Baja Edad Moderna
Baja Edad Moderna
Baja Edad Moderna
Tema 3.
El auge del absolutismo. La Francia del siglo XVII.
i.- Epgrafes:
Concepto y realidad del absolutismo
El pensamiento poltico absolutista
Las teoras antiabsolutistas. Los orgenes del derecho internacional
Enrique IV y Luis XIII. La obra de Richelieu
Mazarino y la Fronda (1648-1652)
El gobierno personal de Luis XIV (poltica interior)
ii.- Resumen del contenido:
El extendido fenmeno de incremento del poder real, que se inicia en la baja
Edad Media y se refuerza con las monarquas del Renacimiento, ha sido
genricamente identificado con el absolutismo. Ello es correcto en la medida en
que se basa en la consideracin de un poder supremo por encima de la ley,
pero quienes defienden tal supuesto encuentran numerosos obstculos, tanto
en el campo terico como en la oposicin de fuerzas contrarias. Llegar un
momento, sin embargo, en que el absolutismo triunfe plenamente y el poder
real avance incontenible. No obstante, el absolutismo entendido como la
concepcin y la prctica de un poder real desligado de las leyes humanas el
derecho positivo-, nunca dej de encontrar obstculos y oposiciones. Con
mayor o menor intensidad siempre hubo fuerzas dispuestas a combatirle. Por
ello, su realidad fue distinta segn los diversos pases y si en unos casos
triunf plenamente, en otros (Inglaterra) fue derrotado, con diversas situaciones
intermedias. Antes de analizar stas, sin embargo, es conveniente detenerse
en los conceptos y en el pensamiento poltico del siglo XVII, que si presenta por
un lado los mayores exponentes del absolutismo (Hobbes, Bossuet), nos ofrece
por otro posturas contrarias (iusnaturalismo, Locke), entre las que destacan las
de los tratadistas que introdujeron la idea de un derecho que fuera ms all del
territorio estatal, y sirviera por tanto para regular un territorio sin ley como era el
mbito internacional, en el que como confirmara el tratado de Westfalia- ya
no se aceptaba el poder superior del papado.
El modelo ms acabado de absolutismo triunfante es la Francia del siglo XVII.
Su evolucin en dicha centuria fue excepcional, si tenemos en cuanta la base
de partida, tras la profunda crisis de las guerras de Religin de la segunda
mitad del siglo XVI. Todava durante la primera mitad del seiscientos, la
sociedad poltica francesa fue enormemente convulsa, como lo prueban los
difciles reinados de Enrique IV y Luis XIII y las dos regencias que les
continuaron (Mara de Mdicis y Ana de Austria). La rebelin estaba a la orden
del da, encabezada frecuentemente por altos nobles y prncipes de la sangre,
y a ello se unan otros problemas, como por ejemplo el del malestar de la
minora hugonote. Si Enrique IV puso las bases, la obra poltica fundamental la
desarrollaron posteriormente los cardenales Richelieu y Mazarino, aunque no
sin grandes obstculos. El mayor de todos sera la revuelta de la Fronda, en el
gobierno de este ltimo durante la minora de edad de Luis XIV. Se trat, sin
duda, de una crisis profunda y compleja, pero al cabo, el poder real sali
fortalecido. La obra de Mazarino sera completada tras su muerte por Luis XIV,
quien desde 1661 comenz su reinado personal, que ha pasado a la historia
como el modelo ms acabado del absolutismo. Cuando en el siglo XVIII, buena
parte de los gobernantes europeos, traten de impulsar desde el poder las
reformas ilustradas, tendrn siempre en el punto de mira el reinado del rey sol,
como ejemplo a imitar.
iii.- Bibliografa para preparar el tema:
L. Ribot (coord.), Historia del Mundo Moderno, Madrid, Actas, 2006, cap. 14,
(Carmen Sanz Ayn, El auge del absolutismo, pp. 371-375 y 381-391). [Visin
ms de conjunto]. Para el estudio del pensamiento poltico, Idem. Captulo 13,
escrito por Cayetano Mas Galvn, La cultura europea del Seiscientos, pp.
355-358.
A. Floristn (coord.), Historia Moderna Universal, Ariel, Barcelona, 2007. Para
el pensamiento poltico: Captulo 13: escrito por Siro Villas Tinoco, Cultura y
ciencia en el Barroco, pp. 315-316. Tambin, sobre Locke y la doctrina poltica
surgida de la revolucin inglesa: Captulo 19, escrito por Toms A. Mantecn,
La afirmacin del parlamentarismo britnico y los avatares del republicanismo
neerlands, pp. 460-462. Sobre Enrique IV, Captulo 8, escrito por Rafael
Bentez Snchez-Blanco, Francia, Inglaterra y Espaa, conflictos
confesionales, pp. 209-210. Sobre el reinado de Luis XIII, la minora de edad
de Luis XIV y la Fronda: Captulo 15, escrito por Amparo Felipo Orts,
Monarquas rivales. Francia (1610-1661) y Espaa (1598-1665), pp. 351-361.
Sobre la Francia de Luis XIV: Captulo 18, escrito por Carmen Sanz Ayn, Las
Monarquas occidentales en la poca de Luis XIV (1661-1715), pp. 423-436.
[La visin del libro de Floristn es ms detallada, especialmente en los
aspectos polticos]
Cualquiera de los dos sirve, aunque se recomienda utilizar ambos para obtener
una comprensin ms amplia del tema.
Guillermo de Orange, que reinara como Guillermo III. Ellos y la reina Ana,
hermana menor de Mara, consolidaron el nuevo sistema, sobre el que se
desarrollara el parlamentarismo ingls del siglo XVIII.
Tema 5.
La crisis de la Monarqua Hispnica y el siglo de Luis XIV
i.- Epgrafes:
Las revueltas de 1640 en la Monarqua de Felipe IV
El enfrentamiento hispano francs y la prdida de Portugal
La hegemona internacional de Luis XIV
La guerra de sucesin espaola
Suecia y el Bltico
El retroceso de Turqua
ii.- Resumen del contenido:
En el mbito internacional, el siglo XVII trajo la sustitucin de la hegemona de
Espaa, iniciada a comienzos del siglo XVI, por la de la Francia de Luis XIV.
Por ello la expresin El siglo de Luis XIV, tomada de la obra clsica de
Voltaire sobre el monarca francs, resulta significativa para definir el periodo
que transcurre entre los aos cuarenta de dicha centuria y el final de la guerra
de sucesin, un espacio de tiempo inferior a un siglo pero considerablemente
amplio, que coincide bsicamente con el largusimo reinado de Luis XIV (16431715).
La decadencia de Espaa es un tema complejo, aunque su estudio pertenece
ms bien a la asignatura de Historia de Espaa. La historia general de Europa,
sin embargo, no puede prescindir del estudio de las grandes revueltas y
revoluciones de mediados del siglo XVII, por lo que el tema si inicia con al
anlisis de las sucedidas en el seno de la Monarqua de Espaa en la dcada
de 1640 -Catalua (1640-1652), Portugal, Sicilia (1647-1648), Npoles (16471648), conjuras, alteraciones andaluzas-. Tales conflictos internos sancionaron
la derrota definitiva de Espaa en la guerra de los Pases Bajos y su retroceso
en la fase final de la guerra de los Treinta Aos, que desde 1635 libraba
directamente contra Francia.
Los tratados de Westfalia (1648) reconocieron la independencia de Holanda. La
guerra hispano-francesa continu hasta 1659, en que la paz de los Pirineos
sancion la victoria y la supremaca internacional de Francia. Mientras, Espaa
haba logrado superar las revueltas internas, si bien, la intensidad del esfuerzo
puesto en recuperar Catalua y el exceso de frentes y compromisos impidi
hacer frente de forma decidida a la sublevacin portuguesa. Cuando se quiso
resolver el problema estaba ya demasiado enquistado y lo que originariamente
no haba pasado de ser una sublevacin palaciega se haba convertido en un
conflicto imposible de resolver para una Monarqua decadente. Ms an si
tenemos en cuenta los apoyos internacionales que recibira el reino rebelde
tanto de Francia como de la Inglaterra de Cromwell. El tratado de Lisboa
(1668), ya en el reinado de Carlos II, confirmara la independencia de Portugal.
El reinado personal de Luis XIV que en mbito interno supuso la culminacin
del absolutismo- contempl en el terreno internacional una poltica agresiva y
desafiante del monarca francs, quien, amparado en sus fuerzas y su enorme
inteligencia, actu con el objetivo de lograr la mxima expansin de Francia,
bien fuera a travs de la conquista de las fronteras naturales por el este del
reino, bien intentando apoderarse de territorios en Italia, bien a travs de sus
Tema 6.
Hacia una nueva demografa
i.- Epgrafes:
El comienzo de un nuevo rgimen demogrfico. Matizaciones regionales.
Factores demogrficos. Causas y consecuencias del crecimiento
La evolucin de la poblacin
El mundo urbano y las migraciones
La sociedad: consolidacin de nuevas figuras
Tensiones y conflictos sociales
ii.- Resumen del contenido:
La demografa del siglo XVIII mantiene los mismos factores que la
caracterizaban en los siglos precedentes: mortalidad y natalidad elevadas y
altos ndices de fecundidad. Sin embargo, se aprecian ya ciertas
modificaciones en su comportamiento que prefiguran el rgimen demogrfico
contemporneo, pues la menor incidencia de factores exgenos, como
enfermedades epidmicas, guerras y hambrunas provocadas por malas
cosechas, permitir un crecimiento demogrfico sostenido.
La elaboracin sistemtica de censos o recuentos de poblacin por iniciativa
del Estado son un elemento decisivo a la hora de cuantificar los efectivos
humanos en Europa, aun cuando no llegaron a realizarse en Francia y Gran
Bretaa hasta 1801. Y los datos obtenidos confirman la tendencia al
crecimiento: si en 1700 la poblacin continental oscilaba en torno a los 115 o
120 millones de habitantes, al finalizar la centuria lo haca alrededor de 190
millones, es decir, se haba incrementado en un 58 un 65 por ciento
aproximadamente. Qu factores incidieron en este comportamiento? No
existe unanimidad al respecto, pero parece imponerse la tesis de que los
cambios producidos en la nupcialidad fueron la causa de dicho crecimiento. En
cualquier caso la poblacin no creci de igual modo en Europa: si en Inglaterra
lo hizo en un 133 por ciento entre 1680 y 1820, en Francia ascendi en un 39
por ciento, porcentaje en torno al cual se movieron Espaa e Italia, mientras
que en los Pases Bajos slo aument en un 8 por ciento. Y aun se observa
otro aspecto significativo: las ciudades fueron las que ms crecieron en
detrimento del campo a causa fundamentalmente de la emigracin de los
campesinos, dadas las dificultades cada vez mayores que padecan en las
zonas rurales por el proceso del cerramiento de las tierras y las oportunidades
que ofrecan los ncleos urbanos. As, entre 1700 y 1800 Londres y Madrid
crecieron en torno a un 50 por ciento, Dubln en un 180 por ciento, Viena en un
102 por ciento, Berln en un 172 por ciento y Npoles en un 97 por ciento.
Crecimientos muy inferiores experimentaron msterdam, Pars, Miln y Roma.
Venecia, en cambio, se estanca durante la centuria.
En cuanto a la sociedad del siglo XVIII hay que decir que la nota distintiva sigue
siendo la existencia de tres estamentos, nobleza, clero y estado llano, definidos
por el goce de privilegios o por su ausencia y por la desigualdad jurdica. Pero
frente a pocas pasadas ahora la frontera entre el estamento nobiliario y el
plebeyo resulta ms fcil de traspasar y, lo que es ms importante, ciertos
La burguesa fue, sin duda, el grupo social que ms crecer en el siglo XVIII,
tanto en nmero como en capacidad de actuacin en la vida poltica y
econmica, aun cuando muchos de sus integrantes procuren ennoblecerse, sin
por ello abandonar sus negocios. Su nivel de riqueza es tan variado como lo es
la actividad econmica a la que se dedican sus integrantes: comerciantes y
hombres de negocios, financieros, empresarios industriales o mercaderesfabricantes, funcionarios y profesiones liberales. Por el contrario, sus ideas, al
menos en materia econmica, apenas muestran fisuras: todos estos grupos
son partidarios de eliminar los privilegios que les impedan acceder libremente
a los mercados, por lo que se enfrentarn a los monopolios comerciales y a la
amortizacin de las tierras.
En un plano inferior a la burguesa, pero con algunas caractersticas comunes,
se encuentran en las ciudades un abigarrado conjunto de grupos profesionales:
maestros artesanos, pequeos y medianos comerciantes, con unos ingresos
parecidos y con posibilidades de ascenso social; oficiales, criados, aprendices,
un variopinto grupo de trabajadores libres no especializados que se dedicaban
a la carga y descarga de mercancas (ganapanes, gagnedeniers,
bergantes y journeymen) y una multitud de pobres que vivan de la caridad.
En las zonas rurales tambin se aprecian importantes desigualdades. Es
verdad que el campesinado constitua la mayora de la poblacin europea, pero
su situacin social y econmica variaba en funcin de diferentes factores: que
fuera propietario de tierras de labor y de ganados, que fuera jornalero o que
dependiera de un seor jurisdiccional, del rgimen de tenencia de la tierra o de
la duracin de los contratos de arrendamiento y de aparcera. En los pases del
Este de Europa el campesinado estaba sometido al rgimen de servidumbre, lo
que implicaba la obligacin de realizar determinados trabajos gratuitos en
beneficio del seor (corves o robot). As pues, encontramos campesinos
acomodados que posean tierras en propiedad o con contratos favorables, as
como animales de tiro y utensilios de labranza (labradores honrados en
Castilla; yeomen en Inglaterra); campesinos medios independientes, labradores
dependientes, que no disponan de tierras suficientes para hacer frente al pago
de diezmos, rentas e impuestos; y jornaleros o campesinos sin tierra.
iii.- Bibliografa para preparar el tema:
A. Floristn (coord), Historia Moderna Universal, Barcelona, Ariel, 2007, caps.
22 (Miguel Rodrguez Cancho, Cambios y tensiones sociales en el siglo XVII,
pp.515-528) y 31 (Agustn Gonzlez Enciso, Las transformaciones de la
sociedad en el siglo XVIII, pp. 713-737).
L. Ribot (coord), Historia del Mundo Moderno, Madrid, Actas, 2006, cap. 16
(Enrique Gimnez Lpez con el ttulo Demografa y sociedad, pp. 443-465).
iv.- Conocimientos bsicos exigibles:
Es bsico que el alumno aprenda el comportamiento de los factores
demogrficos en el siglo XVIII y su impacto en la evolucin de la poblacin, a
nivel general y a nivel regional, en el campo y en las ciudades, y en el
fenmeno migratorio.
En cuanto a la estructura social, es imprescindible que tenga claras algunas
definiciones, como sociedad estamental, estamento y clase, clero secular y
Tema 7.
Las transformaciones econmicas en una fase de expansin
i.- Epgrafes:
Las nuevas doctrinas econmicas
Agricultura y ganadera
Las manufacturas continentales
El comercio europeo y los metales preciosos
Las finanzas
Los comienzos de la revolucin industrial en Inglaterra
ii.- Resumen del contenido:
La competitividad de los pases y la expansin de los mercados en el siglo
XVIII facilitaron el retroceso de las estructuras feudales, el desarrollo de los
intereses individuales sobre los colectivos, el despegue econmico y el
crecimiento del capitalismo, ya que en este siglo se acelera la evolucin de un
sistema basado en la propiedad de la tierra a otro articulado en torno a la
propiedad del dinero y el crdito. Pero fue el dinamismo de la actividad
comercial, como consecuencia de una mayor disponibilidad de metales
preciosos (oro de Brasil, plata de Mxico) y de una demanda creciente de
productos a causa del aumento de la poblacin, lo que estimul el crecimiento
econmico. Es verdad que las operaciones comerciales no generaron ya los
grandes beneficios conseguidos en las centurias anteriores, pero la mayor
informacin e integracin de los mercados contribuyeron a eliminar los riesgos,
a estabilizar los intercambios y, en definitiva, a acelerar el crecimiento
comercial, lo que supuso a la vez el desarrollo del sistema crediticio, de los
instrumentos de pago y de las redes mercantiles as como la reduccin
generalizada de los fletes y la mejora en los medios de almacenaje, en la
construccin de barcos, en las instalaciones portuarias y en el trfico terrestre.
El auge comercial estuvo favorecido tambin por la intervencin interesada de
los Estados ante la necesidad de obtener mayores ingresos con los que
sufragar los gastos crecientes del ejrcito y la marina: por un lado, buscaron la
estabilidad de sus sistemas monetarios obviando cualquier alteracin en el
valor de las monedas; por otra parte, reforzaron sus posiciones diplomticas
para obtener mercados nuevos, organizaron expediciones para abrir rutas
comerciales y adoptaron medidas de guerra econmica a fin de impedir el
desarrollo econmico de sus competidores; finalmente, procuraron eliminar las
barreras aduaneras del interior y trasladarlas a las fronteras exteriores para
reducir as los costes en el transporte viario y multiplicar los intercambios, con
lo que el aumento de los impuestos sobre el consumo compensaba las
prdidas ocasionadas por la extincin de peajes en carreteras, puentes,
canales y pasos de montaa.
La expansin comercial favoreci a su vez el desarrollo de la actividad
industrial. La necesidad de abastecer un mercado cada vez ms exigente fue
minando el modelo gremial, cada vez ms obsoleto a pesar de su amplia
presencia en Europa, al tiempo que incentiv la bsqueda de nuevas tcnicas e
introdujo modificaciones en los mtodos y en la organizacin de la produccin:
ahora comenz a primarse la cantidad producida ms que la calidad del
vi.- Mapas
Se recomienda el mapa de la industrializacin europea del siglo XVIII del libro
de B. Azcarate Luxan, M. V. Azcrate Luxan y J. Snchez Snchez, Atlas
Histrico y Geogrfico Universitario, Madrid, UNED, 2006, p. 158.
Tema 8.
La cultura de la Ilustracin
i.- Epgrafes:
La Ilustracin. Concepto, caractersticas, lmites geogrficos y cronolgicos
Variantes territoriales. Francia y otros pases
Alcance social y difusin de la ideologa ilustrada
El desmo y la crtica de la religin revelada. La masonera
La religin en el siglo ilustrado. Iglesias y conflictos. Expulsiones y supresin de
la compaa de Jess
Ciencia y cultura en el siglo XVIII
ii.- Resumen del contenido:
El siglo XVIII se presenta habitualmente con la etiqueta del siglo de la
Ilustracin, amplio fenmeno cultural, parangonable a los precedentes
Reanacimiento y Barroco. Pero qu es exactamente la ilustracin y cuales
fueron sus caractersticas, su difusin social y geogrfica y sus lmites
cronolgicos? A todo esto de dedica el tema que analiza el fenmeno ilustrado,
que ha sido definido esencialmente como una actitud vital, heredera del
criticismo que se desarrolla en el siglo XVII en torno al racionalismo y la nueva
ciencia. No en vano, por ello, se ha hablado de una mayora de edad del
hombre, que no acepta ya ni dogmas ni argumentos de autoridad; nada que se
oponga a la razn, el instrumento universal que le permite avanzar con firmeza
en el conocimiento. Las races de la Ilustracin estn pues en el siglo XVII en
la fase final que ha sido caracterizada como la crisis de la conciencia europea-,
aunque su desarrollo tendr lugar sobre todo en la Francia del siglo XVIII,
donde llegar a su apogeo en la segunda mitad de dicha centuria. Desde all,
esencialmente, se exportar a otros pases, dando lugar a diversas
manifestaciones de mayor o menor importancia. Las principales, junto a la
francesa, sern la ilustracin inglesa en buena medida autctona- y la
alemana. En cuanto a su alcance social, es evidente que se trat de un
movimiento de lites, si bien su vocacin era influir en el conjunto de la
sociedad y llevar a cabo toda una serie da cambios en los que la educacin
jugaba un papel fundamental. Sus logros no fueron tan ambiciosos como sus
deseos, pero la actitud vital del hombre contemporneo, su capacidad crtica o
su valoracin del mundo y de la vida no hubieran sido posibles sin la Ilustracin
dieciochesca.
Una de las consecuencias de la actitud crtica de los ilustrados ser el
retroceso de las creencias y la aparicin del fenmeno de la descristianizacin.
Los ilustrados promovern una religin no revelada y sin dogmas, el deismo, al
tiempo que surgen y se desarrollan posturas filantrpicas pseudoreligiosas
como la masonera, hija tambin del siglo ilustrado. En las Iglesias cristianas
catlica y protestantes-, la Ilustracin determin un incremento de la crtica, con
el nimo de depurar las creencias y prcticas religiosas. Pero tambin, en el
sentido contrario, surgieron una serie de reacciones contra la religiosidad
ilustrada. Otra realidad fue el materialismo, doctrina minoritaria que trataba de
explicar todo incluida la vida y el pensamiento- a partir exclusivamente de la
materia. En el siglo XVIII se incrementaron las tensiones Iglesia-Estado,
Tema 9.
Las relaciones internacionales. Colonialismo y conflictos dinsticos
i.- Epgrafes:
El sistema de Utrecht y la aplicacin de la teora del equilibrio
Las transformaciones militares y navales
Las guerras de Sucesin de Polonia y Austria
Las guerras de los Siete Aos (1756-1763) y de la independencia de los
Estados Unidos (1775-1783)
Conflictos en Oriente. Guerras ruso-turcas, conflictos en el Bltico y Repartos
de Polonia
La situacin internacional a comienzos de la Revolucin francesa
ii.- Resumen del contenido:
Uno de los objetivos bsicos de la poltica exterior britnica en el siglo XVIII es
el del equilibrio continental europeo. En realidad, este objetivo era prioritario ya
en las dcadas finales del Seiscientos, sobre todo a partir del acceso al trono
de Inglaterra de Guillermo de Orange y de Mara Estuardo en 1688, como
respuesta al expansionismo territorial de Luis XIV. Hacia 1734, ao en el que
Salvador Maer publica en Madrid su libro Sistema poltico de la Europa, la
nocin del equilibrio entre potencias y la necesidad de preservarlo estaba ya
ampliamente difundida, aunque ser David Hume quien la desarrolle aun ms
en su libro Of balance of power editado en 1752.
Junto a la nocin del equilibrio entre potencias se impone en el siglo XVIII el
principio de la neutralidad y la necesidad de los pequeos estados de mantener
a la vez relaciones diplomticas con dos de las potencias beligerantes. Y no es
tampoco una casualidad que quien la formule sea el holands Bynckershoek
(1673-1743), estudioso del derecho de las naciones, contrario a las tesis de los
seguidores de Grocio, para quienes un soberano o una repblica estaban
obligados a acudir en auxilio de otro que hubiera sido agredido militarmente.
Esta idea de la neutralidad la recoger a su vez Emerich de Vattel en Le droit
de gens ou principes de la loi naturelle apliqus la conduite et aux affaires
des nations et des souverains, editado en Londres en 1758.
Pero si el principio de la neutralidad fue respetado en la medida en que los
neutrales tuvieron fuerza para defender su posicin, como sucedi en Espaa
durante el reinado de Fernando VI o con la Liga de Neutralidad Armada
propuesta por Catalina la Grande en 1780 e integrada por Suecia, Dinamarca,
Prusia y Portugal, el principio del equilibrio poltico surgido a raz de los
tratados de paz de Utrecht-Rastadt (1713-1714) y de Nystad (1721) provoc,
en cambio, numerosos conflictos blicos en la Europa del siglo XVIII, e incluso
en otras regiones bajo su influencia, como en Amrica y Asa
Por los Tratados de Uthecht-Rastadt la monarqua hispnica fue desmantelada
y repartidos sus territorios en Europa como ya se haba previsto en los tratados
de reparticin firmados entre Francia y Austria antes de la Guerra de Sucesin
de Espaa. Pero este reparto territorial, sin conculcar en exceso los derechos
dinsticos de los principales contendientes, es decir de Francia y de Austria,
persegua dos objetivos fundamentales: impedir las grandes concentraciones
patrimoniales que pudieran constituir el soporte de una monarqua universal y
hacer realidad el axioma de que todo poder debe ser contrarrestado con otro
poder, en la creencia de que mediante este equilibrio de fuerzas se garantizaba
una paz duradera en Europa. Para conseguirlo se crearon adems una serie de
dispositivos de garanta: los Pases Bajos espaoles de soberana austriaca
deberan mantener cuatro plazas fuertes holandesas que vigilaran la
estabilidad de este estado tapn entre Francia y las Provincias Unidas;
Saboya quedaba duea del espacio comprendido entre los Alpes y el
Mediterrneo, erigindose en otro estado tapn entre Francia y las posesiones
italianas de Austria, funciones que en Alemania realizaran tambin Baviera,
Prusia y el resto de los prncipes alemanes. En definitiva, este nuevo mapa
europeo, diseado por los britnicos, consegua aislar a Francia dentro de un
contorno vigilado, desactivar los espacios de friccin entre los Borbn y los
Habsburgo y desmembrar de forma irreversible el gigantesco imperio espaol.
Los mismos objetivos estuvieron presentes en la Paz de Nystad suscrita entre
Suecia y Rusia en 1721 enfrentadas por el dominio del Bltico. La alianza entre
Prusia, Polonia y Rusia contra Suecia y el reparto de sus posesiones fue el
origen de un conflicto que, como ya hemos dicho, se inici en 1700 y no finaliz
hasta 1721. Los triunfos de Carlos XII de Suecia, quien derrot a los rusos en
la batalla de Narva (1700), tras lo cual se apoder de Polonia, donde sustituy
a su soberano Augusto II por Estanislao Lesczinsky, colocaba a Suecia en una
posicin privilegiada, pero el triunfo de Pedro el Grande en la decisiva batalla
de Poltava, en 1709, supuso la restauracin de Augusto II en Polonia y la
ocupacin rusa de las provincias blticas orientales, a excepcin de Finlandia.
La nueva ofensiva del zar contra Suecia en 1716 alarm considerablemente a
Inglaterra, la cual favoreci una coalicin con el objetivo de expulsar a los rusos
de Polonia, en la que participaron Austria, Hannover y Sajonia, pero fracas, y
en la paz de Nystad Rusia consegua mantener su influencia en Polonia y
conservar todas sus conquistas en el Bltico, configurndose como una gran
potencia en el Este con la que en adelante se deba contar.
El sistema poltico de Utrecht-Rastadt, presidido por el equilibrio de fuerzas en
el continente europeo, era, sin embargo, un sistema ciertamente frgil, ya que
su conservacin dependa de la poltica adoptada por las principales potencias
continentales y martimas, las cuales no se conformaron ni con el reciente
ordenamiento territorial de los Estados europeos ni con el sistema colonial
surgidos en 1714. Esto provocar una sucesin de conflictos entre las grandes
potencias, especialmente entre Francia, Austria, Inglaterra y Rusia, en los que
a menudo intervinieron otras potencias de segundo rango, como Espaa,
Prusia y Saboya, que deseaban, en unos casos, recuperar los territorios
perdidos en Utrecht, y en otros ampliar sus fronteras, cuando no primaban
otras consideraciones. De este modo, en 1717, a los dos aos de la firma del
Tratado de Utrecht, Felipe V invade Sicilia, a lo que se opusieron Gran Bretaa
y Francia que firman una alianza encaminada a restablecer el status quo de
Utrecht, lo que finalmente consiguieron. En 1733 estalla la Guerra de Sucesin
de Polonia y una dcada ms tarde, en 1741, la Guerra de Sucesin de
Austria, que finaliza en 1748 con la Paz de Aquisgrn. Finalmente, en 1756
tiene lugar la Guerra de los Siete Aos en el continente europeo y en Amrica,
y que se inicia cuando Gran Bretaa ordena, a modo de guerra preventiva, sin
declaracin de ruptura de las hostilidades, el embargo de los navos franceses
atracados en los puertos britnicos y el apresamiento de los que se avistasen
en el mar, lo que supuso un duro golpe para la marina francesa, cuyo podero
internacional y de los
territorios ultramarinos, en donde se sita la
Independencia de los Estados Unidos, as como el proceso de expansin de
Prusia y Rusia en el Bltico y de Rusia y Prusia en los Balcanes, en este caso
a costa del imperio otomano, ya en franca decadencia.
Es conveniente dominar algunos conceptos bsicos como Sistema de
Utrecht, equilibrio continental europeo, reversin de alianzas, Liga de la
Neutralidad Armada, Paz de Viena (1738), Paz de Aquisgrn (1748), Paz de
Paris (1763), Tratado de Versalles (1783).
v.- Lecturas recomendadas:
J. Black, La Europa del siglo XVIII, 1700-1789, Madrid, Akal, 1990, sobre todo
los captulos X y XI dedicados, respectivamente, a las relaciones
internacionales, al ejrcito y al arte de la guerra.
M. S. Anderson, Guerra y sociedad en la Europa del Antiguo Rgimen, 16181789, Madrid, Ministerio de Defensa, 1990. Fundamental el captulo 4 titulado
Hacia un nuevo mundo: nacionalismo y ejrcitos populares, 1740-89, pp. 157202.
vi.- Mapas
El mapa geopoltico de Europa tras la Paz de Utrecht en el libro de B. Azcarate
Luxan, M. V. Azcrate Luxan y J. Snchez, Atlas Histrico y Geogrfico
Universitario, Madrid, UNED, 2006, p. 150. La expansin colonial europea en
el siglo XVIII y la formacin de los Estados Unidos en las pp. 164 y 170. El
mapa geopoltico del mundo en vsperas de la Revolucin francesa en las pp.
169 y 171. La expansin rusa por el Imperio Otomano en las pp. 136 y 155. El
avance austriaco por los Balcanes en la p. 153. Los repartos de Polonia entre
1772 y 1795 en las pp. 154-155 y 172.
Se pueden consultar tambin, por lo que respecta al Imperio Otomano y sus
prdidas territoriales en el XVIII, los mapas del libro de H. C. Darby y H.
Fullard, Historia del mundo moderno. XIV, Atlas, Editorial Ramn Sopena, S. A,
Barcelona, 1980, pp. 166-167. En esta obra conviene estudiar asimismo los
mapas de las pp. 39 a 43 para comprender los grandes conflictos blicos
europeos del siglo XVIII y las adquisiciones territoriales.
Tena 10.
La Europa del despotismo ilustrado (I): Francia, Austria y Prusia.
Epgrafes:
Concepto de despotismo ilustrado.
Caractersticas generales del despotismo ilustrado.
Francia: Luis XV: Problemas religiosos y parlamentarios Luis XVI: reformas y
fracaso.
El Imperio. La emergencia de Prusia. Austria antes de Mara Teresa
Federico II de Prusia (1748-1786)
Mara Teresa y Jos II de Austria
Tema 11
La Europa del Despotismo Ilustrado (II): Europa del norte y del sur.
Epgrafes:
Dinamarca: los programas reformistas de Struensee y Bernstorff.
Polonia: Reformas y repartos.
Suecia: de la Monarqua tutelada al absolutismo de Gustavo II.
Rusia: La modernizacin bajo Pedro I y el absolutismo ilustrado de Catalina II.
Italia: un modelo para el rea catlica.
Espaa y Portugal: Carlos III y el Marqus de Pombal.
i.- Contenido:
Hemos venido observando un mundo de Reyes. Hemos considerado un mundo
tambin de Filsofos. Desde mediados de la centuria acabara tambin por
producirse el encuentro entre Reyes y Filsofos. Un encuentro ciertamente
problemtico y de cuyos efectos nos ocupamos en los Temas 10 y 11, y que se
recoge en la discusin acerca del concepto y de las consecuencias prcticas del
denominado despotismo ilustrado, o quizs ms difundidamente, acaso para
evitar las connotaciones desagradables del trmino despotismo, absolutismo
ilustrado.
La teora del absolutismo ilustrado, en su formulacin clsica, establecera que
durante la segunda mitad del siglo XVIII las polticas domsticas de muchos
monarcas europeos se hallaban influenciadas, e incluso dictadas, por ideas
derivadas de la Ilustracin y se diferenciaban profundamente de lo acontecido
anteriormente. Tal concepcin presupone la presencia de un soberano que no
slo posee el deseo sino tambin la capacidad de imposicin de proyectos de
reforma e innovacin. Los monarcas paradigmticos de esta tendencia histrica
seran Federico el Grande de Prusia (1740-86), la Emperatriz Catalina la Grande
de Rusia (1762-96) y el Emperador Jos II (corregente entre 1765-80 y en
exclusiva, 1780-90). Adems, de Leopoldo, Gran Duque de Toscana (1765-909,
Gustavo III de Suecia (1771-92) y Carlos III de Espaa (1759-88). Junto a ellos se
incluye no menos habitualmente a ciertos ministros, que demostraron en ms de
una ocasin unas pretensiones de reforma ms acentuadas que las de sus
mismos soberanos (Pombal, en Portugal, Tanucci en el Reino de las dos Sicilas,
o Struensee en Dinamarca).
A pesar de las fuertes crticas que el concepto recibi entre los especialistas,
ponindolo al borde de la desaparicin al inicio de los aos 70, en la dcada de
pp. 617/638) y 28 (J.A. Catal Sanz, Los estados meridionales en el siglo XVIII,
pp. 639/658).
2.- L. Ribot Garca (Coord.), Historia del mundo moderno, Madrid, Actas, 2006,
cap. 18 (J.M. Carretero Zamora, La poltica interna de los estados, pp. 503/525)
iv.- Textos.
a.- Emmanuel Kant. Respuesta a la pregunta: Qu es la ilustracin?, en A.
Mestre y J. Romagosa (eds), Qu es la Ilustracin?, Madrid, Tecnos, 1986,
pp. 9/17.
b.- C. Beccaria, Tratado de los delitos y de las penas, Madrid, Alianza, 1994.
Tema 12
Parlamentarismo britnico e independencia de los Estados Unidos.
i.- Epgrafes:
La consolidacin de la revolucin poltica (1688-1714)
El auge de la opinin pblica
La dinasta Hannover y el desarrollo del parlamentarismo
La poca de Walpole (1721-1742)
Los gobiernos de Pitt
La independencia de los Estados Unidos
ii.- Resumen del contenido:
La restauracin de los Estuardo en Inglaterra en el mes de mayo de 1660 inicia
la definicin de un nuevo marco constitucional tendente a equilibrar dos tipos
de fuerzas antagnicas: la favorable a la autoridad de la monarqua y de la
dinasta y la partidaria de limitar el ejercicio de esa misma autoridad
amparndose en las viejas tradiciones y costumbres inglesas y en la common
law. Sin embargo, los recelos, desde el principio, de un sector importante e
influyente de los whigs dirigido por John Locke y Anthony Ashley, lord
Shaftesbury, hacia Carlos II Estuardo condicionaron en gran medida la vida
poltica de Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVII y determin, finalmente,
su desarrollo en la centuria siguiente.
Para los whigs dos eran los problemas que deban afrontarse en el reino. En
primer lugar, la participacin de los catlicos ingleses en la vida poltica e
intelectual del reino, que se deba impedir a toda costa, para lo cual
desencadenaron una activa campaa de propaganda en la que se les acusaba
de provocar conspiraciones de cualquier ndole, unas veces ciertas y otras
inventadas, como la de haber propagado la peste en Londres o estar detrs del
incendio que la asol en 1666. Sus esfuerzos se vieron recompensados a
pesar de la simpata del monarca hacia los catlicos, ya que el Parlamento
promulgar una legislacin (Test Acts) que les exclua del gobierno, la
administracin y las universidades, como tambin se privaba de semejantes
derechos ciudadano a los sectarios protestantes.
El segundo problema, de mayor envergadura, resida en la adopcin por Carlos
II de ciertas medidas dirigidas a concentrar el poder en su persona y a
disminuir el peso de las instituciones representativas, las corporaciones y la
participacin de los territorios no ingleses en los destinos de la Corona. De
hecho, desde 1681 haba dejado de convocar al Parlamento, pese a que el
Triennial Act de 1664 obligaba a convocarlo de forma peridica, y en 1685,
cuando se celebraron elecciones, el rey influy para reducir a la mitad la
presencia de los whigs favoreciendo as a sus rivales, los tories, la faccin
cortesana partidaria de evitar las disensiones y los enfrentamientos y de
facilitar la estabilidad poltica. Adems, el nuevo monarca, Jacobo II, reform y
fortaleci su ejrcito gracias a las subvenciones financieras de Luis XIV,
impuls campaas contra los anabaptistas, presbiterianos y cuqueros, lo que
provoc el estallido en Escocia de la Rebelin de Argyll, duramente reprimida, y
propici la presencia de catlicos en las universidades de Oxford y Cambridge
y en la administracin del Estado, eliminando las Test Act, aunque no pudo
abolir el Habeas Corpus Act de mayo de 1679, que implicaba una limitacin a
la Corona por el ms alto tribunal de Inglaterra, el Kings Bench, custodio de la
common law.
Este permanente conflicto entre los Estuardo y los whigs se vio agravado con el
nacimiento del Prncipe de Gales. Ahora incluso los tories comenzaron a temer
la instauracin en Inglaterra de una dinasta catlica por lo cual algunos de sus
lderes limaron sus diferencias con los whigs en el Parlamento para configurar
un frente comn contra el monarca, al tiempo que representantes de las dos
cmaras y personalidades significativas de la vida poltica inglesa mantuvieron
contactos con el estatuder de Holanda Guillermo de Orange, casado con Mara
Estuardo, hija de Jacobo II, con miras a su eleccin como rey de Inglaterra.
ste, por otro lado, se vio presionado a intervenir por el ncleo duro de los
whigs exiliado en msterdam, entre los que figuraba John Locke. El resultado
de todo ello fue el Acuerdo de Magdeburgo por el cual el rey de Dinamarca y
diferentes prncipes del Imperio (Brandemburgo, Sajonia, Hannover, etc) se
comprometan a favorecer la invasin de Inglaterra por Guillermo de Orange y
mantener ocupadas las tropas de Luis XIV en el Rin. Pero el xito de esta
accin militar slo fue posible gracias a que whigs y tories alentaron
levantamientos en el reino producindose finalmente la Gloriosa Revolucin y
con ella la huida de Jacobo II y la entronizacin en Inglaterra, paradojas de la
historia, de un presbiteriano que legalmente no poda ocupar ningn cargo
salvo que se proclamara en el reino la tolerancia religiosa.
La coronacin de Guillermo de Orange y de Mara Estuardo no fue inmediata,
en parte porque el Parlamento no saba como actuar tras el vaco de poder
provocado por la ausencia del rey. En cualquier caso coincidi con la
aprobacin por el Parlamento del Bill of Right. Este documento, que estableca
un nuevo pacto constitucional, asentaba el derecho de prensa y las bases de la
divisin de poderes entre el legislativo y el ejecutivo, as como la libertad
individual y la propiedad individualizada, pero tambin estipulaba el carcter no
permanente del ejrcito y la obligacin de someter al Parlamento, para su
aprobacin, la solicitud de impuestos. As pues, el Bill of Right configur un
modelo de monarqua limitada que se fue asentando en las dcadas siguientes,
reforzado en 1701 con la promulgacin del Act of Settlement, que supona el
acuerdo para la sucesin en el trono de Inglaterra de la casa de Hannover bajo
la regencia de Ana Estuardo. Ms difcil fue la integracin de los reinos de
Irlanda y de Escocia, ya que la unin de la Gran Bretaa en 1707 no result ser
una solucin definitiva.
Durante el reinado de Jorge I, una vez finalizada la Guerra de Sucesin de
Espaa, el gobierno de Stanhope se caracteriz por una acertada poltica
exterior, de alianza con Francia, pero cosech grandes derrotas en el interior:
partidario de la tolerancia religiosa, revoc aquellas leyes que reservaban los
cargos pblicos a los anglicanos practicantes y ampli la libertad para otras
confesiones, pero no logr que se incluyera a los catlicos, a quienes incluso
se les prohiba demandar en juicios. Peor fortuna tuvo en su intento por evitar
el auge de la Cmara de los Comunes, lo que finalmente provoc su cada
coincidiendo adems con la estafa de la Compaa del Mar del Sur en la que
se vieron implicados varios miembros del gobierno.
Su sucesor, Robert Walpole, se centr al comienzo de su gestin en impedir
cualquier maniobra de los jacobitas contra la casa reinante y a favor de Jacobo
III Estuardo, sancionando a los catlicos con tasas especiales. Otra cuestin
L. Ribot (coord), Historia del Mundo Moderno, Madrid, Actas, 2006, cap. 18
(Juan Manuel Carretero Zamora, La poltica interna de los estados. La
emancipacin de las colonias de Norteamrica, pp. 503-532).
iv.- Conocimientos bsicos exigibles:
Es conveniente conocer, junto a la secuencia de acontecimientos que anudan
la secuencia de la Independencia, algunos conceptos bsicos como Whig, Tory
y Jacobista, La Gloriosa Revolucin, Bill of Rights, as como el pensamiento
poltico de algunos idelogos ingleses, como Thomas Hobbes y, sobre todo,
John Locke y su influencia no ya en la Gloriosa revolucin inglesa de 1688,
sino tambin en la Declaracin de Independencia de los Estados Unidos.
v.- Lecturas recomendadas:
J. Locke, Ensayo sobre el gobierno civil [numerosas ediciones]. Libro
fundamental para entender el pensamiento poltico del personaje y el impacto
de sus ideas en la Gloriosa Revolucin de 1688
La Declaracin de independencia de los Estados Unidos (1776) Imprescindible
para comprender el impacto de la obra de J. Locke no slo en Europa sino
tambin en las colonias americanas britnicas. El texto completo se puede
localizar en la Wikipedia.
vi.- Mapas
Los mapas de la formacin de los Estados Unidos en el libro de B. Azcarate
Luxan, M. V. Azcrate Luxan y J. Snchez, Atlas Histrico y Geogrfico
Universitario, Madrid, UNED, 2006, pp. 164 y 170.