Recibiendo La Bendición de La Cruz01101
Recibiendo La Bendición de La Cruz01101
Recibiendo La Bendición de La Cruz01101
by David Wilkerson
[May 19, 1931 April 27, 2011]
Dios se deleita al usar nuestros fracasos, al usar a hombres y mujeres piensan que casi no pueden hacer nada correcto. Recientemente,
una mujer me escribi lo siguiente: Mi matrimonio se est echando a perder. Pareciera que estoy haciendo todo mal en la crianza de mis
hijos. Me siento como si no valiera nada para nadie. No he sido una buena esposa, ni una buena madre ni una buena cristiana. De hecho
soy el peor fracaso del mundo.
Ella es el tipo de persona que Dios busca, alguien que sepa que si algo bueno sucede a travs suyo, tiene que ser a causa de Dios. Todos
los sper-cristianos que andan aplastando a la gente con sus habilidades nunca impresionan a Dios. Dios mir a un suplantador, un
hombre dbil llamado Jacob y le dijo: No temas, gusano de Jacobyo soy tu socorroHe aqu que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo,
lleno de dienteste regocijars en Jehov (Isaas 41:1416).
A menudo, los hombres utilizan a Dios para obtener riquezas, fama, honra y respeto. Usan el talento, la personalidad y la perspicacia para
expandir el reino de Dios, pero l no se impresiona. Su poder se perfecciona en nuestra debilidad, en nuestra incapacidad de obedecer sus
mandamientos en nuestras propias fuerzas.
Dios nos llama a una vida de santidad y separacin. l dice que podemos ser libres de la atadura del pecado. Su Palabra llega a nosotros
con algunos desafos imposibles: Resiste al diablo. Anda en el Espritu. Sal de en medio de ellos. Ama a tus enemigos. Abandona todos
tus temores. Haz morir tus deseos carnales. Que el pecado no se enseoree de ti.
Cuando uno piensa sobre lo poco que uno puede hacer en su propia fuerza para lograr estos desafos, uno entiende cun dbil es. Tu
corazn comienza a clamar: Seor, cmo podemos hacer tales cosas tan grandes y santas? Ah es cuando el Seor toma el control. l
viene con un mensaje tan reconfortante: Baja tus armas. Deja de intentar ser autosuficiente y fuerte, Yo soy tu arma y tu fuerza. Djame
hacer lo que t jams podras hacer. Te dar Mi justicia, Mi santidad, Mi reposo, Mi fuerza. No puedes salvarte a ti mismo, ni agradarme en
ninguna manera, excepto recibiendo por fe las bendiciones de la cruz. Djame encargarme de tu crecimiento en santidad.
David Wilkerson Today
A Ministry of World Challenge
ESTA ES LA VICTORIA
by David Wilkerson
[May 19, 1931 - April 27, 2011]
"Y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe." (1 Juan 5:4).
Cuando David mat a Goliat, hubo un giro tan dramtico que Israel hizo huir a
los filisteos que tropezaban. Lo ms importante en este pasaje es esta corta
frase: sin tener David espada en su mano. Dios demostr su fidelidad a
travs de la confianza de David y esto llen de fe a cada soldado
israelita. Toda la burla y la vergenza se fueron y la confianza de los
israelitas volvi, una confianza en que su Dios peleara por ellos.
De seguro has fallado. Tal vez ayer, o incluso hoy da mismo! Pero, Crees
que Jess tiene el poder para finalmente liberarte del poder del pecado?
Crees que la cruz de Jess significa que la esclavitud del pecado se ha
roto? Aceptas el hecho de que l ha prometido librarte de las trampas de
Satans?
Djame decirte exactamente donde creo que est la victoria. Deja que tu
corazn acepte todas las promesas de victoria en Jess. Luego deja que tu fe
le diga a tu corazn: Puede que todava no sea lo que quiero ser, pero
Dios est obrando en m, y l tiene el poder de soltar las garras del pecado
sobre m. Puede que sea poco a poco, pero llegara el da cuando la fe
vencer. No ser un esclavo para siempre. No soy ttere del diablo y no voy
a ser su vctima. Soy un dbil nio de Dios, queriendo la fuerza de Jess.
Voy a salir como oro puro refinado en el fuego. Dios es por m! Me
encomiendo por completo aquel que es poderoso para guardarme sin cada y
presentarme sin mancha delante del trono de Dios, con gran alegra.
Ests ahora dispuesto a ver a tus enemigos derrotados? Piensa en todas las
voces acusadoras que oyes. Puedes responderle a todas ellas: ste es tu
final, demonio, La victoria de Jess te ha enviado a volar lejos. Mi victoria
La razn de por qu Israel no hall el reposo, segn nos ensea Hebreos, es porque ellos indignaron a Dios con su incredulidad. "Por
tanto, jur en mi ira: no entrarn en mi reposo" (3:11).
En este pasaje del captulo 3 de Hebreos, en que se cita ampliamente el Salmo 95, se muestra reiteradamente la conducta del pueblo, y
la reaccin de Dios. El pueblo endureci su corazn, provoc a Dios, le prob, le tent y desobedeci. Por su parte, Dios se disgust y se
air con ellos.
Ellos durante cuarenta aos vieron sus obras, pero no conocieron sus caminos. Esto es muy significativo. Ver las obras de Dios es
contemplar los milagros, los portentos, acostumbrarse a las maravillas de Dios; sin embargo, tales cosas no logran cambiar el corazn. Al
contrario, lo endurecen ms.
Ms que ver las obras de Dios, ellos debieron haber conocido los caminos de Dios, los propsitos de Dios. Haber entendido por qu y
para qu Dios les conduca por el desierto. Por qu Dios permita que ellos tuvieran hambre o sed. Sin embargo, ellos slo atinaban a
decir: "Estar Dios con nosotros?". Como consecuencia de su dureza e incredulidad, ellos quedaron postrados all.
El versculo "Si oyereis hoy su voz, no endurezcis vuestros corazones" aparece en tres partes de Hebreos (3:7-8; 3:15; 4:7). Esta
exhortacin es reiterada, porque Israel pec exactamente en eso. Ellos oyeron muchas veces a Dios, pero no creyeron a sus palabras, sino
que endurecieron su corazn.
Ms que querer ver milagros, debemos or la voz de Dios y creerla. "Y a quines jur que no entraran en su reposo, sino a aquellos
que desobedecieron (o rehusaron creer)? Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad" (3:18-19). La palabra de Dios para
ellos, era que Dios les guiaba, les defenda y que l les introducira en la tierra, tal como les haba dicho. Pero ellos no creyeron. Ellos
tentaron a Dios, ignoraron sus fieles cuidados, y se dejaron dominar por el miedo y el oscuro informe de los diez espas incrdulos.
Cul es la palabra de Dios para nosotros, que debemos creer y recibir? Es la palabra tocante a Jesucristo y su Iglesia. De ello hablan
los versculo Hebreos 3:6 y 3:14, uno de Cristo y otro de su iglesia. Nosotros somos hechos participantes de Cristo y somos casa de Dios.
Si centralizamos nuestra vida en Cristo y si nos dejamos edificar como iglesia segn el modelo de Dios, entonces hallaremos el reposo
que Israel no tuvo. Entonces nuestro corazn hallar alivio de nuestras soledades, hambrunas y sobresaltos. Si llegamos al lugar donde l
mora, el lugar que el Espritu Santo edifica como Su casa, entonces reposaremos de nuestras obras, como Dios reposa de las suyas.
Porque l descansa, nosotros tambin descansaremos.
Cmo hallar el reposo (3)
El reposo se encuentra en Cristo y en su Iglesia. Ambas realidades estar en Cristo y estar en la Iglesia se hallan prefigurados en la
historia de Israel. Cuando Dios sac a Israel de Egipto, lo hizo con el objetivo de introducirlo en la tierra de Canan. Sin embargo, aquella
generacin que sali de Egipto no entr en Canan, sino que muri en el desierto a causa de su incredulidad.Cuando ellos dijeron: "Todo lo
que Dios ha ordenado haremos", demostraron un completo desconocimiento de s mismos, lo cual determin su largo deambular por el
desierto para que conociesen la verdadera condicin de su corazn. Ellos no entraron en el reposo de Dios, a causa de su incredulidad.As
tambin, se puede perfectamente ser un cristiano renacido, sin haber entrado an en la tierra prometida. Se pueden conocer las obras de
Dios, los cuidados de Dios sobre su pueblo, pero no se conoce a Dios mismo, ni sus caminos. Es un estado de niez en el cual atrae
aquello de menor valor, y donde no se pueden ver los grandes propsitos de Dios.Entonces llega un da en que Dios le concede al cristiano
su gracia y le introduce en la buena tierra. Deja atrs el deambular sin rumbo para entrar a tomar su herencia, que es Cristo. La buena
tierra abunda en toda suerte de riquezas y delicias. El cristiano siente que ha experimentado una nueva gracia despus del nuevo
nacimiento. Ahora puede decir que conoce de verdad al Seor, y que esta visin le satisface por completo.Sin embargo, an hay ms.
Pues no es el propsito de Dios que Israel entrara a Canan como una muchedumbre catica y desordenada. El pueblo deba ser
establecido, distribuido en orden, segn las tribus y las familias. Aquel pueblo itinerante deba ser conformado en una teocracia que
expresara el anticipado propsito de Dios para l. Cuando esto se cumple, el pueblo nmade y vagabundo viene a ser "una casa" y "un
reino" para Dios.De la misma manera, ms all de la visin de Cristo, conforme la muestra el Padre por el Espritu Santo, es preciso que
aquellos que han visto al Seor sean edificados como reino y como casa de Dios. No slo un conjunto de cristianos salvados que hacen lo
que a cada cual le parece, sino una asamblea armnica, articulada, conducida por el Espritu, que refleje las glorias magnficas de Cristo.
Cuando el cristiano encuentra la iglesia, es decir, la asamblea visible, tangible, donde Cristo mora, y donde segn las palabras del
salmista "los sacerdotes son vestidos de salvacin, donde los santos dan voces de jbilo, y donde los pobres son saciados de pan",
entonces su corazn halla el reposo perfecto. Es la realidad de Cristo y la Iglesia. Es el reposo del creyente.
Cmo hallar el reposo (4)
Al leer los captulos 3 y 4 de Hebreos llama la atencin un par de cosas respecto al reposo. Lo primero es que se trata del reposo de
Dios. Es decir, el cristiano es invitado a tomar parte, no de su propio reposo, como si existiera algo as como un reposo en s y por s, sino
del reposo de Dios.
Y para recordarnos esto, la Escritura nos remite al primer reposo de Dios es decir, la primera mencin del reposo en la Biblia. "Porque
en cierto lugar dijo as del sptimo da: Y repos Dios de todas sus obras en el sptimo da" (Heb. 4:4). Dios repos en el sptimo da, y su
reposo indica que su obra estaba perfectamente terminada. Dios no hubiera reposado si algo hubiera estado inconcluso.
De manera que Dios repos, y su reposo obedece a que su obra haba sido concluida. Adn vino a la vida el sexto da, de modo que el
sptimo da de Dios es el inicio de la vida de Adn. Adn comenz a vivir en el reposo de Dios. Adn fue invitado a contemplar la
maravillosa obra de Dios, a la cual no necesitaba agregarle nada.
De la misma manera, el cristiano es invitado en el libro de Hebreos a participar de este reposo, no el suyo propio, sino el reposo de
Dios. Y cundo Dios reposa? Cuando Su obra est concluida.
Esto nos indica que, en nuestro caso, la obra de Cristo en la cruz, y luego, Su obra edificando la iglesia ya son hechos consumados, por
lo cual el cristiano debe sumarse al descanso de Dios en Cristo. Nada necesit agregar Adn a la obra de la creacin; nada tampoco
necesita agregar el cristiano a la obra de la redencin. Eso permiti a Adn descansar y al cristiano reposar de sus obras.
Cul es la razn de ser de las obras en el hombre? Las obras son un intento de reafirmacin de s mismo, de su propia capacidad.
Son un intento de demostrarle a Dios que l puede agradarle, que l puede hacer mritos para obtener la salvacin. Para el hombre natural
privarle de las obras es desnudarlo y avergonzarlo. Es quitarle toda base para la satisfaccin personal y el orgullo. Es robarle su justicia
propia, y dejarle sumido en la inactividad.
El hombre nunca har obras que ameriten una contemplacin extasiada, por tanto, no hay lugar para su reposo. Si l pudiera hacer
obras perfectas, acabadas, habra lugar para el reposo de sus obras; pero nunca ser as. Por tanto, la nica posibilidad de que l
descanse es que renuncie a sus obras, se sume a las obras de Dios, y entre en el reposo de Dios. Por eso es que el cristiano es invitado a
entrar en el reposo de Dios, y no en su propio reposo.
Cmo hallar el reposo (5)
La segunda cosa que llama la atencin tocante al reposo en Hebreos 3 y 4 es que el llamado del Espritu Santo es a entrar en el
reposo. La sola frase 'entrar en' nos indica claramente que hay dos posiciones: estar 'dentro de' y estar 'fuera de'. Es posible estar en el
terreno del reposo, y tambin es posible estar en el terreno fuera del reposo.
Por eso, la exhortacin que concluye la argumentacin del Espritu es: "Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno
caiga en semejante ejemplo de desobediencia" (Heb. 4:11). La voluntad de Dios es que 'ninguno' est afuera, sino que todos estn 'dentro'
del reposo, disfrutando de l.
Cul es la forma de cambiar de posicin, de afuera hacia adentro? La misma Escritura nos lo dice: "Pero los que hemos credo
entramos en el reposo..." (4:3). Por eso, todo este gran prrafo de Hebreos est exhortndonos permanentemente a creer, y dejar de lado
la incredulidad. "Si oyereis hoy su voz, no endurezcis vuestro corazn".
Hebreos es una epstola escrita con la intencin de que dejemos ya 'los rudimentos de la doctrina de Cristo', y que avancemos 'adelante
a la perfeccin'. Por eso en ella se repite mucho la palabra 'perfeccin'. Y una de las seales de la perfeccin cristiana es el haber entrado
en el reposo de Dios.
Quienes conocieron a algunos de los grandes cristianos, como Hudson Taylor, Andrew Murray y otros, se admiraban de la tranquilidad
espiritual que irradiaban, an en medio de los afanes y las pruebas. Pareca que ellos no estaban haciendo nada, que vivan en una total
inactividad. Watchman Nee, cuando era joven, se impacientaba con su mentora espiritual, Margaret Barber, porque le pareca que
desperdiciaba su tiempo y sus riquezas espirituales, sin hacer nada.
Lo que Watchman Nee no saba a esa altura de su vida era que para entrar en las obras de Dios es preciso descansar de las propias, y
de que las obras de Dios no requieren del activismo exterior. Como dice Hebreos, "las obras suyas estaban acabadas desde la fundacin
del mundo" (4:3). Las obras de Dios ya estn consumadas; slo tenemos que unirnos al Espritu del gran Realizador para hacer las obras
de Dios. Entrar en el reposo de Dios significa librarse de la presuncin de pensar que podemos hacer algo para Dios. Algo de nosotros
mismos, claro est. La obra de Dios consiste en esperar en Dios hasta que l tome la iniciativa, y luego esperar a que l nos invite a entrar
en esa obra y colaborar con l.Una sola cosa que l emprenda, en la cual nos involucre, ser suficiente para llenar toda nuestra vida. Y
para llenar perfectamente nuestro corazn de gozo. Es lo que significa entrar en Su reposo.
Cmo hallar el reposo (6)
En el versculo 4:11 de Hebreos concluye la argumentacin del Espritu Santo sobre el reposo: "Procuremos, pues, entrar en aquel
reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia". Pareciera que con esta exhortacin se cierra todo, que nada
ms precisa ser dicho sobre el asunto.Sin embargo, a continuacin, el Espritu introduce dos elementos que estn inseparablemente
unidos al reposo de Dios: uno es la Palabra de Dios, y el otro es el ministerio de Cristo como Sumo Sacerdote.
"Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y ms cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espritu, las
coyunturas y los tutanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazn" (4:12). Este "porque" une lo que se va a decir con lo
dicho anteriormente. Este "porque" indica que lo que viene, explica lo anterior.Antes se haba dicho que es preciso creer a la palabra de
Dios ("si oyereis hoy su voz, no endurezcis vuestro corazn"),y ahora se dice cul es el trabajo que realiza esa palabra en el corazn del
hombre. Por qu es tan importante. Ella separa el alma del espritu. El alma es nuestro "yo" con todos sus argumentos, sus comodidades, e
incredulidades. El alma estorba al espritu y no lo deja creer y seguir al Seor. Entonces, el alma debe ser desnudada, descubierta en sus
argucias, y debe ser negada. "Todas las cosas estn desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta". Esa es la
obra de la palabra de Dios, una obra imprescindible para poder creerle a Dios y entrar en su reposo.El segundo elemento que introduce el
Espritu aqu es el sacerdocio de Cristo: "Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspas los cielos, Jess el Hijo de Dios,
retengamos nuestra profesin" (4:14). Este "por tanto", concluye el razonamiento, esta es la conclusin: Es porque tenemos tal sumo
sacerdote, que podemos retener nuestra profesin (o confesin de fe).En dos versculos claves del captulo 3 se nos instaba a retener la
confianza en cuanto a que somos casa de Dios, y que somos participantes de Cristo (v. 6 y 14). Esas dos cosas juntas conforman nuestra
profesin. Y aqu se nos aclara cmo es que podemos retener todo eso: porque tenemos un gran sumo sacerdote que traspas los cielos,
y que es compasivo, que fue tentado igual que nosotros, etc.Esta confesin de fe es tan resistida por la carne, el mundo y el infierno, que, a
menos que tengamos este doble socorro de lo Alto: de la palabra de Dios, y de nuestro gran Sumo Sacerdote, no podremos permanecer en
esta fe. Este tercer "retengamos" es el definitivo. Es porque est anclado en los cielos mismos. Es el perfecto reposo de Dios para sus
hijos.