aprehendidas por portar
arma blanca en la va pblica y que sealaban ser
soldados profesionales del Ejrcito de Chile. Agrega que constat la presencia de las armas blancas,
luego se traslad a la oficina habilitada al efecto,
preparndose para recibir las declaraciones de los
imputados detenidos en caso de flagrancia que se
allanaren a prestar sta, estaba ah cuando escuch un alboroto en la celda y un grito de un detenido que deca que todos eran traidores a la patria,
que luego identific como el imputado Esteban Alcano Soto, ante lo cual le indica a los funcionarios
de carabineros que lo acompaaban de apellidos
Herrera y Larraaga que trajeran al sujeto hasta su
oficina. Al llegar el detenido Alcano Soto le indica
que es el fiscal adjunto del Ministerio Pblico a cargo de la investigacin, contestndole el detenido
slo su nombre, un nmero de serie, que es soldado de la unidad cazadores del Regimiento Baquedano y solicit la presencia del oficial a cargo de su
unidad. Le indic que tal oficial ya haba sido llamado, pero no crey, se le insisti y como no entenda
razones fue enviado nuevamente de regreso a su
celda. En ese momento, desde el calabozo, distante no ms de dos metros de su oficina, y cuya puer-
111
As, el Ministerio Pblico representa el inters de la comunidad en reestablecer el derecho sobrepasado por acciones individuales que han vulnerado los valores ms preciados de ella, precisamente amparados con el estatuto punitivo que, en
un estado democrtico es, precisamente, el producto de la voluntad soberana de esa misma comunidad, es decir, de la decisin de esta de autogobernarse, principalmente, a travs de las leyes que la
rigen. En definitiva, la misin del Ministerio Pblico
y de cada uno de sus fiscales, al instar por el restablecimiento del derecho penal, es velar por el respeto de la soberana misma, entendida como la suprema autoridad que reside en la nacin toda.
De lo anterior, los fiscales del Ministerio Pblico en general y, en la especie, el fiscal adjunto
afectado con los hechos de autos, y cuya calidad de
tal se justific por la acusadora con los documentos
aportados por sta al juicio, son autoridades, pues
representan los intereses superiores del Estado en
el reestablecimiento del derecho.
Pero es la trascendencia o dignidad de esta
misma funcin o si se quiere, misin, segn se ha
expuesto en los prrafos precedentes, lo que trasforma a cada uno de los fiscales del Ministerio Pblico, en funcionarios merecedores de la proteccin
contenida en la hiptesis de desacato propuesta por
el ente acusador, por lo que deben ser estimados
autoridades del rango que, conforme a la hiptesis
cuarta del N 3 del artculo 264 del Cdigo Penal,
se hacen merecedores del amparo penal, que por
esa normativa se concede no slo a ellos sino a las
restantes autoridades a travs de las cuales la nacin ejercita su soberana, como son, el ejecutivo y
sus delegados directos, los integrantes del poder
legislativo y los integrantes del poder judicial que
ejercen jurisdiccin. As, negarles el referido amparo penal a estos funcionarios en su calidad de tales,
es negar la dignidad misma de la Nacin y del Estado, entendido como la forma en que sta jurdicamente se organiza.
En segundo trmino, la existencia y seriedad de las amenazas proferidas result suficientemente justificada con los testimonios del Fiscal Patricio Llancamn Nieto y los funcionarios de Carabineros Ricardo Larraaga Larraaga y Eduardo Herrera Varas en la medida que todos ellos aseguraron haber escuchado decir al imputado que agredira al fiscal en cuestin, concretamente que le iba
FALLOS
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112
posibles sujetos pasivos del desacato, ello por cuanto stos estn referidos a las autoridades de los
poderes tradicionales del Estado y, concretamente,
la hiptesis sostenida por el ente acusador alude a
los Ministros de Estado y otras autoridades, que
deben entenderse del mismo rango y naturaleza de
stos, y no a una institucin nueva como es el Ministerio Pblico. Acoger la tesis del ente acusador
implicara llenar a travs de la interpretacin un tipo
penal en blanco. Adems, el propio legislador, actualmente, discute la derogacin de las normas de
desacato, porque vulneraran el principio de igualdad ante la ley y libertad de expresin. Incluso a
propsito del proyecto de nuevo Cdigo Penal que,
entre otras disposiciones, deroga el desacato, lo
refiere slo a injurias y amenazas al Presidente de
la Repblica, Ministros de Estado u otras autoridades de igual o similar rango, como son, rganos
colegisladores y tribunales superiores de Justicia,
obviamente, el fiscal no es una autoridad semejante. Estima que fuera de no existir injurias, tampoco
existen amenazas, porque ellas deben ser serias, y
el imputado, segn los testigos y el propio fiscal, se
limit a decir que lo iba a agredir, sin precisar cul
iba a ser sta, encontrndose en el interior de un
calabozo, por lo que la misma es poco seria, incluso con fecha posterior el Fiscal tuvo nuevo contacto
con el imputado y fue ste quien le seal que tena
prohibicin de acercarse a l. En consecuencia, en
mrito de todo lo anterior, slo resulta procedente
absolver a su representado de los cargos de ser
autor de los delitos de porte de arma cortante en la
va pblica y desacato. Finalmente en su rplica sostiene que la actividad del fiscal no est amparada
por la norma del desacato, por cuanto ste no es
una autoridad en los trminos de dicha expresin y
por lo dems, el fiscal conforme a su propia funcin
se encuentra sujeto a un grado mayor de exposicin frente a la hostilidad de los sujetos pasivos de
la persecucin penal, hostilidad que en el caso concreto se tradujo en expresiones en su contra, que si
bien son reprochables, no pueden ser objeto de persecucin penal.
DECIMOQUINTO: Que, en nuestro actual
sistema de enjuiciamiento, la coyuntura de no contar fsicamente en la audiencia de juicio con el arma
cortante cuyo porte se atribuy al acusado Alcano
Nieto, y que, sin duda, hubiere representado un importante elemento de conviccin, no es un obstcu-
113
lo insalvable para el ente persecutor, pues contndose aqu con una plena libertad de medios de prueba, segn dispone el artculo 295 del Cdigo Procesal Penal, nada impide que los hechos que dan sustento a la imputacin se acrediten por otros medios,
como en la especie ocurri, ya que por el mrito de
las pruebas con las que s se cont, se pudo establecer tanto el referido ilcito.
DECIMOSEXTO: Que, tal como lo sostuvo
la defensa, y se razon en el prrafo final del motivo dcimo, la vaguedad de la alocucin expresiones injuriosas, impide que el principal destinatario
del auto de cargos, es decir, el imputado, dote a la
misma de un contenido y de ello que reaccione y se
defienda respecto de las mismas, por lo que al estimarse severamente afectado el principio de la congruencia procesal consagrado en el artculo 341 del
Cdigo de Enjuiciamiento Criminal, se liber de responsabilidad a Alcano Nieto en lo que se refiere a
dichas expresiones supuestamente injuriosas.
Contrariamente, no se pudo eximir de responsabilidad al imputado Alcano Soto por su amenaza de agredir al fiscal Llancamn Nieto, cuya existencia efectivamente se justific en el juicio, y cuya
entidad se estim leve, conforme se razon, todo
ello, extensamente en el fundamento dcimo ya indicado.
En efecto, segn se dijo, todo fiscal del Ministerio Pblico es una autoridad que por la trascendencia de su funcin se hace acreedor de la proteccin especial contenida en el artculo 264 N 3
prrafo tercero del Cdigo Penal. De esta manera,
al haberse estimado seras las amenazas proferidas en contra del afectado de autos, se configur
aqu un delito de desacato a su respecto.
La tesis de la defensa, en orden a que el
cargo de fiscal del Ministerio Pblico lleva implcito
una mayor exposicin a la hostilidad por parte de
los sujetos pasivos de la persecucin penal, y que
por ende quien asume tal cargo debe aceptar aquel
riesgo, es decir, que ocasionalmente deber soportar atentados contra su honra por parte de los usuarios del sistema, sin que se le reconozca el derecho
a defender penalmente la misma, resulta inaceptable, pues deja a estos funcionarios en una posicin
incluso inferior o ms desmedrada que la de cualquier ciudadano, quien frente a tales expresiones
injuriosas o amenazantes, siempre tiene a salvo las
acciones penales que corresponden.
FALLOS
FALLOS
114
cicio de la accin penal, pueden ser objeto de instrucciones de sus superiores, tanto generales, como
especficas, que deben ser acatadas por ellos, pudiendo tambin ser reemplazados por otros.
Por otra parte, en cuanto a los hechos materia del juicio, la actuacin del acusado, segn este
juez de minora, tampoco resulta de una gravedad
tal, que permita aplicar una norma como la del desacato, que constituyendo una excepcin al principio
de igualdad ante la ley, debe revestir caractersticas de gravedad y seriedad suficientes que justifiquen su aplicacin. En este caso, nos encontramos
con un imputado privado de libertad, respecto del
que sus aprehensores y dems Carabineros reconocen que presentaba aliento etlico, y el cual haba sido golpeado previamente por su compaero
de celda, por lo que las groseras y presuntas amenazas, debieron ser tomadas dentro de su contexto,
esperando prudentemente que se calmara y se le
pasaran los efectos del alcohol, para intentar hablar
con l. No se pretende con esto argumentar que un
Fiscal deba aceptar todo tipo de groseras o amenazas, sino ms que ponderadas racionalmente, y
slo de estimar que constituyen reales amenazas,
injurias o calumnias, accionar por la va de estos
ilcitos, propios de todos los miembros de la nacin.
De haberlo hecho as, habra concluido que
el acusado se trataba de un joven de irreprochable
conducta anterior y que ejerca un trabajo permanente, como miembro de una institucin armada, el
cual no se encontraba en su estado normal, producto de la ingesta alcohlica, la situacin de encierro
y la pelea con su compaero, por lo que obviamente las groseras que deca (que ms bien corresponde a garabatos de uso comn en la sociedad chilena y no a la imputacin de algn vicio a la persona
del Fiscal) y los anuncios de agresin, eran tan slo
una expresin de molestia por la situacin que se
encontraba. Tanto es as, que cuando fue encarado
por el Fiscal, no fue capaz de repetir sus dichos y
de ah en adelante, no persisti en su actitud, haciendo presente que tiempo despus se encontr
con el Sr. Llancamn, quien no lo reconoci, siendo
el propio imputado quien le record que tena la orden de no acercarse a l.
En resumen, el fiscal adjunto, Patricio Llancamn Nieto, no slo no constituye una autoridad
en los trminos del artculo 264 del Cdigo Penal,
sino que adems los supuestos atentados de que
115
fue objeto no revisten la gravedad o seriedad necesaria, para accionar por un ilcito que rompe la situacin de igualdad existente entre el comn de los
ciudadanos y algunas de sus autoridades, en el ejercicio de sus funciones primordiales, por lo que sera
procedente dictar sentencia absolutoria a favor de
Esteban Antonio Alcano Soto.
Por ltimo, es necesario hacer mencin que
en nuestro nuevo sistema procesal penal, elevar a
uno de sus actores, Ministerio Pblico, a travs de
sus Fiscales Adjuntos, a la categora de autoridad
(sin que el no hacerlo implique desconocer la importancia de su trabajo), desequilibrara cualquier
discusin, llevando a colocar al acusado, no slo
frente al representante del poder punitivo del Estado, el juez, sino frente a un ente acusador que se
encontrara en el mismo nivel del anterior.
Por estas consideraciones y lo dispuesto en
los artculos 1, 11 N 6, 14 N 1, 15 N 1, 18, 21, 47,
49, 60, 68, 264 N 3 prrafo tercero, 265, 266 y 288
bis del Cdigo Penal; y artculos 1, 45, 281, 295,
296, 297, 306, 309, 325 y siguientes, 348, y 468 del
Cdigo Procesal Penal; se declara:
I.- Que se condena a ESTEBAN ANTONIO ALCANO SOTO, ya individualizado, como AUTOR del
delito de PORTE DE ARMA CORTANTE EN LA
VA PBLICA, EN REAS URBANAS, cometido en Iquique el da cinco de enero del ao dos
mil cinco, a la pena de MULTA en beneficio fiscal de UNA UNIDAD TRIBUTARIA MENSUAL y
al pago de las costas de la causa.
II.- Que se condena a ESTEBAN ANTONIO ALCANO SOTO, ya individualizado, como AUTOR del
delito de DESACATO cometido en Iquique el da
cinco de enero del ao dos mil cinco, a la pena
de MULTA en beneficio fiscal de SEIS UNIDADES TRIBUTARIAS MENSUALES y al pago de
las costas de la causa.
III.- Que, si el sentenciado Alcano Soto no pagare
las multas impuestas sufrir por va de sustitucin y apremio la pena de reclusin regulndose un da por cada un quinto de unidad tributaria mensual y, que en este caso, ascenderan a
treinta y cinco das, por el cmputo conjunto de
ambas multas.
IV.- Ejecutoriada la presente sentencia cmplase con lo dispuesto en el artculo 468 del Cdigo
Procesal Penal, oficindose al efecto.
FALLOS
FALLOS
116
TENIENDO PRESENTE:
PRIMERO: Que la Defensor Penal Pblico,
doa Scarlett Muoz Venegas, en representacin de
Esteban Alcano Soto, dedujo recurso de nulidad en
contra de la sentencia dictada por la Primera Sala
del Tribunal Oral de Iquique, integrada por los jueces sres. Carlos Cosma Inojosa, Eduardo Camus
Mesa y Felipe Ortiz de Zrate Fernndez, el trece
de junio ltimo, que condena al mencionado Esteban Antonio Alcano Soto, a sufrir dos penas pecuniarias equivalentes a una y seis unidades tributarias mensuales, en calidad de autor de los delitos
de porte de arma cortante en la va pblica en reas
urbanas y de desacato, respectivamente, por estimar que concurren las causales de las letras b) del
artculo 373 y e) del artculo 374, en relacin con la
letra c) del artculo 342, todos del Cdigo Procesal
Penal.
SEGUNDO: Que, en cuanto a la causal formulada como principal, letra b) del artculo 373 del
Cdigo Procesal Penal, que estima configurada en
el razonamiento undcimo del fallo, asevera que
debe dilucidarse cul es el concepto de autoridad
exigido por la norma, para lo cual debe rechazarse
cualquier intento de efectuar una interpretacin extensiva para ampliar el alcance del sentido, de los
sujetos o de la materia de la prohibicin, estimando
que los jueces recurridos efectuaron una errnea
aplicacin del derecho al decidir que el concepto de
autoridad, integrante del tipo penal, se extiende al
Ministerio Pblico, porque la norma del artculo 264
del Cdigo Punitivo est referida a los rganos colegisladores y tribunales de justicia, en el caso que
se perturbe gravemente el orden en las sesiones o
audiencias, a los miembros del Congreso o de los
tribunales si fuesen amenazados o injuriados en los
mismos actos o con ocasin de las opiniones por
ellos emitidos en el Congreso o en sus sentencias,
respectivamente, Ministros de Estado u otras autoridades en las mismas circunstancias y a un superior con ocasin de sus funciones, de lo que se deduce que esa disposicin est referida a altas magistraturas de los Poderes del Estado, en lo que dice
relacin con la funcin que ejercen, de suerte que
al no existir el Ministerio Pblico en la poca de establecimiento del delito, no puede estimrsele formando parte de la figura tpica, aadiendo que la
interpretacin del Tribunal Oral no slo es prohibida
sino peligrosa ya que se fundamenta en el resguardo a la Nacin, contrariando el artculo 5 de la Constitucin Poltica de la Repblica. Encuentra la recurrente otro error en la actuacin que denuncia, que
atribuye seriedad a las expresiones vertidas por su
representado, explicando que ellas lo fueron en el
contexto de hallarse detenido, en un calabozo y en
estado de ebriedad, vindose impedido de un actuar reflexivo. Cree ver un tercer error en la actividad de los recurridos cuando dan por establecido el
delito de porte de arma blanca, sin que se pudiera
acreditar la existencia fsica del instrumento, arma
cuya presentacin en el juicio fue excluida por inobservancia de garantas constitucionales, interpretacin que no obsta al sistema de libertad de prueba
ya que existen determinados hechos que, por su
naturaleza intrnseca, slo pueden acreditarse con
una evidencia fsica, cuyo es el caso.
TERCERO: Que en cuanto a la causal subsidiaria de la letra e) del artculo 374 en relacin
con la letra c) del artculo 342, ambos del Cdigo
Procesal Penal, que estima acreditada en el prrafo
quinto del motivo decimosexto de la sentencia, la
hace consistir en la exposicin incompleta de los
argumentos de la defensa, ya que nunca sostuvo
que el Fiscal Adjunto careca de la posibilidad de
accionar si era vctima de amenazas o injurias, sino
que gozaba de proteccin como cualquier ciudadano, no como autoridad.
CUARTO: Que para una adecuada resolucin del primer captulo del recurso de nulidad, debe
consignarse que los hechos que los Jueces del juicio dieron por acreditados, en conformidad con la
norma del artculo 297 del Cdigo Procesal Penal,
es decir, con libertad, pero sin contradecir los principios de la lgica, las mximas de la experiencia y
los conocimientos cientficamente afianzados, fueron: que el da 5 de enero de 2005, cerca de las
11:15 horas, encontrndose el acusado Alcano Soto
en dependencias existentes en la Primera Comisara de Carabineros de esta ciudad, procedi a amenazar a viva voz al Fiscal adjunto Patricio Llancamn Nieto que se encontraba en el lugar, sealando que en cuanto saliera en libertad procedera a
agredirlo o golpearlo, como tambin que esos hechos son constitutivos del delito de desacato previsto y sancionado en los artculos 264 n 3 hiptesis tercera en relacin con los artculos 265 y 266
del Cdigo Penal.
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FALLOS
FALLOS
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te relativo al Libro II, se avanza que el proyecto examina todos los hechos que puedan importar un ataque a la soberana o seguridad exterior de la Nacin, luego revisa los delitos contra la seguridad interior, aquellos que impiden el libre ejercicio de los
poderes pblicos y que destruyan la marcha regular
del Estado, dictando preceptos para asegurar el
completo y perfecto ejercicio de las libertades individuales y de los derechos que la Carta asegura a
los ciudadanos, hacindose necesario reprimir todo
acto que ponga en peligro los benficos resultados
de la actividad propia del Estado.
OCTAVO: Que, determinado como est el
concepto general del desacato, resta entonces dilucidar si en l se encuentran incluidos los miembros
del Ministerio Pblico. Para resolver tal cuestin,
debe iniciarse el razonamiento con la cita de la norma constitucional del artculo 80 A de la Carta Fundamental, que dispone que un organismo autnomo, jerarquizado, con el nombre de Ministerio Pblico, dirigir en forma exclusiva la investigacin de
los hechos constitutivos de delito, los que determinen la participacin punible y los que acrediten la
inocencia del imputado y, en su caso, ejercer la
accin penal pblica en la forma prevista por la ley,
sin que pueda atribuirse funciones jurisdiccionales,
teniendo las limitaciones que la misma Carta contempla. Luego, debe tambin mencionarse que por
autoridad se entiende carcter o representacin de
una persona por su empleo, mrito o nacimiento;
potestad, facultad; poder que tiene una persona sobre otra que le est subordinada; persona revestida
de algn poder, mando o magistratura, y, por poder,
dominio, imperio, facultad y jurisdiccin que uno tiene para mandar o ejecutar una cosa; fuerza, vigor,
capacidad, posibilidad, podero.
NOVENO: Que de lo avanzado, no puede
sino concluirse que los Fiscales del Ministerio Pblico, EN CUANTO representantes del rgano estatal que detenta en forma exclusiva el ejercicio de la
actividad persecutoria punitiva del Estado relativa a
los hechos tpicos de accin pblica, es decir, conductor y responsable de la misma, S se encuentran
Declara que la disposicin efectiva de las especies sustradas corresponde al agotamiento del
delito, no a su consumacin.
FALLOS
119
Resumen:
La Fiscala acus a la imputada como autora de un hurto falta consumado por haber sustrado especies desde un supermercado, logrando ser detenida por los guardias de seguridad a la salida de
ste. La acusada acept su responsabilidad en los hechos, pero fue absuelta por el Tribunal de
Garanta por estimar que el hurto en cuestin slo lleg al grado de frustrado. El Ministerio Pblico
interpuso un recurso de nulidad en contra del fallo absolutorio esgrimiendo la causal del artculo 373
letra b) del Cdigo Procesal Penal. La Corte hizo suyos los argumentos de la Fiscala, sealando que
efectivamente la figura penal del hurto no exige para su consumacin la disposicin efectiva de las
especies sustradas, bastando que haya existido una disposicin potencial de stas. Agreg que,
atendidas las caractersticas de los supermercados en que la mercadera puede ser tomada por cualquiera, slo se materializa su disposicin al salir del lugar, momento, tambin, en que dejan de estar
bajo la esfera de resguardo de su propietario.
Texto completo:
Santiago, ocho de septiembre de dos mil cinco.
VISTOS:
En los antecedentes RUC 0500326360-8, del
Sexto Juzgado de Garanta de Santiago, por sentencia definitiva fecha treinta de julio del ao en curso, recada en procedimiento simplificado, se absolvi a la imputada Juana del Carmen Meyer Cotal
del requerimiento que el Ministerio Pblico formul
en su contra, como autora de un hurto falta consumado, previsto en el artculo 494 bis del Cdigo
Penal, imponindose a la Fiscala el pago de las
costas. En contra de esta sentencia la Fiscal adjunto, doa Ninoska Mosnich Gonzlez, dedujo recurso de nulidad por la causal prevista en la letra b) del
artculo 373 del Cdigo Procesal Penal, fundada en
que el fallo impugnado habra hecho una errnea
aplicacin del derecho que habra influido sustancialmente en lo dispositivo del mismo, pues al calificar de frustrado un hurto falta ya consumado, y absolver a la imputada no obstante haber sta admitido su responsabilidad en los hechos, habra infringido las normas contenidas en los artculos 7 del
Cdigo Penal y 395 del Cdigo Procesal Penal, respectivamente. Pide, en consecuencia, se acoja el
recurso de nulidad por la causal indicada, se invali-
de la sentencia recurrida y el juicio oral en procedimiento simplificado, a fin que se lleve a efecto un
nuevo juzgamiento por el tribunal no inhabilitado que
corresponda.
Concedido el recurso y elevado a conocimiento de esta Corte, se procedi a la vista de la
causa en la audiencia pblica del da 23 de agosto
del ao en curso, con asistencia de la Fiscal, doa
Liada Secchi Azolas, del abogado de la parte querellante, don Matas Balmaceda M. y del Defensor
Pblico don Manuel Daz. Despus de analizar y
resolver el tribunal la admisibilidad del recurso, se
escucharon los alegatos de los intervinientes y una
vez concluido el debate, se les cit para la lectura
del fallo acordado, a la audiencia del da 8 del presente, a las 14:00 horas.
Considerando:
1) Que el recurso de nulidad planteado por
el Ministerio Pblico se funda en la causal prevista
en la letra b) del artculo 373 del Cdigo Procesal
Penal, que admite la declaracin de nulidad del juicio y de la sentencia, cuando en el pronunciamiento
del fallo se hubiere hecho una errnea aplicacin
del derecho que hubiere influido sustancialmente en
lo dispositivo del mismo. En este caso, el Ministerio
Pblico esgrime como fundamento de la causal invocada dos errores de derecho. El primero lo hace
consistir en una errada aplicacin del artculo 395
FALLOS
120
del Cdigo Procesal Penal, por estimar que habiendo la imputada admitido su responsabilidad en los
hechos contenidos en el requerimiento que se formul en su contra, como autora de hurto falta frustrado, no pudo el tribunal dictar sentencia absolutoria, argumentando que la norma citada confiere al
juez slo dos alternativas: condenar al imputado, o
fijar una audiencia de realizacin del juicio simplificado contradictorio en el cual debern presentarse
las pruebas. La segunda infraccin que se reprocha
es la errnea aplicacin del artculo 7 del Cdigo
Penal, que condujo a la absolucin de la imputada,
por haberse calificado los hechos en grado de frustracin, no obstante tratarse de un hurto falta consumado.
2) Que, refirindose a la consumacin del
delito de hurto, la Sra. Fiscal sostiene que esta etapa se alcanza cuando se obtiene la apropiacin de
la cosa, no siendo necesario que el agente haya
conseguido el beneficio o lucro que esperaba, lo que
sucede ms bien al momento en que el delito se
agota. Agrega que el hurto se consuma cuando el
sujeto se apodera de la cosa ajena, arrogndose las
facultades de seor y dueo, teniendo la posibilidad de ejercer la facultad de disposicin, aunque
sea por un instante. En el caso sub-lite, aade, este
momento corresponde a aquel en que la imputada
sali hacia la va pblica, portando consigo las especies sustradas, instante en el cual habra tenido,
al menos, la posibilidad de disponer de ellas. Hace
presente que, tratndose de locales comerciales de
las caractersticas del supermercado en que se produjo el hurto, la jurisprudencia ha determinado que
cuando el hechor atraviesa las cajas registradoras,
traspasa la esfera de resguardo del propietario y
consuma su conducta delictiva.
3) Que el abogado de la parte querellante
comparte el criterio del Ministerio Pblico, en cuanto atribuye a la sentencia una errada aplicacin del
artculo 7 del Cdigo Penal, que habra influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, pues la
calificacin del hecho en etapa de frustracin, habra dejado impune una conducta que debi ser castigada. Disiente, sin embargo, respecto del momento en que se consuma el delito de hurto, argumentando que para ello es suficiente que exista apropiacin contra la voluntad del dueo, sin que se requiera que el hechor tenga la posibilidad de disponer de la especie sustrada, lo que sera propio de
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FALLOS
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FALLOS
CORTE SUPREMA
Declara que la admisibilidad del recurso de apelacin no es susceptible de ser revisada por
medio del recurso de queja, as como el acoger o rechazar circunstancias modificatorias de la
responsabilidad penal es resorte exclusivo de los jueces del fondo.
Resumen:
La Defensa interpuso un recurso de queja aduciendo que los Ministros de Alzada no se habran
pronunciado respecto de la inadmisibilidad de los recursos de apelacin concedidos a los acusadores; as como respecto de las minorantes que beneficiaban al acusado, y la incorrecta determinacin
de la pena en la sentencia definitiva. La Corte Suprema desestim el recurso sealando que conceder o denegar un recurso de apelacin no es una resolucin que admita ser impugnada por la va del
recurso disciplinario. En cuanto a las minorantes alegadas, y su influencia en la determinacin de la
pena, expres que el reconocimiento y calificacin de stas, as como el quantum de la sancin para
efectos del otorgamiento de la remisin condicional de la pena, son un tema de interpretacin propia
de la labor de los jueces del fondo. A mayor abundamiento, agreg que la pena impuesta en autos,
aun con el reconocimiento de las modificatorias invocadas por la Defensa, se encuentra dentro de los
mrgenes que la ley permite.
El voto de minora declar que proceda acoger la minorante de procurar reparar con celo el mal
causado, porque la ley no reclama resultados exitosos, sino slo que se exteriorice un propsito
serio traducido en un esfuerzo personal considerable encaminado a la obtencin del resarcimiento.
Sin embargo, el voto de minora declar que la falta de reconocimiento no era impugnable por la va
disciplinaria, porque es facultad privativa de los sentenciadores del grado rebajar o no la pena base
cuando concurren atenuantes de responsabilidad criminal, segn lo dispone el artculo 68 inciso
tercero del Cdigo Penal.
Texto completo:
Santiago, nueve de agosto de dos mil cinco.
VISTOS:
A fojas 113 Alfredo Morgado Travezan, en
representacin de Jorge Lavandero Illanes, recurre
de queja en contra de los Ministros de la Corte de
Apelaciones de Temuco, seores Leopoldo Llanos,
Fernando Carreo y Fiscal Judicial Luis Troncoso,
en razn de las faltas o abusos graves, que en su
concepto, habran cometido en el pronunciamiento
de la sentencia definitiva de segunda instancia que
indica. Sostiene que son tres los acpites de faltas
o abusos graves, a saber a) El haber desestimado
las alegaciones de su parte relativas a la inadmisibilidad de los recursos de apelacin interpuestos
tanto por el Ministerio Pblico, como por el Querellante Particular; b) La falta de pronunciamiento en
la parte declarativa del fallo de alzada respecto de
las minorantes de responsabilidad penal, cuyo reconocimiento fuera expresamente solicitado por esa
defensa; c) La incorrecta determinacin de la pena
a aplicar a su representado, como asimismo del beneficio de cumplimiento alternativo de dicha pena.
A fojas 178 se agrega informe de los Ministros recurridos.
A fojas 183 se trajeron los autos en relacin.
CONSIDERANDO
1 Que el recurso de queja, consagrado en
el artculo 545 del Cdigo Orgnico de Tribunales,
tiene por exclusiva finalidad corregir las faltas o abu-
sos graves cometidos en la dictacin de resoluciones de carcter jurisdiccional y dice relacin con las
facultades disciplinarias de que se encuentran investidos los Tribunales Superiores de Justicia.
2 Que la disciplina dice relacin con el orden, pero ste resulta subordinado a la ley, en trminos que el anlisis de la existencia de los presupuestos fcticos para la procedencia del ejercicio
de las facultades disciplinarias importa o conduce a
analizar en el caso concreto si los sentenciadores
obraron o no dentro del marco de accin que la ley
les permite, o dicho de otro modo si el legislador
impuso para el caso concreto una forma de conducta obligada, puesto que slo en el caso de exceder
dichos mrgenes cabe hacer uso de las referidas
facultades. En dicho contexto cabe examinar las faltas o abusos graves denunciados por el recurrente.
3 Que en cuanto a la admisibilidad de los
recursos de apelacin de los acusadores -Ministerio Pblico y querellante particular- que corresponde al primer captulo de impugnacin, cabe consignar que:
a) Los mencionados recursos fueron concedidos por resolucin de uno de julio de 2005, como
consta a fojas 722 de los antecedentes respectivos.
b) La defensa del imputado Lavandero dedujo recurso de hecho en contra de la mencionada
resolucin, el que fue declarado sin lugar por la
Corte de Temuco.
c) Por ltimo se interpuso recurso de queja
en contra de los Ministros que suscribieron la anterior resolucin, recurso de se declar inadmisible
por resolucin de once de julio del ao en curso de
este Tribunal.
4 Que, la resolucin que concede o deniega un recurso de apelacin no reviste la naturaleza
jurdica que permita atacarlo por la va disciplinaria
que se ha intentado, reservada slo para los casos
de sentencias definitivas o interlocutorias que pongan trmino al juicio o hagan imposible su continuacin ello, aun cuando en el fallo definitivo se contengan razonamientos al respecto.
5 Que, sin perjuicio que lo anterior bastara
para desechar el recurso, en lo que a su primer captulo se refiere, cabe dejar sentado que tratndose
en la especie de un procedimiento abreviado, el otorgamiento de los beneficios alternativos de cumplimiento de pena -por mandato del artculo 413 letra
123
e) del Cdigo Procesal Penal- forma parte de la sentencia definitiva y por ende es susceptible del recurso de apelacin, con arreglo a lo dispuesto en el
artculo 414 del Cdigo Procesal Penal.
6 Que los restantes captulos que fundan
las faltas o abusos graves denunciados en autos reconocimiento y calificacin de modificatorias y
quantum de la sancin, para efectos del otorgamiento de la remisin condicional de la pena- en definitiva inciden en la aplicacin de la pena impuesta al
sentenciado y conciernen a un problema de interpretacin, propio de la labor de los jueces del fondo.
7 Que finalmente, en concepto de estos
sentenciadores la pena impuesta -aun con la concurrencia de las modificatorias invocadas, se encuentra comprendida entre los mrgenes que la ley
permite en trminos que tampoco resulta ser efectiva la falta o abuso denunciada a ese respecto.
8 Que, de todo lo anterior resulta que los
magistrados recurridos -al dictar la sentencia de que
se trata- no han incurrido en falta o abuso grave
susceptible de ser enmendado por esta va, lo que
conduce al rechazo del recurso en examen.
Y visto adems lo dispuesto en los artculos
545 y siguientes del Cdigo Orgnico de Tribunales
y auto acordado que rige la materia, SE RECHAZA
el recurso de queja deducido a fojas 113, en representacin de Jorge Lavandero Illanes.
Se previene que el Ministro seor Rodrguez
Espoz concurre a desestimar el recurso de queja
deducido por la defensa del imputado Lavandero Illanes, teniendo nicamente presente que no ha mediado de parte de los recurridos falta o abuso susceptible de remediarse por esta va disciplinaria, de
acuerdo con lo prescrito por el inciso segundo del
artculo 545 del Cdigo Orgnico de Tribunales.
Para ello tuvo presente:
1) Que la indemnizacin enterada por este
convicto a favor de los ofendidos, en los trminos
que describe el basamento 8 de la sentencia de
primera instancia, reproducida por el fallo impugnado y el contrato suscrito para que una profesional
sicloga se haga cargo del tratamiento profesional
de las vctimas, tendiente a paliar las secuelas producidas por los ilcitos, configuran verdaderamente
la minorante de haber procurado con celo reparar
el mal causado o impedir sus ulteriores perniciosas
FALLOS
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Seala que corresponde a los jueces apreciar la calificacin de una figura de microtrfico a la
luz de todos los antecedentes de la causa.
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Resumen:
El Tribunal del Juicio Oral en lo Penal conden al imputado como autor del delito de trfico ilcito de
estupefacientes. La Defensa interpuso un recurso de nulidad en contra del fallo condenatorio esgrimiendo la causal del artculo 373 letra a), y en subsidio las del artculo 374 letra e) en relacin con el
artculo 342 letra c) y 373 letra b), todos del Cdigo Procesal Penal. Respecto de la causal principal,
argument que los jueces alteraron el peso de la prueba al exigir de la prueba de la Defensa que sta
fuera capaz de desvirtuar la acusacin fiscal. Respecto de la segunda causal, sostuvo que el fallo
adoleci de la fundamentacin requerida por ley, por cuanto no se hizo cargo de todos sus argumentos y se fundament en aseveraciones falsas. Finalmente, en cuanto a la tercera, afirm que los
hechos haban sido calificados como delito de trfico, siendo que stos se encuadraban en la figura
del microtrfico. La Corte rechaz el recurso en todas sus causales, sealando que de la lectura del
fallo se pudo apreciar que los jueces fundamentaron su decisin luego de ponderar libremente toda
la prueba presentada por los litigantes y de sealar que la prueba presentada por la Defensa no logr
desvirtuar las evidencias que pesaban sobre su representado, detallando pormenorizadamente sus
razonamientos. Finalmente, respecto de la supuesta aplicacin errnea del derecho, la Corte recuerda que el artculo 4 de la ley 20.000 no define lo que debe ser entendido por pequeas cantidades de
droga, estableciendo que ser el juez quien determine de acuerdo a todas las circunstancias de los
hechos si stos se encuadran dentro de la figura de trfico o microtrfico de sustancias prohibidas.
Texto completo:
Santiago, nueve de agosto del dos mil cinco.
VISTOS:
En esta causa del Tribunal del Juicio Oral
en lo Penal de Concepcin, Rol nico 04003324198, Rol Interno del Tribunal 58-2005, por delito de
trfico ilcito de estupefacientes, seguida en contra
del imputado Ricardo Hipcrates Sez Escobar, por
sentencia de fecha diecisiete de mayo del dos mil
cinco, se impuso a ste la pena de cinco aos y un
da de presidio mayor en su grado mnimo, a la accesoria de inhabilitacin absoluta perpetua para
cargos y oficios pblicos y derechos polticos y la
de inhabilitacin absoluta para profesiones titulares
mientras dure la condena y al pago de las costas de
la causa, como autor de delito de trfico ilcito de
estupefacientes, cometido el 11 de septiembre del
2004, en la comuna de Chiguayante, condenndo-
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FALLOS
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que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo. A este respecto se sostiene en el recurso que los hechos descritos en el considerando
8, corresponden al delito de microtrfico tipificado
y sancionado en el artculo 4 de la Ley 20.000, que
de haber sido correctamente aplicado, habra tenido por consecuencia que al imputado se le aplicara
una pena inferior a la que se le impuso.
A este respecto, cabe sealar que el recurso en este punto discurre sobre la circunstancia de
estar debidamente acreditados los hechos consignados en el fallo, especialmente en su considerando 8. Esta causal de nulidad tambin habr de ser
desestimada, ya que el mencionado artculo 4 de
la Ley 20.000 no ha establecido qu debe entenderse por pequeas cantidades de sustancias estupefacientes justamente para someter dicha apreciacin y calificacin a criterio del Tribunal. Esto es
la figura de microtrfico de estupefacientes no puede determinarse con tal o cual cantidad de droga,
ya que corresponder a los sentenciadores apreciar
en cada caso la calificacin a la luz de todos los
antecedentes que se tuvieron a la vista en el juicio,
por lo cual al hacer uso de la valorizacin de la prueba en este aspecto, no han podido los sentenciadores cometer el error de Derecho que se denuncia.
UNDCIMO: Que este tribunal ha tenido en
consideracin los trminos contenidos en el voto de
minora del Juez Rafael Corvaln Pazols, pero no
comparte los fundamentos que en l se dan, atendidos los razonamientos anteriormente expuestos.
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Declara que la garanta del debido proceso alcanza tambin al Ministerio Pblico, por lo que
resulta legtimo que ste alegue la vulneracin de dicha garanta frente a la exclusin de parte
de su prueba durante el juicio oral.
Resumen:
Contra la sentencia condenatoria del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Villarrica, el Ministerio
Pblico interpuso un recurso de nulidad por la causal del artculo 373 letra a) del Cdigo Procesal
Penal. Adujo, para ello, que su derecho al debido proceso haba sido vulnerado al ser excluida una
de sus pruebas durante el desarrollo del juicio oral. La Corte, en voto dividido, acogi el recurso. Al
efecto seal que la garanta del debido proceso implica el respeto a la legalidad de los actos del
procedimiento, principio consustancial del Estado de Derecho que rige no slo para el imputado, sino
para todos los intervinientes del proceso penal. En cuanto a la exclusin de la prueba misma, record
que la oportunidad procesal para determinar tanto la admisibilidad como la legalidad de las probanzas aportadas por los intervinientes est expresamente sealada en el artculo 276 del Cdigo del
ramo, siendo sta la audiencia de preparacin del juicio oral, bajo la competencia nica del Juez de
Garanta.
Los votos de minora sealaron, por una parte, que la garanta del debido proceso slo ampara al
imputado, y, por otra, que la gravedad de la falta cometida por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal
no cumpli con el requisito de haber sido una contravencin substancial de los derechos y garantas
asegurados por la Constitucin que resultara salvable slo por medio de la declaracin de nulidad.
Texto completo:
Santiago, catorce de septiembre de dos mil
cinco.
VISTOS:
En estos antecedentes rol nico
0500061615-1 e interno del tribunal 22-2005, se registra la sentencia dictada por el Tribunal Oral en lo
Penal de Villarrica el once de julio de dos mil cinco,
que impuso al enjuiciado Rigoberto Antonio Villablanca Ibez la pena de cuatrocientos das de presidio menor en su grado mnimo y accesoria de suspensin para cargos u oficios pblicos durante el
tiempo de la condena y a pagar una multa a beneficio fiscal de cinco Unidades Tributarias Mensuales,
como autor del delito de hurto simple, perpetrado
en la comuna de Pucn el doce de febrero de dos
mil cinco, en perjuicio de don Samuel Fernando
Mardones Herrera, sin concedrsele beneficio alguno de la Ley N 18.216, reconocindosele como
abono el tiempo que ha permanecido ininterrumpidamente privado de libertad en esta causa, desde
FALLOS
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CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que la primera causal de nulidad invocada descansa en la contravencin substancial de derechos o garanta asegurados por la
Constitucin, consagrada en la letra a) del artculo
373 del Cdigo procedimental penal, que advierte
el recurrente en la tramitacin del litigio, con lo cual
se ha conculcado el artculo 19, N 3, inciso quinto,
de la Carta Fundamental, en cuanto ordena que toda
sentencia de un rgano que ejerza jurisdiccin debe
fundarse en un proceso legalmente tramitado, correspondindole al legislador establecer las garantas de un procedimiento y una investigacin racionales y justos.
La aludida violacin la hace consistir el compareciente en que el Tribunal del Juicio Oral de Villarrica desconoci dicha garanta, as como los artculos 277, letra e), 296, 328 y 333 del Cdigo adjetivo penal, cuando en el desarrollo de la audiencia del juicio oral, durante la fase de produccin de
la prueba los sentenciadores, acogiendo el incidente promovido por la defensa, resolvi no permitir la
incorporacin de una probanza documental incluida
en el respectivo auto de apertura del juicio oral.
Refiere que el instrumento en cuestin consiste en la copia autorizada del expediente N 4.358,
rol del Juzgado de Letras de Pucn, sobre medida
de proteccin, el cual formaba parte de los antecedentes de la indagacin y que fue aparejado al auto
de apertura del juicio oral por dictamen de la Corte
de Apelaciones de Temuco, de siete de junio del presente ao, tenindose por incluidos tales documentos por el Tribunal del Juicio Oral de Villarrica, mediante resolucin de diecisis de junio del ao en
curso. Explica que con su exclusin se ha violentado su facultad de rendir y aportar todos y cada uno
de los medios de prueba incluidos en la resolucin
de apertura, conforme a su particular y exclusiva
estrategia acusatoria.
Por otra parte, tambin reprocha alterada la
ritualidad del procedimiento, por cuanto haba precluido cualquier posibilidad de eliminar alguna prueba ya aceptada en el auto de apertura del juicio oral.
Finalmente, sostiene que tal impedimento
afecta en forma substancial el derecho de equivalencia de armas de las partes y del debido proceso,
por lo que insta a que se invalide el juicio oral y la
sentencia dictada, ordenando la realizacin de un
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Declara que las circunstancias relevantes del artculo 391 del Cdigo Procesal Penal no incluyen los antecedentes calificados del inciso 2 del artculo 395, por cuanto los segundos
nacen de una atribucin exclusiva del Juez.
Resumen:
El Juez de Garanta conden al acusado, en aplicacin del artculo 395 inciso 2 del Cdigo Procesal
Penal, a la pena de prisin por el delito de manejo en estado de ebriedad. La Defensa interpuso en
contra del fallo un recurso de nulidad por las causales del artculo 373 letras a) y b) del Cdigo
Procesal Penal. Respecto de la primera causal argument que se haba violado la igualdad ante la
ley al considerar la calidad de funcionario pblico como antecedente para decretar la pena de prisin.
Respecto de la segunda causal, por considerar una condena anterior, violando los artculos 1 y 6 del
DL 409 de Justicia de 1932, y por haber valorado el hecho de haber conducido con licencia de conducir vencida, transgrediendo as tambin los artculos 93 y 391 del Cdigo Procesal Penal. La Corte
rechaz el recurso. La causal del artculo 373 letra a), porque la igualdad ante la ley supone tratar
igual en la igualdad y desigual en la desigualdad, de ah que su situacin slo se pudiera comparar
con otros funcionarios pblicos. Adems, porque dicha consideracin debi ser sustancial, lo que no
ocurri en la especie al haberse considerado, tambin, otras circunstancias para decretar la prisin.
En cuanto a las infracciones de ley denunciadas, la Corte seal que los beneficios del D.L. 409 no
pueden afectar la facultad del Juez para deducir del mrito del proceso lo que l considere como
antecedente calificado. Finalmente, respecto del hecho de haberse hecho mencin slo despus del
reconocimiento efectuado por el acusado del hecho de haber estado conduciendo con una licencia
de conducir vencida, la Corte aclar que las dems circunstancias relevantes relacionadas con el
ilcito del artculo 391 del Cdigo Procesal Penal no comprenden a los antecedentes calificados del
artculo 395 del mismo cdigo, porque las primeras no nacen por su inclusin en el requerimiento,
sino por la facultad privativa del juez de apreciar los antecedentes reunidos en la causa. Adems,
porque el Ministerio Pblico no puede anticiparse a alegarlos, pudiendo hacerlo slo una vez que el
imputado admite su responsabilidad y se sigue el procedimiento simplificado, lo que no implic dejar
indefenso al imputado, por cuanto el hecho constaba en la carpeta investigativa.
Texto completo:
Santiago, veintitrs de septiembre de dos mil
cinco.
VISTOS
En los autos rol nico 0400296865-2 interno
del tribunal 3309-2005 se registra la sentencia dictada en juicio simplificado por la Juez de Garanta
de Concepcin el 11 de julio del ao en curso, que
condena a Sergio Edgardo Vera Castro, casado,
empleado de DIDECO de la I. Municipalidad de Concepcin, domiciliado en Avenida La Vega N 316,
poblacin Santa Leonor, Talcahuano, a la pena de
diez das de prisin en su grado mnimo y suspen-
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podrn establecer diferencias arbitrarias, en el artculo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos que dispone que: Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia y artculo 24 del Pacto de San Jos de Costa
Rica segn el cual: Todas las personas son iguales
ante la ley. En consecuencia, tienen derecho sin discriminacin, a igual proteccin de la Ley.
Se sostiene en el recurso que la infraccin
se produce en el pronunciamiento mismo de la sentencia ya que en ella se considera la calidad de funcionario de la Ilustre Municipalidad de Concepcin
al imputado y por dicha calidad se le exige una conducta ms intachable por la naturaleza de las funciones que desarrolla, aserto que no encuentra fundamento alguno en la ley, y por el contrario, es derechamente inconstitucional. No existe ninguna norma legal ni moral que establezca y obligue a un funcionario municipal o a cualquier otro funcionario a
un estndar de conducta ms intachable que al resto de las personas, habida consideracin, adems,
de que en este caso particular no se trata de un delito o conducta desplegada por el imputado en el
ejercicio de sus funciones.
Sostiene el recurrente que: siendo tan clara la norma del artculo 395 para sealar que a
menos que ocurran antecedentes calificados para
imponer la pena de prisin y no la de multa, sorprende que se estime como tales la circunstancia
de que una persona sea empleado municipal.
SEGUNDO: Que el recurso se sustenta tambin en la causal del artculo 373 letra b) del Cdigo
Procesal Penal y en forma conjunta invoca dos motivos: a) el considerarse en la sentencia como antecedente calificado para aplicar pena de prisin la
condena aplicada al imputado el ao 2000 en causa
Rol 59651 del Primer Juzgado del Crimen de Concepcin, por un delito de conducir vehculo motorizado en estado de ebriedad causando daos invocada por el Ministerio Pblico. Toda vez que lo anterior transgrede las normas de los artculos 1 y 6
del Decreto Ley 409 de 1932 del Ministerio de Justicia al establecer la primera de ellas que: Toda
persona que haya sufrido cualquier clase de condena y rena las condiciones que seala esta ley, tendr derecho despus de dos aos de haber cumplido la pena, si es primera condena, y de cinco aos,
si ha sido condenado dos o ms veces, a que por
decreto supremo, de carcter confidencial, se le
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Regstrese y devulvase.
Redaccin del abogado integrante don Fernando Castro lamos.
Rol N 3696-05.
139
Resumen:
La Defensa interpuso un recurso de nulidad en contra del fallo condenatorio aduciendo las causales
de la letra a) del artculo 373, en relacin con los artculos 259, inciso final, y 332, y de la letra f) del
artculo 374, en conexin con el mismo inciso final del artculo 259 y el artculo 341, todos del Cdigo
Procesal Penal. Argument, al efecto, que se infringi el principio de la congruencia al haberse modificado los hechos contenidos en la formalizacin al acusar, hechos, modificados, que sustentaron la
condena emitida. La Corte rechaz el recurso. En primer lugar, porque la infraccin denunciada por
la Defensa no produce como efecto la nulidad, sino que debi ser corregida de acuerdo al artculo
270 del Cdigo Procesal Penal. En seguida, aclar que la infraccin al principio de congruencia dice
relacin con hechos relevantes que determinen la existencia de un ilcito penal, as como la participacin de los responsables. Las diferencias en hechos o circunstancias accidentales, como las presentadas entre los expuestos en la formalizacin y la acusacin, no vulneran la garanta del imputado.
En cuanto a la vulneracin del artculo 332 del Cdigo Procesal Penal por haberse permitido la lectura de la declaracin de un tercero para ayudar en la memoria de un testigo, la Corte reconoci que se
trat de una anomala, pero sta no revisti la caracterstica de ser una transgresin sustancial de los
derechos o garantas fundamentales reparable slo por la va de declarar la nulidad, porque hubo
abundante prueba aparte que convenci al Tribunal de la efectividad del contenido de la acusacin.
Finalmente, respecto de la segunda causal esgrimida por la Defensa, la Corte record que la discrepancia en los hechos constituye causal absoluta de nulidad slo cuando se produce entre la acusacin y la sentencia, mas no cuando acontece entre la formalizacin de la investigacin y la acusacin.
Texto completo:
Santiago, veintitrs de septiembre de dos mil
cinco.
VISTOS:
En estos antecedentes rol nico
0400046209-3 e interno del tribunal 46-2005, se registra la sentencia pronunciada por el Tribunal Oral
en lo Penal de Temuco el diecisiete de junio del ao
en curso, que impuso al encausado Miguel Carlos
Reyes Varas la pena de siete aos de presidio mayor en su grado mnimo, accesorias de inhabilitacin absoluta perpetua para cargos y oficios pblicos y derechos polticos e inhabilitacin absoluta
para profesiones titulares mientras dure la condena, a pagar una multa a beneficio fiscal de cuarenta
Unidades Tributarias Mensuales, como igualmente
a satisfacer las costas del pleito, por su responsabilidad de autor del delito de trfico de estupefacientes cometido en esa ciudad el seis de febrero de
dos mil cuatro, no se le concedi ninguno de los
beneficios alternativos contemplados en la Ley N
18.216 y dispuso que la sancin corporal la purgar
a continuacin de aquella de cinco aos y un da
que sufri en los autos N 85.361-10, rol del Segundo Juzgado del Crimen de San Miguel, que cumple
desde el primero de marzo de dos mil tres, como
consta del punto octavo del auto de apertura del
actual litigio.
En contra de este dictamen el seor Jos
Ignacio Araneda Henrquez, en representacin del
sentenciado mencionado y en su calidad de abogado defensor penal privado, dedujo recurso de nulidad sustentado en la letra a) del artculo 373, en
relacin con los artculos 259, inciso final, y 332,
FALLOS
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todos del Cdigo Procesal Penal, por haberse desconocido el principio de congruencia que debe existir
entre la formalizacin, la acusacin y la sentencia;
y por haberse permitido la lectura en la audiencia
de las declaraciones del atestado de un tercero para
refrescar la memoria de otro testigo del Ministerio
Pblico, lo que slo resulta procedente tratndose
de los dichos propios. En subsidio, apoya este arbitrio en el motivo absoluto de nulidad consagrado en
la letra f) del artculo 374, en conexin con el mismo
inciso final del artculo 259 y el artculo 341 del citado ordenamiento adjetivo, en virtud de la incongruencia ya denunciada.
Pide, acogido cualquiera de los motivos de
nulidad invocados, la anulacin del juicio oral y su
fallo consiguiente, determinando el estado en que
quedar el procedimiento y ordenando la inmediata
remisin de los antecedentes al tribunal no inhabilitado que corresponda para la celebracin de un
nuevo pleito, con costas.
Concedido el expresado recurso, luego que
la sala penal lo estimara admisible, decret pasar
los autos al seor presidente a fin de fijar el da de
la audiencia para la vista de la nulidad requerida,
como se desprende de fojas 34 de estos antecedentes.
La audiencia pblica se verific el jueves
ocho de los corrientes con la concurrencia y alegatos de los abogados seores Araneda Henrquez,
en representacin del convicto y Pablo Campos
Muoz, por el Ministerio Pblico y transcurrida la
vista del recurso, se cita para la lectura del fallo para
el da mircoles 28 de septiembre del ao en curso,
segn aparece del acta que corre a fojas 38.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que como primera causal de impugnacin asentada en la letra a) del artculo 373
del Cdigo Procesal Penal, el recurrente reclama
contravencin sustancial a la garanta fundamental
del debido proceso asegurada por el artculo 19, N
3, inciso 5, de nuestra Carta Magna, al haberse
violentado el principio de congruencia entre los hechos materia de la formalizacin y los de la acusacin, que exige el inciso final del artculo 259 del
estatuto procedimental.
Explica que al enjuiciado se le conden por
hechos comprendidos en la acusacin, pero no comunicados en la audiencia de formalizacin de la
investigacin, lo que altera sustancialmente el objeto de la prueba a rendir en la litis por el Ministerio
Pblico porque en el primero de esos trmites no se
dijo que al agente lo acompaaba alguien, ni que
se desplazaba en un vehculo, sino que lo haca en
la calle con una mochila, ni se aludi a revisin del
equipaje, slo de la vestimenta, siendo el encartado el fiscalizado; mientras que en la acusacin se
seal que lo acompaaba un tercero, circulaba en
un carro patente GU 5048, se le inspeccionaron vestimentas y equipaje y se control al mvil.
Es as como se quebrant el inciso final del
artculo 259 del Cdigo Procesal Penal que requiere que la acusacin slo podr referirse a hechos y
personas incluidos en la formalizacin de la investigacin, puesto que esta actuacin permitir al imputado conocer cules son los hechos que se le reprochan y respecto de los cuales deber defenderse en un eventual juicio oral, por lo que al no existir
esa congruencia, se ha privado a su defendido del
pleno ejercicio de la garanta esencial del debido
proceso o a un juicio justo, dado que en el juicio
oral los sentenciadores tuvieron por comprobados
los hechos de la acusacin, esto es, que el hechor
transitaba en un vehculo acompaando a un tercero que guiaba el rodado y que aqul portaba la mochila dentro del coche, contrariando de este modo
las mximas de la experiencia en cuanto al porte de
droga, lo que provoca la absolucin del acusado,
decisin que no se adopt pese al incidente de nulidad promovido al comienzo de la audiencia como
fundamento de la defensa y violndose entonces la
triloga formalizacin - acusacin - defensa, que
acarrea la nulidad del juicio oral y de su pertinente
sentencia.
SEGUNDO: Que por lo pronto conviene destacar que aun cuando la sentencia condenatoria no
puede exceder los trminos de la acusacin y por
ende no es posible castigar por hechos o circunstancias no comprendidos en aqulla, como lo precepta el artculo 341, inciso primero, del Cdigo
Procesal Penal, so pena de incurrir en el motivo
absoluto de nulidad del juicio y su fallo, consagrado
en la letra f) del artculo 374 del mismo ordenamiento
y que tambin se ha esgrimido subsidiariamente por
el recurrente, tampoco puede perderse de vista que
la inobservancia de la extensin de la congruencia
fctica que aduce la defensa, a la acusacin y formalizacin de la investigacin a que se refiere el
inciso final del artculo 259 produce otro efecto distinto de la nulidad que se pretende, desde el momento que la actuacin viciada da origen a la necesidad de subsanar la acusacin del modo consignado en el artculo 270 de la referida recopilacin legal citada. Y esta sola situacin resulta bastante para
desestimar esta causal de impugnacin en examen.
TERCERO: Que, sin embargo y a mayor
abundamiento, cabe tener en cuenta que la acusacin debe contener la relacin circunstanciada de
los hechos atribuidos y de su calificacin jurdica,
ya que slo as puede controlarse la congruencia
antes aludida y permite al encausado preparar adecuadamente su defensa sin temor a sorpresas ni
sucesos extraos a la acusacin. En otras palabras,
los cargos contemplados en la formalizacin de la
investigacin son definitivos, en el sentido que despus de realizados no pueden ampliarse o alterarse
en base a nuevos hechos punibles atribuibles a los
procesados porque su existencia obliga a una nueva indagacin separada por parte del Ministerio
Pblico. Esta es la esfera del artculo 259, inciso
final, del Cdigo Procesal Penal, al igual de lo que
acontece con la sentencia definitiva condenatoria
que no puede exceder el contenido de la acusacin,
conforme lo prescribe el artculo 341 del mismo texto, sin perjuicio que, tal como en el evento anterior,
el tribunal puede darle a los hechos una calificacin
jurdica diferente o apreciar la concurrencia de elementos agravantes de la responsabilidad criminal
no incluidos en la acusacin, siempre que se hubiere advertido a los intervinientes durante la audiencia.
CUARTO: Que todava es menester dejar en
claro que en la litis penal, de acuerdo con el derecho al juicio previo y a la presuncin de inocencia,
el Estado tiene impuesta la carga de demostrar en
grado de certeza todos los extremos de la imputacin delictiva, o sea, todos aquellos hechos que,
individualmente o en su conjunto permiten establecer los ingredientes del delito o, por el contrario,
cuestionarlos. Vale decir, si consideramos que la
pretensin punitiva ha de concretarse, en cada caso,
en la imputacin de uno o ms hechos que, con arreglo a la ley penal sustantiva, configuran un determinado delito, sern hechos relevantes o pertinentes
aquellos que acreditan o excluyen la presencia de
los componentes del delito, la participacin culpable del hechor y las circunstancias modificatorias de
141
FALLOS
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Recuerda que el control sobre la prueba que la Corte puede hacer, slo es posible cuando la
actuacin del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal ha sido notoriamente irracional o arbitraria.
FALLOS
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Resumen:
Texto completo:
Santiago, cuatro de octubre de dos mil cinco.
VISTOS:
En este procedimiento del juicio oral en lo
penal seguido ante el Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal de Iquique, Rol nico 0400063267-3 y RIT 972005, se formul acusacin por la fiscal adjunta de
Iquique, doa Paola Apablaza Arias, en contra de
Ibar Graciell Zamorano Gonzlez, R.U.N 14.107.4326 y Eduardo Alberto Hernndez Duarte, R.U.N.
11.666.308-2 a quienes se les imputa la comisin
del delito de robo con intimidacin en perjuicio del
banco CORPBANCA, perpetrado en la jurisdiccin
de Iquique el da 19 de febrero del 2004. En la audiencia pblica de rigor realizada el 13 de junio del
presente ao, se sostuvo la acusacin por los seores fiscales Paola Apablaza Arias y Enrique Rodrguez Casanova, se recibi la declaracin de los tes-
FALLOS
144
CUARTO: Que, el siguiente captulo de nulidad est referido a la causal contenida en el artculo 373 letra b), por errnea aplicacin de la ley
adjetiva sobre valoracin de la prueba. Efectivamente, el impugnante sostiene que el tribunal efectu
una equivocada aplicacin del artculo 297 del Cdigo Procesal Penal, al basar exclusivamente su
sentencia en la declaracin del testigo Cristin Contreras Ramrez, y a partir de ese testimonio, dar coherencia y credibilidad a lo dicho por personas totalmente extraas a los hechos, esto es, con lo atestado por los detectives individualizados Ampuero y
Snchez. Agrega que, de paso, no se da ningn valor
a la abundante prueba directa producida en el juicio, restndole todo mrito acreditativo, con lo que
se violenta la libertad de apreciar dicha prueba, dejando de aplicar respecto de toda prueba presentada, tanto de cargo como de descargo, las mximas
de experiencia y fundamentalmente, las reglas de
la lgica, como los lmites a dicha libertad;
QUINTO: Que, un tercer captulo del presente recurso dice relacin con la causal contenida en
la letra e) del artculo 374 del Cdigo Procesal Penal, en relacin con los artculos 297 y 342 letra c)
del mismo cuerpo legal. Al efecto, la recurrente, luego de reproducir el hecho acreditado contenido en
el razonamiento duodcimo del fallo impugnado,
hace presente que el fallo en parte alguna de sus
consideraciones fija los hechos que estima comprobados que permitan establecer la participacin que
le habra cabido al inculpado. Considera, que tal
omisin tiene influencia decisiva en la resolucin,
reiterando que el fallo no cumple con la obligacin
legal de hacerse cargo de toda la prueba producida, ni contiene a su respecto una fundamentacin
completa, pues no considera cada una de ellas en
su integridad y en relacin con las dems probanzas, como asimismo, no expresa las razones por la
cuales, en relacin con las otras, no las toma en
cuenta, de manera que la fundamentacin no permite la reproduccin del razonamiento utilizado para
alcanzar las conclusiones a que arriba siendo, incluso, contradictorio. Igualmente, indica que en su
dictacin, el fallo que impugna se ha apartado de
las reglas de la lgica y las mximas de la experiencia, no cumplindose por tanto con los requisitos de
los artculos 36, 342 y 297 del Cdigo procesal tantas veces citado. De acuerdo a lo anterior, y para
acreditar este aserto, la recurrente consigna, a modo
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Sentencias
Comentadas
151
Sentencia:
San Antonio, veintids de julio de dos mil cinco.
SENTENCIAS COMENTADAS
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SENTENCIAS COMENTADAS
SENTENCIAS COMENTADAS
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i) Declaracin del sargento 2 de Carabineros Tirso Hermosilla Aguayo quien seala que efectivamente el da 17 de noviembre del ao 2004 se
encontraba de servicio de una patrulla, acompaado del capitn Lincoyn Valenzuela, y actuales Sargentos 2 Julio Rozas Rozas, Juan Orellana Lpez
y por la cabo 2 Erika Bravo Aravena, detuvieron al
acusado en cumplimiento de la orden de entrada y
registro, solicitada. Seala que fue as que el da 17
de noviembre de 2004, a las 22.10 horas en los instantes que ingresaba al domicilio percatndose al
momento de la entrada que la propietaria Berta Gonzlez hua hacia el patio posterior con una bolsa en
sus manos, la cual arroj a pocos metros, una vez
revisada la bolsa se encontr en su interior dos coladores, uno de plstico color amarillo y el otro metlico, con restos de pasta base de cocana, los que
fueron incautados tras efectuarle prueba de campo,
los que son utilizados para la dosificacin de la droga. Los otros funcionarios, encontraron en el domicilio un cuaderno del cual se sacaban hojas para la
confeccin de los papelillos, un revlver calibre 22
con tres tiros y la cantidad de 16 papelillos con pasta base de cocana, segn lo que recuerda, despus
de haber registrado el inmueble no encontr ms
drogas.
j) Declaracin del Sargento 2 de Carabineros Juan Enrique Orellana Lpez, quien seala que
efectivamente el da 17 de noviembre del ao 2004
se encontraba de servicio de una patrulla, acompaado del capitn Lincoyn Valenzuela, y actuales
Sargentos 2 Julio Rozas Rozas, Tirso Hermosilla y
por la cabo 2 Erika Bravo Aravena, en el interior
del inmueble le correspondi realizar el registro al
imputado Jos Emilio Soto Gonzlez lo que se realiz en el living del inmueble encontrndole en un
monedero de color caf que mantena en un bolsillo
de su chaqueta la cantidad de 16 envoltorios con
pasta base de cocana dosificada y encontr en el
living, sobre un mueble, un cuaderno cuadriculado
al cual le faltaban varias hojas idnticas a las utilizadas en la confeccin de los papelillos con drogas, se le incautaron a doa Berta Gonzlez dos
coladores, dinero y un revlver calibre 22.
k) Declaracin de la cabo 2 Erika del Rosario Bravo Aravena quien seala que efectivamente
el da 17 de noviembre del ao 2004 se encontraba
de servicio de una patrulla, acompaada del capitn Lincoyn Valenzuela, y actuales Sargentos 2
Julio Rozas Rozas, Tirso Hermosilla y Juan Orellana Lpez, y mientras realizaba el registro del inmueble, del interior de la cartera que se encontraba en
el dormitorio de la imputada procedi a incautar la
suma de $2.340 pesos en dinero efectivo, en el procedimiento se incautaron 2 coladores, dinero y un
revlver calibre 22. Posteriormente los imputados
fueron puestos a disposicin del Juzgado de Garanta de San Antonio.
l) Extracto de filiacin y antecedentes del
acusado Jos Emilio Soto Gonzlez quien no registra antecedentes penales anteriores.
CUARTO: Que el Ministerio Pblico seal
que con los antecedentes anteriormente reseados
se pueden dar por acreditados los hechos materia
de la acusacin y de la participacin del imputado,
atendido que con ellos se pude acreditar que se encontr en poder del imputado la cantidad de 3,6 gramos bruto de droga, arrojando un peso neto total de
0,96 gramos de una sustancia que corresponda
segn lo informado por el Director del Servicio de
Salud Valparaso-San Antonio corresponde a cocana base con un 46,50% de pureza y para ello adems se cuenta con la declaracin de los funcionarios de Carabineros Sargento 2 de Julio Arnoldo
Rozas Rozas, el Capitn de Carabineros Lincoyn
Enrique Valenzuela Valenzuela, y los Sargento 2
Tirso Hermosilla Aguayo, Juan Enrique Orellana
Lpez y la cabo 2 Erika del Rosario Bravo Aravena, quienes en cumplimiento de la orden judicial
emanada del Tribunal de Garanta, si bien, con posterioridad a la fecha en que tena vigencia y ya estando caducada ingresaron al domicilio y por el registro del imputado encuentran esta sustancia.
Seala el Ministerio Pblico que esta prueba que se deriva de este ingreso, la que si bien estaba caducada, y considerada por la Ilustrsima Corte
de Apelaciones de Valparaso como no apta para
producir la detencin del imputado, no deviene en
la ilicitud de la prueba, por ello esta prueba debe
ser valorada, por lo que tanto, los elementos incautados, el set fotogrfico y las declaraciones de los
funcionarios pueden ser utilizados atendido que es
prueba autnoma e independiente y producto de
hallazgo inevitable, y que el ingreso slo puede estar viciado por forma, sin embargo se debe considerar, teniendo presente el principio de la buena fe con
que actu la polica en la diligencia quienes no repararon que la orden estaba caduca y estos problemas formales no atentan contra el debido proceso.
155
Tribunal, atendido que significa vulneracin de derechos constitucionales y tales actuaciones carecen
de validez y la prueba recopilada es nula y est viciada, atendido que los antecedentes que aportan
todos son de origen ilegal y los dems elementos
no son suficientes para acreditar los hechos y la
participacin de su defendido en el delito de microtrfico.
En subsidio solicita que en caso de dictarse
sentencia condenatoria que la pena de multa que
se le imponga se le permita cancelarla en 20 cuotas.
SEXTO: Que para resolver esta causa en un
primer momento se debe determinar qu significa
la aceptacin de los hechos materia de la acusacin y de los antecedentes de la investigacin, a
juicio de este Tribunal no significa el reconocimiento de la culpabilidad y tampoco una renuncia a que
estos elementos sean ponderados por el Tribunal,
no slo en cuanto su suficiencia para acreditar tanto el hecho y la participacin, sino tambin la validez de estos antecedentes, pues a juicio del Tribunal resulta contrario al derecho que un antecedente
fruto de una violacin de derechos fundamentales
pueda ser reconocido como vlido en un proceso
penal y que fundamente una sentencia, si es el Tribunal el que est llamado a garantizar estos derechos, atendido que el Tribunal como deber tiene el
respetar y promover los derechos esenciales que
emanan de la naturaleza humana en el ejercicio de
su jurisdiccin de conformidad lo que dispone el artculo 1 y 6 de la Constitucin Poltica de la Repblica debe sujetarse a tal mandato.
Que con los antecedentes que ha reunido el
Ministerio Pblico y sin realizar un anlisis en cuanto al valor que pueda otorgrseles, seran suficientes para dar por acreditados los hechos materia de
la acusacin al igual que la participacin del acusado en ellos, atendido que de las declaraciones de
los funcionarios policiales se puede acreditar que al
acusado mientras se encontraba al interior del inmueble ubicado en calle El Sauce n 1612, Llo Lleo,
San Antonio, inmueble al que ingres personal de
Carabineros de San Antonio en cumplimiento de una
orden de entrada, registro e incautacin, al efectuarle un registro de sus vestimentas le fue encontrada
la cantidad de 16 papelillos que contenan en su interior una sustancia que analizada por el Servicio
de Salud Valparaso-San Antonio, arroj que corres-
SENTENCIAS COMENTADAS
SENTENCIAS COMENTADAS
156
ponda a 0,96 gramos neto de cocana base, incautando adems en su poder dos coladores y utensilios para su dosificacin.
Que, sin embargo, el Tribunal debe determinar en base de las alegaciones de la defensa y de
lo que consta en los antecedentes de investigacin
y en la carpeta del Tribunal cules son los antecedentes vlidos y que pueden ser ponderados para
poder determinar tanto el hecho como la participacin atribuida al acusado.
Que de los antecedentes en la carpeta judicial consta que con fecha 5 de noviembre de 2004
se solicit por Fiscal de San Antonio don Patricio
Caroca Luengo una orden de entrada, registro e incautacin, para el domicilio de calle El Sauce n 1612
Llo Lleo de propiedad de Berta Gonzlez y Jos
Emilio Soto Gonzlez, accediendo el Tribunal con
esa misma fecha a tal autorizacin.
Que del Tribunal eman esta orden de entrada, registro e incautacin cuya fecha de emisin
corresponde al da 5 de noviembre de 2004 firmada
por la seora Juez doa Soledad Orellana Pino, por
la que se autorizaba la entrada y registro del domicilio ubicado en El Sauce n 1612 Llo Lleo de propiedad de Berta Gonzlez y Jos Emilio Soto Gonzlez, as como la incautacin de todas las especies y dems objetos relacionados con el hecho investigado, se autoriza a que se realice de las 22:00
a 8:00 horas. Sealando la orden en su parte inferior que La presente orden se extiende por el plazo
de 10 das a contar de esta fecha.
Que el entonces abogado defensor Penal
Pblico don Eduardo Riquelme Portilla interpuso
recurso de amparo a favor del imputado, el que con
fecha 13 de diciembre de 2004 fue resuelto por la
Ilustrsima Corte de Apelaciones de Valparaso la
que acogi este recurso, toda vez que, si bien, la
orden de registro fue dada por la autoridad, su cumplimiento se realiz fuera del plazo que la ley autoriza para ello, por lo que la detencin del amparado
que se realiz dentro del domicilio registrado resulta ilegal y arbitraria, toda vez, que la orden que la
autoriza se encontraba caducada de conformidad a
lo dispuesto en el artculo 208 del Cdigo Procesal
Penal.
Que, por tanto, habiendo ya un pronunciamiento de la Ilustrsima Corte de Apelaciones en
relacin a que la detencin del imputado fue ilegal y
arbitraria atendido que la orden que la autorizaba
se encontraba caduca, se debe determinar si la prueba obtenida a raz de esa entrada y registro con esta
orden cuyo plazo haba expirado se puede considerar como para fundamentar una sentencia en contra
del acusado.
Que en ese orden la defensa, como ya se ha
sealado, solicita la exclusin de toda la prueba obtenida por parte del Ministerio Pblico a raz de la
entrada y registro realizada fuera del plazo establecido en el artculo 208 del Cdigo Procesal Penal,
requiere en definitiva que se excluya la prueba por
inobservancia de derechos fundamentales constitucionales atendido que tales actuaciones carecen de
validez y la prueba recopilada es nula y est viciada, ya que los antecedentes que aportan todos son
de origen ilegal.
Por su parte el Ministerio Pblico solicita que
no se acoja esta solicitud atendido que esta infraccin legal no acarrea una infraccin constitucional
a las garantas del debido proceso o que obsten a
la incorporacin de la prueba a una carpeta de investigacin y consecuente valoracin por parte del
Tribunal, y que esto constituye un error accesorio,
por lo que el hallazgo de la droga es producto de
una actuacin que queda cubierta por lo que la doctrina seala que es el hallazgo inevitable y de buena fe de la polica, por lo que debera admitirse.
Que como ya se ha sealado el Tribunal no
puede basar una decisin en una prueba que haya
sido obtenida con inobservancia de las garantas
constitucionales atendido que se debe lograr la verdad procesal mediante el respeto a las reglas y garantas constitucionales, que as el artculo 276 del
Cdigo Procesal Penal seala que el Juez excluir
las obtenidas con esta inobservancia a estas garantas fundamentales, es decir, se debe estar en presencia de un incumplimiento de una norma legal que
contiene un mandato que en s mismo constituye una
garanta de un derecho fundamental, por lo que su
trasgresin implica una vulneracin de este derecho,
y se debe determinar si la norma legal que seala un
requisito en el desarrollo de una diligencia de investigacin se ubica en el sistema de garantas que rodea
a este derecho fundamental, por lo que si este requisito tutela el derecho fundamental y su razn de ser
consiste en darle proteccin a este derecho, la infraccin a esta norma no es slo una infraccin legal
sino que infringe la regla constitucional.
157
El Ministerio Pblico ha planteado y sealado que de conformidad a estas reglas de atenuacin, la prueba del Ministerio Pblico debe ser considerada atendido que debe tenerse una prueba independiente y que por las reglas de la buena fe del
agente y del descubrimiento o hallazgo inevitable
se deben admitir.
En la regla de excepcin denominada Buena fe del agente, el agente policial que ha obtenido
la prueba supone que se ha comportado de una
manera legtima y por ello cree contar con la habilitacin jurdica necesaria para afectar los derechos,
sin embargo, su actuacin carece de tal habilitacin
y se funda esta excepcin atendido que parece excesivo rechazar la prueba, por lo que su procedencia depende de la gravedad con que la actuacin
ha vulnerado los derechos fundamentales, por lo que
se debe examinar la naturaleza de la vulneracin
en los requisitos necesarios para validar la actuacin.
As tambin en el descubrimiento inevitable
el supuesto de esta excepcin se basa en que sobre ciertos hechos no existen ms pruebas que las
ilcitamente obtenidas y se debe determinar si en el
curso de la investigacin se habra conducido de
modo inevitable a las evidencias vlidas sobre los
mismos hechos y en este caso puede excluir la prueba ilcita pero no los hechos acreditados. Respecto
a esta teora la doctrina chilena estima que no podra admitirse bajo el derecho chileno, atendido que
se debe determinar la condena de una persona por
medio de pruebas de las que en este caso se carecera, atendido que al excluir la prueba no hay ninguna prueba vlida que permita al Tribunal tener
presente para la formacin de su convencimiento,
estimacin que comparte esta Juez, toda vez, que
no es posible eliminando los antecedentes condenar por los hechos que de stos se deriven.
Por tanto, lo que resta es determinar si por
las reglas de la buena fe del agente, es posible establecer que estas pruebas obtenidas a raz de esta
entrada y registro sin autorizacin se pueden considerar y valorar en una sentencia.
A juicio de este Tribunal las pruebas obtenidas no puede sealarse que estn amparadas bajo
la buena fe del agente, considerando que en la propia orden se seala que La presente orden se
extiende por el plazo de diez das a contar de esta
fecha, sealando en la parte inferior de la orden la
SENTENCIAS COMENTADAS
SENTENCIAS COMENTADAS
158
Comentario:
El fallo que comentamos plantea dos problemas doctrinales: uno, si resulta aplicable al procedimiento abreviado la exclusin de pruebas prevista en el art. 276, y el otro, cul es el alcance de la aceptacin de
los hechos y antecedentes de la investigacin en el marco de dicho procedimiento.
Con respecto a lo primero, la respuesta ha de ser negativa, puesto que la exclusin de pruebas est
regulada nica y exclusivamente en relacin con el juicio oral, y la oportunidad procesal para hacer valer tal
posibilidad es la audiencia de preparacin del juicio oral, de manera que ella no es procedente en el procedimiento abreviado.
Para resolver el segundo tema es preciso analizar previamente el fundamento o razn de ser del
procedimiento abreviado: segn la doctrina tanto nacional como extranjera, esta clase de procedimiento se
establece con la finalidad de obviar la rendicin de prueba en aquellos casos en que ella resulta superflua,
porque los hechos son suficientemente claros. As lo seala con toda claridad Cafferata Nores, quien afirma
que el juicio abreviado corresponde para casos que no revistan complejidad de prueba y que su evidencia
obvie la recepcin de toda otra prueba por innecesaria, en los que el material probatorio legalmente colecta-
159
do en la investigacin penal preparatoria, puede dar base a la sentencia, prescindiendo de una reiteracin
que los mismos sujetos esenciales del proceso reputan estril. No se trata de un acuerdo entre partes sin
sustento probatorio, sino de casos en que todo ha sido perfectamente aclarado en la etapa instructoria (en
Cuestiones actuales sobre el proceso penal, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1997, captulo Juicio penal
abreviado, pgs. 82-83).
Desde otro punto de vista se ha subrayado tambin el carcter de justicia consensuada que implica
el procedimiento abreviado y su parentesco con la figura del plea bargaining del Derecho angloamericano,
en el sentido de que, con el objeto de obtener una confesin, cuando no se confa en el poder de conviccin
de las pruebas acumuladas durante la investigacin, el ministerio pblico prefiere pedir una pena ms baja a
la que en estricto rigor correspondera, a cambio de la certeza de la condena; en tanto que, para el imputado,
dicho procedimiento presenta la ventaja de un tratamiento penal ms benigno. El mismo autor citado ms
arriba ha llegado a afirmar que la confesin o aceptacin de los hechos viene a corroborar la prueba obtenida durante la instruccin.
As parece desprenderse, por lo dems, de la frmula empleada por el legislador chileno, ya que la
aceptacin no slo est referida a los hechos contenidos en la acusacin, sino tambin a los antecedentes
en que ella se funda, los cuales no pueden ser entendidos sino como las pruebas reunidas durante la investigacin, que avalan los cargos que se formulan al acusado. De ah que, en nuestra opinin, la aceptacin de
los hechos de la acusacin por parte del imputado tiene una naturaleza equiparable a una convencin probatoria, con la lgica consecuencia de que tales hechos no requieren ser probados, puesto que no son discutidos por las partes.
En cambio, el acuerdo no alcanza a la calificacin jurdica, siendo perfectamente posible que el juez
d a los hechos una calificacin jurdica diferente a la efectuada por la fiscala, lo cual, sin embargo, no
podr repercutir en la pena aplicable, que ya ha quedado indeleblemente fijada en la acusacin, en conformidad al acuerdo alcanzado.
De lo dicho se desprende que, si bien el procedimiento abreviado puede terminar por una sentencia
absolutoria, esa decisin slo puede fundarse en consideraciones jurdicas, tales como la atipicidad de la
conducta que se atribuye al acusado, la prescripcin del delito o la existencia de alguna causa de exencin
de responsabilidad (causa de justificacin, de exculpacin, excusa absolutoria, etc.), pero no en la inexistencia del hecho o en la falta de participacin del imputado.
En este contexto es preciso dejar en claro que la aceptacin de los hechos y de los antecedentes no
encierra en modo alguno una declaracin del imputado acerca de su propia culpabilidad (como majaderamente se ha repetido ltimamente por los medios de comunicacin), por cuanto tal concepto es netamente
jurdico y de una alta complejidad (supone saber qu es la imputabilidad, el dolo, la culpa, el error de tipo, de
prohibicin, la inexigibilidad de otra conducta, etc., etc., etc.), por lo que mal podra un lego en Derecho
Penal pronunciarse sobre l, y lo mismo vale, mutatis mutandi, con respecto a la responsabilidad penal,
entendida en sentido tcnico.
SENTENCIAS COMENTADAS
SENTENCIAS COMENTADAS
160
Sentencia:
Santiago, diez de agosto de dos mil cinco.
VISTOS:
Se ha seguido esta causa RUC N
0400183191-2, RIT 18-2005, del Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal de Curic, para investigar los delitos de trfico ilcito de drogas y tenencia y porte ilegal de armas de fuego, y la responsabilidad que les
ha cabido a los imputados Ricardo Antonio Guerrero Barrera y Ral Eduardo Jorquera Snchez.
Por sentencia de dieciocho de mayo del presente ao, escrita de fs. 1(96) a 33 (128), se condena al imputado Ricardo Antonio Guerrero Barrera a
sufrir la pena de siete aos de presidio mayor en su
grado mnimo, ms multa de treinta unidades tributarias mensuales, como autor del delito de trfico
de estupefacientes previsto en el artculo 5 de la
Ley N 19.366, perpetrado el da 20 de mayo de 2004
en las inmediaciones del peaje de Angostura y en el
domicilio ubicado en el kilmetro 1,600 del camino
a Romeral, y a sesenta y un das de presidio menor
en su grado mnimo y accesorias respectivas, como
autor del delito de tenencia ilegal de arma de fuego,
previsto en el artculo 9 de la Ley N 17.798. A su
vez, al imputado Ral Eduardo Jorquera Snchez
lo condena a la pena de cinco aos y un da de presidio mayor en su grado mnimo, accesorias, y multa de treinta unidades tributarias mensuales, como
autor del delito de trfico de estupefacientes previsto en el artculo 5 de la Ley 19.366, cometido el
mismo da y en el mismo lugar sealado antes por
el mismo delito.
A fs. 34 la defensa de Jorquera Snchez
deduce recurso de nulidad que funda en las letras
a) y b) del artculo 373 del Cdigo Procesal Penal, y
a fs. 116 hace lo mismo el acusado Ricardo Antonio
Guerrero Barrera fundado en la letra e) del artculo
374 del mismo cuerpo legal. Para conocer de ellos
se fija a fs. 144 la audiencia del da 21 de julio lti-
161
c.- Por otra parte, son hechos que se desprenden de la sentencia -por lo dems reconocidos
expresamente por el recurso-, que la investigacin
policial del presente caso comprendi una sucesin
y multiplicidad de acciones que se desarrollaron
desde la zona central hacia el sur de Chile, fundamentalmente entre las zonas de Osorno y Puerto
Montt, involucrando oficialmente un Juzgado de Letras de la primera ciudad cuando an en ella no funcionaba el nuevo sistema procesal penal, y, finalmente, tribunales de Curic en donde rega la reforma. Pues bien, resulta de la sentencia porque as
se hizo constar en el considerando cuarto, que cuando ejerca el recurrente la opcin de declarar que le
permite el artculo 326 del Cdigo de Procedimiento Penal fue confrontado con una declaracin suya
prestada ante el Juez de Osorno el 22 de mayo de
2004 que le ley el Fiscal por no saber leer, y es
este hecho el que merece la objecin del recurso.
Cierto es que el artculo 332 del Cdigo de
Procedimiento Penal permite la lectura de declaraciones anteriores prestadas por el acusado ante el
fiscal o el juez de garanta cuando fuere necesario
para ayudar la memoria del respectivo acusado para
demostrar o superar contradicciones o para solicitar aclaraciones pertinentes, evidenciando que la
intervencin del fiscal o juez de garanta dan las
seguridades de ser ellas fidedignas y obtenidas cumpliendo todas las exigencias legales. A este respecto es orientadora la decisin adoptada por la respectiva Comisin del Senado en la discusin del
Nuevo Proceso Penal (2 informe) en el sentido de
excluir a la polica aun con respecto a las declaraciones prestadas ante ellos delante del fiscal o defensor por la presin sicolgica que ejercen sobre
los imputados y el riesgo que se fomentara la confesin como prueba y los consiguientes apremios
ilegtimos. En una situacin simplemente temporal,
en que coexisten en razn de territorios jurisdiccionales diferentes dos sistemas procesales a cargo
respectivamente de jueces y fiscales igualmente legtima y legalmente designados, en que los primeros ejercen similares funciones jurisdiccionales, no
se divisa razn para desconocerles igual idoneidad
garantstica y absoluta seguridad de que lo actuado
ante ellos corresponde a una realidad procesal efectiva otorgando ambos el carcter de instrumento
pblico a las actuaciones oficiales que suscriben,
de modo que quedan en situacin de perfecta igualdad; no entenderlo de este modo sera extender las
SENTENCIAS COMENTADAS
SENTENCIAS COMENTADAS
162
que el da 20 de mayo de 2004, el acusado Guerrero Barrera se reuni con el acusado Jorquera Snchez en las inmediaciones del peaje Angostura,
oportunidad en que este ltimo le hizo entrega de
un bulto que contena en su interior 147,6 gramos
de clorhidrato de cocana con una pureza de 34%
recibiendo por dicha entrega de parte de Guerrero
Barrera la suma de $600.000 en dinero efectivo,
siendo detenidos por funcionarios de la Polica de
Investigaciones apostados en el lugar y encontrndose en poder de Guerrero Barrera y de Jorquera
Snchez la droga y el dinero indicados, respectivamente. Acto seguido, alrededor del medio da de la
fecha sealada, funcionarios de la Polica de Investigaciones de Talca, procedi a registrar el domicilio
del acusado Ricardo Guerrero Barrera, ubicado en
el kilmetro 1,600 del camino a Romeral, hallando
en el lugar, una bolsa de color negro que contena
900 gramos brutos de cannabis sativa, dos bolsas
de plstico las que contenan en total 86,5 gramos
bruto de clorhidrato de cocana con una pureza de
17%, dos rollos de bolsas plsticas transparentes
tipo helado, un revlver marca Astra, calibre 22
milmetros y numerosos electrodomsticos, adems
de dos balanzas digitales.
Pues bien, la defensa a travs de este recurso pretende la nulidad del juicio y la sentencia, o
slo sta subsidiariamente, pues discrepa de la calificacin jurdica que en definitiva los jueces hicieron del hecho anterior. Es efectivo que con posterioridad a la comisin del delito de trfico de estupefacientes objeto de la sentencia, y con anterioridad a sta, se public la ley N 20.000 la que en su
artculo 4 sanciona como figura de microtrfico, con
pena menor, lo que con anterioridad la ley N 19.366
calificaba como trfico con pena mayor, pero, y como
lo ha declarado con anterioridad este mismo tribunal, tomndose como base la historia fidedigna de
esta nueva ley, son los jueces los que deben calificar segn su criterio cundo se est en presencia
de trfico o microtrfico tomando en consideracin
los aspectos de hecho y circunstancias de cada accin punible que conciernan a aspectos tales como
cantidad, calidad o tipo de droga, etc. Es lo que los
jueces de la causa hicieron en el considerando dcimo al hacerse cargo de este mismo planteamiento. En l explican no estar de acuerdo con la aplicabilidad al caso de la figura del sealado artculo 4
de la Ley 20.000, tanto por la particularidad del bien
jurdico protegido, la extensin potencial del peligro
163
que conlleva el efecto nocivo de las sustancias prohibidas, como, adems, concretamente: dada la
cantidad de droga incautada en los hechos imputables a los acusados, esto es, 147,6 gramos neto,
con 34% de pureza de clorhidrato de cocana; y de
81 gramos neto, con 17% de pureza de clorhidrato
de cocana, ms 900 gramos de cannabis sativa,
respecto del acusado Guerrero Barrera; a la forma
empleada por los acusados para transportar la droga, verificar la entrega y pago de la misma; y la cantidad de dinero involucrada en la transaccin, a saber $600.000
Como es de advertir, los sentenciadores claramente distinguen y separan la droga recuperada
y responsabilizan al recurrente no por su totalidad,
como lo afirma en su libelo, sino respecto a los 147,6
gramos neto al 34% de pureza, ms por la forma
empleada para el transporte, entrega y pago de la
misma y a la suma de dinero vinculada a esta especfica transaccin; slo en razn de ello concluyen
que no se est en presencia de un microtrfico y
deciden calificar y sancionar por delito de trfico;
es decir, los jueces para proceder como lo han hecho hicieron legtimo uso de una facultad legal de
cuya decisin final esta Corte no puede discrepar
pues, adems, son coincidentes con ella.
Lo dicho obliga a concluir que deben ser rechazados los motivos de nulidad invocados en la
forma en que han sido planteados.
QUINTO: Que, finalmente, conjuntamente
con las dos anteriores alega el motivo absoluto de
nulidad de incompetencia del tribunal contemplada
en la letra a) del artculo 374 del Cdigo de Procedimiento Penal. Afirma que en razn de la investigacin de una supuesta red de trfico de drogas que
se realizaba entre las ciudades de Osorno a Puerto
Montt, la materia fue conocida por un tribunal de la
primera ciudad, debiendo ser ste el tribunal competente, y no los de Curic, pues en esta jurisdiccin se incaut droga en el domicilio de Guerrero
Barrera, lo que es una situacin distinta por la cual
se le mantiene privado de libertad. Sobre ello dedujo en su oportunidad procesal la excepcin de previo y especial pronunciamiento de incompetencia del
tribunal y ante su negativa apel a la Corte de Apelaciones de Talca que lo desech por aspectos formales. Estimando infringido el artculo 157 del Cdigo Orgnico de Tribunales pide que en definitiva
se anule lo obrado desde la apertura del juicio oral
SENTENCIAS COMENTADAS
SENTENCIAS COMENTADAS
164
tro del domicilio del encausado desde donde incautan el revlver indicado, pero al contrainterrogatorio el perito Miguel Mio Pacheco que la perici,
despus de sealar que era apto para realizar disparo de proyectil calibre 22, finalmente explic que
para cargarla la puso en un tornillo de banco, porque manualmente no se puede hacer, es operativa
al efectuar aseo que corresponde, pero manualmente una persona no puede utilizarla, de donde se
pregunta: Si supuestamente el arma es operativa,
cmo no puede ser utilizada por una persona?
Agrega que de este modo los jueces infringieron el
artculo 297 del Cdigo de Procedimiento Penal en
cuanto les exige que no pueden contradecir los principios de la lgica, las mximas de la experiencia y
los conocimientos cientficamente afianzados, y no
alcanza a explicar la contradiccin evidente del perito, como deba hacerlo conforme lo dispone la norma del artculo 342 letra c), de suerte que solicita
que la sentencia sea anulada.
OCTAVO: Que, se aprecia con absoluta claridad, el recurso marca su centro de inters en la
presunta contradiccin pericial respecto al estado
de uso del arma que le fuera incautada al recurrente y por cuya tenencia se le conden conforme al
delito contemplado en el artculo 9 de la Ley 17.798,
de suerte que es primordial analizar si esta circunstancia es realmente influyente en la figura penal de
que se trata. El artculo 9 de la Ley invocada sobre
Control de Armas sanciona la tenencia sin previa
inscripcin de los elementos que sealan las letras
b), c), d), y e) del artculo 2, es decir, entre otras,
de las que la letra b) refiere como armas de fuego,
sea cual fuere su calibre, y sus partes y piezas. La
ley no define lo que entiende por armas de fuego
de modo que para su concepto debe estarse a lo
que la Real Academia de la Lengua entiende por
ello y al respecto declara que son aquellas en que
el disparo se verifica con auxilio de la plvora. Luego, ni el lxico de la lengua espaola, ni la ley exige
que un arma de esta naturaleza para ser tenida como
tal deba estar plenamente operativa; es posible que
no pueda ella cargarse manualmente al momento
de su examen (lo que s era posible al utilizar medios mecnicos, como lo recuerda expresamente el
recurso al referirse a los dichos del perito que objeta), y no modifica ello la calidad de arma de fuego
que tiene el revlver incautado sin inscripcin de
dominio, en razn que corresponde a un revlver
marca Astra, apto para realizar disparo de proyec-
165
Comentario:
Este fallo presenta el doble inters de plantear importantes y novedosas cuestiones tanto sustantivas
como procesales en relacin con un delito de trfico de estupefacientes, y de recoger plenamente los argumentos esgrimidos por el Ministerio Pblico al pedir el rechazo del recurso de nulidad intentado por la defensa.
Tales problemas son los siguientes:
1) Invocando una supuesta infraccin a la garanta del debido proceso, la defensa pretende fundarla
en el hecho de que la sentencia recurrida (que conden a los imputados por el delito de trfico de estupefa-
SENTENCIAS COMENTADAS
SENTENCIAS COMENTADAS
166
cientes, en virtud del art. 5 de la Ley 19.366), otorg valor probatorio a la lectura de declaraciones prestadas ante un juez del crimen, en conformidad al art. 332 del CPP, aduciendo que dicha norma slo contempla
las declaraciones prestadas ante el fiscal o el juez de garanta, lo cual implicara una aplicacin analgica de
la norma en cuestin.
El Ministerio Pblico sostuvo que, lejos de tratarse de una aplicacin analgica, los juzgadores haban efectuado una interpretacin sistemtica de la normativa aplicable, que incluye la entrada en vigencia
gradual de la reforma procesal, lo cual implica la posibilidad de que coexistan durante algn tiempo los
sistemas nuevo y antiguo. De ah que no haya ningn impedimento para que lo actuado ante un juez del
crimen pueda invocarse luego ante un tribunal de juicio oral que deba conocer del mismo asunto, para los
efectos del art. 332 del CPP.
El fallo que comentamos confirma plenamente la tesis del Ministerio Pblico, segn se desprende del
siguiente fragmento: Cierto es que el artculo 332 del Cdigo de Procedimiento Penal permite la lectura de
declaraciones anteriores prestadas por el acusado ante el fiscal o el juez de garanta cuando fuere necesario
para ayudar la memoria del respectivo acusado para demostrar o superar contradicciones o para solicitar
aclaraciones pertinentes, evidenciando que la intervencin del fiscal o juez de garanta dan las seguridades
de ser ellas fidedignas y obtenidas cumpliendo todas las exigencias legales. [...] En una situacin simplemente temporal, en que coexisten en razn de territorios jurisdiccionales diferentes dos sistemas procesales
a cargo respectivamente de jueces y fiscales igualmente legtima y legalmente designados, en que los primeros ejercen similares funciones jurisdiccionales, no se divisa razn para desconocerles igual idoneidad
garantstica y absoluta seguridad de que lo actuado ante ellos corresponde a una realidad procesal efectiva,
otorgando ambos el carcter de instrumento pblico a las actuaciones oficiales que suscriben, de modo que
quedan en situacin de perfecta igualdad... (considerando segundo, apartado c).
2) Bajo el ropaje de una errnea aplicacin del Derecho con influencia sustancial en la decisin
adoptada, el recurrente invoca tambin como causal de nulidad el hecho de que la sentencia no aplicara
retroactivamente el tipo privilegiado del art. 4 de la Ley 20.000, promulgada con posterioridad a la comisin
del delito. En esta forma, a juicio del recurrente, el tribunal no habra dado cumplimiento al art. 18 del Cdigo
Penal.
Pero para que pueda configurarse dicha causal, el hecho tendra que ser subsumible en la nueva
figura de delito creada por la citada disposicin. Al respecto ha de tenerse presente que la diferencia entre el
delito del art. 5 de la antigua ley y el del art. 4 de la nueva, estriba en que el primero no atiende a la
cantidad de droga objeto del delito, por lo que la conducta es siempre tpica, cualquiera que sea la cantidad
de droga involucrada; mientras que el ltimo est referido slo a pequeas cantidades de droga. En consecuencia, ambos tipos penales se comportan entre s como dos crculos concntricos, de modo que las conductas previstas en la nueva disposicin quedan incluidas dentro del tipo ms amplio del antiguo art. 5, pero
no a la inversa.
La ley, sin embargo, no define lo que ha de entenderse por pequea cantidad, dejando librada a la
interpretacin judicial la tarea de trazar la lnea divisoria entre uno y otro delito. Los criterios elaborados por
la jurisprudencia para resolver la cuestin apuntan a que, adems del factor cuantitativo, debe atenderse a
aspectos tales como: la calidad y pureza de la droga; el nmero de dosis individuales que puedan obtenerse
de ella; la cantidad de dinero involucrada en la transaccin; el modus operandi y el radio geogrfico de las
operaciones, as como los elementos materiales con que cuente el hechor para desarrollar su actividad ilcita
(balanzas, envases para la dosificacin, vehculos para el transporte, telfonos celulares, armas, etc.). En lo
que concierne al criterio cuantitativo propiamente tal, ha de considerarse tambin que mientras mayor sea el
efecto estupefaciente de una especie particular de droga, menor ser tambin la cantidad que pueda estimarse como pequea, de manera que en el caso del clorhidrato de cocana, esa cantidad ser menor que en
el caso de la pasta base, y la de esta ltima, menor, a su vez, que en el caso de la marihuana.
En el caso de la sentencia que comentamos, la cantidad transada fue cuatro veces superior al promedio estimado por la jurisprudencia hasta ese momento para el mismo tipo de droga (clorhidrato de cocana),
167
con un grado de pureza superior al promedio, circunstancias que, unidas a la forma de transportar la droga
y de efectuar la entrega y el pago, as como la cuanta del dinero involucrado en la transaccin, llevaron a los
jueces de la instancia a calificar el hecho como trfico y no como microtrfico, criterio que la sentencia de
nulidad ratifica plenamente (considerando cuarto).
3) Otra cuestin debatida en este fallo es el de la incompetencia del tribunal como motivo absoluto de
nulidad.
Sobre este punto es preciso mencionar que la defensa del imputado hizo valer la incompetencia del
tribunal, primero como excepcin de previo y especial pronunciamiento ante el juez de garanta en la audiencia de apertura del juicio oral, la que fue rechazada. No contento con eso, y a pesar de tratarse de una
resolucin inapelable, apel del rechazo ante la respectiva Corte de Apelaciones, que declar inadmisible el
recurso por razones de forma. Finalmente, vuelve a invocar la causal, esta vez como motivo absoluto de
nulidad del art. 374, letra a).
El rechazo de esta causal la Corte Suprema lo resuelve de manera muy expeditiva en los siguientes
trminos: ... cobra particular vigencia la norma perentoria del artculo 74 del Cdigo de Procedimiento Penal
que dispone la preclusin de cualquier conflicto de competencia cuando declara que transcurrido tres das
desde la notificacin de la resolucin que fijare fecha para la realizacin de la audiencia del juicio oral en lo
penal, la incompetencia territorial del tribunal oral en lo penal no podr ser declarada de oficio ni promovida
por las partes, lo cual cierra este captulo de objecin y decide su rechazo (considerando sexto).
SENTENCIAS COMENTADAS
171
ARTCULOS
M. Herrera en Minuta explicativa. Informe CDE sobre regulacin y tasacin de costas en el nuevo proceso penal.
No se incluye la posibilidad de haberse dictado resoluciones que pusieron trmino al juicio o hicieron imposible su
continuacin, porque si hubiere acontecido, la causa no habra llegado a juicio oral, lo que constituye la hiptesis
precisa de trabajo
ARTCULOS
172
Ciertamente, si antes de entrar a conocer del negocio el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, se
promovi, substanci y resolvi un incidente, el juez de garanta ante quien el artculo se tramit y que hubo
de fallarlo, regular las costas en las que hubiere condenado.
Si, en cambio, concebimos un procedimiento penal ordinario, por crimen de accin penal pblica, en
cuyo desarrollo conducente al inicio del juicio oral, NO se promovieron incidentes, la cuestin vuelve a resolverse pacficamente: ser en la nica resolucin por la que se ponga trmino al juicio -la sentencia definitivaen la que se impondrn las costas correspondiendo al propio tribunal de la causa, con arreglo a lo prevenido
en el inciso 1 del artculo 140 del Cdigo de Procedimiento Civil, regularlas.
De la norma procedimental reseada resulta, en consecuencia, que, en los hechos, ella no se agota
en la determinacin de oportunidades o sedes procesales, esto es, sostengo que el citado artculo 45, no se
limita a establecer que slo en las resoluciones que fallan incidentes o en las que ponen trmino al juicio,
corresponde regular las costas, sino, adems e implcitamente, se asignan, en la norma, competencias variadas: lo anterior representa convenir en que es el tribunal que dicta la respectiva resolucin el que resuelve, adicionalmente, sobre las costas de ese procedimiento.
En la adopcin del criterio definitivo de decisin, debe tenerse en cuenta que la regla de remisin
contenida en el artculo 52 del Cdigo Procesal Penal, debe aplicarse, en este caso, muy limitadamente: en
efecto, si bien es cierto que ella permite recurrir al Libro I del Cdigo de Procedimiento Civil, no lo es menos
que, en la especie, se comprenden realidades extremadamente diferentes que inducen a pensar que la
normativa procedimental civil se opone a lo estatuido en el mbito penal.
Cmo dejar de considerar que para llegar a la sentencia definitiva del juicio penal, es necesario -sin
excepcin alguna- que en las gestiones intervengan dos tribunales diferentes? Esta realidad condiciona,
necesariamente, la solucin del problema de costas penales en forma que no puede ser idntica a la consagrada en el campo del proceso civil, por lo que no es errado afirmar que -a lo menos- la remisin del 52, si
llega a resultar inevitable, debe ser parcial.
LA UNIDAD DEL PROCEDIMIENTO EN FUNCIN DEL JUICIO.
Corresponde tener presente, adems, que como lo ha fallado la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, el 2 de julio de 2004, en el caso Herrera Ulloa con Costa Rica, el proceso penal es uno solo a
travs de sus diversas etapas, incluyendo la tramitacin de los recursos ordinarios que se interpongan
contra la sentencia.
A esta conclusin tambin se puede arribar, entre nosotros, mediante una interpretacin de las disposiciones sobre nulidad procesal: en efecto, el artculo 165 inciso 2 del Cdigo, dispone que la declaracin
de nulidad no podr retrotraer el procedimiento a etapas anteriores a pretexto de repeticin del acto, rectificacin del error o cumplimiento del acto omitido, salvo en los casos en que ello correspondiere de acuerdo
con las normas del recurso de nulidad, regla de la que se colige que, aunque por lo general no es posible
retrotraer el estado del procedimiento a una etapa anterior, como llevar el juicio oral a la audiencia de preparacin, tal resultado se podr alcanzar con arreglo a los efectos del recurso de nulidad, lo que corrobora el
artculo 277 inciso final, cuando sostiene que el auto de apertura del juicio oral no es impugnable sino por el
fiscal por las circunstancias que all se anotan, todo lo cual es sin perjuicio de la procedencia, en su caso,
del recurso de nulidad en contra de la sentencia definitiva que se dictare.
Como la locucin sin perjuicio importa dejando a salvo, la norma legal representa el que la prohibicin que ella consagra, deja a salvo, vale decir, excluye, la situacin del recurso de nulidad, cuestin de
toda lgica, porque si el vicio que autoriz la nulidad, se cometi en la audiencia de preparacin del juicio
oral, la nica solucin posible consiste en que la misma se vuelva a verificar, ahora, sin el defecto que
condujo a la invalidez.
La expresin el tribunal de la causa empleada en el artculo 140 inc. 2 del Cdigo de Procedimiento Civil, es sinnima de el tribunal del juicio penal o de la causa penal y ste no es otro, que el
173
tribunal del juicio oral. Constituye un error, en mi concepto, el afn que se observa, en un informe del
Departamento de Estudios del Consejo de Defensa del Estado que he tenido a la vista, de aludir al tribunal
de la instancia mencionado en el ya citado artculo 140, enfatizando la idea de que se trata de una referencia en singular y no en plural, por lo que se excluira al juez de garanta: La razn para no considerar al juez
de garanta no arranca de esa simple visin exegtica que es, adems, equivocada: El error consiste en
olvidar que, tcnicamente, el juez de garanta no conoce de la causa, esto es, no constituye un juez de
instancia,( 3 ) como se comprueba comparando las diferentes competencias que la ley asigna a este juez y al
tribunal de juicio oral en lo penal.
El artculo 14 del Cdigo Orgnico de Tribunales, dispone, en sus letras a) y b), que compete a los
jueces de garanta asegurar los derechos del imputado y dems intervinientes en el proceso penal y
dirigir personalmente las audiencias que procedan, en cambio, el artculo 18 del mismo Cdigo, indica, en
su letra a), que corresponde a los tribunales de juicio oral en lo penal conocer y juzgar las causas por
crimen o simple delito(4 ) de donde no puede caber duda alguna, en el sentido que el tribunal de la causa,
esto es, el llamado a conocer del proceso por un crimen o simple delito, es el tribunal de juicio oral en lo
penal, tribunal que, todava, con arreglo a lo preceptuado en los artculos 341 a 348, es el llamado a dictar la
sentencia definitiva penal.
Me parece adems, idnticamente equivocado, el criterio conforme al cual puede la parte gananciosa pedir, en cuanto resulte procedente(?), la regulacin ante el juez de garanta por su labor durante las
etapas de instruccin e intermedia(5 ) tanto porque l prescinde, sin explicacin alguna, del contenido del
artculo 45, que asigna la regulacin de las costas, a la resolucin que pone trmino al juicio o decide un
incidente, cuanto porque no consigue aclarar el sentido que tendra la regulacin que, evidentemente, por
toda la actividad, har el tribunal de juicio oral en lo penal (el tribunal de la causa en los trminos del
artculo 140 del Cdigo de Procedimiento Civil), dictada que sea la sentencia definitiva.
Insistiendo en que no existe parangn entre el rgimen civil y el del nuevo sistema procesal penal, no
diviso otra situacin de relativa semejanza con la que en este documento se analiza, que la que tiene lugar
cuando, mediante la remisin de un exhorto, se delega competencia por un tribunal del fuero civil a otro.
Puede alguien dudar que en la regulacin de las costas que har el tribunal que tiene la competencia
natural, se comprender la actividad realizada ante el juez exhortado?
No sera inaceptable la pretensin de un litigante, en el sentido que adems de las costas reguladas
tras la sentencia definitiva, se remitieran los antecedentes al juez del tribunal exhortado para que l regulara
las costas por las actuaciones verificadas ante su tribunal, por ejemplo, en produccin de prueba testimonial?
LA EXIMICIN EN EL PAGO DE LAS COSTAS, COMO ARGUMENTO DEFINITIVO.
Las diversas interpretaciones que se han efectuado de la cuestin en debate y, en especial, aquellas
que pretenden otorgar competencia al juez de garanta para regular las costas, olvidan, completamente, la
institucin de la eximicin de costas que, a estos efectos, es decisiva.
El H. Senado de la Repblica desech la idea del Proyecto, en orden a imponer, sin excepcin, el
criterio del vencimiento como marco de imposicin de las costas. As, en las Actas de sus deliberaciones, se
3
Entendemos por instancia, cada uno de los grados jurisdiccionales que la ley establece para que un tribunal
conozca de un proceso con plena competencia para pronunciarse sobre todas las cuestiones de hecho y de derecho que en l se promuevan.
La norma reproduce el artculo 1 del Cdigo Orgnico de Tribunales que, en el mbito legal, consagra la idea de la
actividad jurisdiccional contenciosa como, a su turno, lo har el artculo 73 de la Constitucin Poltica. El tribunal
que conoce (referencia a apreciacin de prueba y, por ende, a determinacin de hechos) y juzga (alusin al
proceso intelectual de subsuncin de hechos en la norma jurdica escogida como aplicable) es, sin la menor
duda, el tribunal de la instancia
Rodrigo Cerda S. cit. por M. Herrera en Minuta explicativa. Informe CDE sobre regulacin y tasacin de costas en
el nuevo proceso penal.
ARTCULOS
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lee que, tras reconocer que sobre el tema, existen dos opiniones, una de las cuales hace ver la necesidad
de consagrar cierta flexibilidad en la materia, lo que se obtiene permitiendo que el tribunal que conoci el
asunto, si median razones fundadas, pueda eximir total o parcialmente del pago de las costas, en definitiva
-la Comisin de Constitucin, Legislacin, Justicia y Reglamento- se inclin por este ltimo predicamento
exigiendo que se expongan determinadamente las razones que mueven al tribunal a decretar la exencin( 6 )
Pues bien, como la exencin favorece al querellante cuando el imputado fuere absuelto y la absolucin es materia de la sentencia definitiva que pronuncia el tribunal del juicio oral en lo penal(7 ), no
puede caber dudas que quien exime es ste y, en consecuencia, carece de todo sentido afirmar que el juez
de garanta, al que no le es permitido eximir del pago de costas sea, sin embargo, autorizado a regularlas
Para consignarlo con claridad: slo quien es llamado a imponer costas puede eximir del pago y, a la
inversa, no se concibe la idea de que exima del pago de costas, el que no las ha podido imponer. En la
misma lnea de coherencia, el que impone las costas, las regula (art.140 inc.2 C. de P. Civil), a menos
que, un rgimen de absoluta excepcionalidad legal (v.gr: art. 113 inc. 2 Cdigo Orgnico de Tribunales)
conduzca a una situacin diferente que, precisamente, por su rareza, slo admite interpretacin restrictiva.
Para corroborar la afirmacin de que el tribunal de juicio oral es el llamado a regular las costas de
todo el procedimiento, debe recurrirse a un principio de subsuncin, con arreglo al cual las costas del juicio
oral importan, incuestionablemente, las de toda actividad verificada para hacerlo posible(8 ) en razn del
principio de unidad del procedimiento.
Por lo dems, en atencin a que en el actual sistema, el defensor no pudo dejar de estar presente en
la audiencia de control de la detencin, ni en el debate sobre la prisin preventiva, ni menos en la audiencia
de preparacin del juicio oral, no es concebible que el tribunal que regula las costas, deje de considerar tales
actividades, lo que podra representar un riesgo que, quienes opinan en sentido contrario al de estas reflexiones, quisieren evitar. Desde otro punto de vista, constituyendo la actividad reguladora una que tiene
lugar DESPUS de notificada la sentencia que las impone y, por cierto, fuera ya del juicio oral mismo, no
existe inconveniente legal alguno para que la parte que lo estime de utilidad, acompae todos los antecedentes documentales que le parezcan necesarios a los efectos de acreditar aspectos relevantes para la
regulacin y, entre tales, podrn figurar escritos, actas de actuaciones y otros comprobantes que demuestren la actividad verificada ante el juez de garanta.
CONCLUSIONES
1) Si el procedimiento penal concluye despus de formalizada la investigacin(9 ), pero antes de la intervencin del tribunal de juicio oral en lo penal y tal conclusin arranca de una resolucin que le puso trmino
6
Cfr Boletn N 1630-07 Segundo Informe de la Comisin de Constitucin, Legislacin, Justicia y Reglamento recado en el proyecto de ley, en segundo trmite constitucional, que establece un nuevo Cdigo de Procedimiento
Penal. Pg. 100.
La norma tambin alude al caso del sobreseimiento definitivo, pero no lo incluyo porque discurro, para el anlisis,
sobre la hiptesis de un juicio oral fallado de manera regular. Si se trata de un sobreseimiento definitivo, pronunciado por el juez de garanta, no cabe tampoco duda alguna, en orden a que es l quien regula las costas, pero,
como se anticip, el estudio se refiere a la situacin que tiene lugar cuando en el procedimiento han intervenido
ambos tribunales.
Recurdese, al efecto, que el principio de que las costas son de cargo del condenado descansa en la conviccin
de la Comisin senatorial, en el sentido de que al haber ste cometido el delito gener la respuesta del Estado
que debi poner en marcha la maquinaria policial y judicial en su contra (Cfr. Segundo informe cit. pg. 99),
razn por la cual resulta evidente que en la regulacin que se efecte por el Tribunal de Juicio Oral en lo penal, se
comprendern todos los tpicos aludidos.
Como se puede fcilmente comprender, aludo a la formalizacin de la investigacin, como un punto de inflexin,
en razn de corresponder, normalmente, al momento de la judicializacin, esto es, generarse la intervencin del
juez de garanta, constituyendo, en cambio, la situacin prevista en el inciso 1 del art. 236 una situacin excepcional.
175
o hizo imposible su continuacin, corresponde imponer y regular las costas, al respectivo juez de garanta que haya pronunciado dicha resolucin;
2) Si despus de formalizada la investigacin, pero antes de asumir su competencia el tribunal de juicio oral
en lo penal, el juez de garanta hubo de substanciar y fallar incidentes, l impondr y regular las costas
correspondientes;
3) Si la cuestin pasa a juicio oral, las costas las impondr y regular el tribunal que haya conocido y fallado
este juicio;
4) La parte a cuyo favor se decretare en la sentencia definitiva, el pago de las costas, podr acreditar, en la
posterior etapa de su regulacin, el trabajo verificado en sede judicial anterior al juicio oral y los elementos que hayan de tomarse en consideracin para la actividad reguladora.
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OFICIO FN N 523 /
ANT.: Of. FN N 315 del 27.05.05 sobre Ley 20.014
que modific Ley de Control de Armas.
MAT.: Imparte orientaciones generales respecto
de la nueva ley 20.061 de 10.09.05 que modific
la ley 17.798.
DE
Con fecha 10 de septiembre en curso, se public la ley 20.061 que modifica la ley N 17.798 sobre
control de armas y explosivos.
El propsito fundamental de esta ley modificatoria expresado en el Mensaje del Ejecutivo de 06.06.05,
consisti en aclarar y solucionar definitivamente las dudas de interpretacin suscitadas con la ley anterior
20.014 de 13.05.05 en cuanto a la competencia para conocer de los delitos de porte o tenencia de bombas y
artefactos incendiarios que el proyecto estima que debe ser de competencia exclusiva de los tribunales
ordinarios de justicia y no de la justicia militar.
Se hace presente que si bien la materia haba sido debatida con jurisprudencia variable de parte de
los Tribunales Ordinarios, la Fiscala Nacional del Ministerio Pblico haba instruido de manera general para
que los fiscales instaran por la competencia de estos ltimos tribunales, promoviendo en su caso un conflicto
o contienda de competencia (Of. N 315 de 27.05.05).
Tambin se hace presente que por reciente fallo de la Excma. Corte Suprema de fecha 5 de septiembre de 2005, en los autos ingreso N 3361-2005, se determin por unanimidad que la competencia por el
porte de bombas molotov corresponda a la justicia ordinaria, dirimiendo el conflicto que se habra producido
entre la Justicia Militar y el Juez de Garanta de Concepcin y acogiendo tanto la posicin del Fiscal Nacional
como de la Fiscal Judicial de la Corte Suprema que dictamin sobre la materia.
Ahora bien y como se ha expresado anteriormente, con el fin de resolver las dificultades a que dieron
lugar las modificaciones introducidas en la Ley de Control de armas por la Ley N 20.014, de 13 de mayo del
ao en curso, el pasado 10 de septiembre se public la Ley N 20.061, que introduce nuevos cambios en los
arts. 2, letra d), 9-A y 18 de la Ley de Control de armas.
El problema se haba suscitado, fundamentalmente, por el hecho de haber incluido en el art. 2, letra
d), las bombas incendiarias tambin conocidas como bombas molotov, lo que vena a alterar el sistema
de la Ley de Control de armas, que separaba netamente las armas y elementos cuya posesin, tenencia y
porte la ley permite y regula, de aquellos que estn prohibidos, por lo que no son susceptibles de autorizacin, ni inscripcin alguna, de manera que su tenencia o porte es siempre ilcita. As, las armas y elementos
permitidos estaban sealados en el art. 2, y los prohibidos, en el 3. Pero la Ley 20.014 volva a mencionar
las bombas incendiarias en el art. 3, con lo cual estos elementos eran objeto de una doble regulacin,
OFICIOS E INSTRUCCIONES
OFICIOS E INSTRUCCIONES
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asimilndolos en cuanto a la pena a las armas permitidas, pero incluyndolos, conforme a su naturaleza,
entre las armas prohibidas. Esta dualidad repercuta tambin sobre la competencia de los tribunales que
deban conocer de los delitos que se cometan en relacin con tales artefactos incendiarios.
La referida separacin entre elementos permitidos y prohibidos cobra especial importancia por la
forma como estn construidos los tipos de los delitos que contiene esta ley, pues en una norma se describe
la conducta punible, y en otra distinta se sealan los objetos a que ella se refiere, existiendo as una simetra
entre ambas clases de normas: la posesin o tenencia de las armas o elementos permitidos sin contar con
las respectivas autorizaciones o inscripciones est tipificada en el art. 9, y el porte de los mismos sin el
respectivo permiso, en el art. 11; por su parte, la posesin o tenencia y el porte de las armas o elementos
prohibidos estn tipificados en los arts. 13 y 14.
De ah que la modificacin introducida por la ley que comentamos no afecte a las conductas punibles,
que siguen siendo las mismas, sino que se limita a eliminar del art. 2 la referencia a las bombas incendiarias, con lo cual cobra plena vigencia la inclusin de esos elementos en el art. 3 (parte final del inciso 2).
Con ello, la pena de la posesin o tenencia y el porte de bombas incendiarias cambia automticamente (fue
probablemente la intencin de aplicar a estos delitos las mismas penas de la tenencia y porte ilegal de las
armas permitidas, lo que haba motivado su inclusin en el art. 2, por parte de la Ley 20.014), que ahora
pasa a ser la que sealan los arts. 13, inciso 1, y 14, inciso 1: presidio menor en su grado mximo a
presidio mayor en su grado mnimo. Respecto a este tratamiento punitivo ms riguroso, ya surgen algunas
crticas en el sentido de que, dadas las caractersticas personales de los autores de esta clase de delitos
mayoritariamente, jvenes estudiantes, es muy probable que los jueces se muestren reticentes a aplicar
las nuevas penas.
En cuanto a los tribunales competentes para conocer de los delitos de posesin o tenencia y porte de
bombas incendiarias, ella ha quedado ahora claramente radicada en los tribunales ordinarios con competencia en lo criminal, esto es, los juzgados de garanta y tribunales de juicio oral en lo penal, al agregar expresamente la nueva ley tales elementos en el inciso 1, oracin segunda del art. 18. Debe tenerse presente
que los arts. 13 y 14 tipifican diversos delitos, de los cuales los nicos cuyo conocimiento corresponde a los
tribunales ordinarios son aquellos que se refieren a las bombas o artefactos incendiarios, armas de fabricacin artesanal o transformadas respecto de su condicin original y a las armas cuyos nmeros de serie
hayan sido adulterados o borrados. En consecuencia, todos los dems delitos tipificados en los arts. 13 y 14,
esto es, los referidos a los restantes elementos que seala el art. 3, son de competencia de los tribunales
militares. La nica salvedad que cabe hacer a este respecto es que, por una deficiente tcnica legislativa, el
legislador menciona como categoras distintas las armas largas, cuyos caones hayan sido recortados (art.
3, inciso 1), y las armas transformadas respecto de su condicin original (art. 3, inciso 3), sin advertir
que las armas de la primera clase constituyen una subespecie del concepto genrico de armas transformadas, por lo que habra bastado con esta ltima expresin.
Ahora bien, en el caso de que se haga uso de bombas incendiarias en contra de un carabinero, las
normas aplicables ya no seran las de la Ley de Control de armas, sino los arts. 416 y 416 bis del Cdigo de
Justicia Militar, que castigan el ejercicio de violencia y el maltrato de obra, as como los atentados contra
carabineros, respectivamente, delitos cuyo conocimiento corresponde a los tribunales militares. Pero no slo
la competencia es distinta en uno y otro caso; tambin lo es la pena aplicable, puesto que las penas que
contempla el Cdigo de Justicia Militar para los mencionados delitos son inferiores a las de los delitos de
posesin o tenencia y porte de bombas molotov, de la Ley de Control de armas, cuando el uso de tales
elementos cause lesiones menos graves o leves (en el caso de lesiones graves o muerte, las penas son ms
graves).
El problema prctico que se presenta, entonces, es saber cul de las dos normas debe invocarse al
perseguir un hecho que se encuadra tanto en el delito previsto en la Ley de Control de armas como en los del
Cdigo de Justicia Militar, cuestin que no puede resolverse sobre la base de los principios de especialidad
ni de consuncin, por presentar cada uno de ellos elementos tpicos que no estn abarcados por el otro tipo
penal: en un caso, la calidad del sujeto pasivo (carabinero), y en el otro, el medio utilizado para perpetrar el
181
ataque (bomba incendiaria). Para resolver el problema habr que recurrir al principio de alternatividad, que
atiende a la cantidad de injusto y consecuente cuanta de la pena para decidir, en el caso concreto, cual de
las dos normas ha de aplicarse en definitiva. Pues bien, la razn de la menor pena que la ley asigna a las
lesiones menos graves y leves causadas a carabineros, as como el simple atentado sin causarle lesiones,
cabra atribuirla a un menor injusto que en el caso de la posesin, tenencia y porte de bombas incendiarias,
por el mayor peligro que implica al poner en riesgo la vida e integridad fsica de un nmero indeterminado de
personas, adems de daos considerables a la propiedad pblica y privada, cuando no slo se porta, sino
que, adems, se hace uso de ella en contra de carabineros, con efectos que pueden resultar incontrolables
si se produce efectivamente un incendio. Pero, esto no es algo que pueda decidirse a priori, sino que habr
que analizar cuidadosamente en cada caso. Lo que s puede afirmarse es que si el delito se agota en el puro
porte de este tipo de armas durante disturbios en que hay presencia policial, la nica norma aplicable ser la
de la Ley de Control de armas, ya que el hecho de portar tales elementos no es todava constitutivo de un
ataque o maltrato a carabineros.
*********************************
Aparte de los cambios reseados en los prrafos precedentes, la Ley 20.061 aumenta considerablemente las penas del delito previsto en el art. 9-A (de presidio menor en su grado mnimo a presidio menor en
cualquiera de sus grados), cuya tipificacin no vara. Dicho delito castiga la adquisicin o venta de municiones o cartuchos, cuando ellas se verifiquen de manera irregular.
Finalmente, se hace presente que si bien se trata de delitos con penas menores, los fiscales debern
seguir las instrucciones generales y criterios de actuacin en materia de salidas alternativas que se conocen.
Tratndose de la suspensin condicional del procedimiento y de acuerdo a las instrucciones generales y criterios de actuacin contenidos en el oficio FN N 096 de 10.03.04, no slo se debern cumplir los
requisitos legales que establece el Cdigo Procesal Penal sino que tambin se debe ponderar debidamente
si la suspensin producir o no una posible rehabilitacin del imputado y si es probable que pueda reincidir
en el delito atendido a que se debe considerar tambin el impacto social que produce la suspensin y tambin si el imputado ha tenido causas criminales pendientes o antecedentes policiales varios de detencin.
Naturalmente, este tema deber resolverse segn las circunstancias de cada caso concreto que deber ponderar el fiscal de la causa.
********************************
El presente oficio deber ser distribuido a todos los fiscales para su consideracin, sin perjuicio de
las observaciones que puedan formularse a travs de los fiscales regionales respectivos.
Saluda atentamente a UDS.,
GUILLERMO PIEDRABUENA RICHARD
FISCAL NACIONAL DEL MINISTERIO PBLICO
GPR/SPW/crz
Adj. : Cuadro comparado de la ley 17.798, incluyendo modificaciones ley 20.061.
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182
OFICIO FN N 525 /
ANT.: Oficio FN N 273 de 18 de junio de 2004
sobre Desacato y atentado en contra de la autoridad. Oficio FN N 478 de octubre de 2004 complementa oficio FN N 273 de 18.06.04
MAT.: Imparte orientaciones generales respecto
de la nueva ley 20.048 de 31.08.05 que modific
el Cdigo Penal y el Cdigo de Justicia Militar
en materia de Desacato.
DE
La Ley N 20.048, publicada el 31 de agosto de 2005, introduce importantes modificaciones al Cdigo Penal y al Cdigo de Justicia Militar en materia del delito de desacato, razn por la cual se ha estimado
necesario impartir las siguientes orientaciones generales acerca de sus disposiciones.
El delito de desacato contemplado en los artculos 264 y siguientes del Cdigo Penal haba mantenido inalterada su estructura tpica desde la dictacin del Cdigo Penal en 1874, sin perjuicio que ya en el ao
2001, y con la publicacin de la Ley 19.733 o Ley de Prensa, se haba procedido a desincriminar ciertas
conductas de desacato contempladas en la Ley de Seguridad Interior del Estado, al eliminar del art. 6, letra
b) de dicha ley, toda referencia a la difamacin, injurias y calumnias en contra de las personas que ocupan
los cargos pblicos de ms alto rango dentro de la Nacin.
La referida ley 20.048 se origin en un proyecto de ley del Ejecutivo, al que ambas cmaras legislativas le introdujeron diversas enmiendas, prevaleciendo finalmente el proyecto aprobado por el H. Senado.
I.- Las Disposiciones de la Ley 20.048.
El contenido de las modificaciones que llegaron a convertirse en ley, son las siguientes:
1. Se elimina del Cdigo Penal toda referencia al delito de desacato, suprimiendo esa expresin del
epgrafe del Prrafo 1 del Ttulo VI del Cdigo Penal, que queda simplemente como "Atentados contra la
autoridad".
2. Se deroga el art. 263, que castigaba al que de hecho o de palabra injuriare gravemente a quienes
personifican los tres poderes del Estado (Presidente de la Repblica, Diputados y Senadores y miembros de
los Tribunales Superiores de Justicia).
3. Se reformula completamente el art. 264 del Cdigo Penal en la siguiente forma:
"Art. 264. El que amenace durante las sesiones de los cuerpos colegisladores o en las audiencias de
los tribunales de justicia a algn diputado o senador o a un miembro de dichos tribunales, o a un
senador o diputado por las opiniones manifestadas en el Congreso, o a un miembro de un tribunal de
justicia por los fallos que hubiere pronunciado o a los ministros de Estado u otra autoridad en el
ejercicio de sus cargos, ser castigado con reclusin menor en cualquiera de sus grados.
183
El que perturbe gravemente el orden de las sesiones de los cuerpos colegisladores o de las audiencias de los tribunales de justicia, u ocasionare tumulto o exaltare al desorden en el despacho de una
autoridad o corporacin pblica hasta el punto de impedir sus actos, ser castigado con la pena de
reclusin menor en su grado mnimo y multa de seis a diez unidades tributarias mensuales, o slo
esta ltima.".
Como se puede apreciar, se elimina la mencin de las injurias, lo que significa que de aqu en adelante la nica forma de perseguir la responsabilidad penal de quienes injurien a alguna autoridad en su
carcter de tal, ser recurriendo al delito de injurias, particularmente al tipo agravado del art. 417, N 5 del
Cdigo Penal, en que la razn de la agravacin radica, precisamente, en el "estado, dignidad y circunstancias del ofendido y del ofensor".
Adems, se elimina toda referencia al "desacato", de manera que el delito all previsto pasa a ser
una nueva modalidad de atentado en contra de la autoridad, cometido mediante amenazas, cualquiera que
sea su gravedad 1, en contra de:
a) Diputados o Senadores durante las sesiones de los cuerpos colegisladores o por las opiniones que hayan manifestado en el Congreso;
b) miembros de los Tribunales de Justicia durante las audiencias o en razn de los fallos que hayan pronunciado, y
c) Ministros de Estado u otra autoridad en el ejercicio de sus cargos.
El nuevo texto no innova mayormente en cuanto al fondo de la norma, puesto que describe con una
redaccin distinta las mismas conductas que castigaba el art. 264 en su versin original, con la salvedad de
las injurias y eliminando, al mismo tiempo, el N 4 referido al superior jerrquico, as como tambin el anacronismo de la provocacin a duelo, contenida en el antiguo inciso 2.
Se incorpora, en cambio, un nuevo inciso segundo, que reproduce textualmente el antiguo art. 268,
que se deroga. En consecuencia, dicho inciso 2 castiga la perturbacin grave del orden de las sesiones de
los cuerpos colegisladores o de las audiencias de los Tribunales, y tambin la conducta de ocasionar tumulto
o exaltar al desorden en el despacho de una autoridad o corporacin pblica hasta el punto de impedir o
interrumpir sus actos.
Los verbos rectores son "Amenazar" y "Perturbar". El diccionario de la RAE ha definido "amenazar"
como "dar a entender con actos o palabras que se quiere hacer algn mal a otro" y por perturbar como
"inmutar, trastornar el orden y concierto, o la quietud y el sosiego de algo o de alguien". Este verbo rector va
acompaado de la palabra "gravemente", por lo que entendemos que la perturbacin debe ser de mucha
entidad o importancia, y no una simple molestia o breve interrupcin a la sesin o audiencia.
Las penas son reclusin menor en cualquiera de sus grados para los casos previstos en el inciso
primero, y reclusin menor en su grado mnimo y multa de seis a diez UTM, o slo esta ltima, para los del
inciso segundo.
4. Como las penas de las conductas tipificadas en el art. 264 se sealan en esa misma disposicin,
se deroga el art. 265 del Cdigo Penal.
5. Se elimina del art. 266 del Cdigo Penal la mencin al desacato.
6. Se deroga el art. 268, que como ya se dijo, qued incorporado como inciso 2 del nuevo art. 264.
7. El proyecto modifica, adems, diversas disposiciones del Cdigo de Justicia Militar:
a) Se reemplaza el art. 276, que castiga a quien induce al personal militar a la indisciplina, el desorden o el
incumplimiento de deberes militares, graduando la pena en relacin con la calidad y jerarqua del inducido.
1 Esta es otra diferencia con respecto a la antigua normativa, puesto que el artculo 265 castigaba con mayor pena
las injurias o amenazas graves que las leves.
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184
b) Se cambia a unidades tributarias mensuales (UTM) la unidad monetaria en que se expresa la multa
en el caso del art. 416 N 4, alterando tambin la cuanta, que queda entre seis y once UTM.
185
OFICIO FN N 549 /
ANT.: No hay.
MAT.: Comentarios sobre la Ley 20.064, que modifica el Cdigo de Justicia Militar y el Decreto
Ley N 2.460 de 1979, respecto a delitos contra
personal de Carabineros y de la Polica de Investigaciones.
DE
Recientemente fue promulgada la Ley N 20.064, su publicacin se efectuar en los prximos das,
que modifica la tipificacin y aumenta las penas de los delitos que hasta ahora se conocan como maltrato de
obra a carabineros , contenidos en los arts. 416 y 416 bis del Cdigo de Justicia Militar, adems de crear
nuevas figuras delictivas. Las mismas modificaciones se introducen tambin en relacin con los respectivos
delitos en contra del personal de la Polica de Investigaciones, reformulando el art. 17 del Decreto-ley N
2460, de 1979, y agregando nuevos tipos penales.
Dicho proyecto de ley se origin en un mensaje del Ejecutivo del ao 2004, el cual slo contemplaba
el aumento de las penas, con el objeto de otorgar proteccin adecuada al personal de Carabineros e Investigaciones cuando actan en el ejercicio de sus funciones. Pero ya en el primer trmite constitucional, la
Comisin de Defensa de la Cmara de Diputados fue de opinin de que era necesario modificar tambin los
tipos penales, por cuanto tienen un tratamiento defectuoso en el Cdigo de Justicia Militar, que no se compadece con los criterios contemplados en el Cdigo Penal, idea que tuvo general aceptacin. Posteriormente, el Senado acord incorporar nuevos artculos en los dos cuerpos normativos reformados, esto es, el
Cdigo de Justicia Militar y la Ley orgnica de la Polica de Investigaciones, estableciendo entre ellos un
perfecto paralelismo. En definitiva, prim el texto aprobado por el Senado.
A continuacin, se analizan los cambios introducidos por la ley modificatoria, precedidos de una
breve reflexin sobre el bien jurdico protegido.
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186
de si la nueva formulacin de los tipos penales en cuestin implica tambin un cambio en la forma de concebir el bien jurdico protegido por tales delitos1 .
Sin perjuicio de que el Cdigo de Justicia Militar no parece ser el ms adecuado para albergar estos
delitos, por cuanto los cuerpos policiales no son propiamente militares, es evidente que la proteccin que se
les brinda a travs de los delitos que aqu comentamos, es primordialmente en atencin a las funciones que
realizan y no en cuanto individuos, como podra serlo cualquier hijo de vecino. Ello nos indica que el bien
jurdico protegido especficamente por tales delitos no puede asimilarse sin ms a la vida y a la integridad
corporal, en la misma forma como los protege el Cdigo Penal, pues en tal caso bastara con los respectivos
delitos de homicidio y lesiones. Lo cual no obsta, ciertamente, a que adicionalmente se proteja tambin la
vida y la integridad corporal de quienes integran los cuerpos de Polica, pues sabido es que el bien o los
bienes jurdico(s) protegido(s) por un determinado tipo penal no tiene por qu ser nico ni excluyente.
Y es que en la base de estos delitos est la idea del atentado contra un representante o agente de la
autoridad, con lo cual estos delitos entroncan con aquellos previstos en los arts. 261 y 262 del Cdigo Penal,
de los que no son sino una especie particular. De manera que el bien protegido es en ambos casos el mismo:
el principio de autoridad, bien jurdico colectivo con el que se quiere significar la proteccin de que estn
revestidas las funciones pblicas en cuanto tales, funciones que necesariamente habrn de ser desempeadas a travs de personas concretas2.
Lo anterior significa que, tal como qued consignado en las actas durante la discusin de la ley, la
nueva formulacin de los delitos slo obedece a razones tcnicas y no representa una innovacin en cuanto
al objeto jurdico de tutela.
A este respecto, resulta de inters consignar que durante la discusin del proyecto de ley en el seno de la Comisin de Defensa Nacional de la Cmara de Diputados, hubo una indicacin de un grupo de diputados de distintos
sectores polticos, en el sentido de traspasar el contenido de los arts. 416 y 416 bis del Cdigo de Justicia Militar al
Cdigo Penal, bajo la forma de sendos delitos de homicidio y lesiones en contra de carabineros o miembros de la
Polica de Investigaciones, indicacin que fue rechazada por unanimidad de los miembros de la mencionada comisin, segn se lee en el Segundo informe de la misma, pgs. 4 y 5).
En consecuencia, la mayor pena con que se castiga la muerte o las lesiones ocasionadas a un polica, no obedece
a que la vida o la integridad corporal de ste sea socialmente ms valiosa que la de cualquier persona, sino que al
atentar contra l se atenta tambin contra la autoridad del Estado, corporeizada en su persona.
Con ello, la pena mnima queda en quince aos y un da, lo que representa un fuerte contraste con la pena mnima
del homicidio simple, que es de cinco aos y un da.
187
Adems de aumentar la penalidad, la nueva redaccin tiene la ventaja de dejar en claro que el verbo
rector es matar, lo que deja en claro que no se trata de un delito calificado por el resultado, sino que tal
resultado debe estar abarcado por el dolo del autor, sea directo o eventual. Lo que no se podra castigar a
este ttulo sera el delito meramente culposo, el que tendra que resolverse de acuerdo con las reglas generales del Cdigo Penal (as, por ejemplo, el conductor que por inadvertencia atropella y da muerte a un
carabinero).
Otra cuestin debatida durante la discusin de la ley fue el elemento tpico de que el carabinero ha
de hallarse en funciones. A este respecto hubo amplio consenso de que no slo se encuentra en funciones
el polica que se dirige al lugar de su trabajo, sino incluso aqul que, estando de franco, acta en el cumplimiento de sus funciones de guardador del orden y tranquilidad pblicos, auxiliando a quien requiera su
intervencin 4.
b) art. 416 bis:
En este artculo se tipifica separadamente el delito de lesiones ocasionadas a un carabinero, en
forma similar a como est regulado el delito genrico de lesiones en el Cdigo Penal (arts. 397, 399 y 494,
N 5).
Esto significa, en primer lugar, que el verbo rector ya no es violentar o maltratar, sino herir, golpear y
maltratar. Al igual que en el caso del homicidio, el sujeto pasivo se describe de manera ms simple como
carabinero en ejercicio de sus funciones (eliminndose as el agregado de guardadores del orden y seguridad pblicos). Adems, se traspasan a esta norma los nmeros 2, 3 y 4 del antiguo art. 416, que se
referan respectivamente a las lesiones graves (sin distinguir entre gravsimas y simplemente graves), menos graves y leves.
En cuanto a las penas, los cambios que experimentan son los siguientes:
1) en el caso de las lesiones gravsimas (cuando el ofendido quede demente, intil para el trabajo, impotente, impedido de algn miembro importante o notablemente deforme), la pena aumenta a presidio mayor
en su grado medio, como pena nica;
2) en el caso de las simplemente graves (las que producen enfermedad o incapacidad para el trabajo por
ms de treinta das), las penas se mantienen sin alteracin;
3) en el caso de las menos graves, la pena aumenta a presidio menor en su grado medio a mximo 5 ;
4) en el caso de las lesiones leves , la pena privativa de libertad presidio menor en su grado mnimo se
mantiene igual, pero la pena de multa es ahora de seis a once UTM.
c) art. 416 ter:
Se crean como delitos especficos, con pena agravada en un grado, la castracin y mutilacin de un
carabinero en ejercicio de sus funciones. Para determinar la pena aplicable debe partirse del marco penal de
los delitos previstos en los arts. 395 (castracin) y 396 (mutilaciones), aumentando en un grado las respectivas penas de que aqul consta. En consecuencia, las penas son presidio mayor en su grado mnimo a
medio, en el primer caso, y presidio menor en su grado medio a mximo, en el segundo, segn se trate de
miembro importante o menos importante (incisos 1 y 2 del art. 396).
Cfr. Primer informe de la Comisin de Defensa Nacional de la Cmara de Diputados, pg. 11.
Para apreciar la magnitud de esta pena, conviene tener en cuenta que, tratndose de las lesiones menos graves
del art. 399 del Cdigo Penal, la pena es relegacin o presidio menor en su grado mnimo, o bien, multa de once a
veinte UTM.
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188
d) art. 417:
Se reformula el antiguo art. 417, eliminando de l toda referencia a las injurias u ofensas de palabra
o por escrito6 , con lo cual el delito se limita ahora a las amenazas, tal como ellas estn reguladas en los arts.
296 y 297 del Cdigo Penal. La pena se mantiene sin variaciones.
B) Decreto-ley N 2460, Ley orgnica de la Polica de Investigaciones de Chile:
En este cuerpo legal se introducen modificaciones equivalentes a las ya comentadas en relacin con
los miembros de Carabineros. En consecuencia, se reemplaza el art. 17, tipificando en forma independiente
el delito de homicidio de un miembro de la Polica de investigaciones, delito que se castiga con la misma
pena prevista para aqullos: presidio mayor en su grado mximo a presidio perpetuo calificado.
Se incorpora, asimismo, un nuevo art. 17 bis, donde se regulan los delitos de lesiones graves, menos
graves y leves, en la misma forma ya comentada en el acpite anterior.
Asimismo, se introducen los arts. 17 ter y 17 quater, que reproducen literalmente las normas de los
arts. 416 ter y 417 del Cdigo de Justicia Militar, en relacin con los miembros de Carabineros, por lo que
remitimos a los comentarios hechos respecto a dichas normas en el acpite anterior.
Ello obedece a la reciente modificacin de que fue objeto recientemente el antiguo delito de desacato (mediante la
Ley N 20.048, de 31 de agosto del ao en curso), eliminando de l toda referencia a las injurias.
Este problema se trat ya en el Oficio FN N 523, de 13 de septiembre del ao en curso, pero las afirmaciones que
en l se hacen quedan en parte obsoletas por los cambios introducidos por la nueva ley comentada en este oficio.
189
Es el caso de las injurias proferidas en contra de policas, que al ser eliminadas de los respectivos tipos penales
(art. 417 del C.J.M. y 17 quter del Decreto-ley 2.460), quedan sometidas al rgimen comn de las injurias del
Cdigo Penal, que son delitos de accin privada.
El art. 5, N 1, del C.J.M. establece, en lo pertinente, que corresponde a la jurisdiccin militar el conocimiento de
los delitos militares, que son los contemplados en dicho cdigo, con excepcin de los previstos en los artculos 284
y 417, cuando sean cometidos por civiles, cuyo conocimiento corresponde en todo caso a la justicia ordinaria;
asimismo, las causas que leyes especiales sometan al conocimiento de los tribunales militares. Por su parte, el art.
6 del C.J.M. establece quines se consideran militares para los efectos del mismo Cdigo. De ah que resulte
evidente la contraposicin entre civiles y militares, debiendo destacarse que los funcionarios de Polica de Investigaciones no estn incluidos dentro de quienes se consideran militares.
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190
indicado se establece que dichos delitos deban ser de competencia de los tribunales militares, por lo que se
sujetan a la de los tribunales ordinarios.
2. Rgimen de la accin penal
Todos los delitos contemplados en la Ley 20.064, ya sea que se incorporen al Cdigo de Justicia
Militar o al D.L. 2.460, y sin importar si son de conocimiento de los tribunales ordinarios o militares, son de
accin penal pblica. Esto porque, de conformidad con el art. 53 del Cdigo Procesal Penal, los delitos de
accin pblica constituyen la regla general.
A pesar de que entre las figuras que contempla esta ley se incluyen algunas directamente relacionadas con aquellos que, conforme a la legislacin procesal comn, constituyen delitos de accin pblica previa
instancia particular lesiones menos graves y leves, amenazas-, ello no puede extrapolarse a los delitos
especficos que contempla la nueva ley, puesto que el art. 54 del Cdigo Procesal Penal se refiere de manera expresa a los delitos genricos del Cdigo Penal, concretamente, a los de los arts. 399, 494, N 5, 296 y
297. Tratndose de una disposicin que establece una excepcin a la regla general que es la de los delitos
de accin pblica su interpretacin debe ser estricta, por lo que no cabe extenderla a otros tipos penales
previstos en leyes especiales.
3. Salidas alternativas
En esta materia debe distinguirse la situacin de los delitos contemplados en el Cdigo de Justicia
Militar, de la de aquellos establecidos en el D.L. 2.460.
Respecto de los primeros, la regla general es que no proceden las salidas alternativas, ya que regularmente sern de competencia de los tribunales militares, cuyo procedimiento no las contempla. Mencin
aparte debe hacerse respecto de las amenazas (art. 417) que, por ser de conocimiento de los tribunales
ordinarios, pueden resolverse por la va de la suspensin condicional del procedimiento.
En cambio, los delitos contemplados en el D.L. 2.460 son todos de competencia de los tribunales
ordinarios. As, en caso de cumplirse con los requisitos legales, son procedentes tanto los acuerdos reparatorios (art. 241 inciso 2 C.P.P.) como la suspensin condicional del procedimiento (art. 237 C.P.P.).
**********************************
Agradecer a Uds. distribuir el presente oficio a todos los fiscales y asesores jurdicos a fin de que
formulen las observaciones o dudas que estimen pertinentes, sin perjuicio del seguimiento de los criterios
interpretativos y de actuacin contenidos en esta comunicacin.
191
OFICIO FN N 551 /
ANT.: Ley N 20.066, que sustituye Ley de violencia intrafamiliar, modifica el Cdigo Penal y
Ley que crea Tribunales de familia.
MAT.: Formula comentarios e imparte instrucciones
DE
La ley N 20.066, ya promulgada y prxima a ser publicada, deroga y sustituye ntegramente la ley
N 19.325, sobre violencia intrafamiliar, distinguiendo las materias de orden civil de aquellas de naturaleza
penal, para adecuarlas al nuevo sistema procesal penal vigente en el pas, instaurando un nuevo delito
denominado de maltrato habitual y modificando el Cdigo Penal y ley N 19.968, sobre Tribunales de
Familia, en diversos aspectos que son del inters del Ministerio Pblico.
Su vigencia es a partir del 1 de octubre prximo, en forma coetnea con la puesta en marcha de los
Juzgados de Familia, los que actuarn aplicando los nuevos procedimientos diseados al efecto en la citada
ley N 19.968.
Los cambios ms importantes que introduce la nueva ley son los que se sealan a continuacin,
divididos por temas, de acuerdo al propio orden de la misma.
I.
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192
Como puede advertirse, el concepto es lo suficientemente amplio e incluye todo tipo de agresiones
fsicas y squicas efectuadas respecto de padres, hijos, nietos, abuelos, hermanos, tos, cuados, sobrinos,
carnales o polticos, adems de las producidas entre cnyuges, ex cnyuges, convivientes y ex convivientes
y los indicados parientes de stos. Para estos efectos, adems, el adoptante y adoptado se entienden asimilados a los ascendientes y descendientes, segn as lo previene el artculo 24.
La proteccin se extiende tambin a los menores de edad y personas discapacitadas que se encuentren bajo el cuidado o dependencia de cualquiera de los integrantes del grupo familiar.
Este concepto, como se ver, reviste importancia porque tiene influencia en el procedimiento penal
que rige para el delito de maltrato habitual y los restantes delitos que se produzcan en un contexto de violencia intrafamiliar.
193
Interesante resulta destacar que este concepto puede ser de utilidad, tambin, para la apreciacin
que los fiscales, con la asesora de la Unidad de Vctimas y Testigos, deben realizar a propsito de la concesin o peticin de medidas de proteccin, en su caso, en los delitos en que les corresponda intervenir.
A tales efectos, la Divisin de Vctimas y Testigos Unidad ha elaborado los criterios y pautas de
calificacin que se insertan, para orientar a los fiscales con dicho objeto, diferenciando el maltrato que ocurre entre miembros de una pareja, del que ocurre con respecto a menores de edad:1
1
En violencia en la pareja 1:
1. El tiempo de maltrato (mayor tiempo de maltrato, mayor deterioro en la vctima).
2. Los tipos de maltrato hacia la vctima (agresin fsica en escalada y agresiones psicolgicas prolongadas son
antecedentes de riesgo vitales y/o efectos devastadores para las vctimas, incluso para quienes ejercen el maltrato).
3. Habitualidad del maltrato (se refiere a su frecuencia. Esta puede ser diaria, semanal, mensual, semestral, anual.
Es importante considerar que una frecuencia diaria, semanal o mensual dice relacin con un alto riesgo de reiteracin del maltrato y probable riesgo vital).
4. El nivel de aislamiento social de la vctima y su familia, en relacin a familiares, vecinos, apoyo legal, laboral, entre
otros.
5. El grado de dependencia econmica de la vctima (a menor autonoma econmica mayor riesgo de reiteracin del
maltrato).
6. La edad de los hijos y el nmero de ellos (a mayor nmero de hijos y menor edad de los mismos, existe ms alto
riesgo de reiteracin del maltrato en escalada, tanto para la madre como para los hijos).
7. Trastornos conductuales de quien ejerce la violencia, alcoholismo, drogadiccin, inestabilidad laboral, alto nivel de
endeudamiento y negligencia en cubrir necesidades bsicas de la familia.
8. Presencia de violencia cruzada grave (ambos miembros de la pareja se agreden mutuamente).
9. Violencia sexual (descalificacin en el mbito sexual, actos sexuales forzados, humillacin y/o degradacin sexual).
10. Contexto de la violencia (particularmente, ejercicio de maltrato durante el embarazo de la vctima, en estado de
enfermedad, u otro similar que la sita en una condicin de mayor vulnerabilidad).
11. Existencia de otras vctimas directas del maltrato habitual (hijos, adultos discapacitados o ancianos testigos de
actos de maltrato y/o hijos, adultos discapacitados o ancianos directamente maltratados).
12. Existencia de peligro de homicidio o lesin grave 1 (intentos de asesinato anteriores, amenazas de muerte, uso de
armas de fuego u otra en contra de la vctima, vctima ha sido encerrada por horas/das por el ofensor, golpes
mltiples con resultado de lesiones, percepcin de la vctima respecto de peligrosidad del agresor y de inminencia
de nuevo episodio de maltrato).
En violencia hacia menores de edad:
Para definir la gravedad de la violencia y el riesgo de que esta vuelva a ocurrir, una vez confirmada una situacin de
maltrato habitual hacia un nio, nia o adolescente, hay que tener en cuenta lo siguiente:
Evaluacin de factores de riesgo de maltrato habitual en nios, nias y adolescentes 1:
Caractersticas del incidente de maltrato:
-
Tipo de maltrato: maltrato de carcter sdico, situaciones severas de maltrato o abandono en nios menores de
dos aos.
Severidad y/o frecuencia del maltrato: existencia de un patrn crnico de maltrato con resultado de lesiones en el
nio.
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Cercana temporal del maltrato: perodo inferior a seis semanas respecto del momento en que se conoce de l.
Presencia y localizacin de la lesin: existencia de lesiones fsicas en zonas vitales o cercanas (cara, nariz, cabeza, lesiones internas) u rganos sexuales (ano, genitales).
Constatacin de que el agresor ha cometido anteriormente otros actos de maltrato grave o de que se han producido situaciones de maltrato grave en la familia (con otros hermanos, otros adultos, o el mismo nio).
Accesibilidad del agresor al nio: acceso libre de parte del agresor al nio, inexistencia de otro adulto que pueda
defenderle ante nueva agresin o amenaza de ello.
Edad y visibilidad del nio en el entorno: nios de edades inferiores a cinco aos, especialmente los menores de
un ao, que no pueden ser vistos habitualmente por personas ajenas al ncleo familiar, incapacidad de protegerse
o cuidarse a s mismos o de recurrir a terceros solicitando ayuda.
Caractersticas de salud general, salud mental y desarrollo cognitivo del nio: recin nacido con malformacin o
prematurez, nio con discapacidad fsica o psquica o nio mayor con discapacidad fsica o mental, nio con
enfermedad crnica, nio con conducta difcil, nio o nia no escolarizado o con bajo rendimiento escolar.
Posible patologa psiquitrica en los padres, historia de conducta violenta en su familia de origen, presencia de
incapacidad fsica, intelectual y/o emocional que limita totalmente, de manera permanente o temporal la capacidad
de atender necesidades de un nio.
Capacidades asociadas a la edad: madre o padre adolescente sin red social suficiente, madre o padre adolescente
que vive con su familia extensa pero donde nadie asume una responsabilidad clara sobre el nio.
Dficit severos en las habilidades del cuidador para la crianza del nio, desconocimiento de necesidades de estimulacin, aprendizaje y emocionales del nio.
Abuso de alcohol y/o drogas: incapacidad de parte del cuidador para ejercer rol parental y atender adecuadamente
al nio por su adiccin a drogas / alcohol.
Ausencia de indicadores de apego entre el cuidador y el nio, percepcin negativa constante del nio.
Historia de conducta violenta, antisocial o delictiva en padres o cuidadores: comisin de delitos por utilizacin de
violencia o delitos sexuales contra menores o adultos anteriores.
Inexistencia de condiciones bsicas de habitabilidad (sanitarias, equipamiento, espacio) en la vivienda, que constituyan peligro para la salud e integridad fsica del nio.
Respuesta ambigua, agresiva o de rechazo ante el fiscal o profesionales que intervienen en su situacin.
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medidas accesorias, de proteccin y cautelares, al Ministerio Pblico, para los efectos de lo previsto en el
artculo 240 del Cdigo de Procedimiento Civil.
En tales casos, lo que corresponder ser iniciar una investigacin por el delito de desacato contemplado en dicho artculo 240, conforme a las reglas generales, sin perjuicio de insistir, eventualmente, en la
adopcin de las mismas medidas de proteccin o accesorias ya decretadas por el tribunal de familia u otras,
para que sean dispuestas, esta vez, por los propios fiscales o por los tribunales de garanta, a solicitud de los
mismos, segn corresponda. Cabe tener en cuenta, eso s, que segn el artculo 10, el tribunal de familia,
junto con disponer la remisin de los antecedentes al Ministerio Pblico, puede tambin imponer el arresto
del infractor, hasta por quince das, a ttulo de apremio.
Las resoluciones judiciales incumplidas a que se alude, son aquellas ejecutoriadas o que causen
ejecutoria, condenatorias, que imponen sanciones de multa (art. 8); de medidas (sanciones) accesorias de
obligacin de abandono del hogar compartido con la vctima, de prohibicin de acercarse a la misma, a su
domicilio, lugar de trabajo o de estudio y de prohibicin de porte o tenencia de arma de fuego (art. 9 letras
a), b) y c)); y, aquellas que imponen cualquier tipo de medidas de proteccin o cautelares, tales como las que
enumera ejemplarmente, el artculo 92 de la ley 19.968, entre ellas, la prohibicin o restriccin de la presencia del ofensor en el hogar comn, lugar de estudio o de trabajo de la vctima, las que disponen la entrega
material de los efectos personales de la vctima que optare por no regresar al hogar comn, las que establecen la prohibicin de porte o tenencia de arma de fuego y, las que disponen la reserva de la identidad del
tercero denunciante.
De otro lado, el artculo 10, inciso final, impone a las policas la obligacin de detener a quienes
sean sorprendidos en incumplimiento flagrante de las medidas accesorias, de proteccin y/o cautelares.
Entendemos, por la ubicacin de la norma y el contexto en el que est inserta, que tal detencin debe
tener por objeto poner al infractor a disposicin del tribunal de familia, quien adoptar las medidas que
correspondan al respecto, que como hemos visto, podrn consistir en el apremio y en la remisin de los
antecedentes al Ministerio Pblico. Ello, sin perjuicio de otras actuaciones que en el orden penal a ste
puedan corresponder, que se vern ms adelante, producto de la comisin de ilcitos penales y de las normas de la ley de tribunales de familia, que asignan intervencin derechamente al Ministerio Pblico.
4. Registro de sanciones.
Siempre en el orden civil, el artculo 12 establece que el Servicio de Registro Civil e Identificacin
deber llevar un Registro Especial de las personas que hayan sido condenadas, por sentencia ejecutoriada,
como autoras de violencia intrafamiliar, as como de las dems resoluciones que la ley ordene inscribir, para
lo cual el tribunal de familia, ejecutoriada que sea la sentencia, deber oficiarle, individualizando al condenado y la sancin principal y las accesorias aplicadas por el hecho de violencia intrafamiliar, con excepcin
de la prevista en la letra d) del artculo 9, sobre tratamientos teraputicos y de orientacin familiar. Todas
estas circunstancias debern constar en el respectivo certificado de antecedentes. Este Registro Especial
ser puesto en conocimiento del tribunal a solicitud de ste, en los casos regulados en la ley.
Esta norma es muy similar a la que actualmente contiene el artculo 8 de la ley de Violencia Intrafamiliar en su artculo 8.
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Esto significa que para el maltrato bastan las vas de hecho , las cuales, segn la doctrina mayoritaria de nuestro
pas, no constituyen lesiones, por requerir stas un menoscabo fsico perceptible por los sentidos (sobre este
punto, vase el Derecho penal chileno, Parte especial Delitos contra el individuo en sus condiciones fsicas, de
los autores Grisola, Bustos y Politoff, Santiago de Chile, Ed. Jurdica de Chile, 1971, pgs. 283 y ss.).
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forme al inciso 2 del art. 14, no es necesario que el maltrato se dirija siempre contra la misma vctima,
pudiendo afectar a cualquier otra persona perteneciente al crculo de sujetos pasivos que prev la ley.
La habitualidad, que es un elemento descriptivo que ayuda para la interpretacin de la concurrencia
del delito, no obsta a la aplicacin de la agravante de reincidencia si, despus de haber sido condenado por
este delito, el hechor vuelve a cometer actos de maltrato contra alguna de las personas que seala el art. 5
de la ley. As se desprende de la oracin final del inciso segundo del art. 14, que slo impide considerar los
hechos anteriores respecto de los cuales haya recado sentencia penal absolutoria o condenatoria para los
efectos de apreciar la habitualidad, lo que equivale a decir que los nuevos actos de maltrato sern constitutivos de un nuevo delito de maltrato habitual.
En otro orden de ideas, la exigencia de un acto que provoque afeccin a la integridad psquica,
normalmente requerir de algn tipo de evaluacin psiquitrica o psicolgica de la vctima, como elemento
necesario para la acreditacin del tipo penal, sea que se cuente con antecedentes previos de diagnstico o
de tratamiento o que se obtenga a posteriori de la denuncia.
En este punto, debe tenerse en consideracin que la ley N 19.968, sobre tribunales de familia, en su
artculo 85, contempla que los profesionales de la salud que se desempeen en hospitales, clnicas u otros
establecimientos del ramo, al realizar los procedimientos y prestaciones mdicas que hubieren sido solicitados, debern practicar los reconocimientos y exmenes conducentes a acreditar el dao fsico o psquico
ocasionado a la vctima, debiendo adems conservar las pruebas correspondientes. A tales efectos, deben
levantar acta, en duplicado, del reconocimiento y de los exmenes realizados, la que debe ser suscrita por el
jefe del establecimiento o de la respectiva seccin y por los profesionales que los hayan practicado. Una de
las copias le debe ser entregada a la vctima, o a quien la tuviere bajo su cuidado y la otra, as como los
resultados de los exmenes, se remitir al tribunal competente, si lo requiriere.
No obstante, previniendo dificultades normales de operacin del sistema pblico de salud, especialmente de oportunidad, para la participacin o asistencia de sus profesionales como peritos al juicio, adicionalmente ser de gran importancia obtener cualquier antecedente previo con que pueda contar la vctima y
con la ayuda que puedan entregar las Unidades de Vctimas y Testigos dentro del mbito de sus actuales
funciones, para la comprobacin del delito, junto con otros medios probatorios que revistan visos de seriedad, de que pueda disponerse.
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No obstante, dado que por disposicin constitucional slo a este Organismo corresponde la investigacin y persecucin criminales, entendemos que a los tribunales de familia les estar vedado realizar verdaderas investigaciones preliminares, debiendo limitarse a los antecedentes probatorios que le exhiban las
partes en la o las respectivas audiencias, para adoptar la correspondiente decisin.
Por otro lado, del claro sentido de esta norma queda totalmente en evidencia que el requisito previo
de que se trata, se aplica exclusivamente tratndose de delitos de maltrato habitual.
No rige ni es exigible para otro tipo de delitos, aunque se hayan producido en un contexto de
violencia intrafamiliar, respecto de los cuales el Ministerio Pblico debe continuar actuando de oficio
o por denuncia o querella, de acuerdo con las reglas generales.
As deber acontecer, por ejemplo, tratndose de parricidios, homicidios, delitos de naturaleza
sexual, lesiones, etc.
Por ltimo, importante es mencionar que una vez cumplido el requisito previo de la remisin por un
tribunal de familia, los fiscales dispondrn de todas sus facultades propias para efectuar la investigacin y
persecucin penal, conforme a las reglas generales, a excepcin, exclusivamente, de las normas procesales
especiales que en esta misma ley se introducen y que se examinan en este captulo.
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2.3 Necesidad de determinar si un delito comn est relacionado con actos de violencia intrafamiliar.
Al margen de lo anterior, dilucidar si un delito comn se inscribe o no en un contexto de violencia intrafamiliar, para determinar, a su vez, la aplicacin de estas normas especiales, es un tema de la
mayor trascendencia, pues es posible que algunos eventos delictivos se verifiquen entre personas unidas
por los vnculos de parentesco o convivencia previstos en la ley, sin que importe, necesariamente, el contexto de violencia intrafamiliar que se comenta, como cuando con ocasin de una ria o pelea entre miembros
de una misma familia se causan lesiones perseguibles penalmente, sin que dicho evento se encuentre precedido por un historial de violencia de este carcter o existan elementos de juicio que hagan prever su
repeticin. Podra darse el caso, tambin, que, existiendo antecedentes de otros eventos similares, no se
acredite un contexto familiar de intimidacin en que se identifiquen situaciones de abuso o vulnerabilidad
que hagan necesaria la adopcin de resguardos especiales para alguna vctima.
En trminos generales, la materializacin de una conducta punible entre las personas aludidas en el
artculo 5, bastara para estimar que concurre la trama que hace procedente la aplicacin de las disposiciones especiales de la ley de violencia intrafamiliar. No obstante, en algunos casos particulares o especficos,
estas circunstancias pueden resultar insuficientes para estimar que el delito se anota en un contexto de
violencia como el requerido, tornando inaplicables por innecesarias las medidas de proteccin especiales,
las restricciones a los acuerdos reparatorios y dems disposiciones contempladas en la ley a este efecto.
En este sentido, el acceso al Registro de Condenas por Violencia Intrafamiliar ser fundamental para
estimar el contexto de violencia intrafamiliar en que eventualmente pueden ser cometidos los delitos comunes. La acreditacin de ese contexto de violencia es lo que hace procedente la aplicacin de medidas
especiales de proteccin y, fundamentalmente, la obligacin de los fiscales de solicitar la imposicin de las
medidas (sanciones) accesorias a que se refiere el artculo 16 de la ley.
La informacin del Registro, de existir condenas anteriores, tornar sencillo acreditar dicho contexto, sin que deba recurrirse a procedimientos ms lentos y engorrosos que slo conseguiran retardar la
reaccin del sistema, que en esta materia precisa ser gil y oportuna para conseguir su eficacia.
En conclusin, para determinar si un delito determinado se ha cometido o no en un contexto de
violencia intrafamiliar, ser necesario efectuar un anlisis particularizado, caso a caso, con arreglo a los
criterios de evaluacin de riesgo y afines que desde el punto de vista terico y cientfico se estudian en la
temtica de la violencia intrafamiliar y que aporta la Divisin de Vctimas y Testigos.3 Como se sealara, la
Divisin de Vctimas y Testigos pondr a disposicin de las Unidades de su dependencia y fiscales los antecedentes tcnicos necesarios para facilitar esta labor, a la mayor brevedad.
3
Las definiciones de violencia intrafamiliar ponen nfasis en dos conceptos centrales: el concepto de relacin y el
de abuso.
El primero de ellos (relacin) marca la diferencia existente entre los episodios aislados de agresin, respecto de la
instalacin de la violencia como una forma de interaccin de la familia .
El segundo concepto (abuso) alude al tema del poder en las relaciones familiares. En este sentido, Corsi seala
que para que ocurra maltrato al interior de la familia, debe existir una situacin de abuso de poder. Desde esta
perspectiva, una correcta definicin del maltrato debe considerar la funcin que ocupan estos actos en relacin al
establecimiento de poder o control del ofendido.
En relacin a lo anterior, es posible diferenciar el concepto de maltrato del de agresin, puesto que sus resultados en el ofendido pudieran ser similares, sin embargo, la intencionalidad del autor u ofensor es muy distinta.
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personal o real que parezca adecuada al carcter o circunstancias del delito, de conformidad con el Cdigo
Procesal Penal, arts. 139 y siguientes, 155 y 157, an antes de la formalizacin, y ello, sin perjuicio de las
medidas de proteccin que puedan adoptar los fiscales directamente, como es lo habitual.
a)
b)
c)
d)
Artculo 16.- Medidas accesorias. Las medidas accesorias que establece el artculo 9
sern aplicadas por los tribunales con competencia en lo penal, cuando el delito constituya un acto de violencia intrafamiliar, sin perjuicio de las sanciones principales y accesorias que correspondan al delito de que se trate.
El tribunal fijar prudencialmente el plazo de esas medidas, que no podr ser inferior a
seis meses ni superior a un ao, atendidas las circunstancias que las justifiquen. Dichas medidas podrn ser prorrogadas, a peticin de la vctima, si se mantienen los hechos que las justificaron. En el caso de la letra d) del artculo 9, la duracin de la medida ser fijada, y podr prorrogarse, tomando en consideracin los antecedentes proporcionados por la institucin respectiva.
Artculo 9.- Medidas accesorias. Adems de lo dispuesto en el artculo precedente, el
juez deber aplicar en la sentencia una o ms de las siguientes medidas accesorias:
Obligacin de abandonar el ofensor el hogar que comparte con la vctima.
Prohibicin de acercarse a la vctima o a su domicilio, lugar de trabajo o de estudio. Si
ambos trabajan o estudian en el mismo lugar se oficiar al empleador o director del
establecimiento para que adopte las medidas de resguardo necesarias.
Prohibicin de porte y tenencia y, en su caso, el comiso, de armas de fuego. De ello se
informar, segn corresponda, a la Direccin General de Movilizacin, a la Comandancia de Guarnicin o al Director de Servicio respectivo, para los fines legales y reglamentarios que correspondan.
La asistencia obligatoria a programas teraputicos o de orientacin familiar. Las instituciones que desarrollen dichos programas darn cuenta al respectivo tribunal del tratamiento que deba seguir el agresor, de su inicio y trmino.
El juez fijar prudencialmente el plazo de estas medidas, que no podr ser inferior a seis
meses ni superior a un ao, atendidas las circunstancias que las justifiquen. Ellas podrn ser prorrogadas, a peticin de la vctima, si se mantienen los hechos que las justificaron. En el caso de la letra d), la duracin de la medida ser fijada, y podr prorrogarse, tomando en consideracin los antecedentes proporcionados por la institucin respectiva.
En cumplimiento del mandato de estas disposiciones, los fiscales habrn de tener en cuenta estas
sanciones accesorias al formular sus requerimientos y acusaciones, instando por su imposicin, cuando as
corresponda.
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Podra surgir la duda acerca de la autonoma que podran tener los fiscales para investigar y perseguir estos desacatos, dada la remisin a la norma que considera que el tribunal debe efectuar la comunicacin.
No obstante, tratndose de infracciones de resoluciones dictadas por tribunales en lo penal, normalmente producto del ejercicio de acciones y pretensiones del propio Ministerio Pblico, que dan lugar a accin penal pblica para su persecucin, no se requiere recibir la comunicacin del tribunal de lo penal para
actuar. Por cualquier va que se tome conocimiento del incumplimiento de las anotadas resoluciones, inclusive de oficio, se dar lugar al inicio de la investigacin.
Lo mismo acontece respecto de las resoluciones del orden civil, slo que en tales casos, es altamente improbable que los fiscales tomen conocimiento de ello, a menos que les sea denunciado.
Por otra parte, de conformidad con el inciso final del artculo 10, la polica deber detener a quien sea
sorprendido en quebrantamiento flagrante de las medidas mencionadas en el inciso precedente, que son las
cautelares o accesorias decretadas.
Esta facultad, primitivamente concebida para la vulneracin de las sealadas providencias, pero de
carcter civil, la entendemos tambin aplicable a los incumplimientos del orden penal, por efectos de la
remisin ntegra que se hace al artculo 10.
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Teniendo en cuenta el concepto de intervinientes que el C.P.P. consagr en el artculo 12 y la estructura del procedimiento penal, que considera que la vctima siendo capaz acta por s misma, sin necesidad
de constituir patrocinio ni representacin judicial, a menos que se querelle, en principio parecera que la
intervencin del Servicio Nacional de la Mujer debera circunscribirse a los casos en que la vctima resuelve
presentar querella o ejecutar actuaciones formales.
Sin embargo, la agregacin de la oracin para los efectos de lo dispuesto en el artculo 109 del
Cdigo Procesal Penal, que finalmente se introdujo a este texto, parecera perseguir otro sentido, cual sera
que aquel Servicio Pblico la pueda representar en toda clase de intervenciones y actuaciones, sin que sea
exigible la previa presentacin de una querella.
Sin perjuicio de la interpretacin que podamos intentar una vez que contemos con mayores antecedentes, por ahora, atendiendo al sentido de la ley vigente y principios bsicos del nuevo proceso penal, en
especial el de inmediacin, concluimos que el concepto de patrocinio y representacin judicial que contiene
el artculo 20 en examen, referido a los efectos del artculo 109 del Cdigo Procesal Penal, debe necesariamente reflejarse en tramitaciones que den naturalmente lugar a presentaciones formales, tales como las
querellas, ejercicio de acciones civiles, o peticiones muy concretas, pero no puede llevar a sustituir fsicamente a la vctima en las audiencias en que est prevista su presencia, o ante el fiscal, por la necesidad
ineludible de contar con su versin o apreciacin de los hechos y/u opinin, segn los casos, precisamente
por tratarse de materias penales en las que debe intentarse reconstituir la forma de ocurrencia de hechos
pasados, de la cual depender la aplicacin de una sancin de la mayor entidad, cual es la afeccin en
derechos bsicos, a quien se determine autor del delito.
En cualquier caso, mediando la voluntad expresa de la vctima mujer y mayor de edad, como en
cualquier evento, los abogados del Sernam podrn actuar conforme a los procedimientos que el Cdigo
contempla, al igual que aquellos con quienes l mismo convenga, sean de entidades pblicas o particulares.
La disposicin, ms bien, apunta a habilitar a los abogados funcionarios de aquel Servicio, que por
principio de legalidad requieren de facultades expresas, para intervenir en procedimientos judiciales y a la
Reparticin misma, por idnticas razones, para celebrar convenios al efecto con instituciones pblicas y
privadas.
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Artculo 400. Si los hechos a que se refieren los artculos anteriores de este prrafo se
ejecutan en contra de alguna de las personas que menciona el artculo 5 de la Ley sobre
Violencia Intrafamiliar, o con cualquiera de las circunstancias Segunda, Tercera o Cuarta
del nmero 1 del artculo 391 de este Cdigo, las penas se aumentarn en un grado..
En consecuencia, el aumento de la pena para los delitos de lesiones corporales contemplados en el
prrafo 3 del Ttulo VIII del Libro II, se extiende a todos aquellos que afecten, o ms bien, que se cometan
entre las personas de los integrantes del crculo que determina la violencia intrafamiliar, sealados en el
artculo 5 de la ley en comentario, esto es, entre quienes tengan o hayan tenido la calidad de cnyuge del
ofensor o una relacin de convivencia con l; o sean parientes por consanguinidad o por afinidad en toda la
lnea recta o en la colateral hasta el tercer grado inclusive, del ofensor o de su cnyuge o de su actual
conviviente.
Igualmente, proceder tal aumento de pena cuando la conducta referida ocurra entre los padres de
un hijo comn, o recaiga sobre persona menor de edad o discapacitada que se encuentre bajo el cuidado o
dependencia de cualquiera de los integrantes del grupo familiar del que forme parte o con el que se relacione de la forma antes dicha el ofensor.
Ello, sin perjuicio de mantenerse, obviamente, el aumento de pena previsto actualmente para las
lesiones corporales del mismo prrafo, ejecutadas con cualquiera de las circunstancias Segunda, Tercera o
Cuarta del nmero 1 del artculo 391 del Cdigo.
d) Agrega la siguiente oracin al final del N 5 del artculo 494:
En ningn caso el tribunal podr calificar como leves las lesiones cometidas en contra de las
personas mencionadas en el artculo 5 de la Ley sobre Violencia Intrafamiliar.
Tal modificacin importa que los ilcitos de lesiones corporales provocadas entre personas mencionadas en el artculo 5 de la ley, segn enumeracin ya sealada, no podrn ser, bajo ninguna circunstancia
y a pesar de la calidad de los individuos y de las circunstancias del hecho, calificadas como leves y, por lo
mismo, nunca darn lugar a una falta penal, sino que necesariamente, al menos, al delito de lesiones
menos graves del artculo 399.
2. Por su parte, el artculo 22 de la ley introduce las siguientes modificaciones en la ley N 19.968,
que Crea los Tribunales de Familia:
a) Sustituye el inciso segundo del artculo 90, por el siguiente:
Si de los antecedentes examinados en la audiencia preparatoria o en la del juicio aparece que el denunciado o demandado ha ejercido violencia en los trminos establecidos
en el artculo 14 de la Ley sobre Violencia Intrafamiliar, el tribunal los remitir al Ministerio Pblico.
Como ya se comentara en el punto 2.1, a propsito de las modificaciones de orden procesal que esta
ley introduce, importa que para los efectos de la investigacin y persecucin del delito de maltrato habitual,
el tribunal de familia debe remitir los antecedentes que estime sean constitutivos del mismo al Ministerio
Pblico, como requisito de procedencia para las actuaciones de este ltimo.
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b) Reemplaza la primera oracin del nmero 1 del artculo 92, por la siguiente:
Prohibir al ofensor acercarse a la vctima y prohibir o restringir la presencia de tal
ofensor en el hogar comn y en el domicilio, lugar de estudios o de trabajo de sta..
Con ello se amplan los trminos de la primera de las medidas cautelares que tal disposicin considera, actualmente referida solo a prohibir o restringir la presencia del ofensor en el hogar comn, lugar de
estudios o de trabajo de la vctima, para incluir la posibilidad de decretar la prohibicin de acercamiento a la
vctima, en cualquier lugar, y en el domicilio de la misma, no necesariamente el hogar comn.
c) Sustituye el artculo 94, por el siguiente:
Artculo 94.- Incumplimiento de medidas cautelares. En caso de incumplimiento de las
medidas cautelares, el juez pondr en conocimiento del Ministerio Pblico los antecedentes para los efectos de lo previsto en el inciso segundo del artculo 240 del Cdigo
de Procedimiento Civil. Sin perjuicio de ello, impondr al infractor, como medida de
apremio, arresto hasta por quince das..
Esta modificacin importa que el apremio necesariamente debe consistir en arresto hasta por quince
das, y no como se prevea anteriormente, en arresto nocturno, sustituible por simple arresto solo en casos
de quebrantamiento.
3. Finalmente, el artculo 23, modifica la ley N 18.216, sobre Medidas Alternativas a las Penas
Privativas o Restrictivas de Libertad, intercalando en el inciso primero de su artculo 30, a continuacin de
la expresin Cdigo Penal, la siguiente oracin, precedida de una coma (,): o de los delitos contra las
personas que sean constitutivos de violencia intrafamiliar.
Ello importa que, tratndose de delitos cometidos en el mbito de la violencia intrafamiliar, en los
trminos ya precisados, el tribunal podr imponer como condicin al condenado, para el otorgamiento de
cualquiera de los beneficios previstos en dicha ley, que no ingrese ni acceda a las inmediaciones del hogar,
establecimiento educacional o lugar de trabajo del ofendido.
Es de destacar que el inciso cuarto de esta disposicin, introducida por la ley N 19.617, publicada en
el D. O. de 12.07.99, prev que tratndose de la prohibicin de ingresar o acercarse al hogar, el tribunal la
revocar si la vctima fuere cnyuge o conviviente del condenado y as lo solicitare, a menos que el tribunal
tuviere fundamento para estimar que la solicitud es consecuencia de la coaccin ejercida por el condenado
o que la revocacin pudiere poner en peligro a menores de edad.
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rio de la ley N 19.968, se encontraren radicadas a esa data en los tribunales con competencia en lo civil, las
que se ajustarn a las normas procesales vigentes a su inicio hasta la sentencia de trmino.
En consecuencia, en el orden civil, las materias de violencia intrafamiliar ya radicadas en tribunales
civiles continuarn siendo substanciadas en ellos conforme a la legislacin procesal vigente a la fecha de su
inicio y, aquellos juicios por iniciarse, a partir del 1 de octubre, debern substanciarse conforme con la nueva
legislacin, ante los tribunales de familia, aunque se refieran a hechos acaecidos con anterioridad.
En el orden penal, en cambio, es de recordar que por disposicin del artculo Trigsimo Sexto Transitorio de la Constitucin Poltica de la Repblica, actual Octavo del Texto Refundido Coordinado y Sistematizado fijado por Decreto N 100, 2005, del Ministerio Secretara General de la Presidencia, en concordancia
con lo previsto en los artculos 4 transitorio de la ley orgnica constitucional del Ministerio Pblico N 19.640
y 483 y 484 del Cdigo Procesal Penal, al Ministerio Pblico corresponde intervenir exclusivamente
respecto de hechos acaecidos con posterioridad a su instalacin y a la respectiva entrada en vigencia
de la Reforma Procesal Penal en las respectivas regiones del pas.
Es ms, es de advertir que incluso en el evento de detectarse por los tribunales de familia en los
procesos que se rigen por la nueva normativa de la ley 20.066, hechos que revistan caracteres de delitos
producidos en el contexto de la violencia intrafamiliar, ocurridos con anterioridad a la entrada en vigencia del
nuevo proceso penal en las respectivas regiones del pas, estos debern ser de conocimiento de los tribunales del crimen, de conformidad con el sistema antiguo.
Ello, sin perjuicio, adems, de que, naturalmente, el delito de maltrato habitual y dems modificaciones de carcter penal, solamente podrn aplicarse a hechos acontecidos con posterioridad a la entrada en
vigor de las normas que los introducen, el 1 de octubre prximo, habida excepcin nicamente de la aplicacin de la norma ms beneficiosa para el imputado, de darse el caso.
Por ltimo y segn el mismo artculo 26, toda referencia legal o reglamentaria a la Ley de Violencia
Intrafamiliar, N 19.325, debe entenderse hecha a la presente ley, de forma que las referencias a la misma
contenidas en la propia ley en informe quedan cubiertas por esta remisin.
V. ACTUACIONES DEL MINISTERIO PBLICO CONTEMPLADAS EN LEY N 19.968 QUE CREA LOS
TRIBUNALES DE FAMILIA.
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Sin perjuicio que la redaccin es claramente deficiente, porque alude a los fiscales en la idea de
funcionarios u rganos que ejercen jurisdiccin y resuelven la concesin de medidas cautelares, cuyo no es
el caso, naturalmente, intentando darle un sentido que apunte a que la norma produzca sus efectos tambin
respecto de los fiscales, pero sin sobrepasar las funciones que constitucional y legalmente les corresponden, puede interpretarse que, en los casos de que conozcan, deben procurar, con prioridad, la adopcin de
las medidas de proteccin que estn a su alcance y la solicitud al tribunal de garanta, de las medidas
cautelares que correspondan, de acuerdo con el Cdigo Procesal Penal y artculo 92 de esta ley.
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As las cosas, las detenciones que se practiquen en situaciones de flagrancia por hechos que no
constituyan delitos o faltas penales, darn lugar a la intervencin de los tribunales de familia, quienes sern
los competentes para determinar la legalidad de las detenciones y la adopcin de las medidas de proteccin
y/o cautelares que la misma ley N 19.968 contempla, para lo cual le asigna facultades expresas.
Ante tales tribunales, en audiencias y procedimientos por materias de naturaleza civil, no cabe
participacin alguna al Ministerio Pblico.
En cambio, si en razn de tener que efectuarse dichas audiencias en das en que no funcionan los
tribunales de familia, deben celebrarse ante tribunales de garanta, podr caber en las mismas participacin
a los fiscales, en la medida que los antecedentes de la flagrancia entreguen indicios de la comisin de
cualquier clase de delito penal, incluidas las faltas, naturalmente, caso en el cual, contarn con todas las
atribuciones y obligaciones normales que el Cdigo Procesal Penal les otorga y acuerda y, con las especiales que derivan de la nueva ley de violencia intrafamiliar, N 20.066, especialmente en materia de medidas
de proteccin y cautelares.
Obviamente, la apreciacin de los antecedentes fundamentales de la detencin, debern ser apreciados por los propios fiscales, como es lo habitual, para determinar la participacin que pueda caberles.
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la misma audiencia en que se pide la declaracin del discernimiento, misma oportunidad en que, de proceder, por la naturaleza y circunstancias del delito, se deben pedir las medidas cautelares que correspondan.
Por ltimo, se omiti tambin esta vez la mencin expresa del recurso de apelacin, que antes estaba previsto respecto de las resoluciones del juez de menores que declaraban la falta de discernimiento, que
eran las situaciones de mayor gravedad para el M.P., con lo cual las resoluciones del tribunal de garanta
quedarn ahora sujetas a las reglas generales.
En todo caso, igualmente de acuerdo con el artculo 370 del C.P.P., tal recurso proceder respecto de
las resoluciones que nieguen lugar al discernimiento, desde que ponen trmino al procedimiento o haran
imposible su prosecucin, mxime si ahora sern expedidas en el mismo procedimiento en el que se tramita
la formalizacin y se gestionan las cautelares a que haya lugar.
Ratifica esta interpretacin el mismo artculo 28 en comentario, pues en el inciso segundo alude a
que slo una vez que la resolucin que declara que el menor ha actuado sin discernimiento se encuentre firme, se le comunicar al juez de familia, para la aplicacin de las medidas del artculo 29, esto es las de
seguridad, proteccin o tratamiento que all se contemplan.
3. Se sustituye en el encabezamiento del artculo 29, la frase En los casos previstos en el artculo
26 N 10 de esta ley, por En los casos previstos en el artculo 8, nmero 10), de la ley que crea los
juzgados de familia, lo que implica corregir la referencia para la aplicacin de las medidas de proteccin y
/o de restriccin o tratamientos a menores a quienes se impute un hecho punible, que hayan obrado sin
discernimiento.
4. Se reemplaza en el encabezamiento del artculo 30, la frase
En los casos previstos en el artculo 26, N 7, por En los casos previstos en el artculo 8,
nmeros 7) y 8), de la ley que crea los juzgados de familia, para adecuar la cita que permite la adopcin
de las medidas de proteccin respecto de menores de edad gravemente vulnerados o amenazados en sus
derechos, respecto de los cuales se requiera adoptar una medida de proteccin.
5. Se derogan los artculos 34, 35, 36, 37, 40 y 48 bis, que se refieren a procedimientos antes los
tribunales de menores.
6. Se suprimen en el artculo 65, los textos dependiendo de la pena que la ley asigne al hecho y
o del juez de letras de menores, para adaptar su contenido a las modificaciones anteriores en materia de
discernimiento, quedando de la siguiente forma:
Art. 65. Cuando en una investigacin apareciere comprometido un menor como autor,
cmplice o encubridor, el Ministerio Pblico deber ponerlo a disposicin del juez de
garanta recabando la declaracin sobre el discernimiento cuando corresponda, sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso siguiente.
Las disposiciones de esta ley no impedirn la realizacin de actuaciones de investigacin por el Ministerio Pblico ni el ejercicio de las facultades privativas de los tribunales ordinarios de justicia.
OFICIOS E INSTRUCCIONES
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criterios generales de actuacin adoptados por este Fiscal Nacional, sin perjuicio de las instrucciones especficas que les puedan ser impartidas por Uds. en sus correspondientes territorios, en los casos concretos
que les corresponda intervenir o se les consulten.
Saluda atentamente a UDS.,
GUILLERMO PIEDRABUENA RICHARD
FISCAL NACIONAL DEL MINISTERIO PBLICO
GPR/MEMT/IFS/SPW/ /crz
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